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McGREGOR ARTHUR ELLIOT CARLISLE I. INTRODUCCION
Algunos gerentes, sin duda, son más organizados que otros; pero, ¿Cuántos gerentes realmente bien organizados ha conocido el lector?. Apostaría a que no han sido mucho. En mi trabajo he conoci conocido do centen centenare aress de gerent gerentes es por ao, pero pero s!lo s!lo uno que merecier mereciera a el cali"i cali"icat cati#o i#o de superorganizado, a punto tal que le alcanzaba el tiempo para culti#ar intensamente su a"icci!n al gol". $a% otra prueba de su capacidad de organizaci!n& un par de aos despu's de haberlo conocido, (c)regor * cu%o nombre #erdadero es otro, digamos de paso + ascendi! a )erente de peraciones de su empresa. Esto lo supe al #er su "oto en la secci!n de economía de un diario, donde se anunciaba su designaci!n para el cargo. Conocí a (c)regor durante un estudio acerca del uso real de las t'cnicas participati#as por los gerentes en su relaci!n con los super#isados. En una indagaci!n de esta naturaleza se plantea el problema de que casi todos los gerentes gerentes se mani"iestan cultores del en"oque participati#o, pero pero a mí me interesaba in"ormarme de las conductas concretas % no sobre las creencias o actitudes estudiadas. -u#e así que concebir un en"oque indirecto para aplicárselo a los gerentes que entre#istaba % complementarlo con algunas preguntas a sus super#isados. e acuerdo con este criterio redact' un "ormulario que us' luego para entre#istas a más de cien gerentes en diez grandes empresas norteamericanas % canadienses. En el primer punto del cuestionario preguntaba si el entre#istado tenía reuniones regulares con sus super#isados %, de ser así, con qu' "recuencia lo hacía % qu' temas se trataban en ellas. /or 0ltimo, procuraba establecer si los super#isados podían tomar la iniciati#a % participar acti#amente en la elaboraci!n de las decisiones, o debían limitarse a escuchar lo que había decidido su je"e. (c)regor, que dirigía entonces una de las ma%ores re"inerías de petr!leo del país, "ue el 0ltimo de una serie de más de cien gerentes que entre#ist' durante la in#estigaci!n. Aunque la entre#ista había sido con#enida de antemano, se había dejado pendiente de con"irmaci!n el momento de realizarla; %o tenía que llamar a (c)regor a su o"icina, a principios de la semana en que me encontrara cerca, para "ijar el día % hora. $e aquí el curso de la con#ersaci!n& la tele"onista atendi! la llamada dando el nombre de la re"inería. Cuando pedía la comunicaci!n con la o"icina de (c)regor, casi al instante oí el hola, dicho por una #oz masculina. /regunt' /regunt' por (c)regor (c)regor % la #oz respondi!& respondi!& 1 Con 'l habla. habla. -u#e que reconocer reconocer enseguida enseguida que este no era un gerente com0n; atendía el tel'"ono directamente % sin tardanza, como si hubiera estado esperando que sonara. Al preguntarle cuándo podía #erlo me contest!& 1 En cualquier momento. 2e dije& 1 ¿$o% estaría bien?. 3u respuesta "ue& 1 $o%, maana o el mi'rcoles esto% a su disposici!n, o podría #enir el jue#es, sal#o de 45 a 46 horas; tambi'n podría ser el #iernes o la semana pr!7ima, en cualquier momento. Contest' d'bilmente& 1 8o quisiera ajustarme a sus planes. Entonces me dijo& 1 9sted no me entiende, para mi no ha% di"erencia en cuanto a la "echa de su #isita. :o tengo nada programado, sal#o jugar al gol" % atenderlo a usted. enga cuando quiera, sin a#isarme; hasta pronto. 8 tras esto colg! el tubo.
