TEMA 6: EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN. CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO FUNCIONAM IENTO DEL SISTEMA CANOVISTA 1.- INTRODUCCIÓN Se conoce con el nombre de Restauración el periodo comprendido entre 1875, con el advenimiento al trono del rey Alfonso XII (hijo de Isabel II), y 1931, con la proclamación de la Segunda República. Durante esta etapa se recompone el sist sistem emaa po polí líti tico co espa españo ñol, l, qu quee se ha habí bíaa disl disloc ocad adoo co conn el co conv nvul ulso so en ensa sayo yo republ republica icano. no. Fue un tiemp tiempoo de estabi estabilid lidad ad constit constituci uciona onall y de alejam alejamien iento to del ejército de la vida política, pero también fue la época del dominio de la burguesía oligárquica, del caciquismo y del falseamiento electoral. Esta etapa se suele dividir en dos fases separadas por el año 1898 (fecha de la pérdida de las últimas colonias de ultramar): Durante la primera fase (1875-1898) se establecen los fundamentos doctrinales del sistema canovista o de la Restauración; En la segunda (1898-1931), comienza la crisis del sistema, coincidiendo con la caída del imperio colonial y la emergencia de nuevas formas políticas (republicanismo, movimiento obrero y nacionalismos), hasta deshacerse en 1923 con la instauración de la dictadura de Primo de Rivera, que finaliza en 1930, arrastrando en su caída a la propia monarquía y poniendo fin a la Restauración borbónica. •
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2.- ANTECEDENTES La caída de Isabel II, tras la Revolución de 1868, trajo para España un periodo de precipitados cambios y experimentos políticos que condujeron inevitablemente al fracaso del denominado “Sexenio Democrático”. Durante seis años se sucedieron diferentes regímenes y gobiernos. Y durante todo este vaivén político, una guerra civil, (Tercera Guerra Carlista); una insurrección insurrección separatista en Cuba; y el movimiento cantonalista. Paralelamente, en la sociedad española, cansada de las incertidumbres y de los ensayos políticos, fue creciendo el apoyo a la idea de Cánovas del Castillo de proclamar rey de España al joven Alfonso, hijo de Isabel II, y de restaurar en su persona la monarquía de los Borbones. Primero fundará el Partido Alfonsino y poco después, conseguirá que la reina Isabel II renuncie a sus derechos al trono en favor de su hijo. De este modo, Cánovas va preparando el regreso de D. Alfonso y en diciembre de 1874, vista la descomposición de la República, entiende que la vuelta de los Borbones en la persona del príncipe puede hacerse efectiva en un futuro cercano y sin violencias. Para facilitar esa transición, redacta un manifiesto que el príncipe firma: el manifiesto de Sandhurst, documento en el que, garantizaba que su monarquía sería dialogante y constitucional, y mostraba su voluntad de aceptar buena parte de los avances políticos realizados en el Sexenio. 1
Cánovas pretendía que la vuelta a la Monarquía se hiciese de manera pacífica y sin la intervención militar, pero los acontecimientos se precipitan y a finales de diciembre de 1874 el general Martínez Campos encabeza un alzamiento militar, el pronunciamiento de Sagunto, y proclama rey de España a Alfonso XII. La monarquía borbónica había sido restaurada mediante un golpe militar, contra los deseos de Cánovas. El Gobierno de Serrano no opuso resistencia y dimitió. Cánovas formó un gabinete de regencia el día 31 y comunicó al príncipe Alfonso, su proclamación como rey. El 14 de enero de 1875 el nuevo monarca entró en Madrid, se producía así la Restauración monárquica monárquica en la persona de Alfonso XII XII (1875-1885). El nuevo rey contó con el apoyo de las clases altas y la aristocracia, y con el deseo de orden y tranquilidad de la mayoría de la nación, cansada de los agotadores años anteriores. Desde un principio evitó la excesiva ingerencia que su madre había tenido en la política y encomendó el poder a Cánovas, su hombre de confianza, para confianza, para que estableciera las bases bases del nuevo sistema político. político. Cánovas, político malagueño de larga trayectoria política había participado en el pronunciamiento de 1854 y redactó el Manifiesto de Manzanares. Fue ministro en gobiernos moderados y de la Unión Liberal en época de Isabel II, impulsor del partido alfonsino durante el sexenio, artífice e ideólogo del nuevo sistema político y jefe indiscutible del partido conservador hasta su muerte en 1897.
