Capítulo II
El proyecto político de Nicolás de Piérola y la Guerra del Pacífico (1879-1881)1 a for!aci"# de la $efatura %upre!a de la &ep'lica la e!er*e#cia de u# Estado co# espíritu de dictadura
El inaugurado gobierno del califa intentaría revertir, en lo medida de lo posible, el trágico destino que nos había deparado la guerra hasta ese momento. Es así como se buscó reorganizar la debilitada estructura política institucional dejada por el fenecido régimen pradista agudizada por la guerra. Para ello contaría con el apoo brindado por un amplio secto sectorr civi civill mili milita tarr de tend tenden enci ciaa mao maori ritar taria iame ment ntee conse conserv rvad ador oraa marc marcad adam amen ente te anticiv anticivilis ilista. ta. Ese grupo grupo había había sido sido margin marginado ado del reparto reparto fiscal fiscal !los !los escasos escasos recurso recursoss guaneros los cada vez más codiciados recursos salitreros! de fines de la década de "#$%. & 'e dicho grupo heterogéneo, acaudillado por Piérola saldrían los cuadros políticos del "
El presente artículo fue publicado inicialmente en la revista Historias. (ima, )* &, &%%$. +armen cEvo se-ala que Piérola estuvo apoado por /...0 personajes como el e1seminarista, periodista del diario clerical La Patria enemigo acérrimo de anuel Pardo, Pedro 2osé +alderón3 el hacendado ca-ero de 4rujill rujillo, o, )eme )emesio sio 5rbeg 5rbegoso oso33 los abogad abogados os 6eder 6ederico ico Panizo Panizo anue anuell 7arina 7arinaga3 ga3 el hacend hacendado ado cajamarquino iguel 8glesias, caudillo regional colaborador con Piérola en la revolución de "#$93 el ingeniero cuzque-o anuel ariano Echegara, junto con el capitán de navío anuel del :illar fueron representativos de un sector social heterogéneo, marginado por los civilistas alienado del gobierno de realidades en la formación de la Prado;. :éase al respecto +armen cEvo. La utopía republicana. Ideales y realidades cultura política peruana (1871-1919. (ima< Pontificia =niversidad +atólica del Per>, "??$, p. &"". &
nuevo régimen, en tal virtud asumirían la tarea de poner en marcha el discurso utópico esperanzador del califa. (os actos gubernativos llevados a cabo por el nuevo régimen tendrían como objetivo la transformación del Per> a partir de una serie de reformas radicales en pos de la estabilidad el orden. Para el logro de estas metas, el discurso del califa pensaba debería traducirse en un gobierno fuerte en torno a la figura del propio Piérola. @unque tenían el grave problema de tener que asentar este proecto caudillista cívico!militar sobre grandes dificultades< /...0 pues instauró su 'ictadura en un país territorialmente invadido, políticamente perturbado, navalmente desaparecido, militarmente maltrecho, económicamente e1angAe contra el cual se preparaban a dar sus golpes decisivos los poderosos arrogantes vencedores en la campa-a marítima en la campa-a de 4arapacá. B
El caos político, militar, económico, incluso social, que había favorecido la implantación del régimen pierolista terminó convirtiéndose en un obstáculo para el propio califa. @nte esta situación trágica, lo que emergería de las fauces del golpe de estado pierolista sería un Estado bastante complejo con varios matices. Por un lado, se fue apro1imando, en sus comportamientos más duros, a los regímenes autoritarios de la temprana rep>blica3 en especial, en la forma como estos legitimaron su poder enfrentaron a sus enemigos políticos de turno, en el caso particular del pierolismo sería el civilismo. @sí el gobierno pierolista sería un retorno a las formas más clásicas tradicionales de hacer política desarrolladas por la primera generación de caudillos en el Per> decimonónico. 'ichos métodos no desaparecieron completamente de la mente de los peruanos a pesar de los esfuerzos realizados por el liberalismo republicanista en especial por anuel Pardo, líder del Partido +ivil. Ello ocurrió debido a que la situación política !guardando las distancias temporales debidas! fue algo similar a la de las primeras décadas republicanas. En este sentido, al iniciarse el régimen pierolista lo que predominaba institucionalmente era la imagen de un país en claro proceso de aguda fragmentación. El poder concentrador del Estado desapareció aceleradamente en la medida que avanzaba el conflicto armado los chilenos iban ocupando territorio nacional. Esta situación hizo que las regiones en su afán por buscar defenderse del enemigo sure-o empezaran a ganar en autonomía, lo que en un
B
2orge 7asadre. Historia de la !ep"blica del Per" (18##-19$$. (ima< Empresa Editora El +omercio, tomo 8C, &%%D, p.D$.
escenario de guerra invasora incrementaría su aislamiento. 4odo esto favoreció el poder tanto de los caciques caudillos como de sus diferentes clientelas políticas.9 (a situación se agravó al no contar el gobierno pierolista con los ingentes ingresos producidos por el guano que impulsaron la llamada red castillista;3 D la cual se sustentó en una bien aceitada fuerte estructura estatal de corte patrimonial, clientelar prebendista, la que se sostuvo sólidamente gracias a su hábil pragmatismo. =n accionar que guardaba ! aunque aparentemente! las clásicas formas republicanas. 4odo ello le otorgó, al Estado caudillista, una institucionalidad política nunca antes vista, que aunque con varios matices contratiempos, desde +astilla hasta 7alta, subsistió por espacio de casi treinta a-os. El sistema político heredado del castillismo sí bien fue algo difícil de poner de nuevo en marcha por el pierolismo debido a la carencia de recursos que permitiera la compra de lealtades3 buscaría ser recreado en cierto modo, en especial, mediante su hábil capacidad para concentrar el poder en sí mismo, quien como autoridad absoluta controlaba pragmáticamente todos los poderes del Estado.$ Este factor, que esperaba le permitiría alcanzar la tan anhelada estabilidad orden, sería la segunda característica que definiría a su emergente Estado. Pero el califa no sólo tuvo que mirar al pasado sino también a su presente más cercano en busca de arquetipos políticos a seguir. Fe aprovechó así de una de las mejores herencias políticas dejadas por el civilismo. +on respecto a este punto habría que indicar que uno de los más importantes logros del civilismo fue la estabilidad política institucional alcanzada en la década de "#$%. @lgo hasta entonces desconocido en el Per>, # la cual fue mu distinta a la conseguida por el caudillismo castillista. ientras la primera se sustentó en la hegemonía de la sociedad civil sobre los militares, la segunda colocó a los militares por encima de los civiles, impidiéndoles su plena organización política. Por otro lado, mientras que la primera no recurrió a la violencia del golpe de Estado sino a las elecciones para la construcción de la 9
Geraclio 7onilla. %n si&lo a la deri'a. nsayos sobre el Per") *oli'ia y la &uerra . (ima< 8nstituto de Estudios Peruanos, "?#%, p. "?". D +armen cEvo. La utopía republicana..., capítulo 8. 2uan (uis 5rrego. La ilusión del pro&reso. Los caminos +acia el stado-nación en el Per" y ,mrica Latina (18#-18/. (ima< Pontificia =niversidad +atólica del Per>, &%%D, p. &B#. $ +armen cEvo. Feamos nación no aves de pasaje< el civilismo su programa de nacionalización de los espacios políticos, económicos geográficos en el Per> /"#$"!"#$0;. 0ilo&os en Historia. (ima, )* &, &%%%, pp. "B&!"BB. # =lrich ucHe. Estado nacional poderes provinciales. @spectos del sistema político peruano antes de la Iuerra con +hile;, @nuario de Estudios @mericanos. Fevilla, volumen (:8!", "???, p. "$D.
