Roberto Juarroz poemas escogidos de su Poesía Poesía Vertical 1983/1993 1983/1993
Las obsesiones del lenguaje, como todas las obsesiones, nos visitan de noche. A veces, despiertos, pero casi siempre dormidos. Entonces desaprendemos lo que parece que sabemos e inauguramos lo que parece que ignoramos. Por eso los poemas se escriben de noche, aunque a veces se disfracen de luz. O si se escriben de día, convierten el día en noche. *** Todos hablan de lo que han encontrado en el camino. Algunos también hablan de lo que no han encontrado. Y unos pocos se refieren a lo que no es posible encontrar. Pero hay quienes hablan de un encuentro que surge como una emboscada entre las manos, como una golondrina que nunca formó parte de ninguna bandada, como un gesto secreto que recoge la compasión que falta en los encuentros. Todo encuentro se crea como agua ante la sed. El resto es un espejismo que ni siquiera alcanza para desconcertar al desierto.
*** Las caras de la derrota del domingo a la tarde, las caras donde se ahogó la fiesta como un islote simulado que se hunde en la verdad del mar. Las caras del domingo a la tarde recopilan los fracasos del hombre, desmantelan sus éxitos de estopa y predicen escaleras que descienden. El bochorno de los próximos días volverá a repetir el simulacro como un triángulo recurrente, a menos que aparezca de pronto la fiesta no prevista, la fiesta que no está en los calendarios ni en los fáusticos proyectos del hombre. El domingo que irrumpe en la mitad de la semana, sin caras de derrota. Además, hay otra alternativa: durante la semana podría el hombre inventarse otra cara, tal vez la suya propia. *** Estamos en fila. Nadie sabe para qué. Debe ser para la muerte. La vida no es cuestión de formar fila. O tal vez para la historia o sus flacos sucedáneos, que tampoco tienen mucho que ver con la vida. Estamos en fila. Y la fila apenas se mueve. Algunos tratan de hacer trampa y adelantarse cuando creen que nadie los observa. Otros, en cambio, tratan de correrse hacia atrás.
No ha habido ninguna orden. No es tampoco un problema topográfico, fisiológico o estratégico. Estamos en fila como una lineal concentración de juncos aturdidos. Y está vedado, no sabemos por quién, tirarse a la vera del camino. Sólo queda escapar alguna noche y arrojarse como un dios contra las sombras, corriendo el riesgo de caer en otra fila. Porque también los dioses, por lo menos los pocos que quedaban, han terminado al fin por formar fila. *** La insana condición de no poder pensar juntos, de no poder pensar en común, de no poder concebir entre los dos un pensamiento, nos separa sin remedio. Por eso la tentación mayor de dos seres que se aproximan es fundar un nuevo dios, un dios que se comprenda a sí mismo y corrija este error, este trauma fatal de los dioses partidos. *** Ciudades Mis ojos buscan eso que nos hace sacarnos los zapatos para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo o inventar un pájaro para averiguar si existe el aire. Tomado de Roberto Juarroz, Poesía Vertical Vol. II 1983/1993 Edit. Losada Bs. As. _/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/_/ Para leer por e@mail: Roberto Juarroz Año 0 - Nº 45
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