Perez Fernandez, Miguel - Textos, fuente y contextuales de la narrativa evangelica. Metodologia aplicada a una seleccion del Ev. de Marcos (Biblioteca Midrásica 30, 2008, 547pp)
Investigación Juridíca por JacoboDescripción completa
Descripción: metodologia a la investigacion
NT y derasDescripción completa
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Descripción: El presente informe da a conocer el desarrollo de una fuente simétrica variable de +30v a -30v, para un consumo de 3A
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erótica
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Descripción: las politicas de perez jimenez
Esta obra ha sido realizada dentro del Proyecto de Investigación Lengua y Literatura del Judaísmo Clásico: Rabínico y Medieval (HUM2006-02495/FILO) del Ministerio de Educación y Ciencia, y del Grupo de Investigación Paganos, judíos y cristianos en la Antigüedad (HUM 178) de la Junta de Andalucía
MIGUEL PÉREZ FERNÁNDEZ Universidad de Granada
TEXTOS FUENTE Y CONTEXTUALES DE LA NARRATIVA EVANGÉLICA METODOLOGÍA APLICADA A UNA SELECCIÓN DEL EVANGELIO DE MARCOS
Biblioteca Midrásica 30 Director: Dr. Miguel Pérez Femández
Editorial Verbo Divino Avenida de Pamplona, 41 31200 Estella (Navarra), España Teléfono: 948 55 65 11 Fax: 948 55 45 06 www. verbodivino.es evd@ verbodivino.es
Para mi hermano Mano1 y Josep Riber in memoriar Para Vicente Collado Bertome. promotor inicial de Biblioteca Midrásic en agradecimient
CONTENIDO
Presentación
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Siglas y abreviaturas
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Bibliografía citada abreviadamente
21
Me 1,1. Evangelio de Jesús Cristo, Hijo de Dios
23
Me 1,2-S.Juan Bautista y Jesús
71
Me 1,9-11. Bautismo de Jesús
147
Me 1,12-13. El Espíritu impulsa a Jesús al desierto
179
Me 1,14-15. El programa de Jesús
205
Me 1,16-20. UamaCla y seguimiento
243
Me 1,21-28. En la sinagoga de Cafarnaúm. La E~oua[a de Jesús
279
Me 1,29-31. Recuperación de una mujer para la diakonía
319
Me 1,40-45. Jesús frente al "Primogénito de la Muerte"
357
Me 6,30-46. La multiplicación de los panes y los peces
397
Me 11,12-14. La higuera que no dio fruto
451
Índices Analítico Antiguo Testamento Nuevo Testamento Qumrán Misnah, Tosefta y Talmud Midrasim y textos litúrgicos Targum Apócrifos del AT Filón de Alejandría y Flavio J osefo Autores greco-romanos y de la Antigüedad Cristiana Autores
471 473 485 499 511 515 519 523 525 527 529 531
Bibliografía
535
PRESENTACIÓN
El origen de este libro está en un proyecto que hace años presenté a la Asociación Bíblica Española: formar un equipo que trabajara en un comentario a los Evangelios teniendo en cuenta la tradición judía bíblica y extrabíblica (rabínica, qumránica, apócrifa, etc.). El proyecto fue muy bien recibido, pero, sin duda, por su magnitud, nunca se pudo llevar a cabo. Ni yo mismo, por mis obligaciones académicas de entonces, podía dedicarme por entero a él. Sin embargo, nunca dejé de trabajar recopilando ocasionalmente datos que me parecían interesantes. Así llegué a mi jubilación y, tras dos años dedicados a la traducción del J oüon - Muraoka, pude concentrarme en el tan deseado comentario. En esta prehistoria queda explicada la limitación del presente libro. Lo que quiso ser un gran p;oyecto de especialistas en los diversos campos de la investigación bíblica se ha quedado en el comentario a unos textos selectos del Evangelio de Marcos, realizado como el sueño inacabado de un jubilado. Lo que sí he depurado es el método, que, si se juzga útil, alguien lo podrá seguir. Hablemos del método, que es lo que del proyecto queda. La historia de las formas nos enseñó a identificar y clasificar las piezas independientes, generalmente orales, que se integran en los relatos evangélicos. Tales piezas aún se reconocen tras el trabajo redaccional de los escribas y tras la complicada historia de su transmisión. Es muy notable, y ha sido advertido por todos los investigadores, que todas las escenas de los Evangelios (exceptuando el relato de la pasión) empiezan y acaban y se pueden leer independientemente. Ha salido ya la palabra escena, y es que he podido advertir (y no creo haber sido el primero) que la mayoría de los relatos evangélicos son escenificaciones con una composición o montaje casi teatral. El lector comprobará en mi comentario que la explicación del texto evangélico (excepción hecha de Me 1,1) se hace describiendo escenario, actores, palabras y acción. El resultado de este modo de acercamiento al texto me ha permitido, en primer lugar, ordenar mi exposición y además, y sobre todo, descubrir la maestría narrativa de los primeros trovadores y escribas cristianos que contaban las historias de Jesús y sus palabras: realmente mostraban a Jesús y hadan oír sus palabras. Mostrar esa representación es elprimerpaso de mi método.
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Presentación
U na peculiaridad singular de estas escenas es que en ellas se suele representar alguna historia, personaje o texto del AT. En realidad, no hay escena de los Evangelios que no tenga detrás explicita o implicitamente un texto del AT. El lector de nuestro libro comprobará cuán frecuentemente los papeles de Ellas y Elíseo, o los de Moisés y David son representados por Jesús. Por poner un ejemplo muy obvio, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén ¿no es la representación de Zac 9,9? Ni Marcos ni Lucas mencionan el texto de Zacarías; sí lo hacen Mateo y Juan, y éste con la observación de que "sólo cuando Jesús fue glorificado, entonces recordaron los discípulos que' tales cosas estaban escritas sobre él" On 12,16). En cada caso los comentaristas discuten qué papel corresponde en esas representaciones a Jesús mismo y a los escribas, qué representaciones corresponden a un estadio más primitivo y cuáles son elaboraciones teológicas más desarrolladas. En todo caso, en nuestro método un segundo paso esencial es identificar los que llamamos textosfuente del relato evangélico. Tales textos-fuente son siempre los bíblicos. Nuestro método nos lleva a descubrir que un mismo episodio evangélico es interpretado diversamente con recurso a textos-fuente diferentes. Es ésta una característica del midrás evangélico, que busca en Jesús, Palabra de Dios, todos los significados posibles aplicando -si no es un anacronismo el decirlo- el principio rabínico de que "la Torah tiene setenta caras." Lo específico del midrás cristiano es mostrar cómo todas las Escrituras tienen su cumplimiento en Jesús. No trata, por tanto, el midrás cristiano de hacer una investigación neutra o simplemente abierta, sino condicionada por un presupuesto: todas las Escrituras dan testimonio de Cristo. Ello se hace en la literatura epistolar paulina (con una exégesis dialéctica muy "rabínica''), en la literatura apocaliptica (con exégesis alegórica muy marcada), en la didáctica (con exégesis de tipo homilético) , y en la evangélica (con la singularidad que aquí estudiamos). Preciso que no todas las citas del AT que aporto son textos-fuente; los hay que son simplemente aclaratorios o contextuales para la escena evangélica. Una aclaración debe hacerse desde el principio: la expresión "textos-fuente" puede conducir a un equívoco, como si la fuente del Evangelio estuviera exclusivamente en los textos del AT y en la maestría de los escribas. La fuente en sentido estricto es Jesús, su personalidad, sus obras y palabras, su propia enseñanza. Si los primeros trovadores y
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escribas cristianos usaron tan abundantemente la Biblia para contar y escribir la vida de Jesús y para reproducir sus palabras es porque habían descubierto en Él y por Él un nuevo paradigma para leer las Escrituras. La enseñanza de Jesús a los disdpulos fue fundamental. No sabemos en detalle cómo fue esa enseñanza, pero sí sabemos lo esencial: que todas las Escrituras se cumplían en Él. Cada una de las unidades aisladas de los Evangelios están integradas, en un último estadio, en la narración larga de cada Evangelista, que es la que :nos ha llegado escrita. La ordenación y enlace entre las diversas escenas es la obra redaccional de los escribas. En el macrotexto de cada Evangelio es donde finalmente comprendemos el sentido de cada escena. Esta relectura de cada escena es un tercer paso en nuestro comentario. Más aún, siendo los Evangelios cronológicamente posteriores a los escritos p~ulinos y otras obras, el macrotexto donde debe leerse la escena abarca a todo el NT. En este sentido, me he sentido confirmado al leer, cuando ya mi trabajo estaba prácticamente terminado, al Papa Benedicto: "La «exégesis canónica» -la lectura de los diversos textos de la Biblia en el marco de su totalidad- es una dimensión esencial de la interpretación que no se opone al método histórico-crítico, sino que lo desarrolla y lo convierte en verdadera teología" (jesús de Nazaret, pp. 15-16).1 Junto a los textos-fuente, este comentario considera los que llama textos contextuales. Jesús vivió y enseñó en un espacio y tiempo que tenía una idiosincrasia, religión, instituciones, cultura y costumbres determinadas. Igualmente los primeros transmisores orales y los escribas cristianos vivieron en el mismo medio que Jesús, pero en algún momento el medio fue diferente. Contextualizar los textos evangélicos es, por tanto, otro paso esencial de nuestro método. En este paso debo confesar las limitaciones de mi estudio: no siendo historiador ni arqueólogo, los datos que aporto de estos campos son tomados de mis colegas especialistas. Me he fijado especialmente en los documentos literarios. Son, a mi parecer, privilegiados los textos judíos porque beben en la misma fuente bíblica que los Evangelios: en ellos he tenido en cuenta los textos apócrifos del AT, los textos qumránicos y los de
Debo señalar que las frecuentes referencias a la obra del Papa Benedicto se hicieron en una ultimísima revisión de mi trabajo antes de enviarlo a los editores.
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Presentación
Filón y Flavio J osefo, todos ellos conocidos en la época en que se escriben los Evangelios o poco posteriores. También los textos rabínicos (Misnah, Targum, Midrasim, Tosefta y Talmud) que, aunque posteriores, reflejan en muchos casos situaciones y transmiten enseñanzas anteriores a la destrucción del Templo. Pero incluso los textos que son más tardíos pueden ser de gran importancia en cuanto representan la continuidad de una tradición, convergente o divergente con la de NT, en todo caso interesantes para valorar el sentido del texto evangélico. En mi trabajo no he entrado en detalle en la datación de los escritos rabínicos, pues mi interés se centra en la interpretación que tales obras hacen de los mismos textos bíblicos que son fuente para los Evangelios. Obviamente, no se me ocurre hablar de dependencias literarias, pero sí tengo un principio claro: si una enseñanza talmúdica, por ejemplo, aparece en el NT, es que esa enseñanza judía existía ya en la época neotestamentaria. Los caminos de la transmisión sobrepasan al objetivo de este libro. Hay otros textos contextuales no judíos, es decir, no inspirados en la Biblia. Por ello les llamo secundarios, aunque en algunos casos pueden tener singular relevancia. Me estoy refiriendo a la literatura helenística-romana. Los Evangelios (y toda la literatura neotestamentaria) está escrita en griego para un público que hablaba griego y vivía en un ambiente helenizado o romanizado. Así pues, ese medio helenísticoromano debe ser tenido en cuenta para entender el texto de los escribas cristianos, algunos de los cuales parece que pusieron por escrito su obra muy lejos de la tierra de Jesús. La aportación de los textos contextuales, que por su propia naturaleza nunca pueden ser exhaustivos, es el cuarto paso que he realizado. Todo lector observará y entenderá que Üenen preferencia especial o privilegiada los textos de la tradición judía. Comoquiera que la selección de los textos contextuales puede haber arrojado bastante luz sobre la escena evangélica que estudiamos, se impone un quinto y definitivo paso, que es una relectura final a la luz de las nuevas aportaciones. Mi comentario no pretende competir con otros estudios que hoy se realizan desde el campo de la antropología, la sociología, ni siquiera con el ya clásico llamado histórico-crítico y los más filológicos. Más bien, supongo los avances obtenidos y a ellos me remito en muchas
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cuestiones en las que no entro. Los especialistas observarán que he usado una bibliografía limitada respecto a los estudios especializados de cada perícopa; me he limitado a unos comentarios clásicos y a otros modernos para presentar los resultados que se pueden considerar adquiridos. Con sinceridad y modestia confieso que no pretendo enseñar nada nuevo a los exegetas expertos; únicamente uso un enfoque sistemático del relato evangélico desde los textos y contextos de la tradición bíblica y extrabíblica. La cantidad de textos fuente y contextuales puede parecer a primera vista un centón de citas. He tenido verdadero cuidado en su ordenación de forma que se integraran en el comentario, y que cada unidad evangélica estudiada se viera enriquecida e iluminada con la luz que del conjunto de textos se desprende; es decir, he buscado simplemente contextualizar el texto evangélico. Por otra parte, espero que este comfntario ponga de manifiesto la estrecha relación entre el AT y el NT; sobre el tema debo agradecer las lúcidas páginas escritas por A. Rodríguez Carmona en un artículo divulgativo: El Olivo 64 (2006) 29-56. Me siento obligado a expresar'mi agradecimiento a los amigos de la Univ. de Deusto, profs. Rafael Aguirre y Carmen Bernabé, al prof. Gonzalo Aranda, de la Univ. de Navarra, y al qumranólogo Jaime Vázuez, que se tomaron la molestia de leer y anotar los capítulos que les envié. Al P. Pino y a F. Voltaggio, de la Domus Mamre en Jerusalén, que me ofrecieron la hospitalidad de la Casa de Abraham y pude dialogar con ellos y sus seminaristas algunos de los capítulos de este libro. En el año 1984 se publicó el primer volumen de la BIBLIOTECA MIDRASICA. Nos ha parecido a los editores y a mí que en esa colección debía incluirse este libro, donde se refleja el amor y la dedicación a la literatura rabínica del autor, convencido de que toda la literatura neotestamentaria pertenece también a la literatura judía. Por ello me complace dedicar esta obra al arnígo y colega Prof. Vicente Collado Bertomeu, promotor inicial de la Biblioteca Midrásica. Miguel Pérez Fernández San Pedro del Pinatar, 30 de Octubre de 2007
SIGLAS YABREVIATURAS BíBLICAS
Se usan las siglas usuales entre los biblistas españoles. Se hace excepción para Eclesiastés y Eclesiástico que se designan Qoh(elet) y Sira respectivamente. AT y NT: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. TH y TM: texto hebreo y texto masorético. HB y HM: hebreo bíblico y misnaico. RABíNICAS
Misnah, Talmud y Tosefta Los diferentes tratados llevan antepuesta la letra m si designan la Misnah (p.ej., mErub); la letra b si designan el Talmud de Babilonia (p.ej., bBB); la letra j si designan el Talmud de Jerusalén (p.ej.,jShab); la letra t si designan la Tosefta (tS o~. 1 TRATADOS
Abot ('Abot) Arak ('Arakin) AZ ('Abdah Zarah) BB (Baba' Batra') Bek (Bekorot) Ber (Berakot) Bes (Be~ah) Bikk (Bikkurim) BM (Baba' Me~i'a') BQ (Baba' Qamma') Dem (Dema'y) Eduy ('Eduyyot) Erub ('Erubin) Git (Gittin) Hag (I:Iagigah) Hal (I:Iallah) Hor (Horayot) H ul (I:Iullin) Kel (Kelim) Ker (Keritot) Ket (Ketubbot) Kil (Kil' ayim)
Maas (Ma'aserütJ._ Makk (Makkot) Maks (Maksirin) Meg (Megillah) Meil (Me'ilah) Men (Menal).ot) Midd (Middot) Miqw (Miqwa'ot) MQ (Mo'ed qatan) MSh (Ma'aser seni) Naz (Nazir) Ned (Nedarim) Neg (Nega'im) Nez (Neziqin) Nidd (Niddah) Ohol ('Oholot) Orl ( 'Orlah) Par (Parah) Pea (Pe'ah) Pes (Pesal).im) Qidd (Qiddusin) Qinn (Qinnim)
RH (Ros haSanah) Shab (Sabbat) Shebi (Sebi'it) Shebu (Sebu'ot) Sheq (Seqalim) Sanh (Sanhedrin) Sot (Sotah) Sukk (Sukkah) Taan (fa'anit) Tam (famid) Teb (febul Yom) Tem (femurah) Ter (ferumot) Toh (f oharot) Uq ('Uq~in) Yad r,:tadayim) Yeb r,:tebamot) Yom r,:toma') Zab(Zabim Zeb (Zebal).im)
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Siglasy abreviaturas
Midrasim TANNAÍTICOS
Mek (Mekilta de R. Ismael) SLv (Sifra) SNm (Sifre Números) SDt (Sifre Deuteronomio) SOR (Seder 'Olam Rabbah) MIDRAS RABBAH
ARN (Abot de R. Natán. Las letras A o B añadidas indican las dos recensiones) PER (Pirqe de Rabbí Eliezer) PesR (Pesiqta Rabbati) PRK (Pesiqta de Rab Kahana) SER (Seder Eliyahu Rabbah) SEZ (~eder Eliyahu Zutta) Tanj (Midrás Ta.nl)uma) TanjB (Midrás Ta.nl)uma, edición de Buber) Targumim TagF (Targum Fragmentarios) TgN (Targum Neofiti TgOnq (Targum Onqelos) TgPsJ (Targum Pseudojanatán)
APÓCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
1 En (Enoc etiópico) 2 Bar (Apocalipsis siríaco de Baruc) 4 Esd (4 Esdras) ApAbraham (Apcalipsis de Abraham) Aristeas (Carta de Aristeas) Jub (Libro de los Jubileos) ]yA Oosé y Asenet) LAB (I.iber Antiquitatum Biblicarum. Pseudo-Filón) OdSl (Odas de Salomón) OracSib (Oráculos sibilinos) OrMan (Oración de Manasés)
SalSl (Salmos de Salomón) Tetamentos de los XII Patriarcas: TestRubén, Test Simeón etc. TestAbrahán (Testamento de Abrahán) TestAdán (Testamento de Adán) Testlsaac (Testamento de Isaac) TestJacob (Testamento de Jacob) · TestJob (Testamento de Job) TestMoisés (Testamento de Moisés o Asunción de Moisés) TestSalomón (Testamento de Salomón)
Siempre que nos ha sido posible, hemos usado la traducción editada por A. DíezMacho
Siglasy abreviaturas
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QUMRÁN Las siglas presentan siempre el número de la cueva, la letra Q y el número o sigla asignado al documento. En ocasiones se añade el nombre con el que los editores lo han identificado. CD (Cairo Damascus Covenant o Cairo Documen~ designa al llamado Documento de Damasco encontrado en la Genizá de El Cairo: CD-A y CD-B designa las dos copias encontradas, de los que otras partes está en 4QD. La equivalencia de los números, siglas y denominaciones puede verse en la edición española de los textos de Qumrán (F. García Martínez), pp. 483-518. De la misma edición tomamos la traducción de los textos, con pequeñísimas variaciones cuando las juzgamos necesarias para mayor claridad. El texto hebreo lo tomamos de la edición bilingüe (Hebreo / Arameo-Inglés) de García Martínez y Tigchelaar. Ofrecemos aqui las equivalencias de las siglas más usuales. En los índices (pp. 511-14) se encontrará el número y nombre descriptivo asignado a cada documento. Para las citas de autores de la literatura clásica greco-latina y de la antigüedad cristiana, bsamos la terminología habitual, prescindiendo, en lo posible, de las siglas. Igualmente prescindimos de señalar las siglas de las revistas, diccionarios y obras de conjunto o~olecciones, bien conocidas de los estudiosos.
í
BIBLIOGRAFÍA CITADA ABREVIADAMENTE POR EL NOMBRE DEL AUTOR
Normalmente citamos por el nombre de autor y la palabras iniciales de su obra, que se encontrará en forma completa en la Bibliografía (pp. 535-49 ). Las obras más citadas se hacen por sólo el nombre del autor; éstas son las que siguen: Benedicto .XVI: Benedicto XVI Ooseph Ratzinger), 2007: Jesús de Nazaret. Madrid (La Esfera de los Libros). Billerbeck: Strack, H.L. - Billerbeck, P., 101994: Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch (6 vals.). München (C. H. Beck). Boismard: Benoit, P.-M.-E. Boismard- J.L. Malillas, 1975.1977: Sinopsis de los Cifr:ltro Evangelios con paralelos de los Apócrifosy de los Padres (2 vals.) Bilbao (Desclée de Brou'f/er). Bock: Bock, Darrell, L., 2005: The Cospel of Mark. En Cornerstone Bíblica/ Commentary (General Editor, Philip W. Comfort), Illinois 2005. Boring: Boring, M. Eugene, 2006: Mark. A Commentary. Louisville-London (Westminster John Knox Press). Bultmann: Bultmann, R., 2000: Historia de la tradición sinóptica. Salamanca (Sígueme). Crossan: Crossan, John D., 2000: El Jesús de la historia. Vida de un campesino mediterráneo judío. Barcelona (Crítica). Donahue- Harrington: Donahue, John R.. - Daniel J. Harrington, 2002: The Cospel ofMark. Collegeville, Minnesota (The Liturgical Press). Edersheim: Edersheim, Alfred, 2006: The Lije and Times of Jesus the Messiah. Complete and unabridged in One Volume (Hendrickson Publishers). Focant: Focant, Camille, 2004: L 'évangile selon Marc. París (Les éditions du Cef). Flusser - Nodey: Flusser, David with R. Steven Notley, 2007: The Sage fróm Galilee. Rediscovering Jesus' Genius. Gand Rapids, Michigan / Cambridg, UK (Eerdmanns). Gnilka: Gnilka, Joachim, 1986: El Evangelio según san Marcos. Salamanca (Sígueme). Jenni- Westermann: Jenni, E.- C. Westermann (eds.), 1978: Diccionario teológico manual de/Antiguo Testamento. Madrid (Cristiandad). Joüon- Muraoka: Joüon, P.- T. Muraoka, 2007: Gramática de la Lengua Hebrea Bíblica. Estella (Verbo Divino).
22
Bibliografía citada en forma abreviada
Klausner: Klausner, Joseph, 21991: Jesús de Nazaret. Su vida, su época, sus enseñan-
zas. Barcelona, Buenos Aires, México (Paidós) (Ed. inglesa, New York 1989). Leipoldt- Grundmann: Leipoldt, Johannes y Walter Grundmann, 1973: El Mundo del Nuevo Testamento. Madrid (Ediciones Cristiandad). Lentzen-Deis: Lentzen-Deis, Fritzleo, 1998: Comentario al Evangelio de Marcos. Modelo de Nueva Evangelización. Estella (Verbo Divino). Mateas - Camacho: Mateas, Juan - Fernando Camacho, 1993: El Evangelio de Marcos. Análisis lingüístico y comentario exegético. Córdoba (Ediciones El Almendro) ' Meier: Meier, John P., 1998-2003: Un judío mawnal. Nueva visión del Jesús histórico (4 vals.). Estella (Verbo Divino). Miller: Miller, Dale and P. Miller, 1990: The Cospel ofMark as Midrash on Earlier Jewish and New Testament l.iterature (Lewiston, Queenston and Lampeter). Moloney: Moloney, Francis J., 2002: The Cospel of Mark. A Commentary. Peabody, Massachusetts (Hendrickson Publishers). Pesch: Pesch, Rudolph, 1980.1982: JI Vangelo di Marco (2 vals.). Brescia (Paideia editrice). Sabin: Sabin, Marie Noonan, 2005: The Cospel according to Mark. Collegescville, Minnesota (Liturgical Press). Schmid: Schmid, Joseph, 1962: L 'Evangelo secondo Malteo. Brescia (Morcelliana). Schnackenburg: Schnackenburg, Rudolf, 1977: El Evangelio según San Marcos. Barcelona (Herder). Taylor: Taylor, Vincent, 1979: Evangelio según San Marcos. Madrid (Cristiandad) Trocmé: Trocmé, Étienne, 2000: L 'Évangile selon Marc. Geneve (Labor et Pides) Urbach: Urbach, Ephraim E., 1979: The Sages. Their Concepts and Beliefs. Jerusalem (fhe Magnes Press). Van Cang- Toumpsin: Van Cang, Jean-Marie et Alphonse Toumpsin, 2005: L 'Évangile de Marc. Un original hébreu. Bruxelles (Éditions Safran). Zerwick: Zerwick, Maximilano, 1997: El griego del Nuevo Testamento. Estella (Verbo Divino).
Mct,t EVANGELIO DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS
El espíritu del Señor Yhwh está sobre m~ porque Yhwh me ha ungido para anunciar la buena noticia (ls 61,1) V try a proclamar el decreto de Yhwh: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hqy (Sal 2,7) l. EL TÍTULO DEL UBRO Y SUS TÉRMINOS. Il. EVANGELIO. Ill. CRISTO. IV. HIJO DE DIOS. V. RELECTURA DE Me 1,1 EN EL MACROTEXTO MARCAN O Y A LA LUZ DE LOS TEXTOS CONTEXTUALES
\ l. EL TÍTULO DEL LJBRO Y SUS TÉRMINOS
Me 1,1: Comienzo del Evangelio de Jesús Cristo, Hijo de Dios 'Apx~ tou EuayyEA.(ou 'IT)aou Xpwtou utou 9Eou. 1
Este versículo funciona como título de toda la obra. "Sumarioanuncio" lo denomina Rodríguez Carmona, "que, a modo de tesis, anuncia lo que pretende desarrollar: Evangelio es Jesús, Mesías e Hijo de Dios."2 Títulos similares se encuentran en la literatura bíblica: Os 1,2a, ~~il:¡l ilJh~-,#':1 n~r:t~; LXX, &px~ A.óyou Kup(ou 1rpoc; OaTJE. En el estilo de un título como frase enunciativa carente de predicado, se entiende igualmente Prov 1,1, Proverbios de Salomón, hijo de David, rey deIsrael, y Qoh 1,1, Palabras de Qohelet, hijo de David, rry en Jerusalén (en estos casos, los dos títulos de Salomón y Qohélet, las hacen más similares a Me 1,1); Cant 1,1, Cantar de los cantares de Salomón. 'Apx~ es normalmente traducido como "principio, comienzo", y espontáneamente se entiende como "comienzo del libro."3 Pero si
2
"Hijo de Dios" falta en algunos importantes manuscritos; pero la crítica textual, por razones internas y externas, lo acepta como lectura original (cf. comentarios). Gnilka, p. 50: "La supresión de ulou 8Eou en algunos testimonios textuales se explica por la inusual caracterización del Evangelio. Y precisamente esto es una prueba a favor de su originalidad." Rodríguez Carmona, "El Evangelio según San Marcos", p. 109. Hay quien entiende que Me 1,1 se refiere sólo a las escenas de Me 1,2-15, que funcionan como prólogo. Pero las palabras del título "trascienden la narración del
Me 1,1
24 'Apx~
está determinado por Evangelio, no en el sentido de libro sino en el de la Buena Nueva que Jesús anuncia o que es Jesús, el sentido no es necesariamente el local o temporal (incipit, "comienzo de la Buena Nueva proclamada por Jesús''), sino que puede ser también el de principio o fundamento, como en Sal 110,10, el principio de la Sabiduría es el temor de Dios; Prov 1,7, Sira 1,14.4 El término 'Apx~ evoca también el comienzo del Génesis, como en el evangelio de Jn, y anuncia un nuevo comienzo en la historia; siempre que Me usa 'Apx~ se refiere al comienzo de la creación (1 0,6 y 13, 19) o a los grandes dolores que precederán la edad mesiánica (13,8). El sustantivo Evangelio es característico de Pablo (58 veces; 3 veces en Mt; 2 en Hch; nunca en Jn y Le; 2 veces en 1 Ped y Ap). En Me se usa 8 veces, 2 con la determinación "de Jesús-Cristo" (1,1) y "de Dios" (1,14); el resto, en sentido absoluto (1,15; 8,35; 10,29; 13,10; 14,9 [16,15]), es característico de Pablo. El término pasará en época subapostólica Oustino Mártir) a designar el género literario y concretamente el relato que narra la vida y predicación de Jesús. Aquí, en Me 1,1, el término conserva su sentido primitivo y etimológico de "buena noticia". Se plantea sólo la discusión sobre si la determinación genitiva! (de Jesús Cristo) es subjetiva (la buena noticia que Jesús predica) u objetiva (la buena noticia sobre Jesús). Atendiendo a Me 1,14-15, es preferible la primera acepción; ésta, sin embargo, no excluye la otra, pues la buena noticia finalmente es la revelación de Dios en Jesús: "La buena noticia es: Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios" (Moloney, 31). 5 Considerando además que 11 veces Pablo usa Evangelio con la determinación "de Cristo" o "de Dios", debe entenderse que Me usa la terminología paulina de la misión. Algunos autores consideran ello como una prueba de que el título de Me 1,1 es un añadido superpuesto al relato original
4
precursor y sintetizan admirablemente la esencia del Evangelio" (Taylor, p. 163; cf. Bock,Jesus according to Scripture, p. 78). Cf.Pesch, p. 142; Focant, p. 59. "Este uso sin complemento, que Me comparte con Pablo, refiere el mensaje de Jesús a su persona, como lo sugiere Me 8,35: Quien pierde su vida por mí y por el Evangelio la salvara' (Focant, p. 59). Cf.la acertada pregunta que se hace Benedicto XVI (p. 76): "¿Es [Jesús] tan sólo un mensajero que debe batirse por una causa que en último término nada tiene que ver con Él, o el mensajero es Él mismo el mensaje?"
Me 1,1
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marcano, pero ello se contradice con la síntesis del contenido que tal encabezamiento expresa. Nunca usa Me el término compuesto ''Jesús Cristo = Jesucristo", fuera de este lugar. Esta unión como nombre propio personal es anterior a Marcos, propia de los escritos paulinos (unas 90 veces; 14 veces en Hch; 3 veces en Mt; ninguna en Le y Jn); Me lo toma, sin duda, del uso habitual en la misión, 6 pero al mismo tiempo lo concatena con el de "Hijo de Dios". XpLOtÓ¡;; es usado por Me en 1,1; 8,29; 9,41; 12,35; 13,21; 14,61; 15,32. YLo¡;; [tou] 9EOU o su equivalente uto¡;; o uLo¡;; IJ.OU: 1,1; 1,11; 3,11; 5,7; 9,7; 13,32; 14,61; 15,39. Los dos títulos Cristo e Hijo de Dios, señalan ~1 misterio de Jesús que se desvela a lo largo de la obra. Jesús planteará una pregqnta crucial a los oyentes de entonces y discípulos: ¿Quién dice la gente qJe sqy Yo? (8,27), ¿Quién decís vosotros que sqy Yo? (8,29). Me la plantea implicando a los lectores. 7 Los estudiosos establecen una división bipartita en la obra de Marcos: la primera parte culmina con la confesión de Pedro: Tú eres el Cristo (Me 8,29); la segunda concluye con la confesión del centurión: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios (Me 15,39) ;8 y en el proceso de Jesús, el Sumo Sacerdote une los dos títulos por los que será acusado de blasfemia y declarado reo de muerte: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito? (14,61). 9 Así, el título ya anuncia el 6
Jesús era un nombre habitual entre los judíos. Las implicaciones del nombre compuesto Jesucristo sólo podían ser entendidas en un ambiente judío, donde se podía comprender que el sobrenombre revelaba, más que un nombre propio, una función. El origen pudo estar en la primera misión entre los judíos. Benedicto XVI (p. 371) nos ofrece una lúcida interpretación del nombre compuesto Jesucristo: "[Cristo o Mesías] apenas era comprensible fuera del ámbito semita: desapareció muy pronto como titulo único y se fundió con el nombre de Jesús: Jesucristo. La palabra que debía servir de explicación se convirtió en nombre, y esto encierra un mensaje muy profundo: Él es una sola cosa con su misión. Por tanto, con razón su misión se convirtió en parte de su nombre." También el llamado secreto mesiánico "es un recurso pragmático del autor, quien, para provocar la respuesta de los lectores, los coloca ante el desafío de la persona de Jesús y de su identidad" (Lentzen-Deis, p. 22). Por otra parte, "Hijo de Dios" podía tener en los ambientes helenísticos y romanos muy variadas evocaciones en la religiosidad popular y en el culto al Emperador. Cf. infra, pp. 64-65 y 68-69. Cf. infra, pp. 66ss.
