Los orígenes de los grados y Rituales Rituales simbólicos, simbólicos, (El anverso y reverso de la historia) parte ultima La masonería operativa en el Gran Oriente de Francia Las ignorancias y las incertidumbres son los obstáculos principales contra los cuales chocan los investigadores inclinados a trabajar sobre la historia de la Francmasonería, de ahí las singulares complacencias que se permiten tanto los supuestos historiadores obstinados en camuflarse detrás una sucesión de leyendas religiosamente repetidas desde hace dos siglos, mitad leyendas operativas, y como no también; templaria, salomoninense, rosacrucista, o porque no hasta hermetista etc. Y ello ello a pesa pesarr de la exist existen enci cia a de algu alguno noss pres presio ione nes, s, el resto resto es bast bastan ante te indeterminado, al menos en lo que respecta al origen de la Orden Masónica, lo cual nos conduce a colocarnos ante demasiadas propuestas del tipo de; “parece que”. Cuando la Masonería especulativa se organiza en Londres en 1717. Ella se titula, y se muestra como la hija de la masonería operativa. En realidad, ella sucedió a una Masonería “aceptada” que se creó como tal, a partir del final del siglo XVI por admisión en las hermandades de masones ha personajes ajenos al oficio, a los cuales se designó en la segunda mitad del siglo XVI bajo el término de “Masones aceptados”. Es cierto que las Logias, ya que había Logias en la sociedad, incorporaron de buen grado el hecho de tener un protector, de forma preferente un noble, y a un clérigo, este era el encargado del trabajo administrativo que exigía toda la gestión de la obra, ya que los obreros eran prácticamente todos ellos analfabetos, y a veces, por tanto, era bienv bienven enid ido o un cape capellllán án para para estas estas labo labore res; s; aunq aunque ue lueg luego o más más tarde tarde todo todoss los los proveedores girarían en torno a la empresa, al oficio. Este proceso tomó como punto de referencia de su nacimiento Escocia, pero mientras que en este país los masones aceptados sólo formaron una pequeña minoría durante el siglo XVII, Inglaterra vive muy al contrario todo este proceso con una eclosión de Logias estrictamen estrictamente te “aceptadas” “aceptadas” ya desde de los primeros primeros años, es decir que no va a incluir a ningún obrero del oficio en dichas logias, según se atestigua partir del segundo cuarto de siglo de 1600, certificado por documentos incuestionables. Es un hecho, que no por ello dejaban de cohabitar este tipo de talleres con los, semi operativos, o semi “aceptados” que veían, poco a poco desaparecer, de entre su personal a los profesionales, en parte debido a la disminución de las grandes obras de carácter religioso o feudales, lo que hizo que se fueran transformando, con algunas excepciones, excepciones, en Logias Logias especulativas especulativas entre entre 1700 y 1730. A partir de tal cuestión cuestión se plantea la siguiente pregunta: ¿Qué justificación aporta al hecho de ver hombres ajenos al oficio se integraran en agrupaciones profesionales, o de Logias, incluso no teniendo nunca el apoyo del oficio?
Los documentos por su contenido, confrontados con el clima intelectual de la época no respond responden en la pregunt pregunta, a, aunque aunque sugieren sugieren o expone exponen n explic explicaci acione oness probable probablemen mente te bastante exactas. A este respecto existen cuatro clases de documentos, rigurosamente autentificados. En primer lugar los manuscritos que, alrededor de unos 150, informan de las reglas, condiciones y normas que presidían la vida de las cofradías de masones operativos. Este término será más tarde recogido en el vocabulario masónico, de finales del siglo XVIII. Tales manuscritos se extienden a lo largo del siglo XV, hasta principios del siglo XVIII, de entre todos ellos sacará la Gran Logia Unida de Inglaterra sus famosos y sacrosantos “Landmarks”. Luego están las “Minutes” que recogen las Actas de las tres Grandes Logias, la Madre Logia de Kilwining 1598, la Gran Logia de Edimburgo de 1696, cuyos anales llegan hasta nuestros días, de forma ininterrumpida; y la Gran Logia Inglaterra de 1723 que llega tras varias transformaciones al día de hoy, a lo cual se debe añadirse los diferentes archivos de numerosas y variadas Logias que vienen siendo aportados desde principios del siglo XVIII. A esto, siguen las obras conocidas bajo el nombre de “Divulgations”, que pretenden revel revelar ar los los secre secreto toss masón masónic icos. os. Muy Muy a menu menudo do de carác carácte terr libel libelis ista ta,, los los cual cuales es contienen, casi siempre tienen tienen una crítica en su contenido. Y finalmente están de por medio, toda la serie de rituales, y manuscritos, que se cuentan por centenares, en el período que va de los años; 1750, fecha de su aparición, hasta 1800, incluidas la exégesis que a menudo revelan liturgias aberrantes. Nunca se han aclarado bien los móviles profundos que, a finales de junio de 1717, impulsaron, a algunos miembros de cuatro Logias de Londres, a constituir la Gran Logia de Londres y que posteriormente se transformará en la Gran Logia de Inglaterra. Se ignora por ejemplo el excepto origen de estos talleres, sabemos que la existencia de una data de 1696, de las otras se sabe que se iniciaron después de 1700, y eran solamente solamente “aceptadas”, “aceptadas”, como así lo demuestran las “minutes” “minutes” de las Actas de la Gran Logia de Inglaterra que se reproducen un cuadro en 1723. Tres de entre ellas, su membrecía se componían fundamentalmente de artesanos y comerciantes, ninguno de los cuales tenían derechos, ya que detrás de su nombre no aparecía la mención “Esquire”, orientativo de un nivel social que tenían sobre el común. Por contra la cuarta logia contenía en su haber 2 duques, 3 condes, un marqués, tres Lores, un barón, a cuatro caballeros militares de alto rango, varios ministros religiosos, y 24 “Esquires”, entre ellos a George Payne, Desaguliers y Anderson que no figuraban antes en ningún otro lugar al menos antes de esta fecha. Entre todos ellos había numerosos científicos, miembros de la Royal Society, sociedad donde tenía y sentaba su cátedra Newton..
Los documentos por su contenido, confrontados con el clima intelectual de la época no respond responden en la pregunt pregunta, a, aunque aunque sugieren sugieren o expone exponen n explic explicaci acione oness probable probablemen mente te bastante exactas. A este respecto existen cuatro clases de documentos, rigurosamente autentificados. En primer lugar los manuscritos que, alrededor de unos 150, informan de las reglas, condiciones y normas que presidían la vida de las cofradías de masones operativos. Este término será más tarde recogido en el vocabulario masónico, de finales del siglo XVIII. Tales manuscritos se extienden a lo largo del siglo XV, hasta principios del siglo XVIII, de entre todos ellos sacará la Gran Logia Unida de Inglaterra sus famosos y sacrosantos “Landmarks”. Luego están las “Minutes” que recogen las Actas de las tres Grandes Logias, la Madre Logia de Kilwining 1598, la Gran Logia de Edimburgo de 1696, cuyos anales llegan hasta nuestros días, de forma ininterrumpida; y la Gran Logia Inglaterra de 1723 que llega tras varias transformaciones al día de hoy, a lo cual se debe añadirse los diferentes archivos de numerosas y variadas Logias que vienen siendo aportados desde principios del siglo XVIII. A esto, siguen las obras conocidas bajo el nombre de “Divulgations”, que pretenden revel revelar ar los los secre secreto toss masón masónic icos. os. Muy Muy a menu menudo do de carác carácte terr libel libelis ista ta,, los los cual cuales es contienen, casi siempre tienen tienen una crítica en su contenido. Y finalmente están de por medio, toda la serie de rituales, y manuscritos, que se cuentan por centenares, en el período que va de los años; 1750, fecha de su aparición, hasta 1800, incluidas la exégesis que a menudo revelan liturgias aberrantes. Nunca se han aclarado bien los móviles profundos que, a finales de junio de 1717, impulsaron, a algunos miembros de cuatro Logias de Londres, a constituir la Gran Logia de Londres y que posteriormente se transformará en la Gran Logia de Inglaterra. Se ignora por ejemplo el excepto origen de estos talleres, sabemos que la existencia de una data de 1696, de las otras se sabe que se iniciaron después de 1700, y eran solamente solamente “aceptadas”, “aceptadas”, como así lo demuestran las “minutes” “minutes” de las Actas de la Gran Logia de Inglaterra que se reproducen un cuadro en 1723. Tres de entre ellas, su membrecía se componían fundamentalmente de artesanos y comerciantes, ninguno de los cuales tenían derechos, ya que detrás de su nombre no aparecía la mención “Esquire”, orientativo de un nivel social que tenían sobre el común. Por contra la cuarta logia contenía en su haber 2 duques, 3 condes, un marqués, tres Lores, un barón, a cuatro caballeros militares de alto rango, varios ministros religiosos, y 24 “Esquires”, entre ellos a George Payne, Desaguliers y Anderson que no figuraban antes en ningún otro lugar al menos antes de esta fecha. Entre todos ellos había numerosos científicos, miembros de la Royal Society, sociedad donde tenía y sentaba su cátedra Newton..
