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© Reyes Adorna Castro y Jaime Covarsí Carbonero, 2016 © EDITORIAL DESCLÉE DE BROUWER, S.A., 2016 Henao, 6 – 48009 Bilbao www.edesclee.com
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Para mis mi s hijos, hi jos, Lucía y Félix, Féli x, dos poetas libres que embellecen el mundo. Reyes Adorna
A mis mi s alumnos de Hornachos. Jaime Covarsí
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INTRODUCCIÓN
La poesía es el lugar donde todo sucede. Alejandra Pizarnik Este libro pretende profundizar en la capacidad terapéutica de la poesía, dignificarla, y hacerla accesible a quien lo desee desde la creación propia. Para ello, ofreceremos un método para adquirir el hábito de escribir un poema cada día, entregando casi doscientas consignas o propuestas con las que superar el bloqueo y el miedo al papel en blanco, que pueden obstaculi obstaculizar inicial inicialmente mente esta terapia. La poesía ha sido normalmente considerada las más compleja, misteriosa e incomprensible de todas las artes de la palabra. Esta concepción de la expresión poética nos hace a menudo rechazar su lectura y mucho más su creación. Con esta creencia, nos estamos perdiendo el género más intimista de toda la literatura, y en el que los escritores y lectores de poemas han descubierto parte de su ser y su posición en el mundo. Reconciliarnos con ella es descubrir su valor vital y un medio para hallarnos a nosotros mismos. Porque de toda la expresión literaria, la lírica hace culminar los procesos terapéuticos internos, al estar más unida a la parte más profunda y emocional del ser humano. Ella es la que nos regala la capacidad de profundizar en nuestras mareas emocionales, de intimar con nosotros mismos, establecer relaciones con el exterior, mirarnos dentro y dar forma a pensamientos pensamientos y emociones, enredados en la belleza belleza y la extrañeza del leng lenguaje uaje poético. Si nos acostumbramos a presenciar el mundo desde las lentes del poema, aprenderemos a buscar y a descubrir material poetizable hasta debajo de las piedras, a observar las cosas como si fuese la primera vez, desautomatizar nuestras supuestas certidumbres, y entrar en un universo diferente, siempre vivo. Esa mirada especial nos
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enseñará puertas, antes desapercibidas, que nos llevarán hacia una mayor plenitud personal y una concienci concienciaa más ampli amplia.
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LA POESÍA COMO TERAPIA
La escritura y la poesía terapéuticas La alegría de escribi e scribirr. La posibili posi bilidad dad de hacer perdurar perdurar la venganza de una mano mortal. Wislawa Szymborska Usar la escritura como terapia es un recurso para mejorar la calidad de vida. Es una herramienta que siempre tenemos a mano, fácil, cómoda y barata, que puede servirnos para distanci distanciarnos arnos de los problemas problemas y verlos verlos con más claridad, claridad, desahogar desahogar nuestras emociones cuando nos desbordan, aclarar nuestras ideas, conocernos mejor a nosotros mismos o reflexionar pausadamente sin el desorden y el caos de nuestro pensamiento. Escribir tiene un poder terapéutico que funciona del siguiente modo: ayuda a que las conexiones entre los dos hemisferios cerebrales se realicen con mayor eficacia, puesto que actúan unidas la parte racional y la emocional y creativa. Estas conexiones hacen que el cerebro esté más predispuesto a la resolución de problemas y que le sea más fácil hacer frente al estrés. También nos ayudan a salirnos fuera y educar la mirada, observar nuestros estados internos y gozar de más perspectiva y visión del mundo exterior. La escritura nos enseña a mirar porque nos hace pararnos y centrarnos no solo en un pensamiento, pensamiento, en una sola sola emoción, emoción, en un solo solo punto de nuestra existenci existencia. a. Escribi Escribirr nos amplía la mirada. Puede hacernos observar los problemas desde una posición más amplia, situarnos desde arriba, posicionarnos en los ojos del otro, o mirar lo que nos preocupa desde otra perspectiva, perspectiva, para empezar a tomar el mando de lo que nos ocurre dentro y aprender también a observar todo lo que ocurre fuera.
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Y, ¿qué dicen los expertos en neurociencia sobre esta técnica? Según D. Siegel, escribir un diario activa la función narradora de la mente. Los
estudios indican que el simple hecho de anotar la descripción de una experiencia difícil, puede reducir la reactividad fisiológica y aumentar la sensación de bienestar, aunque lo que se haya escrito no lo enseñemos a nadie. Escribir acerca del trauma mejora las funciones inmunitarias. Y R. Trivers dice: se necesita escribir escribi r muy poco ara que se detecten efectos inmunitarios medibles algunas semanas después. Una reseña reciente de 150 estudios confirman que escribir las emociones experimentadas, aunque sea en forma de escritos autobiográficos esporádicos, produce a menudo efectos efectos inmunitarios i nmunitarios positivos. Al respecto da algunas pautas, como por ejemplo, afirma que si usamos más palabras que expresen emociones positivas nuestra salud mejora. Así escribir “no estoy feliz”, es mejor que escribir “estoy triste”, quizá porque en el primer caso el foco está puesto en la emoción positiva. También afirma que adoptar varias
erspectivas en un relato biográfico está relacionado con la mejora de la inmunidad y que sacar fuera los traumas infantiles es positivo para la salud. Parece ser que mantener secretos internos, nos hace ser más proclives a padecer enfermedades, tanto mentales como físicas, por la ansiedad que provocan si no los liberamos. La escritura puede servir para sacar fuera todo aquell aquello que nos desborda, inclu incluiido nuestros más profundos secretos. Y concretamente, el lenguaje de la poesía estimula áreas cerebrales. Nicola Molinaro, investigador italiano, y sus colaboradores, analizaron cómo influyen en la actividad cerebral diversas figuras retóricas. De todas las figuras utilizadas, el oxímoron –recurso que consiste en unir dos conceptos que supuestamente tienen significados excluyentes o contradictorios, como “nieve cálida”–, es la que mayor actividad generó, sobre todo en el área frontal izquierda que se relaciona con el lenguaje y la creatividad. También se registró una gran actividad cuando se mezclan dos palabras que de forma natural no están relacionadas, que ellos llamaron “expresión incorrecta”, como “monstruo geográfico”. Incluso se estudia la posibilidad de que la poesía pudiera servir para
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estimular aquellas áreas que están dañadas. Experiencias como la de la clínica psiquiátrica del hospital Cumberland de Brooklyn en Nueva York muestran que una terapia poética bien bien llevada llevada puede mejorar el estado de ánimo y el estrés de los pacientes. pacientes. Por lo tanto, tenemos un recurso que puede acompañarnos toda la vida y solo nos hace falta para ello un cuaderno y un bolígrafo o un ordenador. La escritura puede convertirse en la mejor amiga que podemos tener, que no es más que uno mismo, o aquella parte más sabia, más amorosa, que habita en nosotros, capaz de escucharnos, comprendernos y de perdonarnos.
La concepción oscura de la poesía El poema es un cuerpo resistente frente al tiempo ti empo y el poeta es el guardián guardián de lo sencillo, senci llo, de la posibili posi bilidad. dad. Lezama Lima Unida a la parte más libre del código lingüístico, a la menos estructurada, a la más uguetona y rompedora, la magia de la poesía nos trasciende, nos hipnotiza y nos eleva al todo es posible. Digamos que la poesía tiene la facultad de estar por encima del lenguaje, dándole alas para su propia realización. Lo grandioso es que su realización también es la nuestra, tanto si somos meros lectores, como si nos acercamos a ella ella siendo poetas. No pocas veces se ha llegado egado a la conclusi conclusión ón de que un buen escritor escritor debe manejar el lenguaje poético con maestría. Pero ella, quizás la más importante de las artes escritas, es también la hija pobre de la literatura, aquella que menos vende, que menos se lee, que más prejuicios sufre. ¿Por qué es la menos popular, la más olvidada? Destinada desde los princi principi pios os a acompañar al canto, lleva lleva mucho tiempo tiempo presa de rimas rimas y medidas medidas sil silábicas ábicas concretas, cultas y a menudo complicadas. Y por supuesto, dependiendo de la etapa histórica que nos encontremos, la poesía era privilegio de unos pocos, que veían en su
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quehacer algo extraordinario, exquisito y exclusivo. Y hacían todo lo posible para que así fuera. No pocos poetas de nuestra historia han llenado versos con frases oscuras para la mayoría para que solo una minoría culta pudiera entenderlos. Querían que su arte fuese minoritario; en ello depositaban el valor de sus letras. Este concepto del poeta oscuro ha hecho mucho daño en nuestra idea del poema y la mayoría se acerca a él con temor a no entenderlo. Hasta que los movimientos literarios más flexibles y revolucionarios de nuestra historia, que comienzan con el romanticismo, la sacaron de su jaula y le fueron regalando cada vez más libertad, no empezó a despojarse de prejuicios, aunque desafortunadamente todavía los arrastra. En nuestro sistema educativo también ocurre un tanto de lo mismo. En clase, pocas veces se lee poesía simplemente por el placer de leerla y mucho menos se escribe o se habla de sus funciones. Normalmente se lee el poema que el libro de texto recoge y se estudian a los poetas. Se les pide a los alumnos que midan los versos y que clasifiquen las estrofas. Es como si vemos una película en el cine y a la vez se nos pide que estudiemos su ficha técnica. Los alumnos tienen el concepto de que la poesía es una suerte de laberinto casi matemático donde lo menos importante son las palabras o la emoción que nos provocan. Tediosamente estudian la teoría, sin buscar el sentido profundo al poema. Normalmente Normalmente esta forma de acercarse a la poesía les corta las alas alas a los posibles futuros lectores o escritores de poemas. Sin embargo, en la actualidad, la poesía tiene poco de oscura, al menos en su mayoría. Es una poesía más directa que habla de inquietudes humanas, de expresiones cotidianas, apta para que llegue el milagro de la identificación personal. La poesía no debe estar cerrada por la forma al corazón ni al intelecto del hombre, debe estar abierta a aquellos que comparten trozos de realidad emocional o mental con aquel que escribe. La sencillez no está reñida con la profundidad, el intimismo, la inteligencia y mucho menos con la bell belleza. Si se escribe escribe poesía solo para demostrar lo bien bien que utili utilizamos el vocabulario vocabulario,, la sintaxis o los recursos estilísticos, perdemos su objetivo más hondo, aquello para lo que está diseñada desde el principio de los tiempos: para expresar el dolor, la dicha, el amor o
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el asombro. Según León Felipe, “ay” fue el primer verso que surgió desde las entrañas del ser humano, un verso que es comprensible para todos y que su expresión enseguida nos alivia.
¿Para qué sirve la poesía? No vamos a entrar en la discusi discusión ón teórica de si la la literatura, literatura, y concretamente concretame nte la poesía, sirve para algo. Para eso hay bastantes libros escritos que debaten la función práctica de la creatividad humana. Sin embargo, todo poeta sabe que la visión interna que le proporciona, proporciona, el placer placer de soltar soltar en un papel lo que emocionalmente emocionalmente le desborda, la facilidad con la que los problemas parecen aclararse en los versos, el desahogo que experimenta, el regocijo de recrearse en las imágenes creadas, en la belleza, y sobre todo, la capacidad de mirar con otros ojos el mundo, es algo cuando menos útil y provechoso. Si nos sumergimos en el mundo poético, pronto descubriremos el valor vital de la poesía. Aguiar e Silva en su libro Teoría de la literatura, resume bastante bien sus funciones princi principal pales. es. Todas ellas ellas pueden considerarse considerarse terapéuticas, terapéuticas, en el sentido sentido de convertirse convertirse en un medio por el que el ser humano crece, se conoce con mayor profundidad y es capaz de ser más consciente de sus estados internos y de aquello que le rodea. Estas son: El arte por el arte. En esta función, el escritor solo pretende captar la belleza, simplemente como primer y fundamental objetivo. Recrearse en la palabra sin buscar otro fin que el de hacer algo bello. Belleza pura, poema puro. Al poeta le basta jugar con el lenguaje y con él transforma su visión del mundo. El arte lo embellece, lo redime de la fealdad y la vulgaridad. Gracias a la poesía lo existente adquiere otra vida. La belleza es el dios del poeta. La evasión. El poeta quiere construir un mundo nuevo en la mansión de la palabra. Se puede entender como huida, huida, pero no tiene tiene por qué. Muchos han usado la literatura literatura para crearse un mundo propio y no ver lo que le rodea, pero no tiene por qué ser solamente
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este el objetivo. Puede ser la necesidad de crear un espacio lírico propio en el que respirar de vez en cuando. El poeta puede querer construir una realidad paralela, ampliar la que conoce, donde ambas se den la mano y se enriquezcan mutuamente. La realidad de la poesía puede hacer mirar el mundo exterior con esa visión, y el mundo exterior, a su vez, puede enriquecer el universo poético con experiencias, sensaciones, experiencias, reflexiones, o sea, de todo lo poetizable. Puede servirnos de reconocimiento, de aceptación de nuestra historia, y puede ser una búsqueda de una meta que pueda motivarnos en el presente a actuar para alcanzar ese mundo posible.
Conocimiento. El poeta se convierte en un filósofo que penetra en los misterios. Esa visión que otorga la poesía puede hacernos ver correspondencias, analogías, relaciones, que pueden llevarnos a reflexionar, a descubrir o a sacar la sabiduría interior que todos poseemos. Como dice dice Agu guiiar e Sil Silva, el mundo es un poema gigantesco, vasta red de
eroglíficos y el poeta descifra este enigma, penetra en la realidad invisible y mediante la palabra simbólica revela la facultad de las cosas. Según él, los que acaban alumbrados por la poesía, piensan que el lenguaje poético se transforma en vehículo del
conocimiento absoluto o se torna incluso poseído por una fuerza mágica creando la realidad . Él dice: a tenor de los tiempos, la literatura ha sido el más fecundo instrumento de análisis y comprensión del hombre y de sus relaciones con el mundo. Y la poesía, que combina los elementos de la razón y las emociones en un solo acto, aún más. La catarsis . Esta palabra, nacida del lenguaje médico desde los griegos, significa purifi purificación, cación, limpi limpieza eza del espíritu, espíritu, liberación. beración. Se trataría de soltar soltar en un papel lo que nos desborda, lo más intenso, lo que nos inquieta, limpiar nuestros malestares, desbloquearnos con los latidos de la palabra y bailar al ritmo del verso, descargando nuestras luchas internas o nuestras más insistentes prisiones. Muchos escritores han intuido este aspecto liberador de la escritura; realmente casi todos ellos escriben por necesidad. Decía Aristóteles que la tragedia liberaba, que producía esa catarsis que en realidad no es más que una limpieza, una depuración de nuestro universo mental y
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emocional. También los románticos concebían la poesía como una vía casi mágica de conocimiento personal. Nos sirve para exorcizar los malestares humanos psíquicos y a veces, hasta físicos. Según Aguiar e Silva, desde hace muchos siglos se interpreta la
obra literaria como una forma de liberación y superación de elementos existenciales adversos y dolorosos, como una búsqueda de paz y de armonía íntimas tanto en el lano del escritor como en el del lector. El compromiso. Hay quienes han usado la poesía como arma política o social para abrir conciencias. Es tomar el medio poético como herramienta para abrir los ojos al mundo, para educar, para emocionar, para enseñar a vivir y para denunciar situaciones. Es la función más social de la poesía, que pretende transformar no solo el mundo interno del que escribe, sino el del resto, donde el poeta se entrega a la sociedad y regala sus versos para que penetren en lo más hondo de los demás también. El poeta necesita cambiar el mundo para librarse también de su propia angustia. Esta última función puede culminar o no el proceso terapéutico, pero no es obligatorio. Muchas veces con solo escribir para uno mismo y exorcizar demonios personales se está contribuyendo a que nuestras relaciones con el entorno también cambien, se contagien de nuestra calma y de nuestra seguridad, y de todo aquello que nos ha aportado la poesía como proceso terapéutico terapé utico interior. interior.
El arte de encontrarse con uno mismo Como culminación de estas funciones, la lírica tiene en su poder el desentrañamiento de uno mismo. El hombre es un ser acuciado por numerosos estímulos externos e internos que con facilidad pueden llegar a descentrarlo, a diluir su personalidad y, con ello, a perder la noción de su verdadero ser, de su sentido esencial. La creatividad se nos presenta entonces como un esfuerzo ordenador e integrador ntegrador de ese puzle puzle exi existencial stencial que somos. La poesía y su análisis pueden proporcionar al hombre una visión de sí mismo que le ayude a comprender su propio ser.
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El hombre se enfrenta al mundo como en un juego de espejos. Desde esta perspectiva, el mundo es tal y como lo traducimos o interpretamos, por lo que en esta interpretación, el exterior se funde con los ojos que lo miran y el ser humano se ve reflejado en él. Por lo tanto, en este ejercicio queda aclarada su esencia. Hay algo de nosotros mismos en cada composición poética que realizamos, en cada obra artística, y se desvelan nuestro ser, nuestros anhelos, nuestras preocupaciones… Dicho de otro modo, mirando fuera nos encontramos con nosotros mismos. Para un poeta, una flor no es simplemente la unión de un tallo con sus hojas, etc., como le ocurriría a un botánico. Los ojos del poeta subliman y engrandecen lo que miran, le dan un sentido, y con esa mirada, el poeta también se ve a sí mismo. De modo que podemos afirmar que la poesía nos obliga a adoptar una nueva forma de estar en el mundo, una disposición novedosa que va más allá del valor objetivo de los fenómenos que nos rodean. En su Poética , Antonio Machado nos recuerda que las ideas del poeta
no son categorías formales, cápsulas lógicas, sino directas intuiciones del ser que deviene, de su propio existir; son, pues, temporales ( ) Inquietud, angustia, temores, temores, resignación, esperanza, impaciencia que el poeta canta, son signos del tiempo y, al ar, revelaciones del ser en la conciencia humana.
