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Prote rotecc ccioni ionism smo o, Estad Es tado o, Naci ación, ón, Europa Eu ropa… … por
Jorge Verstrynge
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a raíz última de la crisis sin fondo que padecemos reside en el libre-cambio y lo que lleva asociado: la globalización sin protección, la libre circulación de capitales, la competencia salarial entre países de niveles muy dispares, las muy diferentes condiciones laborales... laborales... La solución no estriba en ceder soberanía, sino en recuperarla y recentrarse en el mercado interno.
He aquí el talón de Aquiles [de las grandes empresas mundializadoras]: contra su libre-cambismo, barreras aduaneras. Tasas en las fronteras. Cupos de importación. La artillería pesada pues. Tengo la impresión de que es nuestra última arma. Las únicas baterías que les harán retroceder. Me lo he creído por lo demás. O he querido creer en ello. Que habría trucos más simpáticos para detenerlos: el consumo ciudadano, las reuniones alter-mundialistas, la concentración internacional, pelear por todas partes, la autodestrucción del capitalismo, etc. He perdido esas ilusiones. Mientras sus capitales, y sus mercancías se paseen tranquilamente por el planeta, nos tendrán de rodillas… FRANÇOIS RUFFIN, Leur grande Trouille , París 2011
Tenemos un problema con eso de las fechas. ¿Cuándo co mienza un nuevo siglo? ¿o un nuevo ciclo? Consúltese el trabajo de Jacques Sapir sobre El nuevo siglo XXI (El Viejo Topo, Barcelona 2010) y se advertirá que el siglo XX no empezó en el año 1900 sino a partir de la Revolución Bol che che-vique, que transformará el siglo en cuestión en el “siglo del Co -
munismo”. Todo, desde las mutaciones hacia adelante y hacia ha cia atrás del Capitalismo, el “cordón sanitario” destinado a contener en el seno de la URSS el posible contagio exterior revolucionario, los Fascismos, la “Guerra Fría” (que será desencadenada para “contener” la expansión soviética en Europa y Asia principalmente; y luego será seguida por el “Roll back”, el “re troceso” del área soviética a las fronteras estrictas de la URSS primero y luego hacia las actuales de la “Federación de Rusia”), el cerco económico y financiero (aplicado primero a la URSS, pero pe ro que es mantenido a Rusia aún hoy), el resucitar al Libera Libe ra-lismo lis mo y acabar con el Keynesianismo… ¿Cuándo comienza el siglo XXI? Desde luego no en el año 2000, sino al término de su primer decenio, cuando coinciden el inicio de la marcha atrás del Imperio Norteamericano, tanto por sus problemas militares como económicos, con el ascenso de China y la recuperación rusa bajo el tándem Putin-Med vedev. Pues ese desfase entre lo aparente y lo real, lo que se ve en la superficie y lo que navega por debajo, también es aplicable al mundo de las doctrinas, tanto políticas como económicas… Y es el caso del aparente aparente predominio predominio del Liberalismo, Liberalismo, de un mercado puro y duro, del libre cambio, de la libertad sin trabas
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de circulación de capitales, del “toda deuda es mala”. Y parecería como si frente a este corpus doctrinal, nada hubiera enfrente. Enfrente no sé; quizá sea, como afirman B. Masse Stan ber ber-ger, Franck Dedieu y Adrien de Tricornot (en su obra Inevitable protèctionisme , París 2012) porque el inmovilismo en la materia “oculta la defensa de privilegios [dado que la alternativa,] el proteccionismo, conlleva en su seno la puesta radical en cuestión de todos [esos] dogmas: el del rechazo de la inflación para proteger las rentas, el recurso al endeudamiento para estimular el consumo, la independencia del BCE. El proteccionismo europeo es el punto que puede desanudar eso. De ahí la necesidad de diabolizar dicha doctrina [proteccionista] ya que constituye una amenaza para intereses bien concretos”. Proteccionismo : hemos presentado el apelativo de la alternativa, y ese proteccionismo, si que circula ya por debajo de la superficie del río, cada vez menos subterráneamente; la antítesis posible… Sigamos indagando: no existe una oligarquía mundial más o menos gobernante, sino oligarquías nacionales. 