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Introducción LOS POETAS QUE CAYERON DEL CIELO. COMENTADA Y EN SU PROPIA VOZ de José Vicente Anaya
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GENERACION BEAT
Primera edición: 1998 Portada: Natalia Rojas Nieto
LOS HECHOS
El público de los crápulas beats Beats/Beatniks/Beatsters/Hip/Hipsters/ generación beatnik o hipsteri Arte poética de los beats
1g
¿Qué es la
Ilustración de portada: Collage de José Vicente Anaya @
José Vicente Anaya
Juan Pablos Editor, S.A. Mexicali 39, México D.F., 06100
22
30
LOS PROTAGONISTAS
@
@ Insdruto de Cultura de Baia Califomia
Av. Álvaro Obregón 1209, Mexicali, B.C. rsBN 970-9059-084 Reservados los derechos Impreso en México
t¿s traducciones que aquí aparecen son, en su mayotia, de José Vicente Anaya, con excepción de la que se acredita a Víctor Monjarás-Ruiz (a quien agradecemos su permiso de reproducción) y algunos fragmentos en que se señalan las fuentes. Una versión corta de este libro se publicó en 1987, en edición marginal ya agotada.
El misticismo sensual de Diane di Prima La elevación mística de Ruth rü/eiss Michael McClure, el diablo del cielo Jack Kerouac, "el rey de los beats" Philip \üZhalen, un monje budista beat
\filliam Burroughs
js 43 57 6A 6S
75
Gregory Corso, humorista y diabólico en serio Allen Ginsberg, el diablo beat santificado Ferlinghetti, poeta beat editor Gary Snyder, el beat naturalista Margaret Randall, la dignidad de una lucha permanente
rc6
Peter
727
Orlovsky
34 96
7I7 724
737 Lew $flelch 135 Kandel Leonore El miedo a la poesia de 140 dtvinas Órdenes las Robert Duncan, un poeta bajo 149 realidaci la en Charles Olson, utopista que incidiÓ 75i Denise Levertov 76r beat del Marge Piercy, poesía feminista que se desprende 168 Jerome Rothenberg y la profundidad poética 'Wakoski, poesía de la vida en el momento 178 Diane 183 LeRoi Jones, el beat musulmán negro 190 intensidad permanente en poeta Robert Creeley, 797 y surrealista Philip Lamantia, beat católico 242 Frank CTHara, hacer poesía de lo ordinario 207 \William Everson, monje católico y poeta beat 215 Las mujeres de la generación beat EI iazz era un loco que atravesaba ios Estados Uniclos ??1 (collage de imágenes sobre los beats y el iazz)
LOS TESTIMONIOS
Ángeles beats en la carretera Los orígenes de la generaciÓn beat f19591. Jack Kerouac Kerouac, el prosista bop espontáneo. Henry Miller El Zen de los beats (fragmento). Alan"W. Watts Manifiesto: pan en contra del relol de Mozart 179641.
249 257
Leu Welcb El gozo en el camino (Kerouac y la generación beat). Jobn Tytell Corso, el ángel chavalo de la cárcel Clinton Mis comienzos... y lo que ahora siento. Gregory Corco La filosofía de la generación beat I195Bl.
267
John Clellon Holmes BIBLIOGRAFÍA
267 264
270
284 286 297 377
NI{T"RODUCCION
TA RNVOLUCION DE LOS BEATS
La generación beat realizír r-rna revoltrción literaria que empezí; muchas veces, cle varias maneras y en ciiferentes iugares y mol-I'Ientos.
Uno de esos inicios ftre en 1955, cuando seis cle los ángeies beats (o beatniks) aparecieron en público par¿r leer sus p()emas en la Galería Six ("Seis poetas en la Galerí¿r Seis") cle San Francisco. California. La invitación a aqr.rellas lecttrras fue redactada por sr.r rrganizador..Allen Ginsberg, y decía: "Seis poetas en la Galería Six. / Maestro de ceremonias: Kenneth Rexroth. / Una maravillosa colección de ángeles que se reúnen un mismo día en un mismo lugar. Habrá licor. música, poesía en serio, satori gratis. Algtrnas colectas de dinero para corrprar licor y tarjetas postales. Será i-rna reunión muy agradable." Aquellos seis poetas jóvenes eran: el mismo Ginsberg, Gary Snyder, Philip 'Whalen, Lew \ü7elch, Micl-rael McCh-rre y Philip Lamanti¿i. Tr>dos los relatos sol>re este ac()ntecimiento descril-len trna noche de ftrror en un lugar abarrotado de gente, humanos arnánclose. ebrios vibranclo al calor cle poen-ras sumergidos en la ebriedad, poernas en los que casi todos los asistentes eran protagonistas. Pero sobre tc>clo, aquellos poem:rs ftreron l¿r proclama irnplícita cle trna nlleva sensibilictad. Esta fue ia primera vez en qr-re Ginsberg ley(r su célebre poem¿r-novela "Aullido", escrito apenas Llnos días antes (experirrentanclo c()n expresiones clel inconsciente liberacio baio el conslllrro cie r;evotc v
.IOSÉ VICENTE ANAYA
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otros alteradores de la mente) y que restrltó ser el canto-himno de toda su generación, grito de rebeliones y placeres' El ambiente creado durante aquellas lecturas en la Galería Six frre descrito por Jack Kerottac en stl novela Los uagabund'os clel Dbarma. donde dice: ...esa noche me fui con Ia panclilla de alborotados poetas al'¿ Galeria Six cloncle, entre otras cosas importantes, se inició elRenacimiento Poético cle Ia ciuclad de San Francisco. Todo el mundo se reunió ahí, ftre
Irna noche de locura. Yo impulsé elentusiasmo dando brincos de aquí para allá, y recolecté monedas de a cliez c¡ veinticinco centavos entre trn público que al principio se veía muy serio. La Galería Six con gente cle pie y apretujada. Al rato regresé con tres botellones de vino tinto californiano y logré hacer que aquella gente se ilttminara. Como a las
once cle la noche, cuando Alvah Golbrook' estaba leyendo sll poema 'Aulliclo', toclo el público ebrio levantaba las manos y gritaba:'¡Sigue!, ¡Aclelantel, ¡Sigue!' (como si trataran de organizar el tráfico en un embotellamiento). El viejo Rheinhold Cacoethes,t padre de la trama poética en San Francisco, derramaba lágrimas de alegría que enitrgaba con sr-r pañuelo.
El rnovimiento beat bien puede iniciarse también en 7956, cuanclo ya publicado el libro Aullid.o y otros poemas de Ginsberg, un juez abrt6 un proceso contra el poeta acusándolo de obscenidad y atentado contra las buenas costumbres. Este juicio duró algún tiernpo, y reclamó como sentencia principalque el libro fuera retirado de la circulación. Ginsberg fue absuelto sólo mediante la defensa clel célebre abogado Elrich, especialista en criminalística, y con la condición de qlle un grupo de catedráticos Llniversitarios especialistas en literatura atestiguaran (ba¡o el típico iuramento) que aquella poesía era merecedora de valor artístico.
rAllen Ginsberg en la vida real. El poeta Kenneth Rexroth en la vida real, qttien Para entonces ya tenía cierto prestigio en cl ambiente intelecttral del país 2
INTRODL]CCION
71
El enjuiciamiento a Ginsberg puso la miracla cle muchgs rniles cle lectores (que clespués llegarían a millones) sobre su poesía, y en lo que se refiere al pr>ema "Aullido", todo el munclo vio crn claridad qr-re existía gente cle una generación con marcacJas dif-erencias respecto al status qlto; qLre había gente con un estilo de vi_ clarttdicalmente opLlesto al tr:rnqr,rilo confbrmismo. y tal vezsirvió para qLte muchos tomaran p¿lrtido en favor o en contra (aunque
llegó un momento en que de eso sacaron provecho los comerciantes, y asi impr.rlsaron Lln¿l moda de ve.stir corno beatnik, o se divulgaron imágenes en cine y televisión cJe un clesquic.iaclcr barbón vestido de negro que sólo decía incoherencias, con etiqueta cie beatnik o existencialista). Llegó un momento en que aparte cle los escrit<>res beats rniles de jóvenes comenzaÍon a expresar sus libertacles y a vestir cono aquéllos, Pero tarnbién la fama de "Atrlliclo" h¿rría que rnás escritores jóvenes se unieran al grtrpo beat, como fue el caso cie la flran poeta, Diane di Prima, quien en su libro Memorias de una beatnik cuenta que ciespués del escánclalo del juicio tuvo en sLls mano.s Lrn ejemplar de Aullido y otros poemas. y quc al leerlo había llegaclo a la conclusión de que Ginsberg encal>ezarra una vanguarclia cle "algo muy grancle". Después cle esto, Diane di prima se encontra* ría con Ginsberg, Kerouac y r>tros con qr_riene.s comp artiría todo tipo de aventuras, y sería compañera del beat negro LeRoi Jones (Imamu Amiri Baraka). con la participación de niane di prima en el movirniento beat. vendría después otra extraordinaria poeta: Ruth \ü/eiss. Ambas aportaron una nueva actitud cle ia mujer poeta: lúdica y libertaria. otra mujer importante en la poesía beat sería Denise Levertov, identificada con el grupo del Black Mountain college. posreriormente vendrían otras jórrenes con igual cariclacl poétic:r que las antes mencionadas, quienes partieron de lo beat pero llegaron a otros derroteros; algunas de éstas son: Leonore Kanclel, Marge Piercy y Diane \7akoski. Entre otras poetas beats poclemos .orrá, aJane Bowles, Madeline Gleason,Josephir-re Miles, Elise cc>wen,
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IOSE VICENTE ANAYA
Joanne Kyger, Hettie Jones, Mary Fabilli, Anne
'Waldman y la ex
mon¡a catÓlica Mary Norbert KÓrte. Pero si de dar,¿ conocer lo que son los beatniks se trata, para considerar el inicio del movimiento podemos remontarnos al año de 7952, cuando se publica la novela Go de.Jol-rn Clellon Holmes, pues en ella SuS personajes son los beats; ésta viene a Ser, pues, la primera novela publicada con tema, anécdotas y características vitales de la generación beatnik, entre cuyos personaies encontramos aJackKerouac con elnombre de GenePastervtak,y a Allen Ginsberg con el cle DauirJ Stqfsky Si bien es cierto que esta novela tuvo muy poca difusiÓn. Otro posible inicio del movimiento beat se da cr-rando uno cle .sus poetas más lúcidos, Lawrence Ferlinghetti, no sólo se incorpora a las acciones beatniks sino que , a paftir de sus logros culturaies y de contar con un peqlleño capital procltrcto de su librería City Ligbts, funda la editorial de igual nombre, donde se publicaron los primeros libros de poesía definitivarlente beat, colrlo sofi: Aultido y otros pctemas cle Ginsberg , Gasolina de Gregory Corso, Fotos clel mundo desaparecido cJe Ferlinghefti, Pctemas selectoscle Robert Duncan, El primer tercic¡ de Neal Cas.sady, Poemas selectc¡s cle Lamantia y otros. Libros que a lo largo cle los años llevan ya muchas ediciones.
Toclo un acontecimiento Con resonancias sobre los beats, tln rnomento más en que se fijan en ellos colrlo grupo de aparecidos, es la edición en 7957 de la revista Euergreen, doncle cledican un número monográfico al "Renacimiento literario cle la ciudad de
INTITOI)UCCION
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obras claves cle la difusión cle ia literatur¿r, clel modo cle ser bear y, sobre toclo, de una nueva sensibiliclacl ante el ¿lrte y la vicla" lcr (lue c()ntrilttry nruchas \/ecres, pero vale l;r pena repe -
tirla: el joven Jack Kerotr:tc c'scribiri En el cant.inct cle un tirórn. en tan sólo tres sen-l:1nzls.' I(crrxutc escribió en p()c()s clía.s su novel:r por la combinación cle una cepac:iclaclespontánea y la ansieclacl por vivir y hacer, lo clral, trniclo a su rapiclez de mecaní>grafo-rírfaga" y Ifara evitar la pérclicla de tiernpo al poner y qtritzrr las irojas cle lu mitqr-rina cie escriltir, lo llcr'ó ¿r u.sar un rollr> cle papel para tcletipo. ¡Y en ese rollo entregó cl original ¿r sr_l eclitor! Pcro el original mccanocscrito cle lls el c:ctn'tirur cir,rn-r'liír scis años inéclito, clelriclo ¿t las indecisioncs clc'l eclitor. [.lis uventure.s beatniks ahí narraclas sucedierc>n cntrc 791+7 y, 19+9,1. É:sos son otros años del conienzo clel movinrierrto lteat. Los personajes principales cie lin el cctntit'tc¡ son el n:irr:rcior 1' el protagonista o héroe cle lc>s ¿rcr ¡niecinlicntos, e i que ir-r'rprrlsa las aventllras intensas, llantacict [)ean Moriurtv (c¡trien en la vicla rea! fue Neal Cassacly). Por slrpLlest() qL¡e entre las cientás pers()nzrs encontr¿lü-los cílracterizaciones que c()rresponclcn, pot. ejernplo. a Ginsberg, corso o william llrrrroLrghs. Éste :rparece en i;i n()vcla con el nomltre clc Ilill Lee, un tipo de más edacl l,experienciri qr-re los otros. En el cantino narr:r toda lrn¿r serie cle correl'ías cie extrelno:l extretr-lo cle Estaclos Ijnicios v hasta Mérico, viuies cn todos los senticlos (n-retírfora clcl nlovir.nienro perpetuo)" anrr>rcs
San Francisco" en elqr-re hay textos de Kerouac, Ginsberg, Snycler,
Ferlinghetti, Lamantia y Michael McClure. Pero cuando el rnundo literario clel stablisbment en Estados Uniclos se estremeciÓ ante la apabullante presencia de esos ¡óvenes insolentes, fue en los úrltimos meses de 1957 con la aparición clel libro En el carnino,la más fhmosa novela deJack Kerouac, tal vez clonde mejor se sintetizan los ímpettrs vitales de aquella generación. El poerna "Aullido" y la novela En el camino son las
JLos hippic's, cl l'c¡cict'Ncgro cor-r ol.ganiz-;rcir.rilcs c'ollro cl l)erricio clc ilrs l)entcrrrs Negras, grLll)()s clc cstuciiantcs clc trnclencia lil¡cria¡ie comlr el st)s (stirLicltt.s titr r, Democratic Society). los c'hicanos ck'l l)r>clcr Clfé, rrsí c'onto los lll¡tierl¡s grtr;--¡s rlt' liberacií>n (f-enleninlt. ltonit¡se'xu¿tl. irrciia V otrr¡s). Durtit'iplrntrs lrr-tivos rlt'lrr lllilllrtl:r rebelión cle los jór,cnc-s cle 19(r0. 'N(rs rec:Llcl-cllt rt Ancll'ó llret ,\'rttlfrt t' j;l rt¡¡tt¡t' lrr¡r,, ¡tcrlj:¡t1t' lli esc'ritu
nt :tutol'l-llrtictr.
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y pasiones, Lln constante arriesgarse a todo por la vida (y mucho más); todo lo cual marca un verdadero inicio del movimiento beat.
Así, clescubrimos que los principales impulsores lleatniks se conocieron en la cantina West Endde Ntteva York. Uno de los parroquianos de esa cantina era Burroughs, donde éste conoció por separado a Kerottac y Ginsberg, Corrían los años de la segunda mitad de 7940, y todos ellos eran muy jóvenes. Unos años más tarde, por 1950, un joven reo sale cle la Cárcel Clinton y en sll ntleva libertad recala en la cantina PonyStable: es Gregory Corso, y ahi conoce a Ginsberg. Los dos se iclentifican como poetas y traltan amistacl. Estos encLlentros y posteriores aventuras harán cle ellos personajes de varias novelas de Kerouac. Sólo faltaba que ahí, en Nueva York, apareciera otro joven muchas veces convicto, Neal Cassady, quien con entllsiasnro inagotable y nervioso, invitaba a quienes lo rodeaban a vivir la acción. Cassady era hijo de un vagabundoy ya conocía todo el país sobre las vías del ferrocarril; siernpre estaba listo para partir; adelante del camino encontraria sorpresas que lo llevarían a la sabiduría espontáneay al placer, y es por eso que Nealse convirtió en el beat "clásico", en el héroe a seguir, aunque con iguales arrojos vivieron los demás beatniks. Cassady sólo escribió un libro, pero éI aparece mencionado en muchas novelas y poemas, siendo parte de las escrituras de los demás. Cassady fr¡e encontrado mllerto el 4 de febrero de 1968, en una zonaárida cercana a San Miguel de Allende, Guanajuato, junto a los rieles del ferrocarril. En San Francisco, California, los jóvenes poetas Robert Dtlncan y Philip Lamantia se reunían con otros de más edad, como Kenneth Rexroth, y clemás correligionarios en el Círculo Anarquista, lr-rgar de discusiones sobre temas sociales y estéticos con inquiettrdes libertarias. Grupos como este Círcr-rlo Anarquist¿t habían proliferaclo cle.scle hacía tier-r-rpo en esa ciuciacl, consideracla por ellcr con una vieja tradición contestataria, zona fértil parala nueva lite-
ratrlra beatnik.
INTRODUCCION
i5
La poeta Rutl-r whit iundó en 1947 el centro poéticc> cle San Francisco, donde leyeron st¡s obras rntrchos irnportantes poetas, por lo cual fue muy fiect¡entacio por escritores, rnaestros y críticos de literatura. Entre los asisrentes y lectores en este Centro Poéticcr estaban Michael Mcclure, Lew welch, philip Lamantia. G;rry Snyder y Philip'whalen, quienes serían clasificados como mienbros clel Renacimiento Literario de San Freincisco o simplemente beatniks. El caso es que ahí, en lectura.s que se realizaron p()r 1953, Ginsberg conoció a esos poetas y se clescubrieron como Llna nlreva generación (recordemos qtre todos ellos participaron t:n la lec-
tura de ia Galería Six). También por 1947, en el Illack Mountain college cle carolina del Norte (tlniversrclad alternativa cleciicada al estr-rciio clel arte). el poeta charles olson I'race labor cie enseñanza y difusión cie las nuevas ideas poéticas. de tal modo que en muchas c().sas coinciclía con los beats. olson había funciado el Illack Mountain college parala enseñanza de las nLrevas formas artísticas, y a esto se Cebe que haya sido el úrnico centro clocente clonde se estLlclizrba y ciivulgabauna literatura que era casi herética en todas las universiclacles del país. Al Black Mountain College llegaron (o se relacionaron crorl Olson) otros poetas qlle contribuyeron a cambiar la sensibiliciacl, y fueron: Robert creeley, l)enise Levertr¡v, i)atri Blackbr_rrn. cici corman, Joel openheimer, Robert Dtrncan y Louis Zukof.sky. En esta universidacl se editaba la Black Mountain Reuieut, y en elnúmero 7.se publicó obra cle snycler, Ginsberg. Dunc¿rn. corso. Burroughs, Kerouac. whalen, Zukofsky. r.evertov y Lanrantia; es decir qLre se estableció una especie de herrnandad o convergencia implícitqr entre los poetas beats y ios del tslack Mountain college y, claro, tarnbién tuvieron diferencras. otra resonancia en la que los beatniks ap¿rrecen es la lectr_rra de poesía que dieron Ginsberg y Corso en 1959, en el salón cle baile clel Hotel Loop de Chicago, c()n el fin cle recaticlur firncios para eclitar la revist¿r Big Table, qlle estaría relacionacla cc>n ios beats. En esta ocasión se rettniír r-in púl-rlico cle unos 700 asistentes
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VICENTE ANAYA
(llle vil)raron de entLrsiasmo al ciescr-ttrrir trn nuevo tipo cle pc>e.sía. Rrucc Cook narra ese suceso: "Los asistentes no sólo aplauclieron en los ffrornentos oportunos sino también en los inoporttrnos, gritaron estridentes vivas y patearon el piso. La respuesta ante los poemas y los conrentarios cle los poetas fr¡e espontánea y abierta, a tal graclo que se sentía corno haber estado en un concierto de iazz.." Gregory Corso y Allen Ginsberg lrabían tocaclo algc> t-naterial :rqr-rella noche con slr poesía." En síntesis: toclo lo hasta :rc1uí relataclo son la.s vari¿ts forr-nas en que empezó el movilniento beat, así corno l¿rs cliferentes manere.s en que pocle, ,os ¿lcercarnos a él para ver cómo estos br-rscaclores cle beatitLrd c.ir'eron clel cielo. (
r985)
Los F{ECF{oS
ET.
//
FUtsHCO DE tOS CRAPUI,AS BEATS
En estos tiempos (1985), cuando se dice que los escritores beats ya pasaron de moda, se anuncia una lectura de Allen Ginsberg y Peter orlovsky en un auditorio cle la Universidad de San Francisco y el lugar se llena con más de 6oo personas. Además (cosa que nos
puede sonar muy extraña en México) ¡cada persona paga dos dólares por ir a esct¡char poesía! Es notable que la mayoría del público esté formada por jóvenes. Aparecen por ahí otros beatniks como Lawrence Ferlinghetti. Entre una comparsa de muchachos y muchachas llega muy alegre el sexagenario Gregory Corso, abrazado de una chavala guapísima; contagian de alegria al público y, cuando se sientan, sacan botellas de licor que convidan indiscriminadamente/// Cuando Ginsberg lee sus poemas irrumpen gritos de aprobacióqy apoyo que el poeta secunda con el énfasis de sus palabras o con gestos. /// En otras ciudades de uSA también se llenan otros auditorios. /// Hace poco tiempo, en un día nevado, el público desborcló un auditorio de tserlín, Alemania, para esquchar a Ginsberg. Ruth tweiss y Philip $Thalen leen sus poemas rres días después de Ginsberg y Orlovsky. Se presentan en la sede de una organización que defiende la ecología, en el centro de San Francisco. Ei Iugar es pequeño pero se llena con más de 80 personas que tam-
bién pagaron (con derecho a beber todo el vino que quieran, contenido en botellas de un galón). Antes de la lecrura, Ruth y Philip ya están ebrios, conversan con quien se les acerque. Lucen '$íeiss lee sus poemas místicos como foviales entre la juventud.
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I-OS HECHOS 21
cantando, como si en ese momento estuviera en los espacios siderales por los que pasea sus visiones; sus poemas están tejidos con un rico lenguaje canoro e imágenes de una mente que recibe los dictados de laBelleza... tVhalen también lee como si cantara; slrs poemas cortos parecen satoris de sabiduría y buen humor... En USA abundan los títulos y las rediciones de libros de Kerouac,
Burroughs, Corso, Ferlinghetti, Ginsberg, Snyder, McClure, entre otros. En junio de I97 4, el Aulliclo... de Ginsberg iba en la 27a. edición con un tiro de 300 000 ejemplares. ¿Qué llama la atención sobre los beats? Tal vez el espíritu rebelde unido a las experiencias nrísticas y el visionario desorden de los sentidos. /// Las rebeliones juveniles de la década de 1960 (los hippies, la Nueva lzquierda,la poesía en el rock) tienen muchas cosas de los beats. / / / Esas generaciones se encontraron en las mismas ansias de libertad, justicia, autenticidad./// En las coincidencias de muchas formas de protesta se hicieron amigos Bob Dylan yAllen Ginsberg, oJim Morrison y Michael McClure. Los beatniks buscaron múltiples formas de salvarse que llamaron "arreglos furiosos", y que iban desde el consumo de una droga o alucinógeno hasta Ia práctrca desenfrenada de la sexualidad o la meditación oriental, cualquier experiencia que los iluminara y alejara de la aplastante realidad. Crápulas místicos, fueron vistos como diablos hasta por los religiosos menos ortodoxos y por la izquierda e intelectualidad tradicionales. Se autodefinieron como "ángeles clel apetito mundano", "jóvenes románticos modernos" "espías de Dios", "artifices del fuego primitivo", etcétera. Los beats constituyen una pléyade de crápulas como no ha habido ni habrá a lo largo de la historia. El mismo espíritu de rebelión y rompimiento se remonta al tiempo de los cínicos griegos. /// En una entrevista de 1976 se le preguntó a Ginsberg si la rebelión beatyahabia pasado, él respondió: "Hay un estereotipo yo sospecho ha sido cultivado por la crA a través de sus ra-que mificaciones intelss¡u¿lss- acerca de que este gran periodo o aquel gran periodo han pasado, lo que deja a la gente... como un
LaL
pez jadeando en tierra seca, creo que es una versión oficial del asesinato de la historia, para tratar de clesco razonara la gente que intenta vivir en el presente o para
de-.
viejos fatigacros que creben sentir que han per_ nrn." han viviclo.,,
cliclo sr: juventucl porqt,"
LOS HEC}{OS
BEAT'S/BEATNIKS/BEATSTERS/HIP/F{IPSTERS/ ¿QrJÉ ES X.A GENERACIÓI\ BEATNIK O HIPSTER?
Beaty hip pueden traducirse como "golpe"; beatstery bipster, como "golpeado". El término beatnik (por su terminttciín nik) tiene un sentido despectivo, pero los beats lo aceptaron (con su cinismo característico) y terminó siendo r-rna palabra tomada como favorable para los miembros de la generación. Otras acepciones de beat son: "abatido, derrotado, derrumbado, tumbado"; y Jack Kerouac le agregó la de "beatitud o santidad". Los términos beat y hip fueron muy utilizados por los iazzistas de la década de 1950. Los beatniks y los hipsters son de hecho el mismo tipo de jóvenes (rebeldes, contestatarios, informales, marginales) de la década de 1950 en Estados Unidos, aunque hay quienes han planteado algunas diferencias (cfr. Norman Mailer); sin embargo, los beat.s a menudo se consideraban hipsters. He recopilado algrrnas explicaciones de escritores (l¿r mayoríabeatniks) sobre la generación que nos ocupa. Los fragmentos escogidos son explícitos y nos brindan la información elemental para saber qué y quiénes son los beats y su generación.
joHoN
CLELLON HOLMES
Tú eres trn beat cuando estás en las profundidades de tu personalidad. buscando. Se es Lrn existencialista más en elsentido de
)1
Kierkegaard que en el deJean-Paul sartre [...] Ésta es la primera generación en la historia de Estados unidos que ha crecido en tiempos de paz con entrenamiento militar aceptado por la mayoría como t,ida. Los miembros de esta generación son los primeros en pensar que los conceptos de la psiquiatría se han vueito tan intelectualistas que no pueclen ser la medida del ahn¿r humana [...] Este Í{rllpo incluye a veteranos de tres distintos tipos de guerra moderna: la caliente, la f ria, y otra que no h¿r sido liamada del toclo guerra: la acción policiaca [...] Las nociones convencionales sobre la moral pública y la privada se han ido atrofiando en los últimos diez o quince años, porque se ha pllesto ai descubierto la traición en el gobierno, ia corrupción en ei trabajo y en ios negocios, así como los escándalos de los poderosos de Broadway y de Hollywood. La confianza política con ia que se han iustificado matanzas ha perdido credibilidad, pues éstas han alcanzado proporciones qr-re hacen tambalear a las mentes más calcr-rladoras. Las concepciones religiosas ortodoxas del bien y del mal se presentan conto
inadecuadas para explicar un mundo de ciencia ficción hecho realidad [..,] fa generación beat es vigorosísima, deseosa, infatigable, curiosa de su pasado. Nada parecia interesarlos ni satisf'acerlos sino sólo los extremos en ios cuales, si ellos han incluido a los narcóticos, también incluyen la santidad cle los monasterios 1...1 Si han hurgado en las drogas, en primera instancia su razón primordial trene mucho que ver con el deseo de conocer profundamente el desconocido mundo interior que los habita, conro un escape del intolerable mundo exterior [...] Pero es quizás en poesía donde la attitucl de la generación beat se ntuestra más claramente artictrlada [...] En San Francisco. toda Lln¿t escuela de jóvenes poetas ha roto con lo adornado cle los títr¡los universitarios [...] Muchos de ellos nos recuerdan a los fiailes mendicantes o a los juglares de la Edad Media, acarreando sus pertenencias en strs morrales. "La fllosofía de la generación beat [1958]" , Sábado cle Uno ntás Uno, num. 342, 19 de mayo cle 7984, pp. i-3. Traclucción cle Víctor Monjarás-Ruiz.
JOSE VICENTE ANAYA
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JACK KEROUAC
Hay hipsters que no son melosos, hay inteligencias que no están trilladas, hay intelectuales desharrapados que saben todo acefca de Ezra Pound, y no son pretenciosos ni palabrean sobre lo que saben; son muy pocos, igual que hay pocos Jesucristos [...] Los únicos que me interesan son los locos, los locos por vivir, locos por hablar, locos por Salvarse, deseosos de todo al mismo tiempo, los que nunca bostezan ni hablan con lugares Comunes' sino que arden, arden, arden cual fabulosos cohetes pirotécnicos que explotan como arañas cruzando las estrellas' On the Road,TheViking Critical Library, Penguin, USA, 1979. Traducción de José Vicente AnaYa.
LOS HECFIOS
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culturales y .se eleva rnezclanclo lenguajes cle experiencias totalmente distintas... Al virrir en contacto estrecho con criminales y prostitutas, al conocer la brutalidad cle la policía, el hipster actúa como si quisiera reir de la tristeza de str mundo fuera cle la existencia, siempre iluminando su desesperanza o su éxtasis con músicra y drogas. Al buscar otros ntodos de ser y de placeres interiores, el hipster realiza Lln¿l secreta iniciación de la conciencia con mariguana, cocaína, opio, benzenclrina, cualquier cosa que lo deprima o lo eleve, cltre lo lleve a lo altct cle un continr.lo tintineo de significados para alcanzar pronto la preciosa presencia interna... "The flroken Circuit", On tbe Rc¡arJ. Text ancJ C'ñtictsm, ed.y rec. Scorr f)crnalclson, 'n/cl Pengtrin, ilSA, 1979. ¡-:.333. Traclucción de -fosé Vicente Anaya.
NORMAN MAiLER \{/ARREN TALLMAN
filosofía hip... es la afirmaciÓn de lo bárbato, porque se requiere una pasión primitiva por la natvtaleza humana pata Creer qlle los actos individuales de violencia son siempre preferibles a la violencia colectiva
El negro blanco,Tusquets, España, 1968, pp. 44-45. Traducción de Isabel
El hipster sabe qlle la úrnica tierr¿l prometicla está en el AHoRA, v que el único moclo cle emprencler el viaje consiste en escarbar [buscar] todo y partrr,l-rasta qlle Llno "la hace" lalcanztr su propósitoJy puede balancearse [moverse con libre albedrío, corno se balla el lazz). "Keroll¿lcs Sotrnd", On tbe Roacl. Text and Critícism, op. ciÍ.. p 515
Vericato.
Traclucción cle .|osé Vicente Anaya.
JOHN TYTELT
AIAN
El hipster, blanco o neÉ4ro, habita el mundo de las calles en las ciuclades. Su icleal consiste en conocer el funcionamiento del mundo normal para ponerle trampas. De Cierto modo, él es un inteiectual de las calles, pero en lugar del raciocinio de la academia lde la universiclacl], él improvisa sus datos, confunde sus fuentes
Los beats forman Llna generación cie jóvenes que se niegan et participar en "El Modo de Vida Estadounidense" ["The American tVay of Life"l; iniciaron un:l revLlelta cuyo propósito no consiste
\üT.
$TAT'|S
en cambiar el orclen existente sino salirse de é1, para encontrar el significado de la vicla por rnedio cle erperiencias subjetiv¿rs y no
Wl.r:¡1$i¡::liliiriaiiii:lirll,irili:
rli¡l,l
ÍOSE VICENTE ANAYA
26
pormedio de la proeza racional. La actifLlcl beat contrasta con la mentalidad "cuadrada" lconformista, formal] y otras qLIe se dejan Controlar por el engaño de las convenciones sociales; que ignoran la correlación entre lo correcto y lo equivocado, la mutua necesidad del capitalismo y el comunism o pafa existir, la profuncla identidad enrre el puritanismo y la lascivia o, como se dice ,la alianza entre el crimen organizaclo y la antec^rnara de la Iglesia para mantener las leyes en contra de los juegos de azzt'r. "ElZen de los beat.s", Sabadocle Uno más (Jno, núm.336,7 cle abril 1984,
p.9. Traclucción
cle
de José Vicente Anaya.
LOS HECHOS
jHoN
21
TY:r-ELr
.iohn Clellon Holmes c()nsicleró que el jazz había llanraclo. clescie Ia oscuricLad, a sLl generación. Era una eufbrra gozos¿r, r-rn baile que los hacía perderse, una expresión de io ext¡berante, Lln estili> de balanceo con energía y sin trabas qr-re ios negros habían clesarrollado como defensa y continuidacl de las herencias con origen en África. Los beats respondieron áviclamente a la rnúsica negra porque, dice Holmes, "nos sentimos, corno los negros, atr¿ipados en un mundo conformista que nacla significa para nosotros". '''fhe lJroken Circuit", op. cit., p 332 'fracluc--ciírn cie_|osé Vicenre Anayu
MICFTAEL MCCLURE
Muclro cte lo que define ala generación lleat es lo natr-rral ---el paisaiecle la Naturaleza, en elcaso cle Gary Snyder; la mente como algo natural, en Allen Ginsberg. L¿t conciencia es un fenómencr orgánico natLlral. Los beats comparten el mismo interés en Ia que ellos han Naturaleza, en la mente y en la biologia -áreas con la opción de o expandido y sostenido con la política raclical la anti-política. Scratcbing tbe Beat SurJLtce, Nomh Poi¡rt Press, San Francisco, 19[J2, Traducción de José Vicente Anaya.
p
11
GARY SNTDER
En cierto sentido, la generación be¿rt es la reunión cle todos icls rnodelos y mitos legítin-ros que han existido en otros tiempos en '\)7alt \ü/hitman, Estado.s L]nidos, colro John Mttir, Henry Davici
Thoreau y el vagabundo. Nosotros los juntamos a todos ellos y los pusimos en activiclad; les agregamos algo de ltuclismo, y esto nos dio temas para la literatura. lack.'s Book.... Penguin, LISA, 1979, p.213. Tracltrcción cle.)osé Vicente Anava.
BRUCE COOK
He aquí, pues, el panorama lde la literatr-ira estadouniclen.se cle lo-s d,el lVeu,Criticsy los intelecaños cincuental. Los dos grr-rps5 -le5 tuales de Nueva York- ocupando el centro del escenarioi ejectrtaban sus nrtinas familiares frente :l los aplar:.sos disper.sos cle un público indiferente. De acuerdo, puecie qr-re el espectáculo no sea mlty interesante, pero prevalecen en él el respeto y las buenas
costumbres. Pero de repente surge ai escenario, de.scle los bastidores, una manada de seres frenéticos, sucios y sin afeitzrr qrie se arremolinan a su derredor, gritan obscenidades, se irurlan y de.sdeñan a los campeones del intelecto qtre e.stán congreg:rclos allí. Entonces, donde existía el orden reina la anarqr-úe. / En realidad, no fue así ccmo sucedió, pero ésa es la forma en que ios miembros del poder literario creyeron que est¿rba sucediendo. Para quienes m¿rntení¿rn sLr pL¡esto en cl escenario con tanta tenacidad, la irritación mírs grande no provenía dc que los l-reats.
que:ihora los sobrepasaban, ftrer¿rn m¿rl educaclos o poc() serios. No, lo que más les molestaba e r:r qr-re ei priblico, a ciuien sírlo ha-
ffi'Tr.
;'r":r''1''::r
IOSE VICENTE ANAYA
28
LOS I-IECHOS
29
bían abunido, se sintiera de súbito tan vivamente interesado por los beats. Lageneración beat, Barcelona, Barral, T974, p.17. Traducción cle Esdras Parra.
ATLEN GINSBERG
El rechazo a los primeros textos beats
de McClure,
-textos Snyder, Kerouac y míos- se debió a la existencia de una crítica literaria basada en puntos de vista estrechos sobre la naturaleza humana, al mismo tiempo qtre había una sensibilidad exprimiday un desorden mecánico cle las mentalidades que prepararon la guerra fria y el genocidio ecológico presente desde la guerra de Vietnam. Han promovido la insensibilidad, han desárticulado la mente del cora. in, le han cortado la cabeza al cuerpo; todo esto es prodtrcto de ias rrerrtes robotizadas de las universidades de Hawardy Colu,'rbia, de donde salen intelectu¿rles como Kissinger y Schlesinger [...] Los intelectuales académicos nos han atacado porqLle hemos estado abriendo el irrnbito de otra conciencia a la que podríamos llamar, cn cierto sentido, la conciencia ecológica planetaria.
"
Composed on the Tongue, Grey Fox Press, USA, pp. 70-71. Tladucción de José Vicente Anaya.
MITCHEI-L GOODMAN
Vivimos en una conflsión que arrgllra el caos, en el núcleo de un proceso de cambio qLre apenas comprendemos. Sólo los jóvenes (y los que viven junto a ellos) comienzan a entender: son los hijos de un mundo sin futuro previsible, cuyos gobiernos ofrecen control y terror en ltrgar del "logro de la felicidad". LJn mundo en el que a los criminales de guerra se les llama líderes. Citaclo en Mario Maffi, La culntra underground, Barcelona, Ana¡4rama, 197i, vol. I, p. 11. Traclr,rccion cle Joaquín Jorclá.
HENRY MILLER
Ésta e.s Ia era cre los rniragros. ya pasó er clíacre los asesinos. Los maniátic's sexuale.s e.stán en er iimbo.'egociantes Los osacr's artistas del trapecio se quebrargn l's ct¡ellos. L-stam's en un tiernpo de maravilras en qlle nlrestros científicos, sufragacro.s y animados por los grancres .sacercrotes crer pentáÉ{ono, cran
instruc_ ciones gratis sobre ras técnicas cle ra crestru..L., rnutua .v t.tar. ¡Qué! se trata del progreso; si puecles nrétel'en Lrna nover¿r pero, si eres trno de los que comen carrr>ña, no ha¡4as una carnicería cie lavida. Y no nos hables cle la literattrra ,,blrena,,y,.limpia,,_¡n()
nos
riñas!-. Deja que
habren los poetas. pr_reclen e.star goipeacr.s [beats], pero no andan cabargancro .sobre er poder atómico. créanme, nohay nacrarimpio ni sarucrable, ninguna prornisión en estos tiempos de maravilra.s -cxcepto r" "rpérencia riteraria_ Y es probable qtre los kerouacs tengan ia úirima parabra.
"Kerorrac, el prosista bob espontáneo,,, sábctcrct cre uno mas (/no. núr.l 340, 5 de nrayo de 1984, p. 2. T'raclucción cle José vicente Anaya.
LOS HECHOS 31
ARTE POÉTTC.& DE I,OS BEATS
Alaba, pues, la pérdida de nuestra compostura, la / imagen que encaja sin ser explicada, ra ruptura musical/ qr-re luce criscorclrnte. ALLEN GINSBERG
El poeta es sacerdote.., yo moriré sólo cle poesía que salvará al mundo...
GREGORY CORSO
Un poeta eS un espía, pero no de asuntos políticos, él nos espía a todos y a todos nos informa. Keats dijo que él era el espía de Dios. Al creer en el ser humano yo me convierto en espía'de la humanidad.
Al poeta lo ven como secundario respecto al poema. Se acepta que el poeta sufra, pero no que el poema hable de sufrimiento ni que nos haga sufrir. Yo digo que ésta es una triste comedia porqlle, cualquiera que sea la luz que pr,reda producir el poeta, es no el poema- quien la produce. La luz viene del poeta, él no-y delpoema.
Las palabras qlle prclnunciamos tocan nuestro aliento, el alien-
to toca al sentimient'. y el sentimiento articula el lenguaje poema.
ciel
El método debe ser la carne abiert¿r / sin ack¡rnos sirnbólicos, visiones y prisiones de este insta nte / [al como :ie ven ahor¿1.
,/
JACK KEROUAC
Quiero que se me considere un poeta j.azzistal que sopla un rargo blues en un concierto / chur.¿nte la noche cl. ur-, ciomingo.
que escribo,
cuando el ser dei tiempo cle la esencia está en la pr_rreza clel discurso, entonces el lenguaje insinuacio fluye clescle la mente. sin pertr-rrbación, como secreto personal cle palabras_icleas. so_ planclo (como lo hace'nel múrsico cIe jazz) en i¿i sr:bjetiviclaci c1e la imagen.
ROBERT DUNCAN
MICHAEL McCLURE
[Poeta y poema] son parte de r-rn orden cósmico incesante... yo no me esfuefzo en obligar al poema para que sea auténtico, sino qtte permito manifestarse a la autenticidad que surge de la experiencia
La poesía no constituye un sistema, sino hecho.s verclacleros gue se encllentran o suc$cl_en a través cle los sr>niclos. La
Yo soy la sustancia de mi poesía. Quien honre a la poesía me honra a mi. Quien me maldiga, rnaldice a la poesía. Soy la poesía
humana reconocida en el lenguaje...
acto clel pensamiento que ilega al pr,rnr, ntllestra de la libertad rnás plena.
poesía
r-r-r¿rs
.,.,
curminante, e¡i",un¿l
32
IOSE VICENTE ANAYA
GARY SI$TDER
La poesía es médium de los rni.sterios de la voz. En la poesía se aplican, hábihnente, las inspiraciones de la voz y del idiorna p.¿ra craptar esos estados cle ánimo qlle son extraños y pc>derosos. ...es necesario buscar, de forma exhaustiva, en los pocieres negativos y demoniacos del inconsciente; y al reconocer estos pocleres... Lrno se libera de esas fuerzas.
flos PHILIP WHAIEN
Mi poesía es una fotografía o un grabado de la mente en movirniento, lo cr-ral f '.^ma el cuerpo de un mundo qlle está aquí mismo y ahora; esto e.s la nistoria... y eres túr [...]Un tejiclo continuo (¿cine clel neruio'/) tan extenso g()mo esta¡j líneas q¡e escribs -"ge¡finllo" dentro del tiempo-lírnite...
pRoTAGonIIST.AS
Et MISTTCISMO
SENSUA.T DE DXANE DT PR,IMA
"Soy una mujer de placer
/ y doy
sal cuando me dan sal. Libre de
la esperanzay del conocimiento, he dejado esto entre piedras mo-
lidas de otros umbrales". Esta mujer que se declara por el placer es una excelente poeta cuyas experiencias límites estallan contra las murallas de todo tipo de opresión (política, moral, sexual, etcétera). Sus poemas amorosos, bellanrente descarados, debieron haber sido muy escandalosos en la década de 1950, la vigorosa década en que se inició la generación beat. Poco o nada se conoce de las muieres beats. De por sí, en México esta literatura ha sido poco difundida (y poco traducida), rrrás bien ha sido ignorada. El poco caso sobre la literarura beates productode cienos miedos atávicosyde cierta ignorancia academicista, cosas que se justifican en esquemas como el de "la imposibilidad cle las vanguardias artísticas después del surrealismo", etcétera. Pero la verdad es que mucho después del surrealismo, en 1960, se consolidó la vanguardia de la literatura beat,y es ya trn fenómeno innegable. Otros miedos atávicos han cerrado los oios ante la poesía de las muieres. Y hay mujeres beatniks poetas, vigorosas, irreverentes, místicas como es Diane di Prima. Los moralistas han atacado a Di Prima por su libro Memorias de una beatnik. Es éste un rico anecdotario de las relaciones interpersonales en la generación beaty, por supuesto, el testimonio de una muier que en Estados Unidos se enfrenta (y se diferencia de) al mundo de los conformistas.
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IOSE VICENTE ANAYA
Por su vida y obra de muier nueva, no tradicional, Di Prima ha sido considerada poeta feminista, y lo es. Ella está entre las poetas estadounidenses (Ruth'Weiss, X.eonore Kandel, Denise Levertov, Ruth rü(/hit, Ruth Krauss, y otras) que han abordado su condición
de mujer en franca lucha y con excelentes resultados en el arte. Sin estas poetas no puede explicarse la aparición de otras más jóvenes que han enriquecido la poesía de Estados Unidos, corno Erica Jong, Marge Piercy, Diane Wakoski, Barbara Szerlip, etcétera.
POEMAS DE DTANE DT PRIMA
Tu lemgua...
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un pedazo de carne los dominflos, una hojita de azucena para oler en la almohada, un queso en el refrigerador, un beso de lengua entre las pesadillas? Si no es así, no me vengo contigo.
Entre tus brazos.
.
.
Entre tus brazos, chavalo mío, no siento la primavera en el invierno: pero se me olvida calzar los zapatos.
Tu lengua es una
exploradora que rompe las prisiones de mi cabeza. IVo, cbaualo.
LOS PROTAGONISTAS
..
Entre tus brazos, chavalo mío, no escucho los cantos de los ángeles; pero se me olvida prender el tocadiscos.
No, chavalo, nunca nadaremos
tú y yo al unísono; pero nuestro sonido sincopado será salvaje.
Si me uengo... Si rne vengo a vivir contigo, ¿me prom, 'erías
El clía que te besé. .
.
El día que te besé, la última cucaracha se murió. Las Naciones Unidas abolieron todas las cárceles. El papa
admitió a Jean Genet como miembro del Colegio de Cardenales. La Fundación Ford, con gasto enorme, reconstrLryó la citrdad de Atenas.
ÍOSE VICENTE ANAYA
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El día que hicimos el amor, el dios Pan volvió a la Tierra. Eisenhower dejó de jugar golf. Los supermercados vendieron mariguana. Y Apolo leyó poemas en el parque LJnion Square. El día que retozaste en mi cuerpo las bombas se disolvieron.
Niruana azul Lo que sucede es que no sucede nada. Mis heridas ya no sanan y tampoco se infectan. Voy ansiosamente tras las personas que antes he ansiado. Anoche dormí sola porque, ante todo, soy una pagana. Y creo que esto conmoverá a los dioses para que el poder nocturno se vuelva gozo en el día. Parece irrelevante pero, cada cosa que está aquí, fue puesta para reconfortarme. De esto me doy cuenta
dolorosamente.
LOS PROTAGONISTAS
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He aquí la lista de Io que estudio Cómo deshacerme de los libros ingleses, r-rn grabado en madera con tres reyes homosexu¿lles, el mapa de Grecia que cuelgcr en nri prinrer camino. un dibujo en tinta (de Rerny) clel "Pirlaro" etcéf Cosas que podría en¡lmerar dur¿rnte toda la noche, pero no lo haré. Toda la oscuridad del siglo cliecisiete tin-rbra en mi cabeza sus discctrdias. Aquí está el incienso las uvas secas las fibras
y las piedras del bosque.
Debería de rentarle n-ri alma a un santc) drogadicto, y bajarme de la cumbre cie la iuz como si fuera el aire.
IVotas en
la ciucJad de San Francísco
Escucho en el tocadiscos un blues cle cocaína,
todas las noches sueño sexo, la neblina cabalga en el cielo y se va por la bahía
en el cuarto de atrás están ios brincoteos
.JOSE VICENTE ANAYA
40
de Aleiandro y Rodolfo con James Taylor, y aquí están las piruetas que Tara ejecuta para Victoria Spivey, mientras que resplandece
un niño vagabundo lo único que importa, dijo Pound, es la calid.ad de la emoción.
Pesadilla 6 Quita de mi cuchillo tu cuello degollado.
Pesadilla 9 Sigan caminando, dijo el policía. El parque se cierra a las nueve en punto, cabrones. Con una chingacla, ustedes se creen los dueños de este parqlle.
+l
LOS PROTACONISTAS
no ha sido la primera vez que se haya visto un árbol catatónico'
Pesadilla
1O
Lo vi, amigo, lo leí en Llno cle sus chingados periódicos industriales: "Se abre la estaciÓn par¿I mayores de 27 años
en cagaderos y viejos correveidiles, hombres con láPices labiales, mujeres con montones de navajas, actores afuera del escenario, poetas para cualquier prescripción. La Bondad de la cabeza cuesta diez dÓlares. Puedes llevarte a los iazzistas y a los drogadictos por cinco dólares más'" Puecles decir que estoy enloquecida, pero eso
no significa que esté loca. Pregúntale cualquier taxista.
Loba No responden nada ¿eh?, ¿no se mueven? Ya veremos. Los encenaré una semana para tenerlos en observación. Apuesto a que les caerán muy bien unos choques eléctricos.
Tocó su silbato. En eso, llegó un automóvil blanco con sirvientes blancos que, sin ernoción alguna,
cumplían con sll trabajo. Ésta
Ella está sobre un tapete de Paia en el cuarto tibio pensando en el amor toda la tarde sólo tiene recuerdos y no piensa en nada' No hay viento.
a
42
,JOSE VICENTE ANAYA
Gritan los niños en la calle. Con sueño en strs ojos
LA ELEVACTOI\ MTSTICA DE RIJT'H WE{SS
se tiende,
ligerarnente absurda. Sueña despierta
junto a su diadema. En sus labios hay Lrn¿l [onta sonrisa y tiene sus piernas bien arqueadas.
En 1978, para ayr-rdar a una sociedaci ecologista independiente (en San Franciscct CalifuSA), Ruth \üleiss leyó sus poemas iunto con Philip tVhalen. No pudo haber una mejor combinación de poetas de una generación. Whalen y tü/eiss coinciden en un tipo de poesía clelicada, sonora y místiczt. Lzt poesia de Ruth \Weiss tir:ne, además,la característica de llevarnos, por vía de su misticismct cósmico, a viajes interestelares: el lector o el escttcl-ra puede resistirse a acompañarla en ese viaje, pero la poeta, de cualquier i-nodo, con su canto surca los senderos dei espacio inflnito, muy, nlLty
elevada. En dicha lectura no faltó ei vino, elixir que Ruth Weiss terrestre v alegremente con los
y Philip tVhalen compartieron asistentes.
nació en Berlín, Alemania, el 2+ de iunio de 1928. de edad emigró a Viena en caiidacl de reftrgiacla, años A los cinco y después a Estados Unidos, clonde reside desde su infánci¿r. En 7952 se est¿rbleció en la citrclad de San Francisco, de tal moclo que Rr-rth Weiss
fbrrnó parte del ambiente creativo de la nueva poesía estadouniclense que ha sido llamado "El Renacimiento Poético", categoría, en la que se incluye a los beatniks y filobeatniks. El libro del que ahora traducimos poemas de Ruth lX/eiss es Diarío ciel desierto ( Deseft./ournal), en el ctr¿rl. dtrrante 40 clí¿rs. un
poema diario describe las visiones qllc la poeia tiene en ese territorio "inhóspito", Al final de este libro se presenta ala autora como: "poeta, cantinera, maga, andariega, ciramaturg¿I, refugiada" que la definen como beatnik-. Gerard Samuel comptlso
-cosas
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JOSE VTCENTE ANAYA
música para el poema "Día cuarenta", obra que se estrenó el 13 de diciembre de 1976 en el Museo de Arte de la ciuclacl cle Los Ángeles, con la participación de la autora. Ruth rweiss también ha .sido cineasta; ella escribió y dirigió la películ a La orilla, realizacla
en 16 mm.
POEMAS DE RUTH WEISS
Día ocbo no podemos ser amigos pero tampoco tenemos que ser enemigos la bruja gruñona se vuelve hechicera el atlántico re-asciende
en marte la violencia se desgasta en sí misma
y se desaparece sólo el pájaro de fuego, clavado en la punta de la pirámide, con sus garras húmedas mantiene el pico abierto al :rlma de los astros los mitos son tan verdaderos como tú dondequiera que e.stés en el momento en que se cllent¿l un mito
ffi{S}l+++ilq:¡:}ir::":
::::
LOS PROTAGONISTAS
el último en creerlo es quien lo narra el relámpago de la energía se expande un pájaro bufón destruYe las puntas de sus alas el vuelo y la exhalación ¿quién quiere algo de su forma de vuelo? se ha fatigado el desierto, él es todo un organismo
vivo frente a una continua aniquilación el desierto es todo mito y es verdacl, como tú, dondequiera que estés en el momento en qlle se cuenta un mito el último en creerlo es quien lo narra ptrede haber una puerta allierta que en realidad está cerrada
con candado; y puede haber otra ccrrada con candado pero que está realtnente abierta sólo el desierto, v¿lsto Y lento, moveclizo en sLl arenzl, Podría
+>
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.JOSE VICENTE ANAYA
coniurar candados y puertas en su espacio abierto
el atlántico descendió por Llna pared de agua y el fuego respira respire quemando la respiración la arena la vida la muerte en una esfera
sólo en el desierto el pájaro de ftrego se para en la pirámide con sus garras húmedas y el pico abierto al alma de los astros
Día ueinticlós
los dedos de las manos, al apuntar, se clavan en la noche tan negra de rutilantes astros donde hay un perro negro que a nadie pertenece puesto que sale de mi alucinación
-
este perro es un guardián mensajero
y, como tú, tan sólo es un discípulo que sigue el movimiento de los dedos clavados en la noche, por apuntar no hay estrellas, en ningún lado, que sean errores de la imaginación sólo el mito es verdad, como tú, dondequiera que estés en el momento en que se cuenta un mito el último en creerlo es quien lo narra
no podemos ser amigos pero tampoco tenemos que ser enemigos la brtrja ¡¡ruñona se vuelve hechicera
LOS PROTAGONISTAS
primero llega el dolor en el clesierto la ausencia de dolor es el desierto
no tener qué poseer es el desierto no tener un dónde es el desierto ningún lugar para danzar es el desierto pero el mismo clesierto se vttelve clanza grano por grano toclo colorea
todo lastima en la arena arcliente y el alma se lnueve corTlo los pies descalzos
sobre arena qllemante
4/
r$ix $i.il
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.losÉ vtcrNTE
el 22 es 'rn doble signo de interrogación, que anula los quizás como 2 negaciones ¿es pregunta qlle niega? el sol ardiente del atardecer, por el negativo de una foto, destella sobre las estructuras qr-re fueron aplanadas y siguen de pie en la luz de la memoria, mientras otras figuras de la oscuridacl .se van rumbo al escarnio habría que hacer alguna cosa sabia no sé qué pero algo sabio - - -
como la rapiclez grano por Élrano todos los colores hacen mlrecas tock¡ lastima
en la ¿rrena arcliente y el alma se mueve c()rn() los pies descalzos sobre arena quelnante tocla.s las estnrctLlras aplanadas
siguen de pie en la h-rz cle la rnernoria; mientras otras, hacen el escarnio entre la osct¡riclacl trn chagal en
ANAyA
iii,
Los
49
pROTAGoNTsTAS
y quedan grabadas estas consideraciones
considera tan sólo al
unc,r
mismo
si supiéramos qué preguntar se manif'esfatia el uno mismo si pudiéramos liberar al desconocimiento para que se sienta stl necesiclad; podría, él solo, llenar el rodo si uno pudiera ser el todo en uno mismo, sin posesiones, toclo sería de uno mismo - - si por primera vez estás en el desierto en el día 22,
todo lo verás al ras ¡entre tripas y plumas! grano por grano todo colorea
todo lastima en la atena ardiente y el alma se mueve como los pies descalzos sobre arena quemante
y si arriban las fuerzas oscuras ¿qué harías? ¿un 22 y Io arrasarias?
vuelc>
clesafía la ley de la gravedzrcl
cr-rando lleguen las fuerzas oscllras debo cruzar la masa espesa
IOSE VICENTE ANAYA
50
donde cleopatra y mae west dibujan curvas sobre paredes
MICHAEI, h¡fcCLURE, EL DIAtsLO DEt CIEI-O
¿cuál ma- espesa? ¿cuáles pai.'des?
cuando se acerquen las fuerzas oscuras debo invocar la a:¡uda del viejo patriarca que fue amarrado a su lecho de muerte para que no se escapara su último gesto ¿cuál patriarca? ¿.cuál lecho?
cuando lleguen las fuerzas oscuras llamaré a todas las estructuras que fueron arrasadas, y llamaré a todas las figuras ausentes y presentes
y habré de llorar al encontrarme ¡con las 2 negativas!