Cuando elegimos compartirlo Como anteriormente hemos aclarado que la poesía terapéutica no está forzosamente destinada a ser compartida. Es un acto individual de comunicación con nosotros mismos. Pero a veces el poema pide a gritos salir fuera, y el proceso de comunicar se convierte también en terapéutico, tanto por nuestra parte como por parte del lector. Gustavo Adolfo Bécquer, en la Introducción Introducción sinfónica sinfóni ca a sus Rimas , nos dice: Por los
tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el Arte los vista de la palabra para
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oderse presentar decentes en la escena del mundo. Como podemos apreciar, para nuestro poeta, la poesía no solo es la unión entre lo poético (“extravagantes hijos de mi fantasía”) y el poema (esa vestimenta hecha de la palabra), sino que además tiene un destino. El poema es una forma del acicalarse de lo poético “para poderse presentar decentes en la escena del mundo”. Es decir, la poesía, una vez compuesta bajo los ropajes del poema, puede estar destinada, como producto lingüístico que es, a su comunicación. Cuando esto acurre, su cultivo nos pone en contacto con los demás, nos abre al mundo, y este abrirse significa penetrar en la esfera de los hombres. Pero, ¿qué es lo que el poeta comunica y comparte con los demás por medio del poema? P recisamente, recisamente, esa intimi ntimidad dad del hombre que constituye constituye la mirada poética. poética. El poeta se encarga de desvelarla. desvelarla. Todo su esfuerzo va diri diriggido a hacerla comprensibl comprensiblee para sí mismo y para los demás. De este modo, lo íntimo e individual, se hace común. Es el depositario, de este modo, de los anhelos que acucian al hombre, por eso podemos sentir el valor terapéutico de la poesía simplemente como lectores. Gong Bilan, en su preludio XVIII a Las veinticuatro vei nticuatro categorías de la poesía de Si Kongtu, observa, refiriéndose a la figura del poeta, que piensas pie nsas que eres solo uno,
ascendiendo, con tu propio esfuerzo, sin nadie, sin nada más. Pero te mueves con el mundo todo. Por eso te cuesta subir, llevas el peso abstracto del mundo. Eres como un sol que no puede sustraerse a la vista de las cosas, un sol emergente emergente de rayos inequívocos, que por fin se expresa iluminando, irradiando belleza y plenitud . En definitiva, lo que hagamos con el poema es cosa nuestra. Una vez creado, sabremos si necesitamos mostrar nuestro acto de creación al mundo o saborearlo a solas. Ambas opciones persiguen fines distintos, pero son igualmente terapéuticas.
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EL MÉTODO
La tierra ti erra es un lugar para vivir vi vir pero pero los versos son la propia vi da. Ángeles Mora El objetivo es realizar un poema al día. Buscar un momento al día en que sepamos que vamos a estar tranquilos, que gozamos de un rato para nosotros, y crear unos versos. El tiempo que le dediquemos será variable dependiendo del poema que escribamos. Pueden ser un par de minutos o quince o una hora. Habrá veces que el poema salga rápido y se deslice en el papel con fluidez, y otras que necesite madurar para nacer. Pero debemos procurar hacerlo cada día. Si nos ponemos las gafas del poema diari diariamente, amente, lo hacemos hábito, y nos hará desarrollar los mecanismos necesarios en el cerebro para incorporarlo en nuestra forma habitual de ver el mundo. Si durante unas tres semanas –lo que tarda aproximadamente el cerebro en adquirir un hábito–, nos esforzamos en ponernos esas lentes y buscar material poético fuera y dentro de nosotros, lo tendremos más fácil para que la costumbre lo integre en nuestra forma de vivir y entender la realidad. Igual que un músculo hay que entrenarlo casi a diario para que se haga más fuerte, la mirada poética hay que ejercitarla para incorporarla a nuestra vida cotidiana. Buscar poemas hasta debajo de las baldosas, como decía Benedetti, nos hace acostumbrarnos a una forma especial de mirar. Como dice Luis García Montero:
Lo más importante para un artista es aprender aprender a mirar. mirar. La poesía nace de una mirada porque los versos, las metáforas, los adjetivos precisos, las palabras mágicas, los juegos y los cambios de sentido son una forma especial de ver el mundo.
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Pero podemos caer en el error de quedarnos solo en el objetivo de educar la mirada poética, poética, sin sin que surja el poema. Sin Sin embargo, el desvelamiento desvelamiento poético del ser va unido a una materialización lingüística concreta. Como las dos caras de una moneda, lo que descubrimos con la realización del poema nos ayudará también a mirar y a descubrir otros. No podemos, sobre todo al principio, prescindir de él. Él será el maestro que nos abra los ojos. Hay que desprenderse de la idea de que un poema debe tener rima o medir un número determinado de sílabas. Es más, podemos realizar si lo deseamos, poemas en prosa, sin versos. El poema no debe encorsetarse en la jaula de la medida. De hecho la mayoría de los poemas contemporáneos son de verso libre. En este método, escribir es lo importante, que las ideas y las imágenes salgan y fluyan sobre el cuaderno sin restricciones. No perdamos de vista que perseguimos un fin terapéutico, como es la educación de la mirada, vivir más intensamente, reconciliarnos con nuestra historia o mejorar nuestro autoconocimiento, entre otras cosas. Crear poemas ayuda a disponernos poéticamente poéticamente ante el mundo, independientemente ndependientemente de que alcancemos alcancemos una excelenci excelenciaa formal o no. Después, una vez que el poema haya nacido, podremos embellecerlo, puli pulirlo, rlo, o dejarlo dejarlo tal y como ha sali salido. Dar bell belleza al poema también también es terapéutico. terapéutico. Descubrimos que la forma da más sentido al contenido, lo multiplica y le saca aspectos que incluso estaban oscuros para nosotros. De forma natural, cada día iremos mejorando nuestra técnica, depurando nuestro estilo. Y seguramente nos entre curiosidad por investigar los recursos literarios e indagar en el lenguaje poético. Estos recursos son naturales en el ser humano. Aliteración, anáfora, hipérbaton, oxímoron, metáfora, alegoría..., son nombres que los seres humanos les hemos puesto a aquellos juegos, giros, repeticiones, o imágenes que surgen espontáneamente cuando escribimos sobre nuestra intimidad. Ellos aparecerán sin darnos cuenta sobre el papel. Al princi principi pioo no hará falta falta conocerlos. conocerlos. Dejemos que fluyan, fluyan, sin sin buscarlos, buscarlos, porque tienen tienen su función en el escrito. Aportan información, crean unas sensaciones especiales en el que escribe y culminan el proceso de autodescubrimiento y sanación. Al transcender el
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lenguaje ordinario, se revelan otros aspectos desconocidos de la realidad misma y de nosotros mismos y ampliamos lo que percibimos rutinariamente a través de los sentidos. Material poetizable encontraremos en todos sitios, solo hay que buscar. Hasta en los detalles más nimios y aparentemente insignificantes hay riqueza. Cuanto más nos adentremos en el paisaje poético, mejor tendremos acostumbrados los ojos a percibir la bell belleza exterio exterior, r, más asombro nos provocará y más gozaremos de una multi multipl pliicación de los sentidos en todos los niveles. Asimismo, también encontraremos material poético dentro de nosotros. Si nos acostumbramos a observar nuestras emociones y reflexiones, mejor podremos distanciarnos sanamente de ellas, ordenarlas y aliviarlas en un papel, facilitándonos la tarea de conocernos, comprendernos y transformarlas en algo bello. Como escribe Fran Muño en un poema:
Una idea para un poema aparece en cualquier parte, a cualquier hora, sin previo aviso. Aparece Aparece en las noticias notici as de la radio, de la televi sión, en los titulares de los periódicos... Surge de los comentarios que se oyen en el autobús, en la panadería, en el bar donde suelo ir a desayunar... Aparece Aparece su amalgama de letras en los momentos más insospechados, en los lugares más imprevistos. Y he de reconocer que siempre me sorprende su encuentro. Pero al principio no es fácil. Parece que escribir un poema al día es una tarea imposible. ¿De qué escribo?, ¿cómo hacerlo?, ¿cómo empezar?, son algunas de las preguntas preguntas que nos haremos. La duda de si me saldrá saldrá al a lgo bello bello o no, de si soy capaz, de
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si voy a encontrar las imágenes... Debemos considerar estas dudas como “basura mental”, puesto que no sirven para nada y encima, nos apartan de lo verdaderamente importante, que es escribir. Lo demás debe considerarse secundario. La primera dificultad es entrenar la mirada y empezar a “ver” temas, materiales para construir el poema diario. Como aún no tenemos entrenados los ojos para eso, nos puede ser muy útil tener a mano una batería de consignas, de comienzos, de citas o libros de poemas de otros autores, que nos sugi sugieran y nos facil faciliten la labor. abor. Este pequeño libro está lleno de sugerencias o ejercicios para empezar el poema cuando no sepamos de qué escribir o cómo empezar. No hace falta empezar por el primero, puede ser escogido al azar, o después de leer unos pocos, elegir el que en ese momento más nos llame la atención o creamos que necesitamos. Todos albergan infinitas posibilidades, pues hemos comprobado que a menudo quienes los realizan, trascienden o transforman el objetivo princi principal pal de la propuesta. Todos tienen tienen su parte terapéutica, terapéutica, pues persig persiguen el desahogo, el autoconocimiento, la capacidad de sublimarlo todo –hasta la propia sombra–, o la capacidad de salirnos fuera y relativizar los problemas. Cuando estemos más entrenados, no todos los días habrá que echar mano de estas consignas, sino que empezaremos a percatarnos de forma natural, de material poético en acontecimientos, reflexiones, emociones intensas, una sorpresa, un pequeño descubrimiento, un hecho inesperado, interesante o agradable, un placer efímero, una pregunta pregunta sin sin respuesta, un sueño, una pesadil pesadilla, un recuerdo que nos haya asaltado, asaltado, una persona, un juego juego de palabras, una imagen que nos haya llamado llamado la atención... atención... Regalar belleza a lo más vulgar, intrascendente o insignificante de nuestras vidas, es elevarla a lo extraordinario. La poesía hace posible esta proeza.
De acuerdo, acuerdo, en el habla coloquial, que no sopesa cada palabra, todos vemos expresiones como “un mundo corriente”, “una vida corriente”, “un hecho corriente”... Sin embargo, en el lenguaje de la poesía, donde cada palabra se cuida, nada es normal y nada es corriente. Ninguna piedra y ninguna nube sobre
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ella. Ningún día y ninguna noche tras de él. Y por encima de todo, ni siquiera la existencia de nadie en este mundo. Wislawa Szymborska
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194 EJERCICIOS
Uno Uno Sigo buscando en los versos eso que todos sabemos sentir. Marwan
Haz un poema que conteste a esta pregunta: —¿Qué busco en el verso?
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Dos En el primer pri mer recuerdo recuerdo de mi infancia siempre aparecen limpias limpi as las estrellas. Alejandro López Andrada
Realiza un poema sobre tu primer recuerdo hermoso.
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Tres Abandona todo, la tierra hueca, el árbol lejano, la hierba que nace en las fotografías, (...) aférrate aférrate (...) (... ) A lo que tienes, a lo que eres, eres, a este universo, uni verso, a este corazón que cabalga en tu pecho, como animal enjaulado. Manuel Moya
Piensa qué vas a abandonar hoy. Y a qué te puedes aferrar, en aquello que nadie te puede arrebatar porque depende enteramente de ti. Haz un poema con esa idea, con la misma estructura del anterior.
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Cuatro En este ejercicio jugaremos con las conexiones que la naturaleza teje entre nosotros y ella misma. Habrá que componer un poema que dote a fenómenos o elementos
naturales de la capacidad de interactuar con nosotros. Por ejemplo: La luna me mira el universo me piensa el pájaro me habla el río me dice que pare: sus ojos de lluvia parecen parecen envidiarme. envi diarme.
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Cinco He aprendido a cerrar los ojos. Y que mil dolores pequeños dañan más que un gran dolor. Martín Lucía
Realiza un poema con aquellas cosas importantes que hayas aprendido a lo largo de la vida.
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Seis De todas formas da gracias por la esencia de ese caos. Agradece lo extraño que ya es todo. F. Benítez Reyes
Gracias por esta piel cantando con sus poros y por la mente que se baña en su propio propio vacío. Gracias por la energía azul escondida en las neuronas y por mis mi s cabellos que cr c recen hacia haci a el ci elo. Gracias pulmones por obligarme a estar satisfecho de la carici cari ciaa del air ai re. Alejandro Jodorowski
Escribe un poema en el que cada verso sirva para agradecer cualquier detalle, cualquier cosa de la que goces, cualquier sensación. Busca en tu vida todo aquello que a veces no valoras o que pasa desapercibido, pero que lamentarías perder.
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Siete Podría haber sido si do volcán montaña furiosa. Abrasada en mi propio propio fuego libre al despeñar barrenos monte abajo arrojar sentimientos chamuscados sin miedos lava color sangre deseo molesto pesadilla cruel crepúsculo que antecede a la sombra fuego libertador dios vengador de mis propios agravios vacío de instintos odiados. Ser volcán ser ceniza. ceni za. Julia Linares
Imagina qué podrías haber sido. Haz un poema con esa idea. Puedes escribir comenzando por “pude haber sido”, o usar el condicional “podría haber sido”, o utilizar el presente “puedo ser”. ser”.
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Ocho A solas conmigo conmi go misma mi sma me armo de nuevo como un rompecabezas. rompecabezas. G. Belli
Haz un poema titulado: “Me reconstruyo”.
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Nueve Con las manos perdidas abrimos la memoria. El poema recorre recorre un continente conti nente toma una habitación, deshace su maleta. García Montero
La vida vi da tiende ti ende túneles que llevan a la infancia. infanci a. Antonio Lucas
Compón un poema con tus recuerdos, con aquello que te venga a la memoria en este momento. Por ejemplo: Recuerdo Recuerdo una infancia i nfancia de columpios, columpi os, un verano sin tiempo contemplando estrellas; buscaba soledad comiendo comi endo atardeceres, atardeceres, soñaba con volar por los tejados.
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Diez Utilizar el verbo ser para etiquetarnos o definirnos o usarlo con los demás, es una tendencia de nuestras estructuras mentales, muy dadas a simplificar y ordenar el mundo. Sin embargo, si lo pensamos y abrimos la mirada, veremos que nadie es, puesto que este verbo encierra un matiz en su definición que nos da idea de inmutabilidad. Todo cambia, nosotros también. La realidad es que estamos más cerca de nos comportamos, o nos
sentimos que de somos. Vamos a intentar cambiar estos diálogos que establecemos con nosotros mismos o con los demás, para identificar las veces que etiquetamos, y para irlos cambiando por expresiones más flexibles y realistas.
El ejercicio consiste en escribir dos estrofas. La primera comenzará con “A veces me comporto...”, asegurándonos de que por cada comportamiento que aparezca, habrá que buscar, antes de continuar, otro opuesto. La segunda estrofa comenzará con “A veces me siento…”, y habrá que hacer lo mismo. Por ejemplo:
A veces me comporto egoístamente, mi ombligo me habla desde su oquedad. Pero Pero otras veces comparto hasta el aliento ali ento y soy capaz c apaz de leer los ojos de aquel que respira a mi lado. A veces me siento si ento pesada, un ladrillo de hieles me llena la cabeza. Sin embargo otras veces, mi cuerpo entusiasmado de poemas engrandece mis jaulas comiendo flores.
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Once Algunas tribus africanas, tienen una tradición bastante interesante. Cada uno de sus miembros adquiere al nacer una palabra-fuerza, secreta, que es pensada o pronunciada cuando es necesaria, cuando necesitan una ayuda extra de su interior. Apoyados en ella, se sienten más capaces de emprender sus objetivos o superar obstáculos.
Escoge una palabra-fuerza, hazla tuya. Haz con ella un poema. Recuérdala en los momentos sombríos.
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Doce Solo aquel que acepta el vértigo se merece las cimas. ci mas. Benjamín Benjamín Prado P rado
¿Qué crees que tienes que aceptar para llegar a la meta que te has marcado? Haz un poema con ello.
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Trece Esto ya ha pasado. Hoy sé saludar a la belleza. Rimbaud Hazte estas preguntas: preguntas:
¿Qué acontecimiento acontecimiento dolor dolo roso ha pasado ya? ¿Qué aprendí aprendí de él? Haz con co n estas reflexiones un poema.
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Catorce Aléjate, abandóname en la sombra, que quiero ser raíz y tierra seca para poder amar este torcido torcido tronco sin luz, a solas y en tinieblas. Carlos Bousoño
Escribe un poema donde pidas que se alejen los obstáculos que te impidan cumplir algo que desees.
