RB - Incondicional

Ronica Black – Incondicional

Traducción – Martha Lo 2018

INCONDICIO INCONDICIONAL NAL (WHOLEHEARTED) POR RONICA BLACK TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2018

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Capítulo Uno El tribunal de justicia juvenil era pequeño, sin ventanas, y extrañamente sofocante para una audiencia tan temprano en la mañana. Se sentía como si un centenar de cuerpos ya hubieran sido reunidos y luego acabaran hacinados, privando a la habitación del oxígeno que tanto necesitaban. La alfombra gris parecía sombrear esta sensación con su deslustre desgastado, que se hacía más evidente por las ásperas lámparas fluorescentes. Una brillaba intermitentemente intermitentemente y zumbaba en la esquina delantera. La abogada Grace Hollin Hollings no sabía sabía si entrecerrar o abrir más los ojos para tratar de enfocar mejor. En cambio, miró a su derecha y le apretó la mano a su sobrino Jake mientras estaban sentados en la mesa del acusado. Para su consternación, él la retiró y se giró para mirar la pared. Por un segundo parecía como si él pudiera ver a través de ella. ella. "¿Estamos listos para proceder?" La juez preguntó desde su banco elevado. "Lo estamos, juez," La asistente del fiscal de distrito respondió desde la mesa contigua. Grace estudió la petición debajo de la palma de su mano. Su sobrino, Jake Hollings, fue acusado de robo y resistencia al arresto. Esto no incluía sus antecedentes en Ohio, que eran numerosos, aunque no violentos, y en su mayoría m ayoría consistían consistían en ausentismo escolar. Luchó por un suspiro y escuchó mientras la juez Newsom, que resultaba ser una amiga, le hablaba. "Sra. Hollings? La voz de la juez Nancy Newsom no delató nada, ciertamente sin reconocer el hecho de que se conocían. "Su señoría, llamo a Jake Hollings." "¿Jake?" La juez Newsom dijo. "Por favor, siéntate aquí." Jake caminó con los hombros caídos hacia la silla de los testigos. Él parecía tan pequeño con sus pantalones de vestir azul marino de gran tamaño y la camisa de vestir de hombre. Las mangas de su camisa estaban dobladas en gruesos rollos, haciendo que sus brazos se vean desgarbados. Pero él él había había insistido insistido en la talla de un hombre, rechazando la de un chico, lo que le habría encajado mejor. Esa la manera en que era con Jake. A su manera o nada. Y él le había dicho a ella en innumerables veces que no tenía problemas con que fuera nada si no se salía con la suya. XWPColección: Página y Facebook

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Mientras se sentaba, le dio a Grace esa familiar mirada cansada, como si estuviera molesto o dolorido. Con o sin ello, se parecía tanto a un cruce entre ella y su madre Gabrielle, que a veces la dejaba sin aliento. Con su ca bello ru bio, piel piel clara y ojos color castaño claro, podría haber pasado fácilmente por su hijo y muchas veces la gente asumió que lo era, lo que lo irritaba mucho. Él siempre insistía, ‘Tengo una madre, no necesito otra ’ . Como si hubiera hubiera dicho dicho las palabras palabras de nuevo, nuevo, siguió siguió mirándol mirándolaa fijamente, fijamente, abanicando sus largas pestañas mientras esperaba. Era muy guapo pero muy herido. "Jake, necesito que respondas a mis preguntas en voz alta y clara, de acuerdo?" Él se movió como si aún tratara de ser Joe Cool (*), demasiado bueno para nada de esto. "De acuerdo." Al menos él respondió. Gracias a Dios, la corte juvenil era menos formal en comparación con la corte de adultos. "¿Faltaste a la escuela el 7 de Marzo de este año?" "Sí." "Hasta la fecha, sabes cuántos días de la escuela te has perdido desde que comenzaste en Rio Grande?" "No lo se, pero dijeron que eran como veinte." Hizo un gesto hacia la mesa del fiscal del distrito. "Veintidós," Grace aclaró. "Sí." "¿Por qué no te gusta la escuela?" Él se encogió de hombros. "Me gusta. Es solo que — me aburro. Y alguien siempre tiene algo mejor que hacer, ya sabes?” "Jake, tu y tus amigos fueron a Pizza Shack aproximadamente a las once de la mañana del 7 de Marzo de este año?" "Después de que nos escapamos de la escuela, sí." (*) Es uno de los alter ego de Snoopy el cual representa a un estudiante de preparatoria buena onda.


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"¿Comiste en el Pizza Shack?" "Sí. Tuve dos rebanadas y una Coca-Cola." "¿Pagaste tu comida o bebida?" Se movió de nuevo como incómodo en su silla. "No." "¿Por qué no?" "Harrison pagó. Entonces Frankie y yo comimos de su plato." "¿Y este fue un buffet que pagó tu amigo Harrison?" "Sí." "¿Así que Harrison pagó un buffet y una bebida, y tú y tu otro amigo Frankie usaron su plato y su bebida para comer comer y beber gratis?" "Sí." "¿Fue esta la primera vez que hiciste esto en Pizza Shack?" Esto no iba a ser s er fácil, pero tenían que hacerlo. Por su bien. "No." "¿Cuántas veces has robado comida y bebida de esta manera de ellos?" Él suspiró, obviamente no le gustaba la pregunta o la respuesta que estaba a punto de dar. "Dos veces antes de esto." No le había gustado la palabra robar , pero ella lo había discutido con él y le había hecho ver que estaba roban do rea realmente. Incluso si Harrison pagó por uno. Él lo a ceptó a regañadientes y se disculpó. "Cuando el gerente llamó a la policía el 7 de Marzo, qué hiciste cuando viste a la policía detenerse en Pizza Shack?" Él se removió y se puso rojo. "Nos fuimos." “Específicamente qué hiciste?” "Salí corriendo por la puerta lateral y bajé por el callejón." XWPColección: Página y Facebook

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"¿El oficial te dijo que pararas?" "Sí. Él gritó y maldijo y esas cosas. Dijo que parara." "¿Pero seguiste corriendo?" "Sí." "¿Por qué?" Nuevamente apareció la mirada cansada. "Porque eran policías, tía Grace. No Grace. No quería meterme en problemas." "¿Tuviste miedo?" Él se removió un poco más y la miró más allá y ella supo que lo había perdido. "¿Jake? ¿Tuviste miedo?" Vamos, Jake. Solo admítelo. Admite admítelo. Admite el miedo. Está miedo. Está bien. "Tenía miedo de meterme en problemas." Ella se resistió a un suspiro, sabiendo que él lucharía contra ella en esto. "Cuando el oficial te derribó, qué hiciste?" "Yo — él me arrestó." "¿Peleaste con él?" "No." "Te quedaste sin fuerzas, ¿correcto?" "Yo —" "¿Jake?" "No peleé, de acuerdo?" "¿Por qué no?"


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"Porque — porque era estúpido. Él era pesado." Ella quería cerrar los ojos. Jake incluso tenía miedo de admitir que tenía miedo. Él simplemente no podía bajar la guardia, ni siquiera cuando su libertad estaba en juego. La verdad era que había tenido miedo, y se había desmay ado tan tan pronto pronto como como el policía lo tocó. Ella siguió adelante, con la esperanza de que al menos admitiría lo que seguía después. "Jake, lamentas lo que hiciste en Pizza Shack? Lamentas haber robado?” "Sí. Quiero decir, realmente no pensé al principio. Harrison pagó, ¿sabes? Pero si, estaba mal. Puedo ver eso ahora. Y — lo siento." Grace miró a la juez Newsom, que los había estado observando atentamente, con sus rastas recogidas en una cola de caballo y lentes de lectura en la punta de la nariz. Grace esperaba como el infierno que les diera a ella y a Jake u n respir respir o en esto. esto. "Señoría, Jake ha admitido los cargos y ha expresado su pesar por haberlos cometido. También pagó a Pizza Shack por el incidente del 7 de Marzo y las dos veces anteriores. El dinero fue tomado de su propia mesada." La juez asintió y miró a la ayudante del fiscal del distrito. "¿Algo más?" "Sí, su señoría, si puedo?" "Puedes." Grace se sentó y se mordió el labio inferior nerviosamente cuando la abogada opositora, Ally Murphy, comenzó. Al igual que la juez Newsom, Grace también conocía a Ally. Pero su relación había sido más que amistosas colegas. col egas. Solo se habían visto dos veces y había sido hace dos años atrás, pero el recuerdo de su encuentro seguía estando tan fresco como una rosa matutina, lo que hizo que Grace se moviera incómoda en su silla. Ally no mostró ninguna incom i ncomoodidad, sin sin embargo, lo cual era de esperar, teniendo en cuenta su trabajo. Solo le había hecho un gesto cortés a Grace cuando entraron en la sala del tribunal. Uno al cual Grace había regresado y luego luchó con un sonrojo. ¿Por qué Ally tuvo que ser asignada a este caso? "Jake, dijiste que lamentabas haber robado en Pizza Shack?"


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"Sí." "Pero les robaste tres veces." Él suspiró. "Sí." "También perdiste veintidós días de escuela y huiste de la policía. ¿Es esto correcto?" Él miró hacia Grace, quien asintió, animándolo a decir la verdad. "Sí." "Así que realmente, es como dijiste, Jake. Solo lamentas tener problemas. Lamentas que te atraparon." "No — yo…" "Nada más." "Señoría, puedo volver a acercarme?" "Puedes." Esperaba que no fuera así, pero no tenía otra opción si quería mantener a Jake fuera de la detención de menores. "Jake, es verdad que solo has estado aquí en Phoenix durante seis meses?" "Sí." "Y estabas en Ohio antes de esto, ¿correcto?" "Sí." "¿Dónde vive tu madre?" "Sí." "¿Dónde está tu madre hoy, Jake? ¿Por qué no está ella aquí?" Su voz se quebró cuando mencionó a Gabrielle, su hermana menor. "Ella está — en rehabilitación." XWPColección: Página y Facebook

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"Ella ha estado en rehabilitación mucho, ¿no es así? Por drogas?" El tragó. "Sí." "Y cuando no ha estado en rehabilitación, ha estado en las calles, o en un paradero desconocid desconocido, o, ¿ verdad? verdad? ¿ Dejándote solo durante durante días a la vez?" Fue difícil para ella pronunciar las palabras. Solo recientemente descubrió descubri ó lo mal que que habían estado las cosas. Gabby siempre había sido buena para montar un espectáculo cuando la visitaba. Y su madre, que era mejor para barrer las cosas debajo de la alfombra que Gabby, siempre se había asegurado de mantener la casa a flote con el alquiler y la comida. Pero el resto se lo había dejado a un niño pequeño. Un niño pequeño solo. Él tragó saliva y asintió, apartando la mirada. "Tu madre ha sido adicta a la heroína durante muchos años, ¿no es así, Jake?" Su voz era suave. "Desde que puedo recordar." Dios querido, ¿había pasado tanto tiempo? ¿Cómo pudo haberlo pasado por alto? ¿Cómo pudo su madre haberlo ignorado? "Pero estás aquí ahora. Conmigo. Tu tía. Con suerte, podemos cambiar las cosas, ¿verdad?” El asintió. "Sí." "Por favor, dile a la corte por qué no te gusta la escuela, Jake. Las otras razones." "¿Tengo que hacerlo?" Ella asintió y avanzó. "Jake, has sido atacado en la escuela?" "Tía Grace," dijo. "Jake, por favor. Solo responde si o no." "Sí." "¿Allá en Ohio? ¿Fuiste golpeado físicamente?” "Sí."


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"Y después de eso no te ha gustado ir a la escuela, ¿o sí?" "No." La juez Newsom se aclaró la garganta. Obviamente había escuchado suficiente. "Por favor tome asiento." Jake siguió a Grace a su mesa y enterró su cabeza en sus manos. A menudo trataba de ocultar sus emociones, pero cuando aparecían tomaban formas de lo que ella veía ahora. Su cuerpo temblaba y comenzó a sudar. Ella le tocó ocó el hombro, hombro, pero él se estremeció y no levantó la vista. Si las cosas continuaban así, lo más probable es que él saldría corriendo de la habitación y se hiciera un ovillo para llorar. La juez Newsom habló. "Sra. Hollings, confío en que leíste el examen psicológico?” "Lo hice, su señoría." "Basado en esto y lo que he escuchado aquí hoy, tendría que sugerir que Jake ingrese a terapia y asista a un centro de rehabilitación supervisado." Jake tembló más fuerte. No. Por favor, no. "También tomé en consideración sus anteriores cargos por ausentismo escolar y horario límite en Ohio. Justo antes de que lo trajera, Sra. Hollings, Jake fue detenido por los servicios de protección infantil debido a un grave abando abandono en el hogar. ¿ Es esto esto correcto?" "Lo es," Grace respondió. Ella continuó. "Sin embargo, admite estos últimos cargos y, Sra. Hollings, como su tutora, está dispuesta a asumir la responsabilidad también?" "Sí, su señoría. Lo estoy y la tengo. Jake solo ha estado conmigo durante seis meses y todavía nos estamos conociendo mutuamente. Pero puedo asegurarle que es amado y cuidado aquí." "Muy bien, no veo la necesidad de que esto vaya a juicio. Sin embargo, estoy sentenciando a Jake Hollings a un rancho para chicos por un período de dos meses. Debe completar el programa y usar un brazalete de mon itoreo hasta que que se complete el programa. En ese momento, Jake regresará a la escuela y asistirá todos los días. Si falla el XWPColección: Página y Facebook

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programa o falla en ir a la escuela, Srta. Hollings, será puesto en detención juvenil. Entiende esto?” Grace colocó una mano sobre su espalda y él se sacudió. "Tienes que responderle." "Sí," él murmuró entre sus dedos. Grace sintió ganas de llorar. Un rancho para chicos? Estaba siendo alejado de ella? "Muy bien. Jake asistirá al Healing Soul Ranch todos los días durante dos meses. Regresará a casa con usted todas las noches, Sra. Hollings. Y luego irá a la escuela y regresará a casa por un período de seis meses. Después de Después de lo c lo cual ual él puede puede ir a la escuela y hacer lo que a él y a usted les plazca." Grace también colocó su cara en sus manos cuando se cerró el tribunal, pero lo hizo por alivio. ¡ Él podrá volver volver a casa! casa! Está hecho. Se terminó. Este caso la había preocupado mucho más que cualquier otro que alguna vez habí a enf rentado. rentado. Jake. Él iba a estar bien. Ella se levantó, recogió sus cosas, y cuando Jake se levantó, ella lo abrazó. ¡Él no estaba siendo encerrado! "Se acabó," ella dijo mientras él se ponía rígido debajo de ella. "Podemos irnos ya." "Incorrecto," él dijo, con los ojos distantes y fríos. "Tengo que ir a un rancho." Pero sus temblores se habían detenido y algo de color había vuelto a su rostro. Al menos no iba a colapsar sobre ella o huir y hacerse un ovillo. Ella tocó su rost rostro, tratando tratando de hacer que se concentrara, pero sus fríos ojos castaños evitaron los de ella. Ella lo sacó de la sala del tribunal y notó que, como de costumbre, nunca parecía estar contento. Lo había notado una semana después de su llegada. Nada lo hacía sonreír. Ni sonreír. Ni siquiera cuando le iba bien en sus videojuegos. Simplemente gritaba ‘¡Sí!’, Pero no sonreía ni decía nada más. Tampoco le gustaba que lo tocaran. Pero ella siguió intentándolo, sabiendo que él necesitaba amo r y af ecto. "Sra. Hollings?" Grace se giró en el vestíbulo principal para encontrar a un oficial que se dirigía hacia ella. "La Sra. Murphy quiere verle." "Oh." XWPColección: Página y Facebook

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"Vigilaré a Jake." Él asintió con la cabeza hacia él y Jake suspiró y se arrastró hasta una silla cercana. Alrededor de ellos, otros menores esperaban con sus seres queridos por sus audiencias. Ella lo sentía por ellos, sabiendo cómo era esa es pera. También se preguntó qué quería Ally. Grace siguió las instrucciones del alguacil y recorrió el pasillo hasta una sala de reuniones vacía donde llamó y entró. "Grace Hollings," Ally dijo, levantándose desde detrás de una mesa redonda. Su sonrisa era amplia y brillante y estaba tan bella como siempre con la piel bronceada, los ojos oscuros y el pelo largo negro. Su blusa color lavanda parecía acariciar su piel, y Grace olió su loción a medida que se acercaba. Ally le dio a Grace un beso prolongado y entrecortado cerca de su oreja. "Todavía tan hermosa como siempre," dijo, alejándose un poco. "Así como tú," Grace dijo. "Entonces por qué no nos seguimos viendo?" Ella sostuvo los codos de Grace, sus ojos bailando con intensidad. "No lo sé. Creo que somos demasiado ... " "¿Iguales?" Grace sonrió. "Algo así." "Pero disfruté nuestro tiempo juntas." "Yo también lo hice." "Deberíamos hacerlo de nuevo alguna vez." Grace asintió, pero dudaba que lo hiciera. Tenía que preocuparse por Jake. A pesar de eso, sin embargo, no se giró cuando Ally se inclinó y la besó suavemente en los labios. La agitó con su suavidad y calidez y por un segundo, anheló anhel ó más. más. "Tengo que irme," finalmente susurró mientras se alejaba. "Lo sé." Ally parpadeó y sus labios resplandecieron con brillo y restos de Grace. "Solo quería saludarte y desearte suerte con tu sobrino."


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"Gracias. Creo que la necesitaré." Ally se rió suavemente. "Lo harás bien. El lugar al que va a ir será bueno para él. Lo ayudará." "Eso espero." "Llámame alguna vez y cenaremos." Grace asintió. "O llámame si tienes más problemas. Conozco a algunas personas realmente buenas que pueden ayudar con Jake." "De acuerdo." "O llama ..." La besó de nuevo. Largo y suave, haciendo que las rodillas de Grace se debilitaran. "Si necesitas algo para ti." Grace luchó por recuperar el aliento para hablar. "Lo haré." "Bien." Ella retrocedió y apretó sus manos. "Adiós, Grace." Grace dio una media sonrisa y abrió la puerta. "Adiós." Caminó rápidamente por el pasillo, tocando sus labios delicadamente y presionándolos para cubrir cualquier rastro del brillo de Ally. Su sabor permanecía y descubrió que le gustaba bastante. Había pasado mucho tiempo desde que q ue la habían besado, besado, y reflexionó que lo otro también tardaría un largo tiempo en llegar. Reprimió una pequeña sonrisa y se centró en Jake. Él estaba desplomado en la silla cuando dobló la esquina. El alguacil se levantó y Grace sacudió gentilmente el hombro de Jake. Él se levantó de un salto y la siguió rápidamente hacia el automóvil como si no pudiera salir del lugar lo suficien suficientement tementee rápido. "¿A que se debió todo eso? ¿Va a venir detrás de mi otra vez?” él recitó. El sol era feroz y brillante, y Grace buscó a tientas sus lentes de sol en su bolso. Se los puso y abrió la puerta de su Mercedes sedán negro. negro. "No, solo quería asegurarse de que supiera que podía pedirle ayuda si era necesario." "¿Por qué?" Él cerró la puerta, se metió un audífono en la oreja y encendió su iPod. XWPColección: Página y Facebook

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"Le gustas." Y yo. "No necesito más maldita ayuda," Jake dijo, echándose hacia atrás y cerrando los ojos. Ella podía escuchar su música reproduciéndose a través de sus audífonos. "Todos necesitamos ayuda, Jake." Ella lo miró y luego hacia la carretera. "Todos lo hacemos."

Capítulo Dos " Ahí lo tienes, ahí lo tienes," Madison Clark gritó y luego silbó hacia el joven castrado mientras jalaba de la cuerda y lo guiaba por el corral. "Buen chico. Buen chico." El castrado, Guinness, tenía una prótesis de la pata trasera infer ior, ior, pero estaba pero estaba progresando muy bien, teniendo en cuenta. No cuenta. No podía estar más orgullosa, y la sonrisa s onrisa ardiendo en las mejillas se sentía bien. "Eso es chico." El día era cálido bordeando en caluroso por debajo de los noventa con el sol bajo y una agradable brisa agitando los árboles cercanos. Healing Soul Ranch estaba inquietantemente silencioso, y ella disfrutaba mucho su Domingo con sus caballos y perros. Lila, una de sus mezclas border collie, estaba trotando junto a Guinness. Se hicieron amigos rápidamente y Lila, en todo su glorioso pelaje blanco, se justificó a sí misma como la pastora del rancho. Ella, junto con sus hermanas Beamer y Flaca, prácticamente administraba la propiedad junto con Madison. Conocían la rutina, las órdenes y lo que se esperaba. Flaca, toda piernas y vivacidad, levantó la cabeza cuando Madison Madiso n volv volvió a sil bar. bar. Madison le dio cinco minutos más antes de que ella siguiera a Lila y a Guinness o fuera en busca de lagartijas corriendo por las flores silvestres. "Se ve bien, Maddy," Marv dijo, su amigo y mano derecha del rancho durante años, mientras se acercaba. "Me preguntaba si te vería hoy." "¿Me extrañas?" "Como el calor del verano." Él soltó una carcajada. "Lo supuse."


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Madison se centró en el caballo. "Sí, lo está haciendo realmente bien. Míralo como va." Ella aceleró el paso y el caballo castrado respondió ansiosamente, trotando en un gran círculo a su alrededor. Lila corrió hacia un lado del corr al al y jad jadeó, intentando intentando observarlo y darle suficiente espacio. "Su estructura está bien, los músculos tensos. Y mira ese pelaje. Brillando como el sol mismo," Marv dijo mientras acariciaba los rizos de su bigote. "Y por la forma en que maneja a esos chicos con una silla de montar, diría que está list listo." o." "Yo también." Ella sonrió y aminoró el paso y después de unos minutos más, lo acercó. Con su mano debajo de su hocico, besó su nariz y habló. "Buen chico, Guinness, buen chico. ¿ Estás listo para un nuevo hogar, muchacho? muchac ho? Un hogar para siempre? ¿Tal vez con dos niños, un gran rancho y dos mamás cariñosas? Él resopló y sacudió la cabeza. Ella se rió. "Eso pensé." A Marv le dijo, "Supongo que llamaré a los Kramer esta noche." Los Kramer lo habían estado patrocinando y ya habían dejado un pago para adoptarlo. Estaban esperando que ella les diera luz verde. Y Guinness era ahora definitivamente una luz verde. "Son buenas noticias," dijo, protegiéndose los ojos. Siempre fue su objetivo el que sus caballos fueran adoptados para siempre en hogares. Llegaron maltratados y rotos, y ella y Healing Healing Soul los enviaron sanados y amados. Así funcionaban las cosas, y los negocios habían sido gratificantes, por decir lo menos. "Esa es una gran noticia," Marv dijo, luciendo como siempre lo hacía en jeans oscuros de Levi's, botas de vaquero de cuero y una camiseta blanca. Cuando trabajaba normalmente usaba una camisa de manga larga abotonada para prote ger sus sus brazos brazos del del sol, pero en su tiempo libre prefería la camiseta blanca de James Dean. Su sombrero vaquero de ala ancha hacía lo mismo que sus camisas de manga larga, protegiendo su hermoso rostro de los rayos del sol. Ella pensó que se parecía mucho a Sam Elliott, con el pelo canoso, canoso descuidado y un bigote canoso rizado. Su sonrisa era amplia y sincera, y muchas mujeres lo consideraban más que guapo. Pero Marv estaba casado con la forma de ser un vaquero, y no parecía haber nadie en el mundo que pudiera frenarlo o cambiar eso. Ni siquiera ella y sus constantes peleas por encontrar a alguien. "Tendremos que tomar más fotos de él para el sitio web. Junto con su nueva familia." "Será interesante ver su antes y después," Madison dijo, acariciándolo. "Sí, lo hará. Ese pobre chico entró aquí pareciendo la muerte misma." Ella asintió y besó a Guinness otra vez, recolocando su máscara mosquitera después de hacerlo. La red de nailon cubría sus ojos y lo protegía a él y a todos sus caballos de las moscas; también ayudaba a protegerlos de los duros rayos ray os del s del sol. ol. XWPColección: Página y Facebook

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" ¿ Por qué no te te vas vas a casa casa,, Marv? Marv? Es Domingo. Sé que soy bonita, pero no soy tan bonita." A veces se sentía mal porque él siempre estaba allí. Era demasiado buen hombre para pasar los Domingos trabajando trabajando con ella. Él se rió entre dientes. "Eres tan bonita, cariño, pero estoy aquí por ese potro." "Bien." Ella se rió. Él simplemente no podía resistirse a un nuevo caballo en el día de llegada. El tipo grande y duro era un blandengue debajo y pensó que su corazón estaba hecho de cuero, tan resistente y duradero como el resto de él, p él, pero ero suave suave y flexible cuando era necesario. Él era un activo para su rancho de curación, uno que nunca podría reemplazar. Sus formas severas pero tranquilizadoras hicieron milagros en sus caballos y aún más en los chicos. Levantó su mano y él le arrojó un cepillo para usar en Guinness. "Él estará aquí en cualquier momento." "¿Que sabes?" "Bueno, no es bueno." Marv se paseó por el corral, con el peine curry en la mano, y se puso a acicalar a Guinness desde el otro lado. "Los dueños quitaron al potro poco después de que la madre murió. Solo lo dejé allí para morir justo al lado de su madre.” madre.” Ella odiaba el solo pensar en eso. Pobre potrillo. "Dulce Jesús." "Sí. Así que estaba desnutrido y descuidado, por decir lo menos." Él respiró, largo y lento. "Bueno, no es lo peor que hemos tenido." "No, no lo es." "¿Entonces él está bien ahora?" "Beverly le dio calostro y una intravenosa y todo eso. Se lo da en un biberón, pero todavía necesita bastante amor y cuidado." "¿Vas a ponerlo con una yegua?" "Estaba pensando en Mazey." Él sonrió. "Mazey es mi chica." XWPColección: Página y Facebook

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"Lo sé. Sabía que estarías contento." "Creo que lo hará genial." "Esperemos que el potro la acepte." Terminaron de cepillar a Guinness y lo llevaron a los establos. El sendero de losas que siguieron era liso y uniforme, enmarcado con flores silvestres y árboles. Palo verdes, mezquites y masillas masillas arro jaron jaron som bra muy necesaria sobre el camino y entre los corrales. Los robles y álamos estaban más cerca de la casa, elevándose por encima. Ella había invertido miles en los árboles cuando había adquirido las 121 hectáreas hace siete años. La sombra y la belleza que proporcionaban no tenían precio y sabía que los caballos también lo apreciaban; el sol de verano era brutal. Ella se deslizó en sus sombras y miró a un sol similar mientras el ruido provenía del camino. "Parece que él está aquí." Una camioneta con neumáticos dobles embarrada estaba jalando de un remolque y levantando polvo mientras conducía con cuidado hacia el rancho. Madison le entregó Guinness a Marv y saludó con la mano a Beverly, su amiga de de toda la vida, que finalmente detuvo la rugiente camioneta. "¡El rancho se ve genial!" Dijo, saliendo. "Gracias." Habían pasado algunos meses desde la última vez que había visto a Beverly, y había estado un poco agradecida por ello, sabiendo que ningún caballo había necesitado hogares desde su rescate hasta hace poco. Ninguna poco. Ninguna noticia noticia era era una una buena buena noticia cuando se trataba de Beverly. "Se ve mejor y mejor. Y tu también. Simplemente poniéndote mejor con la edad. Como esos vinos que coleccionas.” Los ojos azules de Beverly bailaron y las pecas en su nariz y mejillas lo parecieron también. "¿Estás diciendo que he envejecido?" Beverly saltó hacia ella para un abrazo. "Con ese pelo rubio corto sucio y esos ojos azules, serás una rompecorazones para siempre. Nunca envejecerás." "¡Ja!" "Se supone que debes decir, 'bueno, tú tampoco lo harás, Bev'."


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"Tampoco lo harás, Bev." "Cállate." Madison se rió. "¿Como has estado?" "Oh ya sabes, no me puedo quejar. El rescate está yendo bien y Bryce me mantiene ocupada." "¿Sigues intentando tener un bebé?" "Sí." Golpeó el brazo de Madison juguetonamente. "Diablo." "Eso no es lo que quise decir." "Por supuesto." "Va a suceder." "Eso espero." La tristeza superó a Beverly y su postura cayó un poco. Pero igual de rápido respiró hondo y se enderezó. "Venga. Muéstrame a mi nuevo chico," Madison dijo con una pequeña sonrisa. Beverly desbloqueó la parte trasera del remolque. Con gracia y cuidado, cargó al potro y lo puso de pie. Madison caminó hacia él y se arrodilló, sosteniendo ligeramente la cuerda alrededor de su cuello. Él apartó su rostro de ella y pateó una vez para escapar. "Bueno, esta estable en su vida." "Es muy luchador. Simplemente tu tipo." "Gracias." "Te encantan los luchadores. Siempre listos para un desafío, así eres tú, Madness." "Tal vez."


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Ella lo vio trotar un poco y encabritar la cabeza. "¿Cómo está él con los humanos?" "¿Aparte de mí? No mí? No tan bueno todavía. Es todo piernas y orgullo." "Sí, es simplemente tu tipo, está bien," Marv dijo mientras salía de los establos para unirse a ellas. "¿Luchador?" "No. Todo piernas y orgullo." "Ambos son tan graciosos. ¿Pueden verme reír?” Normalmente, a ella no le gustaban las bromas de su inexistente vida amorosa, pero con estos dos no le importaba. Ellos, junto con su mejor amigo Rob, la conocían mejor, y desafortunadamente, en su mayoría tenían razón. Princi palmen palmente. "Puede que tu no lo estés, pero nosotros sí lo estamos. ¿No es así, corazón?” Él le tendió una mano a Beverly y le dio un beso en la mejilla mientras ella lo abrazaba. "Le dije que es un luchador, como a ella le gusta." "No me gusta la lucha." Las mujeres enérgicas la volvieron loca. La terquedad y la exigencia incesante. "Estaba hablando de los caballos, Mandes." Beverly sonrió y medio abrazó a Marv. "Uh huh." "No lo estaba," Marv dijo, riéndose entre dientes. Madison negó con la cabeza. "Tú trabajas para mí, viejo." "No me lo recuerdes." "¿Podemos enfocarnos en el potro, por favor?" Marv gruñó y se colocó a su lado. El bebé estaba caminando por el camino, manteniendo su distancia. Su soga era larga y a ella no le preocupaba que se fuera corriendo, considerando que el establo estaba en un lado y ellos est aban en el otro. otro. "Se ve saludable." XWPColección: Página y Facebook

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"Sí." Una abeja cerca de un lecho de flores silvestres lo asustó y se lanzó hacia ellos. Madison se rió, emocionada por su salud y alegría. Considerado todo, se veía genial. Marv pareció pensar lo mismo cuando se s e arrodilló y le susurró cosas mientr mientr as as sostenía sostenía la cuerda. "Eres un chico guapo, ¿no?" Puso sus manos sobre su cruz (*) para tranquilizarlo. "Shh, eso es chico." Sus manos continuaron por su flanco hasta su vientre y luego de regreso donde él miraba sus dientes. Pero el potro se sacudió e intentó huir. "Me mordió," Marv dijo. "Sí, él hace eso." "¿Pensaste que sabías más, Marv?" "Sí, sí." Sacudió su mano. "Solo un mordisco. Se ve bien sin embargo. Saludable." "Debería," Beverly dijo. "Tenía una vía intravenosa y le dimos suficiente calostro para alimentar a un ejército." "¿Así que está comiendo bien?" Ella jaló de su gorra de béisbol con más fuerza. "Lo hizo por mí, pero no lo hizo por mi personal. Así que podría darte algunos problemas con el biberón. Tal vez quieras colgar uno o probar el cubo." Marv lo soltó y lo observó mientras trotaba, obviamente sin querer tener nada que ver con ninguno de ellos. "Luchador," Marv dijo, enderezándose. "Va a ser un pequeñín testarudo." Miró a Madison. "¿Quieres ponerlo en el establo con Mazey?" Madison asintió y comenzó a seguirlo cuando sonó su teléfono celular. "Marv, sigue." Lo sacó de su cinturón de cuero y lo abrió. "H y S (Healing Soul)." "Sí, es Madison Clark?" La voz era femenina y suave, pero segura con fuerza. Captó la atención de Madison de inmediato. "Sí." Se apartó de los establos para apoyarse en la camioneta de Beverly. (*) La cruz en zoología, y referida a los cuadrúpedos, es una prominencia situada en la porción anterior del espinazo.


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"Sra. Clark, mi nombre es Grace Hollings. Me preguntaba si podría hablar con usted de mi sobrino, Jake? Él comenzará allí mañana." "Por supuesto. Pero puedo devolverle la llamada dentro de una hora?” "Oh. Bueno, no, no puedo. Necesito puedo. Necesito entrar a la oficina. oficina. Necesito Necesito hablar con usted ahora." ahora." Madison parpadeó. Por eso, por lo general, no respondía los números no conocidos los Domingos. "¿Podemos hacerlo esta noche, entonces?" Ella realmente quería instalar al potro. "No. Mira, solo necesito preguntar si Jake puede entrar y salir del rancho todos los días." "¿Disculpe?" "Como él no se va a quedar la noche, pensé que podría tener un transporte o algo así." ¿Qué pensaba que era, un hotel? "No, lo siento, no hay transporte." "¿Hay alguna forma de que pueda enviarlo con alguien más? ¿Tal vez alguien que vive en nuestra área?” "Sra. Hollings, verdad?” "Sí." "¿Va a ser un problema para traer a Jake aquí todos los días?" "Obviamente, sí. Por eso estoy llamando. ¿Alguien puede llevarlo?” "No." "¿Por qué no?" ¿Estaba bromeando? "No puedo hablar sobre mis otros clientes y sus arreglos de vivienda, pero puedo decirte que no hay nadie." "Bueno, cómo todos estos niños te llegan todos los días?"


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"Si viven en casa, sus padres." Madison podía notar el ardor por la rápida ingesta de aliento que escuchó por teléfono. "No puede traerlo, Srta. Hollings?" "No, no puedo. Soy abogada y trabajo cerca del centro. Estoy en la corte algunos días, y tu rancho está cerca de Tonopah." "Bueno, estamos en la I-10. La mayoría de las personas logran trabajar mucho tiempo ya que los muchachos tienen que estar aquí a las seis y cuarenta y cinco cada mañana." "¿Seis cuarenta y cinco?" ¿No leyó el material? "Sí, señora. ¿No ha leído el folleto o los correos electrónicos que envié?” "Por supuesto. Yo — la mayoría de eso. Las seis y cuarenta y cinco es muy temprano.” Madison se rió un poco. Había tenido padres que no cooperaron antes, pero esta, tenía la sensación, iba a llevarse el pastel. "Sí, lo es. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para encontrarnos y mezclarnos con el sol por aquí. Comenzamos nuestros días temprano." "Supongo que sí." Hubo una larga pausa, y Madison pensó brevemente que podría haberse desconectado. Podía oír a Beverly y Marv hablando y riendo y se lo estaba perdiendo. Quería ver a Mazey con el potro. "¿Hay algo más que pueda hacer por po r usted usted, Sra. Hollings?" Hollings?" "Ah. Mmm no. Gracias, pero no.” Su sarcasmo rezumaba por el teléfono, haciendo que Madison hiciera una mueca. Se forzó a sí misma a sonar positiva. "Le veremos mañana, entonces?" "Si Dios quiere." "Pues buenas noches." La Sra. Hollings colgó sin una respuesta. XWPColección: Página y Facebook

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"Agradable señora." Cerró el teléfono y se dirigió al interior de los establos, todavía escocida por la conversación. Parte del programa en el rancho era inculcar la responsabilidad y la puntualidad a los niños. Haciéndolos llegar todos los días a las seis y cuarenta y cinco era importante cuando se trataba de infundir esas virtudes. Necesitaban virtudes. Necesitaban saber que las personas contaban con ellos y que estos caballos en recuperación dependían de su cuidado. cuid ado. Los padr es es que peleaban con ella no daban un buen ejemplo. Ella llegó al establo donde Mazey, uno de sus caballos rehabilitados, intentaba acariciar con la nariz al nuevo potro. Él se escabulló al principio, pero luego lentamente le permitió olerlo y alentarlo. Beverly estaba encantada y Marv estaba sonriendo de oreja a oreja. Hasta ahora todo bien, pero ella todavía estaba irritada con la Sra. Hollings. Tan irritada que no podía dejarlo ir. ¿Había hecho o dicho algo mal? "Déjenme preguntarles algo, muchachos," dijo. "Este es un rancho de curación, ¿verdad? Un lugar donde los caballos heridos y enfermos vienen a ser rehabilitados con la ayuda de hombres jóvenes que necesitan un poco de rehabilit reh abilitac ación ión conductual, conductual, cierto?” "Sí." "No somos de ninguna manera un hotel, ¿verdad?" Marv negó con la cabeza. "¿Ahora que? ¿Otro padre que quiere pagarte para que su hijo se quede toda la noche?” "No. Este quiere que proporcionemos un servicio de transporte." "Dios mío," Beverly dijo. "¿De verdad? ¿Estos padres hacen este tipo de cosas?” "Oh, no lo creerías." Madison apoyó los brazos en la puerta del establo y bajó la cabeza. Marv explicó. "Tuvo un hombre que intentó venderle a su hijo. A su hijo le gustó esto y pensó que Madison podría servirle la la ayuda permanente — “ "Y él quería dinero," Madison terminó por él. "Eso es terrible." "Es por eso que estos chicos están aquí. Mucho de esto es carencia para criar a los hijos." XWPColección: Página y Facebook

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Madison se acercó y acarició el delicado flanco de Mazey. Su piel se sentía áspera con pequeños parches de piel y cicatrices. Se retorció cuando Madison la rascó. Mazey resopló y sacudió la cabeza en señal de aprobación. Le encantaba cantaba que la rascaran y acariciaran, a pesar de los horrores que había vivido. Madison cerró los ojos y aspiró los olores del establo. Heno, avena, cuero, tierra, estiércol. Todo la tranquilizaba y la centraba. Agradeció a los dioses por estos animales y sus almas sanas y gentiles. Estos caballos habían sido maltratados, al igual que la mayoría de los chicos. ¿Qué le pasa a la gente? Ella se lo preguntaba casi todos los días y nunca encontraba sus respuestas. "Déjalo ir, Maddy, o te volverás loca," Marv dijo, transmitiendo una de sus frases favoritas. Él siempre podía decir cuándo ella estaba molesta. "No sé cómo tu no lo haces," Beverly dijo. Abrazó a medias a Madison y la sostuvo con fuerza. "Solo tengo que lidiar con los caballos. No puedo imaginar tener que preocuparme por los chicos también. Haces Haces cosas buenas. No lo olvides olvid es nun nunca." "Tú también," Madison dijo, sintiéndose bloqueándose mucho antes de que las lágrimas vinieran y la preocupación continuara. Tuvo que cerrarlo y dejarlo pasar, como decía Marv. Ocúpate de cada problema que surja y luego déjalo ir. Era la la única manera de mantenerse sano en Healing Soul Ranch. "Será mejor que me ponga en marcha. Bryce me está preparando la cena del Domingo." "Suena bien," Marv dijo. "Tienes un potro que atender," Madison dijo, forzándose a sí misma a sonreír. "Ah, él estará bien." Madison sabía que estaba bromeando. Se sorprendería si él no pasaba la noche cuidándolo. Ella esperaba que lo hiciera. Más y más últimamente encontró la soledad de su gran casa desalentadora. La hacía sentirse hueca por dentro, como como algo que era imposible de llenar a pesar de su intento. "Cierto. Probemos primero ese biberón," ella dijo. "Luego cenaremos."


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Madison siguió a Beverly hasta su camioneta y la observó meterse para recuperar toda la información que tenía sobre el potro. Le entregó el archivo. " ¿ Tienes todo lo demás que necesitas?" "Seguro lo tengo. Y Rob vendrá a revisarlo mañana." Rob no solo era su mejor amigo, también era un compañero rescatador y veterinario. Cuando se trataba de caballos, casi podía competir con Marv. "Llámame si necesitas algo." Beverly se enjugó una repentina lágrima. "No puedo despedirme de él o lloraré. Y pensar que solo lo tuve por una semana." "Lo sé." Madison le dio unas palmaditas en el hombro. "Ven la próxima semana y míralo." "Podría hacer eso." "Lo harás." Beverly sonrió. "Nos vemos, Madness." "Nos vemos." Se despidió agitando la mano mientras se alejaba, y Madison vio el polvo serpentear detrás de la camioneta de Beverly mientras salía. El sol parecía encontrarse con ella al final del camino, y Madison cruzó de regreso a los establos es tablos,, con la esperanza de que el potro se quedara con Mazey antes de que oscureciera. Pero la recibió el maldecir de Marv mientras llegaba al establo. "Maldito chico terco," dijo, inclinándose, la mano en la rodilla, el biberón goteando en la otra. "¿No quiere comer?" "¡No quiere comer! Ni siquiera se paró entre mis piernas." "Genial." Ella se rió suavemente. "Supongo que Beverly no estaba mintiendo." Mazey, sin embargo, sentía mucha curiosidad por el biberón y estaba lamiendo la leche que caía sobre el heno. "¿Crees que tendrás algo de suerte más tarde?" No lo había visto de primera mano, pero el potro había terminado e n el rincón rincón moviendo moviendo la cola y paseando, no estaba de humor para para quedarse quieto.


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"Lo dudo. Probablemente va a tomar algunos intentos." "Bueno, vamos. Tengo algunos frijoles pintos en la estufa. Tus favoritos." Se animó y levantó una ceja mientras reacomodaba su sombrero sobre su cabeza. "Sabías que venía, ¿no?" "Té conozco como una serpiente de cascabel conoce su cola." "Deberías." "Y también tengo tu cama hecha." Él refunfuñó y ella le dio una palmada en la espalda mientras salía del establo. "Maldita sabelotodo." "Soy la única mujer que necesitas." "Tienes razón en eso." "Y corazones se están rompiendo en todo Arizona esta noche." Él echó la cabeza hacia atrás y se rió. "Estoy seguro de que lo están. Estoy seguro de que lo están."

Capítulo Tres “Jake, vamos," Grace medio suspiró y medio suplicó. Estaba parada en la puerta mirando fijamente hacia el abismo de ropa, libros y estuches de videojuegos. "¿Qué?" Él estaba tumbado sobre su estómago en la cama, sus manos peleándose por un controlador de videojuegos mientras gritaba en un audífono. Sus pies cubiertos con calcetines patearon en el aire, mostrando el grueso brazalete braz alete de monito de monitoreo reo negro que tenía que usar. "Tenemos que volar a ese hijo de puta. No. Él. ¡Por allá, Imbécil!” "¡Jake!" Él se giró.


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"Son las once en punto. Tienes que dejar eso y acostarte." Ella le indicó que se quitara el audífono. "Ni siquiera has estado en casa," él dijo. "¿Y?" Al instante sintió la culpa de haberse ido al trabajo y haberlo dejado. Ella estaba bastante segura de que él también también lo sabía y estaba exagerándolo. "Lo siento, estoy en medio de este gran caso nuevo y —" "Parece que acabas de terminar un gran caso." "Yo — bueno, lo hice hace un par de semanas y fue muy importante y —" "¿Así como este lo es?" Presionó pausa y la miró. Su pelo rubio estaba desordenado y sus labios estaban manchados de rojo, sin duda del bote de Red Vines (Caramelo) que estaba devorando. "Sí." Frunció el ceño y volvió a su juego. "Me iré a la cama cuando haya terminado." "Jake —" "Tranquilízate, tía Grace. ¿No tienes trabajo que hacer o algo así?” Apoyó el codo en el marco de la puerta y suspiró de nuevo mientras se frotaba la frente. "Y dejarás de suspirar todo el tiempo," Jake dijo. "Si soy un maldito problema, me iré." "¿Qué? No. "¿Qué? No. Jesús, Jake, vamos." Ella decidió decidió cambiar de tema. "¿Cenaste?" "¿Cenaste?" Levantó el cubo de plástico de Red Vines. Quedaban unos diez. "¿Quieres algunos?" "No. Te dejé una nota en el refrigerador sobre los restos de espagueti.” "No lo quería." "¿Por qué no?" "Esta noche no estaba de humor para las mandolinas, tía Grace."


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"¿Así que tuviste Red Vines?" "Uh huh." "Un cubo de Red Vines," ella aclaró. "No todos. Te guarde algunos." "No es el punto, Jake. Necesitabas una buena cena. Vas a trabajar duro mañana." "Entonces comeré un buen desayuno." "De acuerdo. Ahora vete a la cama." "Lo haré pronto." "¿Que tan pronto?" "Pronto." Ella cruzó hacia el televisor y bajó el volumen. Los disparos y las explosiones cayeron en dulce silencio. "¡Tía Grace! Vamos." Levantó el control remoto. "No demasiado fuerte, necesito dormir." "Pensé que tenías trabajo." "No te hagas el listo." "Mejor que ser un idiota." "¡Jake!" "Está bien, está bien." Ajustó el volumen de nuevo. "¿Qué tal así?" "Bueno." "Bien."


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"Muy bien. Buenas noches." "Buenas noches." Ella cerró su puerta y luego la suya cuando entró en su habitación. La computadora portátil iluminaba la cama, su única amante atenta últimamente. Se quitó la bata y se deslizó bajo las sábanas. El suave colchón ortopédico le dio la la bienvenida, bienvenida, al igual que las sábanas frías y el edredón de plumas. Deseaba tanto quedarse allí y permitir que el sueño se la llevara lejos. Pero el caso llamaba y tenía más investigación por hacer. Si pudiera lograr otra gran victoria, ser socia estaría a tan solo un paso. No podía ceder a la fatiga ahora. Tenía que trabajar al menos dos horas más. "Puedo hacer dos horas. Demonios, he trabajado toda la noche antes." Pero ahora era diferente con Jake. Ignorarse a sí misma y a sus propias necesidades había sido bastante fácil, pero tener a alguien más a quien cuidar no lo er a. er a. "Pue "Puedo hacerlo, hacerlo, sin embargo. A ambos, sesenta horas semanales y a Jake. Soy una máquina." Era como Rogers la llamaba. Una maquina. Él y los otros socios de la firma la amaban. Ella era su chica prometedora, a la cual recurrir. Y no estaba dispuesta a dejar que eso cambiara. Apoyándose, alcanzó su computadora portátil y sus notas y comenzó. Una hora y media después, estaba profundamente dormida. 

