Universidad de Concepción Facultad de Medicina Fonoaudiología
“Propuesta de Evaluación
para la Dispraxia Verbal oral en Niños Pequeños” Pequeños”
Nombre Curso Profesor Fecha
Estefania Monsalves H. 4to año fonoaudiología fonoaudiolo gía Paula Gaete 30-05-2013
Introducción: Antes que todo, es importante saber a que nos referimos al hablar del término “dispraxia”.
Ésta sería una dificultad para planificar la selección de fonemas y su secuencia en la palabra, y para planificar la secuencia de movimientos para producir los sonidos del habla. Esto produce un habla poco inteligible, en ausencia de problemas estructurales, neurológicos, o auditivos, que pudieran explicar su causa. Para evaluar este trastorno del desarrollo del lenguaje, es importante hacerlo desde una perspectiva funcional y una formal. Esto se debe a que en la primera vemos el desempeño global del menor apoyado de un contexto, y en una situación lúdica, y en la segunda evaluamos aspectos específicos, generalmente mediante pruebas normadas.
Evaluación Funcional:
Se utilizará caja de juguetes para obtención de muestras de lenguaje mediante conversación espontánea en base al desarrollo del juego, que permitirán el análisis de corpus lingüístico (también se pueden utilizar muestras de lenguaje obtenidas en contexto de rapport). Se debe poner atención en si el problema de fluidez e intelegibilidad del niño aumenta con los enunciados de mayor longitud. Se evaluará el lenguaje automático mediante alguna canción, oración o poesía que el niño se sepa. Se debe hacer paralelo con su desempeño en lenguaje espontáneo. La repetición de sílabas y palabras, también se realizará mediante el material lúdico de la caja de juguetes. Para las sílabas se pueden uti lizar onomatopeyas como “miau” “guau” (por ejemplo: mira este es un gato, el gato hace miau, ¿como hace el gato?). Para repetición de palabras se le muestran algunos objetos, se le nombran, y luego se le pide que el repita. Para evaluar las diadococinesias se utilizarán series monosilábicas, bisilábicas y trisilábicas. -
Monosilábicas: “pa”. Ejemplo: ¿ cómo suena cuando el papá martilla? Papapa.
¿Cómo suena? -
Bisilábicas: “pío”. Ejemplo: ¿Cómo hacen los pollitos cuando tienen hambre? Pío
pío pío. ¿Cómo hacen? -
Trisilábicas: “pataka”. Ejemplo: ¿Cómo suena cuando un gigante camina? Pataka
pataka pataka. ¿Cómo suena? También se realizará análisis de la conducta del menor, puesto que en general estos niños tienden a ser conscientes de sus errores, y usan bastante la autocorrección, además de fijarse en la gestualidad del adulto, buscando señales de aprobación o desaprobación de su respuesta.
Evaluación formal:
Se realizará aplicación de test para evaluar prioritariamente la expresión, pero también se evaluará la comprensión. Se utilizará: -
STSG, tanto la subprueba comprensiva como expresiva Teprosif-R TAR, para evaluar tanto la repetición de palabras como de frases.
Para evaluar el discurso se puede analizar muestras de discurso en conversación espontánea de temas de su interés, y además le puede pedir que cuente alguna historia o cuento que él se sepa.
El lenguaje automático se puede evaluar pidiéndole al niño que cuente los números del 1 al 5. Las disdococinesias se evaluarán pidiéndole al niño que repita secuencias monosilábicas, bisilábicas, y trisilábicas de forma secuencial, por ejemplo: -
Pa pa pa pa taka taka taka pataka pataka pataka
Otros: Sea evaluación funcional o formal, se debe realizar una evaluación de OFAs, para descartar un problema estructural, evaluar la coordinación fonorespiratoria que, aunque no debería estar afectada debido al trastorno, podría estar asociada como otro problema aparte, y dificultar mas el problema de dispraxia. Por último es importante evaluar las praxias orofaciales, ya que a pesar de que no está presente en todos los niños con dispraxia está, existe un porcentaje que si presenta esta dificultad. También es importante evaluar voz y audición.
