JOAQUÍN PASTOR MESEGUER Ilustraciones Ilustraciones de José Gómez P iquer
MANUAL
de
j y . m
PROPEDÉUTICA y
BIOPATOLOGÍA CLÍNICAS VETERINARIAS
M IRA
636,0* /ov
?zr3rrw
/
/) /)
a.
ÍNDICE Prólogo.............................................................. Capítulo 1. Introducción ...................................................... ................................................................................ ................................................ ...................... Capítulo 2.
.................................... Comportamient Comportamiento o y Mane jo durante durante la E xp lorac ión ....................................
Capítulo 3. M archa
17 X
de de la Exploración Exploración C línic a ................................................................ ..... 33^ 33^
Capítulo 4. Exp loración de de la Capa, Capa, P ie l y
Sist Sistema ema L in fá tic o ............................................ 51
Capítulo 5.
Exploración de la Cabeza: Boca, FosasNasales, Senos ............................ ..... 69
Capítulo 6.
Exp loración de de la la Cabez Cabeza: a: Orejas y O jo s ....................................................
83
Capítulo 7.
Exp loración de de la Región Región C erv ica l ................................................................ ................................................................
99
ratorio .................................................................................................111 Capítulo 8. Tórax R esp iratorio ardíaco ..................................................... Capítulo 9. Tórax C ardíaco ................................................................................ ............................................ ..................... 127
Capítulo 10.
Exp loración loración del Abdomen ............................... ................................................... 149
Capítulo 11.
Exp loración loración del Abdomen Abdomen de de los Ru m iantes ..............................................
Capítulo 12.
Biopatologia Biopatologia D ige stiva stiva .....................................
Capítulo 13.
Exp loración loración de Hígado y Pane rea s .............................................................. .... 201 20 1
Capítulo 14.
Exploración Exploración del Ap arato arato U rina rio ................................................................ .... 215 21 5
Capítulo 15.
Exploración Exploración del Ap arato arato G en ital ital .................................................................. ..................................................................
Capítulo 16.
Exp loración del Sist Sistema ema M úsc ulo-esquelético ulo-esquelético ...........................................
Capítulo 17.
Exp loración del Sist Sistema ema N erv ioso .................................................................... 2 5 9
....
175
................................................ 191
.
...
229
...
2 47
y
PRÓLOGO
Toda noble empresa empresa parece parece al al principio principio im posible (Tho m as C arlyle)
Con algún retraso sobre la fecha prevista, ve la luz este manual que va dirigido, casi exclusivamente, a los estudiantes de Veterinaria inmersos en el último tercio de su licenciatura. Me adelanto a decir que este manual, que ahora tienes entre las manos querido lector, no es obra de la improvisación ni de la precipitación, sino que es el compendio que recoge el trabajo diario de un docente a lo largo de dieciséis años, de un docente con aspiraciones a clínico, que se quedó en eso, en aspirante. No pretende preten de ser un tratado profundo y exhaustivo, más más bien todo lo contrario, contrar io, he intentad inte ntadoo plasmar plas mar en él los apuntes que, diariamente en las clases de Propedéutica Proped éutica y Biopa Bi opatolo tología gía clínicas, han ido recogiendo mis alumnos alumnos durante todo este este tiempo. tiempo. Por Po r esta razón, querido quer ido lector, encontrarás algunas lagunas y quizás algún concepto que, podrá parecerte, ha sido tratado con superficialidad; soy consciente de ello, pero, como ya te he dicho, no he pretendido preten dido hacer hac er ninguna ningu na biblia, porque, entre otras razones, no hubiera hub iera sido capaz cap az de hacerla; sólo quiero evitar —no sé sé si lo conseguiré— que que mis alumnos alumnos dejen de estar en clase cla se como escribientes para convertirse en oyentes. Los nuevos Planes de Estudio van a obligar a cambiar sistemas, modos y maneras. La Clase Magistral tiene que quedar relegada a unas cuantas conferencias de especialistas reconocidos a lo largo del curso y reemplazarla por unidades didácticas, por estimular la lectura de libros y revistas, por p or la re valorización valorización de los trabajos monográficos, monog ráficos, etc... Desgraciadamente, todos sabemos que esto es una declaración de intenciones que, en su día, plasmamos en nuestras memorias de oposición, sin embargo, aún albergo la esperanza de que en un futuro no lejano, el descenso de alumnos o el incremento de profesorado permitirá perm itirá poner pon er en práctica prác tica esta metodología metod ología a la que todos los profeso pro fesores, res, sin duda, du da, nos apuntamos. Mientras tanto, aquí tienes este embrión, este proyecto de libro, que te ayudará a introducirte, aunque sólo sea un poquito, en el mundo de la Clínica, si lo consigue habrá cumplido la finalidad para la que fue escrito y yo me daré por más que satisfecho. Para terminar term inar te diré que estas líneas no no son solamente obra mía, en ellas han colabo cola borad rado, o, directa o indirectamente, todos los alumnos alumnos a los que he tenido el el placer de comunica com unicarr algo y todos los componentes de la Unidad de Patología Patología General General y Médica; pero no sería justo el dejar de de citar aquí los nombres del Dr. Gómez Piquer, Piquer, que hace maravillas sobre el papel p apel con cualquier artilugio que “pinte” y que ha realizado todas las figuras de este manual, los de Manolo Gascón, Maite Verde y Carmen Marca, tres grandes especialistas en pequeños
CAPÍTULO INTRODUCCION CONCEPTO El término térm ino propedéutica procede del griego propaideia propaid eia (pro = antes y paideia = educación), que se puede traducir como “introducción a”. Es por ello por lo que este término siempre ha de llevar el calificativo correspondiente para que signifique algo concreto; en nuestro caso, ese calificativo es el de “clínica”. Según esto, podemos podem os definir la Propedéutica clínica, como la parte de la Patología Pato logía General que nos enseña enseña las bases o fundamentos que sirven de introducción a la Medicina Clínica, o lo que es lo mismo, mismo , la ciencia que nos enseña las bases para para el estudio de la enfermedad a través de la observación directa del enfermo. enfermo. Se puede decir que la propedéutica clínica tiene como com o fin último el allanar el camino para hacer fácil el más importante de los juicios clínicos, que es el Diagnóstico. Para conseguir ese objetivo la propedéutica propedéutica clínica cuenta con dos secciones: la Semiotecnia y la Semiología. La Semiotecniaíes la parte de la propedéutica clínica que nos enseña la forma correcta de recoger recoge r los síntomas. —t —t La Semiología es la parte de la propedéutica propedéut ica clínica que nos enseña a interpretar esos síntomas y a transformarlos tra nsformarlos en signos, signos, de enfermedad de utilidad diagnóstica^ Sin embargo, esta propedéutica clínica no puede emitir em itir el diagnóstic diagn óstico, o, de eso se ocupan las Patologías especiales, su misión m isión consiste en
recoger y ordenar todos esos signos de enfermedad para elaborar con ellos lo que se denomina un cuadro clínico que, después, interpretarán e “informaran” esas Patologías especiales especiale s ante antess m encionadas^ encion adas^ La recogida de los síntomas se realiza a través de una exploración clínica, exploración que ha de ser metódica, clara, ordenada y utilizando todos los medios a nuestro alcance; de esta forma, evitaremos el caer en el error de dejar pasar por alto algún síntoma que pueda ser de vital importancia para dar luz a ese cuadro clínico, clínico, en ocasiones, no excesivame excesiv amente nte claro. Esa exploración exploración a la que hemos hecho rrefeeferencia debe hacerse desde dos puntos de vista complementarios./En un primer tiempo deberemos realizar una exploración de tipo general para recoger recoge r aquellos síntom s íntomas as genera ge nerales les que, normalmente, son los más llamativos para, posteriormente, posteriormente , pasar a la exploració explor aciónn particuparti cular, analizando y observando cada uno de los sistemas y aparatos por separado. separado. Nunca N unca insistiremos lo suficiente sobre el hecho de que la exploración ha de ser realizada con detenimiento deteni miento y meticulosidad para que no se nos pasen por alto ninguno de los síntomas que el animal presente. Desgraciadamente, los síntomas patogno mónicos, aquéllos que por sí solos definen o identifican una enfermedad, no son muy abundantes, por lo que toda la información que el clínico pueda “leer” y extraer del animal será
importante para la configuración del cuadro clínico.
En los últimos años, el avance conseguido en los métodos y sistemas de exploración ha sido espectacular; su utilización facilita en gran manera la labor del clínico en la búsqueda dei diagnóstico. No obstante, todos estos sofisticados procedimientos nunca podrán llegar a sustituir a la exploración física directa sobre el enfermo y aunque sería necio prescindir de ellos, en muchas ocasiones, el “ojo clínico” puede llegar a captar alteraciones o enfermedades que aquéllos no saben o no son capaces de interpretar. Después de haber realizado la exploración clínica completa y haber emitido o intuido un diagnóstico provisional, tenemos en nuestras manos otros medios auxiliares de vital importancia que nos van a permitir rectificar o ratificar, en su caso, ese diagnóstico provisional. Estos medios son las pruebas o análisis de laboratorio que contempla y recoge la biopatología clínica. *~=>La biopatología clínica la podemos definir como el conjunto de técnicas analíticas, instrumentales que tienen como fin el complementar o modificar las sospechas de un diagnóstico provisional establecido y contribuir a su interpretación. Estas técnicas pueden ser de muy diferentes tipos: físicas, químicas, anatomopatológicas, bacteriológicas, toxico lógicas, bioquímicas ¿^El clínico veterinario, en principio, no tiene la obligación de conocer todas esas técnicas, aunque no sería malo que así fuera, pero sí que debe de ser él el que informe o interprete los resultados de los diferentes análisis clínicos, no perdiendo nunca de vista los datos obtenidos a partir de la conversación con el dueño y los extraídos tras la exploración correspondiente. Tan absurdo sería el prescindir de los análisis clínicos, como el diagnosticar sin tener presente al animal, basándonos exclusivamente en el resultado de la analítica. Hemos de dejar muy claro que la biopatología es un método complementario que de ninguna forma puede sustituir a la observación directa del animal. 12
¥r METODOS DE EXPLORACIÓN
La exploración consiste en la aplicación de nuestros sentidos corporales, bien directamente o bien ayudados por aparatos, para recoger el mayor número posible de síntomas de un animal enfermo. Los métodos de exploración los clasificamos en primarios, secundarios y terciarios. —Primarios: Inspección, palpación, percusión y auscultación —Secundarios: Mensuración, olfación, Endoscopía, ecografía, etc. —Terciarios: Análisis clínicos V INSPECCIÓN La inspección consiste en la aplicación del sentido de la vista para la recogida de síntomas sobre el animal enfermo. Permite poner en evidencia cambios en la forma, en el tamaño, en el color y en el movimiento. Puede ser: —Externa, en la que observamos el exterior del animal —Interna, que trata de observar cavidades, así como el interior de los órganos accesibles. Generalmente, esta última precisa la ayuda de determinados instrumentos, por lo que se le denomina inspección mediata, mientras que la externa puede hacerse sin utilizar ningún tipo de artilugio y se le llama también inspección inmediata. Como características de la inspección, que no son específicas de la misma, sino que pueden aplicarse también a los otros procedimientos de exploración, podemos señalar que ésta puede ser: • General. Realizando una visión de con junto • Particular. Fijando muestra atención en órganos o sistemas concretos • Estática. Observando al animal, o a sus diferentes partes, en la estación o estado de reposo • Dinámica. Fijándonos en los movimientos del animal o en los de sus diferentes regiones
I
Los instrumentos que utilizamos en la ex ploración mediata y que permiten el acceso y la visualización de las cavidades reciben el nom bre de espéculos. Estos pueden ser de varios tipos: Orales (escalerillas, cuñas ), Vaginales (Polanski, bivalvos, con luz ), Endoscopios (fibroendoscopios, rígidos ). PALPACIÓN Procedimiento de exploración consistente en la aplicación del sentido del tacto para recoger signos externos o internos de los animales. Recibe diferentes nombres, en función de cómo se realice: • Palpación propiamente dicha. Con los dedos. • Tacto. Es la palpación que se realiza con un solo dedo en el caso de la exploración rectal de los pequeños animales • Palpopresión. Puede realizarse con el puño o con la mano abierta Mediante esta palpación podemos apreciar la sensibilidad, consistencia, temperatura, movilidad, forma, tamaño, límites y superficie. Como en el caso de la inspección, la palpación debe de ser ordenada y simétrica, entendiendo por esto último que, en el caso de órganos pares, han de palparse los dos para poder apreciar las diferencias que hubiere entre ambos. Por su parte, la palpación también puede ser directa e indirecta. La primera se realiza sin aparatos, utilizando exclusivamente nuestras manos, mientras que la segunda es aquella que utiliza algún instrumento que la facilita (sonda para la localización de cuerpos extraños)
—Inmediata o directa:
• Con los dedos; colocando los dedos índice y corazón en forma de gancho y gol peando directamente sobre el cuerpo del animal • Digitodigital; se colocan los dedos índice y corazón de la mano izquierda fuertemente adheridos a la zona a percutir y se golpea sobre ellos de la misma forma señalada anteriormente. —Mediata o indirecta: • Directa con el martillo; se golpea directamente con el martillo de percusión sobre el cuerpo del animal • Martillo plesimétrica; entre el martillo y el cuerpo del animal se coloca el plesímetro, tal como hemos hecho con los dedos en el caso anterior, y se golpea con el martillo El martillo de percusión debe de tener un peso adecuado, que se sujete bien y presentar, en uno de sus extremos, una cabeza de goma con la que se golpea (fig 1.1). El plesímetro es una pieza metálica o de pasta dura que tiene una forma de S alargada (fig 1.1).
PERCUSIÓN Procedimiento de exploración que consiste en golpear el cuerpo de un animal para provocar un sonido. Esta percusión puede ser:
Figura 1.1. Martillos de percusión y plesímetros.
Figura 1.2. Re presentación esquemática de la producción sonido (P: punto de percusión; V: vibrac ión d e la p ared tor ácica; O: ondas de propagación del sonido; r: resonancia.
Tip
o s d e p e r c u s ió n
—Superficial o liminal. Es aquella que tiene como fin delimitar los diferentes órganos —Profunda o cualitativa. Es la que pretende localizar lesiones dentro de los órganos —Percusión palpatoria. Se le da este nom bre a la dígitodigital —Percusión auscultatoria. Se realiza en pruebas muy concretas (broncofonía) y consiste en auscultar al mismo tiempo que se percute. —Sucusión. Consiste en golpear con el martillo en zonas donde se sospecha que existe líquido para poder captar el ruido de chapoteo o de oleaje que produce ese líquido (puede realizarse también con el puño cerrado). '
P
r o d u c c ió n d e l
s o n id o
El golpe origina el desplazamiento de las partículas contenidas en un cilindro de 7 cm. de altura y 2 cm. de diámetro (fig 1.2.); ese despla14
zamiento y su posterior vuelta a la normalidad produce unas vibraciones, que son las que originan el sonido. Las partículas de las zonas u órganos macizos tienen menor libertad de movimiento, por lo que su vibración será escasa y darán un sonido más sordo (mate). Las partículas gaseosas tienen mucha más capacidad de movimiento, por lo que los órganos que contienen gas darán un sonido con una gran resonancia (timpánico). Hay tres sonidos fundamentales: Mate, Claro y Timpánico, y tres secundarios o intermedios: Submate, Subtimpánico e Hipersonoro —Mate. Se produce en órganos macizos, músculos, huesos y órganos huecos que contienen líquido o aire a alta presión. —Claro. Se origina al percutir órganos con tejido y aire y que tienen comunicación con el exterior. —Timpánico. Lo producen órganos hu ecos llenos de aire a presión moderada. Los sonidos intermedios o secundarios tienen menor importancia, ya que en muchos casos están cargados de cierta subjetividad
i
Mate
• Directa. Sin aparatos, apoyando la cabeza directamente sobre el cuerpo del animal. (es conveniente colocar un paño sobre la zona a auscultar para evitar cualquier posible contagio del animal). • Instrumental. Utilizando aparatos que faciliten la audición. Dentro de los aparatos utilizados para la auscultación podemos señalar los siguientes:
T é c n i c a s d e p e r c u s ió n
Para una perfecta ejecución de la percusión es necesario tener en cuenta las siguientes normas: —Los dedos, en la percusión digitodigital o el plesímetro en la martillo plesimé trica, han de estar bien adaptados al cuer po del animal, sin dejar huecos que desvirtuarían el sonido. —Al golpear, los movimientos deben de ser de muñeca y el martillo no debe de estar férreamente asido para que el movimiento del mismo sea oscilante entre los dedos. —Se ha de seguir un orden, evitando en lo posible que queden zonas sin percutir. —Los desplazamientos del plesímetro, so bre todo en la percusión profunda, deben de ser cortos. —Los golpes deben de ser perpendiculares al plesímetro y de la misma intensidad a lo largo de la percusión (suave en la percusión liminal y más fuerte en la profunda) *
^
—Estetoscopio rígido. De uso muy restringido ya que su rigidez le resta versatilidad. —Fonendoscopio, que puede ser de campana o de membrana. Este último es mucho más útil, ya que la membrana que posee vibra con el sonido que estamos auscultando y esta vibración provoca una ligera amplificación del mismo. Utilicemos uno u otro, en veterinaria, el mejor fonendoscopio es aquél cuyas gomas salen de la campana formando un ángulo recto, lo cual facilita el poder colocarlo debajo del brazuelo a la hora de auscultar el corazón (fig 1.3).
AUSCULTACIÓN Es la aplicación del sentido del oído para recoger ruidos que, de forma natural, se producen en el organismo animal o bien, provocamos nosotros. Estos ruidos pueden ser fisiológicos o patológicos. La auscultación puede ser:
Fig. 1.3. Fonendoscopios (a de membrana, b de membrana y campana).
4
15
R u
i d o s f i s io l ó g i c o s q u e p o d e m o s
a u sc u l t a r
—Soplo tubárico con tres componentes: • Soplo laríngeo • Soplo traqueal • Soplo bronquial —Murmullo vesicular —Ruidos cardíacos —Borborigmos intestinales —Ruidos ruminales en los rumiantes Té
c n i c a d e a u sc u l t a c ió n
A la hora de auscultar deberemos elegir un local tranquilo en el que no se oigan ruidos que puedan dificultar la auscultación. Hay que pro-
curar molestar lo menos posible al animal, ya que los movimientos de éste van a originar ruidos parásitos que nos pueden inducir a error. Evitar que el animal, coma, beba, rumie o mastique durante la operación. Por último, hemos de adoptar posturas cómodas que nos permitan separamos del animal cuando éste haga algún extraño que pueda significar una señal de ataque contra nosotros. OTROS MÉTODOS COMPLEMENTARIOS DE EXPLORACIÓN Aquí podemos citar, entre otros, la exploración radiológica, ecográfica, punciones y laparatomías exploratorias , que explicaremos en sus apartados correspondientes.
CAPÍTULO _____
2
COMPORTAMIENTO Y M A N E J O ^ ^ DURANTE LA EXPLORACIÓN
INTRODUCCIÓN A la hora de ponemos frente a un animal es conveniente enteramos de su carácter por el dueño, pero siempre tomando con ciertas reservas la contestación que nos de, ya que para el propietario su animal es muy dócil y complaciente, cosa que a la hora de la verdad no siempre resulta del todo cierta. Unicamente podremos creer a pie juntillas lo que el dueño nos diga, cuando nos asegure que el animal es rebelde, tiene mal genio e incluso que es peligroso. Cualquiera que sea el carácter del animal, lo que no debemos hacer nunca es acercamos por sorpresa; en este caso el animal puede asustarse y hacemos daño, sobre todo en los grandes animales, o por el contrario, el susto que le provocamos puede agravar el cuadro en un animal que se encuentre en un estado delicado. Hemos de acercamos con calma, ha blando al animal, procurando llamarle por su nombre y, si nos lo permite, acariciarle. De esta manera, el animal empieza a confiar en nosotros y la exploración puede resultar mucho más fácil Hay que procurar, siempre que sea posible, no utilizar medios coercitivos, de amenaza o de sujeción ruda, ya que se supone que el animal que vamos a explorar se encuentra enfermo y eso puede, como en el caso anterior, agravar su estado. En algunos casos (toros de lidia, animales en libertad), se pueden utilizar fármacos tranquilizantes siempre y cuando no modifi-
quen las constantes que, en un segundo tiempo de la exploración, vamos a tomar. Es conveniente, por nuestra parte, utilizar la vestimenta adecuada. Tan absurdo es hacer una exploración en una consulta de pequeños animales con botas de goma y mono, como presentarse en una cuadra de ganado vacuno con traje y corbata. La vestimenta ha de ser cómoda para que no limite nuestros movimientos o se pueda enganchar en algún punto, com prometiendo nuestra integridad en determinados momentos. Por otra parte, hemos de pensar que el animal al que estamos explorando puede padecer una enfermedad zoonósica y, por tanto, potencialmente transmisible, por lo que hemos de adoptar las medidas adecuadas para que esto no ocurra y ser esmerados en nuestra propia higiene para evitar, no solamente el no contagiamos nosotros, sino el contagio de los pacientes que exploremos posteriormente. Como final, debemos señalar que en toda exploración, sobre todo cuando nos enfrentemos a animales difíciles, hemos de dominar en todo momento la situación y, manteniendo la prudencia necesaria, hacer las cosas con decisión y sin titubeos. Los animales “huelen” el miedo sin ninguna dificultad y si esto ocurre dejamos de ser nosotros los superiores para pasar a depender de las reacciones de nuestros pacientes. Por otra parte, el dueño del animal también va a estar pendiente de nosotros; una actuación precipitada, con titubeos o vacilaciones no va a favorecer en nada el juicio que nuestro cliente haga de nosotros. 17
SUJECC1ÓN Mientras sea posible, hemos de evitar los procedimientos de sujeción que siempre hacen que el animal se encuentre a la defensiva, no obstan te, esto no es posible en todos los casos, por lo que tendremos que recurrir a algún sistema que nos facilite una exploración cómoda y sin riesgos. Los procedimientos a utilizar son varios: —Sujeción sicológica.- Es el mejor proce dimiento y su efectividad depende de que la persona encargada del animal tenga un conoci miento perfecto de los patrones de comporta miento del mismo. En función de ese conoci miento puede evitar o, cuando menos, dismi nuir las tendencias naturales del animal. La voz humana puede transmitir autoridad (o falta de ésta), confianza (o temor) y un efecto relajante y tranquilizador (o excitante). Los animales responden en concordancia; una voz firme, pero tranquilizadora facilita mucho nues tro trabajo. —Disminución sensorial.- Es un procedi miento que consiste en disminuir la percepción sensorial del animal, tapando los ojos y/o los oídos. En ocasiones es muy útil pero, en otros
caso*, se consigue el efecto contrarío, H animal se pone más nervioso y hace intentos descontrolados para quitarse aquello que le impide ver y oir. — Uso de m an gas y potros (fig 2.1). lis un sistema muy útil para la exploración d<* los grandes animales y de aquéllos que se encuen tran en libertad. Pueden ser de muy distintas formas, desde muy sofisticados a, sim plem ente, cuatro troncos que impidan los movimien tos de los animales.
Figura 2.1. Potros y manga para bóvidos, équidos y óvidos.
18
—Sedación o inmovilización química. Es la que se utiliza en la exploración de animales salvajes o peligrosos (toro de lidia). Como se ha señalado más arriba, el fármaco a utilizar no debe modificar excesivamente las constantes vitales del animal. Para su administración se utilizan rifles o pistolas cargados con dardos que contienen el producto inmovilizante. —Empleo de aparatos y fuerza física (fig 2.2).Tal como se ha indicado, estos sistemas los hemos de utilizar en último extremo, cuando no veamos posibilidades de llevar a cabo una exploración tranquila por el carácter rebelde o poco colaborador del animal. Entran dentro de los procedimientos coercitivos, antes mencionados.
Co m p o r t a m ie n t o y m a n e j o d e l o s é q u i d o s
Hay équidos mansos y otros que lo son menos, pero por encima de todo hemos de tener en cuenta que el équido, y en concreto el caballo, es un animal inteligente que se da cuenta enseguida de la forma de actuar del que tiene frente a él, si tiene seguridad, si tiene miedo, si vacila el caballo actuará, entonces, en consecuencia. Si el
animal capta nuestro temor, se hace el dueño de la situación y nos puede resultar francamente difícil el poder llevar a cabo nuestro trabajo. Aquí nos vamos a referir a casos extremos: équidos de competición, pura sangres; obviamente, con el rucio de Sancho Panza no sería necesario guardar tantas precauciones. Generalmente, el équido suele estar solo en su box o cuadra, es su pequeño reino de taifa. 19
Normalmente se encuentra de pie y si está tumbado se levanta inmediatamente que se apercibe de nuestra presencia, en caso contrario, si el animal permanece tumbado hay que pensar que realmente está enfermo y de importancia. Al entrar en sus dominios hemos de llamar su atención y acercamos poco a poco pero demostrando autoridad, hablándole, llamándole por su nombre para que se vaya acostumbrando a nosotros. Si el animal nos rechaza, puede adoptar tres actitudes distintas: o resopla, o escarba en el suelo con la pata delantera, o simplemente mueve la cabeza con movimientos de negación. Es en este punto donde debemos dar sensación de superioridad y ganamos al animal. Es conveniente vigilar las orejas del équido que son un perfecto indicador de su estado de ánimo. Cuando las coloca erectas y dirigidas hacia adelante, su atención hacia nosotros es total, incluso hay un atisbo de recelo. En el caso de colocarlas con las puntas juntas y pegadas a la nuca es señal unívoca de desagrado y de que se dispone atacar. Un signo de consentimiento consiste en colocar las orejas lacias o mirando a los laterales. Nos acercaremos siempre por el lado izquierdo y a la altura de la espalda. A estos animales siempre se les han colocado la silla o los diferentes atalajes y se le ha montado por ese lado, por lo parece como si ya tuvieran grabado en sus genes que el que se acerca por ese lado no va a hacerles nada malo (fig. 2.3.). Una vez en ese punto, podemos abordar cualquier otro, dándole palmadas suaves hasta llegar a él (patas, cabeza, cola ). En la cara del animal no debemos de hacer gestos ni movimientos bruscos que puedan asustarle . Hay que procurar no tocar la región de los flancos, a no ser que sea necesario, ya que los caballos son muy cosquillosos en esa zona y como primera medida realizará un movimiento brusco del músculo subcutáneo en un intento de quitarse de encima la mano; en una segunda aproximación puede lanzar una patada. A pesar de que hemos insistido en procurar huir de los medios de sujeción, en los équidos es con 20
Figura 2.3. Campo visual del caballo. Zona punteada, zona ciega.
veniente el alzar la extremidad anterior para cualquier tipo de exploración que se vaya a realizar; en estas circunstancias el anim al tiene dificultad para cocear, ya que para ello precisa apoyarse en las patas anteriores, hecho difícil de que se produzca al tener falseado uno de los apoyos. No obstante, eso no es óbice para que pueda mover una de las extremidades posteriores y nos alcance un pie o la pierna. Otro sistema práctico es la utilización del acial o torcedor, lazo de cuerda, unido a un palo, que se coloca en el belfo superior o en la oreja y se retuerce provocando un dolor, que hace que se olvide un tanto de nuestras manipulaciones (fig 2.2). Algunas investigaciones señalan que, en realidad, la presión del torcedor produce la liberación de endomorfina a nivel cerebral, endomorfina que provoca la atenuación del dolor diferido. Los animales en libertad es conveniente explorarlos en potros y si se trata de animales jóvenes debe hacerse en presencia de su m adre (estando ésta atada), ya que de esta forma el animal está más tranquilo. En el supuesto de encontramos con un équido tumbado, que no hace ninguna m ención de levantarse hemos de ayudarle nosotros siguiendo la siguiente secuencia: Se coloca en
decúbito extemal, se enderezan y estiran las extremidades anteriores y tirando de la cabeza le obligamos a adoptar la postura de perro sentado, a continuación tirando de la cola hacia arriba o bien ayudándonos de lienzos, pasados por debajo del abdomen, le levantamos el tercio posterior. En ocasiones, nos encontramos con la situación contraria; un équido que requiere ser tumbado e inmovilizado para proceder a efectuar alguna cura o intervención quirúrgica.
El derribo de un équido puede llevarse a cabo por diferentes procedimientos, pero que, en esencia, se parecen unos a otros. En un principio, todos ellos requieren un lugar adecuado, acolchado, para que el animal no se lastime y también es aconsejable una ligera narcosis para que los movimientos defensivos del animal no le lleguen a provocar daños que puedan resultar irreparables. Los procedimientos de derribo más corrientes son el berlinés y el de Stuttgart (fig 2.4).
Figura 2.4. Derribo de équido: a) proced imiento berlinés, b) d e Stuttgart.
Ambos procedimientos requieren el uso de unos trabones que se sujetan alrededor de los menudillos y una platalonga, que pasa por las anillas de cada uno de los trabones; la tracción de la platalonga hace que las cuatro extremidades se junten y el animal caiga al suelo. En ambos procedimientos, mientras cae el animal, unos ayudantes fraccionarán de la ca beza y de la cola hacia arriba para que la curvatura que sufre la columna vertebral no provoque fracturas a nivel de la misma. Una vez derribado el animal, los mismos ayudantes sujetarán la cabeza y la cadera, procurando que aquélla esté ligeramente estirada. El procedimiento de Stuttgart se utiliza, fundamentalmente, cuando queremos realizar una gonadoectomía.
Co m p o r t a m ie n t o y m a n e j o d e l o s b ó v id o s
En este caso, la vaca ya no está sola, se encuentra en la cuadra acompañada de otras compañeras, por lo que a la hora de explorar, sino tenemos la precaución de sacarla de su plaza y colocarla en un lugar aparte, tendremos que estar tan pendientes de la que es objeto de nuestra visita, como de la curiosidad de sus compañeras, que intentarán echársenos encima, pisoteamos con saña o lamerlos la ropa en busca de sal. Al entrar en el establo, las vacas, que generalmente suelen estar tumbadas, es posible que nos miren con indiferencia, se levanten perezosamente y a continuación defequen y orinen (a veces no ocurre esto y algunos animales 21
permanecen tumbados, no porque se encuen-
tren enfermos, sino porque no creen oportuno el levantarse). Al igual que los équidos, en el comportamiento de los bóvidos nos encontramos con variaciones raciales e individuales. En términos generales podemos señalar que las razas de aptitud cárnica presentan mayores dificultades de manejo que las de aptitud lechera, si bien es cierto que generalizar casi nunca es acertado. Lo que sí se puede asegurar es que el ganado vacuno es mucho menos inteligente que el equino, de reacciones más torpes y desmedidas y de una terquedad que, en muchas
ocasiones, provoca hilaridad. Como consecuencia de esto, durante la exploración hemos de guardar unas ciertas precauciones para evi tar que, en uno de esos movimientos incontrolados, nos pueda hacer daño. Las partes del cuerpo a vigilar son la siguientes: • La cola. Las vacas tiene la rara habilidad de mover el rabo y alcanzamos en puntos anatómicos estratégicos, uno de los cuales es el ojo. Para poder trabajar con mayor tranquilidad, el rabo es un órgano a inmovilizar; para ello podremos seguir varios procedimientos: Atar la cola a una de las extremidades posterio-
Fig. 2.5. Procedimientos de sujección de los bóvid
22
res; atar el extremo de la misma a la cadena del cuello, con la que está atada al pesebre; colocar una pinza especial en el rabo, o el "encolamiento”, que consiste en pasar el rabo entre las patas y sacarlo por delante, a la altura de la rótula, haciendo tracción del mismo. Con este sistema conseguimos dos objetivos, por un lado inmovilizar la cola y por otro, dificultar el coceo (fig. 2.5.). • Las patas. Tanto con las anteriores, como con las posteriores la vaca, en uno de sus torpes desplazamientos, puede pisamos, cosa que evidentemente no resulta agradable ya que, consciente o inconscientemente, no hace ningún esfuerzo por retirar su pezuña de encima de nuestro pie; no obstante, el mayor peligro son las coces. Siempre se ha oído decir que las vacas cocean hacia adelante, sacando la pata en forma de guadaña y arrastrando todo lo que encuentran a su paso (entre otras cosas nuestra espinilla), pero eso no es del todo cierto, porque estos animales también lo hacen hacia atrás con una maestría digna de sus compañeros los équidos. No hay ninguna regla para evitar el pisotón (Perogrullo diría que es cuestión de no poner el pie debajo), pero sí para no ser cazados con una coz. Se pueden utilizar el pellizco en la bragada,
la pinza de ordeñador, la presión en los gastronemios, el encolamiento, etc (fig 2.5) • La cabeza. La sujeción de la cabeza evita los cabezazos, siempre peligrosos aunque el animal carezca de cuernos, pero además permite un cierto grado de inmovilización del animal que viene muy bien para algunos tipos de exploración o manipulaciones. La forma de hacerlo puede verse en la fig 2.5. Un artilugio muy útil, que permite cierto grado de inmovilización sin que ningún ayudante sujete la cabeza, es el narigón. En el caso de tratarse de animales claramente peligrosos, como es el caso del toro de lidia, es necesario realizar la exploración en potros especiales, en los que el animal no tenga ninguna posibilidad de alcanzamos, especialmente con los cuernos. Tal como hemos indicado más arriba, la vaca puede estar tumbada y no hacer ningún intento por levantarse. En estos casos podemos utilizar el aguijón eléctrico, doblar el rabo, echar los perros, frotar el rabo con dos palos, o enganchar al animal por los salientes del isquion a un polipasto situado en el techo de la cuadra. A la hora de levantar una vaca hay que tener en cuenta que estos animales se ponen de pie de una forma distinta a los équidos. Se remeten las
Figura 2.6. Derribo de bóvidos.
23
extremidades anteriores debajo del cuerpo y se levanta el tercio posterior (nos podemos ayudar de palos o lienzos pasados por debajo del abdomen), de forma que el animal quede arrodillado sobre sus carpos. Una vez en esa posición, sólo basta que el animal se termine de poner en pie, para lo cual le ayudaremos traicionado hacia arriba de la cabeza. Como en el caso de los équidos, en determinadas circunstancias nos vemos obligados a tumbar al animal. Los procedimientos de abatido son aquí más variados (fig 2.6) Dado que las figuras son lo suficiente aclaratorias no insistiremos en su explicación. Por último, señalaremos que la vaca es ur animal bastante remiso a los desplazamientos forzados. Existen dos sistemas que nos van a facilitar esta labor: el narigón y el retorcimiento del rabo (fig 2.7).
Fig. 2.7. Narigón y retorcimiento del rabo para obligar a desplazar a un bóvido.
El narigón es una pinza abotonada que se coloca en la nariz y que al traccionar de ella se le provoca una presión dolorosa en el tabique intemasal que obliga al animal a moverse. En ausencia de narigón, el rabo nos puede servir de “acelerador y volante” al mismo tiempo; retorciéndolo, se le provoca un dolor 24
que hace que el animal se mueva (en ocasiones las cosas no resultan tan fáciles). A su vez, el movimiento del rabo a la derecha hace que la vaca se desplace hacia la izquierda, y el retorcimiento a la izquierda mueve al animal hacia la derecha.
Co m p o r t a m ie n t o y m a n e j o d e l o s ó v id o s
En los óvidos ya no interesa tanto el animal aislado, es la colectividad la que ha de ser objeto de nuestra atención, pero, en cualquier caso, pueden darse circunstancias que aconse jen la exploración de un animal solo. Se trata de animales de fácil manejo, pero con los que hemos de tener en cuenta que, al ser muy asustadizos y tener en la huida su forma de defensa, podemos causar un pánico general y provocar la muerte de algunos animales al amontonarse contra paredes, comederos... A la hora de localizar los animales enfermos basta observar los que se encuentran separados del resto del rebaño o, en el caso de estar sueltos, nos fijaremos en los que se van quedando rezagados. Cuando queramos realizar una exploración detenida de cualquier animal, el propio pastor se encarga de separar aquel o aquellos animales que nos interesen. A la hora de sujetarlos, evitaremos el cogerlos por la lana, lo más correcto es asirlos por el corvejón y traccionar hacia atrás hasta inmovilizarlos. Una vez sujetos, los sentamos sobre el suelo con el dorso apoyado sobre nuestras piernas y la cabeza sujeta por la quijada. (fig 2.8). Para trasladarlos de un lugar a otro el mejor sistema es el de la “carretilla”, cogiéndolos por las patas de atrás y obligándolos a caminar sobre sus patas delanteras. Por último, es conveniente señalar que, habida cuenta la medrosidad de estos animales, al sujetarlos se modifican todas sus constantes vitales, por lo es necesario esperar un rato hasta que se tranquilicen para tomar en consideración cualquier dato que nos proporcione la exploración.
Figura 2.8. Sujección de los óvidos.
Co m p o r t a m ie n t o y m a n e j o d e l o s po r c in o s
Como en el caso de los óvidos, aquí también tiene más interés la colectividad que el animal aislado, salvo que se trate de reproductores. De manera, pues, que en un principio, nos fijaremos en el estado de la cochiquera, observando la presencia de comida en los comederos (en el caso de que no se suministre ad libitum), el aspecto general de los animales, el número de éstos por cochiquera o por centímetros de comedero, la existencia de heces en la zona seca. És interesante observar los rabos, en el supuesto de que no se los hayan cortado como consecuencia de canibalismo; generalmente, los animales sanos suelen llevarlo enrollado, semejando a un sacacorchos, mientras que los enfermos presentan una cola caída. Asimismo, conviene realizar la prueba del pienso, que consiste en echar una pequeña cantidad de pienso en el comedero para observar la reacción de los animales; los sanos acudirán rápidamente, mientras que los enfermos mostrarán indiferencia. A la hora de la exploración hay que tener en cuenta que el cerdo es un animal que se maneja muy mal y que los datos exploratorios son
difíciles de recoger, especialmente en los animales grandes. Para aislarlos se puede dar una cierta cantidad de pienso y cuando el animal se acerca se le calma rascándole en el dorso con un cepillo de cerda dura y en el caso de las hembras de vientre, dando un intenso masaje en las mamas, con lo que incluso llegan a tumbarse. En el caso de cerdas madres o verracos, se les puede arrinconar y aislar utilizando la tapa de un cajón grande o un tablero, a manera de burladero portátil, con lo que se lleva a los animales hacia el punto en el que se les pueda sujetar. Para ello utilizaremos un lazo especial que colocaremos en la boca por detrás de los colmillos, en esta posición el animal intenta recular, apretando cada vez más el lazo hasta quedar más o menos inmóvil (fig 2.9). Los lechones se exploran suspendiéndoles en el aire de las extremidades posteriores o anteriores o colocándolos sobre una superficie en decúbito costal. En estos casos, lo más molesto son los chillidos que profieren, que contagian al resto de la manada, por lo que es mejor sacarlos del local o acariciarlos hasta conseguir que callen (fig. 2.10.). 25
r
Fig. 2.10. Sujección de lechones.
Todas estas maniobras alteran las constantes, por lo que en esta especie están indicados los tranquilizantes, que no modifiquen dichas constantes, cuando se quieran conseguir datos fidedignos.
Co
m p o r t a m ie n t o
y
m a n e j o
d e l o s pe r r o s
En el caso de los perros es mucho más difícil el poder dar pautas de conducta, ya que, por un lado, estos animales son muy inteligentes y por otro, nos vamos a encontrar con animales mansos, fácilmente manejables, o con animales de comportamiento agresivo. En primer lugar, hemos de preguntar al dueño por el carácter del perro, teniendo en cuenta que la respuesta no la hemos de tomar al pie de la letra, ya que para los dueños sus perros son siempre dóciles y no van a originar ningún problema. Pero además, hemos de tener en
cuenta que los dueños de perros tienen una idiosincrasia muy particular y conviene que nos fijemos en su forma de actuar, ya que a veces, por el excesivo proteccionismo hacia sus animales, dificultan más que ayudan a la hora de la exploración. La exploración se debe hacer siempre sobre la mesa, excepto en los casos en que el excesivo volumen del perro lo desaconseje, en cuyo caso, lo haremos en el suelo. El dueño, en el supuesto que hayamos decidido que esté presente, se situará en la cara del animal y lo sujetará por la nuca con una mano y por la mandíbula inferior con la otra. En cualquier caso, el perro deberá ir provisto de su corres pondiente bozal, o en su defecto, de una cinta que le sujete el hocico y le impida morder (fig. 2.11.). Le hablaremos continuamente, llamándolo por su nombre, acariciándolo para tratar de ganar su confianza. Los perros medrosos, por
Figura 2.11. Sujeción del h ocico del perro para evitar los mor discos.
su miedo y los agresivos, por su estado de excitación, modifican sus constantes, circunstancia que hemos de tener en cuenta a la hora de valorarlas.
Por último, señalar que no nos hemos de fiar nunca, ya que el perro más enclenque, en el momento más inesperado, puede lanzamos un mordisco y hacemos daño. 27
C o m po r t a m ie n t o y m a n e j o d e l g a t o
Lo s gatos son también animales difíciles de manejar (hay excepciones), debido a su agilidad y a las magnificas defensas que suponen sus garras; en estos casos las caricias sirven de po co y si el gato está en no colaborar, tanto el dueño como el clínico pueden salir marcados. La mejor forma de sujetar un gato es cogiéndolo por la piel de la nuca y suspendiéndolo en el aire; esta forma de sujeción recuerda a
la que utilizaba su madre cuando era gatito, por lo que el animal se queda bastante inmóvil, si bien es cierto que las patas quedan libres y siempre existe la posibilidad de que nos arañe. Los procedimientos que señalan algunos autores de meter medio cuerpo en una bota de caña alta o de envolverlos en un lienzo duro, dejando a la vista la cabeza y la cola no dejan de ser difíciles de llevar a la práctica, dada la agilidad de estos animales y la facilidad con que se desatan de sus ataduras.
Figura 2.12. Bozal y bolsa de exploración de gatos.
Desde no hace mucho, podemos encontrar en el mercado una especie de bolsas de tela muy resistente, semejantes a los sacos de dormir de montaña, en las que se introduce el animal, dejando la cabeza fuera, lo que nos permite una cómoda exploración, (fig 2.12.). Otra maniobra que se hace difícil en un gato es la de suministrarle la medicación; a veces, se organizan verdaderas batallas entre el dueño y el animal que, indefectiblemente, acaba ganando el gato; un pequeño truco puede solucionar este problema. En el caso de tratarse de pastillas, comprimidos o polvos que se han de suministrar por vía oral, haremos una pasta con el polvo o la pastilla machacada y una gota de miel, la mezcla se la colocaremos en la piel a modo de emplaste y aprovechando su manía por la limpieza, el gato ingerirá el producto sin ningún tipo de problemas. 28
Co
m po r t a m ie n t o
y
m a n e j o
d e
l o s
c o n e j o s
Estos animales no presentan ninguna dificultad a la hora de la exploración, los colocaremos encima de una mesa, sujetándolos por la piel de la nuca y patas de atrás, bien en decúbito prono o costal. No obstante, hemos de tener en cuenta que, aunque menos afiladas que las de los gatos, las uñas, sobre todo las de las patas de atrás de mayor potencia, pueden producimos algún arañazo poco agradable.
Co
m p o r t a m ie n t o
y
m a n e j o
d e
l a s
a v e s
d e
c o r r a l
En el caso de ser aves que no están en baterías (broilers), al entrar en el gallinero, hemos de guardar las mismas precauciones
que las indicadas en los óvidos, ya que las aves se asustan y tienden a arrinconarse todas juntas, pudiéndose producir muertes por asfixia. Esperaremos a que se acostumbren a nuestra presencia para empezar a actuar. Al igual que en el porcino, deberemos hacer una exploración general de la manada; la gallina o el pollo sanos siempre están picoteando o escarbando el suelo, mientras que los animales enfermos se encuentran acurrucados y separados del resto. Las aves se defienden picando y arañando; para explorarlas, un ayudante las sujetará, a la altura del pecho agarrando con la mano derecha las dos alas por su base, pero sin forzar la posición (peligro de fractura) y cpn la izquierda las dos patas, manten iendo el ave en tensión. En los pavos si se sujetan así las dos alas pueden desarticularse. Las aves acuáticas se sujetan, con una mano las dos alas y con la otra la cabeza y el pico (es un órgano de defensa bastante contundente). Los gansos no deben sujetarse por las patas, porque se puede provocar la fractura de sus huesos (fig. 2.13.).
Co m po r t a m ie n t o y m a n e jo d e l a s a v e s d e
JAULA
Las pequeñas aves canoras son inofensivas, pero hay que tener mucho cuidado al manejarlas ya que se pueden fracturar alas o patas e, incluso, morir asfixiadas, bien por el miedo o excitación, bien por colapso circulatorio. Lo mejor es que sea el dueño el que las saque de sus jaulas y las coloque con el dorso del ave en la palma de la mano, oprimiendo
Figura 2.13. Sujección de aves de corral,
29
muy suavemente y dejando que cabeza y patas sobresalgan del puño e inmovilizándolas, si fuese necesario, con el pulgar y el índice, mientras que con los otros dos dedos se sostienen patas y cola, (fig 2.14) Las psitáceas, con sus fuertes picos, pueden atravesar un guante de cuero no muy grueso, por lo que se les asirá por detrás del cuello, mientras el dueño sujeta el tronco y las garras. Para protegerse del pico (loros) se les puede meter la cabeza dentro de un vaso o colocarles un collarete de plástico alrededor del cuello (fig 2.14).
Figura 2.14. Sujección pájaros de jaula y collarete de protección para la exploración de los loros.
C o m p o r t a m ie n t o
y
m a n e j o
d e
l a s
t o r t u
-
g a s
Cada vez es mayor el número de personas que tienen en sus casas estos reptiles y que, como seres vivos, son susceptibles de enfermar. A la hora de explorar una tortuga hemos de determinar la especie, la raza y el sexo a la que pertenece, así como si es acuática o terrestre, ya que hay enfermedades más o menos específicas. Es conveniente preguntar por la alimentación que reciben, ya que no hay que olvidar que 30
entre los quelónidos hay animales carnívoros, omnívoros y herbívoros, por lo que se pueden cometer errores graves en su alimentación. Es conveniente también conocer las condiciones de alojamiento y mantenimiento y sobre todo preguntar si se han observado variaciones en el peso (es conveniente pesar a las tortugas una vez al mes o cada dos meses, ya que la pérdida de peso es un signo claro de enfermedad). Como precauciones más importantes que hemos de guardar a la hora de explorar una tortuga podemos citar:
—No mantenerlas durante mucho tiempo apoyadas sobre el caparazón, ya que los pulmones se encuentra en situación dorsal y la presión del resto de las visceras sobre ellos puede provocar la asfixia. —No debemos girarlas bruscamente, porque se pueden provocar anudamientos o torsiones intestinales, que resultan mortales de necesidad. Hay que tener en cuenta que: —El pico de las tortugas es muy fuerte y sus mordiscos dolorosos. —Las tortugas suelen ser portadoras de salmonellas, por lo que hemos de ser escrupulosos en su manejo, procurando utilizar guantes desechables. Por otra parte, son signos claros de enfermedad: —La natación ladeada, en las tortugas de agua, que indica hepatización de uno de los pulmones. —Aquellas que flotan con facilidad son animales subalimentados. —La presencia de mucosidad o suciedad en fosas nasales o cloaca. —La respiración con la boca abierta.
C o m p o r t a m ie n t o y m a n e j o d e l a s c o l e c t iv i d a d e s
GANADERAS
Como ya hemos indicado, algunas especies, por su peculiar forma de explotación, han de ser consideradas de forma colectiva y no desde el punto de vista individual (bovinos, ovinos, porcinos, aves) y, aunque ya hemos señalado en éstas algunas pautas de comportamiento, vamos a indicar una serie de normas generales, comunes a todas ellas. Al visitar las granjas o alojamientos de ganado han de tomarse unas medidas elementales de higiene para evitar, en el caso bastante probable, de que se visiten lotes que padezcan enfermedades infectocontagiosas o parasitarias, convertimos en diseminadores de las mismas.
Así, en las visitas es muy útil ponerse el calzado, “chanclas” o botas de goma, limpio y desinfectado o, en el caso de granjas avícolas, es suficiente con cubrirse con bolsas o revestimientos de plástico de un solo uso, tirándolos en un recipiente de basura una vez utilizados. En ciertos casos y, sobre todo, en granjas de animales selectos deberemos cubrimos con un mono o bata limpios, de colores pardos o grises (el blanco puede asustar a los animales) que podemos llevar nosotros o ser suministradas por esas explotaciones especiales, en cuyo caso, suelen ser de un solo uso. Al entrar y salir de estos establecimientos hay que lavarse y desinfectarse las manos e incluso, utilizar sustancias germicidas para desinfectar el calzado.Debe recordarse que los dueños de este tipo de explotaciones tienen muchas veces en su subconsciente la idea de que los clínicos que han visitado otras explotaciones enfermas pueden extender la enfermedad a las suyas. En la exploración propiamente dicha, nos fijaremos si los animales permanecen atentos al visitante o si por el contrario, permanecen indiferentes o somnolientos (enfermedades consuntivas graves, obnubilizaciones ). Es interesante observar los comederos como índice de valoración del apetito, al mismo tiempo, se precisará lo adecuado de su altura; distribución, número y tipo de bebederos; sistemas de sujeción Nos fijaremos en la cama, naturaleza del suelo (cemento liso, ranurado, goma, tierra), la existencia y sistema de desagüe y de eliminación de excretas. Por último, se valorará el ambiente (ventilación, iluminación, corrientes de aire, niveles de gases irritantes, humedad, temperatura ) C o m p o r t a m ie n t o l e s
y
m a n e j o
d e
l o s
a n i m a
-
EN PASTOREO LIBRE
Aquí la exploración tiene unas particularidades especiales que comienzan por la aproximación al grupo. Habrá que ver sus desplazamientos, su actitud en pastoreo, su disposición, 31
atención a la llamada, huida ante movimientos de amenaza, ataque o defensa. Es muy necesario analizar el medio ambiente en el que se mueven para ver su posible incidencia en la alteración por la que hemos sido requeridos. Hay que valorar la topografía y el suelo donde pastan , así como las zonas boscosas o arbolado que los abrigan o circundan. Lugares sin árboles impiden el cobijo y protección contra el viento, el frío o el calor. Los pastos en zonas bajas o pantanosas, con mucha humedad facilitan la proliferación de
insectos, enfermedades parasitarias, alteraciones de las pezuñas La existencia de plantas ricas en estrógenos (ciertos tréboles) provocan trastornos reproductores. La naturaleza del terreno pueden originar%enfermedades carenciales (cobalto, cobre, selenio ) La presencia de plantas tóxicas, así como la proximidad a carreteras o fabricas o el paso de corrientes de agua contaminadas con detritus sales o desagües ganaderos, originan intoxicaciones.
\
32
CAPÍTULO 3 ■MARCHA DE LA EXPLORACION CLINICA» INTRODUCCIÓN La exploración clínica tiene como fin primordial el obtener el mayor número posible de datos del paciente, para poder llegar con mayor facilidad al diagnóstico clínico. Esos datos que el animal nos va a proporcionar pueden ser de dos tipos: • Datos actuales. Son los que recogemos sobre el animal, mediante los diferentes procedimientos de exploración. • Datos anteriores, (los commemoratifs de los franceses) Son los que obtenemos a través del dueño por la anamnesis y que hacen referencia al desarrollo del proceso, desde que se desencadenó hasta el momento de la visita. Para la recogida de los datos actuales hemos de procurar seguir un orden determinado, con el fin de que no se nos quede ninguno por tomar que nos pueda llevar a cometer errores en el diagnóstico. Este orden puede ser cualquiera, pero si nos acostúmbranos desde un principio a hacerlo siempre igual, evitaremos caer en las omisiones antes señaladas. En cualquier caso, la exploración puede ser por aparatos o por regiones. El primer procedimiento consiste en explorar todas las partes integrantes de un determinado aparato; así, en el caso del digestivo, empezaríamos por la boca y terminaríamos en el ano. A pesar de ser un procedimiento más lógico lleva
consigo el inconveniente de los continuos paseos que el clínico debe de dar (en los animales grandes hay que ir de la cabeza a la cola continuamente) y, además, podemos mal inter pretar trastornos funcionales que estén relacionados con varios aparatos o sistemas. La exploración por regiones consiste en recoger los datos que se observen en una región concreta para, posteriormente, pasar a otra y así ir recorriendo toda la anatomía de nuestro paciente; por ejemplo, empezaremos por la cabeza, donde observaremos orejas, ojos, boca, nariz, piel,capa, pasaremos al cuello y así hasta llegar a la cola. Se trata de un procedimiento más cómodo, que nos permite apreciar la interacción de los trastornos funcionales, correspondientes a un problema orgánico, en una misma región. Nosotros seguiremos esta sistemática. Cualquiera que sea la forma de explorar que adopte el clínico, a la hora de hacerlo, siempre tiene que tener en cuenta los siguientes criterios o puntos de vista: —Fisiopatológico. Observando la disfunción —Etiopatológico. Tratando de averiguar la causa —Anatomopatológico. Interpretando la lesión orgánica —Biopatológico. Cuantificando las alteraciones descubiertas. Estos criterios no son excluyentes, sino complementarios; en unos casos tendremos 33
rnás presente unos y en otros los criterios serán distintos, pero nunca deberemos descartar ninguno de ellos, salvo en circunstancias muy concretas. El examen clínico se comenzará con una observación general del animal y de su ambiente, pasando, posteriormente, a la exploración regional o sistémica; una pauta sería la siguiente: —Exploración general en la que observaremos: entorno del animal (manejo, alimentación, medio ambiente ), estado físico, aspecto general, comportamiento y constantes vitales (pulso, temperatura,y frecuencia respiratoria). —Exploración topográfica, en la que tomaremos los datos correspondientes a cabeza, cuello, piel y capa, tórax, abdomen aparato urinario, aparato reproductor, sistema nervioso y sistema musculoesquelético. —En una tercera fase haremos las tomas de muestras que creamos oportuno (sangre, orina, liquido sinovial, líquido cefalorraquídeo ) para realizar los correspondientes análisis clínicos Previamente a estas operaciones abriremos una H istoria clínica. HISTORIA CLÍNICA Es el relato de la sucesión de acontecimientos que se han producido durante el periodo de tiempo que el animal ha estado enfermo. Por ser una narración en el tiempo se la denomina también Patoc ron ia. Comienza con el primer contacto que el clínico tiene con el animal enferm o y, por supuesto, con el dueño. La historia clínica la podemos realizar con dos criterios completamente distintos: —Una historia amplia, minuciosa y ex haustiva que la elaboraremos de cara a emitir un diagnóstico. En este caso, todos los datos, por insignificantes que parezcan, pueden resul tar interesantes. Se utiliza en cada caso o enfer medad concretos. —Una historia breve y concisa para el ar chivo del clínico (es muy necesaria en el caso
de los pequeños animales y en explotaciones de colectividades), en la que constan los datos de la enfermedad que ha padecido el animal, características que presentó, tratamiento al que respondió, posibles alergias. En el caso de explotaciones industriales se anotarán los mismos datos, pero desde el punto de vista de la colectividad. La historia clínica consta de los siguientes apartados (fig 3.1): Encabezamiento, en el que figuran los datos de identificación del dueño(nombre, dirección, teléfono, fecha); Reseña; Anamnesis; Descripción actual de la enfermedad; Datos exploratorios; Juicios clínicos; Evolución o curso de la enfermedad; Terminación de la enfermedad (curación completa, curación parcial, muerte); Resultados de necropsia, en el caso de que se realice.
R e s e ñ a
La reseña es el conjunto de datos que identifican al animal, tiene una gran importancia, tanto desde el punto de vista de la propia identificación, como a la hora de establecer un diagnóstico o llevar a cabo una actuación pericial. En esta reseña indicaremos los siguientes datos: Especie, raza, sexo, edad, tamaño corporal o peso, capa, aptitud y marcas si las hubiere. • La especie tiene importancia porque, al margen de identificar al animal, nos permite considerar una serie de enfermedades a las que son más propensas determinadas especies y desechar otras que nunca padecerán. Así, podemos indicar que la pericarditis traumática es propia de los bóvidos, el moquillo canino de los perros, el FUS de los gatos o la enfermedad de Newcastle de las gallinas. Por otra parte, hay especies que toleran mal determinados medicamentos, por ejemplo, el gato tolera muy mal la streptomicina y los derivados fenólicos; las aves los insecticidas de contacto. • La Raza es otro dato de gran significación por varias razones; una de ellas es el temperamento; hay razas más temperamenta
F A C U L T A D D E V E T E R IN A R IA
DE ZARAGO ZA
D IA ___________ Nombre del Dueño Ficha Número ___ Reseña
Datos Exploratorios
Especie __________________________ Raza ____________________________ Sexo ____________________________ Edad ____________________________ Peso_____________________________ Capa y particularidades ____________ Aptitud _________________________
T® _____ Pulso ___ Respiraciones Cabeza Tórax respiratorio _______________ Tórax cardíaco _________________ Región Abdominal ______________ Región Pudenda ________________ Extremidades
Anamnesis
Diagnóstigo Provisional _________
¿Qué le ocurre? ___________________ ¿Desde cuándo? _________________ ¿A qué lo atribuye? ________________ Comienzo de la enfermedad _________ Antecedentes patológicos ___________ Antecedentes hereditarios ___________
Diagnóstico Definitivo __________
Descripción Actual de la Enfermedad
Higiénicodietético ______________
¿Tos? ____________________________
Farmacológico _________________
_
Pronóstico_____________________ Tratamiento:
¿Fatiga?__________________________ ¿Apetito, Sed?_____________________ ¿Heces?_______________________ _ ¿Vómitos?_____________________ ___ ¿Orina? _____________________ ¿Celo, gestación, crías? ____________ ¿Dolores? _________________ ______
Evolución del Proceso:
¿Claudicaciones?__________________ ¿Decúbitos anormales?___________ Otros síntomas _______________
Evolución del Tratamiento:
Quirúrgico _________________ ___
_ _
_
_
_
Condiciones higiénicas del alojamiento ____ Alimentación Tratamientos anteriores_________________Terminación:
Figura 3.1. Historia clínica.
les que otras, cuyo manejo, a la hora de la exploración, puede resultar más complicado; hay razas mucho más sufridas que otras, en las que nos cuesta más apreciar las manifestaciones dolorosas. Junto a ésta, cabe señalar la circunstancia de que hay razas más resistentes o más sensi bles que otras a determinadas enfermedades; de esta forma, la raza vacuna frisona es muy propensa al padecimiento de desplazamiento de abomaso, mientras que este problema es mucho menos frecuente en la Parda Alpina. La displasia de cadera es un problema muy frecuente en el perro pastor alemán. Por último, queda indicar que las razas selectas son mucho menos resistentes a las enfermedades y requieren una serie de cuidados que no precisan aquellos animales poco seleccionados o cruzados. El caso más llamativo, en este sentido, lo observamos en los perros; el perro cruzado, de raza irreconocible es un animal que rara vez cae enfermo, mientras que el “campeón”, con pedigrée reconocido de varias generaciones, es mucho más sensible a cambios de tiempo, esfuerzos. • El sexo es también un carácter dife renciador a la hora del diagnóstico. Hay alteraciones que solo se presentan en un sexo (metritis, hernia inguinal); podemos cometer equivocaciones graves por no tener en cuenta este dato (confundir un estado de gestación con una ascitis). • La edad da lugar a diferencias claras en la forma y en el tipo de enfermedades que los animales pueden padecer. En este sentido podemos señalar que los animales jóvenes son más propensos al padecimiento de enfermedades carenciales (raquitismo, ataxia enzoótica, miodistrofia enzoótica). La respuesta orgánica del animal joven ante la enfermedad es más explosiva, por lo que en ellos es más normal que esta enfermedad curse de forma aguda, mientras que en los adultos lo haga en forma crónica. Otro dato a tener en cuenta es que el dueño 36
se puede plantear la instauración o no de un tratamiento en un animal viejo, mientras que en uno joven presente una predisposición más favorable para llevarlo a cabo. • El tamaño corporal o peso interesa, sobre todo, a la hora de la terapéutica, ya que la dosificación se establece en función del peso. • El color de la capa o pelaje es quizá el dato que mejor puede identificar al animal, la descripción de dicho color, las manchas, el color de los cascos en los caballos ; en algunos casos, la reseña puede ir acompañada de una fotografía del animal (sobre todo en el caso de los pequeños animales). Al margen de esta circunstancia, y como en los casos anteriores, el color de la capa tiene influencia en el padecimiento de determinadas enfermedades (los animales de capa blanca son más sensibles a las quemaduras solares o a los melanosarcomas). • La aptitud del animal (trabajo, producción láctea, caza, compañía) también lleva unida una cierta tendencia al padecimiento de enfermedad. Los équidos viejos, que han sido sometidos a grandes esfuerzos durante su vida, son muy propensos al enfisema alveolar crónico; las vacas lecheras de alta producción aca ban padeciendo osteomalacia; los reproductores están más expuestos al padecimiento de enfermedades de transmisión coital. • Las marcas de identificación pueden ser de dos tipos: las propias del animal o las que nosotros utilizamos para individualizarlos. Dentro de las primeras podemos citar, las m anchas de la capa; cicatrices; malformaciones; el nasograma: impresión permanente obtenida del dibujo del morro en los bóvidos, óvidos, cápridos y perro, comparable a las huellas dactilares humanas; el uranograma o palato grama: impresión de las crestas palatinas en los caballos y las huellas plantares en el perro Dentro de las marcas artificiales (fig. 3.2. a y b) podemos citar las marcas a fuego, los diferentes tipos de crotales, los collares, las muescas en las orejas y los tatuajes.
Figura 3.2. a. Diferentes formas de identificación y marcado.
37
Un corte en el borde superior de la oreia • Un corte en el borde inferior.de la oreia /2quierda vale 1 Un corte en el borde sueenor de la oreia a quierda v*Ie 3 Un corteen el borde infeiigLde la oreja d echa vale l o re°ha vale 3n Figura 3.2 .b.S ,s,ema de ¡den,iflcaciónpor
n las orejas.
38
A
—¿ Désde cuando le pasa eso ? —¿ A qué atribuye Vd el problema en cuestión ?
n a m n e s i s
(Del griego, anam ■de nuevo; nesis ■ recordar). La anamnesis es un interrogatorio que se hace al dueño o cuidante del animal para que nos suministre todos los datos de la enfermedad previos a la consulta. Nos proporciona datos relacionados con el comienzo de la enfermedad, el tiempo transcurrido desde entonces, las manifestaciones habidas, etc. La anamnesis tiene una importancia capital, en una gran mayoría de los casos, si está bien hecha y, sobre todo, si está bien contestada puede suponer el 50% del diagnóstico. Dada su importancia, hay que tener mucho cuidado con las contestaciones que nos da el dueño, ya que, por un lado, éste tiende a subjetivar los síntomas, no nos dice lo que le pasa al paciente sino lo que él cree que le pasa y por otro, puede sentirse culpable de los males de su animal y nos puede omitir datos o, lo que es peor, contamos lo contrario de lo que ha acontecido. No deberemos emplear excesivos términos médicos que el dueño no entienda, pero no por ello, utilizaremos un lenguaje excesivamente vulgar; en el punto medio está la virtud. Otro sistema que da buenos resultados y que además permite que aquél se instruya, consiste en hacer las preguntas y todas las explicaciones utilizando expresiones científicas, pero explicando a continuación cuál es su significado. Tampoco es conveniente acosar al dueño con reproches porque su actuación no ha sido correcta o porque ha demorado mucho la visita, esa actitud lo único que consigue es hacer aflorar sus recelos y que a partir de ahí nos oculte datos importantes para no volver a ser reprendido. Deberemos incitar y dejar que vaya hablando libremente, sin dejar escapar ningún detalle; hay hechos que, por insignificantes, el dueño no les da ninguna importancia y pueden ser vitales para la resolución del caso. Empezaremos el interrogatorio indefecti blemente con tres preguntas fundamentales y otras tres accesorias. Las fundamentales son: —¿ Qué le pasa al animal ?
En ocasiones, nos podemos encontrar con individuos poco “colaboradores" y recibir una contestación global para las tres preguntas parecida a ésta: “Yo que sé, Vd. sabrá, para eso lo he llamado a Vd.". En estos casos es conveniente armarse de paciencia y no contestar a una estupidez con otra estupidez. Las preguntas accesorias son las siguientes: —¿E l animal ha estado enfermo antes, de esta o de otra forma?. Esta pregunta tiene como fin el conocer si se trata de un problema repetitivo (alergias de primavera, recaídas ) —¿ Han enfermado más animales o solo éste?. Nos permite conocer si se trata de un proceso esporádico o, en el caso de ser varios los animales enfermos, de una enfermedad infecciosa o nutricional. —¿Se le ha tratado y con qué?. En muchas ocasiones cuando se visita al veterinario, el animal ya ha sido medicado por el dueño; interesa saber que producto se ha suministrado, porque ha podido agravar los síntomas, por estar contraindicado o, en el caso de que la elección haya sido correcta, para no prescribir lo mismo, porque, evidentemente, no ha dado ningún resultado. Una vez realizadas y contestadas, en su caso, estas preguntas, pasamos a la exploración de los distintos sistemas y aparatos, realizando preguntas más concretas sobre lo que vamos observando durante el examen; muchas de ellas quedarán sin contestación, pero alguna puede Constituir la clave para abrimos la puerta del diagnóstico.
In
s pe c c ió n g e n e r a l
En unas ocasiones, previo a la anamnesis y en otras, al mismo tiempo realizamos el examen general, que nos permite adquirir una idea global del grado de afección del animal y de las 39
posibilidades que tiene de responder al tratamiento que prescribiremos después. En esta inspección general observaremos: • Actitud Es el aspecto anatómico, total o parcial, que ofrece el animal. No solo nos fijaremos en el
—Postura antiálgida, propia de la presencia de dolores abdominales. Los animales presentan un dorso arqueado, extremidades más juntas y vientre tenso y recogido. (5) —Postura ortopnéica, característica de las disneas o insuficiencias respiratorias. Se caracteriza por patas y codos en abducción, cuello y cabeza estirados y ollares dilatados. (3) —Postura de perro sentado, es la que adoptan los équidos que sufren sobrecarga y distensión gástrica. (2) —Postura de banco de carpintero, con músculos contraídos,dorso horizontal, patas separadas y orejas y rabo tiesos; se observa en los animales que padecen tétanos. (1)
conjunto del mismo, sino que atenderemos, entre otras cosas, a la cabeza, orejas, cuello, linea del dorso, extremidades y tensión abdominal. Dentro de las actitudes anómala s que pocemos observar en un animal podemos citar las siguientes (fig. 3.3):
—Mirada de astrónomo (7), es la actitud que presentan los animales en determinadas enfermedades nerviosas (necrosis cerebrocortical). —Postura de pingüino, propia de las aves que padecen peritonitis o puesta abdominal. —Paso de ganso, es la actitud en la marcha, caracterizada por la elevación exagerada de las extremidades, de los cerdos con carencia de Ac. pantoténico. —En la faringitis observamos la cabeza estirada sobre el cuello con movimientos tor pes de la misma, semejantes a los observados en las tortícolis. —En la fiebre vitularia, las vacas apoyan la cabeza sobre el tórax, como si se estuviesen escuchando los movimientos respiratorios. (6)
—Las enfermedades que afectan a músculos, (mioglobinuria paralítica, miodistrofia enzoótica), huesos (osteomalacia), articulaciones (artritis) o sistema nervioso (ataxia enzoótica), provocan marchas anormales, incluso con dificultades para permanecer de pie. (4) • Conducta o comportamiento Cualquier modificación del comportamiento normal del animal tiene interés desde el punto de vista clínico. Una enfermedad o un dolor agudo provocan en el animal un cambio de su comportamiento o de sus hábitos. Este cambio puede ir dirigido hacia la depresión o apatía o hacia la intranquilidad y el furor. En el primer caso, observamos animales con una mirada triste, que no reaccionan, o lo hacen muy lentamente, ante los estímulos externos; se aíslan del resto de sus compañeros o de los dueños, permanecen mucho tiempo tum bados y dejan de comer. De este estado, el animal puede pasar al de somnolencia, caracterizado por un andar tambaleante, arrastrando las patas o bien, permaneciendo tumbado con los ojos semicerrados durante periodos prolongados de tiempo. El siguiente paso es el estado de sopor o modorra, en el que los animales pasan el tiem po continuamente tumbados, en postura de sueño, sin reaccionar a los estímulos externos a no ser que sean muy intensos. Por último y dentro de esta escala, el animal desemboca en la pérdida del conocimiento, con desaparición prácticamente de todos los reflejos, respiración superficial, pulso débil y tonos cardíacos apagados Los estados de excitación son peligrosos para el clínico, ya que el animal se encuentra intranquilo y puede cocear, morder, golpearnos con la cabeza Estos estados de excitación tienen su mejor representación en los cólicos de los équidos y en determinadas enfermedades del sistema nervioso central (otras enfermedades nerviosas provocan la aparición de estados depresivos).
En el caso de los cólicos de los équidos, el comportamiento es variable en función de la intensidad del dolor que padezca el animal; va desde una simple intranquilidad, con cambios constantes en la postura y miradas a los flancos, hasta comportamientos de furor caracterizados por coceos, revolcones violentos por el suelo, golpeándose y produciéndose heridas graves. Estos comportamientos anormales pueden reflejarse también en actividades concretas, como comer, orinar, defecar, tumbarse levantarse; este es el caso de las actitudes anómalas a la hora de defecar u orinar en animales con tenesmo fecal o vesical o a la hora de aprehender o tragar el alimento cuando existen disfagias. Dentro de este apartado hemos de hacer referencia a los vicios, resabios o esterotipos que pueden ser adquiridos (en algunas ocasiones son congénitos) o pueden obedecer a algún problema patológico concreto; así por ejemplo, la incontinencia urinaria en perros con trastornos renales o metabólicos (poliuria en la diabetes); los movimientos extraños de los équidos con defectos en la visión (granos de hollín) etc. • Estado de nutrición El estado de nutrición se puede apreciar a simple vista en determinadas especies, mientras que en otras, en las que la capa es abundante, hay que recurrir a la palpación; este es el caso de la ovejas sin esquilar, en las que es preciso palpar los lomos, la entrada del pecho o la región de la babilla, para hacemos una idea exacta de su estado, o el de las gallinas, en las que hay que recurrir a la palpación de la región extemal (pechugas). El estado de carnes varía entre la obesidad y la caquexia, pasando por otros intermedios a los que nos referimos con los nombres de bueno, moderado (delgado) y malo. La obesidad puede ser fisiológica ( realmente una obesidad nunca puede ser considerada como fisiológica, ya que aunque aparentemente el animal esté sano, la resistencia a la enfermedad es menor), cuando hay un desequilibrio en el cociente ingreso/gasto, a 41
favor del primero y patológica, debida a trastornos endocrinos (hipotiroidismo, síndrome de Cushing) o metabólicos. La caquecsia es el máximo grado de delgadez, en el que el animal, no solo carece de grasas, sino que padece una clara atrofia muscular y su organismo se reduce a piel y huesos. En el caso de un estado de carnes malo o caquéctico es más interesante el concepto de adelgazamiento, entendiendo por tal la pérdida de peso por unidad de tiempo. Generalmente un adelgazamiento rápido es propio de una enfermedad aguda, mientras que un adelgazamiento lento se observa en las enfermedades crónicas o consuntivas (tuberculosis). Esto siempre que la alimentación que reciba el animal (un dato a tener muy en cuenta) sea cuanti y cualitativamente suficiente para cubrir sus necesidades. TOMA DE CONSTANTES (TERMOMETRÍA CLÍNICA) Comentaremos aquí todo lo referente a la toma de temperatura del animal enfermo, de jand o las otras dos constantes, pulso y frecuencia respiratoria, para tratarlas en la exploración del aparato cardiocirculatorio y respiratorio respectivamente. Una vez realizada la inspección general y antes de pasar a la exploración particular, llevaremos a cabo la toma de las constantes vitales del animal, de las que la temperatura es la más importante. Para ello utilizamos el termómetro clínico. En el ganado vacuno y en los équidos podemos hacemos una idea de la existencia o no de fiebre, tocando la oreja de los animales; en el primer caso, la base de la oreja está caliente, mientras que la punta se encuentra fría. Por otra parte, el hocico también es un buen indicador de la presencia de fiebre, en aquellos animales qtíé, normalmente, lo tienen húmedo, especialmente en el perro; en caso de fiebre, el hocico, morro o jeta se encuentra reseco e, incluso, resquebrajado. La piel también puede estar más 42
caliente de lo normal en aquellos animales cuya temperatura está por encima de los valores normales, para apreciarla, basta pasar el dorso de la mano por la región de los costillares y notaremos una temperatura anormalmente alta. El termómetro utilizado en veterinaria es muy semejante al de humana (en los momentos actuales es prácticamente igual) y presenta las siguientes características (fig. 3.4): Sección transversal
_
a
"b
c Funda
Termómetros electrónicos
Figura 3.4. Termómetros clínicos.
—Es un termómetro de mercurio, aunque puede ser de cualquier otra sustancia coloreada (alcohol). —Es de máxima. Presenta una estrangulación a la salida de la cubeta del mercurio, que impide que éste descienda una vez alcanzada la temperatura que tenía el animal. —Presenta una sección transversal longitudinal de forma triangular, con una pequeña lupa que aumenta el tamaño del capilar de mercurio, facilitando la lectura. Para que este aumento se produzca, el ojo del observador, la lupa y el capilar deben estar en línea recta. —En la parte opuesta a la cubeta lleva un pivote o un pequeño agujero que permite atar un hilo para poderlo sujetar a través de una pinza a cualquier parte del animal, evitando su caída al suelo en el caso de que fuera expulsado. Antiguamente, los termómetros tardaban mucho en subir (cuatro o cinco minutos), por lo que se los dejaba puestos mientras se hacían otras cosas; en la actualidad, son más rápidos (entre uno y dos minutos) y podemos mantenerlos sujetos con la mano durante ese tiempo, pero todavía conservan el pivote como un carácter diferenciador. —La escala es semejante al de humana; suele estar entre 35 y 43° C. Con relación a la escala hemos de señalar que, en la actualidad, prácticamente ha desaparecido la francesa Reamur (R°) y que la americana Fahrenheit (F°) solo es utilizada, en ocasiones, por los autores americanos; no obstante, en el caso de que nos encontremos con una cualquiera de ellas, que no sea la Celsius (C°), podemos utilizar la siguiente fórmula para hacer la conversión pertinente: F° 32/9 = C°/5 = R°/4 ¿ C Ó M O S E T O M A L A T E M P E R A TU R A ?
Antes de proceder a introducir el termómetro en el recto, deberemos fijamos en si está bajado (el mercurio debe de estar por debajo de 36° C), porque sino lo hacemos así, podemos
dar por buena una temperatura tomada con anterioridad a otro animal que no tiene nada que ver con la que tiene el actual. Es conveniente lubricarlo con aceite o, en su defecto, con agua, para facilitar el paso por el ano; lo introduciremos hasta la mitad y una vez dentro, lo ladearemos hasta que contacte con la mucosa rectal, ya que si lo dejamos recto podemos tenerlo dentro de una masa de heces y damos una temperatura errónea. Lo mantenemos colocado durante uno o dos minutos y, pasado dicho tiempo, lo sacamos, lo limpiamos y, una vez leido, lo guardamos bajado y, a poder ser, desinfectado. A la hora de hacer estas maniobras hemos de tener en cuenta una serie de precauciones. Así, en los équidos, habida cuenta de nuestra situación, en la parte posterior del animal, será conveniente levantar una extremidad anterior, con el fin de que no pueda coceamos. Por otra parte, antes de proceder a su introducción avisaremos al animal con unos ligeros toques, con el propio termómetro, en la región perianal; en un principio, el équido contrae el ano, pero una vez avisado (o una vez colocado) lo relaja. En el caso de los bóvidos ésta manipulación no es necesaria, pero sí que resulta útil el sujetar la cabeza para limitar los movimientos del animal. Por último, en el caso de los pequeños animales, el termómetro se debe poner con el animal tumbado en decúbito costal, ya que si están de pie tienden a sentarse y se corre el riesgo de que lo rompan, o se introduzca hacia adentro, haciéndose daño. Se considera a la temperatura rectal como la equivalente a la interna u orgánica, no obstante nos podemos encontrar con diferencias en los siguientes casos: Temperatura rectal más alta que la orgánica o corporal:
—En inflamaciones de recto (proctitis). —Después de esfuerzos abdominales. —Introducción del termómetro en masas fecales. 43
Temperatura rectal más baja que la orgánica:
—Insuficiente oclusión del esfínter (parálisis). —Tras emisión continuada de gases intestinales. —Tras evacuaciones frecuentes (diarreas). —Después de suministrar enemas fríos. En el caso de las hembras, la temperatura puede tomarse también en la vagina, pero en este caso se presentan variaciones térmicas en función del momento del ciclo estral en que se encuentre el animal. La temperatura que corresponde exactamente a la orgánica es la del chorro de orina, pero por razones obvias,éste no se suele utilizar. A la hora de tomar la temperatura, normalmente, se realizan dos tomas, ya que las variaciones nictamerales pueden dar lugar a diferencias de entre 0,3° y 0,5° C , temperaturas más bajas por la mañana y más altas por la tarde. La primera toma la realizaremos entre las 7 y las 9 de la mañana, mientras que la vespertina la haremos entre la 4 y la 6 de la tarde. Los valores obtenidos, los anotamos en unas gráficas, en las que, uniendo todos los puntos, obtenemos lo que se denomina la curva febril.