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so"á, una mesa ratona con un tel'"ono % un escritorio. El escritorio estaba en un rinc!n, pegado a las paredes % cubierto de re#istas t'cnicas. :o había manera de acomodar una silla del otro lado, no tenía tel'"ono % la lámpara colocada sobre 'l estaba desenchu"ada. (ac)regor, hombre alto % delgado, de cara bronceada, estaba de pie junto a la #enta con la mirada perdida en la lejanía. Cuando entr' se #ol#i! lentamente % dijo& 1 9sted debe ser Carlisle. (e dijeron de la central que quería hablar conmigo para saber como nos manejamos aquí. 3i'ntese en el so"á % pregunte no más. II. EL MODUS OPERANDI DE MCGREGOR -
¿ -iene usted reuniones regulares con su gente? , le pregunt'.
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3í, me contest!.
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¿Con qu' "recuencia?, le pregunt'.
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9na #ez por semana, los jue#es entre las 45 % las 46 horas; es por eso que no podía #erlo entonces, "ue su respuesta.
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¿e que hablan?, interrogu', siguiendo mi cuestionario.
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(is super#isores me in"orman de las decisiones que han tomado durante la semana, e7plic!.
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Entonces coment', ¿usted cree en la decisi!n participati#a?.
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:o, me dijo (c)regor, realmente no lo creo.
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¿Entonces, por qu' hace las reuniones?, le pregunt'. ¿ /or qu' no le comunica a su gente las decisiones operati#as que ha tomado % les e7plica c!mo deben cumplirlas?.
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:o, no tomo decisiones por ellos, ni creo tampoco que deba participar en sus decisiones. $acemos la reuni!n semanal para mantenerme al corriente de lo que hacen % c!mo lo hacen. 2a reuni!n tambi'n me da la oportunidad de e#aluar sus aptitudes t'cnicas % gerenciales; me e7plic!. 3olía tomar %o mismo todas las decisiones operati#as; pero dej' de hacerlo hace #arios aos, cuando descubrí que mi gol" se estaba estropeando por "alta de tiempo para practicarlo. Ahora que dej' de tomar decisiones ajenas he #uelto a jugar como es debido.
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¿9sted %a no toma decisiones operati#as?, le pregunt' asombrado.
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:o contest!. 8 al notar mi incredulidad, agreg!& 1 E#identemente usted no me cree, ¿/or qu' no le pregunta a uno de mis super#isados?. ¿Con cuál de ellos quiere hablar?.
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:o tengo idea, ni s' cuanto personal tiene. =. Elija usted uno, sugerí.
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:o, no quiero hacerlo, por dos razones& /rimero, %o no tomo decisiones % segundo, cuando mi gente con"irme que no lo hago, usted dirá que está todo arreglado; así que aquí tiene una lista de mis super#isados inmediatos, los que dependen directamente de mí. Elija un nombre, %o lo llamo % usted puede hablar con 'l, dijo (c)regor.
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ueno, que sea @ohnson entonces. $ablar' con 'l si está desocupado. Esto% seguro de que puede atenderlo. 2o llamar' % le a#isar' que usted #a a #erlo. -om! el tel'"ono % con"irm! que @ohnson no estaba haciendo nada en particular, % le gustaría tener alguien con quien hablar.
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III. COMO VEÍAN A MCGREGOR SUS SUPERVISADOS.
ui a la o"icina de @ohnson, era un hombre de poco más de treinta aos. espu's de dos minutos de con#ersaci!n me enter' de que (c)regor % sus o cho colaboradores eran ingenieros químicos. @ohnson coment!& 1 ¿3upongo que (c)regor le dijo eso de que no toma decisiones, no es cierto?. Es un gran tipo. -
/ero eso no es #erdad. ¿El toma decisiones, no?., le pregunt'.
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:o, no lo hace; todo lo que le dijo es cierto. 3implemente decidi! no meterse en las decisiones que su gente debe tomar para ganarse realmente el sueldo. Así que dej! de tomarlas, % dice que ahora le sobra tiempo para jugar al gol", dijo @ohnson.
2uego le pregunt' a @ohnson si había tratado de hacer que (c)regor tomara una decisi!n, a lo cual respondi!& -
3!lo una #ez. $acía una semana que estaba en el trabajo cuando me encontr' con un problema operati#o que no podía resol#er, así que llam' a (c)regor por tel'"ono. (e atendi! con su tono somnoliento. (e di a conocer % le dije que tenía un problema.