"Jake." Grace lo sacudió pero él no se movió. "Jake, por el amor de Dios." Se había quedado dormida por veinte minutos y Jake estaba inconsciente en la cama, con los brazos colgando sobre el costado. La baba brillaba en su me jilla mientras levantaba la cabeza. "Jake, levántate. Llegaremos tarde." "Al carajo," dijo, incapaz de abrir los ojos. "No, levántate. Tienes que ir." "El juez puede besármelo." "Tampoco te dejarán dormir en el reformatorio, Jake. Ahora levántate." Él se quedó quieto por un momento y ella lo sacudió de nuevo. "De acuerdo, de acuerdo." XWPColección: Página y Facebook

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" ¡ No de acuerdos, solo levántate!" levántate!" Ella tropezó con la ropa para para llegar a su estéreo. Lo conectó, encontró metal pesado en su iPod y lo deslizó en el sistema. Fuerte, pesada batería rasgó por la habitación junto con estridentes riffs ri ffs de de guitarra. guitarra. Ella lo subió más fuerte mientras él cubría su cabeza con su almohada. Agarrando de su tocador, ella le arrojó un par de jeans y una camiseta en la cama junto con un par de boxers y calcetines. "No te olvides de lavarte los dientes y ponerte desodorante," le gritó. Cuando ella se giró se sintió aliviada de encontrarlo sentado. Le arrojó el desodorante en barra, lo vio buscarlo a tientas y se apresuró a salir de la habitación. Afortunadamente, había tomado su propia ducha la noche anterior, pero todavía tenía que darse prisa para vestirse. Inhaló el a roma de sus lociones lociones y perfumes mientras entraba en su cálido armario vestidor para buscar un conjunto. Se estaban reuniendo con el cliente hoy y tenía que verse atractiva, clásica y segura de sí misma. En días como estos siempre buscaba las faldas, sabiendo que sus piernas podían hacer el trabajo. Después de elegir una blusa de seda blanca sin mangas, una falda gris justo por encima de la rodilla y un blazer gris a juego, agarró la ropa, se quitó la bata y se miró en el espejo. "Oh," dijo al darse cuenta de que había perdido un poco de peso y un poco de sol de su piel. Su abdomen tenía los grabados laterales que tenía cuando estaba más delgada y su piel estaba tan pálida como la leche. El trabajo la hab ía mantenido antenido adentro, y volver a casa con Jake la había mantenido lejos de sus largos paseos vespertinos bajo el sol poniente. Su cabello rubio le llegaba a los hombros y sus s us ojos parecían más oscuros de lo normal y cansados. Tendría que hacer un gran trabajo de maquillaje en el auto esta mañana. Después de peinar su cabello en un moño apretado, se vistió rápidamente, omitiendo las pantimedias y optando por un blumer únicamente. Se subió la cremallera de la falda y se abotonó la blusa, luego se puso sus zapatos de tacon es de aguja negros negros favoritos para terminar su atuendo. Colgó su chaqueta sobre su hombro y fue a ver a Jake. Él estaba acostado de espaldas sobre la cama, vestido, con los pies apenas tocando el suelo. La música había sido apagada. "Jake," ella lo llamó. Él se sentó rápidamente y se frotó los ojos. "Vámonos." Él la siguió a la cocina. "¿Metiste un poco de agua como te dije ayer?" XWPColección: Página y Facebook

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"No." Ella negó con la cabeza y agarró una nevera grande y la empujó hacia él para que la llenara. "Tienes que hacer estas cosas, Jake." "Sí, sí." Ella echó un vistazo a sus tenis. Eran de un blanco inmaculado. "Te dije que teníamos que ir a la tienda y comprar la ropa y los zapatos adecuados; esos se van a ensuciar." "Diablos que lo harán," dijo. "Esto estará bien. Además, no soy un estúpido vaquero. No voy a usar botas." "Bien." Había intentado que fuera a comprar con ella, pero él se negó. Podría haber ido sin él, pero él nunca se pondría lo que no eligiera. Ella ya había aprendido esa lección de la manera más difícil. Se dirigió hacia el automóvil con su gran bolso bandolera, su bolso y su maletín en la mano. El desayuno se estaba convirtiendo en un recuerdo distante, casi como si ya no existiera. El sol recién estaba despertando, el cielo to davía gris azulado. azulado. El vecindario estaba en silencio, los pájaros cantaban suave y esporádicamente, como si ellos tampoco estuvieran todavía despiertos. Su casa parecía tranquila, con sus paredes de estuco beige y techo de tejas de color marrón oscuro. Los adoquines subían por la columna frontal y alrededor de las dos ventanas delanteras. El patio estaba perfectamente y con buen gusto muy cuidado, como los de todas las casas en el exclusivo vecindario. A ella le gustaba, pero de alguna manera se sentía vacía, como si el vecindario y la casa no fueran más que huesos. Solo cosas materiales sin carne en ellas y sin un corazón adentro el cual latiera. Trató de explicárselo a alguien una vez y la miró como si s i estuviera loca. ¿Huesos? ¿Carne? ¿Qué estas diciendo? diciendo? Ella rápidamente se dio por vencida. Pero ahora Jake estaba aquí y las cosas se sentían diferentes. Locas pero diferente. Salió del garaje y Jake salió deambulando en jeans con cintura holgada con perneras ajustadas. Una gorra de béisbol roja estaba colocada hacia atrás sobre su cabeza y llevaba una camiseta diferente a la que ella había escogido. La nevera de agua golpeó el suelo mientras la depositaba y entraba. Olía a colonia fuerte. Viajaron en silencio durante un largo rato y Grace se encontró pensando en Ally Murphy y su oferta. Se habían besado, incluso se habían besado en sus citas, y la cuestión física había sido buena. Pero Ally se sentía como todo lo demás. demás. Solo Solo huesos. huesos. Solo así. Sin embargo, recordó su propio cuerpo pálido y más delgado en el espejo e imaginó los dedos XWPColección: Página y Facebook

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largos y ágiles de Ally tocándola, bajando por su estómago hacia su — Jake comenzó a roncar junto a ella y su música chilló desde los audífonos de su iPod. "¿Qué estoy haciendo pensando en esto?" Ella se s e rió un poco. Pero, Dios sí, se sentiría bien el ser tocada. Había pasado tanto tiempo. Y ese beso no había sido malo. Había sido muy bueno en realidad. ¿O fue solo un cálido beso de una mujer cálida y disponible? "¿Importa?" "¿Eh?" Jake se sobresaltó. "Nada. Despiértate, sin embargo. Necesito tu ayuda para encontrar este lugar." Señaló la pantalla del GPS y le dio a Jake la dirección para que la introdujera. A él le encantaba trabajar y se sentó, interesado. Pero para su consternación, la dirección no se registró. "¿Dónde demonios está este lugar?" Jake preguntó. Ella apretó el volante y salió de la I-10. Dieron vuelta en un camino de granja y puso el auto en estacionar. El mapa del GPS no mostraba más que tierra sin marcar. Buscó a tientas las instrucciones que había impreso de su com puta com putado dora. ra. Tenían Tenían cuatro caminos más para buscar. Caminos de tierra. "Genial." Iba a causar estragos en el Mercedes. "¿Dónde?" Jake dijo por encima de su s u música. "No lo sé, Jake." Ella sabía que él realmente no podía oír, así que dijo lo que realmente pensaba. "Infierno. Está en el infierno." Continuaron y Grace giró por la carretera siguiendo las indicaciones de los mapas de Google. Se relajó un poco al menos habiendo encontrado un camino correcto. Pero pronto, mientras giraba hacia el siguiente, supo que est aba ma mal. Rodaron Rodaron por un estrecho y angosto camino, pasando por esporádicas casas con grandes puertas que no daban traspaso. El camino terminaba adelante. "Mierda, esto está mal." Siguió el camino hasta el final y hizo un amplio giro para estacionar. A su alrededor vio halcones deslizarse por el cielo de la mañana y las liebres


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se escabullían, ajenas a ser perseguidas. Dos coyotes cruzaron el camino por donde ella había venido, mirándola como si no les importara nada en el mundo. "¿Qué pasa ahora?" Jake se reavivó nuevamente. "Este camino es incorrecto. Es un callejón sin salida." Él agarró las páginas de ella. "¿Por qué siempre uso esos mapas en línea?" Dijo. "Y no me quites las cosas." "¿No recibiste indicaciones del lugar?" Jake preguntó, revisando los papeles mientras ella luchaba por recuperarlos. "Porque ella era grosera y no parecía querer ayudar." "Agradable. ¿Y me estás enviando a este lugar?” Ella consiguió el control de los papeles. "El reformatorio no suena mejor, ¿verdad?" "Podría." "No me quites cosas así, Jake," dijo de nuevo. "Te oí." "No lo hagas." "¿Por qué? No qué? No sabes lo que estás haciendo." "Porque es irrespetuoso." "No eso otra vez." "Lo digo en serio, Jake." "Bien. Pero realmente deberías saber lo que estás haciendo." Ella luchó discutiendo con él y también luchó contra las lágrimas ardientes.


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Ella estaba haciendo su mejor esfuerzo. No era su culpa que el mapa estuviera mal. Y él no era el único que llegaría tarde. A este ritmo, tendrían suerte de encontrar el camino de regreso a casa, y mucho menos el estúpido rancho. Miró a su alrededor en todo el desierto y la emocionante vida silvestre, ajena a ella como los conejos con los halcones. "Estamos en medio de la nada," él dijo en un tono más ligero. "Tal vez eso es lo que deberías haber escrito en tu t u Ma pQuest. pQuest. En En ninguna parte." "¿Por qué? Simplemente terminaríamos aquí." Él la miró y ambos se rieron, haciéndola sentir mejor. "No, en serio, tenemos que salir de aquí," ella dijo. Jake se encogió de hombros. Ella puso el auto en el camino. "Cierra tus puertas," ella dijo, sorprendida. "¿Por qué?" Señaló cuando un hombre que llevaba una escopeta se detuvo frente al automóvil. Grace sintió que su corazón le caía a los pies. "Ten." Lanzó el teléfono a Jake. "Llama a May. Dile que quizás nunca lleguemos a la ciudad." Jake se hundió en su asiento y presionó los botones del teléfono. Grace forzó una sonrisa y bajó la ventanilla cuando el hombre, que era mayor, se acercó a su puerta, con el arma apoyada a lo largo de su pierna. Para su alivio, él sonrió a cambio. "Oh, eres una mujer. De acuerdo," él dijo. "¿Te perdiste?" Sus dientes brillaban al sol, pero sus ropas y sus botas estaban polvorientas y gastadas, casi traslúcidas. "Sí, me temo que sí." "Pensé que podrías ser un federal o algo así. Por aquí afuera husmeando en un lujoso automóvil." "No, no un federal. Solo trato de encontrar un rancho.” Ella rió un poco nerviosa. Ella le entregó los papeles y él deslizó su arma bajo su brazo para mirar.


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"Aww, Healing Soul. He oído hablar de ese lugar. Está cerca, pero no está cerca." "¿Disculpa?" Jake comenzó a hablar con May por teléfono. "May, soy Jake. Vamos a morir.” Grace le arrebató el teléfono y lo tiró en el asiento trasero. "¿Puedes decirnos cómo llegar allí?" Él se frotó la barba incipiente y miró hacia el oeste. "Bueno, como dije, está cerca pero no está cerca." Grace se encogió. Está encogió. Está cerca pero no está cerca. ¿Puede ¿Pue de empeorar esta mañana?

Capítulo Cuatro Había algo sobre Abril en Arizona que despertaba y calmaba los sentidos de Madison. Los racimos de flores silvestres llenas con ricos colores saturados y revolvían su visión y sentido del olfato, mientras que la brisa fresca que se fil traba entre los árboles se deslizaba a través de su alma como la hermosa caricia de un amante siempre atenta. Le encantaban las mañanas y a menudo se levantaba de la cama mucho antes del amanecer para poder hundirse perezosamente en una silla Adirondack, tomar su café y ver salir el sol. A su alrededor, el desierto se estiraba y bostezaba, tratando de alcanzar el sol. Las mariposas y las abejas revoloteaban y merodeaban, el pasto bajo sus pies descalzos se haría más verde. Las flores se calentaban y emitían un aroma aroma fresco y fresco y penetrante. Y en algún lugar cercano, una lechuza se callaba y se agachaba para dormir. El desierto era mágico, y cada mañana le recordaba por qué había elegido abrir su rancho y trabajar allí mismo, en su casa. "Otro día, chicas, otro día." Sus perros levantaron la barbilla del pasto. Madison rascó la cabeza de Beamer mientras Flaca se levantaba y trotaba hasta el final del gran césped donde, con la nariz en el suelo, comenzó su búsqueda diaria de lagartijas. A menudo encontraba dos o tres y las perseguía intensam inte nsameente en la la maleza donde se sentaría y esperaría, con la cabeza ladeada, esperando ansiosamente que saliera una. Si Madison no la llamaba, se quedaría allí sentada durante horas, de vez en cuando tocando con la pata el borde de la maleza con la esperanza de que se alguna se suelte. La vida en el rancho Healing Soul continuaría a su alrededor, los caballos andarían alrededor por la propiedad, los niños reirían, los rancheros rancheros silbarían. Y allí se sentaría sentaría Flaca, ajena a todo. todo. XWPColección: Página y Facebook

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"Hoy no, chica," Madison dijo, levantándose de la silla. "Hoy las necesito a las tres." Soltó un silbido firme y corrieron al patio trasero para seguirla a la casa. Las patas hicieron clic en los pisos de pino mientras corrían haci a el do dormitorio rmitorio principal. Estaban acurrucadas en sus camas cuando ella entró, una tras otra, alineadas cerca de los pies de su cama, justo al lado de la gran alfombra con dibujos. Desde allí mirarían y esperarían mientras ella se duchaba y se vestía. Suponía que estaría bastante sola sin ellos, pero trató de no pensar en esas cosas a menudo. Cuando salió de la ducha y se secó, se puso un par de jeans gastados pero resistentes sabiendo que parecía la parte asumida de la vieja y simple vaquera. Con su constitución fuerte, camisetas desteñidas y botas de montaña, s e veía veía como como la chica enérgica trabajadora que la mayoría de la gente creía que era. El pañuelo azul que se deslizó sobre su cabeza tampoco ayudó a desalentar esa imagen. Pero tenía que ser práctica, y vestirse cómoda y efectivamente de esta manera era tan parte de ella como su vino y sus otros gustos más caros. Disfrutaba de la suave sensación de sus camisetas y de la facilidad de los bolsillos de sus jeans, grandes y acondicionados para albergar sus manos y sus guantes de cuero. Su vida se sentía de la misma manera, grande y acondicionada, un ajuste fácil a sus hábitos y gustos. Los perros se pusieron de pie cuando ella salió del baño, lista para irse. El sol se inclinaba a través de las persianas de madera y formaba un halo suavemente en su gran cama. Las mantas estaban en un montón en el centro donde se había h abía ac acurrucado urrucado la noche anterior, con el brazo y la pierna colgando como si estuviera abrazando a otra. Era la única forma en que dormía cómodamente, pero se negó a ceder y comprar una almohada del tamaño de un cuerpo. Hacer eso, lo sabía, sería admitir que necesitaba algo más, y eso era algo que una parte de ella no permitiría. No necesitaba nada más. ¿no? Apartando eso de su mente, siguió a los perros por el pasillo hacia la gran cocina abierta donde Marv se servía un café. "Llegas tarde," él refunfuñó. Su voz le recordó a su rastrojo. Siempre presente, algo susurrante, y solo una pizca p izca de de aspereza. aspereza. "Ya lo has dicho," ella dijo, volviendo a llenar su taza de antes. Ella le quitó la crema y la sacudió. "Usaste toda la crema." Él no pestañeó mientras tomaba un largo sorbo s orbo de su taza.


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"Ya lo has dicho." Ella sonrió encubiertamente. "¿Ya están aquí los chicos?" Al igual que en el dormitorio, el sol brillaba a través de las persianas de madera, rodeando la sala s ala de estar hundida con la luz blanca en un ángulo bajo. Se extendió a través de los los sofás, subió a su gigante chimenea de piedra e iluminó las fotos en su gran repisa de la chimenea. Ella amaba la luz de la mañana a esta hora del día, aparentemente en sincronía con su rutina. Marv gruñó un poco más y finalmente le respondió. "Nah." "Entonces no llego tarde." Ella le apretó el hombro haciéndolo sonreír. Él decidió atacar juguetonamente. "¿Cuándo vas a llenar esta lujosa casa con niños?" "No es lujoso, y nunca." "Es elegante, y por qué nunca?" "Es demasiado temprano para esta mierda, Marv." "Lo sé, así que deja de decirme idioteces y cuéntamelo." "Criaré una familia cuando tú lo hagas." "Tengo toda la familia que necesito, cariño." "Yo también." "Pendejadas." "Ya es la hora," ella dijo, dirigiéndose hacia la puerta de la cocina. "Cobarde." "Anciano." Él se rió y le abrazó los hombros con su fuerte brazo. "Te alimento con tu comida favorita, comparto una botella de vino de cien dólares y te acomodo para pasar la noche, y así es como me pagas."


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"Alguien tiene que echarte la bronca, y todos los demás tienen demasiado miedo." Los perros corrieron por delante de ellos y Marv los llamó. "Bribones." Siguieron el sendero de losas a lo largo del césped lateral hacia el camino de grava y más allá de eso, los establos. "No tienen modales. Igual que esos malditos niños a quienes ayudas." "Bueno, es por eso que estás aquí, Marv. Para enseñarles." "No les enseñaré nada a esos perros." Ella se rió, divertida, pero decidió cambiar cambiar de tema. " ¿ Cómo están los caballos esta mañana? Ese potro está bien?" "Está vivo y coleando. Estoy avanzando con él. Terco. No es bueno cuando tiene miedo también." "Te hace preguntarte, ¿no es así?" Ella preguntó mientras caminaba hacia los establos. "¿Sobre qué?" Él mantuvo el paso junto a ella. "¿Si los propietarios se quedaron el tiempo suficiente para maltratarlo?" "No me sorprendería. Probablemente estaban esperando que él también muriera. Menos culpa si muere de inmediato, poco después de la madre." Se dirigieron al primer establo y miraron hacia adentro. El potro yacía en la esquina y cuando los vio, inmediatamente se levantó de un salto y trotó nerviosamente de un lado a otro, manteniendo la distancia. Las pocas veces que hiz o conta contacto visual, visual, pateó un poco. "¿Comió esta mañana?" ella preguntó, aunque sabía la respuesta. "Diablos, no." "No me digas que eres el cobarde." Él no respondió, simplemente recuperó un biberón que obviamente ya había llenado y lo metió en sus manos.


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"Adelante, Wonder Woman." "No hay tiempo. Los chicos están llegando.” La empujó de regreso hacia él. "Solo quería echar un vistazo rápido. Si cualquiera puede hacerlo, tú puedes." Ella sonrió, sabiendo que tenía razón. "Es él o el grupo. Y tenemos un nuevo chico que viene viene hoy. Tu elección." Era todo una tontería. Solo que ella lo estaba haciendo pasar un mal rato y viceversa a primera hora de la mañana. De hecho, si no se molestaban mutuamente, ella se preguntaría si él estaba bien. Él sacudió la cabeza. "Eso es lo que pensé." Ella le dio unas palmaditas en el hombro. "Buena suerte." La llamó mientras miraba rápidamente a los otros caballos y regresaba de los establos. "Vas a necesitar ayuda con esos chicos. Tú lo sabes y yo lo sé." "Entonces ven a ayudarme." Él lo haría. Siempre lo hacía. Ella lo escuchó maldecir. "No me pagas lo suficiente como para hacer ambas cosas." "Entonces no hagas las dos cosas. Solo preocúpate por el potro." Probablemente había estado trabajando con él durante la última hora. Le escuchó decir algo sobre ser demasiado viejo para esta mierda y se rió mientras cruzaba hacia el camino de entrada. Por duro que fuera, había algo sobre la juventud y la inocencia de los potros salvajes que le llegaba a Ma rv. Sa bía bía que era similar con los chicos. Solo los potrillos parecían más indefensos y llegaban a Marv cuando los niños no podían. A medida que salía de los establos el polvo se elevaba en la distancia. Los muchachos solían llegar a las seis y cuarenta y cinco por su petición. A ella le gustaba registrarlos a las siete en punto, y efectivamente, una furgoneta de pasajeros y dos camionetas todoterreno entrenaban una tras otra. Siempre venían de dos en dos o de tres en tres porque su propiedad estaba tan ta n lejos lejos de la ciudad, ciudad, que la gente realmente no estaba segura de poder virar sola incluso con el letrero del rancho colgando en la cara. La divertía. Ella palmeó el sombrero de vaquero que se había quitado en el establo y se lo colocó en la cabeza. Luego vinieron sus sombras, que protegían sus ojos de los duros rayos UV y de las miradas buscando dominar de los problemáticos jóv enes. Esas mir adas adas a menudo eran más calientes y más pesadas que cualquier sol penetrante de Arizona en el que alguna vez


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hubiera estado. Pero se mantuvo firme, y cuanto menos podían ver de ella, menos podían entender. Hundió sus manos en sus bolsillos cuando llegaron la furgoneta y las camionetas. El polvo aún flotaba en el aire detrás detrás de ellos, casi como si estuviera demasiado ofendido ofendido por la perturbación como para asentarse. Después de ignora r el sal saludo de un conductor de una de las camionetas, ella sacó sus manos de sus bolsillos y cruzó sus brazos sobre su pecho. Los perros se acomodaron rápidamente a sus pies, las tropas esperaban una acción rutinaria. La gente salía lentamente de los vehículos. Cuatro jóvenes adolescentes. Dos chicos eran de uno de los hogares grupales locales. Los habían atrapado robando tiendas juntos. Los otros dos estaban allí por delitos similares, incluido el ausentismo escolar y destrucción en propiedad. Un chico, sin embargo, faltaba. Miró su reloj y comenzó a hablar, molesta por el chico que faltaba. "Reúnanse, por favor," dijo en voz alta y no excesivamente amable. Los muchachos corrieron directamente hacia ella, lo cual era muy diferente al primer día, cuando acercarse a ella parecía ser una ley no escrita para ’no ser agradable’. Se habían movido lenta e indirectamente, mirándose el uno al ot ro, nin ninguno de ellos de ellos quería ser el primero en alcanzarla. Era increíble lo que una semana podría hacer. Ella sonrió mientras todos recordaban quitarse sus gorras de béisbol y sus lentes de sol. "¿Puedo trabajar con ese potro?" "¡Yo también!" Ella levantó una mano. "Todos tendrán la oportunidad de ayudar con el potro. Mientras tanto, registren su entrada, hagan sus tareas habituales y luego informen a Marv.” Obviamente habían estado prestando atención el Viernes por la tarde cuando le había mencionado a Marv sobre la llegada del potro. "¿Tendremos que alquilar una yegua mamá para eso?" Uno de los muchachos preguntó. "Sería considerada una yegua nodriza, y no, espero que no tengamos que hacerlo." El chico agarró su bolsa de almuerzo en su pecho. "¿Puede comer manzanas?" "No, idiota, es un bebé," el chico más bajo dijo. "Oye." Ella lo miró fijamente. "Eso es un día extra limpiando el estiércol de los establos."


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Él sonrió. "De acuerdo. Quiero decir, sí, señora.” Los otros chicos se rieron. Esto sucedía a menudo. Los chicos terminaban amando el rancho y el trabajo. "Si también lo llamo un idiota, puedo tener una tarea adicional con ese potro?" "No." "¿Por favor?" "¿Quieres correr vueltas?" "No, señora." "Entonces cuida tu boca. Además, el potro es muy agresivo en este momento. Pero Marv está trabajando con él. Todos tendrán la oportunidad de trabajar con él, lo prometo." "No soy un idiota. Solo pensé que le gustaría mi manzana. A los otros les gustan las manzanas. Y zanahorias. Y — " "Lo sabemos." "Basta, chicos. Repasemos la agenda de hoy." "¡Es el potro! Esa es la agenda." "Tú, da una vuelta." Apreciaba su entusiasmo, pero se estaban volviendo demasiado bocones. Sus hombros cayeron junto con su bolsa del almuerzo. Se fue corriendo alrededor de la casa del rancho y los establos, con sus botas de trabajo trabajo de punta de acero de aspecto pesado. Todos se pararon y observaron, lo cual eran las reglas. Si un chico corría, los otros ya sea corrían con él o se quedaban mirado. La mayoría no había corrido en días. Se habían agotado después de las primeras tres veces y decidieron escuchar en cambio. Era una idea que había tomado e implementado de su amigo Rob, y era el objetivo del rancho. El duro trabajo físico ayudaba a domesticar a un chico salvaje. Agotarlo físicamente y su mente se abrirá. El chico se inclinó y luchó por respirar el aliento cuando regresó. "¿Estás bien?" Madison preguntó, queriendo estar segura.


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"Sí, señora. No señora. No tan malo como las dos primeras vueltas que me hiciste dar la semana pasada." Se enderezó y le sonrió. sonrió. "Me alegra oírlo. ¿Estamos listos para la agenda de hoy?" Se reunieron alrededor de ella con entusiasmo, pero otra interrupción se acercaba desde el camino. Un sedán estaba destrozando la tierra, dirigiéndose directamente hacia ellos. Madison observó, preguntándose quién demonios dem onios conduciría conduciría tan rápido e imprudentemente por ese camino. Los chicos se volvieron para mirarla. "¿Quién es ese?" "Supongo que es el chico nuevo." "Deberías hacerlo dar vueltas por conducir así." Ella se quitó los lentes de sol. "Mejor que no sea él manejando. Es menor de edad." El auto se deslizó a una parada a menos de tres metros de ellos. "Llega tarde. Aún así debería correr," otro niño dijo. La puerta del conductor del Mercedes negro se abrió y salió una mujer. Madison sintió que tragaba con un deseo sorprendente mientras los tacones altos y las piernas largas eran seguidos por una mujer rubia sorprendentemente her mosa. A mosa. Aunque unque tosía y agitaba las manos ante el polvo que se había levantado, seguía siendo una maravilla en su ajustada falda gris y su chaqueta corta a juego. Ella luchó por caminar sobre la grava en sus tacones. "Mierda," un chico dijo en voz baja, no estaba segura de cuál. "Esa es una mamá sexy." "Haz una vuelta," Madison logró decir, sus ojos todavía muy abiertos. Los chicos gruñeron, sabiendo que tendrían que mirarlo a él en lugar de a la mujer. "Todos ustedes den una vuelta." "Aww, hombre." "Que sean dos." Los gruñidos desaparecieron y la mujer se aproximo a Madison. Extendió su mano después de acomodar mechones sueltos de su pelo rubio detrás de sus orejas. Se quitó los


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lentes de sol y Madison hizo lo mismo. Los ojos castaños claros se encontraron con los de Madison. Ojos que le recordaban a los de un cervatillo. "¿Eres Madison Clark?" Madison sintió una sacudida cálida y agradable cuando sus manos se conectaron. La mano de la mujer era más pequeña pero fuerte. "Sí." "Grace Hollings. Y esto es — " Se giró hacia el automóvil, pero nadie se había movido. Al instante, Madison recordó la llamada telefónica y su palpitante corazón pasó a un llameante pecho. "Llegas tarde," Madison dijo. Grace se volvió hacia ella. "¿Lo soy?" "Sí. No "Sí. No dejes que ocurra de nuevo." Ella estaba luchando por el control y automáticamente se lanzó al ataque, demasiado asustada para ser amistosa. "Me perdí. ¿No me pueden dar una segunda oportunidad o algo así?" Ella sonrió, pero era tensa con notable agresión. "No jugamos golf por aquí, pero la tienes." "Está bien, entonces." Se volvió hacia el automóvil y gritó. "¡Jake! ¡Sal ¡ Sal de ahí!” La puerta del coche se abrió lentamente y Grace se giró y estaba hablando con ella otra vez. "No creerías la mañana que hemos tenido. Los malditos mapas mapas en línea línea nos llevaron 8 kilómetros por el camino equivocado. Nos encontramos con un hombre que protege su tierra con un arma. Este lugar está en medio de la nada. Honestamente, es un dolor en el culo llegar aquí." Madison no estaba segura de qué decir. ¿Se suponía que era su culpa? Y un hombre con un arma? ¿Qué? Ella tenía varias y la mayoría de la gente de por aquí, pero Grace sonaba como si estuviera amenazando. Ella apretó su mandíbula. "Ahora lo sabes. Puedes planearlo mejor la próxima vez. ¿Y tal vez evitar al hombre con el arma?”


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"¿Eres una especie de vaquera grosera o algo así?" Ella la miró con esos ojos como miel dorada. Ouch. Ouch. Madison apretó su mandíbula y consideró pelear con ella. En cambio, se encontró parpadeando con incredulidad. Ningún padre había sido tan grosero con ella. Grace Hollings continuó. "Bueno, soy abogada y mi sobrino sobrino tiene orden judicial judicial de estar aquí. De lo contrario yo —" "Lo tendrías en algún lugar más cerca de casa. Entiendo.” Madison se acercó rápidamente a Jake, que finalmente había salido del vehículo. Él se quedó mirándola con ojos inmunes, jeans holgados, tenis altos y una camiseta. "Jake, soy Madison Clark. Bienvenido a H y S. Haz una vuelta." "¿Qué?" Miró a los niños que corrían cerca. "¿Por qué?" "Porque llegas tarde." "¡Esa no es mi culpa!" "No importa." "¡Tía Grace!" Él se acercó a ella. "Dile que no es mi culpa." "Realmente no lo es. Nos perdimos." "Tenías indicaciones." Grace negó con la cabeza rápidamente. "Tenía indicaciones de Internet." "Te enviaron indicaciones por correo electrónico. También hay un mapa en el folleto." "Esta bien, lo que sea. Es mi culpa, no la suya." "No importa." Se acercó a ellos. "Antes de correr, quítate el iPod y deshazte del teléfono. Ninguno de los dos está permitido aquí. Y espero que hayas traído pantalones ajustados y botas de punta de acero. Estaban en la lista." "¡Tía Grace!" Él dijo de nuevo.


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Grace extendió sus manos para su iPod y el teléfono y dijo, "Te compraré las cosas esta noche. Intenté decírtelo ayer, pero te negaste a escuchar." "¡Porque esto es una mierda!" "Son dos vueltas," Madison dijo en voz alta. Los otros chicos terminaron su carrera y entraron respirando pesadamente. Le dieron a Jake un vistazo y negaron con la cabeza lentamente. Jake sacó su pecho a pesar de que parecía que podría ponerse a llorar. "Chicos, empiecen con sus tareas matutinas y luego informen a Marv." "Sí, señora," dijeron al unísono, recogiendo sus almuerzos a medida que avanzaban. "Escuche, Sra. Clark," Grace comenzó. Madison se quedó mirando a Jake, quien finalmente salió corriendo a paso lento. Ella lo miró de cerca, sabiendo que no había llegado a él. Ni por asomo. Pero él no lloró. Nunca se limpió la cara. Ni una sola vez. "Lamento lo de hoy. Intenté levantarlo a tiempo. Intenté comprarle las cosas que pediste —“ "Entonces por qué no lo hiciste?" "Porque — " suspiró. "Jake es difícil. Es por eso que está aquí." "¿Quién es el adulto? ¿Tú o él?” "Yo, pero — " "Sin peros. O aparece a tiempo con la vestimenta adecuada o está fuera." "La corte le ordenó — " "Lo reportaré como un fallo al completar el programa para el juez." "¿Por los zapatos?" "¿Y los pantalones y la hora? Sí. Lo he hecho antes."


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"Me encantaría ver eso. Especialmente porque conozco a la juez." Se miraron la una a la otra y Madison estaba enojada, no solo por la actitud de Grace, sino porque la encontraba físicamente físicamente atractiva. atractiva. ¿ Cómo podía haberse sentido atraída por una mujer así? ¿ Y por qué diablos no podía hacer que se detuviera? "Entonces tal vez ustedes dos puedan pensar en algo más." Sí, deshacerse de ella. Ya sea por el día o para siempre. Entonces Entonces Madison podría controlarse. controlarse. Grace se cruzó de brazos y se paró como Madison. Cautelosa. "Puede que tengamos que hacerlo." Observaron a Jake correr, caminar, correr y caminar. Cuando finalmente terminó, trastabilló hasta ellas y vomitó. Grace se apresuró al automóvil y agarró un gran bote de agua. "Tienes suerte de que al menos insistí en esto," le dijo, entregándoselo. Dio un trago y se tocó un punto obvio en el costado. "Eso apestaba. Este lugar apesta." "¿Te gustaría dar otra?" Él escupió. "De ninguna manera. Puedes olvidarlo." "Entonces cuida tu boca." Él echó un vistazo hacia Grace. " ¿ No podemos simplemente irnos? A la mierda este lugar. Huele, ella es malvada, y está en medio del maldito desierto." Grace apartó la mirada, obviamente incómoda. "No tengo más tiempo para perder," Madison dijo. Comenzó a alejarse. "Espere. Sra. Clark, por favor. Espere." Madison oyó crujir los tacones en la grava y aminoró la marcha y se giró. Grace cayó en un rápido movimiento, una pierna se levantó seguida rápidamente por la otra. Madison extendió la mano y la tomó del brazo justo a tiempo. La levant levantó fácilmente fácilmente y la estabilizó.


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"Jesús," "Jesús," Grace murmuró murmuró y enderezó enderezó su ropa. " ¿ Alguna Alguna vez oíste sobre el concreto?" concreto?" Cuando Madison no respondió, dijo con vacilación, "Gracias." Madison asintió, luchando contra un rubor. Grace era ágil y cálida, y ahora podía olerla. Gardenia y algo más cálido, más oscuro, algo acariciando su interior probablemente de la forma forma en que los dedos largos y delicado de licadoss de Grace Grace se sentirían. "Necesito que Jake esté aquí. Él — yo —“ Ella suspiró de nuevo. "Ha estado conmigo durante seis meses y no puedo controlarlo. Siempre parece estar en problemas y no escuchará nada de lo que le diga. Está aquí o en deten ción ju ción juvenil, venil, y no y no quiero ver que termine allí. Es un buen niño, mi propia sangre, y yo solo —“ "Necesitas ayuda." Sus ojos se dispararon hacia los de Madison. "Sí." Madison había escuchado todo esto antes, pero por lo general podía verlo por lo que era. La mayoría de los padres en estas situaciones solo querían entregar a sus hijos, completamente indefensos y sin esperanza. Y mientr as mientr as Gr ace ace insinuaba insinuaba eso, Madison esperaba esa chispa de amor que escuchó en su voz cuando se refirió a Jake como su propia sangre. Esa chispa de amor sería su punto de partida, su base para lo cual todo lo demás sería construido, derribado y construido de nuevo. "Tráelo aquí." Jake se acercó a ellas lentamente, con la cara roja, todavía sorbiendo el agua. "¿Sí?" Madison comenzó a hablar. "El tiempo es esencial aquí. Así que llega quince minutos antes de registrar entrada todas las mañanas. Eso significa seis cuarenta y cinco. Si llegas tarde, corres. Una vuelta por cada minuto." "Pero — " "Sin peros. Además, cuando hables con cualquier adulto por aquí, respondes con señora o señor, y siempre te quitas la gorra y los lentes de sol para para hacerlo. ” Esperó a que él entendiera la indirecta. Grace tuvo que decirle y él se bu rló mie mientras ntras se quitaba se quitaba la gorra.


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"Esto muestra respeto, y debes hacerlo por cualquier adulto. Sin embargo para obtener mi respeto o del resto del personal, este debe ganarse." Él no la miró por un largo rato, simplemente cambió su peso y escupió. "Puedes elegir obedecer estas reglas o no. Si no obedeces las reglas, corres." "¿Qué pasa si me niego a correr?" "Entonces estás fuera. Bien podrías irte ahora." "Bien, entonces." "Jake — espera. Jake, tienes que quedarte. Es esto o el reformatorio." "No me importa." Pero Madison podía ver que la idea lo preocupaba un poco. "Si no quieres realizar mi programa, entonces puedes irte. Ya sea con ella, o si ella se niega a permitir que te vayas, puedes caminar. Pero está a kilómetros y kilómetros de la ciudad. Y hace calor hoy. Y le prometo que si te v as por por su cuenta, cuenta, el sheriff será notificado y se te considerará ausente sin permiso y serás arrestado." Grace jadeó y tocó su delicada garganta. "Jake, tienes que quedarte." "Bien. Jesucristo." "Da una vuelta." "¿Qué? Oye, vete a la mierda." "Esa es otra." "¡No puedo correr tanto!" "No he terminado del todo." Echó un vistazo a los establos donde los otros muchachos se arremolinaban para hacer sus tareas. Marv le estaba mostrando a un chico cómo bañar adecuadamente a un pequeño pony. " ¿ Ves a ese hombre? Ese es Marv. Después de revisar conmigo la agenda todas las mañanas, marcarás la entrada con Marv en los establos y marcarás la salida allí todas las noches. Ahora, Marv es tan malo y tan duro como parece, parece, igual que yo. Así que no debemos ser desobedecidos bajo ninguna circunstancia. Estos caballos con los que


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trabajarás son especiales. Han sido lastimados, maltratados, abandonados y descuidados. Algunos están enfermos. Algunos están débiles. Todos deben ser tratados con respeto y dignidad. Necesitan tu amabilidad y empatía empatía tanto como necesitan tu atención constante." Él hizo una mueca pero luego se suavizó muy levemente. " ¿ De verd verdad ad?? ¿ Ha Hann sido sido lastimados?” Era lo que ella amaba ver. El niño tenía esperanza, y lo acababa de mostrar. "Algunos de ellos, sí. Así que soy muy protectora con ellos y necesito que tú también lo seas." Presionó sus labios pero no respondió. Finalmente, él asintió. "Bienvenido a Healing Soul. Comienza con esas vueltas." "¿Disculpe?" Grace preguntó mientras Jake salía en un lento trote. "¿Qué exactamente estará haciendo?" "¿No leíste el folleto o los correos electrónicos?" Grace estaba en verdad perdiendo el tiempo y agitándola seriamente de una forma que le resultaba inquietante y preocupante. "Lo hice, pero podrías repasarlo? Él se — lastimará?” "No si sigue las reglas. Y usted firmó la exención por lesiones." "¿Y cuáles son las reglas? ¿Exactamente?" ¿Exactamente?" "Jake las aprenderá hoy." Grace dio una risa agradable pero obviamente frustrada. "¿No puedo saberlas?" "Puedes. Jake debería ser capaz de recitarlas cuando lo levantes a las cuatro. Ahora, si me disculpas, tengo un rancho que dirigir." "¿Qué hay con el almuerzo?" Grace preguntó. "Lo tengo en el auto. Tendrá la oportunidad de comérselo?” "El almuerzo es a las once en punto. Como está escrito en el folleto y en los correos electrónicos que debería haber recibido, si su hijo trajo el almuerzo, lo guardará en un refrigerador hasta la hora de comer. Si no lo hizo, enton ces pue puede comer comer nuestro almuerzo


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por tres dólares y cincuenta centavos. El agua es la única bebida permitida y se les permite beber durante todo el día. Tienen la opción opción de té helado en el almuerzo." almuerzo." " ¿ No hay Monster? Monster? ¿ O Rockstar? Rockstar? (Bebidas (Bebidas energéticas) energéticas)"" Ella se rió, pero se detuvo cuando Madison no lo hizo. "Correcto. De acuerdo." Madison se giró, habiendo tenido suficiente. "Te veo a las cuatro en punto." "Sobre eso. Tengo que trabajar hasta tarde algunos días y no puedo —“ "Cuatro en punto." Grace gruñó, "Sí, señora," y se fue furiosa al automóvil. Agarró el almuerzo y lo dejó junto al agua de Jake. Entonces, Entonces, "¿Qué pasa si Jake se lastima?" lastima?" "Tengo tu número en el archivo. Te llamaremos." Madison a menudo se preguntaba dónde estaban estos padres preocupados cuando sus hijos entraban o salían salían o robaban autos o no iban iban a la escuela. ¿Dónde estaba Grace? ¿En la corte? Con los clientes? En la hora feliz? Hizo una n ota me mental par a repasar el archivo de Jake de nuevo. Ella quería y necesitaba saber más. "Que tengas un buen día." Madison inclinó su sombrero hacia Grace y se dirigió hacia los establos. Jake la siguió, habiendo terminado sus vueltas. Lila lo saludó y luego corrió hacia Grace, quien caminaba rígidamente hacia su auto. El perro se sentó y observó mientras ella se alejaba a toda velocidad, y Madison se preguntó si era posible algún tipo de pastoreo cuando se trataba d e Jake y Grace Hollings. Grace Hollings.

Capítulo Cinco “Acabo de conocer al diablo,” Grace dijo mientras finalmente entraba hacia la carretera para alejarse del rancho. "¡ " ¡ Y ugh, ella vive en el infierno!" Bajó la ventanilla, sintiendo que necesitaba ser llevada por el viento sin polvo. "Cálmate, y ahora qué? ¿Conociste al diablo?” Era May, la buena amiga de Grace y su antigua colega. Su voz era fuerte y clara en todo el automóvil, viniendo por las bocinas. Grace le había llamado llamado para decirle que que iba a llegar ll egar ta tarde. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Ese rancho al que tenía que llevar a Jake? Ella lo dirige y es una pesadilla." "¿Ella? ¿Es linda?” "Para." "Te tiene toda alterada. Debe ser." "Es grosera." "¿Y tu no? Por favor, Grace Marie. Haces que los jueces desalmados se orinen en sus trajes." "Eso no es difícil de hacer." "Ja. De todos modos, ¿ cuándo estarás aquí? Necesitamos prepararnos para esa reunión con el cliente." "Dame cuarenta y cinco minutos. Estoy cerca del maldito Tonopah." "Lo tienes. Es morena? ¿ La mujer diabólica? Sé que te encantan esas morenas. Y si es alta, no me importa si elle es Satanás, ni siquiera tú podrías resistirte." "Adiós, May." Terminó la llamada y subió s ubió sus ventanillas. Mientras arreglaba con los dedos los mechones sueltos de su pelo, comenzó a hablar sola, tal como hacía a menudo en el camino al trabajo. Solo que hoy, su monólogo no tuvo nada que ver con el trabajo o con Jake. "Así que es atractiva. También lo son los animales salvajes. No significa nada. También tiene increíbles brazos, piernas y ojos ... " Negó con la cabeza. "Su boca es horrible. Tan grosera. Y esa ropa? Santo cielo, ha sido arrastrada d etrás de de sus ca ballos? Aún así, se adaptan bien y el trabajo debe ser muy sucio. Ugh, probablemente coma con sus propias manos, se limpie los dientes con un cuchillo y se rasque al menos tres veces al día frente a los demás. Hmm ... me gustaría ver eso. Tiene un buen trasero." Ella se miró en el espejo retrovisor. "¿Acabo de decir trasero? Dios, lo estoy perdiendo. Contrólate, Grace. Se rió suavemente. Contrólate, Grace. Ese era el dicho favorito de Gabby. Grace sintió que su estado de ánimo cambiaba como si las nubes hubieran rodado sobre s obre el Mercedes. Se sentía gris, más de lo habitual. Gabrielle estaba en rehabilitación por tercera


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vez. Grace esperaba que fuera su última vez. Ella y Jake no podían soportar mucho más. La heroína era un monstruo y le había robado a Gabby años atrás. Y, sinceramente, Grace no sabía cómo había sobrevivido Jake tan bien como lo hiz hizo. Debería Debería haberla visitado más, insistir en que Gabby y Jake se quedaran con ella. Al menos podría haberlos vigilado mejor a ambos. Pero Gabby había sido obstinada, permaneciendo en Ohio hasta hace seis meses cuando los servicios de protección infantil llamaron a Grace para informarle que Jake estaba bajo su cuidado y que Gabby había desaparecido. "No sé cómo él lo hizo," dijo en voz baja. "Pobre Jake. Ella simplemente se fue. Quiero decir, se levantó y se fue. O tal vez simplemente no volvió a casa. No casa. No lo sé. Probablemente nunca lo sabré. Es posible que Gab by Gab by ni siquiera siquiera lo sepa. No importa ahora de todos modos. Fui a buscar a Jake. El investigador privado encontró a Gabby. Ella está en rehabilitación. Mamá está en negación como de costumbre. Me estoy encargando de las cosas. Debería haber hecho un mejor trabajo, pero qué más hay de nuevo? Gabby limpia su desorden cuando la visito y luego hace uno nuevo tan pronto como me voy. Ha sido así por años. Debería haberme llevado a Jake. A pesar de su negativa a venir conmigo. Debería habérmelo llevado y demandado por la custodia. Mamá no iba a hacer nada nada y Gabby no me habría detenido. detenido. ” Se quedó en silencio por un momento. "Él se habría escapado. Eso es exactamente lo que habría hecho.” Se le escapó un largo suspiro y permaneció en silencio durante el resto de su viaje. Cuando llegó al edificio de su oficina, todavía se sentía sucia, así que entró al amplio y excesivamente amarillo pálido baño de damas y gimió ante su reflejo. "No es de extrañar que la vaquera fuera tan grosera. Me veo como un troll emperifollada." Con un movimiento rápido de sus dedos, liberó su melena rubia y la cepilló, luego la ató en un moño apretado. Se enjuagó la cara y rehizo su m aquillaj aquillaje. e. Luego Luego se quitó la ropa y roció un poco de perfume. Sintiéndose solo medio troll, finalmente salió del baño y se dirigió a su oficina. El personal la saludó, al igual que algunos de los socios. El día parecía estar en pleno apogeo y se sintió un poco avergonzada de entrar después de las ocho. "Puntos por llegar tarde," May dijo, girándose en la silla del escritorio de Grace. "Lo sé, lo sé." Grace cerró la puerta e inhaló el cálido olor a vainilla de su oficina. "Evité el contacto visual como si le hubiese disparado a mi sofá o algo así esta mañana." "¿Tu sofá?" "Si, ya sabes. Dispararle a algo y sentirte culpable por eso?” "Nunca escuché eso." XWPColección: Página y Facebook

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"Bueno, no estaba a punto de decir perro, ¿verdad?" "Uf, acabas de hacerlo." May deslizó las carpetas y golpeó con un lápiz una libreta amarilla. "Te ves elegante como siempre. Definitivamente atuendo de rancho." "Cállate. Realmente me gustaba este atuendo antes de hoy." Se quitó la chaqueta y se frotó los brazos desnudos. Su cárdigan se sentía tentadora y segura mientras se la ponía sobre los hombros. "Oh Dios, mis zapatos." Se los quitó y sacó un trapo del cajón de su escritorio. Los limpió rápidamente y luego los volvió a poner en sus pies. "Casi los arruinó. Ella tiene todo el camino en grava. ¡Grava! De todas las cosas. Y todos los malditos caminos son de tierra." "Es un rancho, Grace, no un club de campo." "¿Café?" Janine, la secretaria de Grace, abrió la puerta para preguntar. "Sí, por favor." " ¡ No para para mí, gracias!" gracias!" May May gritó, gritó, sabiend sabiendoo muy bien bien que que Janine Janine no estaba estaba ofreciéndole. "¿Entonces el rancho fue agradable?" "No ahora, May. Dios, no quiero pensar en eso." "¿Pero te sentiste bien dejando a Jake allí?" Grace la apartó de su silla s illa y May arrastró la silla de un cliente para sentarse frente a ella. "Supongo. Quiero decir, no estuvo mal. Era un rancho. Algo hermoso en una forma de trabajo. Es solo la dueña. La Sra. Clark." "La Sra. Clark? Suena muy formal." "Ella lo es, más o menos. No menos. No lo sé. Tengo Tengo otras cosas cosas en qué pensar pensar ahora, ahora, ¿ de acuerdo? Jake tiene que estar allí. No hay nada que pueda hacer al respecto. La Sra. Clark parecía muy organizada y capaz. Y de acuerdo con la j uez Ne Newsom, conoce su trabajo y su programa es altamente efectivo." "Está bien, lo dejaremos. Es solo ese loco correo de voz que dejo Jake."


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Ella se rió. "Creo que me reiré de eso por el resto de la semana." Cuando Grace no respondió, agregó, "Y parecías tan molesta por teléfono. Realmente pensé que alguien finalmente te sacó de tus casillas." ¿Ella lo hizo? Grace vaciló en responder. Si es así, ¿por qué? ¿Porque Madison era tan asertiva y no parecía en absoluto insegura o amistosa? Ya había tratado con personas así antes. Todos los días, de hecho. Así que cuál era el pro blema? blema? Era porque no fue amigable. Eso fue todo. Ella ni siquiera trató de ser cortés con Grace. La mayoría de la gente en esa situación lo hubiera hecho. ¿No es así? La mayoría de la gente era amable con ella e incluso un poco impresionada por ella. Pero Madison Clark no podría haberse preocupado menos, y eso era lo que que la estaba molestando. Su descarada descarada indiferencia. "Café, café, café," Janine dijo mientras entraba. "Oh, gracias a Dios." Necesitaba el subidón y la interrupción. "Dime, Janine," May comenzó. "¿Puedo tener una Diet Pepsi?" Janine resopló y miró a Grace. "¿Por favor?" Grace preguntó. Otro bufido y Janine salió. "Tienes tu propia secretaria, sabes," Grace dijo, sorbiendo su café con la cantidad perfecta de crema. "Lo sé. Pero me gusta Janine porque le gusto mucho." "La estás acosando y te encanta. ¿No demostraste empatía cuando eras niña, May?” "Aparentemente no. Y el aburrido de Joe con un B mayúscula. Ninguna reacción en absoluto de ese cómodo y acogedor. Él solo tararea en sus audífonos y se lima las uñas. Desearía que pudiéramos intercambiar. Janine es l uchado uchadora." "Janine es un ángel, y mantén tus garras lejos de ella." "Aburrida." Hizo una b con sus manos. "Así que de todos modos, hablemos del trabajo." "Vamos." "Tenemos que comenzar con nuestros puntos."