Te
m pe r a t u r a n o r m a l
d e l o s a n im a l e s d o
-
m é s t ic o s
Todos los animales domésticos son homeotermos y regulan su temperatura a través de un centro situado en el hipotálamo que mantiene un e ¿uilibrio entre la génesis y el consumo de calor por parte del organismo. En la producción de calor intervienen destacadamente los procesos químicos (oxidaciones orgánicas reguladas por el tiroides), mientras que en la eliminación de calor juegan un papel preponderante los fenómenos físicos (pérdidas de calor por vasodilatación periférica, sudoración, ventilación pulmonar). En el caso de los animales domésticos, es el caballo el que tiene una mayor capacidad de 44
regulación de la temperatura, por lo que ésta presenta valores muy constantes sea cual sea la situación externa; en las demás especies se observan mayores variaciones de la temperatura corporal, que están en función de las modificaciones ambientales. Temperaturas rectales normales
Caballo ............................... Potro (hasta 6 meses) ......... Vaca.................................... Ternero (hasta un año)....... Oveja................................... Cabra.................................. Cerdo.................................. Lechón (hasta 8 semanas) .. Perro (raza pequeña) .......... Perro (raza grande) ............ Gato .......................; ........... Gallina............................... Conejo.................................
V
37,5° 38° C 37,5° 38,5° C 38° 39° C 38,5° 40° C 38,5o 40° C 38,5° 40° C 38° 39,5° C 38,5° 40° C 38° 39° C 37,5° 38,5° C 38° 39,5° C 40,5o 42° C 38,5o 40° C
a r i a c i o n e s f i s io l ó g i c a s
—Ritmo nictameral. La temperatura cor poral alcanza su valor más bajo durante la noche, para ir ascendiendo paulatinamente a lo largo del día, a medida que el cuerpo va entrando en actividad; el punto máximo se alcanza al caer la tarde. Este ritmo se invierte en las aves nocturnas. —Ingestión de alimentos. Durante la digestión se estimula la termogénesis, por lo que la temperatura aumenta ligeramente. Por el contrario, la ingestión de grandes cantidades de agua fría, sobre todo en bóvidos y équidos, provoca un descenso de la temperatura corporal que se mantiene por lo menos durante 1/2 hora. —Edad de los animales. Los anim ales jóvenes presentan una temperatura normal ligeramente más alta que la de los adultos de su misma especie; esto es debido a la m ayor intensidad de sus procesos metabólicos. Por otra parte, dada su menor capacidad reguladora, las
las variaciones diurnas son también mayores que en los adultos. —Sexo. La influencia del sexo es algo* menor. Las hembras suelen tener una temperatura ligeramente superior a la de los machos, presentando variaciones en función del ciclo estral. Es de destacar el aumento de temperatura que se observa en las hembras en el último tercio de la gestación, así como el descenso que se produce (especialmente en la perra y en la vaca) en las 2448 horas previas al parto. —Estado de nutrición. En los animales con un mal estado de carnes, así como en los periodos de subalimentación, se observa un descenso de los valores normales de la temperatura. —Esquilado de las ovejas. En esta especie, como consecuencia del esquilado, se produce un aumento de la temperatura corporal, debido a las contracciones musculares para, después de un día, pasar a un descenso, que puede ser de hasta 1,5° C, y se mantiene durante 34 semanas. —Temperatura exterior. Tiene una menor incidencia en las variaciones de la corporal, únicamente cuando se producen cambios bruscos, (aumento de la temperatura con humedad relativa alta) o cuando se trata de animales recién nacidos, nos podemos encontrar con aumentos o descensos sustanciales. —Esfuerzo físico. A lo largo de trabajos musculares intensos, podemos observar incrementos de la temperatura corporal de hasta IoC. «
V a r ia c io n e s
pa t o l ó g ic a s
d e
l a
t e m pe r a
-
t u r a
La temperatura puede verse incrementada (hipertermia o fiebre) o disminuida (hipotermia). La hipertermia.es el incremento de la tem peratura corporal por encima de los valores normales sin que exista alguna otra alteración, debido a que no se han desarrollado todavía los mecanismos encargados de la eliminación del exceso de calor. Ejemplos de hipertemia son la insolación y el golpe de calor o acaloramiento.
En el caso de la insolación, el incremento de la temperatura corporal se produce como consecuencia de la acción directa de los rayos solares. Esta viene agravada por la capa oscura de los animales y por el ejercicio físico. El golpe de calor es un incremento de la temperatura corporal, como consecuencia de la excesiva temperatura ambiental, sin la intervención directa de los rayos de sol. En este caso, hay una dificultad para eliminar el calor corporal, dificultad que se presenta fundamentalmente cuando la humedad relativa está próxima al 100%. El acaloramiento se presenta en locales mal ventilados, con animales hacinados y en el transporte en camiones o vagones de tren en días muy calurosos.
Fie b r e
La fiebre es un síndrome caracterizado por un incremfento de la temperatura corporal, acompañado de una serie de trastornos generales, que se produce como consecuencia de una modificación funcional del centro termorre gulador. En líneas generales, se trata de una irritación del centro térmico por la acción de gérmenes, toxinas, proteínas extrañas al organismo o productos resultantes de la lisis tisular. En los estados febriles se produce un incremento de la termogénesis que no va acompañado de la eliminación del correspondiente calor. La fiebre es un mecanismo defensivo por i parte del organismo, que trata de crear un medio disgenésico para que los microorganismos (en el caso de fiebre séptica) no se puedan desenvolver normalmente, po¿ esta circunstancia hay que dejarla actuar, siempre que no rebase unos límites, a partir de los cuales las complicaciones pueden ser mayores. Por otra parte, al aumentar la temperatura se produce una situación orgánica favorable para la producción de anticuerpos, lo cual favorece la lucha contra los gérmenes invasores. El síndrome fiebre, ademas del incremento de temperatura, lleva asociados los siguientes síntomas: 45
— Esc alofríos. Movim ientos co nvulsivos (temblores) de los músculos subcutá neos. Vasoconstricción periférica y erizamiento del pelo. — Distribu ción irregular de la temperatura (partes distales frías). — D is m in u c ió n del apeti to y de la s secr ecion es (heces más duras y orina más concentrada). — Aum ento de la sed. — Hoci co reseco, caliente e, incluso, res quebrajado. —Taquicardia y taquipnea. — Obnubilización del sensorio y estados de sopor, alternando con fases de excita ción. De la misma manera que puede haber hipertermia sin que exista fiebre (golpe de calor e inso lación), podemos encontramos fiebre sin ape nas incremento de la temperatura (pericarditis traumática de los bóvidos). En estos casos, observamos la mayoría de los síntomas señala dos anteriormente, pero la temperatura se man tiene normal o muy ligeramente elevada.
Gr
a d o s f e b r il e s
Según e l incremento de la temperatura pro ducido en el animal, por encima de los valores normales, p odemo s clasificar la fiebre en: — Febrícula o fiebre ligera.- La elevación es inferior a Io C — Fiebre moderada.- Elevación entre Io y 2o C — Fiebre alta.- La elev ac ión se encuentra entre 2o y 3o C — Fiebre mu y alta o hiperpirética.- Sup e rior a 3o C
Cu
r v a f e b r il
Tal c om o se ha indicado anteriormente, las temperaturas toma das en el animal enfermo se van anotando sobre un eje de coordenadas, en
46
el que en abcisas se señalan los valores y en ordenadas el tiempo. La unión de todos estos puntos origina una curva que recibe el nombre de curva febril. Esta curva (fig. 3.5) consta de tres partes claramente diferenciadas:
P. Intermedio
Figura 3.5. Partes de la curva febril.
—Fase Inicial o de incrementi. Correspon de a la fase inicial de la enfermedad; raramente se representa ya que cuando nos ha cem os cargo de un caso, el animal se encuentra ya en la fase de estado o próximo a llegar a ella. La pe ndien te del tramo de esta curva está en función del poder patógeno del germen que provoca la fiebre y de la capacidad defensiva del organ is mo. —Fase intermedia o de acmé. Corresp onde a la fase de estado de la enfermedad; durante este periodo, la temperatura permanece alta dentro de unos limites e strechos, lo que le da a la curva una forma de meseta o, por el contrario, se observa una clara tendencia a ir bajando poco a poco. — Fase final o de decrementi. C oincide co n la terminación del proceso y la recuperación del individuo. Este des cen so puede ser, a su vez de dos formas distintas: — En crisis. Las man ifesta cion es fe br ile s desaparecen de forma rápida (sobre 36 ho ras),
llegando a bajar la temperatura, incluso por debajo de los valores norm ales (perturbación crítica). — En lisis. La fieb re va ba jand o de forma lenta y continuada.
T ip o s d e F ie b r e
De acuerdo con la imagen que da la curva febril, distinguim os varios tipos de fiebre (fig.
3 .6):
e t n e r r u c e r e r b e i F
Figura 3.6.
47
—Fiebre continua. Es una fiebre alta, que se mantiene durante un periodo más o menos largo de tiempo y cuyas oscilaciones diarias son inferiores a Io C. —Fiebre remitente. Es aquella que presenta variaciones diarias superiores a IoC. En el caso de que estas variaciones superen los 2o C la llamamos fiebre en agujas. —Fiebre intermitente. Es la fiebre en la que alternan periodos piréticos y apiréticos de uno a dos días de duración. Se da en enfermedades producidas por parásitos hemáticos (piroplas mosis, malaria en el hombre). —Fiebre recurrente. Es muy semejante a la anterior; aquí los periodos piréticos y apiréticos tienen una mayor duración. —Fiebre atípica. Es que no sigue ningún tipo de patrón, es de curso irregular y aparece en gran cantidad de enfermedades. Otro criterio para establecer una clasificación de la fiebre es el del tiempo de duración de DIAS R P
T
13 0
41
55 50
12 0
40,5
45
11 0
40
40
10 0
39,5
35
90
39
30
80
38,5
25
70
38
20 60
M T MT M T M T
la misma; de tal manera que según éste, podemos tener: —Fiebre efímera. Es aquélla que dura un solo día. —Fiebre aguda. Tiene una duración aproximada de una semana. —Fiebre subaguda. Dura un mes, no necesariamente de forma continua. —Fiebre crónica. Es aquélla que dura varios meses. De forma general se suelen representar, junto a la curva de la fiebre, la del pulso y la de la frecuencia respiratoria (fig. 3.7.). Estas últimas siguen unas trayectorias semejante a la febril, de forma que cuando la primera asciende también lo hacen las otras dos y viceversa. Si el descenso de la fiebre no va acompañado de un descenso concomitante del pulso, sino que, al contrario, éste comienza a ascender, llega un momento que las dos curvas se cruzan en un punto que recibe el nombre de cruz de la muerte; eso constituye un signo de colapso. T MT M T N T
T
W
T M T
37,5
15
50q
37
10
40
36,5
Figura 3-7. Estadillo utilizado para la representación de las constantes vitales.
CAPÍTULO ^EXPLORACION DE LA CAPA, PIELr H?1 Y SISTEMA LINFÁTICO La piel es un órgano heterogéneo que pone en contacto al animal con su medio ambiente; de ahí que esté sometida a las acciones de los medios externo e interno. La exploración de la piel, con el fin de recoger datos y poder llegar a un diagnóstico correcto, presenta ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas del diagnóstico de los procesos que asientan en la piel podemos señalar que se ven inmediatamente, nada más aparecer y que se puede seguir en todo momento su evolución sin necesidad de medios de exploración sofisticados. Los inconvenientes se centran en la dificultad de reconocer su etiología, precisamente por estar expuesta a las acciones internas (muchas enfermedades de órganos internos tienen una representación en la piel) y externas (las lesiones o heridas dérmicas se contaminan con mucha facilidad). Por otra parte, un inconveniente añadido, derivado de lo señalado anteriormente es lo rebeldes que resultan al tratamiento la mayoría de procesos dérmicos FUNCIONES DE LA PIEL A pesar de lo sencillo de su morfología la piel presenta una gran cantidad de funciones: —Es una barrera que evita las pérdidas de agua, electrolitos y macromoléculas.
—Protege al organismo de agentes externos físicos, químicos o microbiológicos. —Percibe sensaciones, tales como dolor, temperatura, presión. —Regula la temperatura interna a través de la capa, de la modificación del riego sanguíneo (vasoconstricción y vasodi latación) y de sus glándulas. —Da forma y permite los movimientos al organismo. —Genera anejos (pelo, pezuñas, cuernos), que realizan cierto tipo de funciones, importantes para el animal. —Es un importante reservorio de agua, electrolitos, vitaminas, grasa —Es un órgano secretor, merced a la presencia en la misma de determinadas glándulas (sebáceas, sudoríparas). —Los cambios vasculares que pueden presentar los capilares y vasos que contiene pueden afectar a la presión sanguínea. —En su seno se sintetiza vitamina D a partir de la provitamina D. —Su pigmentación protege al organismo de los rayos de sol. —Es indicador de una gran cantidad de enfermedades internas. MORFOLOGIA DE LA PIEL La piel está constituida por tres estratos (fig 4.1): 51
—Secundarias. La causa de la lesión se encuentra en otro punto diferente a la misma. Podemos decir que la piel es un fiel reflejo del estado de salud o enfermedad del individuo, ya que la mayoría de las enfermedades internas que éste puede padecer siempre tienen una manifestación dérmica, de mayor o menor entidad. Al margen de la clasificación dada, y teniendo en cuenta su importancia, en veterinaria siempre hemos de hacer una primer diagnóstico diferencial entre enfermedades parasitarias y no parasitarias. la piel.
—La Epidermis(A). Parte más externa constituida, a su vez, por los estratos córneo (a), lúcido (b), granuloso (c), espinoso (d) y capa basal o germinativa (e). —La Dermis (B). También llamada corion, está constituida por un estrato fíbrilar y otro elástico y contiene la red vascular (tanto sanguínea como linfática), las terminaciones nerviosas y las glándulas. El conjunto de dermis y epidermis recibe el nombre de Cutis. —La Hipodermis (C). Corresponde a la grasa subcutánea y actúa como un almohadillado entre el plano subyacente, que puede ser óseo, muscular o articular, y la propia piel. —En los animales, el pelo o lana forma un estrato a parte que recibe el nombre de Capa. En términos generales, se puede señalar que sobre la dermis asientan los procesos inflamatorios (dermatitis); sobre la epidermis los procesos degenerativos (dermatosis) y sobre la hipodermis procesos como el edema y enfisema. Las lesiones de la piel pueden ser: —Primarias. La causa y la lesión radican en la propia piel.
52
Ex
p l o r a c i ó n d e l a p ie l
Los procedimientos de exploración de la piel son: —Inspección. Observación directa de las modificaciones que presenta. Se requiere una buena iluminación y retirar la capa, si es necesario. —Palpación. Tratar de captar temperatura, dolor, prurito, sensibilidad, cambios de volumen, de elasticidad. ✓ —Toma de muestras. Raspados, escarificaciones, biopsias para estudios micro biológicos, anatomopatológicos, parasitarios. El protocolo de diagnóstico de la piel sería el que se observa en el cuadro 4.1 CAPA El pelo sano de los animales es un pelo corto, suave, sentado y con brillo (salvo en las razas de pelo basto), mientras que el pelo enfermo es un pelo más áspero, sin brillo, erizado y, en ocasiones, enredado. Por otra parte, según la estación del año, el animal presenta dos tipos de pelo, el de verano, más corto y brillante y el de invierno, algo más basto, que presenta una gran cantidad de pelusa. El paso de uno a otro se produce por un proceso
Pilares Fundamentales: A. Historia Clínica B. Examen Físico C. Examen Dermatológico: • Lesiones • Configuración • Distribución Historia Clínica
y
Examen Físico
PLANTEAMIENTO DIAGNOSTICO
C
d i a g n o s t ic o
i
)
PRONOSTICO Y TERAPEUTICA Cuadro 4.1. Protocolo de aproximación al diagnóstico dermatológico.
53
fisiológico, denominado muda, que depende, fundamentalmente, de factores ambientales (luz, temperatura) y de la alimentación. El animal bien nutrido y bien alojado (perro) no muda, k> hace a lo largo de todo el año, perdiendo pelo de una forma continua, mientras que los animales de abasto o en libertad lo hacen en primavera y otoño. Las gallinas son los anímales en los que el fenómeno de la muda tiene mayor importancia, ya que mientras dura ésta, las aves dejan de poner Aunque en las estirpes actuales, prácti camente se ha eliminado la presentación de este fenómeno fisiológico de forma natural, cuando en una explotación de ponedoras baja la puesta por debajo del 50 55% ie fuerza la presenta ción de esta muda para conseguir un segundo periodo de puesta y de esta manera minimizar las pérdidas económicas que podría suponer la
reposición total del gallinero. Los procedimientos para forzar la muda son varios, pero esencialmente ae basan en la restricción del alimento y de la luz. MOOIFICACIONE.1 Df LA CAFA
Las modificaciones que presentan el pelo o la tana pueden ser en cantidad, en calidad y en color.
NiptrtricoaiM (hirsutísimo) Es el aumento anormal de la cantidad de pelo. No presenta ningún problema, suele ser hereditaria y típica de algunas razas, sobre todo de regiones del norte (pastor ingles, oveja
Las alopecias, que se presentan por un predominio de la fase de telogen sobre la de anagen, pueden ser generales (reversibles e irreversibles) y locales. 1 as alopecias generales reversibles obedecen a:
—C ausas ho rm on ales. Hipotiroidismo, hiperadrenocorticalismo. —Causas toxinfecciosas Infecciones ®ra ves. —Causas tóxicas Tóxicos orgánicos (plantas) o inorgánicos (metales pesados). — Causas carenciales Carencias de cinc, yodo, bkxina. m —Enfermedades cutaneas inflamatorias. Dermatitis Las alopecias generales irreversibles son las denominadas mas concretamente atriquias, *on congenitas y se deben a una falta de desarrollo del folículo piloso. Los animales nacen prácticamente calvos >, aunque pueden vivir durarile algún tiempo si se les protege de la luz y de! frío, no son viables. I .»•* ilopecias locales tienen una menor importan*, ta y sus causas son parasitarias (sar naa, tiñas), nerviosas, eczemas, dermatitis, carencias no excesivamente marcadas. A l te r a c i o n e s d e l a c a l i d a d
Las alteraciones en la calidad del pelo, que en un animal de abasto pueden no tener mayor importancia, en los animales de peletería supo nen una catástrofe economica para las explota» ciones en las que se presentan.
highland, poney siberiano)
Tncocímm
La hipertricosis patológica se produce mi aquellas zonas sometidas a roces continuos, como es el caso de la zona de la cinchera o de la cabezada en loa équidos.
Se trata de una fragilidad del pelo, que hace que se rompa con facilidad. En la mayoría de las ocasiones obedece a causas nutricionales. (carencias de biotina, zinc).
Hipotricasts
Tncorrexis nodosa
La hípotricosis es la disminución de la cantidad de pelo. Cuando, como consecuencia de esta disminución, la piel aparece completa* mente rala se habla de alopecia o atriquia.
Es un proceso de etiología oscura; consiste en una eventracion de la medular del pelo que provoca la rotura de la cortical y posteriormen te de todo el conjunto, como consecuencia de
54
ello pelo queda desilachado y corto. Es frecuente en los animales de pelo largo y en los de • peletería. Tricoptilosis
Es una alteración capilar consistente en el desflecado de las puntas del pelo, las cuales se abren favoreciendo la unión de las de diferentes pelos y la formación de nudos y enredamientos.
Canicie (poliosls)
Pelo de color gris como consecuencia de una degeneración del mismo que consiste en la desaparición de la medular, quedando el pelo hueco. Es propia de los animales viejos, aunque también se puede observar en animales más jóvenes en zonas de roce.
Alteraciones del color
PIEL
Fundamentalmente son dos y no presentan ninguna significación desde el punto de vista clínico.
A la hora de explorar la piel nos fijaremos en las modificaciones, alteraciones o cambios que se pueden observar directamente por ins pección; los cambios más llamativos, en un principio y tal como se señalan en el cuadro 4.2, son los de coloración, cambios que pueden ser tener un origen melánico, hemático o hepático.
Albinismo
Pelo blanco como consecuencia de la ausencia congénita de melanina.
General (Hipermelanosis) Aumento Local (Peca o efélides) Origen melánico General ------Albinismo Disminución (hipomelanosis)
Local Congestión Activa Hiperémicos con vasodilatación Congestión Pasiva
Por trastornos circulatorios
/ Origen / Hamático Por trastornos hemorrágicos
Origen Hepático
Isquémicos vasoconstrición Petequias Equimosis Vibices Sufusiones Hematomas
I. Verdínica I. Rubínica I. Flavínica Cuadro 4.2. Cambios de coloración de la piel. 55
C
a m b io s
d e
o r ig e n
a) Por trastornos circulatorios b) Por trastornos hemorrágicos
m e l á n ic o
Hipermelanosis
También llamada melanosis, es una coloración oscura anormal de la piel por impregnación de melanina. Las causas son, en la mayoría de los casos, de origen hormonal (tiroides, hipófisis, adrenales, gónadas). En el hombre se observa en la enfermedad de Addison (hipocorticalismo). La hipermelanosis local recibe el nombre de Efélide, que es una mancha en un punto concreto de la piel, debida a un acúmulo de melanina y con una coloración ligeramente rojiza. Una Peca es una efélide Ientiforme. El problema que presentan las efélides es la posibilidad de que conviertan en melanomas. Genéricamente, las efélides o pecas que presentan un crecimiento en profundidad se les conoce con el nombre de Nevus, aunque lo correcto es reservar este nombre para las manchas de la piel producidas por hipertrofia de los vasos sanguíneos o linfáticos. Hipomelanosis <¡í
La hipomelanosis es una depigmentación; si es de carácter general se denomina albinismo (más concretamente albinismo universal). El albinismo es una afección caracterizada por una falta de coloración de la piel, pelos y ojos; se presenta en conejos (determinadas razas, como la neozelandesa, son albinas), vacunos y équidos. El vitÍligo es una hipomelanosis local, adquirida. Manchas de depigmentación que se suelen presentar en aquellas zonas de roce constante (atalajes, cincheras ) o en aquellas partes del cuerpo por donde discurre una secreción crónica (epífora). Depigmentaciones locales se observan tam bién en determinadas enfermedades (manchas de sapo en la durina, y ciertas enfermedades víricas en los équidos).
Ca
m b io s d e
o r ig e n
h e m á t ic o
Los cambios de origen hemático pueden ser:
Los trastornos circulatorios, a su vez, pueden deberse a hiperemia por vasodilatación (congestión activa y congestión pasiva) y a isquemia por vasoconstricción. En el caso de la congestión activa se observa un enrojecimiento de la piel y es propio de insolaciones, dermatitis o septicemias. En veterinaria tienen una gran importancia, sobre todo en el cerdo, en el que son síntoma de un grupo de enfermedades llamadas enfermedades rojas (mal rojo, peste porcina ). Este enrojecimiento de la piel recibe diversos nombres, así se habla de roséola, cuando se trata de manchas pequeñas localizadas; eritema, manchas más extensas (generalmente se reserva este nombre a la coloración rojiza que producen las quemaduras solares) .y rubefacción, término que normalmente se da a coloraciones rojizas más generalizadas. La congestión pasiva origina una cianosis o coloración azulada de la piel en zonas del pecho, vientre, orejas y se presenta en alteraciones tales como debilidad cardíaca, colapso o procesos neumónicos (la sangre no se oxigena bien y va cargada de carbónico. La lividez es una coloración amoratada que se localiza en las partes declives por éstasis capilar debido a la acción de la gravedad. Dentro de los cambios de color por vasoconstricción, mencionaremos la palidez, que es una pérdida de color de la piel por la falta de riego sanguíneo que origina la vasoconstricción; se observa en situaciones de frío, fiebre, anemia, parasitosis. En el caso de los trastornos hemorrágicos, el cambio de coloración de la piel o de las mucosas no se debe a un mayor o menor aporte de sangre a los capilares dérmicos, sino a una extravasación sanguínea a partir de esos capilares. Las diferentes coloraciones que presentan estas hemorragias reciben los siguientes nom bres: —P etequias. Son pequeñas m anchas puntiformes. Se observan, entre otros casos, en enfermedades víricas, en paste relosis o carencia de vitamina C.
—Equimosis. Son machas algo mayores que las petequias, aparecen también en enfermedades víricas y en entero toxemias. —Vibices. Son manchas alargadas que, generalmente, siguen el trayecto de los vasos; se observan en diátesis hemo rrágicas. —Sufusiones. Son manchas más extensas que se observan en hemorragias en sábana. —Hematoma. Es un acúmulo de sangre en el tejido subcutáneo, lo que origina unos cambios de coloración variables en función de la degradación de la hemoglobina. C
a m b io s d e o r ig e n h e p á t i c o
Los cambios de coloración de origen hepático son los que se observan en las mucosas preferentemente como consecuencia de la de posición de pigmentos biliares (bilirrubina) en los casos de ictericia. Según el tipo de coloración se habla de ictericia verdínica, rubínica o flavínica. TRASTORNOS DE LA SECRECIÓN SUDORAL La sudoración o secreción del sudor tiene un considerable alcance fisiológico, determinado por la necesidad de controlar la temperatura corporal. La pérdida de calor, por evaporación del sudor eliminado, tiene una menor importancia en los animales que en el hombre, dado que en aquéllos entran en funcionamiento otros mecanismos, tales como la aceleración de la respiración, el incremento de la salivación, el jadeo, la capacidad aislante de la capa. A la pérdida de calor por los diferentes mecanismos se le denomina termolisis. Las glándulas sudoríparas pueden ser: —Acrinas. Son las más numerosas en la especie humana; la secreción está regida por el simpático y es fluida, acuosa y constituida,
fundamentalmente, por agua y cloruro sódico, (secreción merocrina) —Apocrinas. Tienen una secreción odorífera; el control de esa secreción es adrenérgico y producen un sudor más denso, que sale al exterior junto al folículo piloso. Los équidos son los únicos que eliminan un sudor semejante al humano, presentando un buen número de glándulas acrinas. El sudor se les aprecia especialmente en ijares, dorso y cuello. Los bóvidos son semejantes a los équidos, pero en este caso, las glándulas acrinas están limitadas a la base de la oreja, cuello, espalda y flancos. El perro y el gato, únicamente presentan glándulas acrinas en pulpejos y hocico, de ahí que estos animales utilicen, preferentemente, el jadeo para eliminar calor. Los ovejas tienen una secreción merocrina en las bragadas, ubres y parte inferior de la cola. Los cerdos presentan glándulas acrinas en la base de la oreja y en las regiones axilar e inguinal. Las aves y conejos carecen de glándulas sudoríparas. Después de una sudoración profusa, el pelo queda apelmazado, de un color blanquecino por el cloruro sódico y el polvo que se ha podido adherir, por lo que es conveniente realizar un buen cepillado para evitar alteraciones en el mismo (sobre todo en los équidos).
M
o d if ic a c io n e s d e l a
s e c r e c ió n
s u d o r a l
Hiperhidrosis
La hiperhidrosis generalizada es un incremento de la sudoración, que se observa, especialmente, en équidos en condiciones de altas temperaturas, tras fuerte ejercicio, durante periodos de dolores fuertes (cólicos) y como consecuencia de la acción de determinadas drogas, las hiperhidrosis locales se producen en las zonas próximas a los puntos de inyección de fármacos de acción simpaticomimética, 57
aparecen, asimismo, en las guturocistitis de los équidos o en lesiones espinales.
tales como Ac. úrico, urea etc. que le dan un olor característico. Se presenta en alteraciones renales graves.
Anhidrosis
Aunque etimológicamente, anhidrosis significa ausencia de secreción sudoral, realmente nos estamos refiriendo a hipohidrosis o disminución de la misma, ya que la primera es una alteración congénita debida a la ausencia de glándulas sudoríparas, que va acompañada generalmente de atriquia y, tal como hemos indicado, los animales que padecen esta alteración no suelen ser viables. La hipohidrosis se caracteriza por la falta de respuesta de la glándulas ante los estímulos adecuados; la etiología es poco clara y obedece a una pérdida de líquidos por otros emuntorios (diarreas, poliurias, vómitos) o bien, a carencias vitamínicas. Dada la escasa sudoración acuosa (glándulas acrinas), en los animales es difícil de descu brir; en los équidos se percibe al palpar la base de los pelos de la crin que, en condiciones normales, siempre suele estar húmeda. Dishidrosis
La dishidrosis es una sudoración anormal; dentro de ella podemos citar las siguientes: —H em ath id ro is o sudoración hemo rrágica. En ella se observa la salida de sangre con el sudor; se debe a pequeñas hemorragias a nivel de los capilares del folículo piloso. Asimismo, se puede observar como consecuencia de diátesis hemorrágicas y en enfermedades como púrpuras hemorrágicas, anemia infecciosa equina o en las intoxicaciones por raticidas (dicumarinas). En el hipopótamo, debido a la permeabilidad de sus capilares dérmicos, se observa, sobre todo después de llevar largo tiempo sumergido, una coloración sonrosada, debida a la ligera extravasaciónsanguínea que provoca ese aumento de la permeabilidad capilar. —Urhidrosis. Entendemos por urhidrosis la presencia de materiales urinosos en el sudor, 58
Tr a s t o r n o s d e l a s e c r e c ió n s e b á c e a
La piel y el pelo se mantienen lustrosos y brillantes gracias a las glándulas productoras de sebo, las cuales producen un manto lipídico protector de la capa córnea que impide la eliminación de agua; también parece contener sustancias bactericidas. La secreción sebácea puede estar incrementada o disminuida, dando origen respectivamente a seborrea y asteatosis. Seborrea
Se puede considerar como una enfermedad crónica de las glándulas sebáceas caracterizada por una eliminación excesiva o una alteración en la composición de la grasa. Suele ir acompañada de prurito. Puede ser idiopática o secundaria a alteraciones de la piel y cursar de dos formas distintas: —Seborrea húmeda. También llamada oleosa; los animales aparecen como si estuvieran ungidos con aceite; el pelo presenta un aspecto brillante y olor a rancio. —Seborrea Seca. En ésta se observan escamas furfuráceas (como el salvado) que le dan a la capa un aspecto feo, reseco, como si estuviera espolvoreado de una sustancia pardogrisácea. Para diferenciar estas escamas grasas de las que se producen en una descamación quera tinosa, basta colocarlas entre los dedos de la mano y hacer una presión; si las escamas son de grasa, ésta se licúa y desaparece de entre los dedos. Asteatosis
La asteatosis es una disminución o ausencia de secreción grasa. Se presenta en deficiencias
nutricionales, infestaciones parasitarias, estados febriles y en determinadas enfermedades crónicas. El pelo aparece basto, sin brillo y quebradizo.
primitiva. Cuando disminuye esa elasticidad, la piel se nota dura, seca, adherida al tejido subcutáneo y los pliegues originados al pellizcarla tardan tiempo en recuperarse (fig. 4.2.).
PRURITO CUTANEO O COMEZÓN
El prurito es una sensación de picor intensa de piel y mucosas, no dolorosa pero que produce irritación y desasosiego al animal que lo padece. Aunque en un principio no hay dolor, es difícil separar el uno del otro, ya que el animal en su rascado se produce escoriaciones que pueden llegar a ser verdaderas heridas, posteriormente, dolorosas. El prurito puede ser de muchos tipos: —Sintomático. Es propio de alguna enfermedad dérmica (dermatosis o dermatitis), bien como consecuencia de la liberación de histamina que irrita las terminaciones nerviosas (dermatosis alérgicas), o por la acción mecánica de parásitos externos (dermatosis parasitarias). —Central o esencial. Es un prurito general no atribuible a ninguna enfermedad de la piel y que puede considerarse como una neurosis cutánea. Es el prurito que se observa en enfermedades como Aujezsky, prúrigo lumbar etc. Un prurito importante en veterinaria por su casuística es el anal, que se presenta en las infestaciones verminosas y en los casos de estreñimiento, en los que la dureza de las heces provoca escozor o picor. Ante la presencia de prurito es conveniente preguntar al dueño si se desarrolló antes o después de la aparición de la dermatitis, ya que uno puede ser consecuencia de la primera, o haberse producido la dermatitis por el rascado continuo.
ELASTICIDAD DE LA PIEL La piel de los animales sanos es blanda, flexible y se puede levantar, en forma de pliegues, que recobran inmediatamente su forma
Figura 4.2. Prueba del pellizco para comprobar la elasticidad de la piel.
La pérdida de elasticidad se produce como consecuencia de la reducción de la sustancia semifluida fundamental, así como de las fibras elásticas; esta circunstancia se presenta en : —Deshidrataciones (tras diarreas o vómitos pertinaces). —Trastornos crónicos de la nutrición ( en este caso se reduce la secreción sebácea y se atrofian los elementos elásticos del corión). —Dermatosis. En los procesos degenerativos de la piel aparece un endurecimiento de la misma como consecuencia de la hipertrofia del tej ido conjuntivo de la dermis y de la hipodermis, (la hipertrofia crónica de los tejidos cutáneos y subcutáneos, so bre todo de las extremidades, por la obstrucción de los vasos linfáticos, recibe el nombre de elefantiasis). 59
AUMENTO DE VOLUMEN DE LA PIEL Al margen de otras circunstancias de menor importancia, el aumento de volumen de la piel se presenta en los casos de Edema y Enfisema. Edema El edema es el aumento de volumen de la piel por acúmulo de líquido en los espacios intercelulares de la hipodermis y tejido subcutáneo que le da una consistencia pastosa. Desde el punto de vista de la exploración, al margen de percibir por inspección el aumento de volumen, al palpar la zona edematosa queda marcada la huella del dedo (fóvea) que persiste durante bastante tiempo. Existen dos tipos de edemas; el edema caliente, que es de origen inflamatorio y el frío, que puede tener diferentes orígenes (circulatorio, discrásico, angiopático, nefrógeno). Enfisema Es el aumento de volumen de la piel como consecuencia del acúmulo de aire en las mallas conjuntivas del tejido subcutáneo. A la * palpación se nota una crepitación debida a la rotura de esas mallas conjuntivas por el desplazamiento del aire y a la percusión aparece un aumento de la sonoridad, tanto mas marcado cuanto mayor sea la cantidad de aire presente. El enfisema puede tener dos orígenes: —Endógeno. Por infecciones ocasionadas por gérmenes productores de gas (clos tridium). —Exógeno. Debido a traumatismos que provocan heridas que ponen en comunicación el medio externo o el pulmón con el tejido subcutáneo (heridas en pliegues de la piel o fracturas de costillas).
LESIONES ELEMENTALES DE LA PIEL En la exploración dermatológica nos podemos encontrar con varios tipos de lesiones, que pueden ser percibidas macroscópicamente y 60
que es preciso identificar para llegar a un correcto diagnóstico de la alteración que sufre la piel. Las lesiones elementales se clasifican en: a) Lesiones Primarias. Son aquellas que se desarrollan espontáneamente como un reflejo directo del proceso que está afectando a la piel y que además aparecen sobre un tejido dérmico que era normal hasta que estas lesiones aparecieron. Tienen una importancia primordial en el diagnóstico. b) Lesiones Secundarias. Son las producidas por evolución natural de las primarias, o bien por complicaciones de aquellas lesiones iniciales, al influir otros factores (rascado, traumatismos, utilización de medicamentos ). Tienen una importancia secundaria en el diagnóstico. Le
s io n e s
Pr
im a r ia s
(Fig 4.3)
Mácula
Lesión primaria circunscrita, de tamaño inferior a 1 cm de diámetro, que no hace relieve ni se hunde sobre la superficie de la piel. Se caracteriza por un cambio de coloración. Según el mecanismo de producción (pigmentación, depigmentación, vascular ) se pueden dividir en: —Máculas de origen vascular: * Eritema * Cianosis * Angiomas planos * Telangiectasias —Máculas de origen melánico —Máculas por depósito de sustancias exógenas o endógenas en el tejido dérmico. La mancha es una mácula de un tamaño superior a 1 cm de diámetro. Pápula
Lesión elemental de consistencia sólida que hace relieve sobre la superficie de la piel y que puede resolverse sin dejar cicatriz. Su tamaño
o
REPRESENTACION ESQUEMATICA DE LA PIEL
PLACA
MACULAS
PAPULA
A) PIGMENTARIA B) CONGESTIVA
NODULO
TUMOR
o 1 '
es inferior a 1 cm. Suele originarse por infiltración tisular de células inflamatorias, o bien, por edemas subepidérmicos o intraepi dérmicos o hipertrofia epidérmica. La placa es el resultado de la confluencia de diversas pápulas. Cuando las pápulas afectan al folículo piloso hablaremos de pápulas foliculares. Las pápulas elevadas y de superficie vellosa constituyen las vegetaciones y se pueden observar en botriomicosis y en las vegetaciones venéreas del Linfosarcoma de Stiker. Nodulo
Lesión elemental circunscrita que hace relieve en la superficie de la piel, de tamaño mayor que 1 cm. Están implicadas las capas más profundas de la piel (dermis e hipodermis). Su contenido puede ser de naturaleza inflamatoria, neoplásica o depósitos de fibrina o material cristaloide. Ejemplos de nodulos encontramos en neoplasias, micosis fungoide, micobacterias, micosis profundas, panniculitis. Habón o Roncha
Elevación circunscrita de la piel de consistencia elástica que aparece bruscamente y desaparece en pocas horas sin dejar rastro. Su origen es edematoso (son pequeños edemas dérmicos); la forma, el tamaño y color son variables. El habón es la lesión más simple de una reacción urticárica. El angioedema es una lesión urticárica masiva que afecta a la zona de los labios y/u ojos (zonas con dermis poco densa). Ejemplos de habones encontraremos en las picaduras de los insectos y las reacciones intradérmicas positivas.
del tejido sobre el que asienta. Puede afectar a cualquiera de las estructuras de la piel o tejido subcutáneo. Como ejemplos tenemos los fibromas, mastocitomas, melanomas o carcinomas. Quiste
Lesión circunscrita que hace relieve sobre la piel. Está formado por una cavidad repleta de contenido líquido, semilíquido o sólido, producido por las células que forman la pared de dicha cavidad. Las características del contenido del quiste vendrán definidas por las células de la pared; las células epidérmicas darán quistes epidérmicos; las células de las glándulas sebáceas, sudoríparas etc., darán quistes sebáceos, sudoríparos. Los quistes dermoides son consecuencia de la presencia de restos embrionarios epidérmicos. Pústula
Pequeña elevación circunscrita de la piel llena de pus. Técnicamente, podríamos decir que se trata de un absceso, cuya localización puede ser intraepidérmica o folicular (pústula folicular). Normalmente, son de color amarillento, pero también pueden ser rojizos o de tono rosáceo. El contenido purulento puede estar compuesto exclusivamente de leucocitos y ser estéril, o contener gérmenes. La pre sencia de pústulas en una erupción no es sinónimo de infección cutánea, ya que pueden aparecer en otros tipos de procesos. Podemos ver ejemplos de pústulas en el acné, foliculitis, pioderma superficial del recién nacido de localización abdominal (impétigo) y en la dermatitis pustular subcomeal. Las formas no foliculares, al romperse, evolucionan dando collaretes epidérmicos.
Tumor
Lesión circunscrita de la piel, no inflamatoria, de contenido sólido y formas, colores y tamaño variables. Se caracteriza por su tendencia a persistir o crecer independientemente 62
Absceso
Lesión fluctuante, bien demarcada, resultante de un acúmulo de pus en la zona dérmica o en el tejido subcutáneo.
Vesícula
Lesión circunscrita, prominente, de contenido líquido, que se produce como consecuencia de la formación de una solución de continuidad dentro de la piel. Las vesículas suelen ser de localización intraepidérmica y de tamaño de alrededor de 1cm de diámetro. Las ampollas o “bullas” son vesículas de un tamaño superior a 1 cm. Las flictenas son todavía de mayor tamaño y, casi siempre, consecutivas a traumatismos físicos, tales como quemaduras. Según la localización de estas lesiones las clasificaremos en: —Intraepidérmicas (acúmulo de líquido entre la capa córnea y estrato espinoso y granuloso, o bien, en el espesor del estrato espinoso). —Subepidérmicas (consecuencia de la necrosis de los queratinocitos de la capa basal, despegamiento de la unión dermo epidérmica o localización en el espesor de la dermis por traumatismos). Estas lesiones son típicas de las dermopatías autoinmunes (pénfigus, penfigoides), epider molisis bullosa, tóxicos medicamentosos y bacterianos. L e s io n e s Se c u n d a r ia s (fig 4.4)
Las lesiones secundarias se pueden clasificar en : —Las destinadas a eliminarse (escama, costra, escara). —Las que forman soluciones de continuidad (erosión escoriación, fisura y úlcera). —Reparadoras, hiperplásicas (cicatriz, atrofia, esclerosis, liquenificación, hiper queratosis). Escama
Lesión secundaria producida por alteración del mecanismo fisiológico normal de exfoliación de la capa córnea. Esta lesión se traduce
por la presencia de fragmentos laminares de la epidermis que tienden a desprenderse y que pueden ser arrancados fácilmente. La escama es el producto final del proceso de quera tinización epidérmica. En función del tamaño, las escamas se denominan furfuráceas, lamelares, en sábana. El color también puede ser muy variable: blancas, nacaradas, grisáceas, negruzcas. Podemos encontrar escamas en las seborreas, demodicosis generalizadas y dermatitis crónica alérgica. Los collaretes epidérmicos son un tipo especial de escamas que aparecen ordenadas en forma circular y representan o son restos de tejido epidérmico que una vez formaron el techo de una vesícula, ampolla o pústula. Aparecen en las estafilodermias y, en general, en procesos bacterianos de la piel. Costra
Lesión secundaria constituida por la desecación de exudados, sangre y restos celulares o de otro tipo, que quedan sobre la superficie cutánea. Las costras recubren la superficie de las soluciones de continuidad cutánea, como erosiones, úlceras, vesículas o ampollas al rom perse. El color es variable y orienta sobre la naturaleza del exudado que las produjo. Como ejemplo citaremos las costras de tono tostado en la pioderma pustular superficial (impétigo). Escara
Lesión secundaria consecutiva a un tejido necrótico que el organismo tiende a eliminar, de tal forma que, en el área afectada, se sustituye dicho tejido muerto por un tejido fibroso de cicatrización. La escara es consecuencia de un traumatismo o lesión dérmica que afecta a la dermis o al tejido subcutáneo. La mayoría de las escaras son alopécicas, atróficas y depigmentadas. Se pueden observar escaras en las piodermas profundas o en las quemaduras. Ulcera
Lesión secundaria debida a una pérdida de continuidad de la epidermis, de tal forma que, 63
B) HiPOPIGMENTACION
Figura 4.4. Lesiones elementales secundarias,
64
según la profundidad, deja expuesta al exterior la dermis o el tejido subcutáneo. La lesión ulcerativa, cuando se cura, deja una escara. El caso más típico de lesiones ulcerosas son las del granuloma eosinofílico felino y también las úlceras de la dermatitis solar crónica y la forunculosis estafilocócica, así como las de las dermatitis hullosas
de lamidos o rascados crónicos, pudiendo observarse en procesos muy pruriginosos como la dermatitis atópica. La coloración de la piel afectada puede ser normal, pero es más frecuente encontrala hiperpigmentada. Tenemos como ejemplo los flancos liquenificados e hiperpigmentados del síndrome feminizante del macho y las zonas axilares en la acantosis nigricans.
Erosión
Lesión secundaria caracterizada por una pérdida del tejido dérmico, pero a nivel muy superficial, ya que solo afecta a algunas capas de la epidermis. No suele estar afectada la membrana basal y por tanto cura sin escarificación. Escoriación
Soluciones de continuidad que afectan a epidermis y dermis superficial y que es secundaria al rascado, mordido o lamido del animal. Esta lesión suele ser autoinfringida a consecuencia del prurito que sufre el animal y predis pone fácilmente a las infecciones bacterianas secundarias. Un ejemplo típico es la dermatitis húmeda aguda y la sama. Fisura
Hendidura lineal en el interior de la epidermis, pudiendo llegar a la dermis y tejido subcutáneo. Entre los factores predisponentes que pueden desencadenar este tipo de lesiones tenemos: pieles resecas, falta de elasticidad, presencia de traumatismos continuos o inflamaciones frecuentes y, por último, señalar que están más predispuestas las regiones sometidas a mayor movimiento. Es típica su aparición en las márgenes de las orejas, en los bordes mucocutáneos oculares, nasales y orales.
Comedones
Folículos pilosos dilatados y llenos de células comificadas, material sebáceo y microorganismos. Es una lesión típica de acné y puede predisponer a una foliculitis bacteriana. Los comedones pueden ser secundarios a procesos dérmicos seborréicos y también a la oclusión de los folículos por utilizar medicamentos tópicos grasos y corticosteroides tópicos o sistémicos. Se pueden encontrar en el síndrome de Cushing y se consideran una lesión primaria en el acné del gato. Hiperqueratosis
Engrosamiento de la capa córnea de la epidermis que puede afectar a cualquier tipo de piel y a áreas concretas como las almohadillas plantares o plano nasal. Como ejemplos podemos citar las formaciones callosas y la hiperqueratosis nasodigital del “Hard Pad Disease”. La hiperqueratosis puede ser de dos tipos: —Hiperqueratosis ortoqueratósica. la capa córnea aumenta de tamaño pero mantiene su estructura normal de estrato de células anucleadas. —Hiperqueratosis paraqueratósica. En la capa córnea se observan células nucleadas anormales.
Liquenificación
Engrasamiento y endurecimiento de la piel caracterizado por una exagerada demarcación de las líneas de superficie de ésta que recuerda la corteza de un árbol. Suele ser consecuencia
SISTEMA LINFATICO El sistema linfático constituye la primera barrera defensiva del organismo contra la inva 65
sión de agentes infecciosos. Consta de vasos y ganglios, siendo estos últimos, y dentro de ellos
los de situación superficial, lo que nos interesan desde el punto de vista de la exploración, (fig. 4.5.).
El examen de los ganglios tiene importancia porque: —Pueden verse afectados por diferentes enfermedades infecciosas, tales como linfangitis, tuberculosis, o procesos purulentos, produciéndose modificaciones en el seno de los mismos que nos ayudan a su diagnóstico. —Pre senta n tu m efacció n re activa o metástasis tumorales en enfermedades de su área de influencia. —Como consecuencia de las modificaciones que sufren pueden originar alteraciones de la funcionalidad de los órganos vecinos.
G
a n g l io s
e x pl o r a b l e s
Solamente los gangliosque son explorables tienen importancia desde el punto de vista que a nosotros nos interesa, sin embargo, se dan 66
circunstancias en que ganglios que, normalmente no se palpan, cobran importancia clínica y se pueden identificar cuando se encuentran tumefactos o hipertrofiados o, simplemente, se sospecha su hipertrofia por las manifestaciones clínicas que presenta el animal; a todos ellos nos referiremos a continuación. Submaxilares
Se encuentran en la parte posterior del canal exterior y, normalmente, pegados a las arcadas mandibulares; reciben la linfa de la cavidad nasal, labios, mejillas, parte anterior de la lengua, suelo de la boca y mandíbula anterior, de forma que si una infección asienta sobre cualquiera de estos órganos provocará su infartación o hipertrofia En los équidos presentan el tamaño de un dedo meñique, son lobulados y se encuentran pegados a la mandíbula y en posición más posterior. En los bóvidos son globosos, del tamaño de pelotas de pinpon y de situación
más central. En los perros son de difícil localización, más pequeños y en un número entre cuatro y cinco. Faríngeos
Están formados por dos grupos, el parotídeo o parafaríngeo, situado en la parte posterior del músculo masetero, detrás de la rama mandibular y de fácil exploración en todas las especies y los retrofaríngeos o suprafaríngeos que, dada su profunda situación, no se pueden explorar. Estos ganglios recogen la linfa de parte de las fosas nasales, piel de los senos, faringe, laringe, base de la lengua,paladar duro y blando. Cervicales
Son tres grupos: superiores, medios e inferiores, situados a nivel de la gotera de la yugular en la proximidad de la glándula tiroides, parte media del cuello y entrada del tórax respectivamente. Salvo en el perro, que se pueden explorar en algunos individuos, en las demás especies no se exploran, a no ser que se encuentren infartados. Preescapular
Se encuentra delante de la escápula y músculo supraespinoso. En los équidos está situado un poco más abajo que en el resto de las especies y, en condiciones normales, presenta alguna dificultad su localización. Se trata de un ganglio alargado, con forma de porra en los bóvidos, que drena la linfa de la extremidad anterior Precrural
Esta situado por delante del músculo tensor de la fascia lata, por encima de la articulación de la rodilla, también alargado, aunque de menor grosor que el anterior. En el perro no se encuentra y en el caballo, por estar localizado en una zona cosquillosa del animal, es mejor no tocarlo salvo que sea estrictamente necesario, para evitar reacciones molestas del animal.
Poplíteo
Se encuentra situado en la parte caudal de la extremidad posterior, entre el bíceps femoral y el semitendinoso. Él del perro es muy superficial, por lo que es el ganglio de elección a la hora de realizar punciones ganglionares. En las demás especies no es explorable. Inguinales Reciben nombre distinto según se trate de una hembra o un macho. En el caso de las hembras se denominan supramamarios,son aplanados, semejantes a pequeñas hamburguesas, están situados en la parte superior de las mamas inguinales y, en ocasiones, su situación profunda dificulta su localización. En los machos reciben el nombre de inguinales superficiales o pudendos y se encuentran situados en el punto de unión del escroto con la piel del abdomen. Al margen de los señalados, otros grupos de ganglios que tienen importancia por su significación clínica, son los mediástinicos y los mesentéricos. La infartación de estos puede ocasionar trastornos digestivos de gran impor tancia. Las aves carecen de ganglios, mientras que en los porcinos, dada la capa de grasa que presentan, es prácticamente imposible acceder a ningún ganglio.
Ex pl o r a c ió n d e l o s g a n g l io s
Los ganglios linfáticos pueden ser explora ¡ dos por: —Procedimientos cruentos: punciones (estudio bacteriológico) y biopsias (estudio anatomopatológico). —Procedimientos incruentos: Inspección y palpación. En los ganglios podemos explorar: • Tamaño El tamaño, al igual que la forma, varía de unos animales a otros, incluso dentro de la 67
misma especie. En los procesos patológicos, los ganglios se encuentran aumentados de tamaño; si el proceso en cuestión es agudo, el aumento de tamaño se acompaña de incremento de temperatura, dolor y empastamiento de la zona, mientras que en los procesos crónicos, pueden estar aumentados o no de tamaño (el tejido noble ha sido sustituido por una hiperplasia conjuntiva), pero aparecen fríos e indoloros y únicamente se observa que la piel que lo recubre está adherida a la superficie del ganglio. • Consistencia En condiciones normales, los ganglios son elásticos y duros. En hiperplasias y metástasis tumorales, la consistencia es leñosa o pétrea; por el contrario, en infecciones piógenas la consistencia es blanda, pastosa y fluctuante. • Sensibilidad Normalmente son indoloros, mientras que en procesos agudos, tal como hemos indicado, aparecen dolorosos.
• Temperatura Como en el caso anterior, la temperatura aumenta en los casos de adenitis o procesos inflamatorios agudos. • Superficie Los ganglios sanos presentan una superficie más o menos lisa y resbaladiza. En los casos de infartación presentan superficies rugosas, abullonadas o granulosas. • Movilidad En condiciones normales los ganglios son móviles y desplazables; cuando sufren algún proceso infecciosos quedan adheridos al tejido conjuntivo circundante y se apelmazan disminuyendo su movilidad. Los vasos linfáticos solo son visibles y palpables cuando sufren alguna inflam ación (linfangitis, muermo). En estas circunstancias aparecen engrosados y dada la presencia de válvulas, donde quedan retenidas los gérm enes invasores, se puede observar la figura denom inada “ collar de perlas”.
CAPÍTULO “
^EXPLORACIÓN DE LA CABEZA:^^B BOCA, FOSAS NASALES, SENOS
EXPLORACIÓN DE LA BOCA Ante cualquier proceso digestivo, sea cual sea la especie que lo padezca, es necesario explorar la boca. Gran cantidad de estos trastornos se deben a una mala masticación de los alimentos que, posteriormente, van a provocar una digestión incorrecta y el consiguiente trastorno digestivo. Al hora de observar la boca, lo primero que nos encontramos es la abertura bucal, limitada por los carrillos y los labios. En la inspección de esa abertura bucal podemos encontramos con: —Labio superior retraído o levantado. Se observa en situaciones contrapuestas. Por un lado es una manifestación de sensación agrada ble, como se observa, en los sementales durante la monta, o cuando a cualquier animal le rascamos el dorso y por otro, es una exteriorización de un proceso doloroso, tal como ocurre en los cólicos dolorosos. —Labio inferior caído. Se presenta como consecuencia de la parálisis del nervio Facial, aunque también puede observarse en los animales viejos, sobre todo en los équidos. —Boca abierta permanente. Puede ser una posición antiálgida en glositis o puede presentarse en trastornos como la parálisis del nervio Hipogloso o encefálicos. —Dificultad para abrir la boca. Se puede apreciar en la actinomicosis, en la luxación de
la articulación temporomaxilar (en ocasiones, la luxación de esta articulación se traduce en una dificultad para cerrarla) y en el trismys de maseteros. Los labios están recubiertos, externamente, por la piel, mientras que en el interior de la boca se encuentran tapizados por la mucosa bucal, de un color sonrosado, más o menos uniforme. En la inspección extema podemos observar lesiones primarias de la piel, (viruela, ectima contagioso de los corderos, glosopeda) y dermatitis localizadas, fundamentalmente, en los pliegues labiales. Las inflamación de los labios recibe el nombre
a realizar algún tipo de manipulación en su interior. Para este segundo supuesto contamos con una buen número de instrumentos, llamados abrebocas o espéculos orales, que permiten mantenerla abierta por un periodo de tiem po indefinido (fig 5.1). Cuando solamente se trate de abrir la boca para llevar a cabo una rápida inspección de su interior, el sistema a utilizar varía en función de la especie:
—Equido». En este caso podemos realizar dos tipos de manipulaciones. Si nuestra intención es visualizar la mucosa y los incisivos, bastará colocar los dedos pulgares de am bas manos sobre las comisuras labiales y desplazarlas hacia atrás; con esta operación se produce una retracción de am bos labios que permite visualizar las estructuras señaladas, (fig. 5.2)
Figura 5.2. Exteriorización de la mucosa oral e incisivos en los équidos.
70
Si por el contrario, pretendemos abrir realmente la boca, introduciremos los dedos de la mano por el hueco existente entre incisivos y molares (barras) hasta alcanzar la lengua, una vez cogida ésta, la sacaremos por uno de los laterales y la mantendremos asida, mientras que la otra mano, cerrada, la colocamos apoyada sobre el suelo de la boca, con el pulgar levantado y tocando la mucosa correspondiente al paladar duro, de forma que se clave la uña en éste. Esta circunstancia y la colocación de la lengua entre las dos arcadas molares impedirá al animal cerrar la boca cuando estemos mani pulando en su interior, (fig. 5.3). No es conveniente que hagamos una excesiva tracción de la lengua, ya que al tratarse de un órgano no excesivamente musculado, un movimiento brusco del animal puede provocar desgarros a nivel del hioides. —Bóvidos. La forma de realizar la operación es muy semejante a la de los équidos; en este casó contamos con la ventaja de que podemos disminuir la movilidad de la cabeza de la vaca sujetándola por los ollares. Los bóvidos presentan una lengua mucho más musculosa y basta (papilas comificadas) que la de los équidos, por lo que en este caso no es tan fácil que se provoquen desgarros. De cualquier forma, en ambos casos, y para evitar que se escurra, es conveniente ayudarse de un paño para su sujeción (fig. 5.4). —Perros. Aquí, hemos de tener muy en cuenta el carácter del animal. En el caso de tratarse de un animal peligroso, que no se deje manipular, tendremos que recurrir, tras una
buena sujeción por la piel de la nuca, a la colocación de una doble cinta (o trozo de venda) entre las dos mandíbulas, para hacer dos bucles, uno hacia arriba y otro hacia abajo, y tirar de ellos (fig. 5.5). Si el animal es más manejable, colocaremos una mano por encima del hocico y, con los dedos pulgar e índice, reinvertiremos hacia adentro la piel de los carrillos, hasta contactar con los molares; al morderse los carrillos, abrirá el animal la boca, momento que aprovecharemos, para traccionar, el maxilar inferior hacia abajo con la otra mano, colocando los dedos entre los caninos (fig. 5. 6). —Ovidos y cápridos. La forma de abrir la boca en estas especies es semejante a la descrita en el perro. —Gatos. En estos animales cogeremos la cabeza con toda nuestra mano, colocando el dedo meñique doblado sobre la nuca; esto nos permitirá realizar un balanceo hacia arriba sobre este dedo, mientras que, con la otra mano, hacemos un movimiento semejante al descrito en el perro.(fig. 5.7). —Aves. Si se trata de gallinas, bastará hacer una ligera tracción de cresta y barbillas. En el caso de aves de jaula nos ayudaremos con un clip, realizando una pequeña palanca en un lateral del pico (fig. 5.8). Una vez abierta la boca y antes de observar partes concretas de la misma, observaremos entre otras cosas, la sequedad, el mal olor (halitosis), color de la mucosa, o la presencia de cuerpos extraños (restos de alimento, huesos).
#
71
Figura 5.3. F orma de abrir la boca a un équ ido.
\
Figura 5.4. Forma de abrir la boca a un bóv ido.
72
Figura 5.6. Procedimiento normal de apertura de la boca a un perro.
Figura 5.7. Forma de abrir la boca a un gato.
La L E N G U A En la lengua podem os apreciar las siguientes modificaciones: —Aumento de tamaño (macroglosia). El aumento de tamaño de la lengua suele ser un problema adquirido y obedece, la mayoría de las veces, a procesos inflamatorios, localizados en el interior de la boca (estomatitis) o en
Figura 5.8. Apertura del pico en una gallina y el de un pájaro de jaula.
la propia lengua (glositis). Como causas primarias de esta inflamación y el consiguiente aumento de tamaño podemos señalar: • Agentes físicos (calor, frío, espinas, cuer pos extraños en general) • Agentes químicos (ácidos o álcalis) • Agentes bacterianos • Picaduras de insectos (avispas) 73
—Disminución de tamaño (microglosia). Suele tener carácter congénito y origina dificultad para tetar y deglutir, por lo que generalmente el animal que la padece suele morir de inanición a los pocos días de nacer. —Endurecimiento de la lengua (esclerosis). Es consecuencia de determinadas enfermedades (lengua de madera, actinomicosis). —Heridas, traumatismos, cortes. Producidas como consecuencia del lamido de superficies cortantes, mordisqueo de cables eléctricos —Ulceradel dorso de la lengua en el “agu jero def pienso” de los bóvidos (detrás del torus lingual). —Saburra. Capa blanquecina o grisácea formada por la acumulación de descamaciones epiteliales, restos de alimento, moco, que cu bre la lengua en algunos trastornos gástricos,/ febriles, nutricionales. En estos casos, la boca se encuentra reseca y con halitosis. Lo normal es que la lengua se encuentre dentro de la cavidad bucal, pero en determinadas ocasiones nos la podemos encontrar colgando fuera de la misma. Así, en los procesos anafilácticos, la lengua aparece aumentada de tamaño, asomando a través de la arcada dentaria y sangrando, debido al automordisco. En los casos de parálisis del nervio hipogloso la lengua cuelga hacia afuera y doblada hacia un lado en el supuesto de que la parálisis sea unilateral. Un vicio o estereotipo frecuente, sobre todo en los bóvidos, es la llamada “langue serpentinae", que consiste en movimientól linguales continuos con la lengua estirada fuera de la boca.
Pa
l a d a r
,
¡h
\ En el paladar duro podemos observar palatosquisis o gnatosquisis, lesión congénita que consiste en la presencia de una fisura palatina; esto origina una dificultad para poder hacer el vacío en la boca, por lo que la succión de la leche está francamente disminuida o sale por las fosas nasales.
74
El paladar blando puede presentar un aim gamiento hacia atrás (normal en lo équidos) que ocasiona dificultad respiratoria y estertores. Se trata también de una alteración hereditaria y se observa más frecuentemente en perros braquicéfalos (pekinés, boxer, bull dog)
D
ie n t e s
Los animales, como el hombre, poseen dos tipos de dientes, la dentición de leche, que se cae a una determinada edad y la dentición permanente, que también suele caerse en la vejez o como consecuencia de traumatismos o inflamaciones de la boca. Sobre la dentición tiene una gran influencia la nutrición del individuo, de forma que aquel animal que padezca algún tipo de carencia, sobre todo en relación al calcio, fósforo, y vitaminas A, D y C va a presentar alteraciones dentarias de implantación o desarrollo que favorecerán su caída. La exploración de los dientes se realiza por inspección, palpación y radiología. Las alteraciones dentarias que podemos observar en la inspección de la dentadura de los animales tienen una cierta especificidad, es decir, hay especies que son más propensas al padecimiento de determinados procesos que otras. De ahí que los citemos en relación con las especies en los que son más frecuentes. Carnívoros
—Caries. La podemos definir como la desintegración localizada y progresiva de los dientes, que se inicia en el esmalte, por la acción de los ácidos resultantes del metabolismo bacteriano. Los restos de comida que quedan sobre la superficie dental (fundamentalmente cuando son hidratos de carbono) son colonizados por bacterias formando la placa bacteriana, a partir de la cual comienza la destrucción progresiva del diente. La mayor incidencia de
caries se observa en los dos primeros molares, tanto superiores como inferiores. —Sarro. Es un depósito calcáreo de color
marrónamarillento que se sitúa sobre los dientes en las proximidades de las encías. La consecuencia más importante del sarro es la aparición de periodontitis o perialveolitis, que desembocan en una gingivitis (inflamación de las encías) y que lleva consigo salivación abundante, dificultad para masticar y halitosis. El caniche es una de las razas que con más frecuencia padece el acúmulo de sarro. —En los perros que han sobrevivido al moquillo, los dientes permanentes nacen con deficiencias en el esmalte caracterizadas por la presencia de zonas oscuras irregulares de as pecto sucio. —Asimismo, los perros que han padecido raquitismo presentan unos dientes de leche azulados, con bordes traslúcidos y afilados. —En los cachorros que han sido sometidos a tratamientos largos con tetraciclinas se observan unos dientes frágiles y con manchas amarillas, ya que este antibiótico se deposita en el cemento de los dientes en competencia con el calcio. Bóvidos y óvidos
La alteración más característica de estas especies es la Fluorosis. Se presenta en aquellos animales con dientes en crecimiento que sufren la intoxicación por flúor (pastos en proximidades de fábricas de vidrio o aluminio). En estos animales, los dientes presentan unas manchas negruzcas o pardas que los hacen débiles y quebradizos. En los ovinos, es frecuente la rotura de los incisivos, debida a la peculiar forma de aprehensión del alimento que tienen estos animales, sobre todo en pastos pobres, donde la _Jiierba es muy escasa y corta. Al cortar la hierba lo hacen a ras de suelo, lo que facilita el que puedan morder pequeñas piedras que provocan la rotura.
Equidos
—Remolones. Son unos crecimientos anormales, irregulares y picudos que se presentan en los molares como consecuencia de un desgaste anormal de los mismos. Los équidos mastican con desplazamientos laterales de la mandíbula lo que provoca el desgaste uniforme de los molares; cuando los desplazamientos mandibulares son cortos, la parte externa de los molares superiores y la interna de los inferiores no llegan a rozar, por lo que no sufren ningún desgaste, al mismo tiempo que se favorece su deformación. Estos remolones se comportan como cuer pos extraños que dañan la lengua y las encías, haciendo muy dolorosa la masticación. —En los équidos que presenta el vicio del tiro con apoyo , se produce un desgaste anormal "efe ios incisivos de la mandíbula inferior. —En los animales viejos, como consecuencia del desgaste, la boca aparece totalmente plana, con la consiguiente dificultad en la masticación. Conejos
En los conejos alimentados con piensos blandos, la falta de desgaste hace que los incisivos crezcan desmesuradamente, llegando a clavarse en los labios. Una alteración común a todas las especies es la pleodontia, o presencia de dientes supernumerarios. Esta pleodontia puede originar dificultades en la masticación. Afortunadamente, la odontología es una especialidad veterinaria que ha experimentado unos grandes avances, sobre todo en pequeños animales. En la actualidad, se realizan y colocan prótesis que no tienen nada que envidiar a las humanas.
G
l á n d u l a s
s a l i v a r e s
Las glándulas salivares más importantes de los animales domésticos son tres: 75
Parótida. Situada en el hueco limitado por la parte posterior de la mandíbula, el ala del atlas y la base de la oreja; drena a través del conducto de Stenon, a nivel del tercer molar superior y su secreción es serosa (contiene zimógeno, precursor de la amilasa). —Submaxilar. Se sitúa en profundidad, en el espacio intermandibular, al lado de la laringe, drena por el conducto de Wharton, al lado del frenillo de la lengua; su secreción es mixta (serosa y mucosa). —Sublingual. Se localiza en la parte craneal del espacio intermandibular, a lo largo del cuerpo de la lengua, sobre la base de la boca; desemboca a través de pequeños canalículos (canales de Rivinius) que se abren a nivel de las crestas sublinguales, muy próximas a la desembocadura del canal de Wharton. A excepción de los rumiantes, la saliva se segrega de forma refleja; en aquéllos, la secreción es continua y se comporta como una sustancia tampón que ayuda a mantener el pH del rumen, evitando la presentación de acidosis ruminal. Modificaciones de la secreción
El descenso en la secreción de saliva se observa en las afecciones febriles agudas; cuando hay pérdida de líquidos por otros emuntorios naturales (diarreas, vómitos); tras la inoculación de derivados de la belladona (atropina) o bien cuando el animal, por algún tipo de dificultad, respira por la boca. Este descenso lleva consigo un desecación de la boca que dificulta la masticación y formación del bolo alimenticio. El aumento de la secreción (ptialismo) se puede sospechar en un animal al que le observamos que traga en vacío y produce chasquidos. Aparece en todas las inflamaciones que asientan sobre la boca (estomatitis, glositis, gingivitis); en los estados de parasimpaticotonía; tras la administración de fármacos de acción colinérgica o adrenérgica ( acetilcolina, pilocarpina); en aquellos casos en que algún cuerpo extraño (huesos, espigas) queden cla76
vados en las partes blandas de la boca y en intoxicaciones por ciertos metales pesados (mercurio). El concepto de sialorrea, a pesar de que etimológicamente es sinónimo de ptialismo, se aplica a los casos en los que la saliva sale de la boca (babeo). Generalmente se produce en las mismas circunstancias que el ptialismo, pero sobre todo en los casos de faringitis y obstrucciones o parálisis de esófago. Alteraciones de las glándulas salivares
La inflamación de la parótida recibe el nombre de parotiditis (o paperas). La parótida se encuentra caliente, dolorosa, el área de proyección externa pastosa e infartación del ganglio parotídeo. Una parotiditis específica es la pa pera equina, en la que además se ven afectadas las mucosas de las vías nasales y faringe, producida por el Streptococus equi. La angina de Ludwig es una inflamación de la glándula y de la periglándula submaxilar (submaxilaritis), producida por una infección streptocócica. El problema fundamental de esta angina de Ludwig es que, al estar localizada sobre tejido blando, la reacción inflamatoria es violenta y puede llegar a originar un edema de glotis, con el consiguiente peligro de asfixia. La ránula o solengua es un acúmulo de saliva (quiste salivar) que se produce a nivel de las glándulas sublinguales debido a la obstrucción de sus conductos de secreción. Puede presentar un tamaño lo suficientemente grande para ser visible y desplazar ligeramente la lengua, lo que dificulta la masticación. En determinadas circunstancias, por la precipitación de los componentes de la saliva, se pueden originar siaolitos, que son cálculos salivares de consistencia pétrea y con la misma forma de la glándula o el conducto donde se forman. Para completar la exploración de las glándulas salivares podemos realizar sialografías, es decir, radiografías de las mismas, previa
inoculación a través del conducto de una sustancia radiopaca (compuesto yodado)
Ha u t o s is
Entendemos por halitosis el olor pútrido o desagradable de la boca. En muchos casos no es necesario abrirla , ya que el olor se percibe al aproximamos al animal. Está relacionado con parálisis lingual, presencia de úlceras bucales, caries dentales o dispepsias gástricas. Determinadas enfermedades generales tam bién pueden ir acompañadas de halitosis (insuficiencias renales, cetosis). EXPLORACIÓN DE NARIZ Y FOSAS NASALES Las fosas nasales constituyen la puerta de entrada del aparato respiratorio; se encuentran tapizadas por dentro por la mucosa nasal de un color sonrosado, más o menos manchado por melanina y por fuera recubiertas por piel. Están divididas en dos conductos por^ el cartílago intemasal y en su interior se encuentran los cometes (dorsal y ventral) que originan tres conductos, llamados coanas, de distinta luz,de los que el medio es el más amplio, por lo que se utiliza como paso en la realización de sondajes e inspecciones rinoscópicas. En principio podemos haceruna exploración extema y otra interna La Inspección extema de la nariz permite apreciar: —Deformaciones, cambios de volumen o depresiones como consecuencia de golpes, exóstosis, catarros de los senos paranasales, rinitis atrófica. —Modificaciones de la piel, con las mis mas características que las localizadas en cualquier otro punto del cuerpo, (son frecuentes las heridas por mordiscos, en los carnívoros y los habones por picaduras de insectos en los herbívoros).
—Depigmentaciones. La epífora continua, debida a conjuntivitis crónica, provoca depigmentaciones por el continuo paso de las lágrimas. —Estado del hocico, jeta, morro u ollares. En el caso del caballo, pequeños rumiantes y conejo éste está seco y recubierto de vello; por el contrario, en el perro,jvaca y cerdo, el hocico permanece frío y húmedo; la presencia de un hocico reseco y caliente coincide con los estados febriles. La inspección interna permite observar la mucosa~nasal, cambios de coloración, el asentamiento de lesiones elementales de la piel desembocadura del conducto lacrimo nasal, el flujo nasal, aire expirado, presencia de cuerpos extraños (espiguillas en perros) etc. ~iifequído es la especie animal en la que mejor se puede llevar a cabo este examen, para ello basta abrir los ollares, perfectamente dilatables, con las dos manos y observar, bien directamente, o bien con la ayuda de un espéculo, el interior de las fosas nasales (fig 5.9). Hemos de guardar la precaución de colocarlos en una posición tal, que, en caso de que el animal resople, no nos alcance la cara, ya que puede padecer enfermedades, como el muermo, englobadas dentro del grupo de las zoonosis.
Figura 5.9. Exploración de las fosas nasales.
77
Los bóvidos presentan más dificultad, de bido a la rigidez de los ollares, por lo que es necesario ayudamos de un endoscopio, que permita ampliar nuestro campo de visión. Algo semejante ocurre en los pequeños rumiantes y perros, en los que la utilización de un rinoscopio, (otoscopio) o un espéculo dilatable permiten visualizar los estrechos conductos nasales. En la exploración de estos animales es necesario utilizar una sedación o preanestesia que disminuya su movilidad y facilite el examen. En el caso de que queramos explorar la parte más caudal de las fosas nasales deberemos recurrir al fibroscopio o rinolaringoscopio con anestesia previa. La palpación interna es un complemento de la inspección, en aquellos animales en los que se puede realizar (bóvidos y équidos). Podremos apreciar, la sequedad, el calor, la consistencia, etc.
Fl u jo n a s a l
El flujo nasal lo podemos considerar como una “biopsia” de las fosas nasales que nos
catarro de senos maxilar y frontal, en infecciones de las bolsas guturales de lo* équido* y en casos de presencia de cuerpos extraño*. • Flujo nasal bilateral. Se produce en las afecciones bilaterales de las fosas nasales y en procesos situados por detrás de la* coanas (traqueitis, bronquitis). • Cantidad: —Es escaso en las enfermedades catarrales leves o de poca extensión. Hay que tener la precaución de observar con detalle, ya que, en el caso de las vacas, perros y gatos se lamen continuamente, por lo que es difícil apreciarlo con exactitud. —Es abundante en procesos catarrales graves y extensos, en enfermedades infecciosas en las que está comprometido el pulmón (neumonías), en las infestaciones por oestrus, linguatula. —¿1 flujo nasal es continuo en inflamaciones de la nariz (rinitis); por el contrario, es discontinuo aumentando, al bajar la cabeza (procesos en los senos), con_golpes de tos (procesos pulmonares), o al presionar la zona de proyección de las bolsas guturales (empiema de bolsas guturales).
• Tipos El flujo nasal puede ser: —Seroso. EsTncoloro, transparente, semenariz, senos, bolsas guturales, laringe y jante al agua y pobre en células. Es el flujo bronquios. característico délo s comienzos de los procesos Si queremos proceder a su recogida para catarrales leves. analizarlo, limpiaremos previamente las fosa —Mucoso. Es rico en mucina por lo que nasales con un hisopo embebido en suero fisiotiene mayor consistencia que el anterior, es lógico y posteriormente introduciremos otro filamentoso, incoloro, vitreo, pobre en células hisopo limpio, lo más profundamente posible, y ie~óbserva en los procesos catarrales avanzacon el que recogeremos la muestra correspondos. diente. Es conveniente que el hisopo sea de —P uru lento. Pre senta ya un aspecto gasa y no de algodón para evitar que se queden cremoso, con una coloración variable (blanco, restos del mismo en el interior de las fosas amarillento, verdoso) y lo observamos en pronasales. cesos como rinititis, empiema de bolsas guturales, enfermedades graves H elo s cometes. Datos a observar en el flujo nasal —Hemorrágico. La salida de sangre por las • Flujo nasal unilateral. Es propio de las fosas nasales recibe el nombre de rinorragia, enfermedades o procesos unilaterales de las aplicándose el término de^epistaxis cuando la fosas nasales. Se presenta en la rinitis unilate cantidad de sangre es escasa, se reduce a unas ral (rara), en las infestaciones por oestrus, en el gotas. 78
La rinorragia, o la salida de un flujo hetnorrágico no es rara en los animales des pués de esfuerzos, (perros de caza, caballos de competición), como consecuencia de traumatismos o bien, debida a la penetración de espigillas u otros vegetales en los orificios nasales. —Espumoso. Es una secreción serosa ^de color Herrumbroso (amarillorojizo) y mezclado con pequeñas burbujas, que aparece en los casos de congestión y edema pulmonares. —Pútrido, Gangrenoso. Es mal oliente, de un color verdegrisaceo y presenta restos de tejidos; aparece en la gangrena pulmonar. • Componentes La composición del flujo nasal puede ser muy diversa. Podemos encontramos con célu las epiteliales, glóbulos de pus (leucocitos de generados), coágulos de fibrina (bronquitis fibriñosa), fibras elásticas ( gangrena pulmonar), diferentes tipos de cristales (grasa, leucina, tirosina). huevos y larvas de parásitos (lirtguatula, capilaria, vermes pulmonares). R u i d o s a n o r m a l e s
En las fosas nasales se producen ruidos debidos a dificultades al paso del aire. Generalmente se oyen a la inspiración y a la espiración, con mayor resonancia y más agudos en la primera que en la segunda. Podemos oir dos ruidos diferentes: —Este rtore s o ronquidos. Son ruidos gra ves, de gorgoteo, que se producen^ñandoláTuz nasal presenta acúmulo de exudados densos o cuando existen falsas membranas que vibran al paso del aire. —E stri dores o silbidos. Se escuchan siem pre que existen estrechamientos en los conduc tos nasales. Én estas condiciones, el aire_au menta~sü velocidad y produce una vibración qüe se oye^sin ninguna dificultad. Se producen en inflamaciones, congestiones o tumoraciones. Si el estrechamiento se localiza en uno solo ele los conductos, desaparece al tapar el ollar sano y se incrementa al tapar el enfermo.
