Todas las obras de Shakespeare en el español autocensurado (los años del franquismo) de Luis Astrana Marín. Aún así, posiblemente la única traducción completa por un mismo equipo traductor. …Descripción completa
Agustin Barrios complete works vol 1. Guitar music score
Epicuro filosofia del jardin, obras completas.
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Descripción: OBRAS COMPLETAS ORTEGA Y GASSET TOMO 3
Descripción: OBRAS COMPLETAS ORTEGA Y GASSET TOMO 2
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Descripción: obras completas ortega y gasset tomo 5
Agustin Barrios complete works vol 1. Guitar music scoreDescripción completa
Introducción de Luis Astrana Marín de la edición en español de AGUILAR, y CON UN LINK PARA BAJAR LA OBRA COMPLETA EN ESPAÑOL. https://mega.co.nz/#F!tIRxRYqS!ggXKEjiPOgbKGjVajS4CxwDescripción completa
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Descripción: OBRAS COMPLETAS ORTEGA Y GASSET TOMO 4
Descripción: Las obras completas del gran poeta universal César Vallejo
Piazzolla Obras Completas
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Agustin Barrios complete works vol 1. Guitar music score
Descripción: Obras completas de D. Winnicott en espanol
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Obras Completas del Seráfico Doctor San Buenaventura, Tomo primero.Descripción completa
Descrição: Obras Completas del Seráfico Doctor San Buenaventura, Tomo primero.
JÓSÉ ORTEGA Y GASSET _ 1902f1915
OBRAS.COMPLETAS ...
Estas Obras complétas de José Ortegáy Gasset, endlez tomos,· suponen la mayor.comP,llaclón de l,;s textos del lilÓsofo pr7- . sentada hasta la fecha. Los seis primeros reú11en· las obras . publlcadas por. el propio Ortega, lncluldos muchos textos cuya primera reimpresión se ofrece ahora. Los cuatro. siguientes lné:orporiiri. ac¡uellos textas c¡üe habían· qUefü1fü:í!iiédttiÍSasu muerte. se trata de escritos muy cercanos a uría' v'ersfón
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flnltlva, entre ellos varios llbros. Muchas de estas obras ven Ja
Para la fijación del· texto de los. seis primeros volúmenes se ha reallzado una notable labor de lnvestlgaclón, que ha per":Cétf• ml.tldo recuperar numerosos artículos todavía dlspe(sos en : iJ·:::· ·dfarlos y revistas, así como selecclonar las edlclones pertinentes para el cotejo, a fin de depurar el texto de erratas perpetuadas. en edlclbnes anteriores e ldentlflcar.su.sta.nclales variantes,~ que se muestran en el Apéndice. Para lá edlclón de las obras . , que dejó Inéditas, se ha trabajado sobre los m'anuscrltos '·consérvados en el.Archivo de la Fundaclón·José n•+0N°····'·"'"·"· Gasset. Este primer tomo recoge la obra publlcada desde 1902, cuand.o dlo a·ta prensa su primer artículo, hasta 1915. Gran párte de los textos fueron publlcados en perlódléos y rey!Stas como El
gresos o como prólogos; con ellos Ortega Inició la éxposlcíon de sus Ideas fllosóf!cas. El tomo Incluye tamblérisu·pflmeflÍbro, Meditaciones del Quijote (1914), un hito de ia historia Intelectual española, y una de sus tonferenclas más nc1ta!blE!S.'.":'ic .. v¡éja y 1iueva po/ltica, texto fundamental de, lá gene1"Bclón1.de .1.914. Como novedad, se reeditan por primera vez, . varios artículos que el Fiiósofo publlcó en el dlarlo b~1~:~~~~1~~ (~: ];~¡ La Prensa entre 1911 y 1913, y su t~sls doctoral Los t1
FundaciónJosé Ortega y Gasset Centro de Estudios Orteguianos
• Aguilnr, Altea, Tnurus, Alfngunrn S. A. Benzley 3860. 1437 Buenos Aires • Snntfllnnn Edlones Generales S. A. de C. V. Avda. Unlversidiid, 767, Col. del Valle, México, D.F. C. P. 03100 • Distrlbuidom y Editora Agull~r,'.A1t~, .Tnurus_; AIÍ~gunm; S. _ A. Cnlle 80, n.~ 10-23 . - - ·· ___ ,. · . ·- _,,
Equipo de investigación Carmen Asenjo Finilla, Ignacio Blanco Alfonso, José Ramón Carriazo Ruiz, Maria Isabel Ferreiro Lavedán1 lñaki Gabaráin Gaztelumendi, Azucena López Cabo, juan Padilla Moreno, Javier Zamora Bonilla
Teléfono: 635 12 00 Samnfe de Bogold, Colombia ii ';
Diseño de cubierta: Pep Carrió y Sonia Sá.nchez. / Pll~o i.á:~ta
Director del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset
La Fundación Ortega y Gasset ha contado~ p~ra la prese?te edición; ·1 con los siguientes patrocinadores: . · · --'
M-39.071-2004 (tomo!) Printed in Spnin - Impreso en Espafta
Queda prohibida, snlvo excepción previstn en la ley, cunlquler forma de reproducción, distribución, comunl~t;:l~-~]iUbllqi,_y.~nsfonnaclón
de estn 9brñ..5in cóñtnrcin·-~utoriznclón de lo-~·tÍtufo~es de.ln_,pr0Píe4~C(t~telectunl. 1 Ln tiífrncclón de- lb~ derechoit'"m'i!rlc1onndos ph~d~ ser co'ÓStitutivri cÍe delltci·cbium ! : -,.- : . , . : r~· -- i i In propiedad· lntClecJ~nl' ::- ¡ j Cil.Tts: 270 y sgts:Código Pennl); l !
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La Fundación José Ortega y Gnsset desea agradecer la labor realizada por los directores del Centro de Estudios Orteguianos José Luis Molinuevo (1997-2001) e Ignacio Sdnchez C:dmara (2001-2002), y el investigador Domingo Hemdndez Sánchez (1997-2001).
ÍNDICE
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XVII
ESTA EDICIÓN ...
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GLOSA.-ARAMÓN DEL VALLE-INCLAN •• : •.......•..•........... GLOSAS ........•••••.......••....•• : .....................•.
La llegada del Rey .......•.•.••• : ....•.......•.•.••... : .... ,:.:;•,, .'. "'
44
. . . .
47 48 50 53
NOTAS DE BERLÍN. -EsCUADRA Y BENDICIÓN DE SAN PEDRO •••••••••
59 60 63 87 92 92 95 99 104
Notas de Berlín ............ : .......................... Una función de gala .................. , .................. El Rey de España en Alemania ................. ·........... Notas de Berlín .........................................
l. Crítica bárbara ................................... . II. Poesía nueva, poesía vieja .......................... . III. La pedagogía del paisaje E 1•.f. ••.........••.•••...••. CANTO A LOS MUERTOS, A LOS DEBERES Y A LOS IDEALES ..•••••••..•••.
I. La visión de la historia.... San Pedro-y.San Pablo . ;, , •...., II. La.crítica.de Valera.... De la dignidad del. , ;; , hornbre.-Valera corno celtíbero ................... . DESCARTES Y EL MÉTODO TRANSCENDENTAL ••••••••••••..... : .•••••• (
349 353 '357 361 365 372 375 382 ·382
473 I. Un adivino de ensueños ,.;,.,_::. :·.: .:: -.·. "·'-' ..1>•. : .1 .' .• :•.. 473 475 II. La BXpUlsión. , ............, ............................. ;:;,¡ III. E1 secreto de los sueños ............................ ; ' 477 482 PSICOANAL!SIS, CIENCIA PROBLEMÁTICA •'·;;; : 1• •• • • • : •• ; •• '.•. ' " ; ••:•. 502 EL CASO ITALIA ••.• ,..•••••••••....••••••...•.••••••..•••••••• 506 EN TORNO A UN HÉROE MODERNO.-LAsSALLE ...•••••••.•.••••••.. 514 MAs SOBRE EL CASO ITALIA •......•• [;-; F." ...................... . 519 LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS.-.- UNA CONSULTA . . . . . . . . . . . . . . ·521 Eí:GRECO EN.ALEMANIA ......•,\V.;; ,u ......·;; :.u;.:::,,;, ... i;'; ··".o'
tres grandes blóques: sus Obras completas (Madrid; ReviSta de Occidente;:l953" 1955, tercera edición), los textos publicados yno recogidos en las mismas;y u:i1a amplia obra inédita. Des'de entonces;,falabo,r tenaz devarias generaciones de estudiosos ha ido, iluminando lbs dos ,últimos blóques 111encionadósi Así, se ha localizado¡la-gran.mayoría'df! los textos,queOrtegá ¡iublicó:(a veces sin firma} y queno;reC:ogiódespues enningúnvólumen de su corpu5 conocido; Deigualmodo, se han editado deforma panlatinalos trabajos que, en distinto grado de, elaboración, déjóinéditos; cási todos los cuales se incorporaron póstumamente a las Obras completas. (tórrios NII; vm, :IX, Madrid,, Revista dé Occidente;;l961"1962, y tomo xn, Madrid; Revista de Occidente en Alianza · · ,,,,, -, , '" Editorial¡ 1983). Estas nuevas OBRAS COMPLETAS reúnen toda esa admirablefabor y la amplían, añadiéndole, gracias.a uná exhaustiva investigación, textos publicados por Ortega (siempre,con firma) de los que no se tenía constancia, y sacando a la,luz una importante cantidad de páginas.inéditas; de modo que'ellector tiene arite'sf, por primera: vez, todala,produccióliorteguiaria conocida hasta la fecha. '""''''' Se•han dejado fueráde este corpusfacorrespondencia, las i;iotás de trabajo, las entreviStiis y'los,resúmenes' de conferencias aparecidós en la.prensa. Lá obraé¡ueOtfega publicó,y la que, dejó•inédita 'sehamséparado, es" crupulo,samerite.r La 'primera ocupalos seiS prifnerós tomos; la,segunda; los cúatro siguientes. Con;10 e}lector cmhprobará; las,págirias inéditas,que ahora se dan a conocer no son merqs apuntes q borradores apenas desarrollados¡ sirio ,f!Scritos It¡.uy cércab.ós a uná,versión d!!finitivac '· : _Los, ti:¡ctos publicados sin:firmmé:¡üe qistintos investigadores han atri.s buidoa10rtegaserepr>\salvoaquéllos'cuy{\ au fOrfa está docurrient{\lmente probada• (pqL h¡¡bFsehallado el manuscrito
X\111
o por encontr~rse una refeteií~1~ ;i1teité:i:entie l9s,materiales conservados en el Archivo de la Fundación José Ortega y Gasset), que sí se incluyen en el cuerpo principal. No se han reproducido, claro está, los textos atribuidos cuya autoría haya sido desmentida por una prueba documental. Algunos trabajos de Ortega vieron antes la luz· en un idioma distinto del español. Sin embargo, se ha preferido siempre la versión castellana, tanto si apareció en vida del filósofo como si se ha publicado póstumamente. En este último caso, se ha recurrido al manuscrito siempre que ha sido posible ..
Estas OBRAS COMPLETAS son también una nueva edición de todo el corpus orteguiano. Se han cotejado todos los testimonios pertinentes para la fijación del texto en cada caso, lo que ha permitido subsanar las numeros,a~ erratás'y malas lecturas que yeníall'¡:íerpetuáhdose, así'éomo1determiniir las variantes. que resultarídelá compleja peripecfa textual•defa:obra1qrte" guiana~'" L ~ '.'.~·:i
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, ,,,Pararlos teXtos'c[ue Ortegar'eunió en•SUS ObriiS completasse:hapartido dela ultima:ediciónren,vidir CieVaritor (Macfrid; rRevista' dé Occidente, 1953" 1955),En e1'cá5d de los textos publicados pémOrtega:quenoipasarcma formar parte de•esas Obras completas'se ha privilegiado la.última versiónrevisada :poretfüósofof;La obra póstuma; tarito'la·quépermimecfa aúninédifa comolaya•publicada¡ seha·editado sigul.éndo\los manusciitos,'que tam-' bién se hantenid6 en,tuentaa:lahora de editar aqriellós textos•en cuya publicación •se habíii cómetidb 'algil.h,error señalado por eI pfópio• Ortega. Los títulos de algunos textos incorporados póstumamenté á las Obras completas sé han sustituido póraquéllos cousignados en los documentos relativos a: la preparación:de las· Obras comp !etas de 1946-1947 que: Ortega supervisó y.que se conservan en eLArchivo de la !Fundación] osé Ortega Y Gassét!También:la agrupaCión'en series de los artículos reimpresos póstuc niarrietite o ;:por el:éorrtrariD';•sw separación; se•ha· hecho .siguiendo 110 seña, lado en estos documentos. · · .. ·:' :Eil' lo que:é:ohcieineafa·puntriación:y atusó:de·mayúsc:ulasfr.esaltes. co!l'valoriideológico:se•ha:tespetiidola Ultima edición de las Obrdscompletas ernvida dePrtega', o laúltimaiv,ersión supervisada poi' elfilósofo.para los textos no contenidos· en.ellas: En el 'casode:la:obra póstuma se ha·seguido:el maríuscrito:én fo•referen~e á mayilscµlas yresaltes¡:pel'.o se ha• aj;1lstado la puÚtúá.eión.',ij ;_:,'·.:::-,1:r; r~'~'iUhl::Tri1CÍ G i':1JlEJf.p-; :'.'..l1'L':.iff; flO(' \Ji ''.'.:·J(J!Jl)'._l f.. -, En cuanto a la correcciói:i:gramaticalírse aplicanrlas,reglas1cirtográfi" cas:vigentes1(salyo'en:elcasci dejlúi¡lo;rasí'acéntuado por;Ortega),. Sé respeta, la altei¡nanciadepares.é:omo
XVIII
evidencian rasgos carácter;ísticos del estilo orteguiano, siempre que exista la opción eritre los testimonios (por ejemplopigoroso en detrimento de riguroso),Porúlfuno, se mantienen:las ¡:íeculiáridaqes morfológicas.y sintácticas del uso lingüístico de Ortega (concordancias ad sensum;leísmos, laísmos),· .. ,,., ;.;:, "" :, , - · · •i) ·"':e·· ',: Aunque desde la primera edición de las Obrdsiiómpletas (19:46~19:47) ya se1adoptó élcriterib cironológico;.Ios.textos que no eranlibros se agruparon tarribiémde acuerdo.a'sU;g~nero 1 0 tipología textutl(artíéulos, brindis, prólogos). Además, por razones de!censura quedarqnfüera:los.t±abajos•ded:nás explícito contenido político, que fueron reunidos e incorporados póstumarrienteailas Ooras completas· bajo¡ el:título' de «Escritos•políticos»1 (tomos X y XI 1 Macfrid;Revistá deOceidehte; 1969}.c:rn, '' 'lÍ' :: :: • r Sin atender a estas distincion'es genéricas .91temáticas;!Ja!ptesente edición Se atiene;a,uniriguroso criterio cronológico qüe ordena,laiobra orteguiana,por áñós; ló qile:tiéneiawrucLdé:reflejar,sirdesarroll9 eón mayor ni~ tidez, ,Den~o: de;cada\año.Iosrtextos•:se: disp'onen,tanibién de forma cronológicá, si.bieJilas.monografíassecolocan,Siempre,al·final,·antecedidas por los trabajos que Ortegapliblicó:etl'libros colectivos, o:de otros autores1 Cuando.vanos• te;xtos1corriparteI]. dapición sehanlánténido,elor'den•en que aparecían en las .Gbi·as completa.S (1953,,1955~ .. SLalgurto de ellos se inclu" ye ahora por primera vez se coloca en último lugar,, , "' "';, .' · ¡ " : ' '1, Loste;xtos,publicados.'en.vida deQrtegase Sitúan.en·la.fecha de su primera edición; 'salvó aquéllos que fueron subsumidos en ob'ras•posteriores. Por su parte, las series.de artículos de prensa (a excepción de lás que pasaron a formar parte de libros).se ubican en la fecha de publica ció p. de la primera entrega:Así se hace:también con•El Espectador, concebido por Ortega comounproye_cto_·µnitario.-_.¡" ·-.-. >1:i,·in ' - --:_;_.; .·. Sin embargo,,ep. lasObras completas (1953-1955).varios textos secolocaron,en la fecha del acontecimien,to.que les,había:dado origen (un discurso,,ún homenaje), yno'enJa.de,sµpriniera edición .. Asimisttib, en oca, siones se reprodujo, también:en lafec~ de su•primera edición un texto o una serie'de·. textos. que,: ~on algunas,modificaciones;1pasó luego 'a formar parte de o,tra obra.,En~mbos, casos se ha·respetadola'vo\pritad de Ortega: Del mis, mo modo, 'sehanmantenido las dataciones: que el .filósofo añadió .en muchos de sus textos, incluidas aquéÜas que difieren de láJecha,cierta de su primer~ publicai¡:ión, siempre que esa discrepancia pueda atribuirse al deseo de Ortega de,refl~jada, fecha:d!!,.es:éri~ra ocde,última. reVisió,n; Se. hati subsanaé do\ en cambio¡ :las .da taciones .errótieás, .Enlo~ ártí,culos de prensa pµblicac dos por Ortega que se incorporaron póstumamente a las Obras completasiy 1
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XIX
en los que se añaden en: esta edición se ha consignado la fecha y la publicao ción en que vieronla1uz; siguiendo la fórmula de. los que ya; estaban incluí" dos; Cuando el texto aj:>aréciósin"firma•o rubricado con urrpseudóiiirnO, se hace constar entados los .casos.;; , .•; ; ,, . J) 1 • i; o La Obra póstuma se ha dispuesto también deformá cronológica; Los textos se han ordenado seglin su año de escritura; excepto aquéllos que Ortega utilizó .en1aredaccióri. de obras.posteriores·qu'e quedaron asimismo inéditas,encíiyo.caso.están subsumidos f!n las edicionespóstumás:de dichas obras:.Cuahdb se:trataode in!ewencionespúblicas';fos textos seihan colocado en
Por último, est;as OBRAS COMPLETAS incluyen varios índices con los que se quiere tanto satisfacer la curiosidad del lector como facilitar la labor del investigador. Cada volumen cuenta con un índice onomástico y otro toponímico. El último tomo se cierra con un mdice temático y la cronología completa del co_rpils textual orteguiano.
Otra novedad·quepreseíitahesta.50BRA5 éOMPiErAS es ehiparato crfti" coque consta al final de cada torno, y'qUe se diVideJen «Notas alá édiciói:ur, «Noticiabiblio"gráfica>r¡r«Apélldiée»:y.«Amixds»J'.. '·"''" · '.·: .:;; ,, Las; «N ó tas.Ma ed~ció1ü>, ic:bntienell.fue¡samiba>ameba=; motfoló'gic(}s "-'morfologíaJIE!xiva: género, número, tiempo•, ínocfo; aspee~ to~¡y silltáé:nccís4ámbi6s def!lúméro ocde género que afectan a las'concor" dánciaspero nci·alsentid6);b ro !iffJ ;,;\: . ,.. · ;: •· ' En!los «Aneléosi>\lÍ!derµá1Mé·losteictosatribuidos a Ortega; como ya se h'á indicado;; serepioducen:tiúnb'iénaqU:ellas partes.{parágrafos J aparrá.: dos,'capítulos}que Oitegádejó fuefa:de la versión defi1lií:iva'de una obra pu~ blicada,•· '"·''·': '" cF;:;"···:·;·''':.:: ·., •.,¡;·
Mi amigo, el anciano traductoide Virgilio sostuvo conmigo· fa polémica más:galante.:Es lin anciano limpísiinoycorrectd que:diScute cómo, sin'duda, discut:iTiaSpinoza; como discuten los'qile viven en el campo; con una serenidad panteísta. Su voz no tiembla ni se irrita; fluye como el agua eritregu~as. · ' · ,-··-·Un páís•pobrees'absolutamente·despreciable.·No merece una visita -decía yo~ . ii.:~h::fi ;·• ~- :.:;,_ ,·,_. ¡ ; -:f-.Fi ~Ved "-"replicó ellatiniSta-'·que puede hallarsegranibelleza en la miseria mayor,'•r¡ .,, ! . ; •. ' .. ' '" ' '"'" .• "'''"' ';',,.,. ' -Mi buenóyrespetable:arriigo·-,.extlamé con:tbdaimpertinenda·; , Racine dice «que el h&rior sin dinero no es sino una enfermedad». Lo rriismo la belleza; Sino es un hartazgo de Vida es solo una a)Jstracción~Yo no creo en elencanto deToledo; con sus· casas mustias ate5tadas deleyendasy sus cae lles tan antiguas, tan incómodas; .. Xa ve.usted y· encuentro seduccíón estética en'1os'bu.levares,nerviosos corrio músculos fuertes yen las aveilidasnume'"'' ·" ' rada5 de New York con susrcasas deivemticinco pisos. r -No os falta razón, no os falta razón, joven '="pero venid\ ventd~.>y me llevó a sujardíric Urijardín¡ casi'un·huerto ali fin delcrial!unrmimdor de piedradábasu frente'alrmar. · · '·' ' '"': Me hizo sentar y se alejó sin dedr palabra. ; LAmirespalda; es'condiüa eµtre hierbas altas; una fuentevertíaisuchorro interminable. "". . .( · · ,., •.. ·· · ' ,,.>: ;C.f El antiguo traductor de V'rrgilio me había jugado una mala pasada ... En un abrazo inmenso estrecha la tierra al océano.iC:ómo ungrari lago la ría se extiende a la vista. La tierra va descendiendo a saltos desde la mon" 0
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El sol se ha puesto. Los campos son maizales de verdor pálido con sus amarillas cabezas de salvaje; son amplios toldos de parras con sus hojas anchas, paradisíacas que hace la luz-transparentes. Son masas de robleda oscuras y misteriosas. Los tres matices ·se repiten siempre, con dulce monotonía, como estribillos de una canción sin fin. La mirada se desliza suavemente halagándose en los verdores frescos del suelo. Y allá, al frente, en silueta sobre la cortina roja, crepuscular que tiende el sol al ocultarse, se incorporan sobre el mar las islas Cíes, moradas, de perfil sinuoso, con la majestad de viejos monstruos marinos, héroes de leyendas religiosas. El mar las ciñe plateado. Una luz blanca derrama sobre el cielo la campiña. Se perciben rumores de la vida que se apaga; lejanos ladridos que suenan como ecos: esquilas ignoradas con un tfutinear delUcefos: La carreta que avanza lentamente; los ejes prolongan sus dos notas chirriantes y alternadas. ·+Va huyendo la luz de la tierra borrando.los colores, volcando elcmisterio sobrelas,casasi Se aleja como una aparición celeste;.·.• ""·Aún se.advierteldínea blanca de la carretera y se escucha el rodar de los éarruajes que vuelven de expediciones alegres: cascabeleando, dejando esca~ par gritos de mujeres excitadas: • •. , "• "'1El cielo se.oscurece. En el horizonte una línea larga de nube¡;·plomizas, más allá de las islas, galopa sobre el mar atropelladamente. .Una bandada demozas ehlázad!IS por los brazos llega,!pasay imaleja entonando melodías sencillas y prolongadas de una melancolía primitiva; ami espalda la fuente torihabla cristalina, prosigue sú cuento milenario. . .. !Parece que va a desarrollarse una intriga galante. Parece que van a sonar las .cornamusas de dos pastore5 rivalesi.El viento suave del mar acaricia al pasar. Los torios arriables y tibios de las casas y. el plateado de moneda antigua que viste-el mar; dan al paisaje Una dulzura evangélica .• i •. . .'". Cerca:de mí; a la puerta de una casita blanca; salmodia una vieja:la ora., ción más antigua. Una oración sencillayfranca que pide al cielo sailidádpara losliijosyparalasvacas,;; •,•,:·.· · ... • .'" ., cd't··-··>Í.• T Se recuerda la vida de fa ciudad como un imposible de rudezas. Erucamc bio, se añoran los amores primeros y el ambiente envuelve los sentiiios en un perfume de égloga. · ·..t:i:' e>• · . · . »Rítmicamente los nervios se encogen fingiendo medrosidades apacibles ... Es hundirse en la vida como en un colchón de plumas. · •··. • 2fragosto :1902 · · · ·•. •, . ; ¡¡¡ i
Faro de Vigo, 28 de agosto de 1902 4.
GLOSAS ;',''
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· GLÓSA. "'-Nota o reparo que se pone en las ·cuentasaunaovariaspartidasdeellas ·
-Ha~la~~:a;~r~~~
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la c1itica personal. un ai:ugo mío, uno de hombres admirables que se dedican seriamente a fa caza de fa verdad, que quieren respirar:certezaslI).etaffsicas: un pobre hbmbre.. · ~¿Haleído usted-,me dij~ fa crítica que hace Fulano de la obra Tal? ·~La he leído, señor de mi áilima; es.deliciosa. · -¡Deliciosa! ... ¿Dice usted que•delieiosa?,.,. ¿Pero es posible que,sea líctto ei;cribird::osas táles?i ¿Porque a élle aburra.nuestro teatro clásico, ese teatro, etc;?, ¿Ylairilparcialidadde la crítica? ·· ·· · i ;, • · ..,, Le.dejépasar,,yi1ole contesté. Si hubiera roto su creencia¡en lá imparc cialidad, sólo habría.conseguido hacéde verter unas lágrimas sobre el nuevo ídolo muerto. Es uD. hombre que se alimenta de éames indudables.' La crítica ha de ser imparcial. Vearn.os,veamos:., ·¿Qué es fa imparcialidad? Serenidad, frialdad ante las cosas y ante los hechos. ¿Qué es crítica? Clavar en la frente de las cosas y de los hechos un punzón.blanco o un punzón negro; arrastrarlos al lado de lo malo o al lado de lo · bueno. Siempre clavar, siempre arrastrar: l)etrás de cada cosa, de cada hf;cho; hay•.el creador dela cosa, el autor del hecho. Si él ha ,pasado.ocuparán·supuestoloshijos;Jos disclpulos;.lc¡sre" presentantes. Si han muerto los liijos, los. discípulos, losrepresenrantes;·el hec cho,la cosa hamuerto también ...., ' ,, , . . . En tanto que haya: alguien, qile crea eh una idea; la idea vive. Siuhapasión antigua, un odio añejo vibra aún en algún músculo, la pasión, el odio, ale.ntarántodavia; ¡ : Los Troyanos y los Aqueos pelearonrudamente-sobrellión: sus hijos combatieron sobre sus memorias;!¿ Quién se ocúpa hoy, de los. Troyanos fuertes y delos Griegos bien armados? . ,,, :-!•:; VIctor·HugciyPohsardmaldijeron el uno de~otro; sus discípülosse mostrab~n:los pilños, · " :.;-.;, r::¡ 5
¡Víctor Hugo ! ¡Ponsard! El uno fui sido «la campana gorda de la poesía lírica»; el otro elaboraba «camafeos-antiguos~modemos». Nada más. No hablo, por lo tanto, de las religiones muertas, de los dioses que traspusieron con sus credos bajo el brazo. Hablo de la crítica que discierne entre cosas que viven. Ahora bien: ¿creen ustedes que la vida se deja taladrar y arrastrar sin lucha? El crítico ha de luchar. La crítica es una lucha. ¿Cómo no se ha de.dese componer el vestido? ¿Cómo puede flotar la serenidad sobre la lucha? • ·. Pero¡mirando al trasluz la palabra imparcialidad, quiere decir impersonalidad. Ser impersonal es salirse fuera de sí mismo, hacer una escapada de la vida, sustraerse a la ley de gravedad sentimental. · ·• • Detal5uerte...-dícen-·-. sepodráserjusto.• ff · ·¡Justo.! ¡Justicia!'. Es cierto; cada individuo e5lasumru.deelémentosco~ munes. y elementos diferenciadores.Estos úl¡:imos sonlos que hacen deuruin" dividuo tal iridividucLPara ser justo es' preciso alejar de sí misinó i;sos elementos diferenciadores que son la personalidad! Si no se eX:tirpán, 'sino· se · '" • suspenden al menos; no se.podráser!justo. 1• ' : •.•... Es, pues;ola justicia; un graricuehto chino:'A.oanüone el hómbrelo que hace de él tal hombre y pasará iilstantáneamente•a ser,eLhonio. Se irá a posar en una definición de SantoTomáS·como un pájaro sómbrío o habrá de guarecerse;en e[;Museo Zoo!Ogico, en aquella ariaqueleríamedid·oculta, en 'cíiyo frontis se lee:• ~Lemuriano distinguidmi; •·•" ' "" Desde allí puede hablar Sujusticia. ' · .. . Los bedeles asomarán síis rostros de gravedadburlesca•y exclarnarán: ¿Quién gruñe ahí dentro?. . . De modo; serrares mios; que justicia es un error de perspectiva; es mirar las cosas de lejos, del otro lado de la vida. Pero•¿es posible salirse de la vida?! "'L 1Talvez.=diría irliiamigo; aquel amigo adorable.,.,-'-;taL'vez.rio se•log're ser justo¡Jmas nOIIIJ.ezcle'e[ crítico en•sus afirmaciones·o·negacioneS, SUS odios oshhpatíaspropias. Sea; alrherios','impersoríat-: • · · '' •·. .01 Hay dos maneras de hacer crítica impersoria[:;la deTainey la de Sarcey -.-."elrhetor apolílleo y eiburguésibuen padre•de farhilia: •: '':·•L'a·prinlerae.Slacrític:robjetiva.• ;¡·" .» · •· •• •: •• •"' · ·•:•rn · «Taine ...-dice Brunetiere- no ha trabajado .toda su vida 'en 'otra cosa qíie en• buscar 'el fundafuento•obj etivdaljuicio crítico»'•· ·.·' :·• •Construir el'escántillón de. la•estética;·éldiapasón normal de labelle.za; he aquí el empeño. d • ... _, .,,rTaine' fabriciauna:escafa·devalores¡ segú'n•ella• todo'es bueno, todo cabe en la simpatía crítica, una simpatía panteística, a lo] orgeSand;·Lo :inejcfo y
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lo bonísimo son de un valor filosófiéo irreal¡ elarte se escapa' alegrelllente a través de esa red lógica como' el agua de una canastilla: «La':teoríacrítiéa de · Taine•i-l.-afirmaBarbey d1Am;eV:illy•.: :es; ensurnai:lá muerte.detodasrítica». Tuvo razón Sainte-Beuve al escribir que el:poterite'rii:nmalien debióti1 túlar suHistdria de'la Literatura.Inglesa, ·«Historia. delnglateria·por la' Literatura». .
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Pero hay otro modo crítico: a la Sarcey. ·'·'' b~rl "c: ''' oéi · i La'árifluencia;delrupersé:malidaCLerula crítica es deploriible:hayque ser impersonal;. eS decir¡ hay:qué a'firnw.riló que.lamayoría afinile;•hay que neg~ lo quelarilinoría1niegtie.'" r, >:.2m 2d ,,,;:: h•i n •'" .•u¡· jE1'hcnnbre lúgúbreddasifüiltitude5, que.vio Poe;,hadendó;crítita!i '··. ·•·¿Quéácontece?. Enfm:dé cuentas, el proceclinllénto se redum; a sustituir las•infüiehcias .personales; eJ detérminis:ihóindivü;lual;< a lás;ip.fluetici[\Stde lamas a' lmlmultitud como ti.trba, . c:omo{oide,:.es:impersonal pcíisunia de abdicaciones, involuntaria, torpe como un animal primitivo;; i :,.,, ·· Montesquiéu 1batanéaba graciosámenwlaleyddasmáyor'íasi ¿Se adopta fa.decisión de bebo-individuos en .contra de la de.dcis?>¡Grave error! ·Entre ocho caben verosímihnente,mas·necios ·qúe',entre dos:.' T ' 1i · ..... ' ' ; •: • · Sbn·c:uridsos'los res'oltados dda psicología delas'multitudes. ' 'e·! La' observación es vieja. Los hombres de criterio delicado, alformarpar" te de un público, pierden sus bellas cualidades. De suerte, que una multitud de cien individuos formando un público, es inferior a la suma de esas cien intelectualidades separadas. · ·•En el teatro ~ce Nietzsche"'' no-seies•homado sino en cuanto masa; en·cuanfoindiViduo se miente,> se mieriteurio·a símism'o·¡ rG:uando'se va alteatrb; se deja uno sí mismo ·en· casa, se renuncia al deredio ·de hablar y de ~ coger, se renuncia al gusto propio y aun a la misma bravura talcómo 'se posee yse ejerce:frente a Dios yfos hombr'es,!entre los propicis·cuatro murósi>i. . Pero es más; la crítica impersonalni aun consigue fa 'atención de' esa mis1 ma multitud cuyo fallo expre5a yfoinmla; no: hiende ekerebro plúmbeo de la multitud: '' L •· · . · . ¿BoF'qhé?. Sencillamerite'porc[ue·éstano se:reconoce.:La masa¡ por ser impersonal, no tiene la memoria de su propia identic4denvrrtud,de la cual eHndividuo séreconoce'hoycornoelmismo de ayer;:Es decir: aquella opinionnó es la opinión de la multltudrTampiico:es [a. del ciítico;·ha abdicado; El-creador deljuido ha desaparecido misteriosamente\ e~autorno se P?ede , ·'-· L;"[ ;;, '.J: ·:ir:; '/ 11::;:~;;·1:; '.:"'!? -,·,;; ·.·: .·::;· presentar.
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;y¿ qué.valortiene hoy, después de·la'granmat:Ílnza de misterios, qué va~ lor tiérie uriaaecióh cuyo autor no•se presenta? · • >.Yl:a gei!tenécesita al cábo,un¡¡,razónsoéiálgaráí:itiiada.de capital fuerte. Esta é51a personalidad¡ -la voluntad de.potencia:., · •• J 'fui serie innÚÍIJer'ade< ceros 'é[úe fonh¡lfa masa siga e ida uhidad que le da "'" '''" valor. Tras ella se agrupan sus elementos redondos y vacíos, . Se lee enAurora: «Todo cambio intentado sobre esa cosa abstracta, el hombre, horno, por los juicios de individuálidades poderosas, produce un efecto extraordinario e insensato sobre el gran número». Esto es un hecho. , ,,,,,~ ,, ', .,,,, rr;-, A!eJarsede láscosaspara'comprenderlás·es !oque se lláma;p~e5bicia. Hay que.salir~ su encuentro 'y c:hocar'con ellii.s:· 'l Quién c;onoé:erá sU fuerza como el que entre en lid con lás cosas? Él dirá a los sentados en la·gradería: ¡Bieripor mi vida, bierrpii::aL¡ Es:una corazavacia;isacudidláy háced de ella sonajeros.! '. •.1" Hay.que;i;er personálísimo en la crítica sise·han:de·crear afirmaciones o negacionéSpodérosas; .persohal,1fuerteybuen justador. Así, lás palabrllS sori creídas¡ así se hacen rebotar.en'el tiempo y en el espacio.los grandesamores1y los grandes odios .. 'iic•:'w !;, •ir•: ;•r; '"· ·.r· i' 1 ,-:·qn f., ¡Ah!, Lo habfa,olvidado. También hay que ser sincero,.,• ", ::r:«El héroe<, es ,decir, el hombre a quien siguen otros hombres.... dice Carlyle-·-, fue siempre sihcero,primeracondición de·susern. J'' , ,, ;; Por lo demás; .!ajusticia es una divirtidad.tari.aburrida, de un.culto tan poco;amerío'. .... ¡-,, "'' ",_.,, i
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El pueblo continúa: Nosotros no nos podemos ver, tal vez alguno de aquéllos nos vea. · El pueblo se fracciona; cada grupo se acerca a uno de los hombres que ·pasean solos y le pregunta: -Dínpslo si.lo sabes. ¿Quiénes somos? Aquellos hombres ceñudos dan respuestas diversas. Cada grupo cree en una respuesta y alguno de los definidores es ahorcado. Aún no han logrado ponerse de acuerdo hilos hombres ceñudos, hilos pueblos creyentes. Aquí termina la parábola. Moraleja: no se puede hacer crítica a bragas enjutas. Es muy fácil a las gentes asociar las ideas; es muy fácil dar a las palabras sentido y valor morales. ¡Qué dificil es la disociación! ¿Cuándo verán en el apasionamiento algo magnifico y bueno? -Paradojas -prorrumpen. Todos los hombres se juzgan capaces de pasión; ignoran que las pasiones son dolores inmensos, purificantes ... También ríen. Vida Nueva, 1 de diciembre de 1902
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. «Danos una ley»·;.clamabanlas,tribus hebreas en el desierto «sonoro y rosado»; «Dános una-ley», clamaban circundando a Moisés;:El hombre fuerte:violaslfrieas ondulantes de cabezas; contempló a los hebreos que supli:r cabanyles:diounaley..-.· . ., . ,.,,,, ,,, . • ,.. És. la_consejaantigua y perdurable. Los pileblbs so~ siempre.pobres enfermos_de_la.voluntady n,o creen ensühismos.c: ._ -, i , , Esa creencia es.necesaria para• la ·vida y la buscan fuera. Tu historia va mostrando grandes cuadros de imploraciones, pueblos qué piden i,ma!ey, un canto, una leyenda¡. turbas dolientes y miserablf!S•qui:; busc tancoh-losojos-laserpiente.debron~e,,·/··· _ i •. -'"''"'''' ¡·cr, , . '¿Quién ncís dará la ley? .,-,,se dicen; ¿Nosotros mismos? Y ¿quiénes•somós nosotros? No· lo sabemos.,¿Quién nos dirá qué cosa somos nosotros?,;, ,¡¡., i 1Allá abajo;se pasean uno a:uño,varios hombres de ceños misteriosos y pupilas ardientés. Se cruzan y se miran con rencor. • fl
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'tS~ben us:~á~ 1~·~~~l~~;'~~ ;~~~:.~1~:~1'fu:~~e en el~fr~gio;la',menti' rapolítiqt:y'social, el'caciquismb agresivo, la corrupdóiidelajustioia, su lentitud:·iialha.'querido hacer con nosotros elseftor Grandmbntagnecrb•.,,, '' ·;; . No ha adyéutido ;e cegado po~ antiguo amor a :las ideas'generales',: que pódrá ser< san0 pra6ticárlo: con'un 1\.6i:nbre; con: algunos lo• es seguramente;
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pero con un pueblo acaso no, y cori unaiaia lilfstica y moruna como la nuestra, tómase dañino el procedimiento. Si no es por esta sugestión, nó acierto a explicarme esa manera de retórica que trae de Sudamérica el autor de LaMaldonada. Hombre hecho al sondeo psicológico, que ha compuesto un precioso libro de zahorí de alinas sociales en sus Vivos, tilingos y locos lindos, parece que ha olvidado nuestro tinglado espiritual. Hasta disueltos en nuestra medula están todos esos greuges que contra nosotros mismos hemos descubierto. No se borrarán, no, fácil ni prontamente las impresiones del desastre en los que hemos abierto los ojos de la curiosidad al tiempo de los fracasos. En esa edad que reclama la confianza en todo, que de cualquier pedazo de cosa forja un ideal, nosotros no hemos visto sino agonfas y rompimientos. Desde luego fuimos desconfiados y esa musa triste de la desconfianza nos prestó la intuición de;que aquellas,cosas estaban bien derrotadas y bien muertas. Note usted, maestro, que nada explica el1artificfo dt:!.urtjuguete,;é:omóverlcrroto.,,,,·i '"', '"''' ;i, ,u,' , , , ;,:<:, .' ,r:Y ese efecto de deslegendarización; de desretorizacion (¡ah!, 1as1palabrl\s), como rtosot:ros,lohansentidb,losliqrhbres madurosylos'viejos; Ellosenvíari a: sus hijos a Madrld+¡l.ondehagandesdduego oposiciones yvuelvanalasproJ vincias¡, siúerriplear Ótrbsprocedimient'ostortuosos'para' asegurar la pitanza y sin'encomendarla a' esa1 «gran lotería» de qúeústed habla: Otros retiénenlbs en eL pueblo ylescháblan ddbs carhpcis y delas industria5:1asactividades coníierizanl\ espeé:ializafse1;1 ;;;;:;:;., '" ; , 1 ' , , " , ;1¡¡;·1';;" ';j , ; ;e;;' , ;;; ,;,y,en cuanto alós,h'orribres niaduros•y,'viejósideMadrid;ie,sta ,bonita'pa~ radoja, ya ve usted señor Grandmontagne, cómo los partidos se·disgregm1 al menor tropezó!). y es imposible recomponerlos. ¿Por qué? ¿Cree usted que Moretno.valgaurnSaga5ta7, ¿No se exp licá más i;'enéilla'mente esa imp osibilidad porfa),ta deUI).tO rimique,pegarJasbandadas,políticas?>'' , " Ese punto único, ¡Madrid!, que atraía hasta hace pocó,córnpoderosa Su• gestión• lairiirada P.e las¡provinci~·y las hac,íabizqúear; :v'a perdiéndo sü fuerza exclu~vm Españamiraba"aMadridcon l!na'Persi§tenciadedni.bécil o dees~ tá tico Y•ViVia,como.urifaquir,contemplándbse el ombligo: Há viajado, usted por. elNorte lo suficiente para1cibservarla exigua1atenciórt,que aquellos países1anhélantes;, curiosos y. trabajadores pre,stan iLl¡¡,córte.:;: ,, l , ,, ': 1, ',,,,,,'Aunque yo' no:hdeídoltanto como;usted; 'creoJfcito afirmar que nunca los efectos de,tin:gran desengaño .político.lían produc\do tan rápidos efectos sáludable5,en,unairaia comod tratado de Patfs en el pueblo español. , , , , ; ,,;x;;; Créalo:ustecl;;no,es riei::esario,.no es huinanoj;es contraproducente reo machar, J],],ás el davo:,Cada,nuevo martillazo dado scibremue5tra desconfian0 za,;puede queprar, ese niodestoy tácitoideal dpegep,eraéión que, comienza a cristalizar:Xa nuestro,q11erido señor Sil'vela,dispárósobre,el asendereado
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borrico de Sancho Panza la,flecha•del Parto: en él es plausible desde el punto de vista estéti~o: vino a ser su último discurso la bella manera de morir que busca.todo ,decadente. 'Pero usted,,séñorlGrandrriontagne, que viene a predicár ideas,COifstrUctoras; debe huir toda coini:idenciaccin:los espíritus di-, solventescY03que soymucho;rhas joven que ustecly,debieratenerfe en:latlti! lidad ah¡oluta de laf\'.erdad, creo; siD'enibargq;1¡que es tannecesarialamentira vital de que habla IbsenL.;, " ,,; til ',J ': 'd', 'l:'l o olvidé usted;;decfa,antes; nuestro tinglado espirituál:Re¡:íare que he-, mas sido y seremos siempre propensos al renuncian:rientQ éomo buenos' mise ticos. ¡Nos cémtentamos to.ntan,pocol Y querer trocarlo que;hayen el fondo delos toneles deúna vez,.Volcándolós; no e5 pJ'ágniática de buen bodeguero. Recuerde usted, maestro, que TitoLivio el curioso, y Strabón el.viejo, nbs des,", cribían ya como unos hombres «vestidos denegro, obstinadqs¡silendosos, estoicos y amigos de la muerte». ,Por lo demás, señor Grandmontagne, cuanto usted nos diga caerá como lluvia refrescante y fecunda sobre nosotros. Hora esya:de•quelevantemos• al dinero ese apodo de «vil». , , ·Hora es'.ya de queTecbnozcanios la'económíapblíticáyelaíte delcomercio COmO deneiaS nutriCeS y!queivéngan ,a OCUpaT éiJ..nuestra•activiC dad eHugar quedejaronvácib.al.alejarselasniarchitas'soñacibnes;teoló~ gicas' e históricas: Ys~ hasta.ahora habia'mos•pensado con' la ilnaginación ytanrrial nósiba; acas,cicóniencemos a'ide,ar conel.vientre;1«Errverdá'd -=diceHéin~ que eFcuerpo; a¡veces,·e5 niás 'clarividente· que el espíritu! Amenudo piensá mejbr el hombre•con sus' lomos y con su estómago' que con.lacabe:i:a».Así.sea;'; ' , · , 1 ,' . El mercado de Sudamérica debe preocupar, no 'solamente a los comerciantes.y alosindustrialestespañoles, sino también á los escritor.es . Pérez Gáldós,;escritor español de larga vista, apunta de cuando en cuando a a que• llos.hombres que1hablan nuestra lengua! Ganivet señala esos paíSes'ccimo la tierra depromiSióµpara los'inte!ectuales• de esta, vieja Españm·Ahora'" c:bmo discretos comerciantes, debemos estudiar aquellas sociedades y aquellos éSl píriius',! !l ¡,,_i ,·.-fi.íü'_: ,t-",.; \·,!~!·_;_;·., r·;,,"" ·.)'.., ;::r: .;,,· ;·1·; ."· ;:_'.! L~: ¡ L' ( Veai el señmi Grandmontagne;que no es preCÍSO•ni útiLese prdéedimientéí dé'.estigmalización.' Sus'acusaciones 1hos eran cimcícidas: 1pqco a poco; de el).tre esos defei:fosrse suscitagna'nueva:España:Teriga paciencia de sociólol go)y;' puest'oque es gran& \imigo de nuestro Gradán; deséinp9lveaquellotde qu'e <
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La primera conferencia del señor Grandmbntagne ha indignado a algu~ nos españoles que, porot±a parte, reconodansuveracidad: ¿Porqué?. ··' · ·· · ¿Han' olvidado ustedes aquella soberbia página de Daudet,.La diligen" cia de Beaucaire? Hacen cal:nino en ella, con otros varios, unpanadero charlador.y burlón y un amóladbr que no decía nadaymiraba tristeméntela blán-. ca carreteta:caliza, casi oculto bajo un inmensogorro de piel de conejol:Aeste pobre hombre le engañaba cada seis meses su mujer con urinuevo amante; Harto lo sabía él,· y por eso erásiempre silencioso y mustio; Con este' pobre hombrela.tomó el panadero maldiciente: , ,, ·' ·•-'-'-¿Y tu mujer, amolador?::. ¿Po'r'quéparroquiaestá?•:" . ·;•: ·Y el amolador, inmóvil; limitosea decir, sin alzarla cab~a, cónvoz·deso garradora:' ' ' •'· .;; . ,., .•.• r., ';·T · ~¡Calla,panadero, ca:lla; telosú¡Jlicol ' ·
INC!PIT EL REINADO. DE LA GROSERÍA
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: El gobeínadm:CdeMadrid prohibiendo alas señoras el uso del sombrero en los teatros; ba.reálizado algo que es de la mayor importancia Hasta ahora se ba• bía -respetado la.indumentaria dela mujer y se la ·bahía conSiderado como Il1ao teria ilegislable.fLapolitica perduraba galante. Hoy rompe la verja del jardind¡; Citerea y destoca a las damas; ¡Qué irreverencia! ¡Qué grosería l Ellas habían sa,, bidci permanec~inex:pugnables bajo ciertospunt9s devista, y esta primera groseríaJegalcamenaza consecuencias y progresos eri él faltan a las tablas galarite5, Es curioso observar que estas sabias de la vida, que tienen atiborradaS sus delicadas cabezas de todo el sentido comúri que nos falta a los hombres,'sé las han compuesto para defender. y sustentarlas·institúciones creadas por, ellas: esa conseja anciana de la debilidad femenina, por ejemplo, como sila fortale• zá radicara sólo.en lafuerzay rto eh la astueia;c Ellasylüsjesui~ sonlosseres queban adquirido maycirfuerza estratégica,.¡Jorque ban logradcimayores COii.'.' fidendas., .. · ··· .,, · '" .-,. ,.,,, La mujer ha erigido sus defectos en cualidades, co,mo en pintura hizo PubiS dé •. Cbavannesyfundó escuela: tema ésteunpincel:Simplicísimci y divinizó si,i simp)icidád; En Eva elintelecto, que según el viejo sdtim dela Eilosofia, se 'estanca: a los diezy ocho años, es holgazán y poco elasiico; Eva supo llamar a1su.irilposibilidad de saber, inocencia¡•y el liombrele ocultó·muchas cosas _des¡¡graflables de conocer. Erafrágilsunafuraleza einventó¡el pudo~ ,.;,,sehaélicheh7',Yrel hombre la respetó;'¡;,: " . , , .•, Sentía un terror fisiológico hacia las espmas y callosidades que la vidasb~ cial ofrece en los pueblos nuevos, francos y fuertes, e ideó esa vasta y compli-
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cada escuela de la gaJantería que las rodea, las libera y las guarda mejor que «cien negros con sus cien alabardas». Los hombres de temperamento rudo, los primitivos de alma, no osaron acercarse: los otros limaban sus asperezas para llegar hasta ellas. Y ellas premiaban a los más aventajados en ese enrevesado arte. ¿Habrá nada tan maravilloso como esta táctica femenina que los hombres sufrimos encantados y hasta placenteros? La mujer tiene el secreto de la paradoja. Su grande enemiga es la verdad. Nietzsche pone en boca de una de ellas: «¿La verdad? ¡Oh!, no la conocéis. Es un atentado contra nuestro pudor». Tan cierto es esto, que creo muy dificil que ante mujeres españolas se pueda decir sencillamente una verdad de orden general. En toda ocultación de la verdad parece como que ha intervenido una mano de mujer, una de esas manos blancas, suaves ... El señor Lacierva ba abierto un portillo a la grosería. El señor Lacierva es murciano, es decir, casi un moro que tiene fama del menos galante de los hombres; tan poco galante, que encierra a varias hembras en un mismo aposento y las ama sin súplicas. Acaso este reinado de la grosería que hoy comienza sea abundante en sanos frutos. De todos modos, la grosería, especie de f oot ball moral en la lucha por la vida, es uno de los siete caminos para la sinceridad... Nota. Si nuestro idioma fuera menos cortesano y más preciso, dirfa el
si11ce1idad. Firmado Rubín de Cendoya, Helios, diciembre de 1903
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H~yhombres ~iJe~~i~dena époc~~tfg\l~!.D;al~ndspodría pr~cisar' se el,momento en~é debieran haber nacido y,decirseqtieson hambres'LuisXV, que son hombres Imperio, que son'hd1itbres.« cintigtto 'régimeilJ> 1 fain1qnué.stra•a Napoleóncoíno Uil hombre dePlutatcb,•Dorrjuan:Valera es delSiglc¡ XVIII; tie~ nélafría malignidad de lós enciclop'edista~ y s1inoble maneracde dé'cir; Sofi esplritus que parecenforjados'en otras edades; almas que retrotraen al:tiem~ po m:uertoty;le hacen.vivir de nuevo a nuestros ojos•.mejorqueunahistbriai Tienen estos hombres· de milagro el encanto, de las cosas pasadas y el atraeti-; vd.deuna¡preeiosafalsificación•.DonRamónde1Valkdni:li1rresmi'hdmbrf!.f'· «Renacimiento». La lectura de sus libros hace pensar en aquellos noínbres·y en aquellos grandes días de la llisfüriahumana. • •: " Acabo de leer Sonata de estío y creyera a suauto'nin varón musculoso, amplio de miembros; de frente carnosa, grueso como unBorgiayrebosando instintos crueles: alguien que:ha de entretener sus ocios en retorcer una barra de aceró, o en romper de un.puñetazo una herradura, según cuentan del hijo de Alejandro VL Paresas-páginas, los amdresylos odios carnales andansuel" tos; toman bellas posturas Y, fácilmeritelógian sti empeño:Asf debieron ser Bénvéntito y.elAretino,'Aquellos esforzados héroes debisorgimento sabían dar un sa:bm degalante:ma,liciaastis narraciones:tremeauhdas:Pero el a u;; tor de ese libro no se parece en nada estos soberbios ejemplares defa huc manidad: es delgado, inverosimilmente delgado; i:onlargas barbas de niiste" riosos reflejos•rrioradosVsohrela5 qtle sé destacan unos magníficos quevedos decoilcha'.>' -(::r\.·/ · ;:•_'-¡ L ¡ ,-' ;_'·J.U>.:r 1: .,:f: Tie11e,•sin émbargo, donRamón·delValleclntláriprendidos sus amores en:!as fosas más opuestas a.esa moral ehe'miga de:todo·atrevimíe'nto' que va empapando'·los:corazime5human6s,!e5atriSterh()ralmglesá('.un°pocoseD.síc blera; tal vei, peró útil para los usos defa'viday lamarcha tranquila de lá rec pública. En Sonata de estío el marqués de Bradomín, aquel Donjuan' feo;
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católico y sentimental; tiene amores cCJn una'criolla de bellos ojos, que cometió en su vida «el magnífico pécado de las tragedias antiguas». Rápidamente, como un gaucho a galope por el horizonte, cruza la relación henchida la conciencia de asesinatos, un ladrón mejicano, un «Juan de G~mári que tenia la cabeza pregonada, aquella magnífica cabeza de aventurero español». «En el siglo XVI hubiera conquistado su real ejecutoria .de hidalguía peleando bajo las banderas de Hernán Cortés ... Sus sangrientas hazañas son las hazañas que en otro tiempo hicieron florecer.las epopeyas. Hoy sólo de tarde en tarde alcanzan tan alta soberanía, porque las almas son cada vez menos ardient~, menos impetuosas, menos fuertes». Valle-Inclán, al evocar los hombres de Maquiavelo, no se contenta con el ditirambo y llega hasta la ternura. Yo quiero creer que el señor Valle-Inclán advierta en cicasiones cómo le brincan~en-él,pecho•arisias de vida libre e instintiva y hasta deseos de vertef lá éá11tarella; ·elverieno de los Borgia, enlosmarijares de algún banquete¡pero ante:el espectro rígido 'de los .códigos,,J'esuélve,. con muybuenai:uerdo,.arnar tah s·óld.áqt'\~llós tiempos'y:aquellcis·héroes.como una!tradición faniiliar; Por urifenómeno:de ak¡úimiaespiritúal;: el autor de Siniatá de estío, alma.'del quattroce:nto,1se•convierte en .un diletante delRenacifiliento; y así aquellos ideales aparecen como exacerbados en un culto!amaherado yvicioso; ¡E¿ la tristesuert~ delos hombresüidctualesl Zarathustra, cbmotem¡:ieramento;rio ha sido 'sino urr diletante del individualismo en estds pcibres.•tiempos de de~ mocr8.cia;: ''iiJ-;·,, i';f,' Pero aún hay más rasgos en el señor Valleclnclárr que hacen de él artisc ta rafo;.florde otras.latitudes históricas.· . ••: I>Hoytodos somos tristes: unos tienen la tristeza ornada' de sonrisas buenas, ótros son quejumbrosos y fatídicos hasta ponernos e1corazón en un puño; pero•es un hecho que elpesimismojuega con:r1osotros como un bufón.ma7 cabro..Ii1 literatura francesa naturalista ha sido unaquejaprolongada; urisalc roo lamentoso para los desheredados. Dickens llora por los.pobres de.espíritu.:Los noveJ.4;tas tusos no presentan sino hafapos,.hambre'e ignominias: El arte que cdmerizó danzando, se ha tornado hosco y regañón, y contribuye har0 to á ainárgarnos la. pésima eXistencia de neurasténicos. Los·artistas; presin~ tiendo acaso urr crepúsculo ensú historia; se han vuelto' ingratos yamenac zadores como pr().fetasque se alejan.Todas las dificultades.de.la lucha por la eXistencia han asaltado la fantasía de los escritores y han ganado derecho de ciudadanía errfa creación literariá, Tu novela moderna, desde Balzac, gran deudor, es lavidamenriosa'y enferma dela falta de.dinero; dela falta de.voluntad,. de la falta de belleza;· dela falta de sanidad corporal o .de la falta de!esos otros aditarriento~morales; comci elhonó:ry el buen sentido; Esla.literatur~ de los defectos:. C' " ,, •" · . .,. " ". ; • · 22
. , La literatura del señorNalle7Inclán, por el contrario, es ágil, sin trascendencia, bella cd~ólas cosas inútiles; regocijada aun en sus mujeres páli~ .das y errsus moribundas; galante como urra charla de Versalles,llena de poderío amoroso.y caballeresco;}'•no digo tónita y reconstituye:nte,:porqúe no estarla bien. Los personajes deSonáta de estío no tienen que luchar con.los pequeñosincémveníeI!tes.q'uf!•para gozar de la vida a fauces anchas son las severas y arrugadas.consejas ddamoral contemporánea, y así su lectura~ amac ble.y da al ánimo solaz y recreo, En.estas ficciones bien halladas descansan los nervios de la tristeza circundante; u " • •; Es muy deadmirarhoy tanregoéijada disposición de espíritu. No ver sino fuertes y atrevidos brazos; sino amores ~agníficos en este paíS de las •trise tezas, es algo heteróclitciynada frecuente,, '" -¡.; r , ·' • • · .· . · Yo andaba. estos• días. buscando.'ª ello explicación;. y leyendo urr libro de cubierta amarilla anoté ell'e1cuadernito por mí dedicado. a tales usos que Ana tole Francedice d~ Bari.ville: 1«Es acaso de todos los poetas el que menos ha pensado .en la naturaleza de las cÓsas,y en.la condición de los seres;.Eormado su optimismo de una absoluta ignoranciá de las leyes.universales;.era inalterable y.perfecto• Nf porun~omenfo el arriargordela.viday.de la muer~ te ascendióia'los lábios deeste gentil asociador.de palabras».; Sólo así se.come prencle que pable!el señoi.Valle-Inclán délo. que habla en unos tiempos tan anémicos y reg~entarios q~e ni aun alientos quedan paralos·grandes vicios y loscrímenesgfaridés;. ·1<' ·-· '' . :: :: ' • ·.·. . : .. Sí: el autor; de las.Memorias: debMarqués de Bradomin es un hombre de otros siglos; una piedra de otro~'pe:ríodosrgeológitosque ha quedado ol~ vidada:sobre él haz'de la tierra, solitaria e inútil,a las·aplicaciones de la industria;. . . . .. .. . . . . . . , n •l Y;ho.sólo aparece de esta suerte errsu concepción o:no concepdóntnoral ddoshcimbres¡ sinótambiénensu arte; que tiene mayor semejanza con la de un o~febre que con lá de un litera to, tal y como por acá es la liten1tura: .a,veces nubl~ sus páginas~ preci1Jsism91Pero; sobre todo; es umu:te exquisitqyperfecto:vigila el artistadentrrndesu espíritu; con la solicitúd delásvírgenes pru" dentes; aquella primera lámpara de qué habla Ruskin: la lámpara, digo¡ delsa~ crifi.Cio:·1 .. • 7
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Parece que ~tieron épocas de decadenciaenque.unpueNo heredero de cultura sorprendentey enorme, ebrio de perfeccióny de refiriafiliento, enferirio,·acaso,! demegalomanía.comotodadegeneraciónariStocrática',·semostiódispuesto a.reminciar.los.goc~ sólitos y tranquilos y aúnlás ccisas necesarias por con5ti:uii: obras deirnaravilla;y asísaCTificába 5us riquezas y sus vidas en aras de la magiiificencia; Éste e5 el~íritu. de sacrificio: aquel ~úitu de furibundos anhelos estéticos no se,cuidaba dé querurra parte dela ornamentación hubiera
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de estar mas o menos alejada de la vista para'coilstruirla de maderas y metales ricos y completar en ella una igualfaborlenta y acabada; :;!i .. ¡Cuán1ejcis estos tiempos enqu.eun artífic'e•;vqkaba shvida; una interi~ savida de pítsionesybelleza, sobre lo más oculto de una cúpula augusta yper• durable!· Raros y extravagantes sonhoy•tales·artífice5:Y Y , · · ·' > .:Parece que en el siglo XIX se inspirabanias obras denuestros autores, más que en.un arte sincero; espontáneo; enpnigfuáticas oratorias yen hábi• les perspectivas de escenógrafo: ·Como.la creaciórnbella no era ya úria rieces!c dad expansiva, ún lujo de fuerzas, un exceso de idealismo, de fortaleza espi" ritual, sino unoficio,urrmedió de vida reconocido; estudiado, socialmente ·· · · · · estatuido,'se comenzó a e5cribir:para ganar lectores .. · Cambiado el fin de la elaboraciónliterari.a;:cambioel origen;•yviceversa. Se escribía para ganar; se gánaba·,: natural¡ taÍltofaás cuanto mayor número de ciudadanósleyera lo escrito: El compositor lograba esto halagando·a la mayoría de los hombres,: «sirviéndole.5 un ideal»,' qúe dirlaUnañiuno; dec seado por ellos; mas previamente creado por el público. Y•ello serVido fácfü mente; popularmente. Ya nb hubo quien adcirnára•sus pllños de encajes, como cuentan que hacía para escribir Buffon. El· gran esti]b había'muertci:: i Quiéri iba a detenerse en reflexfonar·un'ci:iart'o de hora sobre la colocad:ón•deun ad" Jetivo ala zaga de un sustantivo? iFlauberty Steñdhal: unhómlfrericciy•afi1 cioriado;yun de5deñoso,'. de•pluma iriactualu ·· •: •·:re ,r,, • . «Toda la literatura del siglo pasado--dice Remigio 'de:Gourmont~.res; ponde:harto perfectameritea las• tendendiasriaturalés de uria civilización deri10crática¡,ni Chateaubtjand;ni Víctor¡Hugo phdierciq. romperi.Iwley orgá· nica que precipita aLrebafto 'en:la•pradera 'verdegueante donde la hierba '.crece y donde sólo habrá polvo cuando pase el rebaño. Muy pronto se juzgá'inútikultivar un paisaje desthrndo a las devastaciones' populares; yhubb una literatura sin estilo, como hay'anchos caminos siníhierba;.sinscimbra y sin
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fuentes>>~-;,,:_-,-~_:,;tf:;f~--','_:,;:.·
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· '•: No séréyo, ciertamenté,quieri:afimiéíaquí¡;i1lpasar; queestt bienmuer" to d «bello estilo»\ Di quien llore·eseJcesáreo•cádáver;. Es ai;unfo. dé más lar2 ga diSqJli?ición,ypara disputar sobre els~precjso esc~cingar'pn;viamente y con cuidado la significación y la comprensión de unos cuantos vocabli:ís:a que se hán pegai;lomuqhas vilnas!idea.Sc '.lb :•:J::·•.<: J ,.Y,:díchó·e5to; éontiri.úo:;·:>::;;C1 ··,.cf1 ·1uL -i -<" · ,, •:Eldemóeratism~moha lo~adci escalar el:alm~1Téi:~gada'algunos siglos del señor Valle-Inclán; Sord.orhastaahbra:aLmeírns,.al•rumordelarvi.da próxima,'aúrnadoralos;éscudos1fainiliares,queévocan1eyendiisbidalgas, los hombréssolosquehacen huir, comoITgnacio deLoyóla·,iunafall~de sol~ dados; y desprecian·alos villanosy1a·las leye5;'guarda ·enla•memoria'lln
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recuerdo deslumbrante de.trajes riquiSimos y brilladores; de joy~s.históri~ cas y valoiadaserr ciudades;:de posturas• heroicas,·de'l~rg,os.apel~1dos so·noros que'scirr'cbmo ·crónicas; de toda fa ttamo.ya',' en fm\. soberb1.a; ~uan . tiesa y,archiV'ada'dela ecl¡¡daristocrática.rY toda~a balumba de sen~entos de casta y de vísiones'orgulléisas corre por su estilo yle presta andar~nobi~ l!si~osdeccantor·dedecadencias::.:·,:.:.:'' . .·· :c..;;.:·:·., '.·• ·: ;·.'. ., " .• «I:l!nina Chole1teiúa esas bellas arititúdes deídolo,cesa quietud estattca y sagrada de la raza maya, raza tananti~a; .tari n,oble, taru~t~riosa; que~ª~ rece haber emigrado del fondo de la Asiria ..'. »Y cuando dec1de'llrad01:nín VI~ , jar.haciaMéxiccii:«Yo sentía;levantars~ en ~a~~; como un ~n,canto ho)ll~ ricb :latradición aventu'reraynoble de todo rm linaje..Uno de ID1S antepru:aclos, Go~alo de Sandoval, habúi fundado eh aqµe1la5 ~erras ~l rein~ d~ Nueva G~.¡ licia; otro había sido inquisidor general, y to.daVIa el marques. de.Bradom~ conservaba alli los restos de:uri rÍlllyorazgo, désheCho entre legaJOS de.un ple1tmc.»' «Cautiva el aima dereligiosa•emoción;contemplé la abrasada plilya donde des~mbaicaron; a1,1tes quej:rnebJo álguno de la vi.eja Europa,:los aventureros españoles hij os·deAlarico elB.árbaro.yd~:!arikeI'.M?ro».Son estos párrafos de decadentismo clasicista, perlas prodigio.sament~:contr.a~echas. · : Páginas hay enSonatiide estio qriehab~án costado a su auto: m~ de una semana de bregar con,:las•j:>alabrasy darles i:nilvueltasr:HatrabaJad? muc~o; sin;dudá;j:>ara c;onocer .el:procédimiento·de 'compo~ición que ~a:la mayor~ tensidad yfül!i:za derepresentacióna los adj,e~vqs: •Valle-Inclanlos ama s'.11;" ceray!profundamente; pmralgunos mu~tra uru~erda~er? c~lto ylos ma_ne~ ja cori señsualidad; .cólocándolbs ~ vecesantesyotra5 ~espues del ~tru;tt\'.o, norpormerO querér,.sino:porqtie enaqtiella pos~ra,ynoen o~a, nnden ~o~ sti cápacidad expresiva y aparecen en.todo su relieve: los bar~Jª,l?s mul~pl~ ca ylos:acaricia: \ EnBeatrizseiee::«Lltmano'atenazadacy jlacadel:capellan levanto el blasgnado cortinón:'·;, «Beatrii súspiró.sinabrir,los:ojoq.: Sus.mangs quedaron sobre la colch!j:.eian:pálidas;blancas;ideales'y.trárisparentes·~:lai~»;:Y•e1,1 s.onata de otoño: i<6e exhalaba del fondo del a:rffiario.una fragarioa delicada:Y antigua». ¡Bella fra5e,en1pblvada que parecesalir:í:evolanqo de entr~los bucles de una peluca:blancal ·'\· ;; .. ·: .. . :.1T'º'"''i: , .. ,. ·: ', •. ·Este:placer-deuirir1palabras.riuevamenteo·a~~Illlj',1~eva·gu15a; es el ele~ mento Ulthrib!y:eLcfomiruiiité: de.aquí qu.etonfrecuencia se amaneres.u es~ tilo; I!erci; taml;>iénde 3qtlí{nar;e1tina rrnovación del léxicci castellano .ymra valoración precisa:delos,vocablos1 . : : ''' · . . _ ' n;~ ,, . . . ·· '"' ·. lncúba:las in:iágenes •ten.aZmente pará hacerlas 1,1º~irrlªs!~~·!:1 luna• dec rramaba'su luz lejana· e ideal como tinmilagrd>;.:Enoqaocas10n.hab~a.de las conchas prendidas enl!i' esclavina dé un peregrino« que tienerria patina 25
delasoracicines antiguasi>;y de un.«dorado rayo del ocaso que atraviesa el follajetriurifante;Iumlnbso y ardiente como la lanzá.de un arcángel», u.•Enesto delas éomparaciones es.muy curioso obsewarJainfluencia de los autores extrañds·sobré ~lseñor VaUecinclán; siri.que estdsean~gar.que.ha" yaninfluido de oti;o\l varios modos.;La·prosa.clásic~ idolatrada há sido poco amiga de esas asimilaciones, de esos acercamientos concisos.yrápidos,.y fiel ala tradición: romana,. ha.preferido ciertas comparaciones· casi alegóricas. Se recorren.páginas ;y páginas de los Esc;udero.Marcos, delos Guzmán de Alfarae che; libros eriáles de nuestra .füeratura; sin qué sea posible cortar ]a. flor de una irriagen;oPor.otra parte¡ la comparación genuinamente castellana, la que· tiene abolengo. en los clásicosyque.aún perdura en los escritores nuestros del siglo pa5add,es iina.éómj:>árac:ióniritégr'ál dé tódálaideápril:nerá que se ca5a con
toda ótraddea.segunda. ·
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•: •.•; Larazón;de esajngenuidad no osaré decirla, porque aúnsuéna máLai!ÍUo chas oídos que•se diga;.]as comparaciones castellanasson:filtegrales;porque nuestra litérat:µra,,y más aún nuestra lengua,. han sido principalmente oratbo rias, retóricas, Comó esto desagrada.iinpoco yno es piadoso desagradar a cono ciencia; no he de.decirlo!;. · · · · · • :·. í;. · · · · Pues bien;: el señor.Valle-IncláJi cuaja sus párrafos de semejanzas y emplea éasi éxclusivamente imágenes unilaterales; es decir; imágenes que nacen; no de toda fa idea;isiho.de uno desuslados o aristas; De un molinero queadelahtápor un zaguán: se.lee que eSr«alegre ye picaresco como un libro de antiguos decires»; delsenode,Beátriz;qúe\;:yenotrolugar: «I:atgos y penetrante5alari~os llegabanalsalón desde el fondo niisteriosb del palacio: agitaban la oscuridad;.palpitaban en el silencio. como.las alas del murciélago Liicifem:>f -Esta faena de unir ideas muy distantes por.un hilo tenue, nafa ha aprenfüdodé juro elseñorValleclnclánen los escritores,ca5tellahos:es arte extranjero! y en nuestra .tierra sé1iL raros, quienes: tuvieron tales inspiraciones; · . ,.,,:, ;;Enesé estilo•precioso·; que-se répité corr.cierta·duke;mohotonía,• que des~ prende un·vaho .de cosas sugeridas, presenta sus personajes y dibuja Sús es-' >'.• ''''"'·'·. cenasieLautdr.déestasMemóriasAmables.'·.•, •• ·:; ¡Losipersonajesh:.·.:flespuéS de lo.que.alcomenzathe dicho,fáciles'su: ponerlos ... Hombres galantes, altivos, audaces, que derrumbancorazones•y ddncelleces;.qúe peleany•desdeñan; amigos de'cqnsideran los •sµcesos de sus vidas con dertafácil:filósofía petul¡mte;.. Villanos liúmildes; ;áduladoo res;c de rostro· castizóy hablar antiguo.:. G:lérigos y fr:ailes·campanudos.y mú" jeriegos: toda una galería de hombres de avéritura,;toí:nados en µnátercéra pártedé sus fiSónomfas:de'conocimientos.del autor, y e#'las otras dos de los c:imilitas deilndias;delas.Memdrias de Casanova y Benveriutó y delasno~ velaspiCar~scas: Las mujeres. suelen:sér:órubias; débiles; asustadizas,
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supersticiosas y sin voluntád; que se entreguen absorbidas por la fortaleza y gallardía de unhombre, o damas .del <1Renaoimient0>>', de magnífica •herma. surarardientesy sin esérúpulos: ·: :• · ; '' · ·Tales sonla5Jiguras: entre ellas las hayfaolvidables; soberbiamente acuñadasiAql,léldo~JuarrManuel, tío deBradornínyseñor del Pazo deLantañón;.e5'unúltimo-señorfeudal·que se.quedaprendido-por.siempre en la memoria deHector; ·· · ,,.,,:¡; · ""' • • • :·;c.;No hay ningún ser vulgar eri estas novelas y encestas cuentos; todos son atroces: o atrozmente: sencillos o•atrozmente:voluntarios! Ese hombre-medio dé laliteraturanaturaliStá. y,demo'crática no podía encajarcdnsus pequeños deseos y smpard:¡t. vida.entreiv.istósos.ypintorescoscaracteres. •. · Lo' pintoresco: líe ahíimfuerza p:riincipal i;lelas páginas'CJ.ue.glosamos. Valle~Incláncorrede5aiado·a:la'cazá;delopilitdresco ensúsconiposiciones: Es el eje de Sú prodiléciqmme dicéri que1también lo es de:su vida, yyo lo creo. 1Pará poderatrapa:r e5aiposturagradosay amena delas.cosas y de las per.sanas hacefaltahabet.'viVidmbastante¡ haberhutoneado en muchos. rincones y'=l quién sabe?+--"talvez haber. tériidopoco.ariiol' a], hoga,r y,l;iaberdado.muchos bandazos por. esós curió5í5inios1Iltmdos:.:Yo piensmenocasiones por.qué causa lo pintoresco esí:al°á.desterrado·de la·litei'átura diplomática:Piensb esto cuando leo fos libros fríos;y.oórrectosjde•algunos escritores nuevos del Ministerio de•Estado que.alienta y 1¡1m]Jaraelalma de donjuanValera, eseDiosc Pmtsonrierite.ydego;í:¡ué'púdu'raenelyermó:jardínodenuestras bellas letras COJilo la!estatúa:blaricayrota deun'a ,déidad'geritílica;u ·' ·: • ·. '.h ; .i Para lograr eso; que es_ cómburuanecdbtismdde riisgós,niásqrie de frac ses; hacefalta·habér vivido;•cómo.·pará úngir de emocióna,las·palabrashace falta haber sufrido. Séde'.unamigb mío que:eramozó;felizy literato,:ypensaba esto;q1ié.yo ahora pienso: sabía que cultivar su espírl.tu para el arte no era sólo leeryanótar¡tql1e:efapreciso'e1Dolor que nos hace.tllnhumanos. Yyo vera.a aquel ingenuo muchacho correr tras el•Dolor de un, modo insénsato, mbdo desesperante. ¿No es curiosa esta nueva may el Dolor esquivarle de hetá dé;Don .Qilijoteln. i Perdónese la'e5capada a recuerdos personales.He asociado la n¡emoria de un amigo míb que quería, como Dickens, emocionar, con don Ramón del Valle-Inclán, que no emociona ni quiere. Sólo en Ma!pocado, unas cuantas líneas definitivas conmueven al lectot El resto de la obra es inhumanamente seco de lágrimas. Compone de suerte qúe no hay en ella nada de fresco sentimentalismo, ninguna página libre a una inspiración de última hora. El artista oculta celosamente las amarguras y las desgracias del hombre: hay un exceso de arte eii ese escritor. Llega a desagradar comó úri señor qué no se descuida nunca en el abandono de la pasión~ del cansancio o del hastío.
