Pericot, Jordi. (1997). Transitar Transita r por los mundos posibles. 21/02/2016, de Elisaa Td! "itio #eb$ %ttp$//tdd.elisaa.net/coleccion/1&/pericot'es
Transitar por los mundos posibles JORDI PERICOT
El actual desarrollo de los sistemas de comunicacin en las sociedades aanadas %a tra*do, como e+ecto inmediato, un aumento espectacular de la o+erta in+ormatia. os ciudadanos, continuamente inadidos pot un alud in+ormatio -ue sobrepasa los l*mites de sus posibilidades receptias e interpretatias, se en obliados a +orar unas %erramientas -ue les permitan orientarse en esa con+usin de est*mulos , a la e, trans+ormar su entorno en una estructura co%erente til, en la medida -ue contena las condiciones indispensables para su realiacin social. !e este modo, el indiiduo, creando su propia dimensin cultural, se crea a s* mismo en un continuo proceso de con+iuracin rec*proca entre l su entorno. El indiiduo no realia este es+uero por instrumentar sus propios espacios culturales asociando est*mulos enunciados al aar. Para cumplir esta tarea aplica unos criterios de seleccin oraniacin -ue b3sicamente responden a sus intereses a la bs-ueda de satis+acciones inmediatas. Pero, 4cu3les son los criterios -ue le permi ten estructurar un determinado mundo propio til5 4mo pasa de un mundo al otro5 4mo accede5 a ccede5 4!e -u manera en -u orden ie las di+erentes opciones5 !e manera eneral, podr*amos decir -ue las personas est3n siempre dispuestas a encontrar lo -ue buscan o lo -ue se opone de manera indiscreta a sus epectatias. Por esta ran, las posibilidades receptias de los indiiduos disminuen %asta la ceuera ante lo -ue no a uda ni di+iculta el seuimiento de sus epectatias.
La doble lectura lectura !esde este punto de ista, el mundo -ue se construe +unciona como una erdadera %erramienta pram3tica, a -ue aporta las primeras %iptesis sobre los elementos pertinentes -ue se le o+recen, posibilitando la construccin de un unierso sem3ntico adecuado a sus intereses. Para conseuir este obetio, los indiiduos proceden a la interpretacin de los est*mulos -ue se les o+recen, proceso -ue, b3sicamente, comporta dos +ases$ en primer luar, se realia un
proceso e+ectio de lectura -ue permitir3, en una seunda +ase, establecer unas %iptesis anticipadas aanar en el campo de las interpretaciones supuestas, %asta la construccin de un conunto co%erente. a primera +ase supone abarcar la totalidad in+ormatia +raccionarla en las partes constituentes -ue despiertan su inters, sea por-ue responden a eperiencias pas adas o por-ue o+recen epectatias uadas interesantes. Para aanar en la con+iuracin de u n conunto co%erente, el indiiduo somete el material perceptio a un conunto de op eraciones de an3lisis, comparacin seleccin de las partes, estableciendo nueas relaciones -ue satis+aan una misma condicin predominante. Esta condicin acta como prede+inicin -ue, al cobiar %ec%os obetos, los identi+ica como probables susceptibles de +ormar una misma estructura. !e este modo, la uni+ormidad o reularidad de los elementos slo tiene sentido en la medida en -ue stos +orman parte del mundo -ue nosotros mismos amos construendo. a caracter*stica b3sica de esta primera +ase es -ue todo el proceso de +ormacin de la macroestructrura de+init8ria pertenece eclusiamente al contenido del teto: o+recido. ;o sucede as* en el caso de la seunda +ase donde, de manera retrospectia, sobre la base de la macroestructura resultante, se construe un mundo personal -ue da co%erencia a la o+erta in+ormatia. El lector/intrprete es conducido a colaborar, %aciendo preisiones y estableciendo supuestos sobre el posible desarrollo del teto %asta con+ormar las %iptesis de mundos posibles. a actiacin de estas %iptesis, motiada por la complea red de relaciones -ue el intrprete establece entre los elementos discursios releantes del teto los -ue etrae de su propio baae iencial, le permite pasar de las estructuras discursias discursias -ue o+rece el teto a las estructuras pram3ticas del mundo posible. ontrariamente a la pri mera +ase, a-u* el lector/intrprete se sire de %erramientas meta'tetuales con las -ue elabora un es-uema in+erencial en el -ue las %iptesis, debidamente aloradas y erar-uiadas, se an contrastando con+irman o in+orman %asta construir un mundo lobal posible -ue da co%erencia co%erencia al conunto. !esde esta dimensin pram3tica, podr*amos decir -ue cual-uier in+ormacin a en bs-ueda de un destinatario, esta bs-ueda es condicin necesaria, no slo de su situacin comunicatia sino tambin de su potencialidad sini+icatia. El lector modelo, como dice Eco, es un conunto de condiciones de ito tetualmente establecidas -ue deben ser satis+ec%as para -ue un teto sea plenamente actualiado en su contenido potencial. Esta perspectia pram3tica permite no limitar el contenido potencial de un teto a lo -ue se deria directamente de las estrateias tetuales preistas reuladas del +uncionamiento interpretatio del destinatario, sino -ue posibilita su ampliacin con los contenidos proenientes del trabao pram3tico -ue enera el mismo teto. Por lo tanto, esta seunda +ase se tiene -ue entender como una parte constitutia del mismo teto , en la medida -ue contiene una estructura un sistema de mecanismos potencialmente din3micos -ue eneran, en el receptor, procesos in+erenciales -ue completan %acen suo: el teto.
