EL HOMBRE MÁ MÁ S RICO DE BÁBILONIÁ PREFACIO El objetivo del libro es ofrecer a los que ambicionan éxito económico una visión que los ayude a conseguir dinero, a conservarlo y a hacer que dé frutos.
El autor lo hace con los antiguos escritos de Babilonia, cuna de las reglas básicas de la economía. Babilonia llegó a ser la ciudad más rica del mundo en la antigüedad porque sus ciudadanos fueron el pueblo más rico de su tiempo. Apreciaban el valor del dinero. Aplicaron sólidas reglas básicas para obtenerlo, conservarlo y hacerle dar fruto.
1.- EL HOMBRE QUE DESEABA ORO Bansir , el fabricante de carros de la ciudad de Babilonia ,
se sentía muy desanimado. Sentado en el muro contemplaba tristemente su modesta casa y su taller, en el que había un carro sin acabar. Su mujer salía a menudo a la puerta. Lanzaba una mirada, recordándole que casi no les quedaba comida y que tendría que estar acabando el carro. Sin embargo, su cuerpo grande y musculoso permanecía inmóvil, apo yado en la pared. Su mente lenta daba vueltas a un asunto al que no encontraba solución alguna. Fue el sonido familiar de una lira lo que le sacó de su ensoñación. Se dio la vuelta y vio el rostro expresivo y sonriente de su mejor amigo, Kobi el músico. -Que los dioses te bendigan con gran generosidad, mi buen amigo -dijo Kobi a modo de saludo-. Pero me parece que son tan generosos que ya no tienes ninguna necesidad de trabajar. Me alegro de que tengas esa suerte. Te ruego que me hagas el favor de sacar dos shekeles de tu bolsa, que debe estar bien llena, puesto que no estás trabajando en tu taller, y me los prestes hasta después del festín de los nobles de esta noche. No los perderás, te serán devueltos. -Si tuviera dos shekeles -respondió tristemente Bansir-, no podría prestárselos a nadie, ni a ti, mi mejor amigo, porque serían toda mi fortuna. -¿Qué? -exclamó Kobi sorprendido- ¿No tienes ni un shekel en tu bolsa y permaneces sentado en el muro como una estatua? ¿Por qué no acabas ese carro? ¿Cómo sacias tu hambre? No te reconozco, amigo mío. ¿Dónde está tu energía desbordante? ¿Te aflige alguna cosa? ¿Te han causado los dioses algún problema? -Debe de ser un suplicio que me han enviado los dioses -comentó Bansir-. Comenzó con un sueño, un sueño que no tenía sentido, en el que yo creía que era un hombre afortunado. De mi cintura colgaba una bolsa repleta de pesadas p esadas monedas. -Un bello sueño en efecto -comentó Kobi-, pero ¿por qué sentimientos tan placenteros te habían de convertir en una estatua colocada sobre el muro? -¿Por qué? Porque en el momento que me he despertado y he recordado hasta qué punto mi bolsa se encontraba vacía, me ha invadido un sentimiento d e rebeldía. -Hablemos de ello. De jóvenes fuimos a visitar a los sacerdotes para aprender aprender su sabiduría. sabiduría. Cuando nos hicimos hombres, compartimos los mismos placeres. En la edad adulta, siempre hemos sido buenos amigos. Estábamos satisfechos de nuestra suerte. Éramos felices de trabajar largas horas y de gastar libremente nuestro salario. Ganamos mucho dinero durante los años pasados. ¿Somos acaso estúpidos borregos? Vivimos en la ciudad más rica del mundo. Ante nosotros se extiende esta riqueza, pero no poseemos nada de ella. Tras haber pasado la mitad de tu vida trabajando arduamente. ¿Qué es lo que no funciona? ¿Por qué no podemos conseguir más plata y más oro, más de lo necesario para poder comer y vestirse?
Consideremos a nuestros hijos. ¿No están siguiendo el mismo camino de sus padres? ¿También ellos con sus familias, y sus hijos con las suyas, tendrán que vivir entre los acaparadores de oro y se tendrán que contentar con beber la consabida leche de cabra y alimentarse de caldo claro? -Durante todos estos años que hemos sido amigos, nunca habías hablado así, -replicó Kobi intrigado. -Durante todos estos años, jamás había pensado así. Desde el alba hasta que me hacía parar la oscuridad he trabajado haciendo los más bellos carros que pueda fabricar un hombre. Por eso estoy triste. Deseo ser rico. Quiero poseer tierras y ganado, lucir bellas ropas y llenar mi bolsa de dinero. ¿Qué nos ocurre? Te lo vuelvo a preguntar. ¿Por qué no tenemos una parte justa de todas las cosas buenas, tan abundantes, que pueden conseguir los que poseen el oro? -¡Ay si conociera la respuesta! -respondió Kobi-. Yo no estoy más satisfecho que tú. Todo el dinero que gano con mi lira se gasta rápidamente. A menudo he de planificar y calcular para que mi familia no pase hambre. Yo también tengo en mi fuero interno el deseo de tener una lira suficientemente grande para hacer resonar la grandiosa música que me viene a la mente. Con un instrumento así podría producir una música tan suave que ni el mismo rey habría oído nunca nada parecido. -Pero, ¿cómo podrías conseguirla si tú y yo somos tan pobres como los esclavos del rey? -¿No deberíamos intentar averiguar cómo los otros consiguieron su oro y hacer como ellos? Preguntó Kobi. -Tal vez haya un secreto que podemos aprender simplemente si encontramos a los que lo conocen, -respondió Bansir pensativo. -Hoy mismo -añadió Kobi- me he cruzado con nuestro viejo amigo Arkad , que se paseaba en su carro dorado. Te diré que ni me ha mirado; en vez de eso ha hecho una señal con la mano para que los espectadores pudieran verle saludar y conceder el favor de una sonrisa amable a Kobi el músico. -Sí, dicen que es