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contenido: "No es el encabezamiento del libro, sino la denominación de su contenido" (Gnilka, p. 49). En nuestra exposición analizamos los términos Evangelio (II), Cristo (III), Hijo de Dios (IV), en la literatura Bíblica, judía extrabíblica y helenístico-romana. Concluiremos con la relectura de Me a la luz de la tradición anterior y en el macrotexto marcano M·
11. EVANGELid 0 1. Antiguo Testamento En la Biblia Hebrea y en la versión griega (LXX) el significado del tér-
mino es el que deja ver la etimología de la palabra griega: "buena noticia", y su derivado: "recompensa por la buena noticia". -2 Sm 4,10: Si alguien me dijo <, aunque él se considerara portador de buenas noticias 1~~7?;:J, W¡; EÚa.yyE.h(Ój.J.EVO¡;-, le hice prendery matar en Siqelagpara darle recompensa por la buena noticia -n;'D:¡¡ í?-'-!-!-!1'?, ~ EOEL j.J.E OOUVa.L EÚa.yyÉ'A.La.-. -2 Sm 18,20: Tú no serás hqy hombre de buena noticia -n;'D:¡¡ Tll'~, av~p EÚa.yyEA.La.¡;-. Otro día darás una buena noticia -{r¿~:;l\ EooyyEA.Lt\ -,pero hqy no darás buena noticia-,,~{1, EÚa.yyEAL t\-, porque ha muerto el hfjo del rry. -2 Sm 18,22: ¿Por qué entonces tú correrás, hijo mío, pues no vas a encontrar recompensa por la buena noticia -nK~b n;ífD:¡I-1'~, oÚK EO't"LV ooL E"Úa.yyEHa.-? -2 Sm 18,27: Ése es hombre de bien y vendrá con alguna buena noticiaKí:::l! i1~Í~ i1':JífD:¡¡-?~, EL¡; E"Úa.yyEA.La.v aya.e~v EAEÚOE"Ca.L-. -2 Re 7,9: Dijéronse [los leprosos]: No debemos obrar así. Hqy es un día de buena noticia -N~i1 i1':J'D:¡¡-cí•, ~j.J.Épa. EooyyEA.La.¡; E:o·dn-.
A la luz de estos textos, podemos hacer unas observaciones: a) LXX no usa el término EuayyÉA.Lov en singular; por lo general usa el fem. Eua.yyEI..[a y el pl. neutro Eua.yyÉA.La.. · b) El verbo EuayyÉUo / EuayyEH( w y el sustantivo EUayyÉA.Lov derivan de lí.yyE'Aoc;, "mensajero"; es necesario analizar el uso de estos términos, así como los correspondientes hebreos: infinitivo 1~:¡1, sustantivo n'it':¡¡, participio 1~;17? /11':)o/;17?
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Sigo en esta exposición el trabajo de L. Miralles Maciá, "Euaggélion y Beforah en la literatura judía y pagana" (cf. Bibliografía).
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e) Los contextos de los textos citados para EuocyyEHoc y EuocyyÉA.Loc muestran el doble significado de "buena noticia" y "recompensa por las buenas noticias. El uso del participio 11J,~7? 11 es significativo para designar al portador de las buenas noticias a Sión y Jerusalén: -Is 40,9-11: (9) Súbete a un alto monte, heraldo de buenas noticias a Sión 7í"l,t 11~~~7?, Ó Eua.yyEA.L(Ó¡..LEvo¡; :Etwv-, levanta con fuerza tu VO=Q heraldo de buenas noticias a Jerusalén -e?im: 11~~~7?, ó Eua.yyEA.t(Ó¡..LEvo¡; IEpouaa.A.T]¡..LIevántala, no temas. Di a las ciudades de Judá.~ Aquí está vuestro Dios. (10) He aqu4 el Señor Yhwh vendrá con poder, y con su brazo gobernará. He aqu4 con Él está su galardón, y delante de Él su recompensa. (11) Como pa.rtor apacentará su rebaño, en su trazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas. -Is 41,27: Un pri';nero para Sion: <
La buena noticia del mensajero es la paz, que el Señor viene con su recompensa, que Dios reina. De especial relevancia para el sentido de Me 1,1 es Is 61,1, donde el heraldo de las buenas noticias se identifica con el ungido de Yhwh: -Is 61,1: El espíritu del Señor Yhwh está sobre mí, porque Yhwh me ha ungidon~7;), EXpLaÉv ¡.LE-; para anunciar la buena noticia _,~7, Eua.yyEA.í.aa.a8a.L- a los
11
La desinencia femenina tiene un matiz intensivo y especificador, como de un nombre propio. Cf. Qohelet, "hombre de asamblea o miembro de la asamblea, eclesiástico"; Soferet, "escriba" (Neh 7,57), etc. Véase Joüon- Muraoka, § 89 b.
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pobres me ha enviado, para vendar a los de corazón quebrantado, para proclamar la liberación a los cautivos ...
El Evangelio de Jesús Cristo es fórmula que claramente identifica aJesús con el mebaffer. 2. Literatura rabínica Gn 49,21, Neftalí es como corza suelta, que profiere palabras bellas, recibe la siguiente traducción explicativa en el Targum: -TgN Gn 49,21: "Neftalí es un mensajero ligero que anuncia noticias buenas -p~ l,Vl:J ,fe:J~-. pues anunció a nuestro padre Jacob desde el principio que José vivía aún ... "
En esta traducción se ob'serva que l,t':J Oas noticias) es determinado por el adjetivo l:Jtl (buenas). Posiblemente porque cuando se escribía este texto beforah había perdido ya su noción inicial positiva y se entendía como noticia neutra (que podía ser buena o mala). Confirma esta hipótesis el Targum de Job: ~m!ll:JO-- de mis bueyes y mis pollinos y no me estuve sosegado ante la noticia ~mt':JO-- de mis camellos? Y entonces vino la turbación por la noticia ~mt':J ?y- de mis hijos,"
-Tgfob 3,26: "¿No quedé tranquilo ante la noticia
y aún es confirmada por la literatura tannaítica: !11,1t'~ ?y- dice: «Bendito sea el que es bueno y hace el hiero>; pero ante la malas noticias !11Y' 1'11Y~~~ ?y- dice: «Bendito sea el juez de la verdad>>". -Mek a Ex 12,26-27: "Una mala nueva -ny, i1,,Vl:J- fue anunciada a Israel en aquella hora: que al fmalla Torah sería olvidada. Pero hay quien dice que una buena nueva -n:J,~ i1,,Vl:J- fue anunciada a Israel en aquella hora: que verían hijos y nietos." , -SDt 307 (a Dt 32,4): "Me has anunciado una buena noticia....,,:::¡,~ i1,,Vl:J_ que mañana tendré parte con ellos en el mundo venidero." 12
-mBer 9,2: "Ante las lluvias y las buenas noticias -!11:J1t9ij
Más interesante para nuestra comprensión de Me 1,1 es que la tradición judía llegó a entender el mebaffer como el rey Mesías. Así Génesis Rabbah comentando Gn 25,25, salió elprimero rubio: por gezerah fawah, in12
En Josefo, el sentido de los términos es siempre positivo, alguna vez reforzado por un adjetivo. Cf. Miralles Maciá, "Euaggelion y Beforah", pp. 90-93.
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terpreta Gn 25,25 con Lv 23,40; Is 54,6;Jr 17,12 e Is 41,27. Esta última interpretación es interesante: -GnR 63,8: "Os traeré al primero, que es el Rey Mesías, como está escrito: Un ..Pnmero para Sión, mira, aquí están, y a Jerusalén daré un mensqjero de buenas nuevas- mebaffer- (Is 41,27)."13 -LvR 9,9 (final): "Nuestros rabinos dijeron: ¡Cuán grande es la paz, que cuando venga el Rey Mesías no habrá de comenzar sino por la paz, conforme está dicho: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paif (Is 52,7)." -PRK 5,9: "La voz de la tórtola (twr) se qye en nuestros campos (Cant 2,12). Dijo R. Yojanán: es la voz de un estupendo guía (!yyr) la que se oye en nuestros campos, es el Rey Mesías: ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buena\ nuevas! (Is 52,7)."14
En la literatura trabínica se ha conservado el término gifyon (pl. gifyonim), que en origen significaba los márgenes de la columna que se escribía, pero que, después, por su semejanza con la palabra griega [euan]gelion, pasó a designar los evangelios cristianos, y así se les nombra en paralelismo con los libros de los minim: cf. tYad 2,13; tShab 13,5; bShab 116b. En una demostración de ingenio los judíos crearon los sintagmas 'awen gifyon y 'awon gifyon, literalmente "error en el margen", pero que imitaban fonéticamente el EÚa.yyÉAI.ov. 15
3. Literatura griega y helenística-romana En la literatura griega de los ss. VIII-IV a.C. el término no está muy extendido. En la Odisea se encuentra con el sentido de "recompensa por las buenas noticias": Odisea 14,152.166.16 En una inscripción de las honras otorgadas a Antígono Monóftalmo por la ciudad de Scepsis (311/310 a.C.), leemos ya el término EÚa.yyEHov con el mismo sentido que elNT:
13
14 15 16
La misma exégesis en LvR 30,16. Véase mi comentario a Me 1,14-15 (V.1: pp. 219-22). Cf. con detalle, Miralles Maciá, "Euaggelion y Beforah'', pp. 93-99. "No tenga yo recompensa por la buena noticia- EuocyyÉhov-, hasta que él venga y a su casa llegue;" "Anciano, no te voy a conceder esa recompensa por tu buena noticia -EuocyyÉhov - ni a su casa volverá Odiseo."
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Me 1,1 -OGI 17 I.6.31ss: "[...]Y se proclamen las coronas en el certamen durante la festividad; y que la ciudad haga un sacrificio en acción de gracias por la buena noticia ----E:Óa.yyEA.(ov- con motivo de lo anunciado por Antígono; y que todos los ciudadanos porten coronas."
Cicerón, Cartas a Atico, usa el término griego en el sentido de buenas noticias: -Att. 2.3.1: "En primer lugar, según creo, buenas noticias ----EooyyÉALa.-: Valerio fue absuelto defendiéndolo Hortensia."
A partir del s. 1 a.C. el término deviene us:ual, incluso antes de que el Cristianismo se propagara. Resaltamos la famosa inscripción que traslada el comienzo del año al día del nacimiento de Augusto (23 spt.): 18 -OGI II.458.40ss: "Para el mundo fue comienzo de las buenas noticiasEÓa.yyEA.twv- el día del nacimiento del Dios (... ). Por ello, con buena ventura y salvación suya, decretan los griegos de Asia que el Año Nuevo comience en todas las ciudades el día 9 antes de la calendas de Octubre, que es el del nacimiento de Augusto."
Comenta Miralles Maciá ("Euaggelion y Beforah", p. 89): "La «buenas noticias» por su nacimiento y la divinización del Emperador eran formas de presentar la figura imperial en Oriente, a su vez estas «noticias» indicaban, como en el NT, el comienzo de una nueva época para el mundo." Este mismo lenguaje es usado por Flavio Josefo cuando Vespasiano es aclamado emperador: -De Bello IV.618: "Más veloz que el pensamiento, se extendió la noticia de que había sido proclamado un emperador ryespasiano) en Oriente y toda la ciudad festejó las buenas nuevas ----EooyyÉALa.- e hizo sacrificios en su honor." -De Bello IV.656-57: "Cuando Vespasiano llegó a Alejandría, recibió las buenas noticias de Roma y acudieron a felicitarles embajadores de todo el mundo habitado, que ahora era suyo."
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Orientis Graeci Inscripciones (Dittenberger). Texto en Leipoldt- Grundmann, II, p. 111. El decreto es probablemente del año 9 a.C. Se conservan restos del documento en cuatro inscripciones procedentes de Priene, Apamea, Dorylaio y Eumenea (cf. Leipoldt- Grudmann II, p. 115).
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III.
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CRISTO
El verbo xp(w en griego profano tiene el sentido de "untar" o "extender suavemente". Puede tratarse de aceite para después del baño o de veneno para las flechas (Homero), de pintura (cf. Jr 22,14 en TH y LXX), o de cosméticos. 1. Antiguo Testamento
XpLatóc; es traducción del adjetivo IJ'!?'?t (raíz n!t'r.l, "ungir''). El adjetivo
IJ'!?'?t se refiere siempre a personas; se introduce a veces en el campo del participio 1J~TL'7t. En la Biblia Hebrea, nTL'~ (XpLELV en griego) se usa en sentido ritual: la unción con aceite para consagrar a una persona como elegida de Yhwh. !Así se aprecia en la unción de Saúl y David por Samuel: -1 Sm 1O, 1: Entfmces tomó Samuel el.frasco del óleo y lo derramó sobre la cabeza de Saúl ecf. 15,1) -1 Sm 16,1.13: Y dijo Yhwh a Samuel (...): Uena tu cuerno de óleo y anda; vqy a enviarte a Jesé Betlemita, por que he visto entre sus hijos a un rry a mi gusto (. . .) (13) Entonces Samuel tomó el cuerno del óleo y le ungió en medio de sus hermanos, y el espín"tu de Yhwh invadió a David desde aquel día en adelante. Mafia/;1, sustantivado, se usa como título, que se aplica· especialmente al sacerdote, al rey y al profeta.
a) El sumo sacerdote es ha-Kohen ha-Mafial;, "el sacerdote ungido": Lv 4,3.5. 16; 6,15; 19 cf. 2 Mac 1,10 b) Saúl es intocable por ser el ungido de Dios: 1 Sm 24,7, Dijo David a sus hombres: «¡Ltbreme Dios de hacer tal cosa a mi señor, el ungido de Yhwh, poniendo mi mano en él, porque es el ungido de Yhwh» ecf. vv. 9.11.16.23; 2 Sm 1,14.16). David es el ungido por excelencia: 2 Sm 19,22; 22,51 el Sal18,51); 23,1; Sal132,10.17. Salomón, hijo de David, es ungido de Dios e2 Cr 6,42). El descendiente de David llevará el título de "ungido": 1 Sm 2,10.35; Sal2,2.6; 20,7; 28,8; 89,39.52; Hab 3,13; Lam 4,20; 1 Cr 16,22 el Sal 105,15). Inspirados en David, profetas y salmistas anunciarán un descendiente davídico para inaugurar un reinado ideal: Is 9,5-6; 11,1; Jr 23,5; Ez 34,23-24; Sal132,11. 19
En la visión de las setenta semanas (Dn 9) se menciona a un "príncipe ungido" y a "un ungido" que será muerto (vv. 25-26). Algunos entienden que se refiere al Sumo Sacerdote Josué y al asesinado Sumo Sacerdote Onías.
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e) La visión de los dos olivos alimentando con su aceite el candelabro es el primer intento de unir a los dos ungidos (sacerdotes y reyes, poder religioso y político): Zac 4,14, Estos son los hijos del aceite reciente que están al seroicio del Señor de toda la tierra. Y a en 1 Sm 2,35 se anuncia un futuro sacerdote fiel que caminará delante del ungido, probablemente con referencia a Elías que, en la tradición judía, precederá y anunciará al Mesías (cf. Mal 3,1.2324; cf. Sira 48,10). 20 La doble alianza con el sacerdocio (Finés o Pinjás) y la realeza (David) es resaltada en Ben Sira 45,23-25. d) El título mesiánico se aplica a Ciro, rey de los persas (Is 45,1, Así afirma Yhwh a su ungido Ciro -~~t::l? ~M'V'7?7-), que evidentemente no ha recibido la unción ritual de los reyes de Israel. Ello significa una sublimación del concepto: "el ungido no es ni más ni menos que el elegido por Dios de una manera única, y puesto a su servicio" (K.H. Rengstorf). 21 La elección divina equivale a la unción: así Zorobabel (Ag 2,23). e) Samuel fue el profeta encargado para ungir a Saúl y David; Elías será igualmente el profeta con la misión de ungir al rey de Siria y al rey de Israel, y a Elíseo como su profeta sucesor (1 Re 19,15-16; cf. Sira 48,8). La unción equivale a la elección divina para el sacerdocio, la realeza o la profecía (e f. 1 Cr 16,22 1 Sal 105,15, paralelismo entre mis ungidos y mis prrfetas).
Debe notarse, como conclusión, que la palabra Mesías en la Biblia Hebrea siempre designa a un personaje del momento, nunca señala al personaje escatológico que inaugurará la era de la salvación. Son otros textos del AT, que no usan el término Mesías, los que han despertado la esperanza mesiánica: la espera del Mesías real parte de la interpretación de textos como la bendición deJacob aJudá (Gn 49,10), el oráculo de Balaam (Nm 24,17), la profecía de Natán (2 Sm 7) y los Salmos reales (esp. Sal2 y 110); la espera de un Mesías sacerdotal arranca de la promesa de restauración del sacerdocio Gr 33,18) y del oráculo al sumo sacerdote Josué (Zac 3,1-10; 6,11-15); el doble Mesías, real y sacerdotal, tiene sus raíces en la promesa del sacerdote fiel que Dios suscitará y caminará delante de su ungido (1 Sm 2,35) y en la visión de los dos hijos del aceite que alimentan el candelabro de oro (Zac 4,1-14); la imagen del Mesías profeta tiene su origen en el anuncio de un profeta como Moisés (Dt 18,15-18) y en la espera del retorno de Elías (Mal
20 21
Véase mi estudio sobre Me 1,2-8. En DINT, s.v. "Jesucristo" (vol. 11, p. 382).
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3,23); los poemas del Siervo de Yhwh (Is 40-55) originan la figura del "Mesías sufriente"; la visión del "hijo del hombre" de Dn 7 da lugar a la representación del "Mesías celeste". Todas estas figuras de personajes escatológicos se han unificado en la tradición bajo el título de "Mesías" en cuanto "ungidos/ elegidos" por Dios para traer o anunciar la salvación fmal. 22 2. Qumrán La literatura qumránica muestra cómo las figuras mesiánicas del sacerdote y el rey han tomado relevancia. Sin entrar en un estudio detallado, recogemos los textos que hacen referencia expresa al Mesías o los Mesías:23 a) Los ungidos -CD-/f;
n 12: ''Y?los instruyó por mano de los ungidos por su santo espíritu -
1!V1p n11 •n·!V~-
y por los videntes de la verdad." -CD-A VI, 1: ''Y asolaron el país, pues hablaron de revuelta contra los preceptos de Dios por mano de Moisés y también de los ungidos de santidad -!V11pi1 •n·!V~:J-."
-1QM X/,7-8: "Por mano de tus ungidos _,,::¡•n•!V~-, (8) videntes de decretos, nos enseñaste los tiempos de las guerras de tus manos."
La interpretación más plausible de estos ungidos no determinados es que hacen referencia a los profetas del AT.
b) Dos ungidos: el Mesías de Aaróny el de Israel -1QS IX,11: "Hasta que venga el profeta y los Mesías de Aarón e Israel?N1!Zi'1 711i1N •n•!V~1 N':Jl N1:J 1:>'-".
Con toda probabilidad se trata del Mesías sacerdotal y del Mesías real. La precedencia es del Mesías sacerdotal. Aquí aparece la tríada clásica de los ungidos: profetas (cf. Dt 18,18), sacerdotes y reyes. -1QSa (28a) JI, 11-14: "(11) Ésta es la asamblea de los hombres famosos, ~os convocados a] la reunión de consejos de la comunidad, cuando engendre (12) [Dios] al Mesías con ellos -011N n•!V~i1 11N ... ,,,,, CN- Entrará [el sacerdo22
23
Cf. F. García Martínez, "Esperanzas mesiánicas en los escritos de Qumrán" (en F. García Martínez- J. Trebolle Barrera, Los hombres de Qumrán, pp. 189-90). Seguimos en esta clasificación el trabajo citado de García Martínez, "Esperanzas mesiánicas ... ",donde se podrá leer un comentario detenido de los textos.
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te] jefe de toda la congregación de Israel y todos (13) [sus hermanos, los hijos] de Aarón, los sacerdotes [convocados] a la asamblea, los hombres famosos, y se sentarán (14) an[te él cada uno] de acuerdo con su dignidad. Después entra[rá el Me]sías de Israel -?N,!U' n'!D~ N1:J'-y se sentarán ante él los jefes."
La primera mención del Mesías (línea 12) se refiere al Sal2, el rey ungido que Dios engendra: Mi hijo eres tú, Yo mismo hqy te he engendrado (Sal 2,7). 24 Después se menciona al sacerdote jefe -!01(11 7i11:li1-, ante el cual se sientan los sacerdotes, y finalmente entra el Mesías de Israel ante quien se sientan todos. El sacerdote jefe es líder de la congregación, probablemente considerado el Mesías sacerdotal. -1QSa (1Q28a) II,18-20: "[Que nadie extienda] su mano a la primicia del (19) pan y del [mosto] antes del sacerdote, pues [él es el que ben]dice la primicia del pan (20) y del mosto[ y extiende] su mano hacia el pan antes de ellos. Después el Mesías de Israel extenderá su mano (21) hacia el pan".
Aquí es clara la precedencia del sacerdote sobre el Mesías real en el banquete de la época mesiánica. Aunque en este texto el sacerdote no lleva otra cualificación, debe entenderse el Mesías de Aarón.
e) ¿Un solo Mesías de doble procedencia? -CD-A XII,23-XIII, 1: "Y ésta es la regla de la asamblea [de los cam]pamentos. Quienes marchan en ellas en el tiempo de la impiedad hasta que surja el Mesías de Aarón e Israel -?N,!ll', 7,i1N n1W-." -CD-A XIV, 19: "[Hasta que surja el Mesí]as de Aarón e Israel." -CD-B XIX, 10-11: "Y los que le son fieles, son los pobres del rebaño. Éstos escaparán en la época de la visita; pero los que quedan serán entregados a la espada cuando venga el Mesías de Aarón e israel." -CD-B XX, 1: " ... del Maestro único hasta que surja el Mesías de Aarón y
de Israel -?N,!Z."~,
7,i1N~ n'TV~-."
En los tres primeros textos, puede entenderse un Mesías único que conjunta la función sacerdotal y el liderazgo político sobre el pueblo. La presencia, en el último texto, de la preposición m- delante de Aarón y de Israel permite interpretarlo como "un Mesías salido de Aarón y un Mesías salido de Israel". Dado el carácter de transición que tiene CD
24
Pero véase la lectura alternativa de Schiffman: "when at the end (of days)". Cf. Schiffman Reclaiming, pp. 333-34.
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en el conjunto de la literatura qumránica, es posible que estemos en la transición hacia un Mesías único. En los cuatro textos la precedencia es del Mesías de sacerdotal.
d) El ungido del espíritu, Mesías sacerdotal La expresión n11i1 n•w~ se encuentra en 11 Q13. Contexto: Melkisedeq es el rey de Salem y sacerdote del Dios Adtísimo (Gn 14); en el texto qumránico Melkisedeq es el vencedor de Belial e inaugurador de una época de paz que lleva a cumplimiento Is 52,7: -11QMelk (11Q13) Il,/5-19: "(15) Éste el día de ~a paz del que] habló [Dios desde antiguo por las palabras de Isru.1as el profeta, que dijo: ¡Qué] bellos son (16) sobre los montes los pies del pregonero - ,Tll:l~- que anuncia la pav del pre(gonero del bien que anuncia la salvación]: diciendo a Sión: tu Dios[ reina]. (17) Su inte!Pretación: los montes son los profe[tas ... ] (18) Y el pregonero es [el un]gido del esp1ritu -M1,i1 M'Tll~ i1N1i1 ,Tll:l~i1- del que habló Da[niel ... , y el pregonero del] (19) bien que anuncia la salva[ción es aquél del que] está escrito que [él se lo enviará «para consolar a los afligidos, para vigilar sobre los afligidos de Sión»]."
La figura de Melkisedeq sacerdote es figura del "ungido del espíritu", identificado con el mebaffer de Isaías y con el anunciado por Daniel (el Hijo del Hombre celestial). Este ungido sacerdotal viene sobre los montes, es decir, tras los profetas.
e) El Mesías real -4Q381 Frag. 15,7: " ... y en toda[ la asamblea de los santos . . . Pues tú] eres la gloria de su esplendor, y yo, tu ungido -1M'!D~ 'lN1-, he comprendido."
Se trata de un Salmo no canónico, muy fragmentario. Sólo porque "tu ungido" es siempre en el AT referencia al rey, se puede deducir la referencia al Mesías real. -4Q252 (4QpGn 49,10, Bendiciones patriarcales) V,l-6: "(1) [No] se apartará un soberano de la tribu de Judá. Mientras que Israel tenga el dominio, (2) [no] faltará quien se siente sobre el trono de David. Pues la vara --ppn~i1es la alianza de la realeza (3) [y los milla]res de Israel son los pies hasta que venga el Mesías de Justicia -¡?,:!ti! M'Tll~-, el retoño [4] de David. Pues a él y a su descendencia les ha sido dada la alianza de la realeza sobre su pueblo por generaciones eternas, que (S) ha observado [... ] la Ley con los hom-
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bres de la comunidad, pues (6) [... ] es la asamblea de los hombres de [... ]"
La relectura qumránica de Gn 49,10 es muy similar a la targúmica (cf.
infra, pp. 51-52). La referencia al Mesías Rey es inequívoca: el Mesías de Justicia se identifica con retoño de David (cf. Is 11,1;Jr 23,5; 33,15).25 f) Otros textos mesiánicos sin mención de "ungido/ s" -1QSb (Bendiciones): Inspirado en Gn 49,8-12, interpreta al personaje de la tribu de Judá como león que somete los pueblos. Ofrece la imagen del Mesías real guerrero. -4Q175 (4QTestimonia) 9-20: interpreta el Nm 24,15-17 (oráculo deBalaam) y Dt 33,81 (los tummim y los urim para LeVl') como anuncio de los dos personajes escatológicos que administrarán la justicia, enseñarán la Ley y ejercerán el culto. Se entiende que la administración de la justicia compete al Mesías real, y la enseñanza de la Ley y el culto compete al Mesías sacerdotal. -CD-A VI,2-11: interpreta p¡:?hl¡l, "el cetro", de Nm 21,18, como el intérprete de la Ley -mnrm y el que enseña la justicia -,?1lil i11,'-. Cf. 4Q252. Se juega con los diversos sentidos de PP.hl¡l. No habría aquí una referencia al Mesías real, como en 4Q252, sino al escriba (cf. TgOnq y TgN Gn 49,10; TgN Nm 21,18). Este escriba puede ser Moisés, el profeta que ha de venir (Dt 18, 15-18) junto con los ungidos de Aarón e Israel (1 QS IX,11). El Maestro de Justicia lleva la misión de Elías, profeta-sacerdote, precursor del Mesías: enseñar la Ley y resolver las cuestiones halákicas. 26 -CD-A VII, 19: Interpretación de Nm 24,17: la estrella es el Intérprete de la Ley -nrnnn '!Z.',,,_ -4Q174 (4QF~ 1,10-11: Interpretación del "retoño de David" como el Intérprete de la Ley -il1"1,1"1il '!Z.',,,_ que surgirá en Sión en los últimos días. -1QM 11,1-2; XV,4-6; XVI,13-14; XVIII,5-6; XIX, 11-12: El Sumo Sacerdote -'!Z.'N1il 7m:::l- al frente no sólo de sacerdotes y levitas, sino también dirigiendo la batalla escatológica. -4Qplso [4Q161)fr. 8-10,111,18-22: El retoño de David brotará en los días últimos, dominará y juzgará a todos los pueblos, vencerá a Magog. -CD-A VII,20; 1Q28b (1QSb) V,20-29; 1QM V, 1: "El príncipe de la congregación" es referencia al Mesías real. "El intérprete de la Ley" sería el profeta que ha de venir, Elías redivivus.
llr1,,_
25
26
"Retoño" -fl?:l:!t- puede hacer también referencia en la Biblia hebrea a un personaje sacerdotal anunciado en Zac 3,8; 6,12-14. Cf. Pérez Fernández, Tradiciones Mesiánicas, pp. 125-26.
Me 1,1
37
-1QHa XI (III), 7-18: "Admirable consejero" (cf. Is 9,5)
Los textos qumránicos son testimonio de la efervescencia mesiánica en la que vivía aquella comunidad. Resulta difícil hacer una síntesis de la representación que del Mesías tenían aquellos hombres. Aparece clara una obviedad: los textos se reparten en un arco de tiempo de 200 años, y hay que contar con la evolución del ideal y de las realizaciones mesiánicas. García Martínez se limita a manifestar que "la espera de múltiples y diversas figuras «mesiánicas» no puede considerarse en sí misma «incoherente»."27 Semejante conclusión obtiene E. Puech, quien además observa la importancia que la reacción anti-asmonea tuvo para la representación mesiánica de esta comunidad: el Mesías sacerdotal y el Mesías real deslegitimaban la pretensión asmonea al sacerdocio (sin ser de la tribu de Sadoq) y a la realeza (sin ser de la tribu de David).Z 8 Craig A. Evans con,duye que el mesianismo de los qumranitas es coherente con lo que se desprende de otras fuentes judías de aquel tiempo; aunque contiene ideas propias, como el papel del Mesías en la guerra final y su sometimiento al sacerdocio, "in most of the major points Qumran Messianism is not much different from that of other pious, hopefulJews" (Evans, "Messiahs", EDSS, p. 539).
3. Apócrifos del AT a) 1 Enoc (etiópico) Seleccionamos sólo textos que mencionan explícitamente al "Mesías" o al "Elegido". "Elegido" es título que Le 23,35 yuxtapone al de Mesías: Sálvese a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el Elegido. Otras designaciones, como "Hijo de Dios" (cf. infra, IV: pp. 57ss) o "Hijo del Hombre", se tratarán para iluminar tales títulos en el Evangelio. -1 En 39,6-7: (6) "En esos días vieron mis ojos al Elegido por !ajusticia y la
fe,
en cuya vida habrá justicia, y los justos y elegidos serán innumerables ante él por toda la eternidad( ... ). (7) (... )La justicia junto a él no se agotaba ni la verdad cesaba junto a él."
27 28
García Martínez, "Esperanzas mesiánicas ... ",p. 222. E. Puech, "El mesianismo", pp. 139-41. Otra versión de ampliada de este trabajo, en "Mesianismo, escatología y resurrección en los manuscritos del Mar Muerto", pp. 245-86. .
38
Me 1,1
Los atributos del Elegido son justicia, fe y verdad: cf. Is 42,1, la misión del Siervo, "mi Escogido" -'":l'IJf, Ó ÉKÁEKtÓ<; j..LOU-. -1 En 45,3-6: "(3) En ese día se sentará el Elegido en trono de Gloria y escogerá entre sus obras, y sus lechos no tendrán número; sus ahnas se fortalecerán en ellos cuando vean en mi Elegido y a los que invocan mi Nombre santo y glorioso. (4) En ese día sentaré entre ellos a mi Elegido y transformaré el Cielo, volviéndolo bendición y luz eterna. (5) Transformaré la tierra, haciéndola bendición y asentaré en ellas a mis elegidos, pero los que cometen pecado y extravío no la pisarán. (6) Pues yo he mirado y saciado de paz a mis justos y los he asentado junto a mí; pero está cerca de mí eljuicio de los pecadores para eliminarlos de la faz de la tierra."
El Elegido se sienta en el trono de Gloria, está asociado a Dios en el juicio contra los pecadores, cuando Dios transforme los cielos y la tierra. La representación es similar a la del Hijo del Hombre daniélico. -1 En 48,8-10: "(8) En esos días estarán cabizbajos los reyes de la tierra y los poderosos que poseían el mundo por las acciones de sus manos, pues en el día de su angustia y estrechez no se salvarán. (9) En manos de mis elegidos los pondré como paja al fuego, como plomo en el agua, y así arderán ante la faz de los santos y se hundirán ante el trono de los justos, sin que se halle de ellos huella. (10) En el día de su angustia habrá tranquilidad sobre la tierra; ante él caerán y no se levantarán, ni habrá quien les tienda la mano y los levante, pues negaron al Señor de los espíritus y a su Mesías. ¡Bendito sea el nombre del Señor de los espíritus!"
En el contexto se está describiendo al Hijo del Hombre, ante quien caerán y se prosternarán todos lo que moran sobre la tierra, elegido y escogido antes de crearse el mundo (vv. 5-6). Éste es el ungido del Señor de de los espíritus, el Mesías guerrero poderoso. -1 En 49,2-4: "(2) Pues es fuerte en todos los arcanos de justicia, y la ini-
quidad, como tiniebla, se disipará sin quedarle entidad, pues se ha levantado el Elegido ante el Señor de los espíritus; su gloria es para toda la eternidad, y su fuerza, para todas las generaciones. (3) En él moran el espíritu de sabiduria, el espíritu de entendimiento, el de enseñanza y fuerza, y el espíritu de los que han fallecido en justicia. (4) Él gobierna los arcanos, y no hay quien pueda decir ante él palabra vana, pues es el Elegido del Señor de los espíntus como él ha querido".
