ANÉCDOTAS Y CRUELDADES DE TRUJILLO Lipe
Collado
I5BN- 99934-29-25-2
Anécdotas y Crueldades de Trujillo Abril 2002:
Primera Edición, 1,000 Ejemplares.
Julio 2002:
Segunda Edición, corregida y ampliada. 1,000 Ejemlares
Septiembre 2003:
Autor: Diagramación y Portada: Impresión:
Imprelo en República Dominicano Prinled in Dominican Republic
Tereera Edición, 1,000 Ejemlares ©Lipe Collado. ©Ye!idá Collado, Editora Collado. Editora Collado, S. A. Calle Leonor de Ovando, #106, Gazcue. Santo Domingo, Rep. Dom. Te!: (809) 686-2170 . Fax: (809) 686-2170. e-mail:
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Presentación Anécdotas y Crueldades de Trujillo nace porque se impone que jóvenes y no jóvenes comprendan, a través de una lectura amena, la extraordinaria dimensionalidad de lo teatral, de lo cruel y hasta de lo risible en la personalidad del tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina y su Era de Trujillo. La obra consta de dos partes: la primera es una biografía de Rafael Leonidas, uno de: 11 hermanos, con datos interesantes como su declaración de nacimiento, teniendo de padrino nada menos que a un sacerdote; una noticia del Listín Diario del 3 de septiembre de 1897 informando que el "niñito" Rafael Leonidas estaba al borde de la muerte afectado de Difteria, y una segunda noticia del 14 de septiembre que daba cuenta que el "niñito" había sobrevivido luego de días de luchas angustiosas por quitárselo de los brazos a la muerte. Esta apretada y amena biografía contiene al final un '~telón de fondo" que diagnostica la crisis política durante el gobierno de Horacio Vásquez, previo a la asunción de Trujillo Molina. La segunda parte consta de 100 anécdotas verídicas y envolventes sobre el tirano Trujillo Molina
y su Era de Trujillo, que aunque fuera designada así oficialmente a partir del 16 de agosto de 1930, ciertamente se inició semanas antes del 16 de mayo de aquel año, cuando aterroriza y repl iega a sus contrarios y por eso el 17 de mayo es el vi rtual "triunfador" de las elecciones presidenciales. Las historias aquí contadas van desde curiosas y que mueven a risa, pasando por las que asombran, y terminando por las que de algún modo conmueven y sacuden sísm i camente el interior de I lector al comprobar cuán cruel, cuán grotesco, cuán malsano solían ser él y sus alabarderos circundantes. Este anecdotario es el inicio del esfuerzo por llenar un vacío en la bibliografía de la trujillología. Curiosamente, a pesar de la abundante bibliografía, nadie se había aplicado a iniciar la recopilación de las anécdotas verídicas echando a un lado las meramente fantásticas e inventadas. Dejamos, pues, en manos del lector este modesto esfuerzo intelectual.
Bipe Gollack
La vida de Trujillo El 11 * de diciembre de 1893 fue declarado" en la parroquia de San Cristóbal el niño Rafael Leonidas Trujillo Malina, nacido dos años, un mes y 18 días antes, el 24 de octubre de 1891. Su partida de nacimiento, la # 4056, dice así: 11
"En esta parroquia de San Cristóbal, a once de Dbre. de mil ochocientos noventa y tres; Yo, el infrascrito Cura interino de ella, bauticé solemnemente a Rafael, que nació el día veinticuatro de octubre del año mil ochocientos noventa y uno, hijo legítimo de José Trujillo Valdez y Altagracia Julia Molina, vecinos de este pueblo; fueron sus padrinos el Presbítero Marcelino Borbón y Silveria Valdez. A quienes advertí el parentesco espiritual y obligaciones. Doy Fe. M. B. Y Peralta". A Rafael Leonidas le habían precedido Flérida Marina y Virgilio. Le siguieron Rosa María [ulieta, José Arismendy, Amable Romeo, Anibal
*Elll será significativo en su vida. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Julio, Nieve Luisa, Pedro Vetilio, Ofelia Japonesa y Héctor Bienvenido. En total 11 hermanos: 7 varones y 4 hembras. Su papá, José Trujillo Valdez, nacido en Baní en 1865, era hijo del español José Trujillo Monagas, llegado aquí de Cuba en 1861 con las tropas españolas al anexarse Santo Domingo a España, y de la dominicana sancristobalense Silvia Valdez, mulata enérgica que vivía en y de su casa de huéspedes, un hostalito modestísimo, y que sobresalía por su representatividad política local y su apoyo agresivo al tirano Ulises Heureaux (Lilís), a finales del siglo pasado, y luego, en una época en la que curiosamente muchas mujeres se destacaron como cacicas locales y hasta como montoneras armadas en las luchas intestinas. Allí se alojó Trujillo Monagas, espía de las tropas españolas de anexión, embarazó a la mulata Valdez y regresó a Cuba con las tropas españolas que fueron expulsadas en 1865 por los restauradores dominicanos. Trujillo Monagas sería más adelante jefe de la Policía de La Habana, Cuba. Su mamá, Altagracia Julia Malina, nacida en 1865, era hija de Pedro Malina, campesino pobre y honorable, y de Luisa Erciná Chevalier, "hija de la calle" de un oficial haitiano y de la haitiana Diyetta Chevalier, llegada aquí con las tropas de ocupación haitianas (1822 a 1844). De Luisa Erciná Chevalier, la abuela haitiana de Rafael Leonidas, decian los que recordaban los decires de sus contemporáneos que era una mujer "enrevesada", inteligente orgullosa y arrogante. Los padres del futuro tirano -nacidos en 1865- se ¡¡
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casaron a los 22 años de edad, el 29 de septiembre de 1887, en San Cristóbal. Forjarían una familia de indudable trascendencia en la localidad aunque bastante distante de la exclusiva aristocracia dominicana. Ningún suceso extraordinario se registra en la vida del futuro tirano antes de sus cinco afias de edad, cuando faltando un mes y días para cumplir los seis, en septiembre de 1897, sufrió un mortal ataque de difteria o "crup".
Sobrevivió
"milagrosamente" porque dos reputados médicos se emplearon a fondo. Luego de un intento fallido con un suero antidiftérico -que se creyó lo salvaría - se le aplicó a último momento "antitoxina diftérica" llegada a Santo Domingo por primera vez apenas días antes.
Rafael
Leonidas sobrevivió a duras penas. Que Rafael Leonidas había nacido en el seno de una familia por encima de la masa común del país, podría corroborarlo, entre otros indicios, el hecho de que el Listín Diario de Santo Domingo publicara en septiembre de 1897 dos noticias sobre la enfermedad y la curación del niño Rafael Leonidas.
El día 3: "Nos escriben de San Cristóbal informándonos que el Dr. Brioso hace esfuerzos supremos por salvar de la muerte a un niño de cinco años, Rafael Leonidas, hijo de los esposos José Trujillo V. y Julia Molina, atacado del crup. El Sr. Dr. Báez, de paso por San Cristóbal, confirmó el diagnóstico del Sr. Dr. Brioso, a quien dio aviso de que en esta Capital había suero antidiftérico, que fue galantemente cedido por el Sr. Félix Lluberes; pero a causa «necdotes y Crueldades de Trujillo
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de haber tenido muchos meses de preparado no fue eficaz habiendo sido preciso solicitar otro más reciente que se le está aplicando ya al pobre enfermito. Deseamos que este se salve de la terrible enfermedad, coronando así con éxito magnífico los incansables esfuerzos del hábil Dr. Brioso, nuestro buen amigo". y el d ía 14:
"Una hoj a suelta que hemos recibido de San Cristobal, firmada el 9 del corriente, por muchas de las más connotadas personas de aquella localidad, nos informa de los triunfos obtenidos por el Dr. Brioso en el caso de crup del niño Rafael Leonidas Trujillo, arrancado del sepulcro merced a los incansables esfuerzos de dicho Doctor auxiliado por el Doctor Báez, y secundado por otras personas más, que se multiplicaban para facilitar la adquisición del suero, etc. El suero antidiftérico usado en este caso, ha sido preparado por los Doctores Dávalos y Acosta del Laboratorio Bacteriológico de La Habana, el
14 de agosto último. Nuestra felicitación a los inteligentes Doctores Brioso y Báez, y nuestra felicitación a los familiares del pequeño Rafael". Su abuela Erciná Chavalier le impartió las primeras
enseñanzas Zl Rabel Lcon id as -desde poco antes hasta poco después de su enfermedad- en su escuela rural de unos 60 alumnos. En ese mismo 1897 es inscrito en la escuela del Prof. Juan Hilario Meriño, caracterizada por la indisciplina y la desorganización. Allí aprerid ió a leer y a escribir
ru d imenta r iarncn tc.
Pero donde adquirió destrezas en
lectura y escritura fue en la escuela del profesor Pablo iv
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Barinas -quien sobreviviría al propio Rafael Leonidas: murió 9 años después de él, e125 de junio de 1970, en San Cristóbal-o Barinas, forjado" a la antigua", discípulo de Eugenio María de Hostos, se esmeraba en la organización, la disciplina y la enseñanza de los alumnos. Muchos años después el maestro Barinas recordaría a Rafael Leonidas como un alumno inteligente, disciplinado y, sobretodo, inclinado al aseo, a vestir y a conducirse correctamente y a acicalarse, sin que esto significare pérdida de su aire viril. Y así sería hasta el último de sus días. El escritor norteamericano Robert D. Crassweller nos ofrece en las páginas 46 y 47 de su obra: "Trujillo, la trágica aventura del Poder Personal", un corto relato ameno y verídico sobre los primeros años de la vida de Rafael Leonidas:
"En el rústico aislamiento de San Cristóbal poco había que indujera a un niño a ejercitar la mente. Las ocupaciones de Rafael eran aquellas que se podían practicar al aire libre. Cuando tenía aproximadamente siete años, se encontró por primera vez con un pariente lejano cuya vida habría de estar estrechamente ligada a la suya, Virgilio Álvarez Pina, el famoso don Cucho Álvarez de los años venideros. Los padres de Álvarez visitaron San Cristóbal varios veranos y mientras estaban allí vivían con los Trujillo. Los dos niños (Rafael era dos años menor) solían ir por la mañana a nadar al río Nigua, en las charcas conocidas por Hilario y la Tentación. Simulaban que recorrían el trayecto a caballo, llevando un palo entre las piernas, la embelesada mirada puesta Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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en la cabeza y las orejas de sus falsas monturas, fijadas al extremo de una vara. Regresaban para el almuerzo en las mismas cabalgaduras de mentirijillas, y tornaban a las charcas después de comer. A veces iban en un carro tirado por caballos a una laguna termal cercana, La Toma, cuyos baños eran famosos en toda la isla. A medida que Rafael crecía, fue desarrollando un carácter y una personalidad que habrían de permanecer invariables en esencia durante toda su vida. En los países del Caribe, la madurez sexual llega temprano, más el extremo interés de Trujillo por las mujeres, y su sentido de la galantería para con ellas, fueron notables por su precocidad aún en un medio tan ardiente. Jamás en sus años mozos se dio a la bebida ni al juego por dinero, y más tarde usó de la primera con relativa sobriedad y aborreció el segundo. Antes de los veinte años era ya afecto a los perfumes y se había aficionado a la danza y a la equitación. A medida que se iban haciendo mayores, Trujillo y Álvarez Pina aprovechaban cualquier momento de distracción de sus padres para hacerse con sus caballos y cabalgar a los sitios de interés cercanos. La figura dominguera del joven Trujillo, trajeado aún más remilgadamente que de ordinario, jinete en el caballo de Don Pepe, era familiar a todos los vecinos de San Cristóbal". En 1901, cumplidos sus 10 años de edad, en momentos de apremios económicos, doña Julia Malina reconvierte la vieja casa de su madre, donde vive, en casa de huéspedes para alojar a campesinos que iban al pueblo a vender sus productos y a "viajantes", vendedores, etc. vi
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Allí el niño "Rafelito", como se le llamaba desde que tuvo uso de razón, palpó vívidamente todos los matices del criollo dominicano de corte rural y semirrural y allí también captó las diferencias de hombres de ciudades, el emergente ciudadano urbano, algunos de ciudades importantes como Santo Domingo y Santiago. Rafael Leonidas, ser intuitivo, imaginativo, inteligente, tenía un "airecito" de grandeza y don de mando natural estimulado por expresiones premonitorias que los familiares e íntimos suelen enunciar al referirse a niños que, tambaleándose en la orilla del desfi ladero de la muerte, sobreviven milagrosamente: "Está vivo para algo grande", "Tu naciste para algo (grande)", " A este niño se lo quitaron de los brazos a la muerte", "Tu naciste ese día", "Dios lo quiso así porque te tiene una misión". Rafael Leonidas se delata desde sus 10 años en adelante como un ser humano programado hacia "un fin elevado", que para él será alcanzar la cima en todo lo que emprenda: hacerse notar, descollar, llegar a costa y a fuerza de lo que sea. El tránsito de su vida de 1901 a 1907, esto es, de los 10 a los 16 años de edad lo va definiendo poco a poco alejado de la vida intelectual y acercándose a la aventura, a la practicidad inmediatista. Su educación formal se detuvo de golpe en la adolescencia alcanzando apenas parte de la educación primaria. Bailar mejor que todos, montar a caballo mejor que todos, ir a los balnearios y nadar más que todos y, más que nada, enamorarse -también más que todos- llenaban su existencia. Pero había otro dato de suyo revelador: su afán Anécdotas y Crueldades de Truji//o
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por el trabajo, encajado en su mira hacia su meta suprema. En 1907, a los 16 años de edad, luego de prácticas intensivas, se graduó de Telegrafista de Primera Clase, sistema morse, y por recomendación de su tío Teódulo Pina Chevalier se le nombra Operador de la Línea Sur de la República. Antes se había desempeñado en el Telégrafo de San Cristóbal y asistido a la Escuela de Agricultura de allí. Más adelante, en 1910, a sus 19 años de edad, ocupa el puesto de Oficial Auxiliar de la Oficina Telegráfica de San Cristóbal. En la intimidad familiar se le llamaba indistintivamente Rafael y "Rafelito", diminutivo este último que prefería su abuela Erciná Chevalier en sus años anteriores a la adolescencia. Algunos sancristobalenses de edad avanzada afirmaban años atrás que el sobrenombre "chapita", que sus amigos de adolescencia preferían al referirse a él, tuvo su origen en su formalidad y en el vestir impecable y pulcro. De él se decía que era una "chapa", expresión muchas veces asociada a la chapa de oro (en una zona en la que durante la colonia se explotaban minas de oro) y próxima a la de "enchapado de oro". Según esta versión, Trujillo era como una"chapa". He ahí entonces que se le llamara"chapita", mote que le envanecía en vez de enojarle", La vida de Rafael Leonidas, de los 19 a los 25 años, esto es, de 1910 a 1916 estuvo vinculada a acciones de desenfreno juvenil con pintas delincuenciales. Unas veces
*Otros lo han atribuido a que de pequeño se colocaba al pecho, como si fueren medallas, las chapas o tapas de las botellas de refresco. (?)
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en compañía de su hermano José Arismendy (Petán) y otras veces por su cuenta al mando de otros -desde pequeño se desvivía por ser cabeza de grupo- realizó raterías como el robo de ganado y otras acciones que para esos años proliferaban como medio de vida. Sus operaciones abarcaron zonas como Santo Domingo, San Pedro de Macorís, el Seybo, etc. En este lapso de su vida se le procesó varias veces y en particular por la alteración o falsificación de un pagaré o cheque. Miguel Febles, juez del Tribunal de Primera Instancia de San Pedro de Macorís, lo condenó a cárcel y multa, pero logró evadir la cárcel. Poco después fue investigado por complicidad en la sustracción de dinero de la Oficina Postal de Santo Domingo, donde trabajaba. Fue despedido. Cuando Rafael Leonidas alcanzó poder militar, un poco más adelante, se ocupó de destruir las pruebas documentales de sus fechorías. En dependencias judiciales de San Pedro de Macorís, El Seybo, etc., hubo incendios que el rumor público posterior atribuyó al"pundonoroso" joven militar (como le placía que le llamaran). A sus 22 años de edad embarazó a su novia Aminta Ledesma, una joven campesina. Se casaron en 1913 y en 1914 nació Julia Génova, que un año después, en 1915, enfermó gravemente. En medio de "un mal tiempo" Rafael Leonidas trató de salvar la vida de su hija cruzando a nado el desbordado Río Haina y cuando pudo retornar con ayuda médica se le destrozó el corazón al encontrarla muerta. En el 1915 le nació Flor de Oro. Poco después Rafael Leonidas se unió a un grupo de horacistas que se levantaron en armas contra el Presidente Juan Isidro Jiménes pero Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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fueron desbandados. Rafael Leonidas se escondió en el monte, esperando escapar a la represión. Allí enfermó, adelgazó mucho y perdió gran parte de sus dientes, lo que en adelante le obligó a usar dentadura postiza. Desautorizado el alzamiento por Horacio Vásquez, un Rafael Leonidas deshecho se presentó ante el licenciado Jacinto B. Peynado, Ministro de Justicia, quien le dejó en libertad al verle en tal estado desastroso. Al año siguiente se integró a una banda de tígueres rufianes conocida como "La 44" que se dedicaba a robos y chantajes menores. Sus acciones y ciertos servicios prestados a potentados por el grupo se conectan con los ambientes de los ingenios y sus derredores y es en este trajinar que obtiene un empleo en el Ingenio San Isidro y luego pasa al Ingenio Boca Chica. Más adelante se le designa Guarda Campestre en Boca Chica, puesto para el cual había que tener experiencia y cualidades que lindaran las rufianerías. Había que lidiar con ruidosos trabajadores, con borrachos, con jugadores, con ladrones y con otros individuos característicos de la vida de los bateyes. Hay que imaginarse a Rafael Leonidas, de uniforme azul, con insignias, montado a caballo, arma al cinto, en las madrugadas frías de los campos cañeros supervisando, disciplinando, en fin, imponiendo su autoridad. En procura siempre de llegar a la cabeza y al mando de la tarea que realiza alcanza el puesto de Jefe del Cuerpo de Guarda Campestres, coincidiendo con la ocupación del país por tropas de Estados Unidos (1916-1924). Rafael Leonidas se empeña a fondo, como mango de chucho del x
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patrón cubanonorteamericano. y se distingue por su don de mando y su conocimiento cabal del mundo de los malhechores a los que mantiene a rayas. En el Ínterin se beneficia del apoyo del amo y reúne dinero por medios no santos. Rafael Leonidas o estaba en sus aguas o se acercaba a sus aguas futuras: el 7 de abril de 1917 las fuerzas de ocupación norteamericanas emitieron una orden ejecu tiva que creaba la Guardia Nacional Dominicana". Como hemos visto, Rafael Leonidas no pertenecía a las masas irredentas de la nación ni encajaba en la alta clase. Estaba bien aposicionado socialmente en su natal San Cristóbal, como hemos visto, pero sin posibilidad de ascender más allá de su mundo familiar del 1 hermanos, de un papá irresoluto y bastante "tramposo", aunque querido y "respetado" y de una madre bondadosa, cristiana, sin más posibilidades que las que su comunidad estrecha podía ofrecerle. Rafael Leonidas, de 27 años de edad, cuando el ser social siente la urgente necesidad de construir un mundo en el cual reinar mañana -rcino pobre o reino rico, pequeño o grande, pero reino particular al fin-, descendiente de un español de la policía secreta que viene aquí con las tropas de anexión de 1861, y descendiente, por el lado de su madre, de una haitiana y de un soldado de la ocupación haitiana de 1822 a 1844, carece de pruritos personales, morales y hasta políticos como para unirse a I coro nacional *El 2 de junio de 1921 pasó a denominarse Policía Nacional Dominicana y el 23 de junio de 1927 Policia Nacional. Finalmente el 17 de mayo de 1928, mediante ley, se le convierte en Ejército Nacional.
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que rechaza la ocupaclOn norteamericana. Todo lo contrario: en su familia hay antecedentes históricos que lo atan mentalmente a dos ocupaciones de Santo Domingo; y esta tercera ocupación podría ser la tabla del columpio que lo impulse hacia 10 alto, a él, un hombre que se ha fajado en lo legal y en lo ilegal por no precipitarse de su med ianía a la nadería social. Como Jefe de los Guardacampestres del Ing. Boca Chica vivió en carne propia el crecimiento y la extensión del poder de sus patronos, puesto que desde que las tropas norteamericanas arribaron la empresa cubanonorteamericana tiene carta abierta, sin restricciones. Ahora es ley y es derecho. Es poderosa y Trujillo transpira esta atmósfera real. Sus ojos tienen que haberse agrandados, o aguzados sus oídos, al saber que el gobierno de ocupación reclutaba a dominicanos para formar la Guardia Nacional Dominicana y que necesitaba, rn s que nada, de á
suboficiales. Entonces solicita una recomendación a la administración del Ingenio y, además, le dirige una carta al coronel C. F. Wi ll ia rns el 9 de diciembre de 1918 solicitando "un puesto de oficial" en la nueva Guardia Nacional Dominicana. El 18 de diciembre la administración del ingenio, ponderadas las ventajas de que su disciplinado empleado ingrese al nuevo cuerpo militar, accede a emitir una constancia. A continuación la carta firmada por Rafael Leonidas y luego la constancia de su empresa:
"El que suscribe, por digno órgano, solicita un puesto de oficial en la honrosa institución de la Guardia Nacional Dominicana. xii
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Con perdón de la molestia, debo significarle que no poseo vicios de tomar bebidas alcohólicas ni de fumar y que no he sido sometido a tribunales ni siquiera para asuntos de simple policía. En mi pueblo natal- San Cristóbal -, a 30 kilómetros de esta ciudad, he pertenecido y pertenezco a la primera sociedad, y mi edad es de 27 años, de estado casado. En San Cristóbal pueden dar testimonio de mis costumbres y maneras de conducirme, personas honorables, y en esta capital los señores Rafael A. Perdomo, juez de Instrucción de 1 ª. Instancia, y Lic. Armando Rodríguez, jurídico de la Secretaría de Estado de Justicia e Instrucción Pública. Le saluda atentamente, Rafael L. Trujillo.
"A todos los que la presente vieren", Certificamos: "Que durante el tiempo que el señor Rafael Leonidas Trujillo desempeñó el cargo de jefe de Guardas Campestres de este ingenio, cumplió estrictamente sus deberes, prestando atención y vigilancia al mejor cuidado de los intereses que le fueron encomendados, con discreción y hombría de bien. Esta Administración se complace, asimismo, en memorar la felicitación que recibiera del Departamento de la Guardia por tener un empleado de las condiciones del señor Trujillo. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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El 27 de diciembre fue admitido y se juramentó formalmente el 11 de enero de 1919. Lo asignaron a la Compañía de San Pedro de Macorís, donde a más de sus obligaciones militares estuvo al servicio de las empresas norteamericanas vinculadas a la caña. Luego lo designaron en el Seybo, donde, al mando de tropas, colabora estrechamente en las acciones contra los campesinos que son desalojados y adquiridas irregularmente sus tierras por esas empresas extranjeras. Trujillo es una ficha clave de esos intereses y de los propiamente militares de las tropas de ocupación. El subteniente Trujillo Malina es cabeza de patrullas que tratan de mantener a rayas y de vencer a los "gavilleros", más bien a los remanentes de las gavillas, grupos nacionalistas armados que combaten a las fuerzas de ocupación. Entre estos no faltan las bandas armadas de cuatreros y rateros que a la larga salpicarían de manchas la lucha de los nacionalistas. El subteniente apresa indebidamente, chantajea, manda a herir, manda a matar, desaloja, manda a secuestrar y a pedir rescate ... El subteniente hace y deshace en su zona, ayudado por sus tropas y, paralelamente, por los norteamericanos. Un racimo abundante de tropelías, al tiempo que se diezma a los remanentes de las gavillas, lo hacen aún más "simpático" ante sus superiores... pero es tal el cúmulo de sus inconductas que el alto mando tiene que acoger varias de las denuncias contra este ser social dominicano dispuesto a agenciarse un nombre en la historia y a enriquecerse a todo meter. En los archivos nacionales de Washington, D.C., Grupo xiv
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Record 80, legajo 16870-47:477, hay documentos en los que se da cuenta del juicio seguido al subteniente Rafael Leonidas por diversas fechorías, y particularmente por el estupro de Isabel Guzmán, de 17 años de edad, en el Campanario de la Iglesia de los Llanos, de San Pedro de Macorís. La revista ¡Ahora!, No. 492, del 16 de abril de 1973, publicó los detalles del juicio citando a Richard Millet y Marvin A. Saloman, D.
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quienes realizaron una investigación sobre los
antecedentes de dictadores latinoamericanos. E123 de enero de 1920 la comisión militar o Consejo de Guerra, presidido por el teniente coronel de la Marina, James Me. E. Huey, e integrado por otros siete con rangos a partir del de Primer Teniente, se reunió en San Pedro de Macorís e hizo comparecer al teniente Trujillo Malina y luego de escucharlo le fijó juicio para el 17 de febrero de 1920, que se extendió por 18 días, hasta el 4 de marzo. Hablaron 26 testigos, 15 a su favor -entre estos seis compañeros suyos- y 11 en contra. Había acontecido que en julio de 1919 el segundo teniente Trujillo Malina apresó y encarceló a José Núñez y a su hija -al parecer acusándoles de colaborar con los "gavilleros", que era la imputación utilizada para extorsionar. Luego envió a Pantaleón Mieses a exigirles 150 dólares a cambio de su libertad "y, a consecuencia del pago de dicha suma, hecho a dicho teniente Trujillo... ellos, dicho José Núñez y su hija, fueron excarcelados, quedando libres de toda custodia"; y que en ese mismo mes y año "con felonía y a la fuerza, y contra su voluntad", estupró a Isabel Guzmán: luego de haber apresado al papá y obligado a la mamá y a las hijas a acompañarlo a él y a los soldados de Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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la patrulla en procura de los" gavilleros"; y que en noviembre de ese año apresó a Carlos y Esteban Alduey y los encerró en la casa de Pantaleón Mieses, y a través de este los conminó a pagarle 150 dólares para liberarlos. Quedó en claro durante el juicio que era culpable de los cargos en su contra. En las 134 páginas mecanografiadas del juicio; -testimonios, defensa y dictamen del fiscal-, habían suficientes detalles veraces de su culpabilidad, pero él negó la violación y los demás cargos a pesar de que poseyó a la Guzmán en días sucesivos y de que Mieses admitió el cobro del dinero y su entrega al teniente Trujillo Malina. Aunque con argumentos débiles, el fiscal lo consideró culpable; pero el Consejo de Guerra lo descargó y de ahí en adelante la carrera militar del futuro tirano en vez de congelarse por su perfil delincuencial cobró fuerza meteórica hasta alcanzar irregularmente -¡siempre irregularmente!- la Presidencia del país e instaurar 10 que en otro lugar hemos calificado como "El Estado Delincuente". El Teniente Trujillo es asignado a la 11 ª. Compañía en El Seybo al parecer para protegerle momentáneamente de las quejas y querellas en su contra. El que se le haya puesto" en observación" lo demuestra el hecho de que en septiembre de ese 1919 el inspector del Distrito Militar de El Seybo dice que"considero este oficial como uno de los mejores del servicio", y que aproximadamente dos meses después, ellO de noviembre, el Comandante del Departamento Sur apunta: "Al presente el teniente Trujillo está haciendo buen trabajo. Él demuestra ser muy xvi
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inteligente y activo". Luego asiste a la Escuela de Oficiales, en Haina, y el 22 de diciembre se le confirma el rango de Teniente y es retornado a San Pedro de Macorís. El oficial Trujillo no descansa: va de acciones en acciones y se gana definitivamente la plena confianza de sus superiores. Lo asignan al importante Departamento Norte porque su comandante desea especialmente su selección, toda 11
vez que tiene plena confianza en su habilidad". El21 de octubre de 1923, faltando tres días para cumplir 32 años de edad, lo ascienden atropelladamente -saltan el rango de Primer Tenientea Capitán y Jefe de la Sexta Compañía destacada en San Francisco de Macorís. El 23 de febrero de 1924 matan a balazos al mayor Julio César Lora", comandante del Departamento Norte, y entonces designan, el 6 de marzo, al ahora Mayor Trujillo Molina. El Listín Diario se hace eco de la designación el 7 de marzo y lo califica de correcto y pundonoroso" militar. 11
En julio de ese 1924 abandonan el país las tropas norteamericanas dejando en el poder al Presidente Horacio Vásquez, quien había tomado posesión el día 12. El 11 de septiembre el Presidente Vásquez lo confirma como Mayor y como Comandante del Departamento Norte, siendo el tercero en el escalafón militar. Y el6 de diciembre Horacio Vásquez afila cuchillo para su propia garganta: Lo asciende a Teniente Coronel y lo designa Jefe de Estado Mayor. "Dícese aún que Trujillo Molina estuvo tras el telón en la muerte del Mayor Lora, quien sostenía relaciones amorosas con Lila Rodríguez, esposa del oficial dentista Pedro Pablo Sanabia. El cochero que llevó al mayor Lora y a la Rodríguez a una zona boscosa debajo del río Yaque, informó, por instrucciones de Trujillo Molina, al oficial Sanabia de la cita amorosa y éste fue al lugar y mató a tiros al Mayor Lora y a la Rodríguez.
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El ahora teniente coronel Trujillo Malina se hace elogiar en el Listín Diario y en otros periód icos y en la Revista Militar. En enero de 1926 inauguran un parque contiguo a la Fortaleza Duarte de San Francisco de Macorís
y se le denomina parque coronel Trujillo ... El 1 de marzo de 1926 ingresa al ejército a su herrnano Héctor Bienvenido Trujillo Malina y ya el 21 de diciembre de 1927 es Sargento Primero.
El 20 de
marzo de 1930 será cadete ... Aníbal Trujillo, otro hermano, también ingresa a la policía y el 23 de m avo es ascendido a Primer Teniente. El 13 de agosto de 1927 Trujillo Melina es ascendido a General de Brigada, Comandante en Jefe de la Policía Nacional Dominicana, y el 17 de mayo de 1928 la Policía Nacional es convertida en Ejército Nacional y él confirmado como su Comandante. Ya en julio de este año el diario La Opinión informa que el General Trujillo Malina ap
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Telón de fondo El gobierno del General Horacio Vásquez, del 12 de julio de 1924 al 23 de febrero de 1930, se caracterizó por las fricciones de fuerzas contradictorias en medio de una reformulación de los liderazgos y grupos políticos después de 8 años de ocupación del país por tropas de Estados Unidos, de 1916 a 1924, que implicó la supresión de la libertad de prensa, del libre albedrío y de los partidos políticos. El presidente Vásquez, quien, junto a Ramón Cáceres y otros, participó en el magnicidio del tirano Ulises Heureaux (Lilís), era hombre equilibrado y equilibrador de las pugnas en juego dentro y fuera de su Partido Nacional, y de una reconocida honestidad personal pero carecía de capacidad administrativa y tenía pocas condiciones de hombre de Estado. En compensación contaba con suficientes hombres capaces que sostenían las riendas de la cosa pública y de la paz de la República, pero tenían en común el germen en desarrollo de la ambición personal y política, algo connatural del escenario político; aunque en este caso espoleados por el envejecimiento y las noticias del deterioro de la salud del presidente y caudillo Vásquez. Lo que se inició como un gobierno progresista, emprendedor y respetuoso de las libertades, se fue corroyendo debido, entre otros factores, a la atomización de sus bases política y militar, y debido al enfurecimiento de sus contrarios desde que sus seguidores hicieron renunciar de la Anécdotas y Crueldades de Truji//o
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vicepresidencia de la República a Federico Velásquez y lograron extender "constitucionalmente" su período de gobierno de 4 a 6 años, esto es, hasta 1930, en vez de concluir en 1928 al completar su cuatrienio, y debido también a que, en medio de la crisis económica, como reflejo de la gran depresión económica de Estados Unidos en 1929, persistían en intentar la reelección para un nuevo período. Completarían así 12 años de gobierno. Su gobierno y su Partido Nacional estaban divididos en tres y, por lo demás, existía un cuarto reducto, que desde febrero de 1930 se alzaría con el poder. Los "líderes" horacistas aspirantes a sucederlo eran el Vicepresidente que suplantó a Velásquez, su médico José Dolores Alfonseca, y Martín de Moya. Los grupos del Partido Nacional se compactaron alrededor de Alfonseca y de De Moya y pulsearon agriamente. Un tercer sector optó por impulsar, a pesar de todo, la reelección de Vásquez. y un cuarto reducto, representado en la creciente fuerza militar, probablemente el más organizado, eficaz e inescrupuloso. giraba alrededor del Comandante en Jefe del Ejército Nacional, General Rafael Leonidas Trujillo Malina. La oposición, cada vez más creciente y virulenta, la encabezaba Rafael Estrella Ureña, brillante orador. Para octubre de 1929, Moya y Alfonseca eran contradictores radicalizados. A su vez Alfonseca y el "pundonoroso militar", general Trujillo, -que simulaba estar apartado del quehacer político-, eran enemigos a hacha y machete. En cambio, Moya y Trujillo eran amigos y aliados. De su parte, Estrella Ureña veía en Trujillo un aliado en curso. Como se
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ve, pues, la situación política se complejizaba, se deterioraba y parecía derivar hacia la caída del gobierno. Hubo un momento de principios de 1929 en el que el presidente Vásquez comunicó a Alfonseca, a Moya y a Trujillo que había decidido designar al primero como su sucesor y que, por lo tanto, los tres deberían entenderse y convivir para bien de lo que cada uno representaba. Pocos días después el general Trujillo informó al Presidente que planeaba retirarse del ejército en los meses próximos. Evidentemente que era un anuncio distraccionista mientras observaba y evaluaba sus crecientes aspiraciones apoyado en el ejército. El 22 de octubre -d o s días antes de que el general Trujillo cumpliera sus 38 años de edad- la salud del presidente Vásquez había mejorado en apariencia y fue cuando anunció que optaría por un nuevo período. Todos, entonces, se arremolinaron a su derredor... hasta que en los días siguientes su salud se desmejoró y hubo de salir a Baltimore, Estados Unidos, el31 de octubre a someterse a una intervención quirúrgica*. Y entonces el vicepresidente Alfonseca se hizo cargo del Poder Ejecutivo. El general Trujillo, "práctico", astuto, inteligente, con las afiladas garras del tíguere dominicano, se puso en estado de alerta permanente. Apenas semanas antes había hecho saber que jamás sería subalterno de Alfonseca. Movió comandantes y tropas a puntos claves sin *E19 de diciembre de ese 1929 le extirparon un riñón.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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comunicárselo al vicepresidente en funciones de Presidente. Enterado, Alfonseca mandó a instruir a Trujillo que debía presentarse al despacho presidencial. Trujillo, receloso, guardó silencio y finalmente no obtemperó. Sólo cuando Alfonseca se lo ordenó por escrito Trujillo accedió a presentarse a su despacho, pero, eso sí, acompañado de 14 oficiales y con sus tropas en alerta a nivel nacional. Alfonseca y Trujillo se confrontaron agriamente. La atmósfera se enardeció a grado tal que cuando el general Trujillo salió del despacho presidencial se atrincheró en su cuartel general y diseminó las tropas en sus alrededores. Una tensión ominosa se apoderó de la capital por más de 24 horas hasta que la Legación de Estados Unidos intercedió y ambas partes acordaron abstenerse de iniciar medidas y acciones que alteraran el precario equilibrio durante la ausencia del Presidente Vásquez, a quien el 9 de diciembre le extirparon un riñón. Retornó virtualmente deshecho a sus 70 años de edad. El general Trujillo Molina era el amo absoluto del ejército, la única institución organizada eficientemente, en momentos en que el agua política hervía y se conspiraba a borbotones. Alentó una conspiración que estalló en Santiago el 23 de febrero de 1930 bautizada como "Movimiento Cívico" que derivó en un Golpe de Estado encabezado por él.