60.000 personas en los USA, según Cotta. Más 30.000 entre Francia, Ale mania e Inglaterra. Algo menos en Rusia, China, y la India… Aparentemen Apare ntemente, te, esas oligarquías nacionales nacionales claman solidariamente. Pero rasquemos bajo el manto de la aparente unanimidad. Y veamos lo que la parte política de las oligarquías nacionales realmente estima. Sobre todo cuando sienten el viento cambiar, y que van a perder las elecciones. Entonces, asumen su pueblo, o intentan aparentarlo. Caso Francés: Sarkozy ha quedado a un punto y medio de F. Hollande, cuando se pensaba que su derrota sería mayor. Cau sas de ello, en primer lugar los errores estratégicos de HollanHollande. Como por ejemplo: 1) Proponer el derecho de voto en las municipales para los inmigrantes. Un planteamiento tanto más absurdo por cuanto que conduce, nada más y nada menos, que al… “voto censitario”. En efecto, si se alega que los inmigrantes deben votar (aunque no adquieran la nacionalidad ) porque pagan impuestos, ya que estamos, ¿por qué no dan más papeletas de votación a los que pagan muchos impuestos? Absurdo. 2) No reconocer que en Francia (y en Alemania, Italia, Es paña, Bélgica, Holanda…) existe un exceso de inmigrantes, sobre todo inmigrantes no ya no-asimilables, sino tan siquiera integrables. A esto hay que sumar los aciertos de Sarkozy: la protección
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frente a Schengen y a la inmigración enloquecida; que Europa no puede estar abierta a los cuatro vientos, financiera, económica y demográficamente, como ahora… Y, además, el equivalente del Buy american, más la reciprocidad en los intercambios con el resto del mundo, la tasación de los beneficios de las empresas francesas que producen fuera. Y no ya “compre francés” sino “produzca francés”. Esta última idea fue recogida por el centrista François Bayrou, pero también por Marine Le Pen (etno-populista) y Jean Luc Mélenchon (la izquierda sin comillas). De hecho la única diferencia importante entre los dos últimos citados reside en la cuestión de la inmigración (motivo por el cual la primera rebasó por dos veces, presidenciales y legislativas, al segundo). Mientras, la llamada “Derecha social”, en el seno de la UMP, pide un “proteccionismo moderno”, moderno”, algo parecido a lo que pide Sarkozy, M. Le Pen plantea su “preferencia comunitaria”, y J.L. Mélenchon su “ecolo-proteccionismo”… o también una “reprocidad” sobre la cual se interroga la Comisión Europea, así como el patronato francés, esta vez sobre una “mundialización desleal”… Solo el proteccionismo protege de las distorsiones del “li“li bre mercado” a escala mundial. Y es que, como señala Frederic Lordon (in La crise de trop París 2010): “Si por diferencias estructurales, estructurales, la desigualdad reside en la no-distorsión, entonces la igualdad requiere distorsión. [O sea que] se trata de corregir distorsiones vía distorsiones contrarias [y compensatorias]”. Es decir: una corrección al llamado “suplicio de Tántalo”. Tántalo, en la mitología griega, es un mortal que corta su hijo en trozos, lo cocina y se lo come por lo que los dioses le condenan para la eternidad a que cada vez que desea beber agua para calmar su sed, el agua huye de él; cada vez que quiere comer algo para calmar su hambre, las ramas de árboles llenas de frutas son apartadas por el viento; y sobre sobre su cabeza pende una roca enorme que, constantemente, debe de be evitar. Hoy, dichos suplicios penden sobre Europa 1) Cuando los gobernantes reducen el gasto público para reducir el déficit presupuestario, se bloquea el crecimiento económico y se dispara el déficit presupuestario para hacer frente a la asistencia a los desempleados y otros gastos sociales. 2) Cuando, para paliar esto, se aumentan los impuestos, se produce un bloqueo del crecimiento y caen los ingresos fiscales, lo cual aumenta el déficit. 3) Y cuando hay que recurrir, forzosamente, a endeudarse