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"Dispara." Pero Grace se le puso la mente en blanco mientras May comenzó. Su visión fue a la foto en su estante de libros de Gabby y Jake. Esperaba que a Jake le estuviera yendo bien, y esperaba por el bien de él que el ranch o de r ehabilitación habilitación de caballos de Madison Clark fuera todo lo que había sido promocionado, porque lo estaba perdiendo. Se estaba escapando como Gabby. Gabby tenía alrededor de trece años cuando comenzó por ese peligroso camino. Había comenzado con faltar a la escuela, luego los cigarrillos y luego la hierba. Pronto fueron las anfetaminas y luego finalmente, la heroína. Grace se negó a esperar y ver a Jake seguir el mismo camino. Solo porque su madre no hizo nada excepto ahogarse en sus penas y negación con el vodka, no significaba que estaba yendo mentalmente a comprobar. No, señor. Jake era su sobrino y se merecía algo mejor. Gabby también lo merecía. Ella simplemente no podía verlo todavía. "¿Quieres escribir esto?" "¿Eh?" Ella respondió de nuevo. "Pensé que lo estabas." "Espera, tengo algunas notas en mi computadora portátil. Vuelvo enseguida." May desapareció por la puerta y Grace abrió el cajón de su escritorio y sacó dos aspirinas para masticar. Luego se levantó y tocó la imagen de Gabby y Jake. "Vuelve con nosotros, Gabby, no puedo hacer esto sola." 

Más tarde esa tarde, Grace se movía a través del tráfico en la I-10, dirigiéndose al oeste hacia Tonopah para recoger a Jake. Estaba presionada para llegar a las cuatro en punto y no estaba segura de cómo diablos iba a hacer esto t odos los los días. Ella y May habían estado realmente pendientes de la investigación cuando echó un vistazo al reloj y descubrieron que ya eran más de las tres. May no había estado feliz y tampoco ella, pero qué se suponía que debía hacer? Hasta la llegada de Jake, su carrera había sido todo. Diez años de eso la habían ayudado a convertirse en la abogada más joven, y ser socia definitivamente estaba en su futuro cercano. Si pudiera aguantar y poner a Jake en marcha. "¿A quién estoy engañando? Nunca podré trabajar así con Jake en casa. ¿Cómo sería eso justo para él? Bien podría estar drogada con heroína por lo que a él respecta. ¿Cual es la diferencia? Un padre ausente es un padre ausente." ¿Cuántas veces al día rezaba por Gabby? ¿Nueve? ¿Diez? Ella solo necesitaba que empezara a surtir efecto tan desesperadamente. Jake estaba sufriendo y estaba fuera de control. No asistir a la escuela, pelear, negarse a escuchar. ¿Y XWPColección: Página y Facebook

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salir de restaurantes sin pagar? ¿ Que demonios? demonios? ¿ Dónde aprend aprendió ió tal comport comportamie amiento? nto? Incluso a los trece años, Gabby nunca robó. Al menos no que supiera. "Él no escuchará." Había intentado tener conversaciones normales cara a cara. Había intentado darle una conferencia. Había intentado gritarle. Nada funcionó. Y castigarlo solo lo enojó hasta el punto de salirse y no regresar regresar hasta el día siguiente, siguiente, dejándola nerviosa toda la noche. "Si esto no funciona, no sé lo que haré." Retorció las manos en el volante y salió de la carretera interestatal. Aceleró hasta que llegó al camino al rancho. Las llantas levantando tierra, continuó acelerando hasta que llegó a la entrada. Las cer cer cas cas blancas blancas se alineaban en la propiedad, y un hermoso letrero de hierro colgando decía Healing Soul Ranch. Ranch . Soplaba ligeramente al viento mientras ella lo pasaba. "Uf. Lo hice." Ella se rió de lo ridículamente preocupada que estaba por eso. Pero luego recordó que Jake tenía que correr y se preguntó si se aplicaría lo mismo al final del día. Aceleró por las dudas y de repente estaba muy preocupada por lo q ue enco encontraría. ntraría. ¿Jake ¿Jake estaría cerca de morir? ¿ Cubierto de tierra y sudor, habiendo corrido kilómetros y kilómetros por desobe desobedie dienci ncia? a? ¿ Tendrí Tendríaa su ropa ropa desgar desgarrad rada? a? ¿ Se deshid deshidrat ratarí aría? a? ¿ Se rehusa rehusaría ría a regresar? Exhaló larga y lentamente e intentó calmar sus nervios. En cambio, se centró en la belleza del rancho. A pesar de la tierra y las primeras apariciones apresuradas, era bastante hermoso. Muchos árboles diferentes se alineaban en el camino, junto con grupos de flores silvestres de aspecto exuberante. Enormes robles sombreaban la g ran cas casaa mientras mientras se acercaba al camino de entrada. La casa parecía una casa de campo y parecía estar hecha de madera. Pero sus enormes ventanales y su acabado brillante hablaban de gustos más caros, al igual que la gran terraza que salía de la puerta lateral. Contenía un chimenea de aspecto pesado, muebles de hierro fundido con cojines y diseños modernos. Numerosas plantas verdes crecían en grandes grandes macetas de cerámica, cerámica, y tuvo la necesidad de acurrucarse acurrucarse allí en la terraza con los pies descalzos y contemplar el atardecer con una botella de vino. La idea se alejó, sin embargo, cuando apagó el motor y se bajó del auto. El pasto vibrante bordeaba el camino de entrada y conducía hacia los establos, que fueron diseñados para que hicieran juego con la casa y fueran casi tan gra ndes. Los senderos senderos de adoquines serpenteaban aquí y por todas partes de la propiedad y conducían a los corrales detrás de la casa y los establos. Allí vio a los muchachos acurrucados alrededor de algo y rápidamente se quitó los zapatos y siguió el camino hasta las cercas. El mismo perro blanco que había visto esa mañana trotó hacia ella y le olió las piernas. Grace le dio un una palmadita palmadita rápida y vio a otros dos perros con complexión similar que yacían cerca de los muchachos en el corral. Nadie la miró mientras se acercaba. Ni siquiera Jake, aunque podía decir que su XWPColección: Página y Facebook

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presencia había sido detectada. Los chicos permanecieron fijos, la mayoría sucios y sudorosos, los brazos y las piernas colgando de los barrotes del corral. Parecían agotados pero serios. "Ahora, como él no quiere comer, tenemos que intentarlo de esta manera." Un vaquero rudo pero guapo estaba acurrucado sobre un potrillo. Sostuvo la cabeza del caballo entre sus piernas y sumergió sus dedos en leche. Luego los forzó en la boca del bebé. El caballo intentó pelear al principio, pero luego, desp luego, despuués de dos dos intentos más con nuevas zambullidas, comenzó a mamar. "Lo que hicimos fue evitarle la leche durante unas horas por lo que estaba bien y con hambre. Luego le metimos la leche con los dedos. Los dedos son una sensación cálida y natural. Una vez que se acostumbra a los dedos, v olvemo olvemos a introducir introducir el biberón. Esperemos que funcione. Jake? ¿Quieres desenroscar esa biberón y sumergir el chupón en la leche?” "Aww hombre. ¿Él puede hacerlo?" Un chico dijo. "Caramba, hombre." "Él es nuevo. Esta es su prueba de fuego," el vaquero dijo. "Si el caballo no toma el chupón, entonces Jake tiene que correr." Jake frunció el ceño. "¿De verdad?" "Nah, estoy bromeando, chico." Para sorpresa de ella, Jake trepó entusiastamente a través de los barrotes e hizo lo que le indicaron. El sudor recorría a través de la suciedad en su piel desde las sienes hasta su mandíbula. Su cuello estaba rojo, junto con sus orejas. Su ro pa estaba pa estaba sucia sucia y sus zapatos blancos una vez prístinos, habían sido batidos hace tiempo por la suciedad. Pero se s e veía saludable, vibrante, vivo. Ella sonrió. "Bien, ahora dame ese biberón." El vaquero colocó el chupón en la boca del caballo junto con sus dedos, que el bebé siguió chupando. Él lo dejó hacer esto unas cuantas veces más, sumergiéndolo junto con sus dedos. El caballo continuó amamantando y el vaquero vaque ro rápi rápidamente damente enroscó el biberón y devolvió el chupón a la boca del caballo. El bebé vaciló ligeramente, pero con la ayuda del dedo del vaquero una vez más, el caballo comenzó a tragar el biberón.


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Grace estaba tan emocionada de ver lo que pasaba que aplaudió. Todos los chicos voltearon para mirarla y el vaquero hizo una mueca. "Silencio. No quiero asustarlo." "Lo siento," ella dijo y casi sintió que se sonrojaba. "¿Qué estás haciendo aquí?" Jake preguntó, acercándose a la cerca con barrotes. Él no parecía feliz de verla. verla. "Son casi las cuatro." Sus ojos castaños cayeron. "Oh." De repente una campaña de vaca sonó detrás de ellos. Los chicos se desenroscaron de la cerca y trotaron hacia los establos. Madison Clark estaba allí con un portapapeles. Grace se acercó lentamente, curiosa. Vio un gran pizarrón blanco blanco colgado colgado en la pared del establo. Les recordaba a los chicos el horario de entrada y estar seguros y consultar con Marv antes de comenzar las tareas domésticas. Debajo de eso, decía que todos los niños deben tener permiso antes de mover un caballo de un lugar a otro. Escuchó mientras Madison gritaba nombres para dar el visto bueno para marcar la salida. Los chicos aplaudieron suavemente cuando se llamaba cada nombre. Algunos de los vehículos que Grace había visto esa mañana habían llegado llegado.. Después Después de que los niños salieron, se despidieron y caminaron lentamente hacia sus vehículos, se arrastraron dentro como si estuvieran cansados y se marcharon. Jake era el único chico que quedaba en pie. "Genial," ella dijo mientras se acercaba. El camino de adoquines se sentía cálido en sus pies hasta el punto en que casi se relajó. Pero entonces Madison alzó la vista y su rostro mostró sorpresa y luego ... nada. "Sra. Hollings." "Llegué a tiempo," dijo alegremente y luego se sintió como una tonta. "Sí, lo está." Ella bajó el portapapeles y Grace notó el sudor que rodeaba el pañuelo azul alrededor de su cabeza. Grace se preguntó de qué color sería su cabello. Era difícil distinguirlo bajo la cubierta del sombrero y el pañuelo. Pero lo que podía podía ver parecía ser castaño claro. Se rizaba un poco en el cuello por lo que sabía que era corto.


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La idea aceleró su ritmo cardíaco mientras se daba a conocer la posibilidad muy real de que Madison Clark pudiera ser gay. Ella siguió contemplándola con cuidado, actuando como si estuviera mirando casualmente a su alrededor. El sol había bronceado el cuello de Madison a un marrón dorado oscuro, y sus brazos parecían de alguna man era má más fuertes fuertes que antes y sus piernas más gruesas con músculos. Tal vez fue porque los jeans parecían ligeramente húmedos, como si recientemente hubiera corrido a través de una neblina. Tal vez había estado bañando caballos. La idea de Madison toda mojada y reluciente a la luz del sol hizo que Grace temblara de deseo repentino. " ¿ Cómo lo hizo?" hizo?" Grace preguntó preguntó vacilante, temiendo la respuesta pero necesitando necesitando concentrarse en otra cosa, y rápidamente. Apretó el brazo de Jake, pero él se apartó y escupió, luego lo cubrió con tierra con su zapato. "Me temo que no puedo darle crédito a Jake por hoy," Madison dijo, pero no parecía triste o decepcionada. Simplemente muy práctica, como lo había sido esa mañana. "¿Qué significa eso?" Grace se preguntó cómo lo hacía ella. Todos estos muchachos, su comportamiento y emociones. ¿ Cómo se mantenía tan profesional y distante? Incluso Grace se perdía en la pasión cuando trataba con algunos casos. Por supuesto s upuesto siempre jugaba a su favor, per o aún así. Ella Ella tenía noches sin dormir; tenía astillas de cosas que había visto calar hondo. ¿Pero Madison? Jake también parecía no afectado. Él pateó el suelo. ¿Era Grace la única en la tierra a la que le importaba un bledo? Grace se frotó las sienes con frustración. "Dime lo que eso significa, por favor." Sonaba débil, herida, y no le gustaba exponer eso a Madison Clark. "No completó sus tareas." "Tal vez él no sabía cómo." "Se le mostró cómo." "Oh." Grace lo miró. "¿Jake?" "Simplemente no tenía ganas de hacerlo."


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"¿Pero qué pasa con ese potrillo? Te vi ayudar a alimentarlo. Eso fue asombroso." "¿Alimentó al potro?" Madison preguntó. "Él ayudó al vaquero." "¿El potro comió?" Madison le preguntó a Jake. El asintió. "Sí, señora. Él comió del biberón. Está comiendo ahora." Madison suspiró con obvio alivio. "Bien, entonces. Esas son buenas noticias. ¿Te gustó trabajar con él? ¿Ese potro?” Nuevamente, Jake asintió. Madison garabateó en su portapapeles, luego lo agitó contra su muslo. "Obtienes algún crédito por hoy por ayudar con el potro. Pero mañana debes hacerlo mejor. Si lo haces, puedes ayudar un poco más con ese potrillo. ¿Te parece bien? parece bien?"" El asintió. "¿Disculpa?" "Sí, señora." "Muy bien. Ve a casa, come bien y descansa un poco. Y mañana espero que estés preparado con el atuendo y la actitud adecuados." "Sí, señora." "Que tengas una buena noche, entonces." Sonrió muy brevemente y Grace sintió que se quedaba sin aliento. Oh Dios. Es realmente hermosa cuando sonríe. Grace se obligó a mirar hacia otro lado. "Buenas noches." ¿Madison Clark tenía modales después de todo? O peor aún, los tuvo todo el tiempo pero no sentía que Grace fuera digna de ellos? ¿A quien le importa? "Dios, ¿por qué me me impor impor ta ta un bledo?" bledo?" "¿Huh?" "Nada. Entra en el coche."


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"Te estás preguntando por qué te importa un bledo sobre mi, ¿no?" Jake preguntó, la ira coronando su frente. "¿Qué? No. "¿Qué? No. Jake, no, por supuesto que no.” Se bajó del auto y comenzó a caminar rápidamente por el camino de tierra. Grace rápidamente se echó en reversa, reversa, se dio la vuelta, y condujo a su lado. Ella bajó la ventanilla. "Jake, por favor." "Cállate. Solo cállate." "Jake, no estaba hablando de ti. Lo juro." "Entonces de quién estabas hablando?" Él se limpió las lágrimas con la parte posterior de su muñeca. Grace frenó bruscamente y saltó del automóvil. Se apresuró por el frente y lo abrazó con fuerza. Él trató de alejarse, pero ella lo agarró con fuerza fuerza y le susurró al oído. "Nunca, ni siquiera diría o incluso pensaría eso de ti. Lo entiendes? Estaba hablando de la vaquera. La Sra. Clark." Él se alejó y sollozó. Pero luego escupió y movió los pies para parecer duro. "¿Que hay de ella?" Grace echó un vistazo hacia el rancho y vio a Madison y al vaquero mirando. Estaban fuera del alcance del oído pero parecían muy preocupados. "Ha sido un poco grosera conmigo hoy y me pregunté por qué me importaba un bledo. A quién le importa si es grosera conmigo? Ella es solo una mujer." Jake la miró fijamente. "¿De verdad?" "Sí, Jake. No tuvo nada que ver contigo." "¿Incluso si hoy la he jodido?" "Sí. Y cuida la boca o te haré dar vueltas." Él se rió. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Ahora podemos ir a casa antes de que venga aquí y nos haga correr a los dos?" "Sí." Volvió al automóvil y ambos entraron. "He corrido suficiente por hoy." "Lo apuesto." "No puedo esperar para llegar a casa y jugar videojuegos. Voy a jugar a Call of Duty toda la noche." "Tienes que levantarte temprano otra vez." "¿Y?" "Y tenemos que ir de compras." "Aw, vamos. Llévame a casa y tú puedes ir de compras." "Oh no. Vienes conmigo. Si tengo que sufrir buscando pantalones que te queden, ya lo creo que vas a sufrir conmigo." Se estiró y le apretó la mano. Él rápidamente la movió a su regazo y accionó su asiento hacia atrás. "Lo que sea. Aún así voy a jugar Black Ops cuando lleguemos a casa." "Entonces, te gustó el lugar?" "No." "¿De ningún modo?" "Bueno, los caballos eran geniales." Se animó un poco. "Tienen un burro. Un pequeño caballo, ¿sabes? Su nombre es Speedy y solo tiene un ojo." "Pobrecito." "No, es genial porque él no parece darse cuenta. Lo hace todo bien. Al menos ahora lo hace. Supongo que al principio estaba herido y muerto de hambre y esas cosas. Pero está bien ahora. Le encantan encantan las manzanas. Pensé que iba a c omer se mi se mi mano." mano." "Suena divertido. Me encantaría alimentarlo." "Es un cerdo total. Te sigue y anda detrás de ti y te empuja hasta que lo alimentas. Entonces tenemos que hacer que camine mucho hasta que nos cansemos.


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Además es como terapia física para él también. Él va en un charco como un día sí y otro no para sus caderas, para ejercitarse." "Guau, parece que saben lo que están haciendo." "Yeah Supongo." "¿Cuáles son las reglas?" Él estaba ocupado mordiendo una cutícula, pero su cuerpo se aflojó y golpeó contra el asiento como si ella acabara de quitarle la vida. "¿De verdad?" "De verdad. Quiero saber." Suspiró y comenzó a contarlas. "No mentir, no robar, no huir, no desobedecer, no discutir, no pelear, no lastimar o descuidar a los animales, ni teléfono celular ni equipo electrónico, no insultar, no intimidar." "¿Todo eso?" "Sin cafeína ni bebidas azucaradas. Solo en ocasiones especiales." "¿Qué hay del té helado?" "Dijo que el té no tiene suficiente cafeína para lastimarnos. Y solo se nos permite tomar té en el almuerzo. El resto del tiempo es agua. Ah, y mañana quiero comprar el almuerzo. Marv y Bobby cocinan en la parrilla y hacen hamburguesas, hamburgu esas, po pollo llo y otras otras cosas. Huele tan bien." "Hizo que mi mantequilla de maní y mermelada supieran bastante sosos, ¿eh?" El asintió. "¿Puedo tener McDonald's para la cena? Estoy hambriento." "Por supuesto. Pero después de que compremos." Tenía la sensación de que se desmayaría tan pronto como comiera, a pesar de su s u deseo por los videojuegos. Después de lo que pareció un largo camino de regreso a casa, se detuvo en una plaza comercial y entró a una tienda para buscarle unos jeans. Él gimió y se quejó cuando se los probó. No colgaban lo suficientemente bajo en l a entr entr epierna epierna y no estaban lo suficientemente ajustados en los tobillos. Él se vería como un novato. Lo que sea que era


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un novato. Pero ella le recordó las carreras y finalmente dejó caer los hombros y aceptó. Ella le compró cinco pares y un par de botas de trabajo de punta de acero de la zapatería de al lado. Él también eligió algunas gorras nuevas y a lgunas lgunas camisetas camisetas blancas. Para el momento en que terminaron eran más de las seis y él se comió su Big Mac y papas fritas de camino a casa y se durmió cuando entraron al camino de entrada. Grace lo ayudó a entrar, lo condujo a su cama y observó cómo se derrumbaba sobre la arrugada colcha. Con cuidado, ella le quitó los zapatos y los calcetines sucios, los pantalones anchos y la camisa. Él estaba sucio pero ella no tenía el corazón para despertarlo. Así que lo dejó durmiendo, puso su alarma y fue a lavar su ropa nueva. La mañana llegaría lo suficientemente pronto, y de alguna manera, lavarle la ropa y ordenar sus cosas alrededor de la casa la tranquilizaba lo suficiente como para hacerla querer dormirse también. Pero tenía más investigación y aspe aspectos delicados delicados para revisar ese caso. Su noche, desafortunadamente, apenas comenzaba. Y se preguntó, no por primera vez, cuántas otras otras noches de tutores acababan acababan de comenzar.

Capítulo Seis “ Así que logras lograste te que que comi comiera era,, ¿ eh? ” Rob Sheffi Sheffield eld pregun preguntó, tó, acercá acercándo ndose se al al corral. Apoyó la barbilla en las manos y le sonrió a Madison y al potro. "Chico guapo." "Marv lo hizo. Como siempre. Él refunfuña y se queja, pero ama a estos animales tanto como yo," Madison dijo. "A los chicos también," él respondió. "Supongo." "Ni siquiera lo niegues. Todos sabemos que te importan estos chicos. Probablemente más que a sus malditos padres." "Esa es una triste declaración." "Es verdad. Todos sabemos que el mundo sería un lugar mejor si a más padres les importara un bledo." Se apartó del corral y lo rodeó para entrar. El potro había terminado de comer, y se alejó trotando de Rob cuando lo vio. "Todavía asustadizo." "Un poco." XWPColección: Página y Facebook

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Rob se quedó parado con calma y extendió las palmas de sus costados. Se movió despacio, y finalmente el potro se acercó y lo olfateó. Sin embargo cuando Rob trató de acariciarlo en el flanco, salió disparado, haciendo que R ob R ob se r se r iera. iera. Siendo Siendo un tipo grande con un 1.85 mts. y 108 kilos, el tamaño de Rob era formidable y su risa profunda y resonante. El potro pateó y continuó corriendo. "Le gustas," Madison dijo. "No lo creo." "Él no se acerca a nadie más para comprobarlos." "Bueno, tienes que saber qué decir" Se rió cuando el potro volvió a empujar brevemente la palma de su mano. "¿Cómo está? ¿Alguna dentadura rechinando o salivando?” "No." "¿Revolcarse o sensibilidad abdominal?" "No lo creo." "¿Quieres abrazarlo mientras lo reviso?" Madison se inclinó para abrazarlo fuertemente. Él se resistió al principio, pero cuando Rob le ofreció su palma, se tranquilizó. "Ese es mi muchacho. Tan guapo. Me encanta esa estrella aquí, chico," Rob susurró. "Él es hermoso, ¿no es así?" "Seguro que lo es. Ese bonito marrón por todas partes. Es una hermosura. Especialmente con esa estrella blanca.” Rob se calló mientras escuchaba con un estetoscopio. Lo apretó contra su pecho, luego contra su abdomen, revisando ambos ambos lados. Usó sus dedos para sentir suavemente su sección media, luego examinó sus dientes y patas. También revisó sus oídos y ojos. "Bueno, se ve bien. ¿Cómo están sus heces? ¿Normal?" "Sí." "¿Y el rescatador le dio calostro y lo tuvo con una vía intravenosa durante unos días?"


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"Sí." "Comprobaré su nivel de inmunidad, pero no veo ningún signo de enfermedades neonatales. Creo que simplemente se incomodó y se negó a comer. Sin embargo tienes que seguir manteniéndolo con esa yegua." "Él ha estado durmiendo con ella. Siguió tratando de alimentarse de ella por un tiempo, pero ahora que está comiendo del biberón debería estar bien. Lo mantendremos con ella hasta que necesite su tiempo con humanos." "Sabía que sabías lo que estabas haciendo." "Ja, gracias." "Él estará bien." "Me alegra saber que sabes lo que estás haciendo," ella dijo con una sonrisa. "Madness es tan inteligente." Él se sacudió las manos en los pantalones. Ella puso los ojos en blanco por el apodo que le había dado en la universidad. Ambos habían estado estudiando psicología y él encontró el juego de palabra s muy divertido. divertido. Ahora cualquiera que la conociera bien lo usaba, para su disgusto. "¿Vas a ofrecerme un poco de vino o qué?" Él preguntó con una sonrisa tímida. Madison deslizó una ligera soga alrededor del cuello del potro y caminó con Rob hacia los establos. El día se estaba acomodando para la noche y la brisa se había enfriado un poco. Soplaba entre los árboles con un suave crujido y cos cosquilleaba quilleaba en las orejas del potro. Era una noche perfecta perfecta para compartir vino con con un amigo. Entró en el establo con el potro y Rob se quedó acariciando a Mazey en el hocico, susurrando, "Hola, chica, ¿cómo está esa piel, ¿eh?" La acarició largo y suave, y su lomo se revolvió bajo sus manos en señal de aprobación. "Ha estado bien. Los niños la bañan cuidadosamente todos los días y le aplican el medicamento. Y ella se pone empapada y se absorbe al sol." "Bien, bien." Madison soltó al potro y lo observó mientras trotaba a lo largo del establo y luego se acomodaba en la esquina. "Esperaba que se uniera con Mazey, pero parece ser bastante rebelde sin una causa."


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"Mazey es un amor. Ella se lo ganará." Se puso serio por un momento y Madison inhaló los profundos olores del establo. Los establos estaban silenciosos y quietos con el silbido ocasional del viento que entraba por una rendija de la p uerta. En la esquina esquina alta y distante, un gran ventilador soplaba aire fresco para los caballos. Si hubiera querido ella podría haberse acurrucado junto al potro y haberse quedado profundamente dormida, inhalando los olores y escuchando el zumbido y el silbido. "¿Han preguntado los chicos qué le pasó a Mazey?" La idea de Mazey y su s u trauma la sacó de su agradable aturdimiento. Ella se inclinó y besó a Mazey en la nariz. "Lo han hecho. Pero no les respondo. Creo que ellos saben, sin embargo. Es bastante obvio." Odiaba pensar en eso ella misma y sobre todo se rehusaba a hacerlo. Mazey estaba bien ahora, y con su rutina diaria de cuidado de la piel, estaba cerca de prosperar. Eso era todo lo que importaba importaba ahora. "Es sorprendente cómo ya no tiene miedo," Rob dijo en voz baja. "Sí, lo es." "¿Eh, chica Mazey? Eres una buena chica." "Vamos, vayamos a tomar un poco de vino antes de que le hables dulcemente a ese caballo hasta la muerte." Rob se rió y la siguió después de encender varios ventiladores más. Los días se volvían más cálidos, y Madison se aseguró de que sus caballos estuvieran bien ventilados mientras estaban en los establos durante la noche. Si ella ella dormía dormía cómodamente, se aseguraba de que sus caballos también lo hicieran. Ella miró hacia atrás en los establos cuando llegaron al patio. Algunos la llamaban obsesiva-compulsiva cuando se trataba de los caballos, pero ella simplemente lo llamó ser un buen padre. Ansiaría ver como estaban antes de acostarse. La pregunta era, podría resistirse? Una vez dentro de la casa, ella y Rob se quitaron los zapatos en el vestíbulo. Madison también se quitó los calcetines y se puso sus pantuflas favoritas. Rob la siguió hasta la cocina, la vio sacar dos pesadas copas de vino y lueg o se movió a la sala de estar que estaba a un nivel más bajo para sentarse en el sofá. "¿Ya comiste?" Necesitaba saberlo para elegir el vino perfecto para el momento. "Sí." Él gimió cuando se hundió en el sofá. XWPColección: Página y Facebook

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"Bien, quieres un poco de postre? Tengo chocolate y el vino perfecto para acompañarlo." "Suena bien." Abrió el enfriador de vino y sacó la botella de Chateau La Mission Haut-Brion '07. No era uno de sus vinos más añejos y más caros, pero se moría por probarlo. Él tomó su copa con una amplia sonrisa y un agradecimiento. Ella puso su propia copa sobre la mesa de café y le deslizó la caja de chocolate suizo. Por lo general se duchaba antes de acurrucarse con su bata de satén para disfrutar el vino, pero sus amigos a veces pasaban para tomar algo de vino vin o desp después ués de de cenar y amaba la compañía y la conversación. "Siempre siento que estoy arruinando tu sofá con todo mi polvo," Rob dijo, agarrando una pequeña porción de chocolate. chocolate. "No seas ridículo. Escogí este conjunto de sofás con mis rancheros en mente." Ella sonrió. "Además, es cuero. Solo sacudo el polvo de inmediato." Ella también estaba bastante sucia y usualmente lo estaba después de cami nar por por la la tierr a espesa, el polvo y el heno Bermuda (Tipo de pasto para forraje) todo el día. Pero se enderezaba todas las noches después de su ducha, y si llegaban invitados, simplemente sacudía los sofás. "Aún así." "Solo relájate." Ella se recostó con el vino y el chocolate en la mano, metiendo los pies debajo de sus piernas. Primero tomó un generoso bocado de chocolate, lo dejó derretirse en su boca, y luego agitó su copa de vino, inhaló y y notó los aromas aromas del café y las bayas. Bebió y permitió que los sabores jugaran. Vinieron de inmediato mientras siseó un poco y luego lo engulló. Caoba, bayas, vainilla, y sí, un poco de sabor a chocolate. Perfección. "Esto es bueno," él dijo, tomando su propio sorbo. "Muy agradable. Lo único que falta es un buen hombre." "Tú tienes uno." "Por favor." "¿Estás diciendo que Juan no cuenta?" "¡Juan es mi amigo!"


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"Uh huh." "Lo es." "Es adorable, Rob, y él te quiere." "No me quiere." "Sí, lo hace. Puedo decirlo. Tienes que invitarlo a salir." "De ninguna manera." "¿Por qué no?" "Porque "Porque dirá que no." Se levantó. levantó. " ¿ Ves esto?" Se masajeó masajeó el estómago. estómago. "Esto es demasiado flácido." "¿Y?" "Y dirá que no. Él es un hombre pequeño. Muy tonificado. De ninguna manera le gustaría." "¿Estás diciendo que te rechazará porque no estás en perfecta forma?" "Sí. Estos chicos más jóvenes, todo se trata del físico." "Juan no es así. Y sé que le gustas. Puedo decirlo por la forma en que está a tu alrededor. Él está enamorado." "Madness, por favor. Has perdido la cabeza." Ella tomó otro sorbo mientras él se sentaba. "Rob, tú eres el que está loco. No todos están en la perfección absoluta. Sé que no lo estoy." "No eres un hombre, y sí, estás en la perfección. Mira este lugar." "Tengo gusto, Rob. Hay una diferencia." "Parece un sueño húmedo gay aquí." "Obtengo mis ideas de los catálogos de decoración del hogar, ¿y qué?"


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"Está impecable." "No lo está. Hay platos de la mañana en el fregadero y mi cama está deshecha." "¿Qué más?" Ella tuvo que pensar un momento. "Probablemente dejé mi bata y mi toalla en el piso del baño." "Oh, chica mala." Él se rió. "No tengo hijos, y aparte de mi vino, no tengo vicios. Así que prefiero decorar y poner en orden. ¿Qué hay de malo con eso?" "Bueno, para empezar, es todo lo que haces. Y por ... lo que sea que venga después de los principiantes, no tienes a nadie con quien compartirlo. ¿ Quién ve esta gran y hermosa casa además de Marv y yo?” Ella bebió más vino, considerando cómo responder. Decidió ser tímida. "Mi hogar está decorado con un tema del sudoeste. Muchas casas lo están. No es nada especial. En cuanto a quién lo ve, cualquiera que entre será bienveni do." Rob le hizo una mueca y agarró más chocolate. Después de varios momentos de silencio, s ilencio, estaba satisfecha de que él se rindiera. "¿Cómo está el equipo?" Ella preguntó, refiriéndose a su equipo de rugby. El había estado jugando y siendo entrenador de rugby durante años. Su equipo de homosexuales era el número uno en su región. "Bien." "¿Juan está jugando bien a pesar de su tamaño?" No pudo evitar sonreír al mencionar a Juan otra vez. "Sí. ¿Y tu punto es?" "Invítalo a salir." "¿Qué hay de ti, señorita? Le pides a alguien que salga.” Maldición, él había volteado la situación de nuevo.


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"No tengo a nadie a quien invitar." Ahí. "Tendremos que encontrar a alguien, entonces." "No." ¿A dónde iba todo esto? "Sí," él dijo. "Mala idea. Dejémoslo. Prometo que ya no hablaré de Juan." "Oh no. Vamos a seguir con esto. Encontraré a alguien y saldremos en una cita doble." "¿Le preguntarás a Juan?" "Sí." "Bien ,entonces. Esto podría valer la pena." Ella sonrió. s onrió. "No puedes rechazar a la mujer, sin embargo. Tienes que prometer que te sentarás durante toda la cita y ser educada e interesante." Ella gimió. "Bien." Él dejó su copa abajo y extendió su mano. "Trato hecho." Ella lo hizo y se rió. "Estás loco." "Loco de remate." "Por favor dime que encontrarás a alguien con medio cerebro esta vez." "Sin promesas. Además, si es linda y te gusta, podrías tener una gran noche." "Sabes que no estoy en rollos de una noche." "¿Qué pasa con los rollos de fin de semana?" "No." "Tienes que vivir un poco. Nunca conocerás a nadie si te quedas escondida aquí, escuchando jazz y ahogándote en tus botellas."


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"Tal vez no quiero." "¿En serio?" Su cara se empañó. "Madness, eres maravillosa. Demasiado maravillosa para pasar la vida sola." "Soy feliz." "Seguro lo eres." "No me des la palabrería psicológica que sé que tanto quieres." "No te preocupes, conozco algo mejor que involucrar a alguien contigo," Él parpadeó y dijo, "Los kisses (Chocolate)." En un momento él y Madison habían trabajado juntos en el campo de asesoramiento. Tenían su propia consulta aconsejando a los jóvenes, y las cosas habían ido bastante bien. Pero ambos habían anhelado más y se habían ago tado rá pidamente pidamente con la forma en que los jóvenes estaban siendo criados, por no mencionar los trámites burocráticos y los giros de desfachatez en el sistema. Entonces decidieron hacer un cambio. Rob se había trasladado a la escuela veterinaria mientras ella invertía en su rancho. Ambos estaban felices de decir que les estaba yendo bien. Ella estaba ayudando a los niños, más que nunca, y Rob también, entrenando a sus jóvenes equipos de rugby. Muchos de los muchachos que habían pasado por el rancho habían terminado jugando para Rob. Todavía necesitab an el intenso intenso trabajo trabajo físico, y Rob usó su energía y tenacidad en el campo. Era la pareja perfecta. Rob se bebió el resto del vino y se sentó en silencio por unos momentos. Ella pensó en ofrecerle más, pero sabía que él se quedaría dormida con ella. Los Lunes eran prácticas de rugby temprano en la mañana y Rob solía por lo gener al gener al qued quedarse dormido dormido al instante en que quedaba quieto. Sus ojos comenzaron a cerrarse cuando Flaca entró y se sentó a sus pies. Beamer y Lila sin duda estaban afuera en su ronda nocturna alrededor de la propiedad. "¿Rob?" Abrió un ojo para mirarla. "Lo sé, lo sé. La próxima vez traeré una pijama para poder escuchar jazz y beber para dormir." Dijo lo mismo al menos dos veces a la semana. Él se levantó y se estiró. "Ve a descansar un poco."


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"No puedo. Los chicos tienen una práctica esta noche. Tengo que irme." "¿Otra?" "El equipo joven." Ella le arrojó un trozo de chocolate mientras estaba de pie. "Uno para el camino." "Eres mala. Ah, y Dios, cómo me gustaría poder llevarme una copa. Ese vino es divino con este chocolate." "Puedes." Ella cruzó hacia la cocina, tapó la botella y se la entregó. "No." Él la apartó. "No puedo. Me has dado, como, tres botellas este mes." "Tómala." "No. Lo guardas para tu cita." "No voy a traer una cita aquí." Ella se rió de su confianza. No había forma de que encontrara a una mujer con la que considerara una segunda cita, y mucho menos una noche de sexo caliente, erótico, apasionado y húmedo. Guau , de dónde dónde vino eso? Se dio vuelta, confundida por lo que pasaba por su mente. "Bueno, lo que sea. Lo guardas, de acuerdo?" La voz de él se suavizó como si supiera que algo andaba mal. "Tal vez los cuatro podamos compartirlo. Uno nunca sabe." "Sí," ella dijo forzando una pequeña sonrisa. "Uno nunca sabe." La observó de cerca, luego la envolvió en un abrazo rápido y apretado. "Abrazo firme," él dijo, como siempre. "Abrazo firme," ella repitió. Él salió al vestíbulo y se puso los zapatos. Flaca lo siguió hasta su camioneta, él le dio su mano para su acostumbrada lamida de despedida, y luego regresó a la casa mientras él se alejaba. Madison observó su camino de tierra y saludó a Mar v mientr as as él también se iba por la noche. El rancho era suyo a solas ahora mientras el nuevo azul del crepúsculo se oscurecía en el cielo. Se despojó de sus pantuflas, caminó por el pasillo hacia su habitación y se desnudó. Su toalla y su bata estaban colgadas cuidadosamente en su lugar y sonrió, sabiendo que Rob probablemente también lo sabía.


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Él nunca se creía sus tonterías. No totalmente. Tomó una ducha bien y caliente y entró para enjabonarse. El agua sucia rodeaba el desagüe a sus pies, y a menudo le gustaba pararse y observarlo hasta que corría limpia. En el verano, pareció tomar más tiempo. Esta noche no tom ó dem demasiado tiempo, tiempo, pero aún así se lavó dos veces y agachó la cabeza para dejar que el agua le masajeara el cuello. Cuando terminó, se sintió flexible, como si su piel fuera fácil de maniobrar si alguien lo intentara. Era un sentimiento que iba de la mano con sus discos y su vino. Flexibilidad. Para moverse y maniobrar fácilmente. Se puso la bata la bata de de satén y regresó al área grande de la sala de estar. Con sus controles remotos, una nueva botella de vino y los perros que habían venido mientras se duchaba, se instaló, encendió la chimenea y el estéreo. Eligió su lista de reproducción favorita y regresó a la gran tumbona. Y cuando Coltrane y Ellington comenzaron a tocar, bebió su Bergstrom Pinot Noir 2005 y deseó no pensar en Grace Hollings.

Capítulo Siete "Jake. Jake, levántate.” Grace estaba parada en la entrada con su bata colgando holgada a pesar de estar atada. Tenía el pelo mojado por la ducha y esperaba que no tuviera que batallar con Jake esta mañana. Estaba llegando tarde. De nuevo nuevo. Jake murmuró y se s e dio la vuelta. Se obligó a levantarse y se limpió la baba de la cara. Tenía el pelo pegado hacia un lado y parecía que había dormido tan duro como sospechaba. "¿Que hora es?" "Hora de levantarse." Él se levantó y se estiró. "Dios, estoy adolorido." "Una buena ducha de agua caliente ayudará. Apresúrate, sin embargo, no tenemos mucho tiempo." Él caminó hacia el baño y dio un portazo. Grace corrió a su habitación y terminó de prepararse. Cuando salió, Jake se estaba sirviendo un enorme cuenco cuenco de Frosted Flakes. "No quiero ir hoy," él dijo. "Sí, yo tampoco."


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"No, en serio. No voy." Ella suspiró y se detuvo frente al refrigerador. "Jake, no esta mañana. Por favor." "Apesta allí." "Tienes que ir." "No, no quiero." "Ya hemos pasado por esto." "Sí, bueno, me iré. Justo después de comer." Ella se sirvió un vaso de jugo de naranja. "¿Qué hay de tu localizador de tobillo?" "Lo cortaré." "Ellos sabrán. Tan pronto como lo intentes." Él hizo una pausa y se llevó la cuchara casi a la boca. "Mierda." "De verdad." Él bajó su cuchara y ella habló. "Mira, Jake, sé que el lugar no es genial. Pero es mejor que el reformatorio y no es para siempre. Además, puedes trabajar con ese potrillo. La Sra. Clark lo dijo ella misma." "Sí, después de esclavizarme todo el día. No, gracias." "Bueno, no tienes otra opción. Así que vamos. Ya estamos llegando tarde." "Pero estoy comiendo y no pude jugar videojuegos anoche." "Trae tu cereal contigo y puedes jugar esta noche." "Maldita sea, tía Grace." Se puso de pie y ahuecó su cuenco. "Deja de hablarme así." "Me estás haciendo llegar tarde."


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"Pensé que no te importaba?" "No me importa." "Entonces sube al automóvil y deja de quejarte." Ella devolvió el jugo de naranja y agarró su enfriador de agua, que había llenado y refrigerado la noche anterior. Condujeron en silencio con el sonido ocasional de Jake sorbiendo su cereal. El pánico se apoderó de ambos cuando se pasaron el desvío correcto para el rancho. "¡Llegaré tarde!" "Lo estoy intentando, Jake." Ella comprobó sus espejos e hizo una vuelta en U. Fueron detenidos en un semáforo. "Ella me va a hacer correr." Él se removió en su asiento y se pasó las manos nerviosas por sus nuevos jeans. "Voy a correr por el resto de mi vida. Es todo culpa tuya, tía Grace.” "Cálmate." Pero ella también estaba en pánico y aceleró el motor y condujo hacia el desvío adecuado. El polvo voló detrás de ellos mientras continuaba por el camino de tierra. Jake comenzó a balancearse de un lado a otro . Nunc Nunca antes antes lo había visto tan preocupado o afectado. "Ella me va a hacer correr. Voy a hacer las tareas de mierda." "Voy tan rápido como puedo." "¡Entonces ve más rápido!" Se deslizó el cabello húmedo detrás de las orejas y se puso la gorra. "Esto es una broma, tía Grace." Ella lo miró en estado de conmoción y golpearon un agujero. El coche se sacudió un poco, pero tomó el control. "¡Jesucristo!" Jake gritó. "Nos vas a matar." Ella le gritó. "¡Estoy haciendo lo mejor que puedo, Jake!" "Bueno, ¡quizás lo mejor no es lo suficientemente bueno!" "Yo — " Pero las palabras penetraron y mordieron su conciencia.


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Pisó el acelerador del Mercedes cuando giró hacia el letrero del rancho, obligando a los vehículos a salirse a un costado. "¡Date prisa, tía Grace, apúrate! ¡Son las seis y cuarenta y siete!” "Jake, cállate, por favor cállate! No puedo ir más rápido." Ella vio a Madison Clark directamente adelante, con el portapapeles en la mano, frunciendo el ceño. Grace pisó bruscamente los frenos mientras tres perros venían desde el frente y los costados. El auto se detuvo ferozmente , jalan jalando de ella ella y de Jake en el cinturón de seguridad. El polvo los envolvió y los perros ladraron afuera del vehículo. Jake salió del automóvil y se apresuró hacia Madison antes de que Grace pudiera poner el auto en estacionar. Lo vio correr hacia ella, levantar las manos, y luego inclinar la cabeza mientras ella hablaba. "Mierda." Grace salió del auto y caminó cuidadosamente con sus tacones altos de color ciruela y traje a juego. Ahuyentó a los perros que la rodeaban, todavía ladrando. Se detuvieron una vez que llegó a Jake y Madison. "Dile, tía Grace. Dile que es tu culpa," Jake se quejó sin aliento. "Lo es. Lo lamento muchísimo. Por favor, no lo castigue por eso. Me desperté tarde y —" Madison parpadeó pero no dijo nada. Luego miró su portapapeles. "Tienes tres minutos de retraso, Jake. Comienza con esas vueltas." "Pero — " "¿Sí, señora?" Cerró la boca, le lanzó a Grace una mirada mortal y se fue. Madison lo miró por un momento. "La carrera te hará bien. Deshazte de esa ira. Es muy temprano para ese tipo de enojo." "En mi opinión, tiene derecho a estar enojado. Es mi culpa que lleguemos tarde. Me levanté tarde y tuve que llevar a Jake J ake — “ "¿Jake no tiene reloj de alarma?" Grace tartamudeó. "Uh, sí, pero ..."


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"¿Pero que?" Se detuvo y la miró. Era la misma vaquera severa que era antes. Solo sus jeans estaban gastados y descoloridos, y caían holgadamente. Un grueso cinturón de cuero marrón los sostenía sobre su cintura esbelta, con una descolorida c amiseta amiseta azul azul marino marino metida al azar por un lado. Ella era el sueño de una lesbiana, pero Grace solo probó el ácido de la mujer educada en ella. "Mira, lamento que él llego tarde." "No te disculpes conmigo," dijo mientras miraba a Jake, que corría y respiraba con dificultad, su rostro ya estaba rojo. "Yo — " "¿Sí?" "Nada." Grace se giró, caminó con cuidado hacia su auto, y sacó su enfriador de agua. Lo puso en el suelo junto con los $3.50 para para el almuerzo. "No volverá a suceder." "Esperemos que no." Miró a Grace rápidamente, recorriendo su cuerpo con la mirada. Luego tiró de su sombrero. "Que tengas un buen día." Grace se quedó quieta, quieta, preguntándose preguntándose por la mirada. ¿ Fue interés? interés? ¿ O desprecio? desprecio? ¿Importa? Se despidió de Jake con la mano y se giró para irse. El perro blanco la siguió, tocando la nariz fría con la pierna. Grace subió al automóvil y se decepcionó al descubrir que Madison se había movido hacia los establos. "¿Quería que me mirara o qué?" Encendió el auto y retrocedió. El perro la persiguió todo el camino por el camino de tierra.


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Capítulo Ocho "No fue mi culpa," Jake dijo mientras se s e acercaba tambaleándose a Madison y se inclinaba. Tosió, escupió y respiró apresuradamente. "Párate derecho y respira profundamente. Eso ayuda." Madison estaba cepillando a Draco, su caballo castrado más negro y salvaje. Jake titubeó pero luego hizo lo que le pedía. Él incluso levantó los brazos. "Tía Grace, se despertó tan tarde que apenas tuve tiempo para comer. Tuve que comer mi cereal en el auto." "¿Supongo que quieres que te tenga lástima, entonces? ¿Sentirme mal?” Él se veía consternado. "Bueno, solo sé que no fue mi culpa." "Creo que parte de eso lo fue." "¿Qué?" Él levantó la mano e intentó acariciar a Draco, pero el caballo giró la cabeza. "Tienes que ser responsable por ti, Jake. Como un hombre joven." "Pero yo — " "Eso significa poner tu propia alarma, asegurarte de tener la ropa adecuada, hacer tu propio almuerzo y traer tu tu propia agua. No necesitas esperar esperar que tu tía lo haga." "Ella siempre me despierta." "Pero ella llega tarde. Así que asume la responsabilidad y ocúpate de eso. Hazlo todo tu. Ya tienes edad suficiente." "¿Qué pasa si aún así ella llega tarde?" "Despiértala. Échale una mano." Él cruzó sus brazos. "No debería tener que hacerlo."


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"Ella no debería tener que hacer esas cosas por ti tampoco, pero lo hace. Lo hace porque te ama." "No lo hace. Solo soy una carga. Una espina en el culo." "No voy a compadecerte, Jake. Y me debes una vuelta por decir palabrotas." Estampó su pie y sofocó otra maldición. "Hazte un favor, Jake. Haz las cosas que te dije que hicieras. Levántate y prepárate. Ayudará a tu tía, tía, y si llega tarde, hablaremos, hablaremos, de acuerdo?” "Sí." "¿Qué?" "Sí, señora." "Ve a hacer esa vuelta y luego ayuda a Michael." "Tengo que hacer las tareas de mierda de nuevo?" "Esa es otra vuelta." Él se alejó, murmurando. Madison le metió un freno en la boca de Draco y lo conectó con una rienda. Luchó al principio como siempre lo hizo, pero finalmente se calmó lo suficiente como para ser llevado desde los establos. El sol comenzaba a brillar i ntensam ntensamente mientras mientras lo llevaba al corral principal. Dos de sus muchachos más experimentados estaban esperando, mirándola acercarse. Marv también estaba allí, apoyado en las cercas. "Es una verdadera hermosura, ese salvaje." "Sí, lo es," Madison dijo. "Lástima que no se comporte bien." Se detuvo con el caballo en medio del corral. "Está bien, muchachos, observen detenidamente. Vamos a seguir trabajando con Draco hoy. Voy a hacerlo correr por un ratito y luego uno de ustedes podrá." En la distancia, vio a Jake acercarse, acercarse, con el sudor cubriéndole la cara. Acababa de correr y estaba interesado en ver. Aunque no podía permitirse darle ese lujo. lujo.