IYosotros entre resuello y resuello ganamos la paz tuvimos sueños supremos entre alas de ángeles sirenas y lluvia sobre cada hoja de las plantas producen ecos de coros del arrecife más lejano tercer ojo, tercer oído qlle marcan el pasado qLle por su lejanía es que está cercano el candelabrc> se inflama a pesar cle la tormenta que limpia la sonrisa de la casa.
velocidades de bala en su motocicleta, las carreteras vieias o modernas de California, vestido con chamarra negra, pantalones de mezclilia y botas. Lo vieron como a un rebelde metido en el vértigo de ia velocidad. Hablamos del beatnik Michael McClure (poeta, novelista, dramaturgo y ensayista). En la portada de su libro Estrellaaparece McCiure cabalgando en su moto. No es de dudarse que siga, sobre dos ruedas veloces, por las carreteras. Es un diablo del cielo; por algo se define como un ateo místico. En su libro Tantras.fantasmas, McClure dice:
Innumerables veces surcó,
a
Nací en el estaclo de Kansas, productor de trigo y petróleo, el 20 cle octubre (como Rimbaud) de 1932. Crecí en las playas negras clel Océano Pacífico, en Seattle. Regresé a la ciudacl de Wichita y florecí en la universidad de Kansas bajo el aura delitrzz, de Villiam Blake. cle Sweclenborg y de lo.s visionarios surrealistas [...J Soy Lln ateo qi-re cree en -)esucristo y en Anacreonte (el poeta griego del placer). Me fascinaron Billy The Kid yJean Harlow [...] Vialé en clos ocltsit>nes :l México (una vez a las montañas cle Oaxaca, para filmar un ciocumental sobre los hongos sagrados)... Mis ojos se ven de un intenso café-oscllro, y a veces, insanos. Creo en t-A. I.IRERTAD, IA BELLilzA,F.L LIBERTINA,III, y LtN LA cREAcróN DE Mr ALMA nsÍ couo yo AyuDo A. tA cltEAClÓN nI'L Ai-r{A i1N LoS oTRoS a través de mi poesía'
McClure fue amigo de Jim Morrison; también tnantuvo contacto estrecho con ios poetas del Black Mountain College y a veces lo ubican en este grupo. Talvezvalga decir qlle pertenece a los
JOSÉ VICENTE ANAYA
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beats y al nnac, y gue, al mismo tiempo, fue enlace entre los dos. McClure y Charles Olson (del s¡úc) coinciden en varias cosas co-
53
LOS PROTAGONISTAS
2. EXISTE
mo la idea del "verso proyectivo". McClure ha dicho: UNA
Mi escritura se disuelve en abstracciones porque me pierdo en la emoción y en la inmediatez es donde se presenta el aspecto
-ahiproyectivo" El "verso
"proyectivo" del poema. es para mí algo natural, un estado por debajo del estado que deja que el lenguaje me controle (en vez de que yo controle al lenguaje). Se puede decir que yo pierdo el control del lenguaje.
POEMAS DE MICHA.Etr McCL{jRE
FL'ERZA
CENTRAL
en
nosotfos v está
en todas partes.
Para Cbarles ¡SIEMPRE
1.
ESTAMOS
LOS TERRONES
MoNTADos en ella!
QUE SOMOS
((se ¡uurv¡N en estas TORMENTAS
nouÁvnces DEL AZUL OSCURO
Sopla alrededor de nuestros oídos cle nuestros ojos, NOSOTROS SOMOS
el núcleo de esa fuerza.
y olas plateadas))) Los terrones que somos son reflejos
y contra-reflejos del viento y se rompen nada más porque sI...
Para Joanna EL COLOR ROSA ESTÁ EN EL CIELO;
y el azul gris en los aleros.
54
IOSE \4CENTE ANAYA
LOS PROTAGONISTAS
55
hay una cama de oro, radiante,
Las
palomas
el aire está lleno de colgajes y vainas de plata
producen murmullos.
sonrío conmigo misrno. Conozco
Mientras caen
todo lo que se debe conocer. Todo lo que
vecr
las hojas de los árboles.
lo puedo sentir. Soy amigo del dolor de mi vientre. La resouesta
v mis ojos se enamoran de tus ojos. Toma mi mano, por favor.
al amor es mi voz. ¡No nuy ti".npot No hay respuestas. La respuesta al sentimiento es lo que siento. La respuesta
y tibio. Estoy sonriendo. Ei dolor está señaiado por muchos, sin congoja.
es tierno
(fragmento) Claridad-palpo el brillo-sentado en una silla negraMecedoralas blancas paredes reflejan el color de las nubes al moverse frente al Sol. ¡Intimidad! I¿s casas no son importantes-me gustan los pedazos del espacio horripilantes y bellos. Puedo escuchar mi propia música y hasta podría escribirla para que nadie la lea. Sobrepaso mis fantasías mientras me cantan con voces circulares. Visito mis propias poblaciones y sé todo lo que debo saber. -oDO!
A]'RAVTESO Mr pROprA
es el gozo sin sentir.
El cuarto es un querubín policromado con aire y colores brillantes. El dolor en mi estómagcr
Poema peyote
¡LO SÉ
al gozo
HngrTAc¡óN
¡La
luz cambia al cuarto del amarillo al violeta!
El espacio café-oscLlro, detrás del cuarto, es precioso, íntimo, calladp y permanente. El lugar de nacimiento de Brahms. Yo sé
todo lo que debo saber. No tengo prisa. Reconozco significados en paredes raspadas y en techos quebrados. Estoy separado. Cierro los ojos en la divinidad y en el clolor
parpadeo en un gozo solemne e insolemne.
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JOSE VICENTE ANAYA
Sonrío conmigo mismo en cada movimiento. Y al caminar piso
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t,OS I'ROTACONISTAS
Canción
muy alto, cauteloso. Lleno todo el espacio con mi cuerpo. Descubro el secreto y las Idistintas
formas del humo que sale de rni boca.
No me preocupo y soy parte del todo. Distinto. Estoy lejos de la belleza y de las tinieblas. Lo veo roclo.
Demonios NOSOTROS
NO CREEMOS
que toda la gasolina que queman, ni todas las montañas de comida que consumen, ni el inmenso ceremonial que requieren para la construcción de automóviles; inada de eso alcanzará a nuestro conocimiento
de la poesía;
Nosotros buscamos los arcoiris v las llaves
del Mundo Endemoniado. ustedes se quedan con sus guerras ¡Y de la chingada!
SOY UN ÁCUITA EN LA VORAGINE.
Soy el zorro de la razón. La verdad y la traición han inclinado nri cabeza. Soy estrella en la luz solzrr del atardecer. soy el tonto que titubea. Soy el caballo que ayuna en la osctrridad,
sobre el acantilacl<>, para emprender el vuelo. ¿Por qué no me besas? ¿Por qué no nle abrazas'? Por f'avor pronuncia mi nombre. Soy la mano de abril Con un dedo forjado en la fama, Ven v bésame el codo. tsendice rni mente. l-rondadosa noche. Dr-rlce llama ancestral. Dulce llama ancestral.
Bendice mi mente, bondadosa noche. Ven y bésame en el codo. Con mis dedos en fama forjados, yo soy la mano de abril. Pronttncia mi nombre. Por filvor, ¿por qué no me abrazasl ¿.l']or qué no lne besas?' Ayuno en el acantilaclo para effIprencler ei vttelt>, porque soy el caballo de la oscuridad. Soy el tonto qr-re titubea. Soy estrella en la luz solar del atardecer.
JOSE VICENTE ANAYA
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LOS PROTAGONISTAS
La verdad v la traición han inclinado mi cabeza. Soy el zoÍro de la razÓn. Soy un águila en la vorágine.
Halito gtrÉ DTJLCE SER
L]NA
Flor trinitaria
ROSA FREN-fE
¡Los slsreMAs soN MUERTE! LA FLoR TRINITARIA, NEGRA Y AMARILLA
LA
NO TIENE NORMAS
LUZ
A
pero se abre con miradas de gato entre las hojas simétrica, de terciopelo, sobre -cabeza un delicado tallo. Mira: el color negro se torna púrpura. Strs pétalos podrán caer, pero su corola seguirá erguida. ¡Sus pétalos se juntan en un ojo central! ¡Su rostro despide luz! ¿OBEDECE ALGUNA LEY QUE NO SEA m Vlpn?
DEL
CANDELABRO o una
oruga bajo Ia
Lttna llena.
Para que todo eso suceda, debe existir un cÓdigo, pero ¿será
Observa el deseo de volar que tiene el grillo.
la mirada el llanto el sueño el silencio el movin-riento? U¡¡IÓX DE LO DULCE Y LO AMARGO
que levantas algo grandioso para ondear en el aire. ¿Qué significa un sistema Para las moléculas de la humedad Y de la sequedad
LA NATURALEZA. ama.
la ausencia de error.
Mi mente es hermosa como un pinabete, y es mía por toda la gente que amo y que me ama.
Nir..
LOS PROTAGONISTAS
JACK KEROUAC, "EL REy DE tOS BEATS"
Los críticos io llamaron "el rey de los beats", a veces con cierta sorna pafa que la gente bien-pensante viera que ese vagabundo no podía tener nada de realeza (lo cual parece que a él no le importaba) y también, por extensión, se pretendíapresentar a los beats como parias que sólo merecían como "rey" a un individuo de esa "calaña". Tampoco faltaron quienes le aplicaron ese "título nobiliario" con buenas intenciones. Lo cierto es que Kerouac fue alma fundamental de la generación beat, tanto como el dinámico y eterno viajero Neal Cassady, con quielt se acompañó en el ágil periodo de andar En el camino. La cohesión y la caracterizaci1n más extensa del espíriru beatnik se encuentran con largueza en la literatura de Jack Kerouac, de un modo mucho más rico y explícito de 1o que podría decir ún ensayo. A partir de anécdotas y personajes reales elevados a la imaginación literaria, Kerouac crea atmósferas de acción llenas de aventura.s vitales en las que los jóvenes beats se deshacen por vivir llenos de intensidad en la búsqueda de una existencia lúdica entre la gris realidad (la realidad miserable, nos decía Herbert
Marcuse), con la necesidad de una vida plena y espiritual. Esto queda por lo menos en unas seis de sus novelas: En'él camino, Tristessa, Angeles de desolación, Los subterráneos, Los uagabunclos del Dbarma y Satori en París. Jack Kerouac fue quien calificó a su generación de beat. La palabra ya existía, se usaba en el slangde los bajos fondos y la traía
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en boca su amigo F{erbert Huncke (un beat qlre no ha publicado libros), A Kerouac se le ocurrió que si la anterior generación de escritores había estado perdida,la suya estaba golpead.a (beat), y el derrumbe provocado por el golpe les planteabala necesidad de salvarse por Iavia mística, ser beat-íficos (en inglés: beatific, con la misma raíz que en español). A Kerouac se debe también un ensayo lúcido y corto, "La sustancia de la prosa espontánea", en el que explicala esencia de su técnica literaria y, de hecho, de los demás beats. Aunque la prosa distingue a Kerouac, la poesía no le fue aiena, y podemos ver que dejó escritos unos cinco poemarios. Ginsberg llegó a decir que él y otros beats habían aprendido de la poesía de Kerouac. En vida publicó 24libros y hasra ahora parece que hay cinco que permanecen inéditos. Kerouac nació ell}de marzo de 1922 y murió el 27 de octubre de 1969 por su alcoholismo.
PR.OSA DE JA.CK KEROU.{C
Escenas de Nueua York (Fragmento de Lonesome Traveler
/ El viajero solitario)
Mis amigos y yo, en la ciudad de Irlueva York, tenemos nuestras formas de diversión sin tener que gastar mucho dinero, y lo más importante de todo esto es que lo hacemos sin tener que ser importunados por las molestas formalidades. No nos saludamos - bien. de mano ni acordamos citas y nos sentimos muy -Vagamos por todos lados como niños. cuando llegamos a una fiesta le decimos a cualquiera lo que hemos estado haciendo y los dernás piensan que somos indiscretos dicen: "¡Ay, miren a los
beatniks!" Un ejemplo de nuestro ambiente puede ser, y tú también puedes vivirlo, una noche típica como esta. -
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JOSE VICENTE ANAYA
Sales de la estación del metro subterráneo en la Séptima Avenida y te vas por la Calle 42. Por ahí llegas al antro más beat de Nueva York nunca sabes si está cerrado o abierto porque, casi siempre, la puerta está amarrada con una enorme cadena que te hace creer que no hay servicio, y si no, puedes encontrarte con un monstruo decadente de cabellos blancos que anda por ahí merodeando es un antro por el que han pasado unos siete millones de personas de Nueva York porque han oído alguna cosa expasas por donde está el nuevo puesto de traña sobre el lugar - al carb6n, encuentras predicadores de la hambur¡¡uesas asadas Biblia, mesas de juegos mecánicos, una tienda andrajosa donde venden viejas revistas clandestinas al lado de otra donde venden cacahuates pelados con todo el olor de los pasajes subterráneos en cualquier lado encuentras libros usados del viejo bardo - escabullidos entre libros agotados para aprender alemán Plotino, lugares donde venden botdogs que en la escuela secundaria - en realidad son bonitos, sobre todo parecen ratitas (no es cierto, si no tienes diez pesos y andas en la catetería Bikfbrd buscando a alguien par^ que te preste dinero) (para que te preste algunas monedas). - escaleras te encuentras con gente que ha estado paAl subir las rada durante horas, chorreando bajo la lluvia, con los paraguas empapad multitudes de muchachos sucios con el temor de ser ilamados al servicio militar, parados a la rnitad de la escaleras,
sobre los escalones de acero esperando sólo Dios sabe qué
LOS PROTAGONISTAS
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a las oficinas del Neut York Times.
Por ahí van el león y el tigre. - a ciertos individuos que crucomo decía Tom Wolfe refiriéndose zan las esquinas. - en las paredes de un estanquillo de cigarros Gente recargada haciendo cola para hablar por teléfono, en la esquina de \a 42 y la Séptima, donde es muy bonito telefonear mientras la calle se vuelve agradable al mirar que afuera llueve y tú cleseas prolongar la conversación telefónic ¿A quiénes encuentras ahí? ¿Basquetbolistas? ¿Entrenadores? ¿Vienen todos esos tipos qLle asisten a la pista de patinaje? ¿Esos gatos del Bronx, en busca de acción, que desean un romance? ¿Has visto a esos dúos de muchachas saliendo de ver películas pornográficas'i Por ahí vemos comerciantes borrachos con sus sombreros inclinados sobre sus cabezas grises, catatónicos, mirando fijamente los carteles flotantes del edificio "Times" inmensas frases girando como rehiletes sobre - poblaciones de asiáticos como foqtritos que el tema de Krush se prenden y apagan observas quinientos sucesos después de cada frase que pronuncias. De pronto, en la esquina aparece un policía sicópata enojado, diciéndole a toclo el mundo qLre se iargue. Éste es el cora zón de ia ciudacl más grandiosa que se haya conocido-y todo eso es Io que los beatniks hacen porahí. rarse en la esquina de una calle, sin esperar a nadie, eso es-"p¿el Poder", dijo el poeta Gregory Corso.
en-
- de tre ellos andan algr-rnos héroes románticos recién llegados Oklahoma con la ambición de terminar suspirando entre los brazos inesperados de una rubia joven y se)ry con departamento de lujo en el edificio "Empire State" algunos tal vez están ahí pa- "Empire State" gracias a algún rados soñando que son dueños del encantamiento mágicc> que soñaron por allá en un riachuelo entre bosques cercanos a Llna vieja casa ratonera en las afueras de Texarkana. Avergonzados de que los hubieran visto entrar a ver - pornogrírfica (¿con qué títr-rlo?) al cruzar la calle frente una película
Ángeles de desolación (fragmento) junio pensé en irme de aventones hast¿1. ei Valle Skagrt, al noroeste del estado de 'Washington, para trabajar como guardabosques "Cuanclo llegue al punto rnírs alto clel Pico Desolaclo y los otros se regresen en sus mulas yo estaré cara a cara con Dios o Tathagata y de una vez por todas encontraré el significado de esta existencia y este sufrimientc¡ de ir de r-ln lado para otro en vaSí, clesde
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,JOSÉ VICENTE ANAYA
no" pero en vez de eso he estado frente a mí mismo sin licor, sin drogas, ni falsedades, sino cara a cara con mi carnal Detestable Duluz Yo Mismo y el tiempo todo en que pensé que moriria aquí, el suspiro del aburrimiento y el deseo de brincar lejos de la montaña, pero los días van pasando sin contar las horas que se arrastran y ya no tengo la inquietud de marcharme, tenía que esperar para ver el rostro de la realidad y éste finalmente se me presentó en la tarde del I de agosto mientras en una meseta alpina rne paseaba por un sendero viejo y fui golpeado por la lluvia y el lodo, durante casi toda una noche, y mi lámpara de aceite estaba recostada allá enla cabaña con sus ventanas plegadizas y techo de pagoda para alumbrar la vereda, finalmente.se me presentó, después de haber llorado y rechinado los dientes, después de matar un ratón y perseguir a otro, algo que nunca habia hecho en mi vida (no había matado ni una mosca), se me presentó con estas
palabras: "El vacío no se perturba con ningún tipo de elevación ni degradación, Dios mira el Monte Hozomeen, ¿se preocupa o llora por esto? ¿Dios se doblega ante las tempestades o refunfuña por el brillo del Sol? ¿Se puso a mirar el último día de la creación cuando dormía? ¿Dios sonríe? ¿Acaso no surgió Ét de ctonde no existen calaveras con tumores y entre cataclismos y lluvia de fuego? ¿Y no es todo eso, en este ntomento, el Hozomeen? ¿Por qué debo escoger entre ser dulce o amargo, si Él no lo hizo? ¿Por qué no puedo ser como el Hozomeen? ¡Ah! qué perogrullada ¡Ah! vieja y canosa perogrullada de la mente burguesa "toma la vida como viene"
qtrien dijo:
Fue aquel biógrafo alcohólico,
V.
E.
'Woodward,
"No-hay nada que hacer con la vida, sino vivirla"
Pero ¡Oh Dios!, Yo estoy aburrido.
¿Se
aburre elMonte Hozomeen?
Ya estoy enfermo de palabras y explicacion€s; ¿lo estará también el Hozorneen? La Aurora Boreal
está sobre el
Hozomeen-
Y el vacío permanece
LOS PROTAGONISTAS
el Hozomeen se desmoronará y qr-redará derrumbaclcl,
-Hasta nacla permanece,
es el acontecer-de-todas-las-cosas-existentes, el
devenir, lo que está pa.sando. para qué hacer preguntas o llorar lamentarse, el arrtrga clo falaz moraclo Rey Lear en su páramo de aflicciones es sólo una vieja faldilla rechinante con patillas aladas Sery Nct 5'er, eso es lo que s()mo.s por las que se interesa un tonto Vacío toma parte en la vida y en la muerte?'¿El Vacío tiene -sus ¿El funerales?; ¿'celebra su fiesta de cumpleaños? Por qué no soy colno el Vacío, incansablemente fértil, más allá de Ia.serenidacJ e incluso de la alegría, simplemente elViejoJack (y ni siquiera est>), que esto conciuzca mivida cle ahora en adelante (aunque los vientos pa.sen por rni gaznate). e.sta imagen impalpable es un¿l esfera cle cristal que no es el Vacío, el Vacío es la esfera misma y todos c>
rnis strfrirnientos la Escritura Sagrad:¿ Lankav^tara pelarnbre de los locos, "Miren, señores, Lln maravilloso peludo triste" -Júntalo todo, Jack, pasa por toclos laclos, todo es un sueño, la pura apa' riencia, trn relámpago, trn ojo triste, un diáfano rnisterio cie cristal. Sigue tornando cos¿ls, hombre, recobra [Lr antor trna palabra por la vtda y -baja de esta montaña y sencillantente sé-sé-sé la fértil infinitud de la mente infinita, no hagas ningútn comentario, no te que¡es ni critiqr-res, no el¿rbores juicios de valor ni de aprobación, ni te sostengas con refranes, ni les dispares a ias estrellas del pensamiento, nada mas uuela, L,Ltela, sé todo tú, sé io que eres, esperanza es sólo una plilabra así es como siempre sucede -L2r Éste es el Gran Conocimiento, est() es el Descomo la ventisca Es así que debes callar, vivir, vraiar, ad pertar, ésta es la Vacied Aclornos, sin arrepentirte :rventurar, prodigar bendicictnes
-
Siernpre has estado aquí, sienrpre erdorno, cómete tus adorn estarás, y todas las preocupaciones que ttrs pies han macha<:ado frente a las puertas de inocente.s alacen¿ls fueron sólo Vacío con la pretensión cle ser cosas del l-rtrmano que pretende no saber nada clel Vacío convertido en un hombre nuevo. Volví a mi cabaña
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JOSÉ VICENTE ANAYA
Todo lo que debo hacer es esperar durante 30 largos días para sabiendo ahora baiar de la roca y volver a mirar la dulce vida - y así que no es dulce ni amarga sino sólo lo que es, Paso las largas tardes sentado en mi sillón de cara al Vacío del Hozomeen, el silencio es sosegado en mi cabaña, mi estufa está funcionando, mis trastos lucen relucientes, mi leña (viejos palos que tienen la forma del agua y hasta chapalean, que los prendo frotándolos al modo de los indios, para cocinar sabroso en mi estufa) mi leña está amontonada y parece un bulto de culebras en una esquina, mi comida en conserva espera ser abierta, mis viejos zapatos rotos están mojados, mis pantalones se están secando, mis trapos de cocina están colgados, todas ias cosas en su sitio por el cuarto, me duelen los ojos, el viento se revuelca y golpea las ventanas y el techo, la última luz de la tarde forma las sombras azules del Hozomeen (pintado con algunas rayas medio rojas) y y respirar (respirar es yo no tengo nada que hacer sino esperar difícil cuando se tiene el aire enrarecido de las alturas, con el jadeo de la Costa Oeste) esperar, respirar, comer, dormir, cocinar, la- sin que nunca haya sucedido un incendio var, pasear, observar, y soñar despierto: "¿Qué haré cuando llegue a San Franforestal cisco? ¿Por qué lo primero que haga será conseguir un cuarto en el día esté muy cercano y sea muy dulel Barrio Chino?"
-Aunque
ce, sueño despierto con ei Momento de la Partida que sucederá algún bendito dia de fines de septiembre "Caminaré senda abajo, durante dos horas, encontraré a Phil en su barco, cabalgaré por donde flota Ross, pasaréuna nocheahí, charlaremos en la cocina, madrugaré cuando esté en el barco'Diablo', saldré de aquel embarcadero (saludaré a '$Valt) para viajar de aventones hasta Marblemount, cobraré mi sueldo y pagaré mis deudas, compraré una botella de licory me la beberé en el Valle Skagit durante un atardecer, y a la siguiente mañana parto rumbo a Seattle" de nuevo vuelvo a San Francisco, luego a Los Ángeles; Nogales,-yGuadalajara, Ciudad de México ahí seguirá elYacío que nunca se alejará -Y yo Pero seré ese Vacío, moviéndome sin tenerme que mover.
LOS PROTAGONISTAS
Para Edward Dablberg No uses el teléfono, pues la gente no está lista para contestarlo. Usa rnejor el poema.
o/
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LOS PROTAGONISTAS
pHIn xP
$rHAtEN, UN MONJE BUDISTA BEAT'
escriben automáticamente [...J Tengo la costumbre de cargar siempre un cuaderno en el que escribo notas, eso eS todo, eS un hábito (como decía Kerouac)... El único secreto que conozco sobre la poesía es que se deben tener las ideas o las palabras escritas en el papel." La obra de \Whalen, publicada en inglés, abatca un promedio <]e 30 títulos; pero en español es prácticamente desconocida. Tal vez sólo esté publicado dos o tres veces en suplementos o revistas.
Philip Whalen es un monje (unsui) budista Zen, iniciado en7973. Desde joven se interesó en las filosofías orientales, y sus primeras lecturas de textos clásicos lo fueron llevando de la simpatía a la adopción de una cosmogonía diferente, extraña, y a veces hasta opuesta al utilitarista modo de vida gringo (The American \Vay of Life). Este interés también lo llevó a vivir a Japón en 7966. Además, el budismo de'$íhalen siempre se ha mostrado en su poesía, como en la de los otros poetas beatniks. I',lo obstante, cada poeta beat ha abordado el budismo de un modo particular; por ejemplo: Kerouac fue una especie de budista-católico laico; Snyder, un practicante ortodoxo sin secta; Ginsberg, un budista-yiddish sin religión; y Whalen, parece ser, el único que llegó a un budismo tradicional. Sin embargo, aunque monje, Philip Nflhalen nos ha dado una visión no sectaria del budismo. \üflhalen nació en Portland, Oregon, el 20 de octubre de 1923. En 1951 conoció, en San Francisco , a Gary Snyder y a Lew tVelch (sus futuros correligionarios en el movimiento beat); más tarcle conocería a los otros poetas de la generación. Recordemos que
\fhalen participó en la famosa lectura de poesía en la Galería
POEMAS DE PHIIjP W}IALtsN
Qué belleza lJn pájaro carpintero golpea a un pino. ¡HAY NUBES! mira
qué oscuro está, lloverá, qué oscuridad. Algo tiene que suceder; tal vez alguna erupción volcánica o Lln terremoto' Aúrn no brotan los lirios de Pascua.
Tal vez me inviten a una cena testimonial. ¡Está naciendo una
flor fucsia!
Six
de San Francisco, el 6 cie octubre de 7955, en la que Ginsberg leyó su poema "Aullido", suceso de resonancia para los poetas beatniks. Al tratar a Vhalen se descubre en él a un hombre apacible y desparpajado al mismo tiempo; sus declaraciones o sus respues-
tas en entrevistas tienen ese sello: "Los bolígrafos que yo tlso
Diosa Camino con ella entre la lumbre y las olas clel océano.
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JOSE VICENTE ANAYA
Acompañado de esta Mujer me aproximo al centro de la Tierra y del aire. Vemos el movimiento de
lo estático, nube o estrella. Oímos que ruge la música silenciosa. Rompemos las olas
con nuestras locas cabezas. Y un rocío baña nuestros pies asoleados.
LOS PROTAGONISTAS
Inconclusión Tenemos demasiado para crontemplar, y nunca aprendemos cómo nos envenenamos -pues con comida, con libros y durmiendo. La ignorancia nos tumba más pronto que el cianuro.
Siempre hay oportunidades para aprender. ¡Los cle pies planos, rechazados! Esto es, claramente,
Epigrama sessbin* La mano pre-ve
lo que el ojo no pre-dice
Canción tríste La i La i La i La i
es una esmtua de metal al rojo-blanco es un río que nunca se detiene es el pétalo que cae de una flor es el amor que nunca he tenido.
" sessbin se forma de dos palabras chinas: 1. s:efsz: "unir, clarificar, ransmitir,,, y 2' sbin: "corazón-mente". Es también un periodo cie mediración en el budismo Chaí (chino) o Zen (iaponés). tN. del T.l
perversión, abuso, pendejismo. Se rechazan todas las cosas que nos imaginamos. Nos destruimos en el simple momento de despertaÍ, y nadie puede vivir sin el sí mismo. ¿Vienes a mí buscando una respuesta? Todo lo he
inventado. Soy tu torturador, no hay modo de escapar, no existen los remedios.
Tu poder sobre mí no surte efecto. Tienes que empezar a agonizar p'¿ra qr-re entiendas el sufrimiento. Piensa rnás en esto.
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s ,!i¡: ii.,
\ii
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JOSE VICE¡\ITE ANAYA
"St4tra del Loto"
naturalizado
Llego a tu casa, muy borracho, y tú metes un diamante en la bolsa de mi camisa. ¿Cómo me iba yo a dar cuenta tumbado de borracho en este pueblo extraño que es un tanque? Me pediste que, al menos, saliera de mi cárcel. "¿Has malgastado
tu diamante?', yo a saberlo?
iI.
*::
LOS PROTAGONISTAS
Asociación
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cle
Jóuenes del Dbaryna
He visitado ¿l rniles de ltudas que, a lo largo de toda la guerra, estuvieron sentados en flor cie loto. Si yo me hubiera quedado en un pueblo sentado durante 600 años, no me hubiera encontrado con toclos esos budas. Puede tratarse de trn engaño. ¿Engaña el Buda? ¡Engaño yo? Espero qr,re algún clía deiaré cle aprencler
¿Y cómo chingados iba
Homenaje a Rober-t Creelej,t Algo infantil pero cierto
Pensé en Lrna mosca
Orfeo, Jesucristo y Osiris dijeron: "Estalla en ti mismo y sigue tu propio camino.,' La serpiente
y el árbol sin hojas,
sabia y santamente, dicen: "Somos inmortales, sólo se muere nuestra piel." EI Ave Fénix, sepultacla en
flamígera hoguera, canta
"Morir o vivir, todo es brillante fuego."
sLl
así:
posada sobre el vidrio de la'ventana; y en una horqueta de la rama de afuera. cerca de aquí, quieta, una mosca se paró debajo del Sol
el viento estrujó la rama y la mosca, quieta, permanece ahí parada.
:s iT in.
ii IOSÉ VICENTE ANAYA
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WTI.LT A &4 B{JR.RO{JGF{S
Cantan;1s nLtestros sueños. Cortuersa.mos con la muerte en nuestros sueños Vivimos entre sombras de perros y caballos La sombra de una pluma del enorme gallo se va viendo aplastada sobre el polvo Todo se queda aplastado sobre el polvoroso suelo.
Villiam Burroughs fue muy amigo en sus úrltimos años de rockeras como Laurie Anderson y Patti Smith. Burroughs compuso y
cantó una pieza de rock con el grupo de Laurie Anderson, la cuai quedó grabada en el disco Mister Heart Break (señor rompecorazones). En la música de esta pieza está el estilo de la AnderSon, pero en el Canto oímos lavOZnaSal, aguardentosa' narradora cle Burroughs, y con los ah-rcines a veces incomprensibles de su
Un recuerdo El color del Sol El color de Ia Luna El color de un perro
imaginación. El primer libro que escribió Burroughs (animado por Ginsberg y Kerouac) fue El almuerzo desnudo (Naked Luncb). en 1958' Cinco años más tarde se le formÓ un juicio bajo la acusación de obscenidad; los siguientes libros fueron iguales o peores' Elestilo literario de Burroughs es el de una pesadilla sin recato alguno, lo cual le sirve para poner en entredicho toda la normalidad de la
Fueron ayer lumbre animal que encendieron los druidas, en jaulas de mimbre, para La Gran Señora de Todas las Bestias.
sociedad.
Burroughs no ha aceptado que lo llamen beat, pero si nos remontamos a los primeros encuentros de los beatniks, ahí está él: con Ginsberg, Kerouac y Corso, en el ambiente más beat de los cincuenta en Nueva York, compartiendo un sinnúmero de actitr-rdes similares. Aunque esto no es todo, pLles al ser Burroughs unos años mayor que los otros beats, lo con.sideraron Como un maestro vivo de Su generación. Por otro lado, la amistad entre Burroughq y los demás beats fue, y es, algo muy importante (¿acaso no es la arnistad.lo que unió
a
todos los miembros de Ia generación beat?).
Ni::
lsr: ,.ffii,,
,-.-.--
JOSÉ VICENTE ANAYA
LOS PROTAGONISTAS
Burroughs es también un personaje en la novela En el camino, de Jack Kerouac: él es Bull Lee. De Burroughs circulan varios libros en español, publicados en España, pero es una lástima que estén tan mal traducidos. Burroughs murió en 7997.
todos los acentos
/o
TEXTOS DE WITLIAM BURROUGFIS
Fotografía que ca'e El niño sublimellegÓ entre mares de sonido sin
cuerpo-En todas
partes colocó espeios y en todas las cantinas proyectÓ películas áe tal modo que las Conversaciones y la música se fueran alternanclo cle cantina en cantiuaalcapricho del tiempo-También colocó mLrChoS altoparlantes cuyos sonidos, en diferentes momentos, Se combinaban con las películas y contrató gente para que caminafa por todos laclos repitiendo las palabras de los altoparlantes y las imágenes cle las películas-Fue así que provocó que se formaran olas de gente en películas, toclas las calles estaban inundadas de imágenés y la música estaba en toda la ciudad mostrando al Imperio Áztecay a la Rorna Antigua-Los habitantes de los suburbios rlo podían, los choferes tampoco, controlar la polvareda de pala-
abiertos-Los martillos cle hule representaban palabras e imágenes de la vida explosivaSobre los muros cle la ciudad habia un millón de pantallas que
bra.r que soplaba por toclos los espacios
reproducían\mágenes con sonidos mezclados de varias cantinas en películas de vaqueros y otras que presentaban a la gente en un ir y venir con cámaras cle cine y telefotos de tal modo que formaban torbellinos cJe ruiclo entre cámaray cámara hasta que llegó
el momento en que la ciudad entera podia trasladarse de una
película sobre el oeste de Estados Unidos a otra sobre Hong Kong o a una sobre los aztecas-El murmullo de las conversaciones se oyó en todas las casas de Estados Unidos, todos los idiomas y
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mezclaron y se hicieron Llno y la gente habló combinando varios idiomas y acentos mientras hablaba Lln sacerdote azteca; así hablaron hombres, muieres. animales -El pr-reblo-ciudad siguió moviéndose en forma de torbellino y nadie ," p".."tó de que ya estalra muy lejos de las calles con luz neón' e¡itá perml¡idcl"-. Éstas ftteron ias úllti"Nacla es cierto -Tocio mas palabras de Hassan I Sabbah. El niñoproyectó películas pornográficas y el pueblo-ciuclaci se estremeció en un prolongado orgasmo sin qr-re nadie puciiera cliferenciar la película de la realidad, de tal moclo qlle en toclas las Se
calles se veían todas las forrnas de actos sexuales-Filmó crepúsculos nubes cielos árboles agua y h-rego, sobre grandes pantallzrs cóncavas, proyectó el espeso color ¿rzul del cielo, el rojo del Sol' el verde la maleza, hasta que la ciudad fue disuelta por la ltrz 1' los inclividuos poclían cruzar los cuerpos cle los otros-Todos los lugares donde se oyeron las palabras de Hassan I Sal-rbah quecla-
ron quietos con un color de mirsica--' (Fragmento de lYoua Express, Grove Press, Inc')
Notas sobre las reacciones que prouoca el yagué* Las imágenes, lenta y silenciosamente, Caen Como nieve... Tr¿rnquilidaJ... Desaparecen las defensas... todo penetra o sale lillremente... El temor es, sencillamente, imposible'.. Adentro de rní
hay una bella presencia color azul que fluye." Veo Lln rostro arcaico que sonríe como si fuera una máscara de la Polinesia'.. El rostro es azul-morado con puntitos cle oro"' El cuarto donde estoy se transfortna en un prostíbulo delMecli<; paredes pintadas de azul y lírmparas con motit'.ls Oriente -con roias... Mi carne va siendo lentarnente invadida por la o.scuriclacl o
(N Y:rgtté, rlás conociclo cotllo ayahr.tasca. cs '.tn elt¡cinógeno cle Sttclamérica
clel t.)
7B
IOSÉ VICENTE ANAYA
y creo que me estoy convirtiendo en una mujer negra... Convulsiones lujuriosas... Mis piernas se van torneando hasta alcanzarun acabado polinesio... Todo vibra recobrando una vida que ya estaba implícita... Mi cuarto es elMedio Oriente, negro, la Polinesia, un sonido que conozco y no recuerdo... El yagué provoca un viaje en el espacio-tiempo... Mi cuarto vibra, tiembla, inicia una especie de movimiento... Aquí estála esencia y la sangre de muchas razas oscuras: los negros, los polinesios, los mongoles montañeses, los nómadas del desierto, los políglotas del Medio Oriente, los indios... Cruzan mi cuerpo algunas razas que aún no existen... Peregrinaciones, maravillosos viajes por desiertos, selvas y cordilleras (en los valles rodeados por montañas experimentamos el éxtasis y la muerte y las plantas nos crecen por el sexo y grandes crustáceos se gestan adentro de nosotros y para nacer, por cascarón, nos rompen la carne) y navegaciones en lanchas por el Océano Pacífico para llegar a la lsla de Pascua... (Creo que la primera sensación de mareo que produce la ayahuasca nos anuncia que se ha iniciado el viaie al reino del yagué...) chamanes utilizan el yagué para conocer el futuro, para -Los cosas perdidas o robadas, paÍa diagnosticar Y sanar encontrar enfermedades, para identificar a los delincuentes. Los indígenas creen (un camisón de fuerza para Herr Boas --éste es un chascarrillo para especialistas- lo que más desespera al antropólogo es el salvaje) que la muerte no acaece por azar ---{reen que todo aquel que mllere es asesinado puesto que tienen conciencia de sus tendencias autodestructivas, las cuales son evadidas con desprecio por ser algo de "los parientes desnudos", o tal vez descubren gue dichas tendencias están suietas a ser manipuladas por voluntades extrañas y violentas. Cuando el chamán toma la ayahuasca, identifica al asesino. Mientras el chamán averigua todo eso, imagino que stts ritos selváticos provocan tensiones entre todos los miembros de la tribu. (Fragmento de Nakecl Luncb, Grove Press Inc.)
I,OS PRO'|AGONISTAS
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Película uieja Es rnediodia y en la calie están tres hombres sentados sobre talx-
bos llenos de ceniza.LJno de ellos ievanta la vista y mira alAgente
23. Se produce un chispazc., de odio entre ios dos. Con miedo. el23 trata de eludir la mirada. Pero no lo logra. Se sostiene mirando un rato y luego siente un vértigo como el c1e aterrizar de goipe. Algo, corno un huevo colorado, se quebró adentro de .su cabeza y sintió que el piso se le movía al tiempo que ese algo salía por las cuencas de sus ojo.s. De una nanera rápiday silenciosa, se congregó una multitud con ojos qr-re clestellaban odio. El23 corrió itacia la muchedr-rmbre, por una ango.sta calle empinada. tnientras movía su cabeza de un lado a otro y se abría camino e balazos entre carne hecha carbón y sesos apachurrados. Subió mlly ligero por la cuesta empedrada rurnbo al ctelo cle Marruecos. La cámare inclinada filma en tnovimiento ia caile empeclraclu Y se ven las piedras pasando como olas. Bajo sus pies vemos un flamax¡atzvl y él apr-rñala dos hoyos negros en el finnamento, cuando se forma trna polvareda entre un estrépito cie montañas qLle se desmoronan. El cielo se abre y él crvza la barrera qtre impone la pelícuia. Ahora está desnudo frente a un lavamanos de cobre cllyos refleios invaden el cuadro.lH.ay cambio de música. El 23 aparece en un campo de golf y lo vemos convertido en una maleta que busca pt:lotas perdidas en el arroyo. Unas nalgas plateadas centeilean adentro de un cuarto oscufo. Todos ios asistentes también centeilean y se funden con las nalgas en una película vieja que reacciona ai tacto. (Fragmento de Extenninator/, Penguin Press.)
Todo es roio Cuando Lee llegó a la acluana del muelle, lo lievaron a la sala de cateo donde habia nueve agentes acluaneros.
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lo que este escritor perverso traÍ"a cle cruzar por -Veremos acluana decente de Estados Unidos'.. nuestra Un agente metió la mano hasta el fbndo del morral y sacó trna fotografía... En un cuarto Con papel tapiz color cle rosa en las paredes, con luz Crepuscular; sobre una Cama está recostado un muchacho pelirrojo, desnudo, con la verga erecta, tocando una flauta. Una de sus rodillas se apoya sobre la pared color de rosa grasiento mientras observa a otro individtro desnudo que está delante de é1. El agente mira la fotografia y sLl rostro enrojece. Emite Lrn resoplido débil, como asfixiado, Y se siente irnpotente alver a sus Compañeros qlle, con actitudes de estúpidos, obseryan aquel rostro inflamado. Nadie se siente capaz de decir algo pero toclos los rostros han enroiecido. El agente sigue de pie con la fotografía en Lln. mano. A veces mira la foto y a veces mira los otros rostros Coot2gi.'.los de enroiecido coraie. Mientras tanto, la sala de cateo
Se
va lle.. ando de agentes aduanales. Nadie se percatÓ de que
Lee cerró slls maletas, llamó a un viejo drogadicto maletero y abandonó el lugar. Detrás de Lee se escucha un estruendo de cc>sas que se derrtlmban. Las paredes se estremecen. A la adtrana llegan mllchos carros patmllas cual tortugas eléctricas qLle vomitan sus cargas convertidas en guardianes ftrriosos quienes callados y catatónicos se amontonan alrededor de la fotografíamientras se miran entre sí y el otro agente enarbola la foto como si firera Llna bandera de carne crLlda cuando de sus ojos brotan torrentes de sangre. En silencio, la foto llega a las manos de otro agente aduanero, quien se huncle en el piso entablillado. Para entonces k>s rostros ya están amoratados y despiden un vapor rojo de asfixia. A ratos se eSCuchA Lln rumor apagado de vasos Sanguíneos que estallan en las narices. Los guardianes siguen llegando por montone.s hasta que el piso cede y termina dernrmbándose entre un estruenclo que se lleva a todos los agentes, cotno si ftteran cle plomo, hasta el fondo del mar.
LOS PROTAGONISTAS
B1
La fotografia, ensu marco cle palo de rosa, quedó flotando, cara
al cielo, sobre las aguas verdes, Los guardianes siguieron lleganclo. Llegaron los guardias fronterizos de Texas armados de grandes pistolas Magnumcon sus oios blancuzcos de asesinos de negros. Llegaron los policías canadienses de la Escuadra Montada, con sus
rostros tan rojos colno sus uniformes.
La fotografía siguió flotando sobre las aguas vercles clonde mlleren todos los que ahí caen... Aquel flautista provocó el derrumbe clel cielo. (Fragmento de htermina.tor.t, Penguin Press.)
El uiento muere. Tú mueres. Todos morimos Entre la luz opac¿l de la Luna con estrellas opacas por Lln aczrntilaclo a orillas del mar caminé en dirección a un solar donde un¿l n()cl-re forniqué con una muchacha. Ella nisiquiera se enteró cle que sn arnante romántico y maduro había sido r-rn maricÓn acorralado con ciertas dificultades paraclesempeñar stt papel masculino. "f)e lo perdiclo, lo que aparezca"; r-Io es Lln br,ren refrán paralo qLle respecta al sexo. Estuve oyenclo el rugido clel mar muchísimos metros debajo de rní mientras el viento golpeaba mi cara y yo recordaba los vientos internos de los cuerpos. Los vientos que llevan vicla ¿ll Puerto de los Santos. Los vientos de Dios qlle se llevan lo.s rnosquitos, las neblinas envenenadas y ios efluvios malignos cle los pantanos. Los vientos de Dios que reviven tarántulas peludas y víboras en la bal'ría. Hay una sentencia de los indios qr-re dice: "El viento muere. Tir mueres. Todos tnorimos"; Y Yo sé bien que esto es cierto. Hast¿r escribí un ensayo para clemostrar que los h.rgares cle baja presión se cleslizan hacia el este y que pronto harán clesaparecer los vientos de Dios. Mi ensayo fue ignorado por las atrtoridades de Miarni quienes únicamente están interesaclas en construir Lln aeropLlerto y Llna planta nuclear. Esas autoridades n¿rcla más cliscuten la llegadzr de turistas nacionales con monto-
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LOS PRO'fAGONISTAS
nes de dinero para encantarse con los vientos de Dios, los vientos secos que parecen salir de un enorme ventilaclor que sopla sobre
se han invertido. Este ensayo fue guardado en los archivos cle \Y/a.shington. No quieren que se hable de estas cosas. Yo sé que
el rnar para mantener una temperatura r-rnifbrme durante el dia y Ia noche a lo largo del año. que aparezcan algunos comunistas, para teneralgo -Preferimos que atacar... -4ecian tristemente las autoridade.s de Miami-. De este modo, recibiríamos mucho dinero de nuestro.s compatriotas. A lo lejos ladraba un perro en el patio de alguna mansión. Me di la vuelta y entre la luz opaca de la Luna con estrellas opacas retorné al camino vacío. Tal parece que la ausencia de comunistas resultó ser un desastre porque la compañía constructora del aeropuerto escogió otro lugar para la edificación. Más tarde se realizó el mal agüero y la calamidad llegó al Puerto de los Santos. Empezaron ¿l morir los vientos de Dios. Ahora están vacías las calles rle la zona turística. Las albercas se pudren con agua estancada de lluvia. Los lnercados son des" 'rtos donde los vientos de Dios ya no mueven las telas de brillarl¡--s colores ni hacen que choquen los objetos de estaño. Se ver. nuy pocos compradores y andan entorpecidos por la fiebre tocando las mercancías con slls dedos arnarillentos. Han
FIN
r,uelto los mosquitos los efluvios malignos de los pantanos las tarántulas peludas y las víboras. El Pr-rerto de los santos está moribundo. Estoy en mi deparramento de Nueva York recordando aquel solar sobre el acantilaclo. Es segLlro que la abundancia de mosquitos, arañas y víboras no permite que los amantes se aparezcan por ahí. La noche va cayendo mientras estoy parado frente a la ventanay veo que aparecen las luces cle Nueva York. Esta ciudad también se va a morir. ¿Recuerclan que hace al¡¡trnos años se qtrecló a oscuras en la noche? Nadie recibió una explicación satisfactoria sobre este suceso, y yo menos. También escribí Lrn ensayo doncle pruebo que mlly pronto va a ser impo.sible la conducciór-l de electriciciad en la costa este a causa de que las corrientes magnéticas
clentro de algunos años esa Gran Frania Blanca quedará a oscllras para siempre. Ya veo esa noche que cae de golpe sollre la citrdacJ con sus congojas. Antes de qr-re esto Se vuelva reaiidad yo estaré en otro lugar escribiendo seguramente otro ensa)'o que las autoriclades verán con desagrado. Mientras est()y parado frente a ia ventana me acuerdo de los vientos internos de los cuerpos y' clel rugiclo del mar bajo las estrellas titiiantes'.. "El viento Inltere. Tú mueres. Todos morimos.''
(Fragmento de l*tetntincrtor/, Pengr-rin
Pres.s.
)
LOS PROTAGONISTAS
GREGORY CORSO, FT{JMORISTA
Y DrABóuco Er{ sERro
Por lo divertido de muchos de sus poemas, y por graciosas anécclotas de la vida real, Gregory Corso es muy conocido y celebrado
por su buen humor satírico. Sin embargo, también adopta posiciones serias de francos ataques a lo establecido, por lo cual algún crítico literario ha dicho que Corso "juega a ser poeta maldito". Con un pasado de delincuente, castigado en serio con la cárcel por la "sociedad", y puesto que su buen humor no es "blanco", Corso es reahnente Lln poeta maldito. Además, los poetas diabólicos se c¿rr¿rcterizan porque le juegan bromas a la realidad. Gregory Corso mostró su integridad de intelectual y poeta, de respeto a la libertad de pensamiento, cuando en 1965 prefirió renunciar a las comodidades económicas que le ofrecía una cátedra en la Universidad de Búfalo antes de firmar un juramento vergonz nte (obligatorio para poder dar clases en esa universidad, desde tiempos y con la ideología del macarthismo inqr-risitorial de los USA), en el que tenía que declararse anticomunista y nLlnca haber rnilitado ni simpatizado con ninguna organizaciln de izquierda. Sobre este sllceso, Corso le dijo a Bruce Cook: "...yo estaba dictanclo un curso sobre Shelley. Imagínese usted. ¡El único que nunc¿r habría firmado un juramento de ese tipo de lealtad es Shelley!" (en The Beat Generation, Charles Scribner's Sons Press). No sólo los poemas de humor distinguen a Corso, también l-ra logrado la delicadezay la iluminación porque, sobre toclo, es Lln poeta de sangre que sabe encontrar lo poético del lenguaje. El crítico estaclounidense Hyden Carruth escribió: "En lo que se re-
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fiere al lenguaje, siempre he pensado que corso es el más interesante cle lo.s beats... porque sl¡strae todo el poder del coloquio y de la retórica, manteniendo el antiacademicismo beat... Al juntar todo esto con el experimentalismo y la relevante actitud beatnik. el resultado es Llna poesía que no sólo comparte nuestra experiencia sino que la crea." Corso nació en Nueva York, el 26 de marzo cle 7930.
POEMAS DE GREGOR.Y CORSO
Escrito en la uíspera de mi 32auo. cumpleaños Tengo 32 años de edad y por primera vez los represento (hasta creo que aparento más). ¿Es mejor el rostro de quien de¡a cle ser un niño? Estoy cachetón. Mi cabello perdió sus rizos. ¿Mi nariz es grande? Mis labios están igual que antes. Y mis ojos, afr mis ojos, siempre han ido mejorando. Llego a los 32 años sin esposa, sin hijos, sin niños que me perturben; pero, algún clía habrá tiempo para eso. Ya no cometo tonterías. Ahora estoy obligado a escuchar, de quienes se clicen mis amigos, fiases como: "Has cambiado" "Antes eras un loco maravilloso". Si les clisgtrsta verme serio
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que se larguen a la estación de radio más famosa. Mis 32 han visto toda Europa, se han encontrado con millones de personas, y hay quienes opinan que han sido maravillosos; y según otros, terribles. Recuerdo qr,re lloré cuando cumplí mis 31 ¡tan sólo por pensar que, algún día, llegaría a sumar 31 años más! Pero en este cumpleaños no sientc r mismo del anterior. Ahora quiero llegar a ser un sabio de cabello canoso, encerrado entre libros, hundido en Lln sillón frente a la chimenea. Se me está yendo otro año más, clurante el cual no robé ni un solo objeto. iY ya van 8 años en los que no he robado! iQué barbaridad! ¡Dejé de robar! Pero sigo contando, a veces, algunas mentirillas. Y no he dejado de ser un sinvergüenza que se apena, en oca.siones, por pedir dinero. Tengo 32 años y cllatro difíciles, sinceros, graciosos, tristes, malos y maravillosos libros de poesía estos libros, el mundct
-por me det're r,rn millón de dólaresHe vivido 32 años de mucho encantamient
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I,OS PROTAGONIS]'AS
Hoy no tengo que escoger entre 2 opciones; si tuviera clue hacerlo, no cluciaría en escoger las clos. que las lluenas c.rpc>rtltnidades se presentan cuanclo n-lás ias deseo. La clave de todo se encuentra, tal vez, en mi cieclaración desvergonzltcla: "Yo sr>y un claro ejemplo de qtrc existe esa c()szl qr-re algunos llanran :tiur¿l.'' Arno a la poesía porqr.re ccln clla forniccl fufe gtrsta pensar
y me regala l¿r vicia. Entre todos los fuegos qlle cn nlí se spagan hay r-rno que qtlenla cotno el Sol. L.ste fLrego n() alumbra mi vicla, ni mi asociación con la gente. ni mi conclucta soci:rl; Perc) me muestra las sombras clue I'rabitlln cn lni airna.
Elegía del sen timiento estadolt nidense (frr,rgntento ) a la cprerida memona de.[ac:k
Kerc¡uctc
Q¡é inseparables son tú y el Estados l.]niclos q¡e viste, qlle nllnca cstttvo presente Pllrli scr Vtstt>; tt-i )' Estados Uniclos son conlo lirbol y tierra, scln icr rnismo; cltré parecido
cctr-r
csc
ttna paimera de Oregon... entes
cle qr-rc l'.t tntterte florcciera ci-ral si una tornlcnt:-t tie nieve LLzotLr(J en IVIi¿rmiC(>ntcl esta ese rltre ftriste O qLlc tlesc:lstc Scr, y qtlt'F.Stlt(i()s U¡iclos no fue, el Est¿rcicls Liniclos qlie viste )/ ya n() se
pttecie ver.
IOSE VICENTE ANAYA
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Cómo fue que apareciste en esta tierra tan distinta de la que tú te evaporaste, como un árbol que enraiza en el
desierto. Para la ardilla no hay separación entre su deseo de estar en la tierra y el de trepar un árbol..' hasta que ve que las bellotas no caen, comprende la separación. Qué vana,qué inútil la triste desnaturalizaciÓn de la Naturaleza.Ya no asombra una tarde desvaneciéndose en el gozo. De qué sirven la Tierra y el Sol, cuando el árbol entre ellos ya no está vivo'.. la inseparable trinidad, una vez disuelta, es ftiabanalidad, muerte-mentira sin significado tres veces señalada en
solemne amputación... ¡Oh! carnicero, la chuleta forastero en Estaclos Unidos no es el cerdo. -El es una amarga mutilación. Incluso en esta elegía, querido Jack, habrá un árbol destrozado, machacado hasta la pulpa, de quien esta elegía se abrazará-no es posible decir algo bueno sobre lo malo-. ¡El hogar es forastero! Mira, mira, cómo desfallece el árbol cuando la tierra es extraña, fria y sin libenad-Los vientos no transportaron semillas de pinos a h-rgares de desolación. Ninguna palmera llegó a Oregon llevada por el viento-sabios son los apóstoles del profeta... pues ellos conocen el lugar designado, donde la profecía será anun ciada y tendrá respuesta-Jamás se vio que el sembrador de trigo sembrara en los cañaverales. El oíd
i
n-.
