En esta obia se esboza, por primera vez en nin?stro idioma, la verdadera tray^ctofia revolucionaria de León Trotsttj' antes de 1917, sus luchas acer. bas contra los bolcheviques colocado en una posición centrista cercana a la de los ir.encheviqucs, con los que a veces se confundía, encarando la revolución en forma abstracta y literaria y coinctienCiO gruesos errores que luego babría de reconocer; su circunstancial coincidencia con Lenin en ocasión de la caitin del zarismo en • Ruiia, arrastrado por los acontecimientos revolucionarios que culminaron con la touia del i>oder por los bolcheviques en Octubre, asi como sus nuevos errores con pobterioridad a este hecho en las distintas ocasiones en que so apartó de Lenin, errores, también, por él mismo reconocidos. Más tarde, con el atemperauiiento de la situación revo Uicionarin i usa —expresión del reflujo producido por el fracaso de la revolución europea, que provocó el triunfo de la burocracia soviética— se muestra n Trotsiíy tratando de presentarse como continuador de Lenin, sosteniendo en escritos y discursos posicionei levolucionarias e internacionalistai frente al oportunismo nacionalista de Stalin. iiccióii que desempeñó con eíi-
O B R A S DEL. A U T O R PRONTUARIO (Una autobioí/rafía),
2'> edición, 1956
ESTRATEGIA REVOLUCIONABIA fLncíia por la unidad y por la
liberación nacional y social de ia ATiiérica Latina^, 1957 (Estas obras pueden solicitarse al distribuidor.
DISTRIBUYE E D I C I O N E S ViAMONTE
G U R E
411 - T. E. 31 - 225S
BUENOS AIRBB
QUEBRACHO
LEON T R O T S K Y Y WALL STREET CÓMO EL LIDER DE LA C U A R T A INTERNACIONAL SE PUSO AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO YANQUI EN MEXICO "En la lucha no se trata de analizar la condición del adversario; se trata de eliminarlo." C. M A R X : COnij-iblición a la critica de la Filosofía del Derecho, de Hegel. "Los centristas son revolucionarios de palabra y reformistas de hecho." W. 1. LíNiN: La Revolución de 1917.
E D I C I O N E S B A D A J O Buenos Aires
Queda hecho el depósito
que marca ío ley 11.723
IMPRRSO E N LA ARGENTINA
DOS
PALABRAS
Hace aproxinmda:nente dos años, en el libro "Estrategia Reiyolncionaria", subtitulado "Lucha por la unidad y por la liberación nacional y social de lo América Latina", el autor diseñe el proceso en nuestros países y, especialmente, en la Argentina, del moiñmiento inspirado por León Trotsky, que se presentaba como vanguardia del movimiento revolucionario mundial, aspirando a sustituir a tos Partidos Comunistas, anquilosados por el stalinismo. En Las páginas de ese libro se empezaba estudiando las posiciones de los partidos latinoamericanos llamados de izquierda jrente al problema de la liberación nacional y social de la América Latina y se hacía un análisis del trotskysmo, destacando su carácter (yportunista y su comtiucTicia con. el imperialismo yanqui, al mismo tiempo que se exponían aspectos de su trayectoria que hasta entonces habían sido cuidadosamente silenciados por los propios trotskystas. También se anunciaba la publicación de un segundo volumen en el que se estudiaría "a la luz del marxismo-leninismo, la estrategia revolucionaria en relación con los acontecimientos nacionales y continentales posteriores a la segunda guerra mundial, avalizando, en particular, el desarrollo y actuación de la Cuarta Internacional trotskysta y las corrientes afines a la misma". La prim.era •¡)arte del libro amtncñado es, precisamente, la que aparece ahora y que el autor juzga fundamental y de importancia decís^iva para el juturo desarrollo del movimiento revolucionario en la ATTiérica Latina. L a causa de la quiebra, degeneración e inoperancia del trotskysmo —quiebra qne, paradójicamente, se hace palpable cuando entre nosotros recién se empieza a hablar de él, aunqiie no como consecuencia de
su actividad revolucioríaria, sino ríe su oportunismo— no debe buscarse, conio podría parecer, en la- inconducta de los trotskystas, sino en el mismo Trotsky. Es lo que, a base de prueba.s, sin exchiir lo priraero y a pesar de que pneda parecer sacrilego y aún sensacional para más de uno, se expone en las página:s que siguen. Y, dada la circunstancia de que Trotsky desarrolló en la América Latina (México) la parte culminante de su acción política, que fundó, estando en ella, la Cuarta Internacional, y que aquí murió, habiendo logrado el trotskysmo alcanzar su mayor preponderancia mundial en el proceso revolucionario más profundo que haya tenido lugar hasta ahora entre nosotros (Bolivia), debía ser un latinoamericano, precisamente, el que escribiera esta obra, la que se publica —no hay reparo en decirlo— como una co7itribución de nuestros patses al desarrollo del pensamiento político revolucionario internacional. Las ideas básicas del presente libro debieron liaber aparecido en 1943, cuando el autor, como lo dejó establecido en "Estrategia Revolucionaria:', rompió con el trotskysmo. Pero, aparte de que diversas circunstancias personales lo impidieron, había otro aspecto que tener en cuenta: ¿quién hubiera puesto atención en ellas, en esa época, aunque hubieran sido una necesidad para el futuro desarrollo de la acción política del proletariado en el continente? Marx lo dijo con justeza: ''No basta que ta idea clame por manifestarse: es necesario que la realidad misma clame por la idea". Hoy íto solo la idefí. flota en el ambiente, sino que la misma, realidad la reclama. Pero esa idea, aunque latente en las conciencias más esclarecidas de las nuevas generaciones, no puede alumbrarse por si sola. Necesita un agente exterior que ayude a darla a luz, agente que no "^lede ser sino la madura experiencia que proporcionan años de pensamiento y de acción vividos hacia una meta a la que no se ptiede llegar en el espacio de una sola existencia y que el autor duda que pueda alcanzarse dentro de la suya. Pero no importa. Los hombres no son indispensables m á s que en relación con el aporte que pueden dar al progreso co~ m.ún. En la eta?pa en que vivimos, el progreso común es sinónimo de marcha hacia el socialismo. Y, si el motcyr para esa marcha es €¡ proletariado revolucionario, la guía es el marxismo leninismo, comprendido y encarado como ciencia por muy
pocos, aunque, por intermedio de ellos, se orienten las grandes masas. Para orientación de las mismas a través de esos pocos, constituidos en vanguardia de la vanguardia, se ha escrito este libro. Pues "lo importante —según Lenin— no es que sean pocos ni 7nuchos, sino que den expresión exacta a las ideas y a la política del proletariado verdaderamente revolucionario". Eso es lo que cuenta. Porque Ja revolución —lo he dicho ya y lo repito— es un problema de inteligencia y sólo la inteltgencia, aplicada a tan alto propósito, será capaz de resolverlo. La segunda parte de esta obra, que aparecerá dentro de breves meses, estará dedicada al estudio de la actiiación del írotskysmo en miestros países, a su actitud frente a mouimíeíiIns tan iniporlantes como el peronismo en la Argentina y la revolución boliviana, presentando el primer enfoque marxista que se haya hecho de ésta, así como al análisis del papel del stalinismo en la revolución guatemalteca, todo ello seguido por nna síntesis de la evohición y descomposición de la Cuarta Internacional trotskysta, examinando en seguida las perspectivas revolucionarias que encara la América del Sur, para terminar sosteniendo: N i stalinismo ni trotskysmo: marxismoleninismo y hacia una nueva internacional.
Buenos Aires, mayo de 1959.
