V Congreso Internacional de Actividades Físicas Cooperativas. Oleiros (Coruña): 30 de junio al 3 de julio de 2006. Pedro Romero Jiménez, A. Javier Mariscal Jiménez y José Manuel Rodríguez Gimeno (Coord.): “Nuevos desafíos físicos cooperativos”.
NUEVOS DESAFÍOS FÍSICOS COOPERATIVOS: ACTIVIDADES COOPERATIVAS PARA LA EDUCACIÓN EN LA TOLERANCIA Y LA SOLIDARIDAD Pedro Romero Jiménez. I. E. S. Dr. Fernández Santana, Los Santos de Maimona A. Javier Mariscal Jiménez. C.P. Santo Cristo del Arco Toral (Badajoz) José Manuel Rodríguez Gimeno (Coordinador). I.E.S. Eugenio Hermoso, Fregenal de la Sierra (Badajoz) RESUMEN: Podemos definir una Actividad Cooperativa como aquella en la que los alumnos tienen un objetivo común a todo el grupo, y para conseguirlo necesariamente deben ayudarse. Un Desafío Físico Cooperativo va más allá, y es una actividad física cooperativa, habitualmente de solución variable, que, desde el momento en que se presenta, supone una provocación, un reto orientado a la resolución grupal de un problema motriz. Este taller presenta una propuesta práctica de trabajo con desafíos físicos cooperativos orientada a promover entre nuestro alumnado la motivación, la integración, la ayuda, la atención, la reducción de conflictividad, la mejora del aprendizaje y la creatividad.
INTRODUCCIÓN ¿Qué es el aprendizaje cooperativo? Entendemos que “una Actividad Cooperativa es aquella en la que los alumnos tienen un objetivo común a todo el grupo y para conseguirlo necesariamente deben ayudarse (Rodríguez 2003)”. ¿Y qué son los Desafíos Físicos Cooperativos? Un Desafío Físico Cooperativo podemos definirlo como “una actividad física cooperativa (habitualmente de solución variable) que, desde el momento en que se presenta, supone una provocación, un reto. Es la resolución de un problema motriz que produce una motivación especial, derivada de la incertidumbre o de la dificultad organizativa y motriz de la actividad”. ¿Por qué trabajamos con Desafíos Físicos Cooperativos? Los Desafíos Físicos Cooperativos tienen todos los efectos positivos de las actividades cooperativas (Johnson y Johnson 1999). Son una de las muchas maneras que hay de estructurar estas actividades en la práctica, pero son
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especialmente atractivos dado que, producen en los alumnos una mayor MOTIVACIÓN. Los alumnos deben ayudarse constantemente y pedir ayuda desde el primer momento: el de búsqueda de estrategias para conseguir el objetivo, lo que redunda en una mejor INTEGRACIÓN. Todos los alumnos son imprescindibles para conseguir el objetivo y el grupo está volcado hacia ello, con lo que los alumnos con problemas de aprendizaje, con necesidades educativas especiales o, simplemente, menos dotados (aquellos que con otra estructura disponen solamente de una pequeña parte del tiempo del profesor), son claves para todos sus compañeros y de éstos van a recibir una gran ATENCIÓN Y AYUDA. Los alumnos que habitualmente muestran conductas disruptivas ven cómo son claves para el grupo, cómo pueden incluso sobresalir y recibir atención por sus acciones positivas, con lo que se produce una notable REDUCCIÓN DE LA CONFLICTIVIDAD. Todos los alumnos trabajan al máximo: tanto los menos dotados como los más capaces, que deberán pensar estrategias para enseñar y ayudar a sus compañeros (se produce, por tanto, una actividad metacognitiva), con lo que SE MEJORA EL RENDIMIENTO Y EL APRENDIZAJE. Mucho se ha hablado en los últimos años sobre las implicaciones y beneficios cognitivos de una estrategia de enseñanza y aprendizaje llamada “solución de problemas”. Hay que decir que el trabajo de desafíos se podría