LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS ANIMALES DE PRODUCCIÓN
Manual de diagnóstico laboratorial laborator ial porcino Joaquim Segalés (coordinador) Jorge Martínez (coordinador) Joaquim Castellà Laila Darwich MarianoDomingo Enric Mateu Marga Martín Marina Sibila
PORCINO
Manual de diagnóstico laboratorial porcino CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Autores:
Joaquim Segalés (coordinador), Jorge Martínez (coordinador), Joaquim Castellà, Laila Darwich, Mariano Domingo, Enric Mateu, Marga Martín y Marina Sibila.
Formato: 17 x 24 cm. Número de páginas: 132. Encuadernación: wire-o. Año: 2013. PVP: 40 �.
LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
Manual de diagnóstico laboratorial porcino ÍNDICE DE CONTENIDOS 1. Introducción 2. Toma de muestras Toma de muestras durante la necropsia Muestreo de la población animal
3. Envío de muestras para el diagnóstico laboratorial 4. Métodos diagnósticos Técnicas histopatológicas Técnicas bacteriológicas Técnicas virológicas
LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
8. Diagnóstico laboratorial de trastornos reproductivos Introducción Análisis de datos y examen clínico Evaluación patológica Diagnósticos diferenciales Toma de muestras Caso clínico
9. Diagnóstico laboratorial de trastornos nerviosos y locomotores Introducción Examen clínico Evaluación patológica Diagnósticos diferenciales Caso clínico
10. Diagnóstico laboratorial de trastornos cutáneos
Manual de diagnóstico laboratorial porcino Joaquim Segalés (coordinador) Jorge Martínez (coordinador) Joaquim Castellà Laila Darwich Mariano Domingo Enric Mateu Marga Martín Marina Sibila
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
TOMA DE MUESTRAS DURANTE LA NECROPSIA Existen varios protocolos disponibles para llevar a cabo una necropsia en cerdos. El veterinario puede elegir cualquiera de estos protocolos, pero se recomienda seguir un único procedimiento para realizar necropsias de forma ordenada, sistemática y completa. Este capítulo revisa los métodos y tipos de muestras que se pueden utilizar durante la necropsia. Una necropsia realizada correctamente puede dar información de mucho valor sobre una enfermedad. La patología macroscópica sola puede proporcionar un diagnóstico en algunos casos, pero muchas veces se requieren análisis adicionales para obtener un diagnóstico definitivo. La variedad de técnicas utilizadas está aumentando, pero los métodos tradicionales siguen siendo la primera línea de investigación. La tabla 1 ofrece una lista de muestras potenciales que se pueden tomar en una necropsia.
Selección de animales La mejor forma de asegurar un diagnóstico correcto es mediante unas muestras frescas y bien conservadas. Por lo tanto, se aconse ja realizar las necropsias en animales recién sacrificados y para ello se pueden seleccionar 3-4 cerdos en la población de animales afectados. Cuando sea posible, se seleccionarán los animales en fase aguda de la enfermedad (las primeras 24-48 horas), que representen un patrón de signos clínicos similar al de otros miembros del grupo. Con el fin de evitar cualquier interferencia con posteriores análisis de laboratorio, es conveniente evitar seleccionar animales que ya han sido tratados (al menos de forma parenteral). Existen varios protocolos aprobados para realizar una eutanasia ética en cerdos; se recomiendan los barbitúricos por vía intravenosa ya que permiten la preservación de los órganos.
Toma de muestras
Toma de muestras de sangre Las muestras de sangre se deben tomar in vivo (figs. 1 y 2) o justo después de la eutanasia, cuando el corazón todavía late. Si han transcurrido varias horas tras la muerte, se pueden tomar coágulos de sangre del corazón y utilizarlos para análisis microbiológicos, virológicos, PCR y serológicos. Se han descrito varias técnicas in vivo que utilizan varias localizaciones de punción: la vena cava anterior (en animales jóvenes, desde el nacimiento hasta los dos meses de vida aproximadamente), la vena yugular (cerdos de engorde y en fase de finalización), y las venas de la cola y de las orejas (adultos). Las muestras de sangre para análisis hematológicos y bioquímicos se deben recoger en tubos con EDTA de sodio o heparina de litio. La sangre recogida en tubos con anticoagulante también es adecuada para la mayoría de los test serológicos y bioquímicos (fig. 3).