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- Tal es ei autor de las Memorias del Marqués de Bradomfn. · EstiliSta original y al mismo tieriipo adorador de la lengua patria,iadorador hasta el fetichlsrno; inventor-de las ficcionés novelescas con más raíces en una humanidad histórica que-en la actúa!. Enemigo de toda trascendencia, nudo artista y trabajado creador de.nuevas asociaciones qe pal:ibras; Y estos rasgos pronunciados hasta:la exagen1ción¡'hastil elarnanerarniento .. Por eso, corno todo carácter excesivamente marcado y exclusivo, corno todo intenso cultivador de un. pequeño jardíh,Ville-Inclán tiene muchos imitadores. Algunos hari confurididmo asemejado su arte con el de RubénDario,:y entre arn~ bos y 1os sirnbolistasJrance5es !;ian ayudado a escribir'a unnúrnero·cori.síderable de poetasy:prosadores que·hablancasi.!ornisrno uricis que otros y enuria lengua retorcida, pobre efaágilaritable, Y e5drábajo, deardiente.peleár con las palabras castellanas para
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Sise•ha drarria de do. de alma que llevarnos de ordinario al teatro; más vale quedarse en.casa:- las palabras•de esos personajes pasarían esc'urtj.endo sobre nos o trbs¡ marrnorizados,- endureddos podas choques gi:oseros·dela ví\ia:·Es predsb,prépaiarc se para;oír ]ayeelle, Aglavaine et SelysetteyLa intrusa, recoger él espíritu dis" persa y.debilitado,' colocarse más allá de la vida momentánea: acaso· cierto refinado gustador.de l¡¡s bellezas leería'imtes algunos capítulos de Santa Teté" sa, Novalis, Taulero10 Ruysbroi;:ho; algunas de esas páginas que•haqen.víbrar el cerebroynos recluyen deritro de nosotros mismos._. • >' -, • Vamos ::¡ visitan rihnmndó desconocido, de1 cual;' eri ocasiones; ·hemos lc:\grado atisbos; en los momentos de angustia rnde alegría:ingei;ite,cuandolos nemas· aguzari'SU: sensibilidád_y percibiríamos el ruido de unahoja .que cae "' r· deunátboVa.gratl.distancia;denosotros'. ·"'';,'de•' - --La ciencia moderna habla de telepatía,' de sugestión; de· fluido sirnpático,.d!! fakíris'rno, de fenórnénos·hístericos¡¡, Todos esos' son nombres.desgarbados de fuerzas y de acciones extrañas que, a lo mejor; semuestran en la vida rodeadas de lairicornprensibilidaddellrriilagrouHay quien lás llama algunas vec¡!s'«corazonadas>" Vamos poda'cálleysllbitarnente_~e en" cararnaentrnmiestroscpensarnientos. el recuerdo:decalgúien·a quien nb hemos Visto hacecmuchóycuya existeneiano nospréocupójarnás. ¿Porqué ese salto inmotivado de:urirecuerdo ?•Seguirnos ándahdo ya los pcicos,pa" sos nos detenernos: ese l
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nuestra alma con los «cuerpos>; de fas ideasrriás vagas, de manera muy semejante a las excitaciones físicas: hay en nuestro espíritu turbación inmotivada, ansiedad, que es con:i.o la espera de «algo» grande que va a llegar, que ya llega, que se acerca trepidando ... «Algo, algo»: es la única palabra para decir esta cosa ignota e indeterminada que flota sobre nosotros, porque es la única palabra que afirma existencia, sin marcar límites, sin poner un nombre. Mil cosas pasan en nuestro derredor que no acertamos a explicar: nos envuelve lo desconocido. Podrá Ja agitación y el ruido de la vida cotidiana acallar esas voces indistintas que nos llegan no se sabe de dónde, porque en esa existencia atropellada y resonante hasta nos olvidamos de nosotros mismos y no oímos nuestras más íntimas ideaciones; pero en cuanto nos quedemos so, los se erguira·a nue5trd lado el . nos acosara,nos atormentará, mutrilurará en derredor como un enjambre de abejas'invisibles, y eh el paroxismo del su, fririliento o· del gocenotaremos una llamada, uria sugestión que nos da una notida; que:nosrecuerda, que rios previene que·va arpasar algo.' • •· 'e ¿Quién podrá negar Ja existencia de e.5emisterio. que.va dentro de nosóc tras, a'nuestro1ado? Mérimée,. tal vezoelhoínbre más·frío; más pausado, menos propenso por Su alma rígida yru•materiilismoa adrnitir esteinás allá dé la conciencia;; si bien sonriendo ;;pregimtai ((¿Qué demonio· de lengua se ha" bla en sueños cuando se habla una lengua qué.no entiéhdeuno? »!·Existen provincias dé misterio en nue5tra ahnay en nuestro derredor; que apenas advertimos, semejantes a tapice5 maraVillosos de Ios que sólo. podemos vei el revés de grotesca hilaza; i , · · ·,," · ,¡, ·;Y es qu_e existe umividaque está bajo la conciencia::, eniese'oscuto retine to inexplorable alientan instinto~ que1no conocemos; allí llegan sensaciones de que.no nos d¡¡,!Jios cuenta:1en élserealiza·todo género de operaciones fü · siológicas y, psíquicas de.las .que únicamente percibirrios· Josre5ulta:dos; :'Ira" tamos de·ha:llar la sohiciónde,un¿problemayvanam.ente torturamos el ene tendimiento:. desesperarizádos; abandonamos .el trabajo y divertimos la irilaginacióñ, Cuando menmi podríamos suponerlo,:laluz se h:'1ce y el proc blema se halla resu,elto: ¿Puede teher otra explicadón esto, que admitir la:exisc tencia de una labor análoga a la intelectual, a la consciente, verificándose callada,.bajola1concienciá?·, T ' -,,,,.,,,, · .,, ,., · ""' · f'Ésta es lateoría de MaetECrlinck.' «Gu\[ndo .tenemc¡s ,algo. que.decirnos realme,nte' irilportante, nos ·hallamos obligadosra: callamos». ;1La palabra sólo 1
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puede expresar co.sas limitadas; conocidas; es' decir, muy poco interesantes; Nuestros más horidos sentimientósy. deseos, nuestras másadfilira. bles concepciones al 'ser dicha5;c6n;vocablos pierden toda susiriceridad, su . fuerzay.stl verdad!_¡ Por qué, otro camino Maeterlinck cbnfim¡alá frasemali~a de H_arel!; «La palabra:ha•sj.db dada al. hombre'p!\ra,ocultar-sus p'erisannentos>hi· 1·;¡·;
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, En los drarrias de Maeterlinck dextepción hecha'de M01111a:Va1111a, que no·perteri,ece a la manera genuina del autor belga"" los personajes saJn:i.o" dia-¡;rfrases cadenciosas,,tenuesysencillas hasta.parecerinfaritiles: lo que estas frases diceruno tieneirnport¡µicia:.soniesbdzds deideas;ra±onamien• tos vagos exptes~dos en:formaprimitiva; Las.visiones;magnífictas están al margf!I\:·Cadapa1abra,e5-una'.5ugest::i,ó'n; cada dialogo es uha llavé de oro.que abre eljardín, de, lrnfsueños;iclreino ,del rriistério ante.nuestros ojos, m~" drosos.-:-::i::J:..:1.i\c;n1;:
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, , '.'. '«Hap1ernos'.~ceiAglavina~.corrio seres humari.os,;comd pobres se" res huínanos:que hablan como ,puederi,r cortsus· manos;• con,sus bjos',,con sus ahnás;. cuarido.quieren:dec;ir- cosas más ieales,que las·queias palabras pued~n alcanzar.. ;» .Esas é:osás:que:están;más;allá.de lapalabray acasó:más allá del pensamiento,•.ECSOS vagos, instintos inexpresables: esas suposiciones irilprecisas,derque está.·acaeé:iendo en. derredót:nuestro algo que ho conocemos; que-eil'vano intentaríamós cbnocer, esas.esperas de'advenimientos misteriosos, todas,esas·fyerzas, e'ru fin,,cque echan sus sombras por encirila de,rnies tras vidas; :permaneciendo. ellas ocultasy son:Jarmateria ddos:dra" mas de Maetetlinck. El amor, el,dolór,.el misterio;la muerte,,elporvenir, la fatalidád, mueven direétamehte sus figuras, y a veces,. como en,« La intrusa», cruzan la escena, oprimen una puertay van d~jando a su paso. mudos los. se¡:es;•Poco rtienen que rhacer 'aquí1el. oídoiy las· pupilas;- para adormecer" los;ieste t,eatroles ofrecefotrilasatriloniosas y blandas;' charlas de ritmo soñoliento. Esta vida; que.no.serea:liza en:el tiempo rniien el espacio, no es per" cibidapodos sentidos:: Jas:enttañas¡rlos músculos yisobre todo los rierviCis¡ son· quiene51a entienden y.reciben.' Por,eso puede habl,ars~ de, los c¡ramas derMaéterlincikcomCi de'Cibrasrriusícal.es.El pbrtado12estéfico·de laimpresión ha sido; como .en la músi!]a;rreducido a Ja ménor•cantidad de ma" teria. «Delante de la música estoy como un desollado' vivm>:-;2-exclamaba Malipassa:r¡.t.' Malena, Aglavinai Selyseta,' Melearidro ;' lsalina;i ·Tuitágiles ... Éstos son los nombres deJos personajes:: nonibresrsonoros;iaéreos, sin Pª" tria niedad,,C[ue,ra lo sumo, traen1una débil recordación de héroes caballerescos del ciclo carolirigio o delrey1Attús:.Bajo. esos rionibres hablan, gimen y se besan; hombres; mujeres·y 'niños de1ahnás primitivas; rcriatu~ás simplificadasque .tienen el espíritu afiar de pieliy:vibran al ser rozados. poi las 1
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alas milagrosas del placer,. del dolor; dela fatalidad.'Para damos a coriocei; a· Aglavina;nos dice sólo Meleap.dro•que es: ~ cierto día errque·smtiendo•como si los vidrios•que estaba· puliendo huyeran de sus miinos;:alzó los ojos in\Toluritariiú:rienteyNio cruzarclpatio.de la casa a Clara María;aqueUa mucltachafea,:angelicalfamorde,sus•díáS.··,···' '' '··• • ·· • r ·Algunas de esfü;• c6nsidctaciones•podriandát a nuestras almas el'tono de las ,creaciones de Maet~rlinalpCori'esta:pn;paraciónse.gustarán'sus
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bellísimos diálogos,•abiertos conio claraboyas sobre lo desconocido. Pero una vez satisfechá esa curiosidad estética, conviene olvidarse de todos esos mis. terios, de todas esas vaguedades, sugestiones y formas imprecisas, conviene · guardarse, en fin, de lo que un pobre loco de Sils-Maria llamaba «alucinaciones de Tras-Mµndo». · El Imparcial, 14 de marzo de 1904
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.EL ROSTROMARAVILLADO
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Lavillégiature se lleva a los ciudadanos de las ciudades y los deja en lugares rientes donde el estío abre el arca de sus secretos. ¡Pobres habitantes de estas urbes opresoras, siniestramente mudas, que son para el alma como gigantescos plomos venecianos! Los miSérrimos urbicolas se encuentran al llegar al campo, a un campo lejano e ingenuo, desde donde no se oye el resoplido de la cilldad, con tantas cosas rtllevas:.; Por ejemplo: ima noche estrellada; esta grande alma de una noche limpia es un descubrimiento, un hallazgo desconcertante para quien vive diez mese5 prisionero en Madrid. Madrid no tiene noches ni estrellas y es en las horas noétumas círculo trágico, cómo los dantescos, en que han cesado casllalmentelos quejidos de los eternos espíritus dolientes. No se mira en ellas al cielo: se ecba a andar por las calles que con las torvas luces de los faroles parecen rodearnos de odio. En la sombra de un recodo se entrevé, acaso, la disputa de una pareja. La mujer desarrapada sacude nerviosamente.unos brazos largos y escuálidos, como sarmientos. El hombre calla resignado e inmóvil; entre ellos, se supone, vibra algún drama horrible y sucio. Todas estas cosas son opacas a las sutiles influencias de la naturaleza: por eso se las llama prosaicas. En el campo las noches tienen poder supremo, voces que halagan y estrellas engañadoras que parpadean como si hablaran ·can nosotros: las campiñas tiemblan de placer bajo la maria del vienrecillo; las plantas se van muriendo con sus colores que se disipan y la luna se alza con suma delectación sobre ese abandono universal como un alto y plenario perdón por todo lo que está aconteciendo en la tierra. · . Las vírgenes prudentes qu~ han abandonado sus moradas seguras de la ciudad, deben precaverse no las sobrecoja el diablo del estío que corre por los campos al venir la noche yrealliia mil picardías en los sótanos de las almas. Tened cuidado porque hay emboscadas de incitaciones en el aire y llegan caricias peligrosas en cada esquila que suena, en cada hoja que se estremece.
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· Ycomolas noches; las tardes y las mañanas sori temibles en las huertas y en losjardines: Recordad ajustinála Santa; en El Mágico Prodigioso, quesien.teuna sublime.quemázóninteriorcoritemplaµdolospámpahos·retorcidosde .las vides." ·· A i•D :et· · · Todo.c6nspiraiarquebraí:.éLvidrio de serenidad enqueteriemos prisio~ nero.eLsenÍ:imentiilismo, nosotros,,hombres y mujeres ciudadanos;rmuéhos deseos nuevos se despereiart enJlos cora>;ones de las muéhaéhas'yma·satros mismosnos sórprenderrios máS.niños ymás exigentes; ,,, • ''' · He obse.niado que¡yendq dela ciµdad ál campo,rse gana en.sinceridad, sobre todo las mujeres. · •• •· ,.. •Ellas escúch\ill entorices'las palabras é¡ueles diceidas cós'a5; y por encimaddo~rrefililgós dela equcaciórryc,dé his·costumbres urbanas; van dejando aparecedasririquietudes;losaliogós)os tímii:los clamores que llevan ,corige" l:ídós en su pecho.. .... r , " ·, . . · · ·' .. ·' '' , Si en España'fuera lavida menos parduzca,.me~osseveray dolorosa,rn:iáS sincera y ágil, en una palabra, más vida, veríamos los semblantesforhe\únos en estos dias'.y estasnoéhe5 exuberante5 moverse' de aquí parará,Úá•sofüe los camposylasplayas de veraneo conlós ojos muy abiertos! esp~iérido sedientas miradas¡ •con:lasb'ocas frescas hablando sensibléros··erligmas¡rcqnolas· orejitas pidiemfo oírlo fo do ;temblando almerior ruido cómo las de las corzas qui; hayel1laCasa de·Camp6: ,,..,. · · i ·••:.•;; I;;-,1;•·::• ,.,, ,,¡ '"'"" ·• "'' ·; • L·Ayer; leyendo ,un huevo libro francéS; heJperiSádd qué •en ESpaña•no se podráhacérvida•noble eíntensa rhientras las müjeresrespañólas no tengan el valor de ir por todas partes coh eliH··r " ,F · ' 1·:-: '.3!•
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· Asfse titula e!Jlibio: El!rost+o.mdrávillado: Su autor es'la éoridesa·Mathieu deNoailles: Sólo sé'de ella;cuarronotil:ia5;yno es poco:> que es mujer; que esjoven,queesguapayqueés•gr:iega::rn irr; ,, · ,, , ,. . ,, ! >.'''" · 'Actualmente;· lasmujeresv~n' ganandoén•Franl:ia a !Os hómbresiosprimeros puestos éomo esciritores; fa!razón es muy
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que.pesa: sobre los hombres, ominosa, cruelmente, y sólo han tomado de ella una visiónlibétrima;:helénica,de la'viday los instrumentos artísticos más perfeccionados, En su cabeza, que por.dentro debe ser.denácar;.oalgo así, iric sado, luminoso, exquisito, pero duro, por fortuna no ha podido ·anidar el ave oscura delcriticismoni ahincarse eherrirlta de.laritoanálisis. ¿Ci:ómb I1o han de ser creadoras? Sus obras no seráI1 eternas,, no se construirán en bronce: o en materiamás'perenneque el bl"011ce, pero sordas úlÍ.icas·e,ntjue, a través de una forma modernísima, acicalada; preciosista:si'se quieré,csechallan voces sine ceras; algUna que otra lágpma, algún que otio grito,cpecjazos jugosos .de vida • . : : "•' · ! • : aceptados en bloque, sin discusión ni sequedades. ·Así es el: libro de lacbndesaMathieu deNoailles::despriés de leédo nos quedala.impresióI1 de qrie hemos liebidouna:copa deleche:blanquísimay burbujeante: Lasfrases,séyerguen de'sobrdas páginas:grácilmerite, corr la sencillez de las visiones primitivas, como las imágenes .de Homero ydé la Bibliá, cómo espigas, foinbpalóriías; como coluínriifasdehunio; tomo cho-
rros' de:fuerite.
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· . El espíritu: de estatp.hjer grieg~ cleb~ de· ser valeroso; decidido,y tan hamc briento. de vivir qu~ abre los'brazos a la vida que llega,. sin reservas,' sin suspio c~cias, sinpregunt¡¡rla si esbtiena.o rriala:iséácercana su:almalas.emociones; plácidas·una5, otra5 repletas.de sufrimientos,: otfas C:argadas:con fortuplis .de goces, y todas la encuentr~n a.gradeciclR,fácil y con eL
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«Hay momentos en que tanta alegria reposa en derredor, sobre todas las cosas, que me detengo y las escucho. »Los armarios en el convento dicen: "Estoy .lleno de ropa blanca y de tomillo y también estoy aquí para que amontonéis silencio y felicidad ... " »Los.pozos del jardiI1 dicen: "Estoy aquí redondo y profundo, para acoger felicidad ... " »Las puertecillas que chirrían y están recién barnizadas y la blanca escalera y las ventanas color de rocío y la clemátida, piensan: "Estamos nosotros aquí para que la paz circule, vaya y venga, suba y baje... " Y parece que hasta el menor clavo de la casa rebrilla al sol y dice: «Heme aquí para colgar felicidad, felicidad .. .>> ¿Cuándo sentirá amargura esta mujer que arranca sonrisas de cuanto la rodea? Tal vez nunca: es invencible porque tiene el secreto de abrevar las angustias de su cuerpo en el torrente de su ahna, nunca harta de existir y de soñar. Ahora que hay tantas mujeres ciudadanas por las campiñas y por las playas; ahora que pueden algunos instantes permanecer arrebujadas en la soledad y en el silencio, deberían éultivar sus ensueños como flores de salvación, y al llegar el otoño y con el otoño el retornar, dejarlos caer sobre los rincones de sus hogares entre los pliegues de las cortinas y esparcirlos por las mesas y junto a los lechos. Isabel de Baviera exclamaba: «Nuestras casas deben ser tales que no puedan destruir las ilusiones que de fuera llevamos a ellas». Sé que muchos hombres sienten un frío de desolación al entrar en sus hogares porque allí escuchan con más claridad que en otras partes el ruido torpe, mohoso, chabacano, que hace la vida al girar sobre sus goznes. for eso ahora, mujeres, debéis cosechar los haces de anhelos en una existencia más libre, más alta, más intensa que el estío de los campos y las playas arrastrará por vuestras almas, turbándolas, como el viento riza un agua dorfuida. Desgranad bajo las estrellas cuentos prodigiosos, sin miedo, sin hipocresías, con decisión de conquistadores. Una tilde de imprudencia sazona la vida. En España somos prudentes con exceso, y así tan tristemente nos va y así nos pastorea don] oseph Prudhomme. El cual, volviendo su ancha faz paniega al cielo de la noche, sólo piensa que las estrellas se parecen mucho a las condecoraciones.
El Imparcial, 25 de julio de 1904
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BABEL; BIBEL Y" BEBEU, ·
I-lac~;pocd ~~ deún añ~e~i¡rr:perloalerná~: e~c:yos··co~es.~ose'pone el káiser, retembló ante' la aparición de•unaObrafo'rrn:idable,·o rnáS bien de una serie de tres folletos titulada: Babel yBibel. Su 'autor; el profesor Delil:isch, maestro en asiriología en larU:iúversldadde Berlín;.hornbrede·esos para quienes nada éS suficientemente viejo, demostraba con rédundante•evidencia qu'e las tradiciones fundamentales dela Biblia prdce'deri, corno dela madre el hijo; de la remota y protohiStórica Babilonia. •Miles yrniles de·ejernplaresfoeron consurnidos·hastaUegar al sesentay•seis rnillar.·Yeljuego de' pafabrasde'l sabiotxofesor ha quedado por sienipreen•eluso delalenguavulgar parasigc nificarlo que en elAvapiés llamarnos i
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donación del doctor Abel a la libre palabra no ha permanecido estéril. Allí se ha celebrado la última Dieta Socialista. Y aquí entra Bebel. La figqra anciana del jefe de los marxistas alemanes ha salido, a vuelta de las discusiones, ennoblecida y exaltada como nunca. Su discurso duró unas cuatro horas; mas, a pesar de ello, fue un gran discurso, y en medio de aclamaciones se decidió imprimirlo mancomunadamente y destinarlo a la propaganda. Lo cierto es que se trata de un prodigio de habilidad oratoria. Los socialistas alemanes crecen y se multiplican, como si sobre ellos hubiera caído una divina bendición; en 1874 contaban sólo 350.00Ó votos, hoy tres millones en números redondos. El partido se siente bien, robusto, recio ¿Qué cosa más natural que desear abandonar los medios lentos de combate hasta hoy usados ytomar otras armas de más alcances, de tiro ráj>idi:i,:definii:iviis? Lajíiventud socialista, compuesta de cabezas espumosas como un vaso de cerveza bávara, exigen que las grande¡; batallas comiencen y claman por que se act¡erdbel.emplei:i de la huelga gene~ ral;,especie de terremoti:i.político.'Deotrolado, los hombres.viejos y sabios del partido;los Heine, los Kautskyyaciiso end fuero íntimo el.pri:ipio.Bebel; no ven los horizontes tan limpios, ni tiui.sedoso el momento presente: recientes discusiones entre los.principales órganos del partido (ELTieil1po Nuevo; con Kautsky,la Revistamei1SUalsiJda!ista, conHeine; el Adelante berlinés yelDia+ 1io popular d~ Leipzig), en que se·ha llegado a duras.palabras, y sobretodo han aflorado hondos odios; révelan.que aún esos tres millones no son cuerpo ho, mogénep; asimismo; las agremiaciones calañesas; delas que fotmanpar¡e muchos socialistasrse muestran poco amigas dela huelga general, siendo de ad~ vertir que sobre estas agremiaciones; en gran parte católicas, espera la Democracia Socialista su futura expansión. ¿Qué decir, pues, en tan dificil situación?·¿ Rec negar de la huelga general? Imposible, porque,¿ quién .duda que es el Deus ex machina de la acción comunista? La única razón que para rechazarla habría, se~ ría declarar al partido en un estado aún no bastantementeimaduro para usatde palabras mayores: Aceptarla lisay llañament~, es invitar: aun inmediato.
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Bebel es un gr!lnde hombre,fcolilo en la asamblea de profesores de economía y de grandes representantes del capitalismo celebrada en Mannheim . faltó todo, se quedó en Babel y Bibel. Schmoller, Brentano, Weber, Kirdorf, . Tissen, etcétera, se reunieron, disputaron y se fueron por donde habían venido, quedando rechazada la propuesta del presidente Schmoller, el ilustre profesor berlinés. Versaba ésta sobre los Carteles de las grandes explotaciones (es decir, las que pasaran de 75 millones de capital); para Schmoller no ofrece duda alguna que el único porvenir económico está en las grarides masas de capital, aunque éstas apaguen, dado que no imposibiliten la concurrencia. Para Kirdorf, director del sindicato de carbón y acero del Rhin, lo elemental es la concurrencia. ¿Por qué? Porqu~ el profesor Schmoller, siguiendo la lógica de su razonamiento, deman.da la intervención legislativa del Estado en los Carteles. Ahora bien, Kirdorf e5 representante de un Cartel, luego le tiene que parecer mal la intervención legislativa del Estado, llegando a afirmar que en tales condiciones no asumiría él las responsabilidades de su sindicato y se retiraría al monte Aventino. Como veis, lectores, estos asuntos de din~ro terminan siempre en'cuestidnes personalesL Unos diéen qué si; otros qíie ni:i ,yfaltá Bebe!, elrespetadoyáncia'no Bebel, quecoñsus alforjas debuell!séntido.sobre la caduca espalda toma el caminico de en medio, que es el camino rea1. Firmado A.; Ellmpardal, 27 de oc~bie de 1905 'l '·
to:llenardealegríalos serriblarites:
*** Desde la una de la tarde están acordonadas las bocacalles de Unter den Lindeny todo el tránsito oficial. La muchedumbre comienza a hacerse
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compacta: .pára llegar•a Ia estación de .Pot5dam;que es donde desciende el rey. es preciso dar'un gran rodeo. Muchas casas tienen tapice5 en lasfachadas: pero -lo qué,n;¡ás,ab~ri.dá s·on bander¡is;bande1'as deJodostamaños y formas, es-pañolas; brand~mburguesas,drriperiales,,;yno.hay donde tornarla vista que no .se vean volar. soHre!fondoscvivos. águilasmegras,, desplumadas, .con finas lenguasrojas.r;; ,. "-'''"• ¡:;•;.¡y. ''"' ;: .• '.,.;,, . ''· . ; 'Entrarnos enla estadón:·Elandénestá solitario: sólo;unos.policfas :vany vienen y guardanllj.S puertas. Desde una ventana podemos ver, al tierripo'que nos.-hallamos en elandén;1á parte exteriotpor.doride ha_de llegar el káiser y los altos dignatarios! Pasa el tiempo:.Ernla extensa superficie del andén vacío se advierte una manchita roja: es la alfombra donde ha. de poner el rey espa~ ñolel-piealabandonar_eLvi¡.gón.;¿;srr' '''' • ... •;;·,-¡¡,,¡ • :-, _ . . . . .,Un generaldelimperio entra: sus espuelas tintinean: va envuelto en unblancm,capote y,lleva•sobre-la-cabeza: uriblanco plumero.Avan;za; re~ trocede;.pareceraburrido y.perplejoyalolejbs;hace•pensaren uwenorc mepájam•blancb que.ha;perdido su-ruta; Poco después llegan tres viejos almirantes y luego un príncipe de Würtemberg y un tropel de generales también.blancos .con negras polainas•dehule, y;'Ün;hijo.del káiser; recio mozo, gallardo c~mo;unátleta; El andén'seva genando;.Ias puertas vomitan úniformes. Entra:la;música del segundo regirriiento de.la Guardia; ,Por fin, se oye un hurra.que llega de la, calle, y entré. pañuelos qu~-revtielan y ¡Hoch, hoch, hochl ,-pas¡i.él,•kái~er, Guiilerm() .eri su; coche, a galqpé.-Al volver:al andén-la.vista sólo .verrios•larriancha gris y blanca deJas.capas mic litares y cient~s de águilas dé oro p'osadas conlas alas abiertas sobre cascos.lúminosos; • ·· · · :t-' . .. ! . -
-Sepercibeun trepidar.lejano ytinas voces deatendón;'Eltrenpenetra en la cajáde;cristal de;!~, estación.:, la Marcha-Real llena de aire con sus notas, El convoy regio se detiene y una portezúela se abre y un.pie brillante cae sobre eHelpudórbjb:1Es1elrey:deEspaña; eLl<áiser,•vestido de.coronel del regimiento deNumancia,!.da 1lfrpa5o;hacia.adelan,te: donAlfonso¡;con traje de coronel del regimiento•qe.Ulanos1de.Mágdeburgo da ótro paso ha~ cia adelante. Los dos monarcas se abrazany el alemán besa las mejillas del eSpañol.·J·'.an.:·)i·1ud . ul . _. ,r:.> ,J.·),1h~-:'i. ; Momentos después, el rey pasa revista al segundo regimiento de la guardia: se le ve saludar militarmente con gesto emocionado. A poco, al través de la ventana, vimos pasar los coraceros de la guardia, cuerpo escogido, cuyos soldados asombran por el tamaño ylo gentiles. Tras ellos, en coche a la
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NOTAS DE BERtiN ; -' • ;. - ;:
Firmado O., El Imparcial, 10 de noviembre dei905 .
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acaso tenga ·una tienda de cigarros o .de Delihatessen-y una.moza, casi una niña, una de estas Gretchen, de estas Margaritas dulces, tibias y hacendosas, lerespondió: «No es casualidad, meinHerz, lo traía· el rey de España en su equipaje». En esto,la plaza sé ha.cubierto de soldadbs;;dejayanes con abrigos grisazulados,.con plurrierosrojosyblanccis.ert los.cascbs.El·baldaquínhá deo saparecido. trasla.s filas: No •vemos al káiser y aLrey cabalgar hasta.el altarck llo, .dondé fueron:dlavadas: las banderas; No oímos que dos clérigos; uno protestante ylÓtro evangéliéo;:preparabanlos ánimos delos reclutas al•voto heroico:.• Pero:súbitamente.cayó un paño de'silendo sobre.laimultitudlj ünil, v:oú1er:vios~, forilida; se i:Jyó.v:agame!].te.alzándosei.comi:J . unehumo. de reli" gioso sacrificip ..El káiser hablaba:· Al. áoncluir, dando a' sÚ·vozJa fu~rza de una trompa wagneriana; darrió•tres hurras al rey de España,·.qtierodaron por los batallones cou un resonar bélico. Van pasando los. rubios gigantes bajo las banderas y cada compañía; ailavoz de mando, prorrumpe en una trágica palabra dejuramento: . '"'' , " ; ; 'i '-'' !(f) ;
Durante.el·paso del rey' porJas,cilles ha sido vivamente saludado: Dícese que nunca el pueblo há mostrado tanta simpatía por un rey huésped. Yeso que las.rígidas costumbres.de la corte alemana mantienen siempre a los via" jerosaugusfos en un programa severo de fiestasy de solémnidades. "
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.Firmado O., El'Impareial; 11.de noviembre de 1905
UNA FUNCIÓN DE GALA
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i',:: ELTeatro Real dela Ópera estaba engalanado con rosas; guirilaldas erdar"
gas ondas decorabarula fachada; rosas habfa.en:la embocadura del escena~ río, rosas caían 'ddcis•antepechos delos palcosyel enorme delos soberanos estaba-cargado_,derósas.:;:·1il~1:
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;,,ELpatio de butacas está lleno .de·uíúformesl:los•jiaymilitares·rojos y azules :y'blancos,.los hay .palatiilos•de:oró y deiplatal.lndolenterriente apbc yado en· el respaldo:de.i:ma butaca·está•un ca¡:iftánh,úngaro ao.n su gorro dé astrakán al brazo. y su.bellísimo uniforme.,,q.ue recuerda .el:traje de.Pepe" Hillo. "' ... · :.d.• I' .
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· . En los.palcos.principales, como una'galería de retratos antiguos, véase las altas.damas cortesanas; sus. trajes son de tonos suaves;rosadps o malvas o . ligeramente.amarillos; S)lS rostros.y sus.mejillas. carrninadasparecen realmente . sacados de un cuadro .delsigló XVIII; de esos donde todo se halla en un mismo plano~eluz.:: k .• ''· · Unos embajadores chinos en las cúpulas.de sus gorras rozan el terciopelo de las cortinas dela puerta.-¿Hay algo más entretenido que el traje chi" nesco, donde florean jardines de flores imposibles y animales 'equívocos que acaban en plantas cuando•deleo!).es iban para pájaros? Los dos.chinos, con su5rostros convexos,mirarui.laplateaconlentosojos.. •,: . . ·•Cerca de•mí hay. dos· turcos· CO!]. dos "chechias airosas, y a su'lado un a~ ciano de revuelta melena, cuyas pupilas,. al' través.de los lentes; .miran como desde profundidades de siglcis:.Éste.debe seriunprcifésor de historia; tal vez Delitzsch, el asiriólogo, que ha presenciado fiestas en el palacio del rey Assur, dondeesclavas'india5bronceada~·bailaban ehtrelos foros alados, con cabezas de guerreros barbudos. ¿Podrá extrañar que el profesor no se fije en nada, que sus miradas recorran las hileras de rosas y se pose al cabo, indiferente, sobre el torso blanco de alguna joven duquesa, que para él no tiene atractivos pare que no han pasado sobre su tez dos mil años? ,,• En esto el señor van Hülsen, intendente de los Teatros Reales, aparece en el palco vacío de los soberanos. Considera los rumores que se alzan' de1·parquet; y el vivo fropél dé· colores y: de.relampágos· que saltan de cascos;y sables;Juego d.e breves momentos, da cónsu granbastóii: dos golpes eri elsüelo: Todo el mundo·gtiardasilenci6; óyese; acaso, eLchdque di; una espuela con el pavimento.•El rey se, adelanta entonces llevando a la em" peratriz·del.brazo; la dama,tiene,un hermoso cabello.b1anco y sobre el vestido amarillo swróstro se levanta .con· una; gallardía su¡:ireil1a; sus pupilas brillariyloslabios soilrfen históricamente.· Don Alfonso ,hace a 1a asamc blea• .tres•prcifundas reverencfas1y perniímece.tln niomeritó per¡:ilej o mi" randa las molduras de los palcos altos, entre lás que asbman.-niillares de ro?t±os.curiosos.:o_:· -;·;:;.--.:: ;.:;·rr:J · _r. El Césareritra corulapriricesa; Federii:o·Leópoldciy tras•élsus.hijos y otrospríncipés: Es urrinstante solemne;, A túdeve•gesto del káiser se alza el telónyp"aí.lsadamente.queda el teatro a óscli'r'as. •,,. .. •. · Goppelia es eléspectáculo quese ¡:iarécemás aLBarbero de Sevilla; la misma alegría:llena.•de sal corwpor.ambos; Ia misma burla 1de todo lo serio, de todo.lo grave; ·:: p •: · · : •" •'Y este. buadro.d~ corte que i:¡u~da apun~ado 'se: completa ciou est¡i reprei sentación.galantey regocijad¡i,; donde las.ideás s~ d¡¡hzan y las b~ilarinas.ha" cen madrigales sobr(!,la.puntadésus piesLCopelia.b\(ila:conl)lovimientos
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rígidos en tbmo del viejo' artista dealma embnijadayla música de Délibes envía al aire coros de bailarinas invisibles qtmhacen trenzados,burlones'den! tro de la fantasía.¡ Y en la oscuridad delteatro; en'elpalco imperial la faz de mármol de lai emperatriz tiene como ún'débil fosfote5cer. ' En el entreacto, ambas imperiales personas se inclinanhacfa,ehey Al" fonsoy le van nombra11do noble5 s~ñoras y hombres ilustres; la emperatriz señala con unabariico blanco y don ,Mfon.56 busca entre los gnipos los que lé van siendo:indicádos.': ,, , ·· ' '':·:,e '"''"l' ·,, ,, .Cuaritacse diga acerca del orden conqudaJunción se ha celebrado será poco. Esta fiesta puede servir, de modelo .p¡mi futuras ocasiones,ypor ello, bueno sérá'hacer,constat quesehabíarepartidrnuna·terceiameri.os.de.entradas·que la5·que correspondíarr a• fa capacidacldel teatro;. Otro detalle ha sido que ni Marcll:i Realmi Himno:Alemári.se escucharon;: .• · · ··1 'Fitmado O:¡iEHmparcial¡l2 de:rioviembre de 1905 : i".:
ELREYDEEsPAÑAENALEMANIA'
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•Berlín.9
Ehey se ha ido.a Pbtsdam estaitarde: Dqsdías permanecerá en el.Ver" de Federico el jJrandey también el filósofo:.¿ Qué sentirá el'ánimo relli gioso.dentiestro monarcá.alentrá'r eruSaint~Souci? :cualquier cosá de susc tancia podía darse por asomaruninstanteiá' ese•ánimo.núevo cuando caiga sobre él como lasombra deim monte el recuerdo del viejo Fritz:Los:pasosferé vorosos a lo largo delassalasidespertarán de losTihconesdonde aún.viven.los ratones del escepticismo, y altrepidar'1as'araña5 de cristal, saldián de ellas 're~ volando las ¡:¡alabras filosóficas: ·i Oh;diyino Saint-Souci; :lugar deperegrinal ciónpafa los· hombres d,e ahhalibreh: i • " • • ,,¡ :e:· Hay en el Panóptico de Castan, situado en la Friedrichstrass&; unas figuc ras de.cera;' sobre el dihti::lo está la:de démAlfohsrnentraje de geneialde infantería española.. En el.limbrhl•hay otras: que representan a Federico elGrafü de y a Francisco Arou et, dicho Voltaire;ambas son'afo~tunadíshri.as;• El prlmero constl náriz irri.perti'nente, cargada derapé;ysus grai;ides, trariqui).ós ojos bbviúos, ·dice un chiste materialista;:y:el seg1;mdo ríeyne enipostura ga" lantíSima. Ynos parece escuchar la risilla corrosiva que trasciende de aque+ llas:mejillas .dema'cradas; de'aquellos ójm;los:vivaces'ysensuales; de todo aqüelfinó'pérfil cl.e vulpejá:Voltairé enlaifigüraestárepreséntadci C:omo un andano;•perosu~.píes están:de tal modoycontal gracia ·colocados; que ·'
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no se-sabe si camina o si danza.' Parodiando lo que del pájaro dice Michec let; afirmaba no sé quiéri•que hasta cuando el hombre del siglb XVIII anda; . se conoce· que ha·tenido maestró·de baile,· •:' i :".• '"' ' 'fj "¡
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Elrey.f\.lfbnso·dtierrilehoyen,Potsdam;
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·· Hagamos resumen delas impresiones de estos díás. Los periódicos' franc ceses muestran empeño en afumar que Berlín ha reé:ibidó a· don Alfonso sin' gran alborozo, y esto es falso. Quienes han presenciado otros recibimientos de, soberanos afirman quenunt:a ha habido tanta multitüd en Tus éilles hitanto regcicij b _, l.aorazir prusiana es muy sobria ,en las expresiones de entusiasmo ynada an:iiga dé enardecerséporld extfaño; acaso-lleve más dedos siglos sin.admirar cosa que' de fuera yenga,y acaso también sea esto, o elisihtoma;o la·causáde.suactuálsolidezp .. ,,.. '•' · :L\ . ., •. · ,N atada pues esta· dispbsición delptieblo .prusiano¡;precisd és declarar que ha.recibido a' nuestro.monarca ccingraridísimo afecto; Lbs hurras hanre" sonado síémpretras el;y,berlinese5, éonquienes'hé habládo;me aseguran que el pueblo ha sentido desde el primer momento hondísima simpatía por:est.e reyfüño.deúnpueblotanviejo. !! : .•Las atencforiésdel káiser para cbn don.Alfonso hansido.constantémen" te;1más queuh,debe~ de cortesía y•qeh9spitalida'd, muestra'de verdaderoy personalcariño·hada élnionarcá español.·Guillermo.II es.un maestro·c;le•goc bérnafj sin haber gánado una batalla en campaña algúna¡ ha¡logrado afianzar Tu CÓns'tituciónimperial, y como dice elpublicistáNauman.en suPolltiéa actual,hbyhaymás an;úgos dellmpério en Alemania que al día siguiente de.la proclamación de Versallés: !: '" ...... •: .:. "'' .. , .. ••" Por otra parte, el viaje de don Alfonso a esta nación debe.ser motivo de comentarios muy btrós quel9s quebrdinariamente.ffiotivaim:viajerégio al extr¡mj~ro'. Alemanianci puedereprésen¡:arparanosótros'una direcciói;i palíe ticf!.; de otra,s partes sombs.reqU:eridbsd:>ero.én cambio Alemania es pret:isac,. mente la nación cuya influencia en la direcciónmoral.eiri~eleé:ttial nuestra hal brá de semos lnásfecunda.'Lbs•ingleses son irigleses; lós franceses son, como decía Cánovás, «españoles corndinero»; los•alemanesno son alemanes, se han hecho alemanes en cincuenta años. He aquí lo que nosotros tenemos que apren" der en Alemania y sólo aprenderemos en ella: el modo de hacemos españoles éri'pbcb tiempo; el grañ secreto :¡¡lériiárn,elmétodo. La instrucción pública es el resorte de ese secreto. En nuestra edad clásica poseíamos una organización de enseñanza que, salvando·la perspectiva de los siglos, corresponde muy exactamente al sistema
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actllalalemiin. N.o voy a discutir ni de lejos el asunto: falta espacio en estos párrafos para ello; mas es hora de notar que elpénsf1miento de los gobernantes nuestros, si ha de comenzar a consti::uir sólidamente, tiene.que·preocuparse ante todo de.la escuela y de la Universidad alemanas. Y no para copiarlas, que éste sería el más grave error, sino para colocarse ante el problema de la cultura española del mismo modo que.se colocaron ante el alemán los legisladores germánicos. Estúdiese bien a éstos, auméntese el número :de profesores y estudiantes per¡sionados, téngase.un momento de decisiónpara df\r de lado las viejas ideas pedágógicas, que hoy sqmos los únicos en el mundo en conservar. '· •·' '"·; •Cuando dcm.Alfon5o·vuelva a España yios rec~erdos de su viaje rapi~ dísimo·váyiinse extingilierido; quedará ensumemoria la imagen de dos edificios severos; cuyas puertas guardan dos recios soldados. En elfrontis de uno de.Jos edificios selee: Universitas !itterarnm; ·y en el del otro: Escuela de Ca~ merdo. Ahora adviértanse dos cosas: primera, qué el soldado está a la puer-' ta,:péro nadamás c¡ue a. la;puerta:SegÍlnda,, quelaUniversidad e5 .tan poderosa ccinstruc'ción como la Escuela d,e eomercio. En fin, Alemania es.hoy l,a primera.nación en.el movimiento económico,peroisus·hijos estudian en los gimnasiosseis·;:iñosddatín;. '· ,,. · _,, ' Hasta que no sea llegado el claro dfa de primavera én qudos publicis~ tas·y:los oradores de café,los señores.diputados y los arbitristas de afición se convenzan de que la cultúra.es;algó que hay que tomar totalmente,yque es;irriposible:y estéril fraccionado, nada, se habrá heé:ho firrile en la' cien ve~ ces•come1izada'peregrinációni;egeneradora. Hoy está de mcidá en.España una informe y vaga cosa llamada '«practicismm>, que consiste en declarar panacea única la el1señanZa técilica e.industrial, y en protestar de dós mí~ seros cursos delatin que se estudian o, mejor dicho, que no se'estudia en los·lnstitutos:•,:: ,¡, ,,. ;; .;;::E1el)1¡Jerador Guillermo Il se hace hoy.explicar eLúltimo inventomecá~ nico; pero.mañana hace llamar aunprofesor orientalistapara·qúe ]e.ponga al corriente de las. últimas excavaciones realiiadas en tierra de Mesopotamia por laSodedadAsiriológica·deBerlin:i ,. "'·' ,.: · La civilización, la cultúi;a; es una e indivisible, y aquel país inventará y poseerá mejores máquinas donde mejor se 'comenten las Analíticas de AriS" tótel!!S.·· .,.,,,, '•'"· .,,,.,,,,,., ..... )f.
