LECTO-COMPRENSION Y TECNICAS DE ESTUDIO.
Leer y escribir en la Universidad Los especialistas afirman que vivimos en una sociedad de conocimiento, pero autores como Pozo y Pérez Echeverría (2009) cuestionan esta idea, sosteniendo que es más pertinente afirmar que vivimos en una sociedad de información. Parece que una de las principales tareas de la enseñanza universitaria, en estos tiempos, es enseñar a dialogar con la incertidumbre (Morin, 1999). Una breve referencia al término competencias Carreras &Perrenoud (2005) señala que hablar de competencias no es lo mismo que hablar de saberes, de los saber- hacer o de las actitudes, sino que implica referirnos a aquello que pone en movimiento todos estos saberes, integrándolos. Ésta movilización no es azarosa sino que debe ser pertinente en una situación concreta, en un contexto de urgencia e incertidumbre. Jonnaret (2001), seña que hablar de competencias implica una dimensión ética, señalando que los resultados de la movilización de las competencias deben ser socialmente aceptables además de exitosos. Larrosa &Skliar (2005) afirman que “iniciarse en un área del saber es, fundamentalmente, aprender sus reglas lingüísticas: aprender a hablar, a escuchar, a leer y a escribir como está mandado” . En la universidad los estudiantes deberán mejorar y desarrollar sus habilidades de lectura y escritura en dos sentidos (Carlino, 2013): por un lado, deberán aprender a participar en los géneros propios de un campo determinado del saber; mientras que por otro, deberán formarse en prácticas de estudios adecuadas para aprender en ese campo. Elvira Arnoux (2006) reconoce una doble dimensión de la escritura que atiende por un lado a su aspecto comunicativo, mientras que por otro, advierte una mirada más general, valorándola como herramienta semiótica privilegiada para las operaciones intelectuales. Escritura y pensamiento: la recursividad entre ellos nos permite aprender Hayes y Flower (1980) fueron dos investigadores relevantes que se preocuparon e interesaron por comprender qué procesos cognitivos involucraba el acto de escribir. Estos autores proponen un modelo que reconoce actividades de planificación, textualización, revisión y monitoreo, como acciones cognitivas. Scardamalia y Bereiter (1992) avanzaron en el diseño de dos modelos explicativos relativos a los procesos que se activan a la hora de componer un texto: un primer modelo al que denominaron decir el conocimiento y, un segundo modelo al que llamaron transformar el conocimiento. El modelo decir el conocimiento, advierte que la composición textual parte de la representación que el potencial escritor realiza de la solicitud de escritura que se le ha hecho, identificando la temática que la consigna le propone como eje de escritura y el género discursivo que se le solicita; pistas que, según los autores, activan la memoria para buscar conceptos y al género de escritura que solicita la tarea. Página 1 de 12
El modelo denominado transformar el conocimiento, presenta la particularidad de reconocer un subproceso al interior de él, vinculando la idea de entender la tarea de composición escrita como un problema a resolver, y es en este punto donde los autores realizan interesantes aportes. Ellos definen dos clases de “espacios- problema”: 1. En el espacio de contenido (qué se dice) los estados de conocimiento se caracterizan como creencias y las operaciones como deducciones o hipótesis que nos conducen de un estado de creencia a otros; 2. En el espacio retórico (cómo se dice) los estados de conocimiento son las diferentes representaciones que se tiene de los textos y los objetivos de cada uno de ellos, mientras que las operaciones son aquellas que alteran al texto, los objetivos o las relaciones entre ellos. La función epistémica de la escritura y su vinculación con la lectura El valor epistémico de la escritura radica, como sostiene Olson (1998) en esta distancia que permite entre el pensador (escritor) y aquello que se ha pensado y escrito, dejando que el texto se convierta nuevamente en objeto de pensamiento y revisión. ¿Qué son los géneros discursivos? Bajtín propone considerar al lenguaje en acción, en contexto, dependiente de su uso cotidiano, reconociendo que toda manifestación lingüística (oral o escrita) presenta siempre reglas y tipos sobre los que opera la praxis de los hombres. Desde esta mirada, Bajtín reconoce regularidades en el lenguaje, las cuales define como enunciados relativamente estables y, al mismo