Conclusión
A pesar de que al enfrentarnos a un paciente con dispraxia verbal lo más relevante es la evaluación del habla y también del lenguaje, es importante recordar que como profesionales y terapeutas de la comunicación debemos realizar una evaluación global del paciente, ya que el hecho de que tenga un trastorno determinado no excluye que pueda tener otros tipos de patologías asociadas que dificulten aún más la comunicación y desarrollo del menor. Es importante recordar que siempre se debe mirar al paciente desde una perspectiva biopsicosocial, lo cual es muy importante en los niños con dispraxia debido a que ellos la mayoría de las veces son muy conscientes de su problema, y si no se hace un buen manejo, de forma positiva y empática, el menor puede llegar a frustrarse.
Universidad de Concepción Facultad de Medicina Fonoaudiología
“Discusión bibliográfica: Dislalia”
Nombre Curso Profesor Fecha
Estefania Monsalves H. 4to año fonoaudiología Paula Gaete 30-05-2013
Introducción
A continuación, mediante este trabajo, se presentará la discusión de dos autores sobre el tema de dislalia. Para esto se ha decidido citar los trabajos de Jorge Perello, en su libro “trastornos del habl a”, y los trabajos colaborativos del fonoaudiólogo Jos é Barrena. Se expondrán en relación al tema antes mencionado la definición, sintomatología, diagnóstico diferencial con trastorno fonológico, y posibles propuestas de evaluación del trastorno, tanto de manera formal como funcional.
Desarrollo La dislalia según Jorge Perello es “ el trastorno de la articulación, por función incorrecta de los órganos periféricos del habla, sin que haya lesiones o malformaciones de los mismos ”.
Por otro lado según José Barrena el concepto de dislalia corresponde al “trastorno en la articulación de los fonemas, bien por la ausencia o alteración de algunos sonidos concretos, o por la sustitución de estos por otros de forma incorrecta. Se trata de una incapacidad para pronunciar o formar correctamente fon emas o grupos de fonemas” Es importante destacar que ambos que ambos autores consignan que es un trastorno exclusivamente de la articulación, sin embargo Perello resalta el que sea en ausencia de problema estructurales. Otra cosa a destacar es que según la visión de el autor antes citado, es importante ver la dislalia en el contexto cultural del paciente, puesto que algo que para nosotros podría ser una dislalia, para una persona de otra cultura y con otro dialecto, podría ser algo de uso común y normal. Ambos autores realizan una clasificación de la dislalia. Perello las clasifica en dislalias funcionales y orgánicas, y dentro de esto último incluye las audiógenas y las disglosias. Por su parte Barrena las clasifica en dislalias evolutivas, funcionales, audiógenas y orgánicas. Ahora en cuanto a la sintomatología del trastorno según lo expuesto por Perello se observa la omisión, sustitución o deformación de los fonemas. Generalmente la palabra es fluida, aunque a veces es ininteligible, y el desarrollo del lenguaje puede no estar interrumpido o retrasado. No se observa ninguna dificultad en los movimientos de los músculos del habla, ni presencia de disfonía o ronquera. En cuanto a la conducta del menor se observan intranquilos, distraídos, sin interés y a menudo tímidos. En cuanto a lo descrito por Barrena, se destaca que la articulación defectuosa es el síntoma principal. A diferencia de Perello, este autor expone que el lenguaje si se va a ver afectado, pero en mayor o menor medida dependiendo de la cantidad de fonemas involucrados. Coincide en que la palabra es fluida, aunque puede hacerse inteligible por las deformaciones articulatorias. Estas últimas se dan debid o a distintos “errores” que son la sustitución (cambia un fonema por otro, por ejemplo la /k/ por la /t/), distorsión (emisión deformada de los fonemas, debido a una imperfecta posición de los órganos fonoarticulatorios), omisión (ante una dificultad articulatoria el menor omite el fonema), y adición (cuando al menor le cuesta articular un fonema intercala junto a él otro fonema, por ejemplo que diga “palato” en vez de “plato”).