calificar como “SOLUCIÓN COOPERATIVA DE PROBLEMAS”. Por último, los alumnos se ven obligados a buscar estrategias para superar los desafíos, especialmente en los casos en que los desafíos incluyen la necesidad de buscar varias respuestas válidas. Los desafíos potencian la CREATIVIDAD Y EL PENSAMIENTO DIVERGENTE. Algunas claves organizativas para trabajar con desafíos. Es fundamental siempre que el número de alumnos sea el adecuado para cada desafío. De la misma manera el material, los recursos de que disponen, deben ser también exactos: facilitar en exceso o dificultar demasiado la actividad hacen que la motivación desaparezca. Desarrollar las habilidades sociales y comunicativas necesarias para interactuar de una manera positiva con los compañeros lleva un tiempo, por lo que es necesario que los alumnos se vayan acostumbrando progresivamente a esta nueva manera de educar: que sepan bien lo que se espera de ellos, y vayan mejorando su capacidad para trabajar en grupo, dando y pidiendo ayuda. En los desafíos que presentamos se suele trabajar con material pesado, cuyo desplazamiento o caída puede ser peligroso. Es conveniente que el alumnado
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tenga cierta experiencia previa en actividades cooperativas o, de lo contrario, presentar los desafíos de una manera progresiva, para evitar que por alguna distracción porgan en peligro a sus compañeros. La responsabilidad individual es un principio básico de cualquier actividad cooperativa y, especialmente, de los desafíos. Igualmente será importante recordarles las normas básicas de higiene postural para cargar pesos con la intención de reducir al máximo la carga sobre la espalda, especialmente en la región lumbar. Con alumnos de menos edad o experiencia es conveniente trabajar en primer lugar con desafíos más físicos (con menor componente cognitivo); trabajar en grupos reducidos y escoger desafíos con menos material con el que interactuar, para evitar las distracciones. De la misma manera, “vestir” el desafío con elementos mágicos o de aventura es especialmente útil para ambientar el desafío con alumnos de menor edad, aunque a los alumnos de bachillerato también les gusta oír hablar de “los tiburones, las pirañas y las tortugas carnívoras” que infestan el suelo del gimnasio cuando tienen que atravesarlo. ¿Qué podemos hacer cuando queremos proponer desafíos en grupos de ocho alumnos y la clase es de treinta? Podemos optar por organizar los desafíos de varias maneras, entre las que preferimos: 1.- En paralelo: Todos los grupos trabajan a la vez el mismo desafío. Es importante estar atento para evitar comparaciones/competiciones entre grupos (algo más habitual con alumnos “primerizos” y fomentar el inventar soluciones propias, antes que copiar las de otros grupos. 2.- Organización libre: Se preparan más desafíos que grupos. Los alumnos escogen un desafío y, cuando lo resuelven, o bien deciden renunciar, pasan a otro. En este caso es útil hacer fichas explicativas de cada desafío para que los alumnos las lean. ¿Y los docentes qué hacemos? Las actividades cooperativas transfieren el protagonismo al alumnado, y en los desafíos eso se ve de manera aún más acentuada. Son los alumnos los que deben pensar, comunicarse y organizarse para resolver el desafío. No obstante, constantemente es necesario observar lo que sucede en todo momento, por si es necesario prestar ayuda o reconducir la actividad. Si la solución es muy difícil de hallar, el profesor puede reorientar la búsqueda mediante observaciones o preguntas abiertas, para centrar la atención en el punto esencial que les limita, evitando así la frustración del grupo.