No fue difícil nuestro encuentro del Estados Unidos que encontró sll voz en nosotros. Mttchos le han hablado a Estados Unidos como si les pertenecieran por el clerecho de propiedad sobre la tierra y de acuerdo con
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contratos legislados por la rapiña pragmática de la riqueza y las herencias. Cuando el ciudadano de Estados Unidos se cree propietario de la socieciad, lcl qr-re hace de sí tnismo se lo l-lace a Estados lJnidos' y cuando habla de.su país habla de sí mismo, y cttancicr es elegido para algún puesto pírblico ¿a qr-rién representa? Representa al Ego infernal de Estados ljnidos.
Sólo algunos patriotas han hablado amorosamente de sí mismos al hablar de Estados Unidos' y el no apreciarlos eS no saber valor¿ir al vercladero Estaclos Llnidos y viceversa. Sólo la lengua que habla con la verclacl es la vercladera lengua de Estados Unidos, y slls palallr:rs no aparecen en el periódico Daily Heralcls porqne éste tiene la voz controlada y stls opiniones n'lalvadas están dirigidas a Lrn público pendejo. No es de extrañarse quehayamos encontrado nuestras raíces ..,porque nos hemos convertido en las raíces mismas mentira no Prfede entaizar ni crecer bajo la -la verdad del Sol, porqlle éste lleva un fruto de verdad' ¡Ayl, Jack, no pueclo cantarte Lln réquiern sin celebrár.selo a Estados Unidos, y no puedo jactarme de este
réquiem p¡es mientras viva no habrír ningún réqtriem para mí. Aunqtte el árbol mllera, renace. Cuando el írrbol clefinitivamente mtlere, renace. .. para que el árbol no renaciera, tenclría que morir también la tierra. Tuyos son los ojos que vieron: el corazón qLle sintió; ia voz que cantó y lloró. A lo largo clel tiempo ciue viva Estados Unidos, allnqlle tr-r viejo cLlerpo Kerott¿tc haya ntuerto, túr estarás vivcl... porqLle de veras nllestro tiempo ft¡e cle profecías sin muerte, y en
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LOS PROTAGONISTAS
consecllencia... porque de veras, ciespués de nosotro.s llegó el tiempo cle los asesinos. Quién dtrdará de tus últimas palabras: "Después de mí... el diluvio". Pero éste es, ah, el ciclo de las estaciones y no dudo que el árbol renacerá; de no ser así, no pisaríamos más en esta tierra-siempre llegará la estación en que declina el árbol, es una ley de la Naturaleza. A esto se debe que la tierra y todo lo que cae, lenta pero seguramente, cambian; hasta que el árbol verdadero se convierte en tierra. La tierra también perece... iayt, ¿y después? Para esto no tiene respuesta Ia Naturaleza, porque no hay tierra muerta sobre la cual uno caiga y se levante. Todo se eleva y declina sin control. ¿Dentro de qué y para qué, Goethe, todo compuesto lleva su descomposición? Hemos venido a proclamar el espíritu humano en nombre de la verdad y la belleza. Y ahora este espíritu'llora, por amor a Ia Naturaleza, ante el horrendo desequilibrio de las cosas naturales... iLa evasiva Naturaleza está atrapadal como un pájaro en la mano, enganchado y mecanizado por la involución del experimento y de la técnica.
un testículo natural' ¡El destino nos dePara estar mLlY elevados,
reventados' encantados! ¿Quién sería el Primero en 'arroiar un pitillo de mariguana sobre el Presidente en su desfile? "asesino"? Entre ¿Le gritarían: la balacera de los guardaespalclas y los narcotizados guardias espurios, el que arroiara la mariguana estaria protegido Por el Paraíso
de sus ef'ectosLa mariguana no le daria golpe de estado al Presidente. Un presidente reventado rcgalaria la comida y seria bondadoso como nunca se ha visto' Cuando llegue la mariguana los qr-te prefieren el ¿rlcohol se retorcetán, gmñirán, Y se corregirán.
Marigua.n6t .fragmento de un largo poema
La carrera de
Dios soñó la mariguana del ¡nismo moclo que la rosa. La mariguana sacará al hombre de la bondad. La mariguana es la aguja de Dios en el pajar. Aqtrellos que sean tocados por la rnariguana tendrán
los
sonidos
Los sonidos iuegan carreras; el vag<>' el trepaclor
el que nacla, el que dean-rbula' Las voces afilan rLrgidos y .se aproximan, con pies de conejos, a ias Puertas cerradas' El aullicio de los fantasmas y los golpes de la's aves, violentamente, llegan. Las voces corren iltnto con lus enreciaderas y lrls pingliinos.
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LOS PROTAGONISTAS
JOSE VICENTE ANAYA
Y una chava muy Perversa me regitno: "Tu conclucta no es buena Para ti
El pez nada, en tercer lugar, entre bombas y tnrenos; y le siguen de cerca: el sordo sonido de los féretros, la caída de un árbol y el cimbrar de una palma. Las voces llevan la delantera: palpitan, resuellan, hablan y cantan a plenitud sobre la pista despejada-¡pero esperen! ¡esperen! quién sabe de dónde, aparecen crujidos de zanahorias y maullidos de gatos. El rechinar de un zapato pretende llegar hasta la meta ¡ah! ¡qué carrerat Por ahí vienen: el graznido de una cotorra, el golpe de un alfiler que cae, el estallido de un vidrio que se rompe, y la rascadura de una
¡ni para mí!"
La muerte llega en la Pu'bertacl Toqué a esa que provoca terror entre los niños. Y ese t()que, vuelto intimidad. se qr,redó en mí' Hace 31 años qtre la toqtté, sí. Y los sigr-rientes toques, representaron simples sllm¿ls. La toqué para consllmar a la olrtirnist¿t lrlL¡erte que nos vuelve ¿rclultos.
comezón.
El genio senil
¡Estas multitudes se vuelven salvajes! Gritan,
patean y brincan
sólo siendo
- carrera. salvaje se gana esta
Str tnente murió; Y sLls
palabras, como Élusanos, la han seguido.
Hablaba para invocar sr-r profesión oscura. La fortuna y la fe desilusionan. El viaie a ciegas requiere de sólo ttn Paso más
Cuando estoy a punto de contenerme Todas las muchachas clel mundo y yo tenemos boletos para comer v fornicar
para frustrarse.
Vimos que la primavera penetró al verano, y así nació el otoño
Su hipócrita imaginación se porta con mucha cortesía cuando la confusión es fiera él es la misma noche
Entonces decidí utilizar mi úrltimo boleto de comer
-para vive en Lln crePúsculo o en si r-rna celda de castigo.
Ya me había gastado todos los boletos para fornicar
--,,,S;,.r
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IOSÉ VICENTE ANAYA
Si lo encierras en un granero convocará a los cerdos lanudos
t¡tilizando alegorías. Habiéndose acabado la estimación que le dice qué es bueno y alegre, todas las desgracias languidecen en la tardanza. ¡Dios mío, pero si él no tiene
tan mal corazón! ¡Si acaso, proferido algu na palabral él se encuentra a si mismo en lo rastrero cle trn interrogador cle esos que al agLra la limpian
l-ra
con agua. Si lo encierras en un granero .sus arrebatos se transforman
en lengüetazos de prestigio ¡Qué buenos son sus remedios conyugales; y lc¡s aceites que brotan de su serpiente! ¡y eso que no es boticario! Ha llegado a ser trn satisfecho. Si el rnundo se detiene, si hay una hecatombe; él plegará su vida, con sumo cuidado, corno si fuera
un billete de
zr
clólar.
La vicla es ganancia pura, y l:t muerte no es pérdida ciel tndo.
LOS I'ROTAGONISTAS
Tiene algo que no e¡j cle ctralqr-rier parte, sino cle aqtrí. la botella está en sll mzlno y sr-r larga lengua es n-rlry observaclora.
Si lo encierras en un granero n<> tiene caso def'enclerlc>. ahí confi rntará sus ascrendenci:is ¡se l-rabrír acabadol ¡rnlrv bien!
Ni el rastro qtreclará.
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LOS PROTAGONISTAS
ATI.EI{ GINSBERG,
DXAtstO BEAT SANTIFICADO
POEMAS DE ALT.EN GINSBERG
EX,
Elegía al Cbe Gueuara En un periódico europeo: la foto de tu rostro joven cuando te mataron; tus ojos abiertos de niño radiante femenino, con muy poca barba. Tumbado, sonríes sereno como si los labios de una mujer besaran partes invisibles de tu cuerpo. Cadáver reposado de un muchacho angélico. Comprensivo médico en Argentina y petulante militar en Cuba. Pipa en boca y lleno de esperanza escribiste tu diario entre las nubes de mosquitos del Amazonas, dormiste en las montañas y renunciaste al Trono de La Habana. Tu cuello es más sexy que los viejos cuellos tristes de lohnson de DeGaulle de Kosygin o qu" el cuello baleado de John F. Kennedy. Tus ojos, que brillan sobre la muerte de los diarios, son rnás inteligentes que todos los ojos abrumados de las Cámaras y los Congresos de los Estados; y mucho más que todos ios ojos vidriosos que pasan como sombras por la T.V.; y mucho más que los ojos de vidas viejas de McNamara y l)ulles...
De los fondos de los barrios bajos, donde se criaron los beats, surgen llamaradas de palabras que se convierten en poesía por virtud de la lengua de un poeta que canta. Es Allen Ginsberg, el poeta más conocido de la generación beat, de qtrien se cuentan múltiples anécdotas, personaje en las novelas de Jack Kerouac, autor de 23libros, 6 discos de poesía, y presente en unos 12 libros de entrevistas o antologías. "Yo vi las mejores mentes de mi generación clestruidas por locura...", es el inicio de su contundente poema "Aulliclo", el qlle leyó en público por primera vez en 1955 y qlre marcó una fecha cle cleslinde para la poesía en Estados unidos. poema que rnllestra etrforias y descalabros de su generación golp eada. El libro Aulticto y otros poemas llevó a su autor a Lln juicio por "obscenidad y atentado a las buenas costumbres". La mayor parte de la poesía de Ginsberg es clescarnada y apocalíptica, comprometida con la visión de la mente, lo único qr-re ptrede conducirlo por el sendero del misticismo. pero esta vida mística se eleva d" y con la escoria ("deshecho: sustancia vítrea qtre sobrenada en el crisol de los hornos donde se funden los metales") de los hornos sociales. Allen Ginsberg nació el 3 de junio cle 1926. Ftre una leyencla activa, dando lecturas de poesía para diferentes c¿lusas como la lr-rcha contra el poder nuclear o para financiar el Instituto Naropa (Universidad Budista; en Boulder, Colorado). Ginsberg murió el 5 cte abril de 7997,
Esas mujeres con sombreros de hongo, con lodo en sus faldas, sentadas a una altura de
3600m en el Cielo, con clolor de cabeza en La Paz; que venden papas negras arrancadas de la tierra cercana a sus chozas en los labiosmontañas de Puno: .$ I... Éi:' Sr. ,si,,.
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habrían adorado tus anhelos habrían besado tu semblante de nuevo Jesucristo. Ellas se levantarán, con sus ojos enrojecidos, con sus máscaras de guerra que muestran los dientes para ahuyentar a los fantasmas de los soldados que dispararon sobre
tu espalda Un muchacho abandona el quirófano, o el trabajo de curar los ojos amarillos de las Pampas, para enfrentarse a los mercaderes de la compañía ArcoA, a las miríadas de Asesinos, a los ejércitos de la United Fruit Company, a los humeantes Trusts Manufactureros de Chicago, a los abogados fantasmas que hacen fila hacia la muerte, a John Foster Dulles' Dillon & Reed Lawfirm, al bigote de Acheson, al sombrero cle Truman; para enloquecer y esconderse en la selva viajando en mula, para apuntarle con su rifle a los ejércitos, a la cortesía egoísta de Rusk y a los despliegues metálicos del Pentágono. Encorajinado contra los fríos hombres calculadores y contra los idiotas intelectuales de la revista Time y de la cln. ¡Es increíble!
Un muchacho en contra de la Bolsa de Valores. Todo Vall Street chilló cuando Noris publicó Elfoso, por el temor de que los dólares liberados fueran vistos desde el balcón del periódico El Obseruador, los a.sustaron las carcajada.s de los hermanos jóvenes. Un muchacho en contra de la Compañía de Estaño, en contra de las Vías de Comunicac.ión, en contra
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LOS PROTAGONISTAS
del detector con rayos infra-rojos que es la Telepatía del Capitalismo construido que ha enloquecido a los científicos, ciinero el con de especialistas egresados rnillones los de en contra y qlle miran a la familia de las universidades Wichita por la televisión. Un rostro radiante enloquecido por un rifle confrontando todas las redes eléctricas. l¡touiembre de 1967, Venecia, Italia
Áciclo Lisérgico (Lso) Es lrn monstruo con millones de ojos .se esconde entre sus yoes y sus elefantes
teclea sobre la máquina eléctrica de escribir es electricidad conectada a la electricidad si tuviera cables sería un inmenso nido cle araña y yo estaría en el último hilo-tentáculo que sería el último millonésimo del nido de araña; he abandonado mis preocupaciones, estoy separado de mí, tibia sensación, un pensamiento, uno mismo, uno de los millones de esqueletos de China
el error específico. Yo soy Allen Ginsberg, Llna conciencia separada, el que trata de ser Dios el que qtriere e.scttchar la vibración sin fin más climinuta de la armonía eterna temblando, sll destrucción que espera, el entre la múrsica etérea clel ftrego el que oclia a Dios y le pone un nombre el que
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JOSE VICENTE ANAYA
comete errores al teclear la eterna máquina de escribir el que está Condenado. En el verdadero final del Universo. la araña con millones de ojos que nunca tuvo nombre y que eternamente gira, el monstruo que no es monstruo y se aproxima con manzanas perfumes rieles televisores calaveras el Universo que se come y se bebe a sí mismo y que tiene la sangre de mi cabeza
criatura tibetana con pelo en el pecho y un zodiaco que pone en mi estómago es una víctima propiciatoria en el mal tiempo. Miro en el espejo mi ralo cabello y la sangre se agolpa en mis ojos, chupavergas, decadente, conversación que pierde su mordisco, gruñido, tic tac de la conciencia en el infinito me retuerzo frente a la mirada de los universos mientras que trata de escapar mi ser pero es incapaz de atravesar el Ojo. Tengo náuseas, trance, me convulsiono, mi estómago se arrastra, sale agua por mi boca estoy en el Infierno mis huesos deshidratados por miríadas de momias desnudas, desfallecidas en la tela de araña, Fantasmas, yo soy un fantasma. Voy de un lado para otro llorando cuando estoy en la música quienquiera que tú seas ¿tú eres Dios? No, ¿pero quieres que yo sea Dios?
LOS PROTAGONISTAS
en todas las esquinas del Universo, bajo cualquier condición hay un Sí... Soy un Sí... Eres un Sí... Un Nosotros
Un nosotros que debe ser un Eso un Ellos y algo que no tiene respuesta. Es algo insinuado, esperado, sosegado, iniciado. Son
los Cornos de Guerra en la Multirud Esclerótica.
No es mi esperanza No es mi muerte que se dirige hacia la Eternidad ni mi palabra ni mi poesía. Que se cuiden de mi palabra porque es una Trampa Fantasma teiida por un sacerdote en Sikkim o en el Tíbet, es el marco de una cruz sobre el que cuelgan millones de hilos de todos los colores, es una raqueta espiritual que me hace ver las olas radiantes de la luz etérea con radiante energía que pasa por los hilos desde hace billones de años para cambiar, mágicamente, los tonos de los hilos corno si la Trampa Fantasma fuera la imagen del Universo en miniati¡ra. Conciencia sg:nsible, elemento en la interrelación
de las partes que forman la gran maquinaria que provoca olas aparentes del Tiempo al Observador y que despliega su imagen en miniatura, ahora mismo, repetida en la pequeñez del principio con variaciones incesantes a lo largo de sí misma, en tanto que todo es lo mismo en todas partes.
¿No respondes?
¿Tiene que haber siempre una respuesta?, me contestas,
y yo tendría que decir No o Sí. ¡Gracias a Dios que no soy Dios! ¡Gracias a Dios que no soy Dios! Pronunciaré un Sí de armonía para estar
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de energía se reproduce sola en las profundidades del espacio desde el Principio verdadero en el que debemos encontrar el Oh y el Om. Esta imagen
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LOS PROTAGONISTAS
.JOSE VICENTE ANAYA
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se desliza ondulado bajo el mar viene para apoderarse de la ciudad invade las conciencias hasta el fondo es delicado como el Universo
Las variaciones se arrastran hechas de la misma Palabra que se mueve en círculos con
el mismo esquema de su Apariencia original creando una gran Imagen de sí misma en los orígenes del Tiempo. Circulación externa que pasa por las bandas de una leiana Nebulosa con esencia astrol6gica la que, para ser verdadera, se representa en un Mandala pintado en la piel de un elefante o aparece en la foto de una pintura, al lado de un elefante imaginado que sonríe mirando como un tierno bromista. Tiene que haber un Signo sostenido por el Demonio en Llamas o por el Ogro de la Trascendencia, tal vez está en la foto de mi vientre en el vacío o en mi ojo o en el ojo del monje que dibujó el Signo o en el ojo del sí mismo que se observa y muere hasta que todo acaba,
me provoca náuseas cuando tengo miedo no descubro su apariencia en todos los lugares se presenta se muestra por todos los espacios de un espejo enjuaga al espejo como si fuera el mar es muchas miríadas de ondulaciones se lava separado del espejo y penetra en el observaclr¡r entra en el mundo cuando entra en el mundo se sumerge en sí mismo flota en el afr¡era como un cuerpo inr-rndaclo de mút.sica el ruido de la guerra en su cabeza anida un niño sonríe en su vientre es Lln grito agónico adentro del mar oscllro es la sonrisa de una estatua ciega estuvo aquí nunca fue mío quise usarlo en mi provecho para volverme un héroe pero no puede comprarlo la conciencia siempre toma su propio camino completa el acabado de todas las criaturas es la radio dsl tiempo futuro se escucha a si mismo en el tiempo quiere Lln momento de descanso se fatigó de tanto escucharse y mirarse quiere ton-lar otra forma otra víctima quiere tomarme siempre me da buenas razones es mi razÓn de existir nllnca termina de darme respuestas es una conciencia separada qtre se hace visillle nre hace guiños para qLre sea lo Uno o lo Otro al decir que yo soy ambos y ningtrno
Y a pesar de ese ojo la muerte ocurre. Y a pesar de mi ojo la muerte adviene. El monstruo con un billón de ojos, el Sin-Nombre, el Sin-Respuesta, el Que-Se-Oculta, el Ser-Sin-Fin es una criatura que provoca su nacimiento y se estremece ante su propia minuciosidad miranclo a través de cada ojo todas las cosas diferentes en un rnismo instante. El Uno y el No-Uno avanzan por un solo camino y no puedo seguirlos. He descubierto a ese monstruo. Voy a describirlo con otras imágenes: Tiene la sensibilidad de los criptóclidos
:\. _
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.IOSE VICENTE ANAYA
LOS I'ROTAGONISTAS
las piernas encorvadas en alto para, entre la oscuridad, recibir a la verga que ataca vigorosa, erecta desde el culo hasta el bálamo excitado; los cuerpos se enlazan vibrando desnudos, los labios están calientes y las nalgas de uno aplastando a las otras; los ojos relucientes y encantaclos se dilatan en las miradas y en el abandono; gemidos que acompañan al movimiento, voces, manos entre cabellos o entre muslos,
se cuida solo y no necesita de mi ayuda es ambas No-respuestas (y no responde a ese nombre)
golpea sobre la máquina eléctrica de escribir y escribe el fragmento de una palabra que
no es palabra fragmentada MANDALA
Los dioses danzan con ese cuerpo. Las flores nuevas se abren para olvidar a la Muerte. Más allá del corazón roto están los ojos celestiales. Miro al Creador como a un muchacho alegre. Surgen franjas en la antífona de los mundos. Estandartes y banderas ondean en la trascendencia. Una imagen final nos recuerda a las miríadas de ojos
manos que tocan humedad en labios stlaves, palpitación contráctil de los vientres hasta que el semen se derrama sobre las sábanas alborotadas;
en la Eternidad. ¡Ésta es la Faena! ¡Éste es el Conocimiento! ¡Éste es el final del hombre!
luego la novia llora pidiendo misericordia y el novio, compasivo y apasionado, se cubre de lágrimas; yo me levanto de la cama lleno de resplandor por los últimos gestos de la intimidad y por los besos de la despedida antes de que la mente despierte a los fantasmas desvestidos (ocultos en las sombras o tras las puertas de casas tenebrosas cuyos ocupantes insatisfechos roncan de noche) que se buscan entre el silencio.
San Francisco, 2 de iunio cle 1959
Poema de amor sobre un tema de Wbitman Entro en la recámara, silenciosamente, y me acuesto entre el novio y la novia, en medio de esos cuerpos que han caído del Cielo, extendidos ahí, esperando impacientes y desnudos en la oscuridad, con los brazos reposando en sus rostros; meto mi cabeza entre sus hombros y pechos; respiro piel, acaricio y beso cuellos y bocas, y provoco que se descubran y se conozcan
por detrás,
rrs'..*iii*.....
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LOS PROTAGONISTAS
r;, RLINGHETTÍ, POETA tsEAT EDTTOR
los prirneros ¿lllt()res qLle publicó estuvieron Allen Ginsberg, Gre-
gory Corso y I']hiliP Lamanti¿t. F-erlinghetti ha siclo uno cle los beats que enlpezaron e lecr poesía acompañados con mítsica de iazzenvivo. lo cual i-rizo proiusamente en bares, cafeterías y auditorios. Sus poemas son cie un
especial estilo cliscursivo, los que se prestan pafaser leídos a grandes voces en un tono de arenga como antes lo l-riciera el ruso futtlrista Vladimir MaYakovski.
Su fecha y lugar de nacimiento quedaron abolidos por tremendas
circunstancias en las cercanías de stt llegada al mundo: stt paclre falleció cuando era recién nacido y, poco tiempo después, su madre fr-re internada en un hospital psiquiátrico. Una parienta francesa reco gió a aquel niño huérfano y se lo llevó a París, donde viviri un buen número de años. Ésa fue la infancia del poeta Lawrence Ferlinghetti, Él calcula que pudo haber nacido en Yonkers
Nueva York, allá por el año de 1919. Despr-rés de unos años en Francia, aquella madre acloptiva viajó con el niño Lawrence de regreso a Estados Unidos. Ella consiguió trabajo y se instalaron a vivir en Long Island, Nueva York. Andando el tiempo, Ferlinghetti hizo estudios de licenciatura en la Universidad de Carolina del Norte, y los posgrados de maestría y doctorado en las universidades de Columbia (EU) y la Sorbona (Francia), respectivamente. Participó en la Segunda Guerr¿r Mr¡ndialcomo oficial de grado en la marina. Por lo anterior, podernos ver a este poeta como parte de la juventud estadounidense en crisis durante los tiempos de la posgr-rerra. Cuando en la década de 1950 se desarrolló el movimiento de los poetas beats, Ferlinghetti estuvo con ellos desde el principio. Habiendo fundado la librería City Lights (nombre en honor al poetamimo Charlie Chaplin, por la película que filmara con ese títr-rlo) en la ciudaci cle San Francisco, California, aI poco tiempo echó a andar la editorial con igual nombre al de la librería, y entre
POEMAS DE IA\ü{iRENCE FERLINGHET-TI
El ojo del Poeta... El ojo del poeta mira con obscenidad la superficie redonda del tnunclcr con sus techos borrachos Y la tonta ociosidad de los tenclederos y sus machos Y hembras de Yeso con piernas calientes Y pezones cual caPullos sobre camas rodantes y slls árboles llenos de misterios, sus parques domingueros y estatuas calladas y sus Estados Unidos
con cir-rdades fantasmas
Y
sus Islas Ellis desiertas y sus paisaies surrealistas de
praderas insensatas suburbios sLtpermercados cementerios con vapor cineramas festivos Y catedrales Protestantes
mundo plástico a prueba de besos papel
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JOSÉ VICENTE ANAYA
LOS PROTAGONISTAS
sanitario tampax y taxis y vaqueros de mercados drogados y Las Vegas vírgenes indios sin propietarios y madrotas de cines locos seoá,'ores que no son romanos y corrci,. tcias sin objetores y todos esos fragmentos mochos de la fatalidad que son los sueños del inmigrante que se hacen verdad y se pierden en los baños de Sol.
y planicies aplastadas, recostadas. Sol glorioso
y relumbrante de madera -puente sobre un río... En la última luz perdurable nosotros
perduramos en bamboleo hacia ¿s[sl¿¡¡s-
Partir de San Framcisco
¿Hacia adelanteT
De frente y hacia afrás para cruzar el Continente
Aquí voy de nuevo a cruzaÍ el país en vagones de tren (a regresar a mi di vagación vieja y solitaria) Toda la noche hacia el este
¡rataplán!
sobre ruedas o en caballo en cualquier vía del tren en automóvil en calandria en plataforma caminando cabalgando pedos que aplanan a los Grandes Llanos.
...Elevado
sobre la Gran Vertiente y sobre adentro Utah sobre la Gran Llanura Salada hacia adelante meciéndome entre estallidos de amaneceres blancos
cafavanas
adentro de la noche. Por siempre. Adentro de tVyoming. Todo el día toda la noche. mecimiento a lo largo
al cruzar mesetas
,N,,,
::r$l:i
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IOSE VICENTE ANAYA
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de los lugares, nieve sobre las estepas y llanos de noviembre con veredas borradas -{ que nunca existieroncomo volver a los orígenes cuando no había gente ni rutas al oeste bajo la nieve... Hay inmensos espacios en los qlle somos sirnples httecos, nebu losos territoric-ls aún no tocadosInclomables.
Horizontes sobre mesetas corno llanos de España por clonde anduvo
l)on Quifotetorres escarpadas carcomidas y fiiosas como ladeados molinos cle viento,
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LOS PROTAGONISTAS
campesinos trillando el trigo siempre desarnparaclos, y ni una persona sobre los puentes...
Y más tarde. mucho más tarcle, r,rn pueblo rnulero alcanzado por un cable telegráfict> y una sola calle recta de acerc> qlle parece colgar cle los rieles del ferrocarril corno un imán, clelimitada por Lrn lnarco
sencillo e infinito. Se pasan
solitarias estaciones de gasolina con un solo tanque un carro una casita un perro y ni una sola persona
lado-
abandonados
por ningún
molinos de la TierraGrandiosas islas de piedras rectangulares encaiadas en las alturas sobre los llanos, como los fuertes c>
¿Todos se esconden?'
las alumbradas carretas de correos
sobre planicies so.siego pírliclo,
2ICLIoszts,
¿El cara pálida fuera de casa? En algún lado clebe haber algún vaqlrero.."
Los pájaros se columpian en los alhambres de las cercas, cal-lallete.s,
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IOSE VICENTE ANAYA
vacas Y vac
s
en la nadidad. Una iglesia de piedra,
ahi clavada, interroga a la ininterrogable y exteriorizada
ninguna parte. Éste ha de ser el intermedio entre Brooklyn y el Paraíso. ¿Tendrán, en las cabinas telefónicas,
Biblias cc.q ¿rnuncios asificados? De otro modo, esta Ílente no podrá encontrar nada.
Que prueben el Zen Instantáneo... Se hace tarde otra vez
y el Sol se pone entre nubes extrañas que parecen chichis atravesadas por rayos de luz
que vienen desde atrásen esto está la mano de Dios. Al fonclo se asientan los árboles negros. El mr:ndo es Lrna flranja invernal-
LOS PROTAGONISTAS
cuna
en la que no nos mecemospetacas de las praderas
en carros Pullman con brillantes salones envueltos en olvidoCarretas alumbraclas con cama adentro por las praderas y cuerpos ahi anidando, arroiadas a la noche inescrutable... Van hacia adelante... o
hacia atrás... los inmensos campos siguen nevados, más y más, y nadie se queda pues todos los indios se van a Florida o ¡a Cuba!
Algo se asusta con el tren en ninguna parte por donde nos vamos meciendo. iTroc! ¡Troc! agitados cruces de carreteras.
Pueblos mineros
otrora rugientes ahora se reducen a la estación del tren y sus luces en las calles parecen drogadas en la soledad
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# '#: F
774,
LOS PROTAGONISTAS
JOSÉ VICENTE ANAYA
o sólo brillan con el resplandor del Sol, en la borrachera de todo el día... Y después de todo, este mundo se reduce a la cara del guardafrenos que se clava en la oscuridadfuturo blanco y largo como el decolorado cráneo de una vaca sobre la arena del desiertoanchos ojos negros de la tristezaalto pico de una capa con rayas grisessu lintern a ferrocarrilera sube nadando cercana a su rostro mientras .rntra un zumbido por nuestra ventana-_
En eso me vi a mí mismo reflejado en el vidrio
de la ventana,
Ven
y acuéstate conmigo
Ven, acuéstate conmigo y sé mi amor Amor, acuéstate conmigo acuéstate conmigo bajo el ciprés sobre el pasto dulce donde el viento reposó donde el viento comió ven y acuéstate conmigo mientras pasa la noche toda la noche conmigo hasta quedar hartos nos besaremos hasta quedar hartos haremos el amor dejarás que mi lagarto te hable a ti dejarás que conversen nuestros yoes toda la noche bajo el ciprés sin tener que hacer el amor
'
su figurzr chapalea
inclinada, corno el almr-rédano que desde una torre
dirige las oraciones de los mahometanos, hablando grave y
El paraíso El paraíso estaba sólo a medio camino aquella noche durante aquella lectura de poesía donde
agudo,
extraño esqueleto¿Quién se robó a Estados Unidos?
yo escuchaba
--
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_losE VICENTE ANAYA
las frases quemadas del poeta con su
rítmica erección y luego él miró con la mirada perdida "Después del intercambio" dijo ,,cada animal se pone triste" Pero los amantes de la última fila
GARY SNYDER.
EX,
BEAT NATTJR.AT,ISTA
parecían absortos
y muy felices. Nació en la ciudad de San Francisco, California, el B cle mayo de 1930. Desde niño experimentó la vida en el campo, al nofte de Seattle, debido a la preferencia del padre quien {evaba a la práctica una especie de anarquismo de autosuficiencia (mezcla de la autorresponsabilidad predicada por los filósofos cínicos o por el estadounidense I{enry David Thoreau). Esta vida llevó a Snyder por trabajos como el de leñador, guardabosques y pescador. Por sus habilidades para, sobrevivir en los bosques, este poeta fue una especie de guía práctico espiritual para varios beats (entre ellos Jack Kerouac) en los largos retiros del mundanal ruido que solían hacer pasando meses en las montañas. Por su experiencia en la vida del campo, podríamos decir que Snyder es un naturalistanaÍural, y esto también fue muy importante para su form?ción mística cuando estudiÓ budismo Zen en un monasterio de Japón. Por cierto, después de un largo tiempo en el País del Sol Naciente, el poeta se casó con una mujer nipona de acuerdo con ciertos ritos de la región de la novia, uno de los cuales consistió en que antes de la boda el novio tenía que hacer unalarga travesía de varios días entre grandes y escarpadas montañas, reto que incluía la obligación de encontrar sll sustento y cobijo en los mismos lugares por los que pasara" Strs parientes nipones cuentan que Gary pasó con éxito la pnreba prematrimonial, y éste volvió a Estados lJnidos con esposa japonesa. Gary Snyder ha seguido con atención la historia y lavida de los pueblos primitivos, y ha planteado que es mucho lo que se puede
FS iinii
118
,JOSÉ VICENTE
ANAYA i
aprender de ellos, sobre todo el respeto a la Naturaleza y la vida armoniosa en ella. Propone que hoy día debemos acuclir al "conocimiento que el primitivo tiene de la relación y la responsabilidad" (esto nos recuerda el testimonio poético del lefe Piel Roia de Seattle). Y es en las culturas primitivas de Estados Uniclos (de ios "indios pieles rojas") que Snyder se ha interesado específicamente estudiando (y participando en) sus mitos y ritos. Algunos temas
de la cosmogonía de los "pieles rojas" aparecen en la poesía de Snyder, y esto lo llevó a coincidir con Jerome Rothenberg en lo que ellos han denominado etnopoesía.. Hasta hace pocos años Gary Snyder, con su familia y otras personas, hacían vida de comuna en los campos californianos, llevando ala práctica el esfuerzo por lograr una vida armoniosa con la Naturaleza. Todo lo que hasta aquí hemos dicho implica otra inquietud del poeta: la de ser un ferviente defensor delaecología. Cosmogonía personal, oficio de poeta y convicción de la vida, son cosas muy explícitas para Snyder en estas palabras que escribió: Como poeta, soy portador de los valores más arcaicos de la Tierra. Esos valores se remontan al paleolítico temprano, son: la fertilidad de la tierra, la magia de los animales, el poder de una visión en la soledad, la aterradora iniciación y el renacimiento, el amor y el éxtasis en la danza, el trabajo comunal en la tribu. Yo trato de juntar en la mente tanto la historia como lo salvaje [elfrenesí, las ideas extrañas, etcétera], para que mis poemas puedan acercarrne a la verdadera medida de las cosas y, así, sostenerme frente aldesequilibrio e ignorancia de nuestro tiempo... [Los valores antes mencionados] lo que sean o hayan sido en otras culruras, se pueden reconstruir meditando desde el inconsciente... La revolución venidera cerrará un círculo y nos vinculará, de muchas formas, con los aspectos más creativos de nuestro pasado arcaico.
A. Poulin Jr., en su libro Contemporary American Poetry, comenta lo antes dicho por Snycler con estas palabras: Entre los "valores arcaicos" qLre Snyder ha intentado erigir en contra clel desequilibrio y la ignorancia de nuestro tiempo", está la vital y sa-
lrg
LOS PROTAGONISTAS
grada reintegración de la sexualidad humana y una gran celebración del ser sexual. Pocos poetas de su generación han celebrado Lrn vívidamente el amor heterosexual como lo ha hecho Snyder. Muy pocos poetas han explorado las primordiales dimensiones de lo sensual y lo sexual, por ejemplo el sencillo acto de alimentase, como Snyder lo hi- zo en slr poema Canto al sabor.
Gary Snyder estudió las carreras de antropologíay literatura en el Reed College. Alguna vez fue investigador y maestro cle literatLrÍa china en la Universidad de California en llerkelev.
POEMAS DE GA,RY SNYDER
Reuolución en la reuolución en la reuolución El campo rodea la ciudad El bosque rodea el campo.
"De las masas para las masas" la conciencia más revolucionaria se encuentra entre las clases más despiadadamente explotadas: los animales. los árboles, el agua, el aire, el pasto. I)ebemos pasar por el estado de "La dictadura del Inconsciente" antes de desear la desaparición de los estados para finalmente llegar al verdadero Comunionismo.
g.g
na
JOSE VICENTE ANAYA
Si los capitalistas
y los imperialistas
son los explotadores; las masas son
LOS PROTAGONISTAS
Acostado en la cama boras después de amanecer
los obreros y el partido es
el comunista. Si la civilización es la explotadora; las masas están en la Nafuraleza
y el partido Io forman
Acostado en la cama, horas después de amanecer, y veo a una nueva muchacha a mi lado que desconozco-
los poetas. Si el intelecto racional y abstracto es el explotador, las masas están en el
inconsciente y el partido lo forman los yoguines.
Y el PODER sale de las sílabas semillas de los mantras.
Medio despierto sueño, sonrío a tu sonrisa cuando cantas. Entre sueño y sonrisa sr-reño tus suaves piernas largas.
Estuue en el bar Mauerick Estuve en el bar Mauerick
Artemisa
"ei"
4i.
;i :s
Artemisa, Artemisa, así es de que ya te vi desnudabueno, ANDA y llévate tu chingada virginidad
en io que a mí respecta, en lo que a mí respecta, tengo que alimentar a mis canes.
En Farmington, Nuevo México. Y tomé vasos dobles de cognac seguidos de cervezas. Mi pelo \argo estaba recogido Y debajo de una capa. Habia deiado mi arracada en el carro. Dos vaqueros payaseaban en las mesas de billar, preguntó Una mesera nos ¿De dónde son? músicos rancheros comenzaron a cantar "En Muskokie no ft¡mamos mariguana"
L,os
r27
IOSE VICENTE ANAYA
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Y a la siguiente rnelodía una pareja salió a ballar. tomaron de las manos como estudiantes de Preparatoria en 1950 Recordé mis trabajos en los bosques; y los bares de Madras, de Oregon. Aclr-rellas rudezas y alegrias de pelo cortotu estupidez. Estados Unidos Casi podría volver a am¿rrte. Se
Nos fuimos de ahi sobre los hombros cle la supercarretera bajo las viejas estrellas tenacesY entre las sombras de los desfiladeros volví en mí mismo, Al verdadero trabajo "A 1o que se clebe hacer".
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LOS I)ROTAGONISTAS
Sólo una uez Casi en el ecuador casi en el eqr-rinoccio a la media noche
desde un barco se mira
la Luna llena
en el centro del cielo Sappa, Singapur,
marzo de 1958
Ff.
4r
ffi El an ciano Su ro.stro tiene el color
del rnuro Su cobija es igual a su colchón Habla el idioma de ia rana y del buey Se ríe a carcaiadas en la punta de una colina
Vagand,o por la cañada Totsug ALUA Orinando observo una cascada
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LOS PROTAGONISTAS
ETAR.GARET' R.ANDALI., T,A DIGNTDAD DE {JhIA L{JCHA PERMTANEI\{TE
Margaret-Ranclall volvió a Estados Unidos habiendo enfrentado un juicio que la acusaba de "actividades antiestadounidenses" por sus crític as ala política de los gobiernos de .su país y por el tiempo
de estancia en Cuba, asunto que le ocasionÓ el apoyo de muchos artistas e intelectuales de Estados lJnidos que protestaron contra esa actitud gubernamental. Hasta hace algunos años estaba traba' jando como maestra en la Universidad de Nuevo México en Albu-
querque. De Nueva York arribó a la Ciudad de México, en Ia década de 1950, durante una de esas oleadas en que los jóvenes artistas beatnik.s viajaban de un lado a otro del nlundo. Ente slls compañías en México estaban Philip Lamantia, Allen Ginsberg yJerome Rothenberg
(entre otros). Sr-r círculo de arnistades creció con la gente cle México, y pronto Nlargaret se encontró formando parte de un proyecto editorial que resultó úrnico: la publicación de la revist¿r El Como Emplumado, que mantuvieron durante años ella y Sergio Mondragón. Esta revista se distinguió por su larga duración y su alcance conrinental tanto en términos de distribución como de autores publicados (en ella publicaron poetas de toda América, entre ellos: Alejandra Pizarnik, Raquel Jodorowski, Ernesto Cardenal, Heberto Padilla, José Emilio Pacheco, Juan Bañuelos, Enrique Linh, los nadaístas colombianos y casi tocios los beats estaclounidenses). En sus largos años de estancia en la Ciudacl de México, sumado itl trabajo editorial, Margaret Ranclall escribió y tradujo mucha poesía, tuvo hijos y también escribió ensayos, como lo son los libros cllre con los títulos de Las mujeresy Los bippíes aparecieron en la eclitorial Siglo )Cfi. Su labor entusiasta ay'trdó a comunicar entre .sí a poetas de casi toclcts los países cie América. Con el paso de los años Margaret se fue a vivir a Cuba y posteriormente a NicaraÉ¡u3, tiernpo en el qLte escribió sobre las mtrleres de esos países.
POEMAS DE MARGARET RANDAT-L
Primera ca,nción Para Sergio En montones de heno de los camPos está el peso de lo no-revelado / y las aves mecánicas ILUMINAN cantando canciones entre las hoias marchitas. La misma canción y las mismas hojas y partimos Y llegamos a los campos del heno / la canciÓn SC VA
Y
NOSOTROS LLEGAMOS
a casa cantanclo / esPerando la calma que se anula
con el gran fuego
del gozo. las mismas palabras lenguaje usado
un lenguaje hecho
/ un
f' :'
/
llegamos
!,Wjr:
w .\J
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JOSÉ UCENTE ANAYA
por lenguas exploradoras: NO EXISTE EL ESPACIO EN]RE TII Y YO
PETER OR.IOVSKY
voz en desamparo / durante días clurante el respircr cle las estrellas tr-r
/ llecluos
form¿r hace
NACE}t Sr ft ii¡
a la mía / cantamos lo.s ctrerpos nuevos entre trna lluvia de hojas muertas. NO EXISTE EL ESI'ACIO
ENTRE
-I-[; Y YO
y par^ saberic> no hay n-reclidas / :l
t
no cievuelve la palabra ILIJN4INADA
1*'
InJideliclacl tii ni
i.
ti: ü.
Siempre es iguiil, va creciendo, los roedores comen rni cereltro y rne escurrcn los jugos r-rn plasma viscoso sc cruza en mi cantino y se me adelanta al cloblar la e.squina.
eso
Identificado desde un principio con los primeros beats de Ntteva York, Peter Orlovsky compartió las búsqueclas cie.scle el origen con Allen Ginsberg, Jack Kerottac, William Burroughs, Gregory Corso y Neal Cassady. Hijo cle trn inrnigrante ruso, Peter nació en la citrciacl cle Nueva York y tuvo una infancia de extrema pobreza. El padre fue un comerciante fracasado qtre se cledicó a la f-abricación artes¿rnal cle corbatas, y la madre, hemipléjica, sorbía sus penas con el aicohol; por lo anterior, Peter y sus hermanos pasaron una infancia prácticamente en el abandono. Cuando Orlovsky cumplía con slr servicio militar en la ciudacl cle San Francisco, se hizo arnigo del pintor Robert LaVigne. Tiempo nríls tarde, iría conociendo através de éste a otros artistas, cctmo los poetas beats. A Peter Orlovsky le tocó contpartir toda l¿r cotidianidacl de la vida beat en los momentos rnás intensos en que viajaron, escribieron, leyeron sus poemas con jazz y buscaron sobrevivir ante toclas las dificultades; por toclo lo anterior, Orlovsky aparece en casi toclo el anecdotario beat, clesde cartas y memorias hasta relatos literarios como los de Jack Kerouac. Aunque es poca la poesía que ha pr,rblicaclo Orlovsky,ha clado innumerables lecturas en pírblico, lamayoría de las veces en compañia de Allen Ginsberg (de quien fuer¿r su pareja amorosa).
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JOSE VICENTE ANAYA
POEMAS DE PE'TER ORI.OVSKY
Primer poema un arcoiris se derrama en mi ventana, me electrifico. Brotan canciones de mi pecho. cesa mi sufrimiento. El misterio llena el aire
Bajo la cama busco mis zapatos. Una gorda negra se convierte en mi madre, Dejo de tener dientes postizos. De pronto diez niños se acurrucan en mi regazo. De un día a otro me crece la barba. Me bebo, con callados ojos, una botella de vino. Dibujo sobre un papel y vuelvo a sentir que soy dos. Quiero que me hable toda la gente
Limpio la basura sobre una mesa. Invito a mi cuarto a miles de botellas y llamo a los insectos de iunio uso mi máquina de escribir como si fuera almohada. Ante mis ojos una cuchara se transforma en tenedor. Los vagabundos me dan todo el dinero que tienen. Lo único que necesito, para el resto de mi vida. es un espejo. Pasé mis primeros cinco años de vida entre muchos trozos de pollo y muy poco tocino mi madre sacó su rostro de bruja en la noche y me contó historias de barbas azules.
Mis sueños me elevaron sobre la cama. Me soñé entrando por el cañón de una pistola para pelear con la bala, encontré a Kafka y brincó sobre un eclificio
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LOS PROTAGONISTAS
para alelarse de mi. Mi cr-rerpo se revolcó entre azÚcat y se rierramÓ en el té; fue así que pude encontrar el significado de la vida,
lo único que necesitaba era tinta para ponerme negro. Caminé por las calles buscando unos oios que acariciaran mi cara. Me metí en los elevadores con la segr-rridad de que iba al Paraíso, Y me baié en el piso 86, luego caminé Por el pasillo buscando unas suaves botas.
Mi futuro se transformÓ en un dólar de plata sobe la cama. Me asomo por la ventana y no veo a nadie, baio a la calle y miro hacia mi ventana y tampoco veo a nadie. Me dirijo al hidrante y le pregunto: "¿Son tus Iágrimas más grandes que las mías?" No hay nadie cerca de mí. Orino en cualquier lado' Mi arcángel Gabriel toca la trompeta y aumenta mi ánimo, mi júbilo gaY. 24 de nouiembre de 1957, París
Bailes Los paranoicos bailan con los ojos; los esquizofrénicos, entre vals y rudo. Los catatónicos se sientan Y, dormitando, les vibra el cerebro con
una jiga.
JOSE VICENTE ANAYA
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LEW WE{.CF{
Haiku La luz de la Luna se baña con el pájdr<>; ty yo tambiéni
Haiku El arcoiris termina en una telaraña (¡afortunadal)
y menos ubicable dentro de todo de la vida beat, es Lew contracultural aquel enorme movimiento Tal vez el poeta más elusivo
y sin embargo , ahíestámuchas veces compartiendo la amistady las aventuras con los demás beatniks, y por lo demás, no está ausente de los relatos literarios beats.
fút.n;
En sus años de estudiante universitario Velch fue compañero de Gary Snycier y Philip Sühalen en el Reed College de Portland. Oregon; su amiga Leonore Kandel tendría de él siempre recuer-
t:
H 1
dos amables. se supone que Lew \ü/elch muriÓ por el año de I977,lo que se clecluce por su clesaparición puesto que ni siquiera su cuerpo ha sicio encontrado. Gary Snyder recuerda: Lew y yo fuimos hermanos y compañeros de trabaio clesde los primeros tietnpos, Los poetas son hijos de brujas, según cuenta la traclición cle las musas. vivir con la imagen de la Madre Dientes era el laclo más oscuro de los cantos de Lew. Allá por mayo de 1977 él bebió muchísimo licor, maneió armas, se escondió con alguien en el bosqtte y ya nadie lo volvió a ver.
\Welch, la editorial Dos años clespués de la desapariciÓn de Grey Fox cle San Francisco publicó una selección de sus poemas con prólogo cle Gary Snyder, en el que éste dice: Lew welch escribe poemas líricos claridosos, humorísticos y de osctltraras exploraciones. Los poemas reunidos en esta selecciÓn son los
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JOSE VICENTE ANAYA
bajos mayores de un hombre que, cle sus cuarenta y cinco años cle vida en el oeste, le dio veintiuno a la poesía. su obra pertenece al contexto de Ia Poesía del Renacimiento de san Francisco, la energía libertaria de posguerra que combate para desarrollar a Io máximo las posibilidades de la poesía abierta. POEM.ÁIS DE LEW WELCH
La Emperatriz La Emperutriz le sirvió el té
a Su Tungpo, y le ordenó que tomara una antorcha y se dirigiera a la recámara de las Doncellas del Palacic,r.
Yo olvidé mi luz. Estoy borracho y creo que nunca cruzaré ese puente destartalado.
Y es que la Dama del Cielo lr
''
rne ha abandonado.
li
ii"..
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LOS PROTAGONISTAS
133
así como Virgilio fue guiado a lo largo del Infierno de Dante guíame Tú por el Samsara.
Canción al secreto que bace florecer ¡Crece pequeña planta! ¡Muéstrale a todos esos que
me hacen perder mi tiempo (y el tuyo) qué tan bueno es ser como cualquier mala yerba
-¡Parte
de la Selva!
ftro le temas al venado que cortará tu vida, sé estoica como yo. Es por el amor que has venido de tan lejos a germinar
isr. illk,. i¡'&.,
Oh Tú, Avalokiteshvara, Buda Compasivo, Auténtico Bodhisava, El eue Recitó El Sutra Prajnaparamita del corazón, Oh Tú, Kannon de Japón, Kuan yin de China, Chenrezig del Tíber, No Dios sino Guía, Oh Tú¡ que eres los Innumerables retornos de los hombres y mujeres en todo tiempo y lugar
¡y a morir!
Platicando con Kerouac mientras manejo en la caTTetera Iack? Ayer pensé en algo
HI r34
.JOSE VICENTE ANAYA
qLle nunca he tenido tiempo de platicarte y hoy ya no sé qué era.
EI. MIEDO A {.A POESÍA DE LEONORE KANDEX,
¿Te acuerdas?
La
posición basica
Los que no encuentran nada
por qué vivir, casi siempre inventan algo por lo cual morir"
Luego quieren vernos
morir por eso. Ellos y un ejército élite de miles, que a nadie le hacen el bien
pero sí producen daños, se han dedicado a amontonarnos los problemas.
Íl
Finalmente, toda la maquinaria que han creado intenta matarnos
porque nos negamos a morir por esa causa.
En 7966,Ia policía de la ciudad c1e San Francisco, California, recogió toda la edición del poernario Tbe Loue Book(El libro clel arnor) de Leonore Kandel, y abrió un juicio contra su autora acusándol¿r de "obscenidad", Después de 26 años, cuando sabemos que en Estados Unidos otras obras literarias sufrieron igual acusación (como Aullido y otros poemas de Allen Ginsberg o Almuerzo desnudo de Villiam Burroughs) pero que después del juicio fueron exculpadas, o cuando los videos y revistas pornos se venden en ctralquier lado, resulta vergonzante que un libro de poesía erótica continúe prohibido. Los fiscales de la inteligencia le temen más al arte, sin duda porque éste tiene mayor fuerza. Leonore Kandel nació en Nueva York y se crió en la ciudad cle Los Ángeles, C¿rlifornia. Fue una viajante qlle vivió en muchas partes del mr-rndo, desentpeñando trabajos de rnodelo, composi. tora, cantante, l>atlarina de cabaret, cantinera, chofer cle autobús, etcétera. A rnediados de 7960, Leonore Kandel
vlia en el far,ioso barrio de leyendas y realidades de la vida contracultural de San Francisco, es decir, en Haight-Ashbury. Ahí la entrevistó Bruce Cook par¿r incluirla en slr libro Tbe Beat Generatic,¡n (La generación beat), y la clescribe como una mujer "bella, reservada, lacónica y clifícil". Lu vicl¿r de Kanclel se clespliega entre toda la típica atmósfer¿r cle la generación beat: rompimiento cle las fronterárs geográficas viviendo el viaje perm¿lnente, el ejercicio de la libertad, los expe-
136
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JOSÉ VICENTE ANAYA
rimentos con alucinógenos, la libertad sexual, ejercer la vida como Lln ritual, la praxis crítica de la vida acomodaticia (,,squars', _ "cuadrada") de las "buenas costumbres" y poner en cluda todo lo benéfico del status quo. Ella se encuentra con la generación beat porque comparte todo lo antes dicho, porque reconoce tener influencia de Allen Ginsberg, aunque con este matiz: "Todos somos producto de una misma cultura. Todos somos producto de un mismo mundo. Es allí donde hay que buscar las influencias.,'y se resiste a clasificarse: "Nunca me ha interesado saber quién es beat y quién no lo es. Nunca me ha gustado usar etiquetas", como por lo general opinaron, inteligentemente, muchos de los poetas que han sido considerados parte de esa generación. En algunas publicaciones Leonore Kandel fue llamada ,,Diosa del Amor", pata hacer referencia a sus poemas eróticos que en la década de 1960 escandalizaban a los moralistas. El escándaio se volvió mayúsculo porque se trataba de una mujer. A una clama le estaba prohibido hablar de cosas tan "cruclas" (naturales) como sus placeres físicos. Pero, a final de cuentas, los textos cle Kandel y cle otras escritoras (Erica Jong, Marge piercy, Diane di prima, etcétera) vendrían a demostrar que la mujer es y tiene cjerecho a ser y desempeñar su papel humano, y que en esto no permiten que se les limite, y mucho menos en el ejercicio artístico e intelectual. una nueva sensibilidad, como Herbert Marcuse reclama (en la dialéctica en que Eros y Tánatos se combaten), para buscar el regocijo de los instintos que están en favor cle la vida. La poesía erótica de Leonore Kandel es, sobre todo, la celebración de Eros en un ambiente en el que el placer es un asunto sagrado, y no algo degradante como por lo regular interpretan las mentes moralistas. Con este recuerdo que hacemos de Leonore Kanclel, queda la denuncia de la injusta prohibición que aún"pesa sobre Eltibro del a7nor.