el hombre más rico de toda Babilonia -dijo Bansir. -Tan rico, dicen, que el rey recurre a su oro para asuntos del tesoro -contestó Kobi. -Tan rico -comentó Bansir- que si me lo encontrara de noche estaría tentado de vaciarle la bolsa. -¡Eso es absurdo! -replicó Kobi-. La fortuna de un hombre no está en la bolsa que lleva consigo. Una bolsa bien repleta se vacía con rapidez si no hay una fuente de oro para alimentarla. Arkad tiene unos ingresos que mantienen su b olsa llena, gaste como gaste su dinero. -¡Los ingresos, eso es lo importante! -dijo Bansir-. Arkad debe de saber cómo un hombre puede asegurarse una renta. ¿Crees que será capaz de explicárselo a alguien con una mente tan torpe cómo la mía? -Creo que enseñó su saber a su hijo Nomasir -respondió Kobi-. Este fue a Nínive y, según dicen se convirtió, sin la ayuda de su padre, en uno de los hombres más ricos de la ciudad. -Kobi, lo que acabas de decir ha hecho nacer en mí una luminosa idea. Nada cuesta pedir un sa bio consejo a un buen amigo, y Arkad siempre ha sido un amigo. Deseamos ser ricos. ¡Ven! Vayamos a ver a Arkad y preguntémosle cómo podríamos conseguir ganancias por nosotros mismos. -Hablas poseído por una auténtica inspiración, Bansir. Traes a mi mente una nueva visión de las cosas. Me haces tomar conciencia de la razón por la que nunca hemos tenido nuestra parte de riqueza. Nunca la hemos buscado activamente. Tú has trabajado con paciencia para construir los carros más sólidos de Babilonia. Yo me he esforzado en convertirme en un hábil músico, y lo he logrado. Ahora, por fin vemos una luz tan brillante como el amanecer. Nos ordena que aprendamos más para hacernos más prósperos. -Vayamos hoy a ver a Arkad dijo Bansir-. Pidamos a los amigos de nuestra infancia que tampoco han triunfado que se unan a nosotros y que compartan con nosotros esa sabiduría. -Eres en verdad un amigo considerado, Bansir. Por eso tienes tantas amistades. Haremos como dices. Vayamos hoy a buscarlos y llevémoslos con nosotros.
2.- EL HOMBRE MAS RICO DE BABILONIA En la antigua babilonia vivía un hombre muy rico que se llamaba Arkad. Su inmensa fortuna lo hacía admirado en todo el mundo. También era conocido por su prodigalidad. Daba generosamente a los pobres. Era esplendido con su familia. Gastaba mucho en sí mismo. Pero su fortuna se acrecentaba cada año más de lo que podía gastar. Un día, unos de sus amigos lo fueron a ver y le dijeron: -Tú Arkad, eres más afortunado que nosotros te has convertido en el hombre más rico de Babilonia mientras que nosotros todavía luchamos por subsistir. Tú puedes llevar las más bellas ropas y regalarte con los más raros manjares, mientras que nosotros nos tenemos que conformar con vestir a nuestras familias de manera apenas decente tam bién como podemos. Y por lo que podemos juzgar, no has trabajado más duro ni más arduamente que nosotros. ¿Por qué entonces te elige a ti la suerte caprichosa para que goces de todas las cosas buenas de la vida y a nosotros, que tenemos los mismos méritos, nos ignora? Habéis olvidado las reglas que nos permiten acceder las reglas que permiten acceder a la riqueza, o también puede ser que no las hayáis observado. Hace actuar de manera des ordenada a los derrochadores irreflexivos que gastan todo lo que ganan, dejándoles tan solo apetitos y deseos tan grandes que no puedan saciarlos. En cambio, otros de los que favorecen se vuelven avaros y atesoran sus bienes por miedo a gastar los que tienen pues saben que no son capaces de reponerlos. “Probablemente existen otros que pueden usar el oro que han ganado sin esfuerzo, hacerlo rendir y continuar siendo hombres felices y ciudadanos satisfechos. Sin embargo, son poco numerosos”. “cuando comprendí todo eso, me prometí que yo tendría mi parte de las cosas buenas de la vida”.
Encontré un puesto de escriba en la sala de archivos, en la que durante largas horas todos los días, trabajaba sobre las tablillas de barro, semana tras semana, mes tras mes; sin embargo, nada me queda de lo que ganaba. La comida, lo que correspondía a los dioses y otras cosas de las que yo me acuerdo, absorbían todos mis beneficios. Pero todavía estaba decidido. -Y un día Algasmish el prestamista vino a la casa del señor de la ciudad y en cargó una copia de la novena ley; me dijo: “la tengo que tener en mío poder dentro de os días; si el trabajo está hecho te daré dos monedas de cobre.”
Así trabaje duro, pero la ley era larga y cuando Algamish volvió, no había terminado el trabajo. Estaba enfocado, si hubiera sido su esclavo m e habría pegado. Pero como sabía que mi amo no lo habría permitido, yo no tuve miedo y le pregunte: Algamish sois un hombre rico y trabajaré toda la noche escribiendo tablillas cuando el sol se levante la ley esté ya grabada. Él me sonrió y respondió: “eres un joven astuto, pero acepto el trato”. Las lenguas viejas les gusta hablar, cuando un joven se dirige a un viejo para recibir un concejo, bebe de la fuente de sabiduría que da la experiencia. “encontré el camino de la riqueza cuando decidí que una parte de lo que ganaba me tenía que pertenecer. Lo mismo será verdad para ti.”
Pagas a todo mundo menos a ti. Léelo, trabajas para los otros lo mismo daría que fueras un esclavo y trabajar para tu dueña que te daría lo que necesitas para comer y vestir mis conocimientos de cálculo me permitieron responder: “en tanto como ganan en un año”.