El destinatario, aun identi+ic3ndose con el lector modelo -ue presupone el teto, n o puede in%ibirse del lector real -ue es. < pesar de -ue el ito sini+icatio del teto re-uiere siempre satis+acer el conunto de condiciones -ue es el lector modelo, a-ul se tiene -ue completar necesariamente con la actiidad pram3tica de la lectura, es decir, con la actualiacin e+ectia de su potencial enciclopdico la ineitable competencia situacional, no +orosamente preista por el autor, -ue a m3s all3 de la simple identi+icacin localiacin de r e+erentes. !esincular al lector modelo del proceso interpretatio del lector emp*rico por miedo de caer en un total subetiismo, llea a una simpli+icacin a una parcialidad e-u*oca del proceso interpretatio. El lector no puede -uedar reducido a un simple eecutor inocente o *ctima de la emboscada -ue le tiende el teto. !e eistir, este lector ser*a un lector totalmente inenuo, carente de esp*ritu cr*tico e incapa de cuestionarse las propuestas -ue se le o+recen en el teto. =nsistimos, no podemos desincular el recorrido de actualiacin del teto del recorrido re+leio cr*tico -ue impone el mismo teto. !esde el punto de ista de la produccin pram3tica del sini+icado, el recorrido interpretatio -ue re-uiere la reconstruccin lica de los sini+icados preistos por el autor no es m3s -ue una precondicin para su plena interpretacin. El proceso interpretatio a m3s all3 del simple seuimiento de las estrateias inscritas en el proceso de lectura. El destinatar io, en su interpretacin, modi+ica corrie las %iptesis -ue, en cada momento del recorrido de la lectura, considera 3lidas.
Los inevitables inevitables mundos mundos posibles posibles a teor*a del sini+icado de la oracin, iniciada por el lico >ic%ard ?ontaue, 1 a +inales de los a@os 70, permite dar un en+o-ue bastante til al proceso de interpretacin.
toda la o+erta de est*mulos -ue recibe cual-uier indiiduo social, -ue se e obliado a interpretar en +uncin de lo -ue espera o pre, el ?P ad-uiere una dimensin oriinal -ue a de+iniendo las sucesias realidades eperiencias iidas , consiuientemente, los comportamientos adoptados en sucesios ?P. En el ?P de la +iccin, la rela b3sica para entrar es -ue el enunciador el enunciatario suscriban t3citamente un pacto +iccional:2 por el cual el enunciatario suspende su incredulidadB acepta el mundo imainario -ue se le presenta. Es decir, el destinatario, aun sabiendo -ue lo -ue se le muestra o insina es una %istoria imainaria, no por eso piensa -ue es una mentira. En el caso de los ?P estructurados a partir de la o+erta y presencia de todos los est*mulos -ue aporta el entorno cotidiano, el pacto es menos preciso (no pasa, como en la narratia de +iccin, ni por la ta-uilla ni tampoco por la compra del libro...), li bro...), como tambin son menos precisas las normas -ue rien a la %ora de decidir cu3les cmo son los elementos pertinentes de un ?P la erar-u*a -ue en l ocupan. En este caso, la e+icacia la aceptacin de los elementos o+recidas est3n b3sicamente condicionadas por el rado de releancia -ue epresan en +uncin de lo -ue se -uiere o cree -ue es necesario saber , consecuentemente, de las in+erencias -ue actie. !e todas maneras, sea en el sentido restrinido de la produccin e interpretacin de enunciados intencionados, como en su sentido m3s amplio, es decir de sucesios ?P -ue ienen enerados por la percepcin e interpretacin de nuestro entorno, el concepto de ?P es similar aplicable en ambos casos.