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Quince Lo delicado deli cado y lo exuberante infinitos son los brillos, las aguas fluyen, densa y salvaje la primavera ocupa si te retiras a la profundidad profundidad del valle es posible que aparezca la beldad cargado está el árbol de melocotones esmeralda y a la orilla ori lla del agua todo es brisa, bri sa, todo es sol sombras de los sauces, recodos del camino cami no pájaros pájaros que en bandadas se aproximan persigue todo eso, adelántate más allá del intelecto está lo genuino acuérdate siempre porque entonces con lo viejo, lo nuevo construirás. Si Kongtu,
Las veinticuatro vei nticuatro categorías de la poesía Escribe un poema donde reflexiones sobre qué puedes construir (lo nuevo) a partir de lo que ya tienes (lo viejo). Intenta destacar la continuidad que hay entre el pasado y el futuro, busca sus conexiones.
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Dieciséis MAYO MAYO Dejé una guirnalda de flores flores blancas y rojas entre entre tus manos, y desde allí, jugando con las ramas de tus dedos, trepándote trepándote se te subió a la cabeza y arraigó bajo tu pelo. Ahora, cada vez que nos encontramos, una suave calidez se enciende en tus mejillas de blanca arena. Jaime Jaime Covarsí
Escribe un poema que lleve por título el nombre de un mes. Puedes asociarle algunas características de la naturaleza. Inserta un deseo o un recuerdo. Puedes probar a escribir uno por cada mes del año.
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Diecisiete Fue una noche como esta. Estaba el balcón abi erto igual que hoy está, de par en par. Me llegaba el denso olor del río cercano en la oscuridad. Silencio. Gil de Biedma
Cuenta en un poema una anécdota importante en tu vida y las sensaciones o emociones que te produjo.
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Dieciocho Una vez solo es la vida. Apúrala con calma, con hambre, enajenado, distante a la idiotez, idi otez, altivo si es preciso, preciso, abraza la penumbra, no huyas la tristeza, sé fiel fi el a la lujuria, no temas la renuncia. Apúrala en silencio, si lencio, jamás con abandono. Que nunca sea el recuerdo de un nunca pudo ser. Antonio Lucas
No mir mi res atrás y a orillas de otro otro río hazte un columpio. Pon cuerdas nuevas. Sé labradora de tu trapecio. Deja a la luna y su influjo balancéate a tu antojo. Escoge tú el río. Cierra las puertas antiguas y entra vacía en tu fresca casa. Tira trastos añejos al cuarto de atrás ponle candados allí entre rejas rejas y
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sal al cir ci rco nuevo que te espera. Julia Linares
Compón un poema que esté lleno de consejos para ti mismo o para alguien que creas que puede necesitarlos.
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Diecinueve Acaso olvides olvi des la lenta palmera que oscila en la noche, el crujido del hielo o el ojo del ciclón (...) Acaso olvides olvi des todo. No olvides, olvi des, sin si n embargo, que un día llegas, que un día te marchas. Manuel Moya
Realiza un poema con estos dos comienzos: “Acaso olvides...” y “No olvides, sin embargo, embargo, ...”.
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Veinte En la percha del tiempo ti empo colgaré ese traje descosido, mi cuerpo. cuerpo. Manuel Andújar
Haz un poema donde expliques qué colgarías “En la percha del tiempo”.
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Veintiuno Pegar la frente a la pi edra fría de astros, perfumada de azahar, de primavera. ¿Qué importan las demás cosas? Quedarse inmóvil aquí, en la soledad más honda. Hasta que todo se apague y la fuente del olvido olvi do se desborde por el air ai re… Ricardo Molina
Haz un poema que empiece por “Pegar la frente a la piedra”. A continuación describe cómo es esa piedra y qué estado puede provocarte.
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Veintidós Caminata
Por el lado oscuro oscuro de la luna un tiempo caminé. Había dudas de dolor intenso en cada encrucijada. Pero Pero luego la noche se deshizo deshi zo como luz en el agua. Y estuve presto a ver el ángel que vigila la vida de las cosas. Me fue dado compartir la calma de los álamos blancos, renacidos. Pablo Guerrero
Escribe un poema en el que describas en primera persona cómo se te desvela un paisaje o una idea a medida que recorres un camino.
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Veintitrés ¿Qué le pedirías a tu cuerpo que te regalara? Haz un poema que responda a esa pregunta. Por ejemplo: Quisiera que mi cuerpo me regale la posibilidad del fuego en mis entrañas la eternidad de la nieve cuando sangre, la versatilidad ancha de mis ríos. Quisiera que mi cuerpo me regale un reloj parado en las paredes de las venas que recorren mis caminos un llanto cuando duela una mueca de amor y una entrada al cir ci rco de mis mi s ojos para siempr si empre. e. Reyes Adorna
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Veinticuatro ¡Qué ruido sin voces! ¡qué sol sin astro! ¡ay, qué alegría triste! ¡qué desierto tan lleno y tan sin sombra! Juan Ramón Jiménez Jiménez La antítesis es un recurso muy poderoso y expresivo. Haz un poema donde
describas tu estado de ánimo partiendo de ideas contrapuestas.
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Veinticinco —Escribir —Escribi r un poema es intentar i ntentar desatarse, adivinar en qué mano está la moneda –dije yo–. Tú mirabas el sol igual que un fuego encima de la isla y yo dije: –La poesía empieza empi eza cuando ya has olvidado qué es lo que te asustaba pero pero aún tienes ti enes miedo. mi edo. Yo veía las torres blancas. Tú dijiste: –Es raro, nos gustaría huir pero pero nadie nadi e nos sigue. si gue. Benjamín Benjamín Prado P rado
En esta propuesta, habrá que recrear un diálogo importante o interesante que hayas mantenido con alguien, transformándolo en poesía.
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Veintiséis En cualquier cualqui er lugar, lugar, en e n cualquier cualqui er momento se vuelve a producir el mi lagro. lagro. La impacienci i mpacienciaa vence al miedo en esa batalla por conseguir un mérito que nunca será arrebatado. (...) Siempre en cualquier lugar, en cualquier momento hay un niño que logra montar en bicicleta. Fran Muño
Busca un “milagro” que se haya producido hoy. Haz con él un poema.
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Veintisiete Galerías del alma ¡El alma niña! Su clara luz risueña; y la pequeña historia, histori a, y la alegría de la vida vi da nueva. ¡Ah, volver a nacer, y andar camino, ya recobrada la perdida perdida senda! Y volver a sentir en nuestra mano, aquel latido de la mano buena de nuestra madre y caminar en sueños por amor de la mano que nos lleva. Antonio Machado
Escribe un poema donde imagines cómo son las galerías del alma y con quién quisieras recorrerlas cogido de la mano.
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Veintiocho Cosas que hacer en otra vida antes de que me olvide como en esta darle una patada en el culo a más de cuatro ir a un concierto tan fumada (...) bailando puro trompo borrachita de amor. Luisa Luisa Futuransky
Realiza un poema con aquellas cosas que harías en otra vida.
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Veintinueve Anuncios
Se traspasa afectividad por cese de negocio. Pecho reformado, mucha luz, calefacción central, autoestima. Negociable. Vacío… Busco amor de segunda mano, todo terreno. terreno. No importan i mportan kilómetr ki lómetros os psíquicos. psíqui cos. Sufro bien y al contado. Belén Reyes
Redacta en forma de poema un anuncio original sobre cualquier cosa que creas necesitar, con ese toque de ironía de Belén Reyes.
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Treinta A lo peor se te muere la pena por la mitad. No se la des al cuchillo. cuchi llo. Ponla en el viento vi ento a volar. volar. Los pájaros pájaros de la pena necesitan liberta li bertad. d. Rompe la jaula en tu pecho, y no dejes de llorar. llorar. L. Álvarez Lencero
Haz un poema donde describas qué saldría de tu pecho si se rompiera o qué dejarías marchar.
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Treinta y uno VEO, VEO. Y tú ¿qué ves? No veo. ¿De qué color? No veo. El problema no es lo que se ve, sino el ver mismo. mi smo. La mirada, no el ojo. Antepupila. El no color, color, no el color. color. No ver. ver. La transparencia. transparencia. José Ángel Valente
Haz un poema donde celebres ser capaz de sentir (aunque a veces pueda ser doloroso). Escribe una celebración a las emociones.
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Treinta y dos Para llegar aquí necesi té recorrer sombras y atravesar sigilos. si gilos. Alejandro López Andrada Responde a esta pregunta en un poema:
¿Qué necesité para llegar aquí?
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Treinta y tres Confieso que quería que me crecieran alas y perder la cabeza. Confieso que he olvidado para qué. ¿Por qué alas y una cabeza perdida? Ámame porque no pasa nada Leonard Cohen
Realiza un poema cuyas estrofas comiencen por Confieso.
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Trein re inta ta y cuatro c uatro La vida vi da un barco negro negro que anochece contra cuyo vaivén la muerte imprime su obstinado obsti nado revuelo de puñales. Antonio Aparicio
Haz un poema donde describas qué es la vida para ti, asociándolo a un objeto, como un barco.
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Treinta y cin c inco co Meditatio Meditati o mortis morti s Sintióse luego el hombre con predisposición para pronunciarse, pronunciarse, aunque solo fuera interiormente. i nteriormente. Y rogó, entonces, para sí: “Oh, muerte, ven a mí. Susurra a mi oído mientras avanzo. Que el temor que despiertas inunde mi inteligencia, i nteligencia, mi corazón corazón y mi brazo. brazo. Al menos nos despiertas, sí, los ojos como platos, avizor el espíritu, que se aposta para rozar con sus manos de polvo y sus labios de cera la tierra que piso, el sendero que abro. En mi caminar, caminar, brota de mis mi s entrañas, sé tú vientr vi entree fecundo, siega amable de mis días, desbroza mis noches de impurezas. Oh, muerte, ya llega. A ti yo me abandono, me entrego en existencia. Requiescat in vita. Así sea”. Jaime Jaime Covarsí
Escribe un poema en el que te dirijas a un ser superior o a una emoción que sea recurrente.
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Treinta y seis Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad. Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco. Que no se enoje la felicidad por considerarla mía. Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria. Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo. Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero. Perdonadme, Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa. (...). Wislawa Szymborska
Realiza un poema cuyos versos comiencen igual que los del poema anterior, “que me disculpe...”, “que no se enoje...”, “perdonadme...”, etc.
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Treinta y siet s ietee En la verdad donde el camino se bifurca para distintas di stintas vidas v idas de tus pasos, vacila una amapola. Ella, una llamita apenas, te salvará. No hay sol que la marchite. José Luis Vidal Carreras Responde a esta pregunta y haz con ella un poema:
¿Qué te salvará?
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Treinta y ocho Acaso vivi vi virr es empezar de cero. A. J. Sánchez
Si necesitas empezar de cero, escribe un poema que refuerce esta idea y que hable de cómo vas a hacerlo, de qué recursos personales dispones.
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Trein re inta ta y nueve La Muerte de rodillas mana. Su sangre blanca que no es sangre. Se huele a garantía. Pero Pero ya me quiero reír. reír. César Cés ar Vallejo
Escribe un poema donde te rías de una sensación o emoción que te angustie o desespere.
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Cuarenta Lo había perdido todo: amor, familia, bienes, esperanza, y me decía casi sin tristeza: ¿No es hermoso, por fin, vivir sin miedo? Ángel González
¿Hace falta que te quiten todo para vivir sin miedo? ¿Es el miedo a perder el más grande de los miedos? ¿Qué harías si pudieras vivir sin tu más feroz temor, y a costa de qué? Haz con esta última pregunta un poema.
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Cuarenta y uno Soñar con el día que no tengas que necesitar nada. No tener hambre, ni sed, no saber qué es cada cosa no reconocer los colores ni el significado signifi cado de las palabra palabras. s. Soñar con ser una bola traviesa de un árbol de navidad un grano de arena o una posibilidad en un buzón. Una improvisación en un encuentro. Soñar con haberlo olvidado todo y haber domesticado domesti cado una buena razón. Miriam Nisa
Haz un poema con los sueños que te gustaría soñar hoy.
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Cuarenta y dos El silencio si lencio ese abismo abi smo ese mágico hueco donde no pasa nada y el pasado se anula. Mario Mario Benedetti
¿Qué es para ti el silencio? Realiza un poema con él.
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Cuarenta y tres Debido al tiempo ti empo se dobla mi espalda. Debido a mí, todo trabajo carece de altura. Decidió Deci dió el alma partir parti r y le dije: ¡no partas! Dijo: ¿qué hago?: la casa se derrumba. Omar Jayyam
Imagina que la casa de tus sentimientos se derrumba y tu alma decide abandonarte. Intenta escribir un poema en el que convenzas al alma de que permanezca: ofrécele razones para que lo haga.
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Cuarenta y cuatro Autobiografía
Mi pecado es terrible: terri ble: quise llenar de estrellas el corazón del hombre. Marcos Ana
Escribe un poema que comience por “Mi pecado es terrible:”. A continuación puedes describir un sueño que desees para el hombre, algo que creas que debe cambiar a tu alrededor.
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Cuarenta y cinco Descanso iluminado, i luminado, ni fiebre ni languidez, en cama o en el prado. Amigo ni ardie ardiente nte ni débil. Amigo. Amada ni torturadora ni torturada. Amada. Aire y mundo de ningún ni ngún modo buscados. Vi da. —¿Era, pues, esto? —Y el soñar refresca. refresca. Arthur Rimbaud
Haz un poema donde describas diversos elementos o emociones negándoles algunas características que no desees que posean.
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Cuarenta y seis Cae la tarde. El viento agita el parque mustio y dorado... ¡Qué largamente ha llorado toda la fronda marchita! Antonio Machado
Deja hablar a la tristeza en este poema. ¿Qué tiene que decirte?, ¿qué le dirías tú a ella?
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Cuarenta y siete El miedo, mi edo, decrépito, decrépito, infantil, peor que lo temido. Carlos Barral
Ahora deja hablar al miedo. ¿Qué tiene que decirte?, ¿qué te contestaría?
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Cuarenta y ocho Así recuerda recuerda el viento vi ento que caminas tras una sola sombra en el otoño. Gonzalo Munilla
Haz un poema respondiendo a esta pregunta: “¿Qué recuerda el viento?”.
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Cuarenta y nueve Realiza un poema con todo aquello que te ha faltado hoy, y todo aquello que te ha sobrado. Por ejemplo: Hoy me han faltado minutos para mirar mi rar más de cerca, cerca, más lento. Me han faltado montañas que escalar, escalar, hacer una llamada, ordenar un cajón, queso en la nevera, un viaje en barco, lanzar abrazos a los árboles caídos. Pero, Pero, sobre todas las cosas, me han faltado las gafas del poema: Para ver no lo que me falta sino todo lo que me sobra. Reyes Adorna
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Cincuenta Por miedo mi edo a hogueras infernales i nfernales o por codi cia de orgasmos celestiales, deja de afirmar que el nacimiento de tu alma sucede en el futuro. Ahora es cuando debes convertir tu sufrimiento sufri miento en arpa y hacer fructificar tu saco de comienzos. Acepta las leyes dictadas por anquilosados anqui losados enjambres, enjambres, pero pero en tu mente y en tu corazón queda libre de pensar y amar lo que en ti florezca. florezca. ¡Sé lo que das y no lo que los otros quieren que conserves! No te preocupes. Si hay un futuro blanco o un futuro negro, negro, no necesitas saberlo ahora. No desdeñes el presente presente por un porvenir embozado. A. Jodorowski
Realiza un poema que se titule: “Acepto”.
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Cincuenta y uno Mis ojos miraban mi raban en hora de ensueño la página blanca. Rubén Darío
¿Qué poema escribirías si fueses una página en blanco?
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Cincuenta y dos Si los años me dejaran si la vida vi da no insiste, i nsiste, si el mar siguiera si guiera armonioso y el árbol verde. Si mis pies no fueran por caminos tortuosos, si mi mente no quedara estanca de pesadillas llena. Si hoy fuera el día cero, de la hora cero el primero y el último. Abandonaría mi gesto serio cuando el enfado amarga mi día. La sonrisa sonri sa sería mi baluarte. Julia Linares
¿Qué harías si la vida te dejara hacer? Escribe un poema sobre esta pregunta.
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Cincuenta y tres La nube que trae un viento vi ento las palabras que traen pena, otras palabras las limpian, otro viento se la llevan. P edro Sal Sa linas
Escribe un poema donde presentes algo que te produzca tristeza y, a continuación, añade algo que pueda conseguir que desaparezca.
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Cincuenta y cuatro Revive escenas del pasado como si estuvieras ahora mismo allí, contándolo en condicional. Por ejemplo: Entraría corriendo tras la cancela iría el sonido del cerrojo tras de mí, andaría crujiendo hojas secas con mis pasos, las nubes sonreirían mi inocencia. Escucharía a los mayores hablar del almuerzo, contaría las losetas jugando a saltarlas lloraría un amor mientras escribo, pediría deseos a la semilla del kalanchoe. Subiría a la azotea a abrazar grandezas coleccionando atardeceres y horizontes anaranjados, el calor invisible, invisi ble, el frío no importa, como si el espacio no tuviese fronteras en mi cuerpo y el tiempo aún no me hubiera presentado presentado sus respetos.
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Cincuenta y cinco Un poema, inventor del silencio, inventor de la nieve. Leopoldo María Panero
Responde a esta pregunta mientras escribes: ¿Qué inventa hoy el poema?
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Cincuenta y seis A medida medi da que el tiempo te rodea te vas acostumbrando a que te roben digamos tu mejor melancolía el frulete de tu curiosidad tu borrador de amor correspondido. Benedetti
Haz un poema, que hable de lo que te ha robado el tiempo y de lo que te ha regalado.