Histopatología Las muestras de tejido para histopatología, IHQ e HIS se deben fijar en formol tamponado al 10% y conservar a temperatura ambiente. La proporción volumen de formol: tejido debe ser al menos 1:10. Los recipientes que contengan las muestras se deben etiquetar claramente con la identificación del animal. Todas las muestras del mismo animal se pueden incluir en el mismo recipiente. Se deben utilizar tantos frascos como cerdos necropsiados haya. Las muestras de tejido deben ser de 0,5 cm de grosor; si no, la falta de penetración del formol podría favorecer la autolisis (fig. 4). El cerebro y el globo ocular son una excepción, y se fijan intactos. En cuanto al intestino, se recomienda tomar varias porciones, y las muestras se deben abrir longitudinalmente antes de fijarlas en formol. Las muestras se deben tomar de los bordes de las lesiones o, como alternativa, incluir áreas afectadas y no afectadas del mismo órgano.
Figura 1. Toma de sangre in vivo de la vena cava craneal.
Figura 2. Toma de sangre in vivo
de la vena yugular.
Figura 3. Tubos para
toma de sangre para análisis hematológicos y bioquímicos con anticoagulante (EDTA-rosa, heparina-verde). Los tubos sin anticoagulante (rojo) se utilizan para obtener suero con el fin de realizar test serológicos y bioquímicos.
Figura 4. Toma de muestras
de tejido para estudio histopatológico. Las muestras no deberían exceder 0,5 cm de grosor para facilitar su fijación; el intestino se debe abrir longitudinalmente.
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
TÉCNICAS HISTOPATOLÓGICAS El análisis patológico es una herramienta muy empleada para el diagnóstico laboratorial de las enfermedades porcinas. En algunos casos, pueden enviarse varios cerdos al laboratorio para la realización de la necropsia y posterior análisis histopatológico. En otros casos, el veterinario puede realizar la necropsia en la granja y enviar al laboratorio las muestras de tejido fijadas en formol junto con otras muestras frescas (ver capítulos 2 y 3). Los análisis patológicos consisten en la identificación y descripción de las lesiones presentes en los animales (figs. 1, 2 y 3). En muchos casos, los cambios morfológicos observados en los tejidos de animales, junto con los análisis microbiológicos, moleculares, parasitológicos o serológicos, son bastante indicativos de la etiología de las enfermedades. En otras ocasiones, el patólogo necesita utilizar otras técnicas histológicas para identificar el agente causal. Así, determinadas tinciones especiales como la de Ziehl-Neelsen se usan para detectar micobacterias, el ácido peryódico de Schiff (PAS, periodic acid Schiff ) y la metenamina de plata de Grocott (fig. 4) para observar hongos o levaduras, y la tinción de plata Warthin-Starry (fig. 5) para detectar espiroquetas en diferentes tejidos. Sin embargo, la mayoría de los agentes infecciosos implicados en la aparición de lesiones no pueden identificarse mediante tinciones especiales y es necesario utilizar otro tipo de técnicas. La inmunohistoquímica (IHQ) es una técnica útil para detectar proteínas o antígenos en muestras de tejido por medio de anticuerpos específicos (figs. 6 y 7). El rango de proteínas detectables es muy amplio e incluye agentes infecciosos (virus, bacterias, parásitos, hongos, protozoos, levaduras y priones), marcadores tumorales, proteínas específicas (amiloide) y receptores celulares. También se
Métodos diagnósticos
Figura 1. Pulmón, tinción de
pueden detectar procesos celulares concretos como la proliferación o la muerte celular (apoptosis). La ventaja de la IHQ es que tiene una especificidad alta y una sensibilidad moderada, pero es más costosa en tiempo y dinero que las tinciones especiales. Una vez que se produce la unión antígeno-anticuerpo, el resultado positivo se demuestra mediante una reacción histoquímica de color, visible con microscopio óptico o con fluorocromos con luz ultravioleta. Aunque se puede llevar a cabo en tejido congelado, los tejidos fijados en formol son los más utilizados para esta técnica en el diagnóstico laboratorial rutinario. La hibridación in situ (HIS) es otra técnica específica utilizada para detectar ADN o ARN de agentes infecciosos específicos en porciones de tejido. Se describe en la página 36.