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FirmadciD:, E!Impardal, 13 de.noviembre de 1\)05
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NOTAS DE.BERLiN ij_
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13 noviembre
cDon'.á'lfonso partió ayer; El soplo de España, ese: buen viento;de sie" · rrá, que lÍa pasado breve sobre la llaiiada brandemburguesa, ha caído: los españoles que vivimos en.Berlín nos hel)10S quedado;•como:barcos del'tiempo viejo, en medio del mar cuando la calma sobreviene: Unos días hemos sido. los seres más importantes:y::considerables deBerlín;;después del káisér.ydelprínc~pe de Bülow:' e1'viento, un pof'.ofantasioso delpatriotisc rilo¡ henchía el velamen de.nuestras pobres imaginaciones.desterradas,. e íbamos pot laJ'¡iedridtStrasse coneláhlmo empavesaqo éomo,bergantines bajo los alisios. Pero ¡ay! si todo lo humano es huidero, ¡quéiiolo•serán los vientos, y los reyes cuya vida es pasar! Ayer los mozos de los restaurants nos hablaban en español de exportación; las patronas de las casas de huéspedes se enternecían ante la mocedad de nuestro rey, y nos daban el café más.batato;· el barbero prusiano se dignaba preguntamos si en España se viSte ala'moruna:Han.sido unos·bellos días.de una edad.deoro,:quesenos han.ido dé entrelaslf!anos,como. se.van·todos los buenos días, dejándonos el alma empolvada deínelancolíai;Ayer éramos~· bravos y desgraciados esé paño les» ;. cuyo, rey. e~ huésped del César;i hoy.no ctenemos:ni!una, almena dor¡de colgar nuestros1sombreros,y. la patrona de la casa de huéspedes. nos exige lo que ayer dejó de cobramos;• Esplendor. y decadencia; exá~tación yapocamiento¡ .tin rey. que.va a llegar y un.rey que acaba di'! irse:. don Hermógenes decía que .en la.vida! todo es sístoky diástole,·Bajo,elhierro de !a,guerra y de la industria, tras la capa de papel impreso de la ciencia, se esconde en todo alemán un guomo sentimentalista y ensoñador. Véase•unlibro .cualquiem germánico anterior a la.invasión defos bárbaros del naturalismo;¡y malo será que.no se tropiece. con la.descripción de un ensueño cada:diez páginas: La realidad dela.vida del Norte es .tan dura, quéno hay sino buscar.salidas sobre lo irreal:, por eso és éste eLpaís·del L.ieder,y,de la metafísica; dós cosas convencionales que.sirven de.trampolines hacia lo imposible ...«A un alemán predispuesto a soñar '-e-dice Stendhal.,.;-' le causa.el mismo. éfecto.la•cafda:detuna hoja que la.caídadeunimperio; la.t:uesc ti·o·n es son-ar>>. ;¡'.1::'; · • •; i La,yisita delrey de-ESpaña ha1~xcitado, como no podía menos 11as fantasías'. de los berlineses; e¿ Quéievocación; tiene para usted. la voz,. España? -.-.preguntaba yo a•unm'édico prusiano¡que tiene un gabinete de ortope~ dia,. «Es¡iañiii7me·respondió-c7- es para 1)1Í•süimpre un paíS de ensueño». Qué ·ensueño füeta.ése.no .lo' pude sáber,¡perolos ensueños alemanes.·son
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siempre uno y mismo sueño: el sol. Y España, menos visitada"yiconocida que Italia, es para estos hombres una fiera, donde hay altos montes bajo un cielo de intenso azul turquí, por el que anda un sol nuevo y glorioso, donde hay valles de milagro con flores rojas y amarillas y fuentes de márrnole15cri5ueños\ por eritre las que que se pasea1a morena" Carrnenidelcbrazo de un'. jesuita: ¡El.sol.,,! Goeihevi\rióañqfarido:el sol.deitli.lia,yrriurió llac mándoie; y es tali ehmor delos saj onés por el astro de oro, que en alemfan tiene·rionibredéJmujer.e>"" i •·brrr:n :",:, .,,,. · ,, ·.,, ""'i . Pero al tiempo "queEsj:>añá.és en la•imaginación alemana un país llehofde sol;fos•españo]es·somosim:pueblo fantasma a quforiuri conjurorha' tomado enpíedra: somos una razafósil con'una·historia desaforada y rorriántica! Ca].; derón yI:.ópezdeVega sonparalos alemanes los últimos españoles; y acaso ' '·'" '·"' tenganrazón.cr¡; ,.,,, ·
hombre tan enérgico como el emperador Guillermo que, siendo compatriota de Wagner, da un libreto por él compuesto a Leoncavallo, se puede es" perar todo. El tiempo y El para otros dos (sic). Firmado O., El Imparcial, 17 de noviembre de 1905 "
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Los periódicos de hoy publié:anattículos despidiendo al rey de España¡ Convienen todos en éensmada· ril?;idei del programa festival."''-'"« El rey Ale fonso '-'-dice el Tageblatt~ sólorha'visto de Alemaniarpolicíay militares, mil litares y policía». «¿Por qué-·añade=,'puéSto que el jdvenmbnarca seihte" resa erl'los adelantos de"la indi;ist±ia relacionada con el'sport, no ha sido llevado a alguna Exposición de automóviles; cdmo ocumó en París?» Ypuede agre" garse:li.Por qúéno ha visitado la Universidad? Pocds días hace asistió'elkái" ser'a la lección primera de un profesor noi-teamericano; el ilustré moralista Peabady:' ¿qué razón había, pu'es;cpara que elreyde España no observara lo que es tan alemán como·el ejército? ¿Han de reducirse los viajes regios a una ostentación de uniformes militares? _. . :; " Por cierto que cuimtos españole!; han: visto al káiser en traje de coronel delregirniento, deNumanciarecqnqcenJa•gallardía'C:On que:el:«Altísimo Se" ñor» sabe llevarloc: No haymedid; eri cambio", de que los alemanes admi"tan quera doriAlforiSo le caía bien eluniforme"de infanterfaprusfana. Es cuestión de patrfotismb y de esca.Sa·entidad; Más importante sería que el tratado' de co.; mercid inrhiriente se redactara en favorables.cláusulas páralos trafiéantes·es~ pañoles y que esta visita triviera en la conferencia 'de Marruecos algún recuerdo y algún peso. ·" rFF · - " ' Guillermo Ilirá,enprimaverá:="según'he oid~a.devolvedá.visita de nue5tro monarca. Entonces tendrán ócasiónlos españoles dever tódala•dul.; zura que puede: asentarse en errostro 'de uno:ddosrhombres.más:enérgicos de la tierra y todo el aariño 'que por don Alfonso siente,-¿ Esa duli:uray ese"cariñoserán bastantes para que Espafür desencallede·una·vez? De mi
trabajo rner, millón; 'éste por sLrnisrno o con exigua fatiga por.parte• del gananciosq engendra otro millón y así sucesivamente. Este hecho tan vulgar ha ocu¡Jadci; cbmo esrrazón,¡ alas filósofos, pensadores, psicólogos;sociólogos, discantares, paradojistas, peripatéticos, zahoríes y demás calaña de hombres ociosos, aquejados de fa.funesta manía de pensar: Y les•ha interesado su estudio porque, en efecto, no. sólo con el dinero. ocurre sernejantefecundación y propagación de un hecho por sí rnisffio; sino·tarnbién confaopiniónmoral;·con el sentirnien7 to recto. Así un hornbreharealizado,una acciión honorab.le ental año, al comienzo de su.vida; ha escrito ünJibto importante; o estrenado un drama, o pronunciado un discúrso;·o rimado un par· de medias docenas de versos: en elresto de sus: días ese·hornbre no ha vuelto a hacer nada rneritorio,ry sin embargo, no só~o conserva la honra y la prez que su única acción le valió, sino que la honra y la prez al irse con él haciendo maduras crecen, se multiplican incesantemente. ¡Cuántos ciudadanos hay, en un dulce país, sobre todo, sito más allá de los. Pirineos y más acá del Atlas, entre-os-montes, corno quien dice, que viven en honra opulenta, si n.ó en económica opulencia, porqúe el año de 80 con5urriieron un tumo errpro de un presupuesto ci publicaron ún artículo titulado «Medí.tenías» .Todor.ello parece muy bien¡ cuanto acaece debe parecer muy bien: «la fuerzaincontrastablf!• delos hechos»;. de .que•suele hablan un conspicuo exrninistro; es enverdáduna inccintrastableifuerza;.:. • :";''
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*** r : • IPero.~atod0Jo.antecedente al hilo.deque estos días se•haséntido por toda la Europa un 'disimulado tre/Iler, unaperdpirse asustadizo, ¿Y todo por
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qué? Del désierto llega elbianiídd del leónyitó\:fos los Tartarines les tiemblan las borlas en lo alto de sus chechias. El león ha bramado por boca del principe de Bülow en el Reichstag alemán. Sus palabras fueron breves y precisas: habló de reales peligros para el carro del Estado alemán, de indudables y amenazadores odios. Todos los súbditos imperiales se han alzado como un solo Bismarck a estas palabras, y sin vacilaciones ni demoras van, en breve, a entregar henchidos millones bajo las especies de nuevos impuestos para la construcción de una flota. El entusiasmo y la unanimidad del pueblo alemán en este caso podrian dar margen a delicadas observaciones sociológicas que acaso desarrcillara el profesor Humbugmann. La disciplina de una nación entera no ha llegado nunca a parecida perfección.Nosólo en el Padamen~o hierve el entusiasmo: en fas'calles ofrei:eíírra5 d1da 1e.Squma'altránseúriteproclamas in~ vitándole para asistir a reuniones flotó.filas; dondequiera es licito pegar un c~: tel, 1tln cartel hay'pegado que'éntre exclamaciones yroja5 letras caldea el ánimo populan5e entra' en una· tiencfa.y S!! halla· clavado en 1unaparedun papelón d6nde'dice:l .,. 'Í'-, ;,::; (,.j;·; ·;., "-'1'i' ., J·i;t'· c1·;1 1.1; ''.'._,, ·, ' .,,., '<'' ,. : »¡Construimos muy despacio k¡Jamás llegara de este modoATemani'a< á. poseer.una flota poderosa! ¡AD.tes bierr,la mitadresultarásiempre anticuada! ¡De aquíque las circunstandas actuales searnamenazadoras! • : ·' '' i · ¡Así, pues; deprisa!• ¡El cielo político escl:negr6! »': '· · '·"' · · ,. · ·! . Ya coritinuai:iónsigue una· copia de lalista•debarcosnuevos.proyecta~ dos; luego una moción, para que, se firme en unos libros de·peticiónque·se destinan al Parlamento: En fin:, termina el rojo papelón: con: la siguiente. · ·
ExPUCACióN
. Inglaterra.-·.-Barcos de' línea, SS;isiete eri construcción:; :.F1 '' J . Alemaniá.='Batcos de línea;T7; ocho en construcción,- etcétera-.: :' ' n r 1 ; La explicación es bastante clara; según habrá advertido ellei:tor. Treinta y siete barcos de ventaja son: demasiada ventaja:!¿ Quiérise resiste afirmar.? Atmque no sea el patriotismo¡É!lsentido,ahríenos; de la simetria;1tan'proc fundo en todo ser orgánico o inorgánico, impulsa a equiparar esa horrible desproporción. ¡Vaya por los treinta y siete barcos, y. .. en paz! Alemania desde hace treinta y cinco años no pelea; la solidez de su labor inteléctual;fadnengtiadoi su prpducció'rí artística· es muypobre;no acfélanta ennúmeí:o. dqiatentes a·Iriglate¡:ra o a los ·Estados;lJnfdosc 'l C:órri6; j:n.iesi
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del año 70 ac~ su persqnalidad hisiórica ha aumentado hasta lo' inverosímil, se ha hinchado hasta élpunto ;de.no• caber.dentro.·dela piel ?:Porqúe lo lógi" · co seria'qtle la-.tardé de la proclamaciónenVersalleshubiera llega.do su podec · río aLmás alto grado\.y de entonces a·hoy.ya qué río uil.de5censo; tíunpoé:o uri acrecer hu]Jiera experimentado. Se hablará del florecimient9'eé:oriómico,:pero éste·esengranparte un resultado:del sobrei:recimiento"político, delainfluencia mbral'sobre elcmundo quéeri estos'últimos anos ha asrléndido·increíblemente:En!realidad, y.tomando-en-globoel:problema¡:puede decirs'e que eseLcaso deLsegiindo milléin;'el 'éúal ·da a'. luzmillones .sinJ:¡ tiga,niqu'ebranto, por mágica virtud, el del hombre que ganó su ramo de laurel y le crece en tomo alas;siehes toqoúnbosquedee5as'gloriosas plantas:>'·' ":i· i · ,, r : : AdVi.értaseqúe·nó es.esto 'decir quél6s alemaríes;•lriegode cobrada la buena fama, se hayan echadoa'dormir;:pero i¿ es qüe'lnglate'rrit sefoi dormido? ¿Es que Francia en esta última treintena no ha trabajado más que en el resto deFSiglo?:"ifh ., ¡.: '. -. . Todo es flore'.s en tierra del imperio:los viajes del emperador valen por batallas, los deseos todos se realizan, los sueños cuajan, como blancos requesones. Y entretanto, en tierra dorada de Castilla hace un sol tan bello que sigue derritiendo los requesones dentro del viejo casco de Don Quijote.
*** Hace pocos días se realizó el recuento de fapoblación que el Estado prusiano ordena cada cinco años. Una maftana todos los hogares fueron invadidos por montones de impresos policíacos. En ellos pregunta el Estado prusiano una porción de cosas a más del nombre, estado, edad, ocupación, etcétera. El imperio es sumamente curioso, como todos los seres felices. Inquiere, por ejemplo, cuál es el lenguaje nativo de cada habitante, si habla alemán u holandés, frisan o danés, etcétera. Caso de que su idioma no sea el alemán, el Estado prusiano desea saber si domina usted completamente el alemán o no. Esto es una ironía del Estado prusiano: es como Falaris, que preguntaba a los que estaba tostando en su toro metálico si tenían frío. Harto sabe el Estado prusiano que el alemán es un idioma indomable, y que al más pintado se le encabrita en un acusativo. «¿Es ust,ed·-·prosigue el Estado prusiano= ciego de ambos ojos? ¿O sordomudo? ¿O demente? ¿O imbécil? Subraye lb correspondiente». ¡Indiscreción, tienes nombre de policía alemana! Mas aún queda: « ¿Sitiene usted. niños que hoy (l.º diciembre) son menores de un año, con que los alimenta?¿ Con leche de la madre, de ama, de algún anímale con algún otro medio? Subraye lo i:ortespondiente>i. ·
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ElEs~do'prusiáno será muy cririoso; pero' ello es que se ha proporcionado elpllicerdy advertir un'aumento .de'5úbditos y: semisúbditos .en proporción creciente siempr!!.iEn 1900, fecha·deLúltinio recuentq/Berlíri poseía habitantes :i1.~565:67fohoytiene3.020.983:Es decir; en cinco años 455317 habitantes más, cercad~lOO,OOOporaño;·· ··. '· '' . · .,,," · ,, '"· ·. ·"' , ¡ '· iEl1· ta11to'la enemiga:Prantia:tiene que; estatuir premios para las parejas fecundas;.pues fapobfación sele va,pm: elescotillónddegoísmoydel vicio; Los,füstinto.s dela especie sonaliádoside,Alei;nania¡;¿;No se·ve aquielagra" decimiento'de¡lcis·talesipara con. Sé:hopenhauér!yNietzsché, sus sahniStas y evangelizadores?·'. i . ·''n' '"'i' ·' , 'l'JiJ i .' . 1 . ' ¿o es más bien la causa di; cuantofqueda dichc¡•aqúélla que enlos pu'ec blos de la.Mancha salmodiamlas viejas tras.elhl.lego r~AqufrnDios se la da; San Pedro seia.bendiga;Y, .. subráyese lo correspondiente,·';! - !~--
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en, la y si se llega.a la ciencia de la educación y hablamos de pedagogía; sonreímos los más; como si escucháramoshlna discusiónsobred agua inmortal de Paracelso, que murió a los cuarentay ochoraños¡ o sobreelnumido radical, quenadieha:tropezado'a:la hora de ahora¡ y otros menos benévólos, y un tarito impulsivos; pénsambs: Pedagogía; Pedantería:' " · ,. '""' '. : D .Esta cerra2'ón1mental para comprender elproblema' educativo y swsplu• ción ciel1tífica:y'esa'esquivez del ánimo para creer, enella;no;sonnuevas poSiciónes del.alma española; sino antes:bien,.viejas y añejas,:y defoengos si• glosentrañ:adas ennosot±os:'La:idea defa'eduoaciónesunaidea'ddlevenii\ es.la éoni:epciónde que las cosa5,y entre las cosas están los sentimientos y las facultades morales, no nacen de repente nifenecenen un punto;· por.el contrario,.soll'siempre·desviación de algo anterior, preparación· de algo que sobreviene,,yique•es ello:mismo'trasformado. Las· cosas no son, devienen::Te~ nemos'lli futeligenciasobradarriente ésc0lástica para poder encajar emiu rígida cristalizada colmen¡¡ esta idea vagá del devenir; que no se puede meter en una casilla: de llingún]ugar tecilógico; Perormás delamentar,és!que tenganimi,tam" bién el corazón escblásticoy sólo amemos lo que cabe'dentró ¡le una de; esas casillas; y sólo creamos lo que nos digatj. las: artes magnai; combinatoriasc TriSi te cosa; eruverdad; pero.disculpable:.El .W~rderi; eVdevéniJ:, es una idea creo ptisculari En, elNorte de:Europa,los crepúsculos son tan·larg'os quellenancaSi el diados ánimossehac~n'a esa.fudetis¡;¡; equívoca lriz qúe ni es dfa·ni es IlOc che: España no ..conoce fos crepús'cul9s' bruscamente cae el día,·lliluz se erite~ nebrece deimproviso;1cómo.eortada.a pko poturia cuadrilla angélica,y1ano~ che,se:a!zarápida, instantáneamerite;y;cqa ynochesohdos;prindpios;'dos tajos, por los que :vinrios derrumbando.nuestras alegres vidas meditérráneasi
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Si se quiere imaginar un símbolo plástico del ideario español, renuévese en la fantasía alguna visión de una siesta an.dáluza::es, por éje'mplo, una pared dada de cal nueva, sobre cuya.blancura se estrella la luz del sol con tal fuerza que el resplandor deslumbra, y no es posible mirarla de hito 'en hito; pero en esa pared hay una puerta, que se abre, acaso, sobre un zaguán: ¿qué hay dentro? T¡¡mpoco se logra percibir nada: es una -q.egrura concentrada sin medios tonos, sin suave claridad. ¿Qué extraño, pues, que esta idea de la educación, concepción de crepúsculo, idea de medias tintas no nos entre fácihnente en la mollera? El fatalismo ingenuo de los moros ha hecho nido en nosotros, supuesto que no hayamos sido en todo tiempo más fatalistas que ellos. Que de un niño poco inteligente se pueda hacer un hombre culto, que de un pueblo holgazán y envidioso se pueda hacer un.pueblo solícito y benévolo, son ideas perfectamente antiespañolas. Saipt:um est:/ ¡Oh, tierra divina y regocijada donde como en parte alguna florecen los naranjos, los talentos naturales y los dogmas! La idea de la educación es de.origen reflexivo y el soles el enemigodeiareflexión,.diceno sé qué decidor.• r: L ;: · · i :. Vaya todq esto como advertencia preliminar aunas cuantas noticias acer" ca:de'lasUniversidádes·alemanas, qúe en su actúal constitución sonunre" sultado de.algunos.siglos de estudios y labores pedagógicas. En estás nbticia5 se mostrarán frente a frente la Universidad alemana yla española; con.el.fin de' que se vea•cómolaventaja·sencillam'7Ilteinfinita de aquéllasobre.éSta no consiste en su•maybr -riqueza, sino •en el pensamiento que la:inforrha1 Ye! pen" sar.no •cuesta dinero; aunque cueste más trabajordelo que suponen las bri1 llantes'faútasfa:s,.!oscilusttes ofadcires y demás: talentos naturales; orcorrio decíaTurgilenef, diamantes en bruto, que pululan en la famosaydulce Insula amia!lornm del geógrafo Strabón.· ·Según poco ha se dijo; no creemos en la virtud de la educación, como no creen.aún nuestros campesinos en·lamtilidad•de la agronomía;.Noslamen" tamos desde las colurrirn1s de los periódicos y desde fa.. tribuna. del Parlamen~ to de quefos labriegos castellanos siguen hoy, su5áhnas góticas a la espalda, arando lainmensa•llanura pacieiitementeconeL,rriismo ara'do que1hace.véin" te y pico .de siglos· trajeron unos razonables romanos,:Y lo peor es que en la Universidad española ocurre lo propio y que casi tbdos•sus profesore's\•de almas no menos.góticasy labriegas, siguen arando con bovina paciencia los frescos ceieb~os de las nuevas géneraciones según el mismo rito que haée di~ siglos era.de uso. No obstante el.flujoy±eflujo de•plaries de•ertseñaiiza;isé~ guimos enplénb tiiviumyenflamante qúadrivium. Un curso y otro curso, u'n lustrbyotfo·!ustrb/el catedrático. esj>!!ñol se dirige1entamente al edificio!de la;Universidád•con elcánirúo tranquilo y bienaventurado; páúsada y sin prb~ blema51 ]aiinteligencia;p6co1más•o menos como'va el buen Sancho a sus
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pegujares: va a arar su jugada diaria, a hablar dela importancia de su asignatura y de que; aunque existen para crear la ciencia un método inductivo y . urumétodo.deductivo; él empleará, corrio más divertido sin duda, el método miXto, o sea el inductivo,-d~ductivo. Los siglos; cbn su paso de andadura, se llevarán y•traérán.nuevas civilizaciones e historias. Habrárevolucionés uní- . versal,es•gueharáIJ, temblar elpaeientísimo Rocinante que llamamos nuesc tro plariéta; se abfuán nuevas religiones, brillantes como cactus nillagr¡jsbs¡ el hombr.e hallará'Comunicadón cbn Martey conVenus; Luego de más tiemc po; a·la:tier±a sele pondrá.viejo' el corazón, los humanos irán siendo mencis fecuJ:¡dos¡J¡t'lisiieña especie adarriita.desaparecerá:cási; el padre 561, decrépié to, tiritará de frío y se arrimará a la lumbre de cualqtiier otro astro de la constelaciónHércl\les; acaso será España una oscu.ra planicie.helada:, la consumación se acercará rápidamente: no importa; el catedrático español cogerá su chistericaysu bastoncicoi sepasará un éépillo por la levita; tomárála:lista bajo el brazo y se dirigirá en medio de las tinieblas, merced a un.último instinto de .orientación, hacia la Universidad. La Universidad es unas ruinas; no importa;•Lbs estudiantes soii,unosfo1és()s blanéos que parecen en la lobreguez fosforescentes; no importa. El catedrático español, luego de toser brevemente, .mirará con satiSfacción en tomo suyo, y cogiendo entre sus manos la lista, ~ clamará: .i.Vamos a v¡;r, señor López; dígame la lección! ¿Por qué razón es nuestra asignatura la asignatura más importante? . . ·· · ,": X cuidado que rlo es esto dar con.toda la culpa en los maestros;• ni mucho ménos.'Enla cuestióh·p¡;dagógica, como.éntoda otra:c~estión¡ el:error.y la culpa son tancgrandes; tan•absolutos;que ni·unhombre ni.aununa•claseso~ ciaLtienerifuerza bastante para haberlas cometido,,Lb.que ccmterrible ci~ nismo se dijo cuando:se contó el cuento deMeco es perfectamente exacto.:To~ dos t~nemos la culpa, y por lo tanto, esa moda de exigir responsabilidades es.injusta; y·por ser injusta ha fracasado siempre.Todos los españoles se preguntan: todas las mañanas en tanto qúe para anudarsela corbata se rriiran al espejo, córrio:es. posible q11e Iio se haya castigado a· los que perdiero-q.Ja5 co~ lonias y cómo es po,sible que:hayaµ seguido ocupando puestos públicos.Y a pésar de, estar todos, de acuerdo para que:elcastigo se.cumplá, el hecho es que todo sigue como estaba. Pero si }ajusticia sehubierarealizado, todos los españqles mayores de cuarenta años,húbieran tenido que decapitarse así,mismos yreanimara las generaciones ·muertas.para decapitarlas también, y así en cruenta secuencia hasta dos ~iglos atrás/:f>orque las colbniás están perdidas en la mente de Dios uµ par de siglos hace y en este curso histórico, enla rea" lidad seJhan ido p¡;rdiendo conforme há ido'alguiert•deseándolasl · Así estas colonias iiitelectuales.de fa Universid~d son cosa perdida en la mente divina désde siglos atrás, y.el'catedrático español es.geiierahnente
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mal catedrático por una sabiayregocijada mezcla de'culpas alícuotas, cuya una parte toca a los dichos catedráticos y DtJ"a a.los estudiantes, y, otra aunma" yor alas padres de los estudiant~ y a los padres de los padres ddos estudiantes; y procediendo'de este modo en el infinito.' i ' .. , Pero, en fin,toniando.estáticámente el problema universitario, repártá-' se la responsabilidad entre los miembros de esta .trinidad pecador~" elpadre; el hijo y eLEspíritu Santo o el profesor; ,Ypara mayor claridád considérese la instituciónpedagógica compuesta de tres dimensiones como los· cuerpos· eudic dianas, a' saber:.elprofesor,·o sea la latitud< el estudiante y sil-padre, que su e~ len serlos la'rgcis; la'longitud; y:elfin qúecada:Estado prescribéasuslifniver~ sidades, ci seala profundidad: < ; : u: .: ""' · ., ' ·,·:•:i i'i: .' · -: , ·.·•:,Esta última:esla,más importante: de· ella depende fa cápacidady hace buenos o málos a prcifescires.y estudi:intes:: :':: ,,,, ._,., .: ·. r ... , ·.;:·.Contando conlapacienciadelkctor; se hablará de1as. tres dimensici" . ; nes sucesivamente,;:' '; i
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Firmado X: z:,;El Imparcial;16de enero de• 1906 _;; ;.-,,¡:
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· ··. Si1a fatalidad histórica no nos' hubiera puesto en la pendierite•qúe nos puso"""dijo·tin ingenioso hidalgo-·· lo mismo 'qudafuerzai::taeional se transformó· ell'acciórr,'en guerra; principalmente por tierras•de Flandes• e Italiay•América, hubiera podido mantenerse encerrada'en miestro tern" torio, en una vida más íntima, más intensa, y hacer de nuestra nación una
Grecia c1istiana:
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He ahí un temá interesantísinio para los hisioriadcires filósofos, 'quienes no se contentan con recoger de sobre el ,tiempo lo que un pueblo ha sido y ha hecho, silla que·;;e aplact!n m~,enrecons'truir1o que.hubiera debido ocurrir y por al~n· tropezón.étnico o meramente político se'quedó •en• lavagá:rel gión de l'o posible. ¡Qué melancólicas, ideas y'sentimientos nostálgicos let vantanesashistoriasfracásadí:is¡ qúe•se quedaron sin nacer! •Españá·debió ser la Grecia cristiaria. No es lugar éste de mostrar..elcporqutni es ello muyne:¡ cesarlo. Basta•con asomarse ala;vida moral;•científic!\ y artístka• de los si" glas' XIII, XIV Y; XV; •que iniciaró'rFlina int'erpreiación dél• ca tolicismo ;Ia más originályfec'tli:rdan <<• .. ;;1 ·.:')!:.•' . . .••. Pero· el.hecho es que la'poSibilidad de esa histona quebró comoúnvi.l drio;y'debache enbacheEspafiá hallega'do;mhólci ai:J.o·ser la Grecia cristianao'mahomecina;sino hasta' olvidarse de que pudo serló.:,•'. ,: . . • . .
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Ahora que estamos todos los españoles encasayhemos perdido o nos hall hecho perder laaficiói:J.yfa posibilidad de irnos a la casa del vecinci, parece oca" ·sión de que vayamos recordánqoldl .c:;uenta elferozV:iajero Dampier,que cuan" ·do llegó a NuevaHolanda dio unos trajes a los indígenas qUde ayudaban en sus trabajos,con!lpcqué:se,contentaronsobremancia,Pero cuándo Dam¡íier les indicó quereanudáJ:ari. eltrábajo:todos.depusieronlosvestidos,.unos,porque les pa+eCÍ!\ de,shonrar los'traj~bregando con ellos puestos, otros porque no po~ díaáábsolut:aménte dar.soltura á' sus miembros; Uná vez desnudos, corrieron afafaeruí. Algtl'deestrnnos hllpasadoa nosotros: el traje de potencia mup.diál nos éstorbaba para la labórde•hacernosanbsotros mismos. Mas he aquí c[ue prenda tfasprenda¡noshemosidó quedando· en;cuer~s,•conperdón sea diCho; con lás ESpatµiSirnop.da;; ylirmidáS:; ¿Volveremos a fa.faena? ¿O aún nos es asanhijeESpañay teridránquecv-olvera ~pretariici,sébntra elparedónd¡!Astu-; rias? Inquietarite e5 el: dato de qi;iedasúnka5rlabore,s·fecup.da5 que·hemos h~ Cho han sido de reacción cuando alguiendefúéra nos•apre!J\bii labocadelestórhago. Elsuí:tidor, parir álZárse'briósainen'.te en elaire~•neé!e5itil una fuerte presión, y'.talvez'estoi:receS'ita laJontana' sagradaclel ahnar e5J.'>añóla;:J:.;; ;: ' I;;·; ;:$in embargo; esa presión existéy.i:J.ó 'es•qtra,quefaJ:i.orribledeprésión de nüestro•ánimo;Np•es:preciso·que alguien de5embuche:énnuest:ra5 costas sus ejércitos para'.qUe•nos sintamos acorralados:'elextrañoejercehoy la misma irrllúencia por otros procedimientqs;'y moralmente aada españole está replegado,clent;ro. de sí mismo·y apóéadó'en unaJZ:ovadoriga'sentiní.entaL Esto ,rio sólo no es'rnal signo\sino que.es una mita queiniueve a optimismo. Par!\ dar un salto es preciso recogerse antes sóbre;sí[ 'Es innegable que,hoy en España . se quíerehacer'algo( sé desea ardientemente'un•cambio de' rumbo.> · ,· i · · Lo lamentable es·que la•propensió.n unilateral nos'imposibilita•la'acción'. Así, pm ejemplo;:err Espafia se'clama·por cultunr; por ·europeización; lo cual parece muy bien.¡ Peró inmediatan\.ente saltafapregí.mta: ¿Q~é es cultul'll?, ¿Qu.é es europeización? Y eLunilateralisrn.6 •ha contestadb:,Escuelas ·de Artes•e Ii:J.dustrias, mgenieros industriálésrCentrostécnicos,;fuanufactura•aultranza,· economía y,tentetieso;prdctidsmpyagárrate;:Eso:es·:cultura,reso es Europa:'"' : ' ,,, , TodO' ello también parece c'osa acertada; salvo que eso·rii e,s•cultura ni es Europa, sino ürr trozo dela culttirayun repecho ide •Európa; : • •' ,, . ,, : «Fuefanegraalbañoy trujo quecontarun año»; diceelrefrán. '>' Sale:ui:J.e5pañ'olfuera,.de España,'viajaporAlemania o por.Bélgica o por Inglateria,y alvolver·atierra:de Campost±ae,niateria:>para charlarmedio siglo.Yno para mentar los' adelantos de Europa y lamentarlos atrasos de ESpa" ña;sino paramaravillarsedelo•adelantadá que éstá:Espafta\;i, .. ..... • ; ,¡ ;,; Conefecto,-y:vayai:J.muestras:en.Españaseprotesta.c'ontta.dos años de latín que esti:tdianlas .criatuias:eh:loslnstitutos, o mejor dicho;:quéino éstul
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diah. La ensei'i.anza clásica•es u;,a réinor'l para la cultura.moderna, se dice, y está mandada recoger en todos lospafses:dVilizados. Esos dos años que pierc de el.niño en• i:radúcira Cice.rón yaVirgilio; podía ganarlos.aprendiendo a compórierun.funbrneléctiico o ahacerunarueda más.bmenos dentada: ' ) ' Yel e5pañolde buéhafeque dela remotaAlemania,vuélve·-..adviértase; ~e;Alei;riania ,.lavéncedora en indu_striay comercio de Inglaterra~piensá:se+· na:¡nente alofrlo en quele devuelvan el din~ro!gastado énsli viáje, porque re" S:Ulta que le hanertgañado, que Alemania.vive aúnenlosviejos.yretóricos tiempos delbumanismo; eh la edaddelseñorPirkheimer,deUlricó deHutten ydeia?EpiStolaeobscurorumvirorum' ¿Cómofe5to?, ... .. . . · " , " 1 ·' ' ' Sí séñor;·~n·Aleniania se esfudiim en lós Gimna5ios:¡scis años· de latíh!: 0 ¡s~ete! '!~afamayoiabundamien'tó; ?eis años die griego: Es probable que nin'~ gun espanol;·aparte.el señorAlemany y dorijulio Cejador; hayamp'érdido seis años enaprei;idercgriegó; y·nb;óbstante;:hay.menos ruedasdentád,as y i:né~ nossueroseriEspafü\·queenAlenianián::fr, .,,_, n : , · '" :N es queilos·queaSf Claman hanJeído:una dolorosa traducción de un libro de Spencer; donde entreliis•geriial¡;s ideas.del gran filósofo hay.máS de una san-; dezsociológica:}':no ¡íoéas;perogrulladas,.mezcla que; ,como sabencuai:itos ai grande y.sabio evolucionista:hanieído,carácterizasuart!!-magna combinatoria; ' •Gorho e5ta enemiga:contra la en5eñanzadásicay artistiq1 hay otras mue ch~¡ .que irán apareciiendo,•naddas de la perezareh enterarse¡.de]a tiiala fe de algunós ingeniosos.esci¡itotes¡ a~t¡uienes·estorba·~l griegoy.ellatíh: porque no lo!aprendierort a!ti\!mpo; y del perenne venero de arbitristas,:decafé.yorado" res.deAteneos,·exciehtíficos yexliterarios:: , ', .••. ·,,.,: ,:, , , ·:: . . .', ·· , , Preciso es que unos y otros vayan comprendiendo la vulgaridad de que la.cultura,como la·mujer propia; no puede, tomarse con reservas mentales si~o totalmente::que Europa•es,una tierraviej~.donde se . trabaja.química; se inventan segadoras mecá,IIÍC!fS;'pero. donde alriiismó tiempo se glosa el Código deHamínurélbiy!osfragmentos del pobre Heráclito., , "''·', .... : "' Conste; pues, qúe civilización no es práctidsmoA~_ue culturnno es tecni. cismo:. Que.si se labrara;tin simbólo de la .;Europa.moderna acaso aparecieran en éLuna segadora YUIJll dinamo;.pero no solas: junto habria que ponerlas gafas de Momsen, elmartillo.deJJ,arwin.yellapicero'deWundt , ,.. " ·.. Quiere decir estb que si al.cabo.se emprende lareforma de la Uni~ersidad, no pe ha de mirar tanto a cambiar1~ste o el otro detalle:enlas disciplinas y en elprofesorai:go; cuando a .volver del revés.el concepto que tenemos .del fin de , la.Univérsidad¡reptesentaciónfamásalta dela chltura 1 porque en ella cifra, no sólo la de hoy, sinola,de'mañan!\; Por. tanto, según lo .que creamos que es cui~ túm;.civiliiación¡asíacertal'.emos o no ·en la constitución nueva y.perentoria de los Estudios genérales; como decían los.abtielos.denuestros ~bue!os. . , ,, . ' 68
¿Qué debe ser)a·Universidad? Hoy no tenemos e5paéio i;n qué ofrecer algunos advertimientos sobre el particular, que, seguirán otro día,: advertimientos que no van dirigidos a los letrados,sinc;i a quienes, por' ser, otras sus oclipaéionesyno habet viajado fuera ·dé•puertas; qesconocen la. organización univeisitarili en el· extranjero, b mejor'clié:ho, en Alemania,ipues la ihglesay norteameri~ana són formás de transición, y,en Cl!\anto lila francesa;.no·haynecesidad,ni posibilidad'dei,nútarlar: · · ,,,., ·•;; · . : , • "i Imitación! Esta palabra debe a la sazóntomarse 'eh un sentidi::rniuy TeS• trictivo.Un pueblo•rio debe jamás imitar a otro: del;ie.tomar, adquirir en otras sociedadeslo queléhacefalta; y luego digerirlo a·suimanera, en su estómago y con súspropios jugos:;Sólo españolizando lb europeo, quilificáildolo según la,fórmúla,étnicanuestra¡.se nos to.rnará:ensangre corredorayMvi.entecEsto; pues; no es una imitación; como'IlÓ'eS.imitai al carnicero ;ir a comprarle. uh~ clmle'ta que'luego:guisemos según el ritci áureo dehbledano Granullaquey digerarnosala•maneraceltibei:a.iL:d "'' · " '' ""'' .. ,_., . · '"' , «ESpaña oebil? ser la Grecia cristiana»'-' Este únperativo históric9;al•que hémos faltado hasta ahora, púede set realidad algún dia;cyáunque este día sea lejanb¡con'un poco debuenafepodénios;ir!opreparando.;Para .volver aiEs" paña•nada menos que enúna.Grecia; no es ciertamentela.Universidad el únicD'instrlimento; ¡:iero·sí•el'más imporiante:' · ,,,,,, "': '''L''" ',,,,:, Herrios convenido-:según notábamos en el articulo· anterior kque para renovary enriquecer la agricultura es preéiso 'dar.dé: lado al¡viej o arado;de los•padres de Roma;yquepara·crear civilización•hay que deséchar también'elaradolromano'uruversitarioc Todo es cúestiónderárados;y vie• jalaidea: las·selvas·se apaciguan cori el arado; decía Horacio·él viejb:pa~ cmitur vomere'silvae. Ahora bien, la Universidad es la fábrica de arados que ararán: el porvenir;
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Firinado X; Z., El Imparcial; 23 de enero de 1906 ·._.¡
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N o:hace' falta ser unlihceni úrniahóri para advertii; quenosolros, los•hijos'de!España,, tenemos ·una marcadísimainclinac±i.ón a•objetivar toda res• pohsabilidadytódaculpa: , , ,¡ " ''' '""' .u· · ··r: •·, ·' " :Así durante medio siglo no hemos hecho sino ·achacar la culpa dé.que fuéramos tartmalame~te; aquelos.adininistradores .nosfobabari. No pen5á• oamos,.ni'pórun momento; en.que·acaso cada unodenosotros,;yaun lo más íntimo de nosotros, era la.causa del rápido pero 'continuo ir múriendo; No nos
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ocurrió fa sospecha de que cada .uno de nosotros, en cuanto ciudadanos, éramos inmorales.•Nadadeeso; hace falta algo sólido, externo, concreto, es decir, aporreable en que descarg~t.la angustia del málestar; '· • Este rasgó anímico aparece también erilá ci,iestiónuniversitaria; ¿Por quéa'.nda tilnrruµhücosa i:ientífica'.?i¿Porqué los estudiantes•saleh de la Uni~ versidadcomorayos delsoLporuncristalsinm3.ncharlo ni mancharse? ¿Por . qué las mentes de los mozos que siguen carreras quéd'3.riperibanentemente doncellas?'Muysencillo. Porque tenemos sobre esto cada uno de ló¡; contribuyentes;níásiomenos•diputadosy senadbres;nnaidea falsa'=o aéásono. te~ nemas ninguna idea . :ddo que delieserla Universidad. '¿Por ql1é éada:uno de.los e5tl1diaritesycada·uno dé 16s:prdfe5o~es soripocq solítitosy hazaña, sos? •¿Porquelos planes de enseñanzá;•no yaresultan·mál6s, sinoquelo.soÍl'á priori\forwsametite, porque sólo pueden ser barajeos y•trásmutaciones delos cuatro conceptoscristaliiados quefotrrianfa:opinión pública?.:.iNada de eso; Es preciso dar con algo objetivo. Helo hallado::porque entre.vacaciones y za~andajas los cursos seredticeti a unos siete meses: ¿Porqué él estudiante no estudia?. No; más bien:porque falta ·a la lista; ¿Borque el profesor ria enseñá nada, porque no puede enseñar nada ?:No;.más•bien.porque delas trescientas veintitiéSpáginaS que forman la asignatura ha.recitado antelos oyentes·sÓlo doscientas quince. No es cosa de irseafüosofías; pero inquieta advertir cómÓ entoda•cuestión,ya grande; ya.minúscula, ~eña su óreja é!ritualismo,.hermanoide.padre y de madre del escolasticisrno.•, ·' . , " r:dyTornamos como punto de comparación.,,.,..aunque ria queremos cómo modelo-:.·.;Ja.Universidad alemana, cuyos resultados sornhecho¿ indubita7 bles: Pues bien; en.las Universidades alemanas no hay curso como en las nue5l tras; el año académico pártese por gála en dos semestres. En cada semestre hay unos tres meses y medio oficiales antes menos que justamente de enseñanza: es decir, en total unos siete meses. '· El.profesotPaulsen;,delá1Jrriversídad de Berlín, en su libro sobre la enseñanza universitaria alemana, ajusta la cuenta del tiempo de vacaciones que disfrutan los estudiantes: siete semanas en Pascua, doce semanas de agosto a noviembre, dos en Navidad, una' éri Pentecostés. Suma veintidós semanas de huelga. El año que disfrutamos losterricolas tiene unas cincuenta y dos semanas; de suerte¡ que, descontando domingos; fiestas de gúárdar,'jubileos, etcétera,: no sac~mos arriba déveintisü~te semanas de útil faena: Perp aúri:hay más; las clases no comienzan nunca al tiempo prescrito\:sino después;fü5uelen coµcluir. cuando se•híibía prefijado¡ sino antes, pues córnienzo y firi se dejan al buenoy.libfo arbitrio de cada ·profesor; 'que cita para:cuando le.place y corta é:uando]eviene en: gana. Quedamos, pues, que ell'Alemaniahay anuál" mente•poé:o másde:!amitaddeclases que éri España! :e·'' ,,., : ..,.,,,.,., .; , ., .....
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Pero se dirá: ·.en Alemania las carreras serán más largas. Alo. que se contesta: en Alemania no hay propiamente carreras: la palabra germánica . pará expresar esta idea;Beru.f, tiene uh significado medio entre vocación . y profesión.' Y lo que entre nosotros es real y verdade!amente carrera; se dice Lébe11Sart, manéra de vivir;frase esta última :que a su vez equivale a mála1manera de Vivir que busca el que no puede vivir bien de ninguna má, nera. ·
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Pero, en fill, haciendo la· traducción, más bien por paralelismo que por identidad., resulta que el Estado prusiano exige sólo para admitir a sus pruebíis tres años y cuatro elbávaro;:sálvando·en ambos casoslafacultad demedicinarén que se requieren qnco años:,: · · · Compárense los números: rPrusia exige a un abogado SI.semanas de estúdios en: un·estableciroiento oficial y España 155. Detodolo cuál sobre" viene el caso.enorglillecedor de.queunabogado español sabe Código yproC:edimientosyeconomía y derecho'naturál más que un prusiano por valor de 'i'4semanasdeventaja. ,... ,..,.,.,.; · •u r · .•. Y·vamos ala otr~ gran falta de que 'se acusa a nuestra 'eriseñaI1Za universitaria[• r; u r;:. r : : »::., .. ·El profesor de Lógica o de·Metafísicarse deja sin explicarla'última parte dela asignátura:Habrá qtiien'crea quela Lógica yfaMetafísica vienen·a ser perros en la:rnisa'de laicultúrarespañola.·No discutiremos tal aserto; porque tratamosiúnicaymeramente de hacer comparación:y contraste entre dos hechos, cuales son, Universidad española y Universidad· álemana, sin meternos a¡ discernir.qué se debe enseñar y qué no;·sino'anotando alguna Observación sobre cómo se deba enseñar lo que hoy sé enseña,';" Facultad de filosofía•hay en Berlín y hay en Madrid. El estudiante'español·ql,le corriienza: el apreridizaj e de tal facultad h.a estudiado.ya.en 'el bachi" llera to Lógica:illega'á la Universidad y encuentiaotro profesor que el Estado, padre providente, s11stenta para que le eriseñe otra vez Lógica; ciencia abso, lutametite neé:esariáisise ha de,estúdiarFilosofía, 'Supongamos que· ni en el Instituto ni en la Universidad llegan a explicar al citado mozo el.finálde la Lógica. Suceso lamentable. .,,,,,,El mué:haiíhó álemán que quiera.estúdiarla facultad de filosofía, se encuentra con que en el bachillerato no ha tenido profesor de lógica elemental y que en l,a Universidad tampoco tiene profesor de Lógica y a lo sumo se encuentra con una lección que se llama «Teoría del conocimiento y Lógica», en la que dan por supuesto que saben ya Lógica, por haberla aprendido antes de llegar:«álas costas risueñas deJa.vida>>.jlecciórr que se ocupa;' casi todo el semestre; conJa.Teorfadel conocimiento y sólo menta aLcabo la Lógica.para discutit,suvalordentífico;r r(['f]'· . Íi.: ; ' ¡ ; . . '"
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Si, pues, debe suponerse que a un estudiante sólo puede 'exigirse conocimiento de lo que un profesor le ha explicado, el español sabrá sóloJas tres cuartas.partes de la Lógica, pero el alemán no sabrá.ni \m palote de.Lógica y habrá de andarse a qu'esela enseñe su abuelo, o sutía, o su novia.·.· ,. · :: Mas por lo visto;la.parteinásimportante de la:Lógica es la que se ha qué• dado en.el cuerpo al'profesciryacaso ~en ella· donde se enseña que•no hay que buscar los errores en lo objetivo, sino cuando se ha apurado el examen in~ timoyno1oshemoshalladodentrodénosotros.. :• ... : · ·· ;: ' .• .,., -· · · No está malla enseñtlnza11niversitaria¡ porque 'el alumriono vayaia cfac se,• sino que el alumno .no va a clasé·porque.no eXistesino un fantasma: de enseñanza universitaria; porque es mala.(aunqueméjor) la delos lnstitiíc tos, porque nff eXiste la primera, enseñaniá;ysobré todo, porque•desde que nace, comienza cuanto le rodea; cosasypersonas; prejtiicios.yjuicios, áejér• cer sobre.élunáenseñanza.negativa;:merceda la cual llega a.las puertas de la Ürrlversidad «desaimado » yperfectamente, «inmoralizado »::Esta 'pa~ labra tiene un sabor reaccionario que conviene, por.lo: menos, dejarll'.uii lado.No se habla ahora dela moral re]igibsa;' que es, el conjúnto de.virtudes para lograr un fin religioso, la exaltación en una vida transmundana; sino de la moral·humaria,.que es el conjunto: de vfrtudespara•lograt•un fih hu-. mano, a saber: «la vidínnás vi\la.·quese•puedavivir>>,d:ñdmundo,Nosoc tros podremos reírnos de esas'reéias:jr clásj.cas Yirtude5 humanas~ demasiaf dohumanas;•pero ello es quelos que.las tienen y cultivany•guardan;viven más vida que·nósotr'os;·: ·· ·" •' ' . " ·. iYla priineia.ymás amplia irn'noralidad que cometemos, es dejarique pien~ se las cosas la opinión pública. · · ·•· '"" .. La opinión pública cree que de laignórancia•nuestra'es'culpábleél que los esttidiantes falten a las listas y que las listas:faltenaibs:estudiantes; .pues si la función crea el órgano;las listas scinyaun IIiienibro,dd catedrático y ubilista, ibt professoí-. Pero entendá!IlÓno~. :¿Qué.cosaies opinión pública~ y un loco•divino.responde: ,{ ;iJ"' ,;,
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, Finriado X.Z:, El Imparcial, l défebrero de' 1906 ' _ j _I
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· Quedábamos en que los esttidiantes n'uéstros sori malos estudiantes y malos profesores nuestros prdfesorespbrque:la• Universidad e5 mala yno al contrario. No se diga que ésta es tan sólo la suma y tonocirnienlo de a!Umnds
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y profes6re5, porque eli"nismo Pero·Grullo¡ último¡pailiédelalgle5ia, olvidado injustamente por~Migne;prote5taña de ello; pu~denseriunósy otros cumplidores de sus deberés yelresultado:mézquino;·como ocurre enFran" da, Un verso no é's un puñado de letras, sino un orden de letras. ESe orden es lóqueestá¡!nlam,entedebpcietayloquese'l,lama'.idea.•r '' · ·. •; .-: · ¿Cual es; pues; la idea:defaUniversidad?•¿Y cuáldebe:ser? • ' · · Comienzí!ila Universidad espanolai(¡ue,disfititainos .por.no serUniversidad sino un Ins.titu to' ;Eh.la-enseñanza ofidal alemana está partido elcampO'docente end6s proViiicias de:arriba a.abajo.distintas: la escuela y laUniversidad;-Escuela.es'todo desdefasihfimas·letras;hasta·laconclusión del bachillerat~ :: desde la priinera•niñez·hasta floridos los di~ciocho años no :hay·sino. ,éscuela: rLa escuela edúca.y:para 'ello- el, aluniho•está:subordic nado al maestro q1,1éle impone un: régimen de vida;•materlas y dis'tribución del estudio; pruebas de aplicación, etcétera. La Universidad no educa; enseña tan sólo y por cló tantci no tiene· elmaestro, que 'ahora no ,es sino prci~ fesor,csin deiecho'alguno airiteFv:enir en.los·andares:y quereres:del estudiarite; éste: eligedaJacultad que más le interesá;'eligeilos profesores, elige disciplinas,cva .ornova:adase,cesun r~(señorn; que acude a: un edificio público para; aprendetúmis: cósas médiante.su din~ro· que le cuesta, y el:prbfesor es otro «señon>, que va al mismo edificio a enseñar lo que sabe mee dian.te su dinero.que.le pagafü La Uµivérsidad es•también:.«lareligión de lbs.iguales»•' ·. i,. ":; ,,¡ ,.,. ' ': · :;;,;:· ··!;•La Univ'ecydadespañol;¡,sédistiligue del Institt,ítrnen que los;librós de texto tienen cien páginaS más; en que losestudiarites llevan pantalón largo ·y slieleri por la mañaná'declarárs'e en huelga parair:¡ior la tardea•d¡:clararse auna'modista. Por lo deináS,· tan In5titutoy tan escmela es lo uno c':ofnb1o otrm Poco i;riás o menos ambas suertes de profesión tienen un mismo rango en la sociedad y.en la Ciencia, ahálogos prédicamerítos yparecida soldada! EriAleIIiahla smicosas muy· diversas~ al de Instituto: ( b sea ,Gimnasiitin, Realgimiiasium, Réalschule, Obem!izls¡:lmle) se;lé llamavhlgánnenterriaest±o.deeseuela(Schulmeister);y solo t±as largos añ0s l:le:Servidos en especialisirrills condiC:ionesllégan.á poderse:ti.: lulai: «profesore5»:1Precisamente hacéunos días el•káiser hwabierto la mano u'npoco'ental·aSúñfo,No sésupone que:un•buen.mae5tro•haya de sér un·hcim~ bre de ciencia,- uhsabib! esunaicarreiarla:suyá que•sin grandes1vfrludes inte~ lectivas j:m'ede.recorrerse rapidamente;•PoD rioafargar•e\;tasya largas palabras no se ponen aquí los trámite5 legales; 'exigidos para·alqinz.ar una de semejan" tés·:riiaeStríast''' · ~11 , t:J« ~~1z,Jf1"1;_· ':i ·· ·· >:Elprofescirde·laUniversidad¡.por el cohtrário,res 'siempre una•figilra persohaly eminehte;rsih que esto vaya a Significar genialidad en todos ycadaunb de·ellos.:d .?:)iti ::<.'1 r:~'-'~f :; .- :u..;':>-1r:· ::-ux:+ .. - -
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Dejemos ;háblar al¡profesor Paulsen de la Universidad de Berlín, cate" dráticoddllosofía,. pedagogía, y brillante.pedagogo:· «Elprofesor de universidad; según.o investigador científico y maestro de la ciencia». En otros países ~prosigue-'--, .existen: Academias aparte de la Universidadiquesmipropilu;nente, aunque.conmejór:b peor resultado, ho-· gares de la cie~cia:La Universidad alemana.es. ala vez Academia:y.Escuela:superior. «ELideal del profesoruniversitario:es; por consiguiente, un ho:iÍlbre que por una' parte, como .pen5ador.independiente; examiila qu ciencia,.y 'como .profundo cónocedor·.desus inétodos:fuvestigádores.trabaja creandó:enella, y de ótrarcomo maestro,· aciertf!• a imbuir .en sU:salunirios cl'e5píritii:cielltífico 'jguíá:albsillejor:.dótadospara C[ueparticipellen el ·tra• bajo;etuditb»•. •«Para maestro dela· ciencia sirve sólo.el que haya trabajado enella•produétivamente:·:.i> .«Sólo un corto númeroientrdos•.estudiantesse dedica luego a trabajos.genuinamentecientíficos: lós·más en5eñan:enJas carreras pública~ y son jueces•; inaestros·dei Instituto ¡!abogados; médicos; pero lamayor.p:¡irte'hap'sidotocados unavei; eri su.vidapor la idea de bus• car libremente la verdad.c:Y, en•muchas.almas·queda como un.perdurable elemento la.noción de lo•queesla•cienday de fa alta Iaborypreocupacióri tientíficas».p 1 -,,i:i;·),'L·-· _u r1:··rr.Ji;~;:.~-,, J" ,:_,, ·1 .: '' 1 Lps;profesores' constitiiyen el córpils academicu5, quien haee manga5 y capirotes de cuanto se realiza dentro de la Uriivérsidad. Erí él se nombra rumáll mente alreetor\ que ernálglinas pártes:;tlevá':el epítéto¡de!magnifitusl resabio dclviejosf:ieíiipós ret.óricos y elS'énado: áínbos iríterneri.en enfos juicios discipliríarios; e imponenlos•castigos, a sabet:.multa de ha.Sta 20 marcos (unas 30 pesetás) ;.cárceLde hasta catorce· días; amenaza;de'expulsióri, eípúlsióti y exclúsióri~,: :> :·:
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· ··,xCada.Univeí:sidad•tiené cuatro:facultades:~téología,;medicina;juris" prudericiáy filosofía. :.; salvorMitnster, que tiene sólo treso'Eri Bonn;Breslau; Tubingay5trasbufgo,fafacultad.teológicaesdoble:.católiéaiyevaiigélica;.Ell Münster;•MunidiiWurzburgo·y Friburgo;csólo. católica::De:lafacult:¡id de·fi~ losofía.en.iiubinga, Strasburgo y Heidelberg se ha separádo la nueva.facultad independiente de ciencias¡ matemáticasynaturales 1yen Tubinga, •ade~ ·de ésta; otra de'ciericlas ¡¡olíticas, EnMunichse ha constituido la de ciencias po~ lítlcás •. Errehésto,deÍasUni~ersidades se entiende podacultad de filosofía¡ aparte:de filosofía propi~en~erdicJ;laJa his.toria¡ 1a•matemática =<:orµ.o dec cían los krausistas-, ciencias naturales, geografía y la filologíayrlingúísfü ca{Oadafacultad·nombra todos los años,ullc,decano;rinspecaionáalosiestudiantes :illorál y científicamente; administra las becas y estipendios y;juzga las pruebas exigfüas para su concesión; redacta tema para los premios, los otorga
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y los reparte. Vigila la mátena didáctica; y como es libre el profesor en su acc tividad, tiene que cuidar que en cada semestre esté completaíla.enseñanza; propone los necesarios aumentos en el profesorado; txruriiuapara conceder 1as dignidades académicas; y dar; en fin;la venia 1egendi, dequeluego se ha· '' ·.. "· : .,.; blará. .. rPROFESORES."--Dentrb de ese corpusácademicusindependiente, élprofesor, nombrado generalmente por.el gobierno a propuesta de la facultad, es asi~ mismo irideperidiente~ Nómbresele para el
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tener-menos alumnos que un.profesor corrierite.de derecho civil. De aquf.que la Universidad con~eda.pretnios especiales a ciertos catedrátic(ls, pretnios' qu~ vienen a ser sobresueldos.' <; , " .·,, ;' · ,;· ;• ·Según la•orden del897los profesó'res.ordiuarios de·Prusia reciben 4:000 marcos de sueldo ysi lo son en Berlín 4.800, poco más de 7.000 pesetas.con moquillo,Los' 'extraordinarios 2.000: marcos; 2i400 en Berlín; Los ascensos · hasta cinco; eri Berlín seis; .son de400•ini\rcos cada•cuatro años.'. Los honorariosvaríangnindemen.te segúrilapersonalidaddel.profesor y según la disciplina; Las inás•elevadas materias delacienciatienen muy pocos oyentes; al paso que1as elementales y popi:t\ates•son escuchadas por verdaderosrebaños'deaprendices. Eri 1900 hubo.la:•siguiente;propordón en, •> · trelos honorarios cobrados por los 502 profesóre5 prúsiahos: .468riJ.enosde·l0.000marcos:•';;. :•:;;··r: ,. , , ..... , 20enttelO:OOOy15.000i•i:. ;;::;·;; .... ,, ,,, . 6 entre15éOOO.y20.000:dJu ·•. ,,.,¡ ..... •.'12 n·, ·:• ,.,,,,,,. 5 entre 20.000 y 30.000. ·,,: 3conmásde30:000..: J : · · •2··• ·.. ·Las lecciones sorr de una •hora semanal\ dbo, tres; etcétera; y puede tal~ rularse el pr~éhen cinco.marcos por.una lección de una hora;: cuando la que seexplicii:no·requiere.tranioya:eX:perimental,olabbratorio;etéétera.... •·• .... Entre nosotros horaylecciort son hoy'shlóninios; decimos· esto par.a que no sec:rea•que·~adahora: de:atldición·cuesta•cinco marcos\•Sinbtodas las lecciones de una «asignatura», quese explica•semai1alritente.unaiveiL. Resulta,piles;'sumartdo rueldos.y honorarios'; completado el cuadro anterior de este modo:>· '· 30prbfesoresm'.enos, de'6.000.marcos'° . , : "' .•" ''ol28entre6y8tOOO.c.:::;, : ··' ;, · "'114entre 8yl0.000:1'. •• ·::1 :• · ·:•; '65entre10y;Ji2;000:· "• 73 entrel2yl5cQOOr:•.:.. , . i_:j 55'entre15 y20:000t'o• . 18 entre 20.y 25.000;:: , · 9 entre25 y 30.000, 7 entre30y40.000. '¡','' -_,¡-,. .•3másde·¡40;0001:• . •·'"'''" · Lo. queda!unacifmmedia de:lL 705!Losmás gananciosos; si no erra+ mas; son los niédicos y.los catedráticos ilustres de geografía, derec'ho y.discic plinaseconótni~ásr¡ :d• ,., •:i·'-;i. . 'Como esa:desigualdadé irritanteyel.sabio no tienela culpadequelos humanosmuestreri!másihteréS por saber. dón,de está:G:iempozuelos y qué se 0
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cría en Patagonia, o por conocer a ciencia cierta qué impuestos paga, que no debía pagar si el mundo anduviera más decentemente, que por comentar el Pentateuco yconstttiirla geometría no euclidiana, lamisma real orden de 1897presc:ríbeque de los honbrarios·superíores a 3:000 marcos, 4.500 en Berlín, pase, la'tnit::ida.las arcas de la Hacienda pública, como relativa:compensación a un aumento general delos.sueldos. ¡ .i · •.Demás de esto recibe cada profesor tin dornítivo para casa (Wohmmgsgeld) de 900 marcos eriBerlín,'y 660 a540 en las demás ciudades umversitarias: · ,No·hay'detertninado nada con respecto a la edad.en que deben retirarse de omejercitio los catedráticos; en cada caso se resuelve a propuesta del pral pio ihteresado y'1uego .dé prolijo expediente. En cambio; una vez en elretiro•no se le considefá combmn eínpleado.:Vulgar; sino quefconserva. todo su sueldoy.dihero de habitación. Los honbrarlos, claro estái dejaide·j:>er, cibirlosJ peFO en algunossitios;Tubihga por ejemplo; se le dan2:000 de con" i '. , •. ,., solacióh.'; ''• i ;La:viudarecibj'!, sea el' que fuere ehiempo que ha, ejercido su marido, 1.650 marcos cuarido fue profesor ordiuario,y 1:300 si extraordinario e Al.in, gehibso léi:tor s'de ha ócurridó ya¡ sih.duda; la observación de que es prefe, riblé ser.viudmde.un hombre ordihario:qtie deun éxtraordiha:rio,'cosa•enque cojnciderr casi,toda!slas mujeres; Alpfurier hijo le dan 48Q marcos hastalos veintiún años, a•cada. siguiente300.:Al huérfano de ·pádreyniadre• 720; a sus hermanos 480 marcos:•Aúrr hay en algí:Ím\s'1Jniversidad~ fundaciones yóijasdeauxilio/L; .,,,,.. ·•' '"'. : . 1:.1 ¡ Segúrrse'vé;o los•profesores alemanes estárrbien retribuidos;•sinllegar nunca: a las fabulosas ganancias y,bódigós de los ingleses y norteameritanbs: Muchos'catedráticos españoles si•leen las cifras.arriba apuntadas pensarárr que sus sueldos son cosa mezquihayhasta sorrrojadóra: Cierto,·qué·pac gahdo como' se•paga· aLprofesor:en•España( ·no..será•nunca posible· una Uhiversidadque sirvápara algoimás; que para cubfu la'vánidadnacional ylaS vanidadesparticUlares;:Pero'notendiChos. catedráticos·quelos profe5oresalemanes, para llegar: a serlo; han.recorrido unvfaccrutis doloroso y tenai; de que no hayidea entreriosótros;,hán' trabajado años y anos ferozmente; te, nierido el éxito muydudóso;:hari caídomtos muchos enel:camirió sino tenían fortuna personal: en suma,:c[tie para.ser profesor' en Alemania ria ba5ta que~ rer serlo; como ocurre en nuestra tierra... i: ; ; ' . ,., :.l ,: 1 :
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V Hablemos algo•de los :P1ivatdozenten, profesores libres; Acaso sea tal institución lo más original de la Universidad álemana y aca. so también lo que hace de la enseñanza académica stiperior.uua acción viva; actualísima, sin estancamientos ni petrificaciones. El .f'1ivatdozent suele sei; . unhombrejoven queluego de cóncluir stls estudios universitarios prosigue afanosameute elaborando· ciencia y decide consagrarle sti vida conla decisióri, serenidad ynóbleza de gesto conque.un sacerdote de Atenas sacrificaba un buey a Minerva de verdes ojos. La ciencia alemana, adespecho dda torpe y malintencionada leyenda; nó es esaicieuciall1órte.cma y sepulturera de nuestro país; adonde,van a dar.los· hombres de parda ¡¡mbiclóny escaso nervio inteleétivb,f ciencia de'emba:Isamadoresy de hierat:iZahtés que se embozan en la.pedánteríáy se sirven de su nun~a patentizado,saber.como aquella.ingeniosa hijadalgo de Francia usaba de la caja de valores de los Crawford; La ciénc cia alemanario es tampoco un misterioso don que otorgan!os cielos a.unos pocos seres geniales, silla una ocupación natural; humanísima, en la que tada cual puede terier sil·partey donde c'¡ukn quiera podrá-rendir, utilidad; i.f'oi; no ser niaquella ciencia lóbrega!, ni esta ciencia divina; Ios problemas sabiós levantan de tiempo entienipoverdade_rás tormentas éasicpopulares'emque todo ciudadano culto se interesá y párticipa¡ tormentás que sólo se:dan;en otrospúeblóspor'cuestionéspolíticaso tauromáquicasm t)?', , "• '" • . No. ha de extrañar, pues, que haya mozos a millares dispuestos a 'cambiai; unas· éuantas hbráS deamótesy devaneos.dulces, depreoctlpaciones políticas y de esfuerzos, por escalar los escalafones, en casta y fecunda labor científica; Permanecen álgunos años trabajando con árdorylentitud;.en.elsigiloyen la modestia. Como dmolusco vacreandó de sí mismo su concha, indlierente a cuanto le rodea; construye él swvisióncientílka,·iricorpórase la labor de lo~ hombres pasados e inicia la suya,Ia propia¡Ia,personaL La vanidad,siexis" te, la sutiléZa y la astucia en este largo iritervalüidenimia sólitariaygestación oculta se secan; se purifican cuando nienos1•La idea•de que se es uno de tan" tos trabajadores en la fábrica mundial dela ciencia, de que .ésta es algo supe.rior al individuo; más ancho y más largó; infunde· el sentimiento de la discic plma, el cual; a su vez', madura los frutos; impidelas hueras fantasías y poda las manías de la.razón raciocinan te. :, " · _. x: Luego aparece el primer libro donde aquellos años de juvenil meditación sé.muestrarrcoridensados; ardorosos; latiendo encada página como en unas sienes vivas, ¡¡ñas.en que habiéndose dejado las mujeres por las ideas, se han amado las.ideas como a las mujeres. Tras él, acaso salgan a luz otros de más pausado andar.