LOS PROTAGONISTAS
137
POEMAS DE LEONORE KANDEL
Dios / Poema d.e amc¡r no hay otras vias para el amor que / la belleza y yo te amo por todas las vías te amo
/
/ tu verga en mi mano
se aviva como un pájaro entre mis dedos mientras túr te hinchas y creces duro
en mi empuñadura y obligas a que se abran mis dedos con tu rígida fuerza eres bello / eres bello eres cien veces bello con amorosas manos te palpo con uñas color de rosa y dedos iargos
te acaricio te adoro con las yemas de mis dedos... con las palmas cle mis manos... tu verga, qLle tengo tomada, se eleva y palpita y es tocla una revelación ,/ como Afrodita lo sabía, hubo trn tiempo de dioses purificantes / y recuerdo las dulces noches en que mamamos nuestros jugos más deliciosos que la miel / donde tú y yo hemos siclo el templo y el mismo dios /
IOSE VICENTE ANAYA
13s
C'o,qer
con
amor
Fase
I
LOS PROTAGONISTAS
esto es la belleza, r-rn volcán que hace enrpciÓn clavaclo en tní hasta mis venas destilan el esperma iDlos mío, es una veneraciÓn esta cogidal
él es Coger con alnor es c¿rmbi¿rr el temperanlento clel airc clos extraños, por ó.smosis, entran zrl írngel más allá de la piel (algo, como url ¿lrbol, crecc en nli nlano)
milagro milagro afuera de un matorral arclienclc> y entonces comprendo por qué las mujeres hindúres rnagullan sLls sllaves carnes frente a r-rn falct en una interminable veneración (como un írrbol) que mi cuerpo necesita y placeres posiciones rne transforman en enorlne boca entre mis piernas chuparcoger oh verga amorosa crecicl¿r grandiosa y tremendzr. penetrante instrumento cle amor, saboreo todos los poros de mi piel chupaverga qué paraíso la lengua entre mis muslos clilata a mis piernas hasta el grito qr-re rebosa y yo me reboso rne reboso. clesde mí y hacia mí él se mueve y luego se zambulle (crecida y grandios¿r rnás tremenda)
Poema de las boras cortas Sueño la muerte como ei gorrión ai halcÓn, es una presencia desde arrtba y más allá del ojo
oscuridad del cielo viejos huesos humanos jtrnto a mi dulce carne me esperan con una paciencia fría y blanca a veces me sedttce desde lo más angosto de la noche cuando pierdo la fe al empezar el día y estoy completamente sola
de pronto sin saber cómo la noche termina a tiempo y todo se va ia muerte tiene paciencia de propietaria mientras duerme encerrada y me vuelve a prestar mis huesos blancos aunque en este contrato yo no tengo participación, ¡anciana! me guiña un ojo y se sienta tenso mis huesos prestados Y me río a carcaiadas de ella y cle mí
aclentrcr
el amanecer empieza con un aroma dulce'..
y todo en mí confluye pero grito sÍ sÍ sÍ esto e.s ESO. esto
e.s
lo clue he qtrerido
1J9
LOS PROTAGONISTAS
ROtsER.T DUIqCAhi, uI\{
poETA BAJO {,AS
t41
mación) como Duncan y los miembros cle la generación beat. Rexroth, con una desltlmbrante obra poética, aval6 a todos aquellos jovenes distinlos que comenzaron a despuntar en la década de 1950 (entre ottos: Gary Snyder, Mich¿lel McClure, Allen Ginsberg, Gregory Corso). Por otro lado, el cuidadoso conocimiento de Rexroth sobre las culturas china y iaponesa (fue autor de varios esfudios y antologías de poesía de dichas culturas) también fue determinante en aquello.s jóvenes para que se interesaran en el
ORDENES DIVTNAS
Oriente. El orientalismo de Duncan, sin embargo, se inclinaría más por esa forma de transición entre los clos hemisferios que es el conocimiento esotérico gnóstico, el que aprendiera desde la infancia por intermedio de su padre adoptivo. Muy joven aún, Duncan fue amigo cle Anais irüin, quien en sll diario lo describe Como Lln ". ..enfant terríble, perverso y Con experiencia... físicamente guapo... habla vigorosamente, con las cualidades de un médiltm." Robert Duncan (con Michael McClure, Lew \ü7elch, Philip Lamantia, Ruth'Weiss, Philip Whalen y otros) formó parte del grupo llamado Renacimiento Poético de San Francisco, el ctlal confluyó en múltiples inquietudes (al grado de ser lo mismo con otro nombre) con la generación beat(Al\en Ginsberg, Peter Orlovsky, Neal Cassady, Jack Kerouac, Diane di Prima, Gregory Corso, William Burroughs, et al.) y con el grupo del Black Mountain College (Charles Olson, Denise Levertov, Robert Creeley, Paul Blackburn). Los poetas de estos tres grupos aparecían combinados en las nuevas revistas literarias más relevantes de aquella época, como Ramparts, Origin, Big Table, Euergreen Reuiew y Black Mountain Reuieut;del mismo modo se encontrarían en algunas antologías. Por los encuentros y coincidencias de todos estos poetas, Duncan ha sido ubicado en los tres grupos mencionados. No obstante lo antes dicho, entre el bullicio de aquellos tres grupos no parece haber habido un individuo más diferente y soiitario que Robert Duncan. Al respecto, Bruce Cook escribió: "...srr obra parecía tener algo esencial que la hace muy diferen-
"Nací el 7 de enero de 7919, una hora antes del amanecer, en pleno invierno y al finalde una guerra...", escribió Robert Duncan en Lrn ensayo de 1966 en el que exploró una combinación de autobiografía con poética. El relatado nacimiento sucedió en la citrdad de oakland, california. su madre falleció clespués clel parto, v posteriormente su padre lo clio en adopción a un arquitecto miembro de una sociedad gnóstica, quien lo educó en la cosmogonía cle ese conocimiento esotérico y ancestral en el que se mezclaron icleas cie Hermes Trismegisto, Plotino, Platón, Zaratustra yJesucris-
to. Ivlás tarde, Duncan haria estudios de psicología y cle arte. Es su juventud, Robert Duncan fue miembro del círculo Anarqr-rista de la ciudaci de San Francisco, donde compartió el espíritir libertario y crítico con otros poetas como philip Lamantia y Kenríeth Rexroth. De esta época, Duncan recuercla: Mis opiniones políticas eran en contra cle la ¡luerra; clescle este pl¡nto cle vistzt yo actuzrb¿l como r¡n radical. Era el tiempo cle los proce.sos cle Moscú y cle la Guerra Civil Española; clesde entonces ftli un anticomt¡nista:ri graclo clel fhnatismo. Yo formaba parte cle una corriente anarqtrista sui geneñs. Lln anarquismo estaclounidense basado en las teorías cle Thorealt y Emerson, es clccir, esencialmente antipolítico. Mis opini6nes poiíticas atacaban al belicismo, y fior manrener esas opiniones nc-.r
irnportaba el encarcelamiento.
Kenneth Rexroth sería tomado por un amigo y rnaestro por los poetas menores qr-re él (al rnenos en sLrs primeros :rños cle for:ii\ii:
t'12
JOSI] VICENTE ANAYA
te de la del resto: una cierta elegancia, un arnor a la belle za por ia belleza misma, Llna su¿rviclacl en desacuerdo con el conceptcr popr:lar cie los beats." En trna entrevista que Ekbert Faas le hicier¿r a Dtrncan (publicacla en 1978), éste confiesa que después cle leer ei poema "Aullido" cle Ginsberg, trató cle esc¡ibir como éste, pero que los rnalos resultados le hicieron ver qtre ése no era sLl c¿rmino.
l)uncan cornpartió la poética de charles olson, explicada por ¿rste como el uercc¡pro.yectiuoo abierfo. olson parte cle la idea cle que "los hábitos del pensamiento son los hábitos cle la acción,', y afirma: "La forma no es más que una extensión del conteniclo. El hecho es qLre no ptrede existir la forma como posibiliclad inclepencliente de aquello que la anima, de cuyo contenido es resultaclo." / "El poena tiene qLle ser, en tocio momento, una constn:cción cie alta energía y, en todo momento, una descarga cle energí a.',
/
,'De
Ia cctbezctpor rnedio dei oído, se llega ala sílabot.nel corazón por nredio del aliento, se llega al uerso." / "y el verso viene (lo juro) cielaliento, cle la respiración clelque escribe, en elmomento en que escribe, y es por esto, es aquí, donde la creación cliaria, LA cREA-
ctoN, participa, pues únicamente el que escribe puede transmitir su propia métrica y su final --
ii' s{,. ftu
#, R
profunda relación epistolar, e intercambiaron una rica serie cle ideas. La poética de Dunc¿ln expresa cosa.s como: ,,Forma y contenido son o debieran ser idénticas." / "Mipoesía es la iclea cJe Io que el humano es... tengo que estar cientro c1e mi poesía porque ei tema es el humano y yo soy mi propia fnente cle clatos. DL algún rnoclo, esto es, precisarnente, lo que ha sucedido siempre contocJos los poetas." / "La palabra es para mí caryte uiua, y el cuerpo de mi propio pensamiento y sentimiento. Mi propia presencia se convierte en vehículo del proceso de información genética.,, / "Nuestra conciencia, y el poema como el .supremo empeño de la cronciencia, llega cle un¿r organización que danza entre la iclenticlad personal y la círsrnica."
LOS PROTAGONISTAS
143
El antiacademicismo es algo qr-re distingue muy claramente ¿r llc>bert Duncan (y tal vez esto sea lo que más lo errlp?renta con los beats y con los artistas de la antiuniversidad t .re fue el lllack Motrntain College). Habienclo estlrdiado en la L riversidacl cle califbrnia en Berkeley, y alln siendo catedrático en varias universidades, Duncan ha sido considerado un "universitario rebelcie", y en sLl etapa de estudiante se resistió a \a graduación. En la entrevista que le hiciera Bruce cook, Duncan consiclera que sólo existen tres tradiciones de poetas: La traclición barclica, en la que e ntran poetas corno Dylan Thoma.s, cuya obra no se reclime por su conteniclo, puesto que barclo es, sencillamente, el que cvnta... La traclición profetica, cle la que forma parte 'whitman, por supuesto, y el ejemplo actual de esta traclición óir-,r", berg con sus cantos al estilo cle -|eremías. y, por último , la traclicirjn clel poeta creador, el qtre vive el mundo como creación. Los poeta.s que trabajarnos en esta úrltima tradición, hoy en clía, nos consicleramos cercanos a la ciencia...
En esas tres tradiciones, para Duncan, no entran los poetas universitarios o académicos; stablisbrnentpoético, con sus pasmados aturclimientos, es algo muy diferente. Los poetas clel stablisbment tienen la
...e1 cacluco
o
f¡¡s-
idea de hacer una poesía puramente literaria, basacla en la traclición cie
Dryden, y creen que la verdadera poesía o literatura es la aceptacla por el consenso de los hombres sensaros.
cuando Bruce cook entrevistó a Duncan, éste viviarneclio perdido en el barrio chicano de Mission, en la ciuclacl cJe San F-rancisco, y desde ahí, este raro erudito con su posición c1e creador inclinado hacia la ciencia,vivía su poesía, según sLls propias palabras, como un ritual que se remite a las órclenes cliuinas.
744
$
.JOSÉ
WCENTE ANAYA
ii.
POEM.&S DE ROBERT
DUNCAN
Memorias tribales. Trauesía 1 A Ella-La-Sin-Límites va rni envío, donde quiera que esté, en sll c¿rmpo de fuego al amanecer, en[re las tribus qlle se asientan en la Ciudad doncle nosotros, Su s i$: :$p
ptreblo, estamos al flnal de un c|ía que alcanza aquí la Eterna luz de las donde el tejido lámparas, aquí humano saca chispas, calor y luz; luego vislumbra, se apaga y reaparece.
145
LOS PROTAGONISTAS
tiempos del hombre y por eso en nuestros cuerpos hay alarmas, rumores del enemigo, estamos entre las plumas del ala que nos cubre. Ella fue llamada Mnemosina, Madre de alas susurrantes. Memoria.
Ave grandiosa que ha procreado en los nidos de las almas, cuyo huevo es el sueño en el que todas las cosas cobran vida, al que yo regreso cuando me abandono.
Yo estoy a mi lado con este pensamiento sobre lo Uno en el Huevo-Mundo encerrado en un caracol con murmullos rimando en redondo, sonido encabinado del infante
Es por eso que existe la compañía en ei
vivir, y la voz del poeta se oye desde un inframundo
¡Es
sin cuarteaduras, vaho de la respiración del preciso conocimiento noticias lawacJas en los sepulcros cambios del tiempo que nos nutren,
y el Sol vuelve al norte. Y esconde
pero desde el corazón de piedra la lámpara da luz. Corazón de la materia que
el
origen!
El porvenir que rebosará en el verde mientras los vientos de la primavera, acuosos, soplan desde el sur
el fuego entre las palabras de su boca
y viene corriendo de la oscuridad y la tormenta
sostiene la casa hacia nosotros ¡aquí mismo, la luz vigilante a la ortlla de la Ciudad! La Ciudad saidrá a tiempo, saldrá en el tiempo, escondiendo sus rescoldos. Hemos sido desparramados entre territorios y
Duermo en la tarde, en retirada del trabajo, me pongo a leer y salgo de la lectura como si vo fuera una semilla de mí mismo indespertable sin deseos de dormir o despeÍtar.
______r",,m '$i:::: X:::!: $i:
I:,
71+6
IOSE VICENTE ANAYA
El
poema es algo natural
Ni el vicio ni la virtud conducen los poemas. "Vienen y mueren, como lo hacen cada año, sobre las rocas."
LOS PROTAGONISTAS
del año anterior, reposaban. El desamparado poema con cara de ratón luce astas nuevas que son las anteriores "sólo que un poco más pesadas, imaginadas"
y su única belleza consiste en ser El poema se alimenta de pensamiento, de sensación e impulso y se crea a sí mismo; es una urgencia espiritual en el salto desde un escalón en Ia oscuridad.
ratón.
Me
permiten uoluer a la pradera
Como si yo fuera una escena mental que no me pertenece, pero existe,
Su belleza es una obstinación interior
que sobrepasa el origen.
(y en favor) de la corriente del río. Es un llamado al que podemos atender en lo más remoto del mundo. Bramido esencial del que habrá de surgir el novísimo mundo. Se esfuerza en contra
Salmón que se pierde las avellanas
maduras, pero que pasa ios saltos de la corriente, blando y ciego.
y es mía, cercana al corazón, pastura eterna guardada en el pensamiento donde tiene un pasadizo es un lugar hecho, creado por la luz, donde caen sombras figuradas. Soy de donde caen todas las construcciones
que son como el primer Ser Amado con flores que son flamas para incendiar a la Dama,
Es una foto apta para la mente.
quien es la Reina al pie de la colina cuyas huestes son palabras pernrrbadas con otras que forman territorios doblados.
Fracción de segundo. Ratón dibujado por Stubbs, donde las extravagantes astas de venado
Esto es sólo un sueño del pasto que empuja al oriente hacia
747
IOSE VICENTE ANAYA
148
la fuente del Sol, una hora antes de que éste caiga
CF{ARTES OISON, UTOPISTA QtiE INCXD{ó EN I,^& RSAI,XDAD
su secreto está en los iuegos infantiles de un aro alrededor de las rosas. Muchas veces me Permiten volver a la pradera, como si ésta fuera propiedad de la mente cuyos linderos nos resguardan en el caos, lugar de la primera venia, presagio perrnanente de lo que sucede.
Estntctura 1¡
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$'
R,.
d.e
la rima
Sólo pasajes de poesía, nada más. No importa cuántas veces se fortuna- sólo baraieanlas cartas y se tiran para ver el futuro -la de Luna sobre luz de pasajes de lo que esfá sucediendo. Pasajes
el piso. Permítanme presentarles una ilusión de la pesadumbre. En el cuarto, entre la límpida claridad de la luz lunar, un joven parado mira hacia abaio. Y yo he hablado de agonías que sobrepasan a ese muchacho, que son olas de extravíos y regresos' Pero el muchacho se apartatáde la palabra. No sabemos qué furia (que rima) ni qué aflicción lo conmueve. Permítanme presentarles la ilu.sión de que nunca se aflige.
:* $i $. .$,
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!$
Charles Olson (1919-1970) nació en'Worcester, Massachuserr.s. Al fundar una universidad opuesta al academicismo traclicional (por lo que aquélla ftle llamada antiuniuercidad), olson actuó como un utopi.sta de los que inciden en la realidad, actitud,!ue en mucho cara cterizí a parte de la contracultura estadouniden.se qtre ciespega a partir de la década de 1950 (en aquel momento se tuvo la premisa de hacer realidad los sueños, ahora y aquí; y a propósito, recordemos que olson escribió: "...los hábitos clel pensamiento son los hábitos cle la acción"). Esa universidad utópica de olson fue el Black Motrntain college (en Carolina del Norte), que empezó a fi_rncionar en 1951 y en el que este poeta trabajÓ como rector y maestro. Muchos artistas de vanguardia acudirían a enseñar en el Black Mountain college lo no conqebible en otras universidades, entre ellos los pintores Robert Rauschenberg yJosef Albers, los múrsicos Davicl Tr-rdor y John cage, el coreógrafo Merce cunningham y poetas como Robert Creeley, Denise Levertov o Robert Duncan. En 1950 olson escribió su famoso ensayo en el que clesarrolló la teoría del poema proyectiuo (projectiue uerse), al qtre rarnbién llamó poema abieño (ideas que hemos citaclo y explicaclo en el texto que sobre Robert Duncan aparece en este libro). Paradójicamente, olson llegó al antiacademicismo clespués cle haber hecho muchos esttrdios universitarios que culminaron con el doctorado, para lo cual pasó por las universidades de vesleyan,
Yale y Haward. su teoría poética influyó tanto que pronto se
150
JOSÉ VICENTE ANAYA
habló de una corriente de "poetas proyectivos", lo que de alguna manera haciareferencia a los poetas beats o a los grupos cle Nueva York o del Black Mounrain College. caracteriza a la poesía de charles olson una especie cle surrealismo en el que las imágenes pueden seguirse desdoblando
LOS PROTAGONISTAS
la obediencia, todos estamos retrasados en el tiempo lento que hacemos crecer Y la sencillez
hasta el infinito. Olson escribió:
no es fácil de entender
si él lel ser humano, el poeta] está dentro de su naturaleza como una granfuerza, entonces será c pazde escuchar, y se podrá oir a simismo para tener acceso a los secretos que comparten las cosas... Es por eso que la acción del artista en un campo abierto nos conduce a dimensiones mayores que las del individuo. El gran problema del ser humano (desde el momento en que posee el lenguaje) es ubicar, con sus acciones, el sitio que le corresponde en la Naturaleza.
Se podría, a pesar de
la agudeza (acbiote) notar en los otros lo que tiene sentido rnás que mis distancias. Las agilidades muestran a diario a quienes negocian en el mundo y a quien hace
POEMAS DE CFIAR,LtsS OISON
Máximo
se
la Naturaleza y yo hago ambos cosas cuando pierdo el sentido
babla a sí mismo
1
He aprendido por qué perduran las cosas más sencillas. Que fueron hechas para causar dificultades. Aun en el mar yo voy despacio para sacar una mano o para cruzaf un puente mojado. Después de todo, el mar no es
de mi incumbencia Y por óá, i.r,nolucrado que yo esfuviera con el mar, en él sería un extaño sin contar nuestra mucha familiaridad. Tardo
y a disgusto por ese argumento del hombre sobre la postergación como naturaleza de
he armado diálogos, he discutido las escrituras antiguas, he desperdiciado toda la luz que he podido y ofrecí lo que el plaeer concede ¿Y qué con el conocimiento? A éste, he tenido que darlo en la vida en el amor y en el mundo de lo humano.
Indicios. Aquí sentado veo hacia afuera
151
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JOSE VICENTE ANAYA
como el viento y el hombre acuático que saborea y pierde la prueba Cc¡nozco las cuatro estaciones del
año; de dónde vienen
y a dónde van. Pero mi tallo, del que me hice en las bienvenidas para los otros o de las veces en que me han rechazado mi arrogancia no disminuyó ni creció con la comunicación
2
Este asunto, del que hablo en
este amanecer, está inconcluso
con el mar que se extiende desde
LOS PROTAGONISTAS
153
que obedece a las figuras de la presente danza 'l I
La cosa que tienes delante debe descansar sobre la curva clel nido (¡en un segundo, el ave,
mata al tiempo!, ¡el ave!) ¡Y ahí! (con fuerza) ¡el mástil impetuoso! vt¡ela
(oh arcilla del ave, oh Antonio de Padua desciende, oh, y bendice a las casuchas, a los viejos, a los escalones suaves en cuyos ángulos se posan las gaviotas y de donde vuelven a emprender el vuelo, ¡al cascajo
de mi ciudad!
mi zapato. 2
Yo, Maximo de Gloucester, te bablo a ti (fragmento) Fuera de la playa, en las islas que se ocultan en la sangre, entre joyas y milagros, Yo,
Máximo metal caliente del agua que hierve, te digo lo que es Llna lanza
el amor es una forma, y no puede existir sin su esencial sustancia (de 58 quilates que somos cada uno de nosotros en la obligada escala de nuestra orfebrería pluma por pluma (y lo mineral, el cabello rizado,la cuerda de tu nervioso hocico
JOSÉ VICENTE ANAYA
ó4 se juntan al final para formar
el
DENISE {,EVERTOV
sttstratc>
(ah. mi dama del buen viafe en cuYO brazo izqr-rierdo no descansa un muchacho sino un madero cuidadosamente esculpido, un rostro a colores, ¡una goleta! con delicado mástil, botavara que se CUTVA pafa avanza.r
A Denise Levertov le tocó participar en el proyecto de la antiuniversidad de las artes que fr,re el Black Mountain College, y ahí compartió sueños con su colega Charles Olson. En adelante, ella coincidió con los propósitos contestatarios y renovadores del arte que envolvió ala generacrón beaty, por consiguiente, compartió proyectos, vida y lecturas de poesía con toda aquella gente. En su libro de la década de 1980, Oblique Prayers, slr presentador escribió: "Al paso de los años, la poesía de Denise Levertov se ha vuelto más profunda yendo hacia el reino de la meditación, aunque sigue hablando con la vozfamtliar delpoetaenelmundo." Sobre su convicción acerca del trabajo poético, Levertov escribió: "¿Püedo hacer la distinción entre soñar y escribir ----esto es, entre las imágenes del sueño y aquellas que se presentan en el momento de hacer el poema? No estoy segura." Hija de un judío ruso converso, Denise nació el24 de octubre de 7923 en Ilford, Essex, Inglaterra. Durante la Segunda Guerra Mundial atendió a los heridos como enfermera voluntaria. Después de esa guerra emigró hacia Estados Unidos. Durante la guerra de invasión que manruvo Estados unidos en Vietnam, Levertov fue una activista opositora a dicho conf'licto bélico. Denise Levertov es una poeta que se encuentra aún activa, dedicándose tanto a la enseñanza universitaria como ala escritura. Además de sus numerosos libros de poesía, ella ha publicado algunos de ensayo, como es el caso de los titulados Tbe Poet in the World (El poeta en el mundo) y Ligbt Up tbe Caue (Alumbrar
r)o
.JOSE VICENTE ANAYA
la cueua). En este último slls temas de reflexión abarcan la poesía y los poetas, sin dejar de paso algunos temas sociales y políticos.
POEMAS DE DENISE I.EVERTOV
Tenebras Pesan, pesan la mano Y el corazÓn' Estamos en guerra, amargura, amargura de la guerra.
Hay compra y venta de zumbidos sobre nuestras cabezas, Pulular de moscas atareadas, una esPecie de inocencia. con lenteiuela dorada, relucientes. Qué agudos crujidos de plata en tela muaré (me recuerdan las esquirlas de las granadas). Se ofrecen túnicas
LOS PROTAGONISTAS
r>/
de que se duerman en la casa rodante, con sus cabellos arenosos. mientras el suave sonido de las olas persiste en sus oídos (pero ellos no lo escuchan). Sus padres en la noche sueñan que olvidan los sueños. Luego se despiertan con la oscuridady, en un amanecer rutilante, hacen planes
pichicatos.
Compran y venden. Jr-rnto con los alimentos se congelan. Y en todos los años por venir sobre sus planes parpadean las luces de neón. La guerra suena cerca de sus oídos. Pero ellos
no escuchan. no escuchan. Las bodas se celebran con mucha
solemnidad, sin nada de deseo pero con etiqueta y pompa nupcial de almidonado encaie; torva inocencia. Los paseantes de las playas regresan, por millones, con abundante Sol crepuscular, y a sus niños les prometen defarlos ver la ry con tal
Inuierno cle 1967
Lo que la gente puede bacer 1. Caminar por las calles
que nos pertenecen!
2. Reportarcualquieracción-¡puesto en la que se hayasido protagonista
o testigo, que deba ser dada a conocer para que el pueblo esté bien informado. Especialmente reportar el paradero cle cualquier grupo numeroso de gente,pafaque ahí se reagrupen las personas que han andado separadas...
IOSÉ VICENTE ANAYA
LOS PROTAGONISTAS
3, La Iglesia Libre y el Centro Médico de la Universidad cle Oxford necesitan medicamentos, especialmente: -gasa -cinta adhesiva -atomizadores de Plástico 4. pavon de no ir ala Iglesia Libre si no hay necesidad. 5. Fotógrafos y cineastas: vayanal Comité de Medios de Comunicación en el Parque Público. 6.tlabr^ préstamos de dinero en las afueras de los supermers!&.
w,
SE, ss::
l*.,
l*: 1s
159
sobresale sobre
la inundación. Una rama se levanta sobre
el inútil peso del cielo y empuja muros de aire con ¡¡rietas relucientes.
cados.
Las corrientes de la
7. rn¡lc¡ SU PAPALoTE. Use hilo de nylon. Vuele el papalote cuando se reúna con Llna multitud. Los helicópteros no pueden volar por donde vuelan los papalotes. 8. Sean defensores de toda la gente, hermanas y hermanos.
inundación se agitan y el lodo se arremolina en la superficie. Una mano, Lln brazo,
9. Cuídense a sí mismos.
arrastradosmanos y brazos enredados van
El cambio
es
relampagueando-
boy
"el cambio es hoy
el cambio es boy las cosas que parecen sólidas no lo son" Estas palabras salen de Lln aparato de radio con
mucho volumen.
¡un mar int¡ndado de nadadores! sus rostros pronto se congelan y flotan en el aireTal vez lo que parece evanescente en realidad es sólido.
La música,
el golpe lbeat], se perdió pero las palabras siguen ahí. Revolución: fronda de un
árbol que
Las islas
se plantan sobre las olas
con pies de roca.
160
JOSE VICENTE ANAYA
Intromisión Después de cortarme las manos me crecieron las nuevas y
algo que mis manos habían deseado Itegó y pidió que lo meciera Después cle sacarme los ojos se secaron, y me brotaron los nuevos.
y algo que mis ojos habían llorado llegó pidiendo que los suavizara.
Poetas beats frente a la librería City Lights; enrre ellos: Lawrence Ferlinghetti, arriba con paraguas; Ginsberg en el centro cle pie, y a su derecha, Michael McClure; Peter Orlovsky, sentado a la izquierda de Ginsberg.
$,N'l::.
i: a
t,
t'
Robertson, Michael McClure, Rob Dylan y Ailen Ginsberg
Pani Smith y Villiam Burroughs (Fotografía de llobert Mapplcthorpe.)
Allen Ginsberg y Jean Genet clurante [a manifestación
frente a la sede cle la Convención Demócrata de Chicago. Dicha manifestación fue brutalmente reprimida por la policía el 28 de agosto de 1968. (Fotografía de Jeifrey Blankforr.)
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El monje budista y poeta Philip \Vhalen
Allen Ginsberg y Peter Orlovsky a finales de la clécada de 1940
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Neal Cassacly en su trabajo cle ferroca¡rilero, 7966 (Fotografía cle Tecl Streshinsky).
Jerome Rothenberg
Cha¡les Olson. (Fotografía cle Gerarcl Malanga.)
LeRoy Jones (Imamu Amiri Baraka.)
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De izquierda a cle¡echa: Michael MacClure, Philip Lamantia, Jol-rn \l¡ieners y David Meltzer. (Fotografía de Gui de Angulo.)
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William Everson
Robert Duncan
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(Fotografía de
(Fotografía de
Daniel O. Stolpe).
Gui cle Angulo).
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Gregory Corso (Fotografía de Marshal Clements).
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Robert Creeley. (Fotografía de Gerard Malanga). f ranK
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Hara
(Fotografía de Kenward Elmslie)
Hal Chase, Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Villiam Burror,rghs en la Universidad de Coh-rr¡bia k.1944)
John Clellon Holmes
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1948.
Diane di Prima (Fotografía de James Oliver Mitchell).
Anne Waldman. Margaret Randail (Fotografía de Collen McKay).
Mary Norbert Kórte
Denise Levertov (Fotografía cie Fred V. McDarrah).
Leonore Kandel (Fotografía de Sarah Satterlee).
Carolyn Cassady.
Joanne Kyger.
JaninePommyVega
Diane Wakoski (Fotografib de Thomas
con Herbert Huncke.
Ruth Weiss (Fotografia de Ingeborg Gerdes).
Allen Ginsberg y Elise Cowen.
Victor).
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Chris Maclane, Peter Orlovsky y Gregory Corso en 1957. (Fotografía cle Gui de .A.ngulo.) Maretta, Danny Rifkin y Gary Snyder en 1967 (Fotografía de Paul Kagan.)
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MARGE PIER.CY, POESÍA F'EMINTSTA QUE 5F DESPRENDE DEt tsEAT'
Nació en Detroit, Michigan, en el año de 1936. De hecho no per_ teneció estricta ni cronológicamente ala generación beat (es diez años menor que Ginsberg, por ejemplo) pero estuvo muy cerca de todas las inquietudes de la protesta y parricipó en algunos acontecimientos beats. El estilo de su poesía, en tanto lenguaje directo e impresiones vifales contestatarias, es algo que también comparte piercy con la generación beat. En algún momento ella dijo:
s
ffi
Los poetas Ted Joans y Ray Bremser (de cara hacia enfrente), en 1954. Fotografía propiedad de Fred V. McDarrah.
No escribo de acuerdo con los lineamientos de la poesía tradicional inglesa, sino con los ritmos implícitos en el idioma hablado estadounidense. Escribo con los versos cortos qr:e aprendimos de l7illiam Carlos \Tilliams, y con los largos del profeta \lalt \(¡hitman, los sue también aprendimos de Allen Ginsberg. pero sobre todo eso, .r.ribo basándome en mi propio oído. Mis poemas son primordialmente ora_ les, aunque se pueden leer en silencio.
Marge Piercy se formó en la vida radical de lo que se llamó la nueva izquierda (neu lefi) estadouniclense (dentro de la cual se incluía a beatniks, hipsters, hippies, jazz,rock,etcétera). En ese ambiente ella desarrolló sus convicciones feministas que la distinguen en vida y obra. A manera de breve biografía, en su libro Liuing in tbe OpenMarge Piercy escribió: He vivido principalmente en Chicago, Brooklyn, Manhattan, San Fran_ cisco y Boston... De 1965 a 7969 fui activista política (lucha por los
derechos civiles, grupos anti-guerra, Students for a Democratic Socie-
IOSF] VICENTE ANAYA
162
fy [organización estudiantil de izquierda radical muy activa en la década cle 7960, ya desaparecidal. Después de 1969 he estado activa en la lucha de l¿rs mujeres, lo que para mi ha sido una gran fuente de energí¿l (¡así como la energía también me hunde!)...
La obrade Marge Piercy (más de quince libros publicados hasta ahora) también incluye novela y teatro. Destaca en la literatura de Estados Unidos por su poesía coloquial, de imágenes vivas y modernas, entre SuCeSos cotidianos y actitudes Contestatarias. Como feminista. su obra refleja las inquietudes humanas cle una mLljer en su tiempo. Todo esto cobra expresión mediante la clara virtud del arte, involucrando todo su Ser humano con el que, ConsecLlen-
temente, nos toca para Comunicarnos Su ambiente de vivencias poéticas.
Marge Piercy no sacrifica la poesía al contenido de slls convicciones (es decir, no es panfletaria; y sin embargo: arenga, protesta, pelea, declara...) en tanto que es poeta cabal, siendo así que slrs convicciones entran con soltura, con vida, con energia; ya que también parte de su lucha busca lo unitario y totalizadot del ser humano. Así, en su libro Tbe Tuelue-spoked lX/heel Flasbing, Piercy nos dice. "No puedo separar lo personal de lo político en mi vida, tampoco separaré lo emocional de lo intelectualni elanálisis de la experiencia ciirecta, antes bien, trataré de fundirlos; cle este modo salgo y entro a la ciudad vital qlle muere en las guerras ciepredadoras..." Al leer la poesía de Marge Piercy en su iclioma original encontramos el canto. POEMAS DE MARGE PIERCY
La guen"a Jrío en el nxatrimonío lVIi ¿rn-lor por ti es Lln cliarto qLre nle h¿rce recorclar
tibio
córno viví en la Luna. Cráteres desiguales y cenicientos,
LOS PROTAGONIS'|AS
iugares brillantes y fríos bajo un cielo negro de acero. Las estrellas penetraron con puñales los secretos cle mis dolores y comezones. La brufa tortura con piquetes de agujas. Le pregunto a mis ojos si soy notable. Nunca. Los rechazos brotan del silencio grotesco como medallas para hacer cosas desconocidas: cerezas de chocolate empacadas en el Sinaí, capullos de rosas rosaditos como las primeras pinturas labiales para niñas. Cuanclo me aclresto sobre Llna roca escucho pausadas recitaci<¡nes
con esa voz con la que tengo grabados rnis pecados y mis errores. Los meses sangraron poco a poco sin nosotros. La carnpiña se desnudó. El frío quedó aquí. Una mañana los reglamentos fueron dictados. Habia límites en clonde yo no lo sabía:
primero una valla de zarzas, Itrego una l¡arda de estacas
163
jOSÉ VICENTE ANAYA
r64
y al final alambradas de púas. Su verga alardeó: "yo sé que tú no lo harás...", "repítelo conmigo", y otros sermones. Mis huesos se atontaron. Era un juego de ajedrez entre mortíferos volcanes. Yo tuve que partir. Lo único que quedaba por hacer con aquel cadáver, era comérselo.
Sentada como tortuga Mis dedos son aluviones callados. Despacio, muevo la piel de mis nudillos mientras mis huesos chirrían. Astillas de bambú. Mi
vientre es suave y frío con un miedo constante. A diario, del incinerador a mi puerta, hay envíos de paquetitos. Cuando suena la chicharra yo me sobresalto. Desenvuelvo el periódico. Tímpanos crujientes, metal torcido, trozos de trapos decolorados, los mismos huesos del colibrí. Mi voz traquetea como un garbanzo seco en una caja.
LOS PROTAGONISTAS
El canto de la mecanógrafa Mis caderas son el escritorio, l)e mis orejas cuelgan cadenas de grapas. Mi cabellera se forma con ligas de hule. Mis pechos son fuentes de tinta para mimeógrafo. En los pies tengo ruedas. ¡Prommm! ¡Plap!
Mi cabeza es un archivo desorganizado. Mi cabeza es un conmutador que cruje cuando se cruzan las líneas. Cr-rando mis dedos presionan mis ojos, aparecen adeudos y abonos. ¡Riiing! ¡Cling!
Mi ombligo es la tecla de la expulsión. Mi boca emitq papeles cancelados. Hinchada, pesada, rectangular estoy a punto de parir una máquina fotocopiadora. Acomódenme bajo la letra M pues hubo alguna vez que fui muier.
rc5
rc6
JOSÉ VTCENTE ANAYA
Sequedad. del mes
d,e
julio
He olvidado cómo sllena la lluvia. l)e pronto, al amanecer, despierto embozada entre niebla y sudor, alucinando que una lluvia golpea las hojas empolvadas. A las cliez de la mañana, como un bostezo se evapora la niebla dejando un cielo raso y graneado qlle, como arntadura, se nos impone. Los árboles se vuelven torpes y sus hojas, como espinacas hervidas, se ablandan. Con nuestra sangre espesa, poco a poco, nos estamos horneando:
ios ios los los
perros palpitan, mirlos se empolvan, sapos trgonizan y
amantes discuten. Sobre esta parrilla que e.s la arena
(embalsamada tan sólo por las lágrimas) y bajo este Sol crepitante, no somos más que un escupitajo.
LOS PROTAGONISTAS
En el camino a casa ivlientras manejo mi carro entre las sábanas flotantes que forn-ra la lluvia, las luces oca.sionales
blanquean como gasas que vuelan, y las luces traseras de los autos me miran cual perros que corren hacia atrás. Adelante de mí siempre queda la misma distancia y parece inmóvil mi movimiento que con dificultad avanza, mientras que aplasto con fuerza el acelerador entre este alarido de la noche.
Trato de llamar tu atención sin ser muy obuia Yo:
Acomodo mi cuerpo frente a ti como un platón
lleno de manzanas o como un racimo de uvas. Yo:
Dondequiera que esté estoy adentro esperando Soy la fiera oquedad. Soy el deseo del que crece mi cuerpo.
167
LOS PROTAGONISTAS
JER.OME ROTHENtsERG Y
{,4 PROFTJNDIDAD POÉTICA
cle lenguaje, incluye ritos y mitos de muy diversas culturas.
sión. y hasta fe, puesta en la poesía, así como una avidez de búsquecla y experimentación con el lenguaje y las estrLlcturas del poema.
Aquí encontramos
a
Jerome Rothenberg, quien coincide y se
cliferencia de otros poetas de su época, con hallazgos que son incliscr,rtibles y ie dan una nueva presencia a la poesía, no sólo en Estados Unidos sino en el mundo. Jerome Rothenberg asombra por sLr gran capacidad para experirncntar en poesía y, al mismo tiempo, continLlar con una voz propia c inagotablc. Su pocsía, aparte cle maravillosos juegos
i:ntrc
su extensa obra publicada (más de 50 libros) cuenta con v¿trias antologías cle las que clestacan una cle poesía de los inclios pieles rojas cle Estados Unidos, y otra de escritores judíos de todo el mttnclo. Ha hecho también traducciones al inglés de poetas alemanes. entre ellos, de Hans Magnus Enzenberger' Rothenberg naciÓ en 1911 en la ciuclad cle Nueva York, y es hijo de inmigrantes judíos polacos. SÓlo existe tln libro (agot:rcio) cle é1
Hay clos tiempos verdaderamente revolucionarios para la poesía de Estados Unidos, yJerome Rothenberg es uno de los protagonistas del segundo tiempo qlre abarca hasta el presente. William Carlos Williams diyo que Ezra Pound había sido el primer poeta que había escrito en el idioma estadounidense. En este idiorna también escribieron el mismo Villiams, Kenneth Patchen, E.E. Cummings y Carlsandburg, entre otros. Suena curioso hablar clel "idioma estadounidense", lo cual es, por supuesto, el inglés de Estados Unidos, diferenciado del de Inglaterra.La idea de Villiams sugiere que la poesía estadounidense rompió ciertas ataduras cle lenguaje y estructura con respecto a la de Inglaterra. Lo anterior define el primer tiempo que revolucionó a la poesia de Estados Unidos, llevándola a una especificidad cultural de relevancia. El segundo tiempo revolucionario se inicia con gran número cle poetas que empezaron a publicar en la década de 1950. Estos poetzis se caracterizan, en términos muy generales, por una gran pa-
r6g
en español: Poemas de Gorki, editado por la revista L'l
C'r'¡rnc¡
Emplumaclo.
Kenneth Rexroth escribió: más ¿tl-lténJerome Rotl-renberg es uno cle los poetas contemporáneos ticos cle Estados Unidos, él ha logrado que la poesía estadounidense se encuentre entre las princípales corrientes de ia literatura moclerna munclial. Pero, al mismo tiempo, es muy autóctono. SÓlo ahora y aqtrí
oscilante orgía entre Martin podria producirse lo que él es -una Buber, Marcel Duchamp, Gertrucle Stein y el jefe Toro Sentado' Casi ningún otro escritor ha cavado tan profunclo en las raíces cle la poesía. "a las proftrndidacles cie la poeJerome Rothenberg ha llegaclo Sía" Con su iclea de la "imagen profunda", la Cllal eS Lln llam¿rclo a la experiencia cle llevar la imaginación a las esencias httmanas, y que él define Como "tln poder, entre los mr-rcho.S qLle tenemos, p¿lr¿t Ver y acercarnos ai poema". ESto lleva a comttnicar enCLlentrOs ancestrales que se expresan con Lln lenguaje libre, llegando a formas cloncle Se encuentran ei dadaísmo, el SLlrrealismo y lo esotérico' Rothenberg tarnbién busca el aspecto poético del soniclo plrro, y esto lo lleva a los orígenes, al principio delverbo, a lo.s remotos tiempos en qlle la comttnicación con el prójimo no nc'cesitaba cle conceptos (lo preconcebido). Y esto, transformacio en poemzr, re-' sulta Lln nLlevo encllentro de la belleza. Con diferentes prop(rsitos y resultaclos, la poetización del sonido ha sido buscada también por Anlonin Artaud, Michael McClure y Charles Olson, esto.s clos también innovadores de la poética estadoltnidense.
170
IOSE VICENTE ANAYA
Jerome Rothenberg es mlly conocido en sLl país, por sllpuesto, y en Europa, pero es casi desconociclo en lengr:a hispánica. Habíamos dicho que sólo circuló un iibro suyo en español, hoy inencontrable, editado allá por la década cle 1960 en México. También han circulado algunos de sus poemas en revistas de Latinoamérica. Perr> a esto hay que agregar que sLl obra poética es de muy difícil traducción. Elmejor aprecio que pueda hacerse de su obra es leer1o en el idioma original...
POEMAS DE JEROME ROTHENBERG
El niño perdido Me sacaron del Sol blanco y me abandonaron en el Sol negro, rne dejaron durmienclo sobre una larga hilera de abri¡¡os: yo ahi, niño citadino, perdido en el campo. Una hericla en mi mano era todo lo que yo sabía sobre ios sauces. ¿Me puedes entender, puedes oír
ei largo sonido del viento en el lado opuesto de la vaca y a los grillos que corren bajo las mangas de mi camisa, grillos llenos de noche, con slls cuerpos de solecitos negros? H,az tú lo que yo haré; sólo existe un llanto en mi corazón. es éste:
Me sacarc¡n del Sol blanco v me
LOS PROTAGONISTAS
171
abandonaron en el Sol negro, y no encuentro ningún modo de regresar ahora. No hay ninguna pLlerta.
Palabras Terror verbal posiciones y disposiciones alrededor de un centro ardiente Palabras sobre
papel en la luz herida cle los árboles
y palabras que son corrientes subterráneas en grandes piezas de pan en las curvas de las grandes piezas de pan
hacia ti
por las curyas de las palabras que son grandes piezas de espacio el repentino movimiento de nuestros labios
Yo llego
172
ÍOSE VICENTE ANAYA
que se juntan con la sola respiración clel lenguaje
También el lenguaje eleva
LOS PROTAGONISTAS
figuras arboladas las palabras toman fbrma cuando toman la curva Te traigo de la luz
nllestras pisadas sobre la Tierra hablando
lo que
como una danza
palabras Palabras en papel
nuestras palabras
CONOZCO
de las
son danza de la respiración
dentro de las
de las imágenes la imagen sencilla del Sol que arde en nuestro interior mientras hablamos Palabras que a través de nosotros cortan la curva del tiempo corrientes subterráneas cle nuestro junto
de las plantas
clespertar
durante el primer Sol
que es el verclaclero dolor las palabras tarnbién son dolor Las palabras se llenan cle saliva v clc
hojas
qlre cortamos palabras
que están en
el Sol y esperan caer sobre nosotros tesoros de palabras cenizas que caen exactamente
en el centro silencio que cae de r-rn discurso dibujamos la respiración con el silencio que no corta
el espacio y el silencio de pisadas que
173
]OSE VICENTE ANAYA
774
resplran sL¡ave en el lugar clonde aprenclemos
LOS PROTAGONISTAS
un engaño, empiezo en el más bajo nivel qr-re será en lo que pronto me convertiréfuego, fuego, hay humo aclormilado en tu.s ven¿ls cle oro, rnezcla de fi-rego y sangre. e.s
a mc>rir.
Contradanza en la oscuñdad (fragmento) Para Rc¡bert Dt.tt't can DANZAS
El pene, ese milagro, penetra en lo oscuro, el cuerpo entero en Ia noche, ya muy pronto será mojado en esa oscuridad¿cttál de todas est¿rs cosas no perderá su objetivo cie aicanzar los paraísos,
Que alguien me hable, que alguien me diga dóncle estoy __ tu luz es un rnisterio sobre estos cterro¡j rne desclobla y murntura a través de mí, la primera lluvia cae sobre mis nranos como si t.uviera prisa de tocarme esa -en lvz cle pronto zrparece tu sombra como conciliación, perct. para decirlo con ntás claridad, se trata cle el principio.
buscará ia luz por principio, como sll
írnica fuente? ¿y Lr
raiz que presiona en la profuncliclacl de qué busca? ia Tierra
-
Las miríaclas de raíces qlle slrrgen cle la lr-rzal interior cle la Tierra, la oscr-rridad ¿qr-ré
tiene que \¡er con todo eso la pérdida de los paraísos? ¿o qué lugar ocupan en el diseño tot¿llizaclor?
Anoche la Luna fue una araña Anoche la Luna fue una araña nosotros corrimos. Nadie .se quedó. El cielo creció tan negro como tus ojos. Empezaba a llover. En el aire irrumpieron veleros
y desaparecieron. Veleros rojos.
tú reías. 1
La Luna fue una araña.
yo soy el último en el - intento estar con círculo, cambio mi cr-rerpo, aqtrellos que l-ran muerto en el flrego, rni arnor
Un listón ensangrentado cayó del cielo sobre el techo de nuestÍa casa.
Los danzantes avanzan
175
't1A
JOSE VICENTE ANAYA
L/\)
Rojo y negro. Nosotros tratábamos de cantar. Hacía frio. En el nido clel cielo, cle donde colgaban unos huesos,
yo vi algcr qlle me pareció tL¡ rostro. Las ruedas raspan rocas en el lado oscuro de la Luna. El principio: En la noche se fueron los soldados y me elevé en la cama, mis manos terminan detrás de mí para vet. Tú intentabas dorrnir. Una helada del cielo se alojó en mi coraz6n. La Luna fue una araña.
Primer programr. 1960r Ei poema es un registro ciel movimiento qlre va de la percepci6n a la visión.
forma poética es el molde de ese movimiento a través del espacio y del tiempo.
* Esta l¡reve poétic;t cle Rothenberg apareció pr,rblicada al principio de sr.r libro ['oents J-or tbe Game of Silence (Poemas para el .iuego rJel -silencio).
LOS PROTAGONISTAS
La
imagen profunda e.s el contenido de la visión que emerge del poema.
EI
vehículo del movimiento es la imaginación.
La condición del movimiento es la libertad.
177
LOS PROTAGONISTAS
DTANE WAKOSK{, POEStrA DE T.A VIDA ETd EI, MON4ENTO
Sóio un año más joven que Marge Piercy, Diane tVakoski está más
cercana a esta colega suya en términos generacionales y en actitudes feministas (aunque,talvezmenos identificadas en la militancia qr-re en la vitalidad de la mujer que se sabe sujeto). Diane \lakoski nació en \lhittier, California, y habiendo estlr-
diado en la Universidad de California en Berkeley ftre partícipe de las inquietudes contestatarias que divulgó la generación beat, sobre todo en ese corredor cultural que ha sido la bahia que lleva paralelas a las ciudades de San Francisco y Berkeley, Entre los poetas más cercanos a'Wakoski estuvo Frank O'}J.ara. Wakoski lleva en su cuenta la avtoria de unos treinta libros de poesía y crítica. Entre estos últimos toma relevancia el que pr,rblicara en 1980 bajo el título de Acerca de la poesía nueua. Sobre .su convicción del oficio, \Takoski escribió:
La prolífica Diane tVakoski publicó su primer libro de poesía en1962,
seguido hasta la fecha por veintisiete más, todos marcados por una imaginación poética de gran originalidad y lucidez. La mayoria parte cle una unidad a nivel intuitivo. Quizá su obra más famosa (ahora pieza cle coleccionistas) sea la secuencia de poemas a George Washington, figura histórica y símbolo patriarcal. Su poesía incorpora la experiencia social y cr-rltural. Los sentimientos de celos, cólera, necesidad sexual, avaricia y pavor se repiten en imágenes cambiantes que derivan de la realidad contemporánea.
POEMAS DE DIANE \üTAKOSKI
Un silbido Camino hacia mi carro mientras las sombras en el estacionamiento. cual lagartos dormidos, son la constancia de
la realidacl. Un silbido. Escucho que alguien silba desde el jardín trasero
de la barda de ladrillo. un hombre ahi parado. El sonido viene de un solo lugar como el de la lechuza que cada noche se posa en el mismo árbol viejo. Y recuerdo el silbido de alguien que ahora no está aquí Es
Poeta es Lln ser apasionado que vive callaclamente, qLre sabe mr-ry bien lo que quiere. Es el amor o algo que lo forma, es un guijarro que tocla su vida se está puliendo, o ptrede ser una casa que se constrLlye c()n sus propias manos, o alguien que puede servivido y forjado alrededor cle su cuerpo (como lo desearía un cangrejo o un caracol). Elo la poeta desea sólo la sensación del amor, de posar sus ojos en la superficie del mundo y ver, más allá del amor y de todos los cambios, los diferentes caminos que conducen al mismo lugar: el del amor qlle nunca se ."'a sin regresar.
Por 1983 la crític¿r y maestra Beth Miller escribía:
179
ni podría estarlo. Siento el miedo en la rodilla que me lastimé cuando tenía 6 años
180
JOSÉ VICENTE ANAYA
entre una intensa luz sobre mi tapete persa, donde hubo una rnesa.
por años, entre la luz solar. Mi memoria, con una aguja atravesada, se rodea de una nueva carnalidad / cuyo calor crece con el silbido que viene de la oscuridad. F{e aprendido a querer el modo sureño de hablar, esos sonidos que vienen de las sombras. Ah, ese hombre perdido. Rey de España.
DiscrepanciG Mastico pulpa db cerezas, chupo piedras y luego las pongo en mis manos. Mis huesos están SeCoS_ La respuesta a este
acertiio es mi autobiografia.
Mi acta de matrimonio En tus pulmones hav sombras
LOS PROTAGONISTAS
181
que parecen ser de un tizne peligroso; e invaden la foto que de ti tengo en mi mente.
Un cuento Un hombre me pidió que le contara mi vida. Le respondí que yo no hacía cuentos.
Que mi vida era un asunto de puras cosas vivas, como los hongos que se ven sin raíces pero sus microscópicas esporas danzan sobre la tierra del misrno modo que mis manos acarician fu rostro cuando te duermes, y eso no es un misterio. Me acordé de que todo lo que se cuenta es una sola historia sobre una mujer abandonada con mucha plata en la mano y, al ser iluminada por la Luna,
la plata se escapa como un airecilio llevado por el Y ella se queda de pie. con las manos abiertas.
Sol.
r82
IOSE VICENTE ANAYA
Lo único que posee
x,eRoxJoNES, EI- BEAT M{JSULMÁN NEGRO
es música-poesía, más una canción que a todos nos persigue. Su realidad, de un modo misterioso (ta| v ez microscópicamente), se va,
para reaparecer en algún terreno pantanoso. Yo busco a un mago que mire lo que es invisible para el ojo, y que lea la poesía
como si fuera un texto para un nuevo iardín, y que convierta La luz lunar en la plata que llena una mano. lJn mago que logre cosas sólidas, reales;
que no se limite con ilusionismo ni se instaure en las viejas historias, que no esté clavado en la vieja visión de la vida, que no sólo vea veneno en los hongos. Hay bellísimos hongos, comestibles,
que sueltan sus esporas, y sus vidas transcurren como las nuestras. La historia de mi vida es la que en estos momentos está sucediendo.
Éste es un poeta negro del tiempo beat que se identificó más claramente con el llamado Grupo de Nueva York (entre quienes estuvieron Frank O'Hara,Jerome Rothenberg, Barbara Guest, John
y Margaret Randall, entre otros). LeRoiJones participó en varios grupos políticos reivindicativos de la cultura y la participación social de los negros estadounidenses. Es así que fue miembro, y más tarde presidente, del Congreso del Pueblo Africano; asimismo, fue secretario de la Asamblea Negra Política Nacional. Tiempo más tarde, este poeta se llegÓ a declarar abiertamente de afiliación marxista. A partir de su militancia en los movimientos negros nacionalistas, LeRoi Jones cambió su nombre por el de Imamu Amiri Baraka. En 1o que respecta a La fusión de arte y política , Baraka fundó un grupo llamado Teatro Repertorio de Arte Negro. Imamu Amiri Barakavino a formar parte de los intelectuales de origen africano que contribuyeron en la protesta y la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos. Sobre el oficio de la escritura, dijo: "siempre he pensado en la escritura como un arte moral y, básicamente, pienso en el artista Como un moralista qr-re demanda una construcción moral del mundo, que exige una visión purificante de la sociedad..." Acerca de la gente negra en Estaclos Unidos, el poeta escribió: "Somos espirituales y debemos hacer hincapié en este asunto, debemos volver a vernos a nosotros mismos Como negros que Somos, como Iafuerzadel planeta, y elevarnos para reconstruir todo lo que es patentemente espiri-
Ashbery
184
JOSE VICENTE ANAYA
LOS PROTAGONISTAS
tual, lo que es patenterrrcnte bueno." En un plano radical, en su poema "Arte negro" Baraka diio: "..,Queremos poemas que maten. / Poemas asesinos, poemas que disparen ,/ pistolas." Entre los libros relevantes de este poeta está un largo ensayo histórico sobre la música negra estadounidense, el cual se titula Blues People: música negra en la América blanca (que hace unas décadas Seix Barral publicó en español). Otros libros que de él se publicaron en Argentina son: El conferenciante muertoy El sistema del infierno de Dante. Autor de una treintena de libros de poesía, narrativa, ensayo y teatro, Baraka también fundó la famosa revista Yugen. Sobre el oficio de poeta, LeRoi Imamu escribió: "MI poESÍA es
ii $i
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El bombre acnba en la belleza El silencio sólo es / una ref'erencia a mi clesorden.
Tu mundo vibra y las ciudades mueren bajo tu figura.
lo que sea que yo piense que soy... Y YO PUEDO SER CUALQUIER COSA QUE Yo PUEDA. Hago mi poesía con lo que siento qLre es utilizable y que puede ser salvado de todo el basurero de nuestras vidas... ToDo es poesía..." Algunos estudiosos emparentan la obra de Baraka con la de Ezra Pound, William Carlos tVilliams, Charles olson y Frank O'Hara, pero talvezsea más claro verla como Llna
i:"'ixi:LT*:"##Hiu.*ark,en|934.Hjzoestudiosenla t"
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POEMAS DE LeROI jONES OMAMU AMIRI BAR.AKA)
Universidad de Columbia y en la Nueva Escuela de Investigaciones Sociales. Durante muchos años LeRoi y Diane di Prima hi. I r cieron vida amorosa en común. Estuvo casado con Hettie Jones, otra importante poeta beat; ambos editaron la revista Yugen, que contribuyó a divulgar la poesía generacional. De LeRoi Jones no podríamos olvidar los problemas legales
tenidos con las autoridades a causa de sus poemas, esto es: la censrlra y encarcelamiento porpublicar el poema "Roosevelt después
de ia Inauguración". Dicho poema fue publicado en la revista Flotating BeAr, retirada de la circulación por la policía. Posteriormente LeRoi fue encarcelado baio la acusación de dedicarse a enviar por correo los ejemplares que le quedaban de Flotating
Bear.