Cada moneda de oro que ahorras es un esclavo que trabaja practicada uno de las pequeñas monedas que ahorras ya proporcionara esta engendrara otras que también trabajaran para ti. Dos veces de lo que tu ganas es tuyo y lo puedes conservar. No debe ser menos de una décima parte, sea cual sea la cantidad que tú ganes. Cuanto antes plantes tu semilla, antes crecerá el árbol, antes te refrescarás, satisfecho bajo su sombra. Y por extraño que te parezca, ¿Qué has hecho con ella? Si quieres un consejo sobre joyas, ve a ver a un joyero. Primero aprendiste a vivir con menos de lo que ganabas después, aprendiste a pedir consejo a hombres que fueran competentes gracias a la experiencia adquirida y que quisieran compartir esta, y finalmente has aprendido que tu dinero trabaje para ti. La oportunidad es una diosa arrogante que no pierde el tiempo con los que no están preparados. La voluntad no es más que la determinación inflexible de llevar acabo el trabajo que uno se ha impuesto. Cuando yo me impongo un trabajo por pequeño que sea, lo acabo. De otro modo, ¿cómo podría confiar en mí mismo para realizar trabajos importantes? Cuando me impongo un trabajo lo hago, de modo que procuro no comenzar trabajos difíciles porque me gusta tener tiempo libre. La riqueza crece de manera mágica.
3.- LOS SIETE MEDIOS DE LLENAR UNA BOLSA. “Las riquezas de Babilonia son el resultado de la sabiduría de sus habitantes, que primero tuvieron que aprender la manera de hacerse ricos.”
En la parte de esta historia capítulo 3 nos cuenta que el rey de Babilonia se pregunta por qué si es una ciudad rica no todos sus súbditos en realidad no lo son preguntándose el mismo y a su canciller. En esta parte de la historia nos cuenta la historia de arkad el hombre más rico de babilonia. Preguntándole a este la manera en la cual el llego a tener la fortuna (riqueza) que él posee. Pidiéndole si les podría enseñar la manera de que la obtuvo, para así poder enseñarles a los demás para ser un pueblo rico en su totalidad. Él dice que les enseñara la manera en la cual obtuvo su fortuna enseñándole primero a unos y estos le comunicaran esta forma (enseñanza) a los demás.
Enseñando primero a cien personas como se volvió rico, las cuales nombra siete formas o pasos para realizarlo. En los cuales da los consejos para volverse rico, son siete formas o pasos, en cada uno nos da un consejo. En el primer paso (consejo) nos menciona que debemos de apartar un p orcentaje de lo ganado. De esta manera podemos ahorrar para poder tener en un futuro más dinero ya que si se tiene un poco se incrementara la fortuna, en caso de no tener nada. El segundo paso (consejo) hacer un presupuesto para saber cuáles son los gastos necesarios y poder cubrir estos. El tercer paso (consejo) hacer que el dinero se invierta para poder tener más, es decir saber invertirlo, para que este nos dé más. El cuarto paso (consejo) saber proteger nuestro dinero, es decir si se le vas prestara alguna persona saber que este nos lo regresara. Saber con quién poder invertirlo, con la persona que en verdad supiese sobre lo cual se va a invertir (negocio o alguna inversión) la cual se nos pueda reintegrar el mismo. El quinto paso (consejo) nos dice que debemos de hacernos de una casa o propiedad para poder rentarla o habitar. El sexto paso (consejo) en este nos menciona que debemos de buscar la forma en el cual este nos dé frutos es decir saber invertirlo, comprando propiedades o pre stándolo con intereses. El séptimo paso (consejo) aumentar la habilidad para obtener mayores riquezas. Es decir saber cómo incrementarlas en la especialización de nuestro trabajo para así poder incrementar nuestra fortuna, es decir el pago por el mismo. En seguida están los siete pasos (consejos) que nos da Arkad para hacernos ricos. Debe pagar sus deudas lo más rápidamente posible y no debe comprar cosas que no pueda pagar. Debe cubrir las necesidades de su familia para que los suyos lo aprecien. Debe hacer un testamento para que, si los dioses lo llaman, sus bienes sean repartidos justa y equitativamente. Debe ser compasivo con los enfermos o los desafortunados y debe ayudarlos. Debe ser previsor y caritativo can los que quiere. Así que la séptima y última manera de hacer fortuna consiste en cultivar las facultades intelectuales, estudiar e instruirse, actuar respetándose a sí mismo. De este modo adquiriréis suficiente confianza en vosotros mismos para realizar los deseos en que habéis pensado y que habéis escogido. Estas son las siete maneras de hacer fortuna, extraídas de una larga y próspera experiencia de la vida, las recomiendo a los que quieran ser ricos.