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ven la enorme roca de la deuda, que intentan re chazar… Ello porque, al independizar a los bancos centrales y al BCE, no podemos monetizar dicha deuda, deu da, ni tampoco recurrir a la inflación (cuando un punto más de inflación significa un punto me nos de deuda). Y, sin embargo todos estos son efectos, más que causas. ¿Dónde está la clave de la cuestión? La raíz última del problema reside en el libre cambio, como señalaron ya muchos, entre otros el Premio Nobel Maurice Allais. La crisis actual, nos dicen, procede de un exceso de endeudamiento de las familias y del Estado. Solo que ello es producto de la contracción de las diferentes demandas nacionales; contracción que, a su vez, es producida por la compresión de los salarios directos e indirectos, dictada, imperativamente, por la necesidad de competir urbi et orbi; es decir crisis provocada por el libre-cambio que implica, en nombre de la competitividad, alinear los salarios sobre los salarios de los países que más bajos salarios pagan… Y esta crítica es la que hay que desarrollar partiendo de economistas prestigiosos como Jacques Sapir, Jean Luc Greau, Frederic Lordon, el coreano Ha-Joon Chang (ver su Bad Samaritans , 2010), HaHa rim El-Karoui y otros. Ellos defienden un proteccionismo que no es ni keynesiano ni liberal (o am bos a la vez); ni de derechas ni de izquierdas; sino de sentido común. Y que convendría ir aplicando ya. Veamos Vea mos esta afirmación de H. El Karoui: “A nivel europeo, solo se puede hacer una cosa actualmen actualmente: te: ¡relanzar la demanda y la producción! Para ello existen soluciones: tasar menos el trabajo, tasar mas al capital… Segunda Segunda idea: devolver competitividad a los asalariados europeos para permitir de nuevo el aumento de los salarios. Lo cual solo es posible gracias a la regulación del comercio internacional. Queremos que se regulen las finanzas, ¿por qué no el comercio? ¿que no gusta la palabra proteccionismo? Pues entonces hablemos de regulación comercial… Pidamos solamente reciprocidad… No se trata de crear muros o murallas. Se trata de colocar esclusas para regular, para dar tiempo a los empresarios y a los asalariados de Europa para que puedan innovar, establecer una política industrial que oriente, aliente, facilite el
proceso de innovación y de reconversión.”(in L’avenir d’une excepción, París 2006) Afirmación tanto más oportuna por cuanto que ya Em Em-manuel Todd anunciaba “Protec“Protec cionismo o Revolución” (Ver su Après la democratie democratie , París 2008). Y es cierto que estamos entrando en una situación prerrevolucionaria. Ya decía Engels, explicando porqué en su día Marx pidió que se pusieran obstáculos al proteccionismo: “Los socialistas tenemos el deber de desear un desarrollo lo más libre y rápido posible del actual sistema de producción porque así este último desarrollará sus inevitables consecuencias económicas: miseria de las grandes masas populares a causa de una sobreproducción que engendrará o bien crisis periódicas, o bien un estancamiento crónico del comercio; división de la sociedad en una pequeña clase de grandes capitalistas y una clase numerosa de esclavos asalariados prácticamente hereditarios, una clase de proletarios cuyo número no deja de aumentar
