_i~~~i.Q.C.QJTIO positiy9, cp;el f~lo imaginario como ~egativo, .:cp}'.tlfalQ.sim.b.ólico, ...m..He aquí toda una gama acerca de Taque, en el fondo, es posible demostrar -trataremos de hacerlo más tarde- que trata de resolver cuestiones muy precisas de la teoría de Freud, que no · es de modo alguno una invención gratuita. Evidentemente, cuando se quiere releer textos anteriores de Lacan, en los que aún no están presentes categorías posteriores, ocurre que la costura no está muy bien hecha; hay que reactualizar el texto. Esto es muy visible cuando se estudia el texto sobre Schreber, donde dos términos tan importantes como este -
, método y no olvidar lo que está en juego en la elaboración. Si tratamos de sistematizar la cosa en forma abstracta, pienso, se pierde pie. No hay que olvidar cuáles son los problemas que Lacan trata de resolver: son problemas que hacen a la experiencia analítica y que hacen a la interpretación de los textos de Freud; en todas las cuestiones que abordemos, esta debe ser la piedra de toque. . E~ el caso del falo, el problema esencial es planteado por la expenencia, puesto que es el hecho primordial de la experiencia analítica, y también está planteado en el texto de Freud que evoqué. Me parece que retomando muy precisamente estos dos abordajes es como podremos progresar. Si consideramos ahora el asunto de la carencia, tienen primero que darse cuenta de que la cuestión está presente desde el principio de la elaboración de Lacan. Está presente desde "El estadio del espejo ... ",9 uno de los textos más fundamentales y al mismo tiempo uno de los
9. Lacan, J.,"El estadio del espejo como formador de la función del yo !fe]tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica", Escritos1, ob. cit.
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más sencillos de Lacan. ¿Cuál es el principio operador en el estadio del espejo? Si contestan rápidamente me dirán: es la imagen del ~iño en el espejo. Esta es una respuesta demasiado rápida, porque esta imagen no cobra su valor determinante sino porque el niño está -según Lacan- en una situación de desamparo, de discordancia. ¿Cómo se articula el estadio del espejo para Lacan? El niño humano es, según la teoría de Bolk, prematuro, nace constitutivament~ antes de tiempo, y porque está así, desacordado, porque no es amo de s~s propios ~ovimientos, la imagen de la completitud que le proporc10na el espeJo lo fascina, lo aferra, y se identifica con ella. Dicho de otro modo: porque el sujeto padece de una hiancia fundamental, orgánica, la imagen que ocupa el lugar de esa falta toma su valor prevalente. ¿Qué es en este caso lo interesante? Que Lacan trató de explicarse un hecho, el hecho del interés especial del niño por su imagen, y que fue a buscar la teoría de Bolk para dar razón de él. 10 Si consideran las cosas en el nivel formal, tienen aquí, en forma aún burda, el mismo funcionamiento. q~e acabo de evocar en el grafo, a saber: una falta que viene a ser sustltulda por un término que recibe por ello una función prevalente, pero, como ya dije, es aún burdo. Es referirse a una dimensión orgánica que quizás es cuestionable y que, en todo caso, no es determinante. La evolución de la teoría de Lacan consistirá en deducir esta carencia en el nivel de lo simbólico mismo, en forma cada vez más precisa, y podríamos mostrar cómo ciertas formulaciones, aun en este nivel, son un poco contradictorias. Pero lo que opera es, no diré esta intuición, sino el esquema fundamental de una falta y de lo que suple esa falta. El pasaje de "Subversión del sujeto ... " que les molesta se inscribe perfect,amente en esta perspectiva: en el esfuerzo que hace Lacan para dar razon de esa falta que podemos encontrar en todos los niveles d~ la expe-
10. [N. de E.] Lacan, J.,"La tercera", Intervenciones y textos2, Buenos Aires, Manantial, 1988,p. 91: "El cuerpo se introduce en la economía del goce -d~ allí partí yo- Pº: la imagen del cuerpo. La relación del hombre, de lo que llamamos as1,con su cuerpo, s1 algo subraya muy bien que es imaginaria es el alcance que tiene en ella la imagen. Desde el principio subrayé muy bien que a fin de cuentas esto debía tener una raz?n en l? :ea!, y que la prematuración de Bolle-esto no es mío, es de Bolk, yo nunca busque ser ongmal, busqué ser lógico- es lo único que e:lplica la preferencia esa por la imagen, que surge de que él anticipa su maduración corporal, con todo lo que esto entraña, ?ºr supue~to, a saber, que no puede ver a uno de sus semejantes sin pensar que el tal seme¡ante le qmta su lugar y, naturalmente, lo execra".
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SEMINARIOEN CARACASI (1979) l b ., riencia analítica 11 E . . sta e a orac10n que señalaron en "S b ., d l ¡ , u vers10n e SUJeto "es sin dud ¡ a a guna, a mas formal que propuso La can y como ;:~;ic~c::s:s d:º!mi q~e muchos se hayan fascinado con ella. Desde la hecho h bl Nos cntos,esos dos o tres párrafos son los que más han a ar. o creo que se pued 1· . . sea . a exp icar mmed1atamente· quizás necesario un pequeño rodeo 11 b . d ' na h h por e a ermto e la cuestión freudiaen'J a or~dque e obs~rvado el interés de ustedes por esto podremos curso e estas sesiones, acercarnos al asunto. '
, :d. '
El sujeto en la experiencia analítica . Di~ía lo mismo para las elaboraciones sobre la .r-f No es d l mvenc10nes fundamentales de L . , . . una e as ejemplo, de la cuestión del falo. H:can~:~;:a;~t:mo, ~ _d1fer~ncia,por tJene en mente más allá d l ,~_.J:'.j-·- -· ....... percibir que es lo que ...... ,---·-·1. .. .... i e os recursos que emplea. ·Cuál es e1··-a·.. ::. to oue o ocupa:i Es 1 d d fi . .. . .. .. ~ sun ____ :i.:-:-- . · ·.. e e e rnr un estatuto del su·et f, · experiencia analítica. Está el individuo· al individuo / o ~on orme a la uno, dos, tres, cuatro individuos Se lo' cuent . ?po emos contar: · a casi siempre a par,..;. ,L su cuerpo y del lugar que ocupa 1 . , .. . ...v.r~ , en e espac10.Aqm somos..unas quince~ personas, muy comodamente instaladas· si fu, . .., ·;"-· •........... / como nos , p , ' esemos ciento cmcuenta 'bl paso en ,ªns hace poco, esto parecería un vagón del metro' Es pos1 e poner comodamente cierto número si h d . . están demasiado apretados En la m , d l ' y ay emasiados, d · ayona e os casos, cuando el indiviuo se pasea con esa ~xcrecencia de su personalidad que es el automóvil prod;ce embotellamientos; estos son los individuos. ' ¿ sto es,lo q_ueentra en juego en la experiencia analítica:i En ." p~rte en ella se preven ciertas cosas para el individuo· . d · se necesita cierto numero de per:::~:~~a a ~ad·o~suficientes, pero esto debe ser considerado como C ºd a m aestructura de la experiencia psicoanalítica . ons1 eremos, entonces, que este individuo no está es ecífic . e~ J~ego en la experiencia analítica. Está, por otro lado PI amente . ' e .que se ve a s1rmsmo, y que tiene en el estadio d l Pertenece al abece' el sab 'l e espe¡o ese papel tan importante. , er que e no está e · ¡ · . analítica. n Juego en a experiencia Aun cuando este dispos ·ti fu d -él lo ex l' , I vo e crea o por Freud a su conveniencia p ico: no soportaba tener durante tres cuartos de hora la misma
lL
Véase Lacan, J.. "Subversión del su'eto dº l' . , . freudiano", Esmros2, ob. cit., pp. 798-799. J y ia ect1ca del deseo en el rnconsciente
cara delante de él contándole cuentos-, esto no nos impide pensar que el dispositivo tiene un fundamento en la estructura misma, y que precisamente allí el ser imaginario del sujeto es dejado de lado. No porque el psicoanalista no observe a su paciente, sino porque no opera a partir de allí. Lacan está a nivel del sentido común cuando dice que el sujeto del psicoanálisis es el sujeto que habla. Y este sujeto que habla es lo que él intentó elaborar, y redujo al que habla a esto: S; y lo escribió conforme a esto así: S. Es un sujeto que es invitado a decir cualquier cosa y, como dice Lacan, cuando se dice cualquier cosa se dicen tonterías. Simplificando: es un sujeto invitado a decir tonterías;_esun sujeto en el cual se p~~4~c~ ellaps~_sJ.(!Sclec~rq11t!_ es rebasado por Sllpropia pala~ra; ~~un sujeto a quien se le demuestra que no sabe lo que.dice, es decir que. dice 12 iii~sci1.úi.10 que_s,~beciJ.i~giq:; .un. ~~ás qi~Jq~ui..q~-~~-~-~~~K
~--Lá·r-rd~b~ t;~bién
ser vista a partir de estas consideraciones: cómo elaborar en forma rigurosa el estatuto de un sujeto tal, el estatuto del sujeto del lapsus, el estatuto de un sujeto que no está donde emerge, que desaparece precisamente en el momento en que surge. Ese sujeto, descrito por Lacan en un capítulo que deben conocer de Loscuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis, el capítulo sobre el inconsciente -donde lo describe muy cerca de la fenomenología del asunto-, es un sujeto emergente y que se desvanece inmediatamente. ll Esto exige elaborar una negatividad muy especial: no es la negatividad de lo que no está ahí pura y simplemente; tampoco es una presencia plena y entera. Es lo que Lacan designó de manera muy sencilla como falta en ser;no quiere decir que no es ni que es,falta en. No es esta una invención tan fabulosa. ... tenía muchos problemas al El traductor inglés de Los cuatroconceptos
12. [N. de E.] Lacan,J, El seminario,Libro1, Losescritostéroicos deFreud,Buenos Aires, Paidós, 1981, p. 387: "El descubrimiento freudiano nos conduce pues a escuchar en el discurso esa palabra que se manifiesta a través, o incluso a pesar del sujeto. El sujeto no nos dice esta palabra solo con el verbo, sino con todas sus restantes manifestaciones. Con su propio cuerpo el sujeto emite una palabra que, como tal, es palabra de verdad, una palabra que él ni siquiera sabe que emite como significante. Porque siempre dice más de lo que quiere decir, siempre dice más que lo que sabe que dice". 13. Véase Lacan, J.,El seminario,Libro 11, Los cuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis, ob. cit., pp. 2 5-36.
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respect?. A L~can se le ocurrió una traducción excelente: want to be,que es al mismo tiempo el quererser y la falta, lo que le da a la traducción inglesa un valor superior al término francés original. Sartre en El sery la nada, que es un gran libro, no estaba lejos; él habla allí de la falta en ser. H~sserl y.Sartre habían tratado de elaborar un estatuto negativo del su1eto. EVIdentemente es algo muy distinto a Lacan, puesto que no es pa:a.na?a una negatividad situada respecto al lenguaje. Pero no hay que unagmarse que porque a mí me interesa Lacan -y me interesa mucho más que Husserl y Sartre-, me imagino que Lacan inventó todo. Baudelaire decía que los grandes hombres no son aerolitos y Lacan no es un aerolito. [Se produce en este momento un corte debido a problemas con el micrófono de la traducción simultánea.]
El nudo borromeo
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J:..É~.t;.lid_ad. ~-la.o~ie~taci?n ge,J,,aca~ !!Cle~.de, _ni~~-~()d~ ~½!é~~~ de repeticjón servil, y es muy eq~ivocado oponer la lectura de Lacan yefpensamiento original. 1,6 importante no es ser_,a_11o()riginal,sinó -set''coriforme a aquello que está en cuestión,· es decir, al psicoanálisis. 1:acan 'Ifevcl ef psic:oamílisis ·a sus fúiidameñros, Kaciéñd'cl ser negado uña"'vézqÜe_-e~-¡:~~~~~~~-?.:. nálisis no tiene otro recurso que la palabra. S1gmo esta füpotes1s -~3.s~ suséoiiseé11:ericiasmás extremas, queºséin estos"SI' S2,. s,ªX toda la s~ri~,'. Efectivamente, respecto a esto es como el loco:_i:órrióén serio su propia hipótesis de partida y la siguió hasta el fin, y aún no se ve el fin. Actualmente se está en el nudo borromeo. Pienso que toda teoría futura en el psicoanálisis -que no se detendrá coñLacan-=-;reñfüique·volver a pasar_ por esta pisaf"¡fór'faví:téféFreüa.r:o que ' es maraVIIloso con'"los pequenos SlghificanteS de"'I:ácan es qúE'fudas rassígru6cacionesaerpsicoaíiiíisls'püedeif'set"fortn'lilizadas a partir de· e1ros; c-onooagran economía, como por ejemplo S1, S2, S, a. Con ellos tener eri la, palma de la mano las significaciones tan diversas, tan complejas, del psicoanálisis. Así como en la historieta de Peanutscon tres o cuatro personajes obtenemos todas las significaciones de la existencia humana -incluso en el sentido existencialista de Sartre-, con los pequeños personajes de Lacan tenemos las principales significaciones
oOseivarlo~
.~~~-erpsic~
t@eia_no.püedé
vía,asícomOLacañ-volvio-a·
logramos-
. Esto vien~ como anillo al dedo. Es lo que Lacan llama el foding del su1eto. El fodmg ocurre cuando la voz desaparece, se detiene y emerge luego de nuevo. Es un término tomado de la técnica de nuestros amigos que arreglan estos aparatos, elfoding. Pero ustedes ven bien que falta en es una expresión muy ilustrativa, que se entiende: designa un ser intermedio entre el ser y el no ser, un casiser,pero no completamente, como Lacan lo evoca en Loscuatroconceptos ... Lo que encontrarán, al pasar los años, es el mismo proceso que evoqué a propósito del discurso universal y de S1 - S2: una elaboración cada vez más apretada de este modo de ser de lo negativo, para la cual Lacan utilizó, por ejemplo, los recursos de la teoría de conjuntos. Y es verdad que el conjunto vacío, en una primera aproximación, da una idea de un ser vacío de toda sustancialidad que puede, igualmente, ser algo; en todo caso, puede ser nada. JI~y_problemas en la articulación de todas estas distintas teorías de !-,acan, pero no hay que perder de vista el filo y la orientación del movimiento: elaborar un estatuto de ia negatividad subjetiva en relación con el 1~sc:1frso-esto lo justificaré- por wedio de recursos propiamente lógicos y lin~sticos. DJsides.esto permi~_e_gxºenardiez o quince años d~anza-de.:Lác'.a!!:. Nos permite entendér que a veces retomó los mismos elementos en forñiásoistintas,·para tratár de precisar éada ~ez 1:1,1á_s::~sfe pJmto _nocla~;.y~~-~e.r_~_~e~_~n ment_e la orientación, ~!:~~~-P-~~~~~~e- e_nla_a~culación de los aetalles y, a veces, para poder uno m1sm~ pr?poner captar un l>_llntode otra forma: Respecto a est()L
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del psicoanálisis.
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II SEMINARIO EN CARACAS II (1979)
1. ACERCA DE LO REAL
El semi~ario formó parte de la serie Seminariosen Caracas S=mano en Caracas11,con los títulos "Acerca d ·• " . oyen_te",se dictó el martes 16 de octubre de 1979.e lo real y El poder discrecional del Publicado en Analíticanº 3/4 Caracas Editorial At esa versión, no corregida por ~l autor· tr,ad . , . enle~ de Caracas, 1980, pp. 67-83. En · · ucc1on s1mu tanea deJ L · D I M n y texto corregido por Diana S. Rabinovich uan ms e mont- au-
Podemos comenzar el seminario de esta noche, ya que me lo han pedido, hablando de lo real. La categoría de lo real en Lacan pasa a un primer plano, se convierte en una de las dimensiones de la experiencia analítica, sobre todo en la última parte de su enseñanza, aun cuando estuvo presente desde 1953.
Lo real como lo exterior Al inicio, para Lacan lo real es lo que está fuera de la experiencia analítica, lo ·que la experiencia analítica no conoce, no roza. Tomemos como punto de partida la siguiente pregunta: ¿qué debe conocer el psicoanalista acerca del sujeto? Al comienzo, Freud creía necesario verificar la exactitud material, objetiva, de lo que el paciente podía comunicarle. Saben que en el caso del "Hombre de los Lobos" 1 Freud realiza investigaciones muy precisas con el fin de situar la fecha de la experiencia traumática inaugural del paciente. También pensó al inicio -idea esta que luego desapareceque la histeria implicaba una experiencia real de seducción que sería la determinante de la neurosis. Hay que confesar que el psicoanalista puede muy bien interpretar sin tener conocimiento alguno de ciertas capacidades reales del sujeto, que el psicólogo, en cambio, puede establecer mediante un test. ¿Qué sabe el analista sobre la capacidad de equilibrio o atención del paciente? Lacan decía que el psicoanalista puede ignorar por completo al final de
l. Freud, S., "De la historia de una neurosis infantil", Obrascompletas, vol. XVII, ob. cit.
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un análisis si, como suele decirse, el paciente es o no inteligente. Quizás puede tener una somera idea de su cultura aunque, a fin de cuentas, no es deseable que el paciente se detenga demasiado durante las sesiones en sus conocimientos culturales. Hay en este sentido, entonces, un corte entre lo real y la experiencia analítica. Cuando Lacan hace una presentación de enfermos psiquiátricos en el I-fospital Sainte-Anne -práctica que ha realizado ininterrumpidamente desde hace treinta años-, primero un psiquiatra presenta los datos biográficos obtenidos del paciente o de su familia o bien de información de otros hospitales en los que este haya estado. Una vez hecho esto, Lacan centra su atención en lo que el paciente mismo articula ante ~l.Hay que concentrarse en los dichos del paciente y hacer el esfuerzo de ol~idar las caracterizaciones psicológicas de la alucinación, su comparación con la percepción. Finalmente, es el paciente quien sabe qué es una alucinación. Así,en forma general, lo real es considerado como lo exterior a la experiencia analítica. Este es el p-;imer punto. --------.---··--------·---·~·-~··----··-···· ---·--·-·-·-- -·~-----
Una exterioridadíntima El se~tj.Q..p_!:!_nJQ__esJ.:xa¡;tªID.e_g_~~_!_~ __ con_t!ª!:Í2·_b.:_medidaque Lacan ~:_~Do_r~ndo su discurso, lo re:i_l,:-pormedio de un ~~VImlex';r~-q~e es, si ustedes quieren, dialéctico, pero que también es topológico- pasó a ocupar el centro de su elaboración. Lo más exterior llega a ser lo más ~nt~ri_?r,a la par que conserva -esto es1opifracfóJICO-un carácter"de exterioridad, pero de exterioridad íntima. Tomemos, por ejemplo, lo que dice Lacan sobre el objeto a al final del seminario Los cuatroconceptos fundamentalesdel_p_sicoanálisis. Lacan retol!la_ allí el ~sañ:-"Dioseslo q~~~st~-~~--tT~s _que_~'Y.}<:>~plica~! objéi:oa-"eíi su\,alor-real. Lo qué tú éres deramente es algo que a-'iávez se te escapa; lo que está en el centro de lo que crees es tu persona, lo que tú mismo eres verdaderamente es, al mismo tiempo, el elemento que te es más ajeno. 2 En el fondo, el psicoanálisis es eso: lo que te es más ajeno es lo que verdaderamente ní eres. Eso puede brindarles una idea general de un movimiento que es muy amplio en el discurso de Lacan y que, desde luego, habría que precisar mucho más.
-verdi-
2. Véase Lacan, J. FJ seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,ob_ cit., pp. 271-284.
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Lo imaginario se mueve; debe pensarse a partir de las imágenes y sus metamorfosis. Las formaciones imaginarias, la plasticidad de la imaginación fantasrnática -las inversiones del pro y el contra; d~ lo al~o y lo bajo; el mundo maravilloso que, por ejemplo, una Melame Klem investigó y, si cabe, amplió con su genio- fascinó intensamente a l~s psicoanalistas desde el inicio de la experiencia analítica. Podernos decir que precisamente en este mundo -si definimos lo real c~1:1ºlo que hace obstáculo, lo que limita las posibilidades de transformac10n y metamorfosis- no hay nada real. En lo simbólico todo se desliza, las palabras sustituyen a las palabras, el deslizamiento metonímico es la regla. Por el contrario, con lo real -que es una dimensión de la experiencia- ~acan quiere desi~~r lo que hace de tope, de obstáculo, lo que no cambia, lo que no es moVIl,lo que no se desliza lo que ofrece una resistencia inquebrantable, tanto a las metamorfosi~ de lo imaginario como a los deslizamientos simbólicos. Digo que es una dimensión de la experiencia porque hay _fenó~en_osde la experiencia que pueden ser considerados en su aspecto 1rnagmano, en su aspecto simbólico y en su aspecto real. Creo que este punto puede ser difícil de entender y lo explicaré tornando un ejemplo verdaderamente central: el fantasma.
Lo real del fantasma El fantasma tiene una dimensión imaginaria evidente. Si leernos el texto de Freud "Pegan a un niño",3 que es nuestra referencia fundamental en lo tocante al fantasma, percibirnos claramente que el fantasma tiene un aspecto de escenificación imaginaria en el que figuran pe~sonajes que el sujeto representa en detenninadas posturas, en determinadas actividades. Podernos recopilar estos fantasmas como lo hace Theodor Reik en su obra sobre el masoquismo, donde enumera algunas escenificaciones masoquistas muy sencillas, en las que un fragmento _deactividad es puesto en escena por el sujeto y realizado de modo desigual. Por supuesto, hay que distinguir el fantasma masoquista que puede tener el neurótico y la práctica masoquista, que es una práctica perversa. Theodor Reik no discrimina suficientemente este punto. Los fantasmas de los neuróticos son a menudo fantasmas perversos, pero esto no signi-
3. Freud, S., '"Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales", Obrascompletas,vol. XVII, ob. cit.
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fica que los neuróticos sean perversos. Debemos, entonces, distinguir la dimensión imaginaria y el pasaje al acto del perverso. Cuando los psicoanalistas hablan de perversos, en la mayoría de los casos están en pervers~ realidad hablando de neuróticos._~y~~f!~s_oy}~grados,los fúicen es, ~
Lo real es lo imposible Lacan da otra definición de lo real que hay que articular con la anterior: lo real es lo imposible. Puede parecer una definición paradójica, pero no lo es tanto. Hay que distinguir rigurosamente, en este punto, la categoría de realidad tal como la entiende Freud y la categoría de lo real. La realidad, en el sentido de Freud, siempre es fantasmática, descansa en el fantasma y por esta vía está infiltrada de deseo. No es necesario recurrir a la alucinación para comprender que el sentimiento de realidad en un sujeto puede ser sumamente móvil. Basta pensar en la experiencia misma de los sujetos normales. El fenómeno de déjavu muestra claramente que nuestro sentimiento de realidad es muy sospe-
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choso, que puede variar mucho, que puede cambiar completamente. Lo real se caracteriza, en cambio, por su carácter invariable, despiadado. ¿Cómo podemos situar lo real con respecto a la formalización implícita en la idea de lo simbólico? Solo podemos situarlo como el momento en que la formalización simbólica misma falla, tropieza, cae. Un ejemplo les permitirá comprender por qué coloco aquí el término formalización. La extraordinaria libertad que se tiene al comienzo en lógica matemática es algo formidable. Uno inventa los símbolos lógicos, decide cuáles serán las reglas de funcionamiento de estos símbolos y construye así con gran libertad el lenguaje que utiliza. Es un lenguaje artificial, muy diferente de nuestra lengua materna, de la lengua que hablamos o de las lenguas que son maternas para otros. Pero esta es una libertad que se reduce y desvanece muy pronto, ya que las restricciones de las primeras elecciones se imponen rápidamente a las elecciones siguientes. Al respecto, un ejemplo histórico decisivo es el de Frege, quien fue el primero en tomar en serio la empresa de formalización completa del lenguaje lógico. Creyó que formalizando la lógica podía realizar una transcripción completa de las leyes del razonamiento. Ahora bien, en el momento en que iba a publicarse el segundo tomo de su lógica -si no me equivoco fue en 1901,año en que nació Lacan-, el pobre Frege recibió una carta de Bertrand Russell en la que este le decía: "Hay una pequeña paradoja en su lógica". Efectivamente, la paradoja cabía en tres o cuatro líneas y, sin lugar a dudas, derrumbó toda la obra de Frege, quien volvió al silencio. Posteriormente se logró arreglar el sistema, al descubrir qué tipo de axiomas había que postular para que esto no se produjese. Pero el hecho mismo conserva, por así decirlo, todo su valor traumático. La emergencia de esta paradoja es, en cierta forma, la instancia de lo real que surge en el seno mismo del sistema simbólico. Lo real se manifiesta cuando uno se da de narices con él, o cuando le ~cima~--.,.,~~ _.,~---~ .,~-... -~-,--~·~·-··-·-e----~
Lo real y el trauma
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El pri~3~~i:_<;_l!~e_n!_g_ a_J9__ ~eal __ en_la f!X¡>~rienciaanalíti~a ~s. el trauñia.Observen que al comienzo de la construcción aelsisteÍna todo es aún posible, no existe todavía este valor de obstáculo. Tenemos el testimonio de que eso que está ahí es algo real tan solo cuando un imposible se manifiesta. Pueden percatarse de que este es un real que de ningún modo es total.Ja~a __ L3can.i.Ja~~~~nsión cl_e102:eal_nod~~igp.a,.. el universo. En sentido analítico, el universo es un fan_tasmade comple.--------~·-··-· .,.
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titud. ,Lo real es siempre, como dijo Lacan hace poco, "un pedazo de real". 4 Ni siquiera un pedazo tomado de una totalidad; sirio Un pedazo en tanto tal; no existe sino bajo la modalidad del pedazo. El deseo, en el sentido de Freud, es una potencia indestructible que carece intrínsecamente de meta; la ausencia de satisfacción le es constitutiva. Nada nos lo muestra mejor que la experiencia inicial del psicoanálisi§: la experiencia de la histérica. La histérica guió a Freud, precisamente porque es el sujeto en el que la insatisfacción del deseo es más manifiesta. Por eso Lacan no hizo del objeto a el objeto al que apunta el deseo -a diferencia de la metafísica y la psicología-, sino el objeto causa del deseo, un objeto que se puede situar en su origen. Se sabe cuál es el objeto al que apunta la necesidad: tengo hambre; tomo el objeto, lo como, y después ya no tengo más hambre. Este es el modelo de la necesidad; es sumamente sencillo, pero no debe creerse que la psicología funciona con conceptos más complejos. El deseo, que Freud localiza en el sueño, es constitutivamente insatisfecho y encuentra en el fantasma su anclaje, su punto de referencia. Mientras que el deseo está capturado en el movimiento de deslizamiento de la lengua -hasta el punto de que una agudeza puede constituir el contenido de un síntoma, tal como lo explica Freud-, en el movimiento indefinido del significante, el fantasma es una especie de punto de detención, precisamente un punto de real. El deseo se pauta por el fantasma, pero no se libera de él. Ya que se interesan por estos grafos,5 en ellos, desde luego, esto está representado. Figura exactamente a nivel de la d de deseo y la flecha que lo lleva a lo que se escribe (SOa), es decir, la fórmula lacaniana del fantasma. El deseo está representado aquí como un vector que encuentra en el fantasma su punto de referencia. Por eso es imposible contentarse, en psicoanálisis, solo con la dimensión simbólica; el símbolo es el deslizamiento perpetuo. La experiencia nos muestra al sujeto detenido ante una escenificación que, por estúpida que sea, lo fija, lo cautiva. No es casual que Freud la localizara en el fantasma masoquista, en el cual se puede ver al sujeto víctima de la estructura. Lacan decía que la barra que colocó sobre el sujeto (S) es el látigo mismo de "Pegan a un niño". 6
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Podemos representarla con una imagen de la Villa de _losMist~rios en Pompeya, en la que se ve un soberbio cuerpo de muJer arrodillado Y azotado con el látigo, que también está presente en el fan1:3sma"Pegan a un niño". A propósito del fantasma, pueden ponerse en Juego l~s tres dimensiones de lo imaginario, lo simbólico y lo real, que no consntuyen tres clases mutuamente excluyentes. No son tres sacos en los que s~ ponen cierto número de fenómenos aquí, otros allá, y los terceros·aqm al lado. Espero que vean que a pesar de la apare~te ~ompleji?ad de s_uselaboraciones, Lacan está muy cerca de la experiencia analínca, que rnt~nta precisarla con categorías sumamente, ~~as. Al~os de ustedes practlc~n el psicoanálisis, o bien están en analis1s, y p1~nso que deben ~preciar hasta qué punto estas categorías resultan apropiadas para los fenomenos que se producen en el campo analítico.
4. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 23, El sinthome,Buenos Aires, Paidós, 2006, pp. 117-126. 5. Lacan,J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", Escritos2, ob. cit. Buenos 6. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro S, Lasformacionesdel inconsciente, Aires, Paidós, 1999, pp. 249-250: "Pues bien, se trata de un acto simbólico, y la propia
forma que interviene en el fantasma, el látigo o la vara, tiene en_sí misma el carácter, tiene la naturaleza de algo que en el plano simbólico se expresa mediante ~a tac~ad~ra. Antes que cualquier otra cosa, como una Einfoblung,una empatía cualqmera atnbmble a una relación física del sujeto con el que sufre, lo que interviene ante todo es algo que borra al
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sujeto, lo tacha, lo anula, algo significante".
2. EL PODER DISCRECIONALDEL OYENTE
Ahora, para seguir con el examen del esquema que iniciamos la vez pasada, podría quizás señalarles el pasaje de los Escritosque hubiese querido que viésemos de cerca. Es un pasaje que se encuentra en "Variantes de la cura-tipo", en la página 318 de la edición castellana de Escritos1: En el camino de la verdadera [humildad], no habrá que buscar lejos la ambigüedad insostenible que se propone al psicoanálisis; está al alcance de todos. Ella es la que se revela en la cuestión de lo que quiere decir hablar, y cada uno la encuentra con solo acoger un discurso. Pues la locución misma en la cual la lengua recoge su intención más ingenua: la de escuchar lo que "quiere decir", dice suficientemente que no lo dice. Pero lo que quiere decir ese "quiere decir" es también de doble sentido, y depende del oyente que sea el uno o el otro: ya sea lo que el hablante quiere decirle por medio del discurso que le dirige, o lo que ese discurso le enseña de la condición del hablante. Asíno solo el sentido del discurso reside en el que lo escucha, sino que es de su acogida de la que depende quiénlo dice: es a saber el sujeto al que confiere acuerdo y fe, o ese otro que su discurso le entrega como constituido. Ahora bien, el analista se apodera de ese poder discrecional del oyente para llevarlo a una potencia segunda. 1
El sentido del discurso Aunque en este texto todavía no está presente de ningún modo el esquema que les interesa, este es un pasaje muy importante para entenderlo, y es un texto particularmente denso en el que Lacan explica la
l. VéaseLacan,J., "Variantesde la cura-tipo", Escritos1, ob. cit., p. 318.
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e~~~ctura de la relación analítica. Este pasaje, que puede parecerles dif1Cil,debe s~r leído a partir de la última frase. Diría, primero, que es una presentación del analista muy distinta a la de la última teoría de Lacan. En la última teoría de Lacan sobre la transferencia, el analista, en su valor de semblante de real, es asimilado al objeto a mismo. Dejemos_esto de lado por el momento y observemos que aquí la posición del 1st analt da,::..l?I!Ldent~~mo_ más cercan~ a 1:q~_osicióndel amo '1:!!:aitre). L a ra ucc10n ice· se apoO!era de est · l d_e1 __, ...-----------·--'--· ..... . ............ --~po d_er .d'1screciona ... .. oyeJ14! para poder llevgrlq_ª-._!!::!!_~_ ~tencia _segi,ind.a".La. traducc:ión_ipt'!_Rarece e~rte,03.:~t!_rg~~d~~ll_ada._Setrata, pues, de comprender lo que q·;Ter~ decir este "poder discrecional del oyente". Es un punto absolutamente central Y al mismo tiempo muy simple; uno de los fundamentos de estos e~quemas qu~ están en la pizarra. Para simplificar, retomaré, remontandome h~cia atrás, la última frase del párrafo que leímos: "Así, no solo el senn~o de este discurso reside en el que lo escucha, sino que es de su acogida de la que depende quiénlo dice: es a saber el sujeto al que concede acuerdo y fe, o ese otro que su discurso le entrega como constituido". ~
N~ ?uede negarse que en la comunicación hay algo de esto. La formu_lac1onde Lacan es, en cambio, más profunda: elgnt:i_do del discurso El oyente, después de todo, es el q~~-p~ede h~cer que un discurso seac?mprensible o incomprensib}e; que sea puro blab~a-blao que sea un dis~urso cargado de sentido. El es quien da, como di~e Lacan, su aval o qmen lo retira, quien acoge o rechaza. Es también qme~ escucha la totalidad -en la medida en que exista- o solo una parte del discurso. Dado ~l caso, es quien lo escucha en forma muy distinta a como fue pronunciado. Se puede, por ejemplo, escuchar lo que digo como un esfuerzo por aclarar a Lacan; pero un sociólogo podría oírme en cuanto un espécimen de intelectual francés, y en tal caso el sentido
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y el uso de lo que quiero decir se me escapa por completo. Hablo, y lo que digo es grabado. Mañana puede ser publicado o puede tirarse por el retrete; a fin de cuentas, es algo que depende estrictamente de la acogida que se da a lo que digo. Es una aproximación aún muy elemental, muy simple del asunto. Pero, para emplear este término de la teoría de la comunicación, es el código que reside en el oyente el que descifra y decide la verdad o no de lo que formulé. De allí surge la fórmula de Lacan, más compleja que la de este texto, según la cual en la comunicación humana es el emisor quien recibe del receptor su mensa¡eeñ in~ertida, 2 . ., • • • , ,... • -- ·····--··· ., '"· • . . .....
forma.
--..Síii'eiitrar enesta última
fórmula, creo que podemos considerar que hemos situado el sentido de esta proposición: el sentidodel discursoresiy no en el que habla.No digo que se ha justificado de en quienlo escucha completamente todo lo que está implicado en ella, porque es toda la teoría de Lacan la que está implicada en esta proposición. El lenguaje no es un medio de expresión. El que escucha será, en la teoría desarrollada de Lacan, el Otro con mayúscula (A). En este texto todavía no ha hecho surgir esta categoría, pero, como ven, el gran Otro ya está presente cuando Lacan habla aquí del poder discrecional de~ oyente. En este sentido, quien habla está a merced de quien escucha. Esto es muy claro en esos seres especialmente desamparados, los locos, que quieren comunicar en su discurso una significación central y a quienes nosotros, psiquiatras o psicoanalistas, escuchamos precisamente como locos. En este caso, el poder discrecional se manifiesta en el hecho de que los oímos y luego los mandamos a encerrar; no los instalamos en el trono todo su valor, que reclaman. Así que, incluso, podemos dar a discrecional valga la expresión, policial. Más allá del sentido del discurso que decide el oyente, Lacan subraya "que es de su acogida de la que depende quiénlo dice". En efecto, en su discurso, el que habla se anuncia: se anuncia como competente para explicar a Lacan, se anuncia como un intelectual, se anuncia, a veces, como la esposa de Dios. Este último es el caso de Schreber. Y aun esta identidad de lenguaje del sujeto depende del acuerdo o del aval que quiera darle el oyente. La identidad misma del sujeto que habla depende, entonces, de la acogida del receptor. Imaginamos que el receptor es una función pasiva y que la función activa está del lado del que habla. Fenomenológicamente esto puede ser exacto, pero estructuralmente, la
2. Véase Lacan,J., "El seminario sobre 'La carta robada"', ibíd., pp. 34-35.
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clave de la estructura de la comunicación está en el receptor. Si quieren, propongo dejar de lado el principio del párrafo y que nos detengamos verdaderamente en estas dos líneas que están a caballo entre los dos párrafos.
Un ejercicio de poder El esquema de Lacan que les interesa está constituido con base en este principio. Ustedes reprodujeron los esquemas más difíciles y dejaron de lado el primer esquema de la serie. 3 El primer esquema de la serie contiene a todos los demás. Es un esquema milagroso, porque puede ser leído en registros muy distintos, variados y extensos. Se los voy a presentar de inmediato a partir de este párrafo, aun cuando Lacan haya elaborado este esquema varios años después. 4 Tenemos al sujeto que habla, el locutor, y al que escucha, el oyente. El locutor emite su mensaje hacia e.loyent.e. Pero acabamos de decir que el sentido del discurso y la idenudad ffilsma del locutor están determinados fundamentalmente por el destinatario. ¿Cómo podemos escribir esto sencillamente, para hacerlo f~cilmente accesible -como es la ambición de Lacan- a la mayor canudad de personas? Pues bien, trazamos un vector en sentido contrario que parte del oyente y vuelve al locutor. Este esquema expresa el "pode; discrecional" del oyente sobre el sentido del discurso del locutor. Podemos representar sobre el primer vector la pura y simple emisión de palabras, de palabras verbales, como suele decirse, que solo comienza a querer decir algo a partir del oyente. Significado Falo ll
Nombre del Padre S1-S2
r---L-+------------1:..:A~
Significante
3 · Véase Lacan, J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", Esm·tos2, ob. cit., p. 784. 4. [N. de E.] El párrafo que se viene trabajando es extraído de "Variantes de la cura-tipo" (195 5), Escritos1, ob. cit., y el grafo al que se hace referencia está incluido en "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano"(! 960), Escritos2, ob. cit
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En un primer sentido, podemos considerar que te_nemosaquí ~l significante puro en cuanto emitido por el locutor y, situado a partir del segundo vector, el significado, que depende del oyente, a saber, lo ~ue eso quiere decir. Lacan menciona un poco antes "lo que hablar qmere decir"; pues bien, el primer vector es el del "hablar" y el segundo vector es el del "quiere decir". Puedo señalar, además, que lo que en este momento permite a este esquema funcionar correctamente e~ nuesn:,o traductor en su cabina. Si no, para los que no hablan frances podna seguir aquí emitiendo significantes, como lo hago desde el comienzo, y el Otro solo les daría como significación: "es un ~ancés habland?"; y les costaría mucho evaluar si es skinneriano, lacamano o schrebenano. Por eso el único significado que podrían producir -en este caso determinand~ la identidad del locutor-sería: "un francés que habla". Gracias a la operación de nuestro traductor, no es esta dimensión la que está en . primer plano. Observemos ahora.que Lacan dice que el analista eleva a la potencia segunda este poder discrecional. Exacerba este poder. Yo, ~~r ejemp~o, atisbo a los aquí presentes para detectar las señas de aprobac10n, las ceJas fruncidas que indican incomprensión, y en todo momento m~ refiero a ese Otro que me guía. La situación analítica está hecha precisamente para sustraer todos estos puntos de ref~rencia ..P~r su economía ~e palabra, por su silencio, el analista potencia, multiplica este P?der ~1screcional. Si se sigue este camino, vemos claramente en que sen?~º podría decirse que el psicoanálisis es un ej~rcicio de poder, de_dormmo por parte del analista. En todo caso, el analista debe s_a~erdo~arse; se supone incluso que su formación lo lleva a este domm10 de s1. Quizás podemos tomar ahora la continuación del párrafo: Por consiguiente, el analista conserva entera la responsabilidad en el plen_o sentido que acabamos de definir a partir de su posición de oyente, una ambigüedad sin ambages, por estar a su discreción como i~t~rp~ete, se :epercute en una secreta intimación que él no podría apartar m s1qwera callandose. 5
Es un párrafo muy importante, que valdría la pena leer frase por frase. Les propongo tomar la primera frase del se~~o párrafo: "Por consiguiente, el analista consei:va ente~a la respon~~~1hdad en el P,leno sentido que acabamos de defimr a parnr de su pos1c1on de oyente .
5. Véase Lacan,J., "Variantes de la cura-tipo", Escritos1, oh. cit., p. 3 l 9.
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¿Qué es lo que aquí duplica el poder del analista? Que el sujeto en la. experiencia acude a él, acude como alguien que no sabe algo de sí llllsmo, como alguien que pide que se le informe acerca del problema ~ue representa para él su síntoma; por cierto, al principio, puede acud1r por muchas otras cosas más. Claro, la entrevista preliminar al psicoanálisis, que los lacanianos practican, es una zona intermedia en la cual el anali!itaevalúa la proximidad en que está el sujeto de plantearse la pregunta acerca de su deseo, o incluso lo conduce a ello insensiblemente. De todas formas, el análisis propiamente dicho comienza en el · momento en que la pregunta ¿qué quiero?, ¿qué deseo verdaderamen? . b te. empieza a es ozarse, momento en que el sujeto ya no se presenta como transparente a sí mismo, sino que, por el contrario, tropieza con la parte de opacidad irreductible que su comportamiento tiene para él. Una pequeña observación sobre los esquemas que les interesan: el chevuoi? está aquí. Es exactamente lo que evoco acerca del ¿qué quiero?, ¿qué deseo?, como introducción necesaria al campo analítico. Me dirán que eso no es lo que está escrito, puesto que en italiano chevuoi? es ¿qué quieres? Y les contesto, inmediatamente, que precisamente Lacan lo escribe a partir del Otro. En la vía de retorno del Otro se formula el ¿qué quieres?, que solo es la devolución, el retorno del ¿qué deseo? ~l analista está entonces, de entrada, en la posición de intérprete de u.~ discurso que el sujeto es invitado a prodigar, precisamente en posic10n de no saber lo que dice. Casi se podría decir que el psicoanálisis es, al respecto, un truco: se invita al sujeto a hablar sin saber lo que dice. El psi~oanalista se coloca en la posición del que sabrá lo que hablar quiere decir, es decir que hará funcionar el esquema aquí presente. Asociación libre quiere decir hablar sin saber lo que eso quiere decir. Por lo tanto, hay allí una disyunción -Lacan emplea el término en este párrafo-, una disyunción entre el hablar y el decir; para utilizar los términos sumarios q~e escribí en el pizarrón, una disyunción entre el significante y el significado. Y hay que dar, entonces, a la interpretación su pleno valor. Ella se aloja en esta disyunción. Por eso podemos hablar del procedimiento de Freud: poner al sujeto en la posición en que el significante y el significado se encontrarán disyuntos, y no en la posición en la que estoy yo aquí, por ejemplo, tratando de lograr que el significante y el significado estén lo más cerca posi?le; por ello estoy aquí en pósición de saber, y no en posición de anahzante. Salvo que también lo soy un poco, puesto que lo que dije solo se juzgará a partir de lo que puedan hacer ustedes con ello, o de lo
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que de ello puedan discernir. Y, en primer lugar, de lo que pueda comunicarles el traductor con su traducción. Creo, pues, que tienen claro el comienzo de este párr~fo, y pi,enso que a partir de este punto pueden recorrer por cu~nta p:opia el ar?culo de Lacan en su conjunto. En todo caso, hemos visto como una simple página como esta comunica inmediatamente con el texto "Subv~rsión del sujeto ... ", que está quinientas páginas más adelante. Ahora bie~, la ventaja de hacer un esquema sería escasa si solo sirviese para explicar una sola cosa, y este es un esquema que, desde luego, puede leers~ de otros modos. Puede decirse que los esquemas de Lacan, en este senado, están sobredeterminados. Hay allí condensadas, concentradas, una serie de cadenas de razonamiento, y la riqueza de los significantes lacanianos, su carácter -que incluso no parece interminable, sino infinito-, surge de que condensan, en forma de una letra casi.siempre, significaciones muy diversas. Opacidad significante
Puedo darles otra versión. Por ejemplo, en el libro Sobreel arte de Quevedoen el Buscón-aprovecho mi estadía para aprender cosas, y _para leer textos castellanos que me interesan- quería mostrarles, a partir de un pasaje que espero encontrar, que esta estructur~ ,está ~n jue?o en la comprensión de la más mínima frase. Esto tamb1en esta escrito en este esquema: ya avanzado en la cadena, es a partir de un significante como retroactivamente, se decide el sentido del principio. Esto vale para la comprensión de la más mínima palabra. En París ha~ía dad~ como ejemplo, para un punto comparable, la palabra concupzscence. S1 se la pronuncia adecuadamente, tenemos primero con(coño), lu~go cu (culo) y por fin pis (orina) y el sentido final de la palabra concu~zscence, su sentido final, solo aparece con su última sílaba. Entonces, mcluso a nivel de la palabra, su punto de culminación es necesario para q_t:e, retroactivamente, el significado quede fijado. Pero leyendo en el avion este libro, que conocía un poco, encontré el mismo tipo de ejemplos en el humor de Quevedo. Por ejemplo, en el capítulo I del Buscón,se evoca al padre de Pablos, el Buscón, que va a ser condenado a la horca, y Leo Spitzer señala este ejemplo de humor: el padre del Buscón "salió de ~a cárcel co~ tanta honra que le acompañaron doscientos cardenales, smo que a nmguno llamaban eminencia". Dicho de otro modo, el valor, lo que hace que esta sea una frase cómica, humorística, es precisamente que el fin de 61
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la_frase decide un sentido contrario al sentido decidido en la primera mitad de la frase. Tomo otro ejemplo elegido por Spitzer. El verdugo ~~bla a P~blos, el Buscón, sobre su padre y le dice: "Vuestro padre muno ocho dias ha con el mayor valor que murió hombre en el mundo dígol_ocomo quien lo guindó". Por lo tanto, el comienzo de la fras: podna h~cer creer e~ la muerte de un valiente, y solo en el paso siguiente se decide u_nsenado exactamente contrario. Hay muchos ejemplos co~o este. Lo he mostrado en el nivel de la palabra, pero es verdad en el mvel de_la frase, y es también verdad en el nivel de todo un discurso. Es posible l:er durante mucho tiempo a Lacan antes de que ciertos efectos retroa~t:Ivosde significación se produzcan. La ley propia del discurso es que siempre es a partir del punto que está delante, en retorno, como uno se acerca al sentido de lo que ya se recorrió. Otra_ lectura de este esquema. El significante puede desarrollarse mucho t:Iempoen la opacidad, antes de que un punto particular produzca, pa~a el_oyente, el efecto de iluminación que organiza toda esa masa apro'.'°mat:Iv~en forma decidida. Cuando alguien se acerca a nosotros Y qmere decirnos algo pero no se atreve, está apenado, a menudo hay -que esperar mucho tiempo antes de llegar a escuchar la palabra a partir de 1~cual todas sus vacilaciones se vuelven claras: "Era por eso". Solo a part:Ir.de ese punto diferenciado el conjunto de la significación puede orgamzarse, aun cuando el discurso siga más allá. El punto decisivo del esquema d_e~acan es que no considera de ningún modo que el significado Y el significante vayan a la par. Esta es la ilusión de Saussure. Este esquema está en lugar de otro, que Lacan no hizo, que sería el siguiente: ->
significante
->
significado
Tene_mo_s allí un vect~r s~gnificante,y en el mismo sentido, abajo, el vector s1gn1ficado,y el s1~mficado y el significante marcharían juntos de la ~ano, corno dos novios. Se admitiría en algunos casos que hay un pequeno retraso de uno sobre el otro.
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punto diferenciado. Lacan introdujo esta función llamándola "punto de almohadillado". Ustedes saben cómo se hacen los colchones: en un momento se atraviesa la lana con una aguja gruesa, que acerca una superficie del colchón a la otra. Lacan destaca la función decisiva de los "puntos de almohadillado" entre la dimensión del significante y la del significado. 6 Interpretar es distinguir entre estos puntos decisivos, estos "puntos de almohadillado" que para el sujeto organizan sus significaciones. En forma aún más general -que hoy solo puedo mencionar de paso, pero que habría que retomar-, lo que Lacan llama Nombre del Padre, piedra angular de lo simbólico, se sitúa aquí en el punto A, punto de almohadillado fundamental del significante y el significado, de modo tal que cuando se suelta este punto se produce ese desarreglo que ll~mamos "delirio". Esto no es una demostración, sino tan solo la explicación de dónde pueden ustedes localizar el Nombre del Padre en los esquemas de Lacan. . El Nombre del Padre está fi!11da.mentalrnenteen el punto de almoha~1IIadocleTsígrufic-;te y ;ísigcific~ este-·esqüema: pueden entoncespregíintaññequé--eslo que ocupa el punto L. Esta es la ventaja de la lógica y del esquema: una vez que se tiene el esquema, si se identifica uno de sus puntos se sabe a ciegas que se debe situar aún otro. Leibniz llamaba a la lógica "pensamiento ciego": podernos hacerlo en forma automática. Existe en Lacan todo un aspecto de "pensamiento ciego". Ayer nos preguntábamos por qué Lacan comenzó situando el falo como significado. Ocurre que en su primera concepción, al ocupar el {- ,,.,...Nombre del Padre est~ lug~r (~), en el lugar dé la significación (L) debe / situarse el falo corno 1magmano. Por eso es que en su esquema sobre Schreber, cuando todavía no había elaborado los esquemas que estamos discutiendo, explica que la forclusión del Nombre del Padre -es decir, el hecho de que esta conjüí:idón né:ts·erealiza enesté"puntó x::.háce qüe' eñuñseguñdctfiempo~no·s'e produzca"fa'sigñifiéación fálica:Y entonces'' nn-s-egunoohue't:trrespotrd"e··:t·uh·primeilfüec°.< : · · ···· ··
d~]5e acÜerdo-co~
Punto de almohadillado
~l esquema de Lacan es una modificación decisiva de este esquema mgenuo que es el nuestro antes de leer a Lacan. Fundamentalmente, el significante y el ~i,gnificadose diferencian; nada tienen que ver uno con otro. Su relacrnn se puede organizar solo a partir de un 62
6. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro3, Laspsicosis, ob. cit., pp. 382-383: "Ese punto, alrededor del que debe ejercerse todo análisis concreto del. discurso, lo lla~aré punto de almohadillado [... ] [ese esquema mínimo que Freud nos d10 en el comple¡o de Edipo conserva para nosotros su valor irreductible]. Porque la noción del padre, muy cercana a la del temor de Dios, le da el elemento más sensible de la experiencia de lo que llamé el punto de almohadillado entre el significante y el significado".
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Verificamos aquí la consistencia de la teoría de Lacan, quien en aquel momento carecía de este esquema. Cierto esfuerzo es necesario, efectivamente, para darse cuenta de que de hecho este esquema ya está presente en el texto. Digo esfuerzo, porque en París se lee a Lacan desde hace más tiempo que aquí. Expliqué en abril, en la EFP, 7 el valor de este esquema para situar el Nombre del Padre y el falo. Ven ustedes que de todos r_nodosqueda aún trabajo por hacer, y que estas estructuras son muy simples, pero no se perciben forzosamente de inmediato. Evidentemente, esta es la célula fundamental que permite la construcción más compleja del esquema. Quisiera subrayar un punto más. Utilizamos aquí este esquema especialmente en su valor diacrónico, es decir, tempor_ru.Estos son términos
dar significacióno identidadal sujeto.Me es difícil entenderloantes de toda estructuración· de un sujeto.
tomados de la lingüística:~~~.9.P!~,~-~...~!ñ~E?.!!lªgQSQ.~ill~!lsc~r~_gj,tl ~; a3.fü¿<:__qpope)a si!_¿C~Q!}Íih~n la, qll~}~~c;o~a,s.Jon.t?lll~~:1S.,.el!.. ... su simultaneidad. Si leen en los Escritos,en "Subversión del sujeto ... ", el pasaje donde Lacan presenta esta célula, verán ustedes que -tal como él la explica- la lectura diacrónica debe ser completada mediante una lectura sincrónica. Luego, debemos precisar que esto debe corregirse, pues tratándose de vectores existen desplazamientos; no es pura y simplemente una sincronía de inmovilidad. Pero en la medida en que decirnos que esto funciona tanto en el nivel del discurso más extenso como en el nivel de la palabra y de la frase, tenemos aquí de hecho una especie de estructura del instante psicoanalítico. Se puede decir que la estructura misma del lapsus en su fugacidad está también presente allí. Me voy a detener aquí, porque pienso que podemos abrir la discusión en torno a esto.
Discusión
Participante:Las diferentesinterpretacionesde este esquemame resultan clarasen un sujetoya estructurado.¿Cómopuedenpensarseen un sujeto en En el niño,por ejemplo.Creohaberleentendidoque vías de estructuración? quien escuchaestá en el g;ranOtro, en lo simbólico.Peroalgodebeestructurarseprimeropara que el que escuchahaga luegosu interpretacióny pueda dar identidadal que habla.Me pareceque es necesarioun aparatopreviamente estructuradoenfunción de lo simbólicopara que quien escuchapueda
7. [N. de E.] École freudienne de Paris (Escuela Freudiana de París), creada por Lacan en 1964 y cuya disolución anunció en enero de 1980.
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JAcQuEs-Au.IN M1LLER:Cuando usted habla del niño, se lo representa, en el fondo, como un sujeto que no estaría estructurado. En el fondo, quizás sería eso lo que habría que preguntarse. ¿En qué no estaría estructurado el niño? Podemos decir, ya que Freud situó el EdipG a determinada edad, que antes de esa edad el niño no está estructurado. También podemos decir que antes de dominar la lengua no está estructurado. Pero creo que hay que retomar la pregunta en el nivel de la definición de la estructura. El sujeto de Lacan no es un sujeto estructurado. Es un sujeto que está capturado en la estructura, que emerge en la estructura. Es una versión un poco diferente.J.,o que menta es 9.ll:: 1~estruc~ra Yª, estf. a~~e~di~l}!_eµien~e-~~l sujef9· kª·· estruc~? geI l~p~iue _<:staalh, .. 1.~.-~?-n?.:., la lengua con t~,!1- hi~~oria :..4~.<:_Eod:_IE,~~!'-!~-~?.:~~_l!Y.~!~U.1'. etimológica. Es. el pe~o ~ncm:pe)k l~t éerla- ' con· iüda su ..sedimentación ..,. .•. . - .. ... . -. . . füstór'Ia,·que~~e~~-~i.!~s P!:egu~t()_de dón.de vie~e "v~le", q~e ~s.1:11:o. cle~nos_psopiamente _venezolanos, -~ino hap leído el.J?equ~_I?«?._..~ Y"!''!!ª!pafaJl!l!S. ~ etctJS!,e,IÚ!,?'l_.~~e.. !7-~ezuela., uste~e~ .?º_, sabeñ-de dónde viene. E$tf!. •.<:!ttQ9.~ l?:Aimensión_d_el_o.que Pr_e_~XIS.!e a~ sufüt,!l,J)~l mismo ~odo, pueden hablar perfectamente la lengua que les' es propia sin tener idea de su sistema fonemático estructural, tal como Jakobson demostró que podía delimitarse con un número muy reducido de rasgos. Eso no les impide hablar. Pero la estructura, conózcanla o no, ya está allí. La pregunta es, entonces, ¿cómo el niño -podemos decir por apro~mación- se cuela en esta estructura? Ese es el asunto: ¿acaso se apropia de la estructura? Por el contrario, es la estructura la que se apropia del sujeto, es el sujeto quien cae bajo el poder de esta estructura. Precisamente, decía esta tarde que siempre hay una problemática de adquisición del lenguaje. Pero la problemática de Lacan es la de cómo el lenguaje se apropia del sujeto. Es cierto que hay una teoría del poder en psicoanálisis, y ella es precisamente la teoría de este poder estructural que llega hasta el punto de constituir al sujeto a partir del significante. Lo que luego Lacan desarrollará con sus SI' Si>S, es precisamente la captura del sujeto por el significante. Es lo que se escribe aquí mediante S1 - S2• Por otro lado, llamó al S significante amo, el significante inaugural que captura al sujeto. Si 1 queremos volver a situar estos términos de Lacan en este esquema, creo ,
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que podemos poner aquí, en A, la batería S1 - S2 y al S lo pondremos en el lugar del emisor, como un efecto retroactivo. Creo, por cierto, que en el texto mismo de Lacan está indicado -lo verificaremos dentro de un momento- un primer sujeto que él no representa sino como un triángulo. Ustedes saben qué es ese triángulo: es solamente el punto de partida de una flecha, punto de partida desconocido para el psicoanálisis. Luego, un segundo esquema sitúa a S en el punto de llegada del vector retr<1activo.
son cuestiones psicológicas, la mayoría de las veces originan fantasmagorías -pues, ¿qué puede el psicoanalista saber de ellas si se atiene a su experiencia?-, que Lacan deja de lado. El interés de un trabajo como el de Melanie Klein, que tuvo gran influencia en América Latina, fue haber mostrado que la implicación del sujeto en la estructura es mucho más precoz que lo que uno puede imaginar. Lacan, en Francia, saludó particularmente el trabajo de Melanie Klein, a quien llamaba la "tr.ipera genial". 10 En el fondo, ella mostró que esta estructura, que se quería localizar en la historia alrededor de los cinco o seis años, estaba de· hecho presente mucho antes, y que en cierto modo la castración, lejos de ser algo que emerge en el estadio genital, es, por el contrario, activa y casi nativa en el sujeto. Freud quería explicar el complejo de Edipo y específicamente lo que llamaba su Untergang,su sepultamiento -es el título de uno de sus artículos-, a partir de la depresión que produce en el sujeto. 11 El complejo de Edipo implica para el varón, por ejemplo, la aceptación de una determinada posición de pasividad, una posición feminizante, que se traduce por tanto en una especie de disminución de la propia valoración, una desvalorización. ¿Qué mostró Melanie Klein, si lo pensamos no desde el ángulo del desarrollo, sino desde el de la estructura? Que esta desvalorización es nativa. Lo que llamó posiciones esquizoide y depresiva del sujeto, que ella sitúa en los primeros meses, si se las toma al pie de la letra, son una fantasmagoría. Melanie Klein hace hablar al lactante como si este ya hubiese leído a Freud; pero el poder de su intuición, si la consideramos en su aspecto sincrónico y no diacrónico, es haber mostrado que la estructura, en la medida en que implica la castración del sujeto, está allí desde siempre. En el fondo, desde el psicoanálisis no se puede decir otra cosa. Así es como los lacanianos, en lugar de proscribir a Melanie Klein, podrían, por el contrario, contribuir a darle su lugar exacto. Pienso que puedo, pues, contestar a su pregunta distinguiendo el estatuto del niño y el del sujeto fuera de la estructura. En cierta forma, podríamos decir que la estructura no tiene exterior. El exterior del que
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A
g
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¿Qué significa esto? Que para el psicoanálisis, el sujeto fuera de estructura, como usted lo llamaba, el sujeto desestructurado o no estructurado, el sujeto como real -en el sentido de exterior al lenguaje- es una x, es este simple triángulo de partida. Un sujeto se obtiene tan solo como efecto, a partir de su travesía por el sistema significante. Ven que la fórmula de Lacan "el sujeto es efecto del significante"ª se vuelve quizás más familiar. Ven cómo la estructura de la relación analítica y esta concepción de la captura del sujeto por la estructura pueden dar lugar a un mismo esquema. Lacan dice, en alguna parte, que el gran secreto del psicoanálisis es que no hay psicogénesis. 9 Es decir, las cuestiones de desarrollo, que
8. [N. de E.] Lacan, J., "Posición del inconsciente", Escritos2, ob. cit., p. 819: "El registro del significante se instituye por el hecho de que un significante representa a un sujeto para otro significante. Es la estructura, sueño, lapsus y rasgo de ingenio, de todas las formaciones del inconsciente. Y es también la que explica la división originaria del sujeto. El significante, produciéndose en el lugar del Otro todavía no ubicado, hace surgir allí al sujeto del ser que no tiene todavía la palabra, pero al precio de coagularlo". 9. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro3, Laspsicosis, ob. cit., p. 17: "Pues bien, si esto es la psicogénesis, digo -porque pienso que la mayoría de ustedes es capaz ahora de captarlo, luego de dos años de enseñanza sobre Jo simbólico, lo imaginario y lo real, y lo
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digo también para quienes no están al tanto todavía-, el gran secreto del psicoanálisis es que no hay psicogénesis". 10.Véase Lacan,J., "El psicoanálisis y su enseñanza", Escritos1, oh. cit., p. 429. 11. Freud, S., "El sepultamiento del complejo de Edipo", Obrascompletas, vol. XIX, ob. cit.
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recién hablamos, es decir, lo real, no es lo real anterior a la estructura sino un real en cierta forma posterior a la estructura. Un real que e~ producto de la estructura, es decir, de su red de impasses,de su red de imposibles. Allí encuentra su posición el objeto a. Una buena forma de explicar el objeto a sería retomar el artículo de Melanie Klein sobre las posiciones esquizoide y depresiva del lactante. En términos lacanianos, esto quiere decir que al inicio el lactante está identificado con el objeto a. Aquí me anticipo a lo que podríamos desarrollar luego. No quiero confundirlos con demasiadas conexiones múltiples a partir de los puntos que vimos.
en tanto que estructura del Edipo ... Uno de los esfuerzos de Lacan ha sido reunir la estructura del Edipo freudiano y la estructura del lenguaje. Pero al principio, en sus textos, son partes casi yuxtapuestas. Hay al respecto dos vectores en la obra de Lacan. Uno de ellos desarrolla la estructura de la relación analítica basada en el lenguaje y empalma con lo que toca a la estructura del lenguaje, la metáfora, la metonimia, etc. Por otro lado, está el vector que se ocupa del Edipo, del falo,·etc. Al comienzo son dos vectores relativamente disyuntos, y Lacan realizó un prodigioso esfuerzo teórico, cabe decirlo, para lograr hablar en_los mismos términos de la relación analítica, de la estructura del lengua¡e y de la estructura del Edipo, con el falo y compañía. El texto sobre el cual se me interrogó al principio, el de "Subversión del sujeto ... ", marca el momento en que logra enganchar con los mismos términos la teoría de estas dos vertientes. Es una verdadera hazaña teórica, porque logró formular categorías como la de "Otro"; logró tematizar, a la vez, al oyente en la relación analítica, la posición de intérprete del analista y al Otro como "Otro materno" o al Otro como "Otro paterno". Logró, al mismo tiempo, tematizar la falta de significante en la batería significante y el falo como castración. En el fondo, encontró un lenguaje común entre la estructura del inconsciente y la estructura de la relación analítica, lo cual era, por cierto, su objetivo inicial. Pero esto exigió considerables esfuerzos.
Participante:Piensoque la pregunta anterior hacea un punto problemático en la comprensión de Lacan,sobretodoen nuestromedio,dondelasposiciones psicogeriéticas han sidofuertes. Existe una respuestaa estapregunta, queyo llamaríauna respuestafácil, que consisteen diferenciaren Lacan dospuntos de vista de alr;únmodocomplementarios. Por un lado, tenemosel sujeto no estructuradodel que se hablaba,a punto de ser capturadopor la estructura, comollama a vecesLacan y por otro,el Otro real de la primera dependencia, a la madre.Piensoque esta descripción estápresa de una ideologíadel individuo comounidad,de un adentroy un afuera,de un exteriory un interior independientes de la estructuradellenguaje,"naturales".Pensaral niñoy a la madrecomocapturadosambospor la estructuraesmuy difícildesdeel modelo del desarrollo.Lacan diceque el niño esprimero objetoa, esa es su primera realidad.Estaformulaciónpuedesercomprendida psicogenéticamente: tenemos por un ladoa la madre,por otroal niño que essu objetoa en esemomentode su desarrollo. Pienso,en cambio,que eseobjetoa que el niño es,esya unaforma de subjetividad,que no es exterioren modoalgunoa la estructura.Creoque seríaimportanteprecisarlo más posiblela diferenciaexistenteentre la teoría de Lacany todateorizaciónpsicogenética. JAM: Esa es toda la cuestión. Ese sujeto no estructurado al que se supone que se podría aprehender antes de estar estructurado. La cuestión se plantea en muchos campos, pero en el campo psicoanalítico el punto de vista es que la estructura está ya ahí desde siempre. Por más alejado que esté el punto donde se intente captar su ausencia, siempre se la vuelve a encontrar; y aun los efectos de sujeto están presentes allí desde el vamos. En un segundo sentido, se puede decir luego, por ejemplo, que el sujeto psicótico no se ha estructurado en el Edipo; pero en realidad es casi un abuso de lenguaje, porque la estructura tiene también muchos niveles: está la estructura del lenguaje, está la estructura
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Participante:Veoclaramenteque no hay posibilidadde haceruna exposición sistemáticade la teoríade Lacan,en la medidaen que es una teoríaque aún está en desarrollo.Quizásparafacilitarnosla lectura,apres-coup, sería útil tener algunosfechadosdiacrónicos de losconceptos introducidos por Lacan,así comose sabeque hay un Freudde 1895, de 1900, 1914, 1922. Porquecuando uno se acercaa la teoríade LacanconlosEscritos, todosesosmaticessondifícilesde seguir. JAM: Hace tiempo que me planteo el problema de cómo exponer la teoría de Lacan. He intentado, en el transcurso de la enseñanza que realizo desde 1973 en la universidad, diversas formas. Estoy de acuerdo en que es central comprender la enseñanza de Lacan en su diacronía. No me di cuenta inmediatamente, porque al principio, como todo el mundo, pensé que todo formaba parte de la misma sincronía. Es un efecto especial que se debe a lo que Lacan llama el Sujeto supuesto Saber. Nosotros, sus lectores, tenemos con Lacan una relación transferencia!, suponemos siempre que sabía desde el principio cuál debía
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ser su punto de llegada. En cierta forma es exacto, en la medida en que él es el sujeto de este discurso, y que la coherencia de este se puede verificar. En otro sentido, no es completamente cierto, puesto que tuvo que inventarlo a medida que avanzaba, con una dificultad creciente para él. Quiero decir que sus comienzos son mucho más fáciles que su progresión y que su estado actual. A medida que se simplifica, porque se formaliza, IDs problemas se vuelven cada vez más arduos. Se da aquí una relación dialéctica. Se simplifica siempre, pero esta simplificación produce, ella misma, una complejización creciente. Son problemas distintos. Puede decirse que cierto número de problemas de Freud, de problemas de coherencia de Freud, son resueltos por Lacan. Hay trozos que Freud dejó como intuiciones, que contradicen otros textos, por lo cual Strachey, traductor sumamente cuidadoso, señala, en la Standard Edition,que no se entiende por qué Freud dijo tal cosa y después dijo tal otra. Pues bien, uno encuentra el porqué en Lacan. Es decir, Lacan ordena distintos aspectos de la relación analítica que permiten comprender cómo Freud unas veces vio uno y otras, otro. Pero en este trabajo de simplificación hay, precisamente, una caída, y es que las propias categorías de Lacan producen dificultades. No es un metalenguaje absoluto de Freud. Lacan dice que no hay metalenguaje, pero en un sentido, lo que hizo con Freud es un metalenguaje de Freud. Cuando dice falo y lo escribe con un símbolo, eso es un metalenguaje. Pero el hecho de que no hay metalenguaje se verifica en que ese metalenguaje de Lacan produce dificultades que le son propias. Por cierto, esta tarde expliqué que si en sus primeros seminarios Lacan se ocupaba de Freud y les ponía el nombre de los textos o conceptos freudianos que estudiaban durante el año, progresivamente, en el segundo período de su seminario, de 1964 a 1974, sus propios términos constituyeron el tema de sus seminarios. Hay otro punto que hace difícil la exposición cronológica de los conceptos de Lacan, y es que todos están enlazados entre sí. Es muy difícil seguir en forma autónoma uno solo de ellos, ya que este reacciona inmediatamente sobre los demás. Es difícil tomar uno de estos conceptos para seguirlo, cuando todos los demás se mueven junto con él y el movimiento es a menudo insensible. No hay épocas bien delimitadas, sino que, por el contrario, se pasa de una a otra, si ustedes quieren, como en lo que en matemática llaman la "esfera de Riemann". La esfera de Riemann es una figura compuesta de distintos pliegos -así es como los llama Riemann-, pero que no son externos unos a otros, es decir que se pasa de uno a otro sin frontera y sin desgarramiento. Es un ente difícilmente realizable; es un ente mate70
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mático, pero permite simplificar las funciones de la variable compleja. Los pliegos están en continuidad. Pues bien, los estratos del discurso de Lacan son como estos pliegos de Riemann. Y es lo que explica que cuando uno trata de situa?se'eñ'üño;·a;;íñ saber cómo, se ha pasado al otro. En muchas ocasiones, Lacan hace esto en un mismo texto. Para simplificar, digamos que es como una banda de Mobius. Espedarse ro que alguna vez hayan construido una oanda ae cuenta de qué era. Bastan un pedazo de papel, tijeras y cinta adhesiva. Pues bien, muchas veces en un texto de Lacan uno parte de un punto, sigue derecho, y anda contento porque tiene bien agarrado el hilo de Ariadna; y siguiendo derecho uno se encuentra, de repente, exactamente al revés del comienzo. En el fondo, es un laberinto absolutamente topológico que descansa en relaciones espaciales que no se ven. No hay un momento en que se pasa la frontera para llegar al otro lado. Se pasa en forma continua del anverso al reverso.JA.~~~a de Mobius es, pues,._.. no sqlp una figura que permite a Lacan explicar la e"strúctur:tdef ( síno ' ' támbién la forma en que está éonstruido su discurso.' .. ' y también lo que hace la fascinación asombrosa de este discurso, y su resistencia una vez que uno queda fascinado. Porque cosas que fascinan no faltan. Con todas sus dificultades, su retórica, lo que hace que haya gente que quede aferrada y pase años tratando de encontrar el secreto de este discurso es precisamente la extraordinaria arquitectura topológica a la que estoy aludiendo. Tardé mucho tiempo en decidirme a enseñar Lacan. Creo que lo hago con mayor facilidad que al comienzo. Pero si uno no quiere simplemente repetir a Lacan, si uno quiere descubrir las estructuras que organizan su discurso -algunas a menudo elaboradas retroactivamente por él mismo, otras que quizás no ha elaborado porque no es un sujeto que lo sabe todo-, ello exige, efectivamente, un trabajo de purificación y simplificación con el cual trato de ingeniármelas.
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1. EL OBJETOa Y EL FALO
El semi~ario formó parte de la serie Seminariosen Caracas. Seminario Carocas III, con los títulos"El obJ"etoayelfalo"y"Fo'nn u Ias de ¡a sexuac10n ·, " . , 1en ·, • ' se d1cto e m1ercoles 17 de octubre de 1979. Publicad~ en Analítica_nº3/4, Caracas, Editorial Ateneo de Caracas, 1980,pp. 85-101. En esa ver~wn, no corregid_apor el autor: traducción de Juan Luis Delmont-Mauri. Texto establecido por Juan Lms Delmont-Mauri y Diana S. Rabinovich
Vamos a seguir poco a poco este camino que no está fijado de antemano. Volveré a escribir en la pizarra el esquema que estudiamos ayer y que, como hemos visto, es polivalente. La forma más sencilla de aproximarse a la noción de estructura es abordándola por medio de esta polivalencia. No debe sorprender que los términos y los vectores que figuran en el ~~quema p.;¡edantener varias significaciones. No se trata exactamente de 'equivocidad, porque lo equívoco puede generar ambigüedad. El esque-riüúicies-aiiibíguo; al contrario;una marca de su potencia teórica esqlle. püedá'reci~!riiitéfl)retacioni~ rnúlt_ipl~s.-.:r:s uh factor de unific~ción del 'éampó. freudtano. Por eso esta célula, como dice Lacan, a pesar de su sencillez debe ser estudiada, reestudiada, porque la volverán a encontrar en todas partes en su discurso. La voy a poner, entonces, en la pizarra. Significado
L
A
Vector 1
Significante !':,. Vector 2
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Apres-coup Tornemos, por ejemplo, el concepto de apres-coup, de nachtriiglich, que Lacan fue a buscar en Freud, 1 que apuntó --corno él dice-, y que luego tuvo gran fortuna teórica. Derrida escribió un texto sobre el apres-coup en el cual su única referencia era Freud, cuando todo el mundo sabía que este concepto había pasado completamente desapercibido antes de que Lacan lo destacará. Este esquema es un esquema de retroacción del apres-coup, a saber, que el acontecimiento que se produce en el pri~ mer vec~or se construye progresivamente, pero su significación le llega retroacnvamente, sobre la vía de retorno, de feedbackdel esquema. En otras palabras, tenemos aquí, en el esquema, un eje que podemos llamar real -que va de izquierda a derecha-, y tenemos el vector significado -que va de derecha a izquierda, y cruza al anterior en dos puntos-. En el texto de Lacan "Función y campo de la palabra ... ",2en el que este esquema todavía no figura, hay una explicación, una valorización ~e este c~ncepto a propósito de la historia, y aun de la historia políuca. Explica cómo acontecimientos que se producen en un momento dado encuentran, más allá de sí mismos, más tarde, una significación que luego hace que sean percibidos en un ordenamiento que no era forzosamente el que tenían cuando fueron vividos. Hay acontecimient?s9ue P~_edenser ~vidas con determinada significación, y luego esta s1gmficac10nse modifica por completo a partir de un acontecimiento que está más allá de ellos mismos. Por ejemplo, la Revolución Francesa es vivida como un conflicto entre los tres órdenes constitutivos de la soc~edad_francesade la época; luego, como un conflicto entre jacobinos Y g1rondmos; pero a partir de Marx, el sentido mismo de esta lucha se reorganiza y, en el fondo, recibe a posteriori un nuevo sentido. De la misma forma, la Comuna de París y aun la Revolución Rusa de 1917 f?rman para nosotros una serie con la Revolución Francesa; y, retroacnvamente, la Revolución Francesa emerge como un anuncio de la revolución proletaria. No fue vivida así. Tenemos aquí un doble proceso: el primero es de anticipación y el segundo de retroacción. Podemos decir, desde luego, que es algo míti-
l. [N. de E.] El concepto aparece a lo largo de la obra de Freud, desde el "Manuscrito K" (1896), hasta "Análisis terminable e interminable" (1937). 2. Véase L~can, J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Esmtos 1, ob. Cit., p. 227.
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co. El empirista, que se mantiene a ras del suelo, dirá que estos sentidos son fantasmagorías; que existen las cosas mismas y el resto son ficciones. Pero nosotros sabemos que estas ficciones operan en la historia; que las ideas se convierten en fuerzas materiales. Se entiende, así, cuán difícil puede ser el acceso a Freud y a Lacan para gente de formación empirista. Pienso que cierto conocimiento de la filosofía alemana, digamos de la filosofía idealista alemana, es muy necesario para no tener una concepción reductora del psicoanálisis. No se trata de que la teoría de Lacan o la de Freud constituyan un trascendentalismo. Pero no hay que considerar que lo concerniente al sentido es, forzosamente, del orden de lo ficticio, cuando el psicoanálisis, al contrario, es una operación que descansa únicamente sobre el poder de la palabra. Es manifiesto que quienes recibieron la teoría de Freud sobre la base de una concepción solamente empirista, si bien practicaban la cura por la palabra --cuando seguían fieles al dispositivo de Freud-, no pudieron admitir que esta operaba sin realidades tangibles y esperaban, incluso, que fueran realidades mensurables. Así, no pudieron mantenerse en el nivel de lo operatorio del sentido. Por eso este esquema es sumamente importante, pues nos ayuda a no considerar el sentido como una ficción, una ensoñación, una ilusión, sino que demuestra cuál es su funcionamiento. Les voy a demostrar de inmediato, en cortocircuito, la potencia teórica de este esquema. La voy a mostrar, precisamente, en un sector del campo freudiano que no es el que se refiere inmediatamente a la relación analítica o a la palabra, sino que se refiere, según se cree, al desarrollo.
La castración ¿Cómo se suele representar el desarrollo del individuo a partir de los descubrimientos de Freud? Pues bien, se dice que lo fundamental son los estadios: hay un estadio oral, un estadio anal, un estadio genital; se explica que el sujeto atraviesa estos estadios, que se supone que va hacia cierta realización de su persona, y que la psicopatología puede ser explicada a partir de su fijación subjetiva a determinados estadios o a determinados momentos de estos estadios. Es una concepción que Abraham, por ejemplo, formalizó, y que fue vista, efectivamente, como un instrumento muy poderoso para ordenar las estructuras psicopatológicas. Como saben, esto llevó a subdivisiones en los estadios, a aislar la esquizofrenia como fijación a tal estadio, la paranoia a otro, etc. Se intentó luego seguir por el camino de la división, del refinamiento de cada uno de los estadios.
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JACQUES-ALAJN MILLER Ahora bien ·q , · d tr . ' e:. ue nos m uce a hacer el esquema, Al col ocar efectivamente las eta as en este . . . con ano, a que la enseñanza de Fre d p . primer eJe, pero a considerar su valor su sentido d . ~ es, prec~samente, que las etapas solo cobran ecisivo, a part:J.rde la castración, que en la exposició l" ' l , n mea aparece como el último momento del tración se convierte en la razón de la serie Por a~i, 1.acas-
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al final. Está_presente en cier~a forma des~e eetco:::n~:e ;1~. ~parec<_; e i o a esto, en el sent:J.dode Lacan I dí . . tamente, no existe. El Edi o '. o pree pico, hablando estriccomo término de p , en un primer senndo, puede ser situado ceso está goberna;: pro~eso; pero en o~o.sen?do, el conjunto del proL 1 fi por a estructura edipica; mstaurado por ella ~~an o ormula muy claramente en los Escritosen el texto "D.e d ' una cuest:J.onpr 1· · m,"Con F:~:~~ar; _P?~iblede la psicosis", capítulo líneas q l ,p g l . e a edic10n castellana, en unas pocas ue es propongo eer. Dice así:
::/s~~t~mitto
::~: ::;:;i:sª e~:~~c1~Jermitedemostrar las relacionesque se refieren no líticamente i:pensables ~c~:/1:r ;;puest~l no son inexis_tentes, pero anaMelanie Klein lo pone fi . ra vac1ante pero guiada de la señora re e . su c1entementeen evidencia),sino a los estadios p g mtales en cuanto que se ordenan en la retroacción del Ed·1po.J Lo real impensable La expresión de Lacan e d" "d no so . . s muy ivem a: los estadios preedípicos n Inexistentes, pero son analíticamente impensables Como cuan d o uno lee una fr ., · ven, el fondo . , ase, u~a expr~s10ncomo esta, se pregunta: pero en es este? '-~~~~ e:s1~a~~e qmere_decir?, l¿existeo no existe?' ¿qué cuento zás es . , e vergencia entre a existencia y lo pensable? Qui~mo~ acostumbrados a pensar que todo lo existente es ensable q_ue inexistencia, precisamente, no ha de ser pensada p PI 'y s1gmfica L · ero o que eso . es que acan no toma partido acerca del eventual real ur :~mte, en el s_entido~n que lo real es lo exterior a la dimensión :Ua1~l . s necesario considerar, entonces qué es 1 fi . tamente, del campo analítico E , o que , orma parte, estr1c-
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por ciertas coordenadas. No¡o:oi;n:ª:~~m~se
3· Véase Lacan, J.,"De una cuesrió ¡- · cosis" Escritos2 ob c·t n pre immar l "l µ.) 36 . '
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con respecto a la formación fisiológica del individuo. ¿Qué tiene eso que ver con el analista? Hay analistas que escriben libros para explicar el pensamiento profundo del lactante o del feto. Un tal Barande se dedicó 4 Lo llamativo es a eso en Francia. Es lo que Kant llamaba Schwdrmerei. cuán desvalidos debían estar los analistas en su experiencia misma, para tener que recurrir a explicaciones estrictas de la experiencia analítica. Por eso creo que, a pesar de su eventual dificultad debido a sus complejas referencias o a ese estilo suyo que da tanto que hablar, la teoría de Lacan tiene mayor poder que esas teorías fantasmagóricas, y que en un debate con analistas de otras tendencias el punto de vista lacaniano se puede imponer en la argumentación. El punto de vista científico en psicoanálisis no es el de los que hablan de medida de cantidad, de energía, de los que hacen, por ejemplo, una pantomima de ciencia física. El punto de vista más potente es el que se atiene a las coordenadas estrictas del campo para despejar sus leyes propias. Así pues, en esta frase balanceada, cuando Lacan señala que losestadiospreedípicos no son inexistentes,está apartando el punto de vista de lo real propiamente dicho; admite los estadios sobre el primer vector y en la medida en que están situados allí son, si se quiere, preedípicos. Pero, desde el punto de vista analítico son impensables, porque desde el punto de vista analítico se trabaja con el segundo vector. Si quieren, la diferencia que hay entre la existencia y el pensamiento es la diferencia que hay entre el vector 1 y el vector 2. El psicoanalista nunca encuentra lo preedípico puro; solo encuentra eso que se supone preedípico, ya organizado a partir de lo que está situado por delante de él, es decir, el Edipo. Como ven, estamos perturbando por completo la relación entre el antes y el después. Uno cree que hay una sola forma de estar antes o después. Aquí hay dos. Es muy interesante que en esta frase Lacan aluda a Melanie Klein, quien pone en evidencia que el Edipo se precede a sí mismo. Y por eso, repito, Lacan es partidario de Melanie Klein contra Anna Freud. En el ... , hay una parte dedicada a Anna primer seminario, Los escritostécnicos Freud y a Melanie Klein, y Lacan está de parte de Melanie Klein. 5 Lacan evoca luego las etapas pregenitales, que se ordenan en la retroacción del Edipo. Esta retroacción solo se puede pensar si, además
4. [N.de E.] Lacan,J., E/seminario, Libro8,La transferencia, ob. cit., p. 13: "Schwiirmerti, para quienes no lo saben, designa en alemán ensoñación, fantasma, dirigido hacia algún entusiasmo y, más especialmente, hacia la superstición". 5. Véase Lacan,J., FJseminario,Libro1,Úisescritos témicosdeFreud,ob. cit., pp. 103-115.
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del esquema que figura en este texto, nos damos cuenta, por la palabra retroacción, de que bajo este párrafo está la estructura edípica. Es algo muy freudiano. En la StandardEdition (The StandardEdition of the CompletePsychological Worksof Sig;mundFreud) encontré este pequeño párrafo que figura en el texto de 1923, "La organización genital infantil". A decir verdad, es evidente que hay dos maneras de interpretar este texto, pero_nosotros muy bien podemos vincularlo con la proposición de Lacan. Es la nota 2 de la página 144: "Muy correctamente se señaló que un niño adquiere la idea de una herida narcisista a partir de una pérdida corporal proporcionada por la experiencia de la pérdida del pecho materno luego de mamar, de la entrega cotidiana de sus heces, incluso de su separación del cuerpo de la madre en el momento del nacimiento. Sin embargo, no debe hablarse de complejo de castración hasta que esta idea de una pérdida no haya sido conectada con el órgano genital masculino". 6
por cierto enumerados por Freud, que ocupan todos el mismo lugar de pérdida. Por la manera en que Freud presenta las cosas en este pequeño párrafo, el seno materno no es una parte del cuerpo de la madre: es una parte del cuerpo del niño. Sin eso, nada de lo que dice sería comprensible. Y el sujeto en cuestión, a fin de cuentas, es un sujeto al que se le ha desprendido una parte esencial. ¿Qué es entonces el fantasma como lo escribe Lacan: (SO a)? Es la complementación imaginaria del sujeto, que recupera de modo fantasmático la pérdida por la cual está afectado estructuralmente. Voy lentamente porque los conceptos principales empiezan a gravitar en torno a esto. No hay que perder la cabeza en esta astronomía, porque esta es una encrucijada donde todos los caminos se cruzan. El S está, entonces, implícito en el párrafo de Freud que acabamos de leer, ya que el sujeto que aparece ahí es un sujeto que implica fundamentalmente una falta: la falta de objeto. Esto basta para distinguir la teoría de Freud -y la de Lacan- de una filosofía, porque aquello sobre lo cual los filósofos han reflexionado ha sido el objeto en la medida en que está ahí, ya sea bajo el modo de la contemplación o bajo el de la actividad práctica. Platón razona sobre el objeto en la medida en que está ahí, y sobre el objeto que más verdaderamente está ahí, que sería el eidos. Los filósofos razonan en torno a la armonía entre el sujeto y el objeto; se preguntan: ¿cómo percibo el objeto?, ¿cómo construyo el objeto matemático? Pero de hecho -de modos desde luego muy diversos-, solo comentan la armonía entre el sujeto y el objeto. En cambio, si Freud representa un corte completo con respecto a la dimensión filosófica, es porque su discurso está construido, por el contrario, sobre la desarmonía entre el sujeto y el objeto, y sin esperanzas de que el sujeto recupere alguna vez una completitud que está perdida por cuanto el sujeto -para continuar empleando las palabras del seminario de ayer- está estructurado. Pero como el sujeto en cuanto tal solo existe a partir de la estructura, Lacan dice, en algún lugar de los Escritos:su unidad está perdida sin nunca haber sido. 7 Necesité mucho tiempo para entender esta frase.
Objeto a Esta nota, por supuesto, es esencial, y hay que examinarla detalladamente. En primer lugar, vemos que el propio Freud establece una serie; serie, fíjense bien, gobernada por un objeto que se ha perdido. El rasgo común a las distintas fases es que cada una está organizada en torno a un objeto, no en la medida en que está presente, sino, al contrario, en cuanto está separado y cae fuera de la esfera del sujeto. De esta consideración nace el concepto de objeto a. Voy a ir lentamente, porque hemos llegado a un punto exquisito de la teoría en el cual tenemos una relación entre, por un lado, este esquema tan polivalente y, por otro, una derivación muy importante que es la teoría del objeto a. ¿Qué es lo que Lacan escribe con (-cp)?Escribe la pérdida, que constituye la razón de la serie que el mismo Freud establece (a - a - a). Y en el paréntesis de este (-cp),están incluidos una serie de objetos,
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6. [N. de E.] En la edición de Amorrortu (Freud, S., "La organización genital infantil vol. XIX, ob. cit., pp. (una interpolación en la teoría de la sexualidad)", Obrascompletas, 147-148), la cita corresponde a la nota 6, y dice: "Con acierto se ha señalado que el niño adquiere la representación de un daño narcisista por pérdida corporal ya a raíz de la pérdida del pecho materno luego de mamar, de la cotidiana deposición de las heces, y aun de la separación del vientre de la madre al nacer. Empero, solo cabe hablar de un complejo de castración cuando esa representación de una pérdida se ha enlazado con los genitales masculinosn.
7. [N. de E.] La afirmación aparece en el texto "En memoria de ErnestJones: Sobre su teoría del simbolismo", Escritos2, ob. cit. En la p. 690 de la edición citada, el párrafo completo es: "Si, como decimos, el hombre se encuentra abierto a desear tantos otros en sí mismo como nombres tienen sus miembros fuera de él, si ha de reconocer tantos miembros dislocados de su unidad, perdida sin haber sido nunca, como entes hay que son la metáfora de esos miembros -se ve también que está resuelta la cuestión de saber qué valor de conocimiento tienen los símbolos, puesto que son esos miembros mismos los que
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Podemos evocar imaginariamente un protosujeto completo, pero nunca hay huellas de él. Podemos evocar a este sujeto inicial, que ayer acotamos con un triángulo, pero en el campo analítico no conocernos más que al sujeto en cuanto tachado: S. Me atrevería incluso a decir que esta es, quizás, la intuición más profunda de Lacan, la que ya está presente en el estadio del espejo. Pero en ese enton'tes refería la falta constitutiva del sujeto, vía la teoría de Bolk, a una dehiscencia fisiológica del niño en cuanto prematuro. En este sentido, el estadio del espejo tal corno lo presenta aun después de la guerra no está del todo en el campo freudiano; diferente a corno lo constituyó luego. Busca una referencia en lo real, entendido como exterior al campo analítico, para fundar al sujeto en una falta. Pero a partir del momento en que construye su tripartición de lo real, lo simbólico y lo imaginario, la falta aparece fundada primero como castración, y luego deducida de la propia estructura significante. El famoso S(A) es lo que Lacan utiliza para formalizar esta falta e inscribirla en el nivel del significante mismo. En sus formulaciones al respecto hay a menudo ambigüedad, pues existe toda una vertiente en la que Lacan explica la falta como efecto de la estructura sobre el sujeto, el cual es, a su vez, un efecto de esta estructura. Según una segunda vertiente, la estructura misma encierra una falta. Como ven, es una distinción bastante sutil, pero hay que percibirla para no perderse en el laberinto de los textos. En uno de los sentidos, la estructura es completa, y en el otro, encierra una falta. El texto de Lacan "Subversión del sujeto ... "8 constituye un esfuerzo por armonizar ambos sentidos y por mostrar que, en realidad, ambos son necesarios. Cuando Rank habla de trauma de nacimiento comete, desde luego, el error de hacer una fantasmagoría; pero hay que saber leerlo más allá de lo que formula explícitamente. De hecho, obedece a la lógica de la situación analítica; a su modo, deslinda la falta. Los analistas perdieron, luego de la desaparición de Freud, el sentido de su experiencia, que en modo alguno es una experiencia de plenitud. Los analistas tienen que haber censurado a sus pacientes; tienen que haber olvidado todo lo que estos podían decir, para soñar con váyase a saber qué realización
total, de signo absolutamente contrario a la inspiración intrínseca de su experiencia, que es una experiencia, en lo tocante a este punto, de desposeimiento. Lo que Lacan trató de precisar mediante el pase, la teoría del pase en el fin de análisis, se sitúa en este punto. Si el fin del análisis es concebible, tiene que modificar algo del fantasma fundamental del suj7to. Y Lacan ha creído poder avanzar en esa dirección en la que hay, de algún modo, duelo por ese objeto fantasmáticamente complementario, duelo que deja al sujeto en un estado que él caracteriza corno destitución subjetiva.9 El fin del análisis se caracteriza, en este sentido, por la emergencia del g en toda su horrenda pureza, sin la complementación fantasmática que aparece escrita en la fórmula:
(SOa) Espero no haberlos mareado pasando tan rápido, como en un tiovivo, por tantos puntos diferentes, pero me parece necesario dar cierta idea sobre la organización sincrónica de este campo.
Faloy disimetría Cuando Freud escribe: "No debe hablarse de complejo de castración hasta que esta idea de una pérdida no haya sido conectada con el órgano genital masculino", formula lo que Lacan acentuó como la primacía del falo. Hay objetos perdidos, pero lo que en sentido estricto constituye la serie, y lo que permite nombrar al conjunto de la serie, es la relación con el falo. El falo tiene prevalencia en dos sentidos. En primer lugar, porque ordena la serie de las pérdidas de objeto. En segundo
le vuelven después de haber errado por el mundo bajo una forma enajenada. Ese valor, considerableen cuanto a la praxis,es nulo en cuanto a lo real". 8. Lacan,J.,"Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", ibíd.
9. (N. de E.] Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de 1967sobre el psicoanalistade la Escuela", Otrosescritos,Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 270: "La estructura así abreviada les permite hacerse una idea de lo que ocurre al término de la relación de la transferencia, o sea: cuando por haberse resuelto el deseo que sostuvo en su operación el psicoanalizante, este ya no tiene ganas de confirmar su opción, es decir, el resto que, como determinante de su división,lo hace caer de su fantasma y lo destituye como sujeto. ¿No es este el gran chitónque debernos conservar entre nosotros, que tomarnos de él, psicoanalistas,nuestra suficiencia,mientras que la beatitud se ofrece más allá de olvidarlo nosotros mismos? Al anunciarlo, ¿no desalentaríamos a los aficionados? La destitución subjetiva inscripta en el billete de entrada... ¿acasono implica provocar el horror, la indignación, el pánico, incluso el atentado, en todo caso dar pretexto a la objeción de principio?".
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lugar, porque no hay elemento femenino correspondiente, al menos en el nivel del inconsciente, pues como lo mencioné hace rato, en el nivel orgánico real y en el nivel imaginario, sí hay elementos correspondientes. La prevalencia, entonces, se puede decir en dos sentidos. Voy a leer ahora otro pasaje del mismo artículo, "La organización genital infantil": Al mismo tiempo, la característica principal de esta "organización genital infantil" es su diferencia con respecto a la organización genital final del adulto. Esta consiste en el hecho de que, para ambos sexos,solo un genital, a saber el masculino, es tomado en cuenta. Por lo tanto, lo que está presente no es una primacía de los genitales, sino un primado del falo.10 Esto introduce, efectivamente, una disimetría entre ambos sexos, que siempre pareció escandalosa a algunos analistas, en especial a las analistas mujeres, que imaginaban que esto significa que hay estructuralmente una superioridad del individuo macho y que Freud, de este modo, la fundamenta en el inconsciente. La inspiración de Freud es contraria a la idea de que este sea el fundamento de la superioridad intrínseca del ser macho. Como dice Lacan, al varón le resulta más bien incómodo tener que cargar con el correspondiente real de este significante. Existe, por cierto, una institución que se ha abocado a liberar un poco al varón de esta carga abrumadora: la Iglesia católica. Ella, verdaderamente, hace lo posible por aliviar al varón del deber que implica este apéndice. Es por cierto muy divertido que últimamente están impugnando un poco eso y, claro, no voy a pedir que recemos porque la Iglesia deje eso como está; pero era, con seguridad, una vía liberadora para un gran número de individuos, a los que no sabemos qué les puede ocurrir si no se les ofrece y valoriza esta vía. Antes de tocar una institución que se pliega a las características de la estructura, como es el caso de la Iglesia católica, hay que pensarlo cuidadosamente. Desde el punto de vista de Freud, la idea de ningún modo implica una desvalorización de la mujer, sino, al contrario, una mayor libertad. Hay un párrafo que lo indica muy bien, que está en el texto "Algunas
10. [N. de E.] En la edición de Amorrortu (Freud, S., vol. XIX, ob. cit., p. 146), el texto de la cita es: "El carácter principal de esta 'organización genital infantil' es, al mismo tiempo, su diferencia respecto de la organización genital definitiva del adulto. Reside en que, para ambos sexos, solo desempeña un papel un genital, el masculino. Por tanto, no hay primado genital, sino un primado del falo".
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consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos", de 1925. A propósito de referencias, indicaré brevemente que hay cuatro pequeños textos de Freud sobre la cuestión fálica y edípica. Ellos son: "La organización genital infantil", "El sepultamiento del complejo de Edipo", "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos" y el artículo de 1931 "Sobre la sexualidad femenina". Desde luego que hay muchos otros textos de lectura imprescindible, pero estos cuatro son el asiento de la teoría freudiana. Esto es lo que Lacan intentó ordenar durante treinta años. En este sentido, la obra maestra de su trabajo son las fórmulas de la sexuación, que propuso en "L'étourdit" ("El atolondradicho"), texto publicado en el tomo cuatro de Scilicet, t1 fórmulas que con gran sencillez y elegancia ordenan la teoría freudiana. Fue necesario un larguísimo trabajo de aquilatamiento para lograr un resultado de tal elegancia formal. En "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos", Freud escribe: No puedo abandonar la idea (aunque vacilo en expresarla) de que en la mujer el nivel de lo que es éticamente normal es diferente al de los hombres. Su superyó nunca es tan inexorable,tan impersonal, tan independiente de sus orígenes emocionales, como lo es para los hombres. Los rasgos de carácter que los críticos de toda época han esgrimido contra las mujeres que tienen un sentido de la justicia menor que el de los hombres, que están menos dispuestas a someterse a las grandes exigenciasde la vida, que están influenciadas más a menudo en sus juicios por sentimientos afectuosos u hostiles-, todos estos rasgos son pasibles de ser explicadospor la modificación en la formación de su superyó que dedujimos anteriormente. 12
11. [N. de E.] Publicado originalmente en Scilicetnº 4, 1972. También en Otrosescritos, ob. cit. 12. [N. de E.] En la edición de Amorrortu (Freud, S., "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos", vol. XIX, ob. cit., p. 276), el texto de la cita es: "Uno titubea en decirlo, pero no es posible defenderse de la idea de que el nivel de lo éticamente normal es otro en el caso de la mujer. El superyó nunca deviene tan implacable, tan impersonal, tan independiente de sus orígenes afectivos como lo exigimos en el caso del varón. Rasgos de carácter que la crítica ha enrostrado desde siempre a la mujer -que muestra un sentimiento de justicia menos acendrado que el varón, y menor inclinación a someterse a las grandes necesidades de la vida; que con mayor frecuencia se deja guiar en sus decisiones por sentimientos tiernos u hostiles- estarían ampliamente fundamentados en la modificación de la formación-superyó que inferimos en las líneas anteriores".
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En el estilo del siglo XIX, se puede considerar que todo esto hace de la mujer un ser inferior. Pero también se puede considerar, por el contrario, que esto da a la mujer una libertad, precisamente, con respecto al deber -y el deber en última instancia es fálico-- mucho mayor que la de los hombres. Podremos volver, si quieren, sobre lo que fundamenta esto en Freud, y a lo cual Lacan dio una formulación lógica. Es una formulación lógica de la conexión entre la mujer y el infinito, conexión que ya se deja percibir en todas 'las tonterías que se han podido decir sobre la relación entre los sexos. Debo decir, por cierto, que Freud participa en ellas. En todo caso, evoca esas tonterías cuando habla de los rasgos de carácter que han sido destacados en contra de las mujeres. Desde luego, hay un verdadero repertorio, un diccionario de estas tonterías. En el Departamento de Vincennes hay una rama de historiadores especializados en el repertorio de las tonterías dichas a propósito de las mujeres en el curso de los siglos. Porque, precisamente, no hay que desecharlas; tienen un fundamento estructural. Son, por cierto, esencialmente tonterías dichas por los hombres sobre las mujeres, y es evidente que siempre tienen esta orientación. Tienen esa orientación, tanto en el caso de esos supuestos reproches como en el caso del piropo.
2. FÓRMULAS DE LA SEXUACIÓN
La mujer no existe Para hacer un pequeño cortocircuito en la teoría de Lacan, si queremos ubicar a la mujer en este esquema, el sitio tiene que ser, en el esquema de la página 75 el lugar de la A. Tanto en el caso de la ideología de la sexualidad femenina como en el del piropo, es de por sí aquella a quien uno se dirige y, en famayoría de los casos, de quien uno espera la verdad de su ser. Y en verdad, Lacan puede formular que La mujer como tal no existe y que solo existe una mujer y otra mujer y otra mujer porque, en cierto sentido, el Otro no existe, en la medida en que está tachado. Voy muy rápido; no deduzco las cosas; les muestro la coherencia sistemática de la teoría de Lacan. Pero aun a propósito de este punto, que es un punto sumamente delicado de la teoría, les voy a demostrar que podemos abordarlo inmediatamente a partir del texto de Freud. Siempre en el mismo texto, "La organización genital infantil", hay un párrafo, justo después del que leímos sobre la primacía del falo, que dice así: Desgraciadamente, solo podemos describir este estado de cosas tal como afecta al varón; los procesos correspondientes en la niña nos son desconocidos. El varoncito indudablemente percibe la diferencia entre hombre y mujer, pero al comienzo no la conecta con la diferencia de sus genitales. Es natural para él asumir que todos los seres vivos, humanos y animales, poseen un genital como el suyo; incluso busca un órgano semejante en los objetos inanimados. 1
l. [N. de E.J En la ediciónde Amorrortu-Freud, S., "La organizacióngenital infantil
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Y Strachey, que es un buen lector de Freud, pone en nota esta frase: "Cf. el análisis del pequeño Hans",2 que, evidentemente, es bastante demostrativo. Voy a leer esta nota de Freud, porque muestra claramente que en este caso la dimensión de lo real no deja de ser equívoca:
Es decir, una función en la cual el sujeto queda inscrito como una variable, lo que quiere decir que x es fálico. Al mismo tiempo, es más complicado; estoy simplificando un poco. El sentido de la función es más complejo que solamente "tener un pene", pero es un buen acercamiento y no es excesivo simplificar un poco. Tomemos esta función en el sentido de tener un falo, tener un órgano masculino. Lo que piensa el pequeño Hans es que "todos los sere·s tienen un pene". Como saben, en lógica esta fórmula se escribe con el Es una de las cuantificador universal V, y tenemos entonces: Vx •
Incidentalmente,es llamativala poca atención que prestan los niños a la otra parte .delos genitales masculinos,el pequeño saco con sus contenidos. A travésde todo lo que se escuchaen los análisis,uno no adivinaríaque los genitalesmasculinosconsistieranen otra cosa sino el pene.3 Es una acotación muy divertida, que muestra claramente que no podemos pensar que lo que está en juego aquí tenga rigurosamente algo que ver con la anatomía. Retomaremos esto más adelante. El que nos guía en este asunto no es Freud, sino el pequeño Hans,4 quien, por supuesto, piensa que todos los seres tienen la propiedad de ser fálicos. El pequeño Hans maneja la lógica: hace una equivalencia entre ser y ser fálico. En la teoría de Lacan, la última palabra sobre el falo no es casi otra cosa que serle fiel al pequeño Hans; a saber, hacer del falo lo que en lógica se llama predicado, es decir -para simplificar-, una propiedad de un ser. Cuando Lacan en "El atolondradicho", en 1972, termina escribienlo convierte en una función en sentido lógico. do el falo así: x, 3x • x Vx • x
(una interpolación en la teoría de la sexualidad)", ob. cit., p. 146-, el texto de la cita es: "Por desdicha, solo podemos describir estas constelaciones respecto del varoncito; carecemos de una intelección de los procesos correspondientes en la niña pequeña. Aquel percibe, sin duda, la diferencia entre varones y mujeres, pero al comienzo no tiene ocasión de relacionarla con una diversidad de sus genitales. Para él es natural presuponer en todos los otros seres vivos, humanos y animales, un genital parecido al que él mismo posee; más aún: sabemos que hasta en las cosas inanimadas busca una forma análoga a su miembro". 2. [N. de E.] lbíd. Corresponde a la nota 3. 3. [N. de E.] Ibíd. El texto de la nota es: "Por lo demás, es notable cuán escasa atención atrae sobre sí, en el niño, la otra parte de los genitales masculinos, la bolsita con sus contenidos. Por los análisis, no se podría colegir que los genitales masculinos constan de algo más que del pene". 4. Freud, S., "Análisis de la fobia de un niño de cinco años", Obrascompletas,vol. X, ob. cit.
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5. Freud, S., "Totem y tabú", Obrascompletas,vol. XIII, ob. cit.
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la cuestión. En realidad, trató de exponer la incidencia del padre en la experiencia analítica, pero no lo hizo en forma lógica sino en forma mítica. Lacan dio una definición del mito, precisamente en ese texto que se llama "Televisión". Dice: "El mito da una forma épica a lo que se opera a partir de la estructura". 6 "Totem y tabú" es la forma épica de lo que se opera a partir de una estructura cuya formulación mínima estableció·Lacan con estos términos. ¿Qué es el padre de la horda primitiva? Es, precisamente, el que se queda míticamente con todas las mujeres y se apropia así de todo goce. El que deja en la castración más abyecta a todos los otros hombres de la tribu. Es una fantasmagoría, si se quiere, pero brinda una consistencia imaginaria. Representa casi una escenificación fantasmática basada en lo que constituye la raíz misma de la sexualidad masculina, cuyas huellas encontrarnos a lo largo de toda la obra de Freud. Se dan cuenta de que por medio de un esquema como este podemos hacer una serie con una cantidad de textos de Freud que él mismo no reorganizó: tanto textos como "La organización genital infantil" y los otros que enumeré, como también "Totem y tabú", e incluso el historial del pequeño Hans. Nos caben todos en una mano gracias a estos pequeños personajes del esquema. Yo llamaba a esto "el efecto Charlie Brown": con unos cuantos personajes, que simplifican todos los textos, se pueden expresar todas las significaciones de Freud. Se dan cuenta de por qué no exagero cuando digo que Lacan simplifica a Freud. Por supuesto, para entender verdaderamente estas fórmulas y las fórmulas femeninas es necesario conocer un poco la lógica proposicional y la lógica de la cuantificación. Los cuantificadores son el producto de una larga construcción, purificación, elaboración lógica que, después de todo, actualmente debe de tener apenas un siglo, y plantean una serie de problemas, puesto que pueden ser convertidos uno en otro. Tienen valores distintos según los sistemas. Por ejemplo, hay en este momento sistemas que suponen cuantificadores infinitos. Hay toda una serie de problemas apasionantes que incluso permiten pensar que la simplificación podría ser mayor. También es necesario cierto conocimiento de la teoría de conjuntos. Así pues, es algo que exige trabajo; pero a pesar de todo, es una simplificación.
Vamos a hacer otro cortocircuito: el Nombre del Padre se puede escribir Nom o Non du Pere,Nombre o No del Padre -ambos vocablos son homófonos en francés-. Foucault era quien lo escribía, hace tiempo, Non, cuando escribió un artículo acerca del libro de Laplanche sobre Holderlin, que no es un buen libro; pero el artículo sí era divertido. Pues bien, ese Nombre o No del Padre también está ahí: 'r/xx. En cierto sentido, ese Nombre del Padre no funciona en la mujer. Tampoco hay que insistir demasiado, porque si no, ¿saben qué pasa? Uno termina diciendo lo que Lacan dijo en "Televisión" en 1973: "Todas las mujeres son locas". Como ven, no es una salida ocurrente, es algo situable en el nivel lógico. "Todas las mujeres son locas", y agrega enseguida: "es decir, que no son locas en absoluto". 7 Son los hombres quienes, con sus
6. [N. de E.] Lacan,J., "Televisión", Otrosescritos, ob. cit., p. 558. La cita textual, en esta edición, es: "El mito es esto: el intento de dar forma épica a lo que se opera a partir de la estructura".
7. [N. de E.] Ibíd., p. 566. La cita textual, en esta edición, es: "Todas las mujeres están locas, como se dice. Es incluso por eso por lo que no son todas, es decir, no locas-del-todo falles-du-tout],acomodaticias más bien". / no para-nada-locas [pa.r
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Lo que no funciona para la mujer
Es una simplificación de lo que vemos que Freud descubre de una forma pero encubre de otra. Sus prejuicios, un poco victorianos, emergen en sus formulaciones sobre las mujeres: se supone que tienen un menor sentido de la justicia, etc. En el fondo, ¿qué es lo que trata de hacer? Intenta captar lo que en la sexualidad femenina no obedece a estas fórmulas que, precisamente, son las fórmulas masculinas. En lo esencial, lo que Lacan dice sobre la sexualidad femenina es que no existe ese límite impuesto por el todos,que la mujer funciona esencialmente más allá del todo, del todo que supone un cierre gobernado por el que dice "no" a lo demás. Lo que Freud llama elsuperyó insuficiente dela mujer,del cual dice en el texto que acabamos de leer: "No puedo abandonar la idea (aunque vacilo en expresarlo)", está señalando que la función "i/xxno es válida para la mujer. Y aquí le da a eso el nombre de superyó. Este tipo de "no" es lo que no funciona para la mujer, pero por eso mismo no está limitada, como el hombre, a su insignificante rutina, a lo que él llama su trabajo, su deber. 3x • x x
Vi•
kaMujer
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relaciones imbéciles, son unos cretinos, son unos locos, en fin ... Lacan, que a veces se ha identificado con los místicos, desea en ocasiones ser considerado como una mujer honoriscausa.8 Este es un matiz muy distinto del de la homosexualidad, desde luego. Pero cuando formula en Encore(Aun) que él es como un místico,9 considera precisamente que la experiencia mística más profunda, la de San Juan de la Cruz por ejemplo, es una .experiencia que se inscribe del lado de la sexuación femenina: una experiencia de apertura infinita, muy distinta al cerco propio de la existencia masculina.
Conocen el mito de Tiresias, quien quiso convertirse en mujer para conocer el goce del otro lado y volvió diciendo: "Si el hombre tiene una parte de goce, la mujer tiene nueve". 11 Todo lo que se ha dicho -del estilo de lo que un refrán francés ejemplifica claramente: la mujer es variable; bien loco está quien en ella confía- y la suma de sabiduría o de locura de las nociones sobre la mujer está resumido, en cierto sentido, por Lacan, a partir de esta lógica elemental que es la razón de la tontería. Pero entonces, ¿cuál es el porqué de la tontería? Que en lo simbólico nada prescribe, en forma fundamentada, cuál debe ser la relación entre los sexos. Podemos escribir tanto la fórmula masculina como la fórmula femenina, pero sobre su relación nada está prescrito. 12 Por eso Lacan, a fin de cuentas, formuló que no hay relación sexual; lo cual no quiere decir que no haya relaciones sexuales, sino que no hay relación preinscrita -en el sentido en que esto es una escritura- entre el hombre y la mujer. En su lugar, fluyen las tonterías de las que está hecha la historia. Pienso que les he dado un cuadro de orientación bastante completo de los textos de Lacan sobre el Edipo y el falo, y creo que podríamos cambiar de tema o pasar a las preguntas.
El goce femenino Otro cortocircuito. Lo que siempre se dijo del goce masculino con relación al goce femenino encuentra allí su fundamento; a saber: el carácter limitado y localizado del goce masculino en comparación con el carácter indeterminable del goce femenino. Y, correlativamente, la incapacidad de la mujer para decir verdaderamente algo sobre su goce. Quienes se han hecho preguntas sobre las cualidades singulares del goce femenino han sido siempre los hombres. Lo característico es que hay allí un elemento que escapa a la captura de este significante primordial y que, en cierta forma, escapa incluso a lo simbólico. Por eso Lacan puede decir que el real fundamental de la experiencia analítica es el goce y, especialmente, el goce femenino. 10 Lo dice también por otros motivos pero, en fin, ya ven cuál es la lógica a la que obedece.
8. [N. de E.] Lacan,J., Seminario 24, "L'insu que sait de l'une-bévue s'aile amourre", clase del 16 de noviembre de 1976, inédito: "Se dijo que bastaría con que un hombre se acueste con una mujer para que la conozca, incluso inversamente. Como, a pesar de que me esfuerzo en ello, es un hecho que no soy mujer, no sé qué es lo que una mujer conoce de un hombre". 9. (N. de E.] Lacan,]., El seminario,Libro20,Aun, Buenos Aires, Paidós, 2001, p. 92: "Estas jaculaciones místicas no son ni palabrería ni verborrea; son, a fin de cuentas, lo mejor que hay para leer -nota al pie de página: añadirlosEscritosdeJncquesLatan, porque son del mismo registro". 10. (N. de E.] Lacan,J., E/seminario,Libro16, De un Otroni otro,Buenos Aires, Paidós, 2008, pp. 195: "El goce solo se percibe viendo su constancia en los enunciados de Freud. Pero es también lo que se ve en la experiencia, quiero decir, psicoanalítica. El goce es aquí un absoluto, es lo real, y, tal como lo definí, es lo que vuelve siempre al mismo lugar. Si lo sabemos, es debido a la mujer. Este goce es tal que en el origen solo la histérica lo pone en orden lógicamente. Ella es en efecto quien lo plantea como un absoluto. Y así revela la estructura lógica ele la función del goce".
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Discusión
Participante1: Me g;ustaríaque hablaseun pocomás acercadel objetoa y su relaciónconlas heces,elfalo, la mirada, etc. Tambiénquerría que aclarelo que diceLacancuando,hablandode lafórmula delfantasma, diceque bajoel S, en lafórmula, se encuentraelfalo imaginario.Otropunto esprecisarmás exactamentela distinciónentrefalo imaginarioy falo simbólico. Participante2: Lacan,en "Subversióndel sujeto... ", dicealgoquesiempreme llamóla atención:"Observemos que esterasgodel corteprevalececonno menos claridaden el objetoquedescribela teoríaanalítica:pezón,esdbalo,falo (como objetoimaginario),flujourinario (listaimpensablesi no se le añadeconnosotroselfonema,la mirada,la voz -el nada-)".13 En estepárrafoLacansitúa el
11. Véase Lacan, J.,El seminll1-io, Libro 1O,La angustia,Buenos Aires, Paidós, 2006, p. 200. También: Lacan,J., El seminario,Libro 19, ... opeor,Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 101. 12. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 16, De un Otroni otro,ob. cit., pp. 207-208. 13. La cita se encuentra en "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", Ese1itos2, ob. cit., pp. 797-798.
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falo en la seriede losobjetosa, peroadara,entreparéntesis,objetoimaginario. Esta aclaración plantea,justamente,la articulaciónentre elfalo imaginarioy el objetoa. JACQUEs-AurNM1LLER: Hoy fui más allá de ese momento de la teoría de Lacan, hasta esa mayor simplificación que proporciona el
14. Lacan,J., El seminario,Libro 4, La relaáón de objeto,Buenos Aires, Paidós, 2004.
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mento imaginario que la mujer va a encontrar en el niño. Es la famosa ecuación, que creo es de Nunberg, niño = falo. De hecho, también tenemos baby= falo, en Freud mismo, en los textos sobre la sexualidad femenina. Según esta teoría de Freud, es en el lugar de su falta fálica donde el niño se inscribe, para la mujer, como sustituto de esta pérdida fundamental. ¿Qué hace caer al pequeño Hans de su identificación fálica, la cual es muy marcada en el historial? En esta historia, el padre es completamente deficiente. Y, en un sentido, si el pequeño Hans inventa la fobia al caballo es, precisamente, en la medida en que ella ocupa el lugar de ese non-nam -no-nombre- del padre, del que carece para la organización estructural de su mundo. Finalmente, ¿qué opera la caída de la identificación fálica? No hay que olvidar que el pene del pequeño Hans empieza a hacer de las suyas; comienza a manifestarse con su autonomía, autonomía que siempre ha sido señalada, pues este órgano tiene un aspecto parasitario en el cuerpo del hombre. Es, precisamente, una parte de sí mismo que no obedece como las otras partes del cuerpo. Lacan dice, incluso, que el goce fálico está fuera del cuerpo. 15 Al respecto, es la emergencia del pene real la que hace caer al pequeño Hans de su identificación fálica. Vemos allí que tener elfalo se opone, evidentemente, a ser elfalo; y es, efectivamente, por no tener como puede prometérsele a una mujer la función del ser. De golpe, esta intervención del pene real tiene un segundo valor: junto con ella emerge el goce fálico como real. Y, en este caso, deben tomar lo real en su segundo sentido: no ya como lo exterior a la experiencia analítica, sino como lo que está verdaderamente en su centro. Es decir, el pene real, cuando lo consideramos en su aspecto anatómico, lo escribimos así: rc; pero cuando lo consideramos en su ángulo de goce real, como fuera del cuerpo, como rechazado de lo simbólico, lo escribimos así:
15. Véase Lacan,J., "La tercera", Intervencionesy textos 2, ob. cit., p. 90.
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El primer sentido es el que, según Lacan, está puesto en evidencia, de manera precisa, en el caso del pequeño Hans. El pequeño Hans cae de su identificación fálica imaginaria, pero lo que le otorga una salida insegura, al final del historial de Freud, es el supuesto mito del instalador. Si leen el texto, verán que se reconcilia con su suerte pensando en el instalador que arregla los grifos, y ve en ello la promesa de que ese falo, de cuyo lugar cayó, le será dado legítimamente por la función paterna, que entonces se inscribirá legítimamente en el linaje que validará el uso de ese órgano tan difícil. En resumen, este es el valor del falo simbólico en cuanto fundador del linaje. Linaje que, después de todo, es, por el momento, masculino en el lenguaje. Entonces, vemos que el falo imaginario es introducido por su negativización, a saber, cuando el pequeño Hans cae de su identificación con él. El falo simbólico, como dice Lacan en "Subversión del sujeto ... ", 16 es imposible de negativizar. Es una función fundamentalmente positiva, que no tiene negativo. En un segundo sentido, Lacan escribe con este falo el goce fálico, en la medida en que, precisamente, no es un elemento simbólico, sino un elemento rechazado de lo simbólico; un elemento que no diré que es no simbolizable, sino que solo es simbolizable, justamente, por el significante excluido del Otro, el significante suplementario del Otro. Aquí, evidentemente, son necesarias muchas precisiones, pues el goce fálico no es rechazado de lo simbólico del mismo modo que el goce femenino. Este último, en un sentido, no tiene significante, y eso es lo que determina su carácter abisal, su carácter ilimitado. que recién emerge en los textos de Lacan El tercer valor de este , de la década de 1970, es una simplificación de toda esta construcción; es decir que escribe con él todos estos valores al mismo tiempo. Pienso que será necesario volver a los puntos en los que ustedes se han detenido, a los detalles del ,cp,a, etc. Pero espero que con esto tengan un paisaje de conjunto con sus relieves, con los picachos esenciales del paisaje. Habría que retomar, desde este ángulo, el caso del pequeño Hans. En realidad, habría, incluso, que retomar textos de analistas posfreudianos y no lacanianos, para demostrar hasta qué punto la falta de estas categorías les impide orientarse en su propio terreno.
Participante:¿El pequeño Hans, en cuantofalo imaginario de la madre, es también su objetoa, en cuantofantasma de completitudde la madre.? JAM: Me parece perfectamente posible decirlo. El valor de este paréntesis es, evidentemente, el de demostrar que el falo opera la completimd fantasmática. Creo que, efectivamente, podemos decirlo tal como lo acaba de hacer usted.
Participante:Cuál es la articulaciónentre el simbólicoen su segundosentido -es decir,en cuantosignificantedel goce-y el goceen su vinculacióncon la pulsión de muerte. Me resulta difícil articular los tres conceptos: goce, y pulsión de muerte. JAM: Para contestar a su pregunta sería necesario retomar la definición de la pulsión de muerte, la cual siempre les pareció a los psicoanalistas un concepto especulativo de Freud; y como eran más bien empiristas, y creían que no se podía observar, concluyeron que este concepto formaba parte de la metafísica de Freud. Entonces, incluso analistas que se declaraban fieles a los textos de Freud estaban dispuestos a amputar este apéndice de la teoría. Debo decir que si no se lo interpreta a la luz de la teoría lacaniana, no se puede hacer gran cosa con esta pulsión de muerte, que es una contradicción en sus términos mismos. La pulsión de por sí es vital, ¿qué puede ser, entonces, una pulsión de muerte? Creo que en el índice que hice de los conceptos fundamentales de Lacan en los Escritos,17 había ubicado la pulsión de muerte como automatismo de repetición, en el mismo nivel que la cadena significante. Si queremos, en un primer tiempo, situar en alguna parte el automatismo de repetición, es justamente en el nivel de S1 - Sr Lacan, hay que decirlo, formuló de muchos modos diferentes lo que se repite más allá de los ciclos que conforman la vida. Si esta supuesta pulsión es llamada de muerte, es porque excede las dimensiones de la vida. En la vida existen ciertos ciclos vitales que repetimos: hay que ir a dormir para descansar y luego despertarse; es necesario comer y beber dos o tres veces diarias. Son ciclos vitales que empiezan, se satisfacen y, un poco más tarde, vuelven a empezar.
16.Véase Lacan, J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", Escritos2, ob. cit., p. 803.
17. Véase Miller, ].-A., "Índice razonado de los conceptos principales", ibíd., pp. 873-881.
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Esta repetición no es aquella a la que Freud apunta con el automatismo de repetición; esta es una repetición vital. Con la repetición, Freud apunta a un proceso que nunca se agota, que excede los límites de la vida individual; ella fue, quizás, la que hizo creer esa fantasmagoría que es la inmortalidad del alma. En cierto sentido, lo que se repite es, en primer lugar, el significante; como un mensaje que gira en una computadora ciberpética. Comparación que Lacan utiliza en el Seminario2,18 qu~ ayer usé, donde evoca la cibernética, que era entonces un concepto reciente, ya que Norbert Wiener había publicado su libro Cybernetics en 1948. En un primer sentido, entonces, la repetición es repetición significante. En un segundo sentido, es también repetición de goce. Esto es lo que está implicado también en la idea freudiana, rudimentaria, del trauma. El sujeto experimenta una vez un goce que intentará incesantemente encontrar, y que nunca puede reencontrar como tal, puesto que la primera vez que lo experimentó era la primera vez, y en cuanto primeravez, no puede experimentarlo nuevamente. Lo único que puede hacer es repetir continuamente un fallo, un fracaso. Por eso Lacan decía que el acto fallido es el acto fundamental del psicoanálisis. 19 Tenemos aquí la misma paradoja que señalábamos en el caso del objeto: la teoría del conocimiento siempre celebró las bodas entre el sujeto y el objeto, y como teoría de la práctica, celebró la acción eficaz que transforma el mundo; el psicoanálisis, en cambio, se ocupa de un objeto que nunca se vuelve a encontrar y de un acto cuya forma excelente es el acto fallido, el fracaso, la falla. Creo que podría mostrar en los textos de Lacan, en los Escritosy también en Scilicet,distintas formas de hablar del automatismo: como repetición significante, pero también como repetición de goce. Ahora bien, ¿usted me había pedido que articulara un tercer término?
1~-,VéaseLacan,J., ~/ seminario,Libro 2, El yo en la teoría de Freudy en la técnicapsicoanalmca,Barcelona,Pa1dós,1986, pp. 435 y ss.
. 19. [N. de E.] Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje",EscritosJ, ob. cit., p. 258: "En cuanto a la psicopatología de la vida cotidiana, otro campo consagrado por otra ~bra de Freud, es claro que todo acto fallido es un discurso logrado, incluso ba_stantelmdamente pulido, y que en el lapsus es la mordaza la que gira sobre la palabra Y ¡ust? ~.onel cuadrante que hace falta para que un buen entendedor encuentre lo que necesita .
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Participante: Pensaba,justamente, en esasegundaacepcióndelautomatismode repetición-comoautomatismodelgoce-,y me preguntabacuálerasu relación con
Participante: ¿Cuálseríala relaciónentreel deseofreudianoy el goce? JAM: El deseo, según Lacan y también según Freud, está ligado al significante. Es dócil a la metonimia y a la metáfora. Por eso, como dice Lacan, debe tomarse "al pie de la letra".ZI El deseo, en este sentido, es una función metonímica, deslizamiento puro que solo se puede aislar mediante el fantasma; es una especie de ardilla: se escapa siempre. Lacan habla del goce en términos muy diferentes. El goce no está del lado del significante, sino del lado del objeto; no está del lado de lo que se desliza, está del lado de lo que siempre vuelve al mismo sitio, está del lado de lo real. Y si queremos encontrar en Freud las huellas del concepto de goce --que no formuló como tal-, tenemos que buscarlas
20. Véase Lacan, L., El seminario,Libro11, Loscuatroconceptos fundamentalesdelpsiob. cit., pp. 61-72. coanálisis, 21. Véase Lacan,J.,"La dirección de la cura y los principios de su poder", Esm'tos2, ob. cit., pp. 600-622.
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más bien en la teoría pulsional, esto es, en "Pulsiones y destinos de pulsión" o en los "Tres ensayos de teoría sexual"; mientras que la teoría del deseo se formula en "La interpretación de los sueños", "Psicopatología de la vida cotidiana" y en el libro sobre el Witz.22 El goce vuelve siempre con un carácter invariable, mientras que el deseo es intrínsecamente variable, siempre cobra distintos colores, y al mismo tiempo es inasimilable, no puede ser educado. Deja con un palmo de narices a todos los que quieren educarlo. Es el atolladero de toda pedagogía. La pedagogía, aun cuando se pretende progresista, es una operación de dominio. Instalándose en el lugar del Otro no tachado, el educador intenta moldear a un sujeto que siempre se le escapará, porque su deseo estará siempre en otra parte.
22. Freud, S., "El chiste y su relación con lo inconsciente", Obms completas,vol. VIII, ob. cit.
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IV
CINCOCONFERENCIAS CARAQUEÑAS SOBRELACAN (1979)
1.
Publicado por primera vez en Caracas, Editorial Ateneo de Caracas, s. f., pp. 8-126. Esta publicación recoge sin revisión alguna la grabación de las cinco conferencias públicas dictadas en Caracas en octubre de 1979. Las tres primeras -"Recorrido de Lacan", "El piropo:· psicoanálisis y lenguaje" y "Elementos de epistemología"- se llevaron a cabo en la Universidad Central de Venezuela, gracias a la invitación del director de la Escuela de Psicología, profesor José María Cadenas. Las dos conferencias sobre la transferencia -"La transferencia. De Freud a Lacan" y"La transferencia. El Sujeto supuesto Saber"-estuvieron destinadas a un público de formación psicoanalítica. Publicadas también en: Recorridode Lacan. Ochoconferencias hacia el TercerEncuentrodel CampoFreudiano,Buenos Aires, Manantial, primera edición, 1984, pp. 5-101. Reeditadas en 1986, 1987, 1989, 1990, 1991 (abril y diciembre), 1994, i 996, 2008, 2002, 2006, 2011. En esas ediciones: texto establecido por Diana S. Rabinovich. En todas las ediciones: traducción de Juan Luis Delmont-Mauri. Esas versiones: no corregidas por el autor.
RECORRIDO DE LACAN
Señor director de la Escuela de Psicología, señoras y señores. Quisiera, primero, agradecer profundamente la invitación que me ha hecho la Universidad Central de Venezuela para presentar la obra de Jacques Lacan, que me ofrece la ocasión de venir por vez primera a América Latina. Espero debatir, como lo deseaba el profesor Cadenas, con los profesores y los estudiantes de Venezuela. Debo, primero, pedirles disculpas; me gusta el español; leo la lengua española; puedo, incluso, comprenderla cuando no se habla demasiado rápido; pero, desgraciadamente, no he tenido ocasión de hablarla, y por ello lamento tener que dirigirme a ustedes en francés. Tengo que dar tres conferencias. Voy a consagrar la primera a una presentación sinóptica de la obra de Jacques Lacan que podrá ser, lo espero, una especie de tabla de orientación, que aquellos que serán sus lectores consideran necesaria, ya que el público se imagina que el pensamiento de Lacan es difícil. Digo que se imagina puesto que una de mis tesis, quizás paradójica, es que es fundamentalmente simple. Constato que a veces me resulta difícil convencer acerca de este rasgo. Pues bien, intentaré de todos modos hacerlo hoy. Primero, voy a recordarles, a informarles quizás, que Lacan nació con el siglo, en 1901, y que, singularmente, no tuvo que rechazar honores, pues los honores no acudieron a él. Es notable que en Francia, país sumamente respetuoso de la edad y de la gloria, Lacan sea aún un personaje controvertido. No forma parte de la Academia Francesa, como su amigo Lévi-Strauss; no le gusta presentarse en la radio o en la televisión, y su único cargo universitario es -como se dice en francés- un modesto "cargo con dedicación parcial" en la École Pratique des Hautes Études. Debo
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agregar que para la Asociación Psicoanalítica Internacional él es anatema; fue, si se quiere, excomulgado, porque curiosamente las prácticas de esta institución se parecen mucho a las de una iglesia. A pesar de ello, por un contraste interesante, nada tiene del pensador maldito. No vengo aquí a llorar su suerte. Fue, primero, la prenda esencial de las dos escisiones que sufrió la comunidad psicoanalítica en Francia, en 1953 y 1963. Fundó su propia institución, la Escuela Freudiana de París, en 1964, institución próspera, y no creo exagerar si digo que es la más importante en Francia. Además su enseñanza, dispensada en un seminario que durante mucho tiempo fue semanal, goza, desde hace ya casi treinta años, de una audiencia sin igual en Francia. Es un seminario un poco particular, pues se realiza actualmente ante unas quinientas o seiscientas personas. Y esta audiencia se amplió aún más luego de la apa!ición de la recopilación de sus artículos, que se llama Escritos,en 1966. El mismo dice que es un self-made man y reconoce, de buena gana, que el psicoanálisis hizo su fortuna.
El inconsciente estructurado como lenguaje Así, es a la vez intratable -no cedió ante ninguna fuerza que se opusiera a esta enseñanza-, pero al mismo tiempo poderoso en la intelectualidad francesa. Mantuvo su rumbo con una firmeza de la cual no tenemos muchos ejemplos, digamos, entre los intelectuales franceses. Actualmente, en un área creciente, en un dominio creciente, asoció su nombre al de Sigmund Freud. No se trazó el objetivo de reinventar el psicoanálisis; al contrario, colocó los comienzos de su enseñanza bajo el signo de un retorno a Freud. Solo se preguntó, a propósito del psicoanálisis: ¿en qué condiciones es posible? Es una pregunta fundamentalmente crítica. ¿Cuál fue su respuesta a esta pregunta? Respondió: el psicoanálisis solo es posible si, y solo si, el inconscienteestá estructurado comoun lenguaje.1 Lo que se llama la enseñanza de Lacan es el desarrollo de esta hipótesis hasta sus últimas consecuencias.
La experiencia analítica
CINCO CONFERENCIAS
CARAQUEÑAS SOBRE LACAN (1979)
bró, que nada tiene que ver con lo que otrora solía llamarse así. El hecho de que el inconsciente, tal como lo introduce Freud, es isomorfo en su estructura con el lenguaje puede comprobarse en la obra de Freud desde sus primeros escritos. Intenten no ver a Freud a través de lo que han podido leer en otros autores. Lean "La interpretación de los sueños" ,2lean la "Psicopatología de la vida cotidiana",3 lean su obra sobre el Witz, 4 y verán ustedes que la actividad de Freud es una actividad de desciframiento. Descifra el inconsciente, y los mecanismos que aísla como mecanismos primarios del inconsciente, a saber, la condensación y el desplazamiento, tienen sus prototipos en esas figuras de retórica que son la metáfora y la metonimia. Digo que esto se constata en el texto de Freud. Pienso que una vez advertida, esta evidencia es difícilmente cuestionable. Me atrevería a decir que percibirla es cuestión de sentido común. Hay otra evidencia que también es difícilmente discutible: lo propio del psicoanálisis es operar sobre el síntoma mediante la palabra, ya sea la palabra de la persona en análisis, ya sea la interpretación del analista. Esto es lo que hay que explicar, si el descubrimiento de Freud es válido: ¿cómo puede ser que la palabra actúe sobre el síntoma, y especialmente sobre el síntoma neurótico? Es necesario suponer una común medida entre la palabra y el síntoma, si la una opera sobre el otro. Si no, ¿qué nos queda? Habría que hablar de magia. O bien, es también posible suponer que la libido de Freud es una verdadera energía real. Dicho de otro modo, la pregunta central con respecto a la cual se mide toda teoría del psicoanálisis es la siguiente: ¿cómo el artificio freudiano, es decir, el procedimiento de la asociación libre y el dispositivo de la cura analítica, puede afectar lo real del síntoma? Cabe objetarle a Lacan que Freud nunca dijo que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Freud, es verdad, nunca lo dijo. Pero la tesis de Lacan es que es demostrable que el descubrimiento freudiano solo encuentra su estáestructuradocomoun lencoherencia a partir del axioma el inconsciente guaje. Comprendan que Freud descubrió el inconsciente y que expuso las consecuencias de su descubrimiento a medida que se le aparecieron las implicaciones de este descubrimiento. La teoría de Freud es un
El inconsciente en cuestión -subrayémoslo ya que estamos en una Escuela de Psicología- es el inconsciente freudiano, el que Freud nom-
l. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 11, Los cuatroconceptos fundamentalesdel psiob. cit., p. 28. coanálisis,
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2. Freud, S., "La interpretación de los sueños", Obrascompletas, vols. IV y V,ob. cit. vol. VI, ibíd. 3. Freud, S., "Psicopatología de la vida cotidiana", Obrascompletas, vol. VIII, 4. Freud, S., "El chiste y su relación con lo inconsciente", Obrascompletas, ibíd.
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verdadero desbarajuste. Y para calificarlo, hay una palabra que aprendí ayer, que me viene como anillo al dedo; una palabra que es típica del castellano tal como se habla en Venezuela; diría que hay un zaperoco freudiano. Ahora bien, Lacan quiso hacer de este zaperocofreudiano un paseo ordenado, claro y lógico. Su tesis es que los descubrimientos desacordados de Freud encuentran su fundamento en la idea de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Freud se preocupó mucho por tratar de reabsorber al psicoanálisis en las ciencias de la naturaleza. Se preocupó por ello desde su primer trabajo, inédito, y que recién se conoció después de su muerte: el "Proyecto de psicología";5 y esta ambición se manifiesta también en sus intentos de elaborar una metapsicología: reabsorber el psicoanálisis en. las ciencias de la naturaleza. Pero, de hecho, su metapsicología nunca fue más que un análisis de la estructura radical del lenguaje, lo que podemos llamar una lógica del significante. Asimismo, los pretendidos ensayos de psicoanálisis aplicado6 versan siempre, en Freud, sobre la experiencia analítica misma. "Tótem y tabú" 7 no cuenta en cuanto antropología. El interés de "Totem y tabú" reside en que en esta obra Freud se acerca, en forma de mito, a la función del padre en la experiencia analítica. De modo general, diría que para Lacan no hay teoría del inconsciente como tal. Hay, ante todo, una teoría de la práctica analítica y, en definitiva, es siempre la estructura que se le reconoce a la experiencia analítica misma la que se supone es la estructura del inconsciente. Diría que todos los teóricos serios del psicoanálisis siempre reconocieron esta exigencia, y que asignaron siempre al analista un lugar en la estructura del inconsciente. El analista forma parte del concepto mismo de inconsciente.
Romperse la cabeza
CINCO CONFERENCIAS CARAQUEÑAS SOBRE LACAN (1979)
No conozco discurso que recurra menos a la fe ciega, al principio de autoridad o al entusiasmo. El discurso de Lacan es una argumentación que penetra en el detalle de los fenómenos de la experiencia analítica, una argumentación que pretende ser demostrativa en un campo donde el oscurantismo y el recurso al pensamiento mágico son la regla. Lacan, por cierto, introdujo la recopilación de sus Escritoscon una referencia al siglo de las Luces y a la ambición racionalista. Por eso, de hecho, es fo contrario del retrato que se difundió de él. Su enseñanza está animada por un ideal de sencillez, como lo muestra la reducción del material que progresivamente realizó sobre el vocabulario freudiano, hasta introducir -en número restringido- los términos de un álgebra muy cómoda en cuanto se conoce su manejo. Evidentemente, su escritura -porque además de los seminarios que dicta oralmente escribe artículos- es a menudo aforística y esconde la articulación del razonamiento. Ocurre también que Lacan, cuando escribe, moviliza todos los recursos retóricos y de homofonía de la lengua. Ilustra así, en la forma misma de su discurso, la primacía del significante. Es indiscutible que es difícil seguir el discurso de Lacan, y creo que eso se debe al contraste que existe entre la alta sistematicidad de su pensamiento, que refundó todos los términos sobre los cuales se apoya, y su estilo, que es un estilo de hallazgos, un estilo a la vez digresivo y repentino. Si quieren, cuando Lacan emplea una palabra, uno nunca está seguro de si hay que entenderla según el uso habitual, corriente, de la lengua. Esto se debe a que él operó una refundación en el lenguaje que, efectivamente, exige estudio. Además, sus referencias teóricas son de gran amplitud y diversidad en la literatura, en la ciencia, tanto en la topología como en la lógica. Efectivamente, hay que seguir sus referencias; si me permiten la expresión, romperse la cabeza ... Esto quiere decir, simplemente, que es una obra sumamente opaca para los lectores
5. Freud, S., "Proyecto de psicología", Obrasco111plett1s, vol. I, ob. cit. 6. [N. de E.] Con este útulo se publicaron, en distintos idiomas y por diferentes editoriales, recopilaciones de los textos de Freud que se articulan en torno a temas del arte, la antropología, la sociología y la historia de las religiones, entre otros. 7. Freud, S., "1otem y tabú", Obrascompletas, vol. XIJI, ob. cit.
apurados. La teoría de Lacan, además, presenta un carácter de sucesión que hace difícil captarla en sus pormenores. Tiene un carácter de continuidad: es una obra que se desarrolla desde hace treinta años, sin aparente discontinuidad. Es posible distinguir estratos en este pensamiento, pero insensiblemente se pasa de uno a otro. Algunos pensadores proclaman su cambio de opinión, mientras que Lacan transforma su teoría sin desgarramiento, como por una deformación de tipo topológico. Esta es una dificultad. Por otro lado, al mismo tiempo que existe este deslizamiento existen, sin embargo, esquemas, fórmulas, grafos que constituyen topes que
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Lacan profesa una enseñanza crítica y, en cada una de sus vertientes, epistemológica. En el fondo, ¿quién es Lacan? Es un analista que se obligó a sí mismo a dar razón, cada semana, en público, de su práctica.
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frenan estos deslizamientos. Lacan pasa y vuelve a pasar por los mismos punt~s dándoles sucesivamente diferentes lecturas. Este es un tipo de traba¡o que deslumbró a la intelectualidad francesa. En París, las modas no duran mucho tiempo. El existencialismo de Sartre a lo sumo estuvo de moda diez ~ños; Lacan tiene treinta años de moda y, a pesar de sus esfuerzos, los mtelectuales franceses no han logrado decir que lo han agotado. H'íly una asombrosa resistencia a la banalización en la estructura misma de este discurso, y hay una difusión que va mucho más allá de la comprensión.
Les diré rápidamente que, después de su tesis y su entrada en análisis, la primera teoría psicoanalítica que desarrolla, sobre todo después de la guerra -después de 1945-, hace de lo imaginario la dimensión propia de la experiencia analítica. Los maestros a los que reconoce como tales en esa época son Clérambault y Alexandre Kojeve. Clérambault era el psiquiatra que en la época, sin duda, había visto más pacientes, porque era psiquiatra de lo que en París llaman "el Depósito", 11 lugar donde se envía a todos aquellos a quienes la policía selecciona como desviados. Eso le había dado a Clérambault una gran experiencia psiquiátrica. Su otro maestro, Alexandre Kojeve, dictaba un seminario sobre Hegel, que Lacan había seguido en esa época. En 1953, en ocasión de la primera escisión del movimiento psicoanalítico francés, Lacan introduce la proposición del inconsciente estructurado como un lenguaje, y la distinción entre lo real, lo imaginario y lo simbólico, que seguirá siendo la piedra de toque de su enseñanza, que no cambiará a lo largo de todas sus variaciones. A partir de 1953, establezco varios períodos en la enseñanza de Lacan, en la forma siguiente: entre 1953 y 1963, su enseñanza reviste la forma de un seminario de textos freudianos. Cada año está dedicado a un concepto, a una o dos obras de Freud, y la validez de las estructuras de lenguaje es verificada en toda la extensión del campo legado por la experiencia de medio siglo de psicoanálisis. En esta época, es la categoría de lo simbólico la que es presentada como la dimensión esencial de la experiencia. Al mismo tiempo, Lacan introduce lo que podemos llamar su álgebra, y la introduce bajo la forma de lo que él mismo llama un Órganon, 12 según una propedéutica que no asciende ningún piso antes de haber medido lo bien fundado del piso precedente. En los diez años siguientes, de 1964 a 1974, aprovechando la segunda escisión del movimiento psicoanalítico francés y el desplazamiento de su enseñanza a la École normale supérieure por invitación de Luis Althusser, no comenta ya directamente los textos de Freud. Por el contrario, son sus propios términos los que ritman su enseñanza: el g -el
Su enseñanza
"'.'ºYa tratar de darles ahora, rápidamente, algunos puntos de referencia en la obra de Lacan, acerca de su itinerario de treinta años. Voy a poner en el pizarrón una sucesión de letras que encontramos al ~na! de uno de los escritos de Lacan: T.t.y.e.m.u.p.t.8 Durante mucho tiempo r:ne pregunté qué quería decir es,ta sucesión de letras, y solo lo s~p~ mterrogando al doctor Lacan. El me dijo que quería decir lo_sigmente: empezaste un poco tarde. Eso es lo que él se decía a sí mismo en la fecha de ese escrito, y está al final del mismo. De hecho a su criterio, Lacan comenzó un poco tarde. Lacan fecha el comienz~ de su enseñanza propia, efectivamente, recién en 1953, y rechaza lo que precede en sus antecedentes. El comienzo de su enseñanza a su jui_cio,e,s_s~,~~xto"Función y campo de la palabra y del lengu;je en psic,oanah:is . Antes de esto, Lacan era un médico y psiquiatra que habia escnto numerosos artículos sobre puntos muy sutiles de clínica psiquiátrica, y sus trabajos fueron coronados con su tesis sobre la 10 psi~osis paranoica, que es de 1932 -y que es, quizás, la última gran tesis la escuela clínica francesa, que tuvo una importancia enorme en el siglo XIX y que ahora se estrechó un poco-. Veo ahora a muchos estudiantes de psiquiatría venir a Vincennes, a la Sección Clínica que t~nemos, y compru:bo que ya no se hacen tesis clínicas de psiquiatría, smo finalmente tesis parasociológicas.
d:
8. [N. de E.] Lacan, J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud", Escritos1, ob. cit., pp. 508-509: "Tu t'y es mis un peu tt/rd (fe has puesto a la obra un poco tarde)". 9. Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", ibíd. . 1O.Lacan, J..De la psicosisparanoicaen sus relacionescon la personalidad,Buenos Aires, S,glo XXI Editores, 1976.
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11. [N. de E.] Enfermería Especial de la Prefectura de Policía de París. 12. [N. de E.] Lacan,J., Seminario 14, "La lógica del fantasma", clase del 12 de abril de 1967, inédito: "La díada y sus suspensos siempre fue una cuestión d~ la lógica. No volveré a trazar la historia de la lógica, me basta con evocar la aurora del Organon aristotélico, es otra cosa que un simple formalismo, si saben fondearlo".
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sujeto barrado-, e_lobjeto llamado a minúscula y el A-Otro con mayúscula-. Son sus tesis las que ocupan el centro de su elaboración. ~espués de _1974,estamos en el tercer período que distingo en su ensen~nza propiamente dicha. Lacan toma como objeto los fundamentos mismos de su discurso y especialmente la tripartición de lo real lo ~imbólico y lo imag!nario. Dio una especie de metateoría en un len~a¡e de una gra~ ~~nc1llezy, al mismo tiempo, con términos que muchas veces son apor~tic~s; es en estos términos como Lacan, gustosamente, evoca s~ experiencia. En este último período, en curso, lo real se ha convertido en la categoría esencial. E~toy enc~rgado ~e redactar sus seminarios actuales y publicarlos en la :ev1sta Ormcar?,mientras que el conjunto de sus seminarios, desde el primero que fue grabado, está en curso de publicación -yo los redactoy por lo tanto c~noce~os hasta ahora solamente una pequeña parte de su obra. ~ªY_1;1ªsd~ vemte tomos en preparación, y pienso que cuando esta pubhcac10n este más avanzada se podrá medir que Lacan cubrió los campos ~rincipales del pensamiento que toca hoy día a la psúché.13 C~n_sid~ro,~n~onces, que el discurso de Lacan se desarrolló según una log1ca irresistible que estaba inscrita de algún modo en sus inicios Yque en cierta forma su estructura fundamental fue traducida en histo~ ri~; tene:11ospor un la?o la estructura real, simbólica e imaginaria y, al mismo tiempo, en su discurso, cada uno de estos términos fue sucesivamente ocupando el primer lugar.
El registro imaginario Ahora ~e~ voy~ decir algo sobre esta teoría de lo imaginario. "Entré al ps1coanahs1s-dice Lacan- con una escobilla que se llamaba el esta4 di~ del e~pejo... "' El estadio del espejo fue, en efecto, el objeto de su prn1:era intervención de psicoanálisis, en el Congreso Internacional de 15 Manenbad, en 1936. Sin embargo, su tema no corresponde exactamente a~?sicoanálisis, sino a la observación del comportamiento, y su descnpc10n depende de la psicología animal tanto como de la fisiología
13. [N. de E.] En griego "aire", "aliento viral", "soplo de la vida", "alma". 14. Véase Lacan,J., Seminario 15, "El acto psicoanalítico", clase del 10 de enero de 1968,inédito. 15. Lacan,J., "El estadio del espejo como formador de la función del yo [je]tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica", EscritosJ, ob. cit.
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humana. ¿Qué es el estadio del espejo? E:l_hechose resume en el interés lúdico gueelniífo, entré"Tosseis y los .dieciocho meses, tesrimohíáJ()~ sui~;ge-;.-;;~pecula~; ·;asgo mediante. cual el niño se distingue, ci~rtamente, del aniinaL Refonoce su imagen, se interesa en ella, de algun modo la ha~·e·re~p~iídér, y este es un hecho que podemos admitir, es un observable. Lacan, a lo largo de toda su enseñanza, acordó la mayor írnportancia a este estadio, salvo que al final terminó considerando que lo esenéial en él no era ni la idea de estadio, ni la observación. Quiso éxplicar-·-este·iñi:erés siiigüla( de!l niño. Recurrió a Bolk1 según la cual el lactante humano es de hecho -desde el origen, en su nadmiento- un pr~ipaturo, que está fisiológicamente inacabad()'.'~Xºr elfo-esta "eri-uña situación constitutiva de desamparo; fa:peiiÍ?.ellt~ ~ª. ilis-éo-~J;~~iaintraorgánica. Por lo tanto, según Lácari, ..si. él ll~~.°.J().~~ cuancloie~~~noce-e~ su especular, es porque la comp~etitud de la forma se anticipa respecto a su propio logro: la imagen es indudable'... mente la suya, pero al mismo tiempo es la de otro, puesto que éJ_está en déficit respecto a ella. Debido a este intervalo la imagen, de hecho, ló captura y se identifica con ella. Esto llevó a Lacan a la idea de que la alienación imaginaria, es decir,el hecho de identificarse con la irna_·gen de un otro, es constitutiva del yo [moi] en el hombre, y de_que desarrollo del ser humano está escandido por identificaciones ideales. Es un desarrollo en el que lo imaginario está inscrito, no es un puro i sÍmple desarrollo fisiológico. Hay que constatar que la psicología animal nos da numerosos testimonios de la acción real de la imagen: la maduración de ci~rtas especies exige la relación especular con un ofré) de la misma-éspecie. Al respecto, Lacan destacó muchos rasgos de ~~-
el
la-teorfa'de
forma
d
16. [N. de E.] Lacan,J., "Acerca de la causalidad psíquica", ibíd., p. 176: "Con lo que he denominado prematuracióndel nacimientoen el hombre, o sea, [... ] la incompletud y el "'atraso"' del desarrollo del neuroeje durante los primeros seis meses, fenómenos bien conocidos por los anatomistas y, por lo demás, patentes, desde que el hombre es hombre, en la incoordinación motriz y equilibratoria del lactante, y que probablemente no carece de vinculación con el proceso de fetalización,en el que Bolk ve el resorte del desarrollo superior de las vesículas encefálicas en el hombre. En función de ese atraso de desarrollo adquiere la maduración precoz de la percepción visual su valor de anticipación funcional, de lo cual resulta, por una parte, la mar<:ada prevalencia de la estructura visual en el reconocimiento, ta_nprecoz, _como _hemo~visto, de la forma humana, mientras que, por la otra, las probab1hdades de mdennficac10n con esta forma [... ] va a constituir en el hombre ese nudo imaginario, absolutamente esencial, al que [... ] ha no obstante admirablemente designado el psicoanálisis con el nombre de
narcisismo".
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P:i~ología animal. Podría desarrollarlos, pero me disculparán que pase rapidamente, pues aún estamos en los comienzos. A partir de este principio, Lacan pensó en dar cuenta de lo que se constata, me atrevería a decir, en la experiencia cotidiana, sin necesidad del psicoanálisis: la agresividad ambivalente del hombre con respecto a su se°?ejante -que es ~iempre aquel que lo suplanta, siempre aqu~I que esta en su lugar-, Justamente porque es su semejante, es dec1r, porque es otro siendo a la vez él mismo sobre el modelo de esta ' imagen primera. 17 Esta teoría explica también la relación fundamentalmente paranoica del hombre con su objeto. ¿Qué quiere decir que la relación del hombre con ~u objeto es paranoica? Quiere decir que el objeto le interesa en la me~1da en que el otro está dispuesto a quitárselo. Este es, por otro lado, e'. mvel de conocimiento donde se ubican los especialistas de la publicidad: para cr~ar la demanda hay que dar a entender que el producto es escaso, es decJr, que los otros se lo van a arrebatar. Esto da cuenta -me disculpan por dar traducciones tan groseras, pero, después d~ todo, es de este orden- del carácter histérico del deseo humano, que es siempre fundamentalmente deseo del otro. Pero dejemos esta teoría, que es una teoría rudimentaria y que Lacan rechazó como anterior en sus antecedentes. De entrada, este abordaje de 1~cuestión_del yo [moi] comprometía a Lacan en una vía opuesta a la via anglosaJona del psicoanálisis. En la misma época en que Lacan entraba al psicoanálisis a partir del estadio del espejo, tienen ustedes, en Nueva York y en Chicago, a Hartmann, Kris y Lowenstein, quienes construían una teoría muy distinta. Ellos quisieron reinterpretar a Freud a partir de la segunda tópica freudiana y, hay que reconocerlo, es:ª conc~pción d~I ?sicoanálisis es la que ha triunfado hasta hoy en los pa1ses de mfluencia mglesa y norteamericana. Ustedes conocen la segunda tópica freudiana. Ella consiste en distinguir las instancias yo, superyó y ello. Es una teoría tardía de Freud q~ien la expuso a partir de la década de 1920. Estos psicoanalistas ong:n eur_opeo,traspl~ntados a los Estados Unidos- consideraron que P?d_ian_ umficar la teona de Freud a partir de esta concepción, de esta d1stmc1ónde tres instancias, y que podían hacer del yo [m01]la instancia central d~ ,la personalidad, dotada de una función de síntesis. Supusieron tamb1en que el yo era una especie de punto de Arquímedes para el
-d:
17. Lacan,J., "La agresividad en psicoanálisis", ibíd.
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psicoanalista, y que el psicoanalista tenía que reforzar el yo para tratar de llevar al paciente al nivel de la realidad.
Relación mortífera Ahora bien, abordar la cuestión del yo a partir del estadio del espejo lleva a algo muy distinto. El yo, en esta concepción, no es unificador, tampoco es unificado; es exactamente un desorden de identificaciones imaginarias, y en el curso de la cura analítica, en esta concepción, estas identificaciones imaginarias son las que reaparecen sucesivamente. Esto permitió a Lacan, en aquella época, decir que una cura psicoanalí~ca era una forma de paranoia dirigida. 18 Si quieren, el yo, en el senado de Lacan -pero ya lo encontramos en Freud-, es originalmente una trampa, y de hecho está constitutivamente desintegrado. Pensab_a, al respecto, en lo que Leo Spitzer dice del "Buscón"de Quevedo; Sp1tzer critica el estilo de Quevedo en sus retratos diciendo que finalmente sus personajes no tienen alma, sus personajes están compu~stos de ra~gos heteróclitos; pues bien, diría que precisamente este esnlo quevediano corresponde perfectamente a esta concepción lacaniana del yo. _El~o es un desorden. En todo caso, así es como aparece en la expenencia analítica; de este campo es, entonces, del que siempre hablamos. En otros campos es posible, efectivamente, darle otros valores; pero lo propiamente freudiano -y por ello el psicoanálisis no es una psicología- es . esta concepción no unificada, no unificante del yo. Entonces, la primera teoría de Lacan -que les acabo de resumir brevemente- tiene su coherencia. Pero, sin embargo, tropieza con la siguiente dificultad: fundamentalmente -la relación imaginaria entre el yo y el otro es una relación mortífera, una relación que func~on_aen términos de: o yo o el otro. Es uno de los fundamentos del pesimismo freudiano. No pienso que los hombres se organicen armoniosamente de manera espontánea. Por otro lado, todo está allí para mostrarlo. Incluso, no se puede hablar de pesimismo; hay que hablar de realismo. Esta relación imaginaria mortífera no tiene, en esta teoría de Lacan,
18. [N. de E. J Ibíd., pp. 101-102: "Ese 'yo' [ie] antepuesto al verbo que, confesando su facticidad a la crítica existencial, opone su irreductible inercia de pretensiones y de desconocimiento a la problemática concreta de la realización del sujeto. . Lejos de atacarlo a fondo, la mayéutica analítica adopta un rodeo que eqmvale en definitiva a inducir en el sujeto una paranoia dirigida".
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otra salida que la de un desenlace identificatorio, es decir, alienante. Ahora bien, no todas las identificaciones son equivalentes. En Freud mismo hay algunas identificaciones que son normativas. Lacan utiliza en esa época el término de imago, que resume toda esta dificultad. 19 Por un lado, es una imagen sensible, aquello que la etología testimonia que puede tener efectos reales; y por otro lado, es un conjunto de rasgos organizados 1 incluso tipificados. Respecto a este punto, la ambigüedad se deshace. La enseñanza de Lacan empieza con la disyunción entre lo simbólico y lo imaginario. Puede decirse, verdaderamente, que la enseñanza de Lacan comienza cuando distingue en forma radical lo que pertenece al dominio imaginario y lo que pertenece al dominio simbólico, al cual ya llegaremos. Al mismo tiempo, distingue el yo en su dimensión imaginaria y el sujeto como término simbólico, y este es uno de los primeros términos que introduce, si se quiere, en Freud y que es, se puede decir, uno de los primeros términos de su álgebra.
Lo simbólico En Lacan, lo simbólico es una noción muy elaborada. Diría incluso que es algo muy heterogéneo. En este concepto están presentes tanto la dialéctica como la cibernética, y esta dimensión, en algunos aspectos, no deja de tener relación con lo que Popper llama "el tercer mundo". Una vez que se ha distanciado el símbolo de la imagen -cuando no se confunde a ambos como lo haceJung-, lo simbólico tiene, si se quiere, dos vertientes: la vertiente de la palabra y la vertiente del lenguaje. Tomemos la primera vertiente, la vertiente de la palabra. Mientras que la relación imaginaria, tal como la esbozamos, es fundamentalmente una dimensión de guerra, de rivalidad mortal, Lacan encuentra en
19. [N. de E.] El término es utilizado inicialmente por Lacan en "Los complejos familiares en la formación del individuo" (Otrosescritos,ob. cit.). Posteriormente, lo utiliza en el seminario "El Hombre de los Lobos". En el contexto de lo que Miller ha situado como la primera enseñanza -a partir de 1953-, aparece en el seminario Los escritostécnicos deFreud.Figura por última vez en el seminario "La identificación", de 1961. A propósito de este término, Miller señala, en "Lectura crítica de 'Los complejos familiares' de Jacques Lacan" (Freudiana47, 2006, pp. 7-30), que en el momento en el que Lacan escribe ese texto -momento al que llama "preestructuralista"- "lo que falta a este preestructuralismo es el concepto de significante. Al lugar del concepto de significante viene algo que no está allí más que aproximado y que no permite hacer la diferencia con el objeto: el concepto de imago,tratado de manera original por Lacan, le va a permitir nombrar de manera indiferenciada al objeto y al significante".
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la función de la palabra una función pacificadora. La palabra opera también identificaciones, pero ellas son, si se quiere, identificaciones salvadoras que permiten superar la rivalidad imaginaria. Al respecto, habla a menudo, sobre todo al principio de su enseñanza, de la palabra como función de mediación entre los sujetos. En esta vertiente, ¿qué podemos decir del síntoma? Podemos decir del síntoma que se debe a un defecto de simbolización, que constituye un centro de opacidad en el sujeto porque no fue verbalizado, porque no pasó a la palabra, y que él se deshace en cuanto pasa a la palabra. Si quieren, la cura analítica aparece ante todo, en esta dirección, como una cura de simbolización; y es necesario decir que mucha gente se detuvo en esta concepción de Lacan. Lo que es asombroso en su teoría, si me permiten la expresión, es que existen montones de pisos, cada uno de los cuales tiene un tipo de consistencia, y que es posible distinguir a los lacanianos, en Francia especialmente, por su año, así como se distinguen las cosechas de los vinos. De igual manera, hay cierto número de personas que dejaron a Lacan en diferentes momentos, hasta tal punto que en Francia, en todas las escuelas psicoanalíticas, hay antiguos discípulos de Lacan a quienes se reconoce, se reconoce el momento en que lo abandonaron por el nivel teórico de la teoría de Lacan en el que permanecieron. Porque debe decirse que en Francia no se propuso ninguna otra teoría que se sostenga. En esta vertiente, entonces, la cura es un proceso fundamentalmente intersubjetiva en el curso del cual el sujeto es llevado a reestablecer la continuidad de su historia que el síntoma interrumpe. Es lo que Lacan expresaba diciendo que el inconsciente era un capítulo censurado de la historia del sujeto. 20 La cura opera porque permite dar significación retroactiva a lo que permaneció opaco para el sujeto en su experiencia. Es lo que la idea de traumatismo intenta traducir. Cuando se hablaba de traumatismo con relación al psicoanálisis, cuando Freud imaginaba que había un traumatismo real en el origen de una neurosis -que era porque efectivamente tal niña había sido seducida y corrompida por un adulto por lo que luego se transformaba en histérica ... , teoría que Freud abandonó-, lo que intentaba aprehender era precisamente esta idea de una experiencia inasimilable al sujeto que engendra el sín-
20. [N. de E.] Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Escritos1, ob. cit., p. 249: "El inconsciente es ese capítulo de mi historia que está marcado por un blanco u ocupado por un embuste: es el capítulo censurado".
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JACQUES-ALAIN MILLER CINCO CONFERENCIAS CARAQUEÑAS SOBRE LACAN (1979) toma y que la cura, por simbolización, debe permitir deshacer. Esta es una de las vertientes de lo simbólico. La vertiente de la palabra. La estructura del lenguaje La otra verti~·iite concierne a lo que se puede llamar orden simbólico como conjunto diacrítico de elementos discretos, separados. Diacrítico es un concepto que viene de Saussure, de la lingüística estructural, y.-quiere decir que)os elementos toman su valor unos con respecto a lqs ~tras. Estos elementos separados están, en cuanto tales, privados de senado, y forman en .su conjugación una estructura articulada, combinatoria y autónoma. -~9f~ razonamiento muy sencillo, ustedes comprenden que esta estruotura río tiene origen; que, si existe, no se puede hacer \5u~g.énesis;está siempre "ya allí", puesto que los elementos solo valen unos con relación a los otros. Entonces, hay que decir que la lingüística estrucniral solo comenzó en el momento en que dejaron de plantearse las preguntas acerca del origen, y por ello el sentido de la enseñanza de Lacan es completamente opuesto a toda idea de psicogénesis; este es un punto al que habría que volver, puesto que muchas veces se consideró que la enseñanza esencial de F reud era la teoría de las etapas. La can vuelve a leer la teoría de las etapas, y pienso que demuestra en forma convincente que lo esencial no es la concepción histórica de desarrollo psicológico. Si quieren que ilustre rápidamente este carácter de "ya allí" de la estru~:°~~' piensen ~ue, contrariamente a lo que uno imagina, no hay adqms1c1onprogresiva del lenguaje. Me explico: ustedes pueden escuchar a los niños pequeños proponer formas sumamente elaboradas ya desde el punto de vista sintáctico; después, cuando se decide enseñarles a hablar, cuando se les muestra un objeto y una palabra, se les dice: mira esto, se llama así; pero se pued~ comprobar -si hay aquí psicólogos del , desarrollo quizás querrán admitirlo- qlie formas muy elaboradas desde el punto de vista sintáctico están presentes de entrada en el niño muy pequeño, y que de todos modos el niño está de enrrada en un baño de lenguaje. No hay que permitir que la idea de aprendizaje noS' ciegue frente al hecho de que el lenguaje, la estructura del lenguaje, preexiste a la entrada del sujeto en esta estructura; sea cual sea el aprendizaje, él no modifica esta estructura, él debe someterse a ella. En esta vertiente, ven ustedes q~e se trata de una estructura hecha de sinsentido, y que estas dos vertientes de lo simbólico plantean un problema particular, ya que la primera vertiente es ante todo significación y la segunda está
ante todo del lado del sinsentido. Se puede decir que el acento de Laca? pasó, indudablemente, de la p~imera vertiente a l~ segunda. Po~ la primera vertiente estaba cerca aun de los fenomenologos -por eJemplo, era amigo de Merleau-Ponty, quien hizo mucho para que se lo ~onozca en Francia-y muchas personas aún hoy ven en Lacan a_algu1en que desciende de Husserl, incluso a un heideggeriano; pero evidentemente esta es una idea totalmente errada. Lacan elaboró, si se quiere, la dimensión común a estos dos asp~cto~ de lo simbólico. Distinguiré aquí tres puntos. En primer lugar, re~tI~co el paralelismo que Saussure postulaba enr_reel signifi_ca~tey el s1gn1~cado, insistió sobre el hecho de que el primero -el s1gn1fica~t:-:-actúa sobre el segundo -el significado-, contrariamente a la pos1c_10n_ que quería que el significante sirviera solamente para expresar _el~1gmficado. La tesis de Lacan es que el significante actúa sobre el ~1~1ficado e, incluso en un sentido radical, que el significante crea el stgmficado. Y respect~ a este punto, es a partir del sinsentido del significante como se . . engendra la significación. En segundo lugar, introdujo el concepto de cadena ~1gn1ficantepara dar cuenta de la sobredeterminación en la cual ve, al t~!l que Freud, la condición de toda formación del inconsciente. Porque -y esto hay que explicarlo adecuadamente- _esun c~ncepto, como el del a~to~~: cismo de repetición, que Freud mtroduJo. Ese concepto t~n e~1~at1 co de pulsión de muerte, que es una, par~d~ja en su P:~p10s te~nos; una paradoja in a4jecto.¿Cómo podna extsttr una pulston que, le¡os de ser vital, sería una pulsión de muerte? Lo que Lacan ~arca es que el automatismo de repetición, en el sentido de Freud, veh1cula una huella imborrable, y que el inconsciente está constituido por esta_huella,_dela cual el sujeto no logra desembarazarse. Se imagina que el mcons~1ente tendría algo que ver con la memoria, sin duda, pero una memoria que nada tiene de psicológica. La memoria, tal como puede ser testeada en psicología, no es una memoria i~borrable; ~ado el caso es, _por_el contrario una memoria que le permtte a un suJeto, en la experiencia, corregir ;l comportamiento, adaptarlo. Ahora bien, lo que comprueba Freud es que hay algo en el sujeto humano que es fundamentalmente inadaptable. Volveré a este punto. Pero_precisamente por este ras~o el psicoanálisis tiene algo que ver con la libertad; porque cuand~ se imagina que el ser humano es completamen~e adapta~le, s~lo se nene una idea: controlar totalitariamente su ambiente; se tmagma _poder moldearlo. Pero no creo -lo he creído, pero ya no creo- que mnguna d~ctrina que prometa un hombre nuevo sea auténticamente una doctrma
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de liberación. Ciertamente, Freud lleva a no confiar en nadie que piense en la adaptación controlada del ser humano. Y al respecto, me atrevería a decir que est~ apunta al esencial totalitarismo que comporta -quizás sea una parado¡a para muchos de ustedes- todo empirismo. Esto es lo que permite comprender a la vez el valor revolucionario y subversivo del psicoanálisis, y también que él no piensa que la esperanza esté forzosamente del lado de la verdad. Esta es una pequeña digresión.
El gran Otro En tercer lugar, Lacan hace funcionar a lo simbólico, la estrucmra íntegra, como un término. Muestra cómo la relación entre la estrucmra Y el suje~o se di~tingue de la relación imaginaria entre el yo y el otro. Por eso mtrodu¡o esta escrimra del gran Otro, del Otro con mayúscula (A), que se distingue del otro con minúscula -que es recíproco, simétrico del yo imaginario-. Este concepto del Otro es ciertamente difícil de exponer rápidamente; es, sin embargo, lo que intento hacer. Es difícil de exp~ne~ rápidamente, pues no se dice en un solo sentido. En primer lugar, s1qmeren, el Otro es el gran Otro (A) del lenguaje, que está siempre "ya allí". Es el Otro del discurso universal, de todo lo que ha sido dicho en la medida en que es pensable. Diría que es también el Otro de la biblioteca de Borges, de la biblioteca total. Es también el Otro de la verd~1, ese Otro que es un tercero respecto a todo diálogo, porque en el dialogo entre el uno y el otro siempre está lo que funciona como referencia tanto del acuerdo como del desacuerdo; el Otro del pacto como el Otro de la controversia. Todo el mundo sabe que hay que estar de a~uerdo para poder tener una controversia, y esto es lo que hace que los diálogos sean tan difíciles. Hay que estar de acuerdo en algunos puntos fundamentales para poder escucharse. Al respecto, es ese Otro de la buena fe supuesto a partir del momento en que se escucha a alguien, supuesto también a partir del momento en que se habla a alguien. Es el Otro de la palabra, que es el alocutor fundamental, la dirección del discurso más allá de aquel a quien se dirige. ¿A quién hablo ahora? Hablo a los que están aquí y le hablo también a la coherencia que intento mantener. También la dificultad de hablar aquí se debe precisamente a que, al no conocer el contexto, no sé cómo entienden lo que digo. La teoría de la comunicación olvida algo: que es en el lugar del código, en el sitio donde está el código, donde se elabora fundamentalmente el mensaje. Esto llevó a Lacan a adoptar la fórmula paradójica -pero reflexionando un poco ustedes captarán su verdad- de que en la comunicación huma118
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na el emisor recibedel receptorsu mensajeen forma invertida.21 Y así es co~o el Otro de Lacan es también el Otro cuyo inconsciente es el discurso, el Otro que en el seno de mí mismo me agita. Y con ello, es también el Otro del deseo, del deseo como inconsciente, ese deseo opaco al sujeto y acerca del cual este pide, en ciertos casos,_que le informen, acudiendo a la cura psicoanalítica. Pero nadie puede mformarle acerca de su deseo sino él mismo, por medio del circuito de esta comunicación que, pueden ustedes ver, no es la comunicación lineal que se les representa en la teoría de la comunicación. Diría que solamente hice aquí una pequeña sinopsis de ese Otro, que interviene en la teoría de Lacan en niveles muy ~iversos; pero_todos estos niveles se distinguen por el hecho de que conciernen a una dimensión de exterioridad con relación al sujeto. Lo que Lacan llama Otro es una dimensión de exterioridad que tiene una función determinante para el sujeto. En este sentido es, si se quiere, el nombre genérico de lo que Freud llamó, retomando una expresión de Fechner, la "otra escena", esta otra escena donde se sitúa toda la maquinaria del inconsciente. 22 Ven ustedes, entonces, que leer a Lacan supone, evidentemente, que cuando se ve la palabra "Otro", se tenga una idea de la diversidad de significaciones ligadas a este significante, que aquí no puedo sino intentar hacerles entrever. Esta construcción implica que el inconsciente no resiste, contrariamente a lo que se colocó en un primer plano de la teoría freudiana -especialmente por parte de los anglosajones-, como s_ifuera _lofundamental en la teoría freudiana. El inconsciente no resiste; el mconsciente repite; el inconsciente gira como un ~ensaje en la _cinta de un~ grabadora; no deja de girar y dice, además, siempre la misma_~os_a.S1 hay resistencias, ellas estarán ubicadas en el nivel de la relac10n _imaginaria entre el yo y el otro. Lo imaginario exi~te, ha~ formac10nes imaginarias, y ellas incluso han fascinado a los ps1coanahstas .-las relaciones de la imagen del cuerpo, etc.-. Pero lo que Lacan exphc~ es q~e estas formaciones imaginarias se manifiestan ante todo por su mercia, en la medida en que difuminan relaciones del sujeto con el gran Otro que es el único fundamentalmente determinante para el sujeto. A par-
21. Véase Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", . . . . ibíd., p. 287. 22. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 5, Lasformacionesdel mcommmte,ob. cit., PP· 110-111.
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Me doy cuenta de que aún no he llegado a la mitad de la conferencia qu~ había pr~parado y que estoy ya a punto de sobrepasar el tiempo esopulado. Sm embargo, es necesario que plantee con ustedes la pregunta: ¿es Lacan estructuralista? Es un primer sentido, Lacan es estructuralista, y su noción de estructura le viene de RomanJakobson por intermedio de Claude Lévi-
Strauss, y también directamente de su trabajo conJakobson, que, efectivamente, puede ser colocado a la vez entre sus maestros y sus amigos. En un segundo sentido, Lacan es estructuralista, pero es un estructuralista radical, porque aquello de lo que se ocupa es de la conjunción entre la estructura y el sujeto, mientras que para los estructuralistas la cuestión misma del sujeto no existe, queda reducida, es un cero. Lacan intentó, por el contrario, precisar cuál es el estatuto del sujeto que es compatible con la idea de estructura . En un tercer sentido, Lacan no es para nada estructuralista. Cuando se habla de psicoanálisis hay que admitir que se pueden dar varias respuestas, y contradictorias; es el principio mismo del inconsciente, tal como lo señalaba Freud. En un cuarto sentido, Lacan no es para nada un estructuralista, porque la estructura de los estructuralistas es una estructura coherente y completa -el principio mismo de la estructura diacrítica es que ella es completa-, mientras que la estructura lacaniana es fundamentalmente antinómica y descompletada. Diría que el primero de los tres aspectos es bien conocido y que los otros tres son mucho menos conocidos, evidentemente. El sujeto de Lacan no es un dato de partida; el único dato de par~~ e(gr.'.111 ..Otr.(), De allí la pi:egunta: ¿cómo puede constittiirse" el sujeto en el lugar del Ótroqui lo preexiste? Es una pregunta que recibió, en la enseñanza de tacan, respuestas cada vez más precisas, a medida que su concepción de la estructura se logificó, se hizo más cercana a la lógica en el sentido formal del término. La estructura de Lacan no es una potencia invisible que actúa imperceptiblemente. Ustedes saben cómo hablaba Adam Smith: él hablaba, en los albores del capitalismo, de la mano escondida que pone en su lugar las actividades humanas y las hace compatibles y armoniosas. No es a nosotros, evidentemente, a quienes nos pueden venir a contar esto ... Pero la estructura de Lacan no es en modo alguno una mano oculta. La estructura de Lacan es una estructura que captura a un visitante particular, al viviente que habla. En el fondo, esto traza una diferencia con toda forma de psicología, tanto humana como animal: que el rasgo fundamental que es valorizado por la experiencia analítica es que el hombre es un viviente, pero que habla; que esto tiene consecuencias hasta en su cuerpo; que la estructura esclaviza al sujeto, que lo fragmenta en efectos de significante. ¿Qué quieren ustedes comprender de la histeria, si no admiten esta fragmentación significante del cuerpo mismo? No hay que ver al lenguaje simplemente como un medio de expresión. En primer lugar, es
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tir de este momento, la operación analítica juega esencialmente en lo simbólico. La posición analítica . El ~-~-ºa~ali5-tª,--¿~1:1á,l e.~-s~_ fu3c_ió11}¿A qué debe ha~~1:l9p~~narndo Su funció~_t=s_1esaparecer en cuanto yo [moi],no p~i.-ini-.:'~1!_f~r1_11:ación? . tu que la relación imas-inaria domine la situación. En este sentido, su posición misma en el dispositivo analítico manifiesta esta sustracción ? 1~relación imaginaria. En la experiencia analítica debe, al contráríci; __est_aren el lugar del gran Otro, y sCi11terpreta,debe interpretar dese!~ esta posición excéntrica. Solo. desde este lugar tiene la posibilidad d~ _deshacer el síntoma. Debo de inmediato agregar que esta es una pri-·-mera teoría de Lacan acerca de la posición analítica. Hay tres o cuatro sucesivas y que tratan -cada vez- de delimitar en forma más precisa la operación analítica. Pero esta es valiosa; está en la base de numerosos esquemas de Lacan que consisten en oponer el eje de la relación imaginaria y el eje de la relación simbólica. Dibujaré, simplemente, una cruz: por un lado tienen el eje de la relación imaginaria entre los términos recíprocos a (yo) y a' (otro con minúscula), y en el otro eje, cruzado, están el Sujeto y el gran Otro. Como pueden ver, no les mentía cuando les decía que los esquemas de Lacan son sencillos.
®'
yo
otro
a
Lacan estructuralista
P~i __
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algo material, que exige instrumentos, como por ejemplo este micrófono -p~r cierto muy pesado-, que exige bandas magnetofónicas, que es matenal, pero que, más allá, moviliza los afectos más profundos del cuerpo. El significante, la estructura significante, tiene un efecto de des~:alización sobre el cuerpo; ella lo mortifica. Esto explica que la puls10n de -~reud es~éabsolutamente fuera del dominio de toda psicología. La puls1on freudiana no es de ningún modo un empuje del instinto. Si no me creen, fean el texto sobre "Pulsiones y destinos de pulsión", 23 que está en la Metapsicología de Freud. Verán que lo que se llama pulsión obedece a una gramática. Es a partir de esta captura del viviente por la estructura como se explica también esa pérdida constitutiva del objeto a la que Freud se aproximó en su teoría de los estadios. Y lo fundamental en la ~eoría de _losestadios es que cada uno está organizado a partir de un ob¡eto perdido: ya sea el seno, que es abordado a partir del destete; ya sean las heces, que son abordadas a partir de la relación anal, de la captura esta dimensión por la educación -pues sin ella el niño nunca se separaría de las heces, solo anhela jugar con ellas, como todo el mundo sabe-; ya sea la castración y el estadio genital, que está lejos de aparecer en Freud como una plenitud y es, por el contrario, también abordado a partir del falo como perdido, corno faltante. Y esto constituye el núcleo de la teoría del Edipo: que el falo, allí, también está fundamentalmente perdido. No se trata, entonces, claro, del órgano real, y la cuestión es saber que se trata allí de falo en su dimensión simbólica o imaginaria.
El deseo inconsciente Digamos, en forma general -porque de todos modos debo interrumpir-, que las necesidades del hombre están completamente transformadas en él por el hecho de que habla, por el hecho de que dirige demandas al Otro, y se le puede colocar a ese otro una O mayúscula, ese Otro que Lacan llama el Otro omnipotente de la demanda. En forma general, en el hombre el significante sustituye a la necesidad, ya que la demanda al Otro tiende, por su propio movimiento, a convertirse en la demanda pura de la respuesta del Otro. Es allí donde se coloca el amor. El amor está más allá de lo que sería la satisfacción de la necesidad. Se puede satisfacer perfectamente la necesidad de comer, se puede satisfacer el hambre; se puede satisfacer tanto esa necesidad, que hay anoréxi-
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cos. Quiero decir que no es en el nivel de la pura y simple necesidad de comer donde se sitúa la demanda de ser alimentado; que lo más importante que hay para dar es lo que no se tiene como una propiedad, como un bien; y esa es, por cierto, la definición lacaniana del amor: dar lo que no se tiene. 24 Esta respuesta del Otro, la pura respuesta del Otro, es más importante que la satisfacción de la necesidad, y es allí precisamente donde Lacan encuentra el principio de la identificación simbólica: es a partir del significante de la respuesta del gran Otro como se opera la primera identificación del sujeto. A esto se agrega que el intervalo entre la necesidad y el amor explica lo que Freud descubrió en el sueño con el nombre de Wunsch -anhelo-, y que es el deseo. Terminaré aquí, diciendo que el deseo freudiano no es una función vital. El deseo, en el sentido de Freud, el deseo inconsciente, es un deseo siempre particular para cada uno, excéntrico, que no camina en el sentido de la supervivencia y la adaptación. Es un deseo que, por el contrario, daña. Es, al mismo tiempo, revelado en la asociación libre, un deseo indestructible -Freud lo llama así: indestructible-; 25 no es un deseo que se pueda olvidar. Y este deseo es esencialmente insatisfecho. No es una función que pueda satisfacerse. No hay satisfacción para el deseo, y por eso Lacan llamó a uno de sus seminarios Aun. El deseo está capturado en el deslizamiento de la cadena significante; tanto que Lacan lo identifica con este deslizamiento; él habla de la metonimia del deseo. Este es un tema de Lacan que se volvió popular, por lo menos en Francia: que el analista es quien no responde a la demanda, y así intenta situarse en el nivel del deseo e interpretar en el nivel del deseo. El deseo no es educable, no es susceptible de una pedagogía, tampoco de una sexología, que se sitúa en otro nivel, en un nivel puramente instrumental. El deseo es solamente susceptible de una ética, ética que Lacan formuló en la década de 1950 en la forma siguiente: "No ceder en cuanto a su deseo". 26 Y el síntoma es eso mismo: ceder en cuanto a su deseo. Eso no quiere decir que el deseo pueda ser liberado. Claro,
23. Freud, S., "Pulsiones y destinos de pulsión", Obrascompletas, vol. XIv, ob. cit.
24. Véase Lacan,J., El seminario,Libro 5, Lasformacionesdelinconsciente, ob. cit., p. 216. vol. V.ob. 25. [N. de E.] Freud, S., "La interpretación de los sueños", Obrascompletas, cit.: "En la medida en que el sueño nos presenta un deseo como cumplido, nos traslada indudablemente al futuro; pero este futuro que al soñante le parece presente es creado a imagen y semejanza de aquel pasado por el deseo indestructible". Buenos Aires, 26. [N. de E.] Lacan, J.,FJseminario,Libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, 1988, p. 379: "Propongo que de la única cosa de la que se puede ser culpable, al menos en la perspectiva analítica, es de haber cedido en su deseo".
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no faltaron las interpretaciones de Lacan . en cierta fonna la mayor art d 1 . en este senado, puesto que en este campo desde hac/di e : os d1sc:1rsosproducidos en Francia No es posible lib l d ez anos constituyeron variantes de Lacan. metido a 1apleni~~arE~ d eseo, p~rque deseo freudiano no está pro-
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2. EL PIROPO: PSICOANÁLISIS Y LENGUAJE
de carencia, y lejos de sere::~:;:~:ordma,do_ con una función de falta, l me plastico, sus formas tienen un número limitado y L haya pennitidi . acan amentaba que la experiencia analítica no o crear una nueva forma d ., p . así tan fácilmente las for~as de la perve e -~erverEs1~n. ero no se crean número. rsion. · · xiste un determinado Hasta aquí llega la ·tad d . . , m1 e ~u pnmera conferencia. Pienso que en la segunda reto mare estas cuestiones a ti d l d fi . . , na del lenguaje 1 par r e a e 1mc10n lacania1· literatura tanto ,c:mcuoaatlrenlecier~as consecuencias para la teoría de la P a a teona de la co · ·, E hablaré del psicoanálisis y la t , d 1· . ~umcac1~n. n la tercera, eona e a ciencia. GraCias.