Una sombra simple en la tarde es corno un árbol cllya fronda forma nubes :i
..
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El alma no pesa en quienes tienen fe en el am<¡r para la acción,
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como un día
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OSCUTO
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Disertan sobre canciones los que ni han oído cantar, y de vivir, aquellos de muertes legendarias
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Un grito
.i ili ,;,,'
pasado;
-Han desaparecido,
cluienes creíste que te antaron
185
JOSE VICENTE ANAYA
186
En esta completa quietud, arnigo,
figuras no son distintas a la noche.
sr-rs
-José
le babla
a
sus
bermanos
Ellos actúran sus vidas, y yo rne lleno con la mía. Me lleno con lo que poseo, con lo
que miro (o necesito. No hago distinciones. Como los ciegos que no pueden amar a la belleza que es demasiado callacla. Esos filósofos
manclan
en sLls barcos. Dejan regalos y bombas
en mi puerta. Como si fuera una obra de la valentía o de la ciencia valiosa. La lristoria es larga. ¿Qué estoy haciendo aquí/ ¿Por qué tienes qLle escucharme, ahora que es
tan tarde
LOS PROTAGONISTAS
787
Una
intensa lluvia aplana al pasto. Eso está aqr-rí en alguna parte. Y aquí crece. Da respuestas. Hace preguntas. Hace nriclo silencio. Plata callada
que bajo la lluvia golpea fuerte. l)e todo esto recordamos poco. Porque hay fragmentos de nuestra vida
qlle se van.
Manual
de
guerrillas
Una semilla en la palma de la mano se quema
por el viento. Por su rectitud, son socialistas los troncos de los árboles, las hojas matan el silencio; se tornan color café, viejas, cuando vuelan hacia el mar. Convencidas
de la letra de la canción. Convencidas de la imagen del hombre (desde qr-re éste no observa otra sustancia que su ego. Flores y uvas son las sombras de la cizaña, mientras que el clima se torna
1BB
JOSÉ VICENTE ANAYA
mirs frío, y las mujeres andan con la cabeza baia. Silenciosa lluvia política qr-re moja los discursos de lo.s amigos. (Los amamos porqlle están atrapados por la vida, y no conocen salida alguna más que la descripción. O el polvo negro que vuela sobre su brazo. Debemos convencer a la vida
de que la muerte no puede
LOS PROTAGONISTAS
El sexo parece deseo (Lejos de las calles. Hay relámpagos en los bolsillos, olor a
dedos, y un secreto profundo. Cada noche otra violación. Los muchachos se esconden en las colinas, en estaciones de gasolina y cervecerías, a la espera de hacerla pero eso ni siquiera es amor; aún así, esperan y se convencen de ser bellos.
cantar.
Maldición bip Alguna vez quise besar a esos visitantes muertos cle la clase
Y yo podría ser uno de ésos, en este instante. (Me voy despacio a verme. Estoy en el pecho oxidado de mi hijo donde la vida, con toda su carnalidad, es más que una silueta, más que una sombra sin aliento contando sus cambios.
media,
a las muchachas negras qlle habían tenido algún desliz, vestidas informalmente La palabra correcta sería: Llna casa cle campo llena cle asesinos y cle ilegalidad. El orden social estaría muy calmadct escuchando descle una recámara
a doncle llevaría yo a toda la gente, c> les pagaria los l>oletos clel tren.
¿Qué hay ahi? ¿Dónde está? ¿Quién es ella? ¿Qué me puedo dar a mi mismo, negociar conmigo, para entenderme? Aún nada se acaba. Aquí nada sucede. Cada acto de mi vida, conmigo desde ahora,
llegará a su muerte. Las razones de esto existen por sí mismas. Son piedras adentro de mi boca y de mis oídos. La selva entera está sobre mis hombros.
iBg
LOS PROTAGONISTAS
ROBERT CREETEX POET'A E}d PER&TAI{ENTE INTEI{SIDAD
197
Creeley se ha ido de la ciudad." Creeley se ha declarado por Lrna inclinación hacia lo intenso: cle experimentar la emoción es estrL¡iándola a lo máximo. En un grupo que comparte el tiempo no acepto que alguien se cluerma, porqLle creo que no debemos perder los instantes. Lo quiero todo, y es por esto que suelo agotar de cansancio a mis amigos, ya qlle con mucha insistencia los presiono. Me encanta la intensidad cle la clemás gente, de tal modo qLle no permito que esa intensidad la clen por terminacla antes cle que se agote por sí sola.
Mi manera
Autor cle muchos libros de poesía , narrativay crítica, Robert Creeley nació en Arlington, Massachusetts, el 27 de mayo de 1926. Después de un tiempo de estudios en la Universidacl de Harvarcl vivió durante un año en la India y Binnania. De sr¡ estancia en el Oriente, Creeley volvió a Estados Unidos en 7945 y raclicó en Lln rancho cle New Hampshire, tiempo en el qlre empieza a publicar sus poemas. En 79i0 se fue a vivir a Francia y posteriormente a la n-re diterránea islzr e spañola cle Mallorc¿r declicándose a labores editoriales. En 79i5 Creeley se graduó en el Black Mounrain College y, a partir de sus coincidencias con el poeta charles olson y los clemás que ahí laboraban, se quedó trabajanclo como maestro. Posteriornrente él sería el editor de la BlackMout'ttain Reuietu, que cobraría gran iriportancia en elfuturo panorama de la literatura estaclor-rniclense.
Creeley ha sido rnaestro en varias universidades, como la de Buffalo en Ntreva York, -,, lA dc Nuevo México. Creeley es descrito como un hombre robusto que suele rneterse en problemas. El nlaestro de literatura y crítico británico Kevin Power ha diciro que la mentaliclad cle este poeta se corresponde con la idea ciel músico cage, en el sentido cle que todos nuestros ¿lctos están rodeados cle peligro. Cuentan también qr-re la "mal¿r fama" de Creeley llegír :r tal grado que en ningún bar de llolinas, Californi:.i, querían sen,irle ni una copa. Y que de ese tiempo un arnigo clel poeta clecí¿r: "Nadie puede dormir tranquilo ha.sta que
Por su estrecha relación con el Black Mountain College, Creeley coincide con las ideas sobre la poesía que ahí se generaron (y mejor sería decir que él es Llno de los que contribuyeronaforjar la nueva poética en boga). Si bien Charles Olson, como yahabiarnos dicho, fue el qr-re sistematizÓ en un largo ensayo las ideas sobre el poemaproyectíuo. los otros poetas coincidían aunqlle fa| vez con ligeros cambios en elmodo de explicarlo. El caso es que Creeley llega a explicaciones semejantes a las de Olson, por ejemplo: Al entender elpoema como un cümpo, como una construcción de ¿rlta energía, asumimos un senticlo que nos inclica ttn modo básico cle coherencia, una tensión pertinente y actual entre las cliversas partes presentes, hasta alcanzar (sólo en este sentido) lo que clenominamos la
entidad total. Sobre este poeta, Kevin Power escribió: Por todos los medios Creeley desea clevolver al lenguaje y a la experiencia su función natural qlle es la medicla ciel ser humano lmecliclas /fonnas del ser en nuestras uidas /felices o infelices / nunca muertasl. Estas mecliclas, tan necesarias para la elaboración clel poema, l¿rs encuentra Creeley en sus preclecesores: en Pouncl (lc¡ únicr¡ qLte importa es la calidad de la emoción) o en la afirmación que hace \/illiams (cuando alguien bace un poema, lo bace cle modo que tenga un nrouimiento intrínsecamentepropict, capaz de probar la autenticidacl del
poema...).
IOSE VICENTE ANAYA
192
POEMAS DE ROBERT CREELEY
LOS PROTAGONISTAS
Escucho palabras
y palabras El lenguaie
llenas de
Ubicado te amo en aigún lugar
dolientes. El discurso
agujeros
CS
una boca. en tus ojos
y dientes, (muérdelo, pero ten cuicladcr de no lastimar) túr quieres
dernasiado y
La
Jlor
Mis tensiones crecen, creo yo, como flores en un bosque al que nadie va.
mlry poco. Las palabras
Cada golpe
lo ciicen todo,
es perfecto y se encierra
te
amo cftra vez,
y entonces para qué es el
vacío. Para ser llenado ser llenado.
en un brote imperceptible provocando el dolor. El dolor es una flor
como aquélla, como ésta, como aquélla, como ésta.
793
194
.IOSÉ VICENTE ANAYA
Una
forma de las mujeres
He llegado de tan lejano iugar que nunca he estado ahí, y he visto las cosas mirando en mi interior con sólo abrir una puerta
y anoche caminé solo para ver ia luz lunar (y la encontré convertida en bosque)
y tuve más miedo porque me atemorizaba lo que yo no conocía pero que había deseado conocer.
Mi cara es la mía, pensé. Pero ya sabes tú que tiene mil años. Te miré llc¡rar No podía tocarte Deseaba con ardor poder tocarte, pero no podía. Si llegara la oscuridad cuando esto te sea dado,
cuídate de lo que contiene cuando brille la Luna.
I-OS PROTAGONISTAS
Mi cara es la mía. Mis manos son las mías. Mi boca es la mía (pero yo no soy yo). Luna, Luna, cuando me dejas solo toda la oscuridad es la extrema negritud, tun foso de miedo. una hediondez, manos qtre sin raz6n alguna nunca serán tocadas.
Pero te amo. ¿Tú me amas? Qué decir cuanclo me miras.
Un letrero En tanto más quieta está la gente, más lento pasa
el tiempo
Y mientras, un hombre solo se sienta en la figura clel silencio. Entonces hay que gritarle: ven acá, idiota, eso va a desaparecer.
tg5
196
.JOSE VICENTE ANAYA
Un rostro que no es rostro pero con el semblante pegado
PHITIP IAMANTIA, BEAT CATÓLICO
Y SURREATISTA
sobre el rostro, hasta que éste quede sin rostro y responda a
la nada del ser que queda en el lugar donde estuvo un hombre.
Lamantia se fogueó en el Círculo Anarquista de San Francisco teniendo por compañeros a los poetas Kenneth Rexroth y Robert Duncan. Éstos son sólo algunos datos de lo que emparenta a Lamantia con la vida contestataria. Philip Lamantia nació en la ciudad de San Francisco el23 de ocrubre de7927 . Su obra poética tiende mucho hacia las imágenes surrealistzs y, ctrriosamente, a partir de poemas que publicó a la edad de quince años en la revista Vieu, el surrealista iconoclasta por excelencia, André Bretón, lo consideró como un correligionario suyo en la vanguardia poética que encabezaba. En el lib¡o de Philip Poemas selectos (1943-1966) hay una serie de textos bajo el tírulo de "Revelaciones de una juvenrud surrealista". Desppés del reconocimiento que le hizo Breton, Lamantia pasó un largo tiempo de silenciopoético y búsqueda mística. Llama la atención que, entre todos los beats, sóloJack Kerouac, Mary Norbert Kórfe, William Everson y Philip Lamantia se hayan declarado católicos practicantes. Sobre la poesía cle Philip, Parker Tyler opinó: "Él .siempre ha escrito con la voz de la revelación. El lenguaje de Lamantia crea el mundo en que los poetas nacen y el que, si .son sabios, jamás abandonarán..." Y Allen Ginsberg, quien habia conocido a Lamantia en Nueva York desde 7948, se refirió a este poeta corno "...l¡n estaclounidense original, más adivino que Poe, genio del lenguaje de \ühitman. compañero nativo y maestro mío".
r98
IOSÉ VICENTE ANAYA
En el libro Becoming uisible de Lamantia, publicado por la editorial Ciry Lights, se dice: Cristalizando ecos de paisajes extraños y una historia olvidacla, L¿lmantia si¡¡re las señales delmito tradicionalen las nuevas configuraciones de nuestro tiempo sombrío. En este libro usted no encontrará las salvadoras descripciones de las cosas ni los pensamientos de las fuentes tradicionales traducidos a versos coloqr-riales. Con raíces en el surrealismo, Lama¡tiase compromete con las maravillas dellenguaje en tanto poderes revolucionarios. Haciendo un llamado a suspender el deseo de las expectativas racionalistas, estos poemas desenmascaran una realidad que siempre ha existido pero que rara vez ha sido vista. LJna analogía obligada a alcanzar los más lejanos límites conduce al mundo hacia las transformaciones continuas. Es una poesía que hace visible elterreno metamórfico donde todo se puede transformar en otra cosa, y ése es el lugar en el que nacen el mito y la acción. Ahí coexisten la opulencia, el terror, el humor negro yla magia; ahí se funden el mundo objetivo y la imaginación subietiva.
LOS PROTAGONISTAS
al cielo cubierta con sangre de gorriones y envuelta en una túnica decadente. Cr-rando salga el Sol ella volará
Yo voy hacia la Luna y ahí estará ella. en una noche musical, noche de carcajadas ardiendo como vereda llameante en mi cerebro, mientras que un brazo de fuego avanza sobre el lago lunar.
Máscara geométricr El sendero recién aplanado va nadando por el horizonte como si fuera un trébol captado en perla color de rosa.
Un iistón ondea con el viento y Lrn tren cruza la Yía Láctea. POEMAS DE PHIUP TAMANTIA
Mi arríbo Persigo a esa mujer hasta la ondulante Luna, hasta el largo puente sobre la boca del río, hasta los valles de hermosos piromaniacos, hasta las flores muertas en el espeio del amor, hasta los hombres que devoran minutos salvajes, hasta las manos que juegan en bolsillos del cielo, y hasta el cuarto tenebroso del castillo, donde las voces de la juventud le cantan a la Luna.
Mis palabras-vampiros son un cuerpo de luz. Sobrepaso las floraciones galopando sóbre un abismo cle apretuiadas llamas
que producen tranquilidad
Vibración He ahí el viento que tortllra murciélagos. La ciudad arremolina, dentro del mar, los pies chamuscados de soles muertos.
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JOSÉ VICENTE ANAYA
FIay señales en el pecho de un pterodáctilo y el terror en espiral se eleva en mi mente. El esqueleto de la soledad es un zumbido que gira entre furiosos cadávere.s reviviendo en
botellas con bornbas rojas que se desvanecen frente a los espejos.
Miro hacia el pasado por el filo de mi otro Yo. El aborcado es visto a través de los ojos de las moscas y una pirámide acústica revolotea sobre el oscuro residuo de la vida intema.
Opato radiante La lánguida valla
obser"'a, en la cañada angosta, un
arcoiris que se desvanece.
La cama de las esfinges Prenden la luz, la calle se apaga. Sobre una cobija refulgente tu cara platica con las nubes. Flores lechosas se derraman llorando en las alruras
LOS PROTAGONISTAS
donde soy un imán que cabriola junto con un ebrio iniciado. Bajo los pies hay una tela de vino qtre endulza a nuestras manos-aves, y éstas, precipitadas salen en los rectángulos de la luz. I\os vamos corriendo de la ciudad y nuestros cabellos, nerviosos, se van tragando la carretera.
Empezar, pero no abora La luz del cielo te inunda mientras caminas por mi voz llevando una caia encendida. Con hermético secreto abres una oquedad con la horquilla encantada del misterioso sueño.
207
LOS PROTAGONISTAS
FRANK O'F{ARA, HACER POESTA DE LO ORDINARÍO
Identificado por los críticos como perteneciente al grupo de los Poetas de Nueva York, Frank O'Hara murió joven, apenas lleganclo a los cuarenta años de edad. El crítico literario Robert F. Kiernan, en el libro Literatura estaclounidense contempora.nea escribió :
hecho A pesar de que durante su vida casi no publicaron su obr¿ -cle no le importaba que lo hicieran-, Frank O'Hara fbe, sin embargo, un escritc¡r prolífico, cuyos Collectedpoems(ed. Donald Allen, 1971) ocupan más de quinientas páginas. Aunque con muy buenos conocimientos cle las formas tradicionales de poesía, escribió básicamente versos improvisados. Es típico de su poesía larápidaanotación de una escena cle la ciudad de Nueva York, el recuerdo de una observaciÓn al azar y la narraci1n dívagante de sus días, Este poeta se encanta, por eiern-
En el libro Una poética actiua. Kevin Power dice: La obra cle O'Hara ofrece la distinción esencial de aceptar la vr-rlgaridad, elvigor, las generalizaciones engañosas y la superficie trivializada cle Ia vida en la ciudad. Pero también hace uso de esa energía incesante, esa manifestación dramática del constante fluir en su forma más concentrada. O'Hara va definiendo una trayectoria individual clentro de la experíencia de la masa. [...] O'FIara toma stls poemas de la calle, tratando toda la cultura en que vive como si fuera arte, encajandc-r de este modo en la estética pop. [...] O'Hara quiere una presencia libre de oscuridad, que no haya ninguna ontologiaaparte de la totalidacl de lo que ocurre. Convierte la vida cotidiana en algo más extenso, rebosante de su propia presencia e ímpetu.
Frank O'Hara nació en Baltimore en el año 1926. Hizo estudios en el Conservatorio Musical de Nueva Inglaterra y en las universidades de Harvard y de Michigan . Trabajó como curador en el Museo del Arte Moderno de Nueva York. Publicó ensayos sobre la obra, en esos momentos novedosa, de artistas plásticos como Pollock, Nakian, Smith y Kline. En su contacto e intereses por la poesía,lapintura y la escultura, O'HarareaIizí proyectos que unieron el arte visüal y los poemas. Murió en7966 atropellado por un jeep en las playas de Fire Island.
plo, con un tren de brillos muy particulares y qtle es desviado de la via, y lo describe con una fidelidad que es consciente en la transcripción. Coloquial, ingenioso, a veces fantástico hasta la extravagancia, tiene la cualidad de poner atención en la realidacl mostrátnclonos riquezas inesperadas. Se ha dicho que la observación de los detalles en la vida cotidiana (y sobre todo urbana) que O'Hara manifiesta en sLls poemas es algo que equivale a las imágenes visuales de artistas plásticos como Andy'W'arhol, Grace Hartigan, Jackson Pollock, Willern de Kooning o Claes Oldenburg (a quienes el poeta trató), coinciclencia que posiblemente establecieron :r partir de sus conversaciones"
203
POEMAS DE FRANK O'FIARA
Ab, ser un angel... Ah, ser un ángel (en caso de que existan) y subir al cielo para ir a ver qué hay allá, y luego baiar ser un ángel que no se protege con
acero y aluminio. Ser un feo ser
IOSÉ VICENTE ANAYA
204
que brilla en la distancia pura centelleando, troquelado, asmático pero formando parte de las frondas y cle la tristeza invisible que está más allá de la iridiscente oscuridad en silencio escuchando que el aire se convierte en su ausencia la que, a sL¡ vez, se convierte en...
A ut o bi ogra.fra lit erari
a
Cuando yo era niño jugaba solo en
una esquina del patio solitario de la escuela. Odiaba las muñecas
y todos los juguetes. Los animales no me parecían amistosos
y los pájaros se eludían volando, Si me buscaban
yo me escondía detrás de un árbol ¡¡ritando: "¡Soy huérfano!"
Y ahora aquí esto|: ¡en el centro cle la belleza!,
LOS PROTAGONISTAS
¡escribiendo poemas! ¡lmagínese!
Imagen del Buda predicante Estoy contento de estar aquí, en el Villa Hügel, donde el primer ministro Nehru me ha pedido que salude al pueblo de Essen, y que a ustedes les diga qué tanto nos ha influido la India aunque hayamos tenido filósofos alemanes, mitos y tradiciones que han educado nuestra lucidez y nuestra concentración en arquetipos para sentarnos a escuchar nuestras propias lecciones "estamos en un mundo de tormenta y tensión" 5000 años de arte indio! (piensa en eso, -f{ay oh, Essen) ¿es ésta una tranquila región del pensamiento? ¿es "un reflejo de la mente en el tiempo"? Max Müller "primus inter pares" entre los esrudios hechos sobre la India recuerda nuestro proverbio, Mokshamula, me da alegría estar ante 900 muestras, aprecio mucho que hayan llenado una laguna ¡oh, Herr Doktor F{einrich Goetz! las investigaciones avanzan ronroneando sobre Pakisrán y Ceilán y Afganistán esteatita terracota-Indus terracota-Maurya terracota-Sunga terracota-Andhra ¡famosos fragmentos de terracota en Bharhut Stupa
¡Kashana Ghandara Gupta Hindu Jain Secco Ajanta Villa Hügel!
El comercio anglo-germano prosperará por
205
]OSE VICENTE ANAYA
206
la amistad Swansea-Mannheim la misma que socava el mllro debido a que existen dos roll royces per cápita y a qtre la capitania de gnnrÍru está reuniendo en el Rhin a toda sLt "armada blanca"; sin embargo, se esperan mejores escuelas y automóviles oh siempre perdurable Essen. T)anzas Nataraja de enanos que se disgustan con sus padres. Los estudiantes alemanes aman las matemáticas. Hay una esperanza para volver a retrasar el terror (aunque creo que no es así...)
wIrLxAM EVERSON,
tuIONJE CATOTICO Y POETA BEAT
Un poeta beat de quien poco se habla en Estatlos Unidos es W'illiam Everson, quien publicó sus primeros poemarios en la cléc¿rda y SanJoacle 1930 (por ejemplo, Estos son los cue?vos
quín-7939-)
-1935libros de poesía y dejó una obra de unos cincuenta
y prosa (incluyendo temas de teología católicu). Si poco se habla cle Everson en Estados Unidos. en México ha pasado por inexistente hasta paralas personas que se dicen "conocedoras" deltema beat.
William Everson, cuyo padre fue un noruego inmigrante ilegal, nació en el año de 7972 en la ciudad de Sacramento, California, y pasó su infancia en el puebio de Selma. Este poeta se opuso en sLl país a la Segunda Guerra Mundial, dedicándose a la acción política como activista por la paz en tétminos de lo qlre en aquella época se llamó obietorde conciencia, lo cual lo llevó a sufrir persecllción y represión; fue encarcelado clurante tres años. Al finalde la guerra vivió con su seguncla esposa en la llamada Area de la Bahia en California (que comprende las ciudades de San Francisco, Berkeley y Oakland). Por ese tiempo ptrblicó varios libros de poesía, como Poemas de Waldport (1944), Elegías de guerca (1944) y Poemas MCMXUI Q94r. A partir de la década de 1950 formó parte del Renacimiento cle San Francisco. Por entonces, sintiéndose llamado por la fe catÓlica, se separó de su segunda esposa y profesÓ como hermano lego en la orden de los dominicos, doncle adoptó el nombre cle hermano Antoninus. Con este nombre firmó sus poemas cturante Ltna
208
IOSÉ VICENTE ANAYA
larga época, Asociado con la generación de los antes mencionados poetas contestatarios, a William Everson se le comenzó a llarnar "el fraile beat". Algunos de los libros que en ese tiempo pLlblicó son: Tríptico para. uiuir (79 5 l), Época insurgente (I9 59), Las líneas torcidas de Dios(1959), Azares de santid'ad(I962), Elpoeta esta mueno 0964), El soplo de la semilla (1966), etcétera. Desptrés de dieciocho años de vida monacal, Everson abandonó la orden dominica y en I977 se volvió a casaÍ (en esta ocasión con la poeta Susanna Rickson) y se dedicó al trabajo docente en la Universidad de California en Santa Cruz. Impartió tanto clases de poesía como de ediciones artesanales (en este último renglÓn
I-OS I)ROTAGONISTAS
20c)
POESÍA DE WTLLIAM EVERSON
El
fluiclo engendrad'or
Canto Uno
In Media
Res
(fragmento)
7 de al-¡r|l de 1945. Selma, California
él y sus alumnos lograron importantes reconocimientos por la im-
presión de libros que resultaron verdaderas obras de arte editorial). Algunos títulos de libros que publicó en esta época son: Quién es Ba que se miraba sobre el amanecer(7972), ZArce en la
El sombrío rito masónico titubea al terminar, e impasibles, salen los dolientes. El director cle las pompas fúnebres hizo un ademán para qlle la familia se aclelantara. Pasearon el ataúd ftnalizando con una invocación. Ése fue nuestro último momento qtle compartimos antes de que la tumba qr-redara clausurada.
(no sabemos si los otros fueron escritos o si simplemente están inéditos). En una nota al principio de Elfluid.o engendradorEverson habla de que su propósito consiste en escribir un largo poema épico autobiográfico basado en las tradiciones griega y latina de ese género, y explica los cuatro cantos que lo componen. Divorciado de su tercera esposa cuando tenía B0 años de edad, Everson pasó dos años más de soledad y enfermedades (mal de Parkinson y neumonía) después de los cuales falleció, el 2 de junio de 1994. De é1, el escritor Albert Gelpi escribió que "...fue el poeta religioso más importante de la segunda mitad del siglo veinte." Y la poeta Diane \fakoski se refiere a él como "...Llno de los poetas más esenciales y dinámicos clesde mediados del siglo xx".
Cargando el cadáver de mi Padre, en mi pecho se anuda la fria constricción. Hace cinco años, casi cinco años el día de hoy, en este templo masÓn los familiares estllvimos alrecleclor del ctlerpo de ntte.stra madre.
red(7973i), Agosto uíbora de cascabel(1978), Poesía Tierra (1980), I,{auid.acl renegada (1981) y Los excesos de Dios (1988). El libro Elpoluo será el alimento de la setpientefue pensado para ser compuesto en varios volúmenes, pero sólo se conoce el primero que, con el título de Elfluid.o engendrador, se publicó en 1990
Aturdiclo por lo súbito, conmovido por la pérdida perm¿rnecí con los ojos secos, pero al caer la tapa algo se quebró en mi cráneo. Con un coraje conteniclo,
apretaclo por una culpa qlle no se reconoce, arremetí a puñetazos contra el ataúd diciendo entre sollozos: "¡Por qué! ¡Por qué!" y al caer de roclillas seguía sacnclienclo el féretro.
270
,IOSÉ VICENTE ANAYA
Al levantar la cabeza me encontré con la terrible mirada de mi padre que centelleaba a través del ataúd cerrado esos ojos vikingos, terrible acusación de Thor "¡Bastardo! ¡Has profanado el último momento-sagrado! ¡Lo has echado a perderr. iLárgate! ¡Levanta el culo!" Me tambaleé yéndome de lado, pero esos ojos me sacudieron, me hacian muecas: "¡Desde el momento en que naciste tú me la quitaste, y ahora que estoy al borde de la rumba, cuando todo lo que ella fue se ha ido con mi vida, interpones tu ilegítimo cuerpo entre nosotros!" Me arrastré sobre mis pies, erecto con váguido, y giré enceguecido sollozando con silenciada fnrstración, con una culpa que hiere. Mi hermano y mi hermana me tomaron por los brazos, me consolaron y con voz entrecortada susurraban: "¡Bill! ¡Bill!" lJrgencia terrible. Y con ellos mi esposa imploraba, suplicaba con una voz como cable tensado. Me escapé de sus manos tropezando a ciegas, vacilante, huyéndoles jadeaba: "¡Déjenme solo! ¡Todos ustedes aléjense! ¡Déjenme ser!" Pero los ojos de mi padre, detrás del ataúd, taladraban desde lejos y me clavaban a la pared mofándose: "¡Anda! ¡Vocifera!
LOS PROTAGONISTAS
217
Quiero decir, no tienes que ir al cementerio si..." Pero yo la contradije: "¡No, ya estoy bien! ¡Quiero ir! ¡Tengo que estar ahit" Largo tiempo de contrariedad. Una vergüenza eterna, inflexible, nos agarraba, y nosotros estábamos pendiendo de ella, atrapados en horrenda suspensión hasta que de- repente el enterrador aplaude indicando el mornento de romper el maleficio y los muerteros entraron mecánicamente, autómatas de la muerte, sin mirar a derecha ni a izquierda. Algo inexplicable flotaba en el recinto, ellos lo sabían, algo que no puede ser nombrado, algo indecente... Salimos, y entonces, detrás del ataúd rodante vi cómo por la puerta
entraba en la oscuridad, en el umbral sombrío, lo vi precipitarse escaleras abajo, en pendiente, con fuerza hacia adelante, revisado por los ondulantes velos mornrorios y a tropiezos por los escalones, hasta salir a la llovizna decembrina. Tras la familia yo con ellos me precipité sin percibir a los dolientes de allá abaio que me miraban fijamente con sus bocas abiertas. Yo estaba dolorosamente consciente de mi parte mortal, arrebatado, en mi escena traumante...
¡Levanta el culo! iHazte el pesado!"
Cinco largos años... Con un dominio estrangulado recuperé mi voluntad, apreté mis sollozos, sequé mis lágrimas y en ahogos: "¡Perdóname!" Entonces mi hermana, todavía con susto pero con compasión: "Bill, si tú no quieres...
Y ahora, en el mismo templo masón, me desplazo hacia el inescrutable amúd de mi padre, sintiendo detrás de mí la cercanía
/. 1¿
TOSE
VICI]N'|I] ANAYA
y mi hermana, para en c¿lso de Pero rni esposa no está aquí, está lejos, hacienclo Dios sabe qué en San Franciscct ("Dios sabe qué", es Lin hecho que fttlgura en mi mente, "arrasfrando la cama de otro hombre
LOS PROTAGONISTAS
El lremano y la hermana regresarán a sus viclas, .l slrs existencias por separado se va! - ¡Todo Y yo ¿r voiver a mi norteño encarcelamiento, en espera del fin cle la gLrerra con los solitarios objetores cle conciencia, quienes negamos que el Estado tenga jurisdicci6n para matar, condenados al castigo por no aceptar la esclavitucl.
cle n-ri herrnano
;ése es el quél")"
Pero ferozmente es callaclo el pensamiento que quema, golpes de nudillos que blanquean al ptrño apretado "Pero todo está bien", dije con severidad, "en esta ocasión no habrá explosiones ni histerias, al menos no cle p¿rrte de este cerdo..."
Miré l-racia el cielo, tomé la mano de rni hermana y la de mi hermano. Luego me hice a un lado sonriendo con debilidad Y simplemente. entre sonrisas y r,.ueltas, dije "¡Vltmonosl"
i
oi
t,
Al lado clel ataúd contemplé al ti,,mpo allá abajo, en serena representación sobl e su escenario. No lo había rristo durante meses, desde que me llamaron al servicio milit¿rr. Miré los labios de la rnuerte que me han maldecido. La calma apaciguó a las m¿rnos qlle ntlnca me benciicen. Y ahí estaba el corto torso con tan mal ¿ttavío, inr-naculadamente acicalado por el arte mortuorio, horrorosamente pomposo. Por primera vez sentí el rnordiente remordimiento que pronto me sería familiar, la mueca dolorosa de dejar a mi padre irse a la tumba sin habernos reconciliaclo. Y ltn temblor me sacudió, pero nacla como lo qr,re antes me había strcedido. No, nada como eso.,. El féretro fue cerracio y, ai ver qr-re lo asentaban, mi arranque imperclonable salió a la carga clesde mi mente. Pensé en cómo han cambiado tantas cosas, cambios totales: cinco años Se cle clesgracias, todo deshecho, todo se ha ido han ido la madre, la esposa, el padre y el viñeclo
-
Tu, Dios Una tierra oscura con sombras de muerte, sin orden, donde la luz es oscuridad. El Libro de Job
Ningún clía pasado, Ninguna noche, Sin medida eh el canto de la roca,
Ni esos imaginados soles negros Rugienclo bajo tierra, Rostiz¿indo raíces de árboles. Si piclo ia muerte, Dios, es en ti. Si ton-ro la vida, está fuera de ti. Si pierclo, si pierdo, Es dentro cie ti.
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IOSÉ VICENTE ANAYA
Dios de muerte, Gran Dios de no-vida, La existencia es mía. pero tú Barrenas la nadería. Arrasada fuera de ninguna parte.
E,AS
MUJERES DE T,A GENERACIÓI{ tsEAT
Siempre tú no eres todavía. En lo profundo de mi entraña, Opreso en el olvido, Hecho añicos en el corazín del aniquilamiento, Atrapado entre..., Asfixiado, Con terror ante el vacío, Devorado.
Inmutable silencio Enorme sobre la meseta nevada, Enorme sobre la lava en el risco, El viento trabaia a la nube. Mi cerebro Se quema en tu taladrar. Mi sangre se atomiza. Rechino cada nervio. ¡Dios!
¡Absórbeme!
¿Qué se sabe de las mujeres de la generación beat? A la falsa impresión de que sólo hay unos cuatro o cinco escritores beats (Allen
Ginsberg, lVilliam Burroughs, Jack Kerouac, Gregory Corso y Lawrence Ferlinghetti), cuando en realidad son más de 60, se suma ei desconocimiento de las mujeres (¿otra versión machista de la historia literaria?). Las explicaciones del olvido, ignorancia o tajante anulación de las mujeres beats pueden ser i-qrias. Hasta hoy endía,hanaparecido en Estados Unidos dos int'resantes estudios sobre las mujeres beats, uno es de Alix Kate, fe, 'rado en 1988, y el otro de Brenda Knight, en 7996. Entre los muchísimos libros escritos sobre los beats, el más ameno, completo y descriptivo es la crónica que escribió Bruce Cook bajo el título de Tbe Beat Generation, y si bien este autor menciona a algunas mujeres se refiere a ellas casi "de soslayo" ---en comparación con los profusos comentarios (y hasta entrevistas) cuando se refiere a los hombres beats protagónicos. Desde 1980 empecé a traducir poemas y a escribir presentaciones o ensayos sobre varias mujeres beats (trabajos que han aparecido en libros, revistas y suplementos culturaies de México). Ellas son: Diane di Prima, Leonore Kandel, Marge Piercy, Denise Levertov, Ruth \Weiss, Diane Wakoski y Margaret Randall. Parte del estudio de Alix Kate lo pudimos conocer en español (traducido por Tania Lomnitz Adler) bajo el título de "Las reinas del beat", ya que apareció en el suplemento La.Jotrtada Semanal (en ese entonces con formato de revista tamaño carta y dirigido
¿
.Josí¡ vrcENTE ANAYA
r\)
p()r Roger llartra) del 21+ cle septiembre cle 1989, número en qtre tan-rbién aparece mi ensayo "Los poetas qlle Cayeron clel cielo" V p()cnas que traduie de hombres y mujeres beats. Alix Kate en-lpieza su enseyo con el justo reclamo planteanclo: .Dí;ncle están las mujeres beats? Con excepciíln cle la poeta Diane cli Prima... son clifíciles cle encontrar [...] [Algr-rnasl... son notables por ei hecho cle morir ióvenes y de manera violenta: -foan lVollmer] Adams lllrrroughs muere balaceada en ia cabeza por stl esposo'William Rurrr>r-rghs [en la Ciudad cle México, y éste pudo salir libre clebiclo a la cormpci(rn clel sistema judicial mexicanol, en 1951 . . .; Elise Cowen se suicicia a los 28 años... A partir del reclamo es loable la intención de Alix Kate de hacer ia clenun ciay buscar Lrna explicación para saber qué sllcediÓ con
las rnujeres beats, aLlnque la autora lnencionada tiene aciertos y clesaciertos. Kate acierta al darnos a conocer las vidas de varias mr-rjeres qtre
fbrmaron parte del grupo beat, sobre todo a partir cle algr-rnas atltobiografías de ellas que han circulado en las últimas clécaclas (en las crrales se basa la autora mencionada para frat?LÍ el tema). Esas :rutobiografías son: Troia; MexicanMemoriesde Bonnie Bre mser, Minor Cbaracterc: TIse Romantic Odyssey of a Woman in tbe Beat Generation de Joyce Johnson, Memoirs c-tf a Beatnik cle Diane cli Prima y Heart Beat; My Lfe tuitb Jack and Neal (de este libro se filmó trna peiícula) de Carolyn Cassady. Alrnque no fácilmente ubicables las mujeres beats, Kate com(] nta: E.sto no qr-riere clecir que no hubiera mujeres entre los beats. Existieron escritoras cle closet, como Hettie-Jones, esposa cle Le Roi flonesl... A lus mujeres las encontramos en fotos tomadas en los cafés, escrtchan-
o poesía. Eran esposAs, novizts, chica.s, se atiz¿rban por entre las páginas de las memorias, en las fiestas, cocinanclo comidas improci<-s
izrz,z
visaclas, cuidando a los niños, pasando manu.scritos a rnáquina o, cc,rmo lo sugiere el títuio cle las memorias cleJohnson. como person:rjes menores cle las novelas beats.
i,OS PRO'fAGONISTAS
211
Lo que nos dice Alix Kate es correcto, ¿pero no f¿rlt¿rrit algo rlás?' ¿Hay rnediaciones para explicar este fenómeno-/
Bonnie fue esposa del poeta Ray Ilremser (r'arias vecL-s pe rseguido, convicto v encarcelado por ¿lsuntos de drogas, inchrso, las veces qr-re vivió en México andaba huyenclo de la policía estaclounidense). Bonnie y Ray ttrvieron una relación sadomasoquista, en la qr-re éste no sólo golpeaba a sr-r cónyuge sino que hasta la obligaba a prostitr-rirse (cuando vivían en la ciudad cle México), rnientras que él holgadamente consumía drogas y escribía poemas. En ()tro momento, Ray clecide qlle Bonnie vaya al estado c1e Texas para vender alahija bebé de ambos. Con estos pocos clatos vemos que Rav Bremser sobrepasa en malclito a william .'urroughs, lr¿rsta lo indecible. En sus memorias Bonnie relnata cracr. acto de abtrso cle su esposo declarando que lo soportó por e I gran ¿rmor c|-re ella le profesaba, dando cuenta con esto cle su proftrndo masoquismo. Esta relación no fue la norma de todos los miembros de la gener¿rción beat, sobre todo si recordamos que la mayoría de esto.s poetas se inciinaba rnás por las bitsquedas místicas apacible.s. Carolyn, cle una belleza a la Marllyn Monroe, ftre la espo.sa de Neal Cassady (beat prototipo, hiperactivo, el que de aciole.scente robaba automóviles para ir a hacer el amor en clescampaclo con rntrclrachas cle escueia secundaria; Ilamado por Ginslrerg "macho y Adonis de l)enver"). Alix Kate aseÉ{ura que Carolyn ft-re una "esposa doliente" qtre desernpeñó un papel de rnujer tradicional y qr_re representó a la Señc¡ra Beat esposa del Señor Bectt (corno si ella fuera la síntesis f-emenina y élla masculina cle la generación), y la apologiza acusando a los ho¡nbres beats de l-laberla utilizaclo ccrlo la rnadre que tLlvo los hijos, los cuidó, alimentó y sirvió al igualqlre a los adultos
(Ginsberg, Orlovsky, Kerouac, Burroughs, Cor.so-tal vez-) clue por ahí pasaron para clrogarse y ser atendidos por la mujer mientras discutían las cosas qLle para ellos eran trascenclentes sobre el arte y la vida, en tanto que Carolyn estaba en seÉ{unclo plano soportando incluso las perversiones de los clernás.
218
IOSE VICENTE ANAYA
Kate también les recriminaalos hombres beats, específicamente a Neal Cassady y aJack Kerouac, qLre compartieran la vida sexual
con Carolyn, lo que. segúrn las memorias de ésta, parece haber disfrtrtado mucho sabiéndose querida en una vida de comuna amorosa al estilo de los planteamientos Lltópicos cte Charles Fourier; y la prueba de esto ptrede estar en los sentimientos de plenitud que Carolyn expresa a partir de vivir con Neal y Jack, cuando por ejemplo dice: "Empezó para mí una temporada de días y noclres en las que me la pasaba cantando; ahora yo era parte de toclo lo qr-re ellos hacían y me sentía como la estrella clel espectáculo. Nle sentía por fin como una real contribuyente." Carolyn también se refiere a Jack Keror¡ac como un "hombre tierno". Ahora podemos ver a Carolyn Cassady como una artista plena con un largo trabajo pictórico qr-re incluye irnágenes de varios miembros de la generación beat, y no parece que el haber sido esposa de un beat y madre de sus hijos haya mermado gu actividad creativa. Para Alix Kate, Diane di Prima es "...la única ar-rténtica escritora beat." Si Kate hubiera hecho la aclaración de que Di Prima es la única auténtica beat comparada con Bonnie, tencJria razón, pero al no aclararlo asídeja ver sll desconocimiento de otras magníficas y autentísimas escritoras beats con obra poética relevante (como las mencionadas al principio y otras más). , Diane Di Prima tuvo una vida impetuosa y es aL¡tora de un:l poesía muy vital, a veces humorista y contestataria, además de que -rompió con la actitud de la rnujer pasiva y tradicional. Alix Kate nos informa qlle Di Prima escribió sus Memorias de
una beatnik por encargo de la editorial pornográfica Olimpia (empresa que saca la primera edición explotando el morbo de sus iectores potenciales), lo que para la poeta fue divertirse de antemano con lo que elia sabía que iba a ser escandaloso: descripciones detalladas cLe25 posiciones para hacerel amor-¡al fin y alcabo Lrna muy menor cantidad comparada con la del Kamasutral-, stn contar relaciones heterosexuales, homosexuales y bisexuales en
I-OS PROTAGONIS'I'AS
279
orgías. Fuera de lo escandalizante hay valores del ímpetu beat de
vida lúdica, y en particular la actitlrd activa de Diane di Prima, quien dice cosas como: Yo buscaba la luz y ia libertacl [...] ...éramos pocos
vez cuarenta
o cincuenta en tc¡da la ciudad lde Nueva York]- los -tal que sabíamos qué queríamos, los que vagabundeábamos vistiendo pantarones de mezclilla y camisas de las que Lrsan los obreros, {os que fum..')amos mariguana,
los que nos iniciamos como el público del nuevo Lzz y que hablábamos con el slang de los negros. Teníamos el interés primordial cle mantener nuestra integridacl... un propósito difícil en medio de la terrible indiferencia y del sentimentalismo que existía a nuestro derreclor... Nos buscábamos unos a otros para darnos consuelo, reconocimiento / aflor; y de esta manera excluíamos :¡l resto del mr:ndo.
Los poemas anlorosos de Diane Di Prima celebran tanto la libertad como el placer de disfrutar la vida.
El estudio de Brenda Knight, Vomen of the Beat Generation, fue publicado en 7996 por Conari Press de Berkeley, California, y en slrs 372 páginas se ocupa de 39 mujeres beats clasificadas en cuatro apartados: precursoras, musas, escritoras y artistas de la imagen (pintura y fotografía). Esta autora ha podido situar a 24 mujeres beats con obra literaria considerable. Incluye a las que hemos mencionado antes aunque olvida a Diane Vakoski y Margaret Randall. Volviendo ala pregunta de Alix Kate "¿Donde están las mujeres beats", éstaha sido ya bien respondida por Brenda Knight, quien comenta que en un homenaje a Allen Ginsberg en el Instituto Naropa (de Boulder, Colorado) alguien del público inquirió sobre el mismo asunto, y en esa ocasión el poeta Gregory Corso respondió: "Hubo mujeres, ellas estuvieron ahí, yo las traté, sus familiares las internaron en hospitales psiquiátricos, les aplicaron electrochoques. En Ia década de i950 si eras hombre podías ma'nifestarte como rebelde, pero si eras mujer tus familiares te encerraban. Hubo muchos casos que yo conocí, sobre los cuales algún
l:c)
IOSII VI(-ENTII ANAYA
escribirá." C()n este corrrent¿lri() poclemos cntencler la clifícii situaciórn ()presiva y r.'presiva qlle' las nttrieres vivían en el c()niexto social (incir-ryencio al seno f-ar-l-rili¿rr) estaciouniden.se cle aqtrel tiempo. lo cr,ral clebió cie l-lairer siclo mírs cletermin2lnte que el "tn¿tchismo" cle los beats qr,re reciama Katc. La atmósfera opresiva clel capitalismo Moloch, corrlo cliriaAllen ciía se
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Ginsberg. :rllnqllt: con cliferenci¿ts fue sr-rfricla por homltres y mujeres, y para cl¿rrnos cltenta cle esa percepción del momento hecl'ra p()r Lrn poeta bastaría con la lectltra dcl poema "Aulliclo". Y a propósito. está el caso de Elise Cowen (a ella sc refiere Kate con-lo inecanógrafa cle un hornbre beat. clebido a que pasír a tnác¡ttin¿i cl poerna "Kaddish" de Allen), a quien Ginsberg consicleró str "irermana gemela", ya que aderrás cle cllre er:r jtrdía y poeta m()straba Lln gran pareciCo físico con é1, hecho clel que ellos mismo.s qtrisieron dejar testimonio en una fotografí'¿ en l¿r que" están ¿rbrazaclos n-rirando de perfil tres cuartos l-lacia lin mismo sitio; ambos llevan srls anteojos con lentes "cle fonclo c1e ltotell¿1". Elise Cowen ftre internada en hospitales psiquiátricc.rs igual qr,re Ginsberg, y un ciía cle 1962 selanzó alvacío clescle una ¿rlta ventztn¿1. Strs poernas se pr-rblicaron en varius revistas cle la época y 2lparc-ce ttna buena selecc-ií;n cle cllos en e'l libro cie l{night. Pero así como puclo haber mtrjcrcs pasivus o con resultaclos trágicos en la generación beat, contamos con otríls cuyas ltrchas personales se impu.sieron a los acontecrirlientos opresivos, corrrb¿rtieron contra demonios, clestac¿rron con su nueva sensibiliclacl, t, ahora l:rs vemos com() :nrtoras cie impor-tantes ol-lr¿ts literarias (entre kts24 mencionaclas por Rrenda Knight se clrentan unos 300 libros publicaclos) en las que leemos no sólo testimonios sino también cantos profr-rncios a l¿r vicla y al gozo. Entre estzrs :trtor¿rs no poderlos olviclar a Leonore Kandel, atrtora del poernario erí>ticcr-amoroso Tbe Lr¡t'e llor¡k (del que ya dijirnos que fue cc¡nclenaclo por un ittez a. salir cle circul¿rción); Rtrtl-r \7eiss, con cr:rnoro.s poemas cle ilun-rinaciírn que hacen clisfrtrtar l¿rs peqtreñeces cle la vicia en suaves arolrllis frtrtales: Anne Walclman. vilrranclo con su
I,OS I)ROTAGONISTAS
221
púrblico el leer poemas qlle son moclernas piezas de oratoria; Marv Norbert Kc)rte, qr-rien ciejír el convento católico para adoptar unzr vicl¿r contestataria y cantar a la Naturaleza;l)enise Levertov, qlrc clel Biack Motrntain college se traslada a Berkel"y, y es una de las protagonistas clel alrge contracllittrral de la décad¿r de 1960: cn fin. ()tras rnás conloJoanna Mcclure, Hettie-fones, Joanne Kyger. -|oy-
ce Jhonson y Jannine Pomrny Vega.
Es innegable lo señalado por-foyceJhonson soirre qlre las mnlcres aparecen como personaje.s seclrnclarios en la literatura dc lginas. La novela Los subterráneos, ciel mismo autor. poclría ser el contrapeso de la anterior respecto al tema señalaclo, ya qLle se trata de una historia amorosa en qlte aparecen el hombre y la mujer corno personajes centrales, cloncle Kerouac piatica sr.r apasionado encuentro con Marclou Fox, sobre las mr-rjeres beats, parodiando el estilo dei poema "Aulli-
do", Anne'W'aidman escribió en un ens¿lvo: J
...conocí a interesantes y creativas mujeres, quienes se volvieron aicoirólicas perdiclas (teporocbas) por sus novios, quie nes vagaron por.sus
novios, quienes cancelaron slr poesía y .sus aspiraciones artísticas. quienes clurmieron en cualquier lado para ser populares, qtricnes tlrvieron serios desórclenes alimenticios, quienes cancelaron sus embarazos no clese¿rclos recolectanclo dinero p:rra h:lcerse Lrn aborto, qtrienes clieron a .sus hiios en aclonción...
Tal vez f-alte tiempo y rnirs información p:rra hacer el bal¿rnce completo clel papel qr-re desempeñaron las mr-rjeres er) l:i generu-
222
IOSE VICENTE ANAY¡\
ción beat; por lo pronto, el esttrclio de Brencla Knight ya es Lrno cie los paSOS más avanzaclos. Esta autora, también en referencia al inicio dei "Aullido", conclllye uno de sus textos diciendo qlle esas mllieres fueron parte cle "las rneiores mentes de la generaciÓn l)eat". v esto es indudable.
ELSNZZ ERA
(cormce
rjf{ LOCO
QTJE ATRAVESABA
LOS ESTADOS UIqIDOS DE IMÁcENES soBRE n os BEATS Y Er- JLZZ>*
"Cuando cambia el estilo de la música, se estremecen los muros de la ciudad", nos dijo Platón. Otros estremecimientos se clieron a partir cle 7940, cuando los saxofones, las trompetas, los pianos y las baterías se combinaron para expresar lamentos. furias y gozos que agitarían los cimientos de muchas ciudades. La música producida por esos instrumentos fue eliazz, conocido también en su primer momento con otros nombres (que han dejado de usarse) como bop o bebop. Y los escritores beats (también llamados beatniks o beatsters) hicieron del jazz su modo de vida. Son muchísimos los literatos y las obras literarias que en este siglo mencionanal jazz, pero sólo los beats hicieron y deshicieron sus vidas con esta música, vivieron inmersos en el ambiente cle esos sonidos que interpretaron comovoces del alma, se perdieron en los lupanares donde esta expresión se volvió revolución, y hasta se consideraron jazzistas de la literatura o clescubrieron en el iazz (a través de Jack Kerouac) un método literario. Los beatniks encontraron al jazz y se identificaron con él desde la década de 1940. En su novela En el camino Kerouac dice: Por ese tiempo, en 1947, el bop iba como un loco que atravesaba los Estaclos Unidos. Los camaradas del sopladero Looptocaban aunque
* Este texto fLre leído en un ciclo de cine conferencias soltre 1, iazz en 1983, en Ia Casa de laPaz, a cargo de la oflicina de Difr¡sión Ctrltural (entonces dirigicla por Evodio
Escalante) de la Universidad Autónoma Metror.¡olitana.
))
IOSE VICENI-I] ANAYA
¡
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estuvier2ln cansados, porque el bop,se encontr¿lba entre el tiempo cle la ornitología con Charlic Parker y Lrn nLrevo periocl() que cmpezal)¿r c()n Nfiles Davis. Y )'o me sentaba por ahí p¿rra escuchar el sonido cle la noche (esto es io qLle ei bop representaba para todos nosotros); pcnsaba cn mis rtmigos cspxrciclos por el país cle extremo a extrem(). f ile cirmo estáb¿lmos todos en un mismo patio e n()rn-re , t-noviénclonr>s
cn algo frenético
1' precipitaci<>.
¿Cí;rno fire qr-re los beatniks, sienclo la rnayoría cle origen sajítn, se inr¡olucr:rron a fondo en eslt lttúsica. sol)re todo en el ntoment() cn qLle era casi excltrsivamente cle los negros y, por lo mismo, repr.rdiacla e ignorada en las mente.s mcistes qlle preclominaban en Estaclos tlnidos?
Eran ios primeros años tras la Segtrnda Guerra Munclial, pero pánico se hacían mírs patentes, sobre todo en los jóvenes que ahora ernpezaban a vivir la farnosa época cle la "gLlerra fria" . Estos muchachos se vieron cle pronto an[e el enorme aparato (in.sensible) de r-rna socieclad (los políticos) toci¿rs ias pesadillas reales clel
quct tnandab¿r a la gente al rnataclero; ¿llgLlnos clescubrieron sus ra¡nificaciones y clecidieron cortar cle tajo con toclas l¿rs maneras en
que querían clornesticarlos. En consecuencia. volvieron los ojos a las formas de lo salvaje. contraponiéndose a las trampas clel pro'Way of Life" . El j..rzz, d,esÉ4reso qlre se predicaba en el "American preciado por lzr cla.se media acomodatici¿r cle esa época, era unzl música l>árbara, razón sr-rficiente para ser amada y vivicla por los l;eats. Era la música que se tocaba en las cantinas cle los ltarrios bajos, territorio cle un sinnúmero de despiazaclos que ningún benefic:io esperaban cie la socieclad clel "Bienestar". Se tratalta cle trnzr
nrírsica, además. no sólo interpretacia por negros sino con calzrcAmiri Baraka- . Blues -l¡¡2¡¡¡ Feople Negro Music in Wbite Ameñca). En es:r.s zonas infectadas cle l¿rs ciuclacies comenzaron zr proiifcrar los jóvenes ltlancos clesencantaclos cle la vida estaclouniciense, cluienes no se contentaron con apreciar la rnúsic¿r negra sin() qrie cltrisicron hasta vivir, hablar. caminar como los negros. terísticas africanas (cfr. LeRoiJones
LOS I)ROTAGONISTAS
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Con los jóvenes sajones que aceptaron eliazzse conformó una generación de desenfrenados que recibieron el nombre de bipst¿ru (clasificación en la que entraron muchachos y muchachas de toclas las raz¿r.s). Los hipsters y los beatniks fueron cortados con la misma tijera. Por lo menos vivieron en los mismos ambientes y reaccionaron con igual ímpetu de rebelión ante el mundo conformista. I{ipster y beatnik coinciden en las acepciones de "golpeado" o "derrotado". La única diferencia que cabe hacer es que hipster es un término genérico, mientras que beatnik se refiere más específicamente a los escritores de la también llamada generación beat. Norman Mailer nos define a los hipsters como "...aventureros que vagaban por las calles de la noche buscando acción, y qlre aplicaban el código del negro a sus actos. El hipster asimiló las experiencias existenciales del negro y, en la práctica, se convirtió en
un blanco-negro". También nos dice Mailer que es imposible encontrar la huella del hipster sin la sangre del jazz, música con la cr¡al el negro "...le dio voz a su carácter y calidad a su existencia; así como a sti ira y a las infinitas variantes del gozo, la lujuria, la postración, el gruñido, la mordedura, el clamor y la ansiedad del orgasmo, Porque el jazz es orgásmico..." Los propios beats escribieron sobre sr-r condición de hipsters. John Clellon Holmes lo dice de esta manera: ...eI hipster se mueve por las ciudades como el miembro de una misteriosa organización clandestina de la no-violencia, sin hacer intri¡4as, tratanclo de mantener viva una filosofía impopular, al modo de los cristianos del primer siglo. El hipster enclrentra en elbop (el narcóticc> rnás benevolente) su lenguaje secreto y la nocl-re, sienclo esto trna afirmación cle la individualidad (la que cada dia esti¿ más asedi'acla por el conformismo de nuestra vicla nacional, y qlle a \uCes sólo pr.recle ser expresacla mediante un rotundo excentricismL' Fl hipster pretencle ser asocial, no antisocial, y tiene la obsesión cle scarbar" ll-ruscar, probar, atrapar) el jazz, el sexo o la marigltana, lo ctral implica un empeño poralcanzar la liberación, pues no pretende extencier su pocier sobre los otros. (Traclucción cle Víctor Monjarírs-Ruiz.)