tiempo, establece relaciones entre estas regularidades y prácticas sociales específicas. Según Nogueira &Robbio (2010): …entender un texto como discurso implica entender que sus características están regidas por las normas de un ámbito de la actividad humana que se organiza con reglas discursivas (más o menos explícitas), que establecen quién puede decir qué, a quién, cuándo, para qué, por qué. En general, se considera que un texto pertenece a un género discursivo si incluye un tema (contenido sobre el que se habla), una estructura (organización del discurso), un estilo discursivo (recurso lingüístico) y posee una función (para qué se realiza el discurso). ¿Qué son los géneros académicos? Cuando hablamos de géneros académicos hacemos referencia a aquellas prácticas discursivas que se llevan a cabo en ámbitos donde las tareas de investigación, docencia y estudio son las privilegiadas. Paula Carlinonoción de alfabetización académica: Conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas así como en las actividades de producción y análisis de textos requeridos para aprender en la universidad. Página 2 de 12
Por su parte Solé advierte que: “Si consideramos que las estrategias de lectura son procedimientos de orden elevado que implican lo cognitivo y lo meta cognitivo no pueden ser tratadas como técnicas precisas, recetas infalibles o habilidades específicas” Paul y Elder expresan que: La mente reflexiva mejora su pensamiento al pensar en él de modo reflexivo. De manera análoga, mejora su lectura pensando acerca de cómo está leyendo. Cambia entre lo cognitivo (pensamiento) y lo meta cognitivo (pensar acerca de pensar). ¿Qué implica leer más allá del texto? Es mirar los elementos que están presentes y aquellos que no lo están, pero que contribuirán, de poder reunirlos, a la comprensión del tema abordado. Leer más allá del texto implica, por lo tanto, desplegar toda una amplia gama de herramientas cognitivas para poder reconocer las argumentaciones, contra argumentaciones, relaciones entre los conceptos del texto y otras categorías analíticas, discusiones y consecuencias de las afirmaciones, que no vienen dadas sino que necesitan ser descubiertas. Los elementos paratextuales: Un lector comprende un texto cuando puede encontrarle significado, y para ello, muchas veces necesita coordinar información proveniente de distintas “fuentes” para ponerla en relación y así obtener una idea más completa y acabada sobre el tema. Las “fuentes” a que nos referimos son los elementos paratextuales. Definamos, en primera instancia qué significa la palabra paratexto. Este vocablo proviene de dos términos latinos “para”, que significa junto o al lado de, y “textum”, que remite a texto. Entonces, paratexto es todo lo que acompaña al texto. Clasificación muy sencilla de los paratextos, que pueden ser: Lingüísticos: constituidos por textos anexos al cuerpo principal. Icónicos: ilustraciones, fotografías y gráficos, entre otros. Los estudiantes se enfrentan a la dificultad que acarrea leer capítulos de libros escindidos del resto de los capítulos que lo conforman o géneros discursivos tales como ensayos, tesis, conferencias transcriptas, informes, etc. ¿Cuáles son los elementos paratextuales que son válidos en estos casos? - Identificar las partes constitutivas de un texto puede ayudar a entender la lógica con que fue escrito. - Títulos, sub títulos, distribución en apartados son una buena señal para comprender, aunque sea de manera global, el contenido del texto. - Marcas como palabras o frases en negrita o en cursiva, y hasta cambios de letra y/o de tamaño, pueden estar queriendo indicar o resaltar su importancia. Página 3 de 12
- Algunos elementos ya mencionados como variaciones tipográficas, referencias a pie de página, citas y bibliografía. - En el caso de conferencias y ponencias, puede ser útil lugar y fecha de su realización, pues pueden ubicar al lector en tiempo, espacio y contexto. Goodman (1967) rescata los procesos lingüísticos en su doble adscripción, no solo como personales sino también como procesos sociales. Reconoce que si bien son utilizados para satisfacer necesidades personales, los hace sociales el hecho de ser utilizados para comunicarse. A la hora de resolver algunas dificultades en la comprensión de textos disciplinares que plantean dilemas por su complejidad temática o discursiva: Suele dar buenos resultados recorrer con la vista el texto, a modo de paneo, para determinar su estructura: temas, sub temas