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El sabio siente la madurez de su espíritu como en la niñez sintió la pubertad de su cuerpo. Entonces elige una Universidad y pide a la facultad per·llliso para explicar, venia legendi: compone su amiailuinvitae, un esquema . de su vida, envía a informe sus obras y dos discursos, uno de ellos dirigido a la facultad, el otro en forma de:lec~ión (Vorlesung).a los estudiantesiLa facultad delihera:,eÚos dos discu.rsos son.meras fürll1ulas que no se toman en cuenta. Lo importante son lás obras; sean impresas o mámiscritas quemanifieste el peticionario; es decir. que e<< la capacidad creadora científica es lo deciSivó para entraren la cárreraacadéinica; un colegio de sabios.áprueba o reptueba'1as:condiciones de sabio.deljóven científico»! • -,, · , Concedida.laNenia légendi, inicia sus explicaciones con iguál libertad que un profesor.ordinario: sti:Ieciciórr~y esto .es muy.importante-.-.· se considera válida como.la de éste para eLcuadro de disciplinas, cultivadas oficiálllleri. te, que se.exige aJos estudiantes cuando solicitan sus grados, .f'orsu trabajo no cobra sueldo .del Estado; sólo percibelos honorarios de sus dases,;que a fuer de maestro nuevo, suelen ser pequeñisimos:Ysiguen afüis, muchos años ordinariamente; a veces!toda1avida, sjrrc'¡úe llegue el deseádo profesoíazgo. ¿De qué vive én tanto.?· .Comó no poseá alguna fortuna de herepcia¡o sü labor libresca o lecciones particulares no leáyuden; no Vive.:Ei;i.Alemania, ál.conc trario que érrEspaña; la ciencia es.patrimonio.delos liombres acomodados; ya que no ricos, al p~o que entre nosotros.e5 cosa' que se.deja ál buenarbitrio de algunos golfosgeriiales>Clarorqúetambiéri lo qtle e!l'Alemania (JcUtre es ¡:ierjúdicial: conviene que la ciericiaesté en manos a quienes uo a te ni trabe excesivamente la necesidad;.sólo ásfae1a'1ibrará de caeren ung¡¡papán;,cosa que jamás, jamás, debe ser la profesión de maestro. Pero, en cambio, se desperdician muchas fuerzas que acaso fueran las mejores; porque láS tales fuerzas habían ido a asentarse encuerpós proletarios' Para obviar; siquiera en cor. to' trecho, ese inconveniente, creáronse.en 1875.unas.ayundantíaspprvalor total de5.4,000 marcos, qtlese otorgabarra mozos de largas esperanzasyde escáSos dinerosJ Cada ayudantía dura cuatro años:. en'su ejerdcio pueae.eljol ven maestro:hai::erseio bastantemente conocido para que'Sus' lecciones sean escuchadas por Un número Crecido'de oyentes_. :'.' L ' · .· J' Y ahora nóteselo que significa para unaUniversidadel profesoi:·libre. En primerlug¡¡r,Iadistilicia' entre el mero doétory.elprofe5or ordirun¡io, especie de monstruo científico; aparece acmitadapor ese•estadomediof deP1ivátdozent: Larómántica figura del joven.maestro anirria a los que vienen detráS. ASimismo; el nuevo lector seva:haciendo. al complicado arte de la enseñaI!Za\precisa sus conocimientos; los:conipleta; azuzado por el deseo de.tener muchos diséípulos, ·de coriipetir:cónlos•profesores Viejos, levanta·en su ánimo presión devoluntad y dereflexióri; cada semestre puede ser""'y es en muchtís casos-:-
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un .tri.unía 'Pªra él; el más sano yh,alagador delos triunfos, porque uri estudiante con1ibertad completa de elección no va a oir a un maestro;y deja alas demás que explicanfo'IIlÍfilI!O, sino por una Última COÍlvicción•de que es aquél el·mejor.. ' · ,' •· · Por otra parte, las ideas, la ciencia':inisma;.vanariugándos'e en la'. merite de los profesores viejos;' loscc'onceptos seanquilósany andan por fas circun" voluciones terebrales,yarcad)1casicon muletasfos raciocinios:•De ordinario, eLsistema;·el método de un•sabio;no soll'más que costumbres i¡dquiridás porél enlamocedad,. difícilmentl! se désprendende ellas; yla ciencia daudic ca y se estanca cuando. el método •se hace.viej'o, Mas; a la par;·aumenta e!cre" celo yla iritransigenciaerre!rariciano,· cfériasd1todii iimovacioriy a1todo in. novador. Los nuevos mae5trosrllegan consus odrecillos•de erudición;'ple¡:ios de virios• bravos yfrescos,•qilereiho:Zan'1a·.virgen·eterna de. la ciencia,c 'cimcu" .rren' con los aritigilos·sacerdotes,'ponenfrente a sus deslucidas fiestas sus 1;me" VÓS·ritosfüirrianteS y•enseñam~n'SUS retablos; a qÚien ]es quiera Ofr; nÍleVOS :inisterios·connuevassofüciones1ic'' · · 'rcr · , ··.. ·De es'te modo es casiim,posible!queácionteicafo:que entre nosotros ha ocurrido siempre: que losnuevos rninbos:cienlíficos'lléguemaia Uriiversidad ,cuando ya sominejos o iiúecund6syhan sido sústituidos por otros nuevos! Que•s'e1Jueda ser sin dificúltadysirl excepcionales meritas catedrático.á.los véintiúTuaños es· cosa deplorable{"pero.loes aún· más que no haya entada Españasinb urnsolrnprofesor de Metafisica',•po'fejemplo, y ése sea un ancia., no; sobre quierr·hancpasado cincmenta•añcis decfilosofia completamente inad'i vertidos·Y,qu{!aún•hablaen!tan1nt61efablejerigon2a'que:unas'frases suy'aspu~ blicadas .efocierta revista· alemana (IosKant-Studien) han producido un inextinguible rumor de risas, y•hasta los huesos de Hegel el difícil han repi queteado jocosamente contrafa losa q)1dos cubre. ,. . · El profesor libre suele ser la iriiciación enrel profesorado. Cuando sus clasés sonmuy visitadas asbiendea pr()f,e5()r extraordi,n¡¡¡jo, poco de5pués arri" ba,a oidfuari.()()le ~cigelasenettud errlamiSma: sitilacióriy, álosumó, se le da como premio de discreta con5tancia el título de extraordinario sin sucldo: · Sin embargo, no es raro que1senombieia:un memdoctor•profésor, pero para· ello hay.que ser.tiri doctor: corutoda ]a,füirba. Nietische a los veintitrés años, cuand.o aun no lléva]:¡a·up.o de Privatdozent, •fuellarriado•porla Urii~ versid~d,de BaSilea.para regentar,una:cátedra.deFilología clásica:: : : ·,. ,· · ,. '·;,Se dirá que•sehan·pintatlo,de o~o romántico1¡¡s'vidas dé los creadores científicos y;profesores alemanes: G:laró·quenó faltan 1ntrigas, recomenda~ ciohes;•ene:inistádes,desamparos;etcétera,.Tqlesimperfecciones;.cuando.·son excepcionalesymo constitritivas;sirverrpara¡iménizarla vida y darle un dejo osabo~cillo.trágico qu.e abre e1 apetito: una vida absolritaménte justa seña 0
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insoportable; Pero ·es lícito afirmar que cuanto va di':ho se ajusta con ?astan te precisión a la realidad, o por mejor decir, a lo, queJuzga como.la realidad •el que esto escribe, quierrno pretende haber huroneado todos los meandros ·delavida intértla alemana, aunque haya procurado orientarse en ella del mejormodo quele fue dado. . . ' ····. . ' • . ·. .La realidad es, pues; que erdas Universidades alemanas hay un montón de hombres que, aparte exce¡kion.es, se dedican única y exclusivamente álas más altasrlabores humanas,Jas que proyectan reciamente sobre el por~ vehir a las razas qtielas c:ultivany.fomentan. Ese trabajo idealpurifica los áriimos y los ennobleée: .,.;e,¡,,,.,,. •L. : " · . ·'". . ·.·. • . ' Y puesto que no fuera otra ]a.utilidad dela cienciaque ser com~ .el la~ vadera dert.ma mina; dondéaguás claras corrientes; pasando sobre el mmeral, se llevan las escorias; ya estarla justificado que un pueblo mantuviera un laboratorio desabios:Recuéidése aquel utopista que para afinar las áriimas de las rameras las mandaba hilar oro. . . : ., Una emula cióµ: con5tante,, griegamente üúantil;.alierita alas maestros; los Viejos¡.hostigadosporlos mozos, se esfuerzan erirenovarsus caducos impulsos; éstósretiehen sus enfoscadas fantasfas'p?rq~i; la sereriida~ de ~os más viejos tiene grandes seduccionesy•presta a los ideanos ,una•apanencm de lo defrnitiv6J B6r estodeci¡imos que la instituciór¡.delPrivatdozent, del profesor libre, nos parecelo más originaly lo másfecuhdo dela Universidad alemana; La proporción de estudiantes que oyerr éxplkacion~ ~e profesor~ libres y de ordinarios fue en 1892 la siguiente: Alumnos que asJStieron a leccwnes de profesores ordinarios: en Teología, 33 porilOO; en Dereclio,'47; en Mediciha, 41; en Filosofía, 14: Y a ]a5 de P1ivdtdozenten: en Teología,'23; en Derecho; 31; en Medicina, 12; en Filosofía; 16 .. Como se ve,. es una.muy respetable y sigriifi~ativa proporción. · ·., ·: ·' ·;: '· ···· :'!' r ·)!' l , urJ .. ,) i• ! . , , .. Firmado'x.·Z:;El:rmpcu-da!; 28 defebrero de 1906 ·J.·i <
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, r:I:.aaC:C:ióndocente en laUriiversidáda!emaná·serealiza con·dos brazos; la lección odiScurso didáctico (Vorlesimg))"los ejercicios prácticos. . · Hoy existe gran pendericia entrelos sustentadores d.ela lección y los ~e fensbres del ejercicio práctico a, ultranza. La leccióní tiene en su apoyo la his'téíria · hasfacorriienzosdesiglo sólo lecdonés 'había er¡. las aulas acadérriicas. Hace,cillcueiíta ()setenta años comenzaron a·crearse los llamados «Seniinarios»; que representa!l en fas ciencias del espíritu lo que los «laboratorios» en lásná-
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turales. Poco a poco se multiplicaron los «serninarios» y hoy casi toda pro" . , . · · ' , .. " " , . ,,, vincia científicatiene:11no propio. " , , , La lección es acrnalmente lo IIlismo que era énJo~ tiernpos clási~os de laUiúversidadde Salamanca; salvo que allí.se «leía» al maestro-en.o acerca de un libro prefijado y asílas cátedras de Avicena y deLulib erarrcoíno;glo-¡ sas-habladas delas obras de unoyotro; Hóyfa lección es una semilectura so- · brelos apuntes (Ko!legheft; 'Ko!leg) que el1profesm: ~a bosquejado. previae mente, apuntes:que'vienerraseria.armázórnde1alambre que sustenta el discurso libre ~rite los \!Srndiantes .. Pero nb se éreá,que.este_discurso' es algo parecido a las ingeniosas y elocuentes dívagaciones del- C:olegio dé Fran~ cia,' que ebnisrno ;Renarrcoridenó:Ia: Vorle5ung1 de.una a cinco horas seil1ariales; es una exposición sisternatica de una disciplilla, o de11natparte· de ella, seguida con todo rigor:científicopor locoinúrnymezclilda·corrrecornen-c d~cioi:e_s para :ltrabajo aislado.y.persoµaLde los;oyentes,; con críticabic bliografica, etcetera. · ·· • ,... .:.i-1< .-;_; ''"'-'''''· ,.¡ El cornplicado.:i'rtefactcíide la ciencgvvaapareniendo•pbco 'mpocoante los estudiosos noveles,vanfijándoseS'ns lilleas; cuajándo~e susfondós,irguién-' doselos problemas y floreciendo sobre.ellos súbitamente las soliiciones corno las veletas en l¡istorresi El.solícito oyen\epuede decir qué ha visto cómos~ creaba ante él la ciencia'cbrnpleta;de lanáda,•o:mejor dicho;-de laci:Ji:lfusá realidadvulgar; Yéanselos titulas de algunas Vorlesu11ge1!, fornados del mdic ce de lecciones de la Universidad de Berlín par~· el sernestre;invernal que ahol ra terinina:;-1,>.i ·'- -,, iT,-~"!-; i:-,\;·x, .)3jfi --.--_-. ;·\::;f1: :' ,.,_:· _ · Teología: lntri:Jduceión aLnuevo' testarnéntq:.profesor, doctor Harnack, IIliércoles y sábados; de·diei a doce privatini. Histórfa dela Iglesia en la Edad Media (primera parte); profesor; doctorMuller, miércoles y sábados, de ocho a diez, privatim. (Segunda parte); profesor, doctorHarnack, lunes,rnartes;juec ves y viernes, de ocho a nueve. Derecho: filosofía del derecho y jurisprudencia comparada;.profesor Kohlen(cuatro•horas semanales), Filosofía del derecho y teoría política general; profesor Paulsen (cuatro horas). Sistema del derecho privado romano; profesor,Hellwig (cuatro horas). Exegétita de las Pandectas; profesor Kipp (una hora}¡publica. Medicina: anatomía del horn~ bre, profesor Waldeyer (diez horas). Minúscula organización(?) -Feinerer Ban-..-. o más delicadostejidos:dél.sisterna nervioso centra1cori demostraciones; profesmR Krartse,(dos,hora,>)::Pátolbgía,gerietál; profesódsraeL(cinl CD horas)¡ Sobré cornposk:ióny1efectbs de:losriuevos n;iedio~ cu'rativos; proc fesor Liebrich; pública'.1 Filosofía: introducción a la filosbff~;cprofesor Riehl (dos;horas), Historiá generál délafilosófíá¡,profesor.Riehi (Cinco hotas):Fi" loso fía delsiglo XIX dé fücilitea Nietzsche; profesor,SimrneL(dos horas): Cien" cia yfe; -profeso¡; Lasso'n,,p.ública (una hora); etcétera¡ ,,,,• ;, '",,,
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Las lecciones, como se ve, son oprivqtim o públicas, es decir, qué se requiere para oír las unas; a más dé ser estudiante; haber pagado eri la cuesrn" ra de laUniversidadlos honorarios debidos ál prbfe5orportal lección. Las pú" blicas se contentan con el primer requisito. Hay lecciones (que generalmente son 1aspi:ác_titas}¡nivati5Sime, esto es, qúe para asistir a ellas es preciso haber visitado personalmente al profesor y puéstose de iu::uerdo con~]¡'' 'Pero láV9r!e5u11gva decayendo. La ciencia moderna es tan compleja, tan precisa; tan: vasta, tan exquisita que se escapa ala, exposición sistérnátita; adec rnás, el gran descubriIIliento;pedagógico cohtemporáneo,referente al es" tudio superior, ha sido quéJa ciencia ino se puede ensenar y sí elmétodo para' crearfa. :Es det:ir;q\:té el: discípulo ha de comenzar desde luego a1usar.los instrumentos científicos, sean éstos materiales o'puramentecracionales, bajo la dirección del rnaestt'o:·D'eaqutque lalecciónvaya cediendo terreno ál ejer, .. ·, ¡ --: .:, r·' ,,, ,_,,, ,,, · ciciopráctico:- . ., __ ·' Corno-la misma designaciórraclaralo q'ue ello sea, 'no rios detenernos eX¡ilicarlb. Pero ádviértase qúeno es lo illiSrnó queel.«SeIIlinario», del que sólo toman parte los ya avanzácfos estudiantes; q_ue agrupados en torno de uh sal;>io ilust±ey comunicándose ampliamente con él, son sus verdaderos discípulos y continuadores: mas deiéstos· se.hablará otro día.- '''l i' ·' ' . LaUniversidad dé1Berlín es unrheé:hb monstruoso qrte recuerda esas aplastaiites con.5trucciones. delos·p\:teblbs'primeros,:Ella sustenta entera yverdac dera la inb le inmensa,igigaritesca cm;no de fábula que es latciencia1act11al, donde_ el hombre ha puesto en cajas.especiales.todo el universo'. Esai::osadi" verticüsb'na quenósotros usarnos bajo'el:ri.ornbre oficinesco.y beocio de «asignatura» d~aparece en_miliriadiaciories; La «asignatura», propiarnente queda sólo corno introducción a una introducción. El alemán que estudia anatomía geherál éo:ri.siderá a ésta como unos_andadores.que:sueltaalpunto:para entehárse en.milaprendizajés especialli:adores; ,,,.-, · · :: . r• ' - ,, • Hay; es cierto, un profesor que leeanatoinía general; perojunto a:élhay otro que dedica' tcida su actividad.álmero estudio del coxis; délcoxis hoyy en la Edad Media¡ deLcoXistdeály:deL experimental, de todos-los coxis'; ,én fin, habidos ypor:habér, desdeel del mísero adamita ha9tael rnajéstuoso delpa" drejúpiter, pasando por el coxis floreciente de los hermanos rnonosciYasicada ciencia se abre en ar¡:oyos infinitos, en divididos y subdividid9s·rarriajes, en complicadas y múltiples venas que llegan hasta .el estudio..intensivo. de. los más pequeños detalles dela Naturáleia¡ sea ésta el cuerpo hurnario;.elródarde las esferás o el trotecillo dé lahurna'nidad ál.tr¡ivés del tiempó,ya ané:as,defame" maria; Dígase: que es una-pesadilla fa lectup del índice de leci:icínesde la Unic ver:Sidad de;Berlín;. Creernos de todas suertes recomendable esa lectura; ella so Ja, bastaría para hurnilfarlos. Acaso .110 exista más claro espejo donde cada
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individuo pueda ver cuári enciclopédica es su ignorancia. En medicina sólo, sin contar la zoología, botáruca, quimica y demás ciencias auxiliares o preparatorias, llega el número de lecciones y ejercicios quese pone cada semestre a · ;,. la disposición del estudioso a ¡500 l En derechourias 98, en filosofía pura 40, en hiStoria y geografía 86, en filología ylirigüfsl:ica ¡2431 '. Aliver esto•ocurre1pensal' que sabe ya' el hombre de sobra; el C:úm1llo de labor científica le agobiay a poco que crezca aquélla entre hacerse sabio y ga~ narse el pan que no crece, dudárase siie quedará un dulce minuto de s1l tiem" po que dar a más blandos placeres ydevaneos,álbuenamory al buen reíri en fin, almás alto y principesco goce que la vida'daálhombre, el de perder el tiempoienjugosovagabundeo;' F; ·''e;··· ... ·. ········ i Pero un sabio sentimiento,de disciplina puede salvar· de seínejánte aho~ go: con poco que se sepa, basta,.Lo que es preciso es saber una.cosa bien; . llegar enU.TI.aciencia.hast~su.foÚclo;qÚeallísetropezará; coino en cualquiera otra,icon el secreto de la vida; de la realidad; conJa fórmula dela certi" dumbre. Luego, sobre unas pocasnciciones del saber humano general podrá cada cual construirse una visión del mundo lo bastantemente sólida para que le enderece el árumo y le enriende fa'voluntacL' '" · f La crisiS actual de la· Universidad aleínana•lleva cariz de resolverse en este sentido: Ycomo.nosotros; tardeo muylue'go; h~osderecónstruir de arriba abajo.la nuestra; parece.en su lugar exponerla disensión entrelos deferisorés y enemigos· de la lección, según Páulsen. · · .. ' ' ce: Los adversarios de la lección vierieri a usar de las siguientes ·objéciones; l.• La lección deja al oyente en pasivo estado, en tanto que elprbfesor ha" blay él a lo sumo, extracta en rápidas notas lo que oye. 2."¡Lo mismo que dice.elmaestroy muchomejordicho'sehalla ell'los modernos manuales de la ciencia, donde.con más detención y concisión la ha ex¡júesto elmism.q maestrq. La lección, pues, vive aún por rutina y esun anacronismo su exiStericia 400 años después de'lafinvencióndeJa imprenta, 3. "Debe seF.stistituida ponina lección de.Úna hora semanal, que sea conio'una muy.general y atrai:tivá introducciona losproblenias que laeien" cia estudia; .! ;• . 4:~1La ex¡josii:ionoral·no'puéde.ser ni completa ni precisa.H ! • • · ' Y i:licen·losdefensorés: 'L 0 1El secreto de la. lección está en la influencia personal del maestro.No eslo niismo Ieeru11Hbro de!Hegevque'oír áHegeL Lapafabrá lleva sobre el con" vencimiento la' fe ervlo·oído,fa fe que eS rin convencimiento más l;¡orido que el.intelectual, un convencimiento 1de los rierviosy de las entrañas, «EScribir """-decía Góethe= es rin abuso de lenguaje, leer calladamente una subroga-
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ción de la palabra. El maximum de influjo que un hombre puede ejercer sobre los demás, lo ejerce por medio de su persona». Y podría añadirse: la palabra . es un signo de·la idea y la escritura un signo de la palabra; cadamuevo trans. misar intermediario hace perder intensidad a lo subjetivo. 2. ºLa. cienci.a en un libro es rígida, petrificada, conclusa. En la lección hablada va poco a poco desenvolviéndose cómo una mujer misteriosa. Se ama más y se comprende mejor lo que se ve nacer que lo que se halla ya perfecto; por eso los padres aman más a los hijos que los hijos a los padres, y se ama más la casa que nos construyen ante los ojos que la que se compra hecha. 3. 0 La Vorlesung permite andares más libres, sueños ceñidos a un sistematismo riguroso; las secciones, capítulos y artículos de un libro traban las piernas. En la palabra libre caben aclaraciones en apartes, digresiones, sobrevienen puntos de vista, se expresan sospechas vagas, se admiten posibilidades aún no admitidas en el cuerpo de la ciencia. 4.º En las disciplinas cuyo objeto puede ser mostrado intuitivamente (anatomía, etcétera), ni que dudar tiene, pero aún en las otras (derecho, filosofía, etcétera) también es útil el discurso, pues consiente la patentización del proceso de ideas en forma de esquemas. (Nótese que un alemán es capaz de poner en esquemas de «Tauromaquia» la de Montes sin moverse de un ladrillo). 5.º Es además ú_til para el profesor porque el tener que dirigirse agentes aún ignorantes del «argot» científico, «argot» que suele ser más de conceptos que de palabras, y el haber de atraer blandamente su atención y retenerla evita el excesivo especialismo y la hieratización científica.Demás de esto obliga al sabio a volver con gran frecuencia su pensamiento a los primeros elementos básicos de su ciencia. 6.º En fin, la lección extiende la acción de un profesor sobre un número indefinido de alumnos, al paso que en el ejercicio sólo puede actuar sobre muy contados. . . . . . . La cuestión está en litigio. Creemos indudable, no obstante, que la lección irá decayendo, se reducirá en muchos es.tudios a una somerísima introducción popular o a una cause1ie seductora del sabio acerca de los últimos resultados de la ciencia. La Universidad medioeval morirá por completo, y nacerá de ella la del porvenir sobre la base de los ejercicios, que después de todo apuntan ya en aquella curiosa costumbre delos maestro~ salmanticenses y alcalaínos, llamada «estar al poste», es decir, concluida la lección quedarse un tiempo determinado arrimado a una columna del claustro para que allí fueran a consultarle los estudiantes las dudas que les ocurrían. Por mala ventura no estamos nosotros en disposición de andamos a con~ tar los pelos al diablo ni a peleamos por estas exquisiteces pedagógicas. ¡Ojalá
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que disfrutásemos muchos profesores que leyeran éon seguridad al merios su «asignahira» ! Ya que noterigamos un especialista encoxis, tengamosmaes" tras de anatomíaque'expliquenla anatomía de 1906 y no la tan añeja que de su época al día de hoy le hayan nacido al hombre huesos riÚevos: '' .,,,,,
FirmadoX:Z.,ElJmparcial, 20defebrerode.1906,
, ·LA.CIENCIA ROMÁNTICA
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y nosotrostejemos esteras.Como para los. egipcios primeros el mundo terminaba en.el valle del Nilo, sqlemos ericérrar el mundo en nuestro gremio: no hay que salir de él. Estereros sómósysólo nos importan los hombres estereros, sin que cuidemos para nada demírar anuestrovecino el zapatero, cuyos zapatos han de pisar nuestras esteras,Ufrlibro nuevo qtie áparecefue escrito para urios cuantos aficionados a1a'Ciencia o al arte de que se ocupa. Y si esa ciencia y ese arte, .por su dificultad o su novedad o su alejamiento de las preocupaciones política5 momentáneas, ,tiene pócos afü:ionádos¡.ellibio yla labor de hombre en él condensada desaparecen podas siglos de los siglos,y aquella fuerza de fe~ cundación que a Jomejorposeíá queda seca y estéril.como la higuera del Evangelio. El literato.no ,es otra cosa que el encargado en Ja república de despertar la atención de Jos desatentos, hostigar Ja rriodorra de la conciencia popular con palabras agudas e imágenes tomadas a ese mismo pueblo para que ninguna simiente quedésaria, Pero el literato tiene también su gremioy dentro de él su Universo;1y por eSO no habla casi nunca de Jos hombres deciencia; para quienes a su vez los literatos Iio existen sinó vagamente.De estasuerte'está salpicada y esparcida el alma española én sinnúmero de círculos discretos y es la Vi.da española un montón' de avemarías desglosadas quejamásseenhilan en rosario. ¡Cuánto más fructífero sería ,pensar.que todas nuestras acciones tienen uria dimensión común: lo nacional; que todos Jos libros además de ser problemas científicos, son problemas nacioriales! El individuo no ha existido nunca:·es,una1abstracción: La húmanidad no existe' toda'vía:' es un ideal. 'En tanto que vamos'y venimos; Ja únicarealidad'es la riadón{nuestra nacióri; lo que hoy constituye nuestros quehaceres diarios, es l.a flor. de lo'que soñaron nuestros abuelos. Por esto,'acaso, afirnia Shakespeare C[ue somos de Ja rriisma ur~ dimbre que nuestros sueños y de su rrrlsma sustancia: Los padres sueñan a los hijos yun siglo al que sobreviene. 1
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Ten~mos, pues;.un teriible':deberc.on'eL)Jorvenfr, que da a nuestras acciones todas un valor religioso, porque si algo de suculento ha de cocerse en los pucheros de nuestros nietos, hab,remos de comenzar a guisarlo ahora. La noción de que el más leve de nuestros gestos se perpetuará, ya idéntico, ya como germen creciente, en las generaciones·venideras, me parece que bastaría, más que muchos libros sociológicos, a encendernos elállimo y hacer- · nos el paso firme. Si, como decimos, todas las acciones nuestras tienen una cara·nacional que mira a Oriente, habrá también una manera nacional de mirar todas las cosas. Desde este punto de vista quisiera hablar de algo que me ha ocurrido leyendo el Diccionmio del Quijote, publicado pocos días antes por don Julio Cejador. Como se trata de una obra de lingüística, yyo, por mis pecados, no soy lingüist:il; ha: sido forzoso c~anto precede parajustifi,car rni:intiomisióri. • , •• Creo que:habrárriultitüd¡ddectores voraces que.coincidan conmigo en tener por los libros demás sabrosalecturalos•é¡uenitiran Siniplemente viac jes a tierras nuevas y los diccionarios 'etimológicms. ,, .Unos y otros tienen e5to de común: quemas presentan una visión.~oká" nica dela humanidalli¡:'.nlos terrenosfoimadospor los volcanes, ap¡irecenana" crónicamenterevueltoslosrestratos geológicos,ya.veces.pisari:ios una capa de tierra:viejísima por donde.trotaronenlosrbuenos tieinpbs de!lafauna,anirnales tremendos; y doridelosrhbriibres'dejatonhuella fogenua dersusrprimerós ra1 zomm:rientos, de sus instilltos aún .encabritados y de sus crueri.ta5 filosofías, · · Así, un vi aj eró que córre las cuatro P\lrtidas y ai:ITba al cabo a las Islas Salomón o delos Ar~ácidas; ttáenos.unáimagen de t:illvieja capa o estrato hu1 mano, donde con la rudeza de'todas las iniciacionesvemcis.los comienzos de nuestros pensamientos; quereres y odios. Así, unetimologist:il,, al-seguir el idioma: a redrotiempoy hacer la historia de cada palabra,.nos ofrece,' como una.galería d.e retratos genealógicos;faestirperde estas mismas ideas, que ahora andan por los caminejosrdernuestro serebrb y qu·e;·a despechó. de'algunos ideófobos, sonlarfórrnulayelrresorterdenuestras.:vidascr:.•r '·''·' ¡., ,,¡ ., ,,.,,.,, ·' : El Diccio1imio del.Quijote; ,compuesto por, don:JuliÓ, Cejador, .es una.rde estas novelas regresivas; y acaso sea el trabajo etimológico más importante que ha·vistolaluzenEspafüt: d•u''"i' ""' ,,, ''"' · •Don.Julio .Cejadot tráslada elcentrb,de gravedad en el romanismo del la" tín alvascuence; para él;- antes que vinierarpuebloJalguno;histórito1a,nuestra península,' hablaban: los, naturales, nuestros padres; vascuence y más vascueuce¡ Ese fantasma de;]\l ethcilogía q\mse.Uarrta puebloib~ro¡ charlaba euskera, y eri España no se habló jamás latín, sinoq\le desde un principio de·la invasión romana comenzase a guisar por: mutua fusión, o confusión esta recia hosquedad de nuestro lenguaje. . . , "'' ;, .. ' , , · r,¡
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' Y ¿sabe·el lector lo·que•significan'las conclusiones a que el señor-Cejador llega luego de muchos años de estudio y.después de haber gustado toe er; Para nuestros _sabias de ogbs siglos fue uno de los setenta.y dos en que se desperdigó elrvolapukinida1humano cuando eLvano.intento .de Babel; Para don julio. Cejador, es el euskera eserprirrier:idi9n\a;.eltde Adán y Eva; o comci'quiera nombrarse alos:primérciiuihombre~álalós)i; que•dejaron su mudez y fueron parlantes. ". Como hay tal discrepancia y tan poca claridaclen el asunto; el «romanismo» reglamentado de Alemania y Francia ha dado.la pragmática. de que.ndse.considere como serio trabajó científic'o:el que trate.de buscar.en el.castellano unfondo·de iberismo o,de euskarismo; hartos probJenias de momento tiene ante sí la lingüística -se dicen los sabios,,..,. para .que nos andemos a buscarle.tres.pies al gatcir Y como en tierilpos.felices,publitaban los monarcas leyes suntuarias, decreta.la ciencia.del día ehapartamiento de ciertos problemas como.de ejercicios.varios, suntuarios e indiscipliiladore5, portillos qué aprovecha ]afantasíarpara1 entrar a trastornados severo~ cachivaches.del erudito.1 '"i" •"" ' " , 1. Todos debemós;suspj.raq:iorque' andando el. tiempo den los espíritus espa~oles una buena cosecqa de sabiduría; y ar más de suspirar; debemos tejer nuestra vida propia.de suertequelogremos:sersabibseri algo. NecesitamQS ciencia a tmrt:entes, a dilu:viós pafa que sernos'enfuollezcan, como tierras regadas, las. resecas. testas,, duras y hastá.berrbqueñas. Pero los que lilás'predican
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la buena,riuevade la ciencia, no harrndvertido que,quierenque tengamos ciencia alemana o:ciencia fran\:esa, pero no ciencia española; · . ·, ' Menéndez Pelayo; cuando juvenil y hazañero, íompióaquella:S famo• sas lanzas en pro dela.dericiaespañolá; ru:i.tesdéisulibrb entrf'.veía:Seyaque en España no habíahabiao ciencia¡ luego depriblicado:se vio paiadinamente que jamás la había habido. Ciencia; ria; hombres, de. ciencia, sLYesto .qui" . siera hacer notar. Nuestraraza eitrema,onuestrOic!irria,extremo,' nuestras a]., mas extremosas no scinlas llamadas a dejar sobrela:historiá·elrecuerdo dé una formade·vida C:ontini.m yrazonablei1' ''ic¡ '' ,, · ·, '·!': · . ". ..: 1:::;! i '· , .Como hemos hecho historia a la marieraque un terremoto,' hemos he., cho y haremos todo lo demási «l';l,ómañruiamos¡ no,,mañan~moS»;'Se éom~ placía en, repetir Navarro Ledesma. Y ¿quere~os tener cienci:¡. disciplinada? Al tiempo·que supone ésta una continuidad en el esfuerzo, la ciencia y1os sal bias españoles. so.u monolíticos; 1;omó. sus pintores y sus poefast s.eres de una pieza que nacen sin premirsoies, pobgeneraciónespontánea;'delas rna• dres brava.s; aunque bastante cenagcisas de núe5tra niza,:y mueren muerte de sil cuerpo y de 5u obra, sin dejar discípulos: ,Al contrario de,AJemania; nues• tra ciencia ha vivido sólo en1os entresijos de los que la crearon y' sela haruco• mido los gusanos también. Es en nosotros la 'ciencia un hecho personali:simo y no una acción social,' O'como quiera decirse, lo que se ha llamadrnsinei;giaJ.' tln ejemplo curioso; por referirse al género de las labores'eruditas.que han motivado estaslínea5; es el abateHervásyPanduto. CTea lafilologíacom" parada en su «Catálogo delas lenguas» y la creapaia sí mi:sino¡ rnonolítii:a~ mente:. ¿Puede decrrse que haya habido e!l' España de entonces acá filología comparada? Nuestra ciencia· será, pues, siempre indisciplinada y como tal farifarrona,atrevida, irá ganandola certidumbre a brincos yno paso a paso; acorda" rá en un momento sus andares con la ciencia universal y luego quedará,re• zagadasiglos:.Ciencia bárbara, iní:sticay errabundahá·sidosiempre,ypresumo que lo será; la ciencia española: ' ' ' ':· ' En dprimer año del siglo pasado hicieron buena amistad Guillermo de Humboldtydon Pedro Pablo de Astarloa,,cura de Durimgo. Andaba Hurnboldtsofüelos treinta de edad; tenía aquella serenidadde,griego nuevo que seTepite en más' de un germano:d!! su tiempo; serenidad aquella;tan fecunda como la de los grandes ríos que padrean las tierras asiáticas; y de' la cualn:ació esta máquina tehible dela Alemani,i imperial. El cura deDurango no sé cómo sería derostro; hallábase entonces ocupado en componer slÍ,Apof logia de.I vasmmiedonde se ponía' a este idioma'como dechado dela perfec" cióll'. Es esta' obra unnicidelo de ciencia indisciplinada; de ciencia sentimen" tal, donde el res.ultado no surge alfinide la laborraciocinante; sino' que E!!!