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JOSE VICEN'TE ANAYA
Kerouac nos habla del ambiente hipster y clel iazz del moclo personal y anecdótico que caracteriza a slr literatura. Así leemos en En el caminc¡:
t los hipsters arrastrándose por Times square en 1944, a mí tampoco me caian bien. uno cle ellos, Huncke. que venía cle chicago, se me acercó y me clijo; "Hombre, yo soy un beat [golpeado]." De inmediato supe lo que élquiso decir. En ese entonces tampoco me gustaba el bop, que ya estaban dando a conocer Bircl Parker, Dizzy Gillespie y BagsJackson... pero pronto escarbé todo mi jazz en el viejo Minton Playhouse (Lester young, Ben w'ebster, Joey cuando vi por primera vez
Gy, charlie christian y otros) y cuando oí por primera vez a parker y Dizzy en Three Douces supe que eran rnúsicos muy serios que tocaban un sonido nuevo y buenísimo... yo estaba completamente tumbado sobre la barra de la cantina, con una cerveza a mi laclo, c¡anclo Dizzy Gillespie llegó a pedirle al cantinero un vaso cle af+ra; se puso casi encima de mí y extendió sus brazos a los lados cle mi cabeza parzr ag rrar ei vaso, luego se fue bailando como si supiera que algún clía yo le componclría una canción... De charlie parker se hablaba mucho en Harlem como el nuevo gran músico después de chuc Berry y Louis
Armstrong. Los hipsters, que tenían al bop como su múrsica, parecían criminales pero hablaban de las cosas que a mí me gustaban: grancles bosquejos de experiencias personales y de visiones, largas noches cle confesiones llenas de la esperanza que la guerra reprime y conclena, agitaciones, rugidos de un alma nueva (la misma y antigua alm¿i humana)... Algunos de esos hipsters andaban deliranclo en la locura y hablando continuamente. Esto era jazzístLco... por 194g esto comenzó a tencr forma... Fue el año en que vi a Montgomery Clift sin afeitarse, vestido con Llna chal¡arra corriente, caminanclo por la avenicla Maclison. Ft¡e el año en que vi a Charlie r>ájaroparkervagando por la avenicla octava, vistiendo un suéter negro con cuello de tortuga, acompañ:lclo
por Babs González y una bella muchacha.
John Clellon Holmes r,.uelve para decimos: ...eljazzmoderno es, casi exclusivamente, la música cle la generación beat; como la poesía es su literatura... si los miembro.s cle esta genc-
LOS PROTAGONISTAS
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ración atienden el lamento de un saxofón del mismo modo que otros atendían las palabras o los gestos del sabio, se debe a que el jazz es la música de la libertad interior, de la improvisación, de la creación individual y no la de un simple grupo de intérpretes. El jazz es la música de la gente sumergida que siente la libertad; I esto es, precisamente, lo que sienten los jóvenes de ahora t19581. A esto se debe que la corta yviolenta vida delsaxo-alto Charlie Parker, junto con la deJames Dean y Dylan Thomas, ejerzan una gran atracción entre los miembros de esta generación, pues cada uno de esos tres hombres siguió su propio camino sin compromisos, escuchando sus voces interiores; y con gllsto pagaron elcosto de la autodestrucción. Aunque los jóvenes idolatran a Charlie Parker, aJames Dean y aDylanThomas, no se hacen ninguna ilusión de tomarlos como mártires porque saben (y lo aceptan casi con estoicismo) que uno de los riesgos de tomar mucha velocidad e ir muy lejos, es la muerte. (Traducción de Víctor Monjarás-Ruiz. ) Esos "aventureros en busca de acción" formaron una caterva de nuevos escritores, poetas la mayoría, que pusieron en entredicho y trastocaron los órdenes de lo establecido desde sus propias vidas. Fueron intelectuales de la calle, valga decir de la uída, jocosos, revoltosos, despreciados por los literatos académicos (otro tipo de los conformistas) que no los podían valorar con sus esquemas, y fue al paso de los años que se arrepintieron de sus juicios, o demostraron tener preferencia por cierta basura literaria
que habían apologizado como "la buena", "la seria", "la que se apega a las normas". Kerouac escribió: Hay hipsters que no son melosos, hay inteligencias que no están trilladas, hay intelectuales desharrapados que saben todo acerca de Ezra Pound; I no son pretenciosos ni palabrean sobre lo que saben; son muy pocos, igual que hay pocos Jesucristos.
El mismo Kerouac nos habla de estos intelectuales callejeros así:
...los únicos que me interesan son los locos, los locos por vivir, locos por hablar, locos por salverse, deseosos de todo al mismo tiempo, los
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IOSÉ VTCENTE ANAYA
que nunca bostezan ni hablan con lu¡¡ares comunes, sino que arden, arden, arden cual fabulosos cohetes pirotécnicos que explotan como arañas cruzando las estrellas...
Entre esos poetas de la calle encontramos a uno de los que más intensidad iazzístíca puso en slls poemas: Allen Ginsberg, quien dedicó su libro Aullido y otros poemas con estas palabras: ,,AJack Kerouac, nuevo Buda de la prosa estadounidense... creador de la prosodia bop espontánea... "
En su larguísimo poema-novela "Aullido", Ginsberg desborda toda la energía que el jazz y la vida impregnaron en su generación. Este poema se apega a un ritmo de jazz exaltaclo (bot/ caliente) cuya lectura en voz alta resulta bien hecha si es atropellada, con pocos descansos, como suele hacerla su ¿rutor. En el "Aullido" se describen importantes detalles de los hipsters viviendo su jazz: Yo vi a las mejores mentes cle mi generación destruidas por locura sufriendo fríos hambres histéricas
I.OS PROTAGONISTAS
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"Aullido" concluye con imágenes que tesPlatón con que iniciamos este escrito: de tifican la frase La primera parte del
y ascendieron con fulgor reencarnados en el ropaie espiritual del jazz en la sombra de la trompeta dorada que resopló el sufrimiento de la mente desnuda de los Estados Unidos por amor dentro de un eli eli lamma lamma sabachtani llorido de un saxofón que estremeció a las ciudades hasta la úrltima radio... No falta en Ginsbergla bendición de lo maldito y, en lo que se refiere al jazz, en el poema "Nota al pie de página para el Au-
llido" lo hace
así:
¡Bendito sea el saxofón que gime! ¡Bendito el apocalipsis bop! ¡Benditas sean las bandas de jazz; los hipsters con su mariguana, los pacíficos y los drogados de los tambores!
desnudas,
dragándose en calles negras por la aurora, buscando un fr,rrioso arreglo,
hipsters con cabeza-de-áneel ardienclo por la antigua conexión paradisiaca con el dinamo estrellado en la maquinaria de la noche, quienes pobreza y andrajos y ojos cavernosos y elevados se sentaron fumando en la oscuridad sobrenatural de habitaciones de agua fría flotantes sobre la cúspide de las ciudades contemplando iazz. quienes corretearon hambre soledad por Houston buscando iazz o sexo o sopa.."
Tratándose del iazz, Ginsberg puede transmitirnos lo fantástico en la realidacl, como lo hace en el poema "Stteño de un regreso a Times Square"
Permitid que un triste trompetista se pare entre las calles vacias del amanecer y .sople sus coros plateados a los edificios de Times Square, éste es ttn recuerdo de hace 10 años, a las 5 de la madrttgada, con una delgada Luna blanca apenas visible sobre los edificios verdes y rugientes de McGraw Hill
IOSE VICENTE ANAYA
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por ahí pasó un policía, pero el trompetista se volvió invisible con su música En la poesía de Ginsberg se clesatan los sonidos, como si las imágenes nos quisieran transmitir un iazz bárbaro o, como dice Joachim Berendt sobre el iazz: "...\a intranquila nerviosidad". Por ejemplo: Quienes fueron quemados vivos en sus inocentes traies de franela en Madison Avenue entre una ráfaga de versos de plomo y el tanque destruido hizo retumbar a los regimientos de hierro de la costumbre y la nitroglicerina chilló por las hadas de la publicidad con gas neón de siniestros inteligentes editores Son muchos los poemas de Allen Ginsberg en los que aparece el jazz como un elemento intenso de la cotidianidad. En "El auto-
móvil verde" e[ poeta sueña el reencuentro amoroso con I'{eal Cassady. y el jazz es incluso un motivo de unión. En los poemas "A Lindsay" y "Elegía a Neal Cassady" encontramos esta música como un detalle que ayuda a definir una época o un tiempo: Vachel: las estrellas se han ido, la oscuridad ha caído sobre la carretera de Colorado, un carro se arrastra lentamente por el llano, el iazz brama por la radio entre una débil luz Señor Espíritu del Paraíso. ¿Qué tan diferente fue tu forma mortal? ¿Qué tan lejos va el
espectáculo Sideral? ¿.A dónde van las veloces generaciones que todo
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LOS PROTAGONISTAS
lo interrogan?;
¿y las viajadoras
noches agónicas de Texas? ¿A dónde van: el autobús psicodélico de la
héjira del jazz,las poesías clel automóvil verde, las carreteras inspiradas?
Ginsberg elogia a Bessie Smith llamándola"vaca" , en elsentido respetuoso con que en la India tratan a este rumiante, y si vemos una imagen de Bessie reconocemos de inmediato la tranquila dulzura que destila su rostro. Pues Ginsberg lleva esa dulzura hasta
una alucinación más tierna donde ve que "un niño lactante .se cuelga de un pez6n de Bessie Smith". Hay otros poetas beatniks que no son estruendosos; serían los casos de Philip'S7halen y Gary SnyCer. Éstos transmiten más tranquilidad que desasosiego, lo que se debe, con seguridad, a qlre practican un misticismo más apegaclo a la ortodoxia budista del vivir tranquilo. Sin embargo, no están totalmente alejados de la experiencia con el jazz. Las poéticas de tWhalen y de Snyder se ajustan bien al estilo deliazz llamado cool(frío), suave pero también intenso. Tal vez Snyder no se propuso ser tan jazzista como Kerouac o Ginsberg pero, al concebir la poesía como "el vehículo del misterio de la voz" , se aproxima a la idea de los iazzistas negros de tomar la música corTlo voz humana (,véase LeRoi Jones, Blues People ). Y si la reacción de Snyder no es estruendosa, sí es muy clara su inclinación por lo salvaje o primitivo, o por la malignidad, aLrnque con resultados diferentes a los de otros beatniks; tenemos como ejemplo esta idea suya: "...es necesario buscar, en forma exhaustiva, en los poderes negativos y demoniacos del inconsciente; y al reconocer estos poderes... uno se libera de esas fuerzas", En lo que respecta al sereno Philip'W'halen, encontramos qLle ha escrito poemas con títulos de "Take" (y un número agregado); éste es un término de los iazzistas utilizado para de-signar v¿rriantes
?1)
.JOSÉ VICENTE ANAYA
o versiones de una misma pjeza musical (en ese aspecto fue muy
famosa la melodía "Take 5" de Dave Brubeck).
Philip whalen escribió el poema "El mism o jazz cle antaño" donde, con ei tema del amor, el título es estribillo y canción que se repite con frases agregadas del iazz cantado. En "Take No. 4,' dice: me siento entre la oscuridad/escuchando jazz por la raclio/ para escribir laluz... El poeta toma esta música para iluminarse igual que un budista se pondría a meditar en un kung-an (koan, para los japoneses). y en el poema ,,El café Champ Clair de jazz rnoderno" hace gala de recibir, a través del jazz, el mensaje cle un invierno lejano:
El viejo Miles Davis y Thelonius Monk
producen el sonido de un plástico congelado. Esto quiere decir qlle en alguna parte se está desatando el invierno. A la belleza de desrello poético philip '$Thalen agrega un final lr,rminífero a su poema "El café champ clair de jazzmoderno,,, Lln final que se puede tomar como lavoz del inconsciente del jazzista: cantamos dormidos. conversamos con la muerte en nuestros sueños. Jack Kerouac promovió, con mucho entusiasmo, las lecturas cle poesía con músicos de jazz tocando al mismo tiempo (el poeta negro Langston Hughes es el iniciador de esa experiencia); para clemostrar que los poetas beats, en tanto que eran esencialmente jazzistas, podían ensamblar con aquella música que les pertenecía. A Kerouac.se debe ei haber explicado con términos de jazz su método literario, lo cual expuso en el texto ,,La sustancia cle la prosa espontánea" en estos términos: "cuando el ser clel tiempo de la esencia está en la pureza del discurso, entonces el lenguá;e
insinuado fluye desde la mente, sin perturbación, como un se-
)4\
LOS PROTAGONISTAS
creto personal cle palabras-ideas, soplando (como lo hace el rnúsico de jazz) en la subjetividad de la imagen." con base en las improvisaciones de las jam-sessions, Kerouac propone para la literatura: No "seleccionar" la expresión sino seguir libremente las desviaciones (asociaciones) de la mente en los límites que soplan sobre el sujeto en los océanos del pensamiento, nadando en el mar del lenguale sin n-rás disciplina que el ritmo de la exhalación y clel relato contendiente, colno un pllñetazo cayendo sobre Ltna mesa con toda su expresión al cletalle, ¡pum! (el espacio ataca)-Tú clebes soplar tan profunclo como
::,,:lh:Tln:i:i::1::1:,':ü:JJ:T?::f ,'ir;ft 'f ::ii::i; percibir la sacudida telepátíca ni la emoción principal las leyes de la mente humana.
qr-re
opera bajo
En su poemario Mexico City Blues (C¡udad de Méxicc¡ Blues), Kerouac declan: "Quiero que se me considere un poeta iazzista / que sopla un largo blues en un concierto / durante la noche de un clomingo." Los 242 poemas de este libro son llamados "coros" (cbonts), téimino empleado por los músicos cle jazz para inclicar cleterminadas improvisaciones. Esta poesía se distingue por maravillosos juegos de palabras y combinaciones sonoras que nos remiten al jazz. Hay que hacer notar, en este libro, la conjunción del iazz con el budismo; por esto, aIa anterior declaración de Kerolrac se podría agregar que es un jazzista budista, cosa que, por otro lado, suena herética hasta paralos budistas menos ortodoxos de Occidente, como Alan 'W'atts (cfr. Beat Zen, Square Zen ancl zen). Kerouac piensa en un Thathagata involucra,{o con ia creación espontánea en la era electrónica:
Tú tienes que ser tu propia luz, el gtría de ti mismo Así habló Thathagata Para advertirnos
IOSE VICENTE ANAYA
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llegarian para que la gente escuchara las palabras aLltomáticas de los otros.
Jack Kerouac celebra:
lo que en el hombre hay de tenor dulcísimo y angélico para hacer gemir un dulce boP frente a la noche. para este poeta
un gran músico aparece
así:
Altivo y calmado, como es un director de orquesta en la Gran Noche Histórica del Mundo, y haciendo gemir su pequeño saxo-alto con un claro lamento que taladra por su tono perfecto y su armonía luminosa escuchantes reaccionan ¡Túuut -los platican Y, de pronto, demostrarlo, sin empiezan a mecerse. Mientras ellos conversan, Charlie Parker silba al borde de la eternidad. En el poema de Kerouac "Coro 239" también apatece Parker, descrito con más extensión, Como un mensajero del Oriente que viene a predicar con su música (aquí presento una traducción de
Víctor Monjarás-Ruiz)
:
Charley Parker luce como el Buda Charley Parker, qtrien mr-rriÓ recientemente Sonrienclo como un prestidigitador en la TV
?2,<
después de semanas de tensión y enfermedad, fue llamado el Músico Perfecto. Y la expresión de su rostro Estaba en caima, bella y profunda Como la imagen del Buda Representado en el Oriente con sabios párpados La expresión que dice "Todo está Bien" ' es Io que Charley Parker -Esto Dijo con su música, Todo está Bien Tú tienes el sentimiento de la aurora
Que las radios
Y
LOS PROTAGONISTAS
Como el regocijo de la Ermita, o como el perfecto grito De algunos gángsters salvajes improvisando jazz "Gemido, '$l'op" estalló -Charlie Sus pulmones para alcanzar la rapidez que buscan los velocistas Y lo que ellos realmente quisieron Fue su eterno Despaciolento IJn gran músico y un gran creador de formas encuentra su expresión finalmente Que y en los demás en lo que tienes. Robert Duncan y Michael McClure le dan mucha importancia al sonido de la poesía; incluso, McClure escribió poemas que en lugar de palabras tienen puros sonidos, los que nos recuerdan similares experimentos iluminados de Antonin Artaud, aunque el estilo y el punto de partida es diferente en cada uno de estos dos poetas. McClure hace dichos poemas basándose en sonidos con significados arcaicos del idioma inglés, mientras que Artaud parece conectarse más con ei sentido esotérico del poder del sonido que hay en los mantras de los Vedas. McClure dice: "La poesía nó constituye un sistema, sino hechos verdaderos que se encuentran o suceden a través de los sonidos."
IOSE VICENTE ANAYA
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Un buen rastro del jazz en Robert f)ltncan (en su poética) pLlecle verse en este canto:
Alaba, pues, la pérdicia de nttestra compostLlrai la imagen qLle encailt sin ser explicada, la ruptura musical que luce cliscordante. Jazz, o redescubrimiento de la belleza olvidada que hay en los lenguajes primitivos o salvajes, que a final cle cr:entas resttlta .ser algo de lo mismo. Es notable esta otra idea de Duncan:
Por su deseo de mover el sonido más profundo, ei artista debe ser capaz de violaciones.
Por razones obvias, ahora nos percleremos de la sonoridacl poética en la obra de N{cClure, pero encontramos Lln poema sllyo ("Oda del fin deliazz") donde dos múrsicos lo encaran con stt arte: ,AL ESCRIBIR UNA ODA ME ESCRIBO A MÍ MISMO ESToY solo?-lACASo La música de Bud Powell llena mi cuarto. Esto me hace recordar a Parker y a otros qlle ya "la hicieron" es fácil; sólo hay qLle ser-"fl2ggrla" ¿rventLlrero cle las palabras qlle se clilatan en el pasmo. Sow l¿ts MANos LAS QUE AHORA ESCRIBEN
rlrgentemente, con tal de "hacerla" como ios rnúsicos que hoy recuerdo,
T,OS I'ROTAGONISTAS
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La poeta Diane di Prima, que mucho ha cantado a la clanza v a la música con una poesía de cotidiana intensidad amorosa. incluye al jazz de esta manera:
no, chavalo, nunca nadaremos túr y yo al unísono; pero nuestro sonido sincopado será salve-je.
villiam Burroughs, agrio, con su rostro congelaclo cle Lfuster Keaton, parece no entusiasmarse mucho con el jazz en sr_r literatura. sus novelas se de.sarrollan de una rnanera pesada y tensa (como el término que él usa de beauy metal pesaclo--, el que posteriormente adopta una corriente -metal de rock), rnientras desfilan Burroughs y slrs personajes por los barrios bajos cle varias cir,rclades del muncio. Corno un hipster cle los rnás radicales, Burror-rghs rompe todos los marcos del mundo conformista. pasan todo tipo de drogadicto.s, traficantes, homosexuales, rnatones, cletectives, soplones, rnafiosos. Burroughs escribe las novelas más negras del género neÉlro, con escatología y necrofilia en abundancia, todos los horrores qlre no dejan títere con cabeza. Asi, Burroughs sostiene trna intensa cliscr-rsión contra los pocleres del mundo. y en esto reside uno cle los valores más irnportantes de str obra. otra cosa admirable en lo.s li-
bros c1e Burroughs es que el reino de la irnaginación explota con toclas sl¡s in[oxicaciones. EI jazz de Burroughs es algo tan peculiar como str obra. En su libro Almuerzo desnudo leemos: "Maria pone en el fonógrafo un disco de bebop, es pura cocaina metálica." Esta alabanza del jazz como clroga vivificante no se detiene ahí, pues la música fue pues-
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ta para amenizar Lln acto sexual en el que María desempeña el papel masculino frente al hombre. Según lo dice Burroughs, en elhbro Junkie, el jazz dulcifica las
aflicciones del drogaclicto: En la noche me tomé unas bencedrinas y me fui a un bar. Me senté cerca cle la rockola. Cuando uno está enfermo, la mú¡sica ayuda mucho. En cierta ocasión, en Texas, me desaté de la heroína a¡ldado por l:r rnota, por medio litro de elixir tonificante, y por Llnos discos cle
Louis Armstrong. En Noua hpressBurroughs describe un ambiente sórdido, con clima caluroso, que pr-rede quedar atenuado:
la zona de los lupanares y los establecimientos donde Una música sonaba como si múltiples hilillos imprimen tatuajes por el viento fresco que ayudaba a metálicos fueran movidos sobrellevar el horrible calor seco __ Los negros pinacates músicos sacaban el sonido del aire que era arrastrado por los vientos venidos de los llanos que circundanla ciudad... Penetraron
Lawrence Ferlinghetti es otro de los poetas beatniks con menos inclinación al estruendo, pero también se prende con el iazz. En sll poema "Sueños salvajes de un nuevo principio" nos define la cantina de jazz Loopcomo "la playa de los errabundos". Ferlinghetti transmite una especie de dulzura alucinante. En el poema "Autobiografía" nos dice: "FIe oíclo predicar al trombón". Y en otro poema: "Oh flauta ebria / Oh Boca Dorada / canta una loca canción / para salvarnos". Ferlinghetti es un fino terrorista que encuentra o desea el trastorno de las cosas con la belleza poética suave de por medio. Como espectador descubre que "una muchacha pone un disco / de atentados locos qlle toca un saxofón". Y como participante augura un jazz que, a partir del presente, provoca el principio del placer:
LOS PROTAGONISTAS
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en el momento en que ella deslizó su mirada para verme, oímos al Cuarteto Moderno de Jazz por los altoparlantes "Muzak". Si hubiéramos estado en otras circunstancias. como en un tiempo de revolución, ella se habria montado en mí para hacerme el amor. Gregory corso, aquel muchacho ángel que se educó en las cárceles, no podía ser menos hipster que sus compañeros: "senda de drogadictos que gesticulan frente al universo / y hacen aspavientos con sus manos / poetas, pintores, bateristas negros, siniestros vagabundos..." En este ambiente está Corso, entre poetas y iazzistas negros, como un intelectual neto de la calle. y en Lln Arrbiente similar también vio: El cantor callejero, enfermo, se acurruca
en la entrada de una puerta. Su corazón está colgado. Y entre este ruido nocturno echamos de menos su canción. En otro momento corso lamenta la muerte de un músico. así lo vemos en su poema "Para Bunny Lang":
En medio de la más intensa luz, entre una noche urgida y temblorosa veo la música muerta perseguida por el músico muerto.
Hay piezas de lazz que, por un segundo, transmiten estrernecimientos que punzan en el cerebro, y Corso lo dice así: "Con un dogal en mi cuello / sentiría un estirón de música cool".
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En el poema "La carrera cle los sonidos" Gregory Corso reprociuce con imárgenes la música y los escnchantes de una sesión de iazz:
Los sonidos juegan carreras; el vago, el trepador el qr-re nada, el que deambula. L¿rs vr>ces afilan los rugidos, y se acercan a las puertas con pisadas de conejos. Ei auilido de los fantasmas y los golpes de las aves llegan con violencia. Las voces corren juntas. ¡Las nrultitucles se vuelven salvajesl Gritan, patean y brincan sólo sienclo salvaje se É{ana esta carrera.
-
Con un poema corto, delicaclo y penetrante, Corso le cantó r-rno de los rnúsicos de jazz más importantes, a Miles Davis:
a
no se reducen a sólo mencionar eliazzsino a uiuirlo, como lo hacen con todo lo que sucede en su literatura. podemos ver lo beat de charlie Parker cuando declaró: "La música es tu propia experiencia, tu sabiduría, tu pensamiento. si no lo has vivido, nunca .saldrá de tu instrumento," De igual forma, la literaturabeatno podía ser escrita si no había sido vivida. Leonard Feather dijo que "...charlie Parker bebía más y más, tratando desesperadamente de evitar la droga y de huir, no obstante, del terror de la sobria realidad". La misma sobria realidad ante la cual reaccionaron los beatniks. Es por esto que el jazzista y su música ocupan lugares prominentes en la literaturabeat, y se dan casos en que el múrsico de jazz se convierte en un héroe beatnik, como l. '':ede en las novelas Someabere There's Music (En algún lttgar,_ay música) de George Lea y The Horn (La trompeta) de John clellon Holmes. Kerouac escribió:
cantinas, lecturas de poesía, templos, caminando y hablando de la poesía en las calles, caminando y hablando de Dios en las calles.
sactro
ai ptrnto profundo. Tu soniclo es tllyo interior y sincero; es un¿r confesión espiritual y an-rable.
El intelectual ymístico callejero que es Kerouacvivió el jazzcon
eI afán del movimiento y la exaltación del cambio, conducido por la intensidad, y así lo encontramos en sus libros En el camino y
visiones cle cody. En la novela En el camino hay un entusiasmo extático por las sesiones de jazz en los tugurios de los barrios:
.lazzisttrs como Lester Young o Charlie Parker son tan poetas l>eatniks colrro los beatniks, jazzistas. Aquí debemos hacer notar que Billie Holiday está considerada como otra poeta beat irnportante. Entre los músicos de jazz y los beats no hay simples cc>incidencias sino una misrn¿i esencia: el tormento que lucha y se
con los nervios prendidos; el ser electrizado con
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Anduve muchos días por san Francisco, con Gregory corso y otros amigos como é1, en fiestas, salas de arte, cualquier lado, sesiones de jazz,
Tu soniclo es cabal redondo y puro
clesgarra.
LOS I'ROTAGONISTAS
.slr
avidez por salvarse con el amor, con las drogas (en tanto "alivio"), con la experiencia mística o con el placer. Por esta razón los beats
Nos sumergimos en la noche ioca y caliente, oyendo a un salvaje trompetista tenor que soplaba del otro lado cle la calle: "¡Turúuu-wah! ¡Turuuu-wahl" La gente aplaudía llevando el ritmo y gritaba: "¡Vamos! ¡Vamosl ¡Vamos!" En ese momento Dean atravesó la calle a la carrera con un dedo en alto ygritó: "¡sopla, hombre, sopla!" Encontramos una ilgarabía de negros vestidos de sábado por la noche. Era una taberna con aserrín sobre elpiso. Elpequeño estrado para los múrsicos estaba lleno de tipos con sombrero, algunos soplaban sobre los rostros
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cle los otros. El lugar era
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loco. Las mr:jc'res estaban
loc¿rs
v se :rgitaban
por ahí vestidas con túnicas. Las botellas rodaban por los pasillos. Al foncio ciel lugar, en un oscuro corredor más allá cle los anegaclos sanitarios. hombres y rnujeres se apretlrjaban entre las paredes bebiendo vino .v whisky, y lanzanclo escupitajos a las estrellas. Eltrompetista tenor, con su sombrero pllesto, soplaba en el punto más alto cle ttna icle¿t iibre I' maravillosarnente satisfactoria, elevánclose y czryendo en la canallada; de lrn ";Tr:rúuu-wahl" hasta un más loco "¡Tunr-rú-s'¿rhwah-í|" lVlientras una ráfaga de estrépitos marcaba el mecimiento. Era l¿r batería con cueros cicatriz¿rdos, tocada por un negro grancle y brutal con ct¡ello de toro, quien manclaría al carajo cualquier cosa con tal cle aporrear sus tambores crach, rataplám, plam, clach. L¿r música formab¿r un alboroto y el tenor lo tenía ya, y todos lo.sabían. Dean agitaba st¡ cabeza entre aquella multitud enloquecida. Con oios llorosos y sal'najes, todos le pedían al tenor qlte se sostuviera, y él .se inclinalra y' se levantaba con su trompeta l-rasta conectarse con un claro grito por encinl:r
LOS PROTAGONISTAS
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I'racia arrib:r, hacia abaio, hacia los lados, de arriba a abajo, en horizontal, en treinta grados de inclinación, en cuarenta grados; al flnal czryír cle espaldas en los brazos de alguien y ya no pudo más, mientras
todos empujaban y gritaban: ¡Sí! ¡Síl ¡Éste es el músico que .sopló eso! Y Dean se quitaba el suclor con sll pañtrelo. Ese pasaje de Kerouac es uno cle los que rnejor describen lu fogcrsa conexión entre los jazzistas y su público, be:rts o hipsters, rufianes que estaban socavando detalles de la tranquilísima muer-
te en vida que impone el progresismo. Todas las cosas que hemos dicho sobre la malvivencia de los beats no son meras metáforas, ni lo son las imágenes de sus poemas; se trata de realidades profundas que superan, por vía del arte vital, a la mismataiante realidad. Fue en cantinas como ElEstablo clel Ponyo El Final del Oestede Nueva York, clonde se conocieron Villiam Burroughs, Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Gregory Corso (éste recién salido de la cárcel); después se encontrarían con otros beatniks en barrios o cantinas de Chicago, Denver, San Francisco, Los Ángeles, Ciudad de México o Tánger. El lazz que se tocaba en aquella época no tenía nada qlle ver con el que ahora se presenta en bares de clase meclia o en auditorios de instituciones culturales (de cualquier país). El jazz de los beats implicaba maledicencia y conspiración. Fue una rnúsica desaforada, que interpretaban ent¡e granujas algunos músicos drogaclos como Charlie Parker, Lester Young o Bucl Powell, y sobre todo entregados en cuerpo y alma al arte.
Bruce Cook dice que ...la pasión por el iazzles confirmó a los beats que constituían una raz^ rrrtry diferente a la de ios poetas académicos... el jazz era lo único vercladero. Era el sonido de la vida emocionante que murmuraba por los
alrededores; lo sentían en la tensión y en el vigor de la música, y lo escuchaban en las audiciones improvisadas de los solistas que se levantaban para tocar ritmo tras ritmo. El solista representó al hombre que lucha solo contra el mundo, y se convirtió en el modelo a seguir
IOSE VICENTF, ANA\'A
241+
para k;s poetas... pero si en aquei entonces elpzz hubiera siclo un:r música tan respetada como ahctra, nc¡ habría tenido ni lrn mínimo clc interés para los beatniks. La atmósfera de lo ilícito en el ambientc cle ac¡r-rel iazz, r:on sus visos de criminalidad, era lo que llevaba a los i¡eats, noche tras n<¡che, :r lugzrres como: el Birdland, el l.-iue Spot 1,
el Half'lVole de Nueva York: el Bee Hiue de San Francisco.
cle
Chicago, y el Black Hrlu,k
Las lecturas de poesía en público de los beats, adqr-ririeron rasgos del ambiente dado en las audiciones de iazz. El poeta lee clel mismo modo que el trompetista o el saxofonista soplan hasta incitar a ios que escuchan. El poeta beat se convirtió, así, en un :r.gitador que tocaba (tentabay palpaba) a la concurrencia con slls pa* iabras. Éste fue un moclo peculiar de establecer la interacción entre poeta y público, ya que éste actuaba con toda libertacl para interferir en determinados momentos de la lectura del poerna afir-
LOS PROTAGONISTAS
libros de ensayos, Hughes clecricó al menos clos a la música negra de Estados Unidos. otro poeta emparentado culturalmente con el anterior es el negro LeRoi Jones. No sólo habría jazz natural en la poesía cle LeRoi Jones, sino que también como Langston Hughes escribirí¿i ensayos sobre esa música negra. Existe una senrencia 0.", 0".,;; ;;" mucho riempo, rnaró y revivió al jazz en el mismo instante, cosa que sólo la magia clel poema puede lograr, sobre todo en la sabicluría profuncla q,_," pocas palabras nos habla de la esencia, el contexto, el presente ".,
y el futuro de una núsica que no sólo deió huella eñ io,
terística cle las sesiones de poesía con iazz era la improvisación de poesía y música, lo cual significaba un ejercicio cle arte que iba lracia \a nada, una celebración de lo efímero. Son célebres muchas lecturas de poesía (como la de 7955 en la Galería Slxo la del Hotel Loop de Chicago, en 1959), donde el público irrumpía en cualquier momenro con gritos y chifliclos cle entusiasmo.
No poclríamos terminar J" ;;" .,," ,.r-r¿i, reconocimienro y tributo al gran poeta negro estadounidense (qtre antes mencionamos) Langston Hughes, dado que él es el primero qlre en este siglo compone poemas con ritmo, estilo y temas del j'azz, pero no sólo esto, sino que además escribe un largo poema paraser leíclo con iazz interpretado en vivo, sin que el poeta haya clesdeñaclo también las lecturas en púrblico de poesía con iazz. Entre strs
testi_
monios impresos sino que marcó el alma de una época. Se trata de estos versos de Kerouac:
mando o haciendo cualquier otro comentario sobre lo que en él se decía, lo cual, lejos de molestar al poeta, era bienvenido y contribuía a elevar el entusiasmo del ambiente colectivo. otra carac-
)4<
El jazz se maró para impedirle el sr_ricidio a la poesía.
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AINGET-ES BEAT'S
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CARRSTERA
Escenas a lo larycs del camino, de Ann Charters,r es Lln libro (hast:.r ahora .sólo pr-rblicado en inglés) declicado a Jack Kerouac, aquel que fuera llamado "El rey de los beatniks", sobre todo porqlle en él recayó toda la responsabilidad (al menos en la década cle 1950) de los desmanes cometidos por aquel grupo de ,'rvs¡es que representaron Lrna pesadilla para todo el mundo c.-nformi sta ( square / cuadrado) de Estados Unidos y otros lares. '',n él receryír la
responsabilidad porque se la achacaron por su novela En el ca.mino, que haría época y sería vista como la cizaña que cuncliría para que los jóvenes ya no se tragaran toda la propag'¿nda ideológica del bienestar gabacho, y que harían todo lo contrario de lo que se esperaba de los "buenos muchachos". Pues bien, el libro Escenas a lo largo riel camino se refiere a esta norrela de Kerouac, y el subtítulo Fotografías de los-ángeles de desolaciónaítde obviamente a otra novela deJack: Angeles de desolación. En ¿rmbas novelas los beats son personajes. Escenas a lo largo clel camino. Fotografías cle los ángeles de desolaciónnos muestra a los beatniks en la épc>ca (7940-7950) en que viven los personajes cle las clos novelas antes mencionadas, personajes qlle, sobre todo, ftreron reales. Este libro también recoge textos de Gregory Corso,Jack Kerouac, Neal Cassady, Gary Snyder, William Burroughs y Allen Ginsberg; textos en los qtie estos beats se caracterrzany definen en la cotidianidad de sus aventuras. Las fotos y los textos fueron recopilados por Ann Charters. I Ann Charters, Scenes Along tbe Road. Photograpbs of tbe Desc¡lation Angels (fotos y textos cle los escritores beats), City Lights Books, USA. 1985. 56 p¡'r
)ío
IOSE VICENTF ANA\',\
.I'crdas
ias fotclgrafias ftteron tomacias entre amigos. sin Ia pretensión cie lu toma artística ni del paszlporte a l¿l posteridad. Son sin-rpies irnágenes de amigos aventureros que se encon[raron y separ¿iron en sus I'iajes por el nlllnclo. Al mirar estas fotografías, luclemás" se revive lo real maravilloso clel vagabundeo en lzr prosa
I,OS ONÍCE}.TES DE LA GEi\{ERACIÓFr tsEAT t1959j
Jack Kerouctc
cle Kerr¡uac. Qr-rienes hayan leíclo sus novelas, ahora verítn stts irnár-
genes v c()mprenclerírn qlle es el mismo mllndo beat pero sin pal:ibras" con poca literafura. Por ahí venlos a Neal Cassady en LIn lote cle automóviles, y cle inrnecliato nos recuerda al Dean cle En el camino, quien trabaiaba en un estacionamiento de carros. A Gary Snyder Con una ltata 1aponesa, tom¿rndo té sentado en posición sasetx o caminando por un huerto collo si estuviera en el Eclén. Por las c¿llles de San Francisco, Venice, Ciudad cle N'Iéxico, o en clepartamentos cle Nr-reva York (aparte de los antes mencionaclos), fotos con Philip Vhalen,
Lawrence Ferlinghetti, Michael ivfcClure, Peter Orlovsky, John Clellon Holmes, Lafcadio Orlovsky, Huncke, todos muchachos entre 25 y 30 años de edad. Y conversaciones por las plzryas cle Tánger, Vemos, aclemás, mLlchos beats casi clesconocidos. Entre los textos cle Escet'tas a lo largo clel cami2zo, encontramos cl típico irumor burlón con juegos cle palzrbras cle Gregory Corso; las frescas descripciones de Kerouac sobre sLlS compañeros, donde siempre l-ray algo extraño o f-antástico. algo extraordinario clc lo real orclinario; la prosa de sintaxis acelerada de Neal Cassady, que parece surgir como una chispa, con caló y ortografía propia; la prosa-poesía cle Ginsberg para apologizar las obras malclitas cle su generación (su poema "At¡llido" y Ert el camino de Kerollac), () slls poemas en que pondera a los héroes beats muertos como Kerouac y Cassady. Escenas a lo largo clel camino es Lrn libro que en pocas palabras y n-ruchas imágenes revive y enseña cómo fueron los beats, c¡ué facha tuvieron, qué hicieron y por dónde anduvieron. Y, sobre tocio, mantiene los mitos (reales) c1e esa generación cle escritores rnalclitos rnoclernos.
Lo que voy a clecir será, neces:lriamentc, acerca de mí mismo. Siempre me salgo de rní mismo. Aquella tonta fotografía qr¡e nte tomaron y apareció en la portada de En elcaminofu e de cuando yo había bajado de vivir, completarnente solo, durante dos meses en una altísima montaña. Y por sllpuesto que yo estaba acostllmbrado ;r peinarme, sobre todo porque tenía que pedir aventones en la carreteÍa, y porqlle me gusta que las chavalas rne miren y piensen qlle soy un hombre y no una bestia salvaje. Mi amigo Gregory Corso se abrió su camisa y sacó una cadena con un crucifijo de plata, y me dijo: "Ponte esto; úsalo por fuera de tu camisa, iy no te peineslAsí pasé Lrnos dias vagando por San Francisco, acompañacio por Gregory Corso y otros amigos como él; en fiestas, salas de arte, cualquier lado, sesiones de jazz, cantinas, lecturas de poesía, templos; caminando y hablando de la poesía en las calles, caminando y hablando de Dios en las calles (y en algún lado una extraña pandilla de pistoleros enloqueció y dijo: "¿Qué derecho tiene él de usar ese crucifijo?" Y mi pandilla de músicos y poetas les dijeron que se calnraran). Al tercer díaIa revista Mademoiselle quiso publicar fotos de todos nosotros; así ftle que posé con mi cabello salvaje y el crucifijo, con Gregory Corso, Allen Ginsberg y Philip rVhalen. La úrnica publicación que no borró el crucifijo de mi pecho (sobre aqqella camisa de manta sin mangas) fue Tbe Ne",* Yc¡rk Times; por consiguiente Tbe Illeu YorkTimes es tan beat como yo, y me da gusto tenerlo como amigo. Lo digo con since¡idad, Dios bendiga
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IOSE VICENTE ANAYA
por no haber borrado el crucifljo sobre mi camisa como si fr-rera aigo desagraclable. y en los hechos, ¿qr-rién es el vercladero beat? Si tomamos la palabra beat corno "noqueado", los c¡r,re borr¿iron el crucifljo son rinos noqueados, pero n<¡ Tbe New Y'r¡rk.Times ni 1'o, ni mi amigo el poeta Gregory Corso. A mí n() me arrergiienz;r risar el cnrcifijo cle rni Dios. Soy un beat porqtre crec) en la lleatitud, y en qlle Dios amó tanto ¿i.l munclo qr-re le entregó a su único hijo. Esto1, segllro cle que ningún sacerdote me condenará al us¿:lr rin crucifijo por fue ra de mi camisa. en ctralquier parte, sin importar el lugar donde yo esté; ni porque me tomen fo'¿ Tbe Netu Yr¡rk Tíntes
tos en la revista Mademoiselle. Son otros los que no creen en Dios. Son esc,rs zlguzados sabelo-todo marxistas y frer-rdianos. ¿por qr_ré
no regresan clentro cle un millón de años, angelitos, y me vuelven a hablar cle toclo el asunto? H¿rce poco Ben Hech me pregtrntó en la TV: "¿por Qr,ré tienes mieclo de hablar enloqueciclamente'i ¿Qtré cosas están mal en e.ste p:rís'/ ¿De qué tienen rniedo los clemás?" ¿Me estaba interrogandc>
a mí/ Lo que él quería es qrie hablara enloquecido en contra de ia gente, él ha escarnecido a Dulles, Eisenhor,ver, al papa, y gente corrlo esa, con Drew Pearson; los pone en contra del mundo del rnodo ql¡e a él le gtrsta, éstzl es sll iclea cle libertacl (lo qlre él llama libertad). Quién sabe, Dios mío, pero el universo no es Lln vasto rnar cie compasión, no es la genuina rniel benclita, bajo este espectáculo farandulero cle person:rli dad y cruelciad. er-rién sabe si no se trata de la soleclumbre cle la r-rniciclad de la esencia del todo, la .soledumbre c1e la prescnte uniciclad de Io innato en la esenci¿l nonat¿r del tc¡clo, nacla cle l¡r vercladera y pura infinitucl, ese gran potenci¿rl hueco que pllt:cle darle brillo a cualquier cosa que quiera clesde str pertrecho, esa beatitud flamígera, ¡El Mattivajrakamn:r Diamante compasivo Trascenclentall yo quiero hablar por las cosas. Hablo por el crucifijo; por la Estrella de Israel, por el hombre mírs sublime qr-re har,'a existido quien fue un alemán (Bacl-l). Hablo por el clulce Mairon-l:r, por el Buda. por Lao Tsé y cl-l-rang chor-r. Hablo por D.T. Strzr,rki..,¿por qué voy a áltacar lo que ¿¡.mo en l¿r
I,OS
ESTIMONIOS
)q¿
vicla'/ Esto es lteat. ¿Amas a tu vida?; ánalaen este llonlento. Cuan_ clo te llegue el aiiviane ya no estarás en Llna simple casa cle cristal,
sino clue tu c:trne será cie cristal. Ac¡trella foto mía, salvaje y fbgo.sa, en la portacla cke En el cantino, donde rne veo tan beat, se remonta a antes cle Tg4gcuanckr .|ohn clellon Holmes (ar,rtor de Go[Ir) y Tbe Hont[La trompeta)) y yo nos sentamos a platicar sobre el significado cle l:i generación perclida (que nos antecedía) y del consecuente existencialismo. Recuerdo que le ciije: "¿sabes?, la nuestra es una generación beat lgoipeada]". Holmes brincó y dijo "¡Eso e.s! ¡cierto!" creo que los asllntos de esta generación se remont¿ln a 1880, cuanclo mi alruelo Jean-tsaptist Keror-lac acosturnbraba a salir al porche cle la casa cJurante las grandes tormentas y, movienclo su iámp¿rra cle keroseno ante los relámpagos, gritaba: "¡Avanza, ándale, si eres más pocleroso que yo golpéamey apagaesta luzl"; mientrzrs su espos¿l y slrs hijos se acurrucaban en la cocina. y aquella luz nunca se le epagó. Desde que se supone que soy portavoz de la generación beat (clesde que se me ocurrió que usáramos ese nombre, éste y n-ri generación han cobrado brillo) se debe ría de haber hecho notar que toclo el destripadero "beat" se remonta a mis antepasaclos bretones, quienes fbrmaron un grLlpo de nobles de ios más inclependentistas de la vieja Europa, y lucharon contra el pocler centralista cle Francia hasta el último rnomento (en un barco mercante me encontré a un rubio grandulón a quien le conté que mis antepasaclos eran bretones de cornwall, Bretaña; este hombre roncó: ,,¡y por qué nosotros los vikingos teníamos la costumbre de invaclirlos para robarles.sus nidos!"). No hay ninguna ciiferencia entre un niño loco, un bretón, un vikingo, un inclio o un irlanclés. No clebe haber ninguna desconfianza sobre los rniembros cle ia generaci(>n beat porque, al menos en sus corazones, forman un Éarupo nuevo de estador-rnidenses que buscan eI gozo... ¿Hacer esto es irresponsable? ¿Qtrién no ayudaria a un morillundo en la carretera/ |-a generación beat ha vuelto a organizar las fiesta.s salvajes que rni paclre acostumbraba entre 7920 y 7930, en Nueva Inglaterra, ese
) \1t
tipo
J()sFl VICENTE AN¡\YA
cle fiestas qtte eran fantástican-Iente rlliclosas y qLle no clejaban
clormir a 1¿l gente en mLrchas cLlaciras a la redoncla,y si llegaban lc¡s policías siempre se ies brindaba un trago. Es ttn regreso a la inf-ancia, salvaje y frenética. cle los juegos con las sombras baio los ár-
ltoles golpeaclos por el viento del otoño jubiloso en Nueva Inglaterra: al descr-rbrimiento clel Hombre Luna por su aulliclo qtre retumbaba sobre el montón cle arena, hasta qr,re lo veíamos st>lrre un árbol (él siempre era mayor qlle nosotros, como de quince años); al grito maniático de ciertos niños locos clel vecindario; al humor furioso de todas las panclillas que jugaban basquetbol hasta qLle osctrrecía en el parque. Es un regreso también a los días locos cle antes cle la Segunda Gtterra Mundial. cuando los adolescentes tomaban Cerveza los viernes por la noche en los tugurios de Lake y dejaban atrás las cn-rdas jr-rganclo béisbol elsábado, y luenllestros padres Llsaban Somgo se zambullían en el arroyo -y lV.C. Es un regreso a la insenFields-. cle paja estilo al breros de y a los delirios cle los Chiflados sibiiidacl balbuceante de los Tres (y a la ternltra clel ángel Harpo con slr harpa). Hermanos Marx Toclo esto nos regresa a los dibujos manchados de las viejas caric:rturas con canciones (el Gato Loco con sll buen aspecto cle irra2 f¿¡¡¡el y Hardy en la Legión Extraniera- a la sonrisa cional) clel Conde Dráctrla con su tembladera y slt seseo al rectllar frente al Golem que horrcrizaba a los habitante.s del ghetto a la crtrz al silencio sabio, que no tenía que ver Con la trama, en un¿r pe-lícula sobre la India al vieio chino Tao, qtte reía sin motivo, caminando por la banqueta del anriguo Shanghai de Clark Gable al anciano árabe santo qlle prevenía a los sanguinarios sobre qlle Ram¿lclan estaba cerca. Al Hombre Lobo de Londres, un médico clistinguido r.estido con frac, echancio el humo de su pipa sobre un libro de botánica altrmbrado con Llna vela, y que de pronto le crece el pelo en las manos; su gato maúlla, y él se desliza por la noche cton su capa ptlesta mientras r-rn policía lo acecha (igualque a Lamont Cranston tan calmado y seahora acechan a ia gente) sl¡ro qtre cie pronto Se Convierte en ltna sombra que va bíruuu jé
LOS IESTI]VÍONIOS
jé já j por los callejones imaginacios de Nueva york. A popeye el marino y el Mar Tormentoso y las bordas carnoszls de su barco. Al capitán Easy y Wash Tubbs que gritaban con é;-tasis
sobre unas latas con dtrraznos en una isla de caníbares. A \'/impy que miraba con rayos-X una jugosa hambr-rrguesa cuando ) no iban a p¡eparar ninguna más. A Jiggs dándose chapuzones entre ro, m.,._
bies de srs vecinos para luego vorar alreáedor, a Jiggs y ros muchachos en la cantina, la carne guisada con repollo vista en Lrn marco de madera ar mediodízt-. A ros ojos aé xing Kong, por la ventana delhotel, qLle con inmensa ternura de amormiraba a1ay \wray Incluso a Bruce cabot como amig. clel capitán, acostacio sobre -un vagón de ferrocarril clicienclo ,Es tiempo cle ¿iborclar,,. Esto nos regresa a cuando les tiraban uvas a los cantantes y a los pizcadores en las cantinas cercanas a la estación cle ferrocarril, donde estaban las reinas nalgueadas del burresqr-re. A c'anclo los papás llevaban a sus hijos a los encuentros deportivos de la Liga Infantil. A los riempos cle Babe callahan en el .uur,o de baño; cle Dick Barthelmess acampando bajo un farol cle Loncrr., ;i ;;.;" y querido Basil Rathbone buscancio al sabueso de Baskerville (un perro tan grande como un lobo gris, que clestruiría al mi.smo oclin) -__ al doctor'\x/'atson, querido viejo lagañoso, con un brancly en su mano, A^foan crawford con su frialdad zancand,o la neblina, con s, bltrsa escotada y,n cigarriilo entre ros rabios, meticra en ra ba_ ñera. Al pitido del t¡en de vapor sobre los pinos ltrnáticos. A Maw, y Paw en slr carro Modelo A rechinancio por california en btrsca cle trabajo para vender autor usaclos y ¡r,rniar mucho cliner.. Al iú_ bilo cle Estaclos unidos, a la honestidacr cre Estacros unicros, honesridad cle ]os viejos tiempos que se quecló tejicla en los sombreros cle paja, iguai a la honesticlad que hacíalar:gns coras cle espera a lo largo del Puente Brooklyn en pieno invrerno. Al graci.so cles_ pecho de Esados unidos recibiendo puñetazos como el mr¡cha_ chote villiams que dice: "¿eué? ¿co...? ¿cu. ..?,, AClark Gable con su sonrisa de seguriclad y su confidente miracla de lasci'ia. Estos Estaclos unidos de los que hablo, como el país cle mi abt¡elo, están
1)r.)
IOSE VICENTE ANAYA
inve.stidos cle Llna creenci¿r salvaje en la individualidad, lo cuai comenzó a clesaparecer ai final cie la Segunda Guerrzi Mundial con
la muerte cle tantos tipos grandic-rsos (puedo contar como rneclia clocena entre los que conocí en mi infancia) aLlnque, de pronto, han aparecido los i-ripsters esclrrriénciose por todos lados y cliciendo: "¡Algo loco, ltombre!". En 192+B los iripsters, o beatsters, sc diviclieron en dos tendenci¿rs: cr.rolifritt, cahnaclal y hot [caiiente, acelerada]. Muchos de ios r:ralos entendidos sobre los hipsters y la generación beat, ahora, iienen sus orígenes en que hay dos estilos distintos de hipsterismo. El cooi cs un filósofo barbado y lacónico ante una ceryeza, en Lln Itrgar beatnik; habla envozL>aiay es cle pocos amigos; a su lado ancla una nluchacha callada vesticla de negro. El l-rot es Lln loco pariante con ojos brillosos (cle constante inocencia y corazón ¿rbierto), un tonto qlle corre de cantina cn cantina, ttn tarugo que busca a cualqr,riera; gritón, revoltoso, borrachín, tratando de "h¿tceria" con los beatniks subterráneos qlle lo ignoran. La mayoría cle los artist¿rs de la generaciÓn beat pertenece ala tendencia hot, sobre todo desde qLre es¿l intensa flat-na como gelna necesita tln poco mírs cle ftrego. En muchos casos hay beatniks mitacl l-rot y mitaci cool. Hubo un hot hipster, que fui yo, que al final se volviír cool con la meditación budista; pe ro al ir a escttchar jazz rodavía me siento como cuanCo le gritaba a los músicos: "¡Sopla, loco, soplal" allnque ahora rne sienta conlo clc 86 años. En 7948los hot hipsters andaban jugando carreras en sus automóviles como En el cAm'ino, buscando a algún jazzista gritón y salvaje colno Villis -|:rck.son o Lucky Thompson (de ia primera época) o la gran banda cle Chubby Jackson, mientras qLle los cool hipsters se enfriaban con Lln silencio de muerte frente 21 grupos cle excelentes y solernnes rnúisicos como Lennie Tristano o Miles D¿rvi.s. Ahora la cos¿r sigr,re igual, con la única diferencia cie qr-re todo esto ha empezaclo a crecer hasta formar Llna generación nacional, y la palabrzr lreat i-l¿r quedado clavada (aun cuancio toclc>s los hipsters oclian es¿r palabra).
LOS TESTIMONIOS
)<-7
El término "l)eat" originalmente significaba estar pobre, tumba_ clo y a la intemperie, muerto, en la vagancia, triste, y clormir en las estaciones clel metro. Ahora que el mundo está ofici alizancko el término, se ha reducido y no incluye a los que cluermen en las estaciones subterráneas del metro sino a quienes tienen ciertos gestos o actitudes (que yo calificaria cle algonuevo). ,,Generación L)eat" se ha convertido en Lln sencillo slogano membrete para ha_ lrlar de Lrna revolución de las costumbres en Estados uniclos. Marlon Brando no fue el primero en representar esto en la pantalla; le antecedieron Dane Clark (con su contraíclo ro.stro clostoyevskiano
y slr acento de Brooklyn) y Garfield.