A i r e e s p ir a d o
Es otro dato más a tener en cuenta en el diagnóstico de enfermedades del árbol respira tonoTpodemos observar las siguientes características: —Temperatura. La observaremos colo cando el dorso de la mano frente a los ollares. El aire se nota caliente en las inflamaciones del aparato respiratorio y en la fiebre. —Fuerza del a ire. La podemos medir con la ayuda de un plumón o de un papel muy fino colocado delante de los ollares y viendo como se desplaza en la inspiración y en la espiración. La diferente fuerza observada en ambos orificios nos permite inferir la disminución de la permeabilidad en uno de ellos. La fuerza del aire espirado la podemos apreciar también colocando delante de los ollares un espejo o una superficie fría pulimentada, observando la huella que deja el aire sobre la misma (vaho) y el tiempo que tarda en desaparecer. En los casos de diferente permeabilidad las huellas son asimétricas y desaparece una más rápidamente que la otra. —Olor. El aire espirado puede presentar olores anómalos dependientes de alteraciones localizadas sobre el aparato respiratorio^ (olor desagradable en gangrena pulmonar), sobre órganos digestivos (úTcera gástrica), o que afecten a todo el organismo (olor a acetona en la cetosis, a orina en las insuficiencias renales). R a d i o l o g í a n a s a l
Es un procedimiento complementario de exploración de las fosas nasales que presenta un gran interés por las conclusiones que podemos sacar. Se utilizan dos incidencias diferentes: —Lateral. La placa se coloca debajo de la cabeza del animal y el rayo incide perpendicular a un punto situado por delante del orifico infraorbitario (a nivel de la raíz del tercer premolar. Las constantes radiográficas para un perro de talla media serían: pantallas reforzadoras, de 45 a 50 KV; 16 miliamperios/sg; 0,08 segundos de exposición y la distancia a la placa 80 cm.. 79
Frontal. En este caso se coloca la placa en la boca del animal (como si la estuviera mordiendo), para evitar las interferencias que ocasiona la mandíbula inferior y se incide sobre el punto medio de una línea que une los dos orificios infraorbitarios. Las constantes radiográficas son las mismas que en el caso anterior. EXPLORACION DE LOS SENOS Los senos son cavidades situadas en los huesos de la cabeza y tienen como misión disminuir el peso de la calavera, al mismo tiempo que le dan mayor dureza al estar atravesados ^oFláHirséríié^He trabéculas perpendiculares a las láminas que hacen de base y techo. Por su parte mtema se encuentran tapizados por una mucosa que es continuación de la de la cavidad nasal y que actúa como cubierta periostaLdelhueso. Los senos son cuatro pares: maxilar, frontal, esfenopalatino y etmoidal, están comuni "cádos unos con otros y con las fosas nasales, de manera que todos ellos están perfectamente aireados. Desde el punto de vista exploratorio nos interesan los dos primeros, (fig 5.10) Los senos enferman, en el sentido de padecer inflamaciones (sinusitis), unas veces como propagación de procesos que asientan en las fosas nasales (rinitis), otras, como en el caso de los bóyidos, debido a fracturas de los cuernos (el seno frontal se continúa por el hueso que forma los cuernos) y otras, especialmente en el caso del seno maxilar, porque su base contacta con las raíces de los molares, de forma que cualquier infección dental puede originar, por continuidad, una sinusitis. La exploración de los senos la haremos por inspección, palpación,percusión y radiología.
In s p e c c i ó n
La inspección de los senos la realizaremos colocándonos delante del animal y observando 80
la proyección externa de los mismos para captar la posible presencia de abultamientos, hundimientos, deformaciones, asimetrías, etc. Podremos, asimismo, realizar una inspección interna, introduciendo por las fosas nasales un fibroendoscopio y mirando directamente o bien, tratando de observar la luz por fuera (transiluminación) en una habitación en penumbra. En caso de sinusitis o empiema (acúmulo de pus), la pared del seno puede estar disminuida de grosor y se observa muy bien la luz a través de la misma. Pa l pa c ió n
La realizamos con los nudillos de la mano, recorriendo toda la superficie del seno, en un afán de encontrar sensibilidad dolorosa incrementada o porciones de menor consistencia (el exudado sinusal puede dar lugar a reblandecimiento del hueso el cual, debido a la presión, puede llegar a agujerearse originando una fístula). En el caso de que el animal se queje habrá que hacer el diagnóstico diferencial con la dermatitis aguda o inflamación del tejido subcutáneo y periostio. En estos casos, el dolor continúa al pellizcar la piel, que suele estar apelmazada y adherida al hueso dificultando su desplazabilidad.
Pe r c u s ió n
La percusión de los senos se realiza ron la contera del martillo (parte posterior desprovista de goma), golpeando de arriba a abajo y captando el ruido que se produce. En condiciones normales, el ruido es timpánico o. “a hue co”, ruido que va aumentando su resonancia a medida que vamos descendiendo hacia la fosas nasales. Cuando los senos presentan acúmulo de exudados o contienen alguna formación tumoral, el sonido es mate o, al contrario de lo señalado, su resonancia ya disminuyendo a medida que descendemos como consecuencia del acúmulo de exudado en las partes declives.
Figura 5.1 0. Proy ección externa de los senos en las diferentes especies domésticas.
La radiología es• prácticamente igual * a la indicada en el caso de las fosas nasales. Se puede realizar también la prueba del descenso cefálico, que consiste en descender brúscamente la cabeza del animal y observar, en el caso de sinusitis o empiema, como fluye exudado a través de las fosas nasales. La trepanación, más que una prueba diagnóstica, es una forma de terapéutica, con-
siste en perforar lapared del seno, con ayuda de un trépano y realizar la limpieza y Ja cura del mismo. El mayor problema que presentan las sinusitis es su carácter recidivante; de forma que una animal que la ha padecido una vez .y se le ha practicado una trepanación (o no), está predis puesto a padecerla de nuevo como consecuencia de cualquier proceso del árbol respiratorio
CAPÍTULO m
"
m
EXPLORACIÓN DE LA CABEZA:r OREJAS Y OJOS “
EXPLORACIÓN DE LAS OREJAS Y OÍDOS El oído puede dividirse en tres partes principales: —Oído externo, que comprende el pabellón auricular y el conducto auditivo externo y se prolonga hasta la membrana del tímpano, —Oído medio, constituido por la membrana y la gran cavidad timpánica con los huesos propios del oído; se encuentra localizado dentro de la porción petrosa del hueso temporal —Oído interno, lo constituye el caracol (cóclea) y los canales semicirculares; tam bién se encuentra localizado en la porción petrosa del hueso temporal. La situación, forma y movimiento de las orejas de los animales domésticos varía de unas Nespecies a otras, así: * Los caballos presentan unas orejas pequeñas erectas y situadas en la parte superior de la cabeza. * Los mulos y los asnos tienen unas orejas muy parecidas a las de los caballos pero mayores de tamaño (más en el asno) y de menor movilidad. * Los bóvidos las tienen situadas debajo de los cuernos, lateralmente y en posición horizontal.
* Los perros presentan una gran variabilidad; pueden ser pequeñas y erectas, como en el pastor alemán, o caídas y muy grandes, como en el cocker. * Las gallinas carecen de pabellón auricu ___ lar. _ " gp La alteración más frecuente de los oídos es la inflamación del oído externo (otitis externa) que, por extensión, puede llegar a afectar al oído medio y al interno, (fig 6 1).
In s p e c c i ó n d e l a s o r e j a s
La inspección puede ser dinámica o estática. La dinámica tiene como finalidad el conocer la capacidad auditiva de los animales que, si bien en determinados animales, no tiene importancia, en otros, como el caballo de competición o el perro de caza, es fundamental para desarrollar sus funciones. Para conocer esa capacidad auditiva provocamos un ruido sin que el animal se percate de nuestra presencia y observamos su reacción. En condiciones normales, el animal puede: —Asustarse. —Mover la cabeza en dirección a la fuente de sonido. —Dejar la cabeza inmóvil y orientar las orejas hacia el mismo punto. 83
FACTORES INDICADORES Estructura de ofd o Cuerpos extraños Microorganismos Neoplaslas Dermatosis
oreja rota Hematoma oreja Irritación Sacudidas cabeza Traumas
Jnflamaión del tegumento interno
Inflamación posterior del tegumento interno
Multiplicación bacterian y fúngica
Hiperplasia y ulceración del tegumento interno
EXTERNA \
CRONICA
Figura 6.1. Etiopatogenia de las otitis. (D e chandler
—Una oreja caída: parálisis de la rama auricular del facial, hematomas u otitis. —Las dos orejas caídas: botulismo, otitis bilateral.
/
et al
1990).
—Orejas erectas dirigidas hacia atrás: tétanos. —Sacudidas violentas de la cabeza, con rascado constante: otitis, parásitos. —Otorrea: salida de exudado y cerumen por la oreja: otitis. —Otorragia (salida de sangre): fractura del hueso temporal.
—En caso de sordera (acusia) no se observa ningún tipo de reacción. En realidad nunca podremos llegar a conocer “cuanto” oye, dado que es muy difícil poder someter al animal a una audiometría, pero podremos hacemos una idea de su capacidad de audición, provocando ruidos de diferente sonoridad y observando su grado de respuesta. Asimismo pueden utilizarse sonidos de distinta frecuencia, dentro de los límites propios de cada especie. La inspección estática consiste en observar los pabellones auriculares del animal. Podremos apreciar:
Otitis med ia secundaria (y posible otitis interna)
Pa
l pa c ió n
Mediante la palpación del pabellón auricular podremos comprobar: —Temperatura. Generalmente la oreja se
encuentra caliente en otitis, traumatismos y en la fiebre (en este caso la base está caliente y la punta fría).
—Dolor. El dolor es norma general en las otitis agudas, mientras que en las crónicas tiende a disminuir claramente. No obstante, en algunas especies, fundamentalmente en el perro, podemos sacar conclusiones erróneas, ya que hay animales muy sufridos, que disimulan el dolor todo lo que pueden y otros, más “quejicas”, que con solo aproximar nuestra mano ya comienzan a quejarse. En un segundo tiempo abrimos el pabellón auricular y comprobamos: —Aspecto del tegumento. En las otitis agudas, nos encontramos un tegumento hiperémico y edematoso, a veces con heridas como consecuencia del rascado continuo y violento, mientas que en las crónicas se encuentra hipertrófico e hiperplásico, disminuye la luz del conducto auditivo externo y llega a producir la obstrucción del mismo. —'Flujo. El conducto auditivo externo presenta, en condiciones normales, una pequeña cantidad de cerumen procedente de las glándulas ceruminosas; este cerumen puede estar más o menos sucio debido a la suciedad del medio ambiente. En el caso de una otitis, el cerumen está aumentado, incluso puede salir al exterior (otorrea) y presentar distintos aspectos. En las otitis bacterianas (estafilococos o estreptococos) suele tener un color amarillento, mientras que en las infecciones puras por hongos presenta un aspecto feo, de color castaño oscuro o negruzco. Este es el momento que podemos aprovechar para realizar la toma de muestras (cerumen) para determinar el germen causal y realizar el correspondiente antibiograma. Las otitis suelen ser bastante rebeldes al tratamiento, por lo que es conveniente utilizar el antibiótico correcto que evitará pérdidas de tiempo y el pase a otitis crónica, de pronóstico y tratamiento menos halagüeño. —Olor. El olor varía con el tipo de germen que produce la otitis y con el grado de afectación de las estructuras internas del oído; generalmente se trata de olores poco agradables. Como complemento a esta palpación es muy útil el uso del otoscopio, que nos va a
permitir, sobre todo en los perros que tienen un conducto auditivo corto, observar todo ese conducto hasta la membrana timpánica. En primer lugar procederemos a eliminar con una tijera aquellos pelos que pudieran interferir nuestro examen. Una vez el conducto libre de obstáculos, introducimos una aguja de Spreull (fig.6.2), para eliminar todo el cerumen que pueda dificultar nuestra visión y por último, colocamos el cono del otoscopio, tirando ligeramente de la oreja con el fin de enderezar el conducto auditivo externo, y observamos su interior.
En este examen podremos apreciar el estado del tegumento, las presencia de cuerpos extraños (son muy frecuentes las espiguillas en los perros de caza), o la de ácaros (en este caso hemos de introducir el aparato antes de encender su luz, ya que los ácaros presentan fototropismo negativo y huyen hacia el interior con rapidez). La radiografía es otro procedimiento com plementario de la exploración que es muy útil en otitis medias e internas y en la exploración quirúrgica de la caja timpánica. 85
Pr
u e b a d e l c h a s q u id o
En los animales con las orejas caídas que presentan otitis externas pueden darse dos circunstancias: que sea leve y las manifestaciones de las mismas escasas, o que se deseque el cerumen, taponando el conducto y agrave la otitis. En estos casos, en los que la otorrea no es evidente, estiramos el pabellón auricular, mientras que con la otra mano presionamos en su base, pellizcándola a nivel del cartílago anular y, a continuación, soltamos de golpe. Si el animal padece otitis, y por tanto la cantidad de cerumen está incrementada, éste actúa de pegamento y pega las paredes del conducto auditivo, de forma que, al soltar, se produce un chasquido característico. El tratamiento de las otitis agudas requiere una limpieza previa del conducto auditivo externo, limpieza que podemos realizar, después de la exploración, con la aguja de Spreull; el utilizar cualquier producto tópico con el oído lleno de cerumen impide que el producto pase y, por tanto, pueda realizar su función. Las otitis crónicas, en muchos casos, requieren resecciones quirúrgicas del tegumento hiperplásico, para facilitar el drenaje. EXPLORACIÓN DEL OJO El ojo es una parte del organismo de fácil acceso a la exploración, tanto en sus estructuras externas como en sus anejos, incluso, la utilización del oftalmoscopio permite la observación de las estructuras internas, fundamentalmente papila óptica y retina. Por tanto, el examen del ojo está al alcance de cualquier clínico, pero cuando queramos detallar lesiones o anomalías concretas es necesario recurrir a procedimientos exploratorios mucho más complejos y utilizar aparatos más sofisticados que, únicamente, pueden llevar a cabo los especialistas en oftalmología. Dada la complejidad del ojo y la gran cantidad de estructuras que posee (fig 6.3), su examen requiere un orden, generalmente de 86
Figura 6.3. Representación esquemática del ojo. í. Esclerótica. 2. Coroides. 3. Retina. 4. V. retiniana. 5. A. retiriana. 6. Tapetum lucidum. 7. Pápila óptica. 8. Nervio óptico. 9. Tapetum nigracans. 10. Párpados. 11. Unión comeoescleral. 12. Cámara anterior. 13. Cámara posterior. 14. Iris. 15. Abertura pupilar. 16. Cristalino. 17. Córnea. 18. Zónula. 19. Cuerpo ciliar. 20. S acos co njun tivales.
adelante a atrás, y tener muy en cuenta que determinados signos secundarios pueden enmascarar el problema principal. Asimismo, el examen del ojo requiere entre otras cosas: —Historial completo para conocer la secuencia de los acontecimientos. —Comprobar el estado general del paciente, ya que el ojo puede reflejar otras enfermedades sistémicas. —Una buena iluminación y una buena penumbra. —Tranquilizar al animal o, en algunos casos, anestesiarlo.
I N SP E C C I Ó N D E L A C A R A
Antes de pasar a la exploración concreta de los ojos,observaremos la cara del animal a una cierta distancia para captar las posibles anomalías que pudiera presentar. De esta forma, estudiaremos, en primer lugar, la simetría de la cara y en concreto la simetría de los párpados, de las hendiduras palpebrales, de la mirada y de los globos oculares. En un segundo tiempo, observaremos la posición de los globos oculares dentro de sus
órbitas (si están hundidos, si hacen protusión, paralelismo de los ejes ópticos). A continuación nos fijaremos en la posición normal, o anormal de los anejos (párpados superior e inferior, tercer párpado, lacrímeos) y por último, comprobaremos los movimientos de los globos oculares y el pestañeo. Teniendo en cuenta que la exploración de los ojos se basa, casi exclusivamente en la inspección, vamos a comentar las alteraciones que nos podremos encontrar en los mismos, para pasar posteriormente a comentar los procedimientos complementarios y la semiología. R e
g i ó n pa l pe b r a l
Los párpados están constituidos por dos pliegues móviles, de forma convexa, con una parte tegumentaria (revestimiento cutáneo por fuera, mucosa conjuntival por dentro) y un reborde, a nivel del cual se encuentran las pestañas. El reborde, más o menos pigmentado, contiene en su mitad la desembocadura de las glándulas de Meibonio, muy semejantes a las sebáceas, que segregan una sustancia muy rica en grasa. En el ángulo interno se observan los puntos lacrimales, superior e inferior, que se encargan del drenaje de las lágrimas eliminadas por las glándulas lagrimales; éstas se encuentran distribuidas por el pliegue de la conjuntiva Sus funciones son: —Protección del ojo de traumatismos, cuer pos extraños o de la luz. —Segregar porciones de la película lagrimal —Diseminar y extender dicha película. —Facilitar la entrada de las lágrimas al conducto lacrimonasal. Alteraciones
—Quemosis. Edema palpebral, fundamentalmente, localizado en la conjuntiva. Puede tener un origen traumático, infeccioso o alérgico. La quemosis bilateral se observa en enfermedades infecciosas generalizadas y en
los cachorros como respuesta alérgica a la ingestión de determinados alimentos. —Ptosis (blefaroptosis). Caída del párpado. De forma genérica, se aplica a la caída del párpado superior; se debe a una parálisis del nervio motor ocular común (MOC). —Entropion. Caída del párpado inferior con introversión. Puede ser congénito, o consecuencia de un traumatismo o un enoftalmos. La consecuencia más importante del entropion es la aparición de queratitis, debida al roce de las pestañas y de los pelos del borde del párpado.con la córnea. —Ectropion. Caída hacia afuera del párpado inferior. Es más raro que el anterior y se observa, especialmente, en algunas razas de perros ( basset, cocker, bulldog); puede tener un carácter senil o deberse a traumatismos o cicatrices de heridas en la zona periorbitaria. Tanto el entropion como el ectropion se presentan genéricamente en las parálisis del nervio facial. —Distiquiasis. Aparición de dos filas de pestañas, una de las cuales o ambas están invertidas hacia el globo ocular. Suele tener un carácter congénito y presenta el riesgo, como en el caso del entropion, de provocar queratitis. —Triquiasis. Aunque en muchas ocasiones se utiliza como sinónimo de distiquiasis, el término triquiasis se aplica a la implantación anormal de las pestañas o pestañas aberrantes, que se dirigen hacia el globo ocular, produciendo irritación de la córnea y queratitis. La distiquiasis y triquiasis se caracterizan por la presencia de epífora (lagrimeo) blefarospasmo y, en los casos graves, la formación de úlceras corneales. —Blefaritis. Inflamación de los párpados que, la mayoría de las veces, suele ser secundario a conjuntivitis. Puede tener un origen irritadvo (gases), bacteriano, vírico o alérgico. —Blefarospasmo (blefarismo). Contracción espasmódica de los párpados. Generalmente representa un signo de dolor, especialmente cuando existe un cuerpo extraño en el ojo o cuando éste presenta cualquier otra afección. 87
—Orzuelo. Inflamación piógena, aguda de una glándula sebácea de los párpados. En el caso de tratarse una glándula de Meibonio se habla de orzuelo interno, mientras que si se trata de una glándula de Zeiss, se trata de un orzuelo externo. —Lagoftalmos. Imposibilidad de cerrar completamente los párpados por parálisis del orbicular (rama de facial) o por retracción del párpado superior. Se observa en traumatismos, en los animales viejos y en algunas razas exoftálmicas (pekinés); puede llegar a producir conjuntivitis o queratitis como consecuencia del resecamiento excesivo del ojo. —Simblefaron ( anquiloblefaron). Adherencia entre sí de los bordes ciliares de ambos párpados; se puede observar de forma adquirida, debido a una secreción lagrimal muco purulenta o de forma congénita en el gato siamés. t —Cftalazion. Inflamación crónica, generalmente por retención, de una glándula de Meibonio que adopta la forma de un nodulo. Es preciso diferenciarlo de una tumoración. Al margen de las afecciones señaladas, en los párpados podemos encontrar heridas y desgarros (producidos en las luchas entre animales) y tumores (papilomas, melanomas, fibromas etc.). Tercer párpado
El tercer párpado, también llamado mem brana nictitante o cuerpo clignotante, constituye un anejo muy importante en los animales, ya que ejerce una función limpiadora (elimina pequeños cuerpos extraños) y favorece la dis persión de la película lagrimal. Está movido por el músculo de Muller. En el ángulo interno del ojo, base del tercer párpado, se encuentra la glándula de Harder, rudimentaria glándula lagrimal, que se ve afectada en la mayoría de los problemas del tercer párpado. Las alteraciones más frecuentes del tercer párpado son dos: la hipertrofia y protusión y la atrofia. La protusión del tercer párpado, normal en algunas razas como el Perdiguero de 88
Burgos, es un signo de dolor ocular y se observa también en neoplasias o abscesos retrobulbares que provocan exoftalmos, en el tétanos y en algunas conjuntivitis dolorosas. La atrofia del cuerpo clignotante es de carácter congénito, la mayoría de las ocasiones, como consecuencia de avitaminosis A, y suele acompañar a la atrofia del globo ocular. Los gatos presentan una semiparálisis del tercer párpado (queda a mitad cerrar) en estados de debilidad y durante la convalecencia de enfermedades graves. R e
g ió n
c o n ju n t iv a l
La región conjuntival está constituida por la conjuntiva palpebral que tapiza el interior de los párpados y es de un color sonrosado y la ocular, que recubre la esclerótica, es de un color nacarado, más o menos sucio en función de la melanina que contenga y está surcada por unos pequeños vasos sanguíneos. A la hora de explorar las conjuntivas tenemos que exteriorizarlas; para ello procederemos como nos indican las figuras 6.4. En los caballos introducimos el dedo índice entre la parte dorsal del globo ocular y el arco cigómático, al mismo tiempo que con el pulgar desplazamos hacia abajo el párpado inferior; con este movimiento se reinvierte el párpado superior, quedando la conjuntiva a la vista. En los mulos y asnos, el párpado superior no se reinvierte con tanta facilidad, por lo que podemos emplear este procedimiento o el que se utiliza en los bóvidos En los bóvidos hemos de contar con un ayudante que nos sujete la cabeza del animal; una vez conseguido esto, cogemos las pestañas del párpado superior con los dedos pulgar e índice y con el corazón tratamos de extraerlo hacia afuera, mientras que con los dedos de la otra mano tiramos hacia abajo del párpado inferior. En el caso de los perros, el procedimiento es mucho más sencillo, basta colocar los dos dedos pulgares sobre cada uno de los párpados
y hacer un movimiento de deslizamiento de la piel; de esta manera, se forma un pliegue que permite apreciar, tanto la conjuntiva palpebral, como la ocular. Alteraciones de las conjuntivas
El problema más frecuente y característico de las conjuntivas es la conjuntivitis, o inflamación de las mismas. Puede obedecer a muchas causas, tales como agentes físicos (frío, aire, cuerpos extraños), químicos (ácidos, álcalis), bacterianos, víricos, parasitarios Se caracteriza por lagrimeo (epífora) o exudado (seroso, mucoso, purulento), hiperemia y quemosis. En muchas ocasiones se ve involucrada la córnea y hablamos, entonces de queratoconjuntivitis. —Quistes dermoideos. Son restos embrionarios, islotes de piel que pueden contener pelos y otras producciones dérmicas que se desarrollan en un momento dado en zonas como el globo ocular o la conjuntiva palpebral. Por su irritación continua sobre estructuras muy delicadas provocan queratitis, blefaros pasmos, epífora, etc. —Epífora. Es el derrame continuo de lágrimas. La provoca cualquier alteración que recaiga sobre las conjuntivas o el globo ocular. Puede ser: * Unilateral. Se produce en un solo ojo; se debe a afecciones locales en ese ojo (traumatismos, cuerpos extraños) o a obstrucción del conducto lacrimal. * Bilateral. La epífora aparece en los dos ojos; la podemos observar en enfermedades infecciosas, irritación por gases, conjuntivitis bilateral. La epífora puede llegar a producir vitÍligo, sobre todo en los animales de capa blanca, o manchas de ese color en esta zona. Comprobación de la secreción lagrimal. Test de Schrimer
El test de Schrimer se utiliza para el diagnóstico de la queratoconjuntivitis seca y tiene como fin determinar el grado de secreción lagrimal del animal (fig 6. 5.).
89
vs
Los cambios de coloración que podemos observar son:
Figura 6.5. Test de Schriner.
Previa tranquilización o sedación, se introduce en el interior del párpado una tira de papel de filtro de 55 mm de longitud y 5 mm de ancho, que va marcado, en longitud, cada 5 mm. Una vez el papel colocado en su sitio esperamos un minuto y al cabo de ese tiempo observamos la porción que, por capilaridad, se ha humedecido. El humedecimiento entre 10 y 20 mm se considera normal, entre 5 y 9 mm se considera sospechoso y un humedecimiento inferior a 5 mm es claramente indicativo de hiposecreción lagrimal o queratoconjuntivitis seca. Si el humedecimiento ha sido superior a 25 mm, se habla de hipersecreción lagrimal. El drenaje del conducto lagrimonasal se comprueba instilando fluoresceina o suero fisiológico en el saco conjuntival. Si el conducto es perfectamente permeable, la fluoresceina o el suero aparecen en las fosas nasales. Coloración de las conjuntivas
La conjuntiva palpebral presenta una coloración sonrosada, a veces, salpicadas por manchas negras de melanina, mientras que la ocular es de un color nacarado, con mayor o menor proporción de melanina. 90
—Enrojecimiento (ojo rojo). Se presenta en la mayoría de las alteraciones oculares, especialmente en las conjuntivitis, aunque tam bién podemos apre cia rlo en trastornos congestivos sin ninguna implicación ocular (congestión generalizada, congestión cerebral, etc ). —Cianosis. Coloración oscura (violácea) de las conjuntivas; se observa en éstasis venosa, insuficiencias respiratorias, insuficiencias cardíacas. —Palidez. Las conjuntivas aparecen blanquecinas; nos la encontramos en las anemias y en isquemias (colapso circulatorio). —En los cólicos, especialmente en los équidos, se observa un enrojecimiento acom pañado de una ingurgitación de los vasos de la esclerótica (episclerales) que hacen relieve sobre la misma. —En septicemias y diátesis hemorrágicas, se puede apreciar la presencia de petequias a nivel de las conjuntivas. —En trastornos hepáticos, que cursen con ictericia, la bilirrubina conjugada se caracteriza por su gran apetencia hacia las mucosas, lo que se traduce por unas conjuntivas de color amarillento o verdoso.
R e
g ió n
o c u l a r
El globo ocular consta de tres capas que, de dentro a afuera, son: a) La esclerótica, de naturaleza fibrosa, que en la parte anterior se hace transparente, constituyendo la córnea. La unión de ambas recibe el nombre de limbo, b) La Coroides, constituye la úvea posterior; se trata de una túnica vascular de la que forman parte el cuerpo ciliar y el iris (úvea anterior), c) La capa más interna es la túnica nerviosa o retina; es la expansión del nervio óptico y contiene los conos y bastones, receptores de la luz y de otros impulsos. En el interior del globo ocular se observan dos cámaras, separas por el cristalino; la ante-
rior contiene el humor acuoso y la posterior el humor vitreo. Alteraciones del globo ocular
—Microftalmos. Globo ocular de tamaño reducido. Puede ser de carácter congénito o adquirido tras procesos inflamatorios localizados en el ojo. —M ac roftalmos (buftalmía). Aumento de volumen del globo ocular, generalmente, debido a infecciones oculares. —Enoftalmos. Hundimiento anormal del globo ocular dentro de su órbita. Puede presentarse como consecuencia de un traumatismo del tronco simpático, o bien deberse a un síndrome de Homer (se aprecia además ptosis, miosis y prolapso del tercer párpado). En animales que padecen una enfermedad grave o que están deshidratados, el enoftalmos es un signo de pronóstico muy grave. —Exoftalmos. Protusión anormal del glo bo ocular. La exoftalmía es normal en ciertas razas braquicéfalas, como el perro pekinés y en el hipertiroidismo. Patológicamente se presenta ante la existencia de un absceso o tumor retrobulbar, en el tétanos.y en la miositis eosinofílica del perro. Suele llevar consigo lagoftalmos (imposibilidad para cerrar los ojos) y puede llegar a producir uveitis, conjuntivitis o queratitis por excesiva exposición de la córnea a las inclemencias del tiempo. —Luxación. Salida o desplazamiento del globo ocular. Puede ser parcial o total (el globo ocular sale fuera de la órbita y queda sujeto por el nervio óptico) y obedece, en la mayoría de los casos, a traumatismos. —Estrabismo. Desviación de uno o de los dos ejes visuales (no son paralelos), como resultado de un desequilibrio de los músculos que lo mantienen en su posición (rectos, oblicuos y retractores). El estrabismo se caracteriza por una asimetría de los globos y puede tener un origen congénito, o deberse a una lesión del nervio motor ocular común (moc). —N is ta gm o. Movim iento convulsivo, involuntario del globo ocular, debido a espas-
mos clónicos de los músculos motores. Puede ser lateral, vertical, rotatorio o mixto, espontáneo o provocado. El nistagmo puede darse en otitis medias, tumores cerebrales, afecciones cerebelosas, síndromes vestibulares o en traumatismos. Alteraciones de la córnea
La comea corresponde a la esclerótica trans parente; es regularmente convexa, avascular, muy sensible y con una humedad continua proporcionada por la película lacrimal que le confiere un aspecto liso y brillante. Las alteraciones más frecuentes son: —Queratitis. Inflamación de la comea. Puede ser de muchos tipos, pero en general, se caracteriza por una pérdida de transparencia y la adquisición de un color azuladogrisáceo; si el tratamiento instaurado es incorrecto, o no se llega a tiempo, puede terminar en fibrosis, pigmentación y panoftalmía. Las causas son muchas y variadas, pueden ir desde infecciones de todo tipo (víricas, bacterianas, fúngicas) hasta los traumatismos, cuerpos extraños, exposición continuada por lagoftalmos. A la queratitis suelen acompañar la fotofobia, epífora (ausente en las queratitis secas) y blefarospasmo. Los bóvidos en libertad, durante el verano, son muy propensos al padecimiento de una queratoconjuntivistis específica, producida por la Moraxela bovis, que es vehiculada por las moscas y que recibe el nombre de Enfermedad del semáforo (el ojo aparece de un color rojo fuerte). —Paño (pannus). Es una queratitis crónica superficial, caracterizada por una neovas cularización subepitelial en forma de membrana, con granulación y pigmentación. En muchos casos suele tener una carácter autoinmune. —Qer a tócele (descemetocele). Hernia de la capa más interna de la comea (de la membrana de Descemet). —Ulceras. Son pérdidas de sustancia a nivel de la córnea; el origen es, generalmente, traumático por cuerpos extraños, distiquiasis, 91
entropion, etc , cursa con fotofobia, blefaros pasmo y epífora. Cuando las úlceras son grandes, el diagnóstico no presenta ninguna dificultad, por el contrario, en el caso de úlceras pequeñas hay que recurrir a pruebas concretas. Test de la fluoresceina
La fluoresceina es un colorante hidrófilo anaranjado que, en medio básico, toma una tonalidad verdosa. Habida cuenta que el epitelio corneal constituye una barrera lipófila, al instilar en el ojo sano una gota de fluoresceina al 0,5 ó al 2% y lavar posteriormente con suero fisiológico, no puede fijarse a la comea y se drena a través del conducto lacrimonasal (permite medir su permeabilidad). En los casos de úlceras corneales, la fluoresceina entra en contacto con el estroma hidrófilo y se fija sobre él. En este caso, puede apreciarse la úlcera, perfectamente coloreada, bien con luz blanca o, mucho mejor, con la lámpara de Wood. Hay que tener en cuenta, que la fluoresceina, en colirio a la concentración señalada, constituye un buen medio de cultivo, especialmente para pseudomonas, por lo que hay que guardar las máximas precauciones una vez abierto el frasco. Para evitar este problema se utilizan las presentaciones unidosis. Test del Rosa bengala
El rosa bengala se fija selectivamente sobre las células muertas o degeneradas; es un test indirecto de sequedad lagrimal, circunstancia en la que la muerte de células es importante. Se utiliza en forma de colirio a una concentración del 1%. Alteraciones de la cámara anterior del ojo
La cámara anterior del ojo está delimitada por la cara posterior de la córnea y la cara anterior del iris y abertura pupilar. Opticamente vacía, contiene en su interior el humor acuoso. Su exploración se hace con dos focos de luz en oscuridad casi completa, uno de los focos (luz de oftalmoscopio) se colocará en el eje 92
visual, mientras el clínico, con otro, se coloca lateralmente a ese eje visual. Esta forma de exploración e iluminación nos permite hacernos una mejor idea de la profundidad de la cámara y de las anomalías de iris o cristalino. Las alteraciones que, con mayor frecuencia, presenta la cámara anterior son: —Hipema. Acúmulo de sangre en la cámara anterior. Se presenta en filariosis, en la carencia de vitamina K y como consecuencia de traumatismos o tumores. Puede ser agudo (la sangre aparece de un color vivo y brillante) o crónico (sangre más oscura). Generalmente se elimina a través del ángulo de drenaje. —Hipopion. Acúmulo de pus o exudados en la cámara anterior del ojo. Acompaña a muchas infecciones oculares. —Efecto Tindall. Presencia de partículas flotantes o de flóculos (restos celulares, fibrina) en la cámara anterior del ojo. Su aspecto seme ja la visión de las partículas de polvo en sus pensión, cuando un rayo de sol ilumina una habitación. —Depósitos celulares o restos de fibrina, localizados sobre el endotelio corneal. Uvea anterior
La úvea anterior está constituida por el iris.y el cuerpo ciliar. Su exploración se realiza con iluminación focalizada en semioscuridad y en el caso de querer observar el ángulo irido corneal, deberemos utilizar lentillas de gonioscopia. Su principal alteración es la inflamación (uveitis). La uveitis va acompañada de fotofobia, dolor, blefarospasmo, epífora, engrosamiento del iris con superficie áspera y movilidad disminuida. El humor acuoso aparece brillante y, a veces, con hipopion. Lo más importante, desde el punto de vista clínico, de las uveitis son sus secuelas: sinequias anteriores y posteriores. Las sinequias anteriores son adherencias que se producen entre el iris y el endotelio de la comea y las posteriores entre el iris y la cara anterior del cristalino. En el primer caso se ve
dificultada la abertura pupilar y en el segundo, la acomodación del cristalino. Pupila
La abertura dilatable y contráctil del centro del iris recibe el nombre de pupila; su forma y tamaño es diferente según las especies: —En el caballo es rectangular, con vértices redondeados y presenta la característica de contener en su borde superior unos depósitos de melanina, llamados “gránulos de hollín”, que aumentan con la edad y, en determinadas circunstancias especialmente al cerrase la pupila, pueden llegar a dificultar la visión. —En los bóvidos es parecida a la de los équidos, pero más elíptica. —La oveja presenta una pupila semejante a la de los bóvidos. —El cerdo y el perro la tienen circular. —El gato presenta una pupila circular, cuando está dilatada y elíptica, pudiendo llegar a convertirse en una línea vertical, en su máximo de contracción. En la exploración de la pupila debemos observar el tamaño de su abertura a la luz natural y comparar los dos ojos. En esta inspección podemos observar: —Miosis. Contracción de la pupila. —Midriasis. Dilatación pupilar. —Isocoria. igualdad en el tamaño de am bas pupilas. —Anisocoria. Desigual tamaño de la abertura pupilar. Por otra parte, en este examen observaremos las modificaciones que sufre la abertura pupilar de ambos ojos al iluminar con un foco de luz en una habitación en semioscuridad. La respuesta de las pupilas recibe el nombre de reflejo pupilar (reflejo fotomotor). Alteraciones del Cristalino
Las alteraciones más características del cristalino son: la luxación, la catarata y la esclerosis
—Luxación del cristalino. Es el desplazamiento o dislocación del cristalino por rotura parcial (subluxación) o total de la zónula o aparato suspensor del mismo. La luxación es muy frecuente en ciertas razas (terrier). No se debe de confundir con la opacidad de córnea ni con la catarata. La luxación se caracteriza por la aparición en el ojo de una media luna, más o menos ancha, al iluminar con un foco estando la pupila en midriasis. —Catarata. Es la opacidad del cristalino. Puede ser de muchos tipos: Congénita, unilateral o bilateral, simétrica o asimétrica, parcial o total, primaria o secundaria. Uno de los tipos más característicos es la catarata diabetógena, que es la que se produce como complicación de la diabetes. Al observar frontalmente un ojo con catarata se aprecia un color blanquecino, que tam bién se presenta en la opacidad de córnea; para diferenciarlas, basta hacer una inspección lateral, en el caso de la catarata la opacidad no se aprecia, mientras que si se trata de una opacidad de córnea, por ser ésta la capa más extema, seguimos observándola. En muchas ocasiones no basta la inspección directa para el diagnóstico de la catarata, por lo que hay que recurrir al biomicroscopio o al oftalmoscopio directo. —Esclerosis. Es una condensación del cristalino, debida a la edad, que se caracteriza por una coloración azulada. Para apreciar la perfecta transparencia del cristalino, de la córnea y de la cámara anterior del ojo, el clínico puede utilizar el test de la Imágenes de Purkinge. Imágenes de Purkinge Al iluminar el ojo de un animal, aparece una primera imagen brillante, reflejada sobre la superficie convexa de la comea; una segunda sin brillo, reflejada sobre la cara anterior convexa del cristalino y una tercera sin brillo sobre la cara posterior cóncava del cristalino. Si a la fuente luminosa se le imprime un movimiento circular, las dos primeras imáge93
nos giran cu el misino sentido del movimiento, mientras que la tercera gira en sentido contrario (fig 6.6.).
lentes de diferente convergencia permitirá observar las diferentes partes del segmento posterior. En el oftalmoscopio indirecto, el clínico se coloca a un metro de distancia del animal y envía un foco luminoso que, tras reflejarse en la comea, atraviesa una lente de gran conver gencia (entre 20 y 30 dioptrías) y llega al ojo del observador, el cual aprecia una imagen invertida del fondo de ojo. Con el oftalmoscopio podremos apreciar hemorragias, alteraciones del color de tapetum lúcidum (manchas), modificaciones inflamatorias, desprendimientos de retina, tumora ciones, etc. El Glaucoma
Figura 6.6. Test de las imágenes de Purkinge.
En el caso de que las estructuras anteriores del ojo sean transparentes, se pueden observar las tres imágenes; cuando existen opacidades de cristalino (catarata) desaparece la tercera imagen, mientras que si solamente se ve la primera imagen hay que pensar en la presencia de opacidades delante del cristalino (hipopion, depósitos de fibrina en cámara anterior, queratitis ). Fondo de ojo
Para observar la retina y el nervio óptico deberemos utilizar el oftalmoscopio. En la oftalmoscopía directa incide sobre el ojo un foco de luz que se refleja en la retina y llega al ojo del observador, situado muy cerca del animal (35 cm). Aparece una imagen derecha del fondo de ojo, con el tapetum lúcidum arriba, el tapetum nigricans abajo y en el tercio inferior la papila óptica. El aparato dispone de una serie de lentes que podemos intercambiar para corregir los defectos ópticos del animal y/ o del observador. Asimismo la colocación de 94
Es un proceso del globo ocular caracterizado por un fuerte aumento de la presión intraocular que conduce al endurecimiento del ojo, atrofia de la retina, degeneración del disco óptico y ceguera. Se presenta en una gran cantidad de procesos que afectan al ojo y se caracteriza por una marcada congestión de los vasos de la conjuntiva ocular (episclerales).
Es t u d io d e l o s r e f l e jo s
En la exploración neurológica del ojo podemos poner a prueba tres tipos de reflejos: sensoriales, sensitivos y fotomotor. Los reflejos sensoriales (el de amenaza y el de la luz) son dos mecanismos defensivos que consisten en el cerrado de los párpados cuando al animal se le amaga con una m ano cerca del ojo o se le lanza de repente un fuerte foco luminoso. En el primer caso, el amago lo hemos de hacer de arriba a abajo y no hacia el ojo, porque al realizarlo de esta forma, desplazamos una columna de aire que nota la córnea del animal, por lo que se convierte en un reflejo sensitivo. La vía aferente de estos reflejos es el nervio óptico (en el de amenaza interviene la corteza occipital y los núcleos cerebrales que incluyen
la consciencia del animal, mientras que en el de la luz existe una integración subcortical que no necesita la consciencia del sujeto). La vía eferente de ambos reflejos sigue los núcleos motores del nervio facial y a partir de ahí llega al nervio auriculopalpebral (rama del facial). Los reflejos sensitivos son dos: • El reflejo palpebral, explora la sensibilidad de la cara. Consiste en tocar el párpado inferior y observar como se cierra el ojo. La rama aferente es el trigémino y la eferente, el núcleo del facial a través del nervio auriculo palpebral que inerva el músculo orbicular. • El reflejo corneal consiste en tocar la córnea con un objeto romo, cuando el animal está anestesiado y observar su respuesta, que consiste en el cerrado de los párpados. Las vías aferentes son los nervios ciliares largos, el nervio nasociliar y trigémino, mientras que las vías eferentes son las mismas que las del reflejo palpebral. El reflejo fotomotor también recibe el nom bre de pupilar. Se trata de un mecanismo de defensa a la luz que consiste en el cerrado de la pupila cuando sobre ella incide un foco de luz. Habida cuenta que a nivel del quiasma óptico se produce el entrecruzamiento de algunas fibras del nervio óptico (vía aferente), el reflejo de cerrado de la pupila, cuya vía eferente son fibras parasimpáticas del nervio motor ocular común (MOC), se presenta también en el ojo no iluminado. Al que se produce sobre el ojo iluminado se le denomina reflejo directo y al que se produce sobre el no iluminado se le llama reflejo con sensual o indirecto, de respuesta más lenta y menos clara que el primero. Como consecuencia de esto y jugando con los dos ojos podremos conocer si una lesión que produce midriasis paralítica está localizada en el nervio óptico o en el MOC. Pueden darse los siguientes casos: —En una lesión de nervio óptico al iluminar el ojo enfermo, los dos reflejos, directo y consensual, son negativos (no hay respuesta de cerrado de la pupila). —En una lesión de nervio óptico al ilumi-
nar el ojo sano, los dos reflejos son positivos. —En una lesión del nervio MOC, al iluminar el ojo enfermo el reflejo directo es negativo y el consensual positivo. —En una lesión del nervio MOC, al iluminar el ojo sano, el reflejo directo es positivo y el consensual es negativo. En el caso de que la lesión se localice en el quiasma o detrás de él (edemas, hemorragias,tumores), la interpretación de este reflejo es más complicada. Ot
r a s p r u e b a s d ia g n ó s t i c a s
Existen una serie de pruebas diagnósticas, algunas más sofisticadas que otras, que nos permiten mejorar las espectativas de un buen diagnóstico de la enfermedad ocular; ya hemos comentado el test de Schrimer y la prueba de la fluoresceina, haremos ahora un breve repaso de las restantes, sin profundizar excesivamente en su explicación para no hacerlas demasiado farragosas. Biomicroscopio
Permite el examen del ojo y de sus anejos con la ayuda de un microscopio asociado a una fuente luminosa focalizada. La iluminación se reduce o se difunde a la anchura de una hendidura que permite un corte luminoso de las estructuras transparentes del ojo. Con un haz de anchura entre menos de 1 mm. y 4 mm., unos aumentos comprendidos entre 10 y 20 veces y una incidencia luminosa de 45° se pueden observar comea, conjuntiva, iris y las lesiones que pueden asentar sobre estas estructuras. Tonometría
Es la medida de la presión infraocular (PIO), indispensable en oftalmología, sobre todo para el diagnóstico del Glaucoma,ya que, como hemos señalado, éste se caracteriza por el incremento de la PIO. 95
La PIO se puede medir, cuando no se dispone el tonómetro adecuado, colocando los dedos pulgar y corazón sobre el párpado superior cerrado y comprobando la presión que hay que realizar para hundir ligeramente el globo ocular y la sensación de fluctuación que se trasmite al dedo que en ese momento no presiona. La prueba se repite en el otro ojo comprobando si hay diferencias. Para la medición correcta de la PIO se utilizan los tónometros (fig 6.7.), que pueden basarse en dos tipos de principios: tonometría por presión del que el más representativo es el tonómetro de Schiótz y el de SchiótzComberg y el principio de tonometría por aplanamiento, que realiza el Tonómetro de Goldman y que tiene una difícil aplicación en veterinaria.
del ángulo irido corneal en 360° sobre los dos ojos. Las lentillas más comunmente utilizadas en gonioscopia son las de tipo Goldman y las de tipo Barkan. El examen gonioscópico tiene interés en el diagnóstico del glaucoma a ángulo abierto y a ángulo cerrado, en el estudio de la luxación o subluxación de cristalino y en el examen del propio ángulo para buscar cuerpos extraños, observar hemorragias, exudados inflamatorios, sinequias, tumores o desgarros de la base del iris y cuerpo ciliar. Electrorretinografía
Es un registro gráfico de los cambios acontecidos en el potencial eléctrico, cuando la retina es estimulada por la luz. Se utilizan tres electrodos, en córnea o conjuntiva, en el ligamento orbitario y en el occipucio (este último, conectado a tierra, hace de neutro) y se lleva a cabo con anestesia general. Se utiliza fundamentalmente para identificar la función receptora. Ecografía
Se realiza de la misma forma que en cualquier otra parte del cuerpo, utilizando sondas sectoriales de 7 MHz. Skiascopia (estudio de la mancha)
Figura 6.7. Tonómetro de Schiótz.
Gonioscopia
La gonioscopia consiste en la observación directa del ángulo iridocomeal, zona de drenaje del humor acuoso. La técnica es muy sencilla, consiste en colocar sobre el ojo del animal unas lentillas especiales de índice de refracción superior al de la córnea, lo que evita que, al incidir un foco de luz, la reflexión interna del ojo sea total, esto permite la visión 96
Permite determinar de una forma objetiva la agudeza visual de un animal, en particular del caballo. Consiste en lanzar un foco de luz, previamente reflejado sobre un espejo plano, sobre el ojo del animal, colocado a 1 m. de distancia; sobre la pupila se forma una sombra que, en función de las lentes que tengamos que intercalar entre nuestro ojo y el del animal para que desaparezca, conoceremos si el caballo es miope, hipermétrope o eumétrope y el número de dioptrías que presenta cada ojo. El
o jo
r o j o
Recientemente se ha acuñado el concepto de ojo rojo, habida cuenta que en la mayoría de los casos de lesiones o enfermedades oculares
aparece un enrojecimiento del mismo que, en definitiva, es la señal de alarma que empuja a los propietarios a llevar a su animal al veterinario. Partiendo de un ojo enrojecido, el veterinario debe de descubrir la causa que está provocando esa coloración que le puede llevar a una
simple conjuntivitis o a un glaucoma. Para facilitar las cosas, hemos creído oportuno el algoritmo del diagnóstico del ojo rojo elaborado por Marot O. y Jegou J.P. que puede resultar de una gran utilidad en el diagnóstico de las enfermedades que cursan con enrojecimiento ocular (cuadro 6.1.).
TEST de SCHRIMER
-------- --------
►
(
TEST de la NEOS1NEFR1NA
Enrojecimiento círculo periquerático
Conjuntiva Blanquecina
Dolor. Ausente o escaso Lacrimeo Secreción Ocular Quemosis Flolic. Linfoides Dolor: Moderado severo. secreción Ocular. Neovascu larización. Ulcera Corneal Edema de Córnea Pigmentación Algo de dolor. No secreción. Edema corneal.. Escaso RPM Efecto Thindall en CA Hipema. Hipopion. Iris neovascularizado
y edematoso ______
UVEITIS HIPERTENSIVA
/
Patología orbitaria, tumores, abscesos, muco cele
GLAUCOMA SUBAGUDO
L
Dolor débil no secreción, Midriasis,RPM débil
GLAUCOMA AGUDO
t
ojo POST GLAUCOMATOSOl
i
Dolor moderado Sin dolor, Buftalmía fuerte, no secreción edema lineal, no RPM edema corneal, atrofia retina midriasis
Cuadro 6.1. Protocolo de diagnóstico del ojo rojo.
97
CAPÍTULO EXPLORACIÓN DE LA REGIÓN CERVICAL Desde el punto de vista exploratorio, podemos dividir la región en dos partes perfectamente diferenciadas: la región cervical anterior y el cuello propiamente dicho. La región cervical anterior comprende una banda de unos cuatro cm. de anchura que se extiende de arriba a aba jo, justo por detrás de la mandíbula y en ella se encuentran la rejgjón parotídeavJa faríngea, la laríngea y la de las bolsas guturales en los équidos. El cuello propiamente dicho, comprende la región de la crinera, prácticamente sin significación clínica; la región de las tablas del cuello, en la que podemos encontramos con abul tamientos o abscesos debidos a inyecciones enquistadas y; por último, en la parte ventral, la región de la ^gotera de la yugular, de gran importancia clínica, ya que en ella se encuen tranla propia yugular, ej esófago, las carótidas, la tráquea, ^ tiroides.y para tiroides, Comenzaremos nuestra exploración por la primera de las dos, para pasar a la otra sin solución de continuidad. EXPLORACIÓN DE LA FARINGE La faringe se encuentra e n l a porción pro funda^delasfauces y enella podemos distinguir dos partes: la nasofaringe y la orofaringe. Su exploración tiene poco de complicado, prácticamente se reduce a la inspección y palpación,
y presenta gran interés, dado que su inflamación es muy frecuente, sobre todo en los pequeños animales. In s p e c c i ó n
La inspección puede ser extema o interna, si bien la primera de ellas ofrece gocos datos para sacar conclusiones válidas. En la inspec ción extema nos j ijaremos preferentemente en ía actitud del animal que, generalmente, suele ser una actitud^ anti álgi da cuando la faringe sufrelHgúnalifección. De esta forma, observaremos a un animal que presenta un estiramiento de la cabeza, con empastamiento deja zona que le restringe los movimientos del cuello, ligero abultamiento y, sobre todo, lo que más llama la atención es que el animal traga con dificultad, en el supuesto de que no haya perdido el apetito o^que presenta sialorrea, ya que el tragar la saliva le produce dolor. A estos signos se añade la infartación de los gánglios faríngeos que contribuye al abultamiento y a la inmovilidad de la zona. El abultamiento de la proyección externa de la faringe o, cuando menos, la desaparición del ‘hueco* nos sugiere faringitis, presencia de~un cuerpo extraño, anginas septicémicas o tumoraciones, aunque éstas últimas son bas La inspección interna se puede llevar a cabo
99
■ en los primeros utilizaremos un abrebocas, mientras que en los segundos, para una visión rápida, podemos prescindir de él. Con un foco de luz podremos apreciar (fig. 7.1.):
En los pequeños animales se realiza de forma muy semejante a la que se hace en los niños. En las grandes especies se palpa cor¡ las dos manos, por encima del cuello en los bóvidos y por debajo en los équidos (fig 7.2.), colocándolas en forma de cuña e introduciéndolas hacia adelante y adentro. En el caso de animales sanos y dado que en esa zona solamente nos quedan entre los dedos la piel y la faringe, podemos llegar a notar los dedos de una mano con los de la otra. En caso de faringitis, al margen de que el animal se resiste a dejarse palpar, apreciamos calor abultamiento y dolor.
Figura 7.1. Exploración interna de la faringe.-
—Enrojecimiento, en faringitis (muy frecuentaren perros y gatos jóvenes). —Hemorragias, en enfermedad maculosay diátesis hemorrágicas. —Inflamación edematosa, como consecuencia de procesos alérjgicos. En los bóvidos que pastan en libertad no es raro la picadura de abejas o avispas en la zona de las fauces, cuando ingieren a estos insectos con el pasto, lo que provoca inflamaciones muy graves por las consecuencias que pueden acarrear. —Heridas por cuerpos extraños, huesos espinas. etc7 —Depósitos crupales en la difteria aviar.
Pa l pa c ió n
La palpación de la faringe, al igual que la inspección, puede ser interna o extema, aunque en este caso, la que se realiza normalmente es la externa para apreciar el estado de la misma. 100
Figura 7.2. Palpación extem a de la faringe.
EXPLORACION DE LA LARINGE La laringe, o caja vocal, regula la entrada y salida del aire a los pulmones, evita la penetración de cuerpos extraños y es fundamental para la producción de la voz, ya que en ella se encuentran las cuerdas vocales. Está constituida por cmco cártílagos (epiglótico, tiroides, cricoides y los dos aritenoides) que le dan una estructura de caja consistente.
In s p e c c ió n
Se basa fundamentalmente en la interna porque es muy difícil que modificaciones de la misma lleguen a tener un reflejo exterior. Para la inspección interna de cualquier es pecie animal utilizaremos un abrebocas y pondremos un tranquilizante en el caso de anímales nerviosos o poco colaboradores. Es importante, asimismo, la utilización del laringoscopio (en las grandes especies), hoy día sustituido por el fibroendoscopio. Una vez el aparato en situación y con la ayuda de un foco de luz, en el caso de tratarse de una inspección directa, podremos observar: —Aumento de volumen de la mucosa, con la consiguiente disminución de la luz, en laringitis y edema laríngeo; en este caso, el peligro de asfixia es importantísimo. —Coloración de la mucosa. —Movimientodela laringe. Se produce un retraso déla misma en la inspiración que, incluso, puede llegar a observarse externamente cuando hay obstrucción de vías altas. —Desituaciones por bocio. —Parálisis del nervio recurrente en équidos, que viene marcada por la caída del aritenoides y de la cuerda vocal izquierdos. Pa
l pa c ió n
La palpación de la laringe, aunque pude hacerse directamente a través de la boca, generalmente se hace por el exterior, utilizando una o las dos manos en función del tamaño del animal. En el caso de los grandes animales se lleva a cabo con las dos manos, por encima de la cabeza en los bóvidos y por debajo en los équidos ( fig 7.3.). Podemos observar: —Sensibilidad al dolor. —Alteraciones congénitas (giro helicoidal sobre su eje longitudinal o aplanamiento*). * En realidad, este tipo de alteraciones suelen pasar desaper cibidas, generalmente son hallazgos de matadero.
—Hundimientos por traumatismos. Son bastante raros. —En los caballos tiene una gran importancia la palpación de la simetría de los aritenoides, dado que la parálisis del nervio recurrente, antes mencionada, da origen a una enfermedad denominada silbido laríngeo que, hasta no hace mucho, entraba dentro de los vicios rehidibitorios. Para apreciar la asimetría que provoca la caída del aritenoides izquierdo basta in troducir las manos hacia arriba por la parte inferior de la laringe y observar si ambasmanos siguen un trayecto vertical paralelo o, por el contrario, la izquierda se desplaza hacia la parte interna. —Fremitus o Frémito. El frémito es un “ruido palpable" que se produce cuando, como consecuencia de la disminución de la luz de la laringe, el aire que pasa a su través aumenta su velocidad y produce una vibración que es perceptible desde el exterior colocando los dedos sobre la proyección de la laringe ** ** El ejemplo más parecido a un frémito es la sensación que puede notarse cuando colocamos los dedos sobre la laringe de un gato que está ronroneando.
101
Au
s c u l t a c ió n
A nivel de la laringe podemos escuchar, en condiciones fisiológicas, el soplo laríngeo, com ponente delsoplo laringotráqueobronquial o soplo tubárico. Este sonidoTque se produce como consecuencia del paso del aire ajtravés de la laringe, es diferente según la especies; más fuerte y sonoro en los bóvidos, algo más bajo y suave en équidos y más alto y áspero en el perro. El soplo laríngeo puede estar: • Aumentado. Presenta gran sonoridad. Se produce en las insuficiencias respira torias altas, cuándo hay obstáculos al paso del aire (inflamaciones, exudados, edemas). • Disminuido. En respiración superficial ( dolores intercostales, fractura de costillas). • Modificado.(ruidos anormales). Las dos modificaciones del soplo laríngeo que podemos captar con la ayuda de un fonendoscopio son: —Estridores. Ruidos secos, agudos y prolongados, semejante a un silbido y que se presentan en los casos en los que está disminuida la luz de la laringe. —Estertores. Ruidos húmedos, de gorgoteo, se producen siempre que hay exudados que son movidos y forman burbujas que se rompen al paso del aire. ir-
EXPLORACIÓN DE LA VOZ Cada especie animal tiene una voz característica que se produce por la vibración de las cuerdas vocales; de forma que cualquier alteración que recaiga sobre la laringe, y por tanto sobre las cuerdas vocales, va originar modificaciones en la voz, modificaciones que se denominan con el término genérico de disfonías. Las dos disfonías más significativas son: —R on qu era. Se caracteriza por una pérdida del timbre normal de la voz, haciéndose ésta más áspera. Se presenta en casos de 102
tumefacción o inflamación de las cuerdas vocales. —Afonía. Es la falta de voz, la incapacidad para emitir sonidos. Se produce en inflamaciones muy graves y en parálisis de las cuerdas vocales. EXPLORACIÓN DE LA GLÁNDULA TIROIDES La glándula tiroides está constituida por dos estructuras lobuladas, separadas por un istmo y que pueden apreciarse por palpación. El aumento de tamaño de la glándula tiroides constituye el Bocio, que se debe a la carencia de yodo o a la dificultad de su absorción. En condiciones normales, la tirosina tiroidea se combina en la glándula con el yodo y se forman, como productos finales, la triiodo tironina (T3) y la tetraiodotironina (T4). La T3y la T4son transportadas en la sangre unidas a una globulina; sin embargo, hay que señalar que un bajo porcentaje de T4se encuentra libre en el plasma, constituyendo la Tf (tirosina li bre). En el caso de la glándula tiroidea, mas que su exploración, que proporciona escasos datos, nos interesa conocer su fisiologismo y funcionalidad, para lo cual hacemos uso de las pruebas o tests tiroideos: —Análisis de sangre. Como índice de la funcionalidad del tiroides es muy poco significativo. Debemos de tener en cuenta que en el hipotiroidismo se observa anemia normocítica y normocrómica e hipercolesteronemia. —Determinación de la concentración sérica basal de T3y T4. Se pueden medir los niveles baüles~de T3 y T4 por Radioinmunoensayo (RIA). Los valores superiores a los normales se relacionan con hipertiroidismo y los inferiores con hipotiroidismo, aunque en este último caso hemos de diferenciar si se trata de una lesión primaria de tiroides, de una falta de producción de TSH (hormona tiroidestimulante de la hipófisis) o de una falta de producción de TRF ( Tirotropin releasing factor del hipotálamo).
Hemos de tener presente que los valores de T y T4pueden venir modificados por: • Enfermedades no tiroideas ( síndrome de Cushing). • La acción de determinados fármacos (glucocorticoides, estrógenos). • La edad (la TVes más alta en las primeras edades). • La obesidad (los animales obesos presentan valores más altos). —Determinación de la Tf (fracción libre de T ) porTÜÁ.En la actualidad resulta bastante complicado por la pequeña concentración de Tf sérico. —Test de estimulación con TSH. Se em plea pára el diagnó stico diferencial del hipotiroidismo. La técnica es muy sencilla, consiste en determinar T3y T4, inyectar TSH y volver a extraer sangre para determinarlas de nuevo. —Test de estimulación con TRH. Se utiliza para diferenciar un hipotiroidismo por falta de TSH de otro por falta de TRH; la técnica es semejante a la anterior. —Otras pruebas. Existen una serie de prue bas que, bien por su dificultad o bien por su alto coste, no se utilizan en veterinaria; podríamos citar: Determinación de T3 y T4 por ELISA; determinación de la rT3( reverse T3, isómero inactivo de la T3) por RIA; determinación de los anticuerpos de antitiroglobulina, interesante ante la sospecha de una enfermedad autoin mune; scaner de tiroides utilizando como marcadores I131y I123. • Biopsia • Ecografía EXPLORACIÓN DE LAS PARATIROIDES Las glándulas paratiroides son cuatro pequeños nodulos situados dentro de la glándula tiroides o próximos a ella y cuyas células segregan dos hormonas, la paratohormona (PTH) y la calcitonina, esenciales en el metabolismo fosfocálcico. La PTH es hipercalcemiante, libera calcio de los huesos hacia el torrente
circulatorio, mientras que la calcitonina tiene una acción contraria. La exploración de las paratiroides se realiza, como en el caso del tiroides, a través de pruebas analíticas: —Determinación de los niveles de PTH séricos por RIA. Presenta cierta dificultad. —Determinación de los niveles de calcio sérico. Por sí sola totalmente inespecífica. —Determinación de la fosfatemia. Lo mismo que el caso anterior. —Determinación de la actividad sérica de la fosfatasa alcalina (AP). —Valoración de la excreción de hidro xiprolina urinaria (aumenta en el hiper paratiroidismo). —Examen radiológico. En el hiperpara tiroidismo se aprecia: áreas de reabsorción cortical subperióstica, pérdida de la lámina dura, mineralización de los tejidos blandos, descenso generalizado de la densidad ósea, posible desarrollo de quistes óseos. EXPLORACIÓN DE LAS BOLSAS GUTURALES Las bolsas guturales son dos divérticulos de ambas trompas de Eustaquio, propias de los solípedos, que contienen aire en su interior, aire que se renueva en cada movimiento respirato rio^Están tapizadas por una mucosa que es continuación de la faringe, de forma que cual quier afección que padezca ésta (faringitis), por vía ascendente, puede llegar a afectar a las bolsas guturales. La proyección externa de estas bolsas se sitúa en la parte anterior del cuello, en el hueco limitado por el ala del atlas, parte posterior de la mandíbula y base de la oreja. In s p e c c i ó n
Puede ser interna o externa. En el primer caso se utiliza el fibroendoscopio (antiguamente el rinolaringoscopio), previa tranquilización 103
del animal (Fig. 7.4.). En el caso de la exploración externa, nos limitaremos a observar la zona que, en caso de algún tipo de alteración, se encontrará empastada, ligeramente abultada y con una movilidad del cuello limitada. El animal masticará con dificultad y en el caso de que estén afectadas las dos podremos observar una marcada disfagia e, incluso, disnea.
En condiciones n o r m a l e s , c o l o c a n d o dos dedos de u n a m a n o sobre l a z o n a d e p r o yección externa y g o l p e a n d o c o n l o s d e l a o t ra , captamos un sonido timpánico. Si el animal padece un empiema o una guturocistitis, el sonido tenderá hacia la matidez, mientras que si se trata de un meteorismo de bolsas guturales el sonido presentará mayor resonancia y el área de producción del sonido timpánico estará incrementada. Es conveniente recordar que, por tratarse de un órgano par, deberemos realizar una ex ploración simétrica, comparando los datos que obtengamos de ambos lados. digital.
EXPLORACION DE LA TRAQU EA
Figura 7.4. Exploración del as bolsas guturales con el rinolaringoscopio.
Pa l pa c ió n
En condiciones normales, las bolsas guturales presentan un tacto blando y elástico. En los casos de inflamación (guturocistitis) observaremos dolor e incremento de la temperatura de la zona. Si contienen exudado purulento (empiema de bolsas guturales) presentarán un tacto pastoso e, incluso, podrá llegar a notarse un chapoteo. Al presionar podremos apreciar movimientos de deglución debidos al vaciamiento y llegada al antro faríngeo del contenido de la bolsa. Si por el contrario, el contenido de la bolsa gutural es gaseoso (meteorismo), el tacto adquiere mayor consistencia, haciéndose más elástico
La continuación de la laringe es un tubo flexible constituido por una serie de anillos cartilaginosos incompletos por su cara dorsal y cuya sección es diferente según las especies: Además de los cartílagos, consta de mucosa, músculo traqueal y serosa. Se encuentra situada en la parte más ventral del cuello, en contacto directo con la piel y presenta una porción intratorácica muy corta hasta dividirse en los dos grandes bronquios
In s p e c c i ó n
Desde el punto de vista exploratorio, la inspección tiene muy poca importanciaya que no aporta ningún dato de interés, únicamente nos fijaremos en la posible presencia de cicatrices en la piel que pueden significar que el animal en cuestión ha sido sometido a una traqueotomía, sin significación clínica, por otra parte.
P a l p a c ió n P e r c u s ió n
La percusión de las bolsas guturales es la única que, en los grandes animales, es dígito 104
La palpación la llevaremos a cabo de arriba abajo recorriendo toda ella, intentando apreciar:
—Desviaciones o modificaciones de su forma. Giro sobre su eje longitudinal o aplanamiento a lo largo de dicho eje (tráquea en forma de vaina de sable). Generalmente este tipo de alteraciones tienen un carácter congénito y no suelen originar trastornos de ningún tipo, salvo que el aplanamiento sea tan marcado que pueda llegar a originar disneas. La mayoría de las veces son hallazgos de matadero. —Integridad de los anillos. Es fácil encontramos con hundimiento de algún anillo traqueal en équidos, sobre todo cuando el animal ha padecido cólicos graves, en el transcurso de los cuales se ha golpeado la parte ventral del cuello con el pesebre. Tampoco suelen originar dificultades respiratorias —Dolor. Sobre todo después de golpes. —Frémito. En traqueitis que provocan disminución de la luz traqueal. La palpación o, más concretamente, la presión de la tráquea permite provocar la tos, como veremos más adelante. Pe
r c u sió n
La percusión de la traquea permite realizar la prueba de la broncofonía, que tiene como fin el comprobar la integridad del pulmón. Para realizarla, un ayudante efectúa una percusión martilloplesimétrica sobre la parte media de la tráquea, mientras que el clínico ausculta el pulmón. En el supuesto de que el pulmón se encuentre enfermo (hepatización, neumonía), habida cuenta que el sonido se transmite perfectamente sobre un soporte sólido, el clínico oirá los golpes fuertes y claros, prácticamente como si el ayudante estuviese percutiendo en el otro hemitórax. Si, por el contrario, el pulmón se encuentra perfectamente sano, esponjoso y con el aire correspondiente en los alvéolos, los oirá muy suaves y atenuados. A u s c u l t a c ió n
A la auscultación de la tráquea oiremos el componente traqueal del soplo tubárico o
laringotraqueobronquial, que corresponde al paso del aire por la misma. Este sonido es semejante al laríngeo con ligeras modificaciones de unas especies a otras, así, en los bóvidos es alto y sonoro, mientras que en los équidos es más bajo y suspirante. También, como en el caso de la laringe, podremos escuchar dos tipos de ruidos patológicos: —Estertores. Ruidos húmedos, de gorgoteo, que se presentan cuando hay exudado que se mueve y forma burbujas al paso del aire. —Estridores. Ruidos secos, de estrechamiento, semejantes a silbidos, que se producen cuando disminuye la luz de la tráquea. En ocasiones, un animal puede presentar deglución desviada y el cuerpo extraño corres pondiente localizarse en la laringe o en la parte más craneal de la tráquea. En estos casos hay que tener en cuenta que sino se actúa con rapidez, el animal muere por asfixia en breves momentos, por lo que es necesario practicar una traqueotomía, que consiste en realizar un corte transversal en la piel y a continuación otro sobre el músculo que une dos anillos contiguos; de esta forma, se permite la entrada del aire a los pulmones. En un segundo tiempo intentaríamos extraer el cuerpo extraño a través de la boca. SEMIOLOGIA Y SEMIOTECNIA DE LA TOS La tos es un acto reflejo provocado por la estimulación debida a irritación o inflamación de la mucosa de las vías aéreas: laringe, tráquea, bronquios, alvéolos (toses respiratorias) o de otros órganos: esófago, peritoneo, estómago (toses extrarrespiratorias). La vía sensitiva de la irritación discurre por el nervio Vago fundamentalmente, hasta la médula oblongada donde se encuentra el centro de la tos. El estímulo que provoca la tos puede ser químico (gases), físico (partículas de polvo), 105
vírico, bacteriano, éstasis de moco, exudado edematoso o purulento procedente de los pulmones. Cuando la tos es productiva, es decir, cuando el aire expulsado de forma ruidosa, arrastra moco que sale al exterior o es deglutido, es un mecanismo defensivo, porque ese moco envuelve una gran cantidad de las sustancias patógenas que la han provocado (bacterias por ejemplo); en estos casos no es conveniente tratarla mediante fármacos, ya que eliminaríamos esa función de limpieza que está realizando. Por el contrario, cuando el proceso que provoca la tos es seco, ésta tiene un carácter improductivo y es conveniente tratarla porque sus consecuencias pueden ser más graves, ya que la salida de aire puede diseminar los productos patógenos a zonas limpias o provocar enfisemas, neumotorax, así como debilitar peligrosamente al animal. La tos suele presentarse en accesos seriados y el estudio de sus características proporciona datos muy interesantes para el diagnóstico de las alteraciones que afectan al aparato respiratorio, aunque es necesario tener en cuenta que no.se puede hacer un diagnóstico exacto, basándonos exclusivamente en este dato. En muchas ocasiones, esa tos que el animal presenta no se produce de forma espontánea durante la exploración, por lo que resulta necesario provocarla si queremos conocer sus características. La forma de conseguirlo presenta variaciones de unas especies a otras: —Equidos. Se induce la tos presionando con una mano los cartílagos aritenoides o los primeros cartílagos traqueales. En el caso de una alteración pulmonar, basta percutir en el tórax para que se presente con facilidad. La tos de los équidos es fuerte clara y explosiva por producirse con las cuerdas vocales cerradas. Origina un sonido de gran resonancia —Bóvidos. Tapando los ollares con las dos manos y la ayuda de un paño (va mucho mejor introducir el morro del animal en una bolsa de goma que se ajuste al mismo), durante 4050 segundos, pasado ese tiempo destapamos los ollares y la inspiración profunda que se produ-
Figura 7.5. Provocación de la tos en los bóvidos utilizando una bolsa de gom a.
ce provoca la tos (fig. 7.5.). Asimismo, podemos provocarla presionando la tráquea en su parte medial o muy cerca de su introducción en el pecho o estirando la lengua. La tos de los bóvidos es menos sonora y más grave por producirse con las cuerdas vocales abiertas. —Ovidos. Se les provoca la tos comprimiendo la tráquea a la entrada del pecho, o bien, tapando los ollares como en el caso de los bóvidos. Se trata de una tos grave parecida a a un gemido entrecortado. —Cerdos. En estos animales basta hacerles que se muevan para que se presente la tos sin dificultad. Se trata de una tos prolongada y suave. —A los carnívoros se les puede provocar la tos, presionando en los anillos traqueales, intentando levantarlos del suelo cogiéndoles un pellizco en la piel de la espalda o presionando de forma brusca la caja torácica Se trata de una tos aguda y jadeante que provoca el vómito con facilidad. A pesar de lo señalado, el hecho de que la tos se produzca más o menos fácilmente, des pués de realizar las manipulaciones indicadas, es función del grado de afectación del árbol
respiratorio; cuesta mucho más inducir la tos a un animal sano que a uno enfermo.
T ip o s d e t o s
• Tos frecu ente . Es aquella que se repite muchas veces a lo largo del día. • Tos rara. Los accesos de tos son muy esporádicos. • Tos paroxística. Es una tos continua y sucesiva con una serie de golpes rápidos y breves que,,en ocasiones, continúan incluso después de haber expelido todo el aire de los pulmones. Es una tos peligrosa que puede llegar a producir asfixia (tos quintosa). • Tos doloro sa. Se caracteriza por oscilaciones de la cabeza, extensión de ésta sobre el cuello con mirada angustiosa; es una tos entrecortada y débil. Se produce en laringitis, bronquitis, pleuritis peritonitis o fracturas de costillas. • Tos indolo ra. Es una tos fuerte, sin ningún otro tipo de manifestación, parece como si el animal tosiera sin darse cuenta. • Tos fuerte. Es aquella en la que el aire sale con mucha fuerza, indica buena elasticidad del pulmón, se trata de una tos alta. • Tos débil. En ella el aire que se expele es muy poco y sale con poca fuerza. Se presenta en enfisema pulmonar, pleuritis, debilidad o parálisis de los músculos respiratorios u obstáculos a la salida del aire. Suele ser una tos dolorosa. • Tos larga . Se trata de una tos de larga duración, el golpe de tos es prolongado; se presenta en parálisis laríngea o tumefacción de las cuerdas vocales; es propia, pues, de procesos altos. • Tos brev e. Es sinónimo de tos dolorosa; aparece en bronquitis agudas, neumonías extensas o pleuritis secas. • Tos húm eda, produc tiva o blanda. Es aquella que va acom pañada de expectoración; con los golpes de tos salen esputos que pueden ser expulsado o deglutidos. Se trata de una tos de buen pronóstico.
• Tos seca o imp rodu ctiva. No va acom pañada de expectoración; es una tos irritativa. • Tos alta o anterior. Es la que se produce en alteraciones de las vías altas (laringe, tráquea). • Tos ba ja o posterio r. Su origen se encuentra en los pulmones. • Tos en hachazo. Es la que se presenta de forma brusca, fuerte y paroxística, es la típica tos de la deglución desviada. • Tos emetizante. Es la que llega a provocar el vómito La tos no mantiene las mismas características durante todo el proceso patológico, sino que evoluciona conforme va evolucionando la enfermedad que la origina, así por ejemplo, en las fases iniciales de la laringitis, la tos es seca, dolorosa, irritativa; mientras que en una fase avanzada, la tos se toma húmeda, indolora y paroxística.
Ex pe c t o r a c ió n , e s pu t o
La expectoración o esputo consiste en la expulsión demasas de moco con la tos, por la boca o por la nariz o que pueden ser empujados
Figura 7.6. Copa recoge esputos.
hacia la faringe y deglutidos.Su análisis, o determinación de sus componentes, es de un gran interés cuando no se tiene muy claro el padecimiento del animal. Este moco se puede recoger, tras limpiar los ollares del animal, colocando una superficie limpia (un vidrio por ejemplo) delante de los mismos y provocando la tos. Cuando este procedimiento no da los resultados esperados, en los animales grandes, se puede introducir en la tráquea del animal, previa tranquilización del mismo, una copa recoge esputos (Fig 7.6.)que permite extraer una pequeña cantidad de moco para su estudio. En los pequeños animales, la copa se sustituye por un hisopo de gasa que tenga el palo largo y permita llegar a laringe e, incluso, a la primera porción de la tráquea. En el examen de la muestra recogida podremos observar la coloración,la presencia de sangre, partículas sólidas, parásitos o sus huevos, o fibras elásticas en casos de gangrenas pulmonares. El pertinente frotis, convenientemente teñido, nos permitirá apreciar la existencia de hongos o de bacterias (aunque en este caso, al haber comunicación con el exterior, la mayoría de las veces son inespecíficas). Tam poco deberemos olvidar el realizar una tinción de ZiehlNeelsen para el diagnóstico de tuberculosis, aunque ha de quedar bien entendido que, salvo que se trate de una tuberculosis abierta, lo más fácil es encontramos con falsos negativos. EXPLORACIÓN DEL ESÓFAGO El esófago es un tubo musculado que se extiende desde la faringe hasta el cardias. Se divide en dos partes, una cervical y otra torácica; la primera se sitúa, en sus comienzos, en un plano dorsal a la tráquea, para desplazarse, más atrás, hacia el lado izquierdo hasta la entrada en el tórax. Su proyección externa se sitúa en la gotera de la yugular izquierda y será por ahí por donde deberemos observarlo. 108
Se trata de un órgano de difícil exploración por los procedimientos convencionales, habida cuenta que, cuando no pasa alimento, sus paredes están plegadas sobre sí mismas. Por ello, a la hora de realizar la inspección es conveniente suministrar al animal agua o comida (fig. 7.7.) para poder observar el paso de la onda peristáltica y captar si ese paso se realiza de una forma uniforme, o por el contrario, se produce de forma entrecortada o incluso no se aprecia. En la inspección nos colocaremos, como hemos indicado, en el lado izquierdo y trataremos de observar, además del recorrido de las ondas peristálticas, la posible presencia de divertículos o buches esofágicos. A la palpación, que realizaremos desplazando la punta de los dedos suavemente por la gotera de la yugular, podremos apreciar: —Un cordón duro a lo largo de la gotera yugular, que corresponde al espasmo de las fibras musculares del esófago (esofagismo). —El divertículo, antes indicado, como una zona abultada de tacto blando y depresible y que aumenta ligeramente conforme el animal va comiendo. —Cuerpos extraños, cuerpos duros situados preferentemente en las partes más caudales del esófago y que son frecuentes en perros (huesos) y en bóvidos (patatas, manzanas). Pero la exploración más directa y, por ende, más fiable del esófago es la que se realiza utilizando la sonda esofágica(fig 7.7.) o, mucho mejor, el fibroendoscopio y la radiología. En el caso de cuerpos extraños, el sondaje y la radiografía nos permiten apreciar su localización y la fibroendoscopia observarlos in situ, viendo, al mismo tiempo, la lesión que han producido y por supuesto extraerlos con la ayuda de los aditamentos correspondientes. En los pequeños animales, la radiografía esofágica se realiza utilizando, como medio de contraste papilla de sulfato de bario, que se suministrará por vía oral con la ayuda de una
—Acalasia. Incapacidad para relajar un tramo del esófago. La más frecuente en los perros es la cricofaríngea (el músculo cricofaríngeo que rodea el esófago no se relaja). —Estenosis esofágica. Estrechamientos producidos por cicatrices que se han originado a partir de heridas por cuerpos extraños. —Esofagitis. la mayoría de las veces producida por la ingestión de alimentos muy calientes o productos corrosivos; pueden acabar produciendo úlceras. VENAS YUGULARES
Figura 7.7. Exploración del esófago suministrando agua y utilizando la sonda.
jeringuilla y colocando al animal en decúbito costal. Una vez ingerido el medio de contraste, se hace una placa a los pocos segundos y otra a los dos minutos, m ás o menos. Los síntomas que acompañan a la altera ción esofágica son disfagia y regurgitación, mientras queTlas alteraciones más frecuentes son: —M egaesófago. Dilatación esofágica de bida generalmente a parálisis fláccida; origina un fallo progresivo en el peris taltismo.
Las venas yugulares se extienden a lo largo de la gotera a la que dan nombre a ambos lados de la parte ventral de cuello. Su interés radica en que, en una gran mayoría de los animales, constituyen los vasos de elección a la hora de extraer sangre o poner una inyección intravenosa. Este hecho, junto con el de que, en muchas ocasiones, el animal no se está excesivamente quieto mientras realizamos la operación, hace que podamos provocar flebitis o periflebitis (en el caso de sustancias que son irritantes para los tejidos) que se manifiestan por abultamientos dolorosos a nivel de la proyección de la yugular. Al margen de estos problemas, las yugulares también puede presentar ingurgitaciones, como consecuencia del estancamiento de la sangre, que pueden ser: —Unilaterales. Por infarto ganglionar, flebitis o varices. —Bilaterales. Por estenosis de tricúspide, insuficiencias del corazón derecho, pericarditis traumática en los bóvidos.