Para el 16 de mayo era
candidato presidencial, "ganó" a las malas y tiranizó la nación por 31 años y 14 días.
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Las casas
del jefe El tirano Rafael lean idas Trujillo Malina poseía 35 residencias urbanas, haciendas ganaderas y casas de campos a nivel nacional. Su gusto iba de lo majestuoso a lo sencillo y natural. En cada
sede
provincial
del
Partido
Dominicano tenía una casa, generalmente el segundo piso del local. Tenía una casa lujosa o "mansión" en la capital y otra en Santiago, así como casas de campo en la Cumbre, Playa de Najayo, Constanza, San José de las Matas, San Cristóbal, San Juan de la Maguana y otros puntos del país; y una suite del Hotel El Embajador con un área de 1,000 metros cuadrados. la estancia Radhamés en la capital incluía una piscina, un cine, un teatro, un gimnasio de 1560 metros cuadrados, esto es, más de 2 tareas de tierra, una pista de patinaje de casi 2,000 metros cuadrados, una peluquería y otras áreas que mostraban la inmensa inversión y hasta el mal gusto desparramado. la Hacienda Radhamés, en honor a Radhamés, el menor de sus dos hijos varones, fue diseñada bajo las directrices de María Martínez de Trujillo, esposa Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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del tirano cruel y criminal, la que gozaba de la inenvidiable fama de tener un gusto antiestético, desproporcionado y retorcido. Los demás miembros de las familias Trujillo* -poco más de 100 personas- poseían más de 300 residencias urbanas, haciendas ganaderas y casas de campo.
Un
cálculo
conservador
arroja
aproximadamente 400 propiedades de este género del tirano y los demás Trujillo que a principios de 1962 fueron confiscadas por el Estado.
*Truj i 110 Carda, Truj i110 Martínez, Truj i110 Lovatón, Truji 110 Ricardo, Ruiz Trujillo, Saviñón Trujillo, Estévez Trujillo, Castillo Trujillo, Carda Trujillo, etc, etc.
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"Gustos" del tirano Trujillo El tirano Trujillo Molina gustaba dellocrio de pollo criollo, del mangú con huevo, de las sopas, del consomé, del sancocho de gallina y del de siete carnes ... A veces ingería pescado o un bistec con papas.
y le "fascinaba" el requesón. Desayunaba ligeramente -el dom i n ic ano prefiere no desayunar- luego de una sesión de ejercicios y masajes que se iniciaba a las 5 de la mañana. Su bebida predilecta era el coñac Carlos V, con agua Pola. Era perfeccionista y exigente en el vestir y en las maneras de desenvolverse. Vestía impecablemente, se perfumaba y teñía el pelo ligeramente. Al morir dejó un vestuario con 2,000 trajes de vestir, 10,000 corbatas y 500 pares de zapatos. Sin' temor a exagerar, se le atribuye haber poseído
aproximadamente
2,000
mujeres,
adolescentes que, en su mayoría, las desfloraba. El cálculo está basado en una mujer nueva por semana en el curso de sus 31 años y 14 días de tiranía. Desde el jueves en la noche hasta el domingo en la mañana Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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se hacía acompañar de alguna mujer que ciertos acólitos -sino él mismo- la escogían por su belleza. El tirano hacía gala de un proverbial apetito sexual que aún hoy día muchos hombres le envidian. Pero en el fondo de su demostración de poderío sexual, entrado ya en los sesentas, había mucho de apariencia, de hacer creer que aún era "un machómetro". Prefería a las mujeres jóvenes -de 20 a 30 años"amasaditas", esto es, ni delgadas ni gordas, de piel blanca y facciones propias de la belleza griega en la que la nariz armoniza un bello rostro. De cuando en vez se inclinaba por las de piel trigueña o, como dicen los españoles, "morenas". En muy pocos casos se decidió por una mulata.
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Sabía que lo matarían EL tirano implacable, compleja
y
de
reacciones
de
personalidad
peligrosamente
impredecibles, tuvo en mayo de 1961 momentos de intuición lumínica en la que ya se sabía muerto. Y en su yo había "algo" que lo obl igaba a "hablarlo". Mony Sánchez, la joven amante de los últimos años de vida de Trujillo Malina, ha relatado a familiares y amigos cercanos que una noche de mayo de 1961 aquel llegó a su casa desasosegado, inquieto como nunca antes. La saludó, la besó y auscultó a su derredor. Sus ojos nerviosos miraban a cada rincón. Ella lo contemplaba curiosamente porque por primera vez el tirano se comportaba así ante ella. Rompiendo su casi invariable norma de reserva absoluta en lo relacionado con el poder omnímodo que ejercía, le confió el porqué de su nerviosismo: -Mony, yo sé que mis enemigos me están acechando para matarme.
y aquello sonó como una ronca voz interior sustituta de su voz aflautada. La Sánchez no podía creer lo que acababa de Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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escuchar. Su yo la sacudía sísmicamente.
Asustada,
con su rostro apesadumbrado, le dijo: -¡Ay no, yo no quiero' que te vayan a matar aquí. ¿Y qué sería de mí si sucede aquí? El tirano recobró su control y se serenó. La miró y sonrió amargamente. En otra ocasión, también próxima a la noche del martes 30 de mayo, el tirano volvió a ser reo del rayo fulminante de su muerte próxima. Esta vez, sosegado, hablaba con "don" Cucho Álvarez y otros íntimos, a bordo del yate Presidente Trujillo. De repente guardó silencio, que se hizo largo mientras miraba el mar desde una de las barandas del yate. Las pequeñas olas caribeñas de aquella noche tranquila golpeaban suavemente los costados de la embarcación. El "plas plas" "plas plas" musical del agua contra el barco era el fondo de un profundo viaje mental del tirano criminal, quien, de súbito, retornó de sus penumbras y miró a "don" Cucho y a los demás repasando sus rostros con sus ojillos negros magnéticos. Entonces les dijo: -Prepárense, porque vaya dejarlos pronto. -¿¡Cómo!?- preguntó, sorprendido, uno de los íntimos. Pero él no dio explicaciones. Su fuerte instinto le había empujado a hablar... 12
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En abril de 1961 instruyó a sus abogados para que evaluaran sus bienes y regularizaran su declaración testamentaria. Varios de sus
numerosos brujos, de
sus
numerosísimos confidentes y de sus multiplicadas amantes y ex amantes le enviaron cartas e informes desde San Juan de la Maguana, Santiago, Ciudad Trujillo*, Villa Mella, Puerto Plata, El Seybo, Moca y otros puntos del país advirtiéndole de una conspiración en curso; y algunos de los informes precisaban que la encabezaba Juan Tomás Díaz, pero, contrario a otras ocasiones, no reaccionó volcánicamente y los calificó de "puros chismes". La noche del martes 30 de mayo de 1961, cumplidos sus 69 años, 5 meses y 6 días de edad, el tirano, a punto de abordar su automóvil chevrolet modelo 1957, en el que dentro de algunos minutos sería cazado a tiros de escopetas, fusiles y pistolas por Antonio de la Maza, Amado García Guerrero y sus acompañantes, levantó su mano derecha y les voceó a sus íntimos, altos funcionarios y agüizotes: -Adiós todos. Ellos, como niños obedientes, levantaron y abanicaron sus manos en señal de despedida. *EI 11 de enero de 1936 Santo Domingo, la ciudad capital, pasó a denominarse "Ciudad Trujillo". En noviembre de 1961 se le restituyó el de Santo Domingo.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Su "Adiós todos" ha sido interpretado por muchos como de franca despedida de la vida. Esa misma noche, antes de partir camino de la muerte, había dicho a Angelita, su hija predilecta: -Me siento muy solo. Mis amigos me están abandonando. Curiosamente, el día antes, 29 de mayo, el general José René Román Fernández, Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, quien se había comprometido a dar un Golpe de Estado -desde que le presentaran el cadáver del tirano- recibió de sus manos 12 mil pesos para saldar una deuda, y se despidió de él con una frase de gratitud extrema: -Iefe. sólo con la vida le podría pagar estos favores . ... y pagó con su vida, luego de inenarrables
torturas, su involucramiento en aquel magnicidio.
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Un muerto
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dando tumbos El tirano decía y redecía que él moriría "en mi tierra" porque no era hombre de huir del país como antes lo habían hecho los dictadores Marcos Pérez Jiménez, de Venezuela, Fulgencio Batista, de Cuba, Juan Domingo Perón, de Argentina, y Gustavo Rojas Pinilla, de Colombia (quienes precisamente se refugiaron en la República Dominicana). Eliminado a tiros limpios en "mi tierra" la noche del martes 30 de mayo de 1961, su cadáver comenzó a dar tumbos, como resistiéndose a partir. Esa noche quedó vergonzosamente con la boca abierta y sin su caja de dientes postizos sobre la pista de cemento de la avenida George Washington, con la cabeza hacia la "Ciudad Benemérita", su natal San Cristóbal, y con los pies hacia "Ciudad Trujillo". Sus matadores lo levantaron y lo lanzaron violentamente al baúl del automóvi I de Antonio de la Maza, que luego recorrió la ciudad hasta que fue dejado en el patio de la casa de Juan Tomás Díaz, uno de los complotados, y posteriormente introducido a un garaje que fue cerrado con candados. Allí estuvo el cadáver -con un balazo en el mentón, dos a la altura del corazón, uno en el lado izquierdo de la Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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cadera y uno, o dos, en el costado izquierdo- hasta la mañana del31 de mayo cuando los miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) encontraron el automóvil, abrieron el baúl, sacaron el cadáver y lo transportaron en otro automóvil hasta el hospital militar Georges Marion. Fue depositado en la morgue, donde lo embalsamarían para preservarlo por unos días, pero el médico urólogo, Capitán Dr. Abel González Massenet, a quien se le dio la encomienda, salió del hospital para consultar al médico Pipí Perdomo, experto en preservar cadáveres. En el ínterin el cadáver fue sacado del hospital, introducido en otro automóvil y llevado al Palacio Nacional. Luego de su embalsamiento y velatorio fue trasladado a un "carro fúnebre" y llevado a la Iglesia de San Cristóbal, a una misa de cuerpo presente y allí fue enterrado. El 18 de '1
noviembre de 1961 fue sacado de la iglesia, introducido en un vehículo y llevado al muelle de Barahona y luego al Yate Angelita, que zarpó con destino a París, Francia. Concomitantemente los Trujillo huyeron del país y por eso desde la Comandancia Militar de la Marina Dominicana se le ordenó a la tripulación militar retornar el yate Angelita al Muelle de la Capital. Y luego lo llevaron al muelle de Barahona. El cadáver fue sacado del yate en Barahona y colocado en la cama de un camión militar, para transportarlo a la Base Naval de Las Calderas, en Azua. En el trayecto, el camión corcoveaba por lo accidentado 16
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de la "carretera". Por ese vaivén constante la caja mortuoria se desl izaba poco a poco hasta el borde trasero del camión ... La caja mortuoria cayó ruidosamente hiriendo la noche de las soledades del Sur. Los militares detuvieron el camión, la recogieron, la retornaron a la cama del camión, reemprendieron el camino y la entregaron en la Base Naval de las Calderas, donde permaneció varias horas. Luego, fue colocada en un barco y llevada a París, Francia. Allá fue introducida en un carro fúnebre y llevada al cementerio Pere Lachaise. En los años 70 fue nuevamente desenterrado, introducido en un vehículo fúnebre, trasladado a un aeropuerto internacional y dejado en un avión que lo llevó al aeropuerto de Madrid. Aquí fue introducido en un auto fúnebre y llevado al cementerio de Madrid, donde se le dio "cristiana" sepultura. En suma, el cadáver del tirano despótico y asaz criminal, Rafael Leonidas Trujillo Molina, fue transportado ¡12 veces!: en 9 automóviles, dos barcos y un avión.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Prohibido Pitar Estaba terminantemente prohibido pitar en el Palacio Nacional so pena de ser despedido o multado. Para el tirano era irresistible el silbo en su presencia, y estaba convencido de que cualquierizaba al funcionario que expansionara así su espíritu feliz. Una tarde, al filo de las tres, minutos antes de que el tirano retornara al Palacio Nacional, comenzó a escucharse un ligero silbido de alguien que evidentemente estaba alegre y se regodeaba en el recuerdo musical de alguna canción, de esas que hacen la función de colorear el pasado gris de las ausencias de amores. Un soldado se apersonó ante el oficial responsable del trajinar por los pasillos palaciegos. -Respetuosamente le informo que alguien está pitando desde hace unos minutos en las cercanías del despacho del Jefe. -¿Cómo? ¿Quién es ese atrevido? -No sé, no encuentro de dónde sale el pito porque de repente desaparece y al poco vuelve a oírse... Elcapitán salió hacia los pasillos a darle caza al silbador. Estuvo atento en un cruce de pasillos y ¡al fin! retornó aquel 18
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sonido de felicidad rememorativa. El capitán avanzó hacia las cercanías del despachodel tirano pero cesóel pito. Quedó como de piedra a la espera de su reanudación... ("A ese lo tranco yo", repetía en sus adentros.) Con sonora frescura el silbido se volvió a colar por los pasillos. El capitán avanzó tras él... y lo atrapó justo al lado del despacho del tirano. Asomó su oído a la puerta de una oficina y supo asíque allí adentro estabael irresponsable y atrevido autor del para él "desagradable pitico". El capitán agarró el manubrio de la puerta, le dio vuelta, la empujó y entonces alcanzó a ver a Teódulo Pina Chevalier -tío del tirano, uno de sus íntimos, uno de los escasos cortesanos respetados por aquel, y quien sabía echar boches a diestra y siniestra- gesticulando al compás de su silbido que retrotraía una vieja canción ... "como quieres que una luz alumbre / dos aposentos a un tiempo" ... "como quieres que yo quiera / dos corazones a un tiempo". Pina Chevalier dejó de pitar repentinamente, miró al militar y casi le gritó: -¿Qué busca usted aquí, caraja, pendenciero? El oficial cayó en la cuenta de que estaba a punto de "tragarse una sierra", como se decía en la guardia cuando el militar terminaba "victimado" en vez de "victimario". Sólo se le ocurrió decir: -No, no, nada señor, es que usted pita muy lindo ...
y cerró la puerta y se marchó rápidamente. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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U na "Prostituta" en el Palacio Aunque los historiadores lo hayan obviado, las palabras y expresiones soeces se han soldado con el ejercicio del poder, por cuanto su uso, unido a una reprimenda o a la impartición de una orden, equivale a un avalamiento de la autoridad a más del barnizado de humillación que conlleva. Los "carajo", "coño", "mierda", "culo", etc. son pronunciados normalmente en las ejecutorias orales del poder emanado de altos funcionarios civiles y de la autoridad militar, en la guerra y en la paz, en las crisis y en los tiempos normales. "El Jefe" de vez en vez se descubría inclinado al uso de un lenguaje soez. "Pendejo"y "cabrón" aparecían frecuentemente en sus extremismos orales. Para octubre de 1960, a sus 69 años de edad, cumplidos el 24, estaba sometido a intensas presiones políticas, económicas y familiares, y sus garras de acero caliente clavaban hondamente los costados nacionales. Su evidente descontrol
personal
por el
abotamiento de sus facultades y percepciones, su uso
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del bastón, el rumor generalizado de que se le salía la pis ("la pipí" como decimos comúnmente), su cansado rostro y su pelo encanecido traducían un cuadro de declinación reclamado por los años. Solía ahora hablar coléricamente e insultar a sus allegados anegado por los malhumores sucesivos y por su ingesta frecuente del coñac Carlos V. Para las navidades de 1960 las cárceles y centros de torturas - como "la 40" y "el 9" - estaban repletos de presos políticos. La Iglesia Católica, exiliados políticos, Estados Unidos y otras naciones democráticas presionaban a su gobierno despótico
y exigían una liberalización. El tirano se vio en el caso de ceder mínimamente para guardar las apariencias.
Ordenó
que
un
grupo
de
aproximadamente 30 presos políticos fueran conducidos al Palacio Nacional. hombres
en
su
mayoría,
del
Eran jóvenes, Movimiento
Revolucionario Clandestino 14 de Junio*. Una joven trigueña, de aproximadamente 25 años de edad, formaba parte del maltrecho grupo. Antes de su encarcelación había sido denigrada en
*EI más importante movimiento antitrujillista bautizado como 1/14 de Junio" en honor a la invasión de exiliados que se inició el 14 de junio de 1959 y que fue ahogada en sangre.
Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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El Foro Públ ico> y algunas imputaciones injuriosas derivaban de su condición de mujer. Minutos después de la llegada de los presos políticos, aglomerados en un salón amplio, el tirano irrumpió como vomitado por una puerta ... y su siniestra presencia los inquietó. Les echó una mirada felina. La mirada de hiena de sus magnéticos ojillos negros se posó en la jovencita. Poco a poco su rostro se enrojeció de pura furia y, entonces, con su voz aflautada pero autoritaria, preguntó - como si se lo preguntara a ella: - ¿Y qué hace este "cuero" aquí? Un asible silencio de muerte se apoderó del salón. Sin embargo, el tirano pareció calmarse luego de volver la vista hacia su presidente títere, doctor Joaquín Balaguer y retomar el objetivo de la convocatoria. Hizo un ademán con la mano derecha al presidente Balaguer, quien de inmediato tomó la palabra y anunció a los presentes que "por expresa disposición del excelentísimo generalísimo Rafael Leonidas Trujillo Malina" quedaban en libertad.
*Columna periodfstica del diario El Caribe en la que se denigraba a los enemigos del régimen y a algunos funcionarios.
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Aquel episodio de 42 años atrás se ha mantenido fresco en la memoria del ingeniero Cocuyo Báez -uno de los presos políticos llevados aquel día al Palacio de Gobierno- y queda aquí consignado para la posteridad.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Una Orden Capicúa El sábado 6 de noviembre de 1954, Evaristo Benzán Carmona, Cristóbal Martínez Otero, Luis A. Sosa, el sargento militar José Ulises Almonte y los hermanos Eudes y Vinicio B. Maldonado, vestidos de policías y militares, penetraron a la sucursal de la ciudad de Santiago del Royal Bank of Canada y comunicaron a sus funcionarios y empleados que realizarían una "investigación" por órdenes del coronel Ludovino Fernández, Jefe del Ejército Nacional allí. Solicitaron "Ios libros contables del banco ... " y, poco después, exigieron las aperturas de las cajas y de la bóveda. Asesinaron a dos empleados, intentaron ahorcar al Contralor, golpearon al Gerente, encerraron en la bóveda a éste y a otros 6 empleados y robaron 149 mil 268 pesos que, 48 años después, en 2002, equivaldrían a aproximadamente 10 millones de pesos. Este asalto, insólito en el marco de la tiranía trujillista, impresionó al déspota, a su alto mando militar y policial y a todos sus funcionarios. Sus eficaces resortes del poder fueron inmediatamente puestos en tensión y al día siguiente los asaltantes estaban en la 24
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cárcel. Días después estaban en Santiago en el banquillo de los acusados. Juzgados y condenados, se les aplicó "Ia ley de fuga"*: cinco de los seis asaltantes fueron fusilados y sus cadáveres expuestos al público. La prensa internacional reaccionó condenando esas muertes bajo el pretexto de "intento de fuga", y esto provocó que el tirano diera "de baja" y apresara al coronel Ludovino Fernández, quien habría ordenado los fusilamientos. El jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, Mayor General Virgilio García Trujillo, era quien, originalmente, había impartido la orden de fusilar a cinco de los seis ladrones. Del todo seguro que este la había recibido, explícita o implícitamente, del propio tirano. Semanas después el coronel Fernández fue
•
visitado en la prisión por el general Arturo Espai Ilat, instruido por el tirano para que indagara y sacara la "verdad" a flote: "quién" había ordenado los fusilamientos. El coronel Fernández
había tenido la
precaución de conservar un "telegrama orden" que le fuera remitido por el Mayor General García Trujillo:
*Esta expresión quiere decir que el preso ha sido asesinado bajo el alegato de que intentó fugarse.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
2S
"TAN PRONTO TERMINE JUICIO ASALTANTES BANCO DEJE SOLOAJaSE ULlSES ALMONTE y ALMONTE*". El general Espaillat, telegrama en mano, se encaminó a la casa de gobierno, y, una vez en el despacho del tirano, se lo entregó a este, quien, entonces, hizo que el Mayor General García Trujillo se presentara ante él. -¿Qué fue lo que usted dijo que pasó en Santiago con los presos esos que mataron?- le preguntó el tirano. -lefe, usted conoce a Ludovino -respondió el Mayor General García Trujillo- Excesos de Ludovino. El tirano le miró fijamente y dijo: -Ah, Ludovino- y le pasó el telegrama al tiempo que le preguntaba: -¿Y esto? El Mayor General García Trujillo leyó el telegrama enviado por él a su subalterno, el coronel Fernández. Luego explicó: -lefe, pero yo no le estoy diciendo aquí que los mate. El tirano, con una sonrisita diabólica, le estrujó un interrogante procaz:
-¿Y qu~ I~ ~stá ordenando... que selos meta por el culo? *EI militar.
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Miedo al 13 El 24 de octubre de 1930 Rafael Leonidas Trujillo Molina cumplió 39 años de edad, ocho meses de asumir el control del país y apenas cinco meses y ocho días de haber sido "elegido" Presidente de la República y dos meses y ocho días de haberse juramentado como tal. Hombre de energías desbordantes, estaba en la plenitud de sus facultades para enfrentar las intrigas de un poder arrebatado. El primer cuatrienio de la Era de Trujillo -iniciada formalmente el 16 de agosto de 1930- estuvo repleto de conspiraciones, encarcelamientos, torturas, asesinatos y huidas al exilio. Dentro de este panorama estaban sus supersticiones y sus temores casi infantiles: le temía a las alimañas, muy particularmente al ciempiés y a las culebras. Casi le aterrorizaban enfermedades como la tuberculosis y el cáncer, y le preocupaba enormemente la posibilidad de morir de un infarto cardíaco. En el decurso de su vida padeció y fue tratado exitosamente de paludismo, gonorrea, uretritis, prostatitis y ántrax. En 1935, a los 44 años de edad, fue operado de la próstata por el médico francés Georges Marion. Quedó postrado en estado delicado. El rumor público lo situaba al borde de la muerte, pero algunos aseguraban que había muerto durante la operación. Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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Contrariando al médico y a fami 1lares cercanos se despojó de los aparatos auxiliares, se vistió de militar, rechazó que lo ayudaran a bajar los escalones de la casa, abordó el carro presidencial y salió "a dar unas vueltas" por la ciudad y a saludar a los transeúntes a fin de disipar los insistentes rumores. Dentro de su ignoto mundo mágico era "alérgico" al martes y al número 13 ... ¡Coincidencia del destino!, fue abatido un martes 30 (pero pudo haber sido el 13, por cuanto el operativo estaba montado ese día). Acosado en 1934 por informes de conspiraciones, controlaba personalmente los detalles de las actividades inherentes a su cargo. En una ocasión hizo que la embajada de Méjico le ofreciera una recepción con 12 invitados de una lista suministrada por él. Con Trujillo y el embajador mejicano sumaban 14, pero a último momento un comensal se excusó por enfermedad. Trujillo, sentado a la mesa, contó 13 comensales y la inquietud se apoderó de él. Como para disipar el mal ambiente, el vicepresidente Jacinto Peynado hizo chistes sobre las creencias alrededor de este número. Pero el pichón de tirano se mantuvo cariamargado. Días después ofreció un baile a un grupo reducido. Los asistentes sumaron 14 porque el vicepresidente se empeñó personalmente durante días en evitar que sumaran 13 nuevamente ... 28
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Un carro sospechoso Siendo aproximadamente las 9 de una noche de 1960, el tirano salió de su Estancia Radhamés, ubicada en la calle César Nicolás Penson próximo a la avenida Máximo Gómez, en un Chevrolet modelo 1957 conducido por el sargento Zacarías de la Cruz. El auto enfiló hacia el oeste por la César Nicolás Penson y cruzó la Máximo Górnez. Desde minutos antes, en la calle Ángel Perdomo, próximo a la casa, se había estacionado un automóvil con varios militares fuertemente armados. Al verlo partir iniciaron la persecución del Chevrolet modelo 1957, que se desl izaba lentamente. Para ese entonces la ciudad capital se ensanchaba hacia el oeste apenas un poco más allá de la avenida Máximo Górnez. De ahí en adelante se podían ver unas que otras casas y tal vez algún vehículo transitando por algunos caminos llamados "calles". Los persecutores se mantuvieron a distancia prudente pero el esquivo tirano miró varias veces por el vidrio trasero y se percató de que los seguía un automóvil extraño... Su mano derecha rodó hasta una ametralladora Thompson, la tomó y la puso sobre sus piernas y... Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-Un carro nos está siguiendo - le dijo al sargento Zacarías de la Cruz. El chofer sabía quiénes eran. Giró su cara hacia atrás por algunos segundos y comprobó los hechos: el jefe estaba en guardia y el automóvil verde que él conocía era el único a la vista. Vaciló ... Se decidió: -Esas son las gentes del Cuerpo de Ayudantes Jefe. Sorprendido aún más, el tirano preguntó: -¿Y quién ha mandado a esos pendejos a seguirnos? Párate y di/es que se larguen enseguida. Próximo al ancho camino que hoyes la avenida Winston Churchill, el Chevrolet modelo 57) -en el que sería acribillado la noche del martes 30 de mayo- redujo la velocidad, y poco a poco se paró. El sargento De la Cruz se desmontó. El automóvil repleto de militares se había detenido a corta distancia. El sargento llegó ante ellos y les dijo: -El Jefe les ordena que se retiren de inmediato. ... Y se retiraron. Y el tirano y su chofer continuaron hasta la casa de "una hermosa trigueña" que vivía hacia el norte.
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(...) "Yo no --------------- -
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quiero estar vivo" Semanas antes de la noche del martes 30 de mayo de 1961, el tirano Trujillo y su chofer, sargento Zacarías de la Cruz, viajaban en horas de la noche por la avenida George Washington hacia la Hacienda Fundación, en San Cristóbal, cuando notaron que un automóvil los seguía a unos 200 metros de distancia. Trujillo y De la Cruz se inquietaron ... pero decidieron continuar el viaje con sus ametralladoras listas para disparar. Llegaron a la casa Las Caobas, de la Hacienda Fundación, preguntándose quiénes serian los ocupantes de aquel automóvil. Sabuesos al fin, terminaron olfateando que eran efectivos militares integrantes de uno de los dispositivos de seguridad. Una semana después de aquella noche, el tirano hizo comparecer ante él al coronel Carrión, Jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), y le preguntó que "qué carro era ese" que lo había seguido hasta San Cristóbal. El coronel respondió: -Se trataba de un carro del SIM dispuesto para su protección. El coronel Carrión traslucía aplomo y firmeza, por cuanto su acción encajaba perfectamente en sus funciones. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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El tirano le echó encima una mirada terrible. Se estuvo mirándole fría y si lenciosamente como si procurara leer segundas intenciones. Luego alzó su voz de mando y dijo con rudeza: -¡Mire, el día que yo no pueda ir a mi finca de San Cristóbal sin necesidad de escoltas yo no quiero estar vivo! Un "Sí, señor" del coronel Carrión se perdió en la estrechísima pausa que antecedió a la siguiente amenaza conminatoria: -Usted me va a pagar con su cargo si algún automóvil me vuelve a seguir hasta mi finca. -Sí, Señor.
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lipe Collado
_ _ _ _ _ _-------=l=------y_q u i é n
se atrevía? Antes
de
cumplirse
las
48
horas
del
ajusticiamiento a tiros del tirano Trujillo Malina, su hijo, general Ramfis Trujillo, Jefe de la Aviación Militar Dominicana (AMD)*, retornó al país de París -donde jugaba al Polo junto al playboy Porfirio Ruborosa y otros amigos-, por la Base Aérea de San Isidro. De inmediato se puso al
frente de las
investigaciones y de los operativos policiaco militares para desentrañar la conspiración y vengar la muerte de su padre. El coronel Jhonny Abbes García, "ex jefe" del aparataje de seguridad nacional, había asumido en la madrugada del 31 de mayo el control de los operativos militares y de investigación a la espera del general Ramfis Trujillo. Este temido y siniestro personaje había sido uno de los principales responsables de las olas de represión y terror que vivió el país de 1958 a 1961. Ramfis Trujillo desconfiaba de él.
Entonces
lo convocó a su despacho de la Base Aérea de San Isidro y adoptó medidas preventivas de seguridad por *Hoy Fuerza Aérea Dominicana (FAD).
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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si fuere necesario apresarlo y/o darle muerte. El coronel
Abbes
Carcía
tendría
que
explicar
satisfactoriamente porqué el tirano Trujillo Malina viajaba sin escoltas la noche del martes 30 de mayo. Antes de entrar al despacho, Abbes García entr~.gó
sus armas a un oficial que se las requirió
"por instrucciones superiores". En el despacho de Ramfis se concentraba un número inusual de pilotos con sus ametralladoras sobadas. Una puerta lateral fue semiabierta desde el exterior por dos oficiales que, con ametralladoras sobadas, quedaron allí en actitud de observación. El coronel Abbes Carcía, quien había trabajado de tú a tú con el tirano en los últimos cinco años, entró al despacho un tanto inquieto. Su suerte pendía de un hilo que ondulaba cerca de una afilada navaja caliente. Ramfis, a diferencia de la costumbre de su padre, no le h izo una requisitoria visual previa. Le preguntó desembozadamente porqué no había dispuesto una escolta de seguridad la noche del martes 30 de mayo. -El
jefe
me
lo
había
prohibido
terminantemente- dijo el coronel Abbes García con una voz que quería parecer de seguridad plena. -I.Y por qué usted no recurrió a un servicio 34
lipe Collado
simulado, lo más oculto posible?- preguntó el general Ramfis con una calma calculada. El coronel Abbes García respondió de modo que confirmaba perfectamente la naturaleza personal y política del tirano ya abatido: -¿Y quién se iba a atrever a desobedecer una orden del Jefe? Pausó unos segundos, y añadió: -Todos
los dispositivos y apresamientos
posteriores a su muerte fueron dirigidos por mí en cumplimiento estricto de mi deber y lealtad. Ramfis Trujillo comenzó a desinflarse ... Más que nadie, sabia cómo había sido su padre y los riesgos que implicaba desobedecer una orden suya. Y el coronel Abbes García se había comportado frente a su padre como un pantalón que aquel mandara a hacer a su medida. Por lo demás, había reaccionado como se esperaba de él desde la noche del magnicidio. El general Ramfis hizo un ademán previamente convenido -se frotó las manos- y la puerta se abrió completamente y un oficial avanzó hacia el coronel. La voz diluida del general Ramfis alivió al coronel Abbes García: -Puede retirarse. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-Sí, señor. Gracias.- y se dispuso a marcharse. El general Ramfis le dijo entonces: -Procure sus armas a la sal ida. Manténgase en su puesto y sólo obedezca mis órdenes. -Sí, señor. Gracias.
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¿Un disparo a Trujillo? Al tirano le atraían los caballos tanto como las vacas y los toros. Asistía con frecuencia a las carreras de caballos y a ferias y otros eventos ganaderos. Jóvenes de la resistencia interna urdieron varios planes para atentar contra su vida en el Hipódromo Perla Antillana y en la Feria Ganadera.
Nunca fueron llevados a la
segunda fase, la de la ejecución. Algunas de las tramas fueron descubiertas previamente y otras se descartaron debido a las extremas medidas de seguridad en el Hipódromo y en la Feria. Juan Pérez Terrero, fotógrafo del diario El Caribe, pasó "el susto más grande de mi vida" en el Hipódromo Perla Antillana un domingo de 1958. En 2002, 44 años después, recordaba el serio incidente como si le hubiera ocurrido ayer mismo. "Casi me oriné en los pantalones ... " Y no era para menos. La competencia hípica de aquel domingo había llegado a su fin y el tirano se levantó, salió del Palco Presidencial, en un segundo nivel, y tomó la escalera para descender. El activo fotógrafo Pérez Terrero estaba al pie de la escalera, cámara fotográfica en mano, a la espera de que el tirano Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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notara que él lo iba a retratar*. El tirano Trujillo prefería que lo retrataran saludando al público, en el balcón presidencial y al descender por la escalera, quizás porque la toma de abajo hacia arriba lo hacía parecer más alto algo en lo cual se empeñaba-o Ya en el centro de la escalera, vio al fotógrafo, levantó su mano para saludar a los curiosos y se puso erguido y "cuadroso". El fotógrafo se llevó la cámara a la cara, vio a Trujillo a través del lente y accionó el botón ... La bombilla del "flash" o iluminación explotó cual si hubiera sido un disparo de escopeta. El tirano llevaba un pie en el aire, a punto de pisar el próximo escalón, cuando la sorpresa de la explosión lo llevó a sujetarse del pasamano derecho. "Aquel hombre tenía un temple del caraja. Se paró en seco y quedó imperturbable, mirándome", rememora Pérez Terrero, cuyas manos temblaban y la cámara se le resbalaba al tiempo de sentir que una mano lo tomaba de la camisa por la espalda mientras otros hombres del SIM iban hacia él como leones hambrientos desenjaulados. -¡Un momento! ¡Un momento! ¡Fue el bombillo de la cámara que explotó!.
¡Fue un bombillo!- gritó
Máximo Bonetti, jefe de la Policía Nacional. *los fotógrafos estaban instruidos de que debían esperar a que el tirano se percatara de que sería retratado, a fin de que adoptara la pose "más conveniente".
