CAPITULO Nº 04: RHEMA Uno Uno de los mayores mayores retos retos del puebl pueblo o de Dios Dios en la actua actualid lidad ad es poder poder disce discerni rnirr entre entre el “conocer” las escrituras de la palabra de Dios (logos de Dios) y el “recibir” la revelación de la palabra de Dios para una situación específica (Rhema de Dios). Muchas personas piensan que con tan solo leyendo la Biblia desde el libro de Génesis hasta Apocalipsis cambiaran sus vidas o serán mejores personas o aumentaran su fe o podrán ver los milagros maravillosos de Dios. Al leer este libro vuelvo a recordar que esto no es suficiente. En Romanos 10,17 y Marcos 11,22, Dios nos da la clave: “ La fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios” y “Tened fe en Dios” En la primera porción de la escritura Dios nos enseña que la fe vendrá solo por el “oír” (en tiempo presente) de su palabra, en otras palabras, la fe vendrá a una persona especifica por OIR LO QUE DIOS ESTA DICIENDO, en un momento y lugar especifico. Este es el RHEMA de Dios, la “palabra viva de Dios” revelándose para alguien en especifico. Ahora, la segunda porción de la escritura completa el cuadro, ya que cuando habla de tener fe en Dios, no se refiere a tener una fe humana frente a una circunstancia adversa sino a tener la misma clase de fe de Dios, es decir a creer como Dios cree. Por tanto, el LOGOS se convierte en la materia prima que Dios usa para crear RHEMA en el corazón de una persona a fin de convertirse en una acción vivificada por el mismo Espíritu de Fe de Dios (el Espíritu Santo) con la cual puede salir de cualquier circunstancia adversa, sea enfermedad, peligro, banca rota, etc o para hacer realidad un sueño. Un claro ejemplo de esto esto es lo que le paso a Pedro al al caminar sobre sobre las aguas, aguas, o lo que experimento experimento Moisés cuando atravesó en seco el Mar Rojo o a tanta gente que ha sido sanada por Dios, ya sea de manera inmediata o gradualmente. Mucha gente se aleja de Dios y de la Iglesia cuando ve que a pesar que oyeron la palabra de Dios y creyeron (a su manera) las promesas de Dios funcionan solo a favor de unas personas y no de ellas, piensan que Dios ama más a un grupo de personas y no a todos por igual. Por eso empiezan a enfriarse y pierden su fe. No entendemos que somos llamados a “esperar delante de Dios” para que el pueda vivificar su palabra en nuestros corazones. Otro de los problemas del cual sufre la Iglesia del siglo 21 es la de los ministros que viven tan ocupados que solo llevan pasto a sus congregaciones y no la leche espiritual que necesita su gente para salir de sus problemas. Les enseñan LOGOS pero no les ayudan a recibir el RHEMA de Dios, puesto que primero ellos no se dispusieron a recibirlo de parte de Dios. La sanidad del cuerpo físico no es el blanco supremo del Espíritu Santo. Es necesario entender bien cuáles son las prioridades de Dios, y la prioridad número uno es la santidad de nuestras almas. Si mi alma no es recta delante de Dios, no importa cuanta palabra oiga o cuanto ore o grite, nada de ello me traerá el RHEMA de Dios. Existen situaciones en la vida en las cuales requerimos tomar decisiones con el RHEMA de Dios y a vece veces s no sabem sabemos os cómo cómo proce procede derr corre correct ctam amen ente te a fin de que que sea sea la volu volunta ntad d de Dios Dios cumpliéndose y no la propia. Hay 5 pasos que el autor del libro recomienda, estos son: Nº 01: Poner neutro a nuestras decisiones. Decidir esperar en Dios y no ir delante ni atrás hasta que “saber y saber” lo que Dios quiere de nosotros.
Nº 02: Pedir a Dios que intensifique su deseo en nuestros corazones, por escrito esta: “A los justos justos les es dado lo que desean” desean” (Pr. 10, 24) y “ Porque Dios es el que produce así el querer como hacer por su buena voluntad ” (Fil. 2,13)
Nº 03: Filtrar nuestro deseo por el cedazo de las escrituras. La Biblia dice “ Y esta es la confianza que tenemos en El que si pedimos algo conforme a su v oluntad El nos oye y si sabemos que EL nos oye sabemos que tenemos las cosas que le hayamos pedido” (1º Juan 3,20-22).
Nº 04: Pedir al Señor una señal externa que provenga de las circunstancias, como se lo pidió Gedeón o Elías en su momento. Esta experiencia es válida dentro un contexto de comunión con Dios y de una mera exigencia sensorial.
