violencia. En ambos casos, la actividad resultante no es productiva para ninguna de las partes ni para el proceso de resolución de conflictos. Equilibrar el poder en forma productiva e intencional generalmente es preferible a equilibrar el poder en forma destructiva (con gritos, insultos, sabotaje) como se da a menudo. En situaciones de conflicto, hay tres acciones que podemos concretar para equilibrar el poder en forma productiva e intencional: contención, potenciación y trascendencia. Las partes con gran poder pueden contener su poder , negándose a usar la fuente de poder que tienen. Por ejemplo, un adolescente físicamente más grande, puede elegir no golpear a un compañero de clase más pequeño; el director puede elegir no sancionar a un estudiante, un padre puede elegir no enviar a la hija a su cuarto; un docente puede elegir no impedirle a un niño salir al recreo. Si en el pasado se veían estas acciones como lo esperado o típico, la contención puede cambiar la espiral descendente de los eventos que se dio muchas veces en el pasado. Una persona con gran poder también puede cambiar a una relación más dependiente con una parte en disputa. Esto llevará el poder hacia el equilibrio e incrementará la naturaleza de colaboración de sus interacciones. Por ejemplo, una persona en la oficina puede tener mayores conocimientos de computación, lo que la coloca en una situación de mayor poder a los ojos de los demás. La experta en computación puede pedir a otro empleado que la ayude a mejorar sus aptitudes para entrevistar. Así ella se hace dependiente de ese experto en entrevistas. Potenciar es la segunda manera de equilibrar el poder. Potenciar es algo que podemos hacer para nosotros mismos o para los demás, o algo que los demás pueden hacer para nosotros. Una manera de dar poder a un individuo con menos poder es darle nuevos conocimientos, nuevas relaciones o control de más recursos. Esta es la base del auspicio: se da poder a una persona de menos poder a través de la relación con personas de mayor poder. Otra manera de dar poder es crear estructuras en las que todos tienen la oportunidad de hacerse oír. También se transfiere poder cuando se inviste a un tercero con el poder de intervenir a favor de los menos poderosos. El mediador, por su presencia, a menudo fortalece a los menos poderosos, porque el proceso de mediación -si se maneja correctamente- asegura que todos puedan decir lo suyo. Una tercera manera de equilibrar el poder es ir más allá o trascender una estructura de ganadores y perdedores y acordar trabajar para mejorar la relación tanto antes como durante el conflicto. La gente puede acordar (y los mediadores pueden sugerir) conductas que no se permitirán durante las negociaciones (nada de irse durante una discusión, por ejemplo). También pueden acordar que si se da un desequilibrio importante de poderes, la persona con mayor poder trabajará activamente con la persona de menor poder para alterar el equilibrio de un modo útil (o se puede recurrir a un mediador o consejero externo para alcanzar este objetivo). Esta trascendencia muestra claramente que la relación misma es de primordial importancia y que las partes sinceramente quieren encontrar una solución que sea positiva para ambas. Una característica positiva de la trascendencia, que se puede observar comúnmente en las amistades sólidas, es que la persona transitoriamente necesitada o más débil en la relación puede recurrir a reclamar más tiempo, espacio, dinero, capacitación, empatía u otros recursos con la confianza de que esta acción no sólo equilibrará finalmente los poderes sino que además será comprendida por la otra parte. Esta es la gestión de paz interpersonal en su mejor expresión. Existan en una relación de amistad, una familia, el plantel docente en una escuela o el de una repartición oficial, los. desequilibrios de poder que duran mucho tiempo dañan las relaciones y hacen difícil la resolución de conflictos. Tener conciencia de las fuentes de poder, cómo afecta el poder los procesos de resolución de conflictos y las maneras en que se puede equilibrar el poder, son componentes cruciales en la capacitación para la resolución de conflictos.