3.- EL SISTEMA CANOVISTA 3.1. FUNDAMENTOS DOCTRINALES
Los objetivos de Cánovas, además de la Restauración de la monarquía borbónica, eran superar la inestabilidad del periodo anterior y crear una paz social y política política en el país. Para ello, ello, defendía defendía la implantaci implantación ón de un régimen liberal quee au aunq nque ue era he here rede dero ro del régime régimenn mode modera rado do del períod períodoo conservador, qu isabelino, isabelino, no fuera un sistema sistema partidista partidista y excluyente, excluyente, si no que buscara buscara un pacto entre todas las fuerzas políticas, que posibilitara una convivencia pacífica en el seno de una monarquía parlamentari parlamentaria. a. Consiguie Consiguiendo ndo de este modo, integrar integrar en el ejercicio del poder, y por tanto en el sustento del sistema, al conjunto de los liberales monárquicos, desde moderados a demócratas. El nuevo régimen canovista se apoyó en pilares básicos como: - La Corona Restauración no sólo restablecía restablecía la dinastía dinastía borbónica, borbónica, sino que Corona.. La Restauración también la convertía en la pieza fundamental del sistema. Por tanto, era necesario fortalecer la monarquía, institución tan desprestigiada durante el periodo isabelino, para construir alrededor de ella el nuevo sistema político. Institución que ejercía de árbitro en la vida política y garantizaba el buen entendimiento y la alternancia en el poder entre partidos. 2
- La existencia de dos partidos dinásticos. Se impone un pacto entre todas las fuerzas políticas, para formar dos grandes partidos: Conservador y Liberal , serán los únicos partidos reconocidos por el régimen, que debían repartirse el poder de forma alternativa, evitando el recurso a la fuerza y los pronunciamientos. Este régimen bipartidista permitiría una convivencia pacífica entre gobierno y oposición. - La subordinación del ejército al poder civil, el pode poderr civi civill es es
superior al militar, porque tiene la legitimidad que da la voluntad nacional a través del sufragio. El ejército se encuentra bajo la autoridad del rey Alfonso XII, evitando evitando así el intervencionis intervencionismo mo militar militar en la política. política. Sus funciones funciones estuvieron estuvieron alejadas de la vida política, a través de misiones en las colonias de Ultramar. - El marco teórico donde se recoge el esquema fundamental del sistema canovista o sistema político de la Restauración, será la Constitución de 1876, (la de mayor dura du raci ción ón de nu nues estr traa hist histor oria ia,, 47 añ años os)) qu quee estu estuvo vo vige vigent ntee ha hast staa 19 1923 23.. Fue conc co nceb ebiida co com mo un acer acerttad adoo eq equi uillibri ibrioo en enttre la mod oder erad adaa de 18 1845 45 y la revolucionaria de 1869. Consta de 89 artículos distribuidos en 13 títulos. Se redactó para que pudiera ser aceptada por todos los grupos de talante liberal y partidarios de la monarquía: conservadores, liberales, unionistas,… En ella quedan reflejados los principios básicos de Cánovas, y el resto de los temas ideológicos, fueron negociados entre todos, eso sí, con una redacción flexible y ambigua, lo que permitía a cada gobierno adecuar la fórmula que mejor se adaptase a su propia ideología. Puede modificarse por el simple acuerdo de las Cortes con el Rey. Ello permitió gobernar a los dos partidos (que no se sienten obligados a cambiar la anterior): conservadores y liberales. Es una constitución de carácter conservador, ello se reflejaba en la defensa de los valores sociales tradicionales de la religión, la propiedad y la familia, el protagonismo a las élites dejando al margen a las clases populares, po pulares, la aplicación de la soberanía compartida, la confesionalidad católica del Estado, y la centralización administrativa. Aunque también reflejaba algunos principios de la constitución democrática de 1869, como la concesión de derechos y libertades. Entre los principios de la Constitución del 76, merecen citarse los siguientes: La monarquía democrática fue sustituida por una monarquía constitucional y parlamentaria a semejanza del sistema político inglés, que contemplaba la soberanía compartida por el Rey y las Cortes, frente a la soberanía nacional defend defendida ida durant durantee el sexeni sexenioo revolu revolucio cionar nario. io. La Co asumía amplios amplios Coro rona na asumía poderes legislativos y ejecutivos como co mo el derecho de vetar o aprobar las leyes, ley es, disolv disolver er las Cámaras Cámaras,, y el poder ejecut ejecutivo ivo de nombra nombrarr a minis ministro tross y jefe jefe de Gobierno, el mando del Ejército y el control de la admistración territorial. La Corona es la gran institución del Estado. Cortes bicamerales: - Congreso. Compuesto por diputados electos. Su mandato era de 5 años (igual que la Constitución de 1845), aunque nunca se llegaron a cumplir a causa de las constantes disoluciones. Aunque el texto no se pronuncia sobre el tipo de •