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Cincuenta y siete Cuando empieza a doler entonces escribo. Cuando lleva un tiempo doliendo entonces escribo. Cuando deja de doler entonces escribo. Cuando no duele nada entonces escribo sobre cuando empezaba a doler, cuando llevaba un tiempo doliendo o cuando dejaba de doler. Marwan
¿Qué te hace escribir?
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Cincuenta y ocho Hasta qué embarazosa pesadez y crasa corpulencia corpulenci a mi amor había crecido a no ser por lo que hice a fin de aligerarlo y mantenerlo bien bi en proporci proporcionado, onado, que fue ponerlo a dieta y hacerlo alimentarse de lo que menos sufre el amor: discreción. John Donne
Escribe un poema donde expliques la dieta espiritual a la que piensas someterte.
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Cincuenta y nueve Mar de oídos atentos, ¿qué te diría di ría la piedra? pi edra? Julio Cortázar
¿Qué nos diría un elemento de la naturaleza si pudiera hablar?
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Sesenta Para borrar tu nombre, ardiente cuerpo que en la tierra aguardas como un dios el olvido, aquí te nombro, límite de una vida, aquí, preciso cuerpo que ardió. No tumba: tierra libre. Vicente Aleix Aleixand andre re
Intenta borrar sensaciones pesarosas o emociones negativas nombrándolas. Escribe su epitafio o describe su entierro.
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Sesenta y uno Al cabo, son poquísimas las cosas que de verdad importan en la vida: poder querer a alguien, que nos quieran qui eran y no morir mori r después de nuestros nuestros hijos. hi jos. Amalia Bautista
Haz un poema con las cosas que de verdad te importan.
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Sese Ses e nta y dos Devuélveme los ojos hace tiempo ti empo extraviados. extravi ados. Jonh Donne
Realiza un poema con dos estrofas. La primera empezará por “Devuélveme”; la segunda por “Quédate con”.
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Sesen Sese nta y tres DA CAPO Coge el agotado corazón como un guijarro y arrójalo lejos. Ya no queda nada. Ya la última onda se extingue en la maleza. Al volver a casa, corta zanahorias, cebollas, apio. api o. Dóralos en aceite acei te antes de añadir lentejas, agua y hierbas. Añade luego castañas asadas, un poco de pimienta, pimi enta, sal. Por último, últi mo, queso de cabra y perejil. perejil. Come. Puedes hacerlo, créeme, es legítimo. legíti mo. Vuelve a empezar de nuevo la historia de tu vida. Jane Hirshfield Hirshfield
Imita la estructura y el tema de este poema. Termina con la misma frase.
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Sese Ses e nta y cuatro cuatro Nunca sabré quién qui én soy perdido perdido en no sé dónde que siempre está de más. Jesús Delgado Valhondo
Escribe un poema donde te reconcilies con la sensación de estar perdido. Averigua qué puede tener de beneficioso ese estado.
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Sese Ses e nta y cinco cinco Escribe un poema que empiece por: “Me reconcilio con”, en el que pienses con qué sensaciones, palabras, personas, deseos, insatisfacciones, o emociones, quieres reconciliar eco nciliarte te hoy ho y.
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Seten Sete nta y seis Contesta con un poema a esta pregunta: ¿Qué quieres borrar del mundo? P or ejemplo:
Borro Borro del mundo la sonrisa falsa el oído ausente las manos que rompen. Reyes Adorna
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Sesen Sese nta y sie sie te Si el poeta es un poeta de verdad, tiene que repetir sin descanso no sé. Wislawa Wislawa Zsimborska
Compón un poema de dos estrofas. La primera deberá empezar por “No sé”. La segunda por “Sin embargo sé...”.
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Sesenta y ocho Te escribo para pasar la mano sobre sobre tu pelo, y seguir segui r, seguir segui r y embadurnarme todo con la roja tinta de mis dedos y volver a empezar. empezar. Antonio Mora
Escríbele a una persona a la que te apetezca escribir. ¿Para qué vas a escribirle? Puedes comenzar como este poema: “Te escribo para...”.
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Sese Ses e nta y nue nue ve ¿Qué vas a hacer en este momento con ese pensamiento inútil que te hace sentir mal? Haz un poema con él. Por ejemplo: A este pensamiento pensami ento lo meteré despacio en una maleta con candado firme, lo llevaré al aeropuerto de ideas caídas, creencias ancianas, basura mental. Desde allí viajará vi ajará a ese lugar donde habita habita lo inservible. Reyes Adorna
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Setenta Uno tiene deseos de agradecer la vida, de bilocarse a veces y estar, mejor, quedarse. Ser en todas las cosas. Encabalgar los versos Humanos y divinos di vinos sin apegarse a nada Y después no quedar más de ti que otra manera De ser hombre a través del destino ineluctable. Carmelo Guillén
Realiza Realiza un poema que co mience por “Uno “Uno tiene deseos de...”.
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Setenta y uno Conviene retirarse tenuemente del espectáculo al que nunca se ha accedido, filtrar debajo de las puertas la forma leve de tu sombra, no asomarse a la Historia con banderas como si la Histor Hi storia ia existiese en algún reino, reino, caer del aire, disolverse como si nunca hubieras hubi eras existido. exi stido. José Ángel Valente
Responde en un poema esta pregunta: ¿Qué crees que te conviene en estos momentos?
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Setenta y dos Piso tesoros. tesoros. Jorge Guillén Cada día pisamos tesoros allá por donde vamos, sin darnos cuenta. Realiza un poema
con esta idea. Otra idea para un poema puede ser escribir dos estrofas. Una, que comience por “No quiero pisar”, y otra por “Quiero pisar”.
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Seten Sete nta y tres Lo siento: si ento: tengo prisa. pri sa. Tengo Tengo ganas de estar e star libr li bree de mi prisa, tengo prisa pri sa por acostarme y levantarme sin si n decirme: deci rme: adiós, adi ós, tengo prisa. Octavio Paz
Realiza un poema titulado “Desacelerando”.
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Sete Set e nta y cu c uatro ¿Con qué tienes que aprender a vivir? ¿Sin qué tienes que aprender a vivir? En un poema con dos estrofas, cada una para cada una de estas preguntas, escribe sobre ello.
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Sete Set e nta y cinco cinco Cada día me digo, susurrando, mantén el equilibrio. Todo acecha, todo asusta, tu vida entera pende de un frágil hilo y de un azar infinito. Amalia Bautista
Realiza un poema que comience por: “Cada día me digo”, con aquellas propuestas de cambio que resuenan en ti cada día.
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Seten Sete nta y seis La realidad es un manojo de poemas sobre los cuales nadie nadi e reclama derechos derechos de autor. Debajo de cada piedra, de cada baldosa, se esconde un poema. Mario Mario Benedetti
La poesía huye, a veces, de los libr li bros os para anidar ani dar extremos, en la calle, c alle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros... Joaquín Sabina
¿Dónde has has encontrado encontrado hoy un poema?
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Setenta y siete Olvidar. Olvidar todo. Abrir al día las ventanas. José Ángel Valente
Realiza un poema que empiece por “Olvidar”, con todas aquellas cosas que te gustaría depositar en el olvido, pero con las que hay que aprender a vivir.
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Setenta y ocho La soledad puede ser un deseo y en ocasiones una penitencia peni tencia o una isla con náufragos y sin árboles. M. Benedetti
Realiza un poema con las ventajas de la soledad.
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Sete Set e nta y nue nue ve Debes amar la arcilla arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura, y si no, no la emprendas que será en vano, solo el amor alumbra la maravilla, maravi lla, solo el amor convierte en milagr mi lagroo el barro. Silvio Rodríguez
Realiza un poema con aquellas cosas que en la vida hay que aprender a amar, aunque no sean agradables.
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Ochenta Oh mi yo, oh vida de sus preguntas que vuelven del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios ¿qué hay de bueno en estas cosas? Respuesta: Que tú estás aquí, que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama y que tú puedes contribuir contri buir con un verso... verso. .. ¡que prosigue el poderoso poderoso drama y que tú puedes contribuir contri buir con un verso! Walt Whitman Después de leer este poema, el profesor Keating, en la película El club de los poetas preguntó: muertos, preguntó:
—¿Cuál es tu verso? Ahora te lo preguntamos a ti. Escribe un poema con ese verso que te pertenece y que en este día te define.
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Ochenta y uno Deja a todo llevarte hasta una paz sin bordes. José Luis Vidal Carreras
¿Qué vas a dejar hoy que te lleve? Escribe un poema con esa idea.
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Ochenta y dos Y ese es el milagro: aceptar que un hombre pasa por la tierra sin más mercancía que su paso. Que lentamente va entendiendo la corteza de las cosas, pero no siempre su adentro. Y aun así sobrevive. Y alcanza otra mañana. Antonio Lucas
Realiza un poema con esta idea: Sobrevivo, a pesar de todo.
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Ochenta y tres Están presente y pasado presentes presentes tal vez en el futuro, y el futuro en el pasado contenido. Si está eternamente presente el tiempo todo, todo el tiempo es irredimible. T. S. Eliot
Reflexiona sobre la continuidad del tiempo y trata de escribir un poema donde desveles el futuro partiendo del pasado que has vivido.
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Ochenta y cuatro Si pudiera elegir, elegir, escribiría escribi ría sobre sobre las alas lentas del verano. Gonzalo Gonzalo Escarpa
¿Qué harías, pensarías, sentirías... si pudieras elegir? Haz un poema con ello.
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Ochenta y cinco Qué terrible destino escribir en la arena, donde el viento se lleva las palabras y, las olas, empujadas por la marea, vuelven a su cauce la vacuidad, sin huella ni memoria. José Antonio Cáceres
Imagina que estás sentado del mar y ves cómo las olas van limpiando la orilla. Escribe un poema donde expliques qué te gustaría que fueran limpiando las olas delante de ti.
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Ochenta y seis ¿Qué harías si pudieras? Escribe un poema con la anáfora “Si pudiera...”, o al menos que comience por estas palabras. Por ejemplo: Si pudiera iría de viaje vi aje a la luna montada en transatlántico. Abrazaría a los niños ni ños que tienen ti enen déficit de abrazos, abrazos, regalaría números a las letras y letras a los números, números, descansaría de perseguir, perseguir, me comería una estrella. Reyes Adorna
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Ochenta y siete Me arrepiento de haberme desecho de mis antiguas gafas (más o menos cuatro o cinco si mal no recuerdo), recuerdo), pues ahora mismo mi smo me pondría frente a un espejo y me las colocaría una tras otra. Fran Muño
Escribe un poema con tus arrepentimientos, en tono de humor si lo deseas. También puedes escribir un poema que empiece por: “Me perdono”, con todas aquellas cosas que vas a permitir perdonarte a partir de ahora.
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Ochenta y ocho Tal vez amar es aprender a caminar por este mundo. Aprender Aprender a quedarnos quietos qui etos como el tilo y la fábula. Aprender Aprender a mirar mi rar.. Octavio Paz
Escribe un poema sobre tu idea de lo que es amar.
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Ochenta y nueve Yo no quiero volver a caminar en dirección contraria a la belleza ni que en mi mesa se sirva el agua sucia del conformismo no quiero reclamarte el desescombro. Marwan
¿Por dónde no quieres volver a caminar? Haz un poema respondiendo a esta pregunta.
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Noventa Trato de comprender por qué me siento libre en la jaula de un pájaro. Lauren Mendinueta Mendinueta
Realiza un poema que comience como este: “Trato de comprender...”.
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Noventa y uno Mi vida os la puedo resumir en dos palabras: un patio y un trocito de cielo ci elo por donde a veces pasa una nube perdida y algún pájaro huyendo de sus alas. Marcos Ana
¿Puedes resumir tu vida en dos palabras?
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Noventa y dos Cuántas veces me mataron cuántas veces me morí, sin embargo embargo estoy aquí resucitando, gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque porque me mató tan mal que seguí cantando. María Elena Walls
Realiza un poema titulado “Renacer”.
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Noventa y tres Ahora la Peste, emperatriz terrible viene contra nosotros en persona, su opulenta cosecha derramando; y día y noche en nuestras ventanas la guadaña mortífera resuena. ¿Qué podemos hacer? ¿Quién nos ayuda? Alexander Pushkin
Imagina que viene la Tristeza o la Pena, como si fuera la Peste del poema anterior. Intenta responder las preguntas del poeta ofreciendo soluciones para superarlas.
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Noventa y cuatro Si voy a seguir viviendo (...) Planeo el mundo, segunda edici edi ción. ón. Wislawa Zsymborska
Realiza un poema que comience por: “Si voy a seguir viviendo...”.
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Noventa y cinco ¿Qué te ha permitido hoy la vida? Haz con la respuesta un poema. Por ejemplo: Hoy la vida vi da me ha dejado ganarle la batalla al hambre, hambre, poner mis mi s pies pi es en el suelo que estático se ha mantenido firme. Hoy la vida vi da me ha dejado leer palabras en un libro y entenderlas, hacer un poema y celebrarlo, recoger la mesa, hacer mi cama. Hoy la vida vi da me ha dejado respirar, respirar, sentir mi cuerpo sin si n que casi nada duela, responder a una mirada, gozar de un día más en el calendario. calendari o. Reyes Adorna
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Noventa y seis Quien alguna vez supo mirar una tormenta conoce nuestra historia. Benjamín Benjamín Prado P rado
Escribe un poema con lo que te sugiera este fragmento de Benjamín Prado.
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Noventa y siete A veces no es que el mundo sea triste sino que son los ojos los que albergan la tristeza con que lo miro. Marwan
¿Qué gafas te has puesto hoy para mirar el mundo? Descríbelo en un poema.
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Noventa y ocho Antes de embarcarme en ser ilusión compartida compartida conviene aprender aprender a quedarse solo. Luis Luis García Montero
Escribe un poema con aquellas cosas que puedes hacer en soledad y que te hacen sentir bien.
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Noventa y nueve Con cada dolor algo nuevo se aprende. Con cada pérdida, nos volvemos más sabios. David Hernández Sevillano
¿Qué has aprendido del dolor? ¿Te ha enseñado algo? Escribe un poema donde le des las gracias por todo lo que te ha enseñado y despidiéndolo amablemente.
124
Cien Existo como soy, eso basta, si nadie en el mundo lo sabe me siento contento. Y si todos y cada uno lo saben me siento contento. Walt Whitman
Escribe un poema titulado “ Existo Existo ”.
125
Ciento uno Espérame cuando vistas tu soledad de gala para celebrar lo que nunca vuelve. Alejandro P edrejosa
Escribe un poema de amor que comience por “Espérame”.
126
Ciento dos ¿Qué es lo que me encuentro hoy en: cualquier objeto, cada canción, y en todas las fragancias fraganci as impr i mpregnadas? egnadas? Los días contienen conti enen siempr si empree algo escondido. escondi do. Fran Muño
Escribe un poema con esta pregunta: ¿Qué esconde este día?
127
Cie Cie nto tres t res En los tiempos ti empos oscuros habla de los tiempos oscuros. Ese es el desafío: mira también la noche cara a cara. Ángeles Mora
¿Cuál es tu desafío? Escribe un poema con él.
128
Ciento cu c uatro El amor que transforma la ceniza ceni za en madera. Benjamín Benjamín Prado P rado
Escribe un poema cuyos versos tengan esta estructura, en la que cuentes cómo el amor transforma. Puedes también hacer cada verso usando otros sustantivos abstractos con la amistad, la ternura, la delicadeza, la voluntad, etc.
129
Ciento cin c inco co Alumbramiento Alum bramiento
Primero abrí los ojos para deslumbrarme de luces blancas como leche reciente, de luces blancas como nieve herida. Después cerré los ojos para ver si existe exi ste un sol dentro de mí que deslumbrara inundándolo todo de agua viva. Acaso así volverán a ser nuevas todas las horas de mis pensamientos, todas las estaciones de mis días. Pablo Guerrero
Escribe un poema que te permita describir tu interior usando elementos exteriores de la naturaleza. Puedes centrarte en una sola emoción o hacer una descripción descripción más exhaustiva.
130
Cie Cie nto seis se is Cuánto tiempo necesita tu pasado para hacerse pájaro y huir hui r. Antonio Lucas
Con la idea contraria de la propuesta anterior, elabora un poema que recoja el consejo de mirar hacia adelante, porque ya llevamos, inútilmente, demasiado tiempo obser o bservando vando el pasado. pasado.
131
Ciento siete ¿Qué te ofrezco, me dices para que en tus brazos pueda vivir vivi r momentos momentos felices y acariciar acari ciar los matices mati ces de tu tez de rosa y seda? ¿Para anegarme en la loca luz que rutila en tus ojos; para calmar con mi boca esta sed que me sofoca de amor, en tus labios rojos...? ¿Para en tu faz no observar un desdén que no merezco, para poderte adorar, adorar, peregrina peregrina hija de Agar, Agar, me dices que qué te ofrezco...? Miguel Miguel Hernández Herná ndez
Realiza un poema dirigido a alguien, donde le expreses qué le ofreces. No tiene por qué ser una persona.
132
Ciento och oc ho Al ladrón se le olvi dó la luna en la ventana. Ryô-Kan
Realiza un poema con todo aquello que nunca te podrán quitar pase lo que pase.
133
Ciento nue nue ve Me importa i mporta un pito pi to que las mujeres mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una i mportancia i gual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! –y en esto soy irreductible– no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Oliverio Girondo
Haz un poema que empiece por: “Me importa un pito...”.
134
Ciento diez Otro tiempo vendrá distinto a este. Ángel González
Compón un poema po ema que hable de ese tiempo. tiempo.
