Mario Montalbetti • • • • •
Perro Negro. Negro. 31 poemas Lima, 1978. Llantos Eliseos Eliseos Cinco segundos de Horizonte 8 cuartetas contra el caballo de paso peruano 1917. Anotaciones de un profesor de lingüística de la PUCP (En: PUCP (En: http://blog.pucp.edu.pe/blog/1917 http://blog.pucp.edu.pe/blog/1917))
Bastante menos que una idea No creas en la la verdad. No creas en la la belleza. No creas en el el amor. Siéntate al piano sopla el corno rasga la cuerda y quedamos a la par. No me alcances alcances un beserol si me duele la cabeza. No repitas conmigo conmigo películas que ya viste. No creas que hay hay algo importante en lo que haces. Ni siquiera una una buena acción es tan buena como ninguna acción. Octava nube o noveno cielo apartes algún día el cuerpo será un hecho suficiente
Nombre del Poema: Fin desierto (fragmento) para Rocío hay un desierto a la deriva enterrado entre tormentas hay un escorpión inteligente tallado en cada muerte y hay una muerte tras otra entusiasmadas con la religión aves frías te golpean la cabeza y aprendes enseguida hay un río dentro del río fabricando fiebres delicadas hay una puerta detrás de la puerta y un bizcocho detrás del mundo excavamos en los días de la tiza vertebrado / invertebrado escribimos para tapar los hoyos y reparar las faltas hay un ángel de barro acantonado en posición fetal y al fondo un enemigo intolerante
hay un musco que contiene réplicas de todo lo que has oído hay un libro que repite todo lo que escribes y otro que escribe todo lo que repites hay un sol partido en dos y una sombra espesa en la escisión hay un perro perdido en el ojo de la horca (cada línea es un río una calle un color imaginario un número irracional en medio de una suma infrecuente el rostro cambiante de una ventana un amanecer en tu boca una lápida una lápida que no coagula… porque cada línea contiene su propia ausencia porque cada línea no importa la escala termina con la forma los ritmos y las texturas se desbandan sobre las dunas la aridez se hace rama inquebrantable) de todas las huellas / escoge la del desierto de todos los sueños / el de las bestias de todas las muertes / escoge la tuya propia que será la más breve y ocurrirá en todas partes decimos nada sobre todo buscando a aquél que lo dice todo sobre nada sobre la mesa hay animales vivos y flores amarillas de montaña muertes simples que se clavan en la tierra como estacas de plata estampas de los santos gregorio santiago y benedicto la luna vacía y el sol de invierno los pies de aquellos que pisarán los granos esta noche los tambores los cuernos en espiral y agonías que besan los cielos el violón de madera balsa las cuerdas de metal todo está sobre la mesa sobre la mesa las hojas de coca y los nevados y los ríos de obsidiana las piedras que se repartirán a medianoche y la medianoche entera besando el corazón de un cóndor y la voz de una mujer que irá de casa en casa buscando a sus familiares todo esto todo esto está sobre la mesa ¿por qué lo hacen de esa manera? así lo hacen así lo hacemos sobre la mesa las tormentas y los vientos y los lagos de altura la sed continua de las gargantas en las islas el diario secreto de las amazonas el manojo de rosarios cuyas cuentas no conocen todavía el paso fugaz de las yemas hacia la redención todo está sobre la mesa todo esto así lo hacen así lo hacemos cañas negras vibran entre sus labios saliva espesa lame las caries negras cerdos de patas negras con negras circuncisiones merodean en silencio todos lo saben todos los han visto y están todos ciegos de ver tanta ausencia se ha ido
puso al ave intoxicada sobre el abismo y dijo alcanza al ave de fondo y resuelve el suspenso de toda esta geometría vuela en silencio abriéndote al espacio que no toma en cuenta el espacio que ocupan las cosas llamadas reales el ave descendió tres tormentas espirales y encontró al ave que laceraba su letargo colgada de un rayo de porcelana aquí hay alguien que se ha ido y que ha dejado esta succión i> y termitas en todos los peldaños y en todo este espacio abierto los niños nacen sin cerebro y encierran sus cabezas en bolsas de plástico y deambulan por el desierto como astronautas atormentados medio millón delicadamente desolados por esta versatilidad de la repetición hallan un muslo un fémur un párpado y una sanguinaria homilía sobre esta visión que no hay ojos que vea propiamente porque es aguja y agujero al mismo tiempo el mismo nervio óptico y en todo este espacio abierto los senos están secos y las tibias tibias hallan el gran decorado de fondo que sigue su viaje más de lo mismo tras más de lo mismo como una piedra encerrando el fósil de una piedra todo este espacio y ningún lugar donde ponerlo vacíos los niños aspiran el ágil plomo de las tardes frías y cargan de tumor sus tristes tálamos sordos a las palmeras bajo cuyas palmas se indigestan y ciegos con cada muerte me vuelvo más lento menos elegante y me recuesto en piedras que son cráneos dormidos en el desierto mi lengua está tatuada de sed y las tormentas caen como flores que caen de otro planeta por fin el fin que no admite comienzos o esta redención