con sus correspondientes títulos y sub títulos y/o apartados y sub apartados. Inclusive, se puede realizar un esquema Otra buena estrategia suele ser la de leer, en primera instancia, el texto completo y de corrido, sin preocuparse por retener información ni detenerse en detalles Se pueden elaborar algunos textos como resúmenes o síntesis, o también esquemas y/o cuadros conceptuales Cuando hay términos desconocidos presentes, puede hacerse necesario recurrir a un diccionario para dilucidar su significado. A veces suele ser muy efectivo hacer marcas en el texto, desde círculos hasta signos de interrogación, en pasajes o términos cuyo sentido no se puede dilucidar. Conocer la biografía del autor del texto, su perfil y trayectoria profesional, la/s temática/s que aborda y su producción académica suelen ser elementos orientativos para los estudiantes. Un hipertexto es una estructura de información que organiza un conjunto de elementos en forma de red al constituir alguna forma de unión entre ellos, sin que exista un orden único establecido para establecer dicha interconexión. Hay entornos virtuales cerrados y otros abiertos. La gran diferencia entre los entornos virtuales cerrados y los abiertos es que en los primeros los recorridos por los componentes están muchos más pautados, dejando cierta libertad a las trayectorias particulares pero acotando las opciones, debido a que los links o enlaces están preestablecidos y los lectores no pueden modificarlos ni habilitar otros. Los segundos, por el contrario, posibilitan múltiples recorridos, tantos como sujetos la exploran y como decisiones se tomen; una red como internet posibilita no solo la libre navegación sino también la interacción y modificación de los textos. Las visitas guiadas son la forma de acompañar a los lectores por un camino prefijado, de llevarles de la mano durante sus primeras experiencias con el hipertexto, sin eliminar completamente las posibilidades de navegación.
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Para Adell (1995) una visita guiada puede definirse como una secuencia de vínculos entre nodos, una "cadena" de nodos, que se ofrecen al lector para una lectura secuencial y que proporcionan una visión determinada de un hipertexto. El proceso de escribir: Escribir implica estructurar el pensamiento, ordenar nuestras ideas, plasmar nuestra estructura mental en una hoja. Las etapas de todo proceso de escritura son: la planificación, la redacción y la revisión de lo escrito. Flower y Hayes (1980 y 1981) introdujeron un mecanismo regulador llamado “monitor”, que determina en base a las posibilidades y/o prioridades establecidas, en qué momento trabajar cada etapa, lo que favorecer la recursividad e interacción entre los sub procesos mencionados, que no se dan de manera lineal sino, que, por el contrario, se piensan y llevan a cabo en simultáneo. 1) Planificación Con base en el primer esbozo realizado en la pre escritura, ahora sí se pueden empezar a pensar algunas cuestiones que guiarán la escritura. - Razones para escribir - Destinatarios - Definir el tema a desarrollar. 2) Redacción La etapa de pre escritura inaugura una serie de borradores. En primera instancia, al sumarse los elementos tomados como ejes de la planificación y luego al amoldarse al género discursivo que nos propongamos abordar. El ritmo que impone una carrera universitaria lleva a que muchas veces los estudiantes apelen a un tipo de escritura que se convierte en una réplica de los textos académico-científicos que son insumos de estudio. Scardamalia y Bereiter (1979, en Carlino, 2013:27) llaman a esta forma de redactar “decir el conocimiento”; implica amoldarse a la situación comunicativa, poner en interacción las formas (la expresión correcta gramaticalmente hablando) y el contenido. No hay, de más está decir, transformación del conocimiento. 3) Revisión Escritura y reescritura implican ir y venir, un proceso recursivo, pero también re planificación. Releerlo, pensarlo de nuevo, revisarlo constantemente. La palabra revisión viene de dos palabras latinas “re” que quiere decir otra vez y “vis” que significa mirar u observar algo. Se debe verificar: Foco del texto Información que falta o se ha perdido Ortografía, mayúsculas y puntuación Oraciones y párrafos Que no haya repeticiones Errores en el tiempo de los verbos y concordancia entre sustantivos y adjetivos, pronombres y verbos Página 5 de 12
Voz/persona que se escogió de acuerdo al tipo de género discursivo.
