Tiempo y ser MartinHeidegger
TIEMPO
Y SER
MARTIN
HEIDEGGER
TIEMPO
Y SER
Introducción MANUEL
Traducción
MANUEL
de
GARRIDO de
GARRIDO,
JOSÉ LUIS MOLINUEVO
y FÉLIX DUQUE
SEGUNDA EDICIÓN
¡años
Título original: Zur Sachedes Denkens
l. edición, 1999 2. edición, 2000
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© Max Niemeyer Verlag, Tübingen, 1988 Introducción © Manuel Garrido, 1999 © EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, S.A.). 2000 Juan Ignacio Luca de Tena, 15 28027 Madrid ISBN: 84-309-3356-5 Depósito Legal: M. 19.052-2000 Prinred in Spain. Impreso en Españapor Lerko Print
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,
Jefferson
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ÍNDICE INTRODUCCIÓN, por M. Garrido ........................................................... .. Pág. TIEMPoY SER ............................................................................................... .. PROTOCOLO DEUNSEMINARIO SOBRE LA (ONFERhN(IA «TIEMPOY SER».......... .. EL PINALDELA FILOSOFÍA Y LA TAREADELPENsAR...................................... .. MI CAMINOENLA FENOMENOLOGÍA .............................................................. ..
95
REFERENCIAS ................................................................................................ ..
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[7]
INTRODUCCIÓN LOS VERICUETOS DE SER Y TIEMPO
DE HEIDEGGER:
AL «ACAECIMIENTO
APROPIADOR»
La conferencia «Tiempo y ser», primero y principal de los cuatro ensayos reunidos por Heidegger en este libro, fue pronunciada por su autor en 1962 en la Universidad de Friburgo, y cons-
tituye uno de los más ambiciosos intentos publicados por el en vida paradar a conocerla clavede su último pensamiento. ¿Setrata de la continuaciónde Ser y tiempo, el legendarioe inacabado mamotreto de 1927 que le valió a Heidegger su espec-
tacular hegemoniaen el pensamientocontinental europeode los años treinta? De hecho, el plan de investigación propuesto al ini-
cio de Sery tiempoprometíaya, bajo el título de «Tiempoy ser», un estudio monográco de este asunto que nunca vio la luz. Pero no son pocos los que piensan que el viraje intelectual marcado y
desarrolladopor Heideggerdurantelas tres decadasy media que separan1962de 1927terminó situándoloen las antípodasfilosóficas de aquel libro.
l.
Los HALLAZGOS DE SER l TIEMPO
Del episodio académico que precipitó la publicación del ma-
nuscrito de Ser y tiempo da cuenta la breve nota autobiográfica que pone fin al presentevolumen. Merceda esapublicaciónse le abrió el pasoa la cátedraa aquelmodestohijo de Sacristán,seminarista frustrado y prometedor docente de Friburgo que era enton-
ces Martin Heidegger,quien habíaabandonadoya las esferasdel pensamientooficial católico para hacerfenomenologíacon el coloso Husserl.
El objetivo programadoen Sery tiempoera planteara fondo la cuestión del ser, el tema capital de la ontología que tanto apasionó
a los griegos.Abordar abiertamenteesetema delatabaya una voluntad de navegarcontra corriente, pues, en el paisaje filosófico alemánde aquellosaños,el neokantismocontinuabamaximizando, [9]
lO
TIEMPO Y SER
pesea la fenomenología,la tendenciadel pensamientomodernoa suplantarla cuestióndel ser por la del yo y la ontologíapor la teoría del conocimiento.
Pero el aspecto que parecía más agresivamente iconoclasta de
aquellibro, y queinclusocontribuyóa determinarla rupturade Heideggercon Husserl,era su visión del hombre.Metodológicamente introducidacon el argumentode queel análisisontológicodel «ente que se interrogapor el ser» debeser previo al análisisontológico del ser,la pintura del hombreen Sery tiempoes la de un enteconstitutivamente mundano y moribundo, anclado en la finitud. Nada
tenia que ver semejantepintura con el sujeto cognoscentede los filósofos idealistas,cuyosmiopestanteossensorialesjamás supieron darnos cuenta cabal de la existencia de la realidad exterior. El
estar-en-el-mundono erapara Heideggerun punto de llegadasino de partida, no un dato a obtener adventiciamente sino el dato habi-
tual que ya poseemosporquees la estructuraque nos constituye. En el hechode que la voz alemanaDaseín(que normalmentesignifica «existenciahumana»)se deje leer etimológicamentecomo el combinado de particulas Da-sein (estar-ahí)veía el autor un guiño favorable de su lengua nativa a su teoría.
Implantadoen un mundoque él mismo alumbray dondele salen al encuentrolos utensilios,las cosasnaturalesy suscongéneres, radicalmenteinmerso,antesde toda teoría, en el plexo de interesese interpretacionesmáso menosalienantesde la vida ordinaria, el heideggerianoDasein se revelabaal análisis como un ser cuya estructuramás profunda es el «cuidado»o la preocupación,a lo largo del tiempo, por suspropiasposibilidades,la supremade las cuales,la muerte,que lo torna en imposible,debeserencaradapor él con resolución.La última sección(5 85) de Ser y tiempo concluía dandosolemnementepor establecidoel caráctertemporalde la existenciahumana:«La constituciónontológico-exístencíaria de la totalidad del ser ahí tiene su fundamentoen la temporalidad.» Perodejabaabierta la preguntapor la conexiónentre el tiempo y el sentido
2.
del ser.
LA VUELTA
Si por hipótesisun estudiantedel Heideggerde los díasde Ser y tiempo hubiesedespertadode una hibernaciónde treinta y cinco añosen la salade conferenciasde la Universidadde Friburgo a fi-
INTRODUCCIÓN
Íll
nalesde enerode 1962,justo cuandoel maestropronuncióla conferencia «Tiempo y ser», no le resultaría fácil dar crédito a sus oídos.
Pordepronto,el estilodel discursosele antojariamuy distinto. Al lenguajeprofesionaly ultratécnicodeaquellaprimeraobra, dondeparecíanconvergerel rigor lógico deAristóteles,Kant y Husserl, habíasucedidounanuevajerga, no exentapor su partede otro
géneroderigornomenosinsufrible,quepenalizaba gravemente la terminología académicay prefería dejarse llevar, venerándolos,
por los arcaísmos, las sencillasliturgiasy los imprecisosbalbu
ceosdel lenguajenatural. Pero también apreciaríaun cambio no trivial en los contenidos. Es verdad que han vuelto a entrar en dan-
za en la conferenciael ser,el tiempo y el hombre,mas se diría que
lo quea éstesele pideahorano esactivaresoluciónsinoentrega; y el tiempoy el serparecensersólomomentos de algo aúnmás insondabley enigmático que Heidegger llama el acaecimiento (das Ereígnís).
Al desconcertado hibernante no le bastaría que le dijesen que,
mientrastanto, habíantenido lugar acontecimientoshistóricosdel calibre de la segundaguerramundial, la victoria de los aliados,la reconstrucciónde una Europadividida, la consolidaciónde los im-
periossoviéticoy americano y la emergencia dela sociedad auente en plenaguerrafría. Necesitaríaque le explicasenque el pensamiento de Heideggerhabía experimentadoun giro, una torna o vuelta (Kehre)en el camino que parecíaponerlo casi todo del revés. Estc giro se apreciacon bastanteclaridad en los escritoshei-
deggerianos publicadosdespuésde la guerra,particularmente la Carta sobre el humanismo (1947), cuyo mensaje principal, acuñado en la fórmula «el hombre es el pastor del ser», es que los cuidados
y desvelosdel hombreno debengravitar en torno a sí mismo sino más bien en torno al ser y al lenguaje, quc es la venerable «casa
del ser». Corolario de estemensajeera la desautorizacióndel intento llevadoa cabo por Sartrecn El existencíalísmoes un hunzanismo (1946), que implicaba la lectura de Sery tiempo como u.na mera odisea del Dasein, como una teorización nada más que an-
tropológicao ética,perono ontológicadel diálogoallí recogido, con el tiempo al fondo, entreel sery el moribundtts.Por lo demás,
puedequeel desconcierto del estudiante subieradepuntosi sele añadieseque los cambiosdecisivosde esavuelta se fraguaronen los cursosimpartidosy en los escritoscompuestospor Heidegger a lo largo de los añostreinta, precisamentela décadaen que tuvo
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TIEMPOY SER
lugarel ominosocompromiso politicoactivodelpensador germano con el nazismo.
¿Cabeestablecer algúntipo derelacióninternaentreel pensamientode Heideggery su servidumbre a Hitler?¿Puede demostrarse, como sostienenLukács y Farias,que entre la losoa de Sery tiempoy esaservidumbrehay una relación de fundamentoa consecuencia? ¿O sería más acertado,por el contrario, sostener con Habermasque el nietzseheanismoprofesora] y trasnochado que emanade esaprimeriza obra no implica ningún nexo que tenga real importancia,pero que si han sido, en cambio, el frustrado
compromiso naziy la depuración y ostracismo padecidos por Heideggertrasla victoriaaliadalos causantes de la interiorescapada delferoztigreencautiverioal entreguismo, al quietismo y al fatalismo que caracterizanal pensamientoheideggerianodesdela «vuel-
ta»?Y, si unoprefieredejaren todo casoa un ladoeseasuntoy separarlos contenidosfilosóficos de la peripeciapolítica,¿hay sólo una o son dos las filosofías de Heidegger?'.
Ni nuestroimaginarioestudiante podría,ni tú, lector,imagino que puedashacer otra cosa, sin disponerpor el momentode más
información,queprestaroído,reservando el juicio, a las palabras de Heidegger. 3.
E1. JUEGO DEL DON
La conferencia«Tiempoy ser»empiezaestableciendo, a modo de teoremafundamentalde la ontologíaheideggeriana,que el ser se caracterizaprioritariamente por la presencia.Esteteoremanos retrotrae a los griegos, que descubrieronese rasgo en las cosas. ' En 1963aparecióunavoluminosaobrade Richardsonsobreel pensamiento
heideggeriano, queintrodujoel usode la dobleetiqueta«Heidegger l» y «Hei-
deggerIl», dandoasi como por sentadala correspondientedualidadde filosofías. En su carta-prólogoa dicho libro Heideggerinsiste en la continuidad sustancial de su pensamiento(tesis cuyo paladínes hoy el profesor Friedrich Wilhelm von
Herrmann), aduciendo la constancia en ambasépocasde tresmotivosontologícoscapitales: el planteamiento a fondode la cuestióndel ser(queseremontaa su juvenil contacto con la conocida obra de Brentano sobre los sentidos del ser
en Aristóteles), la reexión critica sobre la verdad como dlñtásioto desocultamiento y la exaltaciónde la función esclarecedorao despejadoradel hombre.La primera de las seis sesiones del «Protocolo de un seminario sobre la conferencia
Tiempoy ser>>, queesel segundo de losensayos quecomponen el presente libro (véasemás abajo, pp. 47 ss), está principalmente dedicadaa discutir los acuerdosy desacuerdosentreSery tiempoy «Tiempoy ser».
INTRODUCCIÓN
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PeroHeideggersostieneque,al descubrirla presenciade los entes,ellos«olvidaron»,y con ellos la tradiciónmetafísica,fijarse en el sermismocomopresencia. ¿Quédiríamosdel teóricode la pinturaquese empeñase en fundamentar la teoríade los colores reduciéndolostodosa un supercolor,y olvidaseconsiderarel papel
quepuedadesempeñar al respectounateoríade la luz?Análoggamente,alegaHeidegger, la explicaciónonto-teológica (esdecir,la explicacióncausalde la existenciade los entespor la de un ente supremo), quehasidodesdePlatóny Aristótelesel negociofundamental de la metafísica,olvidó analizarel sentidodel ser.
Paraayudarnos a salirde eseolvido,el conferenciante propone auscultarmásde cercael lenguajenatural.Y el resultadode su escuchaes una observaciónque corrige el venerableaforismo de
Parménides: ÏÉGIL voipeivoti,«puesel ser es».Heideggerpiensa quesi bienescorrectodecirde todoenteque«es»,esono puede decirse,sin embargo, ni del serni deltiempo,queno sonentesde ningúngénero.Y observa,después deauscultaral lenguaje,queel
predicado quemejorlescuadra a ambos noesel verboexistencial o copulativo«es»,sinoel impersonal «hay»o «seda»(enalemán, esgíbt),dehechoutilizadoen similarescontextos por pensadores comoOrtegao Quine.Que«Sedael ser»y que«Sedael tiempo» sonasílosprimeroshallazgosdela conferencia. Conel verbo«dar»estánemparentadas, entreotrasmuchas,la
palabra «dato», quehoypertenece al léxicopositivista, y la palabra «don»,sobrecuyasconnotaciones, casimágicas,escribióun memorableensayoel gransociólogoMaussz. En el sistemade«toma y daca»,deldo ut des,quegobiernatan inexorablemente el intercambio de bienes entre humanoscomo gobierna el principio de causalidad el tráfico entre los entes naturales, ota como si fuera,
por asi decirlo,desinteresadamente el juegode la donacióny del don,quepareceno implicardeudaalgunay, sin embargo,a1:a o compromete deunamanerau otraal beneficiario. Al visualizar como «don» la presenciainherenteal dato: «Se
dael ser»,la ontologíade I leideggercobrael airedeunahistoria 7 «Ensayo sobreel don.Formay razóndel intercambio enlassociedades arcaicas»(1923-1924), en MarcelMauss.Socínlogíz: y anrropologzkt, precedido de
una introducciónde Claudel évi-Strauss,traducciónde TeresaRubio Martin-Re-
tortillo,Teenos, Madrid,199].La conferencia deHeidegger y el ensayo deNlauss sirvendeinspiración a Jacques DerridaensurecientelibroDar (el)tienzpo. l. La monedazlsa, traducción deCristinadePeretti.Paidós.Barcelona. 1995.
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TIEMPOY SER
morequasíhegelíanodel pensamiento. El sercomodonquesele dispensaal hombrenosespintadoen esaontología,en términos desabormáso menosmítico,comoenvío,misióny destino.La historia heideggerianadel ser es la historia de los destinos,transfor-
maciones y avatares por losqueésteatraviesa, al sercaptado y conceptualizado porlospensadores másdestacados decadaépoca:«Si Platónserepresenta al sercomoiñéoc y comoKoivmvíoc delasideas, Aristótelescomoévépyaioc, Kant comoposición,Hegelcomoel conceptoabsoluto,Nietzschecomovoluntaddepoder,no sonéstas doctrinasproducidasal azar,sinopalabrasdel ser comorespuestasa una apelaciónque hablaen el destinarque se oculta a sí
mismo,enel Se dael ser>>". Estanuevaperspectiva supera,con-
servándolo, el programa de «destrucción» o desmantelamiento de
la historiadela tradiciónmetafísica propuesto enSery tiempoy en el cual vino a inspirarsela famosadeconstrzrccíón de Derrida. 4. LA EXTENSIÓNv LA REGALÍA DEL 'IIEMPO
Perosi el seresvestidoahoraporHeidegger, dentrodela lógica
y laretóricadeldon,conropajededestino, ladonación deltiempo esdramatizada por él, dentrode esamismalógicay retórica,mediante un singular atributo digno del mismísimo Anaximandro.
Eseatributoesnombrado conel verboalemánreíchen,significativo de accionestales como «tender»,«extender»,«alcanzar»y «ofrendar»,que Heideggerempleaconnotandono sólo el sentido de la distanciaespacio-temporal,sino también el de la inuencia
deun podero autoridad.(La raízrecdeeseverboesla mismaque da rex en latín,régimeny regiónen españolo Reichen alemán.) Y mientrasvisualizaasí el despliegue originaldel tiempo,como «extensión» y comoregiaofrendao «rcgalía»,Heideggerinsiste con empeñoen la funcióneminentemente creadorao, por mejor decir, «clareadora», «eselarecedora» o «despejadora» que tiene esedespliegue.(Sobrela importantenoción heideggerianade clareamientoo esclarecimiento,véaseel tercer ensayode este libro, «El final de la filosofía», pp. 85 ss.)
En Sery tiempohabíasidoespecialmente analizadala temporalídad, o imbricaeiónde presente,pasadoy futuro, como estruc* «Tiempo y ser», p. 29.
INTRODUCCIÓN
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tura constitutivadel estarhumanoy allí se criticó ya la clásicare-
duccióndel tiempoa unaseriede «ahoras» puntuales, queseinicia con Aristótelesy culmina en la sico-matemáticade Newton a
Einstein.Peroen«Tiempoy ser»,dondesehablamásentérminos detiempoquedetemporalidad, el puntodereferenciano esel estar humanosinoel ser,cuyasmodalidades denecesidad, imposibilidad,posibilidado contingencia implicanevidentemente temporalidad ontológica.
De ahí queel tiemporadicalmente reconstruido en la confe-
renciade 1962,sin confundirsecon el fisico-matemático,seamás
«mundano» quehumano;estádimensional o, mejor,tetradimensionalmenteestructurado,e incorporaal espacio.Con esto, concluye
Heidegger, se«csclarece» lo quellamamos espacio-tiempo («Tiempo y scr», p. 34).
5. EL ACAHCIMIENTO APROPIADOR
El objetivode la conferencia «Tiempoy ser»es,dichoenpalabrasde Heidegger, «pensaral ser comoaeaecimiento apropiador>>ïDe hecho sus últimas páginas, subsiguientesa una larga meditaciónsobreel sentidodel ser y el sentidodel tiempo, están dedicadas a desarrollar finalmente una idea/experiencia que Hei-
deggerdenominaEreígnís"y conla quequisieraemularal Taode Lao-tse,al ápeíronde Anaximandro,al Lógosde Heráclitoo al eterno
retorno
de Nietzsche.
La palabraalemana Ereignzls significaordinariamente «acaecimiento» o cualquiera de sus sinónimos, como «suceso», «evento»
o «acontecimiento».De aqui podríainferirse,por de pronto,que la intención de Heideggeres poner de relieve el caráctereminente-
menteprocesual y dinámicodesuontologia,comoya quisieronhacerBergsono Whitehead conlassuyas,o tambiénel Wittgenstein del Tractatus (1921)cuandopostulaque«el mundoesla totalidad de los hechos,no de las cosas».Perono es sólo eso.En primer lu-
gar,y haciendoalardede sudominioenel artedel guiñoetimolo«Protocolo de un seminario sobre la conferencia Tiempo y ser"). p. 63.
Póstumamente ha aparecidoluegola obra definitiva de Heideggersobreel
aeaecimiento apropiador: BeíIr-¿ige zur Philosophie (VnmEreígnís)[Contribucionesa la filosofia (Del acaecimiento, Klostermann,Francfort, 1989.
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TIEMPOv SER
gico,Heidegger tratadellevaral ánimodesuscompatriotas quesi sedescompone el referidovocabloalemánen susdospartes:Ereígnís,la primerade lascuales(er) esun prefijo devalorintensi-
vo,enla segunda deellas(eignis)sepuede detectar unaciertapre-
senciade la VOZeígen,que significa«propio».Estole da pie al filósofo germano para violentar la semánticade dicho vocablo
Ereígnísy agregara su significadoordinario(«acaecimiento») el extraordinario de «apropiación» o «apropiamiento», quequisiera sermásíntimoy filosófico.El lectoralemánque,unavezimpuesto de estosguiñosetimológicos,setropiececonla palabraEreignísen un contextoheideggeriano no tienequehacerya mayores-
fuerzoparaentenderla como«acaecimiento» o como«apropiación»
o comoambascosas,segúnseael caso.Peroni un españolni un francésni un ingléspuedensacarde laspalabras«evento», événemento eventni deningunode sussinónimos,por másguiñosetimológicosquehagan,el significadomásíntimo y filosófico de «apropiación» queproponeHeideggerparaEreignís.La solución mássocorridade los traductores esdejaren alemánestevocablo, y así hace, por ejemplo, JoséLuis Molinuevo en su versión del
tercerode los ensayosque componencl presentevolumen.Los norteamericanos prefierencortarpor lo sanoy traducirsicmpreel Ereignísde Heideggerpor appropíarion(apropiación)sin nada querecuerdeel primersignificadoalemánde la palabra;asíhace,
porejemplo, JoanStambaugh, traductora dela conferencia «Tiempo y ser» en Estados Unidos; y el también norteamericano Sheehan
añade,por mor de la precisión,un prefijo queimite el efectosemán-
ticodelprefijoalemán er,proponiendo el neologismo empropíatíon («empropiación»).Posiblementela maneramás fiel de resolverel
problemaseríatraducirjánicamente, á la Derrida,el Ereígnísheideggeriano como«acaecimiento/apropiación» paraque el lector no pierdadevistala dobleacepcióndeesapalabra.Perocreomás acordescon nuestrolenguajelas propuestasde dos traductoresde
Heidegger al español: acaecimíento propicio(FélixDuque)y advenimientoapropiador (Yves Zimmermann).En mi traducciónhe
estadohastaúltimahoramuya puntodeoptarpor la primera,pues me parece un intento más natural y literariamente más feliz de
nombraren castellano la idea/experiencia deHeidegger, a pesar dequepiensoqueseríamásfiel decir«propiciado» que«propicio»y dequeentodocasola ideade«propio» quedaaquídesenfocada.Porotraparte,el imperativodefidelidady precisiónhabla a favor de la propuestade Zimmermann.Al final he tomadola sa-
INTRODUCCIÓN
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lomónica decisión, y reconozco que sin el menor adarme de imaginación por mi parte, de fundir ambas propuestas en una tercera: acaecimiento apropiador, teniendo en cuenta que «acaecimiento» conserva mejor el significado ordinario de Ereígnís del que parte
Heideggery «apropiador»recogemejor que «propicio» el significado terminal que él impone a dicho vocablo. Lo importante, en definitiva, es percatarse de que la nota distintiva que ha querido imprimirle Heidegger a la idea y experiencia capital de su filosoa no es tanto la noción de generalidad ni tampoco siquiera la de fundamentalidad como la de propiedad para expresar el desíderátum de que lo más propio del hombre llegue a converger, asintóticamente como dice Sheehan,con lo más propio del ser. Con la constatación del doble dato «Se da el ser», «Se da el
tiempo» con que abre su conferencia, pretende Heidegger ofrecer una alternativa que corrija y complete la sentencia de Parménides
¿on voipeivou,«puesel ser es».El camino recorridoa lo largo de esa conferencia le lleva al resultado de que el puente que pone en conexión a ambos datos, la «y» de la fórmula «Tiempo y ser», la relación que liga el uno con el otro y que, paradójicamente, es más fundamental que los terminos por ella ligados, es el «acaecimiento apropiador», el Ereígnís.A este nivel de profundidad, o si se quiere de originariedad y propiedad, ya no cabe, concluye Heidegger, más predicación que la interna o tautológica. Del Ereignis no se puede ya decir ni que «es» ni siquiera que «se da», sino sólo que ereígnet, lo cual puede traducirse alternativamente diciendo que «el acaecimiento acaece/la apropiación apropia», o también que «el acaecimiento apropiador acaeceapropiadoramente». Algún comentarista anglosajón ha sugerido como ilustración del acaecimíento apropíador la relación del hombre con el lengua-
je. La familiarización del hombre con su lenguase deja entender, evidentemente, como un proceso que no es sólo episodio de historia natural, sino también evento de historia cultural.
En virtud de
ese proceso cada hombre se va apropiando de algo que inicialmente puede antojársele ajeno, pero que luego, sin embargo, se va liaciendo gradual y consustancialmente lo más propio suyo, sin que
puedafinalmenteprecisarsehastaqué extremoes él quien se está apropiando del lenguaje o es el lenguaje quien lo expropia o enajena a él.
Estailustración responde,sin duda,al propósito de adaptarla idea/experienciade Heidegger-wque no es segúnél, sin embargo, numéricamente múltiple
a un clima analítico-wittgensteiniario.
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TIEMPO v SER
Como alternativa a este ejemplo, quizá pueda el lector atisbar algo más del recóndito significado que aspira a tener esa suerte
de happeningque es el acaecimientoapropiadorsi se prestaa ser tolerante con el dudoso procedimiento de tratar de explicar una cosa oscura por otra que no lo es menos y hace conmigo memoria
de una de las numerosasincursionesnietzscheanas de Heidegger. En la tercera parte de Así habló Zararusrra inserto Nietzsche un capítulo titulado «El convaleciente». Al comienzo de ese capítulo Zaratustra, hablando consigo mismo, cvoca «el más abismático de mis pensamientos», que se dispone a comunicarnos. Mientras lo
hace, sus dos animalesfavoritos, el águila y la serpiente,el más orgulloso y el más sagaz de todos los seres dc cse reino, se adelantan a nombrar tan abisal pensamiento clamando: «tú eres el ¡maestro del eterno retorno de lo mismo y este es ahora tu destino». En el pensamiento del eterno retorno se conjugan, según Nietzsche, la vida, que es voluntad de poder, el dolor y el «círculo» o sagrado anillo, donde los tres momentos del tiempo, pasado, presente y futuro, se funden asimismo con la eternidad. El sentido de ese pensamiento parece consistir en que la voluntad, venciéndosc a si misma, sc decida a otorgarle un «si», imprimiéndole con ello un carácter de «ser», como si lo ctcrnizara,
al evanescente devenir.
Por otra parte, a un destino que convoca al hombre a llegar a ser lo
que más íntimamentees, se refiere Zaratustraen cl prólogo de esa misma obra, invocando el sentido de la tierra, con el recurrente estribillo: «yo os enseño a] superh0rnbre>>. El nietzscheanoeterno retorno dc lo mismo seria el tipo de hap-
pening al que más pudiera parecerseel acaccimientoapropiador dc Heidegger;y, recíprocamente,el hombre que, comportándose como tal, resolviese «entrar» en el acaecimiento apropiador y hospedarse en e'l estaría haciendo las veccs de lo que Nietzsche llamó «superhombrc». En el comentario de Heidegger al referido capitulo de Así habló Zaratutvtrczpuede leerse: <
" «¿Quiénes el Zaratustrade Nietzsche)»,en M. Heidegger,Conferenciasy artículos, traducción de Eustaquio Barjau, Scrbal, Barcelona, 1994, pp. 91-112.
TIEMPO
Y SER*
La conferencia que sigue precisa un breve prólogo. Si en este momento nos fuesen mostrados en su original dos cuadros: la acuarela «Santos desde una ventana» y la témpera so-
bre arpillera «Muerte y fuego»,que Paul Klee pintó el año de su muerte, nos gustaria quedarmirándolos un rato largo... abandonando toda pretensión de entenderlos de inmediato. Si en este momento pudiese sernos recitado, y por el propio
poeta Georg Track], su poema «Séptuplecántieo de la muerte», nos gustariavolver a escucharlounay otra vez, abandonandotoda pretensión de entenderlo de inmediato. Si en este momento quisiera Werner Heisenberg exponernos un resumen de sus pensamientos de fisica teórica cn torno a la fórmula del mundo por el buscada, a lo mejor pudieran seguirle, tal vez, dos o tres de los oyentes, pero los demás abandonaríamos sin rechistar toda pretensión de entenderlo de inmediato. No es ése el easo del pensar llamado filosofia. Pues este debe
proporcionar«sabiduríamundana»,cuandono, incluso, una «guía para la vida feliz». Perobien pudierahabervenido a parar hoy un pensarsemejantea una situaciónen la que fuesenmenesterreexioneslargamentedistantesde una útil sabiduríadc la vida. Puede que hayallegadoa ser perentorioun pensarque se halle forzadoa cavilar sobre aquello de donde reciben su determinación incluso las pinturas y la poesía y la teoría sico-matemática recién mentadas. También aquí tendríamos que abandonar, entonces, toda pretensión de entender el asunto de inmediato.
Mas en este caso, sin
embargo,seria ineludible que nos aprestásemos a escuchar,pues se impone la tarea de un pensar que se adelante a recorrer lo que se resiste a ser explorado. De ahí que no deba ni sorprendernos ni maravillarnos que esta conferencia escandalice a la mayoría dc los asistentes. Si algunos, empero, se sienten, ahora o más tarde, estimulados por ella pa.ra una reexión ulterior, es cosa que no se deja precisar. Algo se im-
* Traducción de Manuel Garrido. [19]
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TIEMPO Y SER
pone decir acerca del intento de pensar el ser sin tomar en consi-
deraciónuna fundamentacióndel ser a partir de lo que es, de lo ente.El intento de pensarel sersin lo entesetorna necesario,pues en caso contrario no subsiste ya, a mi parecer, posibilidad alguna
de traer con propiedada la miradael ser de aquello que hoy es en todo el derredor del globo terráqueo, y menos aún de determinar suficientemente la relación del hombre con aquello que hasta ahora llamarnos
«ser».
Valga esto de mínimo aviso para la escucha. No se trata de prestar oídos a una serie de proposiciones enunciativas, sino de seguir la marcha de lo que se va indicando. =l<>l<>l<
¿Quées lo que da ocasióna nombrarconjuntamentetiempo y ser? Desde el alba del pensar occidental europeo hasta hoy, ser quiere decir lo mismo que asistir o estar presente. Desde el estar presente, desde la presencia o asistencia, nos habla ese modo verbal, el presente, que, de acuerdo con la representación usual, cons-
tituye con el pasadoy el futuro la característicadel tiempo. El ser es determinado como presencia por el tiempo. Que así sean las cosas pudiera ser ya suficiente para que se suseitaseen el pensar una
permanenteinquietud. lnquietud que sube de punto tan pronto como nos aprestamos a reexionar en qué medida se da esta determinación del ser por el tiempo. ¿En qué medida? Esto implica los siguientes interrogantes: ¿por que motivo, de qué manera y desde dónde habla en el ser algo así como el tiempo? Todo intento de pensar suficientemente ' Al sostenersu tesis de que la caracteristicaprioritaria del ser es la presencia. Heidegger emplea dos palabras clave: el verbo anwesen (en su forma sustantivada: Anwesen) y el sustantivo abstracto xímrcñsenheíf,derivado de dicho verbo.