4.- LA DIOSA DE LA FORTUNA
Todos las personas desean tener suerte, y ese deseo existía tanto en el corazón de los individuos de hace cuatro mil años como en los de nuestros días. Todos esperamos la gracia de la caprichosa diosa de la fortuna. ¿Existe alguna manera de poder obtener no sólo su atención, sino también su generosidad? Esto es precisamente lo que los habitantes de la antigua Babilonia querían saber y lo que decidieron descubrir. En aquella lejana época no existían las escuelas. Sin embargo, sí que había un centro de aprendizaje muy práctico. Entre los edificios rodeados de torres de Babilonia; este centro tenía tanta importancia como el palacio los jardines colgantes y los templos de los dioses. Ustedes constatarán que en los libros de historia este lugar aparece muy poco, probablemente nada, a pesar de que ejerciera una gran influencia en el pensamiento de aquel entonces. Este edificio era el Templo del Conocimiento. En él, profesores voluntarios explicaban la sabiduría del pasado y se discutían asuntos de interés popular en asamblea abierta. Uno de los hombres que frecuentaban el Templo del Conocimiento era Arkad, hombre sabio y opulento del que se decía que era el más rico de Babilonia. Existía una sala especial en la que se reunían, casi todas las tardes, un gran número de hombres, unos viejos y otros jóvenes, pero la mayoría de edad madura, y discutían sobre temas interesantes. El sol acababa de ponerse, semejante a una gran bola de fuego brillante a través de la bruma del desierto polvoriento, cuando Arkad se dirigió hacia su estrado habitual. Unos cuarenta hombres esperaban su llegada. -¿De qué vamos a hablar esta tarde? preguntó Arkad. -Me gustaría escuchar algunas opiniones sobre un asunto; sin embargo, no sé si formularlo porque temo que os pueda parecer ridículo, y a vosotros también, mis queridos amigos -apremiado por Arkad y los demás, continuó-. Hoy he tenido suerte, ya que he encontrado una bolsa que contenía unas monedas de oro. Me gustaría mucho seguir teniendo suerte y como creo que todos los hombres comparten conmigo este deseo, sugiero que hablemos ahora sobre cómo atraer la suerte para que, de ese modo, podamos descubrir las formas que podemos, emplear para seducirla. -Para empezar -prosiguió Arkad-, escuchemos a todos los que se encuentren aquí que hayan tenido experiencias parecidas a la del tejedor, que hayan encontrado o recibido, sin esfuerzo por su parte, valiosos tesoros o joyas. Arkad sonrió con indulgencia. -¿Por qué pensamos que la diosa de la fortuna se interesaría por la apuesta de cualquiera en una carrera de caballos? Yo la veo como una diosa de amor y de dignidad a la que le gusta ayudar a los necesitados y recompensar a los que lo merecen. No la busco en las salas de juego ni en las carreras donde se pierde más oro del que se gana, sino en otros lugares donde las acciones de los hombres son más valerosas y merecen recibir una recompensa. Al cultivador, al honrado comerciante, a los hombres de cualquier ocupación se les presentan ocasiones para sacar provecho tras el esfuerzo y las transacciones realizadas. Quizás el hombre no siempre reciba una recompensa, porque su juicio no sea el más adecuado o porque el tiempo y el viento a veces hacen fracasar los esfuerzos. Pero si es persistente, normalmente puede esperar realizar un beneficio, pues tendrá mayores posibilidades de que el beneficio vaya hacia él. Pero si un hombre arriesga en el juego --continuó Arkad-ocurre exactamente al revés, porque las posibilidades de ganar siempre favorecen al propietario del lugar.
Vosotros que esta tarde estáis reunidos aquí conocéis a muchos ciudadanos ricos. Sería interesante saber cuántos han conseguido su fortuna en las salas de juego. ¿Qué os-parece si cada uno dice lo que sabe? -Si no podéis pensar en nadie más -respondió Arkad-, si no se os ocurre ningún nombre, ¿por qué no habláis de vosotros mismos? ¿Hay alguno entre vosotros que gane regularmente en las apuestas y dude en aconsejar esta fuente de beneficios? Entre las risas, se oyó que en la parte de atrás unos refunfuñaban. Ahora, analicemos detalladamente nuestras profesiones y nuestros negocios. ¿Acaso no es normal que cuando hacemos un buen negocio, no lo consideramos como algo fortuito, sino como la justa recompensa a nuestros esfuerzos? -Esta es una reflexión sabia -comentó Arkad-. ¿Quién de entre vosotros ha tenido la fortuna al alcance de la mano y la ha visto esfumarse de inmediato? Se alzaron varias manos; entre ellas, la del comerciante. Arkad le hizo un ademán para que hablara. Ya que has sido tú el que has sugerido esta discusión, nos gustaría escucharte a ti en primer lugar. -Con gusto os contaré un hecho que he vivido y que servirá de ilustración para demostrar hasta qué punto la suerte puede acercarse a un hombre y cómo éste puede dejar que se le escape de las manos a pesar suyo. Hace varios años, mi padre vino a verme y me indicó que tenía que hacer una inversión urgentemente. El hijo de uno de sus buenos amigos había descubierto una zona de tierra árida no lejos de las murallas de nuestra ciudad. Estaba situada sobre el canal donde el agua no llegaba. El hijo del amigo de mi padre ideó un plan para comprar esta tierra y construir en ella tres grandes ruedas que, accionadas por unos bueyes, consiguieran traer agua y dar vida al suelo infértil. Era un hombre joven que ganaba un buen sueldo, como yo. Su padre, como el mío, era un hombre que dirigía una gran familia y con pocos medios. Por eso, decidió que un grupo de hombres se interesarán por su empresa. El grupo debía estar formado por doce personas con buenas ganancias y que decidieran invertir la décima parte de sus beneficios en el negocio hasta que la tierra estuviera lista para su venta. -Hijo mío -me dijo mi padre-, ahora eres un hombre joven. Deseo profundamente que empieces a hacer adquisiciones que te permitan un cierto bienestar y el respeto de los demás. Deseo que puedas sacar provecho de mis errores pasados. -Entonces te aconsejo lo siguiente: haz lo que yo hubiera tenido que hacer a tu edad. Guarda la décima parte de tus beneficios para hacer inversiones. Con la décima parte de tus beneficios y lo que te proporcionarán, podrás, antes de tener mi edad, acumular una gran suma. -Padre, usted habla con sabiduría. Deseo fervientemente poseer riquezas, pero gasto mis ganancias en muchas cosas y no sé si hacer lo que me aconseja. Soy joven. Me queda mucho tiempo. -Yo pensaba del mismo modo a tu edad, pero ahora han pasado varios años y todavía no he empezado a acumular bienes. -Vivimos en una época diferente, padre. No cometeré los mismos error es que usted. A pesar de la opinión de mi padre, dudé. No quise pronunciarme hasta que fuera demasiado tarde; fue una mala idea. La empresa resultó más fructífera de lo que se hubiera podido predecir. Esta es mi historia y muestra cómo permití que la fortuna se me escapara. Hemos seguido con esta discusión para descubrir los medios necesarios para que la suerte nos sonría. Creo que vamos bien encaminados. En las dos historias hemos visto cómo la suerte t oma la forma de una oportunidad. De todo esto se desprende la verdad, verdad que por muchas historias