El título anunciado para esta conferencia, el título que tuve la debilidad de aceptar, es "Psicoanálisis y lenguaje". Es un tema que puede enfocarse de muchas maneras, y es incluso el asunto esencial del psicoanálisis en el sentido de Freud y de Lacan. Pueden comprender fácilmente esto si recuerdan el axioma de Lacan el inconscienteestá estructu-
radocomoun lenguaje.1 Entonces, aquí, en poco más de una hora, ¿por cuál punta atrapar esta vasta cuestión? Podría comenzar tomando el punto de vista del gramático, el punto de vista del filósofo, el punto de vista del lingüista, ya sea este estructuralista o transformacionalista. Podría tomarlo por el sesgo del discurso de un profesor, de lo que hago hoy. Podría tomarlo por el lado de esa materialidad significante, concretada en los aparatos que hay en esta sala y en esos pequeños casetes que giran y que graban lo que digo. Pero estoy decidido a realizar otro rodeo, para el cual les pediré cierta indulgencia, pues es un rodeo que no es de mi área cultural, sino de la de ustedes. Así, si me equivoco podrán ustedes corregirme o proporcionarme elementos. Es algo a propósito de lo cual he estado reflexionando desde hace solo tres días.
La relación entre los sexos 9Ei1ier_~~R-~I4.a.~.)a_~u~s,t:i_ón.Q!!l..tengµ:1je __3:P.~r.~r..~~~_.ei!_9QQ,__q~ .. me aseguran es aún hoy una actividad reconocida y practicada en las -··-----~·-·· .. ·-·--.-..-,-,- .. ·--_.,_,.._. ,. .. - - --,.,.,.. ·----,---~ --.... ..,..,. -.,...,_·---··~·~· ·--,~.,............. __,.~~~--.... ~
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l. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 11, Los cuatro conceptos fundamenta/es del psicoanálisis, ob. cit., p. 28.
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-~~.~l.~~~~,~~3:cas, a.U11qu.~,.P.~r.~.~JUil!X:..qµe, ~A E:spafja_.e.statradición está ;!1..E~C:.~1~~c~~En este caso se comprueba la vitalidad sup~do; d~Am.énca Latr~a,con resp~cto a su hermana, a su pariente europea. ~~!:t~e el ~~IºPQ ~ra_1,1lla ~ituación _concftta ejempJ_~rp~~,4!"_~~~1gJii__~f!Q1!_de}Je_n~q.J~,Una s1tuac10n concreta y, a decir verdad, bastante enigmática, pues ¿cuál puede ser el goce que un hombre encue~:1"~-puesto que en este caso el locutor siempre es un hom~re- en dmgirse a una mujer desconocida, en destinarle un mensaje, mcluso una agudeza o un poemita en honor a sus encantos? El piropo, 1e a~uerdo con 1~que. ~I}t(,!n,dí, S\lP9JJe. ..qY.I,!. e}_piropeadQr 3: ::.'.:~:~_e_1:. ~ .~s,amu!er, y s_1hay :i11/u?: 1?:~s~j~ ~rótico, u1:a conn,9gsi.?,l}. .,:~tl~?:_h~y. al m1sm() .tiempo, smgularmente, un desinterés profuJ.?.dg, un. ~esm!erés que hace del piropo, cuando alcanza su forma eX:c~le~te ~a acE!,\jcfad ...~s.té.tka,,En el fondo, el piropo nos marca el.corté e~rr~'" e~aecir y el hacer. Pues bien, el piropo, me atrevería a decir, me parece e¡emplar no solo de la función del lenguaje sino también de la relación entre los sexos. Aunque solo fuese, de entrada, por la disimetría que muestra entre ellos.
.n-i:_afilri:
Debo_ toda una _parte de mis informaciones a un libro cuya lectura me penmto aconse¡arles, que es un libro alemán, de Werner Beinhauer, que hace un~s años fue traducido al español: El humorismoen el español ~ablado,publicado en la célebre Biblioteca Románica Hispánica. En este libro figura un estudio que tiene por título "Piropos". Entonces, el piropo logrado es una agudeza. ¿Cuál es su excelen. 1 E ·1 cia._ s especia mente excelente, como toda agudeza, por cierta forma de mcong1:1encia. Un simple modismo no basta para hacer el piropo. Es necesano'. para que haya agudeza, chiste, que el mensaje no figure en una forma fiJa ya reconocida en el código. La agudeza vale como tal en la medida en que implica cierta infracción, y en este caso, la infracción del piropo es redoblada por el hecho de que también es una infracción al código de la decencia. El mensaje -ese mensaje-vale por su diferencia respecto_del código. Pero, para que se produzca la agudeza, no basta con esta: en mfr~~ción con el código; es necesario, como se sabe, que el otro a qwen _sedmge quiera reír o sonreír. Por eso, lo que separa la grosería pura y-~1mpl~d~ la agudeza más exquisita es la sanción del Otro a quien me dmJo. As1ID1smo,un piropo es verdaderamente logrado solo cuando el otro a quien se dirige -en este caso, la mujer desconocida- lo sanciona ya sea con su sonrisa amable, ya sea con la ofensa que le provoca. Ven aquí, encarnado en la mujer, en una mujer cualquiera, al Otro, al gran Otro, del que ya les hablé la vez pasada. El gran Otro, que aquí es 126
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lugar del código fundamental del lenguaje. Si el piropo me parece una situación ejemplar, es porque aquí la función estructur~l del Otro, del gran Otro, es soportada por la mujer que figura desde siempre al Otro sexo -y ustedes pueden allí poner el Otro con mayúscula-, el O~o sexo, en un sentido muy diferente a aquel con el cual se puede decir que el hombre es el otro sexo para ella. En un sentido, los dos sexos son, cada uno, otro para el otro; pero en un sentido más profundo, ~s el _sexollamado femenino el que es fundamentalmente Otro. Su n_usteno_no ha cesado de retener a los hombres, incluso a los hombres psicoanalistas. Y Freud fue, efectivamente, el primero en deci~ que este ~ste~o él no 1~ había descifrado: el misterio de saber qué qmere una muJer. Este es, SI se quiere, un tope del psicoanálisis. . Lo que es especialmente interesan:e en el ?1ropo, al me~~s en las formas que el erudito alemán encontro en el hbro que les cite, es que el piropo designa siempre lateralmente aquello de que se trata. P~:º ¿de qué se trata? No opera una referencia directa. ¿A qué? A la relac10n sexual. Por el contrario, apunta siempre un poco de costado a elementos secundarios, subalternos. Por ejemplo, existen esas formas par~ celebrar la belleza de la mujer que se le cruza al piropeador, esas expresiones que emplea entonces el autor del piropo, quien puede muy bien celebrar esa belleza diciendo, parece: "¡Olé, por tu madre!". Se trat~ aquí, claram~~te, de apuntar, pero solo por alusión, a lo que está en ¡uego. La a~us10n resalta aún más la belleza, el brillo de la belleza que celebra. ~ste al respecto toda una declinación. Es posible celebrar al padre, al pa1s, a la región ... Me apasionó leer este texto. ., . Esto puede llegar hasta este ejemplo -que me parec10 espec1al11:ente significativo-, que es ese piropo que consiste en decir: "¡Viva la virgen de la esperanza mía!". En el fondo, estamos aquí absolutamente en lo
2. [N. de E.] Freud envió una carta a Marie Bonaparte en la _quedecía: "La gran pregunta que nunca ha tenido respuesta y que hasta ahora ~o he sido capa~ de contestar, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenma, es esta: ¿que es ~oque ~e~ea la mujer?" (cit. en Jones, E., Viday obrade SigmundFreu_d, t?mo_II, Buenos Aires, Ed1C10nes Honné, 1976,p. 439).También en Lacan,J., El semmano,Libro11, Loscuatroc:mceptos ob. cit., p. 35: "En lo que toca a Freud y a su relacrón con fundamentalesdelpsicoanálisis, el padre, no olvidemos que todo su esfuerzo lo llevó sencill~mente a confesar q~e, ~ara él, una pregunta quedaba en pie --se lo dijo a una de sus mt~rlocutoras: ¿Qu~ ,qmere una mujer? Pregunta que nunca resolvió; véase cuál fue efecnvamente su rr~lac1oncon la mujer, su carácter uxorioso, como dice púdicamente Janes al_respecto. ~1remo~ que Freud tenía madera para ser un magnífico idealista apasionado, s1no se hubiese dedicado al otro, bajo la forma de la histérica".
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indirecto. Secretamente, en esta agudeza la identificación se hace entre la mujer a quien uno se dirige y la esencia de esa esperanza calificada como mía. En efecto, es la esperanza lo que mueve al piropo: que esa mujer pueda ser -mas nunca lo será- suya. Es siempre por abuso por lo que uno imagina que una mujer es suya. Los hombres inventaron el matrimonio para podérselo imaginar. SinsentidÓ y significación
El libro del erudito alemán tiene como subtítulo "Improvisadas creaciones espontáneas". Se trata, en efecto, de creaciones poéticas espontáneas. No retrocedamos ante el calificativo de poesía para esta actividad humilde y cotidiana, ya que la poesía no es otra cosa que una determinada operación de modificación del código cotidiano. A veces lo que se opera no es la reproducción de lo que existe en la realidad, sino, hablando estrictamente, una creación de sentido. Hay que estar tan alejado de la mujer como un positivista lógico para imaginarse que el lenguaje tiene como función esencial describir de modo exacto la realidad. Es por una operación muy particular, y después de todo reciente, como se pueden innovar en la esfera del lenguaje instrumentos que se espera sean capaces de describir exactamente la realidad. Pero el lenguaje-objeto, como se expresa por ejemplo Bertrand Russell, el lenguaje con el cual se puede simplemente decir "Hay queso en la despensa", es una región completamente especial y artificial en la esfera general del lenguaje. El rasgo más notable del piropo, con su carácter indirecto, es, quizás, que no vacila en hacer jugar el sinsentido con relación a la significación, y que este sinsentido, curiosamente, atrae significaciones mucho más amplias y frescas que las que la descripción pura y simple podría proporcionar. Esta es una paradoja con la cual deben familiarizarse: que el sinsentido es precisamente creador de significación. Por ejemplo, tomemos este sinsentido hiperbólico en el que el piropeador no se contenta con comparar los pechos de una mujer con limones, con dos limones, sino que dice, de acuerdo con la recopilación del erudito Beinhauer: "Tiene usted más limones que el camino de la Caleta". Ahora bien, este sinsentido, este absurdo que no describe nada objetivo es, sin embargo, especialmente evocador y creador de significaciones, más allá de los sentidos aceptados. Hay pues en el piropo, como en toda agudeza, un juego que por un lado implica el tesoro -es un término de Lacan-, el tesoro de las ideas aceptadas y de las expresiones aceptadas en la lengua, y la infracción en la que se coloca 128
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el sujeto con respecto a este Otro, a este gran Otro del lenguaje cuyo aval pide al mismo tiempo. 3 • • , • Esto es lo que señala este erudito, que no es lacamano: mngun piropeador crea de la nada; el elemento principal de su arte ~s~iba en ~l manejo gráfico y oportuno de un rico caudal de temas poettcos, patr~monio de todos. Lo que revela la expresión patrimoniode todoses precisamente uno de los valores del gran Otro, en el sentido de Lacan. Ese gran Otro es también el Otro de la ley, el Otro -se puede decirde la decencia, en la medida en que la decencia está hecha de prohibiciones e inhibiciones. Es también lo que Freud intentó deslindar llamándolo superyó, que debe ser situado fundamentalmente en el nivel del lenguaje. Y si hay una herencia ontogenética y filogenética en el superyó es, en primer lugar, la herencia de la lengua. ~l piropead~r --este hombre infeliz que ve siempre pasar ante él a la muJer desconocida a la que intenta retener un instante, el tiempo justo como para que admita que él existe- es el hombre en la medida en que no renuncia a hacerse oír por el Otro encarnado en la mujer. Evidentemente, es necesario espíritu; lo que Baltasar Gracián en su lenguaje llamaba agudeza. Aconsejaría aquí, a los que quisieran penetrar más a fondo en la teoría de Lacan y en la idea freudiana del psicoanálisis, leer primero el pequeño libro de Freud sobre "El chiste y su relación con lo inconsciente" 4 -texto olvidado por los psicoanalistas hasta que Lacan lo comenta-, y recoger en la soberbia tradición literaria de fa lengua española toda la literatura del conceptismo, y en particular el soberbio tratado de Gracián sobre la agudeza. Hay un logro, una felicidad propia de la agudeza, porque en un destello se ve vacilar el orden lingüístico, y el sinsentido es descubierto en un instante como capaz de hacer vacilar las significaciones más establecidas, las significaciones de la ley. Que no es solamente, que no es en primer lugar, una ley política, pero que puede también serlo. Tenemos aquí un poder subversivo que va más allá del establecimiento de un nuevo orden. Comprueben que en la agudeza, así como en el lapsus, el sujeto es rebasado por su creación. En el sentido de Freud, el lapsus
3. [N. de E.] Lacan,J, El seminario,Libro5, Lasformaciones delinconsciente, ob. cit., p. 119: "Lo que está en juego en la agudeza son esas imágenes en la medida en que se han convertido en elementos significantes más o menos usuales, y más o menos admitidos en lo que he llamado el tesoro metonímico. Este tesoro lo tiene el Otro". 4. Freud, S., "El chiste y su relación con lo inconsciente", Obrascompletas,vol. VITI, ob. cit.
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Y la agudeza tienen la misma estructura. Lo que transforma un lapsus en agudeza es, mucha_svec~s, tan solo la aceptación del Otro. Hay una zona c?:11pletamente mdec1sa que hace, ante todo, a la dirección y a la r~cep_c,10n del Otro. En este sentido Lacan puede decir que en la comumc~~1~nhuma~a es el recept?r quien envía el mensaje a quien luego lo em1t1ra.Lo envia porque decide fundamentalmente su sentido. Hablar al ?tro no implica en modo alguno saber lo que se dice. Es solo el Otro qmen puede enseñárnoslo, y por eso nos hablamos unos a otros· no . ' siempre para co_1:1unicarnosinformaciones esenciales, sino para aprender del Otro qmenes somos. Y cuando el b/a-b/a-blacotidiano no basta vamos a buscar a un psicoanalista que, aun cuando calla, le brinda a cad~ uno la esperanza de aprender quiénes. Un~ te~is de Lacan -a la cual espero haberlos habituado un poco- es que .el s1gruficante y el significado no son paralelos , no son homólogos , no r son 1som?n~s. En s~~do l~ga:, que es equivocado pensar que el significan~eesta allí al se~c10 del s1gmficado,y que está allí para que uno pueda decir la: cosas que nene en mente tal como uno quiere decirlas. Siempre ~ay ~n mtervalo entre hablar y querer decir. La tesis de Lacan es que el s1gruficadoes un efecto del significante, y que los efectos de significado son creados por las permutaciones, los juegos del significante. El sentido surge fundamentalmente de la sustitución de un significante por otro.
se perciba el momento oportuno, y en esto el piropeador es excelente: en apoderarse, dado el caso -hay que entender caso según su raíz etimológica: caso es lo que cae- de aquello que puede dar en su caída tanto el lapsus como un destello de agudeza.
Intentaré escribirles en el pizarrón la pequeña fórmula que Lacan emplea a veces para decirlo:
F-
s S(+)s s2 1
Con esta fórmula hay que entender que es de la sustitución de un significante S2 por un significante S1 como surge el plus(+), que debe entenderse aquí como un surgimiento por encima de la barra como s~rge lo que designamos simplemente como el significado o el s:ntido. 5 Si leen el pe~ueño libro .de Beinhauer verán que esto es lo que él explica a su modo, sm s~r l~camano, porque toma el lenguaje por el sesgo adecuado. Este surguruento de un sentido nuevo exige, efectivamente, que
5.Véase Lacan,J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud" Escritosl, ob. cit., p. 495. '
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El goce de la lengua ¿De qué está hecha la lengua? La lengua, cuando se sigue lo que dice la etimología, solo está hecha de agudezas. La lengua es una acumulación de un aluvión de agudezas. Abran, al respecto, cualquier diccionario etimológico y se darán cuenta de que el significado nunca deja de deslizarse con relación al significante. Hay alguien -que creo enseñó mucho tiempo en esta Universidad, que incluso es una de sus glo~ias,y que debo decir que desde hace tres días me encanta, me refiero a Angel Rosenblat- cuya recopilación de cuatro volúmenes, que se llama Buenas y malaspalabrasen el castellano de Venezuela,encontré llegando a Caracas. Y debo decir que encontré en ella un sentimiento profundo de la lengua, que aquí, brevemente y con recursos que no son los de un etimologista, intento comunicarles. La lengua no es en modo alguno lo que se intentó hacer con el esperanto. El esperanto está basado en la idea de que el lenguaje descansa en una correlación unívoca entre el significante y el significado. Por eso es una lengua que nadie tiene ganas de hablar. Ven ustedes, al mismo tiempo, que es abusivo hablar de lenguaje animal. Lo que distingue fundamentalmente el lenguaje animal del humano es que el así llamado lenguaje animal nunca es equívoco, mientras que esta equivocidad es constitutiva tanto de la lengua española como de la lengua francesa y de todas las lenguas en que un pueblo condensa las experiencias, se puede decir, individuales, que le interesaron. Es una idea difícil, pero con la cual quisiera familiarizarlos: que todas las palabras, todas las expresiones, todos los idiotismos de una lengua han surgido de una experiencia subjetiva. Leí con agrado en las obras de Rosenblat que él también tiene esta impresión. Hay un artículo suyo muy hermoso sobre el nombre de Venezuela, y aunque sea una ficción -no creo-, aun si es una ficción, es hermosa: que fue la nostalgia por la Europa perdida la que dio origen al nombre de Venezuela -pequeña Venecia-. O también, ¿quién de entre ustedes sabe el origen del "vale" que hace la escansión del llamado al Otro del castellano de Venezuela? Pues bien, en el fondo, en los cuatro volúmenes de Rosenblat se ven todos estos estratos, todas estas alusiones, datos de una lengua efectivamente notable por su vitalidad. Para un positivista lógico hay siempre demasiadas palabras 131
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en la lengua, pero, precisamente, la lengua está siempre hecha de una plétora. En la lengua siempre hay demasiadas palabras y, singularmente, al mismo tiempo nunca son suficientes para decir lo que se quiere decir. Rosenblat, por ejemplo, distingue tres vectores de creación lingüística en Venezuela: un primer vector al que llama machismo, al tercero lo llama juego y al del medio, alboroto. Así,en forma magnífica, se despliega una redundancia extraordinaria que para el teórico de la información aparece, fundamentalmente, como una actividad lujosa, una actividad excesiva, y es precisamente en este exceso donde se aloja el goce de la lengua. En 1950, dice, se habían recogido unas treinta expresiones para nombrar el desorden, y dice, hace poco encontramos unas cuarenta más: berrinche, bojote, guarandinga ... Continúo, pero estoy fascinado, deslumbrado, justamente por este zaperoco de la lengua. El francés es quizás un poco inferior al español en este punto. Podría citarles aquí estudios sobre el argot francés, donde la creación lingüística con base en la homofonía es también rica. Tengo toda una lista de palabras francesas populares, del argot, a partir de la raíz "go". Y después de todo, esto puede compararse con lo que se lee en Rosenblat. Entonces, lo que se llama -con una palabra que no le convienecódigode la lengua-no le conviene porque no hay ninguna correlación unívoca entre un significante y un significado- es toda la acumulación de formaciones significantes en su función de creación de significado. Solo hay algo nuevo en el significado cuando hay algo nuevo en el significante. Aquí los que nos informan no son los especialistas de la comunicación. Son los escritores, los poetas y también los poetas espontáneos, que son tanto las personas que hacen piropos como los analizantes, los que hacen su análisis, cuando no se les impide, en nombre de una teoría preestablecida, dar libre curso a estas invenciones significantes que, me atrevería a decir, son la única cosa capaz de curar. En una lengua, es todo un pueblo el que intenta atrapar su goce propio. ¿Se puede acaso hablar de la vida del lenguaje? En este término de vida suelen detenerse los filósofos habitualmente. No es seguro que se pueda hablar de la vida del lenguaje; hay, es verdad, transformación. Pero no hay que olvidar que lo que vehicula fundamentalmente el lenguaje es más bien la muerte. Sin el lenguaje ¿cómo podríamos anticipar -lo que nos distingue de todos los animales, de todos los seres vivientes- que somos mortales? Debe hacerse aquí una articulación entre este goce desesperado de la lengua y el saber que ella nos permite: que somos mortales. Evidentemente, hay cosas comunes entre el hombre y el animal, pero no esta precisamente. Esto traza, de todos modos, los límites de la
psicología; y por inteligente que sea la rata de Skinner, no tiene setenta expresiones para nombrar el desorden. Fundamentalmente, el significante es quien cava su surco en lo real y quien engendra el significado. Lo que es original es la sustitución significante. Basta una palabra en lugar de otra para que tengamos sentido. Y es lo que dicen muy bien Unamuno, por ejemplo, o Azorín: que si no se crean nuevas palabras, si uno se queda en el purismo, pues bien, no hay que pensar que se tendrán ideas nuevas. Lacan es ciertamente un gran creador de palabras, un gran creador de significantes. Esto en un primer momento hace la dificultad de su lenguaje, pero es también lo que permite a este discurso perseverar desde hace treinta años y no haberse aún banalizado, resistir a la integración en el Otro de las ideas establecidas. Evidentemente, a medida que se lo va exponiendo, como aquí, a medida que uno trata de hacerlo comprender, como yo lo hago, se trabaja al mismo tiempo para reabsorberlo progresivamente en el Otro de las ideas establecidas. Pero este es el camino de todas las cosas en este mundo. El sujeto, el sujeto que habla, no es amo y señor de lo que dice. En cuanto habla, en cuanto piensa que utiliza la lengua, en realidad es la lengua quien lo utiliza a él; en cuanto habla, siempre dice más que lo que quiere; y al mismo tiempo, dice siempre otra cosa.6 Por ello la metáfora y la metonimia no dejan de entrecruzarse en el discurso, y cuando hablamos somos siempre llevados más allá de nosotros mismos. Es incluso muy ofensivo para alguien tomarlo al pie de la letra, porque siempre, más bien, hay que entenderlo más allá de lo que dice, puesto que el sentido siempre está más allá de eso. Cuando el piropeador dice "¡Oh, madre!", "¡Olé, por tu madre!", el sentido ahí también está en otra parte, pero evidentemente juega. En cuanto queremos decir algo -y los profesores son personas que siempre quieren decir algo-, se producen incidentes, nunca van bien las cosas. Por eso es mejor no ser un profesor demasiado serio; cuando se es un profesor demasiado serio, se termina provocando risa. Por eso es mejor tener un poco de humor, el humor propio del significante.
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Parletre
En cuanto se habla, de hecho uno es hablado por la lengua. El descub"rimTe~todel inconsciéni:é por Freud· no es siño· esto.
Cuando erpsí~·
6. [N. de E.] Véase supra, "La enseñanza de Lacan", p. 41, n. 12.
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~g:i,~aJJ~!~ii:iyita_a!_~_ujl!r.()ap_a~lar, el sujeto se descubre inmediatamente _a~!_Il]-iS1110 hablado por }ale~gua;· COIIlOfo ha estado ·desde· sÍempre. Sería bueno darse cuenta de que la diferencia entre el hombre y mal es que el hombre es un ser hablante. Esto ya sería bueno, porque evitaría extrapolar los resultados obtenidos en la psicología animal a la individualidad humana. También evitaría, quizás, pensar que solo se es científico cu~ndo se logra sacar del hombre resultados comparables a los que se obtienen en el animal. Por supuesto, hay funciones que se prestan a la comparación. Pero si se evitan estas diferencias, es porque se piensa que el lenguaje es una ·propiedad entre otras, una propiedad secundaria, mientras que el descubrimiento del psicoanálisis es que el lenguaje transforma al individuo humano hasta en su cuerpo, en lo más profundo de sí mismo, que transforma sus necesidades, que transforma sus afectos. También, evidentemente, es posible transformar a los animales por medio del lenguaje. Desde este punto de vista, todos los animales de laboratorio son locos, así como los animales domésticos· todos ' son un poco neuróticos porque están en nuestro baño de lenguaje. Me parece que es una tesis que Konrad Lorenz, por ejemplo, no negaría; él admite muy bien esta diferencia fundamental entre el animal doméstico y el animal salvaje. La domesticación es algo que se hace mediante nuestro lenguaje; el adiestramiento es esto. Nosotros estamos adiestra, dos desde el origen; por eso obedecemos tan bien toda nuestra vida y nos ubicamos en los puestos que nos esperan. Por eso somos capaces de pasar horas o bien hablando con otros o bien escuchando a otros hablar. Sería pues bueno darse cuenta de que el hombre es un ser hablante. Hay que dar un pequeño paso más y darse cuenta de que el hombre es también un ser hablado. Por eso Lacan creó este significante que quizás pasará a la lengua francesa. Se los escribiré en el pizarrón: parlétre -hablanteser-;pero no es tan bonito en español como en francés. Habrá que buscar en la lengua española con qué bautizar auténticamente este valor. Entonces, el hablanteserdice siempre otra cosa distinta de lo que quiere decir. Pide, al mismo tiempo, ser entendido más allá de lo que dice. El oficio propio del psicoanalista es escuchar al sujeto más allá de lo que dice. Esto es lo que llama a la interpretación. Consiste en oír, entender al sujeto no en lo que él cree decir, por ejemplo, de racional, sino en el deseo que fluye por mediación del significante que emite. Finalmente, lo trágico en el piropo es que, en última instancia, puede reducirse a la interpelación del Otro, a un simple vocativo. Es el intento, profundamente desesperado, de obtener un contacto con el objeto del deseo: esta mujer cualquiera, y por eso mismo absoluta. El piropo
eraru.·-
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minúsculo, el piropo límite, el piropo núnimo, ¿cuál es? En el fondo :s quizás ' sencillamente ' decir "·10lé!" o "¡Niña!". Ya no puede ser mas, breve. Y sin embargo es, en esa situación, poético. Incluso encontre uno en esta recopilación que es aún más reducido y q~e es enternecedor porque es, al mismo tiempo, una forma de suplir la ~alta que separa al sujeto del Otro y al mismo tiem:Po esto lo hace VIbrar. Se trata, parece ser, de un joven sevillano que sie~pre ve pasar ~or la calle a esa mujer distinta, y como ella es descon_ocida, puede decirse que es siempre la misma; la ve pasar y exclama simplemente, con un ac~nto -dice el libro- entre suave y profundo: "¡Ay!". En su brevedad se siente, al mismo tiempo, que todas las significaciones más profundas de la existencia son movilizadas. De una vez, tenemos en él lo absurdo de Camus, lo trágico de Racine, la desesperación exist~ncialista. T~do está en ese significante que era sencillamente un suspiro, un suspiro muy difícil de hacer para un francés, por cierto; porque esta onomatopeya, como todas las onomatopeyas, descansa en la matriz fonemática de la lengua española. Una onomatopeya pasada de una lengua a otra es muy distinta. En francés se diría algo así como: "¡Oh, la, la!", que es marcadamente distinto al "¡Ay!". Lo que les muestra que cada lengua, efectivamente, elabora su particularidad hasta en los sonidos que s?mos capaces de emitir. Se comprobó, por cierto, en una forma ~ue satisface a los psicólogos; quiero decir que se observó que las capacidades voc~les qel niño muy pequeño son muy extensas y que pocos meses despues sus entonaciones asumen el estilo propio de su lengua. Lo cual, entre paréntesis, nos muestra que la captura del ser humano por el lenguaje empieza mucho antes de lo que imaginamos.
Sujeto supuesto Saber El descubrimiento inicial de Freud, el descubrimiento que cava un surco inolvidable, es que integró al lenguaje, integró a la considera~ión científica, los olvidos; agregó al sentido todos los fenóm~nos n~ganvos del sentido. No creyó que para razonar acerca del lenguaJe hubiese que tomar como modelo al académico que da una clase. Pensó que lo que más decía, lo que más sentido tenía para el sujeto, eran precisamente los momentos en que su discurso podía desfallecer, deshacerse, caer; y donde algo podía ser un error, una falta, un olvido, él restableció la positividad de ese negativo. A mí me gustan mucho los positivistas; diría, incluso, q~e sobre todo los leo a ellos, y los tomo muy en serio cuando son senos, pero 135
JACQUES-ALAIN MILLER CINCO CONFERENCIAS no, cuando no _lo son, es decir, cuando se imaginan que nos enseñan cual es la esencia del le~guaje. Del mismo modo, solo tomo a Chomsky moderadamente en seno, aun cuando la lingüística transformacional ha terminado recubriendo el planeta. Lo que distingue esta lingüística de la de_Jak~bson es que Jakobson se interesaba por los poetas. Estoy convencido, 1~clu~o,de que se interesaría en el piropo. Con Chomsky diré, entre par~ntes1s, que ahora -como se sabe es un filósofo- se convirtió en un filósofo ideísta,. que repite en forma muy divertida a Descartes. Vino a París este año a hacernos ese juego, y con todo el respeto que se le debe, que debemos a su descubrimiento, era bastante divertido desde ese punto de vista. En el fondo, Chomsky no esconde su juego; lo que le mte~esa, _lo que pone en el fundamento de la lingüística, es el locutor-auditor ideal. ~s decir, alguien que es una pura ficción, que pertenece a ~na .comunida~ lingüística perfectamente homogénea y que conoc: sm nmguna vacilación su idioma. Hay que ver hasta qué punto e~ta idea de un saber completo de la lengua es una ficción. Estoy persuadido _de que hay gente aquí que habla muy bien el español de Venezuela sm haberle dedicado el tiempo que merece a la lectura de las obras de Rosenblat. Entonces, el locutor de Chomsky es también un locutor ~~e nu~ca tien: distracciones, que nunca tiene desplazamientos d_eat~nc10n. Cito aqm exactamente su libro Aspectos de la teoría de la smtaxis. En .el fondo, todo está dicho cuando se dice una sola palabra: locuto~-auditor. El valor del piropo, al contrario, es mostrarnos que el l~?guaJe, en su forma excelente, se produce precisamente en la separacion entre el lo~utor y el auditor. En Chomsky, el que habla y el que escucha es el nus_n:1º·Esto permite, indiscutiblemente, una lingüística para la cual se uahzan computadoras; no es la lingüística del lenguaje en el cual un hombre le habla a una mujer. Está claro, por cierto, que el Otro de Chomsky, el Otro ideal, el Otro al cual trata de acercar al hombre ! a.'.~~ujer al mi~mo tiempo, es la computadora. Es decir que es un~ ,lmgu1suca, c~,alqmera que sea su cientificidad, que supone la e~clus10n de la relac10n sexual. Por el contrario, la operación analítica cie~tamente consiste en reintroducirla en el centro. Por cierto, hay que decir .que lo _quese llama transferencia en la experiencia analítica es una especie de piropo del a~alizante al analista. Y si es muy importante que e~te amor -este amor sm embargo auténtico- quede suspendido, pues bien, es para que vuelva a la luz del día todo el discurso de amor que un ser humano nunca cesa de dirigir al Otro desde que llega al mundo. En el fondo, el lo_cutor-auditor ideal de Chomsky es lo que Lacan llama en otra parte Sujeto supuesto Saber, Sujeto al que se le supone que Sabe
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completamente la lengua, Sujeto al que ~e le s~pone que Sabe siempre lo que dice. Y este personaje único, invariable, impecable, con el que se debe decir que se sueña, no existe.
El malentendido Entonces, se ganaría algo en la consideración ~ientífica del lenguaj'e si se partiera de esto que Lacan form~la ~uy se_nc1llamentey q~e es una especie de verdad primera -se necesita c1er:o aempo Pª:ª decirlo, per~ es una verdad primera-, y es: el malentendido es la esenciade ~acomuni7 cación. El error de cierto número de ciencias, que son legínm~mente ciencias, es, empero, imaginar que lo bien entendi~o es l~ ,ese~c1~de la comunicación. Es una tradición ahora, en la cons1derac1on log1ca del lenguaje -que es muy distinta a la lógica matemática-, imagina.r qu~ el lenguaje tiene como función asir en forma exacta, ~a referencia. ?1.go que es completamente distinto a la lógica matemaaca, porque la logica matemática es una ciencia muy interesante, respetable, que Lacan trata de utilizar para estructurar los términos de la experiencia analítica. Pero los lógicos, algunos por lo menos, salen de buen g:ado d.e,su disciplina, de los límites de su campo, para ampliarlo a la co~s1derac1?1:general ~el lenguaje. y en París también, el año pasado, tuvm~os la VIS~ta. del senor Quine; ustedes saben que es el filósofo norteamencano mas 1mpor~ante aun cuando Chomsky le está pisando los talones. Entonces .qume, q~ien ha hecho excelentes exposiciones sobre la lógica propos1c10~al, y sobre la lógica de la cuantificación -me encant~ ~eer lo qu,e es~nbe en ese campo-, imaginó proyectar esto para descnb1rnos la genes~s.del lenguaje en el niño, que seguiría milagrosamente su trat~do de logica. Entonces, así como se puede admirar su tratado de lógica cuando se trata de enseñar a estudiantes, del mismo modo me parece una fantasmagoría imaginar que el desarrollo real del len~aje en el ?i?o sigue los títulos de los capítulos y los párrafos de su lógica pro?os1C1onal.Debo decir que es una proyección, una ilusión, la que Piaget, a su modo, dio el primer ejemplo. Mientras que esta log1ca es un producto cultural
?e.
7. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro 3, Laspsicosis,ob. cit., p. 233: "No me sorprende que aún quede por disipar cierto malentendido entre las personas que creen seguirme. No piensen que expreso así una decepción, h~cerlo sería estar en desacuerdo conmigo mismo puesto que les enseño que el malentendido es el fundamento mismo del discurso interhumano".
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muy elaborado y muy reciente, es necesario un esfuerzo absolutamente no científico para pensar encontrar su nacimiento en el pobre niño que no puede defenderse. En cuanto a la ~eferencia, todo el problema del lenguaje es ese: que nunca se logra designarla; en cuanto se quiere designar una referencia uno queda capturado entre metáfora y metonimia; las referencias se desplazan. Quine criticó, muy bien por cierto, lo que sería el nivel último de la ~ndicac~ó~,a sáber: se muestra algo y se dice eso.Pero esoes ya muy ambiguo. S1digo eso,¿qué estoy designando? ¿La mesa? ¿Su color? ¿La persona que está sentada en ella? ¿El papel? Aun en la indicación resulta d~fícilsaber cuál es la referencia, y cuando se utiliza el lenguaje la referencia no se desvanece menos. Ahora bien, hablando estrictamente no h~~ una palab~a adecuada para decir algo, y aquella está siempre co~ relac10n a otros significantes que uno formula. Por eso la matriz mínima del lenguaje, tal como la escribe Lacan, es un significante y luego otro. E~ mínimo del significante es dos, S1 y S2; lo que en la teoría de los con¡untos se llama par ordenado. Lo divertido es que en sus buenos momentos Quine también lo sabe. Y dice muy bien en algún lado que ?nalmente, cuando se intenta definir algo siempre se lo define por med10 de otra co~a. Y no se da cuenta de que al decir esto lo que está ~voca~do es, pr~c1samente, el desplazamiento esencial del significante. El lo dice muy bien: la respuestagenerala lapreguntaquéesun A essiempre quees un D. Esta es una especie de agudeza del lógico, que podría estar firmada por Lacan. El ~enguaje-objeto es una ilusión. Hablando estrictamente, no hay le~gua¡e qm~se produzca sin que el efecto de sujeto no esté siempre ya alh. De la misma forma, Lacan dice "No hay metalenguaje". 8 Por cierto, hay metalenguajes lógicos, etc. Siempre se puede hacer funcionar una lengua con respecto a otra como un metalenguaje. Pero en definitiva hay algo que no se puede rebasar. Aun cuando se hacen lenguajes formales, es la lengua llamada materna, la lengua que se dice vulgar, la que
8.•~--~e E.] La~an, J..'El seminario,Libro S, Lasformacionesdel inconsciente, ob. cit., igualmente que la noción de metalenguaje se emplea muy a P· 79: De¡enme dec1rl_es_ menudo_de la_forma mas madecuada, pues se ignora lo siguiente: o bien el metalenguaje Uene eX1genc1asformales tales que desplazan todo el fenómeno de estructuración en el de situarse, o bien el propio metalenguaje conserva las ambigüedades cual él mi~mo del ~engua¡e.~1<:10de otra mane:ª' no hay metalenguaje, hay formalizaciones -ya sea en el ruvel de la logtca, ya sea en el ruvel de esta estructura significante cuyo nivel autónomo trato de aislar para ustedes-".
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es siempre necesaria para introducir los significantes formales, aun los más sofisticados. Hay allí un límite insuperable. Encontré, a propósito de esto, una cita de un gran matemático francés de principios de siglo que se llamaba Émile Borel, quien escribió un libro sobre la teoría de las funciones que hizo época en la ciencia. Él decía muy bien: Los pretendidos sistemas enteramente lógicos descansan siempre sobre el postulado de la existenciade la lengua vulgar.Ese lenguaje común a millones de hombres y con el cual se entienden más o menos entre sí -ven ustedes que Borel no estaba lejos de saber que el malentendido es la esencia de la comunicación- nos es dado como un hecho que implicaría un gran número de círculosviciosossi hubiera que crearlo ex nihilo. Creo que es una cita que tiene su peso por ser de alguien que, precisamente, era un gran matemático.
No hay relación sexual Si me gustó y si me arriesgué a hablarles un poco del piropo, es porque esta situación me parece ejemplar por la separación en que el sujeto que habla está respecto del Otro, el Otro que está allí fundamentalmente fuera de alcance, que está allí perdido. Destaca esta separación de los sexos que ninguna relación sexual logra nunca colmar y destaca que el lenguaje viene a ocupar, en su función misma de creación espontánea o poética, el lugar mismo donde esta separación surge. Por eso Lacan formula una proposición que puede parecerles difícil, pero de la cual el piropo les ofrece una imagen. Lacan formula no hay relaciónsexual.9 En efecto, relaciones sexuales existen cuantas se quiera, pero lo que falta es una relación fija e invariable, como una proporción entre un sexo y otro sobre los rieles del instinto, tal como se observa en el animal cuando no se lo ha vuelto demasiado loco. No hay relación sexual, proporción sexual, en el nivel del significante. En el último número de la revista Ornicar?-que aún no ha sido publicado y que espero encontrar a mi regreso a Francia- di como ejemplo de la relación sexual las costumbres de los cangrejos, especie en la que el macho posee una enorme pinza, mucho mayor que la otra y más gorda que él mismo, detrás de la cual puede esconderse, y con esta pinza
9. Véase Lacan,J., El seminario,Libro 20,Aun, ob. cit., pp. 16-17.
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hac~ movimientos -el movimiento es distinto según 1aespecie de cangreJOS ~e la que ,se :1"ate-. Esto interesó mucho a Darwin cuando los obse1:70.El pe~so: sm duda las hembras cangrejo se precipitan sobre el que tiene 1~pm~a más grande. Finalmente se encontró que de hecho la hembra identificaba el cangrejo de su especie por el tipo de signo que ha~ía c~n su pinza; dicho de otro modo, tenemos allí una relación sexual mvarwble, semafórica; y no se cesa de tratar de obtener en los humanos una relación stxual de este tipo, pero es en vano. Se hacen montones de discursos para ordenar lo que se descubre: precisamente, el desorden ~ndamental d~ la creación humana. Esto ocupó a los hombres desde siempre. Por eJemplo, Dionisio de Halicarnaso decía· "~os hombres siempre intentaron ordenar aquello por lo cual los niño~ Vienen al ~undo". Pero, precisamente, en el animal ya está siempre en orden, mientras que nosotros necesitamos siempre creaciones más o menos logradas pa_rahacer semblante de la relación sexual que no existe. Por eso en p~rticul_arnecesitamos Iglesias, que ocupan ese lugar, ese lugar de carencia. Y s1 la Iglesia tiene esa fuerza y esa resistencia en el mundo moderno, es quizás porque sabe ser dócil a la estructura, conoc~ ~aestructura, la e~plota_en algunos casos. Si logra moderar la culpab~lidad sexual -al _mismo t1e1?Pº q~e la suscita-, es porque comprendió bien desde hace tl~mpo los lmeam1entos del inconsciente, ciertamente para hacer algo diferente al psicoanálisis. Freud decía: hay dos cosas que amenazan al psicoanálisis porque este las atraerá infaliblemente· ellas son los médicos y los sacerdotes. ' ~,ªmujer a quien se dirige el piropeador es, evidentemente, una ficc10~; es todas las mujeres en una; y todas las mujeres en una, ¡eso no existe.1 Todos los hombres en uno, eso puede existir; en todo caso, es l? que se comprueba para Lacan en el psicoanálisis. Pero todas las muJeres_-.· ese es el sueño fundamental, eso solo existe como ficción. Esa muJ_er,es claro que ella tiene para el piropeador el valor exacto de s~ propia ca~tra~ión; ella tiene el valor emblemático de un falo que siemp:e, en ,si_~1smo, está fundamentalmente perdido. Esta es la nueva del psicoan~llSls. Y no se puede decir que sea una buena nueva· no es un Eva~ge~10. El psic~análisis no promete ninguna armonía, n'o promete ~mgun logro, nmgún éxito, no promete colmar una falta una car~ncia que, P?r el contrario, está en la estructura. Por eso, por cierto, el Plf?,Pº, i_nedia~~elos mayores elogios, es también una agresión, una agres10n h1perbohca en ocasiones. La ampulosidad de su elocución a la muJer es también correlativa de una destitució~ de su condi·c·, P d · 10n. or eso pue e tormularse como una ofensa, y por eso entre el elogio
y la ofensa hay una zona indecisa. Pienso en ese p~ropo, qu~ encontré en esta recopilación, en el que el piropeador dice a la piropeada: "¡Ladrona!". Encontramos allí algo que evid~ntemente está entre la injuria y el elogio. También lo vemos en los pi~opos que solo de~cansan en la desintegración del cuerpo de la mu¡er, donde el elogio de partes especiales de su cuerpo llevadas a un valo: simbólico s_u~one, efectivamente, que no se dirige a una persona, smo que se dmge {11 valor fetichista de partes de su persona. En este sentido, tenemos que admitir que la sexualidad humana, a diferencia de la de la rata ~ando la dejan tranquila, es fundamentalmente perversa. He prometido no hablar demasiado tiempo con el fin de que me puedan plantear preguntas. Me detengo, pues, y espero que en los veinte minutos que aún quedan podamos conversar juntos.
Discusión
Participante:Ustedeligióel piropo,comoFreudla agudezao el la~sus'. para globaldellenguaje:que elsignificantey elsignific~do señalaruna característica nosonnecesariamente i¡r;uales, quehabitualmentenuncaloson,y que elsentido dellenguajeesel malentendido.Esoesevidenteen el casodelpirofo,¿peroesel casode otrosdiscursos? ¿El suyo,por ejemplo?Tiendoa compartirsu punto de vista. Ustedatacaa Chomsky.Peroexistendistintosestilosy lenguajes.Hayu~ lenguajecotidiano,banal,familiar,delcualelpiropoforma parte.Hayotro":'ªs de llegara creeren la realtdad · solemne.Si no esasí,habríapocasposibilidades científicade su discurso. ¿Cuáles;pues,la diferenciaentreambos? )ACQUEs-Au1NM1LLER:Hay, efectivamente, un p_roblema, p~r~~e aquí yo soy el lacaniano; quiero decir, defien?o la_tes1sde la amb1guedad y la equivocidad fundamental del lenguaJe: ~entras que el doctor Lacan en su propio discurso demuestra, moVIhza, todos los recursos retóricos, yo, por el contrario, intento efectivam~nte _acercarm~ todo lo posible a una univocidad ideal, y di:ía ~ue la umvo~1da? es fil Otro. Pero diría que la separación entre el s1gmficante y el s1gmficado es una verdad general en la lengua que se llama vulgar, que no hay univocidad posible una vez que se utiliza la lengua materna. El que sea _necesario crear lenguajes artificiales lo muestra claramente: Pero nadie ~abla estos lenguajes, son lenguajes que solo existen en el mvel de la escntura, a fin de obtener univocidad. Evidentemente, cuando se escribe la letra p en vez de predicado, cuando se escribe la letra x en el lugar de la variable, y cuando se defi141
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nen cierto número de reglas de funcionamiento, se obtiene lo que se ha da_doen llamar un lenguaje formal, que es al mismo tiempo unívoco Y polivalente, pero que es un puro lugar de escritura. Esto le llamó la a~ención al doctor Lacan, puesto que él llena de escrituras su propio discurso, que en un aspecto es retórico y juega con los deslices del significante, pero que está lleno de marcas formales, de puntos de referencia for~ales de los que efectivamente se puede decir que tienen solo un sent:1d~,pero ~oscuales, a decir verdad, no tienen ningún sentido. Si los len~aJes escritos funcionan, es porque matan la significación, vacían el s:~t:Ido. Creo que e~ste una diferencia muy importante entre las posibihdad_esque la escntura ofrece al lenguaje y el modo de la palabra, los lengua¡es que se pueden hablar.
Así, estamos de acuerdo en cuanto a la ambición científica, que siem-
JJ_~rticipante: Creo~ue eltofesor Miller ha hechouna extraordinariaexposict~n,de g;r~ncontenidopoetico,para transmitirnoslo quepareceser elpunto de vista lacanzano.Yaque lospositivistaslógicos,loschomskianos, losbehavioristas a lo~q~euste~aludí~no muy amablemente,estánausentes,mi preguntaserí~ la s1gz:-iente: s1_e~ universodel lenguajeesel universode la ambigüedad,¿dónde se ubicala acttvzdaddel científico?¿No debedirigirseacasoal establecimiento de un ordende comprensiónde eseuniverso?El esfuerzo-no soychomskianode Chomskydest~nadoa encontrarestructurasen la complejidad el esfuerzo_ del lengua;e,4no es acasoel 1~tentode explicaralgosumamentecomplejo?El esfuerzode Piagetpor descubnrestructurassubyacentesal pensamiento ·no es algomuy complejo? El camin~~ue el acasoun in:entode introducire~ordenen_ profesorMtller planteaparecerzaconducira la imposibilidaddel conocimiento. . JAM: De ningún modo creo que lleve a la imposibilidad del conoci~1e~to. En la tercera conferencia hablaré de la diferencia entre conocimiento_y ciencia; lo que en inglés se marca como knowledgey science. Ambas tienen para Lacan un valor diferente. Pienso, como anota el profesor en su pregunta, que se trata de descubrir leyes estructurales de un orden, pero no hay que colocar el orden de una dimensión en otra dimensión. En primer lugar, la ciencia es algo muy reciente, por lo m~n~~ en _elorden de la física -no así en el de las matemáticas-. La convicc10n científica data del siglo XVII y descansa al comienzo en un acto de fe. La_co~fianza otorgada a la regularidad de la naturaleza exige u~a extraordmana elaboración conceptual. Quiero decir que la ciencia desc:nsa e~ la convicción de que hay un Otro, un gran Otro que n? e~gana. M1~ntras_que durante los siglos precedentes no parecía de rungun modo 1mpos1bleque hubiese un Otro engañador del mundo.
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pre fue la ambición de Freud. A diferencia de la de las escuelas místico-oscurantistas, Freud mantuvo siempre la relación del psicoanálisis con la ciencia, y Lacan mantuvo siempre la relación del psicoanálisis con la ciencia. Y Lacan se distingue ciertamente de muchos psicoanalistas por la referencia y la elaboración constantes de disciplinas científicas como la lingüística, la lógica, etc. Pero el asunto reside en la validez.que tiene transportar la elaboración válida en un campo a otro campo. La lógica proposicional es un instrumento poderoso; la lógica de la cuantificación, también. Es un producto sumamente elaborado. Pero es un desplazamiento no científico imaginar que el niño seguiría las etapas de esta construcción en el curso de su desarrollo, y considero que eso no está demostrado científicamente. Digo esto para los que extrapolan el comportamiento de la rata al comportamiento del hombre; y no solo extrapolan, sino que al final quisieran no extrapolar, quisieran hacer padecer al hombre, en sus fantasmas, lo que hacen padecer a las ratas. Pero mientras no puedan hacerlo, siguen haciendo una extrapolación. Claro que se terminan obteniendo resultados interesantes, incluso con la rata, justamente cuando se la vuelve un poco loca, cuando se la desajusta lo suficiente. En ese momento puede parecerse un poco al hombre. Cuando Skinner, en su célebre experiencia, estimula los centros de placer de la rata y la hace descubrir que apoyando su pata sobre una palanca puede obtener tal o cual placer, ¿qué observamos? Que la rata está tan capturada por ese placer, que sacrifica hasta sus intereses vitales. Quiero decir, que se vuelve tan loca de placer, que termina muriendo de placer. En ese momento estamos lejos del placer como simple regulación del individuo viviente. Se ha introducido en la rata lo que es, efectivamente, un goce, y un goce mortal que ella solo puede repetir en forma incansable. Quiero decir que por medio de esto se la ha humanizado. Es decir, se la ha llevado al suicidio. Pero no me agradaría dejar la impresión -que usted formuló vigorosamente al final de su intervención- de que predico la imposibilidad de conocer, mientras que, por el contrario, la ambición científica en dominios hasta ahora abandonados a la elucubración y a la fantasmagoría es la ambición propia de Lacan, al igual que la de Freud. Siempre se dejó a la charlatanería, a los explotadores de creencias, todo lo que concierne a la relación propiamente humana entre los sexos. El esfuerzo psicoanalítico, por el contrario, es el de elaborar en la forma más científica posible esta dimensión. Evidentemente, cuando se trata de hablar de la relación entre los sexos teniendo como referencia al animal, nadie 143
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cree en lo que se dice. Efectivamente, queda abierto todo un campo en el q~e los únicos que se han aventurado son los poetas, los escritores y los piropeadores. Se trata, por el contrario, de que la ciencia se aventure en e~te campo. No se trata de la sexología ni tampoco de las disciplinas que mtentan aprehenderla en el nivel de los genes. En el nivel de los genes podemos escribir las relaciones sexuales, pero nunca podemos o_bte~erun hec~o como el piropo a partir de esta dimensión de 1aexpenenc1a. Es precisamente eso lo que Lacan destaca cuando dice que no hay relación sexual. Esto quiere decir que esa relación sexual invariable que existe en el nivel del animal, o que existe en el nivel del soma y el germen, a la cual Freud se refiere, todo nos muestra que en el nivel del significante no existe. Y creo que podemos, a mi criterio, decir que esta es una verdad científica.
Pttrtic-i~ante: Quisierapedirleque aclararalo que dijo acercade la mujer,que lasmu;eresnopuedenhaceruna. JAM: Les abrí, a partir del piropo, el acceso a esa difícil fórmula de Lacan, que hay que tomar con pinzas, que dice: "La mujer no existe". 1º Lo_que existe son las mujeres: una mujer, otra mujer y aún otra mujer. Ev1dentemen~e es difícil. Creo que una vez, en Italia, Lacan explicó est~, y en el atular del diario apareció: "El doctor Lacan dice que las mu¡eres no existen". Lo cual inquietó mucho a los italianos. Intentaré solamente hacerles ver esto a partir de esa mujer piropeada, que es también, en sí misma, bastante enigmática, puesto que ella es cada vez una diferente y siempre, al mismo tiempo, la misma; es, en cierta forma, todas las mujeres en una. ¿Por qué pude decir, rápidamente quizás, que en el caso del hombre existen todos los hombres en un~,, pero que no es así para la mujer? Habría que hacer una larga excu:s10n a lo largo de la teoría freudiana de la sexualidad y de la diferencia entre la sexualidad masculina y la sexualidad femenina, pero no ~ue~o explicarles esto en detalle ahora. Para ambos sexos hay un solo s'.gn'.~cante de referencia, que es el falo. La idea de que no hubiese un s1gmficante femenino es algo que escandalizó siempre a las feministas. Pero, tal como lo evoqué con el grupo de psicoanalistas que vi desde mi llegada, las feministas están muy equivocadas si creen que es una ventaja para el hombre poseer el correspondiente real de ese significante. Para
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Lacan es más bien, creo, una molestia. Esto hace al hombre, mucho más que a las mujeres, esclavo del deber y del superyó. La mujer fue siempre un misterio para Freud -no sé si debo decirlo, pero finalmente lo voy a decir-, quien decía: me da la impresión de que las mujeres no tienen el mismo superyó que los hombres, que son mucho más libres respecto al superyó que los hombres, que no tienen ese límite que obsei:vamos en la conducta y en la actividad de los varones. 11 En este senado no hay que imaginar, como las feministas, que Freud era antifeminista. La mujer era, simplemente, un misterio para él. De lo que se trata es de explicar a partir de allí cómo es que los hombres ~stán tan _disprn~~tos a hacer sociedad, a ser presidentes, mientras que existe una d1mens10nen la mujer que, con toda seguridad, excede a esta rutina varonil. Esto se marca, por ejemplo, en la diferencia entre el goce femenino y el goce masculino: su localización en el hombre y el sentimiento de infinitud en la mujer. No se puede decir que sea la mujer quien lo menciona -pues las mujeres se callan-, pero a los hombres siempre les ha atraído lo ilimitado del goce femenino. Tomemos por ejemplo el mito de Tiresias, quien quería saber cuál era el goce de la mujer.,Obtuvo ~e ~~us el ser transformado en mujer; Tiresias, el transexual. El regreso d1C1en?o que si había diez partes de goce en el mundo, nueve eran ,d~ la mu¡er y uno del hombre. La idea, que aquí solo puedo evocar rap1damente, es que si el hombre es uno y la mujer es el Otro siempre -y esto es lo que evoca el piropo con relación a la _afirmación de ~reud acerca de la falta de superyó en la mujer-, en el piropo ella es qmen ocupa el lugar del Otro superyoico. Puede observarse esto, por ejemplo, en el nom?re que se le da a la mujer en el francés popular: "la patrona"; es ell~ qu~en maneja los cordones de la bolsa. La mujer no existe, pero eso no 1mp1de que soñemos con ella. Es precisamente porque no se la puede hallar en el nivel del significante, por lo que nunca se deja de fomentar su fantasma, nunca se deja de multiplicar su fotografía, no se termina de in_tentar aprehender la esencia de un ser con respecto al cual la tontería uruversal -que siempre tiene algo de verdad- siempre dudó de que tuviese esencia. Esto puede llevar a su desvalorización, pero desde otro ángul~ me parece más bien un alivio no tener esencia. Y hace quizás a las mu¡eres mucho más interesantes que los hombres.
11. Freud, S., "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica", Obrascompletas,vol. XIX, ob. cit.
1O.Véase ibíd., p. 89.
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3. ELEMENTOSDE EPISTEMOLOGÍA
·,
Esta es la última de las tres conferencias que he sido invitado a pronunciar. En mi primera conferencia en este sitio los introduje a la obra y al estilo de Jacques Lacan, y aunque por falta de tiempo solo expuse la mitad de lo que tenía para decirles, pienso haber logrado transmitirles una idea de los principios teóricos cuyo desarrolló ininterrumpido con",. tinúa desde hace treinta años. En mi segunda conferencia, intenté hacer paradigma del ejemplo del piropo, que improvisé para ustedes a fin de transmitirles algunas verdades primeras y sin embargo desconocidas sobre el lenguaje, en particular acerca de su función en la separación sexual, en el desvanecimiento de la referencia, en el malentendido de la comunicación. Voy a dedicar esta tercera conferencia al tema de la ciencia, y más precisamente a responder en todo lo que pueda algunas de las cuestiones que se plantearon luego de mi última exposición, y en especial la que se formuló en el sentido de que, tal como yo la presenté, la teoría lacaniana parecía concluir en la imposibilidad del conocimiento. Muy bien. Después de todo, la imposibilidad del conocimiento no me asusta, pues el conocimiento no es la ciencia. La diferencia entre ciencia y conocimiento me parece fundamental en la epistemología de Lacan y aceptable mucho más allá del campo llamado del psicoanálisis. Por comodidad, dividiré esta conferencia en diez puntos que recorreré sucesivamente. Esto les muestra, desde ya, que ella tendrá otro estilo, otro tono que la anterior.
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¿Qué teoría? I. Primer punto. Creo que se puede formular que la teoría del conocimiento siempre tuvo, en la historia del pensamiento, un ideal, formulado de distintos modos, que es el de la unión del sujeto y el objeto. Más precisamente, la teoría clásica del conocimiento supone una connaturalidad .del sujeto con el objeto, una armonía preestablecida entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. Finalmente, la teoría del conocimiento siempre comentó el milagro del conocimiento, el milagro de la adecuación del conocimiento, guardando, dado el caso, el sitio de una cosa en sí, como diría Kant, incognoscible. De entrada, la ciencia se distingue del conocimiento aunque solo sea por el hecho de que construye su objeto. Este principio, adviértanlo, es e~pecíficamente lacaniano. Es también el principio de Bachelard, por eJemplo, para quien el objeto y el instrumento científico son una teoría encarnada; esta es su expresión. Señalaré, al pasar, que ocurre lo mismo con el inconsciente freudiano: en la medida en que es aprehendido en el dispositivo nuevo de su práctica, también realiza una teoría. ¿Qué teoría? Esa es toda la cuestión. Este es un primer punto muy rápido que puede prestarse a discusión, y diré que no es específicamente lacaniano.
El Otro sexo II. El segundo punto es más preciso. Conviene advertir que todo conocimiento es fundamentalmente ilusorio y mítico, por cuanto no hace sino comentar la "proporción sexual". Toda teoría del conocimiento tiene connotaciones sexuales. Si quieren ejemplos, pueden ustedes pensar en la complementariedad que hay en Aristóteles entre la forma y la materia. Pueden también pensar en esa forma tan elaborada de conocimiento que es la antigua astronomía china, que en su conjunto es un discurso sobre el macho y la hembra, que ordena no solamente los cielos sino también la sociedad toda. Es uno de los ejemplos que toma Lacan en su seminario Los cuatroconceptos fondamentalesdel psiAsimismo, pueden pensar en la teoría flogística, tan presencoanálisis.1
~-.~-de E.) Lacan,J., El seminario, Libro11, Loscuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanalms,ob. cit., pp. 157-158: "La astronomía china se funda en el juego de significantes
te en los siglos XVII y XVIII, antes de la emergencia de la ~uímica científica. Diré, ya que no puedo extenderme sobre todos_l~s eJemplos históricos, que el conocimiento, en la medida en que se d1stm~e ~e ciencia canta indefinidamente las bodas imaginarias entre el prmc1pio macho 'y el principio hembra. No creo que sea una g~n~ralización abusiva formular que las "formas primitivas" del conociilllento so~ t~das eróticas. En última instancia, ellas incluso se confunden con las tecrncas sexuales. Por eso la tesis de Lacan que pareció, tal corno la presenté, un poco abrupta, sorprendente, que La mujer no existe,2 es ciertamen~e una tesis fundamental también para la epistemología. Porque, despues de todo, ese objeto que en la teoría del conocimiento se quier~ que sea complementario del sujeto es también una forma d~ domesticar_~ la mujer. Hablando estrictamente, la ciencia, quie~~ decir la que ,n~c10 corno físico-matemática en el siglo XVII, y tarnbien las rnatemattcas, que nacieron mucho antes -y ese desf~saje_que _essiempre uno de l~s grandes problemas de la historia de la ~1encia:el u:t:rvalo entr: ~l nacimiento de las matemáticas y el nacimiento de la físico-maternanca-, la ciencia supone, por el contrario, que no hay connaturalidad entre el sujeto y el objeto, que no hay tropismo sexual natural en el hombre, que no hay ninguna estesia del sexo opuesto. Esto, por otro lado, es lo que demuestra esa estructura fundamental del psicoanálisis, esa estructura que introdujo a Freud en su práctica, a saber, la histeria. Y entr~ paréntesis es ciertamente una de las tesis más sorprendentes de la epistemologí~ de Lacan -que no tendré quizás tiempo de desarrollar .ªJuí- que la estructura del discurso de la ciencia no deja de tener relac10n con la estructura del discurso de la histeria. En esto, la proposición lacaniana de que no hay relación -ratio- sexual puede ser co?sidera~a corno una condición, en cierta forma secreta, de la emergencia del discurso de la ciencia. En cierto modo, los hombres que elaboraron el discurso de la ciencia en el siglo XVII, de alguna forma, por algún lado, debían haber planteado la proposición de que no hay relación sexual. Los que conocen los textos del Renacimiento, por ejemplo, y los que perduran de los siglos XVII y XVIII, de todos esos astrólogos, astrónomos_, filósofos, saben qué corte se observa en el estilo, en el enfoque ~sm~ de los problemas. Podríamos decir, al respecto, que el enfoque ciennfico supone una desexualización del abordaje del mundo y, para emplear una
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que repercuten a lo largo de la política, la estructura social, la ética, la regulación del más mínimo acto, sin dejar de ser, pese a todo, una muy buena ciencia astronómica". 2. Véase Lacan,J., El seminario, Libro20,Aun, oh. cit., p. 89.
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e~~r~sión filosófica, una desexualización del ser en el mundo. El psicoanahs1~ no es de ningún modo un pansexualismo. El pansexualismo es, por e!e~p_lo, la ~eoría de Schopenhauer, que se construye poniendo en su prmc1p10 la vida, y más precisamente el instinto sexual que animaría toda la naturaleza~: así como todas las creaciones humanas. Freud, torpemente quizás, pero en forma muy significativa, introdujo el término paradójico de pulsión de muerte, y descubrió por medio de la histeria qt_I~el Otro sexo con O mayúscula, el gran Otro de la exterioridad, el ot~o sex~, es el O~o·sexo. Aquí me contento con aludir a los trabajos de ep1st~mologos. ~-~~nsoque los que los conocen podrán juzgar la pertinencia o no de e·ste resumen.
l;-,asignifkación d~I falo
_ !~l_.
1ercer punto. Podemos preguntamos qué es lo que genera la 1lns10n pansexualista. Me parece que la ilusión pansexualista -ilusión que, digamos, cae con la emergencia del discurso de la ciencia, pero no antes- es algo, en este sentido, reciente. Lo que genera la ilusión pan_sexualista, me parece, es que toda significación, en cuanto imagisexual. Todo lo que se dice y tiene sentido nana? es ~damentalmente :er~na siempre revelando que no apunta sino hacia una significación uruca que ocupa el lugar de la referencia, referencia que no existe en el !~~guaje natural, en la lengua materna, la lengua vulgar. Y esa significaCIOnque ocupa el lugar de la referencia que falta es fundamentalmente fálica. Esto es lo que da su interés y su valor a ese ejercicio de discurso tan antiguo que se llama comedia, que consiste siempre en hacer reír revelando el objeto imaginario que todos los discursos rodean hacia el cual tienden, a saber, el falo. Hay un artículo de Lacan al resp~cto, que es el texto de una conferencia que pronunció en Alemania en los años cincuenta, y que se llama "La significación del falo". 3 De hecho, hay 1 que entender que el falo es la significación, la Bedeutungfundamental. Puede p~recer una idea un poco excesiva, pero no tanto si se piensa que alguien como Frege, que está en la fµente, en el origen de la lógica matemática, y que imaginaba que el lenguaje tenía como referencia a los objetos ?ºti_dia~os, había formulado la teoría de que todo lo que se dice puede d1str1bmrse en dos clases: la clase de las expresiones que tienen como referencia lo verdadero y la clase de las expresiones que tienen lo
3. Lacan,J., "La significacióndel falo",Escritos 2, ob. cit.
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falso como referencia. Pues bien, la simplificación que Lacan aporta a esta formulación es la de decir que la referencia única es la significación del falo. Hay, sin embargo, un discurso que escapa a esta maldición -también se la puede llamar una bendición por cierto, pero en todo caso es una ley de la dicción que el falo siempre esté allí-. Esto siempre se revela en forma pertinente en el lapsus o en la agudeza -Witz-. Se podría decir: busquen el falo, nunca está muy lejos; es el discurso de la ciencia.
La topología Pero, precisamente, presten atención, es porque este discurso solo se constituye a partir de la extinción de la significación, a partir de la construcción de redes sistemáticas de elementos desprovistos en sí mismos de significación, pero coherentes entre sí. La tesis -que no exige conocer en detalle toda la fraseología lacaniana- de que la ciencia supone la extinción de la significación es una tesis que puede ser discutida. Es un error creer que la medida es constitutiva de la ciencia. Matematización no quiere decir medición, y lo que lo testimonia es, enqe otras cosas, por ejemplo, la topología. ": La topología es una geometría sin medición, donde no se trata de las distancias, de los alejamientos, donde no tenemos sino la red sistemática del significante para soportar los objetos; los objetos no consisten, no tienen otra sustancia que la de la red significante misma. En los inicios de la topología, evidentemente se representaron objetos; por ejemplo, se representó ese objeto singular que es la banda de Mobius -es posible construirla ante ustedes-, una cinta que, en lugar de unírsela como un cilindro, se la une después de haberla torcido, después de haberla hecho girar una vez ciento ochenta grados. Es un objeto curioso, evidentemente, pues si uno pasa el dedo sobre el borde, el dedo aparece del otro lado de la cinta del papel sin haber atravesado ninguna frontera. Cuando se tiene un cilindro y uno pasa el dedo alrededor de su superficie, este queda siempre del mismo lado; hay un derecho y un revés. En la banda de Mobius ustedes pasan directamente del revés en que estaban al derecho. Es un objeto muy singular, que recién fue descubierto en 1860 por el matemático Mobius. Es extraordinario. Uno se pregunta por qué esta sencilla operación no fue hecha nunca antes de esa fecha. Es el primer objeto topológico, por otro lado, que Lacan aprovechó para hacer comprender que quizás no habría que contentarse con pensar que las cosas tienen siempre un derecho y un revés, que no hay 151
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que pensa~ qu~ el inconsciente está en el fondo y el lenguaje está en
la superficie, smo que, por el contrario, hay una relación de banda de Mobius que hace que entre el derecho y el revés, en forma científica la correlación y la continuidad sean pensables. ' En est~ se~tido, Lacan aprovechó estos objetos surgidos del discurso de_la ciencia, que son los objetos topológicos, para estructurar la experiencia analítica. No debe creerse que por estar en la experiencia analítica ante fenómenos que aparecen como paradójicos al sentido común, es ~mposi~le ex~resar~os de manera científica; que lo que está en el exterior esta al rrusmo tiempo en el interior no es simplemente una agud~za;_es algo que, por ejemplo, es ese objeto que se llama botella_de Kl:m, mventada por el matemático Felix Klein poco después de la mvención por Mobius de su banda. La botella de Klein materializa mate~áticament~, esa relación entre el interior y el exterior que ins~ tala -s1 me permiten la expresión- el exterior en el interior del exterior. Tendría que_disponer de más tiempo para resumirles los trabajos de Lacan que ubican los principales términos del discurso analítico en est~s figuras topológic_as.Diría que esto no es sino el abecé de la topologia, porque estos ohJetos pueden ser dibujados. La banda de Mi:ibius pueden ust~des tenerla ante sus ojos. La botella de Klein no se puede tener a la VIsta en sus tres dimensiones sino en una forma aproximada; p~ro. aún se p~ede dibujar; luego, en la topología algebraica ya no se dibuJan los obJetos. Lo que se llama objeto es pura creación del discurso matemático. No habría entonces que tomar como criterio de cientificida? lo_q~e las ciencias experimentales creyeron poder definir como su cientificidad propia. Tengo que decirles que todo lo que admitimos como disciplinas científicas en la facultad de Humanidades -la sociología, la psicología, la medicina-, para un matemático o un físico resultan muc~as ~eces un chiste. Solo digo esto para que se sepa que el concepto de ciencia es más complicado que simplemente tratar de ser objetivo. Como decía Hamlet: "Hay más cosas en el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosoña". El destino de la ciencia está vinculado a la formalización no a la medición; está vinculado al número, en la medida en que ¡l número figura en forma enigmática la presencia del significante en lo real. Volveremos enseguida a ello. Lacan busca formalizar la estructura que soporta la fenomenología de la experiencia analítica. Evidentemente, es una estructura compleja, porque los fenómenos que se producen en la experiencia analítica dan, a primera vista, la impresión de que no pueden estar estructurados, y no obstante la metáfora puede estar estruc-
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turada, la metonimia puede estar estructurada, el equívoco puede estar estructurado, la función del Otro en la delimitación del sentido puede estar estructurada. Es una hazaña, si se quiere, que consiste en captar con el discurso de la ciencia un campo que la ciencia estaba dispuesta a dejar al oscurantismo, es decir, a dejar como refugio de los fantasmas del conocimiento sexual. Por eso pude decir, en mi primera conferencia, que la enseñanza de Lacan era una enseñanza crítica y epistemológica que va contra todos los discursos oscurantistas que encontraron refugio, en la época de la ciencia, en el embrollo psicoterapéutico.
Obstáculo imaginario
rv.Cuarto punto. Una vez más voy a formular una tesis que me parece tiene consistencia, independientemente de la fraseología lacaniana, y que someto a la apreciación de los profesores y estudiantes que no son especialistas en Lacan: la ciencia supone la disyuntiva entre lo simbólico y lo imaginario, entre el significante y la imagen. Lacan comentó a menudo los trabajos del importante epistemólogo francés Alexandre Koyré sobre Galileo, sobre Kepler, sobre Newton. Luego de estas referencias, uno de los profesores que asistió a mi conferencia anterior me dijo, en un aparte, que la ciencia es algo que da lugar, por ejemplo, a la ecuación de la gravedad. Este también es el ejemplo al cual se conforma Lacan. Pero la emergencia de las ecuaciones maestras de · la teoría de la gravedad exigió -y es lo que señala Lacan basándose en los estudios de Koyré- que desaparecieran todos los valores imaginarios atribuidos a los movimientos de los astros. Exigió, según la expresión de Lacan, la exterminación de todo simbolismo imaginario de los cielos. 4 En el fondo, ¿cuál era el obstáculo epistemológico -para retornar la expresión de Bachelard que se ha vuelto célebre- que hacía imposible, en Kepler, por ejemplo, la formulación de las ecuaciones de la teoría de Newton? Es que Kepler seguía pensando que, dada la eminente dignidad de los astros, su valor superior, las órbitas celestes, las órbitas de los 4. [N. de E.) Lacan, J., "En memoria de Ernest Jones: Sobre su teoría del simbolismo", ibíd., p. 690: "Solo a partir de la exterminación de todo simbolismo de los cielos pudieron establecerse los fundamentos en la tierra de la física moderna, a saber: que de Giordano Bruno a Kepler y de Kepler a Newton, fue mientras se mantuvo alguna exigencia de atribución a las órbitas celestes de una forma 'perfecta' (en cuanto que implicaba por ejemplo la preeminencia del círculo sobre la elipse), como esta exigencia obstaculizó la llegada de las ecuaciones clave de la teoría".
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planetas, debían tener una forma perfecta, y es todo un movimiento el que llevó a no seguir pensando que, dada esta perfección, el movimiento de los planetas podía ser elíptico, sino que tenía que ser circular. Esta teorí~ ima~inaria suponía más perfecto al círculo que a la elipse. De allí la eX1genc1a,podría decir estética, imaginaria, de que el movimiento de los planetas fuese circular. Al respecto, la ecuación newtoniana solo pudo ser foFmulada a partir del momento en que se renunció a atribuir una significación imaginaria cualquiera a los cielos, en que ya no se pensó en 1~,dignidad de los planetas, en que se renunció a la exigencia de p_er_fecc10n p~ra contentarse con esos pequeños símbolos que pueden escnbrrse en hoias de papel y que valen por la creación entera. En este sentido, la teoría científica exigió aferrarse al significante en c~anto que separado de toda significación imaginaria. Lo divertido, por cierto, es que esto no impidió a Newton escrutar ese libro de la Biblia ~ue se llama "El libro de Daniel" y ese otro que se llama "El Apocalipsis", de SanJuan, para tratar de descifrar en el texto sagrado el porvenir de la creac10n y el plan de Dios, como muchos otros intentos de este tipo que hubo en esa época. Y es la época del nacimiento del discurso d~ la cienc~a.~ues ~~en,el propio Newton, que por un lado podía extermmar la s1gn1ficac10nceleste, la buscaba, de algún modo, escrutando corno un cabalista el texto mismo de la Biblia. Esto no se encuentra en Koyré, pero sí en Lacan, porque él leyó el texto de Newton sobre "El libro de Daniel". Tiene, incluso, el volumen de esa época. Todo ocurre, entonces, como si la significación que había sido exterminada en los ciel~s hubiese encontrado refugio en el texto sagrado. Newton, en este se~ttdo, no es el que se piensa. Hay alguien que escribió el artículo mas hermoso sobre Newton. Fue Lord Keynes, un científico, un sabio ba~tante e~traordinario, que no era simplemente un economista, quien se mtereso mucho en Newton y poco después de la guerra escribió un hermoso artículo sobre Newton, el hombre, al que llamaba "el último de los astról~gos'.'· Esta es la paradoja que se sitúa en el origen del discurso de la ciencia: que al mismo tiempo que elaboraba la ffsico-matemáti~a, Newton estaba apasionado por la astrología. Una tesis reciente, publicada por el M_IT5 en 197 5-197 6, nos dio a conocer una parte de los papeles d~ ~abaio de Newton referidos a la investigación alquímica; Newton dedico a ella más tiempo que a sus investigaciones físicas. En el fondo, esto nos muestra al individuo Newton atravesado por el corte
epistemológico; esta ya es una indicación destinada a evitar que confundamos al individuo con el sujeto de la ciencia, en cuanto vinculado al discurso de la ciencia.
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5. [N. de E.] Massachusetts lnstitute ofTechnology.
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Significantes separados de su significación
V. Punto cinco. Conocen, sin duda, la frase de Pascal que tanto irritaba a Paul Valéry: "El silencio eterno de esos espacios infinitos me asusta". A Paul Valéry le fastidiaba mucho esa frase; la comentó como un hermoso poema, pero le parecía un poco melodramática. Pascal fue también uno de aquellos a los que el corte epistemológico atravesó. Diría, al respecto, algo distinto a Paul Valéry. La frase de Pascal acerca del silencio de los espacios infinitos testimonia un afecto muy moderno, pues los cielos, la creación, no eran de ningún modo mudos antes del advenimiento de la ciencia; por el contrario, los espacios, los cielos, la creación, la Tierra, cantaban la gloria del Señor, cantaban la grandeza de su plan. El discurso de la ciencia, a partir del nacimiento de la físico-matemática, hizo callar al mundo, silencio que Lacan resume en esta proposición -que pienso es bastante indudable-, a saber, que la ciencia supone que en el mundo existen significantes que ya no quieren decir nada para nadie. Que en el mundo podemos encontrar significantes que se organizan, significantes que responden a leyes, pero que estos significantes no están relacionados con un sujeto que se expresaría por su intermedio. Esta es una idea muy moderna y científica: que el significante puede existir independientemente de un sujeto que se expresa por su intermedio. Un significante separado de su significación, un significante sin intención. A esto responde la matematización de la física. A esto responde también la invención freudiana del inconsciente. Hay significante, independientemente del sujeto. Hay significante organizado según leyes autónomas, que funcionan independientemente de la conciencia que el sujeto puede tener de él o de la expresión; es el sujeto, más bien, quien es un efecto del funcionamiento de las leyes significantes. Por eso Lacan dice, y después de todo la historia parece confirmarlo, que el psicoanálisis no era posible antes del advenimiento del discurso de la ciencia.6
6. [N. de E.] Lacan,J., Seminario 14, "La lógica del fantasma", clase del 14 de diciembre de 1966, inédito: "Al cogitocartesiano no lo he elegido al azar; es porque él se presenta como una aporía, una contradicción radical al estatuto del inconsciente, por lo que tantos
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El contexto científico en el cual nació el descubrimiento de Freud tiene toda su importancia; saben ustedes que Freud era alumno de Brücke, de Helmh?ltz, es decir cientificistas alemanes que solo querían saber ace:ca del discurso de la ciencia, y el propio Freud permaneció toda. su vida fiel a esta inspiración. Por eso el psicoanálisis puede ser considerado como la manifestación del espíritu positivo de la ciencia en ~n á~bito e~pecialmente difícil a la captación conceptual de la ciencia. En cierta forma, esto siempre se supo. No se puede confundir a Freud con Jung. Jung, independientemente de todos los avatares de la historia, rompió con Freud -lo que, por cierto, le valió tres años de seria depresión-. SiJung rompió con Freud, fue porque regresó, con su libro lvletarnorfosis de la libido,a lo que en la Antigüedad se llamaba "el alma del mundo", esta teoría antigua que no dejó de hacer su camino en la historia del pensamiento, haciendo de la naturaleza toda un ser. Es una intuición fundamental a la cual el romanticismo alemá~, por ejemplo, d10 toda su extensión; intuición antigua que encontró una nueva juventud con la filosoña de la naturaleza, y aún hoy es algo de este orden lo que puso de moda Teilhard de Chardin. Siempre, precisamente en la época de la ciencia, se encuentra gente que busca lo que llaman un "comp Iei_nento.de a1ma " en estos saberes que no son científicos, pero que al mismo uempo son saberes, es decir, están organizados. El alma ~el mundo_es_precisamente esto: lc;ique el discurso de la ciencia apartó. Es un mov1m1ento que se encarna en la historia con Descartes. Con él el espíritu científico, hay que decirlo, se separó del espíritu oscurantista del Renacimiento. El punto ornegadel padre Teilhard de Chardin era el gran significado que se suponía ordenaba el conjunto de la historia humana,~ saben, como yo, por otro lado, la parte de teología que permanece aun en el ?1arxismo-leninismo. La separación entre Bossuet y Marx no se ha realizado plenamente aún.
debates desde entonces han girado alrededor del estatuto pretendidamente fundamental de la conciencia de sí. Pero si se ~ncontrara después de todo que este cogitose presenta como el mejor anverso del ~retend1do estatuto del inconsciente, habría podido ganarse algo, como podemos presmrur; est e no es el punto inverosímil que podría asimismo concebirse. Esto no es una formulación sino un descubrimiento de lo que es el inconsciente antes del advenimiento anees d~ la inauguració~, del sujeto del inconsciente, en la medida en que este sujeto e; correlativo del advemm1ento de la ciencia".
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Hay un saber en lo real
VI. Punto seis. Con el discurso de la ciencia, Dios deja de hablar. Está silencioso, incluso escondido; como decía Lucien Goldmann hablando de las tragedias de Racine: el Dios oculto. Está silencioso, escondido y calcula, como dice Leibniz, quien está tambié~,en la em~r~ gencia del discurso de la ciencia. Koyré, al i~al q~e Ko¡e:e'. analizo la relación que vincula la ciencia y el monoteismo Judeocnsuano. Su tesis es que el discurso de la ciencia no era sin duda posible más que_en un contexto religioso, donde se planteó algo totalmente nuevo ~ ~mgular, que es la creación del mundo ex ~ihilopor un gra~ ?tro diVI~?· La creación ex nihilo elaborada en el discurso de la rehgion permma confiar en la experiencia natural, confiar en que por medio de la experiencia natural se podrían encontrar las huellas de una creación lógica. Por eso la ciencia no es, quizás, tan atea como se cree. Por un lado, en el discurso de la ciencia, el significante no quiere decir nada en la naturaleza; pero por otro, el significante está allí, en la naturaleza, organizado según leyes; por ello la ciencia siempre está ligada a la idea de qu_ehay allí un saber en lo real, una red articulada de significantes que funcionan en lo real, independientemente del conocimiento que podamos tener de ellos. Aquí también la historia de la ciencia a propósito de Ne~on nos enseña. Los cartesianos se escandalizaron con Newton. Consideraban que era un retorno del oscurantismo, porque pensaban -y este también es un punto que Lacan epistemólogo subrayó-, se preguntaban, ¿cómo pueden los planetas conocer las leyes de la gravitación de Newton? ¿Cómo pueden obedecer a esas leyes? Este es, por lo tanto, un retorno a las cualidades ocultas que Descartes había eliminado. Al respecto, Newton dice que no forja hipótesis que serían fic~iones. Con su pequeña articulación significante, constata que ellas func10nan en lo real. Hay muchas cosas que se constatan así -y que, después de todo, no hay por qué comprender-, que evidentemente colocan a Dios en el horizonte de la ciencia. Se comprueba, por ejemplo, que ciertas plantas disponen sus hojas según la serie de Fibonacci, según el ordenamiento regular de esta serie de números, inventada en el siglo XII. ¿Saben matemáticas las plantas? Todo lo que la físico-matemática :o.osenseña es a constatar que hay allí un saber que funciona en lo real. En este sentido, la ciencia supone a Dios en dos formas. Primero, supone a ~ios, tal como lo reconoció Descartes, como garante de la verdad, es decir, como un elemento que no engaña. Ustedes saben qu: hay un~ demostració~ muy precisa de Descartes sobre este punto: siendo Dios perfecto, s1 157
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mintiese, eso sería una infracción a su perfección, y por lo tanto Dios -aunque esto sea un límite a su potencia- no puede mentir. No poder mentir no es una impotencia, sino, por el contrario, una excelencia de la potencia. Esta convicción de que hay un elemento que no engaña es totalmente decisiva en la ciencia, y aun Avicena decía cosas de este tipo: "Dios es vivo, pero es honesto". Pues bien., la idea de la honestidad de Dios no es simplemente una broma de Avicena, y aunque se crea que no se cree en Dios, quizás se sigue creyendo en él de todos modos. Es, por otro lado, lo que dijo Lacan un día en su seminario -en el que había más o menos cuatro veces el número de personas que hay aquí-, que estaba seguro de que no había una persona en la sala que, de hecho, no creyese en Dios. En Dios como el elemento que no engaña. Este es el resultado de una larga elaboración. Esto no era obvio antes de la emergencia del discurso de la ciencia: que eso no engañaba. Al principio, en todo caso, esto pareció un acto de fe, y la elaboración filosófica de la perfección divina fue un componente esencial del discurso de la ciencia; no hay que imaginar que la filosofía simplemente es cuentos en el aire. La filosofía tiene una importancia decisiva en la elaboración precisa del discurso de la ciencia. Este es el primer aspecto de Dios que evoqué, Dios garante de la verdad, Dios que no engaña. Hay un segundo aspecto, que es Dios como Sujeto supuesto Saber. Esto es algo contra lo cual es imposible defenderse. En el momento en que una invención significante toma cuerpo y se desarrolla, no podemos dejar de pensar que estaba allí desde siempre. Por eso muchas veces nos resulta difícil aprehender épocas anteriores o principios diferentes del pensamiento, porque las categorías en que estamos capturados nos parecen a menudo tan válidas que creemos que siempre han estado allí. Pero, en fin, nada prueba que Platón, por ejemplo, tuviese en lo más mínimo el sentimiento del yo que tenemos nosotros desde que apareció el discurso de la ciencia. Nada nos dice que la idea que n~s podernos hacer del goce es la de los epicúreos y la de los estoicos. Lo mismo ocurre con las invenciones científicas. Voy a tomar el ejemplo más fácil: piensen en Cantor. Cantor, que inventa el infinito no enumerable. Lo inventa en matemáticas. No lo inventa por experimentación, no lo inventa por medición, lo inventa en una experiencia, sin duda, subjetiva, una experiencia por la cual pagó, podemos decir, con su razón. Como saben, estuvo internado numerosas veces en clínicas psiquiátricas. Cuando inventa el infinito no numerable, ¿dónde busca sus referencias? Esto es algo que no se encuentra, en todo caso, en los 158
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manuales de matemáticas, pero sí está mencionado en los escritos de Bourbaki sobre la historia de la matemática, y también lo encontramos en las obras y en las cartas de Cantor: busca sus referencias en la teología. Hay, al mismo tiempo que una matemática de Canto:, una te~ría de Cantor, porque para él el infinito no numerable y la teona de conJuntos eran un medio para acercarse a Dios. Pensaba, en el momento en que inventaba en forma significante el infinito no numerable, que él era el funcionario de Dios. Poco importan aquí los excesos de Cantor, pero este movimiento que consiste en proyectar en un Sujeto supuesto Saber lo que es una invención significante es natural. Evidentemente, cobra cuerpo para nosotros, deviene más y más verdadera; el infinito no numerable de Cantor es más verdadero ahora que en el momento en que él lo inventaba; ahora que ha sido captado, absorbido, desarrollado por el discurso de las matemáticas. Esto exige siempre, evidentemente, el consenso de la comunidad de los matemáticos. Evidentemente, en este caso la función de la transmisión es esencial, y es lamentable que la comunidad de los psicoanalistas sea pensada como una comunidad eclesiástica, en vez de pensarse sobre el modelo de la colectividad de los cien~ficos, ~e la comunidad de los matemáticos. Y la comunidad de los ps1coanabstas, por cierto, ha hecho mucho para demorar la difusió~ del espíritu posi~vo de la ciencia en el psicoanálisis tal como lo desarrolló Lacan despues de Freud.
Lo real matemático Hay que volver un momento a la invención de Cantor, invención científica. Ustedes quizás saben cómo Cantor inventa, demuestra, la existencia de este infinito no numerable. Saben que empieza construyendo, a modo de hipótesis, un cuadro que incluiría todo~ los números entre O y 1. Luego construye un número tomando la diagonal de su cuadro. Es el proceso que se llama diagonalización de Cantor. Toma el número que está en diagonal en su cuadro y cambia en cada sitio el símbolo que figura en él. Podemos contentarnos con escribir allí Oy 1. Cada vez que hay Oy 1,él invierte cada uno de los símbo~os de. la c~dena diagonal. Demuestra así que, siendo cada un~ de las lmea~ mfin;tas, este número diagonal no puede figurar en esta lista, y que enste as1,en sentido matemático, el infinito como no numerable, es decir, el infinito como no estando en esta lista. He aquí lo que nos da el paradigma de lo que es lo real matemático, lo real construido a partir de una experiencia 159
JACQUES-ALAIN MILLER puramente significante. Es un r l . determinado por una red d . ea 'fiqueemerge a part1r de lo imposible r e sigm cantes· es un re l una wrma de impasseen la form 1· . , ' a que emerge por . a izacwn· es una especi d 'd d operación significante Esp '. e e resi uo e la 'd . ero con este eJemplo que mente, que se sepa un poco d , . ' supone, eVJ entee matemaacas, hacerles percibir el sentido de la proposición de L es lo imposible". acan, que es aparentemente paradójica, "lo real . . Cuando digo que esto ~upone que se conozca un tJcas, quiero decir que en realid d d . poco de matemáen la pizarra incluso a gente a estdopueb e explicarse en media hora N ' que na a sa e de m t , · esto, entonces para hacerles a emaacas. o digo realidad el abe,cé del significa~::.sar que es algo muy complicado. Es en
El sujeto de la ciencia VI~.Punto siete. Descartes elaboró lo . de la ciencia. Sabemos que la eme . que P.odemos llamar el SUJeto to que dice "pienso luego exi· t ,,rgenci~ del su1etocartesiano, del suje' s o consatuye h' pensamiento. Este corte fu 'd ''fi d un corte en 1a istoria del J enti ca o com O 1 d . e h IStoria de la filosoti'a y ta , en to o caso, en la D . · es un error pensa funda la identidad yo· El . r que escartes, en el couito 8 · yo yo couzto c t · yo como función d , . . º ar esiano es algo diferente al' e smtes1s, que los psicólo go~ ponen a prueba. Es un abuso extender la identidad es 'fi esfera psíquica a todos lo t pec1d1cadel cogztocartesiano a toda la ' s ac os a to os lo · · P , ' . El s moVJm1entos,a todas las representaciones de la esrera 11 . siqmca. couito · gencia, es correlativo de u 6 cartesiano, en su emer, . n momento muy de t d L proximo al texto de Descartes d s aca o, y acan -muy con la lectura más rigurosa ' y ~~modo que no es contradictorio sianas, la del historiador de ju~~e ~ ~ho ~e las meditaciones carteprímeras meditaciones de D a oso a artial Gueroult- descifró las escartes en este sentid Ad , ne tener cierta idea acerca de est di . o. emas, esto supodes conocen pienso a 1 as me tac10nes de Descartes. Uste. ' - unque so o sea de oíd 1 fu . , h 1perbólica en Descartes. ·C ,1 ~ El . as-, ª nc10n de la duda ua es. _vaciadode la esfera psíquica, el vaciado del universo de que es imaginario. El co ito :epres~ntac~ones, el vaciamiento de todo lo ineliminable de esta opg ' . ~ sud1 en~da~, solo surge como el residuo . erac10n e vac1aIIl!e t E n o. n este senado, para seguir la agudeza de Lacan 1 a respecto la e 'd · [' ._, un sujeto vaciado [vzde1q . ' VI encia evzuence]es la de . . 1, ue no existe para nad r implicaría montones de rep . a como una esiera que . resentacwnes de l'd d . ' cua 1 a es Y propiedades diversas, sino como un · 1 s1mp e punto, un punto evanescente, ya que
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como dice Descartes: "yo soy, yo pienso". Pero ¿cuánto tiempo? Solo en el instante en que pienso. Este es un sujeto que, en su punto de emergencia, no es de ningún modo una sustancia, sino que, por el contrario, es un sujeto completamente desustancializado, que de ningún modo es un alma, que no está en relación con ninguna naturaleza; un sujeto desamarrado de todas las adherencias naturales. Este sujeto que ha cortado con todas sus adherencias naturales, con toda significación que no sea el residuo puntual y evanescente donde el pensainiento y el ser hacen uno, este sujeto es estructuralmente el agente del discurso de la ciencia. Este sujeto es el que a continuación pone en acción a un significante en su relación con los otros significantes. A partir de este sujeto se puede simplemente confiar en las letritas del álgebra. Letritas que no son palabras, letritas que no están capturadas en la metáfora y la metonimia, letritas que están separadas de la significación. Este sujeto que es correlativo de la extensión cartesiana -esa extensión tan singular que es enteramente exterior a sí Inisma, como decía Merleau Ponty: "sin sombras y sin escondites", esa extensión enteramente manipulable- es el punto sobre el que descansa el discurso de la ciencia. Les recuerdo que Descartes no permanece en este punto del sujeto, sino que inmediatamente lo descubre correlativo del Otro, del gran Otro divino, Sujeto supuesto Saber que garantiza la manipulación automática de esas letritas del álgebra.
El sujeto del inconsciente VIII. Punto ocho. Felizmente, lo que Lacan formula -que puede parecerles paradójico, aunque quizás, por el sesgo que tomé, la verdad del asunto les aparecerá de todos modos- es que el sujeto del inconsciente freudiano, ese sujeto que aparentemente es muy distinto de un cogito, es el sujeto de la ciencia, es el sujeto puntual y evanescente de Descartes. 7 Aquí tenemos que distinguir dos cosas. En primer lugar, este sujeto de la ciencia que emerge con Descartes, al mismo tiempo que emerge es rechazado del discurso de la ciencia; es una de sus condiciones. Pero, a la vez, es una condición forcluida, rechazada al exterior, lo que hace que la ciencia se presente, efectivamente, como un discurso sin sujeto, como un discurso impersonal, como el discurso del Sujeto supuesto Saber en
.7. Véase Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis",
Escritos1, oh. cit., pp. 270-272.
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persona. Y los profesores, entre los que me cuento, los profesores se presentan siempre como los representantes del Sujeto supuesto Saber. Esto se siente especialmente en la universidad, tanto en Caracas como en Bruselas. Los profesores hacen como si formularan enunciados carentes de enunciación, y sé muy bien que cuando se dice demasiadas veces yo, y cuando uno se pone a sí mismo en la balanza, eso siempre parece una infracción al. discurso de la ciencia, a su impersonalidad. Pero ocurre que el psicoanálisis no se enseña como las otras disciplinas. De hecho, en el discurso de la ciencia es donde podemos verdaderamente encontrar al sujeto de Chomsky que mencionaba en mi anterior conferencia, el auditor-locutor ideal que conoce perfectamente los rodeos de su lengua y que se espera que transmita algo sin equívoco. En todo caso, lo que Chomsky formula es el ideal de la lengua científica, y que en modo alguno es la lengua que se habla y la lengua que los habla. Por cierto, en la historia misma de la ciencia se observa lo que podríamos llamar "retornos del sujeto"; se los observa particularmente cuando uno cree poder identificarse con el Sujeto supuesto Saber. Piensen en lo que ocurre cuando uno cree poder identificarse con el Sujeto supuesto Saber. Piensen en Frege, quien creyó poder matematizar en forma integral la lógica clásica, quien pensó alcanzar en este sentido una lengua escrita perfecta, sin equívoco y total. Saben ustedes lo que le ocurrió a Frege; es uno de los grandes dramas de la historia de la ciencia. Cuando iba a publicarse su segundo tomo, cuando ya estaba en imprenta, recibió una carta de Bertrand Russell diciéndole que le parecía muy bien, pero que había una pequeña paradoja en el primero, que lo echaba a perder todo. Una paradoja muy corta, que cabe en un párrafo, en unas cuantas líneas. Y en el fondo Frege pasó los últimos veinte años de su vida rumiando ese hecho significante. Allí tenemos esa especie de lapsus interiores al discurso de la ciencia, que en un momento hacen vacilar todas las certidumbres. Tenemos aún otro ejemplo en la historia de las matemáticas, que es, por excelencia, el lugar donde debería constituirse la certidumbre perfecta del discurso de la ciencia. Es un ejemplo célebre, relacionado con el teorema de Godel. Cuando Godel formuló su teorema, pareció de golpe derrumbarse toda esta garantía dada por el Otro al manejo de las letritas que había empezado con Descartes. Esto es, entonces, simplemente para evocar el discurso de la ciencia en la medida en que rechaza al sujeto; y que también, en ocasiones, el sujeto fractura su consistencia. En segundo lugar, el sujeto del inconsciente, en el sentido de Lacan, no es sino el sujeto del significante, es decir, el sujeto de la ciencia, pero
recuperado en un campo científico como el sujeto que habla. Es un sujeto integralmente vehiculado por el significante. Esto distingue al psicoanálisis de todas las iniciaciones, de las ascesis contemplativas que se conocieron en la Antigüedad, incluso de las vagas manipulaciones corporales que están hoy en día nuevamente de moda; de todos esos ejercicios mediante los cuales se trata de liberar al sujeto de su pena, de alentarlo, de sugestionarlo, de estimularlo. Lo que distingue al ejercicio psicoanalítico de toda iniciación es, precisamente, que el sujeto, para que el psicoanálisis opere, no tiene por qué entregarse a la más mínima preparación mental, a la más mínima ascesis. Por el contrario, el sujeto del psicoanálisis debe venir sin preparación, ofrecerse al ejercicio sin ninguna purificación previa, debe acudir regularmente a sus sesiones, podemos decir que de manera burocrática, y dar todo lo que le pasa por la cabeza. No preparar hermosos discursos, no purificarse mediante el lenguaje, sino, por el contrario, entregar en desorden el material. ¿Y cuál es la operación propia del psicoanalista? Garantizar que todo este material entregado en desorden tiene una causa. En este punto, el postulado fundamental del psicoanálisis es determinista: todo tiene una causa. Es una de las dos formulaciones del principio de razón suficiente, que solo surgió con Leibniz. Una vez más, se trata de un principio ligado al discurso de la ciencia y que, por otro lado, Heidegger comentó en un librito que se llama El principiode razónsuficiente.Por eso en la operación psicoanalítica el psicoanalista hace de Sujeto supuesto Saber. Se coloca en el lugar del Sujeto supuesto Saber para permitir la operación analítica. Es un lugar muy peligroso, porque puede llevar al psicoanalista a identificarse con el buen Dios. Es lo que efectivamente comprobamos en la historia del psicoanálisis. Los psicoanalistas, por un lado, se identifican gustosamente con la divinidad. Tienen, incluso, una infatuación muy especial, puesto que, como por función se supone que saben, no se sienten obligados a saber nada; quiere decir que pueden muy bien nadar en la ignorancia, y eso no impide que, siendo su posición la del Otro en la experiencia, se consideren perfectos. Se consideran, en ocasiones, como el modelo de su paciente, como su ideal. Confunden en ocasiones la cura psicoanalítica con una educación, una educación que buscaría llevar al sujeto, sencillamente, a identificarse con ellos; quiero decir que se creen el bien soberano, simplemente. Entonces, lo que Lacan formuló fueron cosas como esta, aunque con ello, obviamente, no se ganó amistades entre los analistas. Porque si algunas veces es acerbo con l9s que practican otras disciplinas, lo es ciertamente menos que con sus colegas. Lo que formuló también es que la experiencia psicoa-
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nalítica no consiste en la identificación del paciente con el analista, sino, al contrario, en la evacuación de la función del Sujeto supuesto Saber. Hay una sola práctica que podría verdaderamente llamarse atea, y es el psicoanálisis. Por eso el psicoanálisis interesa tanto a los sacerdotes. Presenciamos, evidentemente, todo lo contrario. Vemos, por ejemplo, a psicoanalistas, incluso de la Escuela de Lacan, como Fran~oise Dolto, explicar a lannuchedumbres que el primero de los psicoterapeutas fue Jesucristo, lo que no les gusta ni a los psicoanalistas ni a la Iglesia. Pero he aquí lo que, después de treinta años de discurso de Lacan, se vuelve a oír en París. Esto nos deja escépticos, evidentemente, acerca de los efectos que se pueden obtener haciendo teoría. Por cuestiones de tiempo, evocaré brevemente dos puntos que aún me faltan.
ticas inconsistentes -y la lógica del significante de Lacan, esa lógica que conviene al inconsciente, que no conoce la contradicción, corno decía Freud, la lógica lacaniana del significante es una lógica inconsistente; toda el álgebra de los términos de Lacan gravita en torno a la inconsistencia- se hizo particularmente en América Latina. La escuela brasileña, la escuela argentina y la chilena de lógica matemática -cuyo reciente simposio fue publicado, hace dos años, en la gran colección de· lógica de la editorial North Holland- demostraron todos los recursos que podernos encontrar desde el punto de vista matemático en las lógicas inconsistentes. Lo que permite ver que hay más cosas en las ciencias que las que uno imagina. Resulta que Lacan elaboró una lógica inconsistente del falo, que formuló -muy fiel en esto a su maestro, el pequeño Hans- que el falo podía ser considerado como un predicado. Y logró ordenar las paradojas freudianas de la castración a partir de una lógica inconsistente del predicado falo. Esto es algo que puede muy bien exponerse, pero debo interrumpir a fin de permitir un intercambio de preguntas. Gracias.
Paradojas de la comunicación IX. Punto nueve. Este punto está destinado a mostrarles cómo Lacan estructuró en la experiencia analítica misma estas paradojas de la comunicación que subrayé en mi anterior conferencia y que, efectivamente, hacían dec.:ira uno de los asistentes que volvían al conocimiento imposible. Pues bien, me hubiera gustado mostrarles cómo Lacan, en este campo evidentemente tan difícil, trata de estructurar estas paradojas. Es cierto que hay con qué perder la razón en el equívoco generalizado. Y sin embargo, este equívoco generalizado tiene una estructura.
Discusión
Participante:Dedujede sus afirmacionesque la estructurasign.ificanteequivaldríafinalmente a Dios.Pareceríaentoncesque volvemosa un pensamiento comoel de la EdadMedia. Quisierapedirlesipuedeprecisarla diferencia, pues n~ entiendobien eseretornoa Diosdelsujetode la cienciadel que ustedhabla.
Lógica inconsistente X. Punto diez. Me hubiera gustado mostrarles, acostumbrarlos, a la fórmula de Lacan que di en forma un poco abrupta: "La mujer no existe". En este sentido, es muy buen ejemplo, porque Lacan trata, precisamente, de escribir esta paradoja en forma lógica, quiero decir tomando prestados, precisamente, los medios de la lógica matemática. Porque no hay que creer que la lógica es simplemente lo que uno aprende en las primeras clases de la universidad con el principio de contradicción, y que allí donde el principio de contradicción no es válido, no hay ya lógica. Es un error. Al contrario, existe algo como la paradoja de Russell, que era necesario elaborar. Hay lógicas inconsistentes basadas en la negación del principio de contradicción. Se puede muy bien hacer funcionar una lógica matemática negando el principio de contradicción. Si hay aquí lógicos, pienso que no me desmentirán; espero que no me desmentirán, puesto que la elaboración de las lógicas matemá-
JAcQUES-Au!NMrLLER:Sí, ese es el problema. Aun cuando el discurso de la ciencia tuvo que combatir contra el discurso de la religión para establecerse, la tesis de Lacan es que algo de Dios persiste en el discurso de la ciencia a partir de la función del Sujeto supuesto Saber. El Sujeto supuesto Saber no es Dios. Puede encarnarse en Dios, pero, aunque se niegue a Dios, es muy difícil defenderse de la ilusión de que el saber inventado por el significante no existe desde siempre. Cuando se hacen experiencias se obtienen resultados, y esos resultados parecen fundamentalmente válidos desde siempre, y es difícil imaginar cómo eran las cosas antes de la producción de un corte significante que modifica completamente las coordenadas. Esto también vale para el inconsciente freudiano. Lacan insiste siempre en el hecho de que el inconsciente es freudiano. Con ello quiere decir que no se debe proyectar en la historia el inconsciente, descubierto por Freud a partir de su dispositivo, para luego pensar que desde siempre estaba allí. Esto es justamente lo
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que Lacan llama Sujeto supuesto Saber. Es una función en cierto modo ineliminab]e del saber, salvo -es lo que Lacan evoca- en la operación del psicoanálisis, en la que a la vez el Sujeto supuesto Saber es puesto en obra y evacuado; este es el ideal del final del análisis. Si quieren, al Sujeto supuesto Saber hay que pensarlo no bajo la forma del Dios de la Edad Media, sino que más bien hay que pensar en el Dios cartesiano. Este Dios del que aquí hablamos -si conocen la expresión de Pascal, a quien cité ya en mi conferencia, en la que distingue al Dios de los filósofos del Dios de Isaaé, Abraham y Jacob- es el Dios de los filósofos. Existe también el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, quien es, asimismo, muy importante en psicoanálisis. Este no es el Dios que calcula; es el Dios del Antiguo Testamento, es el Dios que desea, es el Dios que no busca de modo alguno el imperio universal, es el Dios que es el único allí donde está, en su tribu, y es allí donde quiere ser el único, un Dios que desea, un Dios que pide a veces la muerte de un niño, un Dios también cruel, un Dios también de goce. Si quieren, en el psicoanálisis está, por un lado, el Dios de los filósofos -al igual que en la ciencia- y, por otro, Dios en la figura del padre. Freud, quien era, como ustedes saben, de tradición judía, mostró la otra cara de Dios, la cara de] Dios deseante. Y creo que se podría jugar con las relaciones entre estas dos figuras de Dios.
Participante:Cuandousted habla de la ciencia,entiendoque habla de una concepción positivistade la ciencia.Creoque existeotra concepción de la ciencia.Piensoque la cienciano es un discursopuramenteformal que suponela extinciónde la significación,sino que, en todocaso,suponela extinciónde la significaciónaparente.Piensoque puede existir un discursocientíficoque dé sentidoa la realidad;en estesentidola cienciaes reveladoray otorgasentidos, significados, independientes del sujetoconsciente. No creo,entonces,que la cienciaconstruyasu propioobjeto.Esoseríapensar que la teoría científicaes una metateoríaindependientede lo concreto-real que tienesuspropiasleyes.Puedepensarseuna cienciaque reproduzcalas leyes dialécticas de la realidad,y que entoncesse apropiede lo concreto-real, sin por elloser una reproducción especularde la realidad. En cuantoa la relaciónque ustedestablece entrecienciay conocimiento sexual, me pareceque es un reduccionismo excesivo,un eroticismo.Lo femeninoy lo masculinopodrían también llamarsearmonía-conflicto,estaticidad-cambio, revolución-contrarrevolución. ¿Porqué nopensarquesonreproducción de contradicciones inmanentesa la realidad?
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JAM: Habría que conversar mucho más para ponemos de acuerdo acerca de esta concepción de la ciencia. Esta no es una tesis lacaniana; simplemente estoy hablando como alumno de Canguilhem, de Koyré, de Bachelard. Hay que tomar en cuenta que Lacan encontró muchos de los materiales de su epistemología en la escuela epistemológica francesa. Lo concreto-real, como usted lo llama, yo lo llamo realidad fantástica, que el discurso de la ciencia, precisamente, disuelve. Hay que darse cuenta de que antes de mandar el Spumik al cielo, Newton era una especulación. Lo que se verifica de esos objetos que se multiplican en el espacio -y ese es un poco el escándalo- es que se multiplican, justamente, porque no se respeta ese cartel que encontramos en las calles de Caracas que dice: "La solución es no ensuciar". Evidentemente, hay que decirlo, la ciencia produce fundamentalmente objetos residuos que llevaron a la polución universal, incluyendo la de los cielos. Es decir, ese real los produce. Son objetos que no sé si usted los considera reales-concretos, pero, en todo caso, recubren toda nuestra existencia.
Participante:Si uno va más allá de una lectum literaly haceun esfuerzode lecturasíntoma!sobreel enunciadoclásicode Freudacercade la ley delproceso encuentra1~siguient~:_quesí primario,acercade la ausenciade contradicciórJ, existeuna proposiciónen Freud acercadel hechode que existeuna lógicadel Sin embargo,si se hace inconscienteregidapor la ausenciade contradicciórJ. una lecturasintomática-hable del término althusseriano-,se encuentraque en el procesomismo del complejode Edipose ve la nociónde conflictoen la medidaen que se ve un deseoque esprohibidopero que suponecomocorrelato ~e la la posibilidadde la agresión.Estamosallí en el nudode_la problemát~ca_ neurosisqueplantea estacontradicción. Es decirque existela contradiccton en el nivel de la legalidaddel inconsciente, y en esecasohabrí~que~abiarde _u~a lógicapolivalentedelinconsciente. Mi preguntaapuntahaczacuaf esla revtston que existeen LacanconrelaciórJ a la lógicapolivalente,a laslógicasmo~ales .. La segundapreguntahacea losenunciados ya clásicos acercadelproceso pnmano y la ausenciade temporalidad: ¿cómoseprocesaría la diacroníaen eli~:onsciente? Por último, ¿cuálsería la materialidaddel inconsciente conrelaczona la red significante? JAM: Sí, son muchas preguntas juntas. Simplemente diría que me parece excesivo hablar de interpretación sintomática_diciendo "según el término de Althusser". Creo que es lo que usted ha dicho. Hay que pensar, por el contrario, que es un término freudiano -lacaniano incluso167
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queAlthusser tomó prestado para tratar de elaborar su propia lectura de Marx. Después de todo no estoy mal ubicado para hablar de ello, ya que en esa época participaba en el seminario de Althusser, y el año anterior a aquel en que escribió ParaleerEl capital dedicó un seminario a Lacan en el cual, precisamente, trabajó las categorías de causalidad y síntoma a partir de Lacan. Lo que hay que considerar es la forma en queAlthusser trató de utilw:ar los conceptos lacanianos a propósito de Marx. En cuanto a la primera pregunta, debo decir que no pienso, de ningún modo, que la legalidad a la cual usted alude sea esencialmente una legalidad cultural. Estamos, sin embargo, de acuerdo en esto: Lacan comentó, en forma a menudo variable, la letra del gran Otro. Al respecto, las estructuras elementales del parentesco pueden representar uno de los valores del gran Otro, pero no me parece que sea su valor esencial, el valor esencial del Otro significante. ¿Podría decirme precisamente lo que le interesa en las siguientes preguntas? Me parece que usted evoca las lógicas no conformes con el principio de contradicción. Es seguro que Lacan utiliza, a propósito del falo, por ejemplo, ciertas propiedades de la lógica intuicionista -propiedades sumamente elementales de la lógica intuicionista-, y que a propósito de ciertas proposiciones sobre la lengua valorizó efectivamente ciertas propiedades de las lógicas modales. Dicho de otro modo, una conferencia o varias acerca de Lacan y las lógicas serían posibles. Está la lógica intuicionista, están las lógicas inconsistentes que evoqué, las lógicas modales. De la misma forma, ocupan un lugar tan importante para Lacan como el del aporte de la lingüística, aunque se conoce menos. Ahora bien, en cuanto a la materialidad del inconsciente, saben ustedes que Lacan acentuó el hecho de que el significante es siempre algo material: es algo que puede depositarse en cintas magnetofónicas, es algo que tiene su peso, es algo que figura en las bibliotecas, que ocupa espacio. Por eso decía que en cierto sentido se parece al tercer mundo de Popper. Y es cierto que permitió entender lo que para Freud seguía siendo un misterio, a saber, el soporte del inconsciente. El inconsciente, al respecto, está siempre fuera de nosotros. No está en lo más profundo de nosotros mismos; está, por el contrario, en una dimensión de exterioridad. La emergencia misma del inconsciente ocurre siempre en forma fugaz. El inconsciente y las formaciones del inconsciente nunca son algo sobre lo cual se pueda poner la mano, como sobre un real inmóvil. Es, por el contrario, un ser que solo parece en la fulguración. En este sentido Lacan decía que no es un ser; no es, tampoco, un no ser. Es una especie de menos-ser, que está entre ambos. Tomaba para esto algunas referencias de la filosofía griega, pero resumo.
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Participante:Quisierasabersi el discursopsicoanalítico esun discursocientífico, y cuálessu articulaciónconel discursode la ciencia. JAM: Diré que el discurso analítico tiene ciertamente una estructura distinta a la del discurso de la ciencia. El discurso del psicoanálisis pone en juego al sujeto de la ciencia en un contexto muy distinto a aquel en que este está en juego en el discurso de la ciencia ..Mie~:1"as~ste esta rechazado en el discurso de la ciencia, por el contrario esta mscnto en el discurso del psicoanálisis. En este sentido, creo que el discur~o dells~coanálisis está vinculado al discurso de la ciencia, ya que el ps1coanahs1s no podía emerger, surgir, con independencia del discurso de la c~enc~a, y que incluso se encuentra en una relación dialéctica con la_ciencia, a saber, que a medida que el discurso de la ciencia va extend1~ndo ~u dominio sobre el universo, al mismo tiempo el discurso del ps1coanalisis encuentra su consistencia; al mismo tiempo que el discurso de la ciencia no reconoce sino lo que es útil -para decirlo rápidamente-, el discurso del psicoanálisis, por el contrario, deja su espacio enter~ .ª lo que no sirve para nada -de acuerdo con los ~riterios d~, ~entab1hdad que se imponen ya a todo el planeta, tanto al sistema sov1et1cocomo al capitalista-, a saber, al goce.
Participante:Tengociertasdudas,independientesentre ellas,pero que expresan ambasuna duda acercadel corteepistemológico, acercadel hilo del corte. La primera es la siguiente:usted comenzóseñalandoel carácterilusoriodel conocimiento, a diferenciadel de la ciencia,señalandosusconnotaciones sexu_~/es.Es sorprendente,puestoque la agriculturasiempretuvo una conn~tacton erótica,y no por elloha dejadode ser eficaz,incluyendolo que ella tiene de conocimiento. La creacióncientíficagalileanaha estadomuy vinculadaconel saberartesanal. La segundapregunta hacea la tesislacanianaseffin la cu_alla ciencia~ el discursono sonuna creaciónde un sujeto,sinomás biena la inversa.&ta idea tiene comoantecedenteclarouna teoríapropia del romanticismo,expresada, por ejemplo,por Bettina VonArnhein,para la cualel oradorno esquienhaceel discurso,sinoque esla necesidadde laspalabrasla quefuerza al orador;no esel compositorquien hacela sinfonía,sino que la necesidadde lossonidosarra~a al compositor. Más directamente,Heideggerdecíaque no es el hombrequi~ tiene el lenguaje,sino que es el lenguajequien tiene al hombre.El r~antzHe cismoaparece,en su dicotomía,comoel antihéroeo el héroede la reacczon. aquí cómo,en el segundocaso,las teoríasse encuentran.
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JAM: Debo decir que me gusta mucho lo que usted acaba de decir, porque, efectivamente, tomando su primer ejemplo, la agricultura, es muy cierto que siempre tuvo connotaciones sexuales, que es eficaz; pero no es una ciencia. No podemos, en este sentido, achatar el concepto de eficacia sobre el concepto de cientificidad, porque muchas prácticas absolutamente no científicas son también eficaces. La sugestión, por ejemplo, permite mejorar a un sujeto y, en este sentido, que se vaya contento. Cuando la gente va a Dar es-Salam y sale a jugar a la orilla del mar, desnuda, salen luego muy contentos, se sienten mejor; hay cierta forma de eficacia en esta práctica. Pero la cientificidad, si se considera en forma precisa, tiene determinados criterios. Y en última instancia, no porque a partir del marxismo-leninismo se pueda hacer una revolución eficaz, ipso facto se verifica la cientificidad de la doctrina. Me parece que es necesario algo adicional. Si no, se trata de un simple pragmatismo. El pragmatismo no me parece una teoría suficiente de la cientificidad. En cuanto al segundo punto, efectivamente es exacto que puede haber, en todo un modo de entender la experiencia analítica, una dimensión romántica. El romanticismo, después de todo, ha hecho muchísimo, antes de Freud, para popularizar una concepción del inconsciente muy cercana, precisamente, a la del alma del mundo. Estos vínculos se verifican además con Heidegger, de quien Lacan es traductor, amigo, y cuya frase, que usted cita, "el ser habita el lenguaje", es, evidentemente, una frase que puede ser remitida al discurso de Lacan. Existen ciertamente todas estas dimensiones -la dimensión de "la "iniciativa de la palabra", como en la teoría romántica de la literatura-, y es muy cierto que hay allí una superposición. Quise aquí insistir sobre lo que en la elaboración de Lacan constituye, sin embargo, un corte con respecto a esta dimensión y una elaboración de sus efectos. Quiere decir que la teoría del gran Otro trata de elaborar la estructura que da cuenta, si podemos decirlo así, del efecto romántico también. Si quieren, la relación macrocosmos-microcosmos es efectivamente constitutiva del imaginario humano, no corresponde simplemente a una teoría del Renacimiento. Es algo que se encuentra en el delirio psicótico y que, de otra forma, se ve en el fantasma neurótico. Por tanto, puede ser puesto en su lugar y utilizado. Por otra parte, me parece que Lacan ha permitido entender en forma rigurosa y estructurada cómo es posible esta iniciativa de las palabras, cómo es posible que las notas se organicen por sí mismas. Estoy muy de acuerdo con lo que dice acerca del romanticismo. Efectivamente, no es solo el antihéroe corno aparece en mi discurso y, en realidad, hay una superposición. 170
4. LA TRANSFERENCIA. DE FREUD A LACAN
El tema de hoy es la transferencia de Freud a Lacan. Esta es una d' d expresión ambigua. Se trata en rimer lugar de la transferencia en la me_ 1 a en_que es , . p li gun' el consenso de los psicoanalistas, el el termmo que conceptua za, se modus operandi del psicoanálisis, el resorte mismo la lcuhra,hsu ;oto: . · · · de su poder Acentuo e ec O e qu terapéutico Y el prme1pm r_rusmo. · h ho lo suficientehay consenso entre los psicoanalistas, pues es un ec , . de mente raro como para que valga la pena subrayar!?. . . , de la transferencia experimento un camb10 . La conceptua lizacion bién este es un hecho lo suficientemente tmportanT:am L d l ·' o para Ereu a acan. te como ara ser subrayado, y si me permiten ª.e~r,esion, com_ p d'fundi' da Esta conceptualizac10n ha cambiado, y · . . · que la buenanueva sea i no obstante la conceptualización lacaniana es al mismo tiempo estnctamente fre~diana. Es lo que intentaré demostrarles en el transcurso de
d:
fun ·, · , d' estas dos conferencias. el fundamento de la transferencia una c10n i~e iL acan pone en fun · , 1 b aran en ~1~n a us_c ta en Freud: la del Sujeto supuesto Saber. E~ta ría freudiana de la transferencia, y qmsiera explicarles lo ¡ onceptuavano en la teo l ·, .. Ello exige hacer un rodeo con re acion a a c l 1 que a egitima. . . . . d 1 sicoanálisis. Pero . . , de la transferencia en la historia misma e p lizac10n · h' 0 poner también nos obliga a dar cuenta de la transferenCia q~e nos l i~ r del ho a Lacan en el lugar que fue el de Freud, es_decir~ ~~ e uga ra e' se trata en la experiencia del psicoanalisis y que? pa . y b d enencia que sa e e qu ·fi aquellos que tienen acceso a su enseñanza, autentl ca esta exp to de verdad que es inimitable. conPunlacenl egunta a los que han leído a los analistas contempoanteo a pr .' l r de hoy·. ráneos de Freud, alumnos de Freud, y tambien a os ana tstas 171
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¿~o tienen a menudo la impresión de que estos psicoanalistas, al mismo tiempo que utilizan las palabras de Freud para relatar su estancia en el campo que Freud fue el primero y el único en descubrir, muchas veces dan por supuestas las cosas? Nos aseguran que la castración, la pulsión, la transferencia, ellos, como Freud, las han encontrado, las han manejado, y nos aseguran que efectivamente son como Freud dijo. Pero nosotros no estamos siempre seguros de que los analistas hayan ido exactamente al punto adonde fue Freud. Son como viajeros que llegan de lejos y nos dicen: sí, sí, vimos cómo era eso. No estamos demasiado seguros de que se hayan dado cuenta de lo que ocurría allí; en todo caso, es un hecho que Freud, con respecto a los que seguían sus huellas, conservó una ventaja que, por cierto, sigue teniendo y que se detecta en el hecho de que los psicoanalistas siempre están articulando su experiencia con los mismos términos que nos dejó Freud, y que vuelven siempre a exar~nar la letra inagotable de sus escritos. Además, está Lacan, quien volvio al texto de Freud y tomó, incluso como eslogan, a comienzos de los años ,cincuenta: "retorno a Freud", pero que, con el correr del tiempo, opero sobre el texto de Freud de tal manera que hizo surgir de él una temática, una conceptualización, e inclusive una formalización inéditas. Los términos que introdujo, entre los cuales están el gran Otro (A) y el Sujeto supuesto Saber, son todos coordenadas desconocidas hasta entonces y permiten encuadrar mejor los fenómenos que se producen en la experiencia analítica. Es necesario decir que en torno a Lacan, como en torno a Freud, hay mucha gente que sigue su enseñanza y que no da fácilmente la impresión de haber penetrado en aquello de lo que se trata, aunque lo repite con mucha convicción. Al respecto, aunque la categoría de Sujeto supuesto Saber ha devenido en Francia uno de los términos más populares de Lacan, no por ello es mejor aprehendida.
ese trozo de metal o de madera sobre el cual gira algo, y en el fondo, en forma figurada, señala el sostén principal de algo, de una cosa que gira en torno. Miré en el diccionario Littré -el más completo de la lengua francesa y de su etimología- el sentido preciso de esta palabra, como hay que hacer a menudo con los términos de Lacan, y encontré un ejemplo literario para comprender el término pivote; es una frase tomada de Madame de Sévigné: "Aquí tenemos muchas distracciones, pero allí donde no las tenemos, siempre giramos sobre el mismo pivote". No sé si en la experiencia analítica hay siempre muchas distracciones, pero lo que verificamos rápidamente es que, efectivamente, se gira siempre en torno al mismo pivote. Lo interesante es que el Sujeto supuesto Saber solo interviene en la teoría de Lacan en una fecha relativamente tardía, hacia los años 19641965. Encontrarán su emergencia precisamente en el texto del Seminario 11, llamado Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,en el capítulo XVIII. 2 ¿Qué se comprendió? Que el analizante comienza suponiendo que el analista tiene el saber que le concierne, que descubre progresivamente que no es así, pero que el análisis se establece de todas formas sobre la base de esta suposición. Grossomodo, esta es la vulgata que se difundió a propósito del Sujeto supuesto Saber y que no explica gran cosa, hay que decir. Para aprehender en su concepto verdadero al Sujeto supuesto Saber como pivote de la transferencia es necesario conocer precisamente a qué problema de la teoría freudiana corresponde su introducción, que no tiene nada de gratuita. Por ello empezaré evocando brevemente la teoría freudiana de la transferencia. ¿Dónde la encontramos? La encontramos primero en los textos reunidos bajo el título de "Trabajos sobre técnica psicoanaütica". 3 Estos textos son de 1911-1915; antes de estas fechas, también la encontramos, fugazmente, en "La interpretación de los sueños",4 en "Fragmento de análisis de un caso de histeria" -el caso "Dora" -,5 y aun podemos encontrar sus huellas en los "Estudios sobre la histeria". 6 Además de los
El pivote de la transferencia Primero quiero indicarles una frase de Lacan que nos servirá de p~nto de referencia: "El Sujeto supuesto Saber es para nosotros el pivote con respecto al cual se articula todo lo que tiene que ver con la transferencia" .1 Pivote es una palabra interesante que puede designar
l. [N. de E.] Lacan, J.,"Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista d~ la Escuela", Otrosescritos,ob. cit., p. 266: "El Sujeto supuesto Saber es para nosotros el pivote desde donde se articula todo lo que tiene que ver con la transferencia".
2. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro 11, Los cuatroconceptos fandamentalesdel ob. cit., p. 240: "En cuanto hay, en algún lugar, el sujeto que se supone saber psicoanálisis, -que hoy abrevié en la parte alta de la pizarra con S.s.S.- hay transferencia". 3. Freud, S., "Trabajos sobre técnica psicoanalítica", Obrascompletas,vol. XII, ob. cit. 4. Freud, S., "La interpretación de lo sueños", Obrascompletas,vals. IV y V, ob. cit. 5. Freud, S., "Fragmento de análisis de un caso de histeria (caso 'Dora')", Obrascompletas,vol. VII, ob. cit. 6. Freud, S., "Esmdios sobre la histeria", Obrascompletas,vol. II, ob. cit.
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"Trabajos sobre técnica psicoanalítica", hay que conocer también "Más allá del prin~ipio_de placer" 7 e "Inhibición, síntoma y an~stia".s ' . En la, ~IStona del psicoanálisis hay una evolución de la técnica ps1coanaht1ca; es lo que Freud destaca en el capítulo III de "M' 11' di· ··d asaa e p~mcipio e placer". En primer lugar, dice que el psicoanálisis era esencialmente un arte de interpretar; corresponde, podríamos decir a la Edad de Or~ del ps~coanálisis; a esa maravillosa apertura. Obs;rven los casos mas_~onoc1dos de un territorio desconocido en el que, de una ve~ Y con facilidad, el síntoma se ofrecía al desciframiento y, como ~or milagro, se desvanecía después de curas cuya brevedad muchos, sm duda, echamos de menos. Las curas podían ser, en esa época un pase~ con Freud en el jardín, y seis meses podían parecer una dura~ión muy imp~rtante y eco;1ómica. La Edad de Oro se perdió muy pronto, y Freud senala que llego a tener que analizar las resistencias. En el fondo todo oc~r:e co1:10si este inconsciente, al principio abierto y en cierto modo d~cil a la mte~ención del psicoanalista, hubiese progresivamente ret:ocedido, s~ ~ub1ese vuelto rebelde a la intervención psicoanalítica. ~ SIFn~ud ded;~º esos años -1911 a 1915- a estudiar, a presentar, la técn_1caps1~oanah?ca, fue para responder a esta dificultad: que el inconscie~te, s1 se qmere, se había cerrado un poco. Y, siempre en el mismo ca?itulo III de "Más allá del principio de placer", Freud introduce, ade~as, una tercera ~~oca, que ,ve~emos_un poco más adelante a qué lleva. Si ~ay una evoluc1on de la tecmca psicoanalítica, no debe ser entendida de igual modo que la evolución, la transformación, de las técnicas. Ya no se construyen las casas co~o antes, ni tampoco las autopistas, que son ya un pro~ucto muy sofisticado. Y todos los días vemos que las técnicas se pe~feccw~an. ¿El modo de evolución de la técnica psicoanalítica es 1
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Algo distingue a Freud de todos los analistas que vin~er~n despu~s de él: él no repetía una teoría; la elaboraba en forma autentica a partir del discurso mismo de sus pacientes. No hay mayor teórica del psicoanálisis que Ar;na O., la histérica que inventó el término talking cure'.la cura por la palabra. Freud solo lo recogió de su boca. Ella fue qruen lo guió a la entrada del psicoanálisis. Uno siempre ~e aso~bra al leer los primeros textos, tan frescos, de los primeros p~1coanahstas; de la sencillez de sus interpretaciones y de los efectos milagrosos que producen, que, podernos decir, están muy lejos de lo qu~ se puede obtener hoy día. Pueden ustedes intentar obtener efectos milagrosos sobre un sujeto diciéndole que estaba enamorado de su madre; eso ~o le hace ningún efecto. El paciente lo sabe rnu:ho antes d~,que se 1~digan, y no se obtiene ninguno de los efectos de mterpretac10n a p~rtlr de ~urdas intervenciones de este género. Este es, entonces, el para1so perdido de , . los inicios del psicoanálisis. Vamos a ver también, con el Sujeto supuesto Saber, en que sentido el psicoanalista y su discurso forman parte del inconsciente ~srno. Para simplificar las cosas, antes de tornar el texto de Freud, veran ustedes que hay-se los diré, pero espero que lo verifiquen en el texto de F reu1; no les pido que crean solo en mi palabra- tres formas de transferencia que Freud distingue y que encontramos dispersas a tr~vés de los tex ~s: 7 la primera forma es la que identifica la transfere~c1a con la ~cw_n de ,repetición, la segunda identifica ~a transferencia ~?n la _r:s1stencia y la tercera identifica la transferencia con la sugestlon. Dma q~e lo que Lacan trató de deslindar con el Sujeto supuesto Saber es el _pivote a partir del cual giran estos distintos aspectos de la transf~rencia, que Freud había despejado. Diría que estos pertenecen a los fenomenos que se producen en la experiencia analítica, mientras que el Sujeto supue~to Saber es de un orden diferente al de los fenómenos; es, hablando estrictamente, del orden de un fundamento transfenornénico de los fenómenos de la transferencia. Vayamos, pues, a la historia freudiana de la transferencia, que voy a evocar brevemente. Consagré un curso d_eun año en Vincennes a esta cuestión, y en el fondo les daré una especie de resumen de él.
Formaciones del inconsciente 7. Freud, S., "Más allá del principio de placer", Obms completasvol. XVIII b · d s "I h'b' ., , ,o .Cit. · reu , ., n 1 1c10n,síntoma y angustia" Obrascomnletasvol XX ob ·
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Encontramos que el término de transfere~_cia es empleado por se la nomFreud desde "La interpretación de los sueños". Ubertra[fUng bra desde "La interpretación de los sueños", y, ¿cuál es su uso? Es a pro175
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pós~to de la psicología de los procesos del sueño. Freud explica cómo el s ueno se apodera de lo que llama los "restos diurnos", los recuerdos de lo que ocurrió el día anterior. El sueño se apodera de estos elementos para montarlos con un valor distinto, con una significación distinta a la del momento de su primera emergencia. Son, entonces, formas vaciadas de :u sen~do'. muchas veces son, incluso, insignificantes, y el deseo del sueno _lasiJ)VIstecon un nuevo significado. Allí es donde Freud habla por primera vez de transferencia de sentido, desplazamiento, utilización por el deseo d~ formas muy ajenas a él, pero de las cuales se apodera, que carga, que mfiltra y que dota de una nueva significación. Esto es muy importante, aunque luego el término de transferencia tome, e~ Freud, un significado mucho más especializado. Se trata aquí de los ~isfraces del deseo que, permaneciendo inconsciente, se expresa apo~erandose de las ~epresentaciones más anodinas. Se expresa despl~zandose de lo reprimido hacia una representación que su banalidad rrnsma hace aceptable a la conciencia. Podemos decir, entonces, que la primera transferencia freudiana co_rr~sponde a los tropos de Ja transferencia. Podríamos hablar de la trop1ca de la transferencia. Este es, por completo, un principio general: el .deseo se apoder~ de form~s errantes, que no valen para nada por sí mismas, que han. si~o de:~ºJadas de su significación y que funcionan separadas de su significac10n primera. En el fondo, como letras, y esto es lo que se comprende mejor a partir de la teoría lacaniana del significant~. De hecho, estas formas son significantes a los cuales el deseo prop.orciona un significado diferente y nuevo. Esto muestra, entre paréntesis, .vano de las claves de los sueños, vieja tradición que dura desde la Ant.1guedad..La.s claves de los sueños están fundadas en el principio de q.ue a cada significante le corresponde en forma unívoca su significado; si te~e~~s la tabla de traducción, podemos pasar en forma invariable ~le! s.1gmhcante. al significado. Ahora bien, basta mirar un momento . La mte~retac1ón de los sueños" para ver que esto es absolutamente mcom?a~ble con la concepción freudiana, puesto que, precisamente, 1 1 e.sto~s ~ ?cantes solo valen en la medida en que han sido vaciados de sigmfi~ac10n, Y se trata de reencontrar esta significación cada vez en lo pa~tJcular. En este sentido la transferencia, la primera transferencia freudian~,. es el proceso general de las formaciones del inconsciente. E] pnncip10 general de las formaciones del inconsciente -el sueño el lap:us, el chiste- es que el deseo se enmascara y se aferra a significan,tes vaciados en tanto tales de significación. Esta es aún una acepción muy general de la transferencia.
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El significante del analista En cambio a partir del caso "Dora" emerge la significación precisa de la transfere~cia freudiana. La transferencia en sentido psicoanalítico se produce cuando el deseo se aferra a un elemento muy par_ticu~ar que es la persona del terapeuta. Quizás puedan ver en cortocircutto que esta persona no es exactamente una perso_n~.Esta persona, com_o quizás lo han entendido, espero, por el análisis pre~edente, es. mas bien el significante del analista que su persona. Por cierto, esto siempre resultaba misterioso si se imaginaba que er~ de la persona del psicoanalista de lo que se trataba. En el lnternational Journal ~ay un artículo muy divertido de Thomas Szasz sobre la tran~fe_rencia, que dice: "Cuando me miran, a mí que soy feo como un p10¡0, me pregunto cómo es posible finalmente que s~ aferren a mi persona:. Esto da origen a la idea de que la transferencia es ante t_odoun fenomeno ilusorio un fenómeno imaginario. Y esto no es eqmvocado, salvo que este tip~ de ilusión la encontramos a cada momento en la existencia. Este es un pequeño cortocircuito para hacerles :er qu_e per~ona del analista" hay que tomarla entre comillas. El psicoanalms esta hecho, precisamente, para hacernos dudar de que las personas sea~ tan verdaderamente a fin de cuentas. En todo caso, el lacanismo esta del lado opuesto a toda teoría de la personalidad. Enton~es, la transferencia freudiana es el momento en que el deseo del paciente se apodera del · terapeuta, en que el psicoanalista -no su persona- imanta las cargas . . . liberadas por la represión. Esta pequeña concepción de la transfere~ci~ implica ya ~uchas cosas. Implica precisamente que no hay extenondad del anal~sta con respecto al inconsciente. Evidentemente, si se imagina que el mco~sciente es algo que está en el paciente -así, en algún lug~r-, Y.se dice que el psicoanalista está al lado, separado por una peque~a distancia, y que está ahí en su sillón, con sus diferentes preocupac10nes -s~ cuerpo que le molesta, su espalda que le hace daño, su ~eso qu~ cmda-, eso no tiene evidentemente nada que ver con ese mconsciente que se supone escondido en el paciente. Pero la idea ~isma de la tr~nsferencia nos conduce ya a comprender que el an~hsta, _en la m.edida en que opera en la cura psicoanalítica, no es extenor al _mconsci~nte del paciente; que es quizás necesaria una idea más sofisticada del mconsciente que esta idea burda. . . Esto es, precisamente, lo que hace toda la particulandad de la obse:vación psicoanalítica, del relato de casos. Si la escritura del caso en psi-
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coanálisis es difícil, es porque en definitiva siempre es un psicoanálisis del analista mismo. No hay en la observación psicoanalítica esa relación de exterioridad que conserva la observación psiquiátrica. Freud es quizás el mejor ejemplo, precisamente en el caso "Dora". Saben que una vez terminada la cura de Dora, o más bien, una vez interrumpida la cura -puesto que se fue-, Freud reanalizó su propia posición con relaciGn a ella, para concluir que, en el fondo, se había equivocado fundamentalmente sobre cuál era el objeto del interés de Dora: había creído que el hombre era su interés principal, el señor K., y no se
riencia freudiana, a saber, los teóricos -que no sé si puedo llamar anglosajones, puesto que eran todos europeos, en su mayoría exiliados por los nazis- que recubrieron la verdad de la experiencia de Freud en las zonas de influencia inglesa y norteamericana, se veían conducidos -porque eran gente seria- a asignar al analista un sitio en la economía psíquica. Pero no era el adecuado. Esto es lo que trataré de demostrarles. · En fin, aunque lo diga en forma un poco provocadora, esta tesis de que el analista es una formación del inconsciente no es, pienso, una tesis solamente lacaniana, sino una tesis para toda teoría del psicoanálisis. En Dora, ¿cómo se presentan, entonces, las cosas? ¿Cómo se presenta de hecho la teoría de la transferencia? Esto es lo que Freud se ve obligado a construir para dar cuenta de un hecho que se presentó primero como imprevisto. La transferencia no estaba prevista en la teoría de Freud. Había percibido, mediante lo que se cree que es su autoanálisis -pero que no era su autoanálisis-, la posibilidad de descifrar una formación del inconsciente y por intermedio de este desciframiento tratar de hacer desaparecer el síntoma; y la transferencia interviene, primero, bajo el modo de la sorpresa. He aquí que el terapeuta aparece interesando especialmente al paciente, ocupa sus pensamientos y, sobre todo en los comienzos, desencadena el amor del paciente. Ahora estamos acostumbrados a la idea de transferencia y de contratransferencia, a lo positivo y a lo negativo; pero habría que ser capaz de guardar cierta sorpresa con respecto a la emergencia del amor, en una actividad que se presenta como científica y terapéutica. Esta llegada imprevista de la transferencia la hace aparecer, en primer lugar, como un fenómeno parasitario que perturba, entonces, la continuación del trabajo. Es una especie de entorpecimiento de la relación terapéutica, y Freud llega a señalar que es como la creación de una nueva patología, en lugar quizás, o además, de la antigua. Evidentemente este no es un resultado muy importante para una actividad terapéutica: crear una nueva patología. La transferencia conserva este carácter de patología propia de la experiencia analítica, y Freud reconoce que esta patología es inevitable, puesto que el deseo inconsciente es movilizado por la cura. Allí nos damos cuenta, si puedo decir, del carácter bifaz, de doble cara, de la transferencia. Por un lado, la emergencia de la transferencia en la cura es testimonio del inconsciente. Hay que ser inconsciente para amar a Thomas Szasz. Es testimonio de la puesta en acto del inconsciente; y esta es, por cierto, una de las definiciones lacanianas de la transferencia: la trans-
9. [N. de E.] Se trata de los cinco historiales clínicos publicados por Freud. Ellos son: "Fragmento de análisis de un caso de histeria (caso 'Dora')", Obrascompletas,vol. VII; "Análisis de la fobia de un niño de cinco años (caso del pequeño Hans)", Obrascompletas, vol. X; "A propósito de un caso de neurosis obsesiva (caso del 'Hombre de las Ratas')", Obrascompletas,vol. X; "Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (dementia paranoides) descrito autobiográficamente ('caso Schreber')", Obrascompletas, vol. XII; "De la historia de una neurosis infantil (caso del 'Hombre de los Lobos')", Obras completas, vol. XVII, ob. cit.
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CINCO CONFERENCIAS CARAQUEÑASSOBRELACAN (1979) ferencia es la puesta en acto d l . . Lacan dice esto está muy ce eda rleahdad del mconsciente.10 Cuando r rea e os textos de F d d 10rmulación que no está en l . . reu , pero esde una Saber. Quiero decir- Lacan pe 1;llds:110 ~1vel que la del Sujeto supuesto · aso 1ez anos en s · . elaborar esta teoría del S . t u semmano para lograr UJe o supuesto Sabe l Lacan es necesario saber d . r, y para os que trabajan a or enar estos d1fere t d aunque no sea esta nuestra preo . , h n es estratos e su teoría, . . cupac10n oy. La transferencia tiene su valor por lo s· . · · rgwente· se ve fun · mecamsmo Inconsciente en la tu 1·d d . . c10nar un Freud puede aconseJ·ar a todoact a I a misma de la sesión, y por ello erapeuta que e · · sol amente cuando se ha m· t l d l om1ence a Interpretar · s a a o a transferenc· l era de la transferencia señ I ra, porque a emergenl ~ a qu~ los procesos inconscientes han sido activados. Ahora bº ien, a mismo tlempo l un obstáculo para la cura. Ven ue l '~ este :~ e segundo aspecto, es compleja. El texto con el cual hq a ar~culacron en este caso es muy los "Trabajos sobre técnica ps1· ay quüe.or:,entarse es el primer texto de tlca el te t "S b l dº , . de la transferencia" de 1912 i coana i F d . ' x o o re a maffilca . ' · reu mcluso da l · . d' , un truco a ps1coana lista: s1 ocurre que las aso . . c1ac10nes e sus pac · . pues entonces díganles: "Est' d ,,, rentes_se Interrumpen, a pensan o en m1 ; y eso siempre funciona.
Repetición Esto destaca que la transferencia tiene un fun . , de tapón sobre las asociac1·ones . . a c10n, podemos decir, · · . P or eso s1. leen el se"';n . d Lmconsc1entes qu e viene a mterrumprr. ' uu ano e acan Lo tr delpsicoanálisisverán que en est . s ':"ª.o conceptos fundamentales . ' e semmano atub b l . segurr con respecto a la tran r . ea so re e caffilno a s1erenc1a· que de un l ·, . siempre hable con la misma se ºd 'd b a ecc10n a otra, aunque Podrán ver que Lacan as1·m·1 lgun afi, us~a sus de referencia. 1 a a trans erencra a puntos · d . · mconsciente no a un tiemp d un tlempo e cierre del ' o e apertura. Esa es la ambigüedad profun-
. 10._[N.de E.] La can, J.,El seminario,Libro 11 L ps,coanalms, ob. cit. p 152. "E . ºbl . , os cuatroconceptos fundamentalesdel
, . . s 1mpos1 e s1tuar la tr fi . guna de estas referencias. Ya que de d d a~s erenc1a correctamente con nindejaré sentado un aforismo que servi;:ad~ :::tata,_ e¡erceré la crítica en ese plano. Hoy d . u~: 10 n para lo que diré la próxima vez -la transferencia no es la puesta e , ·d . n acto e una ilus1on qu esa I enaficación alienante que es la d 1 . e, segun se supone, nos llevará a 'd l e cua qwer confi · ·• . 1 ea ' modelo al que en ningun' d , onn1zac1on, as1fuera a un modelo r . caso, a emas puede · d ierencrn es la puesta en acto de 1 11ºd d d, 1 . se~r e soporte el analista-, la trans11 F ª rea a e mconsc1eme" . reud, S., "Sobre la dinámica de la transferencia" , 7IS comp,etas, vol. XII, ob. cit.
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da de la transferencia. El análisis se hace, en cierto sentido, gracias a la transferencia, y en otro sentido, a pesar de la transferencia. En el fondo, captamos allí dos aspectos de la transferencia: el aspecto mediante el cual se identifica con la repetición inconsciente y el aspecto mediante el cual se identifica, al contrario, con la resistencia. La repetición es un aspecto que Freud evoca desde el comienzo del texto "Sobre la dinámica de la transferencia". Dice -es una expresión un poco rudimentaria- que lo que se produce puede ser descrito como una o varias placas estereotípicas, que pueden permitir, por impresión, obtener figuras que se repiten en forma constante, que son reimpresas en el curso de la vida de una persona, en la medida en que las circunstancias externas lo permitan. 12Es una forma muy somera de hablar de la repetición: que cada individuo tiene así una placa estereotípica de la cual saca ejemplares indefinidamente en el curso de su existencia, y que finalmente la transferencia es el momento en que el psicoanalista es captado en estos estereotipos, el momento en que la carga libidinal introduce al médico en una de estas series psíquicas que el paciente ha formado en el curso de su existencia.13 En el fondo, aquí podemos evocar el término imago. El médico es introducido en una serie y puede ser identificado con la imago materna, pero también con la imago del hermano, o la imago del padre. Con respecto a esto, el inconsciente aparece como un repertorio de la comedia deJ arte, en la cual hay personajes muy tipificados: uno es Pantaleón, otro Polichinela, otro Arlequín, otra Colombina, y todas las situaciones de la existencia pueden ser reproducidas con estos personajes. Con respecto a esto, la transferencia aparece como una ilusión precisamente
12. [N. de E.] Ibíd., pp. 97-98: "Todo ser humano, por efecto conjugado de sus disposiciones innatas y de los influjos que recibe en su infancia, adquiere una especificidad determinada para el ejercicio de su vida amorosa, o sea, para las condiciones de amor que establecerá y las pulsiones que satisfará, así como para las metas que habrá de fijarse. Esto da por resultado, digamos así, un clisé (o también varios) que se repite -es reimpreso- de manera regular en la trayectoria de la vida, en la medida en que lo consientan las circunstancias exteriores y la naturaleza de los objetos de amor asequibles, aunque no se mantiene del todo inmutable frente a impresiones recientes". 13. [N. de E.] Ibíd., p. 98: "Es entonces del todo normal e inteligible que la investidura libidinal aprontada en la expectativa de alguien que está parcialmente insatisfecho se vuelva hacia el médico. De acuerdo con nuestra premisa, esa investidura se atendrá a modelos, se anudará a uno de los clisés preexistentes en la persona en cuestión o, como también podemos decirlo, insertará al médico en una de las 'series' psíquicas que el paciente ha formado hasta ese momento".
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imaginaria, y como algo que no es racional; como un fenómeno aberrante. Lo que Freud formulará en su texto "Recordar repetir y reelaborar", ~ue ap~r:c~,un poco después en los mismos "T;abajos sobre técnica psicoanahnca , es una transferencia del inconsciente en el presente. ~s e! segundo texto de la serie, que se llama ''Nuevos consejos sobre la tecruca del ps.icoanálisis". Resistencia En la conceptualización de Freud en este texto, la transferencia aparece co~o un fragmento de repetición inconsciente, como presa del ~~tomansmo_ de re~etición. En el fondo, el analista ejerce una pres10n so?re el mconsciente, por la oferta misma que hace de escuchar al paciente; escucharlo en la medida en que dice cualquier cosa. y sab~mos que nunca es cualquier cosa, y esa cualquier cosa lo conduce hacia la zona que imaginamos en el trasfondo, donde su libido estaría escondida. Para Freud, este empuje del analista es necesariamente correlativo de ~a resistencia. Esta concepción generó, hay que decirlo, todas las aberrac10nes del psicoanálisis de las resistencias donde vemos a un p~icoanalis~ i~pulsar al paciente hasta sus último~ escondites, y al desdichado resisar cada vez más. Esto termina asimilando el análisis a una especie de lucha,_lo que es muy diferente a lo que Freud plantea. Encontramos esto en ciertos textos; y cuando los analistas se abandonan un poco, esto es del orden de: "Te resistes, basura". El psicoanalista trata de atravesar esas resistencias, azora al paciente, lo sacude. Finalmente Pº?~í~mos decir que el paciente es paciente y el analista que practica el anal1S1sde las resistencias es el impaciente. , . Lo ve~os claramente en uno de los textos que evoca la práctica anahnca precisamente en aquella época. Lo vemos claramente en los textos de, ~lhelm Reich, en la época en que era aún psicoanalista y era un teonco muy destacado del psicoanálisis. ¿Qué dice? Dice que finalmente lo que debemos reprochar al psicoanalista de hoy -es decir hacia 19:0- es que deja al paciente hacer lo que quiere, y el paciente no es s~no, huye del punto decisivo de su carga, y habla de todo y de nada, zigzaguea. Dice, además, que somos nosotros los que debemos llevarlo de vuelta al carnfno recto, y recién cuando lo hayamos obligado a pensar en lo que no qwere pensar, empezaremos a analizar el inconsciente. En el_~o~do,~odos los analistas de este tiempo fueron teóricos del psicoanalisis acnvo, de la posición activa. No solo Ferenczi promovió la activi182
CINCO CONFERENCIASCARAQUEÑASSOBRELACAN(1979) dad en este sentido, sino que, digamos, progresivamente el psicoanálisis entero se abismó en la vía de la actividad del psicoanalista. La prueba es que se salió de los límites del psicoa~álisis cuando s~ empezó a mirar al paciente, cuando se comenzó a mampularlo. Pues bien, ~sto P;?~uce quizás efectos, pero esto ya no es psicoanálisis. Todo el ps1coan~lisisse hundió ahí. Ydiría que como teórico de la "pasividad" del psicoanalista, de la no actividad, está Lacan. Finalmente dijo que le tocaba ál analista ser paciente. , . Pueden advertir en qué se puede oponer Lacan a todos los teoncos posfreudianos del psicoanálisis. Lacan, digamos que tiene _fundarr_ientalmente confianza en el inconsciente, mientras que los psicoanalistas hoy ya no creen, no confían, en el inconsciente. De esta comprobación partió Lacan al principio de su trabajo. Y, por otro lado,_lo que muestra mejor que ya no creen en él es la forma como se orgamzan en sus sociedades, la forma en que aceptan un nuevo miembro, la forma como se imponen grados, exactamente como cualquier a~oc_iación, como cualquier sindicato. Y la mayoría de las vec~s sus asociac1on:s ~o son nada más que sindicatos de ~efens~ profes10nal. Laca~ decia,_mcl~: so, que eran sociedades de as1stenc1amutua contra el m~onsciente. En fin, me alejo aquí un poco del tema. La transferencia, cuand~ la situamos entre el empuje del analista y la resistencia, aparece ese~c~almente como una formación de compromiso: en cierta forma, la libido abandona un poco de terreno ante la demanda del analista, y hay un pequeño pedazo que se suelta y obtura el cond~cto: Por eso p~demos hablar de tapón. En este sentido, la transferencia senala que _elmco~,sciente fue tocado y se manifiesta inmediatamente por una mfraccion a la regla fundamental del psicoanálisis. Es _asícomo es~habla: por un silencio del paciente que elude el pensamiento que nene, entonces, . del terapeuta. Si seguimos entonces esta concepción de Freud, la del pnmer t~xto de los "Trabajos sobre técnica psicoanalítica", el motor del tratamiento parece ser el combate entre la libido del pacie~te y la_dema~da del analista. Es entonces cuando Freud hace intervemr esta mversion que
14. [N. de E.] Lacan,J., "Televisión", Otrosescritos,oh. cit., p. 545: "A la_sociedad-llamada internacional, aunque sea un poco ficticio, pues el asunto se ha reducido desd~ hace tiempo a ser f.múliar-, la conocí aún en manos de la descendencia directa y ado~nv~ de Freud. Si me atreviese -pero advierto que aquí soy juez y parte, por ~o tanto Pª1:1?ano-, diría que es actualmente una sociedad de asistencia mutua contra el discurso anahnco. La
SAMCDA".
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transf~rma la transferencia de un obstáculo en una palanca. La transfer~ncia se convierte en el punto de Arquímedés, a partir del cual el pacien~e puede ser levantado desde lo más profundo de sí mismo. Frcud llltroduc~, tam?~én, la ~istinción entre la transferencia negativa ~ l_atransferenc1~ pos1?:ª: EVIdentemente, si la transferencia es negatlva. ~~o no es ps1coanahs1s; es mejor que la transferencia sea positiva. Y distmgu? ~un, dentro de la transferencia positiva, una transferencia de tono erotico que e~ mejor proscribir. Y en el fondo, lo que conviene apoyar Y lo que _cons~~ye verdaderamente la palanca de la operación es la_tran~ferencia positiva pero gentil, no erótica. Cuando hay transferenc~a Y simp_atí~,entonces está bien. Entonces, analizar la transferencia consis~e en hq_mdar la transferencia negativa, la transferencia positiva demasiado ardiente.' y conservar la transferencia amable, lo que permite operar sobre el paciente por sugestión.
Sugestión
1'."llegamos entonces a la tercera forma de transferencia: la transferencrn de su~estió~. Y Freud dice ?:ecisamente (encontré el pasaje en la StandardEdrtzon):Debemos admitir que los resultados del psicoanálisis des:ansan s?bre la sugestión. Por sugestión debemos entender la forma de 1_nfluenc1ar a una persona mediante los fenómenos de transferencia 15 ~~s1bles en su caso". Ven u~tedes aquí que entre transferencia y sugestlon _h~y,a la vez, ~na especie de equivalencia y una distinción que no perc~bimos muy bien. Y uno de los objetivos de la teoría de la transferencia en Lacan es distinguir radicalmente la transferencia de la sugestión acepta~~º, al mismo tiempo, que queda un margen de sugestión en tod; operac10n de transferencia. 16 Al respecto, se puede captar por qué el análisis del paranoico es lo menos q~e pue~e decirse, difícil, si no imposible; aunque Lacan dice que el psicoanalista nunca debe retroceder ante la psicosis.17 La trans-
15 - ~- de E.) ~reud, S., "S~bre la dinámica de la transferencia", Obrascompletas, vol. cit., P· 103: En esa med1~a confesamos sin ambages que los resultados del psicoanalms se bas_aronen una sugest1on; solo que por sugestión es preciso comprender Jo ue con F e:encz1 (! 909) hemos descubierto ahí: el influjo sobre un ser humano por medio\e los fenomenos transferenciales posibles con él".
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ferencia del paranoico sigue siendo fundamentalmente negativa. Ello hace efectivamente difícil operar sobre él mediante la sugestión. Saltearé algunas cosas porque si no nunca agotaremos el tema. Quiero evocar "Recordar, repetir y reelaborar" porque en este texto, que sigue al primero del que hablamos, Freud extiende la transferencia hasta hacerla cubrir toda la dimensión de la cura analítica. Llega a decir, como saben, que se produce en la experiencia analítica una nueva neurosis, que él llama "neurosis de transferencia". En este sentido, podríamos casi agregarla como un cuarto modo de la transferencia. La neurosis de transferencia es, si se quiere, la modalidad de conjunto de la cura, la enfermedad artificial propia del psicoanálisis. Después de todo, quizás sea lo mejor que ha hecho el psicoanálisis: inventar una nueva enfermedad. Como dice Freud en este texto -me perturba un poco resumir un texto que habría que seguir en todos sus rodeos, porque cada uno de estos rodeos enseña-, con el psicoanálisis todos los síntomas del paciente adquieren una nueva significación. Y habla a este respecto de una significación de 18 Me pregunto cómo lo entendietransferencia, Übertrag;ungbedeutung. ron, y qué pudieron hacer con esto los psicoanalistas que no piensan que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Si Freud puede decir que todos los síntomas adquieren una nueva significación a partir del momento en que la cura analítica empieza, es porque el síntoma es un elemento que tiene una significación que se dirige al Otro, que el síntoma es fundamentalmente un mensaje dirigido a un Otro. Se trata de determinar, y podemos ya percibir en un primer análisis, en qué lugar se coloca el psicoanalista en la cura: se coloca en el lugar adonde se dirige el síntoma; es el receptor esencial del síntoma, y por eso, el lugar que debe a la transferencia le permite operar sobre el síntoma.
Amor de transferencia Hago un pequeño paréntesis que les permitirá, quizás, captar la consistencia de la teoría de Lacan y cómo ella permite ordenar elementos que aparecen en Freud disparatadamente. Hasta tal punto, que Freud llega, ustedes saben, a aconsejar a su paciente que difiera decisiones
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16. Véase Lacan, J., "La dirección de la cura y los principios de su poder" Escrito2 ob. Cit., pp. 6]5-616, ' S ,
17· [N. de E.] La can, J.,El seminario,Libro3, Laspsicosis, ob. cit., p. 4 39: "Cuando se
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trata del momento de entrada en la psicosis es cuando, sin duda, menos que nunca conviene retroceder ante esta investigación". 18. Véase Freud, S., "Recordar, repetir y reelaborar (Nuevos consejos sobre la técnica vol. XII, ob. cit., p. 156. del psicoanálisis, II)", Obrascompletas,
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im~ortantes p~ra su existencia, por miedo a que no sean sino manifestac10nes parasitarias de la cura. Esto funcionaba bien, evidentemente, cuando las curas eran de tres semanas o de seis meses. Pero cuando emp~ezan a durar die~ años, es un poco difícil pedirle al paciente que no VIvadurante ese tiempo. Toda la cuestión está ahí: ¿qué diferencia verdaderam:nt: a los fenómenos que se producen en la cura -y que son Ilamad~s ar?ficiales- de los fenómenos que se producen en la existencia Y que ui:agmamos son reales? ¿Es tan sencillo acaso distinguir entre lo ilusono y lo real? Lo que llamamos "nuestra vida real" no es menos ilusorio que lo que se produce en la cura, y allí adquiere todo su valor el tercer texto de la serie "Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis" que se llama "Puntualizaciones sobre el amor de transferencia". ~s un .texto emocionante de Freud, porque de todos modos Freud es un VICtonano. Lacan dijo _que,en el fondo, sin la Reina Victoria, sin lo que repres~nta,_nunca ~ub1era habido psicoanálisis, y dedicó una lección de su semm~no a la b10grafía de 1~Reina Victoria por Lytton Strachey.19 Es, por cierto, un punto que Michel Foucault tomó al comienzo de su hi~t~ria} ~ la sexu~lidad. Hay una obra de Moliere que se llama "El amor medico .2 Pues bien, el texto de Freud es "el "amor analista". Nos muestra :~ incomodidad ante estos amores determinados por la situación anahtica. Pero finalmente hace una descripción del amor tumultuoso d~,una dama por el analist~. Ad_emás,lo terrible es que con esta concepcwn, a esta dama, que no pide smo entregarse, debe considerársela como ac:11andouna resistencia. Es algo delicado en la traducción simultánea: el mtervalo entre el momento en que uno hace una broma y el momento en que el otro reacciona. Es curioso, pues lo deja a uno con cierto susp~~s~ y males~ar. Y si quieren, el síntoma es un poco así; es decir, está dmgido a alguien, pe~o es rete~do en algún sitio; y durante el tiempo en que permanece reterudo, precisamente, uno no se siente muy cómodo. Aproveché ~sta historia de cierta forma, ya que es de esto de lo que se trata e~ el senndo de Lacan. ¿Por qué, entonces, la abstinencia del psicoan_alista?En el fond~ sería, e:ectivamente, satisfacer un deseo que se maru~esta en forma abierta. Sena, en el fondo, dice Freud, el triunfo de la paciente, es decir, el triunfo de la repetición sobre la rememoración. La transfer~ncia es cuando la repetición triunfa sobre la exigencia de recordar Yverbalizar que formula el psicoanalista. El psicoanalista pide, mediante la
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"asociación libre", la rememoración. La transferencia opane a la rememoración la repetición. Y entonces, satisfacer el deseo de la paciente, en este caso, sería no tanto ser infiel a la ética del terapeuta -que puede tomarse en consideración-, sino, sobre todo, ser infiel a la regla fundamental del psicoanálisis: decir todo y recordar, y no repetir en el presente. ·Cuáles son entonces los rasgos que distinguen este amor de transferen~ia del amor de la vida? Freud dice que es un amor artificial, provo-, cado por la situación analítica, que además es intensificado por la resistencia y que demuestra ser más irracional que el amo~ que se encuentra en la existencia. A mí esto no me parece muy convmcente. Por otro lado, a Freud tampoco. El gran problema es que cuando uno :e las cosas de cerca no se logra diferenciar este amor de transferencia del verdadero amor. No se logra muy bien considerarlo como inauténtico. Porque si este amor de transferencia es una repetición estereotipada de las conductas inscritas en el sujeto, dispuestas a resurgir cuando se les da la ocasión, ello es cierto de todo amor. No existe, dice Freud, amor que no tenga su prototipo en la infancia. Dicho de otra manera: este amor es tan verdadero como el otro. Entonces, este artículo de Freud -que he llamado "el "amor analista"- está bien diseñado p~ra hacernos cuestionar la idea misma de vida real. Algo que ha proporcionado efectivamente el psicoanálisis es que la vida es fundamentalmente una re~etición, que nos damos la ilu~i~~ de lo nue:º' pero ~u: de he~ho la ;:d.a está constituida por la repettc10n. Y necesitamos qmzas un psicoanalms para darnos cuenta de esos límites tan estrechos en los cu~le~ estamos capturados por un número de significantes sumamente limitados. Al respecto, no solamente somos poca cosa, como la religión nos lo ha enseñado y repetido, sino que vivimos en un sueño. Lo que Lacan evoca muy precisamente es que no se sueña simplemente cuan~o se d~erme; es que cuando uno se despierta, muchas veces es para seginr durmiendo, durmiendo con los ojos abiertos, y que en esto pasamos todo nuestro tiempo; que es en el momento en que nos acercamos en el sueño a lo que es verdaderamente real en nosotros cuand~ nos de~perta~os, porque nos da miedo, y nos despertamos para seguir ~~rmiendo. Esto es algo que exige más precisión que la que unhzo. Pero en el psicoanálisis hay una aspiración al despertar que no es satisfecha del todo
21.Véase Lacan, J., El seminario,Libro 11, Los cuatroconceptos fandamentalesdel psicoanálisis, ob. cit., pp. 64-68. También: Lacan, J.,El seminario,Libro 19, ... o peor,cap. XV, 19. Véase Lacan,J., Seminario 22, "R.S.I.", clase del 11 de febrero de 1975 inédito · 20. [N. de E.] Miller alude a la obra de Moliére, de 1658, El do,1orenamorado.
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"El deseo de dormir", ob. cit., pp. 209-216.
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por la ~gilia ~e nuestras actividades cotidianas. No puede decirse que uno esta despierto cuando se pasa hora y media en un embotellamiento de tránsito para llegar aquí. Nuestra vida se acomoda muy bien a este sopor, al cual conducen también las conferencias demasiado largas, en una especie de hipnosis mutua. Pero en la palabra algo hay de eso. La palabra en sí misma es hipnótica. El hecho mismo de consentir en oír es Y~una pérdida d~l libre albedrío; los pone ya a merced de la voz, que por cierto, en el senado de Lacan, es un objeto, un objeto de carga. En fin, aquí me alejo un poco del tema, aunque volveremos a encontrarlo cuando se trate precisamente de la sugestión, de este valor que evoco al pasar.
El inconsciente no resiste Les señalaré aún lo que Freud dice en "Más allá del principio de placer", texto de 1920.En el capítulo III distingue al psicoanálisis como arte de _interpreta~, lueg_oevoca cómo el analista se vio en la obligación de an~hzar las resistencias y por fin se pregunta adónde hemos llegado hoy d1a. Comprobamos que el paciente tiene que repetir lo reprimido como una experiencia actual, en vez de recordarlo. Esto es, incluso, lo que permite destruir las cargas en las cuales está capturado, porque no se puede ~acer in abse~tia,hay que hacerlo en el presente. Y dice: "No hay que ~lVIdar que el mconsciente, lo reprimido, no ofrece ninguna resistencia a los esfuer~os de la cura". 22 Es una frase absolutamente capital. Esto es algo muy im~ortante, porque marca su evolución entre 1912 y 1920,y es algo que nene para Lacan la mayor importancia. El inconscie~te freudi_ano,.en cuanto tal, no resiste. El inconsciente solo pide dec1rse, no pide smo emerger, abrirse paso; las resistencias, dice Freud -que está ~o~struyendo su segunda tópica-, provienen del yo [moz],no de lo repnm1do. Y vienen del yo porque la liberación de lo reprimido pro~uce un displ_acer.Y aquí empieza, entonces, a figurar ese término qu~ iba a ser tan 1mp_ortante_después:la compulsión a la repetición, que est_apresente en e~ mconsciente. El famoso Wiederholungszwang será obJe_todel texto mismo de "Más allá del principio de placer". En este s~nado, ven que tenemos una oposición entre la resistencia, que es refenda al ~o, y la repetición, que es repetición de lo reprimido. Esto ya es su~c~e~te para c~ntrar~ar la construcción anglosajona a propósito del anahsis de las resistencias. De hecho, Wilhelm Reich criticaba a los
22. Freud, S., "Más allá del principio de placer", Obrascompletas,vol. XVIII, ob. cit.
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que dejaban al paciente seguir sus "zigzagueos", como él. dice, P?rque no sabía descifrar en sus movimientos mismos el lenguaJe prop10 del inconsciente, su lenguaje metafórico y metonímico, su lenguaje que está todo en el deslizamiento. En "Inhibición, síntoma y angustia", rápidamente se encuentra una especie de tabla de las resistencias. Hay todo y nada. _Freud ~voca ~a resistencia de la represión, la resistencia de transferencia, la resistencia · del ello, la resistencia del superyó, que fue la última que descubrió_~ que dice es la más oscura y está enraizada en el sentimien~o de ~ulpabihdad. Volveremos en la segunda conferencia sobre esta resistencia del superyó para ver cómo podemos aclararla un poco. 'Entonces en todo esto no vemos al Sujeto supuesto Saber. En todo esto, p~r una parte, tenemos una transferencia m~y polim~~fa; que puede cobrar distintos valores: repetición, res!stencia, sugesnon; incluso cubrir el conjunto de la cura. Debemos dec¡r que todo esto no tiene su gravitación propia. La transferencia aparece siempre como un concepto evanescente, que se confunde con otros conceptos'. que _se confunde, en un sentido, con la repetición; en otro, con la ~es1stencia, y con la sugestión en un tercer sentido. Concepto absorbido entonces, de algún modo, por los otros. Los analistas están todavía en_este punto. Hoy leía un artículo en el perió~ico -creo que en El Nacional, pues aunque no hablo castellano lo leo bien, sobre :odo la prosa mod~rn3:- donde alguien evocaba al pasar la transferencia ~~ ,Freud, ~ decia: he aquí que la transferencia, grossomodo,es la repenc10n. Habia poco lugar para decir algunas generalidades sonoras ~c~~cade Fre~d, y entre ellas estaba: la transferencia equivale a la repet1c10n. Pues bien, Lacan dijo también a veces esto antes de construir su teoría. En el gran texto de Lacan de 1953, el informe sobre "Función y campo de la palabra Y del lenguaje en psicoanálisis", llamado más fami~i~~ente "lnfon_ne de Roma" Lacan decía: "El automatismo de repeac10n no busca smo la ' . . de 1a transrerencia e • "23 temporalización de la expenenc1a . No intentaremos comentar el detalle de la cosa, que es muy fino. Pero ven ustedes que un lector podría considerar que Lacan también
23. [N. de E.) Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoa· ", & m 'to•, J, ob · cit. , p · 306·· "El automatismo de repetición, al que se desconoce na'l'1s1s ralidad igualmente si se quieren dividir sus términos, no_apunt~ a otra cosa qu~ a l_atempo historizante de la experiencia de la transferencra, de igual modo el msnnto de muerte expresa esencialmente el límite de la función hlstórica del sujeto".
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~~almente abso:bía el co~cept~ de transferencia en la idea de repetic~on,que de algun modo sigue siendo, de sus tres valores, el valor principal, el valor que más retuvo a los analistas. Hacer vacilar los semblantes
Esta confusió.n, entonces -porque es una-, recién fue eliminada por Lacan en el texto al cual aludí: Los cuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis. Lo más notable de estos cuatro conceptos es cuáles son. Lacan considera estos conceptos como conceptos fundamentales: el inconsciente, la repetición, la transferencia y la pulsión. Y lo más importante e~ l? que dice es, precisamente, que hace de la transferencia un concepto distin~o al concepto de repetición. 24 Y su elaboración va precisamente a despe¡ar s~s aspectos contradictorios, múltiples, que Freud aisló, digamos, con cierto desorden. Creo que no exagero. Verán, si leen los textos, que hay allí cierto bululú, como se dice aquí, en la teoría freudiana de la transferencia. Y traten de aislar precisamente el pivote en torno al cual f!:Í,rantodos estos fen.ómenos. Entonces, ¿acaso es una pura y simple creac10nde Lacan ese Su¡eto supuesto Saber? ¿Dónde se ubica el Sujeto supuesto Saber, puesto que haciendo una breve revisión de los textos de F_reudsobre la transferencia, nada percibimos de esta categoría? Pues bien, hay un pequeño texto de Freud que dejé de lado en mi enumeración, que es el primer texto de la serie "Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis" y que versa sobre el comienzo del análisis.25 Pues bien, ~acan ~da la transferencia, en su dimensión radical, sobre el dispositivo mismo de la cura. Funda la transferencia como una consecuencia inmediata del procedimiento freudiano, como una consecuencia inmediata de la regla fundamental del psicoanálisis. Es una deducción si se quiere, propiamente lógica. El Sujeto supuesto Saber no es alg~ que se o~servaría, aunque puede observarse, pero según modalidades muy precisas. Es fundamentalmente un principio que hace a la lógica misma
. 24., [N.de E._JLacan, J., El seminan·o,Libro 11, Los cuatroconceptos fundamentalesdel :uno o~e decir, por ejemplo, cosa de todos los días, que la transf~rencia e~ una repet1C1on.No digo que sea falso, y que no haya repetición en la transf~ren~1a.No digo que füeud .no se haya acercado a la repetición a propósito de la experiencia de la transferencia. Digo que el concepto de repetición nada tiene que ver con el de transferencia".
ps1eoanalzs1s'. ob. cit., p.
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25. Freud, S., "Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis, I)", Obrascompletas,vol. XII, ob. cit.
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del psicoanálisis, a una lógica que depende de ese ~ri?ci~i~ puesto al comienzo por el analista, que tiene que ver con esta mv1t~c10nque h~ce al paciente de decir todo en desorden, sin ret~ner nada, sm ser deterudo ni por la decencia ni por el displacer. El Su¡eto supuesto S_ab~r,en e~ sentido de Lacan, es una consecuencia directa de este proced1rmento. Si se quiere, es el principio constituyente de la transferencia. Luego, s?bre este fundamento toda la diversidad de esos fenómenos que segmmos en Freud pueden' producirse. El Sujeto supuesto Saber ~o es de ni?gún modo como se cree que el psicoanalizante, el que VJene a pedir un , ' , d psicoanálisis, imagine que el psicoanalista sab~ todo. En la mayona e los casos puede, incluso, estar un poco decepc10nado con su_terap~uta, aparte de la idea que podía hacerse de él. Si la idea que el paciente tiene del psicoanálisis está basada en lo que ha encontrado ~n,Freud, con ese parangón el psicoanalista con que se va a encontrar qmzas le parez~a un poco decepcionante. Puede, incluso, más bien desconfiar d~ su P~:coanalista, y en vez de suponerlo tan sabio, poner en duda su calificac10n.Y a menudo 1 por cierto, no está necesariamente equivocado. Lacan evoca, en Los cuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis, un artículo de Nunberg, del lnternationalJournal, en el cual este refiere precisamente los dichos de un paciente más bien insatisfecho con su psicoanalista, y que le dice: "Usted no sabe eso, por supuesto, y e~to otro, por supuesto; no es capaz siquiera ~e ª?rend_erl~"-26 Nunberg ~ice muy lindamente: "Finalmente en esta ms1stenc1aVI que estaba hsto pa~a la transferencia"; habla de the readínessto transference.No ~e trata, entonces, de pensar que el Sujeto supuesto Saber ~e encarna~1a en la presencia ñsica del analista y supondría que el paciente le atnb~ye la omnisciencia. Esto puede ocurrir, pero entonces hay que tener cmdad~ de no estar en presencia de una psicosis alucinatoria. Se en_cuentranas1 psicosis desencadenadas por la experi_enciaanalí~ca, a parar ~e lo cual, efectivamente la transferencia func10na. Func10na, de algun modo, en estado pur~. El paciente está convencido de que el analista con?ce sus pensamientos e incluso los fomenta en su cabeza. Eso pues, mas o menos, es lo que le ocurrió, por cierto, a Schreber en su transferencia con el profesor Flechsig. La psicosis en cuanto que p~ovocada _por el psicoanálisis nos hace ver en estado puro la emergencia del Su¡eto supuesto Saber en una forma aterradora, puesto que el terapeuta se
26. Véase Lacan, J.,El seminario,Libro 11, Los cuatroconceptos fundamentalesdel psicoanálisis, ob. cit., p. 144.
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convierte en el otro emisor de los propios pensamientos del sujeto; se convierte en la referencia de lo que el psiquiatra Clérambault, que Lacan reconoció como su maestro en psiquiatría, llamó automatismo mental. No sé si este término, que es clásico en la clínica francesa, es aceptado en la clínica psiquiátrica latinoamericana. Para dejarlos en el borde de esta teoría del Sujeto supuesto Saber voy, de todos modos, a indicarles por qué camino la introduce Lacan. En el fondo, ¿,quéimplica la posición que asume el psicoanalista al invitar al paciente a decir todo y cualquier cosa? Dice al mismo tiempo con ello: "Diga todo y cualquier cosa; eso siempre querrá decir algo". Da al paciente la garantía de que no habla en pura pérdida. Garantiza el psicoanálisis. Y hay que decir que allí, fundamentalmente, hay una impostura, una impostura consustancial al psicoanálisis, una impostura en obra. Claro, no hay que añadirle a la impostura. Cuando se construye con el psic~análisis una nueva Iglesia mundial, que censura y que se infla al modo de una transnacional, de una IIT Corporation del psicoanálisis, se le está añadiendo mucho a la impostura, mientras que el ejercicio del psicoanálisis hace, al contrario, vacilar todos estos semblantes. Y la fuerza de Lacan es haber continuado su trabajo invariablemente, a pesar de la grotesca excomunión de la cual fue víctima por parte de los centros de poder instalados de esta Internacional, encontrando su fundamento en el ejercicio auténtico de su práctica, que es hoy ineliminable del discurso del psicoanálisis y que, en el momento en que el psicoanálisis decae en los Estados Unidos, encuentra en Francia una expansión, una importancia incomparable con la decadencia inglesa y norteamericana. Hasta el punto de que, en París, si la Escuela Freudiana de Lacan se volvió la más importante, es porque los pacientes iban allí y los analistas los siguieron. Hay una impostura que es propia al psicoanálisis. ¿Qué es el psicoanalista? Alguien que está ahí para poner la impostura en obra. Por su sola posición, garantiza al paciente que el trabajo en pura pérdida, en el vacío, ese trabajo profundamente contrario a la ética del trabajo de nuestra sociedad capitalista -en el sentido del capitalismo que ahora se extiende a todo el planeta, sin ninguna excepción; es decir, la exigencia de rentabilidad de la actividad, que todo lo que uno hace sirve para algo, es decir, que sirve precisamente para alguna otra cosa-, quiere decir algo, antes incluso de que se sepa qué quiere decir eso. Y en esta articulación delicada y puramente lógica, Lacan ve el fundamento mismo de los fenómenos que luego son dados como de transferencia. Es evidente que solo les di una pequeña visión de la teoría del Sujeto supuesto
Saber. Se las muestro como una agudeza en el sentido de Freud, un Witz. Pienso que la próxima vez podré desarrollar la articulación y las consecuencias del Sujeto supuesto Saber.
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Discusión Participante:¿Que importanciatienen las imágenesvisualesen la estructura· del inconsciente y cuál es la articulaciónde ellasconla representación de cosa en la teoríafreudiana? Si el leng;uajeestá vinculadoa la representaciónde palabra,¿está,por lo tanto,vinculadoal preconsciente? ]ACQUEs-Au1N M1LLER: El lenguaje no es fundamentalmente visual; el lenguaje, como el funcionamiento de estos aparatos, es vocal, es oral y también puede ser puesto en forma de signos escritos, que leemos. Y aun un sordomudo puede acceder a la dimensión del lenguaje como un sistema articulado. Cuando Lacan dice que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, comprende al lenguaje en su estructura, independientemente de su realización, es decir, independientemente del tipo de materialidad significante que puede encamar el lenguaje. Entonces, se trata de descifrarlo esencialmente -porque esto es lo que hace Freud- como una dimensión que llamo del significante, pero en la cual los significantes quedan por descubrir, y también las sustituciones de significantes; de tal forma que el significado tiene eclipses. Pueden pensar, por ejemplo, en la "Psicopatología de la vida cotidiana" y en el célebre ejemplo de Freud sobre el olvido del nombre Signorelli.27¿Qué vemos allí? Freud reconstruye ese nombre a partir de cierto número de significantes que ocupan el lugar del significante que falta, y escucha el valor del significado que pasa entre esos significantes, entre Herr y Signor.Se apunta a algo indecible, que tiene al mismo tiempo un valor de muerte y de impotencia sexual. En este ejemplo podemos percibir, efectivamente, la relación del inconsciente con una estructura de lenguaje. Freud la descubrió especialmente a partir del sueño -puesto que "La interpretación de los sueños" precede a la "Psicopatología de la vida cotidiana"- y de la figuración en el sueño. Pero ¿cómo trata al sueño mismo? Trata al sueño como un lenguaje en el cual operan condensaciones y desplazamientos en los cuales el lingüistaJakobson reencontró esas figuras de la retórica
27. Freud, S., "Psicopatología de la vida cotidiana", Obrascompletas,vol. VI, ob. cit.
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que son la metáfora y la metonimia. Esto es algo sobre lo cual Lacan construyó. Pero digamos que el lingüista fue quien reconoció en el lenguaje las, reglas descubiertas por Freud a partir de la figuración en los sueños. El descubrió allí mecanismos propiamente retóricos. Cuando se piensa en lo simbólico y lo imaginario, no hay que pensar que el símbolo sea la imagen, o que el signo y la imagen son pura y simplemente exteriores uno a otro. Por ejemplo: el arte del Renacimiento, que nos dio de las cosas más bellas que hay para ver, está infiltrado por exigencias significantes. Hay una verdadera reimaginarización del símbolo en este arte, una simbolización de lo imaginario. La forma misma del cuerpo humano es tomada como medida general de la belleza. Panofsky escribió un artículo muy bello sobre el cuerpo humano como modelo imaginario para los artistas del Renacimiento, donde se ve al hombre proporcionar su propio cuerpo como un significante magnífico para el conjunto de las artes, ofrecerse a la fragmentación. Nada representa_m~jor estos recortes de la unidad corporal por el significante que los d1buJos de Leonardo, quien imagina que se podrían construir edificios enteros que reprodujeran las proporciones maravillosas del cuerpo humano. Habría que haber perdido la cabeza para ver en la criatura humana un milagro de belleza y de equilibrio. Es una fantasmagoría, pero a la que debemos, efectivamente, un arte soberbio. No sé si respondí a su pregunta.
Participante:Creoque hay una diferenciaentrelo que diceLacany lo que dice Freud en esesentido.Freud diceque el lenguajeque usted describe,que está formadopor palabras,perteneceal preconsciente, y que el verdaderolenguaje del inconscientees visual. Esto, especialmente en "Elyo y el ello".Entiendola respuestaque usteddio,peropiensoque divergede la posiciónde Freuden "El y~ y el ello",acercade la anterioridadfilogenéticay ontogenéticadel lenguaje visual respectodel lenguajeverbal,y que el lenguajeverbalconstituyefundamentalmenteelpreconsciente. · JAM: Propongo que la próxima vez se discuta, con los textos de Freud, su pregunta. Hay, efectivamente, un viejo problema que Lacan trató, que es el de la rep~esentación de cosa y la representación de palabra. Lo que hay que considerar es qué entiende Freud por cosas y por palabras. En el sentido de Lacan, el significante está en el nivel de lo que Freud llama ~a cosa. _Hay un punto sumamente importante en la teoría general del mconsc1ente estructurado como un lenguaje, que aquí solo abordé por 194
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un aspecto. Pero quisiera, simplemente, retomar el término filogenético. Para Lacan el inconsciente no es un asunto de génesis, en ningún nivel. Hay hipótesis que son las de Freud, y que son su lenguaje para tratar de dar cuenta de la experiencia analítica. Pero lo que Lacan siempre consideró esencial es distinguir entre los esfuerzos de Freud por encontrar términos que funden su experiencia y lo que se produce en el campo mismo de esta experiencia. Los psicoanalistas pueden inventar muchas cosas para dar cuenta de su experiencia. Esta mañana leía que algunos llegan a hacer hablar al feto para dar cuenta de su experiencia. Pero ¿qué sabe un psicoanalista acerca de esto? Melanie Klein, con todo su genio, era capaz de hacer sostener un discurso articulado y filosófico al lactante de tres meses; con su genio, evidentemente. Freud leyó toda una biblioteca de antropología para hablar de "Totem y tabú". Me parece que hay que considerar todas estas articulaciones como esfuerzos de Freud para llegar a deslindar los fenómenos que se producen en la experiencia analítica y para los cuales buscaba analogías, buscaba comparaciones, fuera de la experiencia propiamente dicha. No era un sabio universal; en las ciencias de su tiempo buscó cómo estructurar el campo de su experiencia. Los psicoanalistas hacen como si estuviéramos todavía a fines del siglo XIX. Freud nunca se interesó, curiosamente, ni por la lingüística -que estaba en ciernes en su dimensión estructural en su época-, y estaba muy cerrado a las matemáticas y a la lógica. Pero si admitimos que el único vector de la experiencia analítica es la palabra, es justamente hacia esas ciencias a las que sería natural dirigirse. Cuando Lacan dice que el inconsciente está estructurado como un lenguaje -Freud no dijo eso, Lacan fue quien lo dijo-, hay que considerar que, como lo muestra la historia de la transferencia, Freud descubrió poco a poco los fenómenos de la experiencia analítica. Estaba adelantado respecto a los otros psicoanalistas, pero al mismo tiempo estaba desbordado, rebasado por su experiencia. Y la tesis de Lacan -que el inconsciente está estructurado como un lenguaje- busca establecer el axioma a partir del cual la obra de Freud encuentra su equilibrio propio. Hay que admitir que Freud partió de la idea, capital para el psicoanálisis, de que el psicoanálisis debía ser una ciencia de la naturaleza. No hay muchos psicoanalistas que hoy crean eso. Pero Freud nunca dejó de creer en eso, y este es el punto que dirige toda su metapsicología, es el punto que dirige todo su proceso. Esto tuvo una consecuencia muy importante: por él, el psicoanálisis tiene que ver con la ciencia; y por eso hizo la diferencia entre las elucubraciones de Jung y la inspiración analítica. Siempre se ven aparecer nuevas terapias que decaen luego, mien195
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tras que el psicoanálisis tiene una resistencia asombrosa. Lacan decía, incluso, que lo que era importante para Freud era que su dispositivo subsistiera y que los psicoanalistas lo hicieran funcionar, aun cuando no comprendieran cómo funciona eso. Hay que decir que los psicoanalistas no comprenden cómo funciona eso, pero como el dispositivo está en su lugar, lo hacen funcionar. 28 ¿Hay que considerar que se trata pura y simplemeQJ:ede sugestión, es decir, que es una especie de hipnosis interpretativa que tiene efectos en los pacientes? Freud hizo siempre el esfuerzo de distinguir la dimensión de la hipnosis de la dimensión analítica. Incluso abandonó la hipnosis y entró en la dimensión propiamente analítica. Esto nos lleva a los fundamentos mismos de mi exposición: intentar justificar la proposición el incomcienteestá estructuradocomoun lenguaje. ¿En qué punto se detuvieron los analistas posfreudianos? El analista ocupa el lugar del superyó, ocupa el lugar de esa instancia en la economía psíquica y esto, precisamente, es identificar la operación analítica con la sugestión. Lacan sitúa al analista en un lugar muy diferente. Cuando se quiere asimilar al analista con el superyó, se asimila el superyó a una condensación de la experiencia, al mismo tiempo onto y filogenética. Esta función existe, pero Lacan no identifica al psicoanalista con esta función.
