Resumen del Libro: Los principios del centurión, lecciones desde el campo de batalla para líderes vanguardistas. Autor: Jeff Autor: Jeff O’Leary. Resumen elaborado por: Antonio Correa Rincón
Introducción La mejor introducción que pudiera tener al respecto de este libro quedaría corta para lo que pude aprender y lo que pienso y siento que me transmitió este libro. Los principios del Centurión nos lleva por una amplia exploración de líderes Centuriones que “dejaron” su vida en la batalla, y no porque hayan muerto en su labor, sino por haber dejado el alma en lo que tanto anhelaban o lo que era su sueño, o incluso solo por gran inspiración o por compartir a su yo interno.
Desarrollo Para ser promovido a centurión, un legionario debía haber cumplido un mínimo de 16 años de servicio en combate, y demostrado su valor a punta de lanza. Alcanzar el grado de centurión se consideraba como el honor más elevado al que pudiera aspirar un legionario. El centurión siempre dirigía a sus tropas desde la línea de frente.
Descubrir que el adversario m ás fuerte a venc er no es el enemig o qu e se encuentra ante usted, sino aquel del gran logro qu e se encuentra en su interior. Es lo que la gente sabe acerca de sí misma lo que a la larga la vence y lo que la atemoriza, no quiere salir de esa “caja” limitada, segura, cómoda y aprobada. Romper las reglas es una frase conocida pero pocas veces aplicada. Las barreras que enfrentamos hoy día quizá parezcan insuperables pero eso se puede deber a que buscamos las soluciones dentro de esa pequeña caja cuando nunca las encontraremos ahí, ¿por qué no buscar fuera de esa caja? Uno de los grandes ejemplos al respecto es Aníbal el centurión de Cartago, que tenia una capacidad de pensar más allá de los convencionalismos y métodos, enfrentó a Roma en muchas ocasiones y parecía estar siempre un paso más adelante que los romanos, fuera de esa caja de comodidad y paradigmas, pudo demostrar que el aumentar la creatividad requiere retar a la mente a estirarse más allá de lo que cree que es capaz de lograr. Picasso señaló una frase muy cierta y que deberíamos poner en practica todos aquellos que pretendemos salir de lo estándar: “Siempre hago aquello que no puedo hacer, a fin de estar en posibilidad de aprender cómo hacerlo”. Reflexionemos sobre los ideales que alguna vez albergó nuestro corazón.
Veamo Veamo s los qu e encontram os al mirarn os al espejo y veamo s lo qu e no está. Empezar con el aprendizaje, en lugar de fracasar por su ausencia. Todos debemos conocer nuestras debilidades o limitaciones. Y si queremos guiarnos al éxito debemos no solo darnos cuenta de lo que tenemos restringido sino de lo que tanto nos hace falta o necesitamos y para ello podemos aprender de las personas a nuestro alrededor y más de nuestra competencia si
lo vemos como empresa. Aquellos que se encuentran en la cima deben esperar que sean estudiados sus métodos, lo cual significa que un centurión nunca puede dejar de estudiar, aprender y evolucionar. Sin embargo se requiere de mucha fe para lograr el éxito a diario cuando todo lo que se lleva a casa es otro fracaso. Buscar el toque personal es lo que tanto hace falta aplicar en lo que hacemos, investigar el lugar a donde nos dirigimos, estudiar las lecciones de los derrotados antes que de los victoriosos, si podemos reconocer las limitaciones de nuestra competencia profesional entonces hemos empezado el viaje para convertirnos en centurión. Escipión “el africano” es uno de los centuriones que más legado no deja sobre este tema, él enfrentó al mismo Aníbal y se dio cuenta que estudiándolo detalladamente –pasó 15 años haciéndolo- en cuanto a sus acciones en batalla podría identificar sus métodos y entonces crear su propio toque personal. Algunos de los principales consejos para encaminarse a la victori a son: a) b) c) d) e) f)
Ser un aprendiz de por vida. No se por vencido, tenga valor frente a la adversidad. Si comete errores, reconozca su responsabilidad. En el futuro cometa errores nuevos en lugar de repetir los viejos. Manténgase abierto a la retroalimentación y la critica Discierna sus vicios, hábitos y debilidades.