La aplicación de los atributos del brote de Jesé (Is 11 ,2) le atribuye rasgos del Mesías davídico.
39 -1 En 51,1-3: "(1) En esos días la tierra devolverá su depósito, el feo/retornará lo que ha recibido, y la destrucción devolverá lo que debe. (2) Y él elegirá a los justos y santos de entre ellos, pues estará cerca el día en que éstos sean salvados. (3) El Elegido en esos días se sentará sobre mi trono, y todos los arcanos de la sabiduría saldrán de su prudente boca, pues el Señor de los espíritus se los ha dado y lo ha ensalzado."
Aparece aquí el Elegido constituido como juez en el día de la resurrección. -1 En52,2-9: "(2) Allí mismo vieron mis ojos todos los arcanos del cielo, todo lo que ha de tener lugar sobre la tierra: el monte de hierro, el de cobre, el monte de plata, el de oro, el de estaño y el de plomo. (3) Pregunté al ángel que iba conmigo. Le dije: <<¿Qué son estas cosas que he visto en secreto?». (4) Me respondió: «Todas esas cosas que has visto serán para el poder del Mesías, para que sea fuerte y se enseñoree de la tierra». (5) Y añadió el fuigel de pa:l: «Espera un poco y verás, se te revelará todo lo que está oculto, lo que ha dispuesto el Señor de los espíritus. (6) Estos montes que ven tus ojos, el monte de hierro, el de cobre, el de plata, el monte de oro, el de estaño y el de plomo, serán todos ante el Elegido como cera en el fuego y como el agua que baja de arriba sobre esos montes, pues serán débiles ante sus pies. (J) Ocurrirá en esos días que no se salvará nadie con oro ni plata, ni podrá escapar. (8) No habrá hierro para la guerra, ni nada que ponerse como peto, ni servirá el bronce, ni el estaño valdrá ni contará, ni se querrá el plomo. (9) Todas esas cosas serán desechadas y habrán de desaparecer de la faz de la tierra, cuando aparezca el Elegido ante la faz del Señor de los espíritus»".
La identificación del Elegido con el Mesías es evidente. Los diversos reinos del mundo (simbolizados en los montes de diversos metales) cederán ante el empuje del Mesías, que instaurará un reino donde las riquezas (oro y plata) o las armas de la guerra (hierro, bronce, estaño, plomo) no contarán. En 1 En 53,6 el Elegido mostrará su casa de reunión para la protección de todos los justos. -1 En 55,34: "(3) Y esto ocurre por mi mandato: cuando quiera tomarlos por mano de mis ángeles, en día de duelo y dolor, ante esta mi cólera y mi castigo ... (precisamente por eso) permanecerá entre ellos mi cólera y mi castigo -dice el Señor de los espíritus-. (4) Reyes poderosos que habitáis la tierra: habréis de ver a mi Elegido, sentado en el trono de mi Gloria, ju;:¡;gar a Azaze4 a toda su companla y toda su hueste en nombre del Señor de los espíritus."
Me 1,1
40
Cf Ap 1,5: Y de parte de jesucristo, el testigo fidedigno, elprimogénito de entre los muertos y el gobernante de los reyes de la tierra. En 1 En "el autor está siguiendo el mismo procedimiento: el Elegido comparte con Dios el trono de Gloria en el cielo y la autoridad sobre los mas altos mandatarios de la tierra." 29 La misión del Elegido es también la de sentarse en el trono de Gloria y someter a los ángeles rebeldes. Se trata del tema de la rebelión de los ángeles contra el hombre y del poder del Nuevo Hombre para someterlos (cf. mi exégesis de Me 1,12-13). -1 En 61,5: "Estas medidas [con las que los ángeles miden y seleccionan a los elegidos] pondrán al descubierto todos los secretos de la profundidad de la tierra: los que perecieron en el desierto, los que fueron devorados por los peces del mar y las bestias, para que vuelvan y se afiancen en el día del Elegido, pues nadie se pierde ante el Señor de los espíritus y nadie puede perecer".
En el día del Elegido se realizará la resurrección de todos los justos. -1 En 61,8.10: "(8) El Señor de los espíritus colocó al Elegido sobre el trono de su Gloria, y juzgará todas las acciones de los santos en lo alto del Cielo; con balanza serán pesadas todas sus acciones (... ) (1 O) llamará a toda la cohorte celestial, a todos los santos de la Altura, la cohorte de Dios, querubines, serafines, coros y a todas las potestades y dominaciones, al Elegido, a la otra hueste y a los que están en la tierra y sobre el agua".
El Elegido se coloca entre los seres superiores (ángeles, querubines etc.) y las otras huestes inferiores (espíritus de rango inferior). El Elegido tiene el poder de juzgar desde el Trono de Gloria: 1 En 62,1-2. En conclusión, el Mesías, el Elegido, aparece con rasgos del Mesías davídico, del Hijo del Hombre, como el Siervo de Dios, lleno de su espíritu, con poder sobre ángeles y reyes de la tierra, con poder de juzgar y salvar, en cuyo día se realizará la resurrección. b) Libro de los Jubileos No hay menciones expresas al Mesías en este apócrifo. Las dos referencias posibles son:
29
L. Miralles Maciá, "Evangelio de Jesús Cristo en la literatura intertestarnentaria",
p. 113.
41
-Jub 16,25-27: "(25) Celebró la fiesta durante siete días, regocijándose con todo su corazón y toda su alma, él y todos los de su casa, sin que hubiese con él ningún extraño ni incircunciso. (26) Bendijo al Creador, que lo había hecho de su estirpe, pues lo había creado según su divina complacencia. Abraham supo con certeza que de él saldría un vástago de justicia para las generaciones del mundo, y santa semilla que sería como el que todo lo creó. (27) Bendijo a su creador con alegría, y llamó a esta fiesta, fiesta del Señor, regocijo aceptable a Dios Altísimo."
"El vástago de justicia" puede entenderse del Mesías davídico (Is 11,1.5); en 1 En 11,16 se encuentra una expresión similar: Sutja el vástago de justicia y verdad, transfórmense sus obras en bendición y planten con júbtfo obras de justicia y verdad eternamente. Parece que las palabras de Jesús enJn 8,56, Abraham, vuestro padre, se regocijó con la esperanza de ver mi día: lo vio y se alegró, hacen re~rencia a la tradición de Jub. No obstante, otros prefiereñla referencia original a Israel. -Jub 31,18-20: "(18) Y a Judá le dijo: El Señor te dé fuerza y reciedumbre para hollar a cuantos te odien; sé tú soberano, y uno de tus descendientes de los hiJos de Jacob. Que tu nombre y el de tus hijos se extiendan por toda la tierra y sus ciudades. Entonces temerán los gentiles ante tu faz, se turbarán todas las naciones, y todo pueblo se conmoverá. (19) Por ti será socorrido Jacob, y en ti se hallará la redención de Israel. (20) El día en que te sientes en tu trono justo y glorioso tendrá gran salvación toda la descendencia de los hijos del amado. Bendito quien te bendiga, y todos los que te odien, atormenten y maldigan, sean desarraigados, perezcan de la tierra y sean malditos."
La bendición es similar a la que Jacob hace a sus hijos, y ésta es como continuación de la bendición mesiánica aJudá (Gn 49, 8-12).
e) S almos de Salomón Los salmos 17 y 18 están dedicados al ungido rey descendiente de David. -Sa/5117: El título reza: Salmo de Salomón con canto. Para el Rry. Después de recordar la profecía de Natán (v. 4), en el v. 21 exclama: "Míralo, Señor, y suscítales un rey, un hijo de David, en el momento en que tú elijas, oh Dios, para que reine en Israel tu siervo." En v. 32 describe a este hijo de David: "Él será sobre ellos un rey justo, instruido por Dios; no existe in-
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Me 1,1 justicia durante su reinado sobre ellos, porque todos son santos, y su Rry es el ungido del Señor-XpLatoc;; Kupí.ou-." -Sa/SI 18: El título reza: Salmo de Salomón. De nuevo sobre el Ungido del Señor. En v. 25: "Purifique Dios a Israel para el día de la núsericordia y la bendición, para el día de la elección, cuando suscite a su Ungido."
La imagen del Ungido es la del Mesías real, descendiente de David, con poder y sabiduría para machacar a las naciones impías con vara de hierro (SalSl 17,22-25), lleno del espíritu, la fuerza y la justicia de Dios (SalS117,37). Desde el punto de vista mesiánico, llama la atención latotal ausencia del Mesías sacerdotal. El contexto, en los años 69-50 a.C., de luchas internas y de la irrupción militar de Roma, hace más comprensible la polarización mesiánica en el Mesías guerrero de la casa de David. d) 4 Esdrasy 2 Baruc Ambos libros, compuestos después de la destrucción de Jerusalén, tienen carácter apocalíptico. Seleccionamos los textos más interesantes siguiendo la monografía de Miralles Maciá: 30 -4 Esd 7,28-29: "(28) Pues va a manifestarse mi Hijo con los que están con él, y llenará de felicidad a los que queden durante cuatrocientos años. (29) Y sucederá que después de estos años, morirá mi Hijo el Cristo y todos los que tienen aliento humano." -4 Esd 12,31-32: "Este león que has visto salir rugiendo del desierto( ... ), éste es el Ungido, al que reservó el Altísimo para el final [de los días], junto a éstos y sus propias impiedades. Los acusará de sus injusticias y les reprochará en su presencia con sus propios desprecios." -4 Esd 13,52: "Así como nadie puede saber lo que hay en la profundidad del mar, tampoco nadie podrá ver sobre la tierra a mi HiJo o a los que con él están, excepto en el tiempo de su día." -4 Esd 14,9: "Pues tú te apartarás de entre los hombres y serás de los que queden junto con mi Hijo y con tus semejantes, hasta que los tiempos lleguen a su fin".
Conviene notar: a) los títulos "Hijo" y "Ungido" o "Cristo", unidos en el primer texto: mi Hijo el Cristo; b) la muerte del Mesías después de cuatrocientos años, que recuerdan los años de la esclavitud en Egipto (Gn 15, 13) y aquí parecen evocar un reino mesiánico intermedio; e) La 30
Evangelio de Jesús Cristo en la literatura interlestamentaria, pp 123-26.
Me 1,1
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venida del Mesías al final de los días; d) no hay datos que permitan identificar a este Mesías con el sacerdotal; el título repetido de "Hijo" hace pensar en el Mesías de la Casa de David. -2 Bar 29, 1-30,5: "Entonces, cuando se cumpla lo que tiene que llegar (... ), el Mesías comenzará a revelarse. Behemot se mostrará allí donde está, y Leviatán subirá del mar, los dos monstruos enormes que creé el quinto día de mi creación, y que he conservado hasta ese día para que sirvan de alimento a todos los que queden. También la tierra dará sus frutos, diez mil por uno (... ) en ese tiempo descenderá de nuevo el maná guardado en reserva, y comerán de él durante esos años, porque habrán llegado al fin de los tiempos. Y después de esto, cuando se hqya cumplido el tiempo de la venida del Mesías y vuelva con Gloria, todos los que se hqyan dormido esperando en él resucitarán (... ) Las almas de los malos, por el contrario, cuando vean todo esto desfallecerán por1 completo: saben muy bien que les aguarda el suplicio, que hallegado su perdición." -2 Bar 39,7: "Después se revelará la preeminencia de mi Mesías, que es como la fuente y la viña, y cuando se revele separará su hueste." -2 Bar 40,1: "Al último rey de aquel tiempo se le permitirá vivir, cuando sus numerosas huestes sean entregadas a la espada, será atado y lo llevarán sobre el Monte Sión, entonces mi Mesías lo acusará por toda su impiedad, y reunirá y colocará ante él todas las acciones de sus huestes." -2 Bar 72,2-73,2: "La naciones serán dispersadas y vendrá el tiempo de mi Mesías, convocará ante él a todas las naciones, y a unas las salvará y a otras las hará perecer (... ). Toda nación que no haya conocido a Israel ni haya pisoteado a la raza de Jacob sobrevivirá, porque ellas, entre todas las naciones, se someterán a tu pueblo; pero todas aquellas que hayan dominado sobre vosotros y os hayan conocido, serán entregadas a la espada. Y cuando él [el Mesías] haya sometido a todo lo que hay en el mundo, se sentará en paz para siempre en el trono de su Reino y la alegría volverá a toda la tierra."
La escatología de este libro consta de dos fases: "el período de los días del Mesías, una especie de reino intermedio, de duración limitada, que ya participa de las prerrogativas maravillosas del mundo futuro, última fase de la era escatológica." 31 En palabras de G. Aranda, "El establecimiento por etapas del mundo futuro: tribulaciones, advenimiento del Mesías, fecundidad de la tierra y triunfo de Israel, resurrección de los
3!
J. Ferrer, Apocalissi siriaca de Baruc, p.
29.
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Me 1,1
muertos, juicio divino y transformación de los cuerpos."32 El Mesías es presentado como guerrero, y el Reino mesiánico tiene un tiempo limitado, al que sucede el mundo futuro (cf. in.fra, comentario a Me 1,14-15, pp. 241s).
e) Testamento de los XII Patriarcas La obra procede del s. II a.C., pero ha recibido su redacción final en el s. I d.C., y abundan las interpolaciones cristianas, aunque es cuestión discutida hasta dónde llegan tales interpolaciones. Para el tema que nos ocupa, es importante la visión prevalente de un Mesías sacerdotal (de Leví) junto al Mesías real (de Judá) -un nuevo sacerdocio y una nueva realeza- que finalmente parecen juntarse en la misma persona. En el aspecto mesiánico, las coincidencias con la representación qumránica son evidentes. Se propone que la fuerza que dio lugar a la ideología sacerdotal mesiánica junto con la real se debe al acaparamiento de los títulos de sacerdotes y reyes de la dinastía asmonea. Seleccionamos sólo unos textos más significativos. -Test&bén 6,8-12: "Os ordeno que prestéis oído a Leví, porque él conoce la ley del Señor. Él formulará las instrucciones precisas para los juicios y sacrificios por todo Israel hasta la consumación de los tiempos, pues él es el Sumo Sacerdote ungido de que habló el Señor. (9) Os conjuro por el Dios del Cielo que cada uno diga la verdad a su prójimo y tenga amor a su hermano. (10). Acercaos a Leví con humildad de corazón, para que recibáis la bendición de sus labios. (11) Él bendecirá a Israel y a Judá, porque el Señor ha decidido reinar por él sobre todos los pueblos. (12) Inclinaos ante su descendencia, porque morirá por vosotros en batallas visibles e invisibles y será vuestro ~para siempre."33
Es posible que el texto haga referencia a la dinastía asmonea, quizás a Simón (cf. 1 Mac 14,41). En todo caso, se concibe un sacerdote-rey para siempre, que incluso morirá. La muerte del Mesías sacerdote puede ser interpolación cristiana (cf. el tema de la carta a los Hebreos), pero la muerte del Mesías está también en 4 Esd 7,29.
32
33
G. Aranda- F. García Martinez y M. Pérez, Literatura judía intertestamentaria. Estella (Verbo Divino) 2000, p. 315. El texto eslavo continúa con una clara interpolación cristiana: "Considera, judío, cuán hermosamente muestra Rubén que Cristo es Sumo Sacerdote, que gustó la muerte por todos, oficiando como tal después de Leví."
Me 1,1
45
-TestLeví 8,11-14: "(11) Leví, tu descendencia será dividida en tres funciones, como signo de la Gloria del Señor que ha de venir. (12) La primera será una porción más grande: más que ella no habrá ninguna. (13) La segunda será el sacerdocio. (13) La tercera recibirá un nombre nuevo, porque surgirá de Judá como Rey [que creará un nuevo sacerdocio según el estilo de los pueblos para todas las gentes]."
Las tres funciones se suelen identificar con el Sumo Sacerdocio aaronita, el sacerdocio simple, y el de los reyes macabeos. Pero otras identificaciones son posibles. En cualquier caso, al final la figura sacerdotal y la real se unifican. -TestLeví 17,2: "En cada Jubileo habrá un sacerdocio. En el primero, el primer ungido para el sacerdocio será grande y hablará con Dios como con un padre, y su sacerdocio será perfecto con temor al Señor. [Y en el día de su alegría resucitará para la salvación del mundo]."
El primer sacerdocio mosaico/ aaronita es ejemplar y modelo del último que h'ábrá de venir. Su retorno, tras el paréntesis de las sucesivas corrupciones (cf. 17,3ss), se considera resurrección. La mención de la resurrección se considera por muchos interpolación cristiana, pero el modelo del primer libertador es constante en la representación judía del segundo libertador (cf. infra, p. 53). - TestLeví 18, 1-3: "(1) Después que el Señor haya tomado venganza de ellos se interrumpirá el sacerdocio.34 (2) Entonces suscitará el Señor un sacerdote nuevo, a quien serán reveladas todas las palabras del Señor. Él juzgará rectamente en la tierra durante muchos días. (3) [Su estrella se levantará en el cielo como un rey, brillando como luz del conocimiento al igual que el sol durante el día, y será ensalzado en el mundo hasta su recepción]."
El texto entre corchetes parece una armonización con TestJudá 24,1-4, con referencia a Nm 24,17 (oráculo de Balaam). La "recepción" puede ser interpolación cristiana, con referencia a la ascensión después de su reino durante "muchos días" y su muerte. -Test]udá 21,1-14: "(1) Ahora, hijos míos, amad a Leví, para que permanezcáis en pie; no os levantéis contra él para que no perezcáis. (2) A mí (fudah) me otorgó el Señor el Reino, pero a él (Leví) el sacerdocio, subordinando el pri-
34 Después de la progresiva corrupción del sacerdocio y las instituciones (cf. TestLeví 17).
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Me 1,1 primero al segundo. (3) A rrú me dio lo terrenal; a él, lo celestial. (4) Como supera el cielo a la tieTTa, así aventqja el sacerdocio de Dios a la realeza temna, si el primero no se aparta del señor por el pecado ni se ve dominado por la realeza terrestre."
El testimonio de Judá reconoce la superioridad del sacerdocio sobre la realeza y la necesidad de la mutua coordinación (posible referencia a la realidad asmonea donde sacerdocio y realeza se unen y los intereses políticos contaminan la pureza sacerdotal). -Test]udá 24,1-2: "(1) Después de esto se levantará un astro de la estirpe deJacob [y surgirá un hombre de mi semilla como sol justo, caminando junto con los hijos de los hombres en humildad y justicia, y no se hallará en él ningún pecado. (2) Los cielos se abrirán sobre él para verter las bendiciones del Espíritu del Padre santo. Él mismo derramará también el espíritu de gracia sobre vosotros. (3) Seréis hijos en la verdad y caminaréis por el sendero de sus preceptos, los primeros y los últimos. (4) Éste es el retoño del Dios Altísimo y la fuente misma para vida de todo ser humano]. (S) Brillará entonces el cetro de mi Reino, y de vuestra raíz nacerá un tallo. (6) En él surgirá un báculo justo para los gentiles, para hacer justicia y salvar a cuantos invoquen al Señor."
El texto se refiere al Mesías davídico (cf. Nm 24,17; Gn 49,10; Is 11,12 etc.), pero está muy interpolado por paráfrasis cristianas. El v. 2 puede leerse como una representación del bautismo de Jesús: Me 1,10. -TestDan 5,4.10: "(4) Sé que en los días postreros os apartaréis del Señor, que irritaréis a Leví y os opondréis a Judá, pero no podréis contra ellos, pues el ángel del Señor los guiará, ya que en ellos subsistirá Israel( ... ) (10) Os suscitará de las tribus de Judáy Leví la salvación del Señor. Hará la guerra a Beldar y otorgará una venganza victoriosa de nuestros enemigos."
Leví y Judá son los lideres de Israel. La salvación procedente de las dos tribus se entiende por los comentaristas como obra del Mesías que surge del pacto entre la realeza y el sacerdocio (Miralles Maciá). -Test]osé 19,1-11: "(1) Oíd también, hijos rrúos, los sueños que he tenido. (2) Doce ciervos estaban pastando:35 nueve estaban divididos y dispersos por la tierra e igualmente también los otros tres ... 36 (8) [Vi que de Judá 35 36
Los doce ciervos son las tribus de Israel. Los vv. 3-7 faltan en el texto griego; han sido conservados en la traducción Armenia.
Me 1,1
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nacía una doncella, adornada con vestido de lino]. De ella procedía un cordero37 [sin mácula], que a su izquierda tenía algo como un león.3B Todas las fieras se alzaron contra él, pero el cordero las venció y las aniquiló bajo sus pies. (9) Se alegraron en él los ángeles, los hombres y toda la tierra. (10) Todo ello ocurrirá a su debido tiempo en los últimos días. (11) Hijos núos, guardad los mandamientos del Señor y honrad a Judáy a Lev~ porque de ellos surgirá para vosotros el cordero [de Dios] que salvará [con su gracia a todos los gentiles] y a Israel. (12). Pues su Reino es eterno, nunca pasará; pero mi reino entre vosotros llegará a su fm como cobertizo durante la cosecha, que no subsiste después del verano." Eliminados los retoques cristianos, aparece el Mesías cordero salvador como procedente de las tribus de Leví y Judá. En conclusión notemos "la tendencia de los Testamentos en unir en una sola figura el ~esías sacerdotal y real" (Aranda); la misma tendencia que se aprecia en los textos qumránicos y se consuma en el NT. Piñero hace notar la esperanza en un nuevo sacerdocio y una nueva realeza, y la aparición de una figura concreta salvadora que será , a la vez, sacerdote y rey: "Aunque en los TestXII no aparece con claridad absoluta la fort:rulación estricta de una duplicidad de Mesías, es nítida la idea de que la salvación de Israel se llevará a cabo cuando aparezca un personaje, enviado por Dios, que ejecute a la perfección las funciones ideales de Judá (guerrero) y Leví (Sacerdote), teniendo primacía estas últimas." 39 4. Literatura rabinica40
Hay un dato llamativo en la literatura rabínica: que en el período tannaítico son muy escasas las menciones del Mesías, mientras que abundan en la literatura posterior. El contraste es mayor si comparamos con la abundancia de textos y tradiciones en la literatura qumránica y apócrifa. La razón parece estar en el escarmiento que el Judaísmo oficial sufrió tras el desastre nacional que los movimientos mesiánicos provo37
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La imagen de los corderos aparece en 1 Enoc 90,6ss. Reaparece en el contexto apocalíptico de Ap 5,6.8.12-13; 6,1; 17,14 etc. El león es figura del Mesías de Judá (Gn 49,9-10). A. Piñero, enApócrifosde/AT(ed. A. Díez Macho), vol V, p. 21. Cf. L. Miralles Maciá, "Un Mesías en los escritos rabínicos", pp. 95-118. El artículo atiende preferentemente a la tradición talmúdica; no incluye la literatura targúmica.
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caron en el enfrentamiento contra Roma. Nuestro trabajo será limitado: consideraremos los pocos textos que se encuentran en la literatura tannaítica y el desarrollo (en forma breve) de los mismos en la literatura posterior;41 en un segundo paso nos fijaremos en las tradiciones targúmicas, que, a nuestro juicio, descubren un estadio de la tradición muy anterior.
a) Tradiciones de los tannaitas -mSot 9, 15: ". . . En la cercanía del Mesías, la insolencia crecerá, la carestía alcanzará el máximo grado: la vid dará su fruto, pero el vino será caro. El reino se pasará a la herejía y no habrá nadie que reprenda. La casa de reunión se convertirá en casa de prostitución. Galilea será devastada y Gablán será desolada. La gente de los confmes circulará de ciudad en ciudad y no encontrará gracia. La sabiduría de los escribas se corromperá, los temerosos del pecado serán despreciados, la verdad estará ausente. Los jóvenes dejarán lívidos a los ancianos; los ancianos deberán servir a los menores. El hijo deshonrará al padre, la hija se alzará contra su madre, la nuera contra la suegra, los enemigos serán los propios familiares (Miq 7,6). La faz de esta generación será como la faz de un perro. El hijo no tendrá vergüenza del padre. ¿En quién habremos de apoyarnos? En nuestro Padre que está en los Cielos."
El contexto es la desolación en que se ve Israel tras la destrucción del Templo. El dicho se atribuye a R. Eliezer el Grande, i.e., Eliezer ben Hyrkanos, de la segunda generación de Tannaítas. La desolación y desorientación en que vive el pueblo son contempladas como el cumplimiento de la profecía de Miq 7,6, a la que sigue la reconstrucción: Uegará el día de reconstruir tus muros (Miq 7,11ss). Esperanzadamente el sufrimiento actual es el preludio de la venida del Mesías; mientras tanto, queda la confianza en el Padre del Cielo, que no mantendrá su cólera, mostrará su compasión y arrojará los pecados del pueblo a lo profundo del mar (cf. Miq 7,18-20). La oración litúrgica de la 18 Bendiciones ha conservado la petición por la restauración del Templo junto con la esperanza del Mesías de la Casa de David: -Semoneh 'Efreh 14 (Recensión palestinense): "Sé misericordioso, Señor Dios nuestro, con tus grandes mercedes para con Israel tu pueblo y para 41
Sobre el Mesías leproso (bSanh 98b) y entre los enfermos (bSanh 98a), cf. micomentario a Me 1,40-45: pp. 390-93.
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con Jerusalén, tu ciudad, y para con Sión, morada de tu Gloria, y para con tu Templo y tu habitación, y para la realeza de la Casa de David, tu Mesías justo. Bendito eres Señor, Dios de David, que edificas a Jerusalén." -Mek a Ex 16,25: "R. Eliezer dice: Si merecisteis observar el sábado, seréis salvados de tres castigos: del día de Gog, de los dolores del Mesías, y del día del Gran Juicio." "Los días del Mesías" o "los dolores del Mesías" ha quedado como expresión que señala el período de sufrimiento que precede a la aparición del Mesías: SDt 318 (a Dt 32,15); bSanh 97a; 98a. -mBer 1,5: "En la noche se ha de recordar la salida de Egipto. R. Eleazar ben Azarías decía: «Soy un hombre de casi setenta años y no he conseguido saber por qué se ha de recitar el pasaje de la salida de Egipto durante la noche, hasta que Ben Soma dio la explicación: porque está escrito: Para que así te acuerdes t~dos los días de tu vida del día en que saliste de Egipto (Dt 16,3); los días de tu vida significan los días; todos los días de tu vida incluyen también las noches». Pero los sabios dicen: Todos los días de tu vida incluyen los días del Mesías»." 42
Elazar ben Azadas pertenece a la segunda generación de tannaítas. Su problemahalákico se resuelve por el adjetivo "todos", aparentemente superfluo, que Ben Soma entiende como partícula inclusiva. Pero los sabios (es decir, la tradición) interpretan que la inclusión se refiere a los días del Mesías. La opinión de la tradición sugiere que los días del Mesías pertenecen también a nuestra vida, y que, por tanto, habrá que contar con un período mesiánico antes de la consumación en el mundo futuro. Esta comprensión se percibe en los textos que siguen: -TgPs] Ex 17,16 parafrasea así el texto hebreo de Ex 17,16 Guerra tendrá Yhwh contra Amaleq de generación en generación: ". . . y los exterminaría por tres generaciones: la generación de este mundo, y la generación del Mesías y la generación del mundo venidero."43 -SDt 34 (a Dt 6,7): "Cuando camines te dirigirá, cuando te acuestes velará sobre ti, y cuando te despiertes hablará contigo (Prov 6,22). Cuando camines te dirigirá, en este mundo; cuando te acuestes velará sobre ti, en la hora de la muerte;y cuando te despiertes, en los días del Mesías; hablará contigo, en el mundo venidero."
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La misma anécdota se recoge en Mek a Ex 13,3.
43 Cf. SDt 310 (a Dt 32,7).
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En este último texto aparece claro que los dias del Mesías comienzan con la resurrección inaugurando un período que aún no es el mundo futuro. Así lo deja ver -Ta'!JB Wqyehi 6 (a Gn 47,30): "¿Por qué los patriarcas abrigaban el deseo de ser enterrados en la tierra de Israel? Porque la persona fallecida en tierra de Israel será la primera en resucitar en los días del Mesíasy de disfrutar los años mesiánicos. " 44 -SDt 343 (a Dt 33,2): "Ha aparecido -~·~1il- desde el monte Parán (Dt 33,2). Hay cuatro apariciones: la primera en Egipto, porque se dice: Pastor de Israe4 escucha, tú que guías a José como un rebaño, aparece -~·~iil-, tú que estás sentado entre los querubines (Sal 80,2). La segunda, cuando dio la Torah, porque se dice: Ha aparecido -~·~1il-desde el monte Parán (Dt 33,2), La tercera, en los días de Gog y Magog, porque se dice: Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, aparece -~·~iil- (Sal 94,1). La cuarta, en los días del Rry Mesías, porque se dice: Desde Sión, dechado de hermosura, aparece -~·~iil- Dios (Sal50,2)."
Las cuatro apariciones se escalonan, por la repetición del mismo verbo: en Egipto, en la donación de la Ley, en la victoria sobre Gog y Magog, en la manifestación del Mesías. Esta última manifestación coincide con la aparición de Dios. Da la impresión de que la sucesión de los momentos escatológicos no están bien delimitados en la tradición. La conexión Mesías-Resurreción rememora la figura de Ellas, anunciador de la resurrección en el rabinismo: cf. mSot 9,15 final.
b) Tradiciones tar;gúmicas palestinenses En los targumim palestinenses el tema mes1aruco está ampliamente desarrollado. Comparando las recensiones palestinas con el oficial de Onqelos, se aprecia la censura que las tradiciones mesiánicas sufrieron. En mi opinión fue la prudencia política -y acaso la competencia cristiana- la causa de tal silencio. Los textos fundamentales en la tradición targúmica palestinense son: 45 -TgN Gn 3,15: ''Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tus hijos y los hijos de ella. Y cuando los hijos de ella guarden la Ley y pongan por obra los mandamientos, apuntarán a ti y te quebrarán la cabeza y te mata-
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Cf. TanjB wa-:;e$e' 23: comentando Sal 142,5: "Porque los muertos en la tierra de Israel son los primeros en resucitar en los días del~ Mesías." Un detallado estudio de los textos, en Pérez Fernández, Tradiciones mesiánicas en el Targum Palestinense.
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rán. Pero cuando abandonen los mandamientos de la Ley, tú apuntarás y e él herirás en su talón y le harás enfermar. Sólo que para el hijo de ella habrá un remedio, y para ti, serpiente, no habrá remedio. Pues ellos curarán el talón en el día del Rey Mesías."
Nótese la oposición entre matar y enfermar, tener remedio y no tener remedio, y la conclusión: la curación del talón herido se hará en los tiempos del Rey Mesías. -TgPs] Gn 49,1: ''Jacob llamó a sus hijos y les dijo: Purificaos de impurezas y os anunciaré los misterios escondidos, los términos ocultos, la entrega de la recompensa de los justos y el castigo de los malos y cuál es la felicidad del Edén. A una se reunieron las doce tribus de Israel rodeando el lecho de oro donde estaba echado. Y después que se manifestó la Gloria de la Sekiná del Señor se le ocultó el término en que vendría el Rry Mesías. Y entonces dijo: Venid y os contaré lo que os ocurrirá al final de los días." f
El tiempo oculto del Mesías es ·un tema recurrente en la literatura rabínica: bPes 54b; bSanh 97b; TgCant 7,13-14; TgQoh 7,24-25. También en Qumrán: 1QpHab VII,2; en el NT. Cf. Mt 24,23; Hch 1,6-7; 1 Tes 5,1ss; 1 Pe 1,5.10-11; Ap 3,3; 16,15.46 - TgOnq Gn 49,9: "Al comienzo será un príncipe y alfinal se convertirá en un gran Rry de la Casa de Judá. Pues de un juicio de muerte salvaste tu alma. Descansa_zá y habitará confiado como el león, y al viejo león no habrá reino que lo turbe."
El texto de la Biblia hebrea dice: Eres cachorro de León, Judá. De la presa has subido, hijo mío. Se ha agazapado, echado cual león, y como leona, ¿quién le hará levantar? (Gn 49,9). La asociación entre el león y el rey, y a través de éste con el Mesías, es bastante espontánea, pues el león representa el poder y la fuerza; no necesitaría la exégesis recurrir a técnicas especiales para establecer la igualdad: león-Mesías-Rey; bastaba sólo una oportunidad, la base de un texto bíblico como Gn 49,9. Así se interpreta la figura mesiánica deJudá en 1QColección de Bendiciones (1QSb); 4 Esd 12,31-32; Ap 5,5.