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El tirano reanudó el descenso, llegó al terreno de frescas y ondulantes gramitas verdes y pasó por el lado de Pérez Terrero esbozando su enigmática sonrisa. Los miembros de la seguridad habían dejado libre a Pérez Terrero desde que escucharon los gritos del jefe policial y vieron al tirano avanzar imperturbablemente. Pero tan pronto este rebasó al fotógrafo, lo tomaron de los brazos, lo sacaron por una puerta auxiliar y le dijeron: -¡Vete! ¡Vete! ¡Fotógrafo del caraja!! ... Como quien dice: "de la que te has salvado".
inécdotss y Crueldades de Trujillo
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¿Feliz
Navidad? El fotógrafo Osear del Rosario Vásquez (Chino), del diario La Nación, recordaba en 2002 sus penurias como fotógrafo exclusivo de Radhamés Trujillo, el hijo menor del tirano, y de María Martínez de Trujillo. Como tal tuvo que acudir a actividades a la Hacienda Radhamés. El 31 de diciembre de 1958 se le asignó "un servicio" en la Hacienda Radhamés, donde a las 12 de la noche se reuniría la familia Trujillo. A las 10 de la noche un jeep lo llevó a la Hacienda y "me acomodaron en una silla, en el patio". Allí estuvo hasta las 12 sin que le brindaran siquiera agua. E/ tirano, su esposa, sus hermanos
y hermanas, su madre, sus hijos y sus nietos disfrutaron juntos y unidos y a las 12 en punto el tirano y los presentes comieron 12 uvas al tiempo que expresaron 12 deseos en sus adentros. (Según la tradición, esos deseos se cumplen. ¿Cuáles fueron los del tiranor). "Recuerdo aquello como una noche amarga. No pude disfrutar con mi familia y para colmo no me brindaron ni un vasito de cerveza. ¡Nadie se acordó de mí!"- dijo Chino del Rosario. A la una de la noche
salió de allí "con estómago y espalda
pegados y muerto de la sed" ... 40
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/lY van a seguir? El 4 de diciembre de 1960, al cumplirse el "novenario" del asesinato de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, el tirano ejerció una intensa presión humillante y cruelísima ante la madre Mercedes Reyes viuda Mirabal (doña Chea). En momentos en que la familia Mirabal hacía los preparativos del "novenario" o último rezo, se presentó a la enlutada casa el gobernador provincial y una unidad del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), comandada por el capitán Alicinio Peña Rivera, con una "encomienda" especial. El día antes el coronel Jhonny Abbes García había recibido de manos del tirano una carta que debía firmar la acongojada madre. Este entregó la carta al capitán Peña Rivera, quien a su vez la puso en manos del gobernador provincial de Salcedo. Ambos se encaminaron a la casa de las difuntas. Flores, rezos, vestimentas negras, olores a incienso y a alcanfor dominaban el interior de la vivienda. De una habitación procedían gritos, sollozos, gemidos de una madre atravesada por tres puñales de dolor. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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El gobernador y el capitán, una vez dentro de la casa, informaron a un hermano de la madre que querían conversar con doña Chea. El hermano abrió la puerta de la habitación. Los gritos y sollozos resonaron en la sala. Cerró la puerta tras sí y los lamentos se oían ahora con la fuerza de un murmullo. Luego cesaron por unos 30 segundos. El hermano hablaba a la abnegada madre, quien, moviendo su cabeza horizontalmente, se resistía a recibir a los mensajeros de la muerte. ... Come si presintiera que querían ahondar aún más sus heridas. El gobernador, hombre ducho, comprendió la escena que se desarrollaba dentro de la habitación, y cuando anunciaron que podían entrar,
ordenó al
capitán que esperara en la sala. Los gritos se reanudaron vigorizados por el aumento del dolor de madre.
Y cuando el hermano
asomó para franquear la puerta al gobernador, los gritos aumentaron con ecos macabros. El gobernador, carta en mano, se sentó en la cama al lado de la madre. A sus temblorosos dedos, que casi dejaban caer la correspondencia, se unió la voz gagosa, casi penosa: -El generalísimo... me envía... para... que usted firme ... esta carta. 42
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La madre no se molestó en mirarla casi bailando en la mano sudada del gobernador. Sus gritos disminuyeron hasta el sollozo. Se esforzaba en controlarse para entonces hablar. De su garganta emanaron cuatro palabras cual grito desbordado: -¿Y van a seguir? Quería estar con su dolor. El gobernador dijo: -Debemos evitar más problemas. Pausó para darse valor. -En esta carta usted atribuye a "especulaciones" los comentarios en la prensa extranjera de que el accidente de sus hijas fue un crimen simulado. El gobernador pausó de nuevo. Retiró su vista de aquel rostro mojado de lágrimas y clavó sus ojos en la pared a la vez que añadía: -El generalísimo está muy preocupado porque sus enemigos en el extranjero están publicando cosas muy desagradables, ayúdeme, salgamos bien de esta. La madre levantó sus brazos y con gestos desconsoladores clamó por la justicia de Dios. Sus gritos se redoblaron y podían escucharse a varios metros a la redonda. Afuera el tío de las asesinadas y el capitán habían Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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estado hablando de siembras y cosechas. Los gritos en ascenso hicieron que el capitán subiera la voz. Sabía bien qué acontecía allá adentro: Un puñal de dolor humillado estaba siendo hundido en el corazón de la madre. Los gritos cesaron. Ellos callaron. El gobernador brotó del aposento rápidamente. El capitán avanzó a su encuentro. -Vámonos- dijo el gobernador al tiempo de mostrarle la carta firmada, que en su mano derecha parecía tener vida. Abordaron un vehículo "cepillo" y se marcharon. -Misión cumplida- dijo el militar. -Gracias a Dios- dijo el gobernador al dejar la carta en manos del capitán . ... Y los envolvió el silencio visible de una pesadumbre.
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Fiesta en la
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Casa Enlutada En febrero de 1961 , tres meses después del asesi nato de las hermanas Mirabal -y tres meses antes del ajusticiamiento del tirano- los dirigentes locales del Partido Dominicano, a instancias del célebre "don" Cucho Álvarez, organizaron en Villa Tenares, tierra natal de los Mirabal, un desfile de adhesión "al generalísimo Trujillo", quien se presentó al lugar con un amplio dispositivo de seguridad. Por singulares presiones de "don" Cucho fue organizada una fiesta, incluido un banquete, en la casa de Tobías González, hermano de Pedro González, viudo de Patria Mirabal y quien guardaba prisión por actividades antitrujillistas. ( Por las torturas físicas
y
morales padecidas moriría "de un infarto cardíaco"). Los vítores al tirano, la algarabía de la orquesta y de los bailadores retumbaban en la casa del luto. Un gozoso Cucho Álvarez anunció, por instrucciones de Tru ji 110, que Chucho González, hermano de Tobías y de Pedro, sería "designado" diputado al Congreso Nacional. Chucho, armado del valor característico de esa familia y haciendo gala de su simplicidad campesina, dijo cortantemente: Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-Mi Jefe, yo solo soy un campesino y para lo de la tierra es que doy. Ante la inesperada respuesta, el tirano miró a "don" Cucho, quien sacudió su cabeza como aquel que quisiera quitarse un peso enorme de encima. Sin responder ni una palabra, el tirano habló de otro tema, quedando entendido así que aunque le había desagradado aceptaba a regañadientes la negativa de Chucho. Con aquel ofrecimiento el tirano pretendió coronar sus intenciones de demostrar que él era el Jefe, que lo podía todo: matar a tres hermanas, festejarlo, designar como diputado a un hermano de uno de los viudos y hacer banquetes en una casa ennegrecida por la desdicha.
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Casi con la misma intensidad detestaba los abrazos y los besos en las mejillas durante los actos públicos en que se permitía que la gente común lo accesara. El tirano tenía siempre cerca de él un pañuelo blanco en un reclpiente con alcohol para pasárselo por las mejillas cada vez que, sin advertirlo a tiempo, alguna dama le besara al saludarlo. Y se lavaba las manos en agua mezclada con desinfectantes luego de los "pasamanos" ocasionales con motivo de las navidades y de los homenajes importantes. Le sacaba de quicio el que alguien, hombre o mujer, le diera un abrazo fuerte en demostración de "cariño profundo". No pocas veces rechazó con violencia a hombres y mujeres que del saludo intentaron pasar al inaguantable apretón del cariño inmenso. "Guillermo" Ventre, el entonces gobernador del Palacio Nacional, ha dado diversos testimonios sobre los rechazos de Trujillo a los besos, abrazos y apretones, considerándolo comprensible debido a la tanta gente que se le aproximaba con esos fines, pero él nunca entendió su rechazo a las flores y rosas. Aquel italiano, tan enamorado de rosas y flores, se decía de vez en vez: -No sé por qué él rechaza rabiosamente las flores.
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_ _ _ _ _ _T_r~uji 110 era avispado En diciembre de 1956 el segundo teniente Pantaleón de Castro Seras fue asignado al Cuerpo de Ayudantes Militares del tirano con asiento permanente en la Hacienda Radhamés, de la calle César Nicolás Penson. Su designación preocupó a su familia por los riesgos que se corrían en una posición tan cercana a un hombre todopoderoso, de reacciones impredecibles y quien no pasaba por alto ni el más mínimo detalle. Y esto último lo confirmaría el primer día de servicio. Entró "al servicio" a las 6 de la mañana. Se encontró con el entonces cabo Zacarías de la Cruz al volante de un Chrysler Imperial Placa No. 1 del tirano. Aproximadamente un minuto antes de las 8 de la mañana bajó el sargento Guaba, "valet" del tirano, con un maletín, un revólver calibre 38 cacha plateada y un cinturón repleto de balas. Se acercó al automóvil y se los entregó a Zacarías de la Cruz quien apresuradamente los colocó en el lado izquierdo del asiento trasero. Castro Seras escuchó los pasos firmes del tirano, quien bajaba por una escalera desde la parte alta de la casa. En seguida Zacarías De la Cruz encendió el automóvil y el segundo teniente se colocó en la puerta trasera derecha. "Tomé Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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aire, contuve la respiración, abrí la puerta y con el cuerpo erguido taconeé las botas y llevé mis dedos de la mano derecha a la punta de la visera de mi Keppis", explicó años después de la caída de la tiranía. Pero Trujillo o había sido prevenido o había advertido que estaba ante "un extraño", un oficial nuevo. Se detuvo en el último escalón antes de descender a la marquesina... "con su vista fija en mí". El tirano no le respondió el saludo militar, lo que obligaba al oficial a seguir en firme. -¿Quién eres tú?- preguntó repentinamente. -Segundo Teniente Pantaleón de Castro Beras, ayudante militar, señor. El coronel Guarionex Estrella intervino: -Sí, señor Jefe, ese oficial vino en sustitución del teniente García y García, Ejército Nacional, y es de los oficiales que se acaban de graduar en la Academia. El tirano tomó confianza y le preguntó: -¿Y tú eres del Seibo? -Sí, señor- contestó. -Ah, de los guapos de Santana. ... Y de inmediato abordó el automóvil acompañado del coronel Estrella.
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"Servicio Doméstico" Durante la Era de Trujillo predominaba un ambiente de desconfianza generalizada, que solía cebarse en las mujeres del servicio doméstico. En los hogares nadie "hablaba de lo suyo" delante de las "chopas"*, como se les llamaba en el lenguaje común dominicano. Las "chopas" eran jóvenes mujeres de los campos que venían a la capital a trabajar "aunque fuera por la comida y algunos pesitos". La tiranía había horadado todas las paredes para oír a quienes osaran criticar al régimen y a su jefe. jesús María Ramírez hijo, el gobernador de la provincia Independencia, fue testigo en 1950 de que la desconfianza hacia las domésticas tenían base cierta. En la Casa de "Las Caobas", en su presencia, Anselmo Paulina y el tirano encararon al entonces gobernador de Azua sobre cierto tipo de encomienda: -¿Y por fin qué pasó con las mujeres que te dije para el servicio doméstico que sólo me mandaste 85?preguntó Trujillo. -Bueno, jefe -contestó- sólo le pude mandar esa *"Chopa": palabra del portugués, traída a la isla por los españoles de las islas Canarias, que una vez fueron posesión portuguesa.
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cantidad porque me fue imposible conseguir todas las que me pidió, pero ya casi tengo las que faltan. Trujillo le comentó: -Las que me mandaste están trabajando muy bien. Muchos años después, el gobernador Ramírez hijo aseguró que "aquellas mujeres trabajaban como confidentes". Desde luego que sí: el SIM les daba un corto y efectivo entrenamiento a estas "sirvientas" o "chapas" que generalmente intentaban ganarse la plena confianza de las familias "haciéndose las brutas e inocentes".
S2
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_ _ _ _ _ _ _ iPerder el miedo! Los dominicanos, a través de sus vanguardias, le hicieron resistencia permanente a la tiranía y ésta mantuvo el país ocupado por agentes de seguridad y por patrullas militares permanentes, que solían irrumpir en bares, galleras, fiestas, parques, etc., y pedir "los tres golpes": la Cédula de Identidad Personal, el carnet del Servicio Militar Obligatorio y el carnet del Partido Dominicano. Si alguien carecía de uno de estos documentos era apresado, enjuiciado y multado con RD$5.75 -que podría ser equiparado hoy día a 200 pesos. La tiranía no pudo imponer el silencio total, pero sí obligó al dominicano a "hablar bajito", en susurros, entre íntimos, y todo esto a riesgo de la cárcel y de la muerte. El miedo difuso se podía palpar. Por esa razón se sufrían delirios diversos, como el de persecución. Los dominicanos eran francamente desconfiados y llevaban una vida dual: por lo bajo críticos del régimen y, ante los demás, trujillistas mil por mil. Llevaban el justificado miedo por dentro y no había posibilidad de sacarlo y botarlo. Según el profesor Rafael González Tirado, -el jueves 2 de agosto de 2001 en el diario El Siglo-, en una ocasión dos hermanos, ex presos Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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políticos, Carlos Sully y Freddy Bonnelly Valverde, esperaban un "carro del concho" en la esquina Independencia con Máximo Gómez para dirigirse a la parte baja de la ciudad. Un ingeniero amigo, al volante de su automóvil, los vio y se detuvo y les pidió que lo abordaran para llevarlos.
Los hermanos, sabedores de que eran
vigilados y que podrían perjudicar a su amigo de infancia, rechazaron el gesto. El ingeniero comprendió él porqué de la resistencia y entonces les imploró: -iPor favor, ayúdenme a perder el miedo!
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____ EI-----'primer músico de la República De
los pocos títulos que
le
faltaron
al
"generalísimo" estuvo el de Primer Músico de la República Dominicana. Y no se lo otorgaron porque ya frisaba los 65 años cuando en 1957 sorprendió a los invitados especiales a una fiesta con su orquesta San Rafael. Uno de esos días en que se le encaramaba el espíritu parrandero -que a veces lo llevaba a empatar una noche con otra-, el tirano llamó por teléfono a su íntimo Paino Pichardo y le dijo: -Yo quisiera saber a dónde va a ser la fiesta a partir de las siete de esta noche". -lefe donde usted la disponga. -Conque no sea en ninguna de mis propiedades, sería suficiente. -En el Jaragua, sí, el Jaragua,- observó Pichardo
y a las 7 de la noche la Orquesta San Rafael deleitaba al grupo de selectos invitados. Los rítmicos merengues como Salve San Cristóbal y Compadre
*Trujillo se valía de este "estilo oblicuo" para convocar a sus antiguos compañeros a parrandear de lo lindo. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Pedro Juan, y la voz romántica de Rafael Colón, arrancaban aplausos tras aplausos. El tirano estaba alegre hasta más no poder. El coñac Carlos I con agua Pola se le subía a la cabeza. Pichardo, su súper íntimo Don Cucho Álvarez, el general Larguito y otros que le conocían desde antes de llegar al poder le recordaban anécdotas, chistes y personajes del pasado. Trujillo era débil con las rememoraciones y chistes de sus contertulios. Hubo llegado un momento en que el General Rafael Ciprián (Larguito) le refirió "la vez aquella en que usted se fajó a tocar la tambora" en una fiesta "de guardia" durante la ocupación americana. -¿Cómo Jefe?
Yo no conocía esa faceta. -dijo
Paino Pichardo (qu ien una vez lo llamó "representante de Dios en la República Dominicana"). El tirano se levantó y fue ante el baterista de la orquesta y ocupó su lugar y tocó la batería una y otra vez. Aplausos, bulla, complacencia de todos . ... Pero no se atrevió a cantar. Nunca nadie le oyó cantar. Jamás. Perdón, Petán y sus otros hermanos sí le oyeron alguna vez. Petán tuvo que liarse a los puños con él siendo mozalbetes, porque le oyó cantar tan pésimamente que le dijo: -Sigue, no te pares, que te voy a traer cáscara de plátano ... ¡Pareces un burro relinchando! S6
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Sin embargo, este casi "Primer Músico de la República" escribió versos en su juventud y ya en el poder era un aceptable declamador de poemas amorosos y casi lloraba cada vez que recitaba "Pequeño Nocturno", de Osvaldo Bazil: Ella, la que yo hubiera amado tanto, La que llenó de música mi alma. La que más blando susurrar de églogas Derramó en el azul de mis mañanas... (... ) ... En carta que dirigiera a Ramfis, una vez que estaba en París, le recomendó recitarle versos a las mujeres para allanar el camino de la conquista amorosa.
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Una broma del tirano El poeta Ramón Emilio jiménez, autor de exquisitas composiciones, fue de los más eficientes colaboradores del tirano y a quien este le dispensó afectos especiales. Un día excepcional en el que Trujillo estaba de un buen humor expansivo, el poeta jiménez y otros colaboradores almorzaron y rieron con él en el Palacio Nacional. Al terminar, el tirano se retiró a su casa a caminar por sus jardines sin flores y luego descansó unos minutos. El poeta jiménez, su asistente, se había retirado a su oficina en el Palacio de gobierno y, como era costumbre suya, se había quitado los zapatos y echado a dormir la siesta. Aún dormía cuando el tirano retornó a su despacho. Uno de los colaboradores y correveidile se encaminó a la oficina del poeta jiménez a darle aviso de que Trujillo había llegado. Al abrir la puerta le vio profundamente dormido y vio los zapatos delante de su escritorio. En vez de despertarlo fue hasta donde el tirano y le informó detalladamente cómo había encontrado al funcionario. El tirano sonrió al tiempo que sus ojos brillaron. Se paró y urgió al correveidi le para que entrara sigilosamente a la oficina
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del poeta y tomara sus zapatos. Cumplida la misión, entonces envió a un oficial a la oficina de jiménez al tiempo que
le tocaba
"la chicharra"*, cuya
estridencia casi le hace saltar. .. El poeta se paró, se alisó la camisa y el saco y cuando iba a "recoger" sus zapatos entró el oficial y le dijo: -El jefe quiere verlo urgentemente. El
poeta
jiménez
comenzó
a
buscar
desesperadamente sus zapatos. La "chicharra" volvió a hacerse senti r ahora corridamente por u nos 10 segundos. -Señor, el jefe se está desesperando, venga. El poeta jiménez, resignado, salió tras el oficial en medias, rogándole a Dios que Trujillo no mirara hacia abajo. El tirano y el correveidile estaban a punto de estallar de la risa cuando se abrió la puerta y lirnénez entró. El tirano le miró directamente a los pies y le dijo: -¿Pero cómo se atreve a venir aquí sin zapatos? jiménez palideció...
-¿ Usted se ha vuelto loco? *EI tirano tenía un panel de botones numerados que oprimía según correspondiera al funcionario que él requería. Aquello, que sonaba estridentemente, se le llamaba "la chicharra".
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-Iefe, es que yo no entiendo ... No sé dónde se me han metido los zapatos. -¿Cómo que no sabes? ¿Entonces el que sabe soy yo? jiménez, enmudecido, quedó frente a aquel volcán humamo esperando que su lava lo achicharrara. El tirano metió una mano en una gaveta, sacó los zapatos, se paró y se los tiró a los pies y le dijo: -Ten tus zapatos-o Y rió a sus anchas. El poeta jiménez comprendió entonces la broma y lo acompañó a carcajadas.
y el correveidile se agarraba el estómago con un ataque de risa estimulado por el contagio de la risa de su jefe supremo.
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Secuela de una
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conspi racion Aproximadamente 150 militares y civiles fueron asesinados de junio de 1933 a mayo de 1934 al descubrirse la primera conspiración importante de un racimo de 10 confabulaciones detectadas en los primeros 4 años de la tiranía trujillista. El coronel Leoncio Blanco, comandante militar del sur, fue sonsacado por civi les ex horacistas para encabezar una conspiración. Valiente y popular en el sur, se puso a la cabeza del complot yen apenas tres meses había creado una vasta red de militares complotados. Aconteció que los espías trujillistas le comunicaron al tirano que el coronel Blanco, aunque daba muestras públicas de adhesión incondicional, tenía ambiciones basadas en su popularidad en el Sur. El tirano se puso en máxima alerta y envió espías que tantearon al coronel Blanco en procura de alguna información
que
definiera
sus
intenciones.
Efectivamente, un Alférez de Marina se amistó con el coronel Blanco y en un momento de diversión que incluía chivo guisado, tragos y baile el coronel le pidió que se uniera a él en una conspiración a punto de estallar. El Alférez se puso a sus órdenes. Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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El tirano recibió en su despacho al Alférez. Acto seguido el tirano ordenó la vigilancia estrecha y el posterior apresamiento del coronel Blanco al mismo tiempo que el de otros posibles complotados. A Blanco lo encerraron en una solitaria por un año y sólo era sacado a recibir torturas como las de extraerle las uñas y las piezas dentales. Tortura tras tortura fue reducido a la nada y poco a poco tuvo que identificar a algunos de los militares complotados. En mayo de 1934 fue finalmente asesinado y anunciado su "suicidio". Todos los sospechosos de estar involucrados en el complot fueron apresados y asesinados de diversas maneras.
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El Jefe: "de la bacinilla al catre" El desconfiado tirano Trujillo Malina utilizaba a dos "probadores" de comestibles y líquidos antes de él ingerirlos: un oficial que lo acompañaba a los actos y almuerzos y a veces a la Hacienda Fundación,
y el gobernador del Palacio Nacional, el ital iano Güilermo Ventre, quien circunscribía su tarea a la cocina del Palacio Nacional. Diariamente el italiano "supervisaba" la comida
y líquidos que ingeriría el tirano y tenía que ingerirlos antes que aquel. Aconteció que un día, de buenas a primeras, el tirano comenzó a sentirse "malo", como si le hubieran dado una golpiza por todo el cuerpo. Al llegar la noche aquel malestar corporal se tradujo en "unas ganas incontenibles" de ir presurosamente "al sanitario". Pasó la noche "de la bacinilla al catre-". Los intestinos revueltos le hacían sudar fria y como que perdía las fuerzas. -Creo que te han envenenado -le sentenció su esposa Maria Martínez- Debes confirmarlo rápidamente.
*Expresión dominicana que significa que se padece diarrea inconten ible.
Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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Al día siguiente, más temprano que nunca, el tirano llegó al Palacio, convocó a su despacho al temible Jefe del SIM, Johnny Abbes García, y al "probador" y supervisor de sus alimentos y bebidas, el "italianito vete" -como le decía Abbes García con cierta pizca de odio-o -¿Qué le ha echado usted a la comida de ayer? Y sepa que a mí nadie me va a envenenar pendejarnente. El coronel Abbes García derramó miradas de plomo derretido sobre "Güilermo", más conocido por su correspond iente en español "Gu i Ilermo". Don Guillermo, o Güilermo, también rechazaba a Abbes García, con aquel aire de reproche que muchos humanos reservan para cochinos que se bañan en el lodo. Abbes
García,
como
animal
de
presa
entrenado, se limitó a fulminar con repetidas miradas a su casi inminente próxima víctima. A veces golpeaba con las suelas de sus botas la alfombra del piso con el evidente propósito de hacerle saber
a
"Guillermito vete", o "Güilermo Ventre", que "te voy a machacar el pescuezo con mis botas. ¡Al fin!". -Mi excelencia, yo también me he sentido un poco mal de los intestinos y le puedo asegurar que las comidas de ayer fueron condimentadas como todos los días. -¡Caraja! i Va Yaa la cocina a investigar! 64
lipe Collado
¡Investíguelos a todos! ¡Revise cucharas, ollas, calderos... todo, todo! -gritó el tirano. -Sí, excelencia...
-y tiene doce horas para averiguar qué es lo que he comido yo. Durante varias horas el italiano se empleó a fondo hablando con el personal de cocina, los mozos y los proveedores de los alimentos y bebidas... Pero algo llamaba su atención y lo tranquilizaba: él padecía lo mismo que su jefe y, sin embargo, no sentía las secuelas de un envenenamiento. Llegado que hubo a su casa al filo de las 2 de la tarde -aprovechando que el jefe retornaría a eso de las 3 como de costumbre- entabló una detallada conversación culinaria con su señora, la que al parecer le encendió la chispa necesaria para salir de aquel trance cuya única vía final era el callejón sin salida llamado johnny Abbes García. -Piensa bien en cada cosa que le echaron a la comida: sal, ajo, aceite.. y la palabra "aceite" le anduvo por toda la cabeza.
"Aceite" se transformó en un salvavidas enviado por Dios... -¡Aceite! ¡Aceite! -gritaba y saltaba- ¡El aceite de cárcamo! ¡Ese maldito aceite ha sido el causante de todo esto! Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
6S
Reconfortado, se lavó la cara ojerosa y se peinó mientras su feliz esposa tarareaba una canción religiosa que repetía y repetía "gracias señor por haberme dado
" tu tanto, que es VIid a.... Ventre se presentó ante el tirano a las 3:30, con una hora de antelación del cumplimiento del plazo mortuorio. El coronel Abbes García no estaba esta vez. El tirano, evidentemente débil por la continua diarrea padecida, se le quedó mirando con cierta pizca de inquietud. -¿Ya averiguó? -Sí, su excelencia. Hará cosa de dos semanas usted me entregó aceite de Cárcamo mejicano, que el coronel Abbes García le recomendó como el de más rendimiento y el mejor del mundo. Usted me dijo que quería que yo lo usara en sus comidas pero yo no lo hice porque había oído decir que es de poca tolerancia por estas latitudes. Pero como usted esun Jefe a carta cabal que nunca olvida, temí que un día me preguntara si ya había usado el aceite, y por eso lo usé ayer sin volver a pensar en su poca tolerancia. -¿Seguro?- le disparó Trujillo. -Más que seguro- le dijo con tranquilidad y con cierta sonrisilla. -Devuélvale esa porquería a Johnny y a la 66
lipe Collado
mejicana esa, que es su mujer. ¡Que caguen y caguen ellos, pero yo no! Con gran satisfacción el "italianito vete" devolvió el aceite a Abbes García: -Tenga su veneno- le dijo.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
67
¡Prohibido retratar la Papada! El intratable tirano Trujillo Malina nunca concedía entrevistas: él las ordenaba. Los periodistas
y los fotógrafos tenían que estar "disponibles" en el salón de la Biblioteca del Palacio Nacional. Los periodistas corrían diversos riesgos si salían de aquel lugar y eran vistos por el tirano -que gustaba ir de oficina en oficina- "pasilleando", "interrumpiendo las labores". Antes de ser aceptados en el Palacio Nacional como reportero y como fotógrafo de los diarios oficialistas La Nación y El Caribe el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) "depuraba" a los periodistas mediante
interrogatorios en los que se examinaba
el pasado y las posibles conexiones con enemigos del gobierno y del Jefe. Los fotógrafos eran los más "sufridos" en razón de que tenían que responder ante el tirano, sus familiares y altos funcionarios por alguna fotografía o pose "mal tomada". Con motivo de varios incidentes y amenazas por fotografías "mal tomadas", surgieron varias reglas: -Estaba prohibido retratar de perfil al Jefe y a su 68
Lipe Collado
esposa María Martínez de Trujillo, porque "se les veían las papadas", y esto encolerizaba a la señora más que al tirano. Y esta disposición tuvo su origen en una fotografía tomada por Rafael Emilio Bidó y publicada en el diario El Caribe en la que sobresalían las papadas de los esposos Trujillo-Martínez. La esposa se encolerizó y "agitó" al tirano "por esa falta de respeto" ... El tirano llamó al director de El Caribe y le dijo airadamente que "no qu iero volver a ver a ese fotógrafo, al tal Rafael Emilio Bidó", expresión que
debía
de
implicar
su
cancelación
y su
encarcelamiento. El fotógrafo fue interrogado por el director y suspendido por un mes "en lo que se le pasa la rabia al Jefe". -Estaba prohibido retratarlo con los pies cruzados o de modo que se le vieran las medias. El tirano juzgaba "ridículo" y "de bajo nivel" el que un mandatario se retratara mostrando sus medias. Y esta disposición tuvo su origen en una fotografía tomada por el fotógrafo Roberto Arriaga, de EI Caribe, en la que el tirano aparecía con una pierna cruzada mostrando las medias. Al ver esta fotografía en El Caribe, Trujiilo dio puñetazos en su escritorio y envió al diario al todopoderoso Anselmo Paulino para que se ocupara de que cancelaran y encarcelaran al fotógrafo Arriaga, "por fresco" ... Paulino se apersonó Anécdotas y Crueldades de Trujillo
69
al diario y aunque entre periodistas de aquellos años circula aún la versión de que Arriaga fue encarcelado, sólo se le impuso una suspensión de un mes. Al ser reintegrado se le asignaron actividades a las que no acudía el tirano. -También estaba prohibido retratarlo comiendo o haciendo gestos que no fueran los que se estipulaban como ya autorizados.
-y se recomendaba retratarlo de abajo hacia arriba, de modo que el tirano se viera más alto de lo real: medía 5 píes y 7 pulgadas.
70
Lipe Collado
El "cantaclaro" de Trujillo En abril de 1935 un grupo de dominicanos, alentados por el italiano Amadeo Barletta, representante aquí de la General Motors y Presidente de la Dominicana Tobacco Company, y por el domínico estadounidense Osear Michelena, se unieron a una conspiración para dar un Golpe de Estado y/o asesinar al tirano. Felipe Collado hijo fue de los apresados y encausados junto a otros por haber planeado eliminar al tirano en las cercanías de la Fortaleza Ozama. Fue introducido de pie en un hoyo, dentro de una celda. Tenía que dormir y comer de pie y sólo salía de allí a hacer ciertas necesidades. Treinta años después, a sus ochenta años de edad, dominaba aún "el arte de dormir parado", como solía decir. El italiano Barletta fue juzgado y condenado a dos años de prisión pero semanas después el tirano lo deportó del país debido a que el gobernante italiano, Benito Musolini, amenazó con enviar buques de guerra a rescatarlo. De suparte, OsearMichelena vivió momentos terroríficos y pudo salvar su vida por la intervención de la Legación* de los Estados Unidos. Luego de estar incomunicado y
*Equivalente hoy día a Embajada de los Estados Unidos.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
77
sin bañarse por dos meses y 14 días, recibió la visita de un funcionario de la Legación a quien narró su infeliz estancia en una celda para 20 presos ocupada por 30 hombres y 20 camas. El primer día no le dieron comida. A las 12 de la noche lo llevaron al patio de la Fortaleza Ozama, lo colocaron de espaldas a los arrecifes que daban al Río Ozama, y lo golpearon más de 150 veces con un látigo que tenía trocitos de metal en las puntas, conocido como "Cantaclaro". "Cantaclaro" le despellejó la espalda, el pecho, los brazos y los muslos. Durante otros siete días, sin poder ingerir alimentos, fue sometido a sucesivos "interrogatorios". Al propio tiempo sus bienes fueron embargados y transvasados al Estado. En el lugar donde Michelena tenía su amplia mansión, una propiedad que lindaba al sur con la avenida George Washington
y al norte con la avenida
independencia, Trujillo fundó su Estancia Ramfis.