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anterior a ella, y puesto por lo instintivo. Humboldt y Astarloa pasearon juntos muchas veces. Humboldt miraba con resignación continente la existen. cia, vivía a fuerza de sistema y de filosofía. Astarloa sistematizaba a fuerza · de Vida y no veía en las cosas sino un motivo para la exaltación desaforada del propio ání¡no. ~í, el buen cura de Durango tuvo una contienda forroidable con el buen cura de Montuenga,.que contestó a su «Apología», y donJU:anAntonio Moguel escribía de él a Vargas Porree: «No quiero ocultara Vmd. que no gustarán los críticos de buenas narices su genio sistemático y su «pasión acalorada» que hará olvidar a Larramendi». No, por buena ventura y en santa hora, no hizo el cura.de Durango olvidar a Larramendi, como no h.ará donJulio Cejador olvidar al cura de Durango. La obra de Astarloa y sus palabras y su «pasión acalorada» pusieron en.el espíritu de Humboldt el germen de su estudio clásico sobre Ia toponimia ibérié:a. ¿Que la ciencia alemana es una ciencia clásica? Convenido: la ciencia española será.11na ciencia romántica. Dios vaya con Ia hacienda de estos riüevosliómbres de la sociología, que no aciertan a mejoramos si no es trastrocándonos la enjundia, ni a volvemos en salud si no es haciétidonos·otros.' , "
El Imparcial, 4 de junio de 1906
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MORALEJAS
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De cuando ~n cuand~ l~o libros ele li;eratura.espaÍiola ~ontemporánea y me ocurren algunas cosas que son las que voy a referir. Estas cosas, mal que bien, podrían llamarse crítica de libros; y como todo crítico si no ha de entregarse al cambiante humor de su persona necesita de un criterio director, de una orientación general en la muchedumbre de sus juicios y advertimientos, me he andado río arriba y he ido a buscar mi sistema crítico en una raza aún no bien salida de las selvas, ruda y simple, detenida en una forma primitiva de civilización. Siglos y siglos de culturá han tergiversado de tal suerte las necesidades humanas, las morales, sobre todo, más fáciles siempre de deformar, que es sano a veces deshacer camino y renovar en algún punto la originaria sencillez. Parece cómo que la humanidad necesita de tiempo en tiempo tomar una dosis de ingenuidad para poder seguir viviendo: así, cuando la cultura grecolatina era un exceso, irrumpen.en la Europa mediterránealos rubios del Norte y por la sabiduría de Bizancio pasa el turco rayendo los pueblos enervados y sobre la molicie de los árabes andaluces caen los toscos almorávides del Sur. . Ruchrat de Oberwesel, teólogo alemán del siglo XV, decía que San Pedro había inventado la cuaresma para vender mejor sus peces. No se diga, del mismo modo, que este elogio del barbarismo oportunista es no más una defensa de mi procedimiento crítico. ¿Cuál es éste? Para los indios de Nueva Zelanda lo más importante, lo característico en un libro es que se abre y se cierra: por eso le llaman una «almeja». Con alguna mudanza, este punto de vista neozelandés, me parece el más fecundo y acertado en la crítica literaria, y así como una almeja no tiene otro valor que el de sus elementos asimilables
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dentro de una·buena digestión, asilo queme interesa de \mlibroes laque de el pueda pasar a mí, tomarse'sangre y carne infas. i Qué me impótta lo que esté ·pegado al libró yen él quede.después de·leído? Esas {
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nuestras opiniones fueranlas .definitivas, las ej erriplarés, lasrú:itlcas, y. untari7 to.de desconfianza nos hace preferirtsu ocultación; antes: que exponerlas ál 'fracáso o a la indiferericia;.•Es'precisó queaprericlaí:Ilos á huir de seri:iejanteyi-c cio:-Enuna 11ovela contemporánea aparece unlmuchacho de grandes; dul~ ces ojos tranquilos¡ celoso en el tfabajo, pero de viveza. poca,rque entre sus compañeros de la'clase de latín ocupa siempre elúlt¡moilugan Y'esterpobre · niño, que uo es talentudo; pero;tiene en sti ánimo horidiSimasyricas venas de oro sentimenta~ acierta a consolarse con una observacióridivina;rqueno.húi hiera desechadó Platón· en su Reptjblica:,.JvAunqueparezca.una, doloras.a ironía.ribs:hace·mucha falta aprenden a ser.últimos;entre nuestros:éonciudadanos;arconsiderar;siri rencor ni hosquedad el Ingar que.rios.éstá asignado. enlairepiíblicai donde tan necesarios yútile5 son los primerosrcomo los,últimos:Asi en la literatura yen toda núestra vida de hoy se ac1viertN¡rrpµiritci de,genial}dad y de;fanfarro~ nería, sólo cohcebible.doridelas;l:nozasy'lasxi.ejas;testassehallanprebcupadas únicamente.de serlas primeras endos.escalafones, dando-por despreciables todos1cis demás puestos' A¡irehdamos a serkis·segundos, los terceros¡ los últimós. Tal.vez;Ja más -profuiicjirinseñanza que da éLioC:e, i::ón las cosas reales, que deja en.nosotros.esa témporadaide:abfazamientoalvivir;,~onlfor" me vamo.s de.los veinte años alostréinta.;ies.quelá'.vidamerece la pena de vivirse aunque no.seamos.gtandeshéimbres.'>11i:i · , ,.,, ... , ·Hojeando estos: días ésa·aritcil~gía de;poeta!;nuevcis que·se titula La corte de, los poetas, notabayo;quemimaiiera devei: los•asúntcisiUuiversales · na7 ~ ~~ cionales y partic~lares,. és exactaménte opuesta ala que dejan eµtre;,,.erto~ dos esos poetas de mi tieinpq. Y'ellome regocijaba: no por esa inocente presunción de lcis que juzgan qúee5pr;eciso atoda;ccista.senbriginal,.y creen que ser original es pensar de·distinta suerteiquelo¡;demás . pfensan, sino por~ queparainí'tengoque en unpueblo:hay.tantamaycir energíaéuaJJ.taínás gran': de :diversidad, de'pareceres; sobreicósas infinias inélúsive' faüesolución, únicamente donde los ciudadanos piénsanriada runo sus'pensarriientos;ipodremos esperar ponemos alguna vez de acuerdo, al paso que dondetodos'pieni;an a una.no hay acuerdo posible en las bpinionesrpo,rla sencilla razón.de que nadie opinay tbdos.tienenunop .varios magistrados querseiericargan de pen7 sar p~rellos: En estas sociedades suele hablarse.harto de eso que llamaJJ.r«opi" nión pública»,la cualaecíaNietzsche nares Sino lasuma:ddas perezasinífü :
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· E!Imparcial, 6 deagostode.1906
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· : Exponga buenamente cadrucmalc+rségúll!más arriba decía=sú visión del munüo de la-manera que ésto es posible; a saberrpr9curando en cacláitilo" mento expresarenunafórmula de palabras los vagos.e informados pensa7 mientas que dentro de nosotros suscita tal: hecho presenciado, tal libro que
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leemos', tal idea que nos florece inopinadamente dentro. Es posible que no sea otra ccisa en su gehnen una fu¡r;rte civilización-'·-la de Grecia, la de Italia . eh el Risorgimento, la de Inglaterra dürantetodo el siglo XIX, la de Alemania ·ayer y hoy= que el cúmulo de estas visiones del mundo individuales; más aún.fntim(\S, comunicadas de milrriodos en la conversación; enlos'periódicos;1en los libros,: ert los discursos,. con literatura st se es litera~o;' ala pata la llana si no se sabe coger una pluma; en la temperie se corrigen•unas y otfas, se disciplinl\n, se fecundan; sobre nuestras afirmadones,:proyectadasfuera de·nosotr.os; erigimos nuestra morada interior, nuestro: ánimo; los idea7 rios'análogos se aproximan, los másrecio'.s y completos,losmás ricos en porvenir se·hai:eh centros y núcleos en tomo de los cuales se coagull\n citrbs y otros y al cabo fórrnanselas•grandes coq:ientespolíticas.de los púeblo~ musculósos. en tuyos progtamasycredosserfuya difícjl reccinoceraquel sin+ númeror.de torren tillos individuales,. deintimos'sentil:nientos que en ellos desembocaron origmándqlos;;Buena;faltahace.enEspañaunade ésás épo: cas de intimidad afable y respetuosa, de intirriidad familiar, preparadora de losrenacirriieritos,, ·' ··"··· ·.rrl.''· .,¡, J' .: ' LomáS triste que pu,ede ócurrir.és que donde la vida intelectual:llega apetia5 a tinsoplo;a:rinhálito\:especkde:agonía, esta pobreza deintélectualidad sea amanerada, :riartisina y: con Iás raicillas al viento :o .Sinraíces;·comolos:mús• gos: Estci son fas literaturas· dé decadencia. que se desentienden.de todos los íritereses. huma.nos J'~acionales; para cuidarse sólo del virtuosism:o, estimado por los entendidos, iniciados,yéolegas.delarte. Para ese desdén hacia laca, lle,:propió de laaristocracia'femehlrni; sólo hayúnarespuesta: !acrítica bárbara, la que no se deja.llevar a.discusiones sutilísimas de técnica.ni a sensiblerías estéticas. de ,que saldría siempre perdiendo, sino que;.ao~o los bárbar~s de Alarico entrando en Roma,quebrabanJa5 labradas sillas curiales:yrexigíanel orciy la plata de los arcanos tesoros públicos; aparta auruladcitodo preciósis• mo ydemanda,al artista elsecretq delas energías humanas·que guarda el'arte dentro de sus místicos arcaces: ,.' · ' .,
· .LPOESÍA·NUEVA;:POESÍAVIEJA·
· La Corte de lbs Poetas; aritologia; nos presenta Ci:omo un extracto de diez años de, poesía españci]a,• Aquí!tehemos cuarenta, cincuenta poetas nuevos; 95
No voya·hablar de ellos individualmente; sino considerándolos en gene" raL No voy a medir el valor de esta con;iposiciónni de 1a otra, ni a decir si todas son malas ni si todas sori buenas. Esto:habrá·de hacerse cmilas obras de artistas fenecidos; pero estos'cuarertta, estos cincuenta poetaS son jóvenes:.; ; ,,, -Todo pasado es irremediable, ylos hechos de un hombre y las obras ya realizádas.]Jor.un artista que.aún yive sonsu•pasado,iLo impdttante¡ pues, es lo que estos poetas nos ofrecen para el tiempo quevienec Loim]Jortaíité es fo que seintentay no lo que se logra; Los hombre's·hacen lo·que. ]Jµeden y piensan1o qU:é•quieren. Los pensarriientos e intenciones de.un poeta sori su estética:Aquítiene5,.señór. lector, larazónporqué voy•a hablar· dela esté ti" ca delos poetas nuevos sin pararme a medir el valor de ésta o de la ótra com" poSiciónniadecir st todas esaspoesías·sonmalasni•si sori buenas.· Lavirtrid justicia requiere que no .exijamos responsabilidad•sino de aquellos ~clios ep.:i:uya voliciónha alentado cierta suerte de álb.edrio; y lbs.poetas rio;sonres" ponsables dela bellezade•sus poésías;•perosdnrés¡:íonsables delarectitud de suesté'tica~
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Y entrando al punto en materia, te diré, señor lector, queGo'udinan, perl sonaje volteriano, éstabapersuadido de que si·uripavo real pudiera.hablar ' se vanagloriaría de tenerun alma y diría: que esa alma estabá.en'sucola. Asi" mismo, estos poetas dela·nueva antología~éjando á:unlado excepcion~ piénsan que· el alma.universal está• co'nteriidá en cada:palabra;Y mi 'vaya, a creerseque'enaquelliumor de cbncepto;•de idea que fluye y da jugo a cada palabra,. sino en el materialfísicódel>vocablo,. efrelsonidoi! " ::• • , " , , . :. ' ·: •Parir mí; y acaso pata ti, señodect01;'1as palabras soriurnis ágiles avecil casque andan revolando de labios en oídos y llevan sbbte·susalas mist~rioé sos y potentes conjuros. Aposándose uninstante erila oreja del prójimo, dejan•caetsobresuánimo esa mistiéa'efamateriiil carga de energfuy luego tornáll aLlibreaire hacia: nuevas orejas yhaciaotros ánimos.• Así col:nb en la moderna filosóffa•natural son los átomos no más que centros defuerzaypuritos de energía, las palábras son los lugares donde habitan.las ideas;: . Nb acierto a comprender por qué sutiles razonamientos han llegado los riuevos poetas a conceder un valor sustantivo a la palabra: abstráigase de su valor conceptual, de su valor lógico y queda sólo un clamor concomitans, un clamor que acompaña al sentirriiento, un suspiro articulado que sirve de zagalejo al dolor y va tras él aliviándole, como abriéndole al través delos labios una puerta sobre el ambiente donde se expanda, se deprima y se mitigue. Las palabras sonlógaritrnós de las éosas', imágenes; ideas y sentimientos, y, por lo tanto, sólo pueden emplearse como signos de valores, nunca como valores. Li belleza sónora delas.pal¡¡bras es grándea v'ece5: yó me he extasiado muchas delante.de esos sabios, luminosos, bellos,vocablos de los hombres de
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Grecia, que' edificaban sus palabras como sus templos. Pero esta belleza sonoc ra delas palabras no es poética; viene del recuerdo dé fa música, que nos hace . ver en la combinación de una frase una melodía elemenfaLEn:résolución,.es la · musicalidad de las palabras una fuerza de.pla~erestético muy importante en la creación p'pética, pero nunca elceritro de gravedad de la poesía. . . .Para lós poetas nuevos la palabra es ló Absoluto; corno para]os dentifi" cos la Verdad y'para los moralistas élfüen; Es'el caso•melancóliéo.del indio ererriita que cavando con su azadón la madie tierra logiabá frutos de vida, y apoderándose.de él un furor.idólatra, colgó et azadón de un tamarindoy le adoraba; La tierra se hizo•erial:Del'mismo modo estospoetas hacen:matéria artística delo' q'ue1es tan sólo·instrumentd para labrar esa materia; una y única.en.todas las' art~, laVid¡¡;'que' sólo lleva,frutos estéticos.·Pbr esto es diff" cil' en ocasiones diStiriguir entre un poeta nuevo y un negro catedtático;· por eso raravezse eleva sú producción sobre un arte alojuglar. . Corrientes hondas y poderosas; .oriundas de!extrernasnecesidades hul:nana5~eíitimienw, trad,ición, idea!C.:...., han.de saltar con gracia,y air9sarnente en lafontana dela poesía •.N:o basta, no, para ser poeta peinar ert:rltrrio y.rima elt:horruelo. de una fueíi~e que suena; hay que serfo ente, mimantiáli.ptofun~ da veta de.humanidad queresume santa energía estética; renovadora;cil:npulsora, consoladorani.. · "" ·El ar¡e nos salv~;-.perisabaSchopellhatier-.de esta;conciencia.indiwdual, con que vivimos ordinariamente y que rios hace perC:ibir.el ir y venir de los fenómenos, el nacer y fenecer de la,s cósas~ el desear y el malogro de nuestró deseó; nos ayudá a emerger el arte, nos levantahasta esa
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'· ,El'arte e5 unasubrogáqón de la vida: Sinósfüera a todos pósible gozar de una vidatanintensa; tarillena'de reciaS pasiorteslecinlnas, de sabrosasyfecinidas nielanéolíaS,;dettodoslos sentirriientosytodas1as sensaciones cómo en los dra~ mas de,Shaki;spearefaten;acaso pudiéramos presciodir.de). arte y esó acaece a los hombres aventureros'..Peio•nuestfa,vida súele:carnioar sosegadamente al hilo de:los tlías y al compás de Ias hbras; q'ue caeh vanas en derredor de irnsotros, ccirho lasnuecesrhuera5 de:imnogal en.el Silencio de una siesta, Al tiemc po que «nos acéchadesde todoslós rioriones:tlhastím»nosva·cayendo gota a gota dentro de las erúrafuis cldblorimiyersalr.entonc:e'.s·advertimos lavacilidad de la exist¡;ncfa; entonces necesitamos bel\efJlós vinos•g'enerosos dé las bodec g'asajenas, 'entonces nos enibbscamci5'enlas esc±erias·trágicas qelárté o busca• rriós las saucedas lientas queplaritóala véra de algún'iióalgúnhoi:nbre grande y buenci dé cuyo·pecho manaba otro·río de temnrá;JidéaliSmoy dulcedum~ bre. Pareciéndonos lac.'l(ida sórdida e in'digna de sufrb;, la henchimos de arte y estibamo's de imaginaciónla5 barcas lentas de nuestras horas'. , ,, e,., •· ••Es;·pries, •elcarteuna actividad de liberación.,,¿De quériosiliberta ?e De la vulgaridad>Yo•no·sélo queJú pensarás; lector¡:[ierci·para rrií,'v:ulgaridad es la-realidad de todos los día5; lo que traell'en sus cangilones unos tras otroslós mioutós; el'cúmulo delos hechos¡significativos ecinsighifiéantes;cque son urdimbre de nuestras vidas, y que sueltos, di;sperdigados, sin más eruace que el de fa sucesión; notienerrsentido;Mas sostenieudO\'.COmo Íl•lapompa eFtroncO¡esas·.fealidades de todos los días, existen las realidades perennes, es de" cír; las·ansias, los problemas; las•pasiones cardioales del vivir.deluriiverso; Aéstas son arlas quellega elarte;•enlas que se hunde/casi se.ahoga el artista verdadero,·y'empleándolas como centrós energéticós logracbndensar la vul~ garidád y dar.un sentido a la vida: No es, por tanto, poesíalo que err tus nervios deja eseLvientecillo ásperd que ahora pasa, rii esa iogeniosa cbmparacióri que ahora te ocurre mirando la mar de i;spalda tembladora, ni esa pasioncilla o.'ese dolorcejo que; aisladodcl restodelmundo;deslíes en.unas•estrofas discretas y nítidas; Si no estás•sumido:en.las grandes corrientes de subsuelo que enlazan. y animan todoslos seres,•si n.ote'preocupan las magnas angus" tias de la humanidi\d,·a di;specho de tus lindos versos a unas manos que sori bfancas; irnnósjardin.es que'se mueienpor elamordeunarosa, a una•triste" zamenuda qué1te corretea corrió unriltón•por elpecho;no eres.un poeta, eres unfilisteo·del claror de luna; Porque:si:es cierto; según Emerson, que corrib cada' plánfa tiene•su·p'arásito; •tiene cadaccosa su·arriante y su poeta, debeana" dfrs~ que-i:ienetanibiéri"sU
filis'teo;)-;
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--, '· ·, ·; ;-;;;<·
-~ j ~ r ":
· '" . No treo que pueda haber arte·en su noble 'acepción' 'que: no iadiqúe en e5as realidades perelln'es;f Aho'ra'bien: la· suma realidad'¿río· es:el'Dolor? La poesía es flor del dolor; mas no del momentáneo y archlindividual;sinode1ln
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dblor sc!lbre el que gravite la: vida toda' del iodividuo. Porque sobre la totalidad de Uhavida, con súnacimiento y.su muérte; gravitaª' la vez, forzosamente, en ·más remó ta esfera; el doliente.mrázóµ silencipsó delUno+Jbdo ... , · F;;; , ·,¡;·::·De esta s'uerteme atrevo adédrquetodo.arte tiene que sertiágicid, que sin simienFe•de tragedia uriapoesía:es uná copla de ciego .o uir tema' de ~e+ tórica; arte para pobres .rriujercitás:de quebradizosnervicis y ánima de vio
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Mas rio se diga que ciérro 'con todo:lo que.no sea arte geruaL ¿Se quiere m¡:ejeniplo .de.ese arte que'yo•aquí prédica, un ejeinplo que no siendo ge,c nial vale como una página•dearte•hondo, trágico,.subsblar;.castizo; educador?. Recuérdese el «Epílogo» que:terihlóacellibro Los pueblos,' deMártillet Ruiz. ¿Cabe nadamáS sencillo;·máS esbelto, más somero y de;mayómimaginativa cmitinencia?•¿Cabetna'da más ~as'tizo también?. Allínd pasa cosa alguna y¡ sio embargo, llega ep.tre.los renglones desde una lejahíaideal el rumor:dda Muer+ teqúechablaconsúccortejodOlvido.'. · '• · · ,, ,¡ · Siogular i;spectáculo·el que•ofrecen estos poetas de'1osi1ltinios diez años. Durimt~ ellos:unrío de:amargura harcito el caüc:e;al pasaiipor;España yha ioundado nuestra tierra, seca de dogmatismo yde retórica:'empapada e5tá la' campiña y siet~ .estados•bajo·ella dé agua dé•dolor: El chotacabras del pesímisrrio ·ha hechó nido en todos· los linderos: Dentro de esá amargura étni" ca hiln•permariecidóJoi;•poetas como «las madreperlas»-.· segúnhabla'5an Francisco HeSales'-'-"·queviven en'riredio delrriar sin que ent:ré:eriellas una sola· gota•dé agua marina.: ¿Qué han hecho en tanto?: Cantar a Arlequín y a Pierrot,'recorti\rlunitas de'cartgrt 'sobre:un cielo de tul, derretirse ante la pe" renne:sonatina y la tenaz mandolinata; ensurria; reimitarlopeor dela'tramoya romántica. No han sabido educarse sobre el pesimismo de su época y no alcanza:su arte ni aun a serpesimista; ... : '. 1 ' . Los poetas soniocorregibles. El número del Mercmio de Francia;' que apa" rec:ió en septiembre del 793, cruenta fecha de las·rhatanzás; comenzaba con una poesía titulada: «A los inanes denri Canario»: , '·' · : El Impaí·eial, 13 de'agosto de 19ó6 :! '
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· · 1.APEDAGOGÍADELPAISAJE '''lt'
. :c.: Recuerdo qrie una vez me encontraba en la raya de Segovia, dentro de uri. monte de pinos, al tiempo' que el sokaía, mirando abrirse delante;ert egregio
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anfiteatro, las lomas nerviosas de. Guadarramá. Junto a mf estaba Rubíri de Cendoya; mfstico español, un hombre oscuro, un hombre ferviente.• HoY, señor lector,.voya referirte lo.queeri aquellasazórr escuché de sus labios, e' ,Hábía en tomo nuestro un silencio que en cada instante iba a romperse y.persistía; silencio, donde.laten las·entrañas.delas cosas., en que esperamos que rompa• a hablarnos cuanto nci sabe hablar..Elvalle.verde y amarillo se alorF . gaba a nuestros pies: la sierra levantaba poderosamente su vieja espalda sobre el cielo puro; En el camino real. comenzaba el polvo yesoso a fosforecer.. Recips aromas se alzabim:del pinar, y sobre nuestras'ca]Jezas unos grandes 'pája~ ios'grises·volaron corilentos aletazos i¡uearrancabamal aire· suspiros.: ·: · .. · RubindeCendoya, mfstico.e5pirñol,•dijo de ¡;sta suerte: .., . • «Sin·qúe'lo advirtamos, nuestras ideas celebran dentro de nosotros ritos sagrados y se unen en divinas asociaciones: bajo Ia ilusión de nuestro albedrío mantié,nense en solidaridad fatal. Mira que ahora, en tanto dejo galopai; la vis" ta sobre esa línea quebrada de la sierra, se yerguen en mi memoria las i.J;nác genes de los hombres cárdenos.pintados por e\ Greco. En estos montes hay, como erdas pupilas de áquellos hombres, una yoluntad suprema de perdurar sobre toda mudanza;; .... · · ·' · »Dejando ir la mirada sobre esa línea oscura' que rompe el cielo¡ advierl to que hay en.mi alma un grumo metahistórico que lléga de'una hondonada delpásado y se apresta a hundirse enun porvenir sh1límites; Esa montaña ha perpettiado al través de los siglos smperfil, y en ese hiFático' perfil se reúnen mis miradas con las de todas las generaciones muertas .de españoles, yrefracc. tándóse·en la arista aiulada de esa sierra, llegan aencontrar!a5 pupilas grises de los padre.5 celtíberos que en horas profundas; vestidos con negros cueros; contemplaron esta misma visión que ahora nosotros; celtíberos de un siglo joc ven, vestidos con trajes cilíndricos. El tiempo, en su huidez, háce vacilar nuesc tros ánimos; que el tiempo es un temblor.incesantey eterno. Un.ansia infinita dé permanencia trasciende,delomás adentrado.de nosotros; en tanto. que la.razón nos anticipa la hnagen de una muerte cierta. Frente'a· ese problema trágico, insoluble, se evapora el individuo. La gota de agua que vive una noche• tremando de placer sobre la verdura de una hoja, puede ser tan petulante que se crea algo necesario; a la aurora empezará a beber el vino de oro del sol, y se pondrá tan borracha que rodará de la hoja al suelo, se quebrará contra la tierra, y el sol, hinchándose sobre el horizonte, dispersará sus moléculas por los cuatro vientos. »Estos montes sórinecesarios en la mecánicailnivérsal; pero tú yyo, que ahora estamos frente a ellos, debemos producirles el mismo efecto entre burlescoysorprende!lte que a.nosotros nos produce eso que llamamos casuali" dad. Créeme, amigo mío, túy yo somos tina casualidad... ·
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· »Este paisaje¡.en cambio, me hace descubrir una porción demf mismo más' compacta y ne'rvúda,'menos fugitiva y de azar. Llévame a una ciudad, . ponme e.a.tré dos )illeras de qtsas;rodéame de hombres que van y vienen con . relojes en los bolsillos, de hombres a quienes interesan los minutos: en~ tohcesyo J?le· sieilto desaparecer del mundo personal,.creería que yo he muerto; que he pasado yá, que soy <~nadié1' •. Mas esté paisaje me hace encontrar dentro de mf algo personalíshrio, específico: ahora conozco que soy algo fu~ me; inmutable; perenne;; frente a· estos altos montes azules yo soy al merlos urut'celtl:bero~ ». ' .. ,,r ::Rubfu..de:eendoya;Jllisticó ¡;spañol, •se detuvo melancólic~me!lte. Allá enl~alfura:sepqsieronunasnubes,tan.rojasqueteriniossielsolsehabríá heridq·coritr::r !o.s pieosa~dos y co¡¡metemosdicla•siérra; Aquel hombre entusiasta prosiguió: ·i<.Comb a Sérieca había enseñado sil casa de canipo el arte exquisito de la vej ez,'I)l~· hafuiciado a mí este paisaje en únareligión. Cadápaisáj e me eric señmalgo.nueyo yrp.e:ihduce enurianuéva virtudLEnverdl1d te.digo que el paisaje educa mejor que,el más.habilpedagogo,ysi tengo algúnsolazte proc meto. componer frente' a la admirable"Pedagogíasocial" del profesor Natorp otra más modesta; pero más jugosa:• '\Pedagogía del'paisaje". ' »Acaso el único motivo de reyerta que tengo yo con Platónes haber ésté dicho que Ilf\tlll poclli!nenseñar:a Sócrate510s árboles en el campo y sí los hombres en la ciudlicL Esto es; por lo demás,cmujiperdonablesise tiene ehcuénc ta que .eh Platón·quedabah:áúrrnopocos resabios del período sofístico, lleno todó de preocúpadones y prejuicios antropológicos comO'él:sigloXVIII francés¡· ·" " ·"1;c · · .. »Los árboles sorrgrandes maestros. y el mismo Platón solfa ir a visitar un plátano em las afueras deAtenas;•como fue un plátano·el mejor amigo de '.faine. Es frecuente que los grandes hombres, luego de haber atravesado•ciencias y ciencias, de haber gustado artes e idearios, acaben pordedicarsea la boc tánica\ que, smduda; les:ofrece 'gratos secretos y dulces consolaciop.es;•así¡ Rousseau,y Goefue.Unárbol es tal vez lo más bello que existe: tienereciedlid en eltrorico, caprichosa iridecisiónen las ramas, ternura en las hojuelas movedii:as: Y sobre todo-esto hay en él no sé qué.de•setenidad,.no sé qué de una vidavaga,muda,.palpitante; que va y viene inciertamente entre .el follaje. Justo me parece qúe los' egipciosprimeros•creyeranquelas alinas \le los muertos iban a habitar en las ramas de los árboles, y que los indios argentinos pusie• ran•baj o un árbol sus ofrendas al divino Walechu. Renan. dice que el instinto religióim es en el hombre lo que el instinto de nidificación en el pájaro: nada eXtraño ,tiene que, como las aves labran sus nidos en los árboles,, hagan de ellos sus altares los hombres, ,, · 0
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»Lospaisajes me han creado la'Illitad mejor de mi alma; y si no hubiera perdido largos años viviendo en la hosquedad de fas' ciudades; seria a la hora de ahora más buenoy más profundo. Dime el paisaje en que vives y te,diré quién·eres~i:f";-'· .r_-_:·),-~'.~u -~~-~'; -.-, -·; ,,, e»Al'tiempo que por Europa pasaba una"ola de,histerismo.revolucionario; unos cuantos ingles~ avisados serefugíaronjunto a•los lagos deEscóciayvi~ vieron' en la soledad fecunda de las óu:npiñas, De allí salió aquellarespirituafü dad' tranquilad~ los poetas "lakist:aS'.' yla incomparable dicha desµ exi5ten7 cia. Del campo salió volando aquella alondra cantarina que se escu&a.cómo i.úieco:geórgíéo a lo largo delas páginas ~e EniersoruEstos.paiSajes.'eran bellos'; sblerimes, .·con frescor de lagunasyreínansos,' con ésplendonhimfuo, so de boscajes, y así dejaroricaersobre
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a las cosas. Para nosotros Ja'l:latiiralez~•i!Sun.granniuerlo, es como el esqueleto petrificado de üri brontcisáuroy sólo póderriósUégá.mos nuevamente a ·ella con una preocupación, científica o artística que la deforma. La naturale. za es la despreocupación perfecta, y asila llamamos "Naturaleza" por antonomasia. . . »Aquí tienes la razón por la que Stendhal afirmaba que el interés exclusivo del paisaje no basta, a la larga, y es preciso un interés moral e histórico. Si nuestros ojos se cansan de mirar, las cosas se fatigan de ser miradas y se embotan sus místicas sugestiones. Hoy los paisajes no nos 'enseñan naturalezapropianiénte;taJ.,pties1 como digo, la naturaleza murió hace muchas centurias envenenádapor.:tinsilogismo; pero nos enseñan moral e historia, dos disciplinas de exaltación que nos hacen no poca falta a los españoles. , , , , , e>> Y' así,' este paisaje"rriaestro· de Gúadarrarna1me ha dado ·uria lección.de !'.celtibe¡:ismol\yme haaclaradci esos,secrefos.étnicos que,erdos.museos]u-, miriosds\ en profundos y.húmedos claustros,, ip.tentan' revelan¡ os los.hórribres deJ,Greco iconi:trrligero:temblor de sU:s·b~rbas agudas»;}:,•. ; :; •. «J: ••.• ,,., ... , ·· .ELpais~je.ibarecogíéndose en sí mismo: algunas.estiellas:claras flore dan en Ja ternürá del crepús'cufo,,Unos )adridos1ejancis.!Errelva)leresbala el rn, mor de-una esquila.como pór una mejilla resbalaruná lágrima;;La noche Uegaba; camiriandó.pcire1cielo,contar~ti paso' de vaca;,¡,;, ';:nu : . ;:; , ' < ,, ¡_,,, ::Apris'ionamos,.en,una ,postrera 'II\Íl'ada-.la~agnífica qui!!ttid del rebaño demontes:,descendinios alca;niirio.rea1Un·horribre.é¡ue pasaba,nos.pregtinc tó la hóra: dijíniosle que no~tefüamos reloj~,' porque.éramos míStisos.y celtíberos. Canio no rl.os comprendiera del todo; siguió élstijcirnadáhaci~ Segovia 1· · y nosotros entramos en el pueblo.
E!Imparcial, l 7dé septiembre derl906 H)
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CANTO A LOS MUERTOS, A LOS. · · DEBERES-Y ALOS IDEALES
E1 triste ada:itafp~s~ :~~e~os~abo ~l trav~~cl~ ~~ ~¿~Uevándóse : sí
mismo aJa rastra~va cargado· de afanes y de dolores\ más: que cargado va rendido isa la gravedad dennperennedesencanto:Las ilusiones; las espe.; ranzas se le han caído;cbmp malptendidos cascabele~,ienlaprimera.joio nada. Sigue haciendo camino con el ánimo sordo; inerceda'un impµlso oscuro, ciego, irnpersoriaVUndía,·entre'C[ue el'sóf sale.q ria sale, llega sobre el hombreuna;noc):ie definitiva:· se '.siente•hundido enunidescanso oscuro; ciego, impersonal. Bebiotai; bebiotatl i¡Ha vividb; ha vividó ! =decían en.; tonces los griegos.• Los amigosl:réen por un momento q~ese•hariiquédado solos: lloran: 1áda. lµz de· u TI: mezquino •sol rojo ebhansobred 'residuo cmi• rialunos puñados.de santa tierra:-lu'ego•se enjugan las mejillas: porfiri¡.ad" vierten que élfenecido ha traspuesto sus mernorias; como una nube el ho~ rizonte. . La historia, por lo vieja y por lo irremediable, no nos interesa -dirá álguho. Vieja sí que lo es; satánicamente vieja, pero ¿irremediable... ? Los grandes pueblos han nacido en torno a las cenizas de sus muertos: Egipto, Grecia, Roma, se han formado en la religión de los difuntos: la energía de estas razas irradiaba de las urnas cinerarias que en la secreta penumbra de todos los hogares latía inísticamente como corazones inmortales. Los muertos no mueren por completo cuando mueren: largo tiempo permanecen; largo tiempo flota entre los vivos que les amaron algo incierto de ellos. Si en esta sazónrespiramos a plenos puhnonesy abrimos las puertecillas todas de nuestro sentimentalismo, los muertos entran dentro de nosotros hacen en nosotros morada y agradecidos, como sólo los muertos saben serlo' déjannos en herencia la henchida aljaba de sus virtudes. ' Una conjunción de venturosas circunstancias ha hecho a algunos hombres inmortales; pero esto nó C[iliere decir que no deban serlo también otros; En todo ser hay una virtud, cuando menos, que tiene derecho a ser inmortalizada.
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Es injusto e inmoral preguntar de un muerto sólo: ¿Qué ha hecho? Hay que preguntar también: ¿Qué ha sido? ·• Ésta es preeismneµte la laborreligiosa impuesta a los qué conociérony ·sintieron el ardan éspiritua:lde algunos hombres muertos a destiémpo y cuyos esfuerzos, ·rotos p,or:un error de. la suerte, .permanééen eternamente proyectados sobre el vacío comp arcosiricompletos;combimá'genes frustradas en que laslí;p.ea5 riose•cuniplen; }as•dove!as no se aúnany se yerguen sin estatuas •·" "·· 1•2·. los plintos.. ¡Así NavarroLedesmamurió.al comenzar su laqor constructora; ahí está eLbloque de blanco foárinol;·sobre·él dio la imano inspirada unos golpes .de cincel; imas confusas línea~ marcan•ssspeclias .de.figuras .poderosas, de btac zoscohm,úsculos tendidos;rdetor:;os egregio.s;de róstrqs sugéstivosy enig" mátiéos; Pero el escnltorhamuerto; la obraínúltiple,·honda,;since'ra;ed1ú cadóra; evangélica, queda por'siempre.inexplic~da, perdida entre los prietos granos dela mole.indiferenté; so:ese murido nuevo que ibaia surgtri caelaúnic ca manera irremediable deimuert_é:la déJo que se ql\eda sinriacer.¡ ,. ¡ '; '"'; ·'" '1 ; Dentrcide algunos añós acasOiparezca cob.fuso;a urianuevajuveritud está deque hoyechémcisalgunas flores de recuerdo eri torno ~lamemdriadeNa~ varró Ledesina: •Su obra, .espárcida'a todos los vientos;enforma de éscritos;pe, riodistiéos; no éssu obne eLque quiera:sobre·¡;sas páginas comj:íuestássiri tiempo,, sin' espera~ay siri·IibertlJ\d, erigir un juicio, cometeaina injuslli cia: Eltiempó;la esperanza yla libertad son los tres demiurgos que elaboran los plmes del poeta; y los tres fiiltarontotahnente•azNavarro Ledesma.por .uria conjundón·de adversas circuristancias. -· ' '" . 'Enla historia del pensmriiento aparecen a lo mejor nóinbres ante los·que mostraron gran respeto sus foritemporáneos, pero que no dejaron obra sobré que nosotros podamos hoy reconstruir definidamente•aquelJa. alma venera" ble; Sea un ejemplo Sócrates, Pero'¿ qué cosa fue Sócrates?Yvedloque tenemos querésponder: Sócrates·fue Pfatón yJenofonte; Sócrates,es un poco de todos nosotros¡ que desdehaceveinticinco siglos vainós n_aciendo con unos acordes socráticos dentrodelaarmoníaequívocadenuestro éSpírini Mas para nosotros, Sócrates es una idea que nos enseñó Platón, al tiempo que para éste divii:lo filósofo, Só.crates fue una aventura; mejor aún, la aventura,caquel mornento dela vida individual que polariza; que cristaliza enforina decisiva el resto de:esa.Vi.dRindividUal.;.· <.··>: ·; ,,, ··: · r·
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pido nobie respeto ante una cosa que es para tiunrnisterio, y prometo que ale guna vez intentaré aclarártelo. ': •:. •· ··Navarro Ledesma fue para mí una aventura, porque coexistían en él junto a una agudísirria e incansable ideación las dos más altas virtudes·maderhas: el cumplimiento de los deberes oscuros y el idealismo.inmarcesible. •' · Conforme va.elhombre .viviendo múdanse sus pensamientos; qúiébranse . sus proyectos, entran otros en sufogar, llegany pasan bramandolaspasiónes; trastrócanse mil veces las ambiciones, mueren los amigos y los hermanos; sol breviven otros·amigos y,otros hermanos,• todo se estremece y oscila; sé trasmuda y huye,seremievay cambia; Eri tantoú.na sola realidad peITrianece, uria sola cosa está sentada a·nuestro lado tácitamente y si camjnainos hacevia con nosotros: el:Deber, pardo, vú.lgarpersonaje sin!história::En.tánto quefueray dentro de.nosotros sfu césar todo se muda; nosotros tenemos que cumplir con nuestro· déber.. ¿Quédeber?. ¿Ese bello deber.deconquistarunreino, de·fundar una religión, de decir una verdad atrevida? No, no, 'esos son llarhaillíené tos unipersonales'conque DiosoTegala aalgunos•hómbresyque en el fondo les ensoberbecen; Hablo del deber anónimo; del deber cambiado en cuartos, el de éstéinstante 'que•está frente a nosotros y él de toqóslos instantes. Es ese deber sin flores y de frutos invisibles, ese deber hospiciano queforma el más hondo sedimento sobre el que se apoya t.odo,el esplendor de la vida sociali eldeber deLtrabajo:Navarro Ledésma, queiritelectualmente,había hec;hola vuelta de todas las quitáesencias enfermizas b sabias dela moral nuevaJ C:um" plió santamente, un diayotro, con esos· deberes oscuros. Aquí tenéis mi ejemplo de una de las dos sublimes virtudes democráticas'. El antiguo y cono.cido campo del Deber es el lugar de liza y de hazañas para los:módenios caballeros, y cumplir en ese paso homoso de la Obligación, la muestra más cierta devirilidad moderna; Hay quien espera a entrar en el combate cuando elrey está mirando; háy quien para escribir necesita¡ como Buffon,unos puños de encaje; hay quien es como Arista, aquel filósofo galante que disertaba únicamente cuando le lle~ vahan en litera, Hay; en cambio, quien trabaja siempre que es preciso, donde quíeray como quiera'. ··· HeUamado idealismo inmarcesible ala otra.virtud que había emineno temente énNavarro Ledesma. Tú, señor lector, sabés bien, ¿no es' cierto?, lo que es un ideal. El mundo es como es: nosotros quisiéramos que fuera de otra manera;,y nos afanamos ·por lograrlo. ·Los hombres' son injustos; nosotros creemo's que;lajilsticiá'debehacer entre los hombre.s su firme nido. de'ci" güeña:cLós espáñbles.somosfanáticos:tú:yyo creemos quelos españoles deben ser tolerantes. Al mundo que es oponemos un mundo que debe ser. Sobrelarealidad trabajamos por fundar la idealidad.'Ese estado de áriirrio en que
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la idealidad halla siempre amorosa resonancia, es lo que llamo idealismo. La mocedad es siempre idealista: en ella el idealismo es fisiológico y tiene esca. so mérito. Pero rodas los alientos noblemente excesivos tras cosas ideales sue. len agotarse· antes de los treinta años en razas cansadas y mujeriegas como la nuestra ..La vida es, ante todo, una faena de domesticación y de poda de ilusiones; mas, por lo mismo, es preciso entrarse por ella con pasto abundante en que se cebe, como es preciso en casi todas las enfermedades entrar rollizo para que algo sobrequede a la postre. Una injusticia suscita en un mozo indignación, en un viejo nostalgia de la indignación. Navarro Ledesma había sufrido mucho, moral y físicamente: su mocedad se había anegado en una labor incesante y rudísima: por eso, habiéndole faltado la juventud ardorosa, pasional, turbulenta, conservó durante toda su vida una juventud más quieta, más armoniosa, más de clara fuente risueña, pausada y fresca; mantúvose siempre capaz de indignación y de entusiasmo; tuvo, en fin, hasta la muerte, sobre su rostro ancho y reciamente asentado en los hombros, esa tierna expresión con dejos melancólicos que conservan en la mirada las vírgenes viejas. Suelen hacemos las desventuras de vidrio, como al licenciado, y no quisiéramos movemos para quebramos. De ordinario, en la llamada experiencia, más que aprender nuevas verdades aprendemos el olvido de esas difíciles verdades eternas qu~ nos impulsan a la guerra santa contra la realidad. Por esto sorprende hallar algún hombre en quien luego de años largos de dolor, perdure la exaltación idealista, la segunda virtud democrática, girondina. Nietzsche hubiera llamado a Navarro Ledesma, como se nombraba a sí mismo: «Argonauta del ideal». No reduzcamos los muertos a las obras que dejaron: esto es impío. Recojamos lo que aún queda de ellos en el aire y revivamos sus virtudes. ¡Resucitemos a los muertos virtuosos de entre los muertos!
El Imparcial, 24 de septiembre de 1906
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REFORMADEL CARÁCTER, · NO REFORMA DE COSTUMBRES i'j'
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Comiénzase a hablar en España, estos años, delas bres. EL terna .es bastante nuevo, mas ha prendido con tanto aé:ierto, que pocos seran los españoles a redropelo quienes no consideren las costúrnbres espa, ñolas coi:nó las peores irnaginables,:y cuando me.día España pregunta: « ¿Cuá-' les son las buenas costumbres?» ;responde la otra i:nedia: «Lás costuinbres de Alemania, las costumbres de Inglaterra»., Y si, por.acaso', sobreviené:un!IÚ'c riistro de la Gobernaciónsuficienternenteingenuo.o suficienternente·iróriico pararecoger solícito .estas hablillas; dice que cuenta con la opiriión pública•~que es con lo. que cm en tan casi todos los españoles~; y.se decide a réforrnar las costumbres:. La gente apláude; ¿No había dé aplaudir, si.es estq el viejo y eterno «Retablo de.las Maravillas»? Quien no aplauda no:es vir" t:Uoso. Y se aplaude· y se traen a comentó y en r'edundanciatód,osJbs lugares comunes de cierta cosa que llaman Sociología y de otra que debían llamar estadística moral. Y España entera, corno aquel valentón de espátulaygregüesco, cae a la postre.en e1éxtasis de buenas costumbres. Y yo, no puedo.menos de recordar la exclamación de Bonaparte, cuando leía los trasportes de retóc rico .deliquio en queMadame de Genlis loaba la virtud: «Esta madama habla delavirtudcomo deundescubrimientmh ;,,, . ··"·' 11.'. ·Comprendo perfectamente que el señor La Cierva', dedicado depor.vida a las duras labores del abogado¡:deLhombre de fortuna y del hombre que va PE\ra.rriinistro,nohaya.tenido tiempo de entregarse a la ociosidad· ocupa; da de los estudios filosóficos . .Cuando Plafón advertía quehis sociedades nb marcharían 'correctai:nenterriientras no.fueran los: gobernantes fi!ósofos·b los filósofos gobernántes, cometió una indiscreción que, pot ser él hombre tan aritiguo,icasile es·perdonáble. Yo, almenas, quisieraperdoriar al discípulo.de Sócrates lairidiscreción de exigir que un ministro :fuera fil,ósqfo; y asiúrl5incí1a' dél señor La':Ciervapor no ser filósofo. Pero·~í quisiera hacer constar que reforma de costµrnbres•es un absurdo; y si; cbrncí ahora, se: trata
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de refonnar las costumbres del pueblo, el absurdo es intolerable para quien tenga buen oído lógico: Frente al problema innumerable de la vida, reacciona un individuo de una manera, otro de otra: para descubrir esto no hace falta haber leído el Mahabharata. Lo que hace que un individuo reaccione de un modo, y otro de otro, es el carácter individual. Los elementos de la reacción son, pues, el me-. dio vital y el carácter: al resultado, que es lo visible y palpable, llamamos costumbre. La cosa no es muy complicada; pero traduciéndola a la matemática, osténtase más pura y más divertida: dos por cuatro igual a ocho. Al señor La Cierva le ha parecido feo el número ocho, que es el resultado, o sea la costumbre, y ha querido variarlo. ¿Cómo? Borrándolo. El número ocho es el que describen los pies del borracho cuando sale de la taberna; y el señor La Cierva ha cerrado fas tabernas todo fo que ha podido: Cualquiera1persona que nd hubiera estudiado enBolonia, como el señor La Cierva, habría pensado que¡ para mudar de producto, es preciso mudar antes unó1de los factores.·El señor La Cierva;1espíritu original; procede de otro modo; De donde se deduce1que prohibirla entrada en las tabernas desde las doce, es una y misma cosa con prohi-' bir.desdela Gaceta la tabla de l'itágoras: · · ·· ' 1 No, señor La Cierva; no, señores· celtíberos mal avenidos: las costumbres no son buenas ni malas. Es bueno o malo el carácter; es bueno o malo elmedici vital, que suscita.el carácter bueno D"malor.pero la costumbre es irres~ ponsable, es sencilla, trágica e ineludiblemente natural; como esa tabla de l'itágoras, eljustode Crotona. l'or esa dentro de un áho sentido de justicia, es la costúmbre ¡:ireciSamei:J.telo ilegislable;-porque no es sustanciáhumana, sino mecánica' natúral, y tanto vale prohibir una·costúmbre, como prohibir en una nación !.os lerremotos. Una ley contra una costumbre,, no es ley; sirio prag, mática.Sólo cuando la costumbrey el ideal duermen tina noche juntos, que" da la justicia encinta y nace la ley. '.· i, ··Hay un punto en'que tienerazón'el señor La Cierva: la única acción di~ recta posible sobre la costumbre, es quitarla; pero·quitar una cosa·no es'rec formarla;Lo unico.reformable es el factor, nunca el producto que obedece a leyes fí.Sico•matemáticas,yno a leyes de justicia. Lo' reformable es el carácter. La ley justa es siempre reforma: de otro modó será revolución o ungolpe de Estado, según quien la dicte. Lo que no se puede refon:Ilar, no es legislable. l'or esto j:iarece'un absurdo: reforma de costumbres; reforma delo irreforma~ ble.o Y el señor La Cierva es el bourgeois genti!homme de la Puerta del Sol, que en lugar de háceruna ley;1una reforma, ha hecho, sin s.aberlo;una reyolución o urí.golj:ie deEStado.!Todo en pequeño, para que no séfatigúe la Historia¡ eon la cual tiene tan.poco que:Ver este partido .consmadot español;.eLpartido hlsc tórico por excelencia que, formado en tomo deaquella.«revolución desde arri-
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ba», ha puesto ahora la pingorota de la falta de sentido histórico, acometiendo la reforma de las costumbres; Medite el señor lector y hallará·que am• . bas cosa5 són como aquel cuchillo sm hoja que no tenía mangó. , · . ¡Reforma de las costumbres del pueblo! ¡Benditó seá Dios! l'ero ¿no sabe el señor La Cierva que el pueblo es la porción de una sociedad no suje' ta a la moda, de aima sagrada milenaria a quien han cortejado tan cástamente todos los grandes políticos, porque sabían que minca pierde deltodo.su virgiilidad? ¿No sabe ci.ue es elpueblb justamente la' costumbre de te.ner las mis•mas costumbres, enqposición a las aristocracias; masás periféricas; move~ d.Íias qµe·yanyvienen so~re los mares étnicos según elviénto caprichosg 'C[ue soplaTYo recomiendo a!.señorLa Ci.erva la ¡¡dquisición del sexto sen~ tido; siri el cual río,soírposiblesifilólogos nipolíti~os;rrepitoque es este sentido el histórico teritáculorespetuoso con que hembs de llegamos alas pue~ blos¡ a lo castizo en cada :casta; quien como la madre de los vinos nobles en el fondo de los tóneles;;yaciendó. en elfondo de.las razas,Jes da· sabor, dignidad yrequilibrio. ¿Y esto quieré .reformar. el señorLa Cierva. con una.real orden? Apuntrnestoy; señor;]ettor, de pedirte perdón si en 101que1levo·esc crito encuentras 'ciertb tono'ligero de burlas; no merecen otro los 'errores ideológicos de unos hombres afortuµados e ingeniosos; sin,escuelá hl unción política' que llegan en la calma de una tarde a ser ministros: Mas cuané do al mirar ante· sí esas oscuras incertidumbres que emergen de hondura de siglos)hllainaino:S puebloes¡:iañol bpueblo francés b pueblo alemán,' se siente:dentro;dedas entrañas un religioso1 temblor; como yo siento; porque de allí ha de brotartcido lb bueno por venir, como brotaron todas las pasadas bondades, no hay lugar para ponerreducto al enojo si'esos hombres lléganse a ellas lascivamente o livianamente. No, señor La Cierva, yoacuso a Su Excelencia de político liviano si con vicios dolientes de mi pueblo quiere hacer, se una plataformaparlari:ientaria, y le acuso por haber pretendido burlarse de los relieves de discreciónlógica,que queden eríEi;paña; Sea dicho sin otros ambages: Ungobienio que, no ha creado ni una so!iiesciie!a popular nLha die~ tado uiiá sola ley social, '110 tienecdéreaho a·prohibir al pueb!o,una: costumbre; Junto a la inmoralidad.horrenda de mantener a lo sumo uno cabe el otro; dos tipos tan diversos'de instrucidón¡ la delricoyla·del·pobre,junto a la ne" fanda de no ocuparse de la de éste, seríaiun escrúpulo de monja sino fuera una burla,deshoriesta cuidarse .de irnos navajazos más o algunas borracheras menos. Reforma del carácter, s'eñor
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discusión el problema del alc~hoÜsrno. Poco le hubiera,cástado ordenar la abstinencia a los tres rnilloues de sbcialistas alemanes; cbrno le5próhibe.él duelo y con él cierto honO{ialarnbicádá que es eláguardiente de los home bres de fortuna. No lo.füzo, sih embargo; sus iesoluci~ne5 sém iustimcias de educación; mociones dévirti.Id; · "'' '' · ,., ,EJrelprólogo ala Real Orden nos dice elseñm: LaiCiervá que quiere «ejer" cet la právechosá influencia,coII\probada en otrospaiséim:Lo' de siemprernn . siglo llevarnos trasplantando' a España todás las' tonterü1s de Fratic:iii, dé Illc glaterra; de Alérnania y ningúna de sus corduras; porque son e5tas'corduras genumarnente francesas, mglesas alemanas y; por. tanto;intrasplantables: lo que vale' en estbs.pueblos és·elcárácter;• las'costúrnbres son.diferéntes"' r¡ . , ;,, ., Creo haber dicho meqúifocai:nenteqúéfa RéalQrdewdelseñór La Gier" vaenvuélve en su illsignificaricia una trernendainmóralidad; frente·a1'1lcual sonp'etados veniales'todoslos'navajazosde la pasióhiy delinstintmYsiyb! qué soyducladano tan pricVádo 'coriio pacifico' he salido ahoral ala liza
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don Felipe el Ill éscnbía un embajador italíá.no::i,Surnajéstad gusta de vivir . . . . _ . con pocos pensamientos». · · ·Podernos ésperar que haga el señor La Cierva algo parecido? De rm se l b . . d . ·decir que no lo espero. El partido conservador usca una vrrtu menos aspera y arisca que la virtud oriunda de la esencia. No será él, no, quien nos adobe con harina candeal de sabiduría las hostias blancas de la cultura. Esta Real Orden muestra, bien claramente, una añoranza enamorada hacia otros tiempos más sencillos que los que quisiéramos ver llegar por el O~ent_e. Y si en algo pareciera ihspirada, sospecharíamos que lo ~e en aquel discutido t~ta rnento del cardenal Richelieu, pauta del absoluttsmo, donde hay un capitulo que se titula::Jusqu'd que! point!on doit pennettre que le peúple soit ason aise.
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J?anai:nabáaSiriIÍga, nbifa moia,deazulesvenasydenervios de oro. Y era Pan labrador, pastor de encinas, de ásperas hayas, de sonantes olmos y de vagos ensueños generosos. Pan no era más: en sus espaldas broncas cargaba troncos de árboles y luego quedar solían en sus barbas foscas algunas verdes hojas emedadas. De experta planta, de nervudo pecho, de anchas orejas y de tez tostada, sentía Pan fluir por sus arterias fa savia añeja i:¡tie rezuma eléampo ... Pero ¿a qué contar más por lo largo esta historia, que todos'habréis visto, como yo, contada en algún mármol? Pan perseguía a Siringa; cuando llegó el otoño sopló un viento de sierra que se llevó el alma de Siringa tal vez hasta el cuerpo de una corza. El cuerpo suyo quedó tendido junto a tina fuen. te de alma temblorosa; sus sienes quedaron quietas, aquellas sienes donde la sangre golpeaba con ritmo tan claro, que el ciego Homero, oprimiendo una de ellas con sus anchos labios, hubiera podido componer algunos exámetros, como dicen que los compuso Goethe digitando sobre el hombro de una italiana a quien amó. El cuerpo de Siringa estuvo tanto tiempo oculto a las pesquisas de Pan, que en el seno de sus pálidos pechos luminosos; una alondra; en abril, labró su nido. Al cabo hallóle Pan y le dio allí mismo sepultura, y sufría con tamaña reciedad su corazón, que se le fue de los ojos aquella mirada oscura de bestia melancólica.Y a la vuelta de tinas estaciones nacierém sobre la tierra en que la enterrara, los brazuelos tiernos de unas cañas. Pan los cortó y se adobó una flauta al modo pastoril, pero de singular dulzura. Y solía venir no lejos de la fuente; sentábase en el dintel del bosque; sobre el dorso de una piedra blanca e inflando los carrillos al tiempo que el sol trasmontaba, hacía pasar al través de las rubias cañas toda el alma de la selva armoniosa. El aire temblaba . dentro de las cañas y en la fontana temblaba a ritino el agua. Este amor doloroso fue'la flor de su vida eterna y desde entonces amó todas las cosas estrictamente como sólo Pan ama. Quedole simplemente una tibia melancolía
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que él se curaba con blandas burlas; saliendo los caminos a arredrar lcis labriegos medrosos.' Tornando al bosque, pensaba, ,. ·' . Todos conocéis esta historia tán bella que da ganas de llorar y qué, como todas lás,historias bellas,: acostumbramos llamar mitopcir eufonía y]Joi: conc tinencia cie;ntllica;'5i la cuento ahm;a, débese a que ayermirriaestro y amigo donJulio Cejador me envió un Nuevo.método para aprender el latín, que ha recién compuesto; esto me' llevó a pensar en los estúdios clásicos; éstos al clasi• cismo griego y éste a restaurar la pastoral antigua que os he traído a la.me-' maria."•'.•¡' ,, .•,, ;Porqueveffy0en'Panantes de sus amores un símbolo ddabestia'blanca cie:Eúropa antes de Grecia; quevienea serla Siringa dela fábuia: C0mo .en Siringa se hizo fabe5tiáPari; Dios~Pan; se hizo hombre en.Greciá lablailca bestia: SinJa' 'disciplina'helénica sólo hubiera sido una posibilidad más hacia lo humano¡ cómolo;fueronla bestia metafiSica asiática o la.bestia·t0temista de Africa; e: " '. ,., m.' Eueprecisqquellegarala claridad de Grecia para'quelosnervios delantropoide.alcanzaran vibraciones científicasyivibraciories 'éticas;,eri stima'; vibradones'humana's: f)ejo·para.unas•dispútas que estoy componiendo' contra1a desviación afticanistafaaugurada·por nuestro maestro y morabito dori Migiiel de Dnamunó; la C:omprobaeión de este asertp•míd:.queeLhombre\na" ció eri Gi;ecia'yle ayll(:ló a'biem;iacer;usando delas;artesde5u;madre,'1apar1 tera;elvagaburidoyequívocbSócrates., · ,,, r: •'' · · ·,Acasono:haya habido época delas plenanientehistóricas ¡:arrajena como láimestra' al seritimiento;álapte0c1lpacióri dela cultúra; H0y.nos basta con la civilización; que es ccisa·muyotra; y nos satisfacemos cuando.nos cuen• tanque hoy se va de Madrid a Soriaen.menos tiempo que hace un siglo, olvidando.que; sólo si vamos hoya hacer emSoria algo más exacto; más justo o más·bello de lo que hicieionnuestro'.s abuelos,serala mayorrapidezdelviaje humanamente estimable;,Pues habremos dé reconocer que la civilizadón no es más que'. el conjunto defastéciiicas;.de los inedias con que vanios dome• ñando estdngente ybra~o animaLde la naturaleza para intenciones sobre1 naturales; Adviértase querib digo sobrehumanas, sino'.sobteriaturaÍes,'y ejeinc plo.deés.taspuedeser la·institudórrdehocialiSmo; o si-es de.laólra:banda, el foinentodelsobrehoíribre;". '' '1';.· .,, ' ... ;u,.· · ·' Paralelamente a este olvido de lo cultural se ha mostrado un grari desdén hacia lo,clásicor:~ muyJrecuente entre nosotros la creencia.de.queala;palabra clasicismdno•corresponde realidad alguna, y que:e5 'apta, a lo sumo, ·para fácilesiainpliaciories de.una
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sentido.perenne de ella. Si no temierá tanto parecer oscuro-¡ Dios me libre de ello, luciferina Ática!- me expresaría de este modo: sólo traslaticiamenté puede hablarse de cultura.del campo:. cultura vale en propiedad: como cultura del hombre,y significa elaboración y henchimiento progresivo de lo esé pecíficamente humano; Si no se puede.apreciar la progresión, la palabra culé tura:no tiene sentido, y no se puede apreciar: aquélla sino se,suponeuná dirección, si no se tira una línea guion sobre la qué luego hayan de marcarse . los grados del avance; Aquí está-.' creo yo-. el problema entero, de la meto" dología histórica, de la historia como ciencia, cuya solución ha encomenda~ do el Demiurgo 'a e5te'oscuro siglo que va naciendo entre nosotros. Porque es menester clamar tanJalto que nos.oigan los sociólogos sordos~¡s0cidlo'gía; cuáhtabatbariese fütcondensado.éú esta pálabra,luéiferina;Grecial"cC-esme" nester clamari que nó existen hethos;históricos, sino una1arga.pesadilla de Sfü ces os, grisientos .e.insignificantes donde pone lá cronología ún ritroo mon.ó~ tono de telar. El mer() tamizar aquella pesadilla, para eswger de ella algunos acohtécimientos más daros que llámamós representativosy que ungimos con el privilegio delos hechos históricos, es imposible sin esalíneá sober~ma que da' un sentido y una afirmación a la cultura: Y no se diga que'bastaiia uria línea simbólica de,un progreso·en: civilización; pues ésta es sólo ihstrumen" to·delácultúra;y el progreso en civilización.supondrá siempre al cabo la hic pótesiSde.un progreso, eI1 cúltúra con que sopesar los quilates de aqúél. Esa línea maguífica que orienta la hisforíay pone ehorist±elosfsiglos hacia un.ideal porvenir, necesita como fo da línea dé dos'puntospara ser determinada: y el uno, el de oriurideZ, está en Grei:ia,
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en aquél más nos importa a los españoles, bastaría decir: si el clasicismo es el sentido íntimo de la cultura, es el humanismo greco-latino el clasicismo de , las fonnas de la cultura y muy especia.lmente de las fonnas mediterráneas de ·la cultura. Estoy convencido de que las artes españolas serán y deberán ser siempre re~liStas .. Mas por lo mismo, sólo manteniendo constantemente ante los ojos las pautas y]as normas de las humanidades evitaremos que nuestro realismo caiga en lo chabacano y se arregoste en menesteres infrahumanos. No fue el azar quien inventó el nombre de humanidades. De todo ello hablaré otro día: hoy quería sólo mentar la obrilla nueva de . mi maestro y mi amigo don julio Cejador, el cual publicó hace unos siete años una Grmndticagiiega, segtín el método histó1ico-co111parado; hace seis la «Introducción» a su obra capital El lenguaje; hace cinco Los Génnenes del Lengtiaje; hace tres LaE111b1iogenia del Lelígtiaje; hace dos la Gramdtica del Quijote; hace uno el Diccionmio del Quijote; hace dos meses un tomo de ensayos sobré cuestionesfilológi~asy lin~ticas. Luego de'grarides afaries, alcanzó elseñónCejador.una cátedra de latín en ellnstituto deI!alencia.Yahí está' en" s¡:ñari.do pretéritos y supinos a unos angelitos celtíberóiL Sinperder compás.y buen ánimo, el señor Céjador, que aprendió en Las lue . cha,sjacobinas con los problemas científicos la clásica.virtud dela modestia iró1 nica, ha compuesto un.liodisimó arte.latino, tanliod9, tanfresco y tan sencillo; queparece:unidilio p~dagógico;(Lá' gramática; el tinglado inorgánico de r~g1as; excepciones¡ etcétera; todo el artefacto enredoso de lapedagogíajesuítica.dec saparece diluido en:una conversación. Porque el Nuevo Método se compone.de dosiibrós: éllibrci de cla5éyellibro de casa.yambos libros s~hablari.yrel diálo" go de ambos libros es lo que se me antoja un idiliodidáctko, casi tan bello como el otro idilio que os he traído ala memoria, de Pan y Siringa,
·· E!Impardal, 28 de octubre de 1907 ', ¡:; ;·, .,
róclitas, corregía usted tranquilamente las líneas efe su espíritu!segúnJa'pauo ta ofrecida en el perfil de'Jas-sacrasmontañas.celtíb,eras. Es:usted:ufrhoinbre erívicliable·que nació en C:ótdoba y supo;,sin·embargo¡_afirmaidesde'luego, jurítci al casticisrríoelclasiciSino,'entenclida esta pa1abra a nuestro modo;rno comomnmodeloyunaregla, sino como-una clireccióniy:un.impulso;no como un-gpo dogmatizado; sin'o.ccithomn credoJlúyent~ qµben cadaiinstante s~su~ pe'ra•asf·misrrio; se muda'elcuerpo dentro deun' caúce sin mudanza; Aún hay gentes paraquiehes no•es dél iodo ,claici.e5tcidelclasici5mo; gentesa'dolecidás por fa confusa sospecha' de quetoda esta rríáq\ima del mundo ríaéió el-rríismó día que'ellas;•dejémosles e'.n sucipinión: a la postre, conviene sobremanera que algunos amigos nuestros piensen de diStinta suerte que nosotros,-porque así logramos el enriquecimiento de la conciencia nacional. Y abandonándoles la aídúafaená de adecentadógi,carríénte su solipsismo, procuremos nosotros poner a nuestras energías, pocas o muchas, el cauce yla conciencia de lo clásico. Hace dos semanas traté de exponer lo que yo entiendo por clásico, mas siendo.el espacio poco, me.reduje a describir la significación que a este con~ cepto atañe en una filosofía de la cultura. Y quiSiera insiStir.una vez y otra sobre este tema, porque lo considero deciSivo en todo tiempo, y porque considero el tiempo de ahora deciSivo para todo el porvenir español. A despecho de algunas apariencias que inquietan nuestro optimiSmo, usted yyo, amigo don Rubín, estamos convencidos de quelos cerebros españoles comienzan a renovar sus hábitos mentales, dejando los que nos han malservido tres siglos por un ansia vaga de otros nuevos. Y como la movilidad intelectual de nuestra raf:a es por demás scispechcisa, témome que estos hábitos que ahora
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vamos adquiriendci-hayande duramos unas cuantas centurias. Por esto en otras castas es licito perdonarciertosleves errore5 y algunas tildes, siempre t¡uela orientación general sea justa; Mas aquí es menester.una gran.preciSión, 56 pena de•quepequeña5faltiis iniciales produzcan al proyectarseensiglos reinofos un desfalca.hiStóriéoyJainsolvenciácultural: •• ···' .•,¡ ·L '''' _; Decía, pues, el otro día que, si creemos en la cultura, tenemos qué.cree. en,el clasiciSmo, pcirque es éste; en inLentender;;algc;:rnsiéomo un principio de la conservación,dela energía histórica; 'algo. asf nada inás';· porqúela ener~ gía histórji:a.áuinentaylafísica petinánes:eiguhl'asipropia.Meescribeiusted que noesti)Iluyclarami lucubración; yyo voy-a intentar.con algunós.rodeos en éstáyotras cartas eXplié:arine.suficien.temente:. ·.-.;,, ,._; -•rn• · '"'''-' ·;·cr,; .• rcJÉsrrnenester, ante todo, arraricar eklasiciSino dela literatura, y en géne, ral,delos braiosblancosy•hadados del-arte,porque'elarte,·cci!Ilo•mtijeral cabo, es deliciosa.ensú irígenuidad,perq es-temible•en sus reflexioÍlesJ Cuando el arte eriuna ;horade ineláncolía y de mengua entra en reflexiones·sobr~ simisrria{miceuna;cosaabsurda;a1acuaf, en.sentido.lato;·llamamm¡ poética; Y.en u'nb de lós cápítulosdélapoéticá•sehablade.los·clásicos como•de, modelos c¡ue;es•précisó·imitar, seiles poné como una\neta alasiaspirarriones\ por tanto, fuera de,nosotros'; enit'lna,región trascendente.éirias~quible:;yj si se¡pre' guntáporqU:élos b]ásicós,sorrtalesy tales y no citros;Ja'pbéticasólo¡puéde responden.porque sil Goino 'veusted,'.amigq Cendoya;elc!asiciSinci, oriimdó de la reflexión artística, acaba pot set másobieruuna groserí¡¡fo -, L•'ni' i ,L '·Aunque y-o. coirícida fortúita¡¡iente,.máq qué:otrbs'amigos cónteinporáneos, corulás 'valorai:iories.de lrucrítica artística 'tfracliciorialf dóylatazón a dichos iconoclastas '-'-'-gente, porlo demás, de espíritu sumario y montaraz-·• cuando• se encarríbí:onan ysé:enéréspan. contra esa.Poética inciviLSí, ·herc mfjllO Cendoya, mcivilporque nó puede responder a la demanda: Quid;juris? ¿Con qué razón?•.Lo·racióna1'es lo que ,constituye; lo civil, lb jurídico; es el terreno ·enquepueden ensamblarse:las;diferencias:iridiViduales y aunarse en ciudad, en sociedádjtirídica;pasando'de fo selvático ª'~º ciuda.; dimo. El juicio.estético;• enc!IIIlbfo,,es.~rusímism'o irraéional:deoiiJ.e en él aqU:d gripno;delindividuo inasilable paraekoncepto;huidero; bravio;.irre" ductible a la acción legífera,dda ci~ncia. Cual todqs:lcis-es]Jañolesmozcis de estiihora, he movido yo larga gueN¡l aIIliyo¡:íara-arrojarlo¡ como un mal can, delos fap.os'.¡:onsagrados a-lafügiaa .Y'!\la ,ética;• alaevida especula tiva, Y• ~fa vida moralt!aullarido. el canecillb: de. IIlíinismo; ha ido •a acó gerse enJa ese plénqida democracia de: lá e5tética¡¡yine¡temo mucho;.amigo·Rubín;:que.no ha de ser. fácil arrojarlo también.déalli; porque:ha'de haé:er valer allí sus dróitS de m10m1neJPoi esto digo.que nci se·debe búscar primariamente en'el arte;'en la. historialiteraria.el qmcepto de: clásico:csino1primero enla .historia de
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la ciencia•, luego en la historia de la ética, del derecho; 'dela política. En· estos dominiosrehuelc:Les: finne•y podremos llegar a convenio; Después pac sarfamosrala estéticay-verfamos¡cómo•hayrtambíén·un clasicismo•artísti" ca', pero sólodespués;Nirse momento de nuestra his" tona; es.preciso· hacer de el>un conceptó'.sobrehistórico.•Meexplicaré, En su Arte. de poeSia!castellana decía¡porejemplo¡jua:n del EDzina: «Que nb dudo nuestrbsantecesoi:es aver escritó cosas más dinas de'meiinoria: porq_ue allen" de de tenermas bivos ingemos; llegaron priineio e aposentáronse en las me" jores razones esentencias»::Yel prólogo de;la.Primera crónica general de España;· comi~a:• «Los sabios·antigos; q_ue fueron eivlo~• tiempos primero's etfallaron.lossaberes la5 otras cosas: .. »,Estás dos citas'detán diversas épo" cas vi!lnen'a'S'eQina definición implié:ita'dél dasii:isínó ala mariera,q_ue si; ·há'entendidO'hásta ahora!.Esb es, la·cláSicó-histórico: aSífo-ente'ndieron'cori ·1a Edad Media los sabios a:migosdelsabioAlfonso:así ent~Íidióél clasiciSinb jua°: ~elETIZina.aunquélj.umanistáryi:enacentista,•grán.corredcirde Italia'y
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s!lrifsiino poétá: Párá'ellos fo Clásico es ló' álltigüó'y las óbras y los hombres clá" .sii:os alcallian·ése'pii'vilegió merced'a sus aiía's ere serncicís. . , -. , 'Oó;b smtón:iádelo.q~e v'cíyha~lan'do,anugó'Rubín, es.fa q_uerellaper~ ·durable de antiguos yriiodei:'riós; planteada así la é:uéstión;' es üná inépcia: De-' bió hablaÍs¡! de'cli!skcis foínárlticos: .Uº de antiguos y ínodemos. CláSiéos y rbinálltiéos los ha hal:\ido siein¡:íré; tle Grecia aca: la hiStoria europea, pot otro noínbtehurnana;'es Iahistbíia'de las füchas eritre esos_ deis ángeles, Ürmui y Arimán, principios délci bíieiid malo. . u r Eri é'ualq_uief rniri::l.i.enfo del hdY, del ayer o del nfa.ñaria europeos, se hafüíra1l'apelea'fu.etáfísicá de'árnbos¡:ífilieipiós; eri niengüa el uno, triurifárite el rdtra,paláiíZáridolaagitíiCiorihiirnami: . _ _· ' -•' --· El error de Pfli~ar él'c:lásfcísrno segúri una na' don trónológica y'más ¡j füerios es'irlétal:nente' confunfurló con'la an~gúédad,'tiene t~ri'llontlas ráí~ ce5 psíqüiCas, q~enó dudo atribuirlo a los restos deásiatismo que quedan en loscorazórieséurapéós. Pués es sabido que para el6Hentalunlibro por el'rrieró hecho Clesét ahtigiio, es unllhro inspirado, 6 uri libro divino'. Aq_uí tiene uste'd'el clils,iciSíno histórico de ihcingolesy semi fas; el dasicismo como supersticfón;'éldasicisrnó rcmí.árí:tiCéL ¿Pdr 'qué romántico? -·-me dii:áusted ... " ' · ... ,, .. :; _,. '1 "' · "' · "' · • '
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ElI1nparéfol, 18 i:le ri6vi~mbre de 1907
Estas cartas, amigo don Rubín, que juzgará petulantes más de un lector, son sencillamente incitacioriés 'dirigidas, por el conducto de usted, a algunos m,uchachos celtíberos q_ue h\)Y comienzan a adquirir métodos espirituales.Y nq 7s'otfa srt'ínterlciori que ofrecerl~s un compás mentál y una diguidad frente a algürids Clog'riias ií:i:coritii:ientes qué doinihaí:ilá cóncienda actual española.Yo hé'sído i::ilsti¿ii5tá; y'lia!Sfii'hédiido' ala lüzciérta confesión dé celtibeiismo aredropeló q_üe me lilid usted áñós ha; i::uandó era usted rriás jóveriy adrniraba'al pintor Íheo¿d'cópuli con mayor sillcendad q_ué comediíiíienfo.De entóni::es ~cá, tafaVlrelfadéalgimas'peregíiriaciones por ti~rra de escHas, me he convencido de q_Ue ~Xisté ya en Espana una muy recia corriente afiniíÍidorá'de'la'ca5t'ay de la tradición sentil:nentál: Debiendo ser 'nuestra'noiina ·el ennq_u~dmJ.enfo·d~ fa candencia naé:forial, creó, pues, hennano Cendóyá, llegado el'moi'nenfo'pára que•dejémos' nosótrós de sér cásticistás: Hay en uri pueblo tanta mayor ciili:üfa; i:Uantós'rna!; ~eánlds téma!s ideales preseritésén'su C:oncieiida:-Tu¡:íublicádón•redentede'uilhernidsó'librcí acerca
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del Greco.• compuesto.pqr¡ I].J1 prpfes()¡; cle·Ped.agogía, 1;10¡; .fl!lUJ1ci¡i la el].trada oficial del casticismq e1J. li\ Fotjqe¡iFia ~¡¡11plfi,ynos gara,J1~a1~c1oel pues~ to so¡:ial del.aµtor-:; la perpet;ua~ió.J1 er¡,lqs;ánµnoefjóyene¡¡ qe\1¡lgu)1l!s;yibracjones éajc¡¡s,.Porql]e se.hace eJ1 es;teJiqr,o,11na afi:t:m¡iciqg.t~n a.mpJ.iá e ine, ql]ívqca delcasti¡:ismpyde 111 l:Jlística, qúe, no pqqífll)J.()s; péclir más, y que acabará de confirmamos ennuestra decisiónde;serclasicistas. Pero deUi7 br~ y c!J1l15J~t~ habl~r,é~ ~~tr~ ~~~c~d i4~. ~~~~~ JÍ~~e l~ ~~~ión . de sustentar que el clasicismo es lo.opl]¡;¡;to ¡¡l ~as;tiqi!j:gt(J .. ¡q; ,. , ; . ,; . Recordar~ usted que al¡concluir la.carta ante¡:i(Jr,s;9stenía yp¡l~ n,ecesidad de fij¡¡11 ¡¡lo clásico, l,lilfl nosiónsobrehi•fü5fic¡¡; agiliz¡¡dp¡¡1ji, P()clria•g¡¡jo•le.esi pecie de licory dejüg¡) 'fluir en peré~e PTIW\IY~ra ~Jg ,lar,gq ele toda~ lasy!;; nas históric¡¡?,;~t el Bµdc:ll¡.¡¡ A() hµqiese ,s;id() :tp~¡que 1,j¡ls;er !*~J1º fi_aqpa poc;lid[J ejers:ft¡¡r, aquella eb¡:ia cari<;l\ld,c,u¡¡ndp ¡i.pqcq cll! naser)t;lli;yé¡ ?l!Pllclre ¡¡ yisitar,quiJ1ieri_t0s de .s¡¡s p¡¡¡:i~~es, .la Íalll,tJi!\ eJ1.' tera cl~ los PIÍIJ<;:\pes Sakias, Porqqet()dos o[recieroJ1 ¡¡\ p.iiio po:t;rp.orada•sus palacios, X el ]3uddha; para Il() aclº~.ec:er el cor::it
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¡as qu~ están p9r.~an: p()qie<;:ir. Le¡ C[\ll! J,i¡¡ ~iflo, por, i;lmf!rn p.echo de ha-
b~~ sid,o,.renuncia,a ser,lo.l:Jlej(Jr,J')a f!.Il1!\r,gur¡i sup~elll¡¡ c1el,J:¡q!J1J;ire Ilq es haber nacido, 901Il1J qfe b;npíam,e:t:J,te el s,acqdotj! ,C¡¡\dhI1es c¡P,un,clas,d!! l¡i,R1::vol].]ciéiJ1 frªIl7 c;es;a qµe, est¡it1Jyen la.iguajdad,c;\\!c\\!~e91J.os po]í)ic;o;;, S(Jf1 Illejores. :tnºFil1Ilente habl¡¡rido, qi,ie las qµe sust¡;µt;abf!µJ.os pP,vilegios p¡¡tiyq~ Y'i~ clespot;ismo por la gr¡¡ci¡¡ de Diqs; y, si,n el:Jll;iarg(), }ioy son mon1hl].erit¡; IIlalas y,y:i!,Ílµestros .corazo~es se ~ueven meÍancólicos e i;qqµietos .p9rgue ¡¡p.h\!Jan,qtraS cqnstit;uciones más justas en que se realicen ciertas severas igualdades económicas. e;•; Maspqi;si a¡¡lgii!l l\!.C:~[J,rp¡it;~Ei,era artificiosa esta teoría de Kant, llamada teoría del mal radical, quedé hecha la ruda advertencia de que para quien no existen los problemas son artificiosas, rebuscadas y paradójicas las soluciones. 125
A ~tas intel1ciones de Kant, tilri mesuradas y tan estrictas, ha buscado Nietzsche una lmagen'exéesivaque ha llamado sobrehombre. Al menos creó que es ésta su uiüta'interprétación plauSible: el s6brehombre es elsent'ido del hombre pot!:¡_ue'es la mejora del hombre, y elhornbredebe ser superado por'que aliTI. puede ser mej ()i.' . .·. ' ¡ ' . • .. . • . . · Para•esta sugestióñ de ima mejora indefinida del hombre deritr6 delcaul. ce delá hisforia; sfa que sea adní.i:Sibleuh tipo 'histórico de bondad y peri. focddn insuperable5, quiSierálilos hallar un apoyo en el.verdadero c.lasids" mo: más aún: esa'lucha por mejorarse, por superarse, es la emoeión dásicá! y querer afifinar algo histórico éoriio definitivo, sea:UnpueblD; sea 11ri héró!!; seá el propiDjio; es lae1r10c:ión rorríántibique'liilbíta rnanerá de tentac.ióri inriumerablelos áriirrias clásicéis'rnás puros, y recuerda aquella ~padaioJa que se le figuró en el pecho a AIIladi:s, doncel del mar, y que le arfüay~é fibral saba hasta qüe el sabió Alé¡tiífeHógró curarle. Mas para esteí'djd ardor rbfuantico no basta con urt curandero imaginario', y seria menester un rederiL tor, tíiarido menos. . ,. Pero, ¡ay!; que el mal, que el fornantidsfuó esrndal, e5 radical; comó éi hombre no puede saltar fuera de su sombrá,' según el provetbío árabe, tafu~ poco puede desarraig~r su romanticiSrno. Y bien, ¿qué? ¿No da.eserniSIIlo mal unséntido a nuestras energías, si bien trágico? El sentido es¡:iatente: dome'ñar' dentró de nosotros la bestia romáritica para qué progresé eri riosotros•fa realidad del hornbre Clásico, ~ealidad inasibleyporesóprecisafuenteideal s~l guro y perenne. . '<· · : ... . . . ·. ¿Recuerda usted aquella tragediá quieta lurriiifosa que pintó Tlzfano en su cuadro Amardivi11a 'y amar 1mmaiúi? Dcismtijeres séntadas aafubós exl tremas de un estanque dernátrnol y en rnedio uTI.niño que busca'en el fon" do del ag1lá tal vci uriárcisa ahogada, o no sé sabe qué. Nuestro forazóh vatié la entre aqueniüje{entregarse, y ria acierta a decidir cuáleslá'hembra divina y cuál la humana; pófqué ha1laen 1as.caVidadéS de Si rriiSIIlci resonancias pafá ürifi y otra. La equívoca alegna nos da dolor.y eri'llinfoaquelbiazo gordezuelo del mño'.qile serefrai:faen'élitis del~g1lay'c6mó 'que se qui.ebra ...' . .. .•• '''·''Le contaré austed otróÜÍa las'dualida!des dolorosas del Córazón de Róussemi, 'grari romántico, yle hablaré de la Edadde Oro, iriverito del clasil cisrno romáritieo; y de cómo Miguel de Cervantes, grári clásico, se bürfadé. ellapcitbotildeAlonsoQtiijanoelCastó. • '· · ··'
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; ElIi11)1arciaI; 2 de diciembre de 1907 >
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1908
. VIAJE A ESPAÑA EN 1718 .