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Algunas propuestas de los alumnos pueden ser excesivamente peligrosas, por lo que deberemos ejercer un “derecho de veto”. También es posible que algunos alumnos acaparen el protagonismo mientras que otros se dejen llevar al papel de meros comparsas. En este caso será importante adoptar medidas para intentar repartir el protagonismo de los alumnos, como por ejemplo instar a los alumnos a que cada uno de ellos presente una propuesta de solución, que deberá ser probada por el grupo (el conocido “piensa, comparte, actúa”). El ser humano se expresa a través de la danza, ya que ésta lo permite. Así como nos expresamos a través de la palabra hablada, de los gestos, de las imágenes o de la música, el movimiento unido al cuerpo constituye una forma de expresión y cómo no, un lenguaje corporal. Por tanto, todo alumno que no sea capaz de expresarse verbalmente porque tenga dificultades, podrá beneficiarse de esta capacidad y así llegar a conocer un poco más el misterioso mundo de la comunicación no verbal. El dominio del esquema corporal, el desarrollo de la orientación espacial y la coordinación motriz, el ritmo y la integración grupal, son capacidades que la danza, como disciplina, integra en su contenido, debiendo ser desarrolladas en el alumno.
LOS DESAFÍOS Cabalgamos la mole Material: Un quitamiedos. Organización: Grupos de 12 alumnos. Descripción: Un alumno se sube sobre un quitamiedos que está tumbado en el suelo. Sus compañeros tendrán que darle la vuelta a la mole hasta acostarla del otro lado, sin que el alumno pueda tocar el suelo. Deberá mantenerse sobre la parte superior de la mole “cabalgándola” la mole mientras esta se va moviendo, cambiándose de lado. Todos los alumnos deben cabalgar por turnos la mole mientras ésta va dando vueltas. Variantes: - Dos alumnos pueden cabalgar la mole a la vez. - La mole también puede ser cabalgada con los ojos vendados. - La mole puede ser también cabalgada, volteándola a lo largo, sobre sus lados cortos. Observaciones: Para garantizar la seguridad del “jinete”, es bueno acordar de antemano que tiene que haber cuatro “guardaespaldas” que sólo se ocupan de vigilar al “jinete”, repartidos a los dos lados de la mole. ¿Cambiamos de resbaladiza? Material: Dos colchonetas. Organización: Dos grupos de 6-8 alumnos cada uno.
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Descripción: Los alumnos empiezan con la resbaladiza sobre sus cabezas. Una vez que la tienen convenientemente colocada los “porteadores” deben intercambiarse, pasando a sujetar la colchoneta del otro grupo. En esta fase, evidentemente no podrán utilizar los brazos. Variantes: - Para facilitar la actividad, los alumnos pueden empezar sujetando la resbaladiza con las espaldas. - En lugar de intercambiarse como “porteadores”, un grupo debe colocar su colchoneta sobre la del otro grupo, de modo que pueda sujetarse sin que nadie la toque. - Después de dejar la colchoneta sobre la del otro grupo, las colchonetas se vuelven a separar siguiendo cada una su camino. La vuelta del pedestal Material: Una colchoneta. Organización: Grupos de 6-8 alumnos. Descripción: Un alumno está encima de la colchoneta. Sus compañeros deben levantar la colchoneta en el aire y darle la vuelta. Ni el alumno ni la colchoneta pueden tocar el suelo. Variantes: - El alumno que se mantiene sobre la colchoneta no puede tocar ni ser sujetado por sus compañeros. - El alumno que está arriba debe tener los ojos vendados. Observaciones: El alumno debe estar siempre apoyado sobre la colchoneta, no puede ser sustentado únicamente por sus compañeros. Los bancos rompedores Material: Dos bancos suecos, un globo y cinco cuerdas de 3 metros. Organización: Grupos de 5 a 7 alumnos. Descripción: Los alumnos deberán romper un globo utilizando indispensablemente para ello los dos bancos suecos y respetando las siguientes reglas: - Los bancos suecos no podrán estar nunca en contacto con el suelo. - Ni los bancos ni el globo pueden ser tocados con las manos o con el cuerpo. - A la hora de romper el globo, éste no puede tocar el suelo. - El globo no puede ser atado con la cuerda Variantes: De dos a cuatro alumnos llevan los ojos tapados. ¡La mole se mueve! Material: Un quitamiedos. Organización: Grupos de seis a ocho alumnos.