72
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______ U_n_~sicópata llamado Trujillo Algunos siquiatras aseguran que el tirano tenía una personalidad psicopática, y que, por lo tanto, era "un psicópata". De ahí que careciera de sentimientos de culpa, porque había un desequilibrio entre su conducta y su conciencia. Trujillo, como la generalidad de los psicópatas, estaba dotado de una buena inteligencia y llevaba una vida sexual intensa. El tirano era obsesionado e implacable y al calor de sus enfurecimientos llegó a ordenar la muerte de tres hermanos: Virgilio, Aníbal y Petán. Los tres salvaron la vida "en un hilito", el primero, porque su madre, doña Julia Malina, lo llevó al Puerto de Santo Domingo y lo puso a bordo de un barco rumbo a España a mediados de 105
años 30 y allí quedó hasta la hora de su muerte,
acaecida luego de la de su hermano; el segundo, que había asesinado a varios militares en su finca de La Victoria, porque su madre le avisó a tiempo para que abandonara la finca, y el tercero porque el militar que había recibido la orden se limitó a herirlo en una pierna. El tirano "amaba" al poder, al dinero, a las mujeres, a su madre, a sus hijos, muy particularmente a Ramfis, y a sus nietos. A sus hermanos y sobrinos Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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sólo los quiso para darles rangos militares, los que también otorgó a sus hijos. Todos encajaron en su concepción de preservación del poder apoyado en las armas y en la lealtad obligada ya por compromiso, ya por sangre, ya por deber, ya por temor. A su personalidad psicopática se le atribuyen sucesos horrendos como cuando ordenó "tierra arrasada" en la finca de su hermano Aníbal, calculándose en unos 60 los hombres, mujeres y niños asesinados; "el desmoche" o matanza de hombres, de mujeres y de niños haitianos en el orden de unos 18,000 en el más conservador de los cálculos; el exterminio de 183 expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, el encarcelamiento, tortura y muertes de miles de personas durante sus 31 años de tiranía ... El tirano psicópata tenía reacciones "curiosas" y duales. Su hijo Ramfis rechazaba simuladamente a los negros. Cuando organizó la dotación militar de la Base Aérea de San Isidro mandó a formar a los militares para recibir a su papá. El tirano se percató al vuelo de que Ramfis sólo había integrado a soldados de piel blanca. El tirano, autor de la matanza de los 18 mil negros haitianos, trasladó a los pocos días a San Isidro a soldados negros y mulatos... ... Y, sin embargo, no permitía a negros en su guardia presidencial. (¡ !¿?) 74
lipe Collado
_ _ _ _ _ _ _T_r~uji 110 se define -¡No señor, a quien yo represento aquí es a Satanás! - gritó el tirano a uno de sus canchanchanes más famosos, al señor Paino Pichardo. Pichardo acababa de usar una expresión de alabanza excedida, superando así la marca de don Jacinto B. Peynado, quien había colocado sobre el techo de su casa un letrero que rezaba: "Trujillo y Dios" (siendo obligado por su Jefe a invertirlo: "Dios y Trujillo"). En el curso de un almuerzo en el Palacio Nacional el áulico Pichardo había ponderado al Papa como representante de Dios en la tierra y luego miró al tirano y le dijo con aire reverencial: -Usted
es,
correspondientemente,
el
representante de Dios en la República Dominicana. El
reproche
de
Trujillo
proclamándose
representante del Diablo en la tierra dominicana descansaba en que sabía que sus actos habían estado alejados de los principios Divinos. Y, sin embargo, a veces lloraba ante la desgracia de un niño o ante la de alguien que por una razón u otra se le hendía en su zona de los "sentimientos reposados". Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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Una composición a la Madre San Carlos es un barrio con una larga tradición heroica que se remonta a la época de la Independencia de 1844 cuando el primer contingente de hombres armados, comandados por Eduardo Abreu, se unió al grito de independencia la noche del 27 de febrero de 1844. Situado a unos 300 metros del Palacio Nacional, ha sido un sector revolucionario que en 1965 jugó un papel de primer orden como bastión armado del constitucionalismo. Durante la tiranía trujillista, bajo su aparente calma, bullía la política antitrujillista. Numerosos jóvenes sancarleños fueron encarcelados y/o asesinados. En 1938 la tiranía sentó allí un macabro ejemplo a modo de escarmiento: asesinó a un profesor, a su esposa y a su hijita de 5 años de edad. El profesor Rafael Yépez, creador y director de una escuela primaria que funcionaba en una casa de la calle Eugenio Perdomo, con 80 alumnos y dos profesores auxiliares, marcó como tarea "importante" para el último viernes de mayo una "composición" sobre la madre dominicana. Llegado el día cada alumno leyó su inspirado escrito sobre las progenitoras. Uno de los niños, hijo 76
lipe Collado
de un diputado "de a dedo", dedicó su composición a Doña Julia Malina, la madre del tirano. Sobre la tierra dominicana no habían ni mujer ni hombre más extraordinarios que ese par de dominicanos, según el escrito del niño. Yépez advirtió al estudiante que
El profesor
otras madres, entre
estas la madre del niño, se merecían iguales o parecidos elogios y que ellos, "niños hoy", serían hombres en el mañana destinados a dirigir la cosa pública y que de seguro demostrarían que, siendo jóvenes bien educados, tendrían más aciertos que el propio Trujillo en razón de que los tiempos van cambiando y los errores se van superando. El niño contó a su padre el "regaño" del profesor Yépez y la noche de ese mismo día un camión del ejército llegó a la casa del profesor. Los sacaron de la casa, a él, a su esposa y a su hija y luego recorrieron el barrio en procura de los estudiantes. Fueron careados con el profesor y luego despachados a sus casas. Ni Yépez, ni su esposa ni su hijita retornaron a la casa. Un mes después de "desaparecidos" la escuela fue clausurada.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
77
Mi hi@
es suya Entre los correveidile del tirano figuraban "maipiolos
profesionales"
dedicados
casi
exclusivamente a buscarle "la muchacha para el fin de semana próximo". Sabían de sobras sobre su debilidad por las jóvenes blancas y "amasad itas" y que sólo en contadas ocasiones se decidía por una de piel trigueña, pero "amasad ita" también. Flaca jamás. Algunos acólitos incondicionales del tirano trataban de ganarse sus favores llevándole muchachas de la familia -sobrinas, primas, etc.- y en casos excepcionales a una hija. Numerosas historias ciertas e inventadas rodaban -y aún ruedan- por los mentideros políticos sobre estas entregas de la "sangre de su sangre" de parte de ciertos cortesanos. Uno de aquellos incondicionales que aún vive, se había establecido en San Cristóbal a fin de acceder con más facilidad al tirano cuando ofreciera una de sus fiestas rumbosas en la casa "Las Caobas" de su Hacienda Fundación. El celestino estaba "a punto" de obtener una contrata pero las semanas iban y venían y el Jefe no ordenaba "la firma del contrato". Efectivamente, acudió con una de sus hijas a una fiesta ofrecida por Trujillo. 78
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En un momento "propicio", cuando la noche se lo tragaba todo, el celestino se acercó al tirano, le saludó y sin pérdida de tiempo se la presentó: -Es mi hija -le dijo- y como si fuera suya. La jovencita estrechó la mano del tirano. El celestino se escurrió de su lado y dejó allí a su hija. Era flaca, trigueña y muy linda. El tirano la examinó con sus ojillos negros desquiciadores y luego miró a otros puntos del salón y charló con los allegados. La jovencita quedó allí como si flotara. Minutos después una de las señoras conocedoras de aquellos ambientes se acercó a la joven, se le presentó, la tomó de un brazo y se encaminó hasta donde el padre de la joven. -Tenga- le dijo secamente. El celestino comprendió y se marchó del lugar. No hubo firma de contrato.
Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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11
... es un
. " ... " marlcan El tirano Trujillo Molina se irritaba sobremanera al enterarse de las críticas certeras a él y a su sistema de gobierno publicadas en libros y periódicos
que
circulaban en países democráticos. En marzo de 1952 asesinó en Nueva York a Andrés Requena, autor de la novela antitrujillista "Cementerio sin Cruces", en 1960, en Méjico,a José Almoina, un español que había sido su Secretario Personal, autor posteriormente del libro: "Yo fui Secretario de Trujillo", en 1956, tal vez en Nueva York, al también español Jesús De Galíndez, autor de la tesis de grado "La Era de Trujillo", y el 17 de julio de 1959, en el país, a Ramón Marrero Aristy, por haber suministrado "informaciones comprometedoras" al periodista Tad Szulc, quien las incluyó en uno de varios artículos críticos sobre el trujillismo publicados en el diario The New York Times. Una noche de 1960, rodeado de sus íntimos correveidile y de algunos altos funcionarios, se regodeaba en el malecón en su paseo nocturno habitual. Sólo excepcionalmente, en el curso de su caminata, luego de la cena, el tirano trataba "asuntos delicados". Uno de los jefes del Servicio de Inteligencia Militar 80
lipe Collado
(SIM), el Mayor Candito Torres, extralimitándose dos veces, una al escoger un mal momento y peor lugar, y la otra tratándole un asunto "ajeno" a sus prerrogativas, se le acercó y le mostró un artículo publicado en el The New York Times bajo la firma de Tad Szulc.
El
tirano se limitó a echarle el ojo al titular* y aparentando indiferencia extrema le preguntó: -¿Qué dice ese libelo? El Mayor Torres contestó rápidamente: -Se trata de un artículo difamatorio contra el gobierno. -¿Qué importancia tiene para el gobierno la opinión del New York Times? - preguntó como si lo amenazara, en un esfuerzo por minimizar el ataque. Continuó su caminata por media hora más, aparentando haber olvidado el incidente. Al final de su paseo, y a punto de abordar su automóvil, el tirano buscó con sus ojillos negros el rostro del oficial y con fuerte voz le ordenó: -¡Repítame lo que dice el artículo del New York Times! Las miradas del grupo recayeron sobre el Mayor Torres. Visiblemente nervioso, temiendo que el volcán Trujillo hiciera erupción, le dijo escuetamente: *Trujillo dominaba el inglés.
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-Nuevas calumnias contra su régimen. El tirano puso cara de perro y le voceó, como si el Mayor Torres estuviera a 100 metros de él: -¡Acuda a mí cuando usted encuentre en la prensa de Estados Unidos un artículo en el que se diga que Rafael Leonidas Trujillo Molina es un maricón!
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lipe Collado
"Mi
•
mUJ~
y yo" Para las navidades de 1958 un soldado raso ganaba 29 pesos mensuales, suma irrisoria en aquellos días, pues apenas alcanzaba para cubrir las necesidades primarias de una persona. De esos días es la frase "¿con qué fuerza se casa un guardia?" que refleja la carencia de recursos económicos y el cúmulo de necesidades perentorias. Un soldado raso de puesto en la entrada de la casa de "Las Caobas" de Trujillo, en la Hacienda Fundación, le comunicó a un compañero de servicio que tan pronto el Jefe llegara él le iba a solicitar un aumento de sueldo. -¿Tú te has vuelto loco? ¿Quieres que te den de baja y te metan preso? El soldado le respondió que no le importaban las consecuencias negativas a las que se exponía. -Bueno, entonces, yo me voy de aquí tan pronto vea que el carro del Jefe se asome por el camino.
y así fue ... El automóvil del tirano se aproximó a la casa mientras el guardia temblaba en la puerta de entrada a la Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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vivienda. El automóvil se detuvo, Trujillo se desmontó y cuando iba a entrar a la casa el guardia se armó de valor, se cuadró y le saludó con todas las de las reglas y le dijo: -Mi generalísimo, tengo palabras para usted. Sorprendido por la indebida acometida del soldado, el tirano "se paró en seco", y sólo atinó a decirle: -l.Q' ue
ust ed que'"2....
El soldado tuvo el coraje de repetirle: -Mi generalísimo, que tengo palabras para usted. El tirano, extrañado, le concedió la oportunidad de dirigirse a él. -Está bien, pero tres palabras nada más ... iY rápido! - dijo autoritariamente. El guardia, sosteniendo el fusil con la mano izquierda, apenas pudo articular cinco sílabas, que acompañó con ademanes gráficos elocuentes: -Mi mujer y yo...
y con la mano derecha se hundió el estom ~go en señal de hambre y después se pasó el índice derecho con violencia en semicírculo sobre su garganta, como quien se degolla; señales usadas por el dominicano de esos años para significar que estaba "muerto de hambre". El tirano comenzó a reir de inmediato. Entró a 84
lipe Collado
la casa riéndose y dejó al soldado en firme y con su cara de asustado. Minutos después el oficial comandante de puesto allí se presentó a la puerta de entrada y preguntó: -¿Cuál fue el guardia que le hizo una petición al Jefe? -Yo, señor- dijo el soldado al tiempo de cuadrarse en firme. -Usted acaba de ser ascendido a cabo por disposición del Jefe.
4r¡écdotas y Crueldades de Trujillo
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Intrigantes Profesionales "Don" Cucho Álvarez y Paino Pichardo, dos correveidile francamente temidos y semiodiados durante la larga noche tenebrosa del trujillismo, establecieron un sistema efectivo de intrigas de 1930 a 1961. En 1930, cuando la Era de Trujillo gateaba, entraron en franco pugilato con Rafael Vidal, un periodista que antes de los treintas había estimulado a Rafael Leonidas Trujillo Molina para que se uniera a una conspiración contra el gobierno del presidente Horacio Vásquez. El periodista Vidal era Jefe de Sanidad en las semanas posteriores al ciclón de San Zenón del 3 de septiembre de 1930 que virtualmente destruyó la capital. Álvarez y Pichardo querían colocar allí a alguien de su confianza en razón de los sustanciosos fondos de que disponía el departamento en aquellos tiempos de calamidad pública. Hicieron rodar el rumor de "un desfalco en la Sanidad" y luego que el rumor cobró intensidad se presentaron ante Trujillo a informarle del "decir callejero". El pichón de tirano destituyó a Vidal sin darle tiempo a "limpiar la contabilidad" y entonces se descubrió "un faltante de 150,000 dólares" (suma exhorbitante en esa época). Vidal, batallador, se supo y 86
lipe Collado
pudo defender, y demostró que se exageraba, y pocas semanas después lo nombraron en un puesto menor. Pero los dos intrigantes mancornados no le dieron tregua: continuaron su labor de zapa. Aprovecharon
la
celebración
modesta
del
cumpleaños de su único hijo César Rafael. Se presentaron a "compartir" con Vidal y en un momento dado "le tiraron un gancho": -¿Cuándo será el bautizo con una fiesta despampanante? - preguntó "Don" Cucho. -Bueno, no será por ahora - respondió Vidal. -¿Y cuándo? - preguntó Pichardo completando el acoso en pareja. Vidal, a pesar de sus condiciones de guerrero dentro de la jungla sociopolítica dominicana de aquellos días, respondió con inocencia infantil marcada en su rostro: -Cuando yo tenga realmente poder. "Don" Cucho miró a Pichardo, como a veces se miran a los ojos los enamorados, y luego, con un aire siniestro que el despistado Vidal no percibió, insistió punzantemente: -¿Cómo así? Vidal, con unos tragos "demás" en su cabeza, explicó mansamente: Anécdotas y Crueldades de Trujillo
87
-Quiero decir cuando tenga más poder que ahora. Los dos intrigantes se miraron a los ojos... Al otro día, luego de ensayar cómo abordarían al tirano Trujillo Molina, se presentaron a su despacho y le detallaron la conversación. Cambiaron una que otra palabra y le imprimieron a su mensaje el tono adecuado que despertara la desconfianza del esquivo gobernante. -¿Ajá? ¿Y qué más poder real quiere ese maldito negro? - preguntó Trujillo. Cinco días después Vidal estaba destituido y encarcelado. Pero desde la prisión se empleó a fondo y un mes más tarde salió en libertad. Prudentemente tomó su casa por prisión convencido de que "había caído en desgracia" y a la espera de que "el Jefe volviera a "acordarse" de él y a favorecerlo con algún cargo.
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Dos Problemas En 1961, luego de la desaparición de la tiranía trujillista, el capitán Víctor Alicinio Peña Rivera fue juzgado y condenado junto a otros por el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y Maria Teresa Miraba!. Este "esbirro" dio su testimonio sobre la conducta del tirano en los días previos a aquel abominable hecho. El capitán Peña Rivera en su calidad de Jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) en la región Norte acompañó al tirano en un recorrido por la región del Cibao el 2 de noviembre de 1960. En horas de la mañana llegaron a Villa Tapia, próximo a Salcedo. "La gente del lugar se agolpaba para verle" recuerda. Trujillo llegó a la casa de Rafael Quesada para un encuentro con funcionarios y representativos de allí. Trujillo estaba de mal humor y descontrolado a grado tal que, contrario a su reconocida discreción, puso sobre el tapete las presiones y los zarandeos a su gobierno y le dijo al grupo de convocados que su gobierno estaba "más fuerte que nunca"...
y respondió: -Sólo confrontamos dos problemas: la Iglesia Católica y las hermanas Miraba!. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
89
Los
presentes,
sorprendidos
por
esta
"revelación", se abstuvieron de hacer comentarios. Luego de un extenso silencio el tirano dijo con fuerte voz y firmeza: -iEstos dos problemas serán resueltos! ... Y el 25 de noviembre, 23 días después, el tirano "resolvió" el "problema" de las tres hermanas Mirabal: fueron asesinadas
y sus cuerpos arrojados
a un precipicio.
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lipe Collado
________U_n_ _"preso" con Trujillo Como se sabe, cuando el tirano quería que alguno de susasistentes sepresentara inmediatamente a su despacho oprimía intermitentemente el botón de una de suschicharras, que sonaba fuertemente en el despacho del requerido. Todos padecían una guerra de nervios temerosos del sonido de la chicharra. El tirano era voluble e impredecible. Una mañana sonó la chicharra en el despacho del Dr. Virgilio Díaz Grullón*. Se levantó presurosamente, lápiz y libreta en mano, y penetró al despacho del tirano, quien estaba de espaldas conversando con Jhonny Abbes García, Jefe del SIM. El tirano viró de inmediato y al verlo puso cara de asombrado y le dijo: -j Oh!
¿Y este hombre no estaba preso?
Díaz Grullón puso cara de terror. El tirano notó su pesadumbre y entonces le aclaró: -Es que el poeta Ramón Emilio Iiménez me contó que usted se había llevado a una muchacha anoche y lo habían hecho preso...
*Antitrujillista militante, de los fundadores de la Juventud Democrática en la Era de Trujillo. En los años finales de la tiranía se integró al gobierno del tirano/ pero éste, al parecer, no le tenía confianza.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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¿Qué hay de nuevo? Cuando asesinaron a las hermanas Mirabal, el 25 de noviembre de 1960, el tirano recibió la información por los canales correspondientes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Sin embargo, temprano de la mañana del 26 de noviembre citó a su despacho al jefe del SIM, quien había recibido la orden del triple asesinato de boca del general Román Fernández y a su vez se la había transferido al Capitán Alicinio Peña Rivera, brazo ejecutor final. El tirano esperó tranqui lamente sentado en su despacho. Al entrar el oficial de seguridad, se quedó mirándole
como
aquel
que
espera
que
le
comuniquen alguna novedad importante, pero, conocedor de las simulaciones y reacciones truculentas del tirano, guardó silencio prudente. Con aire de desinformado Trujillo le preguntó: -¿Qué hay de nuevo? Con fino tacto y con el mismo aire de "desinformado" respondió: -Nada nuevo importante, Jefe. 92
lipe Collado
Trujillo le miró a los ojos amenazadoramente. Y casi le gritó: -Usted, todo un Jefe de Seguridad, ¿no sabe nada? ¿Usted no sabe lo que pasó anoche? Hubo un silencio espectral. El oficial y el tirano sabían que ambos lo sabían y libraban una competencia de simulaciones. De repente, Trujillo se levantó de su asiento y le dijo: -Investigue bien lo de anoche antes de que se lo achaquen al gobierno. -Sí, señor.
y se despidió militarmente y de inmediato comenzó a realizar "las indagatorias de lugar".
Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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Teatro, puro Teatro
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El jueves 30 de abril de 1959 el capitán Piloto Juan de Dios Ventura Simó, atosigado por el ambiente despótico y las precariedades a las que sometían a los militares, desertó piloteando un avión vampiro, aterrizó en Puerto Rico y solicitó asilo político. Aunque Estados Unidos no otorga asilo político es la meca de los exiliados políticos, que suelen establecerse allí al amparo de las leyes de Migración. Mientras Ventura Simó esperaba una decisión final de las autoridades norteamericanas, exiliados dominicanos le contactaron y le convencieron de viajar a Venezuela donde se le informaría en detalles sobre una expedición aérea y marítima para derrocar al tirano dominicano. Ventura Simó partió a Venezuela y poco después a Cuba donde se alistó en una expedición aérea que llegó al Aeropuerto Militar de Constanza el 14 de junio de 1959. A los pocos días los expedicionarios fueron diezmados: o muertos o apresados o desbandados. Ventura Simó fue apresado. Los diarios El Caribe y La Nación, La Voz Dominicana y algunas radioemisoras desataron una campaña de elogios a Ventura Simó, de quien decían que había cumplido una misión de espionaje y traído al país, cual corderitos, a los enemigos de Trujillo. 94
Lipe Collado
Ventura Simó fue "ascendido" a teniente coronel y presentado por la radiotelevisora La Voz Dominicana. Explicó, ante una audiencia sorprendida y dubitativa, cómo realizó su exitosa misión. Días después concurrió a una recepción en la Cancillería Dominicana vistiendo su uniforme con insignias de Teniente Coronel y varias condecoraciones por su "heroico servicio". Ventura Simó saludó con calor a funcionarios y diplomáticos, y muy particu larmente al Embajador de los Estados Unidos, siendo fotografiados en momentos en que, sonrientes, se daban las manos. Las fotografías fueron publicadas en la prensa nacional e internacional. El embajador estadounidense protestó ante el gobierno dominicano porque lo hacían aparecer compromisario de lo que se escondía detrás de este escenario. Efectivamente, todo era una mascarada de mal gusto pero bien ideada y perfectamente montada. Ventura Simó, estrechamente vigilado, portaba una pistola sin peine y obedecía las instrucciones impartidas por sus titiriteros. Muchos creyeron al principio en su papel de "doble agente" y en los "merecidos" homenajes y ascensos y hasta en la entrega de dinero en acto público en pago por sus "servicios heroicos". El show se articuló tan efectivamente que hizo olvidar la capacidad teatral del tirano, pero el desenlace Anécdotas y Crueldades de Trujíllo
95
se inició cuando Ventura Simó fue sacado de circulación pública. Al discurrir los días el público relegó al olvido a Ventura Simó... hasta que reapareció en una trágica noticia: "El Teniente Coronel Juan de Dios Ventura Simó murió ayer en un accidente de aviación".
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¡Mujeres dignas e Indefensas! Melodrama, actuación, simulación, dualidad, histrionismo, perversidad...
Una fantasmagoría grotesca
imperaba en los derredores del multifacético tirano Trujillo. El 25 de enero de 1961, al cumplirse dos meses del cuádruple asesinato de las hermanas Mirabal y su chofer, el tirano realizaba un recorrido por ciudades del Cibao y del Norte. Luego de almorzar escogió para su habitual caminata del mediodía el tramo de la carretera que bordeaba el precipicio por el que fue desbarrancado el jeep con las tres hermanas Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, y el chofer Rufino de la Cruz. Acompañado de dos íntimos cortesanos, el tirano se detuvo ante las cuatro cruces que marcaban el punto exacto por donde fue precipitado el jeep con sus ocupantes. El tirano miró al vacío abismal y quedó absorto por algunos minutos, luego miró a la cara de sus dos amigos y estos quedaron a la espera de algún comentario. El tirano, entre "sorprendido" y "compungido" se limitó a decir: -Aquí fue donde murieron las Miraba!. Un crimen horrible que insensatos le atribuyen al gobierno. ¡Mujeres dignas e indefensas! Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Un brindis especial
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La acción inesperada y asombrosa, el drama y el misterio, las medidas y órdenes en franca contraposición subyugaban malévolamente al tirano. Sus cercanos nunca estaban tan cerca como para creerse que al otro día no podrían estar en el ostracismo de sus favores. El favorito podía caer con estrépito y el desfavorecido encimarse. El 10 de junio de 1941 el tirano llegó a la ciudad de Santiago en medio de rumores de irregularidades administrativas en la gobernación y de inminentes cambios de funcionarios. El gobernador Mario Fermín Cabral convocó a una fiesta en su honor. Asistieron los más importantes funcionarios del Cibao. Al tirano se le veía gozoso. Daba muestras continúas de afectos a Fermín Cabral, gobernador desde nueve meses atrás y a todas luces un favorito del 'efe. A las dos de la madrugada el tirano pidió una copa de coñac Carlos 1, su preferido, y, algo inu ual en él, ordenó el mismo trago para los que lo acompañaban en la mesa principal. Luego se paró, levantó su copa y dijo: -Brindemos a la salud de mi amigo, el gobernador. Todos se levantaron con sus copas levantadas. El gobernador, gozoso, dijo: 98
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-Gracias Jefe. Trujillo, entonces, añadió: -Bebo por la salud de mi gobernador vitalicio, Fermín Cabra]. y todos bebieron al mismo tiempo.
El
gobernador no cabía en sus ropas de tan hinchado por el elogio. Los presentes también expresaron su admiración y reconocimientos. La fiesta discurrió placenteramente hasta que a las 3 de la madrugada el tirano se levantó de su asiento, se despidió de todos y se marchó. Dado que nadie podía salir de una fiesta antes que él, desde ese momento muchos se sintieron en libertad de marcharse.
Al filo de las 3:30, cuando
quedaban 10 personas, el gobernador dijo: -Señores, tengo que irme pero antes brindemos por la salud del Jefe. y así lo hicieron
El gobernador, seguido de dos de sus asistentes, se encaminó hasta la puerta del salón para abordar su automóvil, pero un oficial, estratégicamente ubicado en la parte exterior de la puerta de salida, se le acercó y le dijo: -Señor Gobernador usted ha sido destituido y queda detenido para fines de investigación. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Luego de almorzar El 27 de agosto de 1955 el tirano inescrupuloso almorzaba en el Palacio Nacional con el "general" Anselmo Paulino, un rayano que de chofer de camiones que transportaban víveres de los campos a la capital se había convertido de hecho en el número 2 del país. Tenía un control casi absoluto de los negocios del tirano, de las "empresas del Estado" y de la prensa. Sus largos brazos poderosos llegaban hasta la seguridad y las Fuerzas Armadas. Exhibía más poder que el hijo predilecto, Ramfis, y demás hijos y familiares del tirano. A su "reinado" de aproximadamente 5 años -de 1950 a 1955- se le conocía como "el anselmato". En estos almuerzos Trujillo pasaba revista a sus negocios, la política, la seguridad ... Pero esta vez había invitado a Paulino para un auscultamiento especial. Cada palabra, cada gesto, cada respuesta, cada pregunta del muy eficiente Paulino -dueño de una memoria y de una capacidad de trabajo envidiables- los pasaba por un cedazo de arena fina. Al final del almuerzo, que terminó sin señales de enfado, el tirano tenía una decisión tomada. Paulino, probablemente el hombre más odiado y rechazado por 100
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los funcionarios y familiares, y por los íntimos del tirano -hasta la aparición de Jhonny Abbes Carcía años más adelante- se levantó con cara de glotón satisfecho, con su ojo de vidrio fríamente fijo y su único ojo
sano moviéndose nerviosamente, y con
la convicción de que seguía siendo el número '2 a pesar de las olas de animadversiones que en los últimos meses se estrellaban contra los arrecifes de los al rededores del mandamás. El tirano lo despidió con un abrazo que delataba el cariño casi paternal que Paulina había percibido desde muchos años antes. Paulina se encaminó a su oficina a hacer
y
responder llamadas telefónicas, a despachar asuntos de rutina y a ejecutar las "últimas" disposiciones del Jefe.
Durante aproximadamente una hora estaba
entregado absortamente a sus tareas ... Tocaron a su puerta. Levantó la vista y gritó que podían entrar y siguió revisando papeles. Uno de sus asistentes entró cariacontecido a su oficina y se detuvo frente a su escritorio. Paulina levantó su cabeza, le miró, volvió la vista a sus papeles, tomó una carta y la firmó sin leerla al tiempo que preguntaba: -¿Qué tu quieres? El asistente dijo con voz cansada:
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-¿Y es que usted no sabe nada de los sinerazos en La Nación y de lo que están diciendo por la radio y por el canal 4 de La Voz Dominicana? ¿No lo han llamado? -No, no sé nada. ¿Qué pasa? -j Lo
acaban de cancelar!
-¿De dónde, de aquí? -iDe todos los cargos, hasta del grado de General! -¡Eso no puede serl, .. Yo acabo de comer con el Jefe y estoy aquí despachando sus asuntos. Paulino tomó el teléfono y llamó al Palacio Nacional, probablemente al Dr. Joaquín Balaguer, con quien mantenía excelentes relaciones. O no estaba allí o no quiso tomar el teléfono. Entonces le comunicaron con un asistente del tirano, quien le dijo: -Sí, sí, todo es enteramente cierto. -¿Pero qué he hecho yo? Del otro lado hubo silencio.
y pidió hablar con el Jefe. Imposible. Había dado órdenes de que no le pasaran llamadas de Paulino. El asistente colgó el teléfono y Paulino llamó a la casa del Jefe y allí le cortaron la comunicación. Mientras Paulino trataba denodadamente de 102
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hablar con el tirano y de obtener respuestas detalladas, se iniciaba un proceso de investigación que lo llevaría a juicio, a la condena y a la cárcel. Luego sería excarcelado y saldría del país desacreditado y sin posibilidad de retornar. "Esa comida con el Jefe estaba tan buena que terminó cayéndome mal", solía decir Paulina con sorna años después en Europa.
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Elecciones a lo Trujillo El tirano ordenó que para el 15 de diciembre de 1960 se celebraran elecciones municipales "abiertas y libres" a fin de demostrar a América que este era un país democrático. Daría Trujillo, uno de sus sobrinos, hijo de su hermano Virgilio Trujillo, era suficientemente conocido en las barriadas de la capital.
Dicharachero,
campechano, servicial y activo se animó a terciar como aspirante a Presidente del Consejo Administrativo del Distrito Nacional -lo equivalente hoy día a Síndico del Ayuntamiento del Distrito Nacional- por su propio Movimiento Municipal. Enfrentaría a Paino Pichardo, el candidato del Partido Dominicano. Con sus botas altas, su sombrero "tipo vaquero" y una vestimenta que captaba la atención, Daría Trujillo se convirtió en un líder barrial. A medida que se acercaba el 15 de diciembre, Daría arreciaba sus movilizaciones en los barrios populosos e iba dejando muy atrás al candidato del Partido Dominicano. Cuando el 10 de diciembre se hizo evidente que ganaría arrolladoramente, el tirano le prohibió el proselitismo callejero, pero aún así Daría siguió creciendo 104
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en el favor popular... El 15 de diciembre los capitalinos votaron abrumadoramente por Daría Trujillo... pero "las elecciones" fueron ganadas "abrumadoramente" por el candidato del Partido Dominicano. Daría aún está a la espera de que le cuenten los votos y no pierde las esperanzas de cumpl ir con su lema de campaña: "Con Daría en el Consejo la ciudad brillará como un espejo".
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Abuel ito tierno y bueno ¿Podríamos imaginarnos al déspota criminal Trujillo Malina con antifaz, jugando "a los indios y vaqueros", tirado al suelo, disparando un revólver "de mitos", plateaJo, y a un nietecito que responde los disparos, desde detrás de una puerta, con el brazo derecho afuera, blandiendo un revólver similar? Si Trujillo Malina era débil con los hijos, se extremaba con los nietos y se explayaba infantilmente con estos. Los colmaba de mimos, regalos, caprichos y atenciones. Y solía llevar a su despacho a sus nietos Mercedita y Ramfis Rafael*. En una ocasión, vestido impecablemente de blanco, iba a abordar el automóvil No. 1 que lo conduciría a una recepción en el Palacio Nacional. En ese momento una nietecita salió disparada del baño perseguida r'.Jr una niñera. Y corrió hacia la puerta de salida al ver a su abuelito que se marchaba y le gritó: -¡Abuelito! ¡Abuelito! El tirano viró y vio a la nietecita desnuda que se acercaba a él, se agacho y la acogió con ternura entre *Murió de Cáncer en 2002.
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sus brazos y la cubrió con el saco del traje blanco, lavado, almidonado y planchado en Cuba". El tirano, sonriente, le preguntó: -¿Qué te pasa mamita? La niñera se adelantó
y le explicó:
-Es que no se quiere dejar bañar. La niña lo miró a la cara. Su carita angelical estaba húmeda. Rogó quejosamente: -Báñame tú abuel ita. Entonces el déspota criminal se levantó, la tomó de una mano, entró a la casa, se despojó de su saco y camisa blancos e inició la tarea de bañar a la nietecita... Los invitados hubieron de esperar tanto como lo que duró su tarea de feliz abuelito que baña a su tierna nietecita. ... ¡¡Qué abuelito más "tierno
y bueno".
("Cualquiera. lo ve y lo compra", suele decir la gente simple del pueblo dorninicano.)
*Enviaba en barco a la Habana, Cuba, sus trajes y pantalones a una lavandería de cubanos de origen chino.
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¡Cobarde! ¡Pendejo! El teniente Pantaleón Beras Rojas estaba "cuadrado en atención" frente al tirano Trujillo Molina. Un frío interior, hijo del temor, le calaba hasta los huesos. Iba a comunicarle al "Jefe" su negativa a cumplir una "misión especial". -lefe, tengo algo urgente qué tratarle. Su voz semifirme se clavó en los oídos del tirano, quien acababa de almorzar con íntimos y funcionarios en el comedor del Palacio Nacional y estaba a un tris de marcharse. Frunció el ceño y miró a los ojos al teniente. -¿Qué pasa? - le preguntó. -Es con respecto a la misión que me han encomendado para realizar en el exterior y por cuyo motivo recibo instrucción del coronel Abbes García. dijo rápidamente el oficial. El tirano miró a su derredor y comprobó que sólo habían personas del entorno íntimo. Casi le gritó al oficial: -¿Y qué pasa con eso? El frío interior del temor que casi le caló hasta 108
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los huesos al teniente había sido sustituido por un "calor de nervios" que le humedecía la piel y muy especialmente los sobacos. -Es mi deber. .. -tragó en seco-, como hombre y soldado, decirle que esa misión no puedo cumplirla. Aquello fue como una pedrada en un techo de vidrio.
El tirano se removió en su asiento. No podía
creer lo que oía. El teniente Beras Rojas -ya repuesto de los efectos de sus temores- añadió lapidariamente: -Le ruego muy respetuosamente que se me releve de ella... El
tirano
le
cortó
el
aliento
con
un
ametrallamiento oral:
-¿ !Tiene m iedo, Cobarde!? ¡Pendejo!. ¡Poco hombre!. ¡Caraja! ¡Coño!, ¡Coño!, ¡Coño! -¡Sí señor!" ... ¡sí señor!" - respondía el teniente Beras Rojas. Las lavas calcinantes del volcán Trujillo brotaban de su boca inconteniblemente... pero luego cesaron de golpe. El característico silencio trujillista de luego de cada erupción se apoderó del salón. El intrigante y sinuoso Cucho Álvarez estaba allí como testigo principal. El tirano recorrió el salón con Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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sus fieros ojillos. Posó su pesada mirada sobre aquel intrigante y le dijo: -Fíjate, Cucho, yo creía que tenía hombres de valor conmigo. "Don" Cucho guardó prudente silencio ante el incidente que envolvía a un oficial joven. El tirano se ensimismó de nuevo. Callado, perdido en la espesura de su mente, nadaba en las aguas tranquilas del vacio del silencio post erupción. El teniente Beras Rojas, que seguía "cuadrado en atención", esperaba con estoicismo las lavas de una
nueva
andanada
volcánica
probablemente una orden final
procaz,
y
de funestas
consecuencias para él. "Don" Cucho se levantó de su asiento y se acercó al tirano, quien, como un resorte, se puso de pie. Entonces caminaron, el tirano delante y "don" Cucho detrás, hasta el ascensor. Lo abordaron, bajaron y se marcharon. Cuarentiún años después el ahora ex oficial Beras Rojas -quien llegó a General- retrotrajo redivivo aquel momento en que se jugó la vida o cuando menos su libertad y su uniforme. Para aquella vez, en su calidad de miembro del Cuerpo de Ayudantes del "Generalísimo", había estado 110
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asistiendo a un curso que impartía el Coronel Johnny Abbes García sobre asesinatos encubiertos, sabotajes, envenenamientos, etc., que los participantes ejecutarían en Venezuela y otros lugares de América.
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Guisando un Pollo El tirano Trujillo Malina era de porte y estilo arrogantes. No era para menos. Tenía mucho de rey y de guerrero a la vez. Su tono de voz de mando, diferente al del ámbito personal e íntimo, hacía temblar a sus subalternos inmediatos y a sus allegados personales. Muchos de los convocados a su presencia perdían fuerza en las piernas, cuyas rodillas se les volvían flácidas. El Capitán Alicinio Peña Rivera, Jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) de la Región Norte en 1960, rememoró, 17 años después, en 1977, la primera vez en que acudió al despacho del omnipresente Trujillo a recibir instrucciones en directo. Cuando entró a su oficina, encontró al tirano de espaldas a la puerta principal contemplando por una ventana el paisaje de la ciudad arbolada, con un fondo azul marino de las aguas del Mar Caribe. -A sus órdenes, señor- dijo el Capitán Peña Rivera a la vez que asumía posición militar de "firme". El generalísimo Trujillo Malina, vestido impecablemente de militar, giró rápidamente y sus ojillos de hiena, cual cámara filmadora, se pasearon de 112
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la cabeza a los pies del capitán. Guardó silencio por algunos segundos y luego le dijo que lo había mandado a buscar para que se presentara ante el gobernador de Puerto Plata y le dijera que él llegaría a esa ciudad a las 9 de la mañana del día siguiente. Y añadió: -Si le pregunta si me quedaré a comer dígale que no. Luego le hizo otra encomienda. Le dijo dónde y qué iba a comer, y casi sazonó oralmente un arroz con pollo que le apetecía: -Comuníquese con el encargado de la Compañía Chocolatera, que es cuñado de mi hija, y dígale que comeré en su casa... Que se me prepare un arroz con pollo sin utilizar salsa de tomate, y sin más condimento que sal.