I - L E O N TROTSKY COMO REVOLUCIONARIO RUSO , Decía Federico el Grande que la guerra era una ciencia p a i a los hombres superiores, un arte para las m e dia nía s y un oficio para los ignorantes. Lo mismo podemos decir de la política, y a que la guerra, de acuerdo con ia clásica definición de Clausewitz, no es m á s que la continuación de la política por otros medios. Es evidente que la política fué una ciencia para Carlos M a r x . También fué una ciencia para Lenin. Y , para León Trotsky, ¿qué fué la política? En parte fué una ciencia. Pero, en otra, a ú n mayor, fué un arte. Las semblanzas de distintas épocas de su vida y, aun su propia historia, lo demuestran. Más que la profundidad de l a idea, hasta determinado punto, buscaba su brillo; m á s que la realidad, parecía atraerlo la apariencia extema. E n su destacada figura hay mucho despliegue de cualidades brillantes, pero, también, hay mucho teatro y apreciable v a n i dad. No era el hombre que cumple con su deber lo mejor que puede, en cualquier lugar en que lo hayan colocado las circuns tancias y acomoda su vida a ese deber. No, Trotsky te nía necesidad de hacer saber que él estaba allí y destacar su figura. E r a evidente una tendencia hacia lo frivolo en Trotsky, lo cual, a pesar de la importancia del papel que le tocó d e s e m p e ñ a r en la historia, da a su personalidad un matiz superficial cuando se l a compara con la granítica del fundador del socialismo científico y l a talentosa del conductor de l a Revolución de O c -
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QUEBRACHO
tubre. Ambos fueron grandes sin proponérselo, cual fluye Ja verdadera grandeza, nada más que como resultado de la magnitud de la propia obra. E n cambio, Trotsky buscó ser grande, con lo cual demostró su limitación. Carecía de esa solidez silenciosa que se expresa, ante todo, en ser, no en aparecer, y así se explica que fuera tan fácilmente vencido cuando el desarrollo de los acontecimientos determinó su eliminación de las funciones dirigentes en l a U.R.S.S.. lo que puso en descubierto, asimismo, su fragilidad. Porque sí a los hombres ¿e los puede e n g a ñ a r con apariencias —apariencias que, a veces, llegan a engañar a los mismos que las crean— a los hechos históricos, no. Es que, en realidad, a pesar de toda su j e r a r q u í a , I-eón Trotsky nunca pasó de ser un segundo víolín. S i n L e n i n a quien siempre había combatido, ¡y cómo!, no hubiera podido desempeñar el papel que le correspondió en la Revolución do Octubre porque, como él mismo lo ha dicho, esa Revolución, seguramente no se hubiera p r o d u c i d o . ( " ¿ N o s h a b r í a m o s apoderado del poder en octubi'e si Lenin no hubiera podido llegar a Rusia en tiempo oportuno? No pocos signos demuestran que no." L . T R O T S K Y , E l gran organizador de derrocas, M a d r i d , 1930, pág. 1 4 1 . ) A d e m á s , ambas figuras aparecen como totalmente opuestas, en carácter y en temperanxento, y si, llegado el caso, pasaron a tolerarse, fué porque mutuamente se necesitaron: Lenin no encontró en su partido sino mediocridades de la talla de Zinoviev, StaUn o Bujarin, y Trotsky, aislado y sin partido, debió allanarse a ingresar en el que reconocía coniu jefe a L e n i n a fin de poder desempeñar la parte culminante de su rol histórico. Y aquí, completando lo dicho sobre L e n i n en la Revolución de Octubre, podría ponerse en duda si éste h u biera logrado sostenerse en el poder sin la decisiva colaboración de Trotsky. L o cual, en condiciones dadas, es una demostración del papel del individuo en l a historia. ¡Qué personalidades distintas eran Lenin y Trotsky! D i s t i n tas hasta el punto de que en esas diferencias, principalmente en lo que se refiere a l hecho particular de l a Revolución, tenemos explicado, en parte, el móvil de su conducta política. Uno (Lenin) lo encaraba como una imperiosa necesidad histórica; el otro (Trotsky) como una forma de desarrollar su personalidad y su talento literario. Para Lenin, la Revolución era una
LEÓN
TROTSKY
Y WALI.
ETREET
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acción concreta a realizarse frente a los hechos inmediatas y cuando hablaba lo hacía directamente para quienes lo escuchaban; para Trotsky parecía ser una acción abstracta para desempeñar un papel en la historia y cuando hablaba lo hacía, principalmente, para ésta. Los recuerdos de quienes lo conocieron, amigos o enemigos, son u n á n i m e s al respecto.^ Y ese constraste en relación con Lenin, lo es, también, respecto a M a r x , ' J'tibikMiUiw a q i i i t U r a t l D . s úv s?]ii!iiaii/..ii de l . p ú i i T r o t s k y d c h i d i i s , I;i 1)) a N . T a i i i i , r e v o l u c i o n a r i o ru.so. la q u e ai^arece c o m o p i A l o g o al l i b r o E í triunfa del hot' tiievánio, d e T r o t s k y , o d í t a d n p o r l.i B i b l i o t e c a X u e v a , M a d r i d . 1 9 1 9 ; U 2 ' ) escrita p o r el d i p u t a d o socialista A r g e n t i n o Enri
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pintado así por su discípulo W . Liebknecht: " M a i x era uno de los pocos hombres, grandes, medianos y pequeños, que he conocido, que no era vanidoso. Para ello era demasiado grande y poderoso, y excesivamente orgulloso. No adoptaba nunca una actitud de "pose" y se presentaba siempre tal cual era." Cerrando su libro Eí Estado y la Revolución, dejado inconcluso por los sucesos de 1917, Lenin expresaba: "Es m á s a g r á oinisu)tar las notas (|ut; I c n i u sobre la m e s a . L a s frases se s u c e d í a n r e d o n d a s y p e i f i ladas en orden perfecto, llenas d e b r i l l o . D e ve?, en c u a n d o l e v a n t a b a l a v o z y e n t e n ei-s sus palabra'; s e m e i a b a n u n f u e g o d e artificio qut> c a í a en estrellas d e c o l o r e s sobre los oyentes. " h l i i m p r e s i ó n d e q u e T r o t s k y ei, u n artista se c o u f i n u ó a m e d i d a q u e f u i c o e r c i é n d o l e . E s u n artista s i e m p r e y en todos los n i o m e n t o s . L o s estrados d e los c i r c u i o s politices, las t r i b u n a s d e tos m í t i n e s p o p u l a r e s , basta las b a r r i c a d a s , son p a r a é l o o m o u n escenario testral. Y basta en las b a r r i c a d a s c o m p o n e c u i d a d o s a m e n t e sus posturns > sus gestos." 2 — " C o n o c í a T i o l s k y en el mes d e o c t u b r e d e 1 9 1 1 . E n m i visita a A l e m a n i - i . tui i n v i t í t d o , c o m o d e l e g a d o d e l P a r t i d o S o c i : t l Í s t a a r g e n t i n o a asistir a l c o n ^ T M n socialista a l e m á n , q u e se c e l e b r a b a en l a p e q u e ñ a y p i n t o r e s c a c i u d a d d e J e n a . A l l í l u v e la feliz o p o r t u n i d a d d e c o n o c e r y tratar a las p r i n c i p a l e s figuras d e l socialisnii' i n í c m a c i o n a l . T r o t s k y e r a d e l e g a d o d e u n a d e las m u t ^ a s i fracciones d e l partidi< E o c i a l - d e m o c r á l i c o n i s o . C o n é l t r a b é relaciones d e c a m a r a d e r í a y c a s i d e a m i s t a d . R e c u e r d o su f i g u r a elegante d e "publicista'" e u r o p e o —tal e r a s u p r o f e s i ó n — , ñ l t o . esbelto, d e u n a h e r m o s a c a b e z a c o r o n a d a d e u n a m a g n í f i c a c a b e l l e r a , c o n s u p e r i t a i n c í i s t c r f é l i c a q u e le d a b a u u a i r e i l a v e z imi>ciativo e i r ó n i c o . T e n d r i a , eti a q n e l entonces, unos 3 5 a ñ o s . E l congreso d u r ó o c h o d í a j y t u v e o p o r t u n i d a d d e conversiir con T r o t s k y l a r g a n i e a l e . N o s r e u n í a m o s , en p e q u e ñ a tertulia, c o n el i n g l é s Q u c l c b , •:! f r a n c é s B r a c k e , los nisos A x e r o l d y A n g é l i c a B a l a b a n o v , y el i t a l i a n o - d e r e s í d e n c i i i en A l e m a n i a — Pclussn. E n esta tertulia se h a b l a b a d e t o d o , y T r o t s k y n o e r a d e los q u e menos p a r t i c i p a b a « i e l l a . E n t a l o p o r t i m i d a d p u d e a p r e c i a r b i e n sus sentimientos e ide.is. T r o t s k y n o p e r t e n e c í a a l g n i p o d n sociulistus ortodoxos y d o g m á t i c o s . H a b l a b i i con cierta iiTeverencia d e K a u t s k y y G m - s d f . G r a n a d m i r a d o r d e la potlerosa y d i s c i p l i n a d a o r g a n i z a c i ó n obrera y socialista d e A l e m a n i a , h a b l a b a d e s p e c t i v a m e n t e d e l e m p i r i s m o i n g l é s y se e n c o g í a d e h o m b r o s c u a n d o se m e n c i o n a b a a l s o c i a l