Yo las traduzcade preferencia,respectivamente, por «estarpresente»y por «presencia», aunque cn ocasiones, cuando el contexto lo aconseja, las vierto también.
como haceFélix Duque,por «asistir»de hecho,hay un cierto paraleloentre la etimología del asistir latino (ad-sitere) y la del germano (an-rtre.s'en)y «asistencia». Pero ya en el párrafo que remite a esta nota emplea además Heidegger un tercer vocablo, Gegenwart, también merecedor de comentario. Al presente y al modo presente de los tiempos verbales los alemanes lo denominan con dicho vo-
cablo,cuyo camposemánticocs distinto del de los anteriores(Gegenwcirtsignifica literalmente«aguardao esperaa»). Yo lo traduzcoindistintamente,aquí y en los demás lugares de la conferencia, por «el presente» y por «el tiempo presente».
TIEMPO v SER
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la internarelaciónzde sery tiempo con ayudade las usualese imprecisasrepresentaciones de tiempo y serquedaenredadoal punto en una inextrieablemadejade referenciasque apenashan sido aún pensadasa fondo.
Al tiempo lo nombramosal decir: Cadacosatiene su tiempo.
Lo quecon ello semientaes:Todolo queen cadacasoes,cada ente, viene y va en el tiempo que le es oportuno y permanece por
un tiempo, duranteel tiempo que le ha sido asignado.Cadacosa tiene su tiempo.
Pero¿esel ser una cosas, una cosareal y concreta?¿Eso está
el ser,igualqueun entecualquiera, enel tiempo?¿Es,engeneral, el ser? Si lo fuera, entonces es innegable que tendríamos que reco-
nocerlo como algo ente,y, en consecuencia,encontrarlocomo un tal entre los demás entes. Esta sala es. La sala está iluminada. A la
iluminada sala la reconoceremos sin más y sin reserva como algo
ente.Pero¿dónde,en todala sala,encontramos al «es»?En ningúnlugarentrelascosasencontramos al ser.Todacosarealy concretatiene su tiempo. Peroser no es ningunacosareal y concreta, no es o está en el tiempo. Y, sin embargo, el ser como estar pre-
sente, como presenteactual, sigue estandodeterminadopor el tiempo, por lo temporal.
A lo quees o estáen el tiempoy es así determinado por e]
tiempo, se lo llama lo temporal. Cuando un hombre muere y es arrebatado de las cosas de este mundo, decimos: se ha cumplido
su tiempo. L0 temporalquieredecir lo pasajero,lo que pasao perece con el curso del tiempo. Nuestra lengua dice con aún mayor
precisión:lo que pasacon el tiempo.Porqueel tiempomismo pasa. Y sin embargo, mientras pasa constantemente, permanece como tiempo. Permaneeer quiere decir: no desaparecery, por tan-
to, estarpresente.De estemodo resultael tiempo determinadopor 3 Por razonesde contextotraduzcoaquí y en otros lugaresl/érhiiltnís(2 relación) por «relación interna».
"' Los alemanescuentancon dos palabrasque significan «cosa»:Ding y Sa-
cha.La primera(equivalente al inglésthing)vienea designar, comola palabralatina res, cualquiercosareal y concreta.sin que estoimplique que hayade ser material. (Recuérdescque Descarteshablade la res ezrttensa, que es material,y dc la res cogitans,que es espiritual; y Kant denominaDing an sich a la «cosaen si» o <
>.) Dado que en españolsólo disponemosde una palabraal respecto, traduzcoaquíDing por «cosareal y concreta»,Sobrela segundapalabraalemana significativa de cosa,Suche,que tiene una importanciamuy crucial en el presente texto de Heidegger, véase mas zibajo, nota 5.
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TIEMPO Y SER
un ser. ¿Cómo entonces debe seguir el ser estando determinado
por el tiempo? Desdela constancia del pasardel tiempo,hablael ser.Y, sin embargo,en ningúnlugarencontramos al tiempocomo entealguno igual que una cosareal y concreta. El ser no es ninguna cosa real y concreta,y por tanto nada
temporal,mas es, empero,determinadocomopresenciapor el tiempo.
El tiempo no es ningunacosareal y concreta,y por tanto nada ente, pero permanece constante en su pasar, sin ser él mismo algo
temporalcomo lo ente en el tiempo. Ser y tiempo se determinanrecíprocamente,pero de una ma-
neratal queni aquél«el ser sedejaapelarcomoalgotemporal ni ésteel tiempo se deja apelar como ente.Al cavilar sobre todo esto,nos sorprendernos vagandoerráticamenteentreenunciados contradictorios.
(Paratalescasosla filosofiaconoceunavía deescape. Sedeja estara las contradiccionesy hastase las agudizay se intenta conciliar lo que se-contradice,y espor tanto inconciliable,en una unidad más amplia. A esteprocedimientose lo llama Dialéctica. Suponiendo que enunciados mutuamente contradictorios sobre el ser
y sobreel tiemposedejasenponerenreglapor unaunidadquelos sobreabarcase, éstasería,ciertamente, entonces unavía deescape, a saber,un caminoque se desvíade las cosasy de la índole o condición natural de ellas, porque no se comprometeni con el ser
comotal, ni conel tiempocomotal, ni conla relacióninternaque uno y otro guardan entre si. De paso queda totalmente excluida la 4 La expresiónSachverhalr (palabraque Heideggerdescompone a veces mediante guiónen susdospartes:Such-Verhulr. y cuyaversiónliteralpodríaser cl «comportamiento»o la «disposicióninterna de la cosa»)es uno de los términos basicosde estaconferencia.Los traductoresinglesesy castellanosde Tracza-
tuslogirro-p/zíloiiopli¡sus (1921)deWittgenstcin. obraencuyasprimeraspáginas encontramostambién una sutil distinción entre Díng y Suchey un empleo de Sac-lwerliciltcomo palabraclave,traducenestaúltima por «hechoatómico»(ver-
siónOgden,por la quescguióen EspañaEnriqueTiernoGalván)y por «estado decosas»(versiónPcars-McGuinness, por la quesehanguiadoen España Jaco-
bo Muñoz e Isidoro Reguera).Perolo quc puedevaler en el contextodel atomismo lógico del Facturas,dondeel mundo no es «un mundo de cosas,sino de he-
chos»,puedeno valerenel contextoheideggeriano dc «Tiempoy ser»,dondecl
mundo no es un mundo de cosas,ni tampocodc hechoswittgensteinianos,sino
de cosaspresenles o, si sequiere,depresencias. Félix Duquesugiere,bastante atinadamente, traducirSachvcerha/ o Sach-Verhaltporla «pertinencia dela cosa». Mi sugerencia aquiestraducirSachverhalt por «índole»,o tambiénpor la «condición» o la «condición natural de la cosa».
TIEMPO Y SER
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preguntade si la relación entre ser y tiempo es una mera referencia externa,que se deja ulteriormentcproducir por la yuxtaposición de ambos,o si la conjunción«sery tiempo»nombraunacondición natural de la cosa, tan sólo a partir de la cual resultan tanto el ser como el tiempo.)
Pero ¿cómodebemoscomprometemos,haciendojusticia a la cosa, con la condición natural de ésta nombrada por los títulos «Ser y tiempo», «Tiempo y ser»?
Respuesta:En la medida en que, ojo avizor, sigamoscon el pensamientoel rastro de las cosasaquí nombradas.Ojo avizor: esto significa por de pronto: no lanzarseprecipitadamentesobre las cosascon representaciones no contrastadas,sino más bien seguirles cuidadosamente el rastrocon el pensamiento. Pero ¿nosestá permitido tratar al ser, tratar el tiempo como cosas?Ninguno de amboses cosaalguna,si «cosa»quiere decir:
algoente.La palabra«cosa»,«unacosa)»,debesignificarahora paranosotrosaquellode lo quesetrataenun sentidodecisivo,un asunto o cuestiónen cuyo interior se escondealgo insoslayable. Ser: una cosa, un asunto o cuestión, presumiblemente la cosa, el asunto o cuestión del pensar.
Tiempo:unacosa,un asuntoo cuestión,presumiblemente la cosa,el asuntoo cuestióndel pensar,si es que,de otra parte,en el ser como presenciahabla algo así como el tiempo. Tiempoy ser,
sery tiemponombranla relacióninternade ambascosas,la índole o condiciónnaturalde la cosa,que ponea ambas,manteniéndola, en internarelación. Meditar sobreestaíndole es tareadel pensar, suponiendoque ésteno desistadc la intención de perseverar en su asunto.
Suchees la segundapalabraalemanatraducible por «cosa»,y Heidegger
nospidequela entendamos en susentidoetimológico(véasemasabajo,al principio de la tercera sesióndel «Protocolo»que sigue a esta conferencia,p. 57).
Paratraducirlanospuedeilustrarenel presente casola propiaetimología, quele
es paralela,del vocablocastellanocosa:«del latín CAUSA, causa,motivo, asunto, cuestión", que en latin vulgar, partiendode su segundosignificado, tomó cl sentidode cosa ya en el siglo IV de nuestraera» (JoanCorominas,Brevediccionario eIinIrJ/ógicode la lengua(rastellantr,Gredos.Madrid, l998). Dc acuerdocon ello, traduzcoSuche,aqui y en los restanteslugaresde la con-
ferenciaenqueaparece, por«asunto», «cuestión», y también«cosa» enel sentido, por ejemplo,enquesolemos hablaren español de «lascosasdel querer»,quees bastante an al pensado por Heidegger al titularZur Sac/ze desDen/tens [literalmente:«A la cosadel pensam]la versiónoriginalalemana del libro queel lector tiene entresusmanos.Veasemásabajo,«El final de la filosofia», pp. 82-85.
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TIEMPO Y SER
Ser: una cosa,un asuntoo cuestión,pero nadaente.
Tiempo:unacosa,un asuntoo cuestión,peronadatemporal. Del ente decimos:es. En lo que respectaa la cosao cuestión «ser»y en lo que respectaa 1acosao cuestión«tiempo»nos mantenemosojo avizor.No decimos:el seres,el tiempo es, sino: seda
el ser y se da el tiempo.Con estegiro no hemoshechopor de pronto más que cambiar el uso lingüístico. En vez de «es» decimos «se da».
Para retrotraernosa la cosa, más allá de la expresiónverbal, tenemosque demostrarcómo sedeja mirar y experienciareste«Se
da».El caminoapropiadoparaello esdilucidarquees lo quees dadoen el «Seda»,quées lo mentadopor el «ser»que...se da; quees lo mentadopor el «tiempo» que... se da. De acuerdocon esto intentamosdivisar, proyectandohaciadelantela mirada,el Se o Ello que da ser y tiempo. Así, mirando hacia delante,volvemos a estar, en otro sentido, ojo avizor. Intentamos traer ante nuestra
mirada al se y a su dar y escribimosel «Se»con mayúscula.
Le seguimos primeroel rastroconel pensamiento al ser,para pensarloen lo que tiene de propio. Le seguimosdespuésel rastro con el pensamientoal tiempo, para pensarloen lo que tiene de propio.
Merceda ello tienequemostrarse el modocomosedael sery comosedael tiempo.En estedarsetornaclarocómohayadedeterminarseesedar,que,comorelacióninternaqueesentreunoy otro, los mantienea ambosen su recíprocapertenencia y los dispensa como don.
Ser, aquello por lo que es señaladocualquier ente como tal,
quieredecirestarpresente.Pensado por referenciaa aquelloque estápresente,dichoestarpresentese muestracomoun dejarque se estépresente.Mas entoncesprocedepensaren propiedadeste dejar-estar-presente, en la medidaen que por él es dejadoel estar presente.Así se muestrasemejantedejar en lo que tiene de propio, que es sacarde lo oculto. Dejar estarpresentequiere decir: deso-
cultar,traera lo abierto.En el desocultarentraenjuegoun dar: esedarque,en el dejar-estarpresente, da dichoestarpresente, es decir, el ser.
(Pensarpropiamente la cosa «ser», la cuestión o el asunto «ser»,exige que nuestrascavilacionessiganlas señalesque se van " Véasemás abajo,«El final de la losoa», pp. 88 ss.
TIEMPO Y SER
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mostrandoen el dejar estarpresente.L0 que éstasmuestranen dicho estar es el desocultar. Pero desde este último habla un dar, un «Se da».)
Ciertamente,el «dar»que se acabade mencionarse nos antoja tan oscuro como el recién mentado «Se», o «Ello», que da.
Pensarpropiamenteel ser exige hacercasoomiso del sertal y como esjustificado e interpretadoal estilo de toda metasica, exclusivamente desde y para lo ente, como fundamento suyo. Pensar
propiamenteel ser exige dejar que siga su ruta el ser como fundamento de lo ente, mientras otorgamos nuestra preferencia al dar
que entraocultamenteenjuego en el desocultar,es decir, al Seda. En tanto que don, en tanto que donaciónde esteSe da, el ser perteneceal dar. El ser como don no quedaal margendel dar. El ser, el estarpresente,se transfigura. Como dejar-estar-prescnte perteneceal desocultar,como don de estequedaretenido en el dar. El ser no es. El ser Se da como el desocultar del estar presente.
Con algunamayor nitidez podría mostrarseel «Se da», si nos disponemosa seguir más decididamentecon el pensamientolas trazasdel aquí mencionadodar. Ello se logra si dirigimos nuestra atencióna la riquezade transformacioneslde lo que harto indeterminadamentees denominadoel ser, al que se desconocea la vez en lo que tiene de más propio mientrasse lo tengapor el más Vacío de todoslos conceptosvacíos.Estarepresentación del sercomo
lo puramente abstracto tampocoestodavíaenprincipioabandonada, sino sólo confirmada, si el ser como lo puramente abstracto es
conservadoy superadoen lo puramenteconcretode la realidaddel espiritu absoluto,lo cual ha alcanzadosu culminación en el más potentepensarde los tiemposmodernos,en la dialécticaespeculativa de Hegel, quien así lo exponeen su Ciencia de la Lógica. Un intento de rastrear con el pensamiento la plenitud de transformaciones del ser alcanza el primer lugar de asentamiento, que a la vez indica el camino a seguir, cuando se piensa el ser en el sentido de estar presente.
(Quiero decir pensar,no meramenteparlotear sobreel asunto
y hacerasicomosi seentendiera desuyola explicacióndel seren tanto que estar presente.)
Pero ¿dedónde nos tomamosel derechoa caracterizaral ser como estar presente?La preguntallega demasiadotarde. Porque 7 Wandlungen. Véasemásabajo,«Protocolo»,pp. 71 ss.
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TIEMPO Y SER
estaacuñacióno modelacióndel serhacelargotiempoque está decididasin nuestraintervenciónni siquieranuestromérito. Consiguientemente, estamos atados a la caracterización del ser como
estarpresente.semejanteataduranos obliga desdeel inicio de la desoeultacióndel ser como algo decible,esto es, pensable.Desde el inicio del pensaroccidentalcon los griegostodo decir del «ser»
y del «es»estáguardando memoriade la determinación, quevinculaal pensar,del sercomoestarpresente. Estovaletambiénpara el pensarque gestionala más modernatécnicae industria, si bien
todavía,por supuesto, sóloenun ciertosentido.Desdequela técnica moderna ha implantado la vastedad de su dominio sobre la
enterafaz dela tierra,no sólogiranentornoa nuestroplanetalos sputníksy su cortejode vástagos, sinoqueel sercomoestarpresenteen el sentidode lo que cuentacomo un stock de mercancías, como un depósito caleulablede utilidades disponibleshabla ya uniformementea todos los habitantesde la Tierra, sin que quienes moranen las zonasno europeasde éstasepanpropiamentede ello
ni tansiquierapuedansaberdela procedencia desemejante determinación del ser. (Los menosamigos de un tal saberson, mani-
fiestamente, los industriosos promotoresdel desarrollo,quehoy se afananpor ponera los llamadospaísessubdesarrollados a la es-
cuchadeesaapelacióndel serquehabladesdelo máspropiodela técnica moderna.)
Pero en modo alguno percibimos sólo y primero al ser como estar presenteen la remembranzade la tempranaexhibición del desocultamientodel ser que llevaron a cabo los griegos.Del estar presente nos percatamos en toda sencilla reexión, suficientemen-
te libre de prejuicios, sobreel estar delantey el estar a mano de lo ente. El estar a mano como el estar delante son modos del estar l Berechenbttrer Besrand.
" El análisis existencialdel ente humanoque lleva a cabo Heideggeren la
primerapartedeSery tíenlpoineluycun inventariodelosentesno humanos que le salenal pasoen el mundo.Estosentessonagrupados en dicholibro en dos «categorías»:la red de artefactos,utensilios y enseresmanipulablesy los seres naturalescircundantes.Heideggerdenomina,respectivamente, al ser de las cosas agrupablesbajo cadauna de esasdos categorías,el «estara mano» (Zuhanden-
sein)y el «estardelante»(Vorhandensein). Aparentemente, Gaosno fue muy afortunadoal traducirVorhandensein por «lo antelos ojos».Perosi seeligiese paraestecasouna expresiónalgo más feliz, como,por ejemplo, «a la vista», habría que reconocerque el criterio hermenéutíeodel pensadorespañolfue inteligente:los utensiliosestán«a la mano»y los entesnaturales«a la Vista»del ente abierto al mundo que es el hombre.
TIEMPO Y SER
127
presente. Del modomásapremiante senosmuestrael vastoalcance del estarpresentesi reexionamosquetambién,y precisamente, el estar ausente queda determinado por un estar presente a veces exasperadopor la extrañeza.
En todo caso podemos constatar también históricamentela
plenitudde transformaciones del estarpresentemediantela indicación de que el estar presentese muestracomo el "Ev, el Uno
únicoy unificador,comoel Aóyog,la recolección quesalvaguarda todo, como la ïéa, opcion,evépyetot, substantia,actualitas, per-
ceptio,mónada,comoobjetividad,comolegalidado positividad legaldel autoponersc en el sentidode la voluntadde razón,de amor,de espíritu, de poder,como voluntad de quereren el eterno retorno de lo semejante.Lo historiográficamenteconstatablese
dejahallardentrode la historia.El despliegue de la plenitudde transformacionesdel ser tiene el parecidode una historia del ser. Peroel ser no tiene una historia, tal y como tiene su historia una ciudado un pueblo.Lo histórico de la historia del serse determina manifiestamentepor y sólo por cómo aconteceel ser,y estoquiere decir de acuerdocon lo que se acabade exponer,por la manera como
Se da el ser.
En el alba del desocultamiento del ser es ciertamente pensado
el ser,aivoct,eóv,masno el «Seda». En vez de ello dice Parménideséottyotpeivoci,«Es,pues,el ser».
Haceaños(1947)queen la Cartasobreel humanismo [trad
de R. Gutiérrez Cirasdot, Taurus, Madrid, 1970] se llamó la aten-
ción(p. 32)sobrela mencionada sentencia deParménides: «Eliáott yotpsivouestáhoyaúnimpensado.» Estaindicaciónquisierahacer notar que no nos estápermitido someterprecipitadamente la mencionadasentencia,«Es,pues,el ser»,a una interpretaciónque nos
salgacómodamente al pasoy hagainaccesible lo pensado en ella. Todoaquellode lo quedigamosque sea,es de acuerdocon estore-
presentado comoalgoente.Peroel serno esnadaente.Porende, el Éou sobreel que se ha cargadoel acentoen la sentenciade Parménidesno puederepresentarcomo algo ente al ser,al que nombra. El acentuadoson significa por cierto, literalmentetraducido, «es».Sólo que en esaacentuaciónresuenadesdeel Éou lo que ya antañopensaronlos griegos en el acentuadoiáon y que nosotros
podemostranscribirpor «puede». En todocasocontinúasiendoel sentido de este poder, antaño y posteriormente,tan impensado como el «Se»o «Ello» que puedeser.Poderser quiere decir (lis-
pensary darser.En el ïéottseocultao albergael Seda.
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TIEMPO Y SER
Al comienzodel pensaroccidentalespensadoel ser,masno el «Seda» como tal. Estese retira a favor del don, que Se da, el cual
don seráen adelanteexclusivamente pensadoy conceptualizado como ser por referencia a lo ente.
A un dar que se limita a dar su don, su dádiva,y que, sin embargo,sereservaa si mismo y se retira, a un tal dar lo llamamosel
destinar.Conformeal sentidoqueasíhayquepensarde dar,es el ser,que se da, lo destinado.De estamaneradestinadaqueda cada una de sus transformaciones. Lo histórico de la historia del ser se determina desde lo destinable de un destinar, no desde un acontecer al que se considera indeterminado.
Historia del ser quiere decir destinodel ser, destinacionesdel
seren las cualestantoel destinarcomotambiénel Seo Ello que destina se abstiencn o contienen en la manifestación de sí mismos.
Abstenerse, contencrse, sediceengriegocrtox. De ahi el discursoacercadeépocasdel destinodel ser.Epocano quieredeciraquí una seccióntemporal en el acontecer,sino cl rasgo fundamental del destinar, el retener-se-a-sí-mismo en cada caso a favor de la
perceptibilidaddel don, es decir, del serpor referenciaa la fundamentaciónde lo ente. La sucesiónde las épocasen el destinodel ser ni es casual,ni se deja calcular como necesaria.En el destino
seanuncia,sin embargo,lo «destinafl» en el destino,lo pertinente en la copcrtenenciade las épocas.Estasse recubrenen su suce-
sión,de modoquela destinación inicial del sercomopresencia es de distinta manera más y más encubierta.
Sóloel desmantelamiento deestosencubrimientos tal significa la «destruccíón»" suministraal pensarunamiradaprecursora a lo que entonces se desvela como el destino-del-ser. Puesto que por doquier se representa el destino-del-ser sólo como historia
y éstacomoacontecer, en vanosc intentainterpretaresteacontecer a partir de lo que se dijo en Sery tiempo sobrela historicidad
del estarhumano"(no la historicidaddel ser).El único camino ' Schícken.Véasemás arriba, «Introducción»,pp. l3- l4. " Véasemás arriba, «Introducción»,p. l4.
l Veasemásabajoen la segunda sesióndel«Protocolo», pp.54-55. 3 Estaes la primeravezqueaparece en la presente conferencia la palabra Dasein,queha trocadoel papelestelarquedesempeñó en el libro Sery tiempo porel deun modestosatéliteencl últimoHeidegger. La mayoríadelostraductorescastellanos, Gaosincluido,viertenDaseinpor«serahi».Estaopcióntieneel inconveniente de suministrarde inmediatoun neologismo al lectorespañol,sin darleocasiónde partir.comosucedeen alemán,deun palabrade inicial arraigo
TIEMPOv SER
2:9
posiblesiguesiendo,por el contrario,pensaranticipadamente ya desdeSery tiempolos ulteriorespensamientos sobreel destinodel-ser,pensara fondolo queenSery tiemposeexponesobrela de-strucción de la doctrina ontológica del ser de lo ente.
Si Platónserepresenta al sercomoïñéoty comoKowwviotde las ideas,Aristóteles como évépystoc, Kant como posición, Hegel
comoel conceptoabsoluto,Nietzsche comovoluntaddepoder,no son éstasdoctrinasproducidasal azar,sino palabrasdel ser como
respuestas a unaapelaciónquehablaenel destinarqueseocultaa si mismo, en el «Se da el ser».En cadacasoretenidoen la desti-
naciónqueseretira,el serconsuplenituddetransformaciones es desocultadoal pensar.En la tradición de las épocasdel destinodel-serquedaatado el pensar,y también cuando,y precisamente cuando,cobramemoriade cómo y de dónderecibeen cadacasoel ser mismo la determinaciónque le es propia, a saber,desdeel: Se da el ser. El dar se mostró como destinar.
Pero¿cómohayquepensarel «Se»,el «Ello»,queda el ser? Nuestra inicial observación sobre la conjunción de «tiempo y ser»
señalabaque el ser como presencia,cl presente,acusa,en un sentido todaviano determinado,la impronta de un rasgotemporal,y
consiguientemente del tiempo.Estoda pie paraconjeturarqueel Se o Ello que da ser, que determinaal ser como estarpresentey
dejarpresente, pudieradejarsehallarenlo queenel título «Tiempo y ser»recibe la denominaciónde «tiempo».
Nos interesamos por esaconjeturay le seguimosel rastroal tiempoconel pensamiento. «Tiempo»nosesconocidopor representacionesusualesde la misma maneraque «ser»,pero también
deigualmaneradesconocido no bicnnosproponemos dilucidarlo quetienede peculiar.Mientrasde esamanerahemosestadopensandoa propósitodel serseha demostrado cabalmente: lo peculiar del ser,aquelloa dondepertenecey en dondepermaneceretenido, se muestraen el Se da y en el dar de éstecomo destinar.Lo
peculiardel serno es ningúntipo dc ser.Si le seguimospropiamenteel rastro con el pensamientoal ser,entoncesla cosamisma nos desvíaen cierta maneradel ser,y pensamosel destino,que da enel lenguajenatural(véasemásarriba,«Introducción», p. 10).Másacertada, y más conformea la intenciónde Heidegger.me parecela costumbreseguidapor
Félix Duque,queseremontaa XavierZubíriy a ManuelSacristán, consistente en traducir el vocabloalemánDaxein por el estar humano,y la descomposición de dicho vocabloalemánen susdos partes,Dcz-Aïein, por «estar-ahí».
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TIEMPO Y SER
al sercomodon.Tanprontocomoatendemos a ello nospercatamosde quetampocolo peculiardel tiemposedejaya determinar conayudadela caracteristica usualdeltiempocomúnmente representado. La conjuncióndetiempoy sercontieneemperola invitacióna dilucidar,conla miradapuestaenlo dichodelser,lo peculiar del tiempo.Serquieredecir:estarpresente,dejar-estarpresente: presencia.En cualquierlugar,no importadónde,podemosleer, por ejemplo, una comunicación como ésta: «La fiesta se celebró
con la presencia, o asistencia, de numerosos invitados.»Unaproposición que hubiera podido ser igualmenteformulada diciendo: «Con la concurrencia»de numerososinvitados,o siendonumerosos los invitados «presentes».
El presente:apenas nombramos estapalabray ya estamos pensandoen el pasadoy el futuro,el antesy el después a diferencia del ahora.Sólo que el presenteentendidodesdeel ahorano es lo
mismoenabsolutoqueel presente enel sentidodela presencia de los invitados.Puestampocodecimosnuncani tampocopodríamos decir: «La fiesta se celebró con e] ahora de numerosos invitados.»
Si debemos, empero,caracterizar al tiempodesdeel presente, entendemos éstecomocl ahoraa diferenciadel ahora-ya-no del pasadoy del ahora-todavía-no del futuro.Peroel presente significa a la vezpresencia o asistencia. Sin embargo,no estamos acostumbrados a determinarlo propiodel tiempodesdela perspectiva del presenteen semejante sentido.Muchomásesrepresentado el tiempo (la unidad de presente,pasadoy futuro desdeel ahora.
YadiceAristótelesquelo queesdel tiempo,esdecir,lo queestá presentedel tiempo,esel ahorade cadainstante.Pasadoy futuro son un un óv ti: algo no ente,que no es desdeluegounapura nada,sinomásbienalgoqueestápresente, peroal quealgofalta, la cualfaltaesnombrada medianteel «yano>>-ahora y el «todavia no»ahora.Visto asi, el tiempo aparececomo la secuenciade los
ahora,cadaunode los cuales,apenasnombrado,sedesvanece ya en lo reciénpasadoy es ya seguidopor lo inmediatamentevenidero. Kant dice del tiempo asi representado:«Tienesólo una dimen-
sión»(Crítica de la razónpura, A31, B47). El tiempoconocido como secuenciaen la sucesiónde los ahoraes el que se tiene en la
mentecuandose mide y calculael tiempo.El tiempocalculado estáasí lo parece a nuestroinmediatoalcance,cuandoecha-
mosmanodelreloj, el aparatoquemideel tiempo,miramosla posicióndelasagujasy constatamos: «ahorasonlas20 (horas)50». Al decir «ahora»tenemosen menteal tiempo.Peroen ninguna
TIFMPOY SER
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partedel reloj, quenosindicael tiempo,encontramos el tiempo, ni en la esferani en el aparatode relojería. Igual de escasamente
encontramos al tiempoen los modernoscronómetrostécnicos. Cabeafirmar: cuantomástécnico es el cronómetro,es decir, más
exactoy expeditoen el efectode la medición,tantomenosaún nos da la ocasiónde pensara fondo lo propio del tiempo.
Pero¿dóndeestáel tiempo?¿Esengeneralel tiempo?¿Tiene unlugar?Evidentemente, no esqueel tiemposeanada.Ojo avizor nos mantuvimosal decir: Se da el tiempo. Con el ojo más avizor aún nos mantenemosy miramos cuidadosamentea lo que se nos muestra como el tiempo, dirigiendo antieipadoramentenuestra vista al ser en el sentido de presencia,del presente.Sólo que el
presente enel sentido dela presencia estanremotamente distinto del presente en el sentidodel ahora,queen modoalgunosede_ja determinarel presentecomo presenciadesdeel presentecomo ahora.Másbienpareceposiblela inversa(efr.Sery tiempo,é 81). Si tal fueseel caso,el presentecomo presenciay todo lo que per-
tenecea tal presentetendríaque llamarseel tiempoauténticoo
propiamente dicho,a pesardequenotengainmediatamente ensí nadadel tiempohabitualmente representado en el sentidode la caleulable
sueesión-de-ahoras.