Disponga que cuando el pollo esté casi
guisado, le viertan el arroz en su propia salsa. -Sí, señor.
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Colchones adinerados El tirano era el amo absoluto de la nación, de sus riquezas públicas y privadas. Ejercía un control estricto de los bienes raíces y monetarios de sus funcionarios, allegados y familiares. Si descubría alguna acumulación de riqueza significativa trataba de que su poseedor la perdiera para así obl igarlo a recurrir a él. Era inflexible en su política de mantener en estado de debi lidad económica tanto a sus allegados como a sus enemigos. Luego del 19 de noviembre de 1961, cuando hubo un golpe militar que sacó del país a los remanentes del trujillismo, los "turberas" que saquearan las casas de los Truj i 110 Y de los connotados tru]i II istas encontraron grandes su mas de dinero dentro de colchones y almohadas, mezclados con la lana. Una mujer del servicio doméstico de una de estas residencias cargó con un precioso colchón que había sido de su ama y la primera noche en que se acostó sobre este su cuerpo le hizo saber que "esa guata estaba endurecida". A la segunda noche trató de eliminar algunas protuberancias y partes "endurecidas", pera llegó a sentir "papeles" mezclados con la guata. 114
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Aguardó al día siguiente para abrir una esquina del colchón y determinar con precisión la causa de su dormir angustioso. Descubrió que miles de pesos superaban proporcionalmente a la guata. Esta doméstica, a quien el autor de esta obra conoce, se convirtió en rica "de la noche a la mañana" y, como dice el dominicano, "trabajó con cabeza" y hoyes una próspera mujer de negocios. En la casa de Héctor B. Trujillo los agentes militares que la requisaron en busca de bienes del Estado encontraron 12 millones de pesos dominicanos dentro de cajitas de zapatos, colchones y almohadas. Hasta este h ermano, ex presidente de la República, títere suyo, tuvo que esconder en su casa parte del dinero que no hab.l podido sacar subrepticiamente en dólares. Las eendidas manos del tirano opresor nunca fueron tan h los colch.
.s como para llegar a los interiores de
,;:; y almohadas.
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La casa
del cerro Es de viejo sabido que entre los personajes mas conocidos del régimen tiránico trujillista "brillaron" Paino Pichardo y Cucho Álvarez Pina. Se convirtieron en una mancuerna que llegó a ser bautizada popularmente como el "cuchipaineo"("cuchi" por "Cucho" Álvarez y "paineo" por "Paino" Pichardo). Estos lambebotas del tirano subían agraciadamente como que caían desgraciadamente. Luego de un período considerable de "caer en desgracia" con el tirano, ambos comenzaron a elevarse en 1945. En 1946 Paino Pichardo ascendió a Secretario de la Presidencia y Cucho Álvarez a Presidente del Partido Dominicano y de hecho al No. 2. Pero Paino Pichardo perdió su puesto en junio de 1947, quedando en la cumbre Cucho Álvarez, a quien le habían nombrado honorariamente "general". Subían y bajaban en el columpio del lambebotismo y de las más sórdidas y pecaminosas intrigas. Para mayo de 1950 el más simulador de los dos, Álvarez Pina, cayó con estrépito tal que muchos se preguntaron porqué no fue encarcelado. Álvarez Pina no encontraba más cómo alagar al tirano. Concibió una idea que a nombre del Partido Dominicano echó adelante: construirle al tirano un 116
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Palacio digno de un rey de altísima categoría, y escogió su natal San Cristóbal. En lo más alto de las altas lomas al oeste del pueblo se leva n t
ó
aq ue ll a res i denc i a majestuosa
conocida como "El Cerro". Aún se ignora cuánto dinero se reunió para la obra, cuánto realmente se gastó y cuánto se dispendió ... "lo cierto fue que esta fue una gigantesca fuente de latrocinio", afirma Robert
o.
Crassweller en la Pág. 237 de su obra "Trujillo La Trágica Aventura del Poder Personal". Y luego apunta: "realmente todo cuanto uno puede decir es que se trata tal vez del edificio más feo del mundo". Terminada la "extraordinaria" obra, el tirano llegó por primera vez a El Cerro de mano de Cucho Álvarez quien, mareado por la alegría y por los dividendos que le había producido semejante construcción, no había reparado en la magnitud del riesgo que corría. El tirano, al ver tanto mal gusto reunido, quedó petrificado y su cara de enojo se hizo evidente a todos. Recorrió el palacete de cuatro pisos, reparó en que el hueco del ascensor se estrechaba a medida que se elevaba y que, por lo tanto, el ascensor se atoraba en lo alto; en las habitaciones de dormir tan amplias que daban la sensación de un salón de actos y en la profusión de sus cinco estrellas de generalísimo. El tirano dio muestras de disgusto. Bajó Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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rápidamente para marcharse. Una vez en la puerta de entrada del palacete giró para mirar y decir algo a Cucho Álvarez, que cabizbajo le seguía los talones ... pero sus lavas hirvientes no brotaron de su boca. Eran "íntimos" desde antes de 1930, cuando él se alzó con el poder. Le miró duramente y sólo le dijo: -Nos veremos. -Sí, mi Jefe.
y montó a gran velocidad dejando allí plantado a su favorito del momento y quien comprendió que lo que se avecinaba sería de tal repercusión que en un periódico de la época lo llamaron "ladrón y loco". Fue destituido de todos sus cargos y sólo milagrosamente siguió en libertad para reiniciar sus intrigas camino del retorno . ... Secundado, desde luego que sí, por su súper íntimo Paino Pichardo.
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La Justicia
del Jefe A mediados de 1960 el omnímodo tirano Trujillo Malina giró una visita a Puerto Plata, que se desarrolló en el estilo característico del régimen: un concurrido desfile de estudiantes, profesores, empleados públicos y damas hermosas, encuentros arremol inados de gente común que quería verlo y sol icitarle favores, una recepción en horas de la noche, bailes, discursos kilométricos y una inspección a la fortaleza militar y el pase de lista a los presos comunes y luego las preguntas sobre las razones por las que guardaban prisión. Al día siguiente de los actos, en las primeras horas de la mañana, el tirano se presentó a la fortaleza, la inspeccionó minuciosamente y ordenó que sacaran a los presos al patio. Los presos se alinearon paralelamente a los muros. Sus rostros felices anunciaban que serían beneficiarios de la benevolencia del Jefe, cuya sola presencia en una cárcel auguraba que muchos de ellos serían absueltos por él, el gran juez de su "Tribunal Móvil". El tirano Trujillo interrogó a cada uno. Les preguntaba por qué estaban presos y, según le pareciera, Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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ordenaba que fueran libertados o que siguieran en prisión. Junto al tirano estaban el Gobernador, Luis Ginebra, el jefe del 51M de la Región Norte, Capitán Víctor Alicinio Peña Rivera, y "Don" Cucho Álvarez. Atrajo su atención un condenado de edad avanzada cuyo pelo gris resaltaba entre aquella masa de negros y mulatos. -Acérquese, venga- ordenó Trujillo. El recluso avanzó con aire de apenado que quisiera ser feliz y se colocó a unos metros frente a Trujillo, quien le preguntó: -Dígame viejo, ¿qué fue lo que usted hizo? -Mi querido Jefe, me han hecho un acumulo. -¿Un "acumulo"?- dijo el tirano con una sonrisita enigmática. -... Dizque me robé dos quintales de maíz. ¿Y con qué fuerza vaya cargar con dos quintales de lo que sea? Pues se trata, mi Jefe, de un acumulo. Trujillo sonrió ampliamente. Conocía la psicología del hombre común dominicano y dominaba todos los matices de sus verdades y mentiras. Leía en los ojos ajenos y veía con claridad por sus oídos a través de las tonalidades de la voz del declarante. 120
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Eltirano, con aire de infantil alegría, giró a su derecha, miró a "don" Cucho Álvarez y le restregó en la cara: -El mismo caso tuyo, un acumulo, Cucho, ¿lo suelto? Con sonrisita de humillado Don Cucho asintió.
Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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_ _ _ _ _ _E_I------Jep itafio de Trujillo Cuando diplomáticos y organismos internacionales abordaban al tirano sobre las relaciones, generalmente tirantes, entre Haití y República Dominicana, recurría a un argumento demoledor: los dominicanos nunca han invadido a Haití ni incursionado en aquel territorio en procura ni de gallinas, ni de ganado, ni de víveres. En el fondo de su argumento había una línea de defensa de la matanza de unos 18,000 haitianos en 1937. El tirano desarrolló una política represiva de implacabilidad contra los haitianos. Tanto así que durante sus años de mandato madres haitianas les decían a sus hijos que se acostaran temprano porque podía venir el "cuco Trujillo" a matarles. En una ocasión en que Trujillo hizo salir al patio a los presos comunes recluidos en la fortaleza de Puerto Plata para interrogarlos sobre los delitos en que habían incurrido y entonces decidir si los liberaba, se hizo patente aquella política. -i.Y usted que hizo?- preguntó a un recluso de edad madura. -Estoy preso porque maté a un haitiano.respondió. 122
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-¿Mató a un haitiano? -Sí, Jefe. -Pues mire, caraja, debió matar a diez. Usted está suelto, váyase para su casa. Precisamente, el 21 de mayo, 9 días antes de su muerte, 24 años después del genocidio de 1937, el tirano, bajo los efectos del coñac Carlos 1, dijo a un grupo de íntimos en el parque principal de Puerto Plata que el epitafio de su tumba sería: "Aquí yace Rafael Lean idas Truji 110 Mol ina. Gobernó más de 30 años. Mató a más de 30 mil haitianos" .
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Flores en la _.- ----
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"tumba" del Jefe E/ 28 de octubre de 1955, cuatro días después de cumplir sus 63 años de edad, estando Trujillo en la ciudad de Nueva York, los lectores del diario El Caribe quedaron boquiabiertos al leer el pie informativo de una fotografía en la que aparecían estudiantes azuanos depositando ramilletes de flores:
"Los alumnos de la
escuela primaria de Azua depositan una ofrenda floral ante la tumba del Benefactor de la Patria, Generalísimo Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina". "(. .. ) una ofrenda floral ante la tumba", leyó claramente el presidente títere Héctor B. Trujillo, su hermano ... , "ante la tumba" ... dijo varias veces en alta voz el macabramente célebre coronel Federico Fíallo, jefe de la Policía Nacional. .. , "¿ante la tumba?" ... , se preguntaron todos los que tenían que ver con el alto mando. De inmediato se desató una pesquisa ciclónica ordenada por la Presidencia de la República. El director del diario, periodista Germán Emilio Ornes Coiscou, proclamó valientemente que "yo soy el único responsable", pero el Jefe de Redacción, Rafael Herrera, se le interpuso val ientemente y dijo: ----- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
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-Nada, esa responsabilidad es exclusivamente mía. Yo hablaba por teléfono cuando la página redactada por el periodista Tirso A. Valdez hijo, me fue mostrada para su aprobación y yo la vi ligeramente y la autoricé.
y entonces tuvo que presentarse ante oficiales de la policía encargados de desentrañar el caso. Los investigadores lo acosaron con preguntas incisivas y presiones agudas. El periodista Herrera, "sin más paracá ni parallá", puso punto final a las dudas con un repentismo genial a más de arriesgado: -Yo hablaba, tenía la página delante de mis ojos y entonces un chivo azuano saltó una cerca, me pasó ante los ojos y nos fastidió a todos. Entre tanto eran apresados y vejados los linotipistas, los correctores de estilo y los de prueba, el miembro del SIM que silenciosamente echaba el ojo a los titulares y fotos, y los mensajeros internos que llevaban y traían las noticias, las fotos y las pruebas. El periodista Valdez hijo, autor del reportaje y del pie informativo, fue el último en ser apresado y el único que recibió torturas y prisión prolongadas. Había acudido a un negocio de expendio de alimentos cercano a su casa cuando se enteró de "lo que tu le haz hecho al Jefe"... Le mostraron la foto y su pie subrayado, y sintió que el piso del colmado se hundía hacia un abismo oscuro. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Retornó a su casa, analizó la situación con su señora y convinieron en "hacer una gran compra de comestibles" porque sabían que él iría a la cárcel pero ignoraban cuándo retornaría ... "si era que retornaba". Nervioso, sudoroso, moviéndose sin ton ni son, apenas alcanzó a beber "un té para los nervios" cuando vio llegar a su casa a dos miembros del SIM que, sin mayores preámbulos, "se lo llevaron de este alto" expresión que suele acompañarse con una señal que indica que los pies van en el aire, sin tocar el suelo, como
se volara. Lo llevaron ante el coronel
SI
Federico Fiallo, quien ordenó que lo desnudaran y lo encerraran en una solitaria. Una vez allí un policía corpulento, con más fuerza que un buey de ingenio, le comenzó a golpear con un látigo "guebo de toro" mientras el coronel Fiallo le solicitaba los nombres de "quiénes" le habían "ordenado matar al Jefe" en un pie de foto. Durante 33 días fue golpeado a trompadas y latigazos, empujado, abofeteado ... francamente torturado. Si salvó la vida se lo debe, primero, a que el coronel Fiallo era un fanático de los deportes y un fiel oyente y admirador de Tirso Valdez cuyo programa radial deportivo por la Radio HIZ tenía una gran audiencia, y, segundo, porque el director, Dr. Ornes Coiscou, había partido a Nueva Orleans a una reunión - - .._.00__ '
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de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). En el extranjero se le había dado un gran despliegue al caso. Tres días después de la reunión de la SIP Ornes Coiscou
fue
abordado
por
periodistas
norteamericanos que le asediaron con preguntas. El Dr. ames Coiscou se resistía a formular respuestas comprometedoras pero llegó un momento en que el espíritu profesional se le impuso. Un periodista le preguntó que cuál sería el destino final del periodista Valdez hijo, y entonces le dijo: -No me atrevo a dar un dólar por su vida. La declaración causó un gran revuelo en el país
y en el exterior. El periodista Ornes Coiscou se vio en el caso de declararse exiliado político. Poco después se dedicó a fustigar al tirano. En los primeros días de diciembre el periodista Valdez hijo fue excarcelado y puesto bajo estrecha vigilancia. Entonces el periodista Herrera solicitó al tirano que le permitiera viajar con Valdez hijo a Nueva York para presentarlo ante la prensa y demostrar así que seguía con vida. El 25 de diciembre el tirano accedió a extender los pasaportes y gestionar las correspondientes visas estadounidenses. El 1 de enero de 1956 el periodista Tirso A. Valdez hijo convocó una rueda de prensa en Nueva ----------------- ~ Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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York y tuvo palabras de elogios para el tirano Trujillo, a lo cual estaba obligado en razón de que sus familiares eran
virtualmente
rehenes
que
sufrirían
las
consecuencias de cualquier nuevo "error" ...
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Ro~
y figura Rafael Leonidas Trujillo Molina y otros de su entorno vieron en el movimiento golpista del 23 de febrero de 1930 la oportunidad de barrer, o cuando menos arrinconar, a la aristocracia radicada en la capital, que los rechazaba por ser de los "de por allá atrás", por ser "de puallá". Llegado al poder, el tirano sustituyó con su oropel el oropel de sus discriminadores. Las ropas y formas de conducirse superaron a las de los aristócratas tradicionales. Los incómodos "flux", "chaquet", "frac", "esmokin", ect., eran de uso obligatorio en los actos oficiales aún bajo el calcinante sol. En una ocasión abochornó y amenazó con cancelar a uno de los "blanquitos de por allá adentro", al Doctor Jesús María Troncoso, Secretario de Estado sin Cartera, porque en su paseo nocturno por el malecón lo vió en "guayabera". Lo reprendió por el uso de "prendas de vestir de esa clase" porque contradecía "la urbanidad" dentro de "una sociedad culta". Nadie recuerda haberlo visto en público sin sus vistosos y calurosos trajes de militar y de civil. "Trujillo nunca suda" se decía por lo bajo y por lo alto. Cierto (¿?) o no, nunca se le tomó una fotografía ni se le hizo
una filmación en la que apareciera sudado. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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En 1954, al regresar de España, luego de visitar a su parigüal generalísimo Francisco Franco, caminó desde el muelle de Santo Domingo por las calles de la ciudad con un vistoso sombrero de plumas, o bizcornio, cual pavo real. Oficiales y civi les perdían rangos y puestos por vestir deslucidamente, por la forma de conducirse y hasta por su apariencia física. En una ocasión en que recibía un homenaje de adhesión frente al Palacio Nacional se asomó al balcón. Al mirar a su izquierda vio en otro balcón a un oficial con un exagerado vientre "tipo tambora". Trujillo hizo un gesto de desagrado. Un escolta notó la reacción y le preguntó: -¿En qué puedo serie útil mi generalísimo? Trujillo señaló con un índice al oficial de la barriga exuberante y preguntó: -¿Quién es ese oficial? El militar vaciló. No conocía al oficial. -De inmediato me informaré y se lo comunicaré, generalísimo- respondió. -Averígüelo y dígale al comandante de la Guardia Presidencial que lo cancele por "abandonado" . ... Y todo por barrigón. 130
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Los bruj~ de Trujillo Aunque el 16 de junio de 1954 el tirano de las mil caras firmara en Roma, junto al Papa, el Concordato mediante el cual se concedían privilegios a la evidentemente mayoritaria Iglesia Católica; aunque asistiera a los Te Deum en días especiales; y aunque cada mañana, a punto de salir de la casa en la capital o en cualquier punto del país, encendiera una vela blanca ante la imagen de la Virgen de La Altagracia, era más irreligioso que religioso. Su catolicismo formaba parte de su sustentación política. Le interesaba la Iglesia Católica en la medida en que era necesaria para su permanencia en la cima, como otro instrumento más de su poder y de su sojuzgamiento. Más que comprometerse con la Iglesia Catól ica y su suerte, hizo que esta se comprometiera con su sistema político y su destino. Pero obispos y sacerdotes valientes revirtieron desde enero de 1960 la conducta complice de esa institución religiosa.
El tirano era asaz supersticioso. Se valía de hombres y mujeres que practicaban la brujería. Mantenía contactos frecuentes con personas de ambos sexos que tenían "poderes" y trascendían al más allá, al terreno inasible e ignoto de las divinidades. Los tenía Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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en la capital, en San Cristóbal, en Samaná, en San Juan de la Maguana, en uno que otro punto fronterizo... pero solía comunicarse con ellos a través de uno que otro íntimo, y estos con él generalmente mediante notas escritas. Sus "consultas" se circunscribían a solicitar que sus brujos y brujas le informaran si "presentían" o "veían" algo presagioso o de mucha dicha a su derredor. No hacía consultas en específico, sobre talo cual problema. Su celo extremo por el poder impedía que ellos penetraran en esa zona densa. El tirano creía en el mal de ojo, en las maldiciones, en los amuletos, en las desgracias provocadas, en que habían personas "azarosas" y otras con auras beneficiosas. Con ocasión de su disputa con la Iglesia Católica envió en 1960 ante el Papa Juan XXIII a Roda/fa Paradas Veloz, español, de quien se decía que arrastraba consigo a la mala suerte, que bastaba con su presencia cerca de alguien para provocarle un malo la muerte. Dícese que el revolver 38 que llevaba la noche del 30 de mayo lo cargaba como "amuleto protector', de modo que bastaba llevarlo consigo o sencillamente extraerlo para que las fuerzas ocultas vinieran en su ayuda. Pero esto le resultó más que insuficiente la gloriosa noche en que fue emboscado y atacado a balazos. Blandiendo su revólver cayó en redondo sobre la misma tierra que ensangrentara. 132
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Al tirano se le ponían los pelos de punta cuando cerca de sí tenia a algún "velador de muertos", a rezadores
y a personas que iban a los mortuorios a "sufrir ataques" a cambio de dinero (para así dar a demostrar que se trataba de "un muerto bueno" y que, por lo tanto, era una muerte dolorosa y digna de ser llorada). "Chochueca", el célebre personaje capitalino que acudía a los velatorios para que le regalaran las ropas del fallecido -luego de una espera de días hasta que el enfermo llegara a su fin-, le provocaba "esteriquito" (que consiste en ponerse rígido al tiempo de sentir por dentro "un escalofrío de muerte", o sencillamente un escalofrío como el que se suele decir que precede a algunas muertes). Hans Paul Wisse Delgado, que fue secretario de Trujillo y administrador de sus ingenios, confirma en su obra "Trujillo, Amado por Muchos, Odiado por otros, Temido por todos", el casi terror que le infundía "Chochueca" a Trujillo. Le encontró un día en la acera en espera de la salida de Wiesse Delgado e interrogó a este sobre a quién esperaba Chochueca y optó por enviarle ¡100 pesos! para que se retirara inmediatamente. Los brujos y carismáticos que le hacían "trabajos" a Trujillo y le enviaban notas -excepcionalmente solicitaban verlo para comunicarle algo "muy especial"- eran, además, sus confidentes y espías personales y políticos. -
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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en la capital, en San Cristóbal, en Samaná, en San Juan de la Maguana, en uno que otro punto fronterizo... pero solía comunicarse con ellos a través de uno que otro íntimo, y estos con él generalmente mediante notas escritas. Sus "consultas" se circunscribían a solicitar que sus brujos y brujas le informaran si "presentían" o "veían" algo presagioso o de mucha dicha a su derredor. No hacía consultas en específico, sobre talo cual problema. Su celo extremo por el poder impedía que ellos penetraran en esa zona densa. El tirano creía en el mal de ojo, en las maldiciones, en los amuletos, en las desgracias provocadas, en que habían personas "azarosas" y otras con auras beneficiosas. Con ocasión de su disputa con la Iglesia Católica envió en 1960 ante el Papa Juan XXIII a Rodolfo Paradas Veloz, español, de quien se decía que arrastraba consigo a la mala suerte, que bastaba con su presencia cerca de algu ien para provocarle un malo la muerte. Dícese que el revolver 38 que llevaba la noche del 30 de mayo lo cargaba como "amuleto protector', de modo que bastaba llevarlo consigo o sencillamente extraerlo para que las fuerzas ocultas vinieran en su ayuda. Pero esto le resultó más que insuficiente la gloriosa noche en que fue emboscado y atacado a balazos. Blandiendo su revólver cayó en redondo sobre la misma tierra que ensangrentara. 132
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Al tirano se le ponían los pelos de punta cuando cerca de sí ten ia a algú n "velador de muertos", a rezadores y a personas que iban a los mortuorios a "sufrir ataques" a cambio de dinero (para así dar a demostrar que se trataba de "un muerto bueno" y que, por lo tanto, era una muerte dolorosa y digna de ser llorada). "Chochueca", el célebre personaje capital ino que acudía a los velatorios para que le regalaran las ropas del fallecido -luego de una espera de días hasta que el enfermo llegara a su fi n-, le provocaba "esteriquito" (que consiste en ponerse rígido al tiempo de sentir por dentro "un escalofrío de muerte", o sencillamente un escalofrío como el que se suele decir que precede a algunas muertes). Hans Paul Wisse Delgado, que fue secretario de Trujillo y administrador de sus ingenios, confirma en su obra "Trujillo, Amado por Muchos, Odiado por otros, Temido por todos", el casi terror que le infundía "Chochueca" a Trujillo. Le encontró un día en la acera en espera de la salida de Wiesse Delgado e interrogó a este sobre a quién esperaba Chochueca y optó por enviarle
¡lOO pesos! para que se retirara inmediatamente. Los brujos y carismáticos que le hacían "trabajos" a Trujillo y le enviaban notas -excepcionalmente solicitaban verlo para comunicarle algo "muy especial"- eran, además, sus confidentes y espías personales y políticos. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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De modo, pues, que en su mente se cocinó un sancocho de maldiciones, creencias, poderes, presagios, misas, bautismos, confidencias, revelaciones
y muertes. Sobre todo las muertes: él y las muertes fueron de la mano de 1930 al 1961.
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Probando fidelidad En 1930 Ludovino Fernández* era Primer Teniente del Cuerpo de Ayudantes Militares del Presidente de la República, General Horacio Vásquez. El 23 de febrero de ese año un "movimiento cívico" -más bien un Golpe de Estado salpicado de "revuelta popu lar" - derrocó al casi anciano y enfermo Presidente Vásquez. El entonces general Rafael Leonidas Trujillo Molina, Jefe oculto de la conspiración, permitió la salida del paísdel general Vásquez. El oficial Fernández y un grupo de civiles lo acompañaron hasta el buque Independencia y esperaron a que la nave zarpara. Luego Fernández se dirigió a la Fortaleza Ozama y puso en las manos de Trujillo sus insignias y sus armas, pero aquel, convencido de su entereza, le pidió que se mantuviera en su casa hasta que recibiera noticias de él: -Espere allá y no reciba órdenes mas que mías. Rafael Estrella Ureña, quien fuera el líder político de la jornada conspirativa y ahora el Presidente Provisional de la República, le mandó a buscar "por tras manos" con un emisario que le comunicó que sería reintegrado con el rango de Capitán del Cuerpo de Ayudantes.
·Ver nota página 138.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-Sólo recibo órdenes del General Trujillo- respondió.
y una semana después el general Trujillo le mandó a buscar y le reintegró como capitán. La reintegración y ascenso de Ludovino Fernández, quien se había distinguido por su fidelidad al presidente Vásquez, fue recibido con frialdad por el círculo de íntimos de Trujillo. Decían y redecían que era indigno de confianza.
Trujillo, a cargo ya de la
presidencia del país, lo citó a su despacho y le dijo: -No salga esta noche de su casa, lo necesito para un servicio. Siendo aproximadamente las 10 de la noche, Trujillo se presentó a su casa en su automóvil conducido por un edecán militar. El Capitán Fernández abordó el automóvil y enrumbaron por el malecón que para entonces era lo que hoy se denomina "camino vecinal" pero acondicionado entonces para el paso de automóvi les y coches
halados por caballos. Trujillo hizo detener el automóvil a la altura del balneario de Güihia. Bajaron del automóvi I y ordenó a Fernández: -Sígame a la distancia reglamentaria. El capitán Fernández se colocó tres pasos detrás y uno a la izquierda del Presidente Trujillo. Anduvieron solos por caminos tupidos de yerbas y maleza. - - - - - - - - - - - - - - - - .. _-_.~._-
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"Habíamos
caminado
alrededor de tres
ki lómetros -contaría Fernández años después- Como a la altura de lo que sería luego la Cervecería Presidente el Jefe se detuvo repentinamente", y le dijo: -Sus enemigos, que ahora veo que son mis enemigos, me tenían harto diciéndome que usted era el hombre que tenían los horacistas para acabar conmigo. Yo le quería dar la oportunidad y de paso comprobar su lealtad. Para el capitán Fernández aquel hecho se convertiría en una anécdota aleccionadora, que relataría a sus hijos Emilio Ludovino Fernández hijo (Milito) y Tomás Fernández Domínguez*, quienes llegarían a ser altos oficiales militares.
El final de aquel singular
"paseo" era lo que más lo enorgullecía: "E I jefe me echó el brazo en los hombros y así caminamos de vuelta al carro hablando de otras cosas" Su hijo Emilio contaría en su obra "Es hora de Hablar" que su padre llegó a un ser trujillista tan fanático que le confesó que "Si el Jefe me pide que camine diez pasos en el mar sin hundirme, no sé cómo lo haré, lo que yo te garantizo es que lo hago".
*Fue, de hecho, el verdadero inspirador de la Revolución Constitucionalista de abril de 1965. Murió en combate el 19 de mayo de 1965.
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Nota: Ludovino Fernández alcanzó el rango de General de Brigada y fue asesinado en San Juan de la Maguana el 13 de abril de 1958 por el mayor Luis Ney L1uberes, quien a su vez fue eliminado por un alto oficial (aunque en la prensa oficialista atribuyeron la muerte de L1uberes al chofer militar de Fernández). La fam i I i a Fernández i nvesti gó minuciosamente la muerte de Ludovino Fernández. L1uberes había sido degradado por el tirano Trujillo de coronel a mayor "por intrigas de Ludovino". Sin embargo, el general Fernández murió teniendo en sus bolsillos las insignias de coronel de L1uberes. Las había gestionado exitosamente ante Truji 110.
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_ _ _ _ _U_n_ homenaje intolerable El 6 de agosto de 1955 el Colegio de Abogados de Santiago, a instancias del Lic. Eduardo Sánchez Cabral, ofreció una cena en el Hotel Matum, de Santiago, en homenaje al licenciado Federico C. Álvarez al cumplir sus 40 años de ejercicio de la abogacía. Las invitaciones, firmadas por el licenciado Agustín Acevedo, presidente, y el Dr. Salvador Jorge Blanco, Secretario, habían circulado por todo el país. Concurrieron delegaciones de abogados de la capital y de las provincias así como altos funcionarios y legisladores como Rafael Vidal, vicepresidente del Senado de la República. Desde días antes el tirano Trujillo Malina había estado atento a esta celebración. Ni lo invitaron ni le dedicaron la cena, ni mencionaron su nombre durante las horas de festejos caracterizados por los numerosos y largos discursos, tan típicos entre los dominicanos. Informado detalladamente el 7 de agosto, Trujillo reaccionó desatando un huracán cuyos vientos arrasaron con los asistentes, los organizadores y el homenajeado. Truji/lo, tercamente celoso y megalómano, había interpretado que semejante reunión de "notables" con dos al!! IBal h 15 de prestigio Anécdotas y Crueldades de Trujillo
a la cabeza, Sánchez Cabral y C. Álvarez, podía derivar en preparativos políticos para tomar el gobierno en un futuro. Trujillo cumpliría sus 64 años de edad el próximo 24 de octu bre
y
bien podrían estar pensando en
sucederle a la primera oportunidad. Por lo demás, nunca había permitido que alguien fuera colocado en alto pedestal alguno. Sólo él podía y sabía brillar y tiritar en el firmamento dominicano. Empleados públicos, funcionarios y legisladores asistentesfueron separados de sus puestos. Los organizadores
y el homenajeado fueron desacreditados en la columna El Foro Público, del diario El Caribe, separados de sus cátedras en la Universidad de Santo Domingo, expulsados del Partido Dominicano -trujillista
y único- y "condenados" por la
Academia de Ciencias Morales y Políticas. El tirano ordenó que se organizaran dos manifestaciones multitudinarias de desagravio, en Santiago el 19 de agosto y en la capital el 27 de agosto. Muchos llegaron a temer por las vidas de Sánchez Cabral y C. Álvarez. El doctor Joaquín Balaguer fue el orador principal del mitin de Santiago y allí se preguntó: "¿Cómo se puede si lenciar un nombre que está presente hasta en el aire que respira el pueblo dominicano? " 140
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Bolitas negr_ªs amanecieron blancas En los años veintes y treintas del siglo XX los aspirantes a trascender social y públicamente trataban de agenciarse el visto bueno de los encumbrados y representativos sociales y económicos de la ciudad capital. Rafael Leonidas Trujillo Malina trató de penetrar aquella red de las "élites" cuyos miembros fueron bautizados como "los blanquitos de por allá adentro", respuesta de quienes aquellos rechazaban por ser "de los de por allá atrás". A pesar de que Rafael Leonidas, alias "Chapita" en las calles y alias "Rafelito" en el entorno familiar, pertenecía a un nivel socioeconómico aceptable en San Cristóbal, sufrió rechazos que hicieron anidar en su pecho un sordo rencor contra hombres y mujeres de la llamada aristocracia. En 1915, al nacer su primera hija Flor de Oro Trujillo, trató de que la bautizara Ángel Morales, médico de prestigio que apuntaba hacia los puestos más elevados de la nación, pero este "blanqu ita de los de por allá adentro" declinó el honor de ser "compadre" de uno "de por allá atrás". Cuando en 1928 ya era general jefe del Ejercito* sol icitó, con el *Trujillo fue ascendido a General de Brigada en Agosto de 1927 y designado Comandante en Jefe del Ejercito Nacional el 17 de mayo de 1928.
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aval inicial del Presidente Horacio Vásquez, su ingreso al elitista Club Unión, antes Club del Comercio. De inmediato hubo una manifiesta resistencia.
No ob-
stante, el general Trujillo, secundado por el Presidente Vásquez, Paino Pichardo y José Bonetti Burgos, insistió
y su solicitud fue sometida a votación. Los que lo favorecían depositaron bolitas blancas y los que lo rechazaban depositaron bolitas negras. En horas de la noche finalizaron las votaciones y la impresión generalizada era la de que las bolitas negras habían superado a las bolitas blancas. Pero el conteo se verificaría al día siguiente. Efectivamente, en horas de la mañana se abrió la urna y se procedió al conteo. ¡Sorpresa!. Trujillo obtuvo más bolitas blancas que bolitas negras. Los presentes, anonadados, se preguntaban cómo había sido posible aquel resultado mágico. Pocas horas después circuló el rumor de que en horas de la noche alguien entró al local del club, abrió la urna, retiró las suficientes bolitas negras como para que las blancas las superaran y luego cerró la urna. Trujillo, pues, había logrado inescrupulosamente su ingreso forzado al exclusivo Club Unión, pero nunca fue bien recibido en su seno. Y como su rencor hacia la exclusivista aristocracia se le anchó en el nido de su pecho, una vez Presidente de la República disolvió el Club y demolió su local y fundó el Club de la Juventud. 142
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La "comprita" de Trujillo En 1955, durante el desarrollo de la Feria de La Paz y Confraternidad del Mundo libre, el tirano realizó un viaje a Estados Unidos para comprar ganado, caballos de pura raza, "y otras cositas". Trujillo se comportó como un "jeque". Compró de a mucho, vacas, caballos, corbatas, organillos, lazos, sombreros de vaquero etc. y hasta un automóvil Lincoln Continental. La noche antes de su regreso ofreció una recepción a 700 invitados. El champaña, como si fuera agua, brotaba de una fuente espumosa. Repartió propinas a diestra y siniestra y arrendó dos vagones de un tren para embarcar sus 475 maletas repletas de cuantas cosas fuera dable imaginar. La
Feria y
la megalomanía del
tirano
justificaban el enorme gasto en dólares y, por lo demás, hacían pareja con sus reconocidos excesos: en el recinto de la Feria resaltaban un bajorrelieve del tirano en un enorme tronco de caoba centenaria, 200 fotografías y 300 bustos suyos, además de los numerosos lemas como el de que "Trujillo es el Padre de la Patria nueva", escrito por doquiera. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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I/¡Mátenla Coño!" Durante años y años la esposa del tirano espió la vida amorosa de su irrefrenable macho. En una de las tantas ocasiones en que se enteró de una cita amorosa con la preferida del momento, Doña María Martínez de Trujillo, con su chofer militar al volante de su automóvil, siguió al tirano y a su "dulcinea" por la Autopista Duarte. Por la radio del automóvil le informaron a Trujillo que su esposa lo estaba siguiendo. Entonces, al llegar al puesto militar de La Cumbre -ubicado al pie de la loma que lleva ese nombre y donde tenía una casa veraniega- le dijo al oficial de puesto que si la primera dama intentaba llegar hasta la casa debía de matarla. -¡Mátela, coño! - le gritó para que no hubiera lugar a dudas. El oficial se sintió cual mosca atrapada en una telaraña.