Escribí En el camino en el término de tres semanas durante el hermoso mes cle mayo de 7951, cuando vivía en el clistrito Chel_ sea, en el bajo oeste de Manhattan. utilicé un rollo cle 35 metros cle papel para escribir ahí sobre la generación beat, y hablé cle una especie cle fiesta salvaje, colegiada, con un montón cle muchachos ¿lbanclonados en el túnel de una mina. "Estos mucl-rachos son excelentes, ¿pero ciónde están Dean y carios Marx? Bueno, creo que ellos no pertenecen a esta pandilla; son clemasiaclo oscuros, de-
rnasiado extraños, demasiado subterráneos. y yo esroy empezanclo a encontrar una nueva ciase de generación beat.,' El manuscrito de En el camino fue consideraclo cie poca va\ía y hasta le clesagradó al gerente de ventas de la editorial con la que traté; allnque el editor, una persona muy inteligente, me clijo: ,Jack, esto se parece a Dostoyevski, ¿pero qué puedo hacer?', Era clemasiaclo temprano. A.sí fre que durante los siguientes seis años me convertí en vagabundo, guardafrenos, marinero, hazlo-cle-toclo, pseucioinclio en México, cualquier cosa en cualquier lado; y viiie escribiendo porque mi héroe era Goethey creiaen elarte, hasta pensé qr-re algún día escribiríalatercera parte del Fausto, lo cual -. pro_ puse al escribir El cloctor Sax. En 1952 se pr-rblicó r_rn artículo en elsuplemento dominicalde Tbe New yorkTimesquese tiruló ,,Ésra es la generación beat" (entre comillas) , y ahíse clecía que yo había sicio el primero en emplear el término "cuanclo aún era clifícil clis-
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IOSE VICENTE ANAYA
tinguir el rostro de los beats", el rostro cle la generación. Después de esto se comenz6 ahablar de la generación beat, aunque en 1955
yo ya había publicado un fragmento de En el camino (mezclado con parte de Visiones de Neal) bajo el pseudónimo de 'Jean-Lotlis". y que titulé "El jazz de la generación beat", lo cualse anunció como el fragmento de una novela inconclusa que se titularía Generación beat (título c¡ue más tarde cambié por En el camino, a insistencia de mieditor). Fue así que eltérmino se movió un poco más rápiclo (el término y todo el caló). Por todos lados comenzó a aparecer la jerga, y hasta los muchachos de escuela preparatoria elnpezaron a sentirse cool y hipsters usando el lenguaje qr-re yo había oído en Times Square durante los primeros años de 7940: esto estaba creciendo de un moclo intrsitado. Pero cuando por fin los eclitores
.se
animaron a publica r En el cam.ino, en 7957 , el
¿¡.sun-
to estalló y creció como los hongos después de la lluvia; todo el mundo empezó adar gritos sobre la generación beat. En cualquie r lado me querían entrevistar y me pedían que explicara "lo que realmente" había querido decir. La gente se comenzl a llamar l>eatnik, beat, jazznrk, bopnik, insectonik; y por ú¡ltimo me consider¿lron el "avatar" cle todo eso. Yo era católico, y no fue por ninguno cle esos "niks" que asistí una tarde, siendo niño, a la Iglesia de Santa Juana cle Arco en Lowell, Massachusetts, clonde de súrbito, con lágrimas en mis ojos, tuve una visión sobre el verdadero significado que le iba a dar al término "t)eat" (eran como las 5 cle la tarde y yo estaba solo ahí; afuera se oían los ladridos de los perros y los gritos cle los niños, las hojas de los árboles caian y en el templo las velas llarneaban tan sólo para rní). La visión me indicó que "beat" significaba beatífico... Vi alsacerdote clictando el sermón del clomingo cuando, cle improviso, por Lrna puerta lateral entraron unos jóvenes de la generación beat, vestidos con irnpenneable.s entallados comr> lo.s qlre Lrs¿ln los miembros del Ejército Republicano Irlandés; llegaron silenciosamente para "escarbar" la religión,.. lo strpe clesde entonces.
I,OS TESTIMONIOS
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creo que hasta 1954las cosas iban bien, pero entre 1957 y 1958 rne invadió el horror al ver ql¡e la palabra "beat" estaba en boca de cualquiera: en la prensa, en la TV, y en Hollywood hasta la usaron para califlcar las matan zas de un grupo cle " jóvenes clelincL¡entes" y los espantos de un padrote loco y robusto de Nueva york y Los Angeles; esto es lo qtre clieron en llarnarbeat,es clecir, beatífico,.. calificaron de beats a un montón de tontos que marchaban en protesta conrra el equipo de beisbol de los Gigantes cle San Fran_ cisco, como si no supieran que de niño yo quise ser jugaclor cle las Grandes Ligas para pegarle a la pelota como Ted \x¡illiams, y que cuando Bobby Thomson se voló labarda en 1951 yo remblé cle gozo y no pude olvidarlo por días, ¡hasta escribí poemas sobre el triunfb del espíritu humano! cuando se clesató una ola de asesinatos por North Ileach dijeron que los culpables eran cle la generación bear, y rastrearon mi vida hasta mi infancia; dijeron que yo tenía fama cle ser el excéntrico delbarrio porque impedía que los otros niños apeclrearan a las ardiilas, y que igual me molestaba con los que freían serpientes en latas de conserva o con los que trataban de inflar sapos soplándoles con popotes. Yo me molestaba con esas cosas porque mi hermano Gerard, que murió a los nueve años de eclad, me clijo trn día: "oye , Jack, nunca hieras a ningún ser vivo, cualquiera que sea: gato o ardilla, todos se van al Cielo y terminan en los brazos nevados de Dios, por esto es que no debes herirlos. si ves que alguien lastima a algún animalito trata de impedirlo". cuanclo Gerard murió, unas monjas melancólicas vestidas de luto hicieron una lar_ ga flla (en 1926) desde el templo de san Luis hasta st¡ lecho cle m.erto, porque querían escuchar las últimas palabras de Gerard sobre el cielo. Mi padre Leo nunca levantó una mano para golpearme, ni para castigar a los animalitos que habíaen casa; ésta fue una enseñanza que yo recibí, es por esto que nunca me he inclinaclo por la violencia, ni por el odio ni la crueldad, por nacla de tocJas esas horripilancias sin sentido. Dios es compasivo con tocla la creación lrumana y sabrá perdonar en el Juicio Final... toclo el millón cle años en que yo estaré interrogando a Estados L]niclos.
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IOSÉ VICF]NTI] ANAYA
Ahora, en la TV presentan sátiras clonde aparecen muchachas vc'stida.s de negro y muchachos con pantalones de mezclilla y na'r'ajas cle botón en .sus manos, algunos con camisetas sin mangas y con tatuajes cle su,asticas en los sobacos. Esto se ha converticio en Lrna moda respetable y lincla, avala<)a por los moclistos Brooks clue ahora diseñan trajes de mezclilla y sl¡éteres neflros, con lo cual han hecho un simple cambio de la moda en el vestir, o seÍl. como sucedió en la Eclad de la Rala pura círsc¿rra de la historia zón. del viejo Voltaire al romántico Chatterton entre la lttz de la Lun¿r cle Teddy Roosevelt a Scott Fitzgerald... Así, en esas cosas no- hay nacla emocionante. Lo beat se da a conocer, cle hecho, cuando Estados Unidos emite sr-r grito de alegría, y esto sÓlo cambiará las formas de vestir, y llevará a desechar algunos muebles en i'.is casas; así las cosas, pronto habrá secretarios cle E.stado Ileats y queclarán institu cionalizados los nuevos oropeles cle razones para calificar lo ruin, la virtud y el perdón... Qué desgracia que haya quienes piensen qtle generación beat quiere decir crimen, delincuencia, inmoralidad, amoraliclad... qué clesgracia que nos araquen con términos con los qr-re detnue.stran no saber nada de historia ni cle los gritos que emiten las almas... qué clesgracra que muchísimos no se den cuenta de que Estados Unidos clebe cambiar, cambiará y está carnbiando en este moffrento, par¿r mejorar. Qué desgracia qr-re hayzr quienes creen en ia bomba atómica, qLle creen en el odio de los padres y las maclres y qtre nie¡¡an lo más importante de los Diez Mandamientos. Qué desgracia que no crean en la dulzura increíble del sexo arttoroso. Qué lástima que haya quienes crean en los conflictos, en el horror, en la violencia; y qlle con esto llenen libros, pantallas y sai¿rs. Qtré desgracia que hagan películas sobre la maldad cle la generación beat ¡donde señoras inocentes son violadas por beatniks! Qr-ré lástima que existan esos que son los verdaderos funestos pecadores, a quienes incluso Dios perdonará... Qué lástima que existan esos que escupen a la generación beat; el viento soplará ensu contra y les devolverá sus propios escr-rpitajos.
KEROT]AC,
Etr,
PROSISTA BOP ESPOI{TÁI{EO
Hemry
Miller
,lack Kerouac le ha hecho algo a nuestra pros¿l inmaculada, algcr cle lo cual ya nunca se recobraril. Kerouac e.s Lrn ¿lmante apasiorraclo del lenguaie,y.sabe muy bien cómo utilizarlo; eqLrn virtnoscr cle nacimiento que se complace en desafiar las leyes y convenciones de la expresión literaria que ahora está tullida; y rompe las trabas de la comunicación enfre el lector y el escritor. Corno él lcr dijo cle una manera excelente en La sustancia de laprosa espo?ttanea. "Lo principal es satisfacerse a L¡no mismo, es entonces cll¿1ndo el lector no puede dejar de percibir la sact¡dida rele pática ni la emoción principal que opera bajo las leyes de la mente hurnana". "su integridad es tanta que, a veces, ptrecle darnos la imagen de correren contra de sus propios principios (¡Cáncer! ¡Schmanser! ¡La úrnica dif-erencia depende de tu salud!)." Con su s¿rbiduría nacja .sr-rperficial Kerouat ptrede disputarnos algo sin causarnos males-
tar. ¿Esto tiene importancia? Nada tiene importancia. Descle un pLln-
to de vista creativo, todo tiene importancia o carece de ella. sin ernbarflo, no puedes decir qr-re él sea frío lcool, calmadol; cs más bien caliente [bot, tceleraclo], al roio vivo, y si lo sientes lejos es porqlle está cercano y es cariñoso. es un henn¿rno cle s¿rngre, es tLr alter ego. Está ahí, en toda.s p¿lrtes, en la apariencia de cr-ralquier hombre. Es el que observa y el observado, "un s¿rnto que sufre la prosa, amable e inteligente". Allen Ginsberg se refiriór a Kerouac con esas palabras, se clice que el poeta, o el genio, siernpre se adelanta a su tiempo. Es cierto. pero esto se debe a qLle estír nruy consciente cle su
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IOSE VICENTE ANAYA
époczr. "¡Sigue moviéndote!" él nos apresura, "hemos tenido esto miles de millones de veces antes". ("¡Siempre hacia adelantel" dijc> Rimbaud). Aunqr-re las estacas-en-el-fango no aceptan este tipo de palabras. (Nunca captaron lo que les dijo Isidore Ducasse). En-
fonces, ¿qué hacen? Agarran a Kerouac y lo cuelgan cle la percha, lo dejan morir de hambre, le clan una patada en la boca y le ttrm-
ban los dientes. Otras veces son menos tnisericordiosos y pretenden creer que él no existe. Todo sobre lo que escribe Kerouac ---{Sos personajes raros, esosj cazadores con eldon de la ubicuidad, cuyos nombres pueden ser
leídos en sentido contrario o de arriba hacia abajo; esas visiones amatiles, nostálgicas, íntimas de Estados Unidos; esos viajes de pesadilla o de gozo, ventilados en góndolas por carreteras aceleradas- más el lenguaje que él utthza(a la manera de Gautier al revés) paradescribir sus "visiones terrenal-celestiales". f)e seguro que hasta los lectores de las revistas Time, Li"fe, Seleccionesy de los comics clescubren la armonía entre esta abundancia cle desórdenes y esas flores perennes que son Panlagruel, El Asno de Oro y Satiricórt. El buen poeta, o en este caso "el prosista bop espontáneo", metáfora del ritsiempre está vivo parala jerga de su tiempo -la mo dislocado, el mecimiento [swing), el golpe [beai; vienen tan rápidos, tan salvajes, tan arrebatadores, tan increíblemente locos y deliciosos que, cuando se transmiten al papel, nadie los reconoce. Nadie sino los poetas. La gente dirá, "él inventó todo eso" insinr-rando que no tiene valor. Pero lo que debería clecirse es que él "lo atrapó". Lo atrapó, lo escarbó, lo tumbó. Si algtrien pregunta "¿De dónde sacÓ él todas esas porqllerías?", hay que contestarle: "De ti". Hombre, él se pasó toda la noche despierto, con sus ojos y oídos alertas. Toda una noche de mil años. Lo que él ha atrapado es algo que escuchó desde que estaba en el útero. Lo escuchó en la cuna, en la escuela, sobre el piso de los intercambios en el mercado de la vida donde los sueños son traficados con oro. Y, hombre, él ya está enfermo de tanto escuchar eso; ya qr,riere cambiar, soplar. ¿Pero le permitirán hacerlo?
LOS TESTIMONIOS
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Ésta es la era de los milagros. Ya pasó el clíacle los negociantes a.sesinos. Los maniáticos sexuales están en el limbo. Los o.saclos artistas del trapecio se quebraron los cuellos. Estamos en un tiem-
po cle maravillas en que nuestros científicos, sufragados y anirnaclos por los grandes sacerdotes del pentágono, clan instn¡cciones gratis sobre las técnicas de destrucción mutua y total. ¡euél Se trata clel progreso; si pr-redes mételo en una novela, pero si eres uno cle los que comen carroña, no hagas una carnicería cie Ia vicla.
y
ncr
nos hables de la literatura buena y "limpia" ¡ss ¡ifr2
LOS TESI'IMONIOS
Et ZEN DE
X.OS BEATS (rnecnnEruro)
AIarc W Watts
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El zen auténtico sobrepasa todas las convenciones y slls valores; no tiene necesidaclde decir "alachingada con est()", ni funclamenta en la violencia el simple transcurrir cle las cosas.
tl
se sabe que zos uagabundos del Dbarmacle Kerouac no es Llna novela sino un recuento cle las experiencias de slr aLltor en California, alrecledor de 7956. Para cualquiera qlle conozc:l el libro es
La mentalidad beat, a mi moclo de ver, es más amplia y más vagLL que la de los hipsters de lllueva york y san Francisco. Los beats forman una generación cle jóvenes que se niegan a participar en "El modo de vida estadounidense" ["The American .üZay of Life',]; iniciaron una revuelta cuyo propósito no consiste en cambiar el orden existente sino salirse cJe é1, para encontrar el significaclo cle ia vida por medio de experiencias subjetivas y no por meclio cle la proeza racional. La actitud beat contrasta con la mentalidacl ,,clla-
drada" lconfonnista, formal] y otras qlle se dejan controlar por el engaño de las convenciones sociales; que ignoran la correlación entre lo correcto y lo equivocado, la mutua necesidad del capitalismo y el comunismo para existir, la profuncla identiclaci entre el puritanismo y la lascivia o, como se dice ,la alianza entre el crimen organizado y ia antecámara de la iglesia para mantener las leyes en contra de los juegos de azar. Elzende los beats resulta ser Lln fenómeno cor-nplejo. Los beats se proponen el uso clel Zenparajustificar el capricl-ro absoluto clel arte, cle la l'¡s¡2¡rra y Ia vicla, por rnedio cie trna poclero.sa crítica social que también "escarba por el universo", lo cr-ral puecie verse en la poesía de Ginsberg, 1ü(/halen, snyder y, allnque cle rnoclo clesigual, cie Kerouac. Pero este último resulta ser Llna sombra clernasiacloautoconsciente, strbjetiva yestridente para tener el sabor clel Zen. cuanclo Kerouac plantea su últirna declaración filosófica: "Nc> sé nada. No me importa. Y en esto no hay cliferencia alguna" -no acierta en el Zen ("tiene algato afuera del morral") porque sus palabras mllestran una cierta hostilidad que chirría con la ar-rtoclefensa.
fácil identiflcar a los personajes, y no es un secrero que Japhy Ryder, el héroe del relato, es Gary Snyder. Todo lo qr_re .se puecle
clecir de Kerouac o de los otros personajes no es aplicable a Gary snyder, a qtrien no le quecla el estereotipo de bohen-rio clel strbrnundo. snyder vivió un año en Kyoto estudiancl o zen, y hace poco [795il volvió al Japón para seguir sus estudios por clos años rnás. Tarnbién se ha dedicado a estucliar el idioma chino con Shi-
hsiang, en la universidad de california, y ha lograclo rnagníficas traducciones de los poemas de Han shan, el ermitaño Zen [publicados en la revista Euergreen, vol. 2, no. 6, 19581. Los escritos de snyder., dispersos en diferentes periodos, lo llevarán a ser el mirs fino de los poetas del Renacimiento cie san Francisco. Snyder es, en el buen sentido, un vagabunclo. Su moclo cle vicl¿l es el de un individuaiista sosegaclo que se aparta cle toclo lo quc se espera clel "btren consumista". su hogar temporal es Ltna peqr-reña choza sin muebles en una rnontaña cle Mill Valley, al final cle un sendero. Cuancio Snyder necesita clinero se encamina hacia el rnar, o trabaia cle guarclabosqr-res o cle leñador. si no necesita dinero permanece en su casa o se dedica a escalar lnontañzrs, y pasa gran parte clel tiernpo en la escritura, el estr-rdio o la meclitación Zen. Parte de su choza está arreglada para mecJitar, y toclo el h_rgar se apega a la rnejor tradición Zen en cu¿into a limpieza y sencillez organizacla. Este ascetismo no es cristiano ni buclista Hinavána.o *
Quiere clecir "El Sendero Menor" // Es el tipo cle buclismo ql¡c se prectica en algunos países al sur clel Tíbet. por lo cual se le conoc'e también c¡mo ,,La Escuela Srlreña" (N. dcl t.).
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IOSIr VICENl'ti ANAYA
Conro clice Kerouac en Los uagabundos clel Dbanna, Snycler com-
bina una pobreza volr¡ntaria y gozosa con la riqueza de una viclir en la qlre se hace el anror. Para los occidentales, y para los orient:iles, est¿l religiosidacl está tocada por la maldad. No vamos a discutir aqr-ií el aslrnto complejo de la espiritualidad y la sexualidacl, pero poclemos decir que hay cos¿ls peores que la religiosidacl de Snycier. Esta actitud es rara en el Zen, sea viejo o nuevo, beat c>
ft4ANffitrESTO: PAfd EI{ COI{TR.A DEt REn OJ DE &{OZART [1964] f,ew Welctt
"ctradracio".
Yo no creo que haya Lln¿l guerra entre lc-ls bipsters [golpeados, vaÉJos, aventureros] y los squares lcuacirados, conformistas], y si la hay, yo no participo en ella. Soy Lln poeta. Mi trabajo consiste en escribir poemas que leo a gritos, publico y esttrdio. Aprendo el modo de convertirme en una clase cle humano qlle tiene algo de valor que decir. Éste es un gran trabajo. Naturalmente, me muero de hambre hasta perecer. ¿Naturalmente? No, amigo, eso no tiene sentido. ("Mira muchacho, si quieres pagar tus deudas tienes que salir en busca de un trabajo".) Yo tengo trabajo. Soy poeta. ¿Por qué tengo qlre hacer, también, el trabajo de otro? ¿Quieren que sea carpintero? Soy un pésimo carpintero. ¿Alguien le pide a un carpintero qtre escriba mis poemas?
Aunque de pronto estoy trabajando 20 horas diarias en ttn barco pesqllero (es un bello trabajo y tiene su gracia, pero ése es otrct cuento, por qr-ré no gano el clinero suficiente en esta labor, ese es otro clrento).Y luego rne doy cuenta de que no he escrito un poerna en ocho meses. Estoy mlly cansado. Toclavía ncl ptreclo pagar mis deuclas, 725 clólares al mes en San Francisct-r: la frtrgalidad es r-rno de los trucos cle la ocupación clel poeta. Mientras tanto, los editores ("Lo siento, no hay ciinero para lcls. muchas veces leo mi poesía en poetas") imprimen mis poemas - no tenÉ{o pen para comer) etpúblico (toclo es beneficioso, pero cétera. etcétera. etcétera.
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J()Si: VICENTI"I ANAYA
Me arruino. Mi cerebro. literalmente, morclisquea bajo la extra.ñeza cle ser poeta con éxito en tanto qLle ÉSE Es MI TRABA.IO (todc>s c¡jtán cle acuerclo cn qlie es r-rn t>ficio llueno y noble y toclo esc>) re
pLldiaclo.
qllc nacla cle lo dicho tiene qtle ver con lll generación beat, con Estado.s lJniclos, ni con lcls hipsters ni conformistas --€s algo tan antiÉ{Llo como Mozart. Esta contradicciÓn ("no le paguen a )io la veo tsí: pan en contra del reloj de Mc>zatt es inapreciaqLle stl tfabaio plantearse vLtlgar mtly sería ese tipo, grabar Lln lnende asegúrense Pero reloj. un lrle. Mejor regíllenle empeñarlo"). vaya a no saje en el reloj, para qlle el tipo ese Como clije, estoy arrLlinado. Me fui a vivir al bosqr-re durante NóTESE, i)OR FAVOR,
casi clos años. Viví en Llna choza Lrbicada a740 kilómetros al norte cle San Francisco. Ahí trabajé. Ilebí agua cle tln mananti¿lI. La choza está cercra clel río SaimÓn. No tuve deuclas ni billetes. I3ajcl el amparo cle aquel hogar. En novien-rbre voiví a San Francisco, CaSi SanO, Llegué Con lnLI-
chos poemas y algunas respuestas ntlevas. En el bosque aprendí n-ruchísimas cosas, y Llna de las mlts extrañas t:.s ésta: los apuros que pasa el poeta (la contradicción entre Mozart y el reloj) se cieben en parte a nuestros errores' MILES Dtl PERSONAS APRECIAN REALMENTE NL]ESTRO VALOR
Sox
psnsONAS QUE QTJIEREN AYUDARNOS
269
I,OS TESTIMONIOS
círmo poclríamos vivir sin estlts cosas? Sin estas c()s2ls, c:rclosr -¿ysólo sería un Enorme Mercado, vr-rlgar, ilorrenclo y pelila citrd¿icl
gros(>- sin interés ni gozo. sin señales para nadie. Por principio, clebo resolver mis necesiclades materiales.
Sin
causarle ningún tipo de molestia a mi c-omuniclacl; sin pedir limosna ni etacar a nadie. Debo pagar toclas mis cletrclas y cleclicarme a mi verdaclero tral-lajo, qlle es el de poeta. Sólo entonces podré atencler otros probielnas par¿r resolvcrlos cle nllevo, digo qtre sin caLlsar molestias, sin mcndigar, sin ata--y ques. Sablear al prójimo en las cruzztclas cle caridad es algo qtre está fuera de ltrgar. El próximo sábacio T2dejunio, alas2O:30 horzrs, en el auditorio Old Longshoremen, en ia avenicla Golclen G¿rte 150, conocerárn rrrás scrbre esta polémica2
Gary Snycler, Philip tVhalen y
-
¡Vengan a ver cómo aparecen las visiones utópic¿rs frente a susj ojosl ¡Poernas! ¡Regocijos! Como clijo George Herms, poeta-escltltor: "¡Dios dice que sí se puede, Luisa!"
Y todo al módico precio de un dólar.
Y NUESTRO TRARAJO, No SAIIEN cÓtvlo!
-¡rERo tendremos la posibiliclacl por la gente qlle está cle todo cle resolver este problema. sobre Si somos tan cabronamente creativos,
nllestro l:rclo. Pttes este problema no es sÓlo de los poetas. Es, incluso, el misrno probierna para establecer Llna nlta en panga. ¡Me niego a creer que un país rico no tenga medios para establecer unÍl rLlta en panga!
Estolz a favor cie la Belleza y del Gozo y del Amor y dc la Verclacl, en todas sus formas. Soy poeta. Me percato, finahnente. cle que parte de rni labor consiste en demostrar que pociemos tener rnedios parasostener la poesía y las rutas en panga y el tluen iazzvix,o y los grupos cle clanztt y muchachas en charolas de pes-
' "Muchacha en charola de pescado" era un espectáculo ilusionista qt¡e.se presentaba en el cabaret Bimbc¡s 356, en San Franciscr¡, clurante la clécacl:r de 1960 (N. clel t.). 2 Lew Welch ieyó este Manifiesto por la raclio, en San Francisco, plrl invitar a la mesa redonda titulacla "Pan y poesía'', con lecturas cle poemas cle los beats rnencionados. (N. clel t.).
277
I,OS TES'TIMONIOS
HI- GOZO EN E{.
cAft4{}do' (KEROIJAC Y tA GENERAAXÓN BEAr) JaÍtn Tytell
tomando crosas, hombre, recobra tu amor por la vicla y baja cle ser la fértil infinitud esta montaña. Simplemente debes ser Sigr,re
-sercle la mente sin fin. No l'ragas ningún comentario, no te quejes ni critiques, no elabores juicios cle valor ni cle aprobación, ni te sostengas con refranes, ni le clispare.s a las estrellas del pensamiento; nada rnás vuela, vuela. Tienes que ser todo tút, ser lo que eres, así es como siempre sucede..
y la ciudad es una novela galsworhiana cle asunto¡i en ésta, los herlnanos Martin proyectan las y localistas; f¿rmiliares y necesidades, miedos aspiraciones del propio Kerouac. En la novela En el caminohay una visión rnás amplia, y registra los hechos El campo
L¿r
novel a En el camitto, después de quince años cle su primera
cclición, sigue teniendo un público muy nLlnleroso que ¿lument¿l cada vez más. Para muchos, éste es ellibro que más motivó el descontento erl contra de la atmósfera de las aceptaciones incuestionables que asfixiaron a la década de 1950. Es muy notable qlle' a pesar clel paso clel tiempo y deldesprestigio promulgado por los cateciráticos universitarios, el púbiico lector cIe Et't el camino siga crecienclo, y qlle los jóvenes especiahnente graviten en Llne ftlerza qLle parece ser impulsada por la propia escritura, cotl-Io si el atrt()r no cxistiera en términos de una entidad creativa extern¿1' En el camino no tLlvo ningún precedente forural ni temáticc-r, cle la stlbcultr¡ra )¡ ni siquiera en lo que se refiere a la descripción por crolllapart2l que se unclergroundlsubterránea, clandestinal la décacla en media pleto ciei cloninante modc> de vicla de la clasc de sensación cle 1950. En el carnino presentÓ, colno r-rn icleal' ia :rlivio y gozo para los grtrpos lnen()s privilegiaclos de la socieclad. Parte clel genio cle Kerc)Lluc, en su arte, se nota por la halliliclacl para registrar los valorcs emergentes de su época, sin comentarios inoportrtnos ni jtricios cvidentes. Kerouac, igual que i3urroughs, rarJvezexpresa SLls pllntos de vista en el orden de lo social, sincr que clr:rmafiza alternativas frente al orden establecido por meclir> clel florecimiento cie l<> nllevo" Así lo escribió en Angeles de desr¡lación: ' I)rl
libr11 ,\skecl.-1ir.qr'is (.-lrl.qe'/t'.s de-vtuckts).
Mc(lrarv-Hili Book Co.
de una nueva exi_Stencia en Estados Uniclos de la posgr-rerra; tiene Llnzl atmósfera que sttgiere las ntlevas fuerzas cultr-rrales qtle habrán de corroer las fidelidades a la familiay al lugar de nacimiento (la desintegración que Kerouac mllestra en En el campo.y la ciudad.). En 7957 parecía incomprensible ese nuevo heclonisnlo cle emoción contagiosa, de imprudentes majaclerías, de entusiasmo por la activiclad, Callsando disturbios por negar las complacencias y las nociones de propiedad y estatus de la clase media. Uno de los ctictaminadores de la editorial The Viking Press, por eiemplo, se llenó de espanto frente al poder pordiosero cle Kerouac y la trifulca social de la novela, y la calificó corno la quintaesencia de "todo lo que es malo y horrible en esta maravillosa época en qlle vivimos". P¿rra este dictaminador, los personaies son sicópatas
irredentos y neuróticos clesesperaclos que viven exclllsivalnente para las sensaciones. Este juicio, que antecede a la prirnera edición de En el Camino, es una mtlestra de cómo vieron la novela aqllellos que nacieron antes cle la Segunda Gtlerra Mtrncli¿rl. Pero la novela resr-rltó con atractivos paf^ le sensibilidacl de otras personas. Para aquellos que Se Sienten atrapados en las marañas de las expectativas sociales o farniliares, para los condenaclos
al ostracismo por la soleda d y la autocontaminación (situaciones
prevalecientes en el momento en qlle la novela fue escrita); la noción puritana que se conjetr-rraba clentro clel ser cle ttno tnis-
I(]Si.- VICENI-I] ANA\'A
272
rn() flre Lrna s().spercha acertacia. Llna fLlente de vergtic'nz;t y riesgos, oprobio o incrirninación. La:.tventura albc>rotad¿r del libro prodtrcc Lrn efecto liLreraclor. La caLltela circtrn,spercta de toda ttna época
fue ¡otalmente clestrozada En el camino. Algunas veces. esto oclrrrc con tocir> el ck¡lor cie la revelación clirecta que car¿lcteriza a 1',t iiter:rtur:r cle Kerouac; ()tr¿ls. con r,rn¿l liltc-rtad ltbsttrcta, cottto cuanclo tc>cr-rr-i u ia puerta clc Dean lvfr>ri:rrty y óste altre cornpletamentc rlesnrrclcr. En la.s Notas cle lo sttbten'anect hay r-rna v'isión qLIe se aclelanta ai cxtrañamiento de los intelectu¿rles y artistas moclern
Mori'.rrty es el prototipo de r.rna irresponsabilidad neonitzsclre¿rna v clionisi¿lca. un ejemplo de la transvaioración cle lo.s vaiores. Sr-r principio vitzrl está en darle prioriclerd al libre albeclrío contra la in"rposición de los papeles a clesempeñar cl de las expectativas sociale.s. Desde que Dean se elevír solrre los techos-pistzrs cle l)envcr, en compañía de sr,ts clesamparos y cle un padre alcohólico, clejó de e.star strjeto al condicionamiento cle estucliar una czlrretr¿r, de pertenecer a una familia, o clel país qlle nos h¿t marcacio (casi a toclos) descle la inf¿rncia con la necesidacl cle la obecliencia y ia segtrridaci. Dean nlrnca aprenctió ¿l ol)tener un fitlscr e.statlis p'.r.ra 2rcornoclarse x un papel preccincebiclo; él salucla a Sal Paraclise clesnucio frente Ír su puertll pera nranifest¿tr qlre es Lln :rnimai" Cuando anda vestido se pone pantalone.s ltolsr-rclo.s y clrrniset¿rs. En lugar de volverse Lln instrumenlo a tono par2l cllrr]piir con las metas de una corporación, de trn¿r institución o del Estaclo, De:rn desafía'a cr-r:rlquier autoriclacl oficialista con str sul;ietiviclad raclicai; en h-rgar cle confornlarse con las expectativzts gcnerales, él se regoci¡rr con sLr r-lniciclacl y se revela excéntric<>. l)e¿r,l-r
exlr¿ivafaante. A1
principio cle la novela, en el primer viaje que Sal Paraclise
Denver, hay una parte cloncie éste se e:ncuentr'.r con Caricr Ivfarx (Allcn Ginsberg, en ia época cle la ''Tranquila Denver") c¡,rien le piatica: "Dean y yo I'remos estado trat;inclo cle cornunicarno.s con :rirsoluta honesticlad v cnte rezil pírr¿t conocer todo lo qr-re I-lrv en nuestras nrentes. Nos sentamos sol>re la cam¿r en oosici(ln hacc
¿r
I-OS
-|ESTIMONIOS
)14
loto, uno frente al otro." La intensidad que sugiere esta ctescripci(>n se verifica en la personalidad de Dean, .siempre clescr¡idado y sin propósitos firmes, tan caótico como el Universo. Lo complejo cle
clel personaje que encarna Dean nos explica algunas de l:r.s re¿lcciones hostiles que lnanifestaron en su contra los primeros reseñadores de la novela. Este personaje es Lln reflejo tanto de Kerouac como de Neal cassady. En su Estudio bibliogra"fico de la obra de KerouAc,Ann Charters cita alcatedrático charlesJarvis (en una gra-
bación de una entrevista a Kerouac transmiticla por la radio de Lowell, en 7962), donde dice que platicar con Kerollac era como mantener diezconversaciones simultáneas, mientras que su talante vacilaba de la euforia cumbre a los "precipicios de la melancolía extática". Jarvis termina diciendo que Kerollac es "la sínte.sis de f)ean Moriarty con todos sus paroxismos, sus ()bstrucciones y fuerzas que lo irnpulsaron a buscar L¡n ALGO y arder, arder, arder". Que Kerouac cornpartió el torbellino de las confusiones contradictorias y las abruptas digresiones de Moriarty, y slts remolinos tangenciales, en más cle una docena de viajes incompletos, es lo qtre más resalta cuando se hace una analogía entre ellos clos. Dean Moriarty es un inclescifrable rompecabezas cle contradicciones. "¿Me contradigo a mí mismo? Muy bien, acepto mis contradicciones. (Yo soy grande, contengo multitudes)." Estos versos de whitman pr-reden ser atribuidos a Dean. La existencia de Dean se debe a que Kerouac responde a lo tenso del raciocinio, de lo acomodaticio, del orden y del conformismo, cosas que fueron muy difundidas en la época de Eisenhower. Deanviola todos e.sos principios con su licenciosa irresponsabilidad y con slr vuelo anárquico de activiclad incansable; él posee su propia escala de valores, aunque haya estado en reformatorios y cárceles (comc¡ Jay Gatsby). Al vivir en una época en que la sexualidad es reprirnida y asociada con el mal, Dean considera que "el sexo es la úrnica cosa sagrada e importante en esta vida". No nos asombra entonces que Dean, "macho y Adonis de Denver", sea el héroe secreto del poema "Aullido" de Allen Ginsberg. ni qr-re esté entre:
274
JOSí] VICENTF ANAYA
q¡ienes copularon extasiaclos e ins¿rciables con Llna cervez¿r Lln clttlce crtrazón un pálquete cie cigarriilos una vela y rematllron ftterl cle la cama y continLlaron sobre el piso y siguieron por el pasillcl y acabaron clesmayándose sobre la parecl con una visión clel úitimo culo 1, llegaron eluciiendo el úrltimo trancazo del conocimiento. qtrienes enclulzaron las vaginas de un millón cle mtrchachas estremeciénclose :r l¿r hora clel ocaso y amanecían con los oios enrola vagina clel leciclos pero ya estaban preparados para endulzar en el lago. y clesnuclos paiares entre nalgas clestellando alba,
Para Dean, Como para Kerouac, la sexr.ralidad representí> el clulce retorno al santuario cle la protecciÓn y el socorro' es decir, :tl útero. Dean estaba "loCO por realizar, de una Inanera fisic¿r' l:t vicla beatífica cle los primeros tiempos, bt¡scando ciegamente volver por el can-rino cle su origen". Al mismo tiempo' a f)ean le es
incliferente la mujer corno tal; sr-r Llrgenci¿r primordial y priápica le hace no tol-Itar en cuenta ningún otro Sentimiento qLle no sea el que é1 lleva a cllest¿ls. Sai P¿iradise (ei narrador cle la novela, y en qllien se proyecta el ensimismamiento del Kerouac que vive Con.su macire) encLlentr¿l en Dean toclo el gusto por lo inconsciente qlle lo lrace tomarlcr por su alteregrt.Dean tiene la habilidad particular de emocionarse muchísimo ante la vida con un afirmativo "sí salvaje y desbordante,
el gozo cle los Estaclos Uniclos". Sin pretensione.s intelectr-rales ni preciosismos artísticos, Dean hace su vida tr;rbajando en los
gn
ferrocarriles, en estacionan-lientos cle coches, O rectlbrienclo llantas cle atrtomóviles, pero sin clejar de intereszlrse en Prclttst' Stt entusiasmo contagioso contraclice l¿r.s opiniones spenglerianas, pesimistas y tenebrosas, qlle mtlchos de los amigos Cercanos Cle Kerort¿tc expresan Sobre el fttturo, Colllo Carlo M¿im y cl viejo Btrll Lee (Burror-rghs) cle la novelz1. Kerou¿rc mantiene Llna posición ¡-nelancrí>lica qtre le cla la bienvenida a la inocencia nai'ueclel l)ean que poclía aceptar cttalqtlier cosa por meclio cle la fe, ql¡ien responciió y acreptó abiertamente tocl'.rs aquellas c()sa.s qlle cn la clé-
I,OS ]'ESTIMONIOS
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cacla de 1950 se consideraron sospechosas Por extrañas o diferentes. En lugar de clarle cabida a la desesperacií>n, a la autocompasión,
o a la resignación, Dean actúa con Lln abandono :lpasionado" La energía cle f)ean, admirable como un ideal, es devorada por su negligencia y narcisismo. Al generar el ímpetu cle la energía. Dean parece enloqueciclo por la urgencia de estar en toclas partes al mismo tiempo, de amar a varias muieres, cle emprender muchas l>úsqr-redas sin Concll¡ir ninguna. En lo qtle respecrta a lcl negativo (algo tiene qr¡e decirse de lo demoniaco), hay aspectos qtle lo ele-
van de la simple figura que representa Neal Cassady; son co.s?ls que nos dan t¡na visión más amplia: t¡na versión prometeica clel primitivismo sagrado, un chamán de chamanes, la unidaci de los opLlestos que revela el cri.sol de la Creación: el Ying y el Yang, el nirvana y el samsara, Eros y Tanatos. Cada personaje que Sal se encuentra En el camino se estil preparando pafLrpartir, está lleganclo de algún laclo, o está planeanclcl viaje. Toclos ellos expresan una insatisfacción enorrle e inc:.tnsable respecto a slls vidas. En toda esta moviliclad no existe tln centro clefinido. La hiperactiviclad de Dean es un ejerr-rplo cle esa atmósfera: r-rn
Salió con ímpettr del coche. tsntró fl'enético, clanclo entpelk>nes, u la estación cle ferrocarril. Nosotros lo segttimo.s como feligreses. Comprí> cigarrillos. Estos movimientos l<> habían vttelto alrsoltttatnente loco; ltarecía que toclo lo e.stelxr hacienclc-¡:.tl rnismo tiempo. Su caltezlt tcmblaba cle arriba a ltltaio, y a lo.s laclos. S:tctlclía stls m:tno.s t'ig<>ros:l.s, se frotaba las m¿rnos o la bragtret:1, se fajaba los pantelones. I lrtcí:r rcverencias clicienclo: "Estoy...", y cle Pronto.stts oj<>.s incisivos se poní:tn 1l ver por toclos laclos. Tr>clo cl ticnlpc> cstuvo picírncloruc lus costillas y hablancl<>, hal>lanclo, haltlltnclo.
En trna cle las correrías frenéticas pllra cruzrlr el país, u l¿t nlitacl cle la novelil, lo.s personajes llegan a Nueva Orleáns para visitar a lltrll Lee quien le aclvierte a Sal que Dean paclece "tln¿l sici>.sis comptrlsiva con inclinación a la irresponsaltiliclacl sicírpata y :r la
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IOSE VICENTE ANAYA
violencia".El 30 de enero de 791+9, Burroughs le escribió a Kerouac diciéndole que Neal Cassady nunca había ocultaclo que manipulabo y explotaba a los otros, y que Neal era "el alma dei viaje hacia la abstracción pLlra; el movimiento sin sentido --él rnueve a los demás, compulsivo, obstinado, presto a sacrificar a la familia, a los amigos y hasta a su coche, frente a la nece.sidacl de moverse de un lado a otro". A partir de esa opinión de Bull Lee en la novel¿r, la imagen de Dean comienza a camt>iar. Sal descubre lo absurdo patético en los
trances cie Dean, sobre todo a partir cle qr-re éste golpea a unír novia del primero, a la cualle quiebra grotescamente un dedo qr-re después se infecta y tienen que amputar. En adelante, Sal empieza ¿r consiclerar que Dean es "Lln ángel del terror", y después "un ángel incendiario y atemorizante que temblaba cerca de mí, a lo largo cie la carretera, mientras que se me acercaba una especie cle nube veloz acosándome en descubierto como el Viajero de la Muerte". Ya casi al final de la novela, aquella fuerza vital convertida en elemento de muerte, en "el loco Abad al volante", piercle su voluptr-ro.sidad imprudente, sLl poder verbal para defenderse y, como una especie de Sansón en la calamidad, asume el aura cle víctima propiciatoria. Sal nunca niega a su amigo, quien representa su amor espiritual, su "Ratero Santo" que lo ha acompañado en las ;rctuaciones y quien alegremente ha rechazaclo la serieclacl en cualqr-rier suceso,ya sea en un choque de automóviles o en Lln clivorcio. Dean no hace distinciones ni enjuiciamientos, de algún modo se sale cle ios patrones ordinarios de la gente. Al misrno tiempo, esta indolencia impune es el epítome del consumismo estadouniclense; él trata a sus mujeres amantes como si fueran autornóviles, con la velocidad que todo lo consume. Pero el infantilismo impetuoso de Dean hace qr-re Sal cobre conciencia de la realidad social. Por ejemplo, cuando los policías capturan a Dean, Sal descubre que éstos son el producto perfecto del condicionamiento social, en tanto que juegan de acuerdo con las :rpariencias externas y actúan con Lln poder arbitrario e insen-
I,OS TESTIMONIOS
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silrle. Neal Cassady odiaba a la policía porque para él represenral'¡'¿.la autoridad represiva. En una carfa enviada a Kerouac en f'ebrero de 1951, Cassady describe a los policías como una potencia de brutalidad fascista: Recuerdo que cuanclo pasé frente al Cuartel de la Policía Estatal, dos
rígidos miembros de la tropa salieron del bien alumbraclo eclificio, caminaron haciendo cmjir sus botas fanfarronas sobre la arenilla de la calle, unos segundos antes de que me clavaran dentro del carro patn¡lla con radio transmisor, y todo lo hicieron con movimientos automáticos de mda eficiencia. La centelleante rapidez de sus gestos y sus mandíbulas apretadas (la mandíbula inferior unida con fuerza al severo labio superior), sus rostros inmóviles como sifueran de acero, enfatizando el brillo de stts ojos inclementes que resplandecí¿n con ardor del deber, ftreron cosas que me hicieron esrre-
:*:f"*plimiento
Kerouac, como Dean, es más observador que comentarista, y cuenta con una mirada acuciosa que descubre los cambios de escena en Estados Unidos. Mientras corren de un lado para otro cn¡zando el país, Dean y Sal encuentran muchas manifes.taciones de alarma y sospecha (por supuesto, ya que ésta fr-re la época en que se inició el macarthismo, y con esto, la paranoia internacional de la guerra fria). Hay una parte de la novela en que ellos llegan a Washington D. C. en el momento en que Tmman inaugura un desfile de tanques de guerra; hay planes bélicos y se habla del poder militar. Los personajes se preguntan para qué sirve toda esa ostentación de defensa. La respuesta está implícita al final de la primera parte de la novela: De pronto me encontré en el Times Square. Había viajaclo 14800 kilómetros a lo largo de Estados Unidos y México, y estaba de vuelta en el Times Square en el momento de las aglomeraciones, con mis inocentes ojos de viaje mirando la locura absoluta y la horripilancia grotesca de Nueva York con sus millones y millones cle habitantes qlte se atropellan para conseguir un dólar. Una pesaclilla tomar,
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278
IOSÉ VICENTE ANAYA
entreg¿lr, anhelar ,v morir; para luego ser enterraclos en sus horribies ccmenterios lejanos a Long Islancl, Éste es Lln territorio cle torres altísimas --cl extremo clel país cloncle se fabrican ios Estados Uniclos cle
papel.
El afán por ias cosa.s materiales de la vida es algo que mantiene al arm¿rmentismo y a ia necesidad cle protección, es un símbolct obvio c()ntra el cual se rebela el candor cle Dean. Más tarde, en Lr¡s uagabuytdos clel Dbarma, Jack Kerouac será más c:rtegórico: "He llegado a clesear qLle todo elmundo se mllera, porque la gente le da rná.s importancia a los inrbéciles cohetes atómicos que ¿l la comida. Le dan mírs importancia a las máquinas y a los explosivos y no se dan cuenta de que, con el dinero que todos tienen para corner, les van a volar sus cabezas." Jack Kerouac no se identifica con el bienestar y el poder, sino con los intoc¿rbles, con los vagabundos, todos esos que existen por la descarada impugnación del carrerismo y la competencia. Los vagabundos son descendientes de los primeros exploradores fronterizos que vivieron en los cerros buscanclo oro, esperando siempre algúrn regalo inesperado cle la Natllraleza, y que se de s-
plazaban de la veta de una montaña a r-rn baño de vapor con el dedescultrir algo trascendental. La fe obstinada de estos hombres hizo tanto por poblar el Oeste, por.strpuesto, como los ernpenos cle los vaqueros y los capitalistas qtre ordenaron la construcción clel ferrocarril. En lugar de las complacencias urbanas, Kerouac prefiere el riesgo y la aventura inherentes a las vidas de aquellos hombres que viajaron en la inseguridad constante:
.seo cle
Dorrní hasta eimedioclía. Me asomé a la r.'entan:i y, cle repente, vipasar el tren cle c:rrga Sud-Pacífico con cientos cle vagabunclos recostaclos er-r los carros-plataformas, quienes viajaban alegremente usanclo strs bultos como:ilmoh¿rclas, leyendo revistas y masticando sabrosas uvas californiana^s que cc>rtaban a los laclos cle las vías del tren. "¡carajor" grité "¡\zival ;Esta es la tierra prometicla!". Toclos venían cle San Francisc6. I)entrct cle una semana regresarían con ese mismo gran portc.
I-OS 'fESTIMONIOS
)7c)
un rasgo típico de la literatura naturalista es el de presentar la vicla clesprivilegiada de los explotados, sotrre tockr con la intención de propiciar ciertas reformas sociales. El ejemplo clhsico e.s La jungla de Upton Sinclair, un libro que muestra la explotación sufricla por Lrna familia de inmigrantes, y qlle denuncia las prácticas de escandalosa insalubridad en la industria empacadora de carne en Chicago. Pero la toma cle partido de Kerou¿rc por los qtre sufren de las tiranías no es igual a la de los literatos natrlralistas. Kerouac no trata el despojo, la humillación, la desesperanza nila victimación, cosas que James Baldwin rnagnificaría con el fin de poner énfasis en elsentimiento romántico de hermandacl comunitaria gozosa y en el sencillo placer. Cuando Sal ve a los vagabunclos pasando en el tren, éste ha tenido un encuentro antoroso con Llna muchacha mexicana llamada Terry, madre soltera, y Sal vive con ella y el niño en un campamento de trabajadores inmigrantes. Para mantener a la muchacha y al niño, Sal tiene que traltajar en la pizca del algodón: Me empezó a cloler la espalda. Pero era muy bello ponerse cle roclillas y llenarse cle tierra.'fenía el deseo cle descansar, y lo haría, con mi car:t sobre la ¿rhnohada con manchas color café cle tierra. Las aves me acompañab¿in con stts cantos. Pensé que habí:r encontraclo el traltajcr cle mi vida.
Esta apreciacióq lawrenciana sobre el esfuerzo del trabajo rnanual se refleja en las generosas descripciones qr-re hace Kerouac cle los trabajadores a lo largo de la novela, sobre todo ctrando lralrla de los choferes de carnione.s qlle se detienen en la c¿rrretera para darle "aventones" ¿r Sal. Corno cliceJaphy Rycler cn Zos uagabundos clel Dbarma: "Me has despertado ante el verdadero lenguaje de este país, el lenguaje cle los trabajaclores, cle lc>s ferrocarrileros, de los leñadores." Lo qtre mejor ilustra al romanticismo iclílico de Kerouac ocLlrre al principio de la tercera parte cle la novel¿r (es trn pasaje qtre Eldriclge Clever con.sicleró sottresaliente
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.JOSÉ VICENTE ANAYA
LOS ]'I]STIMONIOS
feria,lo hizo con más rapiclez. Sr-r pie izqr-rierdo ltrincaba con cacla golpe, su cuello se mecía torciénclose. Inclinó su rostro hasta las teclas Se echó el cabello hacia atrás, su cabellera qttedó revuelta y élempezó a sudar. La música se elevó. Elba¡ista se encorvó y, así, absorbiÓ toclo elsonido, rnír.s y más aceleraclo, así porque sí. Shearing comenzó a tocar sll coro solo, ias notas mttsicales salían del piano como chuba.sco.s, cle tal modo que podría pensarse que aquel hombre no tendría tiempo cle acomoclarlas. Lo.s músicos se mecían y se mecían como si fueran el mar. La gente gritó: "¡Siguel" A Dean le escurría el sudor por el cuello y gritaba: "¡Ahí está éll ¡Ése es éll ¡Oh, Viejo Dios Shearingl ¡Síl ¡Sí! ¡Sí1" Y Shearing se claba cuenta de que un loco estaba detrás cle él; habia oíclo los ruidosos sttspiros y las maldiciones de Dean, y se mostró sensible a todo aunque no lo hubiera visto.
en Soul On lcez), donde él describe el barrio de los negros en Denver: En una noche color lila caminé, con todos mis mírsculos acloloridos, entre las luces de las calles 27t yWelton, en el barrio cle los negros cle Denver. En ese momento yo deseé ser neflro, y sentí que lo mejor que había dado el mundo de los blancos no tenía el éxtasis sr-rficiente para mí, ni la vida suficiente. ni el F4ozo, ni las "patadas" [buenas puntadasl, ni la oscuridad, ni la noche suficiente. Me cletuve frente a una choza pequeña, donde un hombre vendía chiles muy picantes en bolsas de papel; le compré algunos y me los comí, vagando por las oscuras calles del misterio. Deseé ser Ltn mexicano de Denver, o Lrn pobre obrero japonés agotado por el trabajo. Pero yo sólo era un espantoso "hombre blanco" clesilusionado,.. Sólo era yo, Sal Paradise, un triste
vago entre la oscuridad lila (esta dulce noche intolerable), con el dese a o ja e n o s s n -
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El hombre negro expresa la existencia de Dean
existen-Llnair ni posicia sin sentido, porqlle no tenía ningún lado adonde biliclades de éxito, sólo contaba con la habilidadpara gozar de las cosas inmediatas sin importar las circun5¡¿¡si¿s-. La actividad y la energíapara moverse, que Sal descubre en Dean, se encuentr¿r en la música de los negros: el bop y el jazz. Más tarde, Kerouac haúa un elogio detallado del "salvaje gozo descarado" del jazz, en la novela Visiones de Cody. A lo largo de En el camino, Sal y Dean andan persiguiendo todos los lugares donde se toca jazz y acc>san a los jazzistas; de este modo se anticipan al ensimismamiento que experimentarían con el rock and roll los jóvenes de la décacla
de 1960: Shearing empezó a mecerse. Una son¡isa irrumpió en srl rostro ext¿rsiado. Se balanceaba sobre el banco del piano, hacia adelante y hacia atrás, primero lentamente y, cuando aumentaron los golpes cle la ba¿
Alma encaclenada, en la eclición en español
cle Siglo )CC,
México. (N. clelr.)
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En las correrías de Dean por Estados Unidos hay muchos actos delincuencia, como los constantes hurtos, sLtcesos qlle Sai analiza afirmando que en su país todos están involucrados con el robo.
cie
Estos hurtos son la anticipación de un rasgo de la cllltura joven que empezaría en los años seserlta: el absoluto desprecio por la propieda d privada, y sobre todo por las formas institucionales de la apropiaóión, todo esto justificado con el argurnento cle que lo.s clerechos de propiedad se invalidan desde el motnento en qLle todo el sistema económico se basa en la explotación. En este senticio, Dean y Sal se convierten en la vanguardia de renegados de la nue-
va cultura, en los primeros "arrojados-fuera" de l¿r sociedad. L¿ autodestrucción y el desdeño alcanzanlacúspide en elúrltimo viaje "al final del camino" rumbo a México, cuando toman "la ruta cle los antiguos bandoleros estadounidenses, quienes burlaban a sus persegr-ridores cruzando ilegalmente la frontera..." El contraste cle México con Estados Unidos es gozosamente mlly bienveniclo. No desconfían de los mexicanos, hasta los policías y los acluaneros son amigables, aunque Dean y Sal actúan, sin clonaire, comÓ "prominentes gringos adinerados". A pesar del ambiente sórdido, Sal es sensible a las expresiones de campesinos e inclígenas; él considera que los "inclios" clel Continente Americano Constituyen Llna "fuente cle httrnanismo". y tnantiene r-tn¿t misteriosa admira-
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IOSE VICENTII ANAYA
ción por el D. H, Lawrence cle La setpiente emplunxada. Kerotrac tenía una gran simpatízr por los inclios american()s, y clecía que las s¿lngres cle los piele.s rojas y cle ios antiguos fr¿rnco-canadienses se habían n-lezclaclc); este sentimiento llegó a Ltna completa articulación en su libro Lossubteraneosr(que es un largo elogio faulkneriano), donde se clescribe al padre cle Mardou Fox corno a un negro c()n sangre de cherokee. La vida licenciosa que los personajes experinrentan en México, está clesc rita En el camino con much a fuerza (en Visiones de Cody, Kerouac escribió: "México me volvió loco. Cody vivía con tanto éxtasis que lo trasudaba. Vivíamos en la inocencia"). La estancia en México [ermina con un magnífico libertinaje en un almacén, io ctralexpresa la culminación de una crisis de iclenticlad cltre sufie Sal a lo largo de la novela, crisis provocada por [)ean; aLlnqlle, en trn senticlo más amplio, es el presagio de un f¿rtalismo profético que anuncia la ruina de la vieja cultura. Al principio de En el cantino, Sal llega por primera vez a Denver y piercle sirs llaves en
2R4
I-OS TESTIMONIOS
Tiempo después, cuando Sal y Dean duermen en un cinematógrafo con función durante toda la noche (en una pista de patinaje de Detroit), Sal tiene Llna fantasía en la que se ve barrido con t<;cla la basura, y luego lo encuentra Dean en posición fetaldentrcr cle un útero de hule. Las consecuencias son claras. Cada vez que Sal se encuentra en la cama con una mujer, él le pregunta: "¿Qué es lo que quieres más al\á cJe la vida?" Ésta no es una pregunta retórica sino el punto central del torbellino que implica el mundo cle Dean, torbellino que arrastró a Sal. Mientras que Sal no se plantee esa pregunta, no alcanzarásu autoconocimiento, y tendrá que andar, desaforadamente, arrasando todo junto a Dean. Sal Paradise (nombre irónicoa) nllnca encontrará la respuesta Enelcamino.Para Kerouac, la libertad en el camino representa la tierra de promisión que soñaron los primeros inmigrantes europeos al llegar a Estados Unidos. Andar en el camino era un modo de seguir en contacto con el entusiasmo de los antigu os píoneros. En su novela Big Sur, Kerouac dejaría escrito:
r-lna fiesta salvaje; ¿intes cle esto, cuanclo se va :rlejzindo clel Oeste,
se clespierta en el cuarto de un hotel barato, cercano a la estacií;n
cle trenes cie Des Moine.s. en el vacío de
lo clesconocido:
Me ciesperté cuando el Sol estaba enrojeciendo. Éste fire lrno cle lo.s más raros momentos cle mi vida, el más extraño, pues no sabía quién era yo __ Estaba muy lejos cle mi casa, hechizado y c-ansado por elvia!e, en un hotel barato qLle nunca había visto, escuchanclo el silbiclo clei vapor a lo lejos, los crujidos cle ia vieja maclera clel hotel, los pasos en el cuarto cle arriba, y toclos los tristes.soniclos. Ivliré el alto techo agrietaclo y, durante unos quince extraños segundos, no sllpe quién era yo. NIo tuvc rnieclo. Yo, simplemente, era otro, un extraño con toda su vicla embruiada, con toda una vida de fantasmas. Estaba a la mitacl clel camino que crLlza Estaclos Uniclos, en la línea clivisoria que separaba ai Este cle mi juventud y al oeste de n-ri futurc¡, y talvez por eso suceclió todo aquello en ese momento v lugar, en aquella extraña tarcle enrojecicla.
i En español ha circulaclo con ei
títr.rlc>
de El utryel sttbteránero. (N. clcl t.)