legitimación política, la segunda, más bien subordinó el desarrollo de las elecciones al uso abierto de la violencia política o amparándose en el golpismo militarista. 4odo esto benefició a )icolás de Piérola a que como se habían venido dando los acontecimientos hasta ese momento, bastaba con mantener a la población de su lado para justificar la permanencia legítima de su gobierno. Esto era posible en la medida que el califa, a pesar de carecer de un partido político propio, proectaba a la sociedad !la cual tenía como se ha dicho cada vez menos rasgos militaristas! una imagen de caudillo no solamente civil sino también militar. @l tiempo, que su figura se fue tornando en algo necesario debido a la situación de caos anarquía en que se iba sumergiendo el país. (a población empezó a e1igir, ante la emergencia de la situación, un líder civil que respetase, en lo posible, la institucionalidad política republicana que se había logrado alcanzar con mucho esfuerzo pero también demandaba urgentemente la firmeza de un jefe militar más a>n cuando ninguno de los demás militares osaba recuperar el poder político perdido a manos del califa, impuso así un régimen de mano dura para impedir que la crisis se desbordara totalmente. Esto fue posible debido a que< /...0 la sociedad civil empezó a jugar un rol importante dentro de las luchas políticas, surgió una esfera en la cual los civiles tenían una capacidad de movilización maor que los militares. ientras que se disminuó la capacidad de liderazgo de hombres militares, aumentó la de civiles siempre cuando ellos formaran parte de los círculos civiles en (ima. @l mismo tiempo, las fuerzas armadas como institución todavía no tenían la coherencia suficiente para entrar al juego político como actor independiente .?
El $efe %upre!o Nicolás de Piérola u# caudillo cí+ico-!ilitar de carácter populista
Pero qué tipo de caudillo fue )icolás de Piérola. Por lo dicho hasta aquí, era un caudillo civil con alma de militar. @unque el protagonismo de la sociedad civil le iría e1igiendo, al califa, e1plotar una veta que había mostrado desde tiempo atrás que e1presaría cada vez con más fuerza, en la medida que iría avanzando el régimen pierolista. El carácter populista de Piérola definiría principalmente su personalidad caudillesca. 2effre Jlaiber se-ala que el califa e1presó un populismo opuesto al militarismo a la oligarquía civilista siendo su lado conservador su obsesión por la estabilidad el orden,"% ?
=lrich ucHe. K=topía republicana o partido políticoL. +omentario sobre una nueva interpretación del primer civilismo;. Histórica. (ima, volumen CC88, )* &, "??#, p. &. "% 2effre Jlaiber. La I&lesia en el Per". (ima< Pontificia =niversidad +atólica del Per>, "?##, p. "%#.
complementaria 2orge 7asadre menciona, acertadamente, que Piérola había sido, a pesar de su populismo nacionalisno, un conservador en sus ideas fundamentales. "" @unque agrega que< /...0 buscó el cari-o de las masas mediante sus audaces actitudes en el discurso, el escrito en la acción, contra la plutocracia surgida de los negocios con el guano con los bancos. 6ue el primer político que se atrevió a atacar a los ricos a llamar contra ellos a la ciudadanía. )unca antes en la política peruana se había utilizado tan claramente las diferencias sociales económicas como bandera< ella había girado durante los períodos anteriores en torno a la geopolítica /Iamarra contra Fanta +ruz0 o al debate entre liberales conservadores, o a la pura simple rivalidad de ambiciones personales ."&
Pero precisemos mejor estas características generales esbozadas por los mencionados historiadores para comprender, en forma más cabal, la personalidad política del califa. En este sentido habría que decir que el populismo de Pieróla "B se consolidó en momentos en que la sociedad peruana estaba atravesando por una crisis agudizada por la guerra e1terior. @unque aparentemente los populismos emergen como movimientos transitorios debido a que aparecen en momentos de crisis, en el caso de Piérola, terminaría convirtiéndose en una forma constante de hacer política. Por otro lado, los populismos no son un tipo de movimiento con ideología base social determinable sino más bien con una lógica política."9 En el caso del califa surgió de las demandas sociales de grupos heterogéneos !maoritariamente populares! opuestos al militarismo autoritario a la argollera oligarquía civilista, quienes necesitaban de un sujeto político capaz de representar, de alguna manera, todas sus e1igencias sociales. El califa, como consolidado líder, inspiraba confianza en la medida que sus propuestas de satisfacción de las demandas p>blicas aunque fueron demasiado cargadas de una retórica esperanzadora nacionalista, brindaban un gran consuelo a la población. (o importante para su cone1ión con las diversas capas sociales no
""
2orge 7asadre. lecciones y centralismo en el Per" (,puntes para un es2uema +istórico. (ima< =niversidad del Pacífico, "?#% p. D. "& 2orge 7asadre. Peruanos del si&lo 3I3 . (ima< Ediciones MiHcha Per>, "?#", p. "B. "B Para nuestra caracterización del pierolismo como gestor de un movimiento populista hemos adaptado los elementos se-alados por 2oan del @lcázar Iarrido en su estudio sobre @mérica (atina, siendo los más importantes el liderazgo político, alianza policlasista, movilización social, eclecticismo ideológico redistribución de la riqueza. :éase al respecto 2oan del @lcázar Iarrido et. al. Historia contempornea de ,mrica. :alencia< =niversitat de :alencia, &%%B, pp. &9D!&D". "9 Ernesto (aclau. La ra4ón populista. 7uenos @ires< 6ondo de +ultura Económica, &%%D, p. "D".