parecidas que contáramos no cambiaría: la suerte puede sonreíros si aprovecháis las ocasiones que se presentan. Los que están impacientes por aprovechar las ocasiones que se les presentan para sacarles el máximo provecho posible atraen la atención de la buena diosa. Siempre se apresura en ayudar a los que son de su agrado. Le gustan sobre todo los hombres de acción. La acción te conducirá hacia el éxito que deseas A los hombres de acción les sonríe la diosa de la fortuna
5.- LAS 5 LEYES DEL ORO esta parte habla de un viejo que conto la historia del hombre más rico de babilonia arkad era su nombre y el al contrario de la gente rica no quería dejarle su fortuna a su hijo solo por serlo, porque el decía que los hijos no saben manejar el dinero por su inexperiencia así que deben de aprender, así que mando a su hijo a aventurarse a la vida solo pero con un costal de oro, arkad le dijo que se fuera diez años y que al regresar el vería si era apto para ser el heredero de su fortuna ya que si no regresaba con más del costal de oro con el que se fue no estaba preparado para heredar la fortuna y en cambio arkad se la daría a los sacerdotes. La ambición hizo del hijo de arkad perdiera todo el oro, porque por una lado fue engañado por unos falsos apostadores que quieren invertir y tratar de ganar fácil el dinero y por otro lado se encontró con otro compañero que lo invito a rehacer un negocio que no tenía bases y esto por la inexperiencia de los dos. cuando regreso después de 10 años le conto a su padre lo que le había ocurrido, sin embargo de eso que le paso aprendió porque su padre le había dado también una tablilla arcilla en donde estaban grabadas las 5 leyes del oro, entonces busco trabajo y lo encontró y así em pezó a hacerse de nuevo de todo el oro que había perdido y no solo el que perdió si no que empezó a ganar mucho más, así pasaron los diez años y cuando regreso no solo traía el costal con el que se había ido que le dio su padre sino que traía otros dos llenos de oro y le explico a su padre todo lo que había pasado y que por su inexperiencia había perdido pero con la sabiduría que contenía la tablilla que su padre le había dado pudo llegar a tener mucho más de lo que tenía, así que ahí les van las cinco leyes del oro: La primera habla del ahorro con que tú ahorres la décima parte de tus ganancias es gran ventaja. La segunda.-hay que aprovechar las oportunidades para multiplicar lo que tenemos. La tercera.- hay que juntarse con gente que sepa manejar los negocios y también ahorrarEl cuarto.- que no debes invertir en ganancias fáciles que pueden ser riesgosas para tu dinero. La quinta.- es no confiar en gente que te ofrece ganancias imposibles porque son estafadores que quieren quitarte tu dinero.
6.- EL PRESTAMISTA DE ORO
Había un fabricante de lanzas llamado Rodan en la vieja Babilonia, el cual se había ganado 50 monedas de oro a cambio del diseño de sus lanzas que hizo para el rey. No podía creer en su buena suerte, no sabía en que las podría gastar si en una casa enorme, tierras, un rebaño, todo lo que deseara. Pero unos días después se dirigió a la tienda de un prestamista de oro y mercader de joyas y de telas exóticas llamado Maton, para pedirle un sabio consejo sobre qué hacer con sus monedas de oro, porque se sentía muy acosado por personas que querían compartirlas con él, una de ellas era su hermana, que quería ver convertido a su marido en un rico mercader y después devolvérselo con los beneficios. Y el prestamista le dijo: El oro otorga a quien lo posee una gran responsabilidad y cambia su posición social frente a los compañeros. Despierta el temor a perderlo o a ser engañado. Produce una sensación de poder y permite hacer el bien. Pero en otras ocasiones, las buenas intenciones pueden causar problemas. Entonces le comenzó a contar algunas historias.
La primera historia fue la de un granjero que entendía lo que decían los animales entre ellos, todas las noches se paraba solo para escuchar lo que hablaban. Una noche oyó al buey quejarse con el asno de la dureza de su destino, diciendo que el arrastraba el arado desde la mañana hasta la noche, y que en cambio él era un animal hecho para el ocio, que solo llevaba al amo a donde deseaba ir, y si no iba a ninguna parte pues descansaba durante todo el día. El asno era de naturaleza buena y simpatizaba con el buey, y le dijo: Amigo mío, trabajas mucho y me gustaría aliviar tu suerte, así que voy a contarte cómo puedes tener un día de descanso. Por la mañana, tiéndete en el suelo y empieza a mugir sin cesar para que diga que estás enfermo y no puedas trabajar, entonces el buey siguió el consejo del asno y a la maña siguiente, el esclavo se dirigió a la granja y le dijo al granjero que el buey estaba enfermo y que no podía arrastrar el arado. Entonces el granjero dijo que pusieran al asno a labrar la tierra. El asno trabajó durante todo el día por ayudar a su amigo el buey, ya en la noche llegó el asno todo adolorido del cuello, muy cansado, en eso se acercó el granjero para escuchar lo que decían el buey y el asno. El buey empezó diciendo, eres un buen amigo gracias a tu consejo he disfrutado de un día de descanso. En cambio el asno dijo: soy de un corazón compasivo que empieza por ayudar a un amigo y termina por hacer su trabajo. A partir de ahora tú arrastraras tu propio arado porque he oído que el amo decía al esclavo que fuera a buscar al carnicero si todavía seguías enfermo. Espero que lo haga porque eres un compañero perezoso. Nunca más se hablaron y desde ahí terminó su amistad
Así fue como el prestamista le contó la historia a Rodán, y le dijo que en esa historia había una moraleja, “Si quieres ayudar a tu amigo hazlo de forma que luego no recaigan sobre ti sus responsabilidades.”
Y fue cuando dijo que no deseaba cargar con las responsabilidades del esposo de su hermana, pero él seguía con la duda de cómo le hacía para prestar dinero y que la gente si le pagara. Entonces el prestamista va por un cofre que guardaba, y le dije a Rodan, mira voy a enseñarte las monedas que tengo en mi cofre y te contare algunas historias. Exijo una garantía de cada persona a quien presto dinero y el dejo en el cofre hasta que me devuelven el dinero, pero si no lo hacen, este depósito me recordará siempre a aquel que me ha traicionado.