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"Marv, le muestras a Jake dónde está Michael?" "Seguro." "¿No puedo mirar? ¿Solo por un momentito?" "No ahora, Jake. Tienes tareas domésticas." "¿Por qué ellos no están haciendo sus tareas?" Draco se apartó de su fuerte voz, y ella lo calmó. "Antes que nada, Jake, no tengo que responderte. En segundo lugar, estos chicos hicieron sus tareas matutinas mientras estabas ocupado corriendo. En tercer lugar, se han ganado el derecho y aprendido la capacidad de poder trabajar co n este este caballo. caballo. Un día tú también puedes. Pero será mejor que empieces a preocuparte por mí y a hacer tus tareas sin quejarte ni cuestionarme." "Vamos, Jake." Marv se lo llevó, pero no antes de que Madison captara la expresión de enojo y vergüenza en su rostro. El chico iba a ser difícil de doblegar. Más que Draco. Ella llamó a Draco y lo hizo comenzar. Primero lo condujo a dar un paseo alrededor de ella y luego eventualmente a trotar. Revisó su forma, sus músculos y sus movimientos. Se veía hermoso con el sol brillando en su piel oscura. R ealme R ealmennte era un un hermoso caballo. Pero luego comenzó a luchar contra ella, tirando un poco de aquí y allá. Una vez que ella lo hizo enderezarse de nuevo, ella lo detuvo y llamó a los chicos. Uno a la vez los dejó probar, con ella justo al lado de ellos. Dos semanas atrás hubiera sido imposible, pero Draco había tenido un buen entrenamiento. Permitió que los dos chicos lo controlaran durante aproximadamente un m inuto antes de de que comenzara a actuar, momento en el que ella tomó la cuerda. Hizo que corriera un poco más, instruyendo a los chicos y hablando con Draco, que siguiera andando y elogiándolo. Cuando terminó, permitió que los muchachos volvieran a ayudar, esta vez simplemente lo pasearon por el corral. Él había estado sudando bien y necesitaba calma y enfriamiento. Luego, dejaría que los chicos lo cepillaran, lo alimentaran y le permitieran pastar un rato. Fue una buena terapia tanto para Draco como para los chicos. Los caballos tenían una facilidad con la gente. Una facilidad que no podía explicar con palabras. Era lo mismo con los perros. Los suyos se levantaron cuando se dirigió al porche lateral para tomar un poco de agua. La siguieron con excepción de Lila, que se quedó cerca de los establos, manteniendo a todos a su vista. Madison se instaló para tomar un poco de agua de la nevera grande.


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Ella repasó el archivo de Jake en su mente. No había mucho que no supiera ya, y la mayoría de sus antecedentes penales no estaban disponibles. Pero el juez le había dado suficiente para trabajar. Había sido descuidado por su madre, que que era adicta a las drogas. Su tía había intervenido y obtuvo la custodia temporal hace unos seis meses. El ausentismo escolar era su principal problema, junto con un breve altercado con la ley. Grace Hollings era una abogada, y una buena, basado en el sitio web que había revisado. También se estaba viendo superada con Jake, y a Madison le resultaba cada vez más difícil no hablar con ella sobre eso. Podía verla h undirse undirse y se preguntó cuánto le importaba realmente. ¿Qué tan difícil era levantarse un poco antes para asegurarse de que Jake llegara a tiempo? ¿Pensaba que sus excusas lo alejarían? Hizo una nota para hablar con ella otra vez esta noche. Había visto este comportamiento en otros padres, pero de Grace le molestaba más. ¿Era porque ella era hermosa? ¿O porque era tan creída? Su belleza tenía sus ventajas. Madison se había sorprendido mirando hoy y todavía estaba molesta por eso. Pero el traje morado oscuro con la blusa gris realmente había resaltado el pelo y la piel de Grace, y Madison quería beberla como com o un vaso de agua y solo mirarla por un largo rato, mirando esas largas, largas piernas en esos tacones, preguntándose qué había debajo del traje — Ella la sacudió de su mente y miró por encima de su portapapeles. Hasta ahora estaban listos para la semana. Sin nuevos caballos ni nuevos chicos. Al menos no hasta ahora. Pero las llamadas llegaban a todas horas cuand o se tra trataba taba de los de los caballos. Y los nuevos muchachos siempre eran sentenciados, ya sea por sus padres o por los tribunales. Ella prefería comenzar con ellos los Lunes pero había hecho excepciones antes. Un fuerte relincho de caballo la sobresaltó de su asiento. Voló al borde de la terraza mientras continuaba, seguido de gritos y caos galopante. Saltó la terraza y se dirigió al corral principal en busca de los chicos y Draco. Per o Per o ningu ninguno no estaba estaba allí. Siguió una enorme aglomeración de polvo flotando hacia donde tres de ellos se encontraban junto a Marv. "Se ha ido con Draco," Marv dijo. "¿Quién?" "¡Jake!" Marv corrió para perseguirlo cuando vio al chico y al caballo rodeando los establos. "Oh Dios." Jake estaba rebotando, apenas aguantando, y Draco comenzó a corcovear. Ella pegó una carrera justo cuando Jake fue arrojado del ca ballo. ca ballo. Draco continuó continuó corriendo a XWPColección: Página y Facebook

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lo loco, salvajemente, pero al menos se alejó del chico. Ella le gritó a Bobby mientras él salía corriendo de los establos, con los brazos y las manos mojadas por haber bañado a Mazey. "Ve a buscar a Draco! Él está suelto." Marv llegó primero a Jake y cuando ella se acercó a ellos, se arrodilló y le dijo que no se moviera. "Su brazo," Marv dijo. "Dice que está roto." "¿Jake? Jake, puedes hablarme?” Ella lo escuchó sollozar. "Jake, ¿estás bien?" "No." "¿Que te duele?" "Mi brazo." "¿Algo más?" "No lo sé. Mi muñeca me está matando." "¿Te duele la espalda? ¿El cuello?" "No." "Bueno, quédate quieto. Necesito que venga una ambulancia aquí." "¿Qué? ¡No!" Se dio la vuelta y se puso de pie a pesar de que Marv trataba de sujetarlo. "Llamas al hospital y me escapo ahora." Él sostuvo su muñeca en su mano derecha, las lágrimas manchando su cara sucia. "Jake, tenemos que llamarlos. Y tenemos que llamar a tu tía también." Ella asintió con la cabeza hacia Marv, quien se alejó para hacer la llamada. "Pero no te preocupes por eso. Venga. Vamos a ponernos a la sombra en el patio." Los otros muchachos los alcanzaron, curiosos y asustados.


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"Él está bien. Él está bien. ” Ella le puso una mano en el hombro hombro y lo condujo por el rancho. Los chicos los siguieron junto con los perros. Lila estaba jadeando, habiendo perseguido a Draco y Jake mientras rodeaban los establos. Madison le rascó la cabeza y acomodó a Jake en una silla. Su cuerpo temblaba y su frente sangraba. El resto de él parecía estar intacto. S ucio pe pero intacto. intacto. "Hombre, eso estuvo loco," uno de los muchachos dijo. "Sí, un asesino loco. La forma en que te fuiste en él. ¡Sin silla ni nada!" Madison se giró con una mirada severa. "Regresen a sus deberes." "Sí, señora." Se alejaron lentamente, algunos golpeando las gorras en los muslos. Vio a Bobby doblar la esquina con otro miembro del personal. Tenían a Draco a cuestas y lo estaban revisando por heridas. Parecía estar bien, bie n, per per o necesitaba necesitaba caminar y calmarse. Estaba contenta de ver a Bobby llevarlo de vuelta al corral para hacer exactamente eso. Acercó una silla junto a Jake y le tocó el hombro. Todavía temblaba, pero sacudió no obstante. " ¿ Jake?" Ella le giró la barbilla. "Jake, mírame." Hablaba en voz baja. "Dime cómo estás. ¿Te duele la cabeza?" "No." Pero luego se estremeció cuando se tocó la frente. "No lo sé." "¿Puedo preguntarte algo?" Él se giró alejándose. "Me vas a gritar. O hacerme correr. Bueno, no puedo correr." Ella negó con la cabeza y se s e rió suavemente. Esto hizo que él se girara se nuevo. "¿Significa que no estás enojada?" Dijo. "No, no estoy enojada." Había tenido chicos que causaban más alboroto que este pequeño episodio. Solo esperaba que Jake y Draco estuvieran bien. "¿Cómo?" "Estaba asustada, Jake. Asustada por ti, asustada por mi caballo. Parece que te llevaste la peor parte, sin embargo."


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"¿Eso te hace feliz? ¿Que me lastimé y él no?" Guau. Este niño realmente no se sentía amado e indigno. "No. Me alegra que los dos estén relativamente bien. Aunque tú eres el que eligió hacer esto. Draco seguro que no." Ella no podía dejarlo que se librara de su responsabilidad. Él se humedeció los labios y se miró las botas. "¿Qué querías preguntar?" Ella se echó hacia atrás y cruzó las piernas. "¿Por qué lo hiciste?" Él respiró hondo y ella se sintió aliviada al ver que no parecía tener ningún dolor en las costillas. Tampoco notó ningún chichón en su cabeza. Su brazo, lo mejor que pudo distinguir, tenía un esguince o fractura. No había cortes cort es o pr pr otuberancias. otuberancias. Solo el de su frente. Necesitaría un vendaje de mariposa o algunos puntos, pero hasta ahora no parecía herido de gravedad. "Me enfade." "¿Por qué?" "Porque tuve que correr, como, ocho malditos kilómetros y luego tuve que limpiar mierda. ¡No es justo!" "Es justo, Jake. Esas son las reglas. Decenas de chicos como tú han tenido que seguirlas y al principio tampoco les gustó. Pero las reglas están ahí por una razón. Nos mantienen seguros y nos mantienen responsables." A él no pareció gustarle su respuesta. "¿Ves a Bobby allí?" Él asintió mientras jugaba con su dolorida muñeca. "Vino aquí hace unos seis años. Orden judicial, como tú." "¿En serio?" Lo estudió. "Sí, y déjame decirte, odiaba aquí. Con una O mayúscula. No te diré todo lo que hizo, pero no era un fanático de las reglas y corrió tanto que perdió cuatro kilos en dos semanas."


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"¿Que pasó? Quiero decir, por qué está aquí ahora?” "Porque llegó a amarlo. Recibimos a Mazey cuando él estaba aquí y simplemente se enamoró de ella y ella de él. Se ayudaron mutuamente a sanar y nunca miró hacia atrás. Se graduó de la escuela secundaria y vino a mí y me preguntó preguntó si podía ser voluntario. Lo hizo tan bien que lo agarré." "No creo que me vaya a encantar." Ella se rió de nuevo. "Nunca digas jamás, Jake. No por aquí." "¿Le han encantado a otros niños? Quiero decir, sé que a tus dos favoritos sí." "¿Mis favoritos?" "Los que tienes con Draco." "Se ganaron ese lugar, Jake. El trabajo que has hecho? Multiplícalo por veinte y agrégale 6 kilómetros más." "¿No te gustan más?" "No. No "No. No tengo favoritos. Tengo trabajadores. Tengo chicos que necesitan ayuda. Tengo caballos que también necesitan ayuda. Mézclalo todo y en eso me enfoco. Cuando los niños escuchan y ayudan y hacen lo que les dicen, lo agr adezco. adezco. Pasan más tiempo individualmente con los caballos, lo cual beneficia a ambos." "¿Cómo puede ayudarme un caballo?" Se estremeció cuando movió su brazo. "Espera y verás." "¿Qué hay de Draco?" "¿Qué hay de él?" "¿Puedo trabajar con él?" "Tal vez." "Él es genial. Me gusta." "¿Qué hay de ese potro?"


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Él se encogió de hombros. "Está bien. Es lindo." "Marv cree que lo hiciste bien con él." "No hice nada especial." "¿Alguien dice mi nombre?" Marv preguntó mientras salía de la casa. Tocó a Madison en el hombro. "Los paramédicos deberán estar aquí pronto. Su tía está en camino. No sonaba muy feliz." "Para cuando ella llegue él ya se habrá ido." " ¡ Te dije que no iré a ningún hospital!" Trató de levantarse, levantarse, pero Marv Marv lo ayudó a permanecer con un suave empujón empujón sobre sus hombros. "Ahí, ahí. Nadie dijo nada sobre un hospital, de acuerdo?" él dijo, mirando a Madison con preocupación. "Es posible que necesites puntos de sutura, Jake. Y ese brazo necesita una radiografía." " ¡ Dije que no! no! Solo quiero quiero que la tía tía Grace Grace llegue llegue aquí. ” Se disolvió disolvió en lágrima lágrimass repentinas. "Ella dijo que no estaba muy lejos. Estaba saliendo de una reunión con testigos o clientes o algo así." Madison se levantó y lo cubrió con una manta liviana. Ella también le tocó el hombro. Él se sacudió, pero solo por sus sollozos desesperados. ¿Por qué este niño no quería ir a un hospital? Se inclinó hacia adelante y colocó su mano so bre so bre la s la suya. uya. Continuó Continuó llorando por unos minutos más, finalmente movió su mano y se tranquilizó. A su alrededor, el rancho continuaba. Los pájaros cantaban, los chicos gritaban y los caballos pastaban en los corrales. Jake miró a través de sus ojos llorosos hasta que finalmente Marv señaló. "Aquí vienen los paramédicos," dijo, mirando más allá de ella. Madison siguió su línea de visión y vio que la ambulancia se abría paso por el sendero, con las luces encendidas sin sonido. Jake se puso de pie y comenzó a caminar. "No voy. No voy."


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"Jake, solo deja que te echen un vistazo, de acuerdo?" Ella tuvo que calmarlo. Parecía estar en modo de lucha o huida y no estaba en condiciones de hacerlo tampoco. "Me van a llevar. Me llevarán sin la tía Grace y nunca me encontrará. ¡Ella nunca me encontrará!” "Jake, Jake, shh, está bien." Trató de tocarlo de nuevo, pero él se escabulló lejos de ella. La cara de Marv cayó cuando se encontró con los ojos de Madison. Algo estaba mal, y los dos se sentían impotentes. "Jake, no dejaremos que te lleven a ningún lado hasta que llegue tu tía," él dijo. Jake se volvió hacia él rápidamente con ojos salvajes y desesperados. Le recordó a Madison tanto de Grace que casi la dejó sin aliento. Los ojos de ciervo, el cabello claro y reluciente. Y esa mirada ... tan intensa y buscando. Se aclaró la garganta y aceptó. "Está bien. Dejaremos que te revisen. Nadie va a ninguna parte hasta que llegue tu tía." "Estás mintiendo," dijo. Marv levantó sus manos. "No mentimos." "Es una regla, recuerdas?" Madison le recordó. Jake miró hacia el piso del patio, luego retrocedió. "¿Lo juras?" "Sobre mi papá," Marv dijo. "Aquí, nos damos la mano." Tendió su mano derecha y Jake liberó su brazo herido para estrecharla sin fuerzas. Las llantas de la ambulancia resquebrajaron en el camino de grava y se detuvieron muy cerca de ellos. Los hombros de Jake cayeron como derrotados. Parecía una bolsa de huesos encorvada y cubierta. Indefenso. Tiró del corazón corazó n de Madison a pesar de su actitud de indiferencia y desafío. El chico estaba dolido, por dentro y por fuera, y ahora era claramente evidente. " ¿ Este es nuestro hombre?" Un hombre preguntó, saliendo del vehículo. Una mujer fornida lo siguió e inmediatamente se dirigió hacia Madison. "Sí, señor," Marv dijo. "Este es Jake."


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"Hola, Jake," el hombre dijo, poniéndose unos guantes mientras entraba al patio. "Me enteré que te golpeaste al caer de un caballo." Jake asintió, pero se negó a mirarlo a los ojos. "¿Vendrías a sentarte aquí por mí?" La mujer también vino y quitó cuidadosamente la manta. Ella estaba llena de músculos y tenía el pelo corto, rizado y castaño. Su piel y rostro habían visto el sol por muchos años. Madison supuso que era homosexual por las miradas que la mujer le daba. Breves miradas aquí y allá para medirla, una pequeña sonrisa. No era poco atractiva, pero no era del tipo de Madison. Sin embargo, era muy buena con Jake, tomando tomando sus signos vitales y haciéndole preguntas. Ambos lo examinaron por completo y él gritó cuando le miraron el brazo. Y cuando mencionaron que lo llevarían al hospital para tomarle radiografías y una tomografía computarizada de su cabeza, él volvió a levantarse. Madison tuvo que explicar. "Estamos esperando a su tía para esa decisión." "¿Dónde está ella?" La mujer preguntó, mirando a Madison. "Está en camino." "No podemos esperar demasiado," el hombre dijo. "¿Puedes vendarle la frente y entablillar su brazo mientras tanto?" La mujer sonrió. "Por supuesto. Sra.?" "Clark." "Claro, Sra. Clark." Sacaron suministros de la parte trasera de la ambulancia y se pusieron a trabajar en Jake. Mientras estaban entablillando su brazo, Madison escuchó el sonido del motor acelerado del Mercedes. Los neumáticos golpearon y c hirriar hirriar on on y Gr ace ace voló al camino como un conductor de acrobacias. Todas las cabezas se volvieron para mirar mientras se bajaba del auto y hacía hacía todo lo posible por correr sobre sus tacones tacones hacia el patio.


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" ¿ Qué diabl diablos os pasó?" pasó?" Exigi Exigió, ó, quitán quitándos dosee los lentes lentes de sol. sol. " ¿ Qué demon demonios ios estab estabaa haciendo con un caballo salvaje?" Miró a Madison y corrió rápidamente hacia Jake. "¡Se supone que debes cuidar de él!" Le sostuvo la cara. " Oh Dios ios mío, oh Dios mío. Estás sangrando y —” Ella vio su brazo. " ¿ Tu brazo está roto?" Se giró hacia Marv. " ¡ Dijiste que no estaba gravemente herido! ¿ Qué clase de enseñanza estás dirigiendo aquí?" La pregunta estaba dirigida a Madison, quien ardía de ira. Era comprensible que Grace se molestara, pero echar culpas inmediatamente sin saber toda la historia? Madison luchó por hacer comentarios a su vez y en cambio apretó su mandíbula fuertemente cerrada. "No creemos que esté gravemente herido," la mujer paramédico dijo, que parecía darse cuenta de la tensión. "Solo queremos llevarlo para estar seguros. Probablemente necesite algunos puntos de sutura y necesita que su brazo y su cabez cabeza sean revisados solo para estar seguros." "¿Puntadas? ¿Su brazo y cabeza? Suena bastante serio para mí." "Es el procedimiento estándar con este tipo de caída." "Lo siento. ¿Quién eres tú?" "Wy." "¿Wy?" "Como en Wynona." "Oh, bueno, gracias, Wy, pero ya me encargo yo." "¿Vas a encargarte de él?" "Por favor, tía Grace, no. No quiero ir." "Sí, lo manejaré." Él comenzó a temblar de nuevo. "Shh, shh. Hablaremos de eso." "Vamos a necesitar que firmes algo, entonces. Cogeré los papeles mientras Henry venda esa herida.” Wy volvió a la ambulancia.


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"Realmente deberías llevarlo dentro." Marv dijo en voz baja. "¿Eso crees?" Grace respondió. "Muchas gracias, pero sé cómo cuidar a mi sobrino." "No, tía Grace. No me hagas ir." "Bebé, tienes que hacerlo." Ella le apretó el brazo sano. "Estaré allí contigo, lo prometo." "¿No te irás de mi lado?" "No claro que no." "¿Ni siquiera por un segundo?" "No." "¿Y no me perderé? ¿Y no me harán lo que le hicieron a mamá?” Grace cayó de rodillas. "No, no lo harán." "En realidad, si lo llevan para radiografías y escáneres, probablemente no puedas ir con él," Henry dijo sombríamente. Grace lo miró y Jake comenzó de nuevo. "¡Tía Grace!" "Ella puede ir con él," Madison dijo, dando un paso adelante. "Llamaré antes y me aseguraré." Tenía una o dos conexiones en el hospital local. Se aseguraría de que estuviera bien atendido, junto con Grace. Era lo menos que podía hacer para asegurarse de que realmente fuera a ser examinado. Jake se calló y le susurró algo a Grace. Marv se movió y miró a Madison como si hubiera escuchado. "No. Descartado," Grace dijo. "¡Entonces no quiero ir!" "Jake, detén esto. Vas a ir. Te llevaré y no te dejaré." "Quiero que ella también venga. Sra. Clark."


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"Bueno, ella no puede." "¿Por qué no?" "¿Por qué quieres que vaya?" "Porque ella — confío en ella." Grace se aflojó como si le hubieran cortado la respiración. "No me iré sin ti y ella." Madison quería alejarse. Estaba sintiendo tantas cosas, desde la ira hasta la confusión a la preocupación sobre la imposición. Había estado al lado de sus muchachos antes con heridas, pero era obvio que Grace no la quería cer ca. ca. Est Esto se sentía sentía más como un problema familiar, y Jake Jake no era de ella. "Eso es todo por ahora, entonces," Henry dijo, guardando su equipo. "Si solo firmas aquí." Wy le entregó un portapapeles a Grace, quien firmó rápidamente. Entonces Wy se acercó a Madison y habló en voz baja. "Si quieres, puedo llamar antes también. Haré que urgencias sepa que van. Conozco a algunas de las enfermeras." "Disculpe," Grace dijo levantándose. "Si estás hablando de mi sobrino, preferiría que hablaras conmigo." "Solo estaba ofreciendo llamar a algunas de las enfermeras que conozco." "Eso no será necesario." "Está bien, entonces." Se encogió de hombros y le pasó a Madison una tarjeta de presentación. "Por las dudas." Ella sonrió disculpándose. "O si necesitas algo más. Mi celular está allí.” Asintió hacia Grace y siguió a Henry hasta la ambul la ambulancia. ancia. Subieron y se alejaron lentamente. Jake se levantó y caminó sorprendentemente rápido directamente hacia Madison. "Por favor, ven conmigo. Me sentiré más seguro." "Jake," Grace dijo. "Jake, no la pongas en esta posición."


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"Por favor, Sra. Clark. Sé que no dejarás que me lastimen." "No puedo prometer eso, Jake," susurró, deseando poder hacerlo. " ¿ Ves?" Él le dijo a Grace. "Es sincera conmigo. Confío en ella. Con las dos allí, me sentiré mejor. Por favor, Sra. Clark." Las lágrimas brotaron en sus ojos. Esos familiares ojos castaños. Dos pares perforando en Madison. Suspiró y miró a Marv. Él asintió una vez y se dirigió hacia los establos. "De acuerdo." Grace nerviosamente se metió los mechones sueltos de su cabello detrás de las orejas. Jake intentó no sollozar. "Gracias." "Será mejor que nos vayamos," Madison dijo. Se aclaró la garganta otra vez, tratando de no dejar que la emoción del chico la afectara. Él era más vulnerable y sensible de lo que alguna vez había considerado, y sus lágrimas y súp licas se habían habían apoderado de su corazón. "Te seguiré." Rodeó la casa hasta su propio camino privado y subió a su camioneta de doble rueda trasera. Las llaves siempre estaban en la visera, así que las atrapó en el aire y encendió el motor. Para cuando se retiró y llegó al camino de entr ada, entr ada, el Merce el Mercedes des estaba muy por delante de ella, levantando el polvo como de costumbre. "¿Qué estoy haciendo?" Preguntó, sacudiendo la cabeza. "¿Qué estoy haciendo?"

Capítulo Nueve “¡Tía Grace, no te vayas!" Jake gritó desde la cama del hospital en la atestada sala de emergencias. Un médico acababa de examinarlo y estaban esperando para enviarlo a escanear su cabeza y brazo. Una enfermera estaba metiendo almohadas detrás de él y ajustando el control remoto del televisor por su mano buena. "No lo estoy, cariño. Solo voy detrás de esta cortina para hablar con la Sra. Clark. Estaremos aquí mismo.” Hizo un gesto a Madison para que la siguiera, luego jaló


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de la cortina para cerrarla detrás de ellas justo justo antes de que empezara a hablar. hablar. " ¿ Qué diablos pasó? ¿Por qué no lo estabas cuidando? Por qué — " "No me hables así," Madison susurró, el enojo en su rostro. "Lo siento. ¿Cómo debería hablarte ahora que mi sobrino está acostado en una cama de hospital hospital por una caída en tu rancho? ¿ Debería Debería ser educada? educada? ¿ No tengo suficientes suficientes modales para ti?” Estaba tan harta de la actitud prepoten te de Madison Clark. adison Clark. "Francamente, no, no lo haces. Has sido grosera desde el primer día. Desconsiderada de las reglas —“ " ¿ Grosera? Grosera? ¿ Disculpa? Disculpa? Tú eres el que ha sido grosera." grosera." ¿ Qué pasaba con esta mujer? mujer? Grace estaba tan enojada que simplemente podía alejarse y golpear algo. Consideró gritar en la almohada de la cama vacía junto a ellas y aporrear la aporrear la hasta hasta hacerl hacerlaa trizas. "Suficiente," Madison dijo. "No, no es suficiente. ¡Dime qué diablos le pasó a mi sobrino!" Ella tuvo que bajar la voz, rezando para que Jake no pudiera oír. "¿Por qué no le preguntas a él?" "Lo hice." "¿Y qué dijo?" "Que intentó montar un caballo por su cuenta." Madison abrió la cortina y se paró al lado de Jake. "Dile a tu tía lo que pasó hoy." Él dudó. "Lo hice." "Todo." "Yo — " "Recuerda la regla sobre mentir." Él cerró los ojos. "Bien."


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La enfermera los dejó, y Madison bajó el volumen del control remoto del televisor. Grace se puso nerviosa, no le gustaba la expresión de ninguno de los dos. "Tuve que hacer las tareas de mierda otra vez hoy, y la Sra. Clark no me dejaba trabajar con este genial caballo llamado Draco." "Dilo sin la mala palabra." "Está bajo mi mando ahora," Grace interrumpió. "Jake, sin s in malas palabras." Ella se sonrojó por lo ridículo que había sonado. "Así que me cansé de palear sh — uh, mierda y arrojé mi pala y me largué. Vi al caballo, agarré las riendas, me paré en la cerca y me subí." Sonrió. "Lo monté de buenas maneras también." "Antes de que él te tumbara," Madison dijo, cruzando los brazos, obviamente disgustada. "¿Y dónde estabas cuando sucedió esto?" Grace G race le preguntó a Madison. "En mi patio haciendo papeleo." "¿Papeleo?" Madison cruzó detrás de la cortina, sacudió su cabeza hacia Grace para que la siguiera, y luego cerró la cortina. "No me preguntes así delante de él. Pone en peligro mi autoridad." "Eso es exactamente lo que se supone que significa." "Mira, Jake fue asignado a una tarea con otro chico. Dos miembros del personal estaban en el establo con ellos. Cuando salió, salió corriendo. Todo terminó en menos de dos minutos. Nadie podría haberlo detenido o prever lo qu e iba a hacer. Cuando lo hicimos, mi personal y yo reaccionamos de inmediato. Tiene suerte de que esté bien." "Tienes toda la maldita razón." ¿Cómo podía quedarse allí tan tranquilamente y transmitir esta historia, como si nada de eso fuera su culpa? ¡ Jake estaba herido! Aterrorizado y conmocionado. "Él no volverá al rancho."


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Madison la miró por un largo momento. Luego se quitó el sombrero de vaquero para revelar el pañuelo azul cubierto de sudor que le rodeaba la cabeza. Grace podía oler tierra, sudor y bronceador. Extrañamente, eso la emocionó. Se obligó a apartar la mirada de los intensos ojos tormentosos y los pómulos marcados por el sol. "Simplemente no creo que sea el mejor lugar para Jake," Grace dijo. Madison se dejó caer en la cama vacía detrás de ella. "Es el mejor lugar. Y este evento debería demostrarte eso." " ¿ Resultar Resultar herido? ¿ Estás loca?" loca?" Ella tuvo que apartar apartar la mirada mirada de nuevo nuevo.. Madison Madison estaba sentada allí con los codos en las rodillas y el sombrero en las manos. Se veía tan bella y trabajadora. Y hermosamente hermosamente ... butch. "Se lastimó porque no siguió las reglas. No le gusta el rancho porque no sigue las reglas." "Reglas. Eso es todo de lo que hablas." "Quizás eso es lo que más necesitas." "¿Disculpa? No me digas cómo criar a mi sobrino." "No lo hago. Simplemente lo sugerí." "¿Tía Grace?" Salieron de detrás de la cortina para ver a un trabajador llevando un uniforme que maniobraban la cama para alejarse. "Es hora de su tomografía computarizada," él dijo con una sonrisa. "Tía Grace, no. Diles que tienes que venir. ” Empezó a entrar en pánico y el color desapareció de su rostro. "Tengo que ir con él," dijo. "No puedes entrar a la habitación con él. Lo siento." Jake comenzó a llorar y a respirar pesadamente. Madison fue a su lado y tomó su mano ilesa. Ella miró al trabajador. "Vamos con él. Hasta donde podamos." Cuando el


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trabajador no respondió, Madison lo tomó por el codo hasta la puerta. "De lo contrario esto continuará y tendrás que sedar a un niño de trece años." "Está bien, está bien." Él asintió rápidamente. "Jake, voy a ir contigo," Grace dijo, tratando de que parara. "Shh, estoy aquí." Le dio unas palmaditas en la mano. mano. "Ya voy. ¿Ves?" Caminó al lado de la camilla mientras el trabajador la empujaba por el pasillo. "Quiero a la Sra. Clark. La Sra. Clark también." "Ella nos esperara en la habitación." "¡No! ¡Señora Clark!" Él gritó. "Sra. Clark!" Madison salió de la habitación y corrió a su lado. "Jake, necesitas calmarte." Miró a Grace con obvias preguntas en sus ojos. "No me dejes. No me dejes." "No lo haré." "Estoy aquí, Jake," Grace agregó y finalmente él se calmó con ella por un lado y Madison por el otro. Entraron en una habitación donde otros dos trabajadores los miraban con sorpresa. El que empuja sacudió la cabeza como dicie ndo no pregunten pregunten.. Grace ayudó a Jake a pasar al pequeño banco corredizo. Madison también vino a su lado. "Jake, sé cómo funcionan estas cosas. Primero que nada, no te toca. En segundo lugar, solo te quedas quieto y tu tía y yo estaremos detrás de la ventana. No te estamos dejando. Estaremos aquí mismo." Grace se sorprendió cuando él no discutió. Los trabajadores asintieron en acuerdo y le dieron más instrucciones. "¿Juras que no te irás?" Él le preguntó a Madison. Grace tomó su mano. "Lo juro." "Quiero que ella lo diga."


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La demanda le dolía, pero Grace lo haría y tomaría lo que fuera necesario para que le hicieran el escaneo. "Lo juro," Madison dijo. "Está bien," él susurró. "De acuerdo." Se movieron dentro de una sala de control y Grace lo saludó con la mano a través de la ventana. Se veía tan pequeño y frágil en el banco corredizo. Vio su mano buena apretándose cuando los trabajadores lo introdujeron en e l agu jero jero de la máquina. la máquina. Se quedó muy quieto mientras se llevaba a cabo el procedimiento y le escaneaban la cabeza. Ella contuvo la respiración, temiendo que se moviera. Madison rompió el silencio. "¿Por qué tiene tanto miedo?" "Él — " Grace la miró y apartó la mirada; los ojos de Madison eran demasiado penetrantes. "Cuando tenía cinco años fue llevado al hospital con su madre, quien aparentemente había tenido una sobredosis de algo. Lo dejar dejar on on a su lado en el piso del hospital y cuando él fue a buscar ayuda, se separaron. Desde la distancia, vio a los médicos comenzar la CPR y clavarle una aguja. Estaba convencido de que la habían matado. Se escondió en una habitación tras otra en medio de la noche con gente enferma y moribunda. Cuando las enfermeras lo vieron trataron de ayudar, pero él siguió corriendo. Cuando finalmente lo atraparon, estaba casi catatónico por la conmoción y el agotamiento. Para empeorar las cosas, lo llevaron con su madre para identificarla y ella estaba inconsciente, conectada a las máquinas. Solo lo aterrorizó más. Nunca ha estado cerca de un hospital desde entonces." "Eso explica mucho," Madison susurró. "Sí." "Ha pasado por muchas cosas, ¿no?" Esta vez, Grace la miró a los ojos. "Más de lo que puedes imaginar." "Lo siento," ella dijo. "¿Por qué?" "Por él."


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Grace presionó sus labios y asintió. Él había pasado demasiado, y ella se sentía tan malditamente responsable por no saber la mayor parte de eso hasta hace poco. "Y por ti." "¿Yo?" "Sí." Grace vio la sinceridad en sus ojos y su corazón se calentó tan profusamente que pensó que sus pulmones se derretirían en pura dicha. "No lo sientas," susurró. "Lo amo, contra viento y marea, y haría cualquier cosa por él." "Entonces déjalo seguir yendo al rancho." "Yo — " Pero no sabía qué decir. Los acontecimientos del día la habían traumatizado tanto a ella como a Jake. Necesitaba tiempo para pensar. La tomografía computarizada había terminado, y caminaron junto a la camilla de Jake hacia la sala de rayos X. Madison no dijo nada más y Grace se sintió aliviada. Todavía no podía tomar una decisión, y no iba a hacer una una cuand cuando su cuerpo reaccionaba exageradamente a un poco de amabilidad. No ayudó nada cuando regresaron a la sala de emergencias y Madison tomó la mano de Jake mientras su frente era suturada. Ella le contó historias tranquilizadoras del rancho y de todos los caballos y de lo que habían perseverado. Le contó sobre algunos de sus antiguos niños, y Grace también se vio cautivada, atrapada en su voz suave, sus ojos profundos y la manera tranquila en que hablaba. Jake estaba tan callado y aún así el doctor tuvo que preguntarle si todavía estaba despierto cuando terminó. "Sí." "Buen trabajo. Ya estás listo." Le hicieron una férula en el brazo después de confirmar un esguince y le administraron algunos analgésicos para el brazo y la cabeza magullada. En general, salió bien. Grace pidió hablar con Madison una vez más detrás de la cortina mientras una enfermera intentaba animar a Jake. "Quería agradecerte por venir," dijo.


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Madison se quitó el pañuelo y se sentó en la cama, pasándose la mano por sus espesas y sucias capas rubias. "Me alegro de poder ayudar. Me siento realmente mal por lo que sucedió." Sus pómulos estaban teñidos de rojo por el sol. "Si hubiera sabido que él iría por Draco ..." "Lo sé," Grace dijo suavemente, tratando de no mirarla. "Eres ... “ Preciosa. Fuerte. Cariñosa. Hermosa. "No responsable de lo que hizo Jake." "Mañana, las cosas cambiarán." Grace se mordió el labio inferior, sabiendo que Madison se lo estaba tomando en serio. "De todos modos, solo quería darte las gracias. A Jake de verdad le gustas, y debo admitir que después de hoy ... " Madison levantó la vista. "Después de hoy ... pensé que iba a tener que matarte. Pero ahora…" "¿Estamos bien?" "Sí." Madison se rió entre dientes y se levantó. "Es agradable escuchar eso." "No, lo digo en serio," Grace dijo, tomando su brazo suavemente. Madison miró hacia la mano y se quedó muy quieta. "Gracias." Madison la miró a los ojos y parpadeó lentamente. "De nada." Grace la soltó, pero solo después de que sintió que su respiración cambiaba. Algo estaba pasando entre ellas, y no había había forma de negarlo ahora. "Esa mujer ... esa paramédico." "¿Sí?" Madison se agarró a la cortina después de meter su pañuelo en su bolsillo trasero. "Ella te coqueteó, ¿no es así?"


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El rubor en la cara cara de Madison era obvio y se extendió hasta las orejas. orejas. "Creo que estaba tratando de ayudar." "¿A quién? A Jake o a ti?" Madison no respondió, solo apartó la mirada. Grace se rió. "Eso pensé." Abrió la cortina y dejó a Madison sonrojada, sin mencionar cuán malditamente celosa se había puesto. "¿Listo para irnos, pequeño?" La enfermera lo ayudó llevándolo a la puerta principal. Allí Grace tomó su brazo mientras Madison lo seguía. "Gracias por venir," Grace volvió a decirle a Madison mientras caminaban hacia sus vehículos. "De nada." "Sí, gracias," Jake dijo. "¿No tiene algo más que decirle a la Sra. Clark?" Grace dijo. El sol ya no brillaba, pero era lo suficientemente fuerte para hacer que entrecerrara los ojos. "Supongo que lo siento," dijo. "Por ya sabes, hacer eso." "¿Supones?" "Sí. Quiero decir sí, señora. Quiero decir, lo siento. Debería haber hecho mis tontos quehaceres." "De acuerdo. Disculpa aceptada. Pero añadiste otro día de esos tontos quehaceres." "¿Qué? ¿Las tareas de mierda? "Sí." "¡Hombre! Pero solo tengo un brazo." "Lo solucionaremos."


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"Vamos, Jake." Grace lo condujo hasta el automóvil y observó brevemente mientras Madison Clark se alejaba hacia el sol medio puesto, colocándose nuevamente su sombrero de vaquero en la cabeza. 

Unas horas más tarde, Grace le había dado a Jake una pastilla para el dolor y lo había ayudado a acostarse. Él se había quedado dormido rápidamente, con el brazo apoyado sobre una almohada. Eran casi las siete en punto cuando sonó el timbre. Abrió rápidamente y le sonrió a Ally Murphy. "Adelante." "¿Está dormido?" Ally preguntó. "Sí." "Bien." Grace las condujo a la sala de estar, donde le ofreció una copa de chardonnay. No sabía mucho sobre el vino, pero parecía apropiado. Había tenido un día largo y agotador, y Ally probablemente también. también. Se instalaron en el sofá. "Entonces él se lastimó, ¿eh? ¿En el rancho?” "Sí. Y te lo digo, simplemente no creo que sea el lugar correcto para él, Ally." "¿Oh?" "Sí." "¿Por qué no?" "Bueno, se lastimó, por el amor de Dios." "Podría lastimarse mucho peor en el reformatorio." "¿No tienen guardias en el reformatorio?"


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"Sí, pero no estoy hablando solo de físico. Estoy hablando mental. Es una prisión, Grace. Los chicos allí no son de ninguna manera una buena influencia. Y si s i él se institucionaliza, será todo lo que sabe y todo lo que espe ra." Grace suspiró. "Bueno, y que hay de esta Madison Clark? ¿Es realmente la mejor para este tipo de ... instancia?" A pesar de que estaba haciendo la pregunta, esperaba que la respuesta fuera positiva. Había algo en Madison que hacía que Grace quisiera saber más. "Madison es una de las mejores en el negocio. Conoce su oficio y ha estado trabajando con chicos problemáticos durante años." "No estoy segura de qué pensar de ella." Ally se rió. "No dije que fuera demasiado amistosa." "Tienes razón. Quiero decir, no lo era al principio, eso es seguro." ¿Lo era ahora? Quién sabía cómo sería mañana o al día siguiente. "Pero ella hace maravillas con esos chicos. Creo que también podría hacerlo con Jake si tuviera la oportunidad." "No sé, Ally. Quiero decir, él se lastimó y ella fue muy grosera conmigo." "¿Grosera?" "Sí, y al principio pensé que se iba a negar a asumir la responsabilidad." "¿Pensabas que debería estar observándolo en cada segundo?" "Sí, ¿no crees?" "Por lo que entiendo, esos muchachos están supervisados muy bien. No es un lugar para delincuentes violentos. Solo aquellos como Jake. Y las únicas quejas que he escuchado son de padres que, ya sabes, no les gustan las reglas." "Oh, Dios mío, suenas como ella. ¡ Tan exasperante!" Se puso de pie y comenzó a caminar. "Y puede ser tan grosera y práctica y no sé, solo creo que Jake necesita una mejor supervisión."


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"¿Como en la prisión?" "No." Ella se sentó de nuevo. "¿No hay otro lugar? Campamento de entrenamiento o algo así?" "Si Jake no sigue las reglas en Healing Soul, de verdad crees que lo hará en el campo de entrenamiento?" "Simplemente no sé qué hacer. Si ella no estuviera tan malditamente —“ "¿En lo cierto?" "¿Qué?" Ally dejó su copa sobre la mesa de café. "Parece que tu problema es más con Madison Clark que con cualquier otra cosa." "Estás — " Ally levantó una ceja perfectamente cuidada. "Jake desobedeció y corrió en un caballo. No estaba ensillado, no había nadie con eso, y por lo que dijiste, el personal lo persiguió tan rápido como pudieron. pudieron. Creo que Jake se metió m etió en en un montón montón de problemas y lo manejaron manejaron bastante bastante bien. Está a salvo, y afortunadament afortunadamentee está bien. ” Ella se levantó. "Si esperas que Madison haga algo al respecto, díselo. Estoy segura de que lo hará de todos modos. Lo más probable es que Jake tenga que solucionar lo que hizo corriendo o los quehaceres." Grace se sintió derrotada, como si el aire hubiera sido liberado de su globo de ira. "Ella lo hizo. Dijo que él tendría otro día de los quehaceres que no le gustan y que las cosas serían diferentes mañana." "Entonces ahí tienes. Madison no es una grillera o una persona de tipo reactivo. Ella es muy estoica." "Supongo. Maldita sea, Ally, se supone que debes estar de mi lado aquí.” Ella se rió. "Lo estoy. Y Jake también." Colocó su copa junto a la de Grace. "Crees que debería dejarlo regresar." "Sí."


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"Y debería confiar en esta mujer." "Sí. Ahora por qué no me dices el verdadero problema, Grace?” "¿Disculpa?" "¿Por qué no te gusta ella?" "No estoy siguiendo." "Es porque te sientes atraída por ella, ¿verdad?" "¿Qué? No. "¿Qué? No. No, por supuesto que no." Se levantó de nuevo, nuevo, nerviosa. "Entonces por qué me llamaste todo el camino hasta aquí, Grace? ¿Solo para quejarte de una mujer extraña? No me lo creo." Grace comenzó a masticar su uña, pero sabía que parecía demasiado obviamente quejándome tanto de Madison cuando nerviosa. ¿ Por qué la llamé? ¿ Por qué estoy quejándome básicamente hicimos las paces? ¿Por qué no puedo sim pleme sim plemennte olvid arla? arla? Eso era todo. Estaba tratando de sacarla de su mente estando con Ally. "Estás equivocada," fue todo lo que pudo decir. "Entonces relájate, quieres? Y dime por qué estoy aquí." Ella sonrió seductoramente. "Yo ... no estoy segura." "Bueno, ven a sentarte y podemos resolverlo." "Creo que estoy demasiado estresada." "Creo que tal vez lo estás. Ahora, por qué no nos olvidamos de Madison Clark por un rato y me muestras tu habitación?” Grace se rió mientras Ally le tocaba la cara. "No estoy segura." "¿Acerca de qué? ¿De mostrarme tu habitación o de Madison Clark?”


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De ambos. "Te dije que no me gusta." Ally sonrió y se inclinó para susurrar, "Entonces vamos a la habitación. Cerraremos la puerta y reprimiré tus gritos gritos con mis dedos." Grace inhaló bruscamente al sentir la lengua de Ally en su oreja. "No lo sé." "Si, lo sabes. Déjame hacer esto por ti, cariño. Sólo déjame." "No suelo —" "Shh, no pienses. Simplemente siente. Ahora muéstrame la habitación." Sus manos se entrelazaron y Grace se encontró liderando el camino. Su cuerpo zumbó cálidamente y su mente se sintió entumecida. Cuando entró en su habitación y se giró, Ally cerró la puerta, cerrándola con llave, y se lanzó h acia ell ellaa como una como una cazadora de la noche, besándola suave pero profundamente. Grace luchó por hablar, pero Ally no la dejó, cubriéndola de besos y firmes caricias, desvistiéndola en cuestión de segundos. Su mano encontró sus muslos y se arrastró hacia arriba, donde encontró su centro ya húmedo y tembloroso. tembloros o. "Oh si. Eso se siente bien," Ally dijo. "Estás tan lista para mí." Grace sintió que sus ojos se cerraban y solo podía pensar en las palabras de Ally. Vamos a olvidarnos de Madison Clark por un rato. La frase se repitió, pero no podía dejar que la imagen de Madison escapara de las garras de su mente. La forma en que se veía cuando dijo que lo sentía, la forma en que tomó la mano de Jake e insistió en que fueran con él para el esc aneo. Ella era tan t an poderosa en esos momentos y tan bella en otros. Era una rosa con espinas. Una hermosa, hermosa rosa completamente cubierta de espinas, casi imposible de ver o tocar. "Acuéstate," Ally dijo, ya acariciándola tan bien que estaba deseando venirse. Grace consideró discutir. Ella era la que generalmente tenía el control. Pero sus pensamientos sobre Madison y las caricias de la mano de Ally eran tan dulces y ardientemente dichosas que no le importaba. Solo quer ía quer ía dejar dejar se se llevar llevar y sentir nada más que el toque erótico y la presión y —


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"Oh," gritó mientras se recostaba y Ally hundió la cabeza entre sus piernas. "Oh, Dios." Su lengua y sus labios eran como fuego, lamiéndola breve y fuerte. Sostuvo su cabeza y cerró los ojos. "Oh, oh, oh." Vamos a olvidarnos de Madison Clark por un rato. Cuando volvió a abrir los ojos y miró hacia abajo, era la cabeza de Madison entre sus piernas, la boca de Madison, los ojos intensos de Madison. Y con esa visión encerrada en su mente, se echó hacia atrás, hundió los dedos en sus sábana s ábanass y se cor rió rió en la noche.

Capítulo Diez ¿ Crees que vendrá?" Marv le preguntó a Madison mientras sostenía al potro entre sus piernas y lo alimentaba del biberón. El potro bebió con ganas, la leche goteaba de su hocico. Madison sonrió. "Eso espero." "¿Eso esperas? Si me preguntas, ese chico tiene problemas. Y está mimado. Llevarse a Draco de esa manera, debería curtir su piel." "Sin piel curtida." "Qué lástima. Eso enderezaría a estos muchachos muchísimo más rápido." "Eso es discutible, y sabes cómo me siento al respecto." "Sí, preferirías tenerlos corriendo hasta la muerte." Ella se rió. "Funciona. Cuando el cuerpo lucha, la mente florece." "Sí, sí. Entonces qué le pasó? ¿Se rompió el brazo?” "No, fue solo un esguince, y tuvo que ponerse algunos puntos de sutura en esa frente." "Eso es bueno. Me asuste a morir cuando lo vi caerse. Pensé que su cabeza estaba rajada con seguridad."