i s m o f r a o c é s . D e l socialLsrno n i s o h a b l ó p o c o . E n g e n e r a l me h i z o l a i m p r e s i ó n d e u n g c n u a n á filo y a n g l ó f o b o . D e las cosas ^ i d a m e r i c a n a s apenas se i n t e r e s ó , n o a s í d e las n o r t e americanas. E n literatura sus preferencias i b a n a los rusos y a l e m a n e s y h a b l ó d e s d e ñ o s a e i r ó n i c a m e n t e d e l a literatura inglesa y sobre t o d o d e G . B e n i o r d S h a w . Antt.tal i r T e \ e r e n c i a , e l v i e i o Q u e l c í i g n i ñ í a . e l f r a n c é s B r a c k e se b i i r l a b a , el r u s o A i e l i « d se mostraba d e s c o n f i a d o . A n g é l i c a B a l a b a n o v a p r o b a b a y Pelusso y y o e s c u c h á b a m o s en silencio. U n a ve?. Polusso m e d i j o : " — ¿ N o le parece u n " p o s e u r " este T r o t s k y ? " 1 E v i d e n t e m e n t e , n a d i e d e uosfilros h a b í a s o s p c c h a d i j n i ri-uiotamento el d e s t i n o que esperaba a este h o m b r e ! " 3 — " E n c o n h é p m p r i m e r a v e z a T r o l s k y en 1 9 0 5 , d e s p u é s d e los sucesos d e enero l l e g ó a G i n e b r a , n o r e c u e r d o d e d ó n d e , y t e n í a m o s q u e h a b l a r los d o s en u n a ;!ran asamblea c o n v o c a d a p a r a d i s c u t i r a q u e l l a t r a g e d i a . T r o t s k y . a d i f e r e n c i a clt! todos nosotros, eru « i i t o n c e s i n u s i t a d a m e n t e e l e g a n t e y b u e n m o z o . E s a e l e g a n c i a suya y, en especial, un dejo altanero, d e s p e c t i v o y negligente e n el h a b l a r , m e c b o o ó en f o r m a m u y d e s a g r a d a b l e . M i r é c o n disgusto a ese p e t i m e t r e q u e c r u z ó u n a pietDA sobre otra y b o r r o n e ó u n esbozo d e l d i s c u r s o q u e i b a a i m p r o v i s a r en la r e u n i ó n . Pero Trotsk>' h a b l ó extraordinaria mente b i e n . . . . . , " U n a tremenda a r r o g a n c i a y c i e r t a i n e p t i t u d o d e s p r e o c u p a c i ó n d o ser a m a b l * y a l e n t ó c o n la gente, t m a c a r e n c i a d e aijuel a t r a c t i v o q u o s i e m p r e c a r a c t e r i z ó u L e n i n . c o n d e n a r o n a T r o t s k j ' « u n a r e l a t i s a s o l e d a d . N o h a y q u e o l v i d a r q u e hasta algunos d e sus amigos personales ( m e refiero en el o r d e n p o l í t i c o , n a t u r a l m e n t e ) llegaron a ser d e s p u é s sus e n c a r n i z a d o s e n e m i g o s . . . . , . "Sienipre he c o n s i d e r a d o q u e T r o t s k y e r a u n g r a n h o m b r e . S í , eco es. ¿ Q u i é i i p u e d e d u d a r d e ello? E n P a r í s ( d u r a n t e la g u e r r a ) h a b í a c r e c i d o e x t r a t v d i n a r i a mente a m u 0)oc c o m o estadista. Y , niAs tarde, s i g u i ó c r e c i n d o c o n t i n u a n i e n t ^ v a
LEÓK
THOISKY
Y WALL
STREET
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dable y m á s útil v i v i r la experiencia de una revolución que escribir sobre ella." Habia preparado los medios necesarios para tal fin y tenía las armas m á s importantes que h a b í a forjado en la lucha contra las tendencias oportunistas y centristas de su propio movimiento: la teoría y partido. Quería que el proletariado llegara al poder en Rusia y sabía con q u é fin ese poder sería utilizado. IHMqut; l l t g u é a c o n o w r i o iiit-jür. y p u i ( | u e é l p u r i o m o s t r a r mejor totla 1* niedk!.! lie su hicrza en el a n c h o c a m p o q u e l a historia le o f r e c í a , y a p o r q u e l a e x p e r i e n c i a d e U r e v o l u c i ó n y sus p r o b l e m a s lo e n a l t e c i ó y le d i o m a y o r \'uelo. ' X a obra de a g i t a c i ó n d u r a n t e l a p r i m a v e r a d e 1 9 1 7 , n o c o r r e s p o n d e al p l a n de esta silueta, ñ e r o d e b o d e c l a r a r q u e gracias a sus vastos alcances y s u é s i t o de.ilumbraiile, m u c h a gente q u e estaba c e r c a d e T r o t s k y se i n c l i n a b a a v e r en é l al (¡cnuino l í d e r d e la R e v o l u c i ó n R u s a . A s í M . C . U r i t s k y , q u e s e n t í a p o r T r o t s k y Liunenao respeto, me d i j o u n a v e z a m í y creo q u e t a m b i é n a M a n u i l s k y : . Y a v e , l.i gran r e v o l u c i ó n se ha p r o d u c i d o , y n o obstante l o d a svi i n t e l i g e n c i a , L e n i n e m p i e z a a velarse un poco (unto al g e n i o d e T r o t s k y » . E s t e j u i c i o r e s i d t ó i n e x a c t o , n o p o r q u e iiageruia el talento y el p o d e r d e T r o t s k y , sino p o r q u e , entonces, l a m e d i d a d e l jenio p o l í t i c o d e L e n i n n o e r a a ú n e v i d e n t e . , , "Los principales d o n e ; d e T r o t s k y son s u genio o r a t o r i o y s u t a l e n t o d e esciitor. Considero que Trotsky es, p r o b a b l e m e n t e , el m á s g r a n d e o r a d o r d e n u e s t r o t i e m p o . He ! e n í d o o c a s i ó n d e e s c u c h a r a todos los g r a n d e s p a r l a m e n t a r i o s y oradores p o p u ' l a m socialisla.'i y a n i u c b i s i m o s oradores famosos d e l a b u r g u e s í a y n o p o d r í a citar, luera de Jaurcs. a n i n g ú n otro comparabl'.: a T r o t s k y . A c c i ó n d e p r e s e n c i a , b e l l e z a y amplitud de adenkanes, potento ribno e x p r e s i v o , v o z s o n o r a y totalmente i n f a t i g a b l e , n u u a v í l l o s a solidez, sentido l i t e r a r i o d e l a frase, riqueza d o i m á g e n e s , i r o n í a c á i t s lica, patetismo n a t u r a l y u n a l ó g i o i f o r m i d a b l e en a b s o l u t o j u n t o a u n a \ ' e r d a d e r i íinaeíA d e acero: tales eran las c u a l i d a d e s d e l a o r a t o r i a d e T r o t s k y . "Puede h a b l a r a f o r í s t i c a m e n t e , d i s p a r a r a l g u n a s f i e d l a s c o n n o t a b l e p u n t e r í a >• jnxmunciar discursos p o l í t i c o s t a n magistrales c o m o s ó l o se loa h o o í d o a J a u r é s . H e visto hablar a T r o t s k y d u r a n t e m á s d e dos h o r a s y m e d i a ante n n a u d i t o r i o a b s o U i t.-unenle silencioso q u e estaba d e p i e e s c u c l i a u d o h e c h i z a d o u n a l a r g a d i s e r t a c i ó n polítíe.i, "Por su eslructura í n t i m a d e l í d e r , T r o t s k y e r a , s e g ú n l o t e n g o d i c l i o . i n h á b i l e incapaz para las f u n c i o n e s m e n o r e s d e ta o í c a n i z a c i ó n p a r t i d a r i a . S e o p o n i a a e l l o el perfil extraordinario d e s u p e r s o n a l i d a d . . . . . . " C r e o q u e X ^ n i n n u n c a se c o n t e m p l a a s ¡ m i s m o , n u n c a se p o n e ante e l mpejo de l a historia y n o p i e n s a n u n c a lo i i n c a p a c i d a d ( m u y ú t i l en u n l í d e r p o l í t i c o ) d e « d o c a r s e en el punto d e \ i s t a d e s u opositor. ''Por el c o n t r a r i o , "Trolsky se c o n t e m p l a a m e n u d o . A d o r a , sin d u d a , s u p a p e l hi.stór)u> y es c a p a z d e c u a l q u i e r s a c r i f i c i o —incluso tA d e s u vida— p a r a q u e d a r en la m e m o r i a d e l a h u m a n i d a d c o n la a u r e o l a d e u n g e n u i n o l í d e r r e v o l u c i o n a r i o . S u iipcRO al p o d e r es semejante a l d e L e n i n , c o n l a d i f e r e n c i a d e q u e p u e d e e q u i v o c a r s e con m á s f r e c u e n c i a , p o r q u e n o p o s e e e l instinto c a s i i n f a l i b l e d e L e n i n y p o r q u e siendo u n h o m b r e d e t e m p e r a m e n t o c o l é r i c o , suele e n c e g u e c e r l o la p a s i ó n , a u n q u e s ó l o transitoriamente, mientras q u e L e n i n , e c u á n i m e y s i e m p r e d u e ñ o d e s i , n o se irrita casi n u n c a . " A — " L a ú l t i m a v e z q u e le v i f u é u n a tarde en q u e y o e s p e r a b a a l a p u e r t a d e l K r e m l i n p o d e r telefonear a f^adek. Y a se h a d i c h o q u e p a r a e n t r a r en e l KrenrUin haci.^ falta p e n n i s o e s p e c i a l . " A q u e l d í a l a r d a r o n en d e s p a c h a r m e m á s d e lo o r d i n a r i o . N o p e r d í , sin e m bargo, el t i e m p o , pues el a u t o m ó v i l d o T r o t s k y se d e t u v o frente al K r e m l i n y eW.i tnu p « ; m i t ¡ ó o b s e r v a i l e d e oerca u n a v e z m á s . Iba solo y p a r e c í a p r e o c u p a d o . D e pronto v o l v i ó la cal>eza en m i m o v i m i e n t o n'u>' su>o >' q u e bastaba p a r a sacarle »ma kistantancn p s i c o l ó g i c a . E r a et T r o t s k y d e s i e m p r e : suprema e n c r j i í a heciia houibre.