Pu l s o v e n o s o
En ocasiones, observando el cuello de un animal atentamente, podemos apreciar, en la
parte inferior del mismo, la presencia de una pulsación regular. A ese pulso le denominamos pulso cervical. Ese pulso cervical puede ser una propagación del pulso carotídeo (las carótidas circulan muy próximas a las yugulares), en cuyo caso se trata de un pulso arterial y, por lo tanto, se ve y se puede palpar; pero puede ser debido también a la oleada retrógrada de sangre que se produce en el sístole auricular. En este caso, hablamos de pulso venoso que se ve pero no se palpa*. Ese pulso venoso puede ser, a su vez, negativo o positivo. El negativo se llama así porque se produce, tal como hemos indicado, en el sístole auricular y por tanto no coincide con el pulso arterial normal que se produce en el sístole ventricular. Se trata de un pulso venoso fisiológico y se presenta en la mayoría de las especies, en particular en los bóvidos.
* En ocas ione s este reflujo es tan potente que puede llegar a notarse. Para diferenciarlo del arterial basta hacer presión con el dedo sobre la yugular y tratar de notar la pulsación en la misma, por delante, cranealmente, al dedo que presiona, en caso de seguir notando la pulsac ión se tratará de p ulso carotídeo.
El pulso venoso positivo se llama así porque sí coincide con el arterial, es decir, se produce en el sístole ventricular y su presencia es un síntoma patognomónico de insuficiencia de la válvula tricúspide. Para saber si se trata de un pulso venoso positivo o negativo, basta observarlo al mismo tiempo que lo tomamos en la arteria submaxilar, si coinciden las pulsaciones en los dos lados estaremos ante la presencia de un pulso positivo, mientras que si son asincrónicas, se tratará de un pulso negativo. En el caso de los bóvidos, habida cuenta que la frecuencia cardíaca es alta, si un animal padece insuficiencia de tricúspide, presentará, por un lado el pulso negativo fisiológico y por otro, el positivo debido a su insuficiencia; en este caso aparecerán unas pulsaciones tan seguidas que dan la apariencia de que la yugular, vibra. A esa figura se la llama “danza de las yugulares”.
CAPITULO Q TÓRAX RESPIRATORIO El tórax es una caja ósea, que constituye la segunda cavidad más grande del cuerpo. Está constituido y limitado, lateralmente por las costillas, dorsalmente por las vértebras que forman la columna vertebral, cranealmente por las primeras costillas, vértebras cervicales y las masas musculares de la parte alta de las extremidades ycaudalmente por el diafragma. Desde el punto de vista didáctico dividimos el tórax en dos partes claramente diferenciadas, el tórax respiratorio, en el que incluimos los pulmones, tráquea y grandes bronquios y el tórax cardíaco, constituido por el corazón y los grandes vasos. EXPLORACION DEL TORAX RESPIRATORIO In s p e c c i ó n
Quizá pueda parecer que la observación de la caja torácica no tiene ninguna interés para captar alteraciones pulmonares o respiratorias, la verdad es muy otra, ya oue hay alteraciones que recaen sobre cualquiera de las partes que componen la caja torácica, au<‘ originan modificaciones o trastornos respiratorios muy im portantes; de aquí el interés que presenta la exploración de la caja torácica para esclarecer posibles trastornos pulmonares. La inspección del tórax puede ser estática y dinámica.
m M
Durante la inspección estática, que debe de ser siempre bilateral, intentaremos captar los cambios de forma o los de volumen; así, podremos observar: —Aumento del tamaño del tórax en general (tórax en tonel). Es el que se presenta en el enfisema alveolar crónico —Dilatación o aumento de la parte caudal del tórax, lo que originan un ensanchamiento de los espacios intercostales posteriores (tórax conoide). Se observa en problemas digestivos, gestación, meteorismos, ascitis). —Tórax asimétrico. Por dilatación o depresión de uno de los hemitórax, cuando solo está afectado un pulmón (neumotorax). —Abultamiento ventral, en casos de edemas o hidrotórax. —Abultamientos localizados por traumatismos. —Costillas grandes y deformadas. En osteomalacia. —Rosario raquítico. Abultamientos a rrivíi i de las uniones costocondrales en animjM les con raquitismo. —Modificaciones de la columna verte b í^l Cifosis, lordosis, escoliosis. J —Estrechamiento bilateral.con esternón e* i quilla de barco, (pecho de gallo). En animales raquíticos. La exploración dinámica del tórax nos permite captar el tipo, el ritmo, la frecuencia y la
profundidad de los movimientos respiratorios. Para ello dejaremos que el animal se tranquilice y le observaremos cuidadosamente los flancos, procurando hacerlo desde una perspectiva más alta y, sobre todo, comparando los dos lados. T i po s
r e s pir a t o r io s
rálisis del nervio frénico) o reflejo, como ocurre en los procesos dolorosos abdominales (cólicos, peritonitis, hepatitis). Asimismo, el diafragma puede permanecer inmóvil cuando exista alguna dificultad mecánica para su movimiento, esto ocurre en timpanismos, ascitis, tumores y, lógicamente, en los casos de rotura o hernia oiafragmaiica. • Respiración exclusivamente abdominal .Este tipo respiratorio se presenta cuando la pareo costal se encuentra inmovilizada, como en el caso anterior, bien por un trastorno de origen nervioso doloroso o mecánico. Podemos mencionar la parálisis de los nervios intercostales, pleuritis, fracturas o fisuras de costillas, hidrotórax, pérdida de la elasticidad pulmonar (animales viejos, enfisema alveolar crónico).
Por Sipo respiratorio entendemos la forma característica de moverse aquellas partes que intervienen en la respiración, concretamente, los músculos intercostales, el diafragma y los músculos abdominales o prensa abdominal. En la inspiración se produce un desplazamiento hacia afuera de la caja torácica y de la cavidad abdominal, mientras que en la expiración ocurre todo lo contrario, ambas estructuras se comprimen, ayudando a expulsar el aire contenido en los pulmones. R i t m o r e s p i r a t o r i o De acuerdo con estas premisas nos vamos a encontrar con tres tipos respiratorios: Por ritmo respiratorio entendemos la constancia en la duración de los periodos de inspi —Costoabdominal, en el que intervieración, espiración y pausa respiratoria. Los nen, prácticamente a partes iguales, la caja trastornos del ritmo se presentan, por un lado, torácica y la prensa abdominal; el animal más por el alargamiento de la pausa respiratoria representativo de este tipo respiratorio es el (suspensión de la respiración) y por otro, por la équido. variación en la duración de la inspiración y —Respiración abdominal, es aquella en espiración. la que predomina el movimiento de los múscuEn todas las especies, la inspiración es los abdominales, sin que esto quiera decir que ligeramente más corta que la espiración, exisno intervengan los músculos intercostales. Son tiendo diferencias entre las distintas especies. los bóvidos los más claros representantes de El cociente inspiración : espiración (I :E) de este tipo. nuestras especies domésticas es: —Respiración costal, es la que presentan los carnívoros y en ella predomina el compoOveja ......... . 1: 1 nente costal sobre el abdominal. . 1 : 1,2 . 1 : 1,6 La observación de modificaciones en estos Caballo...... . 1 : 1,8 tipos respiratorios nos proporciona datos muy Cabra ......... . 1 : 2,5 interesantes para acercamos al diagnóstico del padecimiento del animal. Estas modificacioLa modificaciones del ritmo reciben el nomnes son: bre genérico de arritmias, arritmias que pueden • Respiración exclusivamente costal (la ser, en principio, fisiológicas y patológicas. El animal que con más frecuencia presenta prensa abdominal permanece inmóvil). Se arritmias fisiológicas es el perro, ya que en éste produce cuando el diafragma permanece intienen como origen manifestaciones de dife móvil, por un trastorno nervioso directo (pa-
rentes estados emocionales, tales como miedo, alegría o esfuerzo. Dentro de las arritmias patológicas, podemos citar las ya conocidas: —Ritmo de CheyneStokes. Caracterizado por una respiración superficial que poco a poco va aumentando en profundidad para ir descendiendo, de nuevo, paulatinamente, hasta llegar a una fase apnéica. Se presenta en las intoxicaciones —Ritmo de Biot. Respiraciones uniformes y superficiales que son interrumpidas en distancias irregulares por una parada respiratoria corta. Se observa en las meningitis. —Ritmo de Kussmaul o respiración sincopal. Respiraciones profundas que se van haciendo cada vez más superficiales, hasta terminar en una pausa. Es característica de las acidosis graves. Dentro de las arritmias patológicas podemos incluir: —Prolongación de la fase inspiratoria. Se presenta cuando está dificultada la entrada de aire a los pulmones (estenosis de vías respiratorias). Se corresponde con una disnea inspiratoria. —Prolongación de la fase espiratoria. Aparece cuando está dificultada la expulsión del aire pulmonar ( enfisema, pérdida de la elasticidad pulmonar). Es una característica de la disnea espiratoria. —Prolongación de las pausas. Se produce en los procesos dolorosos que afectan al abdomen o al tórax. P r o f u n d i d a d r e s p ir a t o r ia
La profundidad respiratoria nos mide la amplitud de los movimientos respiratorios y se reconoce por la diferencia existente en el des plazamiento de las costillas al final de la inspiración y al final de la espiración. En condiciones normales de retjoso. la res piración suele ser poco profunda y los desplazamientos de las costillas son poco aprecia
bles. Sin embargo, nos podemos encontrar con respiraciones profundas (hiperpneas), muy relacionadas con los ritmos antes mencionados, y respiraciones superficiales (hipopneas), presentes en animales viejos o en aquellos con procesos dolorosos en músculos o huesos torácicos. F r e c u e n c ia r e s p ir a t o r ia
La frecuencia respiratoria se define como el número de respiraciones que el animal realiza por minuto. Para medirla basta colocamos a un lado del animal y observar como su tórax y abdomen van dilatándose y deprimiéndose de una forma más o menos constante. Caso de que la respiración sea muy superficial y nos resulte francamente difícil apreciar los movimientos, podemos recurrir a colocar el dorso de la mano delante de los ollares para notar el chorro de aire en cada espiración. La frecuencia respiratoria es un valor que varía de unos animales a otros y que es indis pensable conocer para saber, en cualquier momento, si está o no alterada. Como frecuencias más o menos aproximadas de las diferentes especies podemos mencionar las siguientes: Equidos ....................... Bóvidos ....................... Ternero .................. Ovidos ......................... Cordero.................. Cerdos......................... Lechón................... Perro ............................ Gato ............................. Conejo ......................... Aves domésticas.........
M o d i f ic a c i o n e s f is i o l ó g i c a s
10 14 15 30 20 40 15 30 2040 818 2060 10 40 2040 5060 12 4H
de
la f re c u e h c i a
respiratoria
Las causas fisiológicas que pueden modificar la frecuencia respiratoria son muy seme 113
tes a las que modifican el pulso, asi podemos señalar: Edad. Tal como se ha visto en el cuadro anterior, los animales lóvenes presentan una frecuencia respiratoria más alta que los adultos de su especie. —Sexo. Sobre todo en relación con las hembras y el momento reproductivo. Las hembras gestantes, aumentan su frecuencia conforme avanza la gestación. —Volumen o tamaño corporal. A menor tamaño, mayor frecuencia. —Grado de engrasamiento. Los animales obesos presentan mayor frecuencia. ■ Depleción gástrica. Hay un incremento postpandrial de la frecuencia. Lo mismo podemos decir después del ejercicio. —Decúbitos prolongados. Los decúbitos prolongados también incrementan la frecuencia. —La temperatura ambiental y la humedad relativa altas elevan el número de respiraciones por minuto. Modificaciones p atológicas de la frecuencia respiratoria
—Aumento (aceleración) El aumento de la frecuencia respiratoria recibe el nombre de taquipnea o polipnea. Se presenta en la fiebre (por la estimulación del centro respiratorio debido al calentamiento de la sangre, la acción directa de los gérmenes o los tóxicos procedentes de la desintegración de las albúminas); en las estenosis de las vías respiratorias, reducción de la superficie pulmonar (exudado, edema, hemorragias); disminución de la elasticidad del pulmón; anemias; insuficiencias cardíacas; presión sobre el diafragma de órganos abdominales (timpa nismo.ascitis); dolor reflejo (peritonitis, fracturas); acidosis, anoxia anóxica (disminución de la tensión de oxígeno). —Disminución (lenificación) La disminución de la frecuencia se conoce con el nombre de Bradipnea u oligopnea. Aparece en la disminución de la excitabilidad del 114
centro respiraiorio (perdida de conocimiento, alteraciones encefálicas); intoxicaciones (uremia;; administración de ciertos fármacos (atropina); Disnea
(De dys mala y pnea respiración). Respiración dificultosa o laboriosa. De acuerdo a su etimología, se define como cualquier alteración patológica que afecta a la frecuencia, ritmo, tipo o profundidad, ya sea por separado, o al conjunto de todos estos factores. En función de la fase respiratoria en que se produce la dificultad hablaremos de disnea inspiratoria, espiratoria o mixta. Por otra parte, la disnea puede tener tres grados: ligera, moderada o intensa. Para determinar el grado de disnea que padece un animal es necesario que éste realice algún ejercicio físico controlado, observando el tiempo de recuperación, es decir, el tiempo que tarda en adquirir la frecuencia respiratoria que tenía antes de realizar el ejercicio. Los casos graves de disnea (intensa) son aquellos que se manifiestan claramente en el animal en reposo. • Disnea inspiratoria
Se produce cuando existen obstáculos a la entrada del aire: —Estenosis laríngea, traqueal o de grandes bronquios. —Edema de glotis. —Abscesos retrofaríngeos o p e rila r ín g e o s — E st en osis nasa l (fra ctura s, taponamien tos). — T u m efa cció n de la s bols a guturales. En los caso s de disnea observaremos: Abom bam iento de las costilla s, co n adelantamiento de las mismas en inspiración; ar-queamiento del raquis (c ifo sis ) durante la in spiración; dilatación de los ollares y aleteo de los m ism os (en équidos), boca abierta; cabeza estirada sobre el cuello, cod os en abd ucción; depr esión del hu eco del y*1 y de los espacios intercostales; inspiración pro longada y profunda.
• Disnea espiratoria
Se presenta cuando hay dificultad para la salida del aire de los pulmones. __ M
_
i c ro b r o n q u i u s d i f u s a s.
—Asma bronquial. Disminución de la elasticidad pulmonar (enfisema). En los animales que padecen disneas espiratorias apreciaremos: fuerte espasmo de la musculatura respiratoria; aparición del surco del huérfago (en el paracondrio a lo largo de la uniones costocondrales, producida por la menor resistencia de los cartílagos costales que ceden a la presión de la prensa abdominal); prolongación de la espiración; contragolpe del ijar (en un intento de expulsar el aire, después de la espiración normal se produce un movimiento seco y violento de todos los músculos respiratorios, es como una espiración en dos tiempos); respiración anal invertida ( salida hacia afuera del ano en la espiración, debido a la fuerza de la prensa abdominal); desaparición del hueco del ijar. • Disnea mixta En realidad, es difícil encontrar disneas inspiratorías o espiratorias puras, las más frecuentes son las disneas mixtas, en las que se observan los síntomas anteriores, predominando unos u otros en función de la etiología. Las causas más frecuentes de disneas mixtas son: —Atelectasia pulmonar. —Edemas, enfisema, o hemorragias pulmonares. —Neumotorax. —Hernias diafragmáticas. —Tumoraciones en las vías respiratorias. —Espasmos d e los músculos respiratorios (tétanos). —Sobrecargas gástricas y timpanismos. —Trastornos circulatorios. —Hemorragias, anemias • Disnea por disminución de la presión at mosférica (mal de montaña) Este tipo de disnea, que va acompañado de otros síntomas (pulso débil y rápido, epistaxis.
pérdida de la consciencia), se produce contó consecuencia de una disminución de la tensión de oxígeno, acompañada de una dificultad de la circulación pulmonar que puede originar un edema de pulmón mortal de necesidad. Pa l pa c ió n ^
*
.
La palpación del tórax tiene menor importancia en cuanto a los datos que nos puede aportar, no obstante, no está de más el llevarla a cabo. Puede ser superficial o profunda. Palpación superficial
Tiene como fin, fundamentalmente, la ex ploración de la piel y del tejido subcutáneo. A través de ella podemos apreciar: —Dolor, sobre todo como consecuencia de golpes, la realizamos con la yema de los dedos recorriendo toda la superficie torácica. —Temperatura, tratando de localizar “puntos calientes”, que se producen como consecuencia de cortes o pinchazos, que provocan abscesos. Se realiza con el dorso de la mano. —Fremitus pleural. Es más fácil apreciarlo en los pequeños animales; se origina cuando hay pérdida de lisura de las hojas pleurales, de forma que en cada movimiento respiratorio se produce un roce entre ellas. Se capta colocando las dos palmas de cada mano sobre ambos hemitórax y presionando ligeramente. Se trata de ruidos rítmicos que aumentan a medida que la presión de las manos aumenta. Palpación nrofunda
A través de la palpación profunda intentamos caotar: 115
If I i I 1 |1 j !I J Ii |
—
Estado de las costillas. Tal como se ha Indicado más arriba, la fractura o fisura de una costilla produce un dolor que dificulta la respiración. Para comprobar el estado de las costi lias colocamos los dedos doblados y con los nudillos vamos recorriendo todas y cada una de las costillas de arriba a abajo hasta localizar un punto en el que el animal manifieste dolor. —Dolor p'eural o muscular. Se realiza con las puntas de los dedos, recorriendo, en este caso, los espacios intercostales, para intentar localizar puntos doloro sos Las man ifestaciones dolorosa s se presentan cuando existen pro blemas reumatoides de los músculos intercos
tales y en los principios de pleuritis, en los al presionar esos espacios intercostales, ^ manifiesta el dolor pleural. En los casos de alteraciones pulmonares, a| realizar la palpación profunda, se puede provocar la tos del enfermo sin ninguna dificultad. Pe r c u s ió n
La percusión del tórax es martillo pleximétrica en los grandes animales y dígito digital en los pequeños, (fig 8.1).
9
i
i J
Fig. 8.1. Percusión torácica.
En el caso de las grandes especies, colocamos el plexímetro perfectamente adherido a la piel del animal, y vamos dando golpes continuados a base de movimientos de muñeca (el martillo debe ir suelto entre nuestros dedos). La percusión debe de ser ordenada, siguiendo las líneas del paradigma o de los espacios intercostales y hemos de procurar que la fuerza de los golpes sea siempre la misma. La percusión pulmonar puede ser superficial, liminal o topográfica y profunda. En el primer caso y tal como indica su nombre, tratamos de buscar los límites del pulmón (hay 116
muchas alteraciones que modifican los límites normales del pulmón, sobre todo el posterior, adelantándolo o retrasándolo). La forma de llevarla a cabo consiste en recorrer una línea (ver más adelante), hasta que lleguemos al cambio de sonido, que nos indica el final de! órgano, seguimos golpeando unos centímetros, más adelante para volver sobre nuestros golpes y, de esta manera, asegurarnos del punto exacto donde se ha producido el cambio de sonido. A continuación t o m a m o s otra línea y repetimos la operación; así sucesivamente hasta que tengamos una serie de pun-
tos, la unión de los cuales nos permite determinar el límite exacto del órgano. La percusión profunda tiene como fin el localizar lesiones concretas dentro del área de proyección pulmonar. Los golpes son ligeramente más enérgicos y los desplazamientos del plexímetro son más cortos, con el fin de que no se quede ningún punto sin ser percutido. No obstante, si las lesiones (abscesos, focos neumónicos) son profundas es muy difícil poder detectarlos por percusión. En el caso de los pequeños animales,la percusión puede hacerse de dos formas distintas. En una primera, utilizando los dos dedos de una mano como plexímetro, los vamos desplazando hasta recorrer todo el campo pulmonar. La segunda consiste en colocar la mano abierta sobre el tórax del animal y con la otra mano vamos golpeando en cada uno de los dedos de esa mano abierta. Esta forma suele utilizarse en los animales de menor talla. A la hora de plasmar sobre una ficha los resultados de la percusión para que nos quede constancia de los datos obtenidos, hacemos uso de unos signos convencionales (fig 8.2) que, en una posterior visita, nos permitirán conocer si han habido modificaciones o variaciones en relación con la primera.
Sonido timpánico
TTTT
Sonido hipersonoro
lUniti
mwnm
oí moto
Paradigma de percusión «M k » équidos Posibles variaciones patológicas
Fiftur» 8.2. Signos convencionales utilizados en la percusión del tórax respiratorio.
res Delimitación de los campos pulm onares teoricos
A la hora de determinar si el borde posteribr del pulmón se encuentra adelantado o retrasado, hemos de tener como referencia cuales son los límites normales de las diferentes especies. Para conocerlos hacemos uso de una serie de líneas y de unos espacios intercostales concretos que, en su intersección, nos delimitarán unos puntos, cuya unión nos dará la línea correspondiente al límite posterior de esos pulmones. Esas líneas son (fig 8.3): —Línea paravertebral, trazada, paralela al suelo, a cuatro traveses de dedo de las apófisis espinosas de las vértebras. —Línea ilíaca. Paralela a la anterior, parte del ángulo externo del ilion —Línea isquíatica. Tienen como punto de partida el ángulo externo del isquion —Linea del encuentro. Pasa por la articulación escapulohumeral —Línea del codo o límite inferior. Es el codo el punto de referencia para su trazo. En el caso de los bóvidos y del porcino, por tener la pelvis muy poca inclinación, apenas hay diferencias entre las alturas del ilion e isquion, por lo que las dos líneas se funden en una media, llamada línea ilioisquíatica. Los espacios intercostales que cortan a las líneas antes mencionadas son distintos según las especies (fig .8.3): —Equidos La línea paravertebral corta al espacio intercostal 17 Iliaca 16 isquíatica 14 Del encuentro 10 Del codo 6 El pulmón izquierdo presenta una escotadura a nivel del corazón que hace que éste esté en contacto directo con la pared costal.
IZQUIERDO
EQUIDO IZQUIERDO
DERECHO
BOVIDO DERECHO
IZQUIERDO
OCRECHO
IZQUIERDO
SUIDO 1‘igurn 8.3.D elimitac ión del c amp o de percu sión del tórax respira'1* '0
—Bóv idos
Sonidos de percusión del pulmón
La línea paravertebral corta al espacio intercostal 12 Ilioisquiática 11 Del encuentro 8 Del codo 5
El sonido normal que se oye en la percusiórt del pulmón es el claro, con menor resonancia en los grandes animales y algo mayor en los pequeños. Por otra parte, en los animales gordos pierde algo de resonancia y tiende hacia la matidez, mientras aue en los animales más delgados, por tener una caja torácica de menor grosor, el sonido es más hipersonoro que claro Los límites pulmonares, con especial referencia al posterior, pueden verse retrasados o adelantados. Los encontraremos retrasados o aumentados en los casos de enfisema pulmonar y neumotorax, (tal como hemos indicado antes, en los animales delgados estará adelantado el borde anterior, pero sin significación clínica). La superficie pulmonar estará reducida en los casos de pericarditis (parte ventral), en los tumores y abscesos intratorácicos ( cranealmente) y en alteraciones digestivas (hepatitis, meteorismo, obstrucciones intestinales en équidos) y durante la gestación (en ambos casos caudalmente).
El pulmón izquierdo no presenta escotadura, como en el caso de los équidos, más bien al contrario, una fina lengüeta pulmonar separa el corazón de la pared costal. Por otra parte, existe un pequeño campo pulmonar preescapular que no tiene importancia desde el punto de vista de la percusión. —Perro
La linea paravertebral corta al espacio intercostal 12 Ilíaca 11 Isquíatica 10 Del encuentro 8 Del codo 6 —Cerdo
La línea paravertebral corta al espacio intercostal 11 Ilioisquíatica 9 Del encuentro 8 Del codo 4 En el porcino, la percusión no tiene ningún interés, ya que la caoa de grasa modifica claramente los sonidos de la percusión. En todas las especies domésticas, el límite anterior del pulmón viene marcado por los músculos de la espalda, de forma que estará más adelantado o más retrasado en función de' tamaño (estado de carnes) de esos músculos. El límite superior viene marcado por la línea paravertebral. ya que por encima de ella se encuentra el músculo longisimua rlnrsl que presenta sonido mate, mientras que el límite inferior se confunde He fotma inapreciable con el posterior
Modificaciones del sonido de percusión
Los sonidos anómalos que podemos captar en la percusión del pulmón son: • Hipersonoro. Animales delgados y enfisema pulmonar (también en el enfisema subcutáneo). • Mate o submate Cuando hay aumento de !a pared costal como es el caso fc* animales gordos o en el edema subcutáneo. Ateiectasia pulmonar Neumonías, bronconeumomas. Derrames torácicos (hidrotórax, hemo tórax, pleuritis húmedas). Hernias diafragi”áticas. N<*oplasias. • Timpánico. Neumotorax. Zonas próximas a focos neumónicos (función vicariante).
Cavern Cave rna* a* p u t a c u n (coa (coa cie cierrta reso reso nancia metal metal i). Branquieciastas Ruid Ruidoo de olla olla cat catea eada da S ep tesM te sM a cn ado percutimos sotare cavernas putanonares de las que. que. al percuíií nuede escapar el aire por algua fanoaquio i ye des emboca en ella*. Asónismo, se produce 191 191 ruido muy itmeja le en las aeiaro tori < abierto*. F ios casos de fle fl e m n m exudadla, se
pf«^t * m ruido rui do male *» la pane pa ne wíe fi/jf u :me :me contiene Ikh»hJo. rnrt*tr»s
y
i "i m i l rtr rtr
dei liquido, el *3mdo
■ iiM .a
[kn)
A 1 *0 .4 TV.' T V.'tON tON
La auscultación, como señalaban;.;^]» Mn.xWiica. puade ser directa, apo* wo,i rn.'um em ei»u eslio o»d o»jb rela|jaie iiuvs i ».# o :»T :»Td.rt\.rt\-f3 f3 ut¡! izand za ndoo un foii fo iieiw eiwlo loac acop opto to o &e*fT oeru aparato que ayad» a amp«I.Aear 4 M f c i f \ f * 4)
i.4 Kt Kt La auscultación debe de llevarse a cabc siguiendo las siguientes premisas o condicionantes: —Debe de ser ordenada, ord enada, simétrica / comcom parativa. —El lugar donde la realicemos debe de ser tranquilo, sin (pie se oigan raides que puedan dificultarla. —En —En aquellos animales animales que, bien por por su buen estado de cantes, o bien porque en repoao apenas se les oiea ningún ruido «espirato «espiratorio, rio, es conveniente conv eniente someterlos a m ligero ejercicio o taparles los ollares
durante
pars
laresp’.aci iy,d* iarrs*nr^*.esct* •* mejor
- En cada punto punt o *
uh*r i ^ •* i
m antene an tenerr f ' j a 1» m -i*-i*-*»a *»a aate. al óos^opta < raate. c ia co co ru ru - iK a a a
-En e) C M O M fv (ú p ¿4 cx£*t /m le lat) i o Hmév m ojar paca paca ev e v itar qn e «# «# me brana d e l 1
pnbc
Itlain
«♦
m
A la hora de la auscultación del pulmón podremo podremoss oír: oír:
—Está —Está aument aumentado ado::
—Ruidos —Ruidos Normales: • Murmullo vesicular. vesicular. • Soplo bronquial. —Modificaciones —Modificaciones de los l os ruidos normales. normales. —Ruidos —Ruidos anormales. —Ruidos —Ruidos parásitos. • Contracciones musculares. • Roces del pelo. • Roces de nuestros dedos. dedos. • Ruidos cardíacos. • Ruidos intestinales.
—Está —Está dismi disminui nuido: do:
Murmu Murmullo llo vesicular vesicular
Es un sonido muy suave, que semeja al que producimos al pronunciar las letras “v” o “f” y que se escucha, fundamentalment fundament almente, e, en la inspiración (en la espiración es prácticamente inapreciable). Donde mejor se capta es en la parte central de la pared costal (donde existe mayor cantidad de parénquima pulmonar). Su génesis se produce como consecuencia de la conjunción de tres factores: 1. Aumento Aument o de la velocidad del aire aire por estrechamiento progresivo de los bronquiolos. 2. Choque del aire con las paredes de los alvéolos al entrar en ellos. 3. Producción Producci ón de de remolinos remol inos en en el interior de los alvéolos. La sonoridad y timbre del murmullo vesicular vesicular varía con las distinta dis tintass especies, así, en el caballo es suave y débil, si siendo endo en los límites posteriore posterioress donde mejor se capta; capta; en los bóvidos bóvidos es de mayor intensidad y aspereza; en la oveja es muy semejante al de los bóvidos; mientras que en el perro es mucho más intenso y áspero y se oye también a la espiración. Las modificaciones aue puede sufrir el murmullo vesicular,en lo que a sonoridad hace refe refe rencia, son el aumento au mento,, disminución dismi nución o abolición.
• • • • •
Después del esfuerzo físico. En los animales jóvenes. En los animales delgados. En determinadas disneas. En zonas zonas próximas a otras no operativas (respiraciónvicariante). (respiraciónvicariante).
• En los animales gordos. • En la respiración superficial. • En la disminución de la elasticielasti cidad del pulmón (animales viejos, enfisema pulmonar). pulmonar). • En los edemas o enfisemas cutáneos. —Está —Está abolid abolido: o:
De forma aparente: • En las pleuritis exudativas (la presencia de derrame pleural impide oirlo). • En el hidrotórax. De forma verdadera: • En la obstrucción de un bronquio. • En atelectasias pulmonares. • En neumonías. • En edemas y hemorragias pulmonares. Respira Respiración ción rud rudaa o murm murmullo ullo vesicu vesicular lar refor refor zado zado
Consiste en la pérdida del timbre suave del murmullo vesicular vesicul ar que se se toma áspero y fuerte; suele ser generalizado. Es un indicador de estenosis. Se presenta presenta en los principios de bronquitis, de neumonías neumoní as o de congestión, así como en el asma.
So pl o b r o n q u i a l
El soplo bronquial es la continuación del soplo laringotraqueal. Es más fuerte y áspero que el murmullo vesicular, semeja al ruido que se produce al pronunciar las letras "CH" o “J**.
Se ausculta en la parte mas craneal craneal y ventral ventral del tórax, que es dond e tienen su proyección loa gratule# bronquios. Es inspiratorio y espiratorio, pero ligera mente mas largo y tuerte a la espiración. En équidos apenas es audible y cuando se oye perfectamente puede tener significación patológica.
Respi Re spira ració ciónn bronquial Cuando un gran bronquio atraviesa una zona neumónica, teniendo en cuanta que el sonido se transmite mejor sobre un soporte solido que sobre uno gaseoso, el soplo bron quial se transmite a través de ese tejido neumónico, oyéndose con una gran sonoridad. En estos casos, ademas de estar alx>lido el murmullo vesicular por la hepati/ación del pulmón, el soplo bronquial se oye más fuerte y en zonas donde normalmente no se capta. Se presenta esta respiración bronquial, fundamen talmente, en neumonías. Algo semejante ocurre en perros de razas pequeñas y en gatos en estado de excitación o jadeantes; jadeantes; el soplo bronquia bronquiall se extiende extie nde,, eli minando o enmascarando al murmullo vesicular, fin estos casos es fisiológico.
Sopla anfórico
Es un ruido semejante ai que se produc e al soplar por una t>oti»lla varia, tiene una i^ran resonancia Se preg pregun unta ta cuando cuand o un un btonquio btonq uio permeab permeable le se comunica ron uno caverna pulm pulmon onar ar (gan (gangr gren ena, a, lut>er( ulosis pulmonar)
MAI HH Mil IM/I M<«N «N
/ M e r/ore r/o re i nevón nevón nudo* de estrechamiento, He inf lama rión Un I** bronquitis se produce una rouges y edernaH/a< edernaH/a< i^n de Ih mu osa, os a, esto es to lleva ll eva 172
consigo ei engtosamiento y la formación de arrugas arrugas en la misma, lo que dism inuye inu ye la lux lux de de los bronquios; el aire que pasa s través de estos bronquios, en los que ha disminuido la luz, aument aumentaa su velocidad provocando vibiaciones Son broncógeuos (se producen en los bronquios), inspiratorios y espiratorios y, ge neralmente, provocan tos. Pueden ser: • Sibilancias Sibilancias (silbidos agudos). ...Se producen producen en bronquios medianos y pequeños. • Ronchus (ronquidos). —Se — Se presentan cuand cua ndoo la inflamac infla mación ión recae en los grandesbronquios.. Los estertores seco se coss se pueden p ueden generar tam bién por por la la presencia de exudado exud adoss secos sec os al paso del aire; éstos se comportan como lengüetas o cuerpos extraños que disminuyen la luz del bronquio donde se encuentran; provocan la tos y son desplazables por ella.
lisie río río res húm húmeth eth vs vs Son ruidos que se producen cuando hay exudado* líquidos o semiliquidos al paso del aire. Al pasar este los desplaza y forma burbu jas que se ronq> ronq>en en y provo p rovocan can el ruido hiede hie den n ser crepitantes (neumogenos) y sulvrepitantes (broncógeuos) • Crepitantes Son inspiratorios y se originan en el parénquima parénquima pulmonar pulmonar (en los alveo alv eolos los)) Pue Pue lien ser
( ‘rujtd rujtdo* o* Son propios del enfisema alveolar o mteivtu tal l u esttv* raso*ha) I>
se producen cuando los alvéolos contienen una pequeña cantidad canti dad de exudado; al salir el aire, en la espiración, el exudado pega las paredes de aquéllos, mientras que cuando vuelve a entrar, en la inspiración, ción, se despegan produciendo produ ciendo los chasquidos. El ruido es semejante al que se produce produce al restregar entre los los dedos, dedos, cerca del oído, un mechón de pelo o al que provocamos al separar los dedos, previamente mojados, cerca del oído. Son Son típicos del edema pulmo pu lmonar nar y de varias fases de la neumonía franca. En la neumonía franca se dan dos tipos de chasquid chasquidos os según la fase en que se encuent en cuentre re la enfermedad. Al principio de la misma, cuando el exudado es escaso, disminuye la sonoridad del murmullo vesicular y se oyen chasquidos de inducción (o indux). En la fase de estado, desapa desaparec recen en todo tipo de ruido, rui do, mient mi entras ras que en lafase fase final, comienza comienz a a elimina elim inarse rse el exudado, ex udado, el aire aire ya puede penetra pene trarr en los lo s alvéolos, alvéol os, por lo que se empieza a oir levemente el murmullo vesic vesicul ular ar así como chasquidos chasqu idos de reducción ( o redux).
—Si —Si el parénquima parénquima está está sano (bronquitis), (bronqu itis), se oyen más apagados, con menor resonancia (asonantes). —Si —Si el parénquim parénquimaa peribronquial peribronquial está enfermo (bronconeumomas), se oyen con mayor sonoridad (consonantes). Roces Roces pleurales pleurales
Se producen cuando las pleuras pierden elasticidad y se toman ásperas y resecas (pleuritis secas); el roce de las mismas, durante los movimientos respiratorios, origina un ruido semejante alque se oye al frotar dos trozos de cuero entre sí. Estos roces se caracterizan por: por: —Ser —Ser inspiratorios inspiratorios y espira espiratorio torios. s. —No —No se desplaz desplazan an con la tos tos.. —Aume —Aumentan ntan su sonoridad sonoridad al al presionar las las paredes paredes torácicas torácicas.. —Son —Son pasajeros pasajeros,, desapare desaparecen cen en el momento aue la cavidad pleural se llena de líquido (la pleuritis pasa de seca a húmeda).
• Subcrepitantes Son sonidos broncógenos, por lo tanto, insp inspira irator torios ios y espiratorios. Sus distintas disti ntas variedades son función del calibre de los bronquios que contienen el exudado. Se presentan en las bron bronqu quitis itis exudativas difusas, y pueden ser: ser:
—D —D*1grandes 1grandes burbujas. Macrobronquitis Macrobronquitis —D —De medianas medianas burbujas. Mísobronquitis —D —De pequeñas pequeñas burbujas. Microbr Microbronqui onquilte lte Hn Veterinaria es difícil encontranos con macro, meso o micfobrofiquitiS puras, |n>r los que r?n las bronquitis difusas pueden o I ph ph » al mismos tiempo los tres tipos de estertores húmedos subcrepitantes. Estos estertores ^ubcrrpitantes varían de bo b o n d a d en función función del del atarl ata rloo del del parenu parenuulm ulmaa pulm pulmon onar ar que que atraviesan Jos Jos bronquios donde donde ** producen
Ruido Ruido de ola o defluctuación fluctuación
Se presenta cuando aparece líquido en la cavidad torácica (hidrotórax); dependiendo de la cantidad de líquido puede resultar difícil el escucharlo
S
ig n o s
t o n v i n t i o n a i .f s
o f i
pa r a im o m a
Cuando queramos reflejar sobre una ficha los hallazgos obtenidos,tanto en la percusión como en la auscultación, par* luego, en uní» posteri posterior or explora exploració ción, n, tener tener una una refere referenci nciaa y poder poder saber saber si ha habido habido mejorí mejoríaa o empeora empeora míenlo, se utilizan una sene sene de aipno» aipno» convon» convon» clónale* que son U\s que vienen representados en la fig K1
«•apre «•apretón tón normal
L
E a t a r t o r t i c t f p i t a n t f l i : c h a a g u k Jo Jo t
Rwprweónflemintide ^ hH ^ ^«apnagór iM fenmeJón rtfcxtwto
L
imwtímrudi
f
U t « f l o re re s c r t p r t m t t i : c t u jW jW o* o*
vy
vvv AA A/NA
C i t «< «< t O f «t «t t u b c T «p «p 4 t an an t « ii c a n t o n a n ! « « • ^ ^ ^ E a ta ta r to to t a a t u b c r a p r t a n t s i a a o n a n ta ta t
Ronchoa
U
i
Sibilanciaa
Mwpvsoóo hronqud
Rucapleural BO UlfRDO UlfRDO
oop OO 1 i
OCRCCHO
Figur Figuraa 8.5. S ignos conv encionales u tilizados en la auscultación pulmonar.
TORACOCFNTF-Si S O PUNCIÓN DEL TÓRAX
Es una prueba exploratoria que se realiza cuando se sospecha la presencia de una colección de líquido en el el tórax y queremos querem os determi dete rmi-nar su naturaleza. Puntos Puntos de elecc elección ión para realizar realizar la punción Vanan de unas especies a otras: —Eq — Eq uido ui dos. s. Se real re aliz izaa con co n el an im al d e pie; pi e; en el 59 espacio intercostal por el lado derecho o en el frJ por el izquierdo. Bóvidos, óvidos y porcinos También con el animal de pi*, en e| 4Üespacio por lado rW ech o o en el el .5 .5° por rl izq uie rdo Para mayor com odidad ,4 los los óvido s se les les pod p odrá rá co loca lo carr solrre so lrre una un a mpsa. mp sa. P»rroyjp P»rroyjpat ato o Ser t# li/a
con lo*animal*»*
fr tambadosendecrúbitolateral,sobre«I tambadosendecrúbitolateral,sobre«I fr espa cio intercostal drre drre<ho,o <ho,o solir solir#el #el 7V
izquierdo
El líquido extraído puede ser: —Sangre —Sang re que coagula rápid r ápidam amente ente íhemo íhem o tórax). —Trasudado, —Trasud ado, con una cantidad cant idad de proteípro teínas inferior al 2 % y una densidad por debajo de 1.016 1.016 (alteración circulatoria). —Exudado, —Exud ado, con una concentr conc entració aciónn de pro teínas superior al 2% y una densidad por encima de 1.016 1.016 (problema inflamatorio). Gaseometría La medida de las presiones p arciales arciales de O y CO , permite con ocer la eficacia de la la función función respiratoria, así como la evaluación del equili bri b rioo á c id o b a s e . En los problem as respiratorios pued en ver ver n t modificados modificados los parámetros mecánicos (insuficiencia en la ventilación ), mientras au e los los gaseosos permanecen constantes, cuando vanan estos el el estado del individuo empeo ra Esta Esta es la insuficiencia respiratoria. A la hora de realizar la gaseometria es pre p re fe ri b le h n ce rla rl a s o b re s a n g re a rte rt e rial ri al que qu e sobre sangre venosa, Los vasos sobre los que po p o d e m o s lle ll e v ar a calx> cal x> la to m a de m u e s tra tr a s son s on varios, cada uno de elli>s con sus ventajas e ificonvenirfiU s y siem pre tenie nd o en cuenta Wi eape eape»» le anim an imal al a la qu e se le realiza rea liza Loa vas<* vas<* de elec elec *ión son la arteria i oc oc »
»«; p a tá tá m e t nx nx san
guineo* guineo* rrqui rrquisr sri» i» una una i «m ni< a muy cuida cuidados dosa a
La tácrtíc» d * b * fU fU>aef mu y cuidadosa 1**1
para pa ra gran gr an des de s
animad* Y 40 10 para Im pequeños >ina enmer enmera a desinfección
tr,'A la pie 1v^/f* t a s i o a i l l l * MM 7 4
coincidan el pinchazo de ésta y e! del músculo intercostal. —Si el líquido líqui do no n o fluye fl uye libreme libr emente nte aspiraasp iraremos con una jeringuilla para facilitar su extracción.
para paraevi evita ta» » rebultados rebultados fsls ot I)el I)el>e >eharetse haretse ala mismatemperaturaque mismatemperaturaque lao lao rgánicadelin divi dúo. va que que la am birntal fald faldea ea losdat losdato« o« Pot Pot i»a i»ata* ta* irrunstaru ial»»aa ná lisis d cb *n hacerselo má«rápidoposible(obiencongelarla«muet itriorápidamente)
I s cortvaniente fitüi fit üiláf láf jeringuilla* jeringuil la* d r
íre, dado que la difusión del oxígeno del aire es otro factor de modificación. La presencia de Pa C02 elevada (hiper capnia), unida a una Pa 0 2más débil (hipoxia) sugiere que la ventilación alveolar es incapaz de asegurar la eliminación del gas carbónico, es decir, hay una subventilación alveolar. Es importante señalar que la interpretación de los resultados no se debe detener en la POa arterial» sino que hay que tener en cuenta tam bién la oxigenación a nivel tisular. En efecto, si la hipoxemia es una de las causas de hipoxia tisular, existen otros factores que intervienen
en el transporte de oxigeno, tales como la concentración sanguínea de hemoglobina y el gasto cardíaco; de esta forma, nos podemos encontrar con hipoxias graves y PaOj normales, en anemias hipocrómicas. En patologías respiratorias la presión parcial de oxígeno baja y los valores normales de Pa COa nos indican que la ventilación alveolar no está afectada de forma significativa. La hipoxemia se deberá probablemente a una alteración en la proporcionalidad entre ventilación y perfusión y a una mala difusión.
CAPÍTULO TORAX CARDIACO Tal como señalábamos en el capítulo anterior, cuando nos referimos a la exploración del tórax cardíaco entendemos, expresamente, la exploración del corazón. Esta presenta dos vertientes de igual o parecida importancia. Por un lado, exploramos el corazón para tener constancia de cualquier proceso, tanto orgánico como funcional, que pueda recaer sobre el mismo, pero por otro lado, no debemos olvidar que, ante cualquier enfermedad de un animal, hemos de conocer el estado del corazón para saber su capacidad de resistencia dentro de la enfermedad; en función de como se encuentre podremos modificar el pronóstico, tanto en un sentido favorable como desfavorable. Desde nuestro punto de vista, el corazón es una bomba aspirante e impelente que está constituido por dos partes claramente diferenciadas (fig. 9.1): • El músculo cardíaco. • El sistema autónomo. Merced a ese sistema autónomo o intrínseco se producen una serie de impulsos rítmicos que nacen en el nodulo sinusal o de Keith Flach, verdadero marcapasos del corazón, que esta situado en la aurícula derecha próximo a la desembocadura de la cava; de ahí pasan al nodulo atrioventricular o de AschoffTawara, nodulo de conducción situado entre ambas aurículas y pared interventricular, para, a continuación, transmitirse por el Fascículo de His,
Figura 9.1. Sistema autónomo del corazón.
intraventricular, a las Fibras de Purkinge que recorren todo el músculo cardíaco. Extrínsecamente, el corazón se ve regulado por la acción de dos sistemas antagónicos, que comunican con el nodulo sinusal y que tienen acciones contrarias; —El Vago, cuyo estimulo es inhibidor y produce bradicardia. —El Simpático de efecto estimulante, que provoca taauicardia. Estos dos sistemas están regulados o dirigidos por centros que se localizan en el hiootálamo
y médula oblongada que, a su vez, responden a estímulos procedentes de diferentes tipos de receptores: —Los osmorreceptores, que responden a cambios de presión sanguínea. —Los Qimiorreceptores del seno carotídeo que responden a los cambios de concentración sanguínea de anhídrido carbónico y oxígeno. SITUACIÓN ANATÓMICA DE LA PROYECCIÓN EXTERNA DEL CORAZÓN Las proyección extema del corazón en las diferentes especies pueden observarse en las fig 9.2 In s p e c c i ó n d e l c o r a z ó n
La inspección del corazón, o mejor dicho de la región precordial, tiene poco interés dado que no son muchas las conclusiones que podemos sacar de ella; es mucho más práctico hacer una inspección general del animal que nos pueda hacer sospechar la presencia de alguna alteración cardíaca, así podremos observar: —Edema subcutáneo ( no confundirlo con el que se puede presentar en hipoprotei nen tas). —Ascitis, por fallo del corazón derecho, —Disneas. —Coloración anormal de las mucosas (palidez, cianosis, congestión). —Cansancio anormal durante ejercicio moderado. —Desvanecimientos. Una vez realizada esta inspección de carácter general, adelantamos la extremidad izquierda del animal y observamos atentamente la zona precordial. En ella podremos apreciar el choque de la punta del corazón. El choque de la punta del corazón contra la pared torácica se produce en la sístole ventricular la que el corazón se a cotia y gira, golpeando
contra la citada pared torácica. Normalmente, solo se aprecia en animales delgados de pelo corto (perro galgo), o en aquellos excitados por un esfuerzo, por miedo o sensación de alegría. En animales que no presentan las características anteriores, el choque de la punta, fácilmente visible entre el 39 y 5C espacios intercostales, representa un estado patológico que puede significar: —Anemia. —Dilatación o hipertrofia cardíaca (fisiológica en animales que realizan grandes esfuerzos). —Eretismo cardíaco (estados de simpati cotonía). En animales en los que, por padecer o haber padecido pericarditis, se han producido sinequias puede observarse, a nivel de los espacios intercostales 59 y 6g del lado izquierdo, la retracción de los mismos cuando se produce la sístole ventricular. Pa l p a c i ó n
La palpación tampoco es un procedimiento exploratorio que permita sacar conclusiones importantes sobre el estado del corazón, no obstante, en alteraciones claras podremos obtener datos que siempre son importantes a la hora de elaborar un cuadro clínico: —En cerdos y aves, la palpación de la región precordial nos permitirá tomar el pulso. —Palpación del choque de la punta. El choque de la punta , anteriormente señalado, también puede palparse en caso de que se produzca; para ello colocamos la palma de la mano a nivel de los espacios intercostales 3e y 5g y tratamos de captarlo. Tal como hemos mencionado en la inspección, el choque de la punta puede estar. • Aumentado:
Tras el esfuerzo. En la dilatación o hipertrofia cardíaca. En las distonías vegetativas. En las anemias.
EQUIDO
BOVIDO
CANIDO
p. T2° Izq.
y\
Choque de la punta
O A. T2° Izq. O M. T1° Izq.
T. T1°Der
<#
Area de mayor intensidad
Figura 9.2.Situación del cor azón, área de palpación del choque de la punta con la *ona de mayor intensidad Situación de k>tt focos He auscultación He los tono* cardiacos, El ruido de la vrilvula tricúspide se oye con más intensidad en el la«4o derecho. H punto simétrico del que se indica en las figuras. Pt Pulmonar* A: Aórtico Mlmilral. T, Tricúspide. — l .fnea
* Disminuido: Es difícil que podamos aseverar que el choque de la punta está disminuido, ya que, en la mayoría de los animales que presentan un normal estado de carnes, no se puede apreciar. No obstante, su ausencia en los animales delgados, en los que sí se nota en condiciones normales, puede significar: Derrame pleural. Derrame pericárdico. Neumotorax. Insuficiencia cardiaca miógena. —Sensibilidad de la región precordial. En casos de pleuritis o pericarditis, al introducir, con fuerza, las puntas de los dedos en los espacios intercostales de la proyección cardíaca se observa un incremento de la sensibilidad dolorosa. —Fremitus. El fremitus cardíaco tiene una génesis exactamente igual al pleural; se produce en pericarditis secas, cuando las hojas pericárdicas pierden su lisura. Se puede apreciar colocando la palma de la mano fuertemente adherida a la región precordial pero, salvo excepciones, es difícil de captar. Pe r c u s i ó n
La percusión cardíaca proporciona datos o signos de mayor interés que la inspección y la palpación, pero tampoco reviste una gran im portancia. E*smartillopleximétrica en los grandes ani males y dígitodigital en los pequeños. Para llevarla a cabo, adelantamos la extremidad izquierda del animal y tomando como vértice de referencia la punta del codo, trazamos una línea vertical de unos 8 cm, y otra horizontal, que coincide con la del codo, de unos 6 cms de longitud, Esas dos líneas las unimos mediante una hipotenusa curva y, de esa manera, formamos un triángulo que corresponde exactamente con la proyección cardíaca.externa (fig 9,3) fin ej caso de los grandes animales (équidos y bóvidos), el triángulo en cuestión presenta una pequeña diferencia En los équidos, y como
SUBMATC
Línea d«Mcodo
Figura 9.3. Zona de percusión cardíaca de un équido.
consecuencia de la escotadura pulmonar que hace que el corazón contacte, en parte, con la pared costal, el área de percusión cardiaca consta de dos partes, una de matidez absoluta, que corresponde a las medidas dadas y otra, de aproximadamente dos traveses de dedo de ancha, de sonido mate relativo, que corresponde a la zona que el pulmón cubre el corazón. En los bóvidos, al presentar el pulmón una fina lengüeta que cubre al corazón y hace que no contacte directamente con la pared costal, el área de percusión cardíaca tiene las medidas señaladas, pero el sonido es mate relativo.* La percusión cardíaca es radial y se realiza de la misma forma en todas las especies. Se trazan radios que vayan a parar al vértice del triángulo señalado y se va percutiendo sobre los mismos hasta caDtar el cambio de sonido.(fig 9.4) Alteraciones apreciadas por percusión
l'n Equidos • Area mate absoluta incrementada: * Hipertrofia y dilatación cardiacas * Pericarditis * Hidropericard.as * F.tila prtclVá. m ulta muy difícil distinguir un mate rr4»»ttvo di* un muta Absoluta Sin «nba rjt o, m a«w t * aprpel* qu* K>* N'vfrV» w PA»* d*l «onido duro VI pulmón al maté dW »V un* freír*
miwtlrMqvw»pn te*equidc* rf mwr**d*tn*r»nArVmuta rflMívw
«*»h*cr
Au s c u l t a c ió n
• Area mate absoluta disminuida: * Enfisema pulmonar (se incrementa el área mate relativa). • Area mate abolida: * Neumopericardias (sonido timpánico). • No se puede diferenciar: * En derrames pleurales. En bóvidos • En la zona de submatidez podemos apreciar matidez con aumento de la superficie de la misma: * En hipertrofia y dilatación cardíacas. * En pericarditis traumática. • En la zona de submatidez podemos captar sonido timpánico o hiperso noro: * En enfisema. * En neumopericardias. En procesos dolorosos (traumáticos o inflamatorios), bien a nivel de los músculos intercostales o de las costillas, observaremos en el animal movimientos evasivos o defensivos que nos indican la presencia de dolor.
El cierre de las válvulas cardíacas, junco a la contracción y relajación del músculo cardíaco, provocan los ruidos cardíacos que son los que vamos a auscultar. * Cada revolución cardíaca va a producir dos ruidos, llamados tonos, separados por sus correspondientes silencios. El primer tono se origina como consecuencia del cierre de las válvulas atrioventriculares, mitral y tricúspide. Al mismo tiempo, se produce la contracción muscular de los ventrículos, se abren las válvulas sigmoideas y la sangre penetra en los grandes vasos y choca contra sus paredes. Aunque solo se oye un único ruido, en realidad, el cierre de las válvulas atrioventriculares no es sincrónico; la válvula mitral se cierra antes debido a la mayor potencia del corazón izquierdo. Algo semejante ocurre con la apertura de las válvulas semilunares; se abre antes la pulmonar, ya que tiene que vencer menor resistencia que la aórtica. El segundo tono se produce por el cierre de las sigmoideas, pulmonar y aórtica y por la relajación de la musculatura ventricular. Como en el caso de las válvulas atrioventriculares, se cierra ligeramente antes la aórtica que la pulmonar por la mayor fuerza de retroceso de la sangre contenida en la arteria Aorta, pero nuestro oído capta exclusivamente un único ruido. Entre el primer tono y el segundo hay un momento de reposo que se denomina pequeño silencio, mientras que el reposo existente entre el segundo tono y el primero de la siguiente revolución recibe el nombre de gran silencio. El primer tono (sistólico) es más fuerte, sordo y largo que el segundo. Estos dos ruidos o tonos se pueden representar fonéticamente por la onomatopeya “lup dupp”. A veces, excepcionalmente, se pueden escuchar un tercer y un cuarto tonos, muy suaves, inmediatamente después del segundo (se origina al fluir la sangre de las aurículas a los ventrículo^ e inmediatamente por delante del 131
primero (se origina al entrar en vibración las aurículas al comienzo de la diástole) respectivamente.
V a r ia c i o n e s d e l o s t o n o s c a r d ía c o s
Los tonos cardíacos pueden verse modificados en su intensidad, frecuencia, ritmo y timbre.
¿D ó n d e d e b e m o s a u s c u l t a r ?
Para poder escuchar con mayor nitidez los tonos cardíacos deberemos colocar la campana del fonendoscopio en la zona de proyección de las válvulas cardíacas. Para conocer esta zona con exactitud (fig. 9.2) haremos uso de las líneas del codo y del encuentro y de determinados espacios intercostales, que varían de unas especies a otras: —Equidos V. Pulmonar. Parte inferior del 3erespacio intercostal. V. Aórtica. Parte alta del 42 espacio intercostal. V. Mitral. Parte media del 5Qespacio intercostal. Las tres en el lado izquierdo. La válvula tricúspide tiene su proyección en el 4Qespacio intercostal del lado derecho. —Bóvidos V. Pulmonar Parte inferior del 3erespacio izquierdo. V. Aórtica. Parte alta del 49 espacio izquierdo. V. Mitral. Parte media del 4Bespacio izquierdo. La válvula tricúspide tiene su proyección en el 3Wespacio intercostal del lado derec ho. —Porcino Pulmonar. 2 oespacio «ntercostal izquierdo V. Aórtica 3.fr espacio izquierdo. V. Mitral. 4.9 espacio izquierdo. La válvula mitral se proyecta en el 3Wespa ció del lado deho. — C ánidos La proyección de las válvulas presenta la misma disposición que la de los bóvidos.
Variaciones en la intensidad
La audición de los tonos cardíacos depende, al margen de cualquier proceso patológico, del estado de carnes del animal; en los animales delgados la audición es perfecta, mientras que en los animales excesivamente engrasados nos podemos encontrar con ciertas dificultades para escucharlos bien. Sin embargo, esos mismos tonos cardíacos podemos escucharlos más fuertes (reforzados) o más débiles en determinadas circunstancias. * Refuerzo de los tonos cardíacos Fisiológico: —Tras el esfuerzo. —Adelgazamiento de la pared costal. Patológico: —Taquicardias. —Fiebre. —Hipertrofia cardíaca. —Retracción o atelectasia de la lengüeta pulmonarque recubre el corazón en los bóvidos. Es raro que observemos, a la vez, un refuerzo de los dos tonos cardíacos, lo normal es que nos encontremos con el refuerzo de uno solo de ellos e incluso, con el refuerzo de una de las válvulas que conforman el tono cardiaco correspondiente: * Refuerzo del primer tono: — Dilatac ió n card ia ca
—Anemias * Refuerzo del componente pulmonar del 2e tono —Síndromes pulmonares, con hipertensión en el circuito menor (bronquitis, neumonías, enfisemas) * Refuerzo del componente aórtico del 2® tono: —Hipertensión aórtica (síndromes renales).
* Disminución de la sonoridad de los tonos
* Del primer tono —Debilidad cardíaca (miocarditis, miocardosís). * Del componente pulmonar del 2- tono: a) Estenosis de la pulmonar. La cantidad de sangre que pasa a la arteria pulmonar es menor, por lo que la fuerza de retroceso de la sangre es más débil y la válvula se cierra con más suavidad. b) Insuficiencia de tricúspide El mecanismo es semejante al anterior, en este caso la cantidad de sangre que sale por la válvula pulmonar es menor porque al no cerrar bien la válvula tricúspide parte de la sangre retrocede hacia las aurícula derecha. * Del componente aórtico del 2- tono a) Estenosis de la válvula aórtica. b) Insuficiencia de mitral. Ambas por el mismo mecanismo que en el caso del componente pulmonar. En general, pueden estar disminuidos o, incluso, abolidos en: * Debilidad cardíaca y circulatoria muy avanzada (colapso). * Cuando el corazón se encuentra separado de la pared costal (obesidad, hidro pericardias, pleuritis exudativa, enfisema pulmonar, dextrocardia, edema cutáneo) Variaciones de la frecuencia
En condiciones normales y en reposo, el corazón tiene una frecuencia bastante constante, es decir, el número de contracciones por minuto es un número bastante fijo para todas y cada una de las especies. Esa frecuencia puede verse modificada y dar origen a: —•Taquicardia. Incremento de la frecuencia cardíaca. —Bradicardia. Disminución de la frecuencia cardíaca.
—Embriocardia. Taquicardia en la que la duración del pequeño silencio y la del gran silencio son iguales. Podemos observar taquicardia en los siguientes casos: * Excitación simpática o disminución del tono vagal. * Insuficiencia del corazón con menor fuerza contráctil. * Infecciones, fiebre. * Enfermedades que cursan con anemia. * Intoxicación por sustancias simpatico miméticas. Se producirá bradicardia en las circunstancias siguientes: * Excitación vagal o disminución del tono simpático. * Ciertas intoxicaciones (Uremia, Digital). * En los periodos de ayuno. * En ciertas enfermedades hepáticas. Observaremos embriocardia: * En miocarditis infecciosas que provoquen debilidad cardíaca. Modificaciones del ritmo (Arritmias)
Son irregularidades del ritmo cardíaco que obedecen a alteraciones en la formación o propagación de los impulsos del sistema autónomo. Podemos citar las siguientes: • Arritmia sinusal o respiratoria Se debe a una sucesión irregular en la producción del impulso a nivel del nodulo sinusal. Los latidos se aceleran en la inspiración, lenificándose en la espiración. Es fisiológica en el perro. Su causa radica en el estímulo vagal que se produce al final de la inspiración, de forma que en la espiración se produce un enlentecimiento, mientras que en la inspiración siguiente la frecuencia aumenta.
Si el ritmo irregular es periódico se trata de una arritmia rítmica. Si el rimo no sigue ningún patrón se habla de arritmia arrítmica y, generalmente, se relaciona con dificultades en el riego coronario. El electrocardiograma se caracteriza por la variabilidad en el intervalo entre ciclos (la distancia RR es irregular). • Taquicardia sinusal Consiste en el aumento de la frecuencia cardíaca por parte del nodulo sinoauricular (el marcapasos principal). Generalmente, está relacionada con una disminución del tono vagal o aumento del tono simpático. Si se presiona el globo ocular, o el seno carotídeo, se incrementa el tono vagal y, en consecuencia, se reduce la frecuencia. Se trata de una arritmia rítmica. En el electrocardiograma, la onda T de un complejo se aproxima a la P del siguiente. Se presenta en los estados de ansiedad, en el dolor, shock, anemia, fiebre.
2" tono
1er tono,,
2o tono
• Bradicardia sinusal En este caso, disminuye la frecuencia cardíaca por la depresión del nodulo sinoauricular. Se produce en los estados de vagotonía. En el electrocardiograma, los espacios entre la onda T de un complejo y la P del siguiente son más alargados. • Extrasístole auricular (CPA) Los impulsos se originan a partir de un foco auricular distinto del nodulo sinusal. Es una arritmia arrítmica; se oyen dos tonos normales, uno más débil y una pausa compensadora. Supongamos un ciclo normal (fig. 9.5); si el estímulo llega en el punto 1, en el sístole, que es normal, se produce el primer tono; como consecuencia de la diastole, se oye el segundo tono. En este momento llega el impulso anormal, procedente de un punto de la aurícula, el corazón se contrae de nuevo, pero con ooca fuerza, produciéndose solo el cierre anticipado de tricúspide y mitra) (tercer tono); pero como el llenado del ventrículo ha sido escaso, la sangre
2° tono
Fiftiirn 9,3 i'tc lo curdfaco normal* CP i\ y CPV
que contiene no ejerce la suficiente presión como para abrir las sigmoideas, por lo que el ciclo se continúa con el diástole. Pero como, entonces, el ciclo ya tenia que haber terminado y haberse producido la contracción normal originada en el nodulo sinusal y el corazón no se encuentra en condiciones de realizar una nueva contracción, se produce una pausa compensadora. se observan en cardiopatías, trastornos electrolíticos, toxemias. • Paro sinusal, Trastorno primario en el nodulo sinusal que da lugar a la falta de un impulso cardíaco o a una mala propagación a través del tejido circundante al mismo. Generalmente ocurre en un ciclo, para aparecer de nuevo la actividad normal. En el electrocardiograma se observa que, momentáneamente, falta un ciclo completo y, en este caso, la distancia entre las ondas R es, al menos, dos veces la distancia RR normal. No se puede diagnosticar por auscultación. Seproduce en irritaciones vagales, miopatías auriculares, toxinas.
insuficiencia cardíaca congestiva, sobre todo cuando hay aumento de tamaño de la aurícula izquierda. En el electrocardiograma esta continua actividad se refleja en forma de pequeñas e irregulares oscilaciones denominadas ondas f, que pueden confundirse con artefactos por el método de realización del electrocardiograma. No se puede diagnosticar por auscultación. • Escape y ritmo nodal Los sístoles nodales de escape nacen en el nodulo atrioventricular y estimulan los ventrículos por el sistema de conducción normal, produciendo un QRS normal después de la correspondiente pausa. En este caso, el nodulo atrioventricular actúa como marcapasos, sustituyendo al nodulo sinusal. Lo característico del electrocardiograma es la presencia de unos complejos, donde las ondas P son negativas, pues las aurículas se estimulan desde abajo. Desde el punto de vista de la auscultación, se percibe un ritmo semejante a una bradicardia.
• Fibrilación auricular
• Extrasístole ventricular (CPV) Se produce como consecuencia de la aparición de un foco ectópico en las paredes de los ventrículos. A la auscultación se captan dos tonos normales, dos tonos débiles y una pausa compensadora. Basándonos en la fig. 9.5 del extrasístole auricular; aquí el estímulo llega en el punto 2. En el sístole normal se produce el primer tono, al inicio del diástole el segundo; en este momento llega el estímulo ectópico y se produce el cierre de las válvulas atrioventriculares (tercer tono débil), oero como los ventrículos ya están casi llenos de sangre, ésta es capaz de forzar la apertura de las válvulas sigmoideas y al cerrarse y continuar la diástole se produce el cuarto tono débil, seguido de la correspondiente pausa compensadora.
Ritmo ectópico activo debido a la presencia de múltiples focos ectópicos en las aurículas que disparan estímulos a diferentes frecuencias y producen una actividad auricular caótica e irregular Es una anomalía frecuente en casos de
• Taquicardia ventricular Los impulso se generan de forma repetitiva (esto la diferencia del extrasístole ventricular) a partir de uno o varios focos ventricularey
• Taquicardia auricular (paroxística) Aparición brusca de un ritmo cardíaco anormálmente rápido, que generalmente proviene de un marcapaso ectópico, con crisis que aparecen ydesaparece repentinamente. Se puede diferenciar de la taquicardia sinusal presionando el globo ocular, en el caso de que la taquicardia disminuya es sinusal; si la taquicardia continúa estamos ante una auricular. Se puede presentar como consecuencia de intoxicaciones, alteraciones vegetativas, hipertiroidismo, traumatismos...
135
Puede ser paroxistica o sostenida y llegar a convertirse en fibrilación ventricular. Es muy uifícil su diagnóstico por auscultación. Su pronóstico es grave y su causa es de carácter orgánico. • Fibrilación ventricular Es un síndrome de pronóstico fatal, caracterizado por contracciones ventriculares rápidas, irregulares, incoordinadas y hemodinámi camente ineficaces. Se produce por estímulos procedentes de muchos focos ectópicos ventriculares, apareciendo contracciones caóticas de los ventrículos con una frecuencia elevada. • Bloqueos El bloqueo es una dificultad en la conducción del impulso cardíaco, que se retrasa o se ve impedida en algún punto del trayecto que va desde el nodulo sinusal hasta las últimas porciones de la red de Purkinge. Entre las causas más frecuentes de los bloqueos figuran las intoxicaciones (digital), cardiopatías isquémicas, excesiva hipertrofia de las paredes ventriculares o lesión miocárdica. Si clasificamos los bloqueos podemos hablar de bloqueos funcionales (en estados de vagotonía) u orgánicos; (están causados por esclerosis, cicatrices, degeneraciones o miocarditis) o de bloqueos completos o incom pletos, según el grado de dificultad de la conducción. —Bloqueo sinusal (ya comentado más arri ba) —Bloqueo atrioventricular Supone una dificultad en el paso del estímulo a nivel del nodulo atrioventricular. Existe, en consecuencia, una pausa mayor de los normal antes de que sea estimulado el ventrículo, de ahí que se prolongue el espac io PR. —Bloqueo atrioventricular de primer grado En el electrocardiograma se observa que hay un incremento del periodo de conducción 136
del estímulo de las aurículas a los ventrículos, el espacio PR está alargado, alargamiento que es igual en todos los complejos. A----- V, A----- V, A----- V, A----- V. —Bloqueo atrioventricular de 2fi grado En este caso, alguno de los estímulos, des pués de haber estimulado las aurículas, queda detenido en el nodulo atrioventricular y no llega a los ventrículos. Esto puede ocurrir de dos formas: —Bloqueo atrioventricular de 2- grado, tipo I o Móbitz I Los espacios PR se van alargando progresivamente hasta que falta un complejo ventricular, (onda P sin complejo QRS) repitiéndose de nuevo el ciclo. A—V, A—V, A ----- V, A----- V. A, A—V, A—V, A ----- V —Bloqueo atrioventricular de 2- grado, tipo II o Móbitz II En este caso, el espacio PR es constante y no se alarga antes de la desaparición del com plejo QRS. Cada dos (bigémino) o tres (trigémino) estímulos, uno no pasa. A—V , A—V , A , A—V , A—V , A , A—V »A—V , A A—V , A—V , A—V , A , A—V , A—V , A—V , A —Bloqueo atrioventricular de tercer grado (completo) Este grado corresponde a un bloqueo total, en el que ningún estímulo llega a los ventrículos, los cuales sólo se contraen si actúa un foco ectópico en los mismos (ritmo idioventricular), por lo que no existe relación entre las ondas P y los complejos QRS. —Bloqueo de rama En este caso, la conducción está dificultada o impedida en las ramas izquierda o derecha del haz de Hiss, pudiendo ser derecha o izquierda. Las aurículas se contraen normalmente, pero en el caso de los ventrículos hay una disociación,
uno se activa antes que el otro, por lo que el complejd QRS es más ancho de lo normal y pueden observarse “dos QRS unidos”.
y, en consecuencia, apareciendo una hipertensión en el circuito menor que hace que se produzca un cierre prematuro de la válvula pulmonar.
Sintomatología de las arritm ias
Variaciones en el timbre
Los síntomas aparecen cuando se altera la dinámica cardíaca y ello conduce a una disminución del gasto, lo cual se traduce en una reducción del riego cerebral y periférico que provoca debilidad, fatiga, disminución de la resistencia al ejercicio, temblores, síncope o síndrome de AdamsStokes, e incluso colapso o shock.
Los tonos cardíacos son normalmente claros y fuertes, pudiendo tomarse resonantes o rechinantes con resonancia metálica en: • Neumopericardias. • Neumotorax. • Cavernas pulmonares próximas al corazón.
Disociación de tonos
R u i d o s e n d o c á r d i c o s
• Desdoblamiento del primer tono (ruido de galope) No es en realidad un desdoblamiento de tono, se trata de un ruido presistólico que precede al primer tono y casi se junta con él. Se presenta en: • Discrasias sanguíneas (anemias). La sangre, por ser menos viscosa, entra de forma tumultuosa en los ventrículos, produciendo un ruido. • En las miocarditis o debilidad miocárdica, la Dérdida de tonicidad del miocardio hace que la sangre choque de forma violenta contra sus paredes produciendo el ruido. • El desdoblamiento verdadero (cierre asincrónico de las válvulas mitral y tricúspide) se produce como consecuencia de una pertur bación en la conductividad de una rama del fascículo de Hiss. • Desdoblamiento del 2- tono (ruido de codorniz) Consiste en el cierre asincrónico de las válvulas pulmonar y aórtica. Se debe a una estenosis de la válvula mitral, lo que provoca una acúmulode sangre en la aurícula izquierda, dificultando el desagüe de las venas pulmonares
Los ruidos endocárdicos reciben el nombre de soplos. Estos pueden ser producidos por estenosis o insuficiencia de las válvulas. Aunque la clasificación de estos soplos puede ser compleja, en función de su duración, vamos a dar aquí una clasificación sencilla para mejor compresión de los mismos. En la estenosis, la sangre tiene que acelerar el paso a través de las válvulas estenosadas, lo que origina una vibración (soplo de flujo). Son anteriores al ruido normal (presistólicos o prediastólicos). En las insuficiencias valvulares, la sangre retrocede a través de la válvula mal cerrada, provocando remolinos (soplo de reflujo). Son posteriores al ruido o tono normal. • Soplos sistólicos Se producen en: —Insuficiencia de tricúspide (soplo de reflujo). —Insuficiencia de mitral ( soplo de reflujo). —Estenosis de sigmoideas (soplo de flujo). • Soplos diastólicos. Se presentan en: Fstenosis de Tricúspide («>plode flujo). —Estenosis de mitral ( soplo de flujo), U7
—Insuficiencia de sigmoideas (soplo de reflujo). Por otra parte, los soplos pueden ser: • Soplos Orgánicos. Obedecen a lesiones valvulares, endocarditis, tumores, o nodulos parasitarios. Son de peor pronóstico y se escuchan siempre en el mismo punto. • Soplos funcionales. No obedecen a lesión valvular, son de buen pronóstico y su localización imprecisa. Se presentan tras esfuerzos; en dilataciones cardíacas (corazón de atleta); pérdida de viscosidad de la sangre (anemias, hipoproteinemias); fiebre. Para diferenciar un soplo orgánico de otro funcional, provocamos un dolor al animal (hundimiento del globo ocular) o inyectamos un parasimpaticomimético, lo que origina un estímulo vagal y la consiguiente bradicardia; si desaparece, se trata de un soplo funcional, si persiste estamos ante un soplo orgánico. R u i d o s
pe r ic á r d i c o s
• Ruidos de frotamiento o roce. Se producen cuando las hojas pericárdicas pierden su lisura en pericarditis. Son muy superficiales; comprimiendo la zona precordial aumentan su sonoridad y llevan el ritmo de los latidos cardíacos. • Ruidos de chapoteo. Son característicos de las primeras fases de la pericarditis traumática de los bóvidos. Son muy sonoros y se oyen al ritmo de los latidos del corazón.
■
vectores al polo positivo de las derivaciones bipolares, o al eje de las monopuiares, resultará una onda u otra que, juntas, configurarán el complejo electrocardiográfico (fig 9.6). En dicho complejo la onda P representa la activación o depolarización de la aurícula derecha, corres pondiendo a la segunda parte de la onda P la activación de la aurícula izquierda, no obstante, en el registro se ve una sola onda P, salvo que haya variaciones de tamaño auricular como veremos más adelante. La repolarización auricular no se manifiesta tampoco en el electrocardiograma, pues queda enmascarada por el com plejo ventricular, de mayor voltaje, salvo anomalías en el tamaño auricular. El espacio PR representa el tiempo que se detiene el estímulo en el nodulo auriculoventricular. El complejo QRS representa la activación ventricular, en el que la onda Q corresponde a la depolarización del septo interventricular, la R a las paredes de los ventrículos, y la S a la porción basilar del septo. La onda T representa la repolarización ventricular, correspondiendo el segmento ST a la repolarización ventricular lenta. La unión de la rama ascendente de la onda S con el inicio del espacio ST la denominan algunos autores punto J.
EXPLORACIÓN ELECTROCARDIOGRÁFICA Ba
s e s f i s io l ó g i c a s
La morfología del complejo cardíaco en cada derivación de un electrocardiograma depende de la orientación de los diferentes vectores que se generan a lo largo del ciclo cardíaco. En función de como se oriente la cabeza de dichos :i
Figura 9 6 Complejo cardíaco normal.
El aumento de tamaño de una cavidad su pondrá un cambio en la orientación del vector correspondiente y, en consecuencia, la modificación de la onda electrocardiográfica; todo ello puede ir acompañado de cambios en la orientación del vector cardíaco medio (suma de vectores cardiacos parciales) en el plano frontal del animal. Hemos de remarcar que los criterios que citamos en este capítulo hay que valorarlos conjuntamente (orientación del vector y cam bios morfológicos del ECG), pues sólo en aproximadamente un 31% de casos de cardiomegalia son útiles para detectarlos y no siempre van unidos; podemos tener cambios en la orientación del vector sin alteraciones morfológicas e inversamente. Finalmente insistir en la necesidad de completar el análisis con el cuadro clínico, radiología del tórax y, siempreque sea posible, con la ecocardiografía. D e t e r m in a c i ó n
d e l
v e c t o r
c a r
d ía c o
La valoración más útil y sencilla se realiza en el plano frontal del animal utilizando un sistema de seis ejes denominado hexaxial de Bailey, es decir, como si colocáramos el animal derecho sobre sus extremidades posteriores y superpusiéramos el sistema hexaxial sobre el tórax con su centro en el corazón, mirando al animal desde el frente. El sistema Hexaxial de Bailey (fig 9.7) no es sino un sistema de seis ejes que corresponden a las seis derivaciones electrocardiográficas standard (I, II, III, aVR, a VRL, a VF), donde se indica un extremo positivo y otro negativo para cada derivación y los ejes delimitan sectores que de 30° en 30°, van desde 0o a +180°, y de 0o a 180°. En el perro, el eje eléctrico cardíaco se encuentra entre +40° y +100° y en el gato entre 0®y +160°. Si el eje se hace menor de +40 ° en el perro, o de 0o en el gato, hablamos de desviación a la izquierda del eje eléctrico y se corresponde con una cardiomegalia ventricular izquierda. Si el eje se hace mayor de +100° en perro, o de +160° en el gato, hablamos de una
120°
90°
60*
aVF
+90° Figura 9.7. Sistema Hexaxial de Bailey.
desviación a la derecha y corresponde a una cardiomegalia ventricular derecha. El rango de desviación del eje, en el caso de una hipertrofia de ventrículo izquierdo, va de +40° a 90° y en el caso del derecho va de +100° a 90°. Raramente el valor del eje es de 90°, pero en ese caso lo más probable es que haya una cardiomegalia ventricular derecha. En el caso de una cardiomegalia ventricular izquierda el eje raramente es menor de 60°. Si ambos ventrículos están hipertrofiados (cardiomegalia global) el eje puede permanecer normal. Dos sencillos sistemas pueden utilizarse para el cálculo del vector cardíaco (fig 9.8). En ambos casos se emplea el complejo QRS de las diferentes derivaciones. El método más exacto (fig 9.8. método 1) consiste en elegir dos de las derivaciones bipolares (habitualmente la I y la III) y realizar la suma de los vectores QRS de cada derivación. Para trasladar el vector QRS de una derivación al sistema hexaxial se reahza la suma de sus deflexiones positiva y negativa, llevando el resultado sobre el eje correspondiente a dicha derivación en el sistema hexaxial, midiéndolo desde el centro del sistema y orientándolo según el signo positivo o negativo del resultado de la suma hacía el polo positivo o negativo del eje correspodiente. Para sumar los 139
-
90*
-
120*
•vr
-
60 *
-
30 *
I 0« ♦
♦
30 *
90 *
Ca
Método 1.
-
-
120
*
r d io m e g a l ia a u r ic u l a r
Aumento de tamaño de la aurícula derecha (Fig 9.9)
90*
•vr
vectores se trazan perpendiculares a los ejes en los puntos que corresponden a la cabeza de los vectores parciales y donde se cruzan dichas perpendiculares se encuentra la cabeza del vector cardíaco medio; no nos queda más que comprobar si la desviación que tiene es la correcta o no. Un método más sencillo (fig 9.8, método 2) se realiza buscando la derivación con el com plejo QRS isoeléctrico (suma algebraica de las deflexiones positivas y negativas del complejo QRS nula) o lo más isoeléctrico posible. Una vez localizada se ñja cual es el eje perpendicular al de la derivación isoeléctrica en el sistema hexaxial; el signo que tenga el complejo QRS de la derviación perpendicular a la isoeléctrica nos indica hacia donde se dirije el vector cardíaco desde el centro del sistema, polo positivo o negativo. Si existen dos desviaciones próximas a isoeléctricas se realiza el cálculo inde pendiente para cada una y se establece la media de las dos perpendiculares resultantes. Si todas derivaciones son isoeléctricas, nos encontramos con un corazón perpendicular al plano frontal.