Para él sobrevivir tenía que actuar con
lógica y en consonancia con la intención de la drástica orden: evitar que ella continuara hasta la casa campestre en la loma. Pero no podía matarla. Se adelantó al paso de la Primera Dama y la interceptó con brusquedad. El oficial le ordenó a la esposa del tirano que 144
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regresara a la capital o de lo contrario tendría que dispararle. "Doña" María miró a su chofer y escolta, quien ya había sido informado mediante claves por la radio del automóvil sobre la orden del tirano, y le hizo señas de que continuara adelante. -Se trata de una orden superior a usted, la del Jefe - le dijo el chofer a la Primera Dama, quien trató de obligarle a seguir la marcha. El chofer militar giró rápidamente hacia Santo Domingo ... ¿Ambos habrían perdido sus vidas aquel día? ¿Habría sido el tirano capaz de semejante acción?
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Un semicírculo siniestro
-_._--_ ..
~------_.
-
Perseguir, encarcelar, torturar y asesinar fueron las cuatros patas de la mesa del terror que el tirano psicópata impuso a la nación. Creía convenientemente en las atrocidades criminales como aleccionadoras para mantener "la paz y el orden públicos" más conocidos como "la paz de los cementerios". La quietud continua la interpretaba como señal de que algo oculto podría germinar en su contra y entonces ordenaba un selectivo crimen o desaparición, o ambos, lo que luego era informado a todos a través del rumor público. Dado su orgullo y estilo público de aparecer en las gradas lejanas del circo del terror -de ahí que algunos aún digan que "él no era malo, sino los que lo rodeaban"- nunca concurrió a las salas de torturas ni a las cárceles, que no fuera para liberar presos comunes. Siendo el Dr. Joaquín Balaguer su presidente títere en 1960 ambos abordaron el ascensor privado para ir al salón donde almorzarían. El tirano estaba ensi m ismado, profundamente absorto, andando sus oscuridades mentales. Al poco, como retornando de sus
penumbras,
miró
a
su
acompañante
y
repentinamente sentenció: 146
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-¡Yo no creo más en esto!
y trazó con su índice derecho un violento semicírculo, desde el lado izquierdo hasta el derecho de su garganta, graficando así un golpe de cuchillo que desprende una cabeza. El Dr. Balaguer sigu!ó en silencio. Los ojos del tirano, con un brillo siniestro, le miraban. El ascensor llegó a su destino, la puerta se abrió, el tirano asomó al salón primero -como siempre, primero-, el Dr. Balaguer le siguió y sentaron a la mesa a almorzar. ... Cuarenta años después, en enero de 2000, el tirano sería proclamado "el político del siglo XX" en la República Dominicana.
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El tirano arrodillado El tirano satánico Trujillo Molina invistió de poderío y prestancia a la Iglesia Católica como ningún otro gobernante dominicano desde la época de la colonia. La subsidió, le construyó templos religiosos, colegios, conventos y otros reci ntos. Asi m ismo la vinculó estrechamente a la institución militar y a los centros públicos de asistencia médica. A cambio recibió un apoyo compromisario, varios reconocimientos significativos como el del 1936: la condecoración al más alto grado de la Orden de San Gregorio Magno. El 16 de junio de 1954 firmó con el Papa, en Roma, el Concordato mediante el cual legalizaba esas ventajas. Muchos sacerdotes y monjas se concentraron en sus labores espirituales, marginándose del inusual compromiso que ataba preponderantemente al mando supremo religioso. Pero la Iglesia Católica, desde la llegada al país de Monseñor Lino Zanini, sustituto de Salvatore Silino, a mediados de 1960, se distanció prudentemente del régimen cuyo despotismo era cada vez más abierto y cruel y no paraba mientes. El tirano, contrincante certero, respondió con una 148
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sol icitud y una campaña para que se le declarare "Benefactor de la Iglesia", que en otras palabras significaba "protector y aupador de la Iglesia". Monseñor Zanini y los obispos del país rechazaron tal pretensión carente de precedentes. La tiranía desató todos los vientos contra los obispos, que fueron virtualmente acorralados. En medio de la tirantez y ante la aguda represión política del gobierno tiránico, el 31 de enero de 1960 los obispos emitieron una pastoral en la que denunciaban las torturas y los crímenes y solicitaban el cese del estado de represión y desasosiego reinantes. "Don" Cucho Álvarez dirigió desde la Secretaría de Interior y Policía un plan de acorralamiento de los curas "insubordinados" y hubo un momento en que los obispos, convocados al Palacio Nacional, estuvieron a punto de emitir una declaración en la que se desdecían ... Pero el 4 de marzo de 1960, en la Catedral de La Vega, más de un centenar de católicos y funcionarios fueron testigos de una confrontación probablemente sin precedentes durante el trujillismo: el tirano tuvo que arrodillarse ante un obispo que acababa de enrostrarle sus torturas y crímenes. Monseñor Panal Ramírez había invitado al tirano satánico a un Te Deum en la Catedral de La Vega. El Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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tirano llegó vestido de gris, acompañado de "don" Cucho Álvarez y de Paino Pichardo. Ocuparon tres butacas de reluciente caoba, a la derecha del altar. Monseñor Panal les había tendido una trampa: tenía debajo de su sotana "una pastoral" en la que criticaba abiertamente al régimen y a su tirano. La extrajo lentamente y la leyó. maltratados,
de
Habló de cárceles, de presos
represiones
políticas
y
de
padecimientos económicos y sociales. "El pueblo padece hambre", sentenció. Aquello cayó como una bomba estruendosa. El ambiente en el templo se saturó de presagios. Trujillo había enrojecido y una tormenta estaba a punto de estallar en su cabeza. Monseñor Panal Ramírez lo miró de frente. Luego ofreció su vida, si fuere necesario, en caso de que sus palabras fueren a causar víctimas -j Tráiganrne
ese papel!- gritó a un agente del
Servicio de Inteligencia Militar (SIM). El agente sintió en sus espaldas el peso de más de cien miradas cuando paro frente a monseñor Panal Ramírez, que estaba en su elevado púlpito. Sumiso, con aquel aire tranquilo de los que tienen fe y fuerza espiritual, Monseñor se inclinó y pasó la carta pastoral al agente secreto, quien de inmediato se la llevó al tirano. Trujillo, con aire de indiferencia, la guardó en el bolsillo interior izquierdo de su impecable traje. 150
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Monseñor Panal inició los oficios religiosos y hubo llegado un momento en que de acuerdo a la tradición católica, los presentes debían de arrodillarse. -Arrodillaos todos- se escuchó la voz dulce de monseñor.
y todos, menos el inescrupuloso Trujillo, se arrodi liaron. Entonces el sacerdote detuvo el oficio religioso con su vista clavada en el rostro del tirano. Estaba a la espera de verle arrodillado. La expectación reinante revelaba lo inaudito de la escena. Dos poderes libraban un pulso. Eran el poder de un sacerdote oficiante de una misa y el poder de un gobernante absolutista. El poder de Dios representado y el poder material de una tiranía sangrienta e irreligiosa. Las lavas del volcán Trujillo hervían en su interior y cuando parecía que saldrían a calcinarlo todo una mano tocó el lado izquierdo del tirano. No era la mano de un ángel. Era la de "don" Cucho. Trujillo lo miró a los ojos y "don" Cucho miró a sus rodillas: "arrodíllese, Jefe" ... Luego
Trujillo
miró
a monseñor con
miradas
incandescentes que auguraban venganza, y se prosternó. Había caído vencido por el latigazo religiosomoral. La misa prosiguió sin mayores contratiempos. El ex Mayor General Arturo R. Espaillat, en 1963, tres años después de aquella lectura célebre, escribió en sus memorias: Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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"Esa fue la primera vez que vi al viejo frenético. El resto de la familia oficial estaba en estado de "Shock". Recuerdo que ese mismo día hubo una ceremonia nocturna en la Feria Ganadera y lo que había de ser un suceso festivo resultó un verdadero funeral".
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¿Quería mori r? Con ocasión de una visita a San Francisco de Macorís, el tirano instruyó para que su escolta militar constara sólo de tres oficiales. Trujillo y su séquito llegaron a las 9 de la noche al Club Esperanza y, como se estilaba siempre, se organizó una fiesta en su honor, que se inició con discursos elogiosos y repetidos "vivas" que llegaban impresionantemente sonoros al parque del pueblo, distante unos 50 metros. Luego de bailar y de ingerir uno que otro trago de su coñac Carlos 1, el tirano salió a uno de los balcones que daban hacia el parque y fue bañado de vivas, loores y alabanzas por varias decenas de personas que sus acólitos del Partido Dominicano habían llevado hasta allí.
Trujillo sonrió a sus anchas y los
saludó con las manos y esto les fue suficiente para que redoblaran sus gritos. Minuto a minuto más y más gente llegaba al parque. ¡Allí en el balcón estaba el Generalísimo! El tirano, más orondo que nunca y poseído de un espíritu de arrastre popular, como el de los grandes líderes históricos, abandonó el balcón rápidamente evadiéndose de su reducida escolta y bajó la escalera en una acción de reafirmación juvenil impropia a los 69 años de edad. --
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Cuando los tres escoltas lograron acércasele ya el tirano estaba rodeado por una multitud que no cesaba de aclamarlo. Muchos pugnaban por llegar hasta él y tocarlo siquiera... Hubo zarandeos tales que hicieron temer que fuera empujado y que cayera lastimosamente. "Nunca me había visto tan apurado de proteger al Jefe -rememoró el Capitán Alicinio Peña Rivera en su obra Historia Oculta de un Dictador- La luz de la plaza y de las calles circundantes era deficiente y en aquel tremendo desorden era muy fácil si se lo proponían hacer pedazos a Trujillo sin que ninguno de nosotros pudiera impedirlo". Borracho de alegría, regocijado por aquel creciente recibimiento, el tirano abandonó el parque y tomó las calles a grandes zancadas vigorosas. El capitán Peña Rivera, los tres escoltas y otros miembros del 51M que surgieron como de la nada tuvieron que emplearse a fondo para alcanzar nuevamente al tirano, quien, inesperadamente, entró a un bar de Alfonso Moreno Martínez, un connotado enemigo político y a quien habían atacado duramente a través del Foro Público, la famosa
columna
periodística
trituradora
de
reputaciones. Allí dio la mano a los parroquianos y luego salió y regresó al Club Esperanza. Allí estuvo de pláceme. Gozoso, brindó por el bien de la República. 154
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(...) "Aquella vez pensé que Trujillo buscaba morir violentamente y no de un vulgar cáncer de la próstata", recordaría el capitán Peña Rivera años después. Al día siguiente recorrió Santiago y Valverde y nuevamente caminó por las calles virtualmente solo.
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______L_a_s_"puyitas" del tirano Al parecer el tirano Trujillo Malina había desarrollado una técnica de crear desasosiego a su derredor y poner nerviosos y mantener en las ascuas de la duda a muchos de los que por una u otra razón debían de estar físicamente próximos a él. El 3 de febrero de 1956 llegó por primera vez al Palacio Nacional el reportero de El Caribe, Manuel De Jesús Javier García.
El tirano lo había llamado a su
despacho junto al periodista de La Nación, Guido Gil. Javier García, nervioso, se quedó mirándolo mientras el tirano "leía unos papeles". De repente los soltó
"y,
aparentemente sorprendido y molesto, me midió con la mirada de pies a cabeza" y le preguntó: -¿Y usted, quién es? Javier García perdió el habla por varios segundos ... pero su compañero Gil intervino, lo identificó y lo presentó como el nuevo reportero de El Caribe en el Palacio. -¿Usted es familia de Adriano Javier?- le preguntó Trujillo secamente. -No, excelencia. 156
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-¿Pero usted no es de Sabana de la Mar? -No, excelencia, soy del Seybo Era evidente que el tirano quería acorralarlo. -¿Y es amigo o conocido de Adriano Javier? -No, excelencia, no lo conozco. Aún así insistió ante el reportero cuyos nervios estaban de punta. -Pero dígame, ¿acaso usted no ha oído hablar o decir algo de él? -No, excelencia, es la prJmera vez que oigo hablar de ese señor. El tirano le dijo: -Esta bien, esta bien. Vamos a trabajar.- y se sonrió ... Aparentemente quiso dejar sobre la cabeza de Javier García la espada de la desconfianza, por cuanto su insistencia delataba que el tal Adriano Javier era un enemigo "comunista" que podía ser o familia o amigo o conocido suyo. En ocasiones posteriores el tirano, al ver al periodista Javier García, le preguntaría: -¿Y cómo está ese comunismo? ¡Vaya Chiste! Anécdotas y Crueldades de Trujillo
157
Javier García estaría de reportero en el Palacio Nacional por 5 años de la Era de Truji 110 y por otros 15 años de los gobiernos post Trujillo.
158
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"¡Que accidente más raro!" El cinismo sangriento del tirano tuvo ribetes extraordinarios.
Su dualidad, lo que alguien llamó
"doble personalidad", fue parte del legado social histórico que él heredó y adquirió por ósmosis. A sus colaboradores cercanos les resultaba difícil distinguir en él lo real de lo falso y determinar cuándo se c.omportaba en consonancia con lo que realmente quería y cuándo estaba haciendo teatro. El tirano en ocasiones exaltaba a quien sería su víctima mañana y otras veces distinguía a alguien luego de victimario. En la Vega designó al abogado Diógenes del Orbe como Procurador General de la República y al otro día ordenó su asesinato. Al Lic. Ramón Marrero Aristy y a su chofer los mataron en horas de la mañana del17 de julio de 1959, yen horas de la tarde el tirano se presentó al despacho del Dr. Balaguer y le preguntó: -¿Dónde está Marrero Aristy? La "inocente" pregunta la motivaba el hecho de que Marrero Aristy no se había presentado a su oficina del Palacio Nacional donde cada tarde atendía los asuntos publicitarios del gobierno. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
¡59
El tirano entró luego a la oficina del periodista colombiano Osorio Lizarazo y le preguntó: -lHas visto a Marrero Aristy? -No, Jefe. La respuesta negativa era tan lógica como ilógico el drama desarrollado al día siguiente en el comedor del Palacio Nacional. almuerzo
en
el
que
En medio del
participaron
áulicos,
colaboradores y algunos íntimos sonó el timbre del teléfono. El coronel Luis Rafael Trujillo, su sobrino, levantó el auricular, se lo colocó al oído y su rostro se contrajo levemente al recibir una información trágica de "último minuto". Colgó el auricular, retornó a la mesa y dijo: -Acaban de encontrar muerto en su automóvil a Marrero Aristy. Un silencio de muerte se posó en aquel salón. La mayoría estaba concentrada en la tarea de comer, con su cabeza gacha.
El tirano miró a sus
acompañantes. Uno que otro miraba a su derredor y simuladamente echaba una ojeada al tirano. De repente Trujillo cortó de un tajo aquel silencio palpable: -¡Que accidente más raro!
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Su voz sonó "sincera", pero no más que el tono de sorpresa que imprimió a sus palabras finales: -¿Qué andaba buscando Marrero por Constanza? ... A ninguno le gustó aquel "postre". Trujillo ordenó su muerte el día antes porque Marrero Aristy había suministrado datos reveladores sobre la tiranía trujillista al periodista Tad Szulc, los que incluyó en un reportaje publicado en el Times de Nueva York.
Anécdotas y Crueldades de Trujíllo
161
Los acorralados La tiranía se esforzaba por impedir que los dominicanos viajaran a otros países, aún fuere Estados U n idos, y obstacu I izaba la entrada de extranjeros. Todo dominicano que pretendía viajar al exterior era investigado por miembros de la seguridad. Luego de un intenso interrogatorio o se le rechazaba la sol icitud de pasaporte o se ponía el caso en manos del tirano para que él decidiera. Los extranjeros que llegaban al país eran espiados desde el arribo hasta su alojamiento, permanencia y salida. La República Dominicana era una cárcel de 44,000 km2 con sol, aire y playas ... miedo y sangre. Los
dom i n i canos
estaban
obl igados
a
permanecer aquí, adherirse al régimen y servirle incondicionalmente.
Si
alguien
demostraba
determinadas condiciones de liderazgo y habilidades en un oficio o en una profesión era contactado por los representantes de la tiranía en su pueblo o barriada para ofrecerle una función pública -de la cual podría ser arrojado en cualquier momento por cualquier motivo y hasta sin motivo-o Si la persona se negaba "a colaborar", entonces se insitía una segunda vez. A la tercera vez, 762
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pues, se estaba en el caso de acceder o ir a prisión o declararse enemigo del Jefe y quizás desaparecer para siempre. Una o dos preguntas ominosas solían ser la cuchillada final que obligaba a ceder: ¿acaso se niega porque sólo le interesa el puesto del Generalísimo? ¿acaso es un enemigo encubierto del Generalísimo? Al tirano le atraía seducir a sus enemigos para luego humillarlos. Grandes figuras oligárquicas fueron elevadas a funciones públicas, luego degradadas, humilladas en su honor con acusaciones infundadas como el robo o la deficiente administración, y luego elevadas de nuevo para posteriormente "caer en desgracia" Estaba prohibido "hablar de política", "criticar al Jefe", "criticar al gobierno" ... Los teléfonos estaban interferidos y se creía que "todo" se grababa; se creía que había micrófonos por doquiera -los había en hoteles
y ciertos lugares de acceso a gente de cierta posición y a militares-, las cartas, principalmente desde y hacia el exterior, eran abiertas y leídas, los telegramas eran leídos y analizados. Estaba prohibido escuchar radio extranjera y hasta poseer alguna revista o periódico extranjero
entrado "si n autorización", algo ciertamente casi imposible: las maletas eran meticulosamente requisadas en el único aeropuerto o en los puertos. La tiranía, sencillamente, imponía el terror mediante el control y la represión. Un mensaje latente Anécdotas y Crueldades de Trujillo
163
llegaba a todos: terminantemente prohibido "hablar" "hablar" significaba "criticar" políticamente o comentar algún suceso deplorable- so pena de prisión, tortura o muerte, o las tres cosas. Pero la tiranía nunca pudo impedir que el dominicano "hablara". Sí le impuso un aparente silencio de muerte. El dominicano, tan inclinado a la parolina y al habla fuerte, aprendió a hablar en susurros, a mucho riesgo, y en máxima intimidad, porque nadie podía fiarse del otro que a su vez no se fiaba de él. Se asumía una complicidad íntima de riesgo compartido. He ahí entonces que la tiranía tuvo un fracaso: el dominicano nunca calló ... habló, pero habló tan bajito que apenas se oían él y el otro.
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"Servic ios Especiales" ._-------
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..
-
Luego de las invasiones de Constanza, Maimón y Estero Hondo de junio de 1959, el tirano sádico organizaba almuerzos semanales en el Palacio Nacional en los que departía con oficiales de las Fuerzas Armadas, los cuestionaba y trataba de determinar el grado de compromiso con su régimen de sangre. Luego de la comida, cada oficial debía levantarse, identificarse e informar cómo le había servido al régimen y luego responder a preguntas del tirano. El Primer Teniente de la Aviación Militar Dominicana (AMO), Emilio Ludovino Fernández hijo, oficial de leyes del Centro de Enseñanzas de las Fuerzas Armadas(CEFA), fue el último de la tanda durante uno de los almuerzos a los que concurrían Jhonny Abbes García y otros cercanos al tirano. Luego de identificarse informó del puesto que desempeñaba. El tirano le disparó una pregunta presagiosa: -¿Servicios Especiales? -Ninguno, Jefe- respondió el joven oficial. Trujillo, "sorprendido", le preguntó: Anécdotas y Crueldades de Trujillo
765
-¿Usted no estuvo en Constanza*l? -No señor- dijo, asustado, el teniente Fernández. -¿Estero Hondo*2? -No, señor. -¿Maimón*3? -Tampoco, Jefe.
El oficial sudaba. Su rostro asustadizo era objeto de todas las miradas. El tirano lo miraba fieramente ... y le preguntó: -¿Y porrrrr qué? El primer teniente Fernández,
acorralado y
acosado, se cuidaba de no mentir y sobretodo de "hilar fino" su respuesta, que resulto responsable: -Como le acabo de decir, ilustre Jefe, soy Oficial de Leyes del C.E.F.A. y parece que mis superiores no consideraron necesaria mi presencia en ninguno de esos frentes.
*1 Aludía a la lucha en los montes de Constanza luego del aterrizaje de exiliados armados el 14 de junio de 1959. *2 Puerto de desembarco marítimo de otros expedicionarios en junio de 1959. *3 Otro punto de desembarco de expedicionarios en junio de 1959.
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Treintisiete años después, en 1997, Fernández recordaría la reacción final de Trujillo: "Fue inexpresable el desprecio con que acogió mi respuesta.
Haciendo un ruido que sale cuando
juntamos los labios y los ponemos a vibrar, que me recordó al de la serpiente cascabel, algo así como "prrrrft", extendió su mano derecha en claro gesto de apartarme como quien dice: -¡Mierda!" Terminó el almuerzo y allí quedó el suspenso de cuál seria la suerte definitiva del oficial. Pero dado que se trataba de uno de los hijos del coronel Ludovino Fernández (EPO para ese
1959) sólo recibiría
humillaciones simbólicas como la acontecida días después en el curso de una recepción que el tirano ofreció a los oficiales condecorados con las órdenes de combate de Constanza, Maimón y Estero Hondo. El tirano invitó al primer teniente Fernández para deslucirlo y rebajarlo ante sus compañeros de armas. Todos, menos él, exhibían en sus pechos una o más condecoraciones. Sus ufanos compañeros le cuestionaban sobre el porqué estaba en la recepción sin condecoraciones.
y el oficial Fernández, carente de las palabras adecuadas, se limitaba a sonreír.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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correspondencia desautorizó ese tipo de solicitud de informe a oficiales que sus hojas de servicio se circunscribieran al campo de la salud y a otras áreas tecnológicas y científicas como la cartografía, etc.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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_ _ _ _ _ _li_r_uji 11 o no comió guandules El 2 de mayo de 1961 el tirano acudió a la capilla del Palacio Nacional a bautizar a un grupo de niños, como acostumbraba desde años atrás para así entretejer aun más las redes del padrinazgo y del compadrazgo, tan enraizados para aquellos años. "Yo soy compadre del Jefe" ... "El Jefe es mi padrino" ... eran expresiones de orgullo.
Abundaban
los registros de nacimientos con los nombres "Rafael" y "Lean idas" en los varones y "Rafaela" y "Angelita" en las mujeres*. Al término de la ceremonia de aquel martes, el tirano se detuvo a observar las áreas norte y este de los jardines del Palacio. De repente su rostro se enserió: no podía dar crédito a lo que veía. ("Esto debe ser obra de un conuquero, de Pablo Guillén, de nadie más".) -Oficial, dígamele al gobernador del Palacio que se presente aquí inmediatamente. -Sí, señor. *También se declaraba a los niños con los nombres de otros miembros de la familia: Julia, Nieves, Luisa, Héctor, etc.
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El tirano magullaba algunas palabras entre dientes: "dizque mayordomo" ... "mayordomo Guillén" .. , "conuquero" '.' "Guillermo" o Güilermo Ventre llegó a todo meter ante el tirano. -Disponga usted Jefe- dijo el gobernador Ventre. -¿Usted puede explicarme cómo y por qué estos jardines se han convertido en un conuco de guandules? ¿Usted cree decente que después de gastarnos cinco millones de pesos construyendo este Palacio Nacional le permitamos a Pablo Guillén que lo convierta en un conuco? El gobernador, repuesto del susto inicial por la expresión "que se presente urgentemente", habló con responsabi Iidad: -Esos guandules no los sembró Pablo Guillén ... los sembré yo para complacerlo a usted. El tirano giró velozmente hacia Ventre, a quien le había estado hablando mientras miraba las florecidas matas de guandules. -¿Que fue usted por órdenes mías? -Fui yo ... para complacerlo. Excelencia, tiempo atrás usted me dio unas semillas secas de guandules hondureños que usted dijo que eran muy buenos. "Los Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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vaya sembrar en el país", usted me dijo. Me los entregó a ver qué yo podía hacer con ellos. Yo decidí sembrarlos aquí para luego cocinárselos como a usted les encantan. El tirano, sosegado, le puso una mano sobre el hombro izquierdo y le dijo: -Deja esas matas ahí, para ver a qué saben esos guandu les ... pero dígame la verdad: las sembró usted con sus manos o usó al conuquero ese del dizque mayordomo Guillén. -Mi excelencia, en honor a la verdad le digo que fue entre los dos, yo hacía lo que veía que él hacia. -Oh, Oh ... es que yo no me equivoco.
A ese
conuquero lo saqué de San Cristóbal y adonde quiera que lo llevo de una vez conuquea. El tirano no pudo comerse su apetecido sancocho de guandules hondureños con longanizas porque 28 días después, el 30 de mayo, caía bajo el fuego de la venganza histórica.
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¿Qué hace usted aquí? Virgilio Díaz Grullón, ("Virgilito"), hijo del Dr. Virgilio Díaz Ordóñez, quien desempeñó importantes funciones públicas en la Era de Trujillo, fue de los fundadores de la organización antitrujillista Juventud Democrática.
Fue perseguido y encarcelado varias
veces. Durante uno de sus encarcelam lentos, siendo su padre Embajador en La Habana, Cuba, este solicitó al tirano su excarcelación o de lo contrario presentaría renuncia. Antes de partir el diplomático Ordóñez le había dicho al tirano, luego que este le refiriera la conducta política de su hijo: -Recuerde, Jefe, que ese es mi Ramfis. El tirano respondió la misiva de su diplomático a través de la Secretaria Administrativa precisándole que "al Jefe no se le dirigen mensajes de esa naturaleza" y desmintiendo que "Virgilito" estuviera en prisión. Esa misma noche "Virgilito" fue liberado por el coronel Ludovino Fernández, quien le advirtió: -Cambie sus amistades porque usted anda con alguna gente que no le conviene. Anécdotas y Crueldades de Trujíllo
173
Poco tiempo después el ti rano logró atraer hacia su gobierno al joven rebelde. Nombró a Díaz Grullón en el Banco Central. Meses después, el 2 de mayo
de
1959,
lo
designó
Subsecretario
Administrativo de la Presidencia, con su oficina próxima a su despacho despacho. El primer día de trabajo de Díaz Gru IIón es un vívido retrato de cuerpo entero del tirano, tan amigo de la falsía. "A las 7 y media de la mañana de ese día me condujeron a un despacho dotado de tres butacas y un escritoriodonde reposaban dos lápices y una libreta en blanco". Durante aproximadamente 9 horas estuvo allí sin que nadie llegara ni le diera in stru cci ones. Cerca de las 6 de la tarde se abrió la puerta repentinamente y asomaron el tirano y su hermano Héctor B. Trujillo, Presidente de la República. Díaz Grullón se levantó de su asiento y saludó. El tirano se quedó mirándolo fríamente. Luego de un largo silencio le preguntó: -lQué hace usted aquí? -Acabo de ser nombrado Subsecretario de la Presidencia por el señor Presidente. El tirano miró a su hermano y le preguntó: -lEs verdad eso? 174
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-Sí, es verdad Jefe. El tirano, con la cara más seria del mundo dijo:
-Está bien - y se marchó dejando a Díaz Grullón de pie.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
175
El susto de Don Panch ita Hubo momentos en que las medidas de seguridad alrededor del tirano Trujillo en el Palacio Nacional fueron llevadas a extremos tales que resultaba difícil distinguirlas de las que solía tomar para humillar a sus colaboradores cercanos. El tirano tenía por costumbre abandonar su despacho y dirigirse al del Presidente títere de turno o a las de cualquier funcionario, solicitar algún parecer o indagar sobre el cumplimiento de una orden pretérita. Entre las medidas de seguridad adoptadas, sin distinción de personas, salvo sus familiares, el presidente y el vicepresidente títeres de turno y los militares -que debían ponerse en firme o atención militar-, resaltaba la de que todo aquel que estuviese transitando por un pasillo o cualquier otra área y se encontrare con Trujillo o fuere avisado que estaba en uno de los pasillos o en la proximidad tenía que detenerse inmediatamente, arrimarse a una pared, dar el frente y esperar en esa posición hasta nuevo aviso, y en caso de que el tirano le pasare cerca tenía que inclinarse y hacerle un saludo reverencial, parecido al que se les hacía a los reyes en tiempos remotos. 176
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El segundo teniente Pantaleón de Castro Beras recuerda que una tarde, mientras acompañaba al tirano por uno de los pasillos "a un paso detrás de él a la izquierda", vio que por la puerta principal se aproximaba Francisco Prats Ramfrez, presidente del Partido Dominicano. A medida que entraba al Palacio, justo frente a las escaleras que conducían al despacho de Trujillo, bajaba la cabeza como mirando al suelo, tosía, se abanicaba con su sombrero en la mano izquierda y se pasaba un pañuelo por su sudado rostro. Como tosía y miraba al suelo continuamente no reparaba en que avanzaba hacia el tirano y que el militar de puesto en Información le hada señas para que se detuviera. El tirano le miró atentamente. Prats Ramfrez avanzaba lerdo dando notaciones de su malestar. "El Jefe optó por pararse, como quien dice: ~o tú o yo? Don Panchito seguía caminando hacia nosotros sin percatarse de nada y cuando estuvo como a 4 pasos quedó como petrificado ante la figura imponente de Trujillo, quien lo contemplaba con una sonrisa dibujada en los labios". De inmediato don Panchito se arrimó a una pared, se inmovilizó y saludó al tirano como si fuera un rey. El tirano "soltó una gran carcajada" antes de decirle: Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
177
lo ignoró durante un rato. Luego levantó la vista, lo miró, se levantó rápidamente, le extendió la mano derecha y se estrecharon las manos. Los penetrantes ojos se colaban en los de Ofaz Grullón. -Virgilio estuvo ayer aquf para despedirse y me dijo que usted se quiere especializar en Economía. Me parece muy bien y lo voy a ayudar. Hasta ese momento Ofaz Gru Ilón estaba francamente Impresionado de que el tirano fuera tan bondadoso permitiéndole salir del pafs •.. Lo que escuchó a continuación lo desarmó: -Pero esa especialización la va a hacer aquí en el país, Hablaré con Jesús Maria Troncoso* para que lo designe en el Banco Central.
y así fue... Y así se desvanecieron sus sueños de romper el asfixiante cerco tendido a su derredor.
*Gobernador del Banco Central. 180
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_ _ _ _ _ _ _P_apeletas al granel Dos días después de que los expedicionarios marftimos de Maimón y Estero Hondo fueran calcinados por los aviones militares del régimen trujillista, el dinámico tirano recorrió Santiago, Puerto Plata, Luperón, Maimón, Estero Hondo y numerosos pueblitos del Cibao. Fueron celebradas manifestaciones de respaldo y misas por su salud. El tirano había ordenado previamente el cambio de 50,000 pesos en papeletas de a 10 Y de a 5 pesos que para esa vez tenían un poder adquisitivo considerable. Con las papeletas a la vista el tirano esbozó una sonrisa y dijo: -Carajo, coño, a este pueblo lo que hay es que darle dinero para que coma, porque, con la barriga harta, se acuestan y no le hacen caso a esos cabrones invasores. Los oficiales de su escolta distribuyeron el dinero gritando vivas "al Jefe". La gente respondía con "vivas" y se avalanzaba con sus manos abiertas. Cuando las papeletas caían al suelo entonces un remolino de gente pugnaba por tomarlas. Luego de Estero Hondo encontraron en un camino polvoriento a un viejito que montaba un burro. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-¡Suéltame, coño! ¡Suéltame, coño! ¡Maldito, desgraciado! El tirano -que había dormido la siesta- se había levantado y estaba en el balcón mirándolos. El niño le gritó: -¡Abuelito! ¡Abuelito! ¡Abuelito! ~
Entonces el tirano, abuelo consentidor, preguntó: -¿Qué le pasa teniente con Ramfis Rafael?
y el niño respondió: -¡Abuelito, este desgraciado me ha retorcido mi brazo derecho y creo que lo tengo partido!- y acto seguido lloró quejosamente. El tirano bajó de inmediato y fue cuando el oficial pudo explicarle detalladamente cuanto había ocurrido. Después le entregó el revólver. Trujillo guardó el arma
y entonces dijo al niño: -No vas a usarlo más. "La Niña", como le decían a la señora que tenía a su cargo velar por la limpieza y orden de la casa, puso mercurio en las marcas de las mordidas, patadas y arañazos que Ramfis Rafael ocasionó en los brazos y piernas del oficial Beras Rojas.
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Una "ofensa al Ejército" Desde antes de acceder al poder total, el General Rafael Leonidas Trujillo Molina desataba pasiones. A la altura de finales de 1929 contaba con civiles y militares que creían a ciencia cierta que "Trujillo es el hombre del momento". El presidente Horacio Vásquez enfermo y su gobierno dividido en tres frentes, con su base política fraccionada, para diciembre de 1929 era evidente que se desplomaría y daría paso a un gobierno de fuerza encabezado por Trujillo. El 24 de diciembre, en el curso de una fiesta de navidad en el Hotel Mercedes, de Santiago, se desató una polémica sobre el curso inminente de la política nacional. Un capitán del ejército se pronunció abiertamente a favor del General Trujillo: -Trujillo es el hombre del momento- proclamó Rafael
Mainardi
(Fellito)
le
respondió
aproximadamente así: -Eso no es así. Trujillo no es más que un ladrón y un cuatrero insignificante.
El capitán le respondió y desafió altivamente y Fellito le enfrentó agriamente. Se enfrascaron en una Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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lucha cuerpo a cuerpo en la que el militar llevó la peor parte porque Nonón Díaz, amigo de Fellito, lo auxilió y lanzaron al militar escaleras abajo. El General Trujillo asumió el incidente personal y militarmente. Encargó al general Simón Díaz, Jefe del Ejército en Santiago, de que se cobrara "esa ofensa al ejército". Su hermano Nonón Díaz, el mismo que había ayudado a empujar al militar, fue instruido para la venganza. Fellito Mainardi fue protegido por el enfermo presidente Vásquez, quien lo nombró teniente y lo recluyó en el cuartel militar de la capital que él controlaba. Una noche Nonón Díaz, cumpliendo las instrucciones de su hermano Simón -presionado a su vez por el general Trujillo- invitó a Fellito a tomarse unos tragos. Parrandearon toda la noche. Al filo de la madrugada llegaron al Parque Colón y de inmediato Nonón le hizo cinco disparos en el estómago. Quedó al borde de la muerte. Eso ocurrió el 21 de febrero, dos días antes del Golpe de Estado -disfrazado de movimiento revolucionario- que llevó al poder al general Trujillo.