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sufragio, la Ley Electoral de 1878, es de tipo censitario: sólo 5% de la sufragio, población podía votar. El sistema introduciría después, gracias a Sagasta, un elemento democrático, al implantar en 1890 el sufragio universal por el que tendrían derecho a voto todos los varones de más de 25 años. - Senado. Integrado por miembros por derecho propio, de nombramiento real o elegidos por las corporaciones (Iglesia, Universidad). Su cargo era vitalicio. Estab Estable lece ce la confe confesi sion onal alid idad ad catól católic icaa del del Estad Estadoo y se mantiene la «dotación de culto y clero». Aún así se permite la práctica privada de otras religiones. Amplia declaración de derechos y deberes, similar a la del 69, pero su desarrollo en leyes ordinarias posteriores los dejaron muy restringidos. Se aplicaban sólo cuando gobernaba el partido liberal que recoge la herencia del desaparecido progresismo. •
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Centralización de la Administración del Estado y de los territorios de mod odoo qu quee dipu diputtacio acione ness y ay ayun unttamie amient ntos os se en encu cuen enttran ran ba bajjo co cont ntro roll gubernamental. •
Pero una cosa era la Constitución formal del país y otra la realidad social. Existía un desfase entre la teoría constitucional y la España en su mayor parte camp campes esin inaa y an anal alfa fabe beta ta,, qu quee prov provoc ocaa qu quee el func funcio ionam namie ient ntoo de dell sist sistem emaa sea sea anómalo. 3.2. BASES SOCIALES E INSTITUCIONALES INSTITUCIONALES
El sistema canovista al presentar un carácter moderado y conservador, contó con el apoyo de amplias bases sociales e institucionales. Entre las bases sociales se encontraban la burguesía urbana y terrateniente, los hombres de negocios, los sectores industriales, los profesionales liberales, los mandos militares, los cargos de la administración,… Estaban convencidos que la Restauración traería orden y tranquilidad después del Sexenio revolucionario, necesario para la buena marcha de los negocios. Entre las bases institucionales destacó el apoyo de dos instituciones: la Iglesia y el ejército, auténticos poderes fácticos de la nación: La Iglesia y el Estado se reconciliaron, recobrando su antiguo prestigio, sobre todo en el campo de la enseñanza. El Papa León XIII apoyó públicamente la Resta estaur urac ació ión, n, al esta establ blec ecer ersse la co conf nfes esiion onal alid idad ad de dell Esta Estado do en la Constitución. El ejército. Ab Aban ando donó nó la prác prácti tica ca de dell pron pronun unci ciam amie ient ntoo milit ilitar ar,, se profesionalizó y se convirtió en garante del orden público y del régimen. régimen. •
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3.3. EL FUNCIONAMIENTO FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA
3.3.1. Bipartidismo 4
Cánovas concibió el funcionamiento de la vida política sobre la base de dos partidos políticos, los llamados partidos dinásticos. Defe De fens nsor ores es de la mona monarq rquí uíaa y dina dinast stía ía Bo Borb rbóni ónica ca,, de la Co Cons nsti titu tuci ción, ón, de la propiedad privada y de un Estado unitario y centralista, y dispuestos a aceptar la alternancia en el poder, como medio de garantizar la estabilidad del sistema mon onáárquico y la paz social, evit vitando, de este modo, la tentación del pronunciamiento militar como forma de alcanzar el poder, que había caracterizado a los periodos fernandino e isabelino. Estos dos grandes partidos estaban integrados por minorías de notables (para nada eran partidos de masas), que representaban a las élites económicas y clases medias, con más presencia de terratenientes y burguesía entre los conservadores y de profesionales entre los liberales. Contaban con periódicos y centros por todo el territorio español. El Partido futuro ro Partido Partido Liberal-Con Liberal-Conservado servadorr, futu Partido Conservador Conservador, estaba lide lidera rado do po porr el prop propio io An Anto toni nioo Cáno Cánova vass de dell Cast Castil illo lo esta estaba ba inte integr grad adoo po por r moderados, constitucionales disidentes y antiguos unionistas. Su programa político se caracterizaba por su inmovilismo y se basaba en la defensa de la Monarquía, del orden social, de la propiedad y de la Iglesia. Proponía el sufragio censitario o restringido, el exclusivismo de la religión católica, la censura y el proteccionismo económico. Representaba, pues, la derecha moderada. Recibía el apoyo de las clases clases altas. A la muerte de Cánovas Cánovas (1897) (1897) su líder pasó a ser Francisco Francisco Silvela, que le imprimió un sello regeneracionista. El Partido Liberal-Fusionista, más tarde Partido Liberal, fue fundado en 1880 y tuvo como principal dirigente a Práxedes Mateo Sagasta. Estaba formado por progresistas, unionistas de izquierda, miembros del partido constitucional y demócratas desencantados. Sus bases programáticas fueron el sufragio universal masculino, la libertad de cultos, la libertad de prensa y el librecambismo. Es decir, representaban un reformismo de carácter más progresista y laico, propio de la izquierda liberal. Apoyado por la burguesía industrial y las clases medias urbanas. A Sagasta le sucedió en el liderazgo del Partido Liberal Segismundo Moret. En el ejercicio del poder apenas difería la actuación de ambos partidos, al existir un acuerdo tácito de no promulgar una ley que forzase al otro partido a derogarla cuando asumiera el gobierno. Al marge argenn de este este sist sistem emaa bipa bipart rtid idis ista ta qu qued edab aban an los los carl carlis ista tas, s, los los republicanos (federalistas y posibilistas de Castelar), los incipientes nacionalistas vascos y catalanes y los nacientes partidos obreros.