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Para los escribas neotestamentarios, que aceptan la mesianidad de Jesús de Nazaret, la pregunta escatológica se plantea sobre el Reino de Dios o la Parusía (segunda venida) del Cristo (cf. en mi comentario a Me 1,14-15, el tratamiento del Reino o Reinado de Dios).
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-TgNGn 49)0-12: "(10) No faltarán reyes de la casa de Judá ni tampoco escribas que enseñen la Ley entre los hijos de sus hijos hasta que venga el Rey Mesías, a quien pertenece el reino y al que se someterán todos los reinos. (11) ¡Qué hermoso es el Rry Mesías que surgirá de la casa de Judá! Ciñe sus lomos y sale al combate contra sus enemigos y mata reyes con príncipes; enrojece las montañas con la sangre de sus muertos y blanquea las colinas con la grasa de sus guerreros. Sus vestiduras están revueltas en sangre, se parece al que pisa uvas. (12) ¡Qué hermosos son los ojos del Rry Mesías! ¡más que el vino puro! Porque no mira con ellos las desnudeces ni el derramamiento de sangre inocente. Sus dientes son más blancos que la leche, porque no come con ellos (lo obtenido por) la violencia y la rapiña. Las montañas se volverán rojas por sus viñas y los lagares por el vino y blanquearán las colinas por el mucho trigo y los rebaños de ovejas."
El Rey Mesías de la casa de Judá se produce por la lectura de i1?'!Zi' en Gn 49,1 O, mediante el recurso de la gematría: i1?'!Zi' I'C:J' y n'tm suman 358. La interpretación mesiánica es tradicional en el rabinismo: bSanh 98b; GnR 98,8. También en Qumrán: 4Q252 (Bendiciones patriarcales) y CD-A VI,10-11. Los vv. 11-12 del targum son un desarrollo poético del Mesías guerrero y de la abundancia de la edad mesiánica. 47 -TgN Ex 12,42: "La cuarta noche, cuando llegue el mundo a su fin para ser redimido: Los yugos de hierro serán quebrados y la generación malvada será aniquilada. Y Moisés subirá de en medio del desierto (y el Rry Mesías de lo Alto).4B Uno caminará a la cabeza del ganado y el otro caminará a la cabeza delganado, y su Memrá caminará entre los dos, y Yo y ellos caminaremos juntos.49 Ésta es la noche de la Pascua para el Nombre de Yhwh: noche reseroada y fijada para la redención de todas las generaciones de Israel."
Este fragmento pertenece al poema de las cuatro noches en que Dios se manifestó: la noche de la creación, la noche del sacrificio de Isaac 47
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Cf. en Pérez Fdez., Tradiciones mesiánicas ... , pp. 131-44, un detenido estudio de los recursos hermenéuticos y conexiones con otros textos. El texto entre paréntesis es omitido en N; los suplimos de los Fragmentarios 440, Nu y R. La omisión puede ser accidental. No es de descartar la intervención de la censura cristiana para suprimir el que puede parecer nombre de Roma (mn gw rwm', "de lo alto"). Un paralelo targúmico es, sin duda, TgMiq 2,13: "Los rescatados subirán como al principio y subirá un rry marchando delante de ellos y quebrantará a los enemigos que los oprimen, someterá las fuertes ciudades, las ciudades de los pueblos. Su ~ marchará a su cabezay la Palabra de Yhwh será su apoyo."
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por Abraham, la noche en que liberó a Israel de Egipto, y la noche de la redención final. En la noche de Pascua los judíos conmemoraban las tres intervenciones salvíficas de antaño (creación, 'aqedah y Éxodo), y en esa rrúsma noche esperaban la liberación definitiva. Sobre el mesianismo tipo mosaico, cf. Tradiciones mesiánicas .. ., 18298. Notemos sólo el texto de Qohelet Rabbah a Qoh 1,9, nada hqy nuevo bqjo el sol: -QohR 1,9.2.2: "R. Berekyah dijo en nombre de R. Yisjaq que el último redentor será como el primero (y, así,) tal como está dicho del primero, «tomó a su esposa y a sus hijos y los montó sobre un asno» (Ex 4,20), también del último está dicho, Tu rry viene a ti ... humilde y montado sobre un asno (Zac 9,9); así como el primer redentor hizo caer maná, según está dicho, vqy a hacer llover pan del cielo sobre vosotros (Ex 16,4), también el último podrá hacer caer maná, según está dicho: Habrá abundancia de trigo en el país, en la cima de las mo1ttañas (Sal 72,16); así como el primer redentor hizo brotar el manantial, también el último podrá hacer brotar el agua, según está dicho: De la casa del Señor brotará una fuente que regará el valle de las acacias Gl 4,18). 50
Difícilmente pudo haberse escrito este comentario después que el NT usara la rrúsma tipología Moisés-Mesías aplicada a Jesús y basada en los rrúsmos t~x~os del AT. 51 El paralelismo tan querido entre la liberación primera (E~odo) y la última (mesiánica) llevaba con toda lógica a situar también en la Pascua la intervención salvadora definitiva de Yhwh. Cf. Mek a Ex 12,42, ExR 18,12; LXX Jr 38,8. San Jerónimo es testigo: "Traditio iudaeorum est Christum media nocte venturum in similitudinem Aegypti temporis, quando Pascha celebratum est" (PL 26,184).
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Traducción de Carmen Motos, en Las vanidades del mundo. Comentario rabínico al Eclesiastés. Mt, ya desde los episodios de la infancia, presenta a Jesús como el nuevo legislador que viene a promulgar la nueva Ley; Mt construye la perícopa del retorno de Jesús niño desde Egipto a la tierra de Israel sobre Ex 4,20; para el cuarto Evangelio, Jesús dará el verdadero pan del Cielo On S-6) y hará brotar ríos de agua viva On 7,37-39); Zac 9,9 es usado por todos los evangelistas, y explícitamente por Jn 12,15, para narrar la entrada de Jesús en Jerusalén.
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-TgN Nm 24,7 (del tercer oráculo de Balaam): 52 "Surgirá de entre ellos su Rey y su libertador será de ellos. Él reunirá sus cautivos de las provincias de sus enemigos y sus hijos dominarán en muchas naciones. Será más fuerte que Saúl, que se apiadó de Agag, rey de los amalecitas, y será exaltado el Reino del Rry Mesías."53 -TgN Nm 24,17: ''Yo lo veo, pero (no está aquí) ahora, yo lo contemplo, pero no está cercano. Un Rey surgirá de los de la Casa de Jacob y un redentory un jife de los de la casa de Israel, y matará a los poderosos de los moabitas y exterminará a todos los hijos de Set y vaciará a los detentares de las riquezas"
Como hemos tenido ocasión de ver, la interpretación mesiánica de Nm 24,17 pertenece al patrimonio de la tradición qumránica. Entre los rasgos del Mesías que encontramos en la tradición targúmica palestinense, un rasgo primero y decisivo: que es Rey, y Rey de la Casa de Judá. En este retrato aparece un elemento central: es el liberador enviado y legitimado por Dios; los targumim palestinenses acentúan los rasgos del Mesías guerrero, que denotan una comprensión bélica-política-nacional de la salvación; pero también se advierten, aunque en segundo plano, otros trazos que hablan de la existencia de otra concepción de la liberación, más ligada a los círculos piadosos y estudiosos de la Ley que a los. políticos y militares. TgOnq y la literatura rabínica acusan más este segundo aspecto en el retrato que ellos hacen del Mesías. Como he expuesto ampliamente en Tradiciones Mesiánicas ... , la tradición mesiánica regia sufrió una profunda revisión por diversas razones: políticas (prudencia frente a Roma), psicológicas (frustración tras el fracaso de los diversos movimientos mesiánicos revolucionarios) y teológicas (pretensión cristiana de que la Ley había sido abolida). Así el Judaísmo vino a recuperar una tradición que el carácter belicoso de los sacerdotes reyes macabeos había oscurecido en demasía, pero que nun-
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Sobre el carácter mesiánico de los oráculos de Balaam en las recensiones targúmicas, cf. Tradiciones mesiánicas ... , pp. 211-86. Sobre los recursos targúmicos para obtener la traducción de Nm 24,7, cf. id. pp. 260-62; sobra la versión de Nm 24,17, id. pp. 273ss. · La interpretación de este versículo por Filón (De Praemiis 95-97) es considerada por muchos mesiánica, aunque no lo nombre expresamente. Cf. L. Miralles Maciá, "La figura del Mesías según los historiadores helenísticos Filón de Alejandría y Flavio Josefa", esp. 366-67.
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ca dejó de estar viva y manifiesta en las representaciones del Mesías profeta y sacerdotal.
e) Tradiciones del Tar;gum de los Profetas posteriores En el Tar;gum de Isaías el Mesías es descendiente de la dinastía davídica y tiene la dignidad real (Tgls 11,1). Por una parte, es Mesías guerrero: -Tgis 10,27: ''Y acaecerá en aquel tiempo que se apartará su dominio de ti y su yugo de tu cerviz; entonces los rryes de las naciones sufrirán quebranto a causa del Mesías." - Tgis i 1, 10: ''Y sucederá en aquel entonces que al descendiente del hijo de Jesé, dispuesto a constituirse en señal de los pueblos, se le someterán los reinos, y el lugar de su morada será glorioso." -Tgis 14,29: "No os alegréis vosotros, filisteos, de que hayáis derrotado al dominador que os subyugaba, porque de los descendientes de Jesé surgirá el Mesíasy sus acciones contra vosotros serán como de serpiente mortifera." -Tgis 52,13-15: "C13) He aquí que mi sieroo, el Mesías, prosperará, será exaltado, se acrecentará y será muy poderoso. 54 (14) A la manera como le esperó durante muchos días la casa de Israel, cuyo aspecto era oscuridad entre las naciones y su semblante lejos de los humanos. (15) Así él dispersará a muchas naciones; por su causa callarán los rryes, pondrán su mano en la boca, pues verán lo que no se les habían referido y entenderán lo que no habían oído."
Por otra parte, es rey pacífico, promotor de la paz y del cumplimiento de la Ley: -Tgis 9,5-6: "(5) Dijo el profeta a la Casa de David: Cierto, un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado y ha tomado la Lry sobre sí para guardarla, cuyo nombre de parte del Consejero admirable, Dios fuerte, el que existe eternamente, se ha llamado el Mesías, en CI!JOS días se incrementará la paz sobre nosotros. (6) Será grande55 la dignidad de los que cumplen la L.ry, y para los que guardan la paz no habrá fin en el trono de Davidy en su reino para que lo afiancen y edifiquen según el derecho y la justicia desde ahora y para siempre. Por la Palabra de Yhwh de los ejércitos se realizará esto." - Tgis 11,6: "En los días del Mesías de Israel se incrementará la paz en elpaís, entonces morará el lobo con el cordero y el leopardo descansará junto con el
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Cf, infra, p. 56, la identificación del Siervo de Yhwh con el Mesías en Tgls 42,1.67 y 43,10. También es posible traducir "hará grande", con el Mesías como sujeto implícito.
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Me 1,1 cabrito, y el ternero, el león y el cebón estarán juntos y un niño pequeño los conducirá." - Tgis 16,5: "Así pues, el trono del Mesías de Israel será erigido por bondad, y en él se sentará en verdad, en la ciudad de David, como juez que busca el derecho y qecuta la verdaderajusticia."
Hay que destacar también la comprensión mesiánica de la figura del Siervo:
-Tgis 42,1.6-7: "(1) He aquí a mi siervo el Mesías, 56 a quien acogeré, mi elegido57 en quien se complace mi Palabra. Infundiré sobre él mi espíritu santo; revelará a las naciones mi juicio ... (6) Yo, Yhwh, te he escogido en verdad, te he cogido por tu mano y te estableceré y pondré como pacto del pueblo y luz de las naciones, (7) para abrir los ojos de la Casa de Israel que están como ciegos para la Lry, para sacar de entre las naciones a sus desterrados, que se asemejan a los prisioneros, para librarlos de la esclavitud de los reinos, ya que están encadenados como prisioneros en la oscuridad." -Tgis 43,10: ''Vosotros sois los testigos ante mí -ha dicho Yhwh, junto con mi siervo el Mesías, en quien me he complacido, a fin de que le reconozcáis y le seáis fieles ante Mí y comprendáis que soy Yo: Yo soy desde el principio y los siglos perdurables son míos, y fuera de Mí no hay Dios." La identificación del Siervo con el Mesías, se encuentra también en 2 Bar 70,9. En TgZac 3,8, el texto hebreo Yo traigo a mi sieroo el renuevo tiene la traducción. "Yo traigo a mi siervo el Mesías" (6,13). En ARN B 43,8: "El Mesías es llamado siervo, según se dice: He aquí a mi sieroo a quien sostengo (Is 42,1)"; en 43,9: "El Mesías es llamado elegido, según se dice: He aquí a mi sieroo .. ., mi elegido, en quien se complace mi alma (Is 42,1). El Targum de Jeremías presenta al Mesías davídico, rey poderoso, promotor de la justicia; sólo en 33,13 se señala un rasgo del Mesías maestro.
-Tifr 23,5: "He aquí que vienen días -ha dicho el Señor- en que suscitaré a David un ungido justo que reinará como Rey y prosperará y hará juicio verdadero y justicia en la tierra" (1 TgJr 33,15). -Tifr 30,8-9: "(8) Y sucederá en aquel tiempo -ha dicho el Señor de los ejércitos- que quebraré el yugo de las naciones de encima de vuestro cue56
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"El Mesías" es lectura de las ediciones rabínicas de Bomberg, Políglota de Amberes, Codex Reuchlinianus y en el Ms. de la Biblioteca Montefiore del Jewish College (Londres). "El Elegido" es título mesiánico. Cf. slljJra, textos en 1 En.
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llo, y romperé vuestras coyundas y las naciones no someterán más a Israel; (9) antes bien, servirán delante del Señor, su Dios, y obedecerán al Mesías, hijo de David, su ~' que Yo suscitaré para ello.!'. -Tgfr 30,21: "Será elegido su~ de entre ellos, y entre ellos se revelará su Mesías." 58 -Tgfr 33,13: "En las ciudades de la montaña y en las ciudades de la llanura, en las ciudades del sur, en el país de la tribu de Benjarrún, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de la Casa de Judá, el pueblo seguirá con afán las palabras de Mesías -ha dicho el Señor." - Tgfr 33, 15: "En aquellos días y en aquel tiempo suscitaré a David un ungido justo, que ejercerá la recta justicia y el derecho en el país." El Targum de Ezequiel también destaca al descendiente de la Casa de David como Rey poderoso y guerrero, aunque nunca cita al Mesías expresamente: -TgEz 17,22-23: 11'(22) Así ha dicho el Señor Dios: Yo acercaré a uno del Reino de la Casa de David, simbolizado en un cedro elevado, a un niño de pecho entre sus descendientes ungiré y lo constituiré por mi Palabra en monte excelso y elevado. (23) Y lo estableceré en la montaña santa de Israel, reunirá tropas y construirá fortalezas y se convertirá en un ~poderoso. Todos los justos se apoyarán en él y todos los pobres morarán bajo la sombra de su Reino. (Cf. TgEz 37,25)
Sobre el Mesías que parte de Migdal Éder (fgPs] Gn 35,21 y TgMiq 4,8), cf. Pérez Fdez., Tradiciones mesiánicas, pp. 207-09. /
IV. HIJO DE DIOS 59
1. Hijo de Dios en el AT Como es sabido, en la literatura bíblica el término "hijo/ s de Dios" tiene una cuádruple aplicación (Cf. M. Hengel, Hijo de Dios, pp. 38-40): a)
En textos de origen mitologico se refiere a personajes divinos o situados en la esfera de lo divino, la familia Dei, dioses, ángeles, demonios: Gn 6,2-4; Dt 32,8.43;60 Sal 29,1; 89,7; Job 1,6; 38,7; Dn
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También en TgOs 3;5, la identificación de Rey con Mesías. Cf. Filiación. Cultura pagana, Religión de Israe4 Orígenes del Cristianismo (Eds. Juan José Ayán Calvo, Patricio de Navascués Benlloch, Manuel Aroztegui Esnaola). Dt 32,8.43 tiene una prehistoria textual donde se aprecia el carácter mítico, ya desaparecido en el texto masorético (fM): 4QDt'1, "Fijó las fronteras de los pue-
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3,25. b) Se aplica a Israel como pueblo: Ex 4,22; Dt 8,5; 14,1; Is 1,2; Os 2,1; 11,1. e) Dentro de Israel se aplica singularmente a los más desprotegidos, huérfanos, viudas, justos: Sal86,6; 103,13; Sira 4,10; Sab 2,16-18. d) Es designación específica del rey: 2 Sm 7,12-14; Sal 2,7; 89,27-28; 110,3 (LXX y Vg). Nos detenemos especialmente en un par de textos donde se hace referencia al Rey /Mesías. -Sal 2, 7: V qy a proclamar el decreto del Yhwh: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hqy.
Benedicto XVI (pp. 389-90) ha expuesto en forma breve y clara el origen de la expresión mítica en la teología política del Antiguo Orienté 1 y su transformación en Israel: los conceptos de "hijo" y "generación" se adoptaron en un doble sentido: primero, "los pueblos son la gran familia de Dios, Israel es el hijo primogénito y, como tal, pertenece de modo especial a Dios con todo lo que la <> representaba en el Antiguo Oriente"; en segundo lugar, la fórmula se aplica al Rey como representante del pueblo y así se usa en el ritual de la entronización de los reyes de Israel. Así resulta que "la antigua ideología monárquica, el engendramiento mítico por obra de Dios, se deja de lado y se sustituye por la teología de la elección" (cf. Sal 89,27; sobre Sal 2,1-7, García Ureña, La metáfora de la gestación). -Sal 11 0,3, En el atrio sagrado, del seno de la aurora te dí a /u~ como rocío.
Se trata de un texto extraordinariamente complicado; las diversas lecturas posibles pueden verse en los comentarios. Es obvio que TM ha cambiado '9'J:177~ ("te he dado a luz") por '9't177~ ("tus mocedades" o "tu infancia"), pero LXX y Vg leen: E~EyÉvvr¡aá OE y genui te; en Sal 110,3a '91?'1J Ci':¡l es leído por Vg die ortus tui (prbl. '97?in). A favor de las
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blos según el número de los hijos de Dios'' ---+ LXX, "según el número de los ángeles de Dios''---+ TM, "según el número de los hijos de Israel'; Dt 32,43: desmitologización progresiva: 4QDt'l, "que lo adoren todos los dioses'' ---+ LXX, que lo adoren todos los hijos de Dios''---+ TM, falta.; 4QDt'1, "vengará [Dios] la sangre de sus h!Jos''---+ LXX, "vengará la sangre de sus hijos''---+ TM, "vengará la sangre de sus seroidores''. Véase infra, IV.4, pp. 64s.
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lecturas de LXX y Vg está su consonancia con Sal 2,7, siendo ambos de entronización real. 62 2. El Mesías Hijo de Dios en la literatura qumránica 63 En 4Q174 se ha conservado el lenguaje de filiación del texto bíblico (2
Sm 7,12-14), pero referido al Rey esperado al final de los tiempos: --4Q174,frg 1,1,10-12: "(10)Y Yhwh te [anun]cia que te construirá una casa. Yo haré alzarse tu semilla detrás de ti y estableceré el trono de su reino (11) por siem]pre. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Esto (se refiere) al retoño de David 64 que se alzará con el Intérprete de la~ que (12) surgirá en Sión los últimos días."
Comenta García Martínez ("La filiación en Qumrán", pp. 184-85): "El personaje real al que el texto alude es identificado en otros textos qumránicos (en 4Q285) con el «Príncipe de la Congregación», que es uno de los epítetos del Mesías en los textos qumránicos, y es descrito mesiánicamente en 4Q161." -1QSa (28a) JI, 11-14: "(11) Ésta es la asamblea de los hombres famosos, Uos convocados a] la reunión de consejos de la comunidad, cuando engendre (12) [Dios] al Mesías con ellos. Entrará [el sacerdote] jife de toda la congregación de Israel y todos (13) [sus hermanos, los hijos] de Aarón, los sacerdotes [convocados] a la asamblea, los hombres famosos, y se sentarán (14) an[te él cada uno] de acuerdo con su dignidad. Después entra(rá el Me]sías de Israel y se sentarán ante él los jefes."
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La versión española de La Casa de la Biblia tiene en cuenta la lectura crítica apoyada en LXX: T!fYO es el señorío desde el día de tu nacimiento en el santuario; desde el seno de la aurora te he engendrado como rodo. Alonso Schokel opta por la interpretación militar, siguiendo el TM: Una mqjestad sagrada llevas desde el seno materno, de la aurora, un rodo de juventud, y en nota presenta las dos opciones, la "militar" y la de "entronización o investidura", calificando el versículo de "enigmático" (Biblia del Peregrino, edición de estudio; con más detalle en su comentario a Salmos): "Ésta ~a opción de entronización] es la línea que han seguido las versiones griega y latina. O leyeron otro texto o introdujeron correcciones. El resultado es una versión misteriosa por lo enigmática, que invita a imaginarse un hecho trascendente" (L. Alonso Schükel- C. Carniti, Salmos II, p. 1375). Cf, F. García Martínez, "La filiación en Qumrán: Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento." Retoño de David: Jr 23,5; 33,15; Zac 3,8; 6,12.
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Como ya hemos notado anteriormente, la primera mención del Mesías (línea 12) se refiere al Sal 2, el rey ungido que Dios engendra: Mi hijo eres tú, Yo mismo hqy te he engendrado (Sal2,7). Después se menciona al sacerdote jefe, ante el cual se sientan los sacerdotes, y finalmente entra el Mesías de Israel. -4Q369, Frag. 1, JL6-10: ''Y tú lo hiciste para ti un hijo primogénito p- [... ] como él, para príncipe y gobernante en toda la tierra habitada [... ] la corona de los cielos y la gloria de las nubes. Colocaste sobre él [ ... ] y el ángel de tu paz en su congregación. Y él [... ] le diste normas justas, como un padre a su hijo -1l:l? :ll't:l- [ ... ]".
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Según García Martínez (art. cit., p: 187), "el argumento más concluyente de la interpretación individual y mesiánica son las resonancias de Sal 89,27-28, donde encontramos aplicados al Rey tres de los elementos de nuestro texto: Dios lo hará «primogénito», lo establecerá como el más excelso de los reyes de la tierra, y el Rey llamará a Dios «Padre»". -4Q246, 11,1-8: "(1) Será denominado Hijo de Dios, y le llamarán Hijo del Altísimo. Como las centellas (2) de una visión, así será su reino; reinarán algunos años sobre (3) la tierra y aplastarán todo; un pueblo aplastará a otro pueblo y una ciudad a otra ciudad. (4) Vacat. Hasta que se alce el Pueblo de Dios y todo descanse de la espada. (S) Su Reino será un reino eterno y todos sus caminos en verdad y dere[cho]. (6) La tierra (estará) en la verdad, y todos harán la paz. Cesará la espada en la tierra, (J) y todas las ciudades le rendirán homenaje. Él es un Dios grande entre los dioses (¿). (8) Hará la guerra con él, pondrá los pueblos en su mano y (9) arrojará todos ante él. Su dominio será un dominio eterno, y todos los abismos."
El fragmento está copiado a fmales del s. I a.C. El personaje lleva los rasgos del Hijo del Hombre de Dn 7 (cf. esp. Dn 7,14.27). La dependencia de Daniel sugiere la composición no más allá del s. II a.C. Se trata evidentemente de una figura mesiánica de carácter celestial o angélica al modo de Melkisedeq (11 QMelkisedeq) o del "Príncipe de la Luz" o el Arcángel Miguel (1QM). Lo más sorprendente es el paralelo con los atributos que el ángel Gabriel da a Jesús cuando anuncia su nacimiento en el Evangelio de Lucas 2,32-35: "(32) Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y le dará Dios el trono de David su Padre, (33) y reinará sobre la casa de ]acob eternamente, y su reinado no tendrá fin (... ) (35) El Espíritu santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cobija-
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rá con su sombra; por lo cual también lo que nacerá de ti será llamado Santo, .Hijo de Dios." La conclusión de García Martínez en su artículo "Esperanzas mesiánicas en los escritos de Qumrán" (p. 208), es la siguiente: "En Qumrán, junto a un «Mesías-Rey» y a un «Mesías-sacerdote», se esperaba la venida de un agente de salvación escatológico (al que este texto no designa explícitamente como <
3. El Mesías Hijo de Dios en la literatura rabinica65 Constatación de Muñoz León: "El Targum evita las afirmaciones sobre el Mesías como Hijo de Dios". 66 En los textos bíblicos donde aparece el sintagma, la traducción lo evita transformándolo. El Sal2,7, Tú eres mi Hijo,yo te he engendrado hoy, que tanto en la literatura qumránica (1QSa [28a] II,11-14; cf. supra), como en la midrásica midrásica judía (Midrás Salmos 2,6-7; cf. itifra), y en la cristiana (Le 3,22; Hch 13,33; Heb 1,5; 5,5), tiene una referencia o interpretación mesiánica, la traducción targúmica lo matiza: -TgSal 2,7:"Tú eres para mí como un hijo querido; eres inocente como si hoy te hubiese engendrado."
El interés del Targum está en desmitologizar la expresión y posiblemente contrarrestar la pretensión de la filiación divina de Jesús. El Sal 2 es un salmo de entronización real (cf. supra, IV.1: p. 58s). Las raíces cananeas se aprecian en la conjura de los reyes contra Yhwh
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Cf. Muñoz León, "La filiación en el Targum", y Pérez Fdez., "La filiación en los escritos rabínicos", en Filiación. Cultura pagana, Religión de Israe~ Orígenes del Cristiamsmo (Eds. Juan José Ayán Calvo et alli), pp.191-219 y 221-33; M. Hengel, El Hijo de Dios, pp. 62-80. Sobre la relación paterno-filial entre Dios y determinados maestros carismáticos Ooni, Janán y Janina ben Dosa) cf. Flusser- Notley, pp. 97-101; y mi artículo "Experiencia y manifestación de Dios ... ",esp. pp. 221-23. "La filiación en el Targum", p. 219.
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y el lenguaje realista de la gestación y alumbramiento del ungido en los vv. 6-7: nasakti ("he tejido''), y yeladtika ("te he dado a luz'') 67 •
-Midrás Salmos (Sal2,6-7): "Yo nasakti a mi rl!J (Sal2,6). [¿Qué significa nasaktz?] «Lo ungiré», como dices en ni me ungí [we-sok lo' sakti} con ningún perfume (Dn 10,3); otra interpretación:
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Los dos verbos indican sucesivamente la gestación y el parto. "Se puede concluir que el significado del verbo y id en Sal 2,7d es dar a fu~ yo hoy te he dado a luz. Se haría así real la analogía entre Sal2,7d y Sal110,3 (... ).Por tanto, en el Salmo 2 se hace referencia a la maternidad de Dios, lo cual no resulta ajeno al texto bíblico; en él se presenta a Dios no sólo con el cariño de una madre, sino asumiendo todo lo que implica la maternidad, concretamente en Sal 2,7d, dando a fu:( (García Ureña, La metáfora de la gestación, p. 136; para la interpretación del Sal 2 en el contexto yahwista, idem, pp. 183-200). Cf. bSukk 52a: "Nuestros rabinos enseñaron: El Santo, bendito sea, dirá al Mesías, hijo de David (¡Que venga pronto en nuestros días!): «Pídeme lo que quieras y te lo daré», como está dicho: Promulgaré el decreto de Yhwh ... Pídeme y te daré los pueblos en herencia (Sal 2,7-8). Pero cuando vea morir al Mesías hijo de José, le dirá: «Señor del universo, te pido sólo el don de la vida>>. Y Él le responderá: «En cuanto a la vida, ya lo profetizó tu padre David concerniéndote, según está dicho: Vida pidió de ti. Le has otorgado largo cuento de días por siempre jamás (Sal21,5)". bSukk 52a supone que Sal2,7-8 está dicho por Dios al Mesías el día de su nacimiento (Pídeme
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Otra interpretación de Mi hiJo eres tú. La Escritura no dice «tengo un hijo», sino <>, como un siervo que le agrada a su maestro y le dice: «eres tan querido para mí como mi hijo». R. Huna dice: Los sufrimientos se dividen en tres porciones. Una la tomaron los padres del mundo y todas la generaciones; otra la generación de la destrucción69 , y otra en la generación del Mesías: cuando llegue la hora, el Santo, bendito sea, les dice: Tengo que crearlo como una nueva creación, y en este sentido dice: Hqyyo te he dado a luz (Sal2,7)."
El texto tiene dos interpretaciones básicas: El rey a quien Dios "engrandece" es el pueblo de Israel, confirmado por la Torah (Ex 4,22), los Profetas (ls 52,13 y 42,1/0 y los Escritos (Dn 7,13) 71 . La interpretación de R. Huna72 tiene excepcional importancia por su acercamiento a la comprensión cristiana: no sólo considera el oráculo de Sal 2,7 referido al Mesías, sino que considera la aparición del Mesías como una nueva creación --.1T01n i1K'1:J..1., basándose en el verbo "dar a luz", que asocia con la clásica imagen de los dolores que precederán la venida del Mesías (cf. mSot 9,15; 2Bar 27-30; 4 Esd 5,1-12 y 6,18-29; bSanh 98a; Me 13). El Salmo 11 O (cf. supra, pp. 58-49) es interpretado con referencia al Mesías en la tradición rabínica (Midrás Salmos), pero no he encontrado referencias explícitas al v. 3. La versión de TgSal 110,3 ha optado por una traducción que evita cualquier referencia a un nacimiento: "Como el descenso del rocío, tus generaciones habitarán con confianza." En conclusión: los textos del Padre del Rey (mesiánicos en la tradición cristiana) son aplicados al Pueblo de Israel y al Mesías. Una singularidad es la interpretación del Sal2,7 (Hqy te he dado a fui): el nacimiento del Mesías inicia la nueva creación, donde se unen la metáfora y el realismo apocalíptico .
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.. .), y cuando el Mesías de David ve la muerte del Mesías hijo de José, le pide a Dios el don de la vida eterna, que ya estaba concedido en Sal21,5. En la persecución de Adriano, año 135 d.C. La interpretación clásica judía de los poemas del Siervo de Yhwh como el Israel sufriente. Interpretación clásica judía del Hijo del Hombre daniélico como el pueblo de Israel. Amoraíta palestino de la 4" generación, de la mitad del s. IV d.C.
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4. Hijo de Dios en la literatura helenístico-romana Los monarcas de Asiria y Babilonia y sus sucesores, los persas, tenían carácter divino en razón de su oficio: eran los siervos elegidos de los dioses para el ejercicio de ciertas funciones divinas. En Egipto el Faraón se consideraba divino, hijo de dios, como un dios encarnado. Tal concepción pasó a los Tolomeos. 73 Los griegos ya habían considerado a los dioses como el tipo supremo de la excelencia humana, su más alta aristocracia. No resultaba, pues, sorprendente que a los reyes se les tributaran honores y títulos divinos. Uno de los casos más relevantes es la divinización de Alejandro Magno. 74 En este mundo oriental, y especialmente en el culto helenístico al soberano, tiene sus antecedentes el culto romano al Emperador. Julio César fue llamado "dios" durante su vida y honrado como tal: se le dedicó una estatua en el templo de Quirino el 45 a.C. con la inscripción "Al dios invencible"; tuvo su propio templo con el nombre de "Júpiter Julius". 75 De esta manera, de acuerdo a las ideas griegas, un 73
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Canto a Demetrio Poliorcetes (291/90 a.C.): "¡Oh, hijo del potentísimo Dios Posición y de Afrodita, salve!. Otros dioses ciertamente o están muy distantes o no tienen oídos o no existen o nos atienden en nada, pero a tí te vemos hacer acto de presencia y no en imagen de madera o de piedra, sino de verdad. Te suplicamos, pues, a ti. Trae primero la paz, queridísimo, pues F;yrios eres ttl' (Leipoldt Grundmann, II, p. 112). Tolomeo IV Epifanes (210-180 a.C.): "Dios nacido de Dios y una Diosa, como Horus, hijo de lsis y Osiris" (Piedra Rosetta,. OGI, 1,90, 9-10; 196 a.C). Antíoco IV Epifanes (175-164 a.C): "Del rey Antíoco, Dios, salvador de Asia y fundador de la ciudad ... al rey Antíoco, Dios Epifanes" (OGI, 1,253). También Epicteto no sólo llegó a considerar la relación de paternidad-filiación entre Zeus y Hércules, sino que considera que todo hombre puede considerarse Hijo de Dios: Diss. II,16,44-45: "Hércules, si se quedara con los de casa, ¿qué fuera él? Euristeo y no Hércules. Dime, recorriendo el mundo ¿cuántas relaciones y amigos no hizo? Mas nada más amigo que Dios; por esto mismo fue creído ser hijo de Zeus, y lo era. Obediente, pues, a éste, andaba purgando todo de i'!}usticia e ilegalidad. Mas tú no eres Hércules ni puedes purgar los ajenos males, ni tampoco Teseo, para purgar los de Arica: los tuyos propios purga". Diss. 1, 19, 9: "-Yo te mostraré que soy el amo. -¿De dónde tú? A mi Zeus libre me dejó. ¿O te parece que iba a permitir que su propio hijo anduviera esclavo? De mi cadáver eres amo; tómalo". Diss. III,24,16: "Sabía, en efecto, que ningún hombre es huérfano, sino que de todos siempre y continuo existe un Padre cuidadoso. Porque no meramente como un dicho había oído que Padre es Zeus de los hombre!'. El templo de César fue dedicado por Augusto el 29 a.C.