3u respuesta "ue inmediata& 1 ueno para eso le pagan, para que resuel#a problemas, % colg! enseguida. (e qued' sin habla. Bealmente no conocía a ninguna de las personas con las cuales estaba trabajando, de modo que al no ocurrírseme otra alternati#a, #ol#í a llamarlo. í de nue#o el hola somnoliento, % me identi"iqu' otra #ez. l contest! en tono cortante& 1 3i no me equi#oco, le dije que a usted se le paga para resol#er problemas. ¿/iensa que debo hacer su trabajo además del mío?. Ante mi insistencia en consultarlo, me contest!& 1 :o s' de que manera espera que lo a%ude. 9sted tiene un problema t'cnico % no #o% más a la re"inería; solía hacerlo, pero se me ensuciaban las camisas % a mi mujer no le gusta sacarles la mugre, así que me qued' en mi o"icina. /reg0ntele a alguno de los otros. -odos saben lo que pasa allí. 8o no sabía a cuál de ellos consultar, de modo que insistí en #erlo. /or 0ltimo accedi! D a regaadientes D a #erme enseguida; así que "ui a su o"icina % lo encontr' en su actitud característica, mirando por la #entana. Cuando me sent' empez! con su historia de las camisas sucias, pero cuando #io que %o estaba decidido a hacerlo partícipe de mis problemas, se sent! en el so"á, ante su mesa de ca"' %, lápiz en mano, se dispuso a escribir en un anotador. (e pidi! que e7pusiera precisamente el problema % escribi! e7actamente lo que le dije. 2uego me pregunt! qu' condiciones debería cumplir la soluci!n. 2e contest' que no entendía la pregunta. 3u respuesta "ue& 1 3i no sabe qu' condiciones ha% que satis"acer con la soluci!n, ¿C!mo sabrá si ha resuelto el problema?. 2e dije que nunca se me había ocurrido encarar un problema de esa manera % me replic!& 1 Entonces es mejor que empiece a hacerlo desde ahora. A 'ste lo #amos a resol#er juntos esta #ez, pero no espere que %o le busque las soluciones, porque 'se es su trabajo % no el mío. A los tropezones "ui e7poniendo las condiciones con las que tendría que cumplir la soluci!n. 2uego me pregunt! que en"oques podía idear. 2e dije el primero que se me ocurri! D llam'mosle D % despu's de escribirlo me pregunt! que pasaría si lo aplicaba. 2e indiqu' el resultado D llam'mosle A 1 ; entonces, me pregunt! si 'ste satis"acía las condiciones que %o había "ijado para la soluci!n del problema % le contest' que no. (c)regor me dijo que tendría que buscar otra. esarroll' la 8, a la cual atribuí un resultado % 'ste a0n era incompleto. Ante nue#as instancias de (c)regor produje la soluci!n F, cu%o resultado sería C; aunque sin duda 'sta se acercaba más que las anteriores a las condiciones que %o había establecido para l a soluci!n, no las satis"acía totalmente. (c)regor me pregunt! entonces si podía combinar algunos de los en"oques que había sugerido. 2e contest' que podía hacerlo con % F % luego comprob' que la resultante de A % C satis"aría todas las condiciones pre"ijadas. Cuando le di las gracias, (c)regor me contest!& 1 ¿/or qu'?.
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esaparezca de mi o"icina; usted podría haber resuelto ese problema sin hacerme perder el tiempo. 2a pr!7ima #ez que realmente no pueda arreglarse solo, pídale a%uda al hombre del jue#es % cu'ntemelo en la reuni!n semanal. 2e pregunt' a @ohnson qui'n era el hombre del jue#es que había mencionado (c)regor. -
Es el que dirige la reuni!n de los jue#es cuando (c)regor no está en la planta. 8o so% ese hombre actualmente. (i antecesor se "ue de aquí hace dos meses.
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¿Ad!nde "ue?. ¿3e retir! de la empresa?, le pregunt'.