3.3.2. Turnismo La alternancia alternancia regular regular en el poder, o sistema sistema de turno turno pacífico, pacífico, pactado por los dos partidos dinásticos (turnismo), aseguraba la estabilidad institucional pero 5
exigía la puesta en marcha de un sistema electoral adulterado y escasamente democrático. Para Para aseg asegur urar ar la alte altern rnan anci ciaa pa pací cífi fica ca en el po pode derr de los los do doss pa part rtid idos os dinásticos, Cánovas concibió un proceso electoral que invertía los términos propios de un régimen parlamentario, en el que el partido mayoritario en unos comicios recibe del Jefe del Estado (rey) el encargo de proponer al candidato a presidente de Gobierno, es decir, primero se obtiene la mayoría en las elecciones y después se designa presidente y se forma gobierno. En el sistema político canovista, cuando el partido en el gobierno se desgastaba políticamente, como consecuencia de su gestión, y perdía la confianza de las Cortes o era necesario su relevo por razón de pacto con el otro partido, se sugería a la Corona la necesidad de un cambio de gobierno, el rey disolvía las Cortes y llamaba al líder del partido de la oposición a formar gobierno. Entonces, el nuevo presidente convocaba elecciones con el objeto de ganarlas por amplia mayoría y ejercer el poder de manera estable. Para ganar las elecciones, el partido que las convocaba ponía en marcha un mecanismo electoral fraudulento, denominado por algunos historiadores como “farsa canovista”, en el que tenían cabida la extorsión y la coacción al electorado y la manipulación de los resultados electorales. Los dos partidos dinásticos se comprometían a esperar su turno para acceder al pod poder er,, po porr lo qu quee no de denu nunc ncia iaban ban las las irre irregul gular arid idade adess co come meti tidas das po porr sus sus adversarios, ya que el sistema los beneficiaría a ellos posteriormente.
3.3.3. Manipulación electoral y caciquismo Para asegurar la eficacia del turno pactado (turnismo) era imprescindible controlar todo el proceso electoral. En primer lugar, se crearon distritos electorales con el tamaño y población adecuados para su control y dominio por parte de las autoridades, incluyendo en ello elloss numer numeros osaa po pobl blac ació iónn rura rurall pa para ra co comp mpen ensa sarr el vo voto to urban urbano, o, más más libr libree e independiente. En segundo lugar, el ministro de la Gobernación procedía a elaborar las list listas as de los los cand candid idat atos os qu quee de debe berí rían an ser ser eleg elegid idos os,, proc proces esoo co cono noci cido do co como mo “encasillado”, al tiem tiempo po qu quee se aseg asegur urab abaa al pa part rtid idoo de la op opos osic ició iónn un unaa repr repres esen enta taci ción ón impo import rtan ante te.. El mini minist stro ro trans transmi mití tíaa la list listaa de los los cand candid idat atos os “ministeriales” o “disponibles” a los gobernadores civiles y éstos a los alcaldes de las distintas circunscripciones. A veces, los candidatos eran impuestos por las autoridades locales y recibían el nombre de candidatos “propios”. Por último, se celebraban las elecciones. Unas elecciones amañadas en las que era imprescindible acomodar los votos a las listas propuestas desde Madrid. Para ello, se recurría a poner en práctica una serie de trampas electorales que se conocen con el nombre de “ pucherazo”. El fraude electoral generalizado que caracterizó el sistema del turno tiene lugar en el contexto de un país agrario y atrasado. La clave de la adulteración electoral electoral estaba en el “cacique”, personaje que en un pueblo o comarca tenía una gran gran infl influe uenc ncia ia econó económi mica ca y po polí líti tica ca,, (terrateni (terratenientes entes,, prestamis prestamistas, tas, notarios, notarios, 6
comerc comercian iantes tes... ...)) lo que le permi permitía tía con contro trolar lar una determ determina inada da circun circunscr scripc ipción ión electoral y llevar a la práctica los resultados electorales acordados por las elites de los partidos Dado el nivel de analfabetismo de gran parte de la población y el férreo control que los caciques ejercían, sobre todo en los pueblos, conseguir el resultado pactado era bien sencillo. Buena parte de la población rural estaba supeditada a los intereses de los caciques, quienes, gracias al control de los ayuntamientos, hacían informes y certificados personales, controlaban el sorteo de las quintas, proponían el reparto de contribuciones, podían resolver o complicar los trámites burocráticos y administrativos y proporcionaban puestos de trabajo. Así, los caciques se permitieron ejercer actividades discriminatorias