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mientras que, al tiempo, se ven constantemente sustituidos por maquinas nuevas destinadas a economizar mano de obra” [hoy, además, el fenómeno se agrava vía la importación de mano de obra barata, casi servil]; en una palabra, una sociedad conducida hacia un impasse, con como única salida una transformación completa de la estructura económica que constitu ye su base. Es Es desde dicha óptica óptica por lo que Marx… Marx… se declaró en principio favorable al libre-cambio como el camino más directo, el que conducirá más rápidamente a la sociedad capitalista hacia un callejón sin salida”(ver de Ruffin Op.cit; y de Verstrynge Ve rstrynge Proteccio Proteccionismo nismo y economías de gran espacio, El Viejo Topo, Barcelona 2010). ¿Hacia la Revolución? Ahora bien, se sabe que, actualmente, actualmente, un mecanismo está activado, el mecanismo hacia la Revolución: Millones más de parados, compresión de salarios directos e indirectos, y de las pensiones; precios al alza por el incremento del IVA; y recortes presupuestarios por doquier. Pero Jacopo Ponticelli y Hans Joachim Voth, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, han analizado lo pasado en 26 países durante un siglo, llegando a esta conclusión: cuando el gasto público baja el 1%, la probabilidad de ver estallar conflictos sociales (huelga general, manifestaciones antigubernamentales, motines, incluso asesinatos políticos) se incrementa un 33% en relación con las épocas de incremento del gasto. Y cuando el gasto público es reducido un 5%, la probabilidad pasa al 66%. Pero los partidarios del statu quo actual nos vendrán con la solución de siempre: más mundialización, más productividad y competitivi competitividad dad para crecer mediante el comercio exterior. ¡Falacia! Primero, Europa no popodría aguantar seguir teniendo abiertas a los cuatro polos carcar dinales di nales sus industrias, sobre to do las más débiles… Segundo, de hecho, ya todos cierran fronteras. En el año 2012 Argentina Argent ina ha adoptado 182 182 meme didas proteccionistas, Rusia 172, India 101, China 94. ( Les Echos 08-03-12); y USA: Buy Ame rican rican. Y no digamos ya el Mer cosur, que a finales del 2011 ya tasó 140 productos exteriores (Le Monde , 30-12-11); y la apertura de la India al comercio exterior es en gran parte mítica e inaplicable… A su vez, el caso chino demuestra que han operado un au téntico cerrojazo. Según H. El Karoui (in Reinventer l’Occident , París 2010) en China tenemos, como medidas proteccionistas:
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—El valor subvaluado del Yuan (entre un 20 y un 50%) —Exportaciones subvencionadas (subvenciones eficaces porque discretas): hasta el 13% del monto total de los productos exportados —La regulación de la inversión extranjera: hay 39 sectores protegidos donde la inversión extranjera está prohibida, como son sectores estratégicos (minerales estratégicos, armas, cartografía, control aéreo…) e industrias culturales (prensa, ediciones, importación de productos culturales). Y en otros sectores la inversión está limitada, o bien se exigen joint-ventures (sector del automóvil: 50% de participación China), o control de la empresa por chinos, etc. Incluso la inversión bancaria foránea no puede rebasar el 20% del banco chino donde se invierte. Finalmente, existen allí normas jurídicas reservadas para las empresas chinas. Y todo esto dentro dentro de un context contexto o de contracci contracción ón del comercio exterior, contracción que tiene su origen en un libre-cambio desmesurado: el incremento de la competitividad acarrea la contracción de las demandas nacionales y, por ende la caída de las importacio importaciones… nes… ¿Qué soluciones? 1) Solo las hay a nivel de economías de gran espacio y bien pobladas. 2) Y residen en recentrarse sobre el mercado interno y el crecimiento “auto-centrado”, mercado interior al que hay que 3) proteger frente al exterior; sino el crecimiento, las subidas de rentas, y de más demanda incluso, derivarán en favorecer las importaciones del ex tran tran jero… Tan vuelve el proteccionismo como única solución que hasta se ha entrado en la era del “Protec cionismo Político” Político”.. Así, hubo hubo un tiempo en el que el el Derecho Internacional existía, baba sado en el respeto a la Sobera Sobe ranía nía Nacional, en la no-injerencia en los asuntos internos de los demás países. Pero, por un tiempo, ha papa recido que hablásemos del Plei tosceno. Y es que el mundo estaba destinado a padecer la “gobernanza”, eufemismo destinado a ocultar el rebajamiento cuando no la marginación de la política, del Estado, y de la Nación. Y ello en beneficio de las multinacionales, la tecnocracia de Bruselas, y las redes financieras y bancarias. Gobiernos elegidos son sustituidos así por equipos de tecnócratas al servicio del Sistema y de su mantenimiento inamovible. Con Pueblos a los que se les reprocha no saber votar “bien”, se les obliga a votar conforme al pensamiento