La estructura de un texto especializado actúa como si fuera un molde, haciendo viable un tipo de mensaje particular. Escribir una monografía persigue un propósito: el tratamiento de un tema o tópico. Un informe comunica resultados de análisis y procesamientos de información o de datos. Una tesis es un documento que comunica hallazgos de investigación. Se puede apreciar, por lo tanto, que cada uno de estos textos contiene en sí mismos potencialidades y limitaciones. Potencialidades a explotar para que pueda expresarse todo lo que permite decir y limitaciones que constriñen su alcance. Una cita es un recurso retórico que consiste en reproducir un fragmento de una expresión humana respetando su formulación original, insertándolo en un discurso propio, la inclusión en un texto de ideas, conceptos, descubrimientos o datos elaborados previamente por otros autores. Uno de los factores que hacen imperiosa la necesidad de incorporar citas es la necesidad de avalar lo que decimos. El otro factor es la necesidad de admitir el origen de nuestras afirmaciones. Para citar correctamente, la American PsychologicalAssociationcreó las Normas APA, sigla que sintetiza el nombre de dicha asociación. Estas normas son un conjunto de estándares creados con el fin de unificar la forma de presentar trabajos escritos a nivel internacional, diseñados especialmente para trabajos de grado. Como son convenciones adoptadas para la escritura, se actualizan cada cierto tiempo, ya que son pensadas en términos dinámicos, acorde a los cambios que se necesitan y se imponen. En este momento se encuentra disponible la sexta versión del Manual de Estilo que compila las normas APA. 1) Citas textuales Hacen referencia a un comentario o fuente de otra persona, la que se toma tal cual la escribió su autor y, por lo tanto, se escribe exactamente igual a la original. Las citas que tiene 40 palabras o más se transcriben en párrafo separado. El cambio de espaciado y la sangría en ambos márgenes sirven para indicar que se trata de una cita textual. No lleva comillas. Se debe dejar el texto original, respetando la puntuación, escritura y orden. En caso de realizar un cambio se debe indicar claramente y poner palabras con letra cursiva para destacarlas. Si se omite alguna frase o palabra de las citas se indica con una elipse (...). En caso de insertar una frase o palabra para clarificar la cita debe ser puesto entre paréntesis cuadrados [ ]. Se debe citar la fuente completa: autor, año de publicación y número de página. Las citas cortas que poseen hasta 40 palabras se escriben en el mismo párrafo en que se las incluye y se indican entre comillas simples para demarcarlas. No hace falta cambiar la fuente ni escribir en cursiva. No debe olvidarse de agregar el año de publicación y el número de página. Para citas con más de un autor (dos o tres), separar por comas y colocar “y” entre el anteúltimo y el último. Si la cita proviene de 4 o 5 autores, poner los primeros tres autores y luego et al. Con 6 y más autores: poner primer apellido y luego et al. Página 6 de 12
Para citar a varios autores que refieren a la misma idea, valga el siguiente ejemplo: Bodgan, 1985; Mejía, 1988 y Taylor, 1987, indican que la investigación Citas secundarias. Existen casos en donde es necesario exponer la idea de un autor, revisada en otra obra distinta de la original en que fue publicada. Por ejemplo, una idea de Desmond (1990) leída en una publicación de Gutiérrez (1995): (Desmond, 1990, citado en Gutiérrez, 1995: 15) 2) Cita parafraseada o paráfrasis Se denomina así a la cita que toma la idea de un texto, o se sintetiza, sin utilizar las palabras textuales del autor. En ese caso solo se coloca el año de publicación entre paréntesis. Además, se debe especificar en la bibliografía: - Apellido/s e inicial de nombre/s - Fecha de publicación - Título de la obra - Ciudad de edición - Nombre de la casa editorial 3) Citas de Referencias Bibliográficas Cita de capítulo de libro. Se debe incluir el nombre del capítulo y la obra en que está incluido. López, R y Muñoz, J. (2008). Simbología, esquemas representativos y tipos de mando. En Neumática práctica (pp.45-68). Madrid: Parainfo. (el nombre del capítulo está en cursiva y el del libro en itálica, acompañado de las páginas en que comienza