y con sus favores agradecían la fidelidad electoral, creándose, de este modo, una red de amigos políticos y clientes electorales a los que el partido gobernante agradecía su apoyo concediéndoles cargos y privilegios. Si, a pesar de la presión y control caciquil, los resultados no se ajustaban a lo propuesto desde Madrid, una serie de trampas electorales ayudaban a conseguir los voto vo toss ne nece cesa sari rios os pa para ra qu quee salie aliese se eleg elegid idoo el cand candid idat atoo gu gube bern rnam amen enta tal: l: se falsificaba el censo electoral (votaban personas fallecidas o se impedía votar a las vivas), se manipulaban las actas electorales, se compraban los votos y, si era necesario, se amenazaba al electorado con coacciones de todo tipo. El caci caciqu quis ismo mo tuvo tuvo espe especi cial al impl implan anta taci ción ón en An Anda dalu lucí cía, a, en do dond ndee se desarrolló con mayor violencia que en el resto de España, dada la gran proporción de analfabetos, analfabetos, el rígido rígido control control del mercado mercado de trabajo por los terratenient terratenientes es y la influencia de los caciques en los ayuntamientos. Por el Partido Conservador destacaron el antequerano Romero Robledo y Pérez de Ayala; por el Partido Liberal los duques de Alba y Veragua y el conde de Fernán Núñez. La obra de Joaquín Costa, Oligarquía y Caciquismo, refleja con claridad el sistema político de la Restauración en Andalucía. Todas estas prácticas fraudulentas, que hacían que gran parte de la población no acudiera a votar, y la existencia, hasta 1890, de un sufragio muy restringido, explica la escasa participación en la elecciones, que nunca llegó a superar el 20% durante todo el periodo de la Restauración. El caciquismo y la farsa electoral que éste propiciaba eran inmorales, por lo que llevaban en sí el germen de la crisis del sistema. A partir de 1898 será señalado como uno de los “males de la patria”. El sistema de influencias practicado por el cacique y la oligarquía daba lugar a un poder arbitrario, que propiciaba secuelas nefast nefastas: as: el enchuf enchufism ismo, o, el pad padri rinazg nazgo, o, la subord subordina inació ción,… n,… La corrup corrupció ciónn se convierte en una práctica normal en todos los ámbitos de la sociedad. El caciquismo será tema preferido de los escritores de la época, seguidores del movimiento intelectual surgido a finales del XIX denominado Regeneracionismo, que defendía la modernización de España acabando con el lastre de la oligarquía y el caciquismo. Ejemplo de regeneracionismo literario serían escritores realistas como Pérez Galdós y Leopoldo Alas “Clarín”.
4.- PROBLEMA CARLISTA Y CUBANO 7
Para la bu Para buen enaa ma marc rcha ha de dell ré régi gime menn er eraa ne nece cesa sari riaa, la resolución de los principales problemas internos y coloniales, a lo que contribuyó la labor diplomática de Cánovas y la ofensiva militar de Martínez Campos:
a) Se consiguió apaciguar definitivamente el carlismo en 1876. Con la ayuda del ejército, al mando de Martínez Campos, reprimieron los movimientos iniciados al norte durante la Tercera Guerra Carlista, sometieron a las tropas en País Vasco, Navarra, Castilla, y se rindieron en Cataluña, Aragón y Valencia. Firmaron el manifiesto de Somorrostro por el que se alcanzaba la paz, y las tres provincias vascas núcleo del carlismo, perdían sus fueros y quedaban obligadas a participar en las quintas y a contribuir económicamente con el Estado a cambio ca mbio de un concierto económico que garantizaba al País Vasco autonomía fiscal y el desarrollo de sus industrias. Zanjón,, se b) En 1878 se apacig apaciguó uó la guerra de Cuba, mediante la Paz de Zanjón ponía fin al movimiento revolucionario, iniciado en 1868, bajo la promesa de mayor autonomía económica y fiscal, la amnistía para los rebeldes, la abolición de la esclavitud y representación en Cortes de parlamentarios cubanos. En 1879 la “Guerra Chiquita” manifestó el fracaso de los acuerdos en la Paz de Zanjón. Y en 1895 la guerra se reanudó provocando la crisis de 1898 y la independencia de las colonias de Ultramar, Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