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Descripción: Los alumnos deben cruzar el gimnasio en grupo con el material que el profesor les proporciona. En ningún momento pueden tocar el suelo y todo el material tiene que ser transportado hasta la línea de llegada. Los alumnos disponen de un quitamiedos. Variantes: - Para dificultar la actividad todos los alumnos deben estar tocando al menos a otro compañero. Observaciones: Es conveniente “adornar” la actividad explicando a los alumnos que el gimnasio está repleto de pirañas, tiburones, cocodrilos, tortugas carnívoras… que devorarán a los grupos que toquen el suelo. Posibles soluciones: Los alumnos se lanzan hacia delante para, con su inercia, hacer que el quitamiedos se deslice hacia delante. El grado de deslizamiento dependerá mucho de la coordinación, pero también de la adherencia del suelo, que puede llegar a imposibilitar esta actividad. Para evitar golpes, es recomendable que los alumnos sólo se puedan tirar de rodillas, y no de cabeza o con los pies por delante. La góndola Material: Picas de madera y bancos suecos. Organización: Gran grupo. Descripción: Los alumnos disponen de picas de madera y bancos suecos. Con este material deben construir una embarcación sólida y cruzar el gimnasio, sin que nadie toque el suelo en ningún momento: las pirañas asesinas están al acecho. Todo el material tiene que ser transportado hasta la línea de llegada. Variantes: - Se puede empezar a trabajar con 6-8 alumnos en un banco sueco, luego pasar a 12-16 con dos… - En el lago hay minas que deben esquivar. Observaciones: Es conveniente “adornar” la actividad explicando a los alumnos que el gimnasio está repleto de pirañas, tiburones, cocodrilos, tortugas carnívoras… que devorarán a los grupos que toquen el suelo en cualquier momento. Puede ser interesante limitar el número de picas de que disponen. Cuantas menos picas tengan, más precisos tendrán que ser para irlas poniendo delante en el momento adecuado. Posibles soluciones: Pueden hacer diferentes embarcaciones: colocar los bancos en línea, en paralelo… ¿Cómo saltamos? Material: Dos combas de unos 8 metros. Organización: Grupos de 6 alumnos. Descripción: Se les propone a los alumnos que, en grupos de seis, y con dos combas de 6 metros, dos de ellos tienen que saltar a la comba, dos de ellos dar a la comba sin saltar, y los dos restantes dar y saltar al mismo tiempo.
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Variantes: Los alumnos que dan y saltan, no pueden saltar la cuerda con la que están dando. Una comba no puede estar completamente contenida en la otra. Posibles soluciones: Los alumnos intercalan las cuerdas, o incluyen una cuerda dentro de la otra. La colchoneta también salta Material: Una comba de 10 metros y una colchoneta. Organización: Grupos de 6 a 10 alumnos. Descripción: Los alumnos tienen que dar un mínimo de cinco saltos consecutivos a la comba, pero la colchoneta también tiene que saltar con ellos. Todos los alumnos tienen que estar tocando la colchoneta mientras saltan. Variantes: - La colchoneta no se puede doblar. - Un alumno tiene que estar sujetando cada esquina de la colchoneta. Observaciones: Para facilitar la actividad, los alumnos suelen recurrir a doblar la colchoneta a lo ancho o, preferiblemente, a lo largo. Sacarle el chorizo al bocadillo Material: Tres colchonetas. Organización: Grupos de 6-8 alumnos. Descripción: Los alumnos se colocan sobre tres colchonetas apiladas una sobre otra. Deben sacar la colchoneta de en medio sin que nadie toque el suelo. Luego deben volverla a meter otra vez en su sitio, después de haberle dado la vuelta. Sólo una de las colchonetas puede tocar el suelo, y no se puede quitar la tapa de arriba. Variantes: - Los alumnos tienen cinco colchonetas y deben cambiar el orden de todas, salvo la de abajo. Observaciones: Sólo una colchoneta puede tocar el suelo. Los alumnos sólo pueden estar subidos sobre la base del bocadillo, o sobre otra colchoneta que esté colocada sobre ésta. El gran cruce Material: Dos quitamiedos. Organización: Dos grupos de seis a ocho alumnos. Descripción: Los alumnos deben cruzar el gimnasio en grupo con el material que el profesor les proporciona, como en la actividad “¡la mole se mueve!”. Los grupos empiezan cada uno en un extremo del gimnasio y, cuando se encuentran, deben cruzarse, pasando un quitamiedos por encima del otro. Para ello, los alumnos pueden moverse por los dos quitamiedos con libertad, pero en ningún momento pueden tocar el suelo.