28. [N. de E.] Lacan,]., "Televisión", Otrosescritos, ob. cit., pp. 538-539: "La curación es una demanda que parte de la voz del sufriente, de uno que sufre de su cuerpo o de su pensamiento. Lo sorprendente es que haya respuesta, y que, en todas las épocas, la medicina haya dado en el blanco con palabras [motr]. ¿Cómo sucedía antes de que fuese localizado el inconsciente? Una práctica no requiere ser esclarecida para operar; esto es lo que de ahí podemos deducir".
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5. LA TRANSFERENCIA. EL SUJETOSUPUESTO SABER
Me propongo, en la próxima hora, concentrar la teoría de Lacan sobre el Sujeto supuesto Saber. La convicción racionalista de Lacan es que la transferencia no es un milagro ante el cual el psicoanalista deba arrodillarse. La teoría del Sujeto supuesto Saber sitúa la transferencia corno la consecuencia inmediata de la estructura de la situación analítica, es decir, como la consecuencia inmediata de lo que Lacan llamó el discurso analítico. No se refiere con este término a lo que relata el psicoanalista, sino, justamente, a la estructura de la situación analítica. Además se puede decir de la transferencia, por cuanto tiene como pivote al Sujeto supuesto Saber, que pertenece a la estructura misma del discurso analítico. También, si hay una fenomenología matizada, diversa, de la transferencia, cuyos distintos aspectos encontró e intentó ordenar Freud en el curso del tiempo -lo que la vez pasada resumí en tres palabras: repetición, resistencia, sugestión-, y que siempre apasionó a los psicoanalistas, el Sujeto supuesto Saber propuesto por Lacan está situado como el fundamento transfenornénico de la transferencia. Aquí el asunto estriba en interesarse más de cerca por la estructura de la situación analítica, que los psicoanalistas tienen una propensión ineludible a olvidar. La estructura de la situación analítica coloca, primero, al analista en posición de oyente; oyente del discurso que él estimula en el paciente, puesto que lo invita a entregarse a él sin omitir nada, sin consideración por las conveniencias, según el movimiento que se denomina, un poco por irrisión, asociación libre; porque el postulado analítico es, precisamente, que esta asociación es todo menos libre y que, por el contrario, está restringida por leyes esenciales.
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Apertura a la transferencia ¿Esta posición de oyente es solo pasiva? Obviamente, el que aparece en actividad en la experiencia analítica es fundamentalmente el paciente. Pero hay que ver -y Lacan nunca cesó de insistir acerca de este punto de las formas más diversas, cada vez más y más lógicasque el oyente, SJJ respuesta, su aval, su interpretación, deciden el sentido de lo que es dicho, y aún más -sigo aquí muy precisamente el texto de Lacan-, la identidad misma de quien habla. Al respecto, existe lo que Lacan no vacila en llamar un poder, el poder del analista sobre el sentido, 1 lo cual es cierto para toda comunicación humana, para toda relación. Y en este sentido, como nos hablamos unos a otros, podemos decir que, por turno, compartimos el poder, y que así las comunicaciones se equilibran. En psicoanálisis, por el contrario, la estructura misma de la relación es disimétrica, puesto que uno entrega material, mientras que el otro tiene como función estructural escuchar ese material, recibirlo, apreciarlo y en ocasiones interpretarlo. La posición de intérprete del analista hace de él, exactamente, lo que podemos llamar -aun cuando hay que ser muy prudentes con esta expresión- el amo de la verdad. Hay que ser muy prudentes con esta expresión y con lo que ella recubre, pues implica la responsabilidad del analista, responsabilidad esencial, que hace la dignidad de su función. Por eso Lacan puede escribir que el analista duplica el poder discrecional de la palabra. 2 Es
l. [N. de E.] Lacan, J., "La dirección de la cura y los principios de su poder", Escritos 2, ob. cit., p. 577: "Porque él [Freud] reconoció en seguida que ese era el principio de su poder, en lo cual no se distinguía de la sugestión, pero también ese poder no le daba la salida del problema sino a condición de no utilizarlo, pues era entonces cuando tomaba todo su desarrollo de transferencia". También en Lacan, J.,El seminario,Libro S, Lasjlffmacionesdel inconsciente, ob. cit., pp. 435-438. 2. [N. de E.] Lacan, J., "Variantes de la cura-tipo", Escritos1, ob. cit., pp. 318-319: "Pero lo que quiere decir ese "'quiere decir'" es también de doble sentido, y depende del º!ente que sea el uno o el otro: ya sea lo que el hablante quiere decirle por medio del d1Scursoque le dirige, o lo que ese discurso le enseña de la condición del hablante. Así, no solo el sentido de ese discurso reside en el que lo escucha, sino que es de su acogida de la que depende quiénlo dice: es a saber el sujeto al que concede acuerdo y fe, o ese otro que su discurso le entrega como constituido. Ahora bien, el analista se apodera de ese poder discrecional del oyente para llevarlo a una potencia segunda. Pues, además de que se pone expresamente para sí mismo, y aun para el sujeto hablante, como intérprete del discurso, impone al sujeto, en los términos de s~ discurso, la abertura propia de la regla que le asigna como fundamental: a saber que ese discurso se prosiga primo sin interrupción, secundosin retención, esto no solo en cuanto a
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una frase que cito, que tuve ocasión de comentar en todos sus detalles en el seminario en el que participo aquí, por ser este un punto decisivo de la teoría de Lacan. Es un punto decisivo de la teoría de Lacan, pero puedo decir que no escapa a quienes tienen un sentimiento profundo de las propiedades del lenguaje. Leyendo durante este fin de semana la obra de Rosenblat Buenasy malaspalabrasen el castellanode Venezuela, encontré esta frase, muy lacaniana: "El que habla está pendiente del interlocutor, porque las palabras se tiñen con lo que dice el oyente, y no se sabe adónde pueden llegar las palabras". Evidentemente, no está dicho con los términos de Lacan, pero se trata de alguien que tiene el verdadero sentimiento de lo que es el campo del lenguaje, que se acerca muy bien a esta estructura fundamental. La transferencia, aprehendida en su fundamento, no es otra cosa que la institudón de esta relación misma. Les cité la vez anterior esta expresión de Nunberg: the readinessto transftrence,en la que intenta asir un punto que le parece precede a la fenomenología de la transferencia, que hace posibles todos estos fenómenos tan diversos, contradictorios, matizados, de la fenomenología de la transferencia. Y Lacan retoma esta expresión de Numberg, esta "apertura a la transferencia", que en cierto modo inaugura la relación analítica misma. Para Lacan hay apertura a la transferencia por el hecho único -y es esto lo importante- de que el paciente se coloca en posición de entregarse a la asociación libre, se ~oloca en la posición de buscar la verdad sobre sí mismo, sobre su ide.ntidad, sobre su verdadero deseo. ¿Dónde busca la verdad? La busca, dice Lacan, al cabo de su palabra, y el cabo de su palabra está allí, en el analista en cuanto gran Otro, oyente fundamental que decide la significación. Y por ello su silencio es tan esencial; su silencio, que deja sitio al despliegue de la palabra. Y no debe precipitarse a satisfacer la demanda del paciente, que es la demanda de: ¿quién soy?, ¿cuál es mi deseo?, ¿qué quiero, verdaderamente? Tenemos allí la base de la relación analítica. Y Lacan formalizó de modo sumamente sencillo, elemental, la célula constitutiva de esta relación. Es una formalización --que no puedo evitar escribir en el pizarróncon relación a esta cuestión de la transferencia. Es una estructura que encontramos en todos los escritos de Lacan, desde el principio hasta el final, primero en forma implícita, y luego en la forma estilizada que
la preocupación de su coherencia o de su racionalidad interna, sino también en cuanto a la vergüenza de su llamado ad huminemo de su aceptabilidad mundana".
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voy a dibujar en el pizarrón, y que les puede servir, podría decir, como memorial de esta conferencia.
la cuando aconseja al psicoanalista recomenzar con cada caso como si fuese el primero. Desde este punto de vista, hay un desvanecimiento del saber ya constituido, necesario para que comience, de modo auténtico, la experiencia analítica. Lo que muestra que el psicoanalista no debe dejarse engañar por este efecto de Sujeto supuesto Saber intrínseco en la experiencia analítica. Volveré más tarde a este punto. El psicoanalista no debe identificarse con el Sujeto supuesto Saber. El Sujeto supuesto Saber es un efecto de la estructura de la situación analítica, lo cual es muy distinto a identificarse con esta posición. Lo dije la última vez: no se observa, forzosamente, que el paciente comience a creer y a decir que el analista sabe todo lo que le concierne. Lo que puede observarse muy bien -y es lo que observa Nunberg cuando habla de la apertura a la transferencia- es, al contrario, una desuposición del saber por parte del paciente con relación al analista o, como dice Lacan, cierto modo de verificar que el hábito no le queda muy bien al psicoanalista. En cambio, lo que se observa de modo muy puro es la emergencia aterrorizante del Sujeto supuesto Saber cuando la experiencia analítica desencadena una psicosis alucinatoria crónica, en la cual el psicoanalista encarna realmente en el Sujeto supuesto Saber todo lo que se refiere al paciente, quien se imagina que el analista está en posesión de los hilos que mueven a las marionetas. Tenemos allí una emergencia real del Sujeto supuesto Saber, y esta teoría permite explicar esos efectos que conocemos, ese efecto de desencadenamiento psicótico que se produce por la entrada misma en la experiencia analítica. Por cierto, encontré en un diccionario médico del siglo XIX un párrafo donde se explicaba cómo reconocer a un paranoico. Cuando se comienza a interrogarlo, les dirá inmediatamente: "¿Por qué me interroga si usted ya lo sabe todo de mí?". Es, sin duda, un truco un poco simple, pero nos permite palpar que en la psicosis vemos, bajo un aspecto real y aterrorizante, la figura del Sujeto supuesto Saber. Esta posición, hagamos un paréntesis, no es una creencia. No se trata, aquí, de un sentimiento del sujeto. Se trata de una suposición de estructura, que puede traducirse por el fenómeno exactamente contrario. Esto es difícil de entender, tanto en París como aquí -ya que esta advertencia la hice hace poco en la Escuela Freudiana de París-, pues existe la tendencia a confundir, a superponer, la dimensión fenomenal a la dimensión estructural. Este simple esquemita explica muy bien lo que puede aparecer como la modalidad fundamental de la cura analítica, cómo Freud pudo llegar
Significado
la transferencia se ubica en este vector
L
A
Vector 1
Significante g
Vector 2
Significación de la transferencia Este esquema se lee de diversas formas. Aquí, podemos contentarn~s con leerlo del siguiente modo: A es el primer eje, el eje del significante; en el segundo eje escribimos el significado, y colocamos al a~al~staen este punto, al mismo tiempo como aquel a quien se dirige el s1gmficante y en tanto es quien, retroactivamente, decide acerca de la significación de lo que le es dirigido. Y aquí, en el gran Otro, A, colocamos al analista que funciona como Sujeto supuesto Saber del sentido. Co~o pueden ver, la gente que imagina que Lacan es complicado se eqUivoca. Este esquema es un esquema especialmente fuerte, que tiene en la obra de Lacan un valor polimorfo, polivalente, y estoy convencido de que a partir del momento en que lo escriban lo podrán utilizar con tod~ sencillez. _Esmuy fuerte en su sencillez: no es fácil quebrarlo, y es posible complicarlo mucho. Podemos preguntarnos qué ponemos en este sitio, nombrar este punto y aquel otro, multiplicar y desplegar el es~uema. Lacan lo ha hecho, pero tienen ustedes aquí su célula básica, Y sm ella el término mismo de Sujeto supuesto Saber es difícil de aprehender en la teoría de Lacan. La idea inicial -y por cierto, el término mismo de inconsciente corresponde a esta idea- es que el saber que va a elaborarse en la experiencia analítica, en un sentido, ya está allí. El término mismo de inconsciente remite a ese ya allí de la red de significantes. A partir de allí se funda la demanda del paciente. El diagnóstico es una función esencialmente médica, una función psiquiátrica, mientras que la experiencia analítica solo es posible sobre el telón de fondo de la suspensión del diagnóstico. Esta reserva es la que Freud formu200
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a _habl~~de la transferencia como de la emergencia de una nueva sigmficac10n de conjunto de la neurosis y de todos los síntomas. Después de todo, fue Freud mismo, y no Lacan, quien habló de significación de transferencia. Coloco, entonces, la transferencia en este vector. La sign~ficación de transferencia se produce sobre este vector, y en este sentido la transferencia es la relación misma con el analista en la cura es el tiempo mismo del psicoanálisis. La transferencia es a la vez eÍ ti.empo ~~ la experiencia y la perelaboración; el trabajo de'ia experi~ncia anahnca, en cuanto que tiene como pivote al Otro en esta posición. Evocamos el término pivote. Tenemos aquí, en forma localizada el lugar de ese pi~ot~: el ~~alista.como gran Otro donde se constituy; la Bedeutung,la s1gmficac10n.EVIdentemente, la transferencia, en este sentido, tiene un carácter ilusorio, y por eso se presta a quedar reducida a su sola dimensión imaginaria. Podríamos decir que el rasgo que une los tres aspectos que distinguí la vez pasada -la transferencia-repetición, la transferencia-resistencia y la transferencia-sugestión- es la transferencia-amor. Por eso se puede intentar explicar la transferencia en su dimensión imaginaria, que sin duda existe. Y la primera teoría de Lacan sobre la transferencia es una teoría de la transferencia como fenómeno i~aginario, es decir, la transferencia como amor, corno pasión. Es divertido que en el primer seminario de Lacan, de 1954 -que versa sobre los escritos técnicos de Freud, es decir, sobre los textos que enumeré e~ la pri1:1eraconferencia,3 donde los examiné desde su teoría postenor-, este presente esta frase, donde encontramos el mismo término "pivote", que diez años más tarde encontramos con relación al Sujet~ ~upu~sto.Saber. En el año 1954, Lacan decía que el fenómeno de carga 1magmana desempeña en la transferencia un rol pivote. 4 Diez años después atribuirá al Sujeto supuesto Saber este rol de pivote, exactamente en los mismos términos. 5
¿Qué lleva a situar la transferencia en la dimensión imaginaria? Que la transferencia se presenta como amor, y en Freud hay una teoría narcisista del amor. Es, por otro lado, lo que se ve cuando se intenta colocar en primer plano la teoría de la tranferencia-contratransferencia. Aunque hay grandes desviaciones de la teoría y la técnica psicoanalíticas que centran todo en la contratransferencia, se pued~ ~escifra_resta teoría en forma positiva, pues es una forma torpe de perc1bir la existencia de este vector retroactivo, retrógrado, que figura en este esquema que les presenté, en su estructura. En relación con la contratransferencia, por cierto, hay que desconfiar de la contratransferencia demasiado positiva, lo que equivale a desconfiar del deseo. En la experiencia psicoanalítica la simpatía no es necesaria, y quizás lo mejor es un poco de contratransferencia ne~ativa. Si la transferencia es amor, no se trata simplemente de que el anahzante ama al analista, sino que desea hacerse amar por el analista, es decir, que se presenta y tiende a presentarse, por un lado u otro, como amable. Esto es lo que puede introducirnos al hecho de que el analista ocupa la posición de Ideal del yo, en cuanto diferente de la posi_cióndel yo ideal. La posición de Ideal del yo es el punto a partir del cual el sujeto se ve como amable, a partir del cual se ve como yo ideal. No tengo tiempo ahora de detenerme en esta teoría de Lacan que distingue la función del Ideal del yo de la del yo ideal. El yo ideal es una función imaginaria, ,mientras que el Ideal del yo es una función simbólica.
3. Freud, S., "Trabajos sobre técnica psicoanalítica", Obrascompletas,vol. XII, ob. cit. 4. [N. de, E.] Lacan,J., EJseminario,Libro 1, Los escritostécnicosde Freud,ob. cit., p. 72: Por lo demas, a lo largo de todo este artículo, se trata de la dinámica de la transferencia. No examino en su conjunto todas las cuestiones allí planteadas, pues ellas conciernen a la especificidad de la transferencia en análisis, en tanto que la transferencia no está allí como e~ otros sitios,_sino qu~desempeñaen él unafanción muy particular.Les aconsejo leer este arnculo. Lo traigo aqm tan solo como apoyo de nuestro estudio de la resistencia. No obstante -ya lo verán- es el punto pivote de lo que está en juego en la dinámica de la transferencia".
Pacto analítico
Lacan construyó un esquema, más complicado que este, ~ue se funda en las traslaciones de un espejo, para explicar esta diferencia que esclarece textos muy intrincados de Freud. 6 A partir de esto, la teoría imaginaria de la transferencia-amor puede ser llevada hasta ese punto esencial que es la teoría simbólica de la transferencia, la que se apoya en
"
5. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentalesdel
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psicoanálisis, ob. cit., p. 243: "En la medida en que se supone que e! analista sa~e,_sesupone también que irá al encuentro del deseo inconsciente. Por eso digo -y la proxima vez lo ilustraré con un dibujito topológico que ya ha estado antes en la pizarra-que el des~o es_el eje, el pivote, el mango, el martillo, gracias al cual se aplica el elemento-fuerza, la merc1a, que hay tras lo que se formula primero, en el discurso del paciente, como demanda, o sea, la transferencia". 6. Véase Lacan, J.,"Observación sobre el informe de Daniel Lagache: 'Psicoanálisis Y estructura de la personalidad"', Escritos2, ob. cit., pp. 647-662.
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lo que, al comienzo, Lacan llamaba el "pacto analítico". 7 Freud mismo utilizó un término sumamente peligroso: la "alianza analítica"· término que hizo bastantes estragos en la historia del psicoanálisis, y ai que volveremos después. Lo divertido es que, al mismo tiempo que desarrolló, en sus inicios esta teoría imaginaria de la transferencia, Lacan, a partir de su "Discur~ so de Roma", en·I 953, había reservado ya el lugar del Sujeto supuesto Saber, pero no pudo descubrirlo sino retroactivamente obedeciendo así ' . a su prop10 esquema. Los remito, aquí, a la página 296 de los Escritosde Lacan. Esc~ibe dos párrafos que lo llevan a poner una nota, en 1966, en la cual explica: "Se encuentra entonces allí definido lo que luego designamos como el soporte de la transferencia: el Sujeto supuesto Saber". 8 Fue necesaria una retroacción de diez años para que se diera cuenta de lo que había escrito. Dice_e:to: "Sin duda no tiene que responder por su parte, de ese error subJetlvo que, confesado o no en su discurso es inmanente al hecho de que entró en análisis, y de que ha cerrado' su pacto inicial". 9
~~ que Laca~ llama aquí error subjetivo inmanente a la experiencia anahnca es, precisamente, la ilusión del paciente, la ilusión fundamental, e~t~ctural, de que su saber, el saber del inconsciente, está ya todo constituido en el psicoanalista. Dice: Y no puede descuidarsela subjetividadde este momento, tanto menos cuanto que encontramos en él la razón de lo que podríamos llamar los efectos consti~yentes de la transferenciaen cuanto que se distinguen por un índice de realidad de los efectos constituidos que les siguen.1º
La diferencia.q~e Lacan hace aquí entre los efectos constituyentes y los efectos constituidos es la que les presenté al distinguir los fenóme-
7 '. [N. de E.] Lacan,J., EJseminario,Libro 1, Los escritostécnicosdeFreud,ob. cit., p. 268: ¿Q~e empleo ~acemos del lenguaje y la palabra en el tratamiento? Hay, en la relación a~ahnca, dos su¡etos vinc_ulados por un pacto. Este pacto se establece en niveles muy diversos, e mcluso al corruenzo muy confusos. No por ello deja de ser esencialmente un pacto. ~ hacemos todo lo necesario, mediante reglas previas, para establecer claramente ese caracter al comienzo". "
. 8. [N. de E.] Lacan, J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis'.', Esmtos 1, ob. cit., p. 296: "Aquí se encuentra pues definido lo que hemos designado mas tard_eco:110el sopone de la transferencia: a saber, el Sujeto supuesto Saber (1966)". 9. Vease 1bíd. 1O.Véase ibíd.
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nos de transferencia, que son los efectos constituidos, y su fundamento transfenoménico, que es constituyente de estos efectos. Es singular que este análisis haya quedado así como una piedrade esperaen el discurso de Lacan, que recién encontró su empleo diez años más tarde en la teoría del Sujeto supuesto Saber, en un punto muy preciso. Esto nos permite esperar que haya numerosas piedrasde esperaen el discurso de Lacan, a las que les hacen falta lectores precisos y convencidos, a fin de que · puedan ser desarrolladas y utilizadas. A mi criterio, la t~oría de Lac~n apenas comienza. Como en la de Freud, hay aún una mma en este discurso. No quiero decir que Lacan sea El Dorado, pero aún hay mucho . que recoger. En el fondo, este "pacto analítico" consiste, para el paciente, en ofrecerse a la interpretación. Es decir que por el hecho mismo de entrar en la experiencia analítica, él consiente en la posición del analista c~mo Otro. Por eso yo decía que allí es donde podemos encontrar el comienzo de la teoría del Sujeto supuesto Saber en Freud, en su texto de los "Trabajos sobre técnica psicoanalítica" en el que trata sobre el inicio del análisis. 11 ·Qué es lo que Freud llamó la "regla principal del análisis", que é l . , siempre situó, de la cual dio diferentes formu ac1ones, pero cuyo caracter operatorio y fundamental siempre subrayó, mientras que la experiencia del análisis supone la libertad que se le deja al sujeto en sus as,ociaciones? Hay un punto que no puede ser eliminado del disc~rs_o del psicoanalista a su paciente: el que consiste en fijar esta regla o~ginal. Esta regla principal es la de asociar libremente y la de renunciar a toda crítica. Toda regla tiene ya, entonces, un carácter paradójico. La de confiar en lo que Freud llama "lo que le cae en mente"; es el caso.12 Al respecto, hay una exhortación psicoanalítica que es: "Diga siempre, ya veremos". En el fondo, la presencia del analista es una prueba de la confianza que él tiene en el inconsciente, a saber, que esosiempre asociará. Hay allí, en el fondo, en el momento original, una demanda del analista: la demanda de decir lo que no quiere decir nada, estando seguro de que eso siempre querrá decir algo. Podemos, en este sentido, darle a la transferencia el nombre de transferencia del sinsentido a la significación, promesa de significación.
11. Freud, S., "Sobre la iniciación del tratamiento (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis, II)", Obrascompletas,vol. XII, ob. cit. 12. [N. de E.] "Caso" en el sentido etimológico de "lo que cae".
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Pe~cibimo~ así por qué Lacan puede decir que la situación analítica histerIZa al SUJetoque entra en análisis; precisamente, porque su más mínima p~lab~a,su ~~nor producción, es inmediatamente valorizada por la expenencra anahnca misma. Es valorizada en la forma más material del mundo, ~or el preci?. Es muy divertido; el sujeto tiene que pagar por sus propias p~oducciones. Este es el hallazgo del psicoanálisis: hacer pagar el trabaJo por el que trabaja, en lo cual es mejor que el capitalista. , En el fondo, allí es donde éstá el Sujeto supuesto Saber. Conocen la formula de Freud que la princesa Mari e Bonaparte, creo, tradujo como El yo d:be desplazar al ello". Traducida, pues, según el modelo: quítate de ahi, para ponerme yo. Lacan, por el contrario, dio a esta frase de F reud un valor mucho más esencial y la tradujo en formas distintas a lo largo de su discurso. Yo puedo tratar de traducirla de otra forma con relación al Sujeto supuesto Saber: Ll ou fª était (fa ne veut rien dire).Allí donde esoc~taba (esono quiere decir nada). Yo sé lo que debe ser, lo que ~ebe advemr. Eso nos permite percibir la dimensión esencial racionalista de la experiencia a~alítica. La experiencia analítica -hay que pasar por alto muchos de los discursos de los psicoanalistas mismos para darse cuenta- es profundamente laica. Mientras que en las experiencias antiguas -las que buscan el conocimiento más profundo de la verdad del ~uj~to~_haysiempre un tiempo de meditación, de concentración, una mVItac10na entrar en sí mismo, a purificarse, no encontramos nada de esto en la experiencia analítica. Si promete al sujeto una verdad acerca de su deseo, es .~n un marco que no implica ninguno de estos aspectos ~e punficaci~n, de concentración; al contrario, es una ceremonia, un ntu~l: pero fi¡o. Podríamos decir que implica una regularidad casi bur~cranca: volver a la misma hora, cierto número de veces por semana. Y leJos .de que el sujeto tenga que concentrarse antes de hablar, por el contrano, deb~ ~ntregar el material sin preparación alguna. . Debe perc1birse lo que implica esta extraordinaria operación. La misma se opone a todos los antiguos ensayos de descubrimiento de la verdad del sujeto. Efectivamente, con la invención de la regla fundamental, Fre.ud tra.za un corte en la historia del pensamiento, cuyo precede~te es 1m~osible encontrar. Y una vez que el sujeto está dispuesto a decir cualquier c~sa co1:10 azar, la presencia del analista atestigua que a~ume sobre s1 el ?rmc.ip10 que está. en la base de la ciencia: que todo, mcluso lo que allí se dice de cualqmer modo, tiene una causa. . E~ inco~s~iente, en la medida en que es puesto en obra en la expenenc1a anahtica, en la medida en que el sujeto es invitado a decir lo que se le pasa por la cabeza y a pagar por el hecho mismo de este decirlo que
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se le pasapor la cabezaante el analista, movilizado -o más bien inmovilizado-- por esta experiencia, implica este axioma, que nadie form~ló a propósito de la experiencia analítica antes d~ La:an, pero que ~c10na de todas maneras como soporte de la expenencra: que todo tiene una causa. Es un principio esencial del pensamiento científico y fue. fo~mulado en un momento muy preciso de su historia, cuando Leibmz formuló sus dos principios: "nada es sin causa" y también, en su forma positiva, "todo tiene una causa". . . . En el fondo, esto constituyó un corte radical en la h1stona del pensamiento. Heidegger, por cierto, dedicó a este axioma un librito que se llama El principiode razónsuficiente,en el cual analiza en detalle este axioma, que en su formulación constituye un corte en la hi_storiade.la filosofía y que, asimismo, consagra la emer?encia de ese di~:urso di;tinto del discurso analítico, pero que no deJa de tener relac10n con el: el discurso de la ciencia. En la experiencia analítica hay implícito un determinismo que, si se quiere, implica al comienzo una especie de acto de fe en la racionalidad de todo lo que se produce. Y el psicoanalista es aquel que se consagra a sostener este acto de fe a partir del cual el analizante puede trabajar. Superyó Volveremos más adelante a esta diferencia entre el analista y el analizánte en el acto y el trabajo analítico. Pero quisiera, primero, tratar de mostrarles las consecuencias que tuvo en la historia del psicoanálisis la identificación del psicoanalista con la posición del Otro. La posición del Otro es una posición de amo, y el psicoanalista se identificó gustoso con el amo, con el que exhorta, con el que demanda, con el Otro poderoso y omnisciente -lo que le permite no saber gran cosa-. Hay un extraordinario contraste entre la fatuidad del analista y la ignorancia, bastante general, que le permite continuar prolongando esta situación. E~ta identificación del psicoanalista con el Otro generó una teoría esencial, dominante en el área de influencia anglosajona, que ubica al analista como superyó del paciente. Es muy interesante esta teoría, cuyos excesos hoy se han borrado un poco, pero que sigue presente y actuante en los psicoanalistas n?lacanianos (creo que es distinto entre los kleinianos). Es una teoría u:iteresante, porque muestra que todos los teóricos verdaderamente st~tos de la experiencia analítica se ven obligados a asignar un lugar al analist~ en el inconsciente. Sin ello, no se podría entender cómo opera el analista.
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De allí que lo que les formulaba como una proposición lacaniana -el analista es, si se quiere, una formación del inconsciente- se impone a todo teórico serio del psicoanálisis. Esa teoría implica, en primer lugar, que el analista debe ocupar el lugar del superyó y, en segundo lugar, que el analizante debe identificarse con él. La cura es, así, el proceso de identificación del analizante con el _analista¡:orno superyó. Un fantasma está allí desarrollado: que el analista, a partir de su posición superyoica, podrá inculcar valores verdaderamente positivos en el yo del sujeto. La cura, entonces, se presenta, ante todo, como una especie de educación, una educación por sugestión del paciente, y el analista simplemente se ofrece él mismo en la experiencia como la verdadera medida de la realidad, el que sabe lo que la realidad debe ser, y que por medio de su prestigio superyoico debe llevar al sujeto a situarse en el mismo nivel de realidad. Es decir, muy ingenuamente, que el psicoanalista se constituyó, él mismo, como el non plus ultra de la experiencia universal. En este sentido, la cura se convierte en una empresa de adoctrinamiento que tiene como consecuencia el aplastamiento de la dimensión propia de un deseo fundamentalmente irreductible. Pero, en el fondo, el psicoanalista no logra eso, aunque tiene tiempo como para hacer cierto daño. El psicoanálisis, entonces, puede ser un verdadero combate contra este esfuerzo de adoctrinamiento del analista, quien se hace fuerte amurallándose en la teoría psicoanalítica constituida y en sus propios prejuicios sobre todos los temas de este mundo, empresa que el deseo del paciente intenta resistir. Y esa es la resistencia que no hay que olvidar, la buena resistencia, la resistencia que los psicoanalistas descubrieron cuando enfocaron el ~nálisis corno adoctrinamiento y ejercicio de la demanda del psicoanalista. Encontraron la resistencia del deseo. Desde hace algunos años Lacan dejó de leer a los psicoanalistas del l~ternationalJourna!.Nosotros lo seguimos haciendo, y hacemos la erómea de esta lectura en nuestra revista Ornicar?,un poco para conservar el co_ntacto.Lacan dejó de leerlos, pero los leyó; los leyó de manera muy precisa. Tanto los grandes como los pequeños textos de la historia del psicoanálisis en el lnternationalJournal. Y fue siguiendo las indicaciones que se encuentran en esos textos como, en el curso que hice sobre transferencia, analicé todos los textos dedicados a la teoría del analista como superyó. No sé si todavía se lee a alguien como Richard Sterba quien formula una teoría acerca de la disociación terapéutica del yo'. En ciertos textos antiguos, que tengo aquí, Sterba basa la experiencia terapéutica de la cura en la capacidad de disociación del yo, y dice: "Esta 208
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capacidad da al analista la oportunidad de hacer una alianza con el yo contra las fuerzas del instinto y de la represión, y con ayuda de una parte . . " .13 del yo, mtentar vencer las fuerzas contrarias . . ., ¿Qué es, entonces, la experiencia analítica? ¿Es ~a b1par~c10n constante del yo? Esto se parece un poco a la paradoJa de Zenon: se toma al yo, se lo corta en dos; hay una parte buena y una parte mala, y si nos apoyamos en la buena le ganamos a la mala; entonces, volvemos a cortar en dos, volvemos a hacerlo, y seguimos así. Según Zenón, el proceso nunca se detendrá. Sterba termina diciendo cuál es el modelo de esta disociación terapéutica del yo en el paciente. La respuesta, dice, es que se trata del proceso de formación del superyó mediante una identificación del analizante con el analista. Juicios y evaluaciones son recibidos en el yo y empiezan a producir efectos en su seno. No sé si ven lo que implica esta concepción del psicoanálisis, pero podernos admitir que el término de Lacan "abyección" ~e adecua_bastante bien a este tipo de teoría, la cual no le deJa otra sahda al paciente que la de tornar como modelo acabado de perfección a su p~icoanalis~a e introyectarlo. Así, el psicoanalista se ofrece como una hosna, la hosna sagrada que el paciente debe mascar y remasca~. No voy a e~tra~ en los detalles, porque es bastante fácil imaginar esta mgesta 1magmana en la que el analista se convierte en el alimento de su paciente, y la cura en el relato de una pasión erística. Lo divertido es que esta teoría cobra forma hacia 1920.El a~culo · de Sterba es de 1934. Hay, al mismo tiempo, un artículo muy mteresante, también de ese año, del joven Strachey, el eminente y notable traductor de Freud al que debemos la mejor edición existente, superior incluso a la edición alemana, la Standard Edition. Strachey escribe lo siguiente: "El superyó del paciente ocupa una posición clave en la terapia analítica. Es una parte de la mente del paciente en la cual una alteración favorable sería capaz de provocar una mejoría general, y es también una parte especialmente sometida a la influencia del analista" .14 También nos hace entender de dónde proviene esta teoría, que no dejó de influenciar la concepción analítica de la transferencia. Proviene, exactamente, de Freud, del capítulo VII de "Psicología de las masas Y
13. Véase Sterba, R., "El destino del yo en la terapia analítica", TheInternational Journal of Prychoanalysis, nº 15,pp. 1-21. 14. Strachey, J.,"La naturaleza de la acción terapéutica del psicoanálisis", Revistade Psicoanálisis, Buenos Aires, Asociación Psicoanalítica Argentina, tomo 5, nº 4, 1948.
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análisis del yo". Saben que este capítulo es del período en que Freud elabora su segunda tópica, que va a dar lugar a tantos malentendidos acerca de la experiencia analítica. En "El yo y el ello" y en "Psicología de las masas ... " hay párrafos que embarazaron mucho a Freud al final de su vida, cuando vio cómo fueron entendidos. Entonces, en este capítulo VII, Freud, como saben, distingue entre una identificación consecuencia de la pérdida de objeto -pérdida de objeto que se traduce por su introyecciófi en el yo y por una alteración parcial de su estructura-y una identificación por la cual el objeto es colocado en el lugar del Ideal del yo. Este tipo de identificación es la que explica la puesta en serie de los yoes, su identificación recíproca en organismos como el Ejército o la Iglesia. Insiste en el hecho de que esta identificación recíproca supone la identificación común de estos yoes con un elemento externo, con un objeto colocado en el lugar del Ideal del yo de cada sujeto. , Creo que evoco aquí algo que es familiar a los que practican a Freud. El explica fenómenos como el amor, y sobre todo la hipnosis, la sugestión, por esta identificación con el objeto puesto en el lugar del Ideal del yo. Entonces, el Ideal del yo no es exactamente el superyó, aunque sus funciones en parte se recubren. Habría que distinguirlos muy cuidadosamente. Pero ¿qué hicieron los psicoanalistas a partir de este texto de Freud? Hay un artículo de Sándor Radó que dio la señal de largada a este proceso. Radó publicó solo la primera parte de este artículo, nunca la segunda. En este texto, Sándor Radó inventó algo sumamente grave para el desarrollo de la historia del psicoanálisis. Estamos en una época en que, según evoqué la vez pasada, hay entre los psicoanalistas alguna desorientación con relación a ciertos cuestionamientos sobre la técnica psicoanalítica. Es para responder a estos cuestionamientos para lo que Freud elabora su segunda tópica, porque el psicoanálisis está en una situación conceptual y práctica difícil, y los analistas intentan conceptualizar el proceso mismo del psicoanálisis. En esta época vemos, entonces, muchos artículos sobre este tema, y en 1925 Sándor Radó propone estudiar lo que él llama "el principio económico" en la técnica analítica.15Nunca llegará al final, pues hace solamente la primera parte que, por el contrario, habla de la hipnosis. Nunca hizo la segunda parte sobre técnica psicoanalítica. ¿Qué dice?
15. [N. de E.] El trabajo es una contribución al simposio realizado en el octavo Congreso Internacional de Psicoanálisis, en Salzburgo, el 21 de abril de 1924. Su traducción inglesa se publicó en 192 5, en el n ° 6 de The lnternationalJournal of Psychoanalysis.
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Podemos decir que se establece en el yo de la persona hipnotizada una representaciónideaciona/del hipnotista [... ]. Si esta representación[... ] consigue ahora atraer hacia sí la catexianatural del superyó topográficamente diferenciado,con ello su esferade influenciaqueda sujeta a una nuevaautoridad, y de ser un objeto del yo el hipnotista es promovidoa la posición de un superyóparásito.16 En cierta medida esto sigue aún a Freud, aunque hable de superyó . y no de Ideal del yo. En 1934, con Strachey, ¿en qué se transforma esto? Strachey dice lo siguiente: "El paciente en análisis tiende a centrar el conjunto de _sus funciones sobre el analista, pero sobre todo tiende a aceptar al analista como un sustituto de su propio superyó"; y agrega: "Creo que en este punto podemos tomar la acertada expresión de Radó ,-:~odificá~dola levemente- respecto a la hipnosis y decir que en el analisis el paciente · · , ' " 17 tiende a hacer del analista un superyo,, susntunvo, parasito . La teoría que Freud elaboró especialmente para dar cuenta de algo muy distinto a la experiencia analítica, la. hipnosis, fue. ~sada por l~s psicoanalistas, a partir de 1934, para explicar la operanvidad del psicoanálisis mismo. Debo decir que no se trata solamente de burlarse de este error de lectura, de esta desorientación que los llevó a ~ferra;~e.a la teoría freudiana de la hipnosis para entender algo del psicoan~li_s~s, porque, efectivamente, por allí aprehendían algo acerca de la posic10n del psicoanalista en el lugar del Otro (A). Era, a su manera'. un modo de percibir que el analista está en el lugar del Otro, pero, cons1de_randoque debe identificarse con esta posición y que por esta via el pac1ent.edebe identificarse con él. Era necesario que se hubiera perdido el s~nndo ~el descubritniento de Freud para llegar a esto, porque el superyo freudiano nada tiene que ver con una función normalizante y legal. , Una de las bases de la diferencia entre el Ideal del y~ y el supe~o es que el Ideal del yo, en Freud, implica, efectivamen:e, ciei::as ~nc10nes de asunción normalizante del sexo, pero el superyo, de nmgun mo~o. Quien lo muestra muy bien es, una vez más, ~ranz Alexander,. qmen siempre estuvo más cerca de la inspiración freudiana. Y debo decir que, a pesar de sus divergencias, fue atnigo de La~a~. Alexander, en 1925 -ven que siempre estamos en los diez años dec1S1vos,entre 192~ y 1935-,
16.Véase Radó, S., "El principio económico en la técnica psicoanalítica", Psicoanálisis de la conducta,Buenos Aires, Hormé, 1962, p. 28. . . , .. " .
17.Strachey,J., "La naturaleza de la acción terapéutica del ps1coanahs1s , ob. cit.
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escribió un articulo muy hermoso, en el InternationalJoumal, en el primer número de 1925, que se llama "Una descripción meta psicológica del proceso de la cura". Alexander, evidentemente, también habla del desempeño por parte del analista del papel del superyó. Pero en este artículo tenemos un sentimiento muy preciso de lo que es el superyó en Freud. Dice: "No hay que pensar que el superyó es el órgano de la adaptación a la realidad, no debemos pensar que el superyó es la ley". En su lenguaje, dice que es un código legal, pero arcaico, que preserva en el sujeto muchas adaptaciones que son completamente inadaptadas a su situación real; que de ningún modo es una instancia que tenga acceso a la realidad. Al contrario, el superyó cumple su tarea en forma automática y con una uniformidad monótona de reflejo. Ve muy bien el vínculo entre el superyó y el automatismo de repetición. No es una función de adaptación sino de inadaptación en el sujeto. Freud relaciona el superyó con la organización de los síntomas del sujeto. Dice, también, en forma divertida, que el superyó puede tener inforn_iacionessobre la realidad, pero son informaciones out of date,desactualizadas. Esto es lo que da lugar a los síntomas neuróticos. Dicho de otra manera: esta función que Alexander comprendió bien como la raíz de_lsíntoma se convierte, nueve años después, en 1934, en la posición misma que debe ocupar el analista para llevar al paciente al nivel de la realidad. Considero que esta demostración a partir de los textos es muy difícil de refutar. El superyó freudiano tiene exigencias completamente incoherentes· de ningún modo es un todo armonioso. Es una ley, una orden, per~ que al sujeto le es imposible respetar. Si es una ley, es una ley con todo su valor irracional, una ley terrible. Lacan habla a veces -es muy fiel a la posición del superyó en los textos de Freud- de la figura obscena y fer?z del superyó. 18 En Freud, el superyó es una función imposible de satisfacer._No es del orden de "Si se hace todo lo que quiere el superyó, todo va bien". Al contrario: el superyó nunca queda satisfecho. . Así _escomo ~merge en los textos de Freud. Es una instancia que exige siempre mas, y no hay que creer que, dado el caso, alcanzar el
éxito atempera al superyó. Freud lo dijo: no hay nada más p_eligroso, en ocasiones, que el éxito; reflexionó sobre aquellos que precisamente 19 son destruidos por el éxito, y el éxito puede muy bien ser inintegrable. 20 Lacan habla, al respecto, de la gula del superyó; ~~ superyó n_un~aes~á satisfecho. Y es, efectivamente, porque la exhortac10n supery01ca implica esta insaciabilidad, una imposibilidad intrínseca de satisfacción, por lo que Lacan formuló así el imperativo del superyó: el superyó no dice': · · 1mposi · 'bl e: " ¡G oza ..1" 21 "¡Triunfa!"; el superyó fonn ul a este imperativo Descubrí esta mañana que en el español propio de Venezuela no hay una oposición entre placer y goce, y que se utiliza la expresión "gozo" para decir "tengo placer". Traten de admitir la dif~rencia_en~~ placer y goce -en el sentido de Lacan, el goce está más alla del pnnc1pi~ ~e ,Placer y como tal es imposible de obtener en forma plena-, y perc1b1ranel ' que hay' en el hecho de formular el imperativo del superyo, como humor un imperativo de goce ...
Identificación con el analista Freud, hay que decirlo, fue equívoco respecto a los procesos terapéuticos de la cura. Él mismo, efectivamente, formuló en los ~extos de la década de 1930, el proceso analítico como un proceso de alianza del terapeuta con el yo, pero, al mismo tiempo, se dio perfectamente cue~ta de las desviaciones flagrantes que se producían en su teoría hacia 1935. Por eso los textos que escribió en 1937 y 1938 -"Análisis termina23 ble e interminable", 22 "Construcciones en psicoanálisis" y "Esquema del psicoanálisis"- 24 se deb~ten con las contradi~ciones q~e ~caban de manifestarse en forma masiva. La cura no consiste, de mngun modo, en lograr esta ingesta progresiva del psicoanalista por el paciente, sino en lograr lo que Lacan llama, en otro sitio, el pacto originario del psi-
19. Freud, S., "Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico",
Obrascompletas,vol. XIY, ob. cit. 20. [N. de E.] Lacan, J., "Televisión", Otros escritos,ob. cit., p. 556: "La glotoneóa con la que denota al superyó es estructural; no es efecto de la civilización, sino 'malestar
18. (N. de E.] Lacan,J., El seminario,Libro 7, La éticadelpsicoanálisis, ob. cit., p. 16: "Como dije, la experiencia moral no se limita a esa parte destinada al sacrificio, modo bajo el cual se presenta en cada experiencia individual. No está vinculada únicamente con ese le~to reconocimiento de la función que fue definida, autonomizada por Freud, bajo el térrruno de superyó y a la exploración de sus paradojas, a lo que denominé esa figura obscena y feroz, bajo la cual se presenta la instancia moral cuando vamos a buscarla en sus raíces".
(síntoma) en la civilización'". 21. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario,Líbro 20, Aun, ob. cit., p. 11: "Asomo aquí_la reserva que implica el campo del derecho-al-goce. El derecho no es el deber. Nada obliga . a nadie a gozar, salvo el superyó. El superyó es el imperativo del goce: ¡Goza!". 22. Freud, S., "Análisis terminable e interminable", Obrascompletas, vol. XXIII, ob, ot. 23. Freud, S., "Construcciones en el análisis", Obrascompletas,ibíd. 24. Freud, S., "Esquema del psicoanálisis", Obrascompletas,ibíd.
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coanálisis. Es verdad que el psicoanálisis supone el consentimiento del paciente, que está basado en su libertad. Freud, cuando habla del caso de "la "joven homosexual", 25 imputa los problemas que pudo encontrar en este análisis precisamente al hecho de que fue un psicoanálisis impulsado por su familia y no por su propia voluntad. La emergencia del Sujeto supuesto Saber supone el respeto de la regla analítica. En este sentido hay, efectivamente, pacto, alianza. Pero si traducimos esto por la ingesta del psicoanalista por el paciente, contra las fuerzas del instinto que se trata de reprimir y de vencer progresivamente, obtenemos, por el contrario, esta definición que preocupaba a Freud. Vemos a Freud admitir en sus textos estas alianzas, pero, al mismo tiempo, diferenciar completamente el psicoanálisis de la sugestión, en oposición a la inspiración de esta gente. En 1937, escribe, por ejemplo: "Puedo afirmar, sin jactancia, que un abuso así de la 'sugestión' nunca ha sobrevenido en mi 26 actividad". Dice en "Esquema del psicoanálisis", que no es el mejor de sus textos, pero lo muestra preocupado por esta desviación, especialmente en el capítulo VI, "La técnica psicoanalítica": Si el paciente pone al analista en el lugar de su padre (o de su madre), le otorga también el poder que su superyó ejerce sobre su yo, puesto que estos progenitores han sido el origen del superyó. Y entonces el nuevo superyó tiene oportunidad para una suerte de posteducación del neurótico, puede corregir desaciertosen que incurrieran los padres en su educación.17
Así,admito que hay algo acertado en la posición que evoqué hace un rato: en el hecho de que el analista ocupa el lugar del Otro y que a partir de allí tiene, efectivamente, una posición de poder. Pero agrega Freud: Es verdad que cabe aquí la advertencia de no abusar del nuevo influjo. Por tentador que pueda resultarle al analistaconvertirse en maestro, arquetipo e ideal de otros, crear seres humanos a su imagen y semejanza,no tiene permitido olvidar que no es esta su tarea en la relación analítica,e incluso sería infiel a ella si se dejara arrastrar por su inclinación.28
25. Freud, S., "Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina", Obras
am,pletas,vol. XVIII, ob. cit. 26. Freud, S., "Construcciones en el análisis", vol. XXIII, ob. cit. 27. Véase Freud, S., "Esquema del psicoanálisis", ibíd., p. 176. 28. Véase ibíd.
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Podemos, entonces, decir que los psicoanalistas no respetaron de ningún modo esta advertencia. Voy a remitirlos a los textos que fueron publicados en el lnternationalJournal en 1950, cuando los analistas hicieron un pequeño simposio a fin de intentar entender cuál podía ser el objetivo final del psicoanálisis, y verán ustedes que, con excepción de Mela~ie. Klein, todos los que hablan en esta oportunidad formulan el ob¡et1vd del psicoanálisis didáctico como identificación con el analista. Dicho de otra manera: el pecado que Freud precisaba en este texto, el de crear hombres a su imagen, podemos decir que los psicoanalistas lo cometieron. El psicoanalista debe ser digno de la posición de poder que le da esta experiencia. Hay, decía Freud, dos peligros para el psicoanálisis: los sacerdotes y los médicos. Porque desde el origen de los tiempos los sacerdotes y los médicos están en la posición de ab~sar del gran Otro; son las figuras más antiguas y más poderosas del Su¡eto supuesto Saber. Pero si el analista ocupa el mismo lugar, no debe usar el poder estructural de la relación de la misma forma. Por eso Freud libró este combate, lo que no impidió a los analistas que se decían freudianos echar este texto al olvido. Y uno de los combates de Lacan, uno de los combates que ganó en Francia completamente -y no solamente en Francia-, es el combate por el "análisis lego". En todas las sociedades francesas de psicoanálisis son aceptadas y reconocidas, hoy en día, personas que no son médicos. Este combate no estaba ganado en 1953, y fue una de las causas de la primera escisión del movimiento psicoanalítico francés. Lo interesante es que si no hay análisis sin el Sujeto supuesto Saber, la función del Sujeto supuesto Saber puede ser ocupada por cualquiera, a partir del momento en que se establece la relación. No es necesario que este saber sea científico. Basta con que haya algo que sea "estructura de saber". Tomemos el ejemplo de la medicina: la medicina existió mucho antes de que el discurso científico existiese, y encontramos en las comedias de Moliere, en su teatro, esta figura, precisamente, del médico en cuanto Sujeto supuesto Saber, y que no sabe nada. Durante siglos, el médico se paseó así por el mundo. Duran~e un tiempo -en el curso del siglo XIX y todavía a principios de este siglo-, se pudo pensar que había un acuerdo entre medicina y ciencia. Pero ~ay que saber que la medicina está, quizás, a punto de desapare~er, :ormda por la ciencia. Hace poco tuve ocasión de encontrarme y discutir,. para la revista Ornicar?,con el sucesor de Jacques Monod en el Coleg10 de Francia, quien es uno de los más destacados científicos franceses dedi215
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cad.os a la biología molecular, y que está esperando, como los demás, recibir el Nobel -está en la buena línea de sucesión-. Pues bien él considera que los tiempos de la medicina han terminado; que en el ~ivel de la biología molecular los problemas que los médicos se planteaban con su palabrería tienen ahora oportunidad de ser resueltos. En este nivel el médic~ aparece para él como un psicoterapeuta mediocre, que no actúa en el ruvel m9lecular en el que los fenómenos tienen su realidad. Percibimos así la estructura del porvenir, podemos anticiparlo: por un lado, los especialistas de la estructura molecular, por otro, los psicoanalistas; entre los dos, nada. Este es el paisaje que se está dibujando . . Que el saber científico no es necesario para producir el efecto de Su;eto supuesto Saber es algo de lo cual tenemos testimonio en el texto mismo de Freud, en lo que algunos imaginan que fue su autoanálisis. Freud no hizo un autoanálisis; como saben, él analizó sus formaciones del inconsciente durante mucho tiempo con referencia a un Sujeto ~upuest~ Saber encarnado en la figura de su amigo Fliess. No se e~aen?e como Freud, que era un espíritu científicamente tan preciso y mi~uc10so, pudo apasionarse por las teorías de Fliess, que eran teorías delirantes. Como ustedes saben, Fliess construyó un sistema absolutamente demente, fundado en la nariz. Lacan lo llama, por cierto, el "cosquilleador de narices",29 y publicamos en la colección de Lacan, que se llama Campo Freudiano, una traducción del libro de Fliess. Lo releímos en detalle. Es un saber completamente elucubrado, que Freud respetó durante años. Ustedes saben que esta relación analítica con el Sujeto supuesto Saber Fliess se rompió, efectivamente, y que Fliess luego conoció episodios que podemos calificar de psicóticos. Aquí tenemos el estatuto del Sujeto supuesto Saber como diferente de la ciencia. Y el estatuto médico, como dice Lacan, es desde siempre un estatuto de mistificación. Es tan solo con el matrimonio reciente de la medicina y la ciencia como el médico ha podido escapar a la mistificación. Pero el médico es una figura muy antigua en la historia, que
29. [N. de E.] Lacan, J.,"Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela", Otros escritos,ob. cit., p. 271: "En el origen del psicoanálisis, cómo no recordar lo que, entre nosotros, hizo por fin Mannoni: que el psicoanalista es Fliess, es decir, el med1:astro, el cosquilleador de nariz, el hombre a quien se le revela el principio macho Y el pnnc1p10 hembra en los números 21 y 28, les guste o no, en suma, ese saber que el psicoanalizante, Freud el cientista, como se expresa la boquita de las almas abiertas al encumenismo, rechaza con toda la fuerza del juramento que lo liga al programa de Helmholtz y sus cómplices".
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precede en mucho a la aparición del científico. Esta fi~a del mé~ico científico quizás desaparezca, ya que la ciencia parece seguir ese cammo. Entonces, dice Lacan: "Esta mistificación del Sujeto supuesto Saber -cito exactamente- ha abierto el lugar donde el psicoanalista desde entonces se colocó". 30 Esto no debe tranquilizar a los psicoanalistas, porque la impostura está siempre próxima a la experiencia analítica; en cuanto el psicoanalista se identifica con el Sujeto su~uesto Saber, ~ae, igualmente, en la mistificación. Pero el psicoanalist~ ne~e muchas 1i~cultades para mantenerse en los límites de su experiencia y en los hrmtes de lo que puede saber por intermedio de la palabra. Por eso, muchas veces recurre a cualquier saber para tapar esta hiancia, esta apertura que el lenguaje lleva consigo. También, como decía la última vez, en ocasiones puede buscar la sustancia de su experiencia -sustancia evanescente en el lenguaje-, hasta en el feto ... Hay, con todo, un sentimiento justo en esta elucubración, que vale lo mismo que la de Fliess: el sentimiento de que, d~spués de todo, 1~es~ctura no se puede deducir; siempre se debe considerar que ya esta .alh. Melanie Klein, por ejemplo, proyectó la estructura en los primeros años de vida. Siempre podemos decir: ¿qué puede ella saber ~e eso? Hacía hablar al lactante como un filósofo. Pero de hecho, si Lacan siempre fue favorable a Melanie Klein, es. porque e~la tenía el s~ntimiento justo de que la estructura estaba siempre alh desde el origen. Se puede retroceder al origen y decir que la estructura está e? el feto, pero pienso que hay que dejarle la ciencia del feto a los que nenen los aparatos adecuados para observar verdaderamente el nacimiento d~ la vida, a los biólogos, a los que tienen opiniones comple~a~ente precisas sobre el papel de la estructura nerviosa a partir del nacimiento. Q~e yo sepa, el psicoanalista no es un radiólogo, no observa el fo~do ?e o¡o, no hace tomografías. La última vez hablábamos del lengua¡e visual, Y es cierto que soñamos. Cuando soñamos sabemos cómo es para nosotros y pensamos que es igual en los demás, es decir, que vemos imágenes. Lo que interesa al psicoanalista, lo que interes~ a Freud en ''.La interpretación de los sueños", es el relato que el paciente proporc10na sobre su sueño. Nunca se fascinó por una realidad subjetiva, que por definición
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30. [N. de E.lLacan,J., Anexos: "Primera versión de la 'Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela"', ibíd., p. 607: "Esta mistificación que dobla la antigüedad del estatuto médico es aquí lo que bastó para abrir el lugar donde desde entonces se alojó el psicoanalista".
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no puede ser visualizada; por el momento, no podemos visualizar los sueños de otro. En los relatos de ciencia ficción se logra, pero en la experiencia psicoanalítica es por intermedio del relato verbalizado del paciente como es posible un análisis. También hay una ciencia que se ocupa del durmiente, que cubre su cuerpo con electrodos y que establece las distintas y diversas variaciones de su cuerpo durante la noche. Un sabio francés, Michel J ouvet -al que nos disponemos a entrevistar para la revista Ornicar?-,se especializó en esto.
te, una agitación verdaderamente específica. Al encontrarme con un recién llegado al que yo no conocía, en los alrededores de la Escuela Freudiana, he llegado a pensar: "Este debe ser un analizante de fulano de tal", y era verdad. Por cierto, tuvo la feliz idea de ir después a lo de Lacan; Y debo decir que esta inflación verdaderamente especial, esa demanda constante de atención para su persona, una vez en análisis · con Lacan se desinfló. Era, incluso, visible externamente. Ciertamente debió de pasar momentos difíciles. La identificación con el analista al final del análisis es, entonces, el omega de la teoría analítica, tal como ella se fijó en 1930. Quisiera hacer aún dos observaciones. Primero, que el analista tiene la función de garantizar la experiencia analítica; es decir que interviene legítimamente en cuanto Otro, en cuanto amo, cuando se trata de mantener el marco de la relación analítica, y que en el seno de este marco es el paciente quien realiza un trabajo; una tarea que toma tiempo. El acto en cuanto simbólico corresponde al psicoanalista. Consiste en plantear el axioma "todo tiene una causa". El trabajo, la producción, está del lado del analizante. Lacan siempre promovió la importancia del silencio del analista, quien no debe considerar que la interpretación debe duplicar constantemente el discurso del paciente. No se trata de yuxtaponer un segundo texto al primero y de descifrar todo. Precisamente, porque el poder de la interpretación es enorme, debe ..medir exactamente el peso de cada una de sus palabras. Aquí sería demasiado largo desarrollar la teoría de Lacan sobre la interpretación, pero él considera que uno de sus vectores, sumamente importante como constitutivo de la .transferencia, es el tiempo; 32 que el tiempo en sí mismo es una modalidad de la transferencia. Como dije al principio, es una variable interpretativa. Es cierto que si enfocamos la relación analítica como una relación dual entre un analista y un analizante que están en posición recíproca, entonces es necesario un gran Otro que fije el encuadre de la situación; se requiere un gran Otro, que es el ídolo reglamentario, y a ello se debe ese superyó parásito, para retomar la expresión de Sándor Radó. De
Final de la partida Freud confía en esta expresión hablada. La teoría del psicoanálisis, de la experiencia analítica, se refiere esencialmente a su comienzo y a su final. Como dice Freud; el desarrollo mismo de la partida es sumamente variable y, como en el ajedrez, lo que es estructurable es el co'mienzo y el final. Y Lacan, por cierto, retoma esta comparación y dice que el psicoanálisis es corno el ajedrez, que hay aperturas y desenlaces, y que en el medio las combinaciones son demasiado múltiples, son demasiado particulares y no se puede hablar de ellas en la misma forma.JI El Sujeto supuesto Saber, en el sentido de Lacan, es la estructura de apertura de la partida, de la entrada en juego. Y la cuestión es la del final de la partida. Vemos claramente cómo dan el final de la partida los psicoanalistas anglosajones: es la identificación con el analista, es el momento en que el superyó obsceno y feroz ha, finalmente, consumido al paciente; es el análisis que podríamos llamar caníbal. Esto explica por qué los analizantes de un mismo analista terminan por parecerse. Según el principio que Freud expuso en el capítulo VII de "Psicología de las masas y análisis del yo", si varios ponemos al mismo objeto en el lugar del Ideal del yo, todos nos parecemos en un rasgo esencial. Frecuento a los psicoanalistas desde hace un tiempo en Francia, y puedo decir que esto es cierto. Con un poco de costumbre, en el caso de ciertos analistas, se reconoce a los pacientes a los que "analizaron"; se los reconoce como si llevasen un uniforme; por un rasgo. Hay un analista del cual puede decirse que el resultado de su cura es una inflación sumamente extraordinaria del narcisismo de su pacien-
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l 31. [N. de E.] Ibíd., p. 612. "Es así como tenemos que retomar la relación del psicoanalizan te con el psicoanaüsta y, como en los tratados de ajedrez, pasar del comienzo al final de partida".
32. [N. de E.] Lacan, J.,"Posición del inconsciente", Escritos2, ob. cit., p. 823: "La espera del advenimiento de ese ser en su relación con lo que designamos corno el deseo del analista en lo que tiene de inadvertido, por lo menos hasta 1a fecha, por su propia posición, tal es el resorte verdadero y último de lo que constituye la transferencia. Por eso la transferencia es una relación esencialmente ligada al tiempo y a su manejo".
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este superyó parásito, los psicoanalistas hicieron, entre todos, un gran sínt~ma mundial: la Asociación Psicoanalítica Internacional, cuya presencia debía marcarse en la relación analítica misma, pues prescribía la duración, el número de sesiones, y porque era, efectivamente, el Sujeto supuesto Saber lo que es el psicoanálisis. Es un recurso de debilidad, hay que decirlo, que los psicoanalistas han construido porque carecían en la experiencia misma de esta posición del Otro; porque en cuanto analistas eran insuficientes para asumir esta posición. Estos son, evidentemente, puntos que habría que desarrollar. Sé que hay aquí psicoanalistas vinculados con la IPA. Simplemente, es así como concebimos y experimentamos a la IPA.
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El lugar del desecho El segundo punto, que merecería por sí solo un largo desarrollo, ~s el final del análisis; el análisis de la transferencia que consiste en :lescubrir que no hay, en el sentido real, Sujeto supuesto Saber. Esto ~s, efectivamente, lo que constituye el deseo del analista, deseo muy ,ingular que Freud localizó en un momento de la historia. El deseo :le! analista de no identificarse con el Otro, de respetar lo que Freud, ~n su lenguaje, llama la individualidad del paciente, de no ser un ideal, m modelo, un educador, sino de dejar libre la salida del deseo del Jaciente. Hay algo allí que podría asemejarse a una ascesis, y vemos lien que los psicoanalistas que se protegen del discurso psicoanalíti;o tomaron el camino exactamente contrario: el de proponerse como deales y modelos. Vean los textos. Lacan, en cambio, está muy cerca ie Melanie Klein cuando ella formula que el final del análisis posee un :arácter depresivo que debe ser relacionado con la pérdida del objeto. La pérdida del objeto, el duelo por el objeto, tal como es simbolizado !n el psicoanálisis mismo, si no por el rechazo, por el abandono del Jsicoanalista. Al respecto, es el psicoanalista quien representa el residuo de la ope:ación analítica. Y Lacan elaboró esta teoría que hace del psicoanalista :1desecho de toda la operación, y al mismo tiempo la causa que, en el :ondo, desde siempre animaba el deseo del paciente. Esto es lo que Lacan :ormuló así escribiendo: a
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El g es el analizante, el sujeto que habla a partir de la posición del psicoanalista. ·Y con la ambición de producir qué? Precisamente, el significante qu~ Lacan llama el significante amo, a partí~ del c~al, justamente, el sujeto está en posición de ser gobernado. LeJos de mstalar el significante amo en la posición dominante, Lac~n formu~a 1~experiencia analítica como el rechazo, el escupir el su¡eto su s1gmficante amo. Por.lo tanto, Lacan formula la experiencia analítica en términos exactamente contrarios a los de la introyección. Si se quiere, en términos de deyección o en términos de exclusión. En~onc,e~,esta r~nuncia al dominio en el psicoanalista es perfectamente emgmat1ca. ¿Como p~~o elaborar Freud, cómo pudo poner a punto este deseo de no dom1mo que, podemos decir, es inédito en la historia~ Efecti"':ame~te, ~arque este deseo es inédito, los psicoanalistas renunciaron a el, se 1magmaron como superyó, como figura exaltada del amo. En el sentido de Lacan, la grandeza del psicoanalista es, por el contrario, consagrarse a ~ermanecer en el lugar del desecho. H Concluiré, pues, con esta parado¡a.
33. [N. de E.] Lacan,J., FJseminario,Libro 19, ... opeor,oh. cit., p. 230: "Para representar ese efecto que designo como objeto a, para hacernos a ese deserde ser el soporte, el desecho, la abyección en donde puede engancharse lo que ~acias a nosor:os nacerá como decir como decir que sea interpretante, invito a que el analista, para ser digno de la transfere~cia, se apoye en ese saber que, por estar en el lugar de la verdad, puede interrogarse como tal sobre lo que desde siempre atañe a la estructura de los saberes, desde el saber hacer hasta el saber de la ciencia. Desde allí, por supuesto, interpretamos".
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ENCUENTRO EN CARACAS (1980)
1. PALABRASDE BIENVENIDA
lnrervencio?e~ durante el Encuentro en Caracas, al que asistió J acques La can, los días 12, 13 Y 14 de ¡uho de 1980. A partir de entonces se inició la serie Encuentro Internacional del Campo Freudiano. "Pal~bras de bienvenida" y "Cláusulas de clausura de la experiencia psicoanalítica" se publ'.c.aron en ~~ansiónanalítica1. Actas de la reuniónsobrela enseñanzade Lacany elpsiroanaltszs en Amenca Latina, Caracas, Editorial Ateneo de Caracas, enero de 1982, pp. 6 y 59-61 respectivamente. La conferencia "Cláusulas de clausura de la experiencia psicoanalítica" se publicó también con el título "Otro_~~can" en Maternas1, Buenos Aires, Ediciones Manantial, 1986, pp. 107-116. En esa ed1C1onel texto fue establecido por Diana S. Rabinovich. En las dos versiones, no corregidas por el autor: traducción de Julieta Sucre.
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Esta reunión se llevará a cabo entre dos lenguas, y evidentemente nuestros traductores nos serán imprescindibles. Su función será la de traducir en forma inmediata la significación y están, por lo tanto, obligados a interpretar. Pero confiamos en ellos. Podemos hacerlo si admitimos, siguiendo al doctor Lacan, que el malentendido es la esencia de la comunicación. 1 Los aquí presentes somos un poco sus discípulos, pues no pensamos haber comprendido a Lacan y continuamos, por ello, aprendiendo de su texto y de su persona. Pienso que el mejor modo de llevar a cabo un congreso es realizarlo en el filo de la ignorancia, pues la comprensión resulta a menudo una almohada. Esto no quiere decir que Lacan sea incomprensible. Si ustedes están aquí, muchos después de un largo viaje, es porque piensan que lo que está en juego en la enseñanza de Lacan va más allá de lo que por el momento pueden comprender. Supongo que esto es lo que nos define como comunidad: somos personas aguijoneadas por esta enseñanza. ¿Por qué aquí y ahora? La pregunta que me planteé es por qué este encuentro entre Lacan y lo que este acaba de llamar sus lectores no se produjo antes. Sé que el doctor Lacan perdió el tiempo en los Estados Unidos, a donde fue invitado dos veces a dar conferencias en diferentes
l. [N. de E.] Lacan,J., FJseminario, Libro3, Laspsicosis, ob. cit., p. 35: "El comentario que hice la vez pasada de que lo comprensible es un término fugitivo, inasible, es sorprendente que nunca sea calibrado corno una lección primordial, una formulación obligada a la entrada a la clínica. Comiencen por creer que no comprenden. Partan de la idea del malentendido fundamental. Esta es una disposición primera, sin la cual no existe verdaderamente ninguna razón para que no comprendan todo y cualquier cosa".
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universidades; allí dialogó con críticos literarios y sostuvo un diálogo, no demasiado fructífero, con Chomsky. Pienso que debió haber venido antes a América Latina. Hubo allí una especie de evitación -que no pretendo interpretar-, como si Lacan hubiese sido considerado un ser de lenguaje y no alguien que todas las semanas, en París, llevaba a cabo su seminario. Que la reunión se 1levea cabo aquí, es un efecto de ryche.Fue organizada de modo impromptuen octubre, y se debe en lo esencial al trabajo de Diana Rabinovich y del Ateneo de Caracas, de nuestros amigos los Otero, y de todos quienes los rodean. Cuando el doctor Lacan conoció este proyecto, aceptó hacerlo suyo. Estamos en una reunión de trabajo, no de prestigio. Nuestro trabajo consiste en dejarnos trabajar por el significante -que es una especie de dios Moloch-, lo cual implica cierta pérdida. Pienso que la pérdida no atemoriza a quienes están aquí. Lacan escribe que lo que cuenta en el efecto no es la comunicación, sino el desplazamiento de discurso. 2 Nuestro intento aquí no es el de fijar, encuadrar el discurso, sino justamente el de desplazarlo.
2. CLÁUSULASDE CLAUSURA DE LA EXPERIENCIAANALÍTICA
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A favor del pase o dialéctica del deseo y fijeza del fantasma En el tiempo que me ha tocado, voy a tratar de hablarles de otro
Lacan.
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Se habrán dado cuenta, por el interés que nos muestran los periodistas venezolanos, de que ya el axioma de Lacan el inconsciente estáestructuradocomoun lenguaje1 ha llegado a los titulares de los diarios. Esto está bien, muy bien. No podíamos pretender guardárnoslo para nosotros, sobre todo cuando es algo que salta a la vista de mil maneras en la experiencia analítica y en los textos de Freud. Tanto que el problema es, más bien, saber por qué no se dieron cuenta antes de que lo dijese Lacan. estáestructuradocomoun lenguajeya se Entonces, como el inconsciente ha vuelto en verdad popular, tal vez sea el momento de poner otro tipo de acento, de desplazar un poquito la puntuación. ¿Cuál es ese otro Lacan, entonces? ¿Será alguien que dice, por ejemplo, que el inconsciente no está estructurado como un lenguaje? Eso sí que sería algo para los grandes titulares de El Nacional.Piénsese por un momento en que pudiera decirse: el Congreso lacaniano de Caracas llega a la conclusión de que el inconsciente no habla. No; ese otro Lacan es el mismo que todos conocen desde hace tiempo, pero que sacó de su célebre hipótesis consecuencias que no siempre
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2. [N. de E.] Lacan, J.,"Radiofonía", Otrosescritos,ob. cit., p. 429: "Es que el efecto que se propaga no es el de la comunicación de la palabra, sino el del desplazamiento del discurso".
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l. [N. de E.] Este axioma aparece por primera vez expresado de esta manera en El seminario,Libro11, Loscuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis, ob. cit., p. 2 8. Previa-
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mente, en El seminario,Libro 3, Laspsicosis,ob. cit., p. 237, ha dicho que "aquello con que tenemos que vérnosla en el síntoma y en la neurosis, está estructurado como un lenguaje".
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se han percibido. Creo que muchos de los problemas que encontramos Y que ~nc~ntr.a:emo~ en el avance de la teoría del psicoanálisis, así como de la mst1.tuc10npsicoanalítica -para no hablar de la dirección de la propia cura-, se vinculan con este· punto. Y aún más, en la medida en qu~ .estas consecuencias tienen que ver, expresamente, con el final del anahsis y el llamado momento del pase. Voy a darles c~ertos puntos de referencia sobre este complejo asunto. Impasse
~] pase, vocablo de Lacan, cobra sentido a partir del impasseque, segun Freud, es el final normalde la experiencia analítica con respecto a cualquiersujeto. E~ est? disie?~º de lo que se dijo hace unos minutos. Pienso que la experiencia a.nalm.catiene un final y que ese final es un impasse,y que ese es el_testi~on:~ ~ue no~ dejó Freud de su práctica, especialmente en ~u articulo An~hs1s t~~n:11n~ble e interminable". 2 Para Freud, puede decirse que todops1coanahs1s tiene un impassey todo psicoanálisis viene a toparse contra una resistencia irreductible. , ~a existen~ia de este tope no depende para nada de la particularidad clm1~a del paciente. o de la torpeza del analista. No se llega a él porque el SUJetosea demasiado neurótico o el analista incompetente. Freud lo define, .cosa muy singular, como un impassede estructura,válido para todo SUJeto.
Y, de hecho, mientras más lejos se lleve la experiencia, mientras mayor sea la competencia y la conformidad con las propias indicaciones de Freud, más ha de manifestarse, según él, este impasse.Ustedes conocen el.nombre freudian? de este i~passe.Es el complejo de castración, y espec~almente en la mu¡er, el Penzmeid,esa "envidia", como lo traducen, que .tiene, valga la .expresión, atornillada al cuerpo. Para Freud, este tropiezo no es. contingente; se produce necesariamente. Es un impasse ~o de h_echo,smo de derecho. La dirección que toma la cura no puede smo latiguear derechito contra esa roca,que, en verdad, se muestra así como un escollo. Entonces, la experiencia analítica tiene para Freud una clausura gústeles o no a quienes solo valoran lo abierto de una experiencia. Tant;
ENCUENTRO
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aquí como en Francia, las preguntas abiertas reciben un _acento pos~tivo: "Las preguntas deben quedar abiertas". A menudo se dice esto, eVI~entemente porque se quiere seguir abriendo la b?ca. Esta claustrofobia es una herencia de la fenomenología, del bergsomsmo, que no son consustanciales al psicoanálisis. Hay una ironía, una paradoja: la experiencia analítica ~ene un ~~al ideal -distinto de toda interrupción accidental o de toda mterrupc10n, digamos, por conveniencias personales-, y este fin ideal. es el fracaso. A este respecto puede decirse que para Freud hay efectivamente una de castración. "cláusula de clausura"J que es el complejo Pues bien, para retomar el debate de Lacan con Freud _-_yaque el doctor Lacan tuvo a bien colocar bajo ese signo esta reun10n-, se ve a las claras que Lacan piensa llevar sus análisis más allá del punto que según Freud constituía el residuo irreductible, el caput mortuum de la experiencia; más allá del término freudiano. Por eso Lacan habla de pase, mientras que Freud ponía en evidencia.un impasse. . . Ambos concuerdan, empero, sobre la firutud de la expenencia analítica, aunque la cláusula de clausura de Lacan es d~l todo distint~ de la de Freud, pues supone la transformación del anahzante_ en analista, el viraje de una posición a otra. Es, pues, un asunto que no mteresa solo al analista· interesa sobre todo al analizante. El ~ase es un vocablo extremadamente plurivalente. ~i se toma el diccionario se verá que se puede jugar con todos sus sentidos. Entonces, ¿por qué no el sentido marítimo, ya que Freud evo~a la roca de la castración ... ? Se justifica aún más si se piensa que un emmente responsable del procedimiento del pase en la Escuela Freudiana era aficionado a la navegación ... ·Introduce el pase un más allá del complejo de castración? Sería un bonito título, pero no nos precipitemos. Quisiera, en cambio, i~dicar cómo se puede hacer concordar a Lacan con Freud, porque qmero también poner el acento en el Lacan freudiano y no simplemente en el Lacan lacaniano.
La emergencia de la no relación ·Cuál es el escollo de la experiencia, según Freud? ¿Qué es lo que hac~ falta? La cláusula que diga al hombre cómo ser hombre para una
2. Véase Freud, S., "Análisis terminable e interminable", Obrascompletas,vol. XXIII ob. Cit., pp. 251-254. , 3. [N. de E.] En español en el original.
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JACQUES-ALAIN MILLER ENCUENTRO mujer, Y a la mujer cómo ser mujer para un hombre. En el fondo Freud ~ompru~ba que esta cl~us~la que él espera, falta, y por ello postu!: como 1rreducuble a la expenenc1a el complejo de castración. Pero entonces, ¿qué espera Freud de la experiencia si no es una fórmula que sea la de la relaciónsexual?Esa es la cláusula que espera y su defecto en el inconsciente lo desespera. '
Escuela Freudiana se empeñaron con constancia en pervertir el procedimiento-, constituye uno de los mayores avances de la enseñanza de Lacan. En él se resumen sus adquisiciones fundamentales. En el inconsciente hay un punto de no saber: del hombre_sobre la mujer y de la mujer sobre el hombre. Ello puede formularse as1:los dos sexos son extraños uno al otro, exiliados. Había aquí, cuando estuve en octubre, un congreso sobre "El exilio"; pues bien, el nuestro es, tal vez, un congreso sobre el exilio sexual. Sin embargo, esta formulación simétrica no es la correcta. ~e he?ho, el no saber del que se trata incide electivamente sobre la muJer. Sr no se sabe nada del otro sexo es, sobre todo, porque no se sabe nada de la mujer en el inconsciente. De allí que se proponga la es~ritura ~/ O_tro sexo,para decir que es Otro, distinto absolutamente. Se nene el significante del hombre; es todo lo que se tiene. Freud lo comprueba: hay un símbolo único de la libido y ese símbolo es viril. El significante de la mujer, por su parte, es un significante pe~dido. P~r el!o Lacan ~s enteramente freudiano al formular que La muJer no existe. Freud, sm duda, no es del todo lacaniano puesto que no lo formuló así.
¿Qué s~ce~ió después de Freud? Los analistas no han dejado nunca de construir fofmulas de la relación sexual, con el fin de resolver el asunto del final del análisis. Situar el final del análisis en el nivel de una relaci?n sexual posible los ha conducido, necesariamente, a borrar el c?mple¡o de castración ... si se me permite decirlo, de un gomazo gemtal. L_a_can, en cambio, es el más fiel a Freud cuando formula que no hay 4 rel~c10nsexual. La fórmula preserva la irreductibilidad de Jo que Freud designaba :~~o castr~c}ón, per~ indica igualmente que el asunto del fina] del analtsrs no sesztua_ ~n.el mv~l de la relación sexual, que no la hay. El asunto del final del analts1sno nene solución si ha de haber relación sexual. Solo puede ser resuelto a partir de su ausencia. Es un hecho que el psicoanálisis no haceque exista la relación sexual. Esto desesperaba a Freud. Los posfreudianos se dedicaron a remediarlo, elucubrando una cláusula genital. Lacan, por su parte, levanta acta: el fi~ _delproceso analítico no puede depender de la emergencia de la relac10n sexual. Depende, más bien, de la emergenciade la no relación. Con esto, el fin del análisis viene a resolverse de una manera impensable hasta entonces, es decir, en un nivel rechazado hasta entonces comoyregenital por 1¿s vaivenes posfreudianos: en el nivel del objeto. El ob¡eto no obstaculiza el advenimiento de la relación sexual, como p_uedehacerlo pensar un error de perspectiva. El objeto, por el contrano, obtura la relación que no hay y le da su consistencia fantasmática. El final de! a~álisis, entonces, en cuanto supone el advenimiento de una ausencia, nene que ver con el atravesamiento del fantasma y con la separación del objeto. Esta problemática es la del pase. El pase, pese a las dificultades para ponerlo en marcha en el grupo analítico -sobre todo porque en la
" . 4. [N. de E.] Lacan,J~ ~~ seminario,Libro 16, De un Otroal otro,ob. cit., pp. 207-208: Si hay un P_~ntoen el analis1sen el que se sostiene tranquilamente lo que les señalé, que no hay rela~ion se~al, es en que no se sabe qué es la Mujer. Tiene domicilio desconocido -salvo, gracias a D10s, por las representaciones-".
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Diógenes con su linterna
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Esto explica por qué el sujeto que se coloca dentro del dispositivo analítico está sometido a una histeria estructural. No es solo porque se siente hendido de nuevo por los efectos del significante, sino también porque se ve lanzado, nolensvolens,6 a la busca del significante_de La ~ujer, que haría falta para que exista la relación sexual. El ps1coanahs~a no tiene necesidad de inscribir sobre su puerta: "Que no entre nadie aquí si no busca a La mujer", pues quien entre la buscará, aun si es . . . . geómetra. De igual manera, la ausencia del significante de_la ~u¡e~ da cuenta de la ilusión de infinito que engendra esta expenencia, signada, no obstante, por la finitud, pero que es una experiencia de palabra. Ahora
S. [N. de E.] Lacan,J., El seminario,Libro 20,Aun, ob. cit., p. 89: "Quiere decir que cuando cualquier ser que habla cierra filas con las mujeres se funda por ell~ c~mo no-todo al ubicarse en la función fálica. Eso define a la ... ¿a la qué? -a la mu¡er ¡ustame~te, co~ tal de no olvidar que La mujer solo puede escribirse tachando La. No hay La mu¡er, artículo definido para designar el universal. No hay La mujer puesto que -ya antes me permití el término, por qué tener reparos ahora- por esencia ella no toda es". 6. [N. de E.] Quiérase o no. Por gusto o por fuerza.
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~!fg~ ~:l~trupocrtuortraodi~cr~afi·ca del lSenguajeque hace que un significante 1 b s1gru 1cante 1- S2 e tr ' n ega a pa 1a ra como tal a una recurrencia sin fin. ' Evidentemente, si existiese el otro significante, el de la mujer podría supone~se que esto se detendría. Por eso el analizante es un Dió enes con su hnter~a, pero que busca a la mujer y no al hombre Hombg encuentran s h · res se N iempre: Y asta puede tomárselos a unos por otros. or o es otra_h raiz ~e la ,pasión por lo simbólico. Si hay ciencia es ; ob que/~ muJer no existe. El saber como tal ocupa el lugar del saber r~ e tro sexo. Esta fórmula tiene una aplicación inmediata Ho ~i°~:~il~ todos los p~ri¿d~cos de Caracas se preguntan por qué tod~ J_eg: en la piramide. Pues bien, nosotros odemos dar la respuesta c1ent1ficaque se impone: ·todo el m d . p l . , . i un o Juega a a piramide porque La mujer no existe! La relación S - S ·· 1 fund T . . fi i. 2 co~stituye e amento racional de la ilusión ana_is1s m mito. Precisamente, porque no hay relación sexual se pue~; s~eempreespe~ar que se manifieste un pocomás adelante. 1 q . n~haya,sm embargo, toma consistencia a medida que avanza c::1?~nencia, { ;acan so~tiene qu~ el inconsciente lo grita a voz en o. que no a. ay. En cierto senado, el dispositivo freudiano representa esta ausencia. del
de 1:se::c¡o ahesto,recuerdo u?a bonita expresión de Quevedo. Habla c a~ as VIrgenes vestidas de noli me tangere.7 El analista cierII l . li . , ' tamente, se VIstede noli me tanrrere ó Y,por e 0 , a me nac10n del analista · .l -amduJeredsplecia mente-:-es, con demasiada frecuencia, identificarse con 1 ama e amor cortes. Interpretación Q~i~iera llamarles la atención sobre este punto: ·qué ha d I . pretacion'. en la medida en que se funda en que un sf ifica~teen~ ~ntersu valor smo con respecto a otro~ D 11 d gn . º?ra N h I, . e e o se esprende que es mfimta o ay e ausula ~e c!ausura de la experiencia analítica. Es exactament~ o que Freud designo con el nombre de "ombligo" de I h bl, ;?'eertrconta.~tadpreScisión. Entonces, si la interpretación o;e!u:ps:rti: d: r oaccion e sobre S h fi J l ,, .. ., H 'I'2. 1' no ay n ue ananszsen el nivel de la interPretaczon. ay ana isis unendlich.
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7. [N. de E.] "No me quieras tocar", "no me toques".
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Por eso la interpretación tiene su coto cerrado en la religión. No se olviden que es la religión la que nos enseña la interpretación. Allí se encuentra el infinito, pues se hospeda Dios. Pero no solo la religión nos enseña lo que es la interpretación. Tenemos también el delirio de interpretación. Se observa actualmente en los psicoanalistas, los latinos al menos, una valorización de la interpretación como significativa. Por esta vía, el psicoanálisis cae en el delirio de interpretación. Hay que decir que hay una fe ingenua en el inconsciente, que es enteramente paranoica. Alguien evocó, el primer día, la estructura paranoica del conocimiento. No vería nada malo en que se evocase la estructura paranoica del psicoanálisis. Ya conocen la antigua definición de Lacan del psicoanálisis como paranoia dirigida. 8 Después de todo, ¿quién mejor que un paranoico para dirigir una paranoia? Hay una veta en el psicoanálisis que va en este sentido. Por eso mismo, el doctor Lacan recomienda las entrevistas preliminares al entrar en psicoanálisis.9 El dispositivo analítico, dispositivo de interpretación, es muy favorable a la eclosión de la psicosis. Lo que en la clínica psiquiátrica, al menos la francesa -y creo que aquí se utiliza la misma referencia-, se denomina automatismo mental, ¿qué otra cosa es sino el Sujeto Supuesto Saber, sujeto de quien supongo que sabe todo lo que pienso? Observamos en el Hospital Sainte-Anne, hace algunos años, un claro caso de psicosis alucinatoria crónica, conectada a un psicoanalista considerado como manipulador del aparato de influencia. No es un caso raro. Aquí se critica a mucha gente -a Melanie Klein, a los analistas norteamericanos-, así que se podría tal vez criticar un poquito a Lacan, y al menos ciertos efectos de su enseñanza que favorecen la exaltación de la función interpretativa. En Lacan está enteramente ausente esta exalta-
8. [N. de E.] Lacan, J.,"La agresividad en psicoanálisis", E:scritos 1, oh. cit., p. 102: "Lejos de atacarlo a fondo [al yo, "je"],la mayéutica analítica adopta un rodeo que equivale en definitiva a inducir en el sujeto una paranoia dirigida. En efecto, es sin duda uno de lo aspectos de la acción analítica operar la proyección de lo que Melanie Klein llama los malosobjetosinternos,mecanismo paranoico ciertamente, pero aquí bien sistematizado, filtrado en cierto modo y aislado a medida que se va produciendo". 9. [N. de E.] Lacan, J., El seminario,Libro 18, De un discursoquenofuera delsemblante, Buenos Aires, Paidós, 2009, p. 58: "Valorar lo que se hace cuando se entra en un psicoanálisis tiene su importancia y en todos los casos, en lo que a mí concierne, se indica con el hecho de que siempre procedo a numerosas entrevistas preliminares".
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ción, Ynotarán que, a fin de cuentas, es de una asombrosa discreción al respecto. A menudo se ha limitado a decir que hay que hacerla como se debe, lo que, admitirán, no es forzar las cosas. Y~hablé de la interpretación cuando vine en octubre y como, según me dicen, va a aparecer en Analítica, no quiero extenderme sobre este punto. La función de la interpretación, evidentemente, encuentra su lugar en la esrrvctura que. hace del lenguaje el lenguaje del Otro, ya que el oyente es el que decide sobre la significación de lo que se emite. Cua~do Lacan hace hincapié en este punto, no vacila en decir que el analista es el amo de la verdad. Es una fórmula de 1953, que no retoma lu~go, pero q_ueexplica que la interpretación pueda, efectivamente, reducme a una simple puntuación. 10 . Me ~e dado cuen~a, oyendo ciertas ponencias, de que esta es una dimens10n muy apreciada de la enseñanza de Lacan, y que ha de interesarles mucho por cuanto la mayoría de ustedes se formaron con el parl,oteo interp:etativo kleiniano. Con los contactos que han tenido aqui, ya se habran dado cuenta de hasta qué extremos se lleva en cuanto a Lacan, la idea de que la interpretación puede contener~e en una escansión. Es algo que va más allá de lo que puede imaginarse por la lectura. El que haya un amo de la verdad puede fundarse en la retroacción semántica de S2 sobre Sr En este sentido, nótese que S es el significan2 ~e amo de la verdad. Pero el algoritmo de la pareja significante funda igu~!mente lo contrario: que no hay amo de la verdad como signific_aci?n,Y~ que la verdad está a merced de un significante ulterior. La sigmficac1ón,_p~resencia, se desliza a lo largo de la cadena significante. La metommia de la significación explica el medio decir de la verdad qu~ no ~s tanto una ética como una observación de sentido común; · qmen qmere decir todo, decir con justeza, dice otra cosa, dice al margen.
Deseo inasible Ahora bien, ya saben que Lacan, al repartir el Wunschfreudiano entre deman1a "'!d_ese?,identifica el deseo como efecto significante y con la metommia sigmficativa que se desprende del para otro.De allí la
. . 10. [N. de E.) Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanáhsts", Esmtos1, ob. cit., p. 242: '½sí,es una puntuación afortunada la que da su sentido al discurso del sujeto".
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representación vectorial de la función del deseo que les es familiar en la enseñanza de Lacan. A los lectores de Freud les encantó esto en Lacan, porque reencontraron el acento de la experiencia freudiana, la de los comienzos. Deseo inasible, lábil, anillo que se escabulle por la cuerda, deseo e~ metamo~fosis, siempre en función de otra cosa, siempre allende, tan mdestructl_ble como la cadena que continúa, y a la vez plástico al significante, dócil e irreventable, sumiso e indomeñable ... Allí hay que buscar el fundamento de la sublimación, de su posibilidad e incluso de su facilidad. Es que el deseo concuerda con toda naturalidad con el significante, se aferra a él. Considérese qué variables son las imágenes de la mujer en el curso de los siglos. En nuestra época, llegan a variar de un mes para otro: no habría ~oda ~i el deseo no estuviese así coordenado con el significante, es decir, articulado al Otro. El título de Lacan, "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo ... ", 11 les es familiar. Sin embargo, hay que recordar que no se da por sentado que el deseo, en tanto sexual, tenga una d~aléctica. . A Jung no se le escapó que el deseo, m~estru~ubl~, su~e transfor~ maciones. Hizo hincapié en ello, en su veruente imagmana. Lo llamo "metamorfosis de la libido". Se sabe a dónde lo condujo esto: a desexualizarla. Y es comprensible, por ser la plasticidad del deseo la condición de la sublimación. ·Pasó otra cosa con Lacan? ¿Por qué creen que los filósofos, los lite:atos queleyeron a Lacan, que aprendieron a descifrar en él a F~eud, exaltaron tanto la metonimia? Seamos claros: encontraron, a parar de Lacan, el medio para desexualizar el deseo. Sí. A Lacan se lo convirtió en el nuevo Jung; un Jung del significante. En todas partes donde se hace sentir la influencia de Lacan, se reduce su enseñanza a la valorización del juego de los significantes. Pues bien, Lacan no es eso para nada. Los espejeos del deseo, sus escabullidas de comodín, sus metamo~fosis de Frégoli, sus arlequinadas: hay todo eso, desde luego en la expenencia. Es lo que hace tan grato un psicoanálisis. Es su estilo nóm~d_a_-p~ra retomar una expresión citada ayer-. No hay duda de que el analis1sdi~pone para el sujeto, aunque sobre los rieles significa~te, un esp~:10 de errancia. Es igualmente lo que hace la felicidad de la mterpretac10n .
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11. Lacan,J., "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano", Escritos2, ob. cit.
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Y, después de todo, ¿acaso no es eso l goce, el plus de goce que la . , do que se paga? ¿La plusvalía de l . operac10n espe3'a1C se cree lacaniano siente la tent . , d . : on esto, e analista que ac1on e 1ma1nnar que l · ., es una suerte de pasiónd l d . E , o· , a lnterpretac10n Sig;mundFreud como coenclecr~., ndcontre esta formula en los Cuadernos . ' us10n e un artícul b l lí . mterpretación En esta pend· 1 1 o so re os mites de la ., · 1ente se exa ta a int ·, c10n poética se confunde 1 . 1· erpretac10n como creaE fi ' • a ps1coana ista y al escritor, se vaticina. ste ervor se apoya en Lacan No e dT ·1 ñanza autoriza esta desviación p. 1 s ~ I~ captar l? que en su enseestructurado como un lengu . . er~ a ~es1s e que el mconsciente está ~J~ no imp ca, en absoluto, la valorización unilateral del si 'fi gm cante poetico y sus consecuencias. Atravesamiento del fantasma Ahora voy a cambiar la dirección del . , . . . lizante deben estar inspirados La ex ~mo_n.N1 ~l _analistam el ana. p~nencrn anahtica es un proceso de una extremada regular1·dad. , rutinario de un e ti·l ·b ,. subraya Lacan 12 s· d d Id ' s o casi urocrat1co · m u a e eseo fulgu b ' bién como el an·u 1' ra y se esca ulle. Pero tamllam~ fantasma. I o por a cuerda, da vueltas en redondo.Este círculo se
¡Ay!La teoría del fantasm d' . deseo. Esta última sin emb a es menos ~vertida que la metonimia del argo, no pue e pensarse sin la primera a menos que se la r d' e uzca a una sosa l ·, d l . ' . d d e~ tac10n e a denva escrituraria. El SUJ.etodel de seo es sm u a nomada 1 fi. . ' pero no por e lo deja de estar engarzado a un u 1:tcoabrJºa'dª unMa p1~aen torno a la cual va a la deriva, pero en círculo ¡ 1 d . e ons1eur Segui que este sujeto toma su cercad l . n, con asa ve ad de más bien Monsieur Segu· IJ o por e campo abierto. Sería, entonces, m. , Esta es una dimensión de la experiencia analítica c fi g1a es, con toda certeza distinta I d l . . uya enomenolo' a a e a metomm1a. En esta última es
is
· , .. e . l2. [N. de E]· Lacan, J ·, "D e1ps1coanalis1s ¡ · ermtos, ob. cit. p. 372- "E t , b' n sus re ac10nes con la realidad" Otros . . ' . s o esta ien subrayado en la , . ' Impone runguna orientación del lm . tecru~a, por el hecho de que no ficación que preludie la cornunic:ció:. nmguna apertura de la Inteligencia, ninguna puriJuega por el contrario sobre la no re a . , U . p¡ p rac10n. na. regularidad casi burocrática es todo lo exigido. La laicización tan , · . . comp eta como sea posible d 1 - . practica sm idea de elevación". e pacto previo mstala una 13· [N. de E.] Referencia al el, · · . Seguin", deAlphonse Daudet. as1co cuento mfant1l francés "La cabra de Monsieur
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el abandono del sujeto a la deriva nómada; en la primera, se acentúa su fijación fantasmática. Nótese bien que S1 -+ S2 quiere decir que el sujeto no puede encontrar en el significante una designación propia, una representación absoluta, una identidad cierta. El sujeto del inconsciente no tiene nombre en el Otro del significante. Lo que detiene al sujeto, lo que lo fija, es el objeto. La certidumbre subjetiva está siempre en el nivel del objeto. El objeto, en oposición a ese significante que a todos encanta, no puede ser sustituido, no representa nada para el Otro, no se desliza. El objeto cuadraal deseo, le da su soporte, su consistencia. Hasta podría decirse, por ello, que el objeto es el fundamento de la unidad ilusoria del sujeto. Si se buscan los fundamentos básicos del yo, se los encuentra en el fantasma, en la medida en que el fantasma es la función que coordina al sujeto nómada del deseo con el objeto que lo fija. En la palabra, el sujeto experimenta la desposesión de sí, la falta-enser (S) [manque-a-etre],en particular la falta-en-ser representada por un significante. En cambio, con el fantasma tiene acceso a lo que le concede ser el significante. De allí la estructura paradójica del fantasma, que coordina dos elementos heterogéneos, y la referencia que toma Lacan de la topología -el cross-cap-para dar cuenta de ello (en la medida en que el cross-cap está compuesto por un trozo de esfera y una banda de Mobius). El sujeto del significante está siempre dislocado y le falta ser. Solo estáallí en el objeto que viste al fantasma. El pseudo Daseindel sujeto es el objeto, llamado a. El pase es el nombre que se le da a la disyunciónque se opera en la experiencia analítica entre el sujeto y del objeto, o sea, a la fractura o "atravesamiento del fantasma". La estructura fundamental del fantasma no es la estructura de las formaciones del inconsciente. Si el discurso analítico tiene su soporte en esta segunda estructura, también pone en evidencia la primera; y está formado por la articulación de estos dos pares:
Cuando la llamada influenciade Lacanse traduce por la valorización unilateral de los llamados juegosdelsignificante,su efecto es una desorientación total en la experiencia analítica. Es lo que hemos presenciado en la propia Francia, y no solamente en la extinta Escuela Freudiana.
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Se idealizala experienciacuando se calla la función de repetición del fantasma, la inercia que garantiza al deseo, el enviscamiento que efectúa en su metonimia, el estilo remolón, el aspecto reiterativo que da a la mayor parte de una experiencia. Ahora bien, el entusiasmo debido a un efecto singular -y hasta el acceso pseudomaníaco- inducido por el propio procedimiento del pase, ha favorecido a menudo esta idealización en los que deberían haber sabido mejor opbnerse a ella. El atravesamientodelfantasma da alas, sin duda, pero convierte a unos en albatros y a los otros en palomas de Platón.
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VI LA PRÁCTICAPSICOANALÍTICA (1980-1982)
1. ACERC
LAS INTERPRETACIONES (1980)
"Ac~rca_delas interpretaciones". Conferencia dictad . . semmanos posteriores al Encuentr C a en Caracas, en ¡uho de 1980,en los ¡¡ ¡ . o en aracas que se conferencia formó parte del c1·c10"I ºd . d' rea zaron en a IIllsma fecha. La . nc1 enc1as e la ens d L psicoanalítica". ·• enanza e acan en la práctica . Texto publicado en Escansión_ O · . l En esa versión no correoida pornr,~lar.1, Buenos Aires, Paidós, 1984,pp. 155-171. .,. e autor- ten 0 bl ·d . ' . · eSra eci O Y traducido por Diana s. Rabinovich yJuan Luis Delmont-M "L aun. a cura psicoanalítica". Conferencia di d Texto publicado en Analítica nº 5 C eta a;n Caracas el 21 de octubre de 1982. Fundanalítica, 1984,pp. 9-17. ' aracas, scuela del Campo Freudiano de Caracas, En esa ·· vers10n,no corregida por el autor: traducción de Julieta Sucre.
Comenzaré esta charla acerca de las interpretaciones señalando, en primer término, que la interpretación es una adición, una intrusión del analista en la palabra del analizante, adición que simbolizaré con el signo +. ¿Cuál es la naturaleza de este plus? La interpretación es un decir diferente, por ejemplo, al de la demanda: no se ubica en el mismo lugar ni en los grafos ni en la topología de Lacan.
Adoctrinamiento El problema de la interpretación supone la articulación de las categorías de saber y verdad. La escritura que hace Lacan del discurso analítico condensa ambas categorías, puesto que inscribe el símbolo del saber (S2) en el lugar de la verdad. Esta es tan solo una indicación inicial; Lacan termina haciendo del saber un elemento y de la verdad un lugar. Su escritura nos muestra, entonces, que el modo de articulación de saber y verdad debe precisarse. La vía más simple de abordaje es considerar la interpretación como un saber, saber del analista que este transmite al analizante a fin de esclarecerlo. Esta confusión entre interpretación y saber es sumamente natural, y engendra una práctica -muy difundida, según me informaron los analistas con quienes conversé aquí en octubre pasado- que consiste en identificar la interpretación con la comunicación de construcciones del analista al paciente. De este modo, saber del analista e interpretación se confunden e identifican. La interpretación se vuelve, entonces, metalenguaje: un lenguaje de nivel superior, que permite hablar de un lenguaje de nivel inferior, y que incluso apunta a penetrar progresivamente el discurso de nivel inferior. Es un metalenguaje especial, puesto 241
JACQUES-ALAIN MILLER LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) que apunta a corroer a re b b . . inferior. Obviamente 'aq , al so~ er, a simplificar el discurso de nivel nio. Se produce ue ' m e , sa_er es colocado en posición de domi-
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Freud, pero qu:, ~re~: ~ veces cre~~os encontrar en criticó, calificándola de adoctrinamiento dndlom~y dis~nto- que Lacan p d d · e paciente. l ·, d . " . . ue e ecirse que esta es como la define Lacan· el una re ac~on e tlpo uruversitario", tal incluso en su sintoma: es :r~::d~u;;; :~Je~ p~ede tener _ensu palabra, a_sombramos,entonces, que las resistenci:: e;s~nterpr:tatlvo. No puede ::~~::t~ijie~~: ~ºe::~d~~::n~~tf1~~:~~eju~tfi~~fs~:::~!::~~t:~ªe~ Resulta significativo que lo a ca o en nombre de un saber. comunicación d ~ ana istas que tomaron este camino de la e construcc10nes fueran l · lohs primeros en teorizar las resistencias del paciente· co b tro iez p . m~ro aron e echo de que encontraban esl erz~sd l ara ~a can, esta r~sistencia es la resistencia del deseo es el
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La resiste:ci~ª:t:~i:;n:eal_izar
un análisis, en vez de ser adoctrínado.
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dad eminente del analizant:~~t~o ~~ :::Iis:S,/ma responsa?~lipodemos ver cómo los analizante a a iter~tura analíaca del obstáculo que dado el e s ;e esfuerzan por analizarse, a pesar cierto que E' . 1' 1 aso, pue e representar el analista. i Creo por , ne aurent o mostró b· ' tro,J el análisis de Richard con Melm~yKlie~ a1 retomar, en el Encuen. ~e~ Sm duda, es imposible adoctrin 1d . d . demasiados resultados. Pero sí se p~e~e dese~,y i°;"nar e~goce no da Asociación Internacional, en tanto institue~ar a esedo.P,ienso que la del analizante. cwn, es un esvto del deseo Ahora bien, esto no basta. Pues, a fin de cuentas, ¿por qué es convin-
1· [N. de E.] Lacan,J., "La dirección de la ¡ · · . ob. cit. También en Lacan J "El . -¡· . cura y os prmc1p1osde su poder", Escritos2 , ·, ps1coana1s1sverdade ¡ f: ¡ ,, O ' Y Lacan, J.,El seminarioLibro 1 L . , . ro, Y e a so , trosescritos,ob. cit., 2. [N. de E.] Lacan\, Semína~;s;,;it~~::os de F~eud,~b. cit., f p. 1~7.-181. clase del 11de enero de 1977 . 'd. . "E,1 . q~e sa1tde I une-bevue s aile amourre" , me ito. mconsc1enre e ' que hay hablanteser fparletre]-solo U h bl s que, en suma, uno habla -si es dº · , . · · no a a solo porque un 1 so a Y IIllsmacosa -salvo si uno se ab dº °¡·no iceN ¡amas smo una re a 1a1ogar con un · h acer otra cosa que recibir de . ¡· ps1coana ista-. o hay medio de l d fi un ps1coana 1sta ¡0 qu sobre las pretendidas resi·ste . d 1 . e mo esta su e ensa. Uno elucubra nc1as e paciente mi tr ¡ . su punto de partida en el analista m1·smo L b, en las que a resistencia, lo dije, toma · , · a nena vo untad d l ¡· ¡amas nada peor,que la resistencia del analista". e ana izante no encuentra 3. Laurent, E., "Lo que Melanie sabía " A d ., y elpsicoanálisis enAméricaLatina Car .. E.d'• ct~sI e la reumonsobrela enseñanzadeLacan , acas, itona Ateneo de Caracas, 1982.
cente lo que digo? Quizás, simplemente, porque toca en nosotros la fibra de liberalismo psicoanalítico, ideología sospechosa, después de todo, que se espanta en cuanto se menciona el dominio. Porque no vayamos a imaginar que el psicoanalista no tiene que intervenir de modo firme y autoritario para mantener el marco de la relación analítica. Resulta fácil creer que no haciendo nada, que siendo apático, se logra eliminar toda sugestión de la relación analítica. Sin embargo, antes de vanagloriarnos por adoptar esta posición angelical que postula el no dominio, creo preferible precisar el fundamento de la posición de adoctrinamiento. Su fundamento es que en la relación analítica -tal como Freud la concibió- el analista no ocupa una posición simétrica a la del analizante, aun cuando se imagina que la ocupa o aun cuando intenta simpatizar con el paciente. El analista ocupa la posición que Lacan llamó la del A mayúscula. Los analistas se percataron de ello o la teorizaron como posición del superyó, aproximándose por esa vía a esa posición. No desarrollaré este punto, puesto que lo lúce en las conferencias que di en Caracas, el año pasado, sobre la transferencia. 4 El asunto está en percatarse de lo que supone tener un único oyente. Si entre ustedes alguno opina sobre lo que digo, yo puedo siempre recurrir a otro para que discuta su opinión. A diferencia de esto, la situación analítica se caracteriza por el hecho de que el paciente no puede apelar a nadie más en lo tocante al sentido de lo que ha dicho. Noten que esta soledad es también, a su modo, la del analista. Esta unicidad acentúa el hecho de que la "teoría de la comunicación" de Lacan se caracteriza precisamente por afirmar que el Otro decide el sentido de lo que se dice. 5 En la primera conceptualización de Lacan esto es válido para toda comunicación, y está exacerbado en la relación analítica. Es el fundamento que hace posible ese abuso que llamamos sugestión. Hay en toda palabra un elemento de sugestión. En este momento yo los sugestiono, los lúpnotizo, aunque el hecho de que sean muchos y de que luego se los invite a despojarse de dicha sugestión corrija esto. Lacan subraya que este elemento de sugestión está presente a partir del momento en que se hace lo que el otro dice. Podemos apreciarlo ya en el teatro babilónico, uno de los primeros ejemplos de teatro que se conocen, que consiste en unos breves sainetes
4. Véase supra,"La transferencia. De Freud a Lacan", p. 171 y "La transferencia. El Sujeto supuesto Saber", p. 197. "El poder discrecional del oyente", p. 55. 5. Véase supra,
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en los que solo están presentes el amo y el criado. El amo dice: "Estoy cansado, quisiera reposar"; el criado responde: "Sí amo, tienes razón, descansa; aquí tienes cojines, aquí tu comida, etc.". A continuación el amo dice: "No, quiero salir, correr, nadar, cabalgar", y el criado responde: "Tienes razón amo, es necesario que corras", etc. Se conocen una docena de sainetes así, que no hacen más que dramatizar esa relación mínima de lenguaje que es el puro imperativo. Lo más llamativo, al respecto, es el servilismo innato del ser humano. Freud, en "Psicología de las masas y análisis del yo", ya lo había detectado. 6 Señala que existe en el ser humano un lugar que, si es ocupado, hace que este obedezca, marche en fila. Una parte importante de la vida moderna transcurre así: uno se sienta donde debe a la mesa que debe, se levanta cuando hay que levantarse, hace cola para que le den su puesto en el avión, etc. Nuestra existencia está constituida por este encadenamiento en serie.
Punto de almohadillado Este fundamento de sugestión, inherente a la comunicación, encuentra su lugar en el gráfico de Lacan. Dibujemos primero el vector de la cadena significante, que suponemos lineal -al menos así lo supone Saussure- y admitamos que escribimos la posición del A como la de aquel a quien el vector se dirige, pero a la vez como la del que decide el sentido de lo que se dijo. Dibujamos luego un vector retrógrado, a fin de señalar que a partir de ese punto A, que está por delante, se constituye posteriormente el sentido y -también podemos decir, para no complicar demasiado las cosas hoy- la significación de lo dicho. Lacan escribe s minúscula para designar el significado, el sentido y la significación. En este momento no los diferenció. Digamos simplemente: significado del Otro, del A. Este es un esquema muy simple, pero preñado de consecuencias. Se admite que hay un vector significante y que existe también un vector del significado, paralelo en cierto modo al primero, como si a uno lo entendieran a medida que habla. A lo sumo, puede llegar a aceptarse cierto retraso del vector significadorespecto al vector si[fflificante. La construcción de Lacan implica algo muy distinto: el cruce, en dirección contraria, de lo que es del orden del significante y de lo que
6. Freud, S., "Psicología de las masas y análisis del yo", Obmscompletas, vol. XVIII, ob. cit.
LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982)
A s (A)
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~:~;::,!:~~~:cl~~ ;;:21:~f I'.::f E~\ó::i '!~e;;~:i La encuentran en e mve s: termine,de pronunciar una palabra para bra: debemos ~sperar a que,¡ ra el valor de sus primeros elementos. La saber, retroact1va1:1:ente, _e 1 de unidades mucho mayores: cuando d" rsos de los políticos. encuentran tambien en e mve . bi:~ues por el progreso de escuchan, en la televlisi~nlpo:te;1:~,~~~: Primero escuchan a go e eds o he.b"t tes ,,'y el discurso continúa lb" star e sus a i an , · · d d ncia hasta que en determinaVenezue 1a, por e iene desplegándose con una enorme re un a ite com render adónde se p t s" A partir de do momento llegan al punto que les perml . b "H q e aumentar os impues o . quería llegar, a sa er: ~y u 'l era el punto decisivo de ese al~í comprenden, retroac~;~:~~t:~gc:: consideraciones del personaje discurso, punto que reor en cuestión.
et
ºnó unto de almohadillado a este tipo ~e efecto.7 ~acan dendoffilb op distinguirlo de la significación consciente de la Obviamente, e em s
. . . 5 La fi rmaciones del inc011Sciente, ob. cit., P· 7. [N. de E.] Lac~n,r, FJsemznano,~'":~ 'do sensible en ese diálogo dramático, 15: "La relación del s1groficantec~n el s1groFcad.'
:a:
d de Saussure en el que se ve repre, e · ¡ uema celebre de er man d me llevo a re,enrme a esq . . del si .ficado distintos y condena os a c:esta in~ención forjé para ustedes sentado el doble ~ujo _paralelodel s1~fi~e\e un perpetuo deslizarruento el -':1ºd:~=:honero, del punto de capitonado. En efecto, es la imagen, tomada de la técm ª.. l te¡'ido del otro paraque sepamos , to el te¡ido de uno se amarre a H preciso que en algun pun l lí . posibles de esos deslizamientos. ay, n cuanto a os rrutes l d l . 1 1 sticidad en las ligaduras entre os os a qué atenernos, a menos e pues, puntos de capitonado, pero de¡an a guna e a
:tro
términos".
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a nada en algo así.
JACQUES-ALAIN MILLER LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) lengua, significación que ustedes comprenden porque la conocen. Pero hay una diferencia entre comprender lo que se dice y saber a qué quiere llegar la otra persona. Lo ~ue se produce en el análisis -punto de partida de Lacan- es que el analista, ?Y~nte fundamental, está allí para disponer, y dispone del v~c~ordel sigmficado. Según dónde ubique el punto de almohadillado, ehgie~do escuch.lir esto o lo otro, determina el sentido de lo que dice el paciente. Lacan señalaba que este es un gran poder que, verdaderamente, hace del analista el amo de la verdad. 8 Llama la atención esta ~x~resión del "Discurso de Roma", porque no imaginamos a Lacan utihz~ndola de:~ués. Ella ~os indica, empero, que basta con poco para que la mtervenc10n del analista produzca la s minúscula de la A mayúscula: basta con s_ubrayarun elemento como capital; por ejemplo, los impuestos en el discurso del político. Una vez comprendido este elemento se comprende el conjunto. Pero si subrayan, en el mismo discurso, el p~ogreso del pueblo venezolano, el sentido que dan a lo que han escuchado es muy diferente. Lo i~portante, entonces, es subrayar la palabra que cue~ta. Como ven, la Interpretación puede limitarse a la puntuación; Y asi es co~~ Lacan, ya desde el "Discurso de Roma", sorprendió al mundo anaht.Jcoal hacer equivalentes interpretación y puntuación. Por eso pudo considerar la simple interrupción de la sesión como una interpretación, realizando de este modo la articulación entre la función del tiempo y la interpretación. ~a palabra _va_cíapuede situarse en el marco de esta conceptualizac10n, muy d1stmta de la comunicación de construcciones. Palabra vacía que no quiere decir que la palabra carezca de sustancia, sino que es una palabra en la que no hay efecto de punto de almohadillado. Elegí como ejempl~ la palabra política porque, en su esfuerzo por convencer, es especialmente capaz de funcionar en el vacío. Evidentemente, cuando decimos que es una palabra vacía decimos que es una ?ªlabra de ~elleno, que desborda, que denuncia su vacuidad por medio de su misma abundancia. Lacan oponía a la palabra vacía la palabra plena, aquella en la que el efecto de punto de almohadillado
. " 8. [N. de E.] La~an,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanáli0 sis , Escntos1, _b.cit., p. 301: "Testigo invocado de la sinceridad del sujeto, depositario del acta de su d'.scurso, referencia de su exactitud, fiador de su rectitud, guardián de su testamento, escnbano de sus codicilos, el analista tiene algo de escriba. Pero sigue siendo ame todo el dueño de la verdad de la que ese discurso es el progreso".
se produce; es una metáfora del tipo continente-contenido, no mantendrá. 9
que Lacan
La función de la verdad Es importante precisar que la verdad en juego es fundamentalmente un efecto de verdad. Esta expresión se utiliza actualme~~e c~~o un sintagma fijo, sin pensar ya qué quiere decir. Lacan t~mb1en diJ.º que la verdad es una causa, pero agrega, una causa matenal; es decir que se trata de hecho del significante. 1 Cómo reconciliar, entonce~, estos enunciados de Lacan: la verdad como causa y el hecho de que siempre habla de efecto de verdad. Lo más simple es admitir que sin el significante no hayve~dad, ~~rque solo a través del significante se introducen en ~und~ la d~me~s10nde lo verdadero y la dimensión de lo falso. Si suprnmmos 1magina~1~ente el significante, solo quedan las cosas tal cual son; esta es una ficc10ncuyo único interés reside en que permite destacar que lo verdadero nace con lo falso, al Inismo tiempo, y por acción del significante. La verdad, al igual que el significante, es un artificio. Decir que la verdad es un efecto no es hacerla demasiado gloriosa. En Lacan hay, al respecto, _undesplazainiento de acento. Si toman su célebre texto "La cosa freud1ana o se?tido del retorno a Freud en psicoanálisis", encontrarán un hermoso discurso que es el de la verdad: "Yo, la verdad, hablo ... ", 11_una prosopopeya ·muy bella. Allí la imagen de la verdad es la de una d10~amcaptura~le, que surge donde menos se la espera, que se escapa, que siempre despisr_a al sujeto. Esta es una vertiente de la enseñanza de Lacan que lo ~e~ara, más adelante, a decir que a la verdad hay que tratarla, como los l~gicos, con una simple letra, como la V, que se opone a la F d_e,falso. As1pues, Lacan no le ha dado siempre el Inismo acento a la funcion de la verdad.
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9. Véase ibíd., pp. 23 7 y ss. . "Sº d d 10. (N. de E.] Lacan,J., "La ciencia y la verdad", Escritos2, ob. cr~., P·.853: m u a tendré que indicar que la incidencia de la verdad como causa en la c1encra debe recono. , cerse bajo el aspecto de la causa formal. Pero será para esclarecer con ello que _el_ psi~oanálisis e~ ca~~10 acentua su aspecto de causa material. Así debe calificarse su origmahdad en la c1enc1a · . . Esta causa material es propiamente la forma de incidencia del s1gruficante que yo
,¡- · " defino en ella". · 11. Véase Lacan,J., "La cosa freudiana o sentido del retomo a Freud en ps1coana 1s1s , &critos1, ob. cit., p. 391.
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Aprovechar la ocasión Para ilustrarles esto tomaré el tratamiento que hace Quevedo del efecto de verdad en La horade todos,texto que una reciente versión bilingü~ aparecida en Francia me permitió leer, y cuya lectura recomiendo a qUienes no lo conozcan. Al comienzp, estamos en el Olimpo con los dioses -que, dicho sea de p~so, no sonyersonas_ demasiado gratas, sino más o menos ebrias y libidmosas-, qmenes deciden convocar a la Fortuna y a su hija, la Ocasión, para reprocharles el no dar a cada quien lo que merece en la existencia. ~le?an, _pues, estas diosas, que tampoco son muy agradables, a las que Jupiter mcluso califica de "borrachas". Júpiter se queja ante la Fortuna de sus "locuras, extravagancias, maldades", y la regaña. La Ocasión habla de sí misma de un modo divertido, pues se define así: "Yo soy una hembra que me of~ezco a todos, muchos me hallan, pocos me gozan. Soy Sansona fememna que tengo fuerza en el cabello. Quien sabe asirse a mis crines sabe defenderse de los corcovas de mi ama". . La F~r~a, al e~frenta~se con los reproches y el desprecio de los dioses, dice: Muy bien, hare lo que me piden, durante una hora le daré a cada quien lo que merece". Esa es la hora de todos. Leyendo el texto, uno se percata de que e~ modo alguno se trata de darle a cada quien lo que se merece en el senado de una justicia distributiva, por sacárselo al malvado rico. En todas las escenas de La horade todosse producen una serie de efectos de verdad que hacen que cada uno de aquellos a quienes la hora coge, encuentre la verdad de su actividad y se sienta totalmente desconcertado. '!'odo comienza con el médico -vieja figura del no saber, de la hipocresia- que va a ver a su enfermo; la hora lo coge y se encuentra transformado de repente en un sacristán que viene a dar la extremaunción. Tenemos también al usurero rodeado por todos sus bienes, en los que s~ deseo se c?ncentra, bienes que, cuando la hora lo coge, se ponen a ~1rcular, a b_a1lotear,salen por la ventana, etc. O bien al poeta oscuro, mcomprens1ble, rodeado por una espesa sombra, cuyos escritos, cuando la hora lo coge, comienzan a arder: ¡por fin un poco de luz! La horade todosnos permite captar de modo literario el carácter súbito, des_concertante, extr~vagante, del efecto de verdad. Aquí la verdad no esta colocada demasiado alto, puesto que la administra la Ocasión harafienta y mal peinada -en los emblemas se la representa calva po; de~as y con cabellos por delante; por eso hay que atraparla al vuelo, en un mstante, pues de nada sirve correr tras ella-.
Pues bien, hay en los Escritosuna frase en que Lacan relaciona la interpretación y el hecho de aprovechar la ocasión. 12 Por ello, a~nque dijo que se podían dar las reglas de la interpretación, nunca lo hiz~, ,Yª que la interpretación es cuestión de tomar por los cabellos a la ocas10n. Toda esta historia termina muy mal, pues al cabo de una hora la intervención de la Fortuna ha puesto todas las cosas del mundo patas arriba. Los dioses deciden dar por terminado el asunto y dejar que, las cosas sigan haciéndose como siempre. La últim~ esce~a transcurre en el Olimpo, donde vemos a Júpiter correr tras un ¡ovenc1to, a yenus hacer una danza endiablada y a los demás dioses desaparecer as1. Encontramos cierta alegría pagana en Quevedo, que nos indica que no debemos pensar como monjes a los amos de la verdad. " ., ,, Es divertida la expresión que usa Quevedo, cog10le la hora , en el momento en que la verdad se apodera de una persona. Lo c~al les mues. tra que la significación sexual está por d~~uier en_el l_~:°gua¡e. , Este punto concierne a la interpreta~1on. Un hngw~ta frances'. Gmraud, hizo un diccionario del vocabulario sexual frances, y en su mtr~ducción señala que casi un tercio de las palabras frances~s pueden servI.r para designar la actividad sexual. En realidad es demasiado moderado. A fin de cuentas, no hay una palabra del vocabulario de una lengua que no pueda servir para ello. ., ,. Esto, de paso, es lo que permite la interpretac1on anah:1ca en tanto interpretación del sentido sexual. Cualquier cosa puede mterpretarse en ese sentido -lo cual resulta sumamente cómodo, si eso es lo que uno quiere-.
Enigmática,equívoca,ambigua Ahora bien tenemos que tomar en cuenta, sobre el esquema, la diferencia entr~ el efecto de significación y los medios para obtenerlo. La interpretación debe operar un efecto de significación en la pala-
12. [N. de E.] Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del le~guaje en ?sicoaná-
. · " 1 1'b'd 1 ., p. 279·. "Siguiendo , en efecto , el proceso de las siete primeras sesiones que 11SlS
h ·do 'ntegramente transmitidas del caso del Hombre de las Ratas, = lli parece . poco probable que Freud no haya reconocido las resistencias en su lugar, o sea a precisa~~nID~
1
te donde nuestros modernos técnicos nos dan la lección de que él_dejó pasar la ocas10?, puesto que es su texto mismo el que les permite señalarlas -mamfostan?o una v~z mas ese agotamiento del tema que, en los textos freudianos, nos maravilla sm que mnguna , sus recursos " . interpretación haya agota do t od avia
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JACQUES-ALAIN MILLER LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) bra del analizante, que valga ara lI ·C, estructurada la interpretación p . e a. é orno, entonces, debe estar Lacan señala a uí una difi 1_1usmapara obtener el efecto s de A? admitimos que ~s un efect;r;:~t e.ntre efecto de ~nterpretación, si tación. Lacan dice que · l r gnifica~w~, Y el med10 de la interpresi e erecto es sigmficati l d' esencialmente significante Al l' vo, e me 10 debe ser 1 co~esponde, en la medida en que interviene, dominar, e~ lo ª::i1~~: no se trata dé que el analizant:sea el os e ectos que produce, ya que disimetría debe dominarla l fi . de su palabra. Ya que hay una ' o su ciente como pa l · 'fi . d e su interpretación no im .d 1 fi ra que a sign1 icación del analizante. pi a os e ectos que espera sobre la palabra
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fi Entonces decimos a la vez l son incalculables y q~e la e tru' que os_e ectos de una interpretación .. s ctura misma de la · t ·, d perminr a la significa · , . . m erpretacion ebe c10n, en tanto signifi · , d l A d efectos incalculables en el nivel de la l iacion e ~.., esarrollar sus perspectiva, Lacan formula u 1 . pa a ra -~el paciente. Desde esta q e_ a mterpretac10n debe ser enigmática equívoca ambi'gu . , a, que su sentido · d b ' ser fijado a fin d prop10 e e ser reducido, no debe paciente. Por eso ei:e:::e:e crmº significante sobre la palabra de1 ubicaremos la int~rpretación os ~ rrspectiva que hemos adoptado y der, así, por qué Lacan puede~~ e l' no _en el S2..Podemos comprenoráculo, es decir, un significant ~ar a :ecir ~ue la mterpretación es un sentido. IJ e sm re erencia al cual el sujeto agregará Ya que hablamos de oráculo es el . . . porque lo propio del oráculo es' ue ~aciente qu~en v~ a mterpretar, pretarlo Sin d d d q qmen lo descifra tiene que inter. u a, e esta manera las · · . es el intérprete del analista oracula~ cosas se IIlVIerten: el anahzante
d
Llegados a este punto no Enfrentamos, en primer té;mino p;fi:~os d quedar~o~ tan campantes. gana no considerar como una di~ . ~ t~ es se1;1ant1casque nos obliminamos significado En L ~ns10n omogenea lo que aquí deno. acan existe un empl . . eo muy comp 1Icado, flotante y contradictorio en distint -~spaEssaJ~s de ~us textos, de los términos significado, significación y senti o. imposible considerar, si leemos
13.[N.deE.]Lacan,].,E/seminan·o
Lilm 18 D
.
ob. cit., p. 13: "Si la experiencia analític; se o. 'I' e ~n discursoque nofuera delsemblante, del mito edípico es porque prese 1 . ve imp ica a por tornar sus títulos de nobleza ' rva o ta¡ante de l · ·, d porque la interpretación sigue siempre 11' 1 ~ enun~1ac10n el oráculo y, más aún, 1 en e mismo ruvel S I · ª consecuencias, exactamente lo m1·s 1 , . o o es ver d ad era por sus mo que e oraculo".
atentamente sus textos, que existe una tabla de orientación única de estas categorías en Lacan.
Antinomia de sentido a significación En Lacan, cuando se trata de significado, siempre hay varios términos. Si leen una de las referencias clásicas de Lacan sobre problemas de semántica, referencia que critica sin pausa desde hace treinta años, The Meaning of Meaning, de Ogden y Richards, libro neopositivista de la década de 1930, se percatarán de que a los autores les resulta muy cómodo hablar solo de meaning, es decir, tener una única palabra para la dimensión del significado, como si fuese una dimensión homogénea. Tomen publicaciones más recientes, por ejemplo, SemanticTheory de Jerrold Katz, un chomskiano; tomen LogicsandLanguages,de Cresswell, un lógico norteamericano que escribió una obra clásica sobre las lógicas modales; se darán cuenta de que ellos no necesitan varias categorías para hablar del significado. Cuando tienen varias, cuando aceptan hablar de senseand meaning,son finalmente categorías que encajan unas en otras. Dicen, por ejemplo, que sensees el sentido de la palabra en el diccionario y meaninges el valor de la palabra en un contexto más general. Tienen un sentido restringido y un sentido extenso, que siempre se adecua a sí mismo; tienen un dominio unificado del significado. En Lacan, por el contrario, a partir del momento en que se habla de significado hay términos que se combaten. No siempre son los mismos, pero siempre hay guerra en el significado, y nos percatamos de que la experiencia analítica necesita de una semántica conflictual, no de una semántica unificada. Si un paciente los entretiene con su amor por el arte, ¿eso tiene para él, afectivamente, una verdadera significación espiritual? Lacan contaba que tenía un paciente que lo entretenía con su amor por Dostoievsky, y fue tan solo acortando el tiempo de sus sesiones, mediante una interpretación que en este caso era muy simple -a saber: que no le interesaba en lo más mínimo- como finalmente confesó su fantasma de embarazo anal. No vamos a negar que sentía una gran pasión por Dostoievsky, pasión que tenía gran significación para él; pero desde el ángulo del psicoanálisis puede admitirse, en este caso, que el sentido de esa significación lo daba su embarazo anal fantasmático. Tenemos aquí, entonces, dos dimensiones para nada complementarias, homogéneas o coherentes entre sí, sino, por el contrario, antinómicas. Nos acercamos, con este ejemplo, a ese punto importante
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LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) JACQUES-ALAIN MILLER
que Lacan delimitó no hace tanto tiempo: la antinomia entre sentido y significación en la experiencia psicoanalítica. En primer término, debe entenderse que la interpretación nada tiene que ver con la comunicación. Lo vemos claramente en sociedades como las nuestras, en las que la circulación de la información es un ideal. Se movilizan los medios de comunicación para hacer circular la información, se inventa la fotocopiadora -siempre pueden hacerse unos ejemplares de más y todo esto se acumula-como desechos por doquier-, y tras la fotocopiadora vemos surgir todas las maquinitas destinadas a reproducir todas las necedades que puedan decirse en todos lados, ya que no hay que permitir, sobre todo, que se pierdan. Esta es una de las formas posibles de abordar la antinomia entre sentido y significación, antinomia que encontrarán planteada en "El atolondradicho", 14 donde Lacan tiene fórmulas muy simples, como las siguientes: "diferencia entre sentido y significación", "antinomia de sentido a significación" y también "la interpretación es sentido y va contra la significación". Esto nos exige, por lo tanto, que ordenemos un poco estas categorías. Podría hacerse un esquema muy simple para ordenar estas categorías, partiendo primero de lo simbólico, del significante si quieren, y representándolo mediante un redondel. Si me pregunto dónde surge la significación -esa significación en la cual nos sentimos tan cómodos, la que nos interesa por ejemplo cuando decimos "voy de compras, espérame"-, respondería que se produce en el cruce entre lo simbólico y lo imaginario, que en la intersección de ambos podemos alojar la dimensión comprensible de la significación. En relación con ella, dice Lacan que la interpretación va contra la significación.15 Creo, por el contrario, que lo que Lacan llama sentido, en este texto, debemos situarlo en la intersección entre lo simbólico y lo real. Este es uno de los puntos más delicados de la teoría de Lacan: el colmo del sentido, el momento en que el sentido tiene más sentido, es el momento en que es un sinsentido y así es como adquiere valor de oráculo, ese valor de significante primero que, en el fondo, está allí como un elemento de lo real.
14.Lacan, J., "El atolondradicho", Otros escritos,ob. cit. 15. [N. del E.) Ibíd., p. 505: "Eso nos basta para ver que la interpretación es sentido y va contra la significación. Oracular, cosa que no sorprende porque sabemos ligar de oral a la voz, del desplazamiento sexual".
Sinsentido
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Sexo La interpretación es sinsentido 'd . de las teorías semánticas puede re~ulObviamente, a los paro an_ods d equivalente al sinsenndo, . d 1 senn o pue a ser l tarles comp ica o que e . de equivalencias en el campo brados a este npo · ¡· b pero estamos acostum F d r ca acerca de lo unbetm te ' freudiano. Piensen en lo que reu exp lb ·m1,·ch y unheimlicbtienen h punto en que et cuando señala que ay un. . , I6 En otras palabras, solo podemos · · ficac10n · exactamente la misma s1gm . ·¿ sinsentido -sería necesano l · es entre sentl o Y · representar 1as re ac10n dºb . , orno si tuviesen una pura y s1mun esquema distinto al que I U)~ c l u·do y aquí en otro lado, el , , stana e sen ' le bipartición entre s1: aqui e .d s1·nsentidoexiste una zona P ·o entre senn o Y . · sinsentido. Por el contran.,, acan em lea la palabra senndo, s1 me común. En el texto que cite, L ·¿ d p. ntido para oponerla a la . ·, n el seno o e smse ' . un· do y no sinsentido. ernuten la expres1on, co P ., l d"daenqueestaesse . , significac10n~n a :11e I b' .ción entre sentido y sinsentido segu~ Podemos imagmar una tpartld . 1 cosas que no quieren decir ieren ecir a go Y · la cual existen cosas ~~e qu l'. ermite apreciar que existen, pr~c1nada. La interpretac1on ana i~ca p lcanzan su máximo senudo. or ser msensatas, a Ub, samente, cosas que, P l b d Ubu' en la obra de Jarry. u . lo la pa a ra de , no ' tiene ningun'senn'd o, y, Lacan da como eJemp d merde La r e mas , . . dice merdreen lugar e d. d Ub, se vuelve mucho mas s1gru. l dre con os r e u . sm embargo, e mer, l d mos emplear, precisamente por ficativo que el merde bana que po e · p. 224·. . " Obrascompletas, vol. XVII, ob . ot., 16. [N. de E.] Freud, S. "Lo ommoso ' tros es ue la palabrita beimlich,entre los "De esta larga cita, lo más interesante para noso b., un~ en que coincide con su opuesta . ·fi do muestra tam 1en múltiples matices de_su_s1gru b '. r b deviene 1r11beimlicb". 1r11beimlicb. Por cons1gruente, o erm,e
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NombredelPadre=DM
JACQUES-ALAIN MILLER LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) que escapa a la rutina del len a.e D. , la intersección común al senti~ J .al i:e, al :especto, que se aloja en comprender cuidadosamente q y dsmsentido. Debemos, entonces, . ue cuan o en este . L d. la mterpretación pasaJe acan ice que es sentid . d . o, qmere ecir que es . 'd E ca que dos años después h d' h smsenn o. sto expliinterpretación nada tiene aya ic o exactamente lo contrario: que la contradicción pero s1·1 qul~ver con el sentido. A primera vista es una , a ana Izamos con e t de que no Id"es Lo que est . I s e esquema nos percatamos . e eJemp o nos m tr · se a Lacan al pie de la letra Ai l fr ues a es que no puede Ieer· I~acan quiere decir no es · ·ºbls ar una ase y ere er que se nene lo que posi e porque su t , · eona supone, Justamente, que hay que recorrer todos los ,d . ro eos. . Consideramos entonces que la si ºfi . , gmario si quieren obtu fun . grn cac10n, en cuanto sentido ima. , ra, c1ona como un II smsentido simbólico en c 'd a panta a que esconde el s· . , uanto senn o estructural , i miramos el esquema, la primera re nt . ¿que hay en la intersección entre lo reai Igu_ a ~ue ~odemos hacer es: desarrollar este punto h oy. y o imagmano? Pero no puedo Para resumir y concluir pued formarnos con una sem, n'· en percatarse de que no podemos conan ca que cree que 11 . . lo que es. Todas las cons1·de . d e enguaJe sirve para decir . rac10nes e Lacan , b . rac10nes acerca del desl' . d 1 . . , sus ce1e res cons1deIzam1ento e signifi . d. . que siempre se habla al marge d 1 d bca~te, m ICan,Justamente, n e Oque e ena ser y q 1 . to dos l os dichos son paradiºch L , 1. ue, por o tanto, · os. 0 mas a eJado del d' 1 es precisamente lo que imp'd l d' para iso:e paradicho . 1 e e para iso. ~n la experiencia analítica, precisamente or b . ~ . que la palabra del paciente ha de ser interpret d · y debemos considera ª a, no esa emos al IlllCIOcua'l es 1a re1erene cia, . r que 1a re1erenc1a la experiencia. se construye en el curso de Por eso, Lacan dice que primero es , l b ficación -lo cual finalment l 1Sta e sa er supuesto como sigui., e co oca a upuest S . S b . . . o UJeto a eren la mtersecc1on de lo simbólico co 1 . n o Imagmano es un e · · · estructura simbólica . , e1ecto imagmano de la a ocupar el lugar de ~:ri:a:~rnervai;i~nte, la referencia debe llegar afirmación es admitiendo 1 . · -~uni~~ forma de comprender esta partir del significante mie~~re a Signl1cafic1ons:1-rgeen lo imaginario a · d ' as que a re erenc1a solo 1 1 , mmo e la experiencia anal't1' y l , se a canza a ter1 ca. a teona de L · que al final de la experiencia an l'ti l l' acan es, precisamente, única referencia en la exper1ºen~ I cal: _anaIsta encarna el objeto a. La . cia ana 1t1caes el b' L fi . es e1obJeto a y; en otros texto d L I o Jeto a. a re erenc1a , s e acan e goce Amb fi . son reconcilia bles, puesto que L c d. ' . as. or~ulac10nes a an Ice que en la experiencia analítica
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la referencia solo se construye progresivamente mediante los diferentes efectos de significación. Lacan postula que no hay relación sexual, que el sexo no es adecuado para su representación en el lenguaje. Precisamente por esto, la significación sexual está en él por todas partes. Justamente porque no está fijada en ningún lado en el significante, circula por todos lados en la significación. Toda frase puede tener sobreentendidos sexuales, toda metáfora puede ser considerada sexual. En cierto modo la lengua toda, en tanto formada por emergencias metafóricas sedimentadas, está enteramente sexualizada. Siempre y en todas partes se puede revelar la presencia del falo.
Siempre surge el falo Quisiera finalizar con un punto especialmente importante, que merecería un desarrollo especial. ¿Qué elegir si queremos esbozar la estructura y los problemas de la interpretación? Creo que debemos elegir el esquema de Lacan de la metáfora paterna: constituye una interpretación, una interpretación del deseo de la madre, que solo vale como significante a partir de su ausencia. Lacan postula -en cuanto ficción, obviamente- que mientras la madre está, forma parte de las cosas tal cual son. Solo llega a ser un significante a partir del momento en que se ausenta, momento en que su falta surge, y esta falta vale como significante, significante cuyo significado permanece enigmático. 17 Así como tenemos el esquema L, podemos decir que el deseo de la madre solo surge como significante cuando ella se va, y su significado permanece enigmático: ¿por qué se va?, ¿por qué no está aquí?, ¿por qué me deja plantado? Lo que digo no es demasiado bueno, se parece demasiado a una escenita de teatro, pero, en fin, Lacan a veces se acerca también a eso. Lacan dice, entonces, que para que el significante emerja, para que se sepa qué quiere decir, es necesario que se produzca la operación que él llama metáfora, operación que se obtiene por la emergencia de ese famoso significante paterno en este lugar. La implantación en la cadena significante del Nombre del Padre en cuanto metáfora produce lo que bien podemos llamar efecto de interpretación, en cuanto surgimiento de la significación fálica. Podemos decir, aun cuando esta no sea
17. Véase Lacan, J.,El seminario,Libro5, Lasformaciones del inconsciente, ob. cit., pp.
165 y SS.
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LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) JACQUES-ALAINMILLER la última palabra en el asunto d l . cen esta estructura. Por 11 ,Lque to a~ as m~erpretaciones reproduanalítica solo se puede i:te~' ;can pub o decir que en la experiencia Según este es uema ue pre ~r con ase e~ el Nombre del Padre. metáfora pate!a: cul!inad~ d~ci~e que. tolda.mt_erpretación repite la Esta formul . , . acien o surgir a significación fálica. fr d ac10n permite comprender año, que resulta más bien enigrn'ti L una , ase e Lacan, de este el que consüme al analizante is pª dca. ac~ decia que el goce fálico es ~ ora co1:1~render, aun cuando hablemos de significació~ fáli~a falo ~goce fahco, q~e en cuanto hay interpretación, surge siempre comprender otra cosa y evocar . . sto n?s p~rnute, a su vez, Ill1e7tras ~as psicoanálisis haya, menos existirá la relación se prender. Pero si pensamos uX::~ la~ cu~ también es difícil de comcisamente el lugar de la r lq . , eona de Lacan el falo ocupa pre. e ac10n sexual lo qu l b .
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. , cir que, dado que el psicoanálisis procede . rpretac10n, cuanto m, s · . ª mterprete. menos existirá la relación sexual 19 Pued de Lacan el es~uema a;;~~~ecrn\9ue cuando encontramos en la obra ran de una vez. o, su itamente muchos problemas se acla-
Esto también nos explica , d qué debemos preguntamos po emos_dete~~r~os aquí y por 1 ctos del psicoanahsis encuentran realmente su culmin . , ac10n en e asombro de ver s . d . urgir falo. Creo que ocurre exactament e lo contrario· . por es por h oqmer el mar la pregunta de un modo diferente L ' , o ay_que retohabla de castración en sicoa , . . . acan decia, este ano, que se que descuidar es la cas!ación ~!t::n~e;o re la cast:~ción que no hay de múltiples maneras debem t b., o. a castrac10n, que evocamos 1 menos (-) ante el phi d ~s .ªfim ~~ p~d_erevocarla colocándole un ., e 1a sigui cac10n fahca de la int cua l nos llevaría a invertir m h d 1 erpretac10n, lo uc as e as cosas que hemos dicho p . . , ara conclmr d1re, brevemente 1 . ., . . pecto -por lo menos e 1 ' q~e a mterpretac10n nene al resso es o que pienso actualmente- dos vectores
~º[o~u:f:o
esenciales: o bien se considera que el analista aporta un significante y que el analizante le agregará significación, que el significante servirá como punto de llamado de la significación, y que dicha significación será normalmente de orden sexual; o bien existe otra doctrina de la interpretación en Lacan, según la cual el valor de la interpretación no reside en la significación sexual que propaga, sino que vale en la medida en que agota la significación, la apaga. Evidentemente, en un primer momento puede uno exaltar el efecto maravilloso de la interpretación: se pronuncia el oráculo y luego, en cascada, llegan las significaciones. Pero hay que percatarse de que estas significaciones, profundamente, solo comentan y acosan el síntoma. Y es que en Lacan existe otra vertiente de la interpretación, en la que esta vale esencialmente por el hecho de que cierra el llamado de las significaciones, la intersección entre lo simbólico y lo imaginario. Evidentemente, hay en la interpretación algo de una invitación a nadar sin fin en la significación. Se obtiene, así, cierto efecto exaltante del psicoanálisis, que es el lado que enrusiasma a los literatos en la mitología del psicoanálisis. El otro aspecto se sitúa en el cruce entre lo simbólico y lo real, en el que se obtiene un silenciamiento de la hemorragia significativa, y creo que este es el tipo de interpretación, que lamentablemente no tengo tiempo de desarrollar, que se conecta con el final del análisis. Desde este ángulo, debe ser identificada con la emergencia de la referencia, hay que decirlo, asexuada, del objeto a, objeto a que no es la significación fálica. El objeto a no solo es asexuado, sino que además, como dice Lacan, está fuera del sentido. Obviamente, en este punto tenemos el problema de cómo situar el objeto a, en cuanto fuera del sentido, en relación con lo insensato del significante; nos encontramos entre el objeto a fuera del sentido y el S como significante del sinsentido. 1 Sabrán disculpar que haya elegido aquí el estilo de seminario que utilizo en Vincennes cuando intento situarme en el laberinto de la teoría de Lacan, más que pronunciar una conferencia en la que se proponen productos completos, terminados.
. 18· [N. de E.] Lacan,J, Seminario 27 "D" ¡ ·, » médito: "El goce fálico es a . 1 . ' iso ucton ' clase del 11 de marzo de 1980 I 9. [N de E JL J qSue,_¡us~amente,que consume al analizante". ' . inédito· . acan, bre de I 973 "·Q ., , ernmano · d 21 . ' "Les non dupes errant ", clase del 20 de noviern' · e ue qmere ec1r que 1 · t ., . tos? Quiere decir que su un'·1· "d a m erpretacwn es mcalculab/e en sus efecl . coseno o es el goce· po msalvable para que la relación sexual d . .b'. r otra parte, e goce es el obstáculo · pue a mscn irse de algun . a manera es y, incalculable". en suma, esto permite extender al goce la fórmula de que eI etiecto de la mterpretación
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2. LA CURA PSICOANALÍTICA (1982)
Humor negro Siento decir que no estoy de muy buen humor esta tarde. Es que acabo de pasar una hora en el tráfico de Caracas y eso, obviamente, no es propicio a la indulgencia. Por eso creo que haría bien en contarles algo divertido. Es una frase de Lacan. En efecto, todoloseriocobrasentidodelocómico. Lo cómico es mucho más serio que lo trágico. Ambos son, de hecho, modalidades de la ausencia de sentido; lo que Lacan llama en francés ab-sens,au-sentido,condensación de sens(sentido) y absence(ausencia). 1 Lo cómico es serio, porque siempre coloca en el centro de la escena la única significación que hay en el sentido de esta ausencia de sentido. Eso pone en el centro la única significación que queda, la significación fálica, y a partir de ella cobra sentido todo lo que hacemos. La comedia instala en el centro del escenario la significación fálica. ¿A qué conduce, en general, lo trágico, al menos en nuestros tiempos modernos? Conduce, por ejemplo, a esa estupidez que ha dado en llamarse filosofía del absurdo, que en Francia, por cierto, quieren poner de moda otra vez. Es, por ejemplo, como saben, la filosofía de Albert Camus. La filosofía del absurdo consiste en desesperarse por la ausencia de sentido. Se trata de ese tipo de reacción inmediata que se tiene cuando se está en el tráfico de Caracas, pero es muy claro que hay que tratar de ir un poco más allá: llegar hasta el humor que, por supuesto, puede ser negro.
l. [N. de E.] Lacan,J., "El atolondradicho" ["L:etourdit"J. Publicado originalmente en Scilicet,4, 1972. También en Otrosescritos,oh. cit., p. 476.
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Del humor habló Freud en un texto de 1927,2donde lo destacó como una función sustentada por el superyó. Es una de esas sorpresas que se encuentran en Freud y que luego sus continuadores olvidan. Resulta que el superyó no es solamente malo, sino que, además, es jocoso. No solo hace maldades, sino que, además, se divierte. Y por lo mismo, a nosotros también nos divierte en la medida en que todos somos, como dice Lacan, cei::osa la izquierda. A los ojos del superyó somos ceros a la izquierda, y eso nos permite divertirnos un poco. Entonces, les voy a contar un cuento divertido, justamente de humor negro. Me servirá para explicarles mi trabajo, el trabajo que pienso hacer este año en mi curso en París sobre el síntoma y el fantasma en la experiencia analítica. En efecto, quiero hacer hincapié en la diferencia entre estos dos registros; quiero mostrar, tomando a Freud al pie de la letra y con indicaciones muy numerosas de Lacan, que el fantasma es algo muy distinto del síntoma, al menos desde el punto de vista del analista que interpreta. La idea de poner el acento en esta diferencia se me ocurrió , en verdad l en Caracas, en 1980, cuando tuvo lugar el Encuentro Internacional realizado aquí, ocasión en que el doctor Lacan dictó su último seminario. El cuento que les quiero contar me parece propio para ilustrar qué es el fantasma y cuál es, justamente, su relación con· el significante. El humor negro es tal vez una de las dimensiones literarias más aptas para hacernos ver que el deseo nunca es capaz de poner la mano sobre lo que atañe al ser. Por el contrario, la pone sobre el deser,como dice Lacan, 3 porque el objeto del deseo nada tiene de sustancial. Esto induce a pensar que hay una infinitud del deseo, cosa que la religión aprovecha para explotarla. Pero no es más que una ilusión: del deseo no hay más que pseudoinfinitud. Y esta ilusión de la infinitud del deseo la produce, justamente, el que no encuentre más que deser. Con el psicoanálisis se experimenta esto. El psicoanálisis es una experiencia que tiene sus coordenadas de sufrimiento, y por eso hay que cuidarse de ofrecérselo a cualquiera. Lo que quiero decir es que ese cualquiera ha de sentirse tentado de demostrarse a sí mismo que su deseo está fundado únicamente en el deser.Es obvio que hay gente a quienes tienta esta demostración, y por ello hay pacientes en análisis. Y sienten esta tentación, porque en ciertos momentos de su vida se acercan a este deser.
2. Freud, S., "El humor", Obrascompletas,vol. XXI, ob. cit. 3. VéaseLacan,J., "La equivocación del Sujeto supuesto Saber", Otrosescritos,ob. cit.,
pp. 349-360.
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La ventana del fantasma Una vez, casi por azar, me tropecé con un cuento, en una obra titulada The Bestof Saki. No sé si conocen a Saki; es un humorista inglés cuyo verdadero nombre es H. H. Munro. De él dice Graham Greene que es el mejor humorista de lengua inglesa. El primer cuento del libro -como ven, no tuve que ir muy lejos a buscarlo- se titula "La ventana abierta". No son más que cinco páginas, y de veras me parecieron especialmente indicadas para ilustrar qué pasa con el fantasma. Sucede que el fantasma, para cada quien, es, en efecto, una ventana, su ventana al mundo. 4 Es una ventana abierta, el marco a partir del cual cada uno vive lo azaroso, lo accidental. Sería demasiado fácil eso de encontrarse con una tranca de tráfico de vez en cuando. Estamos siempre en una tranca y, justamente, la ventana abierta es el marco a partir del cual las trancas en que vivimos habitualmente cobran, a la postre, un sentido. Eso se percibe muy claro en la experiencia analítica. Está muy bien que la gente tenga permiso para decir todo lo que le pasa por la cabeza; y más que permiso, que se les incite y se les exija hablar libremente. Pero sucede, justamente, que la gente no dice cualquier cosa. Esta comprobación es sorprendente: se sabe que la gente habla en forma selectiva de su familia o de lo que hizo las veces de su familia, y luego recogen de su existencia cierto número de consideraciones y acontecimientos que no abarcan en absoluto toda la extensión de su experiencia. Son, si se quiere, trozos escogidos. Y entonces, el analista tiene que preguntarse, forzosamente, qué justifica, al fin y al cabo, esta selección de trozos escogidos; por qué tal pequeño acontecimiento llega a tener tanto sentido para un sujeto, hasta el punto de pasar tanto tiempo de análisis contándolo, comentándolo, quejándose de él, cuando, después de todo, se trata de un tiempo precioso, costoso. Pues bien, el fantasma, si se quiere, es la selección; el fantasma selecciona esos trozos que tienen sentido para un sujeto, que para él están cargados de sentido. Y el fin del análisis, si es un verdadero final y no
4. [N. de E.] Lacan,J., El seminario,LibroJO,La angustia,ob. cit., p. 305: "Es esencial captar la naturaleza de la realidad del espacio en tanto que espacio de tres dimensiones, para definir la forma que adquiere en el piso escópico la presencia del deseo, en particular como fantasma. O sea, que la función del marco -entiéndanlo como la ventana- que traté de definir en la estructura del fantasma no es una metáfora. Si este marco existe es porque el espacio es real".
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simplemente una i t ·, . t , n errupc10n, consiste en cambiar la relación del s . o con esa ventana en la que consiste el fantasma UJe la venta~a. Pero ocurre que el fan!~!:::::~~:~:~:ente,_cerrando dose por ella Esto de t. que tiene!una sola manera de cerrarse: tirán. irarse por a ventana e 1 c~n cierto tipo de sujetos. y las más de 1 s co~a que sue e ocurrir pierden la ocasión de reincidir: a eso s:s les_o~d~rreCuna :7ez, en cerrar deñnitivame ¡ ª smci 10· ons1ste 1 ~ie~den la ocasión de r~~~c;d;:,::~:~ efª:a:a;~;, :~r!~~os~ pohrella. 1 I~ onas umonst1cas, como en el cuento de Saki ue 1 vemana es una puerta-ventana , q es voy a refenr, y donde la si alguien se tira por la ventana.lAs~, ~no puede estar tranquilo, pues jardín. o umco que ocurre es que va a dar al
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Cuando alguien tiene una fi ., difícil de contr E Irme vocac10n, el suicidio es algo muy arrestar. n gene 1 d . . nacer, por el deseo o no deseo d:~¿ses cosa ya ec1d1~adesde antes de sin elaborarlo mucho Por otra padres'. ~ara decirlo crudamente y su dignidad; hasta es, ~orno decí;ªte, defirn~amente el suicidio tiene logrado. s Es decir 1 acan, e .umco acto verdaderamente que es e acto que permite . .d como en cortocircuito con su estatut d d ahun SUJetoI entificarse, . . ' o e esec o· que le p · fin, obJenvarse enteramente: el sujeto se h : . erm1te, por basura. En cierto sentido es lo m . ec a a s1 lillsmo al tacho de mente es algo que lo libra' a deJol r qduep~ede hacerse, porque ciertauno e or en stmbóli 1 l"b del discurso; es algo que de'a al d" fu . co, que o 1 ra a uno y ya sin poder de solicitarn~s mátcurso nc10nando solo, por su lado No voy a llevar hasta el extremo el humor , sar que estoy haciendo una apología del suic7:.tº• pues p_odr~anpenme considerasen un individuo de 1· o, eso dana pie a que , . acto que pued 1 veras pe 1groso. 51· e1 SUICI · "d·10 es el un1co e ograrse es a un ti 1 el extremo la pasión de 1 . ' ' . empo, e acto que lleva hasta a ignorancia, esa pasión que L ., 1a pas10n h 1 ' para acan, es eminente del , genero umano· a gent · ·d quiere saber nada más· porque no . . b e se smc1 a porque no que el deseo solo se su~tenta en un qd,meresa er nada más del hecho de N d" eser. a te está obligado a atravesar la ven d maneras de hacerlo· el suicidi . tana el fantasma. Hay dos . o -no ammo a nadie a que lo come-
· · - ", Otros escritosob · - · 5· [N. de E ·J Lacan ' J·, ""' ,e ¡eVIsmn . . . umco acto que puede tener éxito sin fr s· d. ' . cit., p. 568: "El suJCid10 es el . acaso. 1na 1esabe nada d JI0 · · de1pre¡mc10de no saber nada". e e , es porque procede
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ta, y de todos modos es algo que las más de las veces está decidido de antemano- o convertirse en analista, y esto sí no está decidido de antemano.
Yo no pienso Convertirse en analista no equivale forzosamente a suicidarse; es una profesión, pero evidentemente una profesión que, después de todo, alguna afinidad tiene con el suicidio. Y ello, por una razón muy precisa: obliga al sujeto a colocarse en la posición de hacerse el sordo respecto de su inconsciente, al menos cuando la está ejerciendo. Hay gente, por supuesto, que tiene una idea muy distinta de la profesión analítica e imagina que es muy importante para el analista escuchar su inconsciente mientras ejerce el psicoanálisis; es decir, durante la sesión analítica; es gente que cree que psicoanalizar consiste en entablar una relación de inconsciente a inconsciente con su paciente. Esto es enteramente incorrecto. Por eso, lo que Lacan llama el deseo del analista, que es de un tipo muy especial, nada tiene que ver con la llamada contratransferencia, que pretende que el analista está al acecho de las formaciones de su inconsciente, y hasta que se dirija según ellas para llegar a comprender algo de su paciente. Los psicoanalistas norteamericanos, al respecto, recurren siempre al mismo ejemplo: si un paciente lo duerme a uno -y esto, aparentemente, ~uele sucederles-, hay que preguntarse qué hay en su inconsciente para producir esto. En suma, se trata de detectar la estructura del paciente mediante los efectos que produce en el inconsciente del analista. Sin embargo, la profesión de psicoanalista, si tiene sentido y valor, consiste, por el contrario, en estar formado para no dejarse obnubilar por el propio inconsciente cuando se practica el psicoanálisis. Consiste, efectivamente, en no querer saber nada, durante el ejercicio de la profesión, de su propio inconsciente. En definitiva, al analista lo funda cierto "yo no pienso", en el nivel del inconsciente. 6 En todo caso, es la afirmación
6. (N. de E.) Lacan, J., "El acto psicoanalítico", ibíd., p. 397: "En consecuencia se puede plantear que el psicoanalista en el psicoanálisis no es sujeto, y que por situar su acto en la topología ideal del objeto a, se deduce que es por no pensar que él opera. Un 'yo no pienso' que es el derecho, de hecho suspende al psicoanalista de la ansiedad de saber dónde darle su lugar para pensar no obstante el psicoanálisis sin estar condenado a fallarlo".
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de Lacan, con frecuencia incomprendida, que he intentado reanimar mediante la comparación con el suicidio.
Retomo invariable de lo mismo Veamos ahora el cuento de Saki. Es una historia cuyo ambiente tiene un sabroso sabor aJerome K.Jerome, un ambiente a loAgatha Christie. O~urr~ en la campiña inglesa, en una atmósfera de atardecer un poco rrustenosa, por donde merodea el sabueso de los Baskerville o Drácula ... Entonces, por esa campiña inglesa, al atardecer, anda un señor solitario que va de paso y que lleva una carta de recomendación, como las que se daban antaño -ya hoy en día no se usan, según creo, a no ser ... en fin, yo traje una, pues estoy aquí en misión para la República Francesa. Pero, aparte de estos casos extremos ... La República Francesa, la pobre, que no ~abe}º ~ue ~stoy soltando en su nombre, aunque lo sabrá porque aqm esta mi amigo, el consejero cultural de la Embajada, quien sin embargo sabrá perdonarme, pues nos conocemos desde hace mucho-. Entonces, un señor solo, de paso y provisto de una carta de recomendación, toca la puerta de una casa inglesa, tal vez para invitarse a la fuerza, tal vez un poco gorrón. Llega a la sala con su carta de recomendación y la muchacha que lo recibe -sus padres no están en casaseñala la puerta-ventana que da sobre la campiña inglesa y le dice: Sabe, esa puerta-ventana es todo un drama. Hace tres años mi tía vio marcharse por allí a su marido, vestido con un impermeable blanco, y a sus a dos her~anos, acompañados por un perro de aguas. Por esa puerta-ventana salieron a cazar y no regresaron nunca. Se hundieron en los pantanos y nunca se encontraron sus cuerpos. Y desde ese día, desde ese trágico día, mi tía, todas las noches, deja abierta la puerta-ventana esperando que regresen el marido, los dos hermanos, el perro de aguas ... y el hermano más joven, cantando, como siempre, su canción favorita:
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Bertie,¡hopla! El viajero, por supuesto, queda aterrado con el relato. No había ima?inado, en ~a apacible atmósfera de ese cottageinglés, un drama semeJa_nte.E~e~tiva1;,1ente,al poco tiemp~ lleg~ la tía, se sienta en el sofá y d1~eal via¡ero: Vamos a esperar a tru mando y a sus dos hermanos que salieron a cazar y no tardarán en regresar". ¡Y qué cara la del viajero! Él, que pensaba haber llegado a un confortable cottageinglés, encontrarse envuelto en un drama tan horrible. Y en ese momento surge un insondable horror: en el marco de la puerta-ventana, saliendo de la niebla que entretanto ha caído, se dibujan de repente tres sombras: el marido,
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de impermeable blanco; los dos hermanos; el p~rro de aguas lleva~o por su correa por el hermano más joven, que. viene. cantando Bertte, ¡hop/a! De inmediato, el viajero huye despavorido, deJando su carta de recomendación tirada sobre la alfombra. , El cuento podría terminar allí, pero entonces sena un cuento de Ambrose Bierce, por ejemplo, ese escritor qu~ tan~o le gus~a a B~r~es. Sin embargo, no termina allí, porque es una histona de Saki. El via¡:ró se ha ido despavorido y, entonces, la tía pregunta: "Pero Y a ese, ¿que le pasa?, ¿por qué se fue así?". Sucede que el marido y los dos hermanos habían salido a cazar como todos los días, y se comprende entonces que el efecto de horror que se apoderó del viajero era el pur? efecto de las mentiras que le había contado la muchacha, pues el ~ando Y los dos hermanos no habían desaparecido en los pantanos: era simplemente que salían todas las tardes a cazar juntos, y regresaban por la puerta-ventana. Así, en vez de tratarse de un cuento de horror de Ambrose Bierce 1 es un cuento divertido de Saki. La muchacha con su mentira, precisamente, había transformado el hecho más triviai un paseo cotidiano, en la evocación de un insondable horror, en el ret~mo de unos espectros desde lo más hondo de una . . niebla inglesa. Confieso que esta historia me parece e¡emplar. En pnmer .luga.r, ·cómo presenta las cosas la muchacha, la mentirosa? Como la historia de un trauma: el de la tía que, habiendo perdido al marido y a sus d~s hermanos, se siente compelida a repetir su espera todas las tard.es. ~ecir que se trata de la historia de un tr~u~a ya e~ decir que es ~a historia de la época psicoanalítica. La tía repite mdefimdamente el mismo ~ornen~ to: espera que regresen los tres hombres que, aunque no estan en u bote, están en la niebla. . Lo bueno de la historia, evidentemente, es que hacen lo mismo todos los días: todos los días, como buenos ingleses, ~egresan por la misma puerta-ventana, de la misma manera. Es la esencia ~e In~laterra, valga la expresión, que se funda, a la postre, en el ret~mo mvanable de lo mismo. La manera de presentar a los tres hombres ilustra a la perfección esa función de lo real, la que Lacan abordó primero, y que ~s lo real que vuelve siempre al mismo lugar. Par~ el caso, lo real precisamente viene todos los días a alojarse en el mismo lugar, la puerta-ventana, invariablemente. . Esta función de lo real está sustentada por lo simbólico. Es de~~r, que para que regrese hace falta el marco de la puerta-ventana y tam~1,en la hora invariable a la que regresan. La hora, el reloj, es, en reduccwn, 265
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todo el orden del mundo simbólico Allí tificación de lo real, sustentada or.el r '~nton~es, ~enemos una presendel discurso Tenemos ent p eg1stro s1gmficante,por el orden d . · onces que regresan a segundad, para tomar el té; esto es algo que antes se hubiera Úcon hubiese dicho: tienen la costumb p 1 ama o una costumbre, se que eso, por supuesto; la costum;r: ~s e~:o a costumb_rees mucho más retomo invariable de lo mismo. ombre dulzon que se da a ese
Jº
La muchacha del cuento utiliza ·ust cir lo que me atrevería a lla J amente eso para llegar a produmar una estructura de ¡ · · , G relato que hace al visitante lo real e ., a ucmac10n. racias al mutación. Lo real en cues'n·o, n cueslt:Ionsufre una impresionante n -o sea e regres d 1 res-, ese real normal cot:1'd' ' tres cazadoiano em botado lleg o e os e . , simple relato de la muchacha ' d . ' a a trans10rmarse por el imposible.. y a qmere otro valor: el de lo real como
ESta es laLasegunda imposible.1 mu h definición h que d. a Lacan de lo real: lo real es lo c ac a con su mentira pr Od l ta el orden del m d uce un rea que quebranun o, puesto que se trat d 1 personajes. Si el lector se detiene antes d ; fi e espectral de tres la perspectiva, se quedaría con un cuen e n~ .e cuento, que trastoca retorno de los espectros d d to fantast:Ico:el de la historia del e unos caza ores extr . d 1 Uno se da cuenta ' así' de que esta' en ele1ondo del aVIa os en t·os pantanos. , · c~ento antast:Ico:es un cuento que no llega hasta el final hace el humorista Un cu d ' que no ensena las cartas, como · ento es e terror po ¿· chiquilla quien se lo invento' tod o. y eso es 1o que rquesuno dse ice que fue 1 la muchachas inventan histor' t d ce e, en genera : las ias a erra oras. Hasta Freud se equivocó: cuando comenz, . , o ~ ver P.ac1entesque le contaban que su padre las había viol d pa. Hasta tal unt ª o, cayo de mmediato en la tramd Vi P 0 , que fue a soltarlo todo ante la Sociedad p · l' . e 1ena, con la esperanza , . s1co ogica de hacerse famoso Hay que-ydes~°.esta elscnto en su correspondencia. a lilltlr que os · 'b minados al pensar que Fre d b VIenesesno I an tan desca, u se esta a pasando un Kr ft E . ego a decir' cosa que h'1r10 · , mue h o a Fre d "L poco. a - bbmg 11 refiriendo es un verdadero cuent . 'fi u ' o que usted nos está do que Freud abandonó lueg o c1~;t:1deo,Herr Freud". Es bien sabio esta I ea e creer en lo que cuentan las
(~~eso
muchachas y sus historias de terror. Abandonó la teoría de la seducción real y se dio cuenta -aunque alguna sospecha había tenido antes- de la función del fantasma. Con esto comienza el psicoanálisis: cuando se aísla la relación de la histérica con la verdad; con la verdad del fantasma. A Freud se le ha llegado a reprochar esto. Yo lo oí en París, justo antes de venir aquí, y se lo oí al antiguo director de los Archivos Freud, nombrado por Anna Freud en 1980 y despedido por ella justo antes de su reciente muerte. Entre paréntesis, parece que estos archivos son un desastre en lo que se refiere a la clasificación. Es sabido que Anna Freud los conservaba desde hacía cuarenta años y este señor, sin duda la persona que mejor conoce estos archivos en el mundo, me dijo que las cartas de Freud estaban regadas por todo el escritorio de Anna Freud. Si uno levanta una carpeta polvorienta encuentra cartas tiradas por ahí. Este señor, entonces, por rebuscar entre las carpetas polvorientas de Anna Freud, llegó a la conclusión de que Freud se había equivocado al abandonar la teoría de la seducción. Está firmemente persuadido de que el gran secreto del psicoanálisis está en que lo que se cuenta no son fantasías, que es la verdad. Llevó las cosas hasta declarar que los psicoanalistas deberían hacer una revisión de sus pacientes desde 1901,como con los autos de la F ord. Por supuesto, cuando Anna Freud escuchó esto lo despidió, cosa que no puede reprochársele a la pobre. En todo caso, este señor, que se llama doctor Masson, y que era antes, curiosamente, profesor de sánscrito, es un firme partidario de las mujeres. Yo tuve la oportunidad de discutir con él y me dijo: "Yo, si fuera mujer, no podría tolerar lo que Freud dice de ellas". Yo le contesté que no siempre es aconsejable ponerse en el lugar de los demás. Ya ven cuánta importancia tienen para la historia del psicoanálisis las chiquillas que inventan cuentos. El hecho de que lo real se haga imposible gracias al cuento de la muchacha de Saki quiere decir que basta con que cambie el marco significante, debido a la introducción de su relato, para que lo real cambie de valor o, al menos, de efecto. La víctima, entonces, pone los pies en polvorosa. No se podía echar por la puerta-ventana, desde luego, ya que por ahí vienen entrando los espectros, así que sale corriendo por la puerta. Final de análisis
7. [N. de E.] Lacan, J., Seminario 12 "Pr bl . clase del 16 de junio de 1965 in 'd't . "S' ' d o e~as cruciales para el psicoanálisis" 0 11' I . ' e J o. 1 to o es posible d ª 1 o importante de lo que es ol1ll·..:d 'na · , ª I ¡ es, Y desde entonces es' u o en nuestra a e punto de partida de Descartes D d percepcwn, a apercepción filosófica . es e entonces lo real es lo imposible", d I
Esto es muy importante en el psicoanálisis: es la diferencia entre el final de análisis y una interrupción de análisis. Una interrupción es
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JACQUES-ALAIN MILLER cuando el paciente ve regresar u\~a~to de~agradables Y agarra la puerta y no viene m:º~tTe~tr;5 cuando, por el contrario el p . . nla e ana 1s1ses, s1 se quiere, acieme va a encuentro de los e . ' Sigamos con el cuento d S ki C d . . spectros. gunta por qué se habrá mar:ha~o· ast; o el VIaJerose va, la tía pre·.d ara ella, ha demostrado tener muy malos modales Ella lo h b' · a ia acog1 o como un h , d d to, cuando llega el resto de la f: T l . . uespe y e prontirando la pi.i'erta Desd 1 am1dia,~ tipo pierde la cabeza y se va ' . e e punto e t d 1 , l VIsha e a tía, e personaje se ha convertido en un personaJ·e , . erranco se a puest 0 .d . decirlo todo ha demostr d ' en eVI enc1a y, para ' a o tener unos mod l d l bl ella misma dice· "Salió . . d a es ep ora es. Como despedirse o ex~usarse ~rueacn1pd1ta amdentel,l sin decir una palabra para . , o uste es egaron u , h abia, VIsto un fantasma". · no pensana que íl El cuento tiene un p exnlica con toda 1m equ~no ey1 ogo. La muchacha, la sobrina le ··l' ca a a su tía· "El d.. ' perros". y esta es la segunda m~ntira-~::i1 IJO q~e les tenía horror a los los perros. Un día lo per . . , . me d~o que les tenía horror a sigu10por un cementen d d parias y tuvo que pasar la noche en o ~~ mana a e perros -, un: tumba re~1en excavada, mientras los horribles animales encima. Cualquiera pierde 1 ~~:~nrba~ ~os~ntes y le babeaban siguiente: "Las novelas corta . a ama ase del cuento es la De h h 1 s son [para esta muchacha] su especialidad" ec o, no es so o que e t h h . cación que da a su tía t s ª1mhu~ ac a sea novelista. Con la expli'l d , ' oca en e uesped lo punto de insondable horror· t 1 d que para e po na ser un , oca o que po ría s 'l trauma que va mucho más allá de la mitom , eren e ~n trauma, y un
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~:r::senlª como u::~::;c~;~~e,;;~:~~~J~t! AH' "d no e un momento msoportable i, ev1 entemente, no hay atravesami d l f: . claro que la normalidad se invierte ento e antasma. Se ve muy ventana del fantasma lo que h b , y qu\ finalmente, para atravesar la regreso de los presuntos muert:s ~a que , a_ceres quedarse durante el historia: el de quedarse cuand l . e podna mventar otro final para esta de todo, una manera decisivaodeosdmuebrt~s rel~resan. Ello sería, después . escu nr e iantasma d la realidad psíquica· y esta es l t . d F como motor e , a es1s e reud Es d · d , el momento de retorno de 1 . 'bl . ec1r,que arse alh en o 1mpos1 e. Y en nuestra historia 1 d tífero. Así se habría disip,adequle arlse un ~oco más habría sido fruc0 e ma entendido y l . h h ex machinade todo el asunto h b , d d ' a mue ac a, el deus evidente que hay que tener ~ na ~ue a o desenmascarada. Pero es muchachas. Aquí esta rn h { o cm ado antes de desenmascarar a las ' uc ac a protege a todos del descubrimiento de
LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982)
que no se trata más que de una historia. Al mentir al viajero y a su tía, en cierto sentido les da seguridad. De hecho, en esta historia el Sujeto supuesto Saber es ella. Ella supuestamente sabe, por demás, lo que pasó en ambos lados. En este punto cabría preguntarse qué podría ser el final de análisis: ¿será esperar con toda sensatez el retomo de los cazadores? También podría ser irse a su vez de caza, que es, llegado el caso, lo que le sucede al paciepte que pasa por la puerta-ventana del fantasma, o sea, que se hace analista. Después de todo, lo importante de esta historia es que, evidentemente, la muchacha no se mete con lo real en este asunto. El hecho de que le meta el cuento al viajero es enteramente independiente del hecho de que regresen los cazadores. Se trata de dos series sin ninguna comunicación entre sí. Los cazadores no regresan porque ella eche su cuento, puesto que de todas maneras regresan igual todos los días. Pero, en el fondo, hay una incidencia enteramente determinada de su cuento, es decir, del significante, sobre el valor de lo real en cuestión. Pues bien, precisamente de eso se trata en el análisis respecto del asunto del fantasma. En efecto, el análisis no transforma el fantasma, y ese es el límite del psicoanálisis.Con los síntomas algo puede remediar el psicoanálisis; en particular, mediante la interpretación, puede liberar el sentido de los síntomas y, por lo general, la liberación de este sentido da como resultado el transformar un poco el síntoma. En todo caso, esta es la hipótesis del psicoanálisis.Pero adviértase bien que no se trata de eso con el fantasma: está descartado interpretar el fantasma como se interpreta el síntoma. Estoy realizando aquí en Caracas un seminario en el que la mayoría de ustedes no participa -ya que somos dieciséis los que nos reunimos-y estamos haciendo un trabajo serio. Eso no quiere decir que lo que hago aquí esta noche no sea serio, pero allá contamos menos cuentos divertidos. Pero en fin, como hablamos del Marqués de Sade, que no es tema para multitudes, se puede considerar que también tratamos del humor negro. Es evidente que nadie se dio cuenta del humor negro de Sade, y por eso lo metieron preso a fines del siglo XVIII. Pero en otro sentido, es verdad también que el marqués de Sade no tenía ningún humor. Eso es lo que estoy desarrollando, a partir del propio texto de Freud, el gran texto "Pegan a un niño", 8 ante el grupo que se reúne todas las noches, menos hoy, claro, puesto que estoy aquí.
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8. Freud, S., '"Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales", Obrascompletas,vol. XVII, oh. cit.
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JACQUES-ALAIN MILLER LA PRÁCTICA PSICOANALÍTICA (1980-1982) Freud es el primero en notar que el fantasma está enteramente fuera del resto del contenido de una neurosis. Llega a decir: el analista tiene que reconocer forzosamente que un fantasma es algo que se mantiene aparte de la estructura de la neurosis. Y hasta tal punto que ni se puede plantear la transformación del fantasma.
Ello habla Yo diría que esta dimensión, aun para Lacan, no salió a la luz sino gradualmente. ¿Cuáles son, en el fondo, los dos grandes inventos de Freud? Voy a simplificar. El primero, que es verdaderamente el descubrimiento del inconsciente y aparece en "La interpretación de los sueños", en "Psicopatología de la vida cotidiana" y en "El chiste y su relación con lo inconsciente", es el descubrimiento de ciertas formaciones del inconsciente estructuradas en forma de significantes. No se puede negar que todos los ejemplos que toma son esencialmente ejemplos de lenguaje: es lo que responde a la asociación libre. Pero esto no es el todo del descubrimiento de Freud; hay otro que no está dentro de la línea de este descubrimiento del inconsciente. El segundo invento de Freud es el de la sexualidad infantil, corno lo llama; es decir, la corriente que va a desarrollarse en su obra con la teoría de las pulsiones y luego con el término ello,que toma de Groddeck. Es el descubrimiento de que lo que está en el fondo del deseo de un ser humano es que desea un objeto que ha perdido y que no volverá a encontrar nunca. Para este objeto, la tradición kleiniana, por ejemplo, propone la imagen del seno; por eso los psicoanalistas kleinianos se ven compelidos a identificarse con ese seno y a considerar el psicoanálisis como un amamantamiento. ¿Qué relación hay entre este segundo invento freudiano y el primero? O, para decirlo más sucintamente, ¿son el inconsciente y el ello la misma cosa? El inconsciente que Freud fonnula de entrada, ¿es lo mismo que el ello que introduce en la década del veinte ? La primera teoría de Lacan, la que se hizo famosa por el eslogan que, supuestamente, calificaba al inconsciente con un ello habla -ello, el inconsciente, habla-, reduce el inconsciente al ello, identifica ello e inconsciente. Lacan se hizo célebre en el psicoanálisis precisamente por la reducción del elloal inconsciente, expresada en lo que se ha considerado como una ocurrencia: ello,el inconsciente, habla.Sin embargo, ello designa, por el contrario, algo muy determinado: designa precisamente el hecho de aunar los dos descubrimientos de Freud.
. arece de fundamento, ya que pone ,de Esto eVIdentemente, no c . fr di s A estas suele tomar, l d l uls10nes eu ana . . . manifiesto la natura eza e as p d tienen que ver con los msnntos selas corno instintos, y es claro que na a bre las pulsiones,9 de la dl . d f, rmaciones gramancales e naturales. Freu as presen taensutextoso ' rtir de frases y trans o . 1 , rnetapsico ogia, a aunar pa el e11o y ~ 1 inconsciente es poner de re 1ieve . 1a frases. Entonces, estructura de lenguaje de las puls10ne.s.1·t s la pulsión: g O0.10 La D 'b L para los especia is a ' 1 , Así escn e acan, · 'n , Lacan emplea e s1md p ra escn'b'1r 1a Pul sw representa la dernan a. a . l da con el sujeto. Es su manera da tiene una articulación bolo de la demanda, la demanda arn':1dª , l ., 0 la propia eman de d~cir que la.pu s10n,cor:d habla del "silencio de la pulsió~", pero sigmficante. Sm duda, ~re l hay silencio en el registro del esto ya confirma la tesis de que so o lenguaje. . eso a mí me interesa el segundo. A:í Ese es el pnmer Lacan. Por, , Caracas en 1980, y dije que hab1a hablé por última vez delante de el, e:.i Per~ no lo expuse con tanta otro Lacan distinto del Laca; ~op ~:nces he progresado un poco. claridad como ahora, porque es e en
El ello goza , es ue el inconsciente y el ellos~? dos La segunda teona de Laca~ blema teórico de la conjugac10n de cosas distintas. Esto produce e p~o d'd En suma se busca saber .. , . 'fi t elobJetoperio. ' ues el sicoanalista no dispone de otro la arnculac10n sigru. c~ e y cómo, mediante el s1gmficante-?f: . ,P de la pulsión. Porque ocurre d 11 r a la sans acc10n l . med10- se pue e ega . d fi . 'ón más simple, es eso: e e s1tomamos su e mici d l que, en el fon o, e goc , l . , u Justamente por eso es cosa muy oce es la satisfacción de una pu s10n. . ~istinta de la satisfacción de una necesidad.
/etas,vo.1 XIV' ob. cit . . d ulsión" Obrascomp J' . a del deseo en el inconsciente 9 Freud S. "Pulsiones y desttnos e p. Véas~ Lacan, J.,"Subversión del su¡eto y ia ecnc
d'
10.
freudiano", F.scritos 2, ob. cit., pp. 7~6 y .ss.Libro7 La éticadelpsicoanálisis, ob. cit., p. 253: 'ra mo envuelto en un campo central, 11 [N de E.] Lacan, J.,KJsemmano, · · te se presen co d d "Problema del goce, en tanto que es 'dad d opacidad en un campo ro ea o ~or · "bilid d de oscun Y e ' · , con caracteres de macces1 a ' l . ás que difícil, inaccesible qwzas, en la m~dida ba rrera que vuelve su acceso a su¡eto m l n'sfacciónde una necesidad, im lemente como a sa . lb una en que el goce se presenta no pura y .s, p I n'do en que este término e,age la e a o. e ., d en etecles" sen 1 sino como la sansracc10n e un a.puls1on, ración compleja que intento arttcu ar ante us .
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Entonces, ¿cómo incide el significante en el goce del sujeto? El creciente pesimismo de Freud respecto de las posibilidades del psicoanálisis en lo que a esto toca es bien conocido. Ese pesimismo que lo llevó a introducir lo que llamó el masoquismo primordial, muy distinto del presunto masoquismo femenino. Este masoquismo que se supone en las mujeres no es más que un fantasma masculino, aunque puede ejercer en ellas efectos de sugestión. En todo caso, es un asunto complicadísimo. Para Freua, el masoquismo primordial estriba en que el paciente tiene apego, precisamente, lo que le hace daño, a aquello de lo que quiere que se lo cure. Freud se dio cuenta de que los pacientes, grosso modo, no querían curarse -o, en todo caso, no completamente-, y esto lo llevó a suponer que su sufrimiento estaba habitado por un goce desconocido por el propio paciente, y que este goce era inamovible. ¿Cómo, mediante el discurso, despegar al sujeto de este goce que, por lo general, el fantasma viste? Decir que el fantasma viste el goce no es cosa que sea difícil entender. Así comienza Freud con su fantasma "pegan a un niño". Explica que se trata de relatos, imaginaciones que el sujeto evoca a voluntad, pero a un tiempo, en forma compulsiva, y que, a la postre, lo llevan al goce masturbatorio. El fantasma, en este caso, permite que el goce sea agradable, aunque esta no sea la naturaleza básica del goce. Por el contrario, tal como lo descubrió Freud, el goce estriba en no sentirse a gusto en el propio pellejo y, de cierto modo, en sentirse más bien a gusto en el mal. Esto lo lleva a hablar de masoquismo, pero de un masoquismo primordial, no solo perverso. Cierto modo primordial del sujeto de sentirse bien en el mal, de sentirse a gusto en lo que le hace daño. A este respecto, el fantasma -el fantasma, qlle consiste en soñar despierto- permite al sujeto regodearse en eso. Eso es lo más difícil de modificar en el sujeto, porque pertenece a lo real del fantasma: lo intocable, lo inamovible del fantasma. Yo diría que Lacan se formuló la pregunta acerca de cómo incide el significante en lo real del goce, a lo largo de la mitad de lo que constituye su enseñanza. Y es de veras extraordinario que, durante toda esta segunda parte de su enseñanza, todo el mundo siguió creyendo que estaba diciendo lo mismo que durante la primera. Creían que seguía diciendo solamente: ello,el inconsciente, habla,mientras que estaba diciendo: ello, el inconsciente, habla,pero el ellogoza. Incluso me referí a eso en Caracas, en 1980,en una c;orta exposición; creo, y lo digo con toda modestia, que todo el mundo se mostró sordo a
a
, 1 dimensión que intento explorar. . . , Desde esa epoca, es a p , un curso semana l d e un esta d1mens10n. , h 1año pasado, en ans, L Ello me llevo a acer e ·¡ . , de la enseñanza de acan; ., d 1 · , esta osc1ac10n año basado en esta escans1on, d' l rinomia y la articulac10n e . 11 , a estu iar a an..,w y el año pró:x1mome evara síntoma y el fantasma: ·¡ . dora porque pone en imágenes la La historia de Saki es muy 1 umma . ' .ficante de lo real, se puede idea de que si se transforma el contexto s1gn1 cambiar su valor. , . . d ende de esta posibilidad. , ·¿ d 1fi l de un ana11s1s ep Para m1, la 1 ea e na d h cenne preguntas o contarVoy a detenerme a~uí p~ra que pue an a me algunas historias divertidas.