QUEBRACHO
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E n cambio, Trotsky, sólo se preocupó de escribir sobre l a Revolución y poco preparó para hacerla efectiva. Así, cuando a través de la intervención de Lenin y del partido de éste, pudo llegar aJ poder, el hecho le resultó sorpresivo. E l mismo lo ha confesado: " L a conquista del poder me planteaba a mi, entre otras cosas, l a cuestión de la labor que pudiese desempeñar en el Gobierno. Es curioso que j a m á s se me hubiera ' L e l i a b i H o í d o I i a b U r d í a s airá.s en u n a a s a m b l e a e o n v o c a d a con o b j e t o d e p o p u l a r i z a r Ja c r e a c i ó n d e u n a g r a n i n d u s t r i a i i u í n i i c a al s e r v i c i o d e l a d e f e n s a n a c i ó n al' E l t e m a d e su discurso no p o d í a d<'Spertar s i n g u l a r e x p e c t a c i ó n en a q u e l l o s d í a s e n q u e la a t e n c i ó n g e n e r a l se f i j a b a e n el p r ó x i m o C o n g r e s o c o m u n i s t a , d o n d e se c r e í a i b a a resurgir l a :mtigua p o l é m i c a entre T r o t s k y y el C o m i t é C e n t r a l . " P e r o b a s t a b a el s i m p l e a n u n c i o d e que b a b l a r i a —el t e m a no h a c í a al c a s o p a r a q u e l a g e n l e se disputase el o í r l o . " E r a e l l í d e r ti¡-ts p o p u l a r entre las masas, y l a o \ ' a c i ó n d e l i r a n t e c o n q u e le s a l u d ó el a u d i t o r i o d e tres •iiíi personas q u e lleii.ibau a q u e l l a t a r d e el T e a t i o A c a d é m i c o nos lo c o n f i r m ó . " S u a s c e n d e n c i a , p a r t i c u l a r m e n t e fuerte entre el e l e m e n t o j o v e n , n a c e d e su p r o p i a y extraordinaria p e r s o n a l i d a d . L o s otros t e n í a n l a h i e r z a q u e les d a b a sus respectiva.^ posiciones: S t a l i n , p o r q u e en sus luanos se h a l l a el secreto d e l b u e n f u n c i o n a m i e n t o del p a r t i d o ; Z i n o v í e f f , p o r e l a p o y o q u e r e c i b í a d e l a T e r c e r a I n t e i n a c i o n a l y p o r l a imi>ortancia d e L e n i u g r a d o , d o n d e d o m i n a b a ; K a m e n e f í , p o r q u e hasta e l X I V C o n g r e s o d e l p a r t i d o ( d i c i e m b r e 1 9 2 5 ) , e n q u e se p a s a a b i e r t a m e n t e u l a o p o s i c i ó n , simbolir-aha el e s p í r i t u c o n c i l i a d o r . L a f u e r z a d e T r o t s k \ó siempre en ser T r o t s k y . " E n el ocaso d e los dioses q u e sigue a l a m u e i t e d e L e n i n , a c e n t u á j i d ( . > s e a m e d i d a q u e los jefes d e s e g u n d o o r d e n , d e s p u é s d e varios a ñ o s d e o s c u r a e o l a b o r a c i i m e i n c o n d i c i o n a l o b e d i e n c i a , c o m i e n z a n a q u e r e r d e c i d i r en l a o r i e n t a c i ó n d e l p a r t i d o , es el ú n i c o q u e c o n t i n ú a e j e r c i e n d o sobre el a m p l i o frente i a f a s c i n a c i ó n d e su p o d e rosa y c a s i irresistible p e r s o n a l i d a d . " 5 — " A l g u i e n h a d i c h o q u o T r o t s k j ' inereceri:i ser c a n t a d o en \ e r s o s b l a n c o s . I r o n í a . H a g a m o s justicia a l a d v e r s a r i o : T r o t s k y es u n a fuerte p e r s o n a l i d a d . " L a s p r i m e r a s sesiones d e l P o l i t b u r ó a q u e i i s i s t í m e a s o m b r a r o n p o r l a e n o r m e d i f e r e n c i a i n t e l e c t u a l entre T r o t s k y y kis i k i i i á s m i e m b r o s . T r o t s k y e s t á m u y p o r e n c i m a d e li>s S t a l i n . los Z i n o v i e v , los R y k o v . . . L e f a l t a , eso s i , p o n d e r a c i ó n . E s u n a m e z c l a d e grandes L u a l i d a d e s >' v e r d a d e r o s defectos. P e r o n o d e j a d e ser u n a rigorosa ú i d i v i d u a l i d a d . " T r o t s k y gusta repetii las p a l a b r a s d e B u H o n : « E l estilo es el h o m b r e » . Y al citarlo p i e n s a en s í m i s m o , y u i s i e r a tener l a e s p i r i t u a l i d a d y e l b r i l l o d e su v e r b o . A r m o n i z a r el continente con e l c o n t e n i d o . L a m a n e r a c o m o se expresa y l o qii'j expresa. E s jjiucho m á s u n actor q u e n n v e r d a d e r o y p r o f u n d o p o l í t i c o . " A S t a l i n lo d e v o r a l a p a s i ó n d e l p o d e r . Q u i e r e g o z a r l o e n secreto. T r o t s k y es un h o m b r e d e pose. E s p o l í t i c o p o r q u e l a p o l í t i c a es escenario, p o r q u e p e r m i t e brillar, exhibirse, g l o r i f i c a r s e . . . " E l arte de T r o l s k y es i a p a l a b r a . Sin e m b a r g o , no es lo q u e se suele l l a m a r ',in g r a n orador. S u p a l a b r a n o e v o c a el r í o c a u d a l o s o lleno de m a j e s t a d . E s u n a l l a m a . N o t Í M l f i a admitirse en los d e b a t e s p a r l a m e n t a r i o s . T r o t s k y , d e n t r o d e l h e m i c i c l o , s e r í a constantemente l l a m a d o a l o r d e n . S u l u g a r e s t á e n las b a r r i c a d a s , e n l a c a l l e , a n t e l a m u c h e d u m b r e rebelde. S u v o z h o n d a , c l a r a , tunante, i n c i s i v a , es a d m i r a b l e p a r a electrizar a las masas. Posee e l v o c a b l o hiriente, g r a v e , p r e c i s o , p e n e t r a d o r . . . . . . " E l t a h n t o d e T r o l s k y le p e r m i t e e l c a r s e a grandes alturas, p e r o le f a l t a el sentido d o l a m e d i d a . E n el seno d e los grandes acontecimientos, el o r a d o r p r o n u n c i a discursos f o r m i d a b l e s , arrastra a las masas, i m p o n e s « pose. E s u n a p o s e h i s t ó r i c a . M a n d a n d o el E j é r c i t o R o j o , T r o t s k y p a s a b a revistLt a las tropas sobre u n a u t o m ó v i l b l i n d a d o . L o c u a l e r a u n a p o s e t o l e r a b l e . M a s l a d e s g r a c i a d e T r o t s k y es q u e esa pose h a p e n e t r a d o d e n t r o d e su c a r n e y d e su sangre. T r o t s k y a c t ú a p a r a la H i s t o r i a a u n c u a n d o r e a l i z a cosas ajenas a l a H i s t o r i a , c o m o sentarse e n u n a silla o sacar su p a ñ u e l o d e l b o l s i l l o . , . ..."La
cara da Trotsky recuerda l a d e
Mefístófeles.
Tiene la mirada
penetrante.
LEÓN
THOISKY
y
WALL
STREST
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X u n i d o pensar en esto. A pesar de la experiencia de 1905, •.u me había pasado nunca por las mientes el asociar el m a ñ a n a Lün el problema del gobierno. iVIi sueño, desde m i m á s temprana juventud, ya desde m i niñez, era llegar a ser escritor. Más tarde, sometí mis trabajos de escritor y todo lo demás a mi labor revolucionaria. E l problema de la conquista del Poder por nuestro partido no se borraba de nuestras preocupaciones. i mental) d e u n a v i e j a , l a b a r b i l l a d e n n cl»ivi>. P e r o lo q u e a s o m b r a es el mo' n o o l v i d . i , ni u n instante, q u e l a i l i s f o r i a e s t á a l l í . . . e n t o c á n d o l e s u a p a r a t o f o t o g r á f i c o , y le pide u n a a c t i t u d d i ^ n a . ¡ A l t a la c a b e z a l í L a r e v o l u c i ó n m a r c h a b i e n , q u é d i a b l o ! Trotsky h á l l a s e c o n v e n c i d o d e q u e é l , n u s ó i c l a c t m d u j o . sino q u e l a e n c a r n a d e hianiTa s o b e r b i a . "F]s un gran o i ' j í a n i z a d o r , p e r o un o r } í a n i z a d i ) r a p a s i o n a d o . P u e d e siigestioniir a tas masas con u n v i b r a n t e d i s c u r s o , l a n z a r la c o n t r a s e ñ a p r e c i s a , a g u d a c o m o u n a flecha. P u e d e l e v a n l i i r los corazones y d u p l ¡ c : i r las e n e r g í a s . E s u n g r a n d e h o m b r e en las horas c n t i u a s . N u sirve, e m p e r o , p a r a u n a l a b o r n o r m a l y c o t i d i a n a . . . , . , " E l p u n t o mas d é b i l d e T r o t s k y es, q u i z á s , l a f a l t a d e o r i g i n a l i d a d en el terreno de las ideas, T r o t s k y se n u t r e d e l stock de los p e n s a m i e n t o s d e L e n i n . A s i ntisniu, no obstante sus d i s t i n g u i d a s dotes intelectuales, h u c o m e t i d o torpezas, t o r pe/as verdaderamente sorpn;ndentes p o r su c a n d i d e z . T u d a su l u c h a c o n t r a S t a l i n lo h a c e e v i d e n t e . T r o t s k y n n c t H n p r e n d i ó circunstancias h a b i a n c a m b i a d o . P a r a c o n q u i s t a r la f t i e r / a en el seno d e l r e c u r r i ó a m é t o d o s r a n c i o s , m g e n u i d a d e s p o l í t i c a s , t e n d e n c i a s , d i v i s a s , fines U í j a n a s , e t c é t e r a , . . y v a b é n d o s e d e esos mt^Iios n o i i o d í u c o n s e g u i r l a d e las palancas directrices d e l p a r t i d o . Se e < i u i \ < ) c ó en los procedimipnto.s. f u é tan f á c i l m e n t e v e n c i d o . "
q u e las partido y mir.ts sujeción P o r eso