El contraste más significativo entre lo expuesto por estos dos autores es que Barrena expone que el lenguaje si se verá afectado aunque sea en pequeña medida, y la inclusión de los tipos de errores que se encuentran en general en las dislalias. En cuanto a lo primero, debido a que lo expresivo se encuentra afectado, es posible que se afecte el lenguaje. Debido a que en algún momento los niños se dan cuenta de su dificultad, puede ser que eviten hablar para no provocar burlar o correcciones buscar que los hagan sentir frustrados. Si un niño no habla, evidentemente su desempeño comprensivo se verá
disminuido. Es por esto que un problema solamente relacionado con el habla, puede afectar el lenguaje. Ahora para el diagnóstico diferencial con trastorno fonológico, será citado lo expuesto en el instructivo del test para evaluar los procesos de simplificación fonológica (Teprofif-R), basado en los trabajos de Laura Bosch (2003). En base a este se expone que “los
problemas fonológicos implican una dificultad para almacenar, representar y/o recuperar la información acerca de la organización de los fonemas en palabras. En cambio, los problemas fonéticos (que son los presentes en la dislalia), afectan la producción de uno o más fonemas del habla que no son articulados adecuadamente. La emisión errónea siempre es la misma”
En cuanto a esto, lo mas definitorio, es que en las dislalias el problema es netamente articulatorio, y que siempre se va a dar el mismo error. Por ejemplo si el niño tiene problemas para articular la “r” y la omite, la va a omitir en todos los contextos n los que se presente el fonema, y si lo sustituye, siempre realizará la sustitución por el mismo fonema. En cambio en el trastorno fonológico los errores que se presentan no son sistemáticos, es decir, el niño en diferentes contextos pronunciará el fonema de distinta forma (por ejemplo, puede que la “r” en perro la diga como “pedo”, pero en gorro la diga como “goyo”).
Propuestas de evaluación
Evaluación Informal: Con caja de juguetes se obtienen muestras de lenguaje mediante la interacción durante el juego. Al contar con juguetes que involucren los distintos fonemas, se puede incitar al menor a mencionarlos, o en el caso de no conocer el objeto, se le puede decir el nombre y pedirle que él lo diga (mira este es un teléfono, que lindo cierto?, puedes tu decir teléfono?). Durante la interacción con el niño es importante fijarse en la articulación, observando la zona oral en la que ésta se produce, para constatar distorsiones y sustituciones. Es importante evaluar junto con la articulación del menor, los órganos fonoarticulatorios, para ver si el trastorno se debe a anomalías estructurales (por ejemplo un frenillo lingual corto), ya que si es este el caso, la terapia no dará resultados adecuados a menos de que se trate primero el problema estructural. También es importante evaluar las praxias para ver el desempeño motor del menor y observar si hay presencia de trastornos musculares, o en el caso de existir problemas estructurales, si permiten de todas formas un desempeño funcional. Es conveniente evaluar tanto praxias aisladas como secuenciadas. Principalmente se deben ver las praxias linguales como elevación, lateralización, vibración del ápice y chasquido. La elevación y la lateralización se pueden evaluar secuenciadas (elevación y descenso; lateralización a izquierda y derecha).
Evaluación Formal: Para la evaluación formal de la Repetición tanto inmediata como diferida, se utilizarán las pruebas TAR y Teprosif-R, respectivamente. En ambos es importante Fijarse en la articulación del menor para constatar los errores que produce. Para evaluar la articulación en habla espontánea se pueden utilizar láminas con objetos reales, y pedirle que los describa o que hable acerca de ellos (siempre poniendo atención e la articulación). También se le puede mostrar una secuencia de láminas y decirle que nos cuente que está pasando en esas láminas, o cual es según él la historia que cuentan esas láminas. Así se obtendrán muestras de lenguaje que pueden ser analizadas. Es importante aún cuando sea una evaluación de la articulación, tratar de obtener la mayor cantidad de información sobre su desempeño, y hacer un fino análisis en base a los resultados obtenidos. Otros: Ya sea en evaluación formal o informal, el fonoaudiólogo siempre debe tratar de evaluar al menor en todos los aspectos, es decir, lenguaje, habla, voz, y audición. Aunque no se apliquen pruebas formales para evaluar los distintos aspectos de la comunicación se debe hacer el análisis para obtener una visión general del desempeño del menor.
Conclusión
Debido a que los seres humanos somos entidades biopsicosociales, siempre al evaluar se debe hacer con esta mirada global e integrada. Se debe evaluar el desempeño global del menor, y obtener la mayor cantidad de información que se pueda con cada evaluación. Es importante siempre evaluar al niño en todos los aspectos de la comunicación, ya que puede ser que un menor llegue a la consulta por un problema definido, pero en el camino nos demos cuenta de que existen otros problemas asociados que se han pasado por alto. Además recordar que aunque se trabaja muchas veces con niños muy pequeños, la mayoría de ellos son conscientes de sus dificultades, por lo que se debe ser muy empático y asertivo a la hora de realizar tanto la evaluación como terapia, para evitar así frustraciones innecesarias, y potenciar tanto en el niño como en la familia una visión positiva y constructiva sobre el problema que aqueja tanto al menor como a sus cercanos.