¿Quién nos puede decir por qué razón a todos estos nobles personajes se asociaron con “gentes modestas” sin que este término tenga nada de peyorativo, y por qué, para ello, utilizaron la vía aún tan modesta como era obra de los humildes canteros? ¿Y por qué 1717? Quizá fue con el fin de evitar una confusión que corría el riesgo de instalarse debido al número creciente de Logias que se extendían sobre todo en Inglaterra. O “ser el Centro de la unión” así como lo escribiría algunos años más tarde, el Pastor Anderson, bajo la dirección de Payne y Désaguliers, lo que respondía a una necesidad latente de sociabilidad después de las tormentas que sacudieron al país durante varias décadas7 O el deseo de dotar de una doctrina doctrina a estos grupúsculos grupúsculos prácticamente prácticamente aislados, aislados, pero que se reclamaban de una misma identidad al amparo de un secreto ilusorio e inexis inexisten tente te y que se reunían reunían para para banquet banquetear ear partici participan pando do así del impres impresion ionant ante e entusiasmo general que conoció un tiempo ideal para las sociedades de gourmets, y un tanto báquicas. O descubrir este secreto no especificado venido del muy borroso pasado, y susceptible de vincul vincular ar los espíri espíritus tus a certeza certezass asegura aseguradora doras. s. En tanto tanto que eran cientí científic ficos, os, miembros de la Logia “au Gobelet et au Raisin”, sujeta a una determinada forma de disciplina disciplina científica científica que les conduciría conduciría necesariamen necesariamente te a centralizar, centralizar, organizar, dirigir. Pero el enigma sigue siendo estando presente y entero. En cualquier caso, la Gran Logia de Inglaterra se extendió muy rápidamente en todo el Reino, en base a la creación de nuevas Logias, bien porque reuniera aquellas logias las dispersas si es que las hubo. En todo caso en ese tiempo concluía la vida de la moribunda Gran Logia de York, operativa. Parece que Francia fue el primer país que debió beneficiarse de la nueva moda. Fue en primer lugar de reubicación de los Estuardistas, y de los escoceses camino del exilio. Segú Según n la memo memori ria a de Lala Laland nde, e, por por much mucho o tiem tiempo po teni tenido do por sospe sospech chos oso, o, pero pero rehabilitado por el investigador Pierre Chevalier que tras recientes investigaciones, viene a decirnos que cuatro masones ingleses, partidarios de Carlos-Edouard Stuart, conocidos y bien identificados constituyeron una logia en París, en 1725, o en 1726, bajo el nombre de Saint-Thomas, en honor a Thomas Beckett. Charles Radclyffe, futuro cond conde e de Derw Derwent entwa wate terr en 1731, 1731, se conv convert ertir irá á en Gran Gran Maes Maestr tro o de las las Logi Logias as francesas,fue probablemente el animador y el Maestro de Logia. Nunca se ha sabido dónde se había recibido masón, ni incluso si lo hubiera sido. Se dejó entender que Ramsay le habría dado esta calidad. Ahora bien, éste fue admitido en marzo de 1731 en la logia Horn de Londres, y Radclyffe que había nacido en 1693 había dejado Inglaterra en 1716. En cuanto a Maclean, también Grande Maestro, después del duque de Wharton (1728 a 1731) - y antes de Derwentwater que lo fue en 1736, había nacido en Calais, residió en Edimburgo hasta 1721, luego en París de 1721 a 1726, y vuelta a Escocia en 1726 a 1728, y volviendo a entrar en Francia donde
sirvió en el seno del ejército francés. Por tanto no se sabe dónde se había recibido como masón. La implantación de la Masonería fue por tanto en Francia una labor lenta que se desarrolló en el curso de los años que siguieron a la creación de la Logia de Saint Thomas. Y su desarrollo sigue siendo siempre muy confuso. Si nos atenemos a los documentos auténticos, veremos que nacieron dos nuevas Logias, una en 1729, las Arts Sainte-Marguerite, y otra en 1730. Según el Registro del Gran Logia de Inglaterra, del 17 de marzo 1731 y fue constituida regularmente el 3 de abril de 1732, bajo el número 90 y el nombre “The King' s Head” butcher de Row AT París lo que se puede traducir en « à l'enseigne du Roi » rue de la Boucherie. En la Logia Saint Thomas se puede encontrar a Louis d´Argent o en la Saint-Thomas n° 2, ya que procedía de una enjambrazón de la primera logia del mismo nombre, o también “Au Louis d´Argent”, del hecho King's Head et Louis d'Argent de hecho extraen su identidad de la moneda en curso en aquella época, que llevaba grabada la efigie del Rey de Francia. Luego vienen la Logia Duque de Richmond, en la cual se sabe que trabajaba en 1734, o en París, o a Aubigny-sur-Nère en el berri de Louise de Keroualle, duquesa de Portsmouth, lugar donde recibió a Desaguliers, Montesquieu y algunos otros en 1735 la logia de Bussy-Aumont, en 1736 la logia Constos-Villeroy que toma el nombre de su dos sucesivos Venerables. En cuanto a las provincias, encontramos logias en Burdeos 1732, en Valenciennes 1733, en Metz 1735, etc. Según se desprende del cuadro de las Logias del Reino de Francia redactado el 6 de noviembre de 1744, había en dicha fecha y desde 1726 unas 20 Logias en París, 19 en provincias y, bastante sorprendente, 5 Logias militares, lo que representa 44 en total. Es a partir de este momento el embrión de que lo que debía convertirse la nueva Orden Masónica en Francia. No se puede decir cuándo se constituyó la primera Gran Logia de Francia. El documento más antiguo conocido data de 1705 y lo menciona con este título: “Normas y deberes de la orden de los Francmasones del Reino de Francia.” En cuyo documento Mac Lean es calificado de “el presente Gran Maestro de la muy Honorable Fraternidad de los Francmasones del Reino de Francia” y su antecesor, el duque de Wharton “Gran Maestro de las Logias del Reino de Francia”. En el texto se da poder al Barón Scheffer de constituir Logias en Suecia indica “… que estas subordinaran a la Gran Logia de Francia”, procede recordar que cuando se armen “en Gran Logia, sólo con la reunión de los oficiales maestros y los Vigilantes de las Logias de París bajo la Presidencia del Gran Maestro. Ahora bien, ni los Reglamentos de 1743, ni las Constituciones concedidas a la Logia de Lodève en 1744, ni los estatutos de 1745 elaborados por la Logia San Juan de Jerusalén de París, ni tampoco los de 1755 mencionan ninguna Gran Logia de Francia al menos como una directora autoridad suprema. Las Logias, en casi toda su totalidad, y sobre todo las de provincias, se colocaban ellas mismas bajo la obediencia de un
Gran Maestro al que solicitaban la protección y más aún la garantía de regularidad, criterio principal en la época. Esta tendencia se generalizó a partir de 1743, después de que el conde de Clermont accediera a la Gran Maestría. Es en base a su instigación cuando se estableció “el segundo día de la primera semana del tercer mes del año de la Luz 5747 de la era vulgar 1747” con este documento se quería consagrar la hegemonía de un organismo central director del conjunto de las Logias del Reino de Francia, y el cual parece haberse escapado a la sagacidad de los investigadores. “Reglamentos de la Muy Respetable de la Gran Logia de Francia, elaborados para todas las Logias regulares del Reino, bajo los auspicios del Muy Serenísimo Hermano, Louis de Bourbon, conde de Clermont, Gran Maître del Orden en Francia”. Es un manuscrito de 15 páginas que contienen 121 artículos numerados de 1 a 121, y que concluye con por las siguientes menciones: “Deliberado resuelto y detenido (sic) (a) el T.R Logia de Francia constituida regularmente el segundo día.” Copia cotejada (sic) por nosotros el Secretario General, sobre el original, por mandato, firmado por Labadie. Extraído sobre la copia enviada a la Logia de la Douce Egalité de l´orient davignon
No se sabe nada de la Logia Douce Egalité sin embargo sí que está certificada por dos otros documentos- Labadie (o Labbady, o Labady) Maestro de la Logia Escocesa de Salomón, personaje conocido y removido, que será sustituto por la provincia por el Secretario General de la Gran Logia de Francia: Zambault en 1765. No se podría, con esta simple información, fijar una fecha precisa de esta copia. El texto de 1747 es importante en el sentido de que determina por primera vez un procedimiento destinado a contabilizar el conjunto de las Logias del Reino y sus miembros, y el hecho de darles “…Constituciones y Reglamentos Generales para establecer la uniformidad del Trabajo” a cargo de una Gran Logia, que debe reflejar el Cuadro General de la Obediencia y de sus componentes. Más todo ello aporta una serie de medidas que fijan minuciosamente el funcionamiento de las Logias, los informes que podían tener entre ellas, así como con la Gran Logia, las condiciones de su regularidad y la de los masones. A través de diversos artículos se comenta la formación de un embrión de un Secretariado administrativo con seis inspectores que circulaban por toda Francia, y costeados sus gastos como tesorero, secretario etc. El texto de 1747 no tiene nada de común en su redacción con los de 1755 y 1760, ni sus principales disposiciones; estos dos últimos estatutos parecen ignorar que haya habido una Gran Logia de Francia. Será necesario esperar al 19 de mayo de 1763 para
que se cree el primer sello, al mismo tiempo que los nuevos estatutos que institucionalizarán la Gran Logia de Francia. Lo que no impedirá que, hasta el momento en que el Gran Oriente le sucede, que se instalará el 12 de agosto 1774 en alquiler en los locales del Noviciado de los Jesuitas, no poseerá Secretariado permanente ni cualquier lugar para sus archivos. Las reuniones se hacían al domicilio de los miembros que quisieran dar asilo a la estructura. Aunque esta masonería haya venido de Inglaterra, en ningún momento la masonería francesa conoció una Gran Logia inglesa de Francia, es decir, una Gran Logia Provincial de Francia bajo la dependencia de la Gran Logia de Inglaterra. Otra comprobación, y un tanto extraña, es que en ninguna parte, en la sucesión de estatutos y Reglamentos no se encuentra el menor artículo por el cual se establezca a esta Orden Masónica el hecho de darle un objetivo o una finalidad. Todos los textos sólo tienen por objeto fijar las condiciones de regularidad administrativa de las Logias y de sus miembros. Incluso los “estatutos de la Orden Real de la Masonería en Francia” ni en el primer acto legislativo del Gran Oriente de Francia en 1773, ni los de 1777, y de 1787 de la segunda Grande Logia de la Francia dicha de Clermont, disidencia del Gran Oriente, ocurrida a consecuencia de la supresión por este último de la inamovilidad de los Maestros de Logia, ni los textos de éste de 1806, describen una vocación de la Francmasonería. Quizá satisfechos con lo que decía el Libro de las Constituciones de Anderson, que por otra parte no parece que haya preocupado a muchos.[ He de recodar en este punto que las Constituciones de Anderson apenas si fueron manejadas hasta mediados del siglo XIX, ver pots sobre Anderson] Por esta razón, en 1776, una circular del Gran Oriente declaraba “el objetivo que perseguimos consiste en expedir entre nuestros prosélitos una comunicación activa del sentimiento de fraternidad y ayuda de todas las clases, y hacer revivir las virtudes sociales, para recordar las prácticas, y por fin por hacer nuestra asociación útil a cada uno de los individuos que la componen, y útil a la Humanidad misma”. Con todo, sólo en 1826 en un texto estatutario se precisará oficialmente la finalidad del Orden: “De la Constitución, arte. 1Er. El Orden de los Francmasones tiene por objeto el ejercicio de la beneficencia, el estudio de la moral universal, Ciencias y Artes, y la práctica de todas las virtudes.» ¿Eso quiere decir que durante un siglo las Logias funcionaban sobre el vacío? Las actas que dan cuenta de la actividad de los talleres y de la obediencia hacen justicia de este temor. La solidaridad, el respeto de los hermanos en la necesidad podemos decir que fue real y los actos de beneficencia se extendieron rápidamente en favor de los pobres y desheredados. Con la evolución de los rituales, la recitación de los catecismos se
introducirá la afirmación de las normas morales que todos los masones que se obligarían a cumplir al menos teóricamente. Por el contrario no resulta claro en el sentido masónico moderno de este la tipología de los Trabajos. De tarde en tarde, se encuentran algunas raras recepciones de los hermanos Oradores que requieren un deseo de reflexión sin que ello levante ninguna respuesta. Todo, al contrario, el reloj que la vida profana no perdía ninguno de sus atributos en la logia. ¿Y entonces se plantea la siguiente cuestión sobre la naturaleza del mensaje que la Masonería establecía para los hombres, el cual por otra parte era capaz de atraerlos, cualquiera que fuera su condición, para hacerlos francmasones? Esto que nos lleva muy lejos en el tiempo. Las Hermandades del oficio existieron a partir de la alta Edad Media, encargadas organizar la profesión, y de proteger a sus miembros y ayudarlos cuando la necesidad se hacía sentir. Los Constructores dejaron numerosos rastros, algunos los cuales se remontan hasta el siglo XI. Desde mediados del siglo XIV hasta el principio del siglo XVIII es posible seguir su notable evolución de forma casi ininterrumpida. Ninguna justificación permite decir, que la leyenda que se ha constituido en un tópico, todo este desarrollo descienda de los Collegia Romanos, o más tarde de los Maestros Comacinos, filiación refutada por aquél que incluso la había avanzado en su momento. Sólo se trata de asociaciones británicas vinculadas, incluso superficialmente a la masonería especulativa. No hay ningún rastro en la Francia de algo que pueda asemejar a lo que ocurrió al otro lado del Canal. La Hermandad de los Canteros y de los masones de Estrasburgo, el Steinmezten, no han dejado de llamar la atención. Agrupaba a los trabajadores de la parte occidental de los territorios alemanes y dejó en 1459 una carta denominada de Ratisbona, que regulaba los informes de los miembros de la Asociación en el ejercicio de su profesión, tanto entre ellos como entre estos y sus empleadores. Una modificación introducida en 1628 permitía “a los hombres piadosos” pudieran integrarse en los trabajos. No se sabe más nada de sobre la actividad interna de la Asociación. Las obras fueran estas religiosas o civiles, eran muy importantes y el número de obreros por tanto en algunas ocasiones era también muy a menudo considerable. Cuatro eran las categorías de trabajadores, estaban los encargados de desarrollarlas, los jornaleros, los aprendices, los aprendices “aceptados”, y los compañeros; todos ellos bajo la dirección de un Maestro la obra, que designaba a uno o a dos Vigilantes para asistirlo. Este sistema sólo se estableció firmemente hacia finales del siglo XVI. Cada obra instalaba una “ Logia” que servía al mismo tiempo de taller, aunque las piedras eran cortadas en el lugar de su extracción, esta logia servía a la vez de refectorio y de “club”, y en cuyo seno se discutían los acontecimientos del día, y en ella cada uno recibía las