Mas hasta ahora no nos hemos ocupado de mostrar con mayor
nitidezlo quequieredecirel presenteen el sentidodepresencia. Por ésta es determinado el ser unitariamente
como estar presente y
dejarestarpresente, esdecir,comodesocultamiento. ¿Enquecosa
pensamos cuando decimos asistiro estarpresente? El Sístere del asistir, el estardel estarpresente,quiere decir permanecer.Mas
hartorápidamente nosdamospor satisfechos al entenderel permanecercomo mero durar y al durar tomandocomo hilo conduc-
tor la representación habitualdel tiempocomountrechotemporal de un ahoraa otro quele sigue.El discursodel estar-presente, el discursodel a-sistir,demanda,sin embargo,que pereibamosen el
permanecer comoper-maneeer el aguardary seguiraguardando. El estarpresentenos atañe,la palabraalemanaque designaal tiempopresente, Gegenuxart, quieredecir:aguardar-nos a nosotros, los humanos.
l La traduccióndel adjetivoeígcntlic-h por «auténtico» enSery Iienzpoha
sidomuydiscutida porsusconnotaciones éticas. Comoaqui,aplicado altiempo, no las tiene, no veo inconvenienteen traducir eígenrlícheZeit por «tiempoautén-
tico»,quematizoconla alternativa «tiempopropiamente dicho». " Véase más arriba, nota l.
32
TIEMPOY SER
¿Quiénessomos nosotros?Persistimosen nuestraactitud de
mantenernos ojo avizorcon la respuesta. Puesbien pudieraser
quelo quecaracteriza al hombre comohombre, sedetermina precisamentedesdelo que tenemosque meditaraqui: el hombre, aquela quienatañeo importala presencia, el quedesdetal atingencía,desdetal importancia, asiste,estáa sumanerapresente, a todo lo que estápresentey ausente.
El hombre,íntimamente instaladoen el hechodequele atañe la presencia, y estoemperodemodoquerecibecomodonel estar presente queSeda,mientraspercibelo queaparece enel dejarestar presente.Si no fuerael hombreel constante receptordel don desdeel «Se da presencia»,si no alcanzaseal hombrelo ofrenda-
do o regaladoen el don,entonces, por ausencia de estedon,no sólo permanecería el ser oculto, no sólo permanecería además clausurado,sino que el hombre quedaríaexcluido del alcancede la regalía del: Se da el ser. El hombre no seria hombre. Ahora parece como si al hacer referencia al hombre nos hubié-
ramosdesviadodel caminopor el quequeríamos seguirel rastro con el pensamientoa lo propio del ser.En cierto modo, asi es. Sin
embargo, estamos máscercadelo quecreemos deesacosa,deese asuntoque se llama tiempoy que debemostrarsepropiamente desdeel presentecomo presencia.
Presencia quieredecir:el constante seguiraguardando queatañeal hombre,quelo alcanzay quele esofrendado. Pero¿dedón-
deentonces estealcanzar ofrendador, al quepertenece el tiempo
presente comoasistiro estarpresente, enla medidaenquedapresencia?Ciertamente al hombrele afectay atañesiempreel estar presentede un algoqueestáen cadacasopresente, sin queél repare propiamentecon ello en el estar presentemismo. Pero con
hartafrecuencia, queestantocomodecirsiempre,nosatañetambién el estarausente.En primerlugarpor lo querespectaa muchascosasqueno estánya presentes de la maneraquesabemos del estarpresenteen el sentidodel presente. Y, sin embargo,tam-
biénesteya-no-presente estáinmediatamente presente ensuestar ausente, a saber,segúnel mododel pasadoquenosatañe.Esteno
" Traduzcoaquíel verboangeheiz y el sustantivo Angairg,respectivamente,
por«atañer» y «atingencia» (palabra queprocede dellatínattíngere y figuraen
el Diccionariode la RealAcademia).Otrostraductores empleana estemismo respecto «concernir» y «concerneneia».
17Véasemás arriba, «Introducción»,pp. 14-15.
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se desvanece como lo meramente consumido de lo que antes fue ahora. L0 pasado está más bien presente, pero a su propia manera. En el pasado se extiende el estar presente. Pero el estar ausente
nos atañe en el sentido
de lo todavía
no
presente según el modo del estar presente en el sentido del ad-venir-nos. El discurso del ad-venirnos ha llegado a convertirse en un tópico. Así se oye decir: «El futuro ha empezado ya», lo cual no es c] caso, porque el futuro nunca jamás comienza, en la medida en que el estar ausente como el estar presente de lo todavia-no-presente nos atañe siempre ya de alguna manera, es decir, está presente tan inmediatamente como el pasado. En el por-venir, en el ad-venir-nos se extiende el estar presente. Pero si atendemos todavía más avizoradoramente
a lo dicho,
entonces encontramos en el estar ausente, ya sea el pasado, ya sea el futuro, una manera de estar presente y de atingencia que en modo alguno coincide con el estar presente en el sentido del presente inmediato. De acuerdo con esto conviene tener en cuenta que
no todo estar presente es, cosa extraña, necesariamente el tiempo presente. Pero ese estar presente, esto es, el atañer o concernir que nos alcanza, lo encontramos también en el tiempo presente. Ta1nbién en él se extiende el estar presente. ¿Cómo debemos determinar esta regalía, esta extensión del estar presente que entra en juego en el presente, en el pasado, en el futuro? ¿Reposa este extender en que nos alcanza, o nos alcanza porque es en sí un extender?Lo último es el caso. Advenir como todavía no presente, extiende y aporta simultáneamente lo ya no presente, el pasado, y a la inversa éste, el pasado, se extiende hasta alcanzar el futuro. La relación de cambio de ambos extiende y
aporta simultáneamente al presente. Decimos «simultáneamente» y con ello adjudicamos al recíproco extenderse de futuro, pasado y presente, esto es, a su propia unidad, un carácter temporal. Este proceder no es, manifiestamente, conforme a la cosa, supuesto que tengamos que nombrar «tiempo» a la ahora mostrada unidad del extender y exactamente a ella. Pues el tiempo no es él mismo nada temporal, tan escasamentecomo es algo ente. De ahí que no nos esté permitido decir que futuro, pasado y presente estén «simultáneamente» ante nosotros. Sin embargo, su recíproco ofrendar-se ¡es pertenece en común. Su unificante unidad sólo puede determinarse desde lo que les es propio, que se ofrendan mutuamente. Pero ¿que ofrendan mutuamente?
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TIEMPO Y SER
No otra cosa que a sí mismos, y esto quiere decir: el estar-presente en ellos ofrendado. Con esto se esclarece lo que llamamos el espacio-tiempo. Pcro con la palabra «tiempo» no mentamos ya la secuencia de la sucesión de ahoras. De acuerdo con esto, espaciotiempo tampoco significa ya sólo la distancia entre dos «ahora» puntuales del tiempo calculado, al que tenemos en mente cuando, por ejemplo, constatamos:en el espacio temporal de cincuenta años sucedió esto y aquello. Espacio-tiempo nombra ahora lo abierto, que se esclarece en el recíproco-ofrendarse de porvenir, pasado y presente. Solamente éste y sólo él abre o espacia al espacio que nos es habitualmente conocido su posible extensión. El esclarecedor y recíproco ofrendar-se de futuro, pasado y presente es él mismo preespacial; sólo por cllo puede espaciar, esto es, dar espacio. El espacio de tiempo comúnmente entendido cn el sentido de la distancia medida de dos puntos temporales es el resultado del cálculo del tiempo. Por clla cs el tiempo representado como línea y parámetro y, por ende, unidimensional,
medido numéricamente.
Lo dimensional así pensado del tiempo como la secuencia de la sucesión de ahoras es sustraído a la representación tridimensional del espacio. Antes de todo cálculo del tiempo y con independencia dc él, lo propio del espacio-tiempo del tiempo auténtico reposa, empero, cn el esclareccdor y recíproco ofrendar-se de futuro, pasado y presente. De acuerdo con csto es propio del tiempo auténtico y sólo
de él lo que llamamos,dandofácilmente lugar a malinterpretarlo, dimensión, mensuración. Esta reposa en el caracterizado ofrendar esclarecedor, en tanto que el porvenir aporta el pasado, este aquél, y la mutua relación de cambio de ambos el esclarecimiento de lo
abierto.Pensadodesdeestetriple ofrendar,sedemuestrael tiempo propio como tridimensional. Dimensión repitámoslo es aquí pensada no sólo como ámbito de la posible medición, sino como el extenderse de un cabo a otro, como el ofrendar esclarecedor.
Sólo éstepermite representary delimitar un ámbito de medida. Pero ¿de dónde recibe entonces su determinación la unidad de las tres dimensiones del tiempo auténtico, esto es, de sus tres maneras, implicadas en mutuo juego, del ofrendar de cada propio estar presente? Acabamos de escuchar. Tanto en el advenir de lo toda-
l Véase más arriba, «Introducción», pp. 14-15. 9 Véase más abajo, «El final de la losoa», pp. 85 ss.
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via-no-presente como también en el haber sido de lo ya-nopresente y hasta en el presente mismo juega en cada caso una especie de atingencia y aportación, es decir, de estar presente. Este estar
presenteque asi hay que pensarno 1opodemosadjudicara una de las tres dimensiones del tiempo, a saber, a la que tenemos más cerca, el presente. Mucho más bien descansala unidad de las tres dimensiones del tiempo en el juego de cada una con cada una de las otras. Este juego se muestra como el auténtico ofrendar que juega
en 1opropio del tiempo, y por tanto algo asi como la cuarta dimensión no sólo algo así como, sino desde la cosa. El tiempo auténtico es tetradimensional. Lo que nosotros, empero, llamamos en nuestra enumeración la cuarta dimensión es la primera según la cosa, a saber, la regalía que todo lo determina. Ella aporta en el porvenir, en el pasado y en el presente el estar presente que le es propio a cada uno, los mantiene esclarecedoramente separados y los mantiene también juntos en la cercanía, de la cual quedan las tres dimensiones mutuamente cercanas. Por eso denominamos al primero, inicial y en el sentido literal in-iciante extender, en el que reposa 1aunidad del tiempo auténtico, la cercanía acercante, <>3" [<>] Auna antigua palabra todavia utilizada por Kant. Pero ella acerca mutuamente porvenir, pasado y presente, en 1a medida en que los aleja. Pues mantiene abierto 1o sido, en tanto le recusa su porvenir como presente. Este acercar de la cercanía mantiene el advenir desde el futuro, en tanto que precontiene el presente en el venir. La cercanía acercante tiene el carácter de la recusación y de la retención. Ella mantiene juntos de antemano, en su unidad, los modos del extender de pasado, advenir y presente. El tiempo no es. Se da el tiempo. El dar, que da tiempo, se determina
desde la recusanteretinente
cercanía.
Procura
lo abierto
del espacio-tiempo y preserva 1o que permanece recusado en el pasado, retenido en el futuro. Denominamos al dar que se da el tiempo auténtico, la regalía esclarecedoraocultadora. En la medida en que la regalía misma es un dar, se oculta en el tiempo autentico el dar de un dar.
Pero ¿dónde se da el tiempo y el espacio-tiempo? Por acuciante que pueda parecer a primera vista esta pregunta, no nos está ya " Al igual que la voz alemana que traduce, «cercanidad» es un arcaísmo, utilizado por Nebrija según el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española.
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TIEMPO Y SER
permitido preguntarde semejantemanerapor un dónde,por el lugar del tiempo. Porqueel tiempo auténticomismo, la región de su triple regalía determinada por la cercanía acercante, es la localidad preespacial, sólo merced a la cual se da un posible donde.
Ciertamentela filosofia ha preguntadotambién, siempreque ha rastreadocon el pensamientoal tiempo, adóndepertenece.Con ello se tenía preferentementeen la mirada el tiempo calculado como cursode la secuenciade la sucesiónde ahoras.Se explicaba que el tiempo enumerado con cl que calcular, no puede darse sin
la wuxú, no sin el aniznus,no sin el alma,no sin la consciencia,no sin cl espíritu. El tiempo no se da sin el hombre.Ahora bien, ¿qué mienta este «no sin»? ¿Es el hombre el donante del tiempo o su receptor? Y si es esto último, cómo recibe el hombre el tiempo?
¿Es el hombre primero hombre, para tomar luego en recepción ocasionalmente, esto es en algún tiempo, al tiempo y asumir la re-
lación a este?El tiempo autenticoes la cercaníaque concilia en unidad su triple y csclarecedora regalía de estar presente desde el presente, el pasado y el futuro. Ella ha alcanzado ya y de tal manera al hombre en cuanto tal, que este sólo puede ser hombre en la medida en que está en el interior de la triple regalía y ante la recusante-retinente cercanía que lo determina. El tiempo no es ningún producto del hombre, el hombre no es ningún producto del tiempo. Aquí no se da ningún producir. Se da sólo el dar en el sentido del denominado ofrendar o extender esclarecedor del espacio-tiempo. Mas, una vez acordado que la manera del dar en la que el tiempo se da exige la caracterización expuesta, seguimos estando siempre ante el enigmático Se o Ello que nombramos en el habla: Se da el tiempo, Se da el ser. Crece el peligro de que con el nombramiento
del «Se»o «Ello» introduzcamosarbitrariamenteuna potenciaindeterminadaque debeponer en marchatodo dar de ser y de tiempo. Sin embargo, escapamos a la indeterminación y evitamos el
arbitrio en cuantonos atenemosa las determinacionesdel dar,que hemosintentadomostrar,y ciertamentedesdeel mirar, ojo avizor, al ser como presencia y al tiempo como región de la regalía del esclarecimiento de un múltiple estar presente. El dar en el «Se da el ser» se mostró como destinar y como destino de presencia en sus transformaciones epocales. El dar del «Se da el tiempo» se mostró como regalía esclarecedora de la región tetradimensional.
En la medidaen que en el ser como presenciase anunciaalgo asi como el tiempo, se robustece la ya mencionada conjctura de que
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el tiempo autentico,la cuádrupleregalíade lo abierto, se deja hallar como el «Se» o «Ello», que da el ser, es decir, el estar presente. La conjetura parece confirmarse por entero si reparamos en
que también el estar ausentese anuncia en todo caso como una manerade estarpresente.Entoncesse mostró en el sido, que deja estar presentelo ya-no-presentepor recusacióndel presente,se mostró en el ad-venir-nos, que deja o hace estar presente lo aún-
no-presentemedianteretencióndel presente,esaespeciede regalía esclarecedora,que da a lo abierto todo estar presente. Así el tiempo auténtico aparece como el Se o Ello al que nombramos al decir: Se da el ser. El destino en el que se da el ser re-
posaen la regalíadel tiempo. ¿Sedemuestrapor estaindicaciónel tiempo como el Se o Ello que da ser?En modo alguno.Porqueel tiempo sigue siendo él mismo el don de un «Se da» cuyo dar preserva la región en la que es tendida la presencia. Enigmático sigue
siendo,pues,el Se, y nosotrosmismos seguimosestandoperple-
jos. En tal casoessensato, determinarel Seo Ello, queda,desde el ya caracterizadodar. Este se mostró como destinar del Ser, como tiempo en el sentido del regir o regalar esclarecedor.
(¿O nos sentimosahoraperplejossólo porquenos dejamosinducir a error por el lenguaje o, para ser más precisos, por la exége-
sis gramaticaldel lenguaje,y por causade esteerror nos afcrramos a un «Se» o «Ello» que debe dar, pero que el mismo precisamente no da?Al decir: Se da el ser, Se da el tiempo, estamos enunciando
proposiciones.Segúnla gramática,una proposiciónconstadc sujeto y predicado.El sujetode la proposiciónno tiene que sernecesariamente un sujeto en el sentido de un yo o de una persona. De ahí que la gramática y la lógica conciban a las proposiciones de «se» o de «ello» como ¡mpersonales y como proposiciones sin su-
jeto. En otros lenguajesindogermánicos,en griego y en latin, falta el «Se» o «Ello», al menos como palabra y forma fonética, lo cual
emperono significa que el mentadoSeo Ello no estéco-pensado: en latínpluit, llueve; en griego xpn, hacenecesario. Pero ¿que significa este «Se»? La ciencia y la filosofía del lenguaje han reexionado profusamente al respecto, sin que se
hayaencontradouna aclaraciónválida. El círculo de significaciónes mentado por el «Se» uctúa desde lo irrelevante hasta lo demoníaco. El «Se» dicho cn el habla «Se da el ser», «Se da el tiem-
po» nombrapresumiblementealgo privilegiado en lo que aquí no hay que entrar.Por esonos damospor contentoscon una reexión fundamental.
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TIEMPO Y SER
De acuerdocon la explicaciónlógico-gramatical,aquellode lo cual se enunciao predicaalgo aparececomo sujeto:ónoiceiuevov, lo ya subyacente,lo que de algunamaneraestápresente.Lo que es adjudicadoal sujetocomo predicado,se muestracomo lo que está ya co-presentecon lo que estápresente,el onuBsBnKóg, accídens: la sala está iluminada.
En el «Se» del «Se da el ser» habla un estar
presente de algo que está presente, por tanto en cierto modo un
ser. Si ponernosesto en lugar del Se,entoncesla proposición«Se da el ser» dice tanto como «El ser da el ser». Con ello volvemos a caer en las dificultades mencionadas al comienzo de la conferencia: el ser es. Pero en tan escasa medida «es» el ser como lo «es»
el tiempo. De ahí que abandonemos ahorael intento de que, caminandosin másen solitario, el Seo Ello se determinepor sí mismo. Queda,empero,fijo en nuestramirada que: El «Se»nombra, en todo caso en la interpretación de momento disponible, un estar presente del estar ausente. Teniendo en cuenta que en el decir «Se da el ser», «Se da el
tiempo», no se trata de enunciadossobreel ente, mientrasque la estructuraproposicional de las proposicionesfue, sin embargo, transmitida por los gramáticos greco-romanospor exclusiva refcrencia a tales enunciados,consideremosasimismola posibilidad de que al decir: «Seda el ser»,«Seda el tiempo»,no setrate, contra toda apariencia,de enunciados,que esténsiemprefijos en la estructuraproposicionalde la relación-sujeto-predicado. Pero¿de que otro modo debemos traer a la mirada el «Se» dicho en el men-
cionado decir «Se da el ser», «Se da el tiempo»? Sencillamente asi: que pensemosal «Se»desdeel modo del dar que le pertenece: el dar como destino,el dar como regalíaesclarecedora. Ambos se pertenecen mutuamente, en la medida en que aquél, el destino, reposa en esta, la regalía esclarecedora.)
En el destinardel destino del ser, en la regalía del tiempo se muestra un apropiarse, un super-apropiarse, que lo es del ser como
presenciay del tiempo como ámbito de lo abierto en lo que uno y otro tienendc propio.A lo que determinaa ambos,sery tiempo,en lo que tienen de propio, esto es, en su recíprocacopertenencia,lo
llamamos: el acaecimiento [dasEreígnis].Lo queestapalabranombra, sólo lo podemospensarahoradesdelo queseanunciacuandose
miraconojo avizoral sery al tiempocomodestinoy comoregalía, allí dondesery tiempotienensu asientoy origen.A ambos,tanto al ser como al tiempo, los hemos llamado cosas o asuntos, cuestiones.
La «y» entreambosdejasin determinarsu recíprocarelación.
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Por añadidurase muestralo siguiente:Lo que deja que ambas cosasse pertenezcanrecíprocamente,lo que no sólo trae a ambas cosasa 1oque tienen de propio, sino que las conservay mantiene en su recíprocapertenencia,la condición natural de ambascosas, la índole de la cosa es el acaecimiento. La condición o índole de la
cosa no se le sobreañade supletoriamente, como una relación su-
perpuesta,al ser y al tiempo. La índole de la cosase apropiaprimero al ser y al tiempo desde la interna relación que uno y otro
guardanentre sí en lo que tienen de propio, y ello, ciertamente, medianteel apropiarque se oculta en el destinoy en la regalíaeselareeedora.De acuerdo con esto el Se, el Ello que da en «Se da el ser», «Se da el tiempo», se acredita como el acaecimiento. Este
enunciadoes justo y, sin embargo,a la vez incierto, por cuanto nos oculta la índole de la cosa; pues en vano nos la hemos representado como algo que está presente, cuando lo que intentamos es,
empero,pensarla presenciacomo tal. Mas quizá nos hayamosdesembarazadode un solo golpe de todas las dificultades, de todas las prolijas y aparentemente infructuosasexplicaciones,si planteamos y le damosrespuestaa la sencilla preguntaque hace tiempo nos acueia: ¿qué es el acaecimiento? Permítasenos interealar al respecto una pregunta. ¿Qué quiere
decir aquí «responder»y «respuesta»?Por responderse entiende el decir que correspondea la índolede la cosaa pensar,estoes, al acaecimiento. Mas, si la índole de la cosa prohíbe el decir de ella al modo de un enunciado, entonces es menester que renunciemos
a la proposición enunciativaa esperaren la planteadapregunta. Esto significa, empero,confesarla impotenciade pensarde conformidad con la cosa lo que aquí hay que pensar. ¿O es más acon-
sejablerenunciarno sólo a la respuesta,sino antesaún a la pregunta? Entonces, ¿qué es lo que pasa con esta pregunta que no
estamosplanteandoforzadamente,que estájustificada y es ilustradora: qué es el acaeeimiento? Con ella preguntarnos por el qué,
por la esencia,por cómo es y está, en consecuencia,presenteel acaecimiento.
Con la aparentementeinocente pregunta: ¿qué es el acaecimiento?, demandamos un informe sobre el ser del acaecimiento.
Pero,si resultaque el sermismo en cuantotal semuestracomo lo que perteneceal aeaecimientoy recibe de él la determinaciónde presencia,entoncesla preguntaformulada anteriormentenos retrotrae a aquello que reclamaante todo su determinación:el ser desde el tiempo. Esta determinación se mostró al mirar ojo avizor
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TIEMPO Y SER
al «Se», que da, al escrutar con la mirada los mutuamente trabados
modosdel dar, el destinary el extender.El destinardel ser reposa en la esclarecedora-ocultante regaliadel múltiple estarpresenteen la región abierta del espacio-tiempo.Perola extensiónde la regalía reposa,a una con el destinar,en el acaecercomo apropiar. Esto, es decir, 10 peculiar del acaecimiento, determina también el
sentidode aquelloque aquí es denominadoel reposar. L0 ya dicho permite, y en cierto modo exige incluso, decir cómo no hay que pensar el aeaecimiento. L0 nombrado con el
nombrealemándas Ereignís (el acaecimiento)no podemosrepresentárnosloya tomandocomo hilo conductorcl significado usual de la palabra;puesestela entiendeen el sentidode eventoy suceso no desdeel apropiarse como el esclarecedory salvaguardante extender y destinar -
Así seha oido recientementeel comentariode que la proyectada unificación dentro de la ComunidadEconómicaEuropeasea un acaecimiento europeo de importancia histórica mundial. Mas si
en el contextode una dilucidación del ser nos saleal pasola palabra «acaecimiento»y se prestaoídos a estapalabrasólo segúnla significación usual, entoncesse impone formalmente hablar del acaecimientodel ser. Pues sin el ser no puede ser ningún ente como tal. De acuerdo con esto, cabe poner en circulación al ser
atríbuyéndole el caracterdeacaecimiento supremo, el másimportante de todos.
Sólo que el único objetivo de esta conferencia se encamina a
traer a la mirada al ser mismo como aeaecimiento.Sólo que lo nombradocon las palabras«el acaecimiento»[das Ereignis] dice enteramente otra cosa. De acuerdo con esto hay que pensar tam-
bién el inaparente,y siemprecapciosoporquepolisémico,vocablo «como».Supuestoque,con vistasa la dilucidaciónde sery tiempo, dejemosseguirsu caminoa la significaciónusualde la palabraalemanaEreignís(acaecimiento)y, en lugar de a dicha significación, sigamosal sentidoque se indica en el destinarde la presenciay en la regalíaesclarecedora del espacio-tiempo, entoncesquedatambién asi aún indeterminada el habla del «ser como aeaecimiento».
«Ser como el acaecimiento>>: Antaño pensóla filosofia al ser, desde el ente, como ibiza, como ÉVÉPYEKOC, como actualitas, como voluntad y ahora -cabria pensar-m como aeaecimiento. Así en1 Ereignen.Veasemás arriba, «Introducción»,pp. 15 ss. 3 Eignen.VéasetambiénÍdentidady cíiferencia(ed.Anthropos),pp. 85 ss.
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tendido, mienta «aeaecimiento» una interpretación declinada del
ser que, si resultalegítima, representauna continuaciónde la metafísica. El «como» significa en este caso: acaecimiento como una
especiedel ser, subordinadaal ser, que constituyeel establecido concepto conductor. Si pensamos empero, como se intentó, ser en el sentido de estar presente y dejar estar presente, que se da en el
destino,el cual reposapor su parte en la esclarecedora-ocultadora regalíadel tiempo auténtico,entoncescl ser perteneceal [acaecer como] apropiar. Desde éste reciben su determinación el dar y su don. Entonces sería el ser una especie de acaecimiento y no el acaecimiento una especie del ser.
La huida a semejanteinversiónseríademasiadofácil. Soslaya con el pensamiento la índole de la cosa. El acaecimiento entendido como «apropiación» o czcaecimzzlnto apropiacíoie no es el concepto abarcante superior, bajo el cual se dejan ordenar ser y tiempo. Las relaciones de ordenación lógica aqui no dicen nada. Pues, si buscamos con el pensamiento el rastro al ser mismo y seguimos lo
quetiene de propio, el serse demuestracomo el don, concedidoen verdad mediante la regalía del tiempo, del destino de la presencia. El don, la donación del estar presente es propiedad del apropiar. El
ser desapareceen el acaeeimientoapropiador.En la frase «el ser como el acaecimiento» significa el «como» ahora: ser, dejar estar
presentedestinadoen el apropiar,tiempo ofrendadoen el apropiar. Ser y tiempo apropiados en el acaecimiento apropiador. ¿Y es1:e mismo? ¿Cabe decir todavía más del aeaecimiento apropiador? Más se pensó, aunque no fue dicho con propiedad, durante el camino, y ello es: que al dar como destinar le pertenece el contenerse, y, asimismo, que en el ofrendarse de pasado y porvenir entran en juego la recusación de presente y la retención de presente. L0 ahora nombrado:
contenerse, recusación,
retención,
muestra
algo así como un retirarse,dicho brevemente:la retirada. Peroen la medida en que los modos por ésta determinados del dar, el des-
tinar y el tender,reposanen el apropiar,ha de pertenecerla retirada a lo peculiar del aeaeeimicntoapropiador.Dilucidar estono es ya asunto de la presente conferencia. (Con toda brevedad y con la insuficiencia inherente al estilo de una conferencia, valgan las siguientes indicaciones sobre lo pe culiar en el acaeeimiento apropiador. 3 Véase más arriba, «Introducción». pp. 16-17. " Vease más abajo. «Protocolo», pp. 47-48.
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El destinar en el destino del ser fue caracterizado como un dar, en el que lo destinante mismo se retiene y retira en el retenerse del desocultamiento.
En el tiempo auténticoy su espacio-tiemposemostró el ofrendar del pasado,y por tanto de lo ya-no-presente,la recusaciónde éste.En el ofrendardel futuro, y por tanto de lo aún-nopresente, se mostró la reserva de éste. Recusación y retención acusan el mismo rasgo que el contenerse en el destinar: a saber, el retirarse.
En la medida,pues,en que el destinodel serreposaen la regalía del tiempo y éstecon aquél en el acaecímientoapropiador,se anuncia en el apropiar lo que le es peculiar a dicho acaecímiento, que lo que tiene de más propio lo retira el desocultamiento sin lí-
mite. Pensadodesdeel apropiar,estoquieredecir: el acontecimiento apropiador se expropia, en el mencionado sentido, de sí mismo.
A la apropiacióndel acaecímientoapropiadorcomo tal pertenece la expropiación. Por ella no se abandonael acaecímientoapropiador, sino que preserva su propiedad.
Otro rasgopeculiar del acaecímientoapropiadorlo divisamos, tan pronto como medítemos lo ya dicho con la suficiente nitidez.
En el ser como estarpresentese anunciala atingencia,que hasta tal extremonos atañea nosotros,los hombres,que es al percatarnos de ella y aceptarla como alcanzamos lo distintivo del ser hom-
bre. Peroesteaceptarla atingenciadel estarpresentereposaen el estar instalado en el interior de la región de la regalía,por cuya virtud nos alcanza el tiempo auténtico en sus cuatro dimensiones.
En la medidaen que tiempo y ser sólo se dan en el apropiar,a este último pertenecelo peculiar que trae al hombre a lo que él tiene de propio como aquelque se percatadel ser,mientraspersiste en el interior del tiempo auténtico.Asi apropiadoperteneceel hombreal acaecímientoapropiador. Este pertenecer reposa cn la reapropiación que caracteriza a
dicho acaecímiento.Por ella está el hombre a él comprometido. Aquí reside el que no podamos poner ante nosotros el acaecímien-
to apropiador,ni como algo que se nos enfrenta,ni como lo que todo lo abarca.De ahi que el pensarfundamentanterepresentante corresponda tan escasamenteal acaecímiento apropiador como el decir meramente enunciativo.)