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Variantes: - Si se añade la condición de que los quitamiedos no se pueden tocar entre sí, esta actividad es bastante exigente e incluso peligrosa, por lo que es recomendable para segundo ciclo de Secundaria y Bachillerato. Observaciones: Es conveniente “adornar” la actividad explicando a los alumnos que el gimnasio está repleto de pirañas, tiburones, cocodrilos, tortugas carnívoras… que devorarán a los grupos que toquen el suelo. Posibles soluciones: Habitualmente los alumnos deciden colocar el quitamiedos que no se va a mover a lo ancho, y los alumnos se colocan en los dos extremos que quedan libres, para poder pasar el otro quitamiedos a lo largo. Paseamos la mole Material: Quitamiedos. Organización: Grupos de 10 a 12 alumnos. Descripción:Los alumnos tienen que desplazar un quitamiedos colocado en posición vertical sobre uno de sus lados largos. Deben arrastrarlo en zig-zag, evitando conos o colchonetas (minas explosivas) dispersos por el espacio. Los alumnos no pueden utilizar las manos. Variantes: - El quitamiedos no puede ser arrastrado, es decir, lo tienen que voltear de modo que sólo toque el suelo con los cantos. En este caso sí pueden usar las manos. Observaciones:Hay que insistir en la importancia de estar atento y de avisar cuándo vamos a mover el quitamiedos, para evitar que éste pueda caerse. La mole salta Material: Un quitamiedos. Organización: Grupos de 6 a 12 alumnos. Descripción:Los alumnos han de conseguir que el quitamiedos supere un obstáculo, que es un banco sueco. En ningún momento pueden tocar la mole con los brazos, de modo que tendrán que elevar el quitamiedos, sujetarlo en el aire y desplazarlo sólo con sus cuerpos. El banco sueco no puede ser tocado por el quitamiedos ni por ninguna persona. Variantes: - En lugar de un quitamiedos los alumnos deben desplazar una colchoneta. Eso sí, debe ir en posición vertical. - El quitamiedos ha de estar en posición vertical todo el trayecto. Esta variante es bastante difícil, pues necesita bastante fuerza. - El quitamiedos está horizontal. Para ser transportado sólo podrá ser tocado por la punta de las picas. Se puede limitar el número de picas de que disponen. - El quitamiedos debe ir vertical. Además sólo puede ser tocado por dos alumnos, y tan sólo con las piernas. Para ayudarse, los alumnos disponen de dos cuerdas de 10 metros y cuatro picas con las que sujetar y empujar la mole, respectivamente.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CITADAS • •
Johnson, D.W., Johnson, R. y Houlubec, E.J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Barcelona: Paidós. Rodríguez Gimeno, J. M. (2003). Errores, miedos y problemas en la puesta en práctica de las actividades físicas cooperativas. En Actas del III congreso estatal y I iberoamericano de actividades físicas cooperativas. Valladolid: La peonza publicaciones. Para contactar con los autores:
[email protected]
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