instrucciones relativas a su tarea. La Logia constituía de este modo una unidad con sus propias normas establecidas mediante concierto entre el encargado de la obra, y el capítulo, o el promotor que había hecho el pedido. A menudo se cambiaba de una obra a otra, aunque había obligación de terminar la que se había emprendido. Pero la falta de dinero paraba frecuentemente los trabajos, implicando con ello el aplazamiento de la obra, y la dispersión parcial de los miembros de la Logia. Esta vida colectiva y estos acontecimientos implicaba, la ayuda mutua mutua que los obreros establecían, como la prescripción hecha de enseñar al menos hábil, lo cual suscitaba sentimientos de solidaridad, rápidamente transformados en verdadera fraternidad. Hábitos que se instauraban y que tenían fuerza de ley, relativamente uniformes, pero diferentes en detalles. Regulaban el uso y la posesión de las herramientas, las condiciones de trabajo, las ventajas en especie asignadas como complemento al salario. Los jornaleros, tomados in situ y casi siempre vía requerimiento, permanecían fuera de la Logia. Los aprendices, bajo contrato, sufrían un período de pruebas al final del cual o se rechazaban y por tanto se volvían jornaleros, o eran admitidos pero siempre como aprendices, esta admisión por la que debían pagar era concretizada por una recepción. Era una ceremonia muy simple, y tenía lugar a puerta-cerrada y celebrada por el Maestro de Logia delante de los Compañeros y los Aprendices anteriormente recibidos en asamblea. La ceremonia comportaba primero la lectura de las normas que regulaban el oficio, luego la prestación del juramento que obligaba el aprendiz “registrado” o “aceptado” al secreto más absoluto, la comunicación de una “palabra”, la “palabra del masón”, que se murmuraba a continuación entre los presentes, se daban las señales de reconocimiento, y para terminar se realizaba un banquete. Algunos textos dejan entrever que antes o durante esta comida, se procedía a alguna clase de “novatada” que sufría nuevo aprendiz admitido. Todo ello duró entre los operativos hasta el año de 1710 en que se acusó a Desaguliers haberlo suprimido, por incompatible con la dignidad de los personajes “aceptados”. El manuscrito n° 1 a la Gran Logia de Inglaterra, datado de 1583 expresa el procedimiento del juramento: «... uno del ancianos tiene el Libro, y se presta la obligación colocando sus manos encima, y se leen los preceptos”. No se precisa cual es el Libro en cuestión. El término sigue siendo pues ambiguo y persiste una duda sobre su identidad, pudiera tratarse de la Biblia o el Reglamento de la profesión, pero lo más probablemente es que fuera este último. La primera referencia indudable sobre la presencia de Biblia en le desarrollo de la “Obligación” figura un siglo más tarde, en 1685, en el manuscrito Colne n° 1. En ninguna otra parte, ni en las más antiguas actas de la Gran Logia de Edimburgo que se remontan a 1598, ni contienen tal cosa las actas de la Logia Saint Mary' s Chapel de 1599, ni los de la Madre Logia de Kilwining n° 0, de 1642, en ninguna de ellas se indica que haya una Biblia entre el material de la Logia. Esto confirmado además está por los
textos más recientes de las Logias que siguieron siendo operativas como Aldwick 1701, o Swalwell 1725, etc. La primera mención observada de la compra de una Biblia, y acompañada de dos recopilaciones de canciones, figura en una orden otorgada en 1766 por la Madre Logia de Kilwining, aunque la propuesta había sido hecha en 1726, 1744, 1749, y había permanecido como tal sin consecuencia alguna. Prichard indica en su “divulgación de 1730”, su empleo, que generalizará en los años 1750 - 1760. En Francia, muy a menudo la biblia fue sustituida por los Evangelios. . La divulgación “Recueil Précieux de la maçonnerie adonhiramite” de Guillemain Saint Victor, 1781, indica que “…. el juramento era pronunciado con la mano derecha sobre el Evangelio” mientras que un manuscrito del finales del siglo XVIII, lo da como hecho “… sobre los santos Evangelios”. El Gran Oriente en los Rituales del Rito Francés en 1782 establece que se presta la obligación sobre el Libro de las Constituciones. Dos clases de secretos eran los que destacaban: los del oficio que el aprendiz descubría a medida que avanzaba en su calificación profesional, y consistentes en los medios y señales de reconocimiento, y más concretamente en la “palabra” del masón. Los primeros se referían al tamaño muy preciso de la piedra, al ensamble de los bloques, a la construcción de los soportales, bóvedas, cúpulas, etc; que eran distintos a la geometría pura de los Compañeros de la cual se servían para preparar los dibujos y los planos. Los masones “aceptados” sólo tenían que hacer de ello una enseñanza cuyos elementos se fueron perdiendo poco a poco; a principios del siglo XVIII, los “aceptados especulativos” sólo conservaban algunas pizcas de estos secretos que “equiparon” infligiéndoles un sentido moral, o un significado simbólico resultante de toda la masa de ciencia extraña que inundaba Europa. Los secretos operativos no dejaron ningún rastro de conocimiento especulativo de carácter esotérico. “The Mason' s Word” no dejó de intrigar los historiadores ingleses de la Masonería. El uso de esta “palabra” es muy antiguo, puesto que se le encuentra en las tradiciones egipcias, hebraicas, e incluso védicas; y en la Edad Media lo encontramos en los hombres del oficio que se reconocían por medio de dichos término. Es de origen escocés y no hay ninguna certeza de que existiera en las Logias inglesas “aceptadas” del primer cuarto del siglo XVIII, fuera de la región inmediatamente fronteriza con Escocia. Su presencia está garantizada entre los “aceptados operativos” en las Logias Saint Mary' s Chapel, Aïtksonhaven, Dunblanc, etc a partir del siglo XVI. Tenemos dado que su comunicación era uno de los elementos esenciales de la Recepción de los Aprendices. Era único para el conjunto de los miembros. Con el tiempo emigra a Inglaterra a través de los intercambios ininterrumpidos de trabajadores entre los dos países. Los “aceptados” la duplicaron, quizá para saldarse con los operativos.
Hicieron una para los aprendices (o la conservaron), y otra para los Compañeros, y, más tarde al haberse convertido en especulativos, había otra para los Maestros Esta desviación de la “palabra” de origen escocés, recordémoslo, no tenía tampoco ningún valor esotérico, aunque generó a partir de los años 1735-1740 toda la serie de las palabras “sagradas” que tomaron prestados los innumerables grados venidos más tarde y que constituyeron lo que hoy se conoce por Escocismo. De un medio de reconocimiento se transmutó en un símbolo, el de una “verdad perdida”, de una “palabra perdida”, recogiendo así las famosas fórmulas orales encontradas en los cuentos de hadas, cuya potencia mistérica abren todas las puertas. En 1753, el virulento propagador irlandés la Masonería dicha del “Antients”, Laurence Dermott lo definía como “el tuétano de la masonería”. La masonería operativa sólo conoció dos grados, más una función, la de Maestro de Logia, elegido por sus Compañeros y esto hasta 1710 al menos. La presencia del Templo de Salomón en la leyenda de la Orden se inscribe en el marco de los enigmas no resueltos. Al menos de las 150 versiones manuscritas solamente dos de ellas hablan del tal templo, el Régius, 1390 poema en verso, y el Cooke, más explícito que su predecesor, es la más antigua referencia que tenemos de los “Deberes del operativos”. Él narra muy brevemente la historia de la masonería del oficio, representando parcialmente lo que dice la Biblia. En él se concede un lugar mucho más importante a la Torre de Babel y a Nemrod y a Salomón su Templo. 76 líneas de texto contra 28, donde mencionan detenidamente los dos pilares en los cuales se grababan las siete artes liberales de las ciencias y artes (cuyo rastro, entre paréntesis encontramos al 30º grado del Rito Escocés). Estos dos pilares donde uno era brillante mientras el otro permanecían en la sombra con el fin de proteger los preciosos conocimientos del tiempo de la destrucción y la venganza de Dios. A principios de 1700 volverán de nuevo tímidamente los muy raros “Old Charges” todavía en curso, sino para desaparecer inmediatamente en beneficio de las dos columnas de Salomón. En el mismo período, el registro de la Gran Logia de Edimburgo, plantea la cuestión: « ... ¿Dónde está la primera Logia”? responde “… en el porche del Templo de Salomón”. Exactamente antes de 1700 la Gran Logia de York menciona las fiestas celebradas en la inauguración del famoso Templo y la muerte de Hiram, su arquitecto, sin que se hable de su asesinato. Diez años más tarde, el Dunfries manuscrito n0 4 dona a las dos columnas salidas de la sombra un sentido religioso cristiano que se ira reanudando más tarde. Ante lo cual cabe preguntarse ¿Entonces, por qué Salomón? ¿Y por qué después de un silencio que duró 300 años? ¿Hay causa efecto con lo que sucedió en 1765 en Londres, un judío español, Jacob Jéhu de Léon, expuso en una muy bonita maqueta del Templo de Salomón que atrajo una enorme atención, exposición que se continuó con el mismo éxito durante un siglo?
¿O por la publicación en 1688 de una obra “el Templo de Salomón espiritualizado” del escritor anabaptista John Bunyan, autor conocido y considerado? Vienen a continuación dos acontecimientos, parece que ser George Payne, en ese instante Gran Maestre de la Gran Logia de Londres, en 1721 presenta el manuscrito Cooke de 1410, en la tenida el Santo Juan de Verano, sie3ndo el iniciador de una leyenda salomoniense que no conocieron ni los operativos escoceses, ni los “aceptados” ingleses del siglo XVII. Estamos, 1720-1730, a la orilla de una masonería especulativa donde lo simbólico no conocerá más de límites que antes de finales del primer cuarto del siglo XIX. Bien dejamos por un momento las novedades para volver sobre lo expuesto por André Dore., y las supuestas filiaciones de las leyendas y los tópicos al uso en masonería y por los masones, muchas veces ignorantes de la manipulación y los trileos históricos. Aunque lo del “ni desnudo ni vestido”, y menos la venda y la cuerda al cuello,* siempre en vigor en el rito Emulación, ni siquiera en los textos ni la iconografía dejan entender que fuera así durante la mayor parte del siglo XVIII. Este es sin duda debe un regalo de los “Antiguos” a los “Modernos” a partir de esa segunda mitad de siglo y confirmado todo por la fusión de 1813. En Francia, y más tarde, en algunos raros rituales escoceses adoptaron tales usos: El candidato que era aprobado para entrar en los misterios masónicos, aprendía y devenía en Compañero “debido a la letra G” o “por el amor a letra G”, y se reiteraba en las mismas formas que anteriormente expusimos como el juramento pronunciado en su admisión al grado de Aprendiz. No parece que haya un viaje en el curso de la Recepción al segundo grado, a menos de identificarlos como los cinco viajes practicados por el Rito Emulación que los recibió en el siglo XVII. Lo que nos dicen los catecismos es que no hay un carácter tan específico de la marcha como en el grado de Aprendiz, digamos que es algo más simbólico… ¿Nunca has viajado? Pregunta Gran Maestro (que se convertirá en el Venerable) He hecho el viaje del Oriente a Occidente. (En alguna otra versión “del Este al Oeste”.) ¿Nunca han trabajado? Sí, en a la edificación del Templo. ¿Dónde recibió su salario? En la Cámara del Medio. ¿Cómo pudo entrar en la Cámara del medio?
Por el pórtico, o “pasando a través de una antecámara”. ¿Vio usted en ese paso? Dos grandes pilares…
El candidato hace entonces el reconocimiento de las dos columnas de Salomón cuyos nombres se había conocido y sus dimensiones sin saber cómo aplicarlos según la descripción que hace la Biblia (Reyes I. CH. 7). ¿Cómo es que usted llegó a la Cámara del Medio? Por una escalera ocultada en forma de caracol, o “por una escalera en espiral de doble vuelo”. ¿Cuánto escalones tenía esa escalera? Siete o aún más… «... porque siete o más… componen a un colegio perfecto, o conforma una Logia justa exactamente y perfecta”. Señal, palabra y toque necesarios para franquear la puerta, muy alta, de la Cámara del Medio, en la cual ve “ algo que se asemeja a la letra G”. ¿Qué significa esta G? Geometría o la ciencia. Esto es lo decía al principio del catecismo. Pero esta cuestión no podía no traer otra respuesta. Prichard, o los autores de los textos, quizá desde el remordimiento o la inquietud, ya que eliminar a Dios en un siglo en que los poderes estaban bajo la tutela de las iglesias constituía todo un peligro no desdeñable, y por tanto añaden un poco más a la misma cuestión: “El Gran Arquitecto del redondo del mundo, o aquél que fue enviado sobre la techo del Templo” (traducción palabra por palabra de la Edición de 1743). O “el Gran Organizador del Universo, el que se colocó en los más alto del Templo” (traducción de la Edición de 1788). Dos frases que merecerían un análisis… La carta G se trazaba en el centro de la Cámara del Medio. En 1740, en dos grabados insertos en el “Diálogo de Simón y Felipe” la representan como encerrada en un contorno “de diamantes”, y en el otro grabado en medio de un sol radiante que no puede confundirse con la Estrella Flamígera, la cual por otra parte pertenecía a la panoplia del grado de Aprendiz. Ambas habían hecho su primera aparición en 1726 en una “etiqueta” que anunciaba una serie de conferencias bajo el título “The Antidiluvian Masonry” destinadas a aportar el significado de la letra G, de la Estrella flamígera etc…; innovaciones introducidas por Désaguliers y otros… al relevarse contra la indignidad que constituía el hecho de borrar el cuadro de Logia con escoba y cubo al final de la reunión.