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"Yo también." "Supongo que tendremos que vigilarlo como un maldito halcón. Lo cual no es justo para los otros chicos." Madison había considerado eso mientras se sentaba y bebía su vino la noche anterior. Su viejo jazz había tranquilizado su mente mientras elaboraba un plan. De ahora en adelante, Jake Hollings la seguiría. Lo que sea que ella hiciera, él lo haría. Donde sea que ella fuera, él iría. En cierto modo, era un castigo, pero de otra manera, sería una terapia. El chico obviamente tenía problem problemas de abandono, y tenerla como una compañera constante podría ayudarlo a superar eso. También planeó hablar con él, brindando terapia individual mientras trabajaban. Normalmente tenía un colega que venía a hablar con los muchachos dos veces por semana mientras trabajaban con los caballos, pero Jake necesitaba más. Y si iba a mantenerlo a salvo, tendría que hacer más. En cuanto a cómo iba a explicarlo a los otros chicos, ella usaría la lesión de él como una excusa. En cuanto a cómo se lo explicaría a Grace Hollings ... no estaba muy segura de eso. Por un lado, Grace probablemente aceptaría la supervisión directa, pero por el otro, podría ponerse celosa. Madison había visto el color desaparecer de su rostro cuando Jake insistió en que Madison no se fuera de su lado. Le había golpeado, y duro. Así que no importaba cómo manejara a Jake, Grace probablemente encontraría algu na razó razónn para desaprobar. Pero en lugar de que esto le causara ansiedad, Madison descubrió que casi agradecía la oportunidad de hablar con ella nuevamente, y no tenía idea de por qué. La mitad de una botella de vino había sugerido la atracción física, y con el jazz había estado completamente de acuerdo. La tenue luz del amanecer, sin embargo, había aclarado su mente y esos pensamientos habían desaparecido en el sol naciente. Grace Hollings era una mujer profesional, tensa, algo centrada en sí misma. Ella amaba a Jake, sí, pero no estaba realmente preparada para hacer todo lo que era necesario para garantizar su salud y felicidad. Era una mujer centrada en su tr abajo abajo y su horario, y estaba acostumbrada a su vida como siempre lo había sido. Le tomaría un tiempo darse cuenta, y Madison realmente no quería ser el bosque por el que tenía que pasar para encontrar los árboles. Continuó mirando a Marv alimentar al potro mientras acariciaba a Mazey a lo largo de su tierno lomo. "Honestamente, no creo que venga. La Sra. S ra. Hollings no parecía querer que él siguiera aquí." "¿Es cierto?" XWPColección: Página y Facebook

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"Sí señor." "¿Piensa que es nuestra culpa?" "Algo así." "De acuerdo con Bobby y el otro chico, él estaba sacando el estiércol de los establos y se levantó y arrojó su pala, dijo 'Ya he tenido suficiente de esta mierda' y salió como alma que lleva el diablo. Bobby pensó que iba a huir. Na die es peraba peraba que que corriera por un caballo. Especialmente Draco." "Aparentemente, él es bastante aficionado a Draco." "¿Lo es, ahora?" "Sí." Madison miró su reloj mientras escuchaba un vehículo a lo lejos. Para su sorpresa, solo eran las seis y treinta y cinco. Alguien llegaba temprano. Se dirigió hacia el camino de entrada y parpadeó mientras se concentraba en el Mer cedes cedes negro cubierto de polvo. Grace ya había salido vestida con un traje pantalón azul marino con una blusa plateada. Sus tacones no eran tan altos, pero aún le costaba caminar sobre ellos en la grava. "Sra. Clark." Ella asintió mientras ayudaba a Jake a salir del lado del pasajero. "Buenos días." "Buenos días." Madison casi se quitó el sombrero, pero luego lo pensó mejor. "Llegas temprano." Grace tomó el codo de Jake mientras lo acercaba más. "Pensé que nunca te oiría decir eso." Ella sonrió y Madison se encontró parpadeando otra vez, totalmente conmovida. Grace era absolutamente hermosa. Rubia y de ojos cafés, piel cremosa y piernas largas, oliendo bien, como algo incomparable simplemente allí esperando espera ndo para para ser consumido consumido de todas las maneras posibles. "Es algo bueno, ¿no?" Sus ojos color miel brillaban y Madison podría haber jurado que era diferente de alguna manera. Casi como si hubiera sido purificada. Y entonces lo supo. Era evidente justo debajo del cuello de su camisa. Una marca ro ja. Grace había sido amada, y recientemente.


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La comprensión fue como un golpe repentino en el estómago, y Madison luchó por no retroceder. Se sintió enferma y avergonzada. No debería sentirse así. Ni siquiera la conocía. ¿Que estaba pasando? ¿Por qué todo giraba y dolía? d olía? "Vamos, Jake. Tenemos tareas." "¿Ya?" "Sí." Grace pareció aturdirse. "Espera. Espera por favor. ¿ Él estará bien? Te lo tomarás con calma, ¿verdad?” Madison no podía soportar mirarla, el dolor era demasiado grande, la vergüenza de sentir el dolor abrumador. "Sí. Él me seguirá de aquí en adelante." "¿Qué?" Jake tenía la boca abierta. "Sin discusiones. Obviamente necesitas más supervisión que los demás, así que estás atrapado conmigo." "Pero —" "Sin discusiones." "Ella tiene razón, Jake. Y además, estás herido. Me sentiré mejor sabiendo que estás con ella." Ofreció otra sonrisa y Madison se dio vuelta, sabiendo que no era la verdadera razón para ello. " ¿ Tú?" Jake dijo. dijo. " ¿ Que hay de mí? Los otros chicos chicos pensarán pensarán que soy un completo completo bebé." "No importa lo que nadie piense," Madison dijo. "Cuanto antes lo descubras, será mejor." Apretó la mandíbula, tan lista para seguir con su día. "Vámonos." "¿Pero cómo puedo hacer los quehaceres con un brazo?" "Te mostraré." Grace intentó seguir. "¿Dejaré tu agua aquí, entonces?"


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Jake frunció el ceño y se giró para despedirse de ella. Madison no volvió a darse la vuelta en absoluto. "¿Estamos sacando el estiércol de los establos?" Jake preguntó. "Sí." "¿De verdad? ¿Tú también?" "Sí." Entraron en los establos y evitaron a Marv, Mazey y al potro. Marv la llamó, pero ella lo ignoró y siguió su camino. Se detuvieron en el último puesto donde Draco estaba parado y Madison hizo que Jake lo observara mientras ella le ponía el cabestro y lo masajeaba rápidamente. Ella le habló en voz baja y se alegró de ver que no tenía ninguna reacción hacia Jake. Luego hizo que Jake lo condujera al puesto vacío al otro lado del camino. Luego le entregó una pala. Con Draco asegurado en el otro puesto, puest o, come comenzaron. "Aquí, con una mano usa la pala de este modo, usando tu cuerpo como refuerzo para el extremo del mango." Jake bajó su pala y empujó mientras lo hacía, usando su abdomen como palanca. Cuando tuvo que levantar, usó su brazo herido como un soporte, nivelando la pala para sacudir y filtrar a través del polvo y el heno. Madison trabajó a su lado lado, empujando empujando y paleando lo más rápido que pudo. Cuando terminó, barrió y roció el establo con limpiador mientras Jake iba por la manguera. Ella lo dejó regar con la manguera mientras descansaba sobre un fardo de heno cercano. El sudor goteaba por su cuello y se quitó el sombrero para abanicarse. "¿Para qué trabajas tanto?" Marv preguntó mientras los otros chicos se movían detrás de ellos haciendo sus quehaceres. "Simplemente haciendo lo que hay que hacer." "Pensé que el chico debía hacerlo." "Lo hace."


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Marv estudió a Jake por un momento y luego se quitó su propio sombrero también. Él se sentó junto a ella. "Creo que sabes lo que está sucediendo aquí, Maddy." Ella hizo una mueca. Él no tenía ni idea, ni ella tampoco. Todo parecía tan surrealista y doloroso y fuera de control. "Es esa mujer. Te está afectando." Ella se levantó, completamente ofendida. "Estás loco." "No, no lo estoy." Sacudió la cabeza y se aseguró de que nadie más estuviera al alcance del oído. "Te está volviendo loca y puedo ver que está pasando. Te tiene toda enredada en este chico y su desorden, y ella es tan terca como él. " Él su suspiró. " No puedes salvar a todos, Maddy. Simplemente no puedes." "No sabes de lo que estás hablando." "Cada vez que viene, te hace enojar. O te vas y desapareces o te pones nerviosa. Hoy es otro día agitado. Ya puedo verlo." "Estoy bien." "Solo otras veces que te he visto así fue cuando — " "No lo digas." "Tengo que hacerlo." "Te equivocas." "Estas mujeres te hacen esto, Maddy. Tan claro como el día. No puedes evitarlo. Y son todas iguales. Creída, profesional, dueña del mundo y de todos en ese tipo de mujeres —“ "Es suficiente." "Simplemente no quiero que te veas en problemas, que te pongas nerviosa. ¿Recuerdas cuanto dolió la última vez?” Ella comenzó a alejarse, colocando su sombrero de nuevo en su cabeza.


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"Deja esto, Maddy," continuó. "Te enamorarás, y cuando se acabe el tiempo de él ella se habrá ido." Madison se volvió y se dirigió hacia él. Susurró, "Me importa ese chico. Él es mi responsabilidad y yo, a diferencia de todos los demás en su vida, no le doy la espalda solo porque su tía —” "¿Solo porque su tía qué?" Ella se calmó de inmediato y retrocedió. "Nada." Él se levantó y golpeó el sombrero en la pierna. No tuvo que decir una palabra. Solo se quedó allí dándole esa mirada. La que le decía que veía a través de ella. "Estoy bien, de verdad." Él no se lo creía, pero retrocedió, obviamente viendo viendo su confusión y angustia. " ¿ Sólo siente ganas de hacer las tareas hoy?" Ella asintió. Él la conocía muy bien. Demasiado bien. "Sí." "Bien entonces. Lo dejo así." "Gracias." Él le puso una mano cálida en el hombro mientras se alejaba. "No hay de qué."

Capítulo Once “¿Puedo hacerte una obvia pregunta?" May preguntó, sorbiendo su Diet Coke. "¿Por qué te importa si ella es grosera?" "Porque hice un esfuerzo para ser amable hoy," Grace dijo, aún nerviosa por los acontecimientos de la mañana. "Incluso lleve a Jake quince minutos antes. Traté de bromear con ella. Sonreí, todo. todo. Solo — Dios, ni siquiera me siquiera me miraba.” miraba.” "Eso es raro. Quizás está loca por ti." "No, no es eso. Parecía casi — disgustada, y luego como si tal vez estuviera enferma o algo así." XWPColección: Página y Facebook

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"Bueno, tal vez lo estaba." "No, fue dirigido hacia mí. Por alguna razón, esa mujer me odia." Se frotó la frente con la punta de los dedos. "Tal vez piensa que soy un padre terrible para Jake. Dios, tal vez lo soy. Deje que se quedara demasiado tiempo con Gabby." Gabby. " "Um, discúlpame, pero trataste de llevarte a Jake durante años porque tenías tus sospechas. Incluso llamaste dos veces a servicios de protección para visitas sorpresa. Tu madre no lo tendría. Ella dijo que todo estaba bien, y sabes que tu hermana hermana montaba un espectáculo cada vez que alguien venía de visita. Así que ya basta." "No lo sé." Ella se inclinó distraídamente y se rascó la clavícula. "Oh, no." "¿Qué?" May frunció los labios de una manera juguetona mientras tocaba su propia área del cuello. "Necesitas ver eso y cubrirlo." "¿Qué?" Ella señaló. "Eso." "¿Qué es?" "Tú dime." "¿Huh?" "Alguien ha estado recibiendo algo." Grace se sonrojó y se levantó para apresurarse hacia el baño. Las paredes de color amarillo pálido casi la hicieron entrar en pánico mientras se paraba frente al fregadero y buscaba debajo de su cuello. Y ahí estaba. Una marca r oja r oja del del tamaño tamaño de de la boca de Ally Murphy. Justo dentro de su collar. "Oh, no." Gracias a Dios que solo fue May quien lo vio. Pero luego, otro pensamiento entró en su mente, uno que hizo que su corazón se triplicara el ritmo. ¿Y si Madison lo hubiera hubiera visto? ¿ Y si esa era la razón por la q ue est estaba tan disg disgus usta tada da?? ¡ Por Por supuesto! Ahora realmente debe pensar que es una pobre madre. Jake estaba herido


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mientras ella obviamente estaba afuera correteando por ahí. Oh Dios, tendría que explicar. Y decir qué? ¿La verdad? No podía. "Entonces quién es?" May estaba repentinamente a su lado, sonriendo alegremente. "Nadie." "Uh-huh, cierto. ¿Estaba buena?” "May, por favor, ahora no. Solo ayúdame a cubrirlo." "Muy por delante de ti, mujer." May deslizó un compacto, abrió la camisa de Grace y comenzó a dar palmaditas en la base de maquillaje en polvo. "¿Se nota realmente mucho?" ¿Lo habían visto todos? ¿Incluso cuando había entrado y había dado los buenos días? Ugh. Qué poco profesional. Que irresponsable Qué — ni siquiera podía pensar en eso. Ella solo quería que desaparecie desap areciera ra.. "No se podía ver todo, pero se podía ver lo suficiente. Cualquier idiota habría sabido de qué se trataba." Grace titubeó y luego expresó su miedo, necesitando la confirmación de que estaba solo paranoica y loca, en lugar de oh mierda, mierda, inimaginablemente inimaginablemente en lo cierto. "Creo que tal vez Madison Clark lo pudo haber visto." "¿Qué?" Sí, la idea era realmente ridícula. Oh, gracias a Dios, ella estuvo de acuerdo. Pero la cara de May se torció tanto tanto en horror como en emoción. emoción. " ¡ Dios mío, tienes razón! Ella —“ Señaló con el dedo hacia el pecho de Grace. "Lo vio y se puso celosa." "¿Qué? No." "¿Qué? No." ¿Qué demonios? "Sí, tiene perfecto sentido." Saltó arriba y abajo ligeramente con su tema recién descubierto. "Ella vio el chupetón y eso la enojó porque la puso celosa de pensar en ti con otro. Te quiere, mujer. Lo sabía. Toda esa grosería e ignor ar ar . Es una una negación externa clásica causada por un interés interno clásico. Es tan de secundaria 101." Grace estaba a punto de discutir, pero su mente se nubló con las palabras de May. ¿ Celosa? Celosa? Madison? Madison? De verdad? ¿ Podría haber haber sido una mirada mirada de celos? celos? ¿ Era posible? La mera posibilidad posibilidad hizo que su estómago se revolvi re volvieera de nervios. nervios.


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"No, ella no es así. Créeme." "No estás segura, sin embargo, ¿verdad? Lo puedo ver en tus ojos. Hay una posibilidad." Ella sacudió su cabeza. "Si pudieras verla, la forma en que actúa a mi alrededor — simplemente no creo que sean celos ni nada de eso." Pero luego estuvo ese momento en el hospital. El más breve de los momentos en que se miraron y sus respiraciones se habían acelerado. "¿Qué pasa si lo es?" May preguntó. ¿Qué pasaría si lo fuera? ¿Qué haría? ¿Cómo lo averiguaría? No lo haría, porque el hecho simple y claro era que Madison estaba disgustada con ella, con chupetones o sin chupetones. No había nada más. Lo había hecho más que obvio esa mañana. "A Madison Clark no le gusto," dijo para el beneficio de May así como el suyo. "Y esa es la realidad." "¿Cómo explicas sus acciones hacia ti?" May le dio golpecitos a la piel de Grace con las yemas de sus dedos, luego retrocedió para dar su aprobación. "A ella no le gusto. Fin de la historia." "Me refiero a las acciones de hoy. Ella vio esa marca, Grace. Tuvo que hacerlo.". "Incluso si lo hizo, solo le disgustó. Probablemente supuso que salí por un culo mientras Jake estaba en casa herido." "¿Lo hiciste?" "Por favor." "Solo estoy preguntando." "No." "Bueno. Así que el culo fue a ti." "May, por favor."


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"¿Por qué no me cuentas algo más? Mi vida es muy aburrida sin tus historias." "Bien, el culo — la mujer vino a mí. ¿De acuerdo? No acuerdo? No fue planeado y probablemente no debería haber dejado que pasara. Pero lo hice." "¿Estaba caliente?" "Fue — sexo." "Oh, si. Caliente." "May." "Lo siento. ¿Entonces qué significa eso?" "¿Qué significa eso?" "¿El sexo? ¿Es alguien que conozco? ¿Va a continuar como algo casual?” "No, fue un error. Quiero decir, fue bueno y todo, pero tengo que pensar en Jake y en este caso." "Es cierto." May la ayudó a cerrar su camisa. "Aún así, fue bueno. ¿Quien es?" "Una conocida." "Bueno, obviamente." "No la conoces." Era cierto, May no era amiga de Ally, ni habían trabajado juntas en un caso. Pero aún así no iba a decir nada. May era muchas cosas, y una chismosa no era una de ellas. Pero Grace no quería arriesgarse, ni quería tene r que e que explicar. xplicar. "Solo alguien con quien salí una o dos veces que por casualidad pasaba para tomar una copa y ponerse al día." "Ya veo." " ¿ Qué hay de ti?" Grace miró miró su reflejo y se alegró de ver que la marca había había sido cubierta expertamente. Ahora podía relajarse. Podía meterse de nuevo en su chaqueta e ir a buscar a Jake sin una preocupación en el mundo cuan do lleg llegara el momento. momento. "¿Todavía sin citas?"


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Salieron del baño para regresar a la oficina de Grace. "No." "¿Por qué no?" "Simplemente nadie me gusta. Son todos bebés metrosexuales más preocupados por su apariencia que la mía." "Estás saliendo con los equivocados." "Siempre dices eso." "Y siempre me lo dices a mí." Sus ojos parpadearon con malvada intención. "Entonces vamos a cambiarlo. Escojo tus citas y eliges las mías." Grace puso los ojos en blanco. "¿Qué demonios te hace pensar que estaría de acuerdo con eso?" "Porque será divertido y, por una vez, aprobarás mi cita y viceversa." "Te lo dije, no tengo tiempo para citas." "Vamos, solo una vez. Me complaces? Ya tengo a alguien en mente." "No podrías posiblemente." "Lo hago." "¿Quién?" Grace se sentó y cruzó las piernas. Ella vio que sus sienes palpitaban, por lo que de inmediato se adentró en el famoso, maravilloso, celestial, salvavidas café de Janine. "Joe dijo que su amigo Juan estaba buscando una lesbiana para ir a una cita con su amigo." "¿Me estás tomando el pelo? Ni pelo? Ni siquiera lo entendí. Y la respuesta respuesta es no." "No me dejaste terminar. Creo que es realmente genial, tiene su propio negocio, es una psicóloga, algo rica, muy atractiva, atractiva, y conduce un BMW." BMW." "¿Y?"


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"¿Y? Ella suena perfecta." "Ni siquiera conoces a la mujer o a Juan, por el amor de Dios." "Conozco a Juan. Él es súper agradable. Supongo que va a salir con el mejor amigo de esta mujer y necesitan una cita para ella." "Genial, ella no puede conseguir una cita? ¿Una a ciegas? ¿Y quieres que vaya? Vamos, May." May se rió. "Sé que suena ridículo, pero ella realmente suena bien. Por lo que he oído, tampoco quiere ir, pero su amigo la está haciendo." "Suena familiar." "¿Qué tienes que perder?" "Orgullo, respeto propio, toda una noche." "Averiguaré más." "No te molestes, no voy a ir." "¿Qué pasa si consigo una foto?" May preguntó, levantando juguetonamente una ceja. "No importaría." "Uh-huh, ya veremos." "Sí, ya lo veremos." Encendió su computadora portátil. "Cambia de marcha. Debemos ponernos a trabajar." 

La noche aún no se había establecido cuando Grace se detuvo en el rancho al cuarto para las cinco. El aire era caluroso y la brisa demasiado molesta para tenerla en cuenta. Pero el cielo era azul brillante con una salpicadura de nubes e sponjo sponjosas, y los los caballos se veían hermosos contra el telón de fondo de la montaña púrpura. A pesar de saber que tenía que enfrentar a Madison, Grace se encontró respirando profundamente y permitiendo que las tensiones del día se escaparan. Tal vez este lugar no era tan malo después de todo.


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Ella metió sus manos en sus s us bolsillos y miró a su alrededor. Varios chicos estaban parados con Madison cerca del establo, así que se mantuvo al margen y se centró en un corral cercano donde el vaquero que había visto antes estaba es taba tr tr abajando abajando con un potrillo. Ella se acercó y sonrió. "¿Es ese el mismo caballo que Jake te ayudó a alimentar con el biberón?" El vaquero alzó la vista, pero no pareció impresionado. "El mismo." Grace se preguntó si ser grosero estaba en el agua por allí. "¿Cual es su nombre?" "No tiene uno." "¿Por qué no?" El vaquero se quitó el sombrero s ombrero para rascarse la cabeza. "No nos ha dicho todavía." "¿Quién no lo ha hecho, Madison? Quiero decir la Sra. Clark?" Él se rió entre dientes. "Nah. El caballo.” Continuó acariciándole las costillas. "Oh, ya veo." Rodeó el corral hacia la entrada donde abrió la puerta. "¿Es un niño o una niña? Un potro es un niño, ¿verdad?” "Sí, señora." Al menos lo entendí bien. "¿Puedo acariciarlo?" Él le dio unas palmaditas en el cuello al bebé y se levantó. "No lo sé." "¿Bueno, por qué no?" "Él no está exactamente domesticado todavía. Podría morderte.” Ella soltó una carcajada. "Creo que puedo manejar acariciar un potrillo." El vaquero retrocedió. "Como quieras. Pero no digas que no te advertí." "No necesito ninguna advertencia." Ella se acercó al caballo y se arrodilló a su lado. El sol calentaba su piel y ella podía oler el aroma terroso de él. Cuando lo tocó, se sintió tan


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cálido como olía. "Hola," dijo dulcemente. Él se movió un poco y una oreja se echo hacia atrás. "Está bien. Solo quiero acariciarte." Extendió la mano y le acarició el cuello, sorprendida por la suave aunque firme sensación de él. Un o jo jo la mir ó y era tan negro y líquido que ella podía verse a sí misma en él. "Eres hermoso," susurró. Y en ese momento lo sintió dentro de su pecho y su corazón se aceleró. Ella podía sentir su corazón latir tan bien cuando tocó sus costillas. costillas. "Tiene miedo," le dijo a nadie en particular. "Pero no de mí," dijo en voz baja a sí misma. Siguió acariciándolo y mirándolo a los ojos. Podía sentirlo de alguna manera, su inquietud, su preocupación, su anhelo. Su pecho se calentó cal entó y l y luego uego sintió sintió una caída en el interior y conocía muy bien la sensación. Era la misma sensación que tenía cuando pensaba en Jake. "¿Que está pasando aquí?" Grace saltó y el caballo pateó y se fue, asestándole un golpe en la rodilla. Inmediatamente Inmediatamente ella saltó sobre un pie, perdió el equilibrio en su tacón alto, y cayó en su trasero en la tierra. "Ay, Dios, maldita sea." Sostuvo su rodilla cont ra su p su pecho echo y maldijo. El vaquero estaba inmediatamente a su lado, ahuecando su codo. "Vamos." Él la ayudó a apoyarla al lado del corral. Grace cojeó levemente y se manifestó el dolor de estirar la pierna. Vio a Madison con una mirada enojada en su rostro mientras corría detrás del caballo. Cuando lo atrapó por la cuerda, cuerda , se lo entregó a otro joven. "Ponlo con Mazey." "Sí, señora." Él caminó rápidamente con el caballo y dejó el corral. Madison, sin embargo, la estaba mirando fijamente, al igual que Jake, que estaba apoyado en las barras del corral. Grace se sacudió rápidamente el trasero y la ropa, y se colocó los mechones de pelo detrás de las orejas. Sabía que debía parecer un desastre. "¿Qué demonios acaba de pasar?" Madison preguntó, mirándola directamente. "Estaba acariciando al potrillo." "Puedo ver eso," Madison dijo, con la boca ligeramente abierta mientras asentía enojada. "¿Pero por qué?" "¿Por qué?" ¿Era estúpida? "Es lindo y me encantan los ani — "


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"Le dije que podía," Marv murmuró. "Maldito estúpido de mí, obviamente." "Espera, no." Grace levantó una mano. "Todo estuvo bien hasta que te acercaste y gritaste." Dirigió el comentario hacia Madison. "No grité." "Sí, lo hiciste." Le había dado un susto de muerte. "No, no lo hizo," Jake dijo. Ella se volvió hacia él y le dio una mirada de dame un descanso. descanso. ¿No había gritado? "Mira, lo que sea. Solo sé que estaba bien hasta que llegaste y dijiste lo que dijiste." "¿Entonces es mi culpa que hayas asustado a mi potro hasta la muerte?" "Yo — lo que sea." Odiaba la expresión de su rostro, y cuando vio que los ojos de Madison bajaban hasta su cuello y volvían a subir rápidamente, sabía exactamente por qué. A Madison Clark no le gustaba. En forma alguna. Y pro bableme bablemente nte se había sentido así desde el principio, pero cuando vio la marca más temprano esa mañana, lo había solidificado. "La marca se ha ido, así que no te molestes en mirar." Madison parpadeó, mostrando que había entendido las palabras pero se negó a darles significado. "Creo que será mejor que te vayas." "Lo creo también." Pero maldita sea si no se veía tan enojada. Grace quería arrancarse los cabellos por pensarlo, especialmente porque su interior ardía de ira. Pero Madison Clark era Madison Clark, y la ira tocó su piel como el deseo, rozando su s mejill mejillas as y su cuello su cuello con un rojo intenso. Sus ojos ardían más calientes que el sol, haciendo que sus iris casi chisporrotearan y se empañaran como el agua evaporándose. Grace la miró, en parte por orgullo e ira y en parte por la necesidad de mirarla. "Lo hice bien hoy, tía Grace." Jake estaba hablando, pero sonaba muy lejos.


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"Admítelo," Grace le dijo, necesitando saber. "Admite que estabas buscando la marca." Admite que esa e sa es parte de la razón por la que me odias, me desprecias, eres tan grosera conmigo. Admite que me juzgas. "No sé de qué estás hablando." Sus ojos se enfriaron de inmediato y se convirtieron en piedra oscura. "La marca, la que está cerca de mi cuello. La que viste esta mañana y estabas buscando de nuevo." Madison apretó la mandíbula y se alejó. Ella dijo, "Jake te está hablando," mientras lo pasaba. "Gracias, lo escuché." Pero cuando lo miró, él la estaba mirando con aún más enojo que antes. Parecía tan rojo e hinchado que pensó que su cabeza podría explotar. "Vamos," le dijo. "No." Ella se movió fuera de la puerta. "Jake, vámonos. No estoy jugando." "No quiero ir contigo." "Jake," suspiró. "Lamento que tengas que ver eso. Solo estoy molesta." "¿Por qué estás hablando de marcas?" Su rostro se contorsionó. "¿Y eso que significa? Me avergüenzas," dijo mientras se dirigía hacia el automóvil. "Jake," ella lo llamó, pero no sirvió de nada. Se subió al auto y dio un portazo. Se apoyó en los barrotes para recuperar el aliento y vio al vaquero observándola. "Gracias por dejarme acariciar al caballo. Él es dulce." Él retorció su largo bigote entre sus dedos. "Sí. Él esta bien." Él la miró con penetrantes ojos azules detrás de la gran cantidad de piel bronceada. Luego se apartó de los barrotes. "Esa marca de la que estás hablando?" "¿Sí?" Ella dijo detrás de él. "¿Es roja?" "Sí. ¿Por qué?"


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"Está justo allí en tu pecho tan claro como el día."

Capítulo Doce “Buenos días, Jake," Madison dijo mientras él caminaba lentamente hacia ella y los otros chicos. Todavía usaba su férula, pero estaba vestido apropiadamente con jeans, botas de trabajo, sombrero y camiseta. El sol había oscurecido su piel clara clara hasta hasta un marrón rojizo. "Buenos días, señora." Puso su recipiente de agua a sus pies y Madison miró el Mercedes negro donde Grace se quedó. Después de unos segundos, giró el auto y se fue, sin molestarse en salir. La mayoría de los tutores hicieron lo mismo después después de unos días, pero Madison se preguntó si Grace se mantendría lejos debido a su encuentro la noche anterior. Ella le había estado dando vueltas en su mente toda la noche. ¿Cómo sabía Grace que había visto la marca? ¿La había visto mirar? ¿La había visto mirar esa mañana? ¿Ella había querido que la viera? Las preguntas permanecieron, y ninguna de las respuestas tenía sentido. A menos que Grace de alguna manera pensara que Madison estaba interesada en ella. De lo contrario por qué le importaría? Nada de esto tenía sentido. Madison nunca había mostrado ningún interés en ella. Ella no se atrevería. Entonces Grace estaba convencida de que Madison era gay y que sentía algo por ella? Le enojó pensar eso. Era toda una suposición, y qué le daba derecho a asumir tal cosa? La paramédico? El hecho de que fuera gay no significaba que estuviera interesada en todas las mujeres que pasaran. "¿Señora?" Uno de los muchachos preguntó, trayéndola de vuelta. "¿Sí?" "¿Deberíamos marcar la entrada, o hay algo que deberíamos saber?" ¿ Cuánto Cuánto tiempo estuve distraída? distraída?"Adelante "Adelante y marquen la entrada. Comiencen con sus tareas. Michael, tus tareas han cambiado un poco. Jake, todavía estás conmigo." Los chicos se dispersaron y Madison se dirigió hacia el camión de heno con Jake pisándole los talones. Todas las mañanas Bobby y algunos de los otros muchachos llenaban el camión y lo regresaban hacia los corrales. Y todas todas las mañanas mañanas Madison y los muchachos lo dispersaban. "Te ayudaré," le dijo a Jake mientras agarraba un extremo de una paca de heno Bermuda de 13 kilos. Jake la ayudó lo mejor que pudo, metiendo ambos brazos debajo y XWPColección: Página y Facebook

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levantando. Ella podía ver la tensión en su rostro. "Bien, ahora aguanta. Vamos directo al primer corral. Buen trabajo. Aguanta. Ahora dobla las rodillas y colócalo en el contenedor." Se arrodillaron y lo dejaron caer. Luego ella sacó su cúter y cortó las cuerdas. "Ahora vamos a esparcir estas hierbas a los otros contenedores." Ella tenía cuatro grandes contenedores de hule en este corral, tres en otro y dos en el último corral. El primero era para los caballos que se llevaban bien pero que necesitaban separarse de los caballos en el segundo corral. Los caballos eran como personas, y algunas veces preferían a sus amigos sobre los demás. Ella hizo todo lo posible para mantener la armonía. El tercer corral era para Draco y cualquier otro caballo que necesitara estar solo hast a que estuviera mejor stuviera mejor socializado. Sin embargo, ese no era el caso ahora, y vio a Jake mirando al castrado negro mientras trotaba alrededor del corral. "¿Listo para otro?" Ella lo ayudó a dispersar el heno por todos los contenedores. "¿Quieres decir otro paseo con Draco?" "Noooo." Él se giró para mirarla y su sonrisa cayó. "Oh, te refieres al heno. Claro.” Se dirigieron hacia la camioneta. "Realmente te gusta Draco, ¿verdad?" Ella le preguntó. "Supongo." "Creo que sí, y está bien." "¿Lo está?" "Por supuesto. Es un chico hermoso." Él lo miró nuevamente. "Sí, pero es más que eso." Ella movió una paca. "¿A qué te refieres?" "No lo sé. Realmente me gusta."


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Ella observó mientras él miraba al caballo por unos segundos más. "Vamos, aquí vamos." Pero mientras le hacía señas para ayudarlo, la sorprendió levantando uno solo. "¿Seguro que lo tienes?" "Sí," gruñó. Agarró otra paca y se dirigió a los otros corrales. Cuando colocaron las pacas en los contenedores, ella le entregó su cúter. "Adelante. Corta las cuerdas." Cogió el cúter y sacó la cuchilla. Ella mantuvo la cuerda tensa y le indicó que cortara. Cuando lo hizo, sonrió. "Ahora hagamos el otro." Él se concentró intensamente mientras cortaba la otra cuerda. "Buen trabajo," dijo, siempre animándolo. Los chicos lo necesitaban más que cualquier cosa, y este estaba privado de eso. " ¿ Podemos Podemos hacer algo algo más?" Le devolvi devolvióó el cúter y sus ojos bailaro bailaron. n. " ¿ Después Después de esparcir esto?" "No esta mañana." Sus ojos bajaron en desilusión. "Vamos a trabajar con Draco." "¿En serio?" Su mirada volvió a subir y sus hombros se enderezaron. "Sí." "¿Qué vamos a hacer?" Ellos esparcieron el heno a varios contenedores mientras otros chicos salían con mangueras de agua para limpiar y llenar los comederos. "Primero vamos a restregarlo y ver cómo reacciona. Entonces probaré un arnés de nuevo." "¿Para qué?"


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"Bueno, estamos tratando de poderlo domar." "Oh." "Y después de tu pequeña escapada, él se resiste al freno y la riendas." Jake estaba quieto. "¿Crees que lo he asustado?" "¿No te habría asustado eso?" "Sí, supongo que sí." Entraron en el corral de Draco y el caballo levantó su casco delantero y rozó el suelo varias veces. Sus orejas se echaron hacia atrás y Madison animó a Jake a esperar junto a la puerta. Ella se movió hacia él con cautela, con las manos a su lado. Lo llamó suavemente y cuando sus orejas se agitaron hacia adelante, ella sonrió. "Ese es mi muchacho, Draco." Ella acarició su hocico aterciopelado y se movió hacia su fuerte cuello. Olía a heno y polvo y su nariz estaba ligeramente húmeda cuando ella la besó. "Ven, Jake," dijo, cuidando de no ser demasiado ruidosa. Él se movió con cuidado y tenía una mirada de profunda tristeza en su rostro. "¿Qué pasa?" ella preguntó. "Lo aterroricé." Se paró frente al caballo, mirándole intensamente a la cara. "Lo siento, muchacho." Madison no dijo nada, sabiendo que este era un momento crucial. Jake sentía empatía por el caballo. Esto era enorme. "Aquí." Ella tomó su mano buena y la colocó en el cuello de Draco. "Acarícialo suavemente. Dile por qué lo hiciste." "¿Por qué?" Él la miró con curiosidad, sin sarcasmo. "Porque él escuchará." "Pero él no puede entender." "Entiende más de lo que crees." "¿Pero cómo?"


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Ella se movió hacia atrás para acariciar las costillas y el flanco de Draco, pasando los dedos por la melena de vez en cuando. "Los caballos pueden sentir cosas sobre las personas. Así como puedes sentir cosas sobre él." él." "Nunca lo pensé así." "Te atrae Draco, verdad? ¿Te gusta mucho?” "Sí." El sol se reflejaba en el pelo rubio que sobresalía alrededor de su gorra. Ella evitó sus ojos, sabiendo que se parecían demasiado a los de su tía. "Bueno, creo que a Draco también le gustas." "De ninguna manera." "Sí, creo que sí. Los otros chicos lo ponen nervioso. Pero tú — él es diferente a tu alrededor. Incluso después de tu escapada.” Ella sonrió. "Te deja acariciarlo, ¿no?" "¿No lo hace con los demás?" "No. Él les permite pasearlo y guiarlo. Pero para Draco acariciar es algo especial. Y es muy ansioso acerca de a quién deja que se le acerque." "¿Cómo?" Ella lo animó a frotarlo más fuerte para ayudar a estimular su circulación. Draco resopló y movió su piel en aprobación. "Me alegra que hayas preguntado. Verás, Jake, Draco no ha tenido una vida fácil. Ha sido maltratado, dejado sin comer y descuidado. A nadie le importó o se preocupó por él hasta ahora." "¿Es por eso que es tan — hostil?" "Me imagino que así. ¿No te haría hostil e incapaz de confiar en la gente?” Él lo pensó por un largo momento. "Sí. Me haría así. Simplemente piensas que a nadie le importa una mierda, incluso cuando lo hacen. Simplemente es más fácil alejarlos." "De esa forma no te arriesgas y no te lastimas." El asintió. "Sí."


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"Bueno, qué piensas de Draco? ¿Debería correr el riesgo contigo?” Él comenzó a asentir pero luego se detuvo. "No lo sé. Ya hice algo malo al agarrarlo." "Bueno, dile por qué lo agarraste. Él podría entenderlo." "Yo — solo quería irme. Y quería que él fuera conmigo." "¿Por qué querías irte?" "Porque estaba enojado por los quehaceres y por tener que estar aquí. Solo quería correr." "¿A dónde ibas?" Ella sacó dos cepillos de un cubo cercano y le entregó uno para que lo usara con Draco. "No lo sé. Solo lejos." "¿Al desierto?" Él se encogió de hombros. "Supongo. Realmente no llegué a pensar eso." "¿Solo algo que se te ocurrió al momento, por así decirlo?" "Sí." "Una de las cosas sobre crecer, Jake, es que tienes que pensar en el futuro. Cada acción que tomes te conducirá a algo. Ten, toma la rascadera. Usa esto primero para aflojar la suciedad o el sudor." Ella le mostró cómo cepillar vigor osamen osamente. te. "¿Qué pasa si simplemente no te importa?" "Tiene "Tieness que importa importarte rte.. O termin terminará aráss en serios serios proble problemas mas.. ” Ella Ella lo estudió estudió cuidadosamente, asegurándose de que él estaba escuchando. "No estoy hablando solo de la cárcel o el reformatorio. Estoy hablando de ser s er ios ios pro pro blemas blemas y potencialmente mortales." Él la miró con preguntas en sus ojos. Ella le explicó. "Si Draco te hubiera derribado más fuerte o si hubieras caído de manera diferente, podrías haberte roto los huesos, roto el cuello, incluso haber estado paralizado. ¿Te imaginas que no puedas caminar?”


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"No, no quiero." "¿Qué pasaría si hubieras logrado llegar al desierto? Habrías estado sin sombra o agua por kilómetros. Te habrías deshidratado —“ "En ese momento no me importaba lo que me pasara." "Bueno, y Draco? No hubieras querido que le ocurriera a él, ¿verdad?” "No." "Allí tienes. Tienes que pensar No solo sobre ti, sino sobre cómo lo que haces afecta a todos y a todo lo que te rodea." Él siguió cepillando y ella podía decir que estaba pensando. Ella esperaba que estuviera llegando a el. "Me hubiera preocupado si algo te hubiera pasado, Jake. Y también tu tía y todos los que están aquí." "¿De verdad?" "Sí." "¿Por qué?" Su pregunta era seria. Realmente no tenía idea de por qué a ella o a alguien más le importaría. "Porque me gustas. Me preocupo por ti. No quiero ver que te pasen cosas malas." "¿No?" "No. Al igual que no quisieras que le pasasen cosas malas a alguien que te importa. Como tu madre o tu tía." Él resopló. "Mi mamá, ya he visto tantas cosas malas que le pasan." "Te hizo sentir mal, ¿verdad? Preocupado. Asustado." "Sí. Pero después de un tiempo dejó de importarme." "Te cierras por dentro."


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Él se encogió de hombros. "¿Qué hay de tu tía? ¿Te preocupas por ella?” Ella dudó en traer a colación a Grace, pero se dijo a sí misma que era para ayudar a Jake. "Sí, está bien, supongo." "¿Sólo está bien? Es buena contigo, ¿no?” "Supongo. Quiero decir que es buena para comprarme cosas y todo, pero trabaja mucho." "La mayoría de la gente tiene que hacerlo." "No, quiero decir mucho. Siempre está en el trabajo y cuando no lo está, está en casa con su computadora portátil trabajando, siempre hablando sola." Madison se rió un poco por eso. "¿Hablando sola?" Él se rió también. "Sí, especialmente cuando está trabajando. Lo cual es, como, todo el tiempo." "Tal vez deberías decirle que le gustaría pasar más tiempo con ella." "¿Y hacer qué?" "No lo sé. ¿Qué te gustaría hacer con ella?" Cepilló a Draco con el cepillo rígido junto a Jake. "Este cepillo se deshace de todas las cosas que acabas de aflojar," ella le dijo. "Está bien, tiene sentido." "¿Qué te gustaría hacer con ella?" "No lo sé," dijo. "¿Te gustan las películas?" "Sí."


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"Pídele ver una película." Trató de no pensar en Grace llevándola a ver una película. La gran habitación oscura, la incapacidad de Grace para decir algo ofensivo, la forma en que se vería en la pantalla, su elegante mano colocada allí esperan esperando que Madison la tomara. "O lo que sea que creas que es divertido." "¿Videojuegos?" Su rostro se iluminó. "Er, no sé. ¿A tu tía le gustaría eso?” Él se rió. "No. ¿Tú querrías?” "Esto no es sobre mí." "Vamos, querrías? ¿Qué pasaría si estuviera en uno de esos grandes lugares donde tienen juegos y carritos motorizados motorizados y todo eso?” Ella asintió. "Sí, eso suena divertido." "Genial." "A tu tía probablemente también le gustaría eso." "¿Lo crees?" "Por supuesto. Deberías preguntarle. Ve a pasar un buen rato." "Podría "Podría hacer eso." Escupió Escupió y entrecerró entrecerró los ojos al sol. " ¿ Realmente Realmente Draco Draco fue maltratado?" Caminaron por la longitud del corral, acariciando a Draco mientras se movían. "Sí, Jake, me temo que sí." "¿Por qué alguien maltrataría a un caballo?" "¿Por qué alguien maltrataría algo?" "¿Porque están enojados?" "La ira puede controlarse y expresarse de otras maneras." "¿Como que?"


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"Como correr." Él sonrió y ella la devolvió. "O haciendo cualquier tipo de trabajo físico y duro, para el caso." "Como el rugby," Rob dijo en voz alta mientras se acercaba desde el camino. Ella sonrió y estuvo de acuerdo. "O como el rugby." "¿Qué es el rugby?" Jake preguntó. "¿Qué es el rugby?" Rob apretó su pecho como si tuviera dolor en el corazón. "Estos nuevos muchachos me están matando, Madness." "¿Madness?" Jake de repente tuvo una sonrisa propia. "Es su apodo. Porque ella es muy temperamental," Rob dijo. "No le digas eso. Se lo creerá." "Bueno, lo eres. Eres una vieja exaltada normal. Siempre gritando y tirando cosas." Ella se rió. "Está bien, claro, esa soy yo." "¿Estás bromeando? Ella es, como, la persona más tranquila que conozco," Jake dijo. "Ooh, el joven caballero viene en tu defensa. Impresionante." "Él está bromeando, Jake." "Eso espero. Después de todo eso de hablar sobre la ira." "¿Ibas a hacerme correr vueltas?" Ella dijo, dando palmaditas suavemente a Jake en la espalda. "¡Sí!" Le gustaba la idea de eso. "Entonces quién es este joven valiente? A juzgar por la férula, diría que tiene que ser Jake." "Jake Hollings, conoce a Rob Sheffield. Rob es nuestro veterinario y resulta ser el extraordinario Sr. Rugby."


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"El rugby es como el fútbol," Rob dijo, apoyándose en los barrotes del corral. "Solo es para verdaderos guerreros. Sin protectores." protectores." "Guau." Jake lo miró por un momento y Madison se llevó a Draco. Le quitó el arnés después de llevarlo a su heno. Ella continuó frotándolo. " ¡ Otro interesado! interesado!"" Rob dijo, sonriendo. sonriendo. "No puedes mantenerlo mantenerloss alejados de mí, Madness, simplemente no puedes." "Aparentemente no." "Tú, jovencito," Rob le estrechó la mano cuando Jake se acercaba a los barrotes, "puedes venir a la práctica cuando quieras y echarle un vistazo." "¿Realmente no hay protecciones?" "Sin protectores. Solo carne y huesos, amigo. Y sudor y arena." "¿Podría taclear a otros muchachos y esas cosas?" "Sí, y pueden taclearte. Puedes golpear bastante duro. ¿ Estás seguro de que estás preparado para algo así?” Jake hinchó su pecho. "Sí." "Bien entonces. Te veremos en la práctica algún día para que puedas verlo por ti mismo." "Por supuesto." Madison intervino. "Tendrá que preguntarle a su tía." A Jake no pareció gustarle el sonido de eso. "Ella dirá que sí. Más vale." "Recuerda lo que dije, Jake," Madison dijo. "Sobre pensar en los demás." Él miró hacia abajo, escupió y cubrió la marca con tierra. "Si, de acuerdo. Le preguntaré si ella irá conmigo.” "Ustedes dos podrían ver la práctica juntos. Siempre tenemos partido de práctica," Rob dijo.


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"Me aseguraré de darle a su tía la información," Madison dijo. "Jake, ve a buscar a Bobby y ve si hay algún establo que necesite limpieza. Estaré contigo en breve para echarte una mano.” "Sí, señora." Se alejó lentamente, dándole a Draco una última mirada de anhelo. "No parece tan duro," Rob dijo cuando estaba fuera del alcance del oído. "No creo que lo sea. Solo creo que él piensa que lo es." "Ya veo. Mostrando algún machismo forzado, ¿eh?” "Sí." "Tratando de ocultar toda esa ira e inseguridad." "Me temo que sí." "Parece que lo está haciendo bien. Él te escucha. Y no puedo creer lo tranquilo que está Draco con él." "Lo notaste, ¿ verdad? Bueno, ya sabes lo que dicen. Los caballos pueden sentir a esos como ellos." "Chico, si eso no es verdad." " ¿ Sabes lo que que pienso? pienso? Creo que que él tiene tiene algo especia especial.l. ” Ella salió salió del corral corral y se dirigieron a la sombra del patio. Mientras Rob se sentaba, les sirvió un poco de té helado diluido. Sabía fresco y vigorizante con solo un toque de menta que que había puesto en la parte superior de sus vasos llenos. "¿Eso crees?" "Mmm-hmm. He estado pensando en eso por un tiempo. La forma en que él está con Draco ... muestra mucha sensibilidad. Y hay algo más también. Él tiene una extraña calma cuando está con los caballos. Los hace sentir a gusto." "¿Como Marv?" "Más o menos. Pero con menos práctica." "Eso es genial. ¿Ya ha dicho algo al respecto?”


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"Le dije que creía que Draco estaba genial con él. Que Draco no está tan a gusto con los otros chicos." "¿Qué dijo él?" "No mucho." "Tal vez no entiende lo bueno que es eso." "Probablemente no." Una vez más, Grace vino a su mente. "Lo que pasa es que ayer vi a su tía con el potro y era lo mismo. Él estaba tan a gusto con ella. Hasta…" La ceja de él se arqueó y se inclinó hacia delante con los codos sobre la mesa. "Bueno, hasta que me acerqué y la asusté." "¿Que pasó?" "Ella saltó, el potro le dio una patada en la rodilla, y se cayó sobre su trasero." Él se cubrió la boca e intentó no reírse. "Madness, eso es terrible." "No quise hacerlo. La vi con ese potro y recordé la forma en que nos gritó sobre Jake, y perdí el control. Me preguntaba qué demonios estaba haciendo sin supervisión con un caballo.“ "¿Estaba allí sola?" "Marv estaba cuidando." "Entonces no estaba sola." "¿Has visto ese potro? Es un luchador." "Madness, la asustaste muchísimo." Se rió por completo. "¡Sin una buena razón!" "¡Ella no debería estar allí con él! Es abogada, por el amor de Dios." "¿Y?"


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"Y me temo que se pondrá a demandar felizmente. Ella ya me odia." "¿Qué te hace pensar que es ese tipo de persona?" "Por cómo estaba cuando Jake se llevó a Draco. Su primera reacción fue culparnos." "Ella es una madre, Madness. O como su madre." "Está bien, te concedo eso, pero es tan grosera conmigo". Ayer ella — " "¿Te gritaron después de que la asustaste a ella y al potro?" "Sí. Pero también ... " Su ceja se arqueó de nuevo. "¿Sí?" "Ella comenzó a hablarme acerca de esta marca que tenía en su s u pecho." "¡Qué! ¡Oh, esto es algo que tengo que escuchar!” "Está bien, ella tenía esta marca justo dentro de su collar. Parecía un chupetón y me sorprendió mirándola." "De acuerdoooo." "Dijo que la marca ya no estaba así que no tenía que buscarla." "¿Huh?" "Pensó que yo, ella pensó que la vi esa mañana." "¿Lo hiciste?" "Sí." Su voz la había delatado. "Y la miraste." "Bueno, sí." "¿Y la viste de nuevo anoche?" "Era tan claro como el día." XWPColección: Página y Facebook

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"Madness." Cruzó las manos y apoyó la barbilla sobre ellas. "¿Es atractiva esta mujer?" "¿Qué tiene eso que ver con esto?" " ¡ Lo sabía! Lo sabía." Echó Echó un vistazo alrededor alrededor para asegurarse asegurarse de que estaban estaban solos. "¿Es gay?" "Lo dudo seriamente." "Pero ella obviamente sabe que lo eres." "¿Soy tan obvia?" "¿En ese atuendo y con tu complexión? Sí, cariño. Y ella lo sabe. De lo contrario, por qué te importa si le ves su chupetón? Debe pensar que estás interesada. O teme que estés interesada." "Genial, maravilloso." "O está avergonzada por eso. O ... " Él movió un dedo hacia ella. "Estaba avergonzada de lo que pensaras. O — " "¿Cuántos de estos o’s hay?" "Uno mas. Le gustas." El corazón de Madison se estremeció de emoción y luego cayó decepcionado. "De ninguna manera." Él la estudió por un largo momento como si tratara de descifrar sus pensamientos. "Podría ser. Sentirse avergonzada es una cosa. Pero confrontarte en eso es otra. Dime, qué hiciste la primera vez que lo viste?” "No lo sé. Creo que aparté la mirada." "¿Te sonrojaste?" "No — bueno, sentí que me ardía la cara." Eso trajo una sonrisa cómplice al rostro de él, por lo que ella rápidamente rápidamente explicó, "Pero no por vergüenza." vergüenza." La sonrisa permaneció. "¿Entonces de qué?"