-
60 *
-
30 *
I 0* ♦
30 *
Se refleja en el electrocardiograma por un aumento de la altura de la onda P (debido a un mayor voltaje) pero no de su anchura; tenemos así una onda P denominada pulmonar. Tam bién, en ocasiones, el aumento del voltaje en la repolan¿ación se refleja en el ECG en una depresión del espacio PR, que se denomina onda Ta y que no aparece en caso de cardiomegalia de aurícula izquierda.
Método 2.
Aumento de tamaño de la aurícula izquierda (fig 9JO)
Figum 0 8 Cálcu lo del Vector Cardíaco (ver texto).
En este caso la onda P no es más alta, pero sí más ancha y con asoecto binodal; se cfeaorni-
♦
90 *
Figura 9.10. Ondas P mitrales.
na P mitral. Si la onda P es alta, ancha y binodal hablaremos de cardiomegalia biauricular o biatrial. Ca r d io m e g a l ia v e n t r ic u l a r
A los criterios que vamos a citar hay que añadir el cálculo del vector cardíaco explicado anteriormente y volvemos a recordar la necesidad de combinarlos con la sintomatología, radiología torácica y ecocardiografía. Aumento de tamaño del ventrículo izquierdo (fig 9.11)
Aumento de la amplitud del complejo QRS y de la altura de la onda R, que puede además presentar carácter bífido o binodal en un extremo. La morfología del complejo ORS es com patible, en ocasiones, con bloqueo de rama izquierdo (lógico si pensamos que, al haber mas masa muscular, el estímulo tarda más tiempo en atravesar el ventrículo, lo mismo ocurrirá en caso de cardiomegalia del ventrículo derecho). “Slurring" del espacio S T, que se hace mas concavo, siendo imposible delimitar el punto J,
Figura 9. 11. Cardiomegalia de ventrículo izquierdo. En esle caso con bloqueo de rama izquierda, “slurring*
pues el final del complejo QRS se continúa con el inicio del espacio ST. La onda T se hace más amplia y profunda, siendo mayor que el 25% de la onda R en las derivaciones II, III y aVF. Los cambios de polaridad d* la onda T no son un criterio tan fijo como en medicina humana; en Veterinaria tienen poco significado por si solos. 141
Hanlim cita como criterio que la amplitud de la onda S es mayor que la de R en la derivación aVF. Este criterio es, a nuestro juicio, el menos importante. Aumento de tamaño del ventrículo derecho (Fig 9.12)
Lo más característico es el cambio en la onda S. La onda S es profunda en las derivaciones 1,11y III (modelo S1,S2,S3) y, en ocasiones, en la aVF. Para Hanlim la onda S es mayor que R en I y aVF. La presencia de ondas S visibles en CV5RL y VIO sugieren hipertrofia ventricular derecha. Algunos autores apuntan que la sola presencia de una onda S profunda en la derivación CV6LU es suficiente para sospechar cardiomegalia de ventrículo derecho, incluso en ausencia de otros criterios. Una onda T positiva en la derivación VIO también es considerada por algunos como indicador fiable de la cardiomegalia que nos ocupa. No hay aumento en la amplitud del comple jo QRS en principio, pero puede presentarse una imagen de bloqueo de rama derecha por el
mismo motivo que comentamos en la cardiomegalia izquierda. La presencia de una onda Q profunda en las derivaciones II, III y aVF es muy sugerente de cardiomegalia ventricular derecha. De los criterios citados, el análisis de la onda Q es discutido por algunos autores. En medicina humana se asocia Q profunda a so brecargas diastólicas del ventrículo izquierdo, esto podría significar que, en ocasiones, junto a criterios claros de cardiamegalia izquierda puede haber Q profunda no relacionada con cardiomegalia derecha. No obstante, si el único cambio morfológico es la presencia de Q profunda en las derivaciones antes citadas, suele relacionarse en Veterinaria con cardiomegalia derecha. Asi mismo, si hay criterios de cardiomegalia izquierda, con Q profunda y eje eléctrico normal, podemos hablar con bastante certeza de la presencia de una cardiomegalia biventricular. A l t e r a c io n e s e n l a o n d a
Ty
s e g m e n t o
ST
Hipoxia-isquemia miocárdica
Aunque de mecanismos patogénicos distintos, en ambas situaciones el miocardio presenta problemas de oxigenaciónnutrición. Esta circunstancia puede producir cambios en la frecuencia cardíaca (que puede estar reducida), en el espacio ST (que puede estar elevado o deprimido respecto a la línea isoeléctrica) y en la onda T (más amplia y profunda, superior en este último caso a 1/4 la onda R). En situaciones más graves pueden desarrollarse arritmias, aunque esto sea menos frecuente. Elevación del segmento ST
Figura 0 12. Cardiomegalia de ventrículo derecho. En cafe caso destaca onda Q y S profundas.
Las posibles causas corresponden a infartos de miocardio (esta posibilidad es rara en Veterinaria, sobre todo en pequeños animales, no obstante, la alteración se observa en derivaciones precordiales), procesos inflamatorios de
pericardio y miocardio, hipoxemia miocárdica
y en hipercalcemias.
Depresión del segmento ST Las causas que pueden producirla son: —Intoxicación digitálica (ST en forma de hamaca y segmento PR alargado) e hipokalemia secundaría. —Hiperkalemia e hipokalemia. —Hipertrofia ventricular izquierda (“slurring”). —Isquemia miocárdica (alteraciones de circulación del miocardio). —Infarto de miocardio (en precordiales correspondientes). —Traumatismo cardiaco (accidente circulación). —Hipoxia miocárdica. Al
t e r a c i o ne s e l e c t r o l ít i c a s
Aunque cabe pensar que es más fácil cuan tiíicar la concentración de electrolitos en sangre, en ocasiones el clínico puede encontrarse con anomalías en el ECG que son reflejo de alteraciones electrolíticas y que no manifiestan otros signos que hagan pensar en ellas. Las que generalmente afectan al ECG son las alteraciones de los niveles de potasio y de calcio. Hiperkalemia
Es, sin duda, la alteración más grave de las que citamos. Las modificaciones en el ECG dependen de la concentración de potasio en sangre: —Con valores entre 66,5 mEq/1.: la frecuencia y onda P son normales, pero la onda T es más profunda y picuda —Con valores entre 6,5 7 mFq/1,: la onda T ^s profunda y picuda, pero hay prolongación del segmento PR y el complejo QRS es más amplio.
—Con valores superiores a 7,5 mEq/1.: Las ondas T pueden ser bifásicas, normales o no, las ondas P aplanadas, el segmento QT prolongado o no, la frecuencia cardíaca es baja, inferior a 60 p.p.m, y puede aparecerunritmo idioventricular. Con valores superiores a 9,5 mEq/1. hay parada cardiaca. Hipokalemia
Menos importante que la anterior, se caracteriza por: depresión del segmento ST, ondas T pequeñas y bifásicas, intervalo QT alargado y ritmo cardíaco ralentizado. Hipocalcemia
Puede haber un ligero aumento de la frecuencia cardiaca y alargamiento del intervalo QT (superior a la mitad del intervalo RR que precede). Hipercalcemia
Se alarga el intervalo PR, se eleva el espacio ST y puede acortarse el intervalo QT. Puede también aparecer una fibrilación ventricular. H ipo
v o l t a j e y a l t e r n a n c ia e l é c t r ic a
El hipovoltaje hace referencia a una menor altura de una determinada onda (menor volta je), generalmente, de la onda R, mientras que la alternancia hace referencia a una variación de altura para una determinada onda en un mismo trazado electrocardiogratico, guardando la morfología, y, aunque puede referirse a onda P, QRS ó T, es la alternancia del QRS la que tiene más importancia. El ejemplo más claro de alternancia e hipovoltaje del QRS es la presencia de efusión pericárdica, donde además puede estar el ST elevado o deprimido (a causa de una posible 143
isquemia por la compresión) y el PR deprimido (si hay lesión subepicárdica en las aurículas). Como causas generales de estas anomalías citaremos: —Hipovoltaje: efusión pericárdica, afecciones de miocardio (degeneraciones, masas), enfermedades pulmonares, obesidad, pneumotorax, efusión pleural. —Alternancia eléctrica: efusión pericárdica, tumores de la pared cardiaca, insuficiencia cardíaca derecha, bloqueo de rama y taquicardia supraventricular. EXPLORACIÓN DE LAS ARTERIAS \ La exploración de las arterias nos permite, en primer lugar, conocer la frecuencia y características del pulso arterial. La transmisión de la onda pulsátil a través de las paredes de las arterias es una expresión del estado de las mismas, así como del corazón. ¿CÓMO Y DÓNDE SE DEBE DE TOMAR EL PULSO ? (fig. 9.13)
—Equidos • En la arteria maxilar externa por el canal exterior. Lo tomaremos en la arteria derecha con la mano izquierda y en la arteria izquierda con la mano derecha. • En la arteria temporal, por encima del arco zigomático. • En las arterias metacarpianas y meta tarsianas, ventrálmente, en el hueco existente entre la caña y los tendones perforante y perforado. La apreciación de un pulso fuerte en estas arterias puede significar alteraciones pódales. • En la arteria coccígea en algunos animales, sobre todo en aquellos cuya cola no sea muy musculosa. —Bóvidos. • En la arteria maxilar externa, en el borde externo de la mandíbula.
• En la arteria coccígea media. • En la arteria safena. • En la arteria mediana, parte medial del antebrazo, por debajo y delante de la articulación del codo. —Ovidos. • Prácticamente se utilizan las mismas arterias que en los bóvidos. —Perros y gatos • Al margen de otras, la mejor arteria resulta ser la femoral. —Cerdo y conejo • Lo más práctico es la auscultación cardíaca directa. Fr e c u e n c ia d e l pu l s o
La frecuencia del pulso es el número de pulsaciones (de contracciones ventriculares) por minuto, como en el caso de la temperatura, o de la frecuencia respiratoria, es distinta según las especies animales y representa un dato que el clínico debe conocer perfectamente para poder saber cuando esta frecuencia está aumentada o disminuida. Los valores para las diferentes especies son los siguientes: —Caballo............. 2840 (37) —Vaca ................. 6080 —Oveja ................ 608090 —Cerdo ............... 6080 —Perro Grande .... 7080 —Perro pequeño ... 80 1:20 —Gato ................. 110140 —Conejo.............. 120150 —Gallina ............. 150 —Gallo de pelea ... 300 —Canario ............ 9001000 —Periquito .......... 9001000
Los a nimales jó venes presentan frecuencias su periores hasta en un 50 % de las de los adultos. Al nacimientose pueden triplicar estas cifras.
Modificaciones de la frecuencia
La frecuencia del pulso depende directamente del funcionamiento cardíaco, de forma
Figura 9J3. Puntos de lomn d«*pulso.
que se aumentará (taquicardia) cuando los latidos cardíacos sean mas rápidos y disminuirá cuando el corazón funcione más lentamente. Por otra parte, hay una serie de circunstancias fisiológicas que pueden hacer variar la frecuencia del pulso; éstas son: • El sexo. Solo influye en las hembras durante la gestación y en los machos durante el celo. • La edad. Cuanto más joven es el animal, más elevada es la frecuencia y, contrariamente, a mayor edad, la frecuencia es menor. • El volumen corporal. Los animales más grandes, dentro de la misma especie, presentan frecuencias más bajas. • La digestión. Como la mayoría de las constantes vitales, la frecuencia pulsátil se incrementa durante la digestión. • El miedoy el esfuerzo físico incrementan las pulsaciones. Modificaciones del pulso en función de las alteraciones cardíacas
—Taquicardia sinusal. incremento de la frecuencia pulsátil. —Bradicardia sinusal. Disminución de la frecuencia. —Arritmia sinusal o respiratoria. Pulsaciones rápidas y lentas alternándose. —Extrasístole auricular. Pulsación normal y pausa (semeja una bradicardia si los extrasístoles son más o menos continuados). —Extrasístole ventricular. Pulsación normal, pulsación débil y pausa, (falso pulso alternante). —Bloqueo atrioventricular de 2° grado, tipo I. Las pulsaciones se van separando (enlenteciendo) hasta que se nroduce una pausa larga. —bloqueo atrioventricular de 2e grado, tipo II. Cada dos ó tres pulsaciones falta una. J46
Otrostiposde pulso • Pulso alternante o intermitente Llamamos pulso alternante aquél que presenta una pulsación normal y otra débil, separadas por el mismo espacio de tiempo. Es rítmico. Se presenta en las miocardosis, siendo la glosopeda la enfermedad más representativa del mismo. • Pulso diferente Es aquél que es de características distintas en arterias simétricas, obedece a lesiones arteriales, vasodilataciones unilaterales o trom bosis. Cualidades del pulso (fig 9.14)
—Fuerza del pulso Nos indica el choque máximo sistólico o la capacidad contráctil del corazón.. La apreciamos palpando el vaso con varios dedos, haciendo presión con el distal (el más alejado del corazón) para notarlo en los proximales. Según esto nos podemos encontrar con: • Pulso fuerte. Es un pulso fisiológico que indica una buena capacidad de contracción de la musculatura cardíaca, así como una perfecta elasticidad de las arterias. Es el pulso de los caballos de competición con hipertrofia cardíaca. • Pulso débil. Es consecuencia de una debilidad cardíaca (hiposistolia) o de una llegada escasa de sangre al corazón (hemorragias, colapso hemodinámico). —Tensión del pulso Depende del tono de las paredes vasculares y está íntimamente relacionada con la fuerza. Se mide colocando los dedos sobre el vaso, como en el caso anterior, pero ahora la presión la realizamos con el dedo proximal para observar cuando se deja de notar en los distales; en
/
t
\
_
r \ _ i
PuJso Normal P. Saltón
p. Pleno
yT\_/T\_
A J U ___ l u _ __________________.
.
.
P. Filiforme r-
, /
P. Vacuo
•
P. Fuerte o duro
t
\ _____
r r v _ i
P. Débil
Figura 9.14. Tip>os de pulso.
función de esta propiedad nos encontramos con:
• Pulso tenso o duro. Se presenta cuando hay un aumento de la actividad cardíaca sin relajación simultanea de la arteria. La arteria aparece tensa y consistente; se observa en los estados de hipertensión (esclerosis renal, tétanos, infosura del caballo). • Pulso hipotenso o blando. Se presenta en debilidad cardíaca, relajación vascular general, grandes hemorragias y anemias graves. Cuando el pulso es blando y la arteria está poco llena, resulta casi im palpable y recibe el nombre de pulso filiforme. Se observa en estados de shock. —Amplitud del pulso Refleja el volumen de sangre que sale del ventrículo en cada contracción sistolica y, en consecuencia, la altura de la onda pulsátil pro pagada desde la parte inicial de la aorta. Según la amplitud, podemos clasificar el pulso en: • Pulso amplio o grande. Se presenta fisiolc .Ricamente en los estados de circu lación hipercinéticos (ejercicio, riebre, gestación).
En estados patológicos lo observamos en la insuficiencia aórtica, en la hipertrofia ventricular izquierda y en la moderada relajación de la pared arterial, manteniéndose la fuerza cardíaca. • Pulso pequeño o parvo. Se trata de un pulso pequeño, pero de forma normal, nos indica un estado de vasoconstricción, de aumento de las resistencias periféricas acompañado de un volumen minuto cardíaco bajo. Puede verse, en condiciones normales en estados de ansiedad y frío y en condiciones patológicas, en estenosis de cualquiera de las válvulas, hipertensión arterial, debilidad cardíaca y relajación general de los vasos (parálisis vaso motriz). Plenitud o repleción Se mide haciendo rodar el vaso sobre la superficie ósea, prestando atención al grosor del mismo durante sus fases de máxima y mínima elevación. En función de esta características tenemos: Pulso pleno. Indica tensión arterial normal, con actividad cardíaca vigorosa. Se 147
observa también tras el ejercicio y al principio de los procesos febriles. • Pulso vacuo. Se observa en estados de debilidad cardíaca, en los estados caquécticos y después de graves hemorragias. —Celeridad La celeridad indica la unión de dos propiedades del pulso: la amplitud y la frecuencia. Basándonos en esta propiedad podemos observar dos tipos de pulso: • Pulso Celer. Es un pulso de amplitud aumentada y forma característica: onda inicial súbita y vertical, cúspide apenas sostenida y descenso rápido. La onda
pulsátil choca fuertemente contra el dedo que lo palpa y desaparece rápidamente también se llama pulso en martillo de agua. Es propio de la insuficiencia aórtica grave y, en ocasiones, de la fiebre. Una variante de éste es el pulso saltón, en el que la onda es grande, redondeada y de forma normal; se observa en los estados hipercinéticos, incluso normales (calor) y en la hipertensión arterial sistólica de los animales viejos. • Pulso tardo. En este caso la onda pulsátil se nota muy poco y es mucho mas lenta; se trata de una onda que se eleva lentamente y en forma de meseta. Es característico de los animales viejos (équidos) y de la estenosis aórtica.
CAPÍTULO EXPLORACIÓN DEL ABDOMEN ■ ■■ Para la exploración del abdomen hemos de tener una idea muy clara de la proyección extema de las visceras internas, para lo cual haremos uso del paradigma, especie de mapa cartográfico donde reflejamos la proyección normal de cada uno de los órganos y sus desituaciones o modificaciones, si las hubiere. Para realizar el paradigma utilizamos unas líneas quenos dividen el cuerpo del animal en una serie de regiones, las cuales nos van a servir de referencia para ubicar los citados órganos. En primer lugar trazamos una línea alrededor del cuerpo del animal, que pase por la última vértebra torácica, a continuación, trazamos otra de las mismas características que la anterior, que pase por delante del pliegue de la babilla, exactamente, por la última vértebra lumbar; por último trazamos las dos líneas del codo, derecha e izquierda. Una vez dibujadas estas líneas procederíamos a realizar un supuesto corte de la piel del animal a lo largo de las apófisis espinosas de todas las vértebras, la separaríamos y la extenderíamos sobre un plano horizontal, dando lugar a la fig 10.1 Sobre este plano dioujamos la última costina y el borde posterior del pulmón, para tener una referencias aclaratorias y, de esta forma, nos queda dividido el c u e r p o del animal en tres regiones fundamentales: Epigastrio, Meso gastrío e Hipogastrio Haciendo uso de las dos líneas del codo, estas tres regiones quedan convertidas en nueve, que «on las que señalan la figura. Es, entonces, cuando plasmamos la proyección de todos Jos órganos internos (fig 10,2).
CABEZA
■
J
S\r r 1 0
EP PARACONDRIO
DERECHO^
\loto
%
y
K
\
/XIFO DEAv \
/
j
PARACONDRIO ftreWERDO i
V
M E ! 0 G \ S T R I O i >
FLANCO DERECHO
RB ¡ION UMI IUCAL
FLANCO IZQUIERDO
1
REGION^ INGUINAL \ DERECHA
REC ION PREPl BIANA
REGION^ ^INGUINAL IZQUIERDA
1 1
\ S A * 1 0 A
H 11
;
i
( O I A
Figurci
10.1
Pfimdigmft Abdominal.
La exploración del abdomen puede ser extema e interna, la primera, que incluye la ins pección palpación, percusión, auscultación, laparoscopia y radiología, es más propia de los pequeños animales, mientras que la exploración interna o rectal es la que se realiza sobre los grandes animales (équidos y bóvidos).
Figura 10.2. Equido lado izquierdo.
J50
Figura 10.2 Equ ido lado derecho.
Figura 10,2, Paradigma de équido.
Figura 10.2. Vaca lado izquierdo.
Figura 10.2, Vaca lado derecho.
Figura 10.2. Paradigma de vaca
Flgufrt 10,2. IVrro Indol* q iilr H o y(fetwho,
i
A /! \ 'A ' jr s
\ f / ?s
Xipdo
¿zsfawtapp
Figura 10,2.
Pñtñóigtnñ óe peno.
/£jbtowtap/r
Figura 10.2. Paradigma de cerdo.
M fl'' pui¿
Jú ya ctb
Óct^xf
J i
5
c
¿
r
cotrn ase& nd& üe Co&n
detcená vü ¿
9
Figura 10.2. Paradigma de cerda.
In s p e c c i ó n
Observando el abdomen en las tres direcciones del espacio trataremos de localizar cam bios de forma o de volumen. Siempre hemos de procurar que la inspección sea simétrica para tratar de captar las diferencias que pudieran existir entre uno y otro lado del abdomen. En este sentido hay que señalar que esta circunstancia no se da en los rumiantes, en los que el lado izquierdo siempre abulta más que el derecho (salvo en los casos de gestación). En esta inspección podremos apreciar aumentos de volumen, que pueden ser generales o locales, y disminuciones del mismo. Los aumentos generales del abdomen se producen como consecuencia de la presencia de sólidos, líquidos o gases. El aumento generalizado por sólidos suele obedecer al acumulo de alimentos, aunque tam bién se presenta en los casos de tumoraciones
El abultamiento por gases es mucho más generalizado y tiende a dar la imagen del abdomen en tonel En el caso de los rum»antes, este abultamiento suele localizarse en las par-
graves, dilataciones de algunos órganos (hepato y esplenomegalias), presencia de fetos momificados en útero y gestación avanzada. Suelen ser abultamientos asimétricos que, aunque los consideramos generalizados, en muchas ocasiones no suelen afectar a la totalidad del abdomen. El aumento por líquidos produce abultamientos generalizados, que son más marcados en las partes declives (fig. 10.3), dando el aspecto de lo que se conoce con el nombre de “vientre de batracio”. Por otra parte, tal como se observa en la fig 10.3, cambia su situación cuando modificamos la posición o postura del animal. Pueden deberse a ascitis, rotura de la vejiga de la orina, piometras, hidronefrosis, quistes ováricos En estos últimos casos, en los que el líquido está contenido en un órgano, la localización del abultamiento prácticamente no varía al modificar la postura del animal.
puede estar localizado en el interior del estómago, del intestino o del rumen de los rumiantes. En cualquiera de los tres casos, la presión que los sólidos, gases o líquidos realizan sobre
Los abultamientos locales se producen, fundamentalmente, por la presencia de hernias, tumores, hematomas o abscesos. En estos casos, es conveniente realizar una punción exploratoria para poder determinar la causa del aumento de volumen. Por otra parte, pueden aparecer abultamientos locales en la parte inferior del abdomen debidos, fundamentalmente, a inflamaciones edematosas, a fallos cardíacos congestivos, o a hipoproteinemias (edema de hambre). La disminución del tamaño del abdomen se observa en animales caquécticos, en los casos de diarreas pertinaces y cuando, por el dolor abdominal (peritonitis, abdomen agudo), el animal recoge el vientre, a la vez que lo endurece (vientre en tabla). Figura 10.4. Palpación abdominal del perro. Pa l pa c ió n e x t e r n a
La palpación externa en los grandes animales, tal como hemos señalado, tiene poco valor, ya que es mucho más interesante la palpación rectal; únicamente, y para casos muy concretos, utilizamos la palpopresión. En los pequeños animales, la palpación externa se realiza con el animal de pie, sobre la mesa o, en el caso de ser animales de gran talla, en el suelo. Es conveniente tranquilizarlo si el animal, bien por el dolor que pueda padecer o por tener un carácter poco colaborador, se encuentra muy nervioso. La palpación la podemos llevar a cabo con dos o una mano (fig. 10.4), deslizando, en el primer caso, las palmas de delante a atrás y realizando una presión progresivamente mayor; mientras que, en el segundo, con una sola mano intentaremos abarcar el abdomen de abajo arriba y de delante atrás, modificando también la presión ejercida de una forma gradual. En esta palpación podremos notar la presencia de escíbalos (heces endurecidas), invaginaciones intestinales, el contorno y tamaño de los riñones, ganglios mesentéricos hipertrofiados (difícil), dilatación gástrica por sobrecargas, repleción de la vejiga de orina.
Otra circunstancia a observar en la palpación es el estado de tensión de las paredes abdominales que puede estar aumentada o disminuida. El aumento de la tensión de las paredes se observa en todos los animales al principio de la palpación abdominal como mecanismo defensivo, pero pasado ese primer tiempo, el animal se relaja y podremos pasar a realizar la exploración. En condiciones patológicas, observaremos aumento de la tensión abdominal en el meteorismo gástrico e intestinal, en peritonitis, en espasmos musculares y en otros procesos abdominales dolorosos. La disminución de la tensión del abdomen aparece, fundamentalmente, en los estados de inanición; tiene menor significación clínica. Unida a la tensión de las paredes del abdomen podemos notar el aumento o disminución de la sensibilidad dolorosa. La presencia de dolor acompaña a las peritonitis, gastritis traumáticas (perros con cuerpos extraños en el estomago), hepatitis... Por el contrario, la disminución de la tensión de las paredes abdominales y la ausencia de dolor van unidos a trastornos de tipo nervioso (paresias, hipoestesias, estados de coma). 163
Pr u f b a d e l a s u c u s ió n
La prueba de la sucusión es un tipu de palpación que realizamos para comprobar la existencia de líquido libre en la cavidad abdominal (ascitis, rotura de vejiga de la orina, hemorragias). Para llevarla a cabo colocamos una mano abierta sobre el abdomen de animal, mientras que con la otra, por el otro lado, provocamos movimientos de desplazamiento; en el caso de existir líquido libre en el abdomen, notamos perfectamente en la mano fija la “oleada ascítica” o, lo que es lo mismo, el desplazamiento del líquido. Si éste se encuentra dentro de un órgano, la respuesta es más confusa y, por tanto, más difícil de interpretar.
Pe r c u s i ó n
La percusión del abdomen tiene un valor limitado. Unicamente nos indica la presencia de líquidos, así como el aumento de volumen de determinados órganos. De forma genérica, el sonido es timpánico en la parte superior y va perdiendo resonancia a medida que descendemos, para convertirse en mate en las partes declives. Las modificaciones más significativas del sonido de percusión van en el seniido de encontramos con sonido mate en la parte dorsal, lo que puede significar la presencia de heces endurecidas o tumoraciones o, por el contrario, apreciar una extensión o desplazamiento hacia abajo del sonido timpánico, que se debe a la presencia de grandes masas de gas en las asas intestinales. Una sonido muy característica es el que da la ascitis, en la cual se aprecia un cambio brusco a partir de una linea paralela al suelo, que coincide con el nivel del líquido en el interior del abdomen (no hacemos referencia aquí a la percusión de órganos concretos, que la veremos en sus apartados correspondientes). 164
AUSCULTACIÓN
La auscultación puede hacerse directamente, aproximando nuestro oído al abdomen del animal o, mucho mejor, con el fonendoscopio. Nos colocaremos mirando hacia la parte posterior y mantendremos el fonendoscopio un mínimo de 40 ó 60 segundos, ya que los movimientos intestinales, llamados borborigmos, no son continuos. La auscultación de los borborigmos tiene una gran importancia en el caballo, dado su peculiar tipo de digestión intestinal y, preferentemente, cecal. Las características sonoras de estos borborigmos varían en función del estado más o menos líquido o sólido del tracto intestinal; pueden ser ruidos de gorgoteo, de murmullo suave o semejando al agua cuando pasa por una cañería. Al margen de otras consideraciones, lo importante en los équidos es la audición de estos borborigmos de forma más o menos regular. No se pueden dar valores fijos como ocurre en los ruidos del rumen de los rumiantes, pero podemos señalar que una media de ocho a diez borborigmos por minuto sería una cifra correcta. La disminución del numero de borborigmos por debajo de tres o cuatro por minuto nos puede indicar un enlentecimiento del tránsito intestinal, que en los équidos representa el principio de un cólico por impactación u obstrucción. Otros ruidos que podemos auscultar en el interior del abdomen son los ruidos de chapoteo, que representan la presencia de líquido en el interior del mismo. Cuando el líquido se encuentra libre en el abdomen, estos ruidos no presentan resonancia, mientras que cuando se encuentran en el interior de algún órgano (intestino) presentan una resonancia metálica. Pu n c i ó n e x pl o r a t o r i a
Ln muchas ocasiones ese líquido, al que hemos hecho referencia antenoimente, se encuentra en tal cantidad que es preciso procede?
a su evacuación para que la presión que realiza sobre el diafragma no llegue a provocar insuficiencia respiratoria, a la par que interesa conocer sus características para determinar su origen. En estos casos, es conveniente realizar una punción exploratoria, que al mismo tiem po puede ser terapéutica. La punción se realiza de pie en los grandes animales y tumbados sobre una mesa en los pequeños. El punto de elección es la parte mediacaudal, paramedial a la linea alba; en los bóvidos y óvidos por el lado derecho, en los équidos por el izquierdo y en las demás especies por cualquiera de los dos lados. Realizaremos la punción con un trocar provisto de fiador que, una vez dentro del abdomen, extraeremos; deberemos guardarlas máximas medidas de asepsia, habida cuenta que estamos pinchando peritoneo. Desituaremos la piel para que no coincidan los orificios de ésta y los de la musculatura abdominal y dejaremos que el líquido vaya fluyendo poco a poco; en el caso de que no salga con facilidad podremos aspirar haciendo uso de una jeringuilla, (fig. 10.5) En el supuesto de que la cantidad de líquido sea mucha, sobre todo en los pequeños anima-
les, no deberemos sacar todo de una vez, ya que se puede producir una brusca descompresión que puede provocar un colapso. La pa r o s c o pia
El laparoscopio es un trocar rígido con luz incorporada que permite visualizar las estructuras internas del abdomen. Su introducción se realiza en las partes dorsales, próximas a los órganos internos que pretendemos explorar. Como en el caso anterior, es preciso desinfectar muy bien la zona y esterilizar el aparato para evitar el peligro de peritonitis. Se realiza una pequeña incisión en la piel, previa anestesia local, para facilitar su introducción. Una vez en el interior del abdomen, vamos observando a través del visor moviéndolo con suavidad y una vez extraído aplicamos un punto de sutura a la piel. Al utilizar el laparoscopio hemos de tener en cuenta que la luz que lleva incorporada es luz caliente, por lo que la exploración ha de ser rápida para no provocar quemaduras internas al animal. B i o p s ia
La biopsia consiste en recoger una pequeña cantidad de tejido, con unas agujas especiales, de un determinado órgano para su posterior estudio anatomopatológíco. Requiere anestesia general y una técnica muy cuidadosa para no provocar hemorragias o pinchar en determinados puntos peli¡Rrosos (vesícula biliar) que podrían acabar con la vida del animal. Para evitar este inconveniente se puede dirigir la trayectoria de la aguja de biopsia a través de una pantalla de radioscopia O t r a s t é c n ic a s e x pl o r a t o r i a s
Figura 105. Punción abdominal.
Podemos citar la laparatomía exploratoria, de la que hablaremos en el capítulo de los rumiantes, las radiografías y ecografías.
EXPLORACIÓN RECTAL Como ya indicábamos en los primeros capítulos, la exploración rectal en los pequeños animales se denomina tacto rectal y tiene poco interés desde el punto de vista diagnóstico, ya que los datos que obtenemos son escasos y menos importantes que los que se pueden recoger a partir de la palpación externa. Se realiza introduciendo por el ano del animal el dedo índice o meñique (en función del tamaño), después de haberle puesto un enema de agua tibia y vaciado el recto de heces. Podremos apreciar: —Estado del esfínter anal. —Estado de la mucosa rectal (presencia de bridas, tumoraciones, pólioos. —Estado de la próstata en los machos (en los animalesviejos son muy frecuentes las prostatitis y los tumores de próstata). —Estado de las glándu las anales y perianales. La inflamación o la obstruc-
ción de sus cond uctos de d renaje produce tenesmo y dolor fea*!. En ocasiones, puede hacerse tacto recta] en las aves de corral, pero las posibilidades que ofrece son muy escasas; pueden palparse Les riñones en las aves adultas y la bolsa de Fabricio en los individuos jóvenes. Ex pl o r a c ió n r e c t a l
e n
l o s
g r a n d e s
a n i-
ma l e s
La exploración rectal en los grandes animales presenta una gran ventaja, ya que nos permite palpar directamente estructuras internas y hacemos una idea de su situación, tamaño o modificaciones. Para ejecutarla se requiere seguir una serie de pautas que, si bien no son de obligado cumplimiento, sí que nos van a ayudar en su realización. Explicaremos la exploración rectal de los équidos para, posteriormente, señalar los rasgos diferenciales de la de los bóvidos. (fig. 10.6)
Figura 10.6. Exploración rectal. Forma de colocar la mano.
En primer lugar es necesario señalar la conveniencia de utilizar guantes largos; hay que ten*r en cuenta que exiHen una serie de zoonosis que, potenciaímente, pueden ser trans
W)
mitidas al clínico, por lo tanto, siempre que sea posible hemos de guardar las máximas precau clones para que esto no ocurra Asimismo, deberemos ir provistos de una vestimenta
adecuada; hay muchas formas de ir vestidos (delantales, batas, monos), pero nosotros recomendamos la utilización de un mono al que se le ha cortado la manga a la altura del hombro, de esta manera vamos perfectamente protegidos y el brazo desnudo no opone ninguna resistencia a la colocación del correspondiente guante. Es conveniente calmar al animal (hay que tener en cuenta que la mayoría de las exploraciones rectales que se realizan a los équidos tienen su justificación en el diagnóstico del cólico) y procurar tomar unas medidas de precaución, siempre en función del carácter del animal (levantar la extremidad anterior, colocar el acial), aunque no nos cansaremos de repetir la conveniencia de huir, en lo posible, de las medidas coercitivas y de sujeción exagerada. Antes de realizar la operación, procederemos a poner al animaf un enema de agua tibia (23 litros), bien con un poco de aceite o con jabón, y le forzaremos a que se mueva para facilitar la defecación y la consiguiente limpieza del último tramo de intestino. La exploración la realizaremos en un sitio seguro y sin obstáculos, procurando adaptarnos a la altura del recto del animal para que nuestro brazo esté siempre a la misma altura que el ano; para ello, si el équido es muy alto, podemos subimos encima de una paca de paja y si es de poca alzada, nos pondremos en un nivel inferior. A continuación procederemos a meter la mano en forma acuminada (fig 10.6), con las uñas lo más cortas posible, realizando una fuerza controlada, ya que, si bien es cierto que lá resistencia que opone el esfínter anal es importante, cuando se vence ésta se nos puede escapar la mano en la ampolla rectal vacía y producir algún desgarro. Una vez en el interior, el animal hace esfuerzos (movimientos peristálticos), en un intento de expulsar nuestra mano; cuando esto ocurra deberemos paral izar nuestra progresión y esperar que pase el movimiento peristáltico.
¿ (¿ué pudemos palpar? (Fig, 10.7.)
Llevando la mano hacia la iz g ^ H M H H remos el colon flotante o transwMe tenias típicas y la flexura pélvica, que IfejMMtoljí segunda porción (ventral, ascendem^l^H tenias) de la tercera (dorsal, descendente y S I tenias). En ese mismo lado, un poquito más adelante, se encuentra el bazo que, en la mayoría de los casos, es de difícil exploración. En el centro podremos advertir la presencia del polo caudal del riñón izquierdo, que es ptósico y, por tanto, fácilmente desplazable. Si en ese punto damos la vuelta a la mano y nos dirigimos hacia arriba podremos palpar la Aorta, con un marcado pulso, debajo de los cuerpos de las vértebras. A la derecha podremos apreciar la cabeza del ciego, mientras que el intestino delgado es difícil de notar a no ser que algún tramo presente dilataciones. Tampoco, en condiciones normales, podremos llegar a tocar el estómago. En los machos, a la entrada de la pelvis (en la cavidad abdominal, si está llena) y en su parte medial nos encontramos con la vejiga de la orina, palpable a poca orina que contenga. Lateralmente, a ambos lados de la sínfisis pubiana se encuentra el anillo inguinal, por el que pasa el cordón espermático que contiene el conducto deferente y los vasos y nervios espermáticos. En las hembras, también a la entrada de la pelvis, se pueden localizar el útero, los cuernos uterinos y sus correspondientes ovarios. Por lo que se refiere a los bóvidos, las diferencias no son excesivamente grandes. No es necesario poner el enema, ya que las heces son mucho más blandas y, en la mayoría de los casos, al introducir la mano en el recto, desencadenamos el reflejo de defecación. Tampoco son tan importantes las medidas de sujeción del animal, únicamente hay que tener en cuenta que cuando tenemos introducido el brazo hasta el hombro, nuestra libertad de movimientos es muy escasa y si el animal realiza un extraño rápido o se cae al suelo, sino andamos prestos, corremos el riesgo de sufrir
1 * « « « < . * ta d K »
una fractura; bien es cierto, que los bóvidos son animales bastante torpes en sus movimientos y podemos percibir el peligro antes de que se presente. Una vez el brazo dentro, si llevamos la mano hacia la parte izquierda, podremos notar el saco dorsocaudal del rumen y sus movimientos, en el supuesto de que no haya parada ruminal. Al igual que en los équidos, en la parte medial advertimos la presencia de un órgano ptósico, parecido a un panecillo, que es el riñón izquierdo, así como los cuerpos vertebrales y la Aorta. En la parte derecha se encuentran el ciego y el colon que, salvo que presenten alguna dilatación, no son identificables. La vejiga de la orina y el anillo inguinal en los machos, así como el aparato genital de las hembras, tienen la misma localización que en los équidos. Es necesarioreseñar lo delicado de la mucosa intestinal, por lo que es necesario no forzar mucho la exploración ya que, en caso contrario, sacaremos el guante manchado de sangre, circunstancia ésta que, si bien no tiene apenas consecuencias, no es agradable para al dueño del animal si se encuentra presente. ^ESTÓMAGO DE LOS ÉQUIDOS El estómago de los monogástricos se divide en dos partes claramente diferenciadas: un reservorio aglandular, constituido por la región esofagica, y una porción glandular en la que podemos diferenciar las regiones cardial, fúndica y pilórica. (fig. 10.8.). En los équidos es una viscera muy pequeña, en la que predomina la porcion aglandular, con una capacidad de 8 a 15 litros, lo que supone el 12 %de la capacidad total del tubo digestivo. Dada su peculiar anatomía, el estómago presenta dos tipos de digestión: —Maceración y acción bacteriana, que se produce en la región esofágica.
Figura 10.8. Estómago de los équidos.
—Acción de los jugos gástricos en la porción glandular, de escasa importancia, ya que el grueso de la digestión se materializa en el ciego y colon. Es un órgano de muy difícil exploración por procedimientos manuales, ya que se encuentra en la parte central de la bóveda diafragmática y únicamente, por exploración rectal, en animales pequeños y cuando presenta una gran dilatación, podemos llegar a tocar la parte caudal del mismo. El mejor procedimiento para su exploración es, en la actualidad, la fibroendos copia. La alteración típica del estómago de los équidos es la dilatación que puede presentarse bajo dos formas distintas: —Dilatación moderada. En ella podemos observar las típicas manifestaciones de cólico: • Dolor fuerte y continuo. • Taquicardia. • 1 aquipnea con respiración superficial • Incremento de la temperatura. • Congestión generalizada, muy marcada en coniuntivas. • Sudoración profusa. 169
—Dilatación grave, con manifestaciones semejantes, pero que se caracteriza, fundamentalmente, porque el animal adopta la postura de perro sentado para aliviar la presión que el estómago realiza sobre el diafragma. Esta actitud también se observa en la rotura del estóma g°.
La causa de la dilatación o sobrecarga gastrica la podemos encontrar en las siguientes circunstancias: • Administración indiscriminada de piensos o harinas. • Obstrucciones pilórica por cuerpos extraños (gastrófilos). • Obstrucciones por tumoraciones (raras). • Ingestión de grandes cantidades de agua fría. • Ingestión de cantidades elevadas de alimentos fácilmente fermentescibles (verduras). En función de la causa, la dilatación puede ser por sólidos, líquidos o gases. La sobrecarga por sólidos es la de pronóstico más sombrío, ya que en un intento de vomitar se puede producir la rotura del órgano, o bien la eliminación de porciones de alimento que, por lo retrasado del velo del paladar, salen por fosas nasales con el consiguiente riesgo de de deglución desviada y neumonía por cuerpo extraño. El pronóstico de la sobrecarga por líquidos tampoco es muy alentador, habida cuenta que se pueden producir los dos accidentes citados anteriormente (fundamentalmente la deglución desviada), pero, en este caso, si actuamos rápido e introducimos una sonda nasoesofágica, podremos eliminar el agua y resolver el problema. La sobrecarga por gases es la de mejor pronóstico, ya que, aún existiendo ciertos riesgos, estos son mucho menores y la resolución del problema es fácil y rápida utilizando la sonda. Sondaje naso-esofágico
En los équidos, el sondaje bucoesofágico presenta serias dificultades, dado el retraso que
manifiesta el velo del paladar, de ahí que reaii cemos el al mismo para la administración de medicamentos directamente al estómago y para la evacuación del contenido gaseoso o líquido. Se utiliza la sonda de NewmanSchultz, perfeccionada por Kruger. Se trata de un tubo de caucho duro de 2,50 m. de longitud, 1oai de diámetro interno y 1,5 externo, con pvnlrfq^ dondeada provista de dos orificios laterales. Técnica. Un ayudante mantiene la cabeza del animal en posición normal, perpendicular al cuello, a la vez que le sujeta fuertemente por la oreja. El clínico coge la punta de la sonda con la mano derecha, mientras que con la izquierda, abre el ollar derecho, por el que introduce la sonda con suavidad. Se dirige por el meato ventral hasta la faringe donde es necesario esperar un movimiento deglutorio para hacerla progresar con una suave presión. Una vez en el esófago, se va introduciendo, merced a los movimientos peristálticos y a la presión gradual que ha de realizar el clínico, al mismo tiempo que observa su progresión a nivel de la parte inferior de la gotera esofágica. La llegada de la sonda al estómago se nota por el olor agrio que se desprende del interior de la misma. • Precauciones. —Se ha de actuar con delicadeza, ya que de lo contrario pueden originarse hemorragias que, si bien no son graves, son muy aparatosas. —En ocasiones, por la mala sujeción del animal, el consiguiente forcejeo provoca que la sonda se doble y salga por el otro ollar. —Podemos introducir la sonda en tráquea; este accidente es fácil de apreciar, ya que el animal comienza a toser, la sonda progresa con excesiva facilidad y no se observa su avance en la gotera de la yugular. —La sonda puede torcerse en S en el esófago, lo que dificulta su marcha* En estos casos es necesario utilizar una sonda algo más rígida.
—La complicación más grave que se puede presentar al introducir la sonda es la rotura del esófago, cuando se opera de forma brusca o el esófago presenta lesiones graves que debilitan su pared. in t e s t in o d e l o s é q u id o s
El intestino de los équidos es mucho más complejo que el del resto de los animales, presenta un volumen que viene a rep resentar el 80% de toda la masa abdominal y en él se concluye la mayor parte del proceso digestivo de los alimentos (especialmente en el ciego). Debido a su com plejidad y a la sensibilidad del peritoneo, el inte stino de lo s équid os es muy propenso al padecim iento de có licos, cólicos que pueden ser de etiología muy variada: “a frigore", por sobrecargas, tromboembólicos, por distopias, etc. Como consecuencia de esas particularidades intestinales, a la que hem os he cho referencia, estos animales presentan con mucha frecuencia, obstrucciones intestinales, sobrecargas, perforaciones y distopias. En la exploración del intestino, por inspección, al margen de otras manifestaciones de tipo general, apenas se apre cia nada significativo, salvo el aumento de la tensión y del volumen de la pared abdominal en el caso de timpanismos, o el recogimiento de la misma cuando el dolor com ienza a ser marcado.
A la palpación notamos el aumento de la tensión de la pared y el dolor. La percusión es poco significativa y, muchas veces, se convierte en una percusión dolo rosa. Las características del sonido dependen del tipo de proceso que padece el animal. La auscultación resulta ser el procedimiento exploratorio más ilustrativo; permite la audición de los borborigmos que, debido a la digestión intestinal con la consiguiente eliminación del gas formado, tienen una gran importancia en estos animales. Las modificaciones más significativas de estos, tanto en sonoridad como en cantidad son:
y continuos; se c a p t a fl j^ H ||H ^ ^ H ^ ^ ^ ^ ^ ^ H | dícos o H trucción intestinal. —Borborigmos ¥ tensidad o abolidos se diarreas, en la c o n sd Ü ^ ^ ^ ^^ ^ ^ ^ ^ H estado de la ó6stru cc ^P ^^^^ ^| En líneas generales, lo borborígi^j[^^H équidos son bastante irregulares, no sifa Í|j^H ritmo concreto y presentan diferente y duración, dependen en gran medida del tipi* de alimentación. Lo significativo para el diagnóstico es que sean excesivamente seguidos o, por el contrario, que apenas se oigan y su número sea muy escaso. Borborigmos estrepitosos
A l t e r a c io n e s in t e s t in a l e s m á s f r e c u e n t e s
• Meteorismo intestinal. Dilatación excesiva del intestino como consecuencia de un desarrollo rápido y exagerado de gas. • Atasco fecal o estercoraceo. Se produce como consecuencia de la lentifícacmn y excesiva desecación del contenido intestinal; puede llegar a provocar una oclusión total de la luz. En estas circunstancias, por delante del punto de oclusión, se produce una dilatación debido al acúmulo de gas que no puede orogresar. • Estenosis. Es la disminución de la luz, que conlleva el peligro de obstrucción; puede ser por cicatrices, pólipos o presiones externas (ganglios), (fig. 10 0 ) • Incarceración (encarcelar). Introducción de una asa intestinal por un orificio del epiplón, anillo inguinal u otro punto en el que quedan aprisionadas. Estas asas intestinales encarceladas arrastran los vasos meséntéricos corres pondientes, lo que provoca una isquemia que, generalmente, termina en necrosis de la porción intestinal y la consiguiente peritonitis, (fig. 10.9.) J • Volólo. Anudamiento de una asa intestinal sobre s’ misma, sobre todo cuando pende
Hernia
lncarce ración
Acodamientos
Invaginación
Invaginación Cecal
Torsión
Vólvulo
Anudamiento
Figura 10.9 Distintas alteraciones morfológicas del intestino.
de un meso o es ptósica. Se presenta como consecuencia de la administración de purgantes drásticos (deben estar proscritos en los équidos; o ser debidos a los revolcones a los que estos animales son muy aficionados, bien por vicio o bien para rascarse, (fig 10.9.) • Torsión. Giro de una asa intestina] sobre su eje longitudinal. Este giro puede llegar a ser de 3609, con la consiguiente necrosis de la porción sobre la que se ha oroducido el giro. 172
• Introducción de una asa intestinal en sí misma. La oorción introducida recibe el nom bre de intususceptum y la introducente intususcipiensífig. 10.8). ESTÓMAGO DEL PERRO El estómago del perro es grande, representa el 20% de la capacidad del tubo digestivo y*
prácticamente, carece de región esofágica o aglandular, por lo que, al contrario del caballo, la digestión se realiza casi en su totalidad en este órgano. Por su parte, y como consecuencia de lo anterior, el intestino es relativamente corto (cinco veces la longitud del animal) y no provoca problemas apenas. Es un órgano muy accesible por palpación, sobre todo cuando está dilatado; lo abordamos por el lado izquierdo, metiendo las puntas de los dedos por debajo del paracondrio.(fig. 10.10.).
Uno de los problemas más frecuentes en los perros, sobre todo en los jóvenes, y que puede ser diagnosticado por los procedimientos anteriores, es el de las gastritis. Las causas más habituales son la ingestión de cuerpos extraños, o la de alimentos en malas condiciones. Estas gastritis pueden ser: —Primarias. Generalmente de carácter agudo, son muy frecuentes en los cachorros por exceso de leche o por alimentación inadecuada (huesos de pollo). Se caracterizan por la aparición del vómito nada mas ingerir la comida. —Secundarias. Son consecuencia de enfermedades o procesos que no radican en el propio estómago, tales como moquillo, hepatitis, uremia. Los vómitos suelen ser extemporáneos y, al encontrase el estómago vacío, el animal elimina jugos (los dueños de los animales los llaman bilis). —Crónicas. Suelen ser consecuencia de agudas mal curadas. A
La percusión nos da un sonido timpánico cuando existe acumulo de gas y mate en el caso de que se trate de alimento sólido (bastante raro por la facilidad que tiene el perro para vomitar). Otro procedimiento diagnóstico de gran útil¡dad es la radiografía de contraste con papilla baritada, o bien con aire (se insufla a través de una sonda por vía oral) para mejor observar la mucosa o los posibles cuerpos extraños que contenga. En la actualidad el mejor método de exploración es la endoscopia, utilizando un fibro endoscopio qu* permite ver, directamente o a través de un monitor, el interior del estómago.
n á l i s i s d e l j u g o g á s t r i c o
El análisis del jugo gástrico puede aportar datos muy interesantes, sobre todo cuando este órgano sufre un problema funcional que conlleve digestiones anómalas, con pérdida de peso a pesar de que el animal presente apetito y coma lo normal. Para la extracción del jugo gástrico hemos de estimular previamente su secreción; esto se consigue dejando al animal a dieta durante un periodo de 12 horas aproximadamente y suministrándole 50 100 cc de una solución de alcohol etílico al 5 %, Posteriormente y mediante un aspirador, se puede ir extrayendo cada 1020 minutos, hasta un máximo de 1hora y media. En una primera visión del jugo extraído deberemos fijamos en el coíor, presencia de sangre, parásitos o sus huevos, etc. Posteriormente mediremos el pH, que en condiciones normales debe oscilar entre 1,5 y 5,5, con una media de 3,5. 173
CAPÍTULO 11 EXPLORACIÓN DEL ABDOMEN DE LOS RUMIANTES Los preestómagos de los rumiantes suponen el 75 % del volumen del abdomen, presentando una capacidad que es diferente para cada uno de ellos según la edad del animal; de forma que, por ejemplo, la relación volumen rumen/ volumen abomaso es de 0,5/1 a las cuatro semanas de edad (cuando el animal a efectos prácticos es un monogástrico), mientras que en los adultos es de 9/1 aproximadamente. La capacidad de los diferentes compartimentos gástricos, expresada en porcentajes, viene a ser la siguiente: —Rumen ...................... —Retículo .................... —Om aso ...................... —Abom aso ..................
80% 5% 7% 8%
EXPLORACIÓN DEL RUMEN El rumen (panza, herbario o estómago de maceración) tiene su proyección externa en el lado izquierdo, aunque interiormente se des plaza más allá del plano medial, está en contacto directo con los otros tres compartimentos y Sücapacidad es variable, en función del tamaño del animal, pero puede ir desde los 80100 litros, en los pequeños, hasta los 270 litros en los grandes. Presenta exteriormente una serie de surcos que corresponden a pilares internos y cuya
presencia dividen el conjunto en varios sacos, de los cuales el dorsal es el mayor. Sus movimientos están regidos por el vago a través de dos ramas, la dorsal o izquierda y la ventral o derecha. Estos movimientos permiten la mezcla y reyección del alimento contenido en su interior, así como la eliminación del gas por medio del eructo. El sistema simpático es frenador. Otra circunstancia que contribuye al movimiento ruminal es el contenido del mismo, que distiende las paredes y provoca el estímulo que favorece su desencadenamiento; de ahí se des prende que los rumiantes precisen raciones groseras o de volumen que favorezcan la motilidad y, en consecuencia, la predigestión. Teniendo en cuenta que tanto el rumen como la saliva (en este último caso, al menos, en cantidades suficientes) carecen de fermentos, la citada predigestión se realiza merced a la acción de una población ruminal rica en protozoos, bacterias y levaduras, que además degradan productos no utilizables por otras especies (celulosas) y sintetizan una serie de sustancias de gran importancia para el animal (vitaminas). Por esta circunstancia, a un rumiante no le debemos suministrar antibióticos, por vía oral, de forma indiscriminada, ya que corremos el riesgo de eliminar esa flora y fauna ruminal, imprescindible para su vida.
INSPECCION
La inspección permite detectar los cambios de volumen del abdomen que, en muchos ca sos, son muy significativos de modificaciones o alteraciones concretas. En la figura 11.1 se representan las modificaciones más frecuen tes. También por inspección, en la mayoría de los casos, si nos fijamos con detenimiento en el hueco del ijar izquierdo, pueden verse los mo vimientos nominales fundamentales para ga rantizar la predigestión. A la hora de contabilizarlos resulta mucho más práctico el palparlos o auscultarlos, pero la inspección nos puede dar una aproximación sobre su frecuen cia.
Pa l pa c ió n
Una primera forma de palpación consiste en apreciar los movimientos ruminales antes señalados. Para ello, colocaremos las palmas de las manos juntas sobre el hueco del ijar izquierdo y dejaremos caer el peso de nuestro cuerpo. Cada movimiento ruminal que pasa nos levanta lentamente las manos y las devuel ve con suavidad a la posición anterior. Habida cuenta la escasa frecuencia que presentan los movimientos ruminales, en condiciones nor males, es necesario mantenemos en esa posi ción, por lo menos, durante dos minutos. La frecuencia de los movimientos ruminales de nuestros rumiantes domésticos es —Vaca....
10-15 cada cinco minutos. (2-3 por minuto) —Cabra .... 7-14 cada cinco minutos. —Oveja — 6-16 Otra forma de palpación es la palpopresión, queconsiste en colocar el puño cerrado sobre la proyección extema del abdomen y realizar movimientos de amasamiento; su interés radi ca en que a través de ella podemos valorar la consistencia del contenido ruminal.
En condiciones normales, el tacto del rumen en su parte media es pastoso debido a que esa zona es la que contiene las fibras groseras, mientras que en la parte inferior el tacto es fluctuante por el contenido líquido de esa por ción. La consistencia del contenido ruminal puede verse modificada, bien por un aumento o por una disminución de la misma. —Aumento de la consistencia.- Se presen ta en el meteorismo, en el que además de aumentar la consistencia, ésta se toma más elástica. En la sobrecarga ruminal, así como en el enarenamiento (acúmulo de tierra en la parte inferior del rumen), la consistencia es dura o pétrea —Disminución de la consistencia.- Se pue de apreciar en los casos de atonía de rumen, en la putrefacción y acidosis ruminal avanzada y en aquellos animales en los que su alimenta ción es deficitaria en fibra bruta.
P e r c u s ió n
La percusión del rumen tiene poca signifi cación, si no es la de confirmar lo encontrado por otros procedimientos de exploración. En condiciones normales, el sonido de la porción dorsal (hueco del ijar) es timpánico, variando gradualmente hacia la matidez, a medida que vamos descendiendo hacia las partes más ventrales. Las modificaciones más significativas son el aumento del área timpánica, en los casos de timpanismo y el del área mate en los casos de sobrecarga o paralización ruminal.
Au s c u l t a c ió n
Los movimientos ruminales que, merced a estímulos vagales, se inician en el réticulo, se van desplazando, a manera de ola, por los sacos dorsales del rumen, para pasar, a continuación, a los ventrales y terminar prácticamente donde habían comenzado.
N o rm a l
Flanco Izdo. lleno (Indigestión)
Timpanismo Espumoso
Síndrome Síndrome de Hoflun Hoflundd Indigestión vagal vagal
Asci As citis tis
Neu Neum moper operito itone neoo
Torsión Torsión de Abomaso a la derecha
Silueta
Ileo Paralítico
Sobrecarga de Abomaso
Tlmpanismo Gaseoso
Estos movimientos ruminales tienen como misión misi ón rem r emov over er y mezclar mezcla r el el contenido rumina ruminall P*ra que su predigestión sea más homogénea. En esa mezcla del contenido ruminal, como consecuencia del estallido de burbujas y del trasiego de sólidos y líquidos, se produce un ruido que acompaña al movimiento y que podemos captar a través de la auscultación. Al ser un movimiento de ola, tal como hemos hemos señalado, señalado, si la auscultación va acompaacompañada de la palpación, pa lpación, el sonido se “oye “oye venir”, venir”, escuchándose con más intensidad cuando las manos, situadas en el huéco del ijar, comienzan a descender. El sonido es semejante al de un trueno largo. Los movimientos ruminales pueden estar disminuidos, anulados y aumentados. La disminución y anulación de los movimientos ruminales puede ser: —Primaria. —Primaria. Debida a proceso procesoss cuya cuya cau causa sa radica en los propios preestómagos. La mayoría de estes procesos vienen desencadenados por una indigestión simple simple no resuelt resuelta, a, produproducida pon * Cambio Cam bio brusco de alimentación alimentación.. * Ingestió Ing estiónn de alimentos excesiva excesivamen mente te molidos. * Ingestión Inge stión de forraje excesiva excesivamente mente ácido. * Suministro de piensos o forrajes recarecalentados. * Ingesti Ing estión ón de grandes gran des cantidades de de agua fría.
—Sec —Secundar undaria ia o sintomática. sintomática. Se produce produce en la mayoría de las l as enfermedades sistémica sistémicas. s. La parada para da ruminal, en estos casos, da lugar a la la aparición aparici ón de un cuadro digestivo que agrava la la enfermedad o cuadro original. El aumento au mento de los movimientos ruminales
tiene poca importancia desde el punto de vista clínico; es fisiológico fisioló gico durante la rumia, en el pe p e r ío d o p o s tp a n d r ial, ia l, al com co m ienzo ien zo del agud o (por (po r el estímulo que provoprovometeorismo agudo ca la distensión de las paredes) pare des) y en los estados estados vagotonía.
RUMINOTOMÍA EXPLORATORIA
La ruminotomía exploratoria, que posteriormente puede convertirse en terapéutica, es una intervención sencilla que presenta muy poca pocass complic complicacio aciones nes y que, en muchos caso casoss nos permite permite realizar un diagn d iagnóstic ósticoo que se nos nos había puesto difícil. No aconsej aconsejamo amoss hacer la ruminotomía a todo rumiante que presente algún tipo de alteración ción digestiv digestiva, a, pero sí s í que tenemos tenemo s que q ue tomar to mar en consideración el realizarla (o una laparatomía si con con ello bastara) bastara) en aquellos aq uellos casos en los que el diagnóstico diagnóstico no esté muy m uy claro cl aro o no haya una respuesta al tratamiento instaurado, antes de llegar a un grado de deterioro que haga imposible su recuperación. Realizada la ruminotomía, y a la vista de lo que nos encontremos allí, podremos optar por sacrificar el animal o por establec establecer er el el tratamiento tratami ento adecuado. Otro procedimiento de exploración importante es el estudio del líquido ruminal, que comentaremos al final del capítulo. EXPLORA EXPLORACIÓN CIÓN DEL RETÍCUL RET ÍCULO O El retículo retículo (redecilla, bonete bon ete o estómago de reyección) es el marcapasos que inicia los movimiento movimientoss ruminales contray co ntrayéndo éndose se él mismo. Esta contracción presenta dos fases: en una primera primera se reduce su volumen volum en 1/3, 1/3, al mismo mismo tiempo tiempo que se inicia el eructo eru cto y la reyecci rey ección ón del del bolo alimenticio alimenticio hacia el esófago; esófago ; en la segunsegunda se reduce su volumen hasta has ta la l a mitad mi tad,, se inicia inicia el movim movimiento iento ruminal y lo que queda de contecontenido en su interior pasa al rumen, llenándose posteriormente posteriormente en el periodo per iodo de relajación. Está situado en el lado izquierdo izqu ierdo,, por po r delandelante del rumen y tiene su proyección externa entre los espacios intercostales ó9 y 89, por debajo debajo de la línea línea del encuentr encu entro, o, la cual hace h ace de tangente tangente o secante corta (fig. 11.2). Su proximidad con el diafragma (entre 1 y 2 cm.) y, en consecuencia, consecuencia, con el corazón hace hac e fácil que se se presenten, presenten, sobre todo en bóvido bóv idos, s, frenitis y pericarditis debido a la presen pre sencia cia de cuerpos extraños en su interior que atravies atra viesen en su pared
Figura Figur a 11.2. Proyección extema del reticulo. reticulo.
In s p e c c i ó n
No tiene ningún ningú n valor, ya ya que al estar situa situa-do por debajo deba jo del paracondri para condrioo no hay posibiliposibilidad de observar cambios de volumen o de forma. Pa
l p a c ió n
Podemos Podem os decir de cir los lo s mismo mism o que en el caso de la inspección, la presencia de las costillas ta pándolo pándolo hacen imposible su acceso dire directo cto.. Pe r
c u s ió ió n
Por estar situado en una zona declive y contener alimento alim ento,, prácticamente prácticam ente durante durante tod todoo el tiempo, da un u n sonido son ido mate mat e que resulta resulta impoimposible de diferencíalo de los órganos próximos.
Au
s c u l t a c ió n
Los ruidos que produce el retículo en su doble contracción quedan enmascarados por
los del rumen mucho más potentes e incluso, por por los los del coraz corazóón, por lo que que resulta resulta muy difícil el poder apreciarlos; con mucho cuidado y detenimiento pueden oirse ruidos de gorgoteo gorgoteo antes de de iniciarse el correspondiente correspondiente ciclo ruminal. Pr u e b a s
d e l d o l o r p p r o v o c a d o
Debido a la voracidad de estos animales y a su particular forma de aprehender aprehende r y tragar tragar los alimentos, alimentos, los rumiantes, y más concretament concre tamentee los bóvid bóvidos, os, sufren con frecuencia de un proceso denominado reticulitis traumática o “por cuerpo cuerpo extraño”, que se produce cuando, con el alimento, alimento, ingieren algún algún cuerpo metálico me tálico o no, que se clava en su mucosa debido a las contracciones antes mencionadas. En estas circunstancias tancias se produce una paralización refleja de sus movimientos que, lógicamente, paraliza el rumen provocando un cuadro de indigestión. El cuerpo extraño puede quedar ahí, originando una reticulitis simple, o pude progresar dando lugar a reticulofrenitis, reticulofrenitis, retículopericarditis o localizarse en otros órganos, causando la sinto sint o matología añadida añadida correspondiente (Fig 11.3).
Figura 11.3. Organos que pueden verse afectados por el desplazamiento de un cuerpo punzante. 1. Cuerpo extraño extraño en Reticulo. 2. En Diafragma. 3. En Rumen. 4. En Hígado. 5. En Abomaso. 6. En bazo.
Para tratar de demostrar la reticulitis traumática o, como dice el ganadero, que la vaca está “clavada “clav ada”, ”, realizamos las pruebas pruebas del del dolor provocado, pruebas que detallamos a continuación: Prueba del pellizco
Consiste en coger un pellizco en la piel y músculo de la zona de la cruz o un poco más atrás y por un mecanismo reflejo, el animal desciende el dorso flordosis), a la par que todo el abdomen; dada lasítuació lasítu aciónn del retículo retículo entre entre el abdome a bdomenn y el diafragma, este descenso brusco hace que se vea comprimido, de forma que si presenta algún cuerpo clavado en su pared, éste se clava c lava más y, en consecuencia, el anim animal al hace un gesto de dolor, (fig. 11.4) El pellizco debe realizarlo un ayudante, mientras que el clínico se sitúa en la cara del animal y trata de captar el dolor que se manique jido, o, por po r un suspiro o por un fiesta por un quejid
prueb pruebaa del palo o del bast bastón ón
Tiene el mism m ismoo fundament funda mentoo que la la ante anterio rior.r. En este este caso, cas o, hacem hac emos os pasar pasa r un palo grues gruesoo por por debajo del abdome ab domenn del animal, a la altura de de la proyección del retículo; dos persona personass fuer fuerte tess levantan el cuerpo, tirando a la vez y hacia arriba del palo; en un momento determinado sueltan de golpe, produciéndose el descenso brusco de las visceras visce ras que hacen hacen presi presión ón sobr sobree el retículo igual que en el caso anterior (fíg 11.4).
reticulitis, señala el autor que la zona de la espalda y cruz corresponde al arco reflejo viscerocutáneo del retículo, de forma que en un animal con un cuerpo extraño clavado, al pel pelliz lizca car, r, pinc pincha harr o tirar tirar de los pelos pelos de la espalda aparece un dolor reflejo que el animal manifiesta como como en los los casos anteriores. TeneTenemos nuestras serias dudas. Pru Prueb ebaa de de la la pend pendie ient ntee
Es una prueba que, según nuestro criterio, tiene poca fiabilidad. Consiste en golpear con la goma del martillo percutor en la zona de proyección del réticulo. réticulo. En caso caso de que que la vaca vaca esté “clavada “cla vada”, ”, aparec ap arecen en signos claros de de dolo dolor.r. En realidad, realida d, siempre siem pre nos queda la duda duda de si se se queja por po r la reticuli retic ulitis tis o por la percusión percusión en en sí. sí.
Se trata de una prueba denostada por muchos autores que, que, sin embargo, embargo, nosotros nosotros consiconsideramos muy interesante. Consiste Consiste en hacer bajar a un animal por p or una cuesta o pendiente pronunciada; en el caso de estar clavado, el el animal desciende desciende lateral lateralmente mente o se niega a bajar la cuesta, dado que la presi pr esión ón querealiza el rumen sobre el el retículo le exacerexacer ba ba el dolo dolor. r. Si por por el cont contra rario rio,, al mism mismoo anim animal al le hacemos subir la citada cuesta sube sin ningún tipo de problemas.
Prueba Prueba del puño
Uso del detector detector de metales metales
Es muy mu y semeja sem ejante nte a la del palo, pero pero en en este este caso lo que qu e hacem ha cemos os es e s colocarla el puño puño en en la región xifoid xi foidea, ea, entre entr e las costillas costil las y el el xifoid xifoides es (zona refleja refle ja de dolor dolo r del retículo) y, apoya apoyand ndoo el codo en la rodil r odilla, la, tratamos tratam os de hundir hundir el el puño puño lo más profundamente posible soltando a continuación tinuac ión de golpe. go lpe. El efecto ef ecto es semejante semejante al al del del palo. palo. Se trata de una prueba bastante bastante fiable fiable y de respuesta más o menos clara en casos de reticulitis. (fig. 11.4).
La importancia importancia de la enfermedad enfermedad ha sido si do y es tal que se empezaron empezaron a utilizar utili zar detectores detectores de metales metales ( el primero primero que se utilizó era una copia copia fiel de los que se emplearon en la 2- guerra mundial mundial para la detec detección ción de minas) para par a tratar tratar de localizar el posible alambre, clavo o cualquier otro tipo de cuerpo punzante. En la actualidad, se utilizan los detectores de alta frecuencia que llegan a captar metales no ferromagnéticos, tales tales como el aluminio alumi nio y el cobre. De cualquier forma, el uso del detector no es concluyente cara un diagnóstico de reticulitis ya que:
Prue Prueba ba de la percusión dolor doloros osoo
Prueba Prueba del dolor refleja reflejado do
Tampoco es una prueba que nos merezca mucha confianza. Según Kalchschmidt, el bovino posee regiones de arco reflejo viscero
—Pu —Pued edee trata tratarse rse de un cuerpo cuerpo no metálico metálico (cristal). —El —El cuerpo cuerpo metáli metálico co pued puedee estar clavad clavadoo muy alto y la profundidad del aparato no
exista reticulitis(es muy frecuente encontrar cuerpos metálicos en el rumen). —El cuerpo metálico, que da positivo en el detector, puede que sea romo y, en consecuencia, no esté clavado y por tanto, no exista reticulitis. Como hemos señalado anteriormente, el objeto, sobre todo si es muy fino, puede atravesar la pared del retículo y situarse en cualquier órgano. La clínica de la reticulitis traumática es muy imprecisa y se parece a la de cualquier otro proceso digestivo. El hecho de que existan tantas pruebas para intentar llegar a un diagnóstico correcto se basa en que el único tratamiento de este proceso es el quirúrgico, de forma, que nos tenemos que asegurar muy bien para no cometo' un grave error. Ccmio último recurso siempre nos queda la posibilidad de recurrir a la ruminotomía
exploratoria y tratar de localizar el supuesto cuerpo extraño en la pared del retículo a través del rumen. Por otra parte, la radiografía del retículo es un procedimiento bastante eficaz para el diagnóstico de la reticulitis traumática; el problema radica en disponer de un aparato de rayos X con la suficiente potencia como para poder realizar radiografías abdominales a los bóvidos. EXPLORACIÓN DEL OMASO El omaso (librillo, salterio o estómago de desecación) tiene su proyección externa en el lado derecho entre el 1- y 9Bespacio intercostal a una altura en la que la línea del encuentro lo divide en dos partes poco más o menos iguales* el tamaño de esta proyección es el de un plato de postre (fig. 11.5.).
Figura 11.5. Proyección extema del omaso y abonaso.
No están muy claras sus funciones, aunque se conoce que en el omaso se produce la absorción de agua y minerales, así como de ácidos de baj molecular. Funciona co
pasarlo por entre sus hojas, impulsarlo hasta el cuajar. Sobre el omaso asientan una serie de procesos, la mayoría de ellos formas sintomáticas
de may°r casuística la paresia, sobrecarga o enlibrillamiento y hacia su diagnóstico va dirigida, la mayoría de las veces, la exploración de este órgano, que se realizan tal como señalamos a continuación:
escaso y aún realizando una percusión muy cuidadosaesdifícilpercatamosdeestacircunstancia. Por otra parte, al estar situado en parte declive no hay ninguna posibilidad de diferenciar el sonido con ningún otro órgano, ya que en esa zona el sonido es mate generalizado.
In s p e c c i ó n y P a l p a c i ó n
Por su localización, debajo del paracondrio, resulta inabordable por estos procedimientos de exploración, únicamente la palpación con los nudillos en los espacios intercostales de su proyección, en algunos casos muy concretos, puede dar lugar a una respuesta dolorosa, pero no es un procedimiento que ofrezca mucha fiabilidad. La palpación directa del omaso se puede realizar tras efectuar una laparatomía exploratoria. En el caso lógico de hacerlo por el lado izquierdo, se pasa el brazo por encima del rumen y llegamos a palpar la parte dorsal del órgano. En condiciones normales, el omaso presenta una consistencia duropastosa, fácilmente depresible y sin respuesta dolorosa. En el supuesto de realizar una ruminotomía, podemos llegar a palpar el agujero retículo omasal a través del rumen e introducir dos dedos en el interior del librillo para poder captar el estado de su contenido que, en condiciones fisiológicas, es de color pardoverdoso y bastante seco. Pe r c u s ió n
La percusión del omaso tampoco es muy significativa; puede hacerse una percusión dolorosa en su zona de proyección, semejante a la realizada en el retículo para la reticulitis traumática, pero la respuesta no siempre es lo suficientemente clara. En los casos de enlibrillamiento se produce Un incremento del tamaño de la viscera que desplaza hacia adelante el borde posterior del pulmón, sin embargo, este desplazamiento es
Au s c u l t a c i ó n
Tampoco la auscultación nos va a suponer una ayuda a la hora del diagnóstico de la enfermedad del omaso, ya que los ruidos de crepitación o de gorgoteo que podrían escucharse en condiciones normales o los de chapoteo en el caso de estenosis funcional se ven enmascarados por otros ruidos digestivos, es pecialmente por los del rumen. P r u e b a d e l pu ñ o
Es quizá la única prueba que permite sacar alguna conclusión válida en el caso de enlibrillamiento y esto no en todos los casos. La prueba es exactamente igual que su homónima realizada en el retículo, solo que, en este caso, la realizamos en el lado derecho, introduciendo el puño en la zona xifoidea, entre la apófisis xifoides y el paracondrio; en caso de paresia de librillo aparece una respuesta dolorosa que se traduce por un mugido, encorvamiento o mirada angustiosa. La clínica del omaso, como la del resto de los preestómagos, es totalmente inespecífica. EXPLORACIÓN DEL ABOMASO El abomaso (cuajar, estómago glandular o verdadero) tiene su localización externa entre los espacios intercostales JíMO®del lado derecho, por debajo y detrás del omaso y, en función de la edad, se localiza más o menos debajo, del paracondrio (enel lactante, la proyección del abomaso se extiende mucho más atrás) (fig. 11.5).
In s p e c c i ó n
Au s c u l t a c ió n
Los cambios de volumen de la zona de proyección extema del abomaso son función del tipo de alteración que presente el órgano, así en los animales jóvenes, la sobrecarga, timpanismo o estenosis de píloro dan lugar aun abultamiento ventrocaudal, mientras queenlos animales adultos, el desplazamiento del abomaso a la derecha provoca un abultamiento más dorsal. No obstante, en muchos casos, el abultamiento puede ser tan discreto que pasa desapercibido.
El cuajarno presenta ruidos característicos que puedan captarse; como ocurre en el omaso sus ruidos se ven enmascarados por los ruminales y por los borborigmos intestinales.
Pa
l pa c ió n
Se realiza fácilmente en los animalesjóve nes y con mayor dificultad en los adultos. En los temeros con abomasitis o úlceras de cuajar se observa una palpación dolorosa que se traduce por un encorvamiento del dorso y rechinar de dientes. En el caso de que el cuajar contenga cuerpos extraños, tales como tricobezoares (tampoco son raras las cuerdas o trozos de tela), se pueden llegar a notarhacien do una palpopresión. En los animales adultos, en los casos de desplazamiento a la derecha, se nota una pared abdominal tensa, dura sin presencia de dolor. Tanto en el desplazamiento a la derecha como a la izquierda, en algunas ocasiones podemos llegar a tocar el cuajar por exploración rectal, apareciendo al tacto como una especie debalón tenso.
Alteraciones de cuajar másfrecuentes • En temeros: —Dilatación de cuajar por obstrucción pilórica (ingestiónde trapos, cuerdas virutas). , —Dilatación por fermentación anómala de la leche (leche en malas condicio nes o mal preparada). —Sobrecarga por indigestión (ingestión de grandescantidades de leche o exce sivamente concentrada). —Abomasitis y úlceras de cuajar, funda mentalmente por estrés. Elmalfuncionamientode la goteraesofágica puede provocar que la leche, en vez de llegar al cuajar, pase aun rumen que todavía no es capaz de digerirla, produciéndose la putrefacción de la misma. • En adultos: —Repleción o sobrecarga, se presenta ucuando el animal ingiere paja o heno excesivamente cortado. ME —Desplazamiento, con o sin torsión, a derecha o izquierda.
Desplazamiento ¿le abomaso a la izquierda Pe r
c u s ió n
Por estar localizado en una zona declive y contener mayor o menor cantidad de alimento, el abomaso presenta un sonido mate difícil mente separable de las estructuras vecinas. En el timpanismo de los temeros, por el contrario, se aprecia una zona muy marcada de sonido
timpánico.
El desplazamiento de abomaso a la izquier da es una alteración muy frecuente (sobre todo en las vacas frisonas de alta producción láctea), de carácter estacional, ligada al parto y que se caracteriza, entre otros síntomas, por cetonemia, cetonuria, adelgazamiento rápido y la emisión de unas heces líquido-pastosas de color negruzco.
A la inspección, tal como hemos señalado anteriormente, se aprecia un abultamiento en la planicie del ijar izquierdo que se puede extender hasta el hueco. No obstante, en muchas ocasiones, este abultamiento no es apre ciable o podemos llegar a la conclusión de que su origen está en el rumen. La palpación no es muy significativa; se puede notar un incremento de la tensión de la pared abdominal La percusión ya nos permite sacar conclusiones interesantes; percutiendo de arriba a abajo, observamos un sonido timpánico en la parte superior que pasa de forma brusca, a
sonido mate y que corresponde al paso de la fase gaseosa a la fase líquida de su contenido. Pero el dato más significativo para su diagnóstico lo obtenemos de la prueba de sucusión auscultación, que consiste en colocar el fonendoscopio a nivel de la última costilla al mismo tiempo que golpeamos, en la zona de la planiciedel ijar, conel mango del martillo, con los nudillos o empujando fuertemente con el puño. En casopositivo se oye un ruido metálico característico, como si agitáramos una cantimplora de aluminio llena hasta la mitad (los ingleses llaman a este ruido “ping”, sonido de campanilla)(fig 11.6).
Figura 11.6. Diagnóstico del desplazamiento de obomaso (prueba del “ping").