135
Ciento once La tristeza tri steza no es una maldición es un río de luz una nube, un sabor un deseo. M. Benedetti
¿Qué cara tiene la tristeza? ¿Cómo puedo consolarla? Escribe un poema que consuele a tu tristeza.
136
Ciento doce Una noche te dije: –Quien no tiene secretos nunca tendrá piedad. Llovía, pero abriste una ventana. La tormenta era azul dentro dentro del bosque. La mancha roja de las rosas se extendía por el corazón de los jardines. Y el mundo era un mundo de otra época: como la vez que estábamos en una casa abandonada viendo un incend i ncendio io antiguo. Benjamín Benjamín Prado P rado
Escribe un poema que comience con una frase importante que le hayas dicho a alguien en tu vida.
137
Cie Cie nto trece tre ce Uno no sabe nunca de qué semilla ha de nacer el árbol fuerte, o si pasado el arroyo se aquieta el peligro o se acabarán las llanuras, sobre sobre los cerros y los abedules. Manuel Moya
Realiza un poema que comience por: “Uno nunca sabe...”.
138
Ciento catorce Cuando estés triste ponte a cantar, cuando estés alegre, a llorar. Cuando estés vacío, de verdad vacío, ponte a mirar mi rar.. Jaime Siles
Realiza un poema donde digas lo que vas a hacer cuando te sientas vacío.
139
Ciento quince Ayer recorrí recorrí el monte que domina y amamanta el pueblo donde ahora vivo. Paco Cifuentes
Habla de un acto que hayas realizado ayer, aparentemente insignificante. Haz un poema con él.
140
Ciento dieciséis Los enemigos enemi gos tienen ti enen de bueno que nos machacan la cobardía nos dan vergüenza en la vergüenza y desconfianza desconfi anza en la confianza. M. Benedetti
Escribe un poema con aquello que te han enseñado tus enemigos. No tienen por qué ser personas.
141
Cie Cie nto diecisiete iecisiet e Con los versos se forman palabras con los versos y su concavidad se forman corporales las palabras que no podríamos decir. José Ángel Valente
Escribe en un poema aquello que nunca hayas podido decir.
142
Ciento diecioch iec iochoo Vamos a hacer limpieza general. (...) Las que evitamos evi tamos encontrarnos porque nos traen los recuerdos más amargos, los que nos hacen daño, ocupan sitio o no quisimos nunca tener cerca. Amalia Bautista
Realiza un poema que se titule: “Basura mental”, donde recojas todas esas cosas, emociones, recuerdos, etcéteras, que quisieras dejar en la basura.
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Ciento diecin diec inu ue ve El arte de perder perder no es difícil difíci l de adquirir adqui rir.. Pierde algo cada día. Acepta la molestia de las llaves perdidas, la hora malgastada. Elizabeth Elizabeth Bishop
Haz un poema con aquello que has perdido y has ganado en el trayecto de tu vida.
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Ciento veinte Y ahora, ¿dónde estoy? Ángel González
Mira a tu alrededor y contesta a esta pregunta con un poema.
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Ciento veintiuno Buenas noches, hollín de la cocina. c ocina. ¿Dónde la cocinera? —Arde, —Arde, besugo azul, en la salsera rehogada en bencina. Rafael Rafae l Alberti Alberti
Haz un poema donde converses con diferentes objetos que estén a tu alrededor. Explica qué representan para ti, de qué modo te definen.
146
Ciento vein ve intidós tidós Yo evito a los muertos. Hoy prefiero la soledad. Julia Linares
¿Qué evitas? ¿Qué prefieres? Haz un poema con estas dos preguntas.
147
Ciento veintitrés Escribe un poema que empiece por: “No necesito”.
148
Ciento vein ve inticuatro ticuatro Piensa y escribe: ¿Para qué escribo poemas? Por ejemplo: Para no ir i r por la vida de puntillas punti llas escribo poemas. Para comer tierra ti erra de sueños y noches si n paisajes, pai sajes, para tallar la esperanza lentamente en el hueco de una incertidumbre, para saciar saci ar mi sed de abrazos, e imposibles i mposibles castillos, castillos, para conquistar conqui star el caos y la pereza, para cobijarme cobi jarme en su refugio, escribo poemas. Reyes Adorna
149
Ciento ve v e inticin inticinco co La verdad es un armario armari o lleno de sombra. Antonio Gamoneda
Juega con el concepto de verdad y compón un poema que desarrolle su significado.
150
Ciento veintiséis Y celebro los errores de mi vida como si fueran hijos encontrados en el mar. Miguel Sánchez Gatell
¿Cómo celebras tus errores? ¿Qué te han aportado positivamente? Haz un poema con esta reflexión.
151
Cie Cie nto veintisiet veintisietee Perdóname Perdóname por oír lo que no dices en lo que dices. Jodorowski
¿Qué te sugieren estos versos? Haz un poema con ello.
152
Ciento vein ve intiocho tiocho De mi pequeño reino afortunado me quedó esta costumbre de calor y una imposible i mposible propensión propensión al mito. mi to. Gil de Biedma
¿Qué quedó de tu infancia? ¿Qué queda del niño que fuiste en ti? Haz un poema que responda a estas preguntas.
153
Ciento vein ve intinu tinuee ve Imaginemos que podemos conseguirlo consegui rlo Que un día entrarás por la puerta y yo escondido te sorprendo para asustarte Haciéndote cosquillas mi entras gritas gri tas ¡No, No, No! Imaginemos que me besarás por el cuello Y te reirás de lo grande que me queda el pijama Imaginemos que recorremos recorremos los kilómetr ki lómetros os que nos separan Apagando todos los Televisores. Televisores. Fernando “H” Valderrama
Realiza un poema que comience por “Imaginemos…”.
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Ciento treinta Vivir sin memoria tiene sus ventajas, por ejemplo: salir sali r una mañana de algún sitio si tio valiente, celebrante, sumando nueve, o doce, o veinticuatro. vei nticuatro. Acordarse Acordarse del mundo da siempre decimales. Morir es inexacto. i nexacto. Miguel Sánchez Gatell
¿Vivir sin memoria tiene sus ventajas? Si crees que sí, haz un poema con ello. Si crees que no, también.
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Ciento treinta y uno El lobo gritaba gri taba bajo las hojas escupiendo las bellas plumas de su yantar de corral: Como él yo me consumo. Arthur Rimbaud
Describe tu estado de ánimo comparándolo con alguna acción de un animal.
156
Ciento treinta y dos Ya que no puedo ser libre agrandaré agrandaré mis prisiones. Manuel Altolaguirre
¿Cómo puedes agrandar tus prisiones? Haz un poema que responda a esta pregunta.
157
Ciento treinta y tres Hay un momento en que el pasado es porvenir porveni r. Ese es mi instante. Juan Ramón Jiménez Jiménez
¿Cuál es tu instante? Haz un poema rindiéndole un homenaje.
158
Ciento treinta y cuatro Y miras qué has dejado atrás. José Luis Vidal
Responde a estas preguntas en un poema: ¿Qué he perdido en el camino? ¿Qué he encontrado?
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Ciento treinta y cinco Envejecer tiene ti ene su gracia. graci a. Es igual i gual que de joven aprender a bailar, plegarse a un ritmo más insistent insi stentee que nuestra inexperiencia. Y procura procura también cierto i nstintivo placer curioso, curi oso, una segunda naturaleza. Gil de Biedma
¿Qué ventajas tiene envejecer? Haz con la respuesta un poema.
160
Ciento treinta y seis Vosotros que escucháis en sueltas rimas el quejumbroso son que me nutría en aquel juvenil error primero cuando en parte era otro del que soy. Petrarca
Escribe un poema donde reflexiones sobre un error del pasado. Explica cómo has cambiado y qué diferencias hay entre tu persona actual y aquella que cometió el error.
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Ciento treinta y ocho No creo en el opio opi o y el diner di neroo aunque sean difíciles de conseguir y penados con largas largas condenas. No creo en el amor en medio de la esclavitud yo no creo que sea un hombre sentado en una casa en una isla argólica sin árboles. Leonard Cohen
Desmonta tus creencias, y piensa en todo aquello en lo que no crees. Haz un poema cuyos versos empiecen por “No creo…”.
162
Ciento treinta y nueve Quizás te veas perdido: que andas bajo el cielo, por la no tierra. José Luis Vidal
Haz un poema cuando te sientas perdido, sobre el mejor modo de encontrarte.
163
Ciento cuarenta No pido pi do mucho: poder hablar sin si n cambiar cambi ar la voz; caminar sin muletas; hacer el amor sin tener que pedir permiso; escribir en un papel sin rayas. Miquel Martí i Pol
Haz un poema que comience por el mismo verso que este poema.
164
Ciento cuarenta y uno Me gusta justamente el plato que otro come aburro una tras otra mis camisas me encantan los entierros y odio los recitales duermo como una bestia deseo que los muebles estén más de mil años en el mismo lugar y aunque a escondidas uso tu cepillo cepi llo de dientes di entes no quiero que te peines con mi peine. Soy fuerte como un roble pero pero me ando aburriendo a cada rato comprendo las cuestiones más difíciles y no sé resolver lo que en verdad me importa. i mporta. José Joaquín Goytisolo
Construye versos en primera persona donde confieses tus oscuros secretos...
165
Ciento cuarenta y dos Siempre me he preguntado por esa línea que dice si es Tirreno o ya Mediterráneo el mar en que te bañas... Gonzalo Munilla
Realiza un poema que comience por: “Siempre me he preguntado...”.
166
Ciento cuarenta y tres Soltar la voz, el calendario la noche inventada que me ata. Wislawa Wislawa Szimborska
¿Qué vas a soltar hoy? Haz un poema con eso.
167
Ciento cuarenta y cu c uatro Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves: abierta siempre a los hombres, al sol y al aire. Marcos Ana
Escribe un poema donde enumeres las cosas que entrarían en tu casa sin llaves.
168
Ciento cuarenta y cin c inco co De ti sé siempr si empree la respuesta. Procuro ante el espejo detenerme un instante para buscarte adentro. Ángel Áng el Campos Pámpano P ámpano
Escribe un poema como si estuvieras delante de un espejo que reflejara tu interior. Describe lo que se ve en él.
169
Ciento cuarenta y seis La tierra ti erra de los sueños Por una senda extraña frecuentada frecuentada por ángeles perversos, bajo el humor maligno de la luna, más allá de las órbitas y el tiempo, llego a la Thule humosa, al tenebroso imperio, donde un fantasma rígido, la Noche, reina en un trono milenario y negro. Luis Palés Matos
Haz un poema donde expliques qué puedes encontrarte al caminar por “una senda extraña”. Puedes empezar por el mismo verso del poema. Debes describir fuerzas o emociones adversas a las que tienes que sobrevivir.
170
Ciento cuarenta y siete Al acecho (Lectura de Ungaretti) Al acecho como un cazador, en largas tardes, silencioso silenci oso esperas un batir de alas que se pierde en el viento, sombras veloces, fugitivas fugiti vas palabras del poema. Juan Luis Panero
Imagina que eres un cazador al acecho de palabras que representen emociones. Completa el poema de Panero, Panero, evocándolas.
171
Ciento cuarenta y och oc ho En la destreza del árbol cesa el vuelo, se desmorona. Un pájaro se mece en la rama desnuda. Ángel Áng el Campos Pámpanos P ámpanos
Imagina que eres ese pájaro que nos presenta el poeta. Haz un poema donde describas qué siente meciéndose en la rama.
172
Ciento cuarenta y nue ve El día siempr si empree empieza empi eza sumiso con las órbitas órbi tas pero pero siempr si empree termina termi na hundido en el deseo y en las cifras. Miguel Sánchez Gatell
¿Cómo ha empezado hoy el día? ¿Cómo ha terminado? Haz un poema con estas preguntas.
173
Ciento cincuenta cincuenta Imagina que el tiempo ti empo solo es lo que amas: unas pocas palabras, unos seres exactos, unas horas muy lisas, una playa (quizá) donde el daño no acecha. Antonio Lucas
Realiza un poema imaginando cómo quieres vivir o cómo te gustaría que fuese la vida.
174
Ciento cincuenta y uno Hijo, en tu busca cruzo los mares: las olas buenas a ti me traen: los aires frescos limpian mis carnes de los gusanos de las ciudades; pero pero voy triste tri ste porque porque en los mares mares por nadie nadi e puedo verter mi sangre. José Martí
Dirígete a tu hijo (aunque no lo tengas) y escríbele un poema donde le enseñes lo que necesita para la vida.
175
Ciento cincuenta y dos ¿Es algo más que el día lo que muere esta tarde? Ángel González
Realiza un poema con la pregunta contraria: ¿Es algo más que el día lo que renace esta mañana?
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Ciento cincuenta y tres Para mí el bordón bordón solo. A vosotros os dejo la vara justiciera, el caduceo, el báculo y el cetro. cetro. Para mí el bordón bordón solo del romero romero Yo quiero el camino blanco y sin término. León Felipe
Escribe un poema donde hagas una elección: debes desechar lo que no deseas para ti y explicar lo que quieres.
177
Ciento cincuenta y cuatro Duele en todos los huecos el oscuro quebranto del corazón. José Ángel Valente
Haz un poema con aquello que más duele. Puedes empezar como empieza el poema de Valente. Valente.
178
Ciento cin c incuenta cuenta y cinco cinco LLorar a lágrima lágri ma viva. vi va. Llorar a chorros. Llorar la digestión. di gestión. Oliverio Girondo La anáfora es un recurso literario que consiste en comenzar cada verso con la misma o las mismas palabras.
Compón un poema cuyos versos comiencen con Llorar ... ... Podemos usar otros besar, limpiar lim piar,, arrastrar, arrastrar, tocar ... infinitivos, infinitivos, como co mo besar, ...
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Ciento cincuenta y seis Imaginé mi horror horror por un momento que Dios, el solo vivo, no existiera, o que, existiendo, existi endo, solo consistiera consistiera en tierra, en agua, en fuego, en sombra, en viento. Blas de Otero
Imagina por un momento qué pasaría si te faltara algo esencial en tu vida. Escribe un poema describiendo cómo podría afectarte. Y qué harías para superar la pérdida.
180
Ciento cincuenta y siete Caras de neblina y humo, en los charcos y cristales. A mi alcoba sube un árbol de la calle. Dos árboles. Tres árboles. Ciento veinticuatro árboles. Rafael Rafae l Alberti Alberti
Imagina que diferentes objetos o deseos pueden subir a tu alcoba. Haz un poema enumerándolos.
181
Ciento cin c incuenta cuenta y ocho Veo pasar y pasar gente, como torrentes de agua. Pilar Leandro
Párate a observar el presente y construye un poema cuyos versos empiecen por “veo”, “oigo”, “huelo”, “toco”, “amo”, “siento”, “percibo”, “vivo”, “saboreo”... Este poema sirve para educar la atención plena.
182
Ciento cincue cincue nta y nue nue ve Y pase lo que pase, ten siempre presente, que nadie se aleja tanto que no pueda volver sobre sus huellas. Manuel Moya
Escribe un poema con la idea de que a veces es necesario volver atrás.
183
Ciento sesenta Me trajo Mara Mori un par de calcetines, que tejió con sus manos de pastora, dos calcetines suaves como liebres. Pablo Neruda
Realiza un poema a un objeto aparentemente insignificante, como una mota de polvo o una servilleta o una goma de borrar.
184
Ciento sesenta y uno Las cunetas de las autopistas, de los polígonos industriales de las grandes ciudades también están florecidas de amapolas. A. J. Sánchez
Realiza un poema que hable de la belleza sumergida en esos lugares que aparentemente aparentemente carecen de ella.
185
Cie Cie nto sese se sen nta y dos Y no comprender comprender nada y celebrarlo. Gonzalo Gonzalo Escarpa
Realiza un poema que te invite a amar el misterio.
186
Ciento sesenta y tres Subo más alto. Aquí todo es perfecto y rítmico. José Hierro
Haz un poema que empiece por “Subo más alto” y te obligue a describir un estado ideal.
187
Cie Cie nto sese se sen nta y cu c uatro Hace falta la noche para ver las estrellas. estrellas. Igual que ayer, ayer, hoy busco –lo dijo di jo Juan Ramón– una verdad aún sin realidad; busco en la tinta verde de todo lo que escribo un planeta sin nombre o una jungla perdida. (...) Todo está en mí lo mismo que un clavo en la madera: cada paso en la nieve, cada luz apagada, cada piel encendida. encendida. Benjamín Benjamín Prado P rado
¿Qué buscas? ¿Dónde crees que se encuentra? Realiza un poema que responda a esas dos preguntas.
188
Cie Cie nto sese se sen nta y cin c inco co Hay gente que enseguida hace amistad ami stad con los árboles, y gente que no. Paco Umbral
Reflexiona con quién te gustaría hacer amistad hoy. Puede ser un elemento de la naturaleza, un recuerdo, una emoción, una parte de tu cuerpo, una persona... Haz un poema con esa idea .
189
Ciento sesenta y seis El abrazo poético poéti co como el abrazo carnal, mientras duran prohíben prohíben caer en la miseria mi seria del mundo. Oliverio Girondo
Realiza un poema sobre los abrazos.
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Ciento sesenta y siete Tienes ojos oscuros. Brillos allí que oscuridad oscuri dad prometen. Ah, cuán cierta cie rta es tu noche, cuán incierta mi duda. Miro al fondo la luz, y creo creo a solas. Vicente Aleix Aleixand andre re
Escribe un poema dedicado a la duda. Píntala con palabras. Para ello, puedes asociarla a colores, objetos, paisajes diferentes , que te ayuden a comprender el valor que tiene.