Y Comenzó contándole una historia sobre a las tantas personas que les había hecho un préstamo. Tenía un collar de bronce y le explicó a Rodan que ese collar ya le pertenecía a él porque su propietario ya estaba muerto, y se acordaba mucho de él porque era de un buen amigo con el que hizo negocios hasta que conoció a una mujer del Este con la que se casó, con la que se gastó todo su oro que poseía por complacerla, y cuando ya no le quedó nada acudió a él angustiado, fue cuando Él le aconsejó que le ayudaría una vez más a retomar sus negocios y él juró que así sería, cosa que no cumplió. Durante una pelea la muj er le hundió un cuchillo en el corazón y ella se lanzó al Éufrates y fue como Él se quedó con ese collar. Y es así como te explica “Que los que piden dinero prestado y son muy apasionados, constituyen un gran riesgo para el prestamista de oro”.
Fue así como el prestamista estuvo contándole varias historias a Rodan, pero él quería saber si debía prestarles el dinero a su hermana y a su marido, porque para él tenían mucho valor sus 50 monedas de oro. Y el prestamista le dijo que él no le prestaría ese dinero al marido de su hermana porque su objetivo no era sensato, los mercaderes tienen que aprender su oficio, y él no tenía idea de nada. O si se los prestaría si le asegurar que le devolvería su dinero. El prestamista le dijo a Rodan que es bueno ayudar a los que lo necesitan, ayudar a los que no tienen suerte, a los que comienzan para que prosperen, pero la ayuda debe de ser sensata. Y fue así como le aconsejó que guardara sus 50 monedas de oro, que fueran la justa recompensa de su trabajo y que nadie pudiera obligarlo a compartirlas, a menos que lo deseara. Que no arriesgara sus monedas por sentimientos hacia cualquier persona, que si quería ayudar a su familia o a sus amigos, que encontrara otros medios que no fueran arriesgar o pierde su tesoro. Que él podría llegar a ser más rico si se lo propondría, asociándose con hombres hábiles en negocios cuyo éxito este asegurado para que su tesoro salga ganado cada vez más y más.
Y así fue como Rodan se fue convencido de que debía hacer con su dinero gracias al sabio PRESTAMISTA DE ORO. CON SU FRASE
VALE MAS PREVENIR QUE CURAR.
7.- LAS MURALLAS DE BABILIONA Este capítulo habla de una batalla que se libraba entre babilonia. “El viejo Banzar guerrero feroz en otros tiempos hacia guardia en la pasarela que llevaba a la parte más alta de las murallas de Babilonia”
A lo lejos los soldados defendían la entrada de la muralla para defender a los habitantes todo dependía de ellos. A lo lejos se escuchaba el ruido de la gran batalla y el golpe de los arietes en la gran puerta de la muralla, todos estaban alerta para defender la ciudad ellos no eran muchos pues la mayoría de los soldados estaban acompañando al rey al frente de la batalla. Alrededor de Banzar se encontraban numerosos ciudadanos de babilonia, miraban aterrorizados el paso de los soldados mal heridos o muertos mientras las pocos soldados y ciudadanos trataban de proteger la ciudad. El viejo Banzar ocupaba un lugar elevado en desde el cual podía ver muy bien todo lo que pasaba entonces un comerciante de edad avanzada para pedirle a Banzar que le asegurara que el enemigo no podría entrar argumentando que él y su esposa ya eran muy viejos y no podrían defenderse y los enemigos podrían tomarlos como esclavos a lo que Banzar respondió “cálmate buen comerciante Las murallas de Babilonia son sólidas, vuelve al bazar y di a tu mujer que las murallas los protegerán ”. Luego llego una mujer con un bebé en brazos preguntándole a Banzar ¿Qué noticias hay del combate? Pidiéndole que le dijera la verdad para tranquilizar a su esposo que estaba mal herido a lo que Bancar le contesto “tienes un buen corazón porque eres madre” “las murallas de Babilonia te protegerán a ti y a tus hijos. Son muy altas y sólidas ” “vuelve con tu marido, dile que las puertas son fuertes y resistentes”
Enseguida Bancar se alejaba del lugar para dar paso a los refuerzos y una niña se la acerco para preguntarle ¿estamos seguros? Oigo ruidos terribles, veo hombres que sangran ¡tengo miedo! ¿Qué será de nuestra familia, mi madre, mi hermanito, y él bebe? A lo que Banzar le respondió que no tuviera miedo que las murallas de babilonia las protegerían. Después de varias semanas de guerra el clamor disminuyo y con los primeros rayos de sol se ilumino la llanura llena de grandes nubes de polvo causado por los soldados enemigos que se retiraban, un inmenso grito se alzó entre los defensores de Babilonia, la gente salió de las casas, una muchedumbre lleno las calles y todos gritaban de alegría. Una vez más las murallas de babilonia habían resistido a un enemigo poderoso. “LA
CIUDAD
DE
BABILONIA
SOBREVIVIO VARIOS SIGLOS PORQUE COMPLETAMENTE PROTEGIDA. DE OTRO MODO, NO LO HABRIA CONSEGUIDO.”
ESTABA
NO PODEMOS PERMITIRNOS VIVIR SIN ESTAR PROTEGIDODE MANERA ADECUADA.
8.- EL TRATANTE DE CAMELLOS DE BABILONIA Cuando más nos atenaza el hambre, más activo se vuelve nuestro y más sensibles nos volvemos al olor de los alimentos.
