Popper y Ku Kuh hn D os gig Dos gigan antes tes de la filo filoso sof•a f•a de la ci cienci encia a d e l si sigl glo o xx C. Ulis Ulises es M ou lines
Popper contra Kuhn Duelo de titanes: racionalismo crítico contra historicismo radical El Simposio de 1965 y sus coletazos posteriores Como hemos se•alado, en 1965 se organiz un Simposio dentro de cuyo marco haban de discutirse las ideas de Kuhn. En l, adems del propio Kuhn, participa ron Popper, algunos de sus discpulos y otros filsofos independientes!. Fue a pa rtir de entonce s cu ando el enfo" que kuhniano empez a divulgarse en el mbito de la filosofa de la ciencia, si bien la actitud de los popperianos fue radicalmente crtica hacia Kuhn, a lo cual este reaccion con una crtica no meno s radical de la m etodologa de Popper. Parte de es ta polmica se debe, sin duda, a ma lentendidos (sobre todo d e par te de los poppe rianos hacia Kuhn). Pero la raz de la polmica no estriba solamente en malentendidos, sino que proviene de divergencias mucho ms sustanciales. Numerosos co men taristas de la polm ica Popper-Kuhn han tr a" tado de identificar su origen en u na divergencia en el modo de ente n" der la tarea ms propia del filsofo de la ciencia: #debe ser esta una
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V o p p cr y K u h n
empresa fundamentalmente normativa o bien puramente descripti• va? Segn es ta inte rpretaci n de la polmica, Popper sera un filso• fo de la ciencia normativista. que considera que su tarea consiste en establecer cmo debe hacerse ciencia, en s ent ar criterios norm ativos para deslindar la buena ciencia de la mala, o pseudociencia. Por otro lado, Kuhn sera declarad ame nte descriptivista: no preten de estable• cer cmo hay que hacer ciencia, sino simplemente describir cmo se ha desarrollado de hecho la actividad cientfica en el curso de la historia. Sin duda hay algo de cierto en esta contraposicin entre un enfoque normativo (Popper) y uno descriptivo (Kuhn) de la filosofa de la ciencia. Sin embargo, no es esta divergencia lo verdaderamente m!s significativo en la oposicin entre ambos autores; en realidad, en los textos de Popper encontramos tambin muchas aseveraciones de car!cter m!s bien descriptivo (o interpretativo, si se quiere) acerca de lo que es la ciencia, as como en los escritos de Kuhn aparecen corolarios normativos acerca de cu!l es la mejor mane ra de em pren• der la actividad cientfica, corolarios que vendran sugeridos por "us descripciones histricas. En dos palabras, la divergencia radical entre Popper y Kuhn est! enraizada en una disparidad m!s profunda que la mera contraposicin entre un enfoque normativo y uno descripti• vo: se trata de una divergencia fundamental acerca de lo que es m!s caracterstico de la actividad genuin ame nte cientfica y de la natu ra• leza de las teoras cientficas. Para captar bien este punto, conviene prim ero recordar cmo perciben Kuhn y Popper, respectivame nte, la esencia de los dos pilares del enfoque kuhniano: la ciencia normal y las revoluciones cientficas. Para Kuhn, lo verdaderamente caracterstico de las ciencias bien consolidadas (a diferencia de la filosofa o de las llamadas protociencias, es decir, disciplinas an no bien establecidas) es el trabajo reali• zado dentro de la ciencia normal, es decir, la investigacin #cotidiana$
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m r.