era lo que decía sino la forma como lo decía, es decir la personalidad retórica del líder populista. El problema que tendría este caudillo fue que la configuración social que apoaba al movimiento incluía individuos con diversos intereses, lo cual hacía difícil la satisfacción de todos. El califa, en sus primeros manifiestos, planteó la necesidad de una alianza policlasista sobre la base de un frente amplio que uniera a todos los peruanos. 7uscó acabar !o aunque sea contener! a los grupos opositores que veían el arraigo arrastre de este líder carismático como producto de la acción maquiavélica propia de un manipulador de voluntades. Fin embargo, la heterogeneidad de la dicha configuración social no e1cluía intereses análogos o compatibles posibles de conciliar en un sistema de corte populista3 esta unión se dio a partir de un discurso optimista de carácter nacionalista que ensalzaba, entre otros aspectos los valores cívicos patrióticos del pueblo peruano. 'e tal manera que el país podría sobreponerse a cualquier tipo de adversidad para así lograr el triunfo en la guerra e1terna. En este sentido, el discurso populista de Piérola no fue e1cesivamente retórico por una falla o descuido, sino más bien respondió a una realidad heterogénea fluctuante. Es así que debió recurrir a un eclecticismo ideológico bastante pragmático !aunque en este, como bien se-ala 7asadre, tuvo cierto predominio su conservadurismo político! que mostró al movimiento pierolista como el >nico capaz de regenerar la sociedad defender el orden republicano contra el chileno invasor. Pero es evidente que en todo movimiento de corte populista nunca se van a llegar a saciar las necesidades de las maorías por más esfuerzos redistributivos que se hagan menos a>n en una countura bélica. 6ue por esto >ltimo que los límites de los beneficios, en el caso de Piérola, se irán observando rápidamente en la práctica. Por ello es que gran parte de los gobiernos populistas son constantemente cuestionados. El del califa no sería en ese sentido la e1cepción a la regla. =na forma de neutralizar las críticas consiste en movilizar permanentemente a la sociedad o ir tomando actitudes que van lindando con el autoritarismo3 esto se hace con el objetivo de mantener una base social amplia de apoo al régimen populista así como también para neutralizar las críticas de los opositores. @mbas medidas serían tomadas por el califa a lo largo de su gobierno. Eso se hizo cada vez más evidente cuando la crisis no
pudo ser superada por el contrario de agudizó la guerra se torno irremediablemente en una derrota. Es así que por todo lo dicho hasta aquí )icolás de Piérola, astutamente, cuando asumió la má1ima magistratura del país no lo hizo con el cargo de presidente, en la medida que para las costumbres políticas de la sociedad civil solamente era posible si hubiera recibido el poder como consecuencia de una elección. Por el contrario, el califa lo hizo con el cargo de 2efe Fupremo. @sí detentaba facultades omnímodas. Ese fue el título que encabezaba la maoría de decretos durante su gobierno, el cual hacía hincapié en el goce de poderes plenos. Posteriormente, estratégicamente le agregaría el paternalista título de Protector de la Maza 8ndígena."D 6ortaleciendo así la legitimidad de su autoridad al incluir el apoo otorgado; por la maoría del país. Esto hizo ver al com>n de la gente que Piérola había asumido los poderes de un 'ictador " que, siguiendo lo se-alado por +ristóbal @ljovín, sería por sus características de corte romano o clásico."$ Nue cual caudillo salvador, gozaría de facultades e1traordinarias !aunque temporales! debido a la emergencia de la situación, pues el objetivo sería reinstaurar el orden la estabilidad en la rep>blica que estaba en estado de guerra. El caudillo Piérola al ser un civil, debería respetar en la
"D
!amillete o repertorio El decreto fue emitido el && de mao de "##%. :éase anuel @tanasio 6uentes. de los ms piramidales documentos oficiales del &obierno dictatorio con una parodia al lado en 'il 'erso redactada por 5ray *enito ncalada 6ontestru2ue y 6aldonado . (ima< 8mprenta del =niverso de +arlos Prince, pp. "#!"?. 7rooHe (arson se-ala que )icolás de Piérola reinventó la política i ndígena cuando llegó a la conclusión de que el triunfo peruano se hallaba en la sierra, la cual debería ser movilizada por todos los medios posibles, apostó para ello en favor de la lealtad obediencia de los indios amparándose básicamente en el más puro absolutismo paternalista, discurso por el que apelaba a sus indios; para que estos se sacrificaran en su conjunto en el esfuerzo bélico nacional que hacía el Fupremo Iobierno. @ cambio de esto se-alaba, el califa le daría a la población indígena su protección personal en contra de la tiranía de los tradicionales poderes locales, al reconocerse él mismo como árbitro final de la justicia contra cualquier agravio que sufriera alg>n indio. Paralelamente a lo dicho por la autora se llegó a ordenar el enlistamiento de todo varón entre " % a-os, así como se incorporó en la milicia a miles de pobladores indígenas que apenas hablaban el castellano, que a través de una manipulada estrategia discursiva llegaron para defender a la capital. @sí el pomposo título de Protector de la Maza 8ndígena; que detentaba el 2efe Fupremo, fue utilizado no sólo para justificar la movilización desde la sierra de esta infortunada población, sino también sirvió para legitimar la autoridad del propio régimen, en la medida que decía contar con el total apoo de las reales maorías del país, sin hacer para ello maor invocación a un lenguaje constitucional o patriótico sino como se ha dicho a uno netamente paternalista. :éase al respecto 7rooHe (arson. Indí&enas) elites y stado en la formación de las rep"blicas andinas. 18-191. (ima< Pontificia =niversidad +atólica del Per>O8nstituto de Estudios Peruanos, &%%&, pp. ""&!""B. " Ga que se-alar que no es mu com>n que )icolás de Piérola sea llamado, en documentos oficiales, 'ictador3 lo más recurrente es que aparezca oficialmente como 2efe Fupremo que es el título con el cual asumió la má1ima magistratura del Estado, el termino 'ictador es usado maoritariamente por sus enemigos políticos tratando de darle una connotación negativa al mismo o por los historiadores para caracterizar a su forma de gobierno. "$ +ristóbal @ljovín. audillos y constituciones. Per" 18#1-18: . (ima< 8nstituto Miva!@gAeroO6ondo de +ultura Económica, &%%%, pp. &$!&#.