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héroe en vida recibió honores divinos. La apoteosis llegó tras su muerte cuando fue contado entre los dioses y el Senado lo declaró Dios y estableció la fiesta en honor del divus Julius. Su sucesor Augusto adoptó en las provincias el título de "Hijo de Dios", Divi Filius y Divus Augustus, y templos, altares y juegos (Augustalia) se celebraron en su honor; 76 se le dedicó también un mes en el calendario, igual que a Julio César, de modo que los nombres de Julio y Agosto se sumaron a los otros nombres de divinidades romanas. Ya hemos citado antes la inscripción que señala el nacimiento de Augusto como el inicio del año, celebrando "el nacimiento del Dios": "Para el mundo fue comienzo de las buenas noticias --EuayyEA.lwv- el día del nacimiento del Dios" (OGI II, 458,40). En lo sucesivo, sólo a la muerte del Emperador, el senado decidía su admisión entre los dioses, divi, o su damnatio memoriae. 77 V. RELECTURA DE N!C 1,1 EN EL MACROTEXTO MARCANO Y A LA LUZ DE LOS TEXTOS FUENTE Y CONTEXTUALES
1. Evangelio Sobre el sentido del Evangelio en Me, cf.las observaciones iniciales (I). La palabra Evangelio sólo se usa en Me 8 veces. Con la sola excepción de nuestro título y 1,14, donde el narrador dice que Jesús proclamaba el Evangelio de Dios, en los demás casos el término se pone en boca del mismo Jesús: Me 1,15, Convertíos y creed en el Evangelio; 8,35, Quien perdiere su vida por mí y por el Evangelio, la salvará; 10,29, Nadie que dejó casa o hermanos (.. .)por Míy por el Evangelio; 13,1 O, Primero tiene que ser proclamado el Evangelio a todas la gentes; 14,9, Donde quiera que fuere proclamado el Evangelio por todo el mundo ... ; 16,15, Id al mundo entero y proclamad elEvanr a toua J 1 · ' 78 getzo ta creaczon.
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El templo de Augusto en Roma fue dedicado por Calígula. En Palestina, Herodes el Grande edificó en la antigua Torre de Estratón (en la costa meditarrénea) la 'gran ciudad de Cesarea en honor del César Augusto, y renovó la antigua Samaría cambiando su nombre por Sebaste (Augusta) donde edificó un Templo al Dios Augusto. En ambas ciudades celebró juegos en honor de Augusto. Cf. González Echegaray, Los Herodes, pp. 77-81 Cf, Everett Ferguson, Background of Earfy Christianity, pp. 186-99; Leipoldt Grundmann I, pp. 154-58; M. Hengel, El Hijo de Dios, pp. 48s. Me 16,15 pertenece al añadido posterior con que se completó el texto primitivo de Me.
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Jesús se presenta ante los lectores judíos encarnando la figura del heraldo de las buenas noticias que anunciaban los profetas: Is 40,9-11; 41,27; 52,7-10; 61,1; Nah 2,1. En Is 52,7-10, todo el mensaje de salvación se sintetiza en la aclamación ¡Tu Dios reina!, que es la síntesis de la buena nueva de Jesús: Está cerca el Reino de Dios... Creed en el Evangelio (cf. Me 1,14-15 y mi comentario ad loe.). La identificación del heraldo con el Mesías es conocida de la literatura rabínica (cf. GnR 63,8; LvR 9,9; PRK 5,9). El texto evangélico, escrito en griego, debía tener otras evocaciones para los lectores del Imperio. Considerada la literatura helenísticoromana de la época, el Evangelio de Jesús podía entenderse por los lectores del imperio como una alternativa a las buenas noticias que anunciaban el nacimiento y la proclamación de un nuevo Emperador. El uso del término Evangelio en la misión cristiana no podía ser inocente ante la propaganda imperial (cf. Benedicto XVI, pp. 73-7 4). 2. Cristo XptatÓ~
es usado por Me en 1,1; 8,29; 9,41; 12,35; 13,21; 14,61; 15,32. En 8,29 es Pedro quien le identifica diciendo: Tú eres el Mesías, pero Jesús les ordenó no decirlo a nadie. En 9,41, un logion de Jesús afirma que los discípulos son del Mesías, esto es, parece que Jesús se identifica con el Mesías. En 12,35, Jesús plantea una cuestión exegética embarazosa: ¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es Hijo de David? En 13,21, en el discursq escatológico, Jesús avisa: Si alguno os dijere: <> o <
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(mSanh 4,2.5; 5,1-4; 6,1; 7,5), en el relato evangélico, háyase tratado o no de un proceso formal, es evidente la intención de mostrar que estamos ante un proceso por blasfemia a un reo al que se le pide la confesión de su delito para que expíe así por su muerte. Se trata del intento tan característico de la literatura evangélica de interpretar los hechos y palabras de la autoridad judía como profecías (cf. Jn 11,49-52 y el mismo título de la cruz). Si esto es así, sólo podemos considerar la pregunta del Sumo Sacerdote: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Dios Bendito?, como la pregunta ritual hecha al reo para que confiese su pecado y obtenga la expiación por la muerte. Es absurdo suponer que se le preguntaba por algo que no era delito. 79 Tendríamos, pues, que el juez usa para su acusación los títulos cristológicos cristianos en la comprensión cristiana, que ciertamente es blasfema para la autoridad judía. La respuesta deJesús, lejos de negar, r-1afirma con mayor claridad recurriendo al título de Hijo del Hombre a la derecha de Dios. Estaríamos, a mi parecer, ante una construcción teológica cristiana, de la que históricamente sólo podemos decir que se trató de un proceso o interrogatorio por blasfe.
rrua.
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Pero considerando los textos qumránicos y apócrifos, tampoco debe considerarse la comprensión cristiana como exclusiva. Con los nombres de Hijo del Altísimo, el Elegido, el Hijo del Hombre, el Mesías era incluido en los personajes celestes, la familia Dei, por los hombres de Qumrán y círculos judíos apocalípticos. Sin que estos términos llegaran aún a definirse en la terminología precisa y ftlosófica de Nicea, no dejaban de reflejar la comprensión de círculos judíos considerados por la oficialidad del templo como blasfemos. Una vez más comprobamos que ni Jesús ni la comprensión cristiana del mismo surgieron de la nada.
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El Mesías no se entendía como personaje divino, y el término Hijo de Dios podía aplicarse a los justos, a Israel y al Rey. Cf. Pérez Fernández, ''Jesús de Galilea", esp. pp. 110-13. Benedicto XVI puntualiza (p. 350) "Esta pregunta ~a del Sumo Sacerdote en Me 14,61] supone que tales ·interpretaciones de la figura de Jesús se habían hecho de dominio público a través de los grupos de discípulos. El poner en relación los títulos de Cristo (Mesías) e Hijo procedía de la tradición bíblica (cf. Sal2,7; 110)."
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3. Hijo de Dios No sólo en Me 1,1, sino también en 14,61,81 Hijo de Dios se une en aposición a Mesías. Aunque los dos títulos pueden converger en la misma persona no tienen necesariamente el mismo alcance. En 1,11 82 y 9,7 83 es la Voz del Cielo la que le señala como Hijo, usando textos de la Escritura; en 3,11 84 y 5, 785 son los demonios los que identifican a Jesús como Hijo de Dios; en 13,2286 la gradación ángeles, Hijo, Padre sitúa al Hijo en la esfera más cercana a Dios. Hijo de Dios es en Me el término que con más profundidad expresa el misterio de Jesús. 87 A la hora de su muerte, la confesión del centurión (15,39) es: Verdaderamente este hombre
era Hijo de Dios. En Hch 13,32-33 se formula así la predicación de Pablo: La promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los h!Jos resucitando a Jesús. Así está escrito en el Salmo segundo (v. 7): <
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El sumo sacerdote le interrogabay le dice: <<¿Tú eres el Mesías, el Hijo del Bendito?>> Una voz de los cielos: Tú eres mi hijo amado, en ti me agradé. Y vino una voz de la nube: Éste es mi Hijo querido, escuchad/e. Y Jos espíritus inmundos, en cuanto le veían, caían a sus pies y gritaban diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios». Y les mandaba severamente que no le diesen a conocer. ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te cof!iuro por Dios, que no me atormentes Lo que toca a aquel día y aquella hora nadie lo sabe, ni Jos ángeles en el Cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Sobre la teología del NT en torno al término "Hijo de Dios" o "el Hijo", cf. Benedicto XVI, pp. 388-98. Evans, ''The Beginning of the Good News and the Fulfilment of Scripture in the Gospel ofMark", pp. 83-103. Evans recorre ciertos paralelismos y contrastes sig-
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Evangelio de Me fue compuesto cuando Vespasiano ascendió al trono,89 con la intención de mostrar que la Buena Nueva vino con Jesús, el Hijo de Dios, como tal reconocido por la voz divina en el bautismo y la transfiguración, y por los demonios; sólo Él es el Salvador que puede curar: "Considerando el rumor ampliamente extendido -promovido por el mismo Josefa y ciertamente animado por Vespasiano y sus partidarios- de que las Escrituras judías predecían el ascenso de V espasiano al trono imperial,90 no resultaría sorprendente que cristianos como el evangelista Marcos, sintieran necesario montar un desafío (... ) En otras palabras, el evangelista Marcos desafía el culto imperial al emperador divinizado" (Evans, The Beginning of the Good News, pp. 92-93). 91 En todo caso, es evidente que un lector del Imperio podía ver en el librito que los grupos cristianos empezaban a difundir un desafío a la divinización del Emp
nificativos entre las vidas Jesús y Vespasiano (y otros Emperadores), de donde su conclusión: el Evangelio de Jesús Cristo Hijo de Dios viene a invalidar la leyenda de que el personaje de Oriente que viene como salvador es el nuevo Emperador. Cf. G. Theissen, La redacción de los Evangeliosy la política eclesial, pp. 25-39. 89 "In all Probability the Gospel ofMark was published the same year as Vespasian's ascension and may also have been published in Rome itself' (ibid, 95). 90 Sobre las "profecías" acerca de Vespasiano, cf. ibid, 87-92. 91 La traducción es mía.
Me 1,2-8 JUAN BAUTISTA Y JESÚS
] uan bautizó con agua, pero vosotro.r seréis bautizados en Espíritu Santo (Hch 1,5) l. EL TEXTO. Il. ANÁLISIS LITERARIO. III. TEXTOS FUENTE. IV. RELEC1URA A LA LUZ DE LOS TEXTOS FUENTE Y DEL MACROTEXTO MARCAN O. EXCURSUS I: ¿Bautizó jesús? EXCURSUS Il: E/ bautismo de fuego. V. LITERA1URAJUDÍA EXTRABÍBLICA. VI. CONCLUSIÓN. EXCURSUS
III: E/ bautismo cristiano.
l. EL TEXTO: Me 1,2-8 (Mt 3,1-2; Le 3,1-9)
(2) Según está f!crito en el profeta Isaías: "He aquí que envío mi 1 mensqjero por delante de ti, el cual preparará tu camino" (Mal 3, 1; Ex 23,20). (3) "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino al Señor, haced rectos sus senderos" (Is 40,3)/ (4) sucedió que estaba Juan el Bautista 3 en el desierto proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. (5) Y salía a él toda la región de la Judea y los jerosolimitanos todos, y eran bautizados por él en el río Jordán confesando sus pecados. (6) Y Juan iba con pelos de camello y una correa de cuero en su cintura y comía saltamontes y miel silvestre. (7) Y predicaba diciendo: ((Viene el más fuerte que yo detrás de m~ al cual no soy digno, ni agachado, de soltar la correa de sus sandalias. (8) Yo os bauticé con agua, 4 pero él os bautizará en espíritu santoJJ. 5
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El texto marcano sigue a LXX, que añade el pronombre personal; también puede ser una adaptación al texto de Mal 3,1 (cf. injra, pp. 74-7 S y 84-85). Is 40,3 es también autoidentificación del Bautista en la tradición joánica: Yo sqy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, según dijo elprofeta Isaías On 1,23). La expresión griega es incongruente en su literalidad: E:yÉvE'to 'IwávvT}<; Ó ~ti'.TI'tÍ.(wv EV 'tíJ Ep~J.L<.¡>, si se entiende ¡3amí.(wv con su valor verbal; en el desierto, se arguye, no hay agua; al margen de las imprecisiones del lenguaje, posiblemente Ó ~ti'.TI'tÍ.(wv (también en 6,14.24) hay que entenderlo como título, equivalente a Ó ¡3aTinO't~<; de Mt 3,1; Me considera equivalentes ambas formas: cf. 6,24.25; 8,28. En todo caso, "el desierto" puede designar la tierra junto a la que discurre el río: "desierto y Jordán eran dos conceptos unidos, no opuestos" (Meier II/1, p. 76). Provisionalmente, traducimos el dativo Üc5an (sin preposición, lectura mejor atestiguada) "con agua", pero en Jn 1,26, más acorde con el sentido de bautizar(=
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La historia de la tradición y redacción de esta pieza es complicada. Boismard confiesa que las soluciones a los problemas literarios planteados "no podrán ser que simples insinuaciones". Me, aparte las citas iniciales redaccionales, tiene el relato más sobrio: Juan se presenta en el desierto proclamando un bautismo de conversión; la gente de Judea y Jerusalén acuden para bautizarse en el Jordán y confesar los pecados; se describe el vestido y la comida de Juan; Juan anuncia al que es más fuerte que él, que vendrá a bautizar en Espíritu Santo. Las versiones de Mt y Le añaden las palabras fuertes de Juan (Mt 3,7-10; Le 3,7-9) a los fariseos y saduceos (Mt) que venían también al bautismo (¿a bautizarse o a observar?), y a las multitudes (Le); tales palabras pertenecen a Q; Le añade aún un diálogo de Juan con la multitud, los publicanos y unos soldados. El relato estilizado de Me apunta con más claridad a las palabras finales del Bautista sobre el que ha de venir -superior a Juan y que bautizará no con agua, sino en Espíritu Santo- como el objetivo de toda la escena. 6 Es cuestión abierta si es Me quien ha esquematizado la tradición oral (o escrita) sobre el Bautista, o Mt y Le quienes han enriquecido el esquema de Me. Atinada la observación de Boismard: nunca Me cita la Escritura como reflexión personal, sino como citas del propio Jesús (7,6.10; 11,17; 12,10.26.36); tenemos, pues, la impresión de que el abrupto comienzo de Me es un añadido editorial. 7 Tras un detasumergir), EV üoan, "en agua" (vf. infra, notas 24 y 29). En realidad, si en Me 1,8 se tradujera en español "mediante agua", no se plantearía problema. En Jn 1,26-27, el Bautista responde a una legación de sacerdotes y levitas de Jerusalén: Yo bautizo en agua; en medio de vosotros está quien vosotros no conocéis, el que viene de tras de m~ a quien no sqy digno de desatar la correa de su sandalia (cf. 1,30.33). Referencia a las palabras del Bautista, en Hch 13,25. "La supresión de su [de Juan] mensaje escatológico hace que destaque con mayor nitidez el anuncio del Fuerte que ha venido ya" (Gnilka, p. 56). "Marcos no está interesado en la llamada a la conversión que éste [el Bautista] dirige y de hecho no le da cabida en su libro. El Bautista aparece sólo como profeta de Jesús[ ... ] Todo lo que el evangelista dice de Juan está orientado, por tanto, a las palabras del Antiguo Testamento con que comienza su Evangelio" (Dibelius, p. 224). "La narración se articula a base de un proceso de selección y de insistencia [... ] Este método narrativo no es propio de un historiador, sino de un creyente profundamente interesado en el mensaje escatológico de Juan y en su relación con el ministerio de Jesús" (Taylor, p. 162). Otras incongruencias con el estilo de Me: la forma de citar con el nombre y título (en Isaías elprofeta) nunca se da en el resto del Evangelio, pero sí es un modo usual
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liado análisis (en el que no entramos), 8 Boismard concluye que un relato más breve de Me fue sufriendo adiciones para la armonización con otros textos, la última de las cuales se remonta a un redactor marcolucano. Cuando consideremos el testimonio de Flavio Josefa, plantearemos las cuestiones referentes a la historicidad del relato evangélico.
II. ANÁLISIS LITERARJO 1. La introducción bíblica del narrador El evangelista inicia la presentación de la escena con un texto bíblico de Isaías cuya intención parece ser la de mostrar su cumplimiento en la escena que va a narrar. Ka8wc; yÉypamat es fórmula usual de citar las Escrituras. 9 La interpretación obvia de la cita es que Juan es el mensajero anunciado, la vóz que grita. Según eso, la sintaxis del texto sería: "Conforme a lo escrito por el profeta Isaías ( ... ), se presentó Juan el Bautista en el desierto ... ". 10 Tres observaciones, sin embargo, hay que hacer respecto al texto de la cita y de la consiguiente lectura: a) La primera parte de la cita no pertenece a Isaías; parece una combinación de Ex 23,20, He aquí que yo envío mi ángel delante de ti para que te en Mt. Taylor (p. 164) observa que "es preferible considerar la cita en 1,2 como inserción posterior, a pesar de que no hay pruebas textuales en contra de su autenticidad." Gnilka pretende descubrir la tradición anterior a Me que presenta al Bautista histórico considerándose el anunciador de Dios, no de Jesús: "mediante la proclamación (KTJpÚaawv) se cristianiza la actividad del Bautista" (p. 48). Bultmann (pp. 304-306) se contenta con a) incluir el episodio entre las leyendas (inseparables de la narración histórica), b) notar que "lo principal es que se vea que hubo un incremento en la tradición", y 3) detectar las diferencias con Q y la polémica con los discípulos del Bautista. Pesch (p. 145) entiende que "se puede plantear si la interpretación cristiana del Bautista sobre la base de la cita compuesta de Isaías, no representa ya un segundo estadio en el que una tradición sobre el maestro, proveniente del circulo de los discípulos de Juan (quizás vv. 2a-6), vino adaptada a Jesús"; más adelante Pesch precisa que la cita deIs 40,3 es secundaria y se entiende en el contexto de una adaptación cristiana de una tradición más antigua sobre el Bautista (ibid). 1x en Mt; 3x Me; 1x Le; 2x Hch; 18x Pablo. También en Qumrán, ::1111::! 1tvN:J: 1QS V,17; CD-A VII,19. 10 La partícula Ka9wc; puede ser comienzo de una nueva frase: cf. Le 11,30; 17,26; Jn 3,14; 1 Cor 2,9.
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guarde en el camino de forma que te conduzca a la tie1Ta que te he preparado, y Mal 3,1, He aquí que envío mi mensqjero y preparará el camino delante de mí. En el texto de Mal, delante de mí señala al propio Dios; en el texto del Éxodo, delante de ti señala al pueblo de Israel. El narrador Marcos ha conservado delante de ti, con referencia a Jesús, cuyo mensajero será el Bautista. La segunda parte de la cita corresponde ciertamente a Is 40,3: Voz del que grita: en el desierto preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas. 11 El engarce de los tres textos pudiera reflejar una colección premarcana de Testimonia o una cita tipo mosaico (florilegio); los tres habrían sido unidos en razón de términos e ideas comunes (gezerah fawah): el camino, el mensajero, la preparación, el desierto. 12 b) La atribución a Isaías de los tres textos es sorprendente, y no cabe adjudicarla a ignorancia del escriba. Una explicación innovadora 13 ha sido señalada por Van Cangh - Toumpsin: siempre que Me usa Ka.8wc; (4,33; 9,13; 11,6; 14,16.21; 15,8; 16,7), es para introducir una proposición subordinada a lo que precede. Por tarito, Ka.8wc; yÉypa.Tita.L no se referiría a los textos que siguen, sino al título: Comienzo del Evangelio de Jesús Mesías [hijo de Dios], según está escnto en el prqftta Isaías. Según estos autores, la referencia implícita sería a Is 61,1: E/ Espíritu del Señor Yhwh está sobre m~ porque Yhwh me ha ungido; para evangelizar 14 a los pobres me ha enviado. Tales palabras de Isaías explicarían el título: Evangelio de Jesús Mesías (ungido). 15 Me combina el texto de LXX con el hebreo, quizás una cita de memoria. Sobre la puntuación de la frase y sentido qol qore' en TH como exclamación, cf. JoüonMuraoka §§ 15 k y 162 e. Sólo LXX ofrece la base para leer "voz del que clama en el desierto", y, por tanto, para referir el texto al Bautista. 12 Véase Mal 3,1, pinnah derek, Is 40,3, pannu derek y Ex 23,20, li-Jmorka ba-derek. Pesch (p. 144) entiende que la atribución a Isaías del conjunto de textos muestra que es Is 40,3 "el núcleo de esta contaminación de citas". Por otra parte, la agrupación entra en la lógica judía de anteponer e interpretar la Ley por los Profetas o apoyar la lectura de los Profetas en un texto de la Ley (Mateos - Camacho, p. 63). Me parece desacertada la observación de Trocmé (p. 25): "Il montre en effet que l'évangeliste s'addressait a un public peu soucieux d'érudition biblique." 13 Ya señalada sin mucha convicción por Donahue - Harrington, pp. 59-60 14 TH: maJal;! Yhwh 'oti le-ba.Sser, LXX: EXPLOÉv ¡..LE EuayyEAí.oaaeal. 15 Esta lectura está avalada por el ms. 461, donde los comienzos de las frases se señalan con mayúsculas (Van Gangh- Toumpsin, pp. 42.46-47). En esta hipótesis, la combinación de Mal 3,1 y Ex 23,20 presenta al Bautista al modo como inician los pefarim qumránicos. 11
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e) En la hipótesis anterior, e incluso en la tradicional, queda por explicar el abrupto comienzo por unos textos bíblicos. Debe notarse que Mt y Le usan el texto de Is 40,3, pero dentro de la narración y como ya cumplido en la historia previamente relatada de Juan Bautista. Ni Ex 23,20 ni Mal 3,1 son mencionados por Mt y Le en este episodio; sin embargo, la combinación de estos dos textos tampoco es exclusiva de Me: se encuentra también en Mt 11,10 y Le 7,27 (fuente Q). 16 2. Escenario El desierto como escenario viene exigido por el cumplimiento de Is 40,3: es en el desierto donde, según las Escrituras, debe aparecer el mensajero. El río Jordán, en las inmediaciones, es el lugar donde Juan realiza el bautismo que proclama. La escena se sitúa en un espacio geográfico muy evocador para todos los judíos; no es nada ficticio ni imposible: el desierto y el Jordán son ubicaciones frecuentadas para rememorar y revivir momentos decisivos de la historia de Israel. Me no precisa exactamente el lugar ~o que realza más su valor simbólico); por la información sobre la procedencia de los que vienen a bautizarse, debe entenderse el desierto de Judea, 17 lo que expresamente se afirma en Mt 3,1. 18 Una información más precisa la ofrece Jn 1,28: en Betanz"a, al otro lado delJordán, donde estaba Juan bautizando, y 3,23: Juan también seguía bautizando en Enón, cerca de Salim, porque había aJ/í aguas abundantes. Destaquemos que en Me la actividad del Bautista no incluye Galilea; pero Enón y Salim se sitúan en la zona de Samaría o Decápolis; 19 Le 3,3 afirma que Juan iba por toda la comarca del Jordán.
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También Me 1,7-8 tienen su paralelo en Mt 3,11 y Le 3,16, por lo que algunos lo consideran proveniente de Q (Gnilka, p. 47), asunto cuestionable (cf. información en Focant, p. 65). "Desierto de Judea" en Jue 1,16 y Sal 63,1 designa la zona entre los montes de Judea y el Mar Muerto. Is 40,3 identifica midbarcon 'arabah, la depresión ogorpor donde elJordán discurre hasta el Mar Muerto. Cf. Is 35,1. Cf. Brown (El Evangelio según Juan, I, p. 350), sobre las diversas localizaciones propuestas. Crossan (p. 278) observa que Juan tuvo que ser capturado en el territorio de Herodes Antipas (Galilea o Perea) y que si fue encerrado en Maqueronte (como afirma Flavio Josefo), fortaleza situada en el extremo meridional de Perea, "la hipótesis más plausible es que las actividades del Bautista se desarrollaran inicialmente junto a la ribera del Jordán correspondiente al desierto de Perea."
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3. Actores El narrador introduce en primer lugar a Dios hablando a través de la cita bíblica: He aquí que envío mi mensqjero delante de ti ... El Bautista es presentado como cumplimiento de la palabra de Dios escuchada en la Escritura. El narrador destaca su vestido y su alimento en una construcción perifrástica (imperfecto + participios) que indica vestido y comida habituales; a primera vista, nos las habemos con el estilo de un hombre del desierto o un asceta (cf. Le 7,24-28.33 1 Mt 11,7-9.18); estos detalles (¿irrelevantes?) debieron ser importantes para el que monta la escena y para los lectores. Habremos de ver su sentido en la vestimenta de los profetas y de Elias en particular. De Juan el Bautista habremos de saber por Marcos que fue entregado (1,14) y decapitado por Herodes (6,14-29); que el mismo Herodes temió que hubiera resucitado (6,14); que Jesús lo identificó con Elias (9,13) y la gente lo tenía como profeta (11,32); Jesús hizo en una ocasión referencia al bautismo de Juan: ¿era del Cielo o de los hombres? (11,30); también seremos informados de que Juan tenía discípulos que ayunaban (2,18; cf Mt 11,2 y Le 7,18). El narrador no hace presentación alguna de Juan: el Bautista era un personaje conocido e influyente en el pueblo; el narrador da por supuesto tal conocimiento en sus lectores. Toda la región de Judea y todos los jerosolimitanos es obviamente una apreciación exagerada. El uso del adjetivo/pronombre "todos" es muy propio de Me para universalizar la repercusión de la acción y palabra de Jesús (1,32.37; 2,12.13; 6,33; 9,15; 11,17).20 Lo que parece claro (infra, pp. 101ss), es que Juan provocó un gran entusiasmo en la gente (cf. Le 7,29); concuerda con lo que sabemos de la convocación de gentes en el desierto en torno a revolucionarios y lideres religiosos (infra, pp. 103ss).
4. Palabras del Bautista Prescindiendo de las palabras de la Escritura, sólo Juan habla en la escena: Viene el más fuerte que yo tras de mí, al cual no sqy digno, ni agachado, de soltar la correa de sus sandalias. Yo os bauticé con agua, pero él os bautizará en Espín"tu Santo. Son las palabras a las que está orientada toda la escena. Estilisticamente hay dos contraposiciones: el más fuerte y el más humilde, el que bautiza con agua y el que bautiza en espíritu: contraste entre el Yo que habla y el Él que viene. Si la palabra de Dios inicial 20
Cf. Donahue - Harrington, p. 62.
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anunciaba al mensajero que preparará el camino del KÚpLoc;, (Is 40,3. TH, Yhwh), ¿anuncia Juan a alguien que es Dios o asume su dignidad?
a) Viene tras de mí Viene tras de mí, "EpxE'nu ... ÓiTLOW IJ.OU, puede tener sentido local o cronológico: ir detrás o venir después; ir detrás puede significar que físicamente camina tras él, o también puede tener un sentido metafórico, y se dice del discípulo que sigue al maestro (Me 8,34, Si alguno quiere seguir en pos de mí -(m (aw IJ.OU-, niéguese así mismo, cargue con su cruzy me siga -«KoA.ou9ELtW IJ.OL). Si Jesús fue a bautizarse por Juan (escena siguiente), puede deducirse que Jesús se contaba entre los seguidores de Juan y éste lo podía contar entre los que le seguían o iban tras él; esta situación realza el contraste de las palabras de Juan y cuadra con la palabras de Me 1,17.20 (y par.), donde el seguimiento de los primeros discípulo~ que dejan todo para seguir tras Jesús se expresa con ÓiTLOW (cf. mi análisis de Me 1,16-20, pp. 247s); tal interpretación resulta tanto más aceptable cuanto que, según Jn 1,35ss, los primeros discípulos de Jesús provienen del círculo del Bautista. Con todo, la sucesión cronológica resulta más espontánea al lector; siempre Juan (o el redactor) hubiera tenido forma de explicarse con menos ambigüedad si quería referirse a un discípulo; además Me enfatiza el aoristo E:yw E~áTitLOa,yo bauticé, frente al futuro autoc; ÓE ~aTitLOEL, él bautizará; por otra parte, en el esquema neotestamentario el Bautista representa el último de una época que ya ha pasado (Mt 11,12-14): Me nota que Jesús empezó su misión precisamente después que Juan fue entregado (1, 14), y hace referencia a Elías (el Bautista) que ya ha venido: 9,11-13; así pues, cuando Me menciona en boca del Bautista al que viene tras él, se entiende con más lógica al que ha de venir después de él. La forma participial determinada Ó EPXÓIJ.EVoc;, que, como es frecuente en hebreo (bíblico y rabínico), puede tener el sentido de futuro inmediato o de realización segura, funciona en varios textos del NT como un titulo de Jesús, el que ha de venir (esp. Heb 10,37; Ap 1,4.8; 4,8); también se encuentra Ó EPXÓIJ.EVoc; en el significativo texto de Mt 11,3 y Le 7,19.20 (Q), donde en boca del Bautista se pregunta: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? (cf. también Jn 6,14.35; 11,27; Heb 10,37); la referencia es siempre al que vendrá después. Otra referencia iluminadora es Jn 1,15, donde se recoge la confesión del Bautista paralela a la de los sinópticos: el que viene detrás -im(aw- de m~ era antes
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que yo, pues era primero que yo; tampoco falta la ambigüedad en esta frase, pero el Evangelista piensa en la preexistencia de la Palabra, anterior a Juan, y el contraste es que ahora es posterior a él. En conclusión, se debe admitir la ambigüedad de la expresión, quizás intencionada. 21 En realidad, el que Juan anunciara a Jesús como el que ha de venir no excluye que Jesús se contara entre sus seguidores (cf. EXCURSUS 1). b) El más fuerte "El más fuerte", 6 taxupÓ-rEpÓc;, se entiende en la narración marcana como correspondiente al Kúpwc; al que el Bautista prepara el camino (Is 40,3). Veremos (p. 93) que el término designa (no exclusivamente) a Dios en LXX:/2 pero en las palabras del Bautista se advierte sólo inmediatamente que el más fuerte que le sigue bautizará en espíritu, mien. con agua. 23 tras que e'1 so, 1o baut1za
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La ambigüedad se muestra en los comentaristas que optan por una u otra interpretación: Moloney (p. 34) afirma que es históricamente probable que Jesús viniera de entre los discípulos del Bautista, pero también entiende que "vv. 7-8 form an important prolepsis, making promises to the reader that are yet to be fulfilled." Gnilka (p. 55) considera un sentido cronológico: "El que vendrá más tarde es el más fuerte [... ]Ver en la imagen la reminiscencia histórica de una relación maestro-alumno del Bautista con Jesús, que aquí sería al revés, apenas parece justificado." Focant (p. 61) admite que los dos sentidos son posibles, pero se inclina por el sentido del discipulado: "Traduire en ce sens suggere que le plus fort sera issu du groupe des disciples du baptiste;" Taylor (p. 168) resalta el sentido de sucesión temporal que también tiene lm(aw en LXX: 1 Re 1,6; Neh 3,17; 11,8; Dn (Teodoción) 2,39; 7,6s. Pesch (p. 153) opta por la transformación del sentido local originario de 6n(aw ¡.¡.ou con referencia al seguimiento y discipulado (Q) en sentido temporal (Me) [yo, sin embargo, no acabo de ver tan claro el sentido local en los textos de Mt y Le que representan a Q]. Pesch (p. 155) considera que el término laxupÓ"tEpÓ<; no puede entenderse como una velada alusión a Dios; a lo sumo, podría ser, en el mejor de los casos, una alusión al Hijo del Hombre. Focant (p. 63) ha notado que en Me sólo Satán es fuerte, laxupÓ<;, pero Jesús es el que puede atar al fuerte (Me 3,22-27; cf. esp. Le 11,22); tampoco -considero yo- puede apurarse esta correspondencia, que nos llevaría a tomar al Bautista con referencia a Satanás, el fuerte al que Jesús ató, a no ser que se considerara que el Bautista no podía someter a Satanás y Jesús sí; nada, sin embargo, sabemos del Bautista como exorcista. Trocmé (p. 30) considera fantasiosa toda la especulación sobre el sentido cristológico de la expresión.