realizada bajo la gu•a de un paradigma incuestionado, y que suele proseguirse du ra nte muchas dcadas o incluso siglos. En cambio, los cam bios de paradigm a, las revoluciones cient•ficas, son eventog at•pi cos, poco frecuentes, que ser•a mejor que no se repitiesen demasiado, y que si ocurren de vez en cuando, es porque los cient•ficos se hallan en una situacin desesperada, cuando todos los intentos de resol ver los problemas planteados han fracasado; una revolucin cient•fica es una ultima ratio, una pocin amarga de la que no hay que exagerar. En resumen, la buena ciencia es la ciencia normal, no la ciencia revo lucionaria. Nada m !s opuesto a lo que Popper considera como lo m !s genuino de la actividad cient•fica; para l, la verdadera ciencia es la ciencia r e volucionaria, la que se em pe"a una y otr a vez en echar abajo, median te la falsacion, una teor•a previamente establecida. Popper no niega que, en el curso del desarrollo de u na disciplina cient•fica, haya perio dos de lo que Kuhn llama ciencia normal. Incluso admite que Kuhn tiene el mr ito de haber se"alado la presencia de dicho fenmeno en la historia de las disciplinas (aunque, seg#n l. en la realidad histrica los periodos de ciencia norm al son m enos frecuentes y menos largos de lo que Kuhn sugiere). Y adm ite tam bin que es ta rea del filsofo de la ciencia analizar lo que caracteriza tales periodos. Pero su evalua cin de ellos es enteram ente negativa, pues se tra tar•a d e periodos en los que la ciencia se ha vuelto dogm!tica, algo que l, en tan to racio nalista cr!tico" necesa riame nte tiene que aborrecer. En su com entario a Kuhn escribe:
En mi opinin, el cient•fico normal, tal como Kuhn lo describe, es una persona a la que habr•a que compadecer. [...] Al cient•fico normal, tal como lo describe Kuhn, se le ha ense"ado mal. Se le ha ense"ado dentro de un esp•ritu dogm!tico: ha sido v•ctima de indoctrinacin.
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'Poppery Kuhn
Ha aprendido una tcnica que puede aplicarse sin preguntarse por qu puede aplicarse.
Y ms adelante va aun ms all en su evaluaci•n negativa de la ciencia normal: $Admito que esta clase de actitud existe, [pero] veo un peligro muy grande en ella y en la posibilidad de que llegue a ser norm al [...]: un peligro para la ciencia y a%n para nuestra civilizaci•n&. En resumen, para Popper. al contrario que para Kuhn, la ciencia nor mal no es bue na ciencia, sino radicalmente mala ciencia. Asumiendo una especie de visi•n $trotskista& del desarrollo de la ciencia. Popper aboga explcitamente por una revoluci!n perm anen te en la investiga ci•n cientfica, a lo cual objetar Kuhn, en su rplica posterior, que exigir una revoluci!n permanente en la ciencia es como perseguir la idea de un cuadrado redondo, o sea, una c ontradicci•n intrnseca. Popper tamb in est dispuesto a ad mitir que, cuando un cientfico emprende una investigaci•n sobre cierto campo novedoso de la expe riencia, nece sariamente tiene que hacerlo dentro de cierto marco co n- ) ceptual general, presuponiendo ciertas nociones bsicas y principios fundamentales, un paradigma, si se quiere hablar as. Pero este marco conceptual presupuesto el investigador lo puede cuestionar en cual quier momento, puede salirse de l para evaluar sus posibles mritos y demritos, y compararlo con el marco conceptual divergente que utiliza un colega. Seg%n Popper, Kuhn es vct ima d e lo que l llama el Mito de l Marco Qeneral, es decir, la creencia en la imposibilidad para un investigador de salirse por un momento del marco de conceptos y principios dentro del cual est trabajando, y compararlo con otro marco en competencia. Este Mito del Marco General conducira, a su vez, a un a visi•n irracionalista y relativista de la empresa cientfica: es irracionalista, por cuanto al ser supuestamente imposible examinar crticamente, m ediante argume ntos racionales, los mritos y defectos
Toppmr muirá 'Kuhn