Tarkad, el hijo de Azure se encontró distraído sin esperarlo, cara a cara con el hombre al que más deseaba evitar, Dabasir el tratante de camellos de largo y huesudo cuerpo. El rostro de Dabasir se ilumino al ver a Tarkad, justo a quien buscaba, tal vez puedas devolverme las dos monedas de cobre que le deje hace una luna y también la de plata. Tarkad empezó a balbucear y enrojeció, su estómago vacío no le ayudaba a tener la cara dura de discutir con Dabasir. -Lo siento, lo siento mucho, pero hoy no tengo las tres monedas que te debo. >>-No te puedo pagar por culpa de la mala suerte. -¿Culparas a los dioses de tu propia debilidad? La mala suerte persigue a los hombres que piensan más en pedir que en dejar. Muchacho ven conmigo mientras como, tengo hambre y te quiero contar una historia. -He oído decir a un viajero que acaba de llegar de Urfa, que un hombre rico de allí posee una piedra tan fina que se puede ver a su través, ¿Crees que un hombre puede ver el mundo de un color diferente del que tiene en realidad? -No sabría decirlo-responde el joven -Pues yo sé que es cierto, respondió Dabasir ya que he visto con mis propios ojos el mundo de un color diferente. ¿Alguno de vosotros sabe que yo fui en un tiempo esclavo de Asiria? -Cuando era joven, aprendí el oficio de mi padre, la fabricación de sillas de montar. Como era joven e inexperto, ganaba poco, lo necesario para cubrir modestamente las necesidades de mi excelente esposa. Rápidamente me di cuenta de que los propietarios de las tiendas me daban crédito aunque no pudiera pagarles a tiempo, yo no sabía que el que gasta más de lo que gana siembre los vientos de la inútil indulgencia y cosecha tempestades de problemas y humillaciones, su cubrí a los caprichos y, sin tener el dinero necesario, me compre bellas ropas y objeto de lujo para mi esposa y para nuestra casa, fui pagando como pude, un día descubrí que con lo que ganaba no tenía lo suficiente para pagar mis deudas y vivir. Mis acreedores me empezaron a perseguir para que pagara mis extravagantes compras y mi vida se volvió miserable. Mi mujer volvió con su padre y yo decidí irme de Babilonio a otra cuidad. Durante 2 años conocí una vida agitada sin éxitos, siempre viajando con las caravanas de los mercaderes, veía el mundo a través de una piedra coloreada y no me daba cuenta de hasta qué punto me había degradado.
Yo fui comprado por dos monedas de plata por un jefe del desierto sirio, entonces entendí de verdad mi situación, mi amo me llevo ante su mujer y me dijo que me tendía como Enuco.
Sira hablo con una voz gélida Tenemos muchos enucos, pero solo unos pocos guardianes de camellos, >> -“¿Qué sabes de camellos? Se hacer que se arrodillen, lo se cargar, y lo se conducir durante viajes largos sin cansarme. Y si es necesario, puedo reparar sus arneses.” ->>El esclavo sabe bastante, observo y dijo mi amo. ->> Así fue dado a Sira y ese mismo día la conduje tras un largo viaje en camello al lado de su madre enferma. >>” ¿Cómo puedes llamarte a ti mismo hombre libre, me dijo, cuando tu debilidad te ha llevado a
esta situación? Si un hombre tiene alma de esclavo, ¿no se convertirá en uno, sin importar su cuna, del mismo modo que el agua busca su nivel? Y si alguien tiene alma de hombre libre, ¿no se hará respetar y honrar en su ciudad a unque no lo haya acompañado la suerte?” Tus deudas son tus enemigos, te hicieron huir de Babilonia. Dejaste que se acumularan y se hicieron demasiado grandes para ti, las hubieras compartido como un h ombre, las habrías vencido, hubieras sido una persona honrada por los agentes de tu ciudad. Cuando llegamos a casa de su madre, empezaba a hacerse de noche. Sira despidió a la criada y me dijo: “Dabasir, ¿Tienes alma de hombre libre o de esclavo?” >>Alma de hombre libre”, respondí >>”Ahora tienes la oportunidad de probarlo. Tu amo ha bebido mucho y sus hombres están
embotados. Coge los camellos y huye. >>”Tenéis alma de reina, le dije, me gustaría poder haceros feliz”, no tuve necesidad de que me lo
dijeran 2 veces; se lo agradecí, calurosamente y me fui en medio de la noche, a Partir de entonces, el viaje fue como pocos hombres pueden contar haber tenido, día tras día, avanzamos lentamente. Ya no teníamos ni agua ni comida, el calor del sol era despiadado, me tendí en el suelo y dormí. >>-Me senté y mire a mi alrededor había un nuevo frescor en la mañana, y entonces con la rapidez del rayo comprendí que si tenía alma de esclavo me tumbaría en la arena y moriría, pero si tenía alma de hombre libre, ¿Qué sucedería?, el mundo entero me pareció ser de un color diferente, como si hasta ese momento lo hubiera visto a través de una piedra coloreada que de repente hubiera desaparecido. Morir en el desierto, JAMAS, >>Mis deudas son mis enemigos, pero los hombres que me han prestado dinero son mis amigos, pues han tenido confianza y han creído en mí, Surgía en mí el alma de un hombre nuevo que iba a conquistar a sus enemigos y a recompensar a sus amigos, el alma de un hombre libre que mira la vida como una seria de problemas que resolver, y los resuelve, mientras que el a lma de un esclavo gimotea.
-Cuando se está determinado, se encuentran los medios. En cuanto llegue a Babilonia, visite a todos los hombres con los que tenía una deuda y les suplique que fueran indulgentes hasta que pudiera ganar el dinero con el que les pagaría. De manera que al final pude caminar con la cabeza bien alta y sentir que era un hombre honorable entre los hombre. CUANDO SE ESTA DETERMINADO, SE ENCUENTRAN LOS MEDIOS.