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:ada de eso. Ahora es gerente de otra re"inería, cosa que les ocurre a muchos hombres del jue#es. Con la e7periencia que nos da el ocuparnos de los problemas de todos % la negati#a de (c)regor de hacer lo que considera un trabajo de sus subordinados, podemos actuar sin super#isi!n operati#a % estamos preparados para dirigir re"inerías. e paso le dir' que la gente de nuestro ni#el ha adoptado en su ma%oría el m'todo gerencial de (c)regor para tratar con sus capataces, % está logrando los mismos resultados. 2os capataces están mucho más seguros de sí mismos % no ha% que hacerles el trabajo.
ol#í a #erlo a (c)regor. 3u secretaria seguía tejiendo, % había adelantado mucho en su trabajo desde mi primera #isita. Con un mo#imiento de cabeza me seal! la o"icina del gerente, esta #ez tambi'n sin perder un punto. (c)regor estaba en su postura tradidiconal mirando por la #entana con ojos ausentes. 3e #ol#i! % me pregunt!& 1 ueno, ¿ ahora cree que no tomo decisiones?. 2e dije& 1 :o, eso puede ser una casualidad. (e sugiri! #er a otro super#isado, cu%o nombre podía sacar de la lista. Elegí a /eterson, quien al preguntarle por tel'"ono si podía atenderme, dijo que no tenía nada que hacer. ui entonces a su o"icina. /eterson tenía cerca de treinta aos. (e pregunt! qu' pensaba de (c)regor, % le dije que me parecía un hombre mu% poco com0n. D Cierto, es un gran tipo. (e cont! una historia parecida a la de @ohnson. (ac)regor se negaba a tomar decisiones relacionadas con el trabajo de sus super#isados. Cuando a /eterson se le presentaba una situaci!n que no podía manejar llamaba a alguno de los otros super#isores, usualmente a @ohnson, % juntos lo resol#ían. En las reuniones de los jue#es daba cuenta de la decisi!n % reconocía la a%uda recibida. D 3i no lo hiciera, agreg!, probablemente no #ol#ería a recibir a%uda de la misma persona. Al pedirle que describiera las reuniones de los jue#es, dijo& 1 uenos, nos sentamos alrededor de esa gran mesa de con"erencias que ha% en la o"icina de (c)regor. l se sienta en la cabecera como un uda "laco, % nosotros hablamos de las decisiones que hemos tomado % de qui'n nos a%ud! a tomarlas, si hubo tal a%uda. 2os que escuchan hacen comentarios ocasionales, especialmente si la decisi!n de que se habla es semejante a otra que ellos tomaron antes, o si ha ejercido un e"ecto directo sobre sus propias operaciones. (c)regor había hablado mu% poco en las 0ltimas reuniones, seg0n /eterson, pero transmiti! todas las no#edades que le habían ll egado de las o"icinas centrales. IV. JUICIO DE LA ADMINISTRACION CENTRAL ACERCA DE MCGREGOR.
Cuando acab' de hablar con @ohnson % /eterson era la hora de almorzar. ecidí irme a la ciudad % pasar por las o"icinas centrales para a#eriguar qu' se pensaba allí de (c)regor % de su actuaci!n. isit' al je"e de operaciones de la empresa. -enía, de todos modos, la intenci!n de agradecerle su buena disposici!n para "acilitarme el estudio. Cuando le dije que había estado con (c)regor obser#! de inmediato& 1 ¿:o le parece un tipo e7cepcional?. (usit' algo en el sentido de que ese
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comentario %a no me resultaba nue#o, % le pregunt' que opinaba de la e"iciencia operati#a de (c)regor en comparaci!n con la de otras re"inerías de la empresa. 3u respuesta "ue inmediata& -
h, la unidad de (c)regor supera holgadamente a las otras en e"iciencia % producti#idad.
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¿Es porque cuenta con el equipo más nue#o?, le pregunt'.
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:o, en realidad tiene la re"inería más #ieja de la empresa; "ue la primera que construimos.
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¿3e #a mucha gente de esa re"inería?.
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(ucha, me contest!
Creí entonces que había encontrado un resquicio en la armadura de (c)regor % pregunt'& -
¿
V. MAS APRECIACIONES SOBRE EL ESTILO GERENCIAL DE MCGREGOR -
¿8 como dirigen sus propias operaciones?. ¿Ggual que (c)regor?, pregunt'.
