Resumen de la introducción de ser y tiempo
La introducción
“Ser y Tiempo” de Martin Heidegger consta de dos capítulos, los cuales exponen en líneas
generales el pensamiento de dicho autor, desarrollado en profundidad a lo largo del libro. Capítulo primero: Necesidad, estructura y primacía de la pregunta por el ser. Parágrafo 1. Necesidad de una repetición explícita de la pregunta por el ser. Desde un primer momento, Heidegger plantea la que será la pregunta por antonomasia de éste tratado, y que le servirá como hilo conductor para desarrollar su pensamiento, dicha pregunta es la pregunta por el ser. Planteada ya desde la antigüedad por Platón y Aristóteles, la consideración que se ha hecho de dicha pregunta hasta la modernidad, no ha variado en gran medida, según Heidegger ha enmudecido como “pregunta temática de una efectiva investigación.”. De este
modo, ha sido considerada superflua e irrelevante, por las características atribuidas de concepto universal, vacío e indefinible. Heidegger analizará los tres prejuicios o características, que hacen obviar la pregunta por el ser, la cual, planteada adecuadamente, nos llevará a interpretar correctamente la ontología fundamental. Estos son tres: El “ser” como concepto “más universal”, el co ncepto de “ser” c omo “indefinible” y el “ser” como concepto evidente por sí mismo. Las conclusiones obtenidas por Heidegger de estas tres características son las siguientes: En primer lugar, la “universalidad” del “ser” entraña oscuridad, para nada simplicidad o claridad. Del segundo prejuicio, se obtiene la idea de que el “ser” no e s un ente, ya que no puede ser inferido, ni deducido de conceptos, pero “la
indefinibilidad indefinibilidad del ser no dispensa de la pregunta por su sentido, sino que precisamente invita a ella.3] La propia pregunta en cuanto referente de un ente, tiene su propio modo de ser. Puesto que, la pregunta, como búsqueda que es, necesita de una guía que le lleve a lo buscado; necesariamente implica una comprensión del sentido evidente evidente del ser, previo a la pregunta explicita por el sentido del ser, la c ual parte de la guía anticipadora, es decir, “de la comprensión mediana del ser”. Es la indeterminación que posee el conce pto del “ser” la que necesita ser aclarada de forma explícita, el sentido del “ser”, y no su ser mismo. El “ser” considerado como 5+
La pregunta por el ser necesita preparar al ente para elegir correctamente, así mismo, se debe elaborar la forma de acceder al ente. La pregunta, en tanto que “modo de ser de un ente”, se
encuentra determinado por el ser; este “ente” -“que somos en cada caso nosotros mismos”- capaz de preguntar por el ser lo denomina “Dasein”, ente que necesita ser estudiado para un
planteamiento explícito y transparente de la pregunta por el ser. Argumenta Heidegger en contra de la consideración circular del modo de plantear la determinación del ente y del ser, uno a partir del otro. Pero tal circularidad es inexistente, ya que, el ente se puede definir en su ser sobre “la
comprensión evidente del ser”, de este modo, la pregunta sería “anticipativa”, habría una precomprensión del ser, a partir de “ la comprensión evidente del ser”. Esta característica del preguntar, es “constitución esencial del Dasein mismo”, hay una relación privilegiada entre e l
Dasein y la pregunta por el sentido del ser. Si la fundamentación del ser no se diese, sería imposible toda ontología.
Parágrafo 3. La primacía ontológica de la pregunta por el ser. Ahora se trata de mostrar la utilidad de la pregunta por el sentido del ser. Para ello nos dice Heidegger, que “el todo del ente” puede delimitarse en regiones esenciales mediante estructuras fundamentales, obtenidas por …+ horizonte de toda comprensión del ser y de todo modo de interpretarlo.” *8+. Se debe explicar el “tiempo” por primera vez, “a partir de la temporeidad en cuanto ser del Dasein comprensor del se r.” *9+, de dicha temporeidad surgirá el concepto “vulgar de tiempo” y el de “tiempo como horizonte de la comprensión del ser”, es la comprensión vulgar
del tiempo la que ha predominado como ontología. Toda ontología posee como problema fundamental el fenómeno del tiempo, ya que, el ser debe siempre considerarse desde el aspecto del tiempo, lo que implica que “el ser mismo *…+ se ha hecho visible en su c arácter “temporal.”,
carácter que engloba toda forma de tiempo posible, en un sentido positivo. La ontología fundamental en tanto que interpretación del ser, busca aclarar la temporariedad del ser, entendido por “temporariedad” el tiempo del ser, desde el cual se puede aprehender el ser. La
pregunta por el ser debe determinar los problemas de la ontología hecha hasta aquí, determinada por el modo de ser del Dasein.