El centurión tiene la respon sabilidad de crear unid ad. La labor de crear unidad dentro de la organización debe ser impulsada y dirigida por su líder, y es que el elemento más importante para generar un ambiente de confianza y ánimo para trabajar se contagia dentro de los miembros del equipo de trabajo si todos están alineados al mismo fin. Alejandro Magno a quien se le conoce como el conquistador del mundo, mostró cada una de las cualidades que se requieren para poder alcanzarlo, y aun más la unidad requiere alinear los procesos y metas entre sí, elementos incluso políticos y militares pudo combinar y provocar que se siguieran sus instrucciones, algunas veces tuvo que imponer su voluntad cuando fue necesario. La unidad organizacional se refleja en la inspiración de sus colaboradores de lograr algo más grande de lo que podrían hacer solos.
Los c enturiones no dud an en asumir pos iciones fuertes co n base en la integridad, la comp etencia p rofesional y el com promiso valiente. Nos preguntaríamos como Juana de Arco a la edad de 19 años pudo lograr salvar a una nación de los rebeldes. El simple hecho de contar con principios y ética bien cimentada pudieron llegar al corazón y mente de una guerrera que demostró que crear un destino más grande que ella podían impulsarla a lograr lo nunca antes imaginable. Tomar una perspectiva a largo plazo es no enfocarse en lo máximos beneficios ni en lo más rápido posible, significa aprender a convertirse en una persona integra al paso de los años, pensar en lo que antes no significa nada ahora ni siquiera se considera, pero lo que tal vez antes nunca se hizo ahora se busca y se logra con gran pasión. Significa creer en un destino mayor que aquel que rige en el momento.
Los m otivo s agrandan o m enoscaban el liderazgo. ¿Cuáles son los suyo s? Esta pregunta nos lleva a otra: ¿qué es lo que nos impulsa a levantarnos por las mañanas? Lo que nos impulsa a levantarnos es lo que nos guiará a lo largo del día, reuniendo opiniones acerca de nosotros mismos que formarán percepciones y reputación lo cual será nuestro sello distintivo. George Washington es uno de los mejores ejemplos que nos enseña a asumir que la actitud hacia el trabajo y el servicio así como sus motivaciones son las que nos forjan como humanos. La admiración se la lleva aquella persona generosa, altruista y dispuesta al sacrificio a quien admiramos, incluso la seguiremos hasta el fin. El esfuerzo por el trabajo y la disposición es un privilegio –un regalo- para contribuir con algo en el mundo que nos rodea. Lo más destacable es que Washington tenía motivos que agrandaban su liderazgo, tal como el interés en los demás sin pedir nada a cambio, trataba a todos a su alrededor con equidad y respeto, compartía sus conocimientos a través de ilustraciones o ejemplos que mostraban de una forma clara que lo que quería enseñar o transmitir lo estaba disfrutando, nunca fue una carga para él, al contrario, era disfrutar lo que hacía.
Pasión, fortaleza de corazón y la actitud de “nunca te des por vencido” deben ser símb olo s de un centurión. Andrew Jackson cerró con broche de oro las batallas de Estados Unidos vs. Inglaterra, al vencerlos en florida haciendo que regresaran con su rey Jorge. Y agregando un axioma de Edison: “el genio es 1% inspiración y 99% de transpiración. La persistencia es una de las principales cualidades que se requieren para que no nos “atropellen” incluso estando sentado, o como bien los describe el autor “todos morimos, sin embargo, pocos en verdad viven alguna vez”. La persistencia significa valorar más su propósito que preocuparse de quién le valora. Quien lo arriesga todo, persistiendo hasta el final es porque sabe que lo que está haciendo es lo correcto, lo más importantes es que esté convencido de hacerlo y que no dañe a otras personas con su persistencia, todo lo contrario pueda visualizar un beneficio para todos aquellos que están involucrados en este actuar. El centurión debe esperar una vida en la que habrá agresiones y, no obstante, deberá tener la capacidad de seguir adelante.