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U na carti Ila ,
.
civrca José
Arismendi
Trujillo
Malina,
cuyo
sobrenombre original era "Petén" -pronunciación francesa de Pétain, apellido del famoso general francés Felipe Pétain- pero que derivó en "Petán", fue el quinto de los hermanos del tirano, probablemente el menos sumiso. Estuvo preso numerosas veces antes de que su hermano tomara el poder y diera inicio a la Era de Trujillo, el 16 de agosto de 1930. Petán y Rafael Leonidas habían sido compañeros de correrías delincuenciales pero el futuro tirano se apartó de su díscolo hermano, ahijado de Lico Cuello, hombre de influencia al que acudía su papá, José Trujillo Valdez (Pepito), cada vez que Petán era encarcelado. Cuenta Doña Canina Cuello, quien fuera esposa de Lico Cuello -hijo de aquel Lico Cuello- que en una ocasión el padrino se resistió a continuar diligenciando la liberación del travieso "Petén", "Petain" o "Petán". El tirano y Petán tuvieron sucesivos y serios encontronazos en el curso de los 31 años de la tiranía y, como era de esperarse, Petán siempre llevó la peor parte y en la medida de lo posible se mantenía a distancia prudente. El tirano, que no tenía nada de bobo, Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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lo vigilaba estrechamente. El 18 de junio de 1933 el tirano, en una carta inusualmente escrita a manos y sin su firma, le respondió a su hermano en un estilo que delataba claramente el sentido del respeto y la autoridad a sus maneras. Petán, a la sazón Capitán del Ejército Nacional, se había ascendido a sí mismo y exhibía el rango de mayor. El tirano, en un evidente arranque impulsivo, le enrostró en la cara a Petán que él no pertenecía al Ejército -una forma típicamente trujillista de anunciar algunas destituciones-, aunque ciertamente era Capitán y apenas 10 días antes había dispuesto mediante una comunicación que se le aumentara "a 200.00 el sueldo del Capitán
J.
Arismendi Trujillo M. Ejército Nacional".
"Los hombres de dignidad y tacto, jamás representarán una falsa autoridad.
Si usted no es
Mayor de un Ejército usted no se puede llamar tal porque es indigno hacerlo -le dice el tirano- ... lQué hace usted con llevar un uniforme de una institución a la cual no pertenece?". Termina preguntándole si el hermano de un Presidente tiene derecho "a decir y a vestir como le da la gana". En junio 22 "Petán", respondón y fajador de primera línea, calificó la carta del tirano como. "una Cartilla Cívica para mis procedimientos". 188
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y luego lo golpeó por un rasgo sobresaliente de su personalidad: (...) "Cuando usted quiere hacer las cosas, las hace por encima de una torre de dificultades, pero cuando no deseas hacerlas, nadie puede ni sugerírselas. Aquí el caso mío". Le recuerda que cuando los que se benefician de él le den la espalda tendrá "el cariño de sus verdaderos hermanos" ... y luego, con aire poético, le dice que él y ellos "le ofrendarán hasta la última flor cultivada y perfumada en los jardines de la fraternidad más exquisita" ...
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Nadie encima de él Durante la Era de Trujillo se suscitaron casos resaltantes de amonestaciones, apostrofamientos y cancelaciones de funcionarios y empleados porque en algún momento se dedicaron a resaltar cualidades o a celebrar hazañas de personas meritorias. El tirano no permitía que nadie fuera exaltado. Sólo él y su hazañoso gobierno. El Dr. Joaquín Balaguer dictó en 1935 una conferencia en la Casa España titulada "Sevilla, la ciudad de la gracia". Inmediatamente el tirano comunicó por escrito al Secretario de Estado de Educación, poeta Ramón Emilio Jiménez, superior inmediato del doctor Balaguer, que el gobierno no podía "tolerar" que un funcionario "malgaste su tiempo" hablando de Sevilla en momentos en que en el país se realizaban obras que debían de "asombrar" y "estimular" a los dominicanos. Bajo amenazas de cancelación de su cargo en la Secretaría de Estado de Educación, Balaguer tuvo que suspender otra conferencia que sobre el mismo tema dictaría en San Pedro de Macorís. Posteriormente, 190
en
1948,
la
Repúbl ica lipe Collado
Dominicana ganó el campeonato de béisbol amateur en Nicaragua. Fueron organizados festejos populares para recibir a los "héroes deportivos". El entusiasmo estaba en sus buenas cuando, repentinamente, el tirano ordenó que cesaran las celebraciones, y prohibió a los diarios y a la radio volver a referirse a esas hazañas deportivas y a sus realizadores. Asimismo, Porfirio Rubirosa, ex esposo de su hija Flor de Oro Trujillo, afamado "play boy" mundial, a quien él admiraba y protegía, sufrió varias veces las embestidas del celosísimo mandamás. El 13 de abri I de 1955 el tirano ordenó que se le atacara crudamente en la columna Foro Público del diario El Caribe. "!Muy favorecido, pero no ha hecho nada!" fue el sugestivo título del ataque. El tirano había considerado intolerable el que el diario El Caribe publicara el11 de abril una amplia entrevista a Rubirosa sobre sus correrías y fama mundiales.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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.__- -_po rq u e_~o saludó al Jefe Cuando el tirano avasallador asistía a una fiesta el recién llegado tenía que saludarlo "a cierta distancia" haciendo una reverencia cortesana. No hacerlo se interpretaba como una señal de desavenencia. Y nadie podía marcharse del lugar antes de que él lo hiciera, so pena de ser duramente reprendido y encarcelado. Virgilio Díaz Grullón, "Virgilito", súper vigilado por su militancia antitrujillista en la Juventud Democrática, de la que fue de los fundadores, concurrió una noche a una fiesta en el "Night Club" de Radio Televisión Dominicana y grande fue su sorpresa al ver al tirano en el centro de la mesa principal. Díaz Grullón, junto a sus amigos y amigas, se sentó en un rincón donde no le viera el tirano. Todo discurrió sin contratiempos. Bailaron, bebieron y rieron. Pero al otro día, temprano, llegó a su casa el Sub Jefe de la Policía Nacional. -Acompáñeme a la Jefatura porque el General Oliva quiere verlo con urgencia- le dijo. El General César A. Oliva, Jefe de la Policía, lo esperaba en su despacho. 192
Lipe Collado
-¿ Usted estuvo anoche en el "Night Club" de La Voz Dominicana? -Sí, señor- respondió Díaz Grullón. -¿Por qué no saludó usted al generalísimo Trujillo, que es el hombre más grande de este país y merece el respeto de todos? Díaz Grullón le dijo que como no lo conocía personalmente hubiera sido imprudente saludarlo. -¡Yo no he dicho que usted merezca saludar personalmente al lefel- gritó el Jefe de la Policía ¡Ningún carajo tiene derecho a eso!. .. ¡Lo que usted debió hacer fue una reverencia al pasar cerca de él. .. ! Díaz Grullón guardó prudente silencio. Luego se oyó la voz del general: -¡Puede retirarse!
y Díaz Grullón se aprendió esa lección que nunca jamás se le olvidó.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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"Por orden superior"
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Arturo Logroño, formidablemente gordo, y Gustavo Díaz integraron un dúo famoso que, durante algunos años de la tiranía, se auxiliaron mutuamente para ganarse el favor del tirano. Se hicieron socios comerciales y por eso terminaron disgustados y contraacusados de engaños. Esta enemistad cerrada se extendió hasta que Arturo Logroño murió en 1949, a los 57 años de edad (la misma edad del tirano al ocurrir el deceso). El tirano asumió oficialmente las honras fúnebres. Dueño de una imaginación e inteligencia intrincados, instruyó a Díaz para que pronunciara el panegírico de su enemigo. EL panegírico anunciado era la comidilla de los cortesanos palaciegos. Díaz se explayó ensalsando a su antiguo enemigo. Los asistentes quedaron sorprendidos al verlo dando notaciones exageradas de dolor y pena, lo que fue motivo de renovadas comidillas. El tirano quedó satisfecho de la ambivalencia y se lo hizo saber a Díaz, quien, orondo, agradeció el reconocimiento. Cuando el
público se dispersó un
alto
funcionario se acercó a Díaz y le expresó su extrañeza 194
lipe Collado
por el dolor y la tristeza demostrados durante el acto mortuorio y muy especialmente en el panegírico a pesar de la enemistad que lo separó del ahora difunto.
y Díaz lo explicó con 7 palabras: -Es que estoy compungido "por orden superior" ...
Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
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Una fábrica de papeletas De vez en vez la personalidad en extremo compleja del tirano desembocaba en explosiones emocionales que lo arrastraban a una exacerbación síquica que sólo se satisfacía con la destrucción del objeto o de la persona "responsable" de la misma. En este estado no reparaba ni en su familia. A principios de los años treintas, había ordenado la muerte de su hermano Aníbal, y en 1947, en ocasiones separadas, la de su esposa María Martínez y la de su hermano Petán Trujillo (como fue consignado antes). Aconteció que en 1947 Trujillo creó el Banco Central y emitió el papel moneda dominicano en sustitución del dólar, que era el que circulaba hasta ese momento. Era el más importante logro fiscal del tirano,
pero
su
hermano
Petán
interpretó
"correctamente" que era una gran oportunidad para acrecentar su riqueza e hizo traer al país máquinas para imprimir el papel moneda. Petán llegó a confeccionar algunos fajos de billetes de alta denominación. El tirano fue informado de la falsificación y se desató su ira endiablada y ordenó a uno de sus asistentes militares que asesinara a Petán. El militar 196
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hizo los preparativos de lugar mientras cavilaba sobre cómo cumplir una orden de este género sin escapatoria: si no la cumplía caería" en desgracia", lo que podría implicar o su baja y la cárcel o la vida misma; y si la cumplía, el tirano, retornado luego al sosiego, inventaría una historia ante sus familiares e íntimos en la que el militar sería el único responsable y, por lo tanto, se le asesinaría. Una luz divina blanqueó su cerebro: vio el hueco por dónde escapar de la trampa mortal: ordenó a un subalterno que desarmara a Petán, lo apresara y le disparara en una pierna.
y así fue ... Herido, lo ingresaron a una clínica. Pero la madre, doña Julia Malina, intercedió por Petán, quien, con sobrada razón, temía por su vida. El tirano convino con su madre en sacarle a Puerto Rico, y la prensa oficial -la única- informó que Petán había viajado a Puerto Rico "por razones de salud". No se le permitió llevar dinero, y el tirano apenas cubrió los gastos mínimos de Petán durante seis meses de su "exilio de salud". Como suele decir el dominicano "lo tuvo a soga corta".
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Obsesión amorosa El tirano, a más de obseso, era un apasionado incontrolable. Cuando acometía una tarea que le atraía, fuera comercial, amorosa, política, o de cualquier otra índole, se empleaba a profundidad. Con el peso de su autoridad y de su pasión hizo suya a la adolescente Una Lovatón, una ex reina de carnaval que había sido compañera de su primera hija, Flor de Oro Trujillo. Su pasión por ella despertó los celos con ribetes peligrosos de su esposa María Martínez y para protegerla tuvo que enviarla a Miami. Pero Trujillo la deseaba y la amaba. La quería a su lado nuevamente aunque fuera tan sólo por una noche más. Su mente maquinaba en tanto se presentara una oportunidad, de esas que él siempre supo aprovechar en su momento preciso. Por aquellos días concedió una entrevista de negocios a un gerente de una empresa de Estados U nidos interesado en desarrollar "un proyecto".
Mientras explicaba el proyecto, el tirano lo observaba y estudiaba ... Llegó a la conclusión de que el gerente estaba consustanciado con sus planes y que, como era totalmente lógico, sólo él, el mandamás, tenía la potestad de permitirle su realización. 198
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Llegado el momento cumbre el tirano le dijo: -Comprendo, comprendo todo.
Ahora bien,
espero que usted me ayude en una tarea ... El gerente, asombrado, abrió sus ojos azules y habló sin vacilación: -Diga usted.
y entonces el tirano, cual adolescente en una novela de amor, le pidió que buscase un hidroavión y trajera de Miami a una mujer. Antes de obtener una respuesta le advirtió: -Nadie debe enterarse de esto ni saber quién es ella. -De acuerdo - dijo el gerente. Sondearon los puntos de la costa por donde el tirano había dispuesto que ella llegara, cerca de San Cristóbal, y se escogió el lugar más adecuado para el amarizaje. El hidroavión, rentado en Miami, llegó un buen día al filo de las 8 de una noche de verano y de su vientre salió la hermosa Lina. Fue transbordada a una lancha. El piloto nunca supo ni a quién llevó ni adónde amarizó, en razón de que en pleno vuelo le dieron las instrucciones pertinentes. Lina fue llevada al punto de encuentro con el Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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tirano y allí, con música romántica, coñac Carlos I y "poesía" dichas de memoria por el tirano disfrutaron hasta la noche siguiente cuando fue retornada en una lancha con el mismo misterio de su llegada. De ahí en adelante al gerente estadoun idense le dieron
las facilidades de lugar para que
desarrollara su proyecto, que resultó próspero ...
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Un Gancho
de Trujillo -¿Cómo va su partido?- le preguntó una mañana el mordaz tirano al Dr. Virgilio Díaz Grullón (Virgilito) al encontrarlo en uno de los pasillos del Palacio Nacional. El Dr. Díaz Grullón respondió con una carcajada nerviosa. La pregunta y la respuesta se remontaban al día anterior cuando el tirano, junto a Jhonny Abbes García, se presentó ante Díaz Grullón y le ordenó a su Jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que le entregara un ejemplar del diario "Ultimas Noticias", de Caracas, del 10 de julio de 1959. -Léalo y luego mándelo a mi archivo- le ordenó el tirano y se retiró de inmediato. Se trataba de un reportaje en el que se afirmaba que "chapita" designaría a Díaz Grullón como su próximo presidente títere. En una segunda ocasión el tirano y Díaz Grullón se encontraron en otro pasi 110. Trujillo le miró, le sonrió ligeramente y "le tiró al pecho": -Deseo inscribirme en su partido. Dígame qué debo hacer... Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Díaz Grullón, ya instruido por su papá, el Dr. Virgilio Díaz Ordóñez, le respondió raudamente: -Excelencia, el único partido político al que yo pertenezco es al suyo. "El tirano se sonrió ampliamente -rememoró Díaz Grullón- y nunca más volvió a insistir en esa broma".
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b9ga90 -~~ ______U_n_a_ Obras Públ icas El ilustre abogado Federico C. Álvarez sufrió en varias ocasiones en carne propia las inhumanas vejaciones del tirano. Por razones aún ignoradas Trujillo se esmeró en humillarle cada vez que se le presentaba la ocasión, siendo la más célebre la de 1954 cuando en el Hotel Matum le rindieron un homenaje por sus 40 años de ejercicio de la abogacía. A pesar de ser un abogado brillante, con 20 años de experiencia para 1934, Trujillo lo designó Secretario de Estado de Fomento y Obras Públicas a fin de ponerlo en situación precaria y humillarlo. En el curso de un Consejo de Gobierno solicitó de cada funcionario un informe detallado de las actividades de los ministerios o secretarías. El licenciado C. Álvarez agotó su turno rápidamente. Trujillo se quedó observándole y luego le pregúntó: -¿Yeso es todo?
-Sí, excelencia- respondió. -¿Y qué del primer puente colgante que estamos construyendo, el más grande de las Anti Ilas? Anécdotas y Crueldades de Trují//o
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-Oh, sí, sí, usted tiene razón. No lo cité porque está en proceso, como ha dicho usted. -Precisamente, ¿cómo se olvida de informar de una obra importante? ¿Acaso sabe usted que se construye sobre el río Higüano de San Pedro de Macorís? -Desde luego que sí- dijo, tembloroso, C. Álvarez. -¿Acaso sabe usted qué altura tienen las torres?- insistió. -¿Qué extensión tiene el puente? ¿Cuántos metros de ancho? ¿Cuántos remaches se usarán? Además, ¿cuál será el costo exacto final? El tirano calló. C. Álvarez dudó si hablar, pero al final lo hizo con pesar: -Yo no soy técnico, esas son cosas técnicas que dominan los ingenieros. El tirano golpeó la mesa teatralmente y gritó: -i¿Y qué Secretario de Fomento y Obras Públicas es este que tenemos en este gobierno?! j¿Y por qué no renuncia?! ¡¿No sería mejor para todos?! El tirano se paró y casi lo desaparece con su mirada maléfica. Después salió presurosamente.
C. Álvarez sabía de sobras que "al Jefe no se le renuncia" y por eso se encaminó a su despacho... pero le impidieron la entrada. A la mañana siguiente fue destituido. 204
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·
.,
Una I_n_speee Ion _______ del Jefe El 11 de enero de 1950 fue creada la Provincia Independencia y Jesús María Ramírez designado su gobernador. El flamante gobernador, oriundo de La Descubierta, se residenció en la localidad sede de la gobernación, Jimaní, un pueblo polvoriento con algunos centenares de habitantes. Llevaba dos semanas apoltronado en su gobernación cuando en la mañana escuchó ruidos inusuales: varios vehículos transitaban a gran velocidad rompiendo abruptamente el silencio bucól ico de los rayanos. EI gobernador sal ió presurosamente a la galería y un hombre que se aprestaba a limpiar la parte frontal del local del Partido Dominicano, próximo a la Gobernación, le gritó: -¡Gobernador, por ahí pasó el Jefe! ¡Alístese! El Gobernador entró a su aposento a ponerse "un flú". Mientras el gobernador se alisaba su "flú" probablemente blanco, como gustaba al tirano- se presentó su prima Maria Octavia Duval de García y le dijo: -Me encontré al Jefe en el camino. Distraído, miraba la poza de Boca de Cachón y anda casi solo. Un oficial llegó entonces a la casa de la gobernación y dijo a Ramírez hijo: Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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-El Jefe lo espera en la Mansión. La "mansión" había sido construida en el recinto militar comandado por el capitán Juan E. Pérez GuiJlén, quien acompañaba al tirano al llegar el gobernador. Sin mayores preámbulos Trujillo preguntó:
-lY cómo andan las cosas en su provincia, señor gobernador? Su
informe
pormenorizado
incluyó
la
necesidad de un merecido acueducto en Los Pinos, pueblo que, al decir del gobernador "ha sido arrasado tres veces".
-lCómo?- interrumpió carialarmado el tirano. El gobernador se explicó y dio las fechas remotas de los "arrasamientos" ... -A Los Pinos los vamos a preparar para que hechos como estos que ha contado el gobernador no vuelvan a suceder- cortó el tirano. -Al
poco
se
puso
de
pie,
caminó
apresuradamente y le dijo al gobernador que lo siguiera. -... Vamos a dar una vuelta por el pueblo.
y durante el recorrido "lo miraba todo, como un guardia pasando revista", recordó el gobernador décadas después. 206
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-iY esos arbolitos, quién los siembra gobernador? -Yo ...
Cada detalle atraía su atención. Luego fue al cuartel y de ahí "a la estación de monta y remonta", de la Secretaría de Agricultura, y una vez allí hizo que un lugareño montara varios caballos de su Hacienda Fundación llevados hasta allí. El tirano miró con ojo de buen cubero a cada animal cabalgado. Con aire de satisfacción le ordenó al gobernador que los caballos fueran usados "como padrotes"... ¡Hasta los encastes los disponía él, y nadie más que él!
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Invitación falsa El singular tirano Trujillo Molina se desvivía por el espectáculo y, consecuentemente, le seducían las sal idas dramáticas. Sus repentismos relucientes hipnotizaban a los dominicanos. Reprimía y perdonaba teatralmente; amaba, odiaba, festejaba, se exhibía espectacularmente. Es lo que algunos han visto como una psiquis embutida de corrientes en contrario que operaban en su ser. Su teatro representaba su complejidad y era un actor "veraz", que asumía su propia representación. Como el nuncio Lino Zanini era la cabeza responsable de pastorales y acciones eclesiásticas que cuestionaban a su régimen sangriento tuvo a bien reaccionar teatralmente contra aquel. Zanini hizo circular invitaciones para una ceremonia restringida pero el tirano recibió a través de los canales del espionaje una tarjeta de invitación con su correspond iente informe. Y era que Tru ji 110 monitoreaba cada paso de Zanini cada día. Trujillo ideó una salida melodramática. Hizo imprimir falsas invitaciones que el español Domingo Tacoronte, miembro del SIM, distribuyó entre funcionarios 208
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de altos y bajos niveles, prostitutas y proxenetas de los burdeles de la capital. A estos se les dijo que no podían faltar porque el Jefe era el invitado principal. Al mediodía del día indicado Trujillo se presentó a las puertas de la Nunciatura Apostól ica pero la encontró cerrada con llaves y nadie salió a recibirle. Zanini -enterado de la falsa- había suspendido la reunión y ordenado que el personal y residentes de la Nunciatura apostólica se recluyera en las habitaciones. Decenas
de
veh ícu los
y
personas
se
arremolinaron ante la puerta de entrada y en los alrededores del edificio. El tirano, como un actor que hace el papel de un "confundido", sonrió sarcásticamente y dijo: -¡Qué extraño! Tiene que haber habido una equivocación.
y se retiró del lugar satisfecho con su deslucida acción, que provocó comentarios adversos entre los miles de feligreses del país. Entonces el tirano ordenó una investigación alrededor del caso y el español fue enjuiciado y condenado por la impresión y distribución de las invitaciones falsificadas.
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¿Quién es ese preso? El tirano Trujillo hacia un recorrido por la zona fronteriza.
Le acompañaba, entre otros, Ansel mo
Paulina, el número 2 al bate durante 5 años de la Era de Trujillo, de 1950 a 1955. Trujillo estaba de mal humor. Todo lo encontraba mal, todo lo rechazaba. Diputados, senadores, síndicos, gobernadores y otros funcionarios de la región le seguían por doquiera. Un grupo de personas se había apeñuscado en el local del Partido Dominicano en Dajabón. El tirano identificaba a cada uno de ellos. Tenía una memoria prodigiosa, pero le falló al ver a un hombre de unos 40 años al fondo del salón del partido. El individuo estaba recostado de la pared, con la pierna derecha doblada y la suela del zapato pegada de la pared, como si estuviera en una esquina. Pero su traje de rayas gruesas negras y blancas hubiera bastado para atraer la atención del mandamás. -Paulino, ¿quién es aquel preso que ensucia con la suela de su zapato la pintura del local?preguntó el tirano. I
-Ese es síndico de ... haber... estoy seguro que es síndico... de... por aquí cerca, Jefe. 210
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El síndico "de ... por aquí cerca" notó que los ojos de Trujillo y de Paulina se posaban en él. Rápidamente quitó el pie de la pared, se irguió y adquirió un aire solemne. -¿Y tu no crees que con esa ropa de preso debería estar en la cárcel? Paulina guardó silencio. El síndico aquel era de "su gente". Trujillo miró a Paulina, extrañado por su silencio, y comprendió entonces que era un silencio protector y llamó a uno de sus taquígrafos y le dijo: -Vaya donde ese vestido de preso, tómele el nombre y el cargo y que lo cancelen. El "vestido de preso" sudaba a todo dar. Sabía que algo tormentoso se le avecinaba. El taquígrafo ya estaba a unos pasos de él. Se adelantó a su saludo: -¿Cómo está usted?- le preguntó a pesar de que no le conocía. -Bien. Dígame su nombre y cargo.- dijo secamente el taquígrafo. -Fabrín Mendoza, síndico ... E\ taquígrafo inició la anotación. Mendoza, tembloroso, le preguntó: -¿Pasa algo conmigo?
-i Usted acaba de ser cancelado por el Jefe! - - - - - - - - : - - - - - : - - - - : - - - - - - ----Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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A los cinco días ¿Qué habría acontecido si el tirano hubiera muerto en 1940 debido a un pel lgroso ántrax en la nuca? Con la nuca infectada peligrosamente el tirano hizo venir al país a varios especialistas, como en 1937 cuando se operó de la próstata. El especialista cubano Pedro Castillo analizó el ántrax y recomendó una operación urgente. Su médico personal, el doctor Francisco E. Benzon, se negó a operarlo. Estaba convencido de que aquel moriría y que su propia vida estaría en peligro ante la reacción de los Trujillo y muy particularmente de sus agresivos hermanos. EI Doctor Daría Contreras, especial izado en Paris, Francia, examinó al paciente Trujillo y asumió la responsabilidad de operarlo. El tirano, cada vez más desmejorado, pero siempre de fuerte ánimo, dejó su vida en manos del reputado médico dominicano. Ya anestesiado, el tirano fue conducido a la sala de operaciones. El doctor Contreras se dirigía hacia allí a cumplir con su tarea, pero de repente Petán Trujillo y otros hermanos del tirano le cerraron el paso, y le hicieron una pregunta capicúa: -Doctor, ¿y qué pasaría si el Jefe se muere? 212
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La pregunta, evidentemente "sucia", lo responsabilizaba de la suerte que corriera el tirano
y arrastraba una amenaza. Con frialdad olímpica el doctor Contreras los apartó de su camino al tiempo que les dijo valientemente: -Si se muere... hiede a los cinco días.
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La finca de un desafecto Un joven trabajador llamado"Abelardo", nativo de Neyba, fue apresado en la capital, en la empresa Pool Hermanos. Durante días nadie tuvo noticias de su paradero hasta que Jesús María Ramírez hijo, sobrino de la madre del joven, y ex gobernador de la Provincia Independencia, fue informado que estaba en una solitaria en el Palacio de la Policía Nacional. Antes de enterarse de este último detalle, había viajado a la capital a entrevistarse con el general Fausto Caamaño, comandante de la Fortaleza Ozama. Allí le solicitaron la cédula para mostrársela al general y que este decidiera recibirlo o no. Pero el general estaba "muy ocupado" y por eso le mandó a decir que volviera luego o que "le mande a decir lo que usted quiere" ... Pero Ramírez hijo prefirió esperar en las cercanías a que el General sal iera a la hora del almuerzo. Efectivamente, el General alcanzó a verlo y lo saludó, lo que le confirmó que andaba bien en sus afectos. Más tarde, Ramírez hijo logró entrar al Club de Oficiales y una vez allí fue que se enteró, por boca del general Juan E. Pérez Guillén, que su primo Abelardo estaba preso en una sol itaria de la 214
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policía. Este y otro oficial se reunieron con el general Caamaño para interceder por el joven"Abelardo"
y regresaron con una buena nueva: -El general ordenó llamar al general Máximo Bonetti, jefe de la Policía, para que te entregaran a tu neibero.
y así fue. Luego de cuatro días sin comer ni beber había salvado la vida "milagrosamente". ¿Por qué lo habían hecho preso? Ulises Pichardo, quien se había involucrado en una conspiración antitrujillista en 1934, se marchó del país y le dejó a Abelardo un poder de venta de una finca de su propiedad para el caso en que su familia necesitara venderla. Un general quiso para sí la finca del "desafecto" como se estilaba durante la Era de Trujillo. Alberto se vio en la obligación de convenir un precio bajo pero el general le envió con un militar mucho menos dinero de lo convenido. Alberto, para cubrir su buen nombre, le dijo al militar que le comunicara al general que por bajo que fuera el precio que aquel impusiera, la venta tenía que estipularse por escrito y especificándose el "precio". -Tránquenlo- fue la respuesta del general. Días después de que Alberto fuera puesto en libertad, el general desistió de "la compra". Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Plátanos barahoneros por Decreto Entre las solicitudes curiosas e insólitas que la gente de los pueblos acostumbraba formularle al todopoderoso tirano Trujillo hubo una "que hizo historia". Con ocasión de una manifestación de apoyo a su gobierno en la región Sur recibió a un grupo de jóvenes que le habían solicitado una audiencia "para algo muy importante". -Jefe queremos que usted nos complazca disponiendo por decreto que los plátanos de Tamayo sean declarados como los verdaderos plátanos barahoneros. -¿Cómo?- se sorprendió el tirano. Los jóvenes le explicaron que los barahoneros vivían orgullosos de producir los mejores plátanos del país, los llamados "plátanos barahoneros", cuando en real idad los plátanos de Barahona eran malos, mientras que los de Tamayo eran los mejores. Lamentablemente la gente creía que los de Tamayo eran los plátanos de Barahona. -Tiene que decirse "plátanos de Tamayo", porque son de aquí los llamados "plátanos barahoneros"insistieron. 216
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El tirano se sonrió y dijo: -No me pongan a pelear con la gente de Barahona.
Lo mejor es dejar las cosas así: que ellos
carguen con la fama y ustedes con el dinero de la venta. Cuando uno de los jóvenes iba a responderle el tirano le cortó con una explicación que confirmaba de qué modo conocía cada detalle de la nación que gobernaba: -Ustedes, los de Tamayo, pertenecen ahora a la Provincia de Neyba pero pertenecieron a Barahona, al igual que Neyba. Por eso desde mucho antes los plátanos de Tamayo eran llamados correctamente "barahoneros" y así se ha quedado ... y hemos terminado.
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Brindo por el Trabajo Luego de disfrutar por varios años a sus anchas en Hollywood, Ramfis Trujillo retornó a finales de 1958 a la República Dominicana a bordo del Yate Angelita. Ramfis y un grupo de amigos arribaron festejando a todo dar con bellas mujeres y permanecieron anclados en el Puerto de Santo Domingo. El tirano inmisericorde tenía enormes deseos de verlo. Lo había esperado con ansiedad y angustia. Por eso, sacando tiempo de sus múltiples ocupaciones, se apersonó al puerto en compañía de un grupo de íntimos amigos y al entrar al salón principal del yate quedó impactado al ver a Ramfis y a sus amigos borrachos amanecidos y sin rasurar-o Su rostro inicial de alegría cambió al de lastima, tristeza y dolor. No dijo ni una palabra. Su silencio dominante se llenaba con el vago silbido de la brisa del Mar Caribe. Segundos después ordenó una copa de coñac Carlos 1. Al poco la tenía en su mano derecha. Y la copa se movía ligeramente ... Miró a su derredor y de
repente la subió por encima de su cabeza para
brindar. Su voz aflautada pero fuerte casi se quebró al decir: 218
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-¡Brindo por el trabajo, que es lo único que dignifica al hombre y que lo acerca a Dios! El tirano bebió con visible amargura. Sus ojos vagaron como perdidos en laberintos mentales. Luego respiró profundo, dio media vuelta con aire militar, entregó la copa a un edecán
y apenas se oyó su voz
detrás de su taconeo: -¡Vámonos! Aquel día quedó definitivamente convencido de que su mimado Ramfis "no sirve para nada".
Anécdotas y Crueldades de Truji/lo
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Formando un Partido -El Jefe del Servicio Secreto de la Policía requiere su presencia en la capital- le comunicó un sargento al ex gobernador de la Provincia Independencia señor Jesús María Ramírez hijo. Ni corto ni perezoso se presentó donde su amigo Juan Tomás Díaz, Jefe de la Plaza Militar de jimaní. Eran amigos porque tenían dos cosas en común:
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gallos de pelea y el trujillismo. -¿Y qué puede haber contra ti? -le dijo el militar- Ven, vamos a llamar a la capital y quédate a mi lado para que me oigas. Se comunicaron "por fonía" con el Jefe del Servicio Secreto de la policía. -¿Qué pasa con él?- preguntó el oficial Díaz. A su vez el otro respondió con una pregunta: -¿Es amigo tuyo? -Sí, Y te lo recomiendo por serio y trujillista. De aquel lado se oyó al Jefe de la Policía secreta: -luan Tomás, mira, tú y yo somos amigos, tu sabes 220
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bien que estas cosas no se pueden hablar así. Si es tu amigo aconséjale que venga inmediatamente.
-Está bien ... El oficial miró a Ramírez hijo y le dijo que se preparara a salir a las cinco de la mañana. -Te vaya mandar en mí jeep hasta Barahona le dijo. Ramírez hijo llegó a la capital a la una de la tarde, almorzó y después se
presentó a la
policía.
Inmediatamente lo despojaron de un revólver calibre 38 que el propio tirano le había entregado en 1938. Lo interrogaron "profundamente": -¿Es verdad que usted está formando un Partido?le preguntaron luego de reclamarle que dijera cuándo llegarían al país "los enemigos del gobierno" que él esperaba. Sin tomar en cuenta sus aclaraciones, fue detenido. Indudablemente que le habían "armado un gancho".
El oficial salió para el Palacio Nacional a
llevar el interrogatorio escrito y regresó al fi lo de las 11 de la noche.
Ramírez hijo no creyó que fuera cierto
cuando le ordenaron irse a esa hora sin su revólver. Sospechó que lo querían matar en la calle ... pero llegó a su destino, durmió y se presentó en la mañana a retirar el arma, tal y como se le había instruido. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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El oficial de la secreta creyó haber recibido una lección: el trompo embollao contra Ramírez fue aclarado sin mayores consecuencias y él corrió un riesgo mayúsculo frente a Trujillo, quien recibió con desagrado los detalles del caso. A Ramírez hijo no se le dieron explicaciones. El oficial sólo le comentó: -Su caso me va a servir de experiencia para toda la vida.
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Lo 11 renunc iaron" El periodista Manuel de Jesús Javier, reportero de El Caribe en el Palacio Nacional en los últimos 5 años de la tiranía trujillísta sabía, como casi todo el país, que el tirano Trujillo designaba de dedo y destituía de dedo a diputados y senadores. Los "elegidos" tenían que firmar su "carta de renuncia" antes de juramentarse en el Congreso Nacional. El periodista Javier fue testigo de primer orden de muchos nombramientos y destituciones de congresistas. Lo que él no vivió lo oyó de boca de testigos. Cuenta en su libro "Mis 20 años en el Palacio Nacional" que Ramón Beras Morales, más conocido como Mon Beras, se alegró mucho el día que le propusieron ser diputado por el Seibo, cargo "electivo" que aceptó "a mucha honra". Mon Beras se hizo popular entre diputados, senadores y mayordomos del Congreso porque era jovial, campechano y amigo de traerles sus botellitas de "mabí seibano" a legisladores y mayordomos. El mayordomo de los diputados y Mon Beras eran "canchanchanes" y por eso nunca se le borró de la mente el día que llegó a la Cámara Baja y procedía a entregarle su bastón de caoba, con incrustaciones de Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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plata, y su sombrero negro... El mayordomo, como transformado, rechazó el bastón y el sombrero y se colocó en la entrada para bloquearle el paso. -¿Qué pasa?- dijo don Mon Beras con su cara de palo. -Que usted no puede pasar.- dijo el mayordomo con aire de quien sabe que sólo es "importante" en un lugar... -¿Y por qué no puedo pasar? -Porque ya usted no es diputado- disparó el mayordomo. -¿Cómo? -Sí, la Cámara va a aprobar su renuncia
y a elegir
a un nuevo diputado. -¿Y cuándo renuncié? -Hoy en la mañana- le dijo el mayordomo con cara de poco amigo. -Ah, pero yo no lo sabía ... Y se marchó cabizbajo aunque dueño de una media sonrisa irónica...