y termina dicho capítulo) Cita de Diccionario o Enciclopedia. Bompiani, V. (Ed.). (1988). Diccionario de autores de todos los tiempos y de todos los países (2a. ed.) (Vol. 4, pp. 101-155). Barcelona, España: Hora. (Ed. Es editor) Las referencia bibliográfica de presentaciones y conferencias también tienen su convención y vale la pena aclararla porque estos eventos dan muchas veces lugar a producciones escritas que son compiladas. Deci, E.L. &Rtan, R, R. M. (1991). A motivational approach to self: Integration in personality. En R. Dienstbier (Ed.), Nebraska Symposium on Motivation (pp. 237-288). EE.UU: University of Nebraska Press -Revista: Apellidos, Inicial del nombre. (Año). Título de artículo. Título de la revista, volumen (número). -Artículo de revista: Apellidos, Inicial del nombre. (Año, día y mes). Título de artículo. Nombre del diario, paginación. -Capítulo de un libro desde Internet: Apellidos, Inicial del nombre; (Año). Título de capítulo. Título de libro (página desde-hasta). Ciudad: Editorial. Recuperado el día de mes de año, desde http://www.xxxxx.com -Página web: Recuperado el día de mes de año, desde http://www.xxxxx.com Página 7 de 12
Los derechos de propiedad intelectual figuran en el art. 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se establece el derecho a beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales resultantes de la autoría de toda producción científica, literaria o artística. Se entiende por discurso científico a aquel que, en cuanto a tema, refiere a saberes o conocimientos acerca de la realidad construidos por las diversas ciencias, cada una según una metodología propia y según un campo de indagación específico. Por discurso académico, en cambio, se entiende el discurso emanado del ámbito de producción y circulación del discurso científico. Por excelencia, ese ámbito es el de las universidades. Cuando hablamos de textos académico-científicos, nos referimos tanto a escritos producidos por los mismos alumnos universitarios, como también a aquellos elaborados por profesionales académicos y/o científicos para la difusión de conocimiento científicamente validado. Cada situación de comunicación demanda, en función del objetivo que persigue, es decir de la intencionalidad comunicativa y del contenido abordado, no solo un modo de de expresión particular sino también una determinada organización de la forma de la transmisión. Es el emisor quien debe saber hacer los ajustes textuales que se esperan; esto es tener “competencia comunicativa”, a sabiendas de que la manera en que se comunica condiciona el horizonte de interpretación de los destinatarios. Los formatos o esquemas organizacionales, que ayudan a la eficacia comunicacional, son los rasgos definitorios de los textos académico-científicos. El alto grado de convencionalidad responde fundamentalmente a dos hechos: primero, los hablantes relacionan las formas textuales con determinados contenidos y, en un procedimiento inverso, adscriben los temas a determinados géneros; segundo, la organización en secciones evidencia los pasos, momentos, contextos y procedimientos usados en el proceso de la investigación. Los enunciados concretos que surgen en situaciones de comunicación real, situada, en un contexto determinado, es justamente lo que denomina “géneros discursivos”. El desarrollo de un texto académico-científico, es fundamentalmente de tipo expositivo explicativo. Sin embargo, se puede identificar en ellos, otro tipo de desarrollos a los que el autor apela solo para facilitar la comprensión de su contenido. Es común que los textos académicocientíficos intercalen la descripción o la argumentación entre sus desarrollos expositivosexplicativos. Un resumen implica la reducción de un texto conservando las ideas del autor y el sentido que este le imprimió. En pocas palabras, un resumen es la reproducción abreviada y precisa del contenido de un texto. Es adecuado aplicar el “principio de entropía”, que consiste en expresar la mayor cantidad de información utilizando el menor número de palabras. Los resúmenes tienen la característica de que se hacen omitiendo y copiando literalmente las ideas del texto original. La yuxtaposición de ideas principales puede crear un escrito inconexo difícil de Página 8 de 12