hematoxilina-eosina. Presencia marcada de cúmulos de células necróticas en el interior de los alveólos en un caso de neumonía proliferativa necrosante. Esta enfermedad ha sido relacionada con el PRRSV y el PCV2, aunque se desconoce su patogénesis.
Figura 2. Intestino delgado,
tinción de hematoxilina-eosina. Atrofia grave y fusión de las vellosidades intestinales en el yeyuno. Esta lesión puede estar causada par varios organismos como coccidios, virus (coronavirus y rotavirus) y bacterias (E. coli ). La causa de este caso en particular fue el virus de la gastroenteritis transmisible (TGEV).
TÉCNICAS BACTERIOLÓGICAS El objetivo principal del diagnóstico bacteriológico es el aislamiento y la identificación de bacterias implicadas en procesos patológicos, según su capacidad para crecer en varios medios selectivos, la apariencia característica de sus colonias y su capacidad para reaccionar cuando se utilizan pruebas bioquímicas. El uso eficaz y la correcta interpretación de los análisis de bacteriología clínica pueden ser una herramienta útil en el diagnóstico de algunas enfermedades infecciosas.
Figura 3. Piel, tinción de
hematoxilina-eosina. Ulceración cutánea con inflamación superficial y necrosis de la dermis; el margen epidérmico muestra queratinocitos con degeneración vacuolar debido a la infección por el virus de la viruela porcina.
Técnicas básicas en el diagnóstico bacteriológico El primer paso de un análisis bacteriológico consiste en realizar un frotis de muestras o hisopos en un portaobjetos limpio y teñirlo para su observación con un microscopio, con el fin de detectar la presencia de bacterias e identificar el posible tipo de organismo, así como su cantidad relativa. Esto es útil para decidir qué medios de cultivo y condiciones
se tienen que utilizar para una tentativa de aislamiento. La tinción de Gram (cuadro 1) sigue siendo la prueba diagnóstica rápida más utilizada y es una de las bases de la práctica
de laboratorio clínico junto con las pruebas bioquímicas. En algunos casos, puede ser interesante observar muestras frescas utilizando un microscopio de contraste de fases (por
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
INTRODUCCIÓN Las enfermedades digestivas (entéricas) forman parte de las principales causas de pérdidas económicas en las explotaciones porcinas. La importancia de estos procesos no deriva solamente de la mortalidad asociada a los brotes, sino también de los costes que resultan de una reducción de la eficiencia de conversión del alimento, un aumento del periodo de engorde y del uso de antibióticos. Este capítulo trata los procesos digestivos como la manifestación primaria de una enfermedad; por lo tanto, las enfermedades sistémicas u otras enfermedades que también pueden causar diarrea u otros trastornos entéricos se abordarán en otros capítulos. En cerdos, las enfermedades entéricas más comunes tienen un origen infeccioso y muestran una distribución relacionada con la edad que refleja la epidemiología de cada patógeno (fig. 1). En lechones, el desarrollo de una enfermedad digestiva infecciosa es el resultado de una combinación de factores que incluyen las características intrínsecas del cerdo neonato (p. ej.: la falta de anticuerpos transferidos por la madre), la inmunidad de la cerda, la cantidad de IgA en el calostro y la leche ingerida por el lechón, la circulación de patógenos específicos (virus, bacterias y parásitos) así como las condiciones ambientales, en particular la temperatura y la higiene. En cerdos destetados, las enfermedades entéricas suelen aparecer cuando la IgA derivada de la madre empieza a desaparecer (habitualmente 1-2 semanas después del destete). La mezcla de cerdos de distintas camadas -y por lo tanto con distintos estados de salud e inmunitarios- también contribuye a la difusión de los patógenos. En los cerdos de transición y engorde, las enfermedades entéricas también están relacionadas con patógenos endémicos y tienden a manifestarse después de mezclar los cerdos en las naves de cebo. En las cerdas y los verracos,
Diagnóstico laboratorial de trastornos digestivos
las enfermedades entéricas no son comunes, a no ser que se dé la introducción de un nuevo patógeno en la granja. Las causas dietéticas (por ejemplo, la hipersensibilidad a la harina de soja) también pueden causar trastornos digestivos, aunque la prevalencia de este proceso es relativamente desconocida. Finalmente, aunque ocasionalmente se puedan encontrar sustancias tóxicas como causas de enfermedades entéricas, esto es poco frecuente.