3" Enteignung.Véase,más abajo,«Protocolo»,pp. 60-61. 3 Wreignzlng.
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En la medidaen que tanto el tiempo como el ser,en su condición de donesdel apropiar,sólo han de ser pensadosdesdeeste, tiene que ser también correlativamentemeditada la relación del espacioal acaecimientoapropiador.Esto, ciertamente,sólo puede salir bien, si antes hemos divisado la procedencia del espacio de lo
peculiar,suficientementepensado,del lugar.[Cfr. «ConstruirHabitar Pensar»(1951),en Conferencias y artículos (1954),pp. 145ss.] El intento, abordadoen Sery tiempo, é 70, de reducir la espacialidad del estar humano a la temporalidadya no se deja mantener.
El escrutinio del ser mismo, el escrutinio del tiempo mismo, el
ponerla mira en el destinodel sery en la regalíadel espaciotie1npo hicieron, ahora,ciertamentedivisable qué dice «acaecimiento apropiador>>. Ahora bien, ¿arribamospor estecamino a algo que no sea una mera construcción de pensamientos?Desde la trastien-
da de estasospechahablala opinión de que el acaecimientoapro-
piadortieneque«ser»,no obstante,algoente.Empero,el acaecimiento apropiadorni es ni se da. Decir tanto lo uno como lo otro significa una inversiónde la índole de la cosa,igual que si quisiéramos hacer manar
la fuente
del torrente.
¿Quéquedapor decir? Sólo esto: el acaecimientoapropiador acaeceapropiadoramentez" [o: la apropiación apropia]. Con lo cual, yendo de lo mismo a lo mismo, decimos lo mismo. Aparentemente, esto no dice nada. Tampoco dice nada mientras escuchemos lo dicho como una mera proposición y lo entreguemos al in-
terrogatoriode la lógica. Pero¿quepasasi aceptamossin desmayo lo dicho comoel punto de apoyoparala meditacióny acto seguido advertimos, reflexionando, que esto mismo ni siquiera es algo nuevo, sino lo más antiguo de lo antiguo en el pensar occidental: 1o
primordialmenteantiguo, que se oculta en el nombreZA-Mstot? Desdelo que es anticipadamente dicho por esteque es el inicial de todos los motivos conductores del pensar, habla una vinculación
que obliga a todo pensar,supuestoque estese sometaa aquello a que apelalo que ha de serpensado. Mediante el escrutinio del tiempo propiamente dicho en lo que
tiene de propio desde el acaecimientocomo apropiación - ha resultadoprocedentepensarel ser sin referenciaa la relación del ser a lo ente.
3" Tomo este giro de Félix Duque. E Véase más arriba, «littrodticción», p. 17.
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Pensarel ser sin lo entequiere decir: pensarel ser sin referencia a la metafísica. Pcro una tal referencia continúa siendo tam-
bien dominanteen la intención de superarla metafísica.De ahí que convengadesistirde esesuperary abandonarla metafísicaa si misma.
Si sigue siendo necesariauna superación,ésta concierneentonces a ese pensamientoque se comprometepropiamente en, desdey haciael acaecimientoapropiador,para decirlo.
Convieneporfiar en la superaciónde los impedimentos que con facilidad haccn insuficiente
un ta] decir.
Un impedimentodc estasuertelo sigue siendotambiénel decir acercadel acaecimientoapropiadoral modo de una conferencia. Estaha habladosólo en proposicionesenunciativas.
PROTOCOLO DE UN SEMINARIO SOBRE LA CONFERENCIA «TIEMPO Y SER>>* A manera de introducción se dieron unas cuantas indicaciones
quepudieranservira unamejorcomprensión de la conferencia y, con ello, a una caracterizacióny elaboraciónpreliminaresdel pro-
pósitodel seminario.En estasindicaciones setocaronya cuestionesy temasdelos queenpartesehablóexpresamente en lassubsiguientes sesiones, peroque,tambiénenparte,determinaron más desde el trasfondo la marcha del seminario.
Porla peculiarcondiciónde lo queen él habíade venir a la palabra,esteseminariorepresentaba unatentativa.Diferia eseneialmentede lasprácticasdeseminarioquehabiamantenido Heideggeren el cursode su actividaddocentew-unadiferenciaque saltaya externamente a la vistapor el hechode quela fuentede meditación del seminario no fue un texto de la tradición metafísi-
ca, sino uno del propio Heidegger. Al acometerel intentode comentar verbalmente lo dicho en la conferencia, se afrontó un ries-
gotodavíamayordel queéstamismallevabaconsigo.Esel riesgo queseasumeal hablarenproposiciones enunciativas de algorespectode lo cualsemejante mododedeciresesencialmente inadecuado.Conviene,por otra parte,repararen que no se trata de meros enunciados, sino de un responder, preparado por preguntas,
queintentaadecuarse a la índolede la cosaen cuestión;en todo ello enunciados, preguntasy respuestas sepresuponela experiencia
de la cosa núsma.
La dimensión tentativa del seminario era, por tanto, doble: por
unaparte,quisieraéstemostrarmedianteseñasuna cosaque se re-
sistedesuyoal enunciarcomunicativo; por otra,eraforzosoabordar, partiendode una experiencia,el intentode prepararen los participantes la propiaexperiencia de lo dicho,la experiencia de algoqueno sedejatraera la plenaluz del día.El intento,por tanto, dehablardealgoqueno estáhechoa medidadel conocimien* Traducción de Manuel (ijarrido. I45l
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TIEMPOY SER
to,ni tampoco puedeser,empero, transmitido a basedepreguntas,
sinoquemuchomásbienprecisaserexperienciado, el intentode hablarde ello conla intencióndepreparartal experiencia, constituyó esencialmenteel riesgo asumidoen esteseminario.
El propósito delseminario sedeterminó indicando quesuprin-
cipal interéseratraer-a-la-mirada el contenidoglobalde la conferencia,suintenciónbásica,asícomotambiénla relaciónqueguarda la conferencia conel pensarde Heidegger. Seplanteóademás
la tareadeaclararse sobrela situación dela filosofiaenla época actual;enunaépoca, pues,enla queek-svlste el pensar deHeidegger y que por otra parte puede ser caracterizadapor la desaparición de la filosofia. Estadesapariciónmuestraen sí un abanicode
semblantes. Mientrasseentienda a la metañsica bajoel rótulodefi-
losoa,esindiciodetal desaparición el quela cosadelpensar no
seaya la cosadela metafísica, conrespecto a la cual,presumiblemente,la propiametasicapersiste.Visiblessehantomadoya las manifestaciones sustitutivasde la filosofía, susposibilidadesde evasión:por una parte,la mera interpretaciónde textostradiciona-
lesdela filosofia,la reelaboración y el desguace de la metasica; por otra,el desplazamiento dela filosofíaa la lógica(logística),a la psicologiay a la sociología, cn sumaa la antropología. En esteseminariofue menesterdar por supuestoel conocimien-
to y la experiencia de la historiade la metafísica, puesno sedisponíadela oportunidad dehacerreferenciaexplícitade los nexos históricosni de las posicionesmctasicasparticulares. La única excepciónfue Hegel,al quesetratócondetencióny propiedad, y ello por el hecho,digno de nota,de que,cadavezmasy de las másdistintasmaneras, el pensarde Heidegger ha sidocomparado con el hegeliano.Aun cuandoHegel se encuentraen cierta manera
másalejado,segúnla cosa,de la empresa heideggeriana quetoda otraposiciónmetafísica,senosimponecasiirresistiblemente, sin embargo,la apariencia deunaidentidad,y por endela posibilidad dc compararambasposiciones.¿Enquemedida?¿Quésignifica el despliegueespeculativo del ser (qua <>) en el ser (qua <>)? ¿Cómose mantieneaquí el «ser»como <
cia»?¿Porqueguardaconél correspondencia el «pensamiento» comodialécticaespeculativa? Así pues,al dirigir retrospectivamentenuestramirada a la dilucidación hegelianadel ser con la in-
tencióndevermásclaroel caminopropiodeHeidegger y decomprender el pensarde éste, se hace perentorio trazar una línea de
demarcación respectode Hegelqueno selimite a negarqueam-
PROTOCOLO DF.UNSEMINARIO SOBRE «TIEMPO Y sER>>
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bospensamientos sonsemejantes, sinoquebusque alumbrar la razón de que así nos lo parezca. Tras estas advertencias iniciales sobre el Seminario su
pecu-
liar modalidadsupropósitoy el darpor supuesto el conocimiento dela.metasica, seprocedióa abordarla conferencia misma. Unadescripciónde la Inarchadeéstasirvió paravisualizarel
lugarqueocupaen el conjuntoglobaldelaspreocupaciones de Heidegger.
La conferenciatitulada «Tiempo y ser» preguntaprimero por
lo propiodel ser,y luegopor lo propiodeltiempo.Conello se muestra queni el serni el tiemposon.Deestamanera queda franco el tránsitoal Seda. El Sedaesprimerodilucidadopor referen-
ciaal dar,y luegoporreferencia al Seo Ello,queda.Esteesinterprctado comoel acaecimiento propicio.Dichosumariamente: PartiendodeSery Tiempoy pasando por lo propiode «Tiempoy ser»,la conferencia arribael Sero Ello queda,y deésteal acaecimiento apropiador.
Conla naturalreservapudieradecirsequela conferencia repite el movimientoy el cambiodelpensarheideggeriano desdeSery
tiempoal posterior decirdelacaecimiento apropiador. ¿Quésucede en estemovimiento?¿Cómose perfila el cambio del preguntar
y el responder quehaacontecido enel pensar deHeidegger? Sery tiempoesel intentodeunainterpretación delsersobreel horizontetrascendentaldel tiempo. ¿Quéquiere decir aquí «tras-
cendental»? No la objetividadde un objetode la experiencia en tantoqueconstituidoenla consciencia, sinoel ámbitodeproyecto, divisadodesdeel esclarecimientodel estar-ahí,para la determina-
cióndelser,esdecir,delestarpresente comotal. El hastaahoraimpensado sentidodel tiempoqueyaceenel sercomoestarpresente es retrotraidoen la conferencia«Tiempoy ser»a una relaciónmás
originaria. El hablardealgo«másoriginario» dafácilmente lugara malentendidos. Peroaunquedejemospor deprontosin determinar
cómohayqueentender este«másoriginario», y estoquieredecir cómono entenderlo, sigueestando, sinembargo, fueradedudaque
el pensar -y ciertamente tantoenla conferencia misma comoenla
totalidaddelcaminodeHeideggertieneel carácter deunretroceso.Ésteesel pasotztrás.La pluralidadde significados deestaex-
presión restaporconsiderar. Necesario sehacedilucidarel «hacia dónde»y el «cómo»en el discursodel «atrás».
Peroentonces cabeplantearla cuestiónde si y cómotal retroceso,queconstituyela manerao el estilodemoversedeestepen-
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TIEMPO Y sua
sar,Vienea encajarcon la circunstancia de que el acaecimiento apropiador, cabalmente considerado comotal y no sólocomodestinar, sea la retirada.
¿Semuestraya el carácterderetiradaenla problemática deSer
y tietnpo? Paraverlo,csmenester percatarse delsencillopropósito
deestaobra,y enparticular delasignificación quetieneeltiempo
enla pregunta porel sentido delser.El tiempo,queesinterpelado enSerytiemposobreel sentido delser,noesdesuyoninguna respuesta,ningúntérminoúltimodel preguntar, sinosóloel nombrar
deunapregunta. El nombre «tiempo» nombra preliminar o anticipadamentelo que luego fue denominado«la verdaddel ser».
Laexégesis deltiempoapunta primeroal carácter dela temporaciónde la tcmporalidad del estarhumano, a lo ekstático, que contieneya en sí, sin que estacondición de la cosaseanombrada
expresamente en la partedeSery tiempoquealcanzóa serpublicada(cfr. Sery tiempo,é 28), unareferenciaa la verdad,al escla-
recimiento, al desocultamiento delserquaser.Portanto,yaenSer y tiemposí bienaquíla exégesis del tiempoestabarestringidaa la tcmporalidad del estarhumanoy en nadasehabladel carácter temporaldel ser(mientrasque,por el contrario,en la conferencia
«Tiempo y ser»esintencionalmente omitidoel papeldela esencia
del hombreparael esclarecimiento del ser)-- esarrancado enbloque el tiempo a la comprensiónordinaria,merceda la referenciaa
la 60m1 ÜELOL y al estarpresente, cobrandoasíun nuevosentido.
Es importante, por consiguiente, evitar,tantoen «Tiempoy
ser», donde ello se lleva expresamentea cabo, como también en
Sery tiempo,dondemásbienlateenel movimientoy enla finali-
dadimplícita,la limitacióndealcance quepudiera residiry dehechoademás resideenel rótulo«tiempo». El tiempoesyapensado enSery tiempopor referencia a la óikñaia(desocultamiento) y
desdela oüoia griega.
Si asíresultacon el tiempo,al quese interpelacomoel horizontetrascendental del ser,¿cómosedejaentonces caracterizar la
experiencia fundamental queguíaal enfoque básicodeSery tiempo?¿Sedejamostrar ya enellauncarácter deretirada? La expe-
riencia queintenta expresarse porprimera vezenSery tiempo, y
queenel planteamiento trascendental dela preguntaaúnhadeha-
blarenciertamanera el lenguaje de la metañsica, es:queen la
metafísica,globalmente considerada, el serde lo entefue, ciertamente,pensadoy traído a concepto,y con ello fue tambiénhecha
visiblela verdaddel ser,peroqueentodaslasmanifestaciones del
PROTOCOLODF. UN SEMlNARlO SOBRE «TIEMPO Y SER»
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ser su verdad como tal nunca vino al lenguaje, sino que permaneció olvidada. La experiencia fundamental de Ser y tiempo cs por ello la del olvido del ser. Pero olvido quiere decir aquí, en sentido griego: ocultamiento y ocultarse.
El olvido del ser,que se muestracomo un no pensaren la verdad del ser, puede fácilmente ser interpretado y malentendido como una negligenciadel pensarhastanuestrosdías,en todo caso como algo a lo que se pone fin mediantela preguntaexpresamente asumiday formuladapor cl sentido,es decir, por la verdaddel ser.El pensarde Heideggerpudieraser entendidoa y Sery tiem-
po pareceinvitara ello »comola preparación y aperturadel fundamento sobre el cual reposaba toda metasica como sobre una
baseque lc fueseinaccesible,y ciertamentede maneraque, merced a tal apertura,fuesecanceladoel olvido del ser hastahoy. En todo casoes importanteadvertir,parala rectacomprensión,quc cl llamado «no pensarhasta hoy» no es ninguna negligencia, sino que hay que pensarlocomo consecuenciadel ocultarsedcl ser. El ocultamientodel serpertenece,como privación de éste,al esclarecimiento del ser. El olvido del ser,que constituyela esenciade la metasica y que fue cl impulso de Ser y rienzpo,pertenecea la esencia del ser mismo. Con ello se plantea para un pensar en el ser
la tareade pensara esteúltimo de maneraque le pertenezcaesen-cialmente
el olvido.
El pensarque despuntacon Ser y tiempo es en consecuencia, por unaparte,el despertardesdeel olvido del seren dondedespertar ha de ser entendidocomo un acordarsede algo que aún no fue pensado, mas, como tal despertar,no es dicho pensar,por otra parte, ningunacancelacióndel olvido del ser,sino el instalarse en el persistiendoen él. Así el despertardesdey para el olvido del ser es un abrir los ojos, un desvela/ave [Enrwaclzen]en el acae-
cimientopropicio.Sóloenel pensarenel sermismo,enel acaecimiento propicio, es experienciablecomo tal el olvido del ser. El carácterde estepensarfue en múltiples ocasionesdescrito como «pasoatrás».A éstese le entiendeprimero como un «desde...» y un «hacia...» Asi el pensarde Heideggersería el movimiento desdela aperturadel ente hacia la aperturacomo tal, que quedaoculta en el ente abierto. Sin embargo,en el título «paso atras»espensadaaún otra cosa.El pasoatrásretrocedeante.cobra distanciarespectodc lo que ha de advenir.El ganarla distanciaes
un a-lejamiento, la libre donacióndel acercarse de lo quehayque pensar.
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TIEMPO Y sua
En el pasoatrásaparece,como lo que hay que pensar,la apertura como tal. Pero¿haciadóndeaparece?,es decir,pensadadesde
el pasoatrás,¿adónde conduceeste?El «haciadónde»no sedeja establecerfijamente. Sólo se deja determinaren la consumación
del pasoatrás,peroestoquieredecir:responder desdey entregarse a lo que viene a apareceren el pasoatrás. Con referencia a la indeterminación
de este «adónde» se mos-
tró una dificultad fundamental. ¿Subsisteesta indeterminación sólo para el saber,de maneraque el lugar del aparecerestedeter-
minadoen sí y, sin embargo, estéaúnocultoparael saber?Si, por el contrario,estaindctcrminación no sólo subsisteparael saber, sino que ella misma es indeterminación del modo de ser del
«adónde», entonces seplanteala preguntadecómopuedepensarseun tal serindeterminado, queno sóloha de serentendido,por tanto, desde la precariedad de nuestro aúnn0-saber.
En la medida en que se llegó a una clarificación, pudiera decirse pese a lo inadecuadode estasexprcsiones: el hechode que se dé el lugar del «adónde» es un hecho establecido, mas al
saberle estátodavíaocultocómoesestelugar,y hadequedarsin decidir si el cómo, el modo de ser del lugar, está ya establecido (pero aún no es posible saberlo),o si sólo se entregaen la consumación del paso,en el nombradodesvelarseen la apropiacióndel acaecimiento apropiador.
De nuevo se intentó una caracterizacióndel objetivo fundamental y de la movilidad de la conferencia, lo cual volvió a con-
ducir a una reexión sobreSery ¿íe/npo. Desdeel modo metasico de pensar,todo el caminode la conferencia, y esto quiere decir la determinación del ser desde el acae-
cimiento apropiador,pudiera ser interpretado como retrocesoal
fundamento, al origen.La relaciónde acaecimiento apropiadory ser seríaentoncesla relacióndel a priori con el a posteriori, donde por a priori no hayqueentendertan sólo el a priori del sabery para el saber que ha llegado a ser dominante en la losoa de los tiempos modernos. Se trataba, por tanto, de un nexo de fundamentación
que,visto desdeHegel,sedejadeterminarmásde cercacomorcvocacióny superacióndel sercn el acaecimientoapropíador.
A estainterpretación parecíainvitarel título «ontologíafundamental»usadoparacaracterizar el propósitoy la marchadeSery tiempo un titulo que pronto, y cabalmentecon la intención,por cierto, de salir al paso de este malentendimiento,fue abandona-
do. Lo decisivo,quedebesertenidoencuentaal respecto, esla
PROTOCOLO DE UN SEMINARIOSOBRE«TIEMPOY SER»
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relacióndela ontologíafundamental conla únicapregunta,elaboradaenSery tiempo,por el sentidodel ser.SegúnSery tiempo,la ontologíafundamental esla analíticaontológicadel estarhumano. «Porconsiguientela antología_fundamental, de la cual pueden únicamente dimanar todas las demás, ha de ser buscada en la analítica existencial del estar humano» (Ser y tiempo, p. 31). De
acuerdocon esto,parececomosi la ontologíafundamental fuese el fundamentode la ontologíamisma, que aún falta, pero que ha de ser edificada sobreella. Puessi lo que importa es la pregunta
por el sentidodel ser,peroel sentidoesproyectado, el proyecto aconteceen el comprendery como comprender,y la comprensión del serconstituyeel rasgofundamentaldel estarhumano,entonces la elaboración del horizonte de comprensión del estar humano es la condición de toda elaboración dc la ontologia, que, como pudie-
ra parecer,sólopuedeseredificadasobrela ontologíafundamental de dicho estar.Así la relación que guardala ontología fundamental con la elucidación del sentido del ser que no llegó a ser
publicadasería,tal vez,análogaa la relaciónqueguardala teologíafundamental conla sistemática teológica. Mas no es asi, aun cuandono puedenegarseque esto aún no
llegóa serexpresado conclaridadencl propioSery tiempo.Sery tiempoestámuchomásen caminohaciaello, envía dehallar,sobre la temporalidad del estarhumanoen la interpretación del ser comotemporalidad, un conceptode tiempo,aquellopropio del «tiempo»desdedondese dispensael «ser»como estarpresente. Mas con cllo estádicho que lo que en la ontologíafundamentales mentadocomo fundamentalno tolera encimaningunaedificación.
En lugarde esto,y unavezquefueseaclaradoel sentidodel ser, debiera ser reiterada, más originalmente y de una manera enteramente distinta, la entera analítica del ser humano.
Dadopuesqueel fundamento de la ontologíafundamental no esningúnfundamento sobreel quepudieraconstruirse, no esfmdamentuminconcussizm alguno,sino muchomás unfizndamentum
Concussum; y dadoasimismoquela reiteracióndela analíticadel estarhumanoesya parteintegrantedel planteamiento básicode Sery tiempo,mientrasquela palabra«fundamento» contradiceel carácterprecursor dc dichaanalítica,dc ahíquesehayaabandonado el título «ontología fundamental».
Al final de la primera sesiónfueron mencionadosalgunospa-
sajestextualescuyoentendimiento no esfácil, masesimprescindible paracomprenderla conferencia.
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TIEMPOY SER
Al final de la introduccióna la conferencia (cfr. pp. 19-20)el párrafo «Algo se impone decir...que hastaahorallamamosser>> suscita algunas dificultades.
Por de pronto, en la siguienteproposición, contenidaen este
pasaje:«El intentodepensarel sersin lo entesetomanecesario, puescn casocontrariono subsiste ya, a mi parecer, posibilidadalgunadetraerconpropiedada la miradael serdeaquelloquehoy esentodoel derredordel globoterráqueo», palpitaunadescomunal contradicción. Ni la necesidad ni la posibilidadde semejante contradicción fueron ulteriormente aclaradas;tan sólo se indicó
que éstase halla relacionada con la ambigüedad del «em-plazamiento»(Ge-stell),cn el quesepiensaconel giro «elserdeaquello quehoy...terráqueo». En sucondicióndepreaparición del acaecimientoapropiador, esel «em-plazamiento», por añadidura, lo que hacenecesarioesteintento. No es, pues,la necesidadde entender
lo de hoy como a primeravista pudieradesprenderse del texto-
la verdadera motivación
del intento.
Despuéssepreguntósi la frase«el serde aquelloquehoy es en todoel derredordelgloboterráqueo»no significaunarestricción del problemauniversaldel ser a estediminutoplaneta,este minúsculograno de arenallamadoTierra; si estarestricciónno dimana de un interés antropológico. En esta cuestión no se entró
mása fondo.No seaclarócómoel «em-plazamiento», queconstituyela esenciade la técnicamoderna,de algo,por tanto,que,en
lo quea nuestrosaberalcanza, sóloacontece enla Tierra,puede ser un nombre para el ser universal.
A continuación fue elucidado el giro «pensar el ser sin lo
ente».Estegiro es-al igualquela expresiónutilizadaenla página 25, «sin referenciaa la relación del ser a lo ente>>Ñla versión abreviadade «pensarcl ser sin la referenciaa una fundamentación
delserdesde lo ente».«Pensar el sersinlo ente»quieredecir,por tanto,no queal ser le fueseinesencialla relacióna lo ente,que pudiera prescíndirsede esta relación; quiere decir más bien no pensar al ser al modo de la metafísica. Con la fundamentación del ser a partir de lo ente no sólo es si bien antc todo mentado al
respectoel momentotcológico de la metafísica,el cual consisteen que el summum ens como Causa sui realiza la fundamentación de
todo entecomotal (cfr. «Leibnizenssog.24 metaphysische The-
sen[lasllamadas 24tesismetañsicas deLeibniz]>>, enHeidegger,
Nietzsche,vol. ll, pp. 454 ss.). Pensadaes ante todo la acuñación
metafísicade la diferenciaontológica,segúnla cualel serespen-
PROTOCOLO DEUNSEMINARIO SOBRE «TIEMPO Y SER»
sado y concebido pormordelo ente,demodoqueel ser,sinperjuiciodesuser-fundamento, quedasubyugado porlo ente. Lasprimeras frasesdela conferencia despuésdela introducción suseitabanasimismociertasdificultades.
Primero sedijosinrodeos: «Desde el albadelpensar occidental europeo hastahoy,serquieredecirlo mismoqueasistiro estar
presente.» ¿Qué sucede conesteenunciado? Si serquieredecir algoasícomoestarpresente, ¿loquieredecirdeunamanera ex-
elusivao en todo casocon una prioridad tal que puedanser pasa-
dasporaltosusotrasdeterminaciones? ¿Esla determinación del
sercomoestarpresente, queúnicamente aparece enestaconferencia,un resultadoobtenidotan sólodesdeel propósitodeella,que
intentapensar conjuntamente sery tiempo? ¿Oesquetieneel estar presente, enla totalidadde lasdeterminaciones del ser,una
prioridad «conforme a la cosa», independiente delpropósito de estaconferencia? ¿Quésucede antetodoconla determinación del ser como fundamento?
Estarpresente, presencia, hablaentodoslosconceptos metafí-
sicosdel ser,hablaentodaslasdeterminaciones del ser.Inclusoel fundamento comolo ya prcexistente, comolo subyacente, condu-
ce,considerado en sí mismo,al demorar, al durar,al tiempo,al presente. Nosóloenlasdeterminaciones griegas delser,sinotam-
bién acasoen la «posición»kantianay en la dialécticahegeliana como el movimiento de tesis, antítesis y síntesis (por tanto, tam-
biénaquídenuevoposieionalidad) hablael presente, seanuncia unaprimacía del estarpresente (efr.Nietzsche, II, pp.399ss.,y ademásWegmarken [Jalonesdel camino][i967], pp. 273 ss., «KantsTheseüber dasSein» [Las tesis de Kant sobreel ser]).
De todasestassugestivas indicacionesresultauna prioridad
delestarpresente queescodeterminante entodaslasacuñaeiones delser.Cómo,dequémanera esestadeterminación, quésentido tienela prioridadqueseanuncia del estarpresente, estátodavía impensado. Laprioridad delestarpresente siguesiendo, puesuna afirmación en la conferencia«Tiempo y ser», mas como tal una
pregunta y unatareadelpensar: la demeditarsi y dedóndey en quemedidasubsistela prioridaddel estarpresente.
Después dela frasequeseacabadecitar,la primerasección dela conferencia prosigue asi:«Desde el estarpresente. desdela
presencia o asistencia noshablael modotemporal delpresente.»
Estoseprestaa másdeunainterpretación. Porunaparte,cabeentenderlodemaneraqueel estarseapensado comopresencia enel
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TIEMPO v SER
quepercibe, enla repraesentatio deéste.El tiempopresente sería
entonces unadeterminación consecutiva o derivada delestarpresente y nombraría larelación deesteúltimoalhombre que10percibe.Porotrolado,cabeentender lo anterior demanera queen
términos absolutamente generalesel tiempohabledesde el estar presente, quedando todavíaabiertoal respecto el cómoy dequé
modo. «Elseresdeterminado comopresencia poreltiempo.» En la conferencia esmentado estesegundo sentido. Lamultiplicidad semántica, sinembargo, y la dificultad dela exposición delproblema, elhecho asimismo dequeenlasprimeras proposiciones no setratadeextraerningunaconclusión, sinodelprimerescarceo
delámbitotemático, conducen fácilmente a malentendidos que sóloesposible eliminar manteniendo constantemente fija lamira-
da en la temáticaglobal de la conferencia.
Al comienzo dela segunda sesiónseañadióalgoa lasobservacionesgeneralescon las que se abrió el seminario.
a) Larelación entresery pensar y lacuestión delserseperte-
nccen recíprocamente.
Auncuando la relación desery pensar o desery hombre» no es expresamente dilucidadaen la conferencia,es menesterafirmar quc perteneceesencialmentea cada paso de la cuestióndel
ser.Conviene al respecto tenerencuenta undoblepapeldelpen-
sar.El pensar quepertenece esencialmente a la apertura delseres por de prontoel pensarquevalecomorasgocaracterístico del
hombre. Desde Sery tiempo, puede serdenominado elpensar que comprende. Porotraparte, elpensar eselpensar queinterpreta, el pensar,por tanto,quepiensala relacióndesery pensary la cuestión del seren general.
Pormeditarqueda si el pensar quecomprende puede precarac terizarel modopropiodel pensarqueinterpreta, y por tantoel
modoenqueel pensar«filosófico»pertenece a la cuestióndel ser.
Porpreguntar queda si la interpretación engeneral pueda serel
rasgocaracterístico del pensar,si esquesetratadehacerseseria-
mente cargo delacuestión delser.Importa, portanto,queelpensar,libremente, seapreste y disponga a lo quehayquepensar,
para recibir de ello su determinación.
b) El carácterprecursordelpensar.