9.- LAS TABLILLAS DE BARRO DE BABILONIA
Esta historia se trata de un personaje llamado Dabasir, este era un hombre que tenía muchas deudas a causa de eso su mujer se tuvo que regresar con su papa y él tuvo que irse de su pueblo natal que era babilonia por las tantas deudas que el tenia pensando que así se iba a librar de eso pero se equivocó porque solo gano ser esclavo en siria, después gracias a su amigo Maton que le dio algunos consejos de cómo salir de sus deudas dejo de ser esclavo en siria y se regresó a babilonia decidido a pagar y saldar sus deudas. Los consejos que le dio su amigo Maton consistían en tres puntos muy importantes que si los llevaba a cabo de la mejor manera podría salir de sus problemas y así fue como Dabasir decidió plasmar estos puntos en unas tablillas de barro y estas consistían en. Tablilla # 1: La primera consistía en guardar el 10% de lo que percibía de sus ganancias el cual no se de vería de tocar para nada ya que eso tendrían que ser sus ahorros. Tablilla # 2: La segunda consiste en que el 70% de sus ganancias se tenía que destinar para el sustento de la casa ropa comida etc… y no gastar más del 70% en cosas que no se necesiten, esto tomando en
cuenta que el no siempre percibía siempre el mismo sueldo o las mismas ganancias pero solamente se tenía que gastar el 70% y no más. Tablilla # 3: Aquí en esta última tablilla nos menciona que el ultimo 20% solo lo ocuparía para saldar sus deudas de una forma tan equitativa que a todos sus deudores los tuviera satisfechos pagándoles los que les debía, así de esa forma acabar de pagar todas sus deudas para ser un hombre honorable sin deudas y andar con la cabeza en alto. Después de eso el 10% que él estuvo ahorrando durante el tiempo que estuvo pagando sus deudas él pudo invertir en sus camellos y seguir adelante junto con su familia ya que eso hiso que su mujer se regresara de la casa de su papa y salir adelante con ella.
10.- EL HOMBRE MÁS AFORTUNADO DE BABILONIA. Sharru Nada estaba muy agradecido con su socio Arad Gula por ayudarlo a liberarse de su esclavitud ,después de haber sido ofrecido como esclavo por un crimen que su hermano cometió matando a otro hombre ,por lo que pensó ayudar a su nieto ,pero como ayudar a este joven arrogante ,altanero vestido con ropa colorida ,en sus manos anillos y pendientes `él pensaba y afirmaba que el trabajo era solo para los esclavos ,fue entonces que Sharru comenzó a platicarle como había sido que su abuelo y el consiguieron su fortuna siendo esclavos ,lo c ual Gula descalifico porque no creía que su abuelo hubiese sido un esclavo ,entonces Sharru le platico viendo a tres hombres que trabajaban en el campo recordó a Megido ,Zabado y " Pirata" quienes estaban encadenados junto con el arando ,pero los llevarían a vender ,Nada se acercó a un guardia para peguntarle que pasaría con ellos, por lo que el guardia le dijo que ofreciera su trabajo y recordó las palabras que le había dicho Megido "El trabajo es tu mejor amigo "así llego el día paso por allí un pastelero buscando a un buen pastelero pero Nada le dijo que él podría aprender y que le gustaba mucho trabajar, así fue hizo prosperar mucho el negocio de su amo, viendo esto le propuso a su amo que saldría a vender sus pasteles pero que de lo que ganara le diera la mitad ya que lo único que deseaba era dejar de ser esclavo ,así fue que vendiendo los pastelillos conoció a Hagan Gula quien le dijo " Me gustan tus pasteles pero más me gusta el ardor con que los vendes. Con un espíritu así puedes llegar muy lejos, Gula le platico a Nada que él era un esclavo pero que también era socio de su amo, él se dedicaba a vender alfombras, y Nada le aconsejo que no se amarrara a su amo encuentra de nuevo la sensación de ser un hombre libre.
Un día llegaron por Sharru en calidad de pago de las personas a las que le debía su amo quien había despilfarrado todo el dinero que le había hecho ganar Sharru, de esto se enteró Gula, quien ya era libre, el compro la libertad de Sharru a quien sin dudarlo lo hizo su socio es por eso que él fue el hombre más afortunado de babilonia, de ahí los dos trabajaron muy duro y lograron su fortuna. Hadan Gula quedo Impresionado, se despojó de sus joyas y solo quería trabajar como su abuelo.
11.- BABILONIA.
Su nombre evoca visiones de riqueza y esplendor, sus tesoros de joyas y oro eran fabulosos. No había bosques, minas, ni tan sólo piedra para la construcción. No estaba en una vía comercial natural y las lluvias eran insuficientes para la agricultura. Babilonia es un ejemplo de la capacidad del hombre para alcanzar grandes objetivos usando los medios que tiene a su alcance. Esta sólo poseía de 2 recursos naturales: Una tierra fértil y del agua del río. El hombre construyó varios canales para que el agua pudiera pasar y así las cosechas fueran más abundantes; esta obra fue una de las primeras de la ingeniería en la historia. Babilonia fue gobernada por línea de reyes que ocasionalmente se dedicaban a las conquistas y a los saqueos. Babilonia ya no existe como ciudad, cuando las fuerzas humanas que construyeron y mantuvieron la ciudad durante miles de años desaparecieron, se convirtió rápidamente en una desierta ruina. A Babilonia se le consideró como una “tumba de ciudad” por sus fragmentos de alfarería y ladrillos
gastados por las ocasionales lluvias. Estas llamaron la atención de los arqueólogos Los habitantes de esta ciudad no eran unos simples bárbaros que vivían en el interior de unas murallas protectoras, sino gentes cultivadas e inteligentes. En Babilonia fue el primer pueblo donde se poseyó una lengua escrita. Además de regar la tierra, los ingenieros babilonios querían recuperar una inmensa región pantanosa del Éufrates por medio de un sistema de drenaje y hacerla cultivable. En ese tiempo no existía papeo, tenían que hacer sus escritos en tablillas (arcilla húmeda) cuando las terminaban, las cocían y estas se ponían duras. La gloria de Babilonia se ha apagado pero su sabiduría- ha sido conservada para nosotros gracias a los archivos.
FIN