EXAMEN CLÍNICOPATOLÓGICO Y EPIDEMIOLOGÍA DE LAS ENFERMEDADES ENTÉRICAS EN CERDOS La manifestación más habitual de las enfermedades entéricas es la diarrea, es decir, un aumento tanto en el contenido en agua de la materia fecal como en la frecuencia de las deposiciones. En situaciones prácticas, es posible que la consistencia acuosa de las heces, y ocasionalmente un cambio en su color normal, sean los únicos signos visibles. La presencia de moco, sangre fresca o digerida o de pienso sin digerir es también importante para establecer un diagnóstico diferencial. Los vómitos son otro signo que se puede encontrar en procesos entéricos, en particular en infecciones causadas por virus gastroentéricos. El incremento de la temperatura rectal no es un signo constante, ni siquiera cuando el trastorno está causado por agentes infecciosos; por otro lado, la observación de una temperatura rectal dentro de valores normales tampoco excluye la existencia de algún tipo de infección gastroentérica. De hecho, algunos animales en estado agónico pueden presentar hipotermia. La necropsia puede proporcionar información útil para la orientación del diagnóstico, aunque suele ser difícil establecer un diagnóstico definitivo basado únicamente en hallazgos macroscópicos. El tipo de enteritis
s o t l u d A
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
INTRODUCCIÓN Las patologías y enfermedades que afectan a múltiples sistemas orgánicos son a veces difíciles de diferenciar de las que afectan a uno en concreto (problemas respiratorios y digestivos, principalmente). Aunque la patología sea multisistémica, en ocasiones, un único signo clínico prevalece sobre todos los demás. Esto es aplicable a casos individuales, pero varía bastante dentro de la población de cerdos afectados. Aparte de las lesiones relacionadas con un daño orgánico generalizado (tales como poliserositis fibrinosa o hemorragias generalizadas), la observación de diferentes signos o lesiones macroscópicas en un determinado grupo de animales sugiere la presencia de una enfermedad sistémica que afecte al sistema inmunitario. Así, dentro un mismo grupo de cerdos, las alteraciones inmunitarias adquiridas suelen presentar una gran variedad de signos clínicos y patológicos. A esto suele añadirse también la falta de respuesta a los antibióticos. En estos casos, debido a la disfunción del sistema inmunitario, la probabilidad de que existan infecciones concomitantes dificulta el establecimiento de un diagnóstico claro de la enfermedad primaria. La mayoría de las enfermedades sistémicas en cerdos son de etiología infectocontagiosa y, por lo tanto, la primera reacción del veterinario suele ser la de buscar los posibles agentes causales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los trastornos tóxicos y nutricionales también pueden causar problemas sistémicos. Aunque generalmente se perciben como trastornos poblaciones, las afecciones sistémicas también pueden ser problemas individuales (p. ej.: múltiples abscesos debidos a infecciones umbilicales neonatales, o infecciones secundarias debidas a mordeduras en la cola). En estos casos, el número de cerdos afectados dentro de un lote suele ser mucho más reducido (uno o pocos animales).