medida de lo posible, la legalidad del sistema republicano3 paralelamente, al detentar una autoridad plena en poderes, la mejor forma de consolidarla era asumiendo las actitudes de mando gestos de corte castrense e1hibidos por los jefes militares a lo largo de la rep>blica."# +on toda esta escenografía cívico!militar se buscaba poner fin a la anarquía, corrupción, faccionalismo despotismo imperante llevando la guerra contra +hile a una conclusión satisfactoria, los hechos posteriores demostrarían totalmente lo contrario. as %ecretarías de Estado "r*a#os e,ecutores de los poderes asolutos del $efe %upre!o
ás el problema obviamente acuciante para la sobrevivencia del nuevo régimen no era controlar la capital sino ejercer su dominio sobre las provincias del interior. Fi el flamante dictador )icolás de Piérola buscaba encarar de forma mínimamente satisfactoria la guerra contra el invasor sure-o, debía ir más allá de ejecutar un e1itoso golpe de Estado detentar amplios poderes con actitudes coreográficas castrenses. Para el logro de dicho objetivo el califa necesitaba llevar a cabo acciones de cambio más radicales. Esta actitud de querer transformar la realidad estaría mu cercana a lo que +ristóbal @ljovín observaría como comportamientos propios de un dictador moderno o revolucionario. Pues a través del uso de los poderes delegados veía como algo imperioso cambiar la +onstitución !o al menos dejarla sin efecto!, reformar el aparato del Estado , asimismo reestructurar las bases del orden social imperante, aunque claro está, sin salir de las formas clásicas republicanas."? @sí, la primera medida tomada por el gobierno pierolista para alcanzar estos caros anhelos fue poner en marcha el llamado 'espacho de la @dministración Fuprema !ente central de la nueva estructura que tendría el Estado pierolista!, organizado mediante siete Fecretarías de Estado. Esta nueva estructura política planteada por )icolás de Piérola dejó de lado la tradicional recurrencia a los inistros de Estado, &% pues lo que buscaba el emergente régimen populista eran funcionarios sometidos al poder omnímodo del 2efe "#
+arlos iro Nuesada (aos hace referencia al aspecto teatral de las actitudes militaristas asumidas por )icolás Piérola, entre ellas podemos mencionar por ejemplo la forma como gustaba ser retratado por los periódicos con ademanes militares, los cuales iban de la mano con una vestidura castrense propia del 88 Meich alemán, usando casco prusiano botas federicas. :éase al respecto +arlos iro Nuesada. ,utopsia de los partidos políticos. (ima< Ediciones Páginas Peruanas, "?", pp."99!"9D. "? +ristóbal @ljovín. audillos y..., p. &#. &% 2osé Iálvez con relación a los ministros de Estado durante el siglo C8C se-ala que eran /...0 funcionarios que además de representar un sector de la administración p>blica pueden cogobernar en tanto son solidarios por la responsabilidad política de sus actos políticos;. :éase al respecto 2osé Iálvez. El Per> como Estado< proectos políticos independentistas;. Fcarlett 5Phelan /comp.0. La independencia del Per". 0e los *orbones a *olí'ar . (ima< 8nstituto Miva!@gAero, &%%", p.B&%.
Fupremo de la Mep>blica. Este dispuso, el mismo día de su creación, que las secretarías fueron asumidas< Para Melaciones E1teriores +ulto, al 'r. '. Pedro 2osé +alderón. Para Iuerra, al +oronel '. iguel 8glesias. Para arina al +apitán de )avío '. anuel :illar. Para Iobierno, a '. )emesio 5rbegoso. Para 2usticia, al 'r. '. 6ederico Panizo. Para Gacienda al 'r. '. anuel @. 7arinaga. Para 6omento a '. anuel ariano Echegara .&"
El decreto para la designación de este gabinete compuesto por secretarios se produjo, paradójicamente, el día &9 de diciembre. 6ue considerado como el regalo de nochebuena que el 2efe Fupremo hacía a la población peruana, que buscaba una mejor administración en la gestión p>blica. (a e1pectativa sobre este primer gabinete fue mu grande3 más a>n, al ser representantes de sectores sociales bastante heterogéneos, se pensaba no sólo que podían neutralizar la emergencia de bases autónomas de poder restableciendo la autoridad del Estado, sino además podían generar la confianza necesaria entre la población sobre que eran competentes para ejecutar con eficiencia la tarea encomendada por el nuevo régimen de restaurar la capacidad operativa de las instituciones gubernamentales. Estas, para que no fueran olvidadas por los Fecretarios de Estado, serían repetidas constantemente !junto con las e1igencias de reconocer los legítimos amplios poderes de )icolás de Piérola a quien estaban subordinados! como encabezados de los decretos que iría emitiendo uno tras otro el gobierno del califa< =n voto espontáneo del Per> emitido de consuno unánimemente, por el pueblo el ejército de mar tierra, acaba de investirme del ando Fupremo de la Mep>blica, con facultades omnímodas,
las
cuales
conforme
a
las
inspiraciones
nacionales,
manifestadas
perseverantemente de tiempo atrás a los deseos más ardientes de mi corazón, serán empleadas en la regeneración de las instituciones políticas, que la demandan con urgencia, esforzándome ante todo en preparar el triunfo de nuestras armas en la guerra en que nos hallamos empe-ados con +hile .&&
&"
+itado por anuel @tanasio 6uentes. !amillete..., p. "". Este encabezado a un decreto emitido el &B de diciembre de "#$? servirá como modelo para muchos de los decretos emitidos con posterioridad por el régimen del califa. &&