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JuanEberardo 'zttzner estrasburgrtés: estli'priest'o en esa parte cerit±alde Europa dónde parece que 'todo el brío se ló han llevado lasi.iiiíniañas,. qriecfurídp sÓl() p~r;a 195hombres ál~~os adailnes. de ,energill;•Aquelprus 'cfu una raza pdseedorá de uri miitimíün de Virnides y mtmihimum de'v'icfos. _Calvmo;'Róusseau, Pestalózii confirrhanla'regla. ..··; ·. · Zetzrier, pues',' debió ser uri pobre hombre, y C:orisiguierite rinmal baríqtiet6.'Tarifo; cft1esearruirió y no retúvo de Íá'ari~gádafottúrik trías que .73:000 libtas i:fe Alsácia!P~ro bfos prisa en s'u'camiti.ó a ilri ta!Róhnririd, lionés, gran tunante yno mal banquero. Tanto, que supo bidár al rnán5ueto Zétzrter las73.0001Íbras: Zetzner esénbía desdetiemposj1lveniles urias merimrlas donde ib~ tra5Vksartdó el hililfo d:istáliríb dé Sri manantial interno. Esta ocasión sii:riestra le' da•lugar para maldecrr deI~sj:ierve~sfoÍiesh1lrilima51 1 Vino con Rohn1lrid aÍári~glddepérdbit siquieta 11.000 de aquellas mue chas otras libras defrn1ldrtdas, Mas.no se trataba de un cobro cualquiera; las 11.00Q libra5 habia'que recibirlas de un bánquerofrancés'de origen, habitante' en Cácliz, llamad() dori Pedro Ignacio Sul.1:D:orit. Y no se'étéa qíie paraba aquí la complicación, pues don Pedro Ignacio acababa de hacer Háhéarrota. El 21 de j1llfo de 1718 dio ·Vista a Rosas; desembárcarido eri Bareelona el 29; Zetirierllévába espadaflo 'pritrífr() que se le hizo fue demaiidiírsela en cumplirilieiiib de únaTey'dictáda por el Virrey príncipe' Pío de Saboyai La espada fue recógtdá con otras iÍiuéhas 'cibtro de' un arrríario',!Uego. de poner la etiqueta 1de su'iioilibre e'u 165 gav'ilaries; ¡. . . . . ... .• ..• . . ··· · Para hácer'eI viaje de Madrid; ávillose Zetzrter'con'únos \italets~heros>i á razón de sietefüiSes de ofopor día:EÍ'vehículó era un: cál:ricoche a la e5pañbfa;las üos mtilasibári éargadas de cáScabeles yllevabimgriilldes ¡)!Umeros; Tan~ to el cochero como las mulas avanzaban con'fa riúsrila gravedad taii es¡)añola. En «Mdiiard» {sic, ¿Almehara?) er:cuehtráurigentilhorríbredeCadiz,don BetnardoFtancisco de Médi:riilfu,'que veriíii de Madrid para Sidlia'acompáñado
poi
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de un a:Yuda de cáma¡:;a y tres lacayos, todos <;;abaUeros y con buenas armas. Hablaba el gentilhombre francés e italiano: «desde que me vio y comenzó a hablar conmigo -refiere Zetznel'-·- advertí que mostraba afición hacia mi». Cuéntale que a dos leguas de allí se ha tropezado con seis ladrones y que, gracias a su armamento, no le han atacado. Recomienda a Zetzner que no prosiga sin escolta. El banquero es desconfiado, como todo hombre de clima medio y de virtudes planas: le extraña tanta solicitud por parte de un desconocido .. Interroga al calesero: el calesero confirma la posibilidad de cuanto dice don Bernardo. La desconfianza no se aparta de su corazón norteño. El calesero tiene muy mala catadura. Para un individuo de una raza linfática suelen tener mala catadura todos los individuos de razas más nerviosas. Don Bernardo saca de su carruaje un par de pistolas magníficas que le ofrece. Zetzner sient.l! c:reser ~1l.c:!!!Sconfianza,. J:.: 1lI\ll qia~ra. n¡¡cida¡por. j!I\Cinla 1 delp~alelo 4,5 np le, cal:ie,.eo, la. c¡¡l:Jeza, qllj! ;Jln,'l¡m;nbre,.sie.n,t¡¡a,rµp¡;y, .afisipn, p()r, pgq ,sÍll mqtiy9, sin c¡rLwa, .sin,~. pqrqµ,(! •. sí; pcw, rp,~ra,a,l:J1lnc:!~n<;;i¡¡, c!e ¡;o1rre!l~~, l'.5,P}rit11al11~· I,.qs,do~ ~ujqs ~Pl\ñC?~iS¡:Ii;~ iH!lory e~pdio, 1 s,eIJ,tido~ pm; sí ¡nis¡;nq~.• siIJ, lmsc.~ fuera de ellos un pbj'"tº qui; l~ dé uµ ya,Ior, ser~!} ip.e,y:i~~bh;IIJ,~µt~ ab911rdc:i.~ pap11µn sW:zp, para un l\\saciaµq, .para )ID. fio111bre, q(!; .\";1;"US~a.. ,ft;tfI1i¡r. siguió lo~ cq¡isej os. qel gentill}RffiP~!!· '".hizo, bii;n.; f!I\ l,a,j c:irµaqa, sigtj~\;J,lt\! ,h¡¡ll~o!l restos. qeµn \'.ªll1PªIl).¡;i;\t()Ae,Jop1jido9, Zet:zq.er1lla111a e¡¡.tqnci;;; .::\ dpn ~e,rµ¡¡r;gq «nople):io¡:iibr(!•>nui: ., 1, 1 • ,uniii ... ,·, '·' · · :," •1 ,,, : "'; :::.1 . , La ingi;n11icl¡¡1dqi;,:z;i;¡Zr,t,i;E:~ ,b,ast¡¡nte gra!lcie;a~flo rec:onoi;e e,l.señor :R,odolphe Reuss, ·.~ c;ompatripif!;,qui(!Jl )J.a.~t;ract!fc!o1as 1 ~etantp!Ilf!)l()r~,s~r~n.s¡is gafas, .. '. ·••: ,; in , 1 :: ' • , 11· .J ,.. »lasfamili~ no son numerosas; rar¡ime,nte,se,enc11entr¡iun1!5pañol que h¡iy¡i ~I1genqr¡i~o,tr~ ~ cuaqp hlj\i§; 1}i¡¡y,gBe,~µ~c;~:1a cíll1Sa .~~·l~ 111uy~aju; 1
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roso del clima, en lo. eµcabezado de los vin9sy sobre todo en la las¡:iyi¡¡ que ~aractajza aIIJ,bc:i's s~o~: Teajble cúmulo de .enfermedades procede de l¡¡s. morisca5, sumami;U:re desyergol1zaclas·Y muy, tr¡itadas, así de ~o~ gr~de5 ~efi~r;;s ~qropdelp\)piilm:l:Jo ... Ade111á~ ~]d,,te¡:iptr\19 ra~O/}('!S pprlas .cual~ ,,;stá EsPf!~\I tan, d~~P\l.b\a,da: ep. ¡irj111f!r, l;uga,r, \!l graµ ,núm,no, cie ca,?flS d\! .t9\~.ra,µ ¡;ia; lu~go 1.a enm;i;n¡;,¡;a;qtiflad.¡:le,,iri,ffiyiciw?s qu(! ent;r\IA en l~~' Rrqi;i;i~+: }lay muchos matrimonios legítimos entre blancos.yn¡(),ri§Efl~,,y lp~hij()? que.de ~tas uniones naci;p. s.c;i,n. ge1;wqu111ef1tel~o~, rn~diP _amarillos, Ifi.\!diº:Ifegros: (Zetzn.er n.o era 1l!l flásico, y mµ~has veses die!! ~o que no quiei;e de~ir)., .Pero ~·ta es ¿ólo e!l Andáill~Ú\; ~Il las Cié111á5 pro~cifl.9 no hay i;sclavos:, .; ;.. ,...•.. .... "ras muj~re5 a~· España n,dc~~BiÍltih{sé,1.9, ~1 ?~wblant¡;: ~!flp ~wp~én.~~s hon.ibros.,, Jamás un. ('!Spañol,e¡f:i.gi,rá i::l,IIJ,enprti;ab.ajo.de su esposa, porque rdclas, rié~s y pobie5, 1 l~;i:~p;,n~erí~':_·\i;-ici J.}~Il¡qsyéni~h¡,¡¡l ~µndp pan¡ tra; P\lj\lr, siJ;lq¡p¡i,i;¡¡¡igr¡¡d,ar.a ~ps ho¡:nbres y liacerles pla¡:er:·. Por 19 d~má~ suelen ser las e~añolas d,e rnuybµen talle, ¡¡un cuando, ~U§ t('.'.ces ~ean de,ordinario ~~frinas y .su. ~¡:mp~r~¡;nto rn~Y.ai.~en.t~,'Jj~ qcrran.jero qu~~~Pr~ºSllP!! ¡ilgo qe ~. srJ!i.Jd,, lpg~ J;>i,ei;i p;iantepi~l}pq~~ ,en gu¡¡rdia,·~ fi;eµte ¡¡las. pa¡;\onf!9abra-, ~\\do~asq~)Jellp 9~f? !=fliflO frt;!IJ.t,e \\~OS XÜ1Q§qe este paí;s»,. . ! , ,;¡ Al menos declara Zetzner que somos sobrios y que sqlei:nos,\l~.c¡r: «~o~ sotros no comemos y bebemos más que para sustentar nuestra vida, al paso q11e ot;ras na\'.~º?.es se•!rµ,aginaµ; gue no han venido a. otra cosa que a ahitarse con manjares delicados .. , · «Desprecian a los demás pueblos y llegan a .encontrar injusto que Nuestro Señor] esucristo no haya nacido en España. Afirman que Dios ha hablado español con Adán y Eva en el Paraíso y con Moisés en la cumbre del Sinaí. Un mendigo que os pide limosna no tolerará que rehuséis llamarle "señor" ... Se hace un uso tan frecuente de las antiparras, que las llevan hasta en la calle y en la mesa... De los portugueses dicen que son judíos; de los franceses que son "gabachos", es.decir.... Los holandeses e ingleses son herétiGos y un alemán es para ellos un "animal". Si es italiano le tratarán de mujerzuela ... » «Cuando una dam.a se digna mostrar el pie a su enamorado equivale a un extremo favor, porque viven muy orgullosas de la gracia de sus miembros. En general, sólo los hombres se sientan a la mesa para comer; las mujeres y los niños comen ordinariamente acurrucados sobre el pavimento. Aun.en tiemc po del calor más grande, un español lleva dos camisas, el traje, una gorra sobre la que coloca el sombrero, y además de todo esto, se envuelve en su capa; semejante aderezo, al que ha de agregarse el espadón, le da un verdadero aspecto de comediante.,. Cuando se visten, .calzan primero las medias, luego los zapatos, después la camisa y sólo al cabo.los pantalones. Toman la sopa al fin de la comida, como postre. Cuando fuman se tragan el humo, sin que esto
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lés incomode. Cortan la cola alas gatos porque dicen qúe eirla extremidad llévan\iriveneno. El.dom~~ta llama "Señor"¡¡ sú amoyrecíprocaménte'el amó trata de "Señór" a su doméstico: 1á incontinencia no es mirada por ellos como vicio. La eicésiva grávedad naturaldeesiasgentes eS cáusa.·deq1léno se vd casi nunca reíiál1ri e5pafiol. c:uartdb's,edice aún espafÍol que es un.. l "maridoengañadó" o ~ri"borrachói'. coii.Sidéfa estb'coriíoláinjuria rriás sanl gnentaé:¡úese le pueda hacer»: ' ''·''' "'· ·.· ·.· . ·· .. ' ' '' .' .. , · · .•. «He aqui-'-dice Zetznei' •. 'lo québ.e'riotado 'én mi diario sobre el reih.o de Es]Jañay ló que he reunidohiego en Cádiz.: hubiera, podido, no dudai, añadir ?tnisnuichas tasas;pdo'fa depresión mental causada pormis grandes pérdidás de dinero me ha11 i:inpedido hacerlo))·' . . .. e ,• •. . . . . . . . . .. ' ..· .. ·..· · Zetzner era, pues,un irlfdii; péró'irúicÍ:ías de' estás ápreciaciones fanliíSl tic as las encontramos riada mep.os que en Moritesquiéuc . ,. . ....· .. · . ; .•.. y ahora, p~rá poiiér fiií. a. esté'éxtratto, recordaré un dicho' de otró ;al~l márÍ más filio y malicioséi,deScliopeirhauet: «Eri ca:dá riación~ce-·-apai récen la litnitación~ perversidad y Vicio humanos dé ~ria manera distiilia; }'á ésta llariía:inos carácter uacional. D1sgustádbs'de uno;'alábarriO~ lostitros haSl ta que nos ocurre lo mismo qué él primercí: Cada rniciórt se budá de.las demásytódastieriehrazón». · · "'' "' ··
LAS DOS ALEMANIAS
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. . 'El Iinpilfrfol, 13de enéfo dé 1908 , •-¡
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~uhiStoriála'incapaddad
A1emaniaha mostrado a1 través de ·toda para formar.una unid~d cultural;. esa intirria arrnonfa, eseestiloúnicoque da a t~dás las mariifestaciones d~ un puelilo Tn md~ épdca Cierta.homogeneidad, ha. faltadó siempre a la raza géimfilrlca: 1ás n6tici¡¡S que llegandéBéHíri estos nos refieren unos, tüinultos qué, SÍllla advertenda de este defecto alemán n?s par~cerian iI1coriiprerisiples:'La nación que e11via'áTSur d~Eiítopa la cdl rrientrci.entíficamas pc)de~~sa c(u~ hay~ ~~ªº nün,ca, tiene, en 190~, qué andar.a ttrºs en las'call~ para adqüiru el'derethó'álS'ufrag¡oufüvérsaEEste ~el tenia en tornoál. C:ll~quisieráurdtrálg(u\asvanaciónesútiles; segdn'pierrl so' para fomentar lo que 'erl. mi 11riá idea fija,, Üna manía opresora: la'reforma del coricépto que se tiene Wlgkrmeí:ité' de tultUta. ,.. . ' . . . . ' .. '.. Al echar de menos e5ia armoilia sociál en 105 álerrfaries ll~ líe C[riérido de" cir que la haya habido siempre ó qué eXiSta ahora eri lós paises llámádós latinos; ló que sí áfirrrio es que nuestras tazas,ctiand() han padecido de esa falta de arrnónía se hári qúejado' de ella dolieritemente, les ha parecidoirito" lerablé }''no lografo11 qüiefud mientrasfüVieron por ínasequible ése ideal de úilificacióri; de homógerreidad, de Vidaifüegra. Mas la caractenstica deAletifariia es'predsarrieríte 11() advertir esa5·cbri.tradid'.iones des~~onías sociales,; n~sentiisé fr1ºi:i~ ,ae sed de urildad; tdl~raHlentro de sfla ybxtaposicióri de elementos dispar~tádbs, vivircbn' a1egnayha:sta cónsóbefbia una vidahechii con fragmenfos de vida~ diStintas, ltetérdgénéas!Y ~to; q\íe'pbt analogía c.on el gu~to estético podruu'nos llamarfaltii de gu5tbpoliticofklhanpereÍbido, lal1lenfado'y ridiculiza~o córi'narfa cfaridad todos los grtlrid~s geITI1anbs; di;sde :i-ederlcb'II Y: Karit, 'pasiindéi'j:í\¡r'Goeth'e)'}iéine; ha~ta Schcipeíilial1et yNfetzsche." ' '· ·' .:: '' ,;,;; · .. ' · ·" • · · ,. ' ·.;¡¡
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. . . Poro~a parte; la car~hcia dé hl:ipetu's 1lrtificadore5 es loqu~;frerite Edad Ailtiguay ModérJ1a, con5titllye la ~dadMediá. Pdr ép.ciID~ de ac(uellós Sig1ós niediósaiornieritadó:s Y: deséOrnpüestos,busta elhombre'modemo: eón
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retin\15 deseosas y como f=On.sed deluminosidadlos días más antiguos; el Renacimiento es un bendito trampolín que en un buen brinco nos planta en Grecia. Allí nos hallamos como en casa: La vida tiene allí una diguidad, como tiene una clígrudad la vida moderna. ¿Quién es el hombre digno? El hombre de ánimo armonioso, unificado; el hombre hecho de fragmentos nos parece de poco precio. El hombre íntegro .es el hombre justo; un.hombre grande es un carácter, o lo que es lo mismo, un hombre de acción una y constante. · · Esas íntimas ansias de unidad son la emoción moderna: ellas movieron a los italianos del cinquemitq a la reconquista del vellón de oro helénico. Porque los hombres de Grecia fueron .unos seres de ánimo enredado que buscaron asimismo con amores de fuego la unidad, la ordenación armoniosa. Y ellos primero que padie. trañsformaron el.mundo, que era up c¡1os, en un Universo .•. en l1TI.C(JS11J()~, Hl1e quiere d,ec;irorden y bµen compás.Estas aru;ias de uní: d\l.c;if\llt¡p:qi:¡.');]l\ );da5l:ly[~qj¡1;l¡ijr;rupc.ié>n,d¡;lo~ l;>árl;>ar()s.fue.r¡;a~ente,una barl:¡aridaci, aµ¡;iq11,e :uµ¡i Pl\rl;>aJi~cliítiL );stqs bárbarqs 1 i!l que!JFa¡: eI1¡ Roma las. silll!R 4e,n;\')@.¡;~¡¡t9-p.ales,,.aquellas silWs, de líneas ¡an sqb¡i¡i¡;, que1;>pr911 ¡¡l so.smo~ yJg ;yqlY}eF<:JP al ca95. Xya la vid~ J:\(). J,'tl.e,11nidad. J'. ya 105 pueblos 119.eraµFep]il¡lit\!5 p,i¡;nperio.sc;l¡; estilo,]inico, c11y¡ipec;µliariclad s,e repetía, c;le,s~ i;li;.las. so~lrlJcciq.nesJws¡a l¡¡,\~¡:,ti_¡:a gueq¡;r,a, c\esc;le,lª}P¡tner\l. c;le p1eg\lrl¡15 ve,~t;ic;lµ,ras,c;¡¡Japl¡t'l'.11 ¡\1¡1~¡a etw2slo. de, ple,g\lrli!~ ic;le.ll~ abstrªC:fas ~n.111~.es~ sue,l~,filoi;ófi~as ibie,r.~. e,¡:¡t;re,!l).!Í,i;mq)¡;s,j1111to.¡1 pl~tanqs '._La accióp hun;ian.a.pqr exc:,e)~n.C:f!\ es. la,pn,ific:\lc~óri;.ppr es(J rorµper la unidac;l (J .no, b11scwla nos parece una mengu¡1 c;le, le¡ hl)¡:pf!!fº·X.la•);dad Medí¡¡ 5e,mej¡¡ !fp.,ejeIJ1p)q que~g]i¡:i,~aqjo f:lttesflll\l eje, FJ:ll,11Jcl9.spone, a1hm;nbrepa,~a quecop9fca¡en qué consiste la incultura y busque.ardorosamente el progreso.en aquella armonía única qµ~ el fe,)'.Yqrreligio~q d_i; ¡:>itágoras c;lesc111;>p¡¡a,l\l1 til!I!fP() en los giro5 J:l\\ljesi;]lO~OS de las esf~ras :Ytf!ll e~ ~egi]:¡lor su aye, 1c;lf! )as.cUe}"da~ de ]ll;lª }ira,;:. •·. 1•• S,f!h¡¡ dich(J c;le,}\l,his~().rf\l .4f!,Fr>j.t¡daqlf¡; .es\ill:\l J?er,ei,111e, _re,.,vgluci~r¡.,LX qué es l1!'\\lryj>'Qll,lc;i.ór¡.5jn();,e\,i;s,fy~~Z(J peryiqS.0, pa¡t;a,,resffi:t:?!ec;'Tr,!a,.á~().I/:\~ pqlítica, rn¡a~ P,elJnisll}q IJ1º,
meridional, ofrece el caso admirable d~ que se pue'da trazar una línea marcadora de la intensidad cultural, desde el gondolero veneciano o el vaga·bundo de Nápoles hasta el poeta épico y el hombre de Estado, sin solución de ·continuidad:En el hombre ínfimo comienza ya en oscura vibración ese mismo afecto que en el poeta ha de manar luminosidad estética; y en el bandido piamontés se inicianlos gestos y la táctica de un fundador de repúblicas. Como es natural, la recíproca también es exacta; el poeta no se ve libre de cierta intelectualidad plebeya y muy rara vez el político logra poner su ánimo en perfecta am10nia con la moralidad ideal: · La Alemania del filósofo, por el contrario, no se mezcla jamás con la Alemania del filisteo. La dualidad aquella de Federico II que ha pasado a la historia da.la ecuación simbólica: los alemanes eran sus súbditos y sus servi, ¡_ - -; - ,-. • '-·' : , , dores, pero búscab'a'lósarnigos'en Paiis: . . •. • ' Yó fuiaAlemaiiiapafahenchffdeidealismó algú11bs'tóI1elillós, y nund blvidatelos rrábájos que 1he'c6st.ó ddr•fon elrnanantial.Afortunadameiite 11ó 2cinoéémo~ eh'Españii nkda qúe se asemeje! afairicíilfura; a la vulgaridad de dpirlí.11; ·~ ta'póbreza.de eU,ergíasffelaAlemaiíia'filist~á: Desgraciádamentenó'tenemcis ni 'sóspecliade lo 'qüe'ha traído' ~lmmido soportiiélla soJ~; la Akmaniií del filósofo, dél'sabio, delpeiisadbr.Ta11 tre'rto es ló úÍJ.o'córnolo ·. · . . . . .... . . . . .. . .. ·. . .. '• btro yco11Viene qúe cohlteást: '.···u Síntesis sería inacabable: Alérl:iarua ha creádOIUás 1gra11desalmas que el ~esto delmundci y, ~in embargo,'tengopara, riií que elliórnbre alerná~ es el europeo de merios valor; se le ha comparado ~or1surnó ingé!ÍÍoa la hoih\iga. «ta Germanfa j:niestá asíen medio de Europa está destinada' .dkf Férrero2J a ser el gran hormiguero central del mündo, del qüe saldiárilárgas procesiones de hormigas hácia todas las direccfonés de la tierra; de hormigas laboriosas yno guerreras.'.; El .tudesco és elverdadero 'colectivista: eolectivista notanto p'ór ideal como po!cáráéter ynáturáleza, Su fuérza indiVidual es escasa y no es capaz de trabajar Si11ó én grandes rnasasí>; •. '- - ; :
Qu~los Íiombr~,s~~Í{¡'~~¿~~';1;·i;¿;;·d~ ~()~;~ncompa~rseformando solidru;ic!adl!S,,l"lQ ¡ne Pare, ce unindi~i9 f~vorabl~ de sH e,i;ie,rgí~c111,~ral. Es
m~s, ci::e9 que i;sas nm;v,a,s, formlU1 pqlítjc¡¡s ~¡;v,¡;Iai:i 11n ~f1l"lgu=,llento y,c¡e, bili.taciól"l dela co,i:i<;i¡!nc;ia¡p()lí,\isa; !!Uf()pe,a., El ~c;le,alis¡n§~o¡:jal, que,o,r;igjr¡.ario de. cqrfie,11tes s 0 te,rr~ne,as,,se, a,br;ió pa,s,o enla torre,¡¡\~ra glor;ios,a de,Ja,re,c yolució11 fra)Íce,s,a, h¡i, .Wo,perdieJic)() 1:J.ñQ¡¡l)o!largo c:lel sigló XI)<;, y hoy,, los, sedientos,de u¡ia noble,emociqn;pqJ,itjc:,a,Jiei:ieµque,ir aabreyarseen ocul¡qs hilillos de frescor que aún quedan allá y acá, esparcidos, ten11es,,¡:nurjentes.,j:i[ tórfido 111ateria,]isp:iq,co115eryadqr,h.a ic!o.sec~do en.los cauce,s,las aguas clara,s q11e fluían:, la rlgón econ.óraj<;¡¡se):ia ~oi:iyertidp.e,Hce,ntro ele gn,wec;lad,de lapolíti,c;¡¡, ylos, p<1rtjdos.libgal,es, 'll,fJci492 para fomentar ide¡¡s y, deber:~!¡.µ; manos,pare<;eµ ocupa¡;;se únt<;am,eµte ,dé conservar y defender el crédito de un hombre, deuila <;asta o de,11n:p11eblo. . • , .·. .. ·T¡i,mbién eµ Alemania !¡.¡¡y lll"lfl solidar;idad, aunquj'! la ruJ..ci!'.ii;i de la raza ger-; mái:ticl\ por ,el eufe¡µismo, ha, sabido,d¡¡rlee,h1ombre,,de bloque .. Nos otros, ¡:on más diestra fortuIIª• sabe¡:nos,yaJo que,1!5,una sp]i,qarjc;lad: al quebra¡se la ca talma, en estos días hemos vistoq11~,cos~l,leya]:¡a c!e1:1trp, y pqdewo.s ílV!!I17 turar esta definición: solidaridad es toda agrupaciónpolítica de ciudadanos que renuncian a sus divFge¡\q¡¡s, ,i,deljles para defender sus conveniencias económicas comunes. Se funda, pues, en el reconocimiento del primado económico; la utilidad económica decide en última instancia, ysi algunos elementos de la solidaridad, con plausible inconsecuencia, afirman frente a ella un deber político ideal, la solidaridad se deshace. Éste es, según pienso, el núcleo de todo organismo solidario, por más que en su crecimiento y expansión pueda adquirir formas muy diversas. Una de ellas, la más antihistórica, y permítaseme que diga la más inmoral, es la que almra reviste la solidaridadalernma.Medimte un arte poco honesto se ha querido ornamentar esa cínica afirmación económica, que reahnente la engendra, con títulos teóricos, científicos extraídos de
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una historia falseada y de,,upa antn~pología impura. De este Il1[Jdo se ¡;vita la confesión dentateria]ismo egoísffi,,y ?,e;Pll~de habl,ar ep térrci!l()S IlláS pelfo~ y 1'!5,Pir;itual~, coñ19.patri(¡~o, t!lt¡;rés,de,la, razª• amo~ a la tr~cJ_ició!l,hO!l()\" p~blico, pe~s~lidadhi,s,t<;>rj,~, etc~tera. .Tal es ~l g~to digµo Y ~p1¡:0 q11ic tor¡:ia la solidafid¡¡d cuaI\cl9 ci.aje,w qye, )a ll8:Jller¡..i;iac10m\l~pio, , . , .. • ·.· · .· Veía~lcanciller a!zan;e l\mepaz¡¡dgraporPrie,i;ite, la eme,rge!lc;.ia I1iagnífica de]~oc:Íal~mo, a l~.ve,z flueAel S11r la compacta ITTey rntólica y,µltr¡¡-; monqt~ ~vapz~pa con ITTªV~ ajger¡.cia,s, s;obre la t:¡is.\e,estep¡¡ ele la rqa~ prusia,~,:pescif!]ejqs; ~]:¡a e,¡¡vicli,osa, ~glaterra el he,nc~dp,vuert() de Haml:Jurgo yFr¡¡r¡.cia :r;ep~tía el,tppic 0 .de lare.v~ncp¡¡,c:9i;i m,i\s,gus;tq li,te,;ario :q,ue C()~c vencimiento. Hab¡a,quedem~daf.pres,upyes.to,s,e,!lormes,,parnlv1arwa,. ,babia que el¡¡relgolpe,¡le, ITTi¡cia.¡¡l¡¡pei;eil))e, ~eYlle\qt cie,,1os;pql¡¡cps;, ):i¡¡~i¡¡ ci.ue embarcai:: al.p11e.blo e!l úna política coloajalparfl )¡¡ q11f!fal[l\ba todo rmpulso.de, tradición y,sppi;aban.es,c:.á,r¡díl,lOues:ieWes.,L¡¡paaj¡¡,,cqmoseye, estabaenpe,c liITTo, s~ pqrpat:¡i,¡¡se egtiende,]a utilielad de, tp¡.os cua11tos ba!lciu.e,rps ~la 111aypi; gloria-del Empe,r¡¡dor. ¿Cómo .op\eng• todo .~\o :f'rente, ,al~ fu,er,za msupe, ra]:¡le decatólic:osy socialis\¡¡s ~ Am)?os pai;tidqs; s;qn los Jl)¡)S pq.te!lte~. del Partarn'~nto ale111án.. Para .el, ¿e~i;ro, para los; ultr¡¡mÓ!ll:i111()S, la Pªtrl'!icl!!l .hombrees,, ~te,s,,ql)e,la tje~a c\e,oiil1~c;l~z corpo~al, :l"' tie,~al11rni11~s~. que, se ini7 cia 111á!' allá, de los, cie,lqs, y,I1()! t,enc;lña!l U¡c0 I\ve¡ri~nte ~I) tr¡¡ns1g1n\:C>11Ja, Pfl¡ tzja¡,seg;Íli:i [a. ,cam¡:,,si es.\l\ patria fyera .goberpi¡da,s;egú!l la sal;>j~ y Il!lÍ~tip~e influencia de los jesµitaS. Para los socialistas Ifl patria np es µnfiri queJl!5;,tic ftqu~ Íos wedips, e:s )1{1~ porclóµ qel phme,ta que, favorece, la SetJ,till1.e,najielacl individual, que enjuga ciertos afectos estéticos.del c;orazó!l, pero nunca.un nombre ene! cual pueda apoyarse la.injusticia y el daño de otras nacio!les: su patria últill1l\ .es asimis¡:nq, una,ide¡i, la humaajdad que gana unjo~aL ... .....Para resolver e,s,t¡i, situación probl.e,mática, el cancille,r, recordo los tiempos felices ep. que Bisiliarck, .susteritá!ldose,sqjJrelos par,tici0s lib~ples, daba coh1!5ió!l alanacio~dad alell18:na,y de,c:idió:restaurarel bloque,libend. i;',ero, ¿'qué q,ue,daba del glorj,oso, lipera~~!Ilº. a]~111án? 1)nos ¡:u~I1\~s;prpgr~:rµa,s, ~e signific;aI\tes procla111¡¡dqs;pqru!los; cuawo~.ll~Il11:Jres,,s;1~fis?:I1'1Il1lª•Pºh~ ca. Bülow los reunió: y pr9m,e,tie,I\clº h¡¡cer wavitar Ialegislac1qI1 \!I\.el se,nt;ic do de sus, vagos ¡¡nhelos, p11bli,có ,urí. c;ai;te\ electoral. el!! gm;rra contrnlqs soci¡¡futas. La suerteparecía4udos¡¡, cuaildo surg\ó.el se¡:retq sa]vad9r, e!¡no¡ d'mrl1;e Sllf.e. ¡¡i;ierqt a COJ,l,c;i;etar e!l síJa,e!lergía,qu~ abretodos,lo.s i:es,ortes d~fa ITTa.l"l,!11\ls;f!.,517.dijq q11e em,PF!!~~() .c;(}Il1Rªtir .el socialismo porque es tic particio no. hace ].)o,li;tic¡¡ P!ál'..tiffiY~fCgpone, a,l,~ie,n d~ la.patr¡a,.,Habil\5,\! halladq ,el ITTªn tabo1t para e~ filisteísmo a)e.rr¡án: cu~mclo. ~n ¡¡qu\!l país se llega a fm;¡µitl~ algp bajo la,s, ~ec;iHS dé,yn)uga,r corr¡ún;,es,t¡í ase~rada la victoria. Cq~a málaga, ~ decpj y~rdaci¡ acqnte,Fic ~Ili;r.e nosotr()S; Soil i¡c~so Alerr¡a!lia y ;E;~paña,Io~;clºS 137
pueblos donde mayor poderfo tiene ellugár comúrí'. Pero con una difereríl cfa q11ealgurfos intert>retar~n eri ~úésrrofavói'. EnEspafia, al usar de él lb p()2 nembs como ~n temerito aislador, como un. tojÍllpaia ábla11dar los chaqués entre nuestra persima y las ddos 'demáS conciufü1darios; p6r falta. de enérgí~ o de virtud lo dejamos pénder'a'gitisa develó de T'l!ayasob!e oscllras realidal dés de segundo término; que 'nosoéasionaíiá demasiados énbjbs piúificar o supttmir. :Mas todo éllolo hacemos eh coriciénda de'ríuéstrc:ipecádd:·si algú.ii. collSllefo nos pudiera quedar;restiinos estáúltimasaíis'fat:dórrde's6nfeíi ligriament~ ar fualq11~nos 'tirata y de repetir lugares torrnmes ~afüerrdo que son tirájadeña!;; En :A:leiriama, émpetó, eflügar COlÍ1Úll ric:i és véfo tendido so!. bre Una rfalicÍad SOtdicla)f'eneiiligií; Sfu:O latealidad rni.Sma':i L: . ,f; II · Erilas 'el~cd6l1t!s peidi¿rori l6's'56ciáli5tiis·mtichospl1~t6s, qué gahatéH:i 16s nacionalistas: Fueu!la der'rotad~la cultura alémana: losgrarides'germal rios muerfos, qué éíiseñarc5Íi'la'virtud moderna d~lcosrriop6llti5rrio, debietOh sentir entoncés una emoción qüe illrlamos vergüenia'de ultrailimbá~Yse hari vengado. Estás días elblbqueiibéralcnadonal ~n.controséante eldHerhade tófuper con el bien de la patria Orenündar a sris exigencias de súirágt() i.fliil versal! Bülow sé c:ipüsO a la intrbdücdón delv6tóuríiversal iguál y diréttO¡Jara la Cámara prusiana; eri Virtud de una sola 'tazan; ésb sí;daray cínicá,Dijo q11~ perjudicaba al bienestar del Estado.'¿No ve el'lecfor puesta de m~Ilifiesto la razón esérí.cialde todá solidaridad? El diputada Trager, cori unabietihadáda itigenuidad, contestó: Ésta razón me trae sin' cuidado, pdtqU:e lo qtie'aquf se diSi:i.'lte no és·ima cuestión de utilidad, sino úha éuéstión de derecho, dejusl tida,úna cuestión social y de cultura. ¿Qué ha ocurrido a la postre? Salvo algunos dís~olos, lbs liberales hari renunciado alSufragio univérsál y prosiguen fomentando lamay()tglorfa del Emperador; Esta gloria me merece gíandés respetos, pero considero en este caso indispútáble nuestro derecho á la riSa. Que el liberalismo alemán se dél sentiehda &l süfragio uriiversall1osparecéYiáneamenté úrt absürdo históri" CD. Péroalav~ nos ofrece una prueba más delam~ngúada cultura política de los alemánesytengd lá esperanza y la. co11Vié:ción deque sería imposibÍe •cosa semejárite en nuestro pais',.Elengáño nacionalista, el mal gusto polítidfr(ué~evela no podrán ya frúctificar entre nosotros: Diez años de crítica.do~ lorosa y ekameniritehío hanac.aba.dode aguzar laconciencianacional;'decul• tivatlác Elnaei6hali5mo significa la reapáiidon én átirlósferas modernas' delli «rai9n de Esilidó»iyámbas t:osas5uponeri la barbarie y famcult1lra poliñ,casl ; tlevamos todos en alrivióri pbrhu~trasvenas algunas!areriillasde diVino Mée Wcistiwn que tieriefa sotiriSa: iririumeráblé'.Ysi orientamos nüésl tra 'al~a, que con severa y aviSada virtud nos hemos hecñb'eii'lá desvehtrid hümHde, hacia el marprofurido delNortepafa aprender' en éllasabidunade
nial
este
lo que está más allá de la física, nos acolripa.Íia, en cambio, como viático, lasabiduría antropológica, la distinción estética y la malicia que enseñan el tiem· po y sus hijas la5 diversas fortunas. Las olas reverberantes del Mediterráneo, · clásico constructor de repüblicas, han pulido en largos siglos el canto rodado de nuestro.corazón, y quiso el destino que una tarde le rozara al paso la quilla llena de ovas de la barca de UliSes.Tenemos.el corazón antiguo y memorioso; y nos ocurriría cien veces, viviendo entre álemaoes, decirles lo que ál ateniense hablaron los sacerdotes egipcios: «Vosotros los griegos sois unos niños. Y si estáis lroy eh auge, ya bs llegará la mengua». · ' 'Pei'brid e5 preciso que lo digamos nosotros; ahi está el rríismo Goefhe, que lo formuló conversando con Eckermann en 3 de mayo de 1827: «Nosotros los alemanes somos de ayer. Hemos trabajado mucho, a la verdad, des.e de hace cien años; pero aún tienen que pasarunbssiglos'antés dé 'é¡üe penetre y se generalice en ríuestr?s corripa~ofas 'tanto de é~pfritriy ~uperiór tultrira que Ueguena venerar.la Belleza, como l?s griegos, a entusiiismarse'pbruna é:~nci9n liridii, y que pueda, en fin;· deé:frse de éll,6s qú~ hace múchb quefuerohbárbaros»:' i ' ' ' ' "·· ' ·'' : ,,,, . ' . ¡ ')'_'·
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' . , .Escrifo'lO.qrie ántecede, leb la carta' del 'polacoSfonlciewicz protestando piir laS nUeVas'leyes pragmáticas qué tratan de iffiponedos alemanes Ull pueblo de historia siri vent11.ra; acción incon'cebiDle'Vienepreparándó~e dese de hace tiempo y es.taba fuscrita enel pr?giarriadd bloque 'nai:ion~liSta; y entre otras a;51Jiraciones del matéíialismo bárbaro qué rige hoy la poliiiéa aleinana, aparetecitadaenelarticulo. .,., '' , .. Pide 'el poeta de una raza románticálaprÓtestádel liberalismo español. Ign?ro si el liberaliSmo español tendrá tan liinpiala condencfa que pueda abrirse en ella está flor dela pureza espiritual que llamamos illdignaéióri: Después de t?do, ,es ~foiifecto 1111 lujo del~hria que pólb podemos'dainos-los p()l bres ,de'éspirituJds cuaks; nopbseyendo nadá propio quéles'prebcupe, tienen el cofai;ón' dispu,es'to~ fas éonmociones superfluas. y ton:t'o hasta en la ihdignáéióri,debe111o~'e'jercifarl¡¡, 111odestia,' sea está.~ezexpreMón de ellá!á
de sido;.1nenester, abrb: .todasJas compuhtas del mundo natural '.. ·. ... ¡.;·. . ...., .................. ,. .... ....... . . ..• a fin dequ. e se !';SPacie,;en \a, p;gíqnc. de lf!S posil:Jjlidacies ili)llita~, La existencif!. de.estl),ener~ gía ideal nqs pe,rmite d1:n;1nirfl.9s, ~ºcla,'i Ja,s n.o ches c9n,.11n poso de d11)zor e11 el corazón y algunos aromas de espe,ranza en la fantasía: sin eUa se,ría·elopti., mismo un vicio, una falta de braveza intelectual. Y, sin embargo, nada hay tan fácil como matar una idea: basta con ponerla en un medio inadecuado, ta!vez en el cerebro de un político español. La~. ideas.¡:ientífica,s eje,rcitan s,u 1nístisa fectjndidad quietas31 quintaesenciad.a<; en los.llbro~:. las,ideas,po~tlcas, en.cambip,· cqmolo~ ili.o~es humilcles carne y habifar un cuerno Parª .cumdetoda cláslc~ religión; tién~nque pllrs;;~ ~edeii1#.Í:n1es. En )li.i'jJtiii~p\o es tocia }de,a pqlítica una.icle,a científica; la pensó primero un sabip, luego sqbreviene,un artífice dela política, un ar., tista de la Historia, que ,acierta a inyectarla en el aparato nervio~o_·p.e una ge: neraci(>µ. Entonc;e,s, la icle,a, e,l Lagos,. e,1 verbo, habita_ en,tr_e nosotrq~. Mas a pqc() arriba la nue,ya gene,ra~ión con un aparato nervio9(). templado de distinc., ~.~11e~teYes, pre,~i!.;9,Q'!() aJ:tifil'.e.ql,le,~e~oJ:Illelii ~r11tÍg1u1Jcle~be,11éfi.ca y fa·¡:lil]lya en 111:1ª e,1nopiqi,i,n1:1e,ya,aphi par¡i l¡i n11eya n~ryip~isofos suptiJnf!n,f!n h1,a]:¡st;ri•fi:i{'inc• ~qdas las. cqsas, que
Una leal a111argu~á ha de arra¡:¡¡:m;nos la confesión.de que enfa. E~pañ¡¡polf¡ tica ~ólo hay conservadores, que cómo decir que n,o hayn~die. ! :D:; :Xri~;sir,r~T).Yª ~l,C~9 ~sh\U1-do sobre lo,s políticos de oficio todoslos improperios, como sijurito al Parlamento hubiera otra Esp:iña salubre, enérgica
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e u{teligente. Es~ Españanó erute; .sr exiSí:iera se ocuparía de política, dejaría oír en muchos éasos grandes clamore5 y hasta haría seutiratiempo justo la ·rededad dé sus'fuusblós. Ahora bien, las dos grande5 fechorías parlamentarias quehan sido cometida~ 7n, el mes .de diciembre ac6ntecierch1 sfü qué e5a España salufüe, eriérglca é inteligente iparéa:ra sujuicib sobre elfas. s.7 nos quiere haéet'grandes(. quiz~s. se nos q~iere.hacer :fue~tes, ypara ello s~ aprueba uri presupuesto opimo qué nos ~áya érea1;1dó tina Armada: Pero no se nos ha preguntado antes si qúéremóss~rfüértes; po~aser qu~prefiriéra~o~ ser buenos; nada más queb~enbs;jtist'os, no más que JU5tos; cljscretos; en 1:1ltimo caso~ nada más que discretos.Y se nbs prohíbe' la discré~ión, se nós imyon,e el déber delain¿ú1tlira.' Cónleal dolor táin.biénfü1 de declararse que se dio cuna atbdci esto sin 'que se'escucharari gritos dé espánto; de protesta y de ameria. ' ' ia: ¿Es(¡ue nd há'obirridó hada?! y i • ' .••. "i ·. . . j ' · El disé:ur~b 'que pri:ifrunció el señor Motet e1¡1 aquella sesión inoce1;1te, cibride tbdd fue urianintidad,' sigriifféaoaúri pacto delpartidd liberal cond coiilieniádi:ií': Db1itdes.Hubii'maii~iosos que hallároh éntodo•ellci hasta un excesci' de 'armoníá y,prdperiSos ¡\'la paradoja' Vieron en aquella coricordandá ejeiilpiar una ilúsfré coni.pliddad; y en aqu:llos .füsc1;1rsos un ~on?to~o y funesto rum?r de azadones qué'éritiél:ran cdn ilbples fomms _de liturgia ~1.ez a11bs deáítié:á de la édné:ienda nadional: Yo irie'cbntaba entre esos paradOJlStás. y ásífue: eTségliHdéí terrifuicidelp,adéí rios~clin'iplió; elséÍior Moret toleró esflncúmplimiento. • ., :. 'A '· 1 ' ' '·.' .··· .· . • • .· , .. : . .. · Ha sido la protesta harto débil pani'quenb sea pééatninosa: Los periódicos se van dejando seducir por esas virtudes recientes de mesura y graveza muy de moda hoy entre nosotros, virtrides riéíbil!Sirhas en sulü~ar, pero impropias de la significación que compete aaqüéllós en la repúblfca.Los diarios deben volver a la era de las enérgicas vociferáciones: han de ser colaboradores en la construcción política,pero nunCll cofaboradores en fa vida parfa~entaria, y fuefa más oportuno que se apartaran 'de lap~rsüiionia aéadémica: ·. ' '.· . i . . . • . . • · ,, ··E.rp' e.ri.·ódi.'c..º n.·.º.·.es··. ·.ci··.e.·n. c. ia ,·.s.1.'no.·. ª. t·.t. e"arte.de . 1.ª.·s e. m·º.·.c.io. n.e.. s sóc·.i.ale. s: ', Cbitici enalgúnrriodó elpOHtico; están ericargádos de dara laideá éarne de eniociónparaque sé'exp~ndayse haga emotiva; nóles toéá eláborarafirmacion.es o n~gaciónes; esto q'ueda pará el sabio, para el'es~ádista; sútarea se reduce á expresar fobustai:ríenté e5as afiriiiaciéíiies ó ne~adories labráda~ por otros! ¡ i ' . . • ' • ·..•. • ' ' ·.• • : .. • ' •... ··. •·• .. , .. ·.· , • , ·.· ' • ·· • En esfosuiümós í:iérnpbs no hari sólido hacerlbasí.Sóló una voz sano~ rase ha oído que sonaba por la parte de Aragón, la délseppr Coslli; dando al arrefuueft.ofüámidbs; cbmo itn'búfa!O viejo desde elfangal d~U~barra¡:¡co. cdnViené queedrioble}' dar~ voi no se pierda en ámbiénte~ri.poso. '7brá~ ti! 'cdní'ci el'Clé estos días, Y. esiiri'supre\:no d~ber antelaHiStbria para los es'
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pañoles que quierancumplirla.clarísima virtud.d.elafidelidad hacia lo.s destinos de su raz¡¡,hac.i;r. qµe no queden yanqsy estéri).~e,S.o~.diez año,s .deo-Íti7 ca,de. Za.~011ciencia, ¡1a,c;iofüil,, .años dol9rosps d.e.espiritu¡¡Li;.autetjo.y purific¡¡ción de nue5tras entrañas morales .. "' ·. , •.......... ; '" .. ,_... . '·-··:;:·,_,.,_.,¡.,,)·!<_,, •'· . Para ~llo es ¡:n~jleSte,r; qu¡".r,e5u,cit!".i;nos e),lib~n\lis¡:no y.que,luego .el li7 b~~ali,smo iJ;istaur7 cqn ~,man,q~ s¡¡bi~.ypµr:as )lll y~cÍac!ero.pa;tido:llbe~al, ,., 1 , Los partidos li]:¡eral~ )ie11!!1l hoy,.e11 Eµrqpa):¡i más tpste fjgµraqµe q1he imaginar, Sobrl!viJli~ron ¡¡pµjlfop¡tr(\ ;l,sjqq)\l ?)l~\e,,d~ 19s. p¡¡rtid9s ]i]Jerales, que np,lti!1llic\!11?do ,a renovar~ p;rq~y, buirlqs una ;v~ ~ comq puñales usaderos, sino que, hallando b1allda la paz ydesc~acli! la siesta, se· haµ eritregad().a ja frµición lJl!lrgt¡t;'ja: .. , • ;, ··¡~---
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dev~ír autqur de;sqi craitreda;¡.la maism1, .... sous les p<1isibles lo,is d'tm.e.ai;r:é~le intre, . depetíts dtoyéi1S ~ont on crqitJ!tre pére. ; ·: . ·_ ,. .-: '_;'.