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e) No sqy digno de soltar la coma de sus sandalias El gesto de inclinarse o agacharse para soltar la sandalia es de por sí un gesto de humildad, que podemos entender propio del esclavo o del servidor (infra, pp. 132s). No se dice que el Bautista lo hiciera, sino simplemente que como menos que un servidor él se considera respecto al que viene. ¿Hay en el gesto una referencia nupcial, como en Rut 4,710? Consideraremos esta posibilidad en los textos fuente (p. 93s). d) Yo os bauticé con agua, pero él os bautizará en espíritu santo La contraposición entre bautismo con agua y bautismo en espíritu recibirá nueva luz cuando consideremos la tradición y teología bíblica y neotestamentaria. 24 El sentido inmediato es que el agua, como elemento material, tiene valor simbólico para expresar la conversión y el perdón de los pecados, mientras el espíritu, en cuanto significa lo divino y la fuerza, expresa 1l acción irresistible y eficaz de Dios. Jesús, pues, completa el bautismo de Juan. Jesús es el hombre del Espíritu, que se posesionará de él ya en la escena siguiente. Los paralelos de Mt y Le tienen la expresión "con espíritu santo y fuego"; la explicación habitual de esta fórmula es que se trata de una endíadis (espíritu que es fuego)/ 5 muy en consonancia con la predicación de juicio propia del Bautista que ambos han insertado (Mt 3,7-10; Le 3,7-14); Me, por su parte, condensa su relato en el mensajero que anuncia al que ha de venir, y prescinde de la predicación escatológica del Bautista; resulta, pues, explicable que Me sólo mencione el bautismo en espíritu y omita el elemento que evocaba el fuego, propio de la predicación del Bautista. Pero tampoco esta explicación resulta muy convincente; Bultmann (p. 24
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La expresión bautizar (sumergir) en espíritu santo nos es extraña en su traducción literal. Puede parecer un semitismo que usa la preposición b- con el sentido de "con". Así entendida, "con agua" (dativo instrumental) y "con espíritu" indicarían el instrumento del bautismo (así, en sentido figurado, lo entienden Mateos- Camacho, p. 72), lo cual puede entenderse si Me está usando una expresión muy ritualizada, pero casa muy poco con el sentido de sumergir que tiene el verbo bautizar. "Sumergir en agua" tiene perfecto sentido; "sumergir en espíritu" es expresión similar a las que encontramos en Hch y Pablo, como veremos. Con todo, el verbo llegó a ser equivalente a "purificación", como en Le 11,37, y podía señalar las abluciones (Heb 9,10; cf. nota 29). En todo caso, el contraste entre el bautismo ÜcScx:n y el bautismo EV 'ITVEÚIJ.!X"CL ayÍ.4J queda así más resaltado por Marcos. La representación del Espíritu en el viento y fuego es evidente en Pentecostés (Hch 2,1-4).
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170) entiende que el texto del relato original decía sólo él os bautizará con fuego, fórmula después cristianizada a lo largo de la tradición añadiendo Espíritu Santo, y finalmente quedando en Me (y Jn) sólo Espíritu Santo; otra historia de la tradición, más rebuscada y confusa, propone Meier (II/1, pp. 68-71). Ante la dificultad de reconstruir con seguridad el desarrollo de la tradición, será prudente esperar al estudio de ambas fórmulas en la tradición bíblica. En su conjunto, las palabras del Bautista son su testimonio ¡.t.a.p·cup(a.- sobre Jesús, como enfatiza con solemnidad el cuarto Evangelio (Jn 1,15.32). Sus destinatarios son los lectores cristianos y los propios discípulos de Juan. Discuten los comentaristas que tales palabras procedan del mismo Bautista; sí reflejan la convicción del narrador, y ciertamente la praxis de la comunidad cristiana (más que la práctica de Jesús): nunca se dice en Me que Jesús bautizara,26 y sí se resalta la pregunta de Jesús: El bautismo de Juan ¿era del Cielo o de los hombres? (11,30), sin que parezca que en la pregunta se trasluzca una alternativa que Jesús compartiera (alternativa equivalente al bautismo con agua frente al bautismo en espíritu).
5. Acción Juan proclama en el desierto un bautismo. La terminología es la de una convocatoria solemne, como cuando se proclama un ayuno: EK~pu~EV VllO'tE(a.v (2 Cr 20,3), EK~pu~a.v VllO'tELa.v (Jon 3,5). El bautismo es una inmersión en el agua (febilah), cuyo sentido básico es siempre el de un ritual de purificación. La determinación de conversión para perdón de los pecados, muestra la naturaleza específica del rito al que Juan convoca: un bautismo que expresa y exige la conversión para que obtenga su efecto de purificar de los pecados. 27 Juan, pues, no llama meramente a unas 26 27
La principal dificultad que plantean las palabras del Bautista en el macrotexto marcano es que Jesús de hecho no bautizará (cf. EXCURSUS 1). Sobre los posibles sentidos que a esta frase da la preposición El~, cf. Meier II/1, p. 90s. "A baptism that has reference to forgiveness, reading E k in a more general sense" (Bock, Jesus according to Scripture, p. 80). Puede entenderse que la fórmula mira al tiempo futuro del bautismo en Espíritu (y sería típica expresión cristiana; Josefo descarta explícitamente este efecto del bautismo de Juan [i'!fra, pp. 101ss]). De hecho, la fórmula procede de, o ha entrado en, terminología cristiana: Convertíosy bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hch 2,38).
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abluciones de purificación ritual, como eran frecuentes en el mundo judío; A esa convocatoria responden multitudes de toda Judea y todos los de Jerusalén. Aparte la exageraciones, la atracción de Juan y su bautismo es innegable: el éxito hay que ponerlo en relación con la predicación y el rito singular del Bautista. La llamada a la conversión en el desierto, expresada en la inmersión en el Jordán y en la confesión de los pecados, revivía en el mejor de los escenarios la palabra de los grandes profetas (injra, p. 95s). 28 La acción de bautizar y el título de Juan, el Bautista, están para nosotros necesariamente mediatizados por la praxis litúrgica y ritual del sacramento cristiano; pero para los que acudían a Juan era una acción llamativa,29 cuyo antecedente más espontáneo en el mundo bíblico es la inmersión que Elíseo ordena a Naamán (2 Re 5). Habitualmente se subra~a el hecho (¿insólito?) de que Juan era el "inmersor", cuando tal "ministro" falta en los baños rituales judíos; aunque relativizaremos más adelante ese hecho incuestionable de Juan bautizador y puntualizaremos el ritual de las diversas abluciones (infra, nota 88), probablemente tiene razón Taylor (p. 166) cuando equipara la acción de Juan a los gestos simbólicos y llamativos de los profetas: 1 Re 22,11; Is 20,2; Jr 19,10; 28,10; Ez 4,3 (cf. Hch 21,11). Además, el perdón de los pecados como efecto inmediato del bautismo de conversión en el desierto podía verse -y quizás lo fuera- como un voto de censura al ri-
Es verdad, como señalan Theissen- Merz (El Jesús histórico, p. 234), que "un bautismo capaz de perdonar pecados era escandaloso, y no sólo para Josefa" (cf. infra, pp. 101ss); pero el Bautista añade también la conversión y confesión de los pecados. 29 El verbo ~a1Ttúl (intensivo ~amí.(w, sustantivos ~aunof.LÓ<; y ¡3Ú1TtLOf.Lil) significa "sumergir, zambullirse"; consecuentemente se usa para indicar el naufragio de una nave, para teñir un vestido (Ap 19,13), para bañarse Odt 12,7) y para mojar algo (Le 16,24; Jn 13,26), para las abluciones antes de la comida (Le 11,38) y abluciones judías en general (Heb 9,10); en Sita 34,25 (31,30) adquiere ya el sentido de purificación en paralelismo con el baño: Quien se purifica --J3a1rn( Óf.LEVoc;; alTO VEKpoü- de un muerto [ ..] ¿qué provecho saca de su bano -A.outpw-?; en sentido figurado, puede señalar hundirse en la embriaguez o en el fracaso. Ó ~amí.(wv (= Ó ~alTtLOt~<;) es "el que sumerge, el inmersor o sumergidor" (cf. A. Oepke, TW'NT, s.v.). 28
82 tual del Templo en el yom kippur (Theissen - Merz, El Jesús histórico, p. 240; cf. Mateos - Camacho, pp. 66.68). 30 Juan está caracterizado como un asceta del desierto (vestido y alimento); la caracterización puede corresponder a la de un beduino o nómada del desierto; en el contexto, y en la tradición de Israel, la imagen corresponde más precisamente a la de un profeta (Le 7,26 1 Mt 11,9) o a la del mismo Ellas (cf. infra, 87ss); se adecua perfectamente a su papel como predicador de la conversión y le legitima como profeta. Literariamente, hay algo extraño en la inserción de esta descripción en la secuencia de la narración: lo normal hubiera sido que la descripción del personaje -su vestido y su alimento- se hubiera expresado al comienzo de la narración, como hace el paralelo de Mt; pero resulta difícil decidir que el orden de Me se deba a un añadido secundario; puede entenderse muy bien como explicación convincente del éxito del Bautista: era -vestía y comía- como los antiguos profetas, como Elias. 31
111. TEXTOS FUENTE Y CONTEXTUALES DEL AT 1. Is 40,3; Ex 23,20; Mal 3,1 El mismo evangelista (Me 1,2-3), al presentar al Bautista como el que cumple la profecía de lsaías, ofrece el texto fuente principal: -Is 40,3: Una vozgrita: En el desierto despdad el camino de Yhwh, enderezad en la estepa una calzada para nuestro Dios (Me 1,3: Voz del que grita en el desierto: preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas)
La cita corresponde al poema de Is 40,1-11, "obertura del nuevo éxodo", donde llama la atención "el surgir de voces que hablan, dan órdenes de actuar o proclamar, creando una sensación de algo inesperado, repentino." 32 Con urgencia (v. 2: el seroicio [de Jerusalén] se ha cumplido, su 30
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También H. Stegemann (Los esenios, Qumrán ... , p. 241) advierte el distanciamiento del Bautista respecto al culto de los sacrificios en el Templo de Jerusalén. Pero cf. irifra (pp. 108-11) sobre el sentido de las abluciones en Qumrán. Con más matización, Boring, p. 40. Tomados los vv. 4-6 independientemente del 2 y el 7, no se advierte ninguna orientación específicamente cristiana. Por ello algunos autores (Pesch, pp. 14849.51) consideran que aquí tocamos la tradición histórica proveniente el círculo de discípulos de Juan. Alonso Schokel, L.- J.L. Sicre Díaz, Profetas. Comentario, I, p. 277.
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culpa está perdonada) grita una voz que hay que preparar el camino para el Señor (vv. 3-4), que la Gloria de Dios se va a revelar (v. 5); la voz que grita es la boca de Yhwh (v. 5) proclamando que todo pasa y sólo la Palabra de Dios se cumple (vv. 6-8); un heraldo (v. 9: TH, mebafferet,33 LXX, EuayyEA.t( Ó¡.tEvo~) toma la palabra y grita: Aquí está vuestro Dios (v. 9), que llega con poder, con salario y recompensa, como pastor con su rebaño, cuidadoso de los corderillos y las madres (vv. 10-11). Me cita Is 40,3 según la versión de LXX:
óoov
Ép~¡.t~ Étot¡.táaatE t~v Kup(ou Eu8E(a~ TIOLELtE ta~ tp(pou~ tou 8EOU ~¡.twv. Los cambios principales de LXX respecto al texto hebreo
se aprecian en el genitivo powvto~ y en la puntuación: en TH, por el paralelismo entre en el desierto y en la estepa, debe entenderse que en Is 40,3 la voz no grita en el desierto, sino grita que en el desierto ... 34 • Me además sustituye tOU 8EOU ~¡.LWV por autou. Con estos cambios, el texto de Isaías se ac!omoda con más precisión a la función del Bautista: voz del que grita en el desierto (
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La desinencia femenina tiene un matiz intensivo y especificador, como de un nombre propio. Cf. Qohelet, "hombre de asamblea o miembro de la asamblea, eclesiástico"; Soferet, "escriba" (N eh 7,57), etc. Véase Joüon- Muraoka § 89 b. Esta puntuación, evidente desde un análisis literario, es confttmada por la lectura masorética mediante los acentos (cf. Joüon- Muraoka §§ 15 k y 162 e.). La puntuación de LXX está también testimoniada, según Billerbeck 1,96 y II,154, en alguna lectura rabínica; pero los testimonios aportados, en mi opinión, son ambiguos, pues pueden entenderse como citas iniciales o incompletas. "Este carácter de mensaje repentino y gozoso quieren atribuir los evangelistas a la predicación del Bautista" (Alonso Schükel, L. - J.L. Sicre Díaz, ibid.). También el perdón de la culpa a Jerusalén es tema asociado al bautismo de Juan, bautismo de conversión para elperdón de los pecados (Me 1,4)
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del Señor Jesús desde Galilea hasta la cruz, camino que habrán de seguir sus seguidores. 36 -Ex 23,20: He aquí que yo envío un ángel (TH, mal'ak ; LXX, tov liyyEAóv JJ.OU) delante de tt~ para guardarte en el camino, para llevarte al lugar (LXX, Ei.c; t~v yf}v) que he preparado (LXX,+ OOL) -Mal3,1: He aquí que envío mi mensajero (TH, mal'aki; LXX, tov liyyE'AÓv J..I.OU) para que prepare el camino delante de Mí. (Me 1,2: He aquí que envío mi mensajero (tov liyyE'Aóv J..I.OU) delante de ti, el cual preparará tu camino)
Como ya notamos al inicio de nuestro estudio, la similitud entre ambos textos ha permitido la cita "contaminada"37 con la que Me abre la presentación del Bautista. El primer texto (Ex 23,20) nos sitúa en el desierto del primer éxodo; al ángel del éxodo primero corresponde el mebafferet del segundo éxodo (Is 40); pero sus funciones pueden diferenciarse: en el primer éxodo, el ángel prepara el camino al pueblo (delante de tz); en el segundo éxodo, el mebafferet prepara el camino a Dios (despijad el camino de Yhwh, enderezad una calzada para nuestro Dios); la misma función tiene el mensajero que anuncia Malaquías: para que prepare el camino delante de Mí. El texto de Me se corresponde más con el del primer éxodo. La cuestión es quién es el tú en la cita de Me; no tememos equivocarnos en decir que Me está pensando en Jesús. El contexto de Mal 3 tiene correspondencias muy significativas en la presentación del Bautista: todo el capítulo se pone en boca de Dios, que comienza anunciando el envío de su mensajero, personaje misterioso, sólo identificado aparentemente al principio con el mensajero de la alianza (mal'ak ha-beri~ que vosotros deseáis (v. 1);38 los vv. siguientes pueden referirse a Dios mismo (ciertamente los. vv. 5-8.10.12.17.19-21 en que Dios habla en 1a persona), pero los vv 2-4 son una inserción que 36
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Cf. Boring, pp. 37-38. De las 16 veces en que Me usa el término ÓOoc; (1,2.3; 2,23; 4,4.15; 6,8; 8,3.27; 9,33.34; 10,17.32.46.52; 11,8; 12,14), sólo en dos (2,23 y 8,3) parece tener el sentido ordinario, mientras que en los demás casos tiene una coloración teológica, especialmente entre 8,22 y 10,52. La combinación de Ex 23,20 y Mal 3,1 aparece ya en LXX: en Ex 23,20, -rov áyyEA.óv ¡.¡ou procede de Mal 3,1, ma/'aki; en Mal 3,1, i.óou Éyw procede de Ex 23,20, hinneh anoki (Pesch, p. 145. Cf. Mt 11,10). Sobre la identificación de los tres titulos que aparecen en el v. 1 (mensajero, Señor, ángel de la alianza), cf. Alonso- Sicre, id. II, 1216-17.
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rompe el monólogo divino: pueden ser una reflexión del profeta o una descripción de la función del mensajero; al final (vv. 23-24) 39 Dios mismo identifica a su mensajero: Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día de Yhwh grande y terrible, para que vuelva el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a sus padres, no sea que Yo venga y hqya de consagrar el país al anatema. Aunque estos vv. tienen la apariencia de ser un apéndice añadido, testimonian la tradición popular sobre el retorno de Ellas. Todo el capítulo ha servido de inspiración en el NT para presentar a Juan Bautista como Ellas, el mensajero de Dios. Cita expresa de Mal3,24 es Le 1,17: Y él [Juan] precederá delante de Él [Dios] con el espíritu y fortaleza de Elías
y he aquí que un catTo de fuego y unos caballos de fuego también se interpusieron entre ambos,y subió Elías en un torbellino al cielo (v. 11). En ningún momento se menciona claramente que Ellas muriera. 41 Puede ser que la histo39
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Estos vv. parecen un apéndice añadido posteriormente, cuya función es la identificación del mensajero del v.1. Sobre el juicio por el fuego, cf. Ez 22,20; Zac 13,9. En los vv. 1 y 11 el verbo usado es 'a/ah, "hacer subir" en v. 1 (con Dios como sujeto), y "subir" en v. 11 (con Elías como sujeto). En los vv. 3.5 se usa lq./:1, "tomar", verbo más genérico, que también se emplea para señalar la muerte (1 Re 19,4.10).
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ria, ya legendaria en su origen, estuviera motivada por la esperanza del retorno de Elías. 42 Mal 3,23-24 recoge claramente esa convicción, que en Ben Sira 48,9-10 muestra ya su popularidad: Fuiste arrebatado en el torbellino de juego y en un catTo de caballos de fuego. Fuiste senalado como el dispuesto a su debido tiempo para apaciguar la cólera antes delfuror, para hacer volver el corazón del padre al hijo y restaurar las tribus de ]acob. La asociación de Elías con el fuego está indicada en el comienzo del elogio que hace Ben Sira: Y sut;gió el profeta Elías como fuego, su palabra ardía como una antorcha (Sira 48,1); la referencia al fuego es motivada por las diversas actuaciones de Elías: ante los sacerdotes de Baal, donde invoca repetidamente el fuego de Dios (1 Re 18,23-25.38), o ante los enviados de Ocozías: Si sqy hombre de Dios, baje fuego y os devore 43 (2 Re 1,10.12; cf. v. 14); finalmente es en un carro de fuego tirado por caballos de fuego donde el profeta es arrebatado al cielo (2 Re 2,11). Cuando en la historia del Bautista se menciona el bautismo con fuego y el juicio por el fuego se visualiza aún más la figura de Elías que ha vuelto; la asociación del fuego con Elías es explícita en al añadido de algunos manuscritos a Le 9,54: ¿Señor, quieres que digamos que bqje fuego del cielo y los consuma, como hi~,o Elías?." 44 3. El desierto y el Jordán El desierto y el Jordán son lugares evocadores para Israel: 45 recuerdan el éxodo liberador desde Egipto y el paso final a la tierra prometida. En la dureza del desierto, lugar de prueba y penuria, es donde se manifestó de forma especial la proximidad de Dios a su pueblo (cf. Ex 24,18; 34,28; Dt 8,2; 9,9; Is 63,13; Jr 2,2; 31,2; Os 2,16-25 etc.). Es también el lugar por donde se recorrerá el segundo éxodo desde Babilonia (Is 40,3ss; 41,18ss; 42,11; 43,19-20; Jl 2,21ss etc.). Es también el desierto por donde caminará Elías hasta el Horeb desandando el primer éxodo (1 Re 19), y la zona entre Jericó y el Jordán, cercana a Guilgal, es el lugar de su actuación (2 Re 2,4-5.7; cf. 1 Re 17,2-5). 42
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Un fenómeno similar se da en la tradiciones apocalípticas de En oc, del que la Biblia dice: Caminó Enoc con Dios, y ya no está, pues Dios se lo llevó (Gn 5,24). Un juego de palabras entre 'if, "hombre", y 'ef, "fuego", que muestra que el profeta se considera fuego. Cf. Ap 11,5: de los dos olivos, que simbolizan a Moisés y Ellas, saldrá fuego de su boca. Cf. mi comentario a Me 1,12-13, pp. 184-86. Véase 1 Mac 2,29.
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El río Jordán marca el límite, más allá del cual está la buena tierra que Yhwh concede en heredad a su pueblo (Dt 3,20.25; 4,21; 11,31; 12,10; 27,2; 31,13; 32,47; Jos 1,2.11-15; 22,4 etc.). El paso del Jordán Oos 3) se realiza como una liturgia o desflle (¿militar?) ante el Arca, y se repite el prodigio de las aguas que se separan para que todo el pueblo cruce por lo seco: se cierra así el éxodo que empezó de igual manera en el Mar Rojo (Ex 14-15); Sal 114 canta el paralelismo entre el mar y el río: las aguas de ambos se abren ante el paso de Yhwh. Un monumento de doce piedras del lecho del Jordán quedó erigido en Guilgal para memoria de todas las generaciones Oos 4, esp. vv. 6-7.21-24). 46 El gesto de partir las aguas del Jordán lo repite también Ellas para pasar al otro lado; el otro lado es donde Dios lo llevará en carro de fuego (2 Re 2,4.7 -11). El Jordán se convierte para los israelitas en lugar numinoso para celebrar, revivir y experimentar liberación y purificación, el paso a vida nueva: Eliseo orden! a Naamán zambullirse siete veces en el Jordán para limpiarse de la lepra, y aquella inmersión (de carácter evidentemente ritual) 47 significó su purificación (2 Re 5,10.14). Es precisamente en el Jordán donde Eliseo y los hijos de los profetas van a establecerse, y donde se muestra un milagro popular (banal: un hacha que flota en el río) que revela el carácter mágico-sagrado de esas aguas (2 Re 6,1-7).
4. Vestido y alimento de Ellas -2 Re 1,7-8: Él [el rry Oco:ifas] le preguntó: <(¿Cuál era el aspecto 48 del hombre que ha salido a vuestro encuentro y os ha hablado estas palabras?)). Le contestaron: ((Era un hombre provisto de una pellica49 y un cinto de cuero ceñido a sus lomoS)). Oco~as exclamó: ((¡Es Elías el tisbitab).
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La leyenda puede ser etiológica de alguna edificación, restos o santuario cananeo; pero, sin duda, el lugar se convirtió en santuario israelita para celebrar el paso. Cf. infra, pp. 90-91. Si la historia es real, sería en el santuario; en todo caso, puede ser una leyenda sagrada del santuario. Es posible avanzar la hipótesis de que el santuario de Guilgal fuera donde se conservaron y popularizaron las leyendas de Elías y Eliseo (cf. 2 Re 2,1; 4,38). Milpa!, que también puede entenderse como el status o tipo y categoría. Literalmente, hombre dueño de pelo -ba'al se'ar, expresión que puede entenderse como hombre peludo o desgreñado, con gran melena (así LXX, av~p oaau¡;, Vg, vir pilosus), pero que en hebreo también señala el tipo de vestido, p.ej., Gn 25,25: nació el primero [Esaú], rubio, como con manto de pelo. La importancia del manto y su significación en la vida de Elías, impone la traducción adoptada.
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-Zac 13,4: Y en aquel día ocurrirá que cuando profeticen se avergonzarán los profetas, cada uno de su visión, y ya no vestirán manto de pelo para enganar.
Por el texto de Zac, puede concluirse que el manto de pelo era indumentaria propia de los profetas. La indumentaria de Elías le identifica claramente ante el rey; debía ser una forma de vestir característica que, a la del manto de pelo, añade el ceñidor o faja de cuero. El manto juega papel importante en las historias de Elías: con su manto se tapa para no ver a Dios (1 Re 19,13); echa su manto sobre Eliseo para que le siga (1 Re 19,19); con su manto golpea y abre las aguas del Jordán (2 Re 2,8); con el manto de Elías, que pasa a Eliseo, se le transmite al discípulo el espíritu y la fuerza del maestro, pues con el mismo manto vuelve el discípulo a partir las aguas del Jordán (2 Re 2,9-14). El manto es, pues, el elemento mágico-simbólico que representa el espíritu y la fuerza de Elías. En la representación popular, Elías parece inconcebible sin su manto de pelo, y por eso Ocozías le identifica y se asusta: ¡Es Elías el tisbita!. El ceñidor de cuero no juega en las leyendas un papel especial (sólo vuelve a ser mencionado en 1 Re 18,46); debía ser simplemente el complemento acostumbrado. A la luz de la caracterización de Elías, se advierte que el vestido del Bautista (Me 1,6 1 Mt 3,4) -aparentemente innecesaria su descripciónestá intencionadamente descrito para evocar al profeta. 5° En las leyendas de Elías se menciona que en el torrente de Kerit se alimentaba con pan y carne que le traían los cuervos, y con agua del torrente (1 Re 17,5-7); en Sarepta es una viuda quien le abastece con torta de aceite (1 Re 17,8-14); en el desierto un ángel le alimenta con so
Pero Gnilka (p. 54) considera que no hay alusión al manto de Elías. Más radical, Trocmé (p. 29) afirma que Me no ha pretendido mostrar al Bautista como un profeta, sino como un individuo liberado de las convenciones sociales, que puede denunciar los pecados de la civilización e invitar a sus oyentes a romper con ellas. Tampoco Meier (II/1, pp. 80-82) aprecia referencia alguna a Elías. Toda la argumentación de Meier me resulta muy poco convincente: se basa en que Me 1,6 no usa el término "manto" (hebreo, adderel), sino "pelos de camello", y que la misma LXX usa f.LT')AWt~, "piel de oveja". Me resulta curiosa la coincidencia de su conclusión con la de Trocmé: "Esa inmediatez del día fmal implicaba la puesta en tela de juicio de todas las formas de vivir normales, y la adoptada por Juan expresaba de manera gráfica ese cuestionarniento. Rechazando un modo de vida normal, el Bautista expresa la abominación de un pasado pecaminoso, a la que él llama a cada israelita" (Meier, id. p. 84).
89 pan y agua (1 Re 19,5-8). No hay más especificación; se le supone la austeridad de los profetas y de la gente que vive perseguida y escondiéndose, confiado en la providencia. La comida del Bautista saltamontes y miel silvestre- no tiene referencia específica a Elías: es simplemente una comida ascética (esto evidentemente quiere subrayar el narrador), la que se puede encontrar en el desierto. 51 5. Rituales de pureza y Bautismo de conversión Sobre la conversión en la literatura bíblica, cf. mi comentario a Me 1,14-15, pp. 213-16. El agua, por su propia naturaleza, lleva consigo el simbolismo de pureza y vida: aparece en todos los pueblos y culturas como elemento ritual de purificación y regeneración (cf. Ez 47,7-9), bien en forma de abluciones, inmersiones o aspersiones, bien en mares, ríos, 52 fuentes o receptáculos especialés. Los rituales de purificación con el uso del agua son frecuentes en la Biblia: se repiten cada vez que se produce una impureza involuntaria o necesaria; su sentido profundo es el de mantener la belleza originaria de la creación y la capacidad para actuar adecuadamente en la presencia -Sekinafr.- de Dios, Creador y Señor del mundo; de ahí la más rigurosa purificación que se exige a los sacerdotes que actúan en el Templo. En el mundo de la Biblia, ocupan lugar destacado entre las impurezas la lepra, los flujos sexuales y los cadáveres: -El leproso: Lv 14,8, El que se purifica se lavará sus vestiduras, se rapará todo el pelo y se banará en agua, y quedará puro; después podrá reingresar en el campamento, pero ha de permanecer siete días juera de su tienda; -El hombre que haya tenido una polución: Lv 15,16, En cuanto al hombre del que hubiere emanado polución, bañará en agua todo su cuerpo y permanecerá impuro hasta la tarde; -El que tocare un cadáver: Nm 19,11-12, Quienquiera que tocare un cadáver humano, permanecerá impuro siete días. En el día tercery séptimo se purificará [mediante el agua lustral: cf. Nm 19,9]y quedará puro. La impureza se extiende también a ciertos animales y personas (incircuncisos), a alimentos; la impureza puede ser contagiosa: la sangre y los delitos sexuales hacen impura la
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Lv 11,21 cataloga todas las especies de saltamontes entre las comidas puras. Los saltamontes forman parte de la comida de los qumranitas: CD-A XII,14. El Ganges en la India, el Eúfrates en Babilonia, y el Nilo en Egipto tienen el carácter sagrado del Jordán para judíos y cristianos.
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tierra; el contacto con lo impuro produce igualmente impureza. Los rituales de purificación son, pues, muy variados, y el agua (el baño y el lavado de personas y objetos) está presente en casi todos. Los verbos hebreos habitualmente usados son n~r y 1i1~, "purificarse" en sentido amplio; también T01i', "santificarse"; fn1 y O:J~, "lavarse"; ?:1~, "sumergirse"; i1Tl, "asperjar, rociar" (con agua, sangre o ceniza). Los sustantivos n?':;lf;?, "inmersión", y i1~'1J~ están sólo documentados en la literatura rabínica. En LXX, pá.mw, intensivo pam((w, traduce ordinariamente el hebreo ?:1~; 53 pa(vw, intensivo pavú(w, traduce i1Tl. Los profetas han radicalizado el sentido purificador del agua, más allá de las impurezas rituales: el mero lavado externo no basta Or 2,22), si no se lava la maldad del corazón Or 4,14); Zac 13,1 anuncia para "aquel tiempo" una fuente abierta para lavar el pecado y la impureza. El sintagma "bautismo de conversión" no existe en la Biblia Hebrea, pero su sentido es obvio: bautismo que simboliza y expresa la conversión. 54 Expresivo es el texto de Isaías: -Is 1,16-18: Lavaos,puriftcaos, apartad la maldad de vuestras acciones de delate de mis qjos, cesad de obrar mal. (1 7) Aprended a obrar bien, buscad la justicia, buscad la justicia, enderezad al opresor, hacedjusticia al huérfano, defended la causa de la viuda. (18) Venid y hagamos cuentas, dice Yhwh; aunque vuestros pecados fuesen como la grana, quedarán blancos como la nieve; aunque fuesen rojos cual/a pútpura, quedarán como la lana
Las palabras iniciales Lavaos, purificaos, apartad la maldad expresan que la ablución y la purificación implican la conversión: la vuelta -fub-- del hombre a Dios, que produce la conversión de Dios al hombre y, consiguientemente, el perdón 01 2,12-14; Zac 1,3-4; Mal 3,7; 2 Cr 30,6. Sobre el sentido de la conversión, véase ampliamente mi comentario a Me 1,14-15, pp. 213-16). Dentro de los baños lustrales, tiene un carácter especial la historia de Naamán el sirio: 2 Re 5,1-19. Es ciertamente un baño ritual, pues se trata de un leproso, realizado en un río sagrado (posiblemente en las cercanías del santuario de Guilgal) y ordenado por Elíseo, hombre de Dios, con palabras rituales (v. 1O, ve a lavarte -f!~IJ~1- siete veces en elJordán 53
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Cf. nota 29. El genitivo es descriptivo: expresa la naturaleza y el fin de la acción de Juan (Donahue- Harrington, p. 62).