Nº 05: Actuar en el tiempo de Dios. Y ese tiempo es aquel en el cual la PAZ de Dios (el árbitro mayor de Dios) se ha apoderado de todo nuestro ser y es hora de moverse. Si existe aun alguna inquietud en el espíritu entonces aun la luz del semáforo de Dios está en rojo y no debemos movernos.
CAPITULO Nº 05: LA ESCUELA DE ANDRES ¿Cómo podre pagar la hipoteca de la casa? ¿Sanare de esta enfermedad incurable? ¿Podre cumplir los sueños de Dios para mi vida a pesar de todo lo que pasó? Estas son algunas de las preguntas que un creyente a menudo se hace frente a determinadas circunstancias de la vida. Muchas de estas circunstancias llegan a nuestra vida por compromisos asumidos de manera apresurada, por una férrea oposición del enemigo o porque nuestras decisiones o falta de decisión postergo el cumplimiento de la voluntad perfecta de Dios. Sea cual fuera las razones, siempre tendremos 2 caminos a seguir: el que está orientado por un pensamiento positivo o el que está orientado por un pensamiento negativo. La Escuela de Andrés trata sobre una necesidad, un pensamiento positivo para dar solución a esa necesidad y los emocionantes resultados que se pueden llegar a manifestar por el “actuar” en base a ese pensamiento. Las experiencias contadas por el Pastor Cho en esta parte de su libro son realmente emocionantes y desafiantes para quienes queremos tener una vida de fe. Como cuando en 1969 Dios le pidió su casa (su único tesoro) para poder edificar un templo para 10,000 personas. Todo se originó con una orden de Dios susurrando en su corazón. Orden que fue percibida por su corazón y luego asimilada por su mente. Claro que no fue nada fácil para el asimilar el reto de Dios, ya que luego de consultar con su equipo pastoral lo único que tenía como resultado era un ¡IMPOSIBLE DE REALIZARLO!. Y es que financiar un proyecto de US$ 5’000,000 no se hace por pura suerte, se necesita pensar como Dios piensa y tener la fe de Dios para verlo concretarse sin llegar a desesperarse en el camino……y eso es precisamente lo que Dios quería. Luego de vender su casa, enfrentándose a su esposa. Luego de enfrentarse a una coyuntura legal debido al uso que el gobierno quería darle al terreno donde pensaba edificar el templo. Luego de querer suicidarse por no poder pagar las deudas de su proyecto debido a la crisis mundial que desestabilizó la economía coreana en los años 70’. Luego de enfrentar la vergüenza de ver marcharse de su iglesia a mucha gente…..¿cómo pensaría yo?...seguiría pensando positivamente y creer que Dios obrará a favor o simplemente tiraría todo por la borda y me echaría a llorar. Quizá esto último sería lo más sensato y lógico pensar frente a tanta oposición, es mas esos pensamientos fueron los que bombardeaban la mente del Pastor Cho y la mente de muchos de los hombres de Dios que fueron desafiados a hacer cosas más allá de su imaginación. Como caminar sobre las aguas en el caso de Pedro o ver derribada la muralla de Jericó en el caso de Josué. O ver alimentada a una multitud de 20,000 personas solo con 5 panes y 2 peces en el caso de Andrés. Pero, finalmente fueron los pensamientos positivos de una mente renovada inspirados por una orden del Señor lo que los llevo a hacer grandes proezas que han quedado de ejemplo para nosotros. De eso trata este capítulo del libro, como puede influenciar nuestra vida y la vida de muchas personas una orden de Dios en una mente que se dispone a pensar positivamente para creer que lo imposible es posible mediante la ayuda del Dios. Los pensamientos son importantes. Dios es luz y en El no hay ningunas tinieblas. No hay nada negativo en Dios porque en El solo existe lo positivo. Cuando una persona recibe a Cristo es hecha nueva en su espíritu pero no en su mente. Esta área necesita ser renovada para poder vivir la clase de vida de Dios.
Debo enfatizar los 3 pasos que el autor recomienda poder vivir la clase de vida de Dios.
Paso 1: Pasar de una actitud de pensamiento negativa, conformista o tradicional a una actitud de pensamiento positiva, libre y fuera de lo común. Debemos preguntarnos: ¿Qué haría si no tuviera miedo?
Paso 2: Entrenarse para pensar y actuar en términos de milagros a pesar que esto conlleve a hacer el ridículo o a pasar por las tormentas mas fuertes de la vida. Al final Dios tiene todo bajo control y si estamos pasando por una situación adversa es porque Dios lo está permitiendo y es parte del entrenamiento para ver crecer nuestra fe.