fi - " L e n i n , en u n discurso i n o l v i d a b l e , e x p u s o todos los l a d o s d e esta p o l í t i c - . i iMiomerandn los b e n e í i c i i > s q u e i i o d í a aportar, sin o l v i d a r t a n i p o c o d e presentar sus peligros. Y a antes h a b i a m o s t e n i d o o c a s i ó n lfl p a r a los q u e tiene ailelante. P o r rso se d i r i g í a constantetnente, con l a e x p r e s i ó n d e l c o n v e r s a d o r q u e q u i e r e c o n v e n c e r y p e r s u a d i r hasta <-l m i s m o a q u i e n e s t á f l a g e l a n d o , a los a d v e r s a r i o s d o sus tesis. N"ad,i d;- actitudes f r i b u n i c i a s . n a d a d e efectos oratorios, d e m a l a b a r i s m o s d e l e n i;uaie, d e l u m i n a r i a s n i d e f r a s e o l o g í a r e t i i m b a n t e . L a sencillez e r a l o q u e d a b a d o b l e v i g o r a l r a z o n a i n i c n l o . Y c u a n d o s u gesto c o b r a b a v i v e z a y h a b i a b r i l l o e n sus ojos m e d i o cerrados y a c c i o n a b a r á p i d a m e n t e c o n sus b r a z o s y ,se a d e l a n t a b a en e l escenario con pasos cautelosos, n o e r a b u s c a n d o c o n ell
IS
QUEBRACHO
Decenas y cientos de veces escribí y hablé acerca del pi'oblema que h a b r í a de desarrollar el gobierno revolucionario. Y , sin embargo, n i una sola vez se me vino a las mientes l a acción personal que, desde el Poder, pudiera realizar yo. La realidad me tomaba desprevenido ( L . T R O T S K Y , "Mi vida. E d . Ercüia. t. Til, pág. 104.) Es decir que Lenin hacia un f i n de l a Revolución, a l a que todo lo subordinaba. Trotsky, en cambio, parecía hacer un fin de los medios para llegar a ella: el estrado que le proporcionaba y su labor de publicista. Por eso l a realidad le resultaba sorpresiva. Respecto a su desafección por ios medios concretos para llevar a la práctica sus ideas, Trotsky confesaba ante la C o misión Dewey, en México, en 1937: "No estoy hambriento de poder personal. Estoy satisfecho a c t i v i d i i d i n c a n s a b l e , pero n o f e b r i l , sino -ieicna, lli:na d e c u b n a y d e p o s e s i ó n ú>- s i m i s m o . E n n a d a daí>a l a i d e a d e q u e i r a , en c i e i l o m o d o , el "jefe d e l E s t a d o " , l . i . s cortesanos d e nuestros p a í s e s capitalistas se e s c a n d a l i z a r í a n a n t e a q u e l l a f a l l a d e o s t e n t a c i ó n y aparato. H a b l a b a c o n cuantos se a c e r c a b a n a ó l c o m o d e c o m p a ñ e r o a c o m p a ñ e r a . [N'efajida cosa p a r a los e n a m o r a d o s d e las reglas q u e d e b e n gviardyr las j e r a r q u í a s ! E s m á s ; a l bajar p o r l a e s p l e n d i d a escalera d e í p a l a c i o r e a l d e l K r e m l i n , m e z c l a d o c o n todos los d e m á s delegados dtd C o n g r e s o , en a n i m a d a c o n v e r s a c i ó ' t c o n u n g r u p o d e ellos, los centinelas rojos q u e e s t a b a n a la p u e r t a e n diversa.s p o s ^ i ras, s e g u í a n ini las postura.^ í j u e t e n í a n , sin moverse, sin a c u d i r a p r e s e n t i r . i n n a s , c o m o si el <)ne b a j a r a n o f u e r a otra cosa q u e u n c o m p a ñ e r o c o m o otro c u a l q u i e r . ! . Y es q u e , e n efecto, era a s i , u n c o m p a ñ e r o p a r a kw congresistas, u n c o m p a ñ e r o p a i . i los soldados, u n c o m p a ñ e r o p a r a c u a l q u i e r a d e los afiliados a ia I n t e r n a c i o n a l C o m u nista, y n o otra cosa. E l c o m p a ñ e r o e n c a r g i u l o d e estar a l frente eto y d e u n a c a t a m i e n t n h u m i l l a n t e . E n el p a r t i d o d e l a l u c h a d e clases, d e l a a l x ) l i c i ó n d e las clases, n i i s e r í a c o m p a t i b l e l a c r e a c i ó n d o u n a clase e s p e c i a l superior; la casta d e los g o b e r n a n tes. S e r í a i m a ofensa p a r a é l q u e se le t r i b u t a r a n h o m e n a j e s q u e n o e s t u v i e r a n d e n t r o d e la esfera d e l c o m p a ñ e r i s m o . E r a el i g u a l d e t o d o s . " 7 - " M e e n c o n t r é c o n L e n i n p o r p r i m e r a v e z e n d i c i e m b r e d e 1 9 0 5 , en l a C o u ferencia B o l c h c v i q i ^ e d e T a m c r f o r s ( F i n l a n d i a ) . E s p e r a b a v e r e l á g u i l a d e las r m i n tahas d e nuestro P a r t i d o , al g r a n d e h o m b r e , g r a n d e n o s ó l o d i ^ e e l p u n t o d e v i s t t Xiolitico, sino g r a n d e si se q u i e r e en l a a c e p c i ó n t í s i c a d e l v o c a b l o , pues m e lo i m a g i n a b a c o m o u n coloso d e g r a n t a l l a , fuerte y l e p r e s e n t a t i v o . ¡ C u a n g r a n d e seria m i d e s i l u s i ó n a l e n c o n t r a r m e frente a u n h i n i b r e c o m ú n , m á s bajo d o estatiu'a q u o el t é r m i n o m e d i o d e L i genle y q u e n o se d i s t i n g u í a e n n a d a d e los d e m á s mortali.'s! E s costumbre q u e u n " g r a n h o m b r e " d e b e llegar t a r d e a las r e u n i o n e s , p.-ira quilos miembros d e esa r e u n i ó n esperen c o n el aliento r e t e n i d o , y antes d e sii IleRad.i los concurrentes a la r e u n i ó n a v i s e n s u l l e g a d a c o n u n " ¡ C h i s t ! ¡ S i l e n c i o l . . . Y.t viene". E s e rito n o m e p a r e c í a m a l , pues i m p o n e , i n s p i r a respeto. ¡ Q u é d c s Q u s i ó n tuve c u a n d o supe q u e L e n i n h a b í a l l e g a d o a l a r e u n i ó n antes q u e los d e l e g a d o s y, e s c o n d i d o en u n r i n c ó n , h a b l a b a sobre el tenia m á s c o r r i e n t e c o n los d e l e g a d o s m á s comunes de l a c o n f e r c n c i a l N o o c u l t a i é q u e . e n a q u e l m o m e n t o , esto m e p a r e c i ó una i n f r a c c i ó n a ciertas realas i n d i s p e n s a b l e s . . . S ó l o m á s tarde c o m p r e n d í q u e e s a s e n c ü l e x y m o d e s t i a d e L e n i n , este deseo d e p a s a r ú i a d v e r t i d o , o, en todo ciuio, d e n o l l a m a r i a a t e n c i ó n n i s u b r r a y a r su a l t a p o s i c i ó n , q u e este r a n g o c o n s t i t u í a u n o d « l o t Indos m á s fuertes d e L e n i n c o m o n u e v o jefe d e las n u e v a s masas sencillas v ctnnunes d e los " f o n d o s " m á s p r o f u n d o s d e l a h u m a n i d a d . "
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con mi trabajo literario. E l poder es una carga, pero un m a l necesario e inevitable. Cuando las ideas que uno sostiene v e n cen, uno debe aceptarlo. Pero l a mecánica del poder es una cosa miserable. P e r m í t a n m e esta observación personal: D u r a n te el tiempo que estuve d e s e m p e ñ a n d o un cargo, los momentos más agradables para m i fueron durante las vacaciones cuando escribía mis libros. Ahora me encuentro como en l a r gas vacaciones. Escribo mis libros. Ello me proporciona plena satisfacción." (The case oj León Trotsky, Report of hearings on the charges made against h i m in the Moscow trials-New York, 1937, pág. 2 7 8 . ) Es decir, que Lenin prefería hacer la Revolución a escribir sobre ella y Trotsky, escribir sobre la Revolución, a hacerla. Este criterio distinto, concreto en uno y principalmente abstracto en otro, fué, en esencia ,el fondo político de las disputas enconadas y largas que, siguiendo un breve período de colaboración —luego de conocerse en Londres en los primeros añoá del siglo actual— sostuvieron durante el lapso de tiempo que precedió a la Revolución de 1 9 1 7 . No era que no existieran entre ellos diferencias teóricas. Las había como l a referente a l carácter de l a Revolución en Rusia. Lenin sostenía en 1905, que, siendo la revolución que se p l a n teaba en ese país, democrático burguesa, el Partido Socialdemócrata debía luchar por e l establecimiento de una "dictadura democrática de obreros y campesinos", con el fin de ayudar a liquidar el régimen feudal imperante entonces en Rusia. Es decir, propiciaba la hegemonía del proletariado. ("Establecíase una división marcada entre l a hegemonía del proletariado en la revolución democrática y la dictadura del proletariado, contraponiéndose, polémicamente, l a príjnera a l a segunda". L E Ó N T R O T S K V , Historia de la Revolución riisa, Madrid, 1 9 3 1 , t. I, pág. 2Z7.) E n cambio, Trotsky, siguiendo a Parvus, consideraba que era el proletariado e l que debía tomar directamente el poder, apoyado por los campesinos. Es decir, que debía establecerse la dictadura del proletariado. E r a l a base de l a famosa teoría de la Revolución Permanente, según la terminología y el concepto de Carlos M a r x , actualizado por Parvus y Trotsky. ("Diez años mayor que Trotsky —dice la viuda de éste— P a r vus era a la sazón uno de los jóvenes marxistas rusos m á s notables... Espíritu científico, enteramente occidental, des-
