MORBILIDAD Y MORTALIDAD MATERNA INFANTIL Una de las principales causas de la morbilidad y mortalidad materno infantil está, como vamos a ver, en el aumento de padecimientos ocasionados por factores comúnmente relacionados al estilo de vida donde se encuentra el binomio madre hijo. Mediante estadísticas realizadas por diferentes instituciones, mostrare cuales son esos factores que ocasionan estos datos demográficos no solo a nivel nacional si no en su caso dado al estado de hidalgo.
Primero que nada debemos identificar que el significado de estos términos ya que serán de mucha importancia para entender a que nos referimos.
La morbilidad es un dato demográfico y sanitario que cumple la función de informar la proporción de personas que sufren una enfermedad en un espacio y tiempo acotados. Esto es así a modo de poder analizar de mejor modo la evolución de tal enfermedad en condiciones particulares ya que al delimitarla, los efectos y fenómenos producidos son más fácilmente observables. De acuerdo a los resultados obtenidos a partir de la investigación basada en la morbilidad, los especialistas pueden saber el poder o el efecto que una enfermedad tiene en una población, al mismo tiempo que se pueden analizar las causas de tal situación y buscar las posibles soluciones para el futuro (soluciones que pueden ir desde vacunas o remedios específicos hasta cambios en el acceso a las condiciones de vida esenciales para el ser humano).
La mortalidad es un término demográfico que designa un número proporcional de muertes en una población y tiempo determinado. Así, se define la tasa bruta de mortalidad como el indicador demográfico que señala el número de defunciones de una población por cada mil habitantes, durante un periodo de tiempo determinado generalmente un año. Donde se considera:
Alta tasa de mortalidad si supera el 30 %. Moderada tasa de mortalidad entre 15 y 30 %. Baja tasa de mortalidad por debajo del 15 %.
La mortalidad infantil y la mortalidad materna han sido reducidas de manera sustancial en los países desarrollados, por lo cual en esas naciones la mortalidad tiende a concentrarse en las
edades avanzadas de las poblaciones. Sin embargo, en países como México no está ocurriendo un avance relevante en la disminución de la mortalidad infantil y materna, pues a pesar de los notables progresos conseguidos en ese sentido durante las décadas recientes, para seguir avanzando se requieren fuertes inversiones, toda vez que las causas frecuentes de muerte persistentes como las afecciones perinatales y las anomalías congénitas son más costosas de combatir que las enfermedades inmunoprevenibles, que en gran parte ya han sido superadas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mortalidad materna es “el fallecimiento de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días después de la terminación del embarazo, independientemente de la duración y lugar del mismo, producida por cualquier causa relacionada o empeorada por el embarazo o su manejo, pero no por causas accidentales o incidentales".
Esta definición se considera limitada, ya que no permite identificar la real dimensión de la mortalidad materna. Por un lado, excluye los suicidios y los homicidios en mujeres adolescentes cuyo detonador es, en muchos casos, el embarazo por lo que personalmente opino que debería incluirse ya que la causa puede ser un problema psicológico por lo consiguiente también es uno de salud.
Por el otro, deja fuera las muertes posteriores a los 42 días. Para tratar de superar este último aspecto, en forma paralela a la anterior definición, se ha empezado a utilizar el lapso de 11 meses, denominando a las defunciones que ocurren en este periodo como "muertes maternas tardías".
Estas defunciones son alarmantes, porque según la OMS, la gran mayoría de ellas son prevenibles con la atención y detección médica oportuna y adecuada.
MORBILIDAD MATERNA Por cada muerte materna, la OMS estima que entre 30 y 100 mujeres quedan, en menor o mayor grado, discapacitadas, las cuales en su gran mayoría no reciben ningún tipo de atención. Anualmente cerca de 50 millones de mujeres se ven afectadas por la morbilidad materna, es decir, sufren padecimientos derivados del embarazo, parto o posparto. Esta morbilidad es prolongada y a menudo debilitante cuando menos para 15 millones de ellas.
La morbilidad está dada por las complicaciones o enfermedades que se producen durante la gestación, parto o puerperio y pueden ser inmediatas o mediatas, afectando la salud de las mujeres muchas veces en forma permanente. La muerte ocasionada por problemas relacionados con el embarazo, parto y puerperio es uno de los principales problemas de salud de las mujeres en edad reproductiva en México y representa un indicador de desigualdad social al estar relacionada con la pobreza, el acceso a servicios de salud con calidad y con el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos. En el caso del embarazo, factores de tipo económico, social, cultural y la calidad con que se proveen los servicios de salud juegan un papel sustancial en la evolución y resolución satisfactoria de la gestación.
MORTALIDAD MATERNA La mortalidad materna es un indicador confiable para medir el nivel de desarrollo de un país, la calidad y el acceso a servicios sociales y de salud. Además de mostrar la situación que se vive en materia de equidad de género en una sociedad.
Las siguientes son cifras de muerte materna a nivel mundial según Family Care Internacional, los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Salud Sexual y Reproductiva, en 2005.
Cada año mueren cerca de 529 mil mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. El 99 por ciento de estas muertes ocurren en países en desarrollo. Una de cada 17 mujeres muere por complicaciones relacionadas con el embarazo en los países en desarrollo mientras que en los países desarrollados es una mujer por cada 4 mil. Cada año alrededor de 20 millones de mujeres padecen complicaciones no fatales vinculadas al embarazo. Cada año mueren al menos 68 mil mujeres por complicaciones vinculadas a abortos realizados en condiciones de riesgo, casi todas ellas en países en desarrollo.
En tanto, en México ocurren anualmente alrededor de 4 millones 200 mil embarazos, de los cuales sólo llega a término el 60 por ciento, es decir, aproximadamente 2.5 millones de nacimientos al año. El restante 40 por ciento, 1 millón 680 mil embarazos, terminan por abortos espontáneos o abortos inducidos, de acuerdo con Díaz de León y N. Gasman Campos, en el texto Mortalidad Materna.
Principales causas de mortalidad materna durante el embarazo Hay numerosas causas directas e indirectas de muerte durante el embarazo, el parto y el puerperio. A nivel mundial, aproximadamente un 80% de las muertes maternas son debidas a causas directas. Las cuatro causas principales son las hemorragias intensas (generalmente puerperales), las infecciones (septicemia en la mayoría de los casos), los trastornos hipertensivos del embarazo (generalmente la eclampsia) y el parto obstruido. Las complicaciones del aborto peligroso son la causa de un 13% de esas muertes. Entre las causas indirectas (20%) se encuentran enfermedades que complican el embarazo o son agravadas por él, como el paludismo, la anemia, el VIH/SIDA o las enfermedades cardiovasculares.
Principales causas de muerte materna Entre las principales causas de muerte materna podemos encontrar las siguientes:
Hemorragias intensas. La hemorragia postparto es la pérdida de más de 500 ml de sangre después de un parto vaginal o más de 1000 ml de sangre después de una cesárea, en las primeras 24 horas del puerperio. La hemorragia postparto es la causa más importante de hemorragia en el puerperio, la principal causa de muerte materna perinatal en países desarrollados y una causa principal de morbilidad a nivel mundial.
Septicemia. La septicemia es una infección grave, potencialmente mortal que empeora en forma rápida y que puede surgir de infecciones en todo el cuerpo, incluyendo infecciones en los pulmones, el abdomen y las vías urinarias. Puede aparecer antes o al mismo tiempo de infecciones óseas (osteomielitis), del sistema nervioso central (meningitis) u otros tejidos.
Eclampsia. Es la aparición de convulsiones o coma durante el embarazo en una mujer después de la vigésima semana de gestación, el parto o en las primeras horas del puerperio sin tener relación con afecciones neurológicas. Es el estado más grave de la enfermedad hipertensiva del embarazo.
Parto obstruido. Es la situación que se da durante el parto ya que los huesos de la pelvis de la mujer obstruyen el paso del feto hacia el exterior. Es más probable que se presente en las mujeres adolescentes, puesto que su desarrollo óseo no ha terminado. El desarrollo óseo puede completarse entre los 21 y 24 años de edad.
Las principales razones por la que las mujeres embarazadas, en especial en zonas de áreas rurales, no acuden a los establecimientos de salud para recibir atención materna-infantil, incluyen el costo, temor, el mal trato recibido, el tiempo de espera, vergüenza y distancia al centro asistencial más cercano. Debemos considerar que realmente está pasando, si en realidad están poniendo en práctica los derechos de los pacientes, si los programas de salud tienen éxito, si existe ética en el personal de salud.
En cuanto edad podemos observar:
MORTALIDAD MATERNA EN EL ESTADO DE HIDALGO En el estado de hidalgo podemos encontrar los siguientes registros acerca de la mortalidad materna más recientes (2012) en el cual podemos observar que de 21 muertes en 2012: % 4.8 76.2 81.0
Era menor de 19 años Vivía en unión libre o era casada Se dedicaba al hogar
38.1 26.8 14.3 61.9 61.9 19 9.5 9.5 100 33.3 19 14.3 14.3 47.6 76.2 4.8 57.1 4.8
Contaba con primaria incompleta o completa Contada con secundaria incompleta o completa Contaba con bachillerato completo o incompleto Contaba con seguro popular Murió en una clínica u hospital del servicio federal o estatal de salud En una clínica u hospital de los servicios de salud de las instituciones de seguridad social En unidad médica privada En su casa De los casos tuvo certificado otorgado por un médico Murió por causas obstétricas indirectas Por hemorragia del embarazo, parto y puerperio Por aborto No tuvo control prenatal durante el embarazo Inició el cuidado prenatal entre el primer y tercer meses del embarazo Recibió atención de un médico durante el parto Por una partera Atendió el parto en una clínica u hospital del servicio federal o estatal de salud En casa
Factores de riesgo Los mayores índices de mortalidad materna tienden a ocurrir en países que también tienen altos índices de mortalidad infantil, un reflejo de pobre cuidado médico y de baja nutrición. Los nacimientos de bajo peso aumentan el riesgo de muerte materna por enfermedad cardíaca. El restarle medio kilo al peso del recién nacido, por lo general duplica el riesgo de una defunción materna. El aborto provocado por aspiración incrementa el riesgo de pérdida del hijo en el siguiente embarazo. La probabilidad de tener partos prematuros aumenta tras haberse sometido a un aborto, así como la edad avanzada de la gestante. Por lo tanto, mientras se prevengan partos de bajo peso, menor será el riesgo de una defunción materna. Otro factor predisponente a una defunción materna asociada al embarazo son los abortos de alto riesgo, como los abortos a partir del segundo trimestre de gestación y los causados por personas no especializadas o en lugares que carecen de los requisitos mínimos para realizar el procedimiento.
MORTALIDAD INFANTIL Entre 1980 y 2005 la tasa de mortalidad infantil descendió a un tercio de su nivel, de 39 a 13 defunciones de menores de un año por mil nacidos vivos. La mortalidad infantil por definición, es la que ocurre en el primer año de vida. Un año suele ser, salvo algunas excepciones, un periodo demasiado corto para desarrollar una enfermedad crónica degenerativa. No obstante, el descenso de la mortalidad infantil va acompañado de una modificación en el patrón de causas de muerte.
Para analizarla, las causas de muerte se pueden agrupar, según lo fácil o difícil que es evitarlas, de la siguiente manera: 1. Enfermedades inmunoprevenibles (EIP). 2. Enfermedad diarreica aguda (EDA). 3. Infección respiratoria aguda (IRA). 4. Afecciones perinatales (AP). 5. Anomalías congénitas (AC).
Estas afecciones están ordenadas de las más fáciles a las más difíciles de evitar, y son la causa de más de dos tercios de defunciones infantiles registradas en México, al menos desde 1950.
El grupo de causas en el que es más fácil abatir la mortalidad es en el de las enfermedades inmunoprevenibles. Con la aplicación de una o varias dosis de vacunas se puede evitar en la mayoría de los casos estas enfermedades. Entre los padecimientos contra los que se protege a los niños con vacunas figuran la tuberculosis, poliomielitis, difteria, tosferina, tétanos y sarampión. Las defunciones causadas por enfermedades inmunoprevenibles pueden evitarse en muchos casos aun cuando no haya un sustancial mejoramiento en las demás condiciones de vida de la población.
Las enfermedades diarreicas pueden prevenirse con medidas de saneamiento ambiental, tales como suministro de agua potable y establecimiento de redes de alcantarillado. Esto requiere de inversiones en infraestructura. Sin embargo, aun sin estas medidas puede evitarse la mortalidad por EDA de una manera relativamente fácil con la terapia de hidratación oral, más no la morbilidad. Actualmente, el número de defunciones por EDA ha disminuido considerablemente, incluso en poblaciones donde por el rezago económico se carece de infraestructura sanitaria básica.
Para las infecciones respiratorias agudas no existe una "fórmula mágica" como las vacunas. Sin embargo, muchas defunciones por esta causa pueden evitarse con una serie de medidas de atención primaria a la salud, combinada tanto con la atención en el hogar como con la atención en unidades de salud. El punto clave parece ser la oportuna identificación de los casos que se recaen así como su adecuada referencia a los centros de salud.
Para evitar defunciones por afecciones originadas en el periodo perinatal se precisa de medidas de más costo, como una adecuada atención prenatal y médica durante el parto. Esto requiere de una infraestructura hospitalaria, así como de recursos humanos capacitados. Ya que la mortalidad perinatal, se refleja directamente la atención prenatal, intraparto y neonatal y por lo tanto sirve como demarcador de la calidad del servicio de salud materno-infantil. También refleja la salud materna, la condición de la nutrición materna y el entorno en que vive la madre.
Finalmente, las anomalías congénitas son condiciones no solamente difíciles de evitar, sino también en ocasiones de detectar, por lo que es poco lo que en este campo puede hacerse para disminuir la mortalidad infantil. Algo que en esta área puede realizarse y es ya práctica en algunos países desarrollados es la detección de malformaciones en el feto mediante tecnología avanzada, como las imágenes de ultrasonido. Si después se procede a la interrupción del embarazo, se logra bajar la mortalidad infantil de manera un tanto artificial, evitando el nacimiento y la muerte por una anomalía congénita.
Para analizar las causas de muerte es inevitable el uso de estadísticas vitales, ya que las otras fuentes de información que permiten corregir su nivel no captan las causas de defunción. Es posible que el patrón epidemiológico que revelan las estadísticas vitales distorsione la distribución real de las causas de defunción. Se podría pensar que dado que el subregistro es mayor en zonas rurales, y que las EDA e IRA son más frecuentes en este medio, en el patrón epidemiológico derivado de las estadísticas vitales estas causas estarían subrepresentadas.
No obstante, el subregistro de las defunciones infantiles también tiende a concentrarse en la mortalidad neonatal y, en general, en las edades más jóvenes. En este tramo de edades es frecuente la mortalidad por afecciones perinatales. Así, el subregistro ocurre en cuando menos tres de los grupos de causas de muerte, y con esto la distorsión deja de ser tan seria.
Podemos observar que en los años recientes esta mortalidad se ve reflejada en la siguiente grafica
MORTALIDAD INFANTIL EN EL ESTADO DE HIDALGO El comportamiento de la mortalidad infantil al interior de la entidad es múltiple, las diferencias entre los municipios son enormes.
La mortalidad en menores de un año ha disminuido de 47.2% por 1000 nacidos vivos en 1990 a 14.1% en 1997. Para 1998 el 49,2% de las defunciones ocurridas correspondieron a las afecciones del periodo perinatal, seguida por las anomalías congénitas con el 43.4% del total de las muertes.
Las enfermedades infecciosas como la neumonía e influenza, infecciones intestinales y las infecciones respiratorias agudas ocuparon también lugares importantes como causa de mortalidad en menores de un año. Además de los accidentes y deficiencias de la nutrición.
Entre 1990 y 1998 se logró una disminución importante en las tasas de mortalidad por enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas en los menores de cinco años, sin embargo estos padecimientos siguen ocupando conjuntamente los primeros lugares como causas de mortalidad, morbilidad y demanda de atención médica en este grupo de edad.
La mortalidad infantil por Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs), ha experimentado una reducción durante los últimos diez años. Así, en 1982 se notificaron 30,838 defunciones, con una tasa de 43.7% por 100 mil habitantes, mientras que para 1992 se registraron 20,050 muertes, que significó una tasa de 23.1%. Sin embargo, la mortalidad por esta causa muestra prominencias de las tasas en los años de 1992 y 1994 y es a partir de 1995 cuando el descenso se hace más pronunciado.
De acuerdo con los datos disponibles para 1998, se encontró una tasa de 59.36% por 100 mil menores de 5 años. Es importante mencionar que las Neumonías constituyeron la segunda y tercera causa de muerte en el menor de un año, así como la tercera y la quinta en el grupo preescolar, excepto para 1991, año en el cual ocupó el primer lugar como causa de mortalidad.
Por otro lado, el comportamiento (Enfermedades Diarréicas Agudas) EDAs presenta tendencias evidentemente a la baja, la tasa de mortalidad durante 1990 es de 103.98% por 100, 000 menores de 5 años disminuyendo a 17.26% para 1997, los datos de 1998 demostraron una tasa de 20.17, que hasta este momento continua manteniéndose dentro de las cinco primeras causas de muerte.
En cuanto a las muertes causadas por deficiencias de la nutrición, se tiene conocimiento que la misma tiene como causas biológicas inmediatas la ingestión dietética inadecuada y la elevada incidencia de enfermedades infecciosas y parasitarias, las cuales tienen sus raíces en la pobreza y en el déficit en la cobertura y calidad de servicios de salud. El estado de Hidalgo según la II Encuesta Nacional de Salud (ENN ) efectuada en 1994 se ubicó en la región sur, en el cual se encontró prevalencia de retardo severo en talla del 45%, observándose un aumento a medida que se deterioran las condiciones de vida. En el estado la mortalidad en menores de un año por deficiencias de la nutrición en el período de 1990 a 1997 se ha mantenido en el 5º lugar, excepto para 1997 que ocupó el 6º, mientras que para los preescolares dicha causa ha ocupado el tercero y el cuarto lugar.
Es importante señalar el diferencial existente de la mortalidad por esta causa según sexo: en el menor de un año el mayor número de defunciones se encontraron en el sexo masculino con excepción de 1996 y 1997 donde el 54.8 y 54.1 % de esas muertes correspondieron a mujeres. Para los preescolares la situación es similar, con solo una variación en el año de 1995, cuando el 60% del total de las defunciones por esa causa ocurrieron en las mujeres de 1 a 4 años. La ENN hizo posible determinar que gran parte de la desnutrición está determinada por las precarias condiciones de vivienda, la escasa práctica de alimentación al seno materno y a la alta incidencia de diarreas, constituyendo elementos que potencializan la desnutrición.
Por lo antes expuesto podemos concluir que dichos factores de morbilidad y mortalidad materno infantil son en parte consecuencias de la forma de vida de los pacientes en la que influye su educación de la prevención, higiene pero también es culpa de la infraestructura de las comunidades.
Cabe mencionar que la cultura y costumbres influyen ya que existe gente que prefiere tomar remedios naturales o asistir con gente conocida que asistir a las clínicas o centros de salud para atenderse ya que por lo mismo confían menos en el personal de salud.
En cuanto a los servicios de salud deben de poner más énfasis en inculcar la cultura de la prevención ya que como sabemos eso es una forma de evitar problemas mayores. Por ejemplo una madre que asiste desde los inicios de su embarazo a consultas prenatales, se aplicó sus vacunas, recibió información sobre sus cuidados durante su embarazo tendrá más probabilidades de tener un embarazo normal que una paciente que nunca asistió o simplemente fue en el último trimestre de su embarazo que tendrá más complicaciones al nacimiento de su hijo y por lo tanto este también tendrá problemas de desarrollo y será más propenso a enfermedades.
Por lo tanto podemos decir que falta mucho por hacer para disminuir las tasas de mortalidad y morbilidad materna infantil.
Seria gran ayuda realizar platicas a comunidades para explicarles los riesgos que pueden presentarse durante el embarazo, también el uso de métodos de planificación familiar para evitar riesgos a futuro tanto en la salud de la madre y el neonato.