Paso 3: Saturar la mente con una conciencia de victoria total de manera abundante. Dios es JEHOVA NISSI “el que levanta bandera sobre su pueblo” El nunca ha perdido ninguna batalla por que es el Eterno Victorioso.
Mirar UNICAMENTE al Señor y no temer es lo que Dios demanda de nosotros. Seguir creyendo aun cuando no se sienta nada agradable o no se palpe nada todavía. Efesios 3,20 dice: “ Y Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas más abundantemente de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en nosotros ” habla sobre la LEY DE PENSAR Y PEDIR y sobre como Dios responde por medio de nuestra vida de pensamiento, desafiando nuestra capacidad de imaginar.
CAPITULO Nº 06: LA DIRECCION DE DIOS Hay una verdad que todo creyente debe saber para poder vivir en victoria. Esta verdad es que Dios se cansó de vivir en templos hechos de manos de hombres y decidió habitar en el hombre. Ser consiente que la iglesia no es el edifico de concreto al que vamos cada domingo a adorar a Dios sino que es el edificio viviente que conforman todos los creyentes que han nacido del Espíritu y que están unidos por lazos de sangre, la sangre de Jesucristo, es la clave. Esta revelación es la misma que experimentó el Pastor Cho cuando iba en busca de la dirección de Dios y no la hallaba. Su caso como oriental no difiere mucho de la realidad de la que muchos provenimos como ex católicos más aun provenientes de una cultura bastante orientada a adoración de imágenes, a astros o cosas inanimadas. El día que dejemos que el Espíritu Santo nos revele que somos su templo, que en El tenemos una fuente de recursos inagotable para vivir y suplir nuestras necesidades y que a pesar que somos imperfectos, nos anhela y desea usarnos para llevar su presencia a donde quiera que vayamos, es día, seremos las personas más felices de la tierra. Dios quiere imprimir esta verdad en nuestros corazones: HOY tienes todos los recursos que necesitas no mañana no ayer, Hoy¡ y están dentro de ti ¡. Cuando haga falta algo en tu vida no es que Dios esté durmiendo o se haya tomado vacaciones, sino que simplemente estamos cometiendo 2 errores:
- Estamos dependiendo de otra fuente fuera de Dios, que puede ser el trabajo, la empresa, otros ministerios, etc.
- Estamos luchando con alguno de los 4 pecados de la carne.
Estos pecados son:
1) EL odio: Mateo 6,14-15 dice: “ Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas os perdonara también a vosotros vuestro Padre Celestial, mas sino perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre celestial s perdonara vuestras ofensas.” La falta de perdón produce enfermedades y es un serio obstáculo para recibir la bendición plena de Dios. La solución para ser libre es empezar a orar por la persona que nos hizo daño, pidiendo a Dios la bendiga y prospere. De otro modo, el poder de Dios no podrá fluir a favor nuestro.
2) El temor: Si un creyente vive mirando sus circunstancias con sus ojos físicos, poniendo más atención a sus sentidos que lo que dice la Biblia, entonces Satanás lo destruirá con miedos y temores. Pero si aprendemos a cerrar los ojos y mirar a Dios, entonces podremos vivir por fe y vencer. El temor es una fe en negativo.
3) Complejo de inferioridad: Mucha gente frente a los retos que les da la vida, que muchas veces no se muestra fácil, prefieren escudarse en lo injusta que fue la vida con ellos en vez de sobreponerse con un Espíritu de fe a imagen y semejanza de Dios. Ese espíritu tiene un lenguaje diferente al convencional ya que frente a un desastre puede decir: “El agua puede llevarse mi sal (negocio, sueño, objetivo) pero no puede llevarse todos los recursos de la presencia de Dios en mi. Por la oración y la fe puedo hacer brotar esos recursos vez tras vez.”
4) Complejo de culpa: No hay milagro más grande que el hecho de que hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y que estos han sido llevados tan lejos de nosotros como está lejos el oriente del occidente y más aun que Dios cuando nos perdono se olvidó de lo que hicimos. A veces queremos sentirnos perdonados y cuando no sentimos nada pensamos que somos indignos de tal gracia. En esos momentos es tiempo de ver la señal que nos dejo Dios, la mejor prueba de su amor perdonador “la cruz de Cristo”.
ACADEMIA DE FORMACION
II NIVEL
RESUMEN DEL LIBRO:
Alumno Fecha
:
LA CUARTA DIMENSION
Paul Ishikawa Delgado :
Setiembre de 2011