relacionar con el texto de origen. Para reconstruir el sentido, es necesario apelar al uso de nexos coordinantes, enlaces y signos de puntuación que establezcan la vinculación entre todas ellas. La síntesis, en cambio, es un escrito que rescata el contenido de un texto a partir de la aprehensión de las ideas centrales, las que se transcriben recurriendo a un lenguaje personal, apelando a la utilización de expresiones propias. En pocas palabras, la síntesis es un escrito que reformula ideas preexistentes, pero siempre reconociendo la fuente. Como además admite el agregado de opiniones y comentarios de quien la realiza, se podría decir que reúne y combina ambos: ideas principales y valoraciones personales. Podemos reconocer en un texto dos planos de análisis: la superestructura y la macroestructura: Macroestructura: Es el contenido semántico del texto, su sentido global o general, al que convencionalmente llamamos tema. Tema no es sinónimo de idea principal, ya que esta condensa la postura del autor en relación al mismo. Superestructura: es la forma en que se presenta la información, la estructura esquemática, independiente del contenido. Es el “esqueleto” que sostiene la información, que conforma y distingue entre sí los géneros discursivos. Para reconocer la macroestructura de un texto existen ciertos procedimientos llamados “macrorreglas”, que se aplican en gran parte de modo inconsciente. - Supresión u omisión: En una secuencia de frases o proposiciones, se suprime aquellas que no son relevante para interpretar lo que sigue en el texto. - Selección: Se extrae la información relevante del sentido global del texto. - Generalización: es el procedimiento que expone en una nueva expresión sintética las características particulares de objetos, personas, lugares o conceptos expuestos en el texto. - Integración o construcción: Se funden en una sola frase dos o más conceptos.
El resumen y la síntesis también son utilizados para “fichar textos”. Una ficha contiene, además del resumen o la síntesis del texto, datos del autor o autores como sus nombres, información atinente al libro o publicación de la que se extrajo el texto original (año de publicación, editorial, etc.). La monografía Este tipo de género discursivo es la expresión escrita de una idea. Por lo general, aborda un asunto que ha sido investigado con cierta sistematicidad, con lo cual implica un trabajo de investigación documental que únicamente da cuenta de la información recabada. Para que una monografía sea considerada académica, además de reunir una serie de conocimientos preexistentes en determinada disciplina, debe hacer un nuevo aporte. 1) Fase de documentación Página 9 de 12
En esta primera etapa, el alumno debe realizar un buceo bibliográfico para obtener información o corroborar la que se tiene. - Buscar información sobre el tema elegido. - Seleccionar los datos relacionados con el o los aspectos concretos que se quieren tratar. - Reelaborar la información de las distintas fuentes, integrando los datos. La documentación obtenida, puede ayudar a elaborar lo que algunos autores denominan “guión”. Este es un esquema previo de la organización de los contenidos 2) Fase de redacción: Es la tarea misma de escribir la monografía. - Una portada con el título, el cual debe reflejar con precisión, por medio de una frase o construcción oracional, el tema estudiado. También deben explicitarse el nombre del colegio u universidad y la disciplina o materia dentro del cual es elaborado el trabajo. Además, se debe consignar también el o los nombres de sus autores y año de realización del escrito. - Un índice con los títulos de los apartados y sub apartados que pudiera contener, indicando la página en la que comienza cada uno. - Una introducción, que consiste en un texto breve cuya finalidad es explicar el tema que se va a abordar. Por lo general, aquí se aclaran los objetivos que se persiguen y también indica el enfoque o planteamiento que se va a seguir. En muchas ocasiones, el autor adelanta las conclusiones a las que arribó al finalizar el trabajo y su opinión o perspectiva personal. - Desarrollo o cuerpo. - Conclusión. Se realiza un recuento de las ideas principales tratadas en el trabajo y se expresan algunas opiniones derivadas de la reflexión y análisis del tema - Bibliografía. Se