Propuesta pedagógica y didáctica en torno a la oralidad y la escritura. Gladys Jaime Carvajal, en una publicación titulada “Competencias de la oralidad e inserción en la cultura escrita”, plantea la necesidad de atender a las relaciones entre oralidad y escritura ya que ambas constituyen “procesos de elaboración simbólica del mundo”. En este escrito nos vamos a centrar para avanzar sobre una primera propuesta pedagógica y didáctica a desarrollar en conjunto con los destinatarios de esta capacitación. Al contrario que algunos autores (entre ellos un clásico dentro de esta temática como Walter Ong), creemos que la escritura no representa una “evolución” con respecto a la oralidad. Más bien se tratarían de fenómenos diferentes aunque estrechamente conectados. En este sentido Silvia Seoane plantea que “… cualquier práctica discursiva, sea esta oral o escrita, es una práctica soci al e históricamente constituida… si consideramos la oralidad únicamente como subsidiaria directa de la escritura y, sobre todo, como una forma incompleta o deficitaria, perdemos de vista una dimensión cultural que es constitutiva de los sujetos y, de ese modo, estamos m ás lejos de evitar la exclusión” (Seoane: 2004) Hacemos estas aclaraciones teniendo en cuenta las características culturales de los pueblos y culturas con las cuales trabajaremos. Éstas son “culturales orales”, que sólo han ingresado a la cultura escrita bajo la dominación occidental. Si consideramos que la escritura es un progreso en relación a la oralidad, estaremos trabajando desde el
supuesto de “la falta”, concentrándonos en lo que a los jóvenes “les falta” o “no pueden” o “no saben”. Creemos necesario reflexionar sobre la posición de la oralidad como sistema de elaboración simbólica para partir de lo que los
jóvenes “tienen”, “pueden” “pueden” y “saben”. Tanto la oralidad como la escritura son modalidades del lenguaje y, en tanto tales, participan de las características de éste: -
Como sistemas mediadores del sujeto con la realidad. Como sistemas que posibilitan una conducta reflexiva, la ampliación y el enriquecimiento de la forma de ver el mundo. Como sistemas que posibilitan la acc ión simbólica sobre el mundo y sobre los demás. Como factores esenciales de la construcción de significaciones y valoraciones de la cultura. Como expresiones de la subjetividad.
Pero también, cada una de estas modalidades del lenguaje presenta características particulares: ORALIDAD -Es la primera experiencia del lenguaje que el sujeto enfrenta, el sistema primordial que utiliza para interpretar y producir significación. -Está articulada al contexto situacional en el que se produce, donde se establece una relación de interacción entre un yo y un tú en un aquí y un ahora, en situación de co presencia o simultaneidad. -Más ligada al dominio afectivo de la acción humana.
ESCRITURA -Es una construcción cultural e históricamente determinada. Un “artefacto intelectual”. Como experiencia de lenguaje se encontraría a posteriori de la oralidad. -Implica un distanciamiento, una objetivación del lenguaje, una separación entre el sujeto y el lenguaje que permite pasar de la acción regulada en la interacción a la reflexión y la sistematización de la experiencia humana. -Puede constituirse como unidad completa, autónoma y con capacidad de asegurar la referencia a través de sus propias unidades.
(Carvajal Op. Cit)
(Carvajal Op. Cit.- Teberosky:1995)
Es evidente, entonces, que se trata de dos modalidades del lenguaje diferentes pero que no se excluyen entre sí, sino que conviven complejamente en la co tidianeidad de nuestras aulas y de la comunidad en general. La propuesta pedagógica que pretendemos hacer a partir de la valoración y consideración de ambos sistemas simbólicos se relaciona con: “ … partir de la oralidad para encontrarnos con el joven en la búsqueda de sus posibilidades expresivas y progresar en el dominio de nuevas estrategias discursivas ” ( Carvajal: Carvajal: 2005) En tanto que, “… en el plano de la escritura, se trata de posibilitar que los jóvenes reconozcan la tecnología de la escritura y la
inserten en su existencia como producción humana que comparten con otros y cuya estructura y funcionamiento sirve a los propósitos de construcción de la significación” (Ibíd.) En este sentido, y en concordancia con lo expuesto por Carvajal en el artículo ya mencionado, se propone un dispositivo pedagógico y didáctico que tenga en cuenta: El rescate de la oralidad para favorecer la escritura.
El desarrollo de la conciencia El desarrollo de estrategias discursiva y su incidencia discursivas como el diálogo, la sobre los procesos de lectura argumentación, la explicación y escritura. y el relato. Atendiendo a: A través de: A partir de: -La ruptura de universos -Situar a la actividad discursiva -Otorgarle primacía a las discursivos en la transición oral como objeto de reflexión. interacciones entre pares para hogar/comunidad- escuela. poner a los jóvenes en -Fomentar la actividad contacto con los objetos de -La “domesticación escolar de metacognitiva y conocimiento (oralidad y la cultura escrita”, a partir de metalingüística para posibilitar escritura), a fin de describir y la cual se le quita al lenguaje que los hechos discursivos se hacer comprensibles las su carácter transaccional y hagan accesibles a la elaboraciones de significación social de afuera de la escuela. conciencia y puedan que contienen y las estrategias entenderse los contenidos, los que ponen en funcionamiento, -El reconocimiento del joven propósitos, los mecanismos y a través de la interacción con como sujeto participante de las finalidades de la acción el otro, como caja de los eventos comunicativos y discursiva. resonancia de los saberes pedagógicos (devolver la propios. palabra a los jóvenes) -Identificar y fomentar las experiencias significativas en las que la escritura se constituya en una necesidad para actuar significativamente. La propuesta pedagógica, entonces, se encamina hacia la integración de los jóvenes y de la institución educativa en “redes de comunicación oral y escrita ”, que permitan pensar en la construcción del hecho discursivo en relación a los espacios referenciales compartidos, es decir, en relación a la comunidad, al contexto socio-cultural en el que se está inmerso. El cómo de esta idea lo constituye la propuesta didáctica, que tiene que ver con la creación de “escenarios discursivos” o “ espacios discursivos ” dentro del aula o, como prefer imos denominarlo, la constitución del aula como un “entorno alfabetizador ” o una “ comunidad de lectura” en la que los jóvenes se reconozcan como sujetos del lenguaje, puedan reflexionar críticamente sobre la palabra propia y la ajena y desarrollar competencias interpretativas que les permitan no sólo comprender los contenidos temáticos de los textos, sino intervenir en la actividad discursiva a partir de diferentes estrategias (orales y escritas). Se tratará de cristalizar estas sugerencias en la planificación conjunta y puesta en marcha de talleres de lectura y 1 escritura creativa enmarcados en un proyecto más amplio que otorgue sentido social a la acción.
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Por supuesto quela actividad tendrá un sentido “escolar” en primera instancia, pero se trata de qu e la producción del hecho discursivo (tanto oral como escrito) se lleno de un sentido social que trascienda al escolar, que es necesario pero no suficiente desde este punto de vista.