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VII FIN DE ANÁLISIS (1992)
1. PRESENTACIÓN La "Presentación" corresponde a la pano_Parlante, realizado en Caracas a~er.:a !el Seminario Fin de análisis.Seminario His• n¡ o el992. Pubhcado en Fin de an T · C "E ª !SIS, aracas, Escuela del C F ntre ~emblrote_y r:al" corresponde a la última a~~o reudia~o d_eCaracas, 1993,p.1. ses1on del semmano Fin de análisis. En la ffi1SI~apublicación: pp. 39-50. En esa versión no corre ·d ' gi a por el autor: texto establecido por Juan Luis D I Ma . e montun.
Las ponencias de hoy tienen como mira el tema del próximo Encuentro: el fin de análisis. En mi intervención en la clausura del Encuentro, propuse la fórmula siguiente para el tema de este próximo Encuentro: "Las conclusiones de la cura", con el propósito de hacer hincapié en el carácter lógico de la cura analítica. "La lógica de la cura" es una expresión de Lacan que se encuentra al fin de su texto de presentación a la traducción al francés de las Memorias del presidente Schreber, texto de 1966 que yo le había pedido a Lacan que escribiera para inaugurar la publicación de las Memorias,capítulo por capítulo, por primera vez en francés, en una revista, ("Présentat:ion des Mémoiresd'un névropathe",publicado en 1966 en Cahierspour l'analyse)y que ha sido editada ahora en la colección del Campo Freudiano.1 En ese texto está la expresión "lógica de la cura", pero habría que verificar si no se encuentra en los Escritos.Además, no necesitamos referimos a esa expresión: cuando Lacan hace su "Proposición sobre el analista de la Escuela"/ en 1967, pone por escrito su definición del Sujeto supuesto Saber, presentando el algoritmo de la transferencia -y "algoritmo" es un término matemático, lógico; un algoritmo es una fórmula que da la ley de una serie-, que recalca el carácter lógico de la cadena significante constituyente de un análisis.
l. [N. de E.] Lacan,J., "Presentación de las Memoriasde un neu,.ópata", Otrosescritos, ob. cit., p. 235: "No se trata aquí de ningún acceso a un ascetismo místico, tampoco de ninguna apertura efusiva a la vivencia del enfermo, sino de una posición a la cual solo introduce la lógica de la cura". 2. Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela", ibíd.
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]ACQVES-ALAJN MILLER Se justifica po · . ' r cons1gmente, situar el fi , .. ., s10n. En esa misma interve . , n de anahs1s como conclu, nc1on propuse ad no so lo el fin de análisis sino t b', ' emas, que consideráramos c 1 . am ien las i t . . , n errupc10nes de análisis amo conc us10nes es decir d' ' 'que exammaramo b , có se po ia apreciar, apres-coupla in . . , s y uscaramos verificar la log1ca de una cura a partir d 1 ,fi scnpc10n de una interrupción en blecido la transferencia. Así la :n:e:ma_~arti~ular en que se había estapc1on 1lllsma puede eventualmente ser pensasa como concl,us·, IOn pero com " . contmgente, propuse "Variedad d, I 1· o eventualmente" parece · e a sa ida de -1· · ,, Para re f1exionar sobre el fi d '1· . ana 1s1s como subtítulo n e ana , En este seminario de h bl h' 1s1sprop·iamente d"icho. · a a 1spana no rrupc10nes "prematuras" N l" . nos ocuparemos de las inte~abla hispana, de París, ~a ba pedir a algunos colegas de sm pensar en hacer un sem1·nar· xhonso . re el tema del fin de análisis 10 e ausnvo I ' ti ' N on. . o nos propusimos presentar , comp eta, sobre la cuesprefenmos pedirles a cada uno d ~ programa de estudios completo· de su reflexión sobre el te e e os que presentaran lo más álgid~ p d ma. ue e, entonces, haber inconsistenc· Alias entre_ las exposiciones, lo cual _nome parece que sea un probl suraier . . ema. contrario , 1· . i,,. an contrad1cc10nes ose .d d ' sena un a IVIoque 1 ' un a es conff d·r fu era e caso, sería pertinente d' 1' ictos, herencias v si ese U agu izar os n . na tercera precisión: el semina . . . . sac1ón, a pesar de que fue anu . dno tlen.e cierto carácter de improvit neta o con tle E , 1 mpo. s una ventaja: así el ema no apabulla, el discurso tien quien buscar lo propio. e mas so tura y eso le permite a cada
2. ENTRE SEMBLANTEY REAL
1:1º.
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::p~:~:~mos
Quiero utilizar esta última parte del seminario para promover la perspectiva lógica con respecto a la cura, a la experiencia analítica, porque me parece -me parece ahora- que no vamos a hacer un buen trabajo, durante estos dos años, sobre el fin de análisis si no adoptamos esa perspectiva lógica. Sé que la jornada de trabajo ya ha sido larga, y voy a intentar, entonces, no cansarlos demasiado y dejar, además, un tiempo para la discusión tanto de mi pequeña contribución como de las contribuciones que han oído hasta ahora. Esta última sesión del seminario es importante, porque la próxima vez que nos volvamos a ver en un __ conjunto amplio será dentro de dos años en París, en 1994-a propósito del fin del análisis-y es la última ocasión para tratar de preparar nuestro trabajo para ese Encuentro. Ese es mi objetivo de esta noche. No me propongo desarrollar resultados, sino sentar unos fundamentos que creo indispensables, y espero que la discusión permita aportar nuevas ideas y nuevos temas de trabajo. Seguramente al final de este día son ahora ustedes mucho más sabios, saben muchas más cosas que yo, porque no he podido seguir el seminario durante el día y ustedes sí. De tal manera que voy a presentar una cosa muy elemental en realidad, pero que me produce cierta perplejidad. Pienso que para trabajar sobre el pase, sobre el fin de análisis, primero hay que poner en tela de juicio si realmente el fin de análisis existe. No pienso que haya que considerar a priori, para la reflexión teórica, que el fin de análisis exista, que sea algo con lo que nos hayamos topado varias veces. Aunque solo sea de manera metódica, como principio de método, creo que es necesario preguntarse si el fin de análisis existe, y creo que dentro de dos años el asunto de las ponencias será ver si se
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JACQUES-ALAIN MILLER FIN DE ANÁLISIS (1992) puede demostrar que existe, si se puede demostrar hablando, porque es así como opera el psicoanálisis y como transmitimos nosotros el saber.
Un cambio en el modo de gozar En mi opinión es una buena idea incluir el tema del fin de análisis dentro de la categoría más general de la salida de análisis. Salidas hay. Sabemos que en un momento dado, por lo general el binario analista-analizante se separa. Eso sí lo sabemos. El asunto está en diferenciar la interrupción y el fin, y demostrar, caso por caso, qué permite pensar que se trata de una interrupción o que se trata de un final. No hay que olvidar que Freud tenía sus dudas sobre la existencia de un final verdadero, definitivo, del análisis. Para nosotros, que tomamos a Freud en serio, eso es ya un recordatorio de que es conveniente medir sus pasos antes de afirmar, a propósito de tal o cual salida, que se trata de un fin de análisis. Pienso, en este sentido, que es asunto urgente, punzante, preguntarse en cada caso y en general si el fin de análisis es un hecho o una ficción. En la Escuela de la Causa Freudiana, para un coloquio sobre el pase el año próximo, hemos elegido precisamente ese tema: "El pase: ¿hecho o ficción?". No es una fórmula muy precisa, porque supone que un hecho se define por no ser una ficción, y por tanto se refiere a una oposición binaria entre lo real, por un lado, y lo imaginario, por otro. Añadir la dimensión simbólica obliga a recordar que un hecho es siempre dicho, y que no es cierto que exista tal oposición entre hecho y ficción. Y obliga en particular a recordar, en cuanto a este punto, el axioma de Lacan de que la verdad tiene estructura de ficción. 1 Lo cual permite entender que concebir al pase como un efecto de verdad que tiene estructura de ficción tal vez no sea desmentir, negar, la verdad del pase, y que esa posición se podría defender. Pero sucede que cuando consideramos el fin de análisis o el pase nos proponemos ver si se trata de un efecto de verdad que se da en lo real, propósito que ilustra en la teoría, por ejemplo, la pregunta de si se produce un cambio en la pulsión que marque el fin de análisis o que sea posterior a él; un cambio, por lo tanto, en el modo de gozar. Nos proponemos examinar si tal cosa se puede distinguir en el fin de análisis. Mencioné las dudas de Freud. Ustedes saben que Lacan
l. [N. de E.] Lacan,J, Elseminan'o,Libro 7,La éticadelpsicoanálisis, ob. cit., p. 22: "Fictitiousquiere decir ficticio, pero en el sentido que ya articulé ame ustedes que toda verdad tiene una estructura de ficción".
. nte había un fin de análisis .. no tenía tales dudas: pensa b a que d ' efect1vame 'li . marcaba' un cambio de firutlvo 1 ese fin e ana sis T . S posiverdadero, rea ' y que l la posibilidad de reana isis-. u .. del sujeto -aunque esto no e~~ ~ya ue este marca un cambio defirutJ.vo ción es que hay un fin de analis1sy qsituar el pase entre semblante y real d 1 J·eto. Me parece, entonces, que., su exacto que entre h ech o y ficc10n. ese más
La lógica en la práctica analítica
.
. d d la ers ectiva lógica en la mvesAhora bien, defender la,11:e~esid:im~e- tst; con recordar que analitigación sobre el fin de analts1s es p . vacía aburrida, desordenada, , E h bl de manera a veces zarse es hablar. s a ar . o tocando unas veces un tema, l e decir y a veces n ' teniendo a veces a go qu el presente y otras recor dan ' d" , d e unas veces en a veces otro, concentran os ue se dice en análisis, si se pu ,t~~a do cosas o haciendo pro~ectos. ~o q de prosa -nadie hace su anahs1s anotar haría un muy cur10so vo ~e~ , libre para indicar que lo que en po;sía-. A eso lo llamamos ~sociac10n, do~nado no está ordenado dice el analizante no está presento ' no1esta. encia de 'decir, d e h abl ar. y . re por una ley, por una or den '. a no ser a exig alista no lógico an de s1emp con ello se entiende muy bien que_un and , decir que un analizante no · lítica Casi se po na T · .
i:
2. Lacan, J.,"Televis!ó~", Otrosescritos, ~~-1967 sobre el psicoanalista de la Escue3. L acan, J., "Propos1c10n del 9 de octu la", ibíd.
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JACQUES-ALAIN MILLER FIN DE ANÁLISIS (1992) importante para el Encuentro de 1996 en el que trataremos la interpretación, el último elemento del temario de la dirección de la cura. Desde ya podemos tener en la mira el Encuentro sobre la interpretación, para hacer que marque también un progreso en el uso y la referencia a la lógica en la práctica analítica. Voy a intentar deslindar el asunto de manera sencilla y precisa. En la historia, un modo del decir ha sido fundamental para pensar el decir: el deducir. Nos es preciso examinar la relación que existe entre el decir y el deducir, cuya forma más simple tal vez sea la implicación, es decir, la forma "Si ... entonces ... ", que organiza explícitamente una secuencia, una consecución, una serie. El paso del decir al deducir es el que hace ver -así sucedió históricamente- que la lógica es un ordenamiento del decir gracias a lo escrito. Ahora bien, la vinculación con la lógica se impone al psicoanálisis en la medida misma en que la asociación libre constituye una conminación, un imperativo a decirlo todo, que pareciera fundarse en la proposición, el axioma de que todo se puede decir. En efecto, así más o menos se lo comunicamos al paciente: que en el consultorio todo se puede decir; se puede decir todo aquello que por diversas razones no se puede decir en otras circunstancias. Pues bien, esto le da especial relieve a la deducción fundamental de que todo no se puede decir. Antes del No hay relaciónsexual, antes del La mujer no existe,lo imposible más fundamental, el no haymás fundamental es que todo no se puede decir. Lacan le dio, por cierto, la función más eminente en su grafo del deseo, bajo la forma del famoso S(.A),el significante del Otro tachado, para que recordemos que en la experiencia de la asociación libre, en la experiencia del "todo se puede decir", nuestra sigla, nuestro emblema, es, en realidad, al contrario, que todo no se puede decir. Y precisamente porque la práctica psicoanalítica se constituyó sobre el "está permitido, es legítimo, está bien, es efectivo, es pragmático decir todo", precisamente porque introdujo en el mundo esa novedad, esa posibilidad que nunca antes se había abierto, puso de relieve a la vez, de manera conectada y con suma agudeza, la fórmula contraria: que hay imposibilidades lógicas del significante. Esto, hay que decirlo, ocurrió de manera contemporánea con los progresos, ya antiguos ahora, de la lógica matemática del primer tercio del siglo. Al S(A) lo podemos llamar, para empezar, lo indecible. Entonces, para ser muy sencillos, podemos referimos a la lógica proposicional más elemental, que es un esfuerzo para captar lo dicho en lo escrito y ordenarlo. Y para no complicar las cosas, tomamos una proposición A, como se dice en lógica, que no es otra cosa que una frase. Es
fr d. ha en proposición, es una frase dicha con lo que transforma esa aseect1oca su valor semántico, ·d esa frase con resp decir que no cons1 era7os d .ón ni con respecto al afecto que ni con respecto a su ~a or d~ evrcaf~~se' sino solamente con respecto ' frase dicha y se considera podemos tener cuan o se dice a 1 d d d Cuan o se toma una a su va or e ver a . d decir que se toma como una solamente su valor de verdad, se pue e l d dad como uste. ., , l de verdad. y ese va or e ver ' propos1c10n se~ _suva or d más ue· o verdadero o falso. Una frase a one que se puede evaluares bmano; es nad a d qd . ¡des saben, 1 g a su valor e ver a -se sup .. d A a cua se agre . . , 1, oica Así estoy unhzan o . fr mo una propos1c10n ºº· · ., consntuye esa ase co . . , B que tiene tamb1en su 'TI os otra propos1C1on , en1este momento. omam . en tercer lugar la conexión entre d d d y podemos examinar, ' va ord e ver a '· · es Para escn"b'ir la co next"o'n entre esas dos propo., esas os propos1c10n . A l bo [O] que significa relac10n, ' siciones, escribimos solamente ~ e rom vínculo, conexión, Y B.
AOB . S un S para hacer muchos Como ustedes saben, es s_ufic1~::el~ndi~:o sobre lo escrito. Lacan llar' muchas consecuencias argumentos sobre el lenguaJe, so d ·¡· , d . .ficantes para esarro . . solo utl izo os sigm . . , de las dos propos1c10u strmda esa conexton interesantes. na vez con b I lor de verdad del conjunto. Es d guntarse so re e va d nes, uno pue e pre d biar según el valor de verda un tercer valor de verdad que pue e c~m d d.e -lo descubrió la · ·, El l r del con¡unto epen de cada prop~s~c10~. d o de conexión que establecemos entre A lógica propos1c10dna e 1 pote y ya B E . t n fun amenta men tres grandes tipos de conexión, . , . a secuencia, es la secuencia mm1ma, y . XIS e cuando tenem_osA OB, t~n~mos¿n. e odría decir: un análisis se lleva la cadena significante mmima.S .ª~s !a empezar y S2 para concluir. a cabo por entero entre S1 y 2.' i p d resumir a partir de Fundamentalmente, todo un discurso se pue e
~~
, . icional se descubrió que no había esos dos términos. l l de verdad como se Ahora bien, con la logica propos . d . s con respecto a va or b lan·o mínimo de conexión: tantos tipos e conex10ne , S d b · , que con ese vaca u podia creer. e escu no . , l . ., eventualmente -pero no . 1. ·, l d"syuncwn a con¡unc10n y 1 la imp .1cac10n, a 1 ' . d' , . alenc1a ispomam os de lo esencial para 1a es tan mteresante- a eqmv d' . l ducción del decir al traducción lógica de lo dicho, es ec1r, para a re deducir.
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Verdadero-Falso Para pensar sobre eso -creo que es difícil ser más sencillo- podemos tomar las reglas que gobiernan el modo de conexión proposicional que es la implicación, que podemos escribir con una simple flecha ---+. Nos interrogamos sobre el valor de verdad de la conexión A - B, siendo la flecha un equivalente más o menos exacto del "Si ... , entonces ... ", y tenemos ,tres valores de verdad que considerar: el valor de verdad de A, el valorC.de verdad de· B y el valor de verdad del conjunto que vamos a llamar A ___ V
.,_.,B
F F V
V F V F
e V V V
, . a exfalso sequitur quodlibet.4Si Esto ya lo había formulado la escolastlc d' puede ser verdadera o falsa, la primera proposición es falsa, 1~;e~m:ra proposición es verdadera y el con1·untoes verdadero, pero s1 ª1 f: lso Lo falso no se deduce y l . t no va e es a . . ., la segunda falsa, e con¡un o l ' or medio de la implicac10n, con de lo verdadero, no ?uededempal mar:s~:cial en el conjunto total df:ellas 1 er dadero. Esto mtro uce a go . d1ºceque V ._ F es a so, ov . d l dos letras: s1 se . . permutaciones posibles e das "b"r según la ley de la lógica propos1ello sigm·fica que no se pue e escn 1 l e de la sana deducción: que en "b V ---+ F se exc uy . . . cional; que qmen escn. e . . , V ---+ F no se puede dec1r. el conjunto total de la 1mphcac1~n tr s veces s lo podemos traduc1r a Esto, como ya lo he mostra o o a ' un grafo:
((v)-- -
F
Creo que muchos de los presentes conocen el sistema, muy simple, que gobierna esas posibilidades. No son muchas: o A es verdadera, B es verdadero -tenemos solamente dos letras que poner-; o una es falsa, la otra es falsa; o una es falsa, la otra es verdadera; o lo contrario. Esto constituye un todo. Son todos los binarios que se pueden escribir con las dos letras V y F. Con esas dos letras solo se pueden escribir cuatro binarios a partir de dos proposiciones, de dos significantes. Esas cuatro palabras casi nos dan lo que llamamos el Otro completo, nos dan un vocabulario completo, donde no falta nada. Son todas las permutaciones posibles de esas dos letras, dos por dos. Es un Otro mayúscula elemental, y es equivalente, siempre es así, cualquiera que sea 1aconexión entre las dos letras: cuando en lugar de 1aimplicación escribimos la disyunción, también nos referimos a ese conjunto total. Pero según el tipo de conexión que establecemos entre A y B, el valor de verdad de e cambia. En el caso de la implicación, cuando las dos proposiciones son verdaderas, el valor del conjunto es verdadero; cuando las dos proposiciones son falsas, el conjunto es verdadero; cuando la primera proposición es falsa y la segunda verdadera, el conjunto es verdadero. La única posibilidad que queda excluida, la única en que el valor del conjunto es falso es cuando la primera proposición es verdadera y la segunda falsa.
---11-
-:0
para Y Y el otroprohibido. ver dyadelero . .lo falso, D e l.º Hacemos dos puntos: uno para lo . "d recorrido ·dos penrutl os ' nru vamos a escribir los recorn , ennitido De lo falso a lo falso, esta pe_ . verdadero a lo verdadero, esta p , e~tido. Lo que no está penru?~º .d De lo falso a lo verdader9, esta p .do no se puede escnb1r. t1 o. es el recorn "d de la línea punteada. tal·Ese recorn Con ello se fractura el con¡unto to .
°
.
Permiódas
Prohibidas
w
VF
FF FV
. 1 alabras permitidas: VV, FF, FY,y ""enemos de un lado, la hsta de as p d d cción. Así se descompleta .u ' b er en una e u , . ·fi del otro VF, que no d~ e aparee d lo ue Lacan llama la batena ~1gm = el todo del vocabulario, el tod~ e q de un significante "mas uno cante, y con el elemento VF disponemos
. cosa. [N d E l . "fica.. D e lo falso cual-por qm·er e¡emp . 1Designa • un ·ca Locución que s1gn1 . se sigue lóoicos o, 1a 1o~ 4. . e · , . al os otros sistemas .,. d · alqmer . 'pio de la lógica clas1ca y de gun . . , contradictoria se puede de um cu pnna ld a propos1c10n ., . , · según el cua e un · cipiode explos1on. intmc10mst~-. , Este principio es conocido comoMpnn II Buenos Aires, Manantial, a las islas", atemas ' otra propos1c1on. 5. Véase Miller, J.-A.,"Un VI·a·e J 2008, pp. 79-88.
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que nos da, de manera muy elemental, el modelo de lo no inscribible o, tomando lo escrito como referencia para lo dicho, el modelo de lo indecible. Es excesivo decir que lo tomamos como modelo de lo indecible, porque ese indecible no tiene nada de místico. Salta a la vista que no hay ninguna razón para que la sustancia de VF sea distinta de la de VV, FF o FY.No es una sustancia distinta. No es Dios que descendió a la tierra, no es un eletllento sagrado; es solamente lo que en ese sistema no se debe escribir para que se sostenga la consistencia lógica de ese sistema. Creo que es útil recordar esa referencia en el momento de pensar en la consistencia lógica de un análisis, porque a eso apuntamos. El término VF, aunque su sustancia no sea distinta a la de los otros términos, no puede aparecer cuando uno dispone solamente de esa máquina del decir. Cuando uno dispone solamente de ese grafo, nunca va a aparecer VF, porque falta el recorrido. Cuando se trata de una máquina, aunque le den a uno toda la libertad de manejarla como quiera, nunca aparecerá VF. Le pueden decir a uno que diga lo que quiera, que escriba lo que quiera, y sin embargo nunca aparecerá VF porque es lo indecible. Vemos de inmediato cuáles son las secuencias que se pueden escribir y que no son muy ricas. Porque si se empieza por F, se puede escribir FFFF indefinidamente y se puede, incluso, en cualquier momento, escribir otra cosa, una novedad: V. Pero a partir del momento en que se escribe V tendrá que volverse a escribir V al infinito; nunca se podrá volver a escribir F. Esto nos proporciona un modelo de lo definitivo, que en cierta manera es el que andarnos buscando en lo tocante a la experiencia analítica. Nos dice lo que se puede decir -FF, Fv, VV-y lo que no se puede decir -VF-, y también qué puede suceder que sea definitivo: si se dice V, nunca más se podrá escribir F. Uno puede decir: maneje la máquina a su antojo, pero una vez que esté del lado V,por más que trate usted de hacer surgir F y aunque pueda usted haberse pasado el tiempo que quiera en F, ya no volverá a surgir; siempre quedará usted decepcionado. Cada vez que V aparece de nuevo, usted espera que aparezca F,y una fuerza opositora, una fuerza de maldición, impide que surja. A partir del momento en que se escribió V,F queda definitivamente excluido, de manera que cabe incluso preguntarse si sigue siendo un significante y si no se ha transformado en objeto a, un objeto a que se espera entre cada significante, sin que jamás pueda aparecer en la cadena de los significantes. Pues bien, esto, tan simple corno es, es una consistencia lógica, es un sistema que tiene consistencia lógica. Lo importante es percatarse de
., al si nificante de la flecha, hay u? tér~no que con relacron a la flech~, g n al de un efecto de pura smtaXJ.S. Es excluido: VF. Esto es lo mas elent t rrolla con mucho detalle en la preb d '" 6 que es un texto de como el núcleo de lo que Lacan ~sa "S . ·o sobre La carta ro a a , l . estra un sujeto corre aovo sentación de su eminan , . . . l fi de anahs1s porque mu . ºfi referencia para e n . , lta de la marca s1gn1 cante en tan solo de una sintaxis, un su¡eto que resu lo que tiene de más simple. h la d1·syunción Av B, el tér. bº la flec a por ' . l b' . es estarán permitidas. y e Por supuesto, s1se cam ia ·¿ FF L otras com mac1on mino exclu1 o es . as . . l 'gica es distinto del otro, es grafo que corresponde a esa consistencia o el grafo siguiente: NO SI
vv
'b'lid De la impotencia a la impos1 t ad . . 1 ue no existe es la relación de F conEl vaivén entre V y F existe, o q . . fim·ta de VVV.y pueden tr una secuencia m ' sigo misma. Pueden encon ar F no dos. Cuando aparece una , ento una , pero V p eden encontrar de nuevo una encontrar en a1gun mom F inmediatamente se debe vo~ver ad . un·nuar indefinidamente en su s1 pue e con d F',, pero para volver a V, que , . 1 de algo que no se pue e , 1modelo mas s1mp e VV indefinidamente y en un circularidad. Tenemos as1e . , d"syunc10n aparece 1 d decir. Cuan o en a t , uno espere que aparezca una F por mas que . momento dad o aparece ' . ' Es como si se evitara esa segunda F, es decir, la palabra FF, ,pVuesno~ si hubiera un movimiento . .. d . a que volver a 'com . d fi ·¿ pos1b1bda y se tuvter d d . El su¡'eto que espera m e ru a. 1 o se pue e ecir. . para evttar o que n F or más que diga cualqm~r cosa, por mente que aparezca la doble , p , di todo expenmenta una , . · a por mas que ga más que diga 1o que qmer , . d ,·mpasses· hay algo que nunca . · una secuencia e · d impotencia, un rmpasse0. . a decir puede llevarlo, en etery impotencia par , · · va a poder decir. esa . . 1 le del sistema, a pensar que la ma~1;1na minado momento, a percibir a y , . d firu·da por la disyunc10n y "be es la maquma e con la cual ha bl a o escn b la FF que nunca aparece. . t no vale la pena uscar , que, por cons1gmen e, b d '" Escritos1 ob. cit. "El seminario sobre 'La carta ro a a ' , 6. L acan,J.
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FF
VF FV
JACQUES-ALAINMILLER FIN DE ANÁLISIS(1992) rá, que no hay que esperarla más, que el FFneidnunca será satisfecho.7 Esta conclusión, que traduce exactamente la fórmula de Lacan "pasar de la impotencia a la imposibilidad", 8 se fundamenta en la percepción de la ley que domina la secuencia. Pues bien, Lacan no pretende que el análisis dé con lo real de otra manera que no sea esto que ahora se presenta como imposible de decir. La resistencia de ese imposible de decir traduce lo real o es estrictamente idéntica a lo real. Llamamos real a un tal imposible, pero es un imposible, un real, relativo al significante organizador del sistema, estriétamente relativo al significante de la flecha que elegimos. No es un imposible absoluto; es un imposible relativo a esa consistencia significante, la cual, además, es en gran medida arbitraria. Es, a decir verdad, un semblante. Pero la conexión de esos semblantes, la conexión lógica de esos semblantes, produce un imposible idéntico a un real. Me parece que las elaboraciones que se hacen con mayor o menor precisión sobre el fin de análisis tienen que ver, en primer lugar, con ejemplos clínicos más o menos demostrativos de que un sujeto ha percibido -y hay que examinar de qué tipo de percepción se trata-, da fe de haber percibido la conexión de su decir con un semblante amo, con un semblante organizador; que ha percibido la ley que organizaba su decir. Ha percibido que lo que le era posible decir y lo que le era imposible decir dependía de ese significante; ha percibido la dependencia de su decir libre con respecto a ese semblante amo. Y a veces no se produce una sola vez. Es como si hubiera -diría- sistemas parciales del decir; como si en el transcurso de un análisis se recorrieran varios sistemas con un significante organizador así y, en un momento determinado, el sujeto se percatara de la regla de su decir, del axioma de su decir. Un sujeto se percata de que la frase que lo obsesiona, por ejemplo: "me engañaste", es una marca que le viene de su padre, y que esa marca lo coloca en una posición de fundamental desconfianza hacia los demás y hacia sí mismo. Y esa posición cede a partir del momento en que le aparece esa fórmula como un grafo de ese tipo, que le apa-
7. [N. de E.] FFneides una expresión construida por referencia al Penisneid-término introducido por Freud- en su acepción deseodel pene. Correspondería, entonces, a: "El deseo de FF nunca será satisfecho".
8. [N. de E.] Lacan,J., " ... o peor", Otrosescritos,ob. cit.,p. 577: "Se trata en el psicoanálisis de elevar la impotencia (la que da la razón del fantasma) a la imposibilidad lógica (la que encarna lo real)". También en Lacan,J., "Reseña del Seminario XIX", El seminan'o, Libro 19, .. .opeor,ob. cit., p. 239.
. d 1 mundo de su discurso. Es como si la rece como orgamzador e d a regla como esa, implicara d ·orna como ese e un ·· aparición e un an Como s1. d escu nr esa regla también le permitiera la caída de la regla.
b.
al sujeto dejar de obedecerle. de deslindar la conexión del · Jugar tratamos 1 Entonces, en pnmer ' d 1 buscamos demostrar e ¡ hora en segun ugar, d· decir con la reg a, y a ' . to buscamos mostrar que a cambio del semblante amo pa~a un su¡e ' del grafo de la implica¡ l digamos- que va un paso equiva ente a pas~ ,r . te cosas que antes le eran d 1 d. yunc10n E1ect1vamen ' . ción al grafo e a is . 'bl nque pagando el precio d . h a le son pos1 es, au 1 imposibles de ecir, a ord d . S bserva efectivamente, que os 'bl e ecir. e o ' . de un nuevo 1mpos1 e . d d n en que se les abren nuevas r d mbw e ese or e · sujetos dan . ·1·d d ied edun_ circaque antes 1es estaban cerradas. Esto nos perm1pos1b11 . . d momentos de pase que son, a 1 a des e e ra apronmatlvae . d d te hab ar - e mane 'd d S en tanto que semblantes orgamza ores e fin de cuentas, ca1 as e .i C d que se produce una de estas arciales a a vez h h · l' · consistencias og1cas p . d dec1'r"· y el simple ec o . "ahora se pue e , caídas, se traduce por un. . d pueda decir le hace perder su de que ese significante orgamza or se
°
d'd ue el su1·etoexperimenta en carácter oculto. 1 · bargo a me 1 a q Tercer punto: sm em ' . t bién se concentra o s franqueamientos, am l, . su recorrido ana _1t1coeso . osible de decir absoluto. y damos, por imposible de decir como un imb~ imposible que ya no cam. ., l ombre de o Jeto a a un b l aproximac10n, e n . 'bl en cierto modo a so uto. bia, como una constante de ;st\1m~ot: d: con ese imposible,en ese Se puede entender que cuan o de i5u¡e riencia analítica, que se desamomento él mismo pueda cade:de a ex~:n ese momento se da, efectinime a continuarla, en la me 1 a en qu vamente, algo definitivo. . . del ase se caracteriza por un cambio ca del análisis, de tal manera Es cierto que el proced1m1~nto . de los parámetros de la consistencia gt s la posibilidad de decir . · d ¡ se aparece a vece que en la experiencia e pa más de reducir un ,1. · de avanzar un poc O ' más que en el ana is1s,esto es, C . eces en el procedimiento . 'bl bsoluto orno s1 a v , Poco más ese impos1 e a d. a volviera al estatuto de SI' y 1 h bía acepta o como lí . del pase, o que se a h b' d. do caer en la experiencia ana ttca. Pudiera caer lo que no a ia po 1 lo esencial del pase -poder , rror pensar que eso es d Pero creo que sena un e . l 'l' . - porque en cierto mo o h d'd decir en e ana is1s ' . , tr de las coordenadas del d1sdecir lo que no se a po i o b' de parame os, d 1 es un puro efecto e cam 10 1 , . n el procedimiento del pase d d h d oblema de o extimo e curso. El ver a ero pr d d . . o al contrario, apre en er no es que se diga lo que no se pue e ecir sm '
fó.
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JACQUES-ALAIN MILLER lo que Lacan llama le contour el contorno l l . , ' o sea a go que nunca estará en presencia 9 Lo difíci·ld ' d · e esa eva uac10n es qu de algo en ausencia in abse t· . . e, en to o caso, se trata transferencia IOTant'oesta' _n zba,a ~iferencia de lo que Freud dice de la · m a sentta que pr · l . . to del pase está hech O . .' ecisamente e procedimienpara materializar la ausencia · 1 del propio pasante la del . . , Yen pnmer ugar la , prop10 SUJeto.
Un fin lógict> Ahora bien, esto lo encontramos fi cada en "La carta robada" . e~ ~na orma mucho más sofistidel sujeto. Lacan desde a' coto e1ercic10de determinación simbólica determinado rec~rrido su~;: mome~to, conce~ía, el.análisis como un cia lógica, y su perspectiva era v~e e:trict~mente identico a una secuenteníamos una representación de la/ª1:1r de _ley~so gra_foscomo estos eXIgencias mdefimdamente conservadas de la cadena . .fi sigm cante que ·, deseo freudiano el lugar d 1 d ' fr no~ permitia representarnos el . ' e eseo eudrnno en su · persistencia indestructible Ob , ., , permanencia, su · servese tambien -y ere . la perspectiva central el e1·ed o que constituye , e su ensenanza- que d l en 1966, cuando ha elaborado mucho , l b. cuan o vue ve a esto "P arentes1s , . de los paréntesis" mas e ,o •Jeto. a. , Lacan sena - l a, en 11 , , que en ese 'e1erc1c10 [ J · ·b el genero de contorno" d d d · ·. se mscn e , e rue o e rodeo " l del significante cobra su aspecto c~usal" t ' en que e caput mortuum frase tal vez no es muy el L ' _ornasu aspecto de causa.12La r , ara. acan considera que en que un elemento si n·fi en estos ienomenos excluido IJ el ca11utmo~u1 cante qlueda rodeado, y por tanto evitado, , ' r m, que es a parte que qued ., alqmmica su resto es de · . . a en una operac1on 1 'T, d' c1r, e s1gn1ficanteexcluido, cobra aspecto de causa del d' ,d . l eseo. 1.0 o esto apunta , 'po~ asi ec1r,a a transformación del significante en ob1"etoa· , 0 , mas precisamente l · l . una determinada consistencia d l . "fi ' a a ~qmva encia entre e signi cante y el obJeto a. En esa frase
9. Véase Lacan,J., "La equivocación del Su·e " J to supue 5to Saber , Otrosm:ritos,ob. cit., p. 360, nota 4. 10. Freud , S., "So bre ¡a d.rnam1ca , · de la transfer . " O b 'L enc1a ' brascompletas,vol. XII, ob. cit I l. Véase Lacan J "El se1111· . , ·, nano so re a cart b d ,,, Es . · 12. [N. de E.] Ibíd p 51 · "E , a ro a a ' critosI, ob. cit. p. 48. . . ·, · · Sto no es mas que · · · ' des1gnw de inscribir en él la clase d un e¡erc1c10,pero que cumple nuestro e contorno donde ¡ h IJ mortuum del significante toma su aspecto causa!". ' o que emos amado el cam1t r· 13· [N. de E.] En francés contou · ·¡:¡ evitarlo. ' rner s1gm ica dar un rodeo en torno a algo para
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ya está presente, en esencia, la proposición fundadora del pase, o sea: que el objeto a es una consistencia lógica. Es preciso, entonces, ver por qué y cómo se puede decir que el objeto a es una consistencia lógica. Hay una equivalencia estricta entre el sistema -la consistencia lógica- y el elemento excluido. Con el sistema de la implicación, se puede presentar diciendo: o que son las fórmulas permitidas o que es la fórmula excluida; es equivalente presentar su consistencia lógica a partir de la consistencia lógica del todo que se puede escribir o a partir de lo excluido, de lo que no se puede escribir. Me parece que cuando Lacan dice que el objeto a es una consistencia lógica, lo dice en ese sentido. 14 Ahora bien, esto, de por sí, entraña una exigencia de exhaustividad. Por ejemplo, en este caso es necesario enumerar todas las fórmulas permitidas; está implícito un todo: es necesario, antes de deducir la imposibilidad, haber hecho todos los recorridos. Es difícil distinguir el todo, como lo muestra muy bien el hecho de que podemos hacer que la máquina siga funcionando de manera indefinida, pero es ya la orientación que Lacan tomaba a propósito del caso del pequeño Hans, y que me_parece fundamental a propósito del fin del análisis -aunque no se pueda decir que el pequeño Hans haya terminado su análisis-. Lacan dice que el pequeño Hans "desarrolla[ ... ], en una forma mítica, todas las permutaciones posibles de un número limitado de signific:mtes".15Y añade, lo cual es casi una definición del fin de análisis, que en esa "operación se demuestra que [... ] la solución de lo imposible se la proporciona al hombre la extenuación de todas las formas posibles de imposibilidades encontradas en la puesta en ecuación significante de la solución". 16 No puedo comentar, como valdría la pena hacerlo, cada palabra, pero, en primer lugar, habla en términos de solución. Eso es lo importante, y creo que justifica que nosotros hablemos del fin de análisis en términos de conclusión, es decir, en términos lógicos. Además,
14.Véase Lacan,J., "El acto psicoanalítico", Otrosescritos,ob. cit., p. 397. 15. [N. de E.] Lacan, J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud",Ercritos1, ob. cit., p. 500: "Así es cómo, para colocarlos en el punto preciso en que se desarrolla actualmente en mi seminario mi comentario de Freud, el pequeño Hans, a los cinco años abandonado por las carencias de su medio simbólico ante el enigma actualizado de repente para él de su sexo y de su existencia, desarrolla, bajo la dirección de Freud y de su padre, discípulo de este, alrededor del cristal significante de su fobia, bajo una forma mítica, todas las permutaciones posibles de un número limitado de significantes". 16.Véase ibíd.
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~ace ver muy bi~~ qu.e l~ solución que se busca depende de una previa pues~a en ecuac10n s1gn1ficante"; que para que la solución sea efectiva es decir, p~ra que la experiencia analítica pueda encontrar un fin lógico: es necesaria una puesta en ecuación previa -digamos- a la entrada. Por end~, que haya análisis inte?;"nabl:s ~uede deberse a que no se haya r~ahzado la p.uesta. :n ecuac10n prehmmar, previa o inicial, que condic10na la contmuac~~n de la. deducción. Quiero decir que no hay que pen~ar ~u.eia soluc10n.d~ ~o11:1posibleesté al alcance de cualquier forma de eJer~1c~~de. la asoc~ac10nlibre. Solo es posible cuando el ejercicio de ~a.ª~ociac10n hbre esta estructurado a partir de una puesta en ecuación 1 m c.1al.Esto, por tanto, cuestiona el que todas las formas de análisis es decir, todas las form~s d~ ejercicio d.e la asociación libre, permitan 'un fir:al. Porque ~o es as1.Tiene mucha importancia también lo que Lacan senala ensegmda, Y que es tan e~dente a propósito del caso del pequeño Hans una vez que Lacan lo ha dicho: "lacoextensividad entre el desarrollo d.el síntoma y su resolución curativa". 17 La coextensividad significa, precis~n_i:nte, que cuando el asunto consiste en experimentar todas las 1 mp0Sibihdades, entra en juego un factor temporal: el síntoma se debe transformar temporalmente, tiempo uno, tiempo dos, como lo vemos en el caso ~el pe~ueño Hans. Lacan dice que este desarrollo temporal es coextenstvo -dicho de otra manera, equivalente estrictamente- a la solución del problema. Una vez que se ha hecho el recorrido total de las formas posibles del síntoma, el recorrido mismo es la solución. is Por consiguiente, creo que en la palabra coextensividad encontralo mismo que cuando se dice que el objeto a es una consistencia 0 gic~: que cuando se llega al final hay como una equivalencia o una identidad: en un caso'. entr: ,el objeto a y el significante, y en el otro, entre el sintoma y la d1s0Iuc1ondel síntoma. El síntoma completamente des_a:rollado en todas sus formas es estrictamente equivalente a su resolucion. No voy a desarrollar este punto, pero me parece que es el punto central, porque resume la cuestión misma de cómo dar en el modo de
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17.Véase ibíd. " 18. [N. d~ E.] Lacan, J., EJ seminario,Libro 4, La relaciónde objeto,ob. cit., p. 357: A~nqu~ el su¡eto no pued~ darse cuenta, aunque no sabe literalmente nada de lo que st e a hacie~do, con solo mc_uarle a desarrollar la incidencia significante que él mismo ha producido como neces.ana para su sustentación psicológica, ya es suficiente para que al ~esarroll~rla obtenga cierta solución, no forzosamente una solución normativa ni la meJor solución, -~ero sí ~na solución que, en el caso de Juanito, tiene como efecto, a'rodas luces, la resoluc1on del smtoma".
FIN DE ANÁLISIS (1992)
gozar a partir del significante. Ahora bien, una cosa es segura: primero hay que explicar por qué se concentra el goce, como I_ollamamos, en ese elemento excluido; por qué el imán de goce es precisamente el e~emento excluido relativo a esa consistencia lógica. Segundo, es preciso acotar la expresión "resolución curativa.", porque,~. fin ~e _análisisque tiene su autenticidad es el fin terapéutico de analts1s. S1 bien no es el fin de análisis, el fin terapéutico tiene coordenadas bastante con~tantes, aunque solo sea porque cuando se pro?uce,, se verifica o _1~ salida _del sujeto o la invención por su parte del mas alla de la res~luc10n ~~rattva. y en cuanto a esto, sería bueno que dentro de dos anos pud1eramos tener intercambios sobre casos de resolución curativa que concluyan con una salida o con la invención de ese más allá. Invención ~ajo sos~ pecha, cabe decir, pues se trata de saber si es un deseo q~e prosigue o s1 es el goce mismo de la experiencia a~alítica el que ~amfie:ta en ella su inercia. Pero creo que sería bueno fiJar una determmada formula de la resolución curativa. Lacan señaló de muchas maneras el hecho de que el fin de análisis_es una cuestión de lógica. Por ejemplo, haciendo un seminario sobre la lógica del fantasma 19 en el momento en que la cuestión institucional del pase era muy aguda. Podía utilizar la palabra ló~ca en muchos. lugares, y la especializó a propósito del fantasma, concebid~ como el ~orna ~dam~n~l, el áxioma terminal que domina todos los-sistemas par~1alesde 1mpos1~i~dades. Lo que denomina fantasmafundamentales prec1s_ament:la _relac1?n ', del sujeto con ese elemento que ya no se puede traducir en ~~os significantes es decir, con ese elemento que ya es realmente a rmnuscula: un elemento,radicalmente imposible de hacer pasar al significante. . También quiero señalar que esa percepci?n del te~a de la eqmvalencia es coherente con algo bastante mistenoso que dice Lacan en la "Proposición de 1967 ... ", que he coment~do vari:,s veces si~ ver, creo todo el contexto lógico de la cosa. Dice en la Proposic10n... que hay ~na identidad. entre el algoritmo de la transf~rencia y el ª?ªl"':'adel Banquete;que el Sujeto supuesto Saber, como formula algontmt~a, es idéntico al objeto a como agalma.20 Esto se inscribe en toda la sene de
?:~º
19. Lacan,J., Seminario 14, "La lógica del fantasma", inédito. . . 20. [N. de E.] Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de ~967 sobre ~l ps1coanah~~ de la Escuela" Otrosescritos, ob. cit., p. 269: "Recordemos la gwa que da m1 grafo al anahsis y la articul~ción que se aísla en él del deseo en las instancias del sujeto. Es para indicar la identidad del algoritmo aquí precisado con lo que es connotado en el Banquetecomo el á-yaJ..µu".
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JACQUES-ALAIN MILLER FIN DE ANÁLISIS (1992) equivalencias en que se plantea el d ., y de identidad entre el s1· ºfi asunlto . e la relac10n de equivalencia gm 1cante y e obJeto a. Ahora, ¿en qué medida el objeto a h hecho de significante ta bº, 1' que e presentado aquí como ' m ien toma e valor de plus d ;, E ¿por qué precisamente en esa arte defi . . e g?ce. sto es, ficante se concentra el g d mtJ.vamente exclmda del signiEste es el otro aspecto de lo que hay que considerar en er::u:t:uie:;? que se abra Ulla pequeña discus1·0: 1o me voy a detener aquí y espero . n a respecto.
r.
Discusión , de desarrollart. · r ·, Participante· · Quz·ne, despues comoque el mundo es i·m·nJ· Es d . a zmp tcaaon,concluyeen algoasí . r zcante. ectrque cu d 1 . . . relaCJón de la imnlicaciónconl. d an o e quiereJustificarla · r a estructura e ¡0 real l0 d · que darpor supuestoy ya está. , e¡acomoalgoque hay ]ACQUES-ALArN MrLLER·Debo de.· h xión; por e1·emplo· la con1·. . , I cd1r. que ay otros modos de cone. unc10n o a isyunc·, Tc , I . . como ejemplo de la conexió d . d 1 10n. ome a implicación te, de lo que constituye l n, eds ec1r'. ~ a concatenación significan., . a a ca ena s1gn1ficant . L d1f1C1lla perspectiva lóg1·c b 1 e misma. o que hace a so re a cura es que t 0 d 0 I r , . de la cura parece desm ·I . o renomenico "todo se puede decir"·entir o,dprec1sadme_nte porque obedece a la regla , . se pue e no ecir nad d d . terías, se puede hablar d d 11 a, se pue en ecir tone eta es se puede h b] d d . la perspectiva lógica es la 'más ant"t, ~ ar I e to o. En cierto anal1S1s.Sin embargo cuand I . 1 etica a o que pasa en un decir del su1·eto funci~na u o u~o ? piensa se percata de que en el na maqmna como est ºb tanto lo que se puede d . . I a, que prescn e no ec1r smo o que no d d . puede decir es infinito Lo d se p_ue e ec1r. Lo que se de la misma manera Po.r es quLeno sdep~e e decir, en cambio, no lo es · o acan ec1a que co l · ., se trata de apuntar a lo dich . l . n a mterpretac10n no del decir. y eso es element lo, smo a ~bJeto a, es decir, a lo excluido tica analítica Mi punto d a.' pero es a go de cada minuto en la prác, · e vista -y creo que · ·fi , , epoca en que estamos- e r . se Justi ca aun mas en la . s que no re1er1rse a ese ti d · . . mfica perderse en la pra' t. N . po e imposible s1gc ica. o voy a dec 1 h lógica a los analizantes l h r que aya que enseñarles -aunque o acemo 1 pero es casi necesario Es ca . . s un poco en os cursos-, ca -Lacan decía que .el s¡1· necesa~10 que el analizante sepa de lógiana 12ante tiene ac I b· d . en todo caso en el pase se 'd . ceso a ien ec1r- pero, ' p1 e eso· se pid b · I alguna idea de la lógi·ca d · e sa er SI e pasante tiene e su cura.
m~~º:
Las cosas se complican un poco, porque el pasante que vendría con: "Bueno, no es complicado, estos son los maternas, las fórmulas, etc.", no producirá mucha confianza. El asunto parece implicar que es necesario conservar la memoria total de su análisis, pero al contrario, tal vez lo más importante sea el olvido. Es un tema que Alain Merlet ha desarrollado mucho en París, y he comentado el tema diciendo que "Funes el memorioso", cuya vida, como se sabe, es ya de por sí muy difícil, no podría hacer el pase porque recordaría todo. Se hace el pase con todo lo que uno ha olvidado de su análisis. De tal manera que hay siempre un elemento de ficción en lo que presenta el pasante. Y del lado del jurado también. Lo hemos observado mucho en nuestro cartel. ¿En qué momento se toma tal o cual decisión? Cuando uno de nosotros presenta finalmente una ficción del pase que les gusta a los demás o que les parece consistente. Del lado del cartel del pase, del jurado, lo más importante es la posibilidad de ver un tipo muy especial de recuerdos de análisis que, a diferencia de los recuerdos encubridores conceptualizados por Freud, son recuerdos descubridores, es decir, recuerdos de momentos de cruce de un encubrimiento. Por ejemplo, se recuerda tal palabra del analista que no parece tan inteligente, pero queda como una marca, como si se produjera un cambio del semblante amo, un cambio muy elemental. y el pasante o viene con su propia ficción del asunto, o a veces lo deja fuera de contexto; y creo que es más auténtico cuando se queda así, desarrimado. .. El debate que se desarrolla un poco de manera alusiva entre nosotros en París estriba, según me parece, en que no siempre se respeta lo imposible de decir. La sed de saber es tal, que es como si existiera una exigencia de decirlo todo. Se considera que falta en el testimonio tal o cual cosa, cuando eso no tiene importancia; lo importante son los contornos de lo que no se puede decir. Yo estaba en contra de las exposiciones que decían que los pasantes o los pasadores no dicen tal o cual cosa. Creo que esa perspectiva pasa por alto el meollo del asunto, que es muy delicado y qu~ tiene que ver con la aceptación, también por parte del cartel del pase, de lo que no se puede decir y del hecho de que, de todos modos, el asunto se va a examinar en ausencia. Es como una forclusión; algo hacia lo cual tan solo se apunta. No se puede indicar directamente lo que falta, y todo se inscribe alrededor. He elegido, entonces, el tema de lo imposible de decir, que no es el único, porque corresponde al fin del análisis visto desde el punto de vista del pase, donde el asunto está en decir. Y lo que se debe decir es si el pasante tiene una idea de esa ley, de ese axioma que organiza lo imposible de decir, pero que no lo dice. Aunque a veces, desde luego, se puede reducir lo imposible de decir.
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JACQUES-ALAIN MILLER
CINCO CONFERENCIAS CARAQUEÑAS SOBRE LACAN (1979)
voy a dibujar en el pizarrón, y que les puede servir, podría decir, como memorial de esta conferencia.
la cuando aconseja al psicoanalista recomenzar con cada caso como si fuese el primero. Desde este punto de vista, hay un desvanecimiento del saber ya constituido, necesario para que comience, de modo auténtico, la experiencia analítica. Lo que muestra que el psicoanalista no debe dejarse engañar por este efecto de Sujeto supuesto Saber intrínseco en la experiencia analítica. Volveré más tarde a este punto. El psicoanalista no debe identificarse con el Sujeto supuesto Saber. El Sujeto supuesto Saber es un efecto de la estructura de la situación analítica, lo cual es muy distinto a identificarse con esta posición. Lo dije la última vez: no se observa, forzosamente, que el paciente comience a creer y a decir que el analista sabe todo lo que le concierne. Lo que puede observarse muy bien -y es lo que observa Nunberg cuando habla de la apertura a la transferencia- es, al contrario, una desuposición del saber por parte del paciente con relación al analista o, como dice Lacan, cierto modo de verificar que el hábito no le queda muy bien al psicoanalista. En cambio, lo que se observa de modo muy puro es la emergencia aterrorizante del Sujeto supuesto Saber cuando la experiencia analítica desencadena una psicosis alucinatoria crónica, en la cual el psicoanalista encarna realmente en el Sujeto supuesto Saber todo lo que se refiere al paciente, quien se imagina que el analista está en posesión de los hilos que mueven a las marionetas. Tenemos allí una emergencia real del Sujeto supuesto Saber, y esta teoría permite explicar esos efectos que conocemos, ese efecto de desencadenamiento psicótico que se produce por la entrada misma en la experiencia analítica. Por cierto, encontré en un diccionario médico del siglo XIX un párrafo donde se explicaba cómo reconocer a un paranoico. Cuando se comienza a interrogarlo, les dirá inmediatamente: "¿Por qué me interroga si usted ya lo sabe todo de mí?". Es, sin duda, un truco un poco simple, pero nos permite palpar que en la psicosis vemos, bajo un aspecto real y aterrorizante, la figura del Sujeto supuesto Saber. Esta posición, hagamos un paréntesis, no es una creencia. No se trata, aquí, de un sentimiento del sujeto. Se trata de una suposición de estructura, que puede traducirse por el fenómeno exactamente contrario. Esto es difícil de entender, tanto en París como aquí -ya que esta advertencia la hice hace poco en la Escuela Freudiana de París-, pues existe la tendencia a confundir, a superponer, la dimensión fenomenal a la dimensión estructural. Este simple esquemita explica muy bien lo que puede aparecer como la modalidad fundamental de la cura analítica, cómo Freud pudo llegar
Significado
la transferencia se ubica en este vector
L
A
Vector 1
Significante g
Vector 2
Significación de la transferencia Este esquema se lee de diversas formas. Aquí, podemos contentarn~s con leerlo del siguiente modo: A es el primer eje, el eje del significante; en el segundo eje escribimos el significado, y colocamos al a~al~staen este punto, al mismo tiempo como aquel a quien se dirige el s1gmficante y en tanto es quien, retroactivamente, decide acerca de la significación de lo que le es dirigido. Y aquí, en el gran Otro, A, colocamos al analista que funciona como Sujeto supuesto Saber del sentido. Co~o pueden ver, la gente que imagina que Lacan es complicado se eqUivoca. Este esquema es un esquema especialmente fuerte, que tiene en la obra de Lacan un valor polimorfo, polivalente, y estoy convencido de que a partir del momento en que lo escriban lo podrán utilizar con tod~ sencillez. _Esmuy fuerte en su sencillez: no es fácil quebrarlo, y es posible complicarlo mucho. Podemos preguntarnos qué ponemos en este sitio, nombrar este punto y aquel otro, multiplicar y desplegar el es~uema. Lacan lo ha hecho, pero tienen ustedes aquí su célula básica, Y sm ella el término mismo de Sujeto supuesto Saber es difícil de aprehender en la teoría de Lacan. La idea inicial -y por cierto, el término mismo de inconsciente corresponde a esta idea- es que el saber que va a elaborarse en la experiencia analítica, en un sentido, ya está allí. El término mismo de inconsciente remite a ese ya allí de la red de significantes. A partir de allí se funda la demanda del paciente. El diagnóstico es una función esencialmente médica, una función psiquiátrica, mientras que la experiencia analítica solo es posible sobre el telón de fondo de la suspensión del diagnóstico. Esta reserva es la que Freud formu200
201
FIN DE ANÁLISIS(1992) JACQUES-ALAINMILLER
Participante: Mi preguntaessobrelapuestaen ecuacióna la entrada,ysu relacióncrmuna cuestiónqueMarie-HéleneBroussenosdejóalfinal de su trabajo: la separacióndel SujetosupuestoSabery lafunción delpadre. JAM: La idea de una ecuación que debe tener una solución se encuentra, por ejemplo, en "La instancia de la letra ... " a propósito del pequeño Hans, 21 así como en la "Proposición de 1967 ... ". Lacan habla de esa ecuación y de que se trata de encontrar su solución, de saber si la incógnita es el menos phi (-cp) o el objeto a. Lo más importante es esa · visión en términos de ecuación, en términos lógicos. La puesta en ecuación inicial es una formalización. Hablamos de la formalización del síntoma al comenzar el análisis. Y como se sabe, en la práctica de Lacan las entrevistas preliminares son muy importantes. También hablamos, por ejemplo, de la formalización de la demanda. Hay análisis que son completamente flojos años después, porque el pedido inicial no se formalizó, se dejó que fuera aproximativo. Eso permite ver, por cierto, que los términos del problema están presentes como referencia y que la lógica funciona igual; funciona de tal manera que sigue siendo flojo tres años después, y a veces da la impresión de que es casi irrecuperable o de que es necesario un corte para recuperar una formalización del problema. Por consiguiente, no creo que un fin sea posible con cualquier práctica del análisis. Ya para Freud era muy problemático; le parecía que había una ecuación insoluble. Y si Lacan dijo con tanta seguridad que sí había fin de análisis, que era estándar como lo era el inicio de análisis, lo hizo por referencia a un modo lógico determinado de la práctica analítica. También lo podemos vincular al manejo del tiempo necesario para que el desarrollo del análisis sea coextensivo de la resolución final, por así decir, del síntoma. Lo cual supone, por ejemplo, manejar cada sesión como un intento de recorrido de la máquina de la que hablamos. Y, por ejemplo, señalar que se trata de un recorrido ya hecho o de uno nuevo. Es como un laberinto: para poder encontrar las salidas hay que
21. [N. de E.] Lacan,J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud", EscritosI, ob. cit., p. 500: "Operación en la que se demuestra que incluso en el nivel individual, la solución de lo imposible es aportada al hombre por el agotamiento de todas las formas posibles de imposibilidades encontradas al poner en una ecuación significante la solución. [ ... ] la neurosis es una cuestión que el ser plantea para el sujeto 'desde allí donde estaba antes de que el sujeto viniese al mundo' (esa subordinada es la propia frase que utiliza Freud al explicar al pequeño Hans el complejo de Edipo)".
. h T dad hacer diez veces ·¿ . no nene mue a un l , . . l ·r marcando los recorn os, y . .fi mane¡·o del anahs1s en e l . E ede ¡usn car un el mismo recorrido. st? pu a se ha hecho, el analista lo recon~ce, que, cuando un recorrido y . a la sesión. Si necesitáramo_suna_¡usindica que ya se ha hec~o y termu;ra las sesiones cortas, la lógica misma .fi . , n _,.,ue no necesitamos- p t1 cac10 -i · d 1 · mpo , 1fundamento del maneJO e tie . . sena e
d ha hechoa pro, ntarle si estedesarrolloque uste oParticipante:Quertapregu , . lablea lasnocionesde tyche y aut · · l'.ogicasertaarttcud repetición,la repetwon · · , ·si con ósitode la consistencia vi a P ,,...,particular.al conceptoe matony, muy..,
, .. '
respectoal final del analtsts.
,
e funcionamiento automatrata de mo d elos d 1·, F AM· Por supuesto, se d logro- por fin sa 10 una ' J . , n forma e ma . VL ricos. La tycheesta presente e a se da F; y no, salen puras . a ahora puedo esperar que sa~ga unFV ~puro automatonvuelv~ ~?n la tychees la ~orpr~sa de la ~::~tras ~e espera, en vano, la apanc1on de repetición mfin1ta de las . fu rzos ara animar un funcionarmento una segunda F. Estoy haciendo muchos es e 1~ Lacan lo complicó mucho, ede comp icar. muy simple, pero q~e se pu . , interés. A Lacan le gustaba mostr~r porque la opacidad nene tamb1e; su cas enseguida con solo compliven opaº tomé es muy sencillo, y ya en cómo cosas muy simples se car un poco las leyes. El mo e o que y s dicen mucho con respecto al ~sas pocas cosas hay fenómenos que ~:lo de lo definitivo. Nos muesanálisis. Por ejemplo, nos;.ª ~n :s:urso en el cual, después de haber , d la F se toma definitivamente tra que es posible un cam 10 \ ansitado indefinidamente por a viad de lo c~al puede ser un alivio en tr d . · pre la ver a , d la vía de la V,y se ice s1en:1 do el sujeto se queja e enganar el caso de la histeria, por e¡emp;od,cuan, la verdad de experimentar su h ber don e esta ' y ser engañado, de no sa bre con esa máquina, que ay un mo un ser de falsedad, y descu, ' d Se da el caso de sujetos ser Co d d y ast suce e. 'li · camino definitivo de 1a ver a . d bicados y a los que el ana sis completamenteb es~ ta que dicen la verdad a toda que llegan al análisis . d una certeza a so u ' '1º . e ven . Son roductos del ana 1s1sque s . , convierte en su¡etos e_ costa y sin el menor ~ranu:~to .. hor!res o mujeres que uno con_oc10 a menudo en el ámbito analítico, l erdad con la mayor segundad, desubicados y que d:spués and~n po;i ~Iez a veces-, en un ~isc~rso que como por una autopista -con c1er; ~ntencia tras sentencia sin tener l así o un más o menos.Ese de verdad en verdad, asesta~ º. s va na duda 1 ni un no sé que' Il1 un a go nunca u
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JACQUES-ALAIN MILLER
VIII discurso de autopista, poco agradable, puede señalar un fin de análisis. ¿Quién ha dicho que con el fin del análisis se producía gente agradable?
Participante:Me disculpoprimeroconel doctorMillerporquecomencéa ertudiar lógicahacepocosmeses,perosegúnlo que entiendo... JAM: Yo la estudié hace mucho y ahora la olvidé toda.
Participa""nte: PorJoquefui entendiendoconcadatipode conexiónel sujetova posibleshastaqueseproduceuna imposibigirandopor losdirtintosenunciados lidadque esrelativaa esaconexión.¿Cuáleslaforma deencontrarl-0imposible absolutode acuerdoconesalógica?¿Tendráalgoquever conqueLacandespués pasaraa la lógicamodal?¿Seríaparapoderpasarde lo imposiblerelativoa lo imposibleabsoluto? JAM: La idea de Lacan es que es posible hacer un recorrido exhaustivo de todas las posibilidades, de todos los recorridos; que es posible experimentar todas las formas de imposibilidad y, una vez que se ha hecho el recorrido exhaustivo, entonces se lo puede dejar plantado, se puede deducir lo imposible absoluto. Ahora bien, cuando se examina el asunto en detalle, puede ser discutible. En Latinoamérica, por ejemplo, la gente considera muchas veces que lo imposible de decir es relativo al analista, y cambian de analista para ver si cambian de sistema. Como si pensaran más que Europa, por ejemplo -donde el reanálisis es menos frecuente y el recorrido más corto-, que lo imposible de decir no fuera relativo a la consistencia lógica sino a la persona del analista. Y, ¿por qué no? Lacan decía que determinado fin de análisis se hacía imposible con la elección de tal o cual analista. Es una idea interesante, creo, examinar durante estos dos años lo imposible como relativo o a lo lógico o casi a lo personal. La idea de Lacan es precisamente que lo imposible absoluto se verifica finalmente en el momento en que la persona del analista ya no cuenta más; es decir, en el momento en que se desprende de eso. Para concluir, me parece que lo bueno sería poder conservar esta problemática común durante estos dos años, y que en verdad dentro de dos años hayamos investigado esas líneas de manera auténtica.
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ESTRUCTURA,DESARROLLO E HISTORIA (1998)
1. DE LA METODOLOGÍADEL TRABAJO
Seminario de investigación sobre e] S . . 4 emmano Lar L ., d, ¡,. L ' e anon e Ov1eto y el Seminan·o S . , acques acan Or · d , L acamanos dt!Bogotá (GELBO) d" d . gamza o por el Grupo de Estudios Y Jeta o en Santaf/ d B , ¡ . de 1998. Ed1tado por GELBO p . . . e e ogota e 12y 13 de noviembre julio de 1999. · nmera edmón: mayo de 1999. Primera reimpresión:
. del inconscientede J Las fiormac10nes
En ~s~_versión,no corregida por el autor- e bl . . Rev1s1onfinal: Guillermo Bustamante z~;:~ioec1~ento del texto por María Lucía Díaz. , ! Lizbeth Ahumada. Se mcluye aquí el caso clínico "E bl" d n que consen1:1mos" d pu ica o en la versión anterior. ' presenta o en el seminario y no
Agradezco la presentación, y agradezco a nuestra colega, directora del Departamento de Psicología Clínica de la UniversidadJaveriana, la invitación que me ha hecho para venir a dictar un seminario en Bogotá, lo que me ha permitido viajar a Colombia por primera vez. Me ha hecho pensar por qué he esperado tanto para venir a Colombia. No fue por falta de invitaciones, porque he tenido varias y a veces bastante insistentes; debo responder ahora, según la ley del apres-coup, según la no he venido antes porque esperaba esta invitación. ley del nachtriiglich: Es una suposición, pero es un hecho que la primera vez que nuestra colega me ha invitado, he aceptado. Agradezco la presencia de ustedes, colombianos, de mis colegas venezolanos y ecuatorianos, ya nombrados, y también la venida de mi colega Ricardo Seldes de Argentina. Para esta primera vez, he deseado hacer un seminario y no dictar una conferencia; hay una diferencia para mí -y, así lo espero, para ustedes- entre un seminario y una conferencia. Una conferencia se ofrece, en general, a un público más o menos desconocido, porque se abre a la demanda de los que quieren entrar; en una conferencia, por lo general, no tenemos la lista de los presentes, mientras que esta vez sabemos exactamente quiénes son, o por lo menos sus nombres. Además, en una conferencia, tal como lo veo, se proponen resultados ya cumplidos, ya logrados; y una conferencia implica una clara separación entre el conferencista y el público. Un seminario, a mi entender -tal como practico el seminario-, es algo distinto: no presenta resultados, sino una investigación, los caminos de una investigación, y además invita a una participación. Se supone que el público no se quedará en la pasividad para después hacer signos 301
JACQUES-ALAJN MILLER ESTRUCTURA, de pequeñas preguntas, sino que tratará de participar de manera más efectiva, y tanto más esta vez que tenemos dos textos, dos libros de referencia, para este seminario. Este es, por lo menos, el sentido que doy a la palabra seminario. La palabra investigación,que hemos utilizado para anunciar este seminario, significa para mí que estamos lejos de los asuntos institucionales. Dejamos afuera el ruido, a veces !os gritos, los desacuerdos, todo lo que hace fa.animación, el encanto también, de la vida institucional, que estimula tanto la libido de los practicantes del psicoanálisis. Para este seminario de investigación que va a empezar, pido finalmente cierta extraterritorialidad. Por supuesto, estoy en Colombia por primera vez, pero estamos en el país del psicoanálisis; es un país que desborda los límites geográficos, desde siempre. Freud no restringió su descubrimiento a la Viena de su tiempo; siempre tuvo una visión internacional. Y siempre· con el psicoanálisis se han atravesado las fronteras, desde el inicio. Así se constituyó un país: el país de! psicoanálisis, que existe, aunque dividido. Para mí, una vez que he reconocido dónde estoy, me propongo trabajar en extraterritorialidad; no puedo decir en extratemporalidad, porque las preguntas que me planteo hoy -y que se plantean mis colegas del Campo Freudiano- no son las preguntas que me planteaba antes. Hay un camino de reflexión. Así, no puedo decir "extratemporalidad", pero, por lo menos, considero que podemos lograr una posición extracoyuntural, afuera de la coyuntura específicamente institucional. Y para recuperar algo del territorio, del tiempo, de la coyuntura, se ha indicado que al final del seminario discutiremos "Clínica y política", 1 es decir, algo de la institución; pero lo hemos reservado para el final de este seminario, con el fin de limpiarlo de esas cuestiones coyunturales. De tal manera, trataremos de trabajar estos dos días apuntando a lo que Lacan llama el sujetode la ciencia.z Lo que Lacan llama el sujeto de la ciencia es finalmente algo raro. Pensando en esto, me pareció pertinente para este seminario la ubicación muy específica que ha dado al sujeto de la ciencia, que es un sujeto precisamente despojado del territorio, del tiempo y de la coyuntura. Es un sujeto reducido a un lugar. Y, por supuesto, no se logra esta posición de inmediato o fácilmente.
DESARROLLO E HISTORIA (1998)
, ez por lo menos, porque h a pensado . varias d Lacan pensaba -penso una v 'li . hacía en dirección del su¡eto e cosas muchas veces- que un a~a s~sse d'a ser como el resultado de un la ciencia, que el sujeto de labc~en~~~;e1 espíritu, que es un espíritu de 'lº . i y e propongo tra a¡ar ana 1s1s. m ºd oco la coyuntura. . · t o. OlVI amos un P desp0Jam1en
El Otro de la parroquia , no hemos. esta.mera vez. Es decir. que aun Pero se trata de una pn . . 1 una relación de trahaJO, una ' . as1: , no . . nosotros; lo puedo decir blecido aquí, en est~ 1ug ar extraterntona comunidad de trabaJO trans1tona entre Otro un gran Otro, tal como . .d , ntre nosotros un ' . 4 Pre . . Lasformacionesdel inconsciente. se ha const1tu1 o aun e Lacan lo presenta en el sem:na:: Otro a propósito del chi~te -qu~ ha cisamente, Lacan prese_nta~, ~ Freud en relación con el mcons~tenna comunidad; es decir, no sido obJºeto de la invest1gac1on e 1 . · · mpre re auva a u . l te como una instancia s1e . . como una instancia oca. . al o anómma, smo L como una instancia umvers labra arroquia.Es lo único que, acan
liuda,
yemplea p,n
esto
\P' ns!.
Bergson dice que p,n retr ~e~-
la
salva del libro de Bergson so rel . ma parroquia, que el otro sea e a · · 5. · pe rtenecer a a m1s mente se necesita 1 , ºna 122 del Semmano misma parroquia; lo dke L;;';n d:\ª en castellano, Lacan le ;, Entonces, en la li pagma · ·' del campo en el cual un chiste tiene su e -
:.i:~ón
todo su valor a la nutaco¡n se nos cuentan chistes antiguos, pues;;;'\ cacia. Eso lo vemo~ cu3:1 o t der el contexto; s1no, es muy i. ci sitamos toda una historia para .en e~o o por ejemplo, en la Argent1na: reír de estos chistes. Lo expenmden . y ' ores- conozco la Argentina, 11 pesar e mis err , · tro estoy despistado, porqu~ emp1econozco el caste ano -a pero siempre, de un mome?to a ~ o ;l o ue uno de ellos ha dicho, y la zan a reír por algo que he d1ch~.Y la r!zó~ de la risa. La risa es la expeor ue me hace experimenersona a mi lado me debe,exp icar . .
~encia más dificil pa,a nu cuando ""ªJ:i!nta;iamente, feli,inente eso
r
. que logro. , provocar V de la parroqwa. en rea 1dad . tar -hay las nsas . ocurre a veces- IDl separ acton·' que no L soy n Lasformacionesdel. mcons0 construye acan e · t Al Así, el gran troque 'fi le¡·ano universal, ciego, e c. ' . A veces, algunos ciente no es el gran Otro terron , 1 co,·sma parroqwa. contrario, es el Otro que esta en a ·ID!
1. [N. de E.) El programa del seminario contemplaba una charla institucional, titulada "Clínica y política", para el último día, justo antes del cierre. 2. Lacan,J., "La ciencia y la verdad", &mios 2, ob. cit. 3. Lacan, Ibíd. J.,El semman?, . . Libro 5' Lasformacionesdel inconsciente, ob. cit. 4.
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]ACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) pueden experimentar . eje l su parroqma com d . -~p o, ayer unos colegas de Cali d .. emas1ado parroquial· por _quia_'y lo decían de manera -lo h me _1Jeron, que Cali era muy p~rroamb1valente: que de . e senado as1,por lo meno l cierto modo e b , s- un poco ª. ~ vez, experimentaban la limitaci~ta da~ comodos en Ca!i, pero que sia º. estrecho para la potencia virtu~ e ca~po de Ca!i como dema~ rep:tir al colega la palabra " arro . ª~,del psicoanálisis. Le he hecho hab1a empleado la palabra P q_u1al'para estar bien seguro d e que en t en d er·1a carga sem, . que quena pr esentar, y quizás tamb·, anaca que , ten quería ~~~nento los colegas de Cali ,en ehstba palabra, Quizás en otro a t. nan a lar un poco del Otro de L_oque tratamos de hacer con la . tros instru~entos comunes -el ro presencia aquí,_por medio de nues;ª~an, !las nsas, los argumento/la ~:ª;1ª. qe1 ;emmario, los libros de n a ~a a-, es edificar ~na ex10~, a presencia simultánea despues, años después, recordar lo parroquia transitoria que permite propongo ver_laya, desde el futuro que fue esa parroquia. Ya la vemos . Cuatro prmcipios me parecen . ' no ;o~o este, un seminario de pr· oportunos, además, para un seminaprincipio:tener un cor imera vez: ~ngu~st1ca,~or ejemplo- bien det~i~;Jlabra ~n latín que se utiliza en do en e cual apoyarse. Cuando na fªrr?qma está ya constituida c :~c o tiempo, es el pasado de ~s~an o un ?tro está ya desde hace 1 pus. Cuando estoy hablando e P ~arroquia el que constituye el o que he dicho antes -por su n ans, supongo como corpus todo co~_o_lasedimentación de los /~esto, es ~na ilusión-, que funcion anahs1s: se supone el d ic os antenores. Como tamb·, a d recuer o de lo d' h ten en un ~: udafide que el analista pueda o andtes.A veces el analizanar to o. Eso a veces p d scon Ianza. E B · ro uce . n ras1l, donde estuve un acoque había empezado su c poco antes,_se contó el caso de un ps· , lo d arrera un , . .1cograd o traspasar esas limitaciones , p~1cot1cotipo autist~ que había _Yesta a en tratamiento Debo d . que, e todos los casos que d' me · tscuamos Ar . · ec1r ~te este ex autista es el ue m en gentma y en Brasil reale pa~ece que tenía el más impres1.' te bien decir. y se entiende~ no . un ex autista onanha~lamos blablab~t~c; 0e~¡;:;e lasLpalabras; tera;~:t~ ::~:~s e ex autista a mí , po. o que el tamente a] punto Ten1'a ' me parec1a que siempre 'b II B · como terap 1 a exacª. una colega brasileña que se ama_ ~eatriz,y cada vez que iba al treautta Beatr¡z,". e b amiento d , " r-r. . ' mpeza a así; me parecía maravill ' ec1a: ¿ J.e recordaste oso. Es lo que supone la
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entrada en la sesión: la suposición, generalmente no hablada, de la sedimentación, de la conservación, del depósito de los dichos anteriores. En la enseñanza hay algo así; por eso, cuando no tenemos entre nosotros esta sedimentación previa, creo que es necesario tener apoyo en algo común, que son los libros de Lacan o por lo menos el Seminario 4, que supongo por lo menos la mayoría de ustedes conocen, han leído, entienden. 5 Se[!;Undo principio:prever una participación. Hay una participación espontánea que voy a tratar de animar, pero hay que prever -para animar también- una participación anticipada; eso nos lo van a dar los dos casos clínicos que presentarán, dentro de este seminario, Héctor Gallo y Lizbeth Ahumada, más un caso de Ricardo Seldes que, en la improvisación de su venida, ha tenido la idea de incluir en este seminario de investigación, con referencia al Seminario4 de Lacan. Pienso que también, por medio de las puntualizaciones que ustedes podrán hacer, de las preguntas o indicando su interés en tal o cual punto, podré orientar nuestro trabajo de mañana. Es importante señalar sus intereses en algunos momentos, de manera que pueda desarrollar más tal o cual punto en función de lo que interesa. Tercerprincipio:ubicar un tema organizador y, por lo menos, un significante a partir del cual interrogar el saber que ya tenemos. Pienso que no se hace jamás una lectura de una obra; se hace solamente una lectura a partir de una pregunta que uno tiene o, por lo menos, de un , significante a partir del cual interrogar el saber que hay. En este caso no ha sido puesto en el programa, pero es algo que hemos conversado por e-mail en el mes de agosto-, había decidido, con la aprobación de mi anfitriona, tomar como tema, o como punto de partida, estructura y desarrollo,con referencia a los dos seminarios de Lacan que he mencionado. Me he propuesto este tema, este hilo, por las siguientes razones: primero, porque quien me ha invitado dirige un departamento de psicología clínica y hay mucho de la psicología que pasa por temas del desarrollo; porque siempre la consideración del desarrollo tiene como una objetividad que, para mí, hace pantalla a la dimensión analítica propiamente dicha; y porque pensando dirigirme a algunos alumnos de psicología, el tema del desarrollo me surgió. La segunda consideración es que en el Seminario4 y el Seminario 5 de Lacan la relación entre
5. Lacan,J., El seminario,Libro 4, La relaciónde objeto,oh. cit.
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estructura y desarrollo me parece -me pareció en el mes de agosto, pero sigo pensándolo- un tema a la vez problemático y causante. Es decir, es un problema, pero un problema generador de las soluciones que Lacan trata de inventar en el nivel teórico. Él trata de resolverlo de manera que no queda totalmente cumplida, que no es totalmente satisfactoria para él mismo. Porque es muy difícil, efectivamente, construir las relaciones entre el desarrollo y la estructura. Entonces, me he puesto a pensar t!n esto, a tematizarlo, y creo que está presente cada vez que trabajamos sobre casos clínicos, es decir, cuando tratamos de dar cuenta de nuestra experiencia de terapeutas en psicoanálisis. La reflexión sobre la antinomia y la articulación entre estructura y desarrollo me parece que puede ayudarnos, también, en las discusiones clínicas que tendremos a partir de lo ofrecido por los colegas. Cuartoprincipio:es un principio ético, necesario en nuestro trabajo científico. Me parece que para trabajar en nuestra parroquia psicoanalítica debemos tener un manejo ético de nuestro propio lenguaje. Pensaba en el tema antes de venir, y el azar me ha ofrecido un encuentro sobre este tema: leyendo ayer el diario que me habían dejado en la habitación del hotel, El Espectador, descubrí una columna -no sé si de un periodista o de un intelectual, Óscar Collazos- sobre el tema ética y lenguaje que me pareció exactamente venir al punto. Él, en realidad, no piensa en nuestro campo; piensa en el campo de la política, aunque, claramente, es una consideración que me parece muy lacaniana (puede ser que tenga conocimiento de esto). Dice él:
DESARROLLOE HISTORIA (1998)
tura. Cantor no nos cuenta, como m
atemático sus crisis psicóticas; eso ,
queda afuera de su lenguaje. ., ntre esas dos vertientes. Me en una tens10n e Creo que estamos . 't'co de nuestro lenguaje -somos otros un maneJO e 1 , parece que, para nos . ' d u·11·zamosnuestras categonas 1 siempre cuan o u llevados a recor dar o F d ando tratamos de entenLacan y a reu , cu teóricas, cuan d o leemos a d r s1·empre cuando utilizamos , inos- es recor a , der, de acor d ar los term d'fi d desde qué punto hablamos: . eces muy co I ca o, nuestro lenguaJe, a v . os el psicoanálisis o que prachablamos en ~amedid_aen que r~:~sc::alizantes; es decir, nunca perticamos la ps1coterap_1~odque t' minos y en la escolástica. demos en la abstracc10n e e~s er tentativa de matematización, de En Lacan, por supuesto, ay una él mismo se conserva siemybemos con:ervar Es mi punto formalización; pero, tal como lo conlstrUd · 1 , cica y eso o e e · ' . . de Lacan no hay que Pre la referencta a a prac 1 yendo un semmar10 ' de vista: cuan do estamos ~ . . desvinculándolo de nuestra · semmano anttguoleerlo -aunque sea un uesto se puede hacer: cons1experiencia analítica presente. Eso, pdorsup . ar'y de sistematizar; pero h h y tratar e orgamz derarlo como cosa ya ec a l . . de i·nvestigación siempre nos · te en os semmanos pienso que preosamen l tra experiencia contemporánea, es ·ti desde e texto a nues deb emos rem1 r . l dimensión del inconsciente. decir, a nuestra trayectoria en a
La mejor manera de pervertir y desacreditar el lenguaje que usamos como ciudadanos o como escritores es desvincularlode nuestra propia biografía. Todo léxico, decía Roland Barthes, remite a nuestra biografía; el lenguaje con que definimos a los demás es, en primer término, el lenguaje que nos define.Todo esfuerzo para contradecir esa relación entre nuestro lenguajey nuestra vida es una forma despreciablede la impostura. Hay otras frases muy llamativas en este artículo. Pensaba que eso hacía el contrapunto de lo que decía antes sobre el sujeto de la ciencia. No creo, a diferencia de Óscar Collazos, que todo esfuerzo para contradecir la relación entre lenguaje y vida sea una forma despreciable de la impostura. Porque la ciencia hace eso: la ciencia separa el lenguaje y la vida de uno. Pero con excepción de la ciencia, es verdad que se debe a la vez mantener la relación entre el lenguaje y la vida de uno. En esta mención del escritor se ve bien la diferencia entre la ciencia y la litera307 306
2. ESTRUCTURAY DESARROLLO
Mi punto de partida~ra y desarrollo.Son 90s conceE.t.?s9.~_e_, SToponen en la medida en podemo~considera!:_:.1:.~~-~?- s~_<.?.P.Q.!!~ '_g~~ des~rrollo_:~--~~~r.?.~ª'. sup()nt!_qlle ..p:i.s~-~L~~~P.?1 . 111i~11!J:~~--9::1.e estructura es sincronía, supone un tiempo detenido. Esta diferencia tan simple, tan operatÍva;eiitt_(fü~~t~níay sfücróruala' debemos al lingüistaFcrdinand de -~a_wisure ...Hasta Saussure, las consideraciones sobre d rlengüaje eran ·principalmente diacrónicas: se ocupaban de las transformaciones del lenguaje a partir del sentido de una palabra, su emergencia, cómo se corrompía la forma significante de una palabra para dar ºFI°ª,cómo se mezclaban las lenguas. Del lado sincrónico estaban las gramáticas de cada lengua en un momento dado. Y Saussure desarrolló, si puedo decirlo así, el punto de vista de la estructura del lenguaje en un tiempo detenido, que se toma como en un instante en el que todos los términos de una lengua son relativos los unos a los otros, sin considerar de dónde provienen, y que en un momento dado forman sistema. Bueno, digo eso, que supongo abstracto; iré a la experiencia un poco después, y ahí podremos considerar esos dos conceptos en cuanto que se oponen; tan simple como es, la oposición entre diacronía y sincronía ha tenido una gran importancia durante este siglo, sobre todo a partir de la mitad del siglo, cuando se difundió en todas las ciencias humanas. La oposición entre desarrollo y estructura se superpone a esta distinción. ~_que considerar estos dos coi:i,_c~pJ:Qs.en.suQI>.Q§ii::ióu,._pg~bi¿n en cu~nt_
JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, tión es saber, como analistas, por e ·em 1 , . nosotros, qué perspectiva d b J p ?,qu: perspectiva vale más para , e e tener pnmacia. C . orno dice Osear Collazos en el artículo 1 . . me gusta mucho-· "C d a que hice referencia -que - 1 . a a vez que una pal b cepto es utilizada por al ien deb , a ra que sena a u~ gran conEsto finalmente es muy wgu1.tt' _e~iamospreguntarnos quién la usa". genstemiano· que 1 · do es el uso, que para conocer 1 .d .fi 1 o importante en el sentiqué sirve. '5i oponemos estruc~ sen;; o nl~mente hay que saber para ra y esarro o, nos podemos preguntar quién usa eso qué uso· no , . ' es para nosotros anahticos. en cuanto que operadores Finalmente, el analista no es un obse d . ~a perspectiva del desarrollo c d rva or del comportamiento. mdividuo. Se puede ver hon uce, e:1 general, a la observación del . que a conducido -es u h h h. , . 1os analistas a buscar el se t d 1 . n ec o istonco- a ·. ere o e mconsc· 1d nmo, por ejemplo. El privile ·o iente e~ e esarrollo del Abraham y de Klein- ha dafo aq~e una esc~ela psicoanaütica -la de conducido a una observa . , d 1 perspectiva del desarrollo los ha . c10n e comport . d 1 ·salir del dispositivo analíttºco P . 1 amiento e mno; es decir, . ara mirar O que h , esos niños están en una institu . , - d h acian y tratar -cuando su comportamiento. c10n e acer toda una observación de El analista, por supuesto no hace , esto, aunque a veces tiene la tentación. El mismo Freud c , bre de los Lobos" i n· ' uando tema en tratamiento al famoso "Hom. , ene tantos hechos y d a punto de convertirse en observad E ª1ºs que casi se ve que está samente por medio de este or. s so amente después, y precifantasma, ubica que nunca l cas~, cuan?,º Freud ubica la presencia del sentido del fantasma q ~ o servacion del comportamiento dará el , ue nmguna reco ·1 · , equivalente al fantasma y . p1 a~1on es tan exacta que sea · , que nuentras mas y , ocurre en el caso del Hombre de los Lo mas un SUJeto -como hacer desear más y más dat 1 . b~s- se ~cerca a los datos, hasta él pone en algunos hechos seº:' 1a nu,smb~mtensidad de 1avivencia' que , f: , . na a mas ien el esos supuestos recuerdos A ~ d ' caracter antasmanco de tema del recuerdoencubridor para~ ~ esto, F r~ud pone en función el sidad misma del recuerdo ~;;re s1~1fica,_prec1samente, que la inten' ugar e senalar la exactitud del hecho señala que lo m, . ' as importante no est' h' 2 Bº observador del comport . a a l. ien, el analista no es un amiento.
l Freud S "D ¡ hi · . ' ., e a stona de una neurosis infantil" O vol. XVIl, ob. cit. 2. Freud, S., "Sobre los recuerdos encubridore " O;_-bmscompletas, s , vn,s completas,vol. III, ob. cit.
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Por supuesto, por ejemplo Wilhelm Reich, en sus primeros tiempos -antes de volverse loco, de desarrollar su teoría del orgón, etc.- daba mucha importancia a la observación del comportamiento del analizante: cómo entra en el consultorio, cómo se acuesta en el diván, cómo son sus vestidos, etc. Siempre es una tentación, pero pienso que podemos llegar a un acuerdo sobre el punto de que la observación es límite para el psicoanálisis. Fundamentalmente, el analista no es un observador, es un escuchador, si se puede decir así; es un oyente de los dichos de un paciente, es decir, un oyente de alguien que padece y un oyente de quejas, principalmente.
El cuerpo habla Podemos esbozar una tipología de los oyentes de quejas, pues el analista no es el único oyente de quejas en la sociedad; el médico también es un oyente de quejas, pero una vez que ha oído la queja, pasa a interrogar el cuerpo. Primero lo escucha a usted y después interviene con las manos o con algunos instrumentos, terminando ahora por el tomógrafo, donde uno no tiene nada que decir. Con el tomógrafo se termina la palabra; es una pura lectura automática del cuerpo mudo. El cuerpo no es mudo, es el sujeto el que se debe callar. Cuan1o el aparato científico lee su cuerpo, usted no tiene nada que decir. U1timamente escuché que, no sé en qué país, habían olvidado al paciente en el tornógrafo por veintisiete horas ... , ¡un poco de descuido! Es decir, hay un saber en el cuerpo, hay un aparato para leerlo y el sujeto que habla, el ser hablante, está realmente anulado por esta operación, a tal punto que, una vez que se hace la lectura, se olvida totalmente, corno un cadáver, al ser hablante. Ese es un oyente de quejas, el médico, quien después de una sesión preliminar -en cierto modo-, pasa a interrogar el cuerpo. A veces, hay que decir, hay médicos que no hacen eso; un médico general, por ejemplo, empieza a entender que mientras más escucha al paciente menos necesita interrogar el cuerpo. He visto a un médico general-por supuesto analizante- poco a poco convertirse en una suerte de psicoterapeuta analista, que solamente postergaba el momento de interrogar el cuerpo; interrogaba poquito el cuerpo, para ver que no hubiera nada orgánico grave, y descubría que el paciente volvía solamente para repetir su queja; es como el reinvento del psicoanálisis, el reinvento salvaje del psicoanálisis. Otro oyente de quejas es el abogado; usted va a ver a un abogado solamente para hacer oír su queja, y después el abogado se pone a hablar
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]ACQUES-ALAJN MILLER en su lugar. Tamb. , ien una madre e d;~~ cuando es una buena madr: :: oye;te de q~ejas, de quejas de eso como respuesta O a . ' ma re suficientemente b nas palabras, sentido comun: m1gos que proporcionan al queJ·o ubena, El ana 1· · so ueista, lo sabemos h . repetir como . ' ace otra cosa con 1a . . vuelva s1 no 1ahubiera escuchado· "N h queJa: primero, la hace bién lo sa~nana p:ra repetirme su queja" . sin o e entendido, por favor ella mi ~ emos, ormaliza la queja· o 1a , . actuar sobre esto; y, tammente s:· cuando usted habla a ~:~ al repetirse, se formaliza
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1~quej~' s:e;i:~:iiz:o~~~ndo al tema del de~a~;:f¡ 0~ ~n:~~=e tfonnaliza. oda a un anali ' orno una observación e , . n e, cuando en e~te transcur:p~;~:a:~ produce estam:: i:qf~:alizada os- nos remite siemp 1 Ti re a pasado.
queja repeo eso no se
raumatismo d 1 e encuentro con el goce
La gente empieza por una . qlueJa y va al pasado; se puede d .. por~ue han leído a Freud· , . , no o creo p ec1r. es d ec1r e sentific~: ~:~l~s~:a~eproduce un ret;rn;r~e;~~f~o a cconsiderar. Es ., o, que a veces se ha te . ' orno una precomo re
s~:º::!~·
7n~epdtualizado, Como l:::s~~;;ncepto mu! peligroso si un . - 11 ' uno podria pensar 1 a pie e la letra runo, orando en el diván 11 que e analizante termina . . Y amando a 1a , como que han d d d de 1aexperiencia analistas que la reg;e~ó::~r;r~~nes equivocado 1· uce en realidad Pero au s que parece nq~: sea un concepto prenden te y pe igroso, el concepto mis~o de' busca en eretorndo del pasado en 1aactualidad ~e~res10~ señala este sor. pasa o el motivo d . e a queJa. El anali ~rimeros tiempos del an T . e su queJa, la causa de su qu . Ezante
:::::::~~ido
;:~~~~ analistas
1
buscab:~,s~~:~~:t ~;:aba ~contecimient~a~a~~~ S. smo; b.uscaban el shock. queJa, la causa en forma de 1 me permiten a er , ortopédico d b' y pregunte a esta cole a , que e e usar, y me diJ·o· "H 'd g por que tenía el cuello En esto se ubi · a s1 o un h ·h k ca un traumatismo c oque con un auto" J oc. con el auto. En la . , exactamente el traumati . ~ué han chocado. CuanJ:t,ª de los analizantes se buscaba ef :e un tlsmo, dice finalmente que eaca~ retoma esta problemática del troc: con d auma, n cierto modo pa ' ra ca a ser humano hay
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ESTRUCTURA,
DESARROLLO
E HISTORIA
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un shockcon el goce. Ahí nunca van bien las cosas; el goce se presenta siempre bajo forma de shock.Que sea demasiado, que sea demasiado poco, siempre el primer encuentro con el goce tiene forma de shock. Por ejemplo, lo ubicamos en la histeria eventualmente bajo la forma de la seducción por el Otro, que tiene el lugar del automóvil que choca. A veces hay datos, por supuesto, de seducción. Pero aunque haya algo, el elemento fantasmático ocupa realmente la mayor parte. Recuerdo a un paciente histérico, un hombre que recompuso en el análisis el recuerdo de que cuando era muy pequeño su padre lo ponía en su mano para levantarlo; y recompuso este gesto de la mano del padre bajo el culo de él como un gesto libidinalmente cargado, y ha considerado que, finalmente, en este acto ya había algo de una seducción sucia por parte del padre. Otra paciente, también histérica, dice recordar que cuando tenía nueve meses, un año, máximo dos -las histéricas dicen tener una hipermnesis, que a veces se confirma-, la madre le ponía el dedo en el culo, y para ella, en el análisis, eso se vuelve como una violación, una seducción, por parte de la madre. Esto tiene cierta pertinencia en su caso, porque después no ubica otras violaciones, otros traumatismos. Hay muchos episodios del exterior que yo podría considerar como mucho más significativos de una intrusión; por ejemplo, a los tres años, antes de los cinco, se ponía al servicio de los niños varones para ayudarlos a orinar, y lo hacía con gusto, sin considerar que en esto había algo tan libidinal como el dedo de la madre en su culo cuando tenía un año. Y después ha soportado de hombres cosas que realmente podrían parecer como intrusión de un goce ajeno, pero el traumatismo de su vida es el dedo de la madre, y el resto ... Bueno, lo doy como ejemplo del traumatismo del encuentro con el goce y de que eso, seguramente, ninguna observación del comportamiento lo puede ubicar. ½lama la atención que el paciente considera que su trastorno, motivo de la queja, tiene siempre sus raíces en el pasado. Y bueno, podemos decir: es evidente, lo sabemos, no hay novedad en esto ... , pero no va de suyo. Por ejemplo, en Brasil escuché el relato de un caso de psicosis cuyo tratamiento se interrumpió porque el paciente declaró: "No quiero pensar en el pasado", frase que también me parece hermosísima, porque, precisamente, es lo contrario del neurótico. En el neurótico, eso sostiene el análisis: ¡quiere pensar en el pasado! Por supuesto, todo el mundo piensa en el pasado; pero los psicóticos no quieren pensar en el pasado, y eso hace la dificultad del tratamiento con el psicótico, si uno conserva la misma posición que con el neurótico. Con los neuróticos 313
JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) podemos hacer muchas . cosas porque · contrario, los psicóticos no quieren qmeren pensar en el pasado; al ro. Esto llama la atención. Es un pensar en el pasado, sino en el futuue este ~aso de psicosis me su .. , . tema que no se ha tratado aún 1apsicosis. Efectivamente gmlo. el tema de la función del futuryoqe f , en os delir· · . n u~ro. es constante. La instancia del fu~os s1.stemat1zados,el tema del ps1cos1~. ro tiene un peso enorme en 1a Casi se porlr' d . l l,l ia ec1r que entre d e pasado y la psicosis tendrá' el futu pa_sa o y futuro, 1aneurosis tendrá pensaren... y a veces un p . , . ro, por lo menos en cuanto a qu s1cot1coq · erer se aparta totalmente de 1 mere tanto pensar en el futuro · d . a coyuntura _ , que -como senalé antes, no hay que lr emasiado lejos en esto de coyun~;ª cuando está tan tom~ºd~ensar en el pas~do-; se aleja de la qu~\ dmamos, se aleja de todo l por la presentificación del futuro t_ac10n,solo, descuidándose y, , y o podemos encontrar en una habilibro del "Apocalipsis", esper~:;:~ :n ~1faso que escuché, leyendo el pur~~·,Ese es un estado pre terminal ~ e. mundo y 1asalvación de los tam. ien en Schreber, y es un tem . n cierto modo, lo encontramos lo sistematiza. En los Escrit a que Lacan ubica en el esquem I del delirio final de Schrebet phoaneel caso Schreber; es como el gr:f; y un 1uga; donde ubica la función del ~1tu~ode la criatura; todo el mfirnto, como si se tratara de 1fuema I esta construido sobre un futuro egar a un punto al infinito donde c vergen líneas paralelas J H , · ay cosas que d onpor que se presenta así pero lo d . selpue en decir con respecto a e30por e momento. Es decir que ubica' lo que l mos regularmente en la . . voy a lamar la esperade/ir. psicosis 1a función de espera del final del mundo o d "finte, una espera que, en general es ~ de~ sujeto mismo, como leem~su:: ;~sf~rmación de la humanidad ens1dad,una presencia enorme e c re er, y que da al futuro una atracción todopoderosa para efs~j;;soE El futuro, finalmente, tenía ~nomeno de atracción lo vemos en o. ~ :ºmparación, este mismo f1d.° a] pa_sado.Es decir, el psicótic el neuronco, pero en él está refea Instancia del futuro . o se encuentra como atrapad fi. . , , mientras que el , . o por "mc1on del pasado. Pero no ha neurotic~ está atrapado por la Estoy preocupado por mi fur: q~e:ensar que s1alguien viene y dice· mente como psicótico; hay que ;o ' ay que dia~osticarlo inmediata~ ornar esto con cierto tacto.
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3· Véase Lacan J "D . cosis" & · ' ·, e una cuesaón pre]im· ' mtos 2, ob. cit., p. 553 mar a todo tratamiento posible d l ·
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Con respecto al pasado, el psicótico busca y encuentra finalmente una explicación; en el delirio sistematizado, a veces también en el delirio parcial, el pasado necesita una explicación, y el psicótico va a decir: "Bien, es porque tengo neuronas especialmente delicadas y gustosas, y por eso los demonios me chupan las neuronas ... ", etc. Es decir, cuando tiene su queja y su síntoma, finalmente busca explicaciones. Podemos decir que son delirios; bien, eso no importa ... , son explicaciones. El neurótico busca más una interpretación con respecto al pasado. No es lo mismo una explicación que una interpretación. El neurótico trata de leer, está tomado en la tentativa de leer un secreto escondido entre líneas en lo que dice él mismo; es decir, la interpretación viene de la relación misma del neurótico con su propia palabra. Esto es distinto de la explicación. Por eso el psicótico busca sus respuestas mucho más en la ciencia; la explicación científica o la explicación religiosa encajan muy bien con el delirio, y a veces no se pueden distinguir en el delirio, porque son explicaciones. Así,en los psicóticos que tienen cierto nivel, siempre encontramos la función del libro: libros en los que buscan las explicaciones de sus trastornos. De tal manera, ¿cuándo se puede decir del neurótico que tiene una relación con el Sujeto supuesto Saber? Siempre, como dice Lacan. No vamos a decir que el Sujeto supuesto Saber siempre es el analista, porque puede ser el analizante también: en la experiencia analítica es el analizante, del cual el analista espera el progreso de la cura y espera que salgan los significantes importantes. No se trata de decir que es uno o el otro. El sujeto neurótico, como tal, tiene una relación con algo supuesto, con una suposición; a veces la suposición toma la vertiente de la sospecha y eso da la desconfianza, a la cual se aludía al inicio. La suposición puede tener el matiz de sospecha, y eso puede llevar al sujeto a buscar la certeza, eventualmente del lado de la verificación -que es más el lado obsesivo-, o del lado de la sorpresa, de tomar a alguien por sorpresa para poder verificar -que es más el lado histérico-. El obsesivo, en la verificación múltiple, y el sujeto histérico, más en captar la verdad por sorpresa en el otro; necesita desconcertarlo para poder captarlo. Sea de una manera o de otra, el sujeto neurótico tiene una relación con la suposición, mientras que del lado psicótico se trata de saber quién se ha transformado en el sujeto que sabe; a veces el psicótico puede pensar que el terapeuta se ha transformado en el sujeto que sabe, y eso le puede producir mucha desconfianza; es el principio de la transformación del terapeuta en el perseguidor: "Si usted sabe todo lo que me pasa, ¿por qué no me lo dice?" o "Usted sabe todo lo que me pasa, y lo organiza",
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]ACQVES-ALAJN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Y eso . . , .puede pro ducir· 1a mterru
., ps1cooco se vuelve él . pc10n del tratamiento etc . . el sujeto que sabe, y es~ le p.,:edeelshu3eto perder el interés e~ el mtr1astmo,_ 11'b amiento po . acer cua I ro, o en tal o cual asees· , rque ya tiene la verdad en tal ~ ~ o emos entonces del 1 d s ' a o neur 'ti 1 upuesto Saber " del lado . , . o co, a relación con el S . E " psicotico ¡ b UJeto :entualmente, el saber transformad' e sa _ertransformado en sujeto ~isma d~J.5aberabsoluto, que no e o en su3et~~~ 1afórmula hegeliana. e tratamiento, no es la mis . ~ ~na suposicion. Eso indica la dimensión de la supos1·c1·0~ª posi¡c10npara el analista cuando acqtuu_e, en r J ·, n, con os n , · a en e acion a un saber absoluto ue n . eurotic~s, que cuando actúa con y es otro el manejo del saber ~bsoJ;ttlene esa dimensión de suposición o. ,
Autohiograña Vuelvo al centro de .. , · mi lllterrog · , F' 7aco -por múltiples razones que ac10~. lll~lmente, del lado del neua go de una autobiograña E 1 pue _en discutirse- el análisis a· zos· "Ti d , . . s o que d1 B th ene hab~ía Po do'Jdexidco ~em~tea nuestra biogra;a" ayr es, citado por Collao 1 o ec1r ru C 11 · creo que Barth 1 e~,u~ idea freudiana: queºto~:o~~~stabría podido citar, sin Fre~~~~st~ c1~n e palabras, nuestra retórica n a manera de hablar, nuestra s~lecra1ces en nuestra biografia en l ' uestra gramática, todo eso tiene sus mente, cuando uno entra ~om o qu~ nos ha pasado. Por eso recisa ~orno :ecomienda Lacan-, no od:~ahsta en la dimensión anaií;ca -tai s decir que debe tener en sus e e entend~r ~ada, como princi io 4 paJ~bra para el analizante· qu/ nso lo que ~1gnificaexactamente ~ad. vaciar a un sujeto, trastor~arlo :o tenemos idea de Jo que va a hace: tenemos la menor idea de la ' ansfor~arlo en la interpretación· ~al~?ra para un analizante· quec::ga¡ sema~tica y Jibidinal que tien~ ~~ ~m Ito del Sujeto supuest~ Saber ~ ma_ne30de las palabras, dentro del acer nosotros como an ¡· , a primera suposición que d b a 1stas es suponer que b e emos no sa emos nada, que no 4 · [N. de E.] Lacan J El . 120· "C · ' ·, seminario L ·1,r, ¡ . uantas veces adveró a . ' , o ' Los escritostécnicosd F, entenderque él querí d . qmenes están en control e . e reud, ob. cit., p. evitar es precisame a ecrrestoo aquello,les adevertí que unaºndmJ1go cuando me dicen: Creí nte comprend d . e as cosa • curso del su¡'eto N l . er emas1ado comprend , s que mas debemos · o es o m · ' er mas qu J lo contrario Inclus d. , ismo rnterpretar que imag1'n e o que hay en el dis. · o ma que J ar comprend E cierto rechazo de J . _aspuertas de la comprens·. . er. s exactamente 10n ana¡·1t.1ca se abren b a comprens10n" · en ase a
sabemos lo que significan las palabras para el analizante. Si el analista es Sujeto supuesto Saber, debe ser Sujeto supuesto Saber que no sabe nada de lo que significan las palabras del otro. El análisis tiene algo, precisamente, de autobiografía; por eso, al final de un análisis el analizante ha encontrado a alguien que lo entiende: el analista. El final del análisis, si existe, es como la desaparición del malentendido entre analizante y analista; finalmente, el analizante h~ él mismo, creado en el analista a Otro que le entiende, que sabe el valor de las palabras para él. Es un logro tan eminente -haber encontrado a alguien que me entiende perfectamente-, que la única cosa que queda por hacer es irse; porque la única cosa que nos interesa en la vida son los malentendidos, pues justamente cuando hay un desajuste entre uno y otro podemos gritar, pelearnos y gozar. El momento en que realmente nos entendemos, no tenemos nada más que decirnos. En cierto modo, el análisis es así: una autobiografía; salvo que no es para un público, o es para un público reducido a un Uno,es para un público único, es para el espectador -no el periódico, sino el oyente-. Las se~iones de análisis son, por una parte, sesiones de autobiografía, a tal punto que hay sujetos que vienen y cuentan el día anterior, y cuando cuentan el día anterior con un poco de sensibilidad y de hipermnesis, la sesión es siempre demasiado corta. Tengo una paciente histérica que recuerda todo lo que le ocurrió desde los seis meses; ¡jamás podrá contar totalmente su vida! Es como la paradoja de "Funes el memorioso" de Borges: finalmente Borges lo hace morir porque no puede decir todo lo que recuerda. Yo tengo una paciente que, para mí, es la memoriosa, "Funesa la memoriosa". Hacer sesiones de diez minutos, de una hora o de un día no cambiaría nada, porque faltaría siempre el tiempo para decir todo lo que se ha de relatar. Bueno, son sesiones privadas de autobiografía, y además el analista, precisamente, no confirma la imagen presentada en el relato de la vida, y por eso la imagen queda vacía. Se puede decir que el analista es un mal público, es un público no cooperativo en el análisis; aunque pueda decir que sí, el analizante nunca puede pensar que lo ha convencido totalmente. Como es un mal público, en lugar de ser él quien paga, como hace el público, el analista es ese raro público al que se le paga el espectáculo que se le ha dado. Por supuesto, no es exactamente autobiografía. "Grafía" significa escribir, y aunque siempre hay los sueños de hacer un análisis por escritura -algunos tienen esas fantasías-, es más del nivel logosque de la grafía, o vamos a decir de la fonía. El análisis es más una biofonía,si puedo crear esta palabra. En todos los casos tenemos elementos propiamente
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JACQUES-ALAJN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) biográficos , sea en l os casos de m d' . . ca~os de psicoanálisis. Pienso e tma, de psicoterapia o bien en los p~1co~nálisises un error sobre 1;~:o a P:rspectiva del desarrollo en el b10~rafico, sobre los elementos bi gr~fía, es un error sobre el carácter a~ahzante. En el psicoanálisis sí huigraficos_ que hay en 1apalabra del ~andeadel analizante, o biofoníaespon~_una ~a1ldade_esta biografía espone esarrollo. anea e anahzante, en el concepto
que permiten hacer una tipología libidinal de los sujetos; y lo ha hecho a partir de consideraciones sueltas de Freud. Eso ha tenido gran importancia en el psicoanálisis, porque ha sido la base teórica de Melanie Klein. Lacan consagra gran parte de la última parte del seminario Lasfora criticar casos clínicos franceses de la época que macionesdel inconsciente están construidos bajo la perspectiva del desarrollo, bajo la perspectiva en la que se trata de llevar al sujeto a un estadio genital y en la que se considera que está enfermo por quedarse fijado a estadios pregenitales. Esta perspectiva también ha dado una importancia, que parece desmesurada en la teoría analítica, a la observación del niño. Y quizás su mejor resultado han sido los consejos para la crianza de los hijos. Quizás la flor de la perspectiva del desarrollo sea el doctor Benjamin Spock. ¿Conocen al doctor Spock? ¡Deberían conocerlo! Es el bestsellerque ha salido de toda esa elaboración científica; es el norteamericano que, después de la Segunda Guerra Mundial, ha explicado que la perspectiva protestante anglosajona para criar a los niños daba resultados terribles; que había que ser mucho más cariñosos con los hijos, darles más libertad para que se desarrollaran bien. Y,finalmente, los conservadores dicen que ha sido el responsable de mayo del 68.
Desarrollo"
¿Qué no va para nosotros en e] es una perspectiva que, por nuestroc~~cepto de desarrolJo? Pienso que melo, he encontrado seis razones. No d~' no es 1abu~na..Al pregumárpero me ha venido así L~ . go que esta l;sta sea exhausu· . a perspecuva d 1d <4' va, ~ progreso finalizado· es d . . . e esarrollo, primero im Jic 1 -~~0i~Y0Üod~-klí~g·-~~·;·--.~cfi_i_r, ~~?~)~~~~e.g_ue eltiernpoñ~s~! 1:~: Se d ..~1:: ..11 .11 .n. o, supone-una·:;y;~ normalizada llamar, en té~mino¡ más e;~~:: pre~eterminación o lo que podría;~ª supone una ampliación de] men~~r~ne~s, ~a programación. Tercero n~s hace pensar en términos de d a ?1as. e tal manerí½'W~ eXJstenci~,o está l1evada a supone:t~;c1~nes y_déficit. QuiIIttY,s~ traduce siempre en el dominio de ~dXIst¡enc1a, de estadios. Y,sextl;;se Todo un I ea __ , . s estos puntos sobre 1a er : decir, han sido criticados por Lac~n specuva del desarrollo, se puede tante, vale 1apena hacer esta lista oen un momento u otro. No obsmos escapar tan fácilmente de la 'e~ rqu~ no es tan seguro que podaseguro de .que Lacan haya escapaf o lectiva del des~rrollo. y no estoy 4 y_e_l Semrnan·oS, por ejemplo Por ue esta perspecuva en el Seminario legiumo, pero lograr hacerlo e~ otr q e desear escapar de eso puede ser de que también tratamos a un indivi~:osa. No podemos eludir el hecho total pensar que hay e] bebé 1 .- o que crece; que no es una ilusión adulto, etc. Podemos decir q' e mno que no habla, el niño que habla el eso I d ue eso no cuenta e ¡ · ' o escartamos en nuestr . n e psicoanálisis o que ·cóm ¡ · ª perspecuva en ' ~ o re ac10narse con estad' ., ' nuestra actuación. Pero Por el momento estam imlens1?~?No es tan fácil. im ' os en a cnt1ca a Ja . pu_esta_enel psicoanálisis a parti . perspecuva del desarrollo, Fue e] qmen la form 1· , . r, esencialmente de KarJA.b h llo de 1alibido· fue a'Jizo,. a parar de su gran trabajo' sobre el• d ra am. ¡ ' e qmen formali , ¡ . esarroY_a ~01'.1binaciónde esos estadios z~ estadios ora], anal, genital, d1acromco. Sobre una diacronía ub _orde_nandoloscomo un desarrollo ' ica iversas detenciones , fi'IJac10nes, .
tipíéa ·es
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Participante:Cuandose ibaa morir,se arrepintióde lo que habíadicho.
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No lo he leído exactamente así. Él ponía cierta duda sobre la posibilidad de los consejos, pero no sé si la palabra "arrepentirse" traduce su posición; sería algo para buscar: "Las últimas palabras del doctor Benjamín Spock". Se dice que tuvo la máxima influencia sobre la segunda mitad del siglo, al reprochar a los padres una educación demasiado rígida e introducir en los Estados Unidos, y a partir de allí en el resto del mundo, la idea de una crianza mucho más tolerante -vamos a decir- a la libido, con los resultados magníficos que conocemos, es decir, nuestra cultura actual, que nos llena de satisfacción. Por lo menos, ha sido una traducción muy eficaz, en la cultura, de la concepción del desarrollo. Es para decir que esta perspectiva del desarrollo no ha dado resultados científicos tan impresionantes, pero ha dado resultados impresionantes en la cultura, que desembocan finalmente en un -para decirlo en inglés- know-how, cómo hacer, con el niño. Es la pasión norteamericana: cada cosa en el mundo, cada actividad en el mundo -según los norteamericanos- es capaz de tener un know-how,cómo hacerlo; es decir, es la perspectiva de formalizar y automatizar todas las actividades huma-
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]ACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998)
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nas. Se puede saber cómo conducir un automóvil, pero de allí pasan a saber cómo conducirse con los hombres, con las mujeres, con los niños, con los astros, con los demás, con ellos mismos, con el cuerpo ... Es 1a formalización generalizada. Lo interesante -volvemos a nuestro campo- es que, finalmente, la perspectiva del desarrollo tiene como referencia lo que se desarrolla; tiene como sujeto, en el sentido propio, a la libido, o sea, 1apulsión; es decir, pi-ecisamente, lo que no habla. Abraham no ha construido su perspectiva del desarrollo a partir de otra cosa más que del desarrollo de 1alibido, del goce, de 1apulsión, es decir, de algo que él concebía como el elemento precisamente que no habla, que se hace presente en 1aexperiencia analítica, pero que no habla.
, un vector temporal así (la flell Si representamos el desarro o segund a más y decimos que h ) que va e menos , d cha de izquierda a erec a ' . ºfi la frase de Lacan -me 11 (D) Jo que s1gru ca d 1 historia (H) ocupa el veces el vector del esarro o ' , , 1 d entenderla as1- es que a parece que po emos . . ºdo tal acontecimiento, segun e . E decir una vez VIVI d , tor retroactivo. s ' 1 , que va de antes a espues-, 1 del menos a mas, 11 vector tempora -que va . . nto o este logro del desarro o . d este acontecimie d es ultenormente cuan o d , Por eso cuando se pro uce .d . 1 encuentra espues. ' . . lo- se puede produc1r como encuentra su senti o, o . . os a dar este e¡emp d el acontec1rmento -vam . . lgo finalmente, separado e traumatismo. El traumatismo es siempre a p~to de interrogación: su significación; es siempre como una x, un
Historia
H Por eso, cuando traté el tema lo hice bajo el título en latín Si/et, "se calla";5el callarse, que no es el callarse del ser que habla, sino un callarse de la piedra, de lo que no tiene posibilidadde hablar. Por esas razones (finalización, normalización, ampliación, términos de detenciones, déficit, estadios, ideal, etc.), el desarrollo es un concepto que Lacan ha criticado como no perteneciente a 1apropia conceptualización analítica. Pero no lo ha criticado tanto a partir de la idea de estructura. Lo ha criticado, desde el inicio de su reflexión, a partir del concepto de histona. Finalmente, el concepto opuesto a desarrollo, que parece el más evidenciado en la enseñanza de Lacan, es el concepto de historia. Como si Abraham hubiera formalizado a Freud en la perspectiva del desarrollo y Lacan lo hubiera formalizado del lado de la historia. En el Seminario 13 encontramos una frase que realmente me llamó la atención cuando la leí, muchos años atrás; Lacan dice: "La historia sigue a contratiempo 6 del desarrollo". ¿Cómo entender esta frase? La entiendo yo, realmente, como a contrasentidodel desarrollo.
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ro des ués se encuentra significado y Punto insoportable, etc., pe . p p los mismos datos, los . d 1 rso del tJ.empo. or eso, . resigrufica o en e transcu . .ficados de manera diversa h d vida pueden ser resigru mismos hec os de 1 una ' , t bién obtenemos esto en un ti po y es asi como am . ., en el transcurso e em , . · ·ento de esa d1mens10n · d Alguien que no tiene conocirm d . ,,, , d ·tiene algo más por ec1r. , análisis que ura. "P , despues e tres anos, e . bº . do se trata, al contrano, pregunta: ero que, . 1 lato como o ¡etJ.vo,cuan . 'fi porque se piensa e re xh . de los hechos, sino de la resigru no de un relato completo, e_daups~vooque la proposición de Lacan "La . , t.: , . de lo ocurn o. iens d ro' cac10nmst~nca . d e1desarrollo" se debe enten era pa r historia se sigue a contratiempo de este esquema.
Participante:¿Lacanempleaá rebours? 5. Véase Miller,J.-A, "Silet", Curso de la Orientación Lacaniana 1994-1995, inédito. J., Seminario 13, "El objeto del psicoanálisis", clase del I º de diciembre de 1965, inédito: "En el psicoanálisis la historia es una dimensión distinta de la del desarrollo, y es aberración tratar de reducirla a ella. La historia no se prosigue sino a contratiempo del desarrollo. Punto del que la historia como ciencia puede tal vez sacar provecho, si quiere escapar a la influencia siempre presente de una concepción providen2, ob. cit., p. 854: cial de su curso". También en Lacan,J., "La ciencia y la verdad", Escritos "La historia no se prosigue sino a contratiempo del desarrollo". 6. [N. de E.] Lacan,
Á rebours,sí.
" sena , . , másjusta que "a contratiempo Participante:Entonces,una traducc10n "a contrapelo". "A contrapelo" me parece -por lo que se, d e castellano- una buena traducción.
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ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) JACQUES-ALAIN MILLER en el Seminario5, es una estructura, pero que acomoda, a la vez, algo del desarrollo. Pienso que la vena que toma Lacan en sus consrrucciones se ubica justamente en la articulación entre esas estructuras sincrónicas,
En e~te sentido, podemos oponer la perspectiva del desarrollo y la perspectiva de la historia, y oponer al desarrollo de la libido en la teoría de Abrah~~,_la h~storia del sentido en Lacan. Esto se encuentra claram~nte al imcio mismo del camino de Lacan. Lo pueden encontrar en la pnmer~ parte ~e su ,t~~t~ inicial "Función y campo de la palabra y del lengua¡e en ps1coanahs1s , el texto que él mismo ha considerado como ~damen~al; la primera parte, o por lo menos la segunda mitad de la primera parte, apunta a la antinomia desarrollo/historia. 7 De tal manera, cuan~o pens~m~s en la antinomia desarrollo/estructura, estamos en esta vert1ente prmc1pal de su reflexión.
esas combinatorias, y el desarrollo. Esto es lo que quiero desarrollar un poco más; es ~a_metadel punt~ de partida -estoy un poco lento en el desarrollo-. Qmzas podemos utilizar veinte minutos para sus puntualizaciones, que me ayudarán a,ver en qué dirección ir.
Discusión
Estructura
Voy a dejar para más adelante las consideraciones más detalladas sobre este punto, para indicar que lo que he encontrado, pensando en el_tei:na,es que Lacan ha efectuado una sustitución: como término antin~mico a d~sarr~llo, ya no coloca historia sino estructura. Es decir Ja pn?1era an~no~a, la antinomia inicial, es desarrollo/historia; pero, despues, la antmomia que propone es desarrollo/estructura. Entonces me h_e,plant~ado cómo se ha sustituido estructura por historia en esta funCion,Ycomo armarlo. Porque introducir como tercer término la estructura hace ver lo que desarrollo e historia tienen en común. Claramente desarroll~ e historia tienen algo en común, para poder estar a contrapelo; Y lo ~omun se ve en el esquema: son dos vectores, y lo que tienen en comun es el elemento diacrónico. Podemos ordenar uno como revés del o~o, tan~o la historia como el desarrollo pertenecen a la perspectiva diac~om~a,~e?tras que la estructura pertenece esencialmente a la perspecnva smcro1:1ca.Y'.fina:mente, es más fácil desplazar la perspectiva del ~esarrollo hacia la historia -porque sigue la cronología en cierto modo, sigue lo temporal-, que desplazar lo diacrónico hacia lo sincrónico. ~reo q~e todo el esfuerzo de Lacan en el Seminario4 y en el Seminano 5. es mventar estructuras que acomodan algo del desarrollo. En el Sem~~ano4 están los encuadres de Lacan: privación, frustración, castrac10n, Y ordena con eso. Son estructuras, porque esos encuadres encar~an u~a combinatoria, y eso es lo esencial de lo estructural: la combmatona; también el grafo de Lacan, que construye a doble nivel
~e:o
· ' Y campo d e la palabra y del lenguaje en psicoanálisis" "'- 7. · Véase Lacan . , J., "F unc10n 1:.scr1tos 1, ob. cit., pp. 244-255.
Participante: La inquietudquetengono vienedemi con1i~óndepsicoanalista, queno /osoy,sinode historiador, peroconun hondo,y dma queya largoen el tiempo,interéspor elpsicoanálisis ... JAcQuEs-Af.AIN MILLER:Historiador, ¿de qué?
Participante:... de mentalidades. La semanapasada,en Medellín,~nosamigospsicoanalistas me dejaronen estadode shock,todolo queyo habtape~ado durantemuchosañossobreel psicoanálisis sepusoa temblar,y fue a partir de que mis amigospsicoanalistas dijeronesto:la estrUctura, para el psicoaná~isis, eslo inconmovible, lo inamovible,lo eternizado,de tal maneraque,por e;emplo,un mjeto estrUcturado neuróticamente, neuróticose quedaráper saecula_ saeculorum. Perosi elconcepto deestructurase entiendecomoaquelloqueesta eternizado,¿quélugarquedaría,entonces, parael ordende la transform~ción? Inclusome·preg;u,ntaba, yo que no sayanalista,¿cuáles,entonces,el sentidode la clínica? JAM: Cuáles son esos psicoanalistas, porque hay de varias índoles. Bien, me parecería raro si los analistas le han hablado de ~s~c~ras eternizadas. Creo, primero, que estructura ya no es algo mmoVIl; la estructura no es una piedra. Sería totalmente inútil pensar en e~:ructura si debiéramos decir que es inmóvil; la estructura, tal como unhzamos e1'término, como instrumento para el pensamiento, es al revés -lo que dije justo antes-: una combinatoria, es decir que li~ta las ~osibilidades de transformación, pero implica una transformac10n posible; y tanto más, vamos a decir, una esrructura de tipo lacaniano, que contiene, precisamente, un lugar vacío donde se pueden hacer los cambios. ·Ustedes conocen este juego -no sé cómo se llama en castellanoMe gustaba mucho en mi infancia; que'en francés se llama pousse-pousse?
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) , quizás me preparó para el estructuralismo T lugar vacío que permite move l . . iene numeros y deja un c:iones,configuraciones.ª r as piezas para hacer algunas combina-
1 .·· 2 ...
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Este juego encarna muy bien d ' e manera elemental, la estructura es decir que hay movi·m· lentos pero no t d . ' nas configuraciones que n ' d o os son posibles. Hay algulas piezas del marco L o se pue en ~btener; sería necesario sacar · · · ª estructura contiene 1.º encarna, por ejemplo en s fi d l _un~0V1m1ento y Lacan inconsciente9 donde hay tr'a tu ~a o _ebsemmano Lasformacionesdel ' yec onas pos1 l d l · d es e SUJeto,no una sola; hay varios caminos que el su,·et b· , o pue e toma:r y ha se pueden lograr. En este "d , y tam ten cosas que no sena o una estru tu . ºfi mente distinto de una piedr . . '.fi e ra s1gru tea algo totalI epaque. hemos logrado definir -es una tentativa- funciones m· ª1'ds1_gnbl · e u 1 es or eJempl simple, en lo que Lacan llama la es~ . o, para tomar lo más encontramos un S un s1. ºfi ctura de discurso, sabemos que si . P b gn1 cante amo d b el significante S2 . si encontram l fun' .: emos uscar en algún lugar os a c10n del SP d ebemos buscar en ' otro lado el S2'. debe estar. s· 1no 1o encontr · buscarlo en otro. amos en cierto nivel, hay que Es decir, la estructura define lo ue n . . . tra búsqueda, nos asegura que si ha qtal ~ d_e}ade escribirse y, en nues~~ manera muy simple, eso res on~e ~:on, otra debe ser cumplida. libido que como dice Fr d p d tamb1en al concepto freudiano de , eu , pue e ser un mito· l es el goce -el goce es la trad ., l . ' o que no es un mito ulcc1donfi acamana de la libido freudiana-. Cuando Freud habla de lib"d 1 0 , a e me para un det · d o md1v1duo · · . como una constante Es . 1 h ermma · muy s1mp e· ace · vbe:que ~1en un momento un sujeto tiene tal interés apasionad . o por un o Jeto, SI -según los términos 8. [N. de E.] 2 I trillones de posibilidades d" 9. Véase Lacan J Bis . . L. ' ice en el reverso del juego. , ·, emmano, ibro 5 La ·fi · . ' ' ormaaones del inconsciente,ob. cit., p. 52 l.
de Freud- inviste una gran cantidad de libido en tal objeto y después se queda indiferente, debemos buscar dónde ha ido esta cantidad de libido, que necesariamente ha ido a otro lado. Eso supone movimiento; es un concepto estructural, pero hecho para la transformación . Es una forma de decir que un sujeto neurótico no se volverá psis.;ótico,porque eso es una diferencia de estructura; pero la manera de distribuir el investimento libidinal cambia, por supuesto, en un sujeto. Y lo que nos asegura el punto de vista estructural es que la "cantidad" -cantidad que no se puede calcular- queda constante, y por eso, por ejemplo en la psicosis, Freud ha podido decir: es correlativa la desinvestidura o el desinvestimento del mundo con la megalomanía, es decir, toda la libido infla el ego del psicótico. Es una consideración que hace ver algo; es una construcción que permite la puesta en relación de dos fenómenos. Muestra cómo es correlativo este futurismo de catástrofe que encontramos en la psicosis con el carácter destacado que toma el psicótico: que en esta catástrofe del mundo, un destino particularmente elevado le está prometido. En este sentido, se ve lo que Lacan ha dicho una vez: la personalidad, en sí misma, es paranoica; 10 y se ve en el delirio sistematizado, donde el psicótico es una personalidad, en el sentido de que es una vedette:Schreber piensa que en el futuro se va a consagrar su boda con Dios, y no será solamente la boda del siglo -como dicen cuando hay un gran matrimonio-, la de Schreber será la boda de los siglos de los siglos, la boda para la eternidad. En este movimiento de la · libido, el psicótico se vuelve una personalidad, una gran personalidad. Creo que en el psicoanálisis no hay nada de lo inmóvil o eternizado; al contrario, la perspectiva estructural es una perspectiva de movimiento, pero limitado; es decir, todo no es posible, y es precisamente el hecho de que haya un imposible lo que, según Lacan, define lo real. Me parece que no hay historiadores, pero sí economistas que lo han buscado. Por ejemplo, han tratado de definir la ley del desarrollo económico: que no se podía ir de un estado de desarrollo a otro sin algunas condiciones y sin otro estado de desarrollo. Finalmente, nadie ha definido eso. Ha sido la tentativa de economistas de los años sesenta, en
10. [N. de E.] Lacan,J., El seminario, Libro23, El sinthome,oh. cit., p. 53: "Hubo una época, antes que estuviera en el camino del análisis, en la que avanzaba en el camino de mi paranoica enrusrelaciones -decía yo- conlapersonalidad. Si durante tanto tesis De lapsicosis tiempo me resistí a volver a publicarla, fue simplemente porque la psicosis paranoica y la personalidad no tienen como tales relación, por la sencilla razón de que son la misma cosa".
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MILLER ESTRUCTURA,
particular de uno que ha tenido mucha influencia, Rostow, pero después no se verificó.
Participan~~: Cuandohacíasu argumentaciónsobreel concepto de desarrollo, yo est~baantzczpando un poco--paratratardesaberhaciadóndesedirigía-el de histona, quealfinal aparece.Tambiénaparecíala oposición entrehistoriay estructura. TodoeS}oporque,más que una preocupación en la clínicade loparticular, más tengola preocupación de tratar de pensarlasformacionesdel inconsciente allá,justamentecomolohaceLacan,dela dimensiónindividual,de la dimensión de un sujetounopor uno;en una dimensión,si se quiere,social.Y su exposiáón me va muy bien,porquecomienzadiciendoque unaformacióndel inconsciente necesitaun gran Otro,unaparroquia,una colectividad, un país;esdecir,también colectiva. lasformacionesdel inconsciente sepuedenreconocer en una dimensi'órz JAM: La palabra de Lacan es, precisamente, transindividual,que queda un poco a distancia de lo colectivo. Un chiste existe solamente si el otro lo reconoce como chiste, de tal manera que se realiza solamente en el otro. Esa dependencia del otro es lo que Lacan sitúa como caracterís~co del inconsciente como tal; el inconsciente no es la cosa que uno tiene en la cabeza, sino algo que supone al otro. El inconsciente es 11 transindividual. Lacan aplica esta estructura a la meta psicología freudiana. Le reprocha a Freud haber construido su esquema del huevo, donde supuestamente están el superyó, el ello, el ego, como una cosa del individuo, como una especie de huevo interno en la cabeza. Lacan insiste, al contrario, en que la representación misma de las funciones psíquicas se debe concebir en la relación con el Otro, y por eso, en lugar del huevo freudiano -lo que critica en su último seminario de Caracas-, él finalmente dibujó este grafo, una trayectoria que incluye, de manera esencial, la instancia del Otro.
Participante:Los lacanianosy losfreudianosllegamosa hacerexistir el inconscientecomoalgoindividualdelsujetoque va a la terapia,etc.,y cuandopensájunguiano bamosenfenómenoscolectivos decíamos:no, el inconsciente colectivo no es un concepto psicoanalítico; y cuandoleíamos"Psicología de las masasy
. 11. [N. de E.] Lacan,J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanális1s",Ermtos 1, oh. cit., p. 248: "El inconsciente es aquella parte del discurso concreto en cuanto transindividual que falta a la disposición del sujeto para restablecer la continuidad de su discurso consciente".
DESARROLLO
E HISTORIA (1998)
análisisdelyo" de Freuddecíamos:sí, esoesun ~mpasse entrepsicologíaindividualy colectiva,aunqueFreuddiceque eslo mismo.Hoyt~emo: apu_esta de pensar qué hay del inconscientecolectivoo qué hay de lt:, dtmenszo~def mcomcienteen ¡0 social.no solamenteen el chiste,sino tambtenen la historia,en las costumbres,en la; manerasde comportarse,en las mentalidades.
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JAM: Le responderé esto: ¿nos interesa pensar o nos interesa actuá~? Desde el psicoanálisis se pueden pensar muchas cosas, pero de~de el p~icoanálisis no se puede actuar sobre mucha~ cos:s. En cuanto ~sicoanahstas podemos actuar en la dimensión propia, abierta p~r el_metodo freudiano. Pensar la sociedad en función de nuestra expenencia, lo hacemos todo el tiempo; en cierto modo, lo hacemos mucho, 1~podemos hacer. Pero un pensamiento separado de la acción no es lo lillSm~ q~e el_pe~samiento vinculado a la acción que tenemos en nuestra pracnca. ,Sena posible una práctica del psicoanalista en el nivel político-so~al? Yo, ~ersonalmente, rechazo las ofertas, las ofertas envenenadas ~e: . ~ero co~o no, con este saber que ustedes tienen, que ade~ás no es ~diVIdual, s1~? transindividual, por qué no beneficiar a la socied:d e~ directo de esto . No obstante, ¿cómo termina esto siempre? Termina sie~pre como una propuesta del ser gobernante, de tener los buenos conse¡os de los expertos, y de nosotros como expertos. Es s~em~re una ofe~ de vol::mos consejeros del príncipe; no solamente oir o mterpr~tar, smo t~bien de dar consejos a la oreja del príncipe. Le vamos a decir, en voz ~a¡a, 1~~~e le interesa: cómo ganar. Sí, sería posible, pero sería poner el psicoanálisis, el saber psicoanalítico, al servicio del discurso del_amo,,~u~ Lacan define como el reverso del psicoanálisis, 12 el revés del psicoanah~i~. ¿Qué sabemos nosotros? Aparte de fórmulas analíticas, sabemos mucho de la debilidad mental del ser humano; y sabemos sobre el hecho de que un significante sin mucho sentido, o un significant~ que se pue?e considerar como separado del sentido, puede llevar a algm_ende la nanz, y que cuanto menos sentido tenga, mejor funciona. Sacnficarse por la patria, por ejemplo, es un significante amo que poco a poco pue?~ perder sentido, pero continúa funcionando. No estoy a favor ?el cm1smo, y diría: eso es una abstracción y se _pu~de descartar. Pero si tenem~s la idea de un manejo posible de los s1gruficantes amo y de su pot:~c_ia, Y eso lo utilizan: muchas cosas que se han descubierto en el análisis se utilizan en la publicidad; eso es un uso social.
12. La can, J.,El seminario,Libro17,El reversodelpsicoanálisis, ob. cit.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Creo que el analista no puede intervenir en cortocircuito, porque se vuelve homogéneo al campo en el que actúa; y pensar es una cosa, pero actuar es otra. Pienso que ya tenemos una gran contribución social. Lo he dicho a un director de la salud mental, alguien que es importante en Buen<;>s Aires en este campo. ¡Quieren un doctor Spock de la salud ) mental! El me proponía que le diera consejos, yyo le dije: "No~si_u5.ted deja _en lfl:l~_i::ta~~_!Qs_anafutas,.$11._persegpirlos, / yaJoJ ~~listas hacen mucho, porq~~-<:yit;¡n a rou,ch_os_P..?cientes, por
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/ ei,g,glo, falnt,midón, Háy si,JeiOspsicóticos,sujetoshistéricos,que 1
gracias al ámbito analítico, a la atmósfera analítica, se quedan por fuera de los gastos que podrían ocurrir en los hospitales, reembolsados por la seguridad social. Lps._analista.s so_nun factor favora~!~J_).~~_J_as finan'.?as _cfo Jl_Il_país: más psicoanalista5-imejor las finanzas\ F~e_lg que difo.al sefi_~rpa_i:aque me pudiera entender, y recomendarle rÍ()_P~rs.~gyi_i:_~loL a1g1istas, sino reconocer el papel positivo que tenemos, y que som~_ liberales. / · · ··· - · ···· · ·· ··---prC>_fosionales Eso me parece lo máximo que podemos dar. En general, creo que el psicoanálisis ha contribuido a cierto escepticismo con respecto al discurso político en general. Pienso que todo el artículo de Collazos está inspirado, finalmente, en la idea de una ética del lenguaje, que viene del psicoanálisis y que lo conduce a vivir como insoportables los semblantes del discurso político; y eso sí puede ser una contribución del psicoanálisis a la civilización: contribución a cierto aligeramiento del discurso político, una política light.No sé si es para mejor. En Europa, por lo menos, parece para mejor, un poco más light que antes. Pero eso es también por no creer en el desarrollo, que nunca se ubica un progreso absoluto,
Participante:Actualmente,hay significantesde moda muy fuertes. En Venezuela,por ejemplo,en estemomentose trabajamuchosobrela violenciay la segregación, y se le demandaal psicoanálisis una respuestapara losocialfrente a esetipo deproblemas.¿Cuálseríala posicióndelpsicoanálisis? ¿Cuál es la posición que ustedes han adoptado en Venezuela con]AM: respecto a eso?
con probleJAM . Llama la atención que acu dan a los p sicoanalistas un momento de deses. l . , Es raro: o es mas así, a pedirles una so u~1on. lista como Sujeto supuesto Saber en peración, o dice algo del ps1coana n uistado un lugar tan fuerte de Venezuela. Ustedes parecen haber co qd1'rlas soluciones a dificultades S Sb · ti.ene · u¡·eto supuesto a er, qu e les van d a pe como el psicoana'l'1s1s , Pue e ser que d que están desde los ongenes. dificultades que vienen esd e stas No sé si elogian nuestra reputación de tratar el pasad~, y comlo sona11· emiten a osan . d l los orígenes, entonces se r ibilidad de hacer que lo que ue ~ en un facultad de curar o nuestra pos d . d doler deje de hacer sufnr. Nos m omento no desaparezca pero e¡e e dedo'res de opio. Creo que la egun . r tas como ven . ·1· tan a los ps1coana pr d is · Que no preten demos curar a la c1v1izamejor respuesta es la mo esn~ ella de la cultura- y que no pod_emos ción -aunque hacemos p.arte ,e b' ' spechamos de los remed10s. y · , ed10 Mas ien, so , · sceppretender ru~gun remd l '¡ .ón del psicoanálisis es mas cierto e más aún, en c1ert~ mo o tcc1 o que ofrecer soluciones. ticismo hacia el discurso e am
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. para dar . una salida . otericiade losotrosdiscursos buscaen el discursopsicoanalítico. Participante:Creofue la tmp a lo sociales la razonpor la que se . ,,. pues bi'en' nuestra ope. . J AM: Usted utiliza la palabra ""imy otencia l '1.mpotenciaen impos1b1s trans10rmar a . , L ración, como plantea acan, e_l lograrán una buena soluc10n" . lidad·ll es decir: "Estén tranqm os: nunca , un poco corta. Pero 'es una sab'd I una
. "La historiasiguea" contrad L R . retomar lafa'llse . . e acan.,.,.nt>e/o del desarrollo. p·tenso ·nrticipante:Quiero .. " "L h 'rronasiguea con.,..r h. . tiempodel desarrollo' o ~ t ·n más siunificativala tS'tona q ,, d na de una maner.. º.. . I ue "contratiempo etermt d ma's sino quejustamente sigue e , ,, ·en . l ctor e menosa lacaniana,que no siguee ve d'd que la palabra"contratiempoen et ~ caminoal revés.Así, en l~ me t ~ en podríaparecermás eficaz,en esesenttmanerafortalecela historialacamana, do,que la palabra"contrape lo". JAM: Pue d e d.1scun·r nuestro traductor. ..
Participante: Acabamosde terierunaJornadasobreel tema. La violericiaexiste desdelos origenesde la humanidad,la segregación también.En estemomerito hay un incremento,porquehay una problemáticade cor-rnpción, que sigue una políticadeterminada.Freritea eso,elpsicoanálisis no va a dar lafórmula mágica queacabeconeseproblema;no espor esesesgo.&a fue laJornadarecierite.
. P· 577·· "Se trata· en eldpsicoacit., ·1·d ·a 13 [N.de E.] Lacan,J., " ... o peor "' Otros l escritos, , delob. fantasma) a la impos1b11 a 1, _og1c · · (la queLda a razon . · XIX" , El semmano' nálisis ·de elevar la impotencia., J "Reseña del Senunano
(la que encarna 1o rea !)" . Tarnbien en acan, ·, Libro19, ... opeor,ob. cit., p. 239.
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Participante:Se ha traducidosistemáticamenteá rebours como"a contrapelo". Parala última ediciónque se hizo de la obraÁ rebours de Huysmans sepropusieronvariasalternativas,pero se concluyó hubomuchasdiscusiones, que la traducciónmás apropiadaera '!Acontrapelo".En españolva, no conel verboser,sino con el verboir: algoque va a contrapelo.Sería "El desarrollo va a contrapelode la historia".Peroesevidenteque, en estecampo,seríapara revisar,porquela opiniónque se ha expresadoes supremamenteautorizada al ladode la.:,nía. JAl\1:Lo divertido del ejemplo que usted toma, de la obra de Huysmans, me permite señalar, solamente como pequeño territorio, que la Escuela de la Causa en Francia tiene su sede en la calle Huysmans, y que siempre me encantó. Es un escritor que quiero, y bien por este Á reboursde Huysmans.
Participante:Tradicionalmente, se diceque el eje o la perspectivadel desarroque el psicoanálisis toma la perspectiva llo no es la que toma el psicoanálisis, sincrónica,estructural.Lo que ustedhaplanteadome llevaa pensarqueya no podemosdecirque el vectordel desarrollono está,que el vectordel desarrollo no cuentapara elpsicoanálisis; y queprecisamentecuentaen la medidaen que aquel otro va en rroma y lo cruza. Y usted lo afirma también,me parece, cuandodicequeLacantratade llevarlascosasdesdela concepción deldesarrollo a la concepción de la estructura,pero que no lo log;racompletamente.No se puedeexcluir,el vectordel desarrollosiempreestápresente...
3. ESTRUCTURAE HISTORIA
. h , l nas aclaraciones sob re lo que llamé En esta segunda pa~e ar~: fustoria, para oponerla, en_un ,5egundo esta mañana la perspecnva de Como lo mencione, encon. de la estructura. · 11 de la historia desde el conuenzo momento, a la perspecnva tramos la oposición del desarro o ~'F .ón y campo de la palabra ... ". mismo del texto inaugural de Lacdan,L unc1define aquello de lo que se ·, fr ase, don e . acan b" l' ·ca sino de rememorac1on, Quiero destacar'tiesta . de memoria io ogi trata el psicoana sis: no '1 11maba la palabra plena como • • 1 y define lo que e ª · d s ~ o "reordenar las contingencias pasa a ' es decir, h1ston~. . ,, zy eso define exacla palabra que nene como e ect_ .d d l necesidades por verur.. . . d ribe en este esquema: dándoles el sen~ ~ e as tamente el moV1m1entoque se ese
JAM: ... por eso cuenta, por eso no se puede decir que no cuente. ¡Cuenta!
Participante: ... lo que quiero,pues, esplantear que no vamosa dejar nunca másfuera esevectordel desarrollo,sino que trataremosde entendercómose articulan. JAM: Eso para más adelante, en el desarrollo de este seminario.
13 de manera convencional, el Si situamos sobre el vector tem(f~oral' uema define exactamente presente del sujeto en el punto ' e esq · en psicoanáli., &b~~rnyemp~ d 11 .. Freud ni de memoria biol6gic~,.m 1 [N. de E.) Lacan,J., "Func1on y campo . . 246· "Es que no se trata parn . d onic10n . " Ercritos1, ob. cit., p. . . del síntoma smo e remero ' sis , . , . . . . t ni de la paramnes1a ' de su mistificac10n mtu1cJOI11S a, es decir de historia", 2 Véase ibíd. . · d derecha 3·.[N. de E.) La flecha recta de izqmer a a .
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ARROLLO E HISTORIA (1998) ESTRUGfURA, DES
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el movimiento que le hace ocupar, anticipar, un punto delante de sí mismo, delante de su presente, para volver sobre el pasado, es decir, un circuito que podemos representar así: desde su presente, anticipar su futuro, 4 y desde este punto futuro -hay que decirlo: imaginario-, volver para considerar el sentido que toma su pasado,5y en función del desplazamiento del tiempo, sabemos que se modifica el sentido de su pasado. El psicoanálisis no tendría operatividad si no pudiera modificar el pasado de un sujeto. Lo que llamamos la búsquedade la verdaden análisis no es otra cosa que esta modificación del pasado. No se sabe si se puede modificar el futuro de alguien, pero el pasado sí. Para modificar el pasado no se necesita la máquina de retomar en el tiempo, de Herbert George Wells, sino que el psicoanálisis es este tipo de máquina que obtiene un efecto sobre el pasado. He introducido el término imaginariopara calificar esa anticipación, anticipación que reproduce lo que la filosofía de la existencia llamaba el prO'jecto. Lo que Lacan ha integrado en este esquema, y en su grafo de Lasformacionesdel inconsciente,es el viejo concepto de Heidegger y de Sartre, del proyecto. Es decir, esto es como una formalización del proyecto existencialista, al cual Lacan ha dado, por supuesto, otro sentido. Pero al reflexionar sobre este esquema, no dudo -o dudé un segundo- en llamar imaginario a este punto, en la medida en que funciona como un ideal. No escapamos a la función del ideal, aun en el caso de la entrada en análisis: el análisis no tiene sentido sin un quererser activo en el sujeto. Por eso aquí nadie aceptó la palabra "eternizado", que escuchamos esta mañana; la operación analítica no tiene sentido sino con la presuposición de una transformación en alguna parte; y la ubico aquí. Es decir, el motivo activo de la entrada en análisis -puede ser un pretexto- es cierto ideal, por cuanto se manifiesta como un querer ser; y un querer ser diferente, querer ser otro.
Contingencias-Necesidades También se puede utilizar la frase de Lacan para oponer, en sus términos, contingencias y necesidades. Lo que en el pasado tenía el estatuto de contingencia, de shock-hablamos de traumatismo, de shock, porque pensamos que eso habría podido no ocurrir, es decir, se inscribe
4. [N. de E.] La flecha semicircular hacia la derecha, bajo el vector temporal. 5. [N. de E.] La flecha semicircular hacia la izquierda, por encima del vector temporal.
muerto que la madre se haya ido, como contingencia que el padre haya tir del sentido por venir toma ue haya tenido tres hermanos, etc.-, ~dpard· es decir se realiza como un q ' l ·d de neces1 a , 1 retroactivamente e sentl o .d de manera contingente se vue ve cambio de modalidad. L_oocurn o lo que podré ser. A la vez, lo que como el camino necesano para ser l do se articula con las supuesconocemos como conjeturas sobre e pasa , tas promesas del futuro.
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Ideal
. . .-Necesidades Contingencias . ~ Promesas ConJeturas
. de modalidades lógicas. ma un camb 10 . d Así ubicamos en este esque elemento fi¡ado e una ' .d aparece como un uestras palabras, nuestros conc~~En este esbozo, el sen~ o no vez por todas. De la rrusma manera,~ re y Lacan es la demostrac10n tienen una palabra fija para s1emlp . ºd de las mismas palabras, l · ar e sentl o · tos, no de eso: no duda en hacer evo ucioln ntt·dos pasados y en un traba¡o . d labra con os se ., D l neenriqueciendo ca a pa . uidad de su refleXIon. e ta ma_ . constante de reescritur~ en la c~n~r el sentido que queda pa~a decidir ra Lacan habla de sentido_para becz, , entre un acontecimiento que , . or Sa emos que bº , de del acontecirruento anten . . hiancia -lo cual tam ien pue ºd h y siempre una ta la o a . 'li . y este esquema comen Se produce y su senn . , ll' del ps1coana sis-, 1 tener una eficacia mas a a .d d l hecho la hiancia entre e aconhiancia entre el hecho y el sentl o e a deci;- y el sentido que puede tecimiento como significante -vamos ,. ropo pohnco, tomar. ., u interesante en e1ca Esto da lugar a una profesion m y Unidos aunque existe en otras en la práctica política en l~s Estado~na vez ~ue se produce algo en el partes: la de los llamado~ spindo~;X;a-por ejemplo, el presid~nt~ de lo; campo político, una cornent~ p~ tribuir a dar al acontecimiento e Estados Unidos- les enconuen ~on Se produce algo, bien o mal, y el sentido que le conviene a su po inca. 1momento en que eso ocurre . d xactamente en e . respindoaorse mtro uce e . di para dar entrevistas ... se p para empezar a habla~ a los pe~~ ~~ª~an el sentido. Ante una dificulcipita para dar el sentido; son q
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tad tal del presidente -ha tenido varias úl . . que no ~ay que considerar esto desde eseornamente-_ explican que no, perspectlva, que finalmente 1 . punto de vista, que hay otra , e va a serv1r que e l mas opuesto a sus intereses sea ese eleU: s ~n. ogr?, etc. Mientras el spin doctor,para demostr ~nto, mas mtehgente debe ser . . ar que, contranamente l "d . . . tlene otro alcance . Cada campo po l'Itlco . tle . ,a sena . o m1cial' eso son una suerte de negadores d .d . ne, as1,sus sptndoctors,que una retórica hábil no h _edeVIencias y que demuestran que con · .ªYseno o que no se d d miento; es la retórica a su m' . d. pue a ar a un aconteciaxima istancia con respecto al sentido del acontecimiento.
y s_~nde la época del psicoanálisis· ie prof:s10n como tal pertenece a la é ;c~ /fo ~ue h~b~~ destacado esta 1 d P. e ps1coanahs1s.Es decir hay una epoca en la que se ' conoce a esVJ 1 · , significado, y donde se sabe l ncudac1~nentre el significante y el exp otar esa esv1 1 · , N e amos contribuir a esto . ncu ac10n. o pienso que d b la búsqueda subjetiva de 1~ ps1c~~nálisises~ ,se h~ce bajo verdad no tiene vigenc· a palmea, la noc10n misma de . 13, Y se trata de un u d . mficante, de su separac1·o'nd l .d so e esta propiedad del sig, · d . e sentJ o· es un por eso en el ps1·c 'l" . ' uso cm1co e esa hiancia p ienso que .. oana 1s1stenemos 1 , . · un ugar para la enea. Si nos rem1t1mosa la ética es t b", . ' am ien porque n d d 'bl mtroducir la consideración d l , . o es e uc1 e. Debemos e ª enea, porque se podría deducir un uso distinto.
~~;¿:J.~: ei
No voy a desarrollar esa pers ec . hi , . conocen en Lacan y que pueden, a~e:á:a stonca que varios, pienso, f' ~onsultar en la parte del texto que he mencionado. Me 11·m1·t, · · are a en atJzar do · · · ruc10nes que pertenecen e .l s pnnc1p10s, dos defi, sencia mente a la · hi . . ps1coanalisis. perspecnva stónca del Primera definición La primera definición concierne al . 'd' su¡eto. En la linea de esta perspectiva, para decirlo en nuestr o co igo -que permit e, no tota . se ubica . en el · 1 e a· veces d rormulas . 1mente cerradas- , el su¡eto ~ su¡eto lacaniano no es el m. diVI'd uo p ara defi mve mismo · · di · el sentido. El tener en cuenta el cuerpo mi 1 .. rur un m VIduohay que ción aristotélica: el individuosmod,fina urudad ~el cuerpo; es la vieja defini1 · se e e a parar d 1 as especies animales, vale para lo v 1 _e,cuerpo, y eso vale para La individualidad de lo ~~eta tamb1en, vale para el viviente. que no es v1V1entees otra . cosa; no es cierto que una montaña tenga una total . d' 'd lid 'd lid m IV! ua ad· un mar , . VI ua ad tiene? Cuando est' b' d ' ... ¿que npo de india ien cerra o, puede ser más fácil conside-
rarlo como un individuo, pero un mar abierto ... casi hay algo de convencional en considerarlo como un individuo; depende mucho del nombre que se le dé. Cuando hay un esbozo de cierre, parece un individuo. Una piedra sí parece un individuo, y ha sido utilizada, en los primeros tiempos de la civilización,para representar el Unodel individuo.
El sujeto, variable del sentido Bien, nos quedamos en el viviente. La individualidad está constituida en el viviente, incluyendo el malestar que nos pueden dar las formas vivientes cuya individualidad no es claramente destacada, por ejemplo, en el coral, los bancos de coral, caso en el que tenemos cierta dificultad para ubicar la individuación; también en las formas vivientes animales que no se reproducen por vía sexuada. La ameba, por ejemplo, ¿qué tipo de individuación tiene? Es un caso límite en este campo. Pero las formas más elevadas de los animales, que se reproducen por vía sexuada, tienen una individualidad indudable. Pero no tienen sujeto. El individuo animal no tiene sujeto, si definimos sujeto como algo que se produce en el individuo en cuanto ser hablante. Esta definición de Lacan reserva el sujeto a lo que se produce de déficit -en cierto modo-en el individuo, en la medida en que ese cuerpo está habitado por el lenguaje; de déficit, en cuanto tiene, por ejemplo, una mutabilidad muy especial, que tiene una sensibilidad a la palabra que indica la existencia de un vacío al que se llena de tal o cual sentido. Se define al sujeto, así, por la razón siguiente: si suponemos -es la suposición del psicoanálisis- que por medio de la interpretación y de la asociación libre, es decir, por medio del significante y los efectos de sentido, podemos transformar no al individuo sino al sujeto que hay en el individuo, lo más simple es suponer que el sujeto es cierta suerte de efecto de sentido. De tal manera, se ubica en el nivel del efecto de sentido, en la medida en que él, de cierta manera, es un efecto de sentido o es el lugar vacío donde se inscriben los efectos de sentido. Eso define -no digo que sea totalmente transparente- un sujeto difícil de pensar, porque es no sustancial, vamos a decir -es la primera definición del sujeto en Lacan-, es el sujeto semántico, el sujeto que se puede identificar no con un ser sino con una falta de ser, como dice Lacan en los primeros tiempos. Lacan terminará diciendo que el sujeto es como una variable lógica, lo cual dice la misma cosa, pero de manera más formalizada. El sujeto es como una variable del sentido: es susceptible de tomar varios valores y de modificarse.
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]ACQUES-ALAIN MILLER ESTRU CTURA, DE SARROLLO E HISTORIA (1998) Como función, el sujeto es totalmente opuesto a la vertiente de lo eternizado -mencionada esta mañana-; el sujeto es lo contrario de lo eternizado, es lo variable en sí mismo, tal como lo definimos. Precisamente, el hecho de que Lacan dé una definición tan radical del sujeto -no se trata de decir si existe o no, es una construcción, por supuesto- explica que pueda problematizar, correlativamente, la cuestión de lo que da una constancia al sujeto. Es así porque puede definir al sujeto a partir del senpdo. Vamos a escribir sujeto como Lacan lo escribe a partir de un momento de su obra: S. Precisamente con una barra, para decir: "ahí hay una falta". Y aquí decimos: esta falta se llena con efectos de sentido.
No es una sustancia y, vamos a decir, en lo ideal eso sería el sujeto al cual apunta la interpretación: el sujeto totalmente permeable a la interpretación, totalmente permeable a la palabra; un sujeto totalmente camaleón, al que se le dice algo y que seguiría inmediatamente el matiz de lo entendido y de lo sobreentendido. En 1ahisteria, a veces tenemos algo de esto. Por supuesto, hay varios tipos de histeria: la histeria rebelde, la histeria dócil, etc.; pero, fundamentalmente, el sujeto histérico -que Lacan escribe como g por excelencia- es permeable a los efectos de sentido. Y, claro, podría decirse: pero ¿y la rebeldía histérica?, ¿y el "no" histérico? Bien, es precisamente porque el sujeto experimenta su extrema docilidad a la palabra del Otro, su extrema permeabilidad a la palabra del Otro que, para seguir existiendo, opone un "no" y a veces lo opone sistemáticamente. Yo tenía una a la vez analizante y alumna a la que, durante el seminario, nada de lo que yo decía le caía bien; siempre estaba preparada para decir "no, no es así". A tal punto que una vez solamente le dije: "Usted tiene razón", y me dijo: "No". Era vita! para ella oponerse, precisamente por la extrema docilidad, la extrema dependencia respecto de! deseo y de la palabra del Otro. Y eso me esclareció las cosas en la práctica: hay que tomar las palabras de hostilidad como palabras de amor; saber sobrentender que la rebeldía puede ser el homenaje dado al Otro y, de esta manera, desplazarse. Por supuesto, no tomar esto al pie de la letra; pero hay que saber congratular al sujeto por la escena de rebeldía que ha podido dar. Y pienso que congratular al sujeto histérico por el esfuerzo que ha hecho en oponerse -no digo insultar-, eventualmente, si es bien hecho, siempre permite al sujeto desplazarse, es decir, sentirse escuchado más
allá del enunciado; es mostrar le que se sabe reconocer en el "no " ' el" sí" bº . , del suJ·eto totalmente fundamental que lo anima. os daría esta u icac10n hi , . n Pero a la vez, para nosotros, porque El sujeto s:e~1co 1 transparente y doc ~ pa~~~~\e1 s~jeto, la carga de identid~d que 1 constancia de inercia que fiJa a un tomamos esa defimc1on ra . d d 1·rque Lacan ha podido cada uno tiene se problematl~a, y a p · ' ido se pue e ce sujeto se destaca. ara ir r~p ~ . , e encarna la constancia, el peso distinguir el objeto a como a c1on_qu !"mita los movimientos del
! }ª
de constancia, 1~~~ercia de co~::r:;a ~:~u~har, porque ha enfatizado sujeto y sus pos1bdidaddels d~ en d la iI~erpretación o de la palabra. el vacío fundamental e SUJeto e g -s (a)
· 1a~:~o · ' del y Lacan ha definido el fantasma como 1a ª:ti.e~ a vacío del : con este f:act or fundamental de constancia: e o J sujeto
.
SOa . . h rnos ver que la operación analítica Ha podido dem y ha ~~d1ddolaceli t1."enecomo objetivo permitir f, acion e ana sta, d misma, en cuanto ~rm . u ro ia constancia, para que pue a ser, Lacan en su enseñanza de a un sujeto tomar distancia de s p l p . ,. d león como e SUJeto. , . 6 en cierto gra o, ca~a . . , n del analista como la de un obJeto a. los años setenta, ubica la po~1~10 I ¡· t queda como la constante del d . anál1S1se ana is a Y, efectivamente, en un b. d analista por supuesto, pero que a procedimiento. Se puede cam .ta~ : Pero 'a pesar de eso, no hay que '. . , del analista como la como la constancia del proced1m1e°:?·l L defiruo a pos1C1on olvidar que, por anos, ac~ . de sujetos quien sabe tolerar las . tos' quien puede incluirse de quien sabe hacer con vanos _upas l d r que tlenen os su¡e ' d diversas maneras e goza aleo'n el color que le a · ta como un cam , 'Ju· les en varios fantasmas, qmen acep ~ . , un ser de 1acetas mu P · . . el anahzante, y ser, as1, . en la erspectiva de la h1stona e 1 Bien, todo esto para dec1:dque fl -~le variable, como un efecto sujeto está en el nivel del sent:1 o y es exi ' de sentido.
'J'ms, · o b . eit ., p . 112. . . L ,·1m 6. Véase. Lacan, J.,El semmano, o 17, El reversodel psicoana
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRU CTURA, DESARROLLO E IDSTORIA (1998) Segunda definición La segunda definición que me parece esencial conservar de esta perspectiva es la del inconsciente como historia. Es la primera definición del inconsciente que ofrece Lacan: "el inconsciente es historia"; es como el conjunto de los efectos de significado, es como lo que se ha depositado de los efectos de sentido y la trayectoria misma de esos efectos ele sentido. Es una definición que se encuentra en la página 251 en ese texto inicial de Lacan que es tan novedoso; lo dice así, tan claramente: "Lo que enseñamos al sujeto a reconocer como su inconsciente es su historia",7 y permitimos al sujeto completar su historia. Cuando han quedado algunos acontecimientos que no han recibido su sentido, que han quedado como traumáticos, en la medida en que no han recibido un sentido dia1ectizab1e,en el análisis logramos perfeccionar la dialectización histórica y semántica de esos acontecimientos. Antes de ir a la estructura, podemos pensar un rato cómo el sujeto se ubica entre pasado y futuro en la entrada en análisis. La entrada en análisis es en presencia: entra el sujeto mismo en presencia del analista, se presenta. Después se necesitan varios arreglos -por correo, por teléfono, por cualquier medio de comunicación- pero, finalmente, es necesaria la entrada en presencia de esos dos seres. La función del presente está muy destacada en la entrada en análisis. Después será menos aparente. El sujeto que está realmente preocupado por su análisis, no voy a decir que olvida la presencia del analista, pero a veces lo despoja de muchos rasgos, no percibe el detalle; el sujeto histérico a veces está atento a todos los detalles, pero hay cierto borramiento de la intensidad de la presencia. En los tiempos de la entrada en análisis, la función de la presencia y del presente es muy destacada, pero no hay que olvidar que el sujeto, a la vez, trae cierta visión de su pasado y de su futuro. En las entrevistas preliminares, donde hay tantas cosas por hacer, una muy importante es poder ubicar al sujeto con respecto a su "visión del pasado" y su "anticipación del futuro" -entre comillas, pues no hay que tomar sus enunciados como verdades finales, sino hacer esta orientación-. Además, nunca olvidar que la queja que esperamos como motivo de un análisis -digo que esperamos, pues a veces alguien viene solamente a decir: "Quiero conocerme mejor", pero esto no lo conside-
'lº · de ser una fach ada, deb ªJ·0 de la cual hay . ramos motivo de ana 1s1s,pue tro Es decir me parece , d d n un querer ser o · ' . e se puede definir el objetivo otra cosa- esta fun amenta a e ºd l · · hay un 1 ea y qu b car el ideal debajo de la queja. que bajo la que¡a s1e1;1pre del tratamiento anahtico ~om~ .dus1 que tiene esta escritura: I(A), en su Finalmente, Lacan de ne ~ I _ea5, un ideal tomado del Otro; el n el Seminario ' como primera ensenanza, e . d lO E el transcurso de su ensenahza ideal es siempre depend1~~tell e , trdo.l ns sigruºficanteamo. Así, pode. lºfi d t func10n aman o a i• b . ha s1mp I ca o es a l'ti o que Lacan propone: a¡o mos descifrar el materna del discurso ana I ecpuede muy bien traducirse . . h do (S) - materna qu . . d 1 de'ficit que expenmentala que¡a del su¡eto tac a . · t que se que¡a e como sujeto en que¡a, su¡e o 1 dº so analítico de obtener del
:~!ª~:i
hay el SI' hay el_i?eal/ ~;e:l q~~: condicion~, 0 de la cadena sujeto la revela!c1ony.~ c de ideales que condicionan su queja. de ideales, de a suces10n '
Forzamiento ., 1 C m o Freudiano la función del ideal Creo que en la evoluc1on de a p 1 s Jornadas de la Escuela de no ha sido siempre d~stacada; p)or esAroaa tina les dimos el título "El . , L ruana (EOL en gen ' , . la Orientac~on a~a a hablar directamente de esta cuestion, smo Peso de los ideales . No voy . to san·srecho no va a ver a un 1' l · · t unto· un su¡e solamente sobre e s1gwen e p 1· . 1 s que quieren ser otros -aun, . er al ana 1stason o , .. informarse mejor sobre s1rmsmos analista; los que van a v que digan que vienen al anahs1~?ªra d l ºlusión que hay en esto . profes10n-, con to a a I o para ser me¡ores en su . , uede decir que debajo de todo querer Ycon toda la verdad tamb1en. Se_pd ºd 1 como se constituye su ºd l· s a partir e este 1 ser otro hay un 1 ea ' e d d ea. ue es a partir de1 I'd eal relato y, más allá, me parece que se pue e ectr q · íntoma como se constituye su s . . 1 d dencia del síntoma mismo, en d enfatizar a epen l , Creo que se puelí e. l on respecto a tºdea1. Lacan enfatiza en e smcuanto síntoma ana tlco, c en su síntoma para que se · . hay que creer d r . ensa que tienen tal síntoma; toma el elemento e creencia. constituya. s Hay personas cuyo ana ista p1
7. Véase J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Escritos 1, ob.Lacan, cit., p. 251. . . 22' "R... S I" ' clase del 21 de enero de 1975' inédito: 8. [N. de E.] Lacan,J., Semmano
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, pero si el sujeto no lo percibe si no consti ma para llevar al análisis no , 1 tuye tal cosa como un sínto' entra en e tratami E . ento. s muy importante para un analista saber si puede f; en el análisis, de tal síntoma or~ar o no la entrada, la puesta en juego el sujeto no percibe algo ' cuan o ,este no molesta al sujeto o cuando . como un smtoma P or e¡emplo, hay familias ent ~ no cree en este síntoma. eras que son s t , · pero a veces hay síntomas com artid m o~atlcas -todas lo son, de tal martera que el su¡·eto n p ?bsplor los illlembros de la familia-, . o perc1 e a cosa co , como l a manera de ser de su f l H mo un smtoma, sino en el análisis si el analista deb a~1 Ia. l ª_Y que saber si se incluye o no ' e 10rzar a mcl · ' · . us10n o s1se debe detener. A veces eso se 1·uegaen los p . rimeros tiempos d l -1· · , . . e ana 1s1s.Una colega que re Iataba los primeros tiem os de . Lacan, al recibirla le diJ·o· "Q P, h su analis1s con Lacan contó que ' · ue ermosa ere " L 1 con una satisfacción evidente ·Q , h b' h s . a co ega lo contaba cios del análisis, había forzad~ ~l s:\ a Ial echo Lacan? Desde los inihecho de ser hermosa ya como J _to,a a hermosa colega, a tomar el · b un smtoma· · I"ba con toda una , . ' es d ecir, mamo ra suya alrededor d . . e como asumir la m. d d 1 que reqmere el mantenerse as'1 C ira a, e os cmdados · on esta capt ·, h b' eso entrara inmediatamente e 'J" . Asº _ac1on, a ia forzado a que n ana is1s im1sm h 1 'd un h ombre, que hablando t b", d . o, e e1 o a un colega ' am 1en e algun d ' L acan, contaba que él le h b' - 1d as cosas e su análisis con , . a ia sena a o su s · 1 c as1ca. Pienso que Lacan 1 . emeJanza con una estatua . no era a gu1en que d . tes, smo que forzaba, sintomatizaba la bel! a mirara a sus pacienmenos, lo que podía percibir del c~. d d ezba.d~ tal persona o, por lo 1 ª 0 su Jetlvo de esa dimensión del ser. Es una cuestión de saber . una enfermedad que el . , por e1emplo,ante un déficit orgánico o . su¡eto no trae s1ha f, , . . eso. He temdo en supe,.,,; . , ~ y que orzar el analis1s hacia • nSIOn a un senor q t , . persona cuadripl顺ica que s I ue ema en tratamiento a una ·11 ' o amente pod, . 1 s1 a automática, y que no hablaba de es . ia Ir a ver o en ~n aparato, una to, pero no enfatizaba este h h o, hablaba de su historia de su1·eec o enorme p· h ech o muy bien el colega en no . .! ienso que, en este caso, ha d , . menc10nar o antes d espues, el paciente empezara a h bl d . e que, un ano o dos que ha hecho bien porque 1 h a ar de este terrible déficit. y pienso d l ' o a acepta o com . o o que este sujeto quería po . o puro su¡eto, respetanner en ¡uego. Hay que decir que no hay "C 1 ·
ua qwera que viene a presentarnos un sín l, den_iandanuestra ayuda, nuestro socorro estoma a]¡ :ree. ¿Qué quiere decir eso? Si nos decir algo, que solamente hay que descifurlo'~orque el cree que el síntoma es capaz de
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reglas, sino una decisión, cada vez, del juicio íntimo de saber si hay que forzar o no la entrada de tal o cual elemento. Normalmente, el análisis mismo conduce a la puesta en juego de los síntomas y a su formalización; es más bien él mismo creador de síntomas. A veces se transforma el procedimiento analítico mismo en síntoma, que es lo que se llama neurosisde transferencia,Es decir, normalmente no hay que alimentarlo de manera exterior, porque el procedimiento analítico lo favorece. Lo que estoy señalando -que no he tenido la oportunidad de señalar en las Jornadas de la EO L- es que si tomamos en serio la dependencia del síntoma con respecto al ideal, estamos obligados a ser más exigentes al hablar -quizás con demasiada facilidad- del síntoma como real, tal como se encuentra en la última enseñanza de Lacan. Quizás el síntoma es, primero, imaginario; quizás podemos enfatizar lo imaginario del síntoma, en la medida en que es una significación, en cuanto está constituido por la relación con un ideal de poder ser de otra manera. El síntoma se introduce siempre por un lado imaginario, y me parece que también eso es lo que Lacan destaca cuando dice que elsíntomaesunfenómenode creencia,no es un saber, es una creencia. Hay síntomas en los cuales eso aparece muy bien; en la impotencia sexual, por ejemplo, en los hombres o en las mujeres -la impotencia de no experimentar el orgasmo, etc.-, hay un aire muy imaginario. A veces, para un hombre la impotencia puede depender totalmente del hecho de que le creea una mujer, es decir, que se encuentra vinculado a una mujer que lo sugestiona -si se puede decir así- y que le hace creer en su impotencia. En el momento en que puede tomar la distancia para cambiar de partenaire, de pareja, y la otra pareja le hace creer otra cosa, se verifica que se desvanece el síntoma mismo, a veces sin resto. O a veces con la misma pareja, pero al creerle un poco menos, al percibirla como posiblemente mentirosa o inexacta. Se ve, entonces, este síntoma como fenómeno de creencia en la palabra del otro. Así, el campo de la impotencia sexual o de la satisfacción sexual está totalmente infiltrado por los fenómenos de creencia. En el caso que va a exponer más adelante Lizbeth Ahumada, el paciente, que era homosexual, consideraba -más o menos, ya veremosel goce masculino como más honesto que el goce femenino. Me pareció llamativa esa manera de captar la cosa, porque en los hombres por lo menos el hecho de la erección y de la eyaculación tiene algo de honesto; es decir, o se produce o no se produce. Este hombre percibía el goce femenino como algo un poco falso, porque quién va a saber exactamente lo que pasa. Me pareció que hacía bien verlo así, porque a veces el
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goce femenino ... quién lo va a saber; a veces ni el sujeto mismo, que no sabe exactamente qué goce debe tener. Si una amiga le dice: "Yo tengo una sucesión de orgasmos extraordinarios", eso inquieta lo ideal, el yo ideal de la amiga inquieta a la paciente, que se siente en déficit con respecto a la otra, que quizás está mintiendo totalmente. Es decir, esas cosas del goce -donde hay eventualmente sufrimientos agudos y motivos de análisis que no son para reír por como son vividos- constituyen un campo'totalmente infiltrado de la creencia, y en esto se siente el peso de los ideales que hay que aliviar; no tomar al pie de la letra las declaraciones y los dichos del otro sobre su goce. Por supuesto, la erección y la eyaculación del hombre pueden ser, a la vez, totalmente anorgásmicas; es decir que, aunque parece más honesto, en esto también se puede introducir falsedad. Bien, pero el paciente tiene razón, porque se sabe que, mientras que una mujer puede simular la satisfacción para complacer a un hombre y decir, por otra parte, a su analista que no siente nada, un hombre tiene más dificultad para hacer semblante de la operación. Eso es un esbozo, una dirección para trabajar la dependencia del síntoma respecto del ideal y el carácter imaginario del síntoma; tanto más para destacar lo real del síntoma, que lo real del síntoma no va de suyo. Después, podemos decir que hay un estatuto simbólico del síntoma, cuando el síntoma se constituye en el relato del síntoma. En el análisis, un síntoma no se describe de una vez para siempre, como para un manual de psiquiatría, donde se dice de una vez cómo es un síntoma obsesivo, etc. En el análisis hay una simbolización constante del síntoma y un estatuto que también le hace experimentar desplazamientos. Es decir, el síntoma se encuentra sujeto a los efectos de sentido. Con los beneficios seeundarios del síntoma, el sujeto puede ver, poco a poco, el buen lado de su síntoma: que entra en análisis con la percepción del peso de las desventajas, de los inconvenientes del síntoma, y después descubre poco a poco los beneficios que también obtiene de] síntoma. A la vez, se puede decir que el triunfo del análisis no es la curación, sino el momento en que el sujeto no quiere más la curación. Esto es un poco simple, pero tiene algo de verdad.
El síntoma como real El tercer estatuto del síntoma, és decir, el síntoma como real, es una gran reducción de lo imaginario y de lo simbólico del síntoma. El síntoma como real, lo que podríamos llamar el síntomafundamental -aunque no es de uso nuestro esta expresión, pero quizás podríamos introdu-
. , del síntoma, es el momento e~ que el cirla-, es también una red~~c~:n ozar, y que se percibe, se expenmenta, síntoma se reduce a un mo g . . como un modo de gozar. . d quejar de que siempre ant:1cipa Por ejemplo, un obsesivo se pue e adece procrastinación -esper~r ·d d de tal manera que P . . ·, conclmr. dema,aa o w ,, l bli a a cierta prectpttacion para . d antes de hacer-, lo .q~e o o g ue el momento en que procrastina, P e de ser un padecimiento, porq le permite disfrutar de las u t de hacer, no d , momento en que espera ~ es está perdiendo el tiempo, y espues . · p u ede ser un vacac10nes, etc., porque piensa . queh ña para termmar. se debe precipitar, en_un upo ~eel a;:nscurso del análisis puede dessufrimiento, un deficit, pero. e ue obtiene de este síntoma qu~ hace a obsesivo transforma el uempo cubrir, finalmente, el beneficio ,q 1 · . que este smtom · mprelo significar e uempo: h ra dos horas, tres horas, y sie . homogéneo, de relo¡, el de una b.º r de horarios según su despla~a~en·smo Aunque uno puede cam ia . . o El tiempo ob¡euvo es mi . . . s el mismo nemp . ., .t o en cierto ruvel siempre e , a de procrastinac10n y de preci , . este smtom fri · t siempre el mismo, pero con . o· oza del tiempo en el su 1?1eno, pitación, el sujeto goza. del tlem: ~~e.Por eso Lacan podía decir de la pero goza, sustrae. del tiempo u t·eto a, porque cambia tot~lmente la prisa que era eq?ivalen~e a ~n o ;lgo. Un sujeto con prisa ne.ne otros objetividad del tiempo, mtr~uce tal unto que ese síntoma nene ~a gestos, produce m~s a~r.ena a, a e:esos momentos de estrés y pnsa Obl.et1'vidadneurob10logica, porque¡ b o b· · en e cere r . · ~e producen cambios~ ¡envo\e síntoma el sujeto logra prod?cir ?° Es decir, por medio de es .d d del tiempo. Es casi su mscnpobjeto a, a partir de la homogenei ~ traducido en el tiempo. Esto es ción de sujeto y un modo de gozaroi;rían decir. No sé si lo voy a hacer un esbozo de muchas cosas que se p n poco retrasado -y voy a tener este año en mi curso, porque estoy u uería estudiar eso: cómo se que "estar de prisa", por su~uest~-·!t:r dempo, y cómo se introdu~e introduce el síntoma, por e¡emp 1' as que conocemos de la fo~ia, también en el espacio, y retomar ; ~os como la introducción del smpor ejemplo. Quería retomar eso~ ad~sgozar en las dimensiones del toma la introducción de un mo o ducir, un plus de goce en esas tiemp'o y del espacio, para sustraer, prol s d~ goce no está solamente . Ah a sustraer ese p u . Hay dimens10nes. ora, par , lamente el propio cuerpo .. el cuerpo del otro; ~amp~co :~: ;~l síntoma en varias dimens10nes que generalizar esta mtro uc: o se sustrae, y presentarlo c~1:1º~a de la vida humana, para v~~ c~m ce que sería cierta posit1vac10n sustracción y una producc10n e un go ,
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del síntoma: el síntoma no solamente visto . . algo que uno quiere sacarse de en . . como sufrmuento, como cima, smo como un d ·. gozar. Se puede decir que uno 11 1, mo o positivo de egpaa smtoma fundamental cuando llega al síntoma como modo de gozar. arque en est . ' e punto, no es cierto que tenga sentido la idea de ca b" l de querer ser otro. Porque~! i~ º1o q~e se desvanezca la idea, el deseo I ea se esvanece en beneficio, si puedo decir, del modo de gozar. Sería el momento de volver a la o . ., tura, pero quizás paremos. . ?os1c10n entre desarrollo y estruclante daré la palabra a Rica~ar~ ~~ tiem~o de intercambios. Más adeqlrne~ presen:ará un caso con un síntoma que se introduce en ~ ~ lesd, e mve e a alimentación.
Discusión P'llrticip'llnte 1:H'llbl'llmos muchode ue /fi ,.. levedadde losideales,a talpunto ue~¡su~etna! d~Ian~ltstshay una especiede fónnula que dice:"Prescindirde1ideal; op~d".;acasivo~r.Hay inclusouna parecíaun pocosemPiantea ,o d dc
MrLLER·
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.
. e: ste practica
el análisis o la terapia?
Participante2: El análisis.
1AM:¿Cómo percibe usted en 5 · • mado reacción terapéutica neg~tiva/ experiencia, lo que Freud halla!a~icipante 2: Porejemplo,cuandoun su "eto ¡etzvar,en que va a nombraralgod tJ d' en el momentoen que va a subser o e su existenciaque esun síntoma en esemomentose V'lldel ,, .. eH.su anaims ay l d ¡ d , a go e or en de la precipitaciónen esepunto de subjetivarun sínto . decir,un goce.Anticipa que tend~;, que/ b7 vez conllevauna satisfacción,es en el análisis,y en esemomento se :::et a~_d~eso,transfo:"1arlo,repetirlo .anrilms,para seguirgozando.Es la reacciónterapéuticanerrativa . ' l. o" , wmo a entiendoen Freud.
JAM: Debo decir que no lo veo así, me parece que -bien, es una discusión pero ... -, lo que Freud llamaba reacción terapéutica negativa era verdaderamente relativo a lo que él esperaba del análisis, en su tiempo. Casi diría que la reacción terapéutica negativa es un síntoma de Freud, en la medida en que es relativo al ideal que él tenía del psicoanálisis; porque para Freud, una vez descifrado, un síntoma se debía ir. Freud, el primer Freud, era tan lacaniano, que pensaba que una vez que se había interpretado un síntoma, que se había buscado su doble sentido o triple sentido, su superdeterminación de sentido, el síntoma se debía ir. Entonces, lo interpretaba una vez, dos veces, tres veces, y experimentaba que el síntoma no quería irse, que había una inercia propia del síntoma. Sería como Mandrake, el mago, que hace un ademán y eso desaparece. Pero no; se queda. Me parece que esa experiencia de F reud, la confianza extrema que tenía en el efecto terapéutico de la interpretación semántica, es lo que lo ha hecho destacar la reacción terapéutica negativa, que es la inercia de goce del síntoma. Como nosotros esperamos menos de la interpretación semántica, como conocemos más la necesidad del Durcharbeitung,la necesidad de la translabomción -que hay que hacerla una vez o diez veces, ya que un análisis no es un golpe de vara mágica, sino un largo trabajo con períodos de desierto-, me parece que ya no ubicamos las cosas en términos de reacción terapéutica negativa; que el concepto de reacción terapéutica negativa era el nombre que Freud daba a la inercia del goce del síntoma, en razón del ideal interpretativo que tenía. Conocemos la inercia del síntoma. Es lo que produce la desesperación del analista, es lo que -a pesar de toda interpretación que se pueda encontrar- una vez que se ha construido, establecido un modo de gozar, difícilmente cambia. También es difícil conceptualizar la operación propia que suprime este síntoma, y por eso elaboramos el síntoma en distintos niveles, como imaginario, simbólico y real, y estudiamos también el cambio de posición subjetiva con respecto al síntoma. Finalmente, el síntoma no es separable de la posición subjetiva; por eso incluimos la creencia en el síntoma, y debemos desprendemos del punto de vista médico, que cree en la objetividad del síntoma. El punto de vista analítico incluye la posición subjetiva en el síntoma y también lo transindividual. Es un fenómeno captado en la comunicación y que tiene una inercia propia, que Freud ha descubierto con sorpresa; pero ahora no tenemos la misma sorpresa: sabemos de eso y del tiempo necesario para la operación analítica. Es, por lo menos, mi punto de vista. Eso no quita nada el interés de su pregunta, ni del concepto de reacción terapéutica negativa, sino que lo reubica según nuestra práctica actual.
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Participante3. E !' . . n un texto suyoque es Introd ., 1 itico,9 hay una nociónque es "aval . , ,, uccwn a método psicoanaEn relaciónconlo que ustedest.b uaczon' que nosha costadomuchotrabajo. quererser otroy que allí ha11a ~ fre¡sentandohoy,de que en la quejahay un tuea' c·estaavaluac1on . , hacereferenciaa esa z'dea suyaque nosha m . J un ,J enc10nauo o es otrotema?
to, los modos son distintos; se pueden hacer subcategorías. Y este punto de vista no descarta al primero. Pero lo más importante para mí -no sé si puedo decir eso- es cuando Lacan dice que las verdades tienen tres dimensiones. No es que una verdad hay que tenerla, que uno la tiene, no la pierde y la conserva; una verdad es uri objeto de tres dimensiones. Es decir, sobre la misma verdad se pueden tener distintos puntos de vista; cambiar el punto de vista permite ver cosas que antes no se podían ver, pero no permite ver otras cosas que se veían. Bien, se pierde siempre algo. Pero no son perspectivas necesariamente antinómicas. Desde un punto de vista hay cosas que no se pueden ver, pero se puede tener una foto de lo que se veía antes; y cambiar no es renegar. No necesito decir "Mira, tuve un error en 1988 y lo de ahora es lo que está bien", sino que prefiero disponer de varias perspectivas y, puedo decir también, de un bricolaje, necesario para un caso en el que tal perspectiva es más operativa que otra, en el que es más útil considerarlo bajo este ángulo que bajo este otro. Es eso lo que produce un giro; si no, uno se dice "Bien, he dicho todo lo que tenía que decir; ahora voy a hacer mis valijas, callarme y jubilarme ... ". Y, finalmente, uno encuentra que tiene el gusto de recomenzar 'con un pequeño desplazamiento de ángulo, un término que era antes secundario, que se encontraba casi por azar. .. , hacer de este término una vedettey ahora ver cómo se desplazan las cosas. Por ejemplo, a partir del momento en que he dicho estructuray desarrollo,he empe, zado a encontrar en los textos de Lacan la palabra "desarrollo", que antes lefa rápido y ahora me llama más la atención. Hay nuevas frases de Lacan que me llaman la atención, y a partir de esto se construye como un nuevo sistema. Eso es para animarlos con respecto a que no hay que pensar que las cosas están hechas de una vez por todas, que de todas maneras fulano lo va a decir de tal u otro modo y entonces usted no necesita decirlo. ¡No! Cada ángulo puede tener su valor, y por eso prefiero este tipo de seminario, donde no me siento obligado a afirmar una cosa de una vez para siempre, sino que intento mostrarles, no solamente resultados, sino también la manera en que estoy trabajando; es decir, tomar un concepto, hacerlo variar, tomar contraejemplos y, poco a poco, construir como una red, una circulación de conceptos que, espero, permita también crear una comunidad de trabajo.