-
9sted lo ha dicho. 3u sistema se aplica en un n0mero cada #ez ma%or en nuestras plantas.
ol#ía a la re"inería con unas cuantas preguntas "inales para (c)regor. 2a secretaria tenía su tejido mu% adelantado, % su je"e había #uelto a la #entana. -
-engo entendido que estu#o en el centro, ¿
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9sted lo sabe mejor que %o& que esta re"inería es la más e"iciente de la empresa.
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3í, es cierto, replic!, sin "ingir modestia. /eri!dicamente me o"recen oportunidades en otras grandes empresas, pero tengo todo tan bien organizado aquí que realmente no quiero un trabajo como el que tu#e hace once aos, cuando me hice cargo de esto. /ienso que andar' por aquí hasta que aparezca algo mejor.
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/ermítame hacerle algunas preguntas sobre las reuniones de los jue#es, continu'. D En primer lugar, entiendo que cuando usted no está lo reemplaza el hombre de los jue#es, ¿C!mo elige a este sustituto?. (u% simple. Elijo al que sus compaeros mencionan más a menudo por haberles a%udado a resol#er sus problemas. 2uego lo pongo a prueba cuando tengo que ausentarme. Es un buen entrenamiento, % si el hombre re#ela condiciones, s' que tengo un candidato para ocupar cualquier gerencia de re"inería que ha%a quedado #acante. 2a direcci!n siempre me pide nombres es estos casos. e hecho el puesto d el hombre de los jue#es es mu% codiciado. (is super#isados ri#alizan por a%udar a quien tiene un problema porque saben que la a%uda les #aldrá una menci!n en la reuni!n in"ormati#a. 9sted ha de saber tambi'n que los j!#enes que quieren progresar en la empresa ansían ocupar puestos en la plana ma%or de la re"inería; cuando se o"recen oportunidades en nuestras "ilas, siempre ha% tantos candidatos que a menudo me cuesta mucho elegir.
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Es l!gico, le dije. /ermítame ahora #ol#er a su "unci!n de gerente de la re"inería. 9sted dice que no toma decisiones. 3upongamos que uno de ellos habl! en una reuni!n de una decisi!n que tom! % que usted considera equi#ocada. ¿
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¿Cuánto me costaría el error?
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h, no lo s', le contest'.
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Entonces no puedo decirle nada. -odo depende del costo.
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igamos H.555 d!lares, sugerí.
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Eso es "ácil; lo dejaría, dijo (c)regor.
3entí que había tocado el límite de la tolerancia de (c)regor; supuse que de ahí para arriba inter#endría directamente o, más probablemente, sugeriría al subordinado tratar el tema con el hombre de los jue#es % le pediría cuentas de la decisi!n conjunta. -
¿Cuándo toler! por 0ltima #ez un error de ese calibre?, /regunt' con escepticismo.
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$ace unas cuatro semanas, dijo (c)regor.
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¿9sted permiti! que alguien que trabaja bajo sus !rdenes cometiera un error tan gra#e?. ¿/or qu'?.
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/or tres razones, dijo (c)regor. /rimero, s!lo estaba seguro en un II,JJK de que sería un error, % si hubiera resultado que no lo era me habría sentido como un tonto. 3egundo, pens' que cometer ese error sería una e7periencia tan aleccionadora para 'l, que nunca #ol#ería a caer en otro semejante. 3entí que esto le haría más pro#echo que todo un curso de desarrollo gerencial. -ercero, 'ste es un centro de resultados; reci'n comienza el ao presupuestario % pensaba que tendríamos tiempo para absorber la p'rdida.
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¿Cuál "ue el resultado?, /regunt'.
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Era un error, % pronto me habl! de 'l por tel'"ono el contralor general *s0bitamente ad#ertí que durante mi permanencia en la o"icina ni el tel'"ono de (c)regor ni el de su secretaria habían sonado+. El contralor dijo& (c)regor, ¿C!mo dej! pasar un error tan est0pido?.
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¿8 usted qu' dijo?.
