TEMA 60. LA ENFERMEDAD PROFESIONAL: CONCEPTO LEGAL Y SU PROBLEMÁTICA. CLASIFICACIÓN. PRINCIPALES ENFERMEDADES PROFESIONALES. 1. LA ENFERMEDAD PROFESIONAL. SISTEMAS DE ENFERMEDADES ENFERMEDADES PROFESIONALES. Estos son los posibles sistemas, según el Convenio 121 de la OIT que pueden establecerse para la consideración de enfermedades profesionales: SISTEMA DE LISTA: Tienen la consideración de EP las recogidas en una lista y causadas por las sustancias y elementos en sectores todos ellos previamente determinados por el legislador en cada momento. Este sistema tienen las siguientes ventajas: 1. Presunción iuris et de iure de que las enfermedades profesionales listadas se deben al trabajo que se realiza y a las sustancias y no necesita ser probado el nexo causal. 2. Simplifica y facilita facilita el diagnostico y reduce reduce el margen de error. 3. Llama la atención y facilita la detección de riesgos mejorando la prevención. 4. Permite al trabajador relacionar su enfermedad con el trabajo que pudo realizar años atrás. 5. Agiliza los trámites trámites para acceder a las subvenciones. 6. Permite elaborar estadísticas de sectores con riesgo de enfermedad profesional. Sin embargo, en la actualidad, supone una interpretación restrictiva por los siguientes motivos: 1. Las alteraciones de la salud son, cada vez más, de tipo inespecífico y multifactorial. Se debería ampliar el concepto de enfermedades profesionales. 2. La falta de revisiones revisiones y actualizaciones actualizaciones hace que no se incorporen nuevas enfermedades en la lista, quedando desfasada. 3. El trabajador sin servicio médico de empresa acude al médico general, disminuyendo la probabilidad de que se relacione su patología con el trabajo.
SISTEMA ABIERTO O DE DETERMINACIÓN JUDICIAL Las enfermedades profesionales no están determinadas a priori sino que en cada caso concreto por determinación judicial se calificará o no de EP, si se prueba que tiene por causa el trabajo que se realiza. Las ventajas son las siguientes: - Permite tener en cuenta las insuficiencias del sistema de lita e incorporar nuevas enfermedades profesionales de acuerdo con la evolución de la medicina. - El médico diagnostica y estudia la enfermedad. Los inconvenientes son los siguientes: - Genera cierta inseguridad jurídica. - Es difícil averiguar el origen de las enfermedades, - Aumenta el número de peticiones de calificación de la enfermedad como profesional. - El informe médico puede se contradicho por otro informe médico. - No facilita medidas preventivas, ni estadísticas nacionales o internacionales. SISTEMA MIXTO Se establece previamente por vía legislativa una lista de enfermedades profesionales, pero dejando una cláusula abierta para que mediante la analogía o la valoración judicial, puedan añadirse enfermedades profesionales nuevas surgidas con la evolución de la producción, de las tecnologías y de los conocimientos médicos y científicos. Probablemente sea este el mejor ya que acumula las ventajas de uno y otro. A nivel internacional, la OIT recomienda el sistema mixto (Convenio 121) y también la UE aconseja eliminar los límites imperativos y ampliar los efectos protectores de los sistemas de presunción legal o de lista. La Recomendación 23-07-1962 sustituida por la de 22 de mayo de 1990 recomienda a los Estados un sistema de lista a actualizar periódicamente, pero también aconseja proteger como profesionales enfermedades todavía no listadas siempre que se pruebe el nexo causal con el trabajo.
CONCEPTO Y RÉGIMEN JURÍDICO. El concepto legal de enfermedad profesional no es una definición científica, sino una cuestión de política social y estrechamente ligada a la indemnización que genera. Los daños de origen laboral reciben unas
mayores prestaciones. Además los daños profesionales se podrían prevenir y evitar en gran medida si la sociedad asignase los recursos necesarios. En España, el sistema de declaración de enfermedades profesionales está mas basado en la búsqueda de la compensación del daño que en una filosofía prevencionista que nos ayudaría a un mejor conocimiento del problema y, consiguientemente a la eliminación de los factores causales. En España, desde que se empezaron a regular las EP separadamente de los AT se siguió el sistema de lista y es el actualmente en vigor. La definición de enfermedad profesional viene recogida en el artículo 116 de la L.G.S.S. (R.D. Legislativo 1/1994) y define: “Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción de los elementos y sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional”.