]AM: Pienso gue usted conoce me·o h . hace, ere(},diez años; aunque ha sido J _r a ora ~1 construcción de uedó ~ub11ca~arecientemente, la había pronunciado hace die~ años sm p~~hcar por cosas de editores. No puedo decir gue descartd q esa construccwn núa de , que 1a h e retomado y despla d esa epoca; pienso 1 za o en un volume h engua castellana en la Argenti . n que a aparecido en deun análisis,io y estoy un na, recientemente, que se llama El hueso poco en este esfuerzo ta b", , es un segundo tiempo y el . . m ien aqm. Pero bien primer tiempo es 1 h b ' · , 1ntroducciónal métodopsicoan¡, . E o que se a ía llamado ., a lttco. stoy dando d . c10n, un poco desplazada con 1 una segun a mtroduc., respecto a a prim 1 , . era, que corresponde tam b ien a más experiencia , . m1a en a practica Es .1 entusiasmo en el diagnóstic h d" - . pecia mente, tenía más h d o ace iez anos· ah un poco con respecto a eso p d ' ora me e esplazado deJ caso clínico gue present • ,ero po remos hablar 1 H, a respecto a partir diagnósticas. ara ector Gallo, que apunta a dificultades Panicipante3: La vanación de h d" diagnóstico, ¿sedebea la introducci;~e d ,ª~~sabhoysobreel problemadel e 1ae 1mca orromea?
i:z
]AM: Sí, a partir de la reflexión sobre , . ~ue benefic10 nos da partir de una clínica más unifi d d d a, on e neurosis y · · dos maneras de resolver ca el problema del ps1cos1sap~recen como dos modos de gozar Es d . punto de almohadillado como ecir es una 1' · ' . · mea del Nombre del Padre _j . e m1~a_menos segregativa. La clíd ª primera chruca de L acan- es, en cierto . mo o, segregativa· de un lad 1 nica borromea es ~a el' . o ?s unlos, del Otro lado los otros. La dímica mas to erante u d. d modo de gozar tiene su mod d h q e ice: ca a uno tiene su ' o e acer con el lenguaJ·e etc P . , · or supues9· [N. de E.] Mi!ler, J.-A., Introducción11 ¡ 11: , • 1997. Este libro recoge intervenc1·on 1· dietodops1co11nalítico, Buenos Aires Paidós . es rea iza as en I S . . ' ' e B ·¡ n ras1 ' en Julio de l 987; en las rv. V V1 J e emmano del Campo Freudiano e~-mayo de 1987, marzo de 1988 y abril ~e l 98;rnadas ~el Campo Freudiano en España, c10n en el _grupo"Simposio del Campo Freudian::~pecnvamente'. así como una intervenAi'en Buenos Aires, en julio de 1988. 10. M11Ier,J.-A.,El huesode un análisis B ' uenos res, Tres Haches, 1998.
)
Participante4: Entonces,en ciertaforma, estáhaciendouna vuelta a Freud,en elsentidode queno hacíauna separaciónterminológi.ca entreneurosisy psicosis, al estilokraepelini'ano, sinoque más bien inter;rabalas dosentidades,poniendo
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comoejemploel soñar.co d ¡- · fi . , . utiliza-. , mo un e mo mologico--creoque esla palabraque él
JAM: Siempre hay al ·fi · manera, nada impide conftruº~rtI c10so en nuestras categorías. De tal . . Ir una supercategoría q · l y neurosis, para decir que cada su.et d b . ue mc uya ps1cos1s blema de cómo se asocia l . 'fiJ o e e, por eJemplo, resolver el proe sigru cante y el significad b , firase puede tener un se tid . o; sa er como una tipo de milagr . . n o, que ya es un dOSO d1bUJOS en negro sobre un , . . O.. OffiOSOillción entre l . 'fi a pagma blanca tienen sentido. La relae s1gn1 cante y el signific d 0 . la relación entre el alma y el cue \ es ta.~ mco~prensible como O ciertos bloques de signific . rp ' yl a cuesaon es como se obtienen el mundo. ac10nes que e permiten a uno sostenerse en
e,
Y se puede decir que Jo
.
, · b . bre del Pad s neuroacos o tienen eso a través del Nomre, que es una suerte de para t d confección que va para todo el m d . o os;es una suerte de vestido de cómoda, por supuesto, ero no ;n o, es ~orno una llave ma~stra, muy el uy .so_fi~acada, lhay que dec1rlo; tiene algo de tonto. Por el c!trario llave maestra y que no se vi t ' ps1~ot1coes e que no dispone de la tidos a medida que llamaU:o: ~o~ ~esad?s de confección, sino con vespara obtener e~os bloques d .e I~~o,y .el mismo debe confeccionarlos _c~c10nesqu~ le permiten ubicarse en el mundo. y lo admirable para construir un orden del mJ:nJ~tlco es, pr~c1s~~ente, ese esfuerzo mientras que nosotros, con el Nomb;e :~ ;x~hcac10n total, a medida; Todo está enganchado con la r .. , a re, no nos preocupamos. Dios, que ha tomado sobre él el p::~~o;e al Padr~. Sea bajo la forma ce claro que ha sido un e d . crear e mundo -me parenad1~ .lo puede limpiar de este pecado-, sea bajo la form~ ~:n~;ero rem1timos a un Sujeto supuesto Saber; el psicótico no Es . mcre1 e que con esta locura nuestra del Nombre del Pad ' . re vamos por nuestras pe u sin_preocuparn_osdel espacio infinito, de 1; i::fi~~~a~ ~anq.uilamente, que estamos as1,por qué se ha introd 'd l e a .vid.a,de por por qué el cuerpo es así l b uc1 o en e mundo la s1gruficación, · ' e cere ro etc No nuestr SUJeto supuesto Saber El . , . ' ·. ' a respuesta es el . ps1cot1co no dispone de est0 d , Y to as estas preguntas son para él intensas y d b b hacer él solo La solución ' l e e o tener una explicación y lo debe muchos libro.s, etc. eventu~1%:n~: otros ~oble convie~e, y para eso lee e : constru1r su propio delirio. A nosotros nos,va bien en el d /~ro Esta ers ectiv . e lflo .comun en el cual estamos. hace detend~r a la: ~~=~~la la d1ferenc:a neuro~is/psicosis, sino que las una categona supenor que es: todosestamos
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enfrentadosa la misma dificultadentre el significantey el significado.La manera psicótica es mucho más costosa, mucho más sofisticada, cuesta mucho más establecerla, y por eso Lacan dice, a veces, que el psicótico, en su exigencia de rigor, es un ejemplo a seguir -habla de los grandes delirantes que reconstruyen el mundo-. Y eso también es para rebajar un poco el orgullo del psiquiatra, que piensa que él es la norma. Hay algo de irónico en esta cünica de Lacan, yyo la presenté como una clíni-, ca irónica, 11 cuya finalidad es rebajar el orgullo de los terapeutas, que es la cosa más infame que hay. Para recordarles, primero, que son iguales a sus pacientes y, segundo, que los psicóticos merecen respeto. Participante3: Justamente en esta lógicaque acabade mencionar,usted ha introducidorecientementeun conceptoque creoque ha sido muy bienvenido en la comunidadanalítica,que es el conceptode psicosisordinaria,queparece realmentepermitir aprehenderun campode la clínicaque se confundíamuy a menudoconvariedadesdiversasde la neurosis.En el desarrollode estaidea, usted introdujolo quepodría quizás llamarsela "dimensiónestadísticade la reflexióndeldiagnóstico", introduciendo, por ejemplo,el concepto de la curoade Gaussen la reflexión,particularmente,sobreel conceptodepsicosisordinaria. ¿Cómopodríamosconsideraresadimensión-que podríapensarseestadísticade la distribuciónde la psicosis y la neurosis? JAM: Eso lo he hablado en la tercera de nuestras "Conversaciones clinicas francesas", en Antibes -estaba, en realidad, en Cannes, porque no había sala en Antibes-, en el mes de septiembre. 12 Sí, he hecho una diferencia entre la psicosis extraordinaria,tipo Schreber -que se recuerda por años, que son paradigmas-, y la psicosis ordinaria,que a veces no se percibe. Es la psicosis que no tiene grandes delirios, que se puede ubicar con índices tenues, porque la forclusión no se presenta a sí misma. Se presenta mediante varios desvíos, a veces imperceptibles, o que podrían entrar en otras estructuras. La psicosis ordinaria, a veces ubicable, a veces visible, no tiene esas construcciones magníficas de los grandes delirios -que son como grandes catedrales, como palacios de
11.VéaseMiller,J.-A., "Ironía", Unopor Uno,RevistaMundial de Psicoanálisis, nº 34, Buenos Aires, Ediciones Eolia, marzo/abril, 1993, pp. 6-12. También en Consecuencias. Revistadigitaldepsicoanálisis, artey pensamiento,nº 7, noviembrede 2011. 12. Miller, J.-A. y otros, La psicosisordinaria.La convención deAntibes,Buenos Aires, Paidós, 2003.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, delirio-, sino unas casitas, un e ueñ . . o delmo, una pequeña dificultad para relacionarse con los otr p ~ prefiera estar solo a estar conºJ~sc~;to,malestar que hace que el sujeto no da para una psicosis, pero en el co:~s. Cada cos~, de manera aislada, que solamente la hipótesis de fi Junlt~ el analista puede encontrar . una ore usió n or dena ese conjunto de mam·fiestac10nes. Por favor ' p'd i o a cad a uno no h I . para preguntitrse si responde a acer e recorrido de sus síntomas e;ro, porque es algo demasiado flojo· eso es el fenómeno conocid barca,de Jerome K Jerome º1 en a nlovela inglesa Treshombresen un; H . ' a nove a más d. .d ay que leerla. Sucede que un 0 d l iverti a que se ha escrito e os tres le · y encuentra que tiene todas l f¡ e un manual de medicina hace pensar que t~do esto lo ~::; ~~medades_menos ~a g?ta, y el -1 como pequeños desvíos índic se descnbe la psicosis ordinaria mismo en esto. ' es tenues, todo el mundo se ubica a sí 13 . Pero, en fin, he hablado de la curva de como me lo devuelve, estoy obli ado Gauss. Era casi un chiste, y El backg;round de la idea era todas fas coa ~espon_dera esto con seriedad. ~ompañeros sobre la distribuci·o, d I nsideraciones que me hacían mis tI b n e os votos e l · · . n as mst1tuc10nes analí. cas, ysa er quién estara' a f:a bº vor o en contr d · ien, yo no me preocupo por e a e una situación. Yo decía· da es poca; es como una curva sdo,~rque la gente realmente convencí~ ferozmente a favor los ferozm e auss. Cada partido es así: están los d G ' ente en contr di e auss, donde se ubica el ma , a, y en me o está la curva numero. En el momento en que hay una fractura, hay siempre de qué lado va a caer. Esto es una u;er? 1e gente que no se puede saber huma~os, y no hay que sorprende~s:~~e ad fundamental de los grupos la manana y que a la noche esté d l estrechar la mano a un tipo en espacio de la curva de Gauss. e otro lado, porque pertenece a este
ciert::~
Me parece fantástico que todos los extremos son l e presente como una curva de Ga . pocos e ementos O uss. suerte de saber en lo real ' p ca gente. Esto me parece una l . , que se construye , S d .. . as1_. e !JO en Cannes, pero e~ o mismo aquí: seguramente la . Si se pregunta·" ·Q . , l asistenc1a sigue una curva de Ga h · e: menes son os qu . d uss. e dicho, o también lo que han dº h entien en perfectamente lo que los que entienden perfectament1c º1 os que preguntan?", seguramente · e, o os que 1 · que piensan que no entienden nada d o piensan, son pocos; los . e nada son pocos; y el resto se
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13. Véase ibíd., p. 216.
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distribuye, seguramente, como una curva de Gauss. Y podríamos hacer la prueba. Finalmente, siempre me preocupó la curva de Gauss, porque cuando empecé a ser profesor debía poner notas a los trabajos de filosofía que corregía; mi preocupación, en ese tiempo, antes de mi análisis, era ser justo, ser realmente honesto y poner la nota justa. Pensaba: como la distribución normal es la curva de Gauss, entonces construía mi calificación -con mucho esfuerzo- para que obedeciera a la curva de Gauss. Es decir, es una vieja preocupación mía, con respecto a la curva de Gauss como saber en lo real. Curva que es uno de los misterios del universo, como la ley de Newton, como la constancia de la velocidad de la luz de Planck. Solo que parece más dependiente de nuestros criterios, y que con otros criterios podríamos tener una extremidad enorme de la curva de Gauss, y el resto pequeño.
ParticipanteS: Mi inquiemd radicaen toda la serie de manifestacionesque tienenlosniñosautistascomotratamientodelgoce.Me preguntabasi estotambiénpodría llamarseuna positivacióndel síntoma o si, de entrada,ya es un síntoma tomadodesdela vertientepositiva,y si estohomologala clínicade la neurosisy la psicosis,sabiendoqueparecequese llegaa un mismopunto. JAM: No me parece que el autista se queje de su síntoma. Esencialmente, quienes se quejan del síntoma del autista son los padres, es el ámbito o es el terapeuta. El problema del autista, en cierto modo, es que es positivado ya de entrada, que le falta la falta de ser y, por eso, interroga o fascina, porque ya presenta una forma positivada ...
ParticipanteS: ... yo diría que es positivadade una manera tangencial:es positivadadesdeel simbólicoo el imaginarioque introduceel Otro. Pero la en esa dimensióndel positivaciónque haceel niño mismo en su construcción, tratamientoque él hace,independientedel malestarque causeen él, es como una construcciónque él hacepara ponerlelímite a ese Otro... Piensoque el Otro es el que introduceesa''perversión". JAM: Usted dice que es para poner un límite al Otro. No es evidente qué es la constitución del Otro para un autista. Uno no puede evitar la idea de que se burlan, de que tienen algo de burlador, que aparece claramente en la esquizofrenia. Lacan habla de la ironía del esquizofrénico. El esquizofrénico se burla de las soluciones que tiene el mundo común, que no se plantea los problemas refinados que él tiene. El esquizofréni-
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co que h~~la, q~e comunica, hace vaciar los semblantes, en particular de los neuroncos. ¡Ah!, para us_tedeso es ~uficiente, bien." Veo un reflejo de eso en la conducta del aunsta. Es decir, una suerte de ironía silenciosa, y que realmente hace manifestar la falta de ser del terapeuta. ?ace algunos años hi_ceuna presentación de enfermos en el Hospital ~var~z, en Buenos Aires. Fue extraordinario. Se había prevenido al paciente mte.rnado, esquizofrénico, de que lo iba a entrevistar un doctor qu,evenía de Europa. Nos sentamos en dos sillas, frente a una asamblea mas numerosa que esta, y él me dice"¿ Usted es el doctor Miller? Le he trai'do un rega Io " , y saca de su bolso el regalo: un minúsculo diccionario es~añol-francés, y me lo entrega. Fue la ironía más delicada. Venía el S~Je:o sup~es~o Saber desde Francia, se le había dicho que tendría un publico _Yel, mmediatamente, ubica mi falla en eso: que el castellano no es ~ le~gua_materna, y me ayuda con el minúsculo ... "Es lo que te falta, chico , y s~empr~ ~e pareció encarnar eso. Esto es muy refinado, pero creo que s1 estuV1esemosen la IPA diría: deberíamos cuidar bien nuestra contratransferencia con el autista. Es decir, es un lugar de proyección para los fantasmas de los terapeutas y es causa de análisis de los terapeutas.
~anicipante~: Ustedcitabaa Sartre y a Heidegger,y hay un punto que me t~t~resapa~tcularmente,porqueHeidegger,en Ser y tiempo, dicequelaposibtlzdadde liberarsedel estadode perdido,del Dasein tiene que ver conuna anticipaciónde la mume o con un precursarla mue'rte.En el esquemaque traza_ba, en elfuturo poníaun quererser otroo algodelladodel idealdel urr_ed su;eto;Heideggerpond"!amás bien la muene y una necesidadde anticiparo precursarla mume. Sm embargo,desdeuna afirmaciónde Freud... JAM: Eso es algo que he señalado ahora, no lo he señalado antes. Creo que el esque~a fund~mental de Lacan tiene sus raíces en Heidegger y Sartre, es ~ectr, en la 1d~~de proyecto. Y también, en esta misma época, Lacan hacia de la asunc1on anticipada de la muerte la clave del final del análisis. Es decir, el Heidegger de Sery tiempotenía una fuerte influencia ~obre él. Creo que conoció su obra por medio de Jean Beaufret, el gran mtroductor y traductor de Heidegger en Francia. Hay un hegelianismo de Lacan, pero se ha inscrito muy profundamente en él el punto de vista heideggeriano.
Panicipante7: Hay una inteiferenciadel psicoanálisis-así lo entiendoyosobreesapropuestade la filosofíade Heidegger,en la medida en que habria
algo que se impone en Heideggercomoun pensar_:ª mume, precz:rsar,Jt: muerte, anticiparla;pero entiendoque una afirmacionc~tral 1elpstcoanaltsis esque no hay una representación de la muerte~ el inconsct~te.Me pr~gunto si en esepunto no encontraríalafilosofíaun impasse y st ustedpodna deciralgosobreeso. JAM: ¿Qué puedo decir sobre eso, sin entrar en el ves~do de confección? Voy a hacer una constatación de hecho: en estos nempos no n~s animamos a hablar del psicoanálisis en relación con la muerte. S~ ~acta mucho en los años cincuenta; había en esa época cierto romannc1smo de_mu~rte-un de la muerte, que había anticipado Freud con la_P;'lsiórJ concepto muy kitsch, muy raro, que une la ~uls1on, em~uJe V1tal,a la muerte-, concepto que es más o menos de la epoca de Heidegger, entre las dos guerras. Esta reflexión sobre la valoración de. la muerte14D como un , concepto fundamental se prolongó hasta 1os años cmcuenta. espues hubo una decadencia del interés por la muerte y ahora estamos mucho más en el tema de la positividad, como si se hubieran invertido las ~osas; es decir la falta de ser misma es un tema romántico y vinculado al ideal. Lacan, ~or supuesto, no lo trata de manera romántica. Pe~o el punto de vista del goce es más contemporáneo: sistemas que func10nan Y que producen un plus de satisfacción. Estamos en eso. Creo que ese desplazamiento traduce bien el malestar en la cultura actual, una cultura productivista, de grandes sistemas que funcionan y que producen, Y todo eso es positivado. Creo, por ejemplo, que la cuestión de la confianza y la desconfianza, la cuestión del Sujeto supuesto Saber, sí es totalmente actual; cada vez que entramos en un avión, por ejemplo, ¡qué confianza ~ega tenemos!: en la selección de la capacidad de los pilotos para maneJar, en el buen funcionamiento en la comunicación entre la tierra y el cielo, en la computadora que h; calculado el peso de las cosas dentro del avión -:hay muchas cosas dentro de un avión-. Todo eso es una confianza ciega en grandes sistemas que funcionan. Se puede decir qu_eel,;elán:1?ago ya introduce al Sujeto supuesto Saber: uno puede decirse ¿Qmen se está enfureciendo en alguna parte?". El Sujeto supuesto Saber es_de todos los tiempos, pero creo que más de nuestro tiempo; la complicación misma de nuestra vida nos hace vivir, mucho más que antes, en la
14. Véase Lacan, J.,"Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis",
Escritos 1, oh. cit., p. 306. 353
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a_tmósfera del Sujeto supuesto Saber y en la dependencia de grandes sistemas. Antes, para tener luz había que tener fuego, y ahora la luz nos viene de la electricidad. Todo eso nos remite a un sistema; estamos en una atmósfera de sistemas, y pienso que la reflexión romántica sobre la muerte no nos atrae como hace cincuenta años.
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Participante ¿Yen lafilosofía? JAM: ¡En la filosofía, lo mismo! La filosofía se ha desplazado a problemas ~e comuni_cación, del significante y del significado. En los países anglosa¡o?es ha sido el "giro lingüístico", la vertiente del interés por el lengua¡e que nació también en la mitad del siglo -al mismo tiempo que Lacan desarrolló sus cosas-, y se desplazó hacia las reflexiones sobre_la _co.nstrucción de lenguas artificiales, lógicas. Se desplazó hacia el aroficiahsmo del posmodernismo. En Alemania, Habermas ha hecho filosofía sobre el gran Otro de la comunicación; los filósofos alemanes tratan de recomponer un gran Otro de la comunicación mediante el i~tercambio, el diálogo ... ¿Cómo ser kantiano hoy? ... Tenemos que dialogar para reconstruir al Otro. Y no veo, hoy, una gran filosofía de la muerte, como era la de Heidegger.
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rá a la mujer analizarse conmigo. El verdadero síntoma era el marido, claramente. Al final tuve que hacer un acuerdo con el marido sobre la manera como iba a dejar seguir a su esposa en esto, y logré hacer ~acer en él cierta confianza, que fue necesario renovar regularmente d~b~~oa sus dudas acerca de la cosa. Y en determinado momento no des1st10de poner por escrito mis compromisos _con él. e~ el análisis de su espos~. Todo para permitir a esta mujer seguir anahzandose y hacerle desc~~r~r. que le encantaban los celos del marido,-,ª q~ien pres~ntaba el anahs1s de tal manera que lo enfurecía-, y tamb1en mirar el rme~o eventual, del analista ... era algo a lo Hitchcock. Y una vez que el mando se calmo un poco fue posible analizar suficientemente a la esposa, de tal ~anera que pudo desistir de su manera de presentar el ª?á~isis a su mando, con el resultado de que ahora dice que padece abumm1ento. Y el proble~a del análisis, ahora, es hacerla soportar el aburrimiento sin que la salida sea hacer que se maten uno al otro. Seguiremos, ahora, con los casos clínicos.
Participante9: Me preguntosi al hablarde lasmotivacionesdelanálisis usted se refierea una motivacióngeneralo si siemprehabráuna motivación:no por uno. JAM: No hay ninguna motivación general para entrar en análisis· es . . .,. ' siempre una mot1vac10n uno por uno. Pero también hay fenómenos de grupo en la entrada en análisis; cuando un grupo de amigos se decide a entrar en análisis, se puede producir un fenómeno de psicología colectiva; cuando alguien trae a varios ... , vienen en paquetes. El análisis no es segregativo; individualiza y apunta a la subjetividad, y por eso las parejas temen cuando uno se analiza y el otro no; el que no se analiza muchas veces sospecha del que sí lo hace. Una vez tuve este problema. Durante una supervisión me presentaron este caso: el marido iba a ver a la analista -por suerte no era un analista-y le decía: "Si continúa analizando a mi mujer, voy a matarla a usted"; lo hacía por celos y con la convicción de que todo eso iba a terminar en un divorcio, a tal punto que la analista tuvo miedo, y después de contarme el caso en control, lo dejó en mis manos. El problema más agudo fue convencer al marido de que deja354
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4. PRESENTACIÓNDE CASOS
UN CASO DE ANOREXIA TRANSITORIA, COMENTADO SEGÚN EL SEMINARIO4 DE JACQUES LACAN RicardoSe/des
Tengo un agradecimiento pendiente a la presentación en la apertura de este seminario y a la bienvenida que me han dado en Colombia, país que no conocía, aunque sí conocía a muchos de ustedes por sus nombres; quizás por mis funciones como Secretario de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, he visto muchas veces sus nombres registrados en nuestro anuario. Y también quiero agradecer esta posibilidad de unirme al ambiente parroquial que se va armando a partir de ser todos ciudadanos del país del psicoanálisis. Como un ciudadano más del país del psicoanálisis, voy a intentar transmitirles algunas reflexiones que he hecho gracias a la lectura del Seminario4.
Introducción Para ubicar mejor esta lectura, he pensado plantear que una de las principales cuestiones que enfrentó el psicoanálisis, desde Freud, es la pregunta por el objeto genital. Las diversas teorizaciones de los llamados posfreudianos marcaron justamente líneas que, sobre esta pregunta, señalaban un recorrido: el recorrido de un análisis. Y creo que lo que hay que plantear allí es cómo especialmente debía darse -algo de esto se ha planteado hoy- ese encuentro con el objeto genital, pero en el sentido de un encuentro armónico que debía ser un elemento esencial para señalar la meta final de un análisis. Y, por este sesgo, nos orientamos
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hacia u~a d~ las líneas, hacia un eje de importancia -según entiendodel Semmano4, porque justamente es en ese seminario donde Lacan da un n?mbr~ al objeto ~enital. ~l dice: "El objeto genital es la mujer";' no ~Ice alh que el obJeto gemtal es un hombre para una mujer o una mu1er para un h~mbre. Lacan plantea la cuestión de esta manera, y en. ese punto entiendo que reintroduce lo que el mismo Freud había ub1ca~o ya_des~e .los "Tres ensayos de teoría sexual", y es que la idea de un º~Jeto armomc?, q~e po~ ~u naturaleza consuma la relación sujeto-obJeto, la exp.~nenc1a cotidiana la contradice perfectamente, y allí hace una aclarac10n: no solamente la experiencia propia del análisis la contradi.ce, sino también la experiencia misma, la experiencia común de las relac10nes entre el hombre y la mujer. Entonces, en la página 27 de la edición castellana del Seminan·o4 Laca~ ~ice que "si,la a~~nía no fuese en este registro un asunto pro~ b(em~ttco, no habna anahs1sen absoluto [... ]. Hay, en este registro, una hianc1a,_alg~que no va". Esto que encontramos en las primeras páginas de~Semmano4, ustedes saben bien que no es una idea que haya quedado a!l; en Lacan, que se haya perdido. Solo para tomar un ejemplo, en relac10n c~n este punto, luego, en el Seminario20,Aun, Lacan va a retomar esta misma cuestión señalando que lo que constituye el fondo de la vida es qu: en lo tocante a las relaciones entre los hombres y las mujeres, hay algo allí que no -~da; no anda, y todo el mundo habla de ello, y gran parte de n~estra acaVIdadse nos va en decirlo. Es decir que nosotros tenemos que vemoslas con el hech_ode que esta proporción sexual que no anda, anda de todas maneras, y s1anda de todas maneras, es gracias a cierto número de convenciones, prohi_biciones,inhibiciones, que son efecto del lenguaje.2 Por eso va a contmuar -todavía me estoy refiriendo a esta parte de Aun, donde habla de lo que no anda entre los hombres y las muje-
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res- diciendo: los hombres, las mujeres y los niños son significantes; y de este modo ya se puede pensar cómo es que una mujer busca a un hombre, y un hombre busca a una mujer: a título de significante, y es en función de un discurso, y fundamentalmente porque en ella, en la mujer, siempre en ella hay algo que escapa al discurso. 3 Retomemos lo que Lacan afirma en el Seminario4, La relaciónde objeto.Allí también plantea la relación entre los sexos como una _rel~~ ción simbolizada, es decir, también la ubica con relación al lenguaJe. El se refiere a una "relación interhumana asumida, disciplinada, tipificada, ordenada, objeto de prohibiciones" -fíjense en la interesante relación que hay con lo que dijo después en el Seminario20- "marcada por la estructura fundamental del incesto". 4 Pero, obviamente, recordando cómo Freud señalaba las diferencias entre el varón y la mujer en el nivel de esas prohibiciones, en el nivel del complejo de Edipo. Y es fundamentalmente a partir de la idea de la castración como la niña entra en el complejo de Edipo; ella no tiene el falo, no lo tiene simbólicamente, de n_iodo que puede tenerlo; el varón lo tiene, pero justamente vale a partir de que se enfrenta con las consecuencias del temor de que puede perderlo. Tenemos, entonces, esa complicación en el nivel de los seres hablantes que implica la desarmonía, y fundamentalmente la desarm~nía que h~y entre los sexos, ubicada por el lado de la sexualidad fememna; es dec1r, por la importancia que tiene la sexualidad femenina para ambos sexos. De allí que Lacan planteara que el nombre del objeto genital es la ~ujer, como les decía al comienzo. Además, Jacques-Alain Miller ha señalado (en una conferencia que pronunció en Buenos Aires en el año 1993 -le seguimos creyendo cosas del pasado a Miller-, y que se publicó bajo el título "Introducción a la lógica de la cura del pequeño Hans, según Lacan" en La lógicade la cura,uno de los libros publicados por la Colección Orientación Lacaniana) 5 que el Seminario4 es un seminario
. l. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario,Libro4, La relaciónde objeto,,ob. cit., p. 27: "El ob¡eto gemtal, por llamarlo por su nombre, es la mujer. Entonces, ¿por qué no llamarlo por su nombre?".
_2:[N de E.] Lacan, J.'.El seminario,Libro20,Aun, ob. cit., p. 44: "En efecto, lo que consntuye el fondo de la vida es que, en todo lo tocante a las relaciones de los hombres y las mu¡eres, lo que se llama colectividad es algo que no anda. No anda, y todo el mundo habla de ello, y gran parte de nuestra actividad se nos va en decirlo. Esto no quita que lo único serio es lo que se ordena de una manera distinta como discurso. Y ello llega hasta englobar lo siguiente: esta relación, esta relación sexual, en tanto no an_da,anda de todas maneras, gracias a cierto número de convenciones, prohibiciones, 1 mlub1c ones, que son efecto de lenguaje, y que solo han de tomarse de ese registro y de esa ¡aez".
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3. [N de E.] Ibíd., p. 44: "Los hombres, las mujeres y los niños no son más que significantes. Un hombre no es otra cosa que un significante. Una mujer busca a un hombre a título de significante. Un hombre busca a una mujer a título -esto va a parecerles curioso- de lo que no se sitúa sino por el discurso, ya que si lo que propongo es verdadero, a saber, que la mujer no toda es, hay siempre algo en ella que escapa del discurso". 4. Lacan,J., El seminario,Libro4, La relaciónde objeto,oh. cit., p. 155. 5. Posteriormente publicado como "Introducción a la lógica de la cura de Juanito, porteñas,tomo 2, Buenos Aires, Paidós, 2009, según Lacan", en Miller, J.-A.,Conferencias pp. 209-228.
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J; j,
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s~bre la sexualidad femenina. y cuando d . , nmos? Se trata fundamental d ec1mos esto, ¿a que nos refel ·, , mente e la mui· es decir, con el significante f 1 'h d er en re ac10n con el falo, en falta. a o, que ace e ella simbólicamente un ser Ustedes seguramente recordarán ue l' . q para poder marcar una línea divisoria con los autores ps· 1coana 1t1cosque 1 · , que Lacan dice que fueron lle d . es menc10ne antes, esos utiliza en -elSeminario 4- L val os a errancias -esta es la palabra que . . , acan es recuerda a ¡ · no que lo que le falta l . b . os asistentes al seminaa a mu¡er, o VJamente r l cuando dice real, a la altura del Seminari 4 h ' no es un ia o real. y acá, entenderlo, hay que pensarlo en el sen:d 'd ay que e~cucharlo, hay que real en el sentido de que . . o e que eX1sta.No es un falo exista o no smo que s tr d f . coque por su naturale ' . e ata e un alo s1mbóza se presenta en el I t b" li como una ausencia que fun . l n ercam 10 como ausencia, c10na como ta y · d . con precisión una cita, en la página 154del.S si_ust~ es ~meren ..ubicar se puede transmitir en el intercambio simb ,e;mnan~,veran que lo que tanto ausencia como presencia" El f 1 o e~ ~1empre algo que es dejando tras de sí el signo de . a.º,, es s1mbolico porque "circula su ausencia . ~ste falo, la mujer no lo tiene en el s .d , ., lo tiene simbólicamente· pero 11'h entJ o que les decia rec1en, no tener el falo simb -¡· ' .ª.I ay que hacer la salvedad de que no o 1co es partJcipar de , . cual lo tiene a título d 1 una 1og1ca, una lógica segu'n la e ausente O que d según la lectura que hace Lacan de La ya es un mo o de tenerlo. y tesco,de Lévi-Strauss las . s estrt:cturaselementalesdelparen' muJeres que se mte b" entre linajes masculinos darán h"" . rcam ian como objetos niño aparece entonces como un i~oa carnb10 del falo que reciben. El Sabemos que la respuesta es:::~ustJtuto del falo. ¿Obtura esto la falta?
i:o
lí . Entonces, tenemos así la otra señalado con relación al S . ~a4n nle~_queJ acques-Alam Miller ha e emmarzo . e mno e 1 ., temenina· el niño es u . . . s una so uc10n a la falta ' n sustJtuto pero m fi · agujero. De modo, entonces 1' su ciente, para colmar ese clínico que se revela para ' que o que se pr_esenta-y este es el interés nosotros- es saber J t , escubre que no alcanza a 1 1 . us amente como el sujeto d co mar e aguJero· , d verdadero partenaire de la madre es l f l ' como escubre que el 1 a a ta, como falta de falo. Lo cual ustedes también han vist . 0 , no so amente en la · · d smo también en la experiencia de la vida C expenenc1~ el análisis, esto, es algo que en sí ffil·sm d · . uando el SUJetodescubre 1 . o es causa e ciert 0 h Illiento de su propia falta. orror, es e descubriYo creo que la cuestión más interesante d 1 seminario en relación con est e o que se plantea en este e punto es que en este descubrimiento la
lógica de la falta está vinculada directamente a la noción de satisfacción. No es que el niño descubre la falta en la madre, o sea en aquella que encama el Otro para él, y dice: "Ahsí, yo veo a mi madre muy satisfecha en su posición castrada, en su posición en falta". Para Freud, por el contrario, en el inconsciente del sujeto nada ni nadie podrá satisfacer a la mujer. Quizás sea un poco exagerado en la vida cotidiana, porque no es cierto que las mujeres no puedan ser un poco o muy satisfechas, pero creo que lo que se está planteando acá es que la mujer, por definición, es un sujeto insaciable y que el niño es un sustituto: en él se encuentra algo que toma el lugar del objeto que le falta, lo que Lacan ha anotado como -qi. Pero que nadie se crea que es suficiente darles hijos a las mujeres para calmarlas. El caso que les voy a presentar señala justamente el descubrimiento por parte del sujeto, de esta condición estructural. Antes de pasar arelatarles el caso, quiero ubicar algo, quizás retomando una cuestión que planteó Jacques-Alain Miller hoy. En la páginal 94 del Seminario,en la clase "El falo y la madre insaciable", Lacan recuerda una observación de Abraham; quiero comentarles lo que aquí dice, porque hay una razón por la cual recuerda esta observación. Dice: Antes de conducirleshasta la articulaciónde la dialécticadel falo, a su culminación y su resolución en el Edipo, quiero mostrarles que también yo puedo permaneceralgún tiempo en los estratos preedípicos,a condiciónde guiarnospor ese hilo conductor que es el papel fundamentalde la relación simbólica. Es decir que no es simplemente para realizar una observación, sino que tiene este sentido: que nos sirva para guiamos en la relación que hay con el papel de la función simbólica. En la página siguiente, después de comentar el caso, dice: "Se trata del falo y de saber cómo capta el niño, de forma más o menos consciente, que a su omnipotente madre le falta fundamentalmente algo, y la cuestión es por qué vía le dará ese objeto que le falta y que a él mismo le falta siempre". · Ustedes se acuerdan, es una observación muy simpática de una niña de dos años que está con su mamá y su papá; al terminar la cena, se dirige hacia la alacena, en donde han guardado una caja de cigarros. Toma el primer cigarro y se lo entrega al padre, que es el que fuma; luego agarra un segundo cigarro y se lo entrega a la madre, que no fuma; y por último agarra un tercer cigarro y se lo pone entre las piernas. Efectivamente, allí lo primero que se destaca es que ese objeto simbólico le
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MILLER ESTRU CTURA , D ESARROLLO E HISTORIA (1998)
falta; sin embargo, Lacan dice que no encontramos el interés solamente en visualizar que esta niña ha descubierto que es objeto en falta, porque le da primero a aquel a quien no le falta, señalando entonces que ella, así, puede desearlo, y también puede satisfacer a aquella a quien le falta, por eso le da el cigarro a la madre. Yo creo que esto hay que ponerlo en relación justamente con lo que Freud plantea en el artículo "Sobre sexualidad femenina", 6 donde dice que para la'hiña no solo se trata de que a ella le falta el falo, sino también de dárselo a su madre o de darle un equivalente como un niño. Quiero recordarles también -quizás ustedes ya lo conozcan- que hay un ciclo de conferencias que Jacques-Alaín Miller dictó hace unos años en Brasil; este ciclo, junto con otras conferencias que él dio en varios lugares de ese país, se ha publicado en portugués y hace poco tiempo ha deLacan.Allí,Jacques-Alain aparecido en español bajo el título Elucidación Miller, en una de las conferencias, llamada "El falo barrado", plantea que Lacan en un momento de su enseñanza presenta la castración como efecto automático del lenguaje sobre el hombre y la mujer; y justamente está el planteo de que hay castración por el solo hecho de la inscripción del sujeto en el campo del lenguaje, y en función de la palabra. 7 O sea, estamos diciendo que el mismo hecho de hablar, de vivir en la palabra, de existir en la palabra, es para el sujeto ya una castración, una castración de goce, con lo cual uno podría decir que, en la noción de castración de F reud, las historietas freudianas son eso, las historietas de la infancia como tales son un subproducto de la castración por parte del lenguaje. Esto, que es un verdadero avance en la enseñanza de Lacan, podría hacer perder lo dramático de la castración en Freud; y yo quiero señalar justamente que acá está lo rico del Seminario4, porque estamos en la dramatización de la castración y -en esto sigo lo que Miller ha planteado- es útil recuperar algo de ella cuando aparece, no solo como efecto automático, sino también vinculada a la madre y su decir. Y bien, me permito citar a Miller, que está a mí lado. Es una cita de la conferencia de 1993 que les he comentado al principio, sobre la lógica de la cura del caso Juanito. Hablando del Seminario4, dice: Es una tentativa, un esbozo, diré, de formalización dinámica, de formalización diacrónica, es decir, una tentativa no solamente de escribir las coorde-
6. Freud, S., "Sobre la sexualidad femenina", Obrascompletas, vol. XXI, ob. cit. 7. Miller,J.-A, Elucidaciónde Lacan,Buenos Aires, Paidós, 1998, pp. 431-453.
entales de la cura, sino de formalizar lo dicho nadas permanentes? fu~d~m1 d' ho de formalizar lo que pasa y no solaen la cura, lo trans1tono e o F1c ' 1· en c1·ertomodo los eventos de . 1 tura orma izar . mente formalizar a estruc . 1 . , central que traba¡a Lacan 1 ea que a noc10n dichos que hay en a cura; o s . tructura sí pero con sus transes 1a de estructu ra con transformac10nes,es ' formaciones.ª , . ue veo la utilidad de captar la dramatizaEntonces, qruero agregar q so necesario en una cura para ción de la castración justamente como pal . demás porque entiendo 1 ' de la actuah'd a d poder captar esos e emen tos estructura . . 5es, a la marca . . 4 t mbién el Semtnano son que el Semmano y a . , . e Lacan plantea allí. contarles qué fue lo que a mí que tienen las referencias chmcas -~u He hecho esta larga introducc10n para . de este texto estableci1 izás un poco posterior, d me produjo la ectura, qu 'ti, entender algo acerca e do por Jacques-Alain Miller, que me permitrtºamiento de una paciente d .d una cura en un a ' · lo que había suce 1 o en ' h 11 do "Un caso de anorexia ·' d"o la colega- e ama mía, que -como reciclen lJ , l Seminan·o4 deJacques Lacan". transitoria, comenta o segun e
El caso
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, e ueña introducción al caso, porque SELDES:Hare :: tratamiento que llevaba y~ alguuiero comentarles que se tr . , l go de la cual se produjo una , 'nterrupc1on ue nos años y que tuvo un~ ~ . a ' aciente volvió. Despues de un~s segunda demanda de anahs1s, o sea, 1 pd !la una anorexia trans1l 'l' · se pro uce en e meses de su retorno a ana 1s1s, 1 d hombre ganado por una d d l rder e amor e un ' . , . La sal1'dade esta anorexia se toria desenca ena a a pe 11 ero mas Joven. ' mujer tan pobre como e a, p l a comentar al final. puede fechar en un sueño ~ue e~ a de haber sido traicionada: cómo ella lo amaba. Este tema Lo que más la enloquec1a era ad1 el d ., d ar con to o o que 11 es que él la eJO e am ' b . , hasta que descubrió que e a se transformó en una verdadera o s~s1~:; amor que finalmente no fue llalmdaeentonces se centraba en captar que misma era la que insuflabad.lfia d .d L ayor I icu ta ' ' d d , odía haber un amor ver a ero, correspon 1 o. a m el amor podía no ser reciproco,. que p 1 esitaba. pero unilateral; un amor para qmen ya no a nec q
RICARDO
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¡a J'ogi·ca de 1a cura deJUª nito segun' Lacan", Confe8 . Mili er, J.-A., "Introducc1on . . " a10 renciasporteñas,tomo 2, ob. cu., p. 2 .
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ESTRUCTURA, Les voy a comentar algunos antecedentes. Su vida sentimental se vio siempre signada por relaciones con hombres muy carentes, por quienes padecerá pero a quienes también hará sufrir. Dos líneas centrales caracterizaron ese primer período de su tratamiento: el trabajo de duelo por su padre, muerto unos años antes, y el análisis de un síntoma conversivo. La idealización de su padre dejó lugar a un reproche, por una promesa incumplida por él; y el síntoma conversivo pudo ser descifrado.a partir de un cuento de hadas, el de "El príncipe sapo" -supongo que lo conocen, tiene que ver con 1atransformación de un sapo en un bello príncipe, a partir de que acepta que una mujer lo ame-. Voy muy rápido; quizás después, si lo necesitan, podré darles otro tipo de referencias.
Este síntoma conversivo, y también lo que marcó su encuentro traumático con el goce masculino y el asco que le retorna cuando debe enfrentar el deseo de los hombres con su cuerpo, están en relación con el cuento de hadas. Del asco por el sapo se recortaron especialmente 1a cuestión de la lengua y los labios. Dos frases pueden sintetizar su posición con respecto a la femineidad: una, la que manifiesta su posición de sostene, y castra, al hombre runo, "Hoce.-,, el hombre';' frase que podemos afirmar para todos los sujetos histéricos, pero que en este caso ella misma produjo. Es decir, fue un significante al que e11aarribó después del trabajo que hizo de pensar su relación con los hombres. La otra frase tiene que vec con su posición de goce, de un goce masoquista, que pudo ubicar como "Ser el vicio de un hombre". Una pesadilla que se repite en su vida surge con una sensación en la boca, algo que crece en su boca anestesiada, produciéndole también vértigo, una sensación de caída al vacío: "Era sumergirme y ahogarme". Un sueño que se produce casi al final de ese primer período del análisis la ubica como reina; ella vestida como reina, pero a ese vestido le faltaba la parte posterior, o sea que ese vestido Je dejaba expuesto su trasero. Quiere ser una reina, pero ningún sapo-falo logra cumplir con esta supuesta esperanza. El modo en que aparece la pregunta acerca de qué es una mujer es el cuerpo desmembrado, que también incluye su síntoma conversi-
9. [N. de E.] Lacan,J., "El atolondradicho", Otrosescritos,ob. cit., p. 489: "Lo hago porque a diferencia de él --en el caso de las mujeres nada lo guiaba, y es justamente lo que le permitió avanzar tanto escuchando a las histéricas que 'hacen de hombre'-, a diferencia de él, repito, no obligaré a las mujeres a varear con el calzador de la castración la vaina encantadora que ellas no elevan al significante, aun si el calzador, por el otro lado, no solo al significante, sino también al pie ayuda".
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. d ausar el d eseo en un hombre, pero, vo· partes del cuerpo, capaces e c . er periodo del análisis _estara de' manera asquerosa. El final de eshepnb~e rico y también inteligente tr · ·gnado por su encuen o con un om 'da de reina. Tiene en tonces s1 1 romete una VI • ue que le declara su amor y e p , d. e una casa llena de agu¡eros q joy,s, vestidos, salidas, Pt,'°, se~o:b;e tenga y ella no. Sin emb,r~ debe solucionar. Aceptara que . .cie su análisis- su respuesta al do -nos vamos a enterar cuando ~em~,n con la que creyó recuperar una del hombre fue gozar de ~a ~nvac10 . posición de ser dueña_de s1~1sm.a. Es sobre este mismo fondo de ~epdeAh sí la anorexia transitoria. . do la inminencia e ., ora ' l iento anuncian tición como ella reanuda e tratar . , ~on el cual reiteraba su pas10n Un nuevo fracaso amoroso en re ac10nt porque él lo supiera; en es~a 0 b , cosas de importancia, · me · , dipor "hacer de hom re " y'. p or supues tras relación se habían produc1~0 alguna~¡° tas, que e 11ªrelataba con cierto orgu o ... }ACQUES-1"1.LA A. ·1N MtLLER:
¿Es otro hombre?
Rs. Es otro hombre .
· E s unhom., el hombre rico anterior. ahora; no ó a tener una relac10n . con el que empez hombre empobrecido -por eso bre que conoció en ese tiempo y importante. En realidad, otr_ave~ee~au;e etición; muy inteligente. pero dije que aparecía en el sentido. 1 hace tabajar; él vuelve a trabaiar en muy pobre-, al que ella levanta .. o a instancias de ella. Este hombre r ·, de manera muy exitosa, , con sus hi¡'os, y fundamenue tema d su pro1esion 1 d la ayudó mucho en las dificubta eslq ayores satisfacciones sexuales e ta lmente con este hombre o tuvo_asnmstancia en que dejó a ese hombre . , h b O una circu 1 'l' · y su VI·da. Pero tambien u años que estuvo fuera de ana 1sis-hablo de ese período de cuatro le propuso casamiento. Pero e 1 conoció a otro, rico nuevamente, qur~ de que ella estaba con ese homnuevo hombre pobre, cuando se ente asamiento y ella dejó nuevamente b e rico la fue a buscar, le propuso c 1 rometió casamiento nunca 1 h b pobre que e P r ' 'd el al hombre rico. E om re la de¡·a con su "vesti o con cumple con su prom esa y nuevamente . culo al aire . . n el cual debe h acer sacn'ficar .un gatito . ". A propósito de un episodio e d el dolor que ella siente, y se ue tenía, dice que él no puede con:~:e:e::tiva. No se hablan por al~:,oduce unaseparaciónquepareced ue él estásaliendocon un~mu¡er nos meses, hasta que ella se entera e q nerviosa que ella; una mu¡er que . guramente menos ., l b 1 pobre peropresentado ¡oven y se a este hombre para una relacion a ora . ella había
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JACQUES-ALAJN MILLER ESTRUCTURA, Al volver de mis vacaciones me enter d . . , . o e este ep1sod10y la encuentro completamente anguso·ad a, anorexica y en un t d d te desesperación Varias ses1·0 dº . l es a o e permanen. · nes 1anas e per · ¡· d ¡ -mcluso recordé h l . miten sa Ir e a cama oy que os amigos le p , . Entonces, al aceptar tomar . . r~p~man una Internación-. lo que llama su masoquismo~~~~s ses1~nlesd~anas, .e:11piezaa hablar de En .. e: or que o quiero, s1el me hace sufrir~" ese momento, las ses10nes co . . . , m1enzan a centrarse en su dolor y, para su prupio asombro su análisis fue tomando .ma'una !me~ que. había surgido a lo largo de . yor consistencia a p ti d d. h evidencia surge cuando dice q 'l I h b' _ar r e sus IC os. La ue e a a 1a dejado ¡d ¡ enero; yo intervengo diciéndole: "Usted conge a a e 4 de y sus asociaciones conducen al re alo d ~o ~udo llegar al 5 de enero", acá también se festeja el Día de l g R e ;¡1a de Reyes -supongo que de enero· en la Ar . l os eyes agos, en la noche del 5 al 6 ,. genona por O m ¡ h" mucha ansiedad para ver ' ué 1enos,, os c icos esperan ese día con ces, cuando intervengo d~ . , rdeglao, que dones, van a recibir-. Enton1C1eno e que no d 11 I recuerda que en su infancia pu o egar a 5 de enero, habían pedido una muñec; u~a v~z, t~n~o ~!la como su hermana mayor mayor de ella era bella rubí~ ern e. ec1r de la madre, la hermana ce.' . d"y ememna, y de nuestra sujeto la madre decía que era negra 11 , a e m 1a -en vez de f, · d , india-. y el Día de Reyes a la h 1 e,memn~ ecia que era una a ella le tocó la muñeca ~e erma~a ,e toco la ~uneca bella y rubia, y Convence a su hermana dgr~ y fea. '¡Como soluc10na ella el problema? e Jugar a a pelu , · · qu_eentonces la negra conservó el elo la que~ia; se i~agman ustedes pn~era reivindicación solo será e{ mo/el rubia no. Sm embargo, esta . I. o _conque ella va a sortear en su vida, siempre en rorm 11 a 1mpu s1va las s1tu · despreciada. ' acwnes en que se sienta En esos impulsos va a decir todo lo 1 mente -por eso era fam ~ue se e venga en gana, cruelsa"-· podríamos dec· osa en~e sus ~migas, por eso le decían "nervio' ir, como s1 escupiera ·1 · . los hombres El t peso enc1as, especialmente a , · ema entonces era la madr loca entre los 6 y los 12 - d d d e, que, segun ella, se volvió anos e e a de nu tr · la tercera hi¡·a es decir la he es a su¡eto, cuando nace ' , rmana menor La d ¡ b trataba, la mordía; llegó a decir "Mi de . . ma, re. e pega a, la malstlno habna sido ser abortada" y no solo no perdí I a as esperanzas de ser amada or 1 d . ' ~nte cada ataque, esa espera desdichada d p a ma re, smo que mcrementaba. e ser amada por la madre se Recién a los 12 años y con su mudan ' d dº za . . a otro lado , la ma dre se paci·fico, porque se empezo' · d l as cosas cambiaron· sin e ab e 1car a 1a rehmón o· , Yª partrr e entonces ' m argo, esas marcas parecen volver sin cesar.
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Creo que habría muchos más elementos pertinentes para comentar en este punto, pero prefiero no continuar con los detalles, para formular la pregunta que me hice: ¿por qué surgió esa anorexia transitoria ante la pérdida del amor de este hombre amado? He conocido casos de adolescentes histéricas que han hecho una anorexia cuando en los primeros encuentros con el goce masculino les fracasaba el lazo de amor; mi paciente decía, sumamente angustiada, que sin el amor de un hombre se sentía desaparecer. Por eso insisto en esa pequeña y simple pregunta mía sobre la anorexia que surgió. Y fíjense lo que Lacan plantea en el Seminario4: "lo que se ama en el objeto de amor es algo que está más allá", 10 y señala que es algo que, por estar ahí simbólicamente, es nada; y dice algo más: "cada vez que aparece la pulsión en el análisis o fuera de él, debemos concebirla en relación con el desarrollo de una relación simbólicamente definida". 11 ¿A qué se refiere? Vale la pena retomar lo que él plantea como la primera relación amorosa del sujeto, en la que la madre se constituye como objeto de llamado a partir de la dialéctica de su presencia/ausencia, momento en el que comienza para el sujeto la compensación y el equilibrio entre los objetos del don y los objetos de la necesidad; porque la frustración de amor, siempre primera, se va a compensar mediante la satisfacción de la necesidad. Es decir, esto es así y no al revés: si el niño llama, si se aferra al pecho y si este se convierte en lo más significativo, es porque la madre le falta. Esta es la tesis del Seminario4. Quiere decir que la satisfacción de la necesidad es una compensación; es la compensación de la frustración de amor, y con el tiempo también será su coartada. Si hay satisfacción en los objetos reales, los de la necesidad, será para aplastar la insatisfacción fundamental de la relación con la madre, estructuralmente imposible de satisfacer. Así, Lacan nos lleva a pensar en los efectos de la castración materna en el sujeto: despista con la incautación oral, ahoga lo que resulta de la relación fundamentalmente simbólica. Esta es otra referencia del Seminario4. Señalemos, de paso, que Lacan ubica primero lo que él llama la "frustración de amor", y a partir de allí el objeto de la necesidad será un sustituto. Creo que esto nos pone de nuevo en la temática del caso. La anorexia, en cuanto comer nada, es lo que existe en el plano simbólico, en el plano de la lógica que Lacan plantea en el Seminan·o4. Esto, dice
10.VéaseLacan,J., El seminan·o,Libro4, La relaciónde objeto,ob. cit., p. 157. 11. Véaseibíd., p. 177.
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Lacan, nos muestra un sujeto muy activo, que trata de que el Otro de la demanda dependa de ella, es decir, de hacerse amo; la madre puede negarse eternamente, lo que da como resultado que su omnipotencia será extrema; y si los objetos están contenidos en ella, tal como aparece en las fantasmatizaciones kleinianas, es porque la madre constituye el campo virtual de la "nadificación" simbólica. Esta referencia se encuentra en las páginas 187 y 188, y creo que van a ver cómo la cuestión de las fantasmatitllciones de objetos aparece aludida en el sueño de la piscina. ¿Cómo es, entonces, que el sujeto puede arreglárselas con lo que ha despuntado del goce materno, que está metaforizado en la pérdid.a del ª:11ºr del hombre? El sujeto invierte su relación de dependencia, pomendo en primer plano el objeto nada: se alimenta de nada. La actualización de la relación primera con la castración materna se vio consign~da en la utilización de una mascarada que podemos llamar masoqmsta, porque eso le permitía hacer una pobre muerta de hambre modo de vin~ular el goce a la castración. Su ex pareja no se preocupa~ ba P?r ella; sm embargo la llamaba a diario para preguntarle si había corrudo. Beneficio secundario de una posición sacrificial que no pasó a mayores. Tenemos pues, entonces, la aparición de algo pulsional que demuestra ser la compensación de una falta. Ubiquemos, entonces, una escena que surge en este momento del análisis y señala esta reversión activa de la negatividad infantil; el relato es el siguiente:
Mi papá tenía a mi hermanita en brazos, se la mostraba a mi mamá, que esta~a en un ataque ~e desesperación,su cuerpo exasperado,y que tenía pastillasen la boca. Mi papá nos señalabaa mi hermana mayor y a mí y Je decía algo: "Por favor,por ellas,no las tragues". ' _Surgeentonces, en este momento, este recuerdo que había quedado ~lv1d~dodurante muchos años. Así, escupir las pestilencias -son las pestilencias que la madre traga-, escupírselas a los hombres, aparece como un rec~rso vano, frente a ese amor demandado en todas sus formas y expres1one~.La anorexia transitoria da cuerpo a ese momento pulsional que no es smo sustitución de lo que de la madre, con su cuerpo exasperado, no podrá satisfacerse, ni siquiera con su ser. . , El fracaso en la correspondencia amorosa la sumerge, sin mediac10n,en la esfera del objeto oral, entregada a un goce cuyo metabolismo e~_contróun camino posible en el análisis. Un sueño y una interpretac10n sobre la fallida promesa masculina marcaron el final de esa anore368
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xia, con un retorno al inconsciente y como modo de hacer persistir el · deseo en el plano simbólico. La interpretación: siempre que el príncipe promete, aparece el sapo. Su respuesta: "Creo que logré atravesar la desilusión de que el hombre es hombre; estoy en condiciones de soportar lo insoportable del ot1·0;lo que no estoy dispuesta a soportar es lo insoportabl~ de mí". A continuación, un sueño: "Se moría un cuadrupedo, le sacaban-un ala. Yo estaba con un bebé en una piscina, de espaldas, desnudos; el bebé se desvanece, yo me meto y hay caca flotando". Su sueño_planteará, según la interpretación, que lo más insoportable de lo prop10 es te~er un cuerpo del que se desprend~~ cosas ..Enum~ro, ,e?tonces, ?b¡etos significantes: pene, heces, nmo; eqmvalenc1as fah~as, sust1tuc10nes simbólicas de la falta que, por ser del Otro, le conciernen, aunqu_e_~ partir de ese momento, un poco más tranquila?:ente, lo cual ,le perrmtlo comenzar a dar una vuelta más en su exploracion de ese vacio.
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Discusión ]AcQuEs-Au1N MILLER:Los invitamos a la discusión, agradeciendo a Ricardo Seldes esta compleja presentación teórica, seguida por este caso que destaca un síntoma bien preciso, bien delin_eado'.un síntoma -claramente no un síntoma fundamental; como lo ubica Ricardo, es un síntoma transitorio- que dura, ¿cuánto tiempo? RICARDO SELnEs:Alrededor de tres meses. JAM: La ventaja con los síntomas transitorios es que desapar~cen, es decir que siempre se pueden ubicar en el análisis -a veces en la vida- los hechos que los hacen desaparecer. Son síntomas que dan una sorpresa cuando surgen, pero satisfacen por la docilidad que se les supone para desaparecer. Bien, después de haberme o~ecido ~ l_asp:egunt~s, propongo "comer un poco de Ricardo Seldes , y part1C1pareyo mismo en la discusión. RS: Voy a plagiar aJacques-Alain Miller, y les voy a decir: cómanme, pero un poquito .
Participante:Unapersoname preguntabaahora,al salir de 1~sesiónantm_or, quépasabaen el transcursode un análisisconesev~cío-el 5:'Jetocomovaczo-, porquemuchosefectosde sign.ificación durantesu vida ventan a tratar de col369
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mar/o de manerafallida. Me preguntabaestapersona:"Entonces,al final, ¿szmplemen:euno se da cuentade que esevacíono sepuede colmary ya sufre menoso que es lo que pasa?".Entonces,en relacióncon tu caso,se me ocurría que esaanorexiapudo habersidoalgode eseorden:de un momentode relación con un vacíofundamental que ella sientey que después,retroactivamente,a partir de lossignificantesde su historia,significacomo"lamuerta de hambre" o el tipo que laJlamapara ver si amzió,etc.Siempreme ha inquietadoque las personasque presentan síntomasanoréxicosrelacionaneso,de manera muy regular,c~nun deseode muerte que leenen la madre.¿Habíaalgode esoaquí, cuandodicequesu madre leía el hechode que sufuturo eraser abortadao qué? Porqueyo veo en las personasque de prontopresentificanun deseode muerte de la madre ciertatendenciaal actoo al suicidio.Y esasformas de la anorexia siempreme han parecidomuy curiosas.¿Habíaalgode esoen tu caso? RS: Creo que "el deseo de muerte que leen en la madre" es una formulación ambigua interesante, porque habría que ver deseo de muerte en quién o de quién, si es en la misma madre, o si es el deseo de muerte en la hija. Yo mismo me pregunté muchas veces, justamente -porque he p_ensadoeste caso como un caso de estrago en la relación madre-hija-, s1:e rr:ataba efectivamente de una hija no deseada, caso en el que habría mas bien la muerte de un deseo o un deseo de muerte. Evidentemente, s~~opodemos averiguar esto situando cómo el sujeto se ubica en relac10n con la falta materna. Hay un elemento interesante en esta escenificación de la _metáforapaterna, en este recuerdo que ella trae y que está al final de m1 relato. En este recuerdo olvidado aparece lo que podemos pensar que es el deseo materno, en el sentido del goce que no encuentra el pal_~que impide que se cierre la boca del cocodrilo. El padre aparece t~~~1en, en la dramatización de la metáfora paterna, implorándole y d:~iendole que por ellas -por las hijas- no se mate, suponiendo que las h1¡aspueden ser un sustituto de esa falta, pero en realidad, el encuentro allí es justamente con el goce materno: esa boca vacía o llena de pastillas, esa boca que muerde, lo que podría ser un deseo de muerte. Después surge también esta cuestión de cuando la madre le grita; ella recordaba muchas veces esto, especialmente cuando entraba en estos accesos de lo que ella misma llamaba "melancolía" -era una persona muy afín al medio psicoanalítico, sin ser psicoanalista-. Cuando estaba en ese sentimiento muy depresivo -melancólico, decía ella-, recorda?a la frase de la madre: "Yo quería abortarte". Pero esto era algo que tema que ver nuevamente con la cuestión del padre, porque, finalmente, era una frase que la madre decía para vengarse del padre; o sea
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que, en realidad, ella no era la destinataria de la frase, sino el pa?re. Era utilizarla a ella como un instrumento -una especie de Medea, digamospara vengarse del marido. JAM: Me parece que hay una diferencia esencial entre la a~orexia de las anoréxicas -las anorexias verdaderas, las que amenazan la V1dadel paciente-, y lo que aquí se llama una "anorexia transitoria". La_p~labra es la misma, pero me parece que los fundamentos son muy dist1~tos; podemos decir que las anore~as mort~es se vi~~ul_an_ a_lla~,º mort1fero de la madre o por lo menos uenen raices muy pnm1t1vas_en el ?e~arrollo. Con las anorexias verdaderas tenemos una presenCia muy msistente de los primeros tiempos del desarrollo y de la relación primaria con la madre; una anorexia verdadera parece siempre remitir a algo que se presenta ante nosotros como una relación primaria con lo que Lacan llama la Cosa, el goce primario. No digo que este caso sea una falsa anorexia, pero tampo~o es una anorexia verdadera, como las otras; es más bien de tipo reacción terapéutica, no sé si negativa, pero una reacción_:un hombre la deja _Yla respuesta es de tipo anoréxico. En este sentl~O -v~y un ?oco le¡os~, me parece que los elementos biográficos casi no ~enen impo:tancia para ubicar esta anorexia transitoria. Un hom_brede¡a ª.~ª mu¡~r, ella responde con la anorexia; es decir, como una mterlocuc10n: podna respon?er gritando, suicidándose, amenazándolo con matarlo ...
RS: ... lo hizo ... antes de la anorexia. JAM: ... podría responder comiendo, pues la bulimia es ta~bién una respuesta ... y su respuesta es de tipo anoréxico. No sé SI este caso hace ver el estrago de la relación madre-hija, pero por lo menos hace ver el estrago de la relación hombre-mujer: hace ver el peso que puede tener para una mujer la relación, con un_hombre. Usted lo señala cuando relata que esta paciente decia que sm el amor de un hombre se sentía desaparecer. En esta anorexia transitoria veo la confirmación de lo que ubica Freud: una mujer experimenta la castración de manera electiva en la pérdida de amor; 12 es decir que la pérdida
12. [N. de E.] Freud, S., "Inhibición, síntoma y angustia", Obrascomple~':!' vol.~ oh. cit., p. 135: "En otro lugar he puntualizado cómo el desarrollo ~e la nma p~quena es guiado a través del complejo de castración hasta la investidura nerna de ohJeto. Y
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, de amor puede tomar, para una mujer, el valor de la castración, ser la experiencia del -qJ. Como respuesta, podríamos decir que para colmar la castración que constituye esta pérdida de amor, para colmar esta falta, hace presente un objeto de un tipo particular: el objeto nada; y hace ver por qué Lacan, en una de sus listas de objetos a, pone la nada. 13 Podría colmar esto co~iendo, cop el objeto oral, podría colmarlo con el objeto anal o con actitudes anales; pero en. este caso lo hace multiplicando la nada. Se qued~ ella sin nada, se queda sin el hombre y, de cierta manera, agrega en mas la nada; hace como una apuesta en más: más de nada, un poco más de nada. Llama la atención el carácter lógico y casi aparte de esta formación, ~ue después remite a la repetición de no soportar al hombre rico y elegir siempre hombres muy carentes; es decir, que para amar a un hombre necesita la marca del menos. Y se puede decir que esta es la definición del amor: no se puede amar a alguien sin la marca del menos. En la medida en que e_Iamor es dar lo que uno no tiene, uno debe demostrar primero que no nene, lo cual es lógico si se admite esa definición del amor. Contra la idea de que el amor es un don del ser, finalmente encontramos ~ue es ~n don de la falta de ser: no se puede amar a alguien por lo que nene. As1como en este país hay un pequeño signo verde -la cinta de la paz, que algunos llevan-, el hombre, especialmente, si acepta ubicarse en el campo del amor -porque no es obligatorio-, debe tener en alguna parte un signo menos para señalar que acepta, no sé si la paz, la guerra ... , el amor. Me parece que ella está muy vinculada a esta marca, y que también le da lugar para su acción: hacer de un hombre nulo un tipo que trabaja, que logra el éxito. Es una posición de causarle el deseo de ser alguien: causar al hombre el deseo de ser hombre.
pr~cisa~eme, e~ el caso de la mujer parece que la situación de peligro de la pérdida de ob¡eto s1gu1erasiendo la más eficaz. Respecto de la condición de angustia válida para ella, tenernos derecho a mtroducir esta pequeña modificación: más que de la ausencia o de la pérdida real del objeto, se trata de la pérdida de amor de parte del objeto". ~ 3. Lacan,{·• El s~inan'o, Libro 11, Los cuatro conceptosfandamentales del psicoanálisis, ~b. cit., p. 11O: El ~b¡eto a es algo de lo cual e] sujeto, para constituirse, se separó como organo. Vale como s1mbolo de la fulta, es decir, del falo, no en tanto tal, sino en tanto hace falta. Por tanto, h_a_ de ser un objeto en primer lugar, separable, en segundo Jugar, que tenga alguna relacwn con la falta. Voy a encarnar de inmediato lo que quiero decir. Anive] oral, es la nada, por cuanto el sujeto se destetó de algo que ya no es nada para él. En la anorexia mental, el niño come esa nada. Por ese lado perciben cómo el objeto del destete puede venir a funcionar, a nivel de la castración, como privación".
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RS: Cuando él llega a esa posición, ella se l~s arre~la pa~a _que él la deje. Incluso le presenta a la mujer que es un ob¡eto mas cod1c1ableque ella misma. O sea que el problema fue encontrarse con la~ consecuencias de lo que había hecho, y se tuvo que implicar sintománcamen~e: en definitiva, ella lo había expulsado a partir del momento e~, que el, no voy a decir que se transformó en un hombre rico, pero de¡o de ser un hombre carente, un tarambana, un tarado, un tonto.
Participante: Esta esuna preguntapara tratar de a~icul~rlapresentació~ del casoconel matiz de la intervencióndeJacques-AlamMzller de estamanana sobrela historiay el desarrollo.La interpretaciónque usted hace,"Ustedno pudo llegaral 5 de enero",apunta a un "Un:_ed_ no pu1~,llegar";pero,tambiénpodríahaberintervenido:"Ustedse quedofi;ada a el , -~uemarcanaotra orientaciónclínica.Sería importanteuna palabraen relactonconeso,porque haría una diferenciacon el acto del analista en la inte,pretaciónque en la perspectivadel desarrollo podríahabersido:"Ustedse quedóen... "y la suya: "Ustednopudo llegara... ". RS: En efecto, la perspectiva que ella quería marcar, con la que incluso quiso sugestionarme, era que había que~ado fijada al_4 de enero. Yo resistí a la sugestión, le indiqué que no hab1a quedado fi¡ada, co~gela~a en ese día (supuestamente cuando ella se entera de toda esta historia, va a la casa de él arma un escándalo, lo amenaza de muerte, hace un a;ing y después tiene la situación de la anorexia), y utilicé el equívoco del 4 de enero que ella había planteado -lo in~enté_en ese momento, se me ocurrió así-, con lo cual surgió toda esta hístona del 5 de enero, de los regalos de las muñecas y la posición de las bellas y de las feas ... , una línea muy interesante que apareció allí mismo. . Estas sesiones -no digo las últimas, en las que algo cambia- eran terribles durísimas. Podría decir que durante semanas enteras ella lloraba, gri~aba, estaba en ese punto en que los analistas -decía~os hoy, d: la IPA- podrían pensar que había llegado a un pu~to regr~~1v~;el bebe que lloraba. Incluso una vez, en esas sesiones, gritando, d1¡0: Pero yo necesito que usted me abrace". JAM: Aquí tenemos el motivo de la anorexia transitoria ... RS: Yo no sabía si se iba a tirar por la ventana o qué era lo que estaba por hacer ... No la abracé, sino que acer~ué mi sill?n y le hablé al oí?o, le hice una interpretación en voz muy ba¡a. Despues de dos o tres ses10-
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nes me ,dijo: "Eso que usted hizo a mí me alivió completamente"; me agradecia haber hecho eso, que fue un abrazo para ella, sin serlo. Obviamente yo no la iba a abrazar, pues seguía resistiendo a su sugestión.
Participante: El casoquepresentaRicardome planteaunapreguntaque quizás otroscomparten:¿porqué dentrode laperspectivadelanálisisde estecasono ha sido?lanteadaJaelaboración del duelo?Es ahí dondeadquiereinterésla perspectivadel enfoqueque Ricardoha dadoal caso.Ante situacionescomoestas un tipodepaciente-seguramenteuna histérica-tiendea reaccionaren unafo!,.,,,a quepodríamoscalificarde depresiva:un retirolibzdinalde sus erotizaciones del se mundo (entreellasdel objetoalimento).Dentrode eseprocesode elaboración podriacomprenderla palabrao la expresiónque Ricardoutiliza, anorexia. En esapmpectiva, el interésque puede tener la reflexiónno es tanto señalar que lapacienteestáinscritaen esalógica,sinomás bienplantearalgoquepareceobvio:_¿porqué_untipodepacientes,ante una situaciónde duelo,depérdida deun objeto,reamonanconun síntomaanoréxicoy otrosno?Estecasotambién permitiría dar respuestaa por qué una reacciónanoréxicasepresentaen una situaciónde dueloy en otroscasosno. Jacques-AlainMiller ha situadola eleccióndel objetonada comoel elemento del síntoma ante estasituación. privilegiadopara determinar la construcción S~n e:mbargo,al parecer esta paciente está habituada,por decirloasí, a las perdidasde amor,y entonces,en estecaso,¿porqué el objetonada se convierte particularmenteen el objetoque privilegiacomoforma de aproximacióno de elaboración de su duelo? RS: No estoy seguro de que ella esté acostumbrada a estas situaciones de ?érdi~as; más bien ha sido ella la que empujó al otro a desaparecer. Si es cierto que toda la primera etapa de su análisis se centró en lo que capté como un duelo patológico por el padre -que había muerto h_acíavarios años-: ella no salía de la depresión. Por supuesto, cuando vmo a consultar por su depresión no hizo mención alguna al padre; supuesta?1ente v~nía por lo que le sucedía en la vida, el marido que no tra~aJaba... Sm embargo, esta primera parte del análisis -como ya plant~e- ~e centra en el duelo por el padre, que aparecía en un lugar muy '.deahzado, a la vez que empieza a hacer el trabajo significante, ese tra~a¡o del duelo;ª. permitir que la máquina significante triture y a producir una elaboración. Creo que esto coincide con el inicio del análisis en su perspectiva formal; me refiero a que ella fue ciertamente dócil al dispositivo analítico -en general lo son las histéricas-, pero fue especialmente dócil porque había la posibilidad de dirigirse al saber.
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En la misma perspectiva en la que aparecen estos si~ificantes ideales del padre (con su promesa incumplida, que en defirnttva parece ser el rasgo que también hay en ciertos hombres_-por lo menos en los hombres pobres-), aparece el síntoma conversivo de e~la (que al principio no había entendido como tal): un dolor en una pierna, que la acompañó durante muchos años, que había empezado con la m~erte del padre, a pesar de que los elementos significan~es e~an anter~ores. Es decir que en esta cuestión del desarrollo y la historia se pud~eron fechar las situaciones de encuentro con el goce, en donde esa pierna había aparecido marcada por el goce y, en general, por el encuentro con el goce masculino. . ., . No voy a hacer ahora un despliegue de esta ~rtuacion, pero qmero decir que en esta paciente el duelo que ~ude :enficar se p~oduce fundamentalmente en relación con el padre rdealtzado, que deJa este saldo que ella evidentemente no puede dejar de repetir, como si hubiera quedado ahí cierta purificación, en el punto representado por las dos frases que mencioné ("hacer el hombre" y, por otro ~a~o,"ser el vicio de un hombre"), surgidas a partir de ponerse al servicio de un hombre. No podría generalizar sobre ciertos tipos de pacientes q~e hacen una an?~ rexia en este caso una anorexia transitoria -que no hizo cuando ~uno su p;dre, ni en otras situaciones en donde también pasó por cuestio~,es dolorosas-. Esto me permitió ubicar no el supuesto rasgo de el~cc10n de los hombres a partir de la promesa incumplida del padre, smo la ~lección de los hombres bajo la serie de la madre. ,.. . Fue un descubrimiento en el segundo tiempo del anahsis: hay mu¡eres que eligen a los hombres, no en función dé ciertos rasg~s significa~tes del padre, sino a partir de su relación con la madre. ':"caya n? habia ningún tipo de sugestión, porque eran más bien forma~101:1es, e mcluso este levantamiento de la represión -producto del surgimiento de este recuerdo, que no puedo decir que sea un recuerdo-pantalla- marca como un momento de detención. JAM: Sería útil conocer algo de la posició~ que ella atribu~e- ~1 analista en la transferencia, porque finalmente mterrumpe el anahsis cuando encuentra al hombre rico, piensa que ya lo tiene, vuelve en el momento en que lo ha perdido, cuando ya ha encontrado una nueva relación y la va a perder. Hay que suponer qu_eella también _loexpulsa a usted como analista cuando se ha vuelto neo, o no suficientemente carente, o en el momento en que ella misma no es suficientemente carente, dado que tiene al hombre rico.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Me parece que, para entender 1aano . d b , . suplemento a la pareja -el ho b reXJ~, e enamos mtroducir un con el tercero, el analista. Q:z :e (ue a deJ_ªy la r~sp~esta anoréxicamente dirigida al hombre que laªta~ a_n~reXJ_a trans1t~:1a no está solalo que aparece en su comentario· acaseia o, smo t~b1en al analista. Es por el analista, si puedo deci Ad ,º e~a un pedido de ser alimentada "vamos a comer a Ricardo Se~des/mas,. ,e as1_como empecé: diciendo comer algo efeRicardo Seld F" qmzas importan~e en el caso era el le da un alimento a través de la oreja ue es una ma es. ma 1:1e_nte ble ... -co~¿ en Hamlet: d1stmguida y per_fectamenteaceptada el medicamento milagroso p:r ~::::;.por la ore¡a-; en este caso, le Aunque esté en el fundam t . , d b dual, el hombre y la mu·er de:~ao, qmzas e ,amos salir de la relación y la transferencia. El pe~ido 'y poner mas en, la escena al analista que ella tema y el hecho de que finalmente 1adejen ponen má e contado. s a ana tsta en escena que lo que usted ha
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D~ ahí que se haga necesario el suplemento uesto , un menagea trois para esta tradición . , . 'p que es un tno, la pregunta que se planteó sobre el d!~~zas ... , pero eso no r~s?onde a paciente Una anorexia de tr y la respuesta anoreXJcade la . es meses.. quizás h . mento oral de Seld ·, ª espera do e1medicaes por tres meses; uno no sabe. ¿Te despierta algo?
Participante:¡Hambre!
JAM: Podríamos decir que es un caso d l y quizás pasa a la anorexia por una homofiqu~va e hom~r~ al hambre, orna, pero no se s1sea serio. Participante:No quiero abundar ' br brindadoRicardosino hacerv mashso e el casotan completoque nos ha ' er que ay anore · · . x1asy anorexias.Al menosen Caracas,lospsiquiatrassuelend. h . . 1agnost1car anorexiaa susp · aczentes y osp1tal1zar/asaun cuandomuchasd ¡·, e e ,as no seananoréxicasEst0 d l .d estudianafonri
objeto y el -cp, entre el objeto a, bajo la forma del nada -prefiero decir "el nada", más que "la nada"-, y el -cp; es decir que, efectivamente, el objeto nada viene a ocupar el lugar del -
Participante:Frentea estapérdidade amor,para mí la respuestaesmuy mostrativa,esuna escenificación. Inclusome preguntosi podemosllamarlasíntoma o si esdel ordendel acting-out, En realidad,quieropreguntarsi esarespuesta, la anorexia,solose da frente al abandonode un hombrepobre o si hay algo
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mtÍs-que se ha dejadocomode lado-,y es que estehombrese encueritracon una mujer pobretambién,que ellale preseritó.Según me parece,hay algoeri de la anorerelaciónconsu deseo-que se hacepregunta en esta escenificación xia- que no se ha tomadoen cuenta,y eseseencuentroconuna mujer que toma estehombrea travésde ella. RS: Esa mujer en un sentido era pobre, pero en otro sentido era rica, porque era joven. No es que mi paciente sea una mujer muy grande, aparte de que es muy hermosa y muy atractiva -a pesar de que ella decía que era fea-, y sigue atrayendo mucho a los hombres. En este momento del análisis suele ir a las "tanguerías"; aprendió a bailar tango, baila muy bien, y es quizás una de las mujeres más codiciadas por los hombres en la tanguería (ahora están muy de moda las tanguerías en Buenos Aires, y la gente va a bailar tango). Pero siempre se mantiene un retorno a esa relación del hombre que agarra a la mujer: si se deja agarrar, la mujer puede bailar bien el tango, si no, no; y si el hombre sabe agarrar bien a las mujeres puede bailar bien el tango, si no, no. Creo que, efectivamente, está la cuestión de esa mujer rica por joven; ella no era tan pobre, él ya había dejado de ser pobre; por eso dije que lo más duro para ella fue enfrentar las consecuencias, y tuvo que implicarse en el punto en el que se hizo dejar, porque hay datos con los que ella misma lo ha podido ver desde esa perspectiva. No es solo la cuestión de dejar/ser dejado, sino de hacerse dejar, que creo que permite pensar la dimensión de la pulsión, por la forma, que ya no es la reflexiva -el hacerse dejar-, en la que el sujeto pasa desaparecido. Posiblemente la pregunta está en relación con la otra mujer; sin embargo, desde esa perspectiva, no le he dado la importancia que tuvo "la señora K" para Dora. No se trata de esa dimensión; por lo menos no lo he visto de esa manera. No era que la otra encerrara los misterios de la femineidad. No era eso, para nada; incluso ella decía: "Es una tonta, es una tonta que no entiende nada"; y sin embargo, el único atributo que tenía y frente al cual ella nada podía hacer era ser joven. Uno puede ubicar como un problema moderno esta cuestión de las dificultades ante la vejez; ahora no solamente hay viejos o mujeres que le temen a la vejez u hombres que temen a la vejez; en la modernidad hay como una carrera para evitar los efectos del paso del tiempo.
]AM: Por supuesto que hay como un ideal social de juventud, que pesa más ahora en nuestra cultura ...
RS: ... en la cultura occidental, especialmente.
JAM: Como
- , . a todo el mundo espera ser viejo. Para lo senale, en C~ d o empieza a tener sesenla vejez hay un respeto muy especral. . . a Cuan ozar deun la amistad y el respeto de. ta años, puede comenzar ~ o~ticos de China son todos ~ay~res, los demás; antes, es un chic~. p así ero es porque se amen:aruz~. ahora hay niños de sesenta _anoso al~o id. incluso se aconseja mverttr Es verdad que hay un ide_alde ¡uvena lo~ mayores. Toda la generadinero en empresas para re¡uvEeneceresvan a crecer las industrias que · cer. ntonc . licación financiera . d e 1o qu e ción del 68 rechaza enve¡e d"do y eso es una imp responden a este pe I 'l' . r lo menos uno por uno p odepodemos perc1'b'Ir a través del ana 1s1s;po mos aprovechar esto.
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, que a laJ·uventud' se refierees a Participante:Hay un idealculturalque, mas la gordurao al peso... . d , , de la anorexia estaba RS· Sí de eso estaba sa1vada,. I'ncluso ' d, espues feliz d~ q~e había bajado los kilos que tema e mas.
. ntes al cuentodelpríncipey el sapoy en
Partidpante,Urt,dhadarif""!""; 'lenciasd, 'i"' ,tia" quejabad,
esto::
otromomentodq·oalgode escupirpe i d hadasquepone conrelacióna s . . s·zen,hay otrocuento , pest1 ·¡enc1as, . y a la . escupirpestilencias. ue abríae la bocaescup1a , 'hermanas:una de ellas,cadavez ,q la bocale salían rosas.Solamentequena otra hermana, cadavez que abria haceresteaporte.
ENTRE NEUROSIS y PSICOSIS
HéctorGallo
ta que se le formuló a En el día de ayer, a propósito d~ u~~::~introdujo la noción de Jacques-Alain Miller s??re la curva : en cie~a medida, como opuesta psicosis ordinaria, noc1~n q~e ap;:~/ a uella de la que tene~os como a la de psicosis extraordmana, es , q teriá por un estallido de los S hr b y que se carac · , tico . d . 1 r a duda sobre el diagnos paradigma el caso c e er, fenómenos elementales que nJ :~ªn~!:r psicosis ordinaria tiene q~e Mientras que lo que se ~~ da. o . . uno puede hablar allí de algun , con una dimens10n discreta, s1 ver mas
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]ACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E IDSTORIA (1998) fenómeno elemental, es algo discreto en el orden del detalle clínico. , que solamente puede ser definido , Jacques-Alain Miller de cia ayer que co 1 ., , d aparecia e este modo es . , n re acion a la psicosis lo que que mientras q 1 ¡, · ' p d a re producía una especie de . , ue a c llllca del Nombre del n · . separac10n m , eurosis y psicosis, del lado de las s· . as_o n_ienos radical entre examen, por ejemplo, de la relación lico~is ordmanas, si uno hace un no es tan eridente. Es decir ued e SUJetocon el goce, ya la frontera denadas en sujetos que 'dan la~m e u_~o~ncontrar psicosis no desencaque a veces dan la impresión de ~;;s10~ , ~ ser ne~róticos, y neuróticos est~ punto -el punto del examen d psicotic.~s. Digamos que es justo a hacia donde voy a orientar I e la r~~acion del sujeto con el gocepresentac10n del E qu e h ay una duda en el ordena del di , . caso. so quiere decir donde trataré de situar la d. . , agnostico y que básicamente es ahí . iscus10n· po h muy general, "Entre neurosi· . , . r eso, e colocado como título . . s Y psicosis" y . , esta d iscus1ón clínica. ' en ese sentido contribuiré a Yo no , segu1 este caso el tiem o d eseable desde el punto de vista analítico, porque esta persona me pareció de utilidad p I o estu~o en análisis durante un año· · oner O en cons1der · , ' p~rque Justamente no fue po 51 'bl l ac10n, entre otras razones , · e a canzar , d iag1_10st1co. Desarrollaré entonces la -~ª certeza en el plano del un discurso neurótico y el de l . exposic10n entre las evidencias de I' · ve amiento · c micos que nos orientan h . progresivo de algunos detalles d . ac1a una psic · . ,L a queJa del paciente, tomada os1sno esencadenada. situ~ ante dos dimensiones de lo u:nh elllcontexto ~eneral del caso, nos sa~ento". La primera dimensió~ se e amado la dubitación del penSUJetoaparentemente se co d refiere a recuerdos en los que el b n uce como si ~ , . que usca poner en causa el de d l d uera un neurotico obsesivo la se_gunda dimensión consistes;; u~a p; ~e, allí donde este desfallece; asocia con una maldición Dig u_ a permanente que el su1·eto . . o que asocia co Id' . , Para este SUJeto la peor maldición con l _n una ma ic10n porque 1e ?ensar; pero para él, "pensar" . ~-cual VIno al mundo es el hecho _ecirque la maldición es duda L i;pdica estar dudando siempre· es VIda;por ejemplo interviene r. a u a surge en varias facetas d~ su t· b · , ' en su separa · , · am ien en una tentativa de s . 'd' cion matrimonial; interviene de durante el trabaJ·o anal1't1' u_1c1IO real, pero fallida, que no suceco smo que h b' . antes -es una tentativa designad 1 a ta oc~rndo mucho tiempo cas como "suicidio frustrado"-· a en a gunas clasificaciones psiquiátriaparece también con rela . , 'y, finalmente, esta dimensión de la duda d l c1on a una orde . e a madre dirigida a él. n, una ffilrada o una valoración
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La impresión clínica de una desconexión del goce con respecto a lo que llamamos el falo, que da cuenta de una falta de eficacia de la castración, no surge a partir de un estallido de fenómenos elementales como los que estamos acostumbrados a observar en las grandes psicosis, sino más bien de lo que algún autor llama "efectos clínicos mínimos"; por ejemplo: de un recuerdo, de un sueño, de la relación que el sujeto sostiene con su cuerpo y del modo como suele conducirse frente a una mujer. Voy a privilegiar, entonces, dos recuerdos, un sueño y una manera particular de relacionarse con una mujer. L. es un joven de 28 años proveniente de una familia de escasos recursos económicos. Cuando llega a la consulta ha renunciado a su compromiso laboral desde hace algún tiempo; pero no es un vividor, pues en ese momento se mantiene con ahorros conseguidos con su trabajo, mientras pudo hacerlo. Por sugerencia del psicólogo que por entonces lo atendía acepta venir .a consultarme; antes había frecuentado a otros terapeutas, entre ellos un psiquiatra -quien lo trató a raíz del suicidio frustrado ya referido-, pero todos lo habían remitido a otro lugar, porque para ellos se trataba de un caso difícil. El psicólogo lo remite por un motivo que difiere del que suele llevar a un obsesivo al analista, a saber, lo que nos dice Miller en Introducciónal métodopsicoanalítico:"un estado de urgencia y de pánico", 14 hecho que también indujo al psicólogo a iniciar su análisis conmigo, después de haber realizado un , control conmigo sobre el caso que hoy presento. L. insiste desde hace varias semanas, según el psicólogo, en una idea fija de suicidio, ante lo cual el psicólogo entra en pánico, ya que dice ignorar cómo enfrentar este tipo de situaciones. L. no se presenta en la primera sesión como obsesionado con el suicidio, sino más bien con las mujeres; enuncia en ese momento que nada le funciona para estar tranquilo y de tanto dudar tiene miedo de convertirse en un incapaz. Dice que es un neurótico obsesivo, y como le doy a entender que no comprendo lo que quiere decir, agrega que su enfermedad no es genética sino mental; tiene claro que no está loco, y le gustaría intercambiar ideas conmigo porque a él le gusta profundizar y además le han dicho que yo tengo mucha experiencia. Dice que le importa mucho escuchar la opinión del otro sobre su caso; de ese modo podía él mismo decidir qué le servía para mejorar y qué no le servía.
14.VéaseMiller,J.-A., Introducciónal métodopsicoanalítico, Buenos Aires, Paidós, 1997, p. 26.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Jacques-Alain Miller señala ue en l . q - as entreVIstas preliminares conviene permitir al SUJ.etoal gunos enganos y no i b . . d . r a uscar mmed1atamente al sujeto en su fond d d h . o para ecir que no es contradicción. No sé si e'l · d , ver a , que ay una piensa to aVIade la mi tomo esto como una indicació l' . .sma manera, pero yo analista; sobre todo porque s1· n Leimcal que remite a la prudencia del dh ' en acan a verdad no . 1 1 . tu ' ay que permitirle al sujeto, como dice él " es 1?11,ªa .ª e~actiun poco en.¡¡us propios dichos" IS d ' que contmue mmtiendo introducirse en el inconsciente ' u~~:7n o que de esta forma llegue a o que uno espera; es, de alguna manera, como una especie de .d'q 1 E 1 ea. n la segunda sesión aparece un ele d dudé mucho· he decidido 11 l , mento e cuya denominación . . ' amar o ewmento d · d ¡ 'd d pensamiento.Digo que "d d ,,, e mere u 1 a asociadoal la incredulidad sino más ~i:n ~~[J~el ª veces ~o ~,arecía del orden de la quita de valor que es un a depreciac10n, en el sentido de posición neuróti~a. Bien lo a cosallque encontramos.en la clínica, en la inseguridad· él considera' voy a damar elementode incredulidadcon esa , bl' ' que cuan o un homb demasiado, seguramente es q re esta o igado a pensar hago un gesto- que nada per:e:r:s:: cr~e en nada; a~lara -porque yo Ante un sujeto que por un lado se afir en o a ~as sesiones de análisis. y por otro justifica su posición en a:;. e~ un tal v,7zno creo en nada" pensaría que el futuro no a 1s1spor un nada que perder" analítico· pero siempre habes,muy prometedor desde el punto de vist; sujeto c;n lo dicho. ra que esperar hasta establecer qué hace ese
L. aprendió a tranquilizarse media l d. . , trenamiento y la compet1·c1·0, l nkwtea me Itac10n asociada al enn en e tae ondo· h b . , cuerpo al máximo aduciend l , . ' este om re exigia su .d ' o que era a umca m d J3 o el pensamiento Llam l ., anera e mantener rela. a a atenc10n · · · . rendimiento al cuerpo casi h t l ~~ pnnc1p10 esta exigencia de ::nr~o, ~on el solo argumen~o de hacer soportable el pe~samie~:oª r, e acer soportable la Vida. Del padre tenemos tres s· .'fi _ igm cantes que lo d fi . paz y sonador; en el conjunto de las . . e men: ausente, meala posición de L. es neurótica or asoc1ac1oneshay un aspecto en que a suplir la falta del padre· ' p que aparece como estando obligado ' pero me parece que no suce d e l o mismo . otro aspecto de la dud . en El a, que se analizará má d ¡ que aparece como si fuera un , . b s a e ante. aspecto en neurotico o ses· ti asunto que puedo resumi d ivo ene que ver con un r e esta manera: una gotera en el techo, una
:s
15.Véaseibíd., p. 4 l.
humedad en la pared, un daño en la cocina, los desordenes sexuales de las mujeres de la casa y, en general, todo cuanto un padre eficiente debería poner en su lugar es motivo de preocupación para él desde que tenía 4 años. El sujeto se angustia desde niño por la exigencia íntima de tener que reparar esos daños y, al mismo tiempo, por el temor de no llegar a lograrlo, hecho que evoca algo del orden de la deuda, cuyo carácter, leemos en Freud, es obsesivo. En cuanto al otro aspecto, es enunciado en relación con una duda feroz que se inaugura a los 1Oaños. L. estudiaba en una escuela popular; la madre súbitamente decidió pasarlo a un colegio de clase media, ordenándole cambiarse de ropa apenas retornara a la casa. Esta orden desencadenó en él un efecto de división: no parecía comprender su sentido y dudaba de si debía o no cambiarse; si obedecer a su madre o imitar a sus compañeros, que no tenían que hacerlo, y esta dubitación le hizo padecer castigos. La interpretación que pudo hacer de ese recuerdo -y voy a decir interpretación, también con una dificultad a partir de la exposición que hizo Jacques-Alain Miller, en la que diferenció entre interpretación y explicación- es la siguiente: "Seguramente tomé mi cambio de colegio como equivalente a un cambio de clase social". Apoya su deducción en lo que llama "una sugestión de la madre", quien lo hacía superior a los vecinos del barrio y lo trataba como si fuera distinto a ellos. Pero esto no se desprende, en el curso de las asociaciones del sujeto, como una tachadura de la madre, sino como un efecto en el que ella aparece más bien en su posición de poder absoluto. Un segundo recuerdo hace entrar de nuevo a la madre en escena; entra de nuevo, pero ya no en la vertiente imaginaria de un ser que confunde, sino en la de lo real de un goce que nadie legisla. El recuerdo es: tiene 5 años. Un hombre acaricia a su madre contra la pared; ella parece, en principio, querer apartarlo de su cuerpo, pero poco a poco va cediendo. La madre dice, refiriéndose a L.: "Está despierto"; el hombre replica: "Déjate hacer esto y te pagaré la mercancía". L. intenta separarlos dando a entender que en efecto está despierto, pues supone que su madre está siendo forzada y le causan daño, pero el hombre le tira un billete y su ímpetu desaparece. Este recuerdo, en lugar de evocar el traumatismo neurótico de la escena primordial -ese al que estamos acostumbrados en la clínica, cuando una persona tiene este tipo de recuerdo del encuentro con el goce, al que se referíaJacques-Alain Miller-, muestra al sujeto, en el momento inicial, en posición de un espectador pasivo que los demás creen
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dormido. Luego lo muestra como alguien que quiere intervenir para separ~r a la madre de un goce no vigilado por el padre, un goce que se const:1tuyecomo una traición porque evoca la infidelidad. Pero sucede e~_el r_ecuerdo_que un billete hace desparecer el ímpetu separador del runo sm que nmguna autocrítica surja por haberse dejado sobornar. I~lam~_entonces la atención que el sujeto, al recordar en análisis esta s1_t_tiac10n que ~o marca, no se haga autocríticas con respecto a su posi~1on,~ues en la escena del recuerdo aparece silenciándose frente al goce mdebido de su madr~ y vo~viéndosecómplice de él. Tampoco reivindica en el presente un_ad1mens1ón_decomplicidad con ese goce de la madre P?r la cual valdna la pena deJarse sobornar por dinero. Lo único que die: es que s:guramente ocurría muchas veces, porque en su casa las mu¡eres vend1an droga; de ahí que la posición materna de ir cediendo ante la promesa de recibir el dinero de la mercancía -así llaman los expen~edores a la droga- resuene con aquella que le critica y que puede resumirse en una ~~ase:"Madre prostituta", que condensa todo lo que él nombra _conrelac10n a su madre y a las mujeres de la casa. ¿Q~e pode~os leer en esa escena del recuerdo? Mientras el padre ~o esta Y el h110duerme, la madre goza indebidamente. Este real se unpone _deuna ~orm~ que podemos llamar discreta, porque no hay torque.se ubica en el detalle del billete. Nos queda mento smo un s1~enc10.' como ?~egunta s1ese silencio del niño a partir de que el billete cae es de c?mphc1dad perversa o más bien de perplejidad. Aquí uno se pregunta si se_tr~:ª o no de un fenómeno elemental; este retorno del goce, sin ;;1ed~ac10naparente,,!º vemos de una manera diáfana en lo que yo llamo su~no fundamental ; lo llamo así porque me parece que es ahí donde es,ta~l punto ~n r~lación con el cual se podría construir un posible diagnost:Ico de psicosis. Digamos que, por ahora, aumentan nuestras dudas s~?re la :structura del sujeto. El sueño es este: está con el pene en ereccwn_r m1ta as~ ~adre dormida; corno de costumbre, está borracha, en med10_deun vom1to verde y brillante; quiere masturbarse, pero lo evita y despierta eyaculando. Ve~os e~tonc.es que en .el sueño la madre ya no aparece gozando de forma mdeb~da, smo reducida a una condición deplorable; ahora quien goza es el suJeto..Aunque se puede apreciar que el sueño tiene el carácter de una pesadil~a,L. lo presenta sin ningún afecto aparente, como si fuera _undato cunoso. Hay en este sueño, como siempre sucede en la pes~dilla, una ausencia de la función del velo; es decir, no encontramos en _elalgo que anude la re~a~~ónd:l suj_etocon su goce, porque solo aparece la madre en su cond1c10nmas pnmordial, la del horror. Se podría
decir que esa imagen de la madre corresponde a la ?el encuen?'o con la Cosa -das Ding-, en el sentido lacaniano del térmmo, y el su1eto, en lugar de angustiarse pretende masturbarse e incluso tiene un·ª,eyaculación; ese es el punto, el detalle clínico, que me llama la a~e,nc10n. Se trata de una emergencia esplendorosa de la puls10n; es lo que vemos en ese sueño. Y así como en el recuerdo el significante billete hace desaparecer al sujeto en su implicación, aquí simplemente da ~esti-· monio sin inmutarse, sin problematizar por qué pudo haberse excitado tanto; como si no fuera responsable de lo que pasó ahí con su :uerpo y como si nada grave hubiera sucedido. La, forn_iaco;1!-oel suJe:o se conduce frente a las mujeres que poseen algun bnllo fahco no es mdependiente de lo que sucede en este sueño con ellas. El sujeto, más q~e completar su falta, hace funcionar su sexualidad excluyé~dolas, convirtiéndose únicamente en su doble especular. Voy a explicar esto: frente a este tipo de mujeres, él se formula esta ·pregun1:3:"¿Por qué hay hombres para quienes querer acostarse con una mu¡er no representa ningun' enredo -como pensar, como imaginar: 'Qué bueno acostarme . y obses10na . d.º·'" . con una mujer'-, y en cambio yo me pongo nerv1oso No está en condiciones de comportarse frente a las mujeres como imagina que los demás de su género pueden hacerlo; no le preocupa qué puede querer una mujer de él, sino el hecho de querer tenerlas, pero no a todas -como en la fantasía neurótica de querer tenerlas a todas-, sino más bien una por una, sin ninguna mediación del deseo y el amor; tan pronto como se arrimó, la tuvo. Es decir, algo así como encontrarla, gozarla toda sin mediar palabra, y enseguida mar~harse. . . Su relación con el otro sexo se define, en rigor, por este s1gmficante: marcharse; si una mujer le agrada, no puede hacer lo que normalmente un hombre haría para seducirla. Solo queda obsesionado, pero no sabe decir con qué; en todo caso, tiene que irse y masturbarse. Pero lo particular de este goce de órgano -como queda demostrado en el sueño- es que no incluye a una mujer deseada en el plano de la representación; lo considera un relajante del pensamiento, estatut~ que es el mismo de la práctica del taek:wondo -deporte que a~an~,ono porque lo empezó a considerar muy peligroso_-, de la med1t~c10n Y del levantamiento de pesas, que es lo que practicaba cuando vmo por primera vez a consulta. Un punto que me llama la atención es que :n el sueño las mujeres, representadas por la madre, son seres que vorrutan; es decir no tienen un cuerpo que represente la metáfora del goce que ' . , allí lo invade· este hecho señala de manera preCisa por que no son ellas quienes ~ueden hacerlo gozar, sino su órgano. Frente a la mujer 385
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) con un brillo fálico, él se imagina desafiándola en los siguientes térmi~os: '½.h,usted se cree muy bonita; míreme, que yo también lo soy". Ese es. el punto en el cual puede enfrentarse a ellas, y se puede ver que ubica la relación sexual como pura confrontación imaginaria, y se toma como el modelo narcisista de esa confrontación. Si sale victorioso en el plano especular, es decir, si deduce que en efecto es tan bello como ella, evita tener que masturbarse y puede incluso tener fantasías por ejempl~; de ~entarse ª.conversar con ella. Sin embargo, si no logr; esta sensac10n, tiene que Irse a gozar por fuera, es decir, tiene que ir ª.masturbarse; naturalmente, no va a masturbarse pensando en ella, smo qu~ va a masturbarse para relajar el pensamiento. Esto rompe la tra~qmhdad había logrado; se aleja de ellas, entonces, no porque este desenganado o porque las odie, sino porque no es ahí donde él parece gozar.
Jue
De _sumujer se aleja a partir de una curiosidad sexual que ella le comum~a; un d~a le dijo que tenía curiosidad por saber qué sentiría ~na m~¡er acostandose con otra mujer. Esto rompe la tranquilidad que el hab1a logrado desde que la embarazó, porque empezó a dudar de si no se habría casado con una lesbiana, si efectivamente sabía o no con q~ién se habí~,metido. Esto llegó a tener tanta trascendencia que origino la separ~c10n; L. empezó a definir a su mujer, a partir de ahí, como un ser con ideas muy extrañas, y esto llegó a tener tanta trascendencia que dijo: "Me tengo que separar para poder estar tranquilo". Otro elemento de intranquilidad es la mirada de la madre. Cuando era niño, ella lo miraba de arriba abajo y le decía: "Tú eres el más acuerpado y el mejor"; ante lo cual él siempre se pregunta: "¿Esa mirada es de madre o de mujer?". Pero esta valoración no cobra consistencia en la ~ominio fálic~, del narcisi~mo del yo, sino en la de un imperativo vía categonco que se exnende al conJunto de su existencia, constituyendo el ~ondo matador de su exigencia al cuerpo, y el soporte de un sentimiento mtratable de vivir al borde del fracaso, que equivale a ser transformado en muy poca cosa.
de!
. Para termina~, a mi manera de ver el sujeto hizo el trayecto de análi-
s~~ que 1e_fueposible hacer: el análisis le mostró la fragilidad de la repre-
s10n del mcesto y de sus anudamientos fálicos, pues allí donde podría haberse planteado el problema de la castración, uno ve que él pone a responder a todo el cuerpo; también le mostró que él no puede acceder al goce de órgano_ sino l~jos de las mujeres: ellas nn lo hacen gozar, porqu_ecuando qmere ubicarlas como objeto causa, se transforman en un ob¡eto a excluir.
Este sujeto concluye que el análisis es una empresa solitaria. Ha descubierto que, según él, es un cobarde, incapaz de_enfrentarse a s~s implicaciones. Este "soy un cobarde" hace referencia a ,una cobard1a en relación con tener que recordar. Es algo que evoque cuando Jacques-Alain Miller se refirió en su interven~ión al s~jeto que se va porque dice: "Yo no quiero recordar"; no qmere, ~ec1r qu~ eso sea al?o propio del psicótico, porque también l~s neu:oncos le dicen al anah~; ta: "Tanto esfuerzo para olvidar, y vemr aqm a ponerme a reco~dar , pero pienso que el matiz que que~ía destac~r él con esa :efe:encia a la cobardía es la imposibilidad que tiene el suJeto en la ps1cos1sde creer en el recuerdo. Bien, digamos entonces que concluye con su_des~ubrimiento de_que es un cobarde incapaz de enfrentarse a ~sas imphc~:10nes, y ~e la m1s~a manera que el matrimonio y la postenor separac10n, su salida del dispositivo se plantea como un asunto de vida o muerte, pero n_oen ,;l sentido de una elección forzada, sino en el sentido de una ~spec1ede o aquí o afuera"; es decir, no en el sentido del fort-da freudiano, de una coexistencia del aquí y el afuera -donde sabemos que Lacan :e los dos elementos mínimos de la dimensión simbólica-, sino más bien como en una especie de fort-da, pero como "o ~o uno o lo otro", pero ~o los dos. El aquí (fort) de la vida queda asociado con un ~tor de nemp? completo, vinculado a un grupo d: Alcohó~icos Anómmos. A~que e~ no era alcohólico, piensa que podna caer alh porqu~ su madre s1lo era, entonces se mete en un grupo de Alcohólicos Anómmos. El afuera (da) de la muerte es el análisis -porque ahí las cosas se mueven de su luga,r-:--, y también las mujeres, porque no son llamadas a completar la falta fahca, sino a una confrontación especular. Este era el caso que quería comentarles. Podemos pasar a conversar.
Discusión ]ACQUEs-AuINM1LLER:Felicito a Héctor Gallo por el cuidado ~e la presentación; también por la sutileza en su manera de exponerlo, ~m afirmaciones taxativas sobre el diagnóstico, porque nos propone discutirlo, nos lo propone como una pregunta .. Pero a la vez, aunque el diagnóstico sea problemático, no hay nada floJO~ns~ texto; h~y, al contrario 1 notaciones muy precisas que permiten discunr. Ademas, n? hay solam ente un recorrido de los datos clínicos o citaciones del paciente, sino que hay un esfuerzo, una construcción .del c_as~.Y hacer una :º.nstrucción del caso, al mismo tiempo que el diagnosnco es problemanco,
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es una cosa muy difícil. Me parece que Héctor Gallo lo ha logrado y no ha tomado la dificultad del diagnóstico como motivo para no hacer una construcción y permitir dar algo flojo. Puedo decir que en el ámbito psicoterapéutico de Medellín se le da una confianza a Héctor Gallo, porque se le remiten casos difíciles -si entiendo bien-: cuando hay un sujeto suicida, ante cuyo tratamiento los terapeutas retroceden un poco, finalmente piensan en Héctor Gallo para que se higa cargo. Eso indica una posición a la vez de confianza por parte de los demás y, vamos a decir, cierta valentía por parte de nuestro colega. Bien, se ofrece a la discusión. Es realmente una presentación hecha ~~ra ofrecerse a la discusión. Quería participar yo mismo en la discus10n, por supuesto, pero para empezar quería pedirle otros datos; es · algo que suele ?acerse porque siempre queremos un poco más de saber. Tengo dos pedidos de infor~ación sobre el caso. Primero: a medida que usted expone, aparece_el SUJetocomo bastante aislado de las mujeres, en problemas con las muJeres, lo que -según él mismo- constituye su problema esencial. Entre él y el otro sexo hay toda una construcción todo un laberinto que usted nos explica, un laberinto narcisista: que si ~s así, entonces tal ~osa;_que si no, etc. Finalmente uno tiene la impresión de que eso termma siempre mal, que no encaja, que no puede relacionarse con el otro sexo; qu_ehay una máquina infernal que le impide tener acceso al otro sexo. Sm embargo, en determinado momento usted dice· "su mujer", y eso cae como una sorpresa para el lector o el ~yente· ·es~ tipo ha logrado tener una mujer! Se necesitaría que usted nos expii~ue a ~avés d~ qu~ camino ha logrado conectarse, casarse con una mujer, y qu~ experiencias ha tenido con mujeres. Hay que suponer que la máquina mfernal finalmente no le ha impedido el contacto con el otro sexo. El segundo pedido de información es a propósito del suicidio frustr~do, es de~ir, la tentativa de suicidio,que fue seria pero que no termino con su vida. Quería saber los motivos; parece que los motivos son su dolor de pensar, si se pued_edecir -la expresión no figura, pero parece tan ei;ibarazoso su pensanuento, que eso es motivo de suicidio para él-. Quena unos datos más. Esas son mis dos preguntas de información· después de su respuesta será el tiempo para la conversación general. ' HÉC_TOR ~ALLO: _Estasdos preguntas son muy importantes, porque el ~atrimoruo y el mtento de suicidio están íntimamente articulados. El mtent~ de suicidio es bien puntual; este hombre trabajaba como obrero calificado en una empresa minera, con una función muy precisa:
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anotar en un tablero todos los cargamentos que salían de la mina. En un momento determinado -más adelante explicaré por qué-, empezó a pensar si estaría anotando bien, si no se habría equivocado. En las noch~s pensaba que si hubiera anotado menos cargament~s que l~s que _efectivamente salieron, entonces lo iban a acusar de ladron. Al rmsmo ?empo, la novia le decía -todavía no tenía esposa- que ella no iba a dedicarse a visitarlo solo a él y a dejar de salir con amigos los fines de semana. Se juntan estas dos cosas: por un lado, que lo pueden acusar de ladrón, y por otro, que si su novia sale con otr~s los fines, de semai_ia en lugar de ir a visitarlo, entonces e~,los_ son meJ,ores qu~ el. Es deci,:, no es en la vía de "qué tendrán ellos , smo que son meJor~s que yo . Entre estas dos cosas se empieza a enloquecer con el pensarmento, a?º dormir, y termina intentando suicidarse con barbitúricos (nunca preC1Só con cuáles). . . A partir de ese momento lo atienden, y ~ecide vemr a la cmdad a casarse con su novia como un asunto de vtda o muerte -un poco como se fue del trabaj~-: "Si no me caso con ella, me muero". Luego de embarazada, vino un tiempo de tranquilidad. Extraño, si uno está pensando al sujeto del lado de la ?,sicosi_s:pero la i~ea, que te~go ~e esto es que embarazándola la volvto familiar. E~ dec1r, ~~ ya la, imagi~ naba cuidando de su niño; la convirtió en alguien farmbar a el Y eso lo tranquilizó. Resolvió el asunto de la muerte casándose; lo. para poder vivir; en seguida embarazó a su m~jer y eso lo tranqmliz?· Pero vuelve a desestabilizarse con el pensamiento cuando ella le dice que cómo será una mujer acostada con otra. En este punto nuevamente ella se le vuelve extraña; y prácticamente él no vuelve a acercársele.' ~ntonces decide separarse, y mientras está en análisis toma una dec1S1on:no volver a relacionarse con ninguna mujer hasta aliviarse de su mal del pensamiento; no volver con la mujer, aunque ella le ~si~~a, porq~e le era imposible estar al lado de una mujer. Esa es la exphcac10nque d10de por qué se casó -a mí también me llamó la atención ese hecho-, lo que , igualmente planteó como de vida o muerte. El suicidio es frustrado porque la hermana, que se hab1a marchado, retoma a la casa a raíz de que había olvidado un papel, lo encuentra Yse encarga de llevarlo a urgencias.
~:º
JAM: ¿Yde sus aventuras con mujeres, sus relaciones? HG: Solo dijo que la única manera en la que podía tener relaciones sexuales era borracho, cuando no se diera cuenta ...
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JAM: ¿Tenía necesidad de embor h sexuales o seducir a una . ' rae arse para tener relaciones muJer. . HG: No podía pensar en seducir a una . . tlpo corpulento b1'enp 'd muJer, smo que como era un ' arec1 o -con este a t d 1 se emborrachaba y amanee' ~un o e cuerpo-, entonces , ia con una muJer per d b como lograba llevarla de , 1 ', o no a a cuenta de _ , que manera a seducia.
JAM:Y aquella novia ·fu 't
· . e su primera novia?, ¿tuvo otras?
HG: No habló de ninguna otra mu· , rados: él trabajaba en un pueblo y 11Jer ªs _q~ede ella, y vivían sepay un sufrimiento. Cuando tu . e a :n a cm, ad; era una separación T , es vieron Juntos el se tr emb arazo; pero cuando ella miraba a al , ' , ~nqm i_zocon el concluía que el hombre al h b' ~ hombre, el Inmediatamente ., que a la ffilrado era meJ·o 'l L 1 e us10n que extraía no era en 1 d' ., d r que e . a conir a verificar si en efecto era ; _u~en~on e los celo~ del neurótico, de lenta-, sino en la dimensión deª:~ona o -~unca hacia una escena vioestar tranquilo. pensamiento, lo cual no le permitía
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Participante: Me ha complacido muchola el 'd d . hizo S'UpresentaciónMe p . an a y la mttleza conque Héctor · areceimportanteten 'd d , una diferenciadia0"1'1ósticafr t l er una i ea e comoplantear ó" en e a o que S'Uhonuofu . nares.Entonces,una pn·m r ó eronentrevistasprelimi' erapre:guntaes· ·solofu · .e eronentrevistaspreliminareso lograsteun más allá de eso? Tambiénconsideronecesariosaber córnofu la . . -ya quefue una den'vaciónde un psicóloo u : , entrada en el d~spositivo relaciónconla intemtpción de la cu!aq e veza-::pues esm_uyimportanteS'U de un "nocontinuarla curf'p qudeestesenorhace,situadaen el lugar . .. ara escapar elpensar". Aparte de eso,da la impresiónde fu ¡, que eseuna neurosisobsesiva.Tú situaste el sueñofundamental comoe ,ugar a partir d l l d d . d' , e cua u as del diagnósticode neurosisobsesivapara estable sueñohay un mjeto que sepl/etr un tagnosticofrem~tivo de psicosis.En el . n ea una escenapnmana en la . , comosu;eto-comoS'Ul)Úo dro''J·J . . que no se sztua . ., tutuo-,smo comoa/rmzen , l''' . sztuaczona pesar de que h la . , ó.. que estaa 11 mirandola . ' ayuna eyacu czon· Es comost.no se mbjetzvara . . vivencia. esa HG: Él se presenta de esa manera se terapeutas le han dicho q , .guramente porque los otros . ue es un neurotico obsesivo d 1 h an dicho que es un caso d'fí .1 E . , porque to os e I ci . ntonces piensa· "A lo me· · JOr con este
señor con experiencia algo es posible"; pero su objetivo es tener conversaciones interesantes conmigo, es decir, encontrar en mí un interlocutor, alguien para intercambiar ideas. Así, cada vez que entraba en la dimensión del recordar, siempre retornaba un fenómeno muy preciso: al salir de la sesión me decía "¿Por qué no hacemos como una conversación?", y me mostraba los libros que estaba leyendo (Anthony de Mello, por ejemplo), en donde él supuestamente encontraba expli¡::aciones sobre sí mismo. Pero hay un momento en el que piensa que ahí no están esas explicaciones, entonces me dice reiteradamente: "Doctor, ¿cuándo vamos a hacer una conversación?", con el argumento de que así él tendría la libertad de tomar lo que le sirviera y de excluir lo que no le sirviera, y porque piensa que conversar con alguien con experiencia le puede aportar algo. Cuando yo creía que en el sujeto se había producido una apertura del inconsciente, inmediatamente aparecía una dimensión de incredulidad. Pero yo no lo sentía en la dimensión de lo que Freud sitúa como propio de la posición obsesiva: "Esto es muy interesante, esto es muy importante, pero yo no creo en eso", sino que sentía que era algo distinto, pero no sabía formularlo. Lo único que hacía era ser prudente; por eso nunca me orienté por la vía del padre. (Incluso esto me produjo un efecto extraño: cuando él se iba, yo escribía cada sesión -cosa que usualmente no hago-, pero tampoco sabía muy bien por qué. Pienso que lo hice por intuición clínica, no por una formulación de mi parte.) Había cosas que me orientaban en esa vía, pero había otras que no. Hay muchos otros recuerdos y muchos otros sueños -fui selectivo en ese sentido-, frente a los cuales hace un movimiento de salida, como preguntarme:" ¿Le tengo que contar estos sueños? ¿Para qué?"; y vuelve a decir: "Es mejor que hablemos, es mejor que conversemos". En el sentido estricto del término, podríamos decir que nunca entró a un análisis; hizo un recorrido, pero no entró, pues cada vez se producía esto que les digo de distintas maneras. Entonces, al final, como efecto de su trabajo, hace la construcción: "Yo soy un cobarde"; pero no es un "yo soy un cobarde" que permita dialectizar algo, sino una afirmación de que él lo es. Y en la medida en que lo es, no puede entrar en un análisis porque le parece absolutamente contradictorio estar en un análisis y a la vez empezar a tener simpaúa con una asociación como Alcohólicos Anónimos. Así que termina diciendo: "Yo lo que necesito es alguien que me acompañe permanentemente"; es decir, un tutor al que pueda llamar a la hora que quiera, un espacio grupal en donde pueda dar testimonio, y también personajes
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JACQUES-ALAJN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) que lo acompañen · As1'que toma la d · · , diciendo: "Yono puedo co . . 1ec1s10nen esos términos y termina existir en as dos cosas" (el tutor y el analista).
]AM: ¿Qué es esta historia del tut or.~ . HG: En la Asociación de Alcohólicos , . a~1gnana alguien con experiencia An,0~1mos,a cada persona le dispuesta a darle consejo, orientació~ alcohoh~? recuperado, que está es lo que él finalmente prefi 1 y c.ompama a su protegido· y eso ere, o que ehge. '
1AM:Prefiere el tutor 1
, .
' a practica del tutor, al analista.
HG: Sí. Y todo el tiem , po me esta prop · d pero cuando encuentra que omen o que sea un tutor toma ésa vía. yo no puedo ser un tutor, inmediatament~
Particzp· ante J·· H,e astst1uo · ·,1 a la constru · , d estamosreuniendoalgunosa hacerun cczon_el caso,porque en Medellín nos estudwde los textosde la clínicabo'f?'omea --Arcachony otros- y . . , en ese contextoH, et . . . A caso. prmczpionos lo presentóun oco ,e _or.tra;opor pnmera vez el neurosisobsesiva·perocom P_ mas mc/madoa considerarlouna ' enzamosa dzscut· · c.lz'n. zr czertosaspectosque nosdejaban en una especiede estuhe'iJcción· 'b -r:1• · tcamenteno s · b Pensa amos,de maneraprecisapodn' . e a;usta a a lo que nosotros obsest~a, · bten · que se leparecía'much onentarnosen el dtagnosttco · , · de neurosis Por l I o. e;_emp o, e elementode incredulidad 7:1ehizo recordarla referenciade Lacan no se ºfone a una credulidad.Eso incredulidaden el szg· lo XVI.I6 d d d al traba;ode Lucien Febvresobrela ' on e emuestra · que en esesiglonadiepodía serateo;peroLacanaprovechaesopar. d . de incredulidadmás radicaldond 'ti eczrque hay Unglauben, una especie de una incredulidadque no'se . e no_bse tr.E'flta de la dialécticacreo/nocreo sino , mscrz e nto ' quepodna tratarsede una p..,· . d. . nces,esonospuso en la idea de l "'coszs tscretay da . e ementosque nos de;abane:rtu,h ,¡:, ' . en seguz fiumos encontrando · -re1nctos·or obsesivocorriente·es como , . 'P e;emplo,esedudar no es el de un ' una maquinaat d ormenta oraque lo obligaa localizar en seguidaen el cuerpoa/,m, l º .. na manerade tr. .,. d 'flnqumzarse;o momentosen osque unopiensa que se va ad . esenca enar. pero 'I . anudamiento,comode bricol.. ' e encuentrauna especiede tu · , a;e,para podersem1i l. ·¿ viesemas consecuencias para conducirse. º .. r en a Vt a, comosi esono
!
ª
16.VéaseLacan•J·, E'' . • semmario , . de1psz. ' Li'-··n vr. 7, La etzca ,,. · . coana,zsrs, ob. cit., p. 161.
Entonces,la maldiciónde pensar,la relacióncon el Otro -en una especiede tutoríay conversación interesante-,la incredulidad,esoque realmenteno me pareceque sea una división,el despojarsedel vestido,hacerde esoun asunto tan trascendental(me recordabaesoscasosde autistasque viven la separación del vestidocomoun horror)... todoesonos hizo pensar al sujetomás del lado de una psicosisdiscreta.Sobretodoesaespeciede sueñoen el que hay una desconexiónentrela eyaculación y el escenario, dondeno esque la madrelo estuvíera seduciendo,sino que hay una visión espantosa(paranosotros),ante la que él y eso se quedacomosi nada:la madre en mediode un vómitoverde,borracha, absolutamentedesconectado de un gocefálico,y termina conuna eyaculación, que eslo que despuésél repiteconlas mujeres.&o noshizo inclinarmáspor la idea de una psicosisdiscreta.Valela pena no salir de aquí diciendo:"Sí, esees discreta".Recorel diagnóstico", sinoavanzar un pocoen esode qué es "psicosis dabaque Lacan,en al[fÚ,n momento,decíaque "Nadase asemejatanto a una 17 sintomatologíaneuróticacomouna sintomatologíaprepsicótica". Participante2: Héctortitula su caso"Entreneurosisy psicosis" y su exposición ofreceuna serie de elementosque nos inclinan a pensar que el casoestaría más del lado de la psicosis.Sin embargo,también hizo algunaselaboraciones importantesdel ladode la neurosis,que me pareceque nofueron lo suficientemente acentuadashoy en la exposición. Parala compresióndel caso,me parece importanteque destaquessobrequé elementosconstruistela sospechade que se tratabade una neurosisobsesiva,porqueincluso,a pesarde tu prudenciaen la direcciónde la cura-de no acentuarlosaspectosrelacionados conelpadre-, de todasmaneras en la construcciónmisma aportastealgunoselementosen esa direcciónque me parecenimportantes. Participante3: Tú dicesque el desencadenamiento seproducecuandola mujer le dice"Cómosería tener una relaciónconotramujer", y entoncesempiezael problemaen el trabajo,la duda atormentadorapor la noche:¿contómal o contó bien?,y que lo van a acusarde ladrón.Y,por otraparte, la certezade que son losotroslosque tienenelfalo y él no;no le dan celossinoque tienela certezade -por ejemploen que los otrosson mejoresque él. Entonces,en tu construcción la hipótesisde que es una psicosisordinaria-,qué efectostiene la relaciónde él conlas mujeres,dadoqueparecemuy marcadapor estafigura del horror (que apareceen el sueñocon la madrey en la escenaen que el hombrele tira un billetey él quedaen silencio);qué efectostiene estafrase de la mujer en el sujeto
17.VéaseLacan,J., El seminario,Libro 3, Laspsicosis,ob. cit., p. 273.
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para que desencadene inmediatamentet d ,d~acusación y luegola salidadelanálisisbuscandoun tutor en:º e;teproceso Anónimos-donde hay unaprácticade acusació. ,, , yda -an º.a Alcoboltcos n. aut se un testimonio/, I fu d mente acusarseante otrosy , ' o cua es n amental10 acusen- Pri · /: . que otros saber quépiensastú del e+ect · nctpamente me interesa . J' o que tuvo estafrase· c' I · , · tiene que romperconesta . ' omoe tiposa,edisparado y mu;er,nopuede estarmás conella. Participame4: Me quedóla sensaciónde que otrosterapeutaslo habíandesechado,se sentían emba~azad ,, os con esecasoMe llam l. ., cowgoque te lo den·va ha J • a a atencronque el psi, . ryaentrauoen ese estadod p , · , . . . e anrco-tu dicesque te ,o denva comoen un estadod hayasidola ocasióndelpedidoedurgen_r~-,~7cl~so, el hechomismo de que eso _eadnazsis e pszcologo. Tambiénme llama la atencióneseestadode viva i · nquzetu que te suscita h d ,d . , y que te acerecurrira la escritura,a estarescribiendo espues e cadaseszonlo que all,1 E ¿nospuedesaportarmás element b l . ocurre. ntonces, os so re a transferencia , d. elementosnospueden aryudara . y en que me ida estos onentarnosen laper.rt>ectiva del d.tagnosttco, , . , ·r HG: Él siempre me exigía dos . . p~s1c10nes:una, que me situara en el lugar de un otro imaginario otra, que me situara en el lu :;;;:~, y que de~de allí interviniera; y la o menos como lo que él encog tr, l fi selr experimentado, es decir, más · bia, 1os libros que él estaba 1n °da (ma · un tutor o a1gmen que escrirespuestas, que lo ayuda a pro%e~.º e_stIo_Anthony de Mello, que da dimensiones en las que me d'n izar Inteno~mente). Esas eran las dos pe ia que yo estuviera en la transferencia.
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Participante1: Quieropreguntar si lafrase "R usted diceque él termina l ..... . o sry un cobarde"-con la cual e ,,atamiento o sale d · . . unir conla escenadel recuerdot , . e esa experiencia-se puede raumattco con la madre l , pago,es decir,sepone en esaposició d b d' . en a que e1aceptaese n e co ar. ta se ¡::;'lJª en er p . ., J comoun cobardeque aceptael P E ' J~ os1c10n uegoce del final no era en ciertaform ago. nton::s,preguntosi esaconstrucción ' a, una construcczon de entr.da . h L __, oponerestosdostérminos a partir d l. , . , "/l ; szse auríanpodido que él hace' que esel no querer . a esaposiciónde ' g e. a e1eccton renunciar , oce,y st estoiopodem p , lo queLacanllama "coba""d, . l" os ensaren ,os términosde '' 1ª mora -versus la "n · ', d ¡ b ,, quepermitiría la entradaen e/ d. .. , 1:as1one sa er ' queseríalo analittco-. 1spos1t1vo
ºª
Participante2· Ut d - 1, · J e sena o que el pacient , . e, para atcedera un encuentro sexual,teníaque emborrah . . ane, Y que en el mom t d . lo queva directamenteesac"'"'b . . en o en que eczdecasarsea ,,,z 11razar a su mu1 M· ' a esosencuentrossexuales p ;;er. t preguntava conrelación que arecenno estardel tododaros;parecieraque la
dimensiónde la sexualidadestuvieraexcluidade la relaciónconel Otro,como si simplementefuera una cosade la cualno quieresabernada.¿Puedeprecisar algoal respecto? HG: En relación con la pregunta sobre los elementos que situarían al sujeto del lado de la neurosis o del lado de la psicosis, puedo decir que siempre tenía la sensación de que, en la referencia al padre, él parecía un neurótico, y en la referencia a la madre, parecía un psicótico. Cuando en referencia al padre sintetizo "soñador-ausente", es que él tiene un sueño en el que se encuentra en una encrucijada de caminos y en ese momento piensa en el padre; inmediatamente lo ve en un balcón ensimismado y entonces le grita: "Allí estás, haciendo planes, como siempre". Claro que esto no muestra tan neurótico al sujeto, porque de todas maneras muestra a un padre que no responde. En ese punto se ve como un llamado a un padre que no responde, y efectivamente es un padre que en la realidad aparece como un soñador; pero en el punto en el que él se siente con la obligación de hacer lo que el padre no hace -él es un crítico constante de lo que pasa con las mujeres en la casa, ya que ahí venden droga (al menos en la época en la que él tenía 8 años), y los que van a consumir se quedan y entonces hay relaciones sexuales, música y consumo, que es lo que él toma como explicación de por qué tuvo ese recuerdo en el que le tiran el billete-, yo siempre lo . vi como un neurótico obsesivo, es decir, alguien que en el pensamiento pone en causa el deseo; se siente con la obligación de reparar el deseo del padre, de reparar la falta del padre, su ausencia. Mientras estuvo en esa trayectoria de criticar a las mujeres y, al mismo tiempo, de quejarse de la ausencia del padre, que no iba a poner orden, siempre parecía un neurótico obsesivo. Pero a partir del momento en que se presenta en la universidad y logra pasar, viene la vía de este sueño, de este recuerdo. En ese tiempo, todas las sesiones transcurrieron en relación con el intento de tranquilizarse ante la angustia que le producía el encuentro con mujeres bonitas dentro de la misma universidad -tener que hacer trabajos con ellas, inmediatamente tener que ir a masturbarse-; hacer esa confrontación imaginaria: "Tú eres tan bella; mírame, yo también" y, al mismo tiempo, la angustia cuando sale perdiendo: que tenía varices, que tenía algún defecto en el cuerpo, que se le estaba cayendo el pelo. En todo ese tiempo, lo que lo sostuvo en el trabajo fue la posibilidad de hablar de esto para no tener que retirarse de la universidad, dado que poder ingresar había sido un logro fundamental para él. En ese sentido, estos elementos me hacen pensar que ya no se trata de una neurosis, y
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porque en la duda no pone en causa el de en la otra circunstancia sí. seo del padre; en la duda no,
]AM: Un año de tratamiento con usted . . , de pánico o de dificultad en l . ºd d' ,no apaciguo esta máquina a umvers1 a ?
, H?:
Sí, esto lo apaciguó; pero encon , , . tro que todaVIa se apaciguana mas si e~tuviera con el tut movían cosas Es entone.es c odr,porque si venía a hablar de eso, se le · uan o toma esa d · · , y b · d d ec1s10n. ien, uno podría decir: "Este es el tiempo de I ª entra a de este su¡ºeto"; yo ¡o pense, tam., b1en; pero cuando introdu ce un asunto e vida O , era una decisión de este SUJ.etoq , . muerte, pense que esa , ue era etica ...
ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998)
Lo único que puedo decir -ya en el apres-coup-sobre la pregunta que se refiere al desencadenamiento y al efecto que tuvo en él la frase que le dijo la mujer es que a él le da pánico cuando una mujer aparece en su dimensión de alteridad, cuando él no encuentra un significante que la haga familiar. Entonces, con esa revelación que le hace la esposa, se desplaza del lugar que lo tranquilizaba, es decir, del lugar de la madre cuidando el niño. Al aparecer frente a él en otra dimensión, o sea, como una mujer que quiere gozar indebidamente, que es como aparece su madre en los recuerdos fundamentales, vuelve una crisis de pensamiento que lo llena de pánico y ya no le permite estar a su lado.
Participante1: ¿En qué dimensiónaparece?
JAM:De esta decisión no dudó ... HG: No, no dudó. Cuando la con · , 11 , no se fue sin decir nada sin0 11 q~ISto, ego con ella; no se perdió, que ego con ella un d' 1 1 , , · ' Es dec1r, no era una cosa de el . , r d ia, Y a p anteo as1. . ecc10n rorza a en el sentid d o e que uno qmere quedarse con la bolsa y con la .d ' 1 VI a, pero e toca escoger. JAM: Lo que lo angustiaba en la univ ºd d mujeres bonitas que lo obJ1· b . ers1 a era el encuentro con ' ga a a 1f a masturbarse· d' 1 · se con ellas, y ese era el ce tr d frº . , no po Ja re ac10nare su su 1m1ento. n
°
HG: Sí, en ese momento, ese era el centro.
·, JAM: Y la idea de suicidio ·d sigue? ' e esaparec10 cuando fue a verlo, o la idea HG: Inmediatamente luego d · del suicidio; a mí me sorpre dº, e que VInoa verme desapareció la idea n 10... . , JAM: Una idea que había d d , · pareció... a o pamco a1ps1cologo, pero que desa"· . " HG: y solo retornó en el momento de decir" voy, porque como aquí las cosas se me voy ' es decir, me mlueven y yo me he dado cuenta de que esta es una empresa solit . ana, en a que me t fr con estas cosas, prefiero algO . e_ngoque en entar solo ,, E que no sea sohtano· term· ·, d me . ntonces, cuando él coloca la decisi , ' , ~o munen oopongo en absoluto a ello· lo d . on en esos termmos, yo no me , e¡o que se marche. 396
HG: En la dimensión de cómo será una mujer gozando con otra mujer; es decir, en la dimensión del goce ...
Participante1: ... una mujer goza, que es el signo del cual él quiere escapar todoel tiempo;tambiénallí dondela mujer aparececomoun objetoque a él lo calienta,y de allí eseimpulsode tener que ir a masturbarse,sin pensamiento, justamente para matar lo que puede aparecercomosu propia calenturacon las mujeres con las que se encontrabaen la universidad,que interferían en su pensamiento,erotizabansu pensamiento,porque evidentementecontami. naban,ensuciabanesepensamiento,su intelectualidaduniversitaria.Por algo usteddiceque en la mina él no esun ingeniero,esun obrero;efectivamente,no es un ingenieroa partir delpunto en que su pensamientoquedabatotalmente tomadopor la erotizacióny él debíaacercarsea matar esedeseoen ély en las mujeres.Me pareceque, desdeesa perspectiva,el hechode embarazara la mujer lo tranquiliza;esllamativo:cuandohayprepsicosis, uno ha vistomuchas vecescómofrente a la posibilidadde la paternidadmuchoshombreshacenun brote,se desencadenaun brote.Acá pasa todolo contrario:él se tranquilizay más bien -no voy a decirque haceun brote-se enloquececuandosu mujer le diceque ellapuedegozarde algoque ubicamás allá delpene,y creoque aparece la dimensiónfálica:cómosepuedegozar de otramujer, que es la que no tiene elfalo; o, comodecíamosayer,Jotienesimbólicamente. Por otraparle, retomolo que decíaotroparticipanteen su pregunta,porque me pareceinteresanteesta relaciónentre esaposiciónde cobardey el haberse quedadotomadopor el dinero.En esaescenade la infanciaen que un hombre aparececalienteconla madre,le diceque si ellasedejale va a pagar;esdecir,el dineroapareceallí comoaquelloquepodríaser la causadegocede la madre,en esepunto en el que noparecieraque la madre estácalienteconesehombre,sino 397
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más bien q_uequiere cob~ar,quieredinero.No sé cuál es la relaciónque tiene L. conel dinero,con el billete,más allá de que el billetelo deja en esaposición de cobardía. El sueñome hizo recordaral Hombrede las Ratas, cuandoa la media noche ante la posibilidadde la aparicióndelpadre -esta demandaal padre-, él debí~ est~rconsu pene erecto;en el sueño,él t«mbibl aparececonelpene erecto;¿por que nopensarque se trata tambibl de una demandaal padre?Más alláde que el pad~erespondao no, es.una demandaal padre;y hay una posicióndesafiante, allt dondela madre aparececon esevómito verdey brillante.Me llamó la atencióntambiénel ~ómitov~de y brillante,dondetambiénhabríaalgoque la rodeaa ellade un brilloespecial, peroaparecemás biencomomuerta en su deseo. Creoqu~hay ciertoemparejamientode estehombreconla muerte que,desdemi perspectiva, loponemásdelladode la neurosisobsesivaquedelladode lapsicosis. Participante2: Quisieratambién destacarla fineza de la clínicaque Héctor Gallo_nos.trae_hoy, porque efectivamentees una clínicadel detalle,que nos permite dm:utlr:obreestecasotan interesante.Creoque cuandoseplantea el casocon refere~craal padre, efectivamentecaernosen la posibilidadde pensar en una neurosis,y cuandose lo refierea la madre, específicamente al gocede la m~dre,tendemosa pensar que se trata de una psicosis. S:n embargo,Lacan nos enseñaque no toda la clínicatiene comoreferencia ~l Otro,y que hay una responsabilidad del sujetotambién en esto.En ese sentido,destacolo que se acabade señalarsobrela cuestiónde la erotización del pensan_iiento -característicamuy particular del obsesivo-,y recordabael planteamientode Freud en "Inhibición,síntomay angustia",dondeprácticaobsesivaa la evitacióny al aislamientoafectivo. mente reducelafen_ome~ología Pensabaen la erot1za~·1on delpensamiento,porqueme da la impresiónde que de estesu;etoes su relacióncon el gocedel Otro, del otrosexo, en el co~jl1cto partzcu_lar conel gocede una mujer; ahí entrala dificultadde estehombre.En un pnmer momento, él interponeel pensamiento,el pensamientocomouna defensadelgoce,Y esa~efen:~luegova a ser tomadapor la misma pulsióndel su;eto.Creoque la erot~zaczon delpensamientoes efectivamentelo que tortura a estehombre:pensarsiemprealrededordelgocefemenino.Me da la impresión de que en_estecaso,entonces,la pulsióntomalo que antes eradefensa-o lo que en un pnmer momentopudo habersidodefensa-,y esotrae comoconsecuencia estegocemortíferodelpensamiento. Entonces,creoque si pensamosel casono a partir de la referenciadel Otro paterno o del ?tro ~aterno, sino con relaciónal gocedel propiosujeto,ahí tenem~sotrad1m_ens10n, ?orquelo que se instalaes esepensamientoy la masturbacton,que tiene casi el mismo estatutoque el pensamiento:cuandohay
mastUrbación no hay pensamiento,y cuandohay pensamientono_hay ma:m,rbación.Digo que tiene el mismo estatuto,_porquea lo q~e rermte-seg;unlas al últimas elaboraciones deJacques-AlainMzller- esa la dificultad~e_acceder gocedel Otroy a refugiarseen el gocedel Uno, en el goceautoerouco:el goce delpensamiento,elgocede la masturbación.Y más allá de eso,no_puedeacceder al gocedel Otro, representadoen particularpor el gocefemenino, que es,,en definitiva -me parece-,lo que causahorrora estehombre. HG: Efectivamente, un punto no me permitía la orientación por esa vía· en la clínica de la neurosis obsesiva encontramos que cuando el sujeto 'opone el pensamiento como defensa ante el goce, él ,también es capaz de construir un pensamiento anulador -como lo llamo alguno ~e mis analizantes-: que justamente en ese mo~ento de pr?!'111daangustia en relación con la erotización del pensamiento, tambien es capaz de construir un pensamiento que anula, y eso tiende a producir una ~acificación. El sujeto nunca produjo nada del orden d~ ~ p~n_samiento anulador que nos sitúe en la perspectiva de la anulac10n magica de los efectos angustiantes del pensamiento; más bien, para protegerse de la angustia que implicaba la obsesión que dese~:ad~nab~ el _go:e de ';111ª mujer, él lo que construye es una confrontac10n imagmana: Ah, ~ te crees muy bella; mírame a mí, que también lo soy", lo cual no se arncu, laba con esa perspectiva. Pero la situación es muy compleja: siguiendo por esa VIa necesa, riamente se concluye que se trata de una neuros_i~º?sesi:ª' ~ero en seguida aparece este detalle clínico -la confrontac10n ima~ana-, qu.e yo no sabía cómo situar, y la relación con el cue~o, es d~cir, esta actividad intensa para relajar el pensamiento. Tambien habna que ver d.e qué manera esto nos conduce a la pregunt~ ~or el cue~po en la neurosi~ obsesiva. Eso no significa que en un neurot1co obsesivo el cuerpo este ausente y que solamente esté erotizado el pensamien~o .n~ el ~erpo, y que la erotización del cuerpo -en la clínica. de ~a libidm1zac10n que Freud plantea- esté solamente del lado de la ~ster~a. Lo que me llamaba la atención era la función que tenía la exigencia al cuerpo: era una
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manera de relajar el pensamiento.
ParticipanteJ: Forméparte en Medellín del rpo en el ~~e Héctorpre~entó el caso.Lo que vemosen tornoal gocefemenino,yo lo qumerapensar ligando las dos escenasque presentóHéctor:una, que podríamosllamar la e~ce:r;a traumática la de la infancia,y otra,la escenados,que seríala de la repettcton. En la esce:iadosse encuentraesoque llamabala atención,dondese ligabael 399
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matrimonio,el ''porprimera vez pasar a poseera una mujer", y seg;undo,el actosuicida.Peroeseacto estabaarticuladoal billete,porque era un asunto de dinero,de dinero "mal habido",comodecimos,que era la creenciade que de pronto lopudieran acusarde haberseapropiadode un cargamentode la mina, digámosloasí. Y me pareceque en la primera escena,en la que él asisteal goce de la madre,recibirestebillete-sabiendoque su granpreocupación siemprefue vivir en unafamilia deprostitutas (porquesus hermanaseranprostitutasy su madre tambitn podría confiderarseig;ual)-,ya lopone en el lugar de identificaciónconel gocefemenino, conla prostituta. O sea,ya es el gocefemenino con el que él quedómarcadoen la escenaprimaria -porquepodría haberseidentificado conel gocemasculino-. Algo que no quedómuy clarohoy,pero que Héctor d&oaquellavez, es que en la escena"dos",en la escenaen que la novia le anuncia que hay otroshombres en su vida, hay algode lo insoportablequepara él es el gocefemenino, esegoce, digamos,un pocoilegal.Entonces,el acto del matrimoniosoloviene a apagar esegoce,a impedir que el goceilegalde la mujer se dé; lo que hacees embarazar/a, volverlamadre,y ahí se termina todo. Hay curas en las cuales-digamos en los homosexuales-plantear la homosexualidad, elgocefemenino en el hombre,conllevaenormessufrimientos.Y aun cuandoes algo que prácticamenteestá ahí, sin embargodan rodeosenormes para decirque es una identificaciónconun gocefemenino, que esdel ordende lo imposiblede soportaren el hombre;y el resto,lo delpensamiento,escomoun no querersabernada de ello,pero que no sé si sea a la manera neurótica. Participante2: Queríapreg;untarlea Héctor en relacióncon la mención que hizo de interpretaciónpor el ladode la neurosisy de explicación por el ladode la psicosis; sipuededeciruna palabrasobreestoy sipodríamostomar algoque ayer Jacques-AlainMiller nos enseñabacomoel "esquemadelproyecto",en cuanto un ideal, "un querer ser" que viene a resignificaresascontingenciasde shock traumáticoy a volverlasnecesariasen esepoderser en estesujeto.Si habríaalgo de un proyectoconestepaciente. Participante3: Voya tomar básicamentedospuntos sobrelo quefue mencionado en relaciónconla transferencia.El primero, que es que él viene conuna problemáticade suicidioy se va conuna problemáticade suicidio;o sea, el tiquete de entraday el de salidason idénticos.Debióde habersidomuy duro el trabajo para poder armar toda esta situación.Pero después,en la transferencia,me llama la atenciónla interrupción,el hechode que hubierasasumidoelpapel de secretario,escribiendotodaslas sesiones.¿Qué traía a las sesionesy qué dejaba, québeneficioobtuvo?
. 1 .r un elemento en relación con la salida, HG: Eso permite a~ ara smo . paci"ficado· Él sale J·ustamente por ,1 me li, gusnado l lado va a poder conservar y es que e no sa o an . ,d temen o un tutor a eso: sale porque cree que el análisis no se trata solala pacificación. Nosotros sabemos q~: en enseguida surge algo que lo mente de pacificación: el sujeto se p~lc1cdaylorosoy vuelve a angustiarse; . d on lo que para e es o . relaciona e nuevo c e · 'n un desplazamiento . haya una trans1ormac10 O , esto ocurre IDientra~,no e lo de lo cual se está quejando. Como el del sujeto con relacion a a_qu l lo manifiesta como temor; es como se ve sometido a estos vaivenes, ,
compliHG· Sí· yo lo animé a presentarse, aunque para . él era . ,muy y de pron. , ·emplo a mgemena, para él tenía algún valor cado porque si se iba a presentar, por_eJ d alguna mu¡er que to_se daba cuenta e que
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s~ió¡°"d la universidad: si otro sacaba 4,6 y él 4,5, pues voy y pido Fue muy comp ica o o e .b ue el otro era mejor que él, entonces inmediatamente ~e~ngus~a. ~lpto:ia que sacar más que todos. h b, do una dec1ma mas, e e 1 . ,, ya que a ia saca 1 d le dice· "Tú eres e meJOr , Esto lo asociaba al momentolenb que ama_ rfueeraun~ cosa en el sentido , . esa pa a ra como s1 ' d y practlcamente toma . . 1 stá al borde del fracaso; to o de que tiene que ser el me¡or, y s1no o es, e
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el tiempo está bordeando el fracaso y angustiándose ante la posibilidad de fra_casar.En ese momento ha logrado esa pacificación, pero entonces se reara con el argumento de que él la quiere conservar.
Participante1: Tú dicestambiénque en esasalidaretornala ideadesuicidio... HC?: Per9 porque él dice que si recae en los pensamientos así, tan angusaantes, se va a tener que matar. Entonces hace la construcción de ~u~ la manera de no recaer es estar siempre con el tutor y con esa colect1v1d:d, para no tener que pe~sar más en el suicidio. Dice: "Bueno, yo podna estar con el tutor y vemr aquí también, pero es que aquí hay algo que no me casa con eso. Esto es distinto; yo no sabría cómo sostener esto, entonce~ mejor decido irme"; y así toma un partido. Donde aparece lo de la VJdao la muerte es: "Si yo vuelvo a recaer en esto termino ' matándome".
ComentariodeJacques-AlainMiller Desafortunadamente, debemos terminar. No quería hablar último pero la cu_esti~~queda abierta. Es notable todo lo que hemos sacad; del caso, sm d1s1par totalmente la duda diagnóstica. El caso del dudoso pued~ hacernos cae~ también en la duda al respecto. Pero no hay q~e apas10narse_dem,as_iado~obre la palabra última que estaría bajo la ~r~da de un Dios chruco. Pienso que dejar eso un poco de lado no nos 1 ~pide tener, algunas _ideasclaras que se han despertado en la presentac10n y a traves de las mtervenciones. Primero, una cosa indudable: es un masturbador Y ser un masturbador es una posición en la existencia; no es una gran estructura clínica c_omola neurosis obsesiva, la histeria, la psicosis, pero es un rasgo que tiene ,t~da su fuerza; por supuesto, es compatible con varias estructuras clm1cas. Este caso me parece bien hecho para verificar lo que dice Lacan en su _rext~"De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible en la ps1cos1s": que ninguna formación imaginaria es decisiva en 18 cuanto a la estructura. Podemos contar sueños, podemos hablar de los sueños de psicóticos, pero finalmente cualquier persona puede soñar
~8. ~; de E:lLacan,J.,_"De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psi~osis ,_Esmtos2, ob. c1~.,pp. 5~7-528: "Es que ninguna formación imaginaria es especifica, nmguna es determmante m en la estructura, ni en la dinámica de un proceso".
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cualquier sueño. Asimismo, los neuróticos pueden tener pensamie~tos raros que les hacen temer la locura; eso se puede encontrar, no tiene nada de demostrativo. La duda en sí misma, tampoco: dudar un poco es sano dudar un poco es un buen método de no confiar de manera ciega y ve;ificar, verificar un poquito; esto nos obliga a introducir, ~~s. allá del enunciado, algo muy dificil de evaluar, que es el quantum hbidmal, como decía Freud, la cantidad libidinal, la cantidad de la investidura. Al salir ahora de mi habitación, en un momento tuve la duda de si había cerrado bien la puerta. Finalmente continué; pensé que seguramente sí la había cerrado bien y que no valía la pena retroceder. Retroceder no habría sido una marca clínica terrible, pero salir cada diez minutos de esta sala para verificar si la puerta está bien cerrada ya hubiera sido otra cosa; como también no poder salir de la habitación por miedo a que la puerta pueda quedar mal cerrada. Bien, en esto hay la repetición, la investidura, el no poder dormir por miedo a que ~bran la puerta o a que no hubiera sido cerrada, e_tc.;hay to~a un~ sene de grados, o sea, algo distinto a la formación misma: es la mtensidad. Ese es el problema que plantea Héctor Gallo: el paciente se condu_cecomo un neurótico obsesivo, pero lo que lo inquieta es algo desmedido en la investidura del pensamiento; parece que hay algo que no ha encontrado su medida -algo que lo angustia mucho-, que esta investi~ura es inqui:tante y que casi es mejor morir que reca~r en los pensan~u~ntos.Habna que ver si eso va más allá de lo que permite el cuadro clasico de la n~urosis obsesiva. La neurosis obsesiva permite delirios: claramente, el tipo tiene un delirio sobre las mujeres; en este caso es un tipo de delirio. El Hombre de las Ratas tiene un delirio claro, es un delirio obsesivo, de . , pánico, etc. Lo curioso es que casi podemos armar, construtr una estructura clínica del caso sin decidir si se trata de neurosis o psicosis. En el transcurso de un ~o, ha sido difícil evaluar la posibilidad para él de disminuir la investidura mortífera -como decía uno de los participantes en su pregunta- en el pensamiento; lo interesante, me ~arece, es que a pesar de eso se puede armar una estructura del caso: pnmero, es un masturbador; eso no se puede negar, aunque no es un masturbador exclusivo y ha tenido relaciones con mujeres, una novia, una mujer, etc., pero es su posición electiva con respecto al sexo. En la universidad, constantemente se cruza con mujeres, se engancha imaginariamente con ellas y va a masturbarse; es un masturbador. Segundo -vamos a decirlo de ~an~:ª cruda-, es hijo y hermano de putas. Eso me parece una determmacion muy firme; con un padre soñador que está en otras partes cuando en la
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F;: :~:J:::::n~e~d:~h~ ::~:,::·,'.º,:;~'d:i' :::tdo ::e::::~ ,~uy
e nen~ horror al go.cefemenino; ese goce no le es atractivo pro.duc1r~ en las muJeres, no es atraído por él, no está al ser-ricio~e las :u{res. ~e p~rece que ~fecti:amente, todos los datos del caso -<:orno goce~ menc10na o en la discusión- confirman que tiene horror a este Para esclarecer :11isideas, para ordenar las cosas dichas or los unos ;los otrlos,plantana la~ cosas así: haría la partición entre campo del tro Y e campo del SUJeto:
J
A
M
o
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Goce del Otro
Me parece que el sujeto ubica en el campo del Otr r . (vamos a M d . o 1emeruno como dic:::it:;~ ll el muJer)'. el goce horrible, la Cosa horrible, 'l h a o, a cosa mmunda que aparece en el sueño que e a destacado como el goce ensimismado de la m . y y a tom · u¡er. vamos de ellaª~:; ;er:r e~a represen~ación de la madre durmiendo; alrededor es h ''bl ue as e su goce mmundo: el vómito verde y brillante que goceº~~¡ ~:a~r~ i~:ee~=r~tadofi Vam?s a decir.que le causa horr~r el de la d tro emeruno, que nene como raíz el goce con l ma r~, y qu~ claramente ha marcado todas las relaciones del sujeto as ffiUJeres. a ,sombra -para decirlo en términos freudianos- del ~oce materno ha ca1do sobre todas las mujeres Él m· SI la madre no lo miraba a la v ·. ismo se pregunta del caso lo dice· " .Es . d ez :ºdmo una muJer -en la presentación , . . ~ a mira a sera e madre o de mu·er'"-· esta b1enblconstitui~oeste complejo materno. Esto, t~m~do' ;e::::i m emora e que senala Gallo.
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. ¿Qué surge de su lado cuando eso se devela en el sueño' Lo surge es el falo, el falo erecto como respuesta a la mujer -a la . d que este caso- y a su goce en su dormir. ma re en En la tntura .hay imágenes bellísimas sobre el dormir: la del señor que va a escubnr la belleza que duerme en la cama y va a d l un momento el cuerpo admirable de la mujer. Está el cuad:;ed~:~:
·,,.· l .•
Psyche viene en .la noche a descubrir el cuerpo de su amante, Eros, y lo despierta; es decir, podría ser algo admirable: "La mujer que duerme". Hay un poema de Paul Valéry sobre esto: Dormeuse,amasdoréd'ombre et d'abandon("Durmiente, cúmulo dorado de sombras y de abandono"), con mucha homofonía ... es admirable. Bien, ella duerme separada de todo y lo que surge en él como respuesta es el falo, pero no el falo de la copulación; lo que surge es el falo de la masturbación -y lo· dice muy bien-, es el falo del goce del Uno, como lo ha recordado uno de los participantes. Es el falo masturbador, es el gran masturbador. El cuadro que se necesitaría para este caso es "El gran masturbador" de Salvador Dalí -que ha sido el emblema del Encuentro de Barcelona-, y no otro cuadro de la belleza femenina develada en el sueño. Casi parece apotropaico, palabra griega que emplea Freud 19 y que se refiere a los objetos que se ponen para impedir a los demonios que se acerquen. En el judaísmo está la marca que se pone en la puerta para impedir que los ángeles malos, los demonios, hagan el mal; para conjurar los demonios. Precisamente, para los griegos un objeto apotropaico esencial era el falo: usaban pequeños falos -se pueden comprar, pero hay muchos falsos, es muy diñcil- que tenían valor de amuletos. Finalmente, hay también en el cristianismo una subjetivación de la cruz que la hace heredera del falo griego y romano. Bueno, no vamos a entrar en eso, pero hubo un estudio bastante claro sobre la representación de Cristo con relación al falo; es un estudio de Steiner que apareció hace años en la revista Ornicar? Me parece que el falo del tipo surge así en el sueño y, además, como una unidad; tan claramente, que después puede decir: en lugar de la masturbación fálica, una sesión. Destaca el carácter unario del órgano masculino, uno, y hace pensar también en lo que se encuentra en el Hombre de las Ratas: una rata, un florín. 20
19. [N. de E] Freud, S., "La cabeza de medusa", Obrascompletas, vol. XVIIl, oh. cit., p. 271: "También el miembro masculino erecto sirve para provocar un efecto apotropaico, pero en virtud de otro mecanismo. Enseñar el pene -y todos sus subrogados- quiere decir: 'No tengo miedo de ti, yo te desafío, tengo un pene'. Por eso es otro modo de amedrentar al Espíátu Malo". 20. [N. de E.] Freud, S., "A propósito de un caso de neurosis obsesiva",Anexo. "Apuntes originales sobre un caso de neurosis obsesiva", Obrascompletas,vol. X, oh. cit., p. 225: "29 denovitmbre.Ha tenido muchos motivos de enojo con su amigo por asuntos de dinero (garantías, etc.). Le resultaría muy desagradable que esto desembocara en dinero. 'Ratas' tiene una referencia particular a dinero.Cuando ayer tomó prestados de su hermana dos florines, pensó: 'Por cada florín, una rata"'.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Bien, vamos a recordar la idea de Freud según la cual "el sueño es la realización de un deseo". La mujer duerme, en su horror y magnificencia; surge el falo de la masturbación y se despierta eyaculando. Eso es el paraíso para el sujeto. No se ve traumático, no se nota angustia, me parece; es la realidad, es el deseo. Y si la vida se le presenta así, ¿cuál es el problema? El problema, me parece, surge cuando del campo del Otro viene la mir~da, cuando se lo mira a este hombre -que además es buen mozo, es decir que les gusta a las mujeres-. Cuando el monstruo magnífico no duerme sino que abre los ojos, la boca y el resto, y se precipita sobre el chico, es horroroso. Es entonces cuando comienza a no querer el deseo del Otro femenino, a no querer participar del goce del Otro ni responder al deseo del Otro que lo haría participar del goce del Otro, y hay todo un mecanismo de pensamiento para decir: "Me retiro a mi despacho, con mi falo (que será para mí solo), y tú te quedas ... ".
A
s
M
despierta en el sujeto el deseo de colmar y ~eparar esta falta del padre. Es notable que no percibe la falta en las mu¡eres.
M
o
Deseo
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Goce del Otro
Claramente se entiende -alguien lo mencionó ayer- que el niño que logra hacerle a una mujer lo tranquiliza a él, porque el niño viene a inscribirse en el lugar de este goce: por lo menos ella va a gozar del niño. Asimismo, alguien ha señalado la idea según la cual los hombres dan hijos a las mujeres para calmarlas; este caso lo ilustra muy bien: en el momento en que puede ubicar un niño en el lugar del goce del Otro, él se tranquiliza, pues ahora sabe de qué goza una mujer. En este momento, no obstante, la tonta reinventa un goce propio de las mujeres, un goce entre mujeres, un goce sucio y puramente femenino, y eso es intolerable para él. Vemos que es posible hacer una lógica y que el diagnóstico es otra cosa. Me parece que los distintos datos del caso encajan bien alrededor de lo que ustedes han puntualizado sobre lo insoportable del goce femenino. Héctor Gallo ha mencionado una diferencia en la relación con el padre y con la madre, algo que no encaja. Entonces; ¿qué pasa cuando el Otro es el padre? Cuando el Otro es el padre, en el campo del Otro aparece siempre una falla, una falta, y es en este momento cuando se
lOtr
Goce del Otro
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H los don·uanes que son atrapados por la falta de la mujer: per'ben ª:n cada ~ujer la falta y se sienten obligados a c~lmar esta fa!:· c1 . . . os de "Don Juan", entre los cuales esta el que perc1 e
~~d: ºDeseo
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falu y se ~ente obligado • h,~cr algo • 1
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Lacan señala que finalmente el Don Juhanbusca a da mun?Je~;~:q:~·se . a que no a encontra o a debe verificar una por una, Y. 1h" d 1 madre está el desti," trata.21Entre los destinos posibles para e . i¡o e" a no homosexual pero también está el destmo de DonJu~n . 'be En cambio,' el paciente no percibe la falta denHla_muJe¿ 1~~e,~~na M sta mucho este fragmento e ector a o. ,
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un, humedad en I, p,u-ed,un daño en I,
~esórdenes de las mujeres, y en glenle.raltdodocduanlotoquune ~cnaen , 1 "· es a 1sta e to o debena poner en su ugar ... ' , 1 E 1 pode la madre él se 1 d adre debena co mar. n e cam ' e. mt:ncoºn~:~:ppero huye a masturbarse; y en el campo del padre se sien , d " te" conocidos de siente presente: se lo llama, y respon e dpresen . . Si uisiéramos ubicarlo en los gran es mecamsmos d Lacan,\odríamos decir que la parte superior del es(uema
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a una separación, que en este lcaso ~orres~o:~~i~:ºe:: vo del goce; y cómo encarnar o me¡or qu
aislami!nto
El seminario,Libro 4, La relaciónde objeto,ob. cit., p. 422: "En 21. [N. de E.] Lacan,J., . h . d d lgo relacionado con un problema . d D J O suobJeto aysm u aa . las relaciones e on uan c n • "d d e Don Juan busca a la mu¡er, y se 1 · ente en e sentI o e qu lid d de bisexua a , pero prectsam d d d o va a buscarla como no se contenta ' trata de la mujer fálica.Como la busca e ver a ' c~'.° con esperarla ni con contemplarla, no la encuentra .
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JACQUES-ALAIN MILLER masturbatorio: él se aparta del mundo . la parte inferior del e para masturbarse. Mientras que ., squema corresponde 1 a un momento de alienac10n: entra se mueve a re pared ... , lo' que significa a~tuarara gotera en el techo, la humedad en la ar. A
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Separación
Goce del Otro
p Deseo d I sujeto
Alienación
. No digo que el esquema sea suficie . tiene cierta elegancia de prese t . , _ntemente convmcente, pero sí . d P ara el SUJ.etoser hiJ·o h n ac10nde mcorpora vanos atos del caso , Y ermano e p t d · va por la vida con esto Pero el hu as no es na a; finalmente, él ay I dºfí ·¡ 1a metáfora paterna. la· m d aramente d d ª go i ci en relación con ~ños: la madre que. quier: ::~~¡~~~ J:osa (es e: recu~rdo de los diez mcapaz y que no está Eso no . d. d categona social), y un padre . m ica na a sob l 'fi -pues la situación es totalme t . re a meta ora como tal ,r n e compatible e ] pero no se refleja en la realid d , . d on_ a metawra correcta-, ·Q , . . ª empmca e su vida e: ue nos md1ca el episodio de los c. gido, como el del sueño):i E meo anos (excelentemente ele. d · s una escena edíp· . Ed· ica, un ipo, pero desVla o. Hay una madre y un h b esta escena podría ser la m t~~ re que se apodera de ella. Finalmente ' e arara paterna d l · todopoderosa está forzada al . e SuJeto, porque la madre 'J: ' go se impone a ella que 1 , . l a meta10ra paterna -no p , es o m1mmo de ara someter a la m · · goce femenino limitar el r . UJer,smo para someter el ' goce rememno- p . . al go de positivo: es un Edi· 0 1 . or eso, e1 ep1sod10 tiene P en e que un homb d · E so parece suficiente como re r ., re omma a una mujer. . P esentac10n edíp· . '1 d bastante bien . como el hiJ·o ica, Y e se esempeña que 1e permite a] h b h esta escena verifica que I d . om re acer 1o. Es decir ª ma re es consciente 'l ' l y acepta, y e lo permite con este sentimiento de cob d' ar ia que e pued · I . ' masculino: debe dejar la madr I d e :emr a SUJetoneurótico e a pa re. y la idea de que la madre es
ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998)
una prostituta -que en este caso encaja con la realidad- es un fantasma del varón neurótico, aunque la madre sea una santa, porque ella no se consagra exclusivamente a su hijo varón, sino que tiene dos amores: ama también al padre. Es lo que dice Freud de la vida amorosa: la posición misma de madre puede dar nacimiento al fantasma de que ella es una puta, por su posición entre su hijo varón y su marido. Bien, en este caso, además, hay algo de exacto; pero en el nivel del inconsciente· es un detalle. ¿Cuál es la posición que él toma? El famoso billete; eso es tan lindo, tan hermoso, porque en el Seminario5 de Lacan hay una alusión a esto precisamente, cuando se pregunta cómo sale el varón del Edipo: debe salir con la seguridad de que mañana tendrá el instrumento necesario para gozar también de la mujer, pero por el momento debe dejar esto a un lado; tiene como un bono financiero que podrá hacer efectivo cuando sea grande. 12 En este momento Lacan cuenta una historia que conocía, del siglo XVI o XVII, de un tipo que relataba anécdotas un poco sexuales y divertidas de la corte de los reyes: hay un hombre que se debe ir, el señor de La Chatre, porque duda de la fidelidad de su esposa, y ella le dice que no se preocupe y le escribe una carta en la que le habla de su fidelidad, y toda la corte se ríe diciendo: "Ah, la hermosa carta que tiene el señor de La Chatre". Bien, pero la palabra que se emplea es billet,o sea: "El hermoso billete que tiene La Chatre", porque billet puede ser ' también una carta. 23 Entonces, podemos hacer la comparación: Lacan dice que el pequeño varón recibe el billete con el que mañana tendrá lo que se necesita para gozar de las mujeres, Inientras que el paciente del caso que se discute no recibe el billete de la Inisma manera, Al contrario, recibe un billete para no tocar, para no impedir la relación de los dos, para no utilizar su pene para conectarse con la mujer; y se queda leal a esto que se le ha dado. Entonces, el sueño una suerte de incesto masturbatorio.
es
22. (N. de E.] Lacan,J., El seminario, Libro5,Lasformaciones delinconsciente, ob. cit., p. 201: "¿Qué quiere decir esto? No quiere decir que el niño vaya a tomar posesión de todos sus poderes sexuales y a ejercerlos, ya lo saben ustedes. Muy al conrrario, no los ejerce en absoluto, y se puede decir que aparentemente está despojado del ejercicio de las funciones que habían empezado a despertarse. Sin embargo, si todo lo que Freud articuló tiene sentido, el niño tiene en reserva todos los títulos para usarlos en el futuro". 23. Ibíd., p. 211.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) Una última consideración en relación con el tratami .. . e~t-~.Mi mqmetud sería la siguiente: la entrada a la universidad ba' no figura en el texto usted lo h . , JOsu e,? a -cosa que en que la madre lo i:Upulsa a . a menc10_nadoaca-, ¿repite el episodio Ir a un meJor cole · , E d · gunto. si este logro social que él ha tenid l g10. s ecir,_me ?re-y con el cambio de estatuto social . o ~ entrar a la umvers1dad universidad, etc.- ha redoblad l q~_e.1?1phca:era obrero, viene a la y si eso precisalnente lo ha cofoc:~: a t::~n/ue la madr~ ~:nía para él, Y si finalmente él no puede s e en una pos1C1onmaterna, 1 posibilidad. En lugar de esto op~r:a~ o. No_estoy seguro, p~ro hay una inventar es más bien la p '. ~:"zas a mamobra que se hubiera podido hombre un poco d fi . os1c10npaterna: presentarse usted como un e ciente y casi d. l d . que él lo ayude Esto es un '1, . pe ir e ayu a o deJar el lugar para · 1m1te es má U' d l · lugar de que l 1· ~ . s e a mterpretación· en e ana ista tenga amb1c10ne '1 'l d ' dor del analista Es una h' , . s para e, e pue e ser el salva. 1potes1s. Otra vertiente es que d da, hay que ver qué es e;teapesar ~ que esa estructura me parece váli, pensailllento amenazant . d fi · · esta solamente aislado con l e, en e mtiva, no e goce masturbat · E · · sí tnismo, este desfallecitniento del vínculo ~rt s mt~etante, en que va lejos, y de ello se que·a al final· socia', :s~ so e ad es algo so~taria, cuando él es del go~e solitari~:; el _anali~1~ es una em~r~~a esta en este nivel, el análisis es la soledad ;;~na d1c1e~do:el anal1S1s manera desesperada al compañ l . l a separac10n, y busca de quier hora etc De t l ero, a tipo a que puede llamar a cualllámame ~and. . a manera, usted habría podido ofrecerle: "Bien ,, ' o qmeras; ven cuando · un anhelo terrible de com a_, qmer~s 'porque hay en este tipo la soledad f:T d p ma, ya que esta condenado a la soledad a d d 1 ' a tea, a pesar e atraer mu1·ere d s, Y e esear as, pero su pene · goza cuando las mu¡eres uermen No G el sueño de la razón surgen l d. e_scon_ioen oya, para quien en mujer surge el falo. os emomos, smo que en el sueño de la
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Lo no insoportable pero irritante es ciones que ha hecho Héctor Gallo que con todas esas consideraetc., es difícil concluir con toda cer~eque h:mos hecho con el esquema, Pero fue en el momento d l . za q_~eencontramos con este caso. . . e a mterrupc1on -co l h - 1 part1c1pante- cuando pasó al o ue . . mo o a sena ado una tniento quizás habría pod1ºdo g ~ arr?p cierta luz de que el trata. su soledad. Decir- "El , 1. . continuar s1usted no l o h u b'1era de¡ado en . ana 1s1ses una empr . . ,, 1 y como él había logrado rod . esa so Itana era una llamada, , . p ucir en usted esta duda usted lo d . , . . Bien, sena Interesante si se d' ' e¡o ir. de él en el momento del suicidi~u~era ~o~ocer u~ poco lo que adviene stra o, es decir, una cuenta falsa de
vagones, más la novia que no responde a su llamada ... No sé si este episodio sale de lo que puede producir una neurosis obsesiva: está la base significante de la cuenta de los vagones; pero, usted mismo lo dice en el texto, se conduce como un neurótico obsesivo. Continuemos la discusión.
Participante1:¿Fuelafalta delpadrela queoriginóquela madrevieraal hijo. comohijoy comohombre?Esoesclarocuandole exigedosvestidos:unoparala graciasal casay otroparaafaera,lo queno necesitaríanquienes,teóricamente, padrepuedentenersiempreun vestidodir;no. JAM: Lo admirable es la elección de ese sujeto; muchas identificaciones estaban abiertas para él. El hecho de que la madre lo viera como acuerpado habría sido una posibilidad de identificarse con el goce de las mujeres e irse por el mundo de manera pródiga. Había todo un mundo de identificaciones posibles y él finalmente parece que hace la elección subjetiva de la separación. Ubica este goce como insoportable y se constituye él mismo en la hiancia con el goce femenino, pero no de manera total: ha tenido novias, o una novia por lo menos, una sola mujer, la única con la cual ha tenido relaciones. Es realmente la excepción, lo cual se encuentra también en la posición homosexual: la mujer única, y eso es la maldición de los hijos de la madre. Los donjuanes que tienen a un tiempo a muchas mujeres en general están vinculados a una única, sea la madre o sea la e;posa, mantenida a través de todas las aventuras. En este caso -es casi una estructura- hay una hiancia casi total, pero hay -como decía Lacanal menos una excepción, una mujer con la cual se puede relacionar. HG: Un dato en relación con este aspecto de la singularidad de su elección: como él logró comprar un apartamento tnientras trabajaba, decidió alquilarlo y se fue a vivir en un cuarto de una casa donde había solo una señora, que le puso como condición que allá no podía entrar ninguna mujer; y él, feliz, se fue para allá, y así viviría del alquiler del apartamento. JAM: Bien, surge de eso un tal sentimiento de infelicidad, de estar realmente apartado de la humanidad y apartado del Otro sexo de manera casi total. Pero ¿usted ha podido hacer interpretaciones en este caso? HG: Básicamente tuve dos intervenciones, que están en las dos primeras sesiones. Una tiene que ver con ese no creer en nada, y no es
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bási~ament: una interpretación, sino como un gesto que hago en el !entido de: Entonces, ¿qué vamos a hacer?"; y la otra, cuando él dice: Nada perderé" -que es en la segunda sesión-, y yo le digo: "Lo que a pagar". Son las únicas dos veces que respondo frente a algo me que el nombr_a; en cuanto al resto, hay puntuaciones, pero nada del orden de una mterpretac~ón que me haya atrevido a hacer. A partir de esos detalles que empece a ver, no hice más intervenciones del lado de 1~que uncr podría llamar una interpretación. Obviamente sí hubo o_cas10nes~n las q~e le ~ije algo sobre algún asunto en particular, por e~emplo: s1me tra1a ~n libro que estaba leyendo y yo después le devolvia algo; en ese senado, sí. Es que él leía libros de estos filósofos que ~ablan como de la vida interior, Anthony de Mello, Savater ... Se estaba Interesando mucho por la lectura, pero las lecturas que lo fascinaban eran de ese tipo.
v:
Participante1: Librosde autoayuda. JAM: Ayuda solitaria.
Participante1: Él venía de otra sen·ede terapeutasque había abandonado como,buscandosiemprela situ~ciónsolitariay autoerótica.Me preg;unto: ¿n~ podnashabertomado~na actitudun tanto más activapara impedirque él se faese,para que no continuarala seriede lasinterrupcionesde análisis? HG: Uno ti~?e que hacer un cálculo para empujar a un sujeto a una puesta en cu~stlo~ del a que lo empiece a tachar, a que algo del orden d_elas 1denuficac10nes sea puesto en cuestión, lo que necesariamente tle~e que pasar en un análisis. Entonces, si uno va a trabajar para que un S~Jeto no se vaya, es porque tiene la esperanza de que eso se va a produc1~;pero me parecían muy frágiles los anudamientos simbólicos de est:_SUJetoYco~o no ve!a que lograra situar una causa -aparte de la P.e,quenacau~a de 1r a estudiar, q~e ahora implica reconsiderar mi posic10n-::~~e mas o menos lo sostuVIera,entonces me dio temor empujarlo; el anal1S1stampoco operaba allí algo de ese orden, en ese momento.
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JAM: Por eso digo que quizás hubiera sido posible tomar el riesgo una hiancia en usted, en la que se pudiera alojar; pedirle un de o_fr_ecerle seIY1c10y descompletarse usted. Me parece que como lo que no puede soportar es lo lleno, del ~oce ~emenino, la mujer satisfecha, la mujer que duerme borracha (el se identifica con el vómito, casi como si lo hubiera
ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998)
comido) al contrario hubiera sido quizás una alivio para él un Otro que tuviera menos, un Otro con la falla, un Otro con goce fálico.
¡¡
Participante1: Un Otro congoteras. Participante2: Estepunto puedeayudara precisarun pocomás el di~gnó~i:o por la vía de la neurosisobsesiva,en cuantomue~a una transferencia fragzl,. En la psicosisla transferenciaespo~osa, faert_e,m_u~has débil,no establecida. veceserotizada.Puedeser importantecomoun punto maspara el dzagnostzco. JAM: Pero, a la vez, el hecho de ir de terapeuta en terapeuta hace pensar en la serie de terapeutas que el psicótico puede recorrer. A v:ces la forclusión se traduce, en la práctica, en el hecho de que el su¡eto psicótico constituye, finalmente, una metonimia de ter~peutas; no se puede enganchar. Pues bien, hay un esbozo de eso aqm. Con0<~em~s esos casos que son rompecabezas, en los que cada vez que uno quiere ir a un lado hay otra pequeña cosa. . . ¿Cómo habría respondido el sujeto a la oferta de _la,hianc1~, ~ la oferta de un pedido a él? Si se hubiera enganchado, qm~as ha~na _sido esta la prueba que necesitamos para decidir entre neurosis y ps~cosis. Bien, quiero felicitar especialmente a Héctor Gallo, que resiste desde hace casi dos horas.
¿EN QUÉ CONSENTIMOS?
LizbethAhumada
A la altura del Seminario 4, La relaciónde objeto,Lacan realiza un estudio riguroso de la homosexualidad articula~a o i~entificada con la perversión; lo va a hacer en términos de la d1~er~nciaentre el falo ausente, imaginario, y la función del falo como sigmficante. Para ello aludirá a la articulación entre fobia y fetichismo, y aunque es un tema que en efecto sufrirá modulaciones a lo largo de su _obra, nos puede orientar en las preguntas que nos plantea a los analistas la constatación de rasgos perversos que han sido orientados ~l campo de_lOtr~ del análisis. Efectivamente, el caso del que se trata sigue estos line~rmentos. Sabemos que la homosexualidad promueve de un modo eVJde~,te, en un plano, la función del falo. Cuando Lacan alude a la pervers~on, plantea que en ella se pone en escena con especial claridad este obJeto
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JACQUES-ALAINMILLER ESTRUCTURA, metonímico -a
1avez falo y ob. eto
. l " parc1~ -. acento demostrativo de modo, alude, insinúa, dando c::t:s~~~!cac1~n q~e_muestra de algún metonímicos 24 Esto se o l pre om1ruo de mecanismos nd de la metáfo;a, que serl~?:~c~oque ~n_te em~s ~orno!~prevalencia este sentido tiene toda su . ~OritJ.vode sigruficac1on fálica. En objeto fóbic~ en la med1ºdpertmenc1lar a _diferencia entre el fetiche y el ' a en que e 1 ench ti de objeto mstonímico de ob· t f:T e ene un papel acentuado 1··fi Je o a ico como tal, que viene a obturar la falta en el nivel del s1·gn' I p d !Cante no a su allí la función fálica encubr / P ir ~- 0 emos entender que 1 e e antasma prop10 de la perversión.
E!,
la perversión" ubica entonces J
r
El punto de partida El sujeto homosexual del ue se 1 trat declara, de entrada, que la aceptación de su condición s; c~nocimiento que ha venido d::rr:~1 e resultado de un proceso de . dando durante muchos años, en diferentes ámbitos terape'uu· , . cos onenta os po 1 En efecto este hombre de 3 O . r a teona psicoanalítica. ta ante mí co~ esta declaraci, Aanos, a imen llam~ré Pedro, se presenemprender el camino de la pon.ºfiun~~e ace ya vanos años ha decidido . un cac10n espíritu ¡ d' onental, la teoría psicoanalítica ha t "d a me iante la filosofía mental en su vida Ped fu eru o un lugar paralelo y funda. . ro se es erza en l b , d d diferencia y de verdad efectiv d d l a us~ue a e los puntos de toma datos de uno y otr a e ca a p anteam1ento, y con insistencia . o para crear "una · l, ,, leJos del ideal de purificación l ºd d misma mea . Ahora bien, ' a VI dª. ~, este hombre está teñida de matices que entran en fr 1 . anca contra iccion con lo l por e lo alcanzar mayor seno.· . d 1 .. que promu ga, sm A miento e cu pab1lidad cude a mí después de haber interrum id . ~ ~ uno _de estos espacios terapéuticos, aunque este no h b' "d a ia SI o para el n1 el pnmero ni tampoco
. ~4. [N. de E.] Lacan,J., El seminario Libr 6 El . Pa1dos,20 l 4, p. 347: "(·Qué es import 't o ' 1 deseoy su mterpretación,Buenos Aires · · aneeneseeem ' gmanoque se sitúa en el nivel de E . 1 ento estructural del fantasma imafi b · · n primer ugar , ~a a¡o sus más acentuadas formas como e] o! d j su caracter opaco, el que lo especid1gamosque lo convierte en el eleme p o e deseo perverso; en otros términos . nto estructura] de ¡ · • caracteriza por el hecho de que t0 d 0 I as perversiones.La peiversión se · . e acento del fant d ¡ estrictamente imaginario -es de . 1 asma recae e lado del correlato , cir, e otro a mi , ¡ ¡ , tod os los objetos más elaborados d ' ~uscu a, o e parentesis (a+ b+ e+ ) ¡ ¡ pue en verse urudos b· d , ·" . ¡· y coro ma os segun ]a aventura as secue as, los residuos en que 11 , ' ego a crista 1zars ] fun · , d ' d un eseo perverso". e ª cwn e un fantasma dentro de
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DESARROLLO E HISTORIA (1998)
el más importante. Desde hacía muchos años había estado en tratamiento con varios terapeutas; sin embargo, considera que sus experiencias más significativas se las debe a los dos últimos. Inició esta serie cuando, en el colegio, leyó "La interpretación de los sueños" y pensó que eso era lo que a él le pasaba; conjuntamente quería deshacerse de un síntoma que lo perturbaba: una marcada inhibición para utilizar los orinales de los baños públicos. Durante la misma época, tenía la convicción de que en los transportes públicos nadie se sentaba al lado de él a causa de su apariencia física. Aunque ubica cierto alivio en estos síntomas, suspende el proceso. Declara que la interrupción de los tratamientos, desde entonces, siempre será por la misma causa: se percata de que el Otro -terapeuta- no sabe, y entonces comienza a desconfiar de él. Después de dejar su último análisis hizo una lista con varios nombres de analistas. Fue a ver a dos de ellos, a quienes rechazó por lo que él llama el "karma" que desprendían, porque le indicaron que debía tener ciertos cuidados al llevar una vida tan promiscua. Yo era, entonces, la tercera a quien acudía. De su último análisis resalta el hecho de haber obtenido una verdad: su homosexualidad. Ubica para ello un episodio: hablando de una serie de sentimientos confusos por los hombres, el analista interviene diciendo: "El deseo no se puede fingir, hay que nombrarlo"; y efectivamente, la forma que toma para él este nombre es el actinghomosexual, en la medida en que, a partir de entonces, el desenfreno y la actuación homosexual cubren su vida. · En efecto, se presenta corno un trance obsesivo de homosexualidad. En la búsqueda incesante de hombres con quienes mantener relaciones sexuales y a los que no vuelve a ver, se repiten una y otra vez las mismas escenas. Visita lugares públicos (baños, cines, bares, etc.) en los cuales, de manera puntual, aprende ciertos códigos para procurar el encuentro con el otro para la obtención de una satisfacción específica: "manosearse". El relato se tiñe de apelativos del tipo: "otra persona", "alguien", "cualquiera", que no definen una elección encarnada corno tal, sino que plantean un otro a la medida de la consecución del goce. No aliento al sujeto a desplegar de manera detallada estos relatos, y eso da lugar a ubicar lo que en él se constituye ahora en una "gran preocupación". No se interroga sobre su homosexualidad, pero sí duda de llevarla a cabo de forma exclusiva. Es esto lo que lo lleva a buscar tratamiento en esta ocasión. Entonces, despliega ante mí alternativas que en ese momento lo ocupan: irse o no al extranjero; irse o no de la casa paterna para vivir con un amigo; continuar o no con las sesiones de filosofía y práctica orientales o exclusivamente con las de psicoterapia. En esta
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]ACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) per~pectiva, comenta la utilización untual . . logia numérica para det . l p que hace de cierta s1mboermmar as concl · compara su edad con la edad 1 1us10nes a 1as que ha llegado: se casaron; esto da lugar a las\/ 1~e e padre. y el primer terapeuta gu ntes premisas, excluyentes entre sí: 1) conseguir una novia casarse sin decir nada y desqu~ acere su homosexualidad y casarse; 2) 3) tener una vida bisexual opue~ac alr~rtodo sobre su homosexualidad; . cas1ona sm enter en su ma1timonio. ar a su muJer y perdurar El saber
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" Pe~ro destaca una suerte de distribu . , . . . marco" le concede el beneficio de h b c1on. ~1:meranalista que lo ción de pareja con una . . a erle P?s1b1htado tener una relaeso la homofobia de estemaUnJearl'. ptac1~ntedel mismo analista. Advierte en 1s a e mterrumpe . que s~ noviazgo con esa mujer. ese tratamiento, al igual Dice no haber sentido jamás ruvo muchas experiencias se d goce sexud al con las mujeres. Si bien no d , a cuenta e que quererlas, aunque el costo es l . d pue e estar con ellas y a ausencia e goce L ·¡· , tener un hijo y cuidar de una casa. . as uti izana solo para Pero también el análisis le abrió el c del verdadero goce, el de estar en el lugar de la mujer e 11 femenina". ' n e ugar e O que llamará "la corriente
ª;1~º
_Ha_e,xtraídoun saber de sus relaciones· "C l exc1tac10nque con las muje . h . on os hombres hay mayor lres, ay mayor falsedad con las mujeres: ellas pueden fingir" Ah'1 r · rormu a una declara · , f, . la paradoja de su posición e c1~n.trans erenc1al que señala me eligió , l ,.. d ebe "desreprimir" lo de 1 nganosa: . ª mi porque e anahs1s as mu¡eres· ademá h b peta profesaba "gran ad . . , ' s, un om re a quien res" m1rac1ony amor por ust d" D. , , yo sé que voy a volver a la . e . ira mas adelante: homosexual". mu¡er y no solo voy a tener la exclusividad El sujeto parece identificado con la mu. . d Jer, en la medida en que goza· llama la atención la po ºb"l·d si 1 1 a que encuent d 1 ·, ' sexos para sostener como bisexual el lu r ra e a u~,1on de los dos En los hombres necesita la presencia d~ de ~a ex':epc~on de la mujer. dad de castración parece verse r ºd falo tmagmano, y la posibilireren a a esos ho b . . m. res, menos mtehgentes que él, a quienes elige. De i l hacer del saber una posición "bise~:1,~t::ra, reah.~a un esfuerzo por . · ntegrac10n de los saberes detentando la huella del acop1amiento pretendido entre los sexos. '
De su santidad, la madre Es el mayor de dos hijos. De su madre señala que es una persona excesivamente sobreprotectora, siempre presente. Ha sido todo para él; dice adorarla y manifiesta que es por ella que no se ha ido de su casa. La madre siempre se preocupó por cuidarlo; llegó en este afán a tal punto que se aseguró de que él y su hermano menor se cuidara.o mutuamente cuando no estuvieran con ella. Para llevar a cabo esto, se las ingenió para ponerlos a estudiar juntos, sin tomar en cuenta la diferencia de edad. Recuerda especialmente que cuando cursaban la primaria la madre siempre iba en los descansos a ver cómo estaban. "Lo que pienso sobre ella es que era y es una santa." Tiene la idea de que su madre sabe de su homosexualidad; ubica cierta mirada "como de quien sabe", pero no percibe ninguna recriminación de su parte: lo mira calladamente. Determina el lugar de la madre en su elección homosexual, en el hecho de que ella quería tener una mujer y nació él. El padre, dedicado al comercio, no tiene -según Pedro- un lugar preponderante en su vida. Un episodio infantil muestra la relación con él: en una reunión familiar, cuando Pedro era muy pequeño, se volvió hacia su padre y sin aparente razón le gritó: "¡Hijo de puta!" ... pero no hubo una reacción manifiesta del padre; explica que el insulto fue proferido "tal vez por la bronca que me transmitía mi madre hacia él". 'Articula la historia de su padre como trágica: el padre de él lo abandonó y su madre murió cuando tenía 5 años; lleva el apellido de la madre. Pedro lee con convicción un deseo homosexual en el padre, fundamentado en los siguientes hechos: es frío con la madre, no la quiere (siempre ha pensado eso) y se ponía nervioso cuando él y su hermano llevaban a la casa amigos adolescentes. Destaco tres recuerdos infantiles. El primero es que el padre tenía un arma debajo del colchón; Pedro la tomó e irrumpió en una escena en la que el padre estaba peleando con la madre o con el hermano -no recuerda- y les apuntó. Recuerda la angustia de la madre. Esto marcó lo que su familia piensa de él: que es malo. Por un tiempo se dedicó a tratar de cambiar esta idea jugando a ser sacerdote, postergando las relaciones sexuales y la masturbación, pero no lo logró. El segundo recuerdo es el de una escena escolar: una madre castigaba a su hijo quitándole progresivamente la ropa, para luego vestirlo de mujer. Recuerda la excitación que esto le produjo y halla en tal escena la raíz de su goce homosexual.