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ueno, record' que un buen ataque es la mejor de"ensa. 2e pregunt' cuál era la re"inería más e"iciente de la empresa. (e contest!& 9sted sabe que es la su%a; pero no tiene nada que #er una cosa con la otra. 2e dije que tenía mucho que #er % aadí que mi gente aprendía de sus propios errores, % hasta que las demás plantas de la empresa tu#ieran la misma e"iciencia de la nuestra no iba a perder tiempo hablando con o"icinistas. espu's de esto colgu'.
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¿8 que pas!?.
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ueno, las relaciones se pusieron algo tirantes durante un tiempo, pero ellos saben que so% probablemente el mejor gerente de re"inería en esta industria, % que puedo conseguir otro trabajo cuando se me ocurra, así que pronto le echaron tierra al asunto; dijo, no sin cierto dejo de orgullo satis"echo.
VI. LOS SISTEMAS DE CONTROL DE MCGREGOR. -
/eterson me dijo que usted tiene un buen sistema de control. ¿C!mo "unciona?, /regunt'.
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(u% simplemente, dijo (c)regor. 2os mi'rcoles a las dos de la tarde mis super#isados % %o recibimos los impresos de la computadora, que le permiten a cada hombre de producci!n cotejar lo producido con las metas asignadas, % al superintendente de ingeniería comparar sus costos con el presupuesto. 3i la comparaci!n es des"a#orable me llaman a eso de las tres de la tarde % se entabla una con#ersaci!n como esta& 3eor (c)regor, tengo un problema % pienso hacer esto. 3i la soluci!n es adecuada, los autorizo a aplicarla. 3i no, se lo digo, ante lo cual ellos la modi"ican % #uel#en a presentármela. 3i la nue#a #ersi!n es buena, les do% #ía libre. 3i no, sugiero que se pongan en contacto con alguno de los otros, elaboren una soluci!n juntos, % despu's me llamen % me digan lo que piensan hacer. 3i esto a0n no da resultado, los hago consultar con el hombre de los jue#es. e esta manera me libro de inter#enir en las decisiones operati#as.
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-u#e una re"inería más chica que 'sta, % en ella trabajaba "ebrilmente % sin interrupci!n, constantemente atendiendo el tel'"ono % resol#iendo los problemas de otros. Ellos no deseaban otra cosa que dejarme hacer su trabajo, porque era más "ácil que hacerlo personalmente % tambi'n porque, si la soluci!n no era e"icaz, la culpa era mía. :o puedo reprocharles esta inclinaci!n. /ero cuando #ine aquí resol#í librarme de esa escla#itud % me dediqu' a idear este sistema. Cre' un sistema de control computarizado, combinado con un sistema de objeti#os que renegocio anualmente con cada sector de operaciones, % un presupuesto de gastos de acuerdo con el superintendente de mantenimiento. 2uego dispuse la emisi!n de los in"ormes de los mi'rcoles. A #eces lle#a tiempo renegociar esos objeti#os * % e sabido que recurro a la emulaci!n para lle#arlos a n ni#el razonable+ pero es necesario que el indi#iduo acepte esas metas de e"iciencia para que les reconozca #alidez % encuentre en ellas un #alor moti#acional. Elegí el mi'rcoles porque si surge un problema tengo tiempo de inter#enir en caso de que mis super#isados no hallen una soluci!n. Como usted #e, nuestra semana de producci!n termina el sábado. :o quiero arriesgar mi cabeza por su incapacidad para tomar buenas decisiones, % así es como reduzco el riesgo a un mínimo. :i siquiera recuerdo la 0ltima #ez que tu#e que inter#enir directamente en su trabajo. 2eo mucho acerca de los temas que interesan al mío. /or eso cuando presentan soluciones, habitualmente puedo decirles con certeza si sus propuestas son #iables o no. Este es mi trabajo tal como %o lo entiendo& no hacer el trabajo de mi gente, sino super#isarlo. (uchos gerentes se sienten obligados a demostrar constantemente a sus super#isados que saben más que ellos mismos acerca de sus propios trabajos, haci'ndolos en su lugar. 8o no caigo más en esa práctica.
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¿9sted hace algo más?, pregunt'.