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Gobernador de Santiago El tirano Trujillo Molina se proclamó candidato a gobernador de la Provincia de Santiago para las elecciones provinciales y municipales del 15 de diciembre de 1960. El
tirano
se
postuló
por
el
"Partido
Nacionalista" -un invento político suyo de último momento- para enfrentar al candidato de su propio Partido
Dominicano
y
a un
tercero
de
un
"Movimiento Independentista". Los contrincantes del "Jefe" no se arriesgaron a realizar actividades proselitistas. El tirano apenas formuló declaraciones y giró algunas visitas a lugares de interés de Santiago. El 15 de diciembre los santiagueros acudieron a las urnas...
... y ganó el tirano Trujillo. Obtuvo 20 veces más votos que su más cercano "contendor", el candidato de su Partido Dominicano. En medio de una ceremonia de "apaga y vámonos" Trujillo se juramentó como Gobernador de Santiago, y luego retornó a la capital, se encaminó al Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Palacio Nacional y desde entonces nadie le vio en la Gobernación de Santiago. Un día cualquiera, cuando el país había olvidado que él era "gobernador de Santiago", entonces presentó renuncia.
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Rechazo a los prietos Los dominicanos blancos, mulatos y negros consideran "propiamente negro" a aquel cuyas facciones se aproximan a las del haitiano común, lo que equivale a decir a las del africano. La palabra "prieto" se usa frecuentemente para cal ificar al de aquellas facciones pero de tez tan oscura que es "retinta" o casi "morada". Al tirano Trujillo le desagradaba tener prietos cerca de él.
Por eso su guardia presidencial estaba
integrada por hombres blancos y por "mulatos blanqueados" . Cuando inauguró el Palacio Nacional ordenó integrar a la Guardia Presidencial a soldados de Baní, Jarabacoa, Constanza y otros lugares de habitantes blancos "tipo europeos". Pero una mañana, cuando caminaba hacia la capilla, el tirano alcanzó a ver a un soldado "prieto" que se destacaba de aquel conjunto de soldados blancos y "casi" blancos. -Dígale al comandante de la Guardia Presidencial que venga inmediatamente- le dijo al oficial que lo acompañaba. -Sí, señor. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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El oficial comandante llegó ante él y se cuadró mil itarmente: -Ordene usted, Jefe. -Carajo, ¿por qué usted metió en la Guardia Presidencial a un guardia prieto? -Respetuosamente tengo a bien informarle que hemos atendido a una recomendación suya. Se trata del hijo de un amigo suyo que le habló por él y usted nos lo recomendó. -Está bien, está bien, pero salga de él informándole que es necesario ser bachiller para estar en este cuerpo. -Sí, señor, pero, respetuosamente, le hago saber que ese prieto es bachiller y tiene otras preparaciones. -Está bien, está bien ... Guardó silencio por algunos segundos, como buscando una salida "adecuada". Efectivamente: -Mándelo para la cocina. -Sí, señor, así se hará. -Ah ... - le advirtió el tirano- y no lo vayas a meter en Jos desfiles, ni en las formaciones especiales. -Sí, señor...
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El "Médico" Trujillo El tirano se interesó toda su vida por la medicina. Leía sobre medicina y enfermedades y gustaba de "recetar" y recomendar curaciones con plantas y otros recursos naturales. Desde joven comió huevos de tortuga para estimular su virilidad y luego de los 50 años de edad, esto es, luego de 1941, solía inyectarse y consumir estimulantes que lo ayudaran a conseguir la plenitud sexual. El mundo de la medicina, de las curaciones y de las enfermedades lo atraían tanto como el mundo del poder, del dinero y de las mujeres. En 1960 hizo publicar un aviso en El Caribe informándole al público que podían dirigirse por escrito
él
su despacho en
procura de alguna curación a sus enfermedades. Aunque el aviso no informaba que
é
l era quien recetaría,
resultaba más que obvio. Trujillo creía que las enfermedades del corazón se conectaban de algún modo con las mentales. Tan pronto tenía noticia de la muerte por infarto de alguien conocido suyo reclamaba información de tú a tú con algún familiar o un allegado para noticiarse de sus costumbres y comportamiento general. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
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Sus diplomáticos en todo el mundo vivían atentos a los avances de la medicina y muy particularmente al lanzamiento de líquidos y pastillas vinculados con la actividad sexual y la curación de enfermedades contagiosas.
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Un azaroso a Roma Decíase entre los cercano') :11 t i ra rio lrujillo entre estos el doctor Joaquín [)dl
neral Arturo Espaillat (Navajita). quc' pard Id '/PZ de 1960 en que él se peleó con la Iglesia Cato l« a. luego que esta le reclamara que liberara a los presos políticos
y cesaran las torturas y perseCUCI,JnC'S, estaba convencido de que el Papa
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1"10".
Presa de su miedo int irn o h.« id lo ignoto y convencido de los poderes malditos de ,t1gunos seres especiales, el tirano envió a Roma a I~odolfo Paradas Veloz como Secretario a n t o Id ""'lid Sr-d e , un individuo que tenía fama d(',
COl1
',u ",Ji .. presencia,
provocar rachas de mala suerte y dc' desdichas a quienes tuvieran contacto rn s o menos continuos á
con él (/os gángsteres tenían enlr(''illS "recursos humanos" a individuos "azarosos"). Paradas Veloz llegó a Rom,] ro n la misión expresa de acercarse lo más posible al I)apa, prevalido de un rango di pI omático, y a ca rroar l ('
él Ig ú n
mal.
Coincidencialmente, en esos días e/ Papa enfermó y Anécdotas y Crueldades de Trujíllo
231
salió de circulación pública. El «maleficio» tuvo el efecto esperado, a juicio del tirano, pero, coincidencia o no, poco después el tirano fue abatido a balazos... tal vez cumpliéndose así el decir mágico y maléfico de que "las cosas vuelven al lugar de donde salieron". El Papa Juan XXIII murió en 1963, dos años después que el tirano malévolo.
232
lipe Collado
Prohibido aplaudir
-----------------
-¡Díganle a Petán que se lleve a esos mamarrachos! ¡Enseguida, carajo!- gritó el tirano Trujillo. Los «mamarrachos», los integrantes de la Orquesta San José, de la radiotelevisora La Voz Dominicana, eran aplaudidos delirantemente por el numeroso públ ico aglomerado en la Av. George Washington con motivo del «Desfile del Millón» (de personas) en adhesión a la política del tirano Trujillo. Los músicos, estrenando nuevos uniformes atractivos, se convirtieron en el centro de atracción. Sus cadenciosos merengues arrancaban aplausos constantemente, por lo que la figura del Jefe fue opacada. El tirano había reparado en los penachos de plumas en la cabeza de los músicos y de inmediato dijo coléricamente: -lEs este un desfile serio o un carnaval? ¡Parecen indios salvajes!
y miró a Petán, que estaba a varios metros de él, en el Palco Presidencial, construido en la acera norte de la avenida. Anécdotas y Crueldades de Trujillo
233
Petán se levantó y bajó presurosamente el Palco Presidencial, se dirigió a sus músicos y les dijo: -¡Vámonos! ¡Vámonos! De ahí en adelante el público sólo aplaudía a aquellos que al desfilar frente al Palco Presidencial hacían sonreír al todopoderoso «hacedor del cielo y de la tierra» dominicana, el Benefactor de la Patria y el «Padre de la Patria Nueva».
234
Lipe Collado
Las ametralladoras de Trujillo Algunos compromisarios, panegiristas y cortesanos de la Era de Trujillo suelen justificar las depredaciones del déspota Trujillo partiendo del principio de "la razón de Estado". Que en suma los enemigos de Trujillo eran los enemigos del Estado, o, cuando menos, que el tirano se asumía el Estado mismo y que, por lo tanto, todos sus contrarios atentaban contra el Estado. Cuando en 1930 estuvo claro que Trujillo se candidatearía a las malas para la presidencia de la República, Summer Welles, a la sazón miembro del Departamento
de
Estado
de
Estados
Unidos,
malquistado con el aspirante a tirano, provocó una reunión en la línea fronteriza entre Trujillo y el Coronel Cogs, uno de sus antiguos comandantes durante la ocupación norteamericana del país, a fin de disuadirlo a que se mantuviera únicamente al frente de sus tropas, porque se prefería a un presidente civil. Según el General Arturo R. Espaillat, el tirano le contó que él le respondió al militar norteamericano que no se apartaría de los designios de los dominicanos, de modo que optaría para la Presidencia del país como representante de lo nuevo, de una ruptura con el Anécdotas y Crueldades de Trujillo
235
pasado. El militar norteamericano, informado de los escollos que tendría Trujillo que afrontar, tomó una ametralladora en sus manos y le preguntó: -¿Trujillo, tiene usted muchas de esas? Trujillo le respondió decididamente:
-Sl, tengo bastantes. -Pues bien ... Siga su camino que todo le irá bienle razonó su ex compañero de armas.
y así sería en gran medida en el curso de sus 31 años de ejercicio del poder despótico.
236
lipe Collado
Un donativo improcedente
----~~---
Trujillo
estaba
~--
convencido
de
que
el
representante de Dios en la tierra era el dinero. Que lo que el dinero no podía, nada ni nadie lo podía. Desde que el 4 de marzo de 1960 los obispos leyeron la segunda pastoral de la Iglesia Católica en sus 621 templos en todo el país, el tirano le disminuyó la ayuda económica y amenazó con desconocer el Concordato, que vinculaba legalmente al gobierno y a la Iglesia Católica. Concomitantemente emprendió otras acciones:
solicitó
al
obispo
de
nacionalidad
norteamericana, Thomas Reylly, que saliera del país a fin de regularizar su permiso de residencia lo que fue interpretado como una "expulsión técnica" y entonces el padre Reylly viajó a San Juan de la Maguana a recoger sus pertenencias para marcharse del país junto a clérigos y curas, lo que provocaría el cierre de escuelas y colegios y daría la sensación a nivel internacional de un vacío entre el gobierno y la Iglesia Católica. El tirano Trujillo se inquietó e hizo comparecer a su
despacho a monseñor Reylly,
lo abrazó
calurosamente, le informó que quedaba sin efecto el "requerimiento inconsulto" y que había dispuesto el Anécdotas y Crueldades de Trujillo
237
cambio del comandante mil itar de San Juan de la Maguana. Llamó al nuevo comandante a su despacho y le dijo: -Este es el Arzobispo Reylly de San Juan de la Maguana. Haga lo que él le ordene. Esta tácita declaración de tregua fue acompañada de la «promesa» de que Trujillo sería invitado del arzobispado sanjuanero. Pero pasaron los días y la invitación no llegaba. El inquieto tirano ejerció presión sobre el obispo enviándole varias veces al comandante militar para coordinar la "invitación" que finalmente fue acordada para el 7 de mayo. En el reinado Trujillista todo era posible mediante el ejercicio de la fuerza bruta, el crimen impune y el uso del dinero. Trujillo se hospedó en la casa del obispo y allí se comportó con cortesía y simpatía infinitas, y llegado el día de la partida dejó en un lugar visible un sobre con 20,000 dólares que el obispo tomó y depositó en la cuenta de la Iglesia. Luego de consultar a sus superiores sobre semejante donativo viajó a la capital el 26 de mayo, solicitó una audiencia al tirano y le devolvió, mediante cheque, los 20,000 dólares. 2JB
Lipe Collado
El tirano, enojado, se sacudió en su asiento y luego hizo como si fuera a levantarse... pero se contuvo. -Yo no puedo aceptar personalmente ningún dinero - sentenció el obispo Reylly. Trujillo, resignado, le escuchaba. El obispo añadió: -Bien podría aceptar la iglesia ayudas para capillas rurales, escuelas, etc. Trujillo, enfurecido, hacía sonar sus dientes mientras de sus labios brotaban palabras arrastradas: -... Conque... capillas rurales ... eh ... ¡Cualquier cosa!.. capillas rurales ... Repentinamente tocó uno de los botones de la chicharra para que entrara un edecán y acompañara al obispo hasta la puerta de salida. Llegado el militar el tirano se puso de pie y dijo cortantemente: -Hemos terminado. Así finalizó la luna de miel de la tregua tácita entre él y la Iglesia Católica ... Su dinero no funcionó esa vez.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
239
Un
re~entismo •
curioso En agosto de 1958 el tirano fue invitado de honor a una fiesta en la ciudad de Santiago. La aristocracia cibaeña, emperifollada como la de la ciudad de Santo Domingo -la que le había rechazado a él, a Rafael Leonidas Trujillo Molina porque era "de los de por allá atrás" - se dio cita en una mansión para homenajear al Jefe Trujillo, quien, como se estilaba para esa vez, había dado previamente su aprobación a la lista de invitados. La inquietud se apoderó de los festejantes porque el tirano, quien jamás se retrasaba, esta vez se había retrasado dos horas. Cuando la fiesta estaba "en sus buenas", irrumpió el tirano seguido de sus escoltas y entonces cesó la música ... Saludó fríamente con un movimiento de cabeza a los señores de la casa, miró a la mesa principal con su silla vacía al centro, hizo como quien no reconoce nada ni a nadie y, sin escoltas, se dirigió a la cocina, saludó al servicio doméstico allí reunido, pidió champaña para todos y entonces alzó su copa y brindó y bebió por la salud y buena estrella de todos ellos.
Los distinguidos concurrentes estaban 240
Lipe Collado
asombrados por el desplante. Los comentarios por lo bajo indicaban que algo le había disgustado al llegar a la residencia. El tirano retornó al salón y a una señal suya se reinició la música. Sacó a bailar a la señora de la casa. Bailaron varias piezas y luego quedaron en medio del salón charlando animadamente. Ojos y murmurios se concentraron en ellos. De repente el tirano se distanció unos metros de ella, se despidió y, sonriendo malévolamente, salió de la residencia a grandes zancadas. Una sensación de temor se apoderó de aquel ambiente sobre el que flotaban algunas preguntas: ¿Por qué se fue repentinamente?
¿Por qué llegó tarde
y
brindó con la servidumbre? ¿Cuál era el motivo de los disgustos de la noche? ¿Qué hará ahora? Al día sigu iente tuvo una reacción también curiosa: emitió un decreto designando a la señora y a su esposo embajadores especiales ante la juramentación del Presidente de Méjico, Adolfo López Mateo. De ese modo complacía a la señora anfitriona que esa noche le había expresado su deseo de conocer a México. El Jefe era el Jefe y así como lo podía dar todo también lo podía quitar todo. Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
241
Los tres • srrenazos Espectáculo y sorpresa se fundían regularmente en el tirano Trujillo. En los locales de los diarios La Nación y El Caribe se instalaron sirenas y pizarras para anunciar sucesos periodísticos importantes. Un sirenazo indicaba una buena noticia. Dos sirenazos una noticia sensacional. Y tres sirenazos anunciaban cambios de altos funcionarios en el tren administrativo. En una ocasión se escucharon los tres sirenazos famosos que ponían a vibrar los nervios de los funcionarios. En la Secretaría de Relaciones Exteriores, el canciller, Líe. Julio Ortega Frier, celebraba una reunión formal con varios diplomáticos acreditados aquí, que era del conocimiento del tirano. El canciller llamó a su lado a Aníbal de Moya, encargado de protocolo, y lo instruyó para que indagara con el diario la Nación cuáles cambios administrativos se anunciaban. De Moya obtuvo de inmediato la información y concurrió ante el canciller a darle la nueva mala: -Señor canciller, acaban de designar a un nuevo canciller. -¿Cómo? - dijo el «canciller» Frier y acto seguido anunció la suspensión de la reunión. 242
lipe Collado
~~~~~~~~~-
Zan ini res iste
Los ataques efectivos dela Iglesia Católica dominicana a través de sus dos pastorales del 31 de enero y del 4 de marzo de 1960 tuvieron antecedentes nacionales e internacionales, entre estos,
las
consecuencias negativas para la Iglesia Catól ica en Cuba, con el arribo de Fidel Castro al poder, debido a sus compromisos con la dictadura de Fulgencia Batista. Monseñor
Lino
Zanini
fue
designado
representante del Vaticano en el país a mediados de junio de 1959 y llegó el 25 de octubre con las debidas instrucciones de que la Iglesia Católica se mantuviera a distancia del régimen trujillista y que presionara por un cambio humanitario en el sistema interno. Zanini sometió al gobierno, como era de estilo, el corto discurso que pronunciaría al presentar sus cartas credenciales el 30 de octubre de 1959. El tirano devolvió el discurso a través de su canciller Porfirio Herrera Báez exigiéndole expresiones de elogios a él y a
su
gobierno
y un
reconocimiento
de
las
contribuciones del Estado Dominicano a la Iglesia Católica. Zanini accedió en parte e introdujo algunas palabras que juzgó pertinentes, acerca de la Anécdotas y Crueldades de Truji//o
243
cooperacron oficial con la iglesia. El tirano hubo de
aceptar este discurso a regañadientes. La ceremonia se llevó a cabo en un ambiente poco halagüeño ... El tirano era tozudo y, por lo demás, se había arropado con el catolicismo en el curso de su política de desmanes, y en cierto modo se sentía en la plenitud del derecho de reclamo de nuevas solidaridades. Con motivo de la inauguración de la Feria Ganadera, el tirano solicitó a monseñor Zanini que la bendijera y pronunciara un discurso que, necesariamente, habría de ser laudatorio. Pero Zanini no obtemperó a la solicitud. Propuso, en cambio, que uno de los obispos dominicanos bendijera la Feria y pronunciase algunas palabras. -Mi misión aquí es meramente diplomática - habría comunicado formalmente al Canciller Herrera Báez, quien respondió con agrios alegatos relativos a la ayuda oficial a la Iglesia. De su parte Monseñor Zanini, ducho en las confrontaciones, rechazó los alegatos del canciller. La polémica degeneró en una situación conflictiva entre el enviado Papal y el canciller. Estos incidentes estimularon la política papal de mantener a la Iglesia a cierta distancia de la tiranía. Esta política derivó poco a poco en una confrontación militante basada en el reclamo de los 244
Lipe Collado
religiosos de que cesaran las arbitrariedades, encerramientos y crímenes. El tirano, entonces, siempre en guardia y reaccionando excedidamente, ordenó una campaña denigrante contra "los ensotanados" a través del Radio Caribe y de la columna periodística del diario El Caribe, El Foro Público. La campaña radial alcanzó su clímax cuando Radio Caribe organizó un concurso para elegir el mejor lema "contra los ensotanados". El autor del lema más anticlerical recibiría sustanciosos premios. En esta labor estaban Santiago Lamela Geler, Cuchito Álvarez -quien fue procesado por difamación e injuria a dos altos dignatarios de la iglesia- y Jhonny Abbes García cuando la noche del 30 de mayo ajusticiaron al déspota Trujillo Molina.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
245
Hasta a su mujer y a su madre Cuando el ti rano se tornaba pel igrosarnente rabioso se enceguecía, su voz se volvía estentórea y adoptaba decisiones enérgicas y excedidas. Con motivo de los encarcelamientos tortuosos y los crímenes a partir del 14 de junio de 1959, esposas, viudas y madres de los reprimidos planearon realizar una marcha de protesta, vestidas de negro, por la calle El Conde. Al ser informado sobre el particular, como fuera de sí, con voz estentórea el tirano anunció en su despacho que el desfile de mujeres sería barrido a
fuego
de
ametralladoras.
Luego
apuntó
macabramente: "Si mi propia mujer y mi propia 1
madre encabezaran un acto semejante, serían las primeras en
sufrir
las
consecuencias
de
su
insensatez". Los preparativos de la marcha se detuvieron, pero a nadie le cupo duda de que la masacre hubiera sido una realidad ... Apenas una semana antes el sátrapa había dicho, delante de un grupo de militares y civiles en el curso de un almuerzo, lo que fue interpretado como una sentenncia lapidaria propia de un Jefe militar tártaro: 246
Lipe Collado
-Quien quiera que comience una revuelta contra mí, suya será la responsabilidad de la hemorragia y suya también la sangre que correrá-.
*Ver Pág. 163 de la obra «Trujillo, El Último de los Césares», de Arturo R. Espaillat.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
247
Fuentes Diversas Esta obra se nutre de conversaciones concertadas con protagonistas y testigos de las historias narradas; de entrevistas y reportajes difundidos en periódicos, radio y televisión; de lo que el autor escuchó desde aproximadamente 1952 hasta 1961, en el marco de La Era de Trujillo; y lo que ha escuchado hasta hoy día de boca de contertulios involucrados en algunas de las historias; y de numerosas obras escritas por quienes fueron
testigos o estuvieron en el centro de las anécdotas. A continuación una lista limitada de las obras consultadas, pero antes se consigna que algunas anécdotas que han calado popularmente debido a la calidad del autor, ya habían sido narradas por otros autores como Eduardo Matos en su "Anecdotario de una Tiranía", de 1976, y por Robert D. Cassweller en "Trujillo. La trágica aventura del poder personal", de 1966.
Anécdotas y Crueldades de Trujil/o
Bibliografía limitada 1. Cronología de la Era de Trujillo Tomo 1. Emilio Rodríguez Demorizi. Ciudad Trujillo. Publicaciones de la Junta Ejecutiva Pro-celebración del 25 aniversario de La Era de Trujillo. 1955. 2. Trujillo. Cara y Cruz de una Dictadura. Gerardo Gallegos. Ediciones Iberoamericanas, S. A. Madrid. 1962 3.Ya es Hora de Hablar. Emilio Ludovino Fernández. Editora de Colores. Santo Domingo. 1997. 4. Anecdotario de una tiranía. Eduardo Matos Díaz. Editora Taller. Santo Domingo. 1976. 5. Trujillo y mis vivencias. Pantolín Castro Beras. Editora Corripio. Santo Domingo. 2000. 6. Vivencias. Carolina Mainardi Vda. Cuello. Editora Manatí. Santo Domingo. 2000. 7. Los Trujillo se escriben. Bernardo Vega. Fundación Cultural Dominicana. Santo Domingo. 1990. 8. Historia Oculta de un Dictador. Víctor A. Peña Rivera. Santo Domingo. 1996. 9. Mis 43 años en la Descubierta. Jesús María Ramírez. Editora Centenario. Santo Domingo. 2000. 10. Memorias de un Cortesano en la Era de Trujillo. Joaquín Balaguer. Editora Corripio. Santo Domingo. 1998.
Lipe Collado
11. Guerra, Traición y Exilio. Tomo 1. Nicolás Silfa. Barcelona, España. 1980. 12. La Palabra Encadenada. Joaquín Balaguer. Fuentes Impresores. Madrid. 1975. 13. Trujillo. Amado por Muchos, Odiado por Otros, Temido por Todos. Editora Cale. Santo Domingo. 2001. 14. Mis 20 Años en el Palacio Nacional. Manuel de Jesús Javier. Editora Taller. Santo Domingo. 15. Anecdotario Épico del Generalísimo. R. Suárez Vásquez. Publicaciones Secretaría de Educación. Ciudad Trujillo. 1957. 16. La Era de Trujillo. Jesús de Galíndez. Editora Taller. Santo Domingo. 1984. 17. La Dictadura de Trujillo. Lauro Capdevila. Cenapec. Santo Domingo.2000. 18. Trujillo. La Trágica aventura riel poder personal. 1996. Robert D. Crassweller. 19. Trujillo Violó Una Mujer en la Iglesia. Revista Ahora. No. 492. Publicaciones Ahora. 16 de abril de 1973. 20. El destino dominicano. Iohn Bartlow Martin. Talleres Gráficos de Manuel Pareja. Barcelona, España. 1975.
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
261
INDICE
_._---------¿y van a seguir? Fiesta en la casa enlutada
N i flores, ni abrazos ni besos Trujillo era avispado "Servicio Doméstico" ¡Perder el miedo! El primer músico de la l~epública
U na broma del tirano Secuela de una conspiración El Jefe: "de la ·bacinilla al catre" ¡Prohibido retratar la papada:
_
----------------75
..... Es un m a ricó n .....
La casa del cerro La justicia tlel
Jerc
tic Trujillo la "tumha" llel Jefe
El epitafio 1-.:lores en Ropa y
figu ra
Los brujos de Trujillo
fidel itLtll l101l1enajc intolerahle - - - - - - - - - - - 139
Probando
l in
lipe Collado
-141 La "corriprit.a" Lie 'E-ujillo ____________ 143 "iMátenla, coño!" _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-1144 Bolitas negras amanecieron hlancas
U 11 semicírculo siniestro _ _ _ _ _ _ _ _ _ 146 El tirano arrodillado 148 mori/~
153
Las" puy itas" elel Tirano
J 56
"¡Qué acc¡rlente m ás raro!"
159
Los acorralaJos
162
"Servicios especiales"
J 65
S ervicio especial
168
'l~'ujillo no comió guandules
170
¿Qué hace usted aquí?
173
El susto de clon Panch i to
J 76
"Especialización pero aquí"
179
Papeletas al granel
] 81
¿Quería
Trujillo: abuelito apoyarlor
___________ 183
(1 n a "ofensa" al Ejército
1!na cartilla Cívil'a N ilCli e e n c i m a rle él ... porque
110
salurló al Jefe ...
"Por orden superior"
1¡ na
fábrica
de
papeletas
Obsesión amorosa
Anécdotas y Crueldades de Trujillo
185
¿Quién
es ese preso?
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 210
212 La finca de un Llesafeeto - - - - - - - - - 214 216 Plátanos barallOlleros por Decreto I3rinclo por el trabajo ____________ 218 Formanc!o Ull partido 220 Lo "renunciaron" 223
A los ci n co días
Gobernador (le Santia~o
I~echazo a los prict os
El
"médico" Trujillo
Un azaroso a l~oJ11a prohibi(lo aplaudir
__________ 225
227 - - - - - - - - - - - 229 231 233
Las allldral1a(loras ele Trujillo
_ _ _ _ _ _ _ 235
l in (lonativo irnproccdcrrtc
237
rcpc nt ism o curioso
240 242
{: 11
Los tres sirenazos ¿anini resiste Hasta
él
su mujer y a su madre
_
243
246
Lípe Collado
íNDICE ONOMÁSTICO
A
c
Acosta, Dr. IV Alvarez Pina, Virg¡]io V,VI Alduey, Carlos y Esteban XVI Alvarez, Cucho 12, 45, 56, 86,
Crassueller, Robert D. V, 117 Cáceres, I
109, 116, 117, 188, 120, 121, 149, 150, 245 Abbes García, Johnny 33,34,35, 41, 64, 65, 91, 101, 108, 111, 165, 168, 201, 245 Arriaga. Roberto 69 Abreu, Eduardo 76 Almoina, José 80 Alvarea, Federico C. 139/ 140, 203 Acevedo, Agustín 139 Almonte, José Ulises 24
B Borbón, Marcelino I Brioso, Dr. III, IV Báez, Sr. Dr. III, IV Barinas, Pablo IV Batista, Fulgencio 15/ 243 Balaguer, Joaquín 22/ 102/ 140,
146/ 147, 159, 190/ 231 Báez, Cocuyo 23 Benzán Carmona, Evaristo 24 Bonetti, Máximo 38, 215 Bonnelly Valverde, Freddy 54 Baúl, Osvaldo 57 Blanco, Leoncio 61 Bidó, Rafael Emilio 69 Barietta, Amadeo 71 Beras Rojas, Pantaleón 108 Bonetti Burgos, José 142, 183 Benzon, Francisco 212 Beras Morales, Ramón 223
CH Chevalier, Luisa Erciná II, VIII Chevalier, DiyeHa II
D Dávalos, Dr. IV Don Pepe VI Dol~res A!fonseca, José XX Díaz, Juan Tomás 13, 15,220 De Galíndez, José 80 Díaz Grullón, Dr. Virgilio 173,
174,179,192/201 Díaz Ordoñez, Virgilio 173, 179,
202 De Castro Beras, 'Pantaleán
117/49/ 50 De La Cruz, Zacarías
182/ 29,
31,30/49 Díaz, Nonón 186 Díaz, Gustavo 194 Díaz, Simón 186 Duval de García, María Oetavia
205
lipe Collado
De Moya, Aníbal 242 De La Cruz, Rufino 97 De Moya, Martín XX De La Maza, Antonio 13, 15 Del Orbe, Diógenes 159 De Rostos, Eugenio María V Del Rosario Vásquez, Oscar (Chino) 40 E Estrella Ureña, Rafael XX, 135 Espaillat, Arturo 25, 26, 151, 231, 235 Estrella, Guarionex 50 Estévez Trujillo 8 F Febles, Miguel IX Fernández, Ludovino 24, 25, 135, 136, 138, 167, 173, 26 Fermín Cabral, Mario 98 Fiallo, Federico 124, 126 Franco, Francisco 130 Fernández hijo, Emilio Ludovino (Milito) 137, 16 Fernández Domínguez, Tomás 137 G Guzmán, Isabel XV García Guerrero, Amado 13 González Massenet, Dr. Abel 16, 168 García Trujillo, Virgilio 25, 26 Gonzélez, Tobías y Pedro 45 Guaba, sargento 49 García y García, Teniente SO Guillén, Pablo 170 González Tirado, Rafael 53 Ginebra, Luis 120 Gil, Guido 156 Geler, Lamela 245 García Trujillo 8 H Heureaux, Ulises (Lilís) n, XIX Hilario Meriño, Prof. Juan IV Huey, James Mc. E XV Herrera, Rafael 124, 127 Herrera Báez, Porfirio 243, 244
Isidro JiJ1'\énez, Juan IX
J ]iménez, Ramón Emilio 58, 59, 60, 91, 190 Jorge Blanco, Salvador 139 Javier García, Manuel deJesús 156, 157, 158, 223 Javier, Adriano 156, 157 L Ledesma, Aminta IX Lora, Julio César XVII Lizardo, Osorio 160 Logroño, Arturo 194 Lovatón, Lina 198, 199 López Mateo, Adolfo 241 LL Lluberes, Sr. Félix m M Molina, Altagracia Julia 1, n. m, VI, 73, 77, 197 Molina, Pedro n Millet, Riehart XV Mieses, Pantaleón xv, XVI Martínez.de Trujillo, María 7, 40, 63, 69, 144, 183, 196, 198 Martínez Otero, Cristóbal 24 Maldonado, Eucles y Vinieio B. 24 Marión, Georges 27 Mirabal, Patria 45, 89, 92, 97 Michelena, Osear 71 Musolini, Benito 71 Marrero Aristy, Ramón 80, 159, 160, 161 Mirabal, Minerva y María Teresa 89, 92, 97 Mordles, Angel 141 Moreno Martínez, Alfonso 154 Mainardi, Rafael (fellito) 185 Mendoza, Fabrín 211 N Nuñez, José XV Ney Lluberes, Luis 138
1 Ankdotas y Crueldades de Trujillo
o
S
Omes Coiscou, Germán Emilio 124, 126, 127 Oliva, César A. 192 P Peralta I Pina Chevalier, Teódulo VIII, 19 Peynado, Jacinto B. X, 28, 75 Perdomo, Rafael A. XIII Pérez ]iménez, Marcos 15 Perdomo, Pipí 16 Pérez Terrero, Juan 37, 38, 39 Peña Rivera, Alicinio 41, 89, 92,112,120, 154, 155 Paulino, Anselmo 51, 69, 100, 103,210 Pichardo, Paino 55, 56, 75, 86, 104, 116, 118, 142, 150 Paradas Veloz, Rodolfo132, 231 Panal Ramírez, Monseñor 149, 150, 151 Prats Ramírez, francisco 177 Petain, Felipe 187 Pérez Guillén, Juan E. 206, 214 Pichardo, Ulises 215 Papa Juan XXVIII Perón, Juan Domingo 15
Soloman, Marvin A. XV Sánchez, mony 11 Sosa, Luis A. 24 Sully, Carlos 54 Szulc, Tard 80, 81, 161 Sanabia, Pedro Pablo XVII Sánchez Cabra!. Lic. Eduardo 139, 140 Silino, Salvatore 148 Saviñón Trujillo 8 T Trujillo Valdez, José 1, 11, III Trujillo Malina, Flerida Marina I Trujillo Molina, Virgilio 1, 73, 104 Trujillo Malina, Fosé Arismendy (Petán) 1, IX, 56, 73, 187. 188, 196, 197, 212, 233 Trujillo Malina, Rosa maría Julieta I Trujillo Malina, Amable Romeo 1, XVIII Trujillo Malina, Anibal Julio 1, 73, 196 Trujillo Malina, Nieve Luisa II Trujillo Malina, Pedro Vetilio II Trujillo Molina, ofelia Japonesa II Trujillo Molina, Hedor bienvenido II; XVIII, 115, 124, 174, 178, R 179 Rodr~guez, Lic. Armando XIII Trujillo Monagas, José II Rubirosa, Porfirio 33, 191 Trujillo Ledesma, Julia Génova IX Reylly, Tomás 237 Trujillo, Flor de Oro IX, 141, 191, Román Fernández, José René 14, 198 92 Trujillo García 8 Rojas Pinilla, Gustavo 15 Trl1jillo Martínez 8 Reyes Vda. Mirabal, Mercedes Trujillo Lovatón 8 (Dña. Chea) 41, 42 Trujillo Ricardo 8 Ramírez hijo, Jesús María 51,52, Trujillo, Radhame's (Ramfis) 33, 205, 214, 220, 221 35, 40, 57, 74. 100, 183, 218 'Trujillo, Dario 104, 105 Requena, Andrés 80 Trujillo, Mercedita y Ramf¡s Rafael Ruiz Trujillo 8 106, 183 Rodríguez, Lila XVII lipe Collado
Trujillo, Angelita 14 Troncoso, Dr. Jesús María 129, 180 Trujillo Valdez, José 187 Tacoronte, Domingo 208
V Valdez, Silveria 1 Valdez, Silvia II Vásquez, Horacio X, XVII, XVIII, XIX, XXI, 86 135, 142, 185 Velázquez XX Ventre, "Guillermo" Gllllernw 48, 63, 171 Vidal, Rafael 86 Vidal, Cesar Rafael 87 Ventura Simó, Juan de Dios 94,
95 Valdez hijo, Tirso A. 125, 127 Valdez, Tirso 126 Vida!. Rafael 139
W Williams, Coronel F XVII Wisse Delgado, Hans Paul 133 Welles, Summer 235
y Yépez, Rafael 76, T
Z Zaninl, Monseñor Lino 148, 149, 208, 243, 244
Anécdotas y Crueldades de Trujillo