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"Estaba — enojada." "¡Ajá! Madness, ¡te gusta!” "No, no me gusta. No me gusta. Te prometo que no." Pero a quién intentaba convencer a ella o a Rob? "¿Entonces qué?" "Creo que me enojé porque obviamente estaba liándose por ahí mientras Jake estaba herido." "Eso e lo más ridículo que he escuchado." "¿Por qué?" "Porque no sabes su situación de vida. Ella puede tener un amante, un novio, una novia. Y ninguno de ellos sugiere que no esté cuidando a su hijo. Creo que te pusiste celosa." "No estoy celosa." "Lo eres. Ella te gusta." "Rob, lo juro por Dios." Su resolución estaba fallando, y sabía que él podía sentirlo. "Está bien, entonces demuéstralo." Ella sacó la barbilla, decidida a hacer que los sentimientos conmovedores y enloquecedores se detuvieran. "¿Cómo?" "Ve a esa cita conmigo." Él movió sus cejas. "Encontré a alguien." "Oh, por favor, no esto de nuevo." "Lo prometiste." "Bueno, ahora que realmente esperas que pase, me estoy echando para atrás." "No, no lo harás. Esta es una verdadera ganadora. Y supuestamente una preciosidad. ¿Quieres saber más?" Su anillo de campeonato de rugby brilló en la luz del sol, junto con sus ojos bailando.


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"No." Lo último que necesitaba era otra mujer arrojada a la mezcla. "Bien, tu elección. Pero vamos a ir. El Sábado por la noche a las seis.” Ella gimió y bebió el resto de su té helado. El día estaba cada vez más caluroso por segundo y necesitaba volver con Jake. Tenían que reparar cercas, maleza para quitar y más suministros para pedir. "En todo caso, será bueno salir. Ya sabes, tener una agradable cena." "A veces realmente te odio." "Lo sé. Pero solo cuando te hago hacer cosas a las que temes." Ella lo miró con incredulidad. "¿Oh en serio? ¿Es eso lo que piensas?" "Solo digo las cosas como las veo, Madness." "Pues bien. Iré a esa maldita cita. Pero esto significa que te vas a retractar por un tiempo con toda la porquería de ‘Madison está tan sola’.” También incluía hablar de Grace, pero tenía demasiado miedo de volver a sacar el tema por mi edo a que él viera viera a través de ella. "De acuerdo." "Estoy hablando de meses. Seis al menos." "De acuerdo." "Bien." Se levantó y se desperezó, colocándose el sombrero sobre la cabeza. "Vamos a ver a ese chico," Rob dijo, parándose junto a ella, refiriéndose al potro. "¿Cómo le está yendo?" Madison caminó rápidamente mientras su mente tropezaba con Grace, la cita a ciegas, y con Jake a la vez. Al menos después del Sábado podría descansar de uno. "Le está yendo mejor que a mi." Rob se rió. Madison no estaba bromeando.


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Capítulo Trece “No creo que deba ir," Grace dijo mientras dejaba que May entrara en la puerta frontal. "¿Por qué no?" May se acercó llevando unos shorts pulcramente planchados y una blusa suave. Las uñas de los pies pintadas se veían a través de sus lindas sandalias de cuero. Grace la condujo más allá y señaló hacia el sofá. May dejó su bolso pero se quedó con las manos en las caderas. "No hay forma de que no vayas. Necesitas esto, Grace. Tienes que hacer algo por ti misma." "Pero Jake está aquí. Y está herido." "Él está bien. Dijiste que ha estado trabajando duro en el rancho, incluso con un brazo. Si puede hacer eso, seguro que puede sentarse conmigo sin hacer nada." Levantó su bolso grande. "Incluso traje películas de terror. Cinco de ellas. llas. Y ..." Buscó en su bolso. "Palomitas de microondas. Y ... " Buscó un poco más. "Milk Duds. ¿A qué niño no le gustan los Milk Duds?” "A los niños con frenos." "Oh, mierda. No tiene frenos, verdad? No recuerdo que tuviera frenos." "No tiene." Ella suspiró. "Bien. Entonces vas." "No conozco a nadie, May. ¿Sabes lo estresante que es eso?” "Hablaste con Juan por teléfono. Él es agradable. Cuidará de ti." "Voy a cenar con tres completos extraños." La mera idea casi le acalambró el estómago. Ella no parecía tener una respuesta para eso, y Grace estaba empezando a sudar a pesar de su corto y ajustado vestido. "Estarás bien. Solo pretenda que es la sala del tribunal y ellos son el jurado. Gánatelos. Eres genial en eso. Y te ves hermosa. ¿De dónde sacaste ese vestido?”


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"Nieman Marcus (Lujosa tienda departamental)." "Y los zapatos están padrísimos. Dios, incluso te deseo en este momento." El vestido era de tubo sencillo con tres cortes en el escote. Corto, negro y extremadamente entallado. Sus zapatos de tacón a juego: de tiras, altos y negros. Una loción reluciente cubría su cuerpo junto con su perfu me fav favorito, Gio. Gio. Llevaba el pelo suelto, y sus mechones ondulados gruesos, fluidos contrastaban muy bien con el negro de su vestido. Su sombra de ojos gris resaltaba sus ojos y su s u labial era de un rojo intenso. Para alguien que ni siquiera quería ir realmente, estaba segura de que se esforzó al máximo. "Probablemente será decepcionante," dijo, sabiendo que probablemente se había arreglado para nada. "La mayoría de las citas a ciegas lo son. Pero siempre hay esa oportunidad. Esa posibilidad como de rayo de que encuentres el amor de tu vida." "Correcto. Tendría una mejor posibilidad de que el rayo me golpeara. ¿Realmente tengo que ir?” "Sí." Ella suspiró. "Estarás bien. Incluso podrías divertirte." "Ja." Se miró en el espejo de la entrada, se limpió los dientes del labial y respiró hondo. "Está bien, me voy." "No te esperaremos despiertos," May dijo con voz aguda y juguetona. "No me iré por mucho tiempo," ella respondió en un tono similar. "¡Adiós, Jake!" Gritó hacia el pasillo. "¡Nos vemos!" Llegó la distante respuesta. Él estaba jugando videojuegos otra vez, todo despatarrado en su cama. Cuando ella le había contado sobre ir a una cita a ciegas, él simplemente se había reído y había dicho


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buena suerte. Y cuando le recordó que era con una mujer, él se burló y le deseó aún más suerte. "Está jugando juegos," le dijo a May. "Así que tendrás suerte si incluso ves esas películas." "Tengo mis métodos." Llegó a la puerta y puso su mano sobre el hombro desnudo de Grace. "Ahora vete. Tengo tu número, no tendré a ningún chico, y tampoco acapararé la línea telefónica." "Bien." Se las arregló para reír un poco. Dios, estaba nerviosa. "Adiós." "¡Adiós!" May la empujó hacia afuera de la puerta y casi le dio un portazo en la cara. "Supongo que realmente quiere que vaya a esta cita." Grace subió a su Mercedes y condujo tan lentamente como pudo hacia el restaurante. No estaba demasiado lejos y el tráfico no estaba mal, pero quería posponer la llegad a tanto tanto como pudiera. Si aparecía temprano, se vería desesperada y se sentiría expuesta allí sola. Si llegaba tarde, se sentiría avergonzada mientras todos la miraban y esperaban a que se acercara. Entonces la clave era llegar justo a tiempo, precisamente con los demás. Una rápida mirada a su reloj le dijo que estaba cronometrando su llegada perfectamente, pero no ayudó a calmar sus nervios. Se doblaron en ferocidad cuando entró al restaurante y encontró el estacionamiento atascado lleno de autos. Los Sábados por la noche en Phoenix estaban locos por los restaurantes populares, y ella esperaba y no esperaba que Juan hubiera hecho las reservaciones. Si las hizo y la mujer era agradable, entonces con suerte estarían sentados enseguida. Si no las hizo, bueno, entonces podría irse a casa y olvidarse de todo esto, independientemente de cómo fuera la mujer. Después de su breve encuentro con Ally, no sentía la necesidad de tener a alguien en este momento en su vida. Estaba demasiado ocupada, sin mencionar a Jake. "Entonces por qué estoy aquí?" Ella gimió después de balancearse en un raro espacio de estacionamiento. "Porque soy una tonta y escucho a May, es por eso." Revisó su reflejo en el espejo. Afortunadamente, su rostro no mostraba sus su s ner vios. vios. Nunca Nunca lo hizo y le valió el apodo de ‘mujer de acero’ por algunas personas con las que trabajó, principalmente abogados opositores. "Mujer de acero, aquí vamos," dijo mientras se bajaba del vehículo. Con una respiración profunda y un enderezamiento de su espina dorsal, se dirigió a la entrada. El sol aún no se había asentado, por lo que mantuvo puestos sus lente s de so sol de diseñador diseñador mientras se acercaba. Se sentía algo segura detrás de ellos y esperaba poder encontrarse con sus compañeros con ellos todavía puestos.


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Mujer de acero o no, sería s ería bueno esconder sus ojos por un tiempo. Pero desafortunadamente, y como sospechaba, no estaban esperando afuera. Se quitó los lentes y entró mientras un hombre le abría la puerta. Él la miró miró con avidez, avidez, pero estaba acostumbrada a eso y apartó la mirada después de un educado gracias. El vestíbulo estaba lleno de personas y ella comenzó a escanear las caras. Más miradas se abrieron paso, principalmente de hombres. hombres. ¿Pero cuál era Juan? "¿Grace?" Se volvió y encontró a un pequeño hombre de aspecto hispano sonriéndole. Se veía amistoso y agradable y él tomó su mano en la suya. "Joe dijo que buscara la rubia bombón vestida de punta en blanco." blanco." "Hola." Ella estrechó su cálida mano. "Supongo que él tenía razón, guau. Te ves maravillosa.” Él la atrajo para un beso en la mejilla. "Gracias," ella dijo. Él se veía bien con una camisa Ralph Lauren de estilo oxford y pantalones caqui. Sus mocasines brillaban y también olía bien. Como una loción de papaya de algún tipo. "Te ves apuesto." "Vaya, gracias." Se giró levemente y buscó a otro hombre, este más alto y fornido con músculos. "Grace, este es Rob. Rob, Grace." "Hola, Grace." Él tenía una hermosa sonrisa con un hoyuelo en un lado, y su mano era enorme mientras suavemente tomaba la de ella. "Rob, es un placer." Su pulso se aceleró mientras buscaba su cita. Rob captó su mirada. "Ella todavía no está aquí." "Oh." "De hecho ..." Miró su reloj y sus músculos se hincharon debajo de su apretada camisa de manga corta con cuello. "Si no la conociera mejor, diría que probablemente está sentada en su automóvil y debatiéndose si entrar o no." "Suena familiar," ella dijo.


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"Aw, no te pongas nerviosa," Juan dijo, tomándola del brazo. "Rob dijo que ella es una de las personas más afectuosas que puedas conocer. Además, me tienes a mí, y sé que soy amable." Ella se rió. "Sí, creo que lo eres. Gracias." Él le guiñó un ojo. "Aquí está ella," Rob dijo, y ella y Juan se volvieron para mirar. El corazón de Grace revoloteó un poco cuando vio a una mujer de aspecto fuerte con el pelo rubio corto abrazarlo. Cuando se soltaron y la mujer se giró para mi rarla, G rarla, Grace race casi casi se cae. "Madison, esta es Grace," Rob dijo. Madison también pareció detenerse en seco y mirar fijamente. El color desapareció de su rostro, demostrando que estaba tan sorprendida de ver a Grace como Grace estaba de verla. Grace seguía parpadeando, asegurándose de que fuera ella. Madison lucía tan diferente en una elegante chaqueta blanca con gruesos botones marrones y un collar de cuentas a juego. Sus jeans eran oscuros con un corte moderno, b aja altu altura en las las caderas, donde se apreciaba un indicio de un cinturón café. Sus zapatos eran cafés, cuadrados abiertos con un tacón grueso. Tan bien combinada y tan informalmente elegante. Ella era ... absolutamente hermosa. "Madison," Grace susurró. Espera. ¿ Su cita cita era Madiso Madison? n? Madiso Madisonn Clark? Clark? Que demonios— "Encantada de verte, Grace," Madison dijo, sorprendiéndola nuevamente al acercarse a tomar su mano. "Te ves ..." Sus ojos brillaron con intensidad. "Muy bien." "¿Ustedes dos se conocen?" Ahora era el turno de Rob de sorprenderse. "No — sí," Parecieron responder al unísono. "Realmente no nos conocemos," Grace explicó. Rob y Juan parecían perdidos. "Conozco a Grace a través del rancho," Madison dijo, aclarando una garganta que sonaba tensa.


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Grace explicó rápidamente. "Mi sobrino Jake, va al rancho." "Oh," Rob dijo en voz alta, tratando con demasiado esfuerzo de actuar sorprendido por la noticia. ¿Había oído hablar de ella? Él le dirigió a Madison una rápida mirada cuando el maître llamó su nombre y se dirigieron a su mesa. Él ha oído hablar de mí. Oh Dios. Ella quería correr. Madison también debería. Ella debería decir algo. Sin tratar de atraer demasiada atención, retrocedió y tocó ligeramente el brazo de Madison. "¿Debería irme?" Susurró. "¿Irte a donde?" "A casa." Madison solo la miraba con los ojos desorbitados por su espeso cabello. Grace de repente odió el sombrero de vaquero y el pañuelo. No le hicieron justicia en absoluto. "¿Soy tan mala?" Madison preguntó. "¿Disculpa?" "No importa. Puedes irte si quieres." "No, creo que me has malentendido. Yo — " Pero los hombres las estaban esperando, de pie pacientemente junto a sus sillas. "Pensé que querrías que me fuera," Grace rápidamente agregó. Madison estaba mirando más allá de ella hacia su mesa. "No seas ridícula," dijo en un tono que Grace no podía interpretar. "Podemos cenar. No somos bárbaros. ¿no es así?" La mirada que le dio sugirió que Grace podría pensar que ella lo era o viceversa. Era difícil de decir. Fuera lo q ue fuer fuer a, a, definitivamente definitivamente era una mirada conocedora, una llena de conocimiento oculto o secreto. Grace deseó haberla dejado entrar. "Por supuesto que no." ¿Lo soy? Pensó nuevamente en sus dos fallas, el chupetón y la forma en que se habían hablado. Tal vez me he portado mal.


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"Entonces por supuesto," Madison dijo, alentándola a ir primero. Se unieron a Juan y Rob en la mesa y se sentaron en silencio. Rob siguió sonriéndole mientras Juan hacía todo lo posible en la conversación. Grace trató de no ponerse nerviosa, pero sentarse al lado de Madison tenía su inte rior ag agitándose itándose como una bola de caos caliente. No sabía si era su aspecto o simplemente el hecho de que era Madison Clark. Cualquiera que sea el motivo, era un manojo de nervios. "Entonces, Grace, qué tipo de ley practicas?" Rob finalmente preguntó. "Soy abogada defensora." "¿De verdad? Que interesante." Madison se agitó un poco mientras miraba su menú. " ¿ Lo encuentras difícil? Joe me contó sobre algunos de los casos. No podría imaginármelo." "No es fácil." En realidad, para ella fue bastante fácil. Podía encontrar tecnicismos y pruebas cuestionables casi en cualquier parte. Por eso ella era tan buena. Las horas eran largas y podían ser estresantes, pero encontrar una manera man era para para una una buena buena defensa para su cliente rara vez era difícil para ella. Todo era acerca de lo que el juez permitiría y el jurado creería. Una especie especie de mierda impredecible. impredecible. "Apuesto a que no." El camarero llegó y Rob animó a Madison a pedir el vino. "Madison es una amante del vino," explicó. "Y coleccionista," Juan agregó. "¿Cierto?" Rob asintió. " ¿ En serio?" Grace estaba un poco sorprendida. Nunca consideraría a Madison como alguien a quien le interesaría el vino. Por otra parte, nunca la hubiera imaginado que se vería tan bien combinada tampoco. "Tiene un gusto muy fino," Rob. dijo "Te sorprenderías." Sonrió como si le hubiera leído la mente. "Creo que iremos con el Beaulieu Vineyard Red Blend," Madison dijo, entregándole al camarero el menú de vinos.


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"Eso es bastante caro," Juan dijo, aparentemente preocupado. "Madison y yo nos encargaremos," Rob dijo. "Créeme. Valdrá la pena." "Oh, así que lo están comprando?" Juan bromeó. "¿Cuándo fue arreglado esto?" Rob sonrió. "Más temprano." "Por favor. Suena como Grace y necesito tener una charla propia," Juan dijo. "Suena así," Grace estuvo de acuerdo. "Tal vez deberíamos pagar la cena y dejarles que paguen el vino." "No, no, no," Madison dijo. "Ustedes dos no pueden hacer tratos esta noche. Este es nuestro regalo." "Eso es correcto," Rob dijo. "Hicieron que tanto Madison como yo levantemos nuestros traseros y salgamos, así que las gracias son nuestras." "También me levantó de mi trasero," Grace dijo. "¿No sales mucho, Grace?" Juan Preguntó. P reguntó. "Me resulta difícil de creer." "Sí, yo también," Madison agregó, sus ojos parpadeando con malicia. Grace la miró y sonrió. "Sí, le resultaría difícil de creer, ¿verdad, Sra. Clark?" Rob se rió suavemente. Juan miró de una a otra, totalmente perdido. "¿Qué me estoy perdiendo?" "Oh, entonces sabes sobre la marca?" Ella indicó la pregunta hacia Rob, quien se sonrojó. Juan estaba desesperado. "¿Qué marca? ¿Qué me estoy perdiendo?" Grace decidió iluminarlos a todos y dejar todo sobre la mesa. "El otro día tuve un chupetón." Miró a Madison, quien de repente se puso seria. "Justo aquí." Se pasó la mano sobre el recorte del vestido. "Tenía una blusa en la q ue se podía ver, y Madison aquí obviamente lo hizo." La mesa estaba muy silenciosa.


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"Supuse que ella había hecho sus propias suposiciones al respecto, así que de alguna manera la confronté con eso." Después de un largo silencio, Juan dijo, "Ya veo." "Pero," Grace sonrió, "fue solo algo de una vez, y fue un error. No es algo que normalmente hago." "Bueno," Juan dijo, "eres soltera, así que no debes preocuparte por tener que dar explicaciones. ¿Deberías?" "No, no lo creía, pero aparentemente me sentí como que debería." "¿Por qué?" Él sonrió y apoyó la barbilla en sus manos. "Porque no quiero que Madison piense que me acuesto con cualquiera cuando tengo que cuidar a Jake. No soy así. Él es y siempre será lo primero." Madison parpadeó. "No tienes que darme explicaciones." "Si, tengo." "¿Es esa la única razón por la que quieres que ella lo sepa?" Rob preguntó. "¿Por Jake?" Ahora Grace se sonrojó, y estaba a punto de tratar de explicarle su manera de contestar cuando el camarero les trajo el vino. Madison la miró mientras abría la botella y les servía a cada uno una copa. Grace no se molestó en girar o inhalar el aroma. Solo tomó un gran trago y apartó la mirada de la penetrante mirada de Madison. "Entonces háblame de Jake," Juan dijo, salvándole el culo. "Es un buen chico," Rob dijo con una sonrisa. "Va a ser un gran jugador de rugby." "Sí, mencionó algo sobre el rugby el otro día," Grace dijo. "Rob es el entrenador," Madison dijo, teniendo que aclararse la garganta. "Es un gran entrenador. Los chicos lo aman." "Jake sería una adición maravillosa. Él es rápido, por lo que escuché. Y tiene tenacidad," Rob dijo.


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"Él tiene eso," Grace dijo con una sonrisa. Miró a Juan. "Mi sobrino es todo un personaje." "Suena así." Él sonrió. "Está cediendo," Madison dijo. "De hecho," Rob dijo, "Madison dijo que podría tener un don con los caballos." Madison le lanzó una mirada, pero Rob estaba concentrado en Grace. "Ella también dijo eso sobre ti," él agregó. Grace podía sentir que todo el cuerpo de Madison se contraía. Incluso su mandíbula se apretó, y el rojo rozó sus mejillas. "Rob," Madison dijo. "¿Qué? Dile. Son buenas noticias. Muy especial." Él sonrió. "¿Decirme qué?" Grace estaba confundida y un poco alarmada. No le gustó el hecho de que todos parecían saber algo sobre Jake mientras que ella no lo sabía. s abía. Después de una larga mirada a Rob, Madison finalmente miró a Grace. "Jake calma a los caballos." Ella negó con la cabeza, todavía no totalmente entendiendo. "¿Cómo?" Madison habló en voz baja. "Con solo su presencia." "Oh." Grace no pudo evitar sonreír. "¿De verdad?" "Sí, él es muy bueno con ellos. Los pone a gusto. Especialmente a Draco." "¿Al que encabritó?" "Sí." Rob se rió entre dientes y Juan susurró, "Dios mío."


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"No hay forma de que Draco hubiera permitido que alguien más trepara sobre él. De ninguna manera," Madison explicó. "¿Y eso está bien?" A Grace no le gustó imaginar a Jake con el caballo salvaje. "Puede ser." "Dile lo que Marv dijo sobre ella," Rob dijo. Madison suspiró. "¿Por qué no?" Eran como hermano y hermana bromeando. Ella y Juan no pudieron evitar reír. "No importa si lo hago. Grace, Marv dijo que creía que también tenías algo especial. Lo vio cuando estabas trabajando con ese potro." Grace no estaba segura de qué decir. "Eras buena con el potro," Madison dijo. "Lo relajaste." "¿Te gustan los animales, Grace?" Juan preguntó. "Sí." "¿En serio?" Madison preguntó. "Si, por supuesto que me gustan. Los amo, de hecho." Madison parecía realmente sorprendida. "¿Y tú, Juan?" Grace preguntó. "Oh si. Especialmente los caballos. Son tan conmovedores, ¿sabes?” "Sí, lo sé," Grace dijo en voz baja. "No lo sabía," Rob dijo, mirando a Juan. "Tendremos que ir al rancho después de la cena y mostrarte el lugar." Madison se inclinó hacia adelante y tomó varios sorbos de vino. "¿Cierto, Madness?" Preguntó, señalando con su mirada hacia ella.


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"Claro." Bajó su copa, pero evitó mirar a Grace. Grace consideró protestar, pero realmente no quería hacerlo. Ir al rancho con los tres sería divertido, y le daría tiempo suficiente para seguir viendo a Madison de otra manera, incluso si los ponía un poco nerviosos. Simplemente no podía podía soportar soportar apartar sus ojos de ella. Quizás debería protestar. Le dije a May que no llegaría tarde, y luego está Jake. Pero el camarero regresó y tomó sus pedidos antes de que ella pudiera decir algo. Todos ellos pidieron filete, Madison un filet mignon. Dijo que todo iba muy bien con el vino, y Grace sabía que cualquier corte lo haría. El vino era especta espectacular, cular, y cuanto y cuanto más bebía, más le gustaba y más le gustaba su compañía. Especialmente Madison, que se veía tan exquisita sentada allí en su blazer blanco con su cuello despejado, un collar de cuentas descansando sobre su piel desnuda. Grace la observó mientras bebía vino, la miraba hablar, la miraba concentrarse en Rob y Juan. Ella haría esto bebiendo de su propia copa y mirando por encima del borde con cuidado hacia Madison. Algunas veces sorprendió a Madiso M adisonn mirándola mirándola también, ante lo cual apartaba la mirada rápidamente o la miraba a los ojos con una sonrisa. Madison siempre le devolvía la sonrisa con una pequeña educada propia. Y una vez, incluso se demoró, y Grace juró que la sorprendió mirando los recortes de su vestido que revelaba un toque de escote. Tal vez solo está buscando la marca. Tal vez estoy loca. ¿Estaba pasando algo? "Tal vez sea el vino," dijo en voz alta antes de darse cuenta. Los tres la miraron fijamente. "¿Disculpa?" Madison dijo. "Oh nada. Yo — a veces hablo sola." Se palmeó la frente. ¡Soy una idiota! "¿Podrías por favor disculparme?" Se levantó y se dirigió al baño, castigándose todo el camino. Afortunadamente, el baño estaba vacío, así que cuando encontró un puesto llamó a May, quien respondió al primer timbrazo. "Casamentera." "¡Casamentera mi culo!" Grace dijo en voz alta y luego bajó la voz.


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"Oh, así que va bien?" "¡Me has emparejado con Madison Clark!" Susurró. S usurró. "¿Quien?" "La — " "¿La dama del rancho?" "¡Sí!" "Oh Dios mío. ¿Cómo — eso es imposible? No te empareje con una vaquera." "Psicóloga infantil, es propietaria de su propio negocio. ¿Te suena familiar?" "Oh Dios mío." "¿No puedes decir algo más?" "No en este momento. ¿Así que va terriblemente?" Grace hizo una pausa. "No exactamente. No exactamente. No es — " "¡Oh Dios mío! ¡Ella te gusta!" "¡Cállate! No dije eso." Oyó que la puerta principal se abría y se cerraba. "Tengo que irme." Terminó la llamada y salió del puesto. Madison estaba parada allí con una mano en el bolsillo de sus jeans. "¿Llamando a un amigo para contarle acerca de tu infernal cita a ciegas?" Ella sonrió, y Grace se habría sentido ofendida si no fuera tan sexy. "Por supuesto que no." "Uh huh. No huh. No te culpo realmente. realmente. Esto tampoco era lo que tenía tenía en mente." "¿Qué, yo?" "Fue una gran sorpresa."


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"¿Así que no soy la única?" Su voz tembló un poco. "¿En estado de conmoción? No." "Bien." Se pasó la mano nerviosamente por su cabello. "Pero esperaba que al menos pudiéramos tener una agradable velada." Madison le ofreció una sonrisa. "Lo estamos, ¿no es así?" Grace le devolvió la sonrisa y trató de dejar que la sedosidad de su propio cabello la centrara. Dejó caer su mano cuando no ayudó. "Lo estoy. Pero tengo la sensación de que podrías no estarlo." "Oh. No "Oh. No estoy bien. Yo solo — " "Porque si quieres irte, lo he pensado y lo entiendo. Y lo que Rob dijo sobre el rancho, no tienes que venir." "No sé qué decir." "Solo di lo que quieras. No creo que hayas tenido ese problema antes." Sonrió de nuevo, aunque ligeramente, para demostrar que estaba jugando. "Supongo que no, ¿verdad?" "No exactamente." "Está bien, entonces." Respiró hondo. "Me gustaría quedarme a cenar e ir al rancho después." Madison pareció balancearse un poco sorprendida. O tal vez lo imaginó. "¿De verdad?" "Sí. ¿Está bien? No has dicho cómo te sientes al respecto." "Estoy bien. Eso suena bien. Me alegro de que nos entendamos." "Si es bueno. Para variar," Grace dijo suavemente. "Sí, lo es," Madison dijo. Se miraron en silencio por varios segundos.


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Grace no estaba segura de qué decir o qué hacer. Si hablaba, seguramente revelaría el hecho de que su corazón latía con fuerza y su sangre bullía de emoción justo debajo de su piel. Si se movía, seguramente asustaría a Madison y volaría volaría lejos, como como la más rara de las mariposas que nunca más volvería, arruinando el momento bellamente cargado entre ellas. No, todo lo que quería hacer era permanecer así en este momento. Perfectamente inmóvil. Con Madison Clark parada frente a ella, alimentando su fuego con esa intensa y ciertamente fugaz mirada. "Te ves muy bien esta noche," Madison dijo, la tensión en su voz obvia. Grace tragó saliva. "Tú también." "No pensaste que podría arreglarme tan bien, ¿verdad?" Grace consideró mentir pero sabía que no serviría de nada. Ella negó con su cabeza. "No." "No lo creo." "He hecho muchas suposiciones sobre ti, Madison." "Y yo de ti." Ella dio un paso más cerca. Grace no se movió. "Lo siento por eso," Grace susurró. Otro paso. "¿Lo estás?" "Sí." Grace luchó por el control que estaba perdiendo desesperadamente. Madison se acercaba cada vez más, su hermosa cara se alzaba. Tan cerca que Grace podía oler su colonia tentadora y de olor limpio. "¿Lamentas las suposiciones que has hecho sobre mí?" Grace extendió la mano por la de ella. La encontró cálida y lisa, ligeramente áspera en la base de sus dedos. Envió su corazón volando como si la mano hubiera acariciado las paredes de su corazón. "No lo sé." "¿No lo sabes?"


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"No estoy segura de que estén equivocadas." Madison estaba a un centímetro de distancia y mirándola a los ojos. Grace inclinó ligeramente la cabeza, queriendo inhalar su aliento. Pero Madison se inclinó y pasó por su boca para susurrarle al oído. "Me niego a besarte en un baño público." Grace se estremeció ante la cálida sensación de ella en su oído. Se aferró en busca de apoyo y casi gimió por la fuerza que sentía contra ella. "Desearía que lo hicieras," ella susurró, encontrando su oreja e inhalando su aroma. "No. No "No. No aquí.” Ella retrocedió retrocedió y Grace casi se cae. "¿Donde entonces?" Madison jaló de su mano. "Tenemos una cena a la que asistir." Grace estaba nerviosa, terriblemente. "Me das un momento?" Madison asintió. "Estaré en la mesa." Grace la miró irse y luego se acercó a los lavabos. Tenía la piel carmesí desde el cuello hasta los recortes donde su pecho y escote asomaban por su vestido. Pensó en enjuagarse la cara con agua fría, pero no quería arruinar su maquillaje. maquill aje. En En cambio, cambio, se concentró en su respiración y en su cabello. Su cuerpo estaba hormigueando de los pies a la cabeza, y siguió repasando lo que había sucedido. Madison quería besarla. De hecho, casi la había besado. Y luego ella respondió con ‘¿dónde, entonces?’ "Uf, Dios. Qué delicada." ¿Qué tan desesperada podría sonar? Tendría que tratar de ocultarlo mejor. Madison la tenía temblando solo con un susurro. ¿Cómo podría esta mujer estar haciendo esto? ¿Cómo ella siempre parecía tan tranquila y en control? Estaba yendo más allá de lo enloquecedo r, per o Dios, qué increíble había sido. La intensidad entre ellas había sido palpable, espesa y densa. Y oh, cómo quería que la besara. Casi la envolvió en sus brazos y la tomó, deseando sentir su cálida boca sobre la


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de ella presionando y jalando. Pero afortunadamente Madison se había detenido, y Grace definitivamente tendría que sopesar los besos contra el control. Pero ya tenía una idea bastante buena de cuál ganaría, y Madison Clark sería la que estaría parada mientras ella yacía doblada en una pila ardiendo a sus s us pies. "Contrólate," dijo mientras salía del baño. Su comida había llegado a la mesa, y los tres le dieron sonrisas cómplices al volver. Juan especialmente sonreía como un joven colegial entusiasmado con una broma que acaba de hacer. "¿Qué?" Ella le susurró. "Oh nada." Ella lo codeó un poco. "¿Que esta pasando?" Él se inclinó cerca de ella. "Tú dime." "Nada." Sabía que parecía espantada. "No parece nada. Las dos salieron pareciendo como si hubieran corrido un kilómetro y medio y haber amado cada segundo." "¿Me veo mal?" Se tocó su s u rostro y sintió el calor que había permanecido. "No mal. Pero maaal. ¿Ya sabes a lo que me refiero?" Ella le dio un codazo de nuevo. "No pasó nada." "¿Ustedes dos quieren darnos una pista?" Rob preguntó. "No," Grace dijo, un poco demasiado alto. Madison sonrió y cortó su bistec. Sus ojos ardían, pero tuvieron cuidado de evitar a Grace. "Entonces nunca me contaste sobre Jake," Juan dijo después de masticar un bocado pequeño. "No lo hice?"


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"Realmente no." Ella sorbió su vino. "Es una especie de adolescente promedio. Le encantan los videojuegos y la música." "¿Qué hay de las chicas?" "No, afortunadamente, todavía no hemos llegado. No creo que pueda manejar más en este momento." "¿Cómo lo haces?" Rob preguntó. "¿Manejar una vida hogareña con tu trabajo?" "Yo —" Ella puso abajo su tenedor. "No creo que lo haga muy bien, para ser honesta. Lo intento, Dios sabe que lo intento. Pero con mis casos y Jake, a veces creo que necesito encontrar una mejor manera de equilibrarlo todo." El grupo guardó silencio. Entonces Madison habló. "Ojalá todos mis padres y tutores pensaran de esa manera." "Bueno, no es fácil para mí admitir que soy inadecuada." "Nadie dijo que eres inadecuada," Madison aclaró. "Pero pensar en la línea de mejora es enorme. Al menos lo estás intentando." "¿Lo estoy?" Ella la miró. "Porque no parece estar funcionando." "Lo estás. Y estás dispuesta a cambiar, lo cual es bueno. Realmente bueno." " ¿ Qué sugieres? sugieres? Por el bien de Jake?" Jake?" Realmente Realmente quería saberlo. Necesitab Necesitabaa saberlo. Porque no sabía cómo mejorar las cosas para él. El rancho estaba haciendo maravillas, sí, pero qué hay después de eso? Madison se movió y miró a Rob. "No creo poder contestar eso, Grace." "¿Por qué no? Si no eres tú, quién entonces?” "No sé cómo es tu vida hogareña. Todo lo que sé es lo que Jake me ha dicho." Cerró la boca rápidamente como si se arrepintiera de haberlo dicho, lo que hizo que Grace reaccionara. "¿Qué ha dicho?"


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"Realmente no puedo decir." "¿Algo malo?" "No, nada malo." Madison suspiró y bebió un sorbo de vino. "Dime." "Grace." "Si no es malo, entonces dímelo." "Simplemente dice que estás ocupada. Con trabajo." "Oh." Ella miró su plato, ya no tenía hambre. "Lo sabía." "Grace," Rob dijo. "Estás haciendo un buen trabajo. Te preocupas. Intentas estar ahí para él. En mi experiencia, la cual es mucha, debo agregar, esas son dos de las cosas más importantes que un padre puede hacer." "Yo — trabajo demasiado, ¿no?" Miró a Madison. "No puedo responder eso." "Por supuesto que no. Solo Jake puede." Se secó la boca. "Debería irme." "¿Qué? No," "¿Qué? No," Juan la animó a sentarse. "Disfruta "Disfruta la cena. Estamos divirtiéndonos." divirtiéndonos." "Debería estar en casa con mi sobrino." "Pero ya estás aquí." "¿Está solo?" Madison preguntó. "No. Está con mi buena amiga." "Entonces estoy segura de que está bien. Deberías quedarte y disfrutar de la cena." Ella le sonrió suavemente. "De verdad." "Quédate y escúchanos hablar sobre el rugby," Rob dijo. "Si eso no te entretiene, nada lo hará."


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Grace intentó sonreír y la encontró atrapada. Tomó otro sorbo de su vino y decidió intentar relajarse. No quería ser grosera, y Jake probablemente estaba bien. Cualquiera lo estaría con May. Además, ella no había dicho nada preocupan preo cupantte cuándo cuándo la había llamado. Grace se calentó mientras recordaba a Madison entrando al baño. Ella esperaba que no hubiera escuchado nada. Y sin embargo, de alguna manera, Madison sabía que estaba llamando a alguien para contarle de la cita. ¿Cuánto tiempo había estado allí? ¿Realmente ella se sentía de la misma manera? Ambas sorprendidas y ligeramente repelidas, pero verdaderamente atraídas? Qué manera tan extraña de sentir acerca de alguien. Pero mientras mir aba mir aba a Madison Madison a la tenue luz del restaurante, supo que era exactamente lo que ambas sentían. Había algo allí. Algo poderoso y justo debajo de las suposiciones suposiciones y primeras impresiones. Los otros siguieron conversando, pero le resultó difícil concentrarse. Estaban platicando cómo se conocieron Rob y Juan y cómo Rob pensó que Juan era lindo pero tenía miedo de invitarlo a salir porque no creía que fuera lo suficie su ficient ntemente emente bueno. Discutieron suposiciones y Grace se sintió cálida otra vez. Miró a Madison, que le dedicó una larga y prolongada mirada de interés mientras los hombres hablaban. Como para decir, sí, hicimos nuestras suposiciones y ahora estamos listas para superarlas. ¿Cómo pudo haber sucedido esto tan rápido? Una velada de suerte y un breve encuentro en un baño, y casi todo había cambiado. Hasta el punto en que estaba lista para ir al rancho a ver qué podría pasar. Estiró la mano por más vino pero encontró la copa vacía. Rob se dio cuenta, y cuando Madison se ofreció a pedir otra botella, él sacudió la cabeza. "Tomaremos otra en el rancho." Madison miró a Grace por su aprobación, luego asintió. "Suena bien." Se sentaron por un momento después de declinar el postre. Juan se aseguró de que Grace fuera a practicar rugby alguna vez. Él le guiñó un ojo, y mientras Madison y Rob se ocupaban de la cuenta, dijo, "Madison también juega. E n el eq equipo de mujeres." "¿Lo hace?" "Mmm-hmm. Ella y Rob se ven tan bien sucios y sudorosos." Grace se aclaró la garganta, insegura de qué decir en respuesta a la imagen que acababa de poner en su cabeza. "Ella siempre está sucia y sudada." XWPColección: Página y Facebook

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Él se rió. "Sí, pero imagínala con una camiseta ajustada y shorts." "Oh." Eso realmente la conmovió, y obviamente no pudo ocultarlo. Juan siguió riendo. "Ya me lo imaginaba. Vamos, milady, salgamos de aquí." Se levantaron y lentamente se dirigieron hacia la puerta. Grace podía sentir los ojos de Madison sobre ella mientras animaba a Grace a caminar delante de ella. Cuando salieron, el crepúsculo aún estaba allí, pero el calor había dism inuido inuido a una agradable brisa. Las luces del estacionamiento aún no se habían encendido y el aire de la tarde tenía un hermoso tono azul. De repente Grace anhelaba tomar la mano de Madison e ir a dar un largo paseo. ¿De qué hablarían? ¿Qué discutirían? ¿Se reirían? Se estrecharían las manos? ¿Se besarían? "Nos encontraremos allí," Juan dijo, dándole a Grace un agradable beso en la mejilla. Rob hizo lo mismo y se despidió, y ella y Madison observaron mientras se alejaban, acercándose la una a la otra. "Viajaron juntos," Grace dijo. "Sí. Aparentemente, esta no era su primera cita. Aunque se suponía que debía ser." "Pensé que parecían bastante amistosos." "Oh, lo son." Madison colocó su mano sobre la parte inferior de la espalda de Grace mientras avanzaban por el estacionamiento. "Nunca antes había visto a Rob tan feliz." "Eso es dulce." "Lo es." Grace quería apoyarse en ella, pero estaban en el coche de Madison antes de que se diera cuenta. "¿Este es tuyo?" Era un BMW azul oscuro, moderno, de categoría y muy bien cuidado. "Sí." "Nunca te hubiera catalogado por esto." "No lo creo."


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Grace inclinó la cabeza para mirarla. "Estás llena de sorpresas." Madison se rió. "Eso me han dicho. ¿Dónde está el tuyo?" "Por ahí." "Entra, te llevaré." "Gracias." Grace se subió y olió el cuero nuevo y casi se frotó contra él. Cada centímetro de el brillaba y estaba limpio, y cuando Madison se sentó detrás del volante, Grace quería poner su mano sobre su fuerte muslo mientras mientras cambiaba de cambiaba de ma marcha. "Te ves bien en este auto," Grace dijo, diciéndolo en serio. "Gracias." "No, realmente, lo haces. Puedo ver cómo te sienta s ienta bien." Sin mencionar lo sexy que luces manejando una máquina como esta. ¿Qué tan sexy te verías en mi Mercedes? "Creo que me sienta bien. Lo amo. También tengo otro en casa. Uno más viejo que restauré." " ¿ Quién lo hubiera pensado?" Grace dijo. "En realidad, definitivamente definitivamente puedo verte arreglando un auto viejo." "¿Más lo mío?" Un lado de su boca se alzó de una manera tímida. "Sí." "Todavía estás asumiendo, Grace." "Entonces demándame. Esta soy yo." Cerró su mano sobre la de Madison y le agradeció el aventón y la cena. "¿Estás segura s egura de que quieres que vaya al rancho?" "Por supuesto. ¿Por qué no lo haría?” "Ayer hubieras dicho que no." "Ayer me habrías matado si lo hubiera pedido."


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Ambas se rieron. "Cierto." "Está bien, entonces ven. Te veré en unos minutos." "Bueno." "Adiós, Grace." "Adiós." Grace abrió su coche, se deslizó adentro, bajó su espejo de tocador, y preguntó con una sonrisa loca, "¿Qué diablos estás haciendo, Grace Marie Hollings?"

Capítulo Catorce “ Qué diablos diablos quieres quieres usted decir decir con que tienes tienes que irte? ” Madison Madison preguntó preguntó en su teléfono celular. Acababa de llegar a su garaje cuando Rob llamó. "Acabo de recibir una llamada de emergencia. Lo siento." "¿Lo siento? Grace estará aquí en cualquier momento." "Entonces no canceles por nuestra parte. Disfruta su tiempo juntas. A ustedes dos parece que les vendría bien pasar algo de tiempo a solas." "Rob, te juro por Dios que si me tendiste una trampa — " "No lo hice. Realmente tuve una llamada. Pero sinceramente, esto está funcionando para mejor. Ella es divina, Madness. De verdad. No verdad. No del todo lo que esperaba." "Bueno, no la has visto toda — " "¿Toda qué? ¿Molesta, irritable, tensa?” "Bueno, sí." "Te he visto de esa manera, y créeme, no siempre es divertido. Así que vamos, disfrútala. Conócela. Sé que estás atraída por ella. Para empezar, es hermosísima.” XWPColección: Página y Facebook

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"Ella es hermosa." "Madness, ella es hermosa. Y es brillante. Y parece que realmente se preocupa por su sobrino." "¿Pensé que tenías una llamada?" "Sí, voy hacia allí, Juan viene conmigo." "Está bien, así que vete. Ella se está estacionando en este momento." "Está bien, nos vemos, Madness. ¡Oh, y no lo jodas!” Colgó y deslizó el teléfono en su bolsillo trasero. Grace se detuvo cerca del garaje y salió cuidadosamente. La oscuridad se estaba asentando a su alrededor, haciendo que su cabello rubio contrastara fuertemente con la noche y con su vestido. vest ido. El Ella era impresionante. impresionante. "No me digas que les gané a los muchachos," dijo con una sonrisa. Madison levantó los brazos. "Lo hiciste." "Bueno, dónde están?" Se acercó, caminando lentamente sobre sus tacones. "Resulta que ..." "¿No vienen?" Ella bajó sus brazos. "No." "Planearon esto, ¿no es así?" "Probablemente." "Entonces obviamente quieren que pasemos tiempo juntas," Grace dijo, sacudiendo la cabeza con incredulidad. "Supongo que sí." Madison se metió las manos en los bolsillos. "Puedes irte si te sientes incómoda." "No, estoy bien. Quiero decir, a menos que quieras que vaya.” Madison se rió. "Está bien, dejemos esto. Te vas a quedar."


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"Bien entonces." "¿Te gustaría entrar a tomar un poco de vino?" Vio a Grace mirar alrededor y dudar. "En realidad, me preguntaba si podría ver a ese potro." Madison sonrió. "¿De verdad?" Grace asintió. "De acuerdo." Tendió su brazo y Grace metió su mano dentro de él. También se quitó los zapatos de tacón y caminó descalza por el sendero de losas de piedra. Madison podía sentir su calor y oler su perfume. Ambos la mareaban de emoción y deseo. y deseo. ¿Quién era esta bombón caminando junto a ella? ¿ Esta inteligente, cariñosa y graciosa mujer caminando con ella a la luz de la luna con sus zapatos colgando de su mano? Ciertamente no era Grace Hollings, ¿verdad? "¿Cómo se llama?" Grace preguntó cuando entraron en el granero y llegaron al primer compartimiento donde el potro tropezó con sus pies desgarbados. "No le he puesto nombre todavía." "¿Por qué no?" "Él no ha elegido." "Oh, cierto," ella dijo. "El vaquero mencionó algo así. ¿Puedo entrar y acariciarlo?” Madison abrió la puerta. "¿Descalza?" "Veré por donde piso." Madison la dejó entrar, la siguió y cerró la puerta. El potro pateó un poco en emoción y corrió de un lado a otro. Pero cuando Grace lo llamó y le tendió las manos, se acercó de inmediato a ella. "Aww, él es tan dulce," susurró, sosteniendo su cara y besando su hocico. "Con cuidado," Madison dijo, cada vez más inquieta. "No quieres sostenerlo allí o poner tu cara tan cerca porque pueden mover la cabeza de repente y golpearte."


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Grace la ignoró y lo besó profusamente. "Grace," Madison dijo, acercándose a ella. "Por favor ten cuidado. No quiero que tengas otro moretón como el que tienes en la rodilla." "El de mi rodilla está bien, y te oí." Ella sonrió. "Pero mira su pequeño rostro. No puedo evitarlo." "Aquí." Madison suavemente hizo retroceder a Grace. "Quieres crear una burbuja." Dibujó un semicírculo en el heno. "Esta es tu burbuja. Y esa es la suya." "Pero no quiero quedarme en mi burbuja," dijo. "Quiero amarlo." Madison esperaba que Grace no pudiera ver la ráfaga de calor que le quemaba el cuello y la cara. Quiero amarlo. La forma en que lo dijo y la forma en que se veía. Casi la derrite. Se aclaró la garganta y continuó. "Y quieres acariciarlos en su cruz. Aquí," dijo, tomando la mano de Grace y colocándola justo debajo de su melena. "Justo aquí." La ayudó a acariciarlo, y su propia respiración se hizo rápida y esporádic espo rádicaa por su proximidad. proximidad. "Así," Grace susurró, mirándola. "Sí." "Me siento tan lejos." "No lo estás. Estás cerca. Estás muy cerca." Grace la miró a los ojos. "Pero quiero acercarme más," dijo. "Necesito estar más cerca." Dio un paso hacia Madison y ladeó la cabeza. "Pero no puedes acercarte mucho más," Madison dijo, sus ojos amenazaban con cerrarse. "Creo que puedo." Dejó caer sus zapatos y jaló de Madison de cerca. "Así," susurró justo antes de colocar un cálido, largo y húmedo beso en sus labios. Madison se estremeció y gimió contra ella. "Sí," Grace dijo. "Justo así." Ella abanicó sus pálidas pestañas mientras luchaban por respirar. Madison aún podía saborearla, y se lamió los labios, queriendo más. Nunca el beso de una mujer la había agitado así, derritiéndola y endureciéndola hasta la médula. Anheló esa


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sensación de fusión otra vez y la acercó más y la abrazó con fuerza. "Otra vez," dijo mirando en sus iris. "Y luego de nuevo después de eso." Grace enredó sus manos en la base de su cuello. "Me niego a besarte de nuevo en medio de un compartimiento de caballos." Madison se rió y la levantó con facilidad en sus brazos. "Entonces iremos a otro lugar." Grace se rió y pidió sus zapatos. "Maldita sea." Madison la bajó, agarró sus zapatos y cerró la puerta del establo. Apagó las luces mientras corrían del establo a la casa, Grace G race riendo todo el camino. "Esto se siente tan bien," dijo, girando junto a la puerta del patio. "¿Qué?" Grace miró hacia el cielo azul medianoche. "Esto. Todo esto. Tú. Este lugar. Ese cielo. Me siento tan ... libre. Libre para ser feliz." "Eres libre de ser feliz." Grace bajó los brazos y la miró. "No siempre. Ayer no fui libre de ser feliz. Ayer tuve que esconder cómo me sentía por ti." "Tu — escondiste — has tenido sentimientos?" "Sí, ¿tí no?" Pero levantó la mano. "Espera, no, no respondas eso. No creo poder manejar que fue solo este vestido negro lo que te hizo cambiar de opinión." Madison se rió suavemente y tomó su mano para llevarla adentro. "No fue solo el vestido, pero admitiré que lo hizo hizo en cierto modo." "Lo sabía." Madison cerró la puerta detrás de ellas y encendió las luces de la sala principal. Oyó a Grace tomar aliento sorprendida al ver por primera vez la casa. "Esto es ... espectacular," dijo en voz baja. "Tan del suroeste pero hecho con tan buen gusto." Se volvió para mirarla. "¿Tú hiciste esto?"