Esa primera estructura gubernativa surgió además con la creación de dos nuevas carteras de gobierno. En primer lugar, se estableció la Fecretaría de 6omento que comprendería los rubros de obras p>blicas, industria, comercio beneficencia. En segundo lugar, se decidió separar del ramo de Iuerra a la nueva Fecretaría de arina. @mbas medidas tuvieron resultados diferentes. ientras la Fecretaría de 6omento emergía como un ente necesario ante la pro1imidad de los ejércitos chilenos. Ella debía cubrir no sólo las necesidades urgentes de infraestructura que requería el país, ma1imizando los escasos recursos, sino también las alternativas para la creación de nuevos ingresos ante la cada vez más inevitable perdida de la riqueza salitrera. +osa diferente ocurrió con la Fecretaría de arina, tornada en un órgano innecesario a causa de la derrota en la +ampa-a arítima donde fueron destruidos nuestros principales navíos. (o lógico ante esta catastrófica situación era no dividir nuestro debilitado aparato bélico sino mantenerlo unido mejorando su operatividad. Fi bien los resultados políticos obtenidos por este primer gabinete no son nuestro objeto de estudio, si diríamos que las e1pectativas con las que surgió para resolver los grandes problemas que tenía el país, no pudieron ser cubiertas a pesar del esfuerzo realizado por los secretarios !cuo desempe-o habría que se-alarlo, fue bastante disparejo en su conjunto!, más a>n, se fueron agudizando los problemas en la medida que las tropas invasoras chilenas se apro1imaban cada vez más a la capital minaban la operatividad del Estado jefatural. Co#ce#tra#do los poderes del Estado del co#trol del Poder $udicial al cierre del Co#*reso de la &ep'lica
(a autonomía de los poderes que podían equilibrar al (eviatán pierolista prácticamente desaparecieron, como puede observarse en el artículo D* del Estatuto Provisorio. El Poder 2udicial si bien aparentemente conservaría su independencia, esta se supeditaría a las reformas e1igidas por el 2efe Fupremo, abarcarían varios niveles. En primer lugar, los cuerpos legales, tanto civiles como penales, si bien a>n se mantenían vigentes sus días parecían contados. En la medida que, seg>n el flamante secretario de justicia e instrucción 6ederico Panizo, dichos códigos adolecían indudablemente de defectos, por lo mismo, son susceptibles de mejora de progreso;, era imposible de conseguir sin el concurso de notables jurisconsultos que serían convocados aparentemente por el Fupremo Iobierno, para que elaborasen nuevos códigos jurídicos lo más pronto
posible.&B En segundo lugar, el Fupremo Iobierno se arrogó también la facultad de los nombramientos de agistrados demás funcionarios del poder 2udicial; sin previa propuesta de la +orte Fuprema o de las superiores. @demás, para consolidar su autoridad sobre el aparato judicial dispuso que los jueces de paz sean nombrados por los prefectos de departamento, derogándose toda disposición que se oponga a estos caros anhelos. &9 4ambién se buscó que la magistratura fuera nuevamente apreciada por la población, en la medida que uno de los factores más perturbadores del orden social era el poco respeto que tenían, tanto los litigantes como los abogados, por las personas que administraban justicia. Por ello se dispuso< /...0 que la falta de verdad, el insulto, la diatriba, seran desterrados prácticamente para siempre de los documentos estrados judiciales3 a que la le escrita cuanta consideración social, grande ó peque-a, así lo e1igen3 con cuo propósito emplearan los magistrados todos los medios que la le misma les franquea para la consecución amplia cumplida de tan laudable fin, !a se reprimiendo á los litigantes cuando la falta proceda solo de ellos, a a los mismos abogados en el caso de que aquella sea imputable al defensor .&D
(a >ltima columna que quedaba en pie para el equilibrio de poderes era el +ongreso de la Mep>blica, el cual a no sería convocado. Esto debido a que mantenerlo en funcionamiento implicaba, para ojos del califa, poner en riesgo la permanencia misma del régimen. El Poder (egislativo de maoría civilista había culminado sus funciones en octubre por lo que no pudo pronunciarse sobre el ascenso al poder del nuevo régimen, su convocatoria podía influir sobre el apoo brindado maoritariamente por la población civil, puesto que si lo ratificaba obligaría al caudillo golpista, por la presión popular incentivada por el +ongreso, a convocar a elecciones presidenciales para legitimarse en el poder. Esto lo evitaría, por todos los medios, )icolás de Piérola, en la medida que debería sujetarse a un sistema de equilibrio de poderes al ser declarado presidente constitucional. & En caso contrario, si no ratificaba al califa, se deslegitimaría al ser visto por la población como un caudillo usurpador motivado por intereses particulares, partidistas faccionalistas pudiendo
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El documento tiene fecha & de diciembre de "#$?. :éase al respecto anuel @tanasio 6uentes. !amillete..., p. ?$. &9 El documento tiene fecha " de enero de "##%. Ibíd. p. "%". &D El documento tiene fecha B% de enero de "##%. Ibíd . p. ""9. & Para los procedimientos de ratificación de un caudillo golpista véase al respecto +ristóbal @ljovín. audillos y..., p. &.