Parágrafo 6. La tarea de una destrucción de la historia de la ontología. La temporeidad es la condición que posibilita la historicidad como un modo de ser tempóreo del Dasein. El Dasein es su pasado en su ser, ser que “acontece” en el futuro, por ello se entiende “historicidad” como forma de ser del “acontecer” de l Dasein, lo que le otorga comprensión
inmediata de sí mismo, por la anticipación constante del pasado. Éste se construye por su historicidad, según la cual, se elabora la historia universal, historia que es posible en tanto que el Dasein se cuestione la tradición, lo cual, solo es posible, tras el desvelo de la historicidad del Dasein. La pregunta por el sentido del ser en general nos ha llevado a la historicidad del Dasein. Pero la propia pregunta está caracterizada, en tanto que proveniente del Dasein, también por la historicidad. De este modo, la pregunta por el ser deberá realizarse tras la apropiación positiva de su pasado, ya que así, permitirá sus más propias posibilidades de cuestionamiento. Pero el problema es, la influencia de la tradición sobre el ser del Dasein, influencia provocada por la forma que tiene de comprenderse el Dasein a sí mismo y al ser en general, a partir de los entes del mundo, lo que conlleva que la ontología se someta a la tradición. Ya desde la comprensión inmediata y mediana del ser, se ha caído en la tergiversación de la tradición, la cual le domina y arranca su historicidad. La consecuencia es la destrucción del fundamento propio y la
imposibilidad de recuperarlo, sin el cual no se puede dar una historicidad, al no haber un retorno positivo al pasado, a aquellos ámbitos particulares del ser que en la historia han guiado preguntas ontológicas planteadas desde la perspectiva del ente o de la dialéctica, con lo perjudicial de dicha consideración. Para recuperar la pregunta por el ser en la historia, se debe llevar a cabo 11], pero también se expone otro significado, “fenómeno” como “apariencia”. Provenientes ambos del griego. A continuación, lo relaciona con el significado en alemán, en el cual, una de sus acepciones puede entenderse como “manifestación”, que a su vez posee tres significados según Heidegger, estos guardan una estrecha relación con la palabra en griego “fenómeno”. La que determina el sentido auténtico de “fenómeno” dentro de los significados de “manifestación”, es el de “mostrarse”. Nos dice que de la forma que se determine el concepto es necesario comprender el sentido formal de “fenómeno” y la vulgar aplicación. El significado etimológico primordial de “logos” es el de “decir”. Así debe diferenciarse “lo dicho” de “lo hablado”, de tal forma que el o rador haga patente lo dicho, para que el oyente pueda entender de lo que se habla. Esto en los casos que se quiere “hacer-ver” algo. En tanto que “hacer ver”, el “logos” puede ser verdadero o falso. La verdad del logos consiste en un sacar a la luz, “sacar de su ocultamiento el ente del que se habla, y hacerlo ver como desoculto, es decir, descubrirlo.” *12+En cuanto a la falsedad, es un encubrir, un tapar, de tal forma que se confunda.
Pero, en cuanto que la función del logos consiste en hacer que algo sea visto, que el ente sea percibido, se puede entender como razón.
Tras el análisis de ambos términos procede a analizar el término que resulta de su unión, “fenomenología”; la cual “hace ver desde sí mismo aquello que se m uestra, y hacerlo ver tal como se muestra desde sí mismo.”, que sigue siendo e l significado atribuido al principio de “¡A las cosas mismas!”. Pero nos dice más abajo que, “La palabra sólo da información acerca de la manera de
mostrar y de tratar lo que en esta ciencia debe ser tratado. Ciencia de los fenómenos quiere decir: un modo tal de captar los objetos, que todo lo que se discuta acerca de ellos debe ser tratado en directa mostración y justificación.” *13+Aquello que debe ser mostrado es precisamente porque
queda oculto, no se muestra de forma evidente, esto es el ser del ente. La fenomenología es la forma de acceder y determinar lo que debe estudiar la ontología. “La ontología solo es posible como fenomenología.” *14+El modo de ocultarse de los fenómenos es variado, puede se r que no haya sido “descubierto”, también puede ser que se encuentre “recubierto” término que ha vuelto
a ser ocultado tras haber sido sacado a la luz en un momento dado, este ocultamiento puede ser gradual. “El modo de comparecencia del ser y de las estructuras de ser en cuanto fenómenos debe
ser arrebatado a los objetos de la fenomenología.” *15+Ahora, se nos presenta una distinción entre “fenoménico”, aquello que se da y se explicita en el modo de presentarse el fenómeno; y “Fenomenológico” lo relativo al modo de la mostración y explicitación y todo el aparato
conceptual necesitado en la investigación. Termina argumentando Heidegger, que la fenomenología del Dasein es hermenéutica, desde la perspectiva originaria de la palabra, que significa el “quehacer de la interpretación.” Así mismo, la he rmenéutica es “hermenéutica” en el
sentido de condiciones de posibilidad de toda investigación ontológica. También, en cuanto,
interpretación del ser del Dasein es el primero para la filosofía “el sentido de una analítica de la
existencialidad de la existencia.” ----------------------*1+ Martin Heidegger “Ser y Tiempo” Ed. Universitaria Trad. Jorge Eduardo Rivera (Pág. 27) Todas
las citas referentes a dicho libro han sido obtenidas de la presente edición, por lo que en citas futuras simplificaré la referencia a la página en cuestión.