Las decisiones demorad as y la falta decisión tienen con secuencias tan poderosas com o las decisiones que tomamos. La falta de autoridad, información, tiempo y recursos se reducen a excusas que utilizamos para demorar o evadir la necesidad de tomar un decisión, solo son diferentes facetas de la misma imagen opaca y empañada de un administrador, aquel que conduce la situación en lugar de conducir a su gente.
Si cu ida a s us col abo rado res ello s s erán q uienes realmen te deter min arán el é xito qu e ust ed teng a. Si cuida a su gent e, ellos alcan zarán la m isión. Jeff O’Leary nos sigue mostrando ejemplos de centuriones a través de la histo ria de Estados Unidos como el General Robert E. Lee, George McClellan, el General Ulysses S. Grant, hombres que dirigieron grandes batallas en defensa de los intereses americanos fuera contra los británicos, mexicanos o en la misma guerra civil de los Estados Unidos, y que muestran como la audacia funge un papel muy importante que requiere estar dispuesto a arriesgar en grande al romper la caja, que también habla de saber cuando y donde hacerlo. Aquellos se colocan al servicio a sus
subordinados e incluso a sus competidores o enemigos antes que a sí mismos. Y el máximo ejemplo de ello es Abraham Lincoln quien además mostró el adelanto magistral en el conocimiento y aplicación de la inteligencia emocional, mostró gran interés en todo lo que le comunicaban los ciudadanos y permitía el acceso libre a la Casa Blanca, algo nunca antes visto. Lincoln trabajaba para su pueblo, servía y aconsejaba a sus dirigentes de guerra, compartía todo cuanto podía para estar allí, para él no había nada que sustituyera el ver las cosas con sus propios ojos, y escuchar con sus propios oídos.
Conclusiones y Opinión personal Nada mejor para concluir diciendo que el responsable de nuestro devenir es aquel que llevamos dentro, y que las necesidades que no le sean cubiertas se verán reflejadas en cada uno de nuestros actos presentes. Pero ¿por qué no hacerle caso a nuestras necesidades?, ¿por qué dejar pasar el tiempo sin que alimentemos nuestra alma, corazón y mente? Cuando hacemos una retrospectiva sobre nuestros actos (me pregunto yo ¿la hacemos?, y si la hacemos ¿cada cuándo?) y definimos lo que nos hace tanta falta para ser mejores personas ¿porqué aplazamos el actuar?, no solo eso, si al paso del tiempo descubrimos lo que más nos gusta hacer y nos conformamos con lo que tenemos sin esforzarnos por alcanzar nuestros sueños, ¿cuál es la razón de vivir? Hacer lo que realmente deseamos, vivir nuestros sueños, son los actos más valerosos en este mundo, y más si sabemos que con nuestras acciones daremos a algunos o a muchos la oportunidad de conocer cosas nuevas e incluso auto-descubrir aquellos sentimientos, o deseos que habían permanecido sin explorar. El hacer las cosas sinceramente, con honestidad, valentía, y en interés por los demás es lo que me deja el autor, de dar gracias a diario por la oportunidad de existir y tener un trabajo que es un regalo del universo que permite impregnar un poco de mi esencia a los demás, de compartir esa energía que puede dar inspiración a otros a alcanzar a encontrarse a si mismos y buscar ser esa persona que hizo algo en la vida que dejó en la memoria de los demás. No necesitamos tener una imagen física determinada, solo humildad, persistencia, audacia y saber escuchar aun en los momentos más difíciles en que nos encontremos.