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único, al llamado “circulo de la razón”, solo que es la razón del mercado y la de las finanzas. Y con Naciones definidas como el “último obstáculo, que hay que rebasar en el camino de la mundialización”,, su mundialización” supuestamente puestamente feliz esta última, en realidad cada vez más catastrófica… Entonces han surgido, como era de esperar tarde o temprano, reacciones en muchos países europeos, sudamericanos, asiáticos (paradigmático el caso de Malasia…). Y he buscado el argumentario favorable al retorno al respeto de la soberanía na cional, del pueblo. Y lo he hallado en Rusia, aunque les disguste a las derechas y las “izquierdas”. Explica Jacques Sapir (Op.cit) que si en la constitución rusa de 1993 vigente, se define a un régimen semi-presidencial, de “democracia-soberana”, ello debe ser entendido sobre la base de las declaraciones realizadas por Vladimir Putin, en Múnich, en el 2007, con ocasión de la Conferencia de Seguridad: “So mos testigos de un desprecio cada vez mayor hacia los principios fundamentales del Derecho Internacional. Más aun: determinadas normas, y de hecho, casi todo el sistema jurídico de un solo Estado, los Estados Unidos, no solo ha rebasado sus
fronteras nacionales en todos los ámbitos, en la economía, la política y la esfera humanitaria, sino que se impone a otros Estados”. Ahora bien, señala Sapir que “en tanto un espacio de relaciones queda determinado por lo político… nadie puede imponer su derecho a los demás, y el único derecho posible y común a todos es el que respeta la soberanía del otro, o sea un derecho basado en la coordinación y no en la subordinación… Donde hay política, o sea intereses y representaciones di vergentes, tiene que haber soberanía [y] cualquier intento por reducir esta ultima constituye un acto tiránico y justifica que se resista…[Es decir] que soberanía y dede mocracia son dos nociones ligadas entre sí. Si la soberanía puede existir sin democracia, esta última no es concebible sin soberanía…Y de esta guisa, la noción “de“de mocracia soberana” no reclama tan solo un control sobre las organizaciones controladas desde el exterior [del país] y que intervienen en la vida política rusa, sino también sobre las empresas cuya actividad económica tiene un impacto directo sobre el contexto de la puesta en marcha o de la concepción de las opciones políticas”. Esta defensa de la soberanía del Pueblo, del Estado y de la Nación, fue, por cierto, ya enunciada, en el 2006, por la mano derecha de Putin (se dice), Vyaches Vya cheslav lav Surkov: “Nuestro modelo ruso de democracia se llama democracia soberana. [Y] se sisitúa en las antípodas de la demo de mo-cracia dirigida, un término que intentan imponer determinados centros de influencia mundiales, y que designa un modelo casi natural de regímenes económicos y políticos tan ineficaces que tienen que ser dirigidos desde el exterior… El concepto de democracia soberana deriva de la lógica de nuestra constitución, la cual define a Rusia como un Estado democrático soberano.El desarrollo armónico de las instituciones democráticas le garantiza al pueblo soberano la libertad de adoptar decisiones globales. Los atributos contemporáneos de la soberanía… aseguran… las instituciones democráticas frente a intervenciones extranjeras” I
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