A estefin, el hechodequeel pensarqueentraenel acaecimientoapropiadorrecibaantetodode él su determinación a lo
PROTOCOLO DEUNSEMINARIO SOBRE «TIEMPO v sER»
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queyasealudióenladilucidación delpasoatrása,guarda lamás estrecha conexiónconun carácterulteriordelpensar,queesigual-
mentedecisivo parallevara sucumplimiento la cuestión del ser. Talesel carácter precursor. Másalládesuprimerasignificación, segúnla cualestepensar essiempre sólopreparatorio, dichocarácter tiene un sentidomás profundo, el cual es que este pensar
correentodocasoanticipándose y, ciertamente, a la maneradel pasoatrás. Cargarel acentosobreel carácterprecursorno res-
ponde,portanto,a ningunafingidamodestia, sinoquetieneun sentidorigurosamente conforme a la cosa,queguardaconexión conla finituddelpensar y delo quehayquepensar. Cuantomás de conformidadcon la cosaes llevado a cabo el paso atrás,tanto másviene a corresponderel decir precursor.
c) Losdistintoscaminosenel acaecimiento apropiador. Del acaecimiento apropiador sehablaya enanteriores escritos: l. En la «Cartasobrecl humanismo»,dondeya sehablade tal
acaecimiento, si biensólotodavíaconunaconsciente ambigüedad. 2. Conmayornitidezsehabladel acaecimiento apropiador en lascuatroconferencias pronunciadas el año1949bajoel título común de «Einblick in das, was ist» [Mirar en lo que hay]. Estas
conferencias todavíanopublicadas, conexcepción dela primeray
la última,setitulan:«Lacosa»,«DasGestell»[El emplazamiento], «DieGefahr» [El peligro],«DieKehre»[Lavuelta](cfr.Conferencias y artícul0s*[1954],pp.143ss.,«Lacosa»). 3. En la conferenciasobrela técnica,que no sólo es una versión distinta de la recién nombradaconferencia«Das Gestell»[El
emplazamiento] (La,pp.13ss.,«Lapregunta porla técnica»**; y posteriormente: «Opuscula I», DieTechnik unddieKehre[Latécnica y la vuelta] [l9ó2]).
4. Y dela manera másinequívoca enIdentidady díferencía***
(1957), pp. 57 ss.
E] recuerdode estospasajesqueríaestimularla reexión so-
brela diferencia y la recíproca pertenencia deloscaminos hasta ahoramostradosen el acaecimientoapropiador. *
Traducción deEstaquioBarjau,Serbal.Madrid,1994.
**
Incluida en Conferenciasy artículos.
*** Ediciónbilingüede ArturoLeyte.traducciónde H. Cortésy A. Leyte,
Anthropos,Madrid, 1998.
56
TIEMPO v SER
Acto seguidoseprocedióa reexionarmása fondosobreel
críticopasaje, importante parala marcha delaconferencia y para
el mododeproceder deésta,quefiguraenla página24.Setrata
delpárrafo(enel quecabedistinguir dospartes): «Ser,aquello
por lo que...»hasta«mesdecir, el ser».
Primerofue dilucidada la palabra«señalado» («Senaquello porlo queesseñalado cadaentecomotal...>>) quefueelegida con
mucha prudencia, paranombrar la concernencia delo enteporel ser.Señalar emparentado conindicar»aludeal contorno, a la
figura,porasídecirloal «que» gestáltico, quele espropioa lo
entecomotal.El seresconrelación a lo enteaquelloquemuestra, hace visible, sin mostrarse a si mismo.
El pasaje ahoraencuestión prosigue: «Pensado porreferencia a aquelloqueestápresente, dichoestarpresentesemuestracomo undejarqueseestépresente delo queestápresente.
>>Mas entonces procede pensarenpropiedad estedejarestar
presente, en la medidaenquepor él esdejadoel estarpresente.»
El puntocrucialesel «Masentonces», quesepara nítidamente
loquesigue deloanterior y anuncia laintroducción dealgonuevo. ¿Aquéserefierela diferencia quesehacevisibleenel sepa-
rador«Masentonces»? Hayunadiferencia enel dejarestarpre-
sente,y ello es,antetodo,enel dejar.Losdosmiembrosde la diferencia
son:
l. Dejarestarpresente: dejarestarpresente: lo queestápre-
sente.
2. Dejarestarpresente: dejarestarpresente (estoes,pensado
endirecciónal acaecimiento apropiador).
Enel primercasoel estarpresente comodejarestarserefiere
aloente,loqueestápresente. Mentada es,portanto,ladiferencia,
subyacente a la metasica,entresery entey la relacióninterna entreunoy otro.Dejarsignifica,partiendo delsentido originalde
lapalabra: dejarir, dejarlibre,dejarpartir,dejarpartira lo lejos, estoes,darlibrecursoa lo abierto. Lo queestápresente, «dejado»porel dejarestarpresente, setornaasíenalgoqueestápre-
sentedesuyo,dejadoa lo abiertode lo queestácopresente. Sin decir,masdignodecuestión, queda aquícl dedóndey cómoseda «lo abierto».
Perosi el dejarestarpresente espensado propiamente, entonceslo afectado porestedejarnoesyalo queestápresente, sinoel
PROTOCOLODE UN SEMINARIO SOBRE«TIEMPO Y SER»
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estarpresentemismo. De acuerdocon esto,la palabraes escritaen lo que sigue también así: el de_jar-estar presente.Dejar significa entonces:dejar venir, dar, ofrecer, destinar,dejar-pertenecer.En estey medianteestedejar,el estarpresentees dejadoallí a donde pertenece.
El doble sentido determinante reside por tanto en el dejar, y de acuerdo con ello entonces también en el estar presente. La rela-
ción de las dospartesseparadas entre si por el «Masentonces»,no carece de dificultad.
Formalmente
dicho, entre los dos miembros
de la contraposiciónsubsisteuna relación de determinación:Sólo en la medidaen que se da el dejar del estarpresente,esposible el dejar estar presentede lo que estápresente.Pero cómo hay que pensarpropiamenteestarelación,cómo hayaque determinardesde el acaecimientoapropiadorla mencionadadiferencia, no fue más que indicado. La principal dificultad reside en que desdeel acaecimientopropicio resultanecesarioconfiar al pensarla diferencia ontológica. Desdeel acaccimientoapropiador se muestra entonces,por el contrario, estarelación como la relación de mundo y cosa,una relación que,por de pronto y en cierta manera,aún pudieraser concebidacomo la relación de ser y ente, si bien perdiendo ésta entonces lo que le es peculiar.
La tercerasesión,que tuvo lugar el segundodía, comenzócon algunasindicaciones.La dificultad con que tropieza quien escuche o quien lea estaconferenciacorre singularmentcparejascon la simplicidad de la cosade la que en ella se habla.Lo que ante todo importa es,pues,lograr la simplicidadde la mirada. La expresión«cosa»,«cosadel pensar»,que aparecemúltiples vecesen la conferencia,significa, partiendodel antiguosentidode estapalabra(cosa= casojurídico, pleito), el casoen litigio, lo liti-
gado,aquellodelo quesetrata.Lo cosaesasi,parac] pensaraún indeterminado,lo que hay que pensar,de dondeésterecibe su determinación.
Con la debida cautela y la necesaria reserva, al tantas veces
aludido carácter precursor del pensar dc Heideggerse le puede aplicar translaticiamentelo que Hólderlin escribeen una carta a Bóhlendorf (otoño de 1802): Yo pienso. mi querido amigo, que no nos entretendremoscn comentara los poetashabidoshastanuestrotiempo, sino que la poesia, en general,cobraráotro carácter,[...].
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TIEMPO Y SER
Las dilucidaciones de la sesión se movieron ante todo en torno
a la expresión«Seda»,queesla palabradecisivamente portadora del movimiento en la conferencia. Se abordó el intento de clarifi-
car el uso ordinario del lenguaje.
La maneraen quefigura la expresiónEsgibt [= seda o hay] enel usoordinariode la lenguaalemana, remiteya y todavía,por detrásdel sentidoteórico, generaly descoloridodel mero estarde-
lante,del aparecer, a una riquezade referencias. Si se dice,por ejemplo:hay [esgíbt] truchasen el arroyo,entonceslo quecon esa afirmación
se establece no es el mero «ser» de las truchas. An-
tes y a una con ello, lo que dicha proposición expresaes una caracterizacióndel arroyo, el cual se describecomo arroyo de truchas, y por ende como un arroyo particular, vale decir como un arroyo que es tal que en él se puedepescar.En el uso inmediato
del «hay»[del «esgibt» (= hay,seda)enla lenguaalemana]reside ya, por tanto, la referencia al hombre.
Esta referencia es ordinariamenteel estar disponible, la re-
ferenciaa unaposibleapropiaciónpor partedel hombre.Lo que se da no estámeramentedelantedel hombre;antesbien, le atañe. Merced a esta referenciaal hombre, una referenciaque con ella vibra de consuno,la expresión«Seda» nombraal ser en el uso inmediato del lenguaje con mayor nitidez que el mero «ser», con
mayornitidezqueel «es».Peroquetampocoel «es»tienesiempre y sólo el sentido teóricamente descolorido de la constatación de
un puro estar delante, se muestra en el lenguaje poético. Trakl dice:
Es ist ein Licht, dasder Wind ausgelóschthat. Es ist ein Heidekrug,den am Nachmittagein Betrunkener verlásst.
Es ist ein Weinberg,vebranntund schwarzmit Lóchern voll von Spinnen.
Es ist cin Raum,den sie mit Milch getünchthaben. [Hay una luz que el viento ha apagado. Hay una venta en el campo que en la siesta un borracho abandona.
Hay una viña abrasaday negracon agujerosllenos de arañas. Hay un cuarto que han blanqueadocon leche.]*
* George Trakl,Obrascompletas, introd.y trad.deJoséLuisReinaPalazón, Trotta, Madrid, 1994, p. 256.
PROTOCOLO DE UN SEMINARIOSOBRE«TIEMPOY SER»
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Estosversosfiguran en la primera estrofadel poema«Salmo».
En otro poematitulado«Deprofundis»,quepertenece al mismo ciclo que el que se acabade nombrar,dice Trakl: Es ist ein Stoppelfeldin dasein schwarzerRegenFáIIt. Es ist ein branner Baum der einsam dasteht. Es ist ein Zischelwind, der Ieere Hütten umkreist. Wie traurig dieser Abend.
[m] [---] E ¡st ein Licht, das in meinem Mund erlóscht.
[Hay un campode rastrojosdondecaeuna lluvia negra. Hay un árbol pardoque estáallí solo. Hay un viento silbantegirandoentrechozasvacías. Qué triste es esta tarde.
[---I [m] I-Iayuna luz que se apagaen mi boca.]*
Y Rimbaud dice en un trozo de «Les Illuminations» [<
ll y a une fondriereavecun nid desbétcsblanches. Il y a une cathédralequie descendet un Iac quie monte.
II y a unepetitevoitureabandonnéc danslestailIis,ou qui descend le sentier en courant, enrubannée.
II y a une troupe dc petits comédiensen costumes,apercus sur la route á travers Ia Iisiére du bois.
Il y a enfin, quandlon a fairn et soif, quelquunqui vous chasse.
[En el bosquehay un pájaro. Su cantoos detieney os hace enrojecer. Hay un reloj que no suena.
I-Iayun hoyo con un nido de animalesblancos. Hay una catedralque baja y un lago que sube.
Hayuncochecitoabandonado entreel boscaje, o quebaja corriendo el sendero, adornado con cintas.
Hay una tropa de pequeñoscomcdiantesataviados
a propósito. divisadosenel caminoa travésdel lindero del bosque.
* Op.cin, p. 80.El lectorpuedeexplorar1asugerencia de Heidegger, tanto en _estecomo en el anteriorfra8mentode Trakl, cambiandomentalmentea Princi-
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TIEMPOY SER Hay alquien, finalmente,que, cuandose tiene hambre y sed, os ahuyenta.]*
El francés«I! y a» [hay] (cfr. el giro dialectaldel alemánsude-
ño «eshat» [tiene])corresponde al aleman«Esgibt», perotiene unamayoramplitud.La traducciónalemanadel «ll y a» de Rimbaudquefueseconformea la cosasería«Esist» [es],puesesde suponerqueTrakl conocíael nombradopoemade Rimbaud.
Qué seael «es»del lenguajepoético,quetambiénes usado por Rilkey Benn,fueobjetodeeventualaclaración. Pordepronto cabedecirquesi constatael estardelantede algo,lo haceen tan escasa medida como el «Se da». Mas a diferencia del ordinario
«Seda»,lo quenombrano esel estardisponibledeaquelloquese da, sino a estoprecisamente comoun indisponible,a lo concerniente como lo extraño, lo demoníaco. Asi la referencia al hombre
esconombrada conel «es»,y conmayornitidezpor ciertoqueen cl ordinario«seda».Lo quequieredecireste«es»sóloselo puede pensardesdeel acaecimiento apropiador. Mas ello quedópor tratar,al igual que la relaciónentreel «es»del poetizary cl «se da» del pensar.
Algunasdilucidaciones gramaticales sobreel «Se»,o «Ello», enel «Seda»,sobrecl mododeestasproposiciones caracterizadas por la gramáticacomoproposiciones impersonales o sin sujeto,y asimismoun breverecuerdodelos fundamentos greco-mctafïsicos dela interpretación, hoyde suyoevidente,dela proposicióncomo unarelaciónde sujetoy predicadosugirieronla posibilidaddc no entender comoenunciados el decirde«Sedaser»,«Sedatiempo». Adicionalmentefueronobjetode dilucidacióndospreguntas planteadas a la conferencia. Concernian, de unaparte,al posible final de la historia del sery, de otra, a la maneradel decir adecuada al acaccimientoapropiador. Al. Si el acaecimientoapropiadorno es una nuevaacuñación
del seren la historiade este,sinoque,inversamente, el serperteneceal acaecimiento apropiadory (cualquieraquesea,por lo demás,el modo)en él quedaretirado,entonces parael pensaren el acaecimiento apropiador, estoes,parael pensarqueentraenel acaecimientoapropiador, la historiadel serha llegadoa su final en * Arthur Rimbaud,Prosa(ronzplera, ediciónde JoséAntonioMillán Alba, Catedra,Madrid, 1991,p. 208.
PROTOCOLO DE UN SEMINARIOSOBRE«TIEMPOY SER»
Ól
la medidaen que, por virtud de esaentrada,el ser,que reposaen
el destino,no esya lo quepropiamente hayquepensar-- El pensarestáeny delantedeaquelloquehadestinado lasdistintasfigurasdel serepoca].Peroesto,lo destinante comoel aeaeeimiento apropiador, esdesuyoahistóricoo, mejor,ausente dedestino. La metasica
es la historia de las acuñaciones del ser, esto es,
mirado desdeel acaecimientoapropiador,la historia del retirarse del destinante a favor de las destinaciones dadas en el destinar de
un dejarencadacasoel estarpresente de lo queestápresente. La metasica es olvido del ser,y esto es la historia del ocultamiento
y de la retiradade aquelloqueda ser.La entradadel pensarenel acaecimiento apropiador equivaleasíal final deestahistoriade la retirada. El olvido del ser se «cancela» con el desve/arse en el acaecimiento apropiador.
Peroel ocultamiento,que pertenececomo límite a la metasi-
ca,tienequeserpropiodel aeaecimiento apropiador mismo.Esto quieredecirquela retirada,quecaracterizaba a la metasieaenla figuradel olvidodel ser,semuestraella mismaahoracomola dimensióndel ocultamiento.Sólo que ahoraesteocultamientono se oculta, sino que, másbien, a él se dirige la atencióndel pensar. Con la entradadel pensaren el acaecimientoapropiadorad-
vienepuesprimeramente el mododeocultamiento propioal acaecimientoapropiador. Esteesensí mismoexpropiación, palabraen la cual se recogela tempranavoz griegamón en el sentidode ocultarse de conformidad con el acaecimiento apropiador. La ausen-
cia de destino del acaecimientoapropiadorno quiere decir, por
tanto,quele faltaa éstetoda«movilidad».Quieredecirmásbien quelo quese muestraal pensarcomolo que antetodo hayque pensares la manerade movilidadmáspropiadel acaeeimiento apropiador, quees el giro a la retirada.Mas con ello estádicho queparael pensarqueentraenel aeaeeimiento apropiadorla historia del sercomolo quehayquepensarha llegadoa su fin, sin perjuiciode quepuedaseguirsubsistiendo la metafísica,sobrelo cual nada puede hacerse.
A2. Conlo queseacabadedecirguardaconexiónla otrade las dospreguntas, la quepreguntaquépuedeserleencomendado al pensaren el acaecimiento apropiador y cuálpuedeser,correlativamente,el modo adecuadodel decir. No es sólo por la forma
deldecirpor lo quesepregunta --a saber,queun hablarenproposicionesenunciativaspermaneceinadecuadoa lo que hay que de-
62
TIEMPOY SER
cir, sino, grosso modo, por el contenido.En la conferenciase dice (p. 43): «¿Quéquedapor decir? Sólo esto: el acaecimiento
apropiadoracaeceapropiciadoramente.» Con ello por de pronto
sóloesrecusado cómonohayquepensar enel acaecimiento apropiador.Pero,dandoungiropositivo,seplantea la pregunta: ¿Qué apropiael acaecimiento apropiador? ¿Quéeslo apropiadopor el acaecimiento apropiador? Y: ¿Esel pensarquepiensael acaecimientoapropiador, el meditarde lo apropiado por el acaecimiento apropiador?
Nadasedicesobreestoenla conferencia misma,quesóloqui-
sieraseruncaminoal acaecimiento apropiador. Bastante sepensó ya, sin embargo, al respecto, enotrosescritosde Heidegger. Asi enla conferencia «Sobrela identidad»,si sela piensadesdesufinal, sedicelo queel acaecimiento apropiadorapropia,esto es,trae a lo propioy mantieneen cl acaecimiento apropiador:a saber,la copertenencia desery hombre.En estacopertenencia no son ya entonceslos copertenecientesser y hombre, sino »como apropiados; los mortales en la cuaterna* del mundo. De lo apropiado,de la cuaterna,hablande otra maneraen cada caso la
conferencia «Hólderlins ErdeundHimmel>> [La tierray el cielo deHólderlín](Hólderlín-Jahrbuch 1960,pp. 17ss.)y la conferen-
cia «Lacosa». También pertenece a estotodolo quesedijo del
hablacomodicción(Decaminoal habla**, 1959). Así pues,no espoco lo queya se dijo tambiénen el pensar
heideggeriano, aunquesólofuesede unamaneraprecursora y
comopor señas,de aquelloqueel acaecimiento apropiadorapropia y deaquelloa lo queapropia.Puesa dichopensarsólole pue-
deimportarla preparación dela entrada enel acaecimiento apropiador.Quedel acaecimiento apropiadorsólorestepor decir: el
acaecimiento apropiador acaece apropiadoramente, no excluye, sinoprecisamente incluye,el pensarla enterariquezade lo que
hayquepensaren el acaecimiento apropiadormismo.Y contanta másrazóncuantoquepor referenciaal hombre,a la cosa,a los
dioses,a la tierra y al cielo, por referenciatambiénal acaecimien-
to apropiador, siemprecontinúasiendomateriaa meditarel queal * Lanociónde«mundo» pierdeprotagonismo enel últimoHeidegger para reducirse a unosolodeloscuatroelementos: tierra,mundo, hombres y dioses, quecomponen el cuádrupley míticouniversoo cuaterna[Gel/fer]dondetiene lugarnuestroencuentro conel sery el lenguaje. ** Traducciónde Yves Zimmermann,Serbal,Madrid, 1987.
PROTOCOLO DEUNSEMINARIO SOBRE «TIEMPO Y SER»
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acaecimiento apropiadorpertenezcaesencialmente la expropiación. Pero ésta encierra en sí la pregunta: ¿expropiaciónhacia
dónde?La direccióny el sentidodeestapreguntano fueronya debatidos.
Al comienzo de la cuarta sesión una cuestión ulterior condujo
de nuevoa una reexión sobreel propósitode la conferencia. En la Carta sobreel humanismo(ediciónTaurus,p. 31) selee:
«Puesal lo que aquída es al ser mismo.»Esteinequívoco enunciado tal fuela argumentación-noconcuerda conla conferencia«Tiempoy ser»,cuyopropósito,pensaral sercomoacaecimientoapropiador, conducea un predominiodedichoacaecimiento, a la desaparición del ser.La desaparición del serprosigue el argumentcr-no sólono estaríaenconsonancia conel pasajedela Carta sobreel humanismo,sino que tampocolo estácon el pasaje
de la conferencia (p. 40),dondesc dicequeel únicopropósitode éstaapuntaa «traera la miradaa] sermismocomoel acaecimiento [apropiador]».
A esterespectosereplicóque,enprimerlugary en lo quese refiereal pasajeencuestióndela «Cartasobreel humanismo», el rótulo «el ser mismo» nombra ya y casi por doquier al acaeci-
mientoapropiador. (Lasreferencias y nexosqueconstituyen la estructura esencialdel acaecimientoapropiadorhan sido elaborados
entre1936y 1939.)Porotraparte,seañadióquelo queprecisamenteimportaesverqueel ser,enla medidaenquevienea la miradacomo el acaecimientoapropiador,desaparece como ser.Entre ambos enunciadosno subsistepor tanto ninguna contradicción. Ambos nombranen forma más o menosexpresala misma condición de la cosa.
Igualmente carecedebasedecirqueel título dela conferencia «Tiempoy ser»contradice al desaparecer del ser.Lo queestetítulo pretendeesinvitara la continuación delpensardeSery tiempo. No quieredecirque«ser»y «tiempo»esténya fijadosy setenga quevolvera hablardeelloscomotalesal final dela conferencia. Más bien hayquepensaral acaecimiento apropiadorde una maneratal quenopuedaserestablecido ni comoserni comotiempo. Es algoasícomoun neutraletantum,el «y»neutralenel título Sery tiempo.Esto no excluye,sin embargo,que seancopensados en el acaecimientoapropiadoraún en propiedadel destinary el ofrecer,de maneraque, en cicrto modo, tambiénpermanezcan ser y tiempo.
64
TIEMPOY SER
Fueronrecordados los pasajesde Sery tiempoen los que se
hizoyausodel«Seda»,sinquesehubiera pensado, sinembargo, directamenteen el acaecimientoapropiador.Estospasajesse muestranhoy como intentos a medias,intentos de elaboraciónde la cuestióndel ser, intentosde mostrara éstala dirección adecua-
da,queno dejande serinsuficientes. Lo quehoy,por tanto,importaesverenestosintentosla temáticay losmotivosqueseñalan a la cuestióndel sery sondeterminados por ella.Conhartafacilidadsecaede otro modoen el errorde ver en las investigaciones de Sery tiempomonografias independientes y luegorechazarlas por su insuficiencia.Asi, por ejemplo,la preguntapor la muerte sólodiscurreen los límitesy desdelos motivosqueresultandel propósitode elaborarla temporalidaddel estarhumano. Hoy resulta ya muy dicil hacerse idea del tamaño de las difi-
cultades quelessalianal pasoen el caminoal preguntar por la cuestióndel ser,al enfoquebásicodeestay a surealización.En el marcodel neokantismo de aquelentonces, unafilosofiateníaque satisfacerla exigencia,si es que debía encontraraudienciacomo
filosofía, dc pensarkantianamente, críticamente,trascendentalmente.Ontologíaeraun título maldito.El propioHusserl,queen lasInvestigaciones lógicassobre todoenla Vl llegócercade la auténticacuestióndel ser,no pudomantenersu hallazgoen la atmósfera filosóficade entonces; cayóbajoel inujo deNatorpy consumóel viraje a la fenomenología trascendental, quealcanzó su primer punto de altura en las Ideas. Pero con ello se había
abandonado el principiode la fenomenologia. Estairrupcióndela filosofia(en la figura del neokantismo) en la fenomenología tuvo por consecuencia que Schelery muchosotros se separarande Husserl;dondepudoquedarabiertala cuestiónde si y cómoesta secesión obedeciaal principio«ala cosadel pensar». Si de todo estosehizo mención,fue paraaclararlasposibles preguntas por el mododeprocederde la conferencia. Esteprocederpuedesercaracterizado comofenomenologia, enla medidaen quepor fenomenológieo no se entiendaningúntipo particulary direcciónde la losoa, sinoalgoquecampeaen todafilosofia. Este algo puedeser óptimamentenombradocon el conocidolema
«A lascosasmismas»[Zu denSachenselsbt].Fueexactamente en estesentidocomodespuntaron lasInvestigaciones lógicasdeHus-
serl,frenteal mododeproceder delneokantismo, comoalgoestimulador, nuevoe inaudito,tal y comolo vio,primeroquenadie,
Dilthey(1905). Y esenestesentido comopuede decirse deHei-
PROTOCOLO DEux SEMINARIO SOBRE «TIEMPO Y SER»
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deggcrquepreserva la auténtica fenomenología. Dehecho,sinla actitudfenomenológica fundamentalno hubierasido posiblela cuestión
del ser.
El virajede Husscrla la problemática del neokantismo primeramente atestiguado en la importante,aunquehoy demasiado
pocovalorada, monografía «Filosofia comocienciaestricta» (L0gos,I, 1910-1919)» y el hechodequele faltasea Husserl toda relación viva con la historia operaronla ruptura con Dilthey. En estecontextose mencionótambién,entreotrascosas,que Husserl
consideróa Sery tiempo,enel marcodesuconcepción de lasontologíasracionales, comola ontologiaregionaldelo histórico. La cuarta sesión estuvo dominada por la discusión de una pre-
guntaquesereferíaal ya citadoe importantepasajedela página5 («Senaquellopor lo que...»hasta<<... esdecir,el ser»).La pregunta apuntaba a la relacióndesery tiempoal acaecimiento apropiador y preguntabasi entrelos conceptosallí nombradosestar presente, dejarestarpresente, dcsocultar, dary apropiarwsubyacíaunagradaciónenel sentidodeunacadavczmayororiginariedad.Si el movimientoque,cn el pasajeen cuestión,conducedel estarpresente,pasandopor el dejarestarpresente,etc.,al apropiar,esel regresoa un fundamento cadavezmasoriginario. Si ello asi no fuese,se planteala cuestiónde cuálesson entonces la diferencia y la relación entre los mencionadosconceptos.
No representan ningunagradación,sinoestaciones en un camino deregreso, queesabiertopor lo precursor enel acaecimiento apropiador.
La subsiguiente discusiónserefirió en lo esencialal sentido deldeterminar, queresideenla maneracomo,dentrodela metasica,determina el estarpresente lo queestápresente. Porvirtudde ello debíaquedarmásnítido en el contrastequécaráctertieneel retrocesodel estarpresenteal acaccimiento apropiador,quecon hartafacilidadpuedesermalentendido comola preparación deun fundamento cada vez más originario.
El estarpresente dc lo queestápresente es decir,el dejares-
tar presente a lo,queestáprescnteesexplicado porAristóteles como ïcoinmg.Esta, posteriormentereinterpretadacomo creatio, conduce,en una linea de grandiosasimplicidad,hastala posición, concebida como la consciencia trascendental de los objetos. Así se
muestraqueel rasgofundamental deldejarestarpresente es,enla metafisica,el produciren susmúltiplesfiguras.Frentea ello se hizo valerque,si bienen lasobrasplatonicastardíasante todo
66
TIEMPOY SER
en Las Leyes emergeya cadavezmásel carácterpoiéticodel voüg,la relaciónde determinación quehayentreel estarpresente y lo queestápresenteno esentendidapor Platóncomoïtoinoig. En el tdi Kake") te:KotlótKQNÍesexpresada sólola rtotpouoía, el «ser con» del Koclóvjunto con los Kaká, sin que a este«ser con»
le advengael sentidode lo poiéticorelativamente a 10que está presente.Peroestomuestraque el determinarquedaen Platónim-
pensado. Puesenningúnlugarespor él elaborado quéseaestaauténticartotpouoíot, enningúnlugarexpresamente dichoquérealiza la ntxpoooiaen relacióncon losÓVTOL. Estalagunano quedacolmadapor el hechode quePlatónbusquecaptaren la metáforade la luz la referenciadel estar presentea lo que está presente es decir,no comonoínctg,hacer,ete, sino comoluz, aun cuandoseda indudablemente con ello unacercaníaa Heidegger. Puesel dejarestarpresentede Heideggeresun traera lo abierto, aunque en los pasajes en cuestión de la conferencia ha sido menta-
do comoneutraly esy tienequeserneutrocon respectoa todos los modosdel hacer,de la constitución,etc.Con ello ha llegado pues a ser expresamentelo griego, la luz y el aparecer.Por pre-
guntarqueda,empero,quées lo quequisiera,aunquetodavíano pueda decir la referencia metafórica a la luz.
Mediantela referenciadel estarpresentea la ákïjeta, le es sustraída a la problemática kantianadela constitución delos objetos la enterapreguntapor el ser de lo ente, si bien la mencionada
posiciónkantianahade serella mismaentendida retrospectiva mente» desdeel ótkneóctv, como lo atestiguael tratamientode la facultad de imaginaciónen el libro sobreKant. En este punto se preguntó si es suficiente concebir la referen-
cia del estarpresentea lo queestápresentecomodesocultar, tomando al desocultarcomo algo para sí, es decir, sin adieionarle ninguna determinación ulterior de contenido. Si el desocultar resi-
de ya en todoslos modosde la noinoig, del hacer,del operar, ¿cómoesposibleexcluirestosmodosy conservar comoalgopuro y parasí al desocultar? ¿Quésignificaentoncessemejante desocultar, mientras no se lo determine ulteriormente en cuanto a su
contenido? A esterespectoseintrodujounaimportantediferencia entreel desocultarquepertenece, por ejemplo,a la noinotgy el desocultar mentadopor Heidegger. Mientrasqueel primeroserefiere al eïñogesto eslo queen la noinotgesexpuesto, desocultado-, el desocultar meditadopor Heidegger serefiereal enteentero. A partir de ahí se hizo mención de la distinción entre «el
PROTOCOLO DEUNSEMINARIO SOBRE «TIEMPO Y SER»
hechode que se sea»(Dasxv-sweiiz) y el «quése sea»(Was-sem), cuyaprocedencia es oscurae impensada (cfr. Heidegger, Nietzsche, II, pp. 399 ss.).