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plegaba la audacia de su pensamiento. Junto con Trotsky formuló l a teoría de la "revolución permanente", destinada a orientar la primera fase de la revolución rusa." ( V . S E R G E . Vida y muerU de Trotsky, Buenos Aires, 1954.) Respecto a esta teoría dice Trotsky que "no era mía. sino de M a r x " . (Mi vida. Ed. Ercilla, t. V , pát;. 16.) Más tarde, en 1917, fué el criterio de Parvus (que durante la guerra 1914-18 t e r m i n ó como agente del gobierno a l e m á n ) y e l de Trotsky el que se i m pu.so, y a ú n Lenin, según una carta de A . Joffé, hecha conocer por Trostky, debía reconocerlo. No obstante, a pesar de la importancia del asunto, como lo expresó el mismo Trotsky, "lo que nos h a b í a mantenido separados no era la teoría de la revolución permanente, sino otra cuestión secundaria, importante t a m b i é n : la posición ante el menchevismo" ( L . T R O T S K Y , M i vida. E d . E r c i l l a , t. III, p á gina 97.) Lenin consideraba que e l Partido revolucionario debía organizarse como un ejército conspirativo preparado para conducir, en el momento propicio, la insurrección y tomar el poder. Sostenía que la clase obrera debía trabajar bajo el control >' Ja dirección del Partido: "Nuestra larea —escribía— es de formar un círcxHo clandestino de dirigentes y poner en m o v i miento la mayor masa posible." F u é el criterio bolchevique. Trotsky, por su parte, entendía que el Partido revolucionario como una organización laxa donde cabían todos los que, no solamente luchaban sino también simpatizaban con el P a r tido. Contrariamente a Lenin, escribía que l a dictadura del proletariado "no será la toma del poder por algunos conspiradores, sino el reinado político de l a clase obrera organizada, formando l a mayoría de l a nación". F u é el criterio menchevique. Por tales circunstancias, en el decisivo Segundo Congreso de la Socialdemocracia rusa, realizado en 1903, L e n i n propuso, en el artículo 19 de los Estatutos del Partido, que éste reconociera como miembro ú n i c a m e n t e a "cualquiera que profesa su programa y sostiene el Partido, no sólo materialmente, sino con su participación personal en una de las organizaciones". Martov, representante de los que deseaban hacer del Partido algo m á s amplio y elástico, consideraba que era suficiente para ser miembro "aportar un concurso personal regu-
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lar bajo la dirección de una de sus organizaciones". Es decir, que pudieran ser miembros del Partido todos los oportunistas y conciliadores que circulaban a su alrededor. Fué sobre l a base de esa diferencia de criterio que e l P a r t i do Socialdemócrata ruso se dividió, desde entonces, en las dos alas en que h a b í a de distinguirlo la historia: los mayoritarios (bolcheviques) siguiendo el concepto de Lenin, y los m i n o r i tarios (mencheviques) detrás del de Martov. ¿Cuál era l a posición de León Trotsky en esta circunstancia? Se alineó con los mencheviques en contra de Lenin. Y aun cuando, poco después, se a p a r t ó de ellos, en adelante siempre se mantuvo en una posición de "centro", entre bolcheviques y mencheviques, aunque, en general, se unía con estos últimos contra los b o l cheviques. Sus disparos se dirigían, particularmente, contra Lenin, a quien llamaba "Maximiliano Lenin", p a r a n g o n á n d o l o con R o bespierre. E n su folleto de entonces, Nuestras tareas políticas, inencontrable hoy pero del que tenemos información a t r a v é s del importante y documentado libro de Boris Suvarin: Staline-Aper^u historique du bolchevisme, P a r í s , 1935, Trotsky calificaba a Lenin como el "jefe del ala reaccionaria de nuestro partido" y lo culpaba de "vulgar caricatura de l a intransigencia trágica del jacobinismo". Los métodos de Lenin conducían, según Trotsky, a una disciplina de cuartel. " E l rigorismo en materia de organización —escribía— opuesto a nuestro oportunismo, no es otra cosa que el reverso de l a estupidez política". Según Trotsky el proletariado se iba a organizar espontáneamente en el curso de la lucha. Los jacobinos "eran utopistas y nosotros queremos solamente ser la expresión do tendencias objetivas. E r a n idealistas de los pies a la cabeza y nosotros somos materialistas de l a cabeza a los pies. Ellos eran racionalistas y nosotros somos dialécticos. Cortaban cabezas y nosotros las aclaramos por la conciencia de clase." "Por las tácticas de los jacobinos bolcheviques, todo el movimiento internacional del proletariado será acusado de moderación ante el tribunal revolucionario y l a cabeza leonina de M a r x caerá la primera bajo el golpe de l a guillotina." Es evidente que en l a revolución de 1905, en Rusia —ensayo general de l a de 1917— la que se produjo dos años después del famoso Segundo Congreso de la Socialdemocracia rusa, los
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mencheviques tuvieron un papel de primer orden y fueron lo¿ iniciadores de los soviets, que los bolcheviques, entonces, cambatieron como órganos a formarse después de l a revolución y no antes. Los bolcheviques, en cambio, apenas se destacaron y Lenin, prácticamente, no desempeñó ningún papel en ella. Quien lo tuvo, e importante, fué Trotsky, llegando a desempeñarse como presidente del Soviet de Petrogrado. Con posterioridad a l a revolución de 1905, aunque a consecuencia del retroceso revolucionario, que fué el resultado i n mediato del fracaso de aquella, se realizó una m o m e n t á n e a unificación de ambas tendencias, l a lucha continuó acerba entre sus dirigentes. Trotsky —siempre, según Suvarin— coló cado en su posición centrista entre bolcheviques y mencheviques, aunque m á s cerca de éstos, continuaba atacando a L e n i n por "el espíritu sectario, el individualismo de intelectual, e! fetichismo ideológico", mientras los mencheviques, con Martov a l a cabeza, lo acusaban de querer establecer en Rusia una "secta" al estilo del Partido Socialista Obrero, de Daniel d*: León, en los Estados Unidos, de representar "un triunfo de la incultura blanquista y anarquista sobre la cultura marxista" y de que "la Social democracia rusa hubiera hablado demasiado a la rusa" y poco "a la europea". Lenin respondía con crudeza: "Martov y Trotsky confunden los períodos históricos diferentes oponiendo Rusia, que efectúa su revolución burguesa, a Europa que hace mucho que t e r m i n ó la suya". "Pero —dice B . Suvarin (op. cit.. pág. 119) se enfrentaba principalmente con Trotsky en el que condenaba. . . las frases sonoras y vacías a la T a r t a r í n de Tarascón, l a diplomacia de camarilla, el peor espíritu de entrometido y a quien reprochaba de querer ahogar los desacuerdos en lugar de buscar sus causa»." Y a ú n t r a t ó , en el Congreso Internacional de Copenhague, en 1910. de que la delegación rusa lo condenara por algunos artículos que h a b í a publicado en el órgano del Partido Socialdemócrata a l e m á n atacando a bolcheviques y mencheviques. "Las personas de la clase de Trotsky —escribía Lenin— con sus frases ampulosas sobre l a Socialdemocracia rusa, son la plaga de nuestra época." "Trotsky plagia hoy la ideología de una fracción, m a ñ a n a l a de otra y así se declara por encima de las fracciones." "No se puede discutir con Trotsk y sobre el fondo, puesto que no tiene ninguna concepción. Se
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puede y se debe discutir con los derechistas y los izquierdistas convencidos, pero no con un hombre que juega a disimular las faltas de unos y otros; se le descubre como un diplomático de la más baja ley.*' "Trotsky no hu tenido jamás ninguna fisonomía política: va y viene de los liberales a los marxistas, con párrafos de frases sonoras arrancados de la derecha y de la izquierda." "No todo lo que b r i l l a es oro. H a y mucho oropel y ruido en las frases de Trotsky, pero n i n g ú n contenido." Mientras tanto, Trotsky, encarando una acción decidida contra Lenin, había convocado ima conferencia que tratara la u n i ficación de l a Socialdemocracia rusa —donde llegaron a existir ocho fracciones—, l a que se reunió en Viena en agosto de 1 9 1 2 , y donde se dieron cita — L e n i n se negó a asistir— todas las tendencias dentro del partido Socialdemócrata ruso hostiles ni bolchevismo. F u é el'famoso "bloque de Agosto" de Trotsky. "Ustedes deben conocer l a historia del «bloque de Agosto» del camarada Trotsky —recordaba Stalin, ya en la época de la campaña contra a q u é l — en e l que martovistas y otsovistas, liquidadores y trotskystas trabajaban en amable colaboración pretendiendo ser un '"verdadero" partido. Como bien se sabe, este "partido" tenia por fin destruir a l partido Bolchevique." { S T A L I N , ¿Leninismo o trotskysmo? en The October Revolution, New York, pág. 8 9 . ) Y . no habiendo logrado n i n g ú n éxito, Trotsky continuó atacando d u r í s í m a m e n t e a L e n i n . E n una carta a Chjiedze, fechada en abril 19 de 1 9 1 3 , hablaba de L e nin como "explotador profesional de todo lo que hay de retardatario en el movimiento obrero ruso", diciendo, además, que "Todo el edificio del leninismo está actualmente levantado sobre mentiras y falsificaciones y lleva en sí el germen envenenado de su propia descomposición". ( B . S U V A R I N , op. cit. y S T A L I N , The October Revolution, New York, págs. 8 8 y 8 9 . ) Juicios severísimos, para los que Lenin siempre tenía r é p l i ca, y que conviene recordar y analizar con atención para u b i cai" revolucionariamente a Trotsky: "Jamás ni en un solo problema serio del maroñsmo ha tenido Trotsky una opinión firme", siempre «se ha metido por la rendija» de tales o cuales divergencias, pasándose de un campo a otro. A h o r a anda entre bundistas y liquidadores. Sabido es que estos señores no tienen muchos miramientos con el Partido." ( L E N I N , Sobre eí derechíí de autodeterminación de las naciones, Buenos Aires, 1 9 4 2 , p á -