Podemos extraer, por tanto, de esta definición los siguientes aspectos: - Trabajadores por cuenta ajena: Se excluye por tanto a aquellos trabajadores que no cumplan con el requisito de la ajeneidad. Este concepto ha sido extendido recientemente por la ley 53/2002 al ámbito de los trabajadores por cuenta propia, en los mismos términos en que se define para los asalariados. Los trabajadores agrarios por cuenta propia que si tienen derecho a las prestaciones por enfermedad profesional (Decreto 3772/1972 de 23 de diciembre) - Actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta ley: Por tanto, no podrá cualificarse legalmente como enfermedad profesional aquella no incluida en el cuadro, aun cuando se pruebe su relación con la actividad laboral. Debe aparecer en las actividades incluidas en el cuadro que se aprobó por R.D. 1995/1978 de 12 de mayo. - Que esté provocada por la acción de los elementos y sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional: Es necesario que el agente causante de la enfermedad profesional esté contenido en la lista de 1978. Si las sustancias o agentes provienen del trabajo pero no se encuentran contenidas en el cuadro indicado podría tener la consideración de accidente de trabajo a tenor de lo dispuesto en el
artículo 115.2 apartado e) de la LGSS: “Tendrán la consideración
de accidentes de trabajo: las enfermedades, no incluidas en el artículo siguiente (116) que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo”. La lista actualmente vigente es la regulada en el RD 1995/1978 de 12 de mayo y por el RD 2821/1981 de 27 de noviembre que incorporó alguna nueva enfermedad. Si bien es cierto que la doctrina judicial ha adoptado a una tendencia a una interpretación abierta de la lista, nos encontramos ante un sistema de lista cerrada de manera que, cuando surja una enfermedad desconocida habrá que acudir al 115.2 e) y considerarla como accidente de trabajo. En total se reconocen 71 enfermedades. En 1978, cuando se publicó la lista de enfermedades profesionales, supuso una mejora para los trabajadores ya que se reconocían y catalogaban los daños originados por el trabajo y podía servir como guía para la puesta en marcha de servicios de prevención. Pero las enfermedades de hace 25 años han variado. Por otro lado, podemos decir que el sistema español ha sufrido un cambio con la Resolución de 30 de diciembre de 1993 de la Secretaria General para la Seguridad Social al considerarse provisionalmente como enfermedad profesional determinada enfermedad producida en las industrias del sector de la aerografía textil de la Comunitat Valenciana. Dicha enfermedad, una neumopatía conocida con el nombre de “síndrome del Ardistyl” fue considerada provisionalmente como una EP
mientras no se determine el agente causante de la misma. Se ha aprovechado esta resolución para decir que se suprime la rigidez de la lista y se entiende esta resolución como una cláusula abierta para incluir nuevas enfermedades profesionales no listadas. No obstante, su ampliación se halla prevista en la propia norma pues admite la posibilidad de incorporar nuevas EP. El art. 116 en su párrafo segundo establece que el Decreto que regule el cuadro de enfermedades profesionales debe establecer el procedimiento que haya de observarse para la inclusión en dicho cuadro de nuevas enfermedades profesionales que se estime deban ser incorporadas al mismo, Esto, sin embargo, nos indica una aspecto mas sobre el carácter cerrado del RD: que el Decreto no puede ser ejemplificativo sino cerrado. Hay que decir que solo se ha ampliado una vez, en 1981.
PROBLEMAS PROFESIONALES:
EN
TORNO
A
LAS
ENFERMEDADES
- Delimitación del concepto de EP:
La nueva ley de P.R.L. en su artículo 4.3 define el daño como “enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo”. El concepto de daño incluye, como vemos, tanto accidentes
como enfermedades y otras lesiones de etiología laboral. Sin embargo, en la misma ley se aclara que los antiguos conceptos persisten. Por lo tanto, se hable de riesgos y de daños o de accidentes de trabajo y EP, la misión que corresponde a la Seguridad y Salud en el Trabajo y a la Seguridad social es diferente. A la Seguridad social le corresponde satisfacer las prestaciones reparadoras y a la otra la prevención de todo tipo de daños. La no distinción para los prevencionistas no debe implicar que olviden en sus actuaciones esta diferencia. De igual modo los profesionales de la salud deben investigar y sospechar que pueden estar ante una enfermedad profesional. La EP se caracteriza: - Frente a la enfermedad común en que la EP tiene su causa en el trabajo como agente patógeno. - Frente al accidente de trabajo en sentido estricto en que este deriva de la acción súbita de un agente exterior y la EP deriva de una evolución lenta y progresiva pero nunca instantánea en su ocurrencia. Otro aspecto diferenciador es que en muchas ocasiones puede producirse una incompatibilidad sobrevenida entre la capacidad de trabajo del enfermo y su desarrollo en un ambiente nocivo, lo cual dificulta a su reincorporación en ese puesto una vez recuperado. En el accidente esto es extraño que ocurra. - Frente a la enfermedad de trabajo del art. 115.2 e) de la LGSS “Tendrán la consideración de accidentes de trabajo: las enfermedades, no incluidas en el artículo siguiente (116) que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la e jecución del mismo”. En este caso se esta condicionada por factores individuales y secundariamente por el trabajo. Actualmente las EP
representan solo un 10% de las enfermedades laborales.
- Críticas al sistema cerrado español: Autores como Ruano consideran que el concepto de enfermedad profesional conlleva una gran problemática pues bastaría con preguntarse si las enfermedades de hoy son las mismas que las del año 1978. En nuestros días afloran nuevos conceptos de enfermar y el concepto de enfermedad profesional se basa únicamente a las condiciones orgánicas. Desde la perspectiva del trabajador, este pasa la mayor parte de su vida en relación con el ambiente laboral, pues bien, ¿cómo afecta eso a su vida?. Por tanto, ha de avanzarse en el concepto de enfermedad profesional de hoy. Resulta muy extraño que en España con una de las tasas mas altas de accidentabilidad de Europa mantenga una tasa de enfermedades profesionales mínima en relación con los mismos países. El problema es que no se detectan. 1. Largos periodos de latencia, que pueden llegar a los 20 ó 30 años. 2. Frecuente imposibilidad de distinguir clínicamente una enfermedad de origen laboral o extralaboral. 3. Factores de riesgo fuera y dentro del trabajo para una misma enfermedad. 4. Efectos desconocidos de muchos tóxicos o de la multiexposición a bajas dosis. 5. La resistencia de las empresas a notificar las enfermedades profesionales por las implicaciones económicas responsabilidad civil) que conllevan e incluso penales. Y también, pese a la mejora económica para el trabajador (medicinas y prestaciones), estos sienten una amenaza para su continuidad laboral. Esto implica que la Administración no tenga información estadística veraz.
- Protección social de la enfermedad profesional: (ver tema pág 9)