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ESTRUCTURA, DESARROLLOE HISTORIA (1998)
El tercero se relaciona con el síntoma . lisis: estaba orinando y un niñ d, q~e-conduJo a Pedro al aná0 niño le dijo algo. Cuando lle ~ :~aq~= mira~dolo; no recuerda si el 1 ~ sa, relato a sus padres la escena· los padres le d" IJeron que a ormar debía l ' recuerda que fue la últi ponerse a mano sobre el pene· 'bl' ' . ma vez que estuvo tranquilo en un b M enc10na sus posteriores problemas de . . , ano pu ico. consultar al maestro oriental t b. , ~swn, por los cuales tuvo que produce ver una erección. ' y am ien a profunda excitación que le
Ciertas condiciones El síntoma retorna. Padece de 'nh· .. , baños públicos· además ah . unad~fian 1 ibic10n para usar los ' ora tlene 1 cultades 1 · ' sexuales, puesto que no puede de·ar d en sus re aCiones medad En al ' J e temer un embarazo o una enfer. gun momento de su relato y t d , sación de que en su VI.d . b ' ano an o que tema la send' "N . a necesita a a un homb marco", refiriéndose a un nombre d h b re, ice:. eces1to otro te el nombre or clara e om re (solo ubico parcialmenPosteriorment~ se pro~u::;~:~\:eu_brayo y enfatizo este enunciado. _no en el que estoy representada: "Usted está dando una charla de usted hay un cuadrado"· e~ un n~mero ~ra~de de personas y detrás ha adjudicado. Recuerda ta~bi;ns::no a~u ara luego el lugar que me y también un profesor admirado s~eno en el ~ue está el hermano cuando runo; se reveló, así, el lugar privilegiado que en la infan~~r de determinar la elección de r . , o este profesor, hasta el punto su pro1es10n. Abre una nueva versión de su · ·, , . viendo cómo a los dem, posJCion: e1, ubicado en el centro
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madre que le parece ate:!~:~:;:~ac:~::a e:t~ articula una versión de le entusiasman los viajes que ha lograd h erml31;~menor de Pedro, ·r . d , o acery e exito en s 'd duerenc1a e el que, siendo el hi'o ma u VI a ... a !ºr,es loco, malo, con cosas como pervertidas con relio-iones ra J ' o· ras, nefVloso ese q l · · pudo aprender a dividir. ' ue en a pnmana nunca 1 ... , Efectivamente Ped l d "·Hacíamos tod '. ro a u e a ~ no dIVIs10nentre él y su hermano: 1 0 Juntos menos ormar'" J , d" 1 madre, eran un secreto e'ntre h .. amas IJOa gunas cosas a su su ermano y él h t 1 d un contrato: él nunca men . , ' as a e punto e hacer sr h_ermano era más débil, que le tocaba protegerlo. Una c~~nana los pantalones y fue '1 . zl, en e eg10, el hermano se hizo en e ' qmen o ayudo a ocult t d l 'd soportar lavergüenza del olo d d, ar o a a eVJ encia y a ~que espren rn; todo eso, dice, "a cambio de mi madre" Afi . 1rma que su ermano es inteligente, admira su desem-
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peño profesional; pero él se ha ganado el respeto de su hermano por su saber y práctica, por ser ilustrado en la filosofía oriental, función del saber que no interroga, sino que se encuentra como un medio de goce. Entonces, su hermano se desempeña bien, pero él, Pedro, es un santo. Después de realizarse unos exámenes médicos, entra en un episodio retaliativo contra lo que, según él, el psicoanálisis le ha hecho: airadamente denuncia que su homosexualidad es producida por el análisis; .y "la bronca que me da es que he podido estar cerca de la muerte". Le hago una pregunta para mostrarle una paradoja: plantea que el saber del goce está de su lado, pero le imputa al psicoanálisis la "producción" de su homosexualidad. Ante los abruptos cortes en nuestros encuentros, empieza a emerger la queja de la no interpretación. Como contrapunto a la condición de la función fálica que prevalece para este sujeto como algo fuera de cuestionamiento, sostengo la condición del pago para recibirlo. Ubica en este punto algo fuera de la serie: con ningún analista había tenido ese problema: ellos le cobraban menos y lo escuchaban más; incluso quedó debiendo dinero a todos. ¡Y qué decir de los maestros orientales! Por el contrario, yo cobro exageradamente y por tan poco tiempo, "y aunque eso me empieza a angustiar, no permitiré que pase"; entonces, agrega: "es verdad, ese hecho la hace diferente". Dice no estar completamente de acuerdo, pero pide ser atendido. Ante su pedido, agrego un pedido más: que piense si es necesario difundir una lista que circule en panfletos que ofrezcan curas rápidas y milagrosas a partir de la combinación del psicoanálisis con la filosofía oriental. Aún me pregunto por esta posición particular del sujeto respecto del análisis, como también por lo que él busca en esta experiencia, en la cual ha insistido por bastantes años, advertida de lo que en la transferencia se puede jugar como decisivo para sostener un fantasma relativo a La muJer.
Discusión ]ACQUEs-ALArN MrLLER:Por lo menos en este caso no tenemos la duda diagnóstica del caso anterior, dado que se nos presenta una homosexualidad muy decidida. La cuestión gira más alrededor de qué es exactamente lo que el paciente busca en un análisis; ese sujeto, que tiene una práctica homosexual intensa, que no tiene duda, tampoco dificultad con su goce homosexual, que tiene -como usualmente tienen los homosexuales- una programación sexual mucho más decidida, más intensa que los heterosexuales, ¿qué busca exactamente en el análisis desde hace
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tre~e años? Claramente, hay algo que busca; quizás usted podría darnos su idea de lo que busca, en qué punto está finalmente su falta de ser qué lo engancha en el análisis. ' LrzB~TH~u~~: Existe e~h~cho de una permanencia prolongada en expenencias analit.Icasy una msistencia en retornar de nuevo cuando las inter~mpe. Es claro que algo busca en las repetidas ocasiones en que se dmge ~,un analist~. Está allí con ese Otro hasta que empieza a desconfiar de el; pero es una desconfianza producida por su búsqueda de la falla en el saber del Otro; y hay que decir que se esfuerza en ubicar esta veta mediante preguntas e interpelaciones irónicas. Ciertamente la cuesti_óncon la feminidad, con la mujer, es lo que parece poner sobre un pnmer plano su demanda conmigo, y esto se ubica claramente en la transferencia; es lo que me interroga del caso. JAM·· "En qué consen t.1"mos " ... casi• es "Q men ., va a consentir", cuál de los dos va a consentir: si él va a consentir en buscarla a usted como ª~,alista, o si u~t~~ va a consentir en la manera como él maneja su relac~~n con el anahs1s.Algo se dibuja: me parece que hay un poco de relaCIOnde fuerzas entre quién va a consentir en las condiciones del otro· y usted misma lo destaca cuando habla de algunas condiciones; el análi;is toma ahora la forma que usted ha planteado como condiciones. No entiendo bien lo que concierne al pago: ¿no ha consentido él en pagar? LA: Le parece excesivo el costo. JAM: ¿Actualmente paga o no paga? LA: Paga con dificultad; pero no está seguro de poder seguir haciéndolo. JAM: Actualmente paga en cada sesión el monto que usted ha indicado. ¿Y lo segundo? LA: Pensar sobre cierta lista en la que aparece su nombre sobre curas rápidas y milagrosas basadas en la relación del saber psicoa~alítico y el saber oriental. JAM: ¿Es él quien ha inventado esta lista?
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LA: Es uno de los artífices. Está entre otros. Ha creado un grupo que ofrece este tipo de ayuda. JAM: Ha creado todo un grupo a partir d_esu id~a. de la ~ezcla de los dos saberes; él es un jefe de grupo de estud10s anahticos orientales ... LA: Es un planteo fundado en la sugestión y la regresión. JAM: ¿Ya usted ha podido ver las consecuencias? LA: No. Estamos hablando de tres o cuatro meses.
Participante: Me preg;untoqué movió,creoque en el terceranalista'.esainterfingir, hay que pretaciónambig;ua,bastanteoracular:"El deseono se puede_ nombrarlo".Y.si entendíbien,tú dicesque esoproduceun actmg homosexual, es decir,la Msquedadelpene erectopor do~uier,si~ in~ención~e que estéla mas bt~ pareczeraque debe presenciadel otro (nohay muchasconversaciones, ser algoanónimo,dondeno intervengala palabra,esdectr,donden~~ayauna relacióndemasiadointeresanteconel otro).Estoparecetener relactonconesa teoríade que las mujeresfingen el goce,mientrasque loshombresno_Pue~e:z; elpene erectoesla evidenciadelgocemasculino.Hay un lugarde verificacton, dondeun deseono sepuedefingir, se puede nombrar:es el pene erecto.¿Hay re/aciónentreestabúsquedade un lugardondeno hay errorposible,dondenose puedefingir, dondeno hayficcióny,_porotrolado,la idea1e que;odoel 7:1undo se equivoca,de que todoslos que tienen un saberse eq~zvocan.Por e;emplo, cuandose dinge de maneracínicao irónicaa un analtstaespara tratar de encontraresepunto de error,de equivocación. LA: Me resulta llamativo que antes de esta interpretación del analista el paciente ya había tenido una primera experiencia homos~xu~l, lo cual transinite cierta lógica en su discurso. Pero dicha expenenc1a estuvo acompañada de una duda. Así,hablando de cómo estaba de su gusto por los hombres, lo que encuentra en el enunciado ~el analista es cierta constatación, cierta pennisividad para declararlo abiertamente y despejar cualquier duda al respecto. es ~monees ~ando arma esta secuencia lógica: a partir de este enunciado ~ene_una VIda desenfrenada e, incluso, peligrosa, en términos de la pronnscmd~d que esto conlleva. Por eso, en ese punto, lo anudé con el tema del actmg;es verdad que el enunciado causa esta ida a lugares realmente escabrosos.
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JACQUES-ALAINMILLER ESTRUCTURA, DESARROLLOE HISTORIA (1998) Participante:Ante una interpretaciónque tú le haces,por primera vez el pacientedice que la madre prefiere al hermano.Me dio la impresiónde que había habidouna ficción acercade que la madre quería hacerde los dos uno, de que se cuidaranmutuamente, de que seprotegieranmutuamente,pero ante estacuestiónde que él bajea la tierra,se veforzado a decir:"Mi madreprefiere a mi hermano".F.sdecirque lo otro era unaficción de la madre. LA: Pe~o con la salvedad de que él sacrificó cierta posición para sostener la idea de la madre de que el bueno era el hermano. Es cuando comentó lo del contrato; no le dice a la madre todo lo que hizo por su hermano para sostener esta idea de que su hermano era alguien bueno, débil en fin.
Participante1: Él borróel mal olordel hermano todoel tiempo,para intentar sostenerestaficción materna. Participante2: Si la interpretaciónde esteanalistaincitaal acting-out de una vuelta a la homoserualidad,de la que ahorano tiene duda, es comosi hubiera necesitadopasar por el Otro del analistapara poder asumir la certeza de su homosexualidad.Pero,al mismo tiempo,dicebuscar"desreprimir"-el término es suyo- la relacióncon una mujer. Me parece algo mentirosoeste hombre, aunque no tengo muchoselementospara sostenerlo.Todoslos hombrescon los quese topatienen un deseohomosexual:su padre, losanalistas,lasparejas-por supuesto-.Así, elplanteode buscara una mujer -que rompela seriede losanalistashombres-para que se lefacilite el caminode vuelta a la mujer también me parecemediosospechoso. ¿Qué busca este hombre?Me parece que goza dividiendo al Otro. ¿Rasgo perversoo perversión?No sé. Encuentrafascinaciónen buscaranalistaspara demostrarlessu inconsistenciade saber;y al buscara una mujer analistapara dejarlaen lo mismo, ¿ha queridodar un paso más allá? Él es el gran divisor de hombresy mujeresanalistas;dejaenfalta a cualquieranalista,no importa cuálseasu sexo. Participante3: En esta búsquedade un cuartoanálisis,¿quépapel desempeña lapersonaque lo recomienda?Según entendí,esun hombrey le diceque a usted la admiray la quiere. ¿No irá a responderseallí la pregunta de qué es una mujer? Si de cadaanálisisse lleva algo,¿es esolo que se quierellevar de este? Participante4: Desfilapor losanalistaspara obteneralgo pero es cínico,porque en elfondo es burla, es él el que sabe;consiente,aceptalas condiciones,va
, do obtieneun plus de gocefrente a cada uno de a pagar mas, pero, en elfon 'la . , cuandose dice "engaño";creoque los analistas.Por eso':'1ell~ma ª!7::;":do nada, está buscandoese tipo de hay un engañoesenctaloca:no esta ca relacióncínicaconel Otro; essu goce.
r l . t e presentaconun conParticipante5: Si a partir del tercder a~a ilstae :oe :; homosexualdecidido, . d homosexualida e tnc uso c sentimiento e su ' ¡· ·Por qué no buscara un maestro ,l buscarun cuartoano tsta.1 l lo l ¿otra quevez? o mueve a nunca pareceSU1,cten ,¡:; . te lo que dan los analistas, que e Además, . permiten. l presencia de una mujer en 1 ·, LA: Me parece que es en re ac1~n cond :e Lo leí al comienzo: llega su futuro que viene a buscarme; es o que 1 . l 'b"lidad de comd' . d hace de los tres puntos a pos1 i l . . debe o no decirle que es homosexua ' a buscarme ic1en o que prometerse o no con ,una muJer. debe decírselo despues, en fin.
. , . . h un análisisen el que estesujetogana Participante1: Se repiteuna logtca. ay . .J oce Ensemiidaintroduce ¡'dad decir.ba'Vuna gananciaue g . b .. una homosexua t ; es ' :; . d. · comosi preten tero una nueva b.uananciade goce; . . l un desrepnmtr a a mu;er, l t ·le diuoderoués?comohaciendo .¡ ifieso? ·no e confieso.,2 b ~r , así,sepregunta:2 e con . ' 2 d d en el ordendelgoce.En esavta, un cálculoen relaciónconlo qu~pue e pr er l de engaño cuandohabla de entiendola idea que se planteo de que ay a go desreprimira la m~jer. . ión de la analista:cuandoél apareceen En es~sentido entiendola interv(yen{abría ue preguntarsequé otra gananc~a una lista de un grupo de ayuda h ; nancia enjuego Por esta vio buscaencontrarallt), ella capta que ay O 'O ga da 'a ~s en el orden l . . , d ué busca Buscaun to vi obtendríamosuna exp tcacton e q de la · · , . pero ·de qué perversión perverston, del goce,lo que lo colocana del lado , ersiónque el' análisismismo, el se trata? Si tomamospor esta vio, es una ~erv . trabajoque ha hecho,le ha sostenido,Jeha introducido. .. . , b . 'l dice ue su elecciónhomoserualestáen rel~Parttctpante2: Si entendt zen,e q d , una hija y no un varon. ción con la idea que él tiene de que la ma re quena ¿Ha dichoalgomás sobreesto? . d uno de los maestros orientales; él LA: No. Incluso fue un dllecr e firmó esta idea. De allí desprende: lo constató con la madre y e a e rea " "Por eso debe ser que soy homosexual .
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JAM: Bien, tenemos una presentación extensa, con datos clínicos ricos. Me parece que hay dos cosas: por un lado, la clínica de la homosexualidad; podemos aprender de este caso, también confrontarlo con alguna doctrina clásica, la de Lacan -ahora clásica-. Y, por otro, hay la interpretación que podemos hacer del momento actual en la dirección de la cura, en el tratamiento. Con respecto a la clínica del caso -es decir, a cómo podemos construir el caso, buscar una lógica que vincule los distintos elementos, siempre con carácter hipotético, siempre a verificar (es lo que llamamos construcción, y no hay que creer demasiado en las propias construcciones), que por lo menos nos da una satisfacción de estética-, voy a decir una cosa general, pero que a mí me ha ayudado siempre: la homosexualidad, en cierto modo, no existe. Existen homosexualidades; hay que tener mucha delicadeza, hay que saber, pues no es suficiente decir que la relación sexual se establece con el mismo sexo. Casi que hay que tener como referencia los cuestionarios de los confesores católicos de la gran época, cuando preguntaban: ¿cuántas veces?, ¿cómo?, ¿por encima?, ¿por debajo?, etc. De manera común los confesores aplicaban esos cuestionarios; había listas de preguntas para interrogar al pecador. Y es que es muy distinto ser penetrado, penetrar, tener tales y cuales condiciones de goce con el partenaire ... todo eso hace un panorama bastante extenso. Que sean partenaires más jóvenes, más viejos; haber empezado por ser penetrado, pasar a penetrar, todo eso es una clínica muy delicada del goce. Pienso que en los casos de homosexualidad -cuando el sujeto trae al análisis el problema de su posición homosexual- hay que tomar una posición tipo médico, tipo cienúfico, y preguntar todo eso, de manera fría y como un hecho de la vida. A veces el analista, el terapeuta, se detiene por pudor (no es el caso aquí). Eso para recordar que hay que releer el muy interesante ensayo de André Gide sobre la homosexualidad -que ha sido en su tiempo un gran escándalo-, donde él articulaba su homosexualidad y explicaba que no se consideraba exactamente homosexual. Casi decía que la homosexualidad no existe y decía que era homófilo, que su objeto eran los jóvenes varones, antes de la barba, que es un gran corte. En la antigüedad griega, era admisible la homosexualidad con el joven antes de la barba; después de la barba, era una vergüenza ser penetrado. Gide explica claramente esas diferencias y hay que escucharlo; es un ensayo que se llama Corydon, un personaje de la mitología antigua. Es una referencia útil. Entonces, nuestro sujeto no tiene dificultad alguna en la práctica de su homosexualidad. No escuchamos problemas por ese lado; pero
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. l su ersonalidad, ampliar su modo de busca algo más: qmere ~omp etar p sotros que ciertos homosexua· El sabe como no , h l gozar con as mu¡eres. . . ' s osa continúan con su goce amoles logran tener una famili\ e Pl o' le este tipo, pero encuentra ~n sexual. Según me parece, e esea a g r otro que no significa deJar T' e un querer se , ¡·d 1 1 obstáculo para e o. ien_ h mosexual realizado, cump i o; de ser un homosexual, smo ser un o f ·¡· respetable como los l esposa con ami ta, es decir, un homosexua con . ' , i'mas con hombres. Su pro. relaciones anon demás, pero continuar sus 1 formula ahora, tal como aparece ~ así· quizás no pretende explícitablema, me par~~e, es es~e, tal c:~ en la presentacion de Lizbeth. ag ' ';> mente tener una esposa, ¿o si.
i:;;ª
LA: Lo formula. b'
su problema ahí. También las dificultades de amor, de con los hombres es todop~deroso: _no dayfunciona y él está frente al ' d lentendido etc., to O encuentros, d e ma .' b ta' ulo para realizar su eseo, · s tiene un o s e · 1 problema: con as mu¡ere 11 . de obtener la famosa mu¡er zar con e as, smo 1 hay mujeres a las cua es que no es tanto d e go única. Es una cuestión de encue~trfo, po~quuneesposo h.omosexual; les . d muy sans actorta les conviene e manera . d d d ser la única. Cuando se proconviene porque tienen la selgun a elas pareJ·as heterosexuales con · n exce entes son , · · pucen, esas pare¡as so . modo' Por lo que escucho en mi practica, menos problemas, en cierto ·1 . de la esposa que sabe, que . · t comp acencta es admirable y supone cier a l di'ce al marido. Pero hay una l dice a veces no o d sospecha, que a veces o ' l . osa que él había encontra o, complicidad y es exactamente da misma c sted lo subrayó-: él ubica en . h la ma re -como u d l en sus mismos d ic os, en . . d d Sin alabras él piensa que la ma re o ella una mirada de complici a . d p h o'sexualidad que no habla ·¿ l dre sabe e su om ' ha entendi o, que a ma . o no le tiene bronca a eso. . ha no se angusna, de esto, no se 1o reproc 'lid d e arece que él busca a una mu¡er Respecto de su homosexua a ' m p
JAM: ¡Lo formula! Podemos u ict
como la madre. bl ahora y también tiene cierta Bien. Está enfrente de. ese prol ema b¡·eu·vode saber hacer con . t . 13 para ograr su o rabia ~ente a su impo ene s hombres lo que él quiere y ahora quiere las muieres. Sabe hacer_con lo al menos a una del conjunto de las 1 madre saber hacer con las mu)eres, y sacar d a una que sea como a · . . l mo lo presenta Lizbeth, con mujeres, apropiarse e un ' muy neo ta co . Entonces, e1 caso es . ' l h mbres y con las muieres; respecto a la relación de este su¡eto con os o 425
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, es en este caso donde encontré esa anotación que mencioné ayer sobre !,ª falsedad del goce femenino. Dice una frase que me llamó la atención: Hay m~yor falsedad con las mujeres, ellas pueden fingir la excitación". ¡Es ad~irable co;110precisión! Por eso deduje ayer que para él el goce mascu~i;10era mas honesto al respecto, era visible, era puesto en escena -erecc10n, eyaculación-. Esta anotación clínica del paciente mismo es algo para recordar. ~n la presentaci~n encontramos una descripción muy típica que el paciente hace de la busqueda de hombres, de cierta versión de la homose~alidad: la búsqueda incesante de hombres con quienes mantener relaciones sex_uales,p~r~ no volverlos a ver; la visita a lugares públicos, donde ap~e~de ciertos :od1gos para procurar el encuentro; la búsqueda de gente anoruma c_onqmen se manosea y se procura este goce localizado. Como subraya L1zbeth, el partenaire puede ser totalmente anónimo es otra persona, cualquiera, de manera que toda la problemática de la 'elección desa_parece,se borra. Al contrario, del lado de las mujeres él busca poder elegir una, poder encontrar una sola; pero el múltiple está del lado de los hom~res. Se entiende, porque El hombre, como tal, existe; La mujer, en camb10, como tal, no existe, dice Lacan; 25 una por una son diferentes. ~ero El hombre existe y la homosexualidad masculina lo hace ver: necesita un portador d~ ~alo,y este rasgo único -tener un pene- sirve para el goce; no hay condic10nes suplementarias. Es decir, el partenaire anónimo es la encarnación de lo universal varonil; y el resto: que sean grandes, pequeños, gordos, rubios, calvos, todo eso finalmente no es esencial puede ser cualquiera. Del lado de los hombres, hay esta universalidad funJamemada en la posesión del órgano masculino; eso es suficiente. Su homosexualidad, que vemos activa, fácil, poderosa, tiene claran'.ente una orientación muy antigua de su ser. Él mismo la ubica muy bien en el recuerdo que nos cuenta Lizbeth de una escena escolar: en ~ná ocasión, vio cómo una madre castigaba a su hijo quitándole progres1va~~nte la ropa. ~ecuerda la excitación que esto le produjo; después lo VIstier_onde mu¡er y halla en esta escena la raíz de su goce homos~xual. Bien, es algo que nos remite a tiempos de su juventud, y eso ha fi¡ado algo de_su goce o encarna, representa, algo de su goce homosexual: el castigo por la madre, la desnudez del cuerpo del niño y los vestidos de mujer.
. p. 2 569. · Véase Lacan, J.,El seminario,Libro18, De un discursoque nofuera delsemblante,ob.
Cit.,
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¿Hay otras cosas más originarias? Se puede imaginar algo con el hermano, de la relación de la madre con el hermano menor. No hay recuerdos sobre eso, pero podemos imaginar que esa escena escolar quizás repite algo aún más antiguo. A la vez -:Yeso h:1y que n_otarlo en contrapunto-, se queja de que su homosexualidad esta prod~cida P?r el análisis, y eso parece una contradicció:1. Pero no vamos a decir al su¡eto: "Ja, ja, usted se contradice, no es lo rmsmo"; no estamos en la argun_ientación teórica. Constatamos en esto algo que se debe tratar de_explicar: por qué culpar así al análisis y a los analistas de su homosexuah~ª?•. que claramente anticipa, según sus propios dichos, su en~ª?ª en anah:is. Eso nos hace ver que -como ha señalado un partici~ante- esta con sus analistas en una posición de reivindicación, que term111acada vez en cierto disgusto de su parte; eso lo señala también Lizbe~, q~e nos da un fórmula general al empezar su presentación, cuan_dodice: El punto de interrupción de los tratamientos siempre será el m1smo; se percata de que el otro no sabe y entonces comienza a desconfiar de él". Es una cosa . , . para recordar. Una vez ubicado eso, siempre tratando de ¡untar los datos :l;mcos, podemos interesarnos en la relació~ padre-mad~e y en su re~ac1oncon los dos. Con respecto a la madre, Lizbeth nos senala que h~ sido sobreprotectora, que él la considera una santa y que claramente tiene co~placencia con la homosexualidad del hijo. Podemos agregar que en cierto momento él quiso ser sacerdote. De manera muy regular, muy constante, el anhelo de ser sacerdote se fundamenta en el deseo de la madre: el punto de anclaje de la vocación sacerdotal es el dese~ de ]a madre de El ha pasado alejar a su hijo varón de las mujeres y consagrarl_o a por momentos en que ha tenido el sentido de la 111sp1racio~,de la vocación: ¿por qué no ser sacerdote? ... Bien, a madre santa, hi¡o sacerdote. Hay algo lógico en esto. ·Qué relación con el padre? No está ausente: es un padre que_le des;ierta rabia, lo cual se presenta en dos epi~odios que cuenta L_izbeth· a los 3 años emerge a la vida con la vitalidad de los runos de 3 anos y le dice al padre: "Hijo de puta". Algo que le es recordado después, algo corno un significante que vuelve en su histori~, que d~spués le c~entan. Y, luego, va a buscar el arma que el padre tiene ba¡o el colchon -un revólver, supongo-y apunta al padre y al hermano. . Todo esto hace un recuerdo, por lo menos lo que se puede de~ir, de una corriente agresiva hacia el padre. En esta configuración, él dice algo muy importante; es su interpretació~: piensa que la ~ronca que tiene hacia el padre le viene de su madre; dice exactamente: La bronca
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JACQUES-ALAIN MILLER que me transmitía mi m d ,, E . l a re . s mteresante que la palabra "b ,, vue va otra vez cuando denuncia el hecho de _ronca producida por el análisis· "y I b que su homosexualidad es · a ronca que me da e h dºd cerca de la muerte" Solam t s que e po 1 o estar · en e por esta palabra 1 1' · . del caso, parece ue cada an, . . , . ' y por a ogica illlsma puta" Es d . q d alis1sque el empieza termina con "Hijo de . ec1r, to a esta mala leche haci l r . finalmente con el hecho de I b' a os ana istas nene que ver • que os u rea en 1 · ·, d l él es el transmisor de la bronca de la mad ~ pos1c1~~. e padre y que frontación repetida constantemente. re. us anahs1s son esta conAdemás, ahora debemos h . 1, vo del primer análisis síntom:c~:::a¡ar el smtoma de este señor, motiel miedo la angustia' a q 1 .a vue to en un momento reciente: , . ' ' ue se e mire el pene e 1 b n os anos pubhcos, en el momento de orinar E . . 1 · · s ongma · tenemos el pene de los hombres -h h . . un senor a qmen le gusta ay mue as vers10nes de ho l'd d las que precisamente se verifica· "'T.,, 1 . 1 mosexua 1 a en · .1u o t1enes yo o teng " · fi1ca la reciprocidad la mutu lºd d c, . ' o , etc., se ven, a 1 a 1a11ca- pero él · . mire el pene cuando está or1·n d . no qmere que se le .an o siente angustia S 1 . 1 un mno, como fantasía horrible, fa~tasía recha d . e e mira e pene a , . za a. Cuand h ,,, o ay un smtoma nene cierto " 1as1 ; pero un síntoma normalmente debemos trata; de d d . l ~hucir o e resto de los datos del caso. Me parece que se ub1ºc bº d"c · . . a 1en s1 acemos la · · s1gu1entebinario: si se le m· . siguiente 11erenc1a,el ira su prop10 pene en u b 'blº , angustia· pero le excita el n ano pu ico, el se la erección del otro lo excft:~e erecto de un hombre, el simple hecho de
ls
Aquí también podemos utilizar el cam d 1 sujeto, que hemos utilizado e t po e Otro y el campo del s a manana· cuando el pene erecto él siente excit . , . aparece en el Otro (vamos a pon~rlo entre paré:;o~, pero cuando se le mira a él el pene angustia; cuando hay una . ~sis 1orque es el pene orinando) hay excitación y de otro es angu::~ a, e resultado para él de un lado es
A
g
cp
Mirada
Excitación
Mirada
(-cp)
Angustia
Hay claramente un binario entre su síntom . 1 a angusaante de la mirada sobre el pene en los baños 'bl' pu icos y o que no le aparece a él como 428
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síntoma: la excitación de ver el pene erecto del hombre.A tal punto que inventa un método para que no se le vea el pene en los baños públicos. ¿Qué método que inventa? Sentarse, de manera que esconde el pene; pues bien, eso encama la posición femenina de orinar, como si para él hubiera una necesidad de marcar el -cpante la mirada del Otro; y eso me parece coherente con lo que dice de su posición femenina. Finalmente encarna -corno lo ha subrayado un participante- la hija del deseo de la madre, y eso hace que no deba presentarse ante la mirada del Otro como portador de pene; que cuando le venga esta Inirada, deba presentarse como castrado en este nivel. Esto es casi la condición para ser el transmisor de la madre hacia el padre, es decir, la bronca. Ahora, ubiquemos rápidamente su posición en el análisis. Me parece que viene al análisis con las insignias de la madre: dice que él mismo es un santo, así como la madre es una santa. Escribamos con la letra M el predicado de las insignias de la madre. En cuanto sujeto, él se inscribe corno una variable del predicado de la madre; es decir, está como la madre: tiene bronca al padre, no tiene falo, es un santo, etc., y se dirige al analista en la medida en que tiene las insignias del padre; es decir que la fórmula del analista sería esta para él: Px, y los analistas vienen a inscribirse en este lugar. Es muy elemental, pero me parece que da como la serie de los analistas. Claramente, esta cuarta vez está probando con nuestra amiga Lizbeth una maniobra rara y compleja. M_epregunto si no está, en este cuarto análisis distinto, tratando de instalar las insignias de la madre del lado del analista, o de recuperar algo de la femineidad en este lugar; porque, ¿en qué lugar está supuestamente repriinida la feinineidad en él? Cuando dice que debe desreprimir -raro, porque dice, al Inismo tiempo, que está en la posición femenina- no es de su lado desde donde debe desrepriinir la femineidad, es del lado del Otro donde debe hacerlo, es decir, por primera vez, cambiar el sexo del analista. Pero ¿cuáles son las consecuencias de cambiar el sexo del analista? En esto creo que nos podemos apoyar en lo que dice Lacan de la homosexualidad en el Seminario5, que es donde elabora el Nombre del Padre y construye la metáfora paterna, en cuanto que, mediante la madre, la figura del padre está ubicada como la del legislador o por lo menos el representante de la ley. Dice Lacan: Creo que la clave del problema en lo referente al homosexuales esta: si el homosexual,con todos sus matices, concede un valor predominante al
objeto pene hasta el punto de convertirlo en una característicaabsoluta429
JACQUES-ALAIN MILLER mente exigiblea la pareja sexual es dicta la ley al padre ( J es la d' P?rque, de alguna forma, la madre le ma re qmen Ie ha dºIctadO la ley al padre en un momento decisivo.26 · · · A pesar de que el padre sea autoritar· . buscar, en el caso de homosexualidad 10, et~., casi que Lacan aconseja la madre ha hecho la ley al d M masculma, el momento en el que qu~ es lo que está buscando actualmente- en su anali~:, :: que -es lo que hace Lizbeth. ~!?111enque le haga la ley y probando en el lugar que era ef~n~: ~~~dicw~es. ~s decir, él se está momento, está buscando I . g padre. esta aceptando por el L , gmen que le haga la ley as otras veces, él terminaba siem re h . . 1'~ ac1:ndo la ley a los analistas. En esa cosa loca del doble saber hacer caer a los analistas E,l t ~ana ltlco y oriental-, tenía el método de · · erua aparte un sab · d. . saber oriental, que no se trata de un sab h er superior f IStI~to, un un saber hacer de sí mismo g , . er acer con las muJeres, smo de · fundamente homosexual C, rac1as a un maestro . E s dec1r, un saber pro. on este segundo b '1 d' que el problema es que él mis , sa. er, e po la atacar. Creo madre y que a la vez busca de mo no~sta despoJado de las insignias de la mente está continuando su h/cue antaabt·ª,qulellehaga la ley; pero él clara'd r m 1en a ey; porq · . su I ea del saber oriental a Lizbeth ell d ' ue qwer~ imponer Eso es lo esencial de lo q Y, da ~scarta este saber oriental. . ue quena ecir. Ahora bien, en la elección que hace ah d . ella lo señala él ha hablad . ora e Lizbeth como analista ' o con a1gmen que ¡ d · E . ' . a L1zbeth a través de un dº d . ~ ª mira. s decir, elige iscurso e admiración . parece, a este personaje del cual , que nos remite, me él admiraba en su infanc1·a E !quena pre~ntarle más: el profesor que - 1a que hubo un profesor muy "d 1· d· n a presentac1ó n, uste d sena , I ea iza o por él 'l d . vocación. Casi ha pasado de un m~~ue e a mtrab~_Y que decidió su ento de vocac10n de sacerdote a una vocación de docente I del Otro, encarnado en eÍ pcraorfjaementhe; par~dceque este gran I, del ideal . sor, a tem O algo fu cambiar su vocación de sacerd . muy erte capaz de que elige ~ Lizbeth como profesora a partir de ese rasgo ::~{ se relaciona en usted con este .d 1fu'y do algo que nene fuerza, que F' 1 I ea erte e profesor ma mente, acepta de usted ue 1 h . cuestión es hasta qué punto ~ga la ley en el análisis, pero la 1ª maq dre efunosa que h '1 este tratamiento. y él ha sabºd d ay en e va a aceptar I o espertar el hacer la ley; es lo que está
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26. VéaseLacan,J., E/seminario Libro) Las . ' , fonnac1onesdel inconsciente, ob. cit., p. 214.
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pidiendo, lo que ha encontrado y ha buscado en usted, porque tenía como la intuición de que podía despertar en usted el bastón, de que podía despertar en usted el significante amo. A ver si se le debe dar esto, o si no se debe flexibilizar un poco la cosa. Porque él está buscando la mujer con pene, y quizás, ver si él puede soportar una mostración, que en este caso sería, por ejemplo, la mostración de incompletud del analista. Es para discutir. Me parece que esta discusión clínica nos remite a un problema de la dirección de la cura, que veo difícil en este caso, y Lizbeth lo advierte. Es un señor muy decidido a jugar su juego; y, en un momento, puede terminar diciendo: "Hijo de puta", la amenaza está en este tratamiento. Hay un dato clínico más, que usted señala, y que encaja muy bien: su relación con el hermano. Primero, ya ha empezado con el hermano la prohibición de verse el pene orinando; es decir, no habla de experiencias homosexuales con el hermano, sino que había una prohibición de verse orinando -cuando es un juego conocido de los varones el verse orinar, etc.; no es una constante, pero es frecuente, ocurre-. Sobre esa estructura de no dejar mirar su pene orinando, ha empezado desde muy temprano. Él tiene un undécimo mandamiento: "No dejarás que tu pene sea mirado orinando". Es casi una prohibición muy originaria. Está también el episodio en que apunta al padre o al hermano. Pero no hay menciones de rivalidad con el hermano; al contrario, hay toda una actitud de protección hacia él, de sostén del hermano. ¿Por qué? Claramente, porque él está identificado con la madre y cuida al hermano menor como una madre. Es la sustitución, como una línea de su posición femenina y maternal, que explica su agresividad con sus analistas, en cuanto identificados con el padre. Está tratando con Lizbeth de desreprimir la femineidad en el Otro, porque la suya.está desreprimida y más; su femineidad está desenfrenada; pero en el Otro, es como un intercambio de piezas en el juego de ajedrez: pone una mujer en el lugar del Otro para ver qué pasa. Hay una estrategia, seguramente a pensar, pero muy refinada, porque él está haciendo una experiencia rara para él y no sé, no sé qué va a pasar; cada paso me parece difícil. Y qué consejo dar, por ejemplo en esto: si convertirse en santa -puede ser difícil, además- o en qué medida satisfacer el pedido de ser castigado. Él realiza algo del fantasma: se ofrece, en este cuarto análisis, un poco como el niño castigado de la escena escolar, el niño desnudado y castigado por la madre; se propone -me parece- en este lugar. 431
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sexu~l~d:;emos como finalida? del tratamiento curarlo de una homosexo h . que no lo hace sufnr; pero ¿abrirle un camino hacia el otro mis~a a~~ast~nae_sposacomplaciente? Quizás está probando, en usted !que p_unto va su complacencia con su homosexualidad Casi f/ ormu a sena: en lugar de la es osa u . lo menos tener una analista femenina. hayqq:en~l~~edo ten_elrl, phor confiado que a v · · VI ar que e e a sexual de los ad l eces qmere gozar de jóvenes, confundir la identidad social o escentesj y que estamos en el límite de la delincuencia . , , ' y que finalmente sus analistas se han callado B. buscando -probando con usted-1 'bTd d d . ien, qmzas esta , a pos1 11 a e establecer una relación con una sola m . . l hacerlo en la vida quu1_¡~r, o esta probando en análisis, para saber cómo zas. Quizás usted podría d · 1 d do m h O ·d ecir a go e este profesor; no sé si él ha hablauc e este profesor.
5. ESTRUCTURA, CLÍNICA Y POLÍTICA
1:
l'Jo
LA:No no hay mayo
de un sueñ~.
F
d
res atas. ue un elemento sorpresivo a partir
JAM: Bien, dejemos acá. Gracias a usted por esta rica exposición.
Estamos ya culminando estos dos días de trabajo. Pienso que este seminario, que llamé de investigación,ha sido un éxito, por cuanto hemos conformado, durante estos dos días, una comunidad transitoria de trabajo, lo cual no estaba para nada asegurado al inicio. Ha sido mi primera venida a Colombia; para mí todo era novedoso, aunque conocía hace varios años a algunos de ustedes. Es un logro, me parece, haber trabajado con preparación e improvisación a la vez, durante un gran número de horas. Hemos mantenido estos dos seminarios de Lacan como referencias; no se trataba de comentarlos en detalle, dado que un buen número de ustedes conocían el Seminario4, lo 'habían trabajado y lo habían escuchado comentar por otros colegas, y que el otro seminario no está aún traducido al castellano. 1 Pero los hemos mantenido como las referencias principales de trabajo de estos dos días. El centro de nuestro trabajo han sido los casos presentados, que han hecho de este seminario de investigación un verdadero seminario clínico, con participantes de varios países. Hemos constatado que hablamos el mismo lenguaje, nos entendemos en las cuestiones clínicas y eso verifica en acto la existencia del país del psicoanálisis. Creo que algunos momentos de esos casos clínicos van a quedar como marcas, como referencia: la anorexia transitoria, el sueño de incesto masturbatorio y también la posición de transmisor de la bronca materna de Pedro, el homosexual del caso de Lizbeth Ahumada. Serán en el futuro referen-
1. [N. de E.] Ya se encuentra traducido al castellano: El seminario,Libro5, Lasformacionesdelincomciente,Buenos Aires, Paidós, 1999.
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cias clínicas, porque gracias a la presentación y a nuestro trabajo sobre esas presentaciones, se han transformado, en cierto grado, en verdaderos paradigmas referenciales para nuestra elaboración clínica. Empecé ayer este seminario con reflexiones sobre estructura y desarrollo, que quiero cerrar ahora. Debo hacerlo con rapidez, porque nuestros plazos se han desplazado en el transcurso del trabajo. Quiero cerrar esas.reflexiones, hasta el punto de que nos indican un abordaje de la direcciónde la cura-sintagma un poco fijado, que utilizamos a partir del título de un texto de Lacan-, 2 o sea, de lo que queremos obtener del paciente en un análisis, que no es solamente una cuestión clínica, sino que va más allá y apunta a lo que es el deseo del analista en su práctica. Un deseo que no es solamente una operación, un algoritmo; no es algo automático, es un deseo. En el caso de Lizbeth Ahumada, que hemos comentado justo antes, se veía la confrontación entre lo que el sujeto desea obtener y el deseo que anima al analista. En este caso se representaba con mucha insistencia el deseo de la analista, hasta ir eventualmente a una dificultad, la de si este deseo puede permitir o no la continuación del análisis. Juntemos, en este cierre, a la vez estructura y desarrollo, y la cuestión clínica y política. En la política se trata -más allá de nuestros métodos, de nuestra táctica y estrategia clínica en un caso- de lo que queremos obtener. Entonces, la política es la misma cosa que la cuestión del deseo del analista; pero incluye algo más. Es, primero, la cuestión del deseo del analista: qué quiere el analista más allá de la terapéutica; qué quiere del paciente más allá de esto. Pero, segundo punto, incluye también qué queremos del analista, qué tipo de analistas queremos, qué deseo en el analista deseamos obtener. Por eso, la cuestión de la política incluye la de la comunidad analítica, la de la Escuela, por cuanto Lacan nos ha invitado a conceptuar la comunidad analítica a partir de la Escuela. Voy a sugerir, al final, un punto que he tocado también en Buenos Aires: la Escuela, en cierta medida, va contra el deseo del analista. De tal manera que la cuestión de la política está dividida en dos: la política es, por un lado, el deseo del analista, pero, por otro lado, es también un "antideseo" del analista. Y en esto creo que se ubican muchos trastornos de la comunidad o las comunidades analíticas.
2. Lacan,J., "La dirección de la cura y los principios de su poder", Escritos2, ob. cit.
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Desarrollo/ estructura Entonces, primero, voy a tratar de cerrar, de manera p.r~~sion~l, el tema de estructura y desarrollo. Señalé ayer que desde el rmc10 nnsmo del texto fundamental de su enseñanza, "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Lacan oponía el concepto de desarrollo al concepto de historia. Y en el último texto de sus Ermtos to~a de nn~vo el mismo tema, pero opone el desarrollo a la estructura. Podna resUffilfse la trayectoria de los Escritos de Lacan como un recorrido que va desde la oposición desarrollo/historia hacia la opos~ción ?es~ollo/estruc~ra. En toda la primera parte de su texto La ciencia y la verdad ~ue los invito a releer-, ustedes verán que Lacan apunta a esto mediante varios ejemplos. 3 La oposición entre desarrollo y estructura resul:~ muy clara en la antropología. Lacan toma como ejemplo la concepc10n del pensamiento considerado según la perspectiva del desarrollo o según la perspectiva de la estructura. Oponemos en esto los dos "Lévi" de la antropología: Lévy-Bruhl y Lévi-Strauss. . . Lévy-Bruhl es un antropólogo francés _cuya obra se. u~1~a esencialmente entre las dos Guerras Mundiales. Hizo una descnpc10n de lo que llamaba el "pensamiento primitivo". Recopiló los datos que, según él, indicaban para las poblaciones indígenas, salvajes, ~ modo .de pensar "primitivo". Por ejemplo, un modo de pens.ar seg_unl,a magia, que no podía elevarse hasta las relaciones de causalidad c1entrfica, y en el_que solamente las semejanzas eran suficientes para pensar en causahd~d. Por ejemplo, hacer algunas modificaciones sobre la fi~~ de al~1en -una figura pequeña, parecida-, lo cual se debía transm1nr, med1~te algunos métodos, para obtener efectos en el cuerpo o en el espmtu mismo de la persona representada. Para Lévy-Bruhl, este era un modo infantil de pensar, y el pensamiento desarrollado, adulto, era el pensamiento científico. Se puede decir sin exageración que esta concepción de Lévy-Bruhl era cierto efecto, en la antropología, del freudismo, que buscaba lo infantil; para él, la lección de Freud era buscar lo que quedaba en cada uno de un modo de pensamiento infantil, superado por ~ modo de pensar adulto. Finalmente, esta concepción la han comparndo los analistas de esa época, que pensaban el principio de placer como un modo infantil de pensar, de gozar, y el principio de realidad como el modo
3. Lacan,J., "La ciencia y la verdad", ibíd.
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, ª?~!to de pensar; como si la trayectoria de un análisis fuera ir del princ1p10de placer al principio de realidad, hacer aceptar el principio de realidad a lo infantil que habría en cada uno. Como si el inconsciente fuera lo infantil, y como si el antropólogo y el analista tuvieran las claves del modo de pensar adulto. La obra de Lévi-Strauss es posterior; empieza después de la Segunda Guerra Mundial. En oposición decidida, explícita, al "pensamiento primitivo" de Lévy-Bruhl, Lévi-Strauss escribió, en 1962, un libro que se llama El pensamientosalvaje.La esencia de la demostración de LéviS~auss -que Lacan discute en este texto-precisamente desaloja el pensamiento de la perspectiva del desarrollo. Dice que el análisis de Lévy-Bruhl es falso, por considerar el pensamiento salvaje en déficit con respecto al pensamiento científico. Demuestra que el pensamiento salvaje tiene una estructura propia, que constituye un orden y que además, en sus clasificaciones naturales, puede ser mucho más sutil que nuestra manera de pensar -maneja distinciones de seres, de colores, que nosotros descartamos. . ' que nuestra percepción es mucho menos aguda y que tenemos categorías groseras en comparación con la sutileza del pensamiento salvaje. Agrega que solamente ahora el pensamiento científico se acerca a esos matices que ya estaban vigentes en el pensamiento salvaje; asimismo, describe con gusto la cantidad de diferencias que puede hacer ese pensamiento y que nosotros descartamos, que no somos capaces de captar. De tal manera, Lévi-Strauss demuestra -en la misma línea de su gran, obra Las estructuraselementalesdelparentesco,de 1949- que ubicar arca1smos en el otro no da para una consideración científica· es decir ' hace' que pensar en términos de desarrollo -de un menos a un másolvidar la estructura de lo que hay, es decir, el orden sistemático que hay entre los elementos de un fenómeno dado; y que es una facilidad Y una i_lusión pensar que hay elementos arcaicos y darles una fecha, como s1 el fenómeno debiera considerarse algo caótico o por lo menos heterogéneo. El punto de vista de la estructura capta el fenómeno en la copresencia, en la coactualidad de los distintos elementos. La perspectiva del desarrollo participa de lo que Lévi-Strauss llama la ilusiónarcaica-que es el título de un capítulo, muy importante para Lacan, de Las estructuraselementalesdel parentesco-.Y Lacan se une a Lévi-Strauss en "prohibirse la ilusión arcaica" -es una frase de Lacan- también en el análisis. 4 Sujeto y estructura, especialmente, son
4. [N. de E.] Véase ibíd., p. 839: "En ciencias mucho más válidas, incluso si su título
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conceptos que están hechos, en Lacan, para aprender finalmente a descartar la ilusión arcaica. De tal manera, Lacan puede tornar, como ejemplo de un manejo correcto del concepto de sujeto, la teoría ma~emática de los juegos -inventada durante la Segunda Guerra Mun~ial por dos norteamericanos: Neumann y Morgenst~rn-,. que ha temdo enormes consecuencias en todas partes en las c1enc1as humanas, y también en economía. · Esta teoría introduce un cálculo científico de las opciones de partenaires opositores, para saber, en ca~a caso, cu~l.:s la mejor_decisión a tomar. Es un esfuerzo para matemattzar la dec1s10n. Ha temdo consecuencias en la estrategia militar, en la economía, en muchos camp?s que tienen incidencia para nosotros. En la teoría de los juegos, el su¡eto es una función puramente calculable, en la cual no. se introduc: ninguna consideración clásicamente psicológica; es un su¡eto de un calculo. En esa época, esto dio la idea de que se podían mate~atiz'.11' totalm~nte las ciencias humanas. Hubo un entusiasmo extraordmano despues de la Segunda Guerra Mundial, y tenemos los ecos en, Lacan. . Cuando yo era estudiante de filosoña, encentre la refer~ncia e~ Lacan y empecé a leer todo lo que podía sobre la teoría de los ¡uegos; mcluso compré el libro de Neumann y Morgenstem. ~~ ~o pude.leer ~odo, pues la matemática se volvía cada vez más y más d1ñc1l.Lo d1vert1do es que ahora hay nuevos progresos de la teoría de los juegos. No po~ría cont~rlo · todo en detalle. No he terminado de leer el artículo, de traba¡arlo. Esta ~n la revista inglesa New Scientist;lo tomé hace dos semanas, antes de parttr. De lo que se trata es de matematizar el juego que hay en el filme Rebelde sin causa,protagonizado por James Dean -basado en la nove~aEl furor de vivir, de Nicholas Ray-, donde se presenta una comp~tenc1a entre ,dos que van hasta un abismo en carros lanzados a tod~ velocidad,. a ver cuál es porque el primero en desviarse del camino mortal; es el ¡uego de :htcken_, se le dice chicken al cobarde que se aparte primero del cammo. S1hay una cosa que no parece matematizable, es eso, y sin e1:1bar~oese es el e~fuerzo: matematizar, no el hecho mismo, que es radical, smo lo antenor, lo que pasa antes. Parece que deducen de manera i_natemáticaque finalmente el que va a ganar es el que antes parece el mas loco; de tal manera ,que se puede decir que el otro no va a resistir hasta el final. Y buscan como tener fórmulas maternatizadas de este fenómeno.
debe revisarse, comprobamos que el prohibirse la ilusión arcaica que podemos g~ner~/izar en el término de psicologización del sujeto, no traba en modo alguno su fecundidad ·
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La referencia de Lacan es a un sujeto puramente calculable, descartan?º todo el des~rrollo, toda la psicologización del sujeto. Se puede decir q~~ este SuJeto es totalmente no sustancial, una pura función matemauca; un sujeto que no está encarnado. Lacan lo dice en sus propios térmi~os: encarnar al sujeto es equivocarse. En particular, encarnar al su¡eto en el hombre es siempre volver al niño.s En este cont~xto, ~~o~uev~ lo que resu~ta sorprendente de aquellos años: que el ps1coa~ahs1s actua sobre el su¡eto de la ciencia y no sobre otro sujeto; es dec1r, que actúa sobre el sujeto en cuanto reducido a una función matemática, sobre el sujeto -vamos a traducirlo así- en cuanto efecto del significante. Es decir, L~can ubica a un sujeto que no es el sujeto de la historia, que no es el su¡eto del desarrollo, por supuesto, sino el sujeto correlativo a un saber, es decir, a una organización significante· de esta manera se puede decir que es un sujeto efecto del saber y a l; vez excluido d; ~ste saber: una suerte de -1. Lo define como un sujeto en exclusión mtern~, c~n respecto al saber. Eso ya es una definición de extimidad: exclus10n mterna; es un sujeto que depende de la articulación del saber pero que a la vez queda en otra dimensión -por ejemplo de significado~ con respecto a la articulación significante . . Lacan po~e como ejemplo a Lévi-Strauss, quien recompone los ~~tos de la misma manera en que se estructuran los casos en psicoanált~1s:buscam~s, los elementos esenciales -la relación con el goce fememno, la relac,10n con el falo, etc.-, y en un mismo caso, por ejemplo, mostramos c~mo los elementos se desplazan según las posiciones. LéviStra~ss ?rgamza de manera muy compleja mil mitos: busca los elementos s1gmficantes y recompone una enorme combinatoria.
Sujeto de la ciencia Pa.ra La~an, los informadores de Lévi-Strauss pueden escribir esta combmatona; pero ellos creen en estos mitos, en la eficacia de los ritos, de manera que, para volverse sujetos de la ciencia --como el mismo
5· [N. de E.] Lacan, J.,"La ciencia y la verdad", Escritos2, ob. cit., pp. 83 7-83 8: "Sea como sea, est~bl~z~o que toda tentativa, o incluso tentación en que la teoría corriente no cesa de remc1d1r, _deencarnar más allá el sujeto, es errancia, siempre fecunda en e~~or,Y como tal eqmvocada. Así encarnarlo en el hombre, el cual regresa con ello al
n1no".
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Lévi-Strauss-, deberían dejar de lado sus creencias, el consentimiento que dan a esas operaciones. . . . En ese momento, Lacan se refiere a la Gramáticadelasentimiento[An EssayinAid of a GrammarOf Assent],6 del Cardenal Newman? en la que este deseaba dar una prueba de la existencia de Dios compaoble con el discurso de la ciencia. Decía algo muy inteligente: para que 2 + 2 sean 4, ya Dios es necesario; en otras palabras, 2 + 2 nunca puede dar : ~in un salto, ya que eso no se puede deducir exactamente, y para efectlvizar la más simple deducción ya es necesario un Sujeto supuesto Saber. Y no es tonto, porque en algunos sistemas matemáticos 2 + 2 no su?1a 4; depende del encuadre de referencia. Newman decía que no podnamos pensar nada de no existir una intervención, es decir, el sostén de la potencia divina; finalmente, el puro significante no daría nada sin la intervención del Sujeto supuesto Saber. . ¿A qué apunta eso? La afirmación de Lacan según la cual el psicoanálisis actúa sobre el sujeto de la ciencia 7 es difícil de tragar, pues actuamos, por ejemplo, sobre Pedro, el paciente de Lizbeth, con ~u goce homosexual, sobre la paciente de Ricardo Selde~ con su an~rena transitoria, etc. Entonces, ¿qué tienen todos esos pacientes de su;etode la ciencia?Creo que hay que entender que la operación analítica tiene como finalidad liberar el sujeto de la ciencia en ellos; es decir, purificar, limpiar el sistema significante del cual dependen, y sacarlos del co~sentimiento que dan a este saber, a este sistema significante. Es decir, no es tmto que ya son esos sujetos de la ciencia, sino que el anál.isis sería realizar en ellos el sujeto de la ciencia; destacar, para ellos IIllSmos, la combinatoria de la cual dependen, y separarlos de todo lo que es el consentimiento, de su creencia en la operatividad. Diría que el psicoanálisis apunta a la realización del sujeto de la ciencia, y me p~rece ~~a definición lacaniana del final de análisis, apoyada en una considerac1on a su amigo Lévi-Strauss, según la cual el psicoanálisis no altera el sujeto de la ciencia, sino que apunta a su realización satisfactoria. 8
6. Véase ibíd., p. 841. . , .. 7. [N. de E.] Ibíd., p. 837: "Decir que el sujeto sobre el que operarnos en ps1coanáhs1s allí sin embargo d~nde no puede ser sino el sujeto de la ciencia puede parecer paradoja. Es_ debe tomarse un deslinde a falta del cual todo se mezcla y empieza una deshonesodad que en otros sitios llaman objetiva: pero es falta de audacia y falta de haber detectado el objeto que se raja. De nuestra posición de sujetos somos siempre responsables. Llamen a eso terrorismo donde quieran". . . 8. [N. de E.] Ibíd, p. 841: "¿Por qué, si le afirmo que nuestra praxis, le¡os de alterar
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También, el sujeto de la ciencia es un sujeto sin creencia· por ello Lacan problema tiza si este sujeto es un desengañado: puede ;ener alg; ~e _d~sengañado en el momento en que se produce una desinvestidura hb1d~~alde sus cosas más queridas. Para Pedro, por ejemplo, toda su re~ac10ncon el mundo pasa por la imagen del pene erecto: todo lo que le mteresa, tod~ lo q~e lo hace vibrar en el mundo es la imagen del pene erecto: ~e_PºQ_nadecir que ve el mundo a través del pene erecto. El final ~el anahs1s -si h~y uno en este caso- sería cierto despojamiento de esta imagen, que le hberaría cierta cantidad de libido o una libido mayor para ?tras cosas. Aunque por el momento está atrapado en esta imagen, pod~1aver que e~ efecto de la correlación del deseo de su madre y que ha sid_oel tr~ns~msor de la bronca de la madre; podría ver eso corno una comb~natona ~~gnificante, y encontrarse corno el sujeto de esa combinato~ia, despo¡andose de sus creencias y de su atracción imparable hacia esta imagen.
Lacan presenta una estructura que incorpora el significante del sujeto y el significante del goce en relación con tal estructura.
En definitiva, la cuestión es si este sujeto de la ciencia al final es solamente ~ desengañado,_ un errante que ya no tiene su anclaje en esas cosas; s1 lo que producimos con el análisis son sujetos sin anclaje. Cu~ndo los colegas de la IPA escuchan sobre el análisis lacaniano hacen 1~siguiente _crítica: "Ustedes producen sujetos peligrosos, por~ue no nenen ancla¡e y pueden adoptar cualquier posición". En este punto p~edo resumir la oposición entre estructura y desarrollo: el punto de Vista estructural destaca una articulación un orden . . ' ' un sistema, mientras que la perspectiva del desarrollo considera siern~re la mezc!a de elemen~os provenientes de experiencias y lugares disnntos. La formula reducida de la estructura es la siguiente:
Es la pura relación de un significante con otro. Pero este tipo de estruc~ra -que, de maner~ mucho más compleja, es el núcleo, la célula, 1~matnz de tod~ la combmatoria lévistraussiana o lingüística jakobsomana- es demas1a~o pobre para el psicoanálisis. Necesitamos complementarla con el su3eto y con el elemento reducido por Lévi-Strauss: el goce que le produce al sujeto su relación con esta estructura. Por eso
al sujeto. de la cie?:ia del que únicamente puede y quiere saber, no aporta de derecho mnguna mtervenc1~n que no tienda a que se realice de manera satisfactoria, precisamente en el campo que le mteresa?".
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Es lo que Lacan ha llamado "discurso", es decir, la estructura completada con dos elementos que no figuran en ninguna combinatoria antropológica, matemática o lingüística; una estructura, porque no representa ningún desarrollo. Y finalmente, lo ha tomado como la estructura misma del inconsciente; lo ha llamado discurso del amo; pero, según él, es a la vez la estructura misma del inconsciente: arriba, la pura estructura significante, y debajo, la posición del sujeto: por un lado, sus modalidades (S) -como cuando hablamos de la incredulidad al pensamiento, en el caso que presentó Héctor Gallo; eso ubica en el S las modalidades de si le cree o no le cree, etc.-, y por otro, los productos de goce que obtiene con relación a esta estructura significante. Lacan logra formularlo así en los años setenta, pero a partir de las preguntas de este último texto de los Escritos.
Estructura lingüística-estructura clínica Ahora bien, ¿cuáles son las estructuras vigentes en el psicoanálisis? En el momento del Seminario4 y del Seminario5, hay dos referencias estructurales esenciales de Lacan: primero, la estructura del lenguaje, que él elabora a partir de Jakobson como la metáfora y la metonimia, fundamentada -para simplificar- en la distinción entre significante y significado. Y segundo, la estructura clínica que es -vamos a decir a partir de Freud-la articulación entre el Edipo y la castración. Entonces, en la perspectiva que he querido tomar hoy, todo el problema de Lacan en el Seminario4 y el Seminario5 es relacionar la estructura lingüística y la estructura clínica; es lo común en esos dos seminarios. Es de_cir,un esfuerzo para pensar la estructura clínica en términos de lenguaJe, tratando de reformular los fenómenos clínicos en términos de lenguaje y, podemos agregar, en términos de comunicación. Es lo que hago a~ora, por ejemplo, cuando estoy en el pizarrón diciendo "de un lado el ~u¡eto, del otro lado el campo del Otro", pues utilizo la estructura mímma de la comunicación: la relación entre el sujeto y el Otro. Cuando digo que en el caso presentado por Héctor Gallo el sueño ilustra que al estar 441
ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998) JACQUES-ALAINMILLER Con eso, sin entrar en detalles, pues no hay más tiempo, ustedes obtiefrente a la madre durmiendo la respuesta del sujeto es la erección del pene, estoy articulando el sueño como fenómeno clínico en términos de lenguaje. Continuamos por la vía de Lacan. En este sentido, el seminario La relaciónde objetotrabaja la reformulación del fenómeno genital en términos lingüísticos. Allí surge la invención de Lacan, el falo, ubicado entre significante y significado. Reformula lo genital de Freud en términos lingüísticos; ubica el estadio genital entre significante y significado. Y Lasformacionesdel inconsciente, el Seminario 5, es la elaboración lingüística del Nombre del Padre. No voy a mostrar cómo lo hace, pero es a partir de la estructura del lenguaje como deduce la posición del falo y del Nombre del Padre. Finalmente, en el Seminan·o5 encontramos la formalización gráfica de lo que Lacan elabora en el Seminario4. La clave del Seminario4 la van a encontrar en el Seminario 5, en la elaboración del "esquema R", que figura en su texto "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis". 9 ¿Cómo elabora esta estructura? Bien, él tiene su esquema anterior, que integra el estadio del espejo a la relación del sujeto y el Otro. Tiene el esquema Z, que podemos escribir así:
s ······ ...
a
············ .... ·••··•···•·· ....
·····...A
a'
En este esquema, la relación entre el sujeto y el lugar del Otro está barrada por la relación imaginaria; en consecuencia, para que se establezca la relación simbólica, la comunicación simbólica, es necesario franquear la relación imaginaria. ¿Cómo construye Lacan su estructura clínica? La construye a partir de ese esquema de doble comunicación, imaginaria y simbólica. Así, ubica el falo (cp)en el lugar superior izquierdo; ubica el padre (P) en el lugar del Otro, y desdobla la línea a-a' mediante una línea imaginaria que repite a-a', pero como i--m,imagen y yo, y una línea simbólica donde pone a la madre (M) -como objeto simbólico fundamental- y al niño -pero simbolizado como ideal (I) -.
nen su esquema R:
&quemaR
A IL--------~p
. un doble de la estructura . 1 . Bieil' construye la estructura clínica c~mo de la co~unicación, simbólica e ima~nana, y ~on :s~ orgamza i::er~~a cipales datos del Seminario4 y .ade~as ~el-!~~=ª::U~ r:c::r;ormaliza psicosis de Schreber. Es un e¡emp o rap1 l' .., ti a de la comunicala estructura clínica a partir de la estructura m~1s S~no considera esto ción; es realmente su modo ~e pensar en esos anros~econstata un desfasuficiente y si elabora otro npo de grafo, es po qsar de que se pueden se necesario entre esas dos estructuras que, a pe . , del grafo d' . E la clave de su construcc1on :ur;~r::~;~t¡aj~~::·1a ::;:ctura del lenguaje, arriba la estru ctura propiamente clínica.
Estructura clínica
Estructura del lenguaje
d e,rnir en el Seminario5, aunLo que lo conduce a esto lo po emos s i:,l ~ d ble nivel que es difícil, pues en el primer trimestrle presenta; q~: ~: r;alidad es 1 do trimestre presenta e esquema ' . y en ~ seP~otro lado como la presentación es algo retorcida, necbes1tal anterior. ' . . , omento descu re a comentario para ser orgamzada. Pero cen que m :cesidad de los dos niveles? Precisa~ente con el caso Schrel~~~· que Schreber habla, tiene la palabra, nene un uso muy comp J
c1:~:
9. Véase Lacan,J., "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis", ibíd., p. 534.
443 442 '¡
1 ,.
JACQUES-ALAINMILLER palabr~,,Y sin em~argo no realiza la estructura típica del Edipo y de la castrac10n. Es decir que hay una independencia entre esas dos estructuras; no se pueden confundir. De esta manera, Lacan distingue dos niveles de funcionamiento y dice que la psicosis únicamente tiene acceso al nivel i~ferior del grafo; está ubicada en la estructura del lenguaje, pero no realiza la estructura clínica desarrollada.
ESTRUCTURA,DESARROLLOE HISTORIA (1998)
Y solamente por eso se puede dec~r de un psicótic,o que ~ene ac~es~ al gran Otro como lugar del lenguaJe, pero que esta forclrudo el significante del Otro como lugar de la Ley. Y lo que Lacan llama Nombre del Padre (NP) es el gran Otro como lugar de la Ley. Eso ya implica un desfase entre las dos estructuras.
Nombre del Padre
Lenguaje
¿Cómo lo explica? Mediante su definición del Nombre del Padre· repito lo que hay en los Escritosy que él dice en el SeminarioS: "El Nom~ bre del Padre es el significante que en el Otro, en cuanto lugar del significante, es el significante del Otro en cuanto lugar de la Ley". 10 Vamos tranquilamente; distingue dos estatutos del gran Otro: por un lado, es el lugar del significante, es el gran Otro que corresponde a la estructura del lenguaje, que contiene los significantes y todo lo que se puede hacer con eµo~. Pero, además, en el lugar del significante, del Otro como lugar del s1gruficante,se debe inscribir el significante del Otro en cuanto.lugar de la Le~. Lo. re~res~ntamos ~sí: _elgran Otro como lugar del significante debe mclrur, el rrusmo, el s1gruficantedel Otro; es decir, debe ser como un conjunto de Russell, como el catálogo que se contiene a sí mismo. ~efine el Otro dentro del círculo como lugar de la Ley, y el Otro exterior como lugar del lenguaje:
S(A) Lo interesante es que cuando Lacan continúa su reflexión, en un segundo tiempo, en el mismo Seminario S, considera que este significante nunca se inscribe verdaderamente; que siempre en el lugar del Otro falta el significante que lo redobla en lo interno, es decir, que el gran Otro no es un catálogo que se contiene a sí mismo, sino el catálogo de todos los catálogos, donde él mismo no se inscribe. ~ás exac~ tamente: es el catálogo de todos los catálogos que no se contienen a s1 mismos. Por eso vemos en el SeminarioS la invención del gran S(A),el gran misterio lacaniano, que ya implica una relativización del Nombre del Padre:
Lenguaje
A
~so implica ya dos niveles: el nivel del lenguaje y el nivel de la Ley; el mvel de la estructura del lenguaje y el nivel de la estructura clínica.
. .10.[N. de E.] Ibíd., p. 564: "Termino en el que culmina el proceso por el cual el s1gruficante se ha 1desencadenado' en lo real, después de que se abrió la quiebra del Nombre-d~l-~adre -es decir del significante que en el Otro, en cuanto lugar del significante, es.el s1grnficante del Otro en cuanto lugar de la ley". También en Lacan,J., El seminario, del_incons_cimte, ob. cit., p. 202: "El padre es, en el Otro, el signifiLibro5, Lasf11rmanones cante que representa la eX1stenc1adel lugar de la cadena significante como ley. Se coloca por así decirlo, encima de ella". '
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G
No es solamente al final de su enseñanza cuando Lacan va a hablar de los Nombres del Padre, para mostrar que hay varios. Ya en el SeminarioS inventa S(A);es decir, que hay un agujero en el Otro en el nivel de la Ley. Y cuando construye su grafo en dos niveles, en el primer nivel ubica el Otro, y en el segundo el S(A),como respuesta final que se puede obtener:
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JACQUES-ALAIN MILLER ESTRUCTURA, DESARROLLO E HISTORIA (1998)
Eso, para ir muy rápido, es el esbozo de toda la construcción de Lacan a lo largo de estos dos seminarios: referir la estructura clínica fundamental a la estructura del lenguaje lo conduce a la lógica y a una dialéctica entre el A completo (A) y el A tachado (A). Esto lo inspira la convicción de que el lugar del Otro nunca se cierra totalmente; que se completa solamente con el significante de una falta que lleva inclui-~s probablemente su reflexión sobre el teorema de Godel-. ¿Qué implica todo ello? Que hay siempre una dimensión de la verdad de la cual no se puede dar demostración. Es lo que, en resumen, demuestra matemáticamente Godel: que en un sistema dado, si es suficientemente rico, hay siempre proposiciones verdaderas que no se pueden demostrar; es un sistema donde se sabe que hay algunas proposiciones verdaderas, y se sabe, a la vez, que el sistema no tiene los medios para demostrarlas. Es muy llamativo, porque es la demostración de una hiancia entre la demostración científica de una verdad y la existencia de una verdad.
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Lacan no fue el único en apasionarse por el teorema de Godel; también lo hicieron todos los cardenales Newman nuevos, pues dijeron: "Sí, las verdades religiosas son de este tipo". Por ejemplo, cuando yo estudiaba filosoña y quise saber sobre el tema, encontré lo único que había en francés --casi todo tuve que leerlo en inglés-: una enorme tesis de un profesor de la universidad católica de Lovaina, Bélgica; era una tesis muy seria sobre Godel, que se podía leer de la primera página a la última. Recuerdo haberle comentado a Derrida -que era mi profesor en esta época- que el libro termina discretamente con la inclusión de las verdades religiosas en este lugar que Godel libera. Es una tesis que se publicó en 1958, el mismo año del SeminarioS de Lacan ... hay algo de histórico en eso. El interés que Lacan le encuentra -pues construye el S(.A)en toda la última parte del SeminarioS- es que le sirve para mostrar que siempre hay algo que se escapa a la verificación. Eso no está en el Seminario 5, pero me he dejado llevar hasta eso. Quizás lo desarrollaré este año en mi curso. Me parece que, de la misma manera que Lacan ubica la
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estructura con varios lugares donde circulan elementos, es decir, c~mo una combinatoria, hay dos lugares destacados que se pueden combmar en la clínica: la oposición entre lo verdadero y lo real. Creo que es como una nueva edición de esta problemática del S(A). Para terminar el tema sobre el desarrollo, diré que queda, clar~~ente un residuo del desarrollo en el pensamiento de Lacan, pero IDimmo y ~structural: en el Seminario4 muestra que el sujeto debe pasar del régimen del deseo de la madre al régimen del Nombre del Padre; ese es el residuo del desarrollo. Lo demuestra, por ejemplo, en el caso del pequeño Hans: él vive bajo el dominio de_ldes_eo~e la madre, en un mundo donde lo más importante es el falo tmagmano de la madre, que busca por todas partes, que lo hace vivir en un mundo ilusorio; y se trata de pasar al momento en que el falo se fije simbólicame~te, con _lo~~e su mundo va a poder tener paredes, techo, etc. Va a sahr de la tlus1on imaginaria. Se puede decir que lo que queda del desarrollo en Lacan es este punto: hay un antes y un después de la metáfora paterna; p~ro es un desarrollo dominado por la estructura. Es decir, la estructura nene una necesidad, y se trata de realizar esa estructura de metáfora paterna a lo largo de la vida del sujeto. . . Lo interesante es que para Lacan la ps1cos1s-no lo puedo desarrollar en este momento- no es una cuestión de desarrollo, está fuera del desarrollo. Es la falta de un significante de una vez por todas, y nada de la realidad tiene incidencia. Es casi trascendental, decían las personas que objetaban a Lacan; y es verdad, para él no ha~ un d~sarrollo ~ue conduzca a la psicosis; esta se refiere a una falta pnmord1al de un significante, y nada de lo empírico es suficie~te para dar cuenta de esto. En la perversión se trata de otra cosa. S1pensamos en la homosexualidad masculina, por ejemplo, el sujeto tiene el Nombre del Padr~, pero queda la identificación fálica, queda el goce supuestamente pregemtal. _Es decir Lacan sí hace consideraciones sobre el desarrollo en las pervers10nes: ~l empezar el Seminario4, tenernos muchos ejemplos de perversiones referidas a accidentes del desarrollo, a detenciones del desarro~lo: que el sujeto no ha dejado un goce, ~ª, identificación que habría de~1do dejar.Todo esto para decir que la cuesnon de _estructuray desarrollo nene muchos matices y muchos niveles para traba¡ar. Verdadero-real Pasamos a la oposición que quería hacer entre lo verdadero y lo r~~l. Me parece que eso no puede dar una clínica en la línea del S(A); dma
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que para el neurótico todo su sufrimiento está en relación con la verdad Y c_onun querer saber la verdad. Cuando uno piensa que el paciente no qmere saber l_averdad, se pregunta si es un análisis. En esta perspectiva, la verdad es cierto sentido, un sentido al cual uno adhiere, que uno confirma; es un sentido atribuido a lo real. Por eso, si uno admite la última definición -totalmente radical- de Lacan sobre lo real, según la cual lo real es lo que no tiene ningún sentido, la verdad es siempre un error 11 sob~e lo real Entonces, si lo real es lo que no tiene sentido, la verdad es siempre un engaño, es siempre una trampa, es siempre un error sobre lo real; la verdad es como un velo sobre lo real. Por ~u~uesto, la noción de que lo real no tiene sentido es algo totalmen_te limite, es un concepto paradójico, porque ya esta frase tiene un sena~o. Pero me parece que para ubicar neurosis, psicosis y perversión, podnam~s partir ~~ la fórmula que conjuga lo real (R) y el sentido (s), dond~ la_1,ntersecc1?n entre los dos está vacía. Me parece que esta es la trascnpc10n de la formula de Lacan: R íl s = 0. Si hacemos de lo real un conjunto Y del sentido otro conjunto, no hay intersección entre los dos· ' la intersección está vacía:
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s
Esto traduce la frase de Lacan: "Lo real no tiene sentido". Podemos decir ~ue aquí vemos la diferencia entre neurosis y psicosis: el psicótico se mteresa mucho más por lo real y el neurótico se interesa mucho más por el sentido y la verdad. El psicótico está confrontado a lo real sin el velo de la verdad y busca explicaciones de tipo científico a partir
~ l. ~- de E.] L~~an,J., El seminario,Libro23, El sinthome,ob. cit., pp. 62-63: "Todo st e_ o i_mphcauna ~oc10~ de_lo real. Por supuesto que es preciso que la distingamos de lo si~bolico Y de lo unagrnano. Lo único molesto -es oportuno decirlo, pronto verán por que- es que _eneste ~sunto lo real produzca sentido, mientras que si ustedes profundizan en lo que qwero decir con esta noción de lo real, parece que lo real se funda en la medida en que no tiene sentido, que excluye el sentido, o, más exactamente que se decanta por ' estar excluido de él".
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del manejo sin sentido del significante. Por eso Lacan dice que muchas aventuras científicas no están en el encuadre del Edipo; dice, por ejemplo, que la aventura científica de Cantor está totalmente del lad~ psicótico; que el psicótico tiene que hacer con lo real fuera del sen~?º' y ello lo obliga a un intenso trabajo intelectual, que no logra. :ªn_ib1en e? la literatura: Joyce finalmente busca una salida en el maneJo sm sentido del significante. En cierto modo, el psicótico no sabe h~cer con la verdad como un neurótico, que se sirve de ella, de los sent1dos, de los efectos de significaciones, para continuar con su pequeña vida. Para el neurótico, entre el sujeto y lo real se interponen la verdad y el sentido, y sabe jugar con la verdad, como un instrumento con el ~ue hace lucir tal cosa o tal otra, que se desplaza y que le produce enganos, búsqueda, hallazgos, goce, etc. Casi podemos decir que el sujeto hi_stérico -que es la posición subjetiva por excelencia- está instalado en la mtersección vacía. La posición histérica está definida por el sentimiento de la falsedad de la verdad, de los sentidos, de todo el lenguaje con respecto a lo real, y a veces con un gran sufrimiento de la falsedad de s~ propio _s,er. Es decir que el sujeto histérico experimenta el vacío de esa mtersecc10n, y no puede remitirse al cuerpo, porque tampo~o e~e cuerpo se _leaparece como real. El cuerpo se le aparece como imagmano y depe~die~te de la circulación del sentido. Por eso Lacan puede decir que la histena es una experiencia sin fe de la verdad, de la verdad como semblante. 12 Por otro lado, se podría decir que el obsesivo tr~ta de trans~ormar · algunas indicaciones en algo real; trata, con el sentido, de fabncar lo real. Una obsesión es algo así, algo que no se puede quitar de la cabeza; es como un sentido vuelto real, si puedo decir. Estoy tratando de ver si funcionan estas categorías, estoy dando intuiciones más que cosas construidas. Lo divertido, para mí, es que esto daría una nueva ubicación a la mujer fálica -en cuanto mujer con pene-, porque es una figur~ que emerge en casi todos los análisis que han llegado a un punto sufic1en~emente avanzado; es como si cada analizante, en algún momento, tuviera que hacer sus homenajes a la gran figura de la mujer con pene; es como la gran diosa del psicoanálisis. Es lo que comenta Freud: la gran
12. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario,Libro18,De un discurso quenofuera delsemblante, oh. cit., p. 142:"De este modo, no es donde se cree sino en su estructura de sujeto donde la histérica[ ... ) conjuga la verdad de su goce con el saber implacable que ella posee de que el Otro apto para causarlo es el falo, es decir, un semblante".
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Diana de Éfeso. 13 Y casi se podría decir que un análisis es necesariamente incompleto si el sujeto no ha arreglado sus relaciones con la mujer con pene. Pero es peligroso hacer proposiciones universales sobre esto. Me parece que es la figura que encarna la mentira de la verdad, que precisamente encarna la Verleugnung, el decir que no a la castración, a la castración como lo que no permite la existencia de la proporción sexual. ¿Qué significa esto?, ¿qué nuevo sentido podemos dar a lo que Lacan dice se la inexistencia de la relación sexual, de la no existencia de la proporción (mpport)sexual? La relación sexual, como programada, existe del lado de lo real: biológicamente se necesita, para la reproducción, de algo masculino y de algo femenino. No podemos decir que se necesita a un hombre y a una mujer para la reproducción; es suficiente algo extraído de ellos. Son suficientes el espermatozoide y el óvulo, que en cierta medida son sujetos de la ciencia. Pero en el nivel de lo real, está constituida la relación sexual. Por otra parte, se podría decir que la relación sexual existe también en el nivel del sentido, en la medida en que se le puede dar un sentido sexual a todo lo que se dice. Lo sexual es el resorte mismo del sentido; por eso las cosas siempre se pueden interpretar en términos sexuales.
No verificable Me parece más interesante decir que la relación sexual existe, por una parte, del lado de lo real, y que existe, por otra parte, del lado del sentido, pero que la intersección está vacía. En este nivel falta algo: entre la relación sexual real y la relación sexual semántica, hay un vacío. Es decir, no hay verdad de la relación sexual, y la relación sexual entre los seres hablantes nunca puede ser verificada. Y he encontrado una frase de Lacan que lo dice: "La relación se establece solamente de no ser verificable";14 o sea, la relación sexual se establece en cuanto no verificable. ¿Qué sería verificable?, ¿cómo podría ser verificable la relación sexual si no hubiera castración? Estos problemas de pene que aparecen
ESTRUCTURA, DESARROLLOE HISTORIA (1998) , . hubiera este déficit esencial, · no aparecenan s1 no . . 1 f 1 . o hubiera este predowmo en los casos elímcos . .d loca de ser e a o, s1n l si no hu b iera esta 1 ea l h .mposible la relación sexua de la emergencia del falo como o qu~o ª:r ~éctor Gallo, por ejemplo, con el Otro sexo. caso prr:taio ó~ ano lo que le impide al sujeto g l falo no permite la verificaclaramente es la relacion con e pd ~ ., 1 Otro sexo· es ecir que e la re !ac10n con e ' . . , ue u·ene la pareJ·a-síntoma ·, 1 La úruca re 1ac10nq , ción de la re lac10nsexua : G 11 1 órgano mismo para el sujeto; del caso expuesto por Hect~r , a o, es e su propio órgano es su pare¡a~sdmt~mfi a .. , f·~11·ca está del lado del sen1f lo la 1 enn 1cac1on a.i , Claramente, ser e a ' bl figura así en los casos que . d d eal es un sem ante y ado la escenificación, la puesta en escena tido, no ~ene ~a a e r d' hemos visto. L1zbeth ha estae 1 .ta es la nu·rada el ver el pene ' e lo que o exc1 en el caso Pe dro, y se ve qu bl l ci'o'n de un semblante, una lm sem ante, a erec erecto; es rea ente un 1 . d Héctor Gallo, este semblante es imagen semblante. y ~arte ~uietr e lo precipita a gozar del órgano. la relación entre la muier odmtay ohq~e el reconocimiento de lo impo. , ir e esto acia Para temunar, quena , . del fenómeno. En otras sible al final del análisis: el acceso a la logica l disyunción . 1 fin l d l álisis como un acceso a a palabras, defin1t e a e dan. l a'cter no verificable de la rela1 tido· es ec1t a car entre lo rea1y e sen . ' 1 1 d l análisis es como pasar de la ción sexual. Lac~n die~ q~~ e a , e decir que es pasar de lo neceimpotencia a lo imposible; yo .quern~ dnu·n·r la contingencia, bajo . · , de la connngencia, a · , ·sano a la aceptac1on l .d Un sujeto que no busca mas fa disyunción entre lo realdy e. senn que le pasa sería también un encontrar la figura de su estmo en . º., , pado de la repenc1on. , sujeto que h ab na esca d to y resumirlo resulta, ademas, No he terminad?, de armar to o _es ula del fantasma según la difedifícil. Quería tamb1en ~resentar la la fórmula del fantasma da el renda entre real y senndo: pdorun a º'¡ 1·eto y la manera como los . . . d 1 verda ero para e su ' prmc1p10 e o que es . l d d rr. bién la fórmula del fantasadID1ten a ver a . 1.am • 16 sujetos reconocen y ·¿ d l quifait sensde lajouissance-, ma indica lo que hace sentl o e goce -ce
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13.Freud, S., "¡Grande es Diana Efesia!", Obrascompletas, vol. XII, ob. cit. 14. [N. de E.) Lacan,J., "El acto psicoanalítico", Otrosescritos, ob. cit., p. 400: "Reduzcamos entonces el acto psicoanalítico a lo que deja a aquel al que alivia lo que para él puso en marcha: le queda denunciado el goce, privilegiado por comandar la relación sexual, se ofrece con un acto prohibido, pero para enmascarar que esa relación no se establece sino por no ser verificable al exigir el término medio que se distingue por faltar allí: lo que llamamos haber hecho de la castración sujeto".
r" ibíd
. 577: "Se trata en el psicoanálisis de elevar
15. (N. de E.) Lacan,J., ... o peo ' ., P l . 'b'lidad lógica (la que encarna . . · d I zón del fantasma) a a imposi 1 la impotencia (la que ª ª ra . · XIX" El seminano Libro 19, ... o "R seña del Semmar10 , ' e peor,oh. cit., P· 239. , h fi 'a entre "sentido" (sens)y la terminación de 16. (N. de E.) En frances,. hay . oru d 'da como goce-sentido. Véase Lacan,J., De ahí la escnturaJouts-smr, tra ua "goce" (-ssance). "Televisión", ibíd., P· 543. lo real)". También en Lacan, J·•
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lo que tiene un sentido en el goce del sujeto. Y creo que se podrían utilizar en esta dirección los casos que hemos visto. He dicho que la fórmula del fantasma es como el materna individual del neurótico, pero quiero insistir también en su carácter artificioso, dependiente de la experiencia analítica; ir de esto a la dificultad que los analistas tienen con el análisis, con el acto analítico -como dice Lacan-, y definir el deseo del analista como algo muy distinto del deseo de saber, que no funciona como tal; el deseo de saber es para el' analizan te. El analista no se debe conducir por el deseo de saber, por la curiosidad; en los casos de psicosis, si uno quiere saber demasiado produce catástrofes. Quizás el deseo del analista sea inverso al deseo de saber -no estoy demostrándolo, solo lo enuncio-, y todo el problema consista en cómo restablecer en el analista el deseo de saber, para que no muera el psicoanálisis, si puedo decir.
Discúlpenme por haber dejado algunos enigmas transitorios en esta última parte.
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Discusión
Participante:Usteddecíaque el sujetoes el lugar vacíodondese inscribenlos efectosde sentido;si en el análisisse van agotandolos sentidos,el sujetoJe va convirtiendoen efectosde no sentido,va quitándoseel velo engañosode la verdady va quedandofrente a lo real,¿esotieneuna lógicaque llevaa que el sujeto,ante la imposibilidad de lossentidos,se vuelvaunafunciónmatemática? ¿Cómose da esepasode la imposibilidad a lafunción matemática?
¿_C::é>n1°ve_oel problema político del psicoanálisis? Como reponer al analista en una posición de arializante con respecto al Sujeto Sllpl,!~S!_Q Saber. Por eso estoy haciendo conversaciones, seminarios de il}.yt:s.tig\1ción ... , para finalmente reponer a los analistas, entre los qu~ m_~.rn~nto, éñla posición analizante, que va en contra de la posición del analis_tael} el discurso analítico. Eri el discurso analítico el analista no tiene deseo de saber, no debe tener deseo de saber, su operación necesita otra cosa; pero fuera del análisis, no debe transportar su propia oclusión al saber, sino al contrario: fuera del ejercicio analítico debe hablar, buscar, mosdecÍrio=-~ c~eoque' trar sus fallas -a ve~es~~ el análTsismismoJ:íay Jifriiimpedir a los analistas transportar afuera la posición an~g~-c-~ ..9~ ~enén en el discurso analítico se necesita una fuerza muy potente: la Escuel¡i. / · ··-·--- ·---~-
JACQUES-AulNMILLER:Mediante el análisis, uno termina por realizar exhaustivamente las posibilidades combinatorias, como el puzzle que vimos. Pero al revés del juego, que tiene veintiún trillones de combinaciones posibles con esos pocos significantes -dieciséis posiciones sobre un plano-, hay menos significantes esenciales para un sujeto. Lacan lo dice en el caso del pequeño Hans, que trabaja en el Seminario 4: el niño prueba todas las soluciones posibles, y solo cuando las ha realizado exhaustivamente surge como una demostración de lo imposible. Esto es lo que retoma del caso del pequeño Hans en sus Escritos,en un párrafo de "La instancia de la letra ... ", donde resume la meta de su ,seminario: dice que el pequeño Hans prueba todas las combinaciones posibles hasta que debe reconocer lo imposible. 17 Bien, hay algo de esto en el análisis, pero se puede decir que nunca vamos a realizar hasta la combinación número veintiún trillones, sino que en determinado momento se desiste. Hace varios años presenté una consideración sobre el pase, que publiqué solo hace poco y que propuse también en Buenos Aires; decía que el pase, es decir, la fase final del
, La Escuela debe ser el instrumento para animar al analista a reto- , mar una posición de analizante con respecto al saber. Y por eso estoy a favor de la Escuela. Creo que es necesaria. Pero no una Escuela de la ' infatuación, sino una Escuela de la insatisfacción. Prefiero una escuela histérica, que quiere saber y que por eso hace trabajar a los supuestos maestros para que produzcan un saber. Y, finalmente, han logrado hacerme trabajar por dos días, pero felizmente ustedes mismos también han trabajado, de tal manera que hemos realizado algo del espíritu de la Escuela en Colombia estos dos días. Gracias. Me disculpo por haber armado algo ni fácil ni completo. Por lo menos, creo que durante las horas anteriores han entendido casi todo.
17. [N. de E.] Lacan,J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud", Escritos1, ob. cit., p. 500: "Así es corno, para colocarlos en el punto preciso en que se desarrolla actualmente en mi seminario mi comentario de Freud, el pequeño Hans, a los cinco años abandonado por las carencias de su medio simbólico ante el enigma actualizado de repente para él de su sexo y de su existencia, desarrolla, bajo la dirección de Freud y de su padre, discípulo de este, alrededor del cristal significante de su fobia, bajo una forma rníúca, todas las permutaciones posibles de un número limitado de significantes. Operación en la que se demuestra que incluso en el nivel individual, la solución de lo imposible es aportada al hombre por el agotamiento de todas las formas posibles de imposibilidades encontradas al poner en una ecuación significante la solución".
La Escuela
qüe"
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análisis, es como un teorema de posibilidad que necesita una demostración, tal como el teorema de Fermat, que se formuló primero como conjetura, antes de poder ser demostrado tres siglos después. 18 Todas esas son metáforas matemáticas para tratar de ubicar dónde está la satisfacción del sujeto al final del análisis; no la satisfacción terapéutica, que es anterior. Precisamente, el pase es para un sujeto que va más allá de la satisfacción terapéutica, hacia otro tipo de satisfacción. Puede ser una satisfacción combinatoria, más allá del bienestar. ¿Cómo surge la convicción o la demostración de que no hay un más allá? Es por eso que tratamos con la idea de exahustividad; por eso he comparado el final del análisis con el invento del número infinito de Cantor. Tenemos la idea de infinito a partir, por ejemplo, de la cadena de los números enteros: 1, 2, 3... al infinito; pero estamos obligados a caminar. Hasta que llegó Cantor e inventó un significante nuevo: el Aleph-0, el cual e~ prodigioso como idea, pues permite operar sobre el infinito potencial de la cadena de los números enteros como un conjunto cumplido. Entonces, comparé el final del análisis con el invento de un significante nuevo que le permite al sujeto considerar que ya no necesita enumerar uno por uno sus significantes. Pero todavía la captación de lo que ocurre, que debe vincular al mismo tiempo el invento del significante nuevo con el efecto de goce que se supone, es insatisfactoria. Y cómo se vinculan sigue siendo, no voy a decir un misterio pero sí una hiancia; la solución puede ser tomar esta hiancia como tema, y esto es lo que estoy tratando de hacer con esa oposición entre lo real y el sentido.
JAM: Lacan deja este problema entero; es decir, apunta al vaciamiento del sujeto de su creencia, del peso de sus investiduras libidinales, de sus ideales, etc. Pero justifica muy bien la pregunta: ¿qué del cuerpo, qué del goce, una vez solucionado, vaciado el sujeto, una vez realizado el sujeto como sujeto de la ciencia? Esa es la cuestión más allá del análisis: qué vida pospsicoanalítica, qué vida postanálisis. Como dice Lacan, hay más de una consecuencia posible del final de un análisis. Por ejemplo, el precio de los encuentros: si el sujeto está desprendido de la repetición -un sujeto de la ciencia supuestamente lo está, porque puede inventar el número infinito, que no existía antes, que no es repetir un saber anterior-, también conoce el precio de la contingencia. No se queda en su habitación, se puede decir, porque espera algo nuevo, espera un shocky sabe que lo nuevo es posible, que no hay ninguna diosa malediciente que barra lo nuevo. Esa diosa es la repetición, que lo hace experimentar a uno siempre lo mismo. Imaginamos que un sujeto desprendido de la repetición sabe que lo nuevo es posible, y por eso multiplica, se abre a lo nuevo, y no espera la verificación de la relación sexual. Sabe que nadie le va a dar el príncipe azul o que el ideal mismo del príncipe azul cae; que nadie le va a dar La mujer única -a no ser que sea homosexual y haga un buen encuentro, pero tampoco será el esencial de su vida-. Hay sujetos que lo saben de entrada; que no parecen neuróticos. Por ejemplo, esta mañana, tomando el desayuno, leía con mucho interés en el diario El Tiempolas declaraciones de una reina de belleza a quien le habían dado la portada de "Carrusel". 19 Encontré a esta chica realmente de tan buen sentido, que no debe ser neurótica; decía que no esperaba el príncipe azul, sino lo que pudiera obtener. ¡Un buen sentido admirable! No he traído la entrevista porque no pensaba citarla, pero es del diario de hoy. Bien, casi lo mejor que se puede esperar de un análisis lo tiene una chica de 22 años, reina de belleza ... y además el análisis no podría hacerla reina de belleza.
Parti~pante:Q~isieraalgunapalabrasuyaque me ayudaraa pensaralgocon relacwna estaformula que ha evocadohoy:elpsicoanálisis apunta a la realizacióndelsujetode la cienciacomouna definicióndelfinal deanálisis.Pensaba qué cuerpohaypara estesujetode la ciencia,retomandoalgunaideaque usted planteóel día de ayer,conrelaciónal individuo.
18. [N. de E.] Miller,].-A., "El analista síntoma", Conferencias porteñas,tomo 3, Buenos Afres, Paidós, 2010, pp. 42-43: "El pase ya supone la objetividad del resultado, la comurudad de pensamiento sobre el final del análisisy, en el límite, cierta demostración de una especie de teorema de salida del análisisque se presenta, primero, como una conjetura matemática que después se propone a cierta comunidad, para una especie de demosn:ación, de verificación. Nosotros mismos no percibimos todo lo que hay de lenguaje log1coen eso que a otros puede parecerles un sueño de lógica".
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Participante:Ustedha subrayadohoylaposicióndelanalista,en cuantoanalista, comoajenaal deseodesaber,por oposición al miembrode la Escuela,a quien el deseodesaberlo constituiría;en estesentido,opondríalaposicióndelanalista a la del analistaen la Escuela.Me surgíauna preguntaque me parecedifícil
19. [N. de E.] Revista de variedades que circula semanalmente con el mencionado diario.
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deconjugaren estalógica;se trata de una tesisque en algú,nmomentoustedha subrayado:es la de considerartodoanálisiscomouna investigación,el análisis mismocomouna investigación.Me preguntaba,en esesentido,cómoadelantar una investigaciónsin el deseode saber... JAM: Aquí no he podido desarrollar mi construcción -en Buenos Aires he h:¡blado un poco de esto-, solamente mencioné los puntos. Se supone que el deseo de-saber lo tiene el analizante: el deseo de saber leer su inconsciente, de saber leer los fenómenos de su vida, que tiene algo para descifrar, que tiene algo para construir, su fórmula vital y mortífera. Normalmente, se trata de despertar en él el deseo de saber. Viene con el pedido de cura, entonces, ¿cómo despertar en él el deseo de saber? Es el problema de un sujeto como Pedro, a quien lo que le interesa no es el problema de saber la verdad, sino más bien el saber hacer, parece.
Participante:¿Es posiblehaceruna equivalenciaentre el vacíoque hay entre el realy el sentidoconelfalo y lo imaginario?Lo digoporquetambibt hay un vacíoen hacertoda una construcción sobrelo que sería el sentidofálico de un sujeto... JAM: El falo parece poco real, hay que decirlo; se introduce en todas esas historias como imagen, como semblante, como anhelo, como principio mismo del sentido, como respuesta final; por ejemplo, en la iniciación mística de Eleusis, en Grecia -a la cual Lacan alude en su texto "La significación del falo"-, se dice que la revelación final era el pene erecto, el falo, como última respuesta. Es decir, si es un real, es un real totalmente con sentido; el falo es la cosa a la cual se ha dado más sentido en el mundo, más representaciones; y cuanto más y más sentido tenga una cosa, menos y menos real es. Lo veo así en la definición que utilizo actualmente de lo real y del sentido. En el mundo antiguo, el cosmos tenía muchísimo sentido; solo se ha vaciado el sentido a partir del momento en que lo hemos matematizado. Pero cuando tenemos una fórmula matemática, no sé si tenemos totalmente lo real; me parece que no da confianza. No sé si un real va con la ley. Quizás ya no da para lo real verdadero. Voy a tratar de hacer funcionar la diferencia entre lo verdadero y lo real como un algoritmo, repasar cada uno de estos fenómenos y ver cómo se separa el sentido de lo real. Cuando Lacan toma el algoritmo de Saussure, que consistía en separar el significante del significado, su enseñanza adquiere enorme fuerza. Entraba en el psicoanálisis dicien-
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do: de un lado el significante y de otro el significado. Y entonces e~pene se transformaba en significante, el hombre en significante, la ?1u¡er en significante, al igual que el padre, la regresión, el fantasma mismo -en el Seminario5 muestra la naturaleza simbólica del fantasma, porque hay escenarios, hay un relato-. Este algoritmo le da ~a fuerza a su primera enseñanza. La cuestión es si podemos hacer func10nar de manera algorítmica la diferencia, más compleja, entre sentido y real. Lo est~y es_tudiando a partir de una indicación de Lacan de los últimos s~mmanos, que permite reformular algunas cosas de la clínica de manera interesante; pero, bien, hay que trabajar más. Solamente hago un esbozo.
Participante:Ustedhablabaestatarde de "insigniasde la madre";yo m_ein:eguntaba si estotiene relaciónconel significante.Ustedno hablade lossignificantesde la madre,sinode las insignias. JAM: Lacan establece la diferencia de m:,~er~ p~e~!saen e_lS~inario 5, y figura también en sus Escritos.Llama msi~mas a l?s significantes fuera de la cadena significante, que no hacen sistema, smo que valen en tanto que emblemas. 2º Vamos a decir que se desprenden d~ la_cadena siempre: S1-S 2'. una insignia es un S1 sin un S2, aunque se puede decir d d el S es el conjunto de los otros significantes de los cuales se espren e. En ~l Seminario5, el ejemplo que da es la tos de Dora: el padre tiene tos y Dora se identifica con el padre solamente con este rasg~; le toma eso, y es principio de identificación. No toma todo un enunciado, no toma algo complejo, sino que casi le roba un rasgo, y este rasgo, que Lacan llama "unario", es una insignia ...
Participante:Otrapregunta.Al referirsea loscasosque se presen_taron, usr_ed tratabade construiruna lógicadel caso,para sosteneruna tentativa que vincularaloshechosque sepresentaban,más que hacerun diagnósticode si es una estructurapsicótica,neuróticao perversa.Quieroque usted ~ableun pocode esto acercadesi la posicióndelanalistaaquí no estanto definir una estructura psic6tica,neuróticaoperversasino construiruna lógicadel caso.
20. [N. de E.] Lacan,J., El seminario,Libro 5, Lasformacionesdel inco:zsciente, oh. cit., P· 302: "Si una mujer dice toso como mi padre o me abro paso con la ba_m_gao_co~el cuerp~ corno él, esos son elementos significantes. Más exactamente, para d1mn?111rbien de que se trata los nombraremos con un término especial, porque no son s1gn1ficantespuestos en jueg~ en una cadena significante. Los llamaremos las insignias del padre".
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JAM: Es mejor tener el diagnóstico; no es la misma conducción de la cura si uno piensa que hay riesgo de desencadenar una psicosis -caso en el que no hay que interpretar-, o si piensa que se puede interpretar; eso hace una diferencia. Hay también casos en los que saber el diagnóstico no hace una diferencia; es verdad que uno puede manejar la cosa durante mucho tiempo sin saber. Pero también uno se puede equivocar. Conozco uh psiquiatra muy talentoso y experimentado que ha tenido como analista a un padente por cinco años en el diván, y al quinto año se desencadenó un brote psicótico. Eso ocurre y, como dice Lacan -ya ha sido citado-, nada se parece más a una neurosis qµe una prepsicosis,21 y hay que aceptar eso. Por supuesto, el analista debe construir sin creer demasiado en sus construcciones, es decir, ampliarlas, modificarlas, a medida que el caso lo exija.Y es una construcción que no se comunica al analizante; cuando Freud hablaba de construcciones en análisis -en su famoso artículo, tan hermoso, que da tanto para pensar-,22 se refería a una larga interpretación que se trataba de comunicar al analizante en un momento dado. Para nosotros, lacanianos, no se comunican las construcciones al analizante, sino que inspiran la interpretación; indican de qué lado se podría hacer interpretación. Por ejemplo, en el caso Pedro, la zona de la bronca, el fundamento maternal de la bronca del sujeto puede ser una zona de interpretación. No se puede definir cuándo, cómo, en qué términos, pero la palabra bronca misma, repetida dos veces en la presentación, parece quizás un elemento de su léxico que remite a lo más íntimo de su vida -para retomar palabras de ayer-; "bronca" es quizás un sentido-gozado por el sujeto, desde la madre; quizás es eso lo que se trataría de hacer vibrar.
estasdos afirmacionessuyas,la de haceunos quinceaños aproximadamente y la de hoy? JAM· Ya es difícil responder sobre lo que he dicho el día de hoy. ~i debo re~ponder sobre lo que he dicho hace quince años,_resudltam~s Buenos Aires espues ·, , difícil. Me hace pensar en a1go que ocumo en de mi conferencia del martes por la noche en la EOL; la g~nte e~t~a preocupada conmigo, no sabían si me había pasa~o al_go,s1 m: ;e ;: vuelto monstruoso, como algunos piensan, o no se q~e. Desp~es " conferencia se tranquilizaron y dijeron: "Bien, es el Miller ~~ Eso me asombró, porque me veo obligado ahora a ser pareCI ~ a I er de siempre. Es muy difícil. También me encarcelan un poqmto; como si no tuviera derecho a cambiar, a buscar un poco de nueva~ elabora. es si lo hago no voy a ser el Miller de siempre. Pienso q1:e c10nes, pu , ' h · que sena usted conoce mejor que yo lo que he dicho ace qumce anos, y . usted quien podría explicarme el desplazamiento y lo que h~ perdido al tomar otra perspectiva. No es una escapatoria, pero no m~ siento c;paz; debería releer lo que usted me indica, y en ese caso podna respon er.
Sl~~.
Participante:Hace unos quince años, usted dio una conferenciaen la que planteóla estructuracomoalgodificil,una cosadura (la conferenciatitulada "S'truc dure'');23 allí ustedplantea que Lacan haceuna articulaciónentre la estructuradel lenguajejakobsonianay la estructuradepalabradesdela perspectivahegeliana.Hoy, ustedplantea que losconceptosde estructuravigentes en el psicoanálisisson la estructuradel lenguajey la estructuraclínica;esta segundaes la articulacióndel Edipoy la castración.¿Cuál es la relaciónde
21. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario,Libro3, Las psicosis, ob. cit., p. 273: "Nada se asemeja tanto a uha sintomatología neurótica como una sintomatología prepsicótica". 22. Freud, S., "Construcciones en el análisis", Obrascompletas,vol. XXIII, ob. cit. 23. Miller,J.-A., "S'truc dure", MatemasII, ob. cit.
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1. LA EXPERIENCIA DE LO REAL
EN LA CURA ANALÍTICA Seminario dictado en el m d IS . . Escuela del Cam o F d'arco e emmano In_ternacionaldel Campo Freudiano de la Biblioteca del M:seo ~:~::~ de tCaraca~, losdd1as19 y 20 de diciembre de 1998, en la . . on emporaneo e Caracas Sofía Imber. S . , e publico en EntredichosRevista de Psicoanálisis 18 C diana de Caracas, noviembre 1998. , aracas, Escuela del Campo FreuEsa versión: no revisada por el autor.
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Introducción
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Quiero empezar manifestando mi alegría por estar nuevamente con Judith en una Caracas que me parece transformada. Antes solo había venezolanos. Ahora uno encuentra colegas de los diversos países de la región. Este es un testimonio del camino que ha seguido esta Escuela desde aquellos inicios caraqueños, cuando lo que parecía más lejano era Maracaibo. Ahora estamos por considerar en esta reunión a la región: América Central, América Latina, Cuba. Caracas es otro lugar, y a la vez el mismo, gracias a los colegas conocidos desde hace veinte años. Es impresionante que hayan mantenido la continuidad a pesar de las distancias, las dificultades materiales, los malentendidos, y que esa continuidad se siga dando en colegas más jóvenes. El título que di a este seminario se debe a que se me insistió en él casi hasta el último momento de mi estancia en Bogotá. Di un título, sabiendo que eso podría traer dificultades, al no tener un hilo con el que acabo de realizar en Bogotá. Quería tener las manos libres para poder hablar con simplicidad de mi preocupación actual, y resultaba difícil precisar, en ese momento, en qué punto de continuidad estaría entre ambos seminarios.
Mi interés actual está dirigido hacia lo real. Pienso que hasta ahora he 'téñíao-üñ"iñariejo ins}ifü:i_gru.e;tj~rpuedemejorarse, en lci'quéhe 1i'echa"~o; relac16ÍÍaÍ ~ncepto de lo re;t;"tafcoñioracanfopreséiitay ·nacevanar ensu ellseñ~.f.l:~aJii:ié.aLu~ éJ·'"resenfa·armicio'"de ---·-"'_ ............... ,..~~ - . . q -.,.... P..1, .. , .... ,.""'' ........... " ..-·,-·.,·--~,, suense.... - .... -, ··ñanza no es lo real que interr2g~f~..1..~o.1,.1.,R\l~i.91,1,;i!.,!i;I,!:?oL4~."iq_\l:dla:ler ,;,.:,_,,,,..
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además, me interesa porque lo que se denomina real se me presenta insistentemente desde la práctica analítica; a tal punto, que me parece que en la práctica de un analista se dibuja, cuando este tiene cierta continuidad temporal, algo que puede llamarse la experienciade lo real en la curaanalítica.
Partenaire..rsíntoma ¿Cómo llegué finalmente a ver, a percibir, que mi preferencia estaba alrededor de lo real? Puedo decir, haciendo un recorrido previo, que fue a partir del momento en que tomé como índice de una dirección la posición: el Otrono existe-que?º voy a desarrollar ahora-. Como quizás algunos saben, hace dos años Eric Laurent y yo desarrollamos un curso 1 en esa dirección. Ese punto de partida me llevó a lo que llamé elpartenaíre-síntoma.Eso sí puedo detallarlo. ¿Por qué el partenaire-síntoma? Me parecía insuficiente ubicarnos en la práctica y ubicar al sujeto en la clínica solo a partir de dos personajes: el gran Otro y el pequeño 2 otro, A 1 (a). Este es un aporte esencial de Lacan, y es de lo más útil, de lo más eficaz, aprender a distinguir esos dos estatutos del otro: el Otro simbólico y el otro imaginario; aprender a percibir, a clasificar, lo que aparece en la clínica, según pertenezca a un registro o al otro. En la clínica hablamos de fenómenos imaginarios y los distinguimos de los fenómenos simbólicos; hemos logrado transmitir que el analista, con respecto a su propia posición, haga esa diferencia, ubicándose como A y no como (a); que su lugar propio es asumir el lugar del A y no de (a). Esto, finalmente, constituye una base muy simple, muy eficaz, de nuestra clínica y de nuestra práctica, conocida mucho más allá de los lacanianos y que, después de todos estos años, es ya un aporte clásico al psicoanálisis. Tenemos, entonces, dos tipos de partenaires: el gran Otro es el partena!re simbólico; es el partenaire en la medida en que escucha, que descifra, que sabe entender más allá de lo dicho; que sabe articular la
1,.Miller, ].-A., El Otro que no existey sus comitésde ética. Seminario en colaboración con Eric Laurent, Buenos Aires, Paidós, 2005. 2. [N. de E.] En adelante se utilizará, en este texto, la notación (a) para designar al otro semejante, al otro imaginario, para diferenciarlo del objeto a, que se escribirá con letra cursiva.
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diferencia entre demanda y deseo. Es necesario señalar que este partenaire no se encuentra solamente en análisis. Felizmente, también tenemos partenaire simbólico en nuestra vida cotidiana; de lo contrario , estaríamos reducidos a muy poca cosa. En el mejor de los. casos, . a una vida de tipo animal, guiada por algunas indicaciones imagmanas, y tenemos, en este caso, al otro (a), como partenaire imaginario. No voy a desarrollar ahora la bien conocida relación a-a' -la relación entre los semejantes-. Al considerar la bien conocida diferencia entre A mayúscula y a minúscula como diferencia de partenaires, me pareció que faltaba un tercer partenaire: faltaba ese partenaire que llamé el partenaire-síntoma. Por supuesto, lo llamé así a partir de una indicación de Laca~ cuando, reflexionando sobre la relación entre ambos sexos -y más precisamente, la relación entre el hombre y la mujer-, se preguntaba qué partenaire es una mujer para un hombre. Vamos a suponer que reflexio~aba así: "l!na mujer no es un partenaire imaginario; no es un partenaire ~n el ~~~el de la imagen". Puede ser que cuando uno dice que no, en ps1coanahs1s, pueda después decir que sí. Y sí hay cierto nivel de la relación que puede estar en el nivel del partenaire-imagen: socialmente, por ejemplo. En una de las rúbricas mas divertidas de la revista People,leí que es importante para un hombre de los altos estratos de la sociedad neoyorquina -y seguramente no solo de allí- tener una mujer de prestigio; vem~s aquí a lo imaginario -pero ya un imaginario muy simbolizad.o- co~stltuyendo un vínculo. Ese tipo de partenaire-imagen o partenaire-feuche también se vio en el París de fines del siglo pasado y comienzos de este; había mujeres públicas que un hombre culto, adinerado, debía tener como amantes para sostener su estatus en el mundo. Esto en el nivel del partenaire-imagen; imagen simbolizada. . Una mujer tampoco es para un hombre solamente un partenaire simbólico, aunque hay muchas cosas en la experiencia y en la teoría analítica en las que se puntualiza el recurso simbólico que un hombre encuentra en una mujer. Puede ubicarse en la clínica, efectivamente, el lugar superyoico que una mujer puede tener para un hombre; un lugar de exigencias que, eventualmente, puede encarnar. Lacan destacó, como específica, la función de creer lo que dice la mujer. Así, tenemos ejemplos en los que la palabra de la mujer sobre el hombre es un elemento esencial del sostén de su armadura simbólica. En ese mismo momento, Lacan distingue la croirey /'en croire:creer lo que dice una mujer o creer en ella, y eso es como una alusión -así lo tomamos- al ~echo de _que, finalmente, es a propósito del lado femenino que Lacan d1¡0por pnme465
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fue el_Otro no.existe; y lo dijo en la medida en que La mujer no . y . ' a muJer esencial la mujer toda n eso, resulta insuficiente decir solo· "La ' ~ existe. ' prec1~a~ente por Es muy d1'fi ·1 . f . mu¡er es un partena1re-1magen". CI satis acerse con es d fi · · , el nivel imaginario para un h b a ; m1c~on,porque precisamente en ' om re, a mu¡er no es un semejante Freud ub' , ico co~o un trauma esen~ial en la vida de un hombre el he~ho de ¿i~~:c:~J~r.. no sea u~ seme¡ante en el nivel imaginario: es traumáti:::;:.
cuerpo d/i~ :~~:: :r::í~ que la imagen. d~l cuerpo femenino -del insuficiente en la mu·! camente-, ~s ~1stmta. Entonces, hay algo simbólico no puede s¿ste;;mo partenaire-i.magen; y como partenaire to partenaire simbólico no ::~reorque precisamente la mujer, en cuan-
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1 d . Una teoría es siempre ubicarlo en el lu comp eta; ~s, ecir, cuando falta algo, podemos gar en que se asum10. Este estatuto se asumió m, menos, por el lado del otro ( ) . ' as o 1 ( ) . a pequena, porque esa distinción entre el gran Otro y e otro a Vlene de un momento en la enseñanza de Lacan
3. [N. de E.] Lacan, J., Seminario 22 "R SI" ·l d 1 to: "Para quien está estorbado por el f;lo ·.. ·,, e ase e 2_1 de enero de 1975, inédi' ,que ~s una mu¡er? Es un síntoma. Es un síntoma y eso se ve eso se ve po 1 . ' r a estructura ahi que t que, si no hay goce del Otro como t I d . ' . ' es ºY por exp11carles. Está claro a , es ecir s1 no hay ga t d en e1goce del cuerpo del Otro h ' ran e que se pue a encontrar , . que aga que gozar del Otro c ¡ . orno ta , eso esta el e¡emplo más manifiesto d l . d exista, aquí I a minúscula mismo· pero por ereroagu¡ero efuo'~ue no se soporta más que en el objeto ' r, por con s1on una · , no es un objeto a; ella tiene los su os h d" h' . !11u¡er,no mas que el hombre, tiene nada que ver con aquel en q~~ e IC O rec1en, de los que se ocupa; eso no síntoma, a esta una mujer es de tod;:e e da se_sop~rta en un deseo cualquiera. Hacerla que el goce fálico como t;l es también~~ a~::1t:.ª~ a en es_raarticulación en el punto en rnu¡er no tiene que sufrir ni ina'º n1·m . , ontranamente a lo que se cuenta, la enos castrac10n que el h b El! , de eso de lo que se trata en si ¡· . , d , om re. a esta, respecto . , uncrnn e srnroma co l . que su hombre". ' mp etamenre en el mismo punto
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en el que para él todo lo que era libidinal era imaginario. Fue así como Lacan empezó a considerar la experiencia analítica: en lo simbólico puro, la dialéctica del significante; y en lo imaginario -eje a-a'-, todo lo libidinal. Luego, su enseñanza se desplazó; pero en el nivel de los personajes fundamentales -los partenaires- nos quedamos con estos dos. A medida que Lacan separó el goce de lo imaginario, que le pareció que la pulsión no se podía sostener ni por lo imaginario ni por lo simbólico y ql\e tenía su propia instancia, no se reconsideró esa distribución de personajes. Finalmente, pensé que era necesario agregar el síntoma, como lo escribimos, con la letra sigma (¿), para la mejor distribución de nuestros conceptos.
La experienciade lo real Verificar el partenaire-síntoma me llevó a reconsiderar el concepto de lo real como experiencia en la clínica. En cierto modo hay cosas que me han llevado a pensar que nuestra escolástica lacaniana ha crecido mucho. La ya difícil articulación de los conceptos de Lacan se dificulta aún más cuando se comparan sus distintos momentos, y tanto más cuando estos se comparan con los conceptos y los distintos momentos de Freud, terminando en una enorme articulación conceptual de varios Lacan y varios Freud. Me pareció que necesitábamos una fenomenología más elemental; retomar la experiencia en un nivel más fenomenológico, para ver cómo los conceptos se justifican a partir de lo que se presenta en la experiencia. En cierta medida, los conceptos son artificios para captar lo que se produce en la experiencia. Por supuesto, los conceptos condicionan la experiencia e inciden en ella. La experiencia analítica es como un concepto animado, un concepto encarnado. Pero, a la vez, hay un carácter artificial en los conceptos. Eso no le parecía tanto así a Lacan, porque él consideraba que, bien armados, los conceptos, en cuanto símbolos, podían entrar en lo real y dominarlo. Al inicio de su enseñanza, él insistió mucho en la dominación de lo real por lo simbólico: que los símbolos y conceptos --que en este sentido, pertenecen a lo simbólico- finalmente dominan lo real. Y lo que da su encanto a la primera enseñanza de Lacan es el sentimiento de la obediencia de lo real; ese es su lado maravillosamente optimista. Eso, hasta el punto de que cuando él habla de lo real, considera que este se manifiesta con cierta inercia con respecto a la dialéctica simbólica; lo ubica como inercia y, para él, todo lo que es inerte termina obedeciendo a lo simbólico. Es la declaración que ustedes encuentran en
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la primera página de los Escritos,en la primera página de "El seminario sobre 'La carta robada"'. 4 Sugerí a Lacan poner este texto al inicio de los Escritos,con el resultado, imprevisto para mí, de que eso cambiaría todos los números de página, lo que me obligó a rehacer el índice 5 final. Lo hice porque esa primera página, donde termina diciendo que todo lo que es pesado, todo lo que no se mueve es solamente sombras Y reflejos p.ero no tiene sustancia, me pareció el manifiesto del lacanismo. Pero, finalmente, es como una no creencia primaria de Lacan en lo real. No es cierto que cuando la experiencia analítica se prolonga, encontre~os es.edominio de lo real por lo simbólico; encontramos, más bien, u~a mercia, un peso mucho más consistente que lo que hacía creer este primer Lacan en su presentación del psicoanálisis. La consideración de lo real nos lleva a los límites del campo del lenguaje; es decir, a los límites del campo en el cual Lacan instaló el psicoanálisis. Ubicaré, primero, la posición de lo real con respecto a los semblantes -tal como lo trabajé hace dos semanas-, y voy a mostrar especialmen_te l?, que hay en la operación lacaniana con relación a la significant1zac1on.En segundo lugar, quiero mostrarles lo que me surgió -y que solo pude transmitir en los últimos cinco minutos en mi curso de 6 los miércoles-, y que he continuado pensando; quiero mostrarles hasta qué punto es central en el Seminario11 la instancia de lo real. Y en un t~rce~ momento, quiero introducir lo que se puede percibir de la expenencia de lo real en la historia del psicoanálisis; es decir, volver sobre Freud y los primeros posfreudianos, y entender cómo, finalmente, ellos fueron captados, en sus casos clínicos, por la experiencia de lo real.
. 4. [N. de E.] Lacan,
J.,"El seminario
sobre 'La carra robada"', Esm'tos1, ob. cit., p. 5: de las impregnaciones imaginarias (Priigung)en esas parc1ahzac1ones de la alternativa simbólica que dan a la cadena significante su andadura. Pero a~elantamos que e~ la ley propia de esa cadena lo que rige los efectos psicoanalíticos dete~antes para el su¡eto: tales como la preclusión (forclusión,Verwerfung),la represión (Verdrangung),la ~enegación (Verneinung)misma -precisando con el acento que conviene que esos efe~tos ~1gu~ntan fielmente el desplazamiento (Entstellung)del significante que los factores 1magmanos, a pesar de su inercia, solo hacen en ellos el papel de sombras y de reflejos".
"Sm d~da _sabemos la importancia
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1
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_5.Véase Miller, J.-A., "Índice razonado de los conceptos principales", en Lacan, Esmtos2, ob. cit., pp. 873-881.
J.,
6. Véase Miller, J.-A., La expen·enciade lo real en la cura psicoanalíticaBuenos Aires Paidós, 2003, pp. 88-90. ' '
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Real y semblante Creo que todos conocen la distinción entre si~fi~a~te y signific~do, que Lacan tomó de la lingüística estructural 11sciplina que con~1: deraba científica-, para transformar el psicoanálisis. Lacan nos enseno a hacer funcionar esa distinción como un algoritmo, es decir, como una prescripción automática. Nos enseñó que se podía_distinguir signi~c~te de significado en cualquier fenómeno producido en la experiencia analítica y más allá de ella. La distinción misma e:1tre gran Otro (A) y otro (a) es una distinción semej~nte,, ~a que'. en cierto modo, el gran Otro (A) pertenece al nivel de lo simbohco, m1entras que el otro (a), e:1 cuanto imaginario, se ubica en el nivel del significado. Se puede decir que Lacan parte de este algoritmo tan simple. _ Lo que propuse en París, hace dos sema?as'. ~s que en la ~n~enanza de Lacan hay, finalmente, otro algoritmo mv1S1ble,.no explicito, que poco a poco empieza a funcionar; y es~ segundo algo~11:1110 opone lo real al semblante. A este algoritmo lo considero problematico: es un~ tentativa, por parte de Lacan, de dibujar una inversión que se produJº, en su captación de la experiencia analítica. Si me preguntan: ¿pero que es el semblante al cual se opone lo real?, lo que podría decir, desde_La:an, es que este algoritmo reduce la relación del significante con el significado a nada más que semblante. En la última enseñanza de Lacan parece explícito que, finalmente, el semblante es la relación misma del significante con el significado; eso concierne, por ejemplo, a la verdad: la verdad es al~o que orn~re en la relación del significante con el significado. En la primera ensenanza de Lacan, la búsqueda de la verdad es un valor esencial; es de los e~ect~s de verdad de lo que se espera el cambio del sujeto en _laexperie~~ia analítica. Todo el esfuerzo de Lacan a propósito de la mterpretac10n apunta a enseñar al analista cómo producir efectos de verdad en la cura analítica o cómo llevar al analizante a producir efectos de verdad en la palab;a; es decir, a una nueva visión, a la palabra justa que produce efectos de verdad ~e una iluminación, un cambio de paisaje. Es de lo que se espera un cambio en la posición clínica del suteto. La eficacia del psicoanálisis se funda sobre la verdad. En la ensenanza de Lacan podemos ver cómo, poco a poco, la verdad,_lo~ efectos de verda~ todo lo complejo y sutil que ha dicho sobre el significante y su relac10n con el significado, está como marcado por cierta minusvalía con respecto a lo real como una duda sobre la operatividad de la verdad. Fi~almente, el sentido que se le da a la barra en este algoritmo es:
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]ACQVES-ALAIN MILLER NUEVAS INQUISICIONES "El significante domina el significad " l en "La instancia de la letra l. o '.Y es o que Lacan nos enseña en e mconsc1ente " 1 p poco a poco, vemos una inversión en la .. : . ero me parece que, domina la articulación semántica·! l ens_enanza de Lacan: lo real Eso surge ya desde el seminario 'L~ :;: es mas_fuez:e.~ue el semblante. a delpstcoanalms,cuando considera que lo simbólic l . . . l o y o imagmano no logran tr l . . en ar en a zona reservada de la c;;osa p ue Lac . ara ee~ este. sermnano hay que entender, finalmente del sem:~!t~~~a:a~o lo imagmario como lo simbólico del mismo lad~ semblantes al;ededo:~ellungen, las representaciones, lo simbólico, son E e una zona reservada de la Cosa. s ntonces, ya tenemos esto como un . . ; ~mpotenc1a de lo simbólico para reducir lo real y son te y en la obra de Lac~n "L . mas que .nod eJan de crecer en la reflexión l , l . a impotencia e la verdad" es e tltu o que di a uno de los capítulos del S . . 17 que condensa esa figura 9 As~t~ano ' El r~e,,_-so delpsicoanálisis, pordo Lacan dice que lo re~! im;smo, en sus ultimos seminarios, cuan. es masfuerte que lo verdad w mversión total de la for ero, tenemos una ma como entró en el psi T . Él el psicoanálisis con la idea de ue el sembl coa~a 1s1s. entró en era el retorno a Freud q . ante dommaba a lo real -eso principio axiomático d:ly pue.de dec1rse, ta~bién, que eso fue como el prop10 estructuralismo.
El secreto del Seminario 11 Voy a mostrar ahora en este se d . real, a partir de algo que 'tod gun o punto, esa mcidencia de lo ... ' 11 os conocen mucho: Los cuatroconceptos
7· Lacan, J., "La instancia de la letra ¡· . Escritos1, ob. cit. en e mconsciente o la razón desde Freud",
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8. Véase Lacan, J.,El seminarioLibr 7 La , . . 9. Véase Lacan,].,Elseminario ,Libr/1 , etzcadelps1manálisjs_,_ob. cit., pp. 73-88. 10. [N. de E.] Lacan J. "El sí~t ,, C7, El;evers~de~ps1coana11S1s, ob. cit., pp.177-194. . . ' ' orna , onierenc1a dictad J e I b' . Aud1tormm ª en a o um 1aUrnversity, School oflntemationa!Aff: . lº d . . · que se refiere a ¡ real a1rs, e diciembre de 1975, me · 'd'1to: "El padre es una func1ón 0 no impide que lo real del padre , y ebstolnoes forzosamente lo verdadero de lo real. Eso . . sea a so utamente fund ¡ , .. de eX1stenc1a del padre se sostiene en lo real. Es 1 , . amenta en e1anahs1s. El modo que lo verdadero. Digamos que lo real t b', e und1cocaso ~n que lo real es más fuerte , am 1en,pue e ser mític N · .d estrucmra, sea tan importante como tod d . o. o imp1 e que, para la Es muy inquietante. Es muy inq . t o echrrverdadero. En esta dirección está lo real. rne ante que aya un real ,· por eso Freud manmvo tan fuerte t d . que sea mmco, y precisamente men e en su octrma la funció d l d " 11. L acan, J., El seminario,Libro 11 Los n e pa re . ob. cit. ' cuatroconceptos fundamentalesdelpsicoanálisis,
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el tan leído Seminan·o11 de Lacan. También lo he leído mucho, lo he escuchado, lo he redactado, releído y releído, para, finalmente, ver un paisaje más entre los ya conocidos, cuando decidí ubicarlo a partir de la experiencia. ¿Por qué Lacan seleccionó estos cuatro conceptos fundamentales: inconsciente, repetición, transferencia y pulsión? Primero, todos son conceptos anteriores a la segunda tópica de Freud. Yo, superyó, ello, son dejados de lado. Podemos decir que el primer concepto y el cuarto -el inconsciente y la pulsión- son los dos grandes conceptos opuestos inventados por Freud, quien siempre se preguntó cómo ir del inconsciente a la pulsión, siendo ambos conceptos extremos. Repetición y transferencia pueden vincularse, dado que usualmente, hasta Lacan, se confundían; un resultado, a partir de Lacan, es distinguir esos dos conceptos. Pero creo que su búsqueda insistente en este seminario está en ordenar esos cuatro conceptos en un concepto único: lo real. _§n el ~emi!Jf.l.!:J!!...1 ~ har ~?m~_s-~,S~.~~9.L.~~~..:'.~~:~~ • realmente me parecictasLLo dije el miér col~_s,~n garís, lo segm pen-' • en el'avión, Y me parece que el secreto de esté semiñario'ef'qút! 1 ttáaiíée1~experienci; dele>reáf'en la cura. .. .,~ . . . .. . Vamos 'ádeéir, que Lacan había captado la experiencia analítica como un hegeliano; es decir, había captado la experiencia bajo el modo de la dialéctica, bajo el modo del avance de la dialéctica a través de una lógica, y eso es admirable en su texto sobre Dora: "Intervención sobre la transferencia".12 Este es un texto de 1951 -anterior a "Función del campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis"-, pero muestra realmente cómo Lacan vivía, en ese tiempo, la experiencia analítica. Vivía la experiencia analítica como una dialéctica de un avance implacable, lógicamente deducible, en la que si aparecía una resistencia se trataba de una detención momentánea de la lógica, un desfallecimiento momentáneo de la dialéctica; es decir que la cura analítica tenía su algoritmo. Me parece que en Los cuatroconceptos ... tenemos otra percepción de la cura analítica, si no nos perdemos en los conceptos mismos y tratamos, no de revivir la experiencia, sino de referir ·siempre los conceptos a dicha experiencia. La experiencia de referencia de Loscuatroconceptos ... no es la experiencia vivida como dialéctica, sino la experiencia referida a lo inasimilable, a algo que no se puede asimilar; y me parece que eso
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finalmente;
12. Lacan,J., "Intervención sobre la transferencia", Escritos1, ob. cit.
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es lo q~e., finalmente, publica Lacan en el Seminan·o11. Vamos a verlo a 0 posito de la presentación del inconsciente que hace en ese seminano.
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El inconsciente y lo real En Los c1u1~0conceptos ... , Lacan presenta el inconsciente de una manera muy VIva;pero ¿qué significación tiene eso, finalmente? Me parece ~ue el capítulo "El inconsciente freudiano y el nuestro" es realmente eJemplo de un rasgo que ubico en la enseñanza de Lacan: el de Lac~n con~a Lacan; porque, hasta este seminario, él tenía la noción del m~onsc1ente a partir de la estructura; era un inconsciente definido a pamr de la estructura del lenguaje, a partir de la sincronía de una es°;1ctura del lenguaje; es decir que Lacan percibía el inconsciente tema la experiencia del inconsciente, a partir de un sistema como alg~ d.onde todo va junto y como un orden. También había llevad~ el inconsciente, hasta ese momento, a partir de la noción de ley; un nivel distinto de la ley: la ley del complejo de Edipo y de la castración o, más bien la ley de la palabra, la ley con relación a la estructura del lenguaje. L; ley de la palabra, para Lacan, era primero la ley del reconocimiento: toda palabra da una identida~, al sujeto, quien recibe el mensaje desde e_Jlugar del.Otro. Cuando de¡o de lado el reconocimiento, como demasiado hegeh.an_o,recom~uso otra ley: ,la l~y mecanicista de la metáfora y de la meto1'.1~ª· Despues, Lacan capto el mconsciente a partir de la ley de !ª cade~a sigmficante; es decir, a partir de una noción combinatoria del mconsciente, y eso, hasta el Seminario11,parecía lo propio de Lacan. Es en ese co~texto ~onde la palabra algoritmo tiene su gloria, porque para L:can el mco~sciente obedecía a un algoritmo, a una ley; y no importa co_molo ~efimer~ un año u otro, se trataba de un inconsciente algorítmico; ,un mconsciente caracterizado por su regularidad. .A,.s1 como Einste~n pensaba que Dios no podía engañamos, que no podia h~ber constrmdo el mundo según la mecánica cuántica, que Dios er~ un tlp~ regular, podemos decir que Lacan mostró hasta qué punto el m~onsc1ente era un tipo regular. Y lo que nos apasionó de Lacan, en l~s a~os sesenta, fue, ~recisamente ~se avance sobre temas de lógica, de ciencia Y de m~te1!:auca en el dommio del inconsciente. Pero, precisamente, la descnpc10n que Lacan da del inconsciente, en el capítulo II de Los.cuatroconceptos ... , va en contra de esto; es ya una descripción al revés. Insist e! finalmente, en que el inconsciente como concepto freudiano es algo diferente a una combinatoria, es algo diferente a una cadena que
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NUEVASINQUISICIONES CLÍNICAS (1998) responde a una ley; por el contrario: no insiste sobre el lado sistemático del inconsciente, sino sobre su lado de disfuncionamiento al que no se puede escapar. El inconsciente se manifiesta siempre por medio de un disfuncionamiento, como algo que no funciona, algo que fracasa; por medio de lo irregular, por medio de lo discontinuo. Y, de manera explícita, Lacan opone en este capítulo la ley a la causa. Opone ley y causa, diciendo que en una ley hay siempre continuid~d y que cuando ubicamos una causa es porque hay cierta discontinuidad entre dicha causa y el efecto. ¿Aquién se lo dice? En primer lugar se lo dice a sí mismo, porque fue él quien introdujo, de manera muy acertada, la ley en el inconsciente; es quien insiste ahora más en la causa que en la ley y quien desarrollará después, con los años, que más importante que la ley del deseo es la causa del deseo. Insiste sobre la hiancia que se debe producir en una continuidad para que podamos hablar, por un lado, de la causa, y por otro, del efecto; poder indicar y distinguir la causa del efecto para que sean dos elementos distintos supone una hiancia. Cuando hablamos de ley,no ponemos en juego la diferencia entre la causa y el efecto; es decir que en cierto modo, cuanto más se aísla la causa más difícil se hace obtener el concepto total de la relación entre la causa y el efecto. Esto es muy importante, y en el futuro de su enseñanza Lacan llevará eso hasta sus últimas consecuencias, cuando diga -parece también un Witz- que una interpretación.de la cual se entienden los efectos no es una interpretación analítica;13 es decir, va hasta el punto en que es realmente todo lo contrario de una relación legal, es todo lo contrario de una ley. No hay una ley de la interpretación; hay, por el contrario, una hiancia, una discrepancia entre causa y efecto. Es ya casi una relación no lineal entre la causa y los efectos en la interpretación; de tal manera que el agujero en el cual eventualmente se produce el hallazgo aparece como más importante que lo sistemático. Así,no es el sujeto quien encuentra, sino que, en cierto modo, es encontrado por la palabra, con un efecto de sorpresa . El revés de Lacan Toda esa presentación del inconsciente, entonces, es e} revés de Lacan; en este capítulo vemos realmente un revés de Lacan. El ha ense-
13. [N. de E.) Lacan,J., "Respuestas a estudiantes de filosoña", Otrosescritos, ob. cit., p. 229: "Una interpretación cuyos efectos se comprenden no es una interpretación psicoanalítica. Basta haber sido analizado o ser analista para saberlo".
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ñado hasta ese momento la estructura del lenguaje, la ley del Nombre del Pad:e, la ley de la palabra, la ley de la metáfora y la metonimia, el algontmo central, la lógica de la cura, y pasa a mostrar el revés del p~norama: a acentuar la sorpresa, la hiancia, la discontinuidad y, más bien, a captar otra relación con el tiempo; es decir, a captar su manifestació~ del ~consciente como un fenómeno transitorio y evasivo. Es nece_sano d:cir que eso lo obliga a apartar un poco el síntoma, en la medida en que este tiene una continuidad temporal cierta. Cuando Lacan acentúa el carácter evasivo de los fenómenos inconscientes, puede destacar todo lo contrario de la estructura sincrónica del lenguaje, destacar la estructura temporal del inconsciente entre un tiempo .de apertura y un tiempo de cierre. Ya, en esa notación de aper~ra y cierre, algo se manifiesta, pero no se repite. Es lo que ocurre, por eJemplo, con el lapsus: el lapsus se escapa, pero no se sostiene. El acto fallido también se escapa; después, uno trata de corregirlo. Lacan lo traduce como apertura y cierre, y esto es ya la estructura de la alienación Y la separación que presentará mucho más adelante en el seminario. Lo encontramos discretamente, porque Lacan, en el Seminario11, no ha revelado todo de la estructura del inconsciente; pero, discretamente, hace una alusión a lo real diciendo finalmente que esta hiancia corresp.onde a alg~ que es del orden de lo no realizado, que no es irreal ni real, smo no realizado; que no es no ser, que no es nada, que es un real que querría realizarse. 14 Finalmente, no tenemos ninguna razón para descartar al primer Lacan porque en el segundo enseñe otra cosa, ya que esto nos hace ver dos caras del inconsciente: la cara sistemática, la cara de funcionamiento, Y la cara de disfuncionamiento. Para ordenarlo, diré que tenemos la cara simbólica del inconsciente y la cara real del inconsciente. La cara s~m.bólicaes la cara de la estructura, de la ley, de la deducción, de la logica, que ~acan acentúa cuando nos presenta el inconsciente a partir d_elacto fallido, de la sorpresa, etc., para luego hacer aparecer el inconsciente ~el !ad~ de lo real; es decir, del lado de lo que no es asimilable por el func10nam1entoregular y algorítmico . Present~ esto a parti~ de una referencia común a la mayoría de los presentes, s1no a la totalidad, que permite también reubicar la referencia cartesiana que toma Lacan, y que no encaja totalmente en el semi-
.. 14. Véase Lacan, J., El seminario,Libro 11, Loscuatroconceptos fundamenta/esdelpsicoanalms,ob. cit., p. 38.
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nario; ubicar las cosas como una oposición entre el lado simbólico y el lado real del inconsciente facilitará entenderla. Más fuerte que lo verdadero ·Cómo se caracteriza la búsqueda de Descartes? Se caracteriza é , como una búsqueda de certeza, y en el primer momento e~ as1 c,omo e'l mismo lo formula. Multiplica las razones para dudar, y mas ~lla ~e las razones para dudar, hace infinita la duda; generaliza y hac~ m~ita la duda; duda en todas partes, para finalmente encontrar el cogtto,la imposibilidad de detener el yo piensocomo algo que resiste a la duda, como algo inasimilable a la duda. En este seminario, L~can dirá ~a vez -pero esa vez es importante- que el momento de pasaJe del yo piensoal yo soy, el momento de pasaje del cogitoal sum, es un real, y eso da todo su valor a la palabra certeza. 15 Descartes busca la certeza y la encuentra, no en algo verdadero, no en algo del orden del ser -a pesar de ser un!º~oy-; la encuentra en algo que tiene valor de real. Y la palabra real ~~grufica eso: que precisamente es más fuerte que lo ver~adero. La cuesnon de la verdad vendrá después para Descartes; despues se va a preguntar, una vez encontrado este real excepcional, qué verdades se pueden afirmar. Pero encuentra un real separado de lo verdadero, que permite la certeza; y para nosotros la palabra certeza, precisamente, e~tá ª:?cul~d~ ~ lo real. En la clínica misma, es así como ubicamos la alucmac10n ~s1cotlca; porque decimos que una alucinación psicótica es real para el suJeto en la medida en que, precisamente, tiene certeza y que eso se aparta de t~~o el resto; el sujeto está preparado para negar todo el resto de la crea~10n, salvo su alucinación, admitiendo, eventualmente, que eso no encaJa en nada. Entonces, la palabra certeza está vinculada a lo real, mien?'as que la verdad, precisamente, es algo mucho más dialéctico; como dice Lacan, mucho más variable· la verdad tiene variaciones; por eso hablamos de efectos de verdad. E~ un momento, un dato de nuestra historia aparece
15. [N. de E.] Ihíd., p. 44: "Para Descartes, en el cogitoinicial -los cartesianos me devolverán la pelota en esto, pero lo propongo a la discusión- el yo pienso,en tanto se vuelca en el yo SIYJ, apunta a un real -pero lo verdadero queda fuera ~asta tal punto q~e Descartes tiene que asegurarse, ¿de qué? De un Otro que no sea enganos? y que, ademas, pueda garantizar, con su mera existencia, las bases de la verdad, garantizarle que en su propia razón objetiva están los fundamentos necesarios para que el real del que acaba de asegurarse pueda encontrar la dimensión de la verdad".
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con un sentido, y después con otro, y decimos: "Qué maravilla, tuvo una significación errada"; luego se descubre otra, y decimos: "Es un efecto de verdad". Pero eso traduce la variación de la verdad; que la verdad no nos da el punctum inconc/usum,el punto que no se mueve, que Descartes busca. De tal manera, pienso que si Lacan hizo esa referencia a Descartes en el Seminario11, fue porque trataba de poner en evidencia un real, y un real que aparece como un acto fallido de la duda. Se puede decir que en Descartes está, por un momento, el algoritmo de la duda; es decir, sistemáticamente se pone a dudar de todo, y en un momento dado choca con un elemento que resiste al algoritmo de la duda. Es un tipo de acto fallido, es un tipo de presencia de algo inasimilable. En Descartes, será en un segundo tiempo cuando lo real encuentre su dimensión de verdad: lo que aquí podemos calificar de real. Y Lacan lo dice una vez, pero me parece que esa vez es importante. Lo que así se califica de real es lo imposible de negar, lo que hace excepción en el mar de la duda; y una vez que uno tiene la certeza puede, eventualmente, buscar la verdad. Lacan dice, con respecto al cogitocartesiano, que lo verdadero queda tan afuera que después, para Descartes, es necesario asegurarse de un Otro que no engañe. Es decir que encuentra el cogitocomo real, y lo verdadero sería un real separado de lo verdadero. Es lo que se encuentra en la psicosis y que se llama "fenómeno elemental". Para entender lo que es el verdadero fenómeno elemental en la psicosis, hay que leer a Descartes tal como lo percibe Lacan. El verdadero fenómeno elemental, tal como testimonia un paciente, es algo que para él es imposible de negar; traduce la emergencia de una certeza, que. es corno una mancha en su historia, en su percepción: el sujeto se encuentra con otro que cruza la calle y ubica en su mirada que lo quiere matar; lo puede leer en su mirada. Decide inmediatamente afrontarlo y desen~adena la psicosis. Después, uno discute con él, y es un seño; muy rac10nal en todo; pero la única cosa que no se debe tocar, de la que no se puede dudar, es que esa mirada de muerte estaba en esos ojos. Luego, eventualmente, podrá lanzarse a toda una elaboración de saber con respecto a eso. Finalmente, el delirio -si empieza a delirar- será una elaboración de saber, una búsqueda de verdad; será algo del lado de lo simbólico, para envolver este núcleo de real. Si queremos hacer una clínica a partir de eso, diremos que la psicosis está constituida del lado de lo real; lo cual es muy importante definir en la práctica, porque nunca hay que atacar este núcleo de real. Lo que sí se puede desarmar, paso a paso, es la envoltura formal, la envoltura significante del núcleo de real. Usted puede hacer dudar al sujeto de la envoltura simbólica 476
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de su delirio, pero con la condición de nunca tocar el núcleo de real. Además, hay que permitir una envoltura mínima de delirio, una envoltura mínima que finalmente proteja al sujeto de la fuerza del núcleo de real. Pienso que el núcleo de real nunca se cura en una psicosis, pero sí podernos alcanzar un estado en el que ese núcleo deje de estar activo por un largo tiempo. Vamos a decir que la neurosis está constituida del lado de la verdad, en oposición a la psicosis, constituida del lado de lo real. En la experiencia clínica, la neurosis obsesiva -que es precisamente una entidad que tratamos de dibujar a partir de la duda sin certeza- en cierto modo traduce una desaparición de lo real para el sujeto, en este sentido extremo que utilizo. En la histeria, también la cuestión de la verdad es central: el engaño eventual que produce el Otro hace que el sujeto ~ate de obtener un signo de real; que trate de obtener del Otro un signo del cual no se podría dudar. También es el engaño que el sujeto mismo produce activamente, y que puede desembocar en un padecimiento profundo de la falsedad del propio ser. El engaño no es el teatro de la histérica clásica. Se puede traducir como búsqueda de lo real y como sufrimiento de la falsedad del ser, de tal manera que encontramos en la histeria tanto la batalla por la verdad como los métodos del engaño. Pero son las dos caras de la misma posición. ¿A qué apunta la certeza de Freud? Porque ~acan después -~e desplaza, y dice que es la certeza de Freud. Y aqm se hace ta~b1en una 16 distinción: la certeza de Freud apunta a que hay un inconsctente. Es algo que para él no se puede negar, en la medida en que s~ impon_ep~ecisamente por la regularidad: el retorno regular de los m1sm~s s~gruficantes; la constitución de una red de significantes. Pero Lacan ms1ste,al mismo tiempo, en que no hay certeza sobre lo que dice el inconsciente -en los sueños, por ejemplo-. Hay una certeza sobre la existencia del inconsciente, pero no sobre su contenido. El inconsciente es la mezcla de la verdad y la mentira en la verdad mentirosa o el mentir verdadero, como decía el escritor Aragón. Desde esta orientación hacia lo real, podemos entender, también, lo que pone de relieve la clínica de la angustia. ¿Por qué ponemos aparte la angustia, como lo hacían Freud y Lacan? Pre~isamente _los~fectos: !os sentimientos, vamos a decir -y no es necesana la expenencta analítica para tener la idea-, son mentirosos. Sentir es mentir. Y por eso Lacan
16. Véase ibíd., pp. 40-49.
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define la angustia como lo que no engaña; el punto de real en el mar del engaño sentimental.
No hay clínica sin real
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. ~e manera ~enera!, !ª podemos decir que lo real es lo que Lacan e!tgio p~ra ~e~mr la chmca misma: hay clínica cuando hay un real. Hará unos veinte anos señalé-que "no hay clínica sin ética". 17 Lo dije una vez, y_gustó. El Otro de la comunidad del Campo Freudiano en formación hizo_bandera con esa fórmula, que calificaba la práctica, la posición del anal~sta; que traducía -en mi opinión- la incidencia de la posición del analista _enlos fenómenos clínicos y el final de la experiencia analítica. Era decir que según la posición que tome el analista los fenómenos clínicos ·serán distintos, y que la experiencia analítica: sus fenómenos Y su final, se produce solamente si el analista se ubica como conviene. Tenía algo que ver con la primera posición de Lacan con relación a lo simbólico prevaleciendo sobre lo real, lo simbólico prescribiendo lo real; traducía el sentimiento de lo verdadero sobre lo real. Sin desmentir mi primera posición, hoy soy más sensible a la otra cara, a la noción de que no hay clínica sin real. Y, finalmente, traduce lo que dice Lacan: que una clínica se refiere a un real como imposible de soportar. Por supuesto, hay un real en la clínica de la obsesión, ya qu_ela duda torturante vale como un real, porque anula la certeza del su¡eto; es algo que el sujeto no puede evitar. La vacilación de la duda puede llevar, en casos graves, a una parálisis de todos los actos de la vida; .la obsesión misma, en cuanto enunciado destacado, separado, que el su¡eto no logra hacer desaparecer, figura como un real imposible d~ soportar; es decir que aunque falta la certeza, todo desaparece. Esa misma falta de certeza también vále como un real: la duda, la obsesión. Por supuesto que también hay un real en la clínica de la histeria. Por ejemplo: la mentira, la falsedad-sea del sujeto o del Otro-, la búsqueda la verdad, valen como real; valen como separado de todo, pero se imponen. Tenemos el ejemplo, en cuanto a esa desaparición de la certeza, de una pasante que testimonió haber encontrado finalmente -en el momento de vivir de forma aguda la falta de certeza histérica- el punto de certeza: un real en su propio síntoma de conversión, producido por el análisis, le permitió, de manera paradójica, llegar finalmente
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17. Miller,J.-A., "No hay clínica sin ética", Matemas I, Buenos Aires, Manantial, 2006.
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al pase. Fue un síntoma de conversión producido en el análisis, pero que le dio, por lo menos, el apoyo de un punto de real en la falta de certeza, en la falsedad universal.
Discusión
Participante:Con los círculosde Euler se podía representargráficament(la articulaciónentresimbólicoy real,colocando de un ladola verdady del otrolo real.Tenemosque la verdadesno toda,y lo real también;pero esaintersección representala verdadde lo realpara el que lo vive. ]AcQuEs-.ALA.rN MrLLER:Muy acertada esa propuesta. De hecho, he tenido la intención de diagramar las cosas -no sé si lo hice en Bogotájustamente de esa manera: sin el no todo.Es un modo de tratar de entender y ubicar la relación de supremacía de uno sobre otro. Y he pensado -habría que desarrollarlo- en una intersección vacía, que traduciría lo que Lacan indica con no hay relaciónsexual,en el sentido de la relación necesaria. ¿Qué indica Lacan con no hay relaciónsexuaR No dice que no hay relación en el nivel biológico fundamental entre lo femenino y lo masculino. Para obtener la reproducción de un ser viviente animal, cuya reproducción es sexual, es necesaria la unión de dos partes que responden al algoritmo biológico de la sexualidad. En el nivel de lo real, la programación está hecha. Lo que no hay es una verificación en el orden significante: hacer verdadero lo que se produce en el nivel de la pareja. De este modo, se inventan los semblantes del matrimonio para tratar de hacer existir un algoritmo simbólico de la relación sexual; y se sabe bien que son semblantes. Es por eso que los defienden tanto. En Francia, y en muchos países de Occidente, hay ahora una ofensiva gay que pone en evidencia el carácter de semblante de esas articulaciones. Toda la cultura está ya enfrentada con estas ofensivas que apuntan a hacer evidente el aspecto de semblante de los símbolos. Pero hay que advertir que si tocamos demasiado los semblantes tradicionales, vamos a cambiar algo en lo real. Los gays son vanguardia de la ofensiva de lo real del goce contra los semblantes de lo simbólico, y por supuesto que hay un goce a reconocer. En Francia se ha votado, con mucha controversia y dificultad, una ley que implica que el Estado reconozca una pareja sin precisar el sexo de sus integrantes, lo que permite a las parejas gays pagar menos impuestos. Esto tan simple hace ver el punto de semblante de lo simbólico. Y precisamente el goce gay está en eso: en develar el semblante en lo simbólico, en comparación con lo fundamental del goce; tanto más 479
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cuanto que, artistas del semblante como son, tienen una relación fuerte con la insistencia de lo real del goce. En ese punto de intersección vacía entre lo verdadero y el semblante podemos ubicar la no relaciónsexual. Lo problemático está en pensar algo no escrito en lo real. No es simplemente un vacío, no es una negación; es algo no escrito en lo real. Como un algoritmo obligante del tipo: "Pued~s gozar solamente de un individuo del otro sexo". Si Dios, en lugar de pensar en otra cosa, hubiera pensado en escribir eso en lo real... La norelaciónsexualno debe concebirse como una proposición negativa, sino como una página en blanco, como algo no escrito. Hay que escribir y hablar tanto de ello porque no ha sido escrito. Lacan se interesó en el filme El imperiode lossentidosporque muestra claramente la búsqueda frenética de un hombre para encontrar una forma de establecer la relación sexual a través del acto sexual. Recientemente en Francia se estrenó otra película, que parte de la novela El aburrimiento,de Moravia, y que pone en evidencia la misma cosa: el frenesí de un hombre frente a una mujer silenciosa que permite todo; que al contrario de una posición superyoica, se deja hacer; que da lo real del goce, pero no da nada en el nivel del significante. No voy a comentar la película sin haberla visto -solo he leído algunas críticas-, pero parece que toma como tipo al hombre ya maduro, que sabemos es la etapa de la vida en la que se presenta en, él lo que se presenta más frecuentemente en la mujer a la salida de la adolescencia: este frenesí en la experimentación de lo sexual, buscando colmar esa hiancia, tratando de extraer del goce una verdad sobre su propia identidad.
Participante:El inconscientecomosistema,comoprograma,estádeterminado por un real, en la medida en que el sujetono puede modificarloen absoluto, a menosque consigauna intersección vacía,que es lo opuestodel inconsciente, es decir,la pulsión.El momento en que se producela pérdidade la satisfacciónplena eslo quepermite cambiarelprograma:se detieneel algoritmo,hay encuentroconlo real. El inconsciente parte de un real, que es la certeza,que solocaepor mediode un procesovinculadoa lapulsióny basadoen lapérdidade todoelprogramaanterior,para llegara la otracara,dondeestálo discontinuo y lo imposiblede la experienciaanalítica.
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cual podemos encontrar cierto eco en su texto "La instancia de la letra en el inconsciente", cuyo subtítulo es precisamente "o la razón desde Freud". 18 Lo que Lacan llama letra y significante es la racionalidad de lo real.
Participante: Al estudiarel estadiodel espejo,se ve que el niñopasa deljúbilo por la imagena una hostilidaddirigidaa ella;lo quepuedocaracterizarcomo una discontinuidad.Hay comola lógicade una alienacióna la imagen,pero tambiérzhay la separación de esamisma imagen.Algodebeoperarallí quepermita elpasode una lógicaa la otra,y me preguntabasi erael objetoa comoreal. JAM: No me parece que todas las oposiciones -el pasaje de menos a más, de amor a odio, o de alienación a separación, por ejemplo- tengan la misma estructura. No me parece, además, obligatorio tener una única llave que abra todas esas puertas. En el campo imaginario se observan cambios de lo positivo a lo negativo en términos de sentimientos que se producen en perfecta continuidad. Esos valores de negativo o positivo son significaciones que no son claramente opuestas entre sí. Por eso se ha usado la palabra ambivalencia: para indicar que, en un momento dado, es difícil decir qué prevalece de lo positivo o de lo negativo en un sentimiento que, por otro lado, siempre miente. El término ambivalencia se usa para calificar esas ambigüedades semánticas que pueden parecer grandes discontinuidades, cuando en realidad, en lo imaginario, hay continuidad entre uno y otro; son grados. Para ubicar una discontinuidad se necesita la referencia de lo simbólico, pues en lo simbólico pensamos en términos de elementos. La definición misma de los_ mentos incluye la discontinuidad, pues cada elemento es por defimc10n discreto, lo que nos permite decir que una estructura es un ensamblaje de discontinuidades. La lógica que permite pasar de un elemento al otro es muy diferente de la lógica continuista de lo imaginario. No soy partidario, entonces, de buscar una clave única para explicamos la emergencia de discontinuidades.
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Participante:Lo que ustedplanteabade la certezaeñ el cogito cartesiano-al menospara mí- esuna novedad.No me quedóclarosi se trata de una certeza en el 'yo pienso";si esuna dimensiónreal del ''.Yo pienso".
JAM: Mi tendencia es a responder que sí; tengo una perspectiva similar en la oposición entre lo real y lo programado. Lacan propone inicialmente cierta racionalidad de lo real -evidente en Hegel-, de lo
18. Lacan, J., "La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud", Escritos1, ob. cit .
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JAM: Sí. La manera de acentuarlo es una novedad. Antes, yo mismo no lo había podido ubicar bien. Es una novedad que me parece justificada. Fue en el trabajo de buscar lo real como percibí por qué Lacan hacía esta alusión no tan clara a Descartes en el Seminario11. Me parece que es la referencia a lo real lo que explica el lugar que da Lacan en este seminario a la certeza. Eso me parece congruente con lo que se desprende deja consideración de la psicosis. Lacan ha podido decir, a partir de la certeza del psicótico, que una alucinación psicótica tiene estatuto de real para el sujeto, lo que constituye un elemento de diagnóstico diferencial con las alucinaciones histéricas y las que se presentan justo antes de despertar o de dormirse. Para el sujeto neurótico, estas tienen valor de verdad; tiene con ellas una relación marcada por la incertidumbre, la duda y el malestar. La modalidad del sujeto psicótico es afirmativa: la plantea como algo que eventualmente lo sorprende, que no se puede explicar, pero que debe constatar como un hecho que, con una fuerza abrumadora, hace retroceder al mundo de la realidad a una zona gris, difusa, sobre la cual destaca, y él no la puede borrar. Por otro lado, el carácter visual prevalente en las alucinaciones histéricas carece de la nitidez y claridad de la alucinación psicótica; aparece más bien como una silueta desdibujada. El cogitocartesiano no es una deducción, dado que Descartes suspende todo lo simbólico con la duda hiperbólica; se topa con el cogitoa pesar de la fuerza de la duda. Y aunque es un enunciado, una afirmación de ser, Lacan en este seminario dice, una vez, que es un real. Nunca me había detenido en este detalle sino al buscar lo real, y al construir la idea de que si Lacan se interesaba en la certeza, era porque trataba de orientarse en la clínica con lo real. Específicamente en la página 37 de la edición francesa del seminario, capítulo III, segunda parte, quinto párrafo, antes del final, 19 dice Lacan: "En el cogitoinicial[ ... ] elyo pienso,en tanto bascula apunta a un real". Me parece que es la única vez que lo desen el yo SO'J, taca, y es la explicación de su interés aquí por la certeza. Es la clave para la oposición de las dos caras del inconsciente: el inconsciente-ley versus el inconsciente-discontinuidad; y, más allá, el inconsciente-verdad -tal como lo hemos considerado, con la verdad y sus variaciones, la mentira
incluida- versus el inconsciente-certeza. Verdad y certeza no pertenecen al mismo registro: la verdad es simbólica -tiene que ver con la relación significante-significado-, mientras que la certeza apunta a lo real. Cuando Lacan enuncia que el sujeto del psicoanálisis es el mismo sujeto de la ciencia -ciencia en cuanto articulación simbólica que se apodera de lo real-, hace una referencia a Descartes. Me parece que, al contrario del sentido que damos usualmente a esa referencia, la mrsma nos lleva a interesarnos en el sujeto en cuanto certeza que apunta a lo real. Aunque estamos en el nivel puramente filosófico, esto se vincula a la vez con la posición subjetiva misma, tal como la encontramos en la clínica. No sé si respondo su pregunta, pues es verdad que he tomado por el revés la lectura clásica que hacemos de este seminario. ¿Sobre qué sustento? Sobre el de la posibilidad de dar cuenta de los cuatro conceptos, en los que encontramos esta misma lógica.
Participante:Ha sidomuy luminosoelplanteamientodelfenómenoelemental psicóticopor el ladode lo real,ya que desdeFreudy Lacan esteapareceplanteadocomouna tentativade curación,una manerade explicarpor losimbólico lo que vienede lo real. JAM: Para entrar en su frase, sería una tentativa de curación simbólica de lo real.
Participante:Cuandose construyeelfantasma, ¿esees elpunto de verdadque se mueve todavía?Y al enfrentarlo real,la castración ¿cómopuedeesomoverse, cómopuedevelarseuna vez que se devela?Leí en algunaparte que soloel perversodevelacompletamente, y que el análisisno debellevara quese devele ¿Cuáles la verdad;perosi la verdadse devela,se ve el horrorde la castración. elprocesopara taparesoopara no decirlatoda?¿Es una verdadno toda?
19. [N. de E.) Se mantiene la traducción del francés, hecha por Miller. En la edición en español, la referencia es: Lacan,J., El seminario,Libro11, Loscuatroconceptos fondamentalesdelpsicoanálisis, ob. cit., p. 44: "Para Descartes, en el cogitoinicial [... ] elyo pienso,en tanto se vuelca en el yo soy,apunta a un real".
JAM: Vamos a tratar de no hacer un debate de términos. Estamos construyendo una oposición entre lo verdadero y lo real, en la dirección indicada por Lacan. Desde cierta perspectiva, se puede decir que el cogito es una verdad. Pero en la medida en que consÍderamos el modo como se llega a este cogito-es decir, en el vacío de lo simbólico, un punto de corte a partir del cual no hay nada más allá-, decimos que es un real. Estamos tratando de construir una noción de real que funcione. Usted pregunta si lo que planteamos al final de la cura analítica es la verdad de la castración y de qué manera eso se podría mover. Es una formulación insuficiente. Necesitamos algo más. Porque la
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castración femenina ya ha producido en el sujeto un efecto de verdad que sigue renovándose a lo largo de su vida. Sabemos que eso se acompaña a veces de una gran represión. Recuerdo casos de reanálisis de mujeres cuyas experiencias anteriores habían sido a veces largas, y que seguían teniendo una gran defensa contra la castración, justo bajo la forma de un: "Ya sé de qué se trata". Puedo decir que he encontrado mujeres ~on análisis de diez, quince años, que no tienen idea de la morfología de sus genitales, pues en la infancia se había instalado la conclusión de que eso no había que tocarlo ni mirarlo. Esto les permitía llegar a los cuarenta años con una constelación de síntomas y con la idea de que eso debía continuar así, que era lo idóneo. Recuerdo un caso en particular en el que hice una interpretación a partir del desciframiento freudiano clásico de un sueño, que fue totalmente rechazado por el sujeto debido al carácter de inasimilable que para ella había tenido la castración femenina, a tal punto que lo mantenía como principio de un comportamiento fóbico. Como médica sabía intelectualmente algo de la fisiología de sus genitales, lo cual le permitía no verificarlo en ella. A través del análisis esto se hizo verdadero y entró en una dialéctica que le abrió posibilidades hasta ese momento cerradas para ella. En su histeria, no tener un lugar se apoyaba en una identificación con lo real en tanto inasimilable, posición que, al momento de hacer entrar su castración en el registro de la verdad, se modificó para permitirle encontrar un lugar y aceptar cambiar de lugar. Tal como lo presento, se trata de la simbolización de la castración que antes se encontraba como real.
Participante:En el texto "La cienciay la verdad" de los Escritos 2º Lacan plantea la divisióndel sujetoentre sabery verdad.En un cartelnospreguntábamossi la cuestiónde la verdad comocausade la que hablaallí no debía replantearseal entrara considerarlo realcomocausa;y si no habíaque ver la divisióndel sujetocomoprovenientede lo real. Otra cuestión,relacionadacon el Seminario 11, espor qué el inconscientetiene un estatutoéticoy no ontológico,a partir de lo que trabajóacercade la dimensiónreal del inconsciente, y relacionándolo conla cuestiónde la praxispuestade relievepor Lacan en ese seminario,que la define comoun arreglode lo simbólicopara operarsobrelo real. Vemosya allí un cambiode acento:no se trata de preeminenciasobre lo real,sinode cómooperarsobreél. Porúltimo, el teoremade Góiiel,en particularla cuestiónde la indecidibilidadentre inconsistenciae incompletud,y
20. Lacan,J., "La ciencia y la verdad", Escritos2, ob. cit.
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si la certeza,tal comoseplantea en su vinculaciónconlo real,no aparecejustamente en elpunto en el que un sistemasimbólicolleva a la indecidibilidad, diferenciadade la duda. JAM: Son preguntas que van al grano. Me plantean la pregunta de por qué Lacan en 1976, dos años después del Seminario11, en el Seminario "Problemas cruciales del psicoanálisis",21da tal importancia a .la diferencia entre saber y verdad -que aparece un poco menos avanzada que la diferencia entre simbólico y real, desarrollada en el Seminario 11-. Porque la diferencia entre saber y verdad es una diferencia interna a lo simbólico. Es la diferencia entre, por ejemplo, el momento de la intuición, ese momento inicial que puede ser un error o un hallazgo, y el momento de la elaboración. El saber es vinculación entre lo que aparece entre ese primer momento y su repetición, oposición y relación con otros elementos. Podemos reconocer esta diferencia en el instante de ver y el tiempo para comprender, en la relación del sujeto con el significante; el instante de la aparición sorprendente de la verdad y el tiempo para fastidiarla, para tomar la frase dicha por Braque, el pintor compañero de Picasso: "Las pruebas cansan a la verdad", en la que opone claramente saber y verdad. La verdad aparece en toda su frescura, y luego vienen a medirla, verificarla, contrastarla, hasta que, eventualmente, se va a dormir, cansada. Este es también un peligro para el psicoanálisis: lo que apareció con Freud en su frescura se había difundido, comentado, estudiado y enseñado tanto, que se había desvanecido un poco, hasta que Lacan lo retoma y, seleccionando algunos elementos en el saber acumulado, produce un efecto de verdad. Lo mismo ha pasado con Lacan. Algo dicho por él alguna vez, que era un hallazgo, lo hemos subrayado y repetido hasta convertirlo en un concepto que recubre los repliegues de la causa misma. Tal es el caso del atravesamientodelfantasma. Es una frase dicha por Lacan un par de veces; no es algo alrededor de lo cual haya desarrollado una temática. Como yo buscaba respuesta a algunas preguntas que me hacía acerca del final del análisis, me pareció que esa expresión daba una indicación preciosa. De tal modo que lo subrayé, y traté de construir un saber con este enunciado de verdad y con otros; y cuando he querido apuntar en otra dirección, me dicen que es un
21. Lacan,J., Seminario 12,"Problemas crucialespara el psicoanálisis",inédito, 19641965.
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sacrilegio contra lo que Lacan ha dicho. ¡Pero si solo quiero modificar un poco el saber que yo mismo he producido sobre esta verdad!: que el atravesamiento del fantasma no es la única clave del final del análisis; que trata de ubicarlo como un efecto de verdad; que permite reconsiderar todo el análisis como un punto de almohadillado, pero del lado de lo simbólico. Si se considera el fin del análisis del lado de lo real, el efecto de verdad~no alcanza. Creo que por eso Lacan dice que el fin del análisis es cuestión de saber hacer con el síntoma. No creo necesario oponer atravesamiento del fantasma y saber hacer con el síntoma. Más bien, me parece que hay que subrayar que atravesamientodelfantasma pone el acento sobre el gran efecto de verdad al final del análisis, y saberhacer conelsíntomalo pone sobre todo lo que no va a desaparecer al final de la cura, es decir, sobre lo real. Gracias al efecto de verdad, suponemos en el sujeto una mayor capacidad para protegerse mejor de la presión de lo real y para no dejarse engañar por él. De la misma manera que con el analista, como lo he puesto de relieve hace ya tiempo, a propósito de la incidencia ética de su posición en la clínica. Antes de dar su garantía a un síntoma, el analista debe tener el cuidado de considerar bien las consecuencias. Acoger un síntoma del paciente es darle consistencia; y a veces hay que hacerlo y a veces no. Hay síntomas que se presentan para probar al analista, para saber si después se le puede soltar el verdadero relato del síntoma; buscando verificar que no es cruel, que no se burla, que no juzga, etc. Después de un tiempo, a veces largo, el paciente cuenta ese síntoma percibido por él como vergonzoso. Es una maniobra que puede ser consciente -en el sentido de que deliberadamente se esfuerza por probar al analista hasta que siente que puede hablar de ello-, pero puede producirse una maniobra similar de modo inconsciente, cuando el sujeto, por ejemplo, va dando descripciones de otros síntomas, para ver si le van a creer el suyo. Esto muestra la relación entre síntoma y creencia, a la que Lacan da tanta importancia, y que yo he subrayado. Estamos acostumbrados a pensar el síntoma como resistencia del lado de lo real; pero es solo una cara del síntoma. Está también la cara de verdad del síntoma. Esta cara de verdad del síntoma impide un acuerdo acerca de lo que es un síntoma. Los analistas anglosajones de la costa atlántica de los Estados Unidos consideraban que no se podía hablar de un análisis terminado si el sujeto no tenía perfecta fidelidad conyugal. La infidelidad era considerada un síntoma. Este puritanismo es un rasgo presente en la cultura de los Estados Unidos; un núcleo puritano único en el mundo y que tiene sus 486
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consecuencias en la manera de concebir el síntoma. En la Argentina, en cambio, en los tiempos de Ángel Garma, se consideraba que si el sujeto no tenía una vida sexual variada e intensa, eso era un síntoma. Lo que era sintomático era ser puritano. Esto, para mostrarles el carácter relativo del síntoma con respecto al ideal, como lo dije en Bogotá; pero también vale para el sujeto. Si el analista valida algunos de esos síntomas, como señalé desde el momento mismo en que lo percibí bien en la práctica hace·un tiempo, se agudizan, crecen. La posición ética del analista incide muy directamente en la parte simbólica del síntoma, por lo que cuando hablamos de síntomas-lo dije en Colombia, lo repito acá, y voy a terminar por creerlo, es decir, de armarlo realmente-, hay claramente un estatuto muy variable, ético, que se puede ubicar en lo simbólico, muy distinto de lo que podemos ubicar como lo real del síntoma. Hay que distinguir, pues, el síntoma en cuanto semblante -que depende mucho de la acogida que le damos- del síntoma fundamental, en cuanto aquello que, ya la acogida del Otro, ya lo simbólico, no pueden mover, y que es más bien causa de elaboración. Me parece que habría que elaborar la diferencia entre el síntoma tal como se presenta y el síntoma fundamental. ¿A qué síntomas dar nuestra garantía? A los síntomas cuya elaboración pueda ser la más provechosa para el análisis. Pero hay que saber que a veces el sujeto puede tomar como un insulto el que no creamos en el síntoma que trae. Por ello, a veces hay que acoger algunos síntomas, para no perturbar el sostén imaginario del sujeto. En esto no hay reglas ni ningún automatismo. A veces resulta más interesante creer en un síntoma no ubicado por el sujeto -es decir, rechazar la oferta de síntomas que trae y apuntar a un rasgo que, ese sí, es esencial-, pues este desplazamiento de acento en sí mismo encarna en cierto modo al inconsciente, lo hace surgir. Estoy de acuerdo en que será necesario ubicar "La ciencia y la verdad" en la diferencia entre lo verdadero y lo real, y pienso que es posible si uno no se equivoca sobre el uso que hace Lacan de la expresión sujeto de la ciencia.22 Creo que este texto merecería el título "Lo real y la verdad". Y ahora recuerdo que Lacan me dijo que el texto, efectivamente, tenía otro título, pero que optó por el que conocemos porque era más comprensible. Sería lindo que el título original fuera "Lo real y la verdad", pero ahora mismo no recuerdo con exactitud cuál era.
22. [N. de E.] Véase supra,"Estructura, clínica y política", p. 439, n. 7.
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Panicipante:Me gustaría se extendieraen estode dar garantía a aquellos síntomasqueseríanmásprovechosos para el análisis. JAM: Trataba de introducir un poco de juego acerca de qué es un verdadero síntoma. Con el síntoma es mejor ser pragmático que fundamentalista; es decir, el analista no debe ser demasiado siervo de la verdad y dedtcarse a buscar cuál es el verdadero síntoma, cuáles los falsos, porque, por ejemplo, en la histeria de todos modos no va a encontrar nada con eso, pues todos son verdaderos y falsos; es la verdad mentirosa encarnada. En la neurosis obsesiva tampoco sirve, porque sería echar sobre sí la duda encarnada por el paciente. A lo que aludo en esta frase es al pragmatismo; es decir: la elección del síntoma a trabajar abre la puerta que da al camino del análisis. El acento que pongo sobre lo real -no hay clínica sin real, articulado a no hay clínica sin ética- implica que en este punto la ética sería una ética pragmática, no absolutista. Por eso el síntoma más útil es el síntoma creado por el analista, uno que lo incluya en su definición, porque encarna ya el síntoma como discurso del Otro. Cuando lo hace a partir de una puntuación sobre un rasgo sintomático desconocido o poco puesto de relieve por el sujeto es cuando da los mejores resultados, pues instala la dimensión del inconsciente y el analista se apropia algo del Sujeto supuesto Saber. Esto se produce naturalmente en la situación analítica, pero se lo puede ayudar con un señalamiento al margen. Con respecto a la cuestión de Godel: para Lacan ha sido muy importante que el desarrollo de Godel implicara la caída del ideal presente en el programa matemático presentado por Hilbert justo antes, en el que este pretendía una autoverificación interna de las matemáticas una demostración de los criterios de verdad. El trabajo de Godel vino justo a desmentir esa posibilidad, al establecer que en un sistema robusto hay enunciados que se sabe son verdaderos y que a la vez se puede demostrar que no se pueden demostrar, es decir, enunciados verdaderos que no pueden ser teoremas. Esto es lo sorprendente del teorema de Godel, pues pone un límite a un Otro que sería todo saber, y me parece que la noción de significante de la falta del Otro, o la idea de que no hay Otro del Otro, encuentra sustento en lo que se deduce de ese teorema.
Participante: Estamosen el momentode la caídadel Otro;el Otrono existe.Es un momentotambiénde liberaciónde losgocesy de la entradaen la legalidad de losimbólicode algunosde ellos,comopor ejemploel matrimoniohomosexual. Si la sociedad permite la liberación y reivindicación de losgoces,esono esauto488
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máticopara el analista.¿Quégocessoncompatibles conlaposición~elanalista? la perversióno la homosexualidad conella?Habidacu_enta 1e ¿Soncompatibles que,al menosen el CampoFreudiano,lossujetosmuchasvecesse autonzan sm haberterminadoel análisis. JAM: Es peligroso entrar en esas cuestiones improvi_s~do, _Yno lo voy a hacer. Creo que el discurso del Otro no_s,obliga a distmgmr entre, por ejemplo, la homosexualidad y l~ pe1;:rs10~. ~uando hablamos de re~eperversión, hablamos de una categona chmca clasica, con_nues_:1"as rencias psiquiátricas y psicoanalíticas que datan ya de cien _anos atras. Pero hoy no podemos hacer entrar, en nuestras co~strucci~nes, toda homosexualidad en la perversión. Eso no se entendena. Es mas ade~ado distinguir -como lo he hec~o yo en un ha~e ya_al~o_s anosentre la posición de goce del suJeto y su posicion episteffilca y enea: que puede ser, por ejemplo, la de un obsesivo. Ciert~me~te_vemos suJetos para quienes su goce homosexual es como un _real,~nasiffillable,causa_?el análisis. Y parece poco útil, más bien nefasto, mclmr eso en la perversio~, cuando la preocupación ética misma del sujeto tiene otro valor, es ~ecir, no se reconoce sintónico con su propio goce. No estoy seguro de si hay que preguntarse esto de manera abstracta. Hay analistas homos:xuales, siempre los ha habido, y no sabemos si mañana tendremos sociedades segregadas de analistas gays. Me parece, finalmente, que en esto ta~poco hay reglas; hay que considerar el uno por uno. A veces h~y pedidos perversos de análisis, y es mejor no ce?er a ell~s. Pero, por e¡emplo, en San Francisco hay analistas gays atendiendo su¡etos gays. Y es que, a fin de cuentas un analista es siempre relativo a una comunidad, y creo que esto parte de desarrollos sociales de los cuales ~l.~sic?análisis ~a sido desencadenante. En este sentido, creo que el anahsis si ha contribuido a liberar lo real, y se ha visto, quizás, en la dificultad de m?ver conceptos que tienen un siglo, a partir de los efectos que ha producido.
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Participante:Ustedha insistidoen la díadaley-discontin~idad'. in~luyendodel ladode la leylo imposible y lo necesan·o, y delladode la discontinuidad, la conquepuedem~~tingenciay loposible,al referirseal encuentrocomocontingen_te, car un goceen el sujetoque esposibleceder,lo ha planteadoinclusocon_relacio~ al pase.Ahora bien,quedaun goceirreductible,lo rue ma~caya una diferencia entreun realy otro.¿Podríaconsiderarse estegoceirreductiblecrn:z,o un saber~ lo real inscritoen el cuerpo,inmodificable? Acercade la sexuacion,Lacandice quela'elección delladomasculinoo delfemeninoesuna elec:ióndelsujeto,Y esta elecciónhaceproblema.¿El hombreque eligeel ladofemeninova a permanecer 489
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allí, esose.~odifica?¿f!ay allí una inscripción de un saberen lo realqueharía que:: elecc1~de la mu;er delladofemeninoy la delhombredelladomasculino sede. F.sdecir,¿hayun universal?¿Entraestopor el ladode la ley? JAM: Voy a tratar de seguirlo en su consideración. Primero: el saber en lo re_~I.Es algo que hay que distinguir claramente de lo real sin programac1011,de lo cual hemos hablado antes, a partir de una de las preguntas que se formularon. Cuando Lacan habla del saber en lo reaI23 habla de otra cosa distinta que cuando dice lo real es sin ley.24 Porque hab!ar de saber _en lo real introduce una ley, una regularidad. Esta es la formul~ lacamana para ubicar la física matemática. Hay cálculos que nos permiten_ obtener algunos efectos balísticos o mecánicos, y podemos tener la idea de que todo pasa como si los fenómenos conocieran las fónnul~~- Esto es lo que Lacan llama saber en lo real; una versión de la ,ª~rmac10n ~e Galileo de que la naturaleza habla en lenguaje matemat1~?· A partir de esto podemos ver claramente que hay algo en la relac10n entre los sexos que no tiene fórmula. El sol sabe a qué distancia debe es~ar de!ª luna, y ella ~abe a qué distancia debe estar del sol, y se llevan bien as1.Pero en el mvel de las relaciones entre los seres humano hay tal saber. Se acercan demasiado, se alejan ... ; la luna va con Jup1ter ... Es un desor?en, como en la canción "El sol y la luna". Ahora, para Lacan hay un umversal negativo en la sexualidad: no hay relación sexual. Y en esa negatividad ocurre de todo. Es una especie de agujero ~egro ~n el ~ue se producen contingencias. La fórmula lo real es sin ley tlene vigencia especialmente en ese lugar de lo real donde no hay saber. Pero est~ es el lugar p~r excelencia del sujeto, también, en especial en nuestr~ epoca, caractenzada por la proliferación de universales. En esa zona sm ley se manifiesta precisamente la resistencia del sujeto allí donde se anulan esos universales degradados a estándares. '
n?s:
2~. ~: de ~-l_Lacan,J., Seminario 21, "Les non dupes errent", clase del 23 de abril de l974, medito: Digo solamente que el inconsciente no se concibe, en primer lugar sino por esto que es Un saber. Pero me Jinúto a esto. En nombre de lo cual Ja cuestió~ del saber en lo real toma su sentido".
24. _[N.d~ E.] ~acan.J., El seminario,Libro23, El sintbome,ob. cit., p. 135: "Hablo de 0 1 re~! : mo m~os1ble en la medida en que creo justamente que lo real -en fin, creo,si es mt s_mtoma,diganmelo-, lo real es, debo decirlo, sin ley. El verdadero real implica la ~u~enc1ade ley. Lo real no tiene orden. Esto es lo que quiero decir cuando digo que lo unico que tal vez un día llegue a articular ante ustedes es algo que concierne a lo que llamé un fragmento de rea]". 10
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En cuanto al goce irreductible, que no se puede suprimir, estamos de acuerdo en que tampoco es deseable suprimirlo. El goce e~ ~l nombre que da Lacan a lo que Freud llamó libido. Si en Freud la hb1~0 es una cantidad misteriosa, psíquica, Lacan, al nombrarla goce, la vmcula de modo más evidente con el cuerpo. Es claro que al principio del análisis la libido puede florecer en los síntomas, pero progresivamente va abandonando estos brotes y se condensa en unos puntos más reducidos, a veces más agudos y con mayor sufrimiento, dejando muchos temas, zonas del cuerpo o períodos de la vida en una zo~a gris. Este fen~:11eno es lo que Lacan llamó primero objeto a, es ~?cir, la co_n~ensac10~de la libido en el curso del análisis. Esta reducc10n de la libido al ob¡eto a como condensador de goce es correlativa de lo que llama la construcción del fantasma, en la medida en que esta constituye un apar~to simbólico que concentra la libido desplegada. Desde esta perspectiva, el objeto a define aquello que aún no ha sido interpr~~do, y esta ~s la razón por la que Lacan en su última enseñanza se fastidia con el obJeto a. He señalado la lección del Seminario20 en la que Lacan, al enumerar sus maternas, dice que el objeto a no nos da lo real de la exp~riencia, que es también un semblante. 15 Y ciertamente lo ~ue llama obJe~oa es un real muy obediente a lo simbólico, pues es la imagen que de¡a este en su avance. Aunque Lacan acentúa que no es un significante, el objeto a funciona como tal: es demasiado dócil a lo simbólico. Lo que traduce el atravesamiento del fantasma, y lo he dicho una vez así, es que no es por la interpretación como se llega al final del análisis, pues por esa vía . . siempre queda algo. Si hay un fin de análisis concebible, es por medi~ de c~sa distinta de la interpretación; no es solo el avance de lo s1mbohco, smo, en cierto momento, dejar caer lo que queda, lo que produciría una especie de iluminación total del paisaje, al desaparecer lo que bloqueaba la luz. Yo he tratado de tomar como analogía para esta otra concepción
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25. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario,Libro20,Aun, oh. cit., p. 112: "El amor mismo, subrayé la vez pasada, se dirige al semblante. Y, si es cierto ~ue el ºU:º. solo se alcanza juntándose, como dije la última vez, con el a, causa del deseo, 1~al se dinge al semblante de ser. Nada no es ese ser. Estásupuesto a ese objeto que es el a . . . También se refiere a esto en la p. 114: "Por último, lo simbólico, al dirigirse hacia lo real nos demuestra la verdadera naturaleza del objeto a. Si antes lo califiqué de semblante de :er, es porque semeja damos el soporte del ser. En todo lo que ~e ha elabor~do del ser y aun de la esencia, en Aristóteles por ejemplo, podemos ver, leyendolo a parnr de la experiencia analítica, que se trata del objeto a".