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Una empresa polític,a el.e ?a.aye,~aFajl!rdq pirlti! l!Iia.sae.t_a. en e.l .afre b.ajq la qua! se lee,:~'º sµbe o ]:¡aja»; y aunque lt¡¡ce con ello refepincia a los Estados, vale tamJ:\iéi;tpl\raJospa_rJiclO~ de progr~p; penna~ese,rigi.iá~nq es I\o;rnu" darse'._sino..m¡;icj_a.rse,.al. ~~jllpás, y,al ritmo de¡l¡is .~osa~. I,.,o,s pa~tidos de.vaµ~ g]lflfclla han.cii; _av_aiizar11.eqa ªclt!JJ.t;\"Olue.gg,cl,e. g\l¡:i¡u:l~J~ b_a\llllas, y, sólo se, ~ºI1S~[Van igµ¡ij~ a~\ Illism()? CU\[jld() yiven, eq.,p!';rpetl1o p~li~(),.Como aque_, llas mesnadas de la España medioeval, que al ir desterrando los \llOTDS de7 jab¡¡jl ~ 1l!\1Jl?ion¡:s 41C. aye~ P,pr cll'i1l1\15iªcl() .segµ!~?. y EqI1St:ffif\IA q¡ps ~ueva5 ¡;pl¡i?.1,inc!~ro.s¡!n~goli, ,,: -'''''"'';, .•.• ... q ,, 1;,,.,·,.,.r.".'· .,;.,,' . . ¡ •. _,,, · , ,. ,,,1;9¡; p¡i~Jiq¡is,]i)?!;r.al~,spna:i~;t;\do?.frqµWizqs ~e la,.~i;y9,Í~ci<)f'l.CJll()-soiÍ ]lada. El,li/,t;\]l!O y iiJ~s 1 fipq t¡;qffi:,!/cl\lf ,d\! li¡ ide.\l, i::pnsery¡ic[c¡,ra, ],"ederico Ju" lío S\llhl, j~\ll ffigf!Wº~q y t¡;9l¡jgico, SWY:éi ,d,i\f'.tfl{ la seµt~µcja,gi;l)!,bi;rali!i 7
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mo demostrai;ido que, el libeflllismo,~ el «sistema de la Revolució]l», Fue es.to cÍi¿h~ hacia 1840: los liberales de e.i;ttogc:es, aú]l siénc1olo.muy de veras, por~ · qµecOI1Sid~ntbaii aquella pa[apraperjudi;ial a ]a Saz.ÓIJ, parasµs ijlten,tos, ~ro . testaron .. Ma5 el tiempo, quei;q un galant 1.1omo, segµn,el cardepal Mazzarmo, [1¡¡ iclolimpiaiÍdo .esa yo:z de sµ. e_scoria ]amentable,y hfly ~ería. P)ep~ter har" ta.~la fo para ver en !!llª Ptra co~a que)¡¡ lµ;opµ!Uy, ~ii;\tqal el!: up¡i .idf!ac }loy ; 0n afo~tunad~mejlte,c!as cal)e_s dy,las grandes l1rbe_s de.Jl!aSii\do ª11Fllll5, ylos ~¡i.rgadores d~ los, f)lsiles, cj.~Jl!¡lSiado rápidos para quf! ~erig¡¡ nadie.honradq de, recho a interpretaraviesamen~e;lo que digo. ·.. .. · , •.. .. .,. , . ,Y.~ e_s¡o ~~~ $g9 q~~~l]ibé~aliSino_dehoy,si no quier~ segµ~ siendo un entremésp¡ira la Histqtja;,tien!". q]l\'. conf~arsf!y declararse mequ1vocaweme «Sistema delareypluciómtcAlos. ánimos qµe ªFostumbran.espaµtarse;c\e l~ sÓmbra que ~eja~ en::é~au'.das p~iabr~_Eropoµgo e:te p~nto ?e ~e.dita~iól): ¿Qu~pi;\;~eren; 11.nsi;;tejlm de.re.yoluc~on.~,re~ql~C::IOI)llnoss~sISt~¡:na .,Un sistema,es,U!la idea: 5isJ.ei;na de la. revolµc;10n s1gwfic:a, pu~, idea de l¡i.revol~~ióí},~•reyói{i~~Ói;t¡ t\=!eilf .. De yeyoluti.onibus orbi11m. c~l~stiui¡t llarnó. el,sac~r clote Copérnico a su sistema de los a5tros,yrnir~ ¡:lse_ñ9rlect01: cóm(),;gra.cias al sistema ~tronómico, han desaparf!cido. de t¡"aslos pl,i\]let,as aquellas tprvas divlm~!\~~ ¡,t~~;qui~as efP,j~~ta~ qu¡; ~terv;eµían ¡i. lp¡I);\ej¡ir f!n los 11.ego_c.~9.~ cle[qs 1io1Ilbres, y hoy qµe.c\an sim,p.l\'.ment¡: l}jlaS flor.~dt; dul~!". lu;µbI¡:leJ¡t na quec\ . · Llamo liberalismo a aquel pen5amiento político que anteponela reahzaclón del ideal moral a cuanto exija la utilidad d.e una porcióI1 huma!la, sea ésta. una casta,una .clase o una nación, L¡¡ _din;c:ción conservadora, Pº.r el con-'-' -- - •· . trario, se. de_sentiencje de,exigejlcias ide.ale_s, ]liega su valoré.tic o y se atiejl~ en este pun~cial,~ d~finitivainen,tejµs, tq: sie)Jlp~~ l~ )!19P1lil o idea dejµ5tida recl\\Jl!ª ~Il más al)á,.un,de,rec:h9 ~µ, mano ª~I1110 recéJJlocido yqµ¡;;pqr,taµtq,.q¡¡s9ende, repqsa d[!,l~ const¡,tp7 ciÓn esc;)ita.Ü,transición entre .do& constituciones Il() ,911i~ denq-q d(! ajngµna de ~ui;s; el cl~~é~ho •a. ttal1Si'ó~ar Íasconstit1lciones .es. ~obn;co)1Stitl1~iqp¡il, no d~~~dió escrit~ ~n:a de aq11el1¡¡5 iio escntas !€!yes, ágrafoi¡¡p1110,i, ~ulilli;;~~~ t9dq,~Ódigo. ·~ofuq los p~rjpatéticos. ~ewa.1l qllt; bus~.ar .fuera del mi:tndo y,luilla~all·~~µ~pio?fnyjsible ~f p!P;ner,Illotor,i1)Il1óyil, lljlP,Ulsor de ¿~~iitii~ ~osasvl!Íi:rns mqy¿rse, ~í elprimerim,pµlsorjurídico de l~s tr~~fqr~ ~~~ioii'~~o~\fm~ioii~i~.~ ~€! c;\erec~o D,oesFritg, ~l! d
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tro de la .energía ética en la. Historia. A ese derec~o sobreconstitudonal, qúe es a su vei ún sagrado deber, llamo Révolución. . ·• • · Es precisó que apaítell1os del liberalismo todo equívoco y que 'volvamos a hallaiSll Simiente inmm:ta~; Por haberse olvidado delllÍ!Siadamente de sí1prc:i" pio se ha dejado llevar durante cuarenta anos a combates insignificantes; periféricos; y distráíddenuna¡:ioÚHca "cutánea río ha solido acordarse de que latía, allá ~níie sus entrañás, el coraion irii:¡Úietci dé la Historia. Hoy e!itá tan embotada la serisibilidad liberalque es c~sil1ríiiríici~dori ¡'Írédicar tlli~ beralismo como un deber moral, émno el debéf dé la Revolución. · .La dirección conservadofa,'qúe nó es una Idea· • ¡5uprerno nombre!-, sirio todo lo contrario; un iris tinto, ha cuidado níuy astutamente de llO des" pertaren él esa cfoniiida él1t±afia mota] yha iogrado, acaso; convencerle ·de que e5 su e!iericia el laissezfafre, ldisséipa5ser. Dé 1ós coriservadores hafsali~ do' ese apoteg111a peligrósói'segül1 el cuál sena elliberaliSmo l16 más q1le el ejercicio de la libertad. Digó' peligroso porque en tal decir se t?Ína a sabiendas la libertad con'un vago sentido popuiarquenáda tiel1e·quéver~bri lo"que sigl .·J.-:, nifica,paralóssabedore!ideláética; · ' ; · ·· ·. ;;· • [Qué liberfadéséSaá ciiya defensa y sristéntációri qrderenlos éónserva~ dores circunscribir la idea liberal? ¡_Qué quieren decrr cuando· dicen qúe «la libertad se ha hecho éoriServadora»? ¿Indican eón ello que erifo~ collflict?s ei:tre él iridividuo y el Estado· debe lli~varáqúéI la primacía y la decislóri? ES2 tds cohflictos no tienen sentido déntro del nuevo liberalismo: son precisaIIÍente compiobaciÓrí de los errores originales en lafundáméntadóíi"posifr: vista, utilitaria, del liberalismo ingles; qué ha venido"siel1do lá rlonrla hasfa hace pocb. A la postre hemos vuelto hacia la sabia opirdóri platónica, que no reconoce iridividuos fuera del Estado: · · · '• • • .! LaS palabras SOÍ1 huecos pafü los pensafuierífos; éápsúfas sonoras donde se gúatda el huevecillo del coiié:é¡:ito;'el gerilleritadbríáLNosotros toma!. mds deifuetalas cápsulas; pero'vaclas: h:íegó,' áíiópélladamente,las'hené:hi-' mas conlo primero que hallamos a mar10~ Asíha ocumdo con la pruabfal:.i" ber,tad: se la reducido alá significacióndetolerané:ia'., y en :l~to'.érancia hemos imbuido despues urt sabor de c0Il1plicidad. Pues qhé/¿vá a seres fe vagó .conteriido d~ Libertad-Tolerancia lo que caracterice ru liberalismo? ¿Pafa ipida más hondo y genuino está ahí? La tolétanda no e5 renuhciab aparta" mfento.d~Ia lllcha,sino la sutilización dé .ésta, la puliIIÍeritaí:ióhyiegalizal Ciórr de•Ias ármasde combate. Poréllálas·divétgenéias·~~tre loshdinbres sé devari a discusiones, Cientificas; por ell~ se e'vita la desrr-ucdórfdelas candi~ dones materiales riecesari,as para que 'éada cuál pheda~eguirsuJteniaiidó su opiriión: YnO viene a ser ot±a'cosa la tolerancia que Una' proyécéióll' eri 'Id pó1itii:O de aquella cuillidad individual que llainámos búel1a edí.ícaclon: ' •r
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·Para mí, es, en·cambio; Libertad uh divino nombre mitológicci i:¡Üe usamos para advertiinos de é:¡iiélás tonstitucioríes son siempre irijustas, y es iin ·deber refonlla.r!llS; No•indica 'sófamente que ha de respetli;selaley escnvi~este valiirnégátivo río distillgumalb liberal de'lo col1Servador. Libértad; ,eri'sú significado positivo;. es la petpetua aÍno~e5tación de!~ Ieyno escrita, _de la· Iey . . •.. .• i • ética que C:ondena'todo estal1carniehiodelá foypolítié:á.' .Si no fuera así, eltazoribiierito déVe11illot parecerla mcontfovertiblé:Je vous dt:!néinde d'étreli!Jéraux parce que telS 'Sant vos pnn.Cipes; inéiis'comme ce ne
sontpas les niien's vous n'aúriéz iiesp&erúntfoitt:ln.ent réciproqueSij'm~ivdisau pouvoir. Ysería cierto que «lo~ liberales ~égún decía Carlos Mfu..:....:.
asimismº
val1 \níá solávez en comp~füa delaLibettaa: el díádésu entierro»: ... Esta curiosa' antirion'iia tlél libetaliSfuo ]JroViénede que fambiérl ei; debiendd sápuro; incansable; illcésáhté,'illcdntentable ESprrltri; h~ dejado que se le apose fa energía, que se coagule, Ótsi que ~eletome cuerpo. En este agua muerta dé iluesíiavida illtélectlialhale:tomado úha fiebre de laxitúd, y cuando lal~nta caravana de los col1servadore5 llega; estaba dorfuidálaviigenlota Libertad. Creo quelosprogresisfas deb.en recelar dé ella y esforzarse en afiliar SU sentido de!ide el momento que los conservadoÚ!S lá han puestó sobre SU corazón; Esosmagos que quierencoll5ervartal1tas cosas le' han hecho mal de ojo: a la.lúz deuna luna brujesca han reunfdo enZugarramur'di, y col1 voz de IIÍu"rIIÍurloyiiiiSterió se han dicho: ¿'y si Cdn5erváramos también la Lipertad? Luégo háncíuemadounos escr1fpulo~ de estotaqúe; fuÍndibujado con un ag\iJón erílátierra roja el abracadabra, han leído unas palabras 'en eÚibto deNostradamlis, ya cal1tagallos Sféhan dispersado co.ri'súsurroso'iumor de viento en ráfagas. Han·he"éhó'un conjuTO a la Libertad, la han tomado e5téril, conservadora. Porque, entiéndase bien,"si libertad conservadora quiere decir algo, v_ale como libertad para conservar, pero nunca e.orno libertadpitra inventar, para osar, para hacer revoluciones en la econo.nna'de los códigosc Y de éSta, cáSúalrneríte, teríémós sed: . . . . .. . . ' ; "' .. '. ! '' ··.No cá]:¡e; pues,e~Úívocdbí'e!'libenüismo .. El sentidb que suíiadíción y origen le lllarcan es indudableypreci~o: dónde se proclame úfr derecho n\.ievo delliciII1b.re; allí debe estar; aun cuando los oscurecedores, que son legi'On; pretendan poner tiniebfas sobré lo claro' Ye~plendente: ¿Qué afirmatüfo: deunhuevci derecho óri"ginaldestaca sobre"fa parcáhistoriaton~ terriporariell? La idea. socialista; Luego no es posible ~o}"Ótrh liberalismo qúee!libetiiHSmo socialista. Presumo que miestiii ingémta cobardía política se asustará de esta consecuencia mía. Si es así, sólb ful! foca deplorarlo y pedir al Dios omnipotente que consíiuya otro mundo donde las cosas anil.erí \nenos"esfuttásydonde no sea una burla llamarse liberal siendo conservador.
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_, ,, l{(!sta aquí sólo he:ha,blado del libe,ralismq comoide\I, como.sistema de \lbstracc;icirn~s, comq corolario de m1aética cieiitífica; He llamado ideal al Ii., be,rall,sn;io: ¿q-µiere ~tq ,des:i_r que sHa.uri utop~)p9?,Ep.rndd~,algi¡n~:. ~l ideai; qia1;u;l,q lo ,es, aj es f!\{\tásía ni es i;nsqeño: ,es laap.gcipacióll de una realidad futura, :El teorizac101Ae! ,lib,eplisn;io , ,,~ffiqc!~~per~oiia, en esté cas~, tiene que estar fuera delare,alidacl, fuera, .d,e,)are,~defc1ttS!U~l,_yaque, ~e pope en. up.a fo rura y ':I1 I)C)lilbre, de é¡ita. ¡;xig" l!j ,\r\ln¡;fºf1Il,\\dt)u de la presente; su . pers~ec.tiva';"PiJit:ua! puedesimplific¡¡rse, e,11 ~tas p¡¡l,ab~ .dy J:>~t¡iloµi:<
y
frs~ñqr Maµr\l:~·é;¡¡"u;;z~ meiI)~t~ galanteIµente á,'~rí;a p~léip.tsa.Nq me ' !_
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faltan fe ni amor hacia este Procedimi(!ntp dual de exppu,er u,r1 as.u11to.,Lf¡po1émica ~. después de, ~odo,l¡¡Jorn;i:¡t )í,ajca de lalab.c;ir ,intel~c.t:tJal: la re,p)í,bli¡:a de gérn;i('!nesraciom1Je,p qu!! const;itqyepu~¡ra alpia 119· es n;iM,que un fermento peculiar d,e lo que ya hay~n qtr¡is ~¡¡~.El cqnte,niqo.Ae nuesqq.c;~ r~brq se org~Iliza ,erí; ÍaltÍc;:J:ia, c;cm los:ig¡;arios aj('!nos, La histqrj¡¡ c!e!as,c;:ie¡:t c;ia!i es íntegr~lUeme1.~.re,h1ciqn de la;¡.pqlé¡.nicas entre gra!1de,p;p~~ad()r~, X és este valor de la polémica, com,o hc¡igar ardierite dondese va forpr¡qp !!~ a_c('!, ~º. deh,umanidad, . taµ h.o¡:ido, tap. df!S~ivo,, qu~l~sobr~¡;.clás}c;asdi;.la filo;0qasólo tienenunaJrüerpretlÍ~iCÍn plf;!us¡ble cuanclº se las calosa e11la,p(!r~: pectiya pplémj~a, er:i e¡µ~ [u17ror:i es.cri~· Las,i¡u,?aces ciE!quccipr¡.es ?eJ¡¡ C¡:itj~¡¡ c!e la ~¡¡zón p)lra,.c[u~soii,l_IJ~ úTf;iíiiós .~r¡.dan;ientos.del m1,indc;i. contempor~, neo y serán eternament,e verdaderas, nó adquirieron, sin embargo, un .sentido .estricto mientras no se intentó explicarfas con;ioup¡¡ polém.ica c.ontra, un ~emigo de dos frentes: Leibniz y,H11me, 1acreación, en fin, el l:Jesho rr$ ilus~ tre que se conoce, noe,p,fáfilJil.e11:te,i11teUgibl('!s,i no Sf! l.~ c;o~W.e!~ c~IIJ() !'.~~ S})ftllclO ,de UC)\I 4,\yipa P ~Witu•\anric;oque110 n,e!7'5tlfJbí\.clf!Jf¡E\bp?<;¡¡r: fup-~ m(Jtivo:S,'~tilgópl~g~,.i\JÍf\~~delc;i\qsq .~e)lar¡. gi¡st!fbE1c1ejamLl.l~·ffisPutara,n eptre síloslól:jµlos de.~USE!!eb,r11.,, 1 , " ·;;,; l'! ;; , ,.. • • e i ,J •:' '·''u '• i ,; " jJE!ici,aqµí, c19r¡.dé t¡¡11,~E!EYE\cl.E\,t\!r,ie¡pqs la,ideaciqI1,,~qp,pwc~a,~.tc¡~,a.s e¡m1s¡f¡¡zor¡.¡;s para reixtnp,ic;l\r é}y~p,d¡.:)11 pc¡ilé~S~Y aµ11m~ pres;s~s-R~r¡¡ ID,\lS,tr!\r qµE! np i:ri:e;faltlln a,mór,IIÍ fe f!P lo~ res.ulmd.os,su¡¡)lclO; ¡\\'.Udo.!\ f!ll:¡t:; •.·· . ,; "' S.iJlliJf!)"a, ~n;ipero,, que,~ ,e1 s,e[lqr Mª.11'.~ e} !!.ll~migo que Y\l h1lb1er¡¡ pre[~fi:d.9,l\~l111r, µo¡clh;ía,Ja ;y¡;rda,c1. ~n lp?J!~?-~ festi~¡¡l~s.dé)¡¡yi¡:I,E\,pa¡;falI)(!:llta, 147
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ria se ha Visto al señor MaÚra y Gamazo conducir los col"as· de Iii mocedad conservadora, y ha de reconocerse que este claro oficio de corega le corresponde más por conquista que por herencia. Yo no conduzco coro alguno: riii pensamiento va solo y campo atraviesa: ni siquiera los liberales -dice el señor Maura- coinciden conmigo, yme falta por tanto, la esperanza de que mis fórmulas puedan hallar resonadores en derredor- que les ofrezcan crecimiento y expansión. Sus afirmaciones, en cambio, nacen con un seguro porvenir. Luchamos con armas desiguales. Además, la polémica no puede ser muy fecunda cuando los disputadores son excesivamente heterogéneos, como ahora ocurre. Al leer el artículo referido he notado que el método espiritual predominante en el señor Maura es. el ~étódo par1arneritano. Mi Vida, por el .contrario, rnehaidplleva~do por lúgare5 dónde.séadquieren otros hábitos de lá mente. La afidón y el eonven~ ciriiiénto rneha:ri acostumbrado a manejarmefueradelo-quedseñor Maui ra ll~rna la realidad: es máJ, esa realidad me interesa ml.lymediocrernente y sólo én segui,ido lugar, eomci rnateria para lá idealidad..Es elsenbfMaura; en unapalabra, u~politico y delos IT\áS iiiteligente5 en el sentido actual;~~ rriente,dela ¡:ialabra, al paso ql.lejici méhe.cbriforinadoliempo hace éohbcul pat eil'la república española uno de los pue5tos vacantes de coleccionista de filóscifernas, de abstrae_dor dequinfaeseI1cias. · •• •. • '; ' 1 - CohtochIB ·esas de5v~niajas poi mi_parte; que cori'vletie_ hacer constar, rne 1 apresuró aacudir donde el señor Maura rne Cita: Y llego a la polémica, y eFpi:i~ rriel'lance que rne ocúrreine ~bhe eh perplejidad; porque; habl~rsinceral íneute; yo ÍlO s~.ifobre qué versáfa disputa. úiSéri tierori una vez dos aIIligos de pintura y eI1 tod~~ losjuit'icis éonvinieron, salvo en la múska de Wagner. Cósa análoga nos ocurre ahora a nosotros: eI señor Maura está de acuerdo conmi2 goéntódos los puntos esenciales, salvo en uno, dd'eual yo no he hablado nunc ca_: qüe el partido conservador debe continuar eri el poder. ' 'º Partiendo de1_ he\'.hó de estar ernbbtíiéfa en Espiiña la e!Iloción liberal; in~ tentaba yo érr mi' ensayo' una réconstruccfóh del liberaliSmó; 'que esu ria idé_á científica, ]Jura y sirn¡:ilementefilosófiéa;dejan'dó'afospolíticós la litbcfrde defini~ élproITTama que¿oriforiné a esaVisiórrdehriundo torrespbnde a l)ri partidb 1ibéra1; y'señalando una onentació~ en láidea socialiSta.' ---- -__ -- ' -Etlego dehabérléído el seftcifMiiúta miS dfvagad'6nes 1sobí'é éste asunl focoh toda la atención en~ble, aunquHió'eonlciclal~_·a&seable, séhá eri.i i'fetenidC:iei:i. corrlpónerles'rin tontrajmn~opádamenta_rlé:l; Lamento que no ._ -- ' -_' ": : '·'·: --· _'' - _-¡_ .. : haya seguiúó elpla"no enquic yoc0localfa'los problé~aef; y, cfaricfo' ániiS'¡fa'.; labrfis un_ sigmfidido popular; haya cónvertidó úna. cue5tióíi' de Histon~'ürüi vefsáfy dé Filosofía práctiCá en un tema momentáneo, ariáfogo a lofi(ué .ocu¡:iari hi:íy1litsidfscusióries deI Congr~so; pefb ~ii'está raza• espáño1¿ f~ifti'adfÍ
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pol:\.nia distraícfa muchedumbre de solitarios, donde nadie mira con interés la obra delprójimo; es m~y de agradecer-y yo lo agradezco- e1 ímpetu éoti: cj_Íie el sefrbt Maura ha entrado por mis párrafos; glosándolos y asimiiáridose!os.' · : · -· ' -·· •' ·La tesis prlnd¡:ial dé mi ensayo era que 1os partidoslibera1es en la historia universal, sciri'partidosfrcmterii_OS de laTevoluciÓn; OllO son ?Jilda, toe mando lapálabrarevolllciónen elseI1tido ,de variación constitticioha1 dé un EStado: Con esta tesis; con 1as consecuencias que de ella saco y las pruebas en que lafühdo, sé m'ue5tra hasta.ahora coriforme_ el señor Maura. La divergenciaen';1"e ambosno me parece, pues, oriunda de ninguna cue5tión dogmática, de ninguna afiririáción üétéimillada; e5 _aca5o Illás honda y~ás comp1eja. Tal vez; ia divergencia pfüve11ga, ccimó antes deda; de un antagoniSrno entre dos métddos espirituales.Veámoslo: · _ __·• • _ __ -__-.·· _-- _, _ _ ' 'PicipciÍlíáyom\a defillición de liberaliSrno; afillde qúe ellectorrio se indujera a error y no creyera é¡ue¡:iór ta1 enteridiaH coraión séritimental1del sec ñor Moret ni el más arduo del señor Canalejas. Le mot libéralisnié repl'ésente a5seZ-bieiipounnoi lafonnul~'du plu5 haut développeine11t de l'huirianité; decía Renan; a quien'iantas veces ~onvierierecordar. Podría también haber dkho yo i;; pero _estevocab1o, que iiidica perenne avance, no ex¡Jresaba5tantémente la norihasegürr1a éualha dé~vanzarse.Nohayma~ cj_ue uu progreso, el¡:irogi'eso eh libertad; todos los deinás cambios y suce5os que qcurren en eluriiverso sonadeia11tos'unicámente cuimdo favorecen fa expansión de la libertad. Sisólél1ü1biefa riatriraleza, el hecho más ilustre sería, enrealidad,baladíy¡:iodría ¡:ierrnutarse ]Jorcualcj_uier otro. Pero délavibradóri bruc ta del éter transciende como un aróma elmundo más sutilde la cultura. Hay erila Cambria una laguna de aguas muertas, que da en las tardes de verano vapores melancólicos, en1¡1"élos cúá1es, següri la léyendá, llegan sones dea~-ª y voces de bardos, que cantÍln a los héroes virtuosos. No hay sólo naturaleza, hechos, ley de causalidad; haytÍll:nbfén cu1tuta, ideás,1eydelibertíid.Pero; ¿quéeslibertad? - '' ' . _·····_ · · •_ • Hay l1ndLibertad, con mayúscula\ vema yo a dééii, una libertad genéric ca, la itlea de libertad; Y, luego, ún'sinÍlúmero de libertades con riiinúscula; de lfb~rtades e5pecíficas, que se subsumen' e11 aquéll~; N? valen lo mismo idea y éoncepto: EIC:i:mci;pto'es eÍconjufüo de no~s caracfe:nstkas, qúese abstrae y sei.destila de los ca5os riatúfales'ailálogos, ¡:iaraformar úntipo:Laidea;por e1'coritrario; no se:áBsirae, nbse' obtierié de una realidad, de algo existente; sino que es el hilo' de Ariadnaqu'énds guf~·por las tie,rras irreales dé lamoralldado delarte. Niís fornamos Cóncéptos de 1o que existe; nos hacémos uri~ idea delo ql!en~ 'existe. Nfeldebérfüla b,elleza existen en la réalidad; no _son piedras ni animales; solo existen en la idea; Más daro: el mundo doridehabi~
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tan las ideas, nacen, se fecundan y se suceden, es ellqeaLEl Ideal y la r)!a,li¡:regrino ql1e i;l;;tC~·or)vlaura diga: «¿Qµ(e~ ideal moral? ¿Quién lo define? La mayoría, sin duda». Lamento unavezmás el Pruritq parlamentariC? c1e.este 1Jo.m]¡n"!jc¡yeri e il;iteligente; qi,ie quiereru;~~~ pasar to.das las tragedias metafisic~s de la l{istpri¡¡~y.ersalppr. el estrecho · cau.ce fiel Dia1io de Sesiones. ¿Pues no llega a prefe¡;ir los):\\llI\lJfes de izquier7 d'.15 y dere~fa1s, que tie11en en e~ idion;ia l!!l orige!l periféricp,, contingente, deT b1do a un. capricho sernántico,_\l.loq de liber¡\\es y C()nqe¡;v¡¡cion,s, pala,]J~ per7 fectaE;, ql!e.siguen fieles ala significación di;~ r.aíz?,. • .:.,.:• .. ,.. '• ,: : ;·. ..· l Qi,ié es. es.Naturalmente, «La Reforma liberal» no era sinp un ensayo d.e pedagogía polític:¡, en e,\ser{tidÓ moral de esta· palabra, . "' · '' ·. -_ " ..-... '.º . _,• _ 1." _. · e'• --. '. .-.''.:·:-o:; :- '. , .: . ··.. "-: - . No he de seguir una·a una las iIJ.~c(itu~~ i\'nfl ¡:onservaciPra: 9eo quepµecie,¡:o!)-7 cre~E\rsio·,sµ /;a2:ºI1ªlllll!I1to cie e~_\l\ llllillerll: los. pÚtidos ,en. ¡:uanto. entidacÍe,s p¡ifJa1"!1e.llta,n~ no tiene,n,mro. papl!l que ~e¡:9gq e,lco'r;°tenido l!SPmtual de aspiraCi(J1l~ pc¡pµl:¡res,,,_e,¡;to ~lp que c;oPfi¡ii<;le, cc¡!')-wf"ideal.rn2ral·.• yp:ro~ c1mirsati?face,rlc¡, Es ~~w1e,,c;p,m9 recprip.c:e el señ()r,Qrt¡rgay Gaqse,t, n() hl\Y eil el p,ue,blo aún :i.?Piraci9l11!? r¡i" ' •· ...
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,Parece cu+¡.qsti ~taafisión qu,e,_b,a11.Il1oswadpJos¡co.1LServadores en los últimos tiempos a refqirffi.e al P11.eblq,,El rpotivo es d¡¡ro:,se e,p,cue,11tri¡n =Cfl]IlO l:¡acja YO. cqnstar e!l mi prilllerai;qculcr-;con qm; elpueblo español ~¿ existe pglític¡¡¡nt;n,te: eJ núil1eroAe intel~ct;ualf!?, es. taI1 ese~.º que no .pue,de. ÍO'\'Tifl!, ~ irw,s¡i,b~ta!lte,para que se \e~e Pl1e!Jlo.,Asípuedea.fir.]1"iar~e de él l.o ql!é c~da,~u¡iJgu.s~e,•. se~rode nose,i: c:ont.r¡¡d.icl:ip,:;« Co¡néis 777cli¡c maba: Qseas a.~.o,s,~:¡c~rdq~esc:-. <;l¡rJo;¡ fü\C_rjficios . CL1le II1eofie,ceµri. puebfo y f!?);áis llnqioso.~ d.e.1\ILS p_ec;ados» .,]:!l otrq,,e,l verdade,rqpueblq, es llqlJell:l. porciónnacion¡¡~q11en,c¡.s¡¡be,loque¡J.llil!ff!, p9rque ?\ lq supi17~a hglg:¡]Ja la qtra porció!l;i¡ia<;iqn:ü, c¡Úy,~ yjrru,d es, p11i;a,,se11c:illa y exdusiy¡¡meri te, ]J:i.¡:;er qlle el puebl9, quier~ ;Un\l.cP;'. l,,o. grande,, lq únicp,Jo.que de_~asEatiqjmc¡ hay i;p,,el Pl!el:Jlo es ~a,:i.n~9115c;ie11c\¡¡,,ei¡a,tn: c;ljJe,rf!ncia,s,o]Jre_histó¡ic¡i:,puel:ilq_e.-'1.19i1LS(i!i.tivo_ell. la yi_da.de . cada,nación, lo indetemlinado histórico a deterrr1~:n\l:r,po¡; la rnltura, A.Jigra bien, µn ÍI/5tip.tq,e_s,lo 9.Pl!e;>to,a i;inlly,olum;id, Yrn1:1SJ:l2 )llJÍS a una¡vpll!µtad,pcional, cil!ntífic¡il,Icle:i.!mprales,J.a, ley ciJ'J]ltµic:¡, cie,la yo~11ntaci, nP]la,;da indecisq y utóp¡~9;r-.¡9 _b,ay,'ppr tan~(), derecho E\ 1ia,1;>1ar,[le icif!¡¡lesm,.p.~aj.~<;le.l Pl!_eblo, E).pueblp,ql\e tiene Il1orales el ~~()f;\\'la:ur¡¡,soy.,yo; sop.11ria,;JiorciqI1 de gei;ites intelectualmente responsables y que estén dispuestas a, fli.sc;utjda spl).d,ez ,apqclíc:tjc¡¡ .c;le_ ~1:1? \lÍÍrID.%i9.n.es ,pc¡lW_c;a~,. ~!,cfllJ(): d,e \c¡s, ~iglos la Hu)1l!lI1Ícl¡1d va, ~pgpm\l,(). co!llple,~ri ¡¡fj.iitiar. esta. ~c,iplil;ia, de_.cli~c115,ioi;ies, que lla,¡n.,:;u;qqs ci.~11c;iiJ, gr¡¡cias a)a cµal se C()F15igue. 1ln rnínimJllil dl"!,pép:lifla en lo. q11e ¡¡tañe.¡¡ rla,prec;i,sió¡¡:y a las garantías de, certjciuml¡re,.Sa,car,la c;u.e;>,tión de ese terreno y llevada ¡¡.otros. má,s,wgos, ¡:l.oncie,no hay, a,sidero ni,reqi.fic cación, es étic;ameqte Hícitg ..·.. ,·. ·. . . . . .: . .. , . .· ¿No .he p~~d9 yq misrrm el~ qµe en E,spa~ faltari'pofS()JTIP1e.tp ideas -Pº: líticru;?.J?r.e.cisa!llente, pqrque.11q ti!!P.!! nuestr¡i raza~ici~alµigral, ID.e.sie.UF.o cifll()p<;lPX;~la,ip.p a.\Pl> q11e \1711g¡¡n;corazón; \impiq pa,g1.qlleye11ga:ll a,inyeqc táfpJ!lC!:e.n 1lo~,ne~9s, Pre_c;j~a;r,i:ie:n!f! ppfqµe,Jjspajiae5,incultll 11e.c~ta 11n. ideal .de,cullll~ª•· ¿~qg¡ué, i;io,e? ~e¡¡li
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sufragio universales poique'nC!'tienddéás p~líticas. y el papel del liberalismo en renácüriieritd había: dé ser jtistáIDérite dárselas .•.. .. . EI1 Esj:>ana!lcí hay Sino éónservadC!tes; he dít:hi:í yrepito; pefo esfo no quiere decir qué nuestro pu'éblb sea conser\iador. España rio és ríada; és U!la áritigria raza bei:betisca, l:loridehubo algrinás níujere5 hermosas, álgririéis hom' bres bravos y algUrii:ís pin'.torés derétina geniaL Ma~ pOr su atina: no han pasado uf Platón, mNéwti:íri\ rii Kánt, Jcdnuna terqiíedádillcomprensible Vi.e" n:e coi¡:ie~éndo, desdebá7e tres siglos; el gráhj:>ecádo contra él Esj:>íritu Sanfo: la illculturá;el horror alas ide~ya las teorías: Nome'üilpoita el'ideal C[tiehoy tei;iga nuéstfo pueblo; 'sólo me irri¡:íorta el que debetener. ¿Que Espanáe5tá aunadherida atHHéráliSmo del siglo.XIX? Rázó!l de si:íbfa.para que sea ne2 ce5átfo aquí,más C[üéen C!tfo lügat, elnuevo ymástompleto:A:dvi~tte el Co" rán;' cori cetnidíSüila 'sapiencia históriéa; qúe, sóló'se salvarán los buenos judíos y criSti~nos'anteriC!r\!5 a Mahoiná;'pero'no'los quéluego dela venida de éstevivarisinconfesat:SérriahorrietarióiC ; · . ,,, r;i · .·· ' 'El ritiévolfüétálisnlo'é:süri deber, 'llci és üiiii' C:o!ncididád;Y ariticij:>kr ideales y ~ducar segñi;i ellos lo~ c9ra.Z,óÍi.é1\ eoÍiStifuye~a ntlsiÓnirrípetsoÍial, qué siri ensoberbecer; obliga; impü'estil pote! Deí:íiiurgo qi.íe hrdenala: H:iStoíia: íilcis pensadores de~dáj:>tiebló .• Pi:ír.é:só nb'qtieremos reforma:t láS i:ostili:Ilbtes'sirlÓ c'ultivada5 idiias; ."' '' ' '' . ;'; ' CC!mo mg illt~rídcinMnó'sori d~política, sirio de Política, no oculto fa irreali?ad dé éllas'r Esá r.eálidad tan bustádápo't loshombl'esC[ué áspii'áll'á las sübseérétarlas y á li:ís ririlliStel'icis, me fu.teresa mediocreiii'en:te-•Iáí:iíi.Sn{~ realidad e~pañola m~ sed~ indiferell.te si no creyera que rios 'han ~uestci erl ellá para qtie laidéalicerrios y moralkemos. No sé si mi generá.éión es p~ triota; pero no es acertado caracterizar mis pensamientos .córriode tal. ¿Es p~ trio ta el C¡ue an,te¡:iorie la patri~ á todo lo demás? Entonces yo no lo soy: si ti.íviera algrina vei que elegir .entre la pámay la diScreción, rio habii'a de dudarysegUii'ía las si:ílicitáciones de éSta: Mflioeralisrriolo exige: me i\npdrtk más Europa qÜe ESj:>aña, y ESpaña ?ºli:í Ille importá si integra esj:>iritüalriíeríte Eiifopa~ SoY, éri cámbii:í,'patrlota; poh:¡UimisI1erVids'e5pañoles, con toda.su her7ri~i~ sentimentál;•iiorí el líniccí medio que me lia sido'dado para llegar ¡¡ europeo. Ni tristeiá; rii melaiicolía me produce set esj:>afi?l: es más', C:reo ~ue'España tiene iina'niisiónei.ifopeá, de culhlra; qrie cumplir; ve.o enélla un canipci'donde ha}'másfileriíi pcir ácabárqtie enofrcis dentro de esta grane de'obi'~·deFprcigr~so'iricíraF "'''' '" ''"''"'"'''" ' ,... " • •· , t!L' ,,.,
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dice una amonestación c:Ie Goethe, en el L>iván. Es también un deber. ser es7 p¡¡iipl; agolpes sep1!11resc:les\J;lsel vá gurpp~ labra:nsI\l)!li.CRTifli\'ru;iª 4.e la h{¡c ·ll1¡¡i:rida,q futura, y,esa !J11llgeri tiene que ter¡.e.r alguga, fa¡:cióµ c:.eltiJ:ie.r¡¡; · . ,. . .· ; .'Pe. ¡¡ql;li]:l¡¡rte.,mts9;nviq:ión c:Ie qge.España no. ttj\drá viilll, ÚJ tilll~' no Pe.rli consciente ?e sus propias entr~ñ¡¡s;,np,f!SegUrará su ezjstencia mkntr::t,S r¡.o se preocupe de lo universalinente justo, verdadero y bello. · · i'ic , ;El es.tigi;µ:¡t di; 1}1les\rª historia ha sido la carencia de preocupaciones universales. Hemos realizado hechos universalinente conocidos, pero no hemos cumplido acciones de fecundidad uriiversal. No hemos iniciado reformas, rii renacimientos ni revoluciones. Hemos sido más españoles que hombres. Y es preciso que al cabo deje de colgar España, en el mapa moral del mismo modo que en el geográfico, como una piltrafa de Europa. Si con este sobrepatriotismo puedo ser llamado patriota, lo soy. ¿Hay alg11n partido político que traiga a la raza española esas emociones universales, cosmopolitas? No, ciertamente. Para mí, en consecuencia todos los partidos actuales son conservadores. Si, como iudica el señor Ma~ra, su partido se contenta con ir coi¡:iponiendo reglamentos que presten yo no sé qué burocrática realidad a lo que por defiriición es irreal: la cultura, el progreso, el ánimo libre, la historia universál se olvidará de él en sus mdices. Ysólo le quedará una historia a que recurrii': la historia natural, donde se estudia al ho.mbre en sus instintos y ;c;e dasifican las degeneraciones físicas de las razas. . Y en tanto continua ese pá~tido instintivo en el Gobierno, y luego que caiga, segUiré creyendo que cuando unas libertades logradas no se practican es¡:mrque hacen falta otra5, y que pará hallar éstas hay que buscar gUion en el ideal moral de la Libertad, de la justicia progresiva de los códigos. Los derechos son el esqueleto de la organización social, a lo sumo el cuerpo, y conviene tener un alma que mueva los antigriOS huesos, y creando las fibras de nuestr¡¡ carne, nos sirva al menos-como decía Crisipo el estoico-;- de sal que if!1pida su corrupción. . Para cor1cluir, pennítallle el señor Maura que niegUe una afirmación suya, seg11n la cual la libertad en toda Europa se ha hecho conservadora. En Alelllania, en !'rancia, en Italia, en Inglaterra los liberales se han vuelto conservadores, Pl!~O )a, libert:¡¡d ,se ha hecho sociaHsta. Los quese atuvieron.ª la libertad. con, J:ninúscula, a láS libertades (!Specífi~as consignadáSya en foscódigos, se han.e:q.~ontrado sin riada que hace~, y la lógica les ha obligado á ser con~ servador~!S. Los partidarios de la Libertad.inexhausta, de la Atenea demo~ cratica,h¡m .h~llado s;us graneros espipillal~ henchidos con nuevas espigas de ideal.4 Libertad es la le}' de la suittira; cultura lo queno cabe deritro de la Naturaleza,, e,n la é\lál rclll~ .el principio de la conservación de la energía, dela igua)d~d e.ntrelos trabajos latentes y patentes. Ley de cultura no puede ser
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la céms~rva.tión de laigualdad; eso sera y es materialismo é::onse!Vador ein" genuamenté maquiavélico.· ~l pÍógr'e5ci·exlge que hoyintéiitemos rebosar la moralidadJurídiCa déayer, yíriafiána la de hóy. Ccinse!Vin' l
LA OBSTRUCCIÓN, EPISODIO NACIONAL "e••
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Gtientá ticfüeiibel:'g: elfihlsiíno buHón aléi'nán; qué vfa llbrénalifüdsriüevos eltendetci' alpahcié:¡1Üdno.-·-¿ Por qué :...i.clecíá ·aquél'--''obra dé'Cfamer? ~Pórque nó me interesa,-.Le adViérfü iío se lleva usted a usted-"-insistió el'bibliópola_J_ que es un libro frnprescindiblé. --"¿Cómo lliiprescmdible? .:...::.sí,• ~éñor; sin estilibro no puede usted entender una: sóla !mea de las'ódas de KlópsfockJ-·Buérto -réjJUso el parroqrtiáno..'....:., es que " '1 ; r yo no leci l~s Odas de KlOpsfück Meditando acerca' de éste negdcio dela óbstiucciórt, qUe tantotfaeny llevan, nos hemos arnrdadoden veces dela]Jar.ábola referida. Qufsiéraníos fürníar en nUestra intimidad UrijUicio medianamente reé:to sobre la obstfücción parlaníeritaria; [Es lícita? ¿Es fecunda? ¿Es j:msiblé? Pero ocUrre que'fodas estas preguntas tiene qrie quedar siti'respüesta lógica: Porque si algún demiurgo favorable hubiera gobernado seg'ún nuestro' gusto las andanzas españolas eri los últirp.os meses, no habría llegado el caso de la obstrucción. Está es \nia percigfulláda; ¿nci es cierto ?Mas camina este alma nuestra por tales trances,'é:¡Ue hoy sería: Perogrullo el más significado heteródOxo. · "• · ''. ' 'ta votatióri éS derecho 'delas nl.ayonás; real~ o relativas; la obstñictión aciasci seaH üerecho de las inn\:orias;'Péróun derecho rio' es nunca mi capricho: la obstiutciónes und de!Osbarnósbajos de la legalidad piiifameritaria, rayano con el lib.re campo extralegaL Caréte; pues, de regulador jurídico y es decididamente un detechci al abuso'justo; eh elorganfsmo legfslativo, todo él armónicd y homogéneo; re]J~éSenta ~! cúerpó extraño, inorgánico, bruto; c[rié tllporia~l'corazón tÚm)Jideia fl\.iencia salutífera delmanadeto legal: Pero si la obstrücdón, corno !ímitedélós medioslegaléS, no tiene un reguladorjúrídi: CCJ que, ·~étcédalprocedfrnielltO de efiéáje;'detennine CUándo éS licita J cÚárié dó Il'ci, tí ene Ün•regtiladór írmyexactcí,casi infalible y automático: unreguc ládor psicólógic:O. · 1 n: ·
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Y si ~o; mírese el caso présente: cinco diputados c1e lat;1Strema izquierda, que Vtenen a formar una Oceanía parlamentaria, deciden hacer Ja obstrucción, deciden abusar de. la letra legal. ¿Quiere esto decir que abusen del espíritu? ¿Dónde se abrevan de energía para, solos y señeros, oponerse y atas~ car el.raudal legislativo? Sus electores son harto poco numerosos para que constituyan un resonador bastante de su acciqn. ¿Los republicanos en general? Tampoco: buena parte de republicanos, los más graves, se apartan de ellos.. Y, sin embargo, esos cinco hombres de corazón obstruccionista sienten una recia solidaridad con el ambiente externo al Parlamento. En cuanto es posibl~ hablar de esa vaga cosa que llaman opinión, bien claro es que les apoya una bnosa fuerza de opinión. Y cabe precisar más: los apoya Ja opinión liberal futegramente. · . .. No quf!rem,os hoy,h¡¡b~ df!l proye\:l9 di;,ley de Administración local; .;¡~~ temps sólo. elhec~o cieque los J¡]J~rales,., i porJo.:nieI19s,los lib~ra,l~s nq ,(:i,\f pu~dps-se obstina!l eri !lO qllere~ tal ley.,?\A.OÍl!e~¡\ ¡i.~í, \os cinf:q cliPl!tados er_tlñestos habrían des¡1p¡i.r,ecic10, qe ,sob~i; ~a haz p:¡rrl:m;iental,i¡i.: í\!ldarí¡i!l n:¡.o: l¡íno5.y; ~]Jad9s, e!lYef cii;]:¡e¡oi.cos y ¡i.lqv9s, Elregu,laciorpsiqqj(jgicpc!e )w¡ \llJptruCClD!les \1,3 marcado.su decisiéj¡i: Jos obs~i:.cionistas Se sienten taci+ tamente investidos de una representación esp~ci~J.i,~casourtlj dÍvinid~cl.~~ ha,llegad9,a s11s ,rnrazones, y los h¡i. i\lngido por un.momento ,corno,hqmbre5 . , ,·.. · · ·•· · '. , . . , sin].bólicos delliberalisrno esp¡i.ñoL ! . .Si 1'!5 andanzas españolas hlj]:¡ier¡i.nma¡::ch¡¡d9 ;ni>ls,discretamente en]~ últimas semanas;. elpar,tidoJiberaly su jefe, .el señor Moret, habrían ofrecí~ do alliberalis,mo gara11tía suficiente de q~e el proyecto ria llegarí~·ª rn~c!~: rar en ley. Entonces no habría habido obstrucción: las.minorías progresistas de la Cámara, <:.ompaginad¡¡s en un bloque sir¡.,poros,id¡¡des, ha!JJ,ian sigii¡fi, cado mayoría relativa, y ljna :votación tranquila y corrie!lte habría b¡i.stado, ~ero no ha sido a~í: el señ,9r Mor,etno ¡:onoce !Jien. los deberes q11e ie fueroI[ impuestos .ª1. elegrrlo como guarda y sustentador del Santo Grial progresis,,ta, P~eci; c1ec1dido a ra.er del a\m¡¡ esPañola lps pos,treroslíquenes.de liberalismo que au.re I19 ¡¡g¡n;ran a este ánilµa gr¡Jnític¡¡. Xél, e\ señ9r,fyl;oret, ~ elyen!ade, ~o o!Jsti:l\~.?ͺIIÍSta:los CÍ!lC(:> dip,11tac1os feroces,spn no m~~ qlje l¡¡s vÍctirila~ mocentes, mstrumentos . · -'\'· .,.,_,:, -, del Destino ., . ·.,-_,· _;,.. __ ;·.·-r;;- .:1··,-_,-'. r::. ,,., -·:·r ' , Pprlp demás, quisi~ramos ]:¡¡¡ber \'isto m\ÍS np!libr~s en,ésa lista de obs, ~cció!l,Sf!Iá. és.ta:-;::eonyeilcid()s. de e\Jo estamos;- una. la~e~tabl~ ri~cesi~ rlfici,,l!Ilfl Ítleleg~c/¡¡; pe~o¡ enqc¡¡sÍ9pes, és.ciebe~ d~'P?~·.ilustrehµniiÍ~,dc¡ll~ IJ ,cie sJ Il).ÍS: m,c¡s a ~~da]:¡11r.~,y aguarfi¡¡IJ \1 ip,\~ryf!i;ii¡;cuanfip li¡¡y,lngár,p¡¡ra l¡i~ ~~pléi;i,:; didas o rrreprochables posturas. Como el filósofo Aristipo,.. no, filosofan sino _, _, '•"\; - ' -_, -' ',,. ·.¡ '. -- :.;
'cuando Jos llevan e!l litera. Si:in:uno y_otro harto dandi~~ para ser bastante de-mócratas. Para probar el rancho es preciso meterse en filas, y hay a veces .. que exponer la propia fama a fin de que no peligre el porvenir de una idea. Los . señores Azcárate y Alvarez suelen cultivar con excesivo ahfuco cierta forma ·del g11be~entalismo y de Ja gravedad pseudo-científica que consiste en to'mar posturas equívocas y en rehuir los instantes en que se combate oscura.mente, cue~o a cue~o. Antójasenos esta palabra--«gubemarnentalismo»-;considerablemente hueca y sin contenido; de todas suertes, estamos muy ciertos de que no significa nada frente a la sinceridad y el sacrificio. Y de una y otra cosa es ahora la sazón. La guerra obstruccionista no es la ,más bella ni la más fructífera. ¡Cómo andarán de torcidas las cosas en nuestra ,tierra, que acaso, acaso, tengamos que loar en ella un episodio nacional/ Faro, 5 de abril de 1908 1
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LAMENTACIÓN
A1~n genio avies~ ha condenado a España a la esterilidad; no es sólo nues-
tro campo estéril, no sólo nuestros ríos se van muriendo, faltos de caudal en los malditos estuarios, no sólo en las almas tórridas se agostan las roen~ guadas espigas de las ideas ... La esterilidad es aún más honda, más mtima casi metafísica; la solución probable del proceso Rull va a revelamos un sm;oma terrible: en España todo es estéril, hasta los crímenes. Por convicción intelectual soy optimista; el pesimismo nace de un razonamiento defectuoso. Mirando el ancho mar de humanidad, es un deber el optimismo. Pero este optimismo universal puede ser sazonado con algunas emociones pesimistas ante destinos particulares. Y de esta manera, vuelto el rostro hacia Francia, donde todo, desde los inventos matemáticos hasta los crímenes, aciertan a ser fecundos, políticamente, siento ese alborozo cerebral del optimismo, porque preveo, al través de aquella raza, un porvenir humano cada vez más henchido de luminosidad. Y luego,. tomando la mirada a Celtiberia, se me pone el corazón dolorido, porque advierto que, como dicen los proverbios, su casa está inclinada hacia la muerte, y las veredas de mi raza orientadas van hacia los muertos. . . · Cicerón en el libro segundo de la Naturaleza de los dioses; menta el decir de Crisipo, estoico: «La Naturaleza dio al puerco, en lugar de sal, un alma, para qu~ ~o se pudriera». no he hallado jamás una definición más bella y melancolica del alma que esta; tampoco la conozco más exacta, aunque parecen esas palabras una facecia. El alma es el principio que defiende la materia de la corrupción. El alma.es una guerra incesante contra la inercia. Lo que en el cuerpo podéis llamar ánima, se llama en una sociedad cultura política. Procúrese que no se apague en una raza, si se busca que la raza no muera. Désela pasto y substancia¡ oriéntense todos los órganos étnicos a
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]a destilaci9I1 ,de esa div;iria ¡:sep.cia, que da vida, como en el ci.¡91io.dfl indic rjdúo todos los.sistemas di; 9rgap.os .está.n puestos sólo p11ra cop.vert:U;,toc;I0 i;n · .f¡_j3¡W9.y en.quild, en trotad0ra 91\I1gt~, . ¡ ¡ ;; " . ¡ , •• 1 ¡¡ · ,.; ,. Yofül traer otr;a cornP1\\ªdón . ¿C::o,rmc~js Ja,.s~\!rienci11s; con 1.1\ l¡irnPª:: r~ eolípila? ).Jria pl,anFhll SO~[e 'rllª· pó!les<; tan ardj.ente qi.¡i;, si c;Iej~js FªF un¡¡ g0ta,,al punto se.conyiet(e en vapor. Qµe algo Sf!mejante veriga,Jf aca,ecer en todo pueblo; que cuanto eri él sobrevenga, se c9µyie,rt.a aJpur;ito, en atn:J.pfife~ r~.política, en ideas polític¡is. • · ,, · . . ,· ,,. J\ :. •.. . .f}i¡y i.¡na.manera .tosca y st11 ;igudi;za de sopesar elyalor lW;Jp\tcq d\!J~ TI~~lones, qu\! .sue!7µ11c:;e.r e.I1 }1\9. testas demasiad? ctJ~u~cri_t¡is;;i ~91' probl~~ mas económicqs. ~eg¡íll,es.~1\..9Pilli9f1.• !~robustez .de, un paí~ ,dt;P\!pc;le 11rrl~ c11p p\tncipaj.n;leµte 4!". ~l.\ poticn~j¡¡ ~:¡d~trial,agrícol11 o C:9rne~d¡¡:¡fe' Esto me parece una grosería y, además, falso. El capital dé un pueblo no es d ni.¡n:Jisi;i;i~tiF9 n,.i, ~n gerienü,,el e.conóp:i,ic;o; es. el,ca,pital po~lti~q, )a em;rg¡a productora ideas. civiles.··_:Al--'-hilo dé .esta noción,-· podríamos marcar una esca-'.' .,._. ,_,_ ... de '·'" - ·,:' ,,_ ----'•·')-·.-·'·'····,,,,; '-,· _,_,_- - ... ' _,._,, )~.ele lf\S µ¡¡ciones,poniendo. en~lluga~ ín[ir;ru;i Esp¡¡ñ'\,,dond!!I1º e~isJe ~l)ggia, ppl¡:ti<;'\; y eµ• d .l11~. ~t 0 ¡¡ F¡w,µcia, c1onde todo. s,\! <;riµviertt; e!l SU§; t?-_!1,c.i~rois.~.o,ci~l:. __ , ;,, ·¡«,. -_ _ _----.. .. :::::-_ -_ ~--_: .. _ ·-· ,_ ::1 -~':! · n lrc , ,A.ñ9. tr;as año, h1\Il ido muriccn,.dq, por ur¡. sr!-l11!!n anóµirnº• ,\!!l ll'\W\!l,9n¡¡, ql]eri_da ciUdfjd, criatut'\S h,U,l11Rn~; ]a \!Xpecf¡\cióµ de todo_\!] p~ ame ~\l~ qjmd}es )la 11.eg'\do .a ~~r.\!I].o\l11!"., ;iAc¡µí, do11de taµ difi<;.if es:, l¡Jgg\r p¡ITa µada ~e,c\l¡l<;ipµ! Barcelon,.l\ l¡.a,~µfiido c.9~iderf!bles pér~·:'.J--"::.. ··- " " ·--1-·-, :~ ·- --- .. , .J .. .,· ___ ,. fi ¡ 'J ¡,Lo~ dqs pril;µ~rqs r~ltados hµbieran tr\Úd9 :~ ~ ~.oi;!c:;i.encia, esPJ\ñ,ola en.7 s,e,\i'\µz.a~ Y,\!l11ºC:ioµes: pqJ¡:tic'\~; .a s.\!r: ¡¡narquistas. las bol11b¡i,s,, \!\sei).<¡f fylai.¡p¡ !J.EJ):ir}a iµi<;:~1lclo .un.a carn.p'\fH\ .es~e.ritp\eª. de leyes:, coµtra,l¡i,§Jc;l~¡¡~.~l)bye'.~\, v,ªs enp¡¡r;ticular,,yc
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lecbialde nuestra raza, y que era' necesario i:Ílsertár ~u atciÓri dentro de la arin:ii:íúa culttifal europea. Nadie máS eonvericido que yci de qué ha desalii de Barcelonfl-au~que no só!o de los bartelonéses'--la anheláda restauración e'.Spañola; ¿Cómo no','si éste ré.sfügimientcí sólo puede verur de la idea socialista, y sófo'efrBaiceI6na piiedé'comenzar su cristalización? ·' • ' «Soñemos; afuia scíñeínos».~; Se~n p~rece, fas bombas deBarcelona la.S han puesto Rull }"suscoriíplicés;'yriadie más; muertes,· eipectaciÓn, inquíel tud, ,todo ha sido vano,terriblemente estériL Uncís estafadores de 1llónton; unos crili:iirialé.s sin ¡:ireocupaciohes polítita5, han 'usufrüctuado e5ós adarmes desensibÚidad espáñolaqúe; a la hará de ahora, valén, por su rareza/mil Vidas. Yfodo pasará, s.in que nos dejt; apréridiZaje ni ériioCión. ' · · ·.Viene dé lejos; muy torcido'ymste; ~ue5tfo déstillo; [habtáqiiieh lo eril deTece? :i .,,_ 1 1 '
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· tros antepasados dejaban pasar los días ante ellos en la holganz~ de sus espí'ritus, yrecelo~qs de toda lab,or intelectiva, tomábalos el sol africano, al po···rierse y al saµr s.obre la ardorosa estepa, royendo tercamente el grano de pu.' frefactas supersticiones. . Hispmws Deus aspieit benignus ~ntaba elalma áurea de ~autor ~u_e_ha 'bía: en Prudencio; veía en tomo hombres qué se dejaban monr por Yl:vificar ·lii~ ideas, y llegaba a él el optimismo que humea siempre di: la s~ngre de l~s mártires. Esto explica su patriotismo teológico; medí~ la Histona y el geruo 'de los pueblos por la altura de la fe religiosa, y muy justamente ensalzaba nues'trll fe genial de entonces. Pero la p~rspectiva ha cambiado: ~o .es Yª. para nosotros la hisforia el proceso de encarI1ación de una fe escatologica, smo el engrandecimiento de la cultura y lá aproximaFi?n infinita a una i~~g~~ ~e nurharüdad virtuósa y sábiá. No és eJ{irañb, pués, que me parezca mas. exactp 1 decii'de rtbsotios lo'qti~ dé Si décW,n losguariC:ne5 de Canarias, quien~ ho s,~s · ¡:iébharori durante siglos cómo'a'poccis largos de ~us islás :Sta~a ~ncl~d~.1;I) eliorme C:oiúfoente,'y ál preguntarles losniliionercís de que 1llºd?,hab1~r¡.ve hído erila'edádprimeia1á 5us tierrás, respimdieron: «Dios nos puso en és~s lSlas y luego se olvidó dé nosotros!>' ' ,, . i.