acabar incluso en el destierro&$ al ser declarado un enemigo de la patria3 lo cual no era nada descabellado, a sabiendas de la abierta oposición e1presada por los representantes del civilismo sus medios de prensa, que esperaban la mínima oportunidad para movilizar a las masas en su contra. @l depender su legitimidad en parte del fallo del +ongreso, Piérola tomó la decisión de no ordenar su convocatoria. @sí acabó totalmente con lo que quedaba del orden constitucional. El Co#se,o de Estado "r*a#o de co#sulta del $efe %upre!o de la &ep'lica
El quiebre institucional decretado por el califa debía ser nuevamente restablecido a que su régimen debía guardar necesariamente las formas republicanas. Es así como estructuraría un órgano dependiente del Ejecutivo que buscaría cubrir el vació de poder que dejó el (egislativo que tendría carácter consultivo. Este fue el denominado +onsejo de Estado. Por su tipo de organización guardó dos características. (a primera, tuvo en su composición un carácter eminentemente lime-o3 la segunda era un ente absolutamente centralista. 6ueron el complemento perfecto pensaba Piérola para alcanzar la tan anhelada estabilidad política, al actuar de manera subordinada los Fecretarios de Estado al 2efe Fupremo. @demás al cooptar a algunas personalidades importantes de (ima vinculadas a las más diversas actividades /económicas, eclesiásticas, judiciales, culturales, incluso militares0, el califa intentaba neutralizar a sus más enconados enemigos políticos, los civilistas que para ese momento fueron su principal enemigo. El 2efe Fupremo se aseguró por otro lado el control del +onsejo de Estado al arrogarse la facultad de nombrar a seis de los once consejeros que componían dicha entidad estatal. Mestringió así su marco de acción al limitar su intervención a los asuntos que le se-alaría. En este sentido nació el +onsejo de Estado huérfano de atribuciones propias. 6inalmente, se estableció por decreto que cada consejero de Estado para que asumiese el cargo debería prestar el juramento de fidelidad a la suprema autoridad. Gemos de indicar que incluso el mismo +onsejo de Estado avalaba &$
+ristóbal @ljovín se-ala que la deportación era similar al del ostracismo en la rep>blica griega clásica. (os enemigos de la patria tenían que ser e1pulsados para impedir que la ética republicana se contaminara con el faccionalismo. (os malos elementos eran, por ejemplo, los demagogos que confundían al pueblo. (os peligros del arte de la persuasión ejercido por los falsos profetas tenían que ser erradicados de la sociedad;, Ibíd . p #. El artículo B* del decreto emitido el "$ de enero de "##% se-ala que los consejeros de Estado deberán prestar ante el 2efe Fupremo el siguiente juramento< !K2urais desempe-ar leal patrióticamente, el cargo de +onsejero de Estado, que en nombre de la Mep>blica os confio3 cumplir fielmente el Estatuto Provisorio3 cooperar con todas vuestras fuerzas á la regeneración del Per>, mu particularmente al triunfo de las armas nacionalesL! (os +onsejeros contestarán
el accionar del 2efe Fupremo. El centralismo establecido como política de gobierno en el país buscaba en la medida de lo posible Piérola que no entrase en contradicción con los más caros ideales de la descentralización pues ambas pensaba se relacionaban mutuamente de forma directa< (a autonomía de un Estado en nada se opone a la autonomía del conjunto< la una se refiere a los derechos de una personalidad moral, que, como las demas, es parte de una misma asociación general, que cuida de la conservación de todos los grandes bienes de la universalidad de las unidades locales. El estado promueve por sí mismo su adelanto en el recinto de su territorio, se concreta a la atención del corazon de ese cuerpo que, compuesto de diversos miembros, recibe de todos éstos su continjente de vida, como el corazon del cuerpo humano es el centro adonde, merced a las funciones del organismo, concurre la sangre para darle calor, movimiento vitalidad .&?
as prefecturas y suprefecturas co#ce#tra#do los poderes a #i+el local
Esta política centralizadora con aparentes ideales descentralizadores era prácticamente imposible que se materializara en los hechos. Pues el califa decidió acabar totalmente con la civilista e1periencia descentralizadora administrativa fiscal estructurada en tres niveles, suprimiendo los +onsejos 'epartamentales, Provinciales de unicipalidades el "9 de enero de "##%. B% )o optando el 2efe Fupremo por perfeccionarlas darles una nueva organización, sino por restablecer el antiguo sistema de prefecturas. @sí unió la función política administrativa con la económica tributaria. En este sentido, el cese de órganos de gobierno descentralizados se debió más que a una diferencia política con el civilismo a su afán por fortalecer el Estado !es decir el centralismo fiscal acabó reforzando el centralismo administrativo, buscó que los grupos regionales pierdan autonomía capacidad de fortalecimiento!B" para no perjudicar a los sectores populares agobiados con los impuestos.
!amillete..., pp. "D9!"DD. &? El documento tiene fecha %# de julio de "##%. :éase Pascual @humada oreno. ;uerra del Pacífico. !ecopilación completa de todos los documentos oficiales) correspondencias y demas publicaciones referentes a la &uerra 2ue +a dado a lu4 la prensa de +ile) Per" i *oli'ia. onteniendo documentos inditos de importancia. :alparaíso< 8mprenta (ibrería @mericana, tomo 888, "##, p. B"D. B% :éase anuel @tanasio 6uentes. !amillete..., p. "%". B" +arlos +ontreras. entralismo y descentralismo en la Historia del Per" independiente . (ima< 4he 2apan +enter for @rea FtudiesO8nstituto de Estudios Peruanos, 5cassional Paper )* %9, &%%% p. ?.