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"Sí." "¿Todo por ti misma?" "Sí." "Madison, guau." "¿Te gusta?" "Me encanta. Este es por mucho el mejor rancho de trabajo que he visto en mi vida. Debería estar en revistas." "Lo ha estado. En dos, en realidad." "Salió en — en serio?" "En serio. Y," Madison dijo mientras dejaba los zapatos de Grace a un lado y se acercaba por detrás, "tuve sentimientos sentimientos por ti antes de esta noche." "Me encanta el color de las paredes aquí. Casi parecen gamuza. Y la forma en que complementan los sofás y la esquina de la chimenea arqueada — espera, qué?” Se giró hacia los brazos de Madison. "¿Los tuviste?" "Me sentí atraída por ti." "Lo estabas." "Sí." "Tienes una gran manera de ocultarlo." "Tú también." "Buen punto." "Eras tan malditamente — " "¿Canija?" Grace cubrió la boca de Madison con su dedo. "No estés de acuerdo o tendré que castigarte." "¿Qué pasa si quiero el castigo?"


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Grace gimió. "¿Realmente te gustaba?" "Me gustaste, sí. Mucho. Pero P ero no podía entenderte.” "¿Qué cambió?" "Tú." "¿Yo?" "Sí, vi un lado más suave tuyo esta noche. Un lado vulnerable. Vi a Grace." "Y eso fue lo que hiciste?" "Eso y el vestido." "Ejem." Un profundo gruñido vino de cerca de la cocina y Grace saltó a los brazos de Madison. Marv dobló la esquina hacia la luz. Madison sintió que Grace se alejaba rápidamente. "Lo siento, señoras," él dijo, mirando al suelo. "Vine a buscar a Maddy, y bueno, pensé que simplemente había salido a cenar o algo así. Ya conozco la salida." Madison corrió hacia él. "No sabía que vendrías," susurró. "Yo tampoco. Simplemente me subí a la camioneta y vine." "¿Dónde demonios estás estacionado?" "Detrás del granero. Traje un poco de heno Bermuda extra de mi casa." Madison negó con la cabeza mientras caminaba con él hacia la puerta. "Lo siento mucho, Marv. Quédate, por favor quédate. Podemos tomar vino y hablar." "Cariño, tienes toda la compañía que necesitas." Él sonrió. "Vuelve ahí dentro." Pero ella podía decir que él no era realmente feliz, y sabía por qué. Grace era la tutora de Jake. No había nada más que decir. Él parecía leer sus pensamientos mientras la miraba a los ojos.


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"Ten cuidado," dijo apretujando fuerte su sombrero de vaquero. "Buenas noches, Maddy." Lo miró irse y luego cerró lentamente la puerta. Detrás de ella, oyó a Grace susurrando. Cuando se volvió, la encontró poniéndose sus zapatos. "¿A dónde vas?" Madison preguntó, su estómago dando una voltereta. "Creo que será mejor que me vaya, ¿no?" "¿Por qué? ¿Por Marv?” "Sí." "El se fue a casa." "¿Está tan avergonzado como yo?" "Lo superara." "¿Lo hará?" Ella no parecía convencida. "Sí." "Porque no creo que yo pueda. No creo que pueda superar esto." "¿Qué quieres decir?" "Quiero decir ... mis sentimientos. Esto. Nosotros. Es intenso y tenemos que considerar a Jake y —“ Madison se recostó contra la puerta, derrotada. "No. Por favor no. No te vayas. Me tomó días, horas, minutos, una loca cantidad de segundos locos admitir mis sentimientos por ti. Finalmente lo admito, me dejo sentirlo, ¿y vas a irte?” irte? ” "Madison, sabes que tengo razón. ¿Qué hay de Jake?" "Sí, Jake. Tienes razón. Él es lo primero. Pero no siempre estará bajo mi cuidado." "Él siempre estará bajo el mío." "Sí."


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"Así que aquí estamos." Madison se movió de la puerta y alargó la mano para abrirla. "¿Crees que quiero irme, Madison?" "No estoy segura." "Te equivocas. Quiero quedarme más que nada." "No puedes." "¿Por qué no?" "Acabas de decir que no puedes." Pero Grace se acercó. Y más cerca. Hasta que estaba a un suspiro de distancia. "No quiero irme," dijo mientras se inclinaba y la besaba. "No quiero irme." "Entonces no te vayas." Madison la besó, y profundizó con Grace tirando de su cabeza y lanzándose con su lengua. "No lo haré." Otro beso profundo. "No puedo." Otro. "Oh Dios, solo necesito sentirte. Madison, por favor. ” Grace la besó con tanta fuerza fuerza que la cabeza cabeza de Madison dio vueltas. Sus labios hormiguearon placenteramente mien tras se se separa ban. "Solo tócame," dijo. "Siénteme." Salvajemente, se subió la falda, tomó la mano de Madison y la obligó a ponerla dentro de sus bragas de encaje. "Siénteme," ronroneó cuando sus ojos comenzaron a rodar hacía atrás. "Oh Jesús," Madison susurró, sintiendo de inmediato los pliegues calientes, resbaladizos. "Oh Jes — " Pero Grace la interrumpió con otro poderoso beso. Gimió en la boca de Madison mientras la mano de Madison la trabajaba, deslizándose arriba y abajo sobre su clítoris. "Es por eso que no quiero irme. Así es como me haces sentir. ¿Lo entiendes?" "Sí." "¿Te sientes de la misma manera? ¿Toda húmeda y resbaladiza? ¿Por mi?" "S-si." "Mmm. Me voy a venir. Oh Dios, me voy a venir. No. Espera." Ella detuvo la mano de Madison y luego desabotonó la chaqueta de Madison. "Quiero tocarte," dijo, sus pupilas


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dilatadas mientras miraba fijamente hacia el sujetador de encaje blanco y quitaba la chaqueta. "Eres increíble," susurró, acariciando su abdomen hasta su pecho, haciendo que Madison se estremeciera. "Tan poderosa y fuerte." "Quiero tomarte," Madison dijo, queriendo nada más que levantarla y llevársela para extasiarla. "Tú también también podrías, podrías, ¿ verdad?" verdad?" Continuó Continuó tocando tocando su abdomen abdomen y luego sus brazos. "Podrías hacer completamente completamente lo que quieras conmigo." conmigo." "Sí." "¿Y a ti te gustaría eso?" "Oh si." Grace se estremeció y sus ojos brillaron. "Me gustaría eso también. Pero primero déjame tocarte." Desabotonó los jeans y deslizó su mano hacia abajo por el frente. Madison jadeó cuando Grace la encontró ya empapada. "Sí," Grace ronroneó. Madison volvió a deslizar su mano dentro de las bragas de Grace. Se acariciaron, se besaron y gimieron. "Dios, te sientes tan bien," Grace dijo, chupando su cuello y luego uniéndose a su pecho a través de su sostén. "Ah" Madison gritó. "Mmm, Grace." "¿Sí?" Grace se detuvo. "No te vengas." "Estoy cerca." "Yo también. Espera. Qu — " Y luego la besó con fuerza en la boca y se acariciaron salvajemente, salvajemente, extrayéndose la una a la otra para el inminente orgasmo que estaban a punto de compartir. "Ahora," Grace dijo y la besó de nuevo, y las dos explotaron en dicha, las lenguas deslizándose y deslizándose junto con sus manos. Madison se perdió a sí misma y gritó, teniendo que apartar la cabeza de Grace para hacerlo.


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"Sí," Grace dijo una y otra vez, mirándola primero con ferocidad pero luego con los ojos entrecerrados. "Sí." El dulce calor en el centro de Madison latía contra los delgados dedos de Grace mientras descansaban. Madison podía sentir la carne de Grace palpitando debajo de suya. Tocarla era mejor de lo que podría haberse imaginado. Sentirla junto a junto a ella, ella, sobre sobre ella, inhalando su aroma, todo era mucho mejor de lo que el cielo debe ser. Y mirándola a los ojos, ahora, después de que ambas habían llegado al clímax, era como mirar el oro tibio y líquido. "Eres lo más hermoso que he visto en mi vida." Madison susurró. Grace parpadeó. "Madison," dijo. "Lo eres. Justo en este momento." Tocó su rostro. "Mírate." Pero el toque de Grace se sintió como el fuego mismo, y la sensación de su aliento en su rostro avivó a Madison aún más. Rápidamente, retiró sus manos y levantó de sus pies a Grace. La llevó al sofá y la acomodó abajo. Grace le sonrió. " ¿ Qué tienes en mente, Madness?" se rió suavemente. s uavemente. "Me gusta ese pequeño apodo." "Debieras. Significa que estoy loca." "¿Estás loca por mí?" "Sí." "Entonces me encanta." Madison se rió y se inclinó para besarla. Aumentó rápidamente y se volvió hambriento y feroz. Madison apoyó la espalda en los cojines cuando trató de avanzar. Luego, subió el vestido y separó las piernas. "Quédate," dijo cuando Grace trató de levantarse. La presionó abajo con una mano y levantó una pierna sobre su hombro con la otra. "Dios mío, eres fuerte," Grace dijo, todavía tratando de moverse. "Sí, así que no intentes moverte." Grace se rió. "No puedo evitarlo. Estoy excitada. Quiero verte."


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"Puedes ver muy bien. ” Se arrodilló y se frotó la cara con las bragas. Escuchó a Grace inhalar bruscamente. "Mmm, muy bien," dijo, moviendo la lengua para rodear los bordes. Movió la cara, jalando de las bragas hacia un lado con los dientes. Los dedos de Grace llegaron y las mantuvieron a un lado para ella. Solo excitó más a M adison adison y hundió hundió su lengua en su carne y la lamió fuerte e intenso, arriba y abajo. "¡Oh, joder!" Grace gritó. "Oh Dios, Jesús, joder." Madison le dio más. Y más. Y luego tomó su clítoris y chupó mientras Grace abrió más sus piernas. "¡Madison!" Gritó. "Oh Dios, Madison." Madison movió su cabeza de un lado a otro, llevándola más allá. Ella tomó más de su carne y la chupó, usando su lengua para acariciar mientras lo hacía. Grace siguió gritando. Más y más fuerte. Su pierna se apretó en el hombro de Madison. Su cuerpo se retorció. Y sabía y se sentía tan malditamente bien que Madison nunca quería soltarla. Quería morir allí mismo entre sus piernas, haciéndola — Grace se corrió entonces, espasmódico y ruidoso y áspero y loco. Casi arrancando el pelo de Madison de su cabeza con dedos salvajes. Empujó, se sacudió y se deslizó como una serpiente. Madison aguantó, tan excitada y viniéndose c ontra la costur la costur a en sus jeans. "Madison," jadeó, derrumbándose. "Madison." Madison se mantuvo firme y luego soltó la presión lentamente, lamiéndola suavemente hasta que se alejó. Su propia cara estaba caliente y hormigueante, al igual que su entrepierna. Colapsó sobre la pierna de Grace y le mor disqueó el muslo mientras saboreaba su aroma y sabor. Estaba a punto de sugerir que fueran a la habitación cuando sonó el teléfono de Grace. "Oh, mierda." Grace buscó a tientas su bolso, que había sido s ido puesto en el sofá antes. Madison se alejó de ella y vio su rostro retorcerse de preocupación. "Es de casa." Abrió el teléfono. "¿Hola?"


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Todavía sonaba sin aliento y se bajó el vestido como si la persona que llamaba pudiera verla. Incluso cruzó sus piernas. " ¿ De verd verdad ad?? Eso es genial." Ella sonrió. "Está bien." Se levantó. " ¿ Cuando? Oh, no sé. ¿ Ahora? Bueno, Bueno, no sé, Jake. ” Se tocó la frente. "Ya veré. Uh huh. Bueno. Adiós.” Cerró el teléfono y miró a Madison, que todavía estaba arrodill arrodillada ada en el suelo. "Tienes que irte," Madison dijo. "No tengo que hacerlo." "Pero deberías." Grace se mordió el labio inferior. "Puedo devolver la llamada y decirle que tardaré un rato." "No, no." "Mi amiga May lo entenderá. Y Jake — Jake está emocionado por una película que ella llevó." Madison se puso de pie. "Deberías irte. Él te necesita." "Está viendo una película, Madison." Se movió hacia ella y le tocó la cara. "Él estará bien." "No, él te necesita. Ahora mas que nunca. Es en momentos como este cuando realmente quiere tu atención." Grace se alejó. "¿Qué estas diciendo? ¿Prefieres que vaya a ver una película que estar contigo?” "Si eso significa pasar tiempo con Jake, entonces sí." "Jake." Ella dejó caer su mano dramáticamente. "Así que no estoy haciendo lo correcto por Jake. Estamos de vuelta a eso." "Nunca dije que no estabas haciendo lo correcto. Pero él necesita atención." "Recibe mucha atención." "La necesita de ti."


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Grace recogió su bolso, obviamente molesta. "Entonces creo que será mejor que me vaya." "Grace, espera. No te vayas enojada." "No lo haré, entonces. Sólo me iré." Su cara tenía esa mirada cansada. La que solía llevar cuando estaba en el rancho. Y al igual que la noche y el día, el sol había salido y la vieja Grace había regresado. Obstinada, enojada, temperamental. Madison se preguntó si era pos ible pe penetrar esa esa barricada o si era algo que simplemente tenía que disiparse por su cuenta. "Grace," Madison la llamó mientras trastabillaba descalza hacia su auto. "Grace, espera. No quise decir nada con eso." "No soy un padre apto, esto ya lo sé. No necesito que me lo restriegues con tus calmadas sugerencia sugerencias. s. ” Grace abrió abrió la puerta puerta de su coche y arrojó su cartera cartera y sus zapatos zapatos dentro. "¿Sabes que rara vez tomo un tiempo para mí? ¿ Que to todo lo que que hago es trabajar y preocuparme por Jake? Esta noche ... esto ... fue especial. especial. Significó algo. Sentí algo.“ "Yo también." Pero se detuvo cuando Grace negó con la cabeza. "No sé si lo hiciste o no. Pero no puedo preocuparme por eso. Me trajiste la perspectiva y ahora tengo que irme a casa." Se subió y encendió el auto. Madison vio que se secaba una lágrima mientras ponía el auto en reversa. El polvo detrás de sus neumáticos se veía rosado por sus luces traseras mientras se alejaba a toda velocidad. Y Madison se quedó susurrando en la oscuridad. "Grace." 

La mañana siguiente no trajo más que luz gris. Se había ido el azul pálido habitual, el inicio de un hermoso nuevo día. Todo lo que quedaba era un amanecer lúgubre, un teñido dejado de la noche anterior. Madison sentada devastada mientras se filtraba por las ventanas, con una copa de vino vacía colgando en la mano y un viejo disco de jazz que sonaba una y otra vez. Trató de beber toda la noche, de beber a Grace y su boca calient e, per o no había había funcionado. Solo


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había empapado los recuerdos, los había hecho más dulces, los había hecho reproducirse y resaturarse. Y Billie Holiday tampoco ayudó. Cantando como solo ella podía, hablando de cosas que parecían emular cada terminación nerviosa en el cuerpo de Madison. Haciéndola anhelar, arder, llorar y destrozar. ¿Debería llamarla? ¿No debería? ¿Debería olvidarse de ella? ¿Cómo demonios podría? Y llegó más vino, chapoteando en su copa, preguntándole cómo diablos había sucedido en primer lugar. Una pregunta que no pudo responder. Una serpiente que se había escondido a la vista con salvajes y hermosos colores de alguna ma nera la había la había alcanzado alcanzado y la había mordido. Una criatura salvaje y hermosa a plena vista. Justo en frente de ella. Advirtiéndola de su peligro, pero seduciéndola con sus colores. Grace no es una serpiente. No en el sentido literal. Pero era hermosa, y se había acercado sigilosamente a Madison y la había dejado sin aliento. Y su mordida, se sentía mortal. Como si no obtenía el antídoto pronto de hecho moriría. "Tengo que llamar." Se levantó, convencida de que era para comprobar a Grace. Pero se detuvo con el teléfono celular en la mano, debatiéndose. Eran las cinco de la madrugada del Domingo. Grace estaría dormida. Habría olvidado su enc encuentro. Madison ya parecía una tonta al tratar de alentarla en lo que hacía. Ella la había ofendido y metió la nariz donde no le correspondía. Sí, había hecho suficiente daño. Cerró la botella de vino y la volvió a colocar en el refrigerador. El sueño la llamó desde el dormitorio, y deliberadamente dejó el estéreo prendido. Dejo que Billie tocara. Dejo que Billie cantara. Dejo que Billie la calmara. Pero fue otra voz la que se le vino cuando se durmió. Era Grace y estaba gritando su nombre.

Capítulo Quince “ Grace, ha pasado más de una semana. Tienes que hablar con ella," May dijo, deslizándose junto a ella en la mesa de conferencias en una de sus habitaciones más grandes. "Y necesitas comer." Deslizó una ensalada frente fre nte a ell ella, a, pero Grace la apartó, sin humor para la comida de conejo. XWPColección: Página y Facebook

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"No sé qué decir y como mucho." "Dices, oye, lo siento. Realmente me gustas y quiero saltar de nuevo a tus huesos. ¿Qué tan difícil es eso?” "No puedo decir eso." "¿Qué parte?" "Nada de eso." "¿Por qué no?" "Porque ya arruiné todo con solo comenzar algo. Tengo mucho que hacer. Tengo a Jake, tengo trabajo.” Había evitado a Madison durante días, incluso había enviado a Janine a buscar a Jake. Es cierto, la mayoría de esos días estaba en e n el tri tri bunal, bunal, pero pero aún así. "Tienes miedo," May continuó por ella. Abrió la ensalada, junto con la suya, y roció el aderezo envasado. "No es miedo. Es practicidad. Me dijo que me fuera para estar con Jake." "Entonces ella no es egoísta, ¿y qué? Probablemente se sentía como un asno sabiendo que tenías que elegir. Ella suena como una chica que se mantiene firme para mí." "No lo entenderías." "No claro que no. Salgo con los gorilas, ¿verdad? El más duro de la especie? No tengo ni idea de lo que es estar dividido entre un hombre y su hijo." "No quise decir eso." "Lo sé. Estás simplemente malhumorada. No has estado durmiendo y te ves como el infierno." "Es este caso." Grace tomó un tenedor y agarró la ensalada. La sala de conferencias era silenciosa y escasa salvo por sus notas y carpetas esparcidas sobre la larga mesa. "Nunca he trabajado en uno que no me haya sentido bien." "No me digas que es porque él es culpable. Ayudamos al menos a que cuatro culpables queden libres. Lo sabes tan bien como yo. Es el juego que jugamos."


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"Es porque es culpable." May suspiró. "Grace. No te hagas esto. Este es nuestro trabajo. Es solo un trabajo." Ella se preocupó. "¿Por qué te estoy diciendo diciendo esto? Sabes esto. Usualmente se lo dices dices a todos los novatos. Es solo un trabajo." "Pero no es solo un trabajo. Ya no." Agarró una carpeta y la hojeó. "Mira este. Mira sus antecedentes. Cuatro de ellos. ¡Cuatro!” "¿Y? Él es joven y sobre el agente que lo arrestó es cuestionable." "No, no lo entiendes. Si lo sacamos, lo hará de nuevo. O tal vez incluso algo peor." "No podemos preocuparnos por eso. Estamos aquí para defenderlos lo mejor que podamos." "No, May. Tengo que preocuparme por eso. No puedo evitarlo." May se recostó y apartó su ensalada. "¿Qué te ha pasado?" Grace suspiró y apoyó la frente en la mano. "No lo sé." "¿Estás bien?" "No, no creo que lo esté." "¿Es Madison?" "No. Ella no tiene nada que ver con esto." "¿Entonces que es?" "No lo sé. Solo sé que cuando me quedo levantada hasta tarde trabajando en este caso, ya no me siento bien al respecto. No quiero excusar el comportamiento de este hombre nuevamente. No quiero permitir que siga arruinando l a vida vida de los demás. Y él puede intensificar, May. En la próxima casa en la que él irrumpa o a la siguiente mujer a la que le robe, puede usar un arma. Intentó usar la fuerza con el agente que lo arrestó." "Eso es una tontería. El oficial lo maltrató. Fue en defensa propia. Tenemos el video para probarlo." "¡Suenas como un abogado!"


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"Porque lo soy." "¿Puedes hablar conmigo como solo May? ¿Como un ciudadano común y corriente?" "Bien. De acuerdo." "¿Qué hay del mirón Tom? Nuestro último chico?" "Uf, él." "Sí, ¿y si él intensifica sus acciones como la acusación dijo que podría? ¿Para asaltar o incluso violar o asesinar? Ya había entrado en la casa de una mujer. Y no me importa quién es. Doctor o Joe Schmoe (*). Él tiene problemas!" "¿Y que? Grace, no podemos controlar el mundo." "No, pero podemos evitarlo. Ese hombre necesitaba ayuda. No necesitaba salir impune de la corte para volver a hacerlo " "Entonces qué es lo que estás diciendo aquí? ¿Quieres cambiar de equipo?” "No sé lo que estoy diciendo. Solo sé que estoy cansada. Y que tener a Jake me ha hecho pensar detenidamente las cosas." "Ya veo," May dijo en voz baja. "¿Te das cuenta de que si Jake no recibiera ayuda, terminaría sentado frente a nosotros un día, con los cargos hasta la rodilla?" "No sabes eso — " "Sí, lo sé, May. Lo sé. Y si mi hermana viviera en este estado, también habría sido una cliente. Y eso no está bien conmigo." Estuvieron en silencio por un largo momento. Entonces May habló. "Parece que tienes muchas cosas en que pensar." "Sí." "¿Todavía vas a trabajar en el caso?" (*) Significa "Joe Anybody", o nadie en particular, es uno de los nombres ficticios más utilizados en inglés.


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"Por supuesto." "¿Crees que podemos ganarlo?" "No lo sé. Pero lo haré lo mejor que pueda." "¿Estás segura?" "Sí, May. Mi trabajo, por el momento, sigue siendo el número uno." "Uf". Ella se rió nerviosamente. "Pero no creo que siempre lo será."

Capítulo Dieciséis “ He terminado terminado mis tareas," tareas," Jake dijo, corriendo corriendo hacia Madison. Madison. " ¿ Qué puedo hacer hacer ahora?" Madison gruñó mientras empujaba una carretilla llena por una pequeña montaña de estiércol para botarla, y se agregaba a la creciente pila. Jake estaba parado junto a ella, completamente a gusto con la profundidad del estiércol hasta los los tobillos. tobillos. "Tus botas se están ensuciando," ella dijo, apoyando la carretilla atrás en un soporte. Se secó el sudor de la frente mientras miraba hacia abajo. Él se encogió de hombros. "¿Y que?" "¿Y que?" Se giró para llevar la carretilla de vuelta a los corrales donde seguramente se necesitaba otra carga. "Si mal no recuerdo, recientemente tuviste un patatús por tener mierda en tus zapatos." Él caminaba con ella, tratando de mantenerse al paso de sus largas zancadas, algo que hacía todos los días. "Eso no fue recientemente. Eso fue hace unos días." "¿Has cambiado de opinión, entonces?" El asintió. "Supongo. No me molesta tanto ahora." "No debería," ella dijo. "Considerando que paleas todos los días." XWPColección: Página y Facebook

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"Eso tampoco me molesta mucho. Pero aún quiero mejores tareas. ¿Qué más puedo hacer hoy?" "Has estado de buen humor últimamente," dijo, sonriendo. "Solo quiero ayudar. Hacer lo que haces." "¿Porque eso?" "No lo sé. Me hace sentir bien, supongo.” Parecía tímido de repente, como si se diera cuenta de lo útil que se había convertido. "No es genial, sabes," ella dijo, riendo. "Hacer todo lo que hago." Él entrecerró los ojos hacia ella. "Sí lo es. Lo es para mi. Sabes cómo hacerlo, como, todo." "Bueno, gracias." Él apartó la mirada, obviamente avergonzado. "Solo me gusta aprender." Ella devolvió la carretilla al corral, la soltó y le dio una palmada en el hombro. "Eso es lo mejor que has dicho hasta ahora, Jake. Ahora veamos cómo lo están haciendo estos dos.” Quitándose los guantes de las manos, miró a los d os chicos hicos que que estaban paleando estiércol. Habían discutido antes por dinero. Debido a que vivían juntos en un hogar grupal y solo se les permitía gastar tanto dinero al mes, este parecía ser un tema común para los problemas entre ellos. Aparentemente, Alex ya había había gastad gastado su cantidad cantidad asignada, y quería que J.J. compartiera la suya. La falta de dinero y discutir sobre lo que no podían tener, ella reflexionó, era muy probablemente por lo qué terminaron robando en el mercado en primer lugar. "Alex, asegúrate de ayudar a J.J." Madisonv, notando la diferencia en la cantidad de trabajo. J.J. estaba haciendo casi paleando todo, mientras que Alex simplemente caminaba y empujaba con su pala. "Sí, estoy haciendo todo," J.J. dijo. Al oír eso, Alex se giró y en una fracción de segundo, su rostro se retorció de furia y cargó contra J.J.


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Madison se lanzó hacia adelante con dos zancadas gigantes y lo atrapó con toda la fuerza de su cuerpo. Continuó presionando como si ella no estuviera allí, gritándole a J.J. Madison se preparó para el impacto de J.J., pero no llegó. Podía oírlo correr, oírlo gritar a su vez, pero él no vino. Girándose, abrazó a Alex y vio a J.J. forcejeando con Jake. Jake estaba frente a él, sosteniéndolo por los hombros, tratando tratan do de convencerlo. onvencerlo. "No vale la pena," Jake gritó. "J.J., escucha. No vale la pena. Tendrás que huir y tendrás que palear mierda para siempre.” Lo sacudió. "¡Tendrás que huir!" J.J. se quedó quieto mientras Alex seguía gritando. Madison lo apretó más fuerte y lo alejó. Cuando lo tenía a una distancia segura él finalmente se calmó y se quedó sin fuerzas. "¿Has terminado?" Ella le preguntó, obligándolo a mirarla a los ojos. El asintió. "¿Qué?" ella preguntó. "Sí, señora." "Bien." Lo soltó, pero se interpuso entre él y J.J. "Vas a trabajar en esa esquina y te tranquilizas. Hablaremos después de eso." "Sí, señora." Cogió su pala y la pateó mientras caminaba. Madison lo miró por un rato antes de regresar con J.J. Para su sorpresa, Jake estaba paleando también, alentando a J.J. en el camino. "Si los ayudo, ustedes terminarán más rápido," Jake dijo. "Y entonces se terminará el trabajo de mierda." Trabajó lo mejor que pudo con su muñeca herida, que ya no estaba entablillada. Y J.J. trabajó con él, haciendo un buen equipo. equ ipo. Madison negó con la cabeza con feliz incredulidad y cruzó hacia la puerta donde Marv se había puesto de pie. "¿Recuerdas a ese chico al que llamaste testarudo y malcriado?" Ella le preguntó con una sonrisa. "Sí."


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"Bueno, ese es él." Ella asintió con la cabeza hacia Jake, quien ahora tenía a J.J. riendo mientras trabajaban. "¿Que piensas ahora?" Se rascó su barba de un día. "Diría que está progresando." "¿Progresando? Ha hecho sus tareas los últimos días sin ningún problema. Hace las tareas adicionales con entusiasmo. Y ahora está interviniendo en alegatos y ayudando a los demás. Es como un niño diferente por completo." "Lo hemos visto antes," él dijo. "Como un interruptor de luz apagándose." Ella no pudo evitar sonreír. "Lo sé, pero con este niño se siente muy bien." "¿Eso debido a su tía?" Madison se agarró la parte de atrás de su cuello, sabiendo que era una pregunta honesta. "No. Estoy muy feliz por él. Sabía que era capaz." "¿Qué hay de su tía? ¿Lo sabe?" "Le dejé un mensaje esta mañana. Le dejaré otro esta noche.” "Ella no te hablará, ¿ eh? Traté de advertirte." Respiró profundamente e intentó hacer contacto visual con ella. "Será mejor que vaya a hablar con Alex." Ella se giró y lo dejó allí, dejando su pregunta junto con él. Grace no quería hablar con ella, pero eso iba a cambiar. Solo tenía que hacerlo.

Capítulo Diecisiete Grace borró el último mensaje de su teléfono cuando entró al garaje. Madison había llamado varias veces para decir qué tan bien había estado Jake en el rancho. Había estado haciendo lo que le habían dicho e incluso haciendo tare as que no se le habían pedido. Y él había ayudado a parar una discusión. Lo había estado haciendo bien, y ella lo había sospechado ya que todo lo que él había hecho era hablar sobre Madison y el rancho y sobre todas las cosas diferentes que hacían cada día. Era todo de lo que él quería hablar. La Sra. Clark esto, la Sra. Clark lo otro.


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E incluso estaba actuando de manera diferente en casa. Se estaba levantando a tiempo, haciendo su cama, insistiendo en lavar su ropa. Estaba diciendo sí, señora, no, señora, usando el tono de voz de Madison cuando hablaba. Le L e recor recor daba daba tanto tanto a Madison que tenía que alejarse a veces. Ya era bastante difícil no pensar en ella sin Jake caminando emulándola todo el tiempo. Si bien su comportamiento fue un cambio bienvenido, de todos modos la ponía nerviosa. Ella no podía sacudirse a Madison Clark. Después de apagar su motor, salió del Mercedes, cerró la puerta del garaje y entró a la casa. Lo primero que notó fue el olor a algo cocinándose, algo así como ajo y salsa de tomate. Lo segundo que notó fue la oscuridad, a excepc ión de de una pequeña pequeña lámpara en la esquina de la sala de estar. Jake estaba sentado allí en el sofá con la cabeza agachada. Cuando él lo levantó y ella vio su cara, casi dejó caer su maletín. "¿Qué? ¿Qué pasa?” Él no habló por un momento. Entonces, "Feliz jodido cumpleaños." Ella parpadeó confundida. Y luego lo recordó. Él había querido cenar con ella. "Oh Dios, Jake, lo siento mucho. Lo olvidé por completo.” Esta vez dejó caer su maletín y se acercó. Intentó tocarlo, pero él se levantó de un salto y corrió hacia la cocina. "¿Lo olvidaste? ¿Lo olvidaste?" Gritó, encendiendo las luces. "Eso es peor que decir que tienes que trabajar, tía Grace." Levantó los platos llenos de espagueti. "Te hice la cena. Te hice la cena. Una receta casera que obtuve en línea. Hice esto esto por ti." Su voz se derrumbó cuando la emoción se apoderó de él. "Pero no. Lo olvidaste, llegas tres horas tarde, y de nuevo estoy solo en esta maldita casa." "Jake, lo siento mucho. Lo siento muchísimo." Cruzó la habitación e intentó pararse junto a él, pero se movió. Ella solo quería abrazarlo tanto. "Lo siento, es una mierda, tía Grace. Dijiste que estarías aquí. ¿Quién trabaja hasta tarde en su cumpleaños?” Lo hago. Siempre lo hago. Dios, cómo podría haberlo olvidado? "Es solo — que no estoy acostumbrada a celebrar mi cumpleaños."


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Él caminó hacia la mesa de la cocina, tiró el plato lleno, se desplomó en una silla y le lanzó un regalo. "Ábrelo," dijo. Ella se sentó frente a él, con el corazón martilleando. Nunca lo había visto tan herido antes. La estaba destrozando. "¿No vas a comer?" "No tengo hambre," dijo, mirándola. Con sus manos buscando a tientas, logró abrir el pequeño regalo. Era un bonito conjunto de bolígrafos, fuertes y brillantes, colocados en una gran caja de terciopelo. "Pensé que podrías usarlo para el trabajo. Ya que eso es todo lo que haces," dijo con sarcasmo. "Jake, de dónde sacaste esto?" Se conmovió. "En línea. Usé una de mis tarjetas de regalo." Se cubrió la boca, tratando de no llorar, y luego se levantó para abrazarlo. Él se puso rígido debajo de ella como siempre, así que lo apretó más fuerte. "Gracias. Esto significa mucho para mi. El que incluso pensaras en hacer esto." Él la empujó y se levantó también. "Sí, bueno, es más de lo que tú haces. No piensas en mí." Ella sacudió su cabeza. "Jake, yo ... sí, lo hago. Todo el tiempo." "No, no lo haces. Piensas en el trabajo Eso es todo. Desearía — desearía vivir con la Sra. Clark." Grace dio un paso atrás, sorprendida y herida. "No digas eso." "¡Sí!" Se formaron lágrimas en sus ojos. "Ella no lo olvidaría. A ella le importaría. ¡A ella le importa!” Grace luchó contra sus propias lágrimas. " ¡ Estoy cansada de escuchar escuchar sobre la Sra. Clark!" "¡Bien, estoy cansado de tu mierda!"


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"Entonces simplemente continúa pasando el tiempo con la Sra. Clark si eso es lo que te hace feliz. ¡Lo siento, no soy perfecta como ella!” " ¡ Lo haré!" Empujó Empujó el plato de espagueti al al suelo y corrió corrió por el pasillo pasillo hacia su habitación, donde dio un portazo. Ella lo siguió rápidamente y encontró la puerta cerrada. "¡Jake!" Golpeó G olpeó con fuerza. "¡Vete!" "Jake, por favor." "Déjame en paz, tía Grace. Eres buena en eso." "Jake." Apoyó la frente contra la puerta. Su estéreo se encendió, ahogándola. Grace dejó su habitación y regresó a la cocina. Cuando se arrodilló y comenzó a recoger el plato y la comida, cayeron lágrimas calientes, junto con la confusión y una profunda sensación de pérdida. 

Grace condujo hacia el sol poniente, contemplando su próximo movimiento. ¿Había dicho demasiado? ¿ Estaba simplemente abrumada? Ya no estaba segura. No estaba segura de nada. Y ahora llegaba tarde a la práctica de rugby de Ja ke. Ha bía bía prometido prometido estar allí a las seis, pero el trabajo había necesitado su atención, y sinceramente, no tenía ganas de sentarse por esta práctica. Sabía nada sobre el rugby, estaba empezando a ponerse caluroso, y realmente no quería toparse con Madison. Evitarla había sido fácil. Intentar no pensar en ella, sin embargo, no tanto. No sabía qué decir. Qué hacer. Jake ya la adoraba mientras que Grace estaba luchando por hacer todo lo posible para que él siguiera hablándole. Era como si nad nada fuera fuera lo suficientemente bueno. Ella no era Madison, no tenía todo el tiempo del mundo, y no era Gabby. Ella era solo la tía Grace, y eso ya no era suficiente. Permitir que Jake viajara con Madison para practicar había sido enorme, lo que realmente pareció sorprender a a Mad Madison. Pero Pero ella sentía que lo estaba perdiendo. Su comportamiento había cambiado, sí. Considerablemente tanto. Pero era como vivir con un hombre ahora. Un hombre adulto obsesionado con su trabajo, sin dejar espacio para ella.


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Se detuvo en el parque y apagó el motor, deseando poder apagar su mente. Pero los pensamientos siguieron llegando. Jake estaba cambiando y ella no. Eso dejó las cosas entre ellos tensas. Él bien podría estar viviendo en otro planeta. planeta. Después de salir del automóvil, se quitó la chaqueta y agarró una pequeña botella de agua. Se dirigió a los campos y encontró un lugar en las gradas. A su alrededor, decenas de chicos corrieron. Encontró a Jake de inmediato, co rriendo rriendo cerca del frente, su férula desapareció. Se preguntó cuándo y por qué se la había quitado. "Hola," Madison dijo, viniendo a las gradas para sentarse a su lado. Grace sintió que su boca se abría y se obligó a mirar hacia otro lado. Madison llevaba shorts y un sujetador deportivo. El sudor cubría su musculoso cuerpo. "Hola." "Finalmente te acorralé." Madison sonrió suavemente y bebió de su propia botella de agua. "Gracias por traer a Jake." Era la única cosa segura que podía pensar en decir. "No hay problema. Gracias por dejarlo venir. Le va a encantar esto." "Estoy segura de que lo hará. Él ama todo lo demás que ustedes dos hacen juntos." Madison se calló. "¿Estás bien?" Grace la miró a los ojos. "¿No me veo bien?" "Honestamente, no. Te ves ... cansada." "¿Cansada? Ja. ¿Quién está cansada? No tengo tiempo para estar cansada." Madison le tocó la mano. "Realmente, Grace, lo estás." "Bueno, gracias. Te ves sudorosa. Caliente y sudorosa. Y hermosa." El agarre de Madison se apretó. "Tú también. Siempre lo haces." "Pero cansada vino a tu mente primero. Supongo que debo ser una visión."


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Ella sabía que lo era. Sus ojos estaban enrojecidos con ojeras debajo. Su piel estaba más pálida de lo normal. "Estoy solo preocupada." "No necesitas estarlo." Forzó una sonrisa. "Estoy bien." Pero mantuvo su mano quieta y deseó que Madison moviera la de ella. No podía pensar con claridad a su alrededor, y su toque era como el fuego mismo. "Quiero verte. Por favor, cena conmigo. Puedes traer a Jake." "No puedo. Tengo trabajo." "¿Que tal el Sábado? ¿O el Domingo?” "No lo creo. Estoy realmente abrumada en este momento." "¿Está todo bien? Jake dijo que tienes un gran problema." "Sí." "Sí." Ella la miró. miró. " ¿ Qué más te dice? dice? ¿ Que nunca nunca estoy estoy cerca? cerca? ¿ Que no recibe recibe atención? ¿Que soy un asco como su tutora?” Madison se movió para mirarla más. "No. Grace, ¿qué sucede?” "No lo sé, tu dime. Conoces a mi sobrino mejor que nadie." "Así que eso es lo que te está molestando. Jake y yo. Pensé que podría." "¿Qué significa eso?" "Hemos pasado mucho tiempo juntos." Sus ojos brillaron a la luz del sol, pero había seriedad en ellos. "Ha recorrido un largo camino en poco tiempo. Pensé que estarías contenta." "Lo estoy de alguna manera. En otras formas ... él es solo una miniatura tuya." Madison miró hacia otro lado. Entonces se levantó. "No sé lo que eso significa, pero —" Grace agarró su mano. "No lo hagas. Por favor. Lo siento. No siento. No sé qué diablos me pasa." Madison permaneció de pie; su mandíbula apretada mostraba que todavía estaba molesta. "Espero que lo resuelvas," dijo. Le dio a Grace una última mirada larga y bajo


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las gradas. Su fuerte espalda brillaba bajo el sol poniente, y más de una cabeza se volvió para mirarla. Grace aún podía captar su olor. Su colonia de olor limpio mezclada con la calidez del sudor salado. Dios, se veía bien. Se sentía bien, bi en, son sonaba bien. bien. ¿Qué me pasa? Probablemente la haya perdido para siempre ahora. Enterró su cabeza en sus manos. ¿La perdí? ¿Alguna vez realmente la tuve? "Oye, dónde está la Sra. Clark?" Era Jake y estaba jadeando. "La vi aquí arriba." "No lo sé." "Bueno, puede llevarme a casa? El entrenador Rob dice que estaremos aquí hasta que las mujeres terminen. Dice que necesita poner a correr nuestros traseros toda la noche." "Puedo ir por ti." "Nah, sé que tienes que trabajar, tía Grace." Señaló su agua. "¿Te importa si la tomo?" "No, adelante." Ella estaba sorprendida de que él preguntara. Antes ya se la habría terminado. Sus modales habían mejorado mucho. "Me tengo que ir," dijo trotando hacia abajo por las gradas. "¡Es hora de burpees! (*)" "¿Burpees?" "Ah sí, burpees." Juan se deslizó a su lado. Él la abrazó y dijo, "Mira y aprende." En el campo, los chicos se alinearon separados. Se pararon con las manos a los costados, y cuando sonó un silbato, se echaron sobre el pecho. Otro silbido y volvieron a levantarse y saltaron en el aire, con los brazos en alto. "Ese es un burpee," Juan dijo. "Guau." Bajaron nuevamente al siguiente silbido. "No puedo creer que le guste esto." "La mayoría de los chicos lo hacen. Siempre me ha encantado volverme un poco más físico. Te hace sentir increíble.” Él le dio un codazo juguetón. "Deberías probarlo." (*) Se trata de una secuencia de movimientos rápidos que combina sentadillas, flexiones y salto vertical. Proporciona grandes beneficios porque prácticamente mueves todos los músculos del cuerpo, trabajas con tu propio peso y no requiere mucho espacio.


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"Cieeeerto." "No en serio. Mira hacia atrás." Se volvieron y miraron hacia el campo de mujeres donde estaban alineadas haciendo el mismo ejercicio. "Podrías hacerlo." Grace miró con incredulidad. Había al menos veinte mujeres musculosas cayendo al suelo y empujándose hacia atrás. La mayoría de ellas llevaban casi nada. "¿Ves a Madison?" Juan preguntó, señalando. "Oh, sí." La había encontrado enseguida y se había dirigido a su cuerpo brillante y en sus músculos bien grabados. "Oh, sí," susurró, recordando cómo se sentían debajo de las yemas de sus dedos. Juan la abrazó y apretó. "Realmente te gusta, ¿verdad?" "'Gustar' no es la palabra correcta", dijo en voz baja. "¿Más que eso?" Ella asintió. "Mucho más." "Entonces qué te detiene?" Se giró para mirar a los chicos otra vez. Los burpees continuaron y Jake parecía agotado, con el brazo colgando. Pero para su s u sorpresa, él continuó. "¿Supongo que lo sabes todo?" Ella preguntó, sabiendo que Madison probablemente se lo había dicho a Rob, quien probablemente se lo contó. "Sé que no le hablas." "Lo acabo de hacer." "Bueno, por qué no antes de eso? ¿Ustedes dos no congeniaron?” "Lo hicimos, sí."


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"Entonces — " "No sé lo que pasa," dijo, cada vez más molesta. "No puedo responder eso." Él la apretó de nuevo. "Está bien," dijo. "Solo sé que estoy aquí si me necesitas." "Gracias." "Seguro. ¿Quieres aprender un par de cosas sobre el rugby?” Ella se secó una lágrima y se giró, necesitando verla de nuevo. "Sí, pero solo si puedo mirar a Madison."

Capítulo Dieciocho “ No tengo que decirte que tengas cuidado," Marv dijo mientras bañaban a uno de sus ponis. "No, señor, no tienes. Aunque en realidad ya lo hiciste," Madison dijo. "Solo digo." Él le guiñó un ojo y se rió de sí mismo. "¿No es eso lo que dicen los chicos?" "Sí." Ella se rió entre dientes. "Pero por favor no empieces a decir 'épico' otra vez o tendré que matarte." "De acuerdo. De todos modos." Él comenzó a enjuagar el jabón del pony, comenzando en sus piernas para que ella pudiera acostumbrarse a la temperatura y la sensación del agua. "Ten cuidado, Maddy, con esa mujer. Es como la s otras otras dos. Todas Todas atrapadas en su carrera." "Marv, realmente, no necesito escuchar esto." "Bueno, ahora, sí, lo haces. Puedo verte abatida por aquí día tras día malditamente sola porque ella no te hablará. Y, bueno, está empezando a molestarme. ¿A quién le importa si no sale de su lujoso automóvil? Ella se lo pierde." "Marv —"


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"Honestamente, estabas mejor. Estabas más feliz solo antes de que ella apareciera. ¿Por qué estás tan atraída por esos tipos, Maddy?” "Primero que nada, ella no es como las demás. Es diferente." "¿Cómo?" "Porque ella se preocupa." "¿Sobre qué?" "Jake, los animales ..." "Su carrera. Demonios, todo lo que ese chico dice es cuánto ella trabaja." Madison casi se encoge y mira alrededor para asegurarse de que nadie pudiera escuchar, pero era Domingo y estaban solos en en el rancho. "Simplemente no no creo que se haya dado dado cuenta." "Estás poniendo excusas por ella. Maldita sea, Maddy, vas a salir lastimada. Peor de lo que ya estás. ¿Crees que no escucho esa música alta a primera hora de la mañana? Sé que estás desmayada en el sofá, bebiendo para alejarla." Le arrojó una espátula bastante fuerte. "Marv, no lo hagas." "Solo déjala ir." "No puedo." "¿Por qué no?" "Porque me preocupo por ella y me preocupo por Jake." Comenzaron a raspar el agua del poni. "¿Qué pasa cuando Jake se vaya?" "No lo sé." "Te diré que. Ella se va, él se va, y nunca vuelves a ver a ninguno de ellos." "Tal vez."


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"Y serás peor de lo que eres ahora." Ella siguió raspando y luego recuperó los cepillos de la crin y de la cola. No quería hablar de esto con él o con nadie, para el caso. Rob ya lo había intentado. Ella simplemente no tenía nada que decir. Grace tenía sus problemas y, por la razón que fuera, no quería saber nada de Madison. Ese hecho era cl aro. Pe Pero eso no significaba que pudiera apagar su deseo o sus sentimientos. sentimientos. "Creo que lo he estado haciendo bastante bien," ella dijo en voz alta. "No, no lo has hecho." Ella resopló. Solo porque estaba escuchando su música y bebiendo vino toda la noche no significaba nada. Todavía hacía su trabajo; todavía ayudaba a Jake y a los chicos. Todo estaba bien. En el exterior. Y el resto nadie necesitaba s aberlo. aberlo. "¿Podemos cambiar de tema?" Ella preguntó. "Por supuesto. Con mucho gusto." Agarró un cepillo de acabado y se puso a cepillar la cara del pony con las suaves cerdas. "Necesito salir y revisar el camino para el viaje el próximo fin de semana. ¿Has estado allí últimamente?” "No en mucho tiempo." "Espero que todo esté bien. Bobby dijo que pensaba que podría haber algunos problemas con coyotes." "Bueno, tendremos que salir todos los días, entonces, hasta que sean ahuyentados, supongo." Cada pocos meses, dependiendo del grupo y de lo bien que lo hacían, Madison y Marv llevaban a los chicos y sus tutores a un sendero hacia la montaña. Había tenido mesas de picnic y palapas construidas hace años para tales eventos, eve ntos, y a los chicos chicos les encantaba cocinar y lanzar la pelota de rugby. Este fin de semana prometía ser bueno, y no podría estar más orgullosa de este grupo de chicos. Mañana, comenzarían a andar individualmente para practicar el sendero. El Sábado, serían los viejos profesionales y les encantaría mostr mostr ar ar a sus tutores sus tutores todo lo que había que saber sobre caballos y equitación. Ayudaba a generar confianza y orgullo


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cuando llegaban a enseñar. Les inculcaba todo el aprendizaje que habían hecho. Era una situación en la que todos salían ganando, y ella estaba ansiosa por hacerlo. " ¿ Qué tal ahora?" Marv preguntó, terminando con el poni. poni. La desató y la llevó a su puesto. "Podríamos sacar a esas dos potras potras y verificar el sendero." "No puedo," ella dijo, dándole al potro un último masaje. "¿Tienes planes?" "De echo, si. Tengo un lugar donde necesito estar." "¿Quiero saber dónde?" "Probablemente no." "Maldita sea, temía que dijeras eso." 