191
Cie Cie nto sese se sen nta y ocho Soy el poeta del cuerpo y el poeta del alma. Los placeres del cielo son míos y los tormentos del infierno infi erno también. tambi én. Walt Whitman
Escribe un poema en primera persona donde te describas como el “poeta de ”. Intenta delimitar qué te gusta describir con tus poemas.
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Cie Cie nto sese se sen nta y nue nue ve No sé lo que he soñado en la noche pasada; triste, muy triste debió ser el sueño, pues despierto despi erto la angustia angusti a me duraba. Gustavo Adolfo Bécquer
Haz un poema donde interpretes las sensaciones que te haya dejado un sueño.
193
Ciento setenta Un haiku es un poema breve de tres versos que miden 5, 7 y 5 sílabas. Su origen es aponés y su objetivo es captar la realidad presente, el instante que vivimos. El ejercicio
consiste en realizar un haiku, con aquellas experiencias, sensaciones o emociones que estés experimentando en este momento. Es poderosa, una mota de polvo en su aposento. Tráeme un buen día, amanecer saliente, por si es el último. últi mo. Julia Linares
194
Ciento setenta y uno Detrás de todo y nada sé que hay algo que me espera. Martín Lucía
Responde a esta pregunta con un poema: ¿Qué crees que te espera?
195
Cie Cie nto sete se ten nta y dos Cuando no se te ocurra ningún poema que escribir, escribe de ello. Por ejemplo: Hoy es uno de esos días en los que no he encontrado poemas por ningún ni ngún sitio. si tio. Mis ojos estaban pegados a la rutina, mis manos atadas a la costumbre, el sueño, cerrado por reformas. Sin embargo hoy he ganado la batalla a un día más, hoy me ha sido regalada la oportunidad de habitar mi existencia. Y hasta el día de hoy –tan lleno de nada– ha sido importante por todo.
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Ciento setenta y tres Como ya no te reconozco te conviertes en el árbol que da sombra. Hermann Broch
Piensa en alguien que significó mucho para ti, y haz un poema donde se vea la idea del poema anterior, donde ya no lo reconoces.
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Cie Cie nto sete se ten nta y cu c uatro Tengo mis ojos llenos de montaña, de cielo azul, de estrella; el corazón henchido de profecía y luz; y las manos, transidas de las nieves, las auras y los soles que ha tocado mi amor, llenas de rosas. Jesús Arellano
¿De qué tienes llenos los ojos? Descúbrelo en un poema. Puedes atribuirles luego un significado simbólico.
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Cie Cie nto sete se ten nta y cinco cinco Quiero que sea mi verso como luna de abril, como las rosas blancas, como las hojas nuevas. Que mi cítara suene como el agua en la yedra, que mi canto sea nada para que lo sea todo y que a mis versos caigan cai gan heridas las estrellas. Pablo García Baena
Haz un poema que explique cómo quieres que sea tu verso. Puedes empezar como el texto de García Baena. En él, puedes reflexionar sobre qué puedes alcanzar escribiendo poemas.
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Ciento setenta y seis El poema es lo que tengo: a veces –lo sabemos de sobra– es dócil como un cachorro que nos sigue a donde vamos. Otras, es el cabo de las tormentas, indómito, intratable, intratable, golpeando la niebla ni ebla de mi pecho. Ángeles Mora
Describe cómo son tus poemas dependiendo del día.
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Ciento Ciento setenta set enta y siete Toneladas de carne bien bronceada Envuelta en algodón de tonos suaves. Me asquean los si mulacros mulacros de inocencia. i nocencia. Jorge Riechmann
Escribe un poema donde denuncies las cosas que te asquean. Intenta seguir la estructura del poema de Riechmann.
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Cie Cie nto sete se ten nta y ocho Respondí a la tarde de la primavera: Tú has dicho el secreto que en mi alma reza: yo odio odi o la alegría por odio odi o a la pena. Mas antes que pi se tu florida senda, quisiera traerte traerte muerta mi alma vieja. Antonio Machado
Intenta definir tu esencia conversando con algún elemento natural: un árbol, la hierba, un astro, un animal, un camino
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Cie Cie nto sete se ten nta y nue nue ve Dime cuáles son para ti las diez palabras más bellas de la lengua castellana, y te diré quién eres. eres. Nicanor Nicanor Parra P arra
Piensa en cuáles serían esas diez palabras. Haz un poema con ellas y con todo lo que te sugieren o significan para ti.
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Ciento ochenta Como la luz de un sueño, que no raya en el mundo pero existe, así he vivido yo, iluminando esa parte de ti que no conoces, la vida que has llevado junto a mis pensamientos. Luis Luis García Montero
Escribe un poema donde expliques las cosas que hayas aportado a otras personas.
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Ciento ochenta y uno Hoy tengo acordeones por peldaños. Un mar de margaritas por alfombra. Hoy cambio cambi o mis mi s derrotas por abrazos y juego con la nieve ni eve de tu boca. Joaquín Lara
Realiza un poema donde hables de tus trueques vitales, como cuenta Joaquín Lara en sus versos.
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Ciento ochenta y dos ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruido, y sigue si gue la escondida escondi da senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido! Fray Luis de León
Escribe una oda en la que describas la felicidad de la vida que eliges para ti.
206
Ciento ochenta y tres Te pido perdón por amarte de repente. Aunque mi amor sea una vieja canción en tus oídos. Vinicius de Moraes
Si lo necesitas, pídele perdón a alguien en un poema.
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Ciento ochenta y cuatro Cuánto pájaro en el aire y mis mi s manos tras de ellos, y yo detrás de mis mi s manos sin levantarme del suelo. L. Álvarez Lencero
Escribe un poema donde persigas un imposible. Describe cómo te sientes por ello.
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Ciento ochenta y cinco Tengo todo un arsenal de minúsculas sensaciones. Siracusa Bravo Guerrero
Realiza un poema titulado “Tengo todo un arsenal” .
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Ciento ochenta y seis Huyen los días siempre idénticos. i dénticos. Pero Pero de pronto cambia el espectáculo. Eugenio Montale
Piensa y escribe sobre lo que se ha salido hoy de la rutina, aunque sea algo a simple vista insignificante.
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Cie Cie nto ochenta y siete sie te Desciendes Descie ndes por el río. La barca se abre abre paso entre los juncos. El golpe en la orilla ori lla anuncia anuncia el término del viaje. Álvaro Mutis
Describe el descenso por un río que, al final, llega a su término. Atribúyele un significado simbólico al viaje: ¿de qué te estás distanciando? ¿qué te espera más allá de esa nueva orilla?
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Ciento ochenta y ocho Cada día somos sobrevivientes. Mario Mario Benedetti
¿A qué has sobrevivido sobrevivido hoy? Haz co n ello un poema.
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Ciento ochenta y nueve Estar en la noche esperando una visita, o no esperando nada y ver cómo el sillón si llón lentamente va avanzando hasta alejarse de la lámpara. José Lezama Lima
Escribe un poema donde describas cómo imaginas tu entorno cuando estás en paz.
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Ciento noventa Soy feliz en un trino tembloroso de pájaro que alguien mandó bajar hasta este desamparo a decir que se vuelve con los ojos cerrados, sin moverse, siguiéndole si guiéndole a aquel mundo perdido donde hubo tanto canto. P edro Sal Sa linas
Haz un poema en el que comiences con la fórmula “Soy feliz en un ”.
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Ciento noventa y uno Escoge una parte de tu cuerpo, aquella que quizás te cause algún conflicto, como dolor, o rechazo. Piensa qué te diría si pudiese hablar. Haz un poema con todo lo que te confesaría. Dale voz.
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Ciento noventa y tres No lo olvidéis olvi déis a contra moda vivo y a contra moda escribo escri bo desde que en este océano eché los primeros dientes. Pureza Canelo
¿Qué haces a contracorriente? Haz un poema con ello.
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Ciento noventa y cuatro ORACIÓN Dichoso Dic hoso pueda caminar cami nar.. Dichoso Dic hoso con abundantes nubes negras pueda caminar cami nar.. Dichoso Dic hoso con abundantes lluvias lluvi as pueda caminar cami nar.. Dichoso Dic hoso con abundantes plantas pueda caminar c aminar.. Dichoso Dic hoso por un sendero de polen pueda caminar, caminar, Dichoso Dic hoso pueda caminar cami nar.. Igual como fue en días lejanos ahora pueda caminar cami nar.. Todo sea bello delante de mí. Todo sea bello detrás de mí. Todo sea bello debajo de mí. Todo sea bello arriba de mí. Todo sea bello alrededor de mí. En belleza esto termina. En belleza esto termina. Indios navajos. Estados Unidos
Atrévete a pedir. Realiza tu oración, aquello que desees pedir, en forma de poema.
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BIBLIOGRAFÍA
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ACERCA DE LOS AUTORES
Reyes Adorna Adorna , Jaime Covarsí Covarsí , estudió Filología Hispánica. Trabaja de profesora de secun sec undaria daria en la enseñanz enseñanzaa pública, públi ca, impartiendo impartiendo clases de Lengua y Literatura a adolescentes y adultos. Se ha especializado especi alizado en escritu escr itura ra creativa c reativa y terapéutica, en técnicas técnicas de control del estrés, en Terapia Breve Estratégica y Terapia Cognitiva. Actualmente imparte cursos y conferencias sobre crecimiento personal, autoestima y gestión de emociones en diversas organizaciones. Su investigación sobre psicología, psicol ogía, biología, neurociencia neurociencia y primatología, primatología, le ha permitido permitido adquirir un conocimiento interdisciplinar del comportamiento humano, y acercarse a las raíces más profundas de nuestros malestares.
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Jaime Covarsí , nacido en Barcelona en 1975 pero afincado en Extremadura, cursó sus estudios estudios un univers iversitarios, itarios, y posterior doctorado en Filología Hispánica, en la Universidad de Sevilla, donde ha ejercido la docencia hasta el año 2006. Actualmente es profesor de secundaria. Cuenta con numerosas publicaciones, colaboraciones colabor aciones y ponencias ponencias en el campo campo de la literatu li teratura ra medieval y renacentista. Recientemente ha publicado su primera novela, El bastón de avellano, avell ano, en Tau editores (2015).
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OTROS LIBROS
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Practicando la escritura escritura terapéutica 79 ejercicios Reyes Adorna ISBN: ISBN: 978-84-330-2676-7 978-84-330- 2676-7
www.edesclee.com Escribir posee una capacidad terapéutica que han intuido desde siempre los escritores de todos los tiempos. Su parte racional, ligada al lenguaje, y su parte artística, creativa y emocional, le confieren la propiedad única de aunar estas dos facetas del ser humano: la facultad de pensar y la de expresar emociones. Gracias a la escritura, la persona es capaz de estructurar su pensamiento, desahogar estas emociones cuando le desbordan, tomar distancia sobre lo que le ocurre, descubrir sus recursos personales, y reflexionar sobre sus deseos, sus relaciones o sus conductas. Este libro es fundamentalmente práctico. Se compone de 79 ejercicios que utilizan la escritura no solo como un medio para desarrollar la creatividad, sino como un método para conocerse, aumentar la autoestima, autoestima, resolver resolver determinados determinados problemas problemas y mejorar la calidad de nuestras relaciones. Se encuentra organizado en cuatro bloques, definidos por su función terapéutica, y está dirigido tanto a personas que individualmente quieran benefici beneficiarse arse de esta terapia, terapia, poniendo poniendo en práctica práctica los los ejerci e jercici cios os que se proponen, como a psicól psicólog ogos, os, pedagog pedagogos os o docentes que deseen ampli ampliar sus recursos en sus sesiones sesiones o clases.
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El origen de la infelicidad Reyes Ador na na ISBN: ISBN: 978-84-330-2771-9 978-84-330- 2771-9
www.edesclee.com acemos con unas herramientas instintivas, emocionales y mentales que han sido útiles y siguen siéndolo en su mayoría- para nuestra supervivencia. Sin embargo nadie nos enseña para qué sirven ni cómo manejarlas en nuestra vida diaria. Al nacer sin un manual de instrucciones, podemos llegar a hacer un mal uso de ellas, dando palos de ciego en nuestro universo interior y sintiéndonos culpables al creer que muchos de nuestros problemas problemas provienen de nuestra personalidad personalidad o torpeza. Este libro pretende, apoyándose en los últimos avances neurocientíficos, mostrar las raíces biológicas de nuestros malestares y sufrimientos. Tras un recorrido por los orígenes de la infelicidad, se analizarán las características de nuestras emociones -sobre todo las que llamamos negativas-, se mostrará para qué están diseñadas y cómo aprender a manejarlas lo mejor posible. También se analizarán las estructuras y tendencias de nuestro pensamiento, cómo nos enfrentamos a ellas los seres humanos y cómo a menudo estrechan, interpretan y distorsionan la realidad. Cada apartado está acompañado de ejercicios prácticos, más de 60 en total, que ayudan a conseguir el objetivo principal de este libro: acercarnos al autoconocimiento como especie y disminuir los obstáculos que ciegan una felicidad más humana y más acorde con nuestra propia naturaleza.
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El sentido de la vida es una una vida con sentido La resil resiliencia iencia Rocío Ri R ivero ISBN: ISBN: 978-84-330-2780-1 978-84-330- 2780-1
www.edesclee.com La vida nos enseña que nada es para siempre, que nuestros sueños no siempre se cumplen y que no podemos aferrarnos al pasado ni vivir suspirando por el futuro. El sentido de la vida es una vida con sentido. La resiliencia, nos enseña a superar las situaciones adversas, así como a salir fortalecidos de ellas. Se compromete a desarrollar y mantener tu resiliencia a lo largo de la vida y a desarrollarla y mantenerla también en los niños y niñas. Para conseguir su objetivo cuenta con el apoyo de numerosos ejercicios. Capítulo a capítulo se explican los factores que influyen en ser resiliente, los beneficios que aporta la resiliencia y con qué están relacionados estos beneficios, todo ello basado en estudios psicológicos, con métodos concretos y experimentados. Es la primera publicación que revela y explica el vínculo que existe entre la resiliencia y saber vivir el momento presente, entre la creatividad y la resiliencia, entre la inteligencia emocional y la resiliencia y entre esta y la felicidad, ayudándote a potenciar estas habilidades.