La aparente simplicidad del significado de la letra G, geometría, Gran Arquitecto (God) hace olvidar que es la tercera letra del alfabeto hebreo, el número 3 es el mismo que representa la Divina Trinidad, y que se encuentra así mismo adjunta al simbolismo cabalístico. Desde su origen es el único elemento estable del segundo grado , y ha conservado siempre sus dos sentidos primitivos. Se le añadieron otros, un catecismo manuscrito previo a 1750 la define: como: gloria, grandeza, y geometría, las 5 ciencias, “Gloria para el gran arquitecto, Grandeza para Maestro de Logia, y Geometría para los hermanos”. Por el contrario, otro manuscrito, datado en los años 1780, sólo cita la geometría y elimina al Gran Arquitecto. Un accidente, seguramente, ya que el ritual emanando del Gran Oriente de 1786, recogido en el Regulador del Masón de 1801, y luego en el Regulador Simbólico de 1839, indican “que es el monograma de uno de los nombres de Muy Alto, fuente de toda luz y toda ciencia”. Habrá que preguntarse ¿Cuándo la Estrella flamígera fue asociada a la letra G? Una mención en 1726, y una segunda vez en 1730 la incluye dentro del mobiliario de la Logia de Aprendiz; una tercera en el “Diálogo entre Simona y Felipe de 1740,donde se le atribuye la paternidad a Désaguliers y a sus amigos, lo que debe ser exacto, aunque sin ningún significado particular. Parece que ha seguido el mismo camino de la llamada Bóveda Celeste aparecida a partir de 1711. Pero los Reyes Magos vagabundean en marcha en el “Tradi”, edición de 1767, en los dos tableros de Aprendiz-Compañero, se muestra el primero, “tal como se publicó en París, pero de forma inexacta”, la letra G en la Estrella flamígera, y en el segundo, “el verdadero plan de recepción” la estrella siempre flamígera sobre una esfera debajo de la cual se sitúa la letra G. En Larudan, “les Francs-Maçons écrasés”, 1778, y en os cuadros de Aprendiz y Compañero la estrella está sin la letra, ella está sin llamas sobre el Maestro y la letra G no figura en ningún de los tres. “La Estrella misteriosa” - ha permanecido –y adquirió su notoriedad durante el período de separación de los dos grados de Compañero y Maestro y de la estabilización de sus rituales respectivos que fue hacia 1760. Ello se confirma a partir del momento en que la tradición hebraica penetró en masonería e introdujo el Iod en su centro, lo que la volvió divina. El Gran Oriente la consagra definitivamente entre 1773 y 1786, fecha a la cual establece el rito denominado como “francés”. La comunicación al nuevo Compañero se hace a través de los signos y los toques entre los cuales debemos prestar, una atención especial, a los “5 puntos del Masón”, destinados más tarde a convertirse en los 5 puntos del Maestro. En 1730 Prichard los incorporó a este grado. ¿“Cómo se reveló Hiram?
Al igual que los masones cuando reciben la palabra del Maestro. ¿“Cómo eso? Por los 5 puntos de la Cofradía ¿“Cuáles son estos? Mano contra mano 1, pie contra pie 2, mejilla contra mejilla 3, rodilla contra rodilla 4, y mano a la espalda 5. Es necesario observar que no son los gestos hechos para levantar el cuerpo de Hiram por lo que se crean los 5 puntos, pero son ellos, los de la “cofradía”, ya que se empleó a tal efecto y resulta que existían antes del asesinato del Maestro. Seis textos lo prueban, yendo de 1696 a 1727, es decir, mucho antes de que el episodio Hiram se inserte en la masonería especulativa. La primera descripción del signo data de 1696, y se haya en el « Edimbourg Register House Manuscrit”, en la recepción en el segundo grado, en la época en que sólo había dos. ¿A la cuestión de cuántos puntos del Masón había ? se exponía que “5, o sea, pie contra pie, rodilla contra rodilla, corazón contra corazón, mano contra mano, oreja contra oreja”. Hay variantes, en la manera en cómo se los practicaba, en el manuscrito Sloane o 3329, circa 1700, Trinity Collège de Dublín ms. 1711, “Mason' s Examination” 1723 se decía (que tenía seis: pie, rodilla, mano, oreja, lengua, corazón), “The Gran Mystery Open” 1726 (pie, rodilla, pecho, la mano sosteniendo la espalda, mejilla, cara), en el orden en el cual se presentan. “The Mason's confession” se refiere a una Logia en Escocia en 1727 comienza por “mano contra mano”, el Graham ms. 1726 (pie, rodilla, pecho, mejilla, mano). Ningún documento, manuscrito o impreso proporciona la menor explicación, ni sobre el origen, ni sobre el sentido que él es necesario acordare3 cual era esta gestualidad, por lo menos extraña. En 1760, “The Three Distinct Knocks” aportará un primer significado que no solucionará el problema, ya que es puramente simbólica y moral para cada uno de los puntos. El mundo operativo no conoció nada de todo esto: materialmente no podía ser una señal de reconocimiento ya que las Logias están vacías de esoterismo Ahora bien los “aceptados” que, al final del siglo XVI y principios del XVIII describen los puntos del Masónl, puede indicarnos de que es posible que su presencia sea previa a 1696. La mayoría, de los “aceptados” en tanto que era gente cultivada, a menudo erudita, tenían la Biblia como base de su cultura. Esto nos indica dos casos de resurrecciones operadas por medio de un contacto muy estrecho entre la muerte que vive permanentemente abrazada a la vida para volver a la vía. Tener a dos profetas de nuestra parte resucitó dos de estos episodios, uno era Eue que había sido acogido por
una viuda durante el hambre, y el otro Elisée, su sucesor, los hijos de una mujer de Sunam. El relato del milagro de este último es explícito. (Libro IV, Reyes CH. IV, 34 y 35). “ 34 Después subió, y echóse sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y calentóse la carne del joven. 35 Volviéndose luego, paséose por la casa á una parte y lá otra, y después subió, y tendióse sobre él; y el joven estornudó siete veces, y abrió sus ojos” Los motivos de la incorporación dentro de una recepción masónica del método “mágico” pueden provocar un acontecimiento milagroso, oscuro e incluso misterioso. Aunque 35 años antes de que se materialice la leyenda de Hiram nos dice que a día de hoy n o aportaba una justificación plausible a la situación del desarrollo del entierro de su héroe. El estado de descomposición del cuerpo, tras su descubrimiento que había ocurrido varios días después del asesinato, no debería incitar ciertamente a la maniobra “pie contrario, pecho contra pecho, mejilla contra mejilla,” para levantarle. Pero si esta operación tuviera por objeto traer al Maestro de obras a la vida, y recuperar así el secreto que se había llevado en la tumba, los “cinco puntos del masón “recubrirían entonces un sentido y una lógica de lo que no había necesidad. Es poco probable que el Compañero y luego Maestro hayan tenido conciencia de su contenido. Es el destino de los símbolos al cruzar los siglos, ignorados, y trasladarlos equipados de incomprensión, de inconsistencia, para luego un día resurgir del olvido y encontrar su luz. No hay ninguna precisión relativa a la entrada del número 5 en el grado de Compañero. La respuesta es difícil, los documentos manuscritos de la ritualidad no están datados y son bastante raros hasta los años 1770. Las “Divulgaciones” impresas reeditadas por Prichard, Perau, y Larudan, hay que añadir las inglesas parecidas a partir de 1760. El “Cinco” o aparece como nulo por parte en estos autores, al menos antes de 1750. La Estrella de cinco puntas o brazos , en desventaja por su nacimiento bastardo, no ha desempeñado ningún papel hasta el momento en que se manifiesta la contribución del Hermetismo, y las doctrinas conjuntas de los pitagóricos y los cabalistas que fue lo que la inserta en el desarrollo masónico. Hubo por supuesto cuestiones como la edad, los viajes, los pasos, las marchas del altar, aunque en el Regulador del Masón sean siete. Todo es poco para estabilizar el ritual de 1786 del Gran Oriente. Las herramientas que acompañaban los viajes emigraron bien de un lado a otro a voluntad de las Logias, pero los comentarios que se suscitaban, la propia moral tenía un amplio lugar y no por ello carecía de valor. Un ritual de la Madre Logia Escocesa de Marsella, posterior a 1770 ordenaba realizar los cinco viajes sin herramientas ni explicaciones, pero tiene a los Compañeros atados por la mano derecha con una cadena sobre el hombro izquierdo del que le precede y al que se le hacer dar sobre la piedra cúbica los tres últimos golpes. Todo ello delante de la estrella y sin comentario alguno. En Inglaterra, las ciencias y las artes liberales hacen una tímida aparición en los catecismos de Aprendiz en el “Three Distinct Knocks” de 1760 y luego en “Jakin and Boaz”, 1762, para luego al segundo grado en 1769. En 1775, William Preston, “Illustration of Masonry” añade numerosas explicaciones.
Francia todo ello no lo recibirá hasta al menos principios del XIX, así como los sentidos que tendrán un papel importante durante los viajes a los cuales se les incorporará.. Se tiene como fuente fidedigna que el primer grado de la masonería operativa apareció a principios del siglo X y el segundo en los primeros años del siglo XVI, no se puede fijar con precisión cuando nació el grado de Maestro. La más antigua mención que conocemos que le concierne se remonta al 12 de mayo de 1725. Ese día, una sociedad para-masónica, la Philo Musicæ y Architecturæ Societas Apollini elevó a varios masones al tercer grado. Esta sociedad se había creado en febrero de 1725 por ocho hermanos, aficionados a la música y a la arquitectura. El Reglamento obligaba a sus miembros a ser Francmasones una vez admitidos entre ellos, lo que conducía a recibir a los profanos en masonería en el momento de su entrada en la Sociedad. Este procedimiento irregular trajo una protesta parte de la Gran Logia de Inglaterra, cuya queja por otra parte permaneció sin consecuencia alguna. La Philo Musicæ desapareció en 1727. La segunda mención es una subida al tercer grado que ocurrió a el 25 de marzo de 1726 en la “Lodge Dumbarton Kilwining n0 18”, en Escocia, fundada el 29 de enero del mismo año, seguida el 27 de diciembre de 1728 por otra en la “Lodge Greenock Kilwining n0 12”, cuyo motivo introdujo la percepción de derechos para subida a los dos grados. El sistema en tres grados se extendió lentamente: la Logia “Antiquity n0 2”, creada en 1717 lo adoptó en abril de 1737, y el “Dundee Lodge n0 18 ”, fundada en 1728 en 1748 solamente. Quizá existió en Escocia muy a finales del siglo XVII y en Inglaterra en los primeros años del siglo XVIII, que es lo que se deja oír por una parte por el Sloane ms. 3329, y de la otra por la Philo Musicæ…, cuyos fundadores pertenecían a la Logia n0 14 reuniéndose en el Queen' s Head Tavern a Great Queen' s Street, que lo practicaba al menos en 1724. El Trinity College Dublín ms 1711 prueba que se conocía en este último tiempo, si no puesto en vigor, al menos en Irlanda, su catecismo da “los secretos consustanciales a cada grado”. “The Mason' s examination”, 1723 hace una breve alusión al Aprendiz, al Compañero y al Maestro. Lo que era necesario por otro lado retener esta innovación, que es de una gran importancia, pero se debe decir y exponer que en ninguna parte se encuentra la leyenda de Hiram. La primera versión conocida de ésta vino en 1730 por el canal de Prichard en su “Masonry Dissected”, y solamente en el catecismo, en base a las preguntas y respuestas. El segundo momento apareció en Francia en 1740 bajo la firma de Léonard Gabanon, seudónimo de Louis Travenol, en una obra titulada Le Catéchisme des Francs-Maçons, el cual venía precedido de un resumen de la historia de Adoniram., arquitecto del Templo de Salomón”, varias veces reproducido. Añadía en forma narrativa numerosos detalles que no figuraban en el cuestionario de Prichard. Luego, en 1742 ocurrió « L'Ordre des Francs-Maçons trahi “del abad Pérau, que sin vergüenza “pirateó a” su antecesor y para no aparecer exactamente como ellos , y no supo hacer otra cosa mejor que de salpicar el relato con algún incidente importante, un método que se perpetuó a medida que se fueron editando las ediciones
sucesivas e hizo furia entre los “Escoceses” nacidos en esos mismo momentos. Así es como a partir de 1745, se establece través de la iconografía ilustrada, la dramatización de un catecismo devenido o convertido en ritual por la adopción de un escenario que hace revivir el asesinato legendario del arquitecto del Templo de Salomón. Más prudente en este caso es lo sucedido en Inglaterra que se atuvo a la sobriedad de Prichard, y se asombró de la audacia y la independencia de la masonería francesa, tanto más cuando se publicó la segunda edición de las Constituciones de Anderson en 1738, en tanto que no se había concedido una gran importancia a la leyenda de Hiram. Los ingleses sólo lo adoptaron definitivamente hacia 1760. Este mismo año, un nueva divulgación “The Three Distinct Knocks” añade nuevos elementos al desarrollo de las ceremonias y de este modo se enteraron por fin de los nombres del tres asesinos del Maestro Hiram, ¡La investigación había durado 30 años! El origen de la leyenda es misterioso. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Un manuscritol Graham 1726 esclarece ligeramente la cuestión haciendo su aparición a través de un relato al parecer bíblico, pero cuya correspondencia no se encuentra en el Antiguo Testamento. Los tres hijos de Noé, convencidos de que su padre al morirse, se había llevado un secreto de una importancia considerable, fueron en busca de su tumba, esperando encontrar éste sobre él, o en los alrededores más inmediatos. Convinieron, en caso de que no salieran bien, que la primera cosa que encontrarían serían, “para ellos, como un secreto” que habrían recibido de Dios mismo. La incoherencia de una propuesta destinada a sustituir a un secreto cuya naturaleza se ignora por algo sin informe, no parece haber rozado el espíritu de nuestros tres personajes. Que sea la tumba abierta con un cadáver descompuesto del cual ellos toman un dedo que se desliza, luego la muñeca, luego el codo, y levantan el cuerpo “por los cinco puntos del Masón”. Uno ellos dice “hay aún tuétano en este hueso”, (marrow en this bone), el segundo: “pero es un hueso seco”, el tercero “siente (apestando )”. y por ello decidieron dar el nombre que se conoce hasta ahora en la Francmasonería”, es decir, “marrow en the bone”. Es la primera vez que se revelada la palabra de Maestro. Esta sufre algunas alteraciones pues pasó a ser: “magboe ad Boe” en “The Whole Institutions of free maçons opened as also their words and signs”, impreso por William Wilmot, 1725, que indica explícitamente su significado “el tuétano en el hueso, así nuestro secreto es ocultado”. Y figura bajo la forma “marrow bone” en el manuscrito Sloan 3329 el Trinity Cóllege Dublín ms 1711. O sea cinco años antes de la Divulgación de Prichard - y quizá más aún, el grado de Maestro en gestación ofrecía un relato de un secreto perdido que se esforzaba en recuperar más allá de la muerte, por una operación del carácter mágico, cuyo sentido y finalidad escapaban a sus autores.