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gina 72.) Y en una Carta abierta a Boris Suvarin, respecto a la posición de Trotsky frente a la primera guerra mundial de 1914, escribía: ' ' Y o nunca tildé de chovinista la posición de Trotsky. De lo que yo lo acusé es de representar con demasiada frecuencia, en Rusia, la política del «centro». He aquí los hechos. Desde enero de 1912 l a escisión del Partido Obrero Socialdemócrata ruso existe formalmente. Nuestro Partido (que .^e agrupa alrededor del C.C.) acusa de oportunismo a otro grupo cuyos dirigentes m á s conocidos son Martov y A x e l r o d . Trotsky pertenecía al partido de Martov y sólo lo abandonó en 1914". . . "Habiendo roto con e l Partido de Martov continúa reprochándonos que seamos disidentes. Poco a poco se desplaza hacia la izquierda y propone romper incluso con los dirigente ^ socialdemócratas rusos. Pero no dice en definitiva si desea la unidad o la separación respecto a l a fracción de Chjiedze". . . "En Zimmerwald, Trotsky no quiso adherirse a la «izquierda de Zimmerwald». Trotsky y el camarada G . Roland-Holdsí representan el «centro»." ( L E N I N , Obras completas. Bueno-s Aires, t. X X n i , págs. 204 y 205.) Fué refiriéndose a esa época de su acción revolucionaria que Trotsky debía escribir posteriormente: " Y o forrné parte de l a "minoría" del II Congreso, minoría de donde m á s tarde nació el menchevismo. Permanecí políticamente ligado a esta minor í a hasta el otoño de 1904, poco m á s o menos hasta lo que ha dado en llamarse «la c a m p a ñ a provincial de l a nueva Iskra»;fué entonces cuando se precisó m i desacuerdo absoluto e i r r e ductible con el menchevismo en las cuestiones del liberalismo burgués y de la perspectiva de l a Revolución. E n 1904, es decir, hace veintitrés años, rompí con el menchivismo tanto en lo referente a la política como a la organización. Y o no me he llamado nunca menchevique n i me he estimado t a l " . . . " N o cabe duda alguna que yo he coinetido errores sobre muchos problemas particularmente durante la época de m i lucha contra el bolchevismo".. . "Como he declarado no pocas veces, en los desacuerdos que tuve con el bolchevismo sobre una serie de cuestiones de principios, la sinrazón estaba de mi parte." ( L . T R O T S K Y , La revolución desfigurada. Madrid, 1929, págs. 152, 153 y 154.) Este acto de contricción de Trotsky, según él mismo lo dice, ha sido repetido en múltiples oportunidades. " E n el modo de
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apreciar la suerte que aguardaba al menchevismo y los problemas de organización planteados a l partido, confieso que la Pravda (periódico que publicaba Trotsky en Viena) no llego nunca a la claridad de un Lenin. Y o esperaba, todavía, quo una nueva revolución obligara a los mencheviques —como en 1905— a abrazar la senda revolucionaría. No sabía apreciai debidamente la importancia que tenía l a disciplina ideológica y el endurecimiento político como preparación. E n punto al desarrollo interior del partido, cometí el pecado de entregarme a una especie de fatalismo socialrevolucionario. Reconozco que era una posición falsa." ( L . T H O T S K Y , M i vida. E d . Ercilla, t. II, pág. 116.) E n otra de sus obras m á s conocidas lo repite: "En casi todos los casos (al menos los más importantes) donde yo me he opuesto a Lenin desde el punto de vista de la táctica o de la organización, fué él quien siempre tenia razón." ( L . T R O T S K Y , La Révolutioyi Permanente. París, 1932, pág, 66.) Y más adelante, en la misma obra, página 75, le recalca: " M i posición en el interior del Partido fué conciliadora, y es sobre esta base que, en cierto monaento, tendí a formar un grupo. Mí actitud era determinada por una especie de fatalismo revolucionario social. Yo consideraba que la lógica de l a lucha do clases obligaría a las dos fracciones a seguir una sola líneu revolucionaria. E n ese tiempo no comprendía aún el gran sentido histórico de l a política de Lenin que exigía una implacable línea de demarcación ideológica y aún, en l a oportunidad, l a escisión para sostener y fortificar e l a r m a z ó n de un partido verdaderamente proletario." "Buscando la unidad a cualquier precio idealizaba, inevitablemente y a mi manera, las tendencias centristas del movimiento." Concepto completado en l a p á gina siguiente con estas sentencias: " Y ahí está l a lección que se puede sacar de todo esto; es inadmisible y desastroso romper o atenuar la línea política con el fin de un vulgar conciliacionismo; es inadmisible embellecer el centrismo que hace zigzags a izquierda; es inadmisible exagerar e inflar las disidencias con los camaradas que son verdaderos revolucionarios, para correr atrás de los fantoches del centrismo. Tales son las verdaderas lecciones que se pueden sacar de los verdaderos errores de Trotsky. Conservan todo su valor aún para estos días." Así se expresó León Trotsky de sí mismo y de su pasado revolucionario en una de sus obras teóricas m á s difundidas.
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Pero esto habría de repetirlo con frases a ú n m á s terminantes en sus declaraciones ante la Comisión Dewey. E n algunas respuestas ante esa Comisión, que lo inquiría respecto a las acusaciones del fiscal stalinista Vyshinsky, Trotsky se expresó de esta manera: "Dewey: L a otra acusación que se le hace, respecto a su nuevo ataque contra Lenin, está relacionada con el Bloque de Agosto que usted organizó en 1911 y 1912. E l acusador cíta a Stalin. ¿Qué tiene usted que decir sobre este Bloque de Agosto que estaba dirigido directamente contra las ideas de Lenin',' "Trotsky: Sí, eí Bloque de Agosto fué una consecuencia de mis tendencias conciliadoras. T r a t é de unir a los bolcheviques y mencheviques. Esa fué la idea del Bloque de Agosto. Lenin rehusó participar. Y o desarrollé alguna agitación aun en Rusia misma. F u é en el período de l a mayor reacción. T e n í a m o s pocas conexiones con Rusia. Algunos meses después l a situación cambió, pero en el momento del Bloque de Agosto teníamos malas relaciones obreras con Rusia. Estaban casi totalmente interrumpidas. Todo el trabajo fue hecho entre los emigrados. T r a t é de unificarlos —los bolcheviques y los mencheviques— pero Lenin no aceptó. Lenin tenía toda la razón en este punto, como lo demostró e l posterior desarrollo de los acontecimientos. Y o pei'manecí en la Conferencia con los mencheviques. Pero, en seguida, comencé a disputar con ellos y el Bloque fué destruido. No quedó nada de tal tentativa. "Dewey: Se cíta a Lenin en relación con eso. Escribió que el Bloque estaba levantado sobre falta de principios, sobre h i pocresía y sobre frases vacías. "Trotsky: Sí, creo que ese estilo es absolutamente e l de L e nin. Tenía razón. E l Bloque fué una tentativa estéril y Lenin no aceptó el juego. Dio golpes serios a sus adversarios. "Dewey: E l señor Vyshinsky. . . "Trotsky: Pero esto no es una evidencia criminal. "Dewey: . . . t a m b i é n declara que este Bloque fué formado por lacayos del imperialismo, por mencheviques, por aquellos que habían sido expulsados del partido Bolchevique y por la basura de los partidos de la clase obrera. Usted ha dicho que eran mencheviques. ¿Eran lacayos del imperialismo? "Trotsky: Bueno, es un calificativo para los reformistas. Lenin llamaba a todos los reformistas como lacayos del i m -
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peiialismo, y Uamó de esta manera a los mencheviques que participaban en la conferencia. Es u n asunto de apreciación política y no de pensamiento criminal." (The case of León Trotsky, págs. 60 y 61.) En conclusión, siempre, en todas las cuestiones de táctica y de organización en que h a b í a disputado con Lenin, Trotsky reconoció que la razón había estado de parte de aquél. E n un solo punto ha considerado ser él quien la tuvo: en su caracterización de la Revolución rusa. También lo ha expresado en las audiencias de la Comisión Dewey: "Stolberg: ¿ P u e d o hacerle otra pregunta? Es de un interé-.í histórico y filosófico. Entiendo que su teoría de la revolución permanente, de acuerdo con sus escritos, era muy similar a la de Lenin. También surge de esos escritos que existían cierta^ diferencias de una menor importancia. ¿Cuáles, en su opinión, oran esas diferencias? "Trotsky: Creo que en este ponto yo tenía razón frente a Lenin. Y o había elaborado, desde fines de 1904, la teoría y la convicción de que la Revolución rusa no podía triunfar excepto por medio de la dictadura del proletariado. "Stolberg: ¿Sólo por medio de ella? ' T r o t s k y : Sí, sólo por medio de ella. No podía triunfar como una simple revolución burguesa. L a perspectiva de una dictadura proletaria en Rusia zarista atrasada, se presentaba como bien fantástica. Los mencheviques y t a m b i é n los bolcheviques llamaban "trotskysmo" a la perspectiva de una dictadura del proletariado en Rusia. "Stolberg: ¿Si entiendo bien, "trotskysmo" desde 1904 a 1917 significaba la posibilidad de saltar sobre la democracia burguesa en Rusia? "Trotsky: "Trotskysmo" q u e r í a decir la perspectiva de la dictadura del proletariado en Rusia. "Stolberg: Entonces, en su opinión, ambos puntos de vista no pueden ser presentados, después de todo, en t é r m i n o s de un choque de personalidades. Cada imo tomó algo del otro y esto se unió en l a revolución. "Trotsky: Creo que la parte de Lenin fué inmensamente mayor que la m|ía. "Stolberg: ¿ P o r q u e era estratégica?