Diagnóstico laboratorial de trastornos sistémicos
Finalmente, algunas de las patologías incluidas en este capítulo también se tratan en otras secciones de este mismo libro. Por lo tanto, este capítulo abordará, desde un punto de vista tanto clínico como patológico, aquellas enfermedades que conlleven una afectación evidente de múltiples órganos.
EXAMEN CLÍNICO Es difícil definir los signos clínicos específicos que indican una alteración sistémica concreta. Habitualmente, se sospecha de una disfunción multiorgánica cuando los cerdos enferman o “no tienen buena salud”, sin que haya un signo clínico predominante. Estos animales pueden estar letárgicos, deprimidos, anoréxicos, febriles, deshidratados o postrados, con tasas de morbilidad y mortalidad variables. Durante el examen clínico, algunos hallazgos externos sugieren ciertos trastornos sistémicos, aunque siempre es conveniente establecer una lista concreta de diagnósticos diferenciales. Un resumen de estos signos y enfermedades se muestra en la tabla 1. Por ejemplo, las hemorragias cutáneas generalizadas son la consecuencia de un daño sistémico; sin embargo, el origen de esta lesión puede variar significativamente dependiendo de la enfermedad causante (enfermedad infecciosa, intoxicación, trastorno inmunitario, etc.). En estos casos, son necesarios estudios adicionales para establecer la etiología de estas hemorragias cutáneas múltiples.
EVALUACIÓN PATOLÓGICA Los trastornos sistémicos pueden tener tanto una presentación clínica hiperaguda, como cuadros clínicos agudos o subagudos. Para el veterinario es más sencillo diagnosticar la posible causa del problema en los dos últimos casos, ya que estos animales presentarán lesiones macroscópicas más evidentes
Hallazgos externos que pueden indicar un trastorno sistémico.
TABLA 1.
Signos externos
Signos concomitantes
Posibles enfermedades
Lesiones cutáneas en forma de rombo
Fiebre, postración
Erisipela
Lesiones cutáneas de forma irregular
Postración, sin fiebre, letargo, a veces sin otros signos
Síndrome de dermatitis y nefropatía porcina
Mala condición corporal, pelo áspero
Variable, dependiendo de la causa específica
Circovirosis porcina, PRRS, síndrome del fallo de desarrollo peridestete, otros
Cianosis generalizada
Fiebre, postración, deshidratación
Septicemia bacteriana
Tumefacción de múltiples articulaciones
Fiebre, cojera, postración, a veces con signos en el sistema nervioso central
Septicemia bacteriana
Hallazgos de necropsia indicativos de una posible alteración sistémica, posibles etiologías genéricas y curso de la enfermedad. TABLA 2.
Hallazgos patológicos
Etiología genérica
Curso
Hemorragias generalizadas
Bacteriana, vírica, inmunitaria
Agudo
Edema generalizado
Bacteriana (toxinas), daño hepático grave Agudo, crónico de origen variable
Poliartritis fibrinosa/ purulenta
Bacteriana
Agudo, subagudo
Poliartritis proliferativa/ fibrosa
Bacteriana
Crónico
Poliartritis fibrinosa
Bacteriana
Agudo, subagudo
Poliartritis fibrosa
Bacteriana
Crónico
Focos necróticos en órganos parenquimatosos
Vírica
Agudo
Atrofia serosa de la grasa
Enfermedad catabólica de origen variable
Crónico
Endocarditis valvular trombótica
Bacteriana
Crónico
Esplenomegalia
Bacteriana, vírica, inmunitaria
Agudo
Linfadenopatía generalizada
Bacteriana, vírica
Agudo, subagudo
Abscesos generalizados
Bacteriana
Subagudo, crónico
durante la necropsia (tabla 2). Aunque se pueden tomar muestras para análisis microbiológico, virológico, serológico, toxicológico y de biología molecular dependiendo de las sospechas
clínicas y patológicas establecidas, los análisis de laboratorio adicionales suelen ser más fructuosos en cuadros agudo-subagudos, que en aquéllos en fase crónica.