Una hora más tarde, Madison se detuvo en el parque de atracciones y se abrió paso. El edificio del castillo gigante estaba lleno de videojuegos. Tres historias contenían todos los juegos imaginables, y Madison podía ver fácilmente fácilmente por qué Jak e había estado tan emocionado por venir. La había invitado hace unos días y ella lo había aplazado lo mejor que pudo, no estando segura de si debería aceptar. Pero él realmente había insistido, y finalmente había dejado que Grace quisiera que ella también viniera. Eso fue suficiente para llevar a Madison allí, y probablemente tampoco le llevaría mucho para mantenerla allí. La cara sonriente de Grace sería una gran recompensa, a pesar de la gran cantidad de jóvenes adolescentes que se entrela zaban en las máquinas de juego, riendo y gritando. "Este lugar es irreal," ella dijo, asimilando la estructura abierta de tres pisos. "Sí, y afuera tienen carritos de carreras y montañas rusas," Jake dijo, saltando hacia ella. "¡Vamos!" Él tomó su mano y empujó a través de las enormes puertas dobles hacia el exterior. El aire cálido se mezcló con su piel, y el olor a olor a ref rescos rescos y todo lo pegajoso le entró en la nariz justo antes de que el olor de los tubos de escape de los carros de carreras lo hiciera. "¿Dónde está tu tía?" "Ella está cerca." XWPColección: Página y Facebook

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"¿Cerca?" "Sí vamos. Hagamos los carritos de carreras." "Jake — yo — " "¿Jake?" Se voltearon y encontraron a Grace mirándolos con incredulidad. "Hola," Madison dijo, sintiendo su incomodidad. "Uh, hola," Grace dijo. "Jake, qué está pasando?" "Nada. Solo pensé que Madison también querría venir. Ella dijo que sí," Jake dijo. Madison se calentó. "¿No sabías que venía?" "No." Grace se movió y agarró su vaso de refresco más fuerte. "Lo siento. Debería irme." "No, no. Quédate, por favor," Grace dijo. Pero su rostro mostró su decepción. Ella no estaba feliz de ver a Madison, no estaba feliz para nada. "Realmente debería irme," Madison dijo de nuevo, su cara acalorada por la vergüenza. Grace pareció ignorarla. "Jake, discúlpate con ella." "¿Por qué?" La mirada cansada estaba de vuelta, la misma que Grace usaba, y él metió sus manos en los bolsillos de sus shorts a cuadros. "Por pedirle que venga," Grace dijo. "¿Y qué si lo hice? Ella me gusta." "Eso no importa, Jake. No me dijiste acerca de eso." "¿Y qué? Habrías dicho que no. Dices que no a todo." Jake dijo, su voz mostrando su ira creciente. "No lo hago," Grace susurró. XWPColección: Página y Facebook

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"Tu también lo haces." "Solo pensé que esta noche se suponía que fuera para ti y para mí. Ya sabes, para pasar un tiempo juntos." "Has estado en el teléfono desde antes de que llegáramos aquí," él dijo. Madison puso una mano sobre el hombro de Jake. "Te veré mañana," dijo en voz baja. "No, no te vayas," Grace le dijo. "Me iré." Comenzó a alejarse. "Llévalo a casa a una hora decente." Madison salió corriendo detrás de ella, la tomó del codo y la acompañó al interior. "No puedes irte," Madison dijo. "Grace, por favor." "No me digas qué hacer, Madison. Tú eres quien quería que pasara un buen rato con él. ¡Bueno, lo intenté! Ahora puedes tener más tiempo con él. Es lo que él quiere de todos modos." Madison intentó replicar, pero había tanto ruido que apenas podía pensar. Miró a su alrededor y vio una cabina fotográfica. La arrastró adentro y jaló de la cortina para cerrarla. "¿Qué estamos haciendo aquí?" Grace preguntó. "Estoy tratando de hablar contigo." Grace comenzó a protestar, pero Madison la tomó de la cara. "Dime por qué no me quieres aquí," Madison insistió. "Porque quería pasar tiempo con Jake." Grace G race parecía herida, seria y casi ... perdida. "¿Por qué?" Madison preguntó. "Porque lo amo y siento que lo estoy perdiendo de nuevo." "¿No es porque no me quieres?" Grace guardó silencio. Entonces “No."


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"Entonces bésame." Madison se inclinó y apenas tocó sus labios. Grace la dejó pero siguió retrocediendo ligeramente. Su respiración era rápida y tensa, a su alrededor el mundo de los videojuegos giraba. Grace se hizo hacía delante y la besó l igeram igeramente, pero pero se apartó de nuevo. Bailaron de esa manera, solo entre besos por una eternidad larga y castigadora. "Por favor," Madison susurró. "Yo — " El celular de Grace sonó y Madison gimió. " ¿ No puedes arrojar esa cosa? Solo por la noche, no puedes apagarlo?” Grace frunció el ceño y buscó a tientas. "No, no puedo," respondió con irritación en su voz. "Espera un segundo." Su mano cubrió el teléfono. "Tengo que irme." "Esto no está bien, Grace," Madison dijo, dijo, siguiéndola fuera de la cabina. "¿Qué no está bien, Madison? ¿Se quedará aquí conmigo cuando prefiere estar contigo?” "Nada de esto está bien." Pero Grace se volvió y se dirigió a la puerta principal. "Nada de esto está bien," Madison repitió. 

Grace lloró todo el camino a casa. ¿ Qué podría hacer? Jake estaba alejándose. Ella necesitaba trabajar. El juicio estaba terminando. Así eran las cosas. Iba a tener que aguantarse y seguir con eso. Al menos Jake estaba fuera de problemas ahora. Sí, apenas hablaba con ella y la casa se sentía fría y no habitaba, pero al menos estaba fuera de problemas. Madison fue una gran influencia. No podría pedir por una mejor. Incluso tenía su propio deseo de estar con ella. Pero eso no podría suceder. No con cosas como esta. No podía permitirse concentrarse en Madison cuando Jake se alejaba más y el trabajo la mantenía despierta todas las horas de la noche. noche . Ella solo tenía que enfocarse en el juicio. Había hecho lo mejor con Jake. Era todo lo que podía hacer. XWPColección: Página y Facebook

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Su teléfono celular sonó de nuevo y miró el número en la pantalla. Como si las cosas no pudieran empeorar. Luchó contra las lágrimas de nuevo mientras se preparaba para responder. Por favor, Dios, que sean buenas noticias. Pero en su corazón, sabía que no era así.

Capítulo Diecinueve “ Jake," Madison llamó mientras trotaba hacia él. Él estaba haciendo sus tareas por su cuenta otra vez. Sus delgados brazos estaban bronceados y nervudos con nuevos músculos, su cara dura con seriedad. "¿Sí, señora?" "¿Que esta pasando? ¿Estás bien?" Él se encogió de hombros. "Has estado muy callado últimamente. Incluso los otros chicos lo han notado." "Solo estoy haciendo mis tareas," dijo, su s u voz plana. "¿Todo está bien en casa?" "No es mi casa, y sí." "¿No es tu casa? Qué significa eso?" Él levantó una paca de heno de la batea de la camioneta y caminó inseguramente hacia un corral. Gruñó mientras lo dejaba caer en un contenedor. "Significa que nunca ha sido mi hogar. Es solo un lugar para ocupar por un tiempo." Escupió y se enjugó la frente. "¿Hasta cuando?" "Hasta que la tía Grace se harte de mí."


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"Jake, eso no es verdad." "Sin ánimo de ofender, Sra. Clark, pero usted no sabe nada." El comentario le dolió, sorprendiéndola por un momento. Jake era duro. Más duro de lo que era cuando llegó por primera vez. Algo había sucedido o estaba sucediendo. "Sabes que puedes hablar conmigo," dijo, con la esperanza de que lo hiciera. "Es inútil. No me va a ayudar cuando no tenga un lugar donde quedarme." "Jake, siempre tendrás un lugar para quedarte." Él la miró y ella pudo ver las lágrimas que se formaban. "Tu tía Grace — " "No. No "No. No lo hagas." "Y si no con ella, entonces aquí." Él cortó las cuerdas del heno y dispersó los numerosas hierbas a los otros contenedores de Rubbermaid. Su silencio la estaba matando. "Jake, qué está pasando?" "Nada, señora. Nada nuevo de todos modos. Estoy en el camino. Soy una carga." "Eso no es cierto." Arrojó lo último del heno. "¡Es verdad! ¡Y tú, no sabes nada al respecto!” Volvió a los establos y ella corrió tras él. Lo escuchó llorar antes de verlo. Estaba hecho un ovillo en un rincón temblando con lágrimas. Su gorra estaba a sus pies y las lágrimas surcaban la tierra y el sudor en su rostro. Ella se arrodilló junto a él. "Dime cuál es la verdad, Jake," dijo en voz baja. "Dime." "Ella — ella — todo lo que hace es trabajar. Todo el tiempo. Incluso por la noche. Nunca duerme. No me habla. No pasa tiempo conmigo. ¡Todo es por ese puto juicio!" Comenzó a sollozar de nuevo. "Estoy segura de que una vez que este juicio haya terminado — "


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"No. No." "No. No." Él negó con la cabeza. "Habrá otro. Y luego otro. Ella es su chica de confianza. Tiene que hacerse socia. Lo que sea que signifique eso. Y a mí, bueno, estoy en el camino, ¿verdad? Todo lo que hace es gritarme o hacer me preguntas preguntas ridículas. A las que ya le dije las respuestas." Era obvio que Grace no le estaba prestando atención. Pero otras cosas que él había dicho también le concernían. Quería preguntarle si Grace estaba bien, pero sabía que eso lo desalentaría y que pensaría que no le importaba. "Vamos," dijo, ayudándolo a levantarse. "¿A dónde vamos?" Agarró su gorra de béisbol y se la puso sobre su cabeza, secándose las lágrimas con su muñeca. "Es la hora del almuerzo," dijo. "Después de eso, puedo salir en el sendero contigo?" "Ya veremos. Pero primero tengo que hacer una llamada telefónica." 

Madison caminó desde el patio donde los chicos estaban comiendo para llamar a Grace. Quería que respondiera en el primer o segundo timbrazo, pero fue al correo de voz. "Grace, esta es Madison. ¿ Me puedes devolver la llamada, por favor? Necesito hablar contigo sobre algo." Terminó la llamada y se apoyó en la casa. ¿Qué le habría dicho si hubiera respondido? ¿Qué diablos está pasando?¿Estoy preocupada por ti? Estoy preocupada por Jake? Nada Jake? Nada de eso sonaba como algo que Grace quisiera escuchar, y ya er er a bastante bastante difícil lograr que se parara por el rancho. Aun así ... su preocupación pudo más, y miró el archivo de Jake, encontró el número de la oficina y marcó. "Oficina de Grace Hollings," una mujer respondió. "¿Se encuentra Grace?" "No, lo siento. Grace está en el juzgado. ¿Puedo ayudarle?" "Esto es — sabes cuándo saldrá?" "No lo sé. Están dando declaraciones finales hoy, por lo que debería ser pronto." XWPColección: Página y Facebook

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"Gracias." "¿Está segura de que no puedo tomar un mensaje?" "Gracias, pero no." Entonces Grace estaba en la corte. Es por eso que no estaba respondiendo su teléfono. "Maldita sea." Tendría que esperar hasta la tarde. Es decir, si Grace no enviaba a otra persona a buscar a Jake. Esperaba que no lo hiciera. Ella tenía algunas cosas que necesitaba para llegar al fondo. "Oye, Marv." "¿Sí?" Ella lo apartó del patio. "Necesito hablar con Grace esta noche." "¿Sobre qué?" "Un montón de cosas." "¿Por qué me estás diciendo?" Preguntó. "¿Crees que podrías llevarla al potro? ¿Cuándo llegue aquí?” "¿Tratando de ablandarla?" "Estoy tratando de evitar que se vaya." "¿Qué está pasando, Maddy?" "No lo sé," suspiró. "Realmente te preocupas por ella, ¿verdad?" Ella se detuvo y miró hacia la hierba. "Sí." Él sacudió la cabeza. "Bueno, supongo que eso es todo lo que importa." "Gracias."


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"No me agradezcas." "Bueno. Te abrazaré en cambio." "Oh, demonios." Él la abrazó sin entusiasmo. "Sabes que creo que estás loca, ¿verdad?" "Sí. Podría ser." Él se rió. "Solo sé que no puedo dejar de preocuparme por ella. Eso tiene que significar algo." "Sí, pero ella siente lo mismo por ti?" "No sé." Eso sé." Eso espero. "Sra. ¿Clark?” Michael estaba apoyado en la barandilla del patio. "¿Sí?" "¿Vamos a ensillar los caballos ahora?" "Estaba pensando en eso." "Está bien." Él sonrió. "Ve a donde Bobby y él te ayudará a empezar." Todos los chicos gritaron de emoción mientras corrían hacia el granero. Todos ellos, excepto Jake. Ella los miró dos veces para estar segura. Luego ella entró a la casa. Su archivo estaba en la encimera de la cocina, abierto. Ella se había asegurado de cerrarlo. "Mierda. Jake? Jake?" Le gritó por el pasillo. "Jake, ¿estás aquí?" Nunca había entrado a la casa solo antes. Él debe haber estado buscándola. Y ahora había encontrado el archivo. Eso no podría hacer que ningún niño se sienta bien. La mayor parte era de la evaluación del estado, y nada de eso era algo q ue él quisiera leer. leer. "¿Jake?" Por "¿Jake?" Por favor, que esté aquí. Incluso si está encerrado llorando en el baño.


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Pero él no estaba en la casa. Ella trotó afuera y encontró a Marv. "¿Has visto a Jake?" "No." "¿Sabes si comió?" Él sacudió la cabeza. "¿Por qué?" Ella corrió a los establos donde los chicos estaban ocupados practicando cómo ensillar sus caballos solos. El día anterior les habían enseñado, y muchos tenían sus caballos listos para partir. "¿Dónde está Jake?" Preguntó, comenzando a entrar en pánico. Ella gruñó y se encogió de hombros. "¿Almorzó?" La última vez que lo vio, estaba sirviéndose un vaso de té helado, esperando las hamburguesas a la parrilla. "Él entró a la casa buscándote," Michael dijo. "¿Cuando?" "Hace un rato. Antes de que comiéramos." "Lo vi venir aquí," dijo otro chico. "Hace un rato." "Oh, Dios." Ella corrió hacia el puesto de Draco. Estaba vacío. "¡Marv!" Empujó a los chicos que se apiñaban fuera de su s u camino. Marv salió corriendo de la casa. "¿Qué es?" "Jake se ha ido. Y también Draco." Él escudriñó el terreno a su alrededor rápidamente. "¿A dónde iría?" Su corazón saltó en su pecho. "Dijo algo sobre el sendero." Marv levantó una ceja. "¿Él sabe cuál?"


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"No." Tenía que haber una docena por ahí, todos dirigiéndose hacia el desierto y las montañas. No era lugar para un niño y un caballo. "Aw, mierda." "¡Bobby!" Bobby salió corriendo de los establos. "¿Se fue Jake?" "¿Si porque?" Él levantó una nota. El corazón de Madison se hundió cuando la leyó: No volveré. volveré.

Capítulo Veinte Grace aceleró como un demonio por el camino de tierra y hasta el rancho. Cerró de golpe el auto en parqueo y salió volando, corriendo y colapsándose en sus tacones. "Dónde está," exigió. "¿Dónde está Jake?" Marv la ayudó a ponerse en pie. "Ahí, ahí. Cálmate." "¿Cálmate? No vuelvas a decirme eso otra vez." Ella pasó junto a él hacia Madison, que estaba hablando con un ayudante del sheriff. "¿Dónde está? Madison, ¿dónde está?” Madison se excusó del ayudante y cruzó el césped para reagruparse con los demás. Eran alrededor de las cinco en punto, y parecía que los otros niños se s e habían ido. Un helicóptero se alzaba en lo alto. "No lo sabemos," Madison dijo. "Él — el helicóptero aún no lo ha visto, así que estamos pensando que ha encontrado algo algo de sombra en alguna parte." parte." "Oh, Dios mío," Grace dijo. "No puedo perderlo. No puedo perderlo, Madison." Madison la jaló con fuerza para darle un abrazo, pero ella golpeó sus puños sobre sus hombros. "¿Dónde está? ¡Dónde está!"


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"Shh, lo encontraremos. Lo encontraremos. Madison la abrazó con fuerza y notó que su frágil cuerpo temblaba bajo sus brazos. "Vamos a localizarlo por su pulsera de tobillo, está bien? Lo encontraremos de esa manera." "Algo está mal," dijo. "Deberías haberlo encontrado ya, con un helicóptero y el departamento del sheriff. Es un niño con un caballo negro, Madison. ¿ Qué tan difícil puede ser encontrarlo?” Marv miró hacia otro lado y Madison se apartó de ella. Sus ojos estaban empañados por la preocupación. "Grace," ella dijo. "No creemos que quiera ser encontrado." "¿Crees que se está escondiendo?" "Tal vez." "Pero por qué. ¿Por qué haría eso?" "Esperábamos que pudieras saberlo. Dejó una nota en el puesto de Draco. Dijo No Dijo No volveré." volveré." "Oh Dios. Oh Dios." Los sollozos la vencieron. El mundo se s e estaba cerrando a su alrededor. No, Jake. No, Jake. "¿Grace?" Madison la ayudó a ir al patio, donde la dejó a la sombra. "Estás sangrando," dijo, tocando su pierna. "No me importa." Ella se apartó de sus cálidos dedos. "Todo lo que me importa es Jake. ¿Cómo puedes dejar que esto suceda? ¿Cómo?" Madison se movió y juntó las manos. "Traté de llamarte hoy. Temprano, antes de que algo de esto sucediera." "¿Por qué?" "Para descubrir qué estaba pasando contigo y con él." "¿Qué quieres decir?"


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"Grace, él estaba realmente molesto. Y dijo algunas cosas que me preocuparon. Como si fuera una carga para ti y cómo que su casa no era su casa. Que pronto no tendría lugar donde quedarse.” Grace sintió que las lágrimas volvían a aparecer. "¿Dijo que?" "Sí. Dijo que no hablas con él y que todo lo que haces es trabajar." "¿Dijo que no tenía una casa?" "Sí." Ella cerró los ojos. "No debería haberle dicho. Simplemente no debería haberle dicho." "¿Decirle qué?" "Que su madre se fue de rehabilitación. Nosotros — nadie puede encontrarla." "Oh, no." "Y eso no es todo." Ella vaciló, luchando contra las lágrimas. "Gabby dejó una nota. Dijo No Dijo No volveré." volveré." Madison respiró bruscamente. "No debería haberle dicho." "Bueno, él tenía derecho a saberlo." "Sí, pero ahora piensa que no lo quiero. Piensa que no tiene hogar. Piensa que me voy a deshacer de él.” Ella se rió. "De hecho, pensé que podría preocuparse de que ella viniera a buscarlo. O pensé que él podría tratar de encontrarla. C hico, estaba equivocada. equivocada. Supongo que la conoce mejor que yo. Ella se ha ido hace mucho y no va a volver." "No puedes estar segura de eso." "Si puedo. Lo estoy. Nunca la volveremos a ver. No después de este tiempo. Ella quiere desaparecer Sabe que tengo a Jake, así que ahora es completamente libre. Ella se ha ido, Madison.” "Vamos," Madison dijo, tomando su mano. "Entra."


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"No. No "No. No puedo. No puedo. No hasta que encontremos a Jake." Ella lloró. "Lo amo mucho y él no lo sabe, ¿verdad?" Madison no habló, pero tampoco soltó su mano. "Todo es mi culpa. Él comenzó a pasar más tiempo contigo y me puse celosa y deje que el trabajo se apoderara de todo. Él — él estaba tratando de decirme esto todo el tiempo y lo ignoré. Soy tan horrible.” Ella colapsó entre sus mano s, sinti sintiéndose éndose como si muriera. Si algo le sucediera, nunca se lo perdonaría. "No eres horrible," Madison dijo. "No, por favor. No lo dije para que lo dijeras. Realmente me he estado comportando terriblemente. Oh Dios, si algo le sucede ... no hay nada que podamos hacer? Me siento tan impotente solo sentada aquí." Se levantó y trató de l legar a las autoridades. autoridades. "No nos dejan, Grace. Quieren que nos quedemos aquí." "¡No puedo simplemente sentarme aquí!" "Lo siento." "¿No puedo ir en mi auto y buscar?" "Tienen hombres a caballo y en SUV. Sin mencionar el helicóptero. Lo encontrarán, Grace. Lo prometo." Pero Grace no quería escucharlo. No podía soportar escucharlo. Podrían encontrarlo, pero estará bien? ¿ O ya se habría lastimado de alguna manera? ¿ Y si el caballo lo hubiera arrojado nuevamente? Corrió hacia los establos, sintiéndose enferma. No había comido en todo el día. El juicio había terminado y estaban esperando al jurado, pero a ella sinceramente no le importaba de ninguna manera. Todo lo que quería era que Jake reg resar a. Y a. Y mientras mientras tanto, no podía soportar estar afuera sin hacer nada. Necesitaba sentirse más cerca de él. El establo se sentía cálido y olía a heno y estiércol. Encontró el camino hacia el primer puesto y abrió la puerta. El potro fue cauteloso al principio, pero luego se le acercó cuando ella se arrodilló. Cuando ella inhaló su piel y sin tió su a su aliento, liento, comenzó a llorar.


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"Grace, Grace." Marv estaba sacudiendo su hombro. "¿Sí?" Ella se irguió junto con el potro. "Tengo buenas noticias." Sonrió. "Lo encontraron." "¡Qué!" Ella se levantó. "¿Está bien?" Marv asintió. "Él va a estar bien." Ella saltó en sus brazos y lo abrazó con fuerza. "Oh gracias. Gracias, gracias, gracias." Luego se volvió y besó al potro. "Gracias, Colby." "¿Colby?" Marv preguntó mientras ella salía corriendo del establo. "Ese es su nombre," ella le dijo. "Él me dijo." Grace se quitó los zapatos y salió corriendo de los establos. "¿Dónde está?" Le preguntó al primer hombre que vio. El hombre señaló a una SUV que se detenía. Grace lo siguió mientras disminuía la velocidad, y cuando se abrió la p uerta, j uerta, jaló aló de Jake Jake por el brazo, lo sacó y lo abrazó con fuerza. "Oh Dios mío. Oh, Dios mío," lloró en su s u oído. "Oh, cariño. Me alegro de que estés bien." Ella no podía soltarlo. Quería mantenerlo a salvo en sus brazos para siempre. "Te amo. Te quiero mucho," dijo, sosteniendo su rostro. "¿Me escuchas? escuc has? Te amo y te y te quiero conmigo. Quiero que tengamos un hogar." La cara de Jake se torció con lágrimas. "Lo siento, tía Grace. Lo siento mucho." Ella lo abrazó más fuerte y le acarició el pelo. "Está bien. Ahora está bien." Se abrazaron y lloraron mientras el oficial los conducía hacia la ambulancia. Grace tembló mientras continuaba medio abrazándolo. Parecía quemado por el sol y sucio. Su cabello estaba revuelto y cubierto de sudor seco y s ucieda uciedad. Pero parecía animado y fuerte. Sus ojos estaban brillantes y llenos de tristeza. Nunca antes ella lo había visto tan hermoso. "Te amo, Jake," dijo, poniendo su cabeza en su hombro.


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"Yo también te amo."

Capítulo Veintiuno Madison observó desde el patio cuando Grace y Jake se reunieron. Era una vista hermosa para ver, y lloró por el amor que podía sentir viniendo de ellos. Por mucho que quisiera ir con ellos, sabía que necesitaban su espacio, y había hecho suficiente suficiente intromisión para durar toda la vida. Ahora dependía de Grace y Jake. Ella le había dejado terminar el programa, pero el resto no era asunto suyo. Había hecho todo lo posible por intentar, y eso era todo lo que tenía. Tan difícil como era dejar ir a Grace, tenía que hacerlo. Por el bien de todos ellos. "Marv, déjame saber cómo está Draco," dijo mientras salía del patio. "¿A dónde vas?" "Adentro." "¿Estás bien?" "Sí. Ah, y hazles saber, a Grace y Jake, que pueden quedarse aquí esta noche si lo desean. Sé que ese chico no va a querer ir a ningún lado cerca de un hospital." "Está bien," él suspiró. "Lo haré." Pero antes de irse, se detuvo. "Oh, la encontré con ese potro. Estaban acurrucados juntos. juntos. Nunca he visto algo así." "De verdad." "Sí, y fue lo más sorprendente. Ella dijo que él le dijo que su nombre era Colby." Madison sonrió. "No me sorprende." "Tengo que admitir que lo estoy. Esta noche he visto más corazón en esa mujer de lo que jamás hubiera pensado que vería." vería." "Te lo dije." "Puedo ver por qué estás enamorada de ella." "¿Enamorada?" Las palabras de alguna manera la golpearon. XWPColección: Página y Facebook

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Él solo sonrió. "No te molestes en discutir." Inclinó su sombrero. "Iré a decirles que se queden aquí esta noche." Madison se recostó en el sofá e intentó relajarse. Pero los eventos del día seguían resurgiendo, y se preguntó si realmente necesitaba cambiar las cosas en el rancho. Jake había logrado escapar a caballo dos veces. Los muchachos muchac hos ha ha bían hecho hec ho otras cosas para causar problemas, pero esta podría haber hecho peligrar la vida. Debió haberse dado cuenta que dejarlo de lado cuando él estaba tan molesto. molesto. "Maldita sea." Se levantó y se sirvió un té helado, demasiado tensa para el vino. ¿Cómo se había equivocado con dos personas que tanto le importaban? "Hola." Madison se dejó caer en el sofá cuando Grace entró en la habitación. "Hola," Madison respondió. Jake estaba detrás de ella. "Sra. Clark," dijo. "Lo siento mucho." Comenzó a llorar nuevamente. "No pretendía causar tantos problemas." Grace lo abrazó y se enjugó los ojos. Madison se levantó y puso una mano sobre su hombro. "Me alegra que estés bien," dijo. "Pero estás enojada." "Bueno, sí, Jake. Hablamos de las consecuencias. Esta es una de ellas. Huiste nuevamente cuando confié en ti. Tomaste mi caballo y pusiste sus dos vidas en peligro." "Tal vez ahora no es el momento," Grace dijo. "Déjala hablar," Jake dijo. "Necesito escucharlo." Madison suspiró. "Me alegra que estés bien, Jake. De verdad.” Lo abrazó. "Tu seguridad es mi principal preocupación." "No lastimé a Draco. Él está bien. Cabalgó realmente bien." "Me alegro." Madison se frotó la frente. "¿Cómo estás?" "Está un poco deshidratado, pero está bien," Grace dijo. "Creo que, más que nada, está agotado. Y yo también lo estoy."


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De hecho, ambos parecían agotados. Anhelaba meterlos en la cama. "Bueno, eres libre de quedarte aquí esta noche." "¿Estás segura?" Madison asintió. "Es lo menos que puedo hacer. Además, es de noche." "Gracias." Madison les mostró la sección disponible, donde había dos dormitorios y un baño. Luego trajo ropa limpia para los dos. "Mi habitación está en el pasillo a la izquierda si me necesitas." Grace le sonrió suavemente. "Gracias, Madison." "Por supuesto." Madison los dejó para bañarse y prepararse para acostarse. Afuera, todos se habían ido y ella se dirigió a su propia habitación para ducharse y prepararse para la cama. El día todavía flotaba en su mente y no había respuestas. Dor mir Dor mir no no sería fácil, fácil, así que decidió encender su tocadiscos y acostarse con una copa de vino. Ella eligió ‘In a Sentimental Mood’ de Coltrane y se sentó en su cama. La luz de las velas de su mesa de noche parpadeaba en el techo. Lila y Flaca se acomodaron en sus camas y la noche lentamente la envolvió. Cerró los ojos vari as vec veces, tratando tratando de dormir. La última vez que los abrió, Grace estaba en su puerta, y tuvo que parpadear para asegurarse de que no estaba soñando. "¿Puedo entrar?" Grace preguntó. Madison asintió. "No estabas durmiendo, ¿verdad?" Cerró y le echó llave a la puerta detrás de ella. Sonrió mientras observaba la gran habitación. "¿Una chimenea aquí también?" "Sí." "Eres una romántica." "Romántica acérrima, me temo."


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"¿Vino?" Preguntó, viniendo a sentarse en la cama. Madison no podía apartar los ojos de ella. Llevaba una camiseta larga y, al parecer, nada más. "¿Dónde están los pantalones de pijama que te di?" Ella se encogió de hombros. "Tenía calor." Madison sonrió, sabiendo que el vino ya la había alcanzado. "Sí lo estás." "¿Te gustaría sentir qué tan caliente?" Grace susurró. "Sí." Grace tomó su mano y la besó delicadamente. "Primero quiero hablar contigo," dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas. "Te ves tan cansada, Grace," dijo Madison M adison y le tocó la cara. "Tan delicada y tan cansada." "Shh, quiero decirte algo." "Bien." "Lo lamento por cómo te he tratado." Madison no estaba segura de qué decir. No necesitaba que ella se disculpara. Podía verlo todo en sus ojos y en su rostro. "He sido una verdadera perra y te he ignorado y me puse celosa. Solo fui un desastre. Y luego todo esto con Gabby y el juicio ... " "Grace, no tienes que explicarte." "Si, tengo. Y luego hoy con Jake ... algo pasó dentro. Algo enorme. Me di cuenta de que lo que realmente necesitaba y quería ya estaba frente a mí. Que no necesitaba nada más." "Jake."


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Sus ojos se iluminaron. "Sí. Y que ya no iba a esperar a Gabby. No necesito a Gabby. Puedo criar a Jake. Como si fuera mío. Lo quiero. Lo amo tanto." Ella negó con la cabeza. "Mi carrera, necesito hacer un cambio. No quiero ni necesito necesito trabajar tantas horas. Me acabo de enterar que ganamos nuestro caso hoy y ni siquiera me importa. Todo lo que me importa es Jake y ... " Tocó la cara de Madison. "Tú." "¿Yo?" "Sí. Dios, quería correr hacia ti, Madison. He querido correr hacia ti por tanto tiempo. Lamento mucho haberte alejado. Lo siento mucho." "Está bien. Estaba — lista para dejarte ir.” "¡Eso no está bien! Por favor no me dejes ir. Estoy tan lista para un cambio." "Mañana es un nuevo día." "¿Que tal esta noche?" Madison sonrió. "Siempre hay esta noche." Grace inclinó la cabeza y la besó. "Mmm, te sientes bien." "Tú también." "¿Quieres sentir lo caliente que estoy?" "Oh, si." Grace tomó su mano y la llevó cuidadosamente por su muslo. Pero Madison M adison retrocedió un poco, besándola más profundamente mientras acariciaba su piel ligeramente, arriba y abajo, haciéndole cosquillas en la pierna. "Oh, Madison," dijo. "Mmm, apúrate. Siénteme. Ya estoy tan caliente por ti." Madison arrastró sus dedos por su muslo, ligeramente provocando con la parte posterior de sus uñas hasta que sintió su carne desnuda. Grace agarró su muñeca y gritó. "Madison." "Estás caliente, bebé. Muy ardiente. Y mojada."


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"Mmm si. Lo estoy. Tú me haces esto." "¿Lo hago?" "Sí. Casi no podía esperar para salir de la ducha." "Bueno, me alegra que lo hayas hecho." "Me haces esto todo el tiempo. Solo con la mirada que me das. Veo que me deseas y mi cuerpo reacciona a la vez." Comenzó a girar las caderas y Madison la encontró tan húmeda que deslizó fácilmente los dedos dentro de ella. "¡Oh Dios! Madison, sí." "Te sientes tan bien," Madison dijo. "Muy, muy bien." Grace se agarró de sus hombros y se impulsó. De ida y vuelta y de ida y vuelta. "Sí," dijo. "Madison." Sostuvo su rostro y la besó profundamente, balanceándola. "Me encanta verte así," Madison dijo. "Pienso en eso cada segundo de cada día. Tu rostro, tu cuerpo, la forma en que te mueves, la forma en que te sientes." "¿Lo ha-haces?" Aceleró el ritmo. "Oh, si." "¿Sabes en q-qué pienso?" Madison sonrió. "Dime." "Pienso en ti y tus manos. Qué tan fuertes son, cómo se s e sienten sobre y dentro de mí. Solía ... fantasear con tus manos llevándome, quitándome las bragas y sumergiéndose dentro de mí." "¿Lo hiciste?" "Sí, y — y eso no es todo. Pienso en ti en ese pequeño atuendo de rugby." Madison se rió. "Lo hago. Y también pienso en ti toda sudorosa y sucia en tus jeans y camiseta. Cómo me encantaría quitártelas en el establo una noche y caer sobre ti en ese mismo momento."


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"¿Lo harías?" "Mmm-hmm." "¿Me dejarías hacerte eso?" "Oh, si." "Oh — Dios, esto se siente bien." Madison la apoyó en su pierna, con cuidado de mantener sus dedos dentro, y con su otra mano encontró su clítoris con su pulgar. "Ahora," dijo. "¿Qué tal eso?" "¡Oh Dios!" "¿Bueno?" "¡Sí!" Su cuerpo se sacudió y agitó. Madison necesitaba verla. Toda ella. "Quítate la camiseta," dijo. "Despacio." Grace le dedicó una sonrisa malévola y se subió lentamente la camiseta, tan lentamente, mostrando primero sus caderas, luego su abdomen grabado y finalmente sus pechos tensos. La dejó colgando alrededor de su cuello. "Jálala," dijo. "Jálala y haz que te bese." Madison, completamente excitada por la demanda, gruñó y jaló de la camiseta, tirando de Grace hacia adelante para un ardiente beso. "Ahora hazme venirme," Grace dijo. "Haz que me venga y abrázame para siempre." Madison la besó, empujando con la lengua y con los dedos. La abrazó con fuerza, sosteniendo la camiseta firme con su puño mientras la bombeaba con más fuerza. Y justo cuando creía que Grace no podía soportar más, metió u n ter cer cer dedo, tiró dedo, tiró de Grace hacia atrás y enviándola a través del borde mientras se alzaba y le mordía el cuello.


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" ¡ Madi — Madison — Madison!" Gritó, con la cabeza cabeza echada hacia atrás y el cuello cuello hundiéndose bajo los dientes de Madison. "Oh Dios nena, oh Dios, te amo. No puedo tener suficiente de ti. Yo ... intenté con todas mis fuerza s deten detenerlo." Y colapsó sobre ella, acurrucándose en sus brazos. "Te amo," dijo y luego rompió a llorar. "Te amo, Madison Clark," dijo una vez más, mirándola a los ojos. Madison le tocó la cara, le besó las lágrimas y le susurró, "Yo también te amo."

Capítulo Veintidós Grace se despertó a las cuatro y media de la madrugada. Yacía en los brazos de Madison, ambas mujeres desnudas, una vela extinguida hace mucho tiempo. Pensó en despertarla pero algo sobre la belleza de su sueño la hizo cambiar d e idea. idea. En En silencio silencio y con cuidado, besó los labios de Madison y se levantó de la cama. Había tenido la mejor noche de sueño en semanas, y se sintió s intió tan bien que casi silbó en el camino a la habitación de Jake. Lo encontró profundamente dormido como se esperaba, con el estómago hacia abajo y un brazo colgando de la cama. Beamer dormía acurrucado a sus pies. Ella acarició la frente de Jake y luego fue a su habitación para ponerse los pantal p antaloones del pijama y un par de pantuflas de Madison. Luego caminó a lo largo de la casa hacia la puerta y hacia los establos. El amanecer se sentía fresco y vigorizante y los rociadores estaban encendidos, envolviendo el césped en una ligera neblina. Lila siguió a sus pies mientras se dirigía a los establos. Cuando Grace entró e inhaló los aromas, imaginó que se despertaba así todas las mañanas, en los brazos de Madison, caminando hacia un hermoso amanecer, dirigiéndose a l os esta esta blos. Qué vida tan maravillosa sería. Madison le había ofrecido esa vida la noche anterior. Tal como se había ofrecido a sí misma, una y otra vez, permitiendo que Grace cavara entre sus musculosas piernas y la hiciera llorar toda la noche. Era una vida que ella quería y necesitaba. Pero había pedido que lo tomara con calma y Madison estuvo de acuerdo, simplemente deseando que supiera que ella y Jake eran bienvenidos, en cualquier momento. momento. "Tengo tanta suerte," dijo mientras se apoyaba en la puerta del establo para ver a Colby dormir. XWPColección: Página y Facebook

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"De ninguna manera," Madison dijo, viniendo detrás de ella. "Yo la tengo." Grace se rió y la envolvió. "¿Qué estás haciendo?" "¿Yo? Son las cuatro y media." "Lo sé, no quería despertarte," Grace dijo. "Tu ausencia me despertó." "Lo siento." s iento." Pero no estaba realmente arrepentida. Su mera presencia acababa de consolidar la mañana como una de las mejores. "No lo estés." Madison mordisqueó su cuello y respiró profundamente. "Te encontré." "Mmm, sí, lo hiciste." "Entonces qué estás haciendo aquí?" "Solo vine a ver a Colby." "Colby, ¿eh?" "Sí. Ese es su nombre." "¿Lo es, ahora?" Madison lo miró y sonrió. "Se ve como un Colby." "Te lo dije." "¿Qué hay de ti?" Madison preguntó. "¿Qué pasa si salgo solo para verte?" "Diría que definitivamente me encontraste." Dios, cómo podía conmoverla con solo palabras. "Entonces qué tal si te llevo a ese puesto trasero y te echo un vistazo?" "Diría que suena muy bien." "¿De verdad?" "Oh, si."


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Madison la levantó con facilidad y la llevó al puesto vacío donde la colocó con cuidado, extendió una manta sobre el heno y acostándose a su lado. "¿Qué quieres revisar primero?" Madison se rió y levantó su camiseta. "Esto necesita irse," dijo y luego ahuecó sus pechos. "Entonces puedo ver estos." "¿De verdad? Pensé que querrías jugar con la camiseta otra vez." Habían usado la camiseta para atar y jalar la una a la otra toda la noche. Tanto, de hecho, que parecía holgada y estirada, y se sorprendió de que no la hubieran roto. Aunque Madison no estaba interesada en la camiseta. "No la quiero. Quiero estos." Ella tomó un pecho en su boca mientras giraba y empujaba a Grace hacia atrás sobre la manta. Grace se esforzó por no hacer ruido y Madison tiró con más fuerza, sacando sus pantalones mientras lo hacía. hacía. "Oh, Madison," Grace siseó. "Si, nena." "Eso es," Madison dijo. "Haz ruido." La chupó de nuevo. Más duro y con más lengua en medio. "¡Oh! Mmm, joder!" Se arqueó hacia ella y tomó la mano de Madison y la colocó entre sus piernas. "No puedo esperar. No esperar. No puedo esperar." "Mi lugar favorito," Madison dijo, sujetando los brazos de Grace por encima de su cabeza. "Ahora puedo tomarte," dijo. Grace luchó juguetonamente. "¿Sí?" "Oh, si. Primero con la boca y luego con la mano." "Tendrás que abrazarme," Grace dijo. "No tendré que hacerlo. No por mucho tiempo." Y la soltó rápidamente, abrió sus piernas con sus poderosas manos, y enterró su rostro en ella, lamiéndola de un lado a otro y arriba y abajo con largos movimientos de su lengua. "¡Ah! Madison! ¡Oh Dios!"


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Grace se apoderó de su cabeza. El placer era tan intenso que lo único que podía hacer era aferrarse a ella, incluso cuando su propio cuerpo se movía debajo de ella. "Madison. Madison." Siguió diciendo una y otra vez mientras Madison gemía en ella, lamiendo y luego chupando. El ruido era tan enloquecedor como el placer, volviéndola loca, fuera de su piel, fuera de su mente. "Vente," Madison logró decir entre succiones largas, con la lengua presionada. "Vente en mi boca." Grace echó su cabeza atrás, el placer demasiado grande; estaba formándose y formándose. Su cuerpo arqueado, el sudor recubriendo su estómago, la cabeza de Madison se movió contra ella, dándole, dándole tanto . Su clí clítoris toris estaba estaba en llamas con éxtasis, la lengua de Madison bañando y chupando, una y otra vez. Hasta que Grace se abrió aún más y se apretó contra ella, intentando tomarla. Se agarró al heno, la manta, todo lo que pudo. Pero nada de eso era suficiente y nada de eso se comparaba, y cuando agarró la cabeza de Madison nuevamente, exigió, "Más, más, Madison, más." Y luego, con los talones de Grace en la espalda Madison presionó más fuerte con una fuerza que Grace no sabía que tenía. Y Grace se corrió y gritó al amanecer y meció su cuerpo contra ella, arqueada y con los pezones duros y apu apunt ntando ando hacia hacia el techo. Fue el momento más hermoso de su vida y se quedó suspendido allí, como una dimensión diferente durante lo que parecieron horas. Madison entre sus piernas con el pelo revuelto de heno, el azul del amanecer contra las vigas del establo. Todo menguó mientras su placer fluía. Menguó y fluía. Y tan pronto como se disipó, tenía que tener más. "Ven aquí," Grace dijo, tirando de ella suavemente por el pelo. Le dio vuelta rápidamente, quitó rápidamente la camisa de Madison y bajó los pantalones de franela. "Grace," dijo, pero Grace la ignoró. "Shh." Grace quitó una pierna de los pantalones, la abrió y se sumergió en su carne húmeda. Madison agarró su cabeza y ahogó un fuerte gemido. Grace la devoró rápidamente, primero saturando su clítoris y luego sosteniénd soste niéndoolo con sus dientes mientras lo sacudía. Enloquecía a Madison y se retorcía debajo de ella, diciendo cosas incoherentes. "Grace. Grace. Amor. Oh, Grace. Me gusta esto. Te quiero. Te quiero en mi cara."


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Hasta que finalmente se incorporó y se corrió, con los abdominales rígidos, los músculos de los hombros marcados, el cuello tenso, la voz hundida. "Sí, Madison. ¡Sí!" Grace dijo mientras seguía haciendo que se corriera, usando su lengua para girar y rodear su clítoris. clítoris. Pero Grace no había tenido suficiente. Necesitaba más. Más de una conexión. "Quiero follarte," dijo. "Mientras me follas." Madison estaba sin aliento y colapsó sobre s obre la manta. "Sí," dijo. "Bien." Grace se deslizó suavemente de inmediato y la encontró increíblemente tensa. "Oh Dios." Madison se sentó un poco, su cuerpo entero apretado. Gimió y entró ansiosamente en Grace. "Sí," Grace gritó. "Madison, esto es tan hermoso." "Sí," Madison susurró. "Eres tan hermosa." "Lo somos," Grace dijo. "Sí." "Esto lo es," dijo. "Sí." "Te amo." "Te amo," Madison dijo. "Fóllame." Se bombearon mutuamente, se llenaban y se jalaban la una a la otra. Hasta que ambas estuvieron sudando, palpitando y jadeando ante el movimiento de entrar y salir. "¿Más?" Madison preguntó mientras sus clímax ascendían.


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Grace asintió, mirando su hermosa cara y su cuerpo increíblemente fuerte. Podía oler su aroma y su colonia, mezclada con el heno. Dios, quería desgarrar la tierra para llegar a ella. Simplemente desgarrarla en la tierra y el heno, nunca capaz de obtener suficiente. Grace metió otro dedo y Madison hizo lo mismo, haciendo que Grace gritara en éxtasis y se corriera por toda su mano. "¡Si nena! ¡Madison, sí!" Su cuerpo se movió por sí mismo y se concentró en la cara de Madison tanto como pudo, ambas deshaciéndose juntas, Madison apretando los dedos con fuerza, manteniéndola dentro. "¡Grace!" "Madison, te amo," finalmente se quedó sin aliento y se derrumbó sobre ella. Respiró profunda y rápidamente, inhalando el heno a través de la manta. Ella se rió, gutural y agotada. "Te quiero mucho." Madison le mordió el cuello y la volteó, mirándola a los ojos. "Y te amo." Bajó un poco y le besó ligeramente los muslos. "Quiero darte más," dijo, mirándola con sus ardientes ojos color avellana. Lamió su camino hacia adentro y susurró, justo antes de que Grace pudiera protestar, "Suavemente."

Capítulo Veintitrés El día estaba lleno de sol, la mayor parte se filtraba a través de nubes esporádicas, en lo alto del cielo. Madison se recostó sobre sus codos y sonrió, amando a los chicos mientras lanzaban la pelota de rugby y gritaban. El recorrido era un gran éxito hasta el momento, y la parrilla olía magníficamente con Marv y Bobby al timón, volteando hamburguesas y hot dogs. Una brisa soplaba los manteles de papel y agitaba las colas y las crines de los ca ballos. También soplaba a través del cabello rubio de Grace, y Madison se sintió cautivada por ella una vez más, esta vez tomando el largo y placentero momento de mirarla sin reservas. Como si sintiera sus ojos, Grace se giró y la atrapó con una sonrisa.


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"Hola," dijo viniendo a descansar junto a ella sobre la gruesa manta. El desierto zumbaba y florecía a su alrededor, las liebres y las lagartijas corrían, Beamer y Flaca las perseguían. "Hola a ti misma." Grace se quitó los lentes de diseñador y le dirigió un rápido guiño. "Esto es un jolgorio, Srta. Clark." "¿Te parece?" "Diablos, sí. Me encanta." "¿Crees que a los otros también?" "Creo que si. Todos se ríen y sonríen. El paseo a caballo fue una gran emoción. Sé con certeza que mi trasero me dolerá de aquí hasta la eternidad." Madison se rió. "Tengo un remedio para eso." "Eso espero. Porque aún no hemos llegado a casa y estoy adolorida." "Todos lo estarán. Incluso los chicos." Grace los miró con expresión pensativa. "Sabes, la juez Newsom llamó y me dijo lo que hiciste." "¿Oh?" "Ella dijo que le rogaste que no metiera a Jake al reformatorio por su última escapada." "No creo que él pertenezca allí." "¿A dónde pertenece?" "Contigo. Y aquí, en el rancho." "¿Estás segura?" "Sí." Se movió y cruzó los pies. "Él necesita más terapia, sin embargo. Más de la que recibe aquí."


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"Estoy de acuerdo." "La juez también está de acuerdo." "Gracias," Grace dijo, tocando su mano. "De "D e verdad." "No me agradezcas. Jake hizo esto. Si él no hubiera trabajado tan duro y hubiera cambiado tanto, lo hubiera dejado ir. Pero creo en él." "No sabes cuánto significa eso." "Si, lo sé. Igual que sé cuánto significa que tampoco te diste por vencida con él." Grace se limpió una lágrima y se volvió a poner los lentes. "Eres una maldita buena mujer, Madison Clark." "No digas eso todavía. No has visto su lista de tareas." Grace se rió. "Oh no." "Sí, él no estará emocionado." "En realidad, creo que lo estará. Sé que te está muy agradecido por todo lo que has hecho por él." "¿Oh?" "Sí. Y he tenido la intención de decírtelo ... a él se le ocurrió toda la historia el otro día. Me dijo que estableció lo del parque de diversiones para que nos reuniéramos." "Si cómo no." "Lo hizo. También dijo que ha estado deseando que estemos juntas por un largo tiempo." "¿Lo ha hecho?" "Es muy perspicaz. Dijo que intentó todos los trucos del libro," Grace dijo, riendo. "Ja." "Y que éramos demasiado tontas para verlo."


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"Bueno, fuimos tontas," Madison dijo con una sonrisa. "Sí." Madison inclinó su sombrero y la miró. "¿Esto significa que ustedes dos se quedarán a cenar esta noche?" Grace sonrió. "¿Estás bromeando? Jake quiere pasar la noche. Incluso trajo las películas de terror de May para verlas." "¿De verdad?" "Sí, así que abre el vino, lo voy a necesitar." Se inclinó más cerca. "Y luego pongamos esa canción de Coltrane otra vez." Madison se lamió los labios. "De acuerdo." "Para que pueda amarte toda la noche." "Y yo," Madison dijo. "Esta vez después del amanecer." "Sí." "Incondicionalmente."

FIN


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RB - Incondicional

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