t~,cei:~hr(J~,4"lt°~llrIP\', ~ni_() !1'\erall:Le\lte un e5c¡:i~or, ine,sp!!tµc¡so, c¡q~ le¡ cu aj np bas¡¡iJJ.~P!; ;;,er 1:¡1'eI1, ~ctjt9E, y !1'\l\~ho. p:¡.en9s p¡tr¡¡)sic~: ¡.:i~nµfi~o. Eµ,~¡¡ai;i, Hí3
to a Welli; comprendo 'aun m~nos qué viene su iiómbre a hacer aquí: Wells e5 unnoveHSta géi:úál;'uh poeta eh prosa, y ademas'.~. Un sbdaliSta. "'' . . ·. . . ,,r '.·..·· ()tra ccíITienteciehtrfka es elpriigmatiSmó: iió'h~c¿ faltll analíZar eSta fil lo~°,~~etel1Ídaiiiente;Io carac~érisii2?, &1P,ragíniítisih6 préjíizgar.dog,.; ma ll1Il~U,º.: ,Todás Ia.s filospff~ ·~?i¡ vetdaderas; segúrl·Ia riüé~a"vieja·· te~ría~ cuando, su-yen pára. entonár 'el' córaióli deliridiVidu~; La ácdori'déci'de de fa c,°,~~:~~l~~~~~.Y,,F,cnm~~,su~ é~I?c:ícihés~ Por·cp~i!?fiente, nb' ~ el¡:iragl· matJsmo eneII}lgo de Ia·democrác1a: 'es mucho más' eheirii o de lií \:liScre'tioi:i: como' s~~ª .~?~~ es~s 11?ev~ c.orrientes Cientlficas'.1sabenl.ufbieh_qu~'és antililil fa sabidúiía:·tiérié'ürta'iiodón de lo tótfcb, creer que. füdó~ lcis días dáSicoquémépareé'é'rhuyjusta:' ,, '" ,,, .. 1 • , ', • ', ;.,, .. , ·¡ni·'· '•1l -..•.• '·. «Todas.. ~fliSf¿nfasfa5scm¡)rira5'entélequias[~anas'dViiadones~yeheÍ terre~o dela filosóffa no se hli'hetho hada-'ni és'posibleq:Ue se hagaeri rlú~" cho ttemp~ después de la .Critica dela razón pura, de Káht».' ' ' '• ···· ' · _-.· '' ;:-a,~o.é.;tb' !Ile ~a\ága~ i:>n,rqhefonién~ ~~'c6riViétt6rles. ·¡tástllna que quede·enellounpuntb'ostilrísimd!' 11 -,.,,., ',,. ,,.,, '··'--'-' . -.-.-. • 1 ' -·•• ·-·.~5·; c~iiefé'cfo'/absólritaineni:éfaTuo q\ie'Üo's~'haya hecho riada'ériéFte-' rrenó' de fa fildsófü1 despuéS dela Cnticd de la pura:Lu~go deestii obrá; publiéada eli ~ 78fi:se' compuso el Ftirii!a»,íenfo dé lci irieta_ftsiCa de 1ils Costumbres{l 785) yla CJiticii dé 1CI raton'práttli:a (l 788);tafüba5 p6r efiniSmo Kal1t! LaCiitiCa de1arazólipliríie5'unáobiageriia1:.en.ellasebéporiela-teoría'idea~ liSta delcbnocillüerltO'éonclaridad fué:ompáráble! dp~Óblemá del saber qué-' da plariteátl6 Cóíij:íréi:iSióii tal; quekís siglosfütúros rio tendrán que retocar sino detalles y menudencias: Perola afirmación eontenida en esa obra no es nueva; e5 más bien V-Íejísima: tdda ella, íntegramente, se hallaba én Pliítón, y lúego én.Descartes; Ymás tarde enLeibiiiz. Si Kant hubiera co'rnpuestO'sól6 ese vólürrien, lio tendrfa lugar preenürlente' entre 'fódoslos filósofo's'habi-'. dos. Su invento fue otio':'lo huevh eriÉilosoffa lo tfiijei:bh los dos libl"ós ·sil güierites 'citados: !amoral coino ciencfa';. ' ¡ , __ ; ' ,;,,,, ·<'. '''''·'¿Dé dóhdepfovieiie'el'errbrdeI s~ñhl"M'ófiri? Mri'f séricHio; 'y e~to ~s l.o eje~plar; El señor Aforln,taii cauto 'f ariiStli, de IaJsábidtlrialas pártes hiétiCls átentas,~obles '/agudas de süespfíftu. Coriió todos los realiSl tas; rid ~tá hecho a larespetúósidad castá en elm~riejcicie lás' iibstracdónes: e~ s~é~do de las sensibles;le parece C[u~ todo es füdif~rente y que, por tanto,liuelga el rigor dehriétodoy la ébíitillénCia'del 1\iie!ecto. Elseñór A'.Zórin iú5'E\'>ii_cii:é lá Cntifü de la razilli pura; ha leído á Scho'péhhaiier qu~
c_ons1~1ente?¡ll~~l filósofo: file un gran sofiSta y, por eon5iguiehte, un griui
Sc;l10pelihauer descop.ociópor,c()Il1Pleto a,Kanty que,con gravfsima mengua la homadez científica, llegó a falsificar sus citas. En este gran folletonista de la metafísica ha-leído Morín que la C1itica de la razón pura es una obra clásipero que fa C!itica de la razón práctica es una necedad. Sih cuidarse de rectilkar tales opiniones, las ha repetido, siendo así que hoy valen como prototipo.ele vulgaridades: __ Y es lamentable; porque justamente en esas otras dos obras de Kant ha;· brfa,hallado la fundamentación científica de la única y verdadera democracia, lá d.emocracia como ley de la moralidad. Demás de esto, habrfa advertido que siendo la democracia produsto y fórmula de la moral autonómica, es «excusado decir» que un obispo católico ha de c.ombatirla. Yo sentirla mucho que estoenoje al señor Afo1i11, pero la idea democrática, en su plenarioy estric: •. --tp,~~J,1tidq,no po~ible.c;lpjlf() fÍ~[C\\t()1ic;ismo.y desu moralh~tp-pnc)mic~. J11n1,19 es posible, que históricamen~(!vieni;.a.ser4i ild¡: i;l.f!l!1c;ac;t11~».luterano ' J , , , f .,r, ,.,, . ¡i]Jierta,al cab9 de tres siglcis de ges,tac\c)g,,;;; 1 ¡; ,, ., Jv1uy bien J,11!! Parece -;-r(!pito-;- é¡Ji:~ ,el_ ~eñor ,,4.zo1j11 eo1,1t:ri1Jgy¡i con SI! IJE9Rª c;rist¡ili1,1a al engra11decimiento del P~esidente d!!i ~onsejo; i;n.uybien qUeprocure_poetiz¡iF S)lhistqri,a y.c;omponer en tqrno ~uy9.g1,1a_esplép.dida gf!I!!!ªlogiaz le•debe agradeci1J1if!I1to y afectuosida_i;J..-_En.caII?:bio,¡¡l se110.r More~ nq le d¡;b!! nacia: !!l11o1cual ~eñalam,os 11nnriev,q f!rrº~ pb~ít_ic;o A~lJefe li]J~rnL ¿Q11é cu1pa cab.e :;¡! señc¡itAz()!~Jid(!,qui:: I.os prohoII?:bres del P9ftido l}!l!!ra],,cuyo ,partid~,-arites.queiµngií11 ~tro, .d~bia ser, el delos,fü\i;µado~ inte7 \l!c;!Jl¡¡les, mu!!s!Ie!l. desyiosei;nl!jant!!.h¡¡cia lqs sa]Jios, ,¡qs pwfesores, los.ar7 tiStas, los escritores? ¿Cree e1 S!!ñor Mpret,qµe para .c;osechar espigas, opiinas d(!liberaliSmo .basta seI!lbrar en un reducido huerto c;Ie abogac;Ios sin escuela ni q:adición intell!ctµ¡¡l? Graye en:or sµyo fqe,n~ fl!I¡¡ers~ pluma tan eficaz como la deM01i11. Más avisado el señor Maura, favorece en.tomo.suyo una j¡tt;ra\Ura defamil~es, y:t;i,o olvida en su encasfil\c;Io cl fan10so.distrito c¡lel Par11\\59: Así, l'!I!·l\\5 futuras e\ecc;io:nes,ver,emos las, nueve dcmcellas,hijasd\!,A-¡¡oc 1(), las }¡er¡n¡¡µ¡¡s JV1l15\J.P, if. ~11 c;orodtereo,:golp!!andc;> l¡\ l;iei;r¡¡ cci!l 4\terµ() p\!!, lJI!Cida.S!;ll! guirnalc1as,ayotar e!lsentido consr:rya,gqr,guiac1as pqrAzq!i/t,P!!~ ql)eñ9,filc)s()fo,yc)~~ic~po,et,a,.8 .. _ _.-- --··- -, ___ -.--' yr " ·., _ -_ .. ·~ -, J'os¡;ria• el.tj\grno,eq St;l15urar por, foqo es,tp,¡¡[ sepqr Azº11n. ,Ni piql)ii;ra me opongo a que se haga d,el.«maurismo» una religión con sus diosesy sus ".irgeI!e,s, !jlJ, fa]sµIcac;ic)l.J: ¡\l~¡;:l,1\Í\fl ,de la histotj¡i y si,is ey¡ipg~[istas I()t\ltiv'os. Lo qt¡e,CE!J,1SlJf() e,s.qi,11; SP?'1llYCLl11! f;()n el µornbre del seño.r M\IW\I la histoJií\ c!i; lfi,(}l()~Ofia. ,, , !'> , . ; ,, ¡ -
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literato: Azorln le ha leído para enriquecer su estiló, y'no'liá'ifotadó;qü'e
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!iffálbgos a los lilíos. y como ésfoyciertode que aal~nos,desconocidos frocupan tanto como, a II1í; segniré en ini C:ainillo, tranq~il~áI]d?me la con. ~ratradbn dé ql1'eino'es precisaínentééscrltorés populares lo que ecliamos.de
·LAMORALVISIGÓTICA ;,;
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'· menasen España. . . . . .. .. . .. . . .·. .· ·. · · .. ' .· . r -::e e'Perdóriesérhe si hé cometido la'indisáeción de hablar sobre mi persona. Volvamiisalastdsásloantl!Sposible. .' .·· . ·.·. '' .. ·'. · .... · . . , . . , La clrcufar susodicha muestra uná noción.de la moral pública que COlil. didécon la noción corrlenteehtiénosotros: Por moral pública ~olemos entende~ el'Eónjunto dé prohibicione~ referentes al ejercido .deiá sexua1id~d. ·tfuan'dcíriiás; eJttendeII1os el significado a la defensa del derecho de prop1~
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L dréillar det ~eíior fiscru del Tri~ll~ru Sl1prénio pon~ de ~allifiestd 11~ ~~
ción dé la moralidad qu~ debemos combatir una vez y otra; aun cuando Ilb nos acampane la esperanza de conségurr uha reforiú.a del gustc.l públiti.i'. To'l das estas cuestióne.S caen muyreíricitas de la atención general: ¡:íertéhecen a Ílnml1rido con el cual nos obstiilamos en no mantel1erielacicine5: ellI1l1D.dó delateona.YCcimiJ es éste' el gran pecado secular' dé la raza e.Spaño)a, rió' val mas.a pretender con nuestra breve y modesta:llC:ciÓri purifibirló. Ul1 cfaréJ déC ber IlOS md\.tcé ll hablar de estos pfobléniás qUe á nadie Ülteresal1; Ó .desde un punto de viSta que ánadie entre nosotros preocupá; ¿Qué importa fo dél rilás'sihemos'viSto en tal faenanue5fra Illisióri? Algunos amigos miósmé váii mostrando l1h ¡:íoéó de desdén porque mé encUerittllll óhséüro. •¿Ha de'iilf!Uff e.Sto en mi marcha Si tengo laplena'concienchi.dehaber s\do'SiemptepteciSo? Habrá de proérifarsé que nos entienda el mayor número posible de lectores; pero, ¿es por ventura fácil determinar dónde acaba pafafos españolés la pré~ cisión y comienza la obscuridad? . . . Apátte de e.Sto, hay todo un universo intelectual que np puede ni¡:íodní sernuii.ca popular: éste es el universo donde páceriseveramentélos rebaños cálldidosdéliiSverdades.· La verdad e.S;·esericialniéD.t~;ünpb'pl11ai,porque; rul gaséfo qué se qriiefa, la'verdiid es sutil y dificil, más aún/e.S'erifernia; yo IlÓ creo que nadie haya pagado nunca una certidumbrédentifka con1n'énós soldadiü¡ut su salud. y los ánühos populares suelen ser sano¿, fürnidcis; ro-
c:\.iras. Hásf~ üiíiúü1go mfo' tan' buencí Ytahillt~ligéiítécomo·Ranifro d'e Maeztu no ha dudado echarme en cara la falta de popularidad de mi5 esétltos! Buena 'parte de esto provendrá sm duda de mis menguadas dotes literarias'y p~Bbdistic~¡ pero ottá buena parte de mi obscuridad nace de que Ramiro .de · Maeztu y otros queridos lectores no se han preocupado nunca de problemas
... jupafál robo: Sialgriien: duda dé que así és, noÍlie negará CLUe,a !~ me11?~~ ~ la lujuria lo centrru. :. - La castidad es una diviIIa virtlld de la cual suelen burlarse los espmtus ¡geriérdscís.L~sfostumbres cristiánas,·ál'persevera~fuera de·sazón,h!ln.coní±ibuidó rid poco' aarrebatar su. encán:foya tergiversar su sentido: líil~o'_~lf tienipo eri que la abstenciónéornpfe~ de los Jllac;eres carnales era co_ncji~mn 1Iíece5ana¡:)aráelevarsé a la \1niéafortria de espiritualidad entonfes ~onoc1~.a: espirittíalidadréligiosa; el 'miSti~ismo; El Dios de laEdad Media er~ un, p1~s segúrila eX¡Jre.Sfón de Goethe; éIIlpujaba el mundo desdefuera, ul)a.~ 'Vfüidad 'elcttáníuridana: Pará·sumirse en: sil ardiente seno, era menester.salir ede' ehtte todá Ia escoria terrenru. De aquí el ascetismo nazareno de aquella edad, 1\á'trtal!puesta en lb lejano, nos parece un arco tenso de ballesta presto a dis'parar la flecha treman:te del hombre hacia el corazón de la divinidad. No co,noció aquella hora para resolver la tragedia de la vida sino un terrible dilema: ·ó materia o dios. Les faltó el término medio: humanidad. Y como les faltó, ,hubieron de 'lifanarse en ir trasvasando el mundo en el cielo merced a las iglesias, cuyas toirres -decía Lichtenberg-. son embudos invertidos. · ·· _ .. :· • Para la Edad Media, el pecado representativo es la concupiscencia: el dia1blo es más bien la diablesa Venus. La mmoralidad es la lujuria. La virtud cen'tral de aquella ética es la castidad. A esta moral llamo viSigótica. Y ésta es la ·moral del señor fiscal del Supremo. . El Renacimiento, más bien que la renovación del arte clásico, es la re. ' ~rre~ción de la ciencia. ~' • La ciencia, había dicho Platón, es una cosa mtermedia entre el saber todo 'y'elno saber nada. El anüllal, la materia, no saben nada; por eso no tienen cien~¿ia.Dios lo sabe todo: tampoco la necesita. La ciencia es la producción conti1_iuia; p~ogresiva, de sabiduria. Si, pues, existe cie~cia, habrá algún ~er ~ue la ·lleve dentro de sí, que la ejercite, y este ser, no pudiendo llamarse Dms m ma-
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teria, se llamará lim;nbre. Vé¡ise cp¡:r¡9 .eth.echo de renovarse, lf! ciencia rompjp e,l dile¡:r¡¡i c¡:uel d(!l¡i Ed¡id, fyl:etµ8::¡a,hpra, e,r¡.tre la i:nfltp:ja ypi9.s,haxla hµ, ~ajclad¡.er¡. lf! cu,al se,,1iinde:¡iaqu!;llos,extre,m9sblf!pcla¡:r¡~nte,7,Ep ~f li9in~il!: la materia se justifica, se diviniza. ' . , .. ,•. :; i:: 1 ,, , , ' '''. El,h9wlirt;' yuelv,e,¡i sennet¡;o }'}101,"D?rfj de,las cos~.;Y,ergreJ¡is, ~qs¡is están las virtudes. ¿Convendrá a la EdadMqciemala castidacicomo prill)era de l¡is.yirtudes?. ¿Se,.r:íl\llµjupa eJprillJ.~r9 delos p,ec:ácios cqll1o a!lt~?, ·, ¡ .. · . :i:i!!!Ill1S yis\O qµelo que ha he¡:ho al fimnbre ).io,mlire e,s la ci~i;i¡:i:¡i; l¡i pP,; I11er¡i•yir~d r¡.iqciema se~á, pues, l\l s:¡ibidµria, ~l.ejerc:~cio dicl¡i c:\ei:.~ai31. : '.! .....· . Ep. ,e,st(! ;!¡;n¡i.)lp, 51~1Jier¡i ,ref,o~ar§¡:la no¡:ióp yiiJga.rAf! rnpr¡¡l p¡i);>J,is¡¡,,EJ eje,r;si¡:iq. de ,la.s~.a.licl¡id Pf!~tf!ne¡:e¡i µn,prder¡.,~!';9N1clllri.P clf!IJ.f'\"9, de l¡i é):i,<;¡i !IJ.º.clf!J,Tli1, 1'Jo, es lf!pµreza e~pf'.Í:II)f!~ .d!!per,ciel liPI11P.ff,• ,sjr¡.p ,la sabidl1rífl; J?;Ó, es la lujuria el gran pecado, sino la ignorancia. ·· . . , . · , ,.. 1. ,, • r . , .. :Prosiguiendo f!l áure9hi,lq clf!:la,:pqgp.¡:a. platóni¡:a, ~egú:p)\IC:l!ªl~l Es:· tado y el individuo son1la n¡is¡:r¡a c;9~:¡i, sqlp qµe er¡.¡iqµé~ ?f! qa.lla, e,sc:nro C:ºIJ. grui;s¡is, letr¡is lo que en. el c9p1zón il.i;,~t~ sqr¡. m¡;~wcios sign9s,,aplisare¡:r¡os 19 \IIJ.\e,P:pr .de,e,ste modo: .eJ f~tado tii;p~l1P. df!1JerptiIIJaJio, l.a ci¡Jrµra:,µI} c:rí-: IIJ.!iIJ.PríJllªrip,J¡i ignoraJ.lcill cif'.susliliiowJ?ro.s:l/µ,E,stadp qµi; f!IJ.\iicnde P9X ¡:r¡9~al pública l¡¡, CCJIJ.?\!!Yl\ciqn de)a P]IFFª se,xual entre s11s individuos, un Estado visigótico; si, ~nsivm :el~ ~tp, IJ.9 ,w~~{¡~~~ ~)fc;jffim~n~~. C:9Ffl9 5),1 eje,[~ cic;ip primordial, el fo¡:r¡ento cj.~l¡i ~¡¡bjdµri¡i p¡ipli,c¡¡, ser¡í un Estadp im,],lqml·
p¡ilabr,a?: ~ixi s~~.\\]l~t~P,~9mo ft)e ~d~c~da )a g~n'e~ac;~ón' d~ ¡~ ~~fllsi¡.lieron lq~ql1~.hqx go,bi¡;¡:n.:\n.~n estt; caqs desdicl?i!ClCJ,ql1i;,5'~ llí1!11¡¡,pc¡Jític~ .C!lta!al1a; s,eles9!1f!J.15.eJ1aqc¡_elP.r9logq,de~a,qlimA!CI~!1Y,;; n11c;la;n¡t\ÍS!~:; , ,, , . ,•,•, .Pero !19 ha, ocµgidp .esto, fi!l C::~ffillJi).f! .)iJli.CllIJ1.17ª.t\!.-, Tocllj l¡i generación .esp~ñol¡¡ que,all9i\1Jleglij ¡¡,l~~ preOClJPl!Sipne,s}n,\el,e<;~\lle§ )Ja~ido educada, mal educ~da, p9r HipóJito J,"ajr¡.e.;J.,9s esP.íritus,grqs,e,ros, qJl.e ,n9,aflw.iteI1Pf'\"ªs j,nfluenc;i¡is ea.Ja, m¡ircli!l irJ.qu,ie,ta. ,del~ r¡.¡ici9µes qµe.l\lll Ori1,mci¡is .del Deus ex 1niz.~jiiitf!. i¡cc¡Ji,óp;i,ic9, sgán,lop¡l}IJÍ~Ó~,~.n,,i;i.~.Iaffi¡,11~~~~;Ja~orrp~cla'gógi~a, ejercida ,r¡ip. eJ{clu,siyafile1,1t.e, pqr aqm;l ,s9.r\qrq ,~í[ii:u, yq,l¡¡ (l¡;p\qro .s9b~e IJ1\lll;erfl, y nq ql1iefº qúep~¡;Ja oc\lsiqnJ.:is!7itr¡.~e 1iirl incitar a misf!a:rlgos a una reviSión desusmás l\ondos e,stratos aríimicos, 1 .• •. • pfrecela. ocasión ~lnuevo llbro,d~i\Ul.ard,pro(~o~ de, la.Universidad de París. Es. és.te uil libro. ciel quebasta,Ieer cir¡.c;µ~nt¡i p~g~nas; cas\ estoy por flecir q¡:¡e es nn libro que no.hay para qué leer, aunql1e .es. neces!lrio q11e esté ill)pres9· .(\n,l\lrd l\a iqo .~esW?-.n,do página, a página J9¡;Jqn;t9~ ·cl~ los. 01igenes de laFra11;dá contemporánea, y ha ido demostrando no sólo Ia innu,mel'abill-
ª~d.d(! ~,u~e~9~e,s 7~~cÍ¡¡ bpra ~s.t~rjC:~ ~e.pa~e.c:ic;l.~~wplL~B ha d~, te~er-
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srnq. la µnpos1]:¡ilidad del ac1er~o, Qms1~ra.habh1r,más claro: Aulard demµestr!I l¡i,I11alí\f~Lci.~~@~~/i~;i~h% l)l!Jdie ~r~a·q~~m~yoya ¡nete~. en)a ¡:r¡9raq!!,int~rj9r ¡l.~ taIJ.F~cj~ !iwr¡i)i.t¡:r.aria;. elx¡¡fÍ\én;ÍiltimO delos espíritus es impo~il:Jl!!de dete¡:ur\m¡r;la intención deJ.individuoalrealizarun acto es Íil~i]:¡le,p~4~ la p~;.m~ctjv~~t~ffi;i.~~.µ.q ;¡¡µ;~, ef~c:t~ bl]er¡;o Y.i;J ~ct9, rn!\lo tjer¡.er¡. cqn,fines tru;i,c¡imbi¡¡r¡.t¡;s y re~~v9s cpr¡.iq .el sitl,oxy ~ fi;í9 que ca<Íll hq1Il; b~e,si~n~!!; Si qµ!'!r~j:Íl.~sI~f!'!:rirno¡; l\ !\lgoprl!_<;i,59, cqnc:reto., c¡¡p¡ii; .di!, Sf!rfija¡ ciq,t~nera.os¡f!n.negoc1qs df! caloryJrío que bus~ar 3unafignra obj(!tiy~ i::n qµe, lairúir¡.ita comP.lejidadcif! 1\1!!,Se@l\<;igr¡.e,o:; ,calóricas irrdiv:iduales. s.i; sqlidjfiqui; c,o¡no l!n mar helados se. toTI,1e ~1.lrCf!p¡i.ble clf! m!!~)lr\I. E5to yeajl;nos a hace' 169
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con el termómetro', y él ha de decinios si hace 'di1or b frío, «digan lo que quie' '' ,,,,,,- '',.\'" ' - '': ran los individui}¿;, ¡ ', De Taine se han. compuesto 'mil leyendas hagiográficas: cada uno de sus discípulos nos ha contado lo que siente su alma al contacto del gran viento oratorio del maestro. Y casi todos han sentido calor. Se nos ha hablado re. petidamente de la austeridad depensamiento en que este hombre ha vivido; de su laboriosidad ejemplar, de su amor lírico a la verdad. Todo esto está muy bien y es apto para que nos lo expresen en.formas bellamente literarias. Pero debe interesamos más el termómetro que las personas. Un buen régimen higiénico para los españoles fuera moverlos a preocuparse y divertirse más con las cosas que con los hombres. Es preciso que volvamos a preferir una integral o liri silogismo a un héroe. ,. '' Yatoritece'qúela'mb~adamteriot'déTáiriepudo ser todó'lbliliipiay eucaiistica qué pla.Zca iÍÍJ.agiriar, púo déllibréí de' Aulardrestiltii C¡úe si sé' sim-; boliiá' en mil el num~to deidothrii'enfos sobre lasépoéas qt1é ~tüdia ofred~ dos a su buená-fe; Tainé' nci há' léídomá~ i:¡ueurto; y'éSé, tara vez hastii' eHin; Éste es el tel"í:nór'rfotfo qu'é'riíide'fa moralidad cientifiéa:1.a Silllpleacciorl.cumplida pbt 1\üla'rd d~mira'tla'C:Olu'í:nriade esé'ferniórnetrb; borta el lil:lrodé' Tallie de'la: liSta'én' C¡uFe'stiininsC:rit~s los'libréís discretos y lioril"ad,os. •. ·, : ' --_ ._·• 'Váiiasveé~;:1eyerid6'éítfasobfas de ei;té mismo autor; inás próXimas a la filosofía, habla'erifréVllitb'coii. ±éspétüosb horror' análoga falti de preci~ióri! Léa!ie Si rid el' i::'apítUlo1
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pre ardiente le inspira trozos,brillantes, admirables, que no son sino antítesis, sorpresas, cólore's, en suma,;, pirotecnia literaria. La verdad histórica se ve sacrificada en c~dainstante a las necesidades del arte»;••· _ ..... . «Es también un hecho que a Tainele falta paciencia, no le es•posibleleer un documento.hasta el final con tranquilidad, pasivamente. En tanto lee, reaccioc -narcohtra su lectura; lueg9 deja1ddeeryse figura lo demás con uh apresuramientoJébril.pm· escribir,:por, cr:ear» i " ' i i ;e; • i ' 'fe :' ' i
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-•" ' :Aulard,ha restringido.su afán a c:o'mprobar!a,m:consistencia de la erudic:iónhistórica enTaineLel,libro ne.cesitailnálabor paralela eri que se í:nuestrelá inconsistencia.de su ,educación filosófica .. Cuando esto se haya cum.plido; qu~dará urui.imágen jpsta df! lo que en verdad fue Taine::un gran ingenio y un fuerte terµpel'aí:nehto:rétóriqo; Entoné:es:se,Iepodrá admirár¡ sin, 'que la admiración sea perniciosa. ,r Nada rriás melancólico, que ciíra toda hóraunidos estos dos nombres: 'Tainey:Renan: Paracolmo;de:melancolfa,noséqué eufónica predilección ha: puesto tal orden: en.esa párejatarrdisparej'ac:]'Uétzschesolfa salir de.quicio cuando:escuchabl\ a Iosihgenuos !'\lern'anes hablar dé Gbethe y Schiller. Como en este caso conviene.~orregida:Cbsí:umbre y mejor¡q- el.juitio vulgar. ' ,, •: ·· En eLcal)ce del siglo XX.vaJ'ünchiéndose:'másiymás el claro nombre de Renan, Su obra ha.TeSistido. todas;las:censuras, siendo así que trata de problemás a qué ha ~edicadb la últií:na época un colmo de atención y de trabajo'. ¿Es esto decfr quého hayá que rectificar, en laHisto1ia iiel•pueblo iiéisrael y en la de los.01ige11es iiel c1istia11is1110? Ni mucho rµenos; f\richos.miembros de ambos edificios se han venido abajo: nuevas investigacibries.hanhecho.pasa~ la aguda reja del arado crítico sobre los escombros.:Ambas.obras históricas de Renan. son: dos. ruinas:,Pero han caídb•noblemente; conio.caenlos edificios clásicos a -pesar·deserlo y b:oy son ruinas animadas, dónde.podemos iryvamos en peregrinación espiritual, seguros de tr~er al n;tomo algunos efluvios fecundosde,perenµesábiduría.,, ;;;, , . , ,,,.' , - . . , ,Taine es hoy el ultimo baluarte teórico de los conservadores•porque fue enemigo de la «Razón>> y habló de no sé qué realidad distinta de la racional, a cuyo amparo puedenilevai;;al taba sus 'manejos los instintos reaccionarios. Renan, en cambio,·sigue siéndo contraseña revolucionaria y progresiva. Sus opiniones acerca del 89 pudieron vacilar y moverse ondulando a lo largo de su vida, vida movible y sugestiva de felfno intelectual; pero, a la postre, venció la rectitud de su cerebro sobre los ascos de su corazón, que se había inquietado un poco en medio de la gresca de la Comuna. Mas no contento con
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, EL GABl~ISMO, TEORÍA CONSERVADORA·
esto ha·sabido infiltrarse; corn'o un:humor secular yprudente·de so la tierra, e~ las almas de los clérigos francesesc ·Hácé poco tiempo;• leyendo·el libro de dom Leclercq sobre la España cri¡;tiana; niefomó una grarurisaalsorprender uri'párrafocfoRenan:intercaládo;'sin advertencfa, entre lcis otros mánsos del buen -frfil}e~--.
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·.. •,ffambiénfueRenán literato y acaso dañó',uri p 0 co' la literatura a laintec gridad de su.conciencia _científica. ¡Pero tanpoco!,Corrtodoycciire1lo;•Rerian -aunque figura de segundo orden en la gran perspectiva dela historia de la cultura-.-supo injertar su ingenio erilbsprofundos bosques sagrados, virgenes, hoscos, dificiles, que son vivero de humanidad, Renan, si no llegó jamás a inventarunaidea é'-'--no' es la iúvención SU éaracterísticaé'-'--, llego hasta el fondo del aprendizaje ene! estiidio:de.lbsgrande5f¡:irodtiéfores; Nofueun•filó· sofo:origillal; pero se abrevó severamente en los problerrias
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Somos: ?' . !el máxiinodela vanidad española. ·Frente á las virtudes modestas de otras naciones queremosjustificarimestrosiviciós dándoles tannóble origen, que pareicanmejorés qué virtudes; Es el individualismo; la más gallaidayelegante vi:ttucli p'ot eso la hemos degidci y embozándoI1os en ella;.como eri,unacapa, intentamos truhanescamente celár couláfarrogancialas lacerías interiores!:. :•"' . Sihilbiéramos tenido la solicitud'.delabrar. nuestra propia' historia, sabríamos hoya.qué atenemos; Pero nó,hemos guardadó lapiedadha~fanues trosmuertos y hoy: se vengan :: : i oh; losmuertcis sori seguros vengadores!-· .. ' quebrando los eslabones de nuestra menioria histórica¡la couciencja deJiues, trácontiimidad'secular.:Yhoysomos hospicianos qµe no sabemos de fijo1c:júiénes somos.r [:·í,-,; .. ._,.,. f ,--,;-, -r·· ,.i Lo poco de historia que hemos hecho más bieh niega•nuestro pretendido individualismo. €ierto que indica el gran desvío de nuestra raza por las acciones lent¡¡s colectivas. Pero ¿basta esto para que nos otorguemos ellocir de individualistas? Yo creo quede esos datos'históricos'sólo puede, estrictamente, de~ ducirse que no somos colectivistás~ qcieno amamos la autoridad única, la volonté 'générale deque,hablóRousseau.•Mas de esto al individualismo hayun gran tre" cho. Individualismo 'e5 pasión'porla peculiaridad; és héroiéo·cultivo de nuestra fisonomía personalísima, de nuestros rasgos genuinos, de nuestra acción Se" ñera.Ysobre tódo ello; ésuna raza individualista•cuandciericierra en sí gran riqueza•demotivos;-de temas-individuales, de nominasingulmia; ¡Pobre'raza la nuestra; la i;náspobie en hombres geniales! !¡Raza triste;'razaaburrida que'de·trés siglos'acá no pare'sino hombres de 'm\micióril ¿Podrá llegar nuestra groseriá has~ ta\Uamarindividualista al virote, al jáque? MientráS como ahora, hablemos de negocios humanos no tenemos para quémembr'árnos de los antropoides;•. •1 Tampoco es individualista uri pueblb donde sierrrpn~ esti.tvo demoda pen~ sar como los demás, un pueblo sin heterodoxcis. En tanto, pues; construir'cios 1
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con la.historiá las bases demie5tra cc:mcíericia étnica;· cabra.afumar que no somos individualistas y que si lo repetimos tenazmente es, precisamente, porque no lo somos y quisiéramos serlo; o al menos parecerlo. Muchas veces las confesiones de los hombres expresan más bien lo que hambrea su deseo que lo poseído y lo gozado. Y conviene interpretarlo así para no engañarse. No hemos sido amigos de la comunidad; no somos individualistas. ¿Qué somos1 Partiendo de analogías en las instituciones indígenas, Oliveira Martins ha propuesto la hipótesis de nuestro origen africano. La vida municipal es idéntica, según tan sabio autor, a la organización de la cabila. Yo ignoro si esto será cierto, pero en esta idea del cabilismo encuentro el término medio entre el espíritu colectivista y el individualista. El cabilismo, aparte de sus productos jurídicos, es ,como carácter de un pueblo lo que de otra manera llamamos .banderismo: En ul1a raza banderista no ciuidárá• cadahor±lbie celosamente de henchir su individualidád, de·afirmarfa frente alas demá~: tampoco amáiá las instituéioi:J.es, lósfatereses; las preocupaciones generales. Formará un báhdo en tomo·a'únjefe¡ cúyosintereses.defenderá a condición de que coincidan col1 los propfos:Lasuperioridad física o moral del jefe e;; elcentroenergéticóquecoagulaeLbandm.;l ·· ·· _, •r ;_ ... •Nobre de <1pe11dao e ca!deird» 'é dqitele--"c. . .·. _•1•» · ,,¡ Aquí tiene_ el señor lector proclamado el cabilisnio.político. Los.con" servadorés se obstinan en aparecer como úw¡:iintoresco tropel berberisco. N_o hay libertad conservadora; hay sólo niaurismo; No haylibertad progresiva; hay sólo moretismo.Os.nomes dos F1.1e11salidd'e Cieiif1.1e11tes/dos·Sousas, dos'E!e~ 1íaventes, dos Zttnigas; dos G1.1z111a11S, dos Hevias, dos Canión; dos Arg1Jelles,' dos Bema!dos;osiioos dos da famíliapo!itica cJesseCid qtte é o tipo ge11é1ico do_.<1co11~ dottiere>>. peni11SL1!ardaldddeMédiiL As'crónicas deSevi!ha,,deTo!edo, de Cádis, do No1te; do 51.1!, do Centro,,do 01ieiíte e do. Ocideiíte ddEspanhasiio testeimmhas
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dessa agitada vida d.e fao;;oes qiie; 1-eprodÍIZindo o que s1.1ccedia na pmte m1.19ilmana dela, dava lttgm; na parte cristii, a singtt!ares e extravagantes fenómeiws. .Así escribía inocentemente el gran Oliveira Martins. . · Tiene razónAzo1i11: hoy en España no hay partidos políticos, sino bandos, cuadrillas. No hay ideas políticas; aquí se.ha reído la gente cuando Costa confesó que, hábiendo empezado monárquico un artículo, la lógica le llevó a concluirlo republicano. Larga y doliente tradición tiene el odio y el desdén hacia las ideas en esta tierra de sol, de énfasis y de fatalismo. El señor Azo1i11 hace bien en dirigir sus energías literarias a fomentar los bajos instintos de inercia moral.en un público que no tiene otra cosa. Esa gentil labor, empero, requiere su corrección en toda república armoniosa. Es preciso que nos dediquemos a una labor_ exegética para cubrir conalgunasdiscreciones-1asindiscrecione5deAzofllli
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·EL SOBREHOMBRE
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actria~e~t~~~riiasia~~~eJ~~n~s,lemos
s¡endo dejado llevar desde'la·niñez a un comercio superfluoy tenaz con !ascosas derespíritu•encontrainos en el recuerdo de nue5tros dieciocho anos uria atmósfera caliginosa y como un sol africano que nos tóstó'1as:paredes de la morada inte~ rior. Fue aquella nuestra época de «nietzscheanos»; atravesábamos a la sazón, Joéúndamentd:argados co;n los'odrecillos olorosos de nuestra juventud, la zona tórrida de.Nietzsche. Luego hemos arribado a regiones de más suave y fecundo clima, donde nos hemos refrigerado el torrefacto espíritu con aguas de alguna perenne fontana clásica, y.sólo nos queda de aquella comarca ideal recorrida,:toda arena ardiente y viento de fuego, la remembranza de un calor insoportable e injustificado, Y; sin embargo, no debemos mostramos desagradecidos. Nietzsche nos fue necesario; si es que algo de necesario hay en nosotros, pobres criaturas contingentes y dentro de los aranceles de la historia universal probablemente baladíes. Nietzsche nos hizo orgullosos. Ha habido un instante en España -¡vergüenza da decirlo!- en que no hubo otra tabla donde salvarse del naufragio cultural, del torrente de' achabacanamiento que anega la nación un.día y otro,, que el Orgullo. Gracias a élpudieron algunos mozos inmunizarse frente a la omnímoda epidemia que saturaba el airé nacionaL Vous etes appelés el recommencer l'histoire/, clamaba Barrere a los hombres de la Asamblea Legislativa, y esto, que es por sí mismo una ridiculez, parece en ocasiones necesario si ha de salvarse.algo del maltraído equipaje de la cultura. Fue forzoso a aquellos españoles jóvenes creer que España•nacía con ellos, que habían venido sobre la tierra por generación espontánea, sin colaboración de losantepasados, y, en consecuencia, sin la morbosa herencia de lo antes pasado. Movioles el orgullo a buscar una norma propia para sus propias energías, a cavarse en el árido terruño un estuario por el que fluir libremente y sin contagio repudiando las normas tradicionales y los cauces viciados.
cie de moral humana,junto a la cual, antes de la cual y déspués de1a cual son o deben ser posibles muchas otras, y; desde luego, superiores, morales>>. · El siglo XJXL,.dice.SimÍnel~ ha.creado unanocióncuantitativa, extenL siva dela.«hunianidad»: segúll ella\ lo social;;lb.cqmtinal; ésio humano' El individuo ria existe realmente:. e5 eLpunto imaginario; donde se cruzanlos•htlos. socfales; Lós cuerpos•se•componen:deátomos','perp los átóinos•son.ele;. mentas hipótéticos,Jicticios:: enlawalidadsólo,háy.citierpos¡ es decfr; com" puestos; lo siinple es sólo,unpensaniiento:.Sólo es.reallasociedad; el.individuo es unfaI1tasi;na;como el'átdmo_•Por'consiguiente; lo,individual noesloqu~ tiene un valor absoluto, capaz de servir denormaf sirio lo general; fo común a todos)osliombres:,El pí:odúctb político de 'esta nddónde liuinanidad es el socialisi;no¡• c;ofuo lo'humano 'esl lo•comi+n, más vale los múchos queflos poL cos; más importante 'es'J:hejorareríloposiblela•suerte de una grai:J.masa'(¡ue cultivar, a fuerza de esclavitudes, unos,cuant6s ejemplares eJiquisitoSé A esta noción:exten5iva•dehumartidad•opoI1eNiétzsche lo siguiente: cierto que el individuo no es un algo aislado, pero de aqúf no se sigue'qúe haya,de serla muchedumbre.norma.de valores:! J[ ·. , • · ¡ Al través'de\ fa historia se ha ido creando uh capital de perfecciones,es" pirituales; ya5í coino•elsocialisma-··-·Nietzsc):ie,suele decinmiliilismo»-·-ial socializar el capital imposibilitará la existencia de riquezaiintensiva, así tamc biérl impedirá ;el henchimiento pí:ogresivtídt fa cultura; 'que ·ha sido yserii siempre obra' de únospocós,'de los mejores:•Larcultura' esfaverdadera hu• inanidad, es lo humai:J.orcbnla expansiónide las' virtudes nobles no se hacen mayores¡ más intensas esfasviriudes,Encafül época unos hombresprivilec giadós, como cimas de montes; logran dar ala humano un grado más de in-' tensidad: lo que· suceda a la muthedunibre carece.de interés. Lo iníportante esquela humanidád¡ la cultura,;aumente:suicapital en urlos pocos: que hoy se'dei:ralgui:J.os individuos más fuertes, mas bellos,' más sal)ios que los má'.s:sa-' bios¡másbellosymas'fuertesdé'ayer:· '" ,. •" • ·''. • · · '· Nótese bien una cosa: pará•Nietzscheno tienen.valor esos individuos•por ser individuos: Nietzsche no es individualista ni egoísta: No tbdofodividuo por ser un «yo»; url{1sujetb» i debe ser considerado como norma¡ sirio ¡¡que• Uos individuos cuyo ánimo! tuya «subjetividad» pueda ten,er:unlvalor obje" tivo•paraelevarun grado más¡;sobre fos;hasta 'aquí alcanzados¡ 'al.tipo. Honi.;. bre: El,conjunto\'pue5, devh'tudescultúrales~Iío digamos ahora cuáles son éstas· 'é!adavezmás perfect:is y potentes; lo qúeNfotzschellama humanic dad, 'oporiiéndo' al conceptoexten,sivoy cuan'titativ:o, que dan a ¡;stapalábra lós altruisJas; una·nodpn:éualitativa einten5a. ·.··" ' .. ··' ' ·' Para'Nietzséhevivir' es más vivit;:o:de otro modo, vida es el nombre que damos a.una serie de: éualidades progrestv'as; aH11stinfo ·de crecimiento,' de
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perduración, de capi\alizacÍón de'fuerzas",de poder. El principio de la vida, la voluntad de la vida es «Voluntad de poderío». Tanto de vida habrá en cada época cuanto más· libre sea la expansión de esas fuerzas afirmativas. De aquí que la moral de Zarathustra imponga como un deber fomentar la liberación de esas energfaS. En cada siglo ciémese ante fas miradas de los fuertes el ideal de una organizáción liuinana más libre y expansiva donde unos cuantos hombres podrán vivir más intensamente. Este ideal es el Sobrehombre. Como se ve, Nietzsche no predica el rompimiento de toda ley moral. «El hecho -nota Simmel- de que se haya tomado esta doctrina como un egoísmo frívolo, como la santificación de una epicúrea indisciplina, es uno de los errores ópticos más extraños en la historia de la moral». Zarathustra escupe mil desdenes e improperios contra los snobs .del libertinaje, a quienes falta ~l instinto parafos altos .firies de la humanidad. •«Yo; grita,i soyu11a ley paralo's míos; no para todos»; Y en otrci lado: «Nose deb¡;querer gozar». «El alma .disc 'tinguida se tierie respeto así misma». En fui: «El'hombre distinguido honra ensíiinismo al·poterite, al que tienepodersobre•síniismo;'aliquesabe: ha~ blar. y callar que ejercita placentero rigidezy dureza consigó:misino y siente veneración hacia todo lo.rígidoyduro».· ,.,,¡.,,,..
· El Imparcial, 13 de julio de 1908 )-.-
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d:ias cultás es tan' aguda qlle, al rozar; mejor,tosás muy remotas, aparenteménte de los negocios gubernamentales, se soliviantay estremece:· Algo de esto ocurre en Alemania, donde no sólo.el gniniebaño filisteo,sinb tarribiénínm:hos sabios' y artistas, miran alimpre~ sionismo pictórico como a urreneniigo de la.·patria; Muestra semejante fenÓ~ meno el vicio nacionalista de la intolerancia:. en este·- séntido merece·' como .. -- - - todo nacionalismo, exquisito desprecio. Mas, por otra parte, es síntoma de una "cultura todavía robusta, vivida e integral, de una visión del mundo compacta y tan elástica, que a la menor conmoción de uno de sus extremos se propaga por toda ella galvanizándola. Y efectivamente, no andan desorientados los filisteos cuando acusan al impresionismo de disolvente; de corruptor de las sustancias imperialistas que dan una cohesión antihistérica, violenta, al vario enjambre de pueblos germánicos. El Imperio alemán, como esas viviendas lacustres asentadas sobre el légamo enferniizo y movible, está construido sobre lo culturalmente falso. La labor educativa alemana es hoy-¡ no hablo de ayer!-. una fábrica de falsificaciones. Desde lÓs jardines de la infancia hasta los seniinarios de las Universidades hállase montada una gigantesca industria para falsificar hombres y,convertirlos en servidores.del Imperio. Hay una ciencia imperialista, una música nacionalista una literatura . . '. 'l celestina, una pintura idealizante y enervadora que operan sin descanso sobre la economía espiritualde los alemanes y han logrado embotar los rudos instintos de veracidad que ~aracterizan la acción histórica de aquella otra raza bárbara, es decir, nueva, y aún no cómplice, cuya rápida victoria fue una irrup. . .· ción de virtudes inéditas. Es tan grande la solidaridad que existe.entre los elementos de la cultura, que buscando la verdad de uno de ellos, se corre el peligro de hallar la de todos los demás. Por eso saben muy bien los conservadores alemanes que si se fomenta la pintura verista ~uya fórmula acaso. excesiva, incontinente ymiS-
tica es el iínpresionismo- no tardará mucho en descubrirse la vérdad moral'sobre las páginas de lcis librosy en votarse la verdad política en los comi. cios:Véase de·qué manera: este.inocente ejercichde pintar unas'IDanzanas o . unas patatas:según DiosJas trió4como hizo Cézanne treinta años seguidos un día tras otr~ puede. abrirla primera, .brecha en· la muralla de falsifi~ cationes, dentro de la cual se ha hecho fuerte el más fuertelrh¡:íerio actuaL: • , , , .Pero frente a estaAlemania de hoy está.la otra Alerriania,'la. de ayer; y de ~añaná,Ja de siempre.Yesta.Alemania no muere; si muriera;rfenecerían a la par las únicas posibilidades que quedan sobre Euro?ª de u~fofuto dignó de ser vivido. La tradición de Leibniz, Herder, Kant y Vrrchow sigue fluyendo so fa tierra'imperialiiada; violentada, y encuentra siempre manadero en hombres entusiasias que os serán señalados, si allá vais, como hombres peligrosos, enemigos de la Constitución. . En estos diás ha pasado por Madrid un alemán de este estilo: julius MeierGraefe, crítico de pintura,.impresionista exacerbado y; por tanto., ciudadano díscolo y. temible. En la briosa cruzada que comienza a levantarse en Alemania para defender la verdad artística lleva Meier-Graefe una pica de vanguar, dia; Yha sido tan osado, que hace cuatro o cinco años publicó un libro, El caso Boechlin, donde se maldecía descaradamente del pintor más famoso entre los que han favorecido la mentira iínperial. ¡Boecklin! ¡Nombre sagrado para las muchachas alemanas! Ante sus cuadros dulces, ingeniosos, pintados, más que con sus colores, con ideas generales, con blandos lugares comunes espumados del hervor romántico, las doncellitas bárbaras, de carnes tan blancas y tan quietas, de almas góticas y hacendosas, que llevan miel sobre las pestañas y una abeja en el corazón, se han conmovido suavemente y han soñado otro mundo más vago, más fácil, más lleno de casualidades que el verdadero, un mundo, en fin, donde reine perennemente el feudalismo. ¿Qué otro arte puede placer a estas criaturitas de nervios inexpertos y que no han pasado de un ero,tismo elemental? El imperialismo alemán usa de los cien metros cuadrados .de tela que haya podido pintar Boecklin, como de una pantalla que.inter.cepta la visión de la vida real, terriblemente precisa y sin equívocos, «de este valle de lágrimas-según decía Sancho-, de este mal mundo que tenemos, adonde apenas se halla cosa que esté sin mezcla de maldad, embuste y bellaquería», de este reino del hambre y del hartura, de la frivolidady la desesperación, que manto peor sea más tendrá que an-eglar, y más graves convulsiones serán forzosas para enmendarlo. Porque a la postre,lector, son los cuadros de Boecklin una enorme pantalla con que se intenta tapar el socialismo, No quería hoy hacer otra cosa, sino. enviar un saludo agradecido a MeierGraefe, que tan discretas cosas ha dicho sobre el impresionismo de nuestros viejos pintores. Tenemos en la confusión de nuestros Museos y en la labre-
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guez de:claustrosycapillas las" más hondas enseñanzas de veracidadestétka que acasb haya eirEuropa.Los grandes pintores del sigloJCTX' han venido a · aprendenrestas escuelas de.p.aturilidad,y.tomando a sus pa~a5 han abierto una nueva era en la pintura. Manet ~ha dicho Meier"Graefe.'-":enseña al home bte·aC:t:UaHérquehay en:Velázquez de perenrie.:Cézanne s~e como unaintroducciórial,Gieco: Es lástima que.no se haya intentado en España una Ex7 posición rétrospectivade la pintura extránjera ernel Siglo pasado. y esláStima " asiniismo; é¡ueminguria casa editorial emprenda una traducción de la «Evo~ lución del arte modemm>;'iobracapitalic\eMeier~Graéfe;.:e e: · ;: .; . : : : ,,, .-¡ : I J ;:
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no hay:palabr¡¡ que considere más re~petable y¡fetundaque ésta, ni la hay, en miopin¡_ón, ,más,acertada para formular el problema· español. Si alguna duda cupiera de que así.es; bastaría para obligamos a meditar sobre ella haberlapuestolerisu,ens,eña:dorij oaqum Costa, el celtíbero. cuya almaalcanza : _:;,, más vibraciones por segundo!:.); La necesidad de:europeización'me1parecic. una verdad adquirida",,ysólo un defecto hallo.en los :programas de ~urbpeísmo haSta áhora predicados,_un · olvido, prbbaqlerhente irtv:oluntario; impuésto tal vez.parla faltade.precisiót¡. y de método; úriica herencia que nos han:dejado núestrcismayores. ¿Cómo es posible sino que en un programa de europeización se olvide definir Europa? ¿Es que, por ventura, no cab~.vacilación.tespecto ala que es Europa? ¿No es esta :Vacilación secular, ,este no saber un sigloyO:tro qué cosa sea exactamente Europa,-ló que ha manteriido a.España en pérenne,decadenciay ha anu" lado tantos esfuerzos homados, aunque rriiopes? ¿No corriienzá en el siglo XVII España a:maldecir de España; á_ volVed!f,niirada éri·busca de lo eX:traño, a proclamar la imitación.c1e-Italia,' de Fraricia;;deinglaterra?, ¿No ha ido pasando durantdaúltima c"iituria; poco a poco; _todá o casi todala legislación extranjera ponlaGqceta castizaI _ Reconozco que una defin~ción 'es sieri¡.pre uriá,pedantéria¡1pero,es menester, una vez agotadas:ppr nuestra raza todaslas demás petulancias, ensac yar esta,nueya de-las definiciones; Perdefei:nos con ella la elegancia nativay.el desgaire de buen tono; pero gánarembs, probablemente,-todo lo ¡:lemás,. «¿Qué necesidad hay de explic¡¡r lo que entendemos parla palabráhombre? -,--Se prec guntaba PáscaL ¿No se sabe suficientemente cuálés la cosa que queremos de" signar.por este tétmino? »Los_i:nísticos y:los mixtificadores hari teriido siem"
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pre horrbr hacia las definícróílt'!sporquéuna definidóh fotraducida en un libro místico produce el mismo efecto que el canto del gallo en un aquela_ rre: todo se desvanece; - . - •¿Es cosa tan clara lo que entendemos por hombre? Bien sabe ellector que las disputas sobre lo que es el.hombre han sido el motor de todas las grandes guerras y revoluciones; bien sabe que no nos· hemós puesto de acuerdo.Según el Antonio de Le maiiage de Figdro, beber'sin sed y hacer el amor en todo tiempo es lo único que distingue al hombre de los animales. Según Leibrtiz; es el hombre;-más bien,'un petit Die¡¡, Entre una y otra fórmula cabe un sinnúmero de ellas.cEntiempode,Yarrónse contaban ya doscientas ochenta1opiniones acerca del Bien: e5to supone otras tantas acerca del hombre, que es el sujeto de la bondad. Lo propio acontece con Europa. Para unos Europa es el ferrocarril y la buena policía; para otros es la parte del mundo donde hay mejores hote,les; para aquéllos el Estado que-goza dé emph~ados1tnás leales y eXpettos; para otros elconjunto•de !pueblos-que eicportan-tnás e .importán:menos: Todl!s estas imágenes de Europa coinciden e¡i:hn•error.deperspeqtiva;· toe mán lo que se•ve 'en un viajerápido;•lq que salia alas ojosy,·sobretodb;Ta apariencia 'externa
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]a-Verdad de la lúz np son los colores que vemos,;sino la vibración sutil del éter, la cual no-vemos:• '" En el siglo.XVIIIno había ferrocarriles, y; sin embargo, era Europa tan Europa 'cómo .hoypuedaserló!Entiempos de Platón estaba Europadtcuns~ cri ta al lindo rincón de fa tierra helénica, pero si breve en 'extensión, alcanzó entonces!o'.europeo qúilates de energía nuncá después supeiados;·Si-arpe" sar dé;ello hubiera ¡:aminado hasta China Platón o algunó áfihado.ensues~ cuelai·habría•hallado allí una serie de comodidades descbnocidas·paralos ·ele'gantes;de Atenasi Europaipriesj no es la civilización, •no es· eHeirocarril ye! polida; no•es la industria y el comercio.; En-Atenas apenas sihabia ot:Tmcosa que alfareros,_alpaso que Fenida ensayaba conun gestó.incipiente, las cam'p'añás financieras de Cecil Rhodesy,]os VanderbildtrLo que habfa: en Atenas de caracteiístico\ de único; era Sócrates, que andaba moscardeando ala5 geri'tes-porlas calles,-mal ceñido, hecho -·' '.r.:. ·:;·:~··'
mordaz yprofündo, severo y reidor, >panza al trote y a5cético; con aquella'grah barrigirinquieta dé que-hablaLudano-en. elFilopseitdes; Peio en c;adahoinbre hay;' como decia• Móhtaigne; un ser, í:naravillosamerite vario y óhdulante; Lo individual inasible; no puede ser·c'onocido.- Podremos presentirlo, supo" nedo¡•adivinarló;peronunca conocerlo ·estrictamente; Larecónsirilcción de un carácter personal no 'sufrirá jamás garantías de exactitud:•por- eso una biografía es siempie;alcabo, una labor estética· en que el acierto permanece eternamente dudoso!- · p 1. • ·La histpria universal no' puede consistir en un centón de biografías¡ en umigaleríaiconcigráficade'hombte5 ilustte.5; I¡e aqui que si hacembs nacer la realidad europea de Sócrates; ;tengamos que descubrir trasfa:torn~sol¡\da y htüdera fisionomía-del hombre Sócrates álgo menos entretenido, pero más preciso;. más' exacto: la cosa,r el objeta Sócirat'es' Por-higiene espiritual debiéc ramos los espánoles relegar alúlt:imórplano de nuestras preocupadone.5 cuahtoátañe alostndividuos,falas.personalidades; salvémonos•enlas.ccisas,so" metámonos durahteun siglo; cuando'menos,
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