La torsión a la derecha presenta las mismas características exploratorias que a la izquierda, el único problema que se plantea es que, en fases avanzadas de la enfermedad, deja de oirse el “ping” característico. Estudio del líquido abomasal
Un dato, interesante a la hora del diagnóstico de afecciones abomasales es el análisis del
Para su obtención, con el animal de pie haremos una punción paramedial a la línea alba, entre la apófisis xifoidea y el ombligo. En caso de sospecha de desplazamiento a la derecha o a la izquierda, la punción se realizará en el lado correspondiente, un poco por debajo del área de percusión timpánica. El líquido abomasal normal es de un color entre amarillo y verde oliva, acuoso, con olor ácido y pHentre 2 y 3,5. Puede contener sangre (úlceras o hemorragias de cuajar), olor desagradable (putrefacción del contenido), aspec-
to biliosos (abomasitis crónica), o contener arena (enarenamiento o geosedimentación). RUMIA La rumia tiene una importancia decisiva en los rumiantes, tanto desde el punto de vista de la preparación mecánica del alimento para su posterior digestión, como desde el del mantenimiento del pH ruminal. Durante la rumia se produce una gran cantidad de saliva, cuyo contenido en carbonatos y fosfatos hace que el pH ruminal se mantengan dentro de los límites fisiológicos. La rumia desaparece de forma primaria en todos los procesos digestivos, así como secundariamente a cualquier otro proceso general (fiebre, intoxicación, proceso doloroso), lo que origina un agravamiento del cuadro primario por complicación digestiva. Su reaparición, en el curso de cualquier enfermedad, es siempre un signo de buen pronóstico. La rumia se instaura en los bóvidos a la edad de 23 semanas, aunque a esa edad se trata más bien de un movimiento reflejo de masticación. En los animales adultos comienza aproximadamente entre 1/2 a 1 y 1/2 horas después de comer, siendo los periodos y la duración de los mismos, a lo largo del día, muy variables en función del tipo de alimento ingerido y de la comodidad que tengan los animales. En términos generales, los periodos de rumia son 5 a 8 diarios, con una duración de 40 a 50 minutos cada uno y un tiempo máximo de rumia al día de 7 horas. El número de movimientos masticatorios por bolo se cifra entre los 45 y los 70, con una duración de 45 a 60 segundos para bolos que pesan entre los 80 y los 120 gramos. En cuanto a alteraciones de la rumia, hablamos de rumia superficial o perezosa, cuando Jos movimientos masticatorios están disminuidos en número y/o extensión. Rumia rara es aquella que presenta pocos periodos al día. Por último, hablaremos de rumia interrumpida
ERUCTO Es también una actividad fisiológica de vital importancia en los rumiantes, ya que permite eliminar la gran cantidad de gases que se producen en los procesos fermentativos ruminales ( unos 6001. diarios). El gas, eliminado a través del eructo, contiene una mezcla de metano, anhidrido carbónico, nitrógeno, ácido sulfhídrico y otros en cantidades poco importantes. La frecuencia del eructo es función del tipo de alimentación, de forma que una alimentación a base de heno origina una frecuencia de 15 a 20 eructos por hora, mientras que si la alimentación es a base de pasto, la frecuencia puede ascender hasta 6090 a la hora. El eructo desaparece, al igual que la rumia, en los procesos que asientan sobre el aparato digestivo; en este caso, como consecuencia de la falta de producción de gas, pero también se interrumpe el eructo, dando lugar a trastornos graves, en la estenosis de cardias o en la obstrucción esofágica, como ocurre, entre otros casos, en la hipertrofia de los ganglios mediastínicos. La dificultad de eliminación de los gases ruminales origina el meteorismo de bolsa única o gaseoso. En otros casos, la dificultad de salida del gas no radica en un trastorno de tipo orgánico (muchas veces también funcional), sino que el aumento de la tensión superficial de las burbujas de gas contenidas en el rumen impide su rotura; en este caso, el gas no puede salir con el eructo porque se encuentra “atrapado” entre el contenido. Este trastorno lo conocemos con el nombre de meteorismo espumoso. ANÁLISIS DEL LÍQUIDO RUMINAL El líquido ruminal, como todos los fluidos orgánicos, es susceptible de ser analizado para conocer sus características y a partir de ahí poder inferir el tipo de proceso digestivo que
Vamos a desarrollar este apartado de forma muy somera ya que existen otros textos donde se explica de forma más extensa y pormenorizada*. La extracción del líquido ruminal puede hacerse, bien a través de una fístula practicada en el hueco del ijar izquierdo o, mucho mejor, por medio de sondas de las que en el mercado hay varios modelos (fig. 11.7.).
Una vez extraído el líquido hemos de procurar que todos los utensilios que vayan a estar contacto con él, se encuentren a una temperatura semejante a la del rumen para evitar el choque térmico que desvirtuaría los resultados analíticos. Hay que procurar mantenerlo a la temperatura de extracción y, en cualquier caso, no dilatar el tiempo entre la extracción y el análisis más allá de las ocho horas.
Fig. 11.7. Sondaje bucoesofágico en rumiantes.
A pesar que hay autores, como Hoflund y Karlsson que señalan que el líquido ruminal se puede utilizar después de 24 horas a temperatura de frigorífico, entendemos que es mucho más fiable realizar su análisis en el menor tiempo posible. C a r a c t e r e s o r g a n o lé p tic o s
Color
El color del líquido ruminal lo observamos nada más extraído; varía en función de la alimentación, pero el espectro de normalidad va desde el verde, más o menos oscuro, hasta el amarillo. Los animales que pastan presentan un líquido ruminal verde oscuro; un poco más claro es el de aquellos animales alimentados a base de heno, mientras que en los alimentados a base de paja, ensilado de maíz y concentrado, el color se encuentra entre el amarillo y el marrón claro. Colores anómalos son el gris lechoso, pro pio de la acidosis y el verde negruzco que se observa en la alcalosis y en la putrefacción ruminales. Olor
Se dice que el olor del líquido ruminal es “aromático”, sin que eso signifique que sea un olor agradable; sea lo que fuere lo que entendemos por aromático, lo cierto es que el olor está también íntimamente relacionado con la alimentación. El olor ácido picante se presenta en los casos de ingestión de cantidades altas dehidratos de carbono de fácil digestión como consecuencia de la mayor concentración de Ac. láctico que conlleva acidosis. Un olor ácidoagrio se observa también cuando hay reflujo del contenido del abomaso al rumen. El olor mohoso o a fermentado se presenta en los casos de alcalosis, cuando hay un exceso
pútrido, aparece en los casos de putrefacción del contenido y por último, un liquido ruminal inactivo es, prácticamente, inodoro. Consistencia
El liquido ruminal es viscoso (densidad 10221055), circunstancia que se puede apreciar colocando una gota entre los dedos. El líquido inactivo tiene una consistencia acuosa, mientras que si el animal padece fermentación espumosa, el líquido presenta abundantes bur bujas. Cuando la introducción de la sonda resulta complicada o ésta permanece mucho tiempo en esófago, se produce la liberación de una gran cantidad de saliva que aumenta su consistencia y modifica el pH. pH
El pH normal oscila entre 5,5 y 7 y está en función del momento de la toma (después de comer más bajo) y técnica de extracción ( con mucha saliva más alto) y sobre todo de la alimentación. El pH alcalino nos indica que la muestra extraída contiene gran cantidad de saliva, que el animal está alimentado a base de gallinaza o urea, que ha sufrido un periodo de ayuno superior a las 24 horas, o bien que presenta alcalosis o putrefacción ruminales. Valores por encima de 8,5 son incompatibles con la vida ruminal. Una alimentación rica en hidratos de carbono, fácilmente fermentescibles (granos de cereales, grandes cantidades de concentrado) da lugar a un pH claramente ácido (5,5). La acidosis ruminal, como consecuencia de una fermentación láctica anómala, así como el reflujo del contenido del abomaso por problemas en este órgano también hacen descender claramente el pH. Valores de pH por debajo de 4 hacen imp°" sible la vida de los infusorios y de gran número
Prueba
de la la sedi sedimentación entación yflotación
Es una prueba pru eba muy sencilla que consist consistee en en observar lo que le ocurre al líquido ruminal recién extraído y depositado en una probeta o vaso. En los cinco o diez minutos posteriores a de su extracción, las partículas más finas y densas comienzan a sedimentar, mientras que los trozos más m ás leñosos leño sos y menos densos ascie asciennden den a la superfi sup erficie cie junto ju nto con una determi determinad nadaa cantidad cantidad de burbujas. bur bujas. Pasado el tiempo señala señala-do, el líquido ruminal queda dividido en tres fracciones claramente diferenciadas. Alteraciones de la muestra provocan una modificación de este proceso.
Conteni ontenido doen bacteri acterias as El tipo y número de bacterias está íntimamente mente relacionado relacionado con con la alimentación. GeneGene ralmente no se suele recurrir a su observación y estudio salvo en casos muy concretos, siguiendo, en estas circunstancias, las técnicas microbiológicas de rutina. Pru Prueeba de la diges igesti tióón de la la celul celulos osaa
Permite conocer la actividad de las bacterias celuloh'ticas. Se trata de una prueba que prec precisa isa basta bastant ntee tiempo tiempo (4854 (4854 horas) por lo que hoy día ha perdido interés.
Prue Prueba ba del azul de metile metileno no Pru Prueb ebaa de laferme ferment ntac ació iónn de de la la gluco glucosa sa
Esta prueba permite conocer la capacidad redox del líquido líq uido ruminal, rumin al, que es función función de de la actividad bacteriana del mismo. Consiste en observar el tiem ti empo po que tarda t arda en decolorarse decolorarse una una cantidad de líquido a la que se le ha añadido azul de metileno.
Valora la actividad de las bacterias y proto protozo zoos os amilo amilolít lítico icos. s. Se trata trata de una una prue prueba ba rápida y fácil de realizar. Pru Prueb ebaa de la redu reducc cció iónn de los los nitrit nitritos os
Contenido en infusorios
La observación microscópica de los infusorios ruminales es un dato de gran interés para para conocer el grado de activ activida idadd del del líq líqui uido do ruminal. Para ello basta depositar una pequeña gota sobre un porta port a calentad cal entadoo y observar observar a unos unos 80 aumentos. Al margen de otros datos que se podrán podrán encontrar en los textos señala señalado dos, s, pode pode-mos significar aquí: —Se —Se distinguen distinguen pequeñ pequeños, os, medi median anos os y granrandes infusorios (entre 20 y 200 p). —En cualquier tipo de proceso proceso dig diges estiv tivo, o, los prime pr imeros ros en desaparecer desapar ecer son los grandes y posteriormente los medianos. —En —En los trastornos agudo agudo recient recientes, es,junto junto a protozoos vivos se obser observa vann prot protoz ozoo ooss
En este caso comprobamos la actividad de los gérmenes que actúan en la hidrólisis y síntesis se las sustancias nitrogenadas. Otras pruebas complementarias
Dentro de este apartado podemos citar el estudio de las levaduras ruminales, la determinación de los ácidos grasos volátiles, la determinación del ácido láctico, la medida del contenido en cloruros y por último la ruminotom rumi notomía ía exploratoria exploratoria que, en muchas ocasiones, ocasione s, se concon vierte en ruminotomía terapéutica.
CAPÍTULO BIOPATOLOGÍA DIGESTIVA Bajo este título hemos agrupado una serie de funciones digestivas que pueden verse modifi difica cada dass por cualqui cua lquier er tras t rastor torno no que q ue asiente asien te en el aparato digestivo y que, a la inversa, la modificación de cualquiera de ellas origina disfun disfuncio ciones nes digestiv dige stivas. as.
a p e t it o y h a m b r e
Aunque aquí vamos a considerar apetito y hambre como dos conceptos que significan lo mismo, realmente no es así. El hambre es una sensac sen sación ión originada por la la vacui acuida dadd del del estóm e stóm ago o por po r la disminución dismin ución de la glucemia, mientras que el apetito es una apetencia, un deseo; se diferencia del hambre porq porque ue puede persi pe rsistir stir una vez calmado calm ado éste. El hambre puede saciarse, pero la apetencia por ingerir comida agradable para el animal se mantiene. Podíamos decir que el hambre es una sensación orgánica, somática, mientras que el apet apetititoo es una sens ación ació n síquica. s íquica. El hambre se sacia en cantidad y el apetito en calidad. Para conocer las causas de la modificación del apet apetito ito es muy im portante port ante,, en primer p rimer lugar, conocer el tipo de alimentación que recibe el anim animal al,, su presentación, presenta ción, la calidad, ca lidad, su estado de conservación.
Fa l t a d e a p e t i t o
La falta de apetito recibe el nombre de anor anorex exia ia y se manifies ma nifiesta ta por p or anofagia a nofagia (la dismi-
nución del apetito recibe el nombre de hiporexia). Como ya hemos señalado anteriormente, antes de pensar que la pérdida del apetito obedece a una alteración orgánica o funcional es preciso prec iso conocer las caracterís carac terísticas ticas de la alimenalim entación del animal, que puede que no sean las que él desea. Fisiológicamente, el apetito disminuye como consecuencia de situaciones de estrés, como la fatiga, el miedo, la excitación, el cambio de ambiente, cambio de alimentación, etc. El destete en todos los animales provoca una disminución lógica del apetito, ya que pasan de una alimentación líquida agradable, a otra sólida, desconocida, que requiere masticación. En condiciones patológicas, el apetito disminuye o desaparece en las enfermedades fe briles brile s y toxémic t oxémicas, as, en aquellas aquel las que afectan afec tan al aparato digestivo y dificultan algunas de las funciones propias del paso del alimento (glositis, esofagitis, ulceras gástricas ) y en general en todo proceso interno, sea digestivo o no, que curse con dolor. La recuperación del apetito en cualquier enfermedad es siempre un signo de pronóstico favorable Un concepto que está muy próximo al de anorexia es el de saciamiento precoz del ham bre, en el cual se observa que el animal anima l tiene apetito y que incluso empieza a comer con avidez, pero enseguida pierde interés por la comida y se aleja del comedero. Esta circunstancia se presenta en los procesos dolorosos,
sobre todo cuando asientan a nivel de boca y fauces, o bien, cuando existen obstáculos mecánicos que dificultan o impiden el tránsito del bolo alimenticio alime nticio ( esófago, esófag o, faringe).
A u m e n t o d e l a p e t it o
El aumento del apetito recibe el nombre de hiperorexia y se manifiesta por polifagia. Observamos polifagia en deficiencias pancreáticas, pancreátic as, gastritis gastr itis crónicas, parasitis para sitismo mo intestinal, diarreas funcionales, entre otras. En muchos de estos casos (como ocurre en la diabetes o en el síndrome de malabsorción), el animal animal come con apetito y avidez, sin embargo, emb argo, permanece delgado ya que el aprovecham aprov echamiento iento de ese ese alimento está claramente disminuido disminu ido (el (el animal se alimenta, pero no se nutre).
D e s v ia c ió n d e l a pe t it o
La desviación del apetito o aberración del gusto recibe el nombre de parorexia y se manifiesta por alotrofagia, pica o malacia. Consiste en la la ingestión de sustancias que, normalmente, normalm ente, no entran en la dieta de los animales. Aunque las causas de la alotrofagia no siempre están excesivamente claras, se presenta como consecuencia de trastornos de tipo metabólico o carencial. En muchas ocasiones, lo que comienza por un intento de ingerir un mineral o vitamina que falta en la dieta, termina por convertirse en un vicio y entra a forma parte de los trastornos del comportamiento. Las principales formas de alotrofagia son las siguientes: —Lignofagia. Comer cortezas o las partes
leñosas de los vegetales. Generalmente se asocia a la carencia de cobalto. —Malo —M alofag fagia. ia. En las ovejas, comerse o chuparse la lana. —Trico —Tri cofag fagia. ia. Chupar o comer pelo. FreF recuente en los temeros temer os por carencia de sal. —Osteofa —Oste ofagia. gia. Comer huesos. En los rumiantes está relacionada con la carencia de fósforo.
—G — G e o fa g ia . C o m e r tierr tie rra. a. —C — C o p r o f a g ia . C o m e r hec h ec es. es . Se presenta fundam fun dam entalm enta lmente ente en los perros jóve jóvene ness y en los potros potr os y se asim ila a carencias carencias en la leche materna. —C — C a n ib a lis li s m o . M o rd e rse rs e e inclus inc lusoo cocomerse unos animales a otros. Es un pro blem bl emaa fre fr e cu en te en las la s coch co chiqu iquera erass de alta densidad de animales y que viene originado por el estrés que esto supone Los cerdos empiezan por morderse los rabos y orejas y pue den acaba aca barr pro provo voca canndo verdaderos desastres. Las aves presentan dos periodos de canibalismo: a) A las las tres sem anas; an as; cuan cu ando do a los los poll pollititos os se les cae ei plumón y les salen las plumas se produ pro duce cenn unas un as peq p eque ueña ñass pet p eteq equi uias as,, muy llamallamativas para el resto de los pollitos, los cuales comienzan a picotear y acaban por producir grandes heridas. En este mismo periodo de vida, las uñas les brillan como si fueran pequeños granos de m aíz, esta es ta circu c ircunsta nstanc ncia ia hace hace que se empiecen a picar unos a otros, dando lugar también a heridas graves. b) Al inic in icia iars rsee la p u es ta, ta , se producen prolap pro lapso soss de cloa cl oaca ca en la m ayor ay oría ía de las aves aves,, lo que les lleva a picars p icarsee unas u nas a otras, llegán llegándo do-se incluso a la exteriorización del intestino delgado, lo que provoca la muerte de las aves. Uno de los los casos más graves de canibalismo, por po r las pérd pé rdid idas as econ ec on óm icas ic as que qu e puede pued e supo ner, es la Infantifagia. Es frecuente en las cerdas primíparas, las cuales, cu ales, como com o conse consecu cuen en-cia del estrés o por otras causas no bien determinadas se comen com en a sus crías. Aquellas madres que, en un segundo parto, repiten esta actitu hay que eliminarlas. \
SED 1
Si la la ingestión de alimento alime nto tiene cia desde el punto de vista del d i a g n ó s t i c o , la tiene menos la ingestión de
sobre todo cuando asientan a nivel de boca y fauces, o bien, cuando existen obstáculos mecánicos que dificultan o impiden i mpiden el tránsito del bolo alimentici alim enticioo ( esófago, esófag o, faringe). far inge). A u m e n t o d e l a p e t it o
El aumento del apetito recibe el nombre de hiperorexia y se manifiesta por polifagia. Observamos polifagia en deficiencias pancreát panc reáticas, icas, gastritis gastr itis crónicas, cróni cas, parasiti para sitismo smo intestinal, diarreas funcionales, entre otras. En muchos de estos casos (como ocurre en la diabetes o en el síndrome de mal absorción), el animal come con apetito y avidez, sin embargo, permanec perm anecee delgado ya que el aprovechamient aprovecha mientoo de ese alimento está claramente disminuido dism inuido (el animal se alimenta, pero no se nutre). D e s v ia c ió n d e l a pe t it o
La desviación del apetito o aberración del gusto recibe recib e el nombre de parorexia y se manifiesta por alotrofagia, pica o malacia. Consiste en la ingestión de sustancias que, normalmente, no entran en la dieta de los animales. Aunque las causas de la alotrofagia no siempre están excesivamente claras, se presenta presenta como consecuencia de trastornos de tipo metabólico o carencial. En m uchas ocasiones, lo que comienza por un intento in tento de ingerir un mineral o vitamina vitamina que falta en la dieta, termina por convertirse convertirse en un vicio y entra a forma parte de los trastornos trastornos del comportamiento. Las principales formas de alotrofagia son las siguientes: —L — L ígno íg nofa fagi giaa . Come Co merr corteza cort ezass o las partes leñosas de los vegetales. Generalmente se asocia a la carencia de cobalto. —M — M alo al o fag fa g ia. ia . En las ovejas, ovej as, comerse com erse o chuparse la lana. lana. —T ric ri c o fa g ia. ia . Chup Ch upar ar o come co merr pelo. pe lo. FreFre cuente en los tem eros por carencia de sal. sal. —O — O ste st e ofag of ag ia. ia . Come Co merr huesos hue sos.. En los ruru miantes está relacionada con la carencia de fósforo.
—G eofa eo fagi gia. a. C omer om er tierra. tier ra. —C opro op rofa fagg ia. ia . C omer om er heces. heces . Se presen presenta ta fundamentalmen fundam entalmente te en los perros jóve jóvene ness y en los potros potro s y se asimila asim ila a carencias carencias en la leche materna. —C an ibal ib alis ism m o. o. Morde Mo rderse rse e incluso cocomerse unos animales a otros. Es un pro blema blem a frecu fre cuent entee en las cochiqueras cochiq ueras de alta densidad de animales y que viene originado por el estrés que esto supone. Los cerdos empiezan por morderse los rabos y orejas y pueden pue den acabar provocan provocan-do verdaderos desastres. Las aves presentan dos periodos de canibalismo: a) A las las tres semanas; sem anas; cuando cua ndo a los pollito pollitoss se les cae el plumón y les salen las plumas se producen prod ucen unas pequ pe queña eñass petequ pete quias ias,, muy mu y llamativas para el resto de los pollitos, los cuales comienzan a picotear y acaban por producir grandes heridas. En este mismo periodo de vida, vida, las uñas les brillan como com o si fueran fue ran pequepequeños granos de maíz, esta circunstancia circun stancia hace que que se empiecen a picar unos a otros, dando lugar también a heridas graves. b) Al inicia ini ciarse rse la pues pu esta ta,, se producen prod ucen prolapsos prola psos de cloaca cloa ca en la m ayor ay oría ía de las aves, lo que les lleva a picarse una s a otras, llegándose incluso a la exteriorización del intestino delgado, delgado, lo que provoca la muerte mu erte de las aves. aves. Uno de los casos casos más graves g raves de canibalismo, por las pérdidas pérd idas econ ec onóm ómica icass que qu e pued pu edee suponer, es la Infantifagia. Es frecuente en las cerdas primíparas, las las cuales, com o consecuenconsecuen cia del estrés o por otras causas no bien determinadas se se comen a sus crías. A quellas que llas madres que, en un segundo parto, repiten esta actitud hay que eliminarlas. SED Si la ingesti ingestión ón de alimento tiene ti ene importan imp ortan-cia desde desde el punto de vista del diag nóstico nós tico,, no la tiene menos la ingestión de agua.
Para Para poder afirmar afir mar que la ingest i ngestión ión de agua está aumentada o disminuida es necesario conocer previamente la cantidad normal que un animal ingiere al día. Bien entendido que esa cantidad varía de forma clara en función del tipo de alimento (seco o húmedo) y de las condiciones ambientales (calor o frío). Las Las cantidades normales nor males de agua que ingiein gieren al día los animales domésticos son, más o menos, las siguientes: —Ga —Gallin llinas. as. Entre 200 y 400 cc. cc. No son muy exigentes con la calidad del agua. —Co —Conej nejos. os. Entre 200 y 400 cc. cc. Mucha Mucha menos con alimento verde. —Ov —Oveja eja,, cerdo y cabra. Entre Entre 1 y 5 litros. litros. —Bó —Bóvid vidos. os. Entre 25 y 40 litros. litros. Hasta 75 litros con alimento seco. —Eq —Equid uidos. os. Entre 15 y 20 litros. litros. Son muy muy exigentes con la calidad del agua y con el acto de beber.
Dis
m i n u c ió n o
falta
d e in g e s t ió n d e a g u a
La falta de ingestión de agua recibe el nombre de adipsia y se presenta en encefalopatías, lopatías, en cólicos por obstrucción obstrucció n en équidos, en ciertos trastornos intestinales intestinales,, en la rabia (en realidad el animal animal ni bebe ni come por parálisis pará lisis de los músculos faríngeos). En condiciones fisiológicas, hay disminución de la ingestión en aquellos casos en los que la ración es muy rica en agua.
sódico y cuando se producen pérdidas abundantes de agua, tal como ocurre en vómitos y diarreas persistentes. En ocasiones, cuando el deseo es fuerte y las disponibilidades de agua escasas, los animales llegan a ingerir su propia orina. PREHENSIÓN La prehensión de los alimentos puede verse dificultada por la alteración de alguno de los órganos que intervienen en la misma, órganos que no son los mismos en las distintas especies. En el caso de la prehensión del alimento sólido, los animales hacen uso los siguientes órganos: —Equidos. —Equidos. Utilizan el labio superior su perior y los incisivos. —Caprinos y ovinos. Labio superior e incisivos. —Bóvidos. Casi exclusivamente exclusi vamente la lengua —Porcinos. Labio inferior e incisivos. —Perros y gatos. Incisivos con ayuda de las patas delanteras. La ingestión de agua o de líquidos también es diferente de unas especies a otras: Los équidos, bóvidos, óvidos y porcinos ingieren el agua por succión. El perro y el gato utilizan la lengua a modo de cuchara y las aves cogen una pequeña cantidad de agua en el pico, pi co, levanta le vantann la cabeza y, por gravedad, desciende a las fauces.
i
Au m e n t o
d e l a in g e s t ió n d e a g u a
D if ic u
l t a d e n l a p r e h e n s i ó n d e l o s a l i m e n
-
t os
El aumento del consumo de agua recibe el nombre de polidipsia y se presenta fisiológicamente en animales con dietas secas, en circunstancias de calor ambiental fuerte, tras esfuerzos y en aquellos animales lecheros de alta producción. producción. La polidipsia polidipsia patológica se presenta en enfermedades como la diabetes, piometra, esclerosis renal, en la intoxicación por cloruro
Como hemos señalado antes, la alteración de cualquier órgano que participe en la prehensió preh ensiónn va a traer consig co nsigoo dificultad dific ultades es en la misma. Estos órganos y sus alteraciones pueden ser: —Labios. —Labios . Queilitis Quei litis —Encías —Enc ías y dientes. dient es. Gingiv Gin givitis, itis, fluorosis fluor osis,, roturas de dientes, malaoclusión ...
193
—Lengua. Parálisis, glositis, úlceras, lengua de madera. —Articulación Temporomaxilar. Luxación, fracturas, trismus. —Oído. Otitis internas, síndrome vestibular (en este caso, el problema radica en el hecho de que el animal tiene dificultad para agachar la cabeza y tomar el alimento). —Falta de olfato o vista ( el animal no se percata del alimento). MASTICACIÓN Como en el caso de la prehensión, la forma de masticar es distinta de unas especies a otras, aunque aquí, las diferencias no son tan marcadas. Hay un grupo de animales, que incluye a los rumiantes y a los équidos, que mastican con desplazamientos laterales de la mandíbula inferior, mientras que el otro grupo, en el que se incluyen perros, gatos y cerdos, desplazan la mandíbula de arriba a abajo en un claro movimiento de tijera. En la masticación intervienen los dientes la lengua y los carrillos, en consecuencia, cualquier alteración a nivel de estos órganos va a generar dificultades en la misma.
D if ic u l t a d y l e n t it u d e n l a m a s t ic a c i ó n
Se observa en estados de anorexia, estomatitis, paresias de mandíbula o lengua, caries dental, sinusitis, trastornos encefálicos.
Im p o s ib i l id a d d e m a s t ic a r
Se produce en parálisis totales, trismus de maseteros, alteraciones dentales (el animal se muerde al intentar masticar), infarto de los ganglios parafaríngeos o submaxilares, cuer-
194
pos extraños clavados en la boca (huesos, vegetales duros). Otro tipo de alteraciones relacionadas con la masticación son: —M asticación en vacío. Es propia de los trastornos del sensorio. —Ruidos o chasq uidos bucales. A excepción del perro y el cerdo, en los que pueden ser normales, en todas las especies significa masticación con gran cantidad de saliva en la boca, circunstancia que se produce en la mayoría de los trastornos bucales (gingivitis, glositis, estomatitis ). —R echinar de dientes. El rechinar de dientes es, en muchas ocasiones, sinónimo de dolor; en los cerdos, sin que sea una verdad axiomática, puede significar presencia de lombrices o alteraciones hepáticas. DEGLUCIÓN Los trastornos de la deglución reciben el nombre genérico de disfagias (de dys = mala y phagia = comer). Nos encontramos con disfagias en los siguientes casos: —Procesos inflamatorios de lengua, faringe o esófago. —Dilataciones y divertículos esofágicos. —Obstrucciones y estenosis de esófago. —Infarto de los ganglios cervicales o mediastínicos. —Inflamación de las bolsas guturales de los équidos. El animal con disfagia suele presentar sialorrea y dolor a la deglución, dolor que se manifiesta por estiramiento de la cabeza y cuello al tragar, inmovilidad de la zona del cuello y contracción de sus músculos. Un signo muy característicos de la disfagia, sobre todo la debida a alteraciones esofágicas, es la regurgitación inmediata del alimento deglutido.
e r u c t o
El eructo es el acto de expeler el gas contenido en el estómago. Ya hemos señalado en el capítulo anterior que en los rumiantes es un signo de buena salud y que su ausencia acarrea problemas de timpanismo. En las demás especies, el eructo tiene una significación más o menos patológica, relacionada con sobrecargas, gastritis o incremento de las fermentaciones por la ingestión de cantidades altas de piensos fácilmente fermentescibles. BOSTEZO El bostezo consiste en una inspiración profunda y prolongada con la boca abierta, seguida de una espiración forzada. El significado del bostezo es distinto según las especies y cuando se presenta de forma esporádica no tiene ninguna connotación patológica. En el perro tiene un significado muy seme jante al del hombre: sueño, hambre, aburrimiento o debilidad. En el caballo también puede ser un signo de hambre pero, generalmente, está relacionado con sobrecarga gástrica o con estar harto (en estas circunstancias el estómago se distiende, el animal está incómodo y se produce el bostezo). Los bóvidos raramente bostezan y si lo hacen puede significar alteración ruminal. Por último, en el cerdo puede ser señal de gastritis o de alteraciones hepáticas. TIRO El tiro es un vicio, más exactamente una estereotipia, propio del caballo, que consiste en movimientos del cuello de abajo a arriba, produciendo un ruido gutural y tragando aire. Puede ser sin apoyo (el animal no se apoya en ningún sitio) o con apoyo (se apoya con los incisivos inferiores en el pesebre). Incluimos el tiro en este apartado por las consecuencias que puede acarrear en el équido
la continua ingestión de aire (cólicos), así como por el desgaste de los incisivos inferiores que acompaña al tiro con apoyo y que pueden originar dificultades en la prehensión de los alimentos. VÓMITO (emesis) El vómito tiene diferente significado según las especies; en los carnívoros, sobre todo cuando se trata de vómitos esporádicos, es un mecanismo defensivo de la mucosa gástrica frente a alimentos en malas condiciones o en cantidades excesivas. En las otras, la mayoría de la veces, tiene un significado patológico. Vomitan con facilidad los carnívoros, los suidos y los primates; con más dificultad lo hacen las gallinas (expulsan el contenido del buche), lo bóvidos y los conejos , mientras que en los caballos, el vómito está claramente dificultado. El vómito va acompañado de otras manifestaciones, tales como náuseas, incremento de la salivación, sudoración y bradicardia. El mecanismo del vómito pasa por varias fases claramente diferenciadas. En principio se produce una vasoconstricción de la mucosa gástrica con una inhibición del tono y del peristaltismo, posteriormente aparecen movimientos antiperistálticos que hacen que parte del contenido del duodeno refluya hacia el estómago. En ese momento se produce una inspiración profunda con la glotis cerrada, lo que origina una presión negativa en el tórax que dilata el esófago y relaja el cardias. Por último los movimiento antiperistálticos anteriores Junto con la contracción del diafragma y prensa abdominal, expulsan el contenido gástrico al exterior. Existen dos tipos de vómito, el central que se presenta por irritación directa del centro del mismo, situado en la médula oblongada (encefalopatías, uremia, intoxicaciones) y el reflejo, en el que la excitación procede de otros órganos, fundamentalmente, digestivos. Debido a la proximidad del centro del vómito y el de la tos, esta última, sobre todo la
195
paroxística, puede llegar a provocar el vómito (tos emetizante). En general, el vómito puede ser inmediato a la ingestión, circunstancia que se da en las gastritis y en las sobrecargas por exceso de alimentos y diferido (después de algún tiempo de la ingestión o sin relación con ella), que se presenta en trastornos hepáticos, urolitiasis... Cuando el animal elimina el alimento nada más ingerirlo, lo que ocurre en las obstrucciones esofágicas, no podemos hablar de verdadero vómito sino de regurgitación del alimento; lo mismo podríamos decir de la eliminación del contenido del buche de las aves. Para el diagnóstico etiológico del vómito es conveniente el estudio de las características de lo expulsado, haciendo hincapié en el olor, color, acidez, presencia de sangre, pus o cuer pos extraños (parásitos), y grado de digestión de los alimentos.
V o m it
o d el c a b a l l o
Tal como hemos indicado anteriormente, el caballo presenta grandes dificultades para vomitar; esta circunstancia obedece a dos tipos de causas: Causas anatómicas.
—Desembocadura muy oblicua del esófago en el estómago. —Musculatura cardial muy desarrollada, con un pliegue mucoso también muy desarrollado. —Píloro fácilmente dilatable y muy próximo al cardias. —Estómago muy pequeño y muy separado de las paredes abdominales. Causas fisiológicas.
—Centro del vómito poco desarrollado. —M ucosa gástrica poco selectiva. El resultado del vómito en el caballo puede ser: —La resolución del problema.
—Salida del contenido gástrico por los ollares con el riesgo de deglución desviada y la consiguiente asfixia o neumonía. —En las contracciones del diafragma y prensa abdominal se puede producir la rotura del estómago. DEFECACIÓN La defecación o evacuación del contenido intestinal se presenta como consecuencia del reflejo de la defecación que se produce al llenarse de heces la ampolla rectal; a partir de ahí se produce una contracción progresiva de la musculatura lisa del recto en sentido anal que, junto a la ayuda de la prensa abdominal y la relajación del esfínter rectal, provocan la ex pulsión de las heces al exterior. La defecación difícil o disquecia se manifiesta por la acción enérgica y alargada de la prensa abdominal, con adopción continua déla postura de defecar y la realización de grandes esfuerzos sin que, prácticamente, elimine nada el animal. Se presenta en: —Constipación grave y de larga duración. —Irritaciones rectales. —Tumoraciones (adenomas de próstata). —Presencia de huesos en la región anal, (sobre todo en los cachorros). Esta disquecia puede convertirse en defecación dolorosa o tenesmo fecal, en la que el animal, a la hora de defecar, presenta mirada angustiosa, movimientos continuos y gritos o gemidos. Aparece tenesmo fecal en: —Proctitis. —Peritonitis. —Inflamación de las glándulas anales. —Pericarditis traumática en bóvidos. —Taponamiento de la cloaca por apelmazamiento de las plumas en lo pollitos. D e f e c a c ió n i n v o l u n t a r i a o
in c o n t in e n c ia
En caso de defecación involuntaria, los animales defecan sin adoptar la postura carac
terística, las heces van saliendo deslizándose por la zona perianal, se presenta en: —Diarreas graves. —Lesiones de la médula sacra. —Trastornos del sensorio. —Situaciones de miedo. —Debilidad grave. La frecuencia de la defecación varía con el tipo de alimento y con el tipo de manejo (animales estabulados o en libertad). Se puede señalar que la cantidad aproximada de veces que eliminan al día las especies domésticas son las siguientes: —Equidos. Entre 10 y 12 veces (en pastoreo un 50% más). —Bóvidos. Entre 12 y 18 veces. —Cerdos y óvidos. Entre 8 y 10 veces. —Carnívoros. Entre 1 y 3. La defecación retardada, que puede terminar en retención total con ausencia de la misma, se observa en: —Disminución del peristaltismo. —La constipación (estreñimiento). —Estenosis intestinales. —Parálisis del recto. La defecación frecuente, generalmente, acompañada de una disminución de la consistencia de las heces, se presenta en: —El aumento del peristaltismo. —Las inflamaciones (enterocolitis). —Anormalidades en las fermentaciones. —Presencia de parásitos. —Insuficiencia pancreática. Ca n t id a d d e h e c e s
La cantidad de heces es un dato que puede tener valor en determinadas circunstancias para saber si, en condiciones normales, están aumentadas o disminuidas; aquí lo señalamos como un dato anecdótico. —Vaca lechera. 9,4% de su pv/día, con una humedad del 85%.
—Caballo. 3,8% de su pv/día, con una humedad del 75%. —Oveja. 3,5% de su pv/día, con una humedad del 55 %. —Cerdo. 5,1% de su pv/día, con una humedad del 65 %. —Gallina. 6,5%. —Conejo. 90125 Kg/año. C o n s is t e n c ia
La consistencia de las heces es un parámetro que está muy relacionado con la cantidad y con la frecuencia de emisión. Los équidos presentan unas heces en forma de bolas ligeramente alargadas en uno de sus polos que, normalmente, no se suelen romper al caer al suelo, su color varía en función de la alimentación seca o verde. Los bóvidos presentan unas heces más o menos pastosos que forman una especie de ensaimada al caer al suelo; en los animales que pastan son prácticamente líquidas; su color es verde oscuro. Las heces de los óvidos, cápridos y conejos son bolas ovoides o esféricas. El conejo elimina dos tipos de heces, las normales y otras bolitas, ligeramente más pequeñas, blandas y cubiertas de mucosidad, que son de deposición nocturna y ricas en vitaminas; el propio animal las retira de su ano y las deposita en el comedero. La disminución de la consistencia de las heces hace que éstas sean mucho más blandas e incluso líquidas. Si a las heces líquidas o semilíquidas se les une una elevación de la frecuencia, nos encontramos ante el concepto de diarrea. En ésta intervienen tres factores, al margen de la alimentación propiamente dicha, que son el aumento de la actividad motriz del intestino, la menor absorción de agua de la luz intestinal y el aumento de las secreciones. La sintomatología observada varía en función del lugar de localización de la causa, (cuadro 12.1). Por su parte las características de la heces diarreicas son distintas según se trate de un síndrome coleriforme o disenteriforme.
EL PROCESO COMPLICA A
Cuadro 12.1.Signos clínicos asociau*
En el primer caso, las heces son claras y fluidas, se observan reto rtijones y no suelen s er excesivamente malolientes. En el síndrome disenteriforme, las heces son pastosas, no suelen ir acompañadas de retortijones (ú nicam ente se aprecia dolor en el momento de defecar) y son más malolientes. La mayoría de las veces, la diarrea comienza siendo banal y tiene un origen alimentario (con restos de alimento, espuma y olo r ácido), posteriormente, la acción bacteriana o vírica la transforma en diarrea de tipo infeccioso. El aumento de la consistencia es consecuencia de una constipación que lleva aparejada una disminución de la frecuencia de depo sición. Se presenta una disminución del peristaltismo, lo que favo rece una mayor absorción del agua intestinal y el desecamiento de las heces, que suelen estar recubiertas de moco. Son causa de aumento de la consistencia el a m o , las obstrucciones intestinales parciales,
luear
de origen de la
diarrea.
la falta de ejercicio, la m en or in gestió n de agua y alteraciones hepáticas.
Color de las heces
Tal como h emos se ñalado anteriormente, el color varia mucho en función de la especie y dentro de ésta es el tipo d e alim entació n el que origina grandes diferencias. Entre los colores anormales podíamo s citar. —Color mar ró n negruzco. Propio de U retención fecal. —Arc illo so . Falta de bilis. —Amarillov erd oso . Hec es ictéricas —Oscuras, co m o posos de café.- Enteritis y coccidiosis en bóvidos. —Blanq ue cinas. Diarrea de los lactantes — G rasie nta s y cla ras. Insuficie ncia s pancreáticas.
Sustancias anómalas
Las heces pueden contener muchas sustancias extrañas, tales como moco, trozos de mucosa, cuerpos extraños, pero las más importantes, desde el punto de vista diagnóstico, son la sangre y los parásitos o sus huevos. La sangre observada en las heces se debe a hemorragias que pueden presentarse en diferentes tramos del tubo digestivo y cuyas causas pueden ser: —Ulceras, tanto gástricas como intestinales. —Enteritis hemorrágicas (parvovirosis). —Parasitosis intestinales (coccidios). —Cólicos tromboembólicos en équidos. —Distopias intestinales. —Intoxicaciones.
Si la hemorragia es alta, pero de escasa entidad, la sangre pasa desapercibida y hay que recurrir a pruebas químicas (test de la bencidina). Si la hemorragia es seria, la sangre se digiere y se mezcla con las heces en toda su masa, dando a éstas un aspecto marrón oscuro. Si la hemorragia es de tramo medio, los excrementos son marrones por fuera, mientras que en su interior el color es el normal. En el caso de hemorragia caudal (colon) los excrementos salen recubiertos de sangre roja, mientras que si la hemorragia es rectal, la sangre sale en forma de coágulos sin mezclarse con las heces. Para los análisis coprológicos con vistas al diagnóstico parasitario consultar textos especializados.
CAPÍTULO 13 EXPLORACIÓN DE HÍGADO Y PANCREAS El hígado es una viscera de gran importancia que participa en una gran cantidad de funciones metabólicas necesarias para el correcto fisiologismo del animal. Estas funciones son: —Metabolismo de los hidratos de carbono, sintetizando y almacenando glucosa en forma de glucógeno. —Metabolismo de los lípidos, sintetizando triglicéridos, colesterol y fosfolípidos. —Metabolismo de los prótidos, controlando la concentración plasmática de aminoácidos, sintetizándolos y degradándolos. Síntesis de las fracciones protéicas del plasma: albúminas y alfa y beta globulinas. —Almacenamiento y activación de vitaminas, minerales y enzimas. —Elaboración y excreción de sales y pigmentos biliares, imprescindibles para promover la digestión de las grasas. —Inactivación y/o eliminación de hormonas. Destrucción de la hemoglobina, sustancias tóxicas, fármacos. —Síntesis de los factores de coagulación. La exploración externa del hígado suministra escasa información sobre su compleja actividad, únicamente algunos datos objetivos, como son la coloración amarillenta de las conjuntivas, en casos de ictericia, o el dolor a nivel de su zona de proyección externa, nos dan un toque de atención para empezar a sospechar
en un proceso hepático. En casos avanzados de enfermedad aparecen otros signos, tales como ascitis, pérdida de peso, vómitos, heces anómalas, encefalopatías que confirman unívocamente la participación del hígado en esa enfermedad. Localización
En los équidos, el hígado se encuentra en la parte media del abdomen, introducido en la bóveda diafragmática, prácticamente sin contacto con la pared costal por lo que, en condiciones normales, no puede ser explorado; únicamente, en casos de hepatomegalia puede notarse por percusión la presencia de una franja de sonido mate en el lado derecho detrás del borde posterior del pulmón. En los bóvidos es explorable a todas las edades, siendo en los animales más jóvenes donde mejor se puede apreciar, fundamentalmente, por percusión. Tiene su proyección externa en el lado derecho, por detrás del borde posterior del pulmón, en su parte dorsal (fig. 13.1), no sobrepasando nunca, en condiciones normales, la última costilla. En el espacio intercostal 10, a la altura de la línea del encuentro se sitúa el punto doloroso de la vesícula biliar. En los perros, a pesar de poderse explorar en los dos lados, es preferible hacerlo por el lado derecho, donde aparece como una banda
; Línea llio-isquiática
Línea del Encuentro
*
Línea del Codo
Figura 13.1. Proyección externa del hígado.
que va desde la parte dorsal a la ventral, justo por detrás del borde pulmonar posterior. Para su palpación se meten los dedos por debajo del paracondrio, haciendo presión hacia adelante y adentro (fig. 13.2). Dada la dificultad que entraña su exploración y los pocos signos útiles que podemos extraer de la misma, el diagnóstico de las alteraciones hepáticas se debe basar fundamentalmente en la biopatología, es decir en los resultados de las diferentes pruebas analíticas o de funcionalidad hepática, sin olvidar, por su puesto, la clínica que presenta el animal. Las dificultades en el diagnóstico de las hepatopatías se agravan toda vez que: —El hígado se regenera con gran facilidad, pudiendo recuperar su funcionalidad normal
después de haber estirpado el 75% del órgano, de ahí que las pruebas de funcionalidad solo nos indiquen su estado en el momento de la toma de muestras. —No existen signos clínicos característicos que acompañen a la afección hepática, incluso la ictericia y la ascitis pueden presentarse con un hígado normal. —La funcionalidad hepática puede verse afectada como consecuencia de otras alteraciones orgánicas y funcionales (cardiopatía congestiva, diabetes mellitus, metástasis tumorales). —Por participar en tantos aspectos del metabolismo no existe ninguna prueba concreta de laboratorio que pueda utilizarse como test indicador de afección hepática, ya que un proceso patológico que asiente en el hígado no afecta de igual forma a todas y cada una de sus funciones. —Habida cuenta la sintom atología que presenta el animal, realizaremos uno u otro tipo de pruebas, teniendo presente que los análisis seriados de determinados parám etros nos pro porcionarán información muy importante so bre la evolución del proceso. Este tipo de análisis, pues, tienen fundamentalm ente un valor pronóstico. indicaciones de las pruebas de funcionalidad
Figura 13.2. Palpación del hígado en perro. 202
Las pruebas de funcionalidad hepática es tán indicadas en los siguientes caSOS*.
—Desórdenes hepáticos primarios, con o sin ictericia, tales como hepatitis infecciosa, leptospirosis, peritonitis infecciosa felina. —Desórdenes hepáticos secundarios, tales como la lipoidosis infiltrativa que acom paña al hipotiroidismo, diabetes mellitus, congestión pasiva, enfermedades pancreáticas, síndrome nefrótico. —Diagnóstico diferencial de las ictericias. —Anemias de origen desconocido. —Pronóstico de las enfermedades hepáticas, evaluación del tratamiento, estudio de los efectos secundarios del mismo. —Determinadas investigaciones, tales como estudio de la toxicidad de nuevas drogas o el estudio comparativo del fisiologismo en diferentes especies.
Pr
u e b a s b a s a d a s e n l a f u n c i ó n e x c r e t o r a
Una de las principales funciones del hígado es la captación de sustancias, endógenas o exógenas, potencialmente nocivas para el organismo, y su posterior excreción con la bilis o transformación en productos adecuados para su excreción por riñón o pulmón. Metabolismo de la bilirrubina
A partir de la hemoglobina procedente de la destrucción de los glóbulos rojos se forma una bilirrubina indirecta que, tras una serie de procesos en el hígado, se transforma en bilirru bina directa que, a su vez, origina otros com puestos (urobilinógeno, estercobilinógeno) (fig. 13.3). La bilirrubina indirecta se caracteriza por ser insoluble en agua, tiene escasa apetencia por los tejidos (tan apenas tiñe los tegumentos) y presenta un dintel renal alto (escasame nte se filtra por el riñón). La bilirrubina directa o conjugada es soluble en agua, presenta un dintel renal bajo, por lo que aparece fácilm ente en orina y tiene una gran apetencia por los tegumentos.
La determinación de la bilirrubina se hace por medio de la prueba de Van den Bergh, prueba colorim étrica que se basa en la capacidad que presenta la bilirrubina para unirse al ácido sulfanílico diazotizado, dando una coloración rojo violeta. Mediante esta prueba determinam os la bilirrubina directa; realizand o una variante, consistente en utilizar alcohol, se determina la bilirrubina total y, a p artir de éstas, la indirecta o libre. Diagnóstico de las ictericias
—Ic tericia obstructiva. En los casos de ictericia obstructiva, el 70% de la bilirrubina circulante es conjugada, de ahí que los tegumentos estén fuertemente coloreados; las heces sean acólicas ( no llega bilis a intestino); haya coluria (por tener un dintel renal bajo, la bilirrubinuria es alta) y ausencia de urobilinógeno en orina. La aparición de niveles bajos de urobilinógeno en heces es propio de la ictericia obstructiva, pero también puede darse en animales tratados con antibióticos por vía oral; estos eliminan los gérmenes encargados de transformar la bilirrubina en urobilinógeno. Este tipo de ictericia se da en inflamaciones, neoplasias o atresia congénita del sistema excretor, así como en litiasis biliar o parasitosis que obstruyen el colédoco. —Icte ricia hemolítica. La bilirrubina li bre es la que presenta mayor concentración sérica; los tegumentos están poco coloreados; el animal presenta anemia, hemoglobinuria, ausencia de bilirrubinuria (dintel renal altos para la indirecta), incremento del urobilinógeno en sangre y orina y gran cantidad de urobilinógeno y estercobilinógeno en heces. Si la enfermedad progresa, se observa un aumento de la bilirrubina conjugada debido al daño en el sistema excretor del hígado por la hipoxia anémica. La ictericia hemolítica aparece en todas las parasitosis hemáticas, virosis, leptospirosis, toxemias bacterianas.
Siste m a RE Hemoglobina > bilirrubina + Fe + Globina
▼
Figura 13.3. Metabolismo de la bilirrubina.
204
—Ictericia hepatocelular. En este caso, se produce un incremento variable de ambas bilirrubinas y los signos son distintos en función de donde se localice la lesión o alteración (captación, conjugación, excreción o todas). Se observa ictericia hepatocelular en casos de hepatitis, hepatosis, cirrosis... Ca p a c i d a d d e t o x i c a n t e d e l h í g a d o
La eliminación del torrente circulatorio de una sustancia colorante, previamente inyectada, nos permite conocer la capacidad “limpiadora” o detoxicante del hígado. El colorante más utilizado es la Bromosulphtaleína (B.S.P.), aunque también pueden usarse el Rosa de Bengala o el Verde de Indocianina. La prueba de la BSP no debe realizarse cuando exista hiperbilirrubinemia, ya que la BSP se elimina por el hígado en competencia con la bilirrubina. Es una prueba muy interesante en perros y algo menos en las demás especies. Para datos más concretos sobre realización e interpretación, consultar textos especializados, no obstante, en líneas generales, la prueba consiste en inyectar una determinada cantidad del producto en cuestión y extraer sangre posteriormente para cuantificar la cantidad que queda después de un periodo de tiempo determinado.
Pr u e b a s h e p á t ic a s r e l a c i o n a d a s c o n l a s í n t e s i s d e p r o t e í n a s
La concentración de proteínas plasmáticas depende de una gran cantidad de factores que incluyen la extensión, duración, gravedad y naturaleza de la lesión, así como de la velocidad de síntesis, catabolismo, liberación hepática y distribución. Además, cada uno de estos factores viene modificado por procesos circulatorios, inflamatorios, regenerativos, degenerativos y metabólicos que se presentan en la enfermedad hepática específica.
Es imposible definir la modificación de un tipo concreto de proteína plasmática en enfermedades hepáticas determinadas, pero los cam bios que presentan algunas fracciones son característicos de hepatopatías específicas. Proteínas totales
Este dato tiene poco valor por sí solo para el diagnóstico de la enfermedad hepática, dado que la albúmina puede encontrarse disminuida y las globulinas incrementadas o viceversa y su suma dar una cifra que se acerque al valor normal. No obstante, una hipoproteinemia suele ser el resultado de una hipoalbuminemia. Hipoalbuminemia La disminución de la síntesis de albúmina por parte del parénquima hepático no se presenta de forma rápida y, habida cuenta que la vida media de ésta en el torrente circulatorio varía entre 7 y 10 días (en el perro), no se aprecian modificaciones de la albúmina en los procesos agudos. Los procesos crónicos, por el contrario, se caracterizan por un descenso de la albúmina. Hiperglobulinemia La enfermedad hepática no provoca incremento de la a , sin embargo,la
Urea y amon iaco
La urea o nitrógeno uréico (BUN) se sintetiza en el hígado a partir del amoníaco procedente del intestino. La disminución del BUN, aunque no de forma específica, se puede presentar como consecuencia de una hepatopatía grave; esto siempre y cuando no exista una insuficiencia renal que provocaría un incremento del BUN por imposibilidad de su eliminación. El descenso de la urea, con un incremento paralelo del amoníaco sanguíneo, puede ser un signo claro de shunt portosistémico. P r u e b a s h e pá t ic a s r e l a c io n a d a s c o n e l m e t a b o l i s m o d e l o s c a r b o h id r a t o s
La capacidad del hígado normal para metabolizar las concentraciones altas de glucosa, galactosa, fructosa o Ac. láctico se puede utilizar para medir su funcionalidad. A pesar de su poca utilización en veterinaria, alguna de estas pruebas puede ser muy útil cara el diagnóstico de una hepatopatía. Test de tolerancia a la galactosa
El hígado es capaz de transformar la galactosa en glucosa y almacenarla en forma de glucógeno. En las enfermedades hepáticas esta capacidad está claramente disminuida. La inyección de galactosa a dosis de 1 mi. al 50%/kpv. persiste durante bastante tiempo en sangre, al tiempo que se elimina por orina, como tal galactosa, en cantidades elevadas. Esto permite detectar hepatopatías avanzadas. Otras pruebas a utilizar son las de la tolerancia a la glucosa, de la tolerancia a la fructosa y determinación de la curva de glucemia.
P r u e b a s r e l a c io n a d a s c o n e l m e t a b o l is m o
se encuentra el colesterol, ya que en su seno se produce la síntesis, esterificación y excreción del mismo. Determinación de los niveles de colesterol plasmático
Desde el punto de vista de la enfermedad hepática, la determinación del colesterol ha perdido importancia, aunque todavía se realizan la del colesterol total y la del esterificado. El colesterol total tiene dos orígenes, el que se ingiere con la dieta (exógeno) y el que se sintetiza en el organismo (endógeno), siendo el hígado y el intestino los principales lugares de síntesis. Se excreta a través del sistema excretor del hígado, bien trasformado en ácidos biliares o bien como tal colesterol y una pequeña porción de este último se reabsorbe e ingresa en el torrente circulatorio junto con el exógeno. Los niveles de colesterol son normales o están disminuidos en la ictericia hepatocelular, mientras que se encuentran elevados en la obstructiva. En las hepatitis graves y en la cirrosis, el colesterol plasmático total está disminuido la mayoría de las veces. La enfermedad hepática aguda reduce los ésteres de colesterol por una disminución de la liberación de enzimas hepáticas que favorecen la esterificación. Triglicéridos
Se produce un incremento de los triglicéridos plasmáticos en la ictericia obstructiva y en la degeneración grasa hepática. Acidos grasos libres
DE LOS LÍPIDOS
El hígado interviene de forma importante en el metabolismo de los lípidos, entre los que 206
Están aumentados en el plasma en todos los animales con enfermedad hepática parenqui matosa.
Fosfolipidos
Se incrementan en la ictericia obstructiva y en la cirrosis. Prueba de la tolerancia al Ac. Cinámico
El hígado normal oxida el Ac. cinámico a Ac. benzoico que, a su vez, es conjugado con la glicina para formar el Ac. hipúrico que se elimina por la orina. Una función hepática anormal se refleja por la disminución de la excreción urinaria de Ac. hipúrico. P r u e b a s b a s a d a s e n l a a c t i v i d a d
ENZIMÁTICA
El perfil enzimático del hígado comprende las siguientes enzimas: AST (GOT), ALT (GPT). ID (SDH), GLDH, yGT, Arginasa y OCT. AST
La aspartato amino transferasa (AST) se encuentra fundamentalmente en hígado, músculo cardíaco y esquelético; junto con la determinación de otras enzimas del perfil hepático es útil en el diagnóstico de alteraciones hepáticas en el hombre, perro y primates, mientras que en ausencia de anormalidades en las otras enzimas del perfil, su elevación nos indica un trastorno cardíaco (infarto) o esquelético (miopatía). Elevaciones llamativas de su actividad sérica se observan en animales con necrosis hepática aguda (hepatitis vírica, intoxicaciones), mientras que se observan incrementos más modestos en la ictericia posthepática y colestasis intrahepática. Al igual que ocurre con la ALT, un incremento de la permeabilidad celular, consecuencia de un daño leve, ya provoca un incremento de su actividad sérica, de ahí que el grado de
elevación no se correlacione con la severidad del daño celular, sino que lo hace con el número de hepatocitos afectados. En otras palabras, la degeneración grasa difusa da como resultado una mayor elevación que la necrosis hepática focal. La hemolisis de las muestras, así como algunos fármacos (corticoides, salicilatos, estrógenos, entre otros) pueden provocar elevaciones significativas de AST ALT
La alanín amino tranferasa se puede considerar comohepatoespecífica en los carnívoros domésticos, mientras que en équidos y rumiantes su gran distribución orgánica hace que no tenga prácticamente valor diagnóstico. Junto con la determinación de yGT y AP, es útil para el diagnóstico de la obstrucción biliar, ya que en ésta las dos primeras están muy elevadas, mientras que la ALT lo está mucho menos. Niveles elevados de ALT se observan en necrosis hepatocelular y en enfermedades es pecíficas como leptospirosis, hepatitis infecciosa canina, peritonitis infecciosa felina, neoplasias. Los fármacos que elevan la actividad de la AST aumentan también la de la ALT. Un índice importante para el diagnóstico, y sobre todo para el pronóstico, es el cociente de Ritis (AST/ALT), que aumenta paulatinamente a medida que una hepatitis crónica evoluciona hacia la cirrosis. AP
Las distintas enzimas de la fosfatasa alcalina (AP) están implicadas en la mayoría de las hidrólisis de los ésteres fosfóricos, encontrándose en la mayor parte de los órganos. Su vida media en el suero es larga (72 horas en el perro). Su actividad en óvidos y bóvidos presenta tal dispersión de valores que su uso como indicadora de insuficiencia hepática o ictericia
obstructiva no tiene ningún valor. Sin embargo, en perros es un buen indicador de ictericia obstructiva o de colestasis intra y posthepática, donde aumenta hasta 56 veces su valor normal. En el gato, la AP se elimina por vía renal, por lo que su determinación carece de interés. Tampoco se debe utilizar como indicadora de colestasis en los animales en crecimiento, debido a la gran actividad que presenta esta enzima a nivel óseo. Entre los fármacos, los corticoides, estrógenos, eritromicina y fenotiacina, entre otros, provocan una elevación moderada. y GT La principal utilidad clínica de la Gamma glutamil tranferasa (yGT) reside en el estudio de la enfermedad biliar obstructiva (litiasis). Los valores encontrados son paralelos a los de la AP en la ictericia obstructiva (posthepática) y en la enfermedad infiltrativa del hígado. Es perfectamente utilizable en todas las especies domésticas, especialmente en los rumiantes, donde los niveles normales de actividad son más estrechos que los de la AP. En los trastornos renales aumenta su concentración en orina permaneciendo normal en el suero. Estudios recientes han demostrado que la medida de su actividad urinaria en nefritis es más sensible que otros tests de funcionalidad renal. Al margen de las colestasis, esta enzima permite el descubrimiento de trastornos crónicos (degeneración grasa, intoxicaciones crónicas, metástasis, fasciolosis) y, como en el caso de la AP, su incremento también puede venir influenciado por la administración de esteroides. En todas las enfermedades que implican una participación secundaria del hígado aparecen actividades incrementadas de yGT en suero, por ejemplo, cólicos graves en el caballo, determinadas formas de enteritis, insuficiencia cardíaca crónica, diabetes mellitus... 208
Presenta la ventaja de no verse modificada por la gestación, lo que la hace muy útil en los animales gestantes. ID
La iditol deshidrogenasa (ID) es una enzima altamente hepatoespecífica de situación citoplasmática y mitocondrial. El incremento de su actividad es un signo inequívoco de la presencia de necrosis hepática en todas las especies, siendo en équidos donde mayor im portancia alcanza. Al margen de su marcado incremento en la necrosis hepática, presenta un moderado aumento en cirrosis, pancreatitis, ictericia obstructiva y trastornos intestinales (diarreas, cólicos). Desaparece del suero a las 24 horas, por lo que el mantenimiento de valores elevados nos indica que el daño hepatocelular continua. Su determinación presenta el inconveniente de que su actividad, tanto a temperatura ambiente como de frigorífico, disminuye rápidamente, por lo que ha de ser inmediata a la extracción de la muestra. GLDH
La glutamato deshidrogenasa (GLDH) es una enzima mitocondrial; comparada con las transaminasas (AST y ALT), su actividad descubre trastornos hepáticos mucho más importantes de carácter necrótico, generalmente. La medición conjunta de las actividades de la GLDH y de las transaminasas es útil en dos aspectos: para evaluar la velocidad de necrosis y en el diagnóstico diferencial de las ictericias. En las hepatopatías inflamatorias, la proporción de necrosis en la lesión tisular es tanto mayor cuanto mas alta es la actividad de la GLDH en comparación con la de las transaminasas. En el coma hepático, un aumento cada vez mayor de la actividad sérica de esta enzima,
acompañado de un descenso simultáneo de las transaminasas, constituye un síntoma preocu pante. El regreso a la tasa normal se efectúa mucho más lentamente que el de las demás enzimas hepáticas, lo que constituye una señal de buen pronóstico. Se trata de una enzima recomendada para confirmar la presencia de necrosis hepática en los rumiantes. ARG
La arginasa (ARG) es una enzima hepato específica en todas las especies domésticas. Después de un daño hepático agudo, los niveles séricos de esta enzima aumentan rápidamente, pero también rápidamente vuelven a los valores normales cuando el órgano se recupera (por el contrario la ALT permanece alta hasta tres semanas después de la recuperación). Datos clínicos y experimentales indican que el análisis de la ALT y de la ARG permite determinar si la necrosis de un hígado es progresiva o, por el contrario, se está regenerando. Niveles altos de ambas enzimas indican que continua la necrosis, mientras que niveles altos de ALT y normales o bajos de ARG son señal inequívoca de regeneración hepática.
EXPLORACIÓN DEL PÁNCREAS El páncreas es un órgano imposible de explorar por los procedimientos clínicos convencionales, habida cuenta lo profundo de su situación, rodeado de intestino. Por otra parte, no presenta ningún signo clínico típico, observándose en el animal enfermo, exclusivamente, síntomas digestivos inespecíficos. Su clínica es poco accesible, ya que cualquier proceso que afecta a este órgano, tal como pasa en humana, acarrea consecuencias fatales en un porcentaje de casos bastante alto. En veterinaria, la biopatología del páncreas se reduce a la clínica de pequeños animales, en el resto, a no ser de forma esporádica y sobre animales selectos, no se lleva a cabo. En los mamíferos, el páncreas desarrolla una doble función: por una parte, la función endocrina limitada a la producción de insulina y glucagón, los cuales participan en el metabolismo de los hidratos de carbono y, por otra, la función exocrina que consiste en la formación de jugo pancreático que contiene varias enzimas digestivas: amilasa, tripsina, lipasa. 9
PÁNCREAS EXOCRINO
OCT
La omitil carbamil transferasa está íntimamente comprometida en la síntesis de la urea. Es pues, una enzima específica del hígado en todos los animales. Una elevación de su actividad sérica indica siempre una lesión hepática. Sin embargo, debido a las dificultades de su dosificación no es muy utilizada en veterinaria. Otras enzimas de interés Podemos citar la isocitrato deshidrogenasa (ICD), la lactato deshidrogenas (LDH), la leucín aminopeptidasa (LAP) la aldolasa. y la colinesterasa.
Desde el punto de vista clínico, la insuficiencia del páncreas exocrino se caracteriza por: —Esteatorrea. Presencia de grasa en heces. —Creatorrea. Presencia de proteínas no digeridas en heces, —Amilorrea.-Presencia de gránulos de al midón en heces. Según esto, macroscópicamente, las heces son; abundantes, claras (arcillosas), pastosas, de aspecto graso y olor rancio, mientras que microscópicamente se aprecian en ellas grasas neutras, fibras musculares con sus núcleos (en el caso de los carnívoros) y granos de almidón.
Detección de grasa neutras en heces
Se examina al microscopio una muestra de heces diluida en agua al 1:1 y teñida con Sudán III ó IV. Los granos de grasa aparecen teñidos de color anaranjado. Cuando en el estudio microscópico (a grandes aumentos), nos encontramos con más de 3 ó 4 gotas de grasa por campo podemos deducir que existe una alteración pancreática, con déficit de lipasa. Detección del almidón en heces
Se tiñe un frotis de heces con tintura de yodo al 2% y en el caso de que las heces contengan almidón, se observarán microscópicamente gránulos teñidos de color azul, lo que nos indicará una maldigestión del almidón. Este test no es válido si el animal ha recibido una dieta a base de carbohidratos poco digestibles, en cuyo caso nos encontraremos con resultados falsamente positivos. Como prue ba de funcionalidad pancreática es mucho más fiable la anterior. Detección de fibras musculares en heces
El examen microscópico de las heces diluidas nos permite observar las fibras musculares, las cuales aparecen de un color amarillo brillante. Si estas fibras no están digeridas (déficit de tripsina) son apreciables las estriaciones musculares típicas. Lógicamente este test solo ofrece interés práctico en aquellos animales alimentados a base de carne.
Ambos tienen un fundamento similar y se basan en la incubación de la gelatina con una muestra de heces y en la detección posterior de la actividad proteolítica de dicha muestra: si existe tripsina en las heces, la muestra permanecerá líquida, mientras que en caso contrario (déficit de tripsina), gelificará. Se recomienda seguir el procedimiento del tubo por ser más sensible y se utilizarán para la prueba heces diluidas en distintas proporciones, considerándose normal el contenido en tripsina de las heces cuando a diluciones del orden de 1:50 ó 1:100 la gelatina permanece líquida tras el periodo de incubación y posterior refrigeración. En cualquier caso, es conveniente confirmar el resultado obtenido repitiendo el test. Test de la turbidez plasmática
Consiste en alimentar un animal con dietas ricas en grasas y estudiar periódicamente el grado de lipemia. Si tras la ingestión del alimento aumenta la lipemia, la capacidad de asimilar la grasa puede considerarse normal; si la lipemia no aumenta deberemos considerar la existencia de una malabsorción o maldigestión de la grasa por insuficiencia pancreática. En este caso, deberá repetirse la prueba algún tiempo después incorporando a la dieta enzimas pancreáticas; si en estas condiciones se desarrolla una lipemia postpandrial, podremos sos pechar la existencia de una insuficiencia pancreática exocrina (cuadro 13.1) Otras pruebas relacionadas con la absorción son el test del NbenzoilLtirosil ácido p aminobenzoico (BTPABA) y el test combinado de BTPABA y absorción de xilosa. Determinación de la amilasa sérica
Tripsina fecal. Prueba de la licuación de la gelatina
Son dos test que rutinariamente se utilizan para detectar la actividad tripsina en heces: test de tubo y test en película de rayos X. 210
La medida de la actividad de la amilasa en suero ha sido una de las más importantes ayudas en el diagnóstico de las pancreatitis agudas o de las exacerbaciones agudas de las pancreatitis crónicas, a pesar de que su valor diagnóstico ha sido muy discutido.
MALABSORCIÓN
PRUEBA Examen de heces Gotas de grasa
23 por campo pequeñas
Numerosas y de tamaño grande
Auesentes o escasas Pueden ser más pequeñas en tamaño.En casos graves, numerosas.
Cuadro 13.1. Diagnóstico diferencial entre insuficiencia pancreática y el síndrome de malabsorción
1
La amilasa actúa en medio neutro sacarificando el almidón (acción que refuerza la bilis). El principio para su determinación en el suero se basa en la hidrólisis enzimática del almidón y desdoblamiento del mismo en sus unidades constituyentes. La prueba consiste en añadir al suero pro blema un sustrato de almidón y comprobar, por técnicas espectrofotométricas, la desaparición del sustrato. La actividad de la amilasa sérica aumenta en las pancreatitis agudas, necrosis pancreática, obstrucción intestinal, fallo renal crónico (en condiciones normales la amilasa se elimina por vía renal) y estrés. Determinación de la lipasa sérica
Los procedimientos clásicos para su determinación se basan en la capacidad de la enzima para hidrolizar una suspensión estandar de aceite de oliva. En este caso, la actividad de la lipasa se valora a través de la titulación de los ácidos grasos liberados. Hoy día, existen en el mercado kits para espectrofotometría menos complicados y más rápidos. Como en el caso de la amilasa, la lipasa sérica aumenta en las pancreatitis agudas, pancreatitis crónicas, fallo renal crónico e inyecciones de dexametasona. Aunque se ha dicho que la evaluación de la actividad de la lipasa sérica es de mayor valor diagnóstico que la amilasa, para la mayoría de los autores sería el estudio conjunto de ambas enzimas lo que permitiría una mayor seguridad en el diagnóstico. Determinación de la metahemoalbúmina
La metahemoalbúmina se origina en las pancreatitis hemorrágicas a partir de la sangre extravasada alrededor del páncreas. Las enzimas pancreáticas liberadas localmente como resultado de la pancreatitis digieren la hemoglobina rompiéndola en dos moléculas: hemo y globina,
212
a la vez que se oxida el hierro de la forma ferrosa a la férrica, la primera se combina, en el torrente circulatorio, con la albúmina y formándose metahemoalbúmina. Se ha considerado una prueba de interés para el diagnóstico de las pancreatitis hemorrágicas, en cuyo caso se registran importantes aumentos en los niveles de metahemoalbúmina. Otras pruebas
En pancreatitis agudas se produce una hipocalcemia por saponificación de la grasa peripancreática y deposición de sales cálcicas. Asimismo, también se observa en las pancreatitis un incremento de los triglicéridos. La determinación de la tripsina sérica constituye otro dato de interés en la evaluación de la función pancreática. PÁNCREAS ENDOCRINO
Las alteraciones que afectan al páncreas endocrino se pueden resumir en dos: Hipoinsu linismo (diabetes mellitus) e hiperinsulinismo. Como ya se señaló al principio del capítulo, el páncreas endocrino interviene directamente en el metabolismo de los hidratos de carbono a través de la insulina y el glucagón. Por lo tanto, los principales trastornos de la función endocrina del páncreas se van a traducir clínicamente en alteraciones metabólicas de los glúcidos y van a evaluarse a través del análisis de la glucosa sanguínea. La glucemia se investiga en los casos de: —Sospecha de diabetes mellitus o pancreatitis. —Estado comatoso o convulsivo de causa desconocida. —Animales que se cansan con facilidad. —Sospecha de un estado de cetosis (vacuno y ovino). —Sospecha de hipoglucemia.
Test de tolerancia a la glucosa oral
Se realiza cuando se sospecha de una diabetes mellitus, ya que en los primeros estadios de la enfermedad los signos de la misma no son claros. La prueba se realiza de la siguiente forma (fig. 13.4.): Se deja al animal en ayunas durante 24 horas, al cabo de las cuales se le suministran entre 2 y 4 grs/kg pv. de glucosa y se toman muestras de sangre préviamente y cada 60 minutos durante cuatro horas, a partir de los caules se mide la glucemia. En los animales enfermos, el descenso de la glucemia, mucho más lento, corre a cargo del hígado que la transforma en glucógeno. En la actualidad, se puede medir la insulina por RIA, pero resulta una determinación cara, por lo que no se utiliza de forma rutinaria.
Ingestión Figura 13 .4. Curva de glucemia en perro normal y diabético .
213
CAPÍTULO 14 EXPLORACIÓN DEL APARATO URINARIO El aparato urinario está constituido por los riñones, uréteres, vejiga de la orina y uretra. Las funciones del aparato urinario son dos: la eliminación de los productos de desecho del metabolismo a través de la orina y la regulación de los elementos esenciales, mediante una reabsorción selectiva. La orina es el producto generado en los riñones que contiene, como hemos indicado, una serie de productos de desecho. Esta circunstancia implica que cualquier alteración que recaiga sobre el riñón, e incluso sobre los otros componentes del aparato urinario, va a originar una modificación en la composición de la orina que nos va a permitir intuir la alteración en cuestión. Al mismo tiempo y como consecuencia de ello, el plasma sanguíneo va a sufrir variaciones én la concentración de determinados parámetros que nos van a reforzar la sospecha de esa alteración . Pero no solamente la composición de la orina va a verse alterada por un trastorno localizado en el aparato urinario, sino que también va a presentar diferencias en su composición, tanto cuanti como cualitativas, en casos de insuficiencia o alteración de otros aparatos u órganos (corazón, hígado, páncreas). De todo lo anterior se deduce que los análisis de orina y de sangre son fundamentales en el diagnóstico de la alteración renal pero, nunca
deberemos olvidar la exploración directa del animal que, con su sintomatología, nos va a poner en el camino adecuado para llegar a ese diagnóstico. RIÑONES S it u a c ió n a n a t ó m ic a
Los riñones se encuentran en situación casi simétrica a ambos lados de la columna verte bral en algunas especies (perro y cerdo), mientras que en otras (oveja, vaca y caballo), uno de los riñones se encuentra más adelantado e incluso, el izquierdo adopta una posición medial, desplazando hacia la derecha al otro (fig. 14.1). Por otra parte, en el caballo, y menos marcadamente en los bóvidos, ambos riñones presentan una forma anatómica bastante diferente. En las demás especies, los riñones muestran la típica forma de judía más o menos estilizada.
In s p e c c i ó n
No tiene ningún valor, ya que solamente en raras ocasiones puede apreciarse abultamiento en la zona de proyección (hidronefrosis, nefritis purulenta).
215
VISTA DORSAL DE LOS RIÑONES l
Ciego
EQUIDO DERECHO
DERECHO
IZQUIERDO
SUIDO
IZQUIERDO
OVTDO
CANIDO
c01 E
3
C¿
IZQUIERDO
DERECHO IZQUIERDO
DERECHO
IZQUIERDO
DERECHO
Figura 14.1. Localización de los riñones.
Pa
l p a c ió n
La palpación puede ser externa o interna. La externa se realiza en los pequeños animales, colocando las manos sobre el abdomen, presionando y deslizando las puntas de los dedos por debajo de las apófisis transversas de las vérte bras lumbares (fig. 14.2). De esta forma apreciamos perfectamente el contorno de ambos riñones, aunque en el perro el riñón derecho cuesta un poco más, sobre todo en las razas grandes. La palpación interna se hace por vía rectal en las grandes especies. Tanto en équidos como en bóvidos, solo es palpable el riñón izquierdo, 216
que es ptósico y está situado en la parte medial; el derecho, por estar desplazado hacia adelante, no se llega a alcanzar, salvo en animales de talla pequeña. En la palpación podemos apreciar: —Tamaño: Se observa un aumento moderado del tamaño del riñón en las nefritis agudas, mientras que se aprecia un incremento considerable en alteraciones tales como pielonefritis, hidronefrosis o neoplasias renales. El tamaño del riñón es menor del normal en nefritis intersticiales avanzadas hipogenesias y esclerosis renales.
R a d i o g r a f í a s
Las radiografías de los riñones pueden ser de dos tipos: radiografía simple, sin medio de contraste y urografía intravenosa. Radiografía simple
Figura 14.2. Palpación renal en el perro.
—Dolor: El animal da muestras de dolor cuando se palpa el riñón o su área de proyección ennefritis agudas, abscesos perirrenales, nefritis purulentas y urolitiasis. —Distopias: En estos casos, el riñón presenta una movilidad anormal, pendular o emigrante. Puede ser el origen de estrangulaciones intestinales por anudamientos o torsiones sobre su meso o podemos confundirlos, en la exploración, con escíbalos, neoplasias o cuerpos extraños intestinales. —Superficie: Salvo en los bóvidos que presentan una superficie lobular, en las demás especies la superficie de los riñones es lisa. Observamos superficies irregulares en las neoplasias, nefritis purulentas, tuberculosis renal, pielonefritis e hidronefrosis. —Consistencia: La consistencia normal es elástica. Está aumentada en tuberculosis, tumoraciones y nefrolitiasis, mientras que en pielonefritis, abscesos y pió e hidronefrosis la consistencia es menor. Pe r c u s ió n
El riñón no se percute dada su situación, debajo de las apófisis transversas de las vérte bras lumbares.
Las radiografías simples o sin preparación se realizan antes de cualquier examen con medio de contraste, lo que permite ajustar todos los parámetros radiográficos y establecer una imagen de referencia para la interpretación de las placas posteriores. Se puede observar el tamaño, la forma y la densidad de los riñones. En ocasiones, la superposición del contenido intestinal o la disminución del contraste intrabdominal, pueden dificultar su visua lización. Urografía intravenosa 0
Como medios de contraste utilizamos los derivados triyodados, que son hidrosolubles, presentan una débil viscosidad y se excretan por vía glomerular. Para llevar a cabo la urografía en un perro sometemos al animal a una dieta hídrica de 24 horas y, tras colocar un enema, inyectamos por vía intravenosa rápida una dosis de 600800 mgrs/kg pv de yodo. La vena de elección será la radial y mejor aún la yugular. Se realizan placas de perfil y de frente a los 1015 segundos y a los 510 minutos después de la inyección. Si existe insuficiencia renal es conveniente aumentar la dosis de yodo hasta el doble y realizar las placas más tardíamente (a los 20 minutos de la inyección). Se pueden presentar vómitos o náuseas, que desaparecen pronto y en el caso de que tengamos dificultades de contención podemos utilizar tranquilizantes o anestésicos.
217
URÉTERES Los uréteres se pueden palpar en grandes animales por exploración rectal únicamente cuando están dilatados, esto ocurre en determinados casos de pielonefritis, pionefritis, hidronefrosis o en obstrucción por cálculos; el diámetro puede aumentar hasta llegar a alcanzar tamaños de más de un centímetro, dando un tacto de tubo flexible al que se le puede notar como una especie de latido cuando se le presiona ligeramente. VEJIGA DE LA ORINA In s p e c c i ó n
En la inspección de la vejiga de la orina de los pequeños animales y en los casos de deplección solo se aprecia un aumento del volumen del abdomen, que puede llegar hasta el ombligo o más adelante. Esta circunstancia origina una imagen del animal semejante a la que se observa en la ascitis.
Pa l pa c ió n
En los pequeños animales se puede palpar la vejiga de la orina por palpación abdominal o externa siempre que esté llena; si se encuentra vacía es imposible apreciarla. En los grandes animales, se puede localizar en los machos, por palpación rectal, ya que está inmediatamente debajo del recto, mientras que en las hembras, el útero hace muy difícil su palpación aún estando llena (Fig. 14.3). Tanto en grandes como en pequeños animales, cuando este llena de orina, hay que palparla con cuidado ya que manipulaciones poco delicadas pueden provocar su rotura. La repleción urinaria de la vejiga de la orina se presenta cuando existe dificultad o impedimento total a la evacuación de la misma, tal es el caso de la presencia de cálculos, coágulos de sangre, traumatismos uretrales, abscesos
218
parauretrales (prostéticos), torsiones de vejiga. Asimismo, se puede producir una parálisis espástica del músculo del esfínter, circunstancia que se presenta en cólicos, tétanos y en las retenciones prolongadas en équidos que traba jan y en perros que realizan poco ejercicio. El aumento de la consistencia de la pared, con engrosamiento de la misma, se aprecia en noplasias, cistitis crónicas o cuando la vejiga contenga arenillas o cálculos. La retención urinaria, así como las cistitis originan un incremento de la sensibilidad dolo rosa que se aprecia en los pequeños animales por palpación externa. Al margen de lo señalado, la mejor forma de explorar la vejiga de la orina es a través de la radiología. En este caso se pueden utilizar diferentes técnicas, en función de las disponibilidades y de lo que queramos visualizar. Neumocistografía
En este caso, el medio de contraste utilizado es aire. Para realizarla, se vacía la vejiga con sonda y se introduce aire a través de la misma. La cantidad de aire a inyectar es función del tamaño del animal y de la resistencia que hace el pistón de la jeringuilla. Esta técnica se utiliza cuando queremos visualizar la pared vesical, ya que el contraste entre el aire y la grasa abdominal, en el exterior, permiten apreciar las m odificaciones de aquélla. Para evitar la formación de émbolos intravasculares en el caso de una eventual rotura de la uretra por un sondaje incorrecto, es aconsejable utilizar gas carbónico u óxido nitroso (gases solubles). Cistografía de contraste positivo
Podemos realizar dos técnicas, una primera semejante a la señalada en la urografía intravenosa, en la que las placas se realizan un minuto o más tarde, después de haber sido
Perro Caballo
VACA Figura 14.3. Localización de la vejiga de la orina y
uretra en las distintas especies domesticas.