5.- LA OPOSICIÓN AL SISTEMA Varios grupos políticos, sociales e ideológicos se opusieron con escaso éxito hasta 1923 al régimen de la Restauración: Los carlistas. Vencido militarmente, el carlismo se presenta ante la opinión pública como la única fuerza política auténticamente católica. Pero el apoyo de la jerarquía eclesiástica y del Vaticano a la dinastía alfonsina dificultó el éxito de esta operación y condujo al movimiento carlista a una escisión. En 1888, un sector del carlismo de carácter carácter integrista integrista, encabezado por Ramón Nocedal, creó el Partido Tradicionalista definido, principalmente, por el antiliberalismo y por la defensa de la tradición y la religión católica. Con fuerza en el País Vasco y Navarra, nunca consiguieron más del 3% en las elecciones en que se presentaron. Los partidos partidos republicanos republicanos. Con su base social en las clases medias urbana urbanas, s, defend defendier ieron on la democr democrati atizac zación ión del régime régimenn y divers diversas as reformas reformas social sociales. es. Estuvi Estuviero eronn bastan bastante te desorg desorgani anizad zados, os, destac destacand andoo los republ republica icanos nos moderados de Melquíades Álvarez y el Partido Radical Republicano, fundado en 1908 por Alejandro Lerroux, un político populista y demagogo que en sus primeros años en la carrera carrera política destacó por su su anticlericalismo. El movimiento obrero: anarquistas y socialistas. Al igual que en toda Europa, la ruptura entre Marx y Bakunin en el Congreso de La Haya en 1872 propició la escisión de las fuerzas obreras: •
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a) Anarquistas: grupo mayoritario en España. Tras la ley de Asociaciones de
1881, se lanzaron a una intensa actividad organizativa y de luchas sociales. En 1881 se creó la Federacion de Trabajadores de la Región Española y finalmente en 1910, nació la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT, el mayor sindicato español con gran fuerza entre los obreros agrícolas andaluces y los obrero obreross indust industria riales les catala catalanes nes.. Los anarqu anarquis istas tas defend defendier ieron on una ideolo ideología gía colectivista, libertaria, apolítica, anticlerical y revolucionaria. b) Socialistas: minoritario minoritarioss en nuestro país. Todavía Todavía de forma clandestin clandestina, a, se fund fundóó en 18 1879 79 en Madr Madrid id el Part Partid idoo Soci Social alis ista ta Ob Obre rero ro Espa España ña,, PSOE PSOE,, por Pablo Iglesias. En 1888, el PSOE celebró su primer congreso y se fundó la Unión General de Trabajadores, la UGT, sindicato socialista. Los socialistas mantuvieron una ideología colectivista, anticlerical y antiburguesa, pero más moderada que la de los anarquistas. Partidarios de la lucha política, Pablo Iglesias fue elegido diputado en 1910. La oposición oposición intelectual intelectual. Pensadores, profesores universitarios, novelistas cont co ntrrario arioss a un sist istema ema qu quee impe pedí díaa la mod oder erni niza zaci ción ón de dell pa paíís y la aproximación a la Europa avanzada. Surge principalmente en Cataluña y el El regionalismo y el nacionalismo. Surge principalmente País Vasco. Surge como reacción frente al centralismo político y frente a la cultura oficial castellana, que ignoraba otras lenguas y culturas. Se iniciaron en Cataluña, País Vasco y Galicia como movimiento cultural antes que político: En Ca Cata talu luña ña “L “Laa Re Rena naix ixenç ença” a”,, en Ga Gali lici ciaa “R “Rex exur urdi dime ment nto” o”.. En oc ocas asio ione ness celebraban certámenes literarios cuyo objetivo era rescatar la cultura y la lengua regi re gion onal al co com mo se seña ñass de id iden enti tida dad. d. Du Dura rant ntee la Re Rest stau aura raci ción ón se fu fuer eron on fortaleciendo como una alternativa a los partidos dinásticos: •
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a) El catalanismo reclamaba un mayor protagonismo de Cataluña y de sus instit ins tituci ucione oness en el ord orden en pol políti ítico co nac nacion ional. al. As Asíí lo ref reflej lejaro aronn el lib libera erall Val Valent entíí Almirall, desde su obra“Memorial de Agravios”, de 1882 (defendía la autonomía), y el con conser servad vador or Pra Pratt de la Rib Riba, a, en 189 18922 qui quien en pro promue mueve ve la redacción redacción de las Bases de Manresa, primer proyecto de estatuto autonómico. La crisis de 1898 fortaleció a los dirigentes catalanes contra la Restauración. Desde 1901 la Lliga Regionalista, creada por Prat de la Riba y Francesc Cambó consiguieron representación parlamentaria en las Cortes españolas.
b) El nacionalismo vasco reclamaba su régimen foral y el reconocimiento de la soberanía vasca, su lengua el euskera....El PNV fundado en 1894 por Sabino Arana, buscaba una patria vasca que debía incluir Navarra y los territorios vascos del Estado francés. Otros movimientos tuvieron menor incidencia: c) El nacionalismo gallego liderado por Rosalía de Castro y su esposo Manuel Martínez Murguía se concentró en la recuperación del pasado histórico, 9
rural y de la patria gallega. Con la Segunda República apareció con gran fuerza el partido Gallegista.