Los ojos cle la esperLrnzamiran sobre el resplandor del sombrero. hasta aclentro cle la mollera, con sll línea blanca Ianzada como r-rna flecha, cletectando las lucecitas de los frescos cigarrillos y el confín doncle habrá que descansar despr,rés de Ia aventura. Es algo que ha estaclo sucecliendo en Estados Uniclos desde los tiempos en que la.s carretas
tasajeaban los desiertos durante meses de pura planicie
-
Walt Whitman dijo que los estadounidenses tenían que reconocer "al mismo Universo como un camino, como muchos cantinos, como los caminos que son transitados por las almas". Para \X/hitman, el camino brinda la oportunidad de emprender un viaje perpetuo hacia el descubrimiento de r¡no mismo, una búrsqueda cle la visión espiritual que ilumina el sendero que se ha elegido.
I)ero Sal no pudo tomar la ruta de Vhitman, ya qlle el hedonismo y la vida acelerada de Dean se lo impidieron. '' Sc puecle traclucir
como "paraíscl salado". (N. clel t.)
LOS ]'ITSTIMOi',i.-IOS
conso,
ÁNcgr CFIAVATO DE r.A cÁncgr CLINTOIq EL
A finales cle 7959Ia revista Lfepul'>Licó un reportaje sobre los bears cloncle str autor, elperioclista Paul O'Neil, le preguntabaa Gregory
Corso por qué andaba tan greñuclo y no se peinat-la (en un momento en qlle el pelo largo y alborotado, en los hombres, era inconcebible y causaba escírndalo); el poeta le responclió: "Porque si lo hago supongo que saltarían los piojos de mi cabeza." L¿l respuesta jocosa no pudo ser rlenos qLle escanclalizante . Esta brom¿r de Cr>rso nos recuerda su poema "Melena", clel mismo año clel reporterje, clonde con un gran desenfaclo bromea sobre su greñir, y nos mlreve a compartir su buen trtrmor. L:r poesízr de Gregory Corso es un clelicioso jtrego lúclico cle imágenes y lenguaje qr-re nos transmite unzr jor.ial rcconcili:rciírrr con la vicla (lo cual viene de las mismas convicciones clel poeta). Esto :;ería incompleto si Cors() no criticara al culnis(lt cle fuerza del conformismo, dc'lo estableciclo (enajenantc) en su socieclacl, pero lo h¿rce, y mLly bien, cn un tono socarrí>n y satírico. Otr<>s ejemplos de str htrmor los tenemos en los poemils: "Matrirnonio", "Transformación v escÍrpe''. "El ejércitct", "No nccesito cle la amubilidacl" v "M'arigu¿tn:I" (con los qtrc ya podemos imaginarnos los bl¿rncos cle sus f-lecl-ras satíricas). El hurnor cle Corso está impregn¿rclo también de ternul'a y hurn'.rnisnlr-r, cs cotno trn Charlie Ch¿r-
plin
qr-re escribe pc>esía.
El segr-rndo lil>ro que pr-rblicó Corso tiene Lln títltio con toclo el salror de ia irreverencilr: Gctsolinct (y es cle cierto moclo incencliirrit>). Allen Ginsberg 1o car¿tcterizó así: "Abran e.ste liltro cctmo si
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f'trera una czrja de jugr-retes enloquecido.s; tornenlo con el refinalniento de ia Belleza, lejos cle una atnrósfera clestructora... Corsc> Lrs Lrn apcdreadc>r de l:rs palabras, principal atribtrto clel pocta. es un maestro de los locos lxlcaclos del lengr-raje," Hl libro Gctsc¡linaestá declicado "a los írngeles cle la círrcel Clir-rton quienes, cu¿rnclo yo tení¿r 17 ztños, rne prest¿tron libros qlre me ilrrminaron". En 1943 Gregory Corso, hr,rérf¿rno cle maclre I Coñ srr padre en la guerra, sol>revivía en Nueva York corlo un niño clelincuente que pronto conocerí¿r la cárcel, lr-rgar clonde macluraría su
inclinación de poeta, y ltrgar donde recibiría su eclucación: "Ai cluedar libre abancloné a un joi.'en eclucado en las peorer; y nrejores prácticas de los hlrmanos t...1 Et infierno puede ser Lrn buen lr-rgar... si se le pn-reba a uno que, precisamente porque éste existe, debe existir su opuesto: el paraíso. ¿Y cuál es ese paraíso'/ La poesía." L¿rs cárceles, los hospitales psiquiátricos, los barrios bajos, fr-reron para la mayoría de los beats las ar-rlas universitari¿ls en qLle r;e eclucaron, donde aprendieron que lo cruel eats bi:scaron lo sagrado... El chavalo Gregory Corso salió de la cárcel y fr-re a emborr¿rch¿rrse a una cantina donde se encontró con otro tnlrchacho loco, Allen Ginsberg, quien decía ser poeta (ahora sabemos quién es). Ginsberg leyó los poemas de Corso y le parecieron buenos. Luego le presentó aJack Kerouac y a Villiam Burroughs... Ésta es otra versión cle córno empezó el rnovimiento poético de la generación beat.
LOS 'fi]STIMONIOS
E/ÍTS
COMIENZOS... Y
tO
Q{JE AHORA SIENTO
Gregory Corso
y poeta son inseparables; no pueclo escribir sobre la prilnera sin referirme al segundo. En tanto poeta, yo soy la poesía qtre escribo. Hace mucho tiempo yo deseaba ser poeta y no sabía cónro hacer un poema.Tenía trece años cle edad y estaba solo en el mundo; era huérfano de madre, y mi padre estaba en la gLlerra. Yo pertenecía a las calles, no iba a la escuela.Para vivir robaba objetos cle poca monta, y dormía en los tejados o en los sttbterrírneos de la granciudad salvaje que era Nueva York en 1943, ch-rr¿lnte lzr Segunda Guerra Mundial. En ese año yo viví en un extrañc> infierno. Creo que ese infierno es el qtre forma a los poetas. Mi pecho se inflamaba de :rlegría y pen¿l inexpresables. Yo clese¿rl>a contar al mundo entero lo que me suceclía, pero no sabía cómcr i-racerlo. Sihubiera permanecido en las calles, talvezno habría encontrado el modo cle cont:rr lo qtte cleseaba. Pero me encarcel¿rron. Creo qLle en esa época mi vicla no estaba mal dirigicla; si yo e ra quien la dirigía, ¿por qué ilra a estar mal, si siempre me gttié c:on ia.s mejores intenciones, en ctralquier ¿rmbiente qlte me encontr:lftri ra? Lo qlre para otros ptrede representar Llna injtr.sticia -ptres encarcelaclo a los 17 años cle eclad, convirtiénclotne en el prcs() rnírs joven, en ltrgar de ir u un reformatorio- se convirtió en uno cle los sucesos más importantes cle mi vicla. No me sentía lin-ritado en la cirrcelr esto se clebió a mi c<>nciencia jovial, inmac[lra y frecuentelnente necia, ¿tllnqlle tuve qllc clase cle atrapztclos en enfrentarnte no sólo a los hombres al tiempo: tres años. En esu un clestino común- 'ii¡¡¡ ten-rbién -tocl¿r Poesí¿i
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época leí mtrchísimos libros importantes y conversé con espíritus que vivieron muchos años sentenciados asornbrosos -fismbres zr rruerte, y ltrego fueron indultados-, y ya no pude olvidar que hablé con tales almas. Alguien rne dijo: "Muchacho, tít no vayas a servir al tiempo, deja que el tiempo te sirva a ti." Y es() es lo que hice. El tiempo, a menudo tan cruel, me trató con bondad y me benefició. Al quedar libre abandoné a utr joven educaclo en las peores y mejores prácticas de los httmanos. Por todo esto, soy incapaz de hablar mal de la cárcel. No quiero decir que la prisión se¿r Lrn ltrgar bueno, cle ningun¿l rnanera.Para viejos y adultos es como vivir en Lln ataúd, porque cualquier ptrerta cerrada frente a un hombre resulta ser algo muy triste. Yo soy lo que soy y no siento ningún desagrado por lo clesagradable que, cie modo extraño, me resultó benéfico. El infierno puede ser un buen lugar... si se le prueba a uno qlle, precisamente porqlle éste existe, clebe existir su opuesto: el paraíso. ¿Y ctrírl es ese paraíso'/ La poesía. Yo no escribí poesía sobre la cárcel ni los convictos, sino sobre el afuera, porque volvía a estar en el mttnclo abierto. Yo pertenecía al mr-rnclo, no al presidio. En la cárcel me dediqué a aprencler, no a escribir. Si tenemos que subir por Lln¿r escalera para ver clesde lc¡ alto. es preferible escribir sobre lo qr-re se ve y no sobre cómo se trepa. Para mí,la cárcel fite esa escalera. Hablar clescle la altr:ra de nuestra propia cabeza, confiancl() enteramente en nosotros mismos, en que decimos la verdacl, es una gracia que salva y una desventaja que perturba. Escribo clesde lo ¿rlto cle mi c¿rbeza, y esto significa escribir desde lo más profunclo, pero también con torpeza. A ningúrn poeta le agrada ser torpe. Pero decidí agaÍrar al toro por los cllernos, en la medida en que esto rne permitiera clecir la verdacl. Si en la mente del poeta reina el orclen, sLr poema surgirá de forma aclecuada. Ya no recuerclo mi primer poema, no tengo copia cle é1, lo perclí (con otros cien que t¿lmpoco recuerclo) en una estación cle autolrtrses cle Miarni, Floricla. Los llevaba en unzl rnaleta, lo único qtre cargaba en mis frecuentes viajes; una m¿rlet¿l en la qtre ponía trna
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l()SI1 VICENT| ANAYA
diluvio cle poemas. No volví ft-ri a ver al gerente cle lu estación y me ciijo qr-re ios poemas clebían haber sido clestruiclos. Esto no me preocLlpó porqlle me sentía inagotable, con-lo si turriera Llr)¿r gran fuente de ese prodr-rcto llamaclo poesía. La única precaucií>n que tomé, y tal vez ni siquiera lo hice ltien, fr-re ia de nc> percler al poeta. Nlientras tuviera al poeta, tenclría los
camis¿l y L¡n traje arrug¿Iclos. entre Lln
cle inrnediato a reciamar ia rnalcta. Años clespués
poemas.
Pero hzrsta en mis últimos cinco años cle viaje por Europ2l yo segr-ría cargando sólo r-rna maleta, sientpre con el mistno contenido: cincuenta poemas por cacla muda de ropa interior. Cuanclo tenía que abrir la maleta en las aduanas, los adr-raneros sí>lo veían p()emas, poerrlas, y poemas. Se sllpone que sólo trn cliplomáticcr viaja con tantos papeles, pero uri apariencia y mi ropa arrttgadzt no me claban el aspecto de ciiplon"rático. Entonces, ¿qué poclría ser yo, sino trn espíel, o Lln poeta, o ambos? Un poeta es un espízr, pero no de asuntos políticos, él no.s espía a toclos y a toclos nos informa. Keats dijo que él er¿, el espía de Dios. Al creer en el ser ht¡m-¿no yo me convierto en espía de la humaniclad. l)esptré.s de toclo, nunca tuve dificultades con las aduanas, .saivo que siempre rne resultab:r muy difícil volver a cerrar la maleta. Mis poemas quedaban tan amontonados que cuando abría la rnaleta dentro clel tren, generalmente repleto de paszrjeros, los papeles saltaban como el mono de una caja cle resorte y volaban por todos lados, lo cual era fastidioso, de modo que traté cle viajar sin ellos, pero esto tampoco era bueno porque los perdía. Creo que he perdido rnírs poernas de los que ahora están ptrblicaclos. Lo mejor qtre puclo habernos ocr-rrrido a rnis poemas y a mí fue contar con Lln cclitor. Tan pronto corno tenninaba de cocinarlos, los enviaba a mi eclitor en Nueva York. Fue por csto que mis poemas se salvaron.
Desde mi inf-ancia y hasta que abandoné la cárcel fui poeta. aunqlle no escribí poemas. Cuanclo salí cle la prisión comencé a escribir proftrsamente, aunque tal vez malo; qr,risiera pensar que
i-OS 'fl1sllMONIOS
2Rq
ósa fue la razón por Ia ctral perdí rnis poemas. Al principio me parecía muy fácil escribir poesía, a pesar de que la mayoría de los críticos ia catalogan como ttna de las artes con mayor dificultad, pero yo no podía creer eso. Como decía, paramí era muy fárcil escriltir esa gran cosa ctifícil. Pero llegó el momento en que sólo poclía escribir uno o dos poenlas al mes. En ese tiempo yo no podía poner en el papel lo qtre quería decir mi corazón. Ahora sólo qtredan los poemas qLle rne costaron mucho trabajo y alegría. En estos tiempos la poesía se distribuye entre los poetas y es más comprendida que en el pasado. Pero no importa que tln poerna esté o no mLly difundido, sino que exprese la verclad y el poder de la mente avanzada del poeta. Si el poema es entendiclo o no, si es aceptado o no. algún día tendrá que llegar a la conciencia elemental y trniversal de la hr-rmaniclad. Y ésta se beneficiará. La magia clel poema, el verdadero rnisterio de la poesía, reside en la capaci dad para que ei destino de los espíritus httmanos avance
y mejore. Hay una raz6n para que existan el poeta y el poema, así como la hubo para que existieran el navegante, el mar, el barco y el descubrimiento. Alguien debe ser el Cristóbal ColÓn de la rnente. Algtrien tiene que despertar la conciencia. Y esto es lo qtre hace el poeta. Pero a diferencia de Cristóbal ColÓn, quien descubrió un mtrnclo nuevo que ya estaba ahí, el poeta debe clonstruir un mtlnclo nuevo qLre no existe hasta que él lo pone ahí. El poeta descubre y presenta ese munclo para todos los pueblos y para toclo el tiempo. Cuanclo entré en mí mismo para comprender lo qtre había escrito, Como una llave que abre una puerta no escrita. entonces escribí esa pl¡erta; y cuando la abrí, ¿qué había tras ella? Nada. Nacla. ¿i no ser qlle yo pusiera ahi algo. Sé bien que no encontraré nacla que no pueda ser visto. Sé bien que yo debo crear el aposento que rni verdad desea. Sólo entonces poclré entrar ahí lleno cle p^z y alegría. Porqr-re si el poeta es capaz cle senttr p'rz y alegría, tocla la humanidad puede sentirlas. Pero sttcede que tocla Ia htrrrranidad no siente paz ni alegría, y nLrnca las ha I ntido. ¿Llega{a
2L)0
,JOSE VICENTE ANAYIT
alguna vez a sentirlas? ¿Llegará a ser posible una hlrmanidad de puedo imaginármela, pero no la creo posible. Todas las personas no forman una sola persona. Algunas son dichosas: otras. desdichadas. Si todo el mundo se .siente feliz con urr dogalalcuello... yo deduzco que mientras exista la muerte existirá la infelicidad. La pena, como la muerte, es inevitable. Así es nuestro destino. En lo que respecta a la pesadumbre, sólo poclemo.s procLlrar que los demás sean felices: y en cuanto a la muerte, que se vuelva loca. Ésta es la preocupación primordial ciel poeta conternporáneo; él aceptó lo ineludible, entonces debe aprender a vivirlo mejor. Sin embargo, existe la comedia en que cada quien cree vivir lo ineludible con el corazón y el espíriru más elevados que los del poeta. Así sucede en Estados Unidos. Vivir en el mundo actual es para tní Llna comedia. Aun cuando creo que "moderno" y "contemporáneo" son palabras iiusorias y que toda la gente sólo cuenta con un tiempo y Lln espíritu, me qr-redo con la extraña sensación de que el poeta puede escribir un poema perfecto, pero no perfeccionarse a sí mismo. Al poeta lo ven como seclrndario respecto :il poema. Se acepta que el poeta sufra, pero que el poema no hable de sufrimiento ni que nos haga sufrir. Yo digo que ésta es esa índoleT Yo
una triste comedia porque, cualquiera que sea la luz que pueda producir el poeta, es él no el poema- quien la produce. La -y poema. El poeta le da laluz al poema, luz viene del poeta, no del y el poenra a todo el género humano. En Estados Unidos honran zi la poesía pero no a los poetas. Yo soy la sustancia de mi poesía. Quien honre a la poesia me honra a nr.í . Quien me maldiga, maldice a la poesía. Soy la poesía que escribo. A la poesía ia vivo, la gozo,la sufro, y deseo que todo lo que hay de maravilla y grandiosiclad en ella sea mío y de todos. No he escrito ningúrn poema que no fuera tan afín a mí mismo como mi carne. Todo lo qr-re sé es apartir del hombre, de mí mismo y cie los libros. Puesto que los libros abordan el problema del hombre, v yo soy un l-rombre. tocios los asuntos cle la poe-.ía están
LOS TESTIMONIOS
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en manos de los hombres. La poesía no es nada sin elser humano. El mundo es un lugar en el que se vive con dificultad. y para el poeta puede llegar a ser insoportable. Entre todo el te¡ido del es-
fuerzo humano, el poeta-ser-humano está destinado a permanecer en los suburbios de la humanidad. Entre todas las figuras de todos los tiempos, el poeta es el único que no se mancha con la oscuridad, las monstruosidades ni los actos imperdonables y, sin embargo, vive como un proscrito durante toda la vida. El suburbio del poeta es un lugar solitario, de trabajo, y sin recompensas. El poeta no es el mortal más feliz, oo, y hasta podría ser el más desdichado. Dudo que los poetas de otros tiempos hayan afrontado una situación tan difícil e indefinida como la de ahora, y que el poeta actual afronte una peor que la del futuro. Lo que debe convertirse en obra de arte es el poeta, no el poema. El poeta debe ser bello y perfecto. La época le exige al poeta clecir, al hombre- que sea tan auténtico como el poema. Y-es esto es lo que está ocurriendo. Los poetas son sus poemas. Estos poetas son muy diferentes a los anteriores porque primero resaltan la importancia de la mente que la del poema. Creen firmemente que si el ser del poeta está bien formado, el poematendrá buena forma. A un poeta malformado le resulta imposible crear un poema bienformado. Acrualmente el poeta tiene que enfrentarse a un mundo y una conciencia en proceso de cambio; también debe enfrentarse a lo antipoético antes que a lo poético. Esto resulta completamente opuesto a su figura, a su ser. El poeta se encuentra ante la disyuntiva cle cambiar o morir. Observa el mundo cambiante y comprende qr.re debe cambiar junto con é1. Este estado de cosas es nuevo, arduo y abrumador. El poeta es el primero que cobra conciencia del cambio, él debe tocar la trompeta para dar la señal. El poeta ya no quiere cantarle a los árboles. En cierta ocasión amé con arrebato a la poesía sobre los árboles, a la poesía antigua,
pero la dejé porque otra más desesperada me hacia señas. Recuerdo que algunos poetas de la "Naturaleza" me reclamaron:
)c))
I()SII VICIINTE ANA\.A
"Pero es que los árboles son tan bellos y, por cierto, más grancies que los hombres." Di un puñetazo sobre Ltna mesa cle madera y respondí: "Esto es lo que el hombre les hace a los árboles." Ahora hay muchos poetas en Estados Unidos, y todos tienen algo que decir. Algunos lo dicen mal y otros muy bien; sin embargo, todos hablan del amor, clel bien, de la esperanza, de la libertad individual y r-rniversal. Ellos plantean Llna nueva cc>nciencia, trna nueva era, representan al rnisrno tiernpo el ocaso y la atrrora" En ninguna otra época cle la historia el poeta se encontr(t corno ahora frente al mundo, a veces en sll contra y a veces 2r su favor. Se mira y otros lo miran, pero esas miradas casi nunca se
encuentran entre sí. El poeta clama por el cambio social en beneficio de todo el rnundo, aunque es él quien expresa que necesita ese cambio y ncr todo el pueblo. Creo que no existe ningtrna socieclacl digna del poeta. En Estados Unidos toman al poeta como un objeto de btrrla, o como a un rebelde cuando éste le pisa el cledo gordo a la sociedacl. Naclie es dueño de la sociedad, y el poeta está lejos de pretender serlo, pero sí puede propiciar los cambios sociales aLrn cuando el destino le impida llegar a esa sociedad cambiad¿r. Está sentenciado a la vida marginal, y de esta sentencia nadie tiene l:r culpa. El poeta vive en el munclo al que pertenece y esto debería bastarle... pero no es así. En el futr-rro tendremos muchos poetas, y en todas las cosas se v¿1 a expresar el espíritu poético sin palabras por escrito, sin<> en el ser y en los actos del humano-. Para-no que esto suceda es necesario que se Llnan el mundo del poeta y elcle los demás y establecer, así, una nueva posibilidad. Algunos poetas viven bien en el mundo exterior y en el propio, pero la voluntad o el azar los lleva a iuchar contra las violaciones qlle se cometen contra el pueblo. Ctrando se multiplique la humaniclad poétic;r y todo quede ztbrazado por ese espíritu (no por la palal:.ra escrita sino por el l-recho poético), un mundo de pensamiento y bellez4 entonces la
t-OS TIISTIMONIOS
)q1
sociedad tendrá que acomodarse a esa situación. Este es el rumb
la actualiclad parece que todo está en contra clel poeta, quien siempre se encllentra en peligro de ser aniquilado. Por el trato qile reciben ahora los poetas, dudo que en el futuro 2lcepten asumir sr,r condición (en el caso de que tengan algo valioso en la testa). Debido a su extrema sensibilidacl, y aun cuanclo es menos sensible, el poeta no acepta qLte lo clasifiquen como un ser especial ni como un rebelde; slr inteligencia no ptrecle aceptar el insr¡lto cle la publicidad comercial. Las estrellas de cine acept¿1n la publiciclad porque ganan fama y dinero, pero al poeta sólo le traería una fama destmctora, y sin la pinche recompensa monetaria. El poeta no es un animador como las estrellas de la faránclula. Toclo lo que digo es con respecto a mi país, el que ya poclría estar completarnente ciego si no contar?l con slls poetas (y sobre tr>clo con la actr-ral generación a la qlle pertenezco). Los poetas le han abierto los ojos a mi país.
294
JOSI] VICENTE ANAYA
No estoy con los poetas estadounidenses, del presente o del pasado, que no hayT¡l gritado por la búsqueda de la libertad. El poeta tiene libertad para hacer lo que quiera respecto a su poesía y a su situación, y puede cambiar todos los estados materiales, pero no su condición de poeta. El poeta se encuentra en la soledad en su estado poético. En su condición humana, de poeta-ser-humano, es donde puede sentirse inseguro y confundido, y en ocasiones hasta herido y mancillado. El poeta padece su humanidad, no su poesía; esto es lo que a mí más me interesa. No basta con que un país respete y honre a sus poetas para que ya por esto los tenga. Muchos países tratan con respeto a los artistas pero les faitan poetas. Mi preocupación no se limita a los poefas estadounidenses sino que pienso en los de todo el mundo, porque cada uno de ellos es, antes que nada, un ser universal, y por esto a un poeta verdadero le resulta imposible ser nacionalista. Escribir poemas para el Estado, que no nacen del corazón, es la muerte del poeta. La condición del poeta en la Tierra, hoy, es miserable. En Estados I-tnidos es visto como un ser extraño y aieno al estilo de vida clel país; en Rusia no puede entonar su propio canto si no es para el Estado; en Europa est^ agotado y en Asia ya ni existe. Todo está cr-rbierto por la incertidumbre. El poeta es un agente necesario (el que antes fi¡era agente de la Belleza) que se vuelve recipiente de la certidumbre; es por eso que él debe existir. La conciencia de que el mundo está cambiando contribuye a
aLlmentar la incertidumbre. Desconocer que el mundo cambia equivale a estarseguro de un mundo muy conocido y anquilosado, rrn mundo que ya no está aquí. El pasado, por conocido, parece más seguro que el futuro; sin embargo, al futuro no lo conocemos
ni como bueno ni como malo. Es claro que la certidumbre del mundo viejo ya quedó atrás; ese mundo qlle fue moldeado por icleas y estilos nllevos en su rnomento pero que con el paso del tiempo .se hicieron conocidos y decadentes, moribundos.
LOS TESTIMONIOS
295
Las ideas y los estilos del pasado ya están muertos. Parece que el mundo se recuesta en un sillón y nos pregunta: "¿Y ahora qué?" "¿Qué sigue?" Nadie lo sabe, ni puede saberlo; lo único que se
ptrede hacer es esperar y hacer todo 1o posible para que lo deseado se vuelva realidad. Creo que para llegar ala certeza es necesario pasar por la incertidumbre. Un individuo inteligente sabe bien que no puede tener seguridad sobre lavida, principalmente sobre la vida actual cambiante, porque esa seguridad sería producto de la petulancia y el engaño, y esto eS contrario ala naturaleza de la vida. El ser humano está conectado con el mundo; éste sigue andando y necesita que el ser humano le ayude a seguir, no para beneficio del mismo mundo sino del humano, pues el mundo siempre habrá de seguir su curso mientras que el humano corre el peligro de no continuar. El humano está clavado en el mundo y no puede salir de él sin morir, y si quiere seguir viviendo debe tomar las riendas, no tiene otra opción. El mundo, la 'idayla muerte siguen su curso. Los poetas aparecen y desaparL ^3n, la muerte antecede a Ia vida,la poesía llega después de la vI 'a, porque todo está cambiando. Cambian: el ser humano, las montañas, los mares, las formas de vestir y los coches. Siempre ha sido así. Hoy tenemos plena conciencia del proceso cambiante entre nosotros; estamos íntimamente unidos a é1, y por primera vez en la historia tenemos una certidumbre de Io que está por venir. El mundo creceen la medida en que se empequeñece; mientras que la velocidad de lanave espacial lo achica, el pensamiento humano lo expande. Ya no hay territorios explorables. CristÓbal Colón debe navegar ahora por el mar de nuestras mentes, ¿y por qtré dudar de que ahí encuentre algún continente maravilloso? Cuando este territorio mental sea encontrado, toda la gente querrá emigrar pafa instalarse ahí con el fin de levantar nuevas edificaciones. Hace mucho tiempo que la maravillosa mente humana via)a a la Luna, porque nosotros Somos nuestros propios cohetes supersónicos; y nientras más potente sea el cohete en que via-
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IOSII VICIIN'|E ANAYA
jamos, mírs largo será el viaje; mientras más expanclamos la rnente, muclras más posibilidacles tendremos cle aprender y gozar las aventLlras que nos esperan. No hay que dudar de la rnaduración de la conciencia. El ser humano sufre, slr corazón clesgarraclo clama: "¡Oh, Dios mío!", pero él es una criatura con el espíritu de Dios, aunque sin Dios. El honrbre es qtrien tortura al hombre. La vicla no es rn¿rl¿r o triste por sí misma, sino que el hombre la hace así. Toclos sabernos que es el hombre quien echa a funcionar el cañón, la tortu-
{.A FI{.OSOFIA DE {.A GENERAC{ÓN BEAT [1958].
rante bota militar, el electrodo y el infierno ql¡e sólo él puede imaginar: ios tanques de guerra, las bombas... Hay más muertes provocadas por los hombres que por otros medios. La plaga l-rtrmana es la más persistente. El hombre es el único que hace un terrible y rniserable negocio con la muerte. Es cie rto que toclos valnos a morir, pero l-ray que tomar en cuenta las formas en que se rnlrere. como el mundo está sobrepoblado, promlreven el control de la natalidad pero, sin duda alguna, es mucho rnás importante el control de la mortanclad. ¡l.a nuerte no es propieclacl de nadiel El pueblo de Estados unidos avanza y es instn-rido. y a pesar cle toclas las mueftes que han provocado los gobiern()s, buscamos toclas las fbrmas de logr:rr Llna paz cligna y verdaclera. En este tiernpo el poeta no debe hacer diferencias entrc el cor¿z6n y el alma, entre la carnalidad y el espíritLl, entre la belleza y la fealciad ni entre lo verclaclero y lo falso, porque él es r-rn vigilante cle la conciencia humana, y cuando mllera tendrár a otro poeÍ.ír pafLt que lo remplace, paÍa qtre la conciencia sc perfeccione y e:l hombre se vuelva más hunrano, y la vicla n-rárs plena...
En el pasado septiembre fue pr-rblicada una novela que Tbe Iveu; Yc;rkTimescalificó como "de una bellísima ejecución, la más clar¿r
fohrc C{ellon flolmes
e importante revelación" que haya hecho un joven escritor. un libro representativo de la actual generación, dice, así corno Et sot tantbién se despierta(Tbe Sun AlsoRlses) represent¿r ia clécacla de 1920. Esta novela se llama Enelcamino(OntbeRoad),escrita por .lack Kerouac, y clescribe las experiencias y actitudes de un incansable grupo cle jóvenes estaclounidenses, "locos por vivir, locos por hablar, locos por.salvarse", para qr-rienes sus intereses más imporrantes 3e vuelcan hacia los carros veloce.s, las fiestas salvajes, el jazz,la rnariguana\/ demás "pzltadas". Kerouac dijo qtre ellos eran
miembros cle la generación ireat. Naclie parece conocer exactamente lo que Keror¡ac dice y, cle.scle h-rego, zrlgunos críticos insisten en qLle estos salvajes jóvenes l-redonistas no representan nada, que son solanrente "enÉlenclros", "imbéciles cle mente e inmorales", "burgueses rebeldes". No obstante hay algo acerca del libro y ciel término que no poclría ser tan fTlcil de desechar. El libro proviene cle una ntLly calcleacla cliscu-
sión y en consectrencia tiene éxito cle vent¿rs; y el término permanece al menos en la rnuchedurnbre de quienes fueron negados. Intentar significar con Llna sola palabra las características d'e Llna generaciÓn entera, l-ra sido siernpre una labor ingrata... Pero encontrar una palabrzl c'¡ue ciescriba a un .qrupo clue ahora está *'fraclucción cle \,'íctor lvloni¿rrá.s-lluiz
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.JOSÉ VICENTE ANAYA
oscilando entre las tremendas edades cle clieciocho y veintioch
I,OS TESTIMONIOS
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dos religiosos ortodoxos. Han visto como una barbaridad la adulación que profesan por el aceleradoJames Dean, y observan esto como signos de peligrosa morbidez; y de igual manera encuentran signos de alarmante sensualidad en la admiración que sienten por Elvis Presley. Han leído las nuevas estadísticas que hablan de la gran adicción a los narcóticos, de la promiscuidad sexual y ei consumo de alcoholentre lo.s jóvenes, y palidecen. Se han lamentado de que "el trabajo (literario) más original en el país venga a depender de lo grotesco y de lo golpeado para su estímulo creafivo"; y han expresado su horror por las perturbadoras formas de
la delincuencia juvenil y sin objeto- que han hecho erupción en muchas de-violenta nuestras grandes ciudades. Estas personas no distinguen los signos de una búsqueda espiritual en una generación que ordena sus intereses ftrndamentales en el camino que va desde el bebop hasta el rock & roll; desde lo hipster hasta el budismo Zen; desde visiones inducidas por drogas hasta la disciplina clel Metbod Acting;y que incluye a diversos héroes trágicos como eI jazzista Charlie Parker, el actor James Dean y el poeta Dylan Thomas. Es obvio que ésta es una generación que se preocupa más exclusivamente por algo en lo que la creencia les parece igual a volar frente al rostro de lo evidente. Quizás todas las generaciones sienten que han heredado "el peor de los mundos", pero la generación beat reclama este sentimiento con mayor fuerza que ninguna otra anterior. El clima histórico qr-re conformó sus actitudes fue de suma violencia, y esto violentó con mucho las ideas así como a los hombres. Uno no tiene que ser consciente de tanta destrucciónpara sentirla. Las nociones convencionales de la moral púrblica y privada han sido constantemente atrofiadas en los últimos diez o quince años, porqlre se ha puesto al descubierto Ia traiciln en el gobierno, la corrupción en el traL;aio y en los negocios, así como los escándalo.s de los poderosos de Brodway y Hollywood. La confianza políticá con la que se han justificado las matanzas, ha perdido credibilidad, pues éstas han alcanzado proporciones que tambalea¡r las
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JOSÉ VICEN'|E ANAYA
lnentes uás calcttlacloras. L¿ls concepciones religiosas ortoclox¿rs ciel bien v clel mal se presentan inaclecuactra.s para explicar un r¡nnclo cle cienci¿r-iicción hecho re¿rlidacl. Lo.s enemigos clel pas¿rclo se transfonnen en c¿lriñosos amigos, y la honorable cliplomaci¿i se torna en punto-de-guerra. Las generaciones anteriores pr,recien e star ajustanclo sus concepciones al respecto o simplemente pr-recien estar afligidos o cínicos o apáticos hacia este munclo. l)ero ia generación beat es específicamente el producto de este
mundo, y éste es el únicct qlle conocen. Ésta es la primera generación en la historia cle Estaclos Uniclos qtre ha crecido ern tiernpo c\e pazcon entrenamiento militar. aceptado por ia mavoría como vicla. Los miembros de esta generación son los primeros en pensar qLle los conceptos de la psiquiatría se iran vuelto tan inteiectualistas qlre no pueden ser la meclicla clel alma htimana. Son los primeros para quienes el genociclio, los lavados cle cerebro. la cibernética, la investigación motivacional (conductismo) la lirnitación restrltante clel concepto cle la voiuntacl humana-y inherente al l-ron-rbre- les ha siclo f¿rmiliar comc) su propio rostro. Es también la primera generación qrre se ha fbrmaclo descle qr-re ia posibilidad de la clestrucción nuclear clel m¡nclo es la respuesta final a toclas las preguntas" Pero en lr-rgar del cinismo y la apatíaque acaban con los icleales (lc, q,-,e clio ¿r la generación perclicla trn :rire poético y trna caliclacl otoñal). la generación beat es vigorosísim-a, deseosa, infatigable, ctrriosa cle su pasaclo. N¿rcia parecía interesarlos o satisfhcerlos sino sólo los extremc>s. cle lticos. también incitryen la santiclacl cle ios rnonasterios. De dondeqtriera, la generaciÓn l)e¿lt parecre ocup¿tcla en ia ferviente t¿lrea cle proclucir
respllest¿r.s
2lmedrentando. otros cornetiendo imprtr-:.rlgr-lnos ¡lg¡c'lx5- p¿lra una sencilla pregllnta: ¿cómo varnos a vivir? y si csto no es reconociltle de inn-recli:rto al ver ¿l los motctciclistas enchamarrados y a los hipstcrs "escarbanclo" l¿r calle . es porque :.rstrrninros qllc' sóio las respuestas reconocibles por el hombre, como ani-
LOS '|ESTIIVIONIOS
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rnal colectivo, son las únicas que tienenvalidez; y no se clan cuenta cle qr-re esta generación no concibe las preguntas ^-rás que en térmi-
nos personales, y sabemos que la úrnica respu-sta qr-re pueda .ser aceptada provendrá de la oscura noche del al, .a incl,vicluai. Antes de ver algunas de estas respllestas. sería bueno recordar lo que Norman Mailer dijo acerca del lenguaje hip en un artícr_rlo reciente sobre lo hipster: "Lo que hace especial a un lenguaje, es que no puede ser aprendido .si no se comparten algunas cle las experiencias de regocijo y enen/ación. qLle son parte cle su anrbiente, pues de otro modo parece nteramente soc¿rrrón, vlrlgar
quien podrían identificar slls sentimientos de pocler; más ltien vieron
a un pensativo, triste y reticente
joven mirando por encima
clel abismo que lo separa cle la flente mayor, con un sensato y melancólico ojo, viviendo intensatnente en explosiones qlle pasan de la ternura a la violencia, ansioso por amar con un senticlo de
conoció. A mucha gente Ie parecía un manierismo vacío la refunftrñante forma de hablar de Jarnes f)ean, al igual que sus ge.stos y atenLl¿rdos silencios; pero la joven generación supo qLre eso no era lo mírs importante, que en realidacl él aparecia en la pantalla inarticulacto o afectado, en gran parte porque era incap az de creer en algunas cosas que le obligaban a decir en el script. Jan-res Dean les l-rablaba
1o'?
IOSÉ VICENTE ANAYA
través de una costosa superproducción hazmecreer, con sus suspiros y frecuentes cambios de personalidad a cada pie del filme: "Blleno, supong() que no hay salida de todo esto, pero en realidacl a
toclos sabemos cómo es en realiclad...". Los jóvenes sabían que Dean estaba solo, sabían que era imperfecto, sabían que estaba confundido. Pero también sabían que estaba "escarbando" y por lo tanto :je encantaban con sus ropas lodosas, su pelo desparpalado y su indiferencia hacia las conveniencias de la fama. James Dean no era lo que ellos querían ser; eran lo mismo uno y los otros. Élvlvló el sufrimiento sin queja, y murió como vivió, yendo muy rápido. Así como lo expresan los personajes de Kerouac: "Tenemos que irnos y nunca parar hasta que lleguemos."
dónde nos dirigimos, amigo?" "No sé. pero tenemos que irnos." Sólo ei más miope, me parece, podría conftrndir esta necesidad de movilidad (y ésta es una de las características qtre distin¡luen a ia generación beat) como un simple ¿rrranque intempestivo, en ir-rgar de una bírsqueda profunda. James Dean fue ei producto de una clisciplina de actuación conocida como TbeMetbodActing(que aprendió en el ActorsStuclio de Nueva York), la cual proveyó a los actores de un atractivo irresistible que en los últimos años ha inundado las carteleras y ios escenarios de Estados Unidos con jóvenes lacónicos y vag^bundos que aparecieron de súbito con alarmantes chorros cle poder emocional, tanto así clue el espectzrdor se sentía sacudido ir afr-rrdido como si hubier¿r. escuchado una confesión. Una de las características principales del Metbod Actinges encontrar laesencia del personaje, su alma, y para qr-re el actor logre esto, es nece"¿A
sario que recLlrra a slls propias experiencias y emociones, que corresponclan con io propuesto en el script. La improvisación del actor cornpleta el método en el momento crucial del rol, acumuiando sl¡s recllrsos emocionales para las escenas qLre apuntan Lrn clímax, que es en la parte en la cual reside la fr-rerza clel método, pues ese momento contiene algo cle profunda verdad htrmana, ya
LOS TESTIMONIOS
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que el resto es sólo un diálogo vacío, construido y dirigido en el momento en que el personaje se revela a sí mismo. Un ejemplo de esto bien pude ser la película Nido de ratas( On tbe Waterfronf), escrita por Budd Schulberg y dirigida por Elia Kasan, en la cual se muestran las condiciones sociales de un estibador ex boxeador mezclado con la corrupción del sindicato. En ella vemos una electrizante interpretaciÓn de Marlon Brando en el papel del estibador que, aLlnque se introduce en el problema social del personaje, parece insignificante junto al indicio de la singular alma humana atrapada en la absr-rrda y contradictoria vida moderna. Esto era como si Brando hablara en escena estando fr:era de ella: "El hombre no es meramente un animal social, una víctima, un producto. En realidad, en elfondo, el hornbre es espíritu también." Como esta teoría de la actuación abrió esa proposición, el Method Acting es el estilo cle acción de la generación beat. Los críticos expresan constantemente su asombro por la complacencia, y aun deleite, con el que esta generación acepta ser lo qlre es (paralos críticos) en cuanto alaimagen poco halagüeña que tiene de sí misma. Esto fue vislumbrado en la película El saluaje (Tbe lVild One) (que nos da una bruta, antipática versiÓn del pillaje desenfrenado, en un poblado de California, por Llna band¿r cle motociclistas) en la que los campeones vociferantes del filme eran, precisamente, los mismos motociclistas braveros. Igualmente, pero con delincuentes más jÓvenes, son retratados en ia película Rebelde sin causa (Rebel Withoutt a Cause), aunqlre les parece que no son únicamente las causas socio-laborales qtre les atribuye el script las motivadoras de la conducta de sus personajes, y se ríen un poco de eso. Uno sólo puede concluir qr-re los jóvenes vieron y los viejos miraron: eran dos cosas distintas. Los rnodelos mentales con los que los adultos juzgan la conducta antes citada,les parecen de escasa realidad, porque estos estándares estánbasados en valores morales y sociales que no toman en cuenta su dilema, el cual debe ser descrito como el deseo de creer, inclu-
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SO
i()SE \/lCENl'L ANA\-,\
ante ia incapaciclad cle hacer las cos¿ts en térnlinos conven-
cionales.
También esta gente vieia cae con frecuencia en el error dc' corlcluir qlle cleb¿ljo de toclo esto en realidad sólo existe ir-rdiferencia frente ¿r ctialqLlier tipo de valores, cosa que si l¿r invertimo.s, resLllta vcrclacl. Aun para el rnienrbro rnás inciviliza.lo y márs nihilista cle la generación lteat, stt prolrlenra se reduce casi exclusivamente'.t Creer, aunque sea inconscientemente . Parece increíble que naclie se haya clado Cuenta cle que la única maner¿l cle entencler, con alELlna coherencia. el efecto cle los asesinatos jtrveniles, eS entendiendo qlle Son específicamente crítnenes morales. Tenemos el e-jemplo del joven que elvertno pirsacio apuñaló a otro y se cuent¿l que ie clijo lo sigtriente a su víctilra: "MLtcha.s gracias, sólo qtrería saber lo qr-re se sentí¿I", cosa qlle no ftre loctrra ni pen'ersión. No hr-rbo itr.stificación cle su crimen, plles no había esper¿1cle ganancia ni ftie tampoco un momentc¡ cle l-risteria y oclio, ni siquiera conlo elegoísrno de un Loeb y ttn Lepoldo, quienes asesinaron sÓlo para probar qlle podríart repetirlo. Pe ro el tipo de crimen cometiclo por el joven ya fue contemplado por el Marqués cle Sade hace ciento en el cr-ral la cruel ausencia cle Dios .se cincuenta años -c-rimen hace obligaroria si lrn hornbre está probando qtle es ttn homlrre y no Lln'¿ mera mancha cle tnateria. Senrejantes crímenes, qLle no son ningLrna ÍaÍeza y que han siclo cometiclo.s por personas menores cie veinticinco ¿lños, no ptreclen ser entendidos si llev:ttt-tos en la ltoca las misnras viejas panaceas:lcerca de los l-rogzrres desfrozaclos, los arnltientes cle pobrez't y ntalas conrpañías, porqtre para ellos Son crímenes espiritr,rales, crímenes en contra de l¿r iclentidacl cle otro ser hutnano, crítttenes qLle revelan COn pocleros,.r y terrible claridad la gran clist¿rncia, y la desesperada necesiclad por encontrar v¿rlores que puedan conducir a la juventr-rci. I)orclue cle hecho Se trata cle valores que están expresaclos en esOS crírnenes y esto no eS Lln zt¡iunto cle oclio. Es el deseo vehetnente por hacer o sentir algo lleno dc significado, y proporciona un soitrir> inclicio cle cómo los c¿rtaclismos cle este siglo han clestrtriclc>
LOS TESTIMONIOS
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la visión humanista del hombre en la que fue erigida la sociedad moclerna, La respuesta a todo esto, de una buena parte de la iuventud, incluyendo a los adolescentes pandilleros, no es una inmoralidad calculada, pero sí un retorno a lo antiguo, más personal, pero no
sin un riguroso código ético, el cual incluye la inviolabilidad de Ia. cantaradería, el respeto a las confidencias, así como una mística los cuales forman la ética de la tribu, an¿rtención alvalor -todos tes que los de la comunidad; el código de un pequeño y compacto grupo viviendo en un medio hostil e indiferente, que no busca cambiar o conquistar, pero sí eludir. l)e un modo más sencillo, este deseo casi primitivo de sobrevivir eleva al hipster, quien se mueve por nuestras ciudades como el miembro de una misteriosa organización clandestina de la no violencia, sin hacer complot alguno, sino manteniendo viva la filosofía impopular, al modo de los cristianos primitivos del primer siglo. El hipster encuentra en el bop el narcótico más agraclable, su lenguaje secreto y la misma noche, afirmando su individualidad (más y más asediada por el conformismo de nuestra vida nacional), la que algunas veces sólo puede ser expresada con un excentricisrno. Esto significa ser asocial y no antisocial; sLl árrebato de "escarbar" el jazz, el sexo o la mariguana, es un modo de liberarse, el de no detentar el pocler sobre los otros. En su estado cle más encantamiento el hipster siente que los argumentos, la violencia y todo lo que concierte al afecto, son en última instancia moclos de conformismo. Y el hipster dice: "¡Claro! ¡Sí, hombre!" al principio br-¡dista de que las miserias htrmanas surgen de estas emociones. En Llna ocasión escuché a un joven hipster contestar con cansancio a uno que discutía en una taberna: "Oye cuate, realmente tú no quieres interferir con é1, es su 'patada'. Quiero decir, lronrbre, ¡no te aceleres!" De este modo, el hipster practicauna especie de resistencia pasiva ante la sociedad conformista en la cual vive, y lo qr,re propone será el cambio de cr-ralquier restricción intelectual o social a las expresiones y los gozos cle .st¡ única incii-
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IOSE V]CENTE ANAYA I-OS TESTIMONIOS
vidualidad, y al "pateo" y el "escarl)ar" la vida. Como Norman Mailer dijo en el texto antes citado: "Este propósito contiene la afirmación implícita de que el hombre comprobará ser más creativo que criminal, y no se destruirá a sí mismo." Lo cual es, antes que nada, un punto de vista más espiritual y religioso de la naturaleza humana, no tomado en cuenta por aquellos que sólo ven excesos en la generación beat. Esta convicción del poder creativo del alma humana liberada, se sostiene junto a todas las cosas que les interesa a los miembros de esta generación. Si ellos han hurgado en las drogas, en primera instanci¿r, su razón primordial tiene que ver mucho con el deseo de conocer profundamente el desconocido mundo interior que los habita, como un escape al intolerable mundo exterior. "Mira, hermano ,la otra noche", ellos dirán, "andabamuy arriba y conocí todo, Quiero decir, conocí el porqué". En las artes, eI jazz es casi exciusivamente la música de la generación beat, como la poesía (hasta la novela de Kerouac) es str literatura. Si los miembros de esta generación ponen su atención en el gemido de un saxofón, casi de la misma forma como en orras épocas se observaban los gestos y las palabras de los sabios, es porque el jazz es primordialmente la música de la inrerioridacl y la libertad, de la improvisación y la creatividad individual más que la de un grupo de interpretación. Ésta es la música de la gente sumergida, que se siente libre y es así, precisamente, como la juvenrud se siente en nuestros días. Por esta razónla corfay violenta vida del saxofonista charlie Parker (junto conJames Dean y Dylan Thomas) ejercen una muy fuerte atracción sobre esta generación, porque estos tres creadores siguieron su propio camino de forma inflexible, escuchando sus voces interiores, celebranclo todo aqlleilo que se les ocurría, y cllyo costo pagaron de buena gana con su propia destrucción. Pero si los jóvenes los idolatran, no se hacen las ilusiones ni los colocan como mártires, porque ellos saben (y lo aceptan casi estoicamente) qLle uno de los riesgo.s cle vivir rápido y mucho, es la muerte.
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Pero es quizás en la poesía donde Ia actirud de la generación beat se mLrestra más claramente articulada en su exageracla voluntacl de hallar creencias a tocLa costa. En san Francisco, tocla una
escuela de jóvenes poetas ha roto con la elegancia clel prestigio de los títulos universitarios. Varios de ellos se han converticlo al br-rdismo Zen, el cr-ral contiene una psicología de revela cjón altamente compleja y no racional, que busca el satori (sabiduría, entendimiento, reconciliación). Algunos son católicos, incluso monjes, que predican la redención del mundo. Muchos cle ello.s rectrerdan a los frailes mendicantes, o a los juglares de la Eclacl Me-
dia, acarreando sus pertenencias en sus morrales, incluyenclo copias escritas a máquina de sus poemas que más tarde abanclonarán (como uno que yo conozco, quien dejó poemas en una galería de arte, o en letrinas) "y otros lugares donde se reúnen los poetas". cada uno de ellos cree que hay que decirlo todo, no importa lo "no-poético" que pueda parecer; sólo aquella verdad inalterable para elpoeta que revienta fuera de él en un flujo creciente, encontrando su propia forma como viene, con el valor de decir que está en primer lugar. Las actitudes literarias de métrica y gramática, que siempre resuitan artificiales y separan a la literatura cle la vida (dicen los lrcats) tienen que irse... uno cle ellos, Allen Ginsberg, a quien la revista Lifellamoel poeta joven má.s talentoso en Estados unidos, ha escrito un largo, brillante y desvariado poema llamado "Aulliclo". En él aparecen muchas expresiones y experiencias que nunca habían sido incluidas en un poema; no obstante, en sll aspiración es una clara defensa del espíritr: humano frente a una civilización que lo intenta clestruir; .su efecto, por lo tanto, es purificador. "Aullido" es una "afirmación cle Llna experiencia individual de Dios, el sexo, las drogas, el absurdo,', cliio Ginsberg Lo mismo puede decirse de htel camino.Lamay,oría cle los crí_ tico.s ha invertido mucho tiemp () para expresar su corclial clesagrado ante lo sórdido que ellos han omitido y que existe en este mundo, el de la generación beat, en el que KeroLrac encontró la
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¡OSE VICI]NTE ANAYA
ternura, el gozo y la veneración; y aunque los personajes viven dentro de lo que los críticos consideraran Llna selva de pesadillas y cle sensaciones vacías, sus personajes podrán clecir repetidamente: "Nadie puede decirnos que Dios no existe. Hemos traspasado todas las fbrmas . . . Todo es agradable, D ios existe, cronocelltos Es tados Unidos, estamos en casa... Podemos dar, tonlar, e ir:r todas partes porqlle poseemos la increíblei'complicada dtrlzura..." (pp. 120-727).
Con todo lo que los beats puedan ser, sus palabra.s no son
la,s
cle una generación consumida por su propia piedad. entre lo per-
dido cle sus ilusiones; tampoco son las palabras consumidas por un mundo que ellos no han construido. Parecen cle una generaciírn que se agrupa más allá de la fe, lejos de una desesperación intelectual sobre el caos de la moralidad en la que ellos rech'¿zan perderse. Los beats golpearán a mucha gente con sus palabras extrañas, qlle surgen de los labios de jóvenes detrás cle una llanta cle los carros veloces, que juegan carreras en la noche estaciounidense, como la extraña réplica de Kerouac al libro La nocbe beat deJohn'W'ingate, cuando le preguntó a qr-riénle rezaba, "Le rezo a mi hermanito Gerard, quien murió siendo niño, a mi padre. al Btrcla, aJesr-rcristo, y alaYirgen María", dijo Kerottac, y c()ncluyó, "Le rezo a esas cinco personas..." Pero si esta agrupación de santos, sabios y .salvaclores clel siglo >cx en Estados Unidos parece extraña, se debe a que mttchos de nosotros hemos olvidado (o nunca lo hemos sabido), qué tzrn real ptrede ser la experiencia espiritual cuando las otras experiencias han fallado para satisfacer nuestra hambre. Se sugiere, al menos en el libro de Kerouac, que el asunto estit más allá de l¿r violencia, ias clrogas, el iazz y todas las otras "patadas" con que ellos l>uscan .su identiclacl; esta generación encontrará la fe y cobrarír pien.sa que aún es inconsciente- porqLte e.s cc>nciencia -Kerouac Lrna generación religio.sa. Tienes que ser como debes ser, esto indica qtre la generacií>n beat no es sólo un fenómeno de Estados Unidos. Inglaterra tiene
I,OS 'I'ESTIMONIOS
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"Tedcly Boys'',-fapón sus "Tribus delSol''. incluso en Rusia hay una especie cle hip.sters. En toclo el mundo los jóvenes están reaccionando con la misrua perturbadora necesidad del individualisrno a la creciente colectivización de la vida moderna y a la constante ¿men za de la rnuerte masiva. En tctdos lad<>s parecen estar diciendo a slrs n'rayores: "Nosotros somos cliferentes a ustedes, y no poclemos creer en la.s cosas que ustedes sí cree.n, simplen-rente porqlle éste es el munclo que ustecles han forjaclo." En cuaiquier lado, los jóvenes están escudriñando para encontrer slls propias str.s
respuest¿rs.
Para muchos cle ellos la respuesta poclrír ser la cárcel, la loclrra
o la muerte. Es probable que nllnca encuentren la f-e profe.sacla por Kerouacr en str camino. Pero en un¿l cosa estaráh tocios eilos cle acuerdo: el insignificante infierno de la vida moclerna es intolerable. Y si otras generaciones se han lamentaclo de qr-rc les tocó "el peor de los mundos", los jóvenes cle hoy parecen saber que es el único qr-re ellos tendrán, y ei problema es saber cómc> vive al-lora el hombre, no por qué, y en eso radica toda la cliferencia. Su .suposición cle que la creación cle toclo sistema moral o sc>ci:ti es la indestructible unidad de la afirmación inclividual, aparece conlo una rebelión contra Lln siglo en el cual esta iclea ha caíclo en clescréclito. Pero su convicción de que lo qr-re sostiene al inclivicluo es unu creenciu slr creciente afirmación cle c1r-re sí¡lo l¿r
-y cspirittraliclad tiene un valor perclurable cn Lrn rnun(lo conro ei ntrestro- colocará su frenétic¿r conclt¡cta en unlr nr¡ev:r luz. en cualqtrier futuro cltre ptred¿ln tener.
tsntsn
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