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Hazte experto en inteligencia emocional Olga Cañizares - Car men men García De De Leaniz (Coordinadoras) ISBN: ISBN: 978-84-330-2784-9 978-84-330- 2784-9
www.edesclee.com Es probable que mucho de lo que leas ya lo sepas, que ya lo estés viviendo. Nuestro propósito propósito es que a partir partir de ahora lo vivas vivas de una forma consciente, consciente, dándote cuenta, eligiendo en cada momento lo que te permita alcanzar tus Metas. El lenguaje es sencillo porque queremos llegar a todos: educadores, personal sanitario, responsables de departamentos de Recursos Humanos, profesionales del coaching, psicól psicólog ogos, os, terapeutas ocupacional ocupacionales es y también a ti, que te dedicas dedicas sencill sencillamente a vivi vivir. r. Ahora te toca a ti, querido lector, sacarle partido y aprovechar todo lo útil que en él encuentres para conocerte, gestionar tus emociones, motivarte y relacionarte de una forma diferente y efectiva con los demás, con tu entorno. Si conseguimos que hagas en tu vida algún cambio que te ayude a sentirte mejor contigo mismo y con los demás, habremos alcanzado nuestro objetivo. Escriben: Olga Cañizares, Carmen García de Leaniz, Olga Castanyer, Iván Ballesteros y Elena Mendoza
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DIRECTORA : OLGA LGA CASTANYER 1. Relatos 1. Relatos para el crecimiento crecimiento personal . Carlos Alemany (ed.). (6ª ed.) 2. La 2. La asertividad: asertivi dad: expresión expresión de una sana autoestima. autoestima. Olga Castanyer. (39ª ed.) 3. Comprendiendo cómo somos. Dimensiones de la personalidad . A. Gimeno-Bayón. (5ª ed.) ndiendo a v ivir iv ir.. Manual contra el aburrimiento aburrimiento y la prisa. prisa. Esperanza Borús. (5ª ed.) 4. Apre 4. Aprendiendo 5. ¿Qué es el narcisismo? José narcisismo? José Luis Trechera. (2ª ed.) 6. Manual 6. Manual práctico de P.N.L. Programación Programación neurolingüística neurolingüística.. Ramiro J. Álvarez. (5ª ed.) 7. El 7. El cuerpo viv enciado y analizado. analizado. Carlos Alemany y Víctor García (eds.) 8. Manual 8. Manual de Terapia Terapia Inf antil Gestáltica. Gestáltica. Loretta Zaira Cornejo Parolini. (5ª ed.) 9. Viajes hacia uno mismo. Diario de un psicoterapeuta en la postmodernidad . Fernando Jiméne J iménezz HernándezHernándezPinzón. (2ª ed.) 10. Cuerpo y Psicoanálisis. Por un psicoanálisis más activo. activo. Jean Sarkissoff. (2ª ed.) 11. Dinámica 11. Dinámica de grupos. Cincuenta años después. después. Luis López-Yarto Elizalde. (7ª ed.) eneagrama de nuestras relaciones relaciones.. Maria-Anne Gallen - Hans Neidhardt. (5ª ed.) 12. El 12. El eneagrama 13. ¿Por qué me culpabilizo tanto? Un análisis psicológico de los sentimientos de culpa. culpa. Luis Zabalegui. (3ª ed.) 14. La 14. La relación de ayuda: De Rogers R ogers a Carkhuff Carkhuf f . Bruno Giordani. (3ª ed.) 15. La 15. La f antasía como terapia de la l a personalidad . F. Jiménez Hernández-Pinzón. (2ª ed.) 16. La 16. La homosexualidad: un debate abierto. abierto. Javier Gafo (ed.). (4ª ed.) 17. Diario 17. Diario de un asombro asombro. Antonio García Rubio. (3ª ed.) 18. Descubr 18. Descubree tu perfil de personalidad en el eneagrama. eneagrama. Don Richard Riso. (6ª ed.) L a dimensión espiritual de la l a terapia. terapia. Thomas Hart. 19. El 19. El manantial escondido. La 20. Treinta palabras para la madurez. madurez. José Antonio García-Monge. (12ª ed.) 21. Terapia Zen. Zen. David Brazier. (2ª ed.) 22. Sencillamente cuerdo. La espiritualidad de la salud mental . Gerald May. 23. Apre 23. Aprender nder de Oriente: Lo cotidiano, lo lento y lo callado. callado. Juan Masiá Clavel. 24. Pensamientos 24. Pensamientos del caminante. caminante. M. Scott Peck. 25. Cuando el problema es la solución. Aproximación al enfoque estratégico. estratégico. R. J. Álvarez. (2ª ed.) 26. Cómo llegar a ser un adulto. Manual sobre la integración psicológica y espiritual . David Richo. (3ª ed.) 27. El 27. El acompañante desconocido. desconocido. De cómo lo masculino y lo f emenino que hay en cada uno de nosotros nosotros afecta af ecta a nuestras relaciones. relaciones. John A. Sanford. 28. Vivir la propia muerte. Stanley Keleman. 29. El 29. El ciclo de la l a vida: v ida: Una visión vi sión sistémica de la f amilia. amilia. Ascensión Belart - María Ferrer. (3ª ed.) 30. Yo, limitado. limit ado. Pistas para descubrir y comprender comprender nuestras nuestras minusvalías minusvalí as.. Miguel Ángel Conesa Ferrer. 31. Lograr 31. Lograr buenas notas con apenas ansiedad. ansiedad. Guía básica para sobreviv sobreviv ir a los exámenes. exámenes. Kevin Flanagan. Alí Babá y los cuarenta cuar enta ladrones. ladrone s. Cómo volverse v olverse ver v erdaderam daderamente ente rico. rico 32. Alí 32. . Verena Kast. 33. Cuando el amor se encuentra con el miedo. miedo. David Richo. (3ª ed.) 34. Anhelos 34. Anhelos del corazón. corazón. Integración psicológica y espiritualidad . Wilkie Au - Noreen Cannon. (2ª ed.) 35. Vivir y morir conscientemente. conscientemente. Iosu Cabodevilla. (4ª ed.) 36. Para 36. Para comprender comprender la adicción al juego. juego. María Prieto Ursúa. 37. Psicoterapia 37. Psicoterapia psicodramática psicodramática indivi i ndividual dual . Teodoro Herranz Castillo. 38. El 38. El comer emocional . Edward Abramson. Abramson. (2ª ( 2ª ed.) interpersonales. John Amodeo - Kris Wentworth. (2ª 39. Crecer en intimidad. Guía para mejorar las relaciones interpersonales. ed.) 40. Diario 40. Diario de una maestra maestra y de sus cuarenta cuarenta alumnos. alumnos. Isabel Agüera Espejo-Saavedra. Espejo-Saavedra. 41. Valórate por la felicidad que alcances. alcances. Xavier Moreno Lara. 42. Pensándolo 42. Pensándolo bien… Guía práctica para asomarse a la realidad . Ramiro J. Álvarez. 43. Límites, 43. Límites, f ronteras y relaciones. relaciones. Cómo conocerse, conocerse, protegerse protegerse y disfrutar disf rutar de uno mismo. mismo. Charles L. Whitfield. 44. Humanizar 44. Humanizar el encuentro encuentro con el sufrimiento. sufrimiento. José Carlos Bermejo. vi da te sorpr sorprenda enda.. Matilde de Torres. (2ª ed.) 45. Para 45. Para que la vida
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sobre el carácter, la advers adv ersidad idad y la pasión. pasión. David Brazier. 46. El 46. El Buda que siente y padece. Psicología budista sobre 47. Hijos 47. Hijos que no se van. La dif icultad de abandonar el hogar . Jorge Barraca. 48. Palabras 48. Palabras para una vida v ida con sentido. sentido. Mª. Ángeles Noblejas. (2ª ed.) 49. Cómo llevarnos bien con nuestros deseos. deseos. Philip Sheldrake. 50. Cómo no hacer el tonto por la vida. Puesta a punto práctica del altruismo. altruismo. Luis Cencillo. (2ª ed.) 51. Emociones: 51. Emociones: Una guía interna. Cuáles sigo y cuáles no. no. Leslie S. Greenberg. (6ª ed.) 52. Éxito 52. Éxito y f racaso. racaso. Cómo viv irlos con acierto. acierto. Amado Ramírez Villafáñez. interior. La construcción de una personalidad positiva positiv a. Juan Antonio Bernad. 53. Desar 53. Desarrrollo de la armonía interior. 54. Intro 54. Introducción ducción al R ole-Playing pedagógico. pedagógico. Pablo Población Knappe y Elisa López Barberá. (2ª ed.) 55. Cartas a Pedro. Guía para un psicoterapeuta que empieza. empieza. Loretta Cornejo. (3ª ed.) 56. El 56. El guión de v ida. ida. José Luis Martorell. (2ª ed.) 57. Somos lo mejor que tenemos. tenemos. Isabel Agüera Espejo-Saavedra. Espejo-Saavedra. 58. El 58. El niño que seguía la l a barca. barca. Intervenciones I ntervenciones sistémicas sobr sobree los juegos f amiliares amiliares.. Giuliana Prata, Maria Vignato y Susana Bullrich. t raición.. John Amodeo. 59. Amor 59. Amor y traición 60. El 60. El amor. amor. Una visión v isión somática. somática. Stanley Keleman. (2ª ed.) 61. A 61. A la búsqueda de nuestro nuestro genio interior: i nterior: Cómo cultiv arlo y a dónde nos guía. guía. Kevin Flanagan. (2ª ed.) 62. A 62. A corazón corazón abierto. Confesiones de un psicoterapeuta. psicoterapeuta. F. Jiménez Hernández-Pinzón. 63. En 63. En vísperas de morir. morir. Psicología, espiritualidad y crecimiento crecimiento personal . Iosu Cabodevilla. 64. ¿Por qué no logro ser asertivo? Olga asertivo? Olga Castanyer y Estela Ortega. (8ª ed.) 65. El 65. El diario íntimo: buceando hacia el yo prof profundo undo.. José-Vicente Bonet, S.J. (3ª ed.) Oriente. Juan Masiá. 66. Caminos sapienciales de Oriente. 67. Superar la ansiedad y el miedo. Un programa paso a paso. paso . Pedro Moreno. Moreno. (9ª ed.) 68. El 68. El matrimonio como desafío. desafí o. Destrezas Destrezas para para viv v ivirlo irlo en plenitud plenit ud . Kathleen R. Fischer y Thomas N. Hart. 69. La 69. La posada de los l os peregrinos. peregrinos. Una aproximación aproximación al A rte de Vivir Viv ir . Esperanza Borús. 70. Realizarse 70. Realizarse mediante la magia de las coincidencias. P ráctica de la sincronicidad sincronicidad mediante los cuentos. JeanPascal Debailleul y Catherine Fourgeau. 71. Psicoanálisis 71. Psicoanálisis para educar mejor . Fernando Jiméne J iménezz Hernández-Pinzón. Hernández-Pinzón. 72. Desde 72. Desde mi ventana. v entana. Pensamientos P ensamientos de autoliberación. autoliberación. Pedro Miguel Lamet. 73. En 73. En busca de la sonrisa perdida. perdida. La psicoterapia y la l a revelación revelación del ser . Jean J ean Sarkissoff. Sarkissoff. l a pareja. pareja. 74. La 74. La pareja y la comunicación. La importancia del diálogo para la plenitud y la longev idad de la Casos y reflexiones. reflexiones. Patrice Cudicio y Catherine Cudicio. 75. Ante 75. Ante la enf ermedad de Alzheimer. Alzheimer. Pistas para cuidadores cuidadores y f amiliares amiliares.. Marga Nieto Carrero. (2ª ed.) 76. Me 76. Me comunico… Luego existo. Una historia de encuentros encuentros y desencuentros desencuentros.. Jesús De La Gándara Martín. 77. La 77. La nueva nuev a sofr sof rología. Guía práctica para todos. todos. Claude Imbert. 78. Cuando el silencio habla. habla. Matilde De Torres Villagrá. (2ª ed.) 79. Atajos 79. Atajos de sabiduría. sabiduría. Carlos Díaz. psicología. Ramón Rosal Cortés. 80. ¿Qué nos humaniza? ¿Qué nos deshumaniza? Ensayo de una ética desde la psicología. 81. Más 81. Más allá del indiv idualismo. idualismo. Rafael Redondo. 82. La 82. La terapia centrada en la persona hoy. hoy. Nuevos avances av ances en la teoría y en la práctica. práctica. Dave Mearns y Brian Thorne. 83. La 83. La técnica de los movimientos mov imientos oculares. oculares. La promesa promesa potencial de un nuevo avance psicoterapéutico. psicoterapéutico. Fred Friedberg. Introducción a la edición española por Ramiro J. Álvarez 84. No 84. No seas tu peor enemigo… ¡…Cuando ¡…Cuando puedes ser ser tu mejor amigo! Ann-M. amigo! Ann-M. McMahon. B ases teóricas teóricas de la diafr diaf reoterapia. eoterapia. Luz Casasnovas Susanna. (2ª ed.) 85. La 85. La memoria corporal. Bases 86. Atrapando 86. Atrapando la f elicidad con redes pequeñas pequeñas.. Ignacio Berciano Pérez. Con la colaboración de Itziar Barrenengoa. (2ª ed.) 87. C.G. Jung. Vida, obra y psicoterapia. psicoterapia. M. Pilar Quiroga Méndez. 88. Crecer en grupo. Una aproximación desde el enfoque centrado en la persona. persona . Tomeu Barceló. (2ª ed.) 89. Automanejo 89. Automanejo emocional. Pautas para la intervención cognitiva cognit iva con grupos. grupos. Alejandro Bello Gómez, Antonio Crego Díaz. metáf ora. 77 relatos breves breves para educadores, educadores, f ormadores ormadores y pensadores pensadores.. Nick Owen. 90. La 90. La magia de la metáfora. 91. Cómo volverse enfermo mental . José Luís Pio Abreu. 92. Psicoterapia 92. Psicoterapia y espiritualidad. La integración de la dimensión espiritual en la práctica terapéutica. terapéutica. Agneta Schreurs. 93. Fluir 93. Fluir en la advers adv ersidad idad . Amado Ramírez Villafáñez.
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soltero: Entr E ntree el mito y la realidad . Juan Antonio Bernad. 94. La 94. La psicología del soltero: 95. Un corazón auténtico. Un camino de ocho tramos hacia un amor en la madurez. madurez. John Amodeo (2ª ed.). 96. Luz, 96. Luz, más luz. Lecciones de filosof f ilosofía ía v ital de un psiquiatra. psiquiatra. Benito Peral. (2ª ed.) 97. Tratado de la insoportabilidad, la envidia y otras “virtudes” humanas. humanas. Luis Raimundo Guerra. (2ª ed.) 98. Crecimiento Crecimiento personal: A portaciones de Oriente y Occidente. Occidente. Mónica Rodríguez-Zafra (Ed.). 99. El 99. El f uturo uturo se decide antes de nacer. nacer. La terapia de la v ida intrauterina. intrauterina. Claude Imbert. (2ª ed.) 100. Cuando lo perfecto no es suficiente. Estrategias para hacer frente al perfeccionismo. perfeccionismo. Martin M. Antony Richard P. Swinson. (2ª ed.) 101. Los 101. Los personajes personajes en tu interior. interior. Amigándote con tus emociones más profundas. profundas. Joy Cloug. 102. La 102. La conquista del propio propio respeto. respeto. Manual de respons responsabilidad abilidad personal . Thom Rutledge. 103. El 103. El pico del Quetzal. Sencillas conversaciones para restablecer restablecer la esperanza esperanza en el f uturo uturo. Margaret J. Wheatley. 104. Dominar 104. Dominar las crisis de ansiedad. Una guía para pacientes. pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín. (13ª ed.) 105. El 105. El tiempo regalado. regalado. La L a madurez madurez como desafío. desafío. Irene Estrada Ena. convi virr no es tan difícil. dif ícil. Para quienes no saben qué hacer con sus hijos, o con sus alumnos. alumnos. 106. Enseñar 106. Enseñar a convivi Manuel Segura Morales. (14ª ed.) 107. Encrucijada 107. Encrucijada emocional. Miedo (ansiedad), tristeza (depresión), (depresión), rabia (violencia), (v iolencia), alegría (euf oria). Karmelo Bizkarra. (4ª ed.) 108. Vencer la depresión. Técnicas psicológicas que te ayudarán. ayudarán. Marisa Bosqued. 109. Cuando me encuentro con el capitán Garfio… (no) me engancho. La práctica en psicoterapia gestalt . Ángeles Martín y Carmen Vázquez. vi da. Una aproximación aproximación a la Terapia Terapia de Aceptación A ceptación y Compromiso Compromiso.. Jorge Barraca Mairal. (2ª 110. La 110. La mente o la vida. ed.) 111. ¡Deja de controlarme! Qué hacer cuando la persona a la que queremos ejerce un dominio excesivo sobre nosotros. nosotros. Richard J. Stenack. 112. Responde 112. Responde a tu llamada. Una guía para la realización de nuestro nuestro objetiv o vital v ital más prof profundo undo.. John P. Schuster. 113. Terapia meditativa. Un proceso de curación desde nuestro interior . Michael L. Emmons, Ph.D. y Janet Emmons, Emmons, M.S. 114. El 114. El espíritu de organizars organizarse. e. Destrezas Destrezas para para encontrar el signif icado a sus tareas tareas.. P. Kristan. posible. Un sistema gradual para superar superar la obesidad . A. Cózar. 115. Adelgazar: 115. Adelgazar: el esf uerzo posible. 116. Crecer en la crisis. Cómo recuperar el equilibrio perdido. perdido. Alejandro Rocamora. (3ª ed.) 117. Rabia 117. Rabia sana. Cómo ayudar a niños y adolescentes adolescentes a manejar su rabia. rabia. Bernard Golden. (2ª ed.) 118. Manipulador 118. Manipuladores es cotidianos. Manual M anual de superviv encia. encia. Juan Carlos Vicente Casado. 119. Manejar 119. Manejar y superar el estrés. estrés. Cómo alcanzar una vida más equilibrada. equilibrada. Ann Williamson. 120. La 120. La integración int egración de la terapia experiencial y la terapia breve. Un manual para terapeutas y consejeros consejeros. Bala Jaison. suerte, el amor y la l a f elicidad . Luis Raimundo Guerra. 121. Este 121. Este no es un libro de autoayuda. Tratado de la suerte, 122. Psiquiatría 122. Psiquiatría para el no iniciado. iniciado. Rafa Euba. (2ª ed.) 123. El 123. El poder curativo del ayuno. Recuper R ecuperando ando un camino olvidado olv idado hacia la l a salud . Karmelo Bizkarra. (4ª ed.) 124. Vivir lo que somos. Cuatro actitudes y un camino. camino. Enrique Martínez Lozano. (4ª ed.) 125. La 125. La espiritualidad en el f inal de la v ida. Una inmersión en las f ronteras de la ciencia. ciencia. Iosu Cabodevilla Eraso. (2ª ed.) 126. Regr 126. Regreso eso a la conciencia. conciencia. Amado Ramírez. famil iares. es. En E n resonancia resonancia con la v ida. ida. Peter Bourquin. (13ª ed.) 127. Las 127. Las constelaciones familiar 128. El 128. El libro libro del éxito éxit o para vagos. v agos. Descubra lo que realmente realmente quiere quiere y cómo conseguirlo sin estrés. Thomas Hohensee. 129. Yo no valgo menos. Sugerencias cognitivo- humanistas para afrontar la culpa y la vergüenza. vergüenza . Olga Castanyer. Castanyer. (4ª ed.) 130. Manual 130. Manual de Terapia Terapia Gestáltica aplicada apl icada a los l os adolescentes. adolescentes. Loretta Cornejo. (5ª ed.) 131. ¿Para qué sirve el cerebro? Manual para principiantes. principiantes. Javier Tirapu. (2ª ed.) seres inquietos. Clav es para combatir la ansiedad y las obsesiones obsesiones. Amado Ramírez Villafáñez. 132. Esos 132. Esos seres 133. Dominar 133. Dominar las obsesiones. obsesiones. Una guía guí a para pacientes. pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín, Juan García y Rosa Viñas. (5ª ed.) 134. Cuidados musicales para cuidadores. Musicoterapia Autorrealizadora para el estrés asistencial. Conxa asistencial. Conxa Trallero Flix y Jordi Oller Vallejo