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d~l análisis la. transfinitización de los números de Cantor, que permite asignar una cifra al infinito. Cantor propone como cifra el significante Aleph-0, para darle ,el valor del infinito; de manera que no importa que a la sene de los numeras naturales siempre se pueda agregar otro, ~u~ca sobr~pasan el valor Aleph-0. Sostengo que en el pase ocurre algo similar: no importa cuántas interpretaciones más sea posible hacer, hay un elemeru:o que las totaliza, a la manera del Aleph-0 con los números. No puede pensarse un final de análisis sin hacer intervenir un elemento que discre~e d~l método del curso del análisis. Creo que esto se impone a toda te~nzac1ón del final de análisis; de otro modo, hay que concluir que no nene fin propio, que debe siempre volver a empezar. No creo haber respondido, pero he intentado bordear su pregunta.
2. CLÍNICA Y REAL
Particz~ante:Ustedhablabade una pacienteque va al pase con un síntoma crmverstvo que ha hechoen el análisisy que le hapermitidosostenerse ...
JAM: No,?º· Es algo que se produce en el curso del análisis y claramente por la I~ter_pre_tacióndel analista. Responde a la interpretación, regresando al d1~s~gu1entecon un síntoma de conversión muy delicado, con mucho sufriilllento, y parece decir: "Mira lo que has hecho de mí". Debo decir que esta paciente ha tenido valor, en el sentido de continuar adelante a pesar de lo delicado de su síntoma, y también en el sentido de un _te~~monio del poder de la palabra, lo que le quitó su desconfianza m1cial en el análisis. Ahora, es difícil llegar al pase con un síntoma ?onversivo así. Este s~ntoma le permitió entrar en el camino que la llevo al pase, y en su testlmonio describe cómo el síntoma le devolvió la c~nfianza en el análisis, al producir en su propio cuerpo algo que no podia ~egar. Es una paradoja, pero sirve para recordar que aunque uno se eqmvoq~e,_~ay que tener confianza en la dialéctica del análisis y no tener :l preJUICIOde que lo que parece malo al inicio no puede tener en poco tiempo un valor positivo. No se trataba de no creer en el síntoma o de dis~ul?arse por hab~~lo prod~cido; había que acoger la declaración y el sufnm1ento, y perm1tir que baJo esa forma de síntoma de conversión de ci~rto actingin en su propio cuerpo, se produjera un franqueamient¿ muy importante para el sujeto.
En el seminario de Bogotá, en noviembre 1998, los momentos más animados fueron las presentaciones de casos por parte de Lizbeth Ahumada, Héctor Gallo y Ricardo Seldes, aquí presentes. Todos participamos preguntando, solicitando precisiones, ofreciendo construcciones, lo que nos permitió existir como una comunidad de trabajo. Por ello he acordado con Ronald Portillo la preparación de un caso para este seminario, de manera que permita un fenómeno semejante. En la sesión anterior vimos ya ese fenómeno llamativo de la rápida constitución de una comunidad de trabajo, que testimonia la consistencia que tiene entre nosotros un lenguaje, a pesar de que no nos vemos con frecuencia; es decir, un acuerdo sobre datos fundamentales y referencias que nos permite, de pronto, comenzar a conversar. Eso es esencial para nuestro sostén como analistas, pues nos da ocasión de usar nuestras categorías y cernir un real que gana en certeza para la práctica misma. Me parece que es el momento de la conversación en el Campo Freudiano. Después de veinte años de existencia, no podemos seguir sin estos intercambios, que imponen una circulación de saber distinta a la de docente-alumno. Por supuesto, hace veinte años yo estaba, con respecto al trabajo de Lacan, en una posición de docente, de trazar líneas de lectura, de estudio, etc. Sigo, en parte, en esa posición. Pero me parece que mucho más que una relación docente-alumno, compartimos un discurso, y la conversación testimonia este interés compartido. Sucede que el caso que ha preparado Ronald Portillo conviene de manera milagrosa con la cuestión de la clínica de lo real. Debe tratarse de una conversación de ángeles, pues no habíamos hablado sobre ello, o de un fenómeno significante que traza un hilo invisible que nos hace llegar al mismo punto de interés. Es un caso que no pone de entrada lo
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JAM: ... que la cura, que le permite salir de cierta desconfianza en el análisis ...
Participante:... entonces,¿entraen análisis?
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simb~lico, pues ~e?:esenta por el lado de un mutismo muy prolongado que cierra la posibilidad de acceder al sujeto del inconsciente. Más bien puede uno preguntarse, en la primera parte, dónde está el inconsciente, porque el paciente no se presenta por el lado del inconsciente; se presenta con el peso de un conjunto sintomático -cuyas características v_ana conocer ahora-, que destaca de manera unilateral la opacidad del smtoma. Y_es llamativa y didáctica la manera en que poco a poco se escla;ece esta opacidad, en la medida en que el sujeto acepta dar algo del smt_omaal terapeuta. Y como hay pocos enunciados y pocos efectos de sentido ? de verdad, nos permite escuchar bien, sin ser sobrepasados por ~a cantidad de material; en las pocas indicaciones del paciente, se per~i~e el progres? continuo. Es un caso que no se deja abordar por el optirrusmo de lo simbólico; al contrario, pone en evidencia una misteri_osa~esistencia de lo real. Y es por el punto que hemos alcanzado en la hist~na del psicoanálisis por lo que un caso así es derivado a un analista. Ha sido un llamado como último recurso de la familia, ante el fracaso de toda clase de tentativas; no fue un pedido de análisis. En el tratamiento casi asistimos al nacimiento de algo como un pedido. ' Doy la palabra a Ronald Portillo.
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EL CASO A.: UNA GRAVE INHIBICIÓN
RonaldPortillo Se trata de un joven que tiene 26 años de edad cuando es traído a mi consulta por su madre, hace cuatro. Viste ropa deportiva, su rostro luce lustroso, me mira con desconfianza y no pronuncia palabra durante la entrevista en la que la madre, presa de llanto y desconsuelo me relata la incomprensible enfermedad de su hijo. Me cuenta que ha~e aproximadamente dos años A. empezó a permanecer en su habitación mucho más tiempo que el habitual. La comunicación con padres y hermanos se hizo cada vez más escasa; un gran retraimiento se apoderó de él, llegando a ~ermanecer sentado en la misma posición por períodos prolongados de ~empo._Cuando a la acentuación de este cuadro clínico se le agregó el msommo, el padre, médico dedicado a la docencia universitaria decide con_s~ltara _unpsiquiatra, quien de entrada hace un diagnóstico de ~epres10n ~ndogena y prescribe antidepresivos tricíclicos y neurolépticos. _Elreiterado fracaso psicofarmacológico sobre la psicopatología llevara a A. a desfilar por los consultorios de una serie de connotados 494
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psiquiatras caraqueños, los que alternarán el ya mencionado diagnóstico de depresión con el de psicosis esquizofrénica, intentando los más diversos tratamientos, con diferentes medicamentos antidepresivos y antipsicóticos. Internado en una clínica psiquiátrica por conside_rarse que se trataba de una esquizofrenia que no respondía al tratamiento convencional, A. será sometido a terapia electroconvulsivante, en la que recibirá diez sesiones de electrochoques que no lograrán los resultados terapéuticos esperados. A su egreso de la hospitalización, dos mes:s antes de nuestro primer encuentro, le indican un tratamiento con antipsicóticos, que mantiene hasta ese momento. Al final de ese encuentro, marcado por el mutismo, sugerí la suspensión de la medicación, pues sospechaba que su acción química podía ser lo que le impedía hablar, sospecha que a la postre iba a resultar totalmente infundada. Los primeros encuentros con el analista Durante muchas entrevistas, lo único que obtenía como respuesta a las preguntas e invitaciones a hablar era el más puro silencio, escandido por miradas discretas que me hacía de tanto en tanto, por breves instantes, para luego posar su mirada, perdida, en algún punto de la cortina del consultorio. Luego de pasadas las primeras cuatro o cinco semanas, en las que viene a verme dos veces por semana, poco había variado la situación de silencio intercalado con esas miradas furtivas. Solo yo hablaba, una y otra vez, para decirle que sabía que algo muy serio debía estarle pasando, que seguramente estaba sufriendo mucho, que él podía aliviarse si me hablaba de lo que le pasaba, y ~u~ yo ~odía ayudarlo a obtener algo de alivio. Su respuesta permanec1a mv~nable. Sin embargo, la madre me informa por teléfono que algo ha variado en casa: ha comenzado a dirigirles a ella y al padre algunos monosílabos, y en ocasiones sale de su cuarto y los acompaña a mirar la televisión. Decido recibirlo, entonces, todos los días, logrando, al cabo de la tercera entrevista consecutiva, que me diga: "Estoy muy cansado". Le digo que efectivamente luce así. Y al preguntarle por la causa de su c~nsancio responde: "De pensar". Las entrevistas preliminares, mantemdas p~r dos años, estuvieron marcadas por una extrema pasividad y retice~cia para hablar, que ha quedado reducida, en este momento del tratarmento, al momento del inicio de las sesiones. Aún cuesta empezarlas. La primera temática que pudimos abordar fue la situación ~vida por él en la clínica donde estuvo hospitalizado. Me relató que habia estado muy asustado ante la posibilidad de ser agredido por otros pacientes, 495
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que había llegado a sentir su cuerpo como una sola pieza endurecida, y que luego de recibir electricidad en la cabeza pasaba mucho tiempo como sonámbulo, sin saber bien quién era él ni por qué estaba allí. En ocasiones como esta, yo aprovechaba para preguntarle si él creía que estaba loco; las primeras veces no me respondía. Luego llegó a decirme: "Yo he estado como loco". Le subrayé que "como loco" no era igual a "estar loco".
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Buena parte de las entrevistas preliminares estuvieron dedicadas a su ubicación en el contexto familiar. Es el último de tres hijos; lo anteceden un hermano y una hermana. Por el lado materno está emparentado con una extensa familia: la madre tiene un hermano y ocho prolíficas hermanas con las que la familia del paciente mantien_e contacto frecuente, al igual que con su innumerable cantidad de primos y primas.
El complejo sintomático El detallado recorrido por su composición familiar, primer tema en el que se interesó particularmente y del que quería que yo estuviera enterado, tenía por finalidad no solo que encontrara su lugar en el marco simbólico familiar, sino llevarlo a hablar, a inscribir su palabra en un discurso. De manera progresiva, pasamos a interrogar lo que vendría a constituir su prin~i~al queja: ::Es algo que me perturba demasiado mi vida y que yo no qms1era tener . Me cuenta que pasa horas en el baño, totalmente paralizado, luego de realizar cualquier acción. Más adelante se constata que tal acción no era tan inespecífica, sino que guardaba relación con la limpieza y lavado del "trasero", palabra que llega a utilizar después de cierto tiempo y que evitaba a toda costa pronunciar. Utilizaba expresiones como: "eso", "la parte de atrás", "por donde uno bota porquería". Se re~uirieron varias entrevistas hasta llegar a armar las piezas de un complicado mecanismo, instalado en él desde hacía algunos años. Al defecar, procedía a limpiarse infinidad de veces, observaba una y otra vez el papel que había utilizado; debía depositar el papel usado en la cesta de basura del baño de modo que no se viera nada sucio. Luego se quedaba contemplando durante considerables lapsos de tiempo las heces expulsadas. Durante el desarrollo de todas sus maniobras lo acompañaba lanecesidad de comprobar que había hecho todo corre~tamente, lo cual solo podía ser sancionado al final con tres degluciones de saliva sin interrupción. Cuando alguna de las fases o pasos del ritual no
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se cumplía cabalmente -lo que ocurría la mayoría de las veces-, _estaba obligado a recomenzar el proceso. Un meca~is~o pare~ido funciona?ª cuando se bañaba: debía realizar varios movirmentos, siempre los mismos y en un orden preestablecido, antes de pasarse la pastilla de Jabón por el ano. Este otro ceremonial solo podía se~ c~nsidera~~ terrmnado si, de igual manera, deglutía saliva tres veces sm mte~rupc10n. A. rela~a que a consecuencia de toda esta ritualización compulsiva ha permanecido hasta nueve y diez horas en el baño, sobre todo en ho~as de la noch~. Con frecuencia se quedaba detenido en una de las fases sm poder segutr adelante, y así podía permanecer mucho tiempo. De este modo, lo más florido del complejo sintomático de A. lo constituyen estos rituales que lo desbordan, por supuesto: a~ternados con eso que Freud llamó la interpolación de una pausa, tecmca obsesiva correspondiente al aislamiento, que recae tambié_ns~bre la esfera motriz. 1 Consiste en que, tras la irrupción en la conciencia del pensamiento obsesivo o de la realización de una actividad significativa -en el sentido de la neurosis-, sobreviene un intervalo en el que no está permitido que suceda nada. No se ejecu:a ninguna ª~:ión, como una forma de lograr el aislamiento que garantice la suspens10n de todo nexo con el pensamiento obsesivo.
El desencadenamiento de la neurosis Aproximadamente a los nueve meses de entre~stas aparece el primer sueño, que presenta un elemento transferencia!. A. se encuentra con dos de sus tías maternas, quienes le preguntan sobre la marcha de su tratamiento. Él responde que bien, y una de ellas, la más querida por él le muestra una lavadora, al tiempo que le dice que esa máquina "funci~na a la perfección". Ninguna asociación, a pe.sar de mi insist~nci: durante varias sesiones, hasta que finalmente me dice que no sabe si s~ra porque él tiene muchas cosas que lavar, a lo qu~ respondo que e~toy dispuesto a ayudarlo en eso. Este sueño fu~ el pnmer? de ~a sene caracterizada por situaciones en las que el su¡eto aparecia temendo contacto
l. [N. de E.) Freud, S., "Inhibición, síntoma y angustia", Obrascomple_tas, v_ol.XX, oh. pecucit., p. 115: "La otra de estas técnicas que estamos describiendo e_sla del a1~lam1ento, liar de la neurosis obsesiva. Recae también sobre la esfera motriz, y consiste en que tr~s un suceso desagradable, así como tras una actividad significativa realizada p~r el pr?p10 enfermo en el sentido de la neurosis, se interpola una pausa en la que no esta penrutido que acontezca nada, no se hace ninguna percepción ni se ejecuta acción alguna".
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con agua. Las asociaciones lo conducen a relatar la causa por la cual él tiene muchas cosas que lavarse. Es una causa que cataloga como "algo lamentable, que nunca debió suceder". Con extrema dificultad caracterizada por prolongados estados de mutismo, poco a poco co~ienza a contarme que su problema empezó más o menos dos años atrás en el m?mento en que estuvo acariciando los muslos y la entrepierna de una pnma de nue:7eo diez años, cuando jugaba con ella. Nadie lo vio en esos menesteres pero, a partir de entonces, empezó a sentirse mal, a considerarse muy poca cosa, alguien muy bajo y muy sucio, que no merecía el afecto que su tía, l~-madre de la niña en cuestión, le prodigó siempre, desde que era muy nmo. Tampoco se sentía merecedor del cariño de sus padres, quienes, decía él'. no ~abían que tenían un hijo que podía llegar a co~~ter actos_tan sucios. El, que siempre había prestado particular atenc10n a los mños de la familia, quienes se mostraban encantados de que jugara con ellos. Luego de permanecer encerrado en su cuarto en donde lo que hacía era llorar y reprocharse por lo hecho, A. no pu~de más con la culpa, _se angustia mucho y decide hablar con sus padres y contarles lo sucedido. Los padres le restan importancia al incidente y Je piden qu~ se olvide de eso, que piense en otra cosa. Paradójicamente, a parar de ese momento se incrementa la permanencia de A. en su habitación, y en particular en su baño, expresiones de la tendencia del sujeto a aislarse, por un lado, del mundo exterior -no tener contacto con nadie-, y por el ?~º,de su propio cuerpo, al que no quiere tocar, sobre todo en las actlVIdadesde aseo personal, cuando debe limpiarse, lavarse o bañarse. El desencadenamiento de la neurosis se produce a partir del encuent~o de~- con una sexualidad prohibida. Es este aspecto el que explica su a1slan~1ento,no_solo del medio ambiente sino también del pensamiento Yd~l ~rea '.11otnz,_traduc1dopor la parálisis, técnica de aislamiento que, en ~l~'.11ªmstanc1a, no comporta otra cosa que la eliminación de toda pos1b1hdadde hacer contacto de nuevo con el goce derivado de ¡ocar el cuerpo de la niña y de encontrarse con su propia sexualidad. A. ha sido u~ hombre muy tí~do; nunca tuvo ninguna novia y la única experien~ia sexual_ que ha teru?o fue ~on una prostituta, a la que tuvo acceso por mterm~~IO de ~n amigo, qmen lo condujo a un prostíbulo, habló por él Y tamb1en pa_~opor él. Esta experiencia con la prostituta concluyó en una eyaculac10n muy precoz. Desde entonces, hará más o menos ocho años, se había instalado en él una compulsión masturbatoria con una frecu~ncia mínima de dos veces al día. Se estimulaba con re~stas pornograficas que mostraban la entrepierna de mujeres desnudas. Mientras 498
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más separadas las piernas, mayor era su excitación, condición de goce que él exigía a ese objeto fantaseado de la imagen. Durante el período que siguió al surgimiento de la parálisis y el aislamiento, la mastu~bación no podía llevarse a cabo y se interrumpió por un período considerable, aun después de iniciado el tratamiento. La actividad mastur~~t?ria ha venido recuperándose progresivamente en el curso del analis1s, conservando, sin embargo, un resto de la parálisis que la acompañaba: luego de masturbarse se queda contemplando el pene fijamente y dice que algo le impide dejar de hacerlo, como si no pudiera separarse de él, pues dejar de contemplarlo es dejar de tener la seguridad de que lo tiene, de que le pertenece.
La entradaen análisis A pesar de que en el curso de las entrevist~s preliminar~~ se ~rodujeron varios sueños con contenido transferencia!, que_rerm1aan vislumbrar la emergencia del Sujeto supuesto Saber, el obstaculo _repres_entado por la dificultad en acogerse a la regla fundamental, el 1mped1me?to para dejarse ir en su pensamiento -supongo que p~ra no caer en el,nesgo de la irrupción de lo insoportable-, y la necesidad que traslucta d_e tener mi imagen en frente como soporte para poder ha?lar, deter~1naron que la entrada en análisis se produjera, como he dicho, dos anos después de la primera entrevista. Dos elementos marcaron su entrada en análisis: un sueño y lo que podemos llamar una recomendación. El sueño: A. se está bañ~ndo en un canal artificial, a la orilla del cual está situada la casa vacae1onal de sus padres. Él está nadando y un hombre de bigotes, de mirada penetrante, está contemplando la escena. De pronto, se cansa de tanto nadar y empieza a tragar agua. Se desespera y mira al hombre, e:perando que lo ayude; este no se mueve, y luego él puede ganar la onlla del canal. Allí lo está esperando el hombre, quien le dice: "Ves que sí podías". La recomendación es la que hace a una de sus primas de venir a verme, para que pueda resolver un grave problema que tiene; él consideraba que solo yo la podía ayudar. . . Poco tiempo después de iniciado el análisis, A. se deaene a reflexionar sobre diversos aspectos abandonados, detenidos o paralizados en su vida. Durante el bachillerato fue un excelente deportista, y pudo haber hecho carrera corno tal, pero primero estaba la continuación de sus estudios en la universidad. Empezó estudios de ingeniería y no pudo continuar, pues consideró que era mucho para él, que no podía con 499
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eso y que, más bien, debía ponerse a trabajar. Comenzó a trabajar en la farmacia de unos tíos, y no pudo seguir cuando decidió que su vocación estaba en el turismo. Se inscribe en un instituto de turismo, y estando allí comenzaron sus síntomas. "Pareciera que puedo comenzar pero no puedo terminar", es el comentario que escande una de sus sesiones. Del mismo modo, comienzan a aparecer acentuadas quejas contra sus padres: su padre nunca lo había acompañado a nada, no lo alentó a seguir determinada disciplina o carrera, nunca lo estimuló ni le enseñó nada sobre la vida, nunca le habló "de lo que un padre debe hablarle a un hijo". De la madre dice que solo ha estado pendiente de que tenga buenos modales, de que sea un hombre correcto y que tenga su cuarto siempre limpio; de nada más, pues "ella solo ha estado pendiente de mi papá".
La actualidadde la cura Los rituales obsesivos y la parálisis han ido desapareciendo, aunque quedan todavía restos patentes de ello. El ceremonial en el baño aparece en ocasiones, pero el tiempo que le tomaba se ha venido reduciendo considerablemente, hasta un máximo de una hora. A. recurre a la persistencia de este resto para justificar su temor a buscar un trabajo, pues puede suceder que cuando se lo requiera, esté en el baño sin poder moverse. En lo relativo a la deglución, se ha producido una transformación: ahora no tiene necesidad de acudir a ella, pero en ocasiones se exige escupir un par de veces para salir de la parálisis. En lo relativo a estudios, ha comenzado un curso de inglés, curso que siempre había querido realizar, porque es un fanático de la actividad deportiva y no puede seguir los juegos y comentarios deportivos -su mayor aficiónque presenta uno de los canales de televisión por cable. En cuanto a su acercamiento a las mujeres, A. ha hecho algunos progresos: habla de su deseo de conseguir una novia, una compañera. Sin embargo, cuando tiene la posibilidad de conseguirla o de hacer un acercamiento sexual a una mujer, resurge el mecanismo de la evitación. Una parte de un sueño reciente y sus asociaciones permiten ilustrar este aspecto: "Andaba c~rninando por una calle. Me encuentro con dos muchachas. Sigo cammando. Pasado un momento, miro hacia atrás y compruebo que una de ellas me está persiguiendo. Se esconde detrás de un árbol; me acerco a ella. Tenía los ojos claros, pero usaba anteojos. Le digo que salga de allí, ella no lo hace; le insisto, pero no consigo que lo haga". A. asocia lo siguiente: "En el sueño pasa lo contrario de lo que me sucede
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en la realidad: soy yo el que persigue a las mujeres que me gustan. Me les pego atrás. Yo le he contado que a veces he conse_guido que me pr~sten atención, pero no sé lo que me pasa. La moreruta aquella que fui a visitar me dijo que la llamara los miércoles, ~~e ese día estaba _so:aen su casa y podíamos estar juntos. Bueno, un m1ercoles se me olVIdo Y al otro me dio como miedo llamarla. Después la he querido ver, y ahora es ella la que no quiere nada conmigo. Con o~~ ~u:ha~ha también ~é di unos besos; cuando la dejé en su casa me p1d10rru numero de telefono, y yo se lo di equivocado a propósito".
De la inhibición al síntoma Algunas reflexiones hechas sobre este caso permiten decir que se trata de un joven que en un primer momento presenta una marcada inhibición, algo del orden del no funcionamiento debido a u~a perturbación ocasionada por la libido, tal como nos lo recuerda Mil!er :n la lectura que hace de "Inhibición, síntoma y angustia" en su semmano El partenaire-síntoma.2 En este caso la inhibición sur~e ~º~?, consecu~?cia de lo que Freud llamaba la segunda causa de mh1~IC1on:la _acc10n punitiva del superyó. 3 Inhibición que pasa a convert1rse en smtoma al caer en el terreno de lo francamente patológico. La inhibición o limitación en la relación con el Otro, tanto desde el punto de vista sexual como social, estaba presente en A. desde hacía algún tie~~º· Una limitación que lo confinaba al goce solitario de la masturbac10n, hacer goce que, por excelencia, excluye al Otro. La tentativa de A: lazo social con los niños -pues en algún momento reconoc10 ~ue ~o sabía cómo proceder con los adultos- será i~~adida por 1~exigencia pulsional. Al superponer, en el acto de seducc10_n,la entre~1erna de la niña con la del objeto fantaseado de la fotografía pornografica, desa~a la furia superyoica, que desencadena la instalación_ de la, ~arafernaha del mecanismo obsesivo, que viene a ser metáfora smtomanca, a hacer las veces de satisfacción pulsional. Así, el síntoma se constituye en sustituto de la satisfacción libidinal. De allí que cuando se instaura el
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2. Miller,J.-A., El partenaire-síntoma,Buenos Aires, Paidós, 2008. " . . 3. [N. de E.] Freud, S., "Inhibición, síntoma y angustia", o~. _c!t.,p. 86: Otras 1?h1biciones se producen manifiestamente al servicio de la autopumc1on (... ]. El yo no nene permitido hacer esas cosas porque le proporcionarían provecho y éxito, que el severo superyó le ha denegado".
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síntoma se detiene la práctica onanista, que había venido cumpliendo funciones de goce en el marco inhibitorio propio del registro del Uno. La masturbación compulsiva ejercía, al inicio, la función de reemplazo del rapportsexual que no existe.
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El pasaje de la inhibición-sancionada por la masturbación- al trance obsesivo impuesto por la instancia moral define el registro de lo real en la clínica de este sujeto. El imperativo categórico superyoico consigue, en este caso, convertir o suplantar la satisfacción directa de la pulsión en una satisfacción que llamaríamos indirecta, en cortocircuito, lograda por intermedio de este insufrible síntoma obsesivo. Como consecuencia del feroz ataque sufrido, cualquier intento de aproximación o relación con el Otro sexo es sofocado o inhibido inmediatamente: una señal de alerta .se per?la de inmediato en el horizonte. De ello se desprende que en lo mmediato no es posible vislumbrar una salida cercana en cuanto al acceso al Otro sexo.
Discusión ]AcQuEs-ALuN MILLER:Creo que todo el mundo ha podido seguir los datos del caso, relatados con mucha precisión y simplicidad a la vez, Y_~ienso que podemos tener un rato para preguntas y pedido de precisiones a nuestro colega, que es quien conoce el caso. Yo quisiera más precisión sobre cómo se encuentra ahora. Ha llegado con un extremo handicap;con la madre relatando su caso y él sumido en el más completo mutismo; cuatro años después, parece haber recuperado una buena parte de su espacio social. RoNALDPORTILLO: A lo que ya he mencionado antes, podría agregar que A., quien estaba fuera del circuito familiar, está volviendo a ser invitado por un grupo de sus primas y primos, que hacen muchas fiestas ... JAM: ¿Antes del comienzo ... ?
RP:Antes del comienzo lo invitaban; él podía ir o no, pero cuando iba se quedaba en un rincón ... JAM: Para entender bien la cronología: usted dice, en la presentación, que el síntoma se desencadenó dos años antes de la llegada a la consulta, es decir, a los veinticuatro años.
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RP: Sí. JAM: ¿Ese comportamiento de aislamiento de los primos y primas empezó a los veinticuatro años, o era algo anterior? RP: Se trata de un comportamiento que siempre había tenido. La experiencia con la prostituta la tiene a los veintidós a.ños. Iba a las fiestas de sus compañeros de bachillerato, pero como no bailaba no se acer_caba a ninguna muchacha -cosa que, sin saber bailar, en nuestro. med10 es casi imposible-; iba a las fiestas de los primos y se quedaba rrnrando, no participaba. Hace unos cuatro meses los ~rimos varones h~n empe~ado a invitarlo a fiestas; pero son fiestas peculiares, porque estan los primos con sus parejas y él está solo. Pero ha comenzado a hablar ~on ellas, a intercambiar, y luego llega a casa con una profunda molesna. No responde a los padres, se vuelve muy huraño, y ellos me han llam~do en alguna ocasión para saber qué hacer. Por supuesto, ~o he respond,1do. Al respecto, él me dice que estaba muy molesto consigo, porque ~orno es posible que teniendo treinta años de edad todavía no tenga novi~. ~ero, como relaté antes, hay posibilidades para él: sale en el automovd del padre a dar vueltas por la ciudad, y si ve a al~a mujer que le interes: la aborda; ha podido subir a alguna al automóvil, como la que comente a propósito del sueño; comienza a aproximársele, pero lue~o ~: da el teléfono equivocado, Es decir, como si hubiera una contrad1cc1on con relación a ese deseo que dice tener. También es importante la cuestión del trabajo: en ocasiones pasa horas revisando las ofertas de empleo, y se ha presentado en un par de ocasiones a entrevistas en las que ha ~uedado seleccionado para el puesto, pero él dice que no puede, que nene mucho temor y no quiere quedar mal, como dije antes. Recientemente me pidió el baño prestado, y yo no sabía qué hacer. El bañ~ está dentro del consultorio, y con su dificultad, yo no sabía que hacer: s1se quedaba, tendría que irlo a buscar ... Al final fue y salió muy rápido. No creo que le haya dado tiempo para nada; creo que quería conocer mi baño, nada más. Es un joven que ha estado siempre muy ensimismado, y ahora lo encuentro en la sala de espera conversando con otros pacientes. Esa es la situación.
Participante:Hay una parte en el discursode estepacientequeparecediferente a todootroargumentoque hapodidoenunciar.Es esaquese refier~a su cuerpo comouna solapieza. Me gustaríaque lo repitieras,para conocerbienesafrase. Has dicho:"electricidad en la cabeza";unafrase que me pareceque se separa 503
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del restodel discursode esteP . consiguedecirsuspn'meraspa:a~::.e, cuandosale un tanto de la inhibicióny RP: A mí también me llamó much l ., todo porque había, por parte de los o ~ at~nc10n esta expresi~n, sobre presunción diagnóstica d . fr p~1qmatras que lo atendieron, la e esqmzo enia· lo d" l . pnmer momento tenía efecti '. lJ_o.so o una vez. En un se podía explicar por los'med1·vamente, cierta ng1dez corporal que no . camentos pues est h b' "d d1dos. La concl uswn ·, a 1a que ll egu , fu ' os a Jan s1 o suspenllamado la inhib... , l . e . e que esto era parte de lo que he won en e nivel motnz Ahora ·1. w1a exagerada movilid d d . . se mov1 iza, camina con a e sus piernas. La frase es· "Había se 'd cuerpo como una sola pieza endurecida" La " 1 .' 'd d na o su se refiere a que le re , · e ectrici a en la cabeza" "en el cuartito aqu~l'' 8in1to dalpadre qué 1~ ~acían cuando lo metían · pa re, que es medico 1· , una manera sencilla, le di'o ue 1 b . '.para exp icarse 1o de refería a los electrochoqJes qque hepb~saa~be'ldectr1c1dad por la cabeza; se a 1a rec1 1 o.
Participante:Se ve que es uno de esoscasosdifí 'l se depacienciapara ir haciendoal O conlafiC1es,en losrue uno debea:"1ar- enomenologza, para luegozr a la estructura;y me pareceque ha g fenomenológicos a precisarun ~-una,en!ena¡;zaen esto,en elpasode losdatos depasada,y quisieraque lo cor:a~ostzco. ay algo esencialque mencionaste en.arasun pocomás que es!. , . , l padre. Porquedice:"Mipad h b'1 ,, , , a re,aaoncone , re no a a y el tampocobabi. "Ni h bl ,ascosasde lasquedebíahaberhablado"·~sde . " a,~ o me a ó de acusaa la madrede no habe,..., - d' ~1~ No se ocupode mí"'.También 'ie ensenano a vzvzren el m d R . . un o. t1reczera haber un reprocheprimero velad ¡ ' o y uegomanifiesto contra l p d Q , cosaspodríasdeciral respecto t .Q , h ' ., e a re. ¿ ue otras · 2 ue ay conrelaczon a la duda? RP: Efectivamente, la queja contra el d gresivamente de manera m . pa re se va perfilando pro'fi uy mtensa· una de las · refiere a la sexualidad queJas espec1.ICas se · Ice que no es posible q h 'd el que lo haya llevado al íb 1 ue aya s1 o su amigo prosa u o· su padre J·a , h bl, , ' . . nada relativo a la sexual'd d . ~as e1 sobre 1 ª , ru a 1a aproXImac10n a a o con · 1 . una muJer; era un tema que no se tocaba y d. al prostíbulo es huérfa~o de1c:Jr!º muy cunoso: ~l amigo que lo lleva un "avión".4 Es un . p '~ es, como se dice ahora en Caracas, Joven que trabaJa en el negocio inmobiliario, tiene
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.
d' 4. [N. de E.] En lenguaje popular, especialmente d 1 . , ida, que aprovecha cualquier oportunidad I e os Jovenes: persona sagaz, decique se e presenta para sacar provecho.
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buenos ingresos, automóvil, mucha disponibilidad económica y muchas novias. El padre de este amigo miraba en la televisión películas pornográficas con el hijo. No llega a enunciar que hubiera querido tener un padre que hiciera lo mismo con él, pero lo insinúa de algún modo. La duda está en el campo del acercamiento a las mujeres: a veces, cuando las persigue, no sabe si abordarlas o no; "le digo algo, no le digo". A veces se monta en autobuses y mira a ver si hay alguna joven que, lo atraiga, y si la encuentra, mira si hay un espacio al lado, y si lo hay, va y se sienta. Pero tarda en decidir si la va abordar o no, y a veces la joven se baja y él queda allí como expectante. Eso lo hace ahora, últimamente. Si logra superar esto, cuando está hablando con ellas no sabe qué hacer, cómo proceder; la duda se va desplazando. Con la morenita que mencioné, dice que no sabe si tuvo miedo a que ella pudiera querer algo con él y no supiera responder. Cuando le pregunto qué es ese algo, no responde. Así como tuvo dificultades para decir "trasero", también parece tenerlas en relación con lo sexual; que yo recuerde, nunca ha dicho "sexualidad" o "sexo". Ha llegado a decir "estar juntos", pero, de parte de él, sin ninguna implicación sexual, me parece; más bien como "hacer compañía", etc.
JAM: En el caso, la única cosa que figura sobre la madre es la importancia que da a la limpieza del cuarto; de tal manera que el síntoma anal de este sujeto parece constituido del lado materno; y sería bueno tratar de precisar, en el curso de la discusión, los rasgos específicos de la metáfora paterna en este caso, y esta insuficiencia del padre que él testimonia. Porque usted no lo considera un psicótico, aunque al inicio parecía límite, y en el transcurso del tratamiento se ha delineado una neurosis obsesiva -muy pesada ciertamente- que le ha dejado un espacio social con poco margen, con una vida bastante restringida; como encarcelado.
Participante:Me pareceque el síntoma anal ligadoa la limpieza, que viene claramentede la madre,y el mutismo,ponen en evidenciale que he llamado formacionespulsionalesdel lenguaje.Perome pareceque hay algomás extraño en él, que no lo deja vincularse.El únicomodode vincularsea lespadreses obligándolos a llevarlopara ser tratadopor el Otro,en mediode un enip;made si espsicóticoo no, enip;maque se nospresentaa nosotrostodavía.Ahora bien, esun sujetoque diceque él nopuede vincularseconlosadultosporqueno sabe cómohacerlo;diceque no, que él no va a quedarmal, y allí quedalimitado. Eseno, que lo limita en el vínculoexogámico,que lomantieneen el bordede la endogamiay la exogamiamisma, esmiedoa enfrentarel no saber,es lo que lo 505
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llevaa !~antearun vínculofantasmáticoconla entrepiernade la niña; vínculo traumat1co, además,que lo introduceen el problemadoblede lo relativoa la anal~dad y lo r:lativoa la masturbación,a lo cualdedicatodosu tiempoen un mutismo.Ha ido saliendodel mutismo, lo que permite ver que está trabado en un modode relaciónque recuerdaa aquellospacientesllamadospor Helen Deut!ch"c°:110 si": estánidentificadosconun semblanteque actúancomosi,y al "_"'ismo tien¿pohacenmanifestaciones extrañasde estetipo.Esto me plantea el,mterrog~nte de hastaquépunto estenivel de relacióntan restringidodejaun vmculosoaalqueno nospermite definirquese tratade una neurosis.Creoque hay,un e:ementoneuróticoobsesivomuy fuerte, sin duda,peroyo me preguntar~aque es lo real quepresentaestegocedel Otro,para un sujetoqueparece decirrue el Otro no existe,para él, doblemente:no existió,comolo ha dicho,y no ex1st:en ~amedida en que él se le acerca,pero conciertadistanciaque no le permite vzncula'rSe más allá de mirar,de contemplar.Comoun niño que se consu sexualidad acercaa un adulto,pero nopuedeni trabajarni relaciona'rSe ' que todavíaestátrabada. RP: En cuanto a la relación con el padre, voy a precisar dos cosas de su histori~ ;eciente. En ocasiones, cuando está muy malhumorado por la frustrac10n que le produce no poder acercarse a una mujer o no hacer las cosas que están haciendo sus primos, llega muy violento a la casa, y ha roto puertas a golpes. En esos momentos, el padre se hace presente preguntándole qué le pasaba y lo conmina a que cese de hacerlo. Y l~ego viene algún tipo de sanción, como, por ejemplo, la suspensión del dmero que le dan semanalmente, no permitirle el uso del automóvil, etc. Es un hombre de treinta años que se comporta como un niño, y en esos momentos el padre reacciona. Igualmente sucede con el hermano mayor, casado y con una hija, su única sobrina, a la que quiere mucho. Antes ellos vivían separados de la casa del padre, pero debido a la crisis econón_iica que vive el país, este hermano no pudo continuar. pagando el alq~ler _Yregresó a la casa paterna con su esposa e hija. Ahora se ha vemdo mstalando en él, de manera progresiva, una rabia contra la cuñada, porque dice que se inmiscuye en todo, quiere saber todo; quiere saber tod? _lo que pasa en la casa y entrometerse en decisiones propias de la familia. Es, claramente, un desplazamiento de la rabia al herma~º hacia la cuñada, a quien no soporta. Se han presentado situaciones tlrantes, a tal punto que él se ha negado a sentarse a la mesa con ella. En este caso el padre ha operado, conminándolo a deponer su actitud: "Usted tiene que venir, tiene que sentarse; ella es su cuñada; mientras yo esté aquí y usted esté bajo mi tutela, no va a hacer esas cosas que está 506
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haciendo". Me parece que desde la perspectiva de la metáfora paterna no es un padre ausente; la queja es más bien por no ~aberlo aco~pañado en las cosas en que, considera, debió estar. Considera, por eJemplo, que debió sostenerlo más en su afición deportiva; p~ro ~orno prof:sor universitario que era, disponía de un cupo en la umvers1dad para el, Y en lugar de apoyarlo en la parte deportiva, lo incitó a i~!ciar una ca~rera universitaria, específicamente ingeniería de computac10n. Como d1¡e,la queja es por la ausencia en aquello en lo que él hubiera deseado mayor presencia; ayudarlo en la carrera deportiva, por ejemplo.
JAM: ¿Tiene ahora una actividad deportiva, o ha dejado totalmente el deporte a partir del desencadenamiento del síntoma? RP: Tuvo una actividad deportiva en el bachillerato, pero la abandonó por los estudios universitarios. Pareciera que se planteara una lógica de exclusión: o lo uno o lo otro. Nada le impedía continuar una carrera deportiva y atender sus estudios, por ejemplo.
Participante:Es ciertoque en este tipo de casolo que más estápres~te es!ª fenomenología, y hastase entiendepor qué la psiquiatríadeberecu_mralfarmaco al no sabercómotratarlo.Recuerdoahoraun casoque atendten Fundanalítica,de un sujetoque tardabaochohorasen ir al bañopor la enormecantidad de cosasque debíaasegurarsede hacerantesde llegarallí,aunquequedaba contiguoa su habitación.En lopresentadopor Ronald,en la ~estión del¿tual subrayé"un momentode un intervalovacío"..Este es un p~ctentequ: viene a quejarsede que está cansadode pensar.Ese intervalovano, ¿esun mterv_~lo vacíotambiénde pensar,o soloen la parte motriz? Lo que llama la atencton, entonces,esque esteseríaun obsesivoque conrelacióna supadrefuncionacomo histérico:la única relaciónque tiene conél espor dondeestefalla; no hay un soporteal padre,sinomás bien un acentofuerte en lafalta. JAM: Agregaré solo unas palabras para ayudar a la construcción del caso, ahora que tenemos más datos. Lo que a primera vista ~e destaca es cómo podemos trazar una especie de historia sintomatológica, desde el inicio de su sostén en el mundo hasta ahora, si aceptamos como síntoma cosas como la relación con el deporte. Conviene adoptar una perspectiva un poco alejada para observar la periodicidad_ de los sínto_mas:hay síntomas que aparecen, otros retroceden, se agudizan, se susutuyen. ~ se observa algo que parece permanente en su manera de ser, que esta claramente dicho en la presentación y creo que vale la pena subrayar: 507
JACQUES-ALAINMILLER la permanencia del goce "autoerótico" bajo distintas modalidades. Esto parece el síntoma de base de este caso; es decir, una dificultad para vincular ~l goce "autoerótico" al Otro, para hacer de este un partenaire. Es un SUJet?que aparece, a primera vista, sin partenaire; que solo es dado a modalidades del goce "autoerótico", y que cuando viene al analista es cuando realmente_ se encarna esta separación del Otro. A partir de esas semana~ de mutismo total, se encarna el carácter patológico de su soledad. Eñtíendo por qué ha titulado este caso "Una grave inhibición", pero dado que la inhibición desaparece, sería un título para la primera parte. Un título posible estaría en apuntar a la patología de la soledad pues a pesar de la mejoría por el tratamiento, se observa que no ha esca~ pado de esto; que hace tentativas patéticas para relacionarse con mujeres, pero no puede con la atracción más fuerte del goce "autoerótico". Es_tosdos términos son las coordenadas con las que podemos ubicar al S~Jeto en un momento dado; qué desplazamiento ha podido hacer en el eJe Otro-go~e "a~toerótico", en un sentido o en otro. Es quizás un estatuto muy pnmano del goce "autoerótico", así, entre comillas, porque eso plantea l~ cuestión de la ubicación del goce en el cuerpo: el goce en el cuerpo casi pertenece a otro cuerpo. Tenemos en este caso un cuerpo ~ur trastornado:~ veces lo siente "como piedra". y hay una parte prohibida con la que tiene una relación muy antinómica, ahora apaciguada, pero no totalmente: la parte anal.
Participante:Quieropreg;untaracercade la escenaedípica,perono en elsentido de cómoes su re/adán con el padrey la madre ahora,sino en el sentidode la escenaedípic~infantil. Quisierasabersi puedesdeciralgomás acercade esto, porqueparecieraque el pacienteno ha habladode ello,no lo ha abordado,y ere~.qu~es u~ elementoclavepara el diagnósticode estructura.¿Hay escena ed1p1ca infantilpara estesujeto?Aprovechopara hacerun comentarioacercade dose~ementosque estánya en la cartade presentación.Uno es lafrase queya alguiensubrayó,del cuerpo"comouna solapieza que se endurece".Se podría tomarpor la vertientepsicótica,o tambiénpor la vertientefálica:un solopene. La otracosaa considerares que estesujetosepresenta"cargado" por la madre, y me preg;untosi una cuestiónclavedel casono tendráque ver conque,afin de cuentas,es la madre la que hacepareja. Vuelvoa lo quepreg;untabaacercade la ~scenaedípicainfantil, quepareceser clave,pues daría la ideadel lugar del SU.Jeto en la esc~a, en particular en relaciónconla madre. ¿Qué lugar tiene para ellaese~b;e~que viene "cargando"? Lo otroque me pareceimportantees que cuandoel sena/ala escenatraumáticade tocarla entrepiernade la niña surgela cuestiónde si esoestáallí comopantalla de otrohorrordel que no h; 508
NUEVASINQUISICIONES CLÍNICAS(1998) podidohablar-lo que habríaque indagaren la historiade la neurosisinfantil-
º si detrásde esono hay nada. RP: ¿A qué llamas escena?
Participante:La escenadel mito edípicodel sujeto.Entiendo que ha hablado de la actualidadde su relaciónconlospadres,pero me pareceque ha aportado pocode recuerdosinfantilesacercade qué era~para él,mamá~ papá cuan10 erapequeño o sea el mito individualde estesu;eto,¿estaconstrUtdo, no lo esta? ' en' relaciónconeso?Muchasvecesesoaparececomouna stmp . le ·Qué ha dicho frase dentrode un gran texto, e insisto,porqueme pareceque la cuestiónde la madrey el lugar que tiene élpara ella esimportante. RP: Noto que la expresión "una sola pieza endurecida" ha llama~o la atención, y con razón. Me parece que haber tenido contacto con pacientes medicados que están "impregnados" permite verlo como. ef~ct~ de los fármacos. No hay que olvidar ~u_eeste suje_to ~s,tuvo ~os_p1:a.hzado en una clínica psiquiátrica y rec1b1endo med1cac10n_ant1ps1cot1ca,Y electrochoques. Antes me preguntaron cómo era este !ntervalo vac10, esta interpolación de una pausa, como la llamó Freud. El no re~ata q~e haya pensamiento ni acciones: se queda como abstraí~o, com~ s1hubie: ra un paréntesis largo; no tiene noción del tiempo m de que pasa al!1. Se queda mirando cualquier objeto por un tiempo que. transcurre s1;1 registro subjetivo. Luego, puede recomenzar el ceremomal, como hacia antes, o salir inmediatamente del baño, como hace ahora.
JAM: ¿Cómo describe esos paréntesis temporales? RP: Por ejemplo, comenta que se limpia después de defecar ypuede quedarse contemplando· durante m~~ho tiempo el pap~l sucio o las heces. En relación con la masturbac10n hay un poco mas de elaboración, porque dice que tiene temor de que su pene no le pertenezca. Per~ en general son momentos en los cuales él no puede_p_ensar,.~~verse m decir nada. Es realmente como un paréntesis; esta 1mpos1bilitado de decir algo, pese a mi insistencia para que lo describa más allá.
Participante: Decíaqueestabacansadodepensa:r. ¿Nose referiríaa esemomento? RP: No. Se refería a la actividad continua que tenía con los reproches por lo que había hecho con la prima y todo lo demás. 509
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Participante:¿Haspodidoprecisarconél cuál es elpunto de angustia?¿O no loprecisa? RP: La angustia apareció en el momento en que se encierra por primera vez en su habitación, casi inmediatamente después de lo sucedido con la primita. Allí empieza a llorar y se angustia, porque no sabe qué hacer con esp, y sale a compartirlo con los padres. Me parece muy importante lo que se apuntó acerca de la relación con la madre. Efectivamente, es la madre la que lo trae, la que se comunica conmigo cuando ha habido algún incidente en casa. Ella lo acompañó durante mucho tiempo y lo esperaba en la antesala, hasta que señalé que podía venir solo. Entonces pasó a esperarlo en la calle, en el auto; y ahora, desde hace unos diez meses, viene solo. Yo diría que durante todo el período de entrevistas preliminares la madre lo acompañó y esperó afuera. Después que yo intervine, supe que en varias ocasiones lo esperaba en la calle. Pero, efectivamente, la madre ha estado siempre muy presente, y hasta ahora. Esto que he citado de que solo ha estado pendiente de que tenga buenos modales, que tenga su habitación limpia y que sea un hombre correcto ha sido la única queja contra la madre. JAM: Diré algo para hacer una escansión, en contraposición a las coordena.das permanentes que di antes. Tenemos el momento que Ronald que es el momento cuando manosea Port11lo llama del desencadenamiento, los genitales a la niña. Esta escena, en la cual él es agente, puede ubicarse muy precisamente como traumática, sin equivocación. Es una escena en la que su vida, dominada por las coordenadas que he despejado, entra en un nuevo período: hay un antes y un después de la escena. Dado que inmediatamente después viene la angustia y una llamada al Otro parental para confesar, podemos decir sin exageración que en este caso encontramos la castración femenina como motor de la formación del síntoma· es decir que podemos reconocer aquí la angustia de castración encontr:da en los genitales de la niña. Estar en una posición de goce con relación a la castración le desencadena angustia, y eso da origen a la formación del síntoma. Estamos totalmente en el encuadre dado por "Inhibición, síntoma y angustia", cuando Freud hace de la angustia de castración el motor 5 de la represión. La diferencia es que en este caso está como desplegado,
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no hay casi nada reprimido: un choque con la castración y aparición, en ese agujero, del síntoma claramente obsesivo, donde el gran problema no es el agujero femenino, sino el agujero de su propio ano. Hubo una sustitución de una parte del cuerpo del otro por una parte del propio cuerpo, marcado de extrañeza por este mismo rasgo, precisamente. Con esto estoy muy cerca de los datos, tratando de poner solo las palabras necesarias en los fenómenos, sin hacer hipótesis más complejas. Me parece.que se trata de buscar los conceptos más simples para referir los fenómenos, antes de hacer construcciones más elaboradas.
Participante:Queríapreguntarconrelaciónal efectoy a lospensamientosque sepudieronhabergeneradoen él, ¿cuándose da cuentade que Joque le hacea la prima -que esJoque le desencadena todosesossíntomas-eslo que Jeproduce la excitación? JAM: Es bueno recordar que el interés en la entrepierna es un interés bien establecido en él; en el goce autoerótico de la masturbación, centra su atención en la evidencia de la castración femenina en la realidad. RP: Creo que este caso, a mi modo de ver y a propósito de lo que se ha planteado, deja ver cómo el reproche, el sentimiento de indignidad y suciedad, vienen a tratar de camuflar el horror que le produce el encuentro con el goce. Todos los pensamientos obsesivos. vienen a funcionar como velo del encuentro con lo real del goce, marcado por este toqueteo de la entrepierna de la prima. Como recuerda Miller, este elemento estaba presente desde antes, pero solo en el nivel de la fantasía masturbatoria, es decir, en el registro imaginario.
Participante:Unapregunta que me hicemientrasescuchabael relatoes¿por qué alguienque es capazde hablary hacerestosrelatostuvo que callartanto tiempo?Y desdeesaperspectiva,creoquepodemosavanzar un pocoen la pre-
S. [N. de E.] Freud, S., "Inhibición, síntoma y angustia", vol. XX, p. 103: "Creemos conocer el motor de la represión en ambos casos, y vemos corroborado su papel por el
curso que siguió el desarrollo de los dos niños. Es, en los dos, el mismo: la angustia frente a una castración inminente. Por angustia de castración resigna el pequeño Hans la agresión hacia el padre; su angustia de que el caballo lo muerda puede completarse, sin forzar las cosas: que el caballo le arranque de un mordisco los genitales, lo castre. Pero también el pequeño ruso renuncia por angustia de castración al deseo de ser amado por el padre como objeto sexual, pues ha comprendido que una relación así tendría por premisa que él sacrificara sus genitales, a saber, lo que lo diferencia de la mujer".
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JACQlJES-ALAINMILLER gunta ac~~cade la metáforapaterna, a partir de ciertosdatospresentesen /a construmon,del cas~.A diferenciade lo que seplanteórecién,me pareceque la mad~etardodemasiadoen ocuparsede él en estepunto de sufrimiento.Quizás esodiga algo de por qué se llegóen última instanciaal psicoanálisis, por qué se ~~o _qu~esperartanto tiempo,y me pareceque hay algunasapuestas.En prmapzo,tienenque ver conel sabermédicodelpadre:tardarondosañosen ver algomal en estechico,que se encerrabaen su cuartoy demorabanueve horas en el baño.Y 'hastaque no huboel síntomadel insomnio,elpadre no reaccionó. Estoe;:llamati~o.Quieroplantearalgo,porqueme llamóla atenciónque tardó dosanostamb1enen entrar en análisis;puede ser un dato casual,peroyo creo que n!. Son dosaños en los que él no pudo ser escuchado en su casa,y fo.eron dosanosen l~sque sí seproducensueñosque tenían elementostransferencia/es claros;_esdecir,_hubouna t~terpretacióndel inconsciente.Se puede ver cómo, del analistaque lofo.erza a hablar,se produce a partir de la 1~:erpretaczon una transmutac1onde goceal inconsciente:empieza a soñar.Podemosdecir rue su~ñap~ra el analista.Me pareceque hay algo interesanteen lo que el tnconsc1ente_ ~nterpreta:e~ el p~mer sueñoapareceesamáquina quefunciona a la trfecczon, quepodrzaserJustamenteel inconsciente; una máquina en la que el es el amo, e~amo ~~¡ significante.El problemaque tiene es la irrupción ~¡ desarregl~,la z~pczon de aquellosimpulsos,y soloesapausa contemplativa ~ ~¡banoparecieradarle la paz, en la que puede imaginarseser el amo del significante.~¡ segundosueñocreoque es llamativo,porquese trata de un hombreq~elo mira conuna miradapenetrante;pareceuna miradamuy dura, ~ue lo df a ahogarse.En todocaso,podríamosparafrasearuna pregunta que el hace: Padre,¿no ves rue me estoyahogando?".Hay también,por supuesto, un elementotra~sferenc1al presenteen el sueño,por el bigote.En el otrosueño aparecela cu_est1on de las mujeres,en esainversiónen la que se ve claramente que esasmu;eresque lopersiguen,lo angustian.¿Porqué?Porquedejanver su deseo.Creoquepor esoapareceelfenómenode la duda en loscolectivos· la duda como_ otro intento de apropiarsedel significante,para poderdar cuen~ade eso que irrumpe nu~an:,ente.~e ve también en la dificultadpara el trabajo,me parece,cuandodice: Estarzaen el baño,vendrían a buscarme";nuevamente aparecela demandadel Otro, o su deseo.Entonces,me pareceque en estecaso hay un padre,demasiadopresente,y a pesar de que se creaque un padre muy presen_te podrzaser benefactor, creoque en estecasoestepadremuy presente,con esamiradapenetrantey que no lo escucha,no lo es.Más bienlo obligaa callar por dosaños.
NUEVASINQUISICIONES CLÍNICAS (1998) dentro de su habitación. Ni la madre ni el padre saben esto; lo sabe él. Yyo, ahora.
RP: Quisiera agregar algo a lo que dices: durante esos dos años nadie sabe aún que había problemas con el baño, porque el baño está
JAM: Quería hacer otra puntuación. Primero, hacer notar que en este caso contactar a un analista ha hecho una diferencia con los otros especiali~tas que lo han visto. La diferencia esencial, aquí develada, que en otros casos no se destaca de la misma manera, por el deseo de hablar de los pacientes, es que llamamos analista al que hace una apuesta por el sentido, como en este caso. Asumir la posición de analista es hacer una apuesta por el sentido, con todo el carácter artificial que eso pueda tener y que contrasta con la apuesta del psiquiatra, que cree en el medicamento por la ausencia de sentido. Esta simple apuesta por el sentido transforma el mutismo, a partir de la invitación que hace el analista a hablar; a partir de su llamada al don de las primeras palabras, carácter conferido a ellas por la espera. La palabra tiene el valor de hacerlo salir inicialmente de ese mutismo del goce autoerótico. También la palabra puede, ella misma, ser investida de manera autoerótica, pero aquí se destaca especialmente su carácter de don, tanto más cuanto que hay un erotismo anal tan presente. Por el solo hecho de que el terapeuta asume la posición de analista, sucede que el silencio toma valor de respuesta, y es lo que dice Ronald en una frase: "Su respuesta permanece invariable". La respuesta es el silencio; pero ha cambiado de valor. Me gusta mucho la frase "Estoy cansado de pensar". Es, en cierto modo, la frase paradigmática de la neurosis obsesiva; algo así como su divisa. Es precioso, porque vincula muy bien los significantes que hay en el pensar -un pensar que se encarna en el ritual-, con lo real del cansancio, que se refiere al elemento económico -para decirlo con Freud-, invisible en el mutismo, que es una operación costosa en energía psíquica; todo eso está presente en esta frase. El ritual es exactamente el síntoma que surge; es una invención, un invento bastante típico, por otro lado, que observamos frecuentemente en forma menos aguda que en este caso. Lo llamativo es que todo este rodeo, que casi encarna el rodeo de la pulsión, culmina en pasarse la pastilla de jabón por el ano y parece -no hay que olvidar que esto está en relación con la castración femenina, que es la que ha desencadenado en él este síntoma- un equivalente del acto sexual: es la modalidad del autoerotismo. Este caso apoya la perspectiva según la cual no se debe considerar de manera unilateral el síntoma de la neurosis obsesiva como síntoma del pensamiento. Lacan mismo lo hace una vez, por ejemplo, en "Televisión", cuando opone el síntoma corporal, en la histeria, al síntoma psíquico en la neurosis
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obsesiva.6 Este sujeto testimonia eso en la frase: "Estoy cansado de pensar". Pero en esta cadena significante, en la que no se puede saltar un eslabón, finalmente el cuerpo mismo está involucrado. Podemos decir, entonces, que no hay síntoma que no pase por el cuerpo. Lo vemos en este caso. Por supuesto, es un síntoma del pensamiento, pero el resultado es la parálisis. Claro que esta modalidad no es la de la conversión histérica, p<;_roel cuerpo está implicado. Así como decíamos que no hay clínica sin ética o no hay clínica sin real, no hay síntoma sin cuerpo. De esto se desprende que no es suficiente el inconsciente para la construcción del síntoma. Debe agregarse, además, el cuerpo. Y me parece que en su última enseñanza Lacan va en esa dirección cuando nos da la noción de que hay que construir conceptos que incluyan el inconsciente propiamente freudiano y el cuerpo. Ello permite comprender lo que dice una o dos veces, que como indicación me parece fundamental: "Un síntoma es un acontecimiento de cuerpo". 7 Eso lo vernos en este caso. Y no solo en la ritualización del acceso al ano, para limpiarlo, sino antes, en el hecho de ser un deportista eminente: la instancia del cuerpo está ya allí presente. Ser un deportista apasionado incluye una disciplina corporal, que primero se presenta como adecuada a la realidad, para luego volverse ritualizada, exagerada, en esta codificación del limpiarse. Se puede decir que eso ha disminuido. Ha pasado del deporte al ritual anal, y de allí al tipo de relación que ahora establece con las mujeres; hay cierta continuidad. Se trata de saber en qué medida una mujer puede reemplazar su propio cuerpo; reemplazar el goce autoerótico por un goce aloerótico. Es decir, en qué medida el cuerpo del otro puede venir a sustituir la relación que él tiene con el propio: una metáfora mujer/cuerpo propio. Como necesita el rodeo del ritual para lograr pasarse el jabón por el ano, para lograr penetrar a una mujer deberá armar una cadena similar. Limpiarse el ano era corno un semblante de penetración, pero que necesita la complacencia del cuerpo; y creo que no por azar lo que tenemos como indicación
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sobre sus experiencias sexuales es, primero, una prostituta -un cuerpo dominado, comprado- y, después, una niña mucho más peque~a que él. Ahora tiene el gran problema del acceso al cuerpo de la mu¡er. El goce autoerótico no tiene la solución del pro~lema del goce del Otr?, de tal manera que su partenaire-síntoma, en cierto modo, es su prop10 cuerpo y también es la mujer. La única mujer con la cual hay una relación es la madre, y e~. el sueño -cuando dice que el sueño es lo contrario de lo que hace des~1erto, porque en la realidad está persiguiendo mujeres- hay dos mu¡eres y una de ellas lo persigue; el sentido que hay que dar a esa una que lo persigue es la madre.
Participante:Una acotaciónen esepunto. En la escenatra~máticahay una Porque dobleconfrontación: conla castración femeninay conel goc~mcestu~so. no es cualquierniña. Se trata de una prima, lo cual remite al enzg;made su vinculaciónincestuosa a la madre. JAM: La palabra "incesto" me parece que vincula muy bien la relación con la madre y la relación con esta prima.
. 6. [N. de E.] Véase Lacan,J, "Televisión", Otrosescritos,ob. cit., p. 538: "[El hombre] Piensa porque una estructura, la del lenguaje -la palabra [mot]lo comporta-, porque una es~cmra rec~rta su cuerpo, y sin que nada tenga que ver con la anatomía. Testigo: la h1ster1ca.Esa c1zalla lega al alma con el síntoma obsesivo: pensamiento con el que el alma se embaraza, no sabe qué hacer". 7. (N. de E.] Lacan, J.,"Joyce el Síntoma", ibíd., p. 595: "Dejemos el síntoma en lo que es: un acontecimiento del cuerpo, ligado a lo que: se lo tiene, se lo tiene del aire, se lo aira, del se lo tiene. En ocasiones eso canta, y Joyce no se priva de ello".
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3. REPETICIÓN, TRANSFERENCIA, PULSIÓN Y REAL
La repetición y lo real Dado que lo que he presentado hasta ahora es como el secreto del Seminario 11, trataré, en esta última parte, de darles una presentación condensada de la relación entre la repetición, la transferencia y la pulsión, con lo real. Esta conversión de la mirada clínica hacia lo real es una etapa imprescindible, que no implica desmentir cualquier otra cosa que hagamos; no implica olvidarlo o criticarlo, sino que es un desplazamiento de acento de lo simbólico hacia lo real, que nos permite eventualmente, en la clínica, ver y teorizar fenómenos que, si no, quedan a un lado, quedan como marginales. Continuemos entonces en la misma perspectiva con el concepto de repetición, tratando de olvidar muchas cosas que sabemos ya, para procurar captar la repetición tal como aparece en la experiencia. Tratamos cierta fenomenología de la repetición que, por supuesto, nunca puede ser pura. En este momento me parece que lo que tratamos de captar con el concepto de repetición hace contraste con el inconsciente, al menos en el nivel del tiempo. El inconsciente nos presenta la diversidad de lo contingente, como lo señaló ayer, en la discusión, uno de los participantes. El inconsciente nos manifiesta lo que no es homogéneo, lo heterogéneo y también lo evasivo en la experiencia. El elemento temporal es tan patente en el inconsciente, que Lacan lo articula con lo que él llama "la "pulsación temporal del inconsciente". 1 Es así
l. [N. de E. J Lacan, J.,El seminario,Libro11, LosC"lllllToconceptos fundamentaksdelpsiob. cit., pp. 131-13 2: "La propia presencia del analista es una manifestación del coanálisis,
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co1:10traduce la temporalidad específica tanto del lapsus como del acto f~lhdo, que apenas aparece, desaparece. En la experiencia analítica nos vmculamos a lo que aparece de manera furtiva. Por ello, no debemos e~tender la atención flotante como estar medio dormidos· al contrario, la atención flotante -Lacan lo subraya- es una mala tr;ducción de una atención igual. Cuando Freud recomienda la atención flotante se re~ere a una.Posición subjetiva en la que la atención se distribuye d~ la lllls_mama?era so_bretodos los elementos que surgen en la palabra del P~~1~nte,sm ser sierva de aquello hacia lo cual el paciente mismo desea dmgir la atención._~~ una ~te~ción dirigida al detalle, a lo que puede esc~par; es ~a pos1c1onsubJenva que se vincula a la pulsación temporal mconsc1ente. Sabemos que hay elementos que si no los captamos en uIStante de su aparición, puede que no se escapen para siempre, pero s1que nos cues~en algo, por no_haber captado la palabra o el lapsus, que puede valer mas ~-uetodo _eldiscurso de una sesión. A veces, captar un lapsus en una ses10n constituye el beneficio de ella.
de!
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Más de lo mismo El inconsciente ~-esigna, en la experiencia, esa posición subjetiva de la _e~trema atenc1?n al detalle evasivo, mientras que la repetición nos_dmge a otro registro, no al de lo diverso, sino al de lo Uno; no al reg1str~ de lo evasivo, sino al de lo permanente, de lo idéntico, de más de lo mismo. Y es notable cómo, en el transcurso de una cura analítica nuestra rel~ción subjetiva con ese más de lo mismo se puede volver mu; pesada; Y si esa ~era n_uestra manera de captar la experiencia, daría para muc~as cons1derac10nes sobre la contratransferencia que produce en el analista este 7:1~sde lo mismo. De manera que hay un gran contraste entre la pos1c1ón subje?va _dirigid~a lo que apenas aparece y desaparece y lo que en la expenenc1a es mas de lo mismo.El inconsciente co_mohallazgo es lo q_u~_nose _repite,lo que se desvanece sin repetirse, mientras que la repet1c1on designa, en la experiencia, lo que no se des-
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vanece. Esto ha sido motivo de reflexión permanente para Lacan, hasta que, en sus últimos seminarios, habla del etcéteradel síntoma.2Cuando hablamos de síntoma hacemos una distinción muy evidente entre las manifestaciones evasivas del inconsciente -en el sueño, en el discurso (como lapsus), en el comportamiento (como acto fallido)-y la permanencia del síntoma. Tenemos, entonces, una temporalidad muy distinta en el síntoma: no tenemos miedo a que escape; al contrario, se n.os obliga a recordarlo. La diferencia entre inconsciente-hallazgo y repet1c10n es una nueva visión de la oposición planteada inicialmente por Lacan entre palabra vacía y palabra plena. En "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Lacan, de manera aproximativa pero muy llamativa en el nivel de la fenomenología de la experiencia, oponía, en el discurso del paciente, palabra vacía y palabra plena. 3 Y en cierto modo la palabra vacía es la palabra de la repetición; es la palabra como un ritornelloque funciona sin captar hallazgos. Del lado de la palabra plena estaba la posibilidad del invento, de lo nuevo. Podríamos decir también, en nuestro acercamiento a la experiencia de la repetición, que la referencia esencial cuando se habla del inconsciente es la palabra como tal, la palabra viviente, es decir, la palabra con la presencia de los cuerpos, que siempre hace difícil interpretar el inconsciente del texto escrito; es solo algo analógico. Decimos que la referencia esencial de la repetición es la escritura; que cuando hablamos de palabra vacía nos referimos a una palabra que no vale más que como escritura y en la que no se espera lo nuevo. Y es por ello por lo que nombramos la repetición del síntoma a partir de la modalidad de la necesidad, transcrita por Lacan como lo que no deja de escribirse;para captar la repetición, la referencia es la escritura. 4 En este sentido, la palabra que se nos impone es programación; la palabra vacía es como la palabra programada, corno alguien señaló en la discusión del caso clínico y
inconsciente, de modo tal que cuando en nuestros días se manifiesta en ciertos encuentros como rechazo del incons?i.ente -es u~a tendencia, y confesa, en el pensamiento que algunos formul~n-:-esto tamb1en hay que mtegrarlo al concepto de inconsciente. Esto brinda un acceso rapido a la formulación que he destacado, la de un movimiento del sujeto que solo se a_bre p_aravolver.ª cerr~rse en una ?ulsación temporal -pulsación que distingo como ma~ radical que la mser~10n en el s1gmficante, que sin duda la motiva, pero que no es pnmana a mvel de la esencia -ya que me han provocado para que hable de esencia-".
2. [N. de E.] Lacan,J., Seminario 22, "R.S.I.", clase del 21 de enero de 1975,inédito: "No hace mucho tiempo que alguien que escucho en mi práctica [... ] me ha articulado, respecto del síntoma, algo que lo aproximaría a los puntos suspensivos. Lo importante es la referencia a la escritura. La repetición del síntoma, tal como este se presentó en mi práctica, es ese algo del que acabo de decir que salvajemente es escritura". 3. Véase Lacan, J.,"Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", Escritos1, ob. cit., pp. 237y ss. 4. [N. de E.] Lacan, J.,EJseminario, Libro20,Aun, ob. cit., p. 114: "Lo necesario, a su vez, nos lo introduce el no cesa.El no cesade lo necesario es el no cesade esmuirse".
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JACQUES-ALAIN MILLER NUEVAS INQUISI que hemos e~contrado de modo muy destacado en el caso A. Lo que ~e llama u~ ritual es, finalmente, una programación -frecuentemente mterrumpida o fracasada-, de la que el sujeto busca la realización perfecta con su mecanismo obsesivo. De tal 1:1anera que e~ el Seminario11 tenemos un contraste, y es que Lacan nos mtroduce el Inconsciente, en una primera fase, no a partir de su :ostro ?e~ley y de regularidad, sino de hallazgo y de novedad; y despues nos mtroduce la repetición, dialécticamente, en oposición, como algo que parece referirse a lo antiguo. Del lado del inconsciente-hallazgo hay ~o_r?resa,re~á~pago, franqueamiento, mientras que del lado de la repeticion hay habito, rutina; es la noche. Del lado del inconsciente tenemos, si no la luz del día, el brillo del hallazgo. Est~ co~traste, muy simple, refleja muy bien lo que ha ocurrido e~ la ~IStona del psicoanálisis. El inconsciente fue descubierto en la histeria, en s~ ~~pera de signos nuevos del deseo y del amor del Otro; pero _larepet1c10n no fue descubierta en la histeria; fue puesta en evi5 en la medida en que en dencia e~ la obs:sión, en la Zwangmeurose, ell~ el suJeto esta condenado a los signos antiguos. Y nada lo destaca me¡or que el caso qu~ presentó Ronald Portillo, donde vemos al sujeto ocuparse, no de los signos del Otro, pues se aísla en su cuarto o en el baño -lugar por excelenci~ en la cultura de la privacidad, en ei que no se espera encontrar a nadie y donde, cuando alguien se introduce es el ;er~or; lugar elegido por Hitchcock para el crimen en Psicosis-,si~o, mas bien'. ~e re~acer una edición más de la misma cadena significante tres degluciones. Esto se presta con los VIe¡os sig~~s, consag~ada para oponer la clm1ca de la histeria y la de la obsesión: el inconsciente-hall~z~o, por un lado, y la repetición de lo antiguo, por el otro. Si uno q_msi~rahacer un chiste, diría que la neurosis obsesiva es el Zwang y la histeria es el swing.
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5. [N. de E.) Etcheverry,J. L., "Sobre la versión castellana" (volumen de presentación de las Obras~~?Jetas de Stgmund Freud), Buenos Aires, Amorrortu, 1986, p. 77: "La duda, la mdec1S1on,suelen ser las formas en que se manifiesta la neurosis obsesiva. Acerca de ella,_en otros lugares, F:~ud ~xplica que la alternancia de movimientos y propósitos contrarios parece la figurac10n misma de la contradicción no resuelta que preside todo el proceso. 'Neurosis obsesiva' traduce Zwangmeurose,con lo cual adherimos a la tradición. Pero en este punto parece necesario puntualizar que siempre, en todos los otros casos v:rtemos Zwang por 'compulsión'. Se trata, pues, de una neurosis de compulsión; má; aun: de compuls10nes contrapuestas, en faca! alternancia en muchos casos".
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Inconsciente 'lyche Si recuerdan bien, en Los cuatroconceptos ... Lacan no nos presenta un único rostro de la repetición. Como mostré ayer, nos presenta dos caras: la vertiente de la estructura, de la ley, y la vertiente del hallazgo, la vertiente causa. Pero no lo pone totalmente en evidencia. En ese seminario elige privilegiar el inconsciente-hallazgo. Lo hace porque durante muchos años había afirmado el inconsciente-estructura, el inconsciente-regularidad, el inconsciente-combinatoria. Si recuerdan eso, entenderán por qué Lacan presenta explícitamente dos rostros de la repetición; es la repetición de un binario. Es notable que, a propósito del inconsciente, opone el inconsciente-estructura al inconsciente-disfuncionamiento; binario que reitera cuando, a propósito de la repetición, opone automatO'll y tyche,que va a buscar en Aristóteles; 6 pero, finalmente, es una nueva edición del mismo clivaje. El inconsciente-estructura, el inconsciente-ley, el inconsciente-combinatoria, el inconsciente y lo que tipo lévistraussiano es, claramente, un inconsciente automatO'll; Lacan presenta como el inconsciente-discontinuidad es, más bien, un inconsciente tyche. Sin que sea evidente a la lectura, hace dos veces la Jemos.:-ación del mismo clivaje, a propósito de esos dos conceptos. La vertiente automática de la repetición es la que nos permite recomponer la red de los significantes del sujeto. Es lo que nos permite ver el sujeto del caso clínico que discutimos: una relación en esa insistencia en la penetración del cuerpo, sea el suyo propio o el de la mujer, y su actividad deportiva, también, porque me dijo Ronald, justo al final de la reunión, que el gusto de A. por el deporte estaba dirigido al basquetbol. Por un lado está el retorno regular de los significantes, que, Lacan precisa, no es Wiederholung-repetición en el sentido más profundo-, 7 sino Wiederkehr:el retorno de lo reprimido, 8 una repetición simbólica,
6. Véase Lacan, J.,El seminario,Libro 11. Los cuatroconceptos fandamrotalesdel psicoanálisis,ob. cit., pp. 61-72. 7. [N. de E.] Ibíd., p. 58:"Aprovécho la ocasión para indicarles que, en los textos de Freud, repetición no es reproducción. Nunca hay oscilación en este punto: Wiederbolen no es Reproduzieren". 8. [N. de E.] Ibíd., p. 56: "Como lo han podido ver con la noción de intersección, la función del retomo, Wiederkebr,es esencial. No el Wiederkebren el mero sentido de Jo reprimido; la constitución misma del campo del inconsciente se asegura con el Wiederkebr.Así es como Freud asegura su certeza. Pero es obvio que ella no proviene de
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una r~petición de los mismos significantes. En el caso que citamos, ª parar de un ~omento el sujeto sueña con agua, y si relacionamos es? con s~ f?bia a la suciedad, vemos el automaton repetitivo de los mismos s1gmficantes; esa es la repetición simbólica. La vertiente de tyche~~~an la pone en evidencia al decir que eso es la relación de la repetic10n con lo real. . Hay_qt1erecompon:~ la estructura del seminario: sea a propósito del mconsc1ente o a propos1to de la repetición, Lacan opone cada vez el lado_s~mbólico y el lado real de cada concepto. Lo dice ciaramente 'en la p_agma61: "El análisis, más que ninguna otra praxis, está orientado hacia 1~~ue, en la :xperiencia, es el hueso de lo real". Y más adelante, en 1~pagma 63, ubica l_atychea partir de lo real como encuentro, y da el e¡emplo del traumaasmo. 9 Esto es bien conocido, pero hay que ver que ~~sponde a una ~struc~ra general de su captación de la experiencia anahaca; es_como s1 estuVIera demostrando que cada vez que captamos un fe~omeno en la experiencia analítica, debemos complementar la perspecava simbólica con la real. En el caso de A., tenemos el traumatismo desencadenante: el encuen~o ~on la castració? femenina y el goce asociado a ello, que es tan inas1m1lable~ara el su¡eto que debe construir todo el aparato significante, que es el ntual, para poder soportar lo clínico del encuentro con lo real en esta escena que ha tomado valor traumático. La cuestión del encuentro traumático con lo real es tan evidente ~ue Lacan traduce la frase de Freud Wo & war, sol/ Jch werden com; . donde estaba lo real, suj_etodebe advenir". Y creo que esto es muy impor~ante en este semmano, porque articula la relación entre lo real Y el.su¡eto del significante que adviene allí. Para el caso A., podríamos decir_que donde el sujeto há encontrado lo real del traumatismo, ahí el su¡eto de la cadena significante ha surgido y armado el ritual. Esto ~os da solamente una aproximación a aquello de lo que se trata. Lo importante es que Lacan da una nueva significación a lo real como
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lo que vuelve siempre al mismo lugar. 10 Esta definición de lo real por la constancia y la permanencia borra la verdadera significación de lo real, porque el acento puesto sobre el mismo lugar se entiende como la domesticación perfecta de lo real. Si uno lo toma de esa manera, desaparece la verdadera significación de lo real; parecería que lo real es lo que se puede esperar, lo que se puede prever. Cuando Lacan dice que el primer real para los hombres en la historia de la cultura han sido los astros y señala que se ha dado una gran importancia a la astronomía, 11 es porque el retorno al mismo lugar daría el anclaje de lo real. Y eso es dar una significación simbólica a lo real, porque es un real bien regular, previsible. Pero también en este seminario presenta la cara salvaje y libre de lo real, que va a destacar más tarde, en su última enseñanza, como lo real sin ley,12 que, como es obvio, no es el real que vuelve siempre al lugar en el que se lo espera. Todo esto entra en la dificultad para manejar el concepto de lo real. Lo que Lacan destaca, finalmente, es que no se debe concebir la verdadera significación de lo real dentro de la cadena significante, sino que lo real es lo que vuelve al mismo lugar, donde el sujeto, en la medida en que piensa, no lo encuentra, lo evita. Está en el mismo lugar, en la medida en que el sujeto lo evita. En el caso A. lo podemos ver: sería demasiado simple encontrar el síntoma fundamental en el ritual, que es una cadena significante programada que el sujeto trata de respetar; lo real se encuentra más bien del lado del objeto femenino que, precisamente, el sujeto nunca puede encontrar. El objeto femenino para este sujeto debe ser evitado, nunca hace la buena cita y, de ser necesario, él mismo cambia los significantes de su número telefónico para no encontrarlo. La mujer vuelve siempre al mismo lugar, el lugar en donde él no la puede encontrar.
9. [N. de E.] Ibíd., p. 63: "La función de la tyche,de lo real corno encuentro -el enc_uentro en tant~ qu_epuede ser fallido, en tanto que es, esencialmente, el encuentro fallid~ se presento primero en la historia del psicoanálisis bajo una forma que ya basta por s1 sola para despertar la atención, la del trauma".
10. [N. de E.] Ibíd., p. 57: "Aquí, lo real es lo que siempre vuelve al mismo lugar -al lugar donde el sujeto en tanto que cogita, la rescogitans,no se encuentra con él". También en Lacan, J.,FJ seminario,Libro 6, FJ deseoy su interpretación,ob. cit., p. 531: "Esa forma de lo real denominada lo inex=ble se presenta en lo siguiente: lo real vuelve siempre al mismo lugar. Por eso, curiosamente, hemos visto el prototipo de lo real en los astros. ¿Cómo explicar de otro modo la presencia, en el origen de la experiencia cultural, de este interés por el objeto que, para cualquier cosa que sea vital, es en verdad el menos interesante que existe, a saber, las estrellas?". 1l. Véase ibíd., p. 158. 12. Véase Lacan,J., El seminario,Libro 23, El sinthome,ob. cit., pp. 127-137.
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ahí. Proviene de que él, Freud, reconoce la ley de su propio deseo. No hubiera podido avanzar a~ostando a esa certeza, si no lo hubiese guiado, corno lo atestiguan los textos ' su autoanalis1s".
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Lo real como inasimilable Este real indica los límites de la reme ., hecho creer a Freud en la ºb·1·d d d morac10n. Las histéricas han . , posi 11 a e la reme ·, h istericas vienen con hipermn . 1 morac10n; a veces las tos de períodos muy antiguos ~:a~uºJ~e peri:nite obt~ner en ellas cuenla reconstrucción rememoraa·va d 1 h.ª· y ~1el analista se apasiona en e a 1stona una se · , 1 , · suficiente; sl!ría necesario el día 1 s10n arga no sena rememoración permite borrar 1,oya selmana. o real marca que ninguna ., . rea en cuanto se lo e "t 1 moracrnn siempre evita algo. No ha sol . , , ~ a; y a reme1 y uc1on del anahs1s mediante la rememoración completa As'1 1 · , 0 rea permanece I · 1 en cuanto inaccesible e inasimilable en e ~1s~o ugar, pero lar, de tal manera que se ' no en cuanto s1gmficante regu· presenta como lo rememoración. Esto nos da otr . que siempre se sustrae a la habían percibido como resiste ª.perspecava sobre lo que 1os analistas No hay que olvidar que despu;sc;, tº~cepto_ que no hay que descartar. del inconsciente del e tu . e pnmer tiempo del descubrimiento . . , n siasmo por el d ºfr · m1ciosde la historia del ps1·co '1º . 1 esc1 amiento que marcó los ana 1s1se segundo ti d . . estuvo marcado por la puesta .d' . empo e esta h1stona . en eVJ enc1a del pe d 1a resistencia. Lacan se ha burlado m h c~ a vez mayor de cías, y eso es algo a verificar E 1uc o del anahs1s de las resistentratados de análisis de 1 : st~y eyendo en estos días los grandes as resistencias q h b, 1 'd h retomándolo como la co d 1 ' ue a ia ei o ace veinte años r, rma e a exper· . d 1 ' freudianos. y con más iencia e o real en los pos. respeto, porque lo que 11 b . . d·c ama an resistencia era cierta experiencia de lo re 1 . ª como i1erente a 1 · b '1" . o sim o ico; era cierta expenencia de la repetición d 1 . . , ma cuando dice que la supu' te a ~v1tac1?nen el sujeto. Lacan lo reto. es a resistencia del · . resistencia de lo real ll y q d"d su¡eto es en realidad una ' ue a me I a que el · · '1 d ~u¡eto se aproxima a lo real como inasimilab/eI4se produce 1 como evitaciórzde la repeticiónes ~ q~~ e es_1gna,de manera llamativa, la repetición es una evitació~ a fiec;. a medida que lo real se aproxima, es un real que, en cada uno det n _eno enco?tr~r!º· is El goce sexual ' ermma una eVJtacrnnde la repetición.
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, . 13.Véase La can, J.,},¡ seminario,Libro 11 L nalms, ob. cit., p. 76. ' oscuatroconceptos fundamentalesdelpsicoa14. Ibíd., p. 63. .. , 15. [N. de E.] Ibíd., p. 134: "Por eso use d . tlCJon ese resorte del encuentro siempr p . der~1eve en el concepto ignorado de repee_ev_ita o, e la oportunidad perdida. La función de malogro está en el centro de I a repet1c10n analít" L · . se debe, con respecto a la tyche la vanid d d l ica:, a cita siempre es fallida -a ello , a e a repet1c10n,su ocultación constitutiva".
Se ve de manera excelente en el caso A.: a partir del momento en que al sujeto empieza a facilitársele el acceso al objeto femenino, a medida que se va acercándose a este real, el sujeto empieza la evitación de la repetición del síntoma obsesivo. Para sujetos que no son como A., por un lado o por otro, la tesis freudiana es que la sexualidad es siempre lo inasimilable: el goce sexual es un real que determina, en cada uno, una evitación de la repetición. Aquí puede ubicarse que con la sexualidad solo hay malos encuentros; no hay nunca el buen encuentro. Lo real tiene siempre sus raíces en el goce sexual. La pulsión y lo real Cuando Lacan alude a la transferencia en este seminario, dice que primero es necesario esclarecer la función de lo real en la repetición, y promete aclarar la función de lo real en la transferencia. Pero como es, quizás, la cosa más velada en el seminario, voy a pasar de la repetición a la pulsión, para luego volver a la transferencia, connotando que Lacan nunca lo adara totalmente en ese texto. Luego de la presentación que he hecho, les pregunto: ¿qué pueden anticipar ustedes con respecto a la pulsión? Saben que Lacan presenta la pulsión según un clivaje, y que aunque este clivaje no aparece explícitamente, lo va a referir a la oposición simbólico-real. Lo encuentran cuando Lacan pone el acento en la trayectoria de la pulsión como una trayectoria que circunscribe el objeto, como tal indiferente, y esa trayectoria es, finalmente, significante y simbólica. Hay otra cara de la pulsión: la que apunta directamente al goce. Lo ilustra con el ejemplo de la boca que se da un beso a sí misma. 16 Insiste en dar valor a lo que dice Freud, es decir, que el objeto de la pulsión no tiene importancia. El objeto no tiene importancia, y la pulsión es solamente una trayectoria, porque la verdadera finalidad de la pulsión es obtener la satisfacción; el verdadero objeto que sirve para ello -ya sea oral, anal, etc.- no es importante en cuanto sustancia. Lo importante es el objeto goce; lo que llamará, más adelante, el objetoplus de goce.Se pueden releer con esta brújula los capítulos correspondientes a la pulsión y se verá que Lacan opone la pulsión en cuanto trayectoria, como cadena significante, y la finalidad de la pulsión, que es un hallazgo de goce real. No hago toda la demostración, porque no tenemos el tiempo para ello. Pero puedo ase-
16. Ibíd., p. 186.
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gurar que esto da la brújula que muestra la conformidad de la estructura teórica que P:esenta Lacan con respecto a los otros capítulos. Una alusión más, muy importante: cuando Lacan superpone la estructu~a temporal del inconsciente, es decir, el movimiento de apertura Y cierre, la compara con el funcionamiento de los agujeros del c~erpo, ~o~de la pulsión se hace presente -las zonas erógenas-, como s1el moV1~1entode apertura y cierre del inconsciente se pudiera superpo~er a las estructuras corporales de los orificios, que también se abren Ycierran. Es la idea de una sola y gran estructura que se abre y se cierra Yvale tanto para el inconsciente como para el ano. Pueden pensar qu~ e~a~ero, y que les presento un Seminario 11 fantasmático, pero en la pagma 207 Lacan dice, en respuesta a alguien: "los orificios del cuerP_º··. están vinculados con la apertura y cierre de la hiancia del inconsciente, como lo muestra toda nuestra experiencia". Esta frase muestra la .conformidad que va del inconsciente al cuerpo y que responde a la misma es?'1ctura. Inconsciente, repetición, pulsión y transferencia son c?m~ vanos nombres de la misma gran estructura y de la misma expenencia. Esto nos hace tomar ya cierta distancia de nuestros conceptos. Es preciso dec~r ~ue h~y que conocer los conceptos, pero para olvidarlos; son artlfic10s diseñados para captar la experiencia que eventualmen~e estructuran. Y Lacan nos muestra que estos conceptos, en cierta med1~a, ~o son tan importantes; que lo importante es captar de qué experiencia fundamentalmente derivan. Es como una anticipación en Laca~, de cierta deca.dencia de los conceptos y maternas propios d~ su ensenanza, hasta decir que el gran Otro, el pequeño otro, todo eso no ~apta aquello de lo que se trata. Por supuesto, no vamos a sacrificar esos mstrumentos, que son nuestra brújula en una experiencia tan complicada. Pero hay que reconocer que, poco a poco, en su enseñanza, los conceptos de Freud se alejan, y también sus propios conceptos. Eso puede captarse en el Seminario 11: no hay allí mucho del yo del superyó, del ~
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Casi diría que Lacan presenta el inconsciente _como ~a zona er~gena suplementaria, es decir, como el agujero del mconscie~te, ad~~as de los orificios del cuerpo. Esta noción le permite concebir la l:b1do freudiana no como un vector, sino como un órgano. Lacan llevara esto muy lejos, hacia una definición de la libido como el objeto perdido: lo que él llama el objeto a. Serían necesari~s muchos desarrollos, pues Lacan ha concebido la libido freudiana primero como el de:eo, ~a~scribiéndola en ténninos de significante y significado -defima la libido corno el significado que corre tras el significa~te-; luego, en un se~ndo tiempo, como el objeto perdido; y trató d~ vmcular esas dos v~~s10nes de la libido freudiana con la fórmula: el objetoa es causadel deseo.
La transferenciay lo real
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Ahora, también puedo preguntarles qué saben ya acerca de la manera como Lacan presenta la transferencia. Por supu~sto, presenta_la d?~le cara de la transferencia: como apertura y corno cierre, como sn1;-~ohca y como real. ~unque en el seminario no figura de modo explicito la ·' transferencia en tanto real, es evocada por toda la lógica del ~es_arrol~o. Es importante captar que, para Lacan, todo eso ~bedece a la logica alienación-separación, en torno a la cual ya yo habia empezado a dar una per?, pa~~ esa primera aproximación conceptual, allá por 1_981~1982; época, no percibía toda la economía ~el ~~mano 11. La ahe_nac10nes : la conceptualización de la apertura s1mb0Iica al Otro, es de~Ir, :orres- 5 ponde al momento en el que sujeto cae bajo la llamada del sigmfic_ante que surge en el campo del Otro; "l la separación corresponde al cierre .; real al Otro, al significante. Aunque responden a la_mis~,ª es°:1ctu1;11 ... lógica de los conjuntos, no son del mismo nivel: l~ ahenac10n es simbo-" }ica corresponde al consentimiento inconsciente, la apertura a la pala, d . l < bra, mientras que la separación traduce el momento e cierre en ~ que lo inasimilable recuerda su lugar, que no se puede desconocer. A propósito de la transferencia: a di~ere~cia de l~ que sucede con ~l inconsciente y la repetición, en este semmano uno pierde un P?co ~l hilo con relación al desarrollo que hace Lacan de la transferencia. Pienso
17. [N. de E.] Jbíd., p. 251: "El objeto del deseo es la causa del deseo y e~te objeto causa del deseo es el objeto de la pulsión, es decir, el objeto en tomo del cual gira la pulsión. [... ] no es que el deseo se enganche al objeto de la pulsión, sino que el deseo le da la vuelta en la medida en que es actuado en la pulsión".
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JACQUES-ALAIN MILLER NUEVAS INQUISICIONES que con lo que mostré antes puedo recomponer un poco la estructura de la que se trata. ¿Qué ha quedado en evidencia en este seminario de la transferencia? Ha quedado la tesis que Lacan retomó a propósito del pase: la tesis del fundamento de la transferencia en el Sujeto supuesto Saber. Que ha sido un gran éxito teórico, porque es a la vez muy refinada y se traduce en una expresión que todo el mundo entiende. Pero esta es la mitad de la historia. La transferencia definida a partir del Sujeto supuesto-Saber concierne solo a la apertura simbólica al Otro; es su vertiente simbólica. Decimos que a partir de que se establece la transferencia, el inconsciente se abre. Por eso en el análisis de las resistencias se indicaba que había que esperar el establecimiento de la transferencia antes de empezar a interpretar. Lo vimos en el caso de A., con el sueño de la lavadora, que contiene un elemento transferencia], como dice con mucha precisión Ronald Portillo. Me parece muy justo porque es un sueño sobre el funcionamiento del análisis, donde el analista mismo está velado, no aparece; pero a partir del momento en que se encuentra ese sueño con un elemento transferencia!, que se ve que el sujeto espera algo del tratamiento y que, además, cuenta su sueño -eso tan importante-, vemos una apertura, una conexión establecida entre el ser del sujeto y el Otro en lo simbólico. Por eso Lacan, por su parte, busca la manera de designar la transferencia-separación, la transferencia como cierre real. Esto había sido reconocido por los analistas: la primera experiencia que Freud tuvo de la transferencia fue precisamente como resistencia. Para él, la transferencia era algo que volvía difícil el desciframiento del inconsciente, pues su interés era epistémico: hay un síntoma, vamos a descifrarlo juntos. ¿Y que ocurría? Que, en lugar de ponerse a trabajar para traducir el texto del síntoma, en el sujeto emergían sentimientos que para Freud no tenían nada que ver con la experiencia. Había percibido la transferencia por su rostro de cierre. Pienso que la fórmula que Lacan encuentra para designar la transferencia-separación como distinta de la transferencia-alienación no ha tenido el mismo eco que el Sujeto supuesto Saber. Es la frase: "La transferencia es la puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente". 18 Recuerdo muy bien esa frase, porque Lacan aceptó la invitación que le hicimos, como alumnos de la Escuela Normal Superior, después de la lección del seminario en la que enuncia esta frase, para responder preguntas en torno a la cuestión de la puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente. Estábamos cuatro
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18. Véase ibí
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b d . ue me parecía una fórmula no muy o cinco de nosotros, y de o ecir q l taran· en esa época clara. Pero Lacan estaba contento de que elpreg_un 1·0 d1;ce·"He podi, l cho y en e semmar · ' me han preguntado sobre nadie se atrevia a preguntar e mu do ver que mi fórmula ha gustadol.'dp~rqp~:queno lograba ubicarla en " N gustaba tanto en rea 1 a ' lS . eso . o me l fórmula que responde a u¡eto el mapa; ahora puedo hacerlo._Es~ esd:r una formulación a la cará real supuesto Saber; es una tentativa e 1 trans.cerencia hay algo de lo .e • propone que en a 1' de la trans1erencia, y fu . . · ·¡ bl d l oce que nc10na. N o es tan claro ' porque en ese . ·nario y cuando trata de real masmu a e e g , L Pone que e1amor es 1magi momento acan pro_ l d be hablar de la transferencia como .. ta· aunque la línea de ubicar la transferencia co1:10rea 1e . . com o dependiente .de amor .narc1s1s ' 1.maginana, , fondo se dirige a la transferencia-separac10n. Las tetas de Tiresias
! lado simbólico, Lacan insiste en todo lo que hay 1 - m1'smo de la verdad como Por una parte, en e . 1 .cerencia. es e engano . ' l fi al del semmade engano en a transi, . -¡· p Otr del lado real encuentra, a n efecto simbo 1co. or a, viene a efectuar el cierre, 1 rio, cómo acentuar el o~jetodabcomo reat tquseapropósito de la pieza de d. 1 nahsta e e tener e a ' cuando ice que e a d Ti' . 19 ·Qué significa eso exactamenteatro de Apolinaire Las ~etas e objeto a como real; se debe te? Que del lado del analista se . 1 . as1'milable-aunque las .e • n ob¡eto rea como m ubicar en la trans1erenc1a,u 1 . . ·¡ ble- Dice que el . ' . . l d lo rea como mas1m1a tetas no son el me¡or e¡emp o - e d Esto responde también a la ., analista es soporte del pequeno separ~ or. .d d de transcribir la transferencia como separac10n. d 1 estructura la creación de conceptos pue e neces1 a Unavezquecaptamos a. 'b., hayallíunaoposiciónentre Cuando Lacan habla del ser múltiple.Así, podemos decir Jue ta~ · t trans1erencia- e: • transferencia-autSomba onesta y, h ablando de la ~ansferencia-automaton. La Sujeto supuesto a er,
d:~:si::~e/eI
ty1enhe
. d , .. hasta desenfadado, que les da cuenta exactamente b., parezca este pequeno apo ogo, . . d t a la función de Tiresias, tam 1en el analista sirva e sopor e · b análisis. No basta con que Qui·ero decir que la mamo ra Y 1a d. A 11' · e que tenga tetas. . · I d era que se mantenga la d1stanc1a es preciso, como ice po mair • , · h de regu arse e man . , . bl ese otro punto donde el su¡eto operación de la trans,erencia an d 1 · e ve a s1mismo ama e Y . . entre el punto don e e su¡eto s . d d I bjeto a viene a tapar la hianc1a que se ve causado como falta por el ob¡et~ a ~ on e e o constituye la división inaugural del su¡eto . 19. [N. de E.] Ibíd., p. 278: "Pues bien, por para od¡~\~q yue ocurre en la realidad del
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mejor prueba está en la fórmula muy precisa que da Lacan en su texto sobre el pase: el Sujeto supuesto Saber es un algoritmo, un efecto automático del establecimiento de una relación con un analista.20 Por otra parte, hay la transferencia-tyche. Es el aspecto de encuentro de la transferencia, del buen encuentro con el analista, o del mal encuentro con el personaje que no se adecua al Sujeto supuesto Saber. Es la transferencia como hallazgo y, eventualmente, como encuentro siempre fracasado. Es lo que vemos que tiene, también, cada sesión. Porque cada sesión tiene su aspecto de automaton-en la vertiente burocrática de su orden horario, etc., que es deseable que exista-, y un aspecto tyche,mucho má¡ al azar, imprevisible, no programado. Siempre me llamó la atención que Lacan afirmara, en el texto "Posición del inconsciente" de sus Escritoscomo complemento de "Función y canipo de la palabra ... ", que había debido esperar diez años antes de poder dar a "Función y campo ... " su complemento. 21 Es un texto que transcribe la elaboración de la noción alienación-separación, escrito en el mismo año en que dictó el Seminario 11; y siendo "Función y campo ... " un texto tan rico en referencias, no se entendía cómo Lacan planteaba "Posición del inconsciente" como el paso más allá de "Función y campo ... ". Pienso que ahora se puede entender: porque es el texto donde dice que no hay simbólico sin real, que no hay ningún fenómeno simbólico o imaginario en el análisis para el que no se deba ubicar la incidencia de lo real. 22 Es además el texto en el que Lacan nos enseña a recuperar siempre el lugar propio de lo real con respecto a lo simbólico y lo imaginario.
Lo abrupto de lo real Creo haber resumido, sin demostrarlo detalladamente, otra versión del Seminario 11. Pero lo increíble es lo casi "carta robada" que Lacan
20. Véase Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela", Otrosescritos,ob. cit., pp. 266 y ss.
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vela: no hay en el texto del seminario coordenadas de orientación tan claras como las que he dado aquí. Sin embargo, en el resumen que hace del seminario, que en la edición francesa está en la contratapa, finalmente dice: "Hemos encontrado en este seminario menos la ocasión de una síntesis que el deber de esclarecer lo abrupto de lo real en el campo freudiano". 23 Lacan llamó a este seminario "Los fundamentos del psicoanálisis". Nosotros lo llamábamos Los cuatroconceptos ... ; y él fundamentalesdel aceptó el dicho del Otro y lo llamó Los cuatroconceptos psicoanálisis. Pero finalmente, Los cuatroconceptos ... se llama "Lo abrupto de lo real". ¿Qué significa abrupto allí? Que lo abrupto de lo real se opone a la dialéctica de lo simbólico. Lo simbólico no es abrupto; con lo simbólico hay siempre que esperar. No digo que sea suave, pero lleva su tiempo; presenta una verdad y luego da otro sentido a esa verdad; se acerca, viene con una cara y después con otra. Lo real, por su parte, cae, viene a interrumpir, a causar, pero siempre introduce una discontinuidad; por eso Lacan habla de abrupto. Con lo real no hay buenas maneras. Al final de un análisis, lo que se espera es haber suavizado un poco lo abrupto de lo real; que sea un poco menos inasimilable. Y es lo que Lacan llama cierto savoir-y-foire,cierto saber hacer con lo real, 24 es decir, haber logrado suavizar los ángulos agudos de lo real, y en particular, con respecto a los trastornos del goce sexual, haber logrado tener finalmente la cita; que el Otro sexo sea un poco menos el objeto imposible y real. Esto solo se puede obtener en un análisis en cierta medida, porque con lo real imposible no hay el sí o el no, como sí se cumple en lo simbólico. No hay absoluto en lo real. No se trata de sí o no; es una cuestión de grados. Ello indica el carácter irreductible de lo real, ordenado por la aproximación, por el más o menos. Estoy estudiando los textos que los analistas posfreudianos han escrito sobre los pacientes refractarios, ya que ellos experimentaron que con el método inicial de Freud no lograban superar el cierre real
21. [N. de E.] Lacan,J.. "Posición del inconsciente", Escritos2, ob. cit., p. 829, nota 9: "Se medirá el obstáculo que hemos de quebrantar aquí por el tiempo que nos ha hecho falta para dar al discurso de Roma la continuación de este texto, como por el hecho de que en el momento en que lo corregimos, su colación original se espere todavía". 22. [N. de E.] Ibíd., p. 814: "Pues su causa es el significante sin el cual no habría ningú~ sujeto en lo real", y p. 819: "Tenemos por origen el dato de que ningún sujeto tiene razon para aparecer en lo real, salvo que existan allí seres hablantes".
23. [N. de E.] Lacan,J., "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis", Otros escritos,ob. cit., p. 205: "Nos pareció que debíamos invertir esta presentación, por encontrar en la crisis no tanto la ocasión de una síntesis como el deber de iluminar lo abrupto de lo real que restaurábamos en el campo legado por Freud a nuestro cuidado". 24. [N. de E.) Lacan, J.,Seminario 24, "L'insu que sait de l'une-bévue s'aile a mourre", clase del 15 de febrero de 1977, inédito: "El inconsciente es una entidad que intenté definir por lo Simbólico pero que en suma es solo una entidad más. Una entidad con la que se trata de saber hacer [savoiryfaire]. 'Saber hacer con' no es lo mismo que un saber, que el Saber Absoluto del que hablé recién".
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del inconsciente. Podemos decir que toda la teoría del análisis de las resistencias es una tentativa que se sitúa del lado de la separación. Lacan ha criticado el análisis de las resistencias, pero lo hizo al inicio de su enseñanza, cuando era el optimista de la alienación y acentuaba el todo poder de lo simbólico. Creo que hay lugar para retomar con más simpatía esta antigua experiencia del paciente refractario, replicándola del lado de la ~eparación. Como no creo que tengamos tiempo de extendemos en esto, me parece mejor hacer un intercambio de ideas acerca de este esquema que les he presentado. No digo que lo domino del todo; estoy casi en el instante de verlo. Apenas he entrado yo mismo en el tiempo de entender todas las consecuencias de lo que he percibido, explicitado y no explicitado, en este seminario de Lacan.
Discusión
Participante:Con relacióna esaúltima parte sobrela transferencia,entonces quizás en el matema de la tramferencia,cuandoel sujetose dirigeal significantecualquieraen la vía de la alienación,habría que agregarque, también allí, algose escondedel objetoa que él encuentra,proyectao construyeen el analista,y que para Dora,por ejemplo,el humo del tabacoera del ordendel significante. ]AcQuEs-AurN MILLER:¿Qué dice Lacan del algoritmo del Sujeto 15 supuesto Saber? Lo escribe de manera totalmente significante: S-Sq. El significante de la transferencia es un significante cualquiera, en la medida en que no está inscrito en el inconsciente del sujeto. Y Lacan define al Sujeto supuesto Saber como un efecto de significación que se produce en la relación S-Sq. Es una significación de saber en la que se supone toda una secuencia de significantes que van a ir apareciendo en el análisis. Este algoritmo es claramente la transferencia-automaton,y se ubica con la diferencia significante-significado; no va más allá. Pero en el mismo texto en el que Lacan presenta esto, señala que la significación del saber supuesto ocupa el lugar que luego ocupará el referente, aún latente; y creo que significa -así lo he desarrollado- que eso dará lugar al objeto a como real. Es decir que ya aquí hay que rearticular aliena,¡
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cióndel SujetosupuestoSabery separación,cuando el analista viene precisamente como analista-síntoma. Si nos quedamos en el algoritmo del · Sujeto supuesto Saber, sería como Freud pensaba la experiencia analítica, es decir, una experiencia sin transferencia, una experiencia de interpretación pura; como un trabajo. Pero hay que incluir la sustitución del sujeto supuesto por parte de un elemento libidinal evidente que surgió con el nombre de transferencia. La experienci~ analíti~a no es·una pura operación epistémica, operación de saber, smo que mcluye ~a presencia de un elemento libidinal, cuya incidencia perturba el trabaJO interpretativo. De esto surge la neurosis de transferencia, que_insta~a al analista como síntoma. En el texto del pase, Lacan pone en evrdenc1a el Sujeto supuesto Saber; lo curioso es que lo hace velando mucho más la fase de separación de la transferencia, que es lo que en principio el pase debe resolver. El pase debe desvincular alienación y separación. Lacan ha buscado la solución del final del análisis a partir de cierta desvinculación de la alienación y la separación. Que en un momento dado el sujeto esté en una posición que le permita percibir esta pulsación insaciable, sea del inconsciente, de la repetición, la transferencia o la pulsión; el pase es el momento en el que se desdibuja esta pulsación.
Participante:Me preguntopor el origende lo real en cada.sujeto.Me llama la atenciónla frase "loreal sin ley", que me remite a la metáforapaterna, que tiene que ver tambiénconla ley... JAM: La metáfora paterna es la suposición de que lo real tiene una ley; explícitamente, porque ubica el goce sexual supuestamente como conviene; faliciza el goce. El goce que no se puede captar de la madre. En el teatro freudiano, va a ubicarse en el lugar del falo, y este da la respuesta al enigma del goce. La metáfora paterna nos da una parte legal de lo real. La cuestión es que hay una parte del goce que no responde a la ley, algo ya reconocido en tiempos de Freud bajo la forma de los objetos y el goce pregenitales.
Participante1:Luego,me llamóla atenciónlafrase: "Ningunarememoración solucionalo real".Si bienpiensoque esasí,piensoque en el casoA. falta una escenaanteriora la escenade la prostituta,conrelacióna lo sexual,quepienso que tieneque ver conla madre.Me preguntotambién,conrelacióna lo real,si eselugar,hoyvado, del Otro tiene que ver conlo real.
25. Véase Lacan,J., "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela", Otros escritos,ob. cit., pp. 266-268.
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Participante2: Lacan plantea la caídadel Sujeto supuestoSaber,precisando que hay que hablar de la caídade la dimmsión de engañopor la cual la transferenciaoperaen el sentidodel cierredel inconsciente. Me preg;untosi esa dimensiónde mgañoformaría parte de la transfermcia-automaton.
tapeteel encuentrofracasado,el desencuentro, la tyche? Y creoque en eses:ntido va Lacan,alfinal del Seminario 11, cuandodiceque el actodel an~lzsta es la hipnosisal revés:en vez de producirla unión entre el idealy el ofyetoa, producela separación entreambos.
JAM: En el seminario, la idea del engaño de la transferencia es ambigua, porque)" por un lado, se refiere a lo simbólico --es el engaño que incluye toda palabra-, pero, por otro lado, refiere el engaño al momento de apertura. Y también está presente en el momento de cierre, con la aparición del amor de transferencia -pero del amor vinculado con la teoría que lo hace dependiente del narcisismo, imaginario-. De tal manera que durante casi todo el seminario nos presenta el cierre como imaginario, y solo al final vemos surgir el cierre real, cuando dice que el amor de transferencia busca el objeto a en el Otro. Una suerte de mutilación del Otro; y es con la palabra mutilación con la que trata de hacerlo ver. 26 Lo complicado es que ha desarrollado por un buen trecho el cierre como imaginario. Pero el secreto del amor de transferencia no hay que buscarlo en el estadio del espejo, en el narcisismo. Lacan lo busca en la mutilación del Otro, en el intento de cerrar el inconsciente a partir del objeto a arrancado del Otro, lo cual es complicado también, porque es a la vez la mutilación del sujeto mismo. Lacan insiste en ello cuando reconsidera elfort-da, cuando dice que el carretel no es tanto la representación de la madre, sino un objeto mutilado del sujeto; es con una parte de él mismo con lo que colma el vacío del Otro. El fort-da ilustra de cierta manera el movimiento alienación-separación, pero con un objeto mutilado. No he entrado en todo esto aún, porque implicaría un trabajo fuerte de cruzar referencias, retomar lo elaborado, etc. A fin de cuentas, se trata de coordenadas generales que hay que referir a la experiencia, lo que permitirá cruzar los conceptos y las categorías como conviene para captar de lo que se trata.
JAM: Del acto del analista se podría decir que tiene una verti~nte simbólica, que sostiene la alienación, y una vertiente separadora, en la medida que se pone en la posición de la cosa inasimilable, co~o objeto a. Cualquiera que sea la organización conceptual, el analista d:~e estar allí con su cuerpo y encamar el límite real de toda la elaborac10n de saber. Siempre vuelve la idea de que si la cadena significante es lo importante, ¿por qué no quitarle el cuerpo y hacer anális~s-~or ~arta o por teléfono? Porque la presencia de los cuerpos e~ con~~c1on sine qua non de la experiencia analítica, porque no es solo ahen~c10n. D_eno ser así, se puede hacer análisis por e-mail. Pero hay allí un irreductible.
Participante:¿La dimensiónreal de la transferenciapone enjuego la dimensiónmisrnadel actodel analista,en el sentidode que es esteel quepone en el
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Participante:Creoqueya no esun supuesto:hay analistasque/stán ofre~endo análisispor Internet. Me pareceque estoestáesbozadoen su Comentariodel seminarioinexistente",27 cuandodice que Lacan sustituye el conceptode los nombresdelpadre,desarrollaque son semblantessiempre,y que el secretodel Nombredel Padreesque no existe.Y esees elsecretoque ustedinterpretade lo que haceLacanal suspendersu seminario.En seg;undotérmino,me encon~é conun huesodificilde roeren el Seminario 11, quesu desarrollome permite abordarde otra manera.En la página 52, Lacan despejael sujetocomo"el lugar completo,total,de la red de lossignificantes",lo que me h~zo~ensarque elsujetonopuedemtrar en estaseriede definiciones que ustedhizo, incluyendo la libido,en elsentidode que estaríala caradel sujetocomofalta en sery esta tien_eq~e ver quepresmta Lacandel ladode la alienación.La t~cera_cue~ión conla verdad.Con esta transformacióndel algoritmos1gnificantels1gnificado si el luga~de ~averdadcamcomoel algoritmoreal/semblante,me preg;untaba bia también,a partir de loformuladopor Lacanen el Semmano 7, en c:uanto a lo verdaderocomoel último estadioantes del accesoa lo real, despuesde lo belloy lo bueno. JAM: Lo verdadero lo podemos ubicar como una defen~a co~tra _lo real, pero como todo lo que pertenece a lo simbólico y a lo 1magmano.
26. [N. de E.] Lacan, J.,El seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis,ob. cit., p. 276: "Sería reiterativo retomar ese objeto paradójico, único, especificado, que llamamos objeto a. Pero se los presento de modo más sincopado al subrayar que el analizado, en suma, le dice a su interlocutor, el analista -Te amo,peroporque inexplicablementeamo en ti algo más que tú, el objetoa minúscula, te mutilo".
27. Miller,J.-A., "Comentario del seminario inexistente", Conferencias porteñas,tomo 2, ob. cit.
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A partir del momento en que oponemos de un lado lo real y del otro lo simbólico y lo imaginario, todo lo que es simbólico e imaginario parece una defensa contra lo real. Y Lacan lo destaca, como usted lo recuerda, con lo bello, con el ejemplo de Antígona, en el que, un momento antes de llegar al horror, hay una intensificación de lo bello, que traduce la culminación de la defensa contra el horror de lo real. 28 Es muy distinto de la belleza-como semblante, como la de la publicidad organizada, de marketing, que es ya el límite entre lo imaginario y lo real.
Participante: ¿El nombrede la estructuraquesostieneloscuatroconceptos, más que el de libido,seríael de alienación-separación? JAM: Si se quiere simplificar más mi propia simplificación, diría que alienación-separación culminan en la fórmula del fantasma, mientras que el pase es una desvinculación de alienación y separación, una división, una distancia entre el registro simbólico del sujeto y el registro real del objeto a. Un poco más de escolástica, sin duda, pero lo importante, insisto, es tener esta articulación simbólico-real y después, con esta brújula, tratar de orientarse y aceptar lo impredecible en la experiencia. No se puede forzar el fenómeno en los conceptos. La idea de Lacan está construida así: con una hiancia entre los conceptos y los fenómenos, para poder aceptar lo imprevisible, obligamos a pensar una y otra vez los conceptos con su relación a los fenómenos, y a evitar la economía de los detalles de cada caso.
Participante:En elfinal del análisissepresentauna nueva relaciónconlo real queposibilitaun acercamiento, tal comoes-comoun lugarde inaccesibilidad-, y esanueva relaciónsepresentacomouna certeza,¿esoposibilitaque hayaun fin de análisisy no un análisisinterminable? JAM: Hay más real al final del análisis que al comienzo, porque se ha condensado en lo que he tratado de nombrar como el síntomafundamen-
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28. [N. de E.] Lacan, J., "Kant con Sade", Escritos2, ob. cit., p. 755: "La exigencia, en la figura de las víctimas, de una belleza siempre clasificada como incomparable (y por lo demás inalterable, cf. más arriba), es otro asunto, que podría despacharse con algunos postulados banales, pronto impugnados, sobre el atractivo sexual. Más bien habrá de verse en esto la mueca de lo que hemos demostrado, en la tragedia, de la función de la belleza: barrera extrema para prohibir el acceso a un horror fundamental. Piénsese en la Antígona de Sófoclt!sy en el momento en que estalla en ella el 'Epw~ aVLXfftE µaxav' ".
tal. Se trata de un sujeto que deja de dudar de lo real que ha obtenido, y eso puede explicar los fenó~enos de ce~~ezaque se observan al ~~a_!. Esto dio lugar incluso para la rnterpretac10n de que el final del analms es psicótico, cosa en que no creo para nada, pero que se sustentaba en la curiosa certeza que tienen algunos sujetos al final.
UNA MANÍA TRISTE
GerardoRéquiz
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Voy a presentar el caso de una mujer de años, a quien atiendo desde hace once. La primera cita estuvo precedida de una llamada t~lefónica de la tía materna, quien se quejaba de la conducta d~ la s~bnna: permanentes peleas con las hermanas, inaguantable, suscepnble, mestable. Monotemática con la nariz. La tenían por la loca de la casa. En la primera cita dice: "No sé qué hacer con mi nariz:': Manifiesta su deseo de operarse con un cirujano plástico, pero la fam1li~se opone. "¿Cómo puedo ser normal con esta nariz?" Me pide que mtervenga ante la familia para que la dejen operarse. Refiere que habl_ade esto_con una amiga imaginada, suerte de doble imaginario con qmen manne~e un diálogo de preguntas y respuestas. "Hablo con ella, porque l~s muJeres enseñan a las mujeres y los hombres a los hombres. Solo qmero que usted me diga si me debo operar, aunque yo ya dec_idíhacerlo:' Sobre la nariz, solo hacía descripciones. La nariz no perecia marcar una falta en la imag~n, a la manera de la neurosis, sino algo irreductible sin matices ni reflexión. Frente al espejo surgía deformada. Su ima~en corporal se reducía a ese único aspecto de su cuerpo. "Dígame doctor ·cómo vivo con esta nariz? ¿Es que usted no ve?" Me mostra'e l . ba una supuesta deformación que yo no percibía. Por e contrano, me parecía normal, y hasta bonita. Por supuesto, me abstuve de f~~mular ningún juicio al respecto. No había ninguna pregunta por su relac1on con la nariz; solo certeza. En ese momento, lo que buscaba era mi aval ante la familia para intervenir su cuerpo. . . , , Se podía sospechar, de entrada, la psicosis. Pero dec1d1ver cual era el límite de simbolización y relativización, si lo había, de esta certeza. Por lo demás, no se veían otros rasgos de psicosis. En las sesi?nes siguientes traté de ver cómo se ubicaba frente a su imagen. Intente ver si la nariz, supuestamente deforme, se compensaba co~ otros elementos de su cuerpo, pero sin éxito. A veces hacía comentanos desfavorables
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sobre su pelo, con algunas referencias a la niñez. En su casa le decían "niña despeinada, nariz de papa". Se percibía devaluada por la familia ante las hermanas, y repetía que ella era diferente porque no se parecía físicamente al resto de las venezolanas. Así transcurrieron varias semanas, sin variaciones en su discurso. Sin embargo, aunque decía que venía porque la enviaba la familia, también quería saber por qué le daba tanta importancia a la nariz. Al principio, casi once años atrás, debo decir que esa demanda de significación me llamó mucho la atención. Percibía una búsqueda de significaciones del Otro en esa pequeña demanda, pero sin que ella, por otro lado, me permitiera hacer algo con eso. En mis intervenciones, aunque pocas, intenté cierta dialectización de esa fijación a un punto del cuerpo. Busqué conexiones con la historia familiar, para ver si se producía alguna pregunta por la causa inconsciente de su queja. Su respuesta fue tajante: "Usted siempre se va por otro lado ... y no me dice cómo hago para vivir así. Yo me quiero operar la nariz". En efecto, se opera la nariz. Por mi parte, aunque ya ella venía con esa intención, lo tomé como un pasaje al acto que podía ser imputado al analista. Me preguntaba si yo hubiera podido evitarlo. De hecho se va del análisis por un tiempo, se opera tres veces y siempre queda insatisfecha. En una oportunidad me dijo que ella sabía de antemano que las operaciones nunca saldrían bien. Este juicio previo a las intervenciones tiene mucha importancia, como veremos luego. Finalmente, el médico se niega a operarla de nuevo. Después de la última operación, regresa y habla permanentemente del milímetro de más o de menos en la forma de su nariz. Me pregunta"¿ Usted no lo nota? Claro que no; no ve bien". Y así transcurre aproximadamente un año y medio; venía irregularmente, pero me dejaba dicho con mi secretaria que estaba "pendiente de venir". Yo simplemente la recibía sin hablar mucho. No había intervención de mi parte que no la alejara. Ante mis silencios, me increpaba: "Usted es el doctor, por qué no me dice cómo vivo con esta nariz". Esta frase contenía un matiz que marcaba cierta diferencia con respecto a su posición inicial. Observé que no solo preguntaba por la nariz, sino por mi impotencia para responder. Le dije que debía ser muy dificil vivir con esa marca en la cara. Comenzó a hablar de la madre, quien siempre la comparaba con las hermanas. La llamaba "nariz de papa". En una oportunidad le dijo: "Con tal de que no te operes". Esa frase disparó la primera intervención. Me pareció que esa actuación se podía entender como un intento de negativación del goce, a la manera de Van Gogh. Ella aparentemente 538
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buscaba perfeccionar la nariz, pero produjo una !alta que se notab~ aún más después de las operaciones. Quizás, como hizo Van Gag~,, qmen al cortarse la oreja sustituyó el mecanismo ineficiente de la castrac10ny ~rodujo la falta en lo real del cuerpo, que lo simbólico no pudo hacer. Senalo esto, porque la última operación había sido, según dij?, perfec~a:Lueg~, a los pocos días, por descuido se golpeó y dañó el traba JOdel medico, qmen al ser consultado trató de convencerla, sin resultado, de que todo estaba aún perfecto. Pero no; para ella la nariz tenía una cicatriz. En ese primer período de entrevistas asistía irregularme~t~. Su est~do de ánimo, aunque un poco exaltado y de hablar muy_rapido, t~ma un tono depresivo; con frecuencia hacía alusiones a su ba¡a autoestima. Durante uno de esos períodos de ausencia de las sesiones, muere la madre, y ella se va del país por dos años a una vid~ errática por ~orteamérica. Durante ese tiempo tuvo algunas relac10nes de pareJa de corta duración. Había observado que cuando se emparejaba, aunque no entendía cómo la podían querer con esa nariz, se producía cierta pacificación de su estado de ánimo, como supe después. Había sido buena estudiante y obtuvo un grado universitario poco antes de la muerte de la madre. Luego de ser abandonada por la última pareja, regresa a Venezuela. Visita a unos brujos para saber algo ~e este hombre que la deja, y ellos le dice~ que se cuide porqu~ va a s,~rv10l~d~; Sale de la sesión con los bruJOSy se hace una sene de despOJOS (rituales) prescritos por ellos. Pocos días después se d~sencad~n~ ~a crisis que, a mi manera de ver, fue un desenc~denamiento ~siconco, justo inmediatamente después de hablar por telefono con ~ no mater~ no a quien no reconoce. Corre al baño a hacerse un ~~spoJO,sal~_casi desnuda, moja toda la casa. En ese estado de exaltac10n, la fami~a la hospitaliza. Es sometida a medicación_ y ?asa l_asfiestas d~ Navidad en la clínica. La familia me llama por msistencia de la paciente. Hay que decir que la familia prefería un tratamie~~o con un p~i~uiatra. En efecto, el psiquiatra entra en su vida, tranquiliza a la fannha,_les el diagnóstico de psicosis maníaco-depresiva y me dejan el espacio abierto
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para el trabajo analítico. . . Así se inicia la última parte de su tratannento, que ya lleva cmco años. Al principio era un poco errática; estaba muy_exaltada porque podían violarla. Poco a poco se va instala~do en las ses10~escon regularidad. Venía en patines. En una oporturudad se cae, se disloca el cuello y entra en una fase un poco depresiva, pero exaltada. Traía ~ todas las sesiones un álbum con recortes de fotografías y frases de canc10nes para el novio que la había abandonado. 539
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La recibí en ese estado de exaltación maníaca, para utilizar el término de Lacan en '.'Televisión". 29 El diagnóstico de psicosis se podía hacer ahora c.on propiedad, bajo transferencia. No paraba de hablar; saltaba de una idea a la otra. Estaba hiperactiva y con aparente euforia. Un día me llamaron de la gerencia de un hotel importante del este de la ciudad porque en va~ias ocasiones habían tenido que pedirle que desalojara ei lugar, ya ~ue importunaba a los huéspedes hablando incansablemente. Intente-sacar provecho del desencadenamiento. La exaltación loca del lenguaje, curiosamente, no se presentaba sin sentidos ni con palabras d.esconectadas. La incoherencia estaba en el paso de una idea a otra, sm que nada detuviera la verborrea. Había frases que se repetían, y en las cuales trababa como de agarrarse. Dos conjuntos de significantes se destacaban: uno alrededor d~l último novio y otro que tenía como centro el discurso de la madre. . En el ~rimero de est~s conjuntos, el novio en realidad aparecía en su discurso sm rasgos particulares. Podía ser casi cualquier hombre. Este ho~bre pensaba en ella constantemente y era el preferido de todas las mu¡eres que ella conocía. Todas se enamoraban de él, pero él la prefería a ella. Ella le escribía canciones, poemas, y pegaba en el álbum fotografías de distintos hombres muy guapos, que según ella eran la misma pers~na. En una oportunidad expresó su deseo de enviárselo al ex novio, segmdo de ;;ase que_pronunció. en una sesión: "Después me caeré de l~ _depres~on . lntervme proporuendo que mantuviera el álbum y escnbiera mas; que yo confiaba en que me informara antes de enviarlo Así ~omenzó un período de mucha escritura, que fue disminuyendo ~ medida que se estabilizaba. El segundo conjunto de significantes aparecía bajo dos vertientes: por un lado, ella se co!ocaba como la preferida de la madre, la elegida, l~ cual expresaba con cierto tono de malestar y de tristeza. Ella era la elegid~ para acompañarla, sobre todo cuando estaba sin pareja; hasta la obligaba a dormir con ella. Los padres venían de una familia de buenos recursos ec~nó~c?~· pero con problemas de herencia y litigios fuertes ~ue produc1an d1vts10nes y pleitos graves. Los padres, ambos alcohólicos, estaban separados, aparentemente por las agresiones físicas del padre.ª la madre. La separación se produjo a una temprana edad de la paciente. ~~ madre tuvo luego varios hombres, que sucesivamente entraban a VIVIr en la casa. Todos tenían problemas con el alcohol. La
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madre muere a consecuencia del alcoholismo a los 54 años. Cuando la madre se emborrachaba la obligaba a dormir con ella y a atenderla, como hace hoy con la abuela anciana y enferma con quien vive. En ese fantasma de contexto aparece el tema del presunto abuso sexual, ~n ll1_1 violación por parte de la madre. Aunque el asunto no implicaba una certeza tan marcada corno en otras ocasiones, lo decía como una pregunta: "¿Mi mamá me habrá violado?"; "Yo sé que me tocaba, cuando estaba · . borracha, en la cama". Me parece que esto es indicio suficiente de la presencia de un Otro gozador, matizado con cierta duda. Creo que era su manera de atenu~r el horror. También se preguntaba si era homosexual, pero se desmenna . diciendo que no le gustaban las mujeres. A medida que se estabilizaba, surgían reproches hacia la madre por no haberle enseñado cómo se comporta una mujer, sobre todo con su imagen femenina. A diferencia de sus dos hermanas, bonitas y bien vestidas ella era una suerte de cenicienta de la madre. La otra vertiente del discurso de la madre era su negativismo; decía que todo era una porquería, que para q,ué vivir, ~i nada importa. Con frecuencia la paciente refería que la habtan despoJado de sus pe:te~encias. Lo curioso era que no hacía nada para defenderse. Dec1a: No tiene importancia; de qué valen las cosas, si la nariz no es la adecuada". Además, no quería problemas con sus hermanas, que, aunque la despojaban, también la protegían. , Se presentaba a la vez necesitada y victimizada por la madre. Padec1a un verdadero estrago por parte de esta madre, que no dejó espacio sin invadir, pero tenía la certeza de qu.e sin el~a la madr~, es~ría muy mal. Ella era su guardián. Con frecuencia repetla 1~~ase: ~ madre es una abusiva". Nótese el tiempo presente de la oracton, habida cuenta de que la madre ya estaba muerta. A esta fase maníaca se aplica la observación que hace Lacan en "Tele-30 visión" a propósito de la ma~a. El sujeto ?esama~~do del ;ipufi~ante. No solo decía disparates o ligaba frases sm conexion tematica, s1~0 ~~e era como si el lenguaje la enloqueciera a ella. No h~bía un ?rmc1p10 ordenador. Las palabras brotaban de su boca como s1 no tuvieran que ver con ella.
30. [N. de E.] Ibíd., p. 552: "Y lo que se sigue, por poco que esta cobardía, par ser rechazo del inconsciente, vaya a la psicosis, es el retorno en lo real de lo que ~s rechazado, del lenguaje; es la excitación maníaca por la cual ese retomo se hace mortal ·
29. Véase Lacan, J., "Televisión", Otrosescritos,ob. cit., p. 552.
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En la manía, como formula Lacan, hay rechazo del inconsciente, que re?resa desde lo real como una catarata de palabras y que se puede traduc1r por un no querer saber nada del inconsciente. En realidad, la verdad brotaba de lo real. Y esa verdad parecía tener como previo cierto "Yo sé algo de eso", relacionado con la madre. Solo que, en efecto, no viene del inconsciente, sino de lo real. ~ero 1~ma~ía de mi paciente es una manía triste -acompañada de un ~te depresivo-, que no ha pasado a la depresión propiamente. Uno ~odna esperar ~ue en algún momento se diera el viraje al polo depresivo, pero no siempre es así. Los locos comunes que con frecuencia trata11:os e~ nuestros consultorios no se parecen mucho a los ejemplos parad1gmátlcos de la psiquiatría, incluso del psicoanálisis. Ella es una de ~s~s maníacas tristes, y en esa tristeza encontramos algo del vacío sub¡etivo de la psicosis. Su verbatum lo muestra: "No tengo estima; estoy vacía; me quitan lo mío"; acompañado de la inconmovible certeza de que eso no se puede cambiar.
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E~la busca al analista para que la mantenga a raya del goce, pero también para que le dé significaciones. En una sesión dice: "El otro do:tor me pide que me olvide de la nariz. Está loco. Cómo me voy a olvidar de eso. Y usted no me termina de decir de dónde sale esa preocupación mía". Esto último es una petición peligrosa, porque al responder el analista corre el riesgo de convertirse fácilmente en el Otro gozador. Cualquier saber proviene para ella de lo real y, en consecuencia, puede :onvertir al analista que lo profiera en perseguidor. ¿Cómo hacer para evitar esto y, al mismo tiempo, sostener un lazo transferencia! en el cua~ella permanezca como sujeto y el analista mantenga, a su vez, en lo posible al Otro vaciado de goce? ~acan, en el S~inario 3, habla de cierto "como si" en el lugar del analista para la psicosis. Lo difícil en este caso ha sido mantener ese ~ugar. Es ~ec~r, no aceptar la identificación con el Otro que el sujeto mtenta ad¡udicarme. He usado con algún resultado intervenciones del tipo: "Cómo haremos los dos con su nariz". A veces introduzco cierta ironía para relativizar sus dichos por la vía del Witz, etc. Esto ha conducido a que ahora, por ejemplo, se burle de mi nariz. Todas estas maniobras apuntan a la producción de un discurso diferente al de la exaltación maníaca. Finalmente, una de las preguntas fundamentales en este caso es la referida a las suplencias. Me parece que h_ayun ~n~ento d~ suplencia para arreglárselas con el goce. No se aprecian dehnos propiamente, pero sí una construcción repetitiva alrededor de la nariz, que hablaría de una suplencia por el cuerpo.
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Actualmente está embarazada y a punto de dar a luz. Se casó, embarazada, hace un mes, con un hombre deportista que se interesa mucho por su cuerpo y, por cierto, muy poco productivo económicamente. Actualmente se queja de su falta de orgasmos con el esposo, pero no lo culpa por ello. "Creo que eso tiene que ver con lo que pasó con mi madre", me dijo en una sesión reciente. Refiere que experimenta su cuerpo como algo ajeno, "como si no fuera mío ... mi madre no me "" . ". enseno a ser mu¡er Hace poco llegó bastante exaltada, porque pensaba que su hijo por nacer podría tener una malformación genética, "un labio viperino". Cuando le pregunté qué quería decir eso, me respondió que era un labio que nacía pegado a la nariz.
Discusión
Participante:Quisierapedirteuna precisiónacercade lo que ellaplanteacrm:o la marcaque tieneen la nariz, o la nariz comomarca.¿Qué eslo que elladtce depor qué esanariz no va en esecuerpo?¿Porqué esanariz es tan extrañaa ellay a su cuerpo?Primeraprecisión. Surge el llaLa seg;undaes conrespectoal momentodel desencadenamiento. mado telefónicodel tío, que operasobrela profecíade losbrujosde que ellava a ser violada. Parecieraque a partir de esemomentoellaquedamuy inquieta,a la esperade que algovayaa suceder/e, cuestiónque,podemosdecir,sucedeen el momentodel llamadotelefónico. Y allíplanteasque ellahacetodoun _movimiento conrelade ciónal baño;ymojala casaparaevitar la violación.¿Da alg;unaexplicación por qué mojóla casa? GERARDoRÉQurz: Sobre la nariz, surgen en principio dos cosas. Una, que es desde allí desde donde busca las significaciones del Otro: "Dígame por qué estoy tan preocupada por esa nariz; yo so~opienso ~n esa nariz. Esto tiene que ser así, porque usted no sabe la importancia que tiene", etc. Y con respecto a que no va con el cuerpo, esto tiene que ver con lo que la madre decía: que su nariz no tenía nada que ver con su cuerpo. No era la nariz perfilada de las hermanas. Era "la "nariz de papa~ , Con respecto al llamado del tío, es interesante, porque es un no materno; digamos, un personaje incestuoso. Cuando le dicen que va a ser violada y el tío la llama, suelta el teléfono y se mete en el baño; moja la casa porque los brujos le habían dicho que tenía que bañarse y mojar
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sus cosas con agua bendita para limpiar esta cosa que viene de afuera. Allí ya esta desencadenada.
Participante:¿Ella le dio alguna significación,luego,a estode haber mojado la casa? GR: No, que yo sepa.
Participante:Es también en relaciónconla nariz. ¿Quésignificadotienepara ellala nariz, apartede Jaquejaconrelacióna todoel discursomaternoy a eso de "nanz depapa", que marca,creo,una cosaimportante? ellacuandova al brujo?¿Cómoson esos Porotrolado,¿dequése quieredespr!iar Porquedeprontopenséen elfondo melancólico episodios maníacosy depresivos? d~la histérica.¿Cómosonesosepisodios maníacosy cómosonesosepisodios depresivos?
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Con el embarazo se ha tranquilizado bastante. Pero tiene, al respe~to, "E · . ta 1 " una posición igual que con las otras cosas: so ~~ ~e~e 1~por n~ ~ · Poco a poco, sin embargo, se está dando cierta hb1dm1zac10n del mno. Por cierto, se casó hace un mes y dará a luz durante esta semana. . Finalmente, para terminar de responder la pregunt~, lo que ha temdo son pequeños períodos con tinte depresivo, pero mas nada que es~. JAM: Con lo que usted nos revela ahora, veo que hubo un so:o e~isodio maníaco. ¿Le parece que se justifica el título de "Una mama triste" para clasificar este caso, si hubo un solo episodio maníaco franco? Supongo que su título se funda sobre lo que usted aca?a de decir. Es decir, cierta hiperactividad, exaltación constante, ;ilgo as1. GR: Me parece que se justifica, además, por el desencadenamiento. JAM: Sí.
~R: Bueno, creo que ya expliqué algo. Realmente eran episodios mamacos, y en algunos momentos con rasgos depresivos. Ella nunca ha pasado por, ni nadie la ha visto en el polo depresivo. Incluso me lo pregunta, porque el psiquiatra le dijo que era maníaco-depresiva. Con respecto a la nariz, no hay significaciones; es un· real que se le devuelve, inasimilable, que tampoco admite equivalencias, como se podría ver en un neurótico. Una información sobre la frecuencia de esos episodios maníaco-tristes, como usted dice. ¿Cuál es la frecuencia durante esos cinco años? Parece que hace cinco años entró en un episodio francamente maníaco, que usted describe y que ha marcado su entrada en la continuidad del tratamiento, pero no resulta claro en el texto. Durante los cinco años, ¿cuál es la frecuencia, el número de esos episodios, la duración de esos episodios? ¿En qué momento aparecen y cómo se suavizan? ¿Se terminan de manera brusca o desaparecen poco a poco? Quizás podría decir algo acerca del estilo de esta manía. JACQUES-ALAIN
MILLER:
GR: Ha habido un solo episodio maníaco clínicamente precisable y de lenta recuperación. La medicación seguramente ayudó: recibía litio y ansiolític_os.Eso por un lado. Lo que sí he observado es que cada vez que ha temdo una pérdida, bien sea de pareja o de trabajo, etc., se pone muy exaltada. Es hipomaníaca naturalmente: se mueve camina, habla ...
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GR: La vi maníaca, realmente. JAM: y ahora, como usted da tanta importancia a la n_ariz,co~forme a lo que ella misma hacía, quería saber con más detalle como esta ahora con su nariz. Es un tema que vuelve de vez en cuando; ocupa algunas sesiones y después, nada. ¿Cómo podría usted describirlo? GR: Es un tema permanente, pero suavizado. Se podría hablar -no sé si esto es correcto- de una simbolización parcial. También habla de otras cosas: del trabajo, de las amigas, de la imagen. Pero siempre introduce algo sobre la nariz. JAM: ¿Qué introduce? GR: Que no le gusta su nariz, que está en desacuerdo, que ya ella no se puede operar más. JAM: ¿Ahora es "No me gusta mi nariz"? GR: Sí. "No me gusta mi nariz." JAM: Antes era más agudo: "¿Cómo puedo vivir con esta ~~riz?". Ahora no tiene ese acento. Se ha pasado de "¿Cómo puedo vtvir con 545
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esta nariz?", a "No me gusta mi nariz". Muchas personas pueden decir la frase: "No me gusta mi nariz". La nariz es un órgano que suele ser un polo de crítica frecuente en el análisis. Hay una industria de corregir la nariz. Por eso la formulación misma tiene todo su interés. Vamos a decir que lo que usted llama suavizacióny simbolización parcial-que a mí no me molesta-, que no es la pacificación simbólica total, no es la simbolización, es una suavizaciónsimbólica, para usar sus palabras. Y podríamos decir que en este caso esa suavizaciónsimbólica es quizás exactamente pasar del enunciado "¿Cómo puedo vivir con esta nariz?", como pregunta retórica, a "No me gusta mi nariz". Es exactamente el decalage(desfase) entre estos dos enunciados. ¿Estoy forzando las cosas, o no?
..
GR: No. Me parece muy interesante su observación y estoy de acuerdo. Ella a veces dice: "No crea que me he conformado con esto; si pudiera hacer algo con esta nariz, lo haría; pero los médicos no me quieren operar". "No me gusta, ¿qué hago?" "No entiendo por qué mi esposo no se fija en mi nariz." Ese es el tipo de cosas que dice. Hay algo que ha variado, como usted dice, respecto a la certeza: hay cierta distancia de eso, pero no creo que haya variado la certeza misma.
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el tratamiento analítico, de la impotencia a lo imposible,ll en la medida en que lo que el sujeto experimenta como sus fracasos, sus limitaciones, lo que no está a la altura, etc., lo lleva a conquistar la fórmula lógica que determina todo esto. Que logra formalizar, experimentar esas fases y finalmente ponerse en el nivel de lo imposible. El ejemplo clásico de esto es el caso del Pequeño Hans. Tal como Lacan nos ha enseñado a leerlo, el Pequeño Hans, confrontado al goce de su propio pene, hace la tentativa de solucionar la emergencia de este elemento nuevo por medio de varias combinaciones, y cada vez eso no da. Y finalmente lo soluciona asumiendo que será más tarde. Asume cierta imposibilidad lógica. Pienso que cuando Lacan, muchos años después, habla del pasaje, del camino de la impotencia hacia lo imposible, es como un eco del camino del Pequeño Hans. Aunque en el caso del Pequeño Hans la solución, como dice Lacan, no es la solución perfecta, es la solución que tiene que ver con Leonardo Da Vinci. 32 Pero es solamente una referencia para pensar el camino de esta paciente, si decimos que es un camino casi al revés. Ella empieza con lo imposible de soportar y va hacia algo similar a la impotencia. Veamos si podemos conceptualizar "Esta nariz no me gusta" pensando en el principio de placer como principio de homeostasis. Claramente, para empezar, la nariz está en infracción con el principio de placer. Le impide todo equilibrio psíquico. Es algo que se mantiene en infracción con el principio de placer, pero de manera distinta al inicio del tratamiento que ahora. Al inicio es un real; ahora se da más a ver sobre un aspecto más imaginario. Aunque permanece en algo de real, cuando dice "No me gusta mi nariz" es mucho más imaginario.
JAM: No, no. No digo que usted ha curado una psicosis. No le atribuyo esta responsabilidad. Estamos tratando de buscar cómo hablar de lo que pasó. Porque lo que pasó tiene todo su interés. Hace dos horas estábamos hablando con colegas que viven en los Estados Unidos, en Miami, que trabajan con Alicia Arenas, precisamente de cómo comunicar a los clínicos norteamericanos nuestra manera de hacer, y hablábamos de cómo comunicar algunos casos. Este sería uno de los casos para comunicar, dado que eventualmente pasó algo. Y pasó algo que no solamente tiene que ver con el tratamiento con litio, sino con la manera como se mantiene Gerardo en este caso. Que, por ejemplo, no se lanza en una curiosidad científica desenfrenada para obtener datos, etc., que podría mantenerla en un nivel de exaltación. Creo que hay algo que enseña en esta manera de operar con la palabra. Me parece muy bien, y muy interesante, si podemos reducir la cosa a enunciados. ¿Cómo conceptualizar la diferencia entre "No puedo vivir con esto" y "No me gusta mi nariz"? La primera formulación dice algo como "Esta nariz es imposible de soportar"; se presenta en la modalidad de lo imposible. Estoy buscando, para la segunda formulación, si en la psicosis hay algo paralelo a lo que Lacan llama, en la neurosis: pasar, por
Participante:En el casode la psicosismaníaco-depresiva, suele ser bastante importantehacerun recorridobien detalladode cuál ha sido la historiadel paciente.Me estabaacordandode que el doctorMiller hizo referenciaa lo que él llamólaspsicosisordinarias,aquellaspsicosisque no sonpara nada el Schreber,sino que tienen una sintomatologíabastanteapagada,y entonceshay que
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31. [N. de E.] Lacan,J., " ... o peor", Otrosescritos,ob. cit., p. 577: "Se trata en el psicoanálisis de elevar la impotencia (la que da la razón del fantasma) a la imposibilidad lógica (la que encarna lo real)". También en Lacan,J., "Reseña del Seminario XIX",El seminario, Libro 19, ... opeor,ob. cit., p. 239. 32. Véase Lacan,J., El seminario,Libro 4, La relaciónde objeto,ob. cit., pp. 415-439.
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buscarconmucha insistenciaciertascosaspequeñas,sutiles,para poder hacer el diagnósticodiferencial.Yosituaría, en principio,a estapacientecomouna manía dentrode laspsicosisordinarias.
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JAM: Como estoy intentando hacer esto a la vez para nuestros colegas en Norteamérica, quiero comentar eso que usted dice casi como sin importancia. Quiero señalar que para nosotros no tiene importancia esto de que "ella se sentaba en mi sillón", etc. Pero un terapeuta de
otra formación podría hacer una conferencia entera sobre el hecho que la paciente se había sentado en el sillón, y cómo había luchado para quitarle el sillón, etc. Escuché en Japón, de un analista que se había formado en Inglaterra o en los Estados Unidos, que tenía un caso de una histérica; y la descripción que hacía era sobre su lucha con la señora que . se sentaba en el sillón, que lo obligaba a él a ir sentarse a otro lado ... en fin, que tomaba las cosas por el eje a - a', lo cual incendia la relación imaginaria. Y realmente -y porque pude notar la curiosidad de las compañeras cuando usted lo dijo-, para nuestras coordenadas esto no es esencial. Ubicamos las cosas y obtenemos finalmente cierta neutralización imaginaria gracias a nuestras coordenadas y la manera en que nos situamos. Cuando las cosas se sitúan de otra manera, todos estos elementos llenan totalmente el cuadro clínico. Y es la posición subjetiva que toman la que produce esta clínica. Y para ver lo que vemos en este caso, tenemos la posición que ha adoptado Gerardo, que es esencial para obtener esas vías lógicas tal como las situamos en el comentario de hoy. La paciente le dice: "El otro terapeuta quería quitarme la noción de la nariz, decirme que hablara de otra cosa", "El otro doctor me pide que me olvide de la nariz. Está loco. Cómo me voy a olvidar de esto". Hay toda una clínica que consiste en escribir: "Le digo cada mañana usted debe olvidarse de esta nariz", pero ella tiene su noción de que allí hay un elemento real, que es una certeza que no desaparecerá jamás. Estoy de acuerdo; uno se puede ocupar de todo menos de eso. Toda la acción, en este caso, está alrededor de este punto, pero sin ponerse en oposición subjetiva. Vamos a hacer un principio terapéutico: el analista nunca se debe poner en oposición subjetiva con un punto de real del paciente. Gracias a esta presentación lo podemos destacar como un principio de la conducta del analista. Pero, como lo muestra muy bien Gerardo, lo que se permite hacer es cierto colchón a este real; es decir, producir cierta envoltura simbólica sobre ese punto de real, con la ironía, ironizando un poco, hasta el punto de que la paciente se puede burlar de su nariz, y eso me parece excelente. Porque, finalmente, es también una suavización imaginaria. Es decir, obtiene una suavización simbólica e imaginaria a la vez, que va de la a-a': "No me gusta mi nariz, pero la tuya tampoco". ¡Es sensacional! Permanece el punto de real, pero hay una envoltura alrededor, que Gerardo expone de manera muy sencilla. Me parece que así se ubica la delicadeza de su trabajo clínico. Y finalmente, con el enorme soporte teórico que nos da Lacan, tenemos esa delicadeza del tratamiento de un punto de real con pequeñas cosas; pero una pequeña cosa es la
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JAM: Con esta referencia que usted recuerda, se podría decir, por lo menos, que con esta paciente hay un pasaje de una psicosis extraordinaria a m,;apsicosis ordinaria. Es decir, que finalmente hay como una rutinización de esa excepción, de esa nariz excepcional, que pierde el incendio de lo imposible por cierto apagamiento.
Participante:En esesentido,me surgeun interrogante:¿dóndesituar la nariz de estapaciente?Quizáspodríaser un punto de referenciapara iniciartodoun procesodelirante,quepodría ser,en estecaso,partir de la "la nariz de papa", comoellala llama,para conseguirciertamejoría.Me parecemuy interesantelo quedijo elprimer participanteen estadiscusión.Lo quesueleverseen elproceso maníacoes que la exaltaciónes de tal magnitud, que hay que interrumpir el y volvera la situaciónde procesoanalíticohasta que el sujetopuedarecuperarse poderestablecerotra vez el dispositivo. Otrapregunta importanteseríasi no esposibleindagarsi ha tenidoun proceso melancólicoen algú,nmomento,lo que nospermitiríajerarquizar aún más el diagnóstico. Y una terceracosaque te queríadeciresque el carbonatode litio es un medicamentoque muchasveceses bastantepocoeficaz.Es decirque en este casoel lugar tuyo comoanalistaocupaun espaciomuchomás importante,a mi manerade ver,que el carbonatode litio. GR: Además, hay alguien, el psiquiatra, que se ocupa del cuerpo de otra manera. Cuando ella vino a verme le pidió a la familia que me llamara mientras estaba hospitalizada. Un psicoanalista de otra orientación la mandó a hospitalizar y se fue de vacaciones. La dejaron toda la Navidad allí. Me llamó desesperada, diciendo que quería verse conmigo porque allí no la dejaban hablar, solo le daban medicación. Esto es interesante, porque a partir de ese momento comenzó a hablar de otra manera. Por lo demás, nunca se dio una situación tan maníaca como para hacer insoportables las sesiones. No era fácil el trabajo: se paraba a cada rato, se sentaba en mi sillón, pero se podía trabajar perfectamente.
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diferencia entre un incendio y la vida normal. Porque para producir un incendio es suficiente una chispa. Y una frase de más puede producir un incendio. Es un pequeño detalle, pero hace toda la diferencia.
Participante:Queríapreguntarsobretrespuntos.Estuvepensando,a partir de estecaso,en tres episodiosde nariz. La nariz de Cyranode Bergerac,la nariz delHombrede losLobos,y la nariz del "Glanz auf der Nase" el brilloen la ~ ' nariz del casode Freud.33 Destacarel rasgoperverso,el elementopsicótico y, no sési podríadecir,la histeriaen Cyranode Bergerac.PorqueCyranode Bergerachacerealmentetodauna historiaconrelacióna su nariz, de la cualhemos habladopor cuatrocientos años,¿no? JAM: No. Desde hace un siglo solamente; desde la pieza de teatro de Rostand.
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Participante1: Planteabaestastres referencias, porquepodíanpermitimosel esclarecimiento clínico.Y efectivamente,Gerardocaptódeforma muy precisa algoque evidentementeconvirtióa estesujetoen sujetode la palabra,le dio la palabra. Unaprimerapreguntaesestehallazgo,estefenómenoespecularde ella.Porque no esun fenómenoespecularde alguienque quierecorregircosméticamente su nariz -quefue en eljuego en el cualtú no caíste-,sinode alguienquenecesitaba montar un discursosobrela nariz. Digamos,entonces,que es un encuentro conlo real.Me pareceverdaderamentenovedosoen la clínicaestode no enfrentarsea esereal del sujeto. La segundapregunta essobreestemomentodel encuentroconel tío materno, en elque hay un desencadenamiento ¿Tomaste,porejemplo,el despojocomose lo tomaen la curasimbólica,comose hacepor ejemploen antropología estructural, comolo cita Lévi-Strauss?Porqueel despojoa veceses la intervenciónde un terceroquedespoja,que quita un maleficio.Es comoun padre,perono elde ella, queeraun padreakohólico,inexistente,prácticamenteun padreanulado.Tambiénestála intervencióndelpsiquiatra,peroparadiag;nosticar lapsicosismaníaco-depresiva, lo cual te dejaa ti el espacio para trabajar.La preguntase refiere a estemomentodelirante,que me parecepreciosoporqueme permite, además, la tercerapregunta:¿cómotomastelo dellabioviperino?No sésiJacques-Alain Miller entiendeque viperinose usacuandouno dice''folanitatieneuna lengua viperina",alguienque hablaexcesivamente, excesivastonterías,¿no?
33. Véase Freud, S., "Fetichismo", Obrascompletas,vol. XXI, ob. cit., p. 147.
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Participante2: Que tienemala lengua... Participante3: Hay una pregunta que le hagotanto al auditoriocomoa Jacques-Alainy a Gerardo:¿lo tomastecomouna metáforadelirante?Porquees casicomoun neologismo. GR: Lo tomé como un neologismo, aunque con dudas. Le pregunté qué quería decir eso. "Ah, 'eso es una nar~z"'. ~s interesante; me ~areció que no solo estaba mal usado el térmmo, smo que ella, ademas, lo relacionó con el hijo que iba a venir. Estaba muy exaltada. Creo que_le dije algo así como: "Total, simplemente es una nariz". Y me respondió, riendo: "No se burle doctor". Mis intervenciones, por lo general, eran de ese tipo.
Participante:Tienequever conunafi:1se.N~ sési la esc:'ché bie:¡,per~entie-:'do que hacia el momentoactualla paczentedicealgoasz como: No se de donde me viene esapreocupación en relaciónconla nariz". Queríapreguntarsobre eso,porque tú explicasteque a~líla cuestiónconsistióen,no responderlecon significaciones. Perome pareceinteresantepoderver de donde~ale_e!º·Porque me pareceunafrase muy importanteen esesentidode la suavzzaczon,comose ha dicho,porqueubicaesereal,esepunto de real inasim!lab~e, ~e ~na man~ra distinta.Yano essi la nariz esperfectao no esperfecta,st esszmetrtcao no,smo y ella no sabede dóndeviene.Me que hay un real que es una preocupación, pareceque esunaforma distintade ubicarlas cosas. . . . Y la otrapregunta que tengo esjustamente sobreel tema del labiovzpmno. Creoque no es cualquiercosa,frente a la maternidad,que a ella lo qu: se le aparezcaesel hijoconel labioviperino.Porqueelpunto de certezano esta~o/amente en el órganodelcuerpo,sinoque hayun punto de certezaquela paczente ubicaen otrolugar.Además, no sé si allí hay una sustracciónde ª:go, cua~o ellapuededecir:"Yonosé de dóndeviene esto.Puedoconstataren mt que existe, pero no sé de dóndeviene". GR: Me parecía muy peligroso responder al "No sé de dónde viene esto" porque entonces es cuando me convierto en alguien que va a dar ' una palabra que no metaforiza nada. Por eso solo le respon do "~.1enemos un problema con la nariz; vamos a ver cómo ha_cemos".f:so ere~ un espacio donde ella comienza a hablar. Dice, por eJ~mplo: rm ma~a me decía tal o cual cosa de la nariz. Se introduce cierta elaborac10n sobre algo sumamente serio. En cuanto a los brujos, ocurre que ellos enuncian un goce: "Te van a violar". Inmediatamente esto pasa a "Mi
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madre me violó". Esto era algo que no había salido, y ahora pasa bastante tiempo hablando de ello. Mi respuesta no podía ser: "No, eso no es cierto; ella no te violó". Tenía, más bien, que procurar que ella empezara a producir significantes sobre el asunto. Esta mujer ha estado muy sometida a frases muy contundentes de la madre. Y, en la medida en que ella ha podido meter su real en algún contexto alrededor del discurso faJJ1iliar,comienza a producirse esa suavización, como la llama Jacques-Alain Miller. Además, otra cosa: mencioné a Van Gogh como caso ilustrativo para nosotros, porque cuando él se cercena la oreja introduce la castración en el cuerpo. Pensé en algo parecido en mi paciente, cuando empezamos hace diez años, aunque en apariencia ella buscaba mejorar su imagen. Van Gogh, no; Van Gogh quería sacar algo insoportable del cuerpo. Bien, creo que se trata de la misma cosa. Creo que ella quería sacar algo insoportable del cuerpo; por eso daña el trabajo quirúrgico. Es una acción tendiente a producir un objeto que nunca quede bien con la imagen, para luego ponerlo afuera; como en cierta exterioridad ...
JAM: Es una mutilación. GR: Es una mutilación. Por eso habla de cicatrices.
Participante:Quisieraubicarmeun pocoen la clínicaestructural,porque los puntos de real no solamenteestán en la psicosis.Ayer vimos que también hay puntosde real en la neurosis.Quisieraque noshablarasun poquito,en la clínica estructural,en relaciónconla metáfora,lospuntosdeforclusión,de todoesto, parapoderseguirguiándonosen la psicosis; porqueson casosque se mueven en el límite. Muy bienpodría,en un momento,inclinarsea la neurosiso biena la psicosis,conrelacióna la reorganizaciónde losdatos.Entonces,conrelaciónal punto deforclusióndelpadre,de quien solonosdicesque eraalcohólico, inexistente,¿podríasdeciralgomás?
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Participante:Quería plantear precisamentealgo relacionadocon esa duda, porquela experienciade la enseñanzadeJacques-AlainMiller en losúltimos tiemposnospermite,por ejemplo,establecerlo que cambiay lo que no cambia, lo que se modificay lo quepermanece.Me parece,en su sencillez,de un considerablevalor clínico.Tengola impresiónde que Lacan en ningún momentole dio valor estructuralni a la manía ni a la depresión.Y en estecasome ~ la impresión,y el títuloya le señalaba,de que tú comoque acentúasel valorde la manía, que puede considerarse comouna exaltacióndel afecto;y yo considero la que esoha sidosiempreun diagnósticopara la psicosismaníaco-depresiva, cual encubremuchascosas.Lacan hablabade paranoiao de esquizofrenia.De psicosismaníaco-depresiva, hablabasobrelafenomenologíamaníacao depresiva. Tengola impresiónde que esasí en estecaso;tú mismolo dices:hay una sola exaltaciónmaníaca.Despuéshay hipomanía. En Navidad seponenmuy de modales que aquí se llaman "elalma de lafiesta"; gente que anima, que estácontinuamentemotivandoa losdemás,y qué sé yo. Un poetavenezolanollamaba"elalma de lafiesta" a losque actualmente, desdela psiquiatría,llamamoshipomaníacos. Perohay, en el caso,algoque no cambia,y es la cuestiónde la nariz; esees un elementoque estámuy presente. a lo Me llamómuy poderosamente la atenciónla referenciatuya a la castración Van Gogh.Le atribuyouna extraordinariaimportanciaa estasintervenciones quirúrgicas.Tú lo acabasde recordar:una tentativade sacaralgodelcuerpo.Y estoyde acuerdoconque se trata de una psicosis;pero cuandoubicamosallí la necesidadde extraeralgodelcuerpo,estamosen el campode la esquizofrenia.Es mi impresión.Bueno,te quieropreguntaracercade eso,a ver quépiensas.Porque estoyde acuerdo:hay una negativizacióndelgocea lo Van Gogh,por estas intervencionesque a ellasiemprele pareceninsuficientes.Comosi no hubiera terminadode extraer,de excluirel goceinvasorallí presenteen la nariz ...
JAM: Muy semejante al Hombre de los Lobos en el episodio del dedo.
GR: Es muy poco lo que habla del padre. El discurso es alrededor de la madre, permanentemente. El padre murió hace poco tiempo. Estaba separado de la madre, y muere también a consecuencia del alcohol, al igual que el último novio de la madre. No hay una historización como la encuentra uno en el neurótico. Uno no ve una historización del sujeto; uno ve una descripción de cosas como la nariz, o de ciertos episodios familiares que tienen que ver con el punto. Y luego tenemos el desencadenamiento. Pero bien, si hay dudas diagnósticas podemos discutirlo.
Participante:Y,entonces,se ve que no hay una construcción de delirio-Glanz un poauf der Nase-. Aunque en algunosmaníacosapareceuna elaboración quito más allá,acáno vemosmayordelirio.Es decir,el goceestáubicadoen el cuerpo.Y creoque tú lo señalasmuy bien. Se trata de una psicosisque, a mi modo de ver, ha quedadoatrapadaen el gocede la madre. Este padre alcohólico,ausente,sobreel cual,por supuesto,sería interesantesabermás cosas, no ha podidointervenir. Ubicaríala psicosisno del lado de la esquizofrenia simple,sino, más bien,del ladode una esquizofreniaparanoideconun esbozo de elaboración delirante-que tiene que ver con el brujoy el despojoy todolo
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dem~s-,p~ro conpredominiomás hacia el polo esquizofrénico presenteen el goceinvasivodel Otro, ubicadoy localizadoen la nariz. Me gustaríasabertu opiniónsobreesto. GR: Has dicho varias cosas interesantes para la discusión. Por supu~s_to,no creo que haya psicosis donde la extracción del goce sea defiruava. lj;sto es algo que podemos conversar. En la esquizofrenia, los problemas son fundamentalmente con el cuerpo; en la paranoia, el goce se coloca afuera, pero siempre el cuerpo está involucrado. Eso por un lado._Después, aun cuando haya un intento, aun cuando haya un goce localizado en el cuerpo, eso no siempre va a hablar de una esquizofrenia. Entonces, o es una esquizofrenia o es una paranoia. Yo no lo veo de esa manera. Yo creo que es una manía. Cuando Lacan habla de la manía en "T~levisión",, dice que lo que retorna de lo real es la cadena significa~te, Y dice, ademas, que hay un rechazo del inconsciente que retorna desde 34 lo real. En esta mujer, uno tiene la impresión de que el lenguaje estuviera completamente fuera de ella; como si estuviera, efectivamente, enloquecida por el lenguaje. Por otro lado, creo que en este caso falta algo más para hablar de una esquizofrenia. Falta el cuerpo invadido, el cuerpo hipocondríaco como se ve en las esquizofrenias. No sé qué piensa Miller de esto.
Participante:Otrapregunta que me quedóes,precisamente,conrelacióna este neologismo.Un labioque nacepegadoa la nariz. El retornoen el cuerpode lo real.~ho~a,_nocreoque las exaltaciones seansuficientesen estecasopara hacer un d1agnost1co de manía. En muchascosasestamosde acuerdo,pero quizás un afinamientoallí no estaríamal. JAM: Una palabra a propósito de la nariz. Finalmente tiene un caráct~r de real, un carácter inasimilable, puesto en evidencia por los enunciados de la paciente: "No sé qué hacer con mi nariz", "¿Cómo puedo ser normal con esta nariz?", "¿Cómo vivo con esta nariz?". Son todas formulaciones que ciernen lo real, que es precisamente la parte que a cada uno _-sea psicótico, sea neurótico- le hace imposible vivir, que le gasta la VIda.E;s la vía que ha encontrado la propuesta de Lacan: "saber hacer con". 35 El dice que al final del análisis se trata de que cada
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uno debe encontrar cierto saber hacer con su nariz, o con el equivalente de la nariz. Hay cierto bien decir en esta paciente, que ella formula de_manera muy lacaniana: ¿cómo saber hacer con mi nariz? Además, la nanz usualmente es la parte del cuerpo que no plantea tantos problemas. Es como el aire: hay que respirar y expulsar el aire. No es como co~ las ma~os, con los brazos, que requieren mover músculos. Con la nanz, no. Tenemos pocas posibilidades con la nariz; hay cosas sucias que se_hacen con ella, pero normalmente se puede hacer pocas cosas con esto; ¡ustamente por eso representa cierta estupidez del ser humano. Es un poco ~a parte estúpida, poco intelectualizada del rostro, que finalmente se ubica en eso; casi es la parte más real del rostro con relación a todo lo que es simbolizado en otras partes. No sé si estoy delirando ... Bueno; ese es el interés de estos enunciados alrededor de la nariz. Segundo. Sabemos que hay toda una clínica de las investiduras lib~dinales de las partes del cuerpo y, claramente, en este caso, est~ nanz que no va, que hay que operar, que nunca ~a~ bien, es un falo dehra~te, un falo alucinatorio. Si esto estuviera repnillldo para volver en suenos, etc., podría tratarse de una histeria. Pero aparece en lo re~!, es decir'. en la imagen del cuerpo y con la idea de una _cirugíaque casi es el _equ!~alente del transexualismo de hombre a mu¡er. El hombre que dice: no sé qué hacer con este pene", que no puede imaginar ninguna ~tilización interesante con su pene, que se debe operar y que se debe qwtar, muestra la participación del transexualismo. Hay algo más en el caso. Hay la acotación, que me_parece conm~vedora, de la madre, que le dice "nariz de papa". Es dec1r que esta nanz es también un Nombre del Padre. Y lo admirable es que Nombre del Padre y "nariz de papa" tienen las mismas iniciales. Es lo que hay que preguntar, finalmente. La ventaja de la nariz es que por lo m~nos sab~mos dónde está la libido, dónde está la libido flotante. Está bien localizada. Por eso es un falo alucinatorio. Porque funciona. Y hablamos de falo en la medida en que atrae la libido. Lacan puede hablar del objeto a como condensador de goce. Aquí tenemos un condensador de goce con esta nariz. Tiene una doble cara: cara de objeto y cara de Nombre del Padre, a la vez. Y, finalmente, si debiera proponer un título para este caso, sería: "Nariz de papá". La chica que era nariz de papá. Y que me
34. [N. de E.) Véase supra,p. 541, n. 30. 35. [N. de E.]. Lacan,J., Seminario 24, "L'insu que sait de l'une-bévue s'aile ¡¡ mou-
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rre", clase del 16 de noviembre de 1976, inédito: "Conocer su síntoma quiere decir saber hacercon,saber desembrollarlo, manipularlo".
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parece ~u verdadero nombre de goce explicitado: la nariz de papá. Una cara ob¡eto de goce, una cara Nombre del Padre que me hace pensar que, por sup~esto, no hay que quitarle su preocupación con la nariz. Que muy posi~lemente la nariz es un punto de almohadillado para ella; es una suplencia para ella, un punto de castración. Es el Nombre del P.a,drepara ella. Y si no hay que ponerse en oposición subjetiva, es tambien para proteger este punto. Es ese tipo de síntomas que no hay que cura~. No hay q~e movilizar la libido atrapada en esto, porque todo el SUJe:ose mannene con ello. Me contaba un joven colega que tenía ~ paci.ente con un dolor insoportable en el ojo; creía que el ojo se le iba hacia un lado. Era una alucinación, con un dolor constante- había recorrido todos los médicos de Europa y tenido todos los tratamientos. Era claramente .una psicosis, pero era la cosa que lo detenía: su propio d~lor. En la paciente de Gerardo, la primera cosa que ella piensa de su hiJOe; que le va a transmitir el Nombre del Padre, transmitir la nariz de mama, pero como Nombre del Padre, con lo cual entra en la filiación Debo decir que está embarazada, va a ser madre, ¡ay, ay, ay! Estas so~ las co~secuencias de lo que hacemos para mantener a la paciente en la VJdanormal, condiana, de la casa, en el trabajo. Suerte para el hijo. No s: sabe, además, ~ué función va a tener este hijo: ¿será la nariz de mama? ¿No se sabe si será hijo o hija?
~º?º
GR: Hijo.
Participante1: Vieneconel labiopegadoa la nariz. Participante2: Ella interpretael labiocomopegadoa la nariz. . GR: Vive muy pendiente de las ecografías para ver si el niño está bien. Permanentemente fastidia al médico con eso.
JAM:_Sí. Lo in_qui~tan,te~s qu_eel hijo puede tomar la preocupación de la nanz. Es, dec1r, si esta bien,, si hay que corregir algo ... N O podemos preve~, pero si pregunt~rnos que va a pasar, qué tipo de libido va a alojar, de que ma?,era va a ~lo¡arla en este hijo. Ya se ve que es a través de esta ~reocupaci?n por mirarlo, que es por la nariz. Hay que agregarlo a su lista d~ nances, que me parece óptima ... Y hay que hacer un texto sobre las nances. _Hacer algo sob~e C_yrano,sobre el Hombre de los Lobos y algo del bnllo sobre la nanz. 1enemos también la nariz del cuento de Gogol. Es muy interesante esta clínica de las narices. 556
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Participante: Yosentí,peronosési tienerealmenteimportancia,estapacificación que trae el embarazoa estapaciente.Geraniodecíaque no habíalibidinizado esteembarazo,y yo me preguntabapor esteniñocomocondensador degoce. GR: Cuando supe que estaba embarazada me preocupé por la suerte del niño, el lugar que ocuparía. Habrá que ver. Yo espero que continúe en análisis.
Participante: En realidadme ibaa referira lo últimoqueJacques-Alainplantea:la nariz comouna estabilización, comouna suplencia.Porque,justamente, con esteproblema.El desencadenamiento de la psicosis ella no se desencadena sucedecuandoapareceun violadorposiblea travésde losbrujos,y surgeel episodiode exaltaciónmaníaca.Es decir,la manía es una manerade condensar y de defendersedel gocedel Otro invasivo;y dependede si la manía es una reacciónque hay en la esquizofreniao estecuadroen el cual no apareceun Otropersecutorio. Por esose diceque no hay un Schreberen ella:no hay una persecución. Evidentemente,está la persecuciónque podría tenerpor el Otro maternoquela atrapay en la cualellaesobjetoprácticamentedeposesiónde la madre,del mundo materno.Conla nariz se despegaun poco,y es lo que hace la transferencia:''¿Quéhaceusted conmi nariz?, ¿qué va a hacerustedcon mi nariz?".Y claro,el analistaJomantienecomoenigma.Pero,justamente,se desencadena cuandoapareceel Otropersecutorio del cualno sepuededefender, lo cualsucedeconfrecuenciaen algunasmaníasque no tienengoceen el cuerpo. Perolo que dijoJacques-Alainme parecefundamental:se trata de captarla suplenciafálicadel Nombredel Padreen estecaso,en estesíntomade la nariz que ha sidosiempresu estabilización. Sepuedendesarrollartambiénlasdiferenciasquesepuedenobservarcuandose tratauna manía en una esquizofrenia,un episodio maníacoen unapsicosisque de otromodo,perono lo haré,por la hora. estádial!Jlosticada JAM: Una palabra para completar un punto de lo que acaba de decirse. El episodio del desencadenamiento viene precisamente cuando va a consultar brujos. Esto traduce claramente una llamada al Sujeto supuesto Saber, en el momento en que, para buscar razones, va a consultar a un brujo. Es la misma cosa que consultar a un analista. Es ir hacia una persona que encama un saber supuesto. No es el mismo saber, no es la misma suposición, pero es un Sujeto supuesto Saber. Hay un momento de alienación simbólica, de apertura simbólica, y en ese momento '?ene la violación del lado real, del lado del cierre. Ella dice que es el brujo el que lo ha dicho. No lo sabemos. Todo lo que podemos saber es que, en
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e~momento en que surge la llamada al Sujeto supuesto Saber simbólico, viene del otr? lado un goce de la violación -el Otro quiere gozar de mí-, y aparece el s~¡eto como ser de goce. Realmente, responde al mecanismo al cual he aludido ayer a partir del Seminario11. Es el momento de la manía· pero constatam~s que retrocede el Otro violador. Y vemos que Gerard~ no se ha convertido en el Otro perseguidor en negativo, v eso nos indica la correcta_posición que ha tomado el analista frente a este sujeto.
Pa~icipa~,te 1: En realidadno es sobreel diagnóstico, sinosobreun punto de artz~lacionque me surg~ó~ medidaque se iba narrandoel caso.Me refiero específica"!'ente a que nosesi se ha dadoen ellaun virajeen laposiciónsexuada. ~l!a se vinculaconun tipo,y se embaraza.Es decir,por un lado,vivía la situacioncomoal ~ardede la muerte, de acuerdoconel discursode la madre,que la pone a dorm~rcon~lla,comosu parejay, por otrolado,asumesu posiciónque le da ~t~~ saltdapeligrosa.Es un riesgoa correr,pero implicaun viraje.Esome parectoimportante.Realmenteaquí se ve una eleccióndiferente. Participa~te2: Deseopreguntar si hay algunas otrasmanifestacionescomo pers:cucton-aunqueya esolo han aclarado-o alucinaciones; si ha traídoalgún suer:oen estosaños.Tambiénel viaje que hacea losEstadosUnidos.Mientras estaen ~atam~e~tocontigofallecela madrey ellase va. ¿Cómosepuedecaliesta ida? ¿Es un acting? Me llama la atenciónla ficar psicoanalzticamente frase esadel comienzo:"Frenteal espejosiempresurgía deformada",el rostro, la nanz. seaque, de entrada,ellave esadificultadconsu imagen.Haceun co_mentano acercade Van Gogh... no sé... Leí una biografíade Van Gogh,y piensoquea lo mejorlo que he leídono eslo querealmentepasóconVanGogh, porqueno es un relatode un texto escritopor Van Gogh.Lo que entiendo,en eserelato,esque Van Goghse cortala orejacomouna ofrendapara demostrar su amor a eseOtro degradado,que era una prostituta.Entoncesno sé si esto J!'e ~sí,o cóm_o esre_almente. ¿Q~épasaríasi estapacientedejade'tomarlitio?; c~ualesla difer~n_cza ~ntrealguienque toma litioy alguienque no?;¿porqué siguetomandofttro,st esono marcauna diferencia?
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G_R:Sí. El litio mantiene a la familia tranquila, y me deja en paz para traba¡ar. ¡Viva el litio!
Participante: A mí me parecetambiénque la nariz esuna suplenciadel Nombr_ed~l Pa~re.Lo ~abía visto en una frase lógi.caque la pacientedice en sus termmos: ¿De que valen las cosas,si la nariz no es adecuada?".La podemos transformarde esta manera:si la nanz no es adecuada,entonceslas cosasno 558
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valen nada. El referenteque da valor,que da significacióna las cosas,es la nariz. De allí el valorde Nombredel Padre. Un segundopunto: no creoque el labioviperinosea un neologismo, por dos cosas:uno,viperinoesunapalabradellenguajecomún,y la explicación que ella da esverdad:hay labioviperinocuandoel labioestápegadoa la nariz, cuando estámuy hundido.No pareceun neologismo. Un tercerpunto: desdela teoríaclásica,si obviamosel episodiomaníacoy nos quedamosconel punto de la nariz, diríamosque es una parafrénica.Y en el DSM IV lopondríancomoun trastornodelirantesomático,porquela persona estácircunscritaal problemade la nariz. No hay una esquizofrenia, porqueno estántocadasotrasáreas. GR: Gracias. Me parece muy interesante la inversión lógica que has mostrado.
Participante:Quierodeciralgo que va en la misma línea de lo que se acaba de plantear,y a partir de lo que dijo antes otroparticipantesobreel hecho de que pareceque la pacientepasa del padre comoinsoportable,comoreal, al padre que "nome gusta" -la nanz comosustituto delpadre-,y que realmente esepasose haceen análisis.Es el analista quien permite que se opere estasuplencia,a partir de su forma de intervenir, estableciendouna especie de velo imaginario-como decíaJacques-Alain-, el cualpermite de alguna manerapasar de un padre que no sepuedesoportardirectamente,alque que no hay cómoubicar,a un padre que "no me gusta pero que voy a ver cómo hagocon eso". JAM: Quería señalar un punto que no ha sido tocado aunque es muy interesante. Es lo que Gerardo señala de la temática de la exaltación maníaca del comienzo. Lo dice de manera muy llamativa: hay dos grupos de elementos que tocar. Lo primero, con respecto a un hombre que la quería y del cual ella sería la preferida; es decir, una temática erotomaníaca referida a un hombre, su último novio, que pensaría siempre en ella y que a la vez sería el hombre preferido de las mujeres. A~uí vamos a decir: "El hombre"; y señala Gerardo que a veces es cualqmer hombre, que tiene algo de anónimo. Eso me parece que es exactamente lo que Lacan apunta en "Televisión" cuando dice que solamente en la psicosis una mujer encuentra a "El hombre". 36 Aquí encontramos eso:
36. [N. de E] Lacan, J., "Televisión", Otrosescritos,ob. cit., p. 566: "De ahí que una
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"El hombre". Es decir, un hombre -sabemos que La mujer no existe-; vamos a pensar que El hombre existe, pero no es la misma cosa que un hombre. El hombre existe en cuanto hombre. Y en este caso encontramos "El hombre", que es todos los hombres, tomado en la relación erotomaníaca. Tenemos el segundo registro, mucho más en el nivel del odio, del lado de la madre. Y vamos a decir que de un lado tenemos la noción del amor def hombre como tal, mientras que todo lo que se refiere a la madre tiene que ver con un goce malo, el goce de la madre. Y es de este lado donde Gerardo ubica el fantasma de la violación por parte de la madre. Es decir, el Otro gozador, el Otro malo, tiene el rostro de la madre. Hay una oposición entre esos dos grupos que señala Gerardo, y me parece que se pueden conceptualizar así: que ella está entre el hombre y la madre. ¿De qué lado está el falo? Claramente, el falo está del lado de la madre. El falo que permite violar está del lado de la madre, porque del lado del hombre se habla solamente de amor. Y pienso que eso nos hace ver su pregunta. ¿De dónde vienen los niños? Eso es una cosa, pero, ¿de dónde vienen las narices? Las narices vienen del falo materno. Me parece que tal como presenta a la madre, es una madre fálica, pero fálica en lo real, y es el falo materno la causa de todo lo que no va. Es la madre abusiva. De tal manera que en su relación de pareja ... ¿Cómo se construye la pareja que ella puede establecer? Claramente, elige un partenaire que cuida su cuerpo y que no se gana la vida. Es ella la que mantiene la pareja; es decir que ella tiene una posición viril en la pareja, porque es heredera del falo materno bajo lo que está en su rostro como lo que no va de la nariz. Pero eso la constituye en su posición. Y es a partir del falo materno, y de su internalización delirante como nariz, como ella se gana la vida. El hombre con el cual está ahora casada es el mantenido: se cuida el cuerpo, hace deportes, no se gana la vida. Y ella es la chica delirante que gracias a su nariz se gana la vida. Es un matrimonio moderno. Finalmente, lo que encuentro tan hermoso en este caso es el labio viperino. Porque formula muy bien la cosa. Es la palabra envenenada de la madre con su vinculación a la nariz; es algo que la ocupa entre la boca y la nariz. Entonces, si quisiéramos hacer de eso un paradigma, diríamos que ella trata realmente de articular lo simbólico y lo real en esa
· ' no existe Pero ·, fórmula que no es un neologismo. La expres10n qmzas . . en el ni~el de la palabra, para tener un neologism~ sería tcesan~ una modificación del léxico mismo. Se puede dectr que a expresion
:en::
se usa, pero ...
Participante: Es una condensación entrelenguaviperinay labioleporino. ., d . d , que un neologismo. Lo , JAM· Sí Es una expresion esvia a, mas . os. no. ara decir que es un error, sino para ser lo mas exactos dec~~e Es condensación entre dos expresiones u~uale~ para hacer plosi . . disfuncionamiento ... Podríamos casi decir que es una a go que tiene un b 'l' l ntre la boca que r lac1'0' n de la articulación entre sim o ico y rea ' e fi 1ormu d l y me parece a n De manera ~ue, al dice la palabra Y ladnariz q~e es; ra:;ovip:~::: d . d como de cuentas que ca a uno tiene fi 1 de s~ texto de manera muy literaria, Gerar. o mtr~ uce . na . .' finita de la transmisión de la nanz; podnamos dectr, :ªa;:rc;::~~i: ~~ humanidad. Finalmente, el labio _viperi~o~s todo ~l roblema que encontramos para saber si hay neurosis o psicosis, etc. s p . . que el labio es siempre v1penno.
1;
mujer -puesto que de más que de una no se puede hablar-, una mujer solo encuentra a El hombre en la psicosis".
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X LA LECTURA DEL INCONSCIENTE (1998)
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LA LECTURADELINCONSCIENTE Conferencia pública organizada por la Escuela d I C . el manes 22 d d' · b d e ampo Freudiano de Caracas· dictada e iciem re e 1998 en la Bibliotec d ¡ M d ' de Caracas SofíaImber, MACCSI. ' ª e useo e Arte Contemporáneo . Publicada en "Disolución" Correode la Escuela32 C de Caracas, abril 2000 pp '34 44 Ti . ' aracas, Escuela del Campo Freudiano Hernández M. ' . - . exto transen to por Estela Blanco y establecido por Lil Publicada también en BitácoraLacaniana Revist d . , .. mana, Buenos Aires, Grama 2012 13. 27 1i a e psicoanalists de la Nueva EscuelaLacaEsas versiones no han sido :ev1·sad'pp. -1 . exto es~ablec1dopor Juan Femando Pérez. as por e autor.
Entre comillas "Los escucho". No es una frase que se espera de un conferencista.Al . revés. Sin embargo, no he hecho uso de esta frase; he hecho mención de esta frase: "Los escucho". Esto plantea la distinción entre el uso y la mención de la palabra, que es una distinción que se ha vuelto clásica en el dicho y el decir analítico del lenguaje, tal como se ha desarrollado en los países anglosajones antes de difundirse en el mundo. En el papel en el cual tengo algunas notas y que me permite dirigirme a ustedes de viva voz, he escrito la frase: "Los escucho"; pero he escrito esta frase entre comillas -las comillas son signos tipográficos que no se pronuncian-, para indicar en mi papel que mi intención era citar la frase "Los escucho" y no simplemente utilizarla; he puesto comillas, como se hace una cita; es decir que realmente no los escucho; solamente he hecho una cita de la frase "Los escucho". Es una ocasión de percibir que no existen palabras para pronunciar las comillas que uno escribe, de tal manera que ustedes han podido creer, aunque sea por un segundo, que yo no había preparado nada y que esperaba solamente que ustedes se transformaran en los conferencistas de esta noche, y yo en el público. Por supuesto, esperamos tener un rato después de esta charla para que ustedes puedan tomar, a su vez, la palabra. Ningún sonido en el discurso oral corresponde a las comillas para abrir o para cerrar una frase. Los signos tipográficos no se pronuncian; sin embargo, no me parece imposible que se entiendan y se escuchen, de manera más o menos exacta, según el uso que uno hace de su voz, según la velocidad de la voz. Las pausas de la voz dan a escuchar algo
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de lo 9ue se transcribe como signos tipográficos en el pa el Por e ·em plo, lpdi~nsoque se puede escuchar algo del punto finalpde. frJ en e 1sc l · , una ase discurso o:~o p~:: ;h;ylllzasuno puede ~aptar algo como la coma en el . , que ser muy sutil para captar un punto coma por eJemplo, y también los dos puntos. Esto se pued d. . y , me parece excesivo decir u l e iscuar, pero no 9 e as pausas d~ la voz, como integrantes fónicos de h~ cornil! .,,., as escritas, son un medio · · . correspondencia Lo . muy mc1erto para fiJar la ;::a;ep~;;no~ ,-creo que es un~ especialidad de ellos-, a quie~es lugar de las c ·11 . l ecc10n, sue 1en produc1r un gesto en
1:s
~s:o
que consiste e:::c:; traducción teatral al;o i:;::;~~:;~edde · e a1as, una manera de prese t 1 comilfa:r c:a:t;os al Ihnterlocutor para señalar que la frase está entre r · · escuc o a norteamericanos conversación debo d · en una conierencia o una , ec1r que 1o que me gu t , tiene al O d ¡· · s ª mas es ese gesto que ellos, cu~nd: 1~;::~}a :oc~m~ una prese~cia poética en el discur~o de mericana Pero s a go tan comun en la conversación nortea. con este gesto pa del discurso co , F" 1m rece que se preparan a volar más allá d . mun. ma ente me t , . nuestra manera de habl , 1 gus ana mtro uc1r este gesto en E t ar, pero por a guna razón eso no se transmite 1 . n onces, para perturbarlos en la comprensión de mi "los escuch . " o imp?rtante era decirlo como primera frase, porque de esta man~r '
~~s~ª:~:~n:o~~::/e la voz que pudiera hacerles sospechar que era un:
He deci~ido e~pezar con este "los escucho" para poner en eVI·de . d e manera mmediat 1 _ nc1a . a, con a pequena experiencia la ti o rafia b \ g , y ~~y ~rec1samente la relación entre la tipografía 1 upográfica no existe en la 1 b y a pa a ra. a puntuac10n dato hi t, . . pa a ra; es un suplemento de escritura y es un siem ;1oeo .par~ ~~ns1dera_rque la puntuación no ha existido desde . p . n ~1 opm10n, el psicoanálisis no hubiera podido existir . 1 mvenro previo de la ti o f' L . , sm e . bilidad del . 'l" ? gra ia. a tipografía es una condición de posips1coana 1s1s.