(a prueba de lo que estamos diciendo está en la conducta del general (uis (a Puerta. 'urante su breve paso por la má1ima magistratura vio en los +onsejos 'epartamentales una estructura mu apropiada para recaudar ingresos para generar un sistema defensivo en diversos sectores de la Mep>blica;. B& +on una visión de ingresos descentralizados, el Primer :icepresidente de la Mep>blica llevó a cabo mediante la promulgación de una le tributaria de emergencia, el "# de mao de "#$?, una elevación del DQ anual sobre la cuota en el cobro de las contribuciones con respecto a la propiedad territorial /que incluía a los predios r>sticos urbanos0 !que afectó directamente a la clase propietaria constituida principalmente por la población blanca mestiza! , así como la industrial de patentes !que afectó las ganancias de los comerciantes artesanos!,BB una contribución personal de DQ anual sobre la renta de capital movible, dejó e1ento del pago a la renta menor a B%% soles al a-o, sumado a la contribución personal eclesiástica, todos los cuales serían cobrados por los +oncejos 'epartamentales, aunque estos debían transferir al 4esoro )acional el &DQ del producto neto del importe de las respectivas matrículas, mientras que el íntegro del capital movible iría a la +aja 6iscal;.B9 El 2efe Fupremo buscó desgravar los impuestos que presionaban sobre el conjunto de la población !la cual se encontraba golpeada duramente por la espiral inflacionaria!. 'ecidió, al suprimir principalmente los +onsejos 'epartamentales, refundir en una sola contribución general sobre la renta, los impuestos de contribución personal, industrial, patentes, movimiento de capitales, predial urbana rural, incluso la eclesiástica. +onsiderando que todo habitante de un país estaba obligado a contribuir, en proporción a sus recursos, al sostenimiento del gasto p>blico;,BD reduciendo su campo de afectación de "%Q a Q, disminuendo los montos anuales sobre la renta de DQ a BQ, pasando la e1ención para los que tuvieran una renta menor a %% soles a no B%% como era antes, para los que no estuvieron afectos siendo varones entre &" % a-os, debían pagar B soles en costa & en sierra, es decir la llamada modernización; del aparato fiscal caó una vez B&
Pedro Planas. La descentrali4ación en el Per" republicano (18#1-1998. (ima< unicipalidad etropolitana de (ima, "??#, p. &B#. BB +arlos +ontreras se-ala que estas contribuciones sumadas a las de carácter eclesiástico, serían los >nicos impuestos cobrados directamente a la población, en el sentido de que representaban la entrega del ciudadano al Estado de una parte de sus ganancias derivadas directamente de la tenencia de una propiedad, o del ejercicio del comercio o la industria. :éase +arlos +ontreras. Ideales democrticos) realidades autoritarias. ,utoridades políticas locales y descentrali4ación en el Per" a finales del si&lo 3I3. (ima< 8nstituto de Estudios Peruanos, 'ocumento de 4rabajo )* ""B, &%%", p. $. B9 Pedro Planas. La descentrali4ación...) p. &B#. BD 2orge 7asadre. Historia de la..., p. "%9.
más en el tradicional; esquema de distinciones en la tributación. B El encargado de esta >nica contribución era el prefecto. Este nombraría a su vez a los recaudadores. @sí desplazaba a los subprefectos en la tarea de recaudación fiscal. 'ebido a la necesidad que tenían de presentar fiadores, lo que los hacía necesariamente dependientes de los poderosos comerciantes o hacendados locales quienes eran los >nicos que tenían la capacidad de otorgar tales fianzas.B$ +on ello el califa buscó disminuir el poder efectivo de los subprefectos en el interior para hacerlos dependientes del poder central. (os impuestos cobrados por dichos funcionarios eran sumamente escasos3 fueron prácticamente simbólicos. Mealizaban por otra parte prácticas ilegales /e1acciones;0. Estos continuaron incluso durante la jefatura suprema. Prueba de ello es el decreto emitido por el 2efe Fupremo el &$ de febrero de "##% contra el subprefecto de Guánuco debido a las constantes denuncias. (legándose incluso a nombrar un 'elegado del Iobierno; de carácter especial e1traordinario, para la averiguación de los abusos cometidos e imposición del necesario correctivo.B# En suma, esta breve e1periencia de los +onsejos 'epartamentales /"#$B!"##%0, la más larga e1periencia descentralista que el Per> había vivido hasta entonces, culminó como las anteriores, arrasada por esa mezcla de autoritarismo centralismo, que puso a 7olívar contra las neonatas 2untas de "#&B, a Iamarra contra las vibrantes 2untas de "# al coronel @rguedas contra las abortadas 2untas de "#D. +ulminó, con ese espíritu centralista antidemocrático que traerán, luego, los golpes de "?"? "??&. B?
Política desce#tralista acia el e.terior la e!er*e#cia de los Estados /#idos Perua#os-0oli+ia#os
4ras los desastres en la campa-a terrestre de 4acna @rica, Piérola intentó restablecer los fallidos sue-os bolivarianos integracionistas andinos para poder recuperar el n>cleo tradicional de poder político económico en @mérica del sur 9% vencer así al invasor chileno, el cual buscaba, a su vez, la cancelación de la @lianza Per>!7oliviana. +hile por su parte proponía estratégicamente a 7olivia la unión contra el Per>, repartiéndose los B
+arlos +ontreras. odernizarse o descentralizar< la difícil disuntiva de las finanzas peruanas durante la era del guano;. *oletín del Instituto 5rancs de studios ,ndinos . (ima, "??, volumen CC:, )* ", p. "9#. B$ +arlos +ontreras. Ideales..., p. $ B# :éase anuel @tanasio 6uentes. !amillete..., p. "DB. B? Pedro Planas. La descentrali4ación...) p. &B#. 9% Fusana @ldana. (a confederación peruano!boliviana< los >ltimos sue-os bolivarianos los primeros de integración;. !e'ista Histórica. (ima, tomo CCC8C, "??!"??#, p. &"#.
territorios conquistados< 4arapacá para +hile 4acna @rica para 7olivia. 9" Esta propuesta fue rechazada rotundamente por los bolivianos hasta el final de la guerra. Prueba de esta actitud boliviana de unir sus destinos a los del Per>, sería que a pesar de contar con una situación política más estable que la peruana, el mandatario boliviano )arciso +ampero aceptaría participar en la unión federativa.9& Pero esta política e1terna del Per> era también necesaria para consolidar la paz interna en ambas naciones. Para ello se dispuso, mediante la firma de un protocolo preliminar, sentar las bases para la unión federal de los dos países. 'ocumento suscrito por el secretario de relaciones e1teriores culto del Per>, Pedro 2osé +alderón el ministro plenipotenciario de 7olivia, elchor 4errazas.9B En tal documento se acordó, entre otros puntos, que Per> 7olivia formarían una sola nación denominada Estados =nidos Peruano!7oliviano3 los departamentos de cada una de las rep>blicas se constituían en Estados federales con instituciones lees propias las cuales no se opondrían a las de la 6ederación3 el Iobierno )acional de la federación se sostendría en la división autonomía de tres poderes< ejecutivo, legislativo judicial de la =nión3 el Poder Ejecutivo )acional sería desempe-ado por los 2efes Fupremos de ambas naciones, con el carácter de Presidente el uno :icepresidente el otro por tiempo de cinco a-os. =n protocolo complementario 99 estableció que las bases preliminares serían sometidas a votación en los dos Estados sin las cuales no tendrían efecto alguno3 no siendo posible la elección del Poder Ejecutivo )acional se acordó provisoriamente que el 2efe Fupremo del Per> asumiría el cargo de Presidente de la =nión el Presidente de 7olivia el de :icepresidente. El hecho de haber sido propuesto Piérola para asumir la presidencia de la 6ederación, lo obligó ceder por cálculo político con cierto espíritu de desprendimiento en algunas de sus más férreas ideas centralistas autoritarias. (legó incluso a decir que la autonomía de los departamentos les permitiría resolver sus propios problemas, serían más prósperos i felices i con vigor nuevo, con amor más íntimo, a la unidad i fuerza del país;. @demás 9"
'aniel Parodi. La la&una de los 'illanos. *oli'ia) ,re2uipa y Li4ardo 6ontero en la ;uerra del Pacífico (1881-188$. (ima< Pontificia =niversidad +atólica del Per>O8nstituto 6rancés de Estudios @ndinos, &%%", p. &?. 9& Ibíd . p. B# 9B El documento tiene fecha "" de junio de "##%. :éase Pascual @humada oreno. ;uerra del..., pp. &9%!&9&. 99 El documento tiene fecha "" de junio de "##%. Ibíd . p. &9&.