Un MP es un mundo real Cn ?P es real: en tanto -ue %ace re+erencia a un mundo narratio de estructura cultural -ue, aun-ue no sea e+ectio, es erdadero: en la medida -ue est3 +ormado por un conunto de indiiduos dotados de propiedades de acontecimientos -ue se uan posibles co%erentes. En un tratado cient*+ico, el concepto de erdad es indispensable , por lo tanto, incompatible con el de +alsedad. En cambio, en un ?P,aun-ue un enunciado pueda se cali+icado de literalmente +also, se acepta como erdad meta+rica. a aceptacin de esta erdad, b3sica e indispensable para la aceptacin del ?P, no es incompatible i ncompatible con -ue sea literalmente +also:. Por eemplo, aun-ue sea +also -ue los coneos %ablen, re+un+u@en corran al ritmo del tic'tac de su relo, en la medida -ue participamos del ?P -ue nos propone e#is arroll,estos %ec%os no nos sorprenden, meor dic%o, los aceptamos como erdades meta+ricas. a suspensin de la incredulidad, aun-ue comporte tener conciencia de -ue el Pa*s de las ?araillas no es erdadero:, no nos llea a pensar -ue es mentira. Por otra parte, si el mundo real cotidiano se rie por el concepto de erdad eidente, el ?P lo %ace por el concepto de erdad circunstancial. a erdad de un ?P es a ceptada siempre cuando los indiiduos -ue lo pueblan, sus propiedades comportamientos, epl*citos o impl*citos, tenan una eistencia circunstancialmente incuestionable, an3loa a la -ue est3
iente en el mundo real de la eperiencia , por lo tanto, uados raonables alorados como posibles. !esde este punto de ista, el concepto de erdad no es un concepto r*ido ni inamoible, sino -ue, como dice Doodman, es una condicin dcil obediente: respecto a las circunstancias -ue lo alidan. En el caso concreto de un enunciado audioisual, la credibilidad se e re+orada si la representacin es uada como realista por su analo*a a lo -ue re+iere. Eidentemente, el rado de realismo -ue se atribue al enunciado audioisual est3 *ntimamente liado al sistema %abitual de representacin -ue rie en el conteto en el -ue se sita el ?P. ;o debe sorprender, por eemplo, -ue el rado de realismo -ue otoraban los cristianos del silo == a los personaes escenas reliiosas representadas en las pinturas murales de las ilesias ilesias di+iera sini+icatiamente del -ue les atribue %o d*a la sociedad postindustrial cuando admira estas mismas obras en un museo. En un ?P, los conceptos de erdad de mentira, se deben entender desliados de uniersalidad. a erdad, aun-ue se nos presente incuestionable m3s all3 de opiniones e intereses, en el interior de un ?P es siempre una construccin conencional temporal, solamente es 3lida en estas circunstancias. Fuera de su ?P un %ec%o o un alor erdadero no permanece necesariamente erdadero. !e a-u* -ue la erdad di+*cilmente admita la trans+erencia a otro ?P Por lo tanto, lo -ue se propone es erdadero o +also solamente dentro del marco eneral o tpico -ue de+ine al ?P siempre cuando esta erdad se adecue a la manera en -ue el destinatario la tiene construida -ue impli-ue sta no otra. "i se cumplen estos re-uisitos, las erdades de los ?P son erdades slidas e incuestionables. Por el contrario, las erdades del mundo real siempre pueden ser cuestionadas.G1 Todo lo -ue creemos %istrica o cient*+icamente erdadero est3 sueto a -ue el aar o la inestiacin cient*+ica %aan aparecer la eidencia de una nuea erdad -ue inalida, como t al, a la anterior.