En lo concerniente,sin embargo, a la intención meditativa
subyacente a la pregunta, sedijo que,auncuando enel pasaje
queestáencuestión el desocultar ha sidofijado sólocomorasgo fundamental, siéndoleasísustraídoel carácteroperativoal dejar enel dejarestarpresente, quedanpor meditarlos distintosmodos del desocultartemática-miente determinados.Con el paso del
estarpresenteal dejarestarpresentey de esteal desocultarnada
queda dichosobreel carácter depresencia delosdistintos ámbitos del ente.Continúasiendounatareadel pensarel determinarel desocultamiento de los distintos ámbitos de cosas.
La mismaespeciedemovilidadqueresideenel pasodel estar presente al dejarestarpresentesemuestraen el tránsitodel dejar estarpresenteal desocultary de esteal dar.En cadacasoda el
pensar el pasoatras.Asípudieradejarse verel mododeproceder deestepensarpor analogíaconel metodode unateologíanegativa. Esto se muestra también en el hecho de que y cómo los mode-
los ónticos dados en el lenguaje son descartadosy destruidos.
Chocante es,por ejemplo,el usodeverboscomo«tender», «destinar», «retener»,«apropiar»,que no sólo muestranen tanto que
verbosunaformatemporal,sinoademásun expresosentidotemporalparaalgoqueno esnadatemporal. La quintasesiónseabriócon unaponenciade JeanBeaufret que debíaservir comofundamentoparadilucidarla semejanza, unay otravezafirmada,entreel pensarde Heidegger y el hegeliano. El ponenteinformósobrecómose ve en Franciaestasemejanza.
De entrada,no cabenegaruna cercaníay una chocanteanalo-
gíaentreHeideggery Hegel.De ahí quedomineampliamente en Franciala impresiónde que el pensamientode Heideggerseauna
reformulación «como profundización y ampliación de la filosofiade Hegel,deanálogamaneraa comorepresenta Leibnizuna reformulaciónde Descarteso Hegel de Kant. Si el pensarde Hei-
deggerfuesevisto fundamentalmente desdesemejante perspectiva, entonceses innegablequecabríaencontrarcorrespondencias
¡nequívocas entretodoslosaspectos deescpensar y losdela filo-
sofiade Hegel.Talescorrespondencias permitencasimontaruna tabladeconcordancias y certificarasíqueHeidegger diceaproxi-
68
TIEMPOY SER
madamentelo mismo que Hegel. Perotoda estamanerade ver da
por supuestoquehayaunafilosofia de Heidegger.Si ello asi no
fuera,entonces todacomparación adolecería defaltadebaseque la hicieseposible,sin queestoquiera,empero,decir quela imposibilidad de comparaciónsea equivalentea la ausenciade relación.
En la segunda partede la ponenciafueronmencionados algunosdelos másgroserosmalentendidos queencontróenFranciael pensarde Heidegger.En la Lógica de Hegel el ser como lo inme-
diatoesmediadoenla esenciacomola verdaddel ser.¿Esestecaminodelsera la esencia y dela esencia al concepto, esestecamino a la verdaddel ser,inicialmenteintroducidocomolo inmediato,el mismoquela cuestióndel serdesarrollada en Sery tiempo,o en todocasocomparable conella?¿Dóndepuedeestablecerse la diferencia
fundamental?
Desdela perspectiva de Hegelpudieradecirse:Sery tiempo quedaestancado en el ser,no lo desarrollaen «concepto»(una afirmación,que semantieneexternamente en la terminologíade Hegel:ser-esencia-concepto). Recíprocamente, desdeSery tiempo y por relaciónal pensarde Hegel,habríaqueplantearal puntola pregunta:¿Cómollegó Hegel a colocar inicialmente al ser como
lo inmediatoindeterminado y ponerloasíglobalmente enrelación con la determinación y mediación?(cfr. Heidegger,Wegmarken [Jalonesdel camino],1967,pp. 225ss.,«Hegely los griegos»). Esta última pregunta dio ocasión a un excursus sobre el inacla-
radoproblemadel origende la negatividad hegeliana. ¿Sebasala «negatividad»dc la lógicahegelianaen la estructurade la conscien-
cia absolutao esa la inversa?¿Esla reexión especulativa el fundamentodela negatividad que,segúnHegel,pertenece al ser,o es también esta negatividad el fundamento del carácter absoluto de la
consciencia? Si sereparaenqueHegeltrabajaenla Fenomenología condualismos originarios,quesóloposteriormente (desdela Lógica) sonarmonizados, y si setraea colaciónel conceptodela vida, tal y comoeselaboradoen los escritosjuvenilesde Hegel,la negatividad de lo negativono pareceser reduciblea la estructurare-
flexivade la consciencia, auncuandono debeperdersede vista, por otra parte, que el modernopunto de vista impulsor de la cons-
cienciahacontribuidomuy considerablemente al despliegue dela negatividad. La negaciónpodríamásbienguardarconexiónconel pensamiento de la escisióny, por tanto(visto desdela cosa),remontarse a Heráclito (ñiotcpápov).
PROTOCOLODE UN SEMINARIO SOBRE «TIEMPO v SER»
69
La diferencia a propósito de la determinación del ser se estableció en los dos puntos siguientes: l. Aquello desde donde determina para Hegel el ser en su verdad, está para la filosofia fuera de cuestión, y ello, ciertamente, porque la identidad de ser y pensar es realmente para Hegel una igualdad. Por tanto, no se llega, ni puede llegarse, en Hegel a ninguna cuestión del ser. 2. Partiendo de la conferencia, en la que se muestra que el ser es apropiado en la apropiación del acaecimiento apropiador, pudiera intentarse comparar a éste, como lo último y supremo, con lo Absoluto de Hegel. Mas entonces, tras esta apariencia de identidad, se debiera antes preguntar: ¿cómo se comporta, cn Hegel, el hombre con lo Absoluto? Y: ¿De qué tipo cs la relación del hombre con el acaecimiento apropiador? Se mostrarla al respecto una diferencia infranqueable. En la medida en que para Hegel el hombre es el lugar del advenir-a-simismo de lo Absoluto, esto conduce a la cancelación de la finitud del hombre. En Heidegger, por el contrario, se torna precisamente visible de suyo la finitud y ciertamente no sólo la del hombre, sino la del acaecimiento apropiador La discusión sobre Hegel dio ocasión de volver a aludir a la pregunta dc si la entrada en el acaecimiento apropiador significa el fin de la historia del ser. Ahí parece hallarse una analogía con Hegel, a la que hay que ver, empero, sobre el trasfondo de la diferencia fundamental. La tesis de que sólo puede hablarse de un final de la historia allí donde domina como es el caso dc Hcgcl una efectiva identificación de ser y pensar, es una tesis cuya legitimidad resta por demostrar. En todo caso el fin dc la historia del ser en el sentido de Heidegger es algo distinto. El acaecimiento
apropiadoralbergaposibilidadesdc dcsoeultamientoque el pensar no puede agotar, y en este sentido no cabe ciertamente decir que con la entrada del pensar en el acaecimiento apropiador «se pone freno» a las destinaciones. l\/las resta, empero, por meditar si tras esa entrada puede hablarse todavía de ser y, por ende, de historia del ser, siempre que ésta sea entendida como historia de las destinaciones, en las que se Oculta el acaecimiento apropiador. En esta sesión fue nuevamente abordado el discurso, iniciado
en una sesión anterior, en torno a modelos ónticos por ejemplo, el ofrecer, el don, etc., como procesos ónticos en el tiempo-. Un
70
TIEMPO Y SER
pensar que piensa en modelos no debe ser inmediatamente carac-
terizado por ello como un pensartécnico, porqueno hay que entender aqui modelo en el sentido técnico, como réplica o proyecto de algo a escala reducida. Modelo es más bien aquello de lo cual el pensar ha necesariamente menester de desembarazarsecomo de una presuposición natural, de manera tal que este «aquello de lo cual» sea a la par el «aquello mediante lo cual» se desembaraza. En la necesidad de usar modelos, el pensar coincide con el lenguaje. El lenguaje del pensar sólo puede partir del lenguaje natural. Pero este está, en el fondo, determinado por la historia de la metasica. En él está ya dada de antemano al modo de lo evidente de suyo una interpretación. Desde esta perspectiva, sólo se da para el pensar la posibilidad de buscar modelos a utilizar y consumar así cl tránsito a lo especulativo. Como ejemplos de contenidos temáticos pensados a partir de modelos se nombraron: l) la proposición especulativa en Hegel, que es desarrollada tomando por modelo la proposición ordinaria y ciertamente de manera que ésta libra el modelo a utilizar para la proposición especulativa; 2) el modo de movimiento del voñg, tal y como es dilucidado en Las Leyes de Platón, a saber, tomando por modelo el automovimiento
de los seres vivos.
Qué sea el modelo como tal y cómo haya de entenderse su función para el pensar, sólo puede ser pensado desde una interpretación de la esencia del lenguaje. Así en la subsiguiente discusión en torno al lenguaje se trató con mayor precisión la relación que subsiste entre los llamados lenguajes naturales y el lenguaje del pensar. El discurso de modelos ónticos da por supuesto que el lenguaje tiene principalmente un carácter óntico, de manera que el pensar, que sólo puede manifestar mediante la palabra lo que quiere decir ontológicamente, se encuentra en el trance de tener que utilizar al respecto modelos ónticos.
Pero, aun prescindiendo de que el lenguaje no es sólo óntico sino globalmente óntico-ontológico, cabe preguntar si no pudiera darse un lenguaje del pensar que de tal manera hablase lo sinzple del lenguaje que hiciese cabalmente Visible la limitación del lenguaje metasico. Pero de eso no se puede hablar. Esto lo decide el
éxito o el fracasoque acompañea un tal decir. En lo que en defi-
PROTOCOLODE UN SEMINARIO SOBRE«TIEMPO Y SER»
71
nitiva concierne al lenguaje natural, no cs éste primeramente metasieo. Mucho más bien es metafísica, ligada a la ontología grie-
ga, nuestrainterpretacióndel lenguajeordinario. Pero la relación del hombre al lenguajepudiera transformarseanálogamentea la transformación
de la relación
al ser.
Al fina] de la sesión se leyó una carta de Heidegger, que vio la
luz pública como prólogo al libro de Richardson,poco después aparecido,Heidegger: Der Weg von der Phánonzenolagíezum Seinsdenken [<
a saber,cuál hayasido el primer impulso que ha determinadosu pensar,y la cuestiónde la vuelta, iluminó las conexionesque existen a la base del texto discutido, que recorre el camino que va de Ser y tiempo a «Tiempo y ser» y de aquí al acaecimiento apropiador.
La sextay última sesióncomenzóatendiendoa algunaspreguntas anteriormenteplanteadas.Concerníanal sentidoque resideen las palabras«transformación»,«transmutación» cuandosehablade la plenitud de transformaciones del ser.Transformación,transmutación son palabrasprimeramentedichas dentro de la metafísicay para la metafísica,y significan entonceslas cambiantesfiguras en las quesemuestrahistórico-epocalmente el ser.La preguntarezaba: ¿Porvirtud de qué es determinadala secuenciade las épocas?¿De dónde toma su determinación esta libre sucesión?¿Por qué es la su-
cesiónprecisamentecstasucesión?Ello invita a pensaren la historia hegelianadel «pensamiento». ParaHegel campeaen la historia la necesidad, que es a la par libertad. Ambas son para el una sola
cosaen y por la marchadialéctica,por cuantoéstaes la esenciadel espíritu.En Heidegger,por el contrario,no se puedehablar de un «porqué».Lo único que puededecirsees «el hechode que» wvel que así seala historia del ser. Por eso se citó en la conferencia «El principio del fundamento»el adagiode Goethe: Wiei Wann? und Wo? -Die Gótter bleiben stumm! Du halte dich ans PVeíIund frage nicht Wárumf
[¿(Ïómo?¿Dónde?¿Porque?¡Mudospermanecenlos dioses! Tú mantente en el en ¡anto y no preguntes ¿Por qué?]
El «en tanto» es en la mencionada conferencia el durar, el man-
tenersepersistentemcntecomo destino. Dentro de «el hecho de
72
TIEMPO Y SER
que» y en su sentido puede también el pensar afirmar algo así como la necesidad,algo así como una legalidady una lógica en la secuenciade manifestaciones del ser.Cabe,pues,decir quela historia del ser es la historia del creciente olvido del ser. Entre las trans-
formacionesepocalesdel ser y la retiradase deja ver una relación, que no es, empero, la de una causalidad. Cabe decir que cuanto más se aleja uno del alba del pensar occidental, de la óckiiüeta, tanto más cae esta en el olvido, tanto más inequivocamente emerge cl saber, la consciencia, y se retira así el ser. Esta retirada del ser permanece además oculta. En el Kpúnteoai de Heráclito es por primera y última vez expresado lo que es la retracción. El retirarse de la ákeioc como ÓLKI/[ÜSIOL da paso franco a la transformación del ser de la évépyaiota la acrualïtas, etc. De este significado de transformación dicho con referencia a
la metafísica, hay que distinguir con nitidez aquel otro que cs mentado cuando se habla de que el ser es transmutado en el acaecimiento apropiador. Aquí no se trata de una manifestación del ser
comparablecon las figuras metañsicasdel sery a las quecomo si fuese una nuevam sigue. Lo mentado con ello es más bien que el ser y con él sus manifestaciones epocales es contenido en el destino, pero cancelado como destino en el acaccimiento apropiador.
Entrelasfigurasepocales del sery dela transmutación del ser
en acaecimiento propicio está el «em-plazamiento». Este es casi como una estación intermedia,
ofrece un doble rostro, es Ícabría
decir- una cabeza dc Jano. Pues puede ser todavía entendido como una continuación de la voluntad de querer y, por ende, como una acuñación extrema del ser. Mas a la par es una forma anticipada del acaecimiento apropiador mismo. En el curso del seminario
se habló con frecuencia
del vivir
una
experiencia, del experienciar. Así se dijo, entre otras cosas: el desvelarse en el acaecimiento apropiador tiene que ser experienciado, no puede ser demostrado. Una de las últimas preguntas que se formularon concernia al sentido de este experienciar. Dicha pregunta encontraba una cierta contradicción en que el pensar deba, ciertamente, ser el experienciar de la índole misma de la cosa, mientras que, por otra parte, es la preparación de esa experiencia. De ahi se desprende así se concluyó- que el pensar (y, por ende, también
el pensarintentadoen el propio seminario)no es todavia la experiencia. Pero ¿qué es entonces esta experiencia? ¿Es la abdicación del pensar?
PROTOCOLO DE UN SFMINARIOSOBRE«TIEMPOY SER»
73
De hecho,sin embargo,el pensary el experienciar no pueden sercontrapuestos a la maneradeunaalternativa. Lo acontecido en el seminariosiguesiendoel intentodeunapreparación del pensar y, por ende,del experienciar. Peroestapreparaciónaconteceya pensando, por cuantoel experienciar no es nadamístico,ningún acto de iluminación, sino la entradao alojamiento en la morada
del acaecimiento apropiador. Así el desvelarse en el acaeeimiento apropiador siguesiendo,ciertamente, algoquehamenester deser experienciado, mas,comotal, algo que precisamente y por de prontoestánecesariamente vinculadocon cl despertardesdey parael olvidodel ser.Siguesiendo,por tantoy por depronto,un acontecimientoque puedey tiene que scr señalado.
Queel pensaratraviese el estadiodela preparación, no quiere decirquela experiencia seade otra esenciaqueel mismopensar preparador. El límite del pensarpreparadorresideen otra parte. Por un lado resideen el hechode que posiblementela metafísica subsiste en la fase terminal de su historia de una manera tal que
haceimposiblehastala aparicióndel otro pensar,el cual,sin einbargo,es.La consecuencia esqueel pensar,queen su condición de precursormira anticipadoramente en el acaecimiento apropiadory sólopuedeseñalar, estoes,darseñales quedebanposibilitar la dirección de la entradaen cl paraje del acaeeimientoapropia-
dor,pasapor un tranceanálogoal de la poesíade Hólderlin,que hace un siglo no estabaahí y, sin embargo,estabaw. Por otro lado, el mencionadolímite reside en el hechode que la prepara-
cióndelpensarsólopuedeserrealizadaenun respecto particular. De modo distinto en cadacaso,esapreparaciónes asimismollevada a cabo en la poesía,en el arte, etc, dondetambién acontecen un pensar y un hablar.
Como conclusión-y para que volviera a escucharseuna vez más aún, desdeotro ángulo y con un sentidomás unitario aquello
de lo quesehablóconcasiexcesiva profusiónduranteel seminario» seleyó«DieKehre»[La vuelta],de la seriede conferencias «Einblick in das was ist» [Mirada en lo que es]. Despuesfueron
planteadas todaviaalgunaspreguntas a lasqueserespondió brevemente.
La recusacióndel mundo,de la que se habla en «Dic Kehre»,
guardaconexiónconla recusación y la retencióndel presenteen Sery tiempo.Puesde recusación y retenciónpuedetambiénhablarsetodavíaen el acaecimientoapropiador,por cuantoconciernen al modo como se da el tiempo. Cierto es que la dilucidación
74
TIEMPO! SER
del acaecimiento apropiadoresel parajede la despedida de sery tiempo, pero éstospermanecenen cierta maneracomo el don del acaeeimiento apropiador.
De la finitud del ser se habló primero en el libro sobreKant.
La finitud,aludidaduranteel seminario, delacaecimiento apropiador, del ser,de la cuaterna,sediferenciaemperode aquélla,por cuanto ya no es pensadadesdela referencia a la infinitud, sino
comofinitud en si misma:finitud, fin, límite, lo propioestar oculto en lo propio. En estadirección esto es, desdeel acae-
cimientoapropiadormismo,desdeel conceptode la propiedad es pensado el nuevo concepto de la finitud.
«Peroel acusado hizo unaseñanegativa.Unotienequecomparecer,dijo, cuandoes llamado,pero llamarseuno a sí mismo es la cosa más absurdaque pudiera hacer» (Hans Erich Nossack, «UnmóglichcBeweisaufnahme» [«Pruebaiinposible»]).
ÍNDICE ANALÍTICO Indicacionesgenerales:lo arriesgadodel seminario. Propósitoy presupuestos del seminario. La tarea de una confrontación con Hegel. La marcha de la conferencia.
El pasoatrás.Reiroceso y retirada.El carácterde retroceso en Sei-y tiempo.
La significacióndel tiempoen Sery tienzpo:remisiónal esclareci-
miento del ser.
La experiencia fundamental de¿cry tiempo:el olvidodel ser. El despertar desdeel olvidodel ser:el desvelarse en el acaecimiento apropiador.El pasoatrás.límergc la apertura. La indeterminaeión del adónde del paso atrás. El acaeeimiento apropiador: ningún a ¡Jrinrzï La ontología fundamental.
La relaciónde la ontologíafundamentalcon la preguntapor el sentido
del ser. La necesidad de una reiteración de la analítica del estar humano.
Dificultades de los peisajestextualesal final de la introducción a la conferencia;el giro: pensarel ser sin lo ente.
La prioridaddelestarpresente entodaslasdeterminaciones del ser. Presencia y presente.
La relaciónde «ser y pensar»y la preguntapor el ser. El carácterprecursordel pensar. Los distintos caminosen el acaecimientoapropiador.El pasajecritico de la conferencia:«El ser,mediantelo cual...»;la expresión:«señalado». La diferenciaen el dejar estarpresente.La diferenciadeterminantereside en el dejar.
Algunasindicaciones: la simplicidadde la cosa.La expresión «cosa». El «Se da». El uso ordinario del lenguaje.
El «Es ist» en Trakl y el «¡ly u» en Rimbaud, «Es» y «Se da». El «Se». El final de la historia del ser.
El ocultamientocomopertenecienteal acaecimicntoapropiador.La ex-
propiación. La ausencia dedestinodelaeaecimiento apropiador. Lapreguntaporel mododel decirconformeal acaccimiento apropiador. El acaeeimientocomo apropiacióny lo apropiado.
L0 apropiado en los otrosescritosde Heidegger. El adóndede la ex-
propiaeión.
El «sermismo»y el acaecimicntoapropiador. El título «Tiempoy ser»y la desaparicióndel ser.El «Seda» en Star)
tiempo, La situación filosófica de entonces y la cuestión del ser.
El giro de Husserlhaciala [enomenología trascendental. El proceder de Heideggercomo la atitenticzifenomenología. [75]
76 P. 65.
TIEMPO Y SER
Si la relacióninternaentreestarpresente, dejarestarpresente, desocultar, etc., es una gradación.
P. 65-66.
El carácterdc la relacióndedeterminación entreel estarpresente y lo que estápresenteen la Metafísica.rtoincïig.La metáforaplatónica de la luz.
P. 66-67.
El dejarestarpresente comotraer-a-lo-abierto. dhjsia. La pregunta por la indeterminación de contenido del desocultar.
P. 67-68. P. 68. P. 68-69. P. 69. P. 69-70.
El pasoatrás.La ponencia deBeaufret.La cercanía (y lejanía)dcHeidegger y Hegel.
El ser en Hegely en Heidegger. Eccurivilssobreel origen de la negatividadhegeliana. Lo Absoluto y el acaccimielttoapropiador. El final hcgelianode la historia y el final de la historia del ser. Los modelos ónticos.
P. 70-7l . P. 7l-72.
El modeloy el lenguaje.El lenguajenaturaly cl lenguajedel pensar. Lo simple del lenguaje. ¿Qué quiere decir «transformaciones del ser»? La libre sucesión de las figuras cpocales dcl ser en la metasica. Historia del ser como historia dcl olvido del ser. La retirada.
La plenitud de transformacionesdel ser y la transmutacióndcl ser en el acaccimientoapropiador.El engranaje. La relación dc experienciary pensar.
El pensarcomomostraren la localidaddcl acaecimiento propicio. «Die Kehrc[La vuelta]».Recusación del mundoy retencióndel presente.La finitud del acaecimientoapropiador. Nossack: «ser llamado».
EL FINAL DE LA FILOSOFÍA Y LA
TAREA
DEL
PENSAR*
El titulo nombra el intento de una meditación que se queda en pregunta. Las preguntas son caminos para una respuesta. Esta consistiría «en el caso de que alguna vez se accediera a ella en una transformación del pensar, no en un enunciado sobre un contenido. E1 siguiente texto pertenece a un contexto más amplio: es el intento repetidamente emprendido desde l930 de configurar de una forma más originaria el planteamiento de «Ser y tiempo». Esto significa someter el comienzo de la pregunta en «Ser y tiempo» a una critica inmanente. Con lo cual ha de aparecer claro en qué sentido pertenece necesaria y permanentemente al pensar, la pregunta crítica sobre qué sea la «cosa» del pensar. En consecuencia, el titulo de la tarea «Ser y tiempo» cambiará. Preguntamos: I. ¿En qué sentido ha llegado la Filosofia a su final en la época presente? II. ¿Qué tarea lc queda reservada al pensar al final de la Filosofia?
I.
¿EN QUÉ SENTIDOHA LLEGADOLA FILOSOFÍA A su FINAL EN LA ÉPOCA PRESENTE?
La Filosoa esMetasica.Éstapiensael enteen su totalidad mundo, hombre, Díos con respecto al Ser, a la comunidad del ente en el Ser. La Filosofía piensa el ente como ente, en la forma del representar que fundamenta, porque desde y con el comienzo de la Filosoa,
el Ser del ente se ha mostrado como fundamento
(ócpx, ocïrtov,principio). El fundamento es aquello por 1o cual el ente, como ta], en su devenir, transcurrir y permanecer, es lo que * Traducción de Jose Luis Moiinucvo. ' Grand. [77]
78
TIEMPO v SER
es y cómo lo es, en cuanto eognoscible, tratable y laborable. Como fundamento, el Ser trae al ente a su estar presente: el fundamento se muestra como presencia. Su presencia consiste en llevar a preseneia lo que, a su modo, está ya presente. El fundamento -según la impronta de la presencia- tiene su carácter fundante como causa óntiea de lo real, posibilidad trascendental de la objetividad de los objetos, mediación dialéctica del movimiento del espíritu absoluto, del proceso histórico de producción, como voluntad de poder creadora de valores. Lo distintivo del pensar metasieo Aquc busca el fundamento del ente es que, partiendo de lo presente, lo representaen su presencialidad y lo muestra, desde su fundamento. como fundado. ¿Que significa la expresión «final de la Filosofia»? Con demasiada facilidad, entendemos el final de algo en sentido negativo: como el mero cesar, la detención de un proceso, e incluso, como decadencia e incapacidad. La expresión «final de la Filosofia» significa, por el contrario, el acabamientnf de la metafísica. Ahora bien, acabamieitto no quiere decir perfección, en cuyo caso la Filosofia, a su término, tendría que haber alcanzado la máxima perfección. Nos falta, no sólo la medida que permita evaluar la perfección de una época de la metafísica con respecto a otra: es que no hay derecho a hacer este tipo de apreciaciones. El pensamiento de Platón no es más perfecto que el de Parménides. La filosofia de Hegel no es más perfecta que la kantiana. Cada época de la Filosolia tiene su propia necesidad. Hemos de reconocer, simplemente, que una filosofia
es como es. No nos corresponde a nosotros el
preferir una a la otra, lo que si se puede hacer cuando se trata de diferentes «Weltanschauungen». El antiguo significado de nuestra palabra <> es el mismo que el de <>: «von einem Ende zum anderen» significa «de un lugar a otro». El «final» de la Filosoa es el lugar en el que se reúne la totalidad de su historia en su posibilidad nal», como «acabamiento», se refiere a esa reunión.
límite. «Fi-
Bajo formas distintas, el pensamiento de Platón permanece como norma, a lo largo y ancho de toda la Historia de la Filosoa. La metafísica es platonismo. Nietzsche caracteriza su filosofia
3 Pbllencizttng. final. 4 lugar.
EL FINAL DE LA FILOSOFÍA Y LA TAREA DEL PENSAR
79
como platonismoal revés.Con la inversiónde la metañsica,reali-
zadaya por Karl Marx,sealcanzala posibilidadlímite dela Filosoa. Esta ha entrado en su estadio final. En la medida cn que se intente todavía un pensamiento filosófico, sólo se llegará a una variedad de renacimientos epigonales. Entonces, y a pesar de todo, ¿no será el «final» de la Filosoa un «cesar» de su manera de pensar? Sería precipitado sacar esta conclusión. El final, como acabamiento, es la reunión en las posibilidades límite. Tendremosuna idea muy limitada de ellas, si es que tan sólo esperamosun desarrollo de nuevas filosofías al antiguo estilo. Olvidamos que, ya en la época de la losoa griega, apareció un rasgo determinante
de la Filosoa:
la formación
de ciencias
dentro
del
horizonte que la Filosoa abria. La formación de las ciencias significa, al mismo tiempo, su emancipación de la Filosoa y el establecimiento de su atitosuficienciei. Este suceso pertenece al acabamiento de la Filosoa. Su desarrollo está hoy en pleno auge en todos los ámbitos del ente. Parece la pura y simple desintegración de la Filosoa, cuando es, en realidad, justamente su acabamiento. Baste con señalar la independencia de la Psicología, de la Sociología, de la Antropología como ¿antropologíacultural, el papel de la Lógica como Logística y Semántica. La Filosofía se transforma en ciencia empírica del hombre, de todo lo que puede convertirse para él en objeto experimentable de su técnica, gracias a la cual se instala en el mundo, elaborandole según diversas formas de actuar y crear. En todas partes, esto se realiza sobre la base, según el patrón dc la explotación cientifica de cada una de las regiones del ente.
No hace falta ser profeta para saber quc las ciencias que se van estableciendo, estarán dentro de poco determinadas y dirigidas por la nueva ciencia fundamental, que se llama Cibernética.
Éstacorresponde al destinodel hombrecomoseractivoy social, pucs cs la teoría para dirigir la posible planificación y organización del trabajo humano. La Cibernética transforma el lenguaje en un intercambio
de noticias.