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ien, atiendo las relaciones comunitarias. tra cosa que hago, es ocuparme de 'stos. 3e #ol#i! hacia el archi#o de planos situado en el rinc!n. Aquí ha% tablas de dotaci!n % parque para esta planta, considerando los ni#eles de producci!n a cinco plazos distintos, uno, dos, tres, cinco % diez aos. 3i me llaman por tel'"ono desde las o"icinas centrales % me preguntan cuánto se necesitaría para aumentar la producci!n en 65K, les pregunto en qu' periodo. 3i me dicen, por ejemplo, cinco aos, me basta con leer directamente las necesidades de personal % materiales. Esta es, para mí, la misi!n de un gerente de alta jerarquía. 3i mal no recuerdo, /eter rucLer dijo que a los gerentes se les paga por el e"ecto "uturo e irre#ersible de sus decisiones. ien, las decisiones de esta clase se pro%ectan hacia el "uturo, % una #ez que se las aplica es terriblemente di"ícil % costoso modi"icar sus consecuencias. $a% demasiados gerentes que no plani"ican, por una pretendida "alta de tiempo %, sin embargo, se les paga para eso, no para que suplan a sus super#isados en el trabajo. :o so% de esos. 8o no plani"ico, escucho los in"ormes de los mi'rcoles, las decisiones de los jue#es, % juego al gol".
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¿2e a%udan sus super#isados a tomas esas decisiones de planeamiento?, pregunt'.
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:o, dijo (c)regor. Ellos me consiguen parte de la in"ormaci!n % %o les muestro c!mo hago los planes. -odos saben la manera de hacerlos despu's de haber estado un par de aos aquí. /ero %o tomo las decisiones de planeamiento. 3i son err!neas, %o so% el responsable, % si son acertadas D dijo sonriendo D el m'rito es mío. Ahora tengo un partido de gol" mu% importante. 3i quiere hacerme más preguntas #uel#a en cualquier momento, e7cepto el jue#es de 45 a 46 horas. :o tengo mucho que hacer, "uera de atender #isitas.
(ientras #ol#ía a casa me pude a pensar en el en"oque gerencial de (c)regor. ¿9saba este ejecuti#o el enriquecimiento en el trabajo?. 3í, su personal estaba moti#ado por las propias tareas. ¿Entrenaba a su gente?. 3in duda, porque ellos parecían estar siempre listos para la promoci!n. 8 su operaci!n era e"iciente, a todas luces. Gndiscutiblemente, (c)regor era un gerente bien organizado que hasta tenía tiempo para dedicarse al gol ". VII. UNA SINTESIS DEL MEDIO Y DEL SISTEMA DE MCGREGOR.
Está claro que (c)regor tenía a su "a#or #arias cosas que contribuían a hacer e"icaz su sistema. :o era la menos importante el tener mu% precisas mediciones del rendimiento de cada una de las personas que dependían de 'l, en #olumen de producci!n o en cumplimiento de las metas presupuestarias. -ambi'n es #erdad que 'l estaba a cargo de un centro de resultados, % que la e#aluaci!n de su e"iciencia abarcaba un lapso lo su"icientemente largo para compensar de"ecciones temporarias con '7itos duraderos. Agr'guese a ello que las responsabilidades de (c)regor se limitaban a la producci!n; 'l no tenía que luchar con los problemas de la comercializaci!n. 3u misi!n era simplemente entregar una línea de productos, en las cantidades requeridas % a un costo mínimo, por medio de procesos producti#os bien establecidos % entendidos por los encargados de realizarlos. /or cierto que todos esos "actores a%udaban a (c)regor a operar de la manera que lo hacía, % es indudable que la reputaci!n ganada le #alía una mejor autonomía en su actuaci!n. /ero atribuir el '7ito de su caso solamente a la naturaleza de sus responsabilidades, es negar su testimonio acerca de c!mo desempea sus "unciones un gerente #erdaderamente e"icaz. 2a preocupaci!n dominante de (ac)regor se centraba en los resultados& resultados que sus super#isados lograban por m'todos creados por ellos mismos o en colaboraci!n con sus pares. l se rehusaba simplemente a hacerles su trabajo, a0n a riesgo de incurrir en alg0n costo a corto plazo. Al abstenerse de decidir les permitía crecer a ellos en capacidad decisoria, a0n en condiciones de incertidumbre. 