"in embaro, un ?P no e-uiale a un modelo cerrado, a partir del cual %a -ue uar alorar las propuestas, sino -ue %a -ue entenderlo como la si mple es-uematiacin de una situacin, orientada de manera -ue el destinatario pueda aceptarla como posible , ad%irindose, la complete por su cuenta. a propuesta de un ?P es similar a la puesta en escena: de un nmero limitado de indiiduos de propiedades, reconocibles en tanto pertenecen al mundo de la eperiencia, uados pertinentes para representar la totalidad del ?P -ue se pretende presentar. a propuesta de un ?P no puede -uedar reducida a la simple eposicin comprensin de unos elementos pasios, sino -ue se tiene -ue entender como el es-uema sinecd-uico de una estructura actia -ue se ampl*a con la o+erta de unos espacios -ue el destinatario debe completar con sus in+erencias. En tanto es-uematiacin sinecd-uica de una situacin, la propuesta de un ?P t iene -ue aportar los indicios: necesarios para poder identi+icar id enti+icar las identidades pertinentes -ue permitan localiar aceptar el mundo real de re+erencia. !e estas identidades se tienen -ue predicar unas propiedades comportamientos -ue el intrprete t endr3 -ue completar en +uncin de la propuesta.6 Cn ?P no es una estructura totalmente autnoma respecto del mundo real.
-ue se %an marcado, tiene -ue preer la in%ibicin i n%ibicin de implicaturas procesos in+erenciales no pertinentes. En este sentido debe +iltrar los posibles reconstruidos culturales -ue actuar3n en el proceso in+erencial eliminar o neutraliar a-uellos elementos -ue, aun siendo pertinentes, se les podr*an in+erir alores de omisin: no preistos por el enunciatario, , por lo tanto, distorsionadores. !e este modo, cali+icando la descripcin de sinecd-uica, podr*amos decir, como ;elson Doodman Elin, K -ue el ?P no eiste en el teto, sino +uera de l:$ construir un ?P e-uiale esencialmente a atribuir ciertas propiedades las cualidades +*sicas ps*-uicas -ue conienen eactamente a lo -ue se -uiere decir de ellos.
Transitar por los MP omo %emos dic%o, la sobrecara de est*mulos -ue nos o+rece nuestro entorno nos +uera a seleccionar una parte de ellos a estructurarla co%erentemente en unos ?P de modo -ue responda a nuestros intereses epectatias. 9 !esde esta perspectia, %a dos maneras b3sicas de iir estos mundos$ a) Transitando por ellos, es decir, accediendo a ellos uno tras ot ro, o por el contrario, b) Hiirlos simult3neamente.
En el primer caso, los mundos deienen realidades sucesias, -ue de+iniremos como el transitar del Principito: por sus similitudes con el cuento de
El tránsito lineal del Principito Principito
En el mundo de cada d*a, el recorrido por ?P responde m3s bien al -ue nos marca el Principito. =nmersos siempre en un determinado ?P,uamos co%erente un comportamiento, si ste se da con+orme a las relas -ue all3 rien.
Hiimos siempre un ?P amos pasando linealmente de uno a otro. ada uno de ellos se presenta como un posible luar de acoida -ue podr*amos %abitar:. 10 uares de acoida en los -ue encontramos otros seres otras idas con las -ue coniimos -ue, en eneral, nos prometen +uturos interesantes. !ado -ue muc%as de las situaciones -ue presenta un ?P son din3micas las propiedades de los indiiduos aparecen desaparecen continuamente, el mundo como tal no es nunca el mismo, siempre est3, en el transcurso de su desarrollo, sueto a trans+ormaciones cambios , en este sentido, un ?P es una sucesin ordenada de acontecimientos -ue iimos como una realidad en tiempo espacio presentes. "lo la ruptura de este suceder ordenado nos llea a otro ?P. Para acceder a l, es necesario -ue preiamente abandonemos el actual ?P adoptemos como presente el siuiente ?P. !e esta manera amos +ormaliando accediendo a sucesios estados del mundo, +iables cre*bles en tanto son sucesios ?P reales presentes, solamente limitados por los ?P precedentes a iidos los posteriores, supuestos, deseados o temidos, pero siempre susceptibles susceptibles de ser iidos. "lo el ?P presente se nos presenta como real$ de nada nada sire -ue
