Capítulo 5 “Economía política” en Mattelart y Mattelart, Historia de las teorías de la comunicación , 1997, Paidós, Barcelona, pp.77-88 Los principios de desarrollo de la economía política comienzan alrededor del año de 1960. En esta década adopta un importante desequilibrio de los flujos de información y de los productos culturales. 15 años después, la industria cultural que antes se había visto de forma genérica se conceptualiza como “industrias culturales” puesto que la cultura ahora se reflexiona dentro de un mercado internacional.
Dependencia cultural Marx habla del carácter revolucionario del capitalismo cuya principal ley consiste en trastornar las fuerzas productivas. Debido a esto, y sin saberlo, este carácter capitalista va formando su propia caída ya que ayuda automáticamente al desarrollo de fuerzas sociales y agudiza algunas contradicciones. El desarrollo de cada sociedad depende primero de la evolución de sus estructuras internas. Esto provoca que cada sociedad pase obligatoriamente por diferentes estadios y la historia responde a un modelo sucesivo. Economistas e historiadores proponen un nuevo modelo el cual objeta que la historia del capitalismo es diferente en todos los países y que no corresponden al esquema pasado ya que el desarrollo no es ineludible. Porque es más bien el desarrollo del subdesarrollo a lo que estamos asistiendo en numerosas regiones del mundo. La unidad de análisis del capitalismo modernos no puede ser la sociedad nacional, sino el sistema-mundo cuyas naciones solo son componentes. Esta hipótesis es un coincidencia entre el economista Paul Baran y el historiador Immauel Wellerstein en el dialogo con el concepto de “economía-mundo” de F. Braudel. Este último concepto se define en tres partes principales: un espacio geográfico; la existencia de un polo o centro del mundo; zonas intermedias alrededor de este eje central y márgenes muy amplios que en la división del trabajo se hallan subordinados y dependientes de las necesidades del centro. Esta nueva perspectiva se aleja también del esquema “este/oeste” que la sociología Norte Americana propone en los medio de comunicación.
Lazarsfeld menciona que los grupos e instituciones manejan el como deberán de funcionar los medios de comunicación en este espacio geográfico. Por ejemplo en la polarización engendrada en la guerra de fría señala las discrepancias que se operan en las ciencias sociales de la comunicación. Dentro de esto menciona que entre los dos bloques se estimula la investigación y el desarrollo industrial y militar. En este mismo ámbito del mercado internacional se crean nuevos pronunciamientos que fortalecen sus perspectivas de supremacía. Uno de ellos es el free flow of information . El departamento de estado de los países desarrollados usan “el libre flujo de información” y la “libertad de expresión” para extender sus dominios del centro a los países que están en la periferia. Esto último nos conlleva al imperialismo cultural.
El imperialismo cultural El debate sobre los desequilibrios de los flujos y los intercambios alcanza al conjunto de la comunidad internacional en los años setenta., haciendo de la Unesco su principal lugar de expresión. En 1977 desemboca el debate sobre la "comunicación en sentido único" en la creación de una Comisión internacional para el estudio de los problemas de la comunicación. Tres años más tarde se publica la versión final del informe de esta comisión dirigida por el irlandés Sean Mac Bride. Es el primer documento oficial emitido con la ayuda de un organismo representativo de la comunidad internacional que reconoce y expone claramente la cuestión del desequilibrio de los flujos y que reflexiona sobre las estrategias que se tienen que llevar a cabo para ponerle remedio. Diferentes circunstancias complican el resultado de los debates; entre las cuales se encuentran la intransigencia de la América reganiana que busca imponer su tesis del "free flow of information". A pesar de estos límites, estos debates y los estudios que siguen lanzan un grito de alarma sobre el intercambio desigual de los flujos de imágenes y de informaciones. Durante la década de los setenta, las referencias de la sociología de la modernización de origen norteamericano, fueron desplazadas por las representaciones del desarrollo formuladas por aquellos que se convertían en sus sujetos.
En 1985 Estados Unidos se retira de la Unesco, seguido rápidamente por Inglaterra, buscando una "politización" de los problemas de comunicación. Durante los años ochenta hay una notable migración de la regulación de las redes y de los intercambios hacia organismos con vocación más técnica, como el GATT.