2os contactos de (c)regor con su gente giraban en torno de la negociaci!n de metas de e"iciencia, % de la recepci!n de in"ormes acerca de los resultados obtenidos. Cuando su e"iciencia no llegaba a las metas propuestas, se consideraba llamado a recordarles que tenían un problema % que 'l estaba interesado en saber c!mo pensaban resol#erlo. 3i ellos no podían hacerlo por sí mismos * % 'l se consideraba capacitado para e#aluar t'cnicamente las probabilidades de '7ito de su soluci!n + les recomendaba la consulta con uno de sus pares. :o quería que dependieran de 'l como hombre del recurso sal#ador, siempre dispuesto a demostrar su pericia t'cnica % amparar como padre bondadoso a sus subalternos en apuros. /ara (c)regor, cada problema que hallaban sus colaboradores representaba una oportunidad de aprendizaje autodidáctico. Beconocía que era su%a la responsabilidad "inal de determinar si la soluci!n era adecuada a un problema, pero no aceptaba que tu#iese que elaborarla 'l mismo, % pensaba que inter#enir personalmente en las tareas de sus super#isados era tomar para sí parte de la carga que en justicia les correspondía a ellos. 8 lo que es quizás más importante a0n, el hacerlo sería negarles la oportunidad de desarrollar la propia capacidad para resol#er problemas. Este mantenerse al margen de sus acti#idades le daba la oportunidad de cumplir con las obligaciones de planeamiento propias de l a jerarquía de su cargo. En el sistema gerencial de (c)regor era esencial que su cuerpo de colaboradores estu#iera intensamente dedicado al logro de sus objeti#os de trabajo. Esta dedicaci!n se lograba negociando
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los resultados concretos que cada uno debía obtener, % las negociaciones continuaban hasta que ambas partes de ponían de acuerdo en cuanto al realismo % "actibilidad de las metas. Cuando alguno de ellos se proponía objeti#os carentes de realismo, %a "uesen por e7ceso o por "alta de ambici!n, se los modi"icaba en discusi!n abierta en que ambas partes admitían la reconsideraci!n de sus propuestas. En todos los casos (c)regor dejaba a criterio de sus super#isados la manera de lograr los objeti#os acordados. Al e7igir que se le in"ormara acerca de las decisiones tomadas % se le dieran los nombres de los que a%udaban a elaborarlas, (c)regor no solo estimulaba la colaboraci!n entre su gente, sino que tambi'n obtenía la in"ormaci!n necesaria para e#aluar su desempeo. Como era conocida la pre"erencia de que gozaban su gente como aspirantes a ocupar gerencias de re"inerías, (c)regor conseguía sin di"icultad e7celentes candidatos para los puestos gerenciales de su establecimiento. 9na #ez incorporados a la plana ma%or, los gerentes ad#ertían que para ser hombre del jue#es había que combinar una gran e"iciencia con la capacidad para colaborar con los pares en la soluci!n de sus problemas % el logro de sus objeti#os. (c)regor había lle#ado la direcci!n por objeti#os a sus límites l!gicos, al concentrar sus es"uerzos en la "ormulaci!n % negociaci!n de objeti#os % desentenderse del tratamiento de los problemas especí"icos de cada sector. 3i bien se reser#aba un margen para actuar personalmente en caso de emergencia, ponía bien en claro que deseaba enterarse de los problemas s!lo despu's de hab'rselos resuelto, % de las decisiones d espu's de hab'rselas tomado. 3eg0n 'l lo percibi!, el recurso más escaso era su propio tiempo, % se dedic! a disear % poner en práctica un sistema gerencial caracterizado por el desarrollo aut!nomo de sus colaboradores, una operaci!n e"iciente para su empleador, % para el mismo un margen de tiempo que le permitía e7aminar acti#amente el posible e"ecto de los acontecimientos "uturos sobre la marcha de su unidad. 3u acertado empleo de dicho recurso escaso D su tiempo D para disear un sistema gerencial e"iciente le rindi! un bene"icio adicional& el tiempo libre para las acti#idades recreati#as. MMMMM