El acceso aceptacin de un nueo ?P siempre eie unos es+ueros de comprensin, adaptacin asuncin de los indiiduos y la lica -ue all* rie. Este es+uero es rentable si las estructuras esenciales de este nueo mundo son comprensibles, es decir, si en el transcurso de su desarrollo la relacin indiiduo/propiedades enera estructuras similares a las del mundo de procedencia. !e ser as*, el tr3nsito por los?P no se presenta con+lictio, a -ue los mundos, aun-ue respondan a licas propias, uardan unas similitudes -ue los %acen comp arables. ada uno de los planetas isitados por el Principito Pr incipito uarda una co%erencia interna, pero no se inter+ieren. Cno tras otro, los mundos deienen reales, mientras -ue los otros planetas se an situando en la memoria del pasado o permanecen entre las epectatias de +uturo. Es mu probable -ue, desde una perspectia m3s distante, la linealidad del recorrido de ?P tienda a una cierta circularidad repetitia en la -ue los ?P +uturos no sean m3s -ue repeticiones o ersiones renoadas de ?P pasados, aun-ue relatiamente relatiamente di+erentes por la acumulacin de eperiencias iidas. Hamos pasando de un mundo a otro. Transitamos por ellos en cada uno apreciamos sus di+erencias, aun-ue de %ec%o estas di+erencias proienen m3s de la acentuacin ecluente erar-uiante -ue ponemos sobre determinados indiiduos indiiduos -ue de la propia composicin de estos mundos. El rado de acentuacin -ue ponemos sobre unos determinados indiiduos %ec%os da a stos una predominancia relatia -ue %ace -ue de un mismo conteto se construan di+erentes es-uemas cateoriales , por lo tanto, se eneren ?P di+erentes. Poco se parecen los ?P -ue ien los adormilados iaeros durante el laro traecto en metro -ue los conducir3 por la ma@ana a sus luares de trabao. !e todas +ormas, las posibles ariadas interpretaciones a -ue sometemos la in+ormacin recibida no sini+ica -ue el nmero de posibles?P sea in+inito. "u nmero siempre est3 delimitado por la propia prede+inicin pr ede+inicin del ?P, -ue %ace -ue unos elementos, no otros, sean pertinentes, as* como tambin por el niel ni el de competencia comunicatia e interpretatia del destinador. Por lo tanto, aun-ue limitados, los?P ar*a n en +uncin de los indiiduos.
Alicia y la cohabitación cohabitación de MP a seunda +orma de eperimentar los ?P es iirlos de manera simult3nea, como es el caso de
El con!licto El con+licto inconciliable aparece cuando se intenta interpretar los elementos de un ?P con la neacin de la lica -ue rie en otro, de manera -ue si en un posible estado de cosas el ?Pl es erdadero, entonces el no'?P1 es +also. "i retomamos la +amosa +iura imposible de Penrose (+i. B ) a la -ue tambin %ace re+erencia C. Eco para ilustrar los mundos posibles imposibles:, 11 la diidimos en dos unidades, ?P(a) ?P(b), obtenemos dos +iuras per+ectamente comprensibles. En la +iura 2, el ?P(a) es r3+ica espacialmente co%erente$ tres cilindros paralelos, como tambin es co%erente el ?P(b), +ormado por un 3nulo prism3tico en +orma de C.
El con+licto se enera cuando se interesa intersecionar esos dos mundos sobre la base lica de uno de ellos .< pesar de la co%erencia de las seis l*neas paralelas de la interseccin (Fi., B), la percepcin asumida de los tres cilindros imposibilita la aceptacin del 3nulo en +o rma de C. M iceersa, situados en la lica de esta ltima +iura, no podemos aceptar como como co%erentes los tres cilindros.
Por eso cuando %a dos ersiones correctas simult3neas en con+licto si n posibilidades de reconciliacin, solamente admitimos unos enunciados como erdaderos consideramos +alsos a los -ue entran en con+licto con a-ullos .