219
inyectado el medio de contraste y una segunda, llamada cistografía retrógrada, en la que el medio de contraste se inyecta directamente en la vejiga a través de la sonda utilizada para extraer la orina. En este último caso el medio de contraste puede ser un compuesto triyodado o hexayodado diluido en suero fisiológico al 50%.
machos y se explora con dificultad variable por medio del sondaje. La uretra se explora fundamentalmente cuando nos encontramos con casos de anuria u oliguria que no obedecen a ninguna enfermedad concreta. So
Cistografía de doble contraste
La cistografía de doble contraste utiliza el compuesto yodado y el aire por vía uretral; se inyecta el primero en una cantidad que oscila entre 2 y 20 mi. y a continuación se insufla el aire o el gas carbónico para distender la vejiga; un masaje a través del abdomen facilita el reparto del aire y del medio de contraste. El aire se sitúa en la zona periférica, mientras que el contraste yodado se sitúa en la parte central y declive de la vejiga, formando una masa ovoide de contornos regulares. En todas las cistografías retrógadas es conveniente inyectar préviamente un anestésico local (lidocaína) para reducir el dolor y los espasmos vesicales. Por otra parte, una vez realizadas las radiografías, es conveniente vaciar y aclarar la vejiga. URETRA La uretra de los machos presenta tres partes claramente diferenciadas desde el punto de vista de la exploración (fig. 14.3): • Uretra intrapélvica. Se explora por palpación rectal en las grandes especies y por sondaje en los pequeños animales. • Uretra perineal. También llamada arco isquial, se puede explorar por palpación externa. Es una zona donde se suelen localizar los cálculos urinarios. • Uretra peniana. Es la que recorre el pene; se puede explorar mediante sondaje. En las hembras, la uretra es muy corta, tiene mucha menos significación clínica que en los
ndaje
( c
a t e t e r is m o u r e t r a l
)
En muchas ocasiones es necesario recoger orina para realizar el correspondiente análisis. Hay determinadas especies en nuestros animales domésticos en los que se pueden realizar determinadas manipulaciones para conseguir que orinen sin tener que recurrir al sondaje; este es el caso de la vaca, que con un masaje en la zona perineal se puede conseguir que orine de forma natural; del caballo, que suele orinar después de ponerle cama limpia; o del camero que lo hace tapándole los orificios nasales durante unos segundos. No obstante, los resultados no siempre son los apetecidos, por lo que hemos de recurrir al sondaje uretral. El cateterismo resulta fácil en la yegua, vaca y perra, en las que se utilizan sondas de diferentes tipos y materiales pero que, en cualquier caso, deben de ser estériles (fig. 14.4). La oveja y la cerda, por diferentes razones, presentan una mayor dificultad (presencia de un divertículo suburetral en la oveja, tamaño de la vulva en la cerda), mientras que en el caso de los machos se sonda con facilidad en el perro, caballo y gato; el toro presenta una gran dificultad por la presencia de la S peniana y la dificultad de extraer el pene; la presencia de S peniana en el verraco y la prolongación uretral en los moruecos hacen prácticamente imposible la introducción de la sonda en estas dos especies (fig. 14.5). Micción
La micción es un acto reflejo (en los perros tiene mucho de voluntario) que viene provocado por dos tipos de estímulos:
Figura 14.4. Sondajes uretrales.
CABALLO Figura
14.5. Sondajes uretrales en machos
—Un estímulo mecánico que se produce com o consecuencia de la distensión de la vejiga por la orina y que es recogida por receptores de presión. —Un estímulo químico, debido a la propia composición de la orina y que recogen receptores del plexo nervioso intramural de la pared de la vejiga. Estas sensaciones llegan al centro vesico espinal (médula lumbosacra) y, por vías espinales, a la corteza cerebral. Las vías centrífugas discurren por el simpático y el vago, provocando la contracción del detrusor y la relajación del esfínter vesical. La postura que adoptan los animales para el acto de la micción difiere de unas especies a otras. —En los équidos, la postura del macho y de la hembra son semejantes; generalmente, orinan en la cuadra cuando están tranquilos, extendiendo los miembros anteriores, separando los posteriores y bajando el abdomen. —Las vacas, adelantan las patas anteriores, separan las posteriores y arquean el dorso. por el contrario, el toro orina, la mayoría de las veces sin detenerse, la orina va fluyendo hasta la cavidad prepucial desde donde sale poco a poco. —La postura de los óvidos es semejante a la de los bóvidos. —En el cerdo existen diferencias sexuales, la hembra flexiona el tercio posterior, mientras que el macho lo hace de pie y expulsa la orina a golpes. —La perra adopta una postura semejante a la de la cerda y el perro lo hace de pie, levantando lina extremidad posterior. En el perro la emisión de orina tiene connotaciones de marcado del territorio (algunos autores señalan que la orina permite el intercambio de información entre los machos), de ahí que orinen muy poco cada vez y en muchos puntos. La adopción de posturas anómalas para la emisión de orina implica alteraciones, bien a
nivel del aparato urinario (disurias), o bien del sistema musculoesquelético. Frecuencia de micción y cantidad de orina emitida
Aunque pueda resultar un dato anecdótico, es conveniente tener una idea de la cantidad de orina emitida y de las veces que orinan los animales por día para poder apreciar cuando se produzcan modificaciones que puedan ser de bidas a anormalidades del aparato urinario. Las cifras son variables en función del tipo de manejo y alimentación, pero las siguientes pueden servir como valores de referencia: — Eq uid os .- 5-6 m ic ci on es /d ía
3-6 l./ dí a (ha sta 10 1.)
— B óv id os .- 5- 6
“
6- 12 l./ día (hast a 25 1.)
— Por cino .- 2-4
“
2- 4 l./ dí a
-O v id os .- 1-3
“
1/2-1 l./día
“
1/2-1 l./día (perras grandes)
— Pe rra s.- 2-4
— Pe rros.- M uy variab le — Gat os .- 1-2 m ic ci ones /d ía
100 -2 00 cc /d ía .
Variacciones en la emisión de orina
Poliuria. Aumento de la cantidad de orina emitida. Observamos poliuria en, condiciones fisiológicas, tras la ingestión de grandes cantidades de agua o después de la administración de diuréticos. En condiciones patológicas, se presenta en las diabetes insípida y mellitus, hiperadrenocorticalismo, congestión renal activa, reabsorción de exudados y trasudados, insuficiencia renal crónica progresiva y en la pielonefritis crónica (cuadro 14.1.). Existe una poluria crítica, que es la que se produce en las fases finales de enfermedades infecciosas. Oliguria. Disminución de la cantidad de orina emitida. Se presenta en circunstancias de pérdida de líquidos por otros emuntorios (vómitos, diarreas, hemorragias, sudoración profusa), en
PATOLOGÍA RENAL CRÓNICA
DIABETES INSÍPIDA
DIABETES MELLITUS
EXCESIVO CONSUMO DE AGUA
Volumen Orina
Aumentado
Aumentado
Aumentado
Aumentado
Densidad Orina
Disminuida
Disminuida
Variable
Variable
BUN
Aumentado
Normal
Normal
Normal
Glucosuria
Negativa
Ne gativa
Positiva
Positiva
Efecto privación agua sobre densidad
Ninguno
Ninguno
Aum entado
Aumentado
Niguno
Ninguno
Efecto de la ADH sobre densidad tras privación de agua
Mecanismo
i
' Lesión tubular. Resistencia del órgano efector. Alteración de la capacidad de concentración de CaóK
Disminución de la secreción de ADH
Diuresis osmótica
Ingesta obsesiva de Agua. Excesiva homo na adrenocorti coteroide.
Cuadro 14.1. Diferenciación de las causas comunes de poliuria.
la congestión renal pasiva, en la fiebre, en la insuficiencia renal aguda (fase oligúrica de la insuficiencia renal). Anuria. Ausencia total de orina .Se da en la rotura de vejiga y en la obstrucción de la uretra por cálculos o congestiones. Es ' frecuente observar anuria en las vacas, después dé partos difíciles, por congestión de la vagina que afecta a la desembocadura del meato urinario. Po laquiuria. Aumento de la frecuencia de las micciones. La polaquiuria aparece en todos los estados irritativos del sistema urinario, tales como cistitis, pielitis o uretritis. La propia orina al pasar por estos órganos inflamados se comporta como un irritante que origina la sensación de
necesidad de orinar. También se observa polaquiuria en las excitaciones reflejas de la vejiga (meningitis espinal). Disuria. En términos generales, se define como micción dificultosa; la mayoría de las veces suele ir acompañada de dolor. La disuria aparece en muchas alteraciones del aparato urinario, entre ellas podemo s citar el infarto renal o la obstrucción de la pelvis o uréteres por pequeños cálculos irregulares o inflamaciones (cuadro 14.2). Iscuria. Retención urinaria. Los animales hacen esfuerzos para orinar y prácticamente no eliminan orina. Aparece la iscuria en los espasmos del esfínter por disfunción vagal y en los casos de lesiones lumbosacras que conllevan paraplejia.
DISURIA
Exploración Física
No hay obstrucción al flujo de salida urinario
Obstrucción completa o * parcial al flujo de salida urinario
*
ANALISIS ORINA CATETERISMO RADIOLOGIA
ANALISIS ORINA
Normal
Piuria o Piuria y Hematuria
4
Observación errónea
Patología luminal
Patología Extraluminal
UROCULTIVO Cálculos Neoplasias Estenosis Bacteriuria nosignificativa Traumatismo Disinergia refleja
Bacteriuria significativa
Masa periuretral V. Urinaria herniada Patología de Próstata
Infección tracto urinario
RADIOLOGIA
Comprobar si hay causas predisponentes
cáculos metabólicos Neoplasias Administración de antibióticos antes del cultivo
Cuadro 14.2. Algoritmo del diagnóstico diferencial de disuria.
En ocasiones, se presenta una iscuria paradójica cuando la replección de la vejiga urinaria hace que el animal vaya perdiendo orina gota a gota por desbordamiento. Estranguria. Expulsión lenta y dolorosa de la orina. Se observa en determinadas alteraciones uretrales (espasmos, pólipos, inflamaciones o presencia de cálculos que no obstruyen totalmente la luz de la uretra), en las prostatitis y tumores prostáticos, de forma refleja en cólicos y peritonitis. BIOPATOLOGÍA RENAL El riñón, como el hígado, es un órgano de desempeña una gran cantidad de funciones, funciones de vital importancia para la vida de los seres vivos entre las que podemos citar las siguientes: —Regula el balance hídrico, eliminando o reteniendo agua en función de las necesidades. (formación de la orina). —Mantiene el equilibrio electrolítico, reteniendo y eliminando los electrolitos correspondientes. —Mantiene el equilibrio ácidobásico, eliminado y reteniendo iones H+y H C03'. —Regula la presión arterial, iniciando la respuesta reninaangiotesina. —Libera eritopoyetina que mantiene la producción de hematíes. —A través de la orina, elimina sustancias extrañas al organismo, así como las sustancias finales tóxicas del metabolismo. %
Cualquier proceso morboso que afecte al riñón va a provocar una modificación de estas funciones con la aparición de unos signos clínicos, la mayoría de las veces, de carácter grave. Teniendo en cuenta que se puede considerar a la orina como el resultado del trabajo renal, cualquier proceso renal dará lugar a cambios cuanticualitativos en esa orina y en el plasma sanguíneo, que nos permitirán sospechar o deducir la naturaleza de los mismos.
P e r f i l b i o q u í m i c o d e l a f u n c i ó n r e n a l
El perfil bioquímico completo de la función renal incluirá: • Estudio de la orina: — Físico: volumen, color, densidad, osmolaridad. — Químico: pH, proteínas, glucosa . —Sedimento urinario: elementos formes. • Determinaciones sanguíneas: —Niveles de urea y creatinina. —Niveles de colesterol, proteínas séricas, Na*, K \ C1 ,Ca+\ P. • Pruebas dinámicas funcionales: —De la función glomerular: Aclaramien to de creatinina —De la función tubular: Excreción del Ac. PAH y del PSP. —Capacidad de concentración de la orina: Restricción hídrica y Test de pitresina. En este capítulo contemplaremos las determinaciones sanguíneas y las pruebas dinámicas funcionales. Nitrógeno ure'ico en sangre (BUN)
La urea (= BUN x 2,14) es un producto de desintegración del metabolismo de las proteínas endógenas y exógenas; su síntesis es hepática (fundamentalmente a partir del amoníaco de procedencia intestinal), se filtra por el glomérulo y se reabsorbe a nivel tubular el 25 40%, pasando el resto a la orina. Los factores que afectan a los niveles séricos de urea son el aporte protéico de la alimentación, la síntesis hepática y el catabolismo protéico endógeno. No encontraremos con niveles bajos de urea en: —Sobrehidrataciones (dilución de la urea y disminución de la reabsorción tubular). —Insuficiencias hepáticas (reducción de la síntesis).
225
—Estados de inanición (menor ingestión de proteínas). —Administración de anabolizantes. —Shunt portasistémicos (con incremento concomitante del amoníaco). Aparecen niveles altos de la urea sérica como consecuencia de: • Causas prerrenales: —Dietas muy ricas en proteínas. —Fiebre, traumas,infecciones, quemaduras extensas. —Hemorragias. —Deshidratación significativa. —Menor perfusión sanguínea del riñón (Shock). La uremia prerrenal se puede confirmar demostrando el incremento significativo del BUN con un aumento claro de la densidad de la orina. • Causas renales: Nefropatías que afectan al glom érulo (glomerulonefritis) y reducen el índice de filtración glomerular. En este caso, el incremento de la urea supone que la destrucción del parénquima renal es superior al 70%. • Causas postrenales: —Obstrucciones o roturas de los conductos excretores de la orina (cálculos, rotura de vejiga, inflamación de uréteres, uretra). En casos de sospecha de rotura es interesante determinar la concentración de urea en el líquido abdominal y observar que dicha concentración es mayor que la de la sangre. La uremia postrenal suele ir acompañada de oliguria o anuria, dolor abdominal y una historia de traumatismos. A pesar de que las determinaciones seriadas de BUN tienen interés diagnóstico, desde el punto de vista renal y teniendo en cuenta la gran cantidad de circunstancias que modifican el nivel sérico de BUN (sobre todo la ingestión protéica), su determinación no es excesiva226
mente significativa, por lo que resulta más práctico la determinación de la creatinina. Creatinina sérica
Es un producto del metabolismo muscular de la creatina, de producción diaria constante. Es el mejor indicador de la función renal, ya que su excreción se realiza casi totalmente por filtración glomerular y no se reabsorbe, de ahí que su concentración sérica refleja estrechamente el índice de filtración glomerular y cualquier anormalidad que provoque disminución de la filtración llevará consigo su incremento a nivel sanguíneo La creatinina se genera, como se ha dicho, de forma endógena en los músculos, por lo que los animales con gran masa muscular o tras realizar esfuerzos físicos, presentan elevaciones en su concentración sérica que, si bien son de poca importancia, hay que tenerlas en cuenta. Al contrario que la urea, el nivel sérico de la creatinina es independiente del contenido protéico de la dieta y no le afectan factores catabólicos (fiebre, toxemia, drogas), por lo que permite evaluar el grado de insuficiencia renal con mayor fiabilidad que en el caso de la urea. Sin embargo, la creatinemia puede ser normal con el 50 % de las nefronas dañadas, por lo que es mucho más seguro recurrir a las pruebas de aclaramiento de la creatinina que señalaremos más adelante. La creatinemia aumenta cuando disminuye el índice de filtración glomerular (insuficiencia renal con uremia, nefritis agudas, nefroto xicosis).. Potasio
El potasio se reabsorbe en los tubuli proximales y se excreta en los distales. La retención de potasio (hiperpotasemia) provoca arritmias.
Aparece hiperpotasemia en la fase oligúrica de la insuficiencia renal aguda, en la insuficiencia crónica con deshidratación marcada y en la insuficiencia de las glándulas adrenales. Por su parte, nos encontramos con hipopotasemia en la necrosis tubular aguda (fase poliúrica de la insuficiencia aguda), en glomerulonefritis y pielonefritis. Sodio
En las enfermedades renales crónicas se pierde la capacidad para retener sodio. La hiponatremia se observa en la nefroes clerosis urémica, en la utilización de diuréticos mercuriales y en cualquier tubulopatía. Proteínas séricas
—Indican el estado de hidratación del enfermo renal (hiperproteinemia si está deshidratado). —Indican afección glomerular si aparece hipoproteinemia y proteinuria (glomerulonefritis, síndrome nefrótico). —Indican enfermedad renal infecciosa o inmunológicamente mediada si aparece un incremento de las inmunoglobulinas.
P r u e b a s d i n á m ic a s f u n c i o n a l e s d e l r iñ ó n
Aclaramiento, depuración o clearance de la creatinina
El aclaramiento (en ml/min.) de una sustancia corresponde a aquella cantidad de plasma que es purificada (“limpiada”) por el riñón, en el plazo de un minuto. Las pruebas de aclaramiento muestran, por tanto, si el riñón es capaz de limpiar el plasma sanguíneo de forma normal en un determinado periodo de tiempo. En conclusión, nos informan sobre el estado de la función glomerular.
El aclaramiento de la creatinina obedece a la siguiente fórmula: Aclaramiento»
m g c r e t a ti n in a / 1 0 0 m i x m i o r i n a 2 4 h o r a s - - - - - - - - - - - - — - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - m g c r e t a ti n in a / 1 0 0 m i s u e r o x 1 4 4 0
El aclaramiento de la creatinina disminuye en todo proceso renal (glomerulonefritis, pielonefritis crónica, hipertensión, nefroes clerosis, insuficiencia renal aguda y crónica). En el caso de los perros la prueba se realiza con la orina emitida en 20 minutos, por lo que en la fórmula hay que sustituir los 1440 (minutos en 24 h.) por 20. La mecánica de la prueba es la siguiente: Se vacía la vejiga de la orina, a los 10 minutos se hace la toma de sangre (aunque puede hacerse al principio o al final, ya que la concentración sérica de creatinina permanece constante durante periodos cortos) y a los 20 minutos se extrae de la vejiga la orina que se ha formado durante ese tiempo. A continuación se hacen las determinaciones de la creatinina en suero y orina y a los valores hallados se aplica la fórmula anterior. Otra prueba que permite evaluar la filtración glomerular es la del sulfanilato sódico. En este caso se trata de inyectar el sulfanilato, una sustancia exógena no tóxica que se elimina únicamente por filtración glomerular. Esta prueba no precisa recoger orina y es más sensible que las determinaciones de urea y cretainina plasmáticas, por lo que es un mejor índice en el diagnóstico precoz de la enfermedad renal. Consiste en inyectar el sulfanilato y extraer sangre a los 30, 60 y 90 minutos para medir la concentración del producto que queda en sangre.
P r u e b a s d e f u n c i o n a m ie n t o d e l a m a s a
TUBULAR
Estas pruebas sirven para evaluar las funciones excretora y secretora tubular y son: la prueba de la secreción del Acido paraamino hipúrico (PAH) y el test de excreción de la fenil suftaleina (PSP).
227
Secreción del PAH
El aclaramiento de PAH es una prueba que presenta una gran aproximación a la función tubular. Este producto, que tiene una baja concentración plasmática, es secretado única y exclusivamente por los túbulos renales. En esencia, la prueba consiste en inyectar PAH intravenoso y tomar muestras de sangre para establecer la curva de aclaramiento. Esta prueba, junto con la mencionada de la PSP permiten diagnosticar procesos como el síndrome de Fanconi (alteración de los túbulos proximales) o el síndrome de acidosis tubulorrenal.
Pruebas para determinar la capacidad de con centración de la orina
El objetivo fundamental de estas pruebas es establecer el diagnóstico diferencial entre: —Diabetes insípida central o verdadera (falta de ADH). —Diabetes insípida nefrógena (ausencia de respuesta de las células efectoras a la ADH). —Diabetes insípida sicógena o potomanía (consecutiva a polidipsia). Se fundamentan en la evaluación de las variaciones del peso específico u osmolalidad de la orina ante la supresión del aporte de agua o ante la administración de hormona antidiurética (ADH). Dos son las más importantes: prueba de la restricción hídrica y prueba de la Pitresina (ADH en solución oleosa).
CAPÍTULO A EXPLORACION DEL APARATO GENITAL EXPLORACIÓN GENITAL DEL MACHO La exploración del aparato genital de los machos tiene como fin el determinar su utilidad reproductora y su estado sanitario y se basa en los siguientes criterios: —Observación del estado general de salud, determinando la ausencia de enfermedades que afecten a las funciones sexuales o al organismo en general. —Comprobación del estado sanitario hereditario. El animal no debe presentar alteraciones o malformaciones de tipo con génito que puedan recaer sobre su futura progenie. Este tipo de investigaciones deben de llevar implícito un testaje que permita observar la transmisión de los caracteres deseables y la ausencia de los indeseables. —Observación de la sanidad genital. El macho no debe presentar alteraciones ni enfermedades en sus genitales. —Determinación de la capacidad de copular. Observar sus posibilidades para el salto que no deben verse dificultadas por alteraciones en su aparato musculoesquelético. —Prueba de su capacidad de fecundar, contrastando su esperma para observar el número y vitalidad de los espermatozoides. En el examen andrológico es necesario rea lizar una anamnesis especial que contendrá las siguientes preguntas:
¿Se compró? y, en su caso, ¿Dónde? Esta pregunta pretende conocer si el animal procede de una ganadería o criadero de sanidad reconocida, carente por tanto de enfermedades infec tocontagiosas de transmisión sexual. ¿Puede o quiere realizar la cópula o salto? A través de esta cuestión nos enteramos de su apetito sexual, de sus posibles problemas en el aparato locomotor, del número de hembras a las que tiene que cubrir, etc. ¿Cuáles son los resultados de la monta? Aquí pretendemos averiguar si las hembras se quedan gestantes en un primer salto o el animal tiene que repetir y las características de las crías obtenidas. Es conveniente, asimismo, averiguar si en la explotación en cuestión ha habido últimamente algún cambio de manejo o alimentación, ya que estas circunstancias contribuyen a disminuir la libido y la capacidad de fecundación de los machos. En realidad, merced a las técnicas de transplante de embriones e inseminación artificial, esta anamnesis ha ido perdiendo frescura ya que, en los momentos actuales, la reproducción tiende a ser controlada y dirigida y se parte de animales perfectamente testados, cuyo esperma ha sido contrastado previamente. Una vez realizada esta toma de contacto con el animal que supone la anamnesis, pasamos al examen general y al particular de sus órganos genitales, el cual comprenderá los siguientes apartados:
—Examen morfológico de los genitales externos. —Examen funcional (comportamiento ante una hembra en celo). —Examen biológico (contrastación del eyaculado). —Examen microbiológico (secreción prepucial, semen, sangre). I n s p e c c i ó n P a l p a c i ó n
En una primera aproximación debemos comprobar si el desarrollo de los genitales externos se corresponde con la edad y el tamaño corporal del animal. Una vez hecho esto, nos situaremos por detrás en los grandes animales, o los colocaremos sobre la mesa en decúbito lateral en los pequeños y procederemos a la exploración de las diferentes partes del aparato reproductor. Es conveniente que la exploración de los grandes animales se haga en potro, ya que nuestra comprometida situación puede ser blanco de coces o pisotones. Escroto
La bolsa testicular la observamos y palpamos por detrás, tal como hemos indicado y debemos fijamos en la presencia de asimetrías, en la desplazabilidad de sus capas, su consistencia y tamaño y en el manto piloso que la cubre. La asimetría testicular se manifiesta por pliegues a nivel del escroto. Siempre existe un ligero grado de asimetría, por lo que es normal encontrar algunos, pero cuando estos son muy marcados hay que pensar en orquitis unilateral, atrofia testicular o neoplasias. Las capas que componen el escroto son perfectamente desplazables en condiciones normales, la presencia de una orquitis, al margen del aumento de la temperatura y el incremento de la sensibilidad dolorosa, provoca una falta de desplazabilidad de las citadas capas. 230
En los procesos inflamatorios de los testículos y del propio escroto también se ve modificada la consistencia y tamaño, el escroto aumenta de grosor, debido al edema resultante de la inflamación y presenta un tacto menos suave. Por último, la piel y manto piloso que recubren el escroto pueden verse modificados por lesiones dérmicas que asienten sobre ella’ éstas presentan un gran interés dado que pueden tener una influencia negativa sobre la espermatogénesis. Testículos
En los testículos observaremos el tamaño, la forma, simetría, posición, consistencia y desplazabilidad. Para poder captar cada una de estas cualidades fijaremos ambos testículos, abarcándolos con los dedos y desplazándolos dentro de las envolturas testiculares hacia abajo o hacia arriba.(fig. 15.1) —Tam año. El tamaño lo mediremos en relación con el normal de la edad del animal; si fuera necesario se podrían medir ambos testículos, con un calibre o pie de rey, colocándolo en la parte más ancha de los mismos. El aumento de tamaño de los testículos puede deberse a la presencia de hidroceles, hematoceles, neoplasias, hernias inguinales u orquitis. En la mayoría de estos casos, el testículo aparece con una sensibilidad dolorosa incrementada y un aumento de la temperatura. —Volumen. El volumen está íntimamente relacionado con el tamaño; se puede medir introduciendo los testículos en un recipiente de agua tibia y observando el volumen de agua que desplazan. No es un procedimiento muy exacto, ya que medimos no solamente el volumen testicular, sino también el de la bolsa escrotal. En función del tamaño y del volumen nos podemos encontrar con: n*
Microrquidia. Testículo o testículos de menor tamaño. Puede deberse a una hipoplasia testicular congénita o a una atrofia adquirida.
* Macrorquidia. Tamaño anormalmente grande de los testículos. La causas pueden ser inflamatorias (orquitis o periorquitis) o tumorales. Criptorquidia. Es la ausencia de uno o de los dos testículos en el escroto por un descenso interrumpido. Pueden encontrarse en el abdomen o en el conducto inguinal. A los animales que padecen criptorquidia se les llama, vulgarmente, ciclones. • Monorquidia. Ausencia de un testículo. En realidad se trata de una criptorquidia unilateral. • Anorquidia. Ausencia congénita de testículos. Hemos de tener cuidado de no confundirlo con un criptórquido bilateral o, con lo que sería más grave, con un animal castrado. —Simetría. Los testículos son simétricos, cualquier anormalidad en este sentido indica alteración testicular o desarrollo anormal. —Posición. La posición de los testículos en la bolsa testicular es más o menos vertical en todas las especies. Es preciso apreciar si alguno de ellos está rotado y el tipo de rotación que padece, ya que se puede presentar isquemia como consecuencia de la disminución del riego sanguíneo. —Consistencia. La consistencia es duro elástica (semejante a la de una pelota de tenis). Es necesario comprobarla en ambos testículos y en esta comprobación podemos encontramos con: • Consistencia blandoelástica. Nos indica la pérdida del epitelio germinal y, por tanto, la falta de funcionalidad testicular. • Consistencia duroinelástica. Se observa en enfermedades crónicas, como la tuberculosis, en las tumorac iones o en las fíbrosis. • Consistencia fláccida o fluctuante. Es la propia de la presencia de abscesos testiculares. La consistencia se mide con el tonómetro de Hahn.
232
—Desplazabilidad. En condiciones nor-
males, los testículos son perfectamente desplazables dentro de la bolsa testicular. La inflamación de los m ismos o de sus envolturas provoca el desarrollo de adherencias que restringen esa movilidad. Un procedimiento complementario de ex ploración es la biopsia, que se debe realizar tras anestesia local. No está exenta de riesgos, ya que las hemorragias que, generalmente, se producen pueden afectar a una correcta esper miogénesis e incluso, pueden terminar en una pérdida total de la funcionalidad del testículo. Epidídimo
Por encontrase a lo largo del testículo desde su polo caudal al craneal, se puede palpar sin ninguna dificultad. Para su palpación procederemos exactamente igual que hemos señalado en el caso del testículo e intentaremos observar su integridad (puede presentarse la falta total o de alguna porción), su tamaño (la epididimitis provoca un incremento del tam año y, por ende, una asimetría testicular) y su sensibilidad dolo rosa y temperatura (ambas incrementadas en los procesos inflamatorios). Prepucio
La piel que recubre el pene puede presentar, en principio, los mismos problemas dérmicos que se observan en cualquier otra parte del cuerpo, cursando con iguales síntomas: prurito, aumento de temperatura, sensibilidad dolorosa incrementada. El aumento de volumen del prepucio puede obedecer a inflamaciones (acropostitis o postitis), hematomas, abscesos etc. En un elevado número de perros se observa en la abertura prepucial, una secreción mucopurulenta debida a un catarro prepucial crónico por roces continuos del pene contra el suelo, excitación sexual permanente (satiriasis).
No es difícil encontrar, sobre todo en los grandes animales, la presencia de cuerpos extraños a nivel del prepucio, la mayoría de las veces, viruta o paja de las camas. En los caballos castrados y en los bueyes podemos encontramos con concreciones de esmegma en la abertura prepucial que, en determinadas ocasiones, pueden dificultar la micción por taponamiento. La fimosis es la estrechez de la abertura prepucial que dificulta la salida del pene al exterior. Es de carácter congénito o adquirido y no muy frecuente en veterinaria. Algo más corriente es la parafimosis, sobre todo en los équidos, que consiste en la estrangulación del glande por el prepucio fimótico una vez aquél ha salido accidentalmente y no se ha retirado a su lugar. En estos casos, la compresión que hace el prepucio puede provocar la necrosis del glande por la isquemia debida a la citada compresión. Pene
*
La exploración del pene requiere su extracción de la bolsa prepucial. Esto se consigue sin dificultad en el perro retrayendo el prepucio hacia atrás y en el caballo introduciendo los dedos en la cavidad prepucial y tirando de él, bien directamente, o bien con la ayuda de una venda de gasa. En las demás especies, la extracción del pene requiere utilizar otro tipo de manipulaciones que pueden ser: —M asaje rectal (bóvidos) de la uretra pelviana y glándulas sexuales secundarias. —Llevando al animal a la proximidad de una hembra en celo. —M ed iante anestesia ep idural alta o paravertebral a la salida de los nervios pudendos.
Esta extracción peneana puede verse dificultada por malformaciones del prepucio (fimosis) o del propio pene. Sobre el pene podremos apreciar: —Erección persistente (priapismo), debida a inflamaciones (balanitis) —Proyección permanente fuera de la bolsa prepucial, debida a parálisis de los pudendos. —Fibropapilomas de origen viral u otro tipo de lesiones dérmicas en enfermedades como la trichomoniasis. —Hemorragias de glande, en ocasiones, debidas a excitación sexual o como consecuencia de las heridas originadas por la salida de urolitos a través de la uretra. —Hipospadias. Abertura congénita anormal de la uretra por la parte inferior del pene. En animales como el toro puede pasar desapercibida. —Inflamaciones. Balanopostitis catarrales, purulentas o ulcerosas, que pueden dar lugar a adherencias y a dificultades posteriores para la extracción del pene e, incluso, para la micción. La exploración interna del aparato genital del macho se realiza, en los grandes animales, por exploración rectal y en el perro por tacto rectal. Mediante esa exploración rectal podemos apreciar las vesículas seminales, las glándulas bulbouretrales y la próstata. Esta última es quizá la que mayor importancia reviste desde nuestro punto de vista, tanto por su alta casuística, como por las consecuencias que acarrean sus alteraciones. La hipertrofia, inflamación (prostatitis), o tumoración de la próstata puede llegar a provocar dificultad de micción e incluso, tenesmo fecal, en los pequeños animales. Un examen del aparato genital se completará con el estudio y contrastación del eyaculado, para el cual remitimos a los textos especializados de reproducción.
233
EXPLO RACION DEL APARATO GENITAL DE LA HEMBRA La exploración del aparato genital de la hembra está indicado: —Cuando se sospecha una infección o alteración a través de una sintomatología que está presente. —Cuando aparecen trastornos de la fertilidad. El animal no sale en celo y si sale y se cubre, la gestación no prospera. —En el diagnóstico de gestación. En este caso es fundamental una correcta y exhaustiva anamnesis que, además de las preguntas clásicas, comprenderá las siguientes: —¿ Cómo fue el último parto, si lo hubo? Con esta pregunta se persigue el conocer si hubo algún problema en el parto que haya podido dejar alguna secuela, causante del pro blema actual. —¿Se expulsaron a su tiempo y bien las secundinas? La retención de las envolturas fetales y placenta (llamadas por los ganaderos parias) originan infecciones que pueden acabar en esterilidades permanentes. Por otra parte, la extracción forzada puede provocar heridas en el útero y ser causa también de esterilidad temporal o permanente. En los carnívoros es difícil apreciar la eliminación de las secundinas ya que la hembra se las come después de eliminarlas. Esto puede ocurrir, de la misma forma, en los rumiantes y ser causa de indigestiones graves. —¿Qué tal purgó el animal? Se entiende por purgar la eliminación de los loquios. Esta eliminación acontece durante los 4 ó 5 días que siguen al parto; el alargamiento de este tiempo puede ser señal de endometritis, de la presencia de fetos momificados o de otro tipo de problema uterino.
234
—¿Cuánto tardó en aparecer el celo tras el parto? Es otra pregunta importante porque la mayoría de los trastornos del aparto genital, derivados o no de un parto distócico o de una manipulación incorrecta durante el mismo, causan retraso en la aparición del celo o ausencia de éste. —¿Qué sistema de alim entación y de manejo se utiliza ? Es necesario saber si la al imentación es seca o verde (el primer caso origina más trastornos relacionados con la reproducción). Si existe o no carencia de vitaminas A, D y E. Si los herbívoros pastan en terrenos pobres en fósforo (prácticamente generalizados en nuestro país), ya que el fósforo es muy importante para la esfera genital. Si el animal realiza ejercicio o, por el contrario, está atado a su plaza y prácticamente no se mueve. —¿Se ha hecho monta natural o inseminación artificial? Generalmente el esperma utilizado en inseminación artificial está perfectamente contrastado y comprobado, mientras que en la monta natural, un macho enfermo puede transmitir una gran cantidad de enfermedades por vía coital. —¿El problema afecta a un solo animal o a varios? En el primer supuesto podemos pensar que se trata de un problema de tipo esporádico sin mayor trascendencia. En el segundo caso hay que empezar a revisar la alimentación o, lo que es más grave, pensar en una enfermedad vénerea o infecciosa general. —¿Ha habido abortos? La pregunta tiene una intención parecida a la anterior. Después de esta anamnesis pasamos a realizar la verdadera exploración que puede ser extema o interna.
Ex p l o r a c ió n e x t e r n a
Del abdomen
Es la que se realiza en los pequeños animales y únicamente tiene valor a la hora de hacer el diagnóstico de gestación en fases avanzadas, o en el diagnóstico de piometra. De la vulva
Levantando la cola tenemos a la vista la vulva en la que, abriendo sus labios ligeramente y tras un cuidadoso lavado de toda su periferia, podremos observar su anatomía, cambios de estado, secreciones, estrechamientos, adherencias, estenosis, cicatrices, etc El estado externo de la vulva puede ser: —Tumefacto. Se presenta en vulvitis y vulvovaginitis, es fisiológico durante el celo, especialmente en novillas y perras. —Edematoso. Se observa también en los casos de inflamación de vulva y, de forma fisiológica, cuando el parto está próximo. —Depigmentado. Se observa en las yeguas que han padecido la durina; En estos casos, aparecen unas manchas depigmen tadas que reciben el nombre de manchas de sapo.(estas depigmentaciones pueden aparecer en otras muchas enfermedades de carácter vírico). —Enfisematoso. Aparece por la penetración de aire a través de heridas originadas generalmente durante partos distócicos. Secreciones
En muchas ocasiones aparece un flujo vaginal que se aprecia a simple vista, mientras que en otras, sobre todo en los grandes animales, ese flujo lo descubrimos porque en la cola o en las ancas aparecen adheridos restos secos de estas secreciones. Por el contrario, puede darse el caso de animales que requieren una
exploración directa de vulva y vagina para poder captar la presencia de estos exudados. El flujo vaginal puede ser: —Denso y vitreo. Es el que aparece justo antes del parto y procede del desta ponamiento del cuello uterino. —Hemorrágico, achocolatado. Es el que se observa después del parto (loquios) y contiene los restos de líquidos amniótico y alantoideo mezclados con sangre. —Tran sp arente y filante. Es el típico de las hembras en celo, en algunas especies va acompañado de una ligera hemorragia de sangre roja. —Vitreo turbio. Se presenta en las vaginitis y metritis incipientes. —Amarillento, de aspecto purulento. Se observa en metritis. —En la retención de secundinas aparece un exudado grisamarillento que contiene restos de tejidos y es muy maloliente. —También presenta un olor muy desagradable, con un aspecto pardorojizo, en el edema maligno. A la hora de categorizar una secreción vulvar, podemos señalar que todo aquel flujo que no sea transparente, o lo que es lo mismo, presente turbidez, aunque sea muy ligera, corresponde a una alteración, localizada en vagina o en útero, siempre y cuando no se trate de la eliminación de los loquios. Relajación de los ligamentos sacroilíacos o anchos de la pelvis
La relajación de estos ligamentos se produce en las 4872 horas antes del parto y se aprecia fundamentalmente en el ganado vacuno. Si esta relajación no está unida a la gestación hay que pensar en endometritis, en quistes ováricos o en ninfomanía. Las hembras ninfómanas, al margen de esta relajación de los ligamentos sacros, se caracterizan por tener una vulva infantil, hipoplasia vaginal, saltan constantemente sobre otras hem bras y braman continuamente.
Ex
p l o r a c ió n in t e r n a
La exploración interna de la vagina se efectúa con la ayuda de un espéculo vaginal o vaginoscopio y permite observar las paredes vaginales y la entraua del cuello uterino o cervixífip 15.2. v 15.3.1 La mucosa vaginal puede presentar cam bios de coloración (vaginitis), lesiones típicas de enfermedades venéreas o, como en el caso
de la tuberculosis vaginal, ulceraciones irregulares con fondo caseoso. La entrada del cervix, llamada vulgarmente hocico de tenca o flor radiada, puede presentar malformaciones o deformaciones causadas por pólipos o quistes que dificultan la inseminación o el parto. Otro dato a tener en cuenta es su estado de turgencia o flaccidez. En términos generales, la entrada del cervix puede presentar los siguientes aspectos:
Figura 15.2. Espéculos vaginales.
Perra
Cerda
Yegua
Figura 15.3. Representación esquemática de las diferentes vaginas de las esp ecie s domésticas.
236
Vaca
—Cerrado con un moco escaso y muy denso en su parte central, nos indica gestación o, en caso contrario, falta de celo. —Ligeramente abierto, con un moco abundante, transparente y filante, nos indica que el animal se encuentra en celo. —Ligeramente abierto, con un moco sucio o purulento es propio de metritis. Exploración rectal
La exploración rectal de los grandes animales (vaca y yegua) permite palpar el útero (consistencia), cuernos uterinos (asimetrías), y ovarios (presencia de quistes, folículos madu ros, cuerpos lúteos), así como realizar el diagnóstico de gestación. Aunque no es objetivo de este manual hacer hincapié en estos temas, que son sujeto de tratamiento profundo en otras materias, señalaremos únicamente, por su importancia, las modificaciones más significativas que se pueden apreciar en los ovarios. Norm almente, en estas especies los ovarios son del tamaño de una avellana cuando están en reposo; son duros, más o menos lisos. La presencia de un folículo de G raaf se nota como una formación vesiculosa, con una pared ténue y blanda. El cuerpo lúteo persistente es una formación dura, de tamaño variable, a veces mayor que el propio ovario, que puede enuclearse con los dedos a través del recto, pero cuya práctica puede originar trastornos graves. En el ovario quístico o poliquístico se nota una superficie m uy irregular con nodulos duros repartidos por toda ella. Diagnóstico de gestación
La exploración rectal permite, en los grandes animales, hacer el diagnóstico de gestación con una precocidad que está en función de la habilidad del clínico; esta precocidad en el diagnóstico es algo muy deseable para evitar la
ampliación del periodo entre partos que implica una disminución de la fertilidad y, por tanto, unas pérdidas económicas. En el caso del ganado vacuno, el animal y más concretamente sus órganos genitales van sufriendo una serie de modificaciones que nos indican, con una gran aproximación, el momento de la gestación en el que se encuentra. Los hallazgos por exploración rectal a lo largo de la gestación serían los siguientes: —Entre el día 1 y 30 después de la fecundación. Resulta prácticamente imposible llegar a un diagnóstico de gestación ya que lo único que se observa es la falta de celo (algunos animales pueden presentar signos de celo a pesar de estar gestantes) y que empieza a crecer el cuerpo lúteo. —Entre el día 31 y el 60. Se observa falta de celo (como en el estadio anterior, algunos animales pueden presentar signos del mismo); hay una ligera asimetría de cuernos y si pellizcamos la pared del útero se nota un tacto de doble pared. Este pellizco hay que realizarlo con mucho cuidado ya que podemos coger el em brión entre los dedos y provocar la muerte embrionaria. —Entre el día 61 y 90. En este estadio, el diagnóstico de gestación prácticamente es unívoco; se aprecia una clara asimetría de cuernos, el útero gestante está ligeramente desplazado hacia el abdomen, su pared está adelgazada y presenta una clara fluctuación, (semeja un globo lleno de agua); el cuerpo lúteo es manifiesto, así como la artería uterina media que presenta un pulso fuerte. —Entre el día 91 y el 120. El útero presenta el aspecto de un gran balón fluctuante (contiene de 2 a 5 litros de líquido) y se palpan, a través de la pared uterina, las carúnculas o cotiledones; la arteria uterina media adquiere un tamaño semejante al del dedo pulgar. —Entre el 121 y 180 día postfecundación. El útero cae al interior de abdomen, por lo que se observa un cuello tirante. En este estadio es posible cometer errores si la exploración se hace de forma irreflexiva y rápida, habida cuenta
237
que el útero ya no se encuentra en la cavidad pélvica; es posible palpar el feto si el animal es pequeño o nos levantan el abdomen con un lienzo o una tabla. En la arteria uterina se aprecia un reflujo muy marcado. —Entre el día 181 y el parto. Se palpa el feto perfectamente y se nota desde el exterior realizando un movimiento de sucusión con el puño. Aparece edema de vulva y las mamas, también edematosas, presentan un claro desarrollo. En los momentos actuales el diagnóstico de gestación puede realizarse utilizando técnicas de RIA o de ELISA. Diagnóstico de gestación por RIA. Se basa en la determinación de la concentración de progesterona, en leche, plasma o suero. Se puede llevar a cabo a los 20 días después de la cubrición y la fiabilidad es del 9697% en los casos negativos y del 7980% en los positivos. Se trata de un procedimiento complejo que requiere el manejo de isótopos radioactivos (progesterona tritiada), por lo que su utilización es limitada. Diagnóstico de gestación por ELISA. Se puede realizar a los 22 días y consiste en la determinación de progesterona en leche o plasma. Es un procedimiento bastante fiable. En las yeguas se pueden citar dos procedimientos para el diagnóstico de gestación que hoy prácticamente han caído en desuso, el método de Cuboni que determina foliculina en orina a partir del tercer o cuarto mes y el Galli Mainini que utiliza una rana macho a la que se le inyecta suero procedente de la yegua. La presencia en el suero de gonadotrofina coriónica provoca una producción brusca de espermatozoides por parte de la rana.
de que el buen estado de la mama es importante para mantener una buena calidad de la leche y por ende, para garantizar sus cualidades nutritivas. El reconocim iento precoz de la enfermedad de la ubre no solo es un requerimiento básico para la higiene de la leche, sino que también tiene una gran importancia para las posibilidades de éxito en el tratamiento a aplicar. Las mamitis, muy frecuentes especialmente en el ganado vacuno, suponen un problema económico que, la mayoría de las veces, deriva de un mal manejo de los animales, sobre todo centrado en unas técnicas de ordeño, tanto mecánico como manual, inadecuadas. La ancestral costumbre de los ordeñadores de echarse los primeros chorros de leche a las manos para “suavizar” o dejarlos caer al suelo, sin preocuparse posteriormente de limpiarlos, o la no utilización de un paño limpio con antiséptico para limpiar bien la mama en el momento de realizar el apoyo constituyen una magnífica y rápida forma de extender la enfermedad que padezca uno de los animales a todo el resto del establo. Otro tanto podríamos decir del ordeño mecánico, cuando la presión de vacío es excesiva o cuando el pulsador lleva un ritmo que no es el adecuado para el animal al que se está ordeñando. En las especies cuya leche no se utiliza para el consumo humano, (cerda, perra, gata, cone ja), es necesario, además de velar por el buen estado de las mamas, importante para la salud de las crías, comprobar el número de ellas, ya que un número pequeño limita el de crías que una hembra puede sacar adelante. En el caso del ganado porcino, por ejemplo, una cerda con menos de 10 mamas es un animal a eliminar.
$ EXPLORACIÓN DE LA MAMA Anamnesis
La exploración de la mama presenta un doble interés, por un lado, desde el punto de vista de la salud de la hembra y por otro porque su producto, la leche, se utiliza en la alimentación humana y la de las crías; de ahí se despren-
238
Antes de iniciar la exploración de la mama (algo que el ganadero debería hacer sistemáticamente en los momentos previos al ordeño), deberíamos conocer datos sobre:
—Número y curso de lactaciones anteriores. —Momento actual de la lactación. —Condiciones de manejo a las que son sometidos los animales. —Técnica de ordeño utilizada e higiene del mismo. —Tratamientos que se han realizado a los animales. Inspección
Sujetando las patas de los animales para evitar las posibles coces (hay que tener en cuenta que la mayoría de las mamitis agudas son dolorosas), nos colocaremos detrás y de lado y podremos observar ( fig. 15. 4):
Globosa
Abdominoperineal
Perineal
—Ubres excesivamente colgantes. Al margen de que algunos animales presentan esta característica, normalmente el descolgamiento de las ubres es propio de animales viejos o de debilidad del tejido de sostén. —Asimetría de las mamas. Puede significar atrofia o aumento de tamaño de algún cuarterón. —Pezones divergentes. Se presentan cuando existe algún hematoma intramamario o sé ha producido desgarro del ligamento sustentor medio. —Presencia de pezones supernumerarios. En muchas ocasiones pueden dificultar el ordeño, por lo que la mayoría de las veces se eliminan cuando la vaca todavía es novilla. —Estado de la piel que recubre ubres y pezones. Especialmente en las razas de aptitud cárnica criadas en extensivo se observan una gran cantidad de escoriaciones o heridas, causadas, en muchos casos, por los temeros que tetan hasta edad muy avanzada y en otros por enganchones en alambres u obstáculos que se encuentran en el campo. Este tipo de heridas, si son profundas, pueden provocar la aparición de mamitis traumáticas que, posteriormente, se complican por la colonización del tejido noble por gérmenes patógenos. Palpación
La palpación la realizaremos sobre el canal y cisterna del pezón, la cisterna glandular, la piel de la ubre y el tejido glandular de cada cuarto. En el caso de los pezones, colocaremos estos entre nuestros dedos y los haremos deslizar, tratando de localizar el aumento de tamaño, las posibles heridas externas, la sensibilidad dolorosa, el calory la presencia de papilomas u otras formaciones que dificulten la salida de la leche, tales como lactolitos, flóculos de fibrina, acúmulos de pus (fig. 15.5). Prestaremos especial atención a la presencia de fístulas que comuniquen el exterior con la cisterna del pezón por donde se puede escapar la leche y
240
Figura 15.5. Palpación del pezón.
constituir una puerta de entrada adicional para los gérmenes. En la piel de la mama trataremos de apreciar la sensibilidad dolorosa, aumentada en una gran mayoría de mamitis, la temperatura (está aumentada en muchos tipos de mamitis, mientras que se encuentra fría en la gangrenosa), el engrosam iento o endurecimiento, la desplaza bilidad (en la ubre recién ordeñada, la piel se puede pellizcar y separar con facilidad del tejido noble de la mama), la presencia de edema (es normal en los días anteriores y posteriores al parto). El cuerpo glandular normal, después del ordeño, presenta una granulación fina, que es algo más gruesa en las vacas viejas. En las mam itis se notan nodulos o induraciones difusas (en ocasiones da la impresión de que el animal llevara piedras en el interior de la mama) o, por el contrario, nos podemos encontrar con una consistencia esponjosa. A pesa r de lo señalado, en muchas ocasiones, los animales presentan mamitis subclínicas sin sintomatología aparente, pero se observa infartación de los ganglios supramamarios (en el caso de las hembras con mamas inguinales) y la leche, aunque aparentemente está normal, se cuaja cuando se calienta por encima de los 50° C. En estos casos, que suelen ser mayoría, es mucho más práctico realizar análisis de la leche para poder determinar la presencia de mamitis en las hembras de las que procede. Estos análisis pueden ser físicos (caracteres organolépticos) y químicos.
A
n á l is is f ís ic o d e l a l e c h e
Aunque para observar los caracteres organo lépticos no es necesario guardar medidas especiales a la hora de recoger la leche, procederem os com o si se tratara de llevar a cabo un estudio microbiológico. Para ello, desinfectaremos perfectamente la mama con un paño im pregnado en una solución antiséptica, desec harem os los primeros chorros, procurando qu e no caigan al suelo y depositaremos las
muestras en tubos estériles. Es conveniente recoger la leche de cada cuarterón en recipientes diferentes. Antes de realizar el estudio físico de la leche es necesario conocer los datos relativos al animal, tales como raza, edad, número de lactación, fase del ordeño, alimentación y manejo general. Cantidad de leche
Un signo precoz de enfermedad es la disminución de la producción láctea. Existen enfermedades que esta disminución es menor, pero en la mayoría de ellas (febriles, digestivas, intoxicaciones) la disminución de la producción láctea es clara. La subalimentación, el cansancio por los grandes recorridos en los animales que pastan o el esquileo en las ovejas también son factores que disminuyen la cantidad de leche. Otro tanto podríamos decir de aquellas enfermedades que asientan sobre la propia tnama, tales como las mamitis, agalaxia, tuberculosis mamaria... Color de la leche
Para el estudio del color depositaremos unos chorros directamente sobre una placa de Petri de fondo negro; la leche normal presenta un coloración blanca ligeramente amarillenta. Las modificaciones del color pueden ser las siguientes: —Leche clara azulada. Es un color característico de la leche acuosa. —Leche amarilla. Fisiológicamente la leche adquiere este color cuando es calostral o cuando los animales ingieren piensos ricos en carotenos (maíz, zanahoria) o en otros pigmentos (azafrán, ruibarbo). Patológicamente, la leche adquiere color amarillo en ictericias, glosopeda, car bunco y varios tipos de mamitis.
—Leche roja. Se debe principalmente a la presencia de sangre, circunstancia que ocurre fisiológicamente entre el 8o y 14° día postparto (debido a la presión de la mam a, se rompen pequeños capilares del parénquima mamario), aunque en otras ocasiones, ordeños poco delicados provocan también la presencia de sangre en la leche. Puede observarse, asimismo, coloración rojiza de la leche tras la administración de fenotiacina, así como desp ués de ingerir ciertas plantas (equisetos, euphorbia). La presencia de gérmenes de los géneros serratia, saccha romyces o sarcina da lugar a machas rojas sobre la grasa. —Leche azul. Se presenta como consecuencia de la ingestión de ciertas plantas (lengua de buey, nomeolvides, eufrasia) o por la presencia de determinados gérmenes (Pseudomonas).
Consistencia
Se dice que la leche normal tiene cuerpo, tiene consistencia; las modificaciones de ésta van en los dos sentidos opuestos: —Leche licuada, por disminución de la cantidad de grasa. Se presenta en enfermedades consuntivas; en ciertos tipos de alimentación (bagazo de aguardiente, patatas) o en determinadas enfermedades de la mama (tuberculosis mamaria, mamitis estreptocócica). —Leche turbia y con coágulos. Se presenta al final de la lactación y en determinadas mamitis. —Leche m ucosa y filamentosa. Se observa en enfermedades como la glosopeda, perineum onía y ciertas mamitis (micro cocus alcaligenes, diplococos). —Leche limosa o caseosa. Presenta flóculos y cuaja a las pocas horas de ordeñada. Aparece en enfermedades febriles y di-
gestivas, en alteraciones ováricas (ninfomanía) y en la ingestión de piensos ácidos.
Olor Las modificaciones del olor de la leche pueden obedecer a causas externas o internas. Entre las primeras podemos citar:
Ingestión de piensos que contengan sustancias aromáticas (anís, hinojo, comino, genciana). Tratamiento con sustancias, cuyo aroma puede pasar a la leche (fenoles, alcanfor, esencia de trementina). En los casos de tratamientos con determinados productos no debe utilizarse la leche para el consumo humano, ya que ésta puede contener el producto activo. E s frecuente también la impregnación de la leche de olores procedentes del establo (desinfectantes, olor a amoniaco en esta blos muy sucios). Entre las causas internas podemos citar todas aquellas debidas a enfermedades del pro pio animal: —Olor a acetona en las cetosis. —Olor desagradable en muchas mamitis. —Olor amargo en procesos febriles (menos caseína y lactosa) o en ictericias. Sabor
El sabor va íntimamente unido al olor, por lo que en los casos reseñados anteriormente, la modificación del olor lleva consigo modificación del sabor. Además de estas alteraciones podemos citar: —Sabor salado en las mamitis (por disminución de lactosa e incremento de los cloruros). —Sabor a rancio en aquellas leche que contienen cantidades altas de lipasa que origina el desdoblamiento de los lípidos (vacas con alta carga estrogénica, con quistes ováricos, ninfómanas).
INVESTIGACIÓN q u í m i c a d e l a l e c h e
pH
La leche recién ordeñada es anfótera o ligeramente ácida, dándose como cifra media de pH el de 6,66,8. Partiendo de este valor medio, la medición del pH nos puede indicar alteración de la leche y, por tanto, de la mama. Para sacar conclusiones fiables es preceptivo medir el pH sobre leche recién ordeñada, ya que a medida que pasa el tiempo, los gérmenes que contiene transforman la lactosa en ácido láctico, lo que hace disminuir el pH. Los procedimientos de medida del pH son muchos, pueden utilizarse papeles indicadores, pHmetros eléctricos o indicadores universales como el azul de bromotimol o el púrpura de bromocresol que son sustancias que presentan distinto color en función del pH del medio. En el caso del azul de bromotimol, al echar unas gotas sobre una pequeña cantidad de leche, el color verde nos indica normalidad, se tiñe de amarillo cuando el pH es inferior a 6,4 y de verde azulado cuando es superior a 6,8. Prueba de la reductasa
La metilreductasa es una desmolasa que se encuentra normalmente en la leche cruda ( su determinación permite saber si una leche ha sido cocida). Es de origen bacteriano, por lo que a mayor carga bacteriana de la leche, nos encontramos con una mayor concentración de la enzima. La metil reductasa tiene la propiedad de liberar oxígeno a partir de los peróxidos, oxígeno que puede decolorar a las llamadas sustancias indicadoras de reacciones de oxidoreducción, como el azul de metileno. La prueba consiste en añadir unas gotas de una solución de azul de metileno a la leche problema que adquiere una coloración azulada, a continuación la llevamos a la estufa a 37° y observamos el tiempo que tarda esa leche en
decolorarse; en función de ese tiempo podremos conocer aproximadamente la carga bacteriana de la misma: — Tarda má s 7 h o r a s ....... menos de 100.000 gérmenes/ml 5-7 horas .... De 100.000 a 500 .000 “ 2'-5' 44.........De 500.000 a 4 millones
“
2 0 - 2 ' “ ...... De 4 a 20 millones — M en os de 20'
Más de 20 millones
................
Una vez conocida la carga microbiana, si queremos conocer el germen que está provocando la mamitis, podemos hacer una extensión sobre un porta y utilizar el colorante de Newman para teñirla. Contenido de células
En condiciones normales la leche contiene células de descamación y sanguíneas. En la mamitis hay una reacción inflamatoria, por lo que la cantidad de células de descamación aumentará, al mismo tiempo que se observarán mayores cantidades de leucocitos, piocitos... De ahí que el diagnóstico de una mamitis lo podremos hacer a través del recuento celular de la leche, recuento que podemos llevar a cabo directamente, merced al estudio del estudio microscópico del sedimento o indirectamente mediante tres pruebas diferentes: la prueba de Whiteside, la prueba de la antiformina de Negretti y el CMT (California mastitis test) de Schalm. La prueba más fiable y utilizada es el CMT que se basa en la gelatinización (floculación o espesamiento) que se produce en la leche al reaccionar el reactivo (sulfonato alquilárico) con el DNA que contiene la misma(fig. 15.6.). La prueba se realiza de la siguiente forma: En cada uno de los pocilios de una paleta como la de la figura se depositan 3 cc de leche extraída de cada uno de los cuatro cuarterones; se añade el sulfonato alquilárico y agitamos para que se produzca una mezcla homogénea. Al mezclar se forma un ligero precipitado y puede ocurrir:
—Si agitamos y desaparece el precipitado, la reacción es negativa, la leche es normal ( menos de 500.000 cel/ml). —Si se observa cierto grado de espesamiento o viscosidad, la leche es mamítica grado 1 (+) (entre 500.000 y 1millón de células). —Si aparece una gelatinización mucosa, la leche es mamítica grado 2 (++), (entre 1 y 5 millones de células). —Si aparece una masa densa y pegajosa que no se desprende al dar la vuelta a la paleta, la leche es mamítica grado 3 (+■++) (más de 5 millones de células).
La prueba la realizamos en el catalasímetro de Lobek (fig. 15.7).
Esta prueba puede hacerse con leche conservada hasta 36 horas e individualizada para cada animal o bien, de forma colectiva sobre el total del ordeño de la explotación. En este caso un reacción grado 1, nos indica que el 20% de las vacas están afectadas de mamitis y en un grado 2 lo están el 40% de los animales. Prueba de la catalasa La prueba de la catalasa mide indirectamente, como en el caso del CMT, la cantidad de células de la leche. La catalasa es una enzima celular, por lo tanto a mayor cantidad de células, mayor contenido en catalasa de la leche.
244
Figura 15.7. Catalasímetro de Loebelc
En el compartimento B ponemos agua destilada y enrasamos a 0 .En el A vertemos 15 cc de leche y 5 cc de agua oxigenada al 3%. La
I t
I »l vil
CAPÍTULO
16
EXPLORACIÓN DEL SISTEMA MÚSCULOESQUELÉTICO En este sistema participan los músculos con sus tendones, los huesos y las articulaciones. La interacción entre estos tres elementos originan las posturas y el movimiento, en consecuencia, cualquier alteración que recaiga sobre alguno de estos tres elementos va a provocar trastornos posturales o locomotores. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, especialmente, los músculos intervienen directamente en una gran cantidad de funciones, por lo que, además de lo reseñado, el animal con afección musculoesquelética puede presentar dificultades a la hora de masticar, respirar, defecar, etc
In s p e c c i ó n
—De rodillas sobre los carpos. Se presenta en enfermedades como osteomalacia, glosopeda, pedero; en procesos dolorosos de pezuñas o patas (raquitismo), en algunos cólicos gástricos... —Pie de plantígrado. propio del cerdo y perro con raquitismo. —Postura de banco de carpintero. Se observa en el tétanos, en ciertos cólicos o en urolitiasis. —Decúbitos permanentes. Pueden ser por dificultad o por imposibilidad de levantarse. Son propios de animales con poliartritis, osteomalacia, mioglobinuria paralítica, fracturas óseas, parálisis nerviosas...
g e n e r a l
Pa l
En una primera observación deberemos fi jamos en la actitud global del animal y en la de cada una de sus regiones. Posteriormente, prestaremos atención a las posturas o actitudes que adopta en movimientos concretos, tales como levantarse, tumbarse, comenzar a andar, etc. Por último, observaremos al animal en las diferentes fases del movimiento: al paso, al trote, galope (en el caso de los équidos) o realizando el trabajo que normalmente tiene asignado. En esta primera inspección podremos observar actitudes anormales que obedecen a alteraciones concretas, entre las que podemos citar:
p a c ió n
En el caso de los músculos, la palpación nos permite obtener datos sobre la consistencia, volumen, temperatura, dolor, deslizamiento de la piel sobre ellos En las articulaciones observamos el aumento de tamaño, movilidad, crepitación, dolor, temperatura, luxaciones... Por último, en los huesos, trataremos de apreciar la presencia de protuberancias o callos, tumoraciones, deformaciones, consistencia, fracturas... Podemos señalar una palpación interna que es la que se realiza en los grandes animales y
que, la mayoría de las veces, tiene una finalidad obstétrica; así como apreciar el estado de los hueso s de la pelvis, la articulación sacroilíaca, la sínfisis pubiana, los psoas, etc. EXPLORACIÓN D E LOS MÚSCULOS Los exploramos, tal como se ha indicado más arriba, de forma estática y dinámica, teniendo en cuenta que la mayoría de las alteraciones o modificaciones que encontremos en la exploración estática tendrán una repercusión mayor o menor sobre el movimiento. Las modificaciones más relevantes que nos podemos encontrar en la exploración de los músculos son: —A trofia. Disminución del tamaño o grosor de un músculo como consecuencia de la restricción o limitación de su uso. Se presenta en parálisis persistentes, inmovilizaciones como consecuencia de fracturas (escayolado) o en circunstancias de dolor prolongado que obligan al animal a inmovilizar la zona en cuestión. —Espasmo. Es una contracción súbita, violenta, más o menos persistente e involuntaria de un músculo o grupo de músculos; puede ser continuo, la rigidez persiste durante un tiempo considerable, (espasmo tónico) que es el que se observa en enfermedades como el tétanos, o intermitente en el que la rigidez muscular va seguida inmediatamente de relajación (espasmo clónico), como el que se presenta en la intoxicación por estricnina. El espasmo hace que los músculos afectados se hagan fácilmente delimitables, en el caso de tratarse de músculos superficiales. —T etania. Es un síndrome que se caracteriza por contracción tónica dolorosa de los músculos, con sacudidas musculares, calam bres y convulsiones. Es un estado que define a ciertas enfermedades, entre las que podemos mencionar la carencia de magnesio (tetania hipomagnesémica). —T em blor. Se puede definir como contracciones espasmódicas involuntarias y repetidas de los músculos voluntarios; se aprecian
248
perfectamente por palpación. Aparecen en los desequilibrios electrolíticos que se producen como consecuencia de una deshidratación. En el caso de presentar una etiología nerviosa, se exacerban al obligar al animal a cambiar de postura. En términos generales, los procesos más importantes que pueden recaer sobre el músculo esquelético son las miodistrofias, las miositis y las miastenias
M
io d is t r o f i a s
Son procesos de tipo degenerativo, no inflamatorio e irreversibles que afectan al músculo esquelético. Se trata de afecciones localizadas, preferentemente, en los miembros posteriores y que originan cambios continuos en la postura, debilidad e incoordinación y dificultad para el movimiento. En los casos agudos, los músculos aparecen abultados, duros y dolorosos y, si el proceso continúa, se toman blandos dando al corte un aspecto blanquecino como si estuvieran cocidos. Estas miodistrofias pueden ser primarias o secundarias. Dentro de las primeras, las más características son las debidas a carencias minerales (carencia de Selenio y/o Vitamina E, carencia de Cobre). Las miodistrofias secundarias son aquellas que surgen como consecuencia de otros procesos y entre ellas podemos citar las isquémicas, traumáticas, tóxicas, víricas, por estrés En todos los casos se observa un incremento de la actividad sérica de las enzimas AST, LDH, CPK, Aldolasa y de la creatinina urinaria. Citaremos dos enfermedades que vienen definidas por miopatías de este tipo: la miodistrofia enzoótica de los rumiantes y la mioglobinuria paralítica de los équidos. —La miodistrofia enzoótica de los rumiantes o enfermedad del músculo blanco se debe a una deficiencia de vitamina E y/o Selenio. Afecta a corderos y temeros en crecimiento, los cuales aparecen como aletargados, con marcha
envarada y disfunción cardiorespiratoria. Los m úsculos sim étricos del dorso y grupa se mu estran en durecido s con u na elasticidad semejante a la goma dura.
La muerte se presenta por fallo cardio respiratorio o por inanición debido a la incapacidad de moverse para alcanzar el alimento. A la necropsia los músculos aparecen blanquecinos, de un aspecto de pescado cocido y al corte transversal se observan pequeños puntos blancos debidos a la degeneración hialina de Zenker. —La mioglobinuria paralítica de los équidos, rabdomiolisis, azoturia o “enfermedad de los lunes” se presenta cuando los équidos son sometidos a un fuerte trabajo después de algunos días de reposo y con una buena alimentación. La enfermedad se caracteriza por necrosis de fibras musculares de lo glúteos y lumbares lo que provoca disfunción, dolor, rigidez y tumefacción de esas zonas, marcha envarada, sudoración profusa y la presencia de mioglobina en orina, que le da una coloración rojiza a la misma. M io s i t is
Son afecciones musculares de tipo inflamatorio agudo o crónico. Las agudas se manifiestan sobre todo con tumefacción y dolor, mientras que las crónicas se caracterizan por atrofia muscular. Sus causas más frecuentes son: —Traumáticas. —Infecciosas: Las que se observan en el carbunco sintomático (músculos blandos, dolorosos y edematosos). Edema maligno, miositis supurativa, actinobacilosis etc. —Parasitarias: Las de la triquinelosis. —Idiopáticas: Miositis eosinofílica (tumefacciones de maseteros y temporales).
M ia s t e n i a
También llamada debilidad musculo esquelética, es una lesión reversible con mani-
festaciones de paresia, parálisis o incoordinación. Entre sus causas podemos citar: —Isquemia: Producida cuando los animales permanecen largos periodos de tiempo tum bados en una misma posición (rotura de sínfisis pubiana, lesiones pódales o articulares). —Enfermedad metabólica: Por hipocal cemia (fiebre vitularia), hipomagnesemia (tetania pratense), hipoglucemia. —Intoxicación: Por determinadas plantas. —Idiopática: Miastenia gravis del perro. Desde el punto de vista de la analítica, tanto en las miastenia como en la miositis se encuentra incrementada la actividad enzimática sérica de las enzimas señaladas en las miodistrofias. EXPLORACIÓN DE LOS HUESOS La exploración de los huesos tiene su máximo exponente en la radiología, aunque bien es cierto que aquellos huesos superficiales no recubiertos por músculos pueden ser explorados por los procedimientos primarios de ins pección y palpación, pudiendo apreciar fracturas, deformaciones, callos óseos que pueden originar, a su vez, trastornos en el movimiento y en las diferentes actitudes. Las alteraciones o procesos que con más frecuencia encontramos en los huesos son los defectos del desarrollo, las osteodistrofias, osteítis y las enfermedades proliferativas. De f e c t o s en el d e s a r r o l l o
—Lesiones anquilosantes de la columna vertebral del caballo, que afecta a las regiones lumbar, sacra y coccígea y que ocasionan trastornos en el movimiento. —Incoordinación enzoótica de los potros, consecuencia de hernias discales. Sus consecuencias son también movimientos anormales (ataxias) y claudicaciones. —Reducción de falanges y enanismo acondroplásico de los bóvidos. 249
—Prognatismo, con desarrollo anormal de la mandíbula que provoca una maloclusión de las arcadas dentarias y, en algunos casos, dificultad para la succión. —Hemivértebra. Es una alteración congénita, frecuente en perros. Se caracteriza por la presencia de una hendidura media en el cuerpo de las vértebras como resultado de una insuficiencia de uno de los centros laterales de osificación vértebral, lo que determina la ausencia de parte de la mitad de la vértebra. Las consecuencias son la aparición de escoliosis, acortamientos de la columna vertebral, torsión de la cola. —Espina bífida. Consiste en un fallo en la unión entre las dos mitades de los arcos neurales, lo que provoca la aparición de una hendidura media por la que se pueden prolapsar las meninges e incluso la médula, produciéndose parálisis dolorosas. OSTEODISTROFIAS
Son enfermedades degenerativas de los huesos con un componente nutricional, tóxico o hereditario. Dentro de estas osteodistrofias podemos citar el raquitismo y la osteomalacia, la osteofibrosis o enfermedad del salvado, la osteopatía hipertrófica de los perros o Enfermedad de Marie, etc.
O
s t e ít is
También llamada osteomielitis cuando se refiere a la inflamación de la cavidad medular. Es una afección poco frecuente en veterinaria, que puede tener, fundamentalmente, dos orígenes: —Exógeno, como consecuencia de traumatismos con fracturas abiertas del hueso y la consiguiente infección. —Endógeno, entre las que podemos citar la poliartritis purulenta de casi todas las espe250
cies (la infección comienza en las articulaciones y se propaga a la medular de los huesos que las forman), la actinomicosis (localizada preferentemente en los huesos de la cara), la brucelosis (en un principio origina poliartritis), osteomileitis tuberculosa del caballo, etc. Los síntomas que presentan este tipo de inflamaciones varían con su localización; generalmente se observa dolor, claudicaciones, posturas anómalas, parálisis etc. Dentro de este grupo de enfermedades podemos citar la necrosis aséptica del hueso y cartílago. Se trata de una osteocondritis de etiología oscura, aunque los traumatismos pueden constituir una causa importante y que da, como resultado final, una necrosis avascular, osteoporosis y reabsorción del hueso necrosado. Se trata de una alteración muy frecuente en el perro pastor alemán, que se suele localizar en la cabeza y cuello del fémur y en la epífisis proximal de la tibia. En cualquiera de los dos casos, el animal cojea ostensiblemente y presenta serias dificultades a la hora de levantarse. La lesión se capta muy bien a través de un estudio radiológico. En
f e r m e d a d e s pr o l if e r a t iv a s
Entre estas podemos citar la osteopetrosis y los tumores óseos. La osteopetrosis consiste en una calcificación ósea anormalmente intensa que conlleva un aumento de la sustancia compacta y de la fragilidad, con fracturas espontáneas y presentación de anemia. A la exploración roentgeno gráfica, el hueso adquiere un aspecto marmóreo. Los tumores óseos no son frecuentes en veterinaria, siendo los perros y, en menor medida los gatos, las especies que mayor casuística presentan. Dentro de los tumores primarios, los más frecuentes son los osteosarcomas y condrosarcomas, mientras que los melanomas son los tumores metastásicos de mayor incidencia ósea, especialmente a nivel vertebral.
a r t ic u l a c io n e s
Los tres tipos de alteraciones que pueden padecer las articulaciones son las alteraciones congénitas, las inflamaciones (artritis) y los procesos degenerativos (artrosis)
A l t e r a c i o n e s c o n g é n it a s
Las alteraciones congénitas más frecuentes son: —Las anquilosis, que dificultan la movilidad de la articulación y que originan los consiguientes trastornos posturales o modificaciones en la marcha. —Excesiva flexión de la articulación metacarpofalangiana en los temeros. En realidad no se trata de un trastorno articular, sino de una excesiva contracción de los tendones, que hace imposible la extensión de la pezuña. Aunque su etiología no está excesivamente clara, se suele achacar a problemas carenciales de la madre durante la gestación. —Luxaciones articulares congénitas en los perros. La de mayor importancia es la displasia acetabular, que afecta a la articulación de la cadera (también puede ser secundaria a un traumatismo); se caracteriza por una progresiva destrucción de la cabeza del fémur y del acetábulo; los animales que la padecen cojean ostensi blemente y presentan un descenso manifiesto de la grupa del lado en el que se localiza la alteración.
Los ejemplos son las polia rtritfo H ||H ciones umbilicales (onfalitis I onfi debidas a un manejo incorrecto de los an lÉ ^ P recién nacidos (no desinfección del cordón umbilical). Dentro de este grupo, la artritis más importante, tanto por su incidencia, como por sus consecuencias, es la poliartritis brucelar. Las artritis más frecuentes, debidas a traumatismos, se localizan en las pezuñas o cascos y son el producto de golpes, cortes, pinchazos etc. La sintomatología discurre alrededor del dolor, limitación del movimiento de la articulación y cojera, en el caso de localizarse en las extremidades. A r t r o s is
Son procesos degenerativos que asientan a nivel de las articulaciones, muchas veces consecuencia de artritis mal curadas, que modifican la forma y tamaño de aquéllas, limitan su movimiento y provocan dolor. En la presentación de las artrosis tienen una gran importancia factores como la edad, los esfuerzos físicos, traumatismos continuados, deficiencias nutricionales, sobre todo de calcio, fósforo o vitamina D. Aunque las artrosis más frecuentes y llamativas por su sintomatología son las que asientan sobre articulaciones de las extremidades, las más graves, por sus consecuencias, son las que se localizan en las articulaciones vertebrales, que originan espondilitis anquilosantes, con un dolor muy marcado y una limitación casi total del movimiento. Suelen padecerla los perros de razas condrodistróficas o los de gran tamaño.
A r t r i t is
La inflamación de las articulaciones se produce como consecuencia de la invasión bacteriana de las mismas procedente de infecciones localizadas en otros lugares del organismo o bien, como consecuencia de la acción directa de traumatismos abiertos.
EXPLORACIÓN DE LAS EXTREMIDADES Las extremidades, especialmente en los équidos a los que nos vamos a referir en este apartado, son un motivo de consulta frecuente sobre todo relacionado con las cojeras, uno de 251
los problemas que más casuística presentan estos animales. Esta exploración presenta unas características especiales, dada la dificultad que supone, en muchas ocasiones, emitir un diagnóstico correcto. La anamnesis debe de ser muy cuidadosa y en ella hemos de recabar información sobre circunstancias tales como: —Tiempo que hace que apareció la cojera (las cojeras viejas son propias de fenómenos degenerativos, compresiones crónicas de la tapa o lesiones tendinosas recidivantes). —Forma de aparición de la cojera (las cojeras de aparición brusca se asocian a fracturas, tendinitis agudas, abscesos de casco u osteocondritis). —Circunstancias de la aparición de la cojera (trabajo, suelo duro o blando). —Cronología de la aparición de los signos locales y funcionales. A la hora de ponemos delante de un équido, para tratar de explorar una cojera, hemos de seguir los siguientes tiempos: en primer lugar localizar las extremidad de la cual cojea el animal, seguidamente deberemos descubrir la localización de la cojera en la extremidad señalada y por último, trataremos de identificar la causa de la cojera. Para todo ello deberemos de tener en cuenta las siguientes condiciones: —El caballo debe de estar herrado, ya que en caso contrario la sensibilidad de la tapa puede enmascarar las manifestaciones de la causa real. —El animal no debe estar sometido a tratamiento antiinflamatorio que pudiera ocultar alguna de las manifestaciones funcionales. * —En los días previos a la exploración, el animal debe mantener una actividad mínima compatible con sus limitaciones, para que se puedan manifestar todas las circunstancias de la cojera durante el examen. 252
La exploración tendrá un cara (el animal en la estación) y otro dinámico o funcional (con el animal en marcha). En este último caso se recomienda la exploración con el animal al trote corto que es el tiempo en el que los desplazamientos de las extremidades son simétricos.
Ex
pl o r a c ió n
e s t á t ic a
Inspección
La realizaremos con el animal en la estación, tras conseguir que éste cuadre y haciéndola por delante, detrás y lateralmente. En ella observaremos asimetrías, aplomos, defectos o deformaciones locales. En esta primera visión podremos apreciar: —Atrofias o hipertrofias de músculos o grupos musculares, abultamientos articulares o a nivel de las uniones tendinosas, abscesos, etc. —Deformaciones no solo de las patas (patas en paréntesis), sino de otras partes del cuerpo que pueden influir directamente en la presentación de la cojera (cifosis, lordosis, escoliosis). —Intranquilidad en el apoyo. El équido descansa apoyando una de sus patas traseras por la lumbre, cambiando de pata cada cierto tiempo. Un animal con pro blemas en el casco (laminitis, abscesos ) o en las partes distales de una extremidad (tendinitis bajas) está cambiando de posición continuamente, bien por las molestias que soporta o incluso por el dolor. —Apoyos anormales debidos a defectos en la conformación del casco (pando, topino, cerrados, estevados ). Palpación
La palpación permite complementar los datos obtenidos por la inspección; podremos observar:
—Aumento de la temperatura en zonas concretas. —Sensibilidad dolorosa incrementada. —Consistencia de las deformaciones. —Incremento del pulso arterial en las arterias metatarsianas, metacarpianas y digitales en el caso de inflamaciones o alteraciones del casco. —En el caso del casco podremos utilizar tenazas especiales (fig. 16.1) para realizar presiones en diferentes zonas y, de esta forma, localizar puntos dolorosos. Otro sistema parecido es utilizar un martillo e ir golpeando en el casco para observar zonas de incremento de la sensibilidad dolorosa. En cualquier caso, es conveniente que el casco haya sido reba jado, lo que facilita el hallazgo de posi bles abscesos, grietas, putrefacciones de ranilla...
Figura 16.1. Tenazas para la exploración de cascos y pezuñas.