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
grupo, 20 cerdas también habían tenido pérdidas vaginales a los 20 días poscubrición. Después del aborto, las cerdas no se quedaban preñadas, al menos en el primer celo. El tratamiento antibiótico aplicado por el veterinario no tuvo éxito; se sospechó por lo tanto de una infección viral, y se enviaron varios fetos abortados para su análisis laboratorial.
Examen en el laboratorio Se recibieron cuatro fetos de la misma camada, abortados durante el tercer mes de gestación (fig. 3). En dos fetos, la inspección macroscópica del corion (placenta fetal) reveló la presencia de áreas de necrosis multifocal con escaso exudado fibrino-purulento. Histopatológicamente, se observaron múltiples focos de necrosis del trofoblasto con infiltración neutrofílica grave (fig. 4). Uno de los animales también mostró una infiltración neutrofílica en los alvéolos pulmonares; la tinción de Gram reveló la presencia de bacterias gram negativas intralesionales. No se observaron lesiones macroscópicas o histopatológicas en los otros dos fetos. La HIS de PCV2 y la IHQ de PRRSV dieron resultados negativos en todos los casos. Se realizó un examen bacteriológico a partir del contenido gástrico de todos los fetos y se aisló Brucella suis de uno de los lechones con lesiones placentarias.
Discusión En este caso, los hallazgos patológicos apuntaron hacia una infección bacteriana como la
Diagnóstico laboratorial de trastornos reproductivos
causa de los abortos. La bacteriología confirmó la presencia de B. suis en uno de los fetos y, por lo tanto, ésta se consideró el agente causal de este aborto en particular. Es muy probable que este patógeno fuera la etiología del fallo reproductivo generalizado observado en la granja. El hecho de que estas bacterias sólo se aislaron de un feto recalca la importancia de enviar varios fetos para su análisis laboratorial. Aunque no se utilizaron técnicas moleculares o virológicas, la ausencia de lesiones microscópicas compatibles, junto con los resultados negativos obtenidos con la HIS y la IHQ, sugerieron que la causa de los abortos no estaba relacionada con un agente viral. Cuando B. suis infecta cerdos en una granja que nunca había estado expuesta a esta bacteria, ésta suele propagarse rápidamente entre los animales. Los signos clínicos suelen ser abortos, un aumento de la mortalidad perinatal e infertilidad. Sin embargo, la mayoría de las cerdas infectadas no gestantes no suele mostrar signos clínicos. Por otro lado, la infección de los verracos puede causar diferentes grados de orquitis y epididimitis; en algunos casos se observa aumento marcado del tamaño testicular con necrosis y mineralización del parénquima testicular (fig. 5). En este caso particular, no se identificó la fuente de infección, pero entre los orígenes más probables se encuentran la introducción de animales vivos infectados, el contacto con reservorios naturales infectados y la inseminación artificial con semen de verracos también infectados.
Figura 3. Fetos
abortados de la misma camada. El primero y el tercero empezando por la izquierda muestran cambios autolíticos (edema, congestión).
Figura 4. Corion
de un feto abortado. En el trofoblasto se aprecian extensos focos necróticos, de multifocales a difusos, con infiltración neutrofílica.
Figura 5. Sección de
testículo. Aumento marcado del tamaño testicular con necrosis generalizada del parénquima (orquitis necrotizante).