d) El nacionalismo valenciano. Fue un movimiento político muy tardío y mino mi nori rita tari rio, o, re repr pres esen enta tado do po porr do doss gr grupo uposs Va Vale lenc ncia ia No Nova va,, 19 1904 04 y Ju Juve vent ntut ut Valenciana 1908. e) El nacionalismo andaluz nace tempranamente como una reivindicación liberal y burguesa. La Junta Suprema de Andújar de 1835 y el movimiento cantonalista cantona lista de 1873, son los primeros signos de reivindicación de la autonomía. En 1883, una asamblea regional crea la Constitución de Antequera, que defiende la soberanía del pueblo andaluz y el régimen republicano federal. El movimiento tuvo un gran impulso con la aparición del malagueño Blas Infante. En su obra “El ideal andaluz”, publicada en 1915, reivindica la identidad andaluza, sus grandes momentos de expansión económica y el protagonismo de la burguesía industrial para acabar con el sistema caciquil y el analfabetismo. El Congreso de Ronda (1918) y de Córdoba( 1919) consideraron de nuevo el proyecto autonomista y se crearon los símbolos de identidad la bandera verde y blanca , el escudo y el himno. Este movimiento quedaría paralizado por su asesinato en 1936 a la llegada del régimen franquista. 6.- EVOLUCIÓN POLÍTICA DURANTE LA RESTAURACIÓN ( PERIODO 1875-1902) Este periodo se divide en dos fases: el reinado de Alfonso XII y la Regencia de su esposa, María Cristina, que comenzó tras la muerte del monarca (1885) y terminó con la mayoría de edad del heredero Alfonso XIII. Durante todo el periodo, el gobierno estuvo en manos de los dos grandes partidos dinásticos, que se fueron alternando en el poder sin que la oposición (carlistas, republicanos, socialista y nacionalistas) consiguiera obtener un número suficiente de diputados para formar gobierno o ejercer la oposición parlamentaria. En el periodo que va de 1876 a 1899, se celebraron diez elecciones, de las cuales seis fueron ganadas por los conservadores y cuatro por los liberales. El turno dinástico funcionó con gran regularidad hasta esa fecha, momento en que la crisis del 98 puso en evidencia la corrupción política del sistema, apareciendo, sobre todo en las ciudades en donde el poder caciquil era menos fuerte, los partidos de la oposición, rompiendo el monopolio de los partidos dinásticos. A pesar de todo, el turnismo sobrevivió hasta la Dictadura de Primo de Rivera (1923). El Partido Conservador estuvo en el poder durante los primeros años del reinado de Alfonso XII (1875-1881). Durante ese tiempo aprobó una serie de leyes de carácter conservador y de restricción de las libertades: - Ley Electoral (1878) que restablecí restablecía, a, después después de la la Constit Constitución ución del 69, el sufragio censitario. - Ley de control de los Ayuntamientos (1876), que atribuía a los gobernadores civiles y a la Corona la potestad de nombrar alcaldes. 10
Sustitución del régimen foral vasco (1876) por el de conciertos económicos. Ley de Imprenta (1879), que consideraba como delito cualquier crítica a la monarquía o al sistema político de la Restauración. Dicha ley también afectaba a la libertad de cátedra en la enseñanza secundaria y universitaria. En 1881, el Partido Liberal accedió por primera vez al poder, aunque su ideario político no fue aplicado en estos primeros años de gobierno (1881-1884), excepto la anulación de algunas medidas que recortaban la libertad de expresión y de cátedra y la permisividad de los partidos de la oposición, aunque no se atrevió a instaurar el sufragio universal. En noviembre de 1885 muere el monarca Alfonso XII, cuando la reina aún no había dado a luz al heredero Alfonso XIII, que nacería en mayo de 1886. El tem temor a un unaa de dese sest stab abil iliz izac ació iónn de dell sist sistem emaa crea creado do po porr Cáno Cánova vas, s, impu impuls lsóó a conservadores y liberales a llegar a un acuerdo, el llamado Pacto del Pardo, por el que accedían a turnarse en el poder de manera pacífica, a respetar las leyes elaboradas por cada partido y a apoyar al la reina regente. Tras este pacto, Cánovas cedió el poder a Sagasta que, durante el llamado Gobierno Largo o Parlamento Largo (1885-1890), llevó a cabo una serie de reformas de carácter liberal: - Ley de Asociaciones (1887), que permitía la legalización de las organizaciones obreras aún clandestinas. - Reforma militar, que instauraba el servicio militar obligatorio frente al sistema de quintas y redención, aunque no llegó a aplicarse. - Ley del Jurado (1888), que permitía la creación de jurados para juzgar determinados delitos. quee co cons nsag agra raba ba un orde ordenn soci social al Aproba baci ción ón del del Có Códi digo go Civi Civill (188 (1889) 9),, qu - Apro fundamentado en la primacía del derecho y de la propiedad individual y del matrimonio civil y canónico. - Ley del Sufragio Universal (1890), aplicable sólo a los varones mayores de 25 años. Su efecto democratizador quedó mitigado por la manipulación electoral. En los años siguientes, últimos de la Regencia de María Cristina, aunque continúa la alternancia pacifica en el gobierno de conservadores y liberales, la estabilidad que había reinado hasta entonces se rompe. -