No parece que fuera previo a 1700, aunque los cinco puntos del Masón devenidos más tarde en la segunda mitad de siglo XVII pueden dejar correr la idea de una tentativa de innovación en esta línea. La leyenda de “Noé” tuvo un impacto evidente, puesto que Anderson que la ignoraba en 1723 la recuperó en 1738 hace Masones a los “hijos de Noé”, como verdaderos noaquitas, que es su primer nombre que se les da según las viejas tradiciones”. Hacia 1744, el grado inglés de Real Arco pidió prestados varios de esto elementos. ¿Cómo y porqué se efectuó la atribución de la leyenda incompleta de Noé - incompleta ya que no hay asesinato- a la de Hiram asesinado por malos Compañeros, y que aparece en casi toda su totalidad en 1730? ¿Es esta última novedad la que atrajo la vigorosa reacción contra Prichard, tratado de impostor por la Gran Logia de Inglaterra que sólo practicaba en aquella la época los dos grados de Aprendiz y Compañero con un ceremonial muy plano? Su lenta - introducción en la liturgia masónica ciertamente no favoreció el establecimiento de un ritual más vivo que la simple recitación del catecismo de 1730 que duró hasta hacia 1760. En Francia, la recepción del Maestro descrita por primera vez por Léonard Gabanon en el “Catecismo de los Francmasones”, de 1740, y recogido por el abad Pérau en el “Tradi”de 1742, pone de manifiesto que la historia “ de Adonhiram” que se puso en escena a partir de su llegada sobre el continente. El candidato a la maestría debía vivir íntegramente el drama del asesinato y por tanto debía repetir cada uno de sus peripecias. Sobria al principio, la situación se complicó por la consecuencia de detalles y explicaciones a menudo diferentes unos de los otros. Todo ello pareció estabilizarse un poco antes de la Revolución y lo estuvo completamente durante el primer cuarto del siglo XIX. “El recipiendario se equipaba como bien le parecía, pero sin espada, revestido del delantal de Compañero con la baveta levantada y abotonada”. Después de haber picado tres veces a la puerta de la Cámara de Recepción, entra con la invitación del primer Vigilante y acompañado por un “hermano Aprendiz, Compañero y un Maestro quien se nombra a modo de Hermano Terrible”. Sólo son admitidos los Maestros. “En Cámara donde se hace esta ceremonia se traza sobre el piso la Logia de Maestro que está en medio de un ataúd rodeado de lágrimas, sobre el cual se pone una rama de acacia, y donde se escribe la palabra Jehova que es la antigua palabra de Maestro”. Al pie del lado al Oriente un compás abierto (que en esta época era la señal del Maestro de Logia), al Occidente un cráneo y dos huesos en cruzados a modo de aspa, una escuadra y los cuatro puntos cardinales. “Se ilumina este dibujo por nueve velas, tres al Oriente, tres al Mediodía, y tres en Occidente, y alrededor se colocan tres hermanos, uno al Norte, otro al Mediodía y el tercero al Oriente, que cada uno tiene rollo de papel ocultado bajo sus ropas”.
En el “Tradi”, el cráneo y los huesos están cada uno en la extremidad del dibujo, y se añaden las herramientas, y “a mano derecha una montaña sobre la cual hay una rama de acacia”. En algunos grabados, la montaña estaba representada por unas pequeño montón de piedras situado en una esquina de la Cámara al lado del Oriente. Un poco más tarde, el dibujo del cráneo fue sustituido por un cráneo verdadero encendiendo en su interior una vela. ”Delante del Gran Maestro de la Logia, denominado Muy el Respetable, un pequeño altar y , el Evangelio y un pequeño mazo y los dos Vigilantes denominados Venerables, se colocan al Occidente de pie cara a cara del Gran Maestro, y en las dos esquinas de la Logia, y los otros oficiales de forma indiferente en torno a la Logia junto con los otros hermanos. Solo uno tiene se coloca ante la puerta, en interior de la Logia, con una espada desnuda en cada mano, una con la punta hacia arriba y la otra con la punta hacia abajo, la que tiene en la mano izquierda tendrá que entrégasela al primer Vigilante. ” A la entrada del candidato. El signo del Maestro “… es llevar la mano derecha sobre la cabeza, el revés vuelto del lado del frente, los cuatro dedos extendidos y apretados, el pulgar apartado, y llevarlo así hasta la boca del estómago”. Se quiso hacer impresionante la introducción del recipiendario en la Cámara de recepción. El primer Vigilante abre brutalmente la puerta, y coloca la punta su espada sobre él, y le ordena de sostener con la mano derecha la punta contra el pecho. Lo toma entonces por la mano izquierda y le hace dar tres veces la vuelta a la Logia saludando al Gran Maestro en cada pasaje saludos a los cuales responden todos los hermanos. Colocado al Occidente, entre los dos Vigilantes se le invita al candidato a acercarse al Muy Respetable por la marcha del Maestro que le enseña entonces el primer Vigilante. Comienza por la doble escuadra, - es decir, talones juntos, las puntas de los pies como si se tratara de los dos brazos de la escuadra dibujada en el suelo, luego tres grandes pasos en triángulo, el primero a la derecha, el segundo a la izquierda cruzando el ataúd, el tercero a la derecha en el extremo de este último, los dos pies untos de tal modo que forme la doble escuadra con el compás. Esta marcha que no tiene ninguna explicación sobre su significado se dice que va “ de la escuadra al compás”. A cada paso que hace el candidato recibe un golpe sobre los hombros otorgado por cada uno de los tres hermanos portadores de los rollos de papel y con ayuda de éstos; después de que haya renovado la obligación prestada anteriormente, el Gran Maestro lo “recibe” mediante tres pequeños golpes de mallete sobre la frente e inmediatamente después el tercero “… los dos Vigilantes que lo tienen cogido por lo brazos lo arrastran hacia detrás muy extendido dejándolo caer sobre la alfombra en forma del ataúd, otro hermano le coloca sobre la cara un paño que parece teñido de sangre por diferentes lugares”. Los hermanos sacan la espada y la presentan la punta hacia el cuerpo del recipiendario (que no puede ver), permanecen un instante en esta actitud y meten la espada en la funda. Viene entonces la escena del levantamiento minuciosamente descrita: “El Gran
Maestro se aproxima al recipiendario, lo coge por el índice de la mano derecha, el pulgar apoyado sobre el primer y grueso nudillo, hace simulando hacer un esfuerzo como para levantarlo, y dejándolo escapar voluntariamente deslizando los dedos, dice Jakin. Después de lo cual toma del mismo modo por el segundo dedo, y dejándolo escapar como al primero, dice: Boz. Seguidamente lo coge por la muñeca apoyando los cuatro dedos separados y medio enlazados en forma de sierra sobre la juntura de la muñeca, por encima de la palma de la mano, su pulgar pasado entre el pulgar y el índice del recipiendario, le da así, el toque de maestro, y manteniéndolo así siempre con la mano apretada, le dice que retire su pierna derecha hacia el cuerpo, y que la doble de forma que el pie pueda quedar plano sobre el suelo; es decir que la rodilla y el pie estén en línea perpendicular tanto como sea posible. Al mismo tiempo, el Gran Maestro aproxima su pierna derecha cera de la del recipiendario, de manera que el interior de la rodilla de uno toque el interior de la rodilla del otro, y seguidamente le dice que le pase la mano izquierda por encima del cuello, y el Gran Maestro agachándose, pasa también su mano izquierda por encima del cuello del recipiendario, lo levanta al momento, diciéndole Macbenac, que es la palabra de Maestro.” “Entonces se le priva del paño de la cabeza, y se le dice de memoria de quien hizo toda esta ceremonia, instruyéndole sobre los principales misterios y obligaciones de la maestría solo con eso se le reconoce por el resto de los Masones como un hermano que pasó por todos los grados de la Masonería, y que no tiene nada que desear, ya que debe saber perfectamente el catecismo que sigue. ” (Catecismo de los Francmasones, de 1740). ¿Cómo fue el paso del simple relato de Prichard, a la situación dramática de la muerte de Hiram que se termina con su entierro? ¿Y qué sentido tiene este último puesto que nada se nos dice de los entierros ordenados por Salomón? Esta historia no podía seguir siendo inacabada por ello se continuó en los llamados grados de venganza del Escocismo, pero en cuanto al grado de Maestro se deja en suspenso la respuesta. Parece que a lo largo de la evolución de la joven masonería especulativa, estos no eran los símbolos que aparecen como vectores de las ideas, sino más bien de las ideas que buscan el apoyo de símbolos para expresarse. Este proceso es al revés de un pensamiento analógico, evidente en el simbolismo de las herramientas, y lo es también para la leyenda. Revela la necesidad inconsciente de aportarle una base más sólida, cargada del misterio de una búsqueda de un vago secreto perdido que ilustraban los trabajos ocultistas y alquímicos. Traído hasta nuestros conocimientos actuales, lo que tenemos delante es un rito de muerte y resurrección en un plano de evolución, una nueva modalidad de un rito ancestral inherente a toda la raza humana. ¿Pero que sin querer disminuir la inteligencia de nuestros antecesores, y a pesar, para ellos, hay un enfoque evidente de los autores clásicos de la antigüedad, que, podía introducir tal interpretación en los rituales nacientes de lo que debía pasar a ser el Orden masónico? De ahí la indigencia, la inconsistencia y los tanteos presentado por las raras y breves tentativas de explicaciones proporcionadas por los textos durante más de cien años y que sería odioso revelar. ¿Entonces, una vez más, por qué las Logias?