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respectivos de dos marcos, el paso de un paradigma a otro solo puede provenir de una decisi• n irracional, una especie de conversi•n religio sa; y es relativista porque, al no haber criterios comunes para.evaluar los distintos marcos, cada cientfico puede seguir adhirindose a la verdad relativa de su marco, pase lo que pase, si as le place. Por supuesto, Kuhn reaccion• a estas acusaciones de irracionalis mo y relativismo en la rplica a sus crticos. Como ya hemos visto ms arriba, l niega que su con cepci•n conduzca al relativismo, o bien, en el peor de los casos, se trata de un relativismo inofensivo: en efecto, Kuhn acepta que existen criterios objetivos para evaluar dos paradigmas en competencia, au nque estos criterios no equivalgan a la mayor o menor verdad que conten ga cad a uno.4 Con respec to a la acusaci•n de irracio
nalismo, Kuhn es a!n ms tajante: no comp rende en abso luto que se le endilgue ese epteto a su interpretaci•n del desarrollo de la ciencia. Ni la ciencia normal ni las revoluciones cientficas, tal com o l describe esos procesos, pueden ser tac hadas de irracionalismo, y ello por la simple raz•n de que las ciencias en su conjunto (al menos las ciencias bien consolidadas), tanto en sus fases "normales# como en las "revolucio narias#, constituyen justa mente el modelo insuperable para lo que sig nifica toma r una a ctitud racional: en efecto, es perfectam ente racional investigar los fen•menos dentro de un p aradigma asumido previam en te que ha demostrado una y otra vez que conduce al xito; y tambin es perfectamente racional cambiar un paradigma viejo por uno nuevo cuando el viejo hace agua por todas partes. Para Kuhn, es ocioso que los fil•sofos se inventen u na noci•n abstrac ta de racionalidad y esperen
* No obstante, ya hemos expuesto en el capítulo precedente que los esfuerzos de Kuhn por librarse de la etiqueta «relativista* no son del todo convincentes. Su tesis de la inconmensurabilidad de paradigmas en competencia conduce ciertamente a una forma de relativismo no tan inofensiva como él pretende, al menos bajo la formulación que presenta el propio Kuhn de d icha tesis.
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luego que los cient•ficos se apeguen a ella; hay que proceder a la inversa: extraer u n con cepto viable de racionalidad del examen de la verdadera prctica de la investigacin cient•fica, la cual, a fin de cuentas, represen ta la empresa m s exitosa de la historia de la Humanidad. Por supuesto no es la primera vez en la historia de la filosof•a, y ni siquiera de la filosof•a de la ciencia, que estallan polmicas tan acalora das. Y parte de la acritud en el caso que nos ocupa es probablemente debida a la idiosincrasia personal de Popper, quien nunca toler desv•os de lo que consideraba ser el nico camino recto (el suyo, naturalmente). No obstante, aparte de estas facetas personales de la polmica, para ser justos, debemos tomar en cuenta que, en un nivel ms profundo, ms conceptual, hay razones de peso pa ra las divergencias radicales en tre Popper y Kuhn. Estas se retrotraen, en ltima instancia, a dos con cepciones muy diferentes de la naturaleza y la forma de funcionar de las unidades bsicas de la ciencia, es decir, las teor•as cient•ficas. Para Popper, como para los positivistas lgicos y tantos otros filsofos de la ciencia, una teor•a cient•fica es, estructuralm ente, algo muy sencillo: un conjunto de principios fundamentales, o axiomas, de los que se de ducen ciertas consecuencias lgicas que se contras tan posteriormente con la experiencia, y esa contra stacin, o sale bien, o sale mal, pero no hay nada intermedio entre esas dos posibilidades. Para Kuhn, en cam bio, las unidades bsicas de la ciencia re presentan un tipo de estruc tura conceptual mucho ms complicado, y que funciona tambin de manera mucho ms complicada. Ahora bien, lo cierto es que a Kuhn se le difi cult mucho precisar sus nuevas ideas de modo que fueran digeribles para la comu nidad de los filsofos de la ciencia. Ha habido al menos dos in tentos sistemticos para precisar y modificar adecuadam ente las ideas kuhnian as con el fin de hacerlas ms comprensibles y aceptables. Uno de ellos es el de Lakatos, el otro el del estructuralism o m etaterico. A ambos nos referiremos a continuacin.