7.- CRISIS DE LA RESTAURACIÓN El sistema político de la Restauración sufrió un duro varapalo tras el desastre de 1898 y la desaparición d esaparición de sus dos líderes carismáticos. En 1897, Cánovas muere asesinado por el anarquista italiano Angiolillo, desapareciendo el artífice y eje fundamental del sistema de la Restauración. A Cánovas le sustituye en el Partido Conser Con servad vador or Franci Francisco sco Silvel Silvelaa y, poster posterior iorme mente nte,, Antoni Antonioo Maura. Maura. El Partid Partidoo Liberal de Sagasta tuvo que hacer frente al desastre colonial del 98 y, tras su muerte en 1903, el partido se dividió en varias tendencias que los líderes liberales no supieron aglutinar y provocaron luchas internas por el control del partido. El sistema mismo parecía agotado y criticado desde una óptica cultural y política, por eso, se hacía imprescindible la modernización y renovación de la política 11
españo española. la. Surge Surge entonc entonces es un movim movimien iento to con conoci ocido do como como Regeneracionismo, ejemplificado en el pensamiento de Joaquín Costa, que propugnaba la necesidad de una regeneración de la política y de la vida española, dejando atrás los viejos mitos de un pasado pasado glorio glorioso, so, modern moderniza izando ndo la econom economía ía (organ (organiza izando ndo los sector sectores es productivos) e ilustrando a la sociedad. También defendía la necesidad de desmantelar el sistema caciquil y la transparencia electoral. Los gobiernos conservadores y liberales (Maura y Canalejas) aceptaron en parte estos presupuestos regeneracionistas e iniciaron una renovación del sistema “desde arriba”, con tímidas reformas que apenas tuvieron incidencia en la vida política del país. El turno de partidos y las viejas prácticas p rácticas políticas se amoldaron al proceso renovador, pero el sistema de la Restauración había recibido un duro golpe y aún debía aguantar otros que le fueron sumiendo en una profunda crisis: Semana Trágica de Barcelona en 1909, el auge de los nacionalismos, la crisis política y social de 1917, el permanente estado de conflictividad y desorden, la suspensión de las garantías constitucionales, el papel cada vez más importante del ejército como garante del orden y el grave problema de Marruecos con el desastre de Annual en 1921. Sólo quedaban dos opciones para salir adelante: la verdadera democratización del sistema político o el establecimiento de un régimen autoritario (“la mano de hierro”) a ejemplo de los surgidos por estos años en Europa. En 1923 se aclaraba el dilema: el golpe militar del general Primo de Rivera ponía fin a la Restauración y a su sistema político.
CONCLUSIÓN La Restauración supuso un retorno a la sociedad liberal moderada anterior a 1868, pero con nuevas formas políticas: modelo bipartidista que atrajera a los partidos evitando la confrontación interna, favoreciendo el apoyo de todos a la Constitución y evitando los radicalismos. Se trataba de una Constitución que permitiría a los gobiernos de turno, poder legislar según su criterio. También se consiguió que los grupos políticos aceptaran, en su mayoría, a la Monarquía, cons co nsig igui uien endo do un unaa pa pazz soci social al,, de desp spué uéss de los los añ años os co conv nvul ulso soss de dell Sexe Sexeni nioo Revolucionario. El funcionamiento del sistema, de turno pacífico de partidos, aunque fraudulento y amañado, aseguró la continuidad de la Restauración sin viol violen enci cias as.. A larg largoo plaz plazoo co cont ntri ribu buyó yó al en entr tren enam amie ient ntoo democ democrá ráti tico co de los los españoles, que carecían de práctica en cultura política. No obstante, habría tres problemas que o bien no se atenderían o se abordarían abordarían mal y tarde, y que favorecerán favorecerán la decadencia del sistema político político de la Restauración: la gestión colonial, los nacionalismos emergentes y la cuestión social (los movimientos obreros). Ahor Ah oraa bien bien,, la de dest stru rucc cció iónn de dell sist sistem emaa no de depe pende nderá rá de esos esos fact factor ores es externos, sino que es el propio sistema el que llevaba consigo el germen de su propia destrucción: a la postre, ese gran fraude nacional que suponía el proceso electoral sería su propio talón de Aquiles y la debilidad por la que todo comenzaría años más tarde a desmoronarse. 12
Documentos del tema 5: 1. Manifiesto de Sandhurst (diciembre, 1874). 2. Entrada de Alfonso XII en Madrid el 15 de enero de 1875. 3. Constitución de 1876. 4. Discursos parlamentarios, fragmento de Emilio Castelar. 1881. 5. Benito Pérez Galdós. “El fraude electoral”. Fragmento de un artículo suyo publicado en “Política española” en 1884. 6. Leopoldo ALAS Clarín. Fragmento de La Regenta, 1884-1885 7. Cuadro con los escaños por grupos políticos en el Congreso de los Diputados entre los años 1876 y 1886. 8. El falseamiento de las elecciones. Fragmento de “España tal como es”, de Valentí Almirall. 1886. 9. Tabla con los resultados electorales entre 1881 y 1898 (en número de escaños). 10. Porcentajes de escaños en las elecciones desde 1891 hasta 1901. 11. Caricatura publicada en la revista “L’Esquella de la Torratxa”, 1905.
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