Todo el siglo, era ante todo un teatro, un método de expresión más conveniente, más accesible y menos fatigoso que la lectura. El tema “de la cosa perdida”, en su contexto dramático se prestaba muy bien a una conspiración teatral y la ocasión tal vez demasiado bonita sólo para no explotarlo, dado la ·salsa” del secreto de los Masones es un espectáculo, y el banquete que seguía, era un conjunto con cierto encanto. Por ello se desarrollaron toda esa sucesión de situaciones que, poco a poco se transformaron en rituales. ¿Ceremoniales revelados por las divulgaciones, divulgaciones que crean las ceremonias o acción recíproca de las unas y de los otros ? Ciertamente los dos. Prichard había dado la idea general del episodio de Hiram, Léonard Gabanon el boceto (1740), el abad Pérau completó la puesta en escena del psicodrama en 1742. Gabriel Louis Calabre Pérau, nacido en 1700, literato fértil, dejó una cuarentena de obras a su muerte el 31 de marzo 1767. Redactó entre otras cosas 13 volúmenes de la Vida de los hombres famosos de Auvigny, publicó numerosas ediciones incluido un Bossuet de 20 volúmenes, etc Es decir que era orfebre en la materia. Lo probó, y su “Tradi”, aparecido también bajo el título ya tomado por Gabanon “El Secreto de los Francmasones”, inundó el mundo masónico de 1742 a 1781. Naturalmente fue copiosamente traducido con alternativas, al inglés por J. Burd en febrero de 1760 bajo el título “A master Key to the Free Masonry” lo que permitió al autor “Three Distinct Knocks” de `tomar numerosos empréstitos sin el menor remordimiento. La recepción del Maestro de Pérau aporta dos innovaciones importantes. Los tres viajes subsisten (sucede que a veces contengan nueve), y se sigue ignorando sobre la cuestión de con qué objetivo se efectúan. En el curso del paseo se constata que se extiende a un Maestro sobre el ataúd, el brazo izquierdo a lo largo del cuerpo, el derecho doblado sobre el pecho, la mano abierta sobre el corazón, los dedos apretados, el pulgar en escuadra, y cubierto por mi delantal levantado a tal efecto, la cara oculta por un paño teñido de sangre. Asiste al levantamiento de este hermano por el Gran Maestro según los cinco puntos del Masón. El recipiendario emprende entonces la marcha en la misma forma que dice el catecismo de 1740. Un ritual más tardío (1780) aclara singularmente el sentido el tema del paso sobre el ataúd. Cuando el Compañero penetra en la Cámara de Recepción, se le arranca brutalmente su delantal, ya que se sospecha que puede ser uno de los asesinos de Hiram. Es entonces cuando se le pide que pase sobre el cuerpo del arquitecto con el fin de probar que no es culpable. Estamos en presencia de una ordalía durante la cual caerá herido de muerte si está implicado en el crimen. La ceremonia se continúa por la obligación, y el clérigo que es el abad Pérau acentúa una solemnidad que el contenido del juramento que con todo no había descuidado. Arrodillado el candidato, las dos manos sobre la biblia la besa, en tres ocasiones después de haber repetido los castigos que le amenazan en caso de perjurio. Luego, bajo los tres golpes de mallete del Gran Maestro, se proyecta sobre el ataúd, el delantal
levantado sobre el busto, la cabeza cubierta del paño ensangrentado. Círculo de espadas levantadas Se interroga sobre el rol de las herramientas artificiales representadas por los rodillos de papel que sirven para dar los golpes sobre los hombros durante la marcha “de la escuadra al compás”, momento en que el asesinato tiene lugar después de la obligación por el mallete del Venerable. Ahora bien Prichard, 3e edición 1730, indica cuáles son las herramientas empleadas por los asesinos, los cuales son, (traducción palabra por palabra) un mallete para la instalación, una herramienta para la instalación, una masa para la instalación. Lo que no impide un ritual (que no sea “Pérau”) de anunciar ladrillos, piedra cúbica y un mallete. ¿Una edición mucho más tardía coloca a los dos Vigilantes y al Venerable responsables del asesinato, con un golpe sobre la sien derecha, un golpe sobre la sien izquierda, luego un golpe sobre el frente por parte de este último, el cual pide más tarde “Que has hecho? ” “Una representación de nuestro principal Hiram, muerto por no haber querido revelar los secretos de la Masonería”. El levantamiento se hace por los cinco puntos del masón después de los dos fracasos del índice y del segundo dedo, se da la palabra del Maestro, Mac Benac, en dos tiempos, Mac a la oreja derecha, y Benac a la oreja izquierda. Pero Pérau cambió el sentido completamente hablando por primera vez en la leyenda de Hiram, de la descomposición del cuerpo “la carne libre los huesos”. Se había de este modo reanudado en este aspecto la leyenda “Noaquita ”. Prichard y Gabanon habían hecho deslizar la toma de los dedos sin indicar la causa, afectaba a Mac Benac significaba “Al maestro”, que afectaba a Nicolas de Bonneville , en 1788, en su traducción de “Masonry Dissected” y daba otros sentido que se conserva en Inglaterra. Otra innovación debida a Gabanon, y recogida por Pérau la señal se hace de una mano sobre la cabeza y es el preludio de la señal de horror a dos manos. En cuanto a la señal actual. ? La elección de la acacia nunca ha suministrado ningún secreto. Su depósito sobre la tumba levantó dos explicaciones, una para reconocerlo, otro para adornarlo, una preocupación bastante curiosa por parte de los asesinos Ahora bien era “moussue”, por lo tanto visible y el verdor lo volvía decente. Seguramente los autores del relato sacrificaron inconscientemente este viejo hábito de colocar lores o arbustos sobre las tumbas, vestigio de esta creencia entre los antiguos de que el alma de los difuntos se manifiesta por ese canal. El ritual de Maestro sufre algunas variaciones en el curso de las décadas que siguieron a sus primeras codificaciones, pero sólo se refieren a detalles menores que se fueron esfumando con el tiempo. Estabilizado en los años 1780 su significado profundo sólo se hizo patente muy lentamente durante el siglo XIX. Por el contrario la historia de Hiram, leída en la recepción de Maestro, conoció bonitas evoluciones merced a la voluntad de la imaginación de los autores ya que hablamos de
la génesis y la evolución de los altos grados, corolarios del asesinato del arquitecto Salomón. Resulta de lo que precede, que la supuesta tradición iniciática operativa es estrictamente imaginaria, y sobre este plan, por lo tanto, hablamos de una filiación “operativos-especulativos” resulta inexistente. La ritualidad masónica no desciende del Cielo, sino que su creación es artificial, obra humana, y que al igual que toda obra humana, si su parto se hizo en la alegría y en la esperanza, y en el vacilante hacer sujeto a los errores, y de las fluctuaciones de toda clase, y a menudo muy dolorosas. Hay una “tradición masónica”, o incluso iniciática, pero no al sentido guenoniano de la palabra iniciación. Es la nobleza de nuestros antecesores, un día después del día en que se constituyó la “Orden” reanudando esto que, en los distintos esoterismos orientales, griegos, y judaicos y hasta cristianos exponen de querer ir más allá de las mediocridades de la cotidianidad, y sobre manera de haber haber hecho una norma y sobre todo aceptado el esfuerzo ajustarse a ella. Y si es cierto que hay una “Iniciación” verdadera, la “que nos pone sobre el camino”, la que aporta al iniciado virtual, la potencia de reflexión, voluntad, verdad y esperanza acumulada desde hace dos siglos y mitad por estos hermanos innumerables e indeterminados animados de una fe invencible en el Hombre y en su pasar a ser. El reverso de la medalla, la historia y su cruel verdad. El anverso de la medalla, el hombre en su eterna verdad. André DORE grado 33° Septiembre de 1979 * Nota; Es curioso este pasaje que de nuevo se reproduce en los “Rituales de Referencia del Rito Francés del GODF del 2009 ” y que algún digno traductor exponía al castellano exponía como de una intensa pureza ritualista referida al Rito Francés Traducción libre de Víctor Guerra, MM.:. de Rito Francés Logia Rosario de Acuña (GODF)
1813: LOS MODERNOS SE RINDEN: ACTA DE UNIÓN Y EL RITO DE EMULACIÓN. (parte 1) Extractado del artículo publicado en el Blog Hauts Grades Maconniques( www hautsgrades.overblog.com/) y que se publica aquí con su autorización. Título original: Qu´est-ce qu´Emulation? ……………………………………………………………. La querella que por 62 años enfrentó a las dos Grandes Logias inglesas, la de los “Modernos” los fundadores de 1717, y la de los “Antiguos” aparecidos en 1751, y tuvo un desenlace a partir de 1809 hasta la fusión formal de ambas en 1813 para dar paso a la Gran Logia Unida de Inglaterra, como se la denomina hasta hoy en día. Lo que parece más aceptado por los historiadores masónicos, es que los “Modernos” resignaron la mayor parte de sus prácticas y rituales, a favor de las imposiciones de los “Antiguos”, cosa que puede comprobarse en el ritual aprobado entonces y usado hoy, denominado ritual de Emulación, que es casi la copia del aparecido en 1730 en la divulgación Masonería Diseccionada, y al parecer en uso en las logias irlandesas de las cuales provenían esos “Antiguos”. No solo impusieron el ritual, sino que dentro del mismo, se volvió al primitivo orden de las palabras de reconocimiento, ubicación de columnas y candeleros, sino hasta en los oficiales de logia, incorporando a los Diáconos, que eran ajenos a la tradición inglesa, y otros cargos como el de Capellán, inexistente en el rito de los Modernos a cargo de las plegarias e invocaciones. Y sobre todo el reconocimiento y la incorporación al sistema de tres grados el del Real Arco, como culminación del de Maestro masón, pero formando una Orden interior semi-independiente, y el reconocimiento o al menos la aceptación de los altos grados caballerescos. Con todo esto, es lícito decir que la masonería de los Modernos, la de 1717 desaparece de escena, y que lo que aún queda en la actualidad de eso, es la herencia de lo que se llevó al continente a pocos años de la fundación y sobrevive en las distintas variantes del llamado Rito Moderno.
Atrás quedaron los postulados de las Constituciones de Ande rson, sobre todo los de su primera edición de 1723, la religión natural, la influencia de los libre pensadores y filósofos que se agrupaban alrededor de Newton y Desaguliers, para dar lugar a una masonería, con visos de universalismo, pero basada en una interpretación antiguotestamentaria, transparentemente cristiana aunque tolerante para con las religiones de los países que iban integrando el imperio británico y que para fines del siglo XIX, bajo el régimen victoriano acabaría exigiendo en una interpretación teísta, que el GADU no es sino otro nombre para Dios, que el Libro de la Ley no es un símbolo sino la voluntad
revelada de la divinidad, la creencia no solo en la inmortalidad del alma, sino además en una vida futura, etc., lo que dio lugar a una ola de investigadores masónicos que a la vez eran clérigos, forzaran las evidencias documentales para que coincidieran con las costumbres de los picapedreros medievales, las obras de los monjes benedictinos erigiendo catedrales, y en las logias de emulación y los capítulos del Real Arco, verdaderas iglesias protestantes, llenas de virtudes teologales y escalas de Jacob con ángeles subiendo y bajando de los cielos.
Muy lejos quedó eso de los filósofos y anticuarios cuyas logias se formaban en las tabernas de Londres, quizás algo libertinos y seguramente bebedores, pero dispuestos a la discusión de las ideas. La recién creada Gran Logia Unida, impulsó una medida que recuerda a la del rey francés Luis XIV cuando para mejor controlar a sus cortesanos les llevó a vivir en Versailles, palacio construido a propósito: el Freemason´s Hall parecería ser un eco lejano de eso, pero los masones de Londres fueron paulatinamente abandonado las tabernas y cervecerías. La Gran Logia dejó de ser solo el nombre para la Gran Asamblea anual o trimestral, para pasar a ser la estructura administrativa, la Obediencia que no solo se imponía en cuanto a cartas patentes y reconocimiento sino en todas las actividades de las logias y de sus integrantes. ……………………………………………………………………… Como afirma más adelante el autor, la Gran Logia de los Modernos, la primera Gran Logia finalmente claudicó y acabó por admitir que desde su fundación las prácticas no se correspondían con los antiguos landmarks, dando así la razón a los “antiguos” que desde un principio las denunciaban como desviaciones de la “pura masonería”. Con fecha 12 de abril de 1809, ya en plenas tratativas de reunificación se emitió una disposición para todas las logias: “… esta Gran Logia coincide en opinión con el Comité de Caridad en que no es necesario continuar por mas tiempo con aquellas medidas que se tomaron en o alrededor de 1739 respecto a los masones irregulares y por tanto ordena a todas las logias regresar a los landmarks originales…” Seis meses más tarde, se constituía una nueva logia (Logia especial de Promulgación) “ The Special Lodge of Promulgation” cuya carta patente especificaba… “en aplicación de la resolución precedente , hacer conocer y poner en ejecución los antiguos landmarks a los que se ha convenido en regresar...”. ………………………………………………….
¿QUÉ ES EMULACIÓN? El primer Gran Maestre de la Gran Logia Unida, el Duque de Sussex Este trabajo debía llevar como título: Emulación, ¿por qué, cómo? Pero mejor podría decirse: Emulación, ¿qué significa para mí que provengo del rito francés?
A esto puedo responder fácilmente… he estudiado la francmasonería y con mucho placer. Pero esa no es la cuestión…esta tarde alternaré historia y rito sin tocar los detalles simbólicos. Pero, ¿puede hacerse algo así en un tiempo tan breve? Hablar de historia de la francmasonería lo hacemos todo el tiempo, pero es un poco como construir una choza cuando debería erigirse un templo. Entonces ensayaremos de hacer un retrato robot del rito, lo que no dejará de sorprender a los visitantes que provienen de otros, en tanto que sus referencias” operativas” son dominantes y se apartan de la teúrgia y la alquimia presentes en muchas de las prácticas continentales.(1). puede sorprender también por su orientación deísta; y en efecto, sus referencias permanentes al antiguo testamento podrían hacer creer a nuestros visitantes y quizás a algunos de nosotros mismos, que el peso crístico explícito en ciertas prácticas continentales es garantía de libre pensamiento…olvidando que el laicismo del Gran Oriente es una invención de los pastores calvinistas… Digamos, en fin que somos hombres sencillos enfrentados a una tarea compleja. “Emulation
Working”,
“Style Emulation”
o
“Travail
d´Emulation”,
Antes de ir más lejos, será bueno precisar dos o tres puntos y en especial lo referido al vocabulario empleado en toda historia de la francmasonería. El título de Gran Logia Unida de Inglaterra solo designa a la federación actual que se constituyó después del Acta de Unión de 1813. La Gran Logia de 1717 llevaba el título de Gran Logia de Londres (apelada Gran Logia de los Moderns (modernos) y el reagrupamiento de las logias de los antiguos, “ancients”, denominada corrientemente como Gran Logia de los Ancients, en lugar de su verdadero título que era; “Gran Asamblea (Commitee) de la Más Antigua y Honorable Hermandad de los Masones Libres y Aceptados según las Antiguas Instituciones”.