E
x pl o r a c i ó n
d in á m ic a
Una vez hecha la exploración con el animal en la estación, pasamos a observar al animal durante la marcha y, aunque el trote es el tiempo más adecuado dada la simetría de los
pasos, no la lentitud de lot mejor las dificultadei animal, y el galope, durante eíé mejor los movimientos de los miembro! riores. Por otra parte, haremos caminar al animal en círculo de radio corto (se carga el peso sobre la pata interna) y hacia atrás, lo que permitirá apreciar la coordinación de movimientos. A la hora de localizar la pata que cojea nos fijaremos, durante el paso, en el movimiento de balanceo del cuello. En el caso de cojera anterior, la cabeza y cuello bajan después del apoyo del miembro sano y suben tras el apoyo del miembro enfermo; por otra parte, la cuartilla del miembro sano desciende más que la del enfermo. En las cojeras posteriores, el descenso de las cuartillas es semejante a las anteriores, sin embargo, el descenso de la grupa no es igual; la grupa desciende durante el apoyo del miembro cojo, alcanzando el punto más bajo en la primera fase de apoyo del miembro sano para, inmediatamente, salir propulsada hacia arriba, alcanzando el punto más alto. Asimismo, los desplazamientos verticales del coxal son más amplios en el lado del miembro enfermo. Cuando la cojera de un miembro posterior es intensa, tras el apoyo de este miembro, el animal carga la pata anterior del lado opuesto y desciende la cabeza después del apoyo de esta diagonal. De forma que cuando la cabeza baja tras el apoyo del anterior derecho, es precio tener en cuenta una cojera anterior derecha o posterior izquierda. Además de lo señalado podremos apreciar: —Cojera en frío. El animal cojea en la estación y al comienzo de la marcha, para ir atenuándose poco a poco, conforme se llega al pleno rendimiento. Se trata de cojeras que tienen su localización en m asas musculares o en articulaciones. —Cojera en caliente. Se manifiesta más durante el ejercicio que en la estación. Son consecuencia de lesiones óseas o tendinosas.
253
—Cojera de apoyo. Se marca más cuando el animal apoya la pata. La causa suele estar localizada en huesos (traumatismos) y tendones; suele ser una cojera baja. —Cojera de elevación. El animal siente dolor al elevar la extremidad enferma. Suele tener una localización muscular y tratarse de una cojera alta.
la cojera de apd^ menos marcada). Para poder hacer una mej una cojera de apoyo y otra de eleva deberá hacer un estudio de la pista, que es H estudio de las huellas de cada bípedo (patas anteriores o posteriores). Para ello debemos conocer el concepto de:
En el caso de hacer caminar al animal por un terreno duro se manifiestan más marcadamente las cojeras de apoyo (además la pata que cojea hace menos ruido al apoyar).mientras que si hacemos que el animal ande por un terreno fangoso, en el que se hunda el casco, se marcan más las cojeras de elevación (sobre terreno blando, no fangoso, disminuye la intensidad de
—Paso. Es la distancia entre dos huellos de la misma pata (fig. 16.2). Este paso se considera dividido en dos mitades, en relación con la huella del pie simétrico; la mitad anterior se denomina medio paso anterior y la posterior medio paso posterior. En un paso normal las dos mitades son iguales.
10
8
D
11
D
D r"
)
D ^
12
1 /2 P _ ^
D 1/2 A ►
+
Figura 16.2. Paso normal dividido en medio paso anterior y medio posterior.
En el caso de la cojera de elevación (fig. 16.3), como al animal le duele al elevar, preci pita el apoyo del miembro enfermo, por lo que el medio paso anterior es más corto que el posterior. En la cojera de apoyo (fig 16.3), debido al dolor que se produce al apoyar, precipita el apoyo del miembro sano, haciéndolo antes de tiempo, de ahí que el paso del miembro enfermo queda acortado en su mitad posterior.
254
Ex
pl o r a c i o n e s c o m pl e m e n t a r ia s
Tests de movilización pasiva y activa
Cuando se sospecha que la causa de la cojera puede estar localizada en una articulación, podemos hacer uso de estas pruebas que ponen en evidencia la tolerancia al movimientos impuesto de la articulación, los ruidos articulares y la amplitud del movimiento permitido.
1 l
3
2
3
4
5
8
9
10
11
2
12
3 D
D 1
3
7
3
D
3
6
3
4
5
6
7
8
3
9
10
11
3 D
Figura 16.3. Cojeras de elevación (A) y apoyo (B).
Figura 16.4. Test de movilización pasiva.
D
12
Los test de movilización pasiva se realizan con el animal en la estación y permiten observar las restricciones funcionales mecánicas por f ibrosis o anquilosis (test de la plancha cuando se sospecha enfermedad del navicular, test de flexión digital, de extensión o retracción de los miembros), (fig 16.4). Los test de movilización activa son los mismos que los de movilización pasiva, con la diferencia de que tras la movilización de una articulación, en flexión o extensión, durante un minuto aproximadamente, hacemos que el animal realice un trote para observar las modificaciones que provocan, sobre el movimiento las inmovilizaciones de articulaciones. Anestesias seriadas
Las anestesias seriadas pueden ser de dos tipos: —Anestesias de los troncos nerviosos. Consisten en depositar el anestésico a lo largo del trayecto de un nervio, con el fin de bloquear la conducción nerviosa sensitiva y suprimir la sensación de dolor. Si la cojera desaparece o mejora tras la inyección se puede pensar que la lesión se localiza por debajo del punto de inoculación. —Anestesias sinoviales, articulares o tendinosas. Estas consisten en inyectar el anestésico en las cavidades sinoviales de las articulaciones, con lo que se insensibiliza la membrana sinovial, la cápsula articular y más tarde los ligamentos articulares. Tanto en un caso como en otro, hemos de proceder con la máxima asepsia para evitar infecciones. Otros procedimientos diagnósticos
• Electromiografía. Medición del potencial eléctrico originado por la actividad muscular. • Electroneurografía. Medición de la velocidad de transmisión del impulso a través de los
nervios motores. Junto con la anterior permiten distinguir las parálisis o los defectos miógenos de los neurógenos. C l a s if i c a c ió n d e l a s c o j e r a s
Según la American Association of equine Practicioners, los grados de cojera son los siguientes: —Grado 0. Normal. —Grado 1. Cojera ligera, difícil de observar al paso o al trote en línea recta. —Grado 2. Cojera moderada, visible al trote en cualquier circunstancia. —Grado 3. Cojera severa, evidente con importantes oscilaciones del balanceo cervicocefálico y de la grupa y acortamiento del paso. —Grado 4. Supresión del apoyo o apoyo mínimo en reposo o en la marcha. Es t u
d i o d e l l íq u id o s i n o v i a l
El estudio del líquido sinovial proporciona datos de gran interés para el conocimiento del estado de la articulación en cuestión. La técnica requiere, como en el caso de las anestesias seriadas, unas importantes medidas de asepsia y la utilización de agujas en consonancia con la profundidad y situación de la articulación a estudiar (fig. 16.5.). Las características del liquido sinovial de una articulación sana son las siguientes (Cuadro 16.1): —Es un líquido incoloro o amarillo opalescente, algo filante y sin olor. —No coagula espontáneamente, a 4o C permanece líquido durante 48 horas (es conveniente recogerlo con anticoagulante, por que el anómalo si que coagula). —La viscosidad es alta, cogiéndo líquido con una varilla, el hilo que se forma se corta a los 4 cm. —El contenido protéico es bajo. —Si le provocamos la coagulación, la mucina forma un coágulo uniforme y compacto. —El número de células que contiene es bajo (leucocitos mononucleares).
Figura 16.5. Punciones articulares.
I
SINOVIAL SANA
SINOVITIS ASEPTICA AGUDA
SINOVITIS SÉPTICA
Color
Incoloro o lig. amarillento
Amarillo Rojizo
PardoAmarillento Rojizo
Viscosidad
Levemente filante Variable
Levemente Disminuida
Disminuida
Coagulación
No coagula espontanea (a 4oa las 48 h.)
Coagula a los 1020 minutos
Coagula con rapidez
Contenido Protéico
Menos de 2 g/100 mi.
± 4 g/100 mi.
Más de 8 mg/100 mi.
< 300/mm3
< 5.000/mm3
>100.000/mm3
1 Células
Cuadro 16.1. Características del líquido sinovial.
257
CAPÍTULO |Q EXPLORACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO El sistema nervioso lo podemos dividir en dos grandes partes, el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico.(SNP) El SNC está constituido por el encéfalo y la médula espinal, el primero encerrado en el cráneo y el segundo en la columna vertebral. No son de fácil acceso a la exploración clínica. El SNP, a su vez, esta formado por los nervios craneales y espinales o raquídeos, por sus ganglios y órganos terminales. Desde el punto de vista funcional, el sistema nervioso se divide en sistema nervioso de relación y el sistema nervioso autónomo. El SNC está protegido por las meninges, unas membranas de tejido conjuntivo fibroso que, a nivel de la médula, presentan la siguiente configuración (fig. 17.1): La más externa es la Duramadre, capa fibrosa gruesa; la siguiente, hacia adentro, es el Aracnoides, mucho más fina y la más interna es la Piamadre, membrana glial, fuertemente vascularizada que se adhiere íntimamente a la médula y a las raíces de los nervios espinales. Entre unas y otras existen una serie de espacios. Entre la Duramadre y las paredes del conducto raquídeo se encuentra el espacio Epidural, que contiene una grasa semifluida y por el que discu rren los senos venosos epidurales. Entre la Duramadre y la Aracnoides se encuentra un espacio virtual denominado Subdural. Por último entre la aracnoides y la piamadre se observa el espacio subaracnoideo
Hueso Espacio Epidural D u r am a d r e Espacio Subdural Aracnoides
Espacio subaracnoideo Piamadre Médula Figura 17.1 Representación esquemática de las me ning es y sus espacios.
relleno por el líquido cefalorraquídeo. Se trata de un importante medio amortiguador y, por tanto, protector de la médula. A la hora del diagnóstico, la alteración nerviosa es difícil de localizar ya que, en muchas ocasiones, los síntomas nerviosos que se observan obedecen, no a una lesión primaria del SNC, sino a cualquier otro órgano fuera de éste. De ahí que sea necesario, antes de realizar un examen neurológico, proceder a una exploración general del animal enfermo.
259
Por otra parte, es necesario reseñar que para una perfecta apreciación de la disfunción nerviosa hay que tener un conocimiento exacto de las ramificaciones anatómicas de los nervios, las funciones fisiológicas de las partes que las componen y poseer una buena capacidad para captar la disfunción.
L o c a l iz a c ió n
d e
l a s
f u n c i o n e s
e n
e l
e n c é f a l o
—En el telencéfalo, que comprende, la corteza cerebral, los cuerpos estriados y el rinencéfalo, se localizan las funciones mentales más perfeccionadas, como la voluntad, consciencia e inteligencia, la interpretación de sensaciones, el razonamiento y la motilidad voluntaria. Estas funciones tienen como rutas descendentes o vías eferentes las vías de motilidad voluntaria o Piramidales, que tienen p>oca importancia en veterinaria (salvo en el perro), por su escaso desarrollo (en el hombre representan el 30% del total de la sustancia blanca, mientras que en el perro solo suponen el 10%).
El mesencéfalo, formado por los pedúnculos cerebrales y los tubérculos cuadrigéminos y el rombencéfalo, constituido por protuberancia y bulbo raquídeo se encargan de la armonía, coordinación y equilibrio de la mecánica total (automática y semivoluntaria) del organismo. Sus vías eferentes o descendentes constituyen el sistema extrapiramidal, formado por unos cordones paralelos a los haces piramidales, de una gran importancia en Veterinaria. Su lesión origina alteraciones posturales y la aparición de movimientos forzados e incoordinados. El cerebelo coordina los movimientos cor porales y mantienen el tono muscular. Sus vías eferentes están en estrecha relación con el sisT tema extrapiramidal. La médula espinal contiene las vías aferentes (sensitivas), eferentes (motoras), los centros reflejos (m ovimientos involuntarios de defensa y huida) y los centro vegetativos.
260
FUNCIONES DEL SN Las funciones del sistema nervioso son la síquica, sensitiva, motora, refleja y sensorial. Cada una de ellas podrá ser explorada para tener los datos suficientes que permitan emitir un diagnóstico correcto.
E x pl o r a c i ó n d e l a f u n c ió n s íq u ic a
El siquismo animal no está tan desarrollado como en el hombre, ya que no existe intelecto ni pensar volitivo. Los animales presentan reacciones elementales, como alegrarse, enfadarse, elegir, etc, pero no se les pueden atribuir sentimientos ni pensamientos análogos a los del hombre. El comportamiento animal se apoya en dos grandes pilares: —Los hábitos. Modo semejante de obrar ante los mismos impulsos por la repetición frecuente de los mismos. —El Ins tinto. Capacidad de efectuar determinados movimientos (siempre beneficiosos para el individuo) sin la intervención de la voluntad, con la ayuda de mecanismos heredados. No hay intervención del aprendizaje. El siquismo animal basado sobre los dos pilares anteriores puede verse perfeccionado, o modificado, tanto en sentido positivo como negativo, por medio de: —El Adiestram iento. Cambio registrado en el comportamiento como resultado de experiencias repetidas en las que interviene el hom bre (o la madre en el caso de los animales salvajes). —La Edad. Permite el conocimiento de experiencias nuevas que aumentan su colección de hábitos. —Acúmulo de reflejos condicionados. Reflejos producidos y desarrollados gradualmente por entrenamiento y asociación. La alteración de la conducta la producen, por lo general, lesiones localizadas en el telencéfalo (lóbulos frontal y temporal) y
diencéfalo (sistema límbico lí mbico e hipotálamo). hipotálamo ). Las lesiones lesiones en el cerebro c erebro medio m edio pueden producir somnolencia, semicoma y coma. Los cambios de conducta más corrientes, sobre todo en animales de compañía, compañ ía, son: son: Inca pacidad para recono re conocer cer al propietario, propieta rio, demendemen cia, inhabilidad para aprender o para encontrar el alimento, agresividad, pasividad, marcha convulsiva, etc. Ex
pl o r a c ió n d e l a
c o n d u c t a
—Nos colocaremo coloc aremoss delante del animal, ligeramente ladeados y observaremos la mirada, la expresión de la cara y la actitud actitud del cuerpo. —Nos fijaremos fijar emos en las reacciones del animal ante diferentes estímulos (llamadas, ruidos, dejar caer la comida, amenazas, caricias). —Le haremos hare mos caminar camin ar para captar las características del movimiento. movimiento. —Observaremos —Observa remos la presencia del reflejo deglutorio deglut orio (movimientos (movim ientos de deglución al poco de llamarlo llama rlo o acariciarlo). —Veremos como reacciona al acercarle un objeto o un animal que le pueda resultar desagradable desagr adable (la presencia de un gato en el caso del perro). —Observaremos —Observa remos su sentido de la orientación en ambientes conocidos o extraños para él, así como su conducta frente a la presencia presenc ia de obstáculos o la capacidad para distinguir distingu ir alimentos. Al margen de las consideraciones anteriores, quizá lo que más pueda interesar in teresar al clínico en lo que a cambios de conducta con ducta se refiere sean las alteraciones del sensorio (conjunto de los centros nerviosos receptores e integradores integradores de las diversas sensaciones), por las consecuencias que pueden p ueden tener ten er sobre el animal y sobre el propio prop io clínico. clín ico. Estas alteraciones, sin descartar el componente funcional, tienen, en la mayoría de los casos, una base orgánica lesional como consecuencia de enfermedades crónicas o agudas agudas
del cerebro (traumatismos, infecciones, tóxicos, neoplasias, congestiones, etc). Se manifiestan por estados de depresión o excitación síquica. Depresión Depresión síquica
La disminución o descenso de la actividad funcional de un animal tiene varios grados y puede pasar de uno a otro de una forma for ma casi impercepti imperceptible, ble, hasta hasta llegar al último últim o en el que la vida vida del del animal está está claramente comp co mprom romeetida; estos son: —Ofuscación del sensorio, (también (tam bién llalla mado, en medicina humana, confusión de ideas). Se caracteriza por una disminución de la vivacidad en el comportamiento y en la expresión facial. —Somnolencia. El animal permane perm anece ce de pie o echado, con la cabeza baja y los ojos semicerrados, camina tambaleándose y reacciona reacciona a estímulos más fuertes que los normales, pero con lentitud. —Sopor o modorra. Es una ofuscación ofusca ción más profunda. El animal a nimal aparece aparec e como com o dordo rmido o inconsciente, todavía reacciona de forma lenta y progresiva a estímulos enérgicos (oler vinagre o amoníaco, echarle agua en la oreja), se incorporan pesadamente pero vuelven vuelv en a tumbar tum barse se rápidamente. —Inconsciencia. Están suprimi sup rimidos dos todos tod os los procesos procesos síquicos y solo se conserv co nservan an los vegetativos vegetativos y los los reflejos; la respir re spiraación es superficial, el pulso débil y los tonos cardíacos cardíacos se oyen apagados. —Coma. —Coma. Se observa una rápida pérd p érdida ida de de la consciencia, con persistencia de la respiración y la actividad cardíaca, los reflejos están ausentes. No hay que confundir confun dir estas alteraci alte racione oness del sensorio con el desmayo, síncope o lipotimia, que es la pérdida súbita y pasajera de la consciencia, consciencia, como como consecuencia de un de scensce nso del flujo sanguíneo al cerebro o una bajada brusca de la tensión te nsión arterial.
261 261
Tal como hemos hemos indicado más arriba, estos estos problemas se presentan presentan por lesio lesiones nes a nivel nivel de de la corteza cerebral (traumatismos) o por trastornos funcionales de la misma (isquemias, edemas, hemorragias, intoxicaciones, fiebre etc.). Estados Estados de de excita excitació ciónn
Si los estados est ados depresivos depresivos suponen un grave grave riesgo para la vida del animal, los estados de excitac exci tación ión suponen suponen un peligro para el el dueño del animal y para el clínico que lo ha de explorar. El animal presenta mayor irritabilidad sensomotora, que se manifiesta por intranquilidad, agresividad, bramidos, ladridos, ladridos, huidas y espasmos desencadenados por motivos nimios. La causa es una irritabilidad muy exalexaltada del arco reflejo cortical y subcortical, generalmente generalme nte por problemas funcion funcionales. ales. Demenci Demenciaa o debilid debilidad ad me ment ntal al
Disminuci Dism inución ón de los procesos de asociación, asociación, pérdida de las imágenes imágenes recor recordati dativas vas (las (las que que habían aprendido), disminución de la atención y de la memoria. Se puede deducir deducir porque no reconocen ob jetos, personas o locales locales,, chocan chocan contra contra obst obstááculos, no n o reconocen el peligro, los perros viejos defecan en casa... Alucinaciones Alucinaciones y estereot estereotipi ipias as
Las alucinaciones son la percepción aparente de los sentidos se ntidos no fundada en una realidad realidad objetiva; se manifiestan por movimientos movimientos vivaces y de gran fuerza fue rza expresiva (intento de de cazar supuestas moscas, saltar sobre obstáculos que no existen etc.). Las estereotipias son la repetición mecánica y persistente de una actitud o de un movimiento.
262 262
Ex
p l o r a c ió n d e l a s e n s i b il id a d
La sensibilidad se puede definir como la capacidad de sentir o percibir las sensaciones recibidas de los órganos sensitivos receptores r eceptores y transmitidos a través de los fascícul fasc ículos os aferentes. Se distingue: —Sensi —Sensibili bilidad dad exteroceptiva. exteroceptiva. Los impulimpulsos proceden de la piel y mucosas. —Sens —Sensibi ibilida lidadd propiocep propioceptiva. tiva. Proceden Proceden del aparato locomotor (músculos, huesos, tendones). —Sens —Sensibili ibilidad dad Intraceptiv Intraceptiva. a. Los L os impuls impulsos os procede procedenn de las las visceras. visceras. Sensibilidad Sensibilidad exteroceptiva
Es la más importante important e desde el punto pu nto de vista de la exploración, aunque su apreci a preciació aciónn puede puede resultar complicada complicada en algunos al gunos animales debidebido a sus peculiares respuestas; los animales muy sufridos (generalmente los de caza) dan sensación sensación de insensibilidad falsa, mientras que que los animales muy asustadizos dan falsas hipersensibilidades. Dentro de de la sensibilidad exteroceptiva podremos dremos distinguir, en función de los receptores cutáneos: Sensibilidad Nociceptiva (dolor y temperatura) El dolor se explora mediante pellizcos de menor a mayor intensidad en pliegues cutáneos, pinchazos, tirando de los pelos, pisando el rodete coronario (bóvidos y équidos), gol peando peando con con un martillo sobre sobre base óseas Las respuestas son distintas; emisión de chillidos, chillidos, mordiendo o intentando morder, rearea lizando movimientos de defensa, enseñando los dientes, dientes, los équidos bajando las orejas ore jas Son especialmente sensibles los labios, la nariz, el rodete coronario, los espacios interdigitales, las bragadas, el periné...
REACCION NORMAL
ACCION
Figura
17.2. Exploración de
REACCION ANORMAL
la sensibilidad sensibilidad propioceptiva, propioceptiva,
263
La sensibilidad térmica tiene poco interés en veterinaria, veterinar ia, ya que los animales no reaccionan mas que ante estímulos térmicos dolorosos. En medicina humana se comprueba colocando sobre determinadas zonas del cuerpo tubos de ensayo calientes y trozos de hielo de forma alternativa. Sensibilidad Táctil Dentro de ésta podemos distinguir la protopática protopá tica (presión y tacto grosero) grosero) y la epicrítica (tacto y presión finos). La epicrítica la podemos comprobar so plando en la oreja, oreja, tocando tocando suavem suavemente ente con un dedo, simulando la presencia de un parásito, haciendo cosquillas en la nariz o golpeando suavemente el belfo. Sensibilidad propioceptiva propioceptiva o postural
Mediante ella, los animales tienen noción de la situación y posturas de las diferentes partes de su cuerpo sin interven intervención ción del del sentido sentido de la vista. Para explorarla, se coloca al animal en actitudes actit udes incómodas i ncómodas y nos nos fijamos si persisten en ellas o las abandonan, (fig. 17.2).
• Anestesia. Pérdida total de la sensibilisensibi lidad. Se presenta en las lesiones transversas y totales de las vías sensitivas. • Parestesia. Alteración Alterac ión de la sensibilidad en calidad; aparecen sensaciones anómalas que no obedecen a estímulos aparentes (sensación de hormigueo). Este tipo de sensibilidad anómala es muy difícil de apreciar apreci ar en los animales, se puede sospechar cuando veamos un animal que se lame o rasca sin que exista hiperalgesia y sin observar alteraciones cutáneas. Ex
pl o r a c ió n d e l a f u n c i ó n m o t o r a
Se podría definir como la propiedad de la corteza cerebral por la que responde con reacciones musculares conscientes conscien tes a excitaciones excitacion es o sensaciones recibidas. Las alteraciones de la función motora que podemos podemos encontrar encontrar en un animal son: —Trastorno —Trastornoss motores depresivos. Paresias Paresias o hipoquinesias y parálisis o aquinesias. —Trasto —Tra storn rnos os m otor ot ores es de excit ex citac ació ión. n. Hiperquinesias o espasmos. —Trastorno —Trastornoss motores de incoordinación. incoordinación. Ataxias o disquinesias. La hipoqu hipoquine inesia sia o paresia
(también llamada parálisis incompleta o semiparálisis) semiparálisis) Es la disminución dismin ución de la motilidad Trastornos de la sensibilidad y fuerza voluntaria voluntaria de la musculatura muscul atura esquelética consecuencia ncia de un trastorno trast orno nervioso. nerv ioso. • Hiperestesia. Reacción o respuesta exa- a consecue gerada ante a nte estímulos normales o débiles, suele ir acompañada de hiperalgesia. Se observa en La Paráli Parálisis sis enfermedades nerviosas periféricas (polineuritis) y, en ocasiones, en lesiones medulares, Se puede puede definir como la pérdida total de la justo jus to por encima encima de la lesión, lesión, por irritació irritaciónn del del capacidad de un músculo para responder de sistema intersegmentario. forma adecuada a un estímulo. • Hipoestesia. Hipoestes ia. Es una respuesta lenta o Esta parálisis puede ser de dos tipos en superficial ante estímulos fuertes. Se presenta función de donde recaiga la lesión, así, nos en los trastornos graves del sensorio (estados podemos encontrar con: depresivos), en la debilidad general, en las A. Parálisis central o supranucle supr anuclear, ar, origilesiones de las vías sensitivas y por detrás del del nada por lesiones a nivel de las vías motoras punto lesionado lesio nado en lesiones de la médula.
264
centrales, de los centros cerebrales o por encima de los núcleos motores de los nervios craneales; está relacionada con la lesión de la neurona motora superior de la que más adelan adelante te hablaremos. Se trata de una parálisis extensa, en la que los reflejos son normales o están exaltados. Los principales tipos de parálisis central son: —Monoplejía. Parálisis de un solo miem bro. —Hemiplejía. Parálisis de la mitad lateral lateral del cuerpo. —Paraplejía. Parálisis de las extremidades extremidades posteriores. —Tetraplejía. Parálisis de las las cuatro cuatro extremidades. B. Parálisis periférica o nuclear, originada originada por lesión en el trayecto de los nervios nervios cranea craneales les,, en las astas ventrales de la médula o en nervios nervios periféricos; está relacionada con la lesión lesión de de la neurona neuron a motora inferior. Se trata trata de una parálisis circunscrita a la zona de inervación del nervio afectado, en la que los reflejos faltan o está muy amortiguados. Por otra parte, la parálisis puede ser: —Fláccida, la musculatura carece carece de tono y acaba por producirse atrofia de la zona afectada. —Espástica. La musculatura está en contracción permanente y presenta riesgos de roturas, rotu ras, tanto tan to musculares como óseas óseas o tendinosas. Lesión de la neurona motora superior (NM (NMS) S)
La NMS NM S está situada en el área motora motora de la la corteza cortez a cerebral, cere bral, está relacionada relacion ada con la la activiactividad volitiva y sus impulsos son transmitidos a las neuronas ne uronas motoras inferiores inferiores situadas situadas en los núcleos motores de los nervios craneales o de los nervios raquídeos. Las lesiones de NMS pueden pued en localizars localizarsee a nivel de la corteza cerebral, de la cápsula cápsula interinterna, pedúncu ped únculo lo cerebral, protuberancia, bulbo o médula, méd ula, siendo sie ndo esta última localización la la más más
frecuente y obedeciendo obedeciendo a causas como fractufrac turas, luxaciones o subluxaciones de las vérte bras (general (generalmen mente te por traumatismos), traumatismos), hernias de los discos intervertebrales o abscesos de los cuerpos vertebrales. La lesión de la NMS provoca una parálisis supranuclear o central que se caracteriza, tal como hemos indicado, por su extensión (hemiplejía (hemiplejía,, paraplejía, tetraplejía), por la limitalimi tación o ausencia de los movimientos voluntarios, por una una hiperreflexia, hiperreflexia, hipertonía y la apariapari ción de reflejos anormales. Si la lesión es amplia pueden pueden lesionarse también los fascícufasc ículos aferentes apareciendo trastornos sensitivos. Lesió Lesiónn de de la Neuron Neuronaa motor motoraa Inferior (NMI) (NMI)
La NMI es la unidad efectora del sistema nervioso central, está situada en la columna ventral de la médula espinal o en los núcleos motores de los nervios craneales; tanto en un sitio como en otro, sirve para transmitir los impulsos recibidos de los arcos reflejos reflejo s locales locale s o de centros más superiores; es, pues, la vía terminal de ambos sistemas. La lesión de la NMI provoca una parálisis nuclear o periférica y se caracteriza por pérdida de la actividad actividad motora voluntaria, pérdida pérd ida de la actividad refleja, pérdida de tono muscular, lo que lleva consigo una flaccidez y la consiguiente atrofia. Como en el caso de NMS si la lesión recae sobre sobre nervios mixtos, se ve afectaafe ctado también el componente sensitivo, apareciendo una pérdida de la sensibilidad. Hiperq Hiperquin uinesi esia, a, espasmos espasmos o convulsiones convulsiones
Con carácter general, la hiperquinesia se define como una actividad muscular exagerada provocada provocada por excitación excitación o hiperexcitabilidad hiperexcitabilida d nerviosa. nerviosa. Dentro del concepto de hiperquinesia hiperquine sia podemos encontrar diferentes tipos de alteraalte raciones, caracterizadas por contracciones musculares anormales.
265 265
• El espasmo es una contracción súbita violenta, más o menos persistente e involuntaria de un músculo o grupo de músculos. Puede ser: —Espasmo tónico. Es continuo, la rigidez muscular dura un tiempo considerable. —Espasmo clónico. Es intermitente, la rigidez va seguida de una inmediata relajación. • El calambre es una contracción muscular sostenida, espasmódica y dolorosa (espasmo tónico). • El trismus (o trismo) es una contracción espasmódica de los maseteros y demás músculos del maxilar que provoca una dificultad o imposibilidad para abrir la boca. • El corea es un complejo sintomático, hiperquinético, con movimientos involuntarios, arrítmicos e irregulares de extremidades y ca beza, acompañados de alteraciones mentales. • El temblor es un conjunto de contracciones musculares ligeras, involuntarias, rítmicas y sucesivas. La aparición de este tipo de problemas puede deberse a intoxicaciones (sal, cresol), aumento de la presión intracraneal (tumores, hidrocefalias), inflamaciones del SNC (encefalitis, meningitis), Autointoxicaciones enterógenas o a alteraciones metabólicas (cetosis, uremia). Disquinesias o Ataxias
Aunque el término disquinesia (de Dys, dificultoso y kinesis, movimiento), es un término genérico que puede abarcar a gran cantidad de conceptos relacionados con la actividad motora, lo asimilamos al de ataxia, porque se aproxima bastante a la concepción de ésta. Se define ataxia como una perturbación en la actividad conjunta de grupos musculares, que funcionan de modo asociado, dando lugar a movimientos incoordinados, no uniformes, debido a que dichos grupos musculares no están inervados en el grado necesario y en el orden determinado.
266
Existen diferentes tipos de ataxia (bulbar, medular, cerebelosa, vestibular, estática ), que obedecen a los diferentes puntos donde se localiza la lesión que la produce; esto implica que para poder determinar el tipo de ataxia hemos de considerar el resto de los síntomas que presenta el animal, ya que sea uno u otro el punto de origen, la sintomatología, con muy pequeñas variantes, será la misma. La exploración de la ataxia se realiza observando si el animal presenta estabilidad o no en la estación, si realiza movimientos incoordinados o se tambalea durante la marcha, si imprime la misma intensidad y fuerza al movimiento, lo que se traduce en una longitud igual de los pasos, si realiza movimientos de acom pañamiento con la cabeza al andar o si presenta buena alineación de las patas. Ex pl o r a c ió n d e l o s r e f l e jo s
Los reflejos son contracciones involuntarias producidas de modo regular por excitación de las vías sensitivas y mediación de un órgano central. Podemos dividir los reflejos en medulares y encefálicos. El reflejo medular más elemental (el de la médula segmentaria) sigue el siguiente mecanismo: los estímulos periféricos que llegan a las astas dorsales de la médula son conducidos por una neurona seudomonopolar, situada en el ganglio espinal, fuera del SNC. Su axón llega a la médula por la raíz dorsal del nervio raquídeo terminando en las astas dorsales (vía aferente). Allí hace sinapsis con una neurona (intercalar) que recoge el impulso y lo transmite a la neurona efectora de las astas ventrales, la cual lo devolverá a la periferia (vía eferente) en forma de una reacción motora o secretora (fig 17.3). Si la neurona aferente y eferente estuvieran conectadas una con otra el reflejo sería demasiado rígido, con poca elasticidad. La neurona intercalar sirve de amortiguadora del impulso. Los reflejos medulares intersegmentarios se producen en los centros intersegmentarios mi
>h NEURONA
<5 p INTERCALAR y
\
NEURONA EFECTORA Fig. 17.3. Arco reflejo simple.
de la médula (conectados por fibras intersegmentarias); son moderados o inhibidos por los centros superiores corticales, subcorticales y cerebelosos, de ahí que, en caso de aparecer: —Exagerados, se debe a una supresión de los influjos inhibidores de origen encefálico (debida a lesiones cerebrales o a interrupción de las vías que los conducen). —Deprimidos o anulados habrá que pensar en alteración del arco reflejo (por interrupción de las vías sensitivas o de las motoras). Los reflejos medulares pueden ser directos e indirectos. Los reflejos directos son aquellos cuya vía aferente procede de receptores musculares o tendinosos, se exploran con facilidad sobre todo en animales jóvenes; entre los más importantes (cuadro 17.1) podemos citar el rotuliano, el anconeal, el del tendón de Aquiles, supracarpiano y el supratarsiano. Los reflejos indirectos responden a sensaciones de dolor y presión, recogidas por receptores cutáneos, dando lugar a reacciones de defensa. Los de mayor interés desde el punto de
vista clínico (cuadro 17.2) son el dorsal o del raquis, el de la cruz opanicular, el cremastérico, el del rascado en el perro, anal, sacudimiento general al rascar la nuca etc. Los reflejos del tronco del encéfalo (con una estructura segmentaria, semejante a la de la médula) pueden ser también directos e indirectos. Los directos solo están representados por el reflejo masetérico, cuyo estímulo, percusión de la mandíbula estando la boca entreabierta, da lugar a la elevación de la misma. Los reflejos indirectos del tronco del encéfalo son el de succión, masticatorio, deglutorio, del vómito, etc . Al margen de los señalados, el sistema nervioso neurovegetativo presenta también arcos reflejos que difieren de los cerebroespinales en que, aún los más simples, comprenden por lo menos tres neuronas, discurren más lentamente y tienen cierta tendencia a la irritación. De los reflejos vegetativos encefálicos citaremos el pupilar, lacrimeo, salivación. Entre los reflejos vegetativos medulares señalaremos los visceroviscerales (vesical y rectal), viscero motor (reacción antiálgida ante dolores), cutáneovisceral (erizamiento del pelo, vasomotor) y viscerocutáneo.
267
NIVEL MÉDULA
REFLEJO
ESTÍMULO
RESPUESTA
Bicipital
percusión del tendón del biceps
Contracción biceps
C5 y C6
Supracarpiano
Percusión tendones extensores por encima del carpo
Extensión de la mano
C7 y C8
Púbico (perro)
Percusión sínfisis púbica
Contracción músculos abdominales y abductores del muslo
T8 a T12
Rotuliano
Percusión tendón rotuliano
Contracción cuadríceps (extensiór(pata)
L2 a L4
Supratarsiano
Percusión tendones supratarsianos
Flexión del pie
L6a SI
Aqufleo
Percusión del tendón de Aquiles
Extensión del pie
SI y S2
Tendinoso del pie
Percusión de tendones flexores o extensores
Contracción de los Ms. corresponientes
S2 y S3
Cuadro 17.1. Reflejos medulares directos.
De la Cruz
Frotamiento piel de la Cruz
Temblores de los Ms. cutáneos
C5 a TI
Dorsal (eq.Ru.)
Pellizcamiento de la piel del dorso
Flexión del raquis
T3 a T8
Cremastérico (eq.)
Frotamiento de la cara interna del muslo
Elevación del testículo
L1 y L2
Del rascado (perro)
Fricción de la región sacra
Sacudidas extensoras miembro del mismo lado
L4 y L5
Glúteo
Frotamiento piel de la grupa
Sacudidas de los Ms. glúteos
L5 y L6
Plantar (perro)
Presión de la piel entre almohadillas plantares
Flexión de los dedos e incluso del tarso
L6y SI
Mamario (vaca)
Palpación cara posterior de la ubre
Encogimiento miembro posterior
S2 y S3
Anal
Tacto anal y perianal
Contracción esfínter
S4
Caudal
Palpación cara ventral de la cola
Depresión brusca de la cola
S5
Cuadro 17.2. Reflejos medulares indirectos.
268
Alteraciones de los reflejos • Hiperreflexia. Respuesta exagerada ante estímulos normales. Se puede presentar por irritación del arco reflejo (neuritis) o por la interrupción de la acción moderadora ejercida por los centros superiores (parálisis centrales, sección de la médula). • Hiporreflexia. Respuesta disminuida, bien por una disminución generalizada de la excitabilidad nerviosa o bien por lesiones a nivel de las vías de conducción, tanto sensitivas como motoras. • Arreflexia. Ausencia de reflejos
brales pueden tener una marcha normal, sin embargo, realizando los tests de reacciones posturales se pueden apreciar defectos claros. Los defectos posturales se notan en el lado contrario de la lesión cerebral o del medio cerebro. Las lesiones de la médula, generalmente, producen deficiencias en las reacciones
Reacciones posturales
Las reacciones posturales son una serie de tests que implican a múltiples vías del SNC y reflejos espinales integrados en niveles altos, los cuales permiten las posturas y posiciones normales del cuerpo. Su normalidad exige, pues, la integridad de los centros nerviosos superiores, así como la de las vías ascendentes y descendentes (fig. 17.4.). El principal valor de estas pruebas es el de detectar sutilmente deficiencias asimétricas que pueden no notarse en la exploración general de la locomoción. Los animales con lesiones cere
posturales y en la marcha de los miembros del mismo lado de la lesión. Todos los tests son bastante seguros, excepto los de posturas de colocación y semiandando (especialmente en los gatos) que suelen dar resultados variables. Las pruebas de reacciones posturales más frecuentes se recogen en el cuadro 17.3.
269
REACCIONES POSTURALES
RESPUESTA ANORMAL
Carretilla
Sostener al animal sin que sus patas traseras toquel el suelo. Forzar a que camine con las patas anteriores. La res puesta normal es mover simétricamente las patas.
Movimientos asimétricos tropieza, apoya de carpos.
Mantenerse o Andar con medio lado
Sostener al animal de forma que apoye las patas del mismo lado y forzarle a moverse. La respuesta normal es colocar las patas perpendiculares al cuerpo y moverlas simétricamente.
Se arrastra, apoya de carpos o tarda en colocar las patas. Incapacidad para sopo rtar el peso del cuerpo.
Salto
Hacer que el animal apoye con una sola pata y obligarse a que salte. El animal salta en la dirección al desplazamiento colocando el miembro perpendicular al cuerpo.
Arrastra la pata, tropieza o tarda en colocar la pata. Incapacidad para soportar el peso del cuerpo.
Postura de Puntillas
Sujetar al animal por la axilas y levantarlo hasta que no toque suelo. Al bajarlo coloca las patas en extensión de puntillas soportando el peso del cuerpo.
La extensión es incompleta o está ausente en uno o los dos miembros.
Extensión de la pata buscando el apoyo
Acercar al animal al borde de una mesa. La respuesta correcta es la extender la extremidad, tratando de apoyar la pata en el borde de la mesa.
Incapacidad para co locar la pata sobre la mesa.
TEST
0
Cuadro 17.3. Test de las reacciones posturales.
LOS SINDROMES NEUROLOGICOS Las lesiones o alteraciones que recaen so bre zonas concretas del SNC, del periférico y del sistema musculoesquelético originan una serie de síntomas concretos o “síntomas clave” que pueden permitir localizar el punto de la lesión. El conjunto de estos síntomas clave, que definen alteraciones concretas, recibe el nom bre de Síndrome neurológico (fig. 17.5.). El problema que se plantea es el de que un síndrome neurológico no siempre presenta todos los síntomas que lo caracterizan y con una misma intensidad, sino que, en algunos casos, pueden faltar síntomas importantes o ser tan poco manifiestos que pueden pasar desaperci bidos. En otras ocasiones, la lesión afecta a varios puntos del sistema nervioso, aparecien-
270
do una mezcla de síntomas que dificultan el poder emitir un diagnóstico en una primera aproximación. Los síndromes neurológicos más importantes son los que señalamos a continuación. SÍNDROME DEL TRONCO DEL ENCÉFALO O PONTOBULBAR
El tronco del encéfalo forma un todo homogéneo y por ello lo consideramos de forma
C-l
V. Cervicales
cznLzjrzuL: j x
Cerebro
Cerebelo
Tronco del Encéfalo
D
Cervical
Hipo tálamo
T -l
V. Torácica*
ttX X D l
)1 3
C
C 7
T-13
^
O
V. Lumbare*y g^g-,
Q
O
a
tinq ^ V. Caudales
^
________________ ____________________ |
(i ^
Torácico
aoacro Sacro
•
r
Lumbar
/ j1
í
— y ~ r
Figura 17.5. Representación esquemática del SNC.
conjunta. Sin embargo, desde el punto de vista de su fisiología y especialmente de su patología, cada una de sus porciones (bulbo, protuberancia y pedúnculos cerebrales) ofrecen características propias que permiten distinguir (por lo menos en algunas especies, en especial en el hombre) síndromes bulbares, protuberanciales y pedunculares (estos últimos constituyen un síndrome específico denominado, síndrome del cerebro medio o mesencefálico, que citaremos posteriormente). En el bulbo se encuentran los núcleos de los pares craneales VII al XII, parte sensitiva del V par y núcleos vegetativos tan importantes como el respiratorio y vasomotor; en la protuberancia se encuentran los núcleos motores de los pares V, VI y VII y en los pedúnculos cerebrales se encuentra el núcleo del III. Por otra parte, por el tronco del encéfalo pasan vías aferentes de sensibilidad y eferentes motoras. Según lo expuesto, el síndrome del tronco del encéfalo se caracterizará por alteraciones
en las zonas inervadas por los nervios craneales, así como por la presencia de hemiparesia, tetraparesia o tetraplegia. Los reflejos están intactos en todos los miembros. Los déficits en los nervios craneales más interesantes pueden manifestarse por: —Parálisis mandibular, sensibilidad facial disminuida y reflejo palpebral deprimido ( Trigémino). —Estrabismo medial ( Abducens). —Incapacidad para cerrar el/los párpado/s, parálisis de los labios, caída de las orejas (Facial). —Cabeza ladeada, tendencia a girar en círculo, nistagmo (Vestibular). —Parálisis laríngea o faríngea con disfagia y depresión del reflejo de aprehensión (Glosofaríngeo y Vago). —Parálisis de la lengua (Hipogloso). La respiración es, a menudo, irregular o apnéica o rápida y superficial. Puede apreciarse depresión mental (cuadro 17.4.).
271
NERVIO
S IG N O S D E D I S F U N C I Ó N
TEST DE FUNCIÓN
1. Olfatorio
Vendar ojos y ver si localiza el alimento y lo come
Incapacidad para encontrar el alimento
2. Optico
Reflejo pupilar (p.sensitiva)
Ceguera con pérdida de respuesta a la luz
3. Oculomotor
Reflejo pupilar (p. motora)
Pupila dilatada, glob o ocular paralizad o y desviado hacia abajo y afuera. Ptosis
4. Trocíear
Movimiento globo ocular
Ligera rotación hacia arriba y adentro del glo bo ocular.
5 . Tr ig ém in o
P alp ar m ú sc u lo s d e la c ara. Palpar tono mandibular
Atrofia músculos temporal o maseteros
6. Abducens
M ovim iento globo ocular
G lobo ocular paralizado, d esviad o m edialm en te
7 . F acial
H acer pestañear, c aer la oreja y apretar los labios tocando o pinchando. Test de Schrimer
Incapacidad para cerrar los ojo s, m ove r la oreja o apretar los labios. Secreción lacrimal disminuida.
8. Vestibular
Observar postura de la cabeza, equilibrio y paso, observar nistagmo y estrabismo posicion ales. Intentar move rlo mientras duerme.
Unilateral.- Cabeza ladeada o girando apoyada en un lado, nistagmo rotatorio u horizontal, nistagmo posi. cional y estrabismo. Bilateral.- Caida hacia cualquier lado, amplios movimientos de cabeza, sordera.
9. Glosofaríngeo Reflejo deglutorio (p. sensitiva)
Disfagia, dificultad deglución
10. Vago
R eflejo deglutorio. Auscultar y examinar la laringe
Disfagia, parálisis laríngea uni y bilateral, megasófago
11. A ccesorio
Palpar musculatura del cuello
Atrofia muscular. Unilateral.- Ligero desvío del cuello al lado contrario
12. Hipogloso
Observar com o bebe y la capacidad para meter la lengua en la boca , palpar lengua.
Unilateral.- Atrofia y contractura de un lado. Bilateral.- Incapacidad para retraer la lengua
Cuadro 17.4. Pruebas para comprobar la funcionalidad de los nervios craneales.
El síndrome cerebeloso es uno de los que más fácilmente se reconocen en la práctica veterinaria. Los signos clínicos incluyen:
SÍNDROME CEREBELOSO
D
0
El cerebelo se divide en tres porciones, el arquicerebelo que es el centro de las vías de control de equilibrio o, con más propiedad, de la orientación de la cabeza como factor de equilibrio; el paleocerebelo, que es el centro del tono postural de los músculos esqueléticos encargados de contrarrestar la fuerza de la gravedad y el neocerebelo que ejerce el control automático de la motilidad voluntaria y semivoluntaria y que está en estrecho contacto con la corteza cerebral.
272
—Nistagmo, movimientos finos, pendulares u oscilatorios de los ojos. —Ataxia estática, oscilación lenta de un lado a otro, pero sin llegar a caerse. El animal intenta corregirla ampliando la base de sustentación. —Ataxia locomotriz: marcha tambaleante. —Hipotonía muscular. —Temblores de intención. Si el animal intenta coger algo con la boca o realizar algún movimiento concreto com ienza a temblar de forma ostensible, adem ás de no calcular bien las distancias (dismetría). —Hipermetría de los movim ientos elementales, el animal eleva excesivamente las patas al andar (paso de ganso). Todo s los
movimientos son torpes vacilantes y con sacudidas. —Incoordinación (asinergia) de los movimientos complejos. —Adiadococinesia o incapacidad para cam biar el sentido de un movimiento una vez iniciado (el animal es incapaz de hacer movimientos opuestos en sucesión rápida). —La respuesta a la amenaza puede estar ausente. Si las lesiones afectan a un solo lado del cerebelo, la disminución del reflejo de amenaza es ipsilateral (del mismo lado de la lesión). La visión no se ve afectada.
Los signos anteriores se pueden presentar en enfermedad vestibular central o periférica (oído medio o interno). La enfermedad vestibular central se sospecha por nistagmo vertical y posicional, estatus mental alterado y disfunción evidente de otros nervios craneales (V y VI) que provocan debilidad mandibular, disminución de la sensibilidad facial, depresión del reflejo palpebral y estrabismo medial. El síndrome de Homer ( miosis, ptosis, enoftalmos y protusión de tercer párpado) y la parálisis facial se observan con frecuencia en enfermedades vestibulares periféricas asociadas a otitis medias, dado que ambos nervios, facial y vestibular, pasan a través del oído medio. Los síndromes vestibulares periféricos son más frecuentes que los centrales.
SÍNDROME VESTIBULAR SÍNDROM E DEL CEREBRO MEDIO
El síndrome vestibular es otro que se reconoce con facilidad en la práctica y que se presenta con cierta frecuencia, habida cuenta que en muchas ocasiones se debe a una otitis externa o media mal curada que puede llegar a afectar al oído interno. Se reconoce por: —Movimiento en círculos cerrados con cabeza baja y ladeada. —Nistagmo. El nistagmo es normalmente a golpes o rotacional con constantes y lentos componentes. La fase rápida del nistagmo horizontal o rotacional es en dirección contraria a la del lugar de la lesión. A veces, en animales con enfermedad vestibular, el nistagmo se puede iniciar moviendo y colocando la cabeza en diferentes posiciones (nistagmo posi cional). El nistagmo fisiológico normal se puede inducir a través de rápidos movimientos de cabeza en el plano vertical u horizontal.
El mesencéfalo o cerebro medio (tubérculos cuadrigéminos o pedúnculos cerebrales) forma parte del tronco del encéfalo y su lesión puede constituir un síndrome que se separa del pontobulbar. Se trata de un síndrome poco común y mal conocido en los animales. Estos pueden estar deprimidos o comatosos y puede observarse una extensión rígida de todos los miembros con opistótonos. Si la lesión se localiza en un lado del cerebro medio, los miembros del lado contralateral (opuesto) presentan signos de debilidad espástica (hemiparesia). La mayoría de los animales presentan un estrabismo ventrolateral, pupilas midriáticas que no responden al estímulo de la luz y ptosis de los párpados superiores. Estos signos serán ipsilaterales o bilaterales en función de la localización y extensión de la lesión. La visión es normal. Los animales presentan hiperventilación.
273
SÍNDROME HlPOTALÁMICO
También es un síndrome poco frecuente. Los animales pueden presentar alteración de la conducta o de su status mental, manifestados por agresividad, desorientación, hiperexci tabilidad o por depresión. Frecuentemente, la visión está disminuida y las pupilas se encuentran dilatadas con una débil respuesta a estímulos luminosos. Los desórdenes endocrinos pueden incluir diabetes insípida o hiperadreno corticalismo. La regulación anormal de la tem peratura puede manifestarse por hipertermia, hipotermia o poiquilotermia. Se observan alteraciones en el apetito, tales como hiperfagia con obesidad o anorexia con caquexia. El paso es normal. Sín
d r o m e
Co
r t ic a l
A diferencia de los anteriores, el síndrome cortical, también llamado cerebral, es mucho más frecuente y se caracteriza por movimientos y/o posturas anormales, tales como andar en círculo (normalmente hacia el mismo lado de la lesión), caminar continuo, apoyo de la cabeza contra la pared o contra cualquier obstáculo y, a veces, doblar el cuello sobre un lado (pleurotonos). Con frecuencia, se observa alteración de la conducta, el animal aparece apático o deprimido y desorientado, con brotes esporádicos de agresividad e hiperexcitabilidad. La visión puede estar disminuida (se golpean contra obs-
274
táculos, el reflejo a la amenaza está deprimido) en el ojo opuesto al lado de la lesión; sin embargo, el reflejo pupilar es normal. Pueden observarse ataques. Aunque los animales puedan presentar un paso normal, las reacciones posturales, tales como dar saltos, pararse, etc, y los movimientos de medio lado del cuerpo están disminuidos en los miembros contra laterales. En animales comatosos la respiración puede caracterizarse por disminución y aumento de la profundidad de la misma con periodos apnéicos (respiración de CheyneStokes). SÍNDROME LUMBO -SACRO
Este síndrome refleja varios grados de participación de los miembros pélvicos, vejiga de la orina, esfínter anal y cola. Se presenta cuando aparece una lesión que afecta a los segmentos medulares L4S3. Los signos clínicos van desde la debilidad fláccida hasta la parálisis de las patas y cola. Los reflejos patelar, de los gastronemios y tibial craneal pueden verse disminuidos (hiporreflexia) o estar ausentes (arreflexia) (NMI). Los reflejos perianal (anal) y bulbo cavernoso en los machos también pueden verse disminuidos. El tono muscular de las patas posteriores está reducido (hipotonía) o no existe (atonía o flaccidez). Después de una o dos semanas se observa atrofia muscular; las reacciones posturales de los miembros pélvicos disminuyen. Los miem bros torácicos están perfectamente normales. La percepción del dolor en los miembros posteriores, cola y periné está reducida (hipoalgesia) o abolida (analgesia). El esfínter anal aparece fláccido y dilatado, dando lugar a incontinencia fecal. La vejiga, frecuentemente, está paralizada, dando lugar a
una retención urinaria y a una incontinencia pasiva por desbordamiento (iscuria paradójica). En este caso, la vejiga es fácil de evacuar manualmente. Algunos animales con síndrome lumbo sacro presentan paresia o parálisis de los miem bros pélvicos, con reducción de los reflejos y del tono muscular, pero el esfínter anal presenta una función normal. En otros animales, los principales signos clínicos pueden ser debilidad de los miembros con disfunción del esfínter anal y de la vejiga. Ambos grupos de animales están afectados por un síndrome lumbosacro, pero la lesión se localiza a diferentes niveles en los segmentos lumbosacros de la médula. Cuando la lesión afecta a las raíces nerviosas que forman la llamada cola de caballo, es decir a los segmentos medulares L7, SI a S3 y Cdl en adelante, aparece lo que se conoce con el nombre de Síndrome de la cola de caballo, cuyos síntomas son semejantes a los del síndrome anterior, salvo las que hacen referencia a la locomoción, ya que en la formación del nervio ciático intervienen raíces de L5 y L6 (además de las de L7 y S1) y las raíces del N. femoral son también anteriores a L7.
tos miembros. En las extremidades anteriores la función es normal. A menudo, está disminuida la sensibilidad cutánea entre la espina dorsal caudal y el lugar de la lesión, pero esta sensibilidad se incrementa inmediatamente por encima de este punto. Los animales presentan, normalmente, incontinencia, con descargas de orina de breve duración (vejiga espástica); es difícil y muy peligroso el vaciamiento manual de la misma. Ocasionalmente, una lesión compresiva aguda de la médula toracolumbar puede ir acompañada de una postura de Schiff Sherrington, que consiste en una extensión de los miembros torácicos con el animal acostado lateralmente. Los movimientos voluntarios (con apoyo) y las reacciones posturales, tales como la carretilla, son normales en los miembros torácicos. La reacción carretilla es un test especialmente útil para determinar la función de las patas anteriores; ésta está normalmente deprimida en síndromes toracocervicales y cervicales. SÍNDROME CERVICO-TORÁCICO
SÍNDROME TORACO-LUMBAR
Cuando la lesión medular afecta al segmento que va desde T3 a L3 se produce un síndrome toracolumbar. Se trata del síndrome más frecuente en pequeños animales, sobre todo debido a traumatismos. Se caracteriza por debilidad espástica (incremento del tono muscular, especialmente en los músculos extensores) o parálisis de los miembros pélvicos. Los reflejos se encuentran normales o incrementados; sin embargo, las reacciones posturales están disminuidas en es-
En este caso el segmento medular afectado es el que va de C6 a T2. El signo típico de este síndrome es la desaparición o disminución de los reflejos (de contracción tricipital, bicipital) y tono muscular de los miembros torácicos. La atrofia muscular aparece de forma clara des pués de una o dos semanas. Los reflejos están intactos o incrementados en las patas posteriores, en las que no aparece la atrofia muscular. Los animales pueden presentar debilidad en todos los miembros (tetraparesia), solamente en los torácicos y pélvicos del mismo lado (hemiparesia) o parálisis de todos los miem bros. Las reacciones posturales están dism inui-
275
das en todas las extremidades, especialmente en las anteriores. En algunos momentos, los animales se impulsan torpemente, apoyándose en su mentón, utilizando los miembros posteriores con los anteriores separados del cuerpo. Los reflejos de la piel pueden estar disminuidos uni o bilateralmente en función de la localización y extensión de la lesión. Hay incremento de la sensibilidad a nivel de la lesión y disminución por detrás de la misma. Normalmente, se observa incontinencia urinaria y muchos animales presentan síntomas de síndrome de Homer. Una causa común del síndrome toraco lumbar es el arrancamiento traumático del plexo braquial. Los animales con este trauma pueden mostrar arreflexia y atrofia muscular del miem bro afectado y signos de miosis. La miosis será ipsilateral en relación a la extremidad afectada S Í N D R O M E C E R V I CA L
D Los signos clínicos del síndrome cervical C1C5 van desde las hemiparesias espásticas a la tetraparesia o tetraplegia. Los reflejos y el tono muscular están intactos en todos los miem bros y no hay señales de atrofia muscular. En todos los animales se pueden observar espasmos cervicales, dolor a la palpación y rigidez cervical (ej. perros con enfermedad discal de cuello). La reacción de carretilla está disminuida y las reacciones posturales son deficientes en todos los miembros. Con frecuencia, aparece incontinencia urinaria. Ocasionalmente, los animales presentan diferentes grados de dificultad respiratoria. En casos raros, un animal con una lesión grave en la médula cervical (infartación secundaria a embolización fíbrocartilaginosa) puede presentar un síndrome de Homer.
276
S Í N D R O M E N E U R O P Á T IC O
Este síndrome es uno de los más observados en la clínica diaria y está asociado, frecuentemente, a traumas de nervios periféricos y craneales. Los signos de este síndrome son depresión o ausencia de reflejos (hiporreflexia, arreflexia), debilidad fláccida (paresia), parálisis de los músculos de la cabeza o de sus apéndices y, después de una o dos semanas, atroña muscular neurogénica. Se puede observar un grado variable de pérdida de sensibilidad cutánea. Las neuropatías periféricas afectan a un solo nervio (mononeuropatía), por ejemplo, al radial, peroneo o nervios faciales. Las polineuropatías degenerativas afectan a varios nervios, provocando los trastornos a las partes proximales o distales de los miem bros. Un ejemplo del primer caso sería la atrofia muscular espinal hereditaria del espaniel y del segundo la neuropatía axonal gigante del pastor alemán. La mayoría de las neuropatías son insidiosas en su comienzo y tienen un carácter crónico. Algunos desórdenes de la unión neuromuscular, como por ejemplo los producidos por el botu lismo y la parálisis por garrapatas, presentan signos que se asemejan a la polineuropatía difusa. Las causas más frecuentes del síndrome neuropático son las traumáticas.
SÍNDROM E MIOPÁTICO
En general, los desórdenes miopáticos son poco corrientes y afectan más a los perros. Las miopatías tienden a ser de distribución simétrica bilateral. Normalmente, los reflejos no están afectados y la sensibilidad dolorosa tampoco se ve modificada. El síndrome miopático se caracteriza por debilidad generalizada, intolerancia al ejercicio y caminar lento y rígido. En la mayoría de los perros con miopatías, los problemas se agudizan con el ejercicio, pero en otros casos,
la rigidez se toma menos aparente cuando el animal lleva un rato andando. Aunque en estos últimos casos se puede llegar a producir un incremento de la masa muscular, sin embargo, en la mayoría de las miopatías aparece la atrofia muscular. Una contractura temporal en un músculo puede provocarse por un repentino golpe con la mano o durante la percusión con el martillo. El signo de algunas miopatías es la disminución del juego de la articulación producido por la contractura.
Sín
d r o m e s m u l t if o c a l e s
En todos los síndromes precedentes, al considerar los signos clínicos, se sospecha una lesión simple. Sin embargo, pueden darse casos en los que el animal presenta signos que refle jan dos o más síndromes, tales como cerebral y toracolumbar. Esto nos indica un síndrome multifocal, en el que son varios los puntos sobre los que asientan lesiones (cuadro 17.5.). Los síndromes multifocales se ven normalmente en animales que presentan enfermedades infecciosas del sistema nervioso, tales como moquillo, peritonitis infecciosa felina o micosis. Otro ejemplo corriente de síndrome multifocal es la mielomalacia difusa progresiva, secundaria a un prolapso discal. En esta alteración, un síndrome toracolumbar puede dar lugar a otro lumbosacro o cervicotorácico, según que la lesión ascienda o descienda por la médula. De la misma forma, los espasmos tetaniformes de la intoxicación por estricnina o del tétanos afectan a múltiples áreas del sistema nervioso. SÍNDROME PAROXÍSTICO
El síndrome paroxístico se refiere a un grupo de desórdenes de carácter esporádico que, normalmente, no presentan lesión orgánica en el sistema nervioso. Cada síndrome ofrece signos clínicos distintos y el animal está
normalmente alerta y responde sin déficits neurológicos en los periodos entre ataques.
A
t a q u e s
Los términos ataque, convulsión, o epilepsia son sinónimos de una disfunción cerebral, caracterizada por un comienzo súbito, una term inación espontánea y una tendencia a repetirse. Un ataque se denomina ictus. A veces, puede presentarse segundos antes del ataque una situación preictal, durante la cual, el animal aparece aprensivo, agitado, pudiendo huir del dueño. El periodo postictal es el intervalo durante el cual se recupera el animal. Se m anifiesta como una depresión, con disminución visual o sueño prolongado. Este periodo puede durar desde una hora hasta más de un día. Con excepción de las enfermedades que resultan de lesiones orgánicas en el cerebro, las causas de los ataques en animales, que se encuentran neurológicamente normales entre ataques, son, generalmente, idiopáticas (de causa desconocida, probablemente genética) o están asociadas a intoxicaciones (organofosforados, metales pesados), enfermedades metabólicas (hipoglucemia) o trastornos nutricionales ( deficiencia de tiamina en gatos). Esporádicamente, los ataques pueden observarse en animales jóvenes que sufren una alta carga parasitaria intestinal. La clasificación de los ataques ha dado lugar a controversias. Algunos ataques tienen signos localizados, tales como movimientos de cabeza o espasmos de los miembros, sin pérdida de conciencia. Otros pueden ser generalizados con pérdida de conciencia y rigidez de las extremidades, seguidos de movimientos de pedaleo, movimientos mandibulares, salivación, micción y defecación. Algunos anim ales pueden manifestar signos de morderse los flancos o la cola, mientras que otros lanzan bocados al aire ( Cazar moscas). Una forma de ataque en episodios se conoce con el nombre de epilepsia sicomotora. Esta forma paroxística se da con frecuencia en pe
277
Hay demencia, ataxia, debilidad, espasticidad e hipennetría
NO
SI ¿Hay signos de nervios Craneales?
NO
---------- t
SI
T
%t Enfermedad Neurológica difusa
NO ¿Hay déficit en miembros simétricos?
¿El caballo presenta ligera depresión, camina sin rumbo, ataques, delirio, ceguera con respuesta pu pilar normal y ligera debilidad?
SI
NO
Enfermedad cerebelar
SI 4--------
¿El caballo presenta hipermetría, temblores de intención, hi pertonicidad muscular y un déficit en su respuesta a la amenaza? i
Enfermedad del tronco del encéfalo
¿Hay déficit en miem bros simétricos?
Enfermedad Neurológica difusa
NO
NO %f
SI
Enfermedad cerebral
La lesión está debajo del Agujero Magno
NO f
¿El caballo presenta espasticidad, tetra paresia, ataxia, camina en círculos, signos de nervios craneales o marcada depresión? ¿Está en semicoma?
¿Están más afectados los miem bros anteriores que los posteriores? 1 NO ¿Están más afectados los miem bros posteriores que los anteriores? NO ¿Están normales los miembros anteriores y los posteriores medianamente afectados?
Síndrome cervical
SI
(C1C5)
SI
Síndrome Toracolumbar
SI
NO ¿Están los posteriores gravemente afectados?
SI
Lesión del plexo lumbosacro (L4-S3)
NO ¿El caballo presenta debilidad en la cola, atonía de vejiga de orina e hipo algesia perineal?
SI
Síndrome de la cola de caballo
Cuadro 175 Algoritmo del diagnóstico diferencial de los síndromes neurológicos en el caballo.
278
tros de razas grandes y se caracteriza por agresividad, histeria e ira. Los ataques debido a a epilepsia sicomotora son de varios minutos de duración con un periodo preictal y otro post ictal. D
e b il id a d p a s a j e r a
Este síndrome se caracteriza por ataques paroxísticos de debilidad y fatiga muscular ocasionados por el ejercicio. Cuando el animal está parado se mantiene neurológicamente normal. Con frecuencia, los episodios de debilidad son señal de enfermedad cardiopulmonar, neuromuscular o metabólica. Los signos característicos de miastenia grave son: debilidad después del ejercicio, salivación, caída de la mandíbula, disfagia, disfonía, regurgitación y disnea inspiratoria. Esta enfermedad se da en perros y gatos, tanto cachorros como adultos. Su diagnóstico se confirma por la mejora de los síntomas tras la administración de drogas colinérgicas. Los episodios de debilidad también se pueden presentar con hipoglucemia, hiperkalemia o hipokalemia. Por otra parte, tal como se ha citado más arriba, los trastornos pulmonares también pueden dar lugar a episodios de debilidad; entre los ejemplos de tales desórdenes se pueden citar las arritmias cardíacas, bloqueos de conducción, congestión cardíaca y filariosis. DOLOR El dolor es una sensación subjetiva, autónoma, que posee receptores propios y acompaña con mucha frecuencia a la enfermedad. Se experimenta en un punto cualquiera del organismo y los nervios sensitivos se encargan de transmitir al encéfalo (sensibilidad nocicep tiva). Desde el punto de vista clínico se puede considerar como un mecanismo defensivo que nos pone en guardia sobre la presencia de un proceso de tipo orgánico o funcional.
No apreciarlo (analgesia) o hacerlo de forma exagerada en relación a la cuantía del estímulo (hiperalgesia) es anormal. En veterinaria tiene menos valor como dato de tipo diagnóstico, aunque sí es cierto que se puede objetivar más que en medicina humana. Podemos realizar muchas clasificaciones del dolor en función de los criterios que utilicemos, así: —Según su origen, el dolor puede ser su perficial (cutáneo), profundo (visceral, es difuso y de localización poco clara, tiene efecto depresivo y puede ser diferido) y Central, el estímulo se origina a nivel del sistema nervioso central. —Por la calidad, puede ser Sordo, poco definido, poco intenso, pero continuo; Punzante, como un pinchazo, agudo y fuerte; Urente, irritativo (escozor), con sensación de calor o quemadura; Cólico, es un dolor intermitente, a golpes (retorti jones). —Por su presentación puede ser espontáneo o provocado. —Por la cantidad, intenso o ligero o leve. —Por el tiempo, puede ser corto, continuo, remitente, intermitente, nocturno, diurno... EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS DEL S. NERVIOSO A
n á l is is d e l l íq u i d o c e f a l o r r a q u íd e o
El líquido cefalorraquídeo (LCR) es un dializado de los plexos coroideos medio y lateral y se encuentra rellenando el espacio subaracnoideo. Su estudio constituye un procedimiento exploratorio complementario que permite el diagnóstico de muchas enfermedades del SNC, así como la exclusión de otros procesos.. No obstante, la normalidad de los parámetros del LCR no excluye una enfermedad neurológica. Pueden verse parámetros normales en lesiones extradurales, antes o después
279
de la enfermedad, cuandoel LCR está recogido demasiado lejos del lugar de la lesión y en neuropatías de los nervios periféricos. Para la obtención del LCR, la punción se realizará en la Cisterna Magna postoccipital o a nivel lumbar, entre la última vértebra lumbar y la primera sacra, o bien entre L4 y L5, después de anestesiar al animal o sedarlo profundamente (fig 17.6.).
En el caso de hacer la punción en la Cisterna Magna, se colocará la cabeza del animal en un ángulo de 90° en relación con el cuello y se introducirá la aguja, provista de mandril, per pendicularmente y bien hacia el centro para evitar alcanzar el seno venoso cervical, que discurre lateralmente. Una vez atravesado el ligamento cervical, que opone cierta resistencia y la duramadre que produce dolor, la aguja entra suavemente hasta que el LCR comienza a fluir. Las medidas de asepsia han de ser extremas. El LCR normal es claro, fluido, sin olor y presenta células mononucleares (menos de 20 cel/mm3). El contenido protéico es bajo (3070 mg/lOOml en el caballo y 1545 mg/lOOml) en el perro. La presión es inferior a 200 mm de solución ringer. Las modificaciones que puede presentar el LCR se muestran en el cuadro 17.6.
R a
d io g r a f ía s
Las radiografías simples de cráneo y columna vertebral son muy útiles para el diagnóstico de fracturas, subluxaciones, malformaciones, lesiones artríticas de las facetas articulares. En el cráneo podemos observar presión intracraneal aumentada con adelgazamiento de los huesos, líneas de sutura y fontanelas abiertas. Aspecto de cobre batido de la bóveda craneana, debido a la presión de las circunvalaciones. En la columna vertebral se pueden apreciar, fundamentalmente, fracturas, desplazamientos vertebrales, hernias... Angiografía
Figura 17.6. Puntos de punció n para la extracción del LCR.
Se utiliza fundamentalmente para la visualización de neoplasias (hemangiomas) o lesiones que ocupan el interior del cráneo. Se utiliza un medio de contraste yodado, inyectado por vía arterial (preferentemente en la carótida). Es una técnica complicada.
PARÁMETROS
RESULTADOS NORMALES
PROCESOS NO PIOGENOS
PROCESOS PIOGENOS
COLOR
Incoloro
Incoloro
Blancoamarillento
TRANSPARENCIA
+
±
Turbio con filamentos fibrinosos
CEL/MM3
025
30400
200600
TIPO CÉLULAS
Linfocitos 95%
Linfos 70% Monocitos ± Neutrófilos±
Granulocitos Neutrófilos+++
PROTEÍNAS
1570 mg%
PRESIÓN
< 200 mm
2001000 > 200 mm
> 200 mm
Cuadro 17.6. D iagn óstico diferencial entre procesos inflamatorios no piogénos del SNC por análisis del LCR.
Venografía
La venografía del seno cavernoso de la base del cerebro es una técnica sencilla en el perro y en el caballo. Se inyectan 510 mi de iothalamato de meglumine en la vena angular del ojo (comisura medial del ojo) mientras se comprimen las venas yugulares; el líquido llena el seno cavernoso y se realiza la radiografía inmediatamente. La venografía es muy útil para detectar hemorragias y tumores en esta región. Ventriculografía
Se utiliza cuando se sospecha de hidrocefalia o de tumores que pueden deformar los ventrículos laterales. Para llevarla a cabo se inyecta aire, bien por vía cistemal o bien directamente a los ventrículos a través de un pequeño orificio practicado en la bóveda craneana. El paso de aire a los ventrículos a partir de la inoculación intracistemal puede verse dificul-
tado por oclusión del acueducto de Silvio que con frecuencia está cerrado cuando una lesión expansiva comprime el mesencéfalo. Mielografía
La mielografía es muy útil para descubrir puntos de compresión medular por una luxación, fractura vertebral, hernia discal o tumoración). La técnica consiste en extraer una pequeña cantidad de LCR, por punción cistemal o lumbar e inyectar el medio de contraste no iónico (metrizamide, iopamidol, iohexol), a continuación se sube o baja la cabeza del animal, en función de la vía elegida para que el líquido se difunda perfectamente bien por todo el espacio subaracnoideo y se toman varias radiografías a intervalos, a lo largo de la médula. La realización de una mielografía no está exenta de riesgos, por lo que hay que tomar grandes precauciones, sobre todo cuando se sospecha que la médula puede haber experi-
281
mentado ya algún cambio patológico; pueden presentarse efectos secundarios, tales como ataxias, convulsiones, meningitis supurativas e incluso la muerte.
El
e c t r o e n c e f a l o g r a f I a
El electroencefalograma (EEG) permite medir la actividad eléctrica de la corteza cere bral; se ha utilizado satisfactoriamente para diagnosticar lesiones de la corteza cerebral en animales con una historia de demencia (ataques, estupor, caminar sin rumbo). También perm ite diagnosticar y localizar abscesos, meningitis o tumores.
E l e c t r o m io g r a f ía y v e l o c id a d d e c o n d u c c i ó n
NERVIOSA
La electromiografía es el registro gráfico de la actividad eléctrica muscular en reposo o en contracción. La velocidad de conducción nerviosa es el registro de la actividad eléctrica del músculo después de la estimulación del nervio que lo inerva. La combinación de ambas técnicas, tal como se ha indicado en otro capítulo, permite diferenciar una lesión muscular de otra neurológica, así como el evaluar la NMI, localizar las lesiones y conocer el grado de las mismas.
T o m o g r a f ía A x i a l
C o m p u t e r i z a d a (T A C )
La aparición de la TAC ha supuesto un tremendo avance en el diagnóstico de las alteraciones neurológicas, que ha eliminado prácticamente a otras técnicas (ventriculografía), ya que se trata de un procedimiento diagnóstico incruento de gran resolución. La TAC permite diagnosticar neoplasias, cerebrales, hidrocefalias, abscesos y hemorragias. Pueden utilizarse, o no, medios de contraste yodados y las imágenes computerizadas aparecen como los cortes transversales o dorsa-
les que se hacen tras la necropsia sobre un cerebro fijado, de manera que estudiando todos los cortes seguidos podemos hacemos una idea exacta del tamaño y extensión de la lesión en cuestión. En la actualidad, el factor limitante para la realización de TAC es el coste del aparato lo que limita su uso a grandes centros hospitalarios. SISTEMA NEUROVEGETATIVO El sistema nervioso vegetativo (SNV) se encarga de la regulación de las funciones vitales, tales como digestión, respiración, metabolismo, secreción, temperatura corporal, equilibrio hídrico, es decir, de aquellos procesos que, en general, evolucionan independientemente de la voluntad y aún de la conciencia; de ahí que reciba también el nombre de sistema nervioso autónomo. En la regulación y coordinación de las funciones vegetativas, el SNV cuenta con la colaboración del sistema endocrino. Aunque el SNV constituye una unidad, podemos dividirlos en dos partes funcionalmente distintas, cuya acción sobre los distintos órganos es antagónica: el simpático y el parasimpático En la exploración clínica se busca el conocer que sistema predomina en detrimento del otro, teniendo en cuenta que el organismo está generalmente sometido a la influencia de cada uno de ellos con una alternancia rítmica. Durante el sueño predomina el parasimpático, mientras que en la vigilia lo hace el simpático. Las acciones que presentan los dos sistemas son las siguientes: Simpaticotonía
Parasimpaticotonia
Midriasis y exoftalmos Hiposecreción lacrimal Saliva escasa y mucosa Dilatación esofágica Broncodilatación Taquicardia
Miosis y enoftalmos Lacrimeo Saliva abunda nte y fluida Constricción esófago Broncoestenosis Bradicardia
Dilatación coronarias Hipotonía digestiva Hiposecrción d igestiv a Disminución diuresis Vasoconstricción periférica Hipertermia
Constricción coronarias Hipertonía digestiva Hipersecreción digestiva Aum ento diuresis Vasodilatación periférica Hipotermia
Lo más frecuente es encontrar alteraciones parciales y estados de inestabilidad o labilidad vegetativa (distonías) con tendencia al predominio de uno u otro.
Cuando el predominio no está excesivamente claro puede recurrirse a la realización de pruebas funcionales de tipo farmacológico, observando la reacción del individuo tras la inyección de sustancias simpaticomiméticas líticas o parasimpaticomiméticaslíticas. En este tipo de pruebas hay que guardar ciertas precauciones, ya que los animales enfermos pueden reaccionar de forma exagerada tras la administración de este tipo de fármacos.
BIBLIOGRAFIA BANAL C. et al. (1993). Exploration fonctionnelle de la respiration chez le veau. Revue Med. Vet. 144, (3) 175182. BARTHEZ P. et BEGON D. (1989). Examen radiographique de l 'appareil urinaire. Rec. Med. Vet. 165, (2), 97105. BARTHEZ P. (1990). Les produits de con traste en radiologie véterinaire. Le Point Vet. 21, (126), 5157. BATTAGLIA R.A. y MAYROSE V.B. (1987). Técnicas de manejo para ganado y aves de corral. Ed. Limusa S.A. México D.F. BENJAMIN M.M. (1989). Manual de Patolo gía Clínica en Veterinaria. Ed. Limusa. México D.F. BOURDEAU P. (1988). Pathologie des tortues. Le Point Vet. 20, (117, 118, 1119) BRAUND K.G. (1985). Localizating lesions using neurologic syndromes. Vet. Med. 80. (7,8 9). BRAUND K.G. (1986). VeterinaryNeurology. Ed. Williams and Wilkins, Baltimore USA. BOUVERYI. (1986). Skiascopia en caballos. Información Veterinaria. Ed. Con. Gen. Col. Vet. España. CADORE J.L. (1991). Renseignemetsfournis par l'examen physique de Vappareil respiratoire. Le Point Vet. 23, (123), 3337 CADORE J.L. CREPINF. (1992). Semiologie de Vappareil respiratoire du cheval. Le Point Vet. 24, (146147). CLIMENT S. (1971). Apuntes Cátedra Ana tomía y Embriología. Facultad de Veterina ria Zaragoza. COTARD J.P. (1989). Troublesneurologiques de la miction chez le chien et le chat. Le Poin Vet. 21, (121), 1929.
CHANDLER et al., (1990). Medicina y tera péutica caninas. Ed. Acribia. Zaragoza. CHRISMAN S.L. (1986). Problemas neurológicos enpequeñas especies. Cia. Ed. Continental S.A. México D.F. DENOIX J.M. (1992). Les testsde mobilisation dans le diagnostic des boiteries chez le cheval. Le Point vet. 23 (142), 2944 DENOIX J.M. (1992). Approchesémiologique des boiteries chez le cheval: premieres étapes. Le Point Vet., 23 (142), 1527. DESBROSSE A.M. (1989). L 'examen clinique de l'oeil. Rec. Med. Vet. 165, (3), 187198. DUHANTOIS B et BARREAU P. (1991). Le syndrome de la queu de cheval. Prac. Med. et Chir. Anim. Comp. 26, (2), 8597. FENNER W.R. (1989) Medicina Veterinaria de perros y gatos. Ed. Limusa S.A., México D.F. GOMEZ PIQUER J. Y COL. (1992). Manual práctico de análisis clínicos en veterinaria. Mira Ed. S.A. Zaragoza. GORDON B.J. and DOUGLAS A. Jr. (1988). Colic management in the horse. Ed. Veterinary Medicine Publishing Co. Kansas U.S.A. GUNTHER M. (1981). Diagnóstico clínico veterinario. Ed. Acribia Zaragoza Hunt j. (1987). Rectal examination o f the equine gastrointestinal trac. In Practice 9, (5), 171177. JAKSCH W. Y GLAWISCHING E. (1978). Propedéutica clínica de las enfermedades internas y de la piel de los animales domés ticos. Ed. Acribia Zaragoza. JEGOU J.P. et MAROT O. (1989). L'oeil rouge chez les carnivores domestiques. Rec Med. Vet. 165, (3), 281288. 285