Las Artes
se convierten
en instru-
mentos de información manipulados y manipuladores. El despliegue de la Filosoa en ciencias independientesaunque cada vez más decididamente relacionadas entre sí es su legitimo acabamiento. La Filosoa finaliza en la época actual, y ha
encontradosu lugar en la cientificidad de la humanidadque opera en sociedad. Sin embargo, el rasgo fundamental de esa cientificidad es su carácter cibernético,
es decir, técnico. Presumiblemente,
80
TIEMPO Y SER
se pierde la necesidad de preguntarse por la técnica moderna, en la misma medida en que ésta marca y encauza los fenómenos del mundo entero y la posición del hombre en él. Las ciencias interpretarán según las reglas de las ciencias es decir, técnicamente todo lo que todavía recuerde, en su construcción, su origen a partir de la Filosoa. Entiende las categorías de las que depende cada ciencia, para la división y delimitación de su campo de objetos-, instrumentalmente, como hipótesis de trabajo. Su verdad no se medirá sólo por el efecto que produzca al ser aplicada dentro del progreso de la investigación: la verdad científica se equiparará a la eficacia de estos efectos. Ahora, las ciencias asumcn como tarea propia lo que a trechos y de una forma insuficientc intentó la Filosofía en el transcurso de su historia: exponer las Ontologías de las correspondientes regiones del ente (naturaleza, historia, derecho, arte). Su interés se dirige hacia la teoria de los conceptos estructurales, siempre necesarios para el campo de objetos subordinado a ellos. «Teoria» significa ahora: suposición de las categorias, a las que sólo se atribuye una función cibernética, negándoles, sin embargo, todo sentido ontológico; llegar a dominar el carácter operacional y modélico del pensar rcprcscntantc-calculador. Mientras tanto, las ciencias hablan cada vez más del Ser del
ente, al suponer necesariamente su campo categoria]. Sólo que no lo dicen. Pueden negar su orígen filosófico, pero no eliminarlo: en la cientificidad de las ciencias consta siempre su partida de nacimiento en la Filosofía. El final de la Filosoa
se muestra
como
el triunfo
de la insta-
lación manipulable de un mundo científico-técnico, y del orden social en consonancia con él. «Final» de la Filosoa quiere decir: comienzo de la civilización mundial fundada en el pensamiento europeo-occidental. Ahora bien, el final de la Filosoa, cn cl sentido de su despliegue en las ciencias, ¿no significa también la plena realización de todas las posibilidades en las que fue colocado el pensar como filosoaï, ¿o es que, aparte de la última posibilidad mencionada (la desintegración de la Filosoa en las ciencias tccnificadas), hay para el pensamiento una primera posibilidad, de la que tuvo que salir, ciertamente, el pensar como losoa, pero que, sin embargo, no pudo conocer ni asumir bajo la forma de filosofia? En este caso, todavía le quedaría reservada secretamente al pensar una tarea desde el principio hasta el final en la Historia
EL FINAL DE LA FILOSOFÍA Y LA TAREA DEL PENSAR
81
de la Filosoa; tarea no accesible a la Filosoa en cuanto Metasica, ni menos todavía a las ciencias que provienen de ella. Por eso, preguntamos:
ll. ¿QUÉTAREALE QUEDATODAVÍARESERVADA AL PENSAR AL FINAL DE LA FILOSOFÍA?
De entrada, la idea de una semejante tarea del pensar resulta
ya extraña:¿quéclasede pensarcs eseque no puedeserni metasica ni ciencia?
¿Y cuál es esa tarea que se ha cerrado a la Filosoa, desde su comienzo y precisamente por él, y que se le ha escapado constante y progresivamente en lo sucesivo? ¿Qué clase de tarea del pensar es esa que según parece implica la afirmación de que la Filosoa no ha estado a la altura de la «cosa» del pensamiento, habiéndose convertido, por consiguiente, en una historia de la mera caída? ¿No habla aquí la presunción de querer situarse sobre la grandeza de los pensadoresde la Filosoa? Esa sospecha aparece con insistencia, pero es fácil eliminarla, ya que cualquier intento de hacerse una idea sobre la supuesta ta-
rea del pensar,seve remitido a una miradaatrás,hacia la totalidad de la Historia de la Filosoa. Y no sólo esto: se Ve, además,precisada a pensar la historicídad de aquello que da a la Filosofia la posibilidad
de una Historia.
El supuesto pensar es inferior, sobre todo, porque su tarea tiene tan sólo un carácter preparatorio, no fundante. Se contenta con despertar una disposición humana a una posibilidad, cuyo contorno sigue siendo oscuro y su llegada incierta. El pensar tiene que aprender primero a conocer lo que le queda reservado y guardado, y a entregarse a ello: en ese aprendizaje se prepara su propio cambio. Se piensa con ello en la posibilidad de que la civilización universal, que ahora mismo comienza, supere algún día el cuño cientifico-técnico e industrial, única medida
para la estanciadel hombre en el mundo; que lo supere,por supuesto no a partir de o por si mismo, sino de la disponibilidad del hombre para una determinación que, se la escuche o no, habla constantemente en el destino aún incierto del hombre. Sigue siendo igualmente incierto el que la civilización universal sea rápidamente destruida dentro de poco, o bien se consolide durante un
82
TIEMPO Y SER
largo tiempo en el que no se apoyeen algo permanente;sino que, más bien, se aeomodeal cambioprogresivode lo que cadavez es más nuevo.
El supuestopensarpreparatoriono quiere ni puede predecir ningún futuro. Tan sólo intenta indicarle al presente algo que, desde hace tiempo y justamente en su comienzo, fue dicho ya para la
Filosoa, aunqueésta no lo pensarapropiamente.De momento, bastará con que nos refiramos a ello dentro de la debida brevedad.
Con estefin, tomamoscomo ayudauna indicación que la misma filosofia
nos ofrece.
En el horizontede la Filosoa, preguntarpor la tareadel pensar significa: determinaraquelloque concierneal pensar,lo que todavía es cuestionable para él, el motivo de controversia. Esto es lo que significa, en alemán, la palabra «Sache».Se refiere a aquello con lo
que tiene que habérselasel pensaren el casopresente;en lenguaje platónico:to npoïwa amó (efr. la cartaséptima,341 e. 7). En la época más reciente, y por sí misma, la Filosoa ha llamado expresamente al pensar «Zur Sache selbst>>5. Meneionaremos dos casos a los que hoy día se concede una especial atención.
Eseuehamos esallamada«a la cosamisma»en el prefacioque Hegel colocó al comienzode su obra, aparecidaen l807, y que lleva por título Sistemade la ciencia. Parteprimera."La Fenamenología del Espíritu. Este prefacio no es el prólogo a la Fenamenología, sino al Sistema de la (Ííencía, a la totalidad de la Filosoa.
La lla-
mada «a la cosa misma» vale finalmente, y esto quiere decir en lo que se refiere a la cosa, en primer lugar, para la Ciencia de la Lógíca. En la llamada
«a la cosa misma»,
el acento recae sobre el
<>ï Tal como suena,la llamada tiene el sentidode un ponerse en guardia: se rechazan las relaciones inadecuadas con la «cosa»
de la Filosoa.
Entre
ellas está el mero hablar
sobre el fin
de la Filosoa, y también el mero informar sobre los resultados del pensar filosófico. Ninguno de los dos es la totalidad real de la Filosoa. La tota-
lidad se muestra,en primer lugar y tan sólo, en su devenir;lo que sucede en la exposición desarrollada de la «cosa». en la ex-posición se identifican tema y método. Identidad que en Hegel se lla5 A la cosa misma. der Sache nach. 7 selbst.
EL FINAL DE LA FILOSOFÍA Y LA TAREA DEL PENSAR
ma «Idea»? La «cosa» de la Filosoa aparece con ella «en si misma». Sin embargo, esta cosa es determinada históricamente" como la «subjetividad». Con el ego cogito cartesiano dice Hegel, la Filosoa pisa por primera vez tierra firme, en la que puede estar en casa. Si con el ego cogito como subiectum por excelencia se alcanza el fundamentan: absolutum, esto quiere decir entonces que el sujeto es el {moicsiusvov trasladado a la conciencia, lo ver-
daderamente presente,que en el lenguajetradicional,y de una forma bastante imprecisa, se llama substancia. Cuando Hegel explica en el prefacio (ed. Hotïmeister, p. 19) que «lo verdadero [dc la Filosoa] no se puede captar ni expresar como substancia, sino como sujeto», esto quiere decir que el Ser del ente, la presencia de lo presente, sólo se patentiza y, en consecuencia, alcanza la plenitud de la presencia, si se hace presente para si y como tal, en la Idea absoluta. Ahora bien, a partir de Descartes, «idea» quiere decir perceplio. El devenir del Ser hacia si mismo tiene lugar en la dialéctica especulativa, y el movimiento del pensamiento, el método, es justamente la «cosa misma». La llamada «a la cosa misma» exige el método de la Filosofia adecuado a la cosa.
Estádecididode antemano,sin embargo,que seala cosadc la Filosoa:
la cosa de la Filosofia,
como Metafísica,
es el Ser del
ente, su presencia bajo la forma de substancialidad y subjetividad. Cien años mas tarde, se escucha de nuevo la llamada «a la
cosa misma» en el ensayo de Husserl La Filosofía como Ciencia estricta. Aparece en el primer tomo de la revista Logos en el año 1910-191 l (pp. 289 ss.). La llamada tiene, nuevamente, sobre todo
el sentido dc un poner en guardia. Pero, en este caso, apunta en una dirección distinta a la de Hegel: se refiere a la psicología naturalista, quc pretende ser el verdadero método cientifico para investigar la conciencia. La razón está cn que ese método cierra, de entrada, el acceso a los fenómenos de la conciencia
intencional.
La llamada «a la cosa misma» se dirige también contra el historicismo, que se pierde en discusiones sobre los diferentes puntos de vista de la Filosoa, y en clasificar los tipos de «Weltanschau-ungen» filosóficas. A este propósito dicc l-lusserl, subrayándolo (op. cizï, p. 34): El impulso de la investigación tiene que partir, no de las Filosoas, Sino de las Cosasy de los problemas. " Gedanke. " gaschiChtliCh.
84
TIEMPO Y SER
¿Y cuál es la «cosa» de la investigación filosófica? Siguendo la misma tradición, ésta es tanto para Husserl como para Hegel, la subjetividad de la conciencia. Las Meditaciones cartesianas fueron para Hussserl, no sólo el tema de las conferencias pronunciadas en París, en febrero de 1929, sino que, desde 1aetapa posterior
a las Investigacioneslógicas, su espiritu acompañóhastael final la marchaapasionada de susinvestigaciones filosóficas. La llamada «a la cosa misma», tanto en su sentido positivo como en el negativo, sirve para garantizar y elaborar el método; sirve de procedimiento filosófico, el único con el que la cosa misma llega a darse legítimamente. Para Husserl, el «principio de todos los principios» no es, en primer lugar, un principio de contenido, sino metodoló-
gico. En su obra Ideaspara unafenomenologícipura y unzrloivofïa fenomenológica, publicada en l9l3, Husserl dedicó todo un parágrafo ( 24) a la determinacióndel «principio de todos los principios». Husserl dice (op. eizï, p. 44) quc con este principio «ninguna teoria imaginablc puede inducirnos a error». El «principio de todos los principios» dice: Toda intuición que da originariamente [es] zmafuente Íegitinza de conocimiento: todo lo que se nos ofrece originariamente [en su realidad viva, por así decirlo] en la intuición [ha de] tomarse sencillamente como lo que se da, pero también sólo dentro de los limites en los que ahi se da.
El «principio de todos los principios» implica la tesis de la primacía del método. Este principio decide sobre cuál es la única «cosa» que puede convenirle al método. Exige quc la subjetividad absoluta
sea la «cosa»
de la Filosoa.
Su reducción
trascendental
a ella, da y asegurala posibilidad de fundamentaren la subjetividad, y por medio de esta, la objetividad de todos los objetos (el Ser del ente) en su legítima estructura y estabilidad, es decir, en su constitución. La subjetividad trascendental como método de la «ciencia universal» de la constitución del Ser del ente- pertenece también al mismo género de Ser de ese ente absoluto, es decir, al de la «cosa» más propia de la Filosoa. El método no tiene sólo por norma la «cosa» de la Filosoa, ni «está en la cosa», porque el es «la cosa misma». Si se preguntara ¿de dónde saca el «principio de todos los principios» su inamovible legitimidad?, habría entonces que responder: de la subjetividad, que se ha dado ya por su-
puestoes la «cosa»de la Filosoa. Elegimos como guía la explicación de la llamada «a la cosa misma». Debía encaminarnos a determinar la tarea del pensamien-
EL FINAL DE LA FILOSOFÍA v LA TAREA DEL PENSAR
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to al final de la Filosofia. ¿Dónde hemos llegado? A comprender que, para la llamada «a la cosa misma», ya está establecido de antemano lo que concierne a la Filosoa como su «cosa». Desde el punto de vista de Hegel y de Husserl y no sólo para ellos, la «cosa» de la Filosofía es la subjetividad. Para la llamada, lo polémico no es la «cosa» en cuanto tal, sino su exposición, a traves de la cual la «cosa» misma se hace presente. La dialéctica especulativa de Hegel es el movimiento en el que la «cosa», como tal, llega a sí misma, a su correspondiente presencia. El método de Husserl debe llegar a la «cosa», a su dación originaria, de una forma definitivamente válida, es decir, a presentarseella misma. Los dos métodos son de lo más diferente que pueda pensarse. Pero la «cosa», en cuanto tal, que deberían exponer, es la misma, aunque se la aborde de distinta forma. Pero ¿de qué nos sirve comprobar todo esto, para el intento de poner ante los ojos la tarea del pensar? No nos ayudará nada, mientras nos demos por satisfechos con una simple explicación de la llamada. Se trata de preguntar que es lo que queda por pensar en la llamada «a la cosa misma». Al hacerlo así, podemos darnos cuenta de que, precisamente allí, donde la Filosofía llevó a su «cosa» a saber absoluto y evidencia definitivamente válida, algo se esconde, que ya no puede ser «cosa» de la Filosoa el pensarlo. Sin embargo, ¿que es lo que queda por pensar en la «cosa» de la Filosoa, como también en su método? La dialéctica especulativa es una de las formas en que la «cosa» de la Filosoa desde sí y para sí misma- aparece, haciéndose así presente. Este aparecer
tiene lugar,necesariamente, en una claridad. Lo que aparecesólo puede mostrarse, aparecer, a través de ella. Por su parte, la claridad se basa en lo abierto y libre, que puede alumbrar aquí y allá, en uno u otro momento. La claridad juega en lo abierto y lucha allí con lo oscuro. Dondequiera que algo presente sale al encuentro de otro, o permanece tan sólo frente a frente e incluso don-
de, como Hegel,uno sereeja especulativamente en el otrrw, allí reina ya la apertura, un espacio libre está en juego. Y sólo esta apertura le permite también a 1amarcha del pensamiento especulativo pasar a través de lo que piensa. Llamamos a esa puerta, que hace posible el que algo aparezca y se muestre, die Líchtung". La palabra alemana Lichtung es, desHelle. " El claro.
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de el punto de vista de la historia del lenguaje, una traducción de
la francesaclariére. Está formadacomo las palabrasmás antiguas Waldung y Feldung. Sabemoslo que es el claro del bosque por contraposición a la espesura del bosque, que en alemán más antiguo se llama Díc-
kung. El sustantivoLichtung remite al Verbolichten. El adjetivo lícht es la misma palabraque Ieícht". Erwaslíchten significa: aligerar,liberar, abrir algo, como,por ejemplo,despejarel bosquede árboles en un lugar. El espaciolibre que resulta es la Lichtung. Ahora bien, das Lichte, en el sentido de libre y abierto, no tiene nada que Ver, ni lingüística ni temáticamente, con el adjetivo lícht,
que significa hell 5.Esto hay que tenerlo en cuentapara entender la diferenciaentreLichtung y Licht. Sin embargo,sigueexistiendo la posibilidad de una conexióntemáticaentre los dos: la luz puede caersobrela Líchtung,en su parte abierta,dejandoquejueguenen ella lo claro con lo oscuro.Perola luz nuncacreala Lichtung,sino que la presupone.Sin embargo,lo abierto no sólo estálibre para lo claro y lo oscuro, sino también para el sonido y el eco que se Va extinguiendo. La Lichtung es lo abierto para todo lo presente y ausente.
Es necesarioque el pensartenga en cuentalo que aquí acaba de llamarseLichrung. No se trata, como fácilmentepodría parecer en un primer momento,de sacarde simplespalabras(de Lichtung, por ejemplo)merasrepresentaciones. Setrata, másbien, de prestar atencióna la cosasingular que se designacon el correspondiente nombre de Lichtung. Lo que nombra la palabra, en la conexión
pensadaahoralo abierto libreñ, es, para emplearuna palabra de Goethe,un Urphánomen.Tendríamosque decir: una Ur-sache. Anota Goethe(Máxímasy reexiones, n.° 993): «quenadie vayaa buscar nada detrás de los fenómenos: ellos mismos son la doctri-
na». Esto quiere decir: el fenómeno mismo nos coloca ante la ta-
rea de aprenderde él preguntándole,es decir, de dejarnos decir algo. Según esto, quizás un dia el pensamiento no se asuste ante la
preguntade si la Líchtung lo
abierto libre no seaprecisamen-
Z Waldlichtung. " espesura. ligero.
5 Claro. Paraentendermejor las diversasmatizacionesque va a recibir en el texto, se mantendrá el término alemán Lichmng.
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te aquello, en lo que el espacio puro, y el tiempo estático, y todo lo presente y ausente en ellos, encuentren el lugar que reúne y acoge todo. De la misma manera que el pensamiento dialéctico-especulativo, la intuición originaria y su evidencia necesitan de la apertura ya dominante, la Lichtung. L0 evidente es lo inmediatamente visible. Evídentia es la palabra con que Cicerón traduce, es decir, traslada al mundo romano, cl griego ávoipycta. Evdtpystoc,en la que habla el mismo origen que en argentum; significa aquello que luce y brilla. Y, únicamente puede brillar, si hay ya una apertura: el rayo de luz no crea la apertura, la Lichtung, sino tan sólo la atraviesa. La apertura es la única que ofrece a un dar y recibir, a una evidencia, la libertad en la que pueden permanecer y tienen que moverse.
Todo pensar bajo la forma de filosofía que, expresamente o no, sigue la llamada «a la cosa misma» se cona ya, en su marcha, con su método, a la libertad de la Líchtung. Sin embargo, la Filosoa no sabe nada de la Lichtung. Es verdad que habla de la luz de la razón, pero no se preocupa por la Lichtung del Ser. El lumen naturale, la luz de la razón, alumbra tan sólo lo abierto. Sin duda
que tiene relación con la Lichtung, pero contribuye tan poco a formarla que, más bien, necesita de ella para poder iluminar lo presente en la Lichtung. Esto es válido, no sólo para el método de la Filosoa, sino también, y sobre todo, para su «cosa», a saber: la presencia de lo presente. No podemos mostrar aqui con detalle en qué medida, incluso en la subjetividad, se piensa siempre el subiectum, el fntoicsiuevov, lo que está ya delante, es decir, lo presente en su presencia. Ver a este respecto: Heidegger; Nietzsche, t. II, 1961, pp. 429 ss.
Ahora prestamos atención a otra cosa. Independientemente de que pueda o no ser aprehendido, comprendido o expuesto lo presente, la presencia como estancia en lo abierto necesita siempre de la Lichtung ya imperante. Lo ausentetampoco podría existir como tal, si no es como presente en la libertad de la Lichtung. Toda metafísica incluido su adversario el positivismo habla la lengua de Platón. La palabra fundamental de su pensamiento es decir, de la exposición del Ser del ente - es ïñsot: el aspecto con que se muestra el ente como tal. El aspecto es, sin embargo, ° plata.
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una forma de presencia:no hay aspectosin luz, y esto lo sabíaya Platón. Pero tampoco hay luz y claro sin la Líchtung, incluso lo oscuro lo necesita, porque ¿cómo podríamos entrar en la oscuridad y errar a través de ella? No obstante, la Líchtung imperante en el Ser y la presencia sigue sin pensarseen la Filosoa, aun cuando se hablase
de ella en sus comienzos.
¿Dónde y con qué nombre sucede esto? Respuesta: En el poema pensante de Parménides, quien, por lo que sabemos, fue el primero en reexionar con propiedad sobre el Ser del ente, que todavía hoy aunque nadie le escuchev habla en las ciencias en las que se ha disgregado la Filosoa. Parménides
escucha
la indicación:
¡(peroSé08 Itdcvtoc noüéoüozt
g
ñuev Alnóeing eÚKuKXéog(krpeuisgñrop 118¬Bpotcïiv ñóirxg. TOLÏQ 013K"¿v1níoug ócknüñg. Fragmento l, 28 ss. [... pero tú tienes que conocer todo: tanto del no-ocultamíento, del bien redondeado corazón que no tiembla
como dc la opinión de los mortales,a la que falta el poder confiar en lo no oculto.]
Aquí se nombra a la Alsta, el no-ocultamiento. Se llama la «bien redondeada», porque está trazada según la pura esfericidad del círculo, en la que principio y fin son lo mismo en todas partes. En esa vuelta no hay posibilidad alguna de tergiversar, disimular y ocultar. El hombre que reexiona debe conocer lo que es el cora-
zón, que no tiembla, del no-ocultamicnto.¿Y qué significa,la expresión «el corazón que no tiembla del no-ocultamiento>>?Este es la Lichtung de lo abierto. Preguntamos: ¿apertura para qué? Ya hemos visto que el camino del pensar tanto especulativo como intuitivo necesita de una Lichrung capaz de ser atravesada.Y en ella reside también la posibilidad del «aparecer», es decir, la posibilidad del estar presente de la presencia. Antes que nada, lo primero que ofrece el no-ocultamiento es el camino por el que el pensar persigue lo único y lo recibe: ónwg
Iéonv...éívou: que lo presenteestépresente.La Lichtung ofrece, ante todo, la posibilidad del camino hacia la presencia y, también, la posibilidad de su estar presente. Hemos de pensar la Aksta, e] no-ocultamiento, como la Líchtung que permite al Ser y al pen-
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sar el estar presente el uno en y para el otro. El tranquilo corazón
de la Líchtung es el lugar del silencio, en el que se da la posibilidad del acuerdo entre Ser y pensar, es decir, la presencia y su recepción. En ese estar unidos se funda la posible exigencia de una obliga-
ción del pensar.Sin embargo,hablarde obligacióno no del pensar carece de fundamento sin una experiencia previa de la Alsta
como Lichtung. Porque¿dedónde le viene la obligatoriedada la determinaciónplatónica de la presenciacomo ïñáaí,¿conrespecto a qué estáobligadala interpretaciónaristotélicade lo presente como evépyetcx?
No podemoshacer estaspreguntasextrañan1ente relegadas siemprepor la Filosotïa hastaque no conozcamoslo que Parménidestuvo que conocer:la i Akúüsitx, el no-ocultamiento.El camino hacia ella es distinto de la carretera por la que ha de vagar la opinión de los mortales. Si traduzco obstinadamente la palabra Alïíwïlsta por no-ocultamiento, no es en razón de su etimología, sino por la «cosa» que ha de tenerse en cuenta, al pensar conforme a ella lo que se llama
«Ser y pensar».En cierto modo, el no-ocultamientoes el único elemento en que se dan tanto cl Ser como el pensar y su mutua
pertenencia.Es cierto que senombraa la Alaia al comienzode la Filosoa, pero no se la ha pensado después propiamente como
tal, pues la «cosa»de la Filosofía como Metasica consiste,ya desdeAristóteles,en pensarontoteológicamente el entecomo tal. Estando así las cosas, no podemos tampoco juzgar que la Filosoa haya descuidado, que haya echado a perder algo, adolecien-
do, por tanto,de una carenciaesencial:referirsea lo impensadoen la Filosoa
no es criticarla.
De ser ahora necesaria una crítica, de-
bería entonces recaer sobre el intento =cada vez ¡nas apremiante
desdeSery tiempo de preguntar,al final de la Filosoa, por una posible tarea del pensar.Ya es hora de preguntar:¿por qué no se traduce aquí Akfisia con su nombre corriente, con la palabra «Verdad». La respuesta será: En la medida en que se entienda «verdad» en el sentido «natural» tradicional, como la concordancia probada ónticamentc entre el conocimiento y el ente, y, en la medida en que sc la interprete también, como la certeza del saber sobre el Ser, la Aketoc, el no-ocultamiento como Lichtung, no podrá ser equiparada a verdad. La Aknüstot el no-ocultamiento pensado como Líchtung
es, mas bien, lo único que permite la posibilidad de la verdad.
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Puestaéstaigual que Sery pensar sólo puedeser lo que es en el elementode la Lichtung. La evidenciay la certezaen todos sus niveles,cualquierclasede verificación de la Veritas,semuevenya con ella en el ámbito de la Lichtung imperante. La Akfietoc,el no-ocultamientopensadocomo Lichtung de la presencia, todavía no es la verdad. ¿Es que la Alñüeioc es menos que la verdad? ¿O es más, por permitir ser a la verdad como adae-
quatio y certitudo, y al no poder darsela presenciay el hacerse
presentefueradel ámbitodela Líchtung?
I
Esta pregunta queda confiada al pensar como tarea suya. Este
ha de preguntarsesi realmentepuedeplantearla,en tanto que piensa filosóficamente, es decir, en sentido estrictamente metasico,
que interrogaa lo presentesólo sobresu presencia. En cualquiercaso,estáclaro que la preguntapor la Aketoc, por el noocultamientoen cuantotal, no es la preguntapor la verdad. Por eso, no era adecuado para la «cosa» e inducía a error, el
llamar a la Alaia, en el sentidode Lichtung, verdad. El hablar de la «verdaddel Ser»tiene en la Cienciade la Lógica su legítimo sentido,ya que verdadsignifica aquí la certezadel saberabsoluto. PeroHegel, como tampocoHusserly toda metafísica,no pregunta por el Ser en tanto que Ser,es decir, no seplanteala pregunta:¿en que medidapuededarsela presenciacomotal? Sólo se da si impera la Lichtung. Es cierto que se la nombracon la Akúüeioc,el noocultamiento, pero no se la piensa como tal.
El concepto«natural»de verdad,ni siquieraen la filosofia de los griegos,se refiere al no-ocultamiento.Se apuntacon frecuencia y con toda razónquc, ya en Homero, la palabraócknégse usa siemprepara los verba dicendí, los enunciados,y, por consiguiente, en el sentidode exactitudy fiabilidad, y no en el de no-ocultamiento. Peroestaindicación significa, tan sólo, que ni el poetani el uso cotidiano del lenguaje, ni aun la Filosoa, se ven ante la tarea de preguntar cómo la verdad, es decir, la exactitud del enun-
ciado, se ofrecesólo en el elementode la Líchtungde la presencia.
7 Nota de Heidegger:De qué manerael intento de pensarun asuntopuede,a veces,apartar de lo que ya ha mostradouna mirada decisiva,quedaatestiguado por un pasajede Ser y tiempo (1927), p. 219: «La traducción(de la palabra óckñsra) por la palabraverdad y, sobretodo, las determinacionesconceptuales teóricas de esta expresión(verdad), encubrenel sentido de lo que, como comprensíónprefilosófica, los griegoscolocaroncomo comprensiblede suyo en la basedel uso terminológicode álúüstot.»
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En el horizonte de esta pregunta debe reconocerseque la AM1ÜELCX, el no-ocultamiento en el sentido de la Lichtung de la presencia, fue conocida desde el comienzo, y sólo como ópóïng, como la exactitud del representar y el enunciado. Pero, entonces, tampoco es sostenible la afirmación
de un cambio esencial de la verdad,
es decir, del no-ocultamiento en exactitud. En lugar de eso hay
que decir: la Alüeia como Lichtung de la presenciay actualización en el pensary el decir se manifiesta desdeun principio bajo la forma de óuoimoigy adaeqziatío,es decir, como asimilación en el sentido de concordancia de la representación y lo presente.
Pero esteprocesodesencadena justamentela pregunta:¿cuál es el motivo de que parael naturalconocimientoy lenguajehumanos, la Akñaia, el no-ocultamiento,sólo aparezcacomo exactitud y fiabilidad? ¿Estribaen que la estanciaex-tátieadel hombre en la aperturade lo presente,sólo estávuelto a lo presentey a la presentaciónque se hacede lo presente?¿Y que otra cosasignifica sino que continúansin tenerseen cuentala presenciacomo tal, y con ella, todavíamás, la Lichtung que la haceposible?Sólo se conocey piensalo que posibilida la Aknsia como Lichtung, no lo que es ella en cuanto tal.
Esto sigue oculto. ¿Espor casualidad? ¿O es sólo consecuencia de una negligenciadel pensarhumano?¿O sucedeporque el ocultarse, el ocultamiento, la An, pertenecen a la ÏAF/Uíícïï-ZIOL, no como un mero añadido, como las sombras a la luz, sino como co-
razónde la "Aksta? ¿Noreina ya en eseocultarsede la Lichtung de la presencia,un abrigary preservar,a partir de los cualessólo seráposibleel no-ocultamiento,pudiendoasí aparecerlo presente en su presencia?
De ser así,la Líchtungno seríameraLichtung de la presencia, sino Lichtung de la presenciaque se oculta, del refugio que se oculta.
De ser así, habríamos llegado, tan sólo con estas preguntas, a un camino hacia la tarea del pensar al final de la Filosofía.
Pero ¿no es todo esto mística sin fundamento,inclusive mala mitología, o en todo caso, un irracionalismofunesto,la negación de la Ratio?
Yo preguntode nuevo:¿quésignifican ratio, voüg,voeïv,aprehender?,¿quésignifican fundamentoy principio, e incluso«principio de todos los principios»?,¿podríamosalgunavez determinarlo suficientemente sin conocer la Akúüeta al modo griego, como
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TIEMPO Y SER
no-ocultamiento, y después,yendo más allá de los griegos, sin pensarlocomo Líchtung del ocultarse?Mientras que la Ratio y lo ratíonale sigan siendo cuestionables en lo más íntimo, carece también de fundamento
el hablar de irracionalismo.
La racionali-
zación científico-técnica,que domina la épocaactual, sejustifica sorprendentemente cadadía por susefectos,todavíaimprevisibles. Peroesaefectividadno dice nadade lo único que permite la posibilidad de lo racional e irracional. La efectividadpruebala exactitud de la racionalizacióncientífico-técnica.Pero ¿seagota en lo demostrable la apertura de lo que es? La insistencia en lo demos-
trable ¿nocierra el caminohacia lo que es? Tal vez hay un pensarmás sencillo que el imparabledesencadenamientode la racionalización,y el arrastrartras de sí de la Cibernética.Es posible que sea sumamenteirracional precisamente ese arrastrar.