Los miembros de las antiguas guildas y logias de constructores a cuyo oficio se refiere la masonería, eran las “operativas”, en tanto que aquellos miembros de esas mismas logias cuyo oficio no era el de arquitectura o construcción, eran los “masones aceptados”.
Entonces los “masones especulativos” o “francmasones especulativos” son, en cuanto a aquellos, miembros de logias no constituidas por masones de oficio y que por tanto no eran verdaderos constructores.
¿Quiénes eran esos “moderns” de la Gran Logia de Londres? Iniciada bajo el reinado de Enrique VII, para continuar con el de Isabel I, la gran revolución del renacimiento barroco tuvo por consecuencia el surgimiento de un importante pensamiento artístico y científico. Llevada por los filósofos de las academias neoplatónicas de Florencia, como Giordano Bruno, así como con el desarrollo de la “filosofía oculta” de Raimundo Llullio y Cornelio Agrippa, esa revolución dará el florecimiento de la enseñanza universitaria con sus publicaciones en lengua vernácula y ya no más en latín.
De ese iluminismo isabelino nacerá el primer agrupamiento de científicos y pastores calvinistas, bajo la protección de Inglaterra después de la revocación en Francia, del edicto de Nantes, que mantenían contactos con los Rosacruces renanos de los “gymnasium” de Basilea, el “Invisible College”, la Royal Society, la Druid Order (Orden de los Druidas), los Free Gardeners ( Jardineros libres) y la francmasonería de Londres que en 1747 reagrupaba a los medios intelectuales que ya frecuentaban las logias desde el siglo XVII. Muy seguros de sus prerrogativas, protegidos por la realeza, los miembros de la Gran Logia de Londres adaptaron sus prácticas y rituales para conformarlos a sus saberes científicos y especulativos. El “tout Londres” de la época que integra la Gran Logia “Andersoniana”, se diferenciaba muy poco de la “nobleza de ciudad” de hoy en día, no era para ellos cuestión de mezclarse con gentes más pobres, menos instruidas y por decir todo “pas de ici” (no de aquí). A fin de justificar esa exclusión, los “Moderns” modificaron prácticas y signos bajo el pretexto de dejarlos más conformes al espíritu de la época. Por otra parte la gran mayoría de los inmigrantes de las colonias americanas, de Irlanda y de Escocia, se dirigían a Londres debido a la crisis y las guerras interminables. Pequeños burgueses, terratenientes y artesanos veían que sus prácticas eran despreciadas y rechazadas por los “ moderns” comprobando, a justo título, que su exclusión y la “evolución”, a su juicio deplorable de los secretos de la Orden, tendría por consecuencia la expulsión de Londres de la verdadera masonería que ellos decían conservar con los antiguos usos. ..........................continúa Un contexto político –económico en mutación.
Como puede verse, la historia de la francmasonería es bastante confusa. Será bueno proceder a una rápida vista general político económico de Inglaterra y ese punto nos aportara ciertos indicios. A toda forma de economía le corresponde un régimen, se ha dicho, y en el caso que nos ocupa, a toda forma de régimen corresponde otro de la sociedad y así las formas de sociabilidad que la componen, serán a su imagen. Los francmasones son esos hombres, sabemos muy bien, que están comprometidos en la historia y concientes del rol que pueden jugar en la evolución de sus instituciones. Para nuestra tarea será conveniente mantener en mente los tres fenómenos mas importantes del período 1688-1815 de la Historia de Inglaterra, a saber: 1. la revolución agrícola e industrial que arruinó a los pequeños propietarios y hacinó en las ciudades a un proletariado cada vez mas miserable, tornando inevitable una revolución política y una reorganización de los poderes, a saber: gobierno familiar o tribal, dinastías feudales o políticas en las guildas? La economía agrícola primitiva suponía una suerte de feudalismo por que los agricultores estaban necesitados de protección. El tiempo de los comerciantes es mas bien el de la plutocracia y la revolución industrial aportó la democracia entre el bagaje de objetivos de mayor crecimiento con planes mas ambiciosos que el feudalismo agonizante. 2. El pasaje desde un gobierno monárquico en el cual el Parlamento no tenía mas que un rol legislativo, a un gobierno oligárquico en el cual el parlamaneto era, contrariamente a lo que sostenía Montesquieu, la fuente del poder ejecutivo. Ese paso se da gracias a la invención de un responsable ante las Cámaras, creación nacida de las numerosas guerras interiores y que hace posible la alternancia pacífica de los partidos yc cada vez menos asunto de omnipotencia real. Se encuentra el espíritu de las Constitución es masónicas de 1723, con “ reunir aquello que estaba disperso”. 3. La lucha contra Francia, que tenía ante todo por objetivo impedir la formación en el continente de una hegemonía amenazadora para Inglaterra, ya fuese la de Luis XIV o la de Napoleón y cuyo objeto sería el de asegurar a Inglaterra el dominio de los mares y la formación de un nuevo Imperio. Esa competitividad se traducirá también, entiéndase bien, en una distancia cada vez mayor entre las dos francmasonería, hasta la ruptura. En la Inglaterra del siglo XVIII, el Poder pertenecía a una clase mixta, formada por una aristocracia nutrida en la “ Carta Magna”, restos de un feudalismo difunto y de una plutocracia de propietarios terratenientes muy nueva, tentada sobretodo por el ennoblecimiento y sus privilegios…. Esa clase única de “ Squires”, puede verse, dará nacimiento a los dos partidos pol ´piticos que aún estan presentes en el paisaje británico. E sabe que el régimen británico fue aceptado sin levantamientos sociales. Debe admitirse la existencia de un patronazgo con guildas mixtas, operativos y aceptados , como era el caso de los masones controlando su dirección desde el mas alto nivel. Tales grupos de privilegio estaban abiertos al talento o al menos al éxito porque valorizaban el sistema y favorecían el liberalismo económico.
Así que por esto, el siglo XIX será parlamentario, a la vez imperial y democrático, no encontrándose jamás en la fina flor de Inglaterra el prejuicio descalificador. Esa elite, que aseguraba la mixticidad en las guildas, había tomado el hábito, desde el siglo anterior de considerar a ese sistema como su casa. Y será en ese contexto general que nacerá la francmasonería inglesa a imagen de un elitismo conservador y mundano. Y es así que en la Gran Logia de 1717, como vehículo del orgullo de las Luces, esa conciencia general de progreso y de liberalismo preferencias, pudo adaptarse a los diferentes ambientes, tanto al parlamentarismo británico como a los reinos continentales y evolucionar de manera muy diferente después de haber sido exportada. Sin embargo, sus modos de reclutamiento específicos y los deseos de ennoblecimiento de la burguesía que la componían conducirían en su medida a la estructuración de logias de distintos niveles. Muy lejos del principio de afirmaba “ Todos los masones son hermanos bajo el mismo nivel”, la Gran Logia de los “ Moderns” dejó germinar la semilla que se convirtió en un árbol muy frondoso de los altos grados, cada vez mas importantes, reflejando las jerarquias sociales aferradas a sus privilegios, conduciendo a una reticencia cada vez mas notoria en aceptar en sus filas a obreros o masones de oficio. Esto naturalmente condujo al rechazo de ciertos visitantes, gentes poco importantes provenientes de antiguas logias de provincia, de Irlanda o de Escocia y hasta inmigrantes de América. Será en semejante clima de ostracismo que seis logis independientes de Londres formaron en 1751 lo que se convirtió con el tiempo en la Gran Logia de los “ Ancients”. La pretensión de su entusiasta vocero, Laurence Dermott, , de que conservaban las antiguas prácticas, quizás fuese exagerada, pero no del todo sin fundamento. Permitía reintegrar a la masonería un funcionamiento que estaba liberado de las preocupaciones por los privilegios. Esa novedosa masonería de los “ ancients”, estaba a la imagen de una cierta forma de lucha de clases que se extendería por toda ls segunda mitad del siglo XVIII y los primeros años del XIX. El conflicto de intereses y de poder, donde la cuestión aquí no importa, a primera vista se ve como una imagen prefigurada de las revoluciones “ políticas” de la Europa de los años 1830…. …………………………………….. 1813. El Acta de Unión. La querella entre los “antiguos y modernos” (2) se terminará en 1813 por el Acta de Unión y el definitivo divorcio, como una natural consecuencia, de las masonerías inglesas y continentales. Estas últimas habían evolucionado hacia un sistema arborescente muy anárquico y muy próximo a la nobleza y sus privilegios, como para reintegrarse a los Antiguos Deberes de los modestos picapedreros. La marca más clara de esta separación es el firme rechazo inglés al; Escocismo y a los “Altos Grados”, como lo define claramente el Acta de Unión en cuanto a la estructura y prácticas:.. “se declara y pronuncia que la pura y antigua masonería consiste de tres
grados y no mas, es decir. Aprendiz Ingresado, Compañero que comprende la Marca y Maestro Masón comprendiendo la Suprema Orden del Santo Real Arco”.
Observamos aquí, como un paréntesis importante, que la masonería anglosajona no conocía el término “grade”, que aparece luego en las traducciones francesas en lugar de la palabra “degree” (escalones, etapas) Para los ritos antiguos, no existían grados ni rangos, sino “degrees” (etapas). “Todos los masones son hermanos bajo el mismo nivel” y las disposiciones jerárquicas eran una herejía masónica contraria a los landmarks, que precisan justamente (22): “Todos los masones son iguales y no puede prevalecer rango ni título alguno salvo los tres degrees”. La igualdad de todos los masones es un principio absoluto y no es casual que el término degree, que significa (por etapas, peldaños de una escala) haya sido traducido en el continente prolífico en honores no igualitarios por “grade” (grado). Esta última palabra es la misma en las dos lenguas, entonces ¿por qué elegir la que no se utilizaba?. La aparición de “Emulatión”, se presenta como herramienta de unificación ritual para instrumentar y detener la proliferación anárquica de esos llamados rangos, que se perciben básicamente como un retorno a los privilegios del mundo profano y el punto final que se dio al primer gran conflicto en la historia masónica, el que el Gran Oriente de Francia ensayó provocar en 1773 con el poco éxito que conocemos.
Del Acta de Unión nacerá la Gran Logia Unida de Inglaterra. Los rituales de los “ancients”, a pesar de todo, eran en esa época muy dispares. Practicados en las provincias del Reino Unido, se encuentran bajo el nombre del poblado donde se sitúa la logia, tal como “Oxford working” (trabajo de Oxford) o de la región, “Sussex working” y aún nombres con mas sabor como; “Logic” o “Stabiliy”, aunque todos se aproximan poco a poco a una práctica idéntica, que los historiadores de la masonería inglesa acuerdan en atribuir al rito como “una antigua práctica”. De hecho, más que sustituir una denominación por otra, los miembros de la “ Special Lodge of Promulgation” no dieron nombre a su ritual sino llamándolo “ una antigua práctica regular” y el término empleado hoy es sinónimo de “Emulation Lodge of Improvement for master masons” (Logia de Emulación para el perfeccionamiento de los maestros masones). Ese título, es en efecto, el de la logia de referencia fundada en 1818 para instrucción de los maestros masones y que se reúne a partir de esa fecha y sin interrupciones en el Freemason´s Hall de Great Queen square, Londres, todos los viernes por la tarde a las dieciocho horas (3) desde entonces.
Comprende los tres grados del oficio, aprendiz, compañero y Maestro, incluyendo la ceremonia de Instalación secreta del maestro de Logia. Por otra parte y a modo de complementos independientes se tiene el Supremo Gran Capitulo del Santo Real Arco, que no tiene grados y la Gran Logia de la Marca. Pero volvamos al aspecto político. Antes de 1813, ya lo vimos, existían las dos Grandes Logias. Una de ellas fundada en 1717, la de los modernos y la otra creada en 1751, la de los antiguos. Esas dos entidades sostuvieron relaciones muy conflictivas por más de sesenta años. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, la Gran Logia de los modernos de 1717, no estaba reconocida por sus dos hermanas de Irlanda y Escocia, que le reprochaban haber modificado los landmarks tradicionales e introducido modificaciones importantes en la práctica de los ritos, cosa que reconoció el 12 de abril de 1809. “ this Gran Lodge do agree in opinión with the Commitee of Charity that it is not necessary any longer to continue these measures which were resorted too or about the year 1739 respecting irregular masons, y therefore enjoin the several lodges to revert to the ancient landmarks of the Society” (4).