;o obstante es necesario preuntarse cmo se pueden conciliar ?P di+erentes, incluso opuestos, en una misma persona. 4mo lleo a conciliar, por eemplo, mi mundo presente, con otros mundos copresentes, cuando los alores, relas, dict3menes del primero son incompatibles con las eiencias seridumbres a -ue oblian los otros5 4mo saber de todos los ?P a cu3l teno -ue reconocer como real5 Lstas otras preuntas muestran %asta -u punto es complea con+lictia la coniencia simult3nea de ?P di+erentes. a co%abitacin de indiiduos comportamientos -ue responden a licas di+erentes, incluso contradictorias, posibilitan lecturas di+*cilmente conciliables -ue a menudo conducen a la incomprensin. Lsta +ue la causa de -ue en el Pa*s de las ?araillas las pobres deliciosas ostras sentadas a la mesa para comer acabaran siendo comidas por sus propios an+itriones. En un mismo discurso, el antaonismo entre enunciados erdaderos +alsos es inaceptable. Para ser admitidos %abr*a -ue aceptar todos los enunciados como erdaderos dentro de un mismo mundo, este mundo, en s* mismo, ser*a s er*a imposible. ;o obstante, el con+licto, en la medida en -ue es asimilable, es in%erente al ?P. a eistencia de un ?P, como estructura actia, depende del con+licto, %asta el punto de -ue si %icisemos abstraccin de todos los rasos responsables de desacuerdos e inco%erencias, como di ce Doodman,12 slo nos -uedar*an ersiones sin cosas, ni %ec%os, ni si-uiera ?P. En nuestra ida cotidiana, la interpretacin de ?P simult3neos raramente se nos presenta totalmente inconciliable. El rado de tolerancia asimilacin ante ersiones simult3neas en con+licto depende del maor o menor es+uero -ue realicen los elementos en con+licto en un ?P di+erente donde esta contradiccin no sea posible. Por lo t anto, los enunciados en desacuerdo pueden dear de ser con+lictios si somos capaces de considerarlos separadamente, de modo -ue cada caso sea erdadero en el sub?P correspondiente o en?P di+erentes. El ?P -ue se ie como presente real se estructura sobre una serie de alores, creencias erdades -ue, aun-ue r*idas, dean libertad a la %ora de aplicarlas a indiiduos concretos, concretos, no necesariamente pertenecientes al mismo ?P, o si m3s no, a un sub?P del primero. !e este modo, aun considerando el comportamiento de un indiiduo como inco%erente o pererso, podemos asimilarlo e incluso uarlo co%erente si %acemos el es+uero de contetualiarlo dentro de otro ?P donde las +ormas de conducta atribuidas a este indiiduo respondan a la lica -ue all3 rie.
contetualiarlo en el mundo -ue le es propio o simplemente s implemente no creemos coneniente realiar esta contetualiacin, tos elementos aenos a nuestro ?P se nos presentan como improcedentes, +alsos, absurdos o son simplemente marinados e inorados. oo a la iebre iebre de ?aro$Otodos son tan rid*culos:, eclama eina de naipes nai pes comprende, aun-ue con un cierto retardo, la imposibilidad de asimilar mundos di+erentes, como son el de
1. Richard Montague: Format Philosophy, Selected Papers of Richard Montague, New Haven, Conn., Yale University Press. 2. Umberto Eco, Seis paseos por los bosques narrativos. Lumen, Barcelona, 1996. 3. Sobre la «voluntaria suspensión de la incredulidad» para acceder acceder racionalmente al sentido real último de los enunciados poéticos, ver especialmente: Paul Ricoeur, Temps et récit, I, II, III, Seuil, París, 1984-1985. F. Jost, Un monde à notre image. Ènontiation, cinema, television, Klinksieck, París, 1988. Umberto Eco, Los limites de la interpretación. Lumen, Barcelona, 1992. 4. U. Eco, 1996: op. cit. 5. Ver: G. Vignaux, Vignaux, L'argumentation L'argumentation. Essai d'une logique discursive, Ginebra, D roz, 1976, pp. 71-72, 6. Sobre el proceso proceso de inferencia, ver D. Sperber y D. Wilson: La pertinence. Communication et Cognition, Editions de Minuit, París, 1989, y también: Resirher, «Possible Individuals, Trans-World Identity and Qualified Modal Logic», Noûs VII, 4, 1973. informalisationn des villes. Presses Universitaires de France, París, I992. 7. Duppuy, Gabriel: L'informalisatio 8. Nelson Goodman: Maneras de hacer mundos. Visor, Madrid, 1990, p.Ï. 9. Johnson and Lakoff, Metáforas de la vida cotidiana, Cátedra, serie Teorema, Madrid, 1991. 10. Paul Ricoeur, op. cit. 12. Nelson Goodman, op. at., p. 152. 13. Nelson Goodman, op. cit., p. 144. 14. «Machina pigra»: Umberto Eco, 1996, op. cit.