Tal vez hay un pensar fuera de la distinción entre racional e irracional, más sencillo todavía que la técnica científica, más sen-
cillo y, por eso,aparte;sin efectividady, sin embargo,con una necesidadpropia. Al preguntarpor la tarea de ese pensar,no sólo queda involucrado en la pregunta ese mismo pensar, sino también la pregunta que cuestiona por él. Frente a toda la tradición de la Filosoa, esto significa: Todos nosotros tenemos aún necesidad de una educación en el
pensar, y, antes de esto, de saber que significa tener o no educa-
ción en materia de pensamiento.A este respecto,Aristóteles nos insinúa en el libro IV de su Metq/ïsíca(lO06a ss.)ÉGTIyócptimon¿sucia to un YUYVCÓGKHV Iivoov 8st Cnteïv ánóóetáiv K061 TÍVOJV m) 6.9i.
«Es,en efecto, falta de educaciónno saber,con respectoa qué es necesario buscar una prueba y, con respecto a qué no lo es.»
Esta palabraexige una cuidadosameditación,porque todavía no se ha resueltode qué maneradebeconocerse,para que pueda ser accesibleal pensar,lo que no necesitade ninguna demostración. ¿Setrata de la meditación dialéctica,de la intuición que da
originariamente, o de ningunode los dos?Únicamente puededecidir sobreello la singularidadde lo que, antetodo, exige de nosotros que le admitamos. Pero ¿cómo posibilitarnos la decisión si antes no le hemos admitido? ¿En qué círculo lamentable, además nos movemos aquí? ¿Se piensa la eúKuKkeog Aknsin, el nooeultamiento bien redondeado, como la Líchtung?
EL FINALDE LA FILOSOFÍA Y LA TAREADEL PENSAR
¿Es,entonces, el título dela tareadelpensar,enlugardeSery tiempo,«Lichtungy presencia»?
Pero,¿dedónde y cómohayLíchtungÏ, ¿quéhablaenel «hay»?
La tareadel pensarconsistiría,entonces, en el abandono del pensaranterior,paradeterminarlo queesla «cosa»del pensar.
MI CAMINO
,
EN LA FENOMENOLOGIA* Mis estudios académicos comenzaron en el verano de 1909-
1910,en la Facultadde Teologíade la Universidadde Friburgo.
Peroel trabajoprincipal,dedicadoa la teología,dejabaaúnespacio suficienteparala filosofia,quepertenecía desdeluegoal plan deestudios. Así quedesdeel primersemestre estuvieron enmi pu-
pitrelosdosvolúmenes delaslnvesiigaciones lógicasdeHusserl, quepertenecían a la Bibliotecade la Universidad. El plazodedevoluciónpodíaprorrogarse fácilmenteunay otravez.Seveíaque la obra era poco solicitadapor los estudiantes.Pero,¿cómoes que
vinoa pararal entorno,tanextrañoparaella,demi pupitre? Por bastantes indicaciones de revistas filosóficas yo me había
enterado de queel mododepensarde Husserlestabainfluidopor FranzBrentano,cuyadisertación de 1862Del múltiplesignificado del entesegúnAristóteleshabiasidoguíay criteriode mis torpes primerosintentosdepenetrarenla filosofía.Deun modobastante imprecisomemovíala reexiónsiguiente:«Si el entevienedicho conmuchossignificados, ¿cuálseráentonces el significadofundamentaly conductor? ¿Quequieredecirser?»El último añodemi
época delBachillerato habíatropezado conel escritodelporaquel entoncescatedráticode Dogmáticade la Universidadde Fríburgo,
CarlBraig:Del ser.Compendio de antología,quehabíaaparecido en 1896,cuandosu autor era profesorextraordinariode Filosoa
en la Facultadfriburguesa de Teología.Las secciones principales del escritollevabansiempreal final largostextosde Aristóteles,de
TomásdeAquinoy deSuárez, a másdela etimologíadelostérminoscorrespondientes a los conceptos capitalesde la ontologia.
Lo queyo esperaba delasInvestigaciones lógicasdeHusserl eraunimpulsodecisivo a laspreguntas suscitadas porla disertación de Brentano,
Pero mis esfuerzos eran vanos porque, como
sólo muchomástardehabríade darmecuenta,yo no buscabaen la direccióncorrecta.Y, sin embargo,estabatan afectadopor la obra * Traducción de Félix Duque. [95]
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TIEMPOY SER
deHusserlqueseguíleyéndolaunay otravezen10sañossiguientes,sin alcanzaruna inteligenciasuficientede lo queme atabaa ella. El encantoemanadode esaobra se extendíahastael exterior
de lasguardasy la portada.Sobreéstacosa quehoyme saltaa la vista tanto como entonees- me encontraba con el nombre de la
editorial Max Niemeyer, un nombre que se vinculaba con otro
paramí extraño:el de «Fenomenología», queaparecía enel subtí-
tulodelsegundo volumen. Y asícomopocosabíayoporaquellos añosde la editorialMax Niemeyery de su quehacer, en igualescasamediday de un modoigual de vacilanteteníayo comprensióndel título «Fenomenología». Sin embargo, prontodebíaverse con mayorclaridad hastaqué punto se correspondíanambosnom-
bres:el de la editorialNiemeycry el deFenomenología. Trascuatrosemestres dejélos estudiosteológicosy me dediqué por entcro a la filosofía. No dejé con todo de asistir a un cur-
so de Teologíaen los añosposteriores a 191l: el de Dogmática, impartidopor CarlBraig.A ello meveíadeterminado por mi interés por la teologíaespeculativa y, sobretodo,por esepenetrante mododepensarqueel citadoprofesorhacíapresente encadalec-
ción.Gracias a él tuveporvezprimeranoticia,enalgunos paseos a loscualespudeacompañarle, de la importancia de Schelling y Hegel para la teologíaespeculativa,a diferenciadel sistemadoctrinal de la Escolástica.Así es como entró en el círculo de mis
pesquisas la tensiónentreontologíay teologíaespeeulativa como cimentación
de la metafísica.
Porun tiemposedifuminaríaciertamente esteámbito,pasando a un segundoplano(en comparación conlo tratadopor Heinrich Rickert en sus sesionesde seminario los dos escritosde su discípulo Emil Lask, que ya en 1915 había caído como soldado
rasoenel frentedeGalitzia.Rickertdedicaría«al amigoquerido» su obra,aparecida en el mismoaño,y queerala terceraedición, completamente reelaborada, deEl objetodel conocimiento. Introduccióna la losofía trascendental.La dedicatoriadebíadar testimonio ademásdel estímuloque el docentehabíarecibido del dis-
eípulo.Porsuparte,los dosescritosdeEmil LaskLa lógicade la losofía y la doctrinade las categorías. Un estudiosobreel ámbitode vigenciade la jbrnzalógica (191l) y La doctrinadel juicio (l 912)-dabanclaramente fe del inujo enellasde lasInvestigaciones lógicas de Husserl.
Estacircunstancia me forzó a volvera trabajarsobrela obra husserliana. Pero también este renovado asalto hubo de resultar in-
MI CAMINO ENLA FENOMENOLOGÍA
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fructuoso,dadoqueyo no podíaencontrarsalidaa unadificultad fundamental,concernienteal sencillo problemadel modo en que
habríade llevarsea ejecucióneseprocederdel pensarquesellamaba«fenomenología». Lo inquietante deesteproblemasaltabaa
la vistaporla ambigüedad queyadeprimeras mostraba la obrade Husserl.
El primervolumen dela obra,aparecido en 1900,refutaba el psicologismo en la lógicamediante la pruebadequela doctrina delpensar y el conocer nosepodíafundarenla psicología. Frente a esto,el segundo volumen,aparecido al añosiguientey comotres vecesmásextenso,conteníala descripciónde los actosesenciales
de la conciencia,dirigidosa la edificacióndel conocimiento. O sea:con todo,unapsicología.¿A quevendríasi no el 5 9 de la
quintaInvestigación, sobre«El significadode la delimitación brentanianade los fenómenos psíquicos>>? Segúneso, Husserl
recaíacon su descripciónfenomcnológica de los fenómenos de conciencia enla posiciónpsicologista antesrefutada. Y sinembar-
go,si un errortandebultono podíaserleimputado a la obrade Husserl, ¿quéseríaentonces esadescripción fenomenológica de
los actosde conciencia? ¿Enquéconsistíalo característico de la fenomenología, si estano erani lógicani psicología? ¿AcasoVeníaaquía salira la luz unadisciplinafilosóficatodaelladenuevo cuño,y encimaunadisciplinadevalory eminencia propios? Yo no acababa de encontrar solución a estas preguntas y me
veíaperplejoy sinsalida,sinserapenas siquiera capazdecaptarlasconla precisiónconqueaquihansidomencionadas. El año 1913me aportaríaunarespuesta. En la editorialMax Niemeyerempezaba a aparecer el Anuariode Filosofíae Investi-
gaciónFenomenológica, editadopor Husserl. El primervolumen se abría con el tratadode Husserlcuyo título dabaya indicación
de la excelenciay pesode la fenomenología: «Ideasrelativasa unafenomenología puray a unaFilosoafenomenológica». La «fenomenología pura»esla «cienciafundamental» dela filosofia,acuñada por aquélla.«Pura»quieredecir«fenomenología trascendental».Perocon «trascendental»se alude a la «subjetivi-
dad»delsujetocognoscente, agentey valorativo.Ambostérminos,
«subjetividad» y «trascendental», indicanquela «fenomenología» sesumíaconsciente y decididamente enla tradicióndela losoa
moderna, aunque deun modotal, cienamente, quela «subjetividad trascendental»accedíaa una determinabilidadmás original,
universal.La fenomenología conservaba las «vivencias de la con-
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TIEMPOY SER
ciencia»comosuámbitotemático,sóloqueahoralo hacíasondean do sistemáticamente, proyectando y consolidando la estructurade
losactosvivenciales, juntoconel sondeo delosobjetos viven-
ciadosen los actos- envistadesuobjetualidad.
Enesteproyecto universal defilosofiafenomenológica podía adscribírsele tambiénsulugarsistemático a la Investigaciones lógicas, que habíanpermanecido,por así decir, filosóficamenteneu-
trales.Estasaparecieron enel mismoaño,1913,enunasegunda edicióny enla mismaeditorial.Lamayoría delasinvestigaciones
habíansidosometidas desdeluegoentretantoa «profundas reclaboraciones». La sextaInvestigación, la «másimportanteenel respectofenomenológico» (Prólogoa la segunda edición),habíasido
detodasformasretirada. Perotambién el artículoconel queHusserl habíacontribuido al primer volumen de la recién fundadare-
vista Logos,a saber:«La fenomenología comocienciaestricta»
(1910-1911), hubodeesperar a lasIdeasrelativasa unafenomenologíapara paraqucsustesisprogramáticas alcanzaran unafundamentación suficiente.
En el mismo año de 1913aparecióen la editorial Max Niemeyer la importanteinvestigaciónde Max SchelerContribucióna la
fenomenología delossentimientos desimpatía_vdelosrelativosal amory al odio. Conun apéndicesobrela razónpara aceptarla existencia del otro yo.
Gracias a lascitadas publicaciones sealzaríael quehacer editorial de Niemeyeral primer puestode las editorialesfilosóficas.
Poraquelentonces seteníafrecuentemente la convicción deque con la «fenomenología»habíavenido a darseuna nuevaorienta-
ciónenel senodela filosofiaeuropea. ¿Yquiénhabríapretendido negar la justeza de esa afirmación?
Peroesta cuentameramentehistórica no acertabaa dar razón
delo quehabíaacontecido gracias a la «fenomcnología», esdecir, graciasa lasInvestigaciones lógicas.Esoseguíasin serformulado,sinquetansiquierahoyquepaapenas formulariocorrectamente. Las propiasdeclaraciones programáticas y las exposiciones metodológicasde Husserlreforzabanmásbien el malentendidode que mediantela «fenomenología»venía a reivindicarseun inicio
dela filosofiaquerenegaba detodoel pensarprecedente.
Aundespués dela aparición delasIdeasrelativasa unafenomenología puraseguía siendo yopresadela fascinación quesobre mí ejercíanlas Investigaciones lógicas.Esafascinaciónno hacia
sinorenovar unainquietud desconocedora desuspropiasrazones,
MI CAMINOEN LA FENOMENOLOGÍA
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aunque bienquehacíapresentir suorigenenla incapacidad dealcanzar porla meralecturadela bibliograafilosóficala cumplimentaciónde esa manerade pensarque se llamaba «fenomenologia».
Sólo lentamentefuese desvaneciendola perplejidad y disolviendo esaconfusióndesdeel momentoen que me fue permitido
encontrarme personalmente conHusserlensupropiolugardetrabajo.
Husserl había venido a Friburgo en i916, como sucesorde
HeinrichRickert,queocuparíala cátedradeWindelband en Heidelberg.La enseñanza de Husscrltenía lugar en forma de una ejercitacióngradualen la «visión»fenomenológica, quereclamaba,por suparte,tantodejara un ladoel usono probadodeconocimientosfilosóficos como la renunciaa introducir en el coloquio la autoridadde los grandespensadores.Con todo, tanto menosme
pudeseparar yodeAristóteles y deotrospensadores griegos cuanto conmayorprecisión recogía losfrutosdeunainterpretación de los cscritos aristotélicos, en virtud de mi creciente familiaridad con la visión fenomenológica.Es verdad,sin embargo,que yo no
podíasospechar, asídeprimeras,lasconsecuencias decisivasque habríadeaportarestarenovada atencióna Aristóteles. Cuandoa partir de 1919yo mismo,enseñando y aprendiendo en la cercaníade Husserl,me ejercitéen la visión fenomenológica
y pusea pruebaa la vezunacomprensión deAristótelesdiversaa la habitual,sedespertóde nuevomi interéspor las Investigaciones
lógicas, y sobretodoporla sexta, dela primeraedición.Ladistinción allí elaborada entre intuición sensible y categoria} se me reve-
ló en todo su alcancecomo capazde determinarel «múltiple significado
del ente».
Poresoespor lo quenosotros,amigosy discípulos,rogamos
unay otravezal maestro quehicierareimprimirla sextaInvestigación, porentonces difícilmente accesible. Enprobada disponibilidadparala causadela fenomenología, haríapublicardenuevola
editorial Niemeyeren 1922esaultima parte de las Investigaciones
lógicas.Husserl observaba enel prólogo:«Dadocl estado actual delascosas,y cediendoa la presióndelos amigosdela obrapresente,hetenidoquedecidirmea hacerdenuevoaccesible suparte conclusivaen su antiguaforma.»Conel giro «amigosde la obra
presente» queríadecirHusserlsimultáneamente queél mismo,
desdela publicacióndeIdeas,ya no encontraba satisfacción enlas Investigaciones lógicas.Y esquemásquenuncaempleaba supa-
100
TIEMPOY sus
sióny denuedo depensador, dadoel lugarnuevodesuquehacer académico, a la edificaciónsistemática del proyectoavanzado en
lasIdeas.Poresarazónescribiría Husserl enel citadoprólogoa la
sextaInvestigación que:«También la actividaddocentefriburguesaha impulsadola orientaciónde mis intereseshacia las universalidadesconductorasy hacia el sistema.»
Igualmentepor ello observariaHusserl,magnánimo, peroen
el fondoreprobando el asunto, cómoyo,además demiscursosy
clasesprácticas,estudiabasemanalmente en gruposde seminario y conalumnosmásavanzados lasInvestigaciones" lógicas.La preparacióndeeseseminarioresultaríafructíferasobretodoparami.
Alli esdondemepercataría llevado primeromásporunpresentimiento quepor una inteligenciafundadade la cosa de lo único esencial,a saber,que lo ejecutadoen relación con la fenomenología de los actosdc concienciacomo el darsea verlos fenómenosa
sí mismoses lo que vienepensadopor Aristótelesy en todo el pensamiento y la existenciagriegoscomoAlüsia, comoel desocultamientode aquelloque haceacto de presencia,como su «desalbergarse», su mostrar-se. Lo que las investigaciones fenomenológicashabíanencontradode maneranuevacomo sustenta-
ción del pensarseprobabacomoel rasgofundamental del pensamiento griego, si es que no de la losoa en cuantotal.
Y cuantomásclarasemehacíaesaintelección,contantamayor fuerzasurgíala pregunta:¿Dedóndevieney cómosedetermi-
naaquelloquehadeserexperimentado, deacuerdo al principio
de la fenomenología, como«la Cosamisma»?¿Setratadela con-
cienciay dc su objetividad,o del serdel enteen su desocultamiento y en su acción de ocultarse?
Así escomomevi llevadoal caminodela preguntapor el ser, iluminadopor la actitudfenomenológica de unamanerarenovada y distintaa cuantomeinquietaban losproblemas surgidosdela disertacióndeBrentano.Peroel caminodel preguntarseríamáslargo delo queyo sospechaba, y requiriódemuchasparadas, demuchosrodeosy desvíos.Eso,traslo queibanlosprimeroscursosde Friburgo y luego de Marburgo, muestra el camino de un modo sólo indirecto.
«QueridocolegaHeidegger,ahoratiene ustedque publicar
algo.¿Tiene ustedunmanuscrito apunto?» Conestas palabras entró un día del semestrede invierno de 1925-1926el Decanode la
Facultad deFilosofiadeMarburgo enmi cuarto.«Claroquesí»,le contesté. A lo queel Decanoreplicó:«Perohade serimpresoa la
Ml CAMINO ENLAFENOMENOLOGÍA
101
carrera.» Lo quepasaba eraquela Facultad mehabíapropuesto unicolococomosucesor deNicolaiHartmann parala primeracátedrafilosóficavacante.Peroentretanto fue devueltala propuesta
desde Berlín,enrazóndequeyo nohabiapublicado nadaenlos últimos
diez años.
Ahorasetratabade entregaral públicoun trabajolargamente
guardado. El editorMaxNiemeyer semostródispuesto, pormcdiacióndeHusserl, a imprimirenseguida losprimeros quinceplie-
gosdeuntrabajo quedebía aparecer enelAnuario deHusserl. Al
puntoseenviaron alMinisterio, através dela Facultad, dosejem-
plares delasgaleradas. Pero pasado untiempo fueron devueltos lospliegos alaFacultad conlaobservación: «Insuficiente». Enfebrerodelañosiguiente ( l927)apareció el textocompleto deSery
tiempo enelvolumen octavo delAnuario y entiradaaparte. Para entonces, el Ministerio habíaretirado sujuicionegativo despues demedioaño-- y ratificadomi nombramiento. Seríacon ocasióndel extrañomodoen quese publicóSery
tiempo comoentraría enrelación directa porvezprimera conla
editorialMax Niemeyer.Esoqueenel primersemestre demis estudiosacadémicos eraun meronombresobrela portadadela fas-
cinante obradeHusserl sememostraba ahora, y asílo haríaenel futuro,entodala solicitud, dignadeconfianza, entodala magnanimidady sencillezdel quehacer editorial. Enel veranode 1928,durantemi últimosemestre enMarburgo,
sepreparó elescrito dehomenaje aHusserl porsuseptuagésimo aniversario. A principios delsemestre habíamuertoinesperadamenteMax Scheler,unodeloscoeditores delAnuariodeHusserl,
y quehabia publicado enelprimer volumen y enelsegundo (1916) sugraninvestigación El_formali.smo dela éticay la éticamaterial delosvalores, unaobraque,juntoa lasIdeasdeHusserl, debeser considerada comola contribuciónmásimportantedel Anuario,y
queporsuprolongada inlluencia arrojóunanueva luzsobre la amplitud demirasy laproductividad delaeditorial Niemeyer.
El escritodehomenaje a Edmund Husserl aparecería puntual-
mentecl día de su cumpleaños y comosuplemento del Anuario. Yotuveel honordehacérselo llegarel 8 deabril de 1929al feste-
jadoprofesor enelcírculo desusdiscípulos y amigos.
Durantelos diezañossiguientes fue suspendida todapublica-
cióndeimportancia, hastaquela editorialNiemeyer seatrevióen 1941a publicarmi interpretación del himnodeHólderlinComo cuandoendíadefíesïam, sinindicación delañodepublicación.
102
TIEMPO v SER
Yohabíaimpartido esaconferencia enmayodelmismoañoenla Universidad de Leipzigy comoprofesorinvitadoa unalección
pública. El propietario dela editorial, Hermann Niemeyer, había venido deHalleparaasistira la lección, y luegohablamos apro-
pósito de la publicación.
Cuando,doceañosmástarde,medecidía sacara la luz cursos
tenidos conanterioridad, elegí paraelloalaeditorial Niemeyer, ya
nolocalizada entretantoenHalledelSaale. Después degrandes pérdidas y múltiples dificultades, supropietario deentonces, duramentecastigadopor aiceionespersonales, habíalevantadode nuevola editorialenTubinga. Halledel Saale:enesamismaciudadenseñaba enlosañosno-
ventadelsiglopasado, enla Universidad local,Edmund Husserl,
porentonces Privatdozent. Confrecuencia hablaría posteriormente enFriburgodela génesis delasInvestigaciones lógicas.Nunca olvidaríaal respecto rememorar agradecido y admirado la actitud
dela editorial MaxNiemeyer, quea principios desiglosehabia arriesgado a publicar unaobraextensa deunprofesor apenas eo-
nocidoy cuyopensamiento transitaba por caminos desacostum-
brados cuyaextrañeza había dechocar alafilosofia contemporá-
nea.Y esoeslo quesucedería durante añostrasla aparición dela
obra,hastaqueWilhelm Diltheyreconociera suimportancia. La
editorial nopodía saber poraquel entonces queenelfuturo queda-
ríavinculado sunombre aldelafenomenología, quepronto deter-
minaríaal espíritude la épocaen los ámbitosmásdiversosla mayoría, no formulados.
¿Yhoy?El tiempodela filosofiafenomenológica parece ha-
berse acabado. Ésta tiene yavalor dealgopasado, dealgodesig-
nadodeunamanera tansólohistórica, juntoconotrasdirecciones
dela filosofia.Sóloque,enlo quetienedemásíntimo,la fenomenología noesdirección alguna, sinoqueesla posibilidad del pensar que,llegados lostiempos, reaparece denuevo, variada, y quesóloporelloeslapermanente posibilidad delpensar, paraeorresponder alrequerimiento deaquello quehayquepensar. Cuan-
dolafenomenología viene asíexperimentada y conservada, puede
entonces desaparecer comorótuloenfavordela Cosadelpensar, cuya revelabilidadsigue siendoun misterio.
Ml CAMINO ENLAFENOMENOLOGÍA
103
ADICIÓN DE 1969
En el sentidode la última frasese dice ya en Sery tiempo
(1927), p.38[ed.Gaos, México, 1962, p.49]:«loesencial deesta [delafenomenología] noreside enserreal[enserefectiva, surtir efectos] comodirecciónfilosófica.Másaltaquela realidad
[quela efectividad] estála posibilidad. Lacomprensión dela
fenomenologia radica únicamente entomarla comoposibilidad.»
REFERENCIAS
Laconferencia «Tiempo y ser»fuepronunciada el 3l deenero de1962enel Srudium Generalce, dirigidoporEugen Fink,delaUniversidad deFriburgo enBr. «Tiempo y ser»es,enelplanestructural deltratado Sery tiempo (1927), p.39,el
títulodela terceraseccióndela primerapartededichotratado.Al autorle falta-
baporaquel entonces madurez parallevarsatisfactoriamente acabolaelaboración del temanombrado por el mencionado titulo «Tiempoy ser».La publicacióndeSery tiempoquedóinterrumpida eneselugar.
Lo quecontiene el textodela presente conferencia, concebido hoy,después
detranscurridas tresdécadas y media,no sele puedeañadirsin másal textode
Sery tiempo. Ciertamente, la pregunta crucialsiguesiendola misma,lo cual, empero, sóloquieredecir:lapregunta sehaidohaciendo todavia másperentoria
y todavía másextraña alespíritu delaepoca. Lospasajes encerrados entre parén-
tesisfueronescritosal mismotiempoquela conferencia, perono fueronleídos.
Unaprimera impresión deltextoalemán, juntoconunatraducción francesa
al cuidadodeFrancoisFédier,pasóa formarpartedel Homenaje a JeanBeaufret,
aparecido conel títuloLendurance delapensée en1968, enlaeditorial Plonde París.
Hayqueagradecer al Dr.Alfredo(luzzoniel Protocolo delSeminario sobre
la conferencia «Tiempoy ser».Yoreviseel textoy lo completeen algunasocasiones.El seminariotuvo lugarenTodtnauberg (SelvaNegra)del ll al l3 de
septiembre de1962, a lo largodeseissesiones. Lapublicación delProtocolo sirvealpropósito deaclarar y precisar lo dignodecuestión eneltextodelaconferencia.
La conferencia«El final de la Filosoa y la tareadel pensar»sólo ha aparecido hastaahora en una traducciónelaboradapor JeanBeaufrety FrancoisFe-
dier,e impresa enel volumen colectivo Kierkegaard vivo,coloquio organizado porla Unesco enParísdel21al 23deabrilde1964,Gallimard, París,1966, pp. 165 ss.
«Mi caminoenla tenomenología» esmi contribución al homenaje, aparecido envolumende ediciónprivada,al octogésimo cumpleaños del editorNiemeyer: «Hermann Niemeyerzumachtzigsten Geburtstag am 16.April 1963».
[105]
NOTA
FINAL
Le recordamos que este libro ha sido prestado gratuitamente para uso exclusivamente educacional bajo condición
de
ser
destruido
una
vez
leído. Si es así, destrúyalo en fonna inmediata.
siniegoísnto Para otras publicaciones visite
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COLECCIÓNFILOSOFÍAY ENSAYO Dirigida por Manuel Garrido
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Austin,J. L.: Sentidoy percepción.
Bechtel, W.:Filosofía dela mente. Unapanorámica paralaciencia cognitiva.
Bilbeny,N.: El protocolosocrático delliberalismo político. Boden,M. A.: Inteligenciaarticial y hombrenatural.
Bottomore, T.;Harris,L.; Kiernan,V.G.,y Miliband,R.;conla colaboración deKolakowski, L.: Diccionariodelpensamiento marxista. Brown,H. I.: La nueva losofía dela ciencia(3. ed.).
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Chisholm, R. M.: Teoría del conocimiento.
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cología social. Cruz, M. (ed.): Individuo, modernidad, historia.
Dampier, W.C.:Historiadela ciencia y susrelaciones conlafilosofíay la religión (3. ed.).
Dancy,J.: Introducción a la epistemología contemporánea.
Díaz,E.:Revisión deUnamuno. Análisis criticodesupensamiento político. DOrs,E.:Elsecreto delalosofía.Docelecciones, tresdiálogos y,enapéndice,«Lalosofía enquinientas palabras».
Eccles. J. C.: La psique humana.
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Fodor,J.A.: Psicosemántica. El problema delsignificado enla filosofíadela mente.
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filosofía primera y alosorígenes delpensamiento fenomenológico.
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GarcíaSuárez, A.: Modosdesignican Unaintroducción temática a la filo-
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tse, Nagarjuna).
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Karl R. Pepper:Un mundodepropensionas(2? cd).
JoséSanmartín: Unainlrudzzcción constructiva a la teoríadenzodelos (2?ed). Arthur Schopcnhanner: Sobrela Filosofía de Universidad.
Ernst Tugcndhat: Éticaypolítica. Conferencias y compromisos (1978-1991). EmilioTemprano: Contrala demagogia. Introducción a]artedema-nipular a lasmasas A. N. Whitehead:Latrzcizn(le la razón.
LudwigWittgensteitl: Oizservzzcionehv a «LaRamadorada»deFrazer(2."ed).
La conferencia «Tiempo y ser» es ¡a continuación, treinta y cinco años después,del legendarioe inacabadt)libro Sery tiempo,quevalió a Heideggerla hegemoníade! pensamientocontinenía}europeoantes de la segundaguerra mundial. Peroes tambiéne! replanteamiemo,en un nivel más profundo,de las principalescuestionesde ontología que ese libro dejó pendientes.Y es sobre todo la mejor exposición -de cuantaspubcó Heideggeren vida de la idea/experiencia dezzcaecimienro apropiados" (Ereignis),quecondensasu último pensamientoy con la que quiso emular al Tao de Lao-ise, al ápeiron de Anaximandro,ai Lógosde Hetáctítoy al ¿temoretorno de Nietzsche. En el presentevolumenacompañana esaconferenciaotras tres importantes contribuciones:el seminarioque dictó sobre ella el ancianoHeideggervarios mesesdespuésde pronunciarla;e} ensayo«El na} de {a losofía y la.tareadel pensar»;y la brevenota autobiográca «Mi caminoen la fenomenoíogía».que
aclaralasrelaciones deHeidegger consumaestro Husserl,
Eclipsadodurantee} largo períodode guerrafría por su nefastocompromiso nazi y la irrupción del mamisnlo y la ñïoscïa analítica en el continente: europeo, recuperado por los ïósofos posmodemos, ecologistas y? n60pragmatistasnorteamericanos, tema recientede investigaciónoacadémeica en las
principales univcrsíüades delmundi)y adversario radicaldoi imperialismo dela tecnología,o! pensamiento ¿e Heideggervive, como el de Nietzsche,un imparableretornoen las posuimeas del siglo xx.
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