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Manual de diagnóstico laboratorial porcino
INTRODUCCIÓN Las patologías y enfermedades que afectan al sistema nervioso y locomotor son relativamente frecuentes en la industria porcina. Sin embargo, éstas suelen aparecer como problemas individuales, que en ocasiones pueden presentarse en forma de brotes afectando a toda una piara. La mayor parte de estas enfermedades aparecen repentinamente, o en forma de brotes agudos, y suelen tener un origen infeccioso o tóxico. En cuanto a las patologías óseas, éstas cursan de forma crónica e implican una formación deficiente de las estructuras esqueléticas, o son consecuencia de una infección crónica o un trauma. Por otro lado, las patologías musculares son difíciles de diferenciar entre sí con tan solo un examen clínico. Es importante recalcar que las enfermedades que afectan al sistema nervioso o locomotor, muestran a menudo presentaciones clínicas similares. Por ello, para llegar a un diagnóstico preciso, el veterinario debe realizar un análisis clínico exhaustivo que incluya el historial clínico de la granja, un examen clínico de los animales,
Diagnóstico laboratorial de trastornos nerviosos y locomotores
la evaluación de las condiciones ambientales y un examen patológico individual de los cerdos afectados. Además, el tipo de suelo, las instalaciones y el manejo ejercido por el personal de la granja, contribuyen notablemente a la aparición de numerosos trastornos locomotores. Desde un punto de vista diagnóstico, es útil diferenciar los problemas neurológicos y locomotores según la edad de la población afectada. Así, las diferentes patologías pueden clasificarse según afecten a lechones en lactación, a cerdos en transición-engorde y a adultos.
EXAMEN CLÍNICO La identificación de los signos clínicos es fundamental para localizar el problema anatómicamente, elegir las muestras adecuadas y diagnosticar la enfermedad clínica. Una definición precisa de los signos clínicos es particularmente importante en problemas nerviosos y musculoesqueléticos; por eso, la tabla 1 recoge algunos términos neurológicos que son frecuentemente usados para referirse a los trastornos nerviosos y locomotores.
Signos neurológicos y selección de muestras en casos de alteraciones del sistema nervioso y/o locomotor. TABLA 1.
Término
Definición
Lugar anatómico de la lesión En cé falo
ME
Ataxia
Alteración en la coordinación de movimientos.
X
X
Circling
Marcha en círculos.
X
Coma
Estado de inconsciencia en el cual el animal no responde a estímulos dolorosos.
X
Convulsión/ ataques
Episodio de contracción violenta involuntaria de los músculos y consciencia alterada.
X
Déficit facial
Alteraciones de la sensibilidad y de los movimientos faciales.
Ne rvi os M ús cu los
Otros
X NC VIII
Oído interno
Sangre
Término
➧
Lugar anatómico de la lesión En cé falo
ME
Ne rvi os M ús cu los
Pequeña contracción muscular local involuntaria, visible a través de la piel.
Flacidez
Pérdida de tono muscular.
Presión de la cabeza contra objetos (head-pressing )
Marcha hacia delante interrumpida cuando el animal entra en contacto con un objeto firme y descansa la cabeza contra él.
X
Oscilación de la cabeza (head-tilt )
Giro de la cabeza según el eje central del animal, a un lado u otro.
X
Hemiparesia
Función motora de los miembros de un lado disminuida.
X
X
Hemiplejia
Parálisis de los miembros de un lado del cuerpo.
X
X
Hiperestesia
Sensibilidad excesiva a un nivel normal de estimulación de un área en concreto.
X
Monoparesia
Función motora de un solo miembro disminuida.
X
Nistagmo
Movimientos oscilatorios rítmicos del ojo.
X
Pedaleo
Movimiento de las extremidades similar a patadas o pedaleo.
X
Paraplejia
Parálisis de la parte trasera del cuerpo.
X
Paraparesia
Función motora de la parte trasera del cuerpo disminuida.
X
Déficit propioceptivo
Posición incorrecta de las patas y pies. Reacciones posturales anormales.
X
X
NP
Espasticidad/ rigidez
Tono muscular aumentado o rigidez.
X
X
NP
Tetraplejia
Parálisis de las cuatro patas.
X
NP
Tremor
Temblor involuntario.
X
Síndrome vestibular
Un grupo de signos clínicos que incluye pérdida de equilibrio, oscilación de cabeza, nistagmo, decúbito y/o pedaleo.
X
NC VIII
Oído interno
X
NC II
Ojo
ME: médula espinal; NC: nervios craneales; NP: nervios periféricos.
X
NP
X
NP
X
Otros
Fasciculación
Deficiencia visual
NC V, VII
Definición
Sangre
NC VIII
X
NP NC VIII
X
X
NP
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