(Esta Gran Logia coincide en opinión con el Comité de Caridad en que no es necesario continuar con aquellas medidas que se tomaron en o alrededor de 1739 respecto a los masones irregulares y por tanto recomiendan a las distintas logias volver a los antiguos landmarks de la Sociedad.) Seis meses más tarde se constituía una nueva logia: “The Special Lodge of Promulgation” donde su carta patente especificaba: “en aplicación de la resolución precedente, hacer conocer y poner en ejecución los antiguos landmarks a los que se ha convenido en regresar”. “para el propósito de promulgar los antiguos landmarks de la Sociedad e instruir al oficio en esos temas y formas como puedan ser necesarias para que se le conozcan en consecuencia y en obediencia a la dicha resolución (la del 12 de abril de 1809 citada más arriba) y Orden” (5). En 1809 se nombraron comisionados con el fin de negociar las modalidades que permitirían finalmente, el 27 de diciembre de 1813, fusionarse a las dos Grande Logias en la Gran Logia Unida de Inglaterra con la fiema del Acta de Unión. Esa unificación fue objeto de numerosas reuniones entre las dos Grandes Logias a iniciativa de los “antiguos” y así el 11 de abril de 1810, la Gran Logia de los modernos accedió al pedido de los antiguos y preparar la unificación .
Lo menos que puede decirse es que los modernos retardaban el proceso, puede ser en parte para disimular sus propias falencias y fingir indiferencia ante la Unión que, sin embargo, reforzaría el prestigio de la francmasonería inglesa. En un reino unificado y en paz, la toma de posición política y las disposiciones naturalmente legitimistas de la masonería inglesa no se hacían al azar desde por lo menos el siglo quince, así que se volvía imperioso reagrupar a todos los masones alrededor de una sola corona.
La practica regular de los “ancients”. Conforme a la vieja tradición de los masones operativos, el ritual estandarizado que resultó de la unión de antiguos y modernos, no fue consignado por escrito, sino más bien todo lo contrario. No fue sino hasta 1850 cuando se publicó un primer ritual de Unión y recién salió a la luz en 1969 en una publicación oficial de la GLUI. Quienes firmaban el Acta de Unión de 1813 se vieron enfrentados a una dificultad: siempre, en cualquier parte, se formaba alguna comisión presta a transformar, modificar, adicionar un “ tradicional” o un “ restablecido” por allí o un “ verdadero” por acá, para modernizar la práctica de los rituales. ¿Cómo conciliar dos exigencias, a saber: la de la oralidad, en vigencia, al menos teóricamente y otra, mas política, de preservar la inmutabilidad del ritual, y mantenerlo al abrigo de las inevitables variaciones locales y otras deformaciones? Era como un anuncio oficial de conflicto inminente y había que evitar que volviera a producirse. La Gran Logia volvería a ser la primera Gran Logia, primera por la antigüedad reivindicada, pero sobretodo primera jerárquicamente a fin de arrear a las almas perdidas al seno de la regularidad. No olvidemos que en masonería, el que nació último siempre será el más antiguo y el más grande! Con todo, ese objetivo federalizador tuvo por directa consecuencia que los hermanos del rito Emulation puedan, hasta hoy en día, afirmar sin reservas que desde su orígen no ha sufrido alteración alguna ni en su contenido ni en su práctica ni en su gestualidad. Ese es el gran principio fundador del rito: su inmutabilidad. Se conserva su mensaje por el hecho de que no se ha modificado ni una “jota” (¡una referencia bíblica más!). Así es que si no se tiene alguna precaución, el aprendizaje “de memoria” se convertirá en el objeto principal del rito aunque ese elemento no fuese más que un accesorio para forzar al estudio.
A fin de conservar la práctica ritual de la manera más eficaz, los artículos del Acta de Unión estipulan que deberá existir “una perfecta unidad en el trabajo”. Pero, entonces, ¿para qué crear una masonería universal a partir de una simple reconciliación? Como dije antes, a toda forma de sociedad, le corresponde una de sociabilidad. La historia de Inglaterra de esa época nos lo muestra bien, se trataba de consolidar eso que se convertirá en Imperio y de protegerlo de atentados… especialmente interiores… ¡Inglaterra ha vivido muchas guerras civiles pero jamás una revolución! Se trata de una francmasonería especulativa perfectamente integrada en el paisaje político europeo, y era imperativo para un inglés conservador contener a la potencia napoleónica dirigida por el duque de Cambacéres, archicanciller del imperio, con el fin de que ese Gran Oriente, ya muy presente, no se convirtiera en referencia. Había que traducir esta perspectiva universalista con la unificación que representará al más importante agrupamiento federalizador de la nobleza y la burguesía del imperio británico y que pudiese ofrecerse como modelo de sociedad con sus engranajes perfectamente ajustados y adaptados al mundo moderno. Las derrotas de Napoleón marcarán los primeros signos de debilidad de su poderío y los jirones del imperio serán repartidos entre Prusia y Londres. Se pensaba que sería de buen gusto reunir a la burguesía francesa y que la “francmasonería legitimista” sería su punto de encuentro. La nueva francmasonería recuerda de donde viene, se reivindica como surgida de los constructores de catedrales y de la revolución industrial. Es el muro de contención contra las veleidades revolucionarias de la Europa continental, el equilibrio entre las naciones. Se sabe que tales pretensiones en impedir las revoluciones hicieron fallar el reconocimiento de la legitimidad acordada por los ingleses a Luis Felipe de Orleáns, lo que pondrá la base para las revoluciones europeas de 1830. Esos errores estratégicos debilitaron la credibilidad de Inglaterra en la escena europea conduciendo a los británicos a percibir a su nueva reina, la joven Victoria con un gobierno agotado y que sin embargo será el más largo de la historia, de 1873 a 1901, como una suerte de reencarnación de Elizabeth primera, esperando grandeza y renacimiento. De hecho, luego de su muerte, a la víspera del primer conflicto mundial, todas las familias reinantes de Europa afectadas y en el origen del conflicto, estarán ligadas entre ellas por la descendencia de la reina devenida en una figura mítica del imperio y verdadera conductora de los principios anglicanos, es decir del prestigio moral de la Gran Bretaña, imagen de su poderío.
El sol no se pone jamás en el imperio y los masones de Gran Bretaña trabajan desde el comienzo del día…. Ese sentimiento de continuidad imperial, ese muro civilizador, esa “deuda de la Inglaterra civilizada para con los pueblos del mundo” como dirá James J. Frazer, el etnógrafo, impone a quienes la practican que no hay sino una sola forma de masonería; la inglesa que no debe ser confundida con la hija de las luces a menudo asociada erróneamente a la Revolución Francesa. No querrá mezclarse con ninguna revolución y proclamará con fuerza sus orígenes humildes y obreros: los de la masonería de oficio, de las guildas prohibidas, creyentes, virtuosos, trabajadores y sobre todo al servicio del poder. Y es así que la familia real volverá a dirigirla. Su ritual debe ser anglicano, descansar sobre la Biblia del Rey James, primer sucesor de Elizabeth. Esa masonería unida dará el tono sobre el planeta entero y para hacerlo, desarrollará en el paisaje especulativo los términos “regularidad”, “ landmarks”. Esa posición dominante era también el objetivo de la Gran Logia de Londres, expuesta por el Gran Secretario de los Modernos, James Heseltine (6), cuando dijo refiriéndose a la francmasonería francesa, que; “…… esas personas no son reconocidos como masones…” pero además que “… la diferencia fundamental y esencial entre la francmasonería inglesa y las francmasonerías continentales, es que estas últimas ignoran lo que es un francmasón”. A fin de reorganizar y determinar la unidad rituales que pondrá un término a todas las querellas y sobre todo al florecimiento que se extendió a partir de 1730, la creación de una logia de Reconciliación, compuesta de Maestros Masones expertos provenientes de las dos Grandes Logias, fue inscrita en la Constitución de la nueva Gran Logia. El artículo V prevenía a ese respecto, que los Hermanos participantes de los trabajos de la Logia de Reconciliación tendrían por misión producir un ritual que debería ser observado en perfecta unidad (perfect unity) y permanentemente por la nueva Gran Logia. Los Maestros de la Logia de Reconciliación no escatimaron esfuerzos en producir una forma ritual libre, a la vez, de la alquimia y del rosacrucismo pero manteniendo los arcanos de la “filosofía oculta” de las luces isabelinas del siglo XVI, que fuera aceptado unánimemente por todos.
Esos esfuerzos de sincretismo están atestiguados por el hecho de que nada fue terminado realmente antes de la preparación, el 20 de mayo de 1816, de la tenida en Gran Logia presidida por el Muy Venerable Gran Maestre, Su Alteza Real el Duque de Sussex. En la siguiente reunión de la Gran Logia, el 5 de junio de 1816, el ritual fue confirmado y aprobado. Es así que en 1816 nace una forma de ritual particular de apertura y de cierre de la logia en los tres grados, además de las recepciones, pasajes y elevaciones aprobadas y admitidas a nombre del SAR duque de Sussex, la Gran Logia Unida para toda la fraternidad de Inglaterra. “Emulation”, aunque practicado por los elementos de las fuerzas británicas estacionadas en el continente durante la primera guerra mundial, no fue introducido en Francia, sino hasta 1925 por los hermanos Drabbleet traducidos al francés para la ocasión. En esa época, el Gran Oriente de Francia, nacido en 1773, con el objetivo de federalizar los ritos, disponía ya de patentes del rito “Antiguo” introducido en Francia al regreso de La Fayette, después de la guerra de independencia de 1774 y del rito de York, traído por los inmigrantes americanos después de la guerra de Secesión, es decir entre 1861 y 1875. En 1925, “Emulation” fue adoptado por algunas logias de la Gran Logia Nacional Francesa, creada en 1913, especialmente las “Perseverance 27, Esperance 35, Confiance 25”, etc... Por tanto, bastante después de la creación de la obediencia construida sobre el Rito Escocés Rectificado. Portador de la noción de una iniciación “oral” y “completa” en cada grado del rito “Emulation” en su práctica asidua, es que se le puede designar como un rito “explicativo” muy progresista y muy igualitario. En ese punto en especial, parece lastimoso que su práctica “proclamada” en Francia lo fuera por parte de la Gran Logia Nacional, ante todo por una razón de adhesión a Inglaterra antes que por elección filosófica. Todos elementos de esa “filosofía oculta” del siglo XVI, los “misterios” de los constructores (no solamente de los talladores de piedra) y de los secretos del Antiguo Testamento están contenidos en sus ceremonias. Son transmitidos en cada etapa del ritual y en cada grado y sin omitir nada. Eso permite al que lo practica, acceder al conocimiento de los símbolos y signos y de responder a la cuestión fundamental de su utilidad.
Para “Emulation”, el tema de eso que se denomina Masonería Azul, es decir la que reagrupa los tres primeros grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, es la construcción simbólica de un Templo. El Aprendiz es admitido entre aquellos que se ocupan de esa tarea de construcción a fin de compartir los trabajos y aprender sus técnicas. No será sino como Compañero que se le dará el resto de las herramientas lo que le permitirá preparar una piedra tallada y de progresar hasta producir una obra maestra. Recién ahora será capaz de trabajar como masón experimentado y se le animará a descubrir los misterios ocultos de la naturaleza y de la ciencia. Conocerá el sentido moral de la escuadra, del nivel y de la plomada, en el espíritu mismo en que los compañeros reciben su salario. El grado de Maestro masón de la Marca, donde el Compañero aprenderá el sentido de
percibir su salario, como paso siguiente, constituye el vínculo entre el Compañero de oficio y el Maestro. Ayudará a completar el Templo, completando alianzas… “Emulation” presenta una gran sencillez estructural, en comparación a las masonerías escocesas o egipcias, pero también una destacable complementariedad en las distintas etapas de progresión. Allí donde debe buscarse la piedra oculta, “Emulation” sustituye la piedra angular y la piedra de cierre. Será la manipulación de esas piedras que constituyen la estructura física del Templo, la prueba de su estabilidad, de su armonía, y por extensión, de la aplicación de esas cualidades al Hombre, al que da todo su sentido en la progresión masónica de Emulación. En cuanto a la práctica, lo que salta a la vista inmediatamente es la gran lógica de progresión que preside los trabajos, a tal punto que el horizonte del Aprendiz Ingresado está orientado hacia lo que será el Maestro del Arco. Cada francmasón pasa de un grado al otro, de un puesto al otro al término de un ciclo anual. Nada en esa lógica claramente subrayada por su insistencia particular en cuanto a lo efímero y su voluntad federadora es incompatible con los principios fundamentales de tolerancia, progreso, y de la filosofía consignada en el artículo primero de las Constituciones del Gran Oriente de Francia como nada tampoco de esas misma constituciones impiden la práctica de un rito salvo el hecho de disponer de las patentes de los grados… Para “Emulation”, la práctica asidua ofrece la comprensión y las “ Logias de Instrucción” se construyen para el estudio a fin de permitir a los francmasones progresar en su “ mejoramiento” (traducción de improvement), de generar una dinámica (emulation) sobre la vía masónica; así para “Emulation”, las pruebas”, los desafios” se encuentran en los elementos simbólicos del ritual. Un trabajo como ese, generalmente no podría dar el derecho a ejercer la libre facultad de emitir conclusiones, puesto que la mayor parte de los escritos, forma parte de la historia; y ésta fue, es y será; así que nada se puede cambiar: no hay planchas, discusiones ni intervenciones de los HH∴. A veces la reunión se complementa con la