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La puntuación y el sentido He leído recientemente un libro sobre San Agustt'n 11 · que se ama e ,ector, que ~onc1erne a la temática de la lectura en la oh d San Agusan. En el tiem d S A , ra e po e an gusan los manuscritos no tenían un ., pr:::1~f ~[:;iae;:e~~~~ partes im?ortantes, largas partes de versos d" . , d l . ta pronunciar las palabras una por una y la 1cc10n e texto escnto era necesaria para introducir o para po~er a
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prueba el significante manuscrito que se presentaba como en una continuidad; puesto que había una continuidad significante, era necesario hablar, pronunciar el texto escrito para, precisamente, introducir pausas. El grammaticus,en latín, era primero un profesor de lectura; enseñaba cómo leer oralmente el texto escrito; era un profesor de la lectura en voz alta. Lo que nosotros practicamos, la lectura silenciosa de lo escrito, es algo que se ha impuesto en la historia de manera tardía. La lectura era fundamentalmente cosa oral, cosa explícita, y el velo de silencio que se ha puesto sobre el hecho de leer sin pronunciar es una cosa que tiene una fecha histórica dada y se ha impuesto poco a poco, lentamente, y la misma separación de las palabras ha sido introducida progresivamente en el manuscrito. La puntuación ha dado luz a lo que un erudito inglés, Malcolm B. Parkes, especialista de la puntuación, ha llamado "una gramática de la legibilidad", y la puntuación es la esencia de una gramática de la legibilidad. Para mí, el signo tipográfico tiene algo muy misterioso, es un significante muy especial; el punto, la coma, etc., no tienen sentido, como una palabra tiene un sentido que ustedes pueden encontrar en el diccionario. El blanco que separa las palabras en un texto escrito cuenta como un significante tipográfico muy especial. En la práctica de la edición se pide al autor, eventualmente, calibrar el texto, que significa, no la evaluación de la calidad del texto -eso se supone que se ha hecho anteriormente-, sino de la cantidad de signos tipográficos, y el blanco entre las palabras cuenta como un signo. Es decir que el blanco, la nada que hay en las palabras, cuenta como un signo tipográfico. Hay también signos -maleables según las ediciones, los países- para indicar el parágrafo, la parte, el capítulo. Uno podría pensar en distinguirlos eventualmente de los signos tipográficos que facilitan la visibilidad. En mi manera de concebir las cosas, hay,primero, las marcas de los todos. Son los signos tipográficos que indican que cierta secuencia de letras conforman un todo; es el blanco que sigue a una palabra completa, el punto que sigue una frase terminada, el parágrafo que contiene, supuestamente, una secuencia completa de pensamientos. Y al lado de esos signos tipográficos que marcan el todo, que marcan un todo significante, hay otros signos que se podrían llamar, me parece, indicadores de modos o de tonalidades. Por ejemplo, una palabra en itálica o en negrillas constituye una suerte de insistencia que introduce una ruptura en la continuidad de la cadena de los signos escritos. Las comillas estarían en esta categoría, en la medida en que permiten separar lo que el sujeto que habla o escribe no toma a su cuenta propia en el
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texto; las comillas permiten señalar un . ., . , permiten llamar la aten.·, b I a cita?pero tamb1en una iroma; o cwn so re a expreswn. , d , . Ustedes se pueden pregunt r . secundaria'_ ª éP~r ~ue esplegar as1 esa erudición de tipografía/~:;:Je;~eso::d:~spreec1ahsta; ~oy,5o_Iamenteun narrador p .P guntar ,que tlene que ver esto con el psicoanálisis' Me sis. Primero qu~ría h;:::~ qtue tlenelmucho q~e ver con el psicoanáli., . o ar que e aparato tipográfico d 1 c10n, que tiene muchas . , ·1·d d . e a puntua.. mas utl I a es que esto tiene . . d ~c1s1vacon respecto a la visibilidad m, b. ' una importan:ia .~· as ien, con respecto a la s1gmficación. El aparato de 1 según el lugar dado a I ª.puntu~c10n capta el significante gráfico, y U Otro en la continuidar~ signos tlpog_ráficosse determina un sentido , e texto esen to. J acques La can . ¡ decia una frase muy simple y d . . "L , por e¡emp o, do".1 y escuché hace ec1s'.va: a puntuación decide el sentidaba esta frase de La~~:ºs:i: :;~ne:te ~lólogol-cuando yo le recorel sentido- decir que en fil o , e que a puntuación decide comas en los textos. ' cuanto o ogo, el se pasaba la vida poniendo
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Se ha señalado que la ausencia de untu . , una fuente de amb. .. d d 1 p . ac1on en el texto bíblico era . . igue a Y que os eruditos , 11, ¡ las mstituciones- se habían 1 d l y mas a a, as personas, ., pe ea o por a manera d d ., e ar una puntuaC!Onal texto br--1· L lU Ico. a puntuac1on dada · ·d cambia el sentido; pero cuando se cambia iauna cona_~m ad si~ificante bién se renueva· puntuac10n, el senado tam' Y a veces es un trastorno tot ¡ . puntuación el sentido se des 1 a 'pues s1se pone una mala vanece o se a tera. La interpretación Eso me permite hacer un salto conceptual para re t que hace que el inconsciente se vuelva legible en 1 p gu~ ar~e po~ I_o ca. Me parece que he d1'ch fi . a experiencia analia0 su 1cientes cosas p · d !::~:e{! ¡p·:~tunsci~?te lelgibleen el psicoanál:~: ~::ne:!r~a~n1;:~~ . ac10n es o que fundamental . o desplaza el analista El p . ' 1· mente, agrega, mtroduce . s1coanaista agrega al habla una puntuación; . " l.~- de E.] Lacan,]., "Función y campo de la alabr d 1 . . sis ,Esmtosl,ob.cit. PP 301-302·"E h h p ay e lengua¡eenps1coanáli, . ' · · s un ec o que se co b h l d practica de los textos de las escritur . b 'li mprue a o ga amente en la o cas ya se trate d I B'b)' d chinos: la ausencia de punruac·, as s1m JI ' e a 1 1ao e los canónicos b' .. d d 10n es en e os una fuente d una vez colocada ¡:¡ ·a el sentido su b' e am igue a , la puntuación 1 · • cam 10 1o renueva o lo tra st0ma, Y,s1· es equivocada, equivale a alterarlo".
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y se podría decir que la interpretación analítica es esencialmente un hecho de puntuación. Siempre que interrogo a un analista con respecto a las interpretaciones que ha podido dar a un paciente, o cuando se interroga directamente a un paciente sobre las interpretaciones que ha recibido del analista, muy frecuentemente la respuesta es bastante floja y decepcionante; puede ser hasta cómica; es algo que Woody Allen, por ejemplo, explota en sus películas. Y no me parece que sea en razón de la capacidad del analista; los contenidos de la interpretación, tanto más en la época actual, son pobres y son poco transmisibles fuera de la experiencia analítica, porque lo más importante de la interpretación no es el contenido comunicado por el analista, sino la forma; es decir, la puntuación -que puede ser casi invisible en la palabra- es llevada por el analista; es muy difícil comunicar la puntuación como tal. Lo más importante no es el contenido conceptual de la interpretación; el resorte de la interpretación analítica es del registro de la puntuación agregada a la palabra del paciente. Los filósofos tienen cierta dificultad para entender la interpretación, dada la pobreza conceptual de ella. Pero lo importante no es el concepto; lo importante es la forma de la puntuación. De tal manera que una interpretación puede ser un simple "sí" dicho por el analista; puede ser el simple hecho de gruñir en un momento dado; puede ser la simple repetición de un enunciado del paciente, que corresponde precisamente a la introducción de un efecto de comillas en la palabra del paciente. El analista repite una frase del paciente, y el simple hecho de repetirla es equivalente a ponerla entre comillas; es citar lo que dijo el paciente. Y la interrupción de la sesión -con los analistas que practican las sesiones de tiempo variable- también puede tener valor de puntuación de lo que ha sido dicho. De tal manera, he dicho que el analista es como un editor de la palabra, no solamente alguien que escucha. Es también alguien que edita. Entonces, hay dos puntuaciones esenciales en la experiencia analítica: hay una puntuación de la palabra, que puede acompañar a la significación que responde a la intención del sujeto; por ejemplo, la puntuación analítica puede registrar, tomar acta de una declaración afirmativa del sujeto. Una paciente dice en un momento dado: "Ahora soy una mujer libre". Si usted interrumpe la sesión analítica en este momento, por este simple acto usted ha producido un efecto de puntuación. Interrumpir allí la sesión equivale, me parece, a que el analista diga: "Tú lo has dicho". Y ustedes saben que con eso hay muchas posibilidades de que, hasta la próxima sesión, sea al día siguiente o a la semana siguiente, 0
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JACQUES-ALAINMILLER LA LECTURA DEL INCONSCIENTE (1998) . la paciente esté ocupada por el valor mación: "¿soy realmente una . l~ubeella IDisma debe dar a esa afir. · . d'1c1endo 11sta . mu1er 1 re ahora:> ·, c:voy a volver al anaque sí:> ·lo . ·, c: repito: soy una m · lib , esta identificación con eleme t UJer re.' ¿o voy a matizar que son pruebas de que en realidad no soy totalmente una mu1·erlibn N h re. , etc. o ay mucho para imaginar allí or u corte el analista no ha d' h d ' p q e ustedes saben que con este ic o na a· un corte , d efecto para.el su1·eto·pero . l ' as1pue e tener un enorme , s1se e pregunta·" ·Q , h d' ta?", responde· "No me·h d' h d . c: ue te a icho tu analisl . a 1c o na a" E cación de lo que pasa en 1 . . . sa es a paradoja de la comuni. a experiencia anal'ti y d analista no ha dicho nada ero ue h I ca. ?º emos decir que el escucharse hablar. Eso meppa q 1 a ?~esto al SUJetoen la posición de de l ., 1a puntuación analítica cond rece o mm1mo . a puntuac10n analítica; Pero la puntuación no ulce a un suJeto a escucharse hablar. ., so amente acompañ l 'd tamb1en transforma el senri'd0 r a a sent1 o; como decía trans,orma la sign'fi ·, ' . , de a la intención del sujet h I 1cac1onque responpuntuación analítica pued~ ;ub ace emerger un sentido distinto. Así, la a él le parece secundar1·0· rayar en la palabra del paciente lo que , pero es como pon ld d parece secundaria y decir 1 . :r e e o en una cosa que d .importante". De tal ' con a puntuac1on·. "E n rea l'd I a eso es lo d manera que la puntu · , ~e lo dicho hasta invertir el sentido Fre ~cion pu: e :ambiar el valor sito de la denegación Un . ,: u o hab1a senalado a propó. . su1etosuena cuent de un personaje: "Este per . ' . a su sueno a1analista y dice lista debe interpretar que esona1eno esdIDImadre"y Freud dice: "El ana. . sa es suma re" 2 L ., . . a puntuac10n puede hasta mverttr la significación e l' . xp 1c1ta consciente d . estos son ejemplos muy si l e un enunciado. Todos responsable de la aparición ~p es, per~dmrn~s~an que la puntuación es S d , e un sentI o d1st1nto . e po na defender la posición se , l te es responsable del inconscient ~n a cual la ~untuación finalmena~entuando un poco nuestro resu~· amos a decir que ~a puntuación, ciente en la palabra s1·noq ~do, no solo hace legible el incons, ue consntuye l · · e mconsc1ente como legible; de tal manera que Lacan pod' d . ta ecir que cuanto más se interpreta el
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. 2. [N. de E.J Freud, S., "La negación" Obra bien: 'Usted pregunta quie' d ' s completas, vol. XIX, ob. cit p 253· "O . n pue e ser la pers d ¡ . ·, · · r~cn_ficamos:Entonces es su madre. Nos to ona e s?eno. Mi madre no es'. Nosotros cmdir de la negación y extraer el conten 'd mam~s ~alibertad, para interpretar, de preshubiera dicho en realidad: 'Con re I o puro e a ocurrencia. Es como si el paciente · d specto a esa persona ., IIlJ ma re; pero no tengo ninguna gana d 'd se me ocurno, es cierto, que era e cons1 erar esa ocurrencia"'.
inconsciente, más se verifica el inconsciente. 3 Finalmente, la puntuación analítica es como una máquina que se valida, que se verifica a ella misma; la puntuación analítica introduce una suerte de autovalidación de la práctica analítica.
Lo escrito en la palabra Se puede también deducir otra consecuencia de mucho alcance, que solamente señalaré: si el inconsciente está presente en la palabra, si está presente a partir del momento en que se puntúa la palabra, entonces podemos decir que el inconsciente se vuelve legible solamente cuando se vuelve un escrito. Es decir, palabra más tipografía. De tal manera que puntuar la palabra es tratar la palabra como algo escrito . El inconsciente legible es la palabra vuelta escrito; es un modo muy especial del escrito, que uno podría llamar "el escrito en la palabra", lo que está escrito en la palabra misma. Y me parece que el analista apunta a lo escrito en la palabra y que la interpretación analítica tiene un espacio para tratar la palabra con referencia a lo escrito. Se podría pensar que eso legitima el psicoanálisis de lo escrito, y especialmente el psicoanálisis del escrito literario. Desde los orígenes del psicoanálisis, los psicoanalistas frecuentemente han analizado las obras literarias, el teatro, los mitos-por lo menos lo escrito sobre los mitos-. Pero me parece distinto; me parece que el inconsciente no es legible en lo escrito como tal; que el inconsciente es legible en lo escrito en la palabra y que no se hace psicoanálisis por escrito. No creo que se pueda psicoanalizar lo escrito como tal; creo que el psicoanálisis apunta a lo escrito en la palabra. Una primera razón de esa distinción podría ser que lo escrito en un libro ya tiene su puntuación; es decir, que pueden soñar con cambiar la puntuación, pero la puntuación está; en la palabra, la puntuación no está.
3. [N. de E.] Lacan,J., "Radiofonía", Otrosescritos, ob. cit., p. 441: "Sin embargo, ¿no sería el corte interpretativo mismo lo que, por producir conciencia, causa problema al balbuceante en el banquillo? Él revelaría entonces la topología que lo ordena en un cross-cap, es decir, en una cinta de Moebius. Puesto que solo por este corte esta superficie, en la que desde cualquier punto se accede a su reverso sin tener que cambiar de borde (de una sola cara entonces), se ve luego provista de un anverso y un reverso. La doble inscripción freudiana no sería del orden del resorte de ninguna barrera saussuriana sino del de la práctica misma que plantea su cuestión, a saber, el corte del que el inconsciente al desistirse da testimonio de solo consistir en él, es decir, que cuanto más se interpreta el discurso, más se confirma que es inconsciente. Hasta el punto de que solo el psicoanálisis descubriría que hay un reverso del discurso, a condición de interpretarlo".
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"Lo escucho" Si vol~e~os a lo que he dicho, al "los escucho", me parece que esta es la cond1c10n de lectura del inconsciente; este "lo escucho", en singular. A vece~ o~urre que alguno quiere hacer un análisis por escrito, pero es ~ecesana siempre una relación que incluya un "lo escucho". Si no hay u~. lo ;scuc.ho", no hay un ps!co.análisis. Si uno piensa lo que fueron las ~iVI~as en -tiempos del. Renac1m1ento, que realizaban una comprensión sigmficante de una posición fundamental, podríamos decir que este "lo escucho", "te escuch?", es ~orno la divisa del psicoanálisis. Por supuesto, no es s?Io el analista qmen dice "lo escucho"; la telefonista también puede decir "lo escucho"; el profesor, en un examen, también le dice al a~umno "lo escucho"; el juez que quiere recoger su testimonio también dice "lo escucho". Pero el "lo escucho" del analista es muy distinto· se trata de. un "l~ escucho", vamos a decir, absoluto; un "lo escucho" ~ue no con~e~e nm~na otra p.romesa que esta escucha misma, a partir de la cual lllVIta al. SUJeto a decir lo que quiera, sin pasarlo a un otro, como hace la t~leforusta; aunque ocurra que el analista refiera al paciente a otro analista. Pero no es el "lo escucho" de la telefonista no es un "lo e~cucho" que introduce la nota del profesor, no te carga de un castigo VIrtual como cuando respondes al juez. El "lo escucho" del analista es ~a invitación a lo qu~ _se llama la asociación libre. Significa que estás liberado de la puntuacwn y que el analista se encarga de la puntuación. Hablando del Renacimiento, de sus divisas y emblemas, podemos r~~orda: que cuando Lacan dirigía una revista que se llama El psicoanálms habia puesto en la carátula un pequeño emblema del Renacimiento ~onde figuraba una oreja con un puente; era un emblema del Renaci~iento. El puente representaba la comunicación y la oreja es un orific10.del cuerpo; y r.ealmente, el orificio más importante del cuerpo del ª.nahsta en s~ practica .es la oreja. Los orificios del cuerpo, en general, tienen ?Ta? 1mportanc1a para el psicoanálisis, y Freud consideraba que esos or~fic1osat:aí~n la libido, el goce. Me parece que en psicoanálisis la propiedad mas. importante de la oreja como orificio del cuerpo es el hecho de que tiene la propiedad especial de que no se puede cerrar naturalmente. Aunque el analista está detrás del paciente, este sabe que
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sus orejas están abiertas. Si las orejas tuvieran párpados, quizás la di~posición canónica de la sesión analítica inventada por Freud no sena posible. . .. Puede ocurrir también que la presencia solamente auditi~a del analista no sea suficiente para el sujeto y que, más allá de la oreJª: ~~a necesaria la presencia visual del cuerpo del analista para que un anal~s1s pueda funcionar; la disposición llamada "de cara a ~ara" es .una m0.d1ficación del dispositivo freudiano que responde a vanos ~otlvos ..Pnz:iero la relación cara a cara puede suscitar una modificac10n transitoria o pr~liminar, justificada por el hecho de que el sujeto pue~e no estar ~ún en la posición correcta con· respecto a su palabra; es decir, que e.lsu¡eto esté aún dirigiéndose al analista como a una persona determmada y que comunique en vez de escucharse hab.lar. El "lo es~ucho" absoluto del analista está aquí para suscitar en el suJeto, por medio de la puntuación su escucharse hablar. Lacan resume la diferencia diciendo que es nece~ario que el sujeto deje de dirigirse al o~~ (con ~~núscula), al otro que es su semejante, para dirigirse, en la ses10n analínca, al ~tro (con mayúscula), en el cual se borra la identidad pe~sona! del analista. ~ste Otro no es un lugar impersonal; es como una 1deali~ad, como la 1~ea del analista en el sentido de Platón. Pero es necesario que un analista cualquiera dé el soporte de su pr~senci~ y,s~ cuerpo a esta.idealidad. Puede ocurrir que con un SUJetoh1ste~1c~~ea,,conve~ent~ c?~d~; cir el análisis cara a cara -digo "sujeto h1stenco y no la h1stenca , porque se encuentran hombres histéricos,.que s?n,d~ los más inte~esantes en la categoría de la histeria-. El suJeto h1ste~1,cose caractenza por el. hecho de que no se interesa en la abstracc10n de! Otro, del Otro como función, del Otro como función de puntuación, con el saber supuesto que le permite cambiar la puntuacíó~. El Otro no es para el sujeto histérico un interlocutor avalado,.~º le mteresa el O~o como operador de la función. Como abstracc10n, este Otro podna estar muerto, y al sujeto histérico no le interesa hablar a un ~uerto; el sujeto histérico solamente se puede vincular al Otro en el mvel del deseo de ese Otro. Y por esa razón necesita asegurarse de que el Otro sea viviente o que se pueda vincular al síntoma de este Otro; lo que le interesa al sujeto histérico, en el mundo, es el d~seo e.n"?a.scarado en el síntoma del Otro. 5 Por eso, por ejemplo, el suJeto histenco se debe
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. [N. de E.] Según el Dicci01Jario dela Rea/A.academia Española: "Expresión verbal que formula un pensamiento, un ideal, una forma de conducta, etc., que una persona un O grupo de personas asumen como norma".
5. Véase Lacan, J.. El seminario,Libro 5, Lasfurmaci01Jes del inconsciente, ob. cit., pp. 327 y SS.
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asegurar de que el analista no es perfecto; trata de descubrir dónde se esconde el deseo propio de su interlocutor, y también dónde se esconde~ su síntoma y sus límites. En el análisis el sujeto histérico necesita verificar que el Otro analítico esté vivo, y por eso quiere recibir de es:e Otro_signos de vida y de deseo; por esa razón es difícil para este suJe:~~atisfac:rse ~on un analista decidido por un puro "lo escucho"; es d1fic1lpara el satisfacerse con una simple oreja. El paciente histérico prefier:, ~ veces, hacer gritar al analista, hacerlo gritar para verificar que esta vivo, que es un ser de carne y hueso. Cierto número de analistas pueden considerar al sujeto histérico, cuando la histeria es intensa como inanalizable, porque este sujeto no logra dirigirse al Otro invi~ s!ble de la ~reja. E~ mi º.~inión, y en la opinión de los analistas que tle_nen 1~~~ma ~rientac1on en su práctica, se puede tranquilizar al suJeto. h1sterico dandole algunos signos de vida; el analista debe dar algunos signos de vida, y a veces eso implica conducir un análisis cara a cara. Eso puede ser un verdadero análisis, a pesar de que el dispositivo sea modificado. Puedo r~cordar_u~a. curiosa ~aradoja que encontré en una paciente. paciente h1sterica que vmo a verme después de cinco años de anahs1s c?n otro analista había aceptado muy bien la práctica de este otro analista, aunque, me dijo la paciente, este dormía frecuentemente d~ante las sesio~esde la mañana. Y la paciente se había quedado cinco anos con un analista que frecuentemente dormía durante las sesiones. Y no ~e fue por esta razón. Es interesante saber lo que la hizo salir, lo que hizo a la paciente separarse de este analista, pero no lo voy a decir; s?lamente voy a considerar qué encontraba esta paciente en este analista que dormía frecuentemente en la sesión de la mañana. La paciente me decía que ella continuaba hablando, que eso no la molestaba. No es tanto que el analista mostrara cierta indiferencia a la significación, dado que no escuch~ba nada del sentido explícito del discurso, sino que me parece que lo importante era que este analista roncaba, y creo ~esta es una consideración límite, por supuesto- que el roncar era finalmente una ?untuación, era un signo de vida del analista. Evidentemente, es un eJemplo totalmente límite y no me parece una práctica que se deba recomendar. :rambién la modificación cara a cara se impone en los casos de psicosis, cuando la función misma del Otro no se sostiene; y vamos a decir qu~ puesto que en la psicosishay como un agujero en ese Otro, es necesano q~e sea colmado con la presencia física, visible, del analista; es necesar10 tomar la precaución de no librar un sujeto psicótico al gran
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Otro invisible, porque eso podría desencadenar una psicosis. Quiero acentuar que el "lo escucho", que parece tan inocente, es algo que puede ser amenazante como se encuentra en los casos de psicosis. Cuando se introduce para~ sujeto psicótico este ~iscurso ?el _analista,eso ?ued: desencadenar su psicosis, porque este discurso s1gru~ca_que -~ecir esta permitido. Formular a alguien "lo escucho" tiene la sigmfi:ac10n de dar permiso para decir, de tal manera que hay un factor muy impol'tante a tomar en cuenta, que es el permiso psicoanalítico. . El permiso psicoanalítico es el hecho por el cual e_lanalista se_ha~; entender por medio del recurso: "Sí, usted puede decir lo que_qmera ; pero este "sí" no es un "sí" que esté de acu~rdo con_el contemdo de lo dicho, no es un "sí" que permite, que autoriza al su¡et~ pasar al_acto. Cuando el analista se manifiesta más allá de la puntuacton Yde la mterpretación, lo hace más bien en el sentido de invitar al suj~to a quedarse en la palabra, a no dar consecuencia de acto a lo ~ue dice. _Ypor esta razón Freud recomendaba a los pacientes no cambiar nada importante en su vida durante el análisis, quedarse en la palabra y no decidir en una sesión al descubrir que la pareja es un monstruo, ir inmediatamente.ª divor;iarse. Recomendaba esperar a la sesión siguiente para des~ubnr otra versión de la pareja. Freud proponía no cambia_rnada esenci~l_e~ la vida durante el análisis, porque la verdad descubierta e~ ~l.analisis tiene facetas variables. Eso es un problema, porque los analis1s en los tiempos de Freud duraban tres meses, seis n_:es~s,un año. En la épo~a contemporánea los análisis duran mucho mas ttemp~ Y es m~cho ~as difícil obtener del sujeto que no cambie nada de su vtda en cmco an?s diez años. Eventualmente, esa regla freudiana, por supuesto, necesita
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otra puntuación. . ,. . Entonces en razón del tácito pernuso anahttco es necesario tener mucho cuid;do antes de introducir a un suj~to en el "lo escucho" ?el analista; me parece que el "lo escucho" del analista no debe ser ofrecido a un sujeto que no se haya detenido; es decir, solo ~e le debe ~frece: a un sujeto que, gracias a su neurosis, ya tenga un sistema_de mterdicción suficientemente fuerte como para protegerlo del pasaJe al acto. Me parece que es mejor verificar esto antes de aceptar dirigirlo en ~ análisis, porque el "lo escucho" tiene, eventualme~te, c~nsecuen:ias muy fuertes de supuesta liberación; no es a cualqwer suJeto a qwen se le . . puede dar este permiso. ' Lacan señala especialmente el peligro que hay en mtrodu~ir en la cura psicoanalítica a un sujeto al que llama d~bil;el dé~iles,~ suJeto flo~ante, es un sujeto vacilante con respecto a los sistemas snnbolicos, en particular
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con respectoª! sistema.de interdicción. 6 Si un tal sujeto, un débil,un sujeto flotante, es mtroduc1do al permiso analítico, el riesgo es que se deslice to~l~ente; y ~uando a la debilidad del sujeto se agrega el permiso psicoanalmco, ~eobnene lo que Lacan llama un canalla,es decir, un sujeto al que 7 nada denene, y cuando nada detiene a un sujeto, pueden ocurrir cierto número de catástrofes. Al contrario, con un sujeto inserto en el sistema de interdicciones, el "lo escucho" se traduce, a veces muy rápidamente, por el hecha de que la vergüenza, la inhibición, la culpabilidad, se alivia. ~el lado del analista, el "lo escucho" va con el silencio; para que el paciente hable y sea escuchado, es necesario que el Otro, el analista, se que?e mudo. Ha! que decir que los analistas de comienzos del siglo d~cian muchas mas cosas. Según Freud, la interpretación era como una pieza de ~~a larga cons~cción teórica entregada al paciente por partes. Tamb1e~ de lo~analistas que se remiten a Melanie Klein se dice que habl~n al nnsmo t:lempo que el paciente en la sesión analítica, porque conciben la interpretación como una traducción. Y, por supuesto, lo que se usa para realizar la interpretación como puntuación se opone a la concepción de la interpretación como traducción. Introducir una puntuación no es pronunciar una traducción. Una práctica del parloteo Si se observa de manera fenomenológica, la experiencia analítica es esencialmente un monólogo del lado del paciente; un poco como esta
· 6. [N. de E.) Lacan,J., El seminario,Libro 19, ... opeor,ob. cit., p. 129:"Llamo debilidad mental al hecho de un ser hablante que no está sólidamente instalado en un discurso. Eso es lo valioso del débil. No es posible definirlo de ningún otro modo si no es el de estar, como se dice, un poco despistado, es decir que, entre dos discursos fluctúa. Para estar sólidamente instalados como sujetos, debemos atenernos a uno, o bie~ saber pues lo que hacemos. Pero no por estar al margen sabemos lo que decimos". _7· [N. de E:J _I?íd.: P_P-_194-195: "Si supiéramos de inmediato que alguien que viene a para usted mi pedirnos un anahs1s didacnco es un canalla, le diríamos: Nada depsicoanálisis queridf!,ustedse volveríatontocomoun burro.Pero no lo sabemos, dado que la canallad: no es hereditaria según el psicoanálisis, sino que depende del deseo del Otro del cual surgió el interesado. [... ) . Si el psi_coanálisisno es didáctico, es pues una cuestión de tacto: ustedes deben dejarle al tipo su~c1ente canallada como para que de ahí en más se las rebusque convenientemente;~~ es~1~t~mente terapéutico, ustedes deben permitirle sobrevivir. Pero para el psicoanalis1~d1dac~co no pueden hacer eso, porque Dios sabe qué resultaría de ello. Supongan un ps1coanahsta que quede canalla; eso atormenta el pensamiento de todo el mundo".
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charla. Y del lado del analista es una puntuación. Uno solo habla. El monólogo analítico, el monólogo analizante, se dirige a un Otro ~e~misivo, tolerante, que deja hablar o que hace hablar. Lacan, en su ulnma enseñanza, decía del psicoanálisis que era una práctica del parloteo.8 Podemos decir que es una definición extremadamente escotada de la práctica analítica, como hay vestidos escotados; definir el psicoanálisis · como una práctica del parloteo es escotado. ·Qué es lo que se dice en este monólogo? Primero, es del orden e: f . de la queja, es siempre del orden de la queja; se trata de un su nmiento, de un dolor. El tema de la queja constituye lo que se llama el síntoma. Finalmente, el síntoma, en el sentido analítico, es lo que se cristaliza de lo que no va, lo que existe antes de todo en el monólogo del sujeto, y eso no se puede adivinar desde el exterior. Por_s~puesto, cuando se trata de una parálisis histérica, uno puede percibir desde el exterior el síntoma; pero el síntoma analítico está constituido fundamentalmente en el monólogo del sujeto y no se sospecha desde afuera. Las parálisis histéricas no son comunes ahora, pero se encuentran. Hace algunos años vino a mi consultorio una persona que tenía una parálisis en las piernas de tipo histérico; había visto no sé a cuántos médicos que no habían encontrado nada orgánico, per~ no po~ía moverse sin muletas, y había logrado obtener de la Segundad Social el reconocimiento de que esta parálisis no tenía ningún fundamento orgánico. Era una brillante universitaria y movilizaba alrededor de su parálisis todo un aparato para seguir cursos; preparaba grados muy elevados y había logrado obtener de la Educación Nacional fra~cesa tod~ un sostén alrededor de su parálisis. Es el único caso que he Visto en m1 práctica en que se ha disuelto el síntoma después de dos años de análisis, paso a paso. Me lo señaló mi recepcionista, que veía venir a esa señora
8. [N. de E.] Lacan, J., Seminario 25, "El momento de concluir", clase del 1_5de noviembre de 1977,inédito: "Lo que tengo que decirles, voy a decírselo, es que el psicoanálisis debe ser tomado en serio, aun cuando no sea una ciencia. Porque lo enojoso, como lo ha mostrado sobreabundantemente un llamado Karl Popper, es que no es una ciencia porque es irrefutable. Es una práctica que, dure lo que dure, es una prá~tica. de parloteo [bavardage]. Ningún parloteo carece de riesgos. Ya la palabra parloteo '.mplica _algo.Lo que implica está suficientemente dicho por la palabra parloteo, lo que qmere decir que_no hay más que frases, es decir, lo que se llama 'proposiciones' que implican consecuencias, palabras también. El parloteo lleva la palabra al rango de babear [baver]o de espurrear que resulta de eso. Bien". (postillones), la reduce a la suerte de salpicadura [éclaboussement]
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con muletas y después de dos aüos vio que podía caminar; desde ese momento me considera muy capaz. Pero el caso de parálisis histérica es un caso extremo. Aparte de esos casos extremos, el síntoma analítico está esencialmente cristalizado en el testimonio del sujeto; no tiene la objetividad de la parálisis. En el monólogo analítico, el analizante se refiere al ser del sujeto, a lo que quiere ser, a lo que es o a lo que quiere ser, y en general concierne al ser del sujeto en su discrepancia, en su distancia respecto del ideal. Cierto número de afectos depresivos siempre acompañan el enunciado del ser del sujeto con relación a lo ideal. El testimonio, como se sabe, concierne principalmente a los más allegados al sujeto y a la familia. Aunque se dice que la familia está en crisis, en psicoanálisis se ve que los allegados y la familia son lo que constituye realmente el tema del monólogo; y el monólogo analizante siempre establece una relación entre el sufrimiento del sujeto y la familia, y pone siempre en evidencia cierto número de episodios -esencialmente palabras, dichos- que han tenido una incidencia determinante para el sujeto. Este monólogo concierne también, con frecuencia, a la vida amorosa, al rasgo que se ha buscado en el objeto de amor y, eventualmente, a la separación entre el objeto de amor y el objeto de deseo. Siempre hace aparecer cierta infelicidad en lo que concierne a la relación entre ambos sexos. Dado que la queja es el alma de este monólogo, emergen con una especial intensidad situaciones de satisfacción. Freud aisló una situación de satisfacción fundamental que él llamó fantasma. No es ajeno el hecho muy extraüo de una satisfacción vinculada a una frase y a un escenario. Freud dio un ejemplo de esto con la frase: "Pegan a un niño", que mostró que para algunos sujetos era como el soporte de una experiencia de satjsfacción fundamental. Las situaciones fantasmáticas aparecen como islas que emergen del mar de un monólogo, que es esencialmente el monólogo de la queja, La experiencia llamada asociación libredispersa el ser del sujeto, lo disemina de tal manera que la palabra abierta por el "lo escucho" y por la puntuación se transforma en una experiencia de lo que Lacan llama falta en ser. Es decir que la escucha y la puntuación disuelven las identidades y muestran hasta qué punto es ilusoria la identidad del sujeto. El monólogo produce una acción disolvente; al mismo tiempo, el sentido de lo que se trata está siempre más subyugado, como si solamente se tratara de la huida del sentido.
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Lo real del goce Por esta misma razón, emerge progresivamente un resto invariable. ¿Qué es lo que en la experiencia analítica se revela como lo más .real? .~n el interior del síntoma hay una satisfacción que queda, una sansfacc10n inconsciente que se manifiesta con un displacer aparente. Freud percib~ó eso: la satisfacción inconsciente que hay en el síntoma, que hace mal: El lo percibió en lo que llamaba "reacción terapéutica negativa". N~ lo voy a desarrollar, pero por medio de est? percibió que detrás del displacer que produce el síntoma se esconde una satisfacción inconsciente y que hay que apuntar a la satisfacción inconsciente que produce el aparente displacer. Es la diferencia que hay que hacer entre placer y goce. El goce, vamos a decirlo, es una satisfacción que no da placer. El goce es una satisfacción que puede ser compatible con el displacer.Así es como podemos oponer el goce patente en el fantasma y el goc~ escon~ido :n el sfutoma. En el transcurso del monólogo analítico se susntuye la 1denndad ilusoria del sujeto por su identidad de goce, es decir, la identidad qu~ tie~e de su síntoma. En este lugar se revela lo más real de su ser. La experiencia del monólogo analizante -o del sujeto en condiciones de reconocer no solo qué no dice o qué sería necesario decir- no solo. es aquella en ,la que el analizante no logra discernir lo real de este goce, smo que ademas es la experiencia que lo conduce al punto de no entender más lo que él mismo dice. De tal manera, en esta experiencia, finalmente, debe suspender toda acepción sobre la significación y ha de surgir, en su opacidad, el goce inconsciente de su propio sufrimiento. Así, la lengua que el sujeto habla se convierte para ~l mismo en una lengua extranjera. Ha aislado el significante que hace e~1~a. La neu~osis consiste, precisamente, en la interpretación de :ste s1grnfica~t~ ~mgmático vinculado al goce inconsciente. En los comienzos del anal~sts eso se llamó traumatismo; la puntuación analítica trabaja en el senndo del traumatismo. Trabajar en la dirección de separar el significante del significado ha producido una disyunción entre significante y significado, lo que tiene el efecto de colocar el enigma por doquier. Uno se puede preguntar cómo se resuelve el enigma. Pienso que no se puede hablar de solución, sino que se aprende, poco a poco, a proceder con este real desigual y, finalmente, es posible que cada final de análisis sea solamente una interrupción, cuando el sujeto considera que ya sabe hacer con lo real, cuando no se apasiona más por su propio enigma.
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ENTREVISTA: JACQUES-ALAIN MILLER EN CARACAS (1998)
SIEMPRE SERÁ MEJOR IR AL PSICOANALISTA QUE COMPRAR UN ARMA Y MATAR AL VECINO SergioDahbar
Entrevista realizada por Jorge Dahbar, el lunes 21 de diciembre de J998 en el "Ateneo de Caracas" Y publicada en el diario El Nacional,sección Cultural, el domingo 3 de enero de 1999~
De paso por Caracas, el intelectual francés [Jacques-Alain Miller] brindó apoyo institucional a los seguidores del legado deJacques Lacan, como delegado general de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. También participó en la aceptación de nuevos miembros en la Escuela del Campo Freudiano de Caracas y dictó un seminario llamado "Nuevas inquisiciones clínicas". Todo en cinco días, en los que aprovechó además para disfrutar de Venezuela, "país que siempre me ha recibido muy bien". Cuatro viajes a Caracas
Valdría la pena contar cómo comenzó Jacques-Alain Miller a viajar a Caracas. Y nada mejor para relatar estos hechos que la primera persona: Déjeme explicarle cómo comenzó todo. He estado antes cuatro veces en Caracas. En el primer viaje descubrí en Venezuela a un grupo de psicoanalistas muy interesados en la obra de Jacques Lacan. Me impresionó el apoyo brindado por el Ateneo de Caracas y muy especialmente por María Teresa Castillo. Además, en Caracas vivía una amiga, Diana Rabinovich, que había difundido la obra de Lacan. Todo esto hizo posible la visita deJacques Lacan a Venezuela, en julio de 1980. Este, que ha sido el único seminario que dictó en un país de América Latina, sigue siendo una referencia para numerosos grupos analíticos que se refieren a su obra. Fue también el último seminario que dictó en su vida, porque a su regreso no dictó más seminarios en Europa. Murió en septiembre de 1981.
De estas visitas iniciales, en las que la figura de Jacques Lacan trajo a Venezuela un equipaje de estudios, discusiones y polémicas, nació la
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Escuela del Campo Freudiano de Caracas en 1985, toda una referencia institucional en la región para los seguidores del pensamiento de Lacan. Jacques-Alain Miller regresó por cuarta vez en julio de 1992, con un gran número de colegas, para participar en la primera reunión de la Asociación Mundial del Psicoanálisis. En ese encuentro, los representantes de las distintas Escuelas lacanianas del mundo firmaron los estatutos de la AMP. 1 El quinto viaje es el presente, en el que Jacques-Alain Miller acaba de discutir con los miembros de la Escuela del Campo Freudiano la oportunidad de prever la firma de un Pacto de Caracas, que sería el compromiso de ayudar a los distintos grupos de la región a volverse Escuela en el transcurso de cierto proceso de trabajo. Son grupos pequeños de Perú, Ecuador, Colombia y Cuba. La Asociación Mundial de Psicoanálisis está dispuesta a sostener la creación de cierto número de Escuelas en la región. La Escuela del Campo Freudiano de Caracas aparece como· el pivote de esa extensión del psicoanálisis.
Las razones de una visita Aparte de brindar apoyo institucional, Jacques-Alain Miller vino a Caracas con la intención de compartir el proceso de entrada de nuevos miembros de la Escuela del Campo Freudiano de Caracas, que ingresan mediante lo que los lacanianos llaman el procedimiento del pase. Se trata, explica Miller, "de la verificación del final del análisis. Ofrecemos el privilegio de ser miembro a quienes se presentan a esta prueba de capacidad, que consiste en condensar el recorrido de su propio análisis, condensarlo tratando de sacar lo más precioso, lo más delicado, lo más novedoso sobre lo que han aprendido sobre su propio caso. Una prueba de que se han superado los impassesde su propio carácter, de sus propios síntomas. Nunca se sobrepasan completamente, sino que se superan lo suficiente como para interesarse en los trastornos de los demás. Woody Allen no podría ser miembro de una Escuela lacaniana, porque solo se preocupa de sus problemas". Miller explica que ha venido a Caracas a impartir un seminario, "Nuevas inquisiciones clínicas", en el que ha puesto el acento sobre el sentido que hay que dar a la resistencia en el tratamiento analítico.
ENTREVISTA: JACQUES-ALAIN MILLER EN CARACAS (1998)
Las condiciones del tratamiento psicoanalítico han cambiado ~ucho: _la gente busca resultadosy cambios más decididos,más profundos, s1se qmere. El psicoanálisisforma parte de la cultura; la gente se_presenta a una ~on1:sulta sabiendolo que es el complejode Edipo. Los analistasac~ptanpa~1~ tes psicóticos,aceptan psicosomáticos,caracterescasi refrac~~nosal anahs1s clásico,y eso opone una resistenciaal trabajo de interpretac10n.He trata?º de mostrar la significaciónque esto podría tener y he empezado.ª estudiar los métodos que podríamos tener para superar este tipo de situac10nes.
El horror de los tiempos modernos SERGIODAHBAR:Existen cambios en las sociedades modernas. La gente pareciera carecer de tiempo para detenerse a pens~r en un pr~blema específico. Debe preocuparse de la salud, del traba¡o, de la fai~1lia, de la carrera profesional, de la cantidad de cosas q~e ~ehacen da~,º· ¿Cómo puede una persona frenar esta marcha para asistir a una seston de terapia? JACQUEs-ALArN MILLER:El primer resultado de la velocidad en el mundo es un aumento del malestar en la cultura. Lo que Freud mismo había definido como el malestar en la c,ultura. El malestar ha crecido de tal manera, que ahora se espera que el tratamiento te~ga la n;i~ma forma rápida que el trastorno. Es decir,_se exige_un tratamren_to rap1do. Ya con el análisis se recupera otro sentido del tiempo. Velocidad o no, hay cosas que tienen su tiempo. El crecimiento del ser h~~ano, por el momento, tiene su tiempo. No hemos acelerado el crec1m1ento de un bebé que va a nacer. La rapidez es una realidad, pero no ~s nada_deseable en las relaciones sexuales, por ejemplo. Muchas mu¡eres vienen a análisis a quejarse de que los hombres acaban ~emasiado rápi~o. De modo que hay que matizar ese amor por la velocidad, por la rapidez. SD: Lo que deseo marcar es que de alguna forma el mundo cambia todos los días. Se acerca un nuevo milenio, y no sé si el psicoanálisis tiene el sentido que tuvo en el siglo XX.
l. Véase Asociación Mundial de Psicoanálisis, "Acerca de la AMP", en
JAM:Siempre pienso en los Estados Unidos, porque allí se_hacerrado el espacio del diálogo y de la interpretación. La g~nte qmere soluciones más rápidas· se consideran a sí mismos como s1 fueran un carro, como si todo se r~solviera cambiando una pieza. Pero ¿qué es lo que vemos todos los días? Una toxicomanía galopante, una violencia desaforada. Entiendo que siempre será mejor ir al psicoanalista que comprar
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ENTREVISTA: JACQUES-ALAIN MILLER EN CARACAS (1998)
un arma y matar al vecino. Pienso que muchas de las dificultades de la s~~iedad estad~unidense vienen del cierre progresivo del espacio del dial?go y de la mte_rpretación. Eso no es estricto, pero posiblemente, si se cierra este espac10, veremos una sociedad enormemente trastornada. Ahí esta la gran pregunta: ¿la gente se va a seguir considerando como si fu~r~un carro o van a admitir la parte de misterio que antes ocupaba la reli?'1ón? El psicoanálisis también se instala en esa parte de misterio de la Entre otras cosas, la dirección de la sociedad está en juego. Los analistas n_o_ son los únicos que pueden incidir en esto, pero tienen una responsab1hdad más allá de lo individual, primaria; es una lucha por que quede abierto este espacio.
JAM: Es una muestra de que hemos recuperado recientemente cierto grado de amistad con colegas de la IPA, especialmente de América Latina. Algo que era imposible quince años atrás. Ha sido un diálogo muy amistoso, muy especial. Es de los dos, es una cosa que hemos hecho fuera de las instituciones, sin buscar la autorización de nuestros colegas, que quizás no habrían estado de acuerdo. Creo que ha sido posible porque ocurrió entre un latinoamericano y un francés; no creo que hubiera sido posible con un presidente estadounidense. Vemos eso como un buen signo para el futuro.
SD: Ya que menciona los Estados Unidos, ¿por qué no han prosperado en ese país las Escuelas lacanianas?
JAM: Sí, de apertura recíproca. Ya ha pasado medio siglo desde la pelea entre Jacques Lacan y la IPA. Quizás medio siglo es suficiente para considerar que enfrentamos muchos problemas comunes, como se puede ver incluso en los Estados Unidos.
VI?ª·
JAM: Existen numerosos universitarios literatos que se han apasionado con la obra de Jacques Lacan, pero a la hora de la verdad no responden, no hay .el contacto necesario. Y pesa demasiado la presión de los valores a_mericano~del utilitarismo inmediato. No hay que olvidar que los analistas amencanos padecen de un retroceso en el análisis en América del Norte. SD: ¿A qué se debe, a prejuicios?
J~: Se trata de una cultura; el peso de valores y escalas de valores que tJene uno cuando crece en una cultura. Por ejemplo, la idea de que no se puede prever el fin del análisis, idea que tenemos nosotros. Para un,norteam~rican_o medio, eso es una barbaridad; porque quiere saber cuanto va a mvertir y cuándo va a terminar también.
SD: Es un buen signo de apertura ...
SD: A diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos, la Argentina es un caso curioso de desarrollo del psicoanálisis; alguien contaba en estos días que hasta los gerentes de una multinacional van al psicoanalista porque están todos deprimidos. Eso era imposible hace algunos años. JAM: Hay una aceptación mucho más grande del hecho de visitar a un psicoanalista. Ahora hay un conocimiento mucho más amplio, y eso puede introducir también cierta banalización del análisis. En la Argentina, por supuesto, hay difusión, una de las más amplias del psicoanálisis en el mundo, lo que debe ser visto como un episodio normal del crecimiento. SD: Si Woody Allen supiera cómo se vive el psicoanálisis en la Argentina, ¿haría una película?
El diálogo restaurado
SD: ¿El libro Se rompe el silencioes una muestra de que han madurado los dos?
JAM: Existe un proyecto para invitarlo a un Congreso Internacional en Buenos Aires, el próximo mes de septiembre. Los americanos no lo pueden soportar. Eso lo noto en los artículos que aparecen en los periódicos y revistas. He leído cosas muy duras contra él. Sigo pensando que es el único autor de cine interesante de los Estados Unidos. Cuando exhiben una película suya, voy a verla. Lo sigo como se seguía a los escritores antes. Ha sido capaz de captar algo en la vida moderna; precisamente su cine representa la no rapidez, la no claridad, la no eficacia. Va a contracorriente, y eso es saludable.
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Ca~e señalar aquí una noticia que sorprendió al medio psicoanalítico el ano pasad~, cuando Jacques-Alain Miller se reunió con un amigo personal, Horac10 Etchegoyen, ex presidente de la IPA. Ambos dialogaron a ~o largo de varios días y produjeron un libro, Se rompeel silencio: entrevistasobreel movimientoanalítico.
XII DISOLUCIÓN DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES (1998-2000)
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1. INTERVENCIONES EN CARACAS (1998)
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1 Intervenciones en Caracas (l 99S) Int:rvenciones de Jacques-Alain Miller. Publicado en "L , . . I d IC a ECFC y el amb,to mternaciona) 'Correode la &cuela 31 Carac E , as, scue a e ampo F d. d C bre de 1999 pp. 5-7 En esa ed· .., . d. . reu 1ano e aracas, noviem' . ,cmn se m ,ca que la mte ., ¡· , " el 21 de diciembre de ¡ 998 l d rvencmn se rea izo en Caracas , en e marco el debate sob 1 · · d l E su momento más álgido durante la II d C re_ a crisis e a CFC, que tuvo diciembre de ¡ 998". ama ª onvocatona de Caracas, entre octubre y "Disolución". Extractos del resumen de la Gr C ., Estatutario de la Escuela del Camp F d' an d onversacmn convocada por el Consejo 0 reu iano e Caraca · l d ¡o de la AMP,que se llevó a cabo el sábado 12 d fi b s y con e acuer o del Cansela mayoría de los miembros asociad .. e e rero de 2000, con la participación de os y paracipan~es de la ECFC. A la misma asistieron miembros de Colombia y Perú , Y como representantes de la AMP J Al . . YEduardo León. Publicado en "D. l . , ,, C acques- am Miller iso ucmn arreode la Es, la 32 C Campo Freudiano de Caracas, abril de 2000 ' _ '.-ue . : aracas, Escuela del por Ruth Hernández. 'pp. 5 29· En esa vers1on: resumen realizado "Lista electrónica INES" Al final de la Co ., · nversacmn de la AMP c ¡· 12 de febrero de 2000 Jacques-AI . Mili en aracas, rea izada el ' am er en tanto Deleg 3 d0 Ge Id un movimiento llamado Inic' a· N E nera e la AMP creó . . . 1a va ueva scuela (INES) h , , que se ana presente desde el m1cm en Colombia Cuba E d p , ' , cua or, eru y Venezuela INES , ¡ trabajan en el marco del Campo F d' .· agrupar,a a co egas que: l. 2 suscnben J "D l tano· · , d reu Una"; 3. desean participar en la elab . , d, ·.. ª · ec aracwn e la Escuela . orac1on e1 nuevo pacto s1 b -¡· ,, . preVIaa la fundación de la nue Es , . m O 1co como condición S I INES, con la moderación de ¿;stav~; a. e c~~ hsta electrónica bajo el significante signa el Asunto con el que fue rem'tid apa~afi 11ml c10de cada correo electrónico se con1 o, y a ma ' a fecha en que fue enviado.
u_n~
El 10 de octubre de 1985, la Fundación del Campo Freudiano de París funda la Escuela del Campo Freudiano de Caracas, ECFC, que es reconocida en su condición de asociación psicoanalítica lacaniana. Esta Escuela recoge el proceso de trabajo de un grupo que venía estudiando a Lacan y trabajando por y con el psicoanálisis en Caracas desde hacía varios años. En 1992, la ECFC pasa a ser miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). A partir de 1994 se hacen acuerdos entre la ECFC y grupos de otros países de la zona andino-caribe (Colombia, Ecuador, Perú y Cuba), que estudiaban a Lacan y trabajaban orientados por su enseñanza. Desde 1996-1997, diversas circunstancias internas de la ECFC contribuyeron a un clima interno de malestar. Esto, aunado a las dificultades que se presentaban en el cumplimiento de los acuerdos con algunos de los grupos de otros países del área y en el contexto de situaciones que afectaban a Escuelas de otros países, precipitó una crisis que determinó que en diciembre de 1998, al finalizar el seminario "Nuevas inquisiciones clínicas", impartido por Jacques-Alain Miller en Caracas, se realizara una asamblea en la cual se debatió sobre la problemática que estaba viviendo la ECFC y se buscó producir un giro dialéctico en la situación. Este texto recoge los aportes fundamentales de las intervenciones de Jacques-Alain Miller en dicha asamblea.
Intervenciones de Jacques-Alain Miller He escuchado distintas cosas en la reunión de hoy. Me pregunto por lo que ustedes describen: la cuestión de quién pide, de qué manera ... La crisis del pedido, tal como la describían a su manera dos colegas. Es 591
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decir: pedimos, pedimos y pedimos; en un momento dado nos cansamos de pedir y con eso empieza la cris_is.¿~~~clLc!Q~. Es d~..?!fil:Ín 3}QdolIDa .oforta, y parece que .oficial. Se ofertan pedidos: te ofrezco mi Ptd.idQ.,, Y del otro lado, del lado de los~-¡_;¡;;os·,-·tienéñ la resp~e~;:;; no voy; usted ~uede ~on~r aquí su pedido, pero no me gusta su pedido. Hasta q~e el directorio dice: ¡Ya!Retiro mi pedido; no voy a pedir más. ¿Que hay en esto? Estamos en el Campo Freudiano y somos víctim~s.de la permutaci?~· qu~ es un ~odo de funcionamiento muy burocr~tico; la permutacwn qmere decir: cualquier persona vale por cualqmer otra persona. Ahora, si se hacen pedidos como: bien tengo la lista
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cambiaría, de manera pragmática, algo de la situación. Porq~~ hacer un trabajo durante muchas horas, presentarlo, tener al~as <:~1t1cas y q~e después ya no se hable más sobre él, no anima. La pubhcac10n aportaria la permanencia que se necesita. Sobre el asunto de los fundadores. En realidad, en los estatutos de la Escuela no hay fundadores, aunque hubiera sido posible porque hay un modelo de estatutos que destaca a los fundadores; pero no es lo que hacemos en el Campo Freudiano. Se ve que ~econo~ernps a los nuevo_s miembros los mismos derechos que a los más annguos, cosa que no es"t:án·usual tampoco y habla eri favor de la democracia del Campo Freudiano. Pero .P.areceque de hecho en Venezuela hay cierto peso de los doce fundad¿¡é-s:·Me pregunto si el acento que ha puesto un colega sobré-ia.páJ;b~a-;efondación no tiene que ver con este peso de _lo~fundadores; porque decir refundaciónharía desaparecer la categona i~formal, la categoría espontánea de fundadores, y en lugar de los antiguos doce fundadores tendríamos, no sé, cincuenta refundadores. ,!:!ay_9ue pr~guntarse si con la idea de fundadores vie~e la idea de un privile~o pira siempre. Si este privilegio parece demasiado pesado ~ obstaculiza eifuncionamiento de la Escuela, hay que hacer lo necesario para hacer desaparecer la casta de los fundadores; pero no sé, ~iento que es hace: -de~asiadas complicaciones para satisfacer una queJa que nunca estara .1saii"sfecha,. . · ·• Creo que hay una dialéctica entre el término fundadores y la idea de refundación. Esta hace desaparecer, en efecto, lo que parece concentrarse en el privilegio histórico y metahistórico de los doce ª?ós:oles. La Iglesia católica nunca se ha refundado y tiene ahora dos mil anos, Y de los doce apóstoles ... quedan los doce apóstoles. Esa es una empresa sagrada, divina, que no es la Escuela del Ca1:1Pº Freudiano_de Caracas. Con respecto a la situación de Colombia, hub? un primer acercamiento que empezó simultáneamente con el comienzo ~e la AMP._~l primer acercamiento se realizó en julio de 1992, con la primera reumo,11 internacional de laAMP, que tuvo lugar en Caracas; nunca antes ~eh_abia reunido la AMP. La primera reunión fue en Caracas, en este edificw, y se firmaron los Estatutos de la AMP, que tienen corno fecha: Caracas, 29 de julio de 1992. En esa ocasión se decidió por acuerdo ge~eral, con todos los caraqueños, el acuerdo con los colegas de Colomb1~. Todos los caraqueños podían opinar. La idea era vincular a Colombia con la Escuela de Caracas. Inmediatamente empecé a hablar de eso. Me parecía una buena sugerencia. La primera idea de la AMP fue, finalmente, confiar en la Escuela de Caracas para organizar la vinculación de los
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colegas de Colombia, y es claro que lo ha organizado. Es decir, por la mediación de la AMP, Caracas se ha vinculado con Colombia, se ha vinculado con Ecuador, se ha vinculado con Perú; y se ha vinculado con Cuba por intermedio del Campo Freudiano y de uno de los colegas de Caracas; pero, finalmente, no es que fuera una función que la ECFC debería tener para siempre; era para ese momento. Escuché a un colega hablar sobre lo que podía percibir de la amenaza de lo interna~ional; existe la amenaza que representa lo internacional para la ECFC. Pero hay que tomar en cuenta primero -lo voy a decirtodo lo que la Escuela de Caracas ha recibido de lo internacional: no solamente su propia existencia, que ha pasado por la Argentina -por intermedio de Diana Rabinovich-, que ha pasado por París y é¡ue tiene un lugar muy destacado en toda la región. He escuchado que colegas de otros países han llegado a Caracas por intermedio del Campo Freudiano. Se necesita presencia de la Escuela de Caracas en los asuntos internacionales. Esa es mi opinión. Sobre la situación con Colombia, puedo asumir mi parte en el asunto. Es verdad que una vez que se decidió el vínculo con Colombia, en 1992, consideré que yo no tenía que preocuparme de eso. No me preocupé; me pareció después una solución para el vínculo con Ecuador, Perú y Cuba. En ese momento yo mismo no entendí el peso que cargaba la Escuela de Caracas, y finalmente no hice todo lo necesario para entenderlo. Hoy considero que hubiese debido, por lo menos, convocar, estar presente en una asamblea, y estudiar con el tiempo necesario los problemas que iban a nacer de eso. Hemos tenido una correspondencia constante, pero no ha sido suficiente; y me faltó la visión del gran problema que eso representaba para la Escuela y para los colegas de los otros países. Inicié todo ese movimiento a partir de la sugerencia de un colega, y asumo el error. Creo que felizmente se ha limitado la cosa. Gracias a lo discutido por mucho tiempo en Bogotá, hace dos meses, hemos limitado el fracaso.
2. DISOLUCIÓN (2000)
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, . d l As blea de la ECFC ratifiAgradezco la votación unarume e a am . t una salida cando la propuesta de venir a conversar y buscar en con¡m; ode cortesía a la situación que presenta la Escuela. Veo en ello un ges o h ya 1d 1 AMP y agradezco que esto se a fi l dos por algunos y de reconocimiento del pape e a fi dado a pesar del escepticismo y la descon_ anza ormu a miembros en cuanto a los resultados posibles. &Ja vía para salir de las paradojas e impassespuede ser la siguiente: Una Escuela es muchas cosas: _ Es una casa simbólica. . _ Es~;~~s;~n la realidad, que_n()s_pernnte ~~parno~. - Es un lug~r a dondese dirige la tr~n~ferencia de traba¡o: o - Es un lugar inconscie11te: E_:sparticipe ~e la otra escen~,e~ com . , d·el Otro para los anahzantes y analistas, es un . una encarnac10n lugar donde hay juicios, donde las relaciones de. unos conlo~?s . d d da uno demuestra su re ac10n . . ... - • , E ... . están en ¡uego; es el lugar on e ca_ . 1 "d d la aceptación o no de la castrac1on. sto se con a auton a , Y . .. . · · ·d ~f!1f!:v:~ren el _análisi~de. ca~~ quien. Hay toda una mvestl ura ~e va más allá de una mst1tuc10n._ . . . . ~~ instrum~ntc:>.Esta perspectiv_a¡ust1fica la extstencia _deu~~ ___ ........... l d fin", , "un instrumento para el ps1coana 'l. . t ba Escuela. Lacan o e to as1, . ""'------- ... . . , b si el psicoana 1s1ses a . lisis" cuando decía que h ab ta que sa er he~h~ para la Escuela o si la Escuela estaba hecha para el ps1cJ.ªes el psicoanálisis y la Escuela es un me 10, nálisis.1 1,_~_fi11alidad
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l. [N. de E.] Lacan, J.,"Exhorto a la Escuela", Otrosescritos,oh. cit., p. 313: "Hay el
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:.IE_i~~lE~.!1:tC> .Pª-r_a_ ad~l_al1tar_l'.1~ _f¡nalidaci§-P-~icoanalíticas. Si _pie.!!!~igiporta!}_te_~r:~ar_ y manten~r Escu~las, est;~n~-~;~den ideahz~r. ~~~~~~- n_~.f'.u~cion~n, hay que disolverlas· y forj:ir:Ün :°uevo instrumento, o corregir el instrumento si las faltas no ~on !ªn grandes. !,a,__ d_isoluciónde la Escuela, Freudiana dela,.rí;_p~rpa_!"tede Lacan no fue ninguna catástrofe histórica· era una inrita.,. . ,... ··-····-- -· ·_dcia.n?e!Jlpezar de nuevo, con un mejor instrumento que_~e_Jrgó_ e crear. Es difícil precisar los criterios de un buen instrumento Algunos de ellos son:
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pragmático. ¿Por qué no hay una publicación mensual en esta Escuela? ·Son razones financieras? Si hubiera una publicación mensual, una pre~encia constante del trabajo, ya la Escuela existiría más y podría demostrar la importancia que da a la elaboración de saber de sus miembros. Podemos salir del escepticismo concentrándonos en pequeñas cosas prácticas que cambiarían profundamente la si~ació~ a largo _plazo. , El materna debe permitir ir h~cia.__una _coll1:~!Il~~9I1.~,~~ opciones. Esta la elección y están las opciones. ~a elección es la apuesta. ~s un acto que puede ser personal O colectivo, mea1añtela supos1c1óñ ae saber a una colectividad. Como decía Lacan, una votación ubica al Sujeto supuesto Saber en la colectividad. No va a ser él quien elija en lugar de nosotros. Las opciones se corresponden con la estructura, y es muy importante estructurar bien las opciones -entre qué y qué elige uno-, porque hay opciones que no permiten ubicar muy bien una orientació~,, como por ejemplo, la opción de aceptar unánimemente la conversac1?~ de hoy: todos responden que sí, pero esto no impide que haya escepticismo. Se pueden formular tres opciones:
Escuela.
- L~~.:9~~1 de__analistas. La Escuela debe producir analistas. Esta ·es la concfición para continuar la transmisión del discurso analítico. Pero se espera algo más que la producción de analistas. - !,.-ªEt:º:Q~~ci?~de saber, .La Escuela debe producir saber. Se espera la p~rtlcipac1on en el discurso universal y adelantar o poner al día el discurso analítico; esta es una tarea necesaria. Las publicaciones deberían servir para poner la elaboración del saber al servicio de la Escuela, en la medida en que en ellas subyace un no saber fundamental que motiva también la investigación del Pase.
l. Opción radical: volver al no todo. No sentirse en adelante vin-
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culados al pasado de la Escuela. No somos más miembros ?e la Escuela. Esto 2uede indicar que hay que dis~~~rla. En esa situaWv·uf.l <::se"' r v:> ción del es necesario preguntarse si se quiere pactar y sobre qué, porque el pacto anterior está caduco. ~reguntarse C.11-"Jt cv I L,m;. hoy si se quiere trabajar juntos o no, si las cartas baJo la ~an~a 1:":;( , 1 ,/J lo permiten o no, y hacerlo con deseo de producir. Esto tmphca rehacer una Escuela nueva. Pero podría ser que no pactaran todósº;y é~to no-sería ~inguna catástrofe. En este caso, podrían surgir grupos; y el Campo Freudiano estaría preparado para acoger ésto yver"si en unos años se constituye una Escuela. 2. Opción continuista: esta opción puede implicar reestructurar, reconstruir, "curar la enfermedad". . 3. Opción mixta: es una tentativa de tomar un poco de lo radical y un poco de lo continuista. En esta opción entran algunas de las propuestas que se han hecho, como la de disolución y refundación inmediata.
Ün;-¡;o~m10,
[N. de E.: Algunos han señaladoel temor de que sea una conversación superficialy la importanciade que seponganlas cartassobrela mesa.]Siempre va a haber una mesa, y siempre habrá cartas sobre la mesa, debajo de la mesa y en la manga. Esto es una realización del no todo. Sacar las cartas que están debajo de la mesa daría pie a la obscenidad imaginaria. No se trata de hacer una catarsis, aunque hay algo de eso. La verdad es un efecto, depende del contexto y se podría dejar de lado. La cuestión es pasar del paterna, de lo patético, al materna; es un poco la vía de salida ante las paradojas que hay. Bajar un poco la expresión del sufrimiento. Hay lugares para hablar de eso. [N. de E.: Conreferenciaal escepticismo expresadopor uno de losasistentes.]La salida a esto es el materna, pero también el pragma,la acción, lo
*** psicoanálisis Y hay la Escuela. [... ] Lo que pone en tela de juicio la proposición del 9 de octubre de 1967 es saber si el psicoanálisis está hecho para la Escuela, 0 bien la Escuela para el psicoanálisis".
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[... ] ~~a ~~~llilj_dad hay _u1:¡¡_clivjsicS~, <:~to~e_v~ríae1:1u°: tri~us-<.é JO nal de ética. Normalmente lo que una Escuela debe VIgtlar es la regula-
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_E!Qg_ª_E_alítica, y esto lo hace el Consejo. [... ] Una comisión de ética no funciona como una mátjüiña;··fñó principios éticos de aplicación automática. La ética misma es conflicto de deberes y conocimiento de los hechos. Eso hace que toda comisión de ética tenga, para un analista, algo de ridículo. En la historia del psicoanálisis siempre se han producido luchas entre analistas; esas son las producciones del psicoanálisis. Y ¿cómo una P:rsona analizada puede hacer eso? Precisamente, lo hacen más, son más malos que los otros, más narcisistas que los otros, y eso es prueba de análisis.
hay
*** [... ] [N. de E.: Se ha señaladoque en los últimosañosen la Escuelade
Cara~as,Consejos y Directorioshan sufridopara encontrargente que pueda Esto ocurre en traba;aren la Escuela,que no se aceptanlas designaciones.] general cuando la gente percibe que cargo y poder son dos cosas distintas, y que cargo es trabajo y poder es otra cosa; y a veces esto no es posible evitarlo. Lacan fue director de la Escuela desde 1964 año en _q_u_:.~~.:?.!~-E~~1:cl~ )9]~;-"eii ..qúeTá-di~o~ó. Ño.dio úii-'eje¡;plo 1 hista deE~rlllutaéióri_y~so tiene su pmqÜe s(fl_~ubiese permg_tªdº eJ_ta_I1do presente f!n la Escuela el director, habrfa sido un fál~~ sem-:. J¡Jam~. Y también fue m1embró del Cartel del Pase des-de-~Í·i~~i~·h;;a el fi~al. La permutación es un esfuerzo para desconectar el podeE g~-J_amisma pe,r~_ona,pero eso no se puede hacer totalmente. Cuando la gente percib~ qÜe el cárgo ñoniíñáti~~ n~- dá-iiiñ'g6;;p;der pero da mucho traba¡o, no se postulan más. La permutación es lo que he pensado que se podía utilizar después de Lacan para organizar el grupo analítico. Esto va con querer la Escuela, no con idealizar la Escuela. Si uno está en la Escuela debe soportar a sus compañeros; hay cierta medida de rivalidad, de no soportar al otro, pero debe haber un grado de solidaridad, de disposición a hacer cosas juntos. Y esto, en una perspectiva ampliada, es lo que establece la Escuela Una. Esta implica establecer una dimensión en la que todos a~unta1::os a la misma finali_dadcon respecto al psicoanálisis. Si hay una d1soluc10n,a la AMP no le mteresa rehacer la misma Escuela de ahora. Si se sigue con esta Escuela, ustedes se manejan. Si se va a la disolución, se debe formar una Escuela de la cual debemos estar orgullosos, de la cual se va a hablar bien, una Escuela que va a tener una presencia en los asuntos del Campo Freudiano. Esta Escuela sería para los gue están a favor de la Escuela Uha, de laAMP;losque apuestan al~~ por ciento.--··
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[... ] [N. de E.: En direccióna la posibilidadd~~n pactoy a lasposibili: dadespara la Escuela.]El criterio de "Declarac10n de la Escuela. ~na es importante para pasar del paterna al materna. L~ :'Declara~10n de la Escuela Una" es un texto colectivo, un~ ,elaborac1on colecnv:,' Y la propuesta es suscribirse o no a la "Decla~a~1~nde la Escuela Una · [ ... ] La Escuela de Caracas se creó desde el 1rnc10en el marc_odel Campo Freudiano. El error es haberla considerado por muchos anos co1::o una Escuela especial por la confianza en los que manejaban la gestion. La AMP no se metí~ en esto. Fue una sorpresa para G~aciela Brodsky saber que no había consulta previa para los nombramientos de AM~.o ~e miembros aquí, cuando la EOL consulta todo ª.la~Ese pnVIlegi? ha terminado; no va con los tiempos. Las excepc10nes tienen que terrmnar, incluyendo los de la Escuela de la Causa ...
*** [... ] [N. de E.: Conrespectoa la "Declaración de la Escuel~Una",se dice que se tiene que empezarpor lo más básico:cartel~s'. garan~tay pase.]Los Carteles no se implementan muy bien en Amer1ca Latina; esto no es fundamental, ni es discriminante. En cuanto al Pase, ~~y un acuerd? general sobre sus principios, y la Garantía es una cuesti?n ~e ~roc~d~miento. La participación en la Escuela Una sí es un entena d1scnnnnante. Lo importante es ver, uno por uno, quién quiere pactar con la AMP y quién no ... ***
[... ] Hay que hacer una distinción entre renacer y nacer. Los renacimientos son imposturas. El Renacimiento de las artes, al cual alguno de ustedes aludió, era una pequeña impostura. O uno nace O no nac~. ·Retomar las condiciones de la creación de la Escuela? Esto no seria
e
muy deseable. ***
[... ] Tal vez muchos de ustedes han descubierto que quiere.n la Escuela a pesar de lo que dicen. Si quieren vivir hasta el fin de los tiempos con l;s fundadores y los no fundadores, pueden seguir con esta Escuela, pero
. ' '"
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JACQUES-ALAIN MILLER
DISOLUCIÓN
eso es puro semblante. La AMP no reconoce esta categoría de miembro fundador, porque eso cierr¡¡-él poñreiii{ ta única maner~ de borrar esto parasiempre-·es Ün-anueva funda~ión~en la que todos sean fundadores, e'sdecir: laAMP fundadora. Diana Rabinovich no fue la fundadora de esta J~scl!.ela,Sumérito fue agrupar tr~b~r;;·c~n-~Ho~ ocho _E~í!.~?rP~:? los in~eresados en J,acan: Le est()y agi:adecido. La Escuela se ha fundado soJ;>relos resultados de ese trabajo,pero la fu11dael Campo ~~E~Üi:füifice[:-:-.fConservaiefnomb~e. de la Escuel~ ~; asegur;; ¡;-;~tinuación de fundadores y no fundadores, es proteger los equilibrios medio implícitos de la Escuela.[ ... ] Una Escuela es un instrumento para la lucha de la reconquista del Campo Freudiano en contra de la IPA, y todo lo que ha ocupado al Campo Freudiano.[ ... ]
;lag~t~y
aii;;
En cuanto al tema del cien por ciento, apunta al sí o al no, al principio mismo· del binarismo significante. La Escuela, tanto más en el momento de su creación, no es el lugar de la división subjetiva. Para eso están el soñar, el analizarse ... , pero hay momentos en la vida en que hay que actuar, y hay cosas que solamerite se actúan bien si se hacen al cien por cie_nto.La AMP es de milita~~!~f.litantes dely~~':~-~!~.s. Este es 2 de L~an. No es la creación el sentido ~rrrActocteñindacio«' de una sociedad de analistas que se reconocen los unos a los otros;, es un agrupamiento para una reconquista, es una base de operaciones. Si se pierde esa idea de la Escuela como un instrumento de lucha, tenemos
~~.!1-<;.~2-llE)~ga.r_~nfort~b½~~~Jiay:-é!U~e;para ~~o:_ .,-. .. .. --[... ] [E]n el punto en el que estamos, será un alivio colocar esta Escuela en la historia. Reemplazar esta Escuela por una Escuela nacida en el siglo XXI, con un nuevo nombre, que sería la Escuela ampliada, nos permitiría cerrar ese capítulo de la historia. Tener una Escuela de los presentes, de los activos. [... ] Vamos a ver cómo evolucionan las cosas en los dos meses que vienen, con la continuación del debate en la lista electrónica. Si se diluye demasiado el tema y se observan demasiadas cosas en contra, una solución muy simple sería conservar la ECFC en la búsqueda de su refundación, disolución, nuevo pacto, y la AMP crea una Escuela nueva totalmente e invita a los que se reconocen en la base de la Escuela Una a participar en ella. Así dejamos que la ECFC se disuelva lentamente con el tiempo. De todas maneras, vamos a salir de esta historia, aunque sea con diez personas comprometidas al cien por ciento.
2. Lacan,J., "Acto de fundación", ibíd.
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DE LA ECFC y SURGIMIENTO DE INES ...
*** [... ] [N. de E.: Parair haciaun nuevopactoy hacialafundaciónde algo . l.a egz , 'dade i,'aAMP]• Se necesita ahora lo que hemos llamado nuevo ba;o en Francia una contraexperiencia. ***
[... ] [N. de E.: Sobrela disoluciónde la Escuelay c~mohay ~ue ela_~orarla] El artículo 41 de los Estatutos, título XVIII, De la disoluc10n de la. Escuela", dice: En caso de plantearse la disolu~ión de la Escuel~, el rocedimiento a seguir es el mismo que se espe_c1fi~a para la mod~fic;ción de los Estatutos. La Asamblea Extr~~rdmana se_pronuncia sobre la disolución de la Escuela y la devoluc10n de sus bienes a -~na o más asociaciones que tengan la misma ~na~dª1· Igualmente, ran. 1 mbr amiento de uno o más comisanos hqmdadores, que ha s1 e no . , es un acto previamente hecho por el Consejo Estatutano. ..L ª.d'~so1uc1on perfectamente bien regulado por los estatutos JUdIC1ales.
J:
***
[... ] [N. de E.: Se diceque la disolucióncreau~ v~do.]No e~,la misma cosa saltar al vacío con paracaídas que saltar sm el, y tamb1en e~ o~a cosa que el avión esté en el suelo. La cuestión no es saltar al vac10 sm paracaídas· se trata de no quedarse en el avión cuando este se e~cuentra en el suel~. No estoy para nada en posición de ir de mane~a ciega. ~a sido un gran gesto de la Escuela acoger a colegas de ~~1;1' Colombia Ecuador; es una acogida que ya existía y que penmnna una nueva tndación; sería la Escuela de todos que corres?onde a este momentr Han sido ustedes quienes han incluido como miembros a muchos d~ a región. Yo he sido informado de esas inclusiones, pero acogerlos _has1_do algo interno de la Escuela. La presencia de ellos en la Escuela ya implica . , · El peq~e ño grupo _creado alrededor mutaciones; ya hay una dmamica. de la valiosa enseñanza de Diana RabinoVIch, en los anos setenta, y~ ~o está a la medida de lo que se trata de hacer en gran p_artede ~er~a Latina. Hay que repensar las estructuras, el ~ci?nam1ento, el metova~ interno de recoger las cotizaciones, las pubhcac10nes. Es una r~n~.d ción. Creo que es necesa ia una...discontiIJ._uidacl, co11~1respe\o e ~ o Illllch9-~;\y_p~:a la Escuela de Caracas. Ella ha ~do mal~~~~~~_por mos suscribirla, con su dignidad, en la historia. [... ] Parece que hay una
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DISOLUCIÓN DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES. ·.
tendencia general en el sentido de la discontinuidad. No veo fuertes argumentos para el continuismo.
el concepto de la Escuela, y después será la creaci_ónpor la AMP. A partir del momento en que existen el Campo Freudiano y la AMP,esta crea sus propias Escuelas. Nadie crea Escuelas p~ra la AMP ... Esto se hará con todo el tiempo necesario; nadie les va a imponer los estatutos; tienen un tiempo para eso, y durante ese mismo tiempo la _ECF~ se queda como está, no completa. Vamos a ver lo _quev~,a surgir. Qmero saber cuántos miembros están a favor de la d1soluc10n.No creo que
*** [... ] [N. de E.: La &cuela no se disuelve en el vacío, sino con la AMP y con la "Declara:ión de la &cuela Una".] Está previsto que en caso de
disolución se den los bienes a otra asociación, pero se necesita que esta exista. No hay nada que impida empezar a pensar la nueva, aunque es mucho más simple crear la nueva que disolver la antigua. Si vamos en ese sentido, podemos tener perspectivas bastante rápidas. ***
[... ] Quiero dejar algo asentado, que a la vez no sea cerrado, que permita la apertura. Distingo dos cosas: lo antiguo y lo nuevo. Ya hay quienes considerarnos la ECFC corno lo antiguo, y está la otra vertiente, que consiste en crear lo nuevo. La discontinuidad significa que no estamos pendientes de lo que pasa en lo antiguo para crear lo nuevo. El continuisrno hace que el nacimiento de lo nuevo dependa de lo que ocurre en la Escuela de Caracas; el discontinuismo permite hacer nacer lo nuevo de manera distinta a lo que ocurrió antes; en forma correlativa, pero diferente. Hay que dar una forma a lo nuevo. Pienso que la Escuela va a tener dificultades para disolverse porque quizás no todos van a estar de acuerdo con la disolución. Por eso quiero distinguir la elaboración de la disolución, de lo nuevo que habrá que crear. No puedo decidirlo todo, porque hay un Consejo de la AMP; pero en cuanto delegado general, tengo un margen posible de acción, un margen de poder ejecutivo que luego se presentará ante el Consejo de la AMP. En mi opinión, y por lo que escuché hoy, me parece adecuado, en cuanto delegado general de la AMP, crear hoy, 12 de febrero, a las siete menos cuarto de la tarde, en Caracas, un movimiento que propongo llamar "Iniciativa Nueva Escuela" (INES). Voy a pedir que se abra inmediatamente una lista bajo el significante INES, y con INES dar forma a la esperanza. Primero, pensar el tipo de Escuela que se quiere; si será una Escuela regional, es decir, que tendrá secciones según los países... Vamos a tratar de dar un contenido al pacto simbólico. ¿Qué significa pacto simbólico? Significa respetar algunos principios de la ética psicoanalítica; de la ética financiera, cómo no. Vamos a construir 602
haya unanimidad... , . Podemos continuar con INES para Venezuela, Peru, Colombia, Ecuador y Cuba, y pensar el concepto de la Escuela, por supuesto sobre la base de la "Declaración de la Escuela Una". Y vamos a retomar el compromiso, el militantismo, la orientación de la enseñanza, la presencia ante la sociedad. Son temas a discutir, más allá de los problemas de disolución, que van a ser complejos y darán lugar a presiones. Puede ~er que la nueva Escuela sea heredera de los bienes ... Esta :s la persp;ctlva que les ofrezco: la creación, hoy, de INES; y desde Pans se podra apoyar en cuanto a la forma de organización. Primero, me -~ªr:ce _q~e-en la perspectiva de la disolución de la ECFC_- una adhes10n md1V1duala INES sería lo mejor, diciendo que INES ~':"ere elabo~ar un nue:? pacto de trabajo, de ética, de clínica, para penrutlr, sob~e la_ Decl~rac10n de la Escuela Una", la fundación de una Escuela de amb1to regional basada en el Pacto de Caracas y bajo la égida de la AMP. Es el lugar de elaboración que podemos empezar desde ahora, y seguir electrónicamente.
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3. LISTA ELECTRONICAINES (INICIATIVANUEVA ESCUELA) (2000)1
Asunto: JAM-Para INES
1. En mi opinión, INES es actualmente la manera más operativa de intercambiar opiniones acerca de la nueva Escuela. 2. Si se quiere más presencia internacional, se podría enviar un mensaje a AMP-VARIA recordando a los colegas la existencia de la lista INES y sus finalidades. Pero hay un riesgo, dado que los mensajes de INES no pasan por un moderadl>r. 3. En un segundo tiempo, después haber logrado en INES acuerdos básicos sobre la nueva Escuela, se podrá imaginar una transformación de la lista, favoreciendo una internacionalización mas amplia. 4. Hay dos vertientes en nuestro debate: a) El "pacto simbólico". b) La estructura de la Escuela.
JAM París,3 de marzode 2000 ***
l. Los textos que se incluyen son extractos de los correos con los que Jacques-Alain Miller participó en la lista electrónica, en relación con la Iniciativa Nueva Escuela.
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JACQUES-ALAIN MILLER Asunto: JAM-A ELV
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DISOLUCIÓN DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES ...
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[... ] Su_mail [... )pone de manifiesto que una dialéctica, con sus sorpresas, esta en marcha. Se debe a INES como lugar de palabra torbellino de mails con.,. ' ' versacion permanente. INES no es ninguna instancia directiva no se resp?ns~~iliza, ~o decide. Es luz, exigencia de racionalidad y rr'ansparencia, enea en acto. Me pongo un poco romántico, pero hay algo de eso.
1. Nombrede la Escuela "Región andino-caribe" no parece algo muy subjetivado. Sería más simple pensar en un nombre sin referencia geográfica, y reservar la geografía para el subtítulo. Dado que es una Escuela fundada sobre el vínculo entre varios países, se me ocurrió: "EVA-Escuela del Vínculo Analítico". Dado que es enigmático, tendría un subtítulo; por ejemplo: "Sección andino-caribe de la AMP". No sé si gustará. Se puede pensar en "EDA-Escuela del Discurso Analítico".
Un amistoso abrazo de JAM
París,20 de marzo de 2000
***
Asunto:AMP-EI delegado general Decisión La delegación general creará una asociación sin fines de lucro llamada "AMP- Caminos". Sus fines serán: - facilitar la transición al instituto futuro· - albe~gar la fundación de una Escuela e~ formación, y - servir, en general, a los fines de la AMP en la región caribe-andina. Graciela Brodsky está encargada de la creación de ''AMP-Cami110s" como asociación legal, en Caracas.
París,27 de abrilde 2000
*** Asunto:JAM-Un debate Prefiero darle~ sin tardar mi opinión sobre algunos puntos [debatidos en una Conversacion], como una manera de suscitar un debate en INES.
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2. Estructura No veo mejor manera de concebirla que como federal, dado que: a) es preciso tener por lo menos una entidad legalizada en cada país; b) resulta difícil reunir una asamblea general anual de todos los miembros. Los estatutos de la Escuela como tal serían enunciados dentro de un reglamento interno de AMP-Caminos. Hay algo semejante para la EOL.
3. Lasciudades Encuentro oportuna la propuesta de partir de las ciudades. Así, tendríamos: EVA-Sede de Caracas, EVA-Sede de Maracaibo, etc. Sería conveniente también en Colombia: EVA-Sede de Bogotá, EVA-Sede de Medellín EVA-Sede de Cali. Para Ecuador, no lo veo imposible. En Cuba, ya la ~eferencia es una ciudad. A mí me parece la solución más pragmática. Cada sede tendría su propio reglamento, aprobado en el nivel de la Escuela.
4. Lascomunidades nacionales En Colombia, Ecuador, Cuba, podrían conservar la denominación actual, precedida de EVA. Sería lo más simple. En Venezuela, puede ser: EVA-Comunidad de Venezuela. Las entidades nacionales serían del tipo Coordinación de las sedes, estando entre lo múltiple de las sedes y el Uno de la Escuela. Se pagarían cotizaciones d~stintas en cada s:de; una cotización, la misma para todos, a la Escuela, mcluyendo la conzación AMP.
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JACQUES-ALAIN MILLER
DISOLUCIÓN
DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES ...
S. Lostiempos
4. Pase, garantía, admisión: en el nivel de la Escuela, con supervisión
No veo ninguna necesidad de demorar las cosas. Quiero declarar en mi informe ante la asamblea general de la AMP la creación de la Escuela en formación: será el 14 de julio próximo. Sería deseable que ya en 200 I se pagaran las cotizaciones de la Escuela. Esto implicaría hacer la admisión provisional de los miembros antes del fin del año 2000. No parece imposible. Son ideas, propuestas, orientaciones que prefiero compartir ya con ustedes. Espero opiniones y contribuciones positivas para resolver los numerosos problemas que quedan. Sin duda, esta Escuela se puede realizar, y se hará.
5. El Consejo de la Escuela sería regional e mternac10nal, tamb1en con una presencia de la AMP.
y presencia de la AMP.
.
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.,
Con interés y atención, JAM París,4 demayoi/.e2000
*** Asunto:JAM-Sin tardar l. Nombre
Un cordial saludo,JAM París,4 demayode 2000
*** Asunto:JAM-Comentario
Veo que a favor de EVA se inscriben unos, a favor de EDA otros. No se como se hace un poi/ electrónico, tal como lo propone G.Z. Despierta mi curiosidad; me interesa verlo. Sus resultados no serán vinculantes, dado que corresponderá a los miembros de la nueva Escuela Y a la AMP decidir; pero darán una indicación.
[N. de E.: En relaciónconelaportede una colega.]
2. Estructura
I. Hay un primer voto a favor de la EVA. Vamos a ver si hay otros. 2. "Sedes en cada ciudad": es un punto-clave. La descentralización hacia lo local tiene como objetivo el crecimiento, la expansión. Responde a la orientación del Campo Freudiano desde hace veinte años (Caracas 1980). Si no, nos habríamos encerrado dentro de dos o tres barrios de París, y el Campo Freudiano no sería una realidad mundial. A la vez, hay peligros en dicha descentralización: constituir lo local como centro, favorecer únicamente la transferencia hacia lo local, en detrimento de la transferencia hacia la Escuela y hacia la causa. Es un equilibrio delicado, que se debe inventar y proteger cada día. No hay soluciones estándares. 3. Colombia: a mi parecer, la creación de las sedes implica la transformación-desaparición de los grupos. La ACFC [Asociación del Campo Freudiano de Colombia] se trasformaría en EVA-ACFC, o en EVA-Comunidad de Colombia. El CCP [Colegio Colombiano de Psicoanálisis] se podría mantener como instancia dentro de la comunidad nacional. Los colombianos deberán pensarlo, y proponer fórmulas asociativas.
Veo que nadie, hasta ahora, se declara en contra del federalismo, de las sedes ciudadanas y comunidades nacionales.
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3. Tiempos Veo que el calendario que propuse no parece irrealista.
4. Otrostemas a) Algunos no quieren perder el significante "Campo Freudiano". Comparto su deseo. A la vez, me parece mejor mencionar en el subtítulo a laAMP, que esclarece lo enigmático del nombre. Podemos mantener "Campo Freudiano" para las actividades -encuentros nacionales, seminarios y otros-, en cuanto que organizados por la EVA. En poco tiempo, el nombre de la Escuela, sea EVA o EDA, también será "agalmático". b) Acuerdo con la acertada observación de que se trata de que l_o real en juego en la trama institucional sea desplazado de su pos1-
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ción de "plus de goce" hacia otra posición donde pueda ocupar una función agalmática, capaz de despertar la "causa" en uno y en "uno por uno". En este sentido, si al final estamos solos frente a la causa, es por eso mismo que es necesario reconstruir al Otro como espacio factible de interlocución. No se puede decir mejor, en mi opinión. c) Sigo pensando que la elaboración de un documento fundacional sería una contribución útil al Campo Freudiano en su conjunto, pero no hay que tardar demasiado, porque las cosas irán rápido desde ahora. Lo mejor sería presentarlo en la asamblea general de la AMP. Es una ocasión para no perder. Sería también una fecha óptima para concluir el trabajo de los laboratorios de INES: No creo en las tareas infinitas, sino en el tiempo lógico. Con la creación de la Escuela en formación, entraremos en otro tiempo. J.-A. Míller
París,5 de mayode 2000 ***
Asunto: JAM-Carta
Estimados colegas de INES: Parece obvio que el proceso de formación de la nueva Escuela de la AMP ha ehtrado nuevamente en una fase crítica, por lo menos en Caracas. Confío en que saldrá de este momento, pero es un problema retorcido el que se nos presenta. Es previsible que se necesiten cierto número de idas y vueltas, de pasos y suspensiones, y la participación de varios colegas, antes de que este proceso colectivo pueda marcar una conclusión objetiva. La carta de uno solo no bastará para terminarlo. Aquí viene mi aportación. [... ] [N. de E.: En relaciónconuna colegaque renunció.]¿Por qué se fue? Dos colegas nos proponen una misma respuesta: "Porque la AMP llegó a Caracas para quedarse", responde una colega; porque hubo "la impostergable llegada del lobo, que no supimos evitar", dice la otra. Esta metáfora poética del lobo me hace pensar en mi nieta: a los tres años se apasionaba por dicha figura, y cuando uno se prestaba a encarnar este partenaire, a ella le encantaba provocarlo para verificar que siempre
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lograba escaparse. El miedo puede ser goce. Ahora va a tener cinco; está en otras cosas. [... ] Establecer reglas sin descartar excepciones cuando conviene es un principio necesario de la práctica institucional acorde al discurso analítico; y la AMP, como la concebí y la gestiono, tiene una estructura liviana que puede consentir en tales excepciones. [... ] [N. de E.: En relacióncon la colegaque renunció.]Me parece' difícil decir que "fue alejada". O si se dice, es equivalente a decirme, por metonimia, que habría sido mejor si me hubiera quedado en París en lugar de llegar a Caracas como un lobo. Quizás sí; habría debido quedarme en París. Pero no llegué como un lobo. Primero, hubo una crisis local, y propuse ir; y lo propuse con el acuerdo unánime del Consejo de la AMP; y llegué a Caracas después de un voto unánime de la asamblea ordinaria de la ECFC a favor de mi ida. No pienso que los lobos llegan así, sino que se introducen clandestinamente en los gallineros, a través de un agujero. Segundo, no pienso ser de ninguna manera un lobo, lo que significaría que ustedes son gallinas y mansos corderos. Esto es segregación: los corderos y las gallinas no discuten con los lobos. En la época de la Escuela Una, cuando Internet nos hace a todos vecinos en cuanto seres de lenguaje, esta segregación ya no es posible. Y recuerdo que hace poco se nos reprochó en Caracas [... ] no habernos preocupado más de la ECFC. ¿Demasiado? ¿Demasiado poco? Resulta difícil encontrar la medida justa.[ ... ] Estoy acostumbrado a hacer bastante "introspección institucional", y no desconozco que a uno se le escapa siempre una parte, por lo menos, de las consecuencias de su acción. Continuará. J.-A. Miller
París,18 de mayode 2000 ***
Asunto: JAM-2/3 carta (segunda parte)
[N. de E.: Conrespecto a la colegaquerenuncióy a la crisisde la ECFG.] [... ] ¿Nos vamos a apasionar para recomponer conceptualmente el "sistema ECFC", en el momento en que parece deshacerse en la realidad efectiva?, ¿vamos a compulsar los símbolos en los archivos de la casi extinta ECFC? Es un error pensar que el pasado se esclarece por el
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pasado, por pensar en el pasado. El pasado se esclarece por el futuro. Es lo que significa el aprés-coup. Continuará.
J.-A.Miller París,18 de mayode 2000 *** Asunto: JAM-3/3 carta (tercera parte) [... ]A continuación de la larga carta que les mando, espero leer en INES planteamientos sobre los fundamentos de nuestro proyecto de Escuela, que me aclararen mis dudas y disipen los malentendidos. El proceso de formación está ahora detenido, y no podrá salir de su fase actual sino por la vía de un debate de fondo. No se trata de pelearse por naderías o de repartirse ya gentilmente cargos administrativos y honoríficos. No se trata de velar por "actos de magia" para resolver la incompatibilidad no dialectizable entre AMP y Foros, para disfrutar de ambos. Se trata de participar de verdad de un debate crucial que pone en suspenso el porvenir de la Escuela; más bien, que cuestiona la posibilidad misma de una Escuela. ¿Que significa compartir las finalidades de la AMP? ¿Queremos que la tentativa actual de nueva Escuela de la AMP repita otra vez los impassesde la ECFC, esta vez a escala de la región? Y también: ¿cómo facilitar a analizantes cuyo analista está fuera de una Escuela estar cómodos y activos en dicha Escuela? Estos son algunos de los temas que propongo para el "debate fundacional" que se abre ahora y que permitirá elaborar el documento del mismo nombre, que queda por redactar. El juego de "adentro/afuera", con el doublebind que impone al Otro -"Si tú me castigas, eres un amo feroz; si no me castigas, eres un amo castrado"-, fue un factor altamente desmoralizador que debilitó la ECFC y contribuyó a su decadencia y proceso de disolución. Este juego ha terminado. La AMP no se prestará a este juego. Si se tratara de repetirlo, no haría falta disolver la ECFC. [... ]La AMP quiere mantener entre sus miembros un vínculo suficiente de ajfectiosocietatis, un clima de respeto, un grado de confianza mutua necesario para realizar en común nuestra tarea en el psicoanálisis. ¿Piensan algunos que la AMP tiene obligación de crear una nueva 612
Escuela para dar un lugar a colegas, privilegiando trabajar con colegas anti-AMP? Se equivocan. Un divertido mensaje nos presenta a la AMP como una femmefata/e, que al momento de "la "síntesis" ya no está, "ya partió", y designa a su delegado general como un astuto mago. Es un error fatal. No hay síntesis ninguna, porque hay una incompatibilidad definitiva entre AMP y Foros. La AMP no es "la "partida", sino "la "llegada", que está para quedarse en Caracas y en la región, con muchos, si muchos así lo desean; con pocos, si son pocos. No está en ningún "lugar inalcanzable", sino en un lugar de muy fácil acceso para los que quieren entrar. Su lugar es inalcanzable solamente para los que no logran dejar de difundir sus recelos y disgustos hacia la AMP en INES, lista creada por la misma AMP. Del lado Foro no hay instituto, tampoco pase, tampoco extensión regional. Y no es por casualidad: es la consecuencia lógica de la posición subjetiva de sus adherentes. Tal personalidad puede cristalizar alrededor suyo un grupo local, puede entrar con su grupo local en una nebulosa de grupos locales, pero no puede mucho más. La enseñanza de Lacan propone y establece otra cosa. La invitación a participar en el "debate fundacional" vale para todos los interesados en la creación de la nueva Escuela, no solamente para los colegas caraqueños. Una Escuela no tiene ningún interés si no es una "experiencia inaugural" (Lacan), 2 una experiencia subjetiva auténtica y analizable como tal. Atentamente, Jacques-Alain Miller, Delegado general de la AMP
(la terceraparte ha sidoenviadael 19 de mayoa las 19 hs de París) *** Asunto:JAM-Carta
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Estimados colegas de INES: Acuerdo que e-INES es un lugar adecuado para llevar adelante buena parte del trabajo de clarificación. No excluye conversar a viva voz.
2. VéaseLacan,J., "Actode fundación", Otrosescritos,ob. cit., p. 254.
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A mi parecer, los compromisos de Colombia, Cuba, Ecuador y Perú con la AMP son más claros que los de Venezuela. Co~ respecto a Venezuela, los compromisos de Maracaibo [... ] y Valencia [... ] son más claros que los de Caracas. , _En,;onces,las cosas se centran en Caracas, donde está "el problema algido [... ]. Este hecho re~ponde a una dialéctica simple. Caracas fue el primer lu~ar_en ~l mundo donde se manifestó el Campo Freudiano (1980).Fue la umca_cm~ad latinoamericana donde Lacan dio un seminario; su último semmano. La Escuela de Caracas fue la primera en ser creada fuera de París (1985_); Por cinco años fue la única Escuela, aparte de la ECF st (ha a la creac10n de la EEP, 1990).Por siete años, fue la única Escuela fuera de Europa (hasta la creación de la EOL, 1992). Este fue el primer período. El segundo empezó con la creación de la AMP (_en~rode 1_992),cuya primera reunión general tuvo lugar en Caracas Guho del mismo año). La conexión con la AMP fue inmediata para I_aEOL, que nació al mismo tiempo; para la ECFC, significaba un \ambio co~ respecto a las costumbres instaladas en el primer período. E?e _cambiose cu~:plió .parcialmente. Se puede decir ahora que 110 fue decttvo. [.,.] Crec10 el sistema propio de la ECFC, distinto de las otras Escuelas.
DISOLUCIÓN DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES ...
Aparece ahora que la "contra" interna había invadido todo el organismo de la ECFC. Por ejemplo, me entero hoy de que los colegas de Valencia no sabían nada de nada de la Escuela, que ella no existía en Valencia que solo existía !ADA [Infancia,Adolescencia y Discurso Analítico], q~e la secretaría anterior habría dicho que las Jornadas, de allí en adelante, se llamarían Foros, etc. Bueno. Resulta evidente que la ruptura con el sistema ECFC no se hará sin pérdidas importantes. Es un precio alto. Pero sería mucho más costoso no pagarlo. Una Escuela menos numerosa, pero comprome~da, con objetivos claros, crecerá y sabrá reconquistar el terreno perdido (que en realidad no era ganado para el Campo Freudiano, sino para IADA). Una Escuela más numerosa pero equívoca entraría rápidamente en decadencia; no podría sostener el peso de toda la región; seguiría el camino de la ECFC de manera acelerada. Entonces, nos encontramos frente a una elección forzada: elegimos una Caracas sin ambigüedades, con las pérdidas que esto implica. Espero que sepamos limitar estas pérdidas, que serán tan reducidas como se pueda. El primero punto que se debe esclarecer es IADA. Lo que fue,_lo que es, lo que será. Espero las contribuciones de los que conocen me¡or la cuestión.
E; segundo período terminó en 1998, con la asamblea general ch:la AMI en Barcelona: ruptura de la ECFC con la Asociación Colombiana; ruptura de los Foros con la AMP. A partir _de este momento, el sistema ECFC entró en una fase de deconstrucción: mi viaje a Caracas a finales de 1998permitió establecer el P_acto Caracas; en un~ .fecha desconocida, [la colegaque renuncio1 se vmculo con los Foros; m1 ida a Bogotá estableció un vínculo directo de laAM~ con Colombia; en Caracas se cristalizó la crisis interna.[ ... ¡ . A P~;tlr de la Conversación de febrero, empezó una nueva fase: d1soluc10nde lo viejo, clarificación, nueva construcción. Aquí estamos. Para la AMP, se trata de crear una nueva Escuela, que no podrá ser otra cosa que la contraexperiencia de la ECFC.
?e
La ECFC estaba centrada en Caracas; la nueva Escuela será regional, federal, descentrada, es decir que la AMP le dará su unidad. La ~CFC toleraba, incluso favorecía, múltiples ambigüedades· la nueva Escuela, s~rá unívoca. La_ECFC _semantuvo a pesar de ser 'objeto de una unamme transferencia negativa, fenómeno unheimlichpara los de afu~r_a;la nueva Escuela no se sostendrá sin una fuerte transferencia posmva por parte de sus miembros. 614
Con atención,JAM
París,29 mayode2000
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Asunto:JAM-Cartadel 1º de junio (sobre el documento fundacional) Estimados colegas de INES: Agradezco el envío del último comunicado ecuatoriano, que figurará en la documentación AMP. Quiero exponerles ahora algunas propuestas referidas al famoso documento fundaci~nal. Una v~z redactado y consensuado entre ustedes, el texto empezara un va y viene con los delegados de la AMP para obtener, en fin, el acuerdo de su Consejo.
A. ¿De quétipode documentose trata? No veo interesante una declaración de buenas intenciones, retomando frases hechas; "los clásicos de la AMP". Un texto ya gastado, 615
JACQUES-ALAIN MILLER DISOLUCIÓN DE LA ECFC Y SURGIMIENTO DE INES ... redactado en un _estiloblando, supuestamente "general", no serviría de nad,aa la comumda~ tanto local como mundial. Sería un "para todo x" vac1~.P~r _elcontrano, tomando en serio lo particular de la experiencia 0 pia vivida en la ECFC, en la región andina, y en INES, interpretandola, pueden redactar un documento que sea de auténtico interés "universal".
P;
B. ¿Porqué un doCNmento tal, que nuncafue redactadoantesde la creación estavez? de una Escuela,seríanecesan·o P~rque hubo ya una Escuela del Campo Freudiano por no menos de qum~e años. Lo difícil es desprenderse de esta experiencia pasada para abnr nuevas s~nd~s._Elvínculo analítico en toda la región se fundó sobre la ECFC, ba¡o d1stmtasformas: desde las pertenencias individuales hasta la conexión de grupos asociadosy el Pacto de Caracas. Entonces, la fundación de una nueva Escuela está determinada por Jo que fue la Escuela de Caracas. A la vez, la nueva Escuela no puede inscribirse como un_acontinuación de la antigua, que está muriendo de un exceso de transferencia negativa. Tampoco como su Aujhebung,sino como su c~ntraexperiencia, tal como la Escuela de la Causa fue la contraexperiencia de la Escuela Freudiana de París. Lo interesante, en mi opinión, sería hacer del documento la carta de la Escuela en cuanto contraexperiencia.
C.¿Cómopodráestedocumentofacilitarla contraexperiencia? Recogiendo la experiencia pasada para ponerla al servicio de lo nuevo. La redacción del documento supone haber entendido bien la configuración del sistema ECFC, la solidaridad de todos sus elementos, la constelación de su nacimiento, las escansiones de su recorrido el proce~o de su crisis, el desencadenamiento de su deconstrucción ; la necesidad de su desaparición. El documento es uno de los medios que veo necesarios para sepultar bien la ECFC y establecer en la nueva Escuela una vida ~soc!ati".arenovada. Constituirá un compromiso de correcta conducta mst1tuc10nalpor parte de los miembros, un contrato entre ellos, y entre ellos y la AMP. Será en realidad un desarrollo concreto de la noción abstracta, ahora establecida en el Campo Freudiano ' de affictiosocietatis. Si acuerdan con mis planteamientos A, B, C, pienso que la mejor forma que se puede dar al documento es la de una "Declaración de principios", pero de principios concretos, con una formulación tan sen-
cilla como se pueda, y con un método de resolución de los conflictos de interpretación. Acordar cómo resolver los conflictos semánticos parece ~darn~~tal. Por ejemplo: no sirve de nada acordar que se proh~e. 1~d1farnac10n en la Escuela si el difamador exige, contra toda verosirnihtud, que sus insinuaciones difamadoras sean consideradas por sus colegas corno c?nsideraciones teóricas de ética, so pena de ser considerados ellos los chfarnadores. Uno siempre puede elegir definir un término corn~ le guste; por ejemplo: definir la palabra "foro" a partir de 1~Roma antigua, desconociendo la significación contextual en la actualidad. . . . . En consecuencia, parece oportuno pensar en la pos1b1hdad_ de mstituir una instancia -posiblemente de la AMP,compuest~ de miembros para corde otras Escuelas que aceptarían esta tarea ingrata- c~pa_c1tada tar en seco las retorcidas prácticas de trampa metomrrnca Y de mala fe endurecida cuando son demoledoras del vínculo asociativo. Paso ahora a esbozar corno ejemplo algunos principios concretos que me inspiraron mi experiencia con la ECFC y, más recientemente, enINES.
l. Principiode afectoa la Escuela La experiencia de la ECFC mues~a que no sirve,de nada exigir una conducta asociativacorrecta de los miembros entre s1,cuando ~a~s~uela en cuanto tal no genera respeto y afecto en sus miembros, m ~1qu~era en sus responsables y beneficiados. R~_spet~_ya~e~to.no. ~e enge,n, ~e merecen. Es decir que toda rnanifestac10nde hostilidad y ?isgusto hacia la Esc~la debe ser tomada muy en serio, que se debe dialogar_con el colega involucrado y resolver el conflicto, sin considerar ~ue_el disgusto es algo normal o fatal o encomiable, una prueba de supenondad personal. En la AMP,deseªIJ;19i..vivir y trabajar en Escuelas merecedoras de la.. transfere~~o~itiva de sus miembros.
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2. Principiode unidadde acción
El carácter institucionalmente nocivo de la existencia de entidades equívocas tipo "afuera/adentro" o "aparte/dentro" está 1e~ostrado ~e manera paradigmática por lo ocurrido co~ ~A? puro sigmficante,sm asamblea, sin miembros, sin control asocianvo ninguno, que d_esapa_reció un minuto después de que se le pidió_definirse,c~ando habia terudo un papel desmesurado durante años gracias a su propia falta-en-ser, que
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JACQUES-ALAIN MILLER DISOLUCIÓN
Johacía inaprensible. De la misma man toda forma de entidades en . d Lera, la Escuela deberá proscribir los grupos de investigación q:~ta as. f, a Esc~~la'. el Instituto, la revista, miento del Campo Freudi;no· son or~as rstmtas del mismo movíespacio electrónico de Con ' ª~, asam eas generales, e Il\i"'EScomo son los luga l l 1o referente a los intereses versac10n res en os cua es todo . 'd 1 . supenores e a causa fre d' d b . d , u rana e e poder ser d rscutido, de manera difi _ erencra a segun los casos.
'i
3. Principioantiaislamiento La ECFC organizó su autoaislami · d d - ·-·....- - . ento, sien o la Escuela entera una suéite ác:i1ADA i-.----- ,-- ,. . . entro del Campo Freuaiano: se tr d . . , . ... ruzo -como logio"·consü ~ta' . e ver como lo smºadop.tar mét d d d~sa P~:tic1pac10nen la VIdainterriaciorial;y--·.· ·-e·"-··--------·_____o os e 1scus10ny gesti, 1 · · "· Ootener el respaldo y la garantía d l C . . onpre~a entes por doqm.er,__
ios
ese . . . ., ' ....
prever los medios para que no sea :sí :~~:!:::~:~:~ra~e
_laAMP.-:-,Y.
4. Principiode conversación permanente Re~~~<:>del silencio como método d d dida; organización de . e po e~ o. de oposición escon-r· ., ' . conversac10nes; mantemmrent d . . . 1 o e un espacio e ectromco permanente y anim d ·condiciones económicas d 'fí ·1· ~ o, VIta para una Escuela federal en . 1 c1 es, etc. . ...
5. Principiode interpretación y resolución de losconflictos
Etc. Atentamente, JAM
París,l° dejunio de 2000 *** Asunto: Contraexperiencia
y contracultura
Preg;untas del3 dejunio [N. de E.: Conreferenciaal mensa·ede u l de acuerdo. Un con1·unto r; n coega.][...]Estoy bastante E extenso como el de 1 ser descentralizado aute' . a nueva scuela debe ntrcamente múlti ¡ ¡ , P e, Y ª ª vez se necesita al
DE LA ECFC Y SURGIMIENTO
DE INES ...
menos un elemento que representa al uno, es decir que, en el conjunto como múltiple, representa al conjunto como uno. ¿Cuál puede ser este elemento? No puede ser una abstracción. No puede ser tampoco Caracas la que sostenga el peso de la región; ojalá que sostenga el peso de sí misma, así como nos lo hacen esperar la reunión del viernes y el entusiasmo que despertó en los participantes, que no son ingenuos, que han visto de todo y hecho todo en años de reUillones. Como elemento que representa al uno, no veo otro que la AMP misma.
I) Veo primero una Escuela de las sedes. 2) Veo las comunidades nacionales como estructuras livianas: puede ser un presidente, con un secretario y un tesorero de la misma ciudad que el presidente, encabezando una asociación legal de ámbito nacional, con una jornada anual, un correo mensual, un contacto regular con las sedes del país. Pocas cosas, bien hechas, con absoluta regularidad. En un país donde hay una solá sede, se confunde en una misma instancia sede y comunidad. 3) Veo como Elemento Más-Uno a la AMP, constituyendo el "lugar de los dispositivos fundamentales de la Escuela, Pase y Garantía, y de instancias administrativas flexibles, pero de fuertes principios", como un Consejo Federal, que vela por las admisiones de toda la región. Necesito opiniones sobre lo ya expresado, pero especialmente sobre el punto siguiente: Veo difícil una asamblea general anual de todos los miembros de la nueva Escuela, dadas las circunstancias económicas. Ya en Europa las asambleas generales de la Escuela europea son muy problemáticas de organizar. ¿Qué remedio hay? ¿Una asamblea de delegados? No sé si esto tampoco será factible, por la experiencia de las Conversaciones, que eran más importantes y divertidas que lo que serán las Asambleas generales ordinarias, y que han podido atraer a muchos colegas de otros países. Podría ser una Escuela sin asambleas generales, con las asambleas generales nacionales controlando al Consejo Federal. Esto sí es factible, dado que con INES hay posibilidad de un contacto permanente de todos con todos -sueño de Jean-Jacques Rousseau-. Esta nueva Escuela
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DISOLUCIÓN DE LA ECFC y SURGIMIENTO DE INES ... JACQUES-ALAIN MlLLER
no sería posible sin Internet. Con Internet, el sistema ECFC no habría existido. ¿Cuál sería la composición del Consejo Federal, si se debe poder reunir dos veces al afio? Debe ser mínima, porque: ¿qué dinero pagará los viajes? El nivel de los principios es esencial, pero no hace inexistir el de la economía.
"cara a cara" promueve un tipo de evend No solo es lo grato, a veces Sin embargo, el en~entro . ias a mi enten er. , . tualidades, [. . .] necesar e no se han visto en algun tiemno tanto, del encuentro conlc~legas oner un acento excesivo en lo po, sino que correríamos e nesgo e p
iu
, f "bl no dado el costo para cada uno? Mi pregunta es: ¿sera actl e o ' .
local.
JAM París,8 dejunio de2000
JAM París,4 dejunio de 2000 *** Asunto: Respuesta a preguntas del 3 de junio
[N. de E.: En respuestaal mensajede una colega.] Los dos puntos que quedan confusos: [...JSi son posibles jornadas anuales de la Escuela con una asamblea, estaría muy bien. ¿Son posibles de verdad? Yo me refería a jornadas anuales en cada país separadamente, que sí son posibles. Lo que parece es que no son deseadas por cada uno. [ ..•J Pensaba en un Consejo Federal, es decir, representativo de la región, sin precisar más, porque no se puede pensar cómo conformarlo antes de tener una idea del número efectivo de sedes, del número de miembros de cada una, del reglamento de cada una, y de la realidad de las comunidades, una por una. En el tema de las asambleas. No es difícil hacer determinadas cosas por Internet, donde podemos establecer la Conversación como una asamblea permanente; además, podríamos contar con la posibilidad de utilizar las videoconferencias, que aunque supongan un costo, siempre será mucho menor que el traslado de cien personas -esperemos que en no mucho tiempo sean doscientas o más- y da una posibilidad aún más fluida a la interlocución. Ya conocemos lo que nos ha posibilitado INES, que era impensable antes de la era de Internet. Videoconferencias: no lo hemos probado aún en el Campo Freudiano. Lo haremos. Es costoso. "¿Una Escuela sin asamblea general, con las asambleas generales nacionales controlando al Consejo Federal?" Bueno, habría que hacer la experiencia, se me ocurre. No hay que desecharlo. Yo lo mencionaba como una posibilidad, no como una imposibilidad.
*** Asunto: JAM-Carta del 27 de junio
Estimados colegas de ~S: . saldrá un paso en adelante del ] De este momento mteresante. o más acorde a lo que ... l . · · , un nuevo proceso, ., proyecto actual o se m1c1ara .d. d A ay la AMP está en la region sería entonces una nueva reah a . rryw ' para quedarse. Cordialmente,
JAM París,27 dejunio de 2000
*** Asunto: Sobre "la nueva Escue la"
de roducir en la región este de encontrar la manera ~ i""3del sábado pasado-: . , -en mi "Nota a posterior efecto que enomme
l... 1se trata d
"élite en serie".d b 1 d los "Cien analistas mediocres". ¡Apuntemos a . · Lacanrecor a a O e . d · , -es un chiste-. . d mil analistas e primera. 1C Freudiano en materia e . h d d mucho a ampo . Francia ya a a o 1 fuerzo suramericano en este "élite". Necesitamos urgentemente e re nivel de exigencia. . .,, 'ticadtl tiempoy otf'OS textos,Buenos Aires, ·¡¡ J -A "Nota a postenon , La ero 3• M 1 er, . ., Tres Haches, 2003.
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]ACQUES-ALA1NMILLER Como alguno dice bien: "más all' buen relacionista o de los sil . a de 1~docta repetición, del ser U d' ' enc10s complacientes" n cor ial saludo, ·
APÉNDICES
JAM PS: Carmen Cuñat está re d ., ñol. Se difundirá ho _P padran o!ª tr~ducc10n de mi "Nota" al espay rrusmo, espues m1 revisión.
París,27 dejunio de 2000 ***
Asunto:JAM-SedeMedellín Estimados colegas de Medellín· " Antes de irme hoy a Buenos Aires uie Pr~puesta de constitución de la S d, q ro ~gradecer el envío de 1a mac1ón". e e Medellm de 1aEscuela en forMe parece que 1avía sugerida or [un , " la a través de las sedes"- fr p . a co1ega] - hacer existir la Escueo ece una salida al . E scuela empezó por sus s . p impasseactual. En Brasil 1a ecc1ones. odemos · . h , d unagmar acer lo mismo para 1a N neva Escuela a partí d 1 Así . . r e as se es. b . . , qmero ammarlos a continuar el 1adirección que han elaborado: "La sed tra , a¡o que ~an empezado, en en cuanto a los órganos pr . d l e _seradependiente de la Escuela ., opios e a Inlsm E ( s10n de la Garantía, Carteles del Pase : . scue1a Consejo, Comieventos, jornadas, publica . ). ~era mdependiente en cuanto A la c10nes, economia, asambleas" vez, no es para nada antinóm. . riencia del Colegio colombiano com ico con que se continúe la expela AMP, y que se dedique a trab;J.ar 1p_uesto~?lamente de miembros de a mtens10n Pi enso que e1mismo proceso d 1 b ., . zar o seguir en Lima en Ecud e eLa orac10n de una sede podría emp~b n 1 . , a or, en a Habana y e 't' I , n venezue a -Maracaio, va enc1a-.Por el mome t ~c~ará cuan~~rá ~!e~~~'-~~ M1 conclusión: la continuación del ~os pue_Q~dialogar. raJ pasa actualmente por la , d l proyecto de Nueva Escuela fedevia e as sedes. C d' or ia 1mente,
JAM
París,5 dejulio de 2000
Personalidadesmencionadasen el libro Ahraham,Karl (1877-1925). Psicoanalista alemán, uno de los primeros discípulos de Sigmund Freud. En una ocasión Freud se refirió a él como "mi mejor alumno". En 1908 fundó la Sociedad Psicoanalítica de Berlín, que presidió hasta su muerte. Alexander,Franz Gabriel (1891-1964). Psicoanalista y médico. Luego de servir como médico durante la Primera Guerra Mundial, llegó a conocer los trabajos de Freud. Se lo considera el padre de la psicosomática psicoanalítica y cofundador de la criminología psicoanalítica. Fue el primer candidato en formación por el Instituto Psicoanalítico de Berlín. Allen,Woody(AllanStewartKi:inigsherg)(1935). Director, guionista, actor, músico, dramaturgo, humorista y escritor estadounidense. Es uno de los directores más respetados, influyentes y prolíficos de la era moderna. Sus influencias cinematográficas más importantes van desde directores europeos como Ingmar Bergman y Federico Fellini hasta comediantes como Groucho Marx y Bob Hope. Aragon,Louis (1897-1982). Poeta, novelista y periodista francés. Conocido por su vinculación y apoyo al Partido Comunista Francés.Junto conAndré Bretón, Paul Éluard y Philippe Soupault, fue uno de los animadores del dadaísmo y el surrealismo. Publicó en 1980 un libro titulado Le Mentir-vrai (El mentir verdadero), París, Gallimard, 1980. Aristóteles (en griego antiguo ApW'W'tE:Ar¡s)(384 a. C.-322 a. C.). Polímata: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, porque en su trabajo se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto. Entre sus contribuciones están la formulación de la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción y las nociones de categoría, sustancia, acto y potencia.
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JACQUES-ALAIN MILLER Arq_uímedes de Siracusa (ca. 287 a C -c 212 . mgeniero, inventor y astrónomo . . . ~ ~- C.). Matemático, físico, g:1edgod. 1~ ~ons1deradouno de los científicos más importantes de la An11· '" · es la explicación del p . . gue 11s1ca . d a e as1ca· Uno de sus d esarro ¡¡os en · rmc1p10 e 1a palanca AVIcena (no b l · · ' -m_ re atmo con el que se conoce a Ab - 'Ar . Abd Allah ibn Sina) (c. 980-1037) Médic fil, fi u . I ~1-Husayn ibn ta persa. Escribió cerca de cuatrocie.ntos . o, oso ~· c1ent1ficoy polímacmdc_u~nta libros sobre diferentes temas, predominantemente de filosofí son El lfbrode la curacióny El canon; y me_ ~cma.Sus_:extosmás famosos e med1cma,tamb1en conocido como "Canon de Avicena". .
Azorín (José Augusto Trinidad Martín . español, además de ensayista d ez R~t~) (1873-1967). Novelista Bachelard, Gaston (l 884 _196 Y cr!nco ~iterar!º· co, profesor de física y crítico Aut . o tr~;ce~tep1stemologo), poeta, físihistoria de la ciencia mode . or me as1 ca e, estuvo interesado por la . , ma o contemporán 1 · . imaginación literaria. ea Y, a rmsmo tlempo, por la Barthes, Roland (1915-1980) Filósofo . . cés. Es parte de la escuela e¡tructurar' escr:r,_ ensayis~ay semiólogo frantas Ferdinand de Saussure Émi!e B ista ~ e mfluencrndo por los lingüislogo Claude Lévi-Strauss.' envemste y Jakobson, y por el antropó-
~::~?º
i).
Baudelaire, Charles Pierre (1821-1867) ,. francés. Se lo llamó "poeta mald't " · :aeta, cnnco de arte y traductor impacto tuvo en el simbolismo fra~:é/ e uno de los poetas que mayor Beaufret, Jean (1907-1982) F'I, fi . la obra de Martín Heideg. J oso o y germamsta francés, muy influido por B . ger. emhauer, Werner (1896-1983) Fil'] , . , estudio del lenguaje coloquial e~ añ~Iogo al_en_ian. ped1co toda su vida al y se d1snngmo_comouno de los pioneros de la investigacíón de tr pd . n o e este campo de la li .., . Ob c10nada en este volumen· E'/ h . ngu1snca. ra men. · umorzsmoen el emañolh bl. d 1 . creaciones espontáneas, Madrid, Credos -r ª a o. mprovtsadas Bergson H · (H , 1973. , enn enri-Louis Bergson) (1859 l ., más importante de su época Su fil fí fu ; 9~1). Filosofo francés, el , . · oso a e un 1enomeno de d E d., . matemanca y mecánica, además de filosofía mo a. stu 10 Bterce, Ambrose Gwinett (1842-1913) . . . . estadounidense. Su estilo cá ti 1 •l~scntor, periodista y editorialista amargo Bierce). us co e va 10 el apodo de "Bitter Bierce" (El Bolk, Lodewijk 'Louis' (1866-1930) An . , ría de la fetalización del h . atorrusta holandes, creador de la reo1 cuerpo umano se , 1 no nace es aún un feto E t '. , gun ª cua cuando el ser humaBonaparte ' Man· · · sda prematurac1on es especi'ficamente humana ' e, pnncesa e Grecia Din · ra y psicoanalista francesa estrech y ~ma~ca (1882-1962). EscritoSigmund Freud a quien , d, amente VIncu ada profesionalmente con Borel Fél' E'd ' d J ~yu ,0 ª.escapar del nazismo. , ,x ouar usnn Emde (I 871 19 , . francés. Junto con René-Lou·s B . H- 5_6).Maremanco y político I a1re y enn Lebesgue fue uno de los
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APÉNDICES pioneros de la teoría de la medida y sus aplicaciones a la teoría de la probabilidad. Borges,Jorge Francisco Isidoro Luis (1899-1986). Escritor argentino. Considerado un gran erudito y uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Obra mencionada en este volumen: "Funes el memorioso", Obrascompletas,t. I, Buenos Aires, Emecé, 1993,pp. 485-490. Bossuet, Jacques Bénigne (1627-1704). Destacado clérigo, predicador e intelectual francés. Defensor de la teoría del origen divino del poder para justificar el absolutismo de Luis XIV Se lo considera uno de los historiadores más influyentes de la corriente providencialista. Bourbaki, Nicolas. Nombre colectivo de un grupo de matemáticos franceses que en la década de 1930 se propusieron revisar los fundamentos de las matemáticas con una exigencia de rigor mucho mayor que la que entonces era moneda corriente en esta ciencia. Han tenido un enorme impacto en las matemáticas contemporáneas. Braque, Georges (1882-1963). Pintor y escultor francés. Fue, con Pablo Picasso y Juan Gris, uno de los creadores básicos del cubismo. Brousse, Marie-Hélene. Psicoanalista, miembro de la Escuela de la Causa Freudiana. Brücke, Ernst Wilhelm Ritter von (Ernst Wtlhelm Brücke) (1819-1892). Médico y fisiológo alemán. Conocido por la influencia que ejerció en Sigmund Freud, uno de sus estudiantes de medicina. Camus, Albert {1913-1960). Novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Desarrolló un humanismo fundado en la conciencia de lo absurdo de la condición humana. Ganó el premio Nobel de Literatura en 1957. Canguilhem, Georges (1904-1995). Filósofo y médico francés, miembro del College de France, especializado en epistemología e historia de la ciencia. Su obra aborda las ciencias de la vida. Se lo considera el teórico de la normatividad, pues sostiene que las normas visibles son siempre el producto de un poder regulador previo. Cantor, Georg Ferdinand Ludwig Philipp (1845-1918). Matemático alemán, inventor, junto a Dedekind y Frege, de la teoría de los conjuntos, que es la base de las matemáticas modernas. A partir de sus investigaciones sobre los conjuntos infinitos, formalizó la noción de infinito bajo la forma de los números transfinitos (cardinales y ordinales). Chomsky, AvramNoam (1928). Lingüista, filósofo y activista estadounidense. Es profesor emérito de Lingüística en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX. Es, asimismo, reconocido por su activismo político, caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo y de la política exterior de los Estados Unidos. Obra mencionada en este volumen: Aspectosde la teoría de la sintaxis,México, Gedisa, 1999.
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APÉNDICES
Christie, Dame Agatha (1890 197 ) . el género policial V d . -. 6 . Escritora inglesa, especializada en . . . e m1steno, aunque escribió también algunas obras r omanticas. Clérambault, Gaetan Gatian de (1872-1934) p. . . grafo francés En 1905 se . .• . . s1qmatra, etnologo y fotóconV1rt10en asistente médico en ¡ f, , . · espe~1;l pdaralos_en~e~os mentales de la Policía de la Prefec~:nd:rmp e~1a Fue ¡e,e e esta mstJtuc1. d d 192 h ans. Collazos, Óscar (1942) ;n ~s e ~sta 1934,año en el que se suicidó. colombiaxro. . scntor, penod1sta, ensayista y enoco literario
?
Cresswell Max (1939) L · · volum~n: Lomesand ogico nLortedamericano.Obra mencionada en este D d Al h '"' nguages, on res, Methuen 1973 au et,. p onse (1840-1897). Escritor y cronista ;eriodfstico fr , Ob menc10nada en este volumen· "La cab d M . . anees. ra . . · ra e ons1eur Segu1 " e d d mz_ mo/mo,Buenos Aires, Espasa Calpe, 1947. n ' artas es;e Darwm, Charles Robert (1809 1882) N . . las especies de seres vivos ha~ evol~cio~~;:l:~~ i~gtJl~mPostuló q~edtodas antepasad • d' po a partir e un Da Vin . o comun me !ante un proceso denominado selección natural ble c1,l~eona~dol(RLeon~r~odi ser Piero da Vinci) (1452-1519). N~tapo imata e enacmuento italiano· anatomist . . . a, a~qu1tecto, artista, botánico, científico, escritor escultor filó~ r . 010 , mgeruero, mventor músi · · ' ' '. . co, poe~ay ~r bamsta. Es un arquetipo y símbolo del hombre d I R gema umversal, además de filósofo human.1 t E b bl e enacmuento, con el ma or número d • ~ ª· s ~ro ª emente la persona existido. y e talentos en multtples disciplinas que jamás haya
La
De Bergerac, Cyrano Hercule-Savinien (1619 1 pensador francés, considerado libertino po - 65~)- :~eta, dramaturgo y laess idnsnl· tu~ion:s reli~osas y seculares. Se lo :;:si:e:~ un~r;;~~:po::c::coia r e a c1enc1aficción Es ·¡ . obra de teatro C ranod. B especia mente conoc1do en la actualidad por la 1968). y e ergerac,de Edmond Rostand (Barcelona, Planeta,
Dei:n;a, Jacques (1930-2004). Francés, nacido en Argelia Uno de los
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~: ;;:~:e~~e;gs~~~
qyufieilós~fos c~n~emphoráneos.Es, ;caso, el pensa:;; mas po 1em1cas a suscit d · . y por su empeño crítico. Su traba'o ha ºd . a o, por su iconoclasia pensamiento de la deconstrucció~ s1 o conoc1_do?opularrnente corno obra un lugar central. , aunque este ternuno no ocupa en su Descartes Rene· (R C . .. ' enatus artesms) (1596-1650) Fil. f, , . f1S1cofrancés, considerado el padre de la geometr' . o, mdatemattco y ia ana ltlca Y e la filosofía moderna así como uno d científica'. e los nombres más destacados de la revolución
~s?
Deutsch,Helene (1884 1982) p · r ha reconocido como 1- . • s'.coan~!Staaustríaca y estadounidense. Se la de la sexualidad feme:i:;:mera mvestigadora de la psicología de la mujer y Diógenes de Síno ( · . pe en gnego ~LDY€VT]<; ó LLvwmúc:;).Filósofo griego per-
,.
teneciente a la escuela cínica, por lo que se lo llamaba Diógenes el Cínico. Fue exiliado de su ciudad natal y trasladado a Atenas, donde se convirtió en discípulo de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates. Vivió corno un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una linterna encendida diciendo que "buscaba hombres" (honestos). Según él, la virtud es el soberano bien. Dionisio de Halicarnaso (c. 60 a. C.-c. 7 a. C.). Historiador griego', crítico literario y profesor de retórica. Vivió en Roma durante el reinado de César Augusto. Dolto, Fran~oise (1908-1988). Médica pediatra y psicoanalista francesa, conocida por sus trabajos en psicoanálisis de la infancia. MHxaAnoal:l'l ,[J;ocroeacm) Dostoievski, Fiódor Mijáilovich (en ruso:
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APÉNDICES
Ferenczi, Sándor (1873 193 3) M'd"
~~;~~-e::e;:~s:~~l~~~
~o!~es: Ji~ºi/!te:~;~s:l
~~;~:~·d!~~s
ª~:~~
tarea de crear la Asociación ts::~:na~íticur;~berg,_Freul d le encomendó la a,~ ernac1ona . ~s _(1918-1988), F1s1conorteamericano. Su trabajo en electr din, . Ob o . arrudcacuannca le valió el Premio Nobel de Física en 1965 ras menciona as en este volumen· Feyn ' L .
Feynman,RichardPhilli
~~:~!
?i
\~ue c;tó
con la colabor~ción :;:b::{:;:t::;~a~~;
, ·t s e~. mg, . assachusetts, Addison-Wesley, 1964-1966 y Sezs·p1·ezas fowCI es. fisica explicadap . B ' Fibonacci (Leonardo de Pi:r)uni4emo,, ~rce!on~, Grijalbo Mondadori, 1998. una suces·, d , a . ~temanco italiano del siglo XIII.Describió ion e numeras conocida como 1 · , d F"b La'
mal llamada serie de Fibonacc") . a suces10n e I onacci (a veces cias de la computació i , q~~ tiene numerosas aplicaciones en cienFlechsig, Paul Enúl l~;~l;;:mancas y en la t~oría d~ los juegos. tólogo alemán. Es !onocido )· ~euroanatorrusta, ~siquiatra y neuropamielinogénesis Fue el . .P mcipalemente por sus mvestigaciones sobre Fliess, Wilhelm 858 _1f;~q)mMªO:,ªd?"atante ~e Da~iel _PaulSchreber. · 'l b", l · e ico otornnolarmgologo ogo alemán, autor de teorías sobre la bisexualidad fi . 1~ p_sicoogo .Y ~od F sw ogica consntuc10nal en todo individuo Ami , . 'l fl "d . go llltlmo e reud mantuvo correspondencia entre 1887y 1904. , con e una UJ a Foucault, Michel (Paul-Michel Foucault) . . idea~,psicólogo, teórico social y filósofo fr~~!;:1:e8p4~~:stonado~ de las vers1dades francesas y estad .d oren vanas uni'· ouni enses Sus e tud" sobre el poder y las relacio d s i~s ~ntlcos y sus análisis influido en . nes e_ntrepo er, conocimiento y discurso han nidades. importantes personalidades de las ciencias sociales y las huma-
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G ttl b ( 2 1 f~dalemán, padre de ló;ca :at!!~!~~ ~ ¡;fi~:~~~!~:r;ti Y filósoCJ o como el mayor lógico desde Aristóteles . s recono-
Frege, Friedrich Ludwi
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{1895-1982). Psicoanalista, sexta.y última hija del matr· . Fre~d,s~ª . imomo e igmund Freud y Martha Berna s S torno a la psicología infantil. y . us aportes al psicoanálisis giran en Galilei, Galileo (1564-1642). Astrónomo fi , ,. , liana, relacionado estrechamente con la loso{º• _1;1ate~ancoy físico itahombre del Renacimiento · · científica. Eminente mostr' · t , revo ucwn . (música, literatura, pintur;), Ha s~~nc:~e~s;:~as1 td~s la~ciencias y art~s moderna, de la física moderna y de la . . o e pa re e la astronomrn b' , ciencia. G anna u izarreta, Angel (1904-1993) . . . nacionalizado argentino En 1942 . . Ps1qwatr~ y psicoanalista español Argentina como Enr· . p· h, ,Ri)~~toa otros ps1qmatras residentes en la • 1que ic on- VJerM · L y más tarde con F errari-Hardoy y Arnaled, Rane anger, Ernesto Cárcamo, . o ascovsky fundó I L · ·, P sicoanalítica Argentina APA 1 . d . , a rusociac10n Buenos Aires de la que fu, l ' .ªpnmer~ e Latmoamérica, con sede en e e pnmer presidente. '
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Gide, André Paul Guillaume (1869-1951 ). Escritor francés. En la década de 1920 fue inspiración para escritores como Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Luis Cernuda. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1947. Obra menet nuncmanetin te, Barcelona, Debolsillo, cionada en este volumen: Corydon:
2004. Godel, Kurt (1906-1978). Lógico, matemático y filósofo austríaco-estadounidense. Su trabajo ha tenido un impacto inmenso en el pensamiento cienúfico y filosófico del siglo XX.Intentó, al igual que otros pensadores, emplear la lógica y la teoría de los conjuntos para comprender los fundamentos de la matemática. Se lo conoce mejor por sus dos teoremas de la incompletitud. Gógol, Nikolái Vasílievich (1809-1852). Escritor nacido y educado en Ucrania. Escribió en ruso, por lo que sus obras se consideran parte de la literatura rusa moderna. Publicó, entre otras obras, Historiasde San Petesburgo, que recoge cinco relatos escritos entre 1835 y 1842, de los cuales en este volumen se menciona "La nariz" (Madrid, Alianza, 2004). Goldmann,Lucien (1913-1970). Filósofo francés y sociólogo de origen judío rumano. Como profesor de La Sorbona, fue un influyente teórico marxista. Rechazó la teoría tradicional marxista del proletariado y debatió con el movimiento estructuralista. Gracián y Morales, Baltasar(1601-1658). Escritor español del Siglo de Oro, que cultivó la prosa didáctica y filosófica. Se lo ha considerado un precursor del existencialismo y de la posmodernidad. Greene, Henry Graham (1904-1991 ). Escritor, guionista y crítico británico. Su obra explora la confusión del hombre moderno y trata asuntos política o moralmente ambiguos. En la niñez asistió al colegio como interno y allí fue maltratado, a causa de lo cual tuvo varios intentos de suicidio (algunos de ellos, según Greene, con la ruleta rusa). En 1921,a la edad de 17 años, se sometió durante seis meses a psicoanálisis en Londres para lidiar con su melancolía. Groddeck, Georg (1866-1934). Médico y escritor alemán, considerado el pionero de la medicina psicosomática. Gueroult, Martial(1891-1976). Filósofo e historiador de la filosofía, en particular de la filosofía del siglo XVII. Su obra está marcada por un gran rigor y exigencia de sistematicidad (o enfoque estructural, o, según las palabras de Canguilhem, "internalismo"), y por él rechaza todo recurso filosófico a la trascendencia. Guiraud, Pierre (1912-1983). Lingüista francés. Publicó un diccionario de etimologías oscuras, un diccionario erótico. Fue profesor de lingüística en la Universidad de Niza. Hartmann,Heinz (1894-1970). Psiquiatra y psicoanalista, fundador en los Estados Unidos de la corriente de la psicología del yo. Hegel, Georg Wilhelm Friedrich (1770-1831). Filósofo alemán. Se lo considera el último de los grandes metafísicos. Representante del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico, su obra tuvo un impacto
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JACQUES-ALAIN MILLER APÉNDICES profundo en el materialismo histórico de KarJ Marx. Murió víctima de una _epidemiade c~lera que hizo e,stragos durante el verano y el otoño de 183I. Heid.egger,Martm(1889-1976). Filósofo alemán. Una de la figuras protagómcas de la filosofía contemporánea, influyó en toda la filosofía del existencialismo del siglo XX y fue uno de los primeros pensadores en apuntar hacia la "destrucción de la metafísica". Planteó que "el problema de la filosofía no es la verdad sino el lenguaje". Obra mencionada en este volumen: Sery tiempo,Madrid, Trotta, 2012.
Helmho!tz, HermannLudwigFerdinandvon (1821-1894). Médico y físico aleman. Su trabaj_o_recibióla ~fluencia de Fichte y Kant, cuyas teorías trató . de traslad~r a acnvidades empiricas como la psicología. Hilbert, David (1862-1943). Matemático alemán, reconocido como uno de los más _influyentes del ~igl_o~ y principios del XX. Él y sus discípulos proporc10naron partes s1gmficanvasde la infraestructura matemática necesaria para la mecánica cuántica y la relatividad general. Fue uno de los fund~d?re_s,de la teoría de la demostración, de la lógica matemática y de Ja d1st1nc10nentre matemática y metamatemática. Hitchcock,SirAlfredJoseph(1899-1980). Director de cine británico. Conocido como maestro del suspenso.
Holderlin,JohannChristianFriedrich(1770-1843). Poeta lírico alemán. Su poesía acoge la tradición clásica y la funde con el nuevo romanticismo.
Husserl, EdmundGustavAlbrecht(1859-1938). Filósofo alemán. Fundador de la fenomenología trascendental y, por intermedio de ella, del movimien-
t?fenomenológi,co, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo XX. A traves de Merleau-Ponty, el influjo de Husserl llegó hasta Jacques Lacan.
Jakobs~n,Rom~n.(Román.ÓsipovichYakobsón)(1896-1982). Lingüista, fonologo y teonco de la literatura. Nació en Moscú y murió en Boston. Jany, Alfred_(1873-1907). Dramaturgo, novelista y poeta francés, conocido por sus hilarantes obras de teatro y su estilo de vida disoluto y excéntrico. Cread~r del personaje Ubú, una representación de lo grotesco y humanamente mnoble del poder político y el gobierno. Obra mencionada en este volumen: Ubúrey,Buenos Aires, Losada, 201l.
Jerome,JeromeKlapka(1859-1927). Escritor inglés. Su obra incluye novelas Y ensayos. Obra mencionada en este volumen: Tres hO'lllbres en una barca Barcelona, El cobre, 2003. '
Jouvet,Michel ValentinMarce!(1925). Médico francés. Profesor emérito de medicina experimental en la Universidad de Lyon. Desde 1955 asumió la mvestigación en neurofisiología experimental en la Facultad de Medicina de Ly_ony en neuro~siología clínica en el Hospital Neurológico de Lyo~. Fue director de la Umdad de Investigación INSERM U 52 (Molecular Onirology) y de la Unidad Asociada UA 1195del CNRS (estados de vigilancia). Jung,. Carl Gustav ~18?~-1961). Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista smzo. Desde el pnncipio de su carrera como psiquiatra se interesó por los
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estudios de Freud. Su concepción de la libido, cuestionada por F~~ud varias de sus obras, como por ejemplo en "Introducción del nams1smo , ., . marcó la ruptura entre ambos. Kant Inunanuel(1724-1804). Filósofo prusiano de la Ilustrac10n. Fue e~pny más importante representante del criticismo y pr~cu_rsordel idealismo alemán, y es considerado uno de los pensadores mas_mfluyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal_.Obras menc10nadas ~n.este volumen: Críticade la razónpura (publicada ongmalmente en 17_8 ~ ), 14 ed., México, Porrúa, 2008. Críticade la razónpráctica(publicada .º:igalmahnente en 1788),Madrid, Alianza, 2000.Criticadeljuicio(publicada ongrn mente en 1790),Madrid, Espasa-Calpe, 2001. . Katz, Jerrold J. (1932-2001). Aunque empezó a traba¡a:, cerca de N~am Chomsk:y en el MIT sobre las gramáticas mentales, se ale¡o d~I p!ano ps~cológico del análisis para orientar su discurs? teórico de la semann~a hacia ~¡ campo filosófico y metafísico. Obra menc10nada en este volumen. Semanttc Theory(Teoría semántica), Nueva York, Harper & Ro~,_1972. , . Kepler, Johannes (1571-1630). Astrónomo y matemanco. aleman. Figura clave en la revolución científica. Fundamentalmente conocido por sus leyes . sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol. Keynes, John Maynard,primer barón Keynes (1883-1946). _Economista británico. Considerado como uno de los más influyentes del siglo ~· sus ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías y políticas econo~icas. Klein Felix Christian (1849-1925). Matemático alemán que demostro que la; geometrías métricas, euclidianas o no eu~li~!anas, co_nstituyencasos particulares de la geometría proyectiva. Descnbio por pnmera vez la botella
U:er
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de K.lein.
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Klein, Melanie (1882-1960). Psicoanalista austríaca, crea~ora_ e una teona del funcionamiento psíquico. Hizo importantes c_ontr1bu~10nessobre el funcionamiento psicológico en la temprana infancia, es~eciahnente s_obre el desarrollo del superyó en los niños. Fundó la escuela mglesa de psicoanálisis. Ko"' Alexandre (AleksandrVladimirovic Kozevnikov) (1902-1968). ¡eve, . ., , d , B !' Filósofo político marxista y hegeliano. Nacr~ en Mos_cu,se e ~co en er m y desarrolló su trabajo en Francia. Tuvo una mfluencia sustancial en la filosofía francesa del siglo XX. . . , Koyré,Alexandre(1892-1964). Filósofo e hi~toriador_de!ª cienci~ fra~ces de origen ruso. Sus trabajos en epistemologia y en h1stona ~e la cienc.iase centran principalmente en Galileo, así como en la cosmologia de los siglos
XVI y XVII. . . , d Krafft-Ebing Richardvon (1840-1902). Ps,qmatra aleman, autor e n~erosas obra~, entre las que se destaca Psychopathia Sexualis(1886),el pnmer libro dedicado enteramente a las perversiones sexuales.
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Kreisel, Georg (1923). Lógico-matemático nacido en Austri~. Ha estudiado Y trabajado en universidades de Gran Bretaña y Estados Umdos. Autor, entre
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APÉNDICES
otros textos, de Acercade la lógica.Ha escrito también varias biografías de matemáticos importantes, como Kurt Godel y Bertrand Russell. Kris, Emst (1900-1957). Psicoanalista e historiador del arte, de origen austríaco. Hizo contribuciones en el campo de la psicología de los artistas y de la interpretación psicoanalítica de trabajos de arte. Laplanche, Jean (1924-2012). Psicoanalista francés. Se lo conoce principalde Psicoanálisis, trabajo que realizó en mente por la edición del Diccionario conjunto cq¡iJean-Bertrand Pontalis en 1967. Leibniz, Gottfried Wilhelm (1646-1716). Filósofo, lógico, matemático, jurista, bibliotecario y político alemán. Fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII,y se lo reconoce como "el último genio universal". Lévi-Strauss, Claude (1908-2009). Antropólogo francés de origen belga. Una de las grandes figuras de su disciplina, fundador de la antropología estructural e introductor en las ciencias sociales del enfoque estructuralista basado en la lingüística estructural de Saussure. Obra mencionada en este volumen: El pensamientosalvaje,México, Fondo de Cultura Económica, 2006. Lévy-Bruhl, Lucien (1857-1939). Sociólogo y antropólogo francés. Conocido por sus estudios sociológicos sobre la mentalidad de los pueblos considerados primitivos. Loewenstein, Rudolph Maurice (1898-1976). Psicoanalista polaco-francés-estadounidense. Fundó la Sociedad Psicoanalítica de París (Société psychanalytique de Paris, SPP). Se lo conoce principalmente por ser, junto a Ernst Kris y Heinz Hartmann, uno de los exponentes más destacados de lo que se ha llamado psicología del yo. Lorenz, Konrad Zacharias (1903-1989). Médico. Se dedicó a la zoología y obtuvo el doctorado de esta disciplina en la Universidad de Viena. Trabajó sobre el comportamiento animal y es uno de los padres de la etología. Fue director del Instituto Max Planck de Etología. Recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973. Lytton, Giles (1880-1932). Escritor y biógrafo inglés, miembro del Círculo de Bloomsbury. Se destacó como un maestro de la biografía, género del que se valió sobre todo para satirizar la moral hipócrita y las conductas intolerantes de la Inglaterra victoriana. Marx, Karl Heinrich (1818-1883). Filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. Su obra, vasta e influyente, incursionó en los campos de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía. Fue, además, periodista y político. Propuso en su pensamiento la unión de la teoría y la práctica. Junto a Friedrich Engels, es el padre del socialismo científico, del comunismo moderno y del marxismo. Masson, Jeffrey Moussaieff (1941). Autor estadounidense. Estudió sánscrito en la Universidad de Harvard. Con el propósito de hacerse psicoanalista, realizó estudios entre 1970 y 1978 en el Instituto Psicoanalítico de Toronto. En 1980 fue nombrado Director de Proyectos de los Archivos Freud.
Merleau-Ponty, Maurice (1908-1961). Filósofo fenomenólogo francés, fuertemente influido por Edmund Husserl. Es frecuentemente clasificado como existencialista, debido a su cercanía con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir así como a su concepción heideggeriana del ser, pero, debido a sus diferen~ias con Sartre, negaba pertenecer o acordar con dicha filosofía. Mobius, August Ferdinand (1790-1868). Matemático alemán y as~ó~omo teórico. Descubrió, junto al matemático alemánJohann Bened1ct L1stmg, la banda de Mobius. Fue el primero en introducir las coordenadas homogéneas en geometría proyectiva. Era descendiente de Martín Lutero. , Moliere (Jean-Baptiste Poquelin) (1622-1673). Dramaturgo y actor frances. Uno de los más grandes comediógrafos de la literatura occidental, se lo considera el padre de la Comédie Fram;aise. En sus obras es despiadado con la pedantería de los falsos sabios, la mentira de los médicos ignorantes y la pretenciosidad de los burgueses enriquecidos. Obras mencionadas en este volumen: Tartufoo el impostor,Buenos Aires, Gradifco, 2007. El amormédico, México, UNAM, 1964. Monod, Jacques-Lucien (1910-1976). Biólogo francés. Creó el departamento de bioquímica del Instituto Pasteur, en París. Pionero en la genética molecular, fue galardonado en 1965, junto con André Michel Lwoff Y Fran~ois Jacob, con el Premio Nobel por sus descubrimientos relativos al control genético de las enzimas y a la síntesis de los virus. Es autor, entre Barcelona, Seix-Barral, 1970. . . otros libros, de El azary la necesidad, Moravia, Alberto (Alberto Pincherle) ~1907-1990). Escr!tor y periodista italiano. Es un crítico frontal de la sociedad europea del siglo XX, a la que califica de hipócrita, hedonista y acomodaticia. En sus escritos son recurrentes las temáticas referentes al impulso sexual, la alienación del individuo y el existencialismo. Morgenstem, Oskar (1902-1977). Matemático nacido en_Silesia. _E~gró a los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Publico conjuntamente conJohn von Neumann el libro _Theory of~am_esand F:°nomic Behavior(feoría de los juegos y comportamiento econonuco), Pnnceton, Princeton University Press, 1944. Munro, Hector Hugh (1870-1916). Cuentista, dramaturgo y novelista inglés. Publicó su obra bajo el seudónimo Saki. Sus cuentos cortos, agudos Y a veces macabros recrean de manera irónica la sociedad y la cultura de su época. Obra mencionada en este volumen: "La ventana abierta", Cuentos Barcelona, Alpha Decay, 2005. . completos, Neumann,John von (1903-1957). Matemático húngaro-estadourudense que realizó contribuciones fundamentales en física cuántica, análisis funcional, teoría de los conjuntos, ciencias de la computación, econorrúa, análisis numérico, cibernética, hidrodinámica, estadística y muchos otros campos. Publicó conjuntamente con Oskar Morgenstern el libr~ Theoryof,Gn:nes and &onomicBehavior(Teoría de los juegos y comportanuento econom1co), Princeton, Princeton University Press, 1944.
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Newman,John Henry (1801-1890). Presbítero anglicano convertido al catolicismo en 1845.Fue nombrado cardenal por el papa León XIII. Escribió importantes libros, entre ellos Grammar of Assent (Gramática del asentimiento), Londres, Longmans, Green and Co., 1903. Newton, Isaac (1642-1727). Físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés. Describió la ley de la gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus ortos descubrimientos científicos, se destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica, y el desarrollo del cálculo matemático. Nunberg, Hermann (1884-1970). Psicoanalista y neurólogo nacido en Polonia. ~raduado en medicina en Zurich, ejerció por un corto tiempo como ps1qmatra en Berna. Ingresó a la Sociedad Psicoanalítica de Viena en l 9 l 5. Lacan, en el capítulo VII del seminario La angustia,destaca como notable su ar~~ulo "La circuncisión y los problemas de la bisexualidad", y subraya su VlSional poner el acento, en cuanto amenaza, en el corte. Ogden, Charles Kay (1889-19 57). Lingüista, filósofo y escritor inglés. Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, Francisco Gómez de (15801645). Escritor español del Siglo de Oro. Se lo considera uno de los autores ~ás destacados de la historia de la literatura española. Se lo conoce especialm~~te por su obra P?ética, aunque también escribió obras narrativas y dra~atlcas. Obras menc10nadas en este volumen: Historiadel Buscóno gran tacano,Barcelona, Planeta, 1982.La horade todos,Madrid, Castalia, 2009. Panofsky, Erwin (1892-1968). Historiador del arte y ensayista alemán. Su Madrid, Alianza, 1984. obra más conocida es Estudiossobreiconología, Pappenheim, Bertha (1859-1936). Feminista judía de nacionalidad austríaca. Defensora y pionera de los derechos de la mujer y del niño. Conocida con el seudónimo Anna O., fue, a los 21 años de edad, la primera paciente tratada por Joseph Breuer con el método catártico. Parkes,_Malcolm B. (1930-2013). Profesor emérito de paleografía en la Universidad de Oxford. Autor de Pauseand Ejfect:An Introductionto the History of Punctuation in the West(Pausa y efecto: una introducción a la historia de la puntuación en Occidente), Londres, Scholar Press, 1992. Pascal, ~laise (1623_-16~2).Matemático, físico, filósofo cristiano y escritor &anees. Sus contribuc10nes a las matemáticas y las ciencias naturales incluyen el diseño y la construcción de calculadoras mecánicas, aportes a la teoría de la probabilidad, investigaciones sobre los fluidos y el esclarecimiento de c?nc~ptos _t~lescomo la presión y el vacío. En 1654,después de una experiencia rehg10sa profunda, abandonó las matemáticas y la física para dedicarse a la filosofía y a la teología. Piaget, Jean William Fritz (1896-1980). Epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo. Creó la epistemología genética. Es conocido por sus aportes en el campo de la epistemología genética, por sus estudios sobre la infancia y por . su teoría del desarrollo cognitivo y de la inteligencia. P1casso, Pablo (Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuce-
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no María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Y Picasso) (1881-1973). Pintor y escultor español. Creador,junto con Georges Braque y Juan Gris, del movimiento cubista, participó desde sus ~cios en muchos movimientos artísticos que influyeron en otros grandes amstas de su tiempo. Se lo considera uno de los mayores artistas del siglo XX. En lo político, Picasso se declaraba pacifista y comunista. Fue miembro del Partido Comunista Francés hasta su muerte. . Platón (ca. 427-347 a. C.). Filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387 a. C. fundó la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafís~<;ª•cos~ogonía,_ cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educac10n ..Su '.nfluencia co~o autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la histona de la filosofía. Popper, Karl Raimund (1902-1994). Filósofo, sociólogo y teórico de la cien~ cia. En una conferencia titulada "Epistemología sin sujeto", que presento ante el Tercer Congreso Internacional de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia, celebrado en Ámsterdam en 1967,sorprendió a los asistentes con su concepción de un tercer mundo o mundo 3, distinto tanto del mundo físico como del mental. Quine, Willard Van Onnan (1908-2000). Filósofo estadounidense, reco~ocido por su trabajo en lógica matemática y sus contribuciones al pragmansmo como una teoría del conocimiento. Racine,Jean (1639-1699). Dramaturgo francés del neoclasicismo. S~ lo ~~nsidera, junto a Pierre Comeille, el mayor exponente de la tragedia clas1ca francesa. Radó, Sándor (1890-1972). Psicoanalista húngaro. Analista de Wilhelm Reich y Heinz Hartmann. Es considerado como el más destacado de los represen. . , tantes de la psicología del yo. Rank Orto (1884-1939). Psicoanalista austríaco. Uno de los pnmeros discip~los de Sigmund Freud. Fue secretario de la Aso~ia,ció~Ps_icoanalítica_de Viena y (desde 1912hasta 1924)miembro del com1te editorial ~e la reVIs~a internacional de psicoanálisis !mago. Sus tesis sobre la ~~sua del na~1miento, expuestas en su obra principal, "Trauma del nacimiento y su significado para el psicoanálisis", condujeron a un distanciamiento ~e Freud. Reich, Wtlhehn (1897-1957). Médico, psiqui~tra y psicoanalista a~str1;.co-es1:1dounidense, postulador de la teoría del orgon (palabra que combma orgarusmo" y "orgasmo"). Para Reich, el orgón es la energía vital de todo orga~smo, la fuerza motriz del reflejo del orgasmo. Además, es de color azul, medible Y . omnipresente. Reik, Theodor (1888-1969). Psicoanalista austríaco y uno de los ~rimeros discípulos de Freud. Una de sus obras más conocidas es El masoqumnoen el hombremoderno,Buenos Aires, Nova, 1949.
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JACQUES-ALAIN MILLER Richards, Ivor Armstron (1893 19
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APÉNDICES
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Obra mencionada en !re vol;me~~)E/~70~0 literario ~etórico inglés. gnificadodel significado,Buenos Aires, Paidós, 1964. ·
Riemann, Georg Friedrich Bernhard (182 6
-~~6.6). Matemático alemán. Realizó contribuciones mu . cial, algunas de las cuales ayll1mportanltes anahs1s y ]a geometría diferenanaron e cammo pa ¡d ¡¡ , zado de la re]ao·vi·dad genera.1 ra e esarro o mas avan-
ª!
Riviere,Joan Hodgson (1883-1962) p.
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tora de F reud al inglés. Miembro. ~~~~nahsta mglesa_y primera traducPsicoanálisis. ª ora de la Sociedad Británica de
Rosenblat, Ángel (1902-1984) · F"l . e h. 1 o'l ogo ensavista . · d ' r ispamsta venezolano de ongen polaco Obra me · · nc10na a en este vol .B el castellano de VenezuelaCaracas M d .d Edu~en. uenasy malaspalabrasen R ' - a n , 1me 1969 ostand, Edmond Eugene Alexis (1868 19 , . co francés. Obra mencionada ~ 18). Dramaturgo neorromántiPorrúa. 2006.
en este vo umen: Cyranode Bergerac, México,
Rostov, Walt Whitman (1916-2003) Econ
. ,. Conocido por su oposición al . . om1sta y poh~co estadounidense. capitalismo y la libre empresa. comunismo y su creencrn en la eficacia del
Rousseau, Jean-Jacques (1712 1778)
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naturalista franco-suizo. Pese- a las ·r::1tor, filósof~, ~úsico, botánico y raron de los . . l P das contrad1cc10nes que lo sepate_ la Ilus~ación, se lo considera miembro de e~;1;:~~::;t;se~~antes la Revolución francesa el de.s us illeadspoi neas tuVIeron gran influencia en ' arro o e as teorías bl. · repu 1canas y el crecimiento del nacionalismo.
Russell, Bertrand Arthur William (1872-1970)
:1J~ºt .,
, .
co y escritor británico, ganador del Premio N. matematJ.co, lógiconoci~o por su influencia en la filosofía ana1í:c e e J~e~atura en 1?~Oy Ysu acovismo social. a, sus tra a¡os matemancos
Sade, Donatien Alphonse Francois de (174
.
de novelas, cuentos, piezas de teatr 0-1814). Es?ntor francés, autor marqués de Sade. o y ensayos. Conocido por su título de
Sartre,Jean-Paul CharlesAymard (1905-198
s
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.
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dramaturgo, activista político bió r fi , ~iloso~o, escrnor, novelista, te del existencialismo y del ' . g a ~ y cno_co hterano francés. Exponenvolumen: El sery la nada Mmdai:xidsLmo dumamsta. Obra mencionada en este , ª n , osa a 2005
aussure, Ferdinand de (1857-1913) L', ... .
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sirvieron para el inicio y poste . d. 1ngull1stasmzo. ~us ideas y teorías nor esarro o del estud10 d I Ji .., . mo d erna en el siglo XX. Inició l E I d . e a ngmsnca lingüistas continuó su labor A a scduea e Gmebra, donde un grupo de · pesar e esto much consideran que sus ideas estaba fu d . os mgu1stas y filósofos S h n era e tiempo ., c openhauer, Arthur (1788-1860) F'l, f¡ Platón y por Spinoza es co b.d· 1 oso_o aleman. Su obra, influida por el final" la filosofía de' Kant ~e I a :~encdialmente como un "pensar hasta . ran cnnco e Hegel. El mundocomovoluntad
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y comorepresentación (1819) (2 vols., Madrid, Fondo de Cultura Económica, Círculo de Lectores, 2003),mencionada en este volumen, es considerada su obra más importante. Sévigné, Marie de Rahutin-Chantal, marquesa de (1626-1696). Escritora francesa. Skinner, Burrhus Frederic (1904-1990). Psicólogo, filósofo social y autor norteamericano, pionero en psicología experimental. Escribió trabajos controvertidos en los cuales propuso el uso extendido de técnicas psicológicas como una forma de ingeniería social para la modificación del comportamiento, principalmente el condicionamiento operante, con el fin de mejorar la sociedad e incrementar la felicidad humana. Smith, Adam (1723-1790). Economista y filósofo escocés, uno de los mayores exponentes de la economía clásica. Basaba su ideario en el sentido común. Frente al escepticismo, defendía el acceso cotidiano e inmediato a un mundo exterior independiente de la conciencia. Creía que el fundamento de la acción moral no se basa en normas ni en ideas nacionales, sino en sentimientos universales, comunes y propios de todos los seres humanos. Spitzer, Leo (1887-1960). Romanista e hispanista austríaco y uno de los principales representantes del idealismo lingüístico y la estilística. Obra mencionada en este volumen: Sobreel arte de Quevedoen El Buscón.Una traducción de Quevedo.El del original está incluida en Gonzalo Sobejano (ed.), Francisco escritor y la m'tica,Madrid, Taurus, 1978, pp. 123-184. Spock, Benjamin McLane (1903-1998). Pediatra estadounidense. Publicó en 1946 The CommonSenseBookof Babyand Child Care(Tu hijo, Barcelona, Ediciones B, 2007), que se convirtió en uno de los mayores bestse/Jersde todos los tiempos. Su revolucionario mensaje a todas las madres era "Usted sabe más de lo que cree". Fue el primer pediatra en estudiar psicoanálisis para tratar de comprender las necesidades infantiles y la dinámica familiar. Szasz, Thomas lstvan (1920-2012). Psiquiatra húngaro. Fue crítico de los fundamentos morales y científicos de la psiquiatría y uno de los referentes de la antipsiquiatría. Sterba, Richard F.(1898-1989). Psicoanalista y médico austríaco discípulo de Sigmund Freud. Strachey,James Beaumont (1887-1967). Psicoanalista inglés principalmente conocido por ser el traductor al inglés de los veinticuatro volúmenes que componen la StandardEdition de las obras completas de Sigmund Freud
(The StandardEditionof the CompletePsycbological Worksof SigmundFreud, Londres, The Hogarth Press, 1953), traducida al castellano como Obras
completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1986. Teilhard de Chardin, Pierre (1881-1955). Religioso de la orden jesuita, paleontólogo y filósofo francés. Su concepción de la evolución, considerada ortogenista y finalista, equidistante de la ortodoxia religiosa y la científica, hizo que fuese atacado por la una e ignorado por la otra. Desarrolló los conceptos noosfera (que toma prestado de Vemadsky) y punto omega.
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JACQUES-ALAIN MILLER Unamuno y Jugo Mi ' gueI de (1864-1936). Escrito fil, fi teneciente a la generación de 1898 E b r y oso o espanol per-
:ul,
Valrneros literarios, _comola novela, ei en:a;~, :1 ::a~:~ta ~:~í:~riedad de tZ' (Am_br~1se-Paul-Toussaint-Jules Valéry) (1871-1945). EscriSe~~:i¿~r:~:dalmente poeta, pero también ensayista de gran talento. nada". ' o poema que no tenga la precisión de la prosa no vale Va:iG~gh, Vince~t Wtllem ~1853-1890). Pintor holandés, uno de los rinp es exponentes del posu:µpresionismo. En 1888 1 p . . . • ue~o de un altercado con Gauguin, se cortó el lóbulo d ¡ Se dice ~ue lo ~nvolvió en un paño y se dirigió a un bur~et ~;:crqmerda. a una prostituta llamada Rache] En 1890 es,_donde presento este regalo" se disparó un tiro en el h . ,' mientras paseaba por el campo, considerado uno de los pgre;ndº con un revodlvelry ~urió dos días después. Es Vi . . es maestros e a pmtura ictona, Rema de Inglaterra (1819-190 ) . . emperatriz de la India S . d fu 11 ·, Soberana del Remo Unido y T • u rema o e e mas larg 0 ¡ hi · . en a stona del Reino Unido (sesenta y tres an·, , os y siete meses) y se ¡ toriana. Fue un periodo d b' . d . o conoc10 como epoca vice cam 10 m ustrial cultu I I' . . , ., • militar, y estuvo marcado por 1 ra, po ltlco, c1ent1ficoy · b · , · a expans10n del Im su reinado avanzó el establecirn' d 1 d peno ntaruco. Durante cional moderna en Gran Bretañ:C1to ~~d ua e una monarquía constitusimbólica que polítt'ca Vict . . m~ i a que la monarquía se volvía más oria ernpezo a dar ' · · , dad y a los valores familiares. Esto se contr mas irport3_11c1aa la rnoraliros, sexuales y personales ue . apone a os escandalos financiecasa de Hanóver que habíi /e asocd1_abdan a los miembros anteriores de la n esacre Ita o a la monarquía. Wells H G (H b' ' . . er ert George Wells) (1866 19 . . toriador y filósofo británico S 1 'd - 46). Escntor, novehsta, hisciencia ficción Su rimer . e o cons'. era uno de los precursores de la T.d'he TimeMachine(Lamáquinadeltiempo, Madrid Alian~a 2g05) fuªnovebll~' . ' ' , epu 1ca aenl895 W1ener, Norbert (1894 1964) M ,. . el fundador de la ciber~ética .Obatemari~o esdtadounidense,conocido corno Cb . . ra menciona a en este vol ( 1948), publicada en castellano con el título C'b , . umen: y ernet1cs c~ciónen animalesy máquinas,Barcelona, Tus ~e;~~;8 o el controly comuniZenon de Elea (en griego clásico· z, vwv o Filósofo griego. Fue discípulo di;ect¿ de p ~~tr¡~) (ca. 490-430 a. C.). da por el amplio arsenal conce tual con annemd~~ de El~a y se lo recuerNo establec 1·0- ru· r , ~ que defendio las tesis de su maestro · .. · con10rmo mnguna d -todo lo que defiende lo toma de p º:~ma po~1t1vade su propia mano todo planteamiento que no P ri· adrmlemde~-,s1~~ que se limitó a atacar ar era e as tesis eleattcas.
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Filmes mencionados
El imperiode lossentidos[Ai no koridaJAño· 1976 Director: Nagisa Oshima.
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, . · Pais de ongen: Francia-Japón.
APÉNDICES Psicosis[P.rycho]. Año: 1960. País de origen: Estados Unidos. Director: Alfred Hitchcock.
Rebeldesin causa[Rebelwithouta cause].Proyectada en Francia, Bélgica y Canadá con el título "La fureur de vivre".Año: 1955. País de origen: Estados Unidos. Director: Nicholas Ray. Tedio[L'ennu1]. Año: 1998. País de origen: Francia. Director: Cédric Kahn. Personajes de la literatura, la mitología, la historia o la cultura popular mencionados Antígona (en griego: Avttyóvr¡). Hija de Edipo y Yocasta; hermana de lsmene, Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad. Cuando sus hermanos, según la profecía, mueren en batalla, cada uno a manos del otro, Creonte, que se convierte en rey de Tebas, dictamina que, por haber traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y será dejado en las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros. Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel). La desobediencia acarrea para Antígona su propia muerte: condenada a ser sepultada viva, evita el suplicio ahorcándose. Arlequín. Personaje de la comedia del arte. Representaba a un criado bufón, astuto y muy avaro. A veces tenía el comportamiento de un niño caprichoso. Su interés consistía casi siempre en buscar comida y en la compañía de las mujeres. Colombina. Personaje de la comedia del arte. Se trata de una criada. A menudo es el único personaje sensato de la comedia. Ayuda a su señora, la innamorata,a ganarse el afecto de su verdadero amor, a fuerza de manipular a Arlequín y contra Pantaleón. Charlie Brown. Personaje principal de la serie de tiras cómicas creada por Charles Schulz. Se publica en español como Carlitos, Charlie Brown o Peanuts. Drácula. Conde que protagoniza la novela homónima escrita por el irlandés Bram Stoker en 1897. Doctor Frégoli. Personaje de El doctorFrégolio la comediadelafelicidad,obra de Nikolai Nikolayevich Evreinov (1879-1953), director, dramaturgo y actor de teatro ruso. Fue traducida al español por Azorín. El credo del doctor Frégoli era: "Crear, en la existencia cotidiana, la ilusión escénica es proporcionar al mundo la felicidad". Siendo la mentira el fundamento de la esperanza, el héroe de la comedia contrata a comediantes para infundir ilusiones en los miembros de una familia desgraciada. El príncipe sapo. Personaje del cuento homónimo escrito por los hermanos Grimm. El sabueso de los Baskerville. Personaje de la novela homónima escrita por
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JACQUES-ALAIN MILLER APÉNDICES Sir Arthur Conan D l L ¡ ºY e. a nove a es la terce d ¡ · . por el famoso detective Sherlock Holmes. ra e a sene protagonizada Hamlet. Personaje principal de la obra La . marca,de William Shakespea tragediade Hamlet, Príncipede DinaH'I d re. 1 o e Ariadna.Luego de que la ciudad de Ate . n~s perdiera una guerra contra Minos, cada nueve años deb' . · d 1a enVJar como tnb t donceles para ofrecerlos al Mi ' u o, siete oncellas y siete . notauro monstruo q · , l labermto. Cuando llego' ¡ 'd ue VlVIaen e centro del . e momento e cum tnbuto, Teseo, hi;o del rey E h' d ~ Ir por tercera vez con este ., geo, se izo es1gnar co d l l . mo uno e os siete Jovenes con el propósito de d l 'b ar muerte a Minot ses de la tiranía de Minos Ari d h.. d . auro y 1 erar a los ateniende él y le enseñó el sencilÍo ar~.;~ _1;ade Minos y de Pasífae, se enamoró avanzara por el laberinto para 1 de Ir l ~sen:ollando un hilo a medida que e~~ ; mas tarde. Teseo mató al Minotauro, volvió siguiendo el hil Jacobinos y girondinos En l oAsastabl 13 na huyó con ella de Creta. · ª am ea Nac10nal F · · , sectores: los empresarios y grandes c . en ~anc1a,existían dos burguesía, llamados girondinos 1 omer~rnntes que mtegraban la gran , Y os extremtstas duro 5 b' . zados, respaldados por el C . l . • Y muy 1en orgarnAmbos pertenecían a la bur;;;:~ y e _pu~;lo de París, llamados jacobinos. nobleza y en la necesidad de im !~~\nc1 J~n ~n _la]~cha contra el rey y la ciados con respecto a sus interes~ 1 os p:~c1p1os liberales, pero distanMandrake el mago Pe . d s y os me JOspara lograr sus ob;'etivos ' · rsona;e e un hi · · drake era un ilusionista con a . stoneta creada por Lee Falk. ManMoloch o Moloch Baal o· udnalcap:c1~a_d hipnótica rápida y efectiva. · 105 e os ,ernc10s · .fi , cartagmeses y canaanitas. Era considerado el símbolo del fu pun cante, que a su vez simboliza el alma. Se lo identifica con Cronos Pa I , y aturno. nta eon. Personaje de la comedia del arte E .. 1'.11ªsveces rico y apreciado por la noble~a ra el mercader Vle!oy tacaño, - . y otras veces arrumado, pero siempre muy particular U · n senor mocente y cr 'd ¡ ¡ . ban burlar. Es rival de Ar! , e u o, a que siempre buscap lichi equm. o nela. Personaje burlesco de la com d' d de el arte: Era un astuto matón que no se separaba de su garrote como él. para ar e una paliza a quien no pensara Príapo (en gnego · antiguo ITQ(arr.o) E 1 . , . rústico de la fertilidad tanto d 1 ~ • n ~-m1tolog1a gnega, dios menor . • e a vegetac10n como d d 1 . re 1acwnados con la vida agr' l S j e to os os arnmales ico a. e o represent b perpetua erección o en posición f'1. , a a con un enorme falo en la naturaleza. Era adorad a ica, s1mbolo de la fuerza fecundadora de 0 como protector de I b - d de las abejas, del vino, de los rod d os re a~os e cabras y ovejas, Tartufo.Personaje creado por li~ctos e la huerta e mcluso de la pesca. dores del poder que les das do er_e_ paEraatacar a los devotos manipulas una espe · d b e, h' , faIsamente devoto· un h bu evoc10n. cie e u,on 1pocrita . • om re 11sto y rastrero d d ' aprovecharse de los inoce t que no u a en engañar y . . ( . n es que crean su palabra T lfesias en gnego anti T , . . · guo, ELQEOta~). Ad1vmo ciego de la ciudad de 1'e bas.
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Hijo de Everes y de la ninfa Cariclo. Aparece en todos los fragmentos mitológicos relacionados con Tebas. Fue él quien aconsejó que se entregara el trono de la ciudad al vencedor de la Esfinge. Posteriormente sus revelaciones conducirán a Edipo a descubrir el misterio que rodeaba su nacimiento y sus involuntarios crímenes. Su ceguera se debió a que sorprendió a dos serpientes apareándose, las separó y entonces la diosa Hera convirtió a Tiresias en mujer. Siete años más tarde, Tiresias volvió a ver a las serpientes en circunstancias similares, y entonces Hera le hizo recobrar su sexo. Esta experiencia única hizo que Zeus y Hera recurrieran a él como árbitro en una discusión sobre quién experimentaba más goce sexual. Cuando Tiresias afirmó que el hombre experimenta una décima parte del goce de la mujer, Hera, indignada, lo castigó dejándolo ciego. Zeus, sin embargo, le otorgó el don de la profecía y una larga vida.
Lugares históricos o mitológicos mencionados El Dorado. Leyenda originada luego de que los conquistadores españoles entraran en contacto con los Muiscas, una sociedad de naturales americanos asentada en los Andes colombianos, en lo que hoy se conoce como el altiplano cundi-boyacense, cerca de la ciudad de Bogotá. El Dorado es una ciudad mítica, ubicada en algún lugar de lo que en su momento fue el Virreinato de la Nueva Granada. Se suponía que tenía grandes reservas de oro, por lo que los codiciosos exploradores españoles e ingleses la buscaron con gran empeño, atraídos por la idea de un lugar con calles pavimentadas de oro, en donde el preciado metal era algo tan común que se le daba poca importancia. Muchos de ellos murieron en el intento por descubrir la ciudad. Eleusis (en griego moderno: EA.Euo(va/Elefsina). Ciudad de Grecia, en Ática, unos dieciocho kilómetros al Noroeste del centro de Atenas. En la Antigüedad fue un pequeño demo (población) del Ática. Albergaba un santuario dedicado a la diosa Deméter y a su hija Perséfone, que llegó a adquirir gran importancia por ser la sede de los misterios eleusinos (o de' Eleusis), uno de los mayores cultos de la Grecia Antigua y más tarde del Imperio romano. También es célebre por haber sido la cuna del gran poeta trágico Esquilo. Hospital Sainte-Anne. Centro hospitalario ubicado en el distrito 14 de París, en el extremo Sur de la ciudad. Sus orígenes se remontan al siglo XIII, cuando se lo edifica con el nombre de "Casa de la salud" (Maison de Santé). En 1863,Napoleón III lo convierte en un hospital psiquiátrico, unos setenta años después de la aparición de la corriente alienista, que comienza con Pinel en 1793,y a partir de la cual comienza a verse al sufrimiento mental como una enfermedad.Jacques Lacan inició allí su seminario, en 1953. Villa de los Misterios. Ruina bien conservada de una villa romana, simada unos ochocientos metros al Noroeste de Pompeya. Es considerada una villa
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APÉNDICES suburbana, con una relación cercana con la ciudad, pero en las afueras de ella. Célebre por sus frescos, que sobrevivieron en gran medida intactos a la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. Tenía bellas salas, tanto para comer como para el ocio, y espacios más funcionales. Es un ejemplo de una vivienda de gran lujo unida a una explotación agropecuaria.
La Revolución marcó para Francia el final e Napoleón Bona parte en 1799. re'oim·en en el que la hurgued · luz un nuevo ,,. definitivo del absoluttsmo y JO a 1 s se convirtieron en la fuerza , y e n algunas ocasiones s1a, l las , masas popu are ' d
política dominante en e pa1s. a todos los sucesos ocurridos entre fe~reRevolución rusa. Nombre que a~~ al derrocamiento del régimen zansta ro y octubre de 1917y que con u¡er?~ leninista. Fue inducida en gran y a la instauración preparada ~ rer~e:e la considera un acontecimiento medida por la Primera Guerra u~ ~ ! i·naugurado por el estallido del d l , do histonco d decisivo y fundador e per'.o G M dial) en 1914 y cerra o en un . macroconfhcto europeo (Pnmera . , uerra . 1991con la ca1'd a d e 1a Unión SoV1et1ca. . T loba! que se desarro 11' o en tre
Otros textos y obras
El Librode Daniel.Libro del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo, que en las biblias cristianas se ubica entre los libros de Ezequiel y Oseas: En él, Dios muestra cómo da sabiduría a Daniel y cómo la dará a todo aquel que quiera, por el simple hecho de tener voluntad y reconocer que el poder está en manos del Altísimo, Dios todopoderoso.
Segunda Guerra Mundial. C~nfüc~: ~c~~:/no solo las grandes potenc!as 1939 y 1945 en el que se Vl~r?n p &entadas· los Aliados y las Potencias ( agrupadas en dos alianzas rmlitares eln c1·one~del mundo. Fue la mayor b. , parte de as na · ºfi del E¡ºe) sino tam ien gran d hechos de enorme s1gn1 ca, · d 1 hi toria marca a por ¡ ' contienda behca e a s ' . d . ·¡ s el Holocausto y e uso, por ción que incluyeron la muerte masl1va e c1V1une c'onflicto militar. Ha sido el ' . d as nuc eares en ul d Primera y úmca vez, e arm his . d la humanidad con un res ta o , 'f, la tona e ' . nes de víctimas. conflicto mas mora ero en final de entre cincuenta y setenta rrullol conoce el siglo XVIll, a causa Siglo de las Luces. Nombre. co~ el ~a :: se desarrolló en Europa -espedel movimiento cul~ral e mte ectuade~de finales del siglo XVIl hasta el cialmente en Francia e Inglaterra. ·ento y la época en la cual se inicio de la Revolución francesa. Este mllov1m1. , n Su finalidad declarada mbién como ustrac10 · , L desarrolló se conocen ta .d d ediante las luces de la razon. ~s era disipar las tinieblas de la huma~! a m 1 razón humana podía combattr Pensadores de la Ilustración sostem_an~ue a tru1·r un mundo mejor. La . ., ¡ ttrama y cons . la ignorancia, la superst1c1on ~ a 'tos económicos, políticos y soc1aIlustración mvo gran influencia en aspee les de la época.
El librodelApocalipsis o Apocalipsis deJuan. Es el último libro del Nuevo Testamento. Por su género literario, es considerado por la mayoría de los eruditos el único libro del Nuevo Testamento de carácter exclusivamente profético. Es, quizás, el escrito más rico en símbolos de toda la Biblia, por lo que ha sido objeto de numerosas investigaciones, interpretaciones y debate a lo largo de la historia.
Hechos históricos mencionados Comuna de Paris. Breve movimiento insurrecciona] que gobernó la ciudad de París del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871, instaurando un proyecto político popular autogestionario que para algunos autores se asemejó al anarquismo o al comunismo. Mayo del 68 o Mayo francés. Movimiento que se caracterizó por una cadena de protestas que se llevaron a cabo en Francia y, especialmente, en París, durante los meses de mayo y junio de 1968.El movimiento fue iniciado por grupos estudiantiles de izquierda contrarios a la sociedad de consumo. A ellos se unieron grupos de obreros industriales. Como resultado, el gobierno francés reconoció la necesidad de emprender una política de reformas profundas para hacer frente al malestar social existente en el país. Renacimiento. Nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI, fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que definieron una nueva concepción del hombre y del mundo. Supuso también nuevos enfoques en las artes, la política y las ciencias. El geocentrismo propio de la era medieval fue sustituido por cierto antropocentrismo y una marcada conciencia histórica individual. Revolución francesa, Conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó a Francia y, por extensión, a otras naciones de Europa. Las luchas enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789y finalizó con el golpe de Estado
Otros
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b ·¡.dad se llama distribución normal, rva d e Gauss. En estadística y proba I I . una de las distribuciones ud d. ·b · , n gauss1ana a istribución de Gauss o 1str1 uc10 ma's frecuencia aparece apro. bl tinua que con . función de densidad nene una de probabilidad de vana e con 'fi d ximada en fenómenos reales. L~ gra ca e sud un determinado parámetro d e de Gauss y es el gra'fi co d e . émca respecto ana forma acampana a y es s1m esta d,1sa·co. Esta curva se conoce como camp
una función gaussiana. b' 1 1 bras "ser" [sein]y "ahí" [da],y 1 , com ma ios as pa a H 1 Dasein. Termino que en a eman filósofos alemanes, como ege o significa "existencia". Es usado por_va~ M . Heidegger, para indicar el Jaspers pero sobre todo por el filoso o artm modo de existir propio del ser humano.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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historia de la hurnan1ºdad F ,PI d fue el pnrner sarehte artificial de la · ue anza o ale · 14d por la Unión Soviética. spac10 e e octubre de 1957
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-, "Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico", vol. XIv, ibíd., pp. 313-339. -, "De 1ahistoria de una neurosis infantil (caso del 'Hombre de los lobos')", ibíd., pp. 1-112. vol. :X'VII, -, '"Pegan a un niño'. Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales", vol. XVII, ibíd., pp. 173-200. -, "Lo ominoso", vol. XVII,ibíd., pp. 215-252. -, "Más allá del principio de placer", vol. XVIII,ibíd., pp. 1-62. -, "Psicología de las masas y análisis del yo", vol. XVIII,ibíd., pp. 63-136. -, "La cabeza de Medusa", vol. XVIII,ibíd., pp. 270-271, -, "Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina", vol. XVIII, ibíd., pp. 137-164. -, "El yo y el el1o", vol. XIX, ibíd., pp. 1-66, -, "La organización genital infantil (una interpolación en 1ateoría de la sexualidad)", vol, XIX, ibíd., pp. 141-149. -, "El problema económico del masoquismo", vol. XLX,ibíd., pp. 161-I 76. -, "El sepultamiento del complejo de Edipo", vol. XIX, ibíd., pp. 177-187. --, "La negación", vol. XIX, ibíd., pp. 249-257. - , "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos", vol. XIX,ibíd., pp. 259-276. -, "Inhibición, síntoma y angustia", vol. XX, ibíd., pp. 71-164. -, "Fetichismo", vol. XXI,ibíd., pp. 141-152. "Sobre la sexualidad femenina", vol. XXI, ibíd., pp. 223-243. "Esquema del psicoanálisis", vol. XXIII,ibíd., pp. 133-209. "Análisis terminable e interminable", vol. XXIII,ibíd., pp. 211-254. "Construcciones en el análisis", vol. XXIII,ibíd., pp. 25 5-270. Lacan, Jacques, De lapsicosisparanoicaen sus relacionesconlapersonalidad,Buenos Aires, Siglo XXIEditores, 1976. -, -, -, -,
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