entierro mis ojos estudio mis manos mis uñas son rabia fosilizada persistencia del cólico de los árboles ramas negras contra el cielo dorado y el invierno sobre el invierno el tiempo transfiere su ponzoña al paraje los sueños nos despiertan picoteándonos los ojos persistencia del cólico de los océanos el primer sonido es un eco del último peces de agua dura rellenan los desiertos submarinos siete pozos son los siete días y veinticuatro muelas las horas decapitadas por la marea persistencia del cólico del fuego naufragio de las hojas de té en agua hirviendo una pared blanca con cien sombras que danzan entre lluvias secas un fandango sangriento él muere ella murmura y muere persistencia del cólico del colibrí por eso mira fijamente a la muerte en los ojos y le hinca el pico afilado hasta dejarla exangüe y transfórmale sus oscuros humores en néctar absurdo que sólo la adicción redime persistencia del cólico de los perfumes llevo en atados aromas sombríos que emanan de la tierra lentos desastres son estos cantos de amor esta montaña gris o esta bola de acero este ascenso inesperado a 5000 metros el vago huayno que me trajo hasta aquí describe lechuzas negras y amores cortos ensangrentados ver en la oscuridad o a través de ella caer de aviones danzar al son de once arpas afiladas el altiplano me debilita / nunca estuve ahí nunca estuve ahí ese ichu inerrante o esta mesa turquesa esta muerte no es muerte cómo será tirar a 5000 metros estrangulado por el aire raro o por el vómito de un ave carbonizada nunca estuve allí nunca estuve ahí nadie está bien esta débil precocidad de la sinrazón este vado este viento que otras bocas chacchan más voraces y más insanas nunca estuve ahí arden las hojas secas verdes fuera de si lo que cambia entra en combustión se vuelve otra cosa de otro color
en el estanque las carpas rojas escarban donde el espacio no puede entrar toma té tres sorbos tres veces del corazón emigran sueños solitarios siguen las direcciones de las ramas que caen sobre el agua solamente en una canasta de vientos puedes llevar tu vida el fuego pesado de la hoguera reconoce el carrizo y huye de las malas lo que adquiere forma está condenado a perderla té / tres sorbos más
FONDEO DEL POEMA
Nada seduce más al hombre, no el paso meditado de la sombra de un animal, no la vida, no el ojo negro de la muerte, no la muerte, no la tenacidad del deseo, nada seduce más al hombre que un abismo. Ante él, el hombre siente una indecible necesidad de arrojar algo, una envoltura de papel, una moneda, una idea, lo que sea, incluso a sí mismo, con tal de verter algo en su largo vacío. Y esto es lo más curioso: si no encuentra algo que arrojar, hace algo plenamente romántico: escupe. Y luego sigue con la mirada las evoluciones de la mancha blanca de saliva deformándose en el aire durante su caída. Digamos que dura cinco segundos. Hay abismos morales, sexuales, psicológicos, Hay también abismos poéticos, versos que caen de barrancos marrones a playas de arena negra acompañados de la mirada absorta del poeta que se deleita con las contorsiones de las sílabas abismo abajo. La mancha llega al fondo. La mirada absorta no llega a él, solamente lo intuye y es siempre lo mismo; esplendor blanco, algo que sobrevive, una tercera cosa y una inconsolable felicidad.
Salmo de invierno si quieres ganar el cielo primero debes saber perderlo recoge por ejemplo un clavo e imagina el agujero del que provino ¿qué dijo brodsky? que reconocemos a nuestros hermanos no por sus rostros sino por sus espaldas
en las colas que forman en los confesionarios la vida pasa como pasa la corriente cuando agarras un cable pelado arroja el clavo guarda el agujero arroja el agujero al suelo «[Montalbetti]»
El loco de Atar. 02/04/08 quien me haya traído hasta aquí habrá de devolverme a casa pienso en eso todo el día cuando limpio la pérola cuando camino hacia los guindales cuando rereso del mercado entre mucha ente pienso en eso todo el día sin pronunciar una sola palabra un momento antes de la medianoche me retiro a mis pobres aposentos y dio lo que entiendo en verdad muy poco y es más bien ordinario a veces dio que soy como un ave de otra jaula golpeando con el pico las barritas de oro de ésta otras veces dio que voy a cruzar la virtud a nado hasta llear temprano a los carrizales apenas anoche dije que tengo ojos buenos para juzar distancias como cuando alguien dice has llegado lejos pero torpes cuando se trata de discernir amantes quien me haya traído hasta aquí habrá de devolverme a casa pienso en eso todo el día «[Montalbetti
Y tiritarás del asco de la ciudad Entre buses y jardines Entre los besos y dientes amarillos de la gente En medio de una puerta que se cierra Justo en el centro de la ciudad Entre el final de un grito
Y caminar por las calles de Wilson Silbando una canción de The Kinks Sin el rumbo común conocido por la gente Fumar un cigarrillo Montana Y seguir caminando Ocultando el secreto Que vamos descifrando Mirando esos edificios Epolvados , alucinando Los 60’s ,y a nuestros jóvenes Padres en esta Lima Jugar a caminar de las manos Y llegar al puente del Río Rimac donde Santa Rosa Quizá escupió . Mirarnos y lanzarrnos Porque ya nada sigue Después de no seguir el rumbo común conocido por la gente Sólo gozar con la pichi que desechan Ahora La mierda nos acoge en su tapiz gris antiguo 12 de la noche .
Después del insomnio y el olor a cebolla en mi habitación crece la certeza de tu piano tan impropio como su sonido como pequeños pasos temerosos a abrir esta puerta tan solo te asomaste y corriste desávorido como un niño
Ahora que asomo a mi ventana Y el viento me ofrece su música Es como viajar en peces sin agua