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personas.. Una mirada cuántica a nuestras relaciones relaciones humanas. humanas. Tomeu Barceló 135. Entre 135. Entre personas 136. Superar las heridas. Alternativas sanas a lo que los demás nos hacen o dejan de hacer . Windy Dryden 137. Manual 137. Manual de f ormación en trance prof profundo. undo. Habilidades Habili dades de hipnotización. hipnotización. Igor Ledochowski 138. Todo lo que aprendí de la paranoia. paranoia. Camille 139. Migraña. 139. Migraña. Una pesadilla cerebral cerebral . Arturo Goicoechea (4ª ed.) 140. Apr 140. Aprendiendo endiendo a morir . Ignacio Berciano Pérez 141. La 141. La estrategia del oso polar. polar. Cómo llevar adelante tu vida v ida pese a las l as adversidades. adversidades. Hubert Moritz práctico. Emilio Garrido Landívar 142. Mi 142. Mi salud mental: Un camino práctico. 143. Camino de liberación en los cuentos. En compañía de los animales. animales. Ana María Schlüter Rodés 144. ¡Estoy furioso! Aproveche la energía positiva de su ira. ira. Anita Timpe 145. Herr 145. Herramientas amientas de Coaching personal . Francisc Fr anciscoo Yuste (3ª ed.) 146. Este 146. Este libr li broo es cosa de hombres. hombres. Una guía psicológica para el hombre hombre de hoy. hoy. Rafa Euba 147. Af 147. Af ronta tu depresión depresión con psicoterapia interpersonal. interpersonal. Guía de autoayuda. autoayuda. Juan García Sánchez y Pepa Palazón Rodríguez (2ª ed.) consejero pastoral. Manual M anual de “r “ relación de ayuda” para sacerdotes sacerdotes y agentes de pastoral . Enrique 148. El 148. El consejero Montalt Alcayde 149. Tristeza, miedo, cólera. Actuar sobre nuestras emociones. emociones. Dra. Stéphanie Hahusseau 150. Vida emocionalmente inteligente. Estrategias para incrementar el coeficiente emocional . Geetu Bharwaney 151. Cicatrices del corazón. Tras una pérdida significativa. significativa. Rosa Mª Martínez González 152. Ojos que sí ven. “Soy bipolar” (Diez entrevistas). Ana entrevistas). Ana González Isasi - Aníbal C. Malvar 153. Reconcíliate 153. Reconcíliate con tu inf ancia. Cómo curar antiguas heridas heridas.. Ulrike Dahm (2ª ed.) querido.. Janet Treasure - Gráinne 154. Los 154. Los trastornos de la alimentación. Guía práctica para cuidar de un ser querido Smith - Anna Crane (2ª ed.) 155. Bullying 155. Bullying entre entre adultos. Agresor Agresores es y víctimas v íctimas.. Peter Randall 156. Cómo ganarse a las personas. El arte de hacer contactos. contactos. Bernd Görner 157. Vencer a los enemigos del sueño. Guía práctica para conseguir dormir como siempre habíamos soñado. soñado. Charles Morin 158. Ganar perdiendo. Los procesos de duelo y las experiencias de pérdida: Muerte - Divorcio - Migración. Migración. Migdyrai Martín Reyes 159. El 159. El arte de la terapia. Ref R eflexiones lexiones sobre sobre la sanación para terapeutas principiantes principiantes y v eteranos. Peter Bourquin (2ª ed.) 160. El 160. El viaje viaj e al ahora. Una guía sencilla para llevar llev ar la atención plena a nuestro nuestro día a día. día. Jorge Barraca Mairal 161. Cómo envejecer con dignidad y aprovechamiento. aprovechamiento. Ignacio Berciano 162. Cuando un ser querido es bipolar. Ayuda y apoyo para usted y su pareja. pareja. Cynthia G. Last 163. Todo lo que sucede importa. Cómo orientar en el laberinto de los sentimientos. sentimientos. Fernando Alberca de Castro (2ª ed.) 164. De 164. De cuentos y aliados. El cuento terapéutico. terapéutico. Mariana Fiksler 165. Soluciones para una vida sexual sana. Maneras sencillas de abordar y resolver los problemas sexuales cotidianos. cotidianos. Dra. Janet Hall 166. Encontrar 166. Encontrar las mejores mejores soluciones mediante Focusing. A la escucha de lo sentido en el cuerpo. Bernadette Lamboy 167. Estréses 167. Estrésesee menos y v iva iv a más. Cómo la l a terapia de aceptación y compromiso compromiso puede ayudarle a viv v ivir ir una v ida productiva productiva y equilibrada. Richard equilibrada. Richard Blonna 168. Cómo superar el tabaco, el alcohol y las drogas. drogas. Miguel del Nogal Tomé v entana abierta. abierta. Carlos Alemany Briz 169. La 169. La comunicación humana: una ventana 170. Apr 170. Aprender ender de la ansiedad. La sabiduria de las l as emociones. emociones. Pedro Moreno (3ª ed.) 171. Comida para las emociones. Neuroalimentación para que el cerebro se sienta bien. bien. Sandi Krstinic 172. Cuidar al enfermo. Migajas de psicología. psicología. Pedro Moreno 173. Yo te manejo, tú me manejas. El poder de las relaciones cotidianas. cotidianas. Pablo Población Knappe 174. Crisis, crecimiento y despertar. Claves y recursos para crecer en consciencia. consciencia. Enrique Martínez Lozano (4ª ed.) 175. Cuaderno de trabajo para el tratamiento corpomental del trastrono del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Programa para curar en 10 semanas las secuelas del trauma. trauma. Stanley Block y Carolyn Bryant Block 176. El 176. El joven homosexual. homosexual. Cómo comprenderle comprenderle y ayudarle. ayudarle. José Ignacio Baile Ayensa 177. Sal de tu mente, entra en tu vida. La nueva Terapia de Aceptación y Compromiso. Compromiso. Steven Hayes 178. Palabras 178. Palabras caballo. Fuerza vital vit al para el día a día. día. Dr. Juan-Miguel Fernández-Balboa Balaguer (2ª ed.)
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ialgia, el reto reto se supera. Evi E videncias, dencias, experiencias y medios para el af rontamiento. ontamiento. Bruno Moioli (2ª 179. Fibrom 179. Fibromialgia, ed.) 180. Diseña 180. Diseña tu v ida. Atrévete Atrév ete a cambiar . Diana Sánchez González y Mar Mejías Gómez (2ª ed.) 181. Apr 181. Aprender ender psicología desde el cine. cine. José Antonio Molina y Miguel del Nogal 182. Un día de terapia. terapia. Rafael Romero Rico 183. No 183. No lo dejes para mañana. Guía para superar la postergación postergación.. Pamela S. Wiegartz, Ph.D. y Levin L. y Gyoerkoe, Psy.D alma. José Luis Bimbela Pedrola (2ª ed.) 184. Yo decido. La tecnología con alma. 185. Aplicaciones 185. Aplicaciones de la l a asertividad . Olga Castanyer (3ª ed.) 186. Manual 186. Manual práctico para el tratamiento de la timidez y la ansiedad social. Técnicas demostradas para la superación superación gradual del miedo. miedo . M.M. Antony, PH .D y R.P. Swinson, MD. 187. A 187. A las alf ombras felices no les gusta volar v olar.. Un libro de (auto) ayuda… a los demás. demás. Javier Vidal-Quadras. 188. Gastronomía para aprender a ser feliz. PsiCocina socioafectiva. socioafectiva. A. Rodríguez Hernández 189. Guía clínica de comunicación en oncología. Estrategias para mantener una buena relación durante la trayectoria de la enfermedad . Juan José Valverde, Mamen Gómez Colldefors y Agustín Navarrete Montoya 190. Ponga 190. Ponga un psiquiatra en su vida. v ida. Manual para mejorar la salud mental en tiempos t iempos de crisis. crisis. José Carlos Fuertes Rocañín 191. La 191. La magia de la PNL al descubierto descubierto.. Byron Lewis 192. Tunea tus emociones. emociones. José Manuel Montero 193. La 193. La f uerza uerza que tú t ú llev as dentro. dentro. Diálogos Di álogos clínicos. clínicos. Antonio S. Gómez 194. El 194. El origen de la inf i nfelicidad elicidad . Reyes Adorna Castro vi da es una v ida con sentido. La resiliencia resiliencia.. Rocío Rivero López 195. El 195. El sentido de la vida 196. Focusing 196. Focusing desde el corazón y hacia el corazón. corazón. Una guía para la transformación personal personal . Edgardo Riveros Riveros Aedos 197. Pro 197. Programa grama Somne. Terapia psicológica integral para el insomnio: guía para el terapeuta y el paciente. paciente. Ana María González Pinto • Carlos Javier Egea • Sara Barbeito (Coords.) 198. Poesía 198. Poesía terapéutica. 194 ejercicios ejercicios para hacer un poema cada día. día. Reyes Adorna Castro y Jaime Covarsí Carbonero 199. Abr 199. Abree tu consciencia. consciencia. José Antonio González Suárez y David González Pujana 200. Ya no tengo el alma en pena. pena. Rosse Macpherson Macpherson esperanza. Guía para vencer el apetito. apetito. José Luis López Morales y 201. Ahora 201. Ahora que he decidido luchar con esperanza. Enrique Javier Garcés de los Fayos Ruiz 202. El 202. El juego de la vida Mediterránea. Mediterránea. Mauro García Toro 203. 16 Ideas para vivir de manera plena. Experiencias y reflexiones de un médico de familia. familia. Daniel Francisco Serrano Collantes
SERIE MAIOR 1. Anatomía 1. Anatomía Emocional. La estructura de la experiencia experiencia somática. somática. Luciano Sandrin (11ª ed.) 2. La 2. La experiencia somática. F ormación de un yo personal . Stanley Keleman (2ª ed.) elación. André Lapierre 3. Psicoanálisis 3. Psicoanálisis y análisis corporal de la relación. 4. Psicodrama. 4. Psicodrama. Teoría y práctica. práctica. José Agustín Ramírez (3ª ed.) 5. 14 Aprendizajes vitales. vitales. Carlos Alemany (ed.) (13ª ed.) 6. Psique 6. Psique y Soma. Terapia bioenergética bioenergética.. José Agustín Ramírez 7. Crecer bebiendo del propio pozo. Taller de crecimiento personal . Carlos Rafael Cabarrús, S.J (12ª ed.) 8. Las 8. Las voces v oces del cuerpo. Respiración, sonido y movimiento mov imiento en el proceso proceso terapéutico. terapéutico. Carolyn J. Braddock 9. Para 9. Para ser uno mismo. De la opacidad a la transparencia transparencia.. Juan Masiá Clavel Enneagrama. Maite Melendo (3ª ed.) 10. Vivencias desde el Enneagrama. 11. Codependencia. Codependencia. La dependencia controladora. controladora. La dependencia sumisa. sumisa. Dorothy May 12. Cuaderno de Bitácora, para acompañar caminantes. Guía psico-histórico-espiritual . Carlos Rafael Cabarrús (5ª ed.) 13. Del 13. Del ¡viva ¡vi va los novios! nov ios! al ¡ya no te aguanto! Para el comienzo de una relación en pareja y una conviv conv ivencia encia más inteligente. inteligente. Eusebio López. (2ª ed.) 14. La 14. La v ida maestra. El E l cotidiano cotidi ano como proceso proceso de realización realización personal personal . José María Toro Los registr r egistros os del deseo. Del afecto, af ecto, el amor y otras pasiones. pasiones 15. Los 15. . Carlos Domínguez Morano (2ª ed.)
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problemas psicosensor psicosensoriales, iales, 16. Psicoterapia 16. Psicoterapia integradora humanista. Manual para el tratamiento de 33 problemas cognitivos y emocionales. emocionales. Ana Gimeno-Bayón y Ramón Rosal 17. Deja 17. Deja que tu cuerpo interprete interprete tus sueños. sueños. Eugene T. Gendlin (2ª ed.) 18. Cómo afrontar los desafíos de la vida. vida. Chris L. Kleinke 19. El 19. El valor terapéutico del humor . Ángel Rz. Idígoras (Ed.) (3ª ed.) 20. Aumenta 20. Aumenta tu creativ creatividad idad mental en ocho días. días. Ron Dalrymple, Ph.D., F.R.C. 21. El 21. El hombre, hombre, la razón y el instinto. instinto. José Mª Porta Tovar liberación. Bruce M. Hyman y 22. Guía práctica del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pistas para su liberación. Cherry Pedrick 23. La 23. La comunidad terapéutica t erapéutica y las adicciones. Teoría, modelo y método. método. George De Leon 24. El 24. El humor y el bienestar en las intervenciones clínicas. clínicas. Waleed A. Salameh y William F. Fry 25. El 25. El manejo de la agresividad. agresividad. Manual de tratamiento completo para profesionales. profesionales. Howard Kassinove y Raymond Chip Tafrate 26. Agujer 26. Agujeros os negros negros de la mente. Claves Clav es de salud psíquica. psíquica. José L. Trechera educación. Jordi Planella Ribera 27. Cuerpo, cultura y educación. 28. Reír 28. Reír y aprender aprender.. 95 técnicas para emplear el humor en la l a f ormación. ormación. Doni Tamblyn 29. Manual 29. Manual práctico de psicoterapia gestalt . Ángeles Martín (11ª ed.) 30. Más 30. Más magia de la metáf ora. Relatos R elatos de sabiduría para aquellas personas que tengan a su cargo cargo la tarea tarea de Liderar, Liderar, Influenciar Inf luenciar y Motivar Moti var . Nick Owen 31. Pensar 31. Pensar bien - Sentirse bien. Manual práctico de terapia cognitiv o-conductual para niños y adolescentes. Paul Stallard sobreactivación. Guía práctica de entrenamiento entrenamiento en control control respiratorio respiratorio.. Pablo Rodríguez Correa 32. Ansiedad 32. Ansiedad y sobreactivación. 33. Amor 33. Amor y v iolencia. La dimensión af ectiva del maltrato. maltrato. Pepa Horno Goicoechea (2ª ed.) 34. El 34. El pretendido pretendido Síndrome Síndrome de Alienación A lienación Par P arental. ental. Un instrumento que perpetúa el maltrato y la violencia vi olencia Sonia Sonia Vaccaro - Consuelo Barea Payueta. 35. La 35. La v íctima no es culpable. Las L as estrategias de la v iolencia. iolencia. Olga Castanyer (Coord.); Pepa Horno, Antonio Escudero e Inés Monjas 36. El 36. El tratamiento de los problemas de drogas. drogas. Una guía para el terapeuta. terapeuta. Miguel del Nogal (2ª ed.) 37. Los 37. Los sueños en psicoterapia psicoterapia gestalt. Teoría Teoría y práctica. práctica. Ángeles Martín (2ª ed.) 38. Medicina 38. Medicina y terapia de la risa. Manual . Ramón Mora Ripoll crecimiento. Thomas Wallenhorst 39. La 39. La dependencia del alcohol. Un camino de crecimiento. 40. El 40. El arte de saber alimentarte. Desde la ciencia de la nutrición al arte de la alimentación. alimentación. Karmelo Bizkarra 41. Vivir con plena atención. De la aceptación a la presencia. presencia. Vicente Simón (2ª ed.) 42. Empatía 42. Empatía terapéutica. La compasión del sanador herido. herido. José Carlos Bermejo 43. Más 43. Más allá de la Empatía. Una Terapia Terapia de Contacto-en-la-Relación. Contacto-en-la-Relación. Richard G. Erskine - Janet P. Moursund Rebecca L. Trautmann 44. El 44. El oficio of icio que habitamos. Testimonios y refl reflexiones exiones de terapeutas gestálticas. Ángeles Martín (Ed.) f racasan an las relaciones narcisistas narcisistas.. Bärbel Wardetzki 45. El 45. El amor vanidoso. Cómo fracas 46. Diccionario 46. Diccionario de técnicas mentales. Las L as mejores mejores técnicas de la A a la Z . Claudia Bender - Michael Draksal 47. Humanizar 47. Humanizar la asistencia sanitaria. Apr A proximación oximación al concepto. concepto. José Carlos Bermejo (2ª ed.) 48. Herr 48. Herramientas amientas de coaching ejecutiv o. Francisc Fr anciscoo Yuste Yuste (2ª ed.) ed. ) 49. La 49. La v ocación y f ormación del psicólogo clínico. clínico. Aquilino Polaino-Lorente y Gema Pérez Rojo (Coords.) 50. Detrás 50. Detrás de la pared. pared. Una mirada multidisciplinar acerca acerca de los niños, niñas y adolescentes adolescentes expuestos a la violencia de género. género. Sofía Czalbowski (Coord.) 51. Hazte 51. Hazte experto en inteligencia emocional . Olga Cañizares; Carmen García de Leaniz; Olga Castanyer; Iván Ballesteros; Elena Mendoza (2ª ed.) 52. Counseling y cuidados paliativos. paliativos. Esperanza Santos y José Carlos Bermejo 53. Eneagrama 53. Eneagrama para terapeutas. terapeutas. Carmela Ruiz de la Rosa 54. Habilidades 54. Habilidades esenciales del conunseling. Guía práctica y de aplicación. aplicación. Sandy Magnuson y Ken Norem
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Índice Portadilla Créditos Dedicatoria Introducción 1. La poesía como terapia 2. El método 3. 194 ejercicios Bibliografía Acerca de los autores Otros libros
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P racticando la escritura terapéutica El origen de la infelicidad El sentido de la vida es una vida con sentido Hazte experto en inteligencia emocional
Colección
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