Sahlins, M., “Hombre pobre, hombre rico, gran hombre, jefe: tipos políticos de Melanesia y Polinesia”. En Llobera, J. R. (comp.), ntropología política. política. Anagrama. Barcelona, 1979, pp. 267-288.
MARSHALL SAHLINS HOMBRE POBRE, HOMBRE RICO, GRAN HOMBRE, JEFE: TIPOS POLÍTICOS EN MELANESIA Y POLINESIA *
Siguiendo en su vida sus propias metas, los pueblos nativos de las islas del Pacífico sin saberlo ofrecen a los antropólogos un generoso regalo científico: una extensa serie de experimentos en la adaptación cultural y el desarrollo evolutivo. Han comprimido sus instituciones dentro de los límites de los estériles atolones de coral, las han expandido en las islas volcánicas; con los medios que les ha dado la historia han creado culturas adaptadas a los desiertos de Australia, a las montañas y cálidas costas de Nueva Guinea, a las lluviosas selvas de las islas Salomón. Desde los aborígenes australianos, cuya vida cazadora y recolectora esboza, * Este es un ensa yo preli minar a una co mpara ción más amp lia y detal la ladda de la política y economía de Melanesia y Polinesia. Aquí no he hecho más que resumir algunas de las mis destacadas diferencias políticas entre las dos áreas. El estudio comple to —que, inciden talmente, talmente, incluirá incluirá más documentación— documentación— está prometido a los ed edit itor ores es de The Journal of the Polynesiam Society, y pienso entregár entregárselo selo algún día, El método comparativo seguido hasta ahora en esta invest igación ha incluido la lectura de monografías y la anotación. No creo haber inventado el método, pero me gustar gustaría ía bautizarlo ba utizarlo:: el método de la comparación incontrolada. incont rolada. La descripción descri pción de dos formas de liderazgos es una destilación mental del método de la comparación incontrolada. Las dos formas son tipos sociológicos abstractos. Cualquiera versado en la literatura antropológica del Pacífico Sur sabe que hay variantes importantes de los tipos, tanto como formas políticas excepcionales no tratadas aquí exahustivamente. Todos estarán de acuerdo en que es necesario y deseable considerar las variaciones y excepciones. No obstante, también es placentero, y permite alguna recom pensa intelectual, descubrir la regla general. Para justificar (social) cient ífic íficament amentee mi placer, podría haberme referido a los retratos de los grandes hombres de Melanesia y de los jefes polinesios hablando hablando de «modelos» o de «tipos ideales». Si esto es todo lo que se requiere para conferir respetabilidad al texto, el lector puede obtenerla asi. Espero que todo esto haya sido lo bastante desalmante. ¿O seria también necesario decir que las hipótesis son provisionales, están sujetas a posteriores investigaciones, etc.? 267