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y tu carne se te volverá a quedar purificada
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el resultado es la purificación sorprendente del cuerpo (v. 14, descendió y se sumergió ?':11,'~1- en el Jordán -LXX, E:pam[mx-co EV tQ IopMv1J- siete veces, según la palabra del hombre de Dios. Entonces su carne se tornó cual la carne de un niño pequeño y quedó puro -1,01,'~1) y la profesión de fe de Naamán, ya bañado y purificado, en Yhwh único Dios: Ahora sé que no hqy Dios en toda la tierra sino en Israel (v. 15), tu servidor no ha de ofrecer holocausto ni sacrificio alguno a otros diosú sino a Yhwh (v. 17). Veremos inmediatamente que los verbos empleados para lavar y purificar se usan también para expresar el perdón de los pecados. 6. Confesión y perdón de los pecados La confesión de los pecados como requisito para el perdón es el motivo de numerosos Salmos: 1i
-Sal 32,5: Te dí a conocer mi pecado y no oculté mi falta. Dije: <,y perdonaste tú de mi pecado la culpa. -Sal 38,19: Pues mi culpa declaro y estqy inquieto por mi pecado -Sal 41,5: Yo digo: «Yhwh, tenme piedad, sálvame, pues contra ti he pecado)>. -Sal 51,4-6: Lávame -'~!;;!~;>- cabalmente de mis culpas y de mi pecado purificame -'~'JQI,?-, pues mis crímenes yo reconozco y mi pecado está ante mí siempre. Contra ti no más que pecar hicey lo malo a tus qjos cometí. El motivo subyacente a muchos salmos es el pecado de David que denuncia Natán y el rey confiesa: -2 Sm 12,13: Entonces David dijo a Natán: «He pecado contra Yhwh)>. Natán contestó a David: «Yhwh ha perdonado tu pecadO>>. Ejemplos individuales de confesión en la Biblia tenemos también el de Akán: -Jos 7,19-20: Josué dijo entonces a Akán: «Hijo mío, da gloria a Yhwh, Dios de Israely confiésate ante él-we-ten lo todal:r; declárame, porfavor, qué has hecho, no me lo ocultes)). Y respondió Akán a Josué y diJo: «En verdad he pecado contra Yhwh, Dios de Israel, y he hecho esto y esto)>. El de Saúl: -1Sm 15,24-25: Entonces Saúl dijo a Samuel.· «He pecado, porque he transgredido el mandato de Yhwh y tus órdenes; pues he temido al pueblo y atendido· su vos. Pero ahora te ruego perdones mi pecado y vuélvete conmigo para prosternarme ante Yhwh)),
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También los líderes confiesan los pecados del pueblo para obtener el perdón: Moisés (Ex 32,31), el Sumo Sacerdote (Lv 16); Esdras (Esd 9), Nehemías (Neh 1,6-7; 9,2.33-35). La confesión de los pecados es una forma estándar de oración; así en la impresionante plegaria de Daniel: -Dn 9,4-19: Rogué a Yhwh mi Dios e hice mi confesión y dije: >.
También en Baruc: -Bar 2,12: Hemos pecado, hemos cometido impiedad e if!iusticia, Señor Dios nuestro, contra todas tus ordenanzas.
De forma similar, en el libro de Tobías: -Tob 3,3-5: (3) Y ahora, Señor, acuérdate de m4 míramey no tomes venganza de mí por mis pecados, por mis ignorancias y las de mis padres, pecados con los que pecaron ante Tt: (4) También yo desobeded a tus preceptos; pero nos entregaste al saqueo, a la deportación y a la muerte, y como escarmiento, habladuría y mofa de todos los pueblos en los que nos has dispersado. (5) Pues bien, grandesy sinceros son tus juicios para dercer castigo sobre mí por mis pecados, porque no cumplimos tus preceptos y no caminamos con verdad ante Ti.
La Biblia Hebrea dice explícitamente que todo daño causado al prójimo exige la confesión del pecado, es decir, el reconocimiento del mismo, y además la reparación y/ o restitución: -Nm 5,5-8: Habló Yhwh a Moisés diciendo: Di a los hijos de Israel: Si uno, hombre o ml!}er, comete uno de esos pecados que perjudican al prójimo, prevaricando contra Yhwh y haciéndose culpable, confesarán ~'11-!'1i:J1- su pecado y restituirá enteramente el daño añadiendo un quinto; restituirá a aquél a quien perjudicó, y si no hubiereya nadie a quien pertenezca la restitución, la hará a Yhwh y será entregada al sacerdote, además del carnero expiatorio con que se hará la expiación del culpable.
La confesión y el sacrificio no eran, pues, considerados meras formalidades. También el Levítico precisa que la expiación ofrecida por los pecados de inadvertencia debe ir acompañada de la confesión, una vez que han sido advertidos: -Lv 5,5: El que de uno de estos modos incurriere en culpa, por la culpa de uno de estos modos contraída, cotifesará -n:r1-!'1iJ1- aquello en que ha pecado.
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-Lv 16,21 prescribe para Aarón en el Día de la Expiación: Aarón apqyará sus dos manos sobre la cabeza del macho y se cotifesará .....,,~1{1iJ1- sobre él de todas las faltas de los hijos de Israe4 así como de todas sus transgresionesy todos sus pecados.
La confesión del pecado suele expresarse con verbos de (re)conocimiento y, sobre todo, con el verbo il1' (
¿Cabe entender en el adjetivo LaxupÓ-rEpÓc; (Me 1,7) alguna referencia más allá de la simple superioridad del que ha de venir? La superioridad, según el contexto, se panifiesta en que el Bautista bautiza con agua y el que ha de venir bautizará en Espíritu. Numerosos autores han visto en el adjetivo la referencia al Dios poderoso, Laxupóc;: LXX Dt 10,17; Jue 6,12; 2 Sm 2,32-33.48; Jr 27,34; 39,18; Sal 7,12; Dn 9,4; Neh 1,5; 9,3132; Ben Sira 15,18; 2 Mac 1,24.56 Opinión contraria sostienen Pesch, Meier y Trocmé, entre otros (cf. supra notas 22 y 23). Realmente es difícil imaginar que, en el texto de Me, el Bautista se refiera a Dios mismo, pero es posible que él (o el redactor) quiera referirse a Jesús con una terminología que evoca a Dios: "The use of KÚp Loe; and LaxupÓ-rEpÓc; even suggest to the reader that claims made only for the God of Israel -Lord and the Mighty One- are being shifted to the one who is to come" (Moloney, p. 35). En todo, caso el antropomorfismo de soltar la correa de sus sandalias no es símil adecuado para Dios y sí para Jesús. 8. Soltar la correa de las sandalias
Alonso Sch6kel57 hace una interpretación del gesto de soltar la sandalia (en J n 1,27) con referencia a una antigua costumbre en Israel para adquirir la esposa y ratificar todo trato: 55 56
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Cf. Joüon- Muraoka § 75 a. También en Job, Loxupo<; puede traducirse por Dios: Job 22,13; 33,29; 36,22.26; 37,5 (Moloney, p. 34). Is 40,10: He aquí que el Señor Yhwh viene con poder- i'!O:;t, que LXX traduce ¡.J.Eta Loxúoc;. L. Alonso Schokel- Pierre Proulx, "Las sandalias del Mesías esposo."
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-Rut 4,7-10: En otro tiempo esto era lo usual en Israel respecto al rescate y a los cambios para ratijicar todo trato: el uno quitábase su zapatoy lo daba a su campanero. Tal era el modo de atestiguar en Israel. (8) DiJo, pues, el go'el a Booz:
El trato o rescate del que aquí se trata es que Booz cumpla la ley del levirato y tome la viuda de su pariente. En la legislación de Dt 25,5-1 O, soltar la sandalia tenía un sentido infamante: era la viuda quien quitaba la sandalia del pie del cuñado que no quería cumplir la obligación de tomarla por esposa, y le escupía en la cara al tiempo que le decía: Así se hace en Israel con el hombre que no quiere edificar la casa de su hermano (Dt 25,9). En la escena de Booz, soltar la sandalia expresa exactamente lo contrario: ratifica la decisión del afectado a cumplir con la ley; además no es la mujer la que descalza al pariente, sino el go'el o jefe del clan el que se descalza a sí mismo para entregar su sandalia al pariente que va a cumplir la obligación: la sandalia se convierte en el símbolo de la obligación cumplida. Evidentemente ha habido una evolución en la práctica y sentido del ritual del descalzamiento. Sobre la interpretación de Alonso Schokel, sólo unas observaciones: a) Alonso Schokel se refiere al texto de Jn 1,27 y al simbolismo que las palabras del Bautista tienen en el contexto del Evangelio de Juan, donde (en Jn 1-3) abundan los símbolos matrimoniales; de modo especial Alonso Schokel resalta la conexión indudable entre Jn 1,26-27 con 3,28-30, donde Jesús es el esposo y el Bautista el amigo del esposo que se alegra por la voz del esposo. La interpretación se enraíza en la tradición patrística. b) Considerado el carácter simbólico de este Evangelio, tal lectura no sólo es legítima por parte del lector, sino que tiene visos de ser intencionada por parte del evangelista. e) La referencia al texto de Rut, en todo caso, no es inmediata: en Jn 1,27, no es el Bautista quien se quita la sandalia para dársela a Jesús, sino el que afirma no ser digno de soltar las sandalias de Jesús; parece como si Jesús, al llevar la sandalia que nadie le puede quitar, ya tiene el derecho a la esposa. Puede entenderse, pues, que Jn usa el tema de la sandalia para aludir a la
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adquisición de la esposa, pero como mera evocación del papel que la sandalia juega en los rituales nupciales. d) La dificultad que se encuentra para concordar el simbolismo del evangelista con los textos del AT se explica porque Jn se encontró con una sentencia del Bautista extraordinariamente fijada en la tradición; el dicho en origen no hacía referencia a ningún contexto nupcial, sino a las obligaciones del siervo (cf. infra, pp. 132-33). 9. Bautismo con agua y en espíritu (y fuego)
En los profetas es tema recurrente la promesa del Espíritu (cf. Is 4,4; 11,2; 32,15; Ez 11,19; 37,14; 39,29; Jl 3,1-4). Una imagen singular, que presenta en paralelismo el agua viva y purificadora y el espíritu renovador, es propia de Isaías y Ezequiel: -Is 44,3: Agua deTTamaré sobre el suelo sediento y totTentes sobre la tie1Ta reseca; de1Tamaré mi espíritu sobre tu semillay mi bendición sobre tus vástagos (cf. Is 32,15). -Ez 36,25-27: Rociaré sobre vosotros agua pura y os purificaréis; de todas vuestras inmundiciasy de todos vuestros ídolos os purificaré, y os daré un corazón nuevo y un espíritu renovado infundiré en vuestro interior, y quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vuestro interiory haré que caminéis según mis preceptos y guardéis y practiquéis mis normas (cf. Ez 39,29; Sal51,9-14).
En estas imágenes no se aprecia oposición necesaria entre agua y espíritu: el agua es metáfora e imagen de lo que hace el espíritu. Si acaso, puede verse la insistencia profética en ir más allá de una purificación o lavado meramente ritual (cf. Is 1,16-18, ya citado). La oposición se da si se entiende que Jesús no bautizará con agua, pero sí en espíritu (cf. injra, pp. 97-99); ésta es la oposición que se desprende de Hch 1,5: Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en Espíritu Santo. Los paralelos de Mt y Le ponen en boca del Bautista él os bautizará en espíritu santo y fuego. El fuego comporta una más inmediata oposición al agua. Cualquiera que fuera la fórmula usada por el Bautista (cf. supra, pp. 79-80, opinión de Bultmann), la purificación mediante el fuego está también en la predicación profética: -]13,1-3: Y sucederá después de esto que infundiré mi Espíritu en toda carne, y profetizarán vuestros hijosy vuestras hijas [ . .] E incluso sobre los sieroosy las sieroas por aquellos días infundiré mi espíritu. Y haré prodigios en la tie1Ta: sangre, fuego y columnas de humo.
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-Mal 3,2ss: Él es cualjuego de fundidor y como lejía de lavadores. S e sentará para fundiry purificará la plata, y purificará a los hijos de Leví, los acrisolará como el oro y la plata ... 58
La imagen del espíritu y el fuego (a veces, también el agua) se asocian al juicio como poder salvador y destructor: -Is 4,4: Cuando el Señor hqya lavado la inmundicia de las hijas de Sióny limpiado la sangre de"amada en Jerusalén con espíritu de juicio y espíritu de exterminio, Yhwh formará sobre todo elpartije de la montaña de Sión y sobre sus asambleas una nube de día, y humo y resplandor de fuego llameante de noche (e f. esp. Is 66, 15-16; además Is 31,9; 30,30; Ez 22,20; Am 7,4; Zac 13,9 etc.).
IV. RELECTURA A LA LUZ DE LOS TEXTOS DEL AT Y DEL MACROTEXTO MARCAN O
El camino de Jesús está ya anunciado en las citas introductorias (supra, pp. 82-85): es el camino que le llevará a Jerusalén y a la cruz y resurrección, y que los discípulos habrán de recorrer; nos baste citar tres textos y remitir a la nota 36. Estaban en el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos, y se asombraban y ellos le seguían, pero tenían miedo (Me 10,32); al ciego Bartimeo, que estaba a la vera del camino, se incorporó a los seguidores de Jesús,y le seguía en el camino (10,46.52); muchos alfombraban el camino con sus mantos y ramos cuando Jesús entra en Jerusalén (11,8). El Evangelio de Me testimonia ampliamente la creencia popular en la venida de Elias (6,15; 8,28; 9,4-5.11-13; 15,35-36), y Jesús mismo lo identifica con Juan (9,13; cf. Mt 11,13-14; 17,10-13; Le 1,17). Los numerosos detalles de Elias que se observan en el relato de Me 1,2-8 muestran que la presentación del Bautista a modo de Elias es intencionada. 59 58
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Malaquías parece describir al mensajero de la alianza, Elías (cf. Klausner, p. 238): por este título es relacionado Elías con la alianza de Abraham -la circuncisión- , de donde el trono de Elías en el ritual de la circuncisión. Otros entienden que se refiere al mismo Dios. Merece consignarse la observación de que el Bautista hace su aparición en el mismo lugar donde Elías fue arrebatado al Cielo: "Su aparición era al mismo tiempo el retorno prometido de Elías" (H. Stegemann, Los Esenios, p. 242). Los paralelos de Elías/Eliseo en la narrativa de Me (esp. en Me 1) han sido enfatizados (y, en mi opinión, exagerados) en la obra de Miller (pp. 47-86).
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Un paralelismo importante entre Elías y el Bautista lo ha resaltado Klausner. 60 El mismo paralelismo se extiende a Jesús: también enfrentado a las autoridades de su tiempo, y por ello también ejecutado. Juan proclamaba --kK~pucrcrEv- (1, 7) como J esÓs proclama Kllpúcrcrwv- (1,14.38);61 la conversión entra el mensaje de Juan (1,4) y en el de Jesús (1,15);62 multitudes acuden a Juan (1,5) y multitudes siguen a Jesús (1,28.33.37.45; 3,7-10); Juan tiene sus discípulos (2,18; 6,29) y también Jesús (3,13-19); Juan anuncia el perdón de los pecados (1,4) y Jesús los perdona (2,5); Herodes llega a creer que Jesús es Juan resucitado (6,14-16); el final de ambos es idéntico: la ejecución por la autoridad (9, 11-13). 63 Se ha podido decir que la vida de Juan fue una profecía de Jesús. 64 Las diferencias inmediatas están en el tiempo y espacio de ambos: Juan se limita al desierto de Judá y al Jordán, mientras que Jesús comienza en Galilea hasta llegar a Jerusalén; el tiempo de Jesús comienza cuaJdo el de Juan ha terminado (1,14; 9,11-12; cf. Mt 11,12-14; Hch 10,37; 13,24-25). La diferencia radical es que uno es el mensajero o precursor y el otro el que tiene que venir, uno es menos que un servidor y el otro es "el más fuerte", uno bautiza con agua y el otro trae el bautismo en el espíritu. 65
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"Juan el Bautista se levantó contra Antipas, como Elías contra Acab, predicando y reprobando" (p. 239); "Juan no vacilaba en reprocharle [a Antipas] su casamiento ilegítimo con Herodías; también en esto imitaba a Elías interviniendo en cuestiones políticas. Así como Elías reprobó a Acab y Jezabel por el culto a Baal y por su conducta en el caso de la viña de Nabot, Juan reprochó a Antipas y Herodías su unión por levirato ilegítima" (p. 242). KT]pÚooELv es también la misión de los discípulos (3,14; 6,12) y de los que proclaman las curaciones (un leproso: 1,45; un endemoniado: 5,20; los acompañantes de un sordomudo: 7,36); en forma pasiva se dice del Evangelio (13,10; 14,9). Es un término "muy cristiano" con el que intencionadamente se ha señalado la actividad del Bautista (cf. Gnilka, p. 52). El paralelismo está acentuado en Mt 3,2, quien no duda de poner en boca de Juan: convertíos, pues se acerca el Reino de los Cielos, casi las mismas palabras de Jesús en Me 1,15. La correspondencia (y superioridad de Jesús sobre Juan) es acentuada de forma extrema por Le, que narra en paralelo los anuncios y nacimientos de Juan y Jesús. Pesch, p. 157. Theissen- Merz, p. 237: "El paralelismo de las vidas del precursor y de Cristo es, obviamente, una creación retrospectiva de los evangelistas. Pero esa creación tuvo sus puntos de apoyo."
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El bautismo en Espíritu santo actualiza evidentemente las promesas de Is 44,3 y Ez 36,25-27, que implican una transformación interior del corazón del hombre por obra del Espíritu (Ez) y una bendición fecunda sobre la tierra (Is). ¿Cómo entender más allá de las metáforas proféticas el bautismo en espíritu? La secuencia del prólogo de Marcos nos ofrece una clave: tras el título (1,1), Me ha presentado tres escenas introductorias: la proclamación del Bautista (1,2-8); el bautismo de Jesús (1,9-11), Jesús en el desierto (1,12-13). Las tres escenas están enlazadas por la promesa, descenso y actuación del Espíritu: en la escena segunda, cuando Juan bautiza a Jesús, se da expresamente el bautismo en Espíritu, que desciende sobre Jesús; en la tercera escena, es el Espíritu el que conduce a Jesús para vencer a Satanás y restaurar la armonía de la creación (cf. mi comentario a Me 1,9-11 y 1,12-13). Jesús, una vez "bautizado en Espíritu" (sumergido en el Espíritu o inundado por el Espíritu), actúa con la fuerza del Espíritu: a lo largo del Evangelio, Jesús se presenta como más fuerte que los espíritus impuros (1,23.26; 3,30; 5,2.8; 7,25; 9,17.25.26), señalados como "fuertes", i.axupot (3,22-27; cf. 5,1-20; 9,14-29); se entiende, pues, que la blasfemia contra el Espíritu Santo es la de los que no reconocen en Jesús sino un espíritu impuro (3,29). 66 El bautismo en espíritu -en mi opinión- es el que de forma paradigmática se ha realizado en Jesús, y se realizará en los discípulos (Hch 1,5). Lo paradójico es que el primer bautismo en espíritu lo "administra" Juan, pero en realidad quien envía el Espíritu y proclama su sentido es la Voz del Cielo (Dios). La fórmula trinitaria de Mt 28,19 menciona al Padre, al Hijo y al Espíritu, los tres que intervienen decisivamente en la escena del bautismo; Juan era un mero intermediario. No dice Me (ni Mt ni Le) que Jesús bautizara a nadie, ni siquiera a ninguno de sus discípulos; sí dice que actuaba por el espíritu (2,8; 3,30; 8,12), vencía a los espíritus malignos (1,23-26; 5,2ss; 7,25ss; 9,17ss); y daba a sus discípulos la misión y el poder para expulsar a los espíritus (6,7). 67 66 67
Cf. Focant, p. 63. La donación del espíritu a los discípulos se supone en Me 13,11; quizás en 14,38. Faltan en Me (y Mt, excepción de Mt 28,19) las referencias a la donación del Espíritu que son abundantes en Jn: 3,5-8.34; 7,39; 14,16-17.26; 15,26; 16,13; 20,22: Sorprendentemente, no aparece en EvLc referencia a la donación del Espíritu en Pentecostés (sólo una alusión muy general en 11,13). En Hch (también en Pablo),
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La fórmula de Mt y Le, espíritu santo y fuego, puede entenderse como simple endíadis o explicación: espíritu que es fuego, como aparece en la escena de Pentecostés (Hch 2,1-4). El contexto de la predicación del Bautista en Mt y Le inclina a muchos comentaristas a dejar como lectura original sólo fuego con el sentido de inmersión en elJuego o fuego deljuicio, como fuego purificador y destructor. 68 En el EXCURSUS II consideramos las referencias neotestamentarias a este tipo de inmersión. EXCURSUS l. ¿Bautizó Jesús? Frente al silencio de los sinópticos, EvJn afirma: -Jn 3,22-26: Después de esto vino Jesús y sus discípulos a la región de Judea y allí moraba con ellos y bautizaba. Juan también seguía bautizando en Enón, cerca de S alim, por1Jte había allí aguas abundantes, y acudía gente y eran bau-
tizados, porque Juan todavía no había sido metido en la cárceL Se originó, pues, una contienda de parte de los discípulos de Juan con un judío acerca de la ablución. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabbí, aquél que estaba contigo en la otra parte del Jordán, a favor de quien tú diste testimonio, mira, él bautiza y todos acuden a éL Todos los indicios están a favor de la historicidad de esta información, pues muy difícilmente pudo haber sido creada con ningún interés teológico o apologético; antes bien, creaba no poca dificultad a la que ya representaba el que Jesús se llegara a ser bautizado por Juan. La precisión hecha en Jn 4,2 (aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos) es un intento evidente de armonización con los relatos sinópticos y la imagen difundida de Jesús. Puede suponerse con bastante probabilidad que Juan y Jesús compartieron durante algún tiempo la práctica bautismal iniciada por el primero; sólo cuando Juan fue ejecutado Qn 3,24), llegó el tiempo de Jesús, como explícitamente también se dice en Me 1,14-15.69
68 69
sin embargo, suele conectarse la donación del Espíritu con el bautismo que realizan o exigen los discípulos: 1,5; 2,38; 9,17-18; 10,45-48; 19,2-6. Cabe suponer que la praxis bautismal pasó por diferentes estadios de teologización y ritos (cf. EXCURSUS III, pp. 141-45). Además de los textos citados del AT, cf. 1 Cor 3,13; 2 Tes 1,7-8. Cf. ampliamente, C.H. Dodd, La tradición histórica en el Cuarto Evangelio, pp. 295ss; Brown, El Evangelio según San Juan, p. 355. Según estos autores, es posible que 5a
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EXCURSUS II: El bautismo de fuego Le 12,49-50 es una exclamación de Jesús que sólo EvLc nos transmite: -Fuego vine a arrojar a la tierra, ¡y cómo deseo que ya prendiese! Con bautismo tengo que ser bautizado, y cómo me angustio hasta que se cumpla! El paralelismo de la expresión hace que literariamente se equiparen fuego y bautismo. Por las palabras que siguen (vv. 51-53), el fuego parece hacer referencia a la crisis profunda que traerá Jesús: división en vez de paz; su bautismo futuro produce igualmente en Jesús angustia. 70 ¿Se está refiriendo a su muerte, al juicio divino al que él también se someterá? Esto es lo que sugiere la expresión similar en Me 10,38-39: ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber o ser bautizados con el bautismo con que voy a ser bautizado? [. ..] El cáliz que yo he de beber beberéis, y con el bautismo con que yo seré bautizado seréis bautizados. 71 La imagen de sumergirse en el sufrimiento y la muerte (paralela al sumergirse en el fango o anegarse en el mar: cf. Sal 42,8; 69,3; Job 9,31) 72 es explicita en la literatura helenística (infra, pp. 136-37) y rabínica (infra, pp. 127-28), Pablo la usará abiertamente (Rom 6,3-4. Cf. EXCURSUS III), y en 1 Pe 3,21 el diluvio es entendido como tipo del bautismo. Las misteriosas palabras 1 Jn 5,6-7 sobre el testimonio del Espíritu, el agua y la sangre, cobran todo su significado con la referencia al bautismo del Jordán y al de su muerte. 73
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73
la complicada redacción del cuarto Evangelio la tradición de Jn 3,22-30 haya sufrido un desplazamiento desde la escena inicial del encuentro entre Juan y Jesús al lugar en que ahora aparece. Cf. Comentario de Fitzmeyer, III, pp. 497-98. El paralelo de Mt 20,22-23 mantiene la metáfora del cáliz, pero omite la del bautismo; en el paralelo de Le 22,24ss falta del todo el diálogo con los discípulos. ''Beber la copa" es metáfora para expresar el sufrimiento que Dios envía: la copa del vértigo, del furor de Yhwh (Is 57,17-22; Jr 25,15; Ez 23,31-34; Sal 11,6; 75,9). La imagen de la copa evocando la sangre reaparece en la última cena (Me 14,2324) y en la angustia de Getsemaní (14,36). Cf. D. Marguerat, "Jésus de Nazareth", p. 49. "Me sumergirlas (tifbelem) en el fango y mis vestidos tendrían horror de mí"' Oob 9,31); "Estoy sumido en cenagal profundo y no hay donde estribar, he llegado hasta elfondo de las aguas y la inundación me anegd' (Sal69,3). Benedicto XVI comenta que "aquí hay claramente una implicación polémica dirigida a un cristianismo que, si bien reconoce el bautismo de Jesús como un acontecimiento de salvación, no hace lo mismo con su muerte en la cruz. Se trata
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No menos significativas son las palabras de 1Pe 1,2: ... escogidos según la presciencia de Dios Padre, en la santificación del Espíritu, para la obediencia y la aspersión de la sangre de Jesucristo.
V. LITERATURA JUDÍA EXTRABÍBLICA 1. Flavio Josefo
a) Juan llamado El Bautista -Ant. XVIII,§§ 116-119 (5.2): § 116. Pero algunos judíos creían que el ejército de Herodes fue destruido por Dios: realmente, en justo castigo de Dios [a Herodes] para vengar lo que él había hecho a Juan, llamado "el Bautista". § 117. Porque Herodes lo mató, aunque Ouan] era un buen hombre y [simplemente] invitaba a los judíos a participar del bautismo, con tal de que estuviesen cuj.tivando la virtud y practicando la justicia entre ellos y la piedad con respecto a Dios. Pues [sólo] así, en opinión de Juan, el bautismo [que él administraba] sería realmente aceptable [para Dios], es decir, si lo empleaban para obtener no perdón por algunos pecados, sino más bien la purificación del cuerpo, dado que [se daba por supuesto] que sus almas ya habían sido purificadas por la justicia. § 118. Y cuando los otros [esto es, los judíos corrientes] se reunieron [en torno a Juan], como su excitación llegaba al punto de la fiebre al escuchar [sus] palabras, Herodes empezó a temer que la gran capacidad de Juan para persuadir a la gente podría conducir a algún tipo de revuelta, ya que ellos parecían susceptibles de hacer cualquier cosa que él aconsejase. Por eso [Herodes] decidió eliminar a Juan adelantándose a atacar antes de que él encendiese una rebelión. Herodes consideró esto mejor que esperar a que la situación cambiara y ~uego] lamentarse [de su tardanza en reaccionar] cuando estuviera sumido en una crisis. § 119. Y así, a causa del recelo de Herodes, Juan fue llevado en cadenas a Maqueronte, la fortaleza de montaña antes mencionada; allí se le dio muerte. Pero los judíos opinaban que el ejército fue destruido para vengar a Juan, en el deseo de castigar a Herodes. 74
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de un cristianismo que, por así decirlo, sólo quiere la palabra, pero no la carne y la sangre" (p. 288). Traducción (y comentario) de Meier (II/1, pp. 92-99). Los corchetes señalan las palabras explicativas del traductor. Cf. observaciones de Theisen - Merz a esta traducción (pp. 217-18; ampliamente sobre el bautista, pp. 226-41). Las diferencias en la traducción no afectan al contenido esencial.
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Con práctica unanimidad se ha considerado esta información como auténtica de Josefo sin interpolaciones cristianas. 75 Por tanto, las concordancias muy notables con el relato evangélico adquieren singular valor: según Josefo, Juan es conocido como "el Bautista" (el inmersor o el que sumerge); llamaba a los judíos a participar en la inmersión; su éxito era tal que en torno a él se juntaban multitudes; Juan terminó ejecutado por Herodes. Las diferencias están no tanto en los hechos sino en su interpretación: según Josefo, Juan exhortaba a practicar la virtud, la justicia entre ellos y la piedad para con Dios; el bautismo no era para perdón de los pecados, sino para purificación de los cuerpos, pues ya sus almas había sido purificadas por la justicia; la causa de la muerte de Juan fue el temor de Herodes a una rebelión; toda la historia sirve para explicar la derrota de Herodes por el rey nabateo Aretas IV (36 a.C.). En especial, y comparando con los relatos evangélicos, notemos que enJosefo el Bautista no aparece como precursor de nadie, que se excluye la inmersión como expresión o anuncio del perdón de los pecados, que nada se dice la predicación fogosa escatológica del Bautista, que la ejecución del Bautista fue debida a motivaciones políticas. Se ha hecho notar que Juan es, según Josefo, un "fJJ.ósofo helenista". Yo entiendo que tales diferencias de presentación no son esenciales: la predicación en términos helenísticos de la virtud, la justicia y la piedad -«pH~, ÓLKa.LOOÚVT], EÓaEPELa.- son equivalentes en términos judíos a la conversión -tefuba~; el perdón de los pecados no es efecto de la inmersión, porque ya está realizado en la justicia previa requerida, quedando el bautismo -como normal en las abluciones judías- cual rito de purificación corporal, expresión de la purificación interna (cf. infra, pp. 108-11, el sentido de las abluciones en Qumrán); la rebelión que Herodes teme puede intuirse también desde los relatos de Mt 3,7-10 y Le 3,7-9 (Q) y especialmente desde las radicales exigencias a las multitudes, recaudadores y soldados (Le 3,10-14);76 la historia evangélica sobre la denuncia por parte del Bautista del matrimonio ilegítimo de Herodes 75 Josefo usa los sustantivos griegos ¡3auna¡.J.Ó<; y páTinaL<;, el primero es raro en el NT; el segundo no aparece nunca. Ello no favorece la opinión de una interpola76
ción cristiana. También, y sobre todo, que no haya ninguna referencia a Jesús. Muy bien éstos pueden ser ejemplo de "los otros" que Josefo menciona en§ 118, tremendamente excitados por la predicación del Bautista, y de los que Herodes teme una sedición.
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no está ciertamente mencionada por Josefa, pero no tiene que ser necesariamente una invención; popularmente pudo ser la explicación más espontánea y maliciosa (sin descartar los intereses políticos, en los que lógicamente Josefa está más interesado) de la ejecución del Bautista; finalmente, el lugar de la ejecución, Maqueronte, se sitúa en Perea, al otro lado del Mar Muerto, no lejos del lugar donde Juan bautizaba. Me permito avanzar una hipótesis: Josefa está matizando una imagen popular del Bautista (recogida en los Evangelios) que consideraba su rito de inmersión como expresiva, de alguna forma, del perdón de los pecados, y resaltando al mismo tiempo, la causa política profunda de la ejecución del Bautista más allá de las "historias de faldas". Como buen fariseo, Josefa no puede admitir que la mera inmersión quite el pecado; como historiador político, tampoco puede admitir que las intrigas familiares (qUF él conoce bien, § 119ss) expliquen la ejecución de un personaje popular tan importante como el Bautista. La importancia del Bautista para Josefa queda resaltada por cuanto la derrota de Herodes ante Aretas es vista como castigo divino por la ejecución del Bautista.
b) Información autobiogrtijica: tres años en el desierto con Banus -Autobiografía II, 10-12: "Cuando tenía unos dieciséis años, decidí obtener experiencia de las sectas que existen entre nosotros. Son tres: la primera, la de los fariseos, la segunda, la de los saduceos, y la tercera, la de los esenios, como he repetido en tantas ocasiones. Creía que, si las conocía bien todas, podría elegir la mejor. Con una dura disciplina y mucho esfuerzo pasé por las tres; pero después de comprobar que la experiencia obtenida en ellas era insuficiente para mi, oí hablar de un tal Banus, que vivía en el desierto usando como vestido lo que le proporcionaban los árbolesy como alimento lo que producía la tierra espontáneamente, que se bañaba varias veces, de día y de noche, e11 agua fria para purificarse, y me convertí en su discípulo. Viví con él tres años y, una vez cumplido mi propósito, regresé a la ciudad."
La figura de Banus tiene analogías claras con la vida de Juan en el desierto (forma de vestir, tipo de alimentos, y baños de purificación) 77 y con la de los esenios de Qumrán. Pero no puede asimilarse a ninguno 77
ayvÉw~ ("pureza", pl. "purificaciones'') es la misma palabra que usa para el bau-
tismo de Juan: "purificación del cuerpo".