compone del listado de las obras y producciones que se consultaron para demostrar la validez de los enunciados o datos expuestos. A cada una, debe corresponderle una referencia bibliográfica en la que debe figurar: Apellido y nombre del autor Año de publicación Título de la obra Lugar de publicación Nombre de la editorial El Informe: Este tipo de texto académico tiene como objeto informar a un destinatario concreto o miembro de una comunidad de lectura sobre un tema puntual o una situación particular. Por lo general, en este ámbito, muestra los resultantes de análisis o de procesos de investigación. Otro de sus rasgos definitorios es incluir la descripción de los procedimientos llevados a cabo para obtener los resultados y/o hallazgos. Su desarrollo es netamente de tipo expositivo. El tipo de lenguaje que se utiliza es de corte técnico, lo que hace que sus contenidos no se presten a diversas interpretaciones. Página 10 de 12
Preparación: ayuda a quien va a redactar el informe a tomar conciencia y definir con claridad su utilidad en relación con sus destinatarios directos. Preguntas como por ejemplo: ¿Cuál es el objetivo? ¿Para qué se realiza este informe? Enunciación: aquí se plantea el tema o problema que es el eje del informe. Por lo general, esta fase deviene en otra: la de la indagación o investigación. Una tarea propia de esta fase es la de buscar antecedentes teóricos y/o empíricos, definir el marco conceptual y/o definiciones a los que se apelará y también definir el cómo, es decir, la metodología adoptada. Acá también se incluiría la recolección de datos, la aplicación de metodología coherente con el tipo de información a recabar y a analizar, e inclusive comienzan a hacerse presente esbozos de hallazgos y conclusiones. Organización: significa agrupar el material recolectado de manera conveniente, lo cual sienta las bases para su redacción, es decir, su distribución en la estructura o esqueleto. El esquema de todo informe, para expresar su organización lógica, se compone de Introducción, cuerpo o desarrollo y conclusión. Al igual que la monografía, cobra importancia, por su mismo sentido funcional, incluir, antes de la introducción, un pequeño resumen de la investigación, a modo de avance de lo que se leerá en el informe. Allí se transmite lo investigado de forma directa y clara, en párrafos cortos, con un lenguaje específico y registro formal e impersonal. El cuerpo o desarrollo adquiere como característica que admite no solo palabras, sino también gráficos, cuadros, mapas y todo tipo de recursos que expliquen, clarifiquen o ejemplifiquen los datos. Al final del informe académico, de manera conjunta a las conclusiones, puede incluirse la valoración de la información, su interpretación y proyección La tesis Una tesis se elabora para presentar el abordaje de un planteamiento o problemática por medio de un proceso de indagación (documental o mediante la realización de lo que se denomina en la jerga académica un trabajo de campo) metódico y exhaustivo, que profundiza en un área o esfera del saber. Es un tipo de trabajo intelectual que da por resultado postulados que, luego de un proceso de investigación, pueden sostenerse como una verdad factual o incluso teórica, dependiendo del ámbito y alcance del trabajo. Previo a la elaboración del trabajo final, se realiza un anteproyecto en el que se plasman estas decisiones, que funciona como soporte general del proceso, además de permitir al tesista focalizarse en los objetivos planteados. También se prevén las acciones a realizar y su distribución en un cronograma. La estructuración de la tesis dependerá, fundamentalmente, de la disciplina a la que pertenece (biología, literatura, lenguas, ingeniería, etc.), ya que cada una de ellas sugiere convenciones diferentes. Básicamente, la tesis se divide en tres secciones principales: 1) la sección inicial incluye elementos como la portada, la dedicatoria y los agradecimientos, si los hubiere, el índice, el resumen o abstrat y la introducción con los objetivos. 2) el cuerpo del trabajo reúne los capítulos, el marco teórico, la metodología, y los resultados. 3) última sección incluye las conclusiones y recomendaciones basadas en la discusión de los resultados.
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