plantearía más que una descentralización gradual del régimen central, una radical total en beneficio defensa del interés nacional. El 2efe Fupremo ofrecía desprenderse de un sinn>mero de facultades i medios de acción que suministra el régimen central para aceptar la forma federativa;. En consecuencia con esto pidió cumplir con lo ordenado por el protocolo complementario de llevar a cabo una elección libre en ambas naciones, consultándose la voluntad popular. Folicitó al +onsejo de Estado la aprobación del pacto de unión con 7olivia, también la forma más conveniente para poder saber la opinión de la población sobre tan delicada cuestión. (a +omisión 'iplomática del +onsejo de Estado, reunida el %# de julio de "##%, aceptó en primer lugar el pacto celebrado con 7olivia para el establecimiento de la 6ederación Per>!7oliviana. 9D Planteó para ello dos modalidades para su aprobación. =na, a través de la convocatoria de una @samblea de 'iputados que por lo reducido de su n>mero /no se-alaba cuantos0, podría dar su fallo en un plazo no maor de cuarenta días. (a otra, sería la del sufragio directo de los ciudadanos con derecho a voto. Para tal caso se abriría un libro en las municipalidades donde se registrarían las opiniones de cada uno de los sufragantes bajo la fórmula de acepto o no acepto; el sistema de la +onfederación Peruano!7oliviana. El +onsejo de Estado, presidido por el @rzobispo de (ima, después de discutir el dictamen de la comisión diplomática acordó aceptar la modalidad de sufragio directo de la población.9 (a +onvención )acional de 7olivia 9$ acordó aprobar las bases de la =nión 6ederal con el Per> contenidas en el protocolo preliminar. 4ambién acordó la modalidad de votación plebiscitaria para su sanción definitiva, la cual debía hacerse con el apoo de los consejos juntas municipales, mediante unas papeletas entregadas a los sufragantes que tendría redactada la pregunta KFi acepta o nó la =nion federal de los estados per>! bolivianosL;. El sí o el no de la respuesta sería garantizado con la firma del sufragante.9# 'espués de la elección, el Ejecutivo convocaría a la +onvención )acional a efecto de proclamar el voto del pueblo ratificar así el pacto de la =nión 6ederal Peruano!7oliviana. Fi bien 7olivia no abandonó la alianza con el Per>, la +onvención )acional boliviana, en
9D
Ibíd . p. B"9. El documento tiene fecha %# de julio de "##%. Ibíd . p. B". 9$ El documento tiene fecha "B de julio de "##%. Ibíd . pp. B"!B"$. 9# El documento tiene fecha &% de julio de "##%. Ibíd . p. B". 9
especial los representantes de la minoría,9? obstaculizaron la aplicación del pacto federal. Fe llegó a emplear tramitaciones administrativas dilatorias bajo la justificación de no contar con las facultades debidas para resolver tan espinoso asunto obstruendo el sistema de elección plebiscitaria por el cual debería de consultársele a la población.D% Co#clusi"#
Por todo lo dicho hasta aquí, no es dable seguir argumentando que el gobierno de Piérola no representó un intento de reorganización regeneración política del Per>. En este sentido habría que se-alar que su proecto político buscó ser aplicado en los hechos, aunque en su intento fracasó totalmente. (legó en su conjunto a abarcar los más diversos niveles de reforma administrativa. 7asta hacer un breve recuento de sus innumerables circulares, decretos reglamentos para apreciar la magnitud de su plan de acción política. El proecto político del califa centró sus esfuerzos en proectar, de forma permanente en su aplicación, una retórica triunfalista. (as dificultades de este plan discursivo estribaron en que sus ideas estaban sustentadas en la eficacia administrativa institucional en los triunfos militares. Fin embargo las derrotas en el campo de batalla desinstitucionalizaron al país e hicieron que la esperanza se fuera diluendo la desilusión se hiciera cada vez más e1tendida entre la población. Esto era mu peligroso para el régimen pierolista a que podría terminar en el cuestionamiento de las frágiles bases de poder sobre las que se asentaba la jefatura suprema. Es así que ante esta difícil situación se tuvo que reforzar defender cada vez más el nuevo orden institucional creado por el régimen pierolista. (a mejor forma que encontró el 2efe Fupremo fue incrementar la autoridad que tenía sobre el régimen. Para ello abarcó todo3 cerró, cada vez más, el círculo de poder sobre el cual se movía. (e preocupó mucho más defenderse de sus enemigos internos /reales e imaginarios0 no atacar a los verdaderos enemigos que eran los e1ternos.
9?
:éase los interesantes argumentos del diputado 2osé M. Iutierrez en su propuesta apoada por la minoría emitido el "" de julio de "##% en arta 8rurozqui. (os unos los otros. Estrategias partidarias en 7olivia, "##%!"#??. Mossana 7arragán et. al. l si&lo 3I3. *oli'ia y ,mrica Latina. (a Paz< 8nstituto 6rancés de Estudios @ndinos, "??$. D% El documento tiene fecha &? de septiembre de "##%. :éase Pascual @humada oreno. ;uerra del... , pp. D%!D".