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de ellos. Josefa va con él (entre los años 54-56) después de haber pasado por los esenios. Banus es o aparece como asceta solitario, y confirma la atracción del desierto para una experiencia religiosa profunda. Por lo demás, no sabemos nada de su enseñanza; el hecho de que J osefa pasara con él tres años, sí muestra que admitía y tenía discípulos.
e) Convocatorias religioso-políticas en el desierto El desierto y el Jordán, por su situación estratégica y por sus evocaciones religiosas (supra, pp. 86s), se convierten en época romana en lugar apropiado donde líderes de movimientos mesiánicos y antirromanos convocan a sus seguidores. Flavio Josefa ofrece numerosos testimonios: -Ant. XX, 167-168 (8.6): "Impostores y hombres falaces persuadían a la multitud que los siguieran al desierto. Decían que allí les mostrarían signos y señales que sólo pueden producirse por obra y providencia de Dios." -De Bello JI, 259ss: "Una serie de embaucadores e impostores, bajo la pretensión de inspiración divina y buscando cambios revolucionarios, persuadieron a las multitudes a actuar locamente y las llevaron al desierto pues allí habria Dios de mostrarles los signos de salvación." -De Bello II,261ss: "Aún mayor daño causó a los judíos el pseudoprofeta egipcio, un charlatán que autoproclamándose profeta se presentó en el país, reunió a unos tres mil ilusos y los llevó desde el desierto al monte llamado de los olivos. Desde allí propuso entrar por la fuerza en Jerusalén para, tras derrotar a la guarnición romana, constituirse tirano del pueblo usando a los que le acompañaban como guardia personal." -De Bello VII, 438: "También Jonatán de Cirene condujo a /agente al desierto prometiéndoles un despliegue de signos y apariciones."
En Hch 5,36 el fariseo Gamaliel recuerda la frustrada revolución de Teudas, al que seguía un número como de cuatrocientos hombres; la noticia es confirmada por J osefo: -Ant. XX, §§ 97-99 (5.1): "Siendo Fado procurador de Judea, un cierto mago de nombre Teudas persuadió a un gran número de personas que, llevando consigo sus bienes, lo siguieran hasta el rio Jordán. Afirmaba que era profeta y que a su mando se abrirían las aguas del río y el tránsito les resultaría fácil."
También el tribuno confunde a Pablo con un egipcio que sacó al desierto a más de cuatro mil hombres (Hch 21,38); a este Egipcio se refiere Josefa en el texto citado De Bello II,261-63 y enAnt. XX, 169-72 (8.6).
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Otro embaucador que arrastró a las masas al desierto es citado en época de Festo (60-62 d.C.) -Ant. XX, 188 (8, 1O): "Pesto envió tropas de infantería y caballería con-
tra los que habían sido engañados por un impostor que les había prometido la cesación de todos los males y plena seguridad, si lo seguían al desierto."
A pesar de la descalificación global que Josefa hace de estos movimientos como de simples maleantes, bandoleros, asesinos y embaucadores, no cabe duda de que tenían un seguimiento considerable, que sólo es explicable por la ansiedad mesiánica y el odio a la potencia ocupante.78 En este amplio contexto se entiende mejor tanto el éxito popular del Bautista como los temores de Herodes.
d) Llamada a la conversión y confesión de los pecados En el largo discurso en que Josefa exhorta a los rendición a los habitantes de Jerusalérl, recurre también a la doctrina tradicional sobre el perdón para los que se arrepienten y confiesan sus pecados: -De Bello V,415: "Sin embargo, si queréis, aún os queda un camino de
salvación, pues Dios se reconcilia sin dificultad con los que confiesan su culpa y se arrepienten." 2. Filón de Alejandría Los testimonios de Filón no son seguros que se refieran a la inmersión bautismal, pues parecen dirigirse a los que entran en el Templo a rezar y ofrecer sacrificios, que pueden ser sacerdotes o prosélitos que han recaído tras su previa inmersión ritual, o incluso a simples judíos que acceden tras las purificaciones rituales. En todo caso el texto que ofrecemos es significativo de la altura moral del ftlósofo: -De Inmutabilitate Dei 1,7-8): "Si cultivamos el espíritu de dar gracias y honor a Él, debemos estar limpios de hacer el mal y lavados de la suciedad
que mancha nuestras vidas en pensamiento, palabra y obra. Pues es absurdo que se proluba a un hombre entrar en los Templos sin haberse bañado
78 Las fechas muestran que tales movimientos tuvieron sus puntos altos a la muerte de Herodes, hacia la mitad de los años treinta y en las proximidades de la gran revuelta contra Roma (años sesenta).
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y purificado su cuerpo, y, sin embargo, pueda entrar a rezar y ofrecer sa. con un corazon , to d aV1a , suelo . y maneh ad o. " 79 en.fi1c10s
3. Qumrán
a) Los hombres del desierto Cabe preguntarse por qué Herodes pudo temer una rebelión en el entorno del Bautista y, sin embargo, no en torno a la comunidad esenia de Qumrán. Pudo ser porque cayeran fuera de su jurisdicción, o por el aislamiento voluntario de la secta, que, pese a sus manifiestos sobre la lucha de los hijos de la luz contra los de las tinieblas, les hacía políticamente inofensivos. Para nuestro objetivo de comprender el contexto, acción y predicación del Bautista, la comunidad qumránica es un referente de primer orden. Los hombres de Qumrán se consideran a sí mismos "el exilio del desierto -golat ha-midbar-" en lucha contra los usurpadores -los ejércitos de Belial, Edom, Moab, Ammón ... - "para fmalmente acampar en el desierto de Jerusalén -la-l;lanot be-midbar Yerufalayim-" (1Q M 1,2-3); se consideran rehaciendo la experiencia del Éxodo. 4Q171 III,l interpreta Sal37,19, No serán confundidos en tiempo de desgracia: "Su Interpretación se refiere a los que han vuelto del desierto. Que vivirán mil generaciones en seguridad". "El desierto de Jerusalén" hace, sin duda, referencia al área geográfica en la que han acampado y a su autocomprensión como el verdadero Templo de Jerusalén donde han de vivir en santidad y pureza. 80 No es, pues, por casualidad o por cualquier motivación de conveniencia que se establecieron allí, sino justamente para llevar a cumplimiento el oráculo de Is 40,3:
La referencia a los sacerdotes de cultos paganos es aún más clara en De Cherubim 95: "Limpian sus cuerpos con lustraciones y purificaciones, pero ni quieren ni practican lavar sus almas de las pasiones que contaminan la vida. Son celosos de ir al Templo vestidos de blanco, ataviados de inmaculado esplendor, pero con un corazón manchado entran al interior más santo y no se avergüenzan." so Schiffman, Reclaiming, p. 95: "In fact, the desert motif is extremely prominent in sectarian literature. The sectarians saw themselves as living a pristine life like that of the Israelites in the period of desert wandering. Further, they saw themselves as having gone into the desert to receive the Torah, just as Israel had in the Period of Exodus. All this is expected from a group that has left the more thickly settled areas of Judaism to relocate in the wilderness, there to maintain its own standards of sanctity and purity." Cf. id. p. 339.
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-1QS VIII, 12-15: ''Y cuando éstos existan como comunidad en Israel, (13) según estas disposiciones se separarán de en medio de la residencia de los hombres de iniquidad para marchar al desierto, (14) según está escrito:81 En el desierto despejad el caminq de Yhwh, enderezad en la estepa una cal~(lda para nuestro Dios (Is 40,3). (15) Este es el estudio de la Ley -midraf haTorab--, que ordenó por mano de Moisés, para actuar de acuerdo con todo lo revelado de edad en edad." -1QS IX,19-20: "Éste es el momento de despejar el camino (20) al desierto y para instruirlos en todo lo que ha sido hallado para actuar en este tiempo y separarse de todo hombre que no haya separado su camino de toda iniquidad."
Is 40,3 es el mismo texto con el que se presenta la actuación del Bautista. Comoquiera que la predicación del Bautista es absolutamente incompatible con el espíritu selectivo y excluyente de Qumrán (en lo que son unánimes todot los estudiosos de Qumrán y N1), cabe considerar la cita como texto programático, bien conocido también por los escribas cristianos, de la espiritualidad del desierto. 82 Por lo demás, en el texto qumránico el camino que hay que preparar es el estudio de la Ley,83 a la que no hay ninguna referencia en la predicación del Bautista.s4 81
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Ka- 'afer katub es la misma fórmula que usa Me para introducir este texto: Ka8wc; yÉypa;nm. Cf. Fitzmyer, "The Use of Explicit Old Testament Quotations in Qumran Literature and in the New Testament." Charlesworth ha notado que el texto está resaltado en el rollo de Isaías de Qumrán, separando el versículo de su contexto O.H. Charlesworth, "The Dead Sea Scrolls and the Historical Jesus", p. 11). Flusser- Notley (p. 18) conjetura que Juan debió pertenecer a la secta de los esenios, pero la abandonaría por su espíritu sectario. "Se aleja así del uso esenio de este pasaje deIs 40,3 (1QS VIII,14 y IX,19-10), que se presenta en Qumrán como una exhortación a la salida al desierto para estudiar allí la Ley con un fervor escatológico" (frocmé, p. 26). Es significativo que la fórmula, la-fub 'el toral Mofeh, "convertirse a la Ley de Moisés" esté acuñada en los documentos del Mar Muerto, especialmente en la Regla de la Comunidad y en el Documento de Damasco: CD XV,9.12; XVI,1; 1QS V,8; y en los frgs. 4Q256 y 4Q258 de la Regla de la Comunidad, en los frgs. 4Q266, 4Q270 y 4Q271 de CD. En CO-A XVI,1-2 se dice con toda precisión: "El hombre impondrá sobre su alma retornar a la Ley de Moisés, pues en ella todo está definido." El estudio de la Torah es actividad fundamental en la comunidad de Qumrán, donde "no debe faltar quien estudie la Torah -dore! ba-Torab-- día y noche" (1QS VI,6). Cf. Pérez Fernández, "Literatura rabínica", pp. 471-2.
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b) Ritos de purificación La arqueología revela una especial preocupación entre los qumranitas por las abluciones, incluso por el baño de inmersión: existen cisternas y numerosas piletas; hay dieciséis estanques excavados, de los que seis parecen haber sido usados como cisternas y el resto como piletas rituales. Flavio Josefo -que conoce muy bien a los esenios "urbanos" 85 y los valora muy positivamente- resalta la frecuencia de sus abluciones:
IL 129 (8,5): "Después de haber hecho su tarea diligentemente hasta la quinta hora, se reúnen de nuevo en un mismo lugar, se ciñen un paño de lino y de esta manera se lavan el cuerpo con agua fría. Tras esta purificación acuden a una habitación privada, donde no puede entrar nadie que no pertenezca a la secta. Ellos mismos, ya purificados, pasan al interior del comedor como si de un recinto sagrado se tratara." (cf. id., II,138) -De Bello
Nota también Josefo (De Bello 11, 148-149 [8,9]) la usanza de lavarse siempre después de evacuar el vientre, sin duda en cumplimiento de Dt 23,13-15. Hasta los más ancianos de la comunidad, si tocan a un recién ingresado, deben lavarse "como si hubieran estado con un extranjero" (De Bello 11, 116 [8.10]). Para ingresar en la comunidad hay que pasar por una purificación en las aguas sagradas: -De Bello IL 137-138 (8,7): "A los que desean ingresar en la secta no se les permite hacerlo inmediatamente, sino que permanecen fuera durante un año y se les impone el régimen de vida de la orden: les dan una pequeña hacha, el paño de lino antes mencionado y un vestido blanco. Después de haber dado durante este tiempo pruebas de su fortaleza, avanzan aún más en su forma de vida y participan en las aguas sagradas para sus purificaciones, pero todavía no son recibidos en la vida comunitaria."
Las apreciaciones de J osefo son confirmadas por los testimonios de la misma secta. La carta halákica (4QMM1) comienza estableciendo las normas de la Torah de Dios referentes a la pureza. Los baños de inmersión están estrictamente reglamentados: -CD-A X,10-13: "Sobre la purificación con agua. Que nadie se bañe en agua que está sucia o que es menos que la medida que cubre a un hombre. Vaca!. Que no purifique en ella una vasija. Y toda cavidad en la roca en la 85
De Bello II,124: "No tienen una sola ciudad, sino que en todas las ciudades hay grupos numerosos de ellos."
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que no hay la medida que cubre, si la ha tocado una persona impura, ha contaminado sus aguas como las aguas de una vasija."
Una "liturgia bautismal" se nos ha conservado muy fragmentariamente en 4Q512 (Ritual de purificación), frag 1-6, col. XII; también fragmentariamente leemos en 4Q414, frag 2, col II: ''Y vosotros lo purificaréis según vuestras santas leyes [...] por la primera, la tercera y la séptima [...] en la verdad de tu alianza [...] para purificarse a sí mismo de la impureza de [...] Y después entrará en el agua y contestará y dirá: Bendito eres tú [Dios de Israel ...] porque por lo que sale de tu boca[...]."
El proceso de ingreso en la comunidad está detalladamente expuesto en 1QS VI,13-23 y CD-A :XV,S-17,86 pero en él no se incluye ningún baño o inmersión, que parece reservado para los miembros que han llegado al último gtado de pureza (nótese la diferencia con la información de Josefo en De Bello II, 137-138 [8,7]). Aunque frecuentemente se dice que las abluciones y baños qumránicos son puramente ritualistas y carentes de dimensión ética y religiosa, los mismos textos desmienten tal prejuicio, pues la ablución sólo tiene sentido cuando se ha dado la conversión; en caso contrario, no quedará purificado ni por expiaciones, ni por aguas lustrales, ni por mares o ríos, pues es el espíritu del consejo y el espíritu de santidady el espíritu de rectitud y piedad quien expía y purifica todas sus iniquidades. U na especial conexión entre conversión, inmersión y acción del espíritu puede leerse en los siguientes textos: -1QS II,25-III,9: ''Y todo el que rehúse entrar en la alianza de Dios para marchar en la obstinación de su corazón, no entrará en la comunidad de su verdad, pues su alma aborrece las disciplinas del conocimiento justo. No se ha mantenido firme en la conversión de su vida y no será contado entre los rectos. Su conocimiento, su fuerza y su riqueza no entrarán en el consejo de la comunidad, porque labra en el cieno de la impiedady ht?J mancha en su con-
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Sobre el ritual de iniciación en Qumrán y sus diferencias con otros rituales esenios y de las f;¡aburot fariseas, cf. Schiffman, Reclaiming, pp. 97-105. Un análisis muy detallado de los textos qumránicos pertinentes,, en Hanna K. Harrington, Purity Texts: textos de purificación de la impureza por contacto con cadáver, pp. 79-82; por la lepra, pp. 90-91; por los flujos corporales, pp. 95-108; por los de fuera de la secta y gentiles, pp. 116-123.
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versión. No será justificado mientras siga la obstinación de su corazón, pues mira las tinieblas como los caminos de la luz. En la fuente de los perfectos él no será contado. No quedará limpio por las expiaciones ni serápurificado por las aguas lustrales ni será santificado por los mares o ríos, ni será purificado por toda el agua de las abluciones. Impuro, impuro será todos los días que rechace los preceptos de Dios, sin dejarse instruir por la comunidad de su consejo. Porque por el espíritu del conso/o verdadero sobre los caminos del hombre son expiadas todas sus iniquidades para que pueda contemplar la luz de la vida. Y por el espíritu de santidad que le une a su verdad es purificado de todas sus iniquidades. Y por el espíritu de rectitudy humildad su pecado es expiado. Y por la sumisión de su alma a todas las leyes de Dios es purificada su carne al ser rociado con aguas lustralesy ser santificada con las aguas de contrición ..." -IQS V,/3-14: "Que no entre en las aguas para participar en el alimento puro de los hombres de santidad, pues no se han purificado a no ser que se hqyan convertido -fabu- de su maldad; pues es impuro entre los transgresores de su pueblo."
Significativamente, entrar en la comunidad es entrar en una alianza de conversión -berit tefubah (CD-B XIX,16). Finalmente, una comprensión del sentido de la ablución con la terminología de Ez 36,25-27: -IQS IV,20-22: "Entonces purificará Dios con su verdad todas las obras del hombre y refinará para sí la estructura del hombre arrancando todo espíritu de ityusticia del interior de su carne y purificándolo con el espíritu de santidad de toda acción impía. Rociará sobre él el espíritu de verdad como aguas lustrales [para purificarlo] de todas las abominaciones de falsedad y de la contaminación del espíritu impuro."
Por tanto, en la comprensión de los hombres de Qumrán, la ablución e inmersión ritual va unida necesariamente a la conversión y a la acción del espíritu. 87 En este punto la similitud con el bautismo de Juan es evidente. La diferencia está en que el baño esenio es para entrar en una comunidad selecta con muchos elementos rituales de iniciación, lo que está muy alejado del espíritu de Juan. 88 El bautismo esenio exigía 87 88
Cf. 1 QH• IV (= XVII) 26 y XV(= VII) 7. Véase Flusser- Notley, p. 21. Diversos autores señalan otra diferencia formal: en el bautismo de Juan hay un bautizador y un bautizado, no así en Qumrán (ni en el bautismo de prosélitos; cf. infra, pp. 124-27). Entiendo que no habría que insistir en este punto; la liturgia que se deja ver en 4Q414 supone un diálogo entre la comunidad o sus representantes y el que se sumerge en el agua; igualmente, entendemos que en el caso de los prosélitos la inmersión no podría ser un acto privado, por lo que un testigo, oficiante
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un tiempo hasta incorporarse a la comunidad; esta comunidad y su elemento "organizativo" falta absolutamente en el bautismo de Juan. 89 También faltan las muy frecuentes abluciones e inmersiones que siguen durante todo el día en la vida del judío piadoso, pero más aún en la del esenio que considera su campamento como el Templo. 90 La inmersión que Juan proclamaba parece que tenía carácter único e irrepetible (posiblemente por la inminencia del juicio escatológico: Mt 3,10 1 Le 3,9). Eri resumen, la comprensión última y profunda del bautismo en todos los círculos judíos está en Ez 36,25-27, donde el símbolo del agua se une con la conversión y la acción del espíritu, pero la ritualización y práctica en cada grupo se diferencian notablemente por la diversa comprensión de la sociedad o comunidad en la que se integran los bautizados y por la comprensión escatológica del momento.
e) Confesión de los petados En los orígenes de la secta, según el Documento de Damasco, está la elección de un retoño del plantío de Aarón de Israel que Dios suscitó trescientos noventa años después de la deportación a Babilonia (CD-A 1,1-8). El reconocimiento de los propios pecados y la toma de conciencia de su iniquidad es el motivo de la elección divina: -CD-A !,8-11: "(8) ... Y ellos comprendieron -1l':::l'1- su iniquidad y supieron -1:91'1- (9) que eran hombres culpables; pero eran como ciegos y como quienes a tientas buscan el camino (10) durante veinte años. Y Dios consideró sus obras porque le buscaban con corazón perfecto, (11) y sus-
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o representante de la comunidad receptora, sería siempre necesario, y así aparece en la descripción de bYeb 47ab (irifra); según Mek a Ex 12,48, el esclavo que se hace prosélito debe hacer la inmersión delante de su amo y queda libre. En el bautismo cristiano la praxis parece haber contado siempre con un "bautizador"; la forma pasiva del verbo bautizar, tan usada en el NT, así lo sugiere; en Dzdqjé 7,4 se dice explícitamente ho batiztin kai ho baptizomenos, "el que bautiza y el bautizado" (Mateos - Camacho, p. 60)j Juan tuvo un grupo de discípulos que, a cuanto parece, llegaron a formar una secta. Pero la inmersión que Juan proclamaba estaba abierta a todo el mundo y no tenía como objetivo entrar en su discipulado. Cf. Schiffman, Reclaiming, pp. 290-91.389. Nota Schiffman que no parece que los qumranitas ofrecieran sacrificios; con su separación del Templo de Jerusalén, ellos se han encontrado en la misma situación que se encontrarán los rabinos después de la destrucción del Templo, concentrados en la oración y en la observancia de la Torah.
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citó para ellos un Maestro de Justicia para guiarlos en el camino de sucorazón."91 En Qumrán quienes entran en la alianza deben recitar una fórmula de confesión de los pecados, que es al mismo tiempo una confesión de la misericordia de Dios: -1QS !,24-II, 1: "[Y todos] los que entran en la alianza confesarán modim- después de ellos y dirán: «Hemos obrado inicuamente, [hemos transgredido, hemos pe]cado, hemos actuado impíamente, nosotros y nuestros padres antes que nosotros, en cuanto marchamos [contrariamente a los preceptos] de verdad y justicia [...] su juicio contra nosotros y contra nuestros padres; pero él ha derramado sobre nosotros su gracia misericordiosa por siempre jamás»."
Una fórmula solemne similar se lee en el Documento de Damasco: -CD-B XX,27-33: "(27) ... Pero todos los que se mantienen firmes en estas normas, yendo (28) y viniendo de acuerdo con la ley, y escuchan la ante Dios: «Ciertamente (29) voz del Maestro, y se confiesan hemos pecado, tanto nosotros como nuestros padres, caminando contrariamente a las ordenanzas de la alianza; justicia (30) y verdad son tus juicios contra nosotros» (... ) (33) ... Ellos se regocijarán y se alegrarán, y su corazón será fuerte, y dominarán (34) sobre todos los hijos del mundo. Y Dios expiará por ellos, y ellos verán su salvación, pues se han refugiado en su santo Nombre."
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En plegarias y salmos, como en el texto bíblico, el reconocimiento de las culpas entra en el modelo oracional: -4Q507, (Plegarias festivas) .frag. 1: "(2) Pero nosotros estamos en la iniquidad desde el vientre, y desde los pechos en la cul[pabilidad ... ] (3) Y mientras existimos, nuestros pasos son impureza." -1QHa XII,34-37: "(34) Pues he recordado mis culpas con la infidelidad de mis antepasados, cuando se alzaron los impíos contra tu alianza (35) y los perdidos contra tu palabra, yo dije: «Por mi pecado he sido excluido de tu alianza». Pero cuando recordé la fuerza de tu mano (36) y la multitud de tus misericordias, me mantuve firme y me alcé ( ... ) (37) ... Porque tú expías el pecado y purifi[cas al hombre] de su culpa por tu justicia." -4Q381 (Salmos Apócrifos), .frag. 33,9: "Yo espero la salvación de tu presencia, y yo me someto a Ti por mis pecados, pues has engran[decido tu 91
Un reconocimiento similar se entrevé en CD-A III,17-18.
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misericordia], mientras que yo he multiplicado la culpa, y así [me he separado) del gozo eterno." Cf. también 4Q504 (Palabras de los luceros), frag. 1-2, II,15; III,15-20; V,17-21. 4Q393 (Confesión comunitaria), frag. 1-2, II,2-5. 4Q512 (Ritual de purificación). 92
d) E lías en Qumrán La espera en el retorno de Elías está atestiguada a en Qumrán. 4Q558, un texto arameo muy fragmentario; en el frag 1, II,4 puede leerse: -4Q558,jrag. 1,11,4: "Os enviaré a Elías delan[te de ... )."
En el llamado Apocalipsis Mesiánico (4Q521) -que García Martínez prefiere llamar S obre la resurrección- se ha visto una referencia a Elías: -4Q521,frag. 2, II,11-13: "(11) Y el Señor -'J1N- obrará acciones gloriosas como no har! existido, como él lo ha di[cho), (12) pues curará a los malheridos, y a los muertos los hará vivir, anunciará buenas noticias a los humildes, (13) colmará a los indigen[tes], conducirá a los expulsados, y a los hambrientos los enriquecerá ... "
Es evidente que este texto es mesiánico, pues la línea 1 de este fragmento comienza: "[pues los cie]los y la tierra escucharán a su Mesías". Pero no es claro si se refiere al Mesías davídico o al Mesías sacerdotal. A favor de la identificación davídica está que en col. III,6 se menciona "su cetro"; a favor de la interpretación sacerdotal está su misión referente a la resurrección (mSot 9,15; infra, p. 116), y el paralelo con 11Q13 (= 11QMelkisedeq) II,17-20;93 y, sobre todo, el paralelismo sorprendente con Mt 11,2-5 y Le 7,22,94 donde Jesús aparece como Elias redivivus. 95
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Cf. Nitzan, "Repentance", p. 759. Véase en mi estudio de Me 1,14-15 (V.4.a) la conversión en Qumrán. Cf. supra, p. 35. Los textos evangélicos y el texto qumránico coinciden en insertar en la cita de Is 61,1 la resurrección de los muertos. Cf. García Martínez, "Textos de Qumrán", pp. 192-93; Trebolle Barrera, "Elijah", p. 246. Es posible leer entre líneas algunos motivos de la historia de Elias (el fuego, la enseñanza, la asociación con Moisés) en el personaje no identificado en 4Q541 (=Testamento de Levt'), esp. frag. 9, col. 1.
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e) ¿Prosélitos en Qumrán? A pesar del exclusivismo de la comunidad qumránica, no es posible negar la presencia de prosélitos siquiera en el escalón más bajo de todos los miembros: -CD-A XIV, 3-6: "(3) Regla de la reunión de todos los campamentos. Todos serán alistados por sus nombres: los sa[cer]dotes en primer lugar, (4) los levitas en segundo, los hijos de Israel en tercero, y el prosélito ,li1- en cuarto. Y serán inscritos por sus [nom]bres, (S) cada uno detrás de su hermano: los sacerdotes en primer lugar, los levitas en segundo, los hijos de Israel (6) en tercero, y el prosélito _,li1- en cuarto. Y así sesentarán y serán interrogados en todo."
Parece claro que ger no tiene aquí el sentido bíblico de emigrante o extranjero residente, sino que ya es término técnico para el converso. La terminología bíblica96 se detecta en -CD-A V/,20-21: " ... para apartar las porciones santas según su exacta interpretación; para amar cada uno a su hermano (21) como a sí mismo; para reforzar la mano del pobre, del indigente y del extranjero _,l-; Vaca!. Para buscar cada uno la paz (VII,1) de su hermano."
El contexto, sin embargo, muestra con evidencia que también en este caso el ger es un hermano, miembro de la comunidad. Otro caso bien distinto es la mención de los prosélitos en el Pefer Nahum: -4Q169 (= Pefer Nahum)frag. 34, 11,8-9: "(8) [su] interpretación se refiere a los que extravían a Efraín, que con su enseñanza engañosa y su lengua mentirosa y labio traicionero extravían a muchos: (9) a reyes, príncipes, sacerdotes y pueblo junto con el prosélito asociado a ellos -t:n?l ,l-."
La fórmula "el prosélito asociado" está tomada deIs 14,1: El extraf!iero se adherirá a ellos -Cv''?.~ 1~0 i1J7~1- y se asociará a la casa de Jacob, pero en el texto qumránico se asocia con los que no pertenecen a la comunidad. Una exclusión de los prosélitos en el Templo que se establecerá al fmal de los días, es expresa en 4QFlorilegio: -4Q174 (= 4QF/orilegio)frag. 1-3,1,34: "(3) ... Esto se refiere a la Casa en la que no entrará (4) [... ] nunca ni el ammonita, ni el moabita, ni el bastardo, ni el extranjero, ni el prosélito, nunca, porque allí [revelará] a los santos." 96
Ex 12,49; 20,10; 23,9; Lv 19,33-34; Dt 10,18; 16,13-14; Sal146,9; Mal3,5; etc.
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El Rollo del Templo (11 Q 19 XL, 5-6) vuelve a dar noticia de los prosélitos junto con las hijas (de Israel), para los que se construye un tercer atrio. Desgraciadamente el texto en estas líneas está dañado y resulta de difícil lectura. 97 En definitiva, podemos concluir el testimonio de los documentos qumránicos sobre la existencia de los prosélitos en su tiempo y que con bastante probabilidad se dio una evolución desde su absoluta exclusión de la comunidad hasta su aceptación en determinadas circunstancias y siempre en el último escalón de la comunidad; también puede suponerse que CD representa un grupo urbano distinto de los sectáreos de Qumrán. 98 Cf. infra, pp. 119ss. 4. Literatura rabínica
a) Moisés) E líasy el Mesía/ 9 "De las grandes fi~ras del AT, ninguna alcanzó tanta popularidad en la antigua sinagoga como el profeta Elías. Ni siquiera Abraham, padre de Israel, ni Moisés, maestro de todos los maestros, pueden competir con él." Así comienza Billerbeck (IV, p. 764) su amplio Excursus sobre el ocultamiento de Elías de este mundo. Posiblemente, por reacción contra el protagonismo de Elías (representado por la figura del Bautista) en los escritos cristianos como precursor de Jesús Mesías, los escritos rabínicos han acentuado además otros aspectos de Elías: su papel como maestro de halakah para resolver cuestiones discutidas (mEduy 8,7; bBer 35b; bSot 49a), 100 su misión de paz, su escuela mística (SEZ 1), su anuncio de la resurrección (mSot 9,15), su función como testigo de la Schiffman concluye de estos dos textos que ningún no judío, incluidos los prosélitos, puede entrar en el Templo y que hasta los prosélitos están excluidos del Templo del flnal de los días (Reclaiming, p. 377); pero de CD-A VI,21 y XIV,3-6 debe concluir: "Clearly, then, the sect recognized converts and conversion and probably included converts in its ranks" (id., p. 383). Aunque reconoce que es paradójico, no ofrece explicación alguna. Posiblemente la explicación esté en la diversidad de los grupos sectáreos. Sobre las diferencias entre CD y el grupo de Qumrán, cf. García Martínez, "Textos de Qumrán", 52-53: "La mejor manera de explicar tanto las semejanzas como las diferencias, es la de suponer una relación, pero no una identidad entre ambos grupos." 98 Cf. Baumgarten, "Proselytes"; id., "Exclusion from the Temple: Porselytes and Agrippa I". 99 Cf. Excursus de Billerbeck, IV, pp. 764-98. 1oo Cf. mi estudio sobre Me 1,16-20, p. 264. 97
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resurrección (PRE 29,6), 101 su identificación con Pinjás (fgPsJ Ex 4,13; 6,18; TgN PsJ Nm 25,11-12), etc. Con todo, "by the first century C.E., it was taken for granted that Elijah was to be the precursor and herald of the Messiah" (M. Aberbach, E], s.v. "Elijah"). 102 Elías, tanto en los escritos cristianos (Me 9,28 y par.; Ap 11) como en los judíos (ExR 44,1; NmR 18,2; PRE 29,6; 40,2) es frecuentemente asociado con Moisés: 103 hay aspectos comunes en su vida, que se detallan ampliamente en PesR 4,4-9, 104 de donde extractamos unos párrafos: -PesR 4,5: "Encuentras que Moisés y Elias son equiparables el uno al otro en todo: Moisés es un profeta y Elias es un profeta; Moisés era llamado hombre de Dios (Dt 33,1) y Elias era llamado hombre de Dios (1 Re 17,18); Moisés subió a lo alto, Moisés subió hacia Dios (Ex 19,3) y Elias subió al Cielo, según está dicho, sucedió que cuando arrebató a Elías (2 Re 2,1); Moisés mató a un egipcio, volviese a un lado y a otro ... y mató al egipcio (Ex 2,12); Moisés fue alimentado por una mujer, la hija de Jetró [... ] (Ex 2, 20), y Elias fue alimentado por la mujer de Sarepta [... ] (1 Re 17,11); Moisés huyó [de delante del Faraón), y Elias huyó de ante Jezabel; Moisés huyó [y llegó a un pozo, y Elias huyó y llegó a un pozo ... ] (1 Re 19,3); a Moisés la nuble lo cubrió durante seis día (Ex 24,16), y Elias subió en la tormenta [... ] (2 Re 2,1)."
Uno y otro estuvieron en el Sinai (cf. 1 Re 19,11-12); el Acordaos de la Ley de Moisés (Mal 3,22) está en paralelismo con la misión que se encomienda a Elías (Mal 3,23-24); sobre todo, Elías es en la literatura rabínica un discípulo de Moisés (tSot 4,7; tEduy 3,4; bSot 13a), a veces ambos aparecen en la función del Mesías o como acompañantes del
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El sillón de Elías en el ritual de la circuncisión hace referencia a su identificación con el "Mensajero de la Alianza [circuncisión]" (Mal3,1). Cf. ExR 32,9; NmR 16,11. En TgPsJ Nm 25,12 leemos: "Lo juro, dile [a Pinjás] de parte de mi Nombre: He aquí que he decretado para él mi alianza de paz y le haré un mensajero de la alianza y vivirá por siempre para anunciar la redención al final de los días" (Nótese que la identificación de Elías con Pinjás es constante en la literatura rabínica. La función de Pinjás/Elías es la del mensajero de la alianza del profeta Malaquías). Cf. Edersheim, pp. 976-78. Cf. P. Moreno Donaire, Midrás Pesiqta Rabbati. Edición crítica, traducción y comentario.
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Mesías. 105 Citemos sólo algunos textos donde la asociación de Elías con el Mesías en un orden de gradación es más evidente: