MERCADO DE DINERO Y DE CAPITAL
JHON EDWIN GARZÓN VELÁSQUEZ DANIEL EDUARDO GÓMEZ ANGEL FREDY LEONARDO SILVA CASTIBLANCO
UNIVERSIDAD DE CUNDINAMARCA SECCIONAL UBATÉ ECONOMÍA UBATÉ, 2009
MERCADO DE DINERO Y DE CAPITAL
JHON EDWIN GARZÓN VELÁSQUEZ DANIEL EDUARDO GÓMEZ ANGEL FREDY LEONARDO SILVA CASTIBLANCO
JORGE LUIS LACOUTURE CAPDEVILLA (Docente)
UNIVERSIDAD DE CUNDINAMARCA SECCIONAL UBATÉ ECONOMÍA UBATÉ, 2009
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo lo realizamos con el fin de analizar el mecanismo que emplean los mercados tanto de dinero como el de capitales para poder entender muchos aspectos de la actualidad económica del mundo pero en especial de nuestro país: Colombia.
También queremos aprender acerca del punto de vista de la demanda y la oferta en cada uno de los mercados que serán parte de nuestra consulta.
Por último, nuestro objetivo primordial es realizar un informe que nos permita ver de manera clara lo que son los mercados de capital y de dinero y asi poder entender su mecanismo de acción dentro de la sociedad.
EL
MERCADO DEL DINERO
El mercado de dinero es en el que se negocian instrumentos de deuda a corto plazo, con bajo riesgo y con alta liquidez que son emitidos por los diferentes niveles de gobierno, empresas e instituciones financieras. Los vencimientos de los instrumentos del mercado de dinero van desde un día hasta un año pero con frecuencia no sobrepasan los 90 días. Algunos ejemplos de los instrumentos que se negocian en el mercado de dinero son los Bonos Ajustables del Gobierno Federal (Ajustabonos), los Bonos de la Tesorería de la Federación (Bondes) , las Aceptaciones Bancarias (ABs), el Papel Comercial (PC) y las Operaciones de Reporto (OR). También es importante tomar en cuenta al mercado de dinero porque en él se negocian los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) que se consideran como un activo de referencia para otros activos financieros. Aunque en un sentido estricto no existe un activo financiero sin riesgo, para fines prácticos los Cetes se consideran un activo libre de riesgo en términos nominales (sin considerar la inflación), puesto que no tienen el riesgo de incumplimiento que sí poseen otros activos. El
mercado del dinero
La cantidad de dinero existente u oferta monetaria está formada por el efectivo en manos del público y los depósitos que éste mantiene en los bancos. Esa cantidad de dinero crece o disminuye por efecto del crédito bancario y de la preferencia por la liquidez del público, que determinan conjuntamente el valor del multiplicador monetario. La oferta monetaria, OM, es por tanto el resultado de la expansión de la base monetaria, BM, por efecto del multiplicador monetario, m.
El coeficiente de liquidez, l, depende de los gustos del público pero el coeficiente de reservas, r, puede ser determinado por la autoridad monetaria. Si el banco central autoriza que los bancos operen con menos reservas, éstos podrán disponer de más dinero para prestar, aumentando el efecto multiplicador. El banco central dispone por tanto de tres instrumentos de control de la oferta monetaria: las operaciones de mercado abierto y los créditos a la banca privada, que modifican la base monetaria, y la manipulación del coeficiente legal de reservas, que modifica el multiplicador monetario. En consecuencia, la oferta de dinero, OM, está determinada por el banco central. Analicemos ahora la forma de la demanda de dinero. El dinero puede ser considerado como una mercancía útil como medio de pago y como forma de conservar valor ahorrado. El precio de esa mercancía es el tipo de interés, es decir, lo que hay que pagar para poder disponer de ella o el coste que tiene no darle un uso fructífero. El tipo de interés, como los precios de todas las mercancías, viene determinado por la conjunción de la oferta y la demanda. Si el tipo de interés es muy alto, los individuos no querrán tener su dinero en huchas o en cuentas corrientes improductivas, sino que procurarán tener sus ahorros en los títulos de mayor rentabilidad aunque ello suponga pérdida de liquidez; además, conseguir dinero para adquirir bienes tendrá un coste elevado por lo que los consumidores retrasarán sus decisiones de compra demandando por tanto menos dinero. Si los tipos de interés son bajos, por el contrario, no habrá estímulos para que los consumidores renuncien a la comodidad de tener sus ahorros en forma líquida, en efectivo o en cuentas corrientes; si el precio del dinero es bajo, los que no tengan suficiente para sus deseos de consumo inmediato encontrarán conveniente pedirlo a otros. Por tanto la función de demanda de dinero, DM, es, como todas las funciones de demanda, decreciente.
El mercado de dinero: La demanda es decreciente y la oferta es completamente rígida por ser fijada por la autoridad monetaria. El punto de cruce entre ambas determinará el tipo de interés de equilibrio ie. Si el banco central aumenta la cantidad de dinero ofertado, el tipo de interés bajará; si disminuye la oferta monetaria, el tipo de interés subirá.
Si el banco central desea elevar los tipos de interés, podrá disminuir la cantidad de dinero que periódicamente presta a la banca privada por lo que ésta se verá obligada a reducir los préstamos a sus clientes. Otro método, en fin, será aumentar el coeficiente legal de reservas, es decir, obligar a la banca privada a que mantenga una mayor proporción de los recursos ajenos en forma de reservas, forzándola también así a reducir sus préstamos y reduciendo el multiplicador monetario. Cualquiera de esos métodos provocará un desplazamiento hacia la izquierda de la función OM que se cruzará con la DM a un tipo de interés más elevado. En términos intuitivos: la banca privada, al poder prestar menos dinero, podrá ser más selectiva con sus créditos, concediéndolos con menor riesgo y mayor interés; al disponer el público de menos dinero, la institución o empresa que desee vender pagarés u otros títulos de crédito deberá ofrecer un mayor tipo de interés o nadie querrá adquirirlos.
El efecto de las variaciones del tipo de interés sobre la economía de un país son ya conocidos de temas anteriores: si el tipo de interés baja, los empresarios encontrarán rentables más proyectos por lo que demandarán dinero para invertir; el aumento en las inversiones tendrá un fuerte efecto expansivo sobre el producto nacional.
El mercado de dinero en nuestro país es manejado por el Banco de la República: Es una persona jurídica de derecho público, que funciona como organismo estatal, de rango constitucional, con régimen legal propio, de naturaleza propia y especial, con autonomía administrativa, patrimonial y técnica. El banco de la república, ejercerá las funciones de banca central, de acuerdo con las disposiciones contenidas en la Constitución política y en la presente ley. Velará por el mantenimiento de la capacidad adquisitiva de la moneda Funciones más importantes y
Ejerce en forma exclusiva e indelegable el atributo estatal de emitir la moneda legal constituida por billetes y moneda metálica.
y
Como banquero y prestamista de última instancia de los establecimientos de crédito, públicos y privados, podrá otorgarles apoyo transitorio de liquidez, intermediar líneas de crédito externo para su colocación, prestar servicios fiduciarios, de depósito, compensación y giro.
y
Administrará las reservas internacionales conforme al interés público, al beneficio de la economía nacional y con el propósito de facilitar los pagos del país en el exterior.
Atribuciones más importantes y
Fijar y reglamentar el encaje de las distintas categorías de establecimientos de crédito y en general, de todas las entidades que reciban depósitos a la vista, a término o de ahorro, señalar o no su remuneración y establecer las sanciones por infracción.
y
Regular el crédito interbancario para atender requerimientos transitorios de liquidez de los establecimientos de créditos.
MERCADO DE CAPITALES El mercado de capitales comprende valores de renta fija y de renta variable que tienen vencimiento superior a un año. El riesgo de estos instrumentos financieros generalmente es mayor que el de los valores del mercado de dinero debido al vencimiento más largo y a las características mismas de los títulos. Los instrumentos de renta fija son las obligaciones que compra un inversionista y que representan un pasivo para el emisor. Los instrumentos de renta variable le dan al inversionista la posibilidad de participar de la propiedad, las utilidades y los riesgos de operación de la empresa mediante la adquisición de acciones de capital. Entre los instrumentos del mercado de capitales se encuentran los Pagarés de Mediano Plazo, las Obligaciones, los Certificados de Participación Inmobiliaria Amortizables (CPIs), los Certificados de Participación Ordinarios no Amortizables que Representan Acciones (CPOs) y las acciones preferentes y comunes, entre otros.
Es indiscutible que la movilización del ahorro para el financiamiento de las actividades productivas es una variable crítica del desarrollo económico. Lo demuestra la alta correlación positiva entre el crecimiento de la economía y el grado de profundización financiera, medida por el coeficiente entre los activos de
riesgo de la banca, más las emisiones de bonos y acciones en el mercado público de valores, y el PIB. A partir de este consenso, desde la época del Presidente Turbay se han venido desplegando esfuerzos para darle aliento al mercado de capitales; de él depende la posibilidad de que existan recursos de largo plazo para los proyectos de inversión que ejecute el sector privado. Los resultados no son halagadores. A pesar de que el ahorro financiero es todavía relativamente bajo, sólo la mitad del mismo se destina a la inversión productiva; la porción restante soporta gastos corrientes, en especial del sector público. De hecho, la deuda pública interna representada en TES emitidos por el Gobierno -$54.5 billones- equivale a todo el crédito bancario. Preocupante realidad. La velocidad con que el Gobierno capta el ahorro financiero supera notablemente su crecimiento y reduce las posibilidades para las empresas privadas que son las que crean valor (el Estado lo distribuye, en el mejor de los casos; o lo destruye cuando ataca actividades productivas ruinosas). El financiamiento en el mercado interno del gran déficit fiscal no es, sin embargo, la única causa de los problemas de nuestro mercado de capitales. Contribuye también la poca disposición de las empresas a buscar recursos para realizar sus proyectos de inversión mediante la emisión de bonos y acciones, alternativa a la que únicamente acuden las de mayor tamaño y en una mínima proporción. La regla general consiste en la obtención de los recursos requeridos, en proporciones semejantes, de los proveedores, la banca y los dueños del emprendimiento por la vía de la retención de utilidades. El resultado inevitable consiste en estructuras financieras débiles por su alto sesgo hacia el corto plazo. Los factores que en mayor medida privan a las empresas de acudir al mercado público son su resistencia a revelar su situación financiera, el desconocimiento de esa alternativa o el temor de no cumplir los requisitos; en el caso de la emisión de acciones, pesa muchísimo el temor de los dueños de perder el control de la empresa. Desde la óptica de los inversionistas institucionales de mayor
importancia -los fondos de pensiones- su poca apetencia por bonos y acciones depende, como ya se dijo, de la gran oferta de papeles públicos y de regulaciones que les impiden tomar posiciones de riesgo menos conservadoras; por ejemplo, les está cercado tener diferentes modalidades de portafolio en función de las conveniencias de sus distintos tipos de afiliados (los jóvenes pueden tomar mayores riesgos que los mayores). La solución de esta problemática requiere una estrategia integral que ataque tanto los problemas de oferta como de demanda; y que contemple medidas regulatorias y acciones de promoción. Por fortuna, las circunstancias son propicias: La inflación es baja al igual que las tasas de interés; la economía muestra signos generosos de reactivación; los sistemas de transferencia y protección de títulos son hoy de primera clase; las empresas necesitan mejorar sus estructuras financieras para competir en contextos más abiertos; y, ante todo, tenemos ahorro disponible: el portafolio de los fondos de pensiones representa el 9% del PIB y crece al 30% anual. La Superintendencia de Valores está comprometida con esta causa pero requiere aliados. Es importante, para bien del país, que los consiga. El mercado de capitales en nuestro país es manejado por la bolsa de valores de Colombia: La Bolsa de Valores de Colombia (BVC), creada el 3 de julio de 2001, es el único mercado de acciones y otros valores de Colombia, organizado a través de la estructura de bolsa. Anteriormente operaban tres bolsas de valores independientes - Bolsa de Bogotá (1928), Bolsa de Medellín (1961) y Bolsa de Occidente (Cali, 1983) - que se fusionaron para crear la BVC. Tiene oficinas en Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga. El resto del mercado se organiza a través de sistemas centralizados de transacción de operaciones que no hacen parte de la Bolsa de Valores de Colombia.
CONCLUSIONES
y
Una moneda como hemos visto, no puede mantener su valor fijo, menos aún si esto se pretende lograr frente a la moneda más fuerte del mundo, y del país con el cuál sostenemos el 70% del comercio exterior.
y
El gobierno es uno los protagonistas importantes en la toma de decisiones ya que tiene influencia directa y mayoritaria en el establecimiento del tipo de cambio de su moneda frente a otra.
y
El dinero es para la economía como la sangre es para el cuerpo humano, simplemente vital. A su vez así como es importante la sangre, también lo es quien se " encarga " de distribuirla, con el fin de generar un sistema financiero eficiente y estable.
BIBLIOGRAFIA
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http://www.eumed.net/libros/2008b/418/Mercado%20de%20Dinero%20y%2 0Mercado%20de%20Capitales.htm
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http://www.eumed.net/cursecon/manual.htm
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http://es.wikipedia.org/wiki/John_Maynard_Keynes
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http://www.auladeeconomia.com/glosario-m.htm