La diversidad de la mercancía Europa segunda mitad de la década de los 70 aparece el segundo foco de la economía de la comunicación, en 1978 se publica la obra del equipo de investigación dirigido por Bernard Miège, Capitalismo e Industrias Culturales, postulado en el cual tratan de responder a la pregunta: ¿Qué problemas específicos encuentra el capital para producir valor a partir del arte y la cultura? Refutan a la Escuela de Frankfurt pues niegan que la producción de mercancía cultural responda toda bajo la misma lógica, para ellos la industria cultural es un conjunto compuesto, son elementos con sectores que tienen propias leyes de estandarización. Es decir cada sector tiene su propia segmentación, organización de trabajo, caracterización de productos y contenido, formas de institucionalización, de producción, de distribución, así como sus propias referencias de consumo y apropiación. En 1980, Patrice Flichy analiza a la “cultura de oleada” en su estudio Las industrias de la imaginación, aborda la formación de usos sociales de las máquinas de comunicar y la transformación de la tecnología en mercancía. En el 78 la noción de industrias culturales es adoptada por las esferas gubernamentales europeas (Consejo de Europa), en los años 80 alcanza realidades académicas en Québec y España, con Lacroix, Lévesque, Bustamante, Zallo, Gubern, Moragas y Serrano. La economía política pretendía remediar las carencias de la semiología de primera generación, además de en Francia esta corriente económica se hizo presente en Gran Bretaña, en donde estimulo una polémica abierta de los Cultural Studies. (Creación de la revista Media, culture and society) En 1977 Dallas Smythe denuncia los prejuicios de las teorías que consideran a la televisión un lugar de producción de estrategias discursivas e ideología, Smythe piensa que la tv es un productor de audiencias vendibles a los publicistas, diciendo que la audiencia constituye la forma de mercancía de los productos de la comunicación. Nicholas Garnham le debate dicha posición pues sentía que guiaba a un callejón sin salida, de esta manera el régimen comercial y el servicio público
se contraponían, dicho debate se inició en Italia donde la temprana liberalización del servicio público había propiciado una reflexión precoz.
De un sector industrial a la “sociedad global” Durante la mayor parte del siglo pasado el concepto de “sociedad de masas” había estado profundamente ligado al de cultura de masas. Es hasta el final de los años sesenta que, gracias a las tecnologías de la información y de la comunicación, pierden su inmediata asociación. La idea de lo global hace su entrada para la representación del mundo a través de la comunicación electrónica. Dos obras, ambas publicadas en 1969, consagran ésta noción: War and Peace in the Global Village de Marshall McLuhan y Quentin Flore, y Between Two Ages, America´s Role in the Technetronic Era de Zbigniew Brzezinski. El primero describe el efecto- televisión de la guerra de Vietnam, que se repetiría en los conflictos bélicos que han sucedido a éste y la participación de la televisión en los “tiempos de paz” como nuevo imperativo en el cambio social y como mediador para entrada de las naciones en la “aldea global” Brzezinski, director del Instituto de Investigaciones sobre el Comunismo en la Universidad de Columbia, propone en su texto utilizar la expresión “ciudad global”, puesto que la connotación de volver a la comunidad o a algo íntimo, que se relacionan con la aldea no le parece adaptada al nuevo entorno internacional fruto de la combinación entre las computadoras, la televisión y las telecomunicaciones en general Para 1977 Marc Uri Porat, economista norteamericano de origen francés publica un informe financiado por el gobierno de los Estados Unidos, primer estudio oficial que mide el peso del economía de la información en la sociedad norteamericana: desde 1966 formación representa el 47% de la fuerza de trabajo y más o menos la misma proporción del producto nacional bruto. Porat reparte la “información” en tres categorías: * La información de finanzas, seguros, contabilidad y el conjunto almacenado en las bases y bancos de datos. * La información cultural (alimentada por los productos de las industrias culturales). * La información conocimiento o el conjunto de los saberes (diplomas, management, etc.).
A partir de éste informe, los demás países industrializados comenzaron a hacer los propios, en 1978 se publica L´ Informatisation de la société redactado por Simon Nora y Alain Minc, este informe propone contar con las nuevas tendencias de la información y la comunicación para salir de la crisis económica y política calificada de “crisis de civilización”. En abril de 1977 se llevó a cabo en la ciudad de Paris el coloquio “Sciences humaines et télécommunications” en el que se asociaron investigadores e ingenieros de telecomunicaciones con expertos norteamericanos como Marc Uri Porat. Una de las intervenciones ocurridas en el coloquio fue la de Yves Stourdzé quien más allá de dirigirse a puntos estrictamente económicos, introdujo reflexiones sobre el clima filosófico, cultural e institucional que buscaban explicar las formas asumidas por el entonces monopolio televisivo francés en cuanto a los sistemas de representación del poder, las actitudes mentales, las prácticas administrativas y las innovaciones técnicas. El coloquio en general, hablaba sobre la idea de una sociedad que se ha vuelto transparente en virtud de la economía informativa, lo anterior se trata de una variante del mito técnico que el filósofo Jacques Elul había presentido desde la década de los cincuenta. Ellul insistía en el hecho de que la técnica, que había pasado de la condición de instrumento a la de creadora de un medio artificial, resultaba en adelante un “sistema” gracias a la conexión intertécnica posibilitada por la informática.