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"Trotsky: Es un asunto demasiado importante para encararlo ahora. El era el viaestro. Yo el discípido." Tales declaraciones sitúan el problema de l a acción política de León Trotsky en su verdadero lugar. Lenin era el maestro y Trotsky únicamente su discípulo. '
' E s i j i l f r e s a n t c r e c o r d a r q u e estas expresiones son n n i y .semejantes a las q u e E n s e i s h a c i a respeeln a M a r x . S e ( { ú n E n g e l s , a l escribir el Anti-Üiihrinñ desarrollaba " u n m é t o d o y u n a c o n e e p c ¡ c > n q u e h a b í a n s i d o c i m e n t a d o s y desenvueltos principa' Itsiinamente por Mai'y y xólo en parte muy pequeña por mi". ( F . E N C E L S . P r ó l o g o a l a 2* e d i c i ó n d e l Anti-Dührins, L o n d r e s . 23 de m a y o d e 1885. E d . C é n i t . M a d r i d , 1 9 3 2 , p á g . 1 8 . ) Y . en l a c a r t a a W L i e b k n e c h t d e l 14 d e m a r z o d e 1 8 8 3 , a r a í z d e 1,1 m u e r t e d e M a r x , e s c r i b í a : " T o d o l o q u e somos se l o d e b e m o s a é l ; y el m o v i m i e n t o tal c o m o es h o y , es p r o d u c t o d e s u trabajo t e ó r i c o y p r á c t i c o . S i n o h u b i e r a s i d o p o r é l , todos nosotros s e g u i r í a m o s t a n t e a n d o a oscuras e n n n l a b e r i n t o d e c o n f u s i o n e s . ( M A R X V E . N G E L Í . , "Cone'ipondencio, Buenos Aires, 1947, p á g . 431.)
I I - L E O N TROTSKY E N L A REVOLUCION D E OCTUBRE Llegaron los días de l a Revolución de Febrero de 1917, en Rusia, y León Trotsky, que a pesar de compartir los puntos de vista de la "izquierda de Zimmerwald", que encabezaba Lenin, no había querido unirse a ella, se hallaba deportado, momentáneamente, en los Estados Unidos. Y , habiendo encontrado, luego, su camino a Petrogrado, pudo darse cuenta de que l a coincidencia de Zimmerwald, con Lenin, se repetía ahora en relación con las famosas "Tesis de A b r i l " de éste, y su decisión de no apoyar al gobierno provisional surgido de la caída del zai-ismo, como ya lo h a b í a n hecho los mencheviques y los p r i n cipales dirigentes bolcheviques, entre los que .se contaba el entonces oscuro Stalin. Esta coincidencia lo llevó a manifestar su adhesión a los puntos de vista de su anterior adversario —puntos de vista que, en el fondo, habian sido t a m b i é n suyos (o de Parvus) desde tiempo a t r á s — y acercarse y m á s tarde ingresar al Partido Bolchevique, algunas de cuyas principales figuras, como Zinoviev y Kamenev, no sólo disentían con Lenin respecto a l a línea política a seguir, sino que, en determinado momento, como en oportunidad de la insurrección de Octubre, se levantaron abiertamente contra él, acercándose al enenñgo. E n cuanto a Stalin, se mantuvo prudentemente en segundo piano. Fué León Trotsky quien, en defección de tales líderes b o l cheviques, p r e p a ró y organizó l a mencionada insurrección —inspirada por L e n i n — lo cual, no sólo fué reconocido por el mismo Lenin, sino hasta por sus futuros adversarios. " C u a n do el Soviet de Petrogrado hubo pasado a manos de los bolcheviques, Trotsky fué elegido presidente y, en calidad de tal.
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organizó y dirigió la insurrección del 2 5 de Octubre." (LENIN,^ Obras covipletas, t. X V I , Citado por Trotsky en La revolución desjigurada, pág. 4 9 . ) Y Stalin, en el Pravda, N 9 2 4 1 , al cumplirse el primer aniversario de l a Revolución y bajo el titulo de El papel de ios principales mililantes del Partido, escribió; ''Todo e l trabajo de organización práctica de la insurrección se efectuó bajo l a dirección inmediata de Trotsky, presidente del Soviet de Petrogrado. Puede decirse con seguridad que l a adhesión de la guarnición al Soviet y la hábil organización del trabajo del Comité de guerra revolucionario se los debe el Partido, ante todo y sobre todo, al camaiada Trotsky." Esto no impidió, sin embargo, al mismo Stalin, afirmar m á s tarde: "No niego el papel importante del camarada Trotsky en el levantamiento. Pero debo decir que el camarada Trotsky no desempeñó n i n g ú n papel particular en la insurrección do Octubre: que en su calidad de presidente del Soviet de Petrogrado se limitaba a ejecutar la voluntad de las instancias interesadas del Partido, las cuales dirigieron todos los pasos del camarada Trotsky.'' Y a ú n m á s adelante: " E l camarada Trotsky, hombre relativamente nuevo para nuestro Partido, durantcel período de Octubre, no desempeñó n i pudo d e s e m p e ñ a r n i n g ú n papel particular n i en el Partido n i en l a insurrección de Octubre." ( S T A L I N , 7'he Octobcr Revolution. New Y o r k . 1 9 3 4 . págs. 71 y 7 2 . ) Pero, con todo su importantísimo papel en esa insurrección, el mismo primer día de la toma del Poder, cuando Lenin, con quien se hallaba en privado, le ofreció el lugar que, a su juicio. le correspondía en el nuevo gobierno, Trotsky puso, en tan extraordinario momento, un sorprendente reparo que nos a y u d a r á a interpretarlo como revolucionario. "Yo lo contradije —cuenta en Mi vida, E d . E r c i l l a t. ÍII, pág. 1 0 4 — aduciendo, entre otros argumentos, el problema de raza, pues parecíame que no merecía la pena poner en manos del enemigo el ai-ma que suponía m i estirpe judía. Lenin. al oír aquello, casi se indignó. —¿De modo que hemos hecho una gran revolución internacional para que salga usted ahora con esas minucias? " A propósito de este tema cruzamos, medio en serio y medio^ en broma, las palabras tiguientes:
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" — L a revolución no hay duda que es grande; pero no ha acabado, n i mucho menos, con los imbéciles —repuse yo. " — Y qué, ¿quiere usted que nos pleguemos a su voluntad? — me replicó él. "—No, eso no; pero alguna que otra p e q u e ñ a concesión a la estupidez no tendremos m á s remedio que hacerla. ¿ P a r a q u é crearse, ya desde el primer día, inútiles complicaciones?" L a indignación de L e n i n se justificaba ante un prejuicio como el manifestado por Trotsky en tales ciicunstancias, prejuicio que hubiera sido incomprensible en Carlos M a r x , poi' ejemplo, otro revolucionario de estirpe judía, pero que se había liberado, como correspondía, de tales "minucias". Este episodio, como otros parecidos que es posible señalar en su vida revolucionaria, es una clara demostración, a d e m á s de la existencia de prejuicios inadmisibles, que Trotsky no obraba solamente en función de sus propias ideas, como hubiera correspondido a un revolucionario de su categoría, sino t a m b i é n , y en un grado tan importante como para modificar su conducta, de las ajenas. ¡Qué contradicción existía entre este proceder y lo que h a b r í a de escribir a menudo con su brillante pluma de l i terato! "Hay que guiarse —dice, por ejemplo, en Problems of ihe Chínese Revolution, New York, 1932, pág. 55— por las necesidades objetivas de la revolución, pero no por lo que d i r á el enemigo." Apenas formado el nuevo gobierno, eí principal papel de Trotsky jué apoyar a Lenin, ayuda'iido a éste a mantener sus posiciones, como lo había hecho antes para encarar la insurrección. "Durante toda la tarde —dice un testigo famoso— L e n i n y Trotsky tuvieron que combatir las tendencias al compromiso. Una parte notable de los bolcheviques pensaban que d e b í a n hacer las necesarias concesiones para lograr la constitución de un gobierno de coalición socialista. •'—No nos podemos sostener —exclamaban—. Todos e s t á n contra nosotros. No tenemos los hombres que hacen falta. Quedaremos aislados, todo se h u n d i r á . "Así hablaban Kamenev, Riazanov y otros. "'Pero Lenin —Trotsky al lado— se m a n t e n í a firme como una roca. "—Que todos los que quieren un compromiso acepten nuestro programa y los admitiremos. No cederenros n i una pulgada.
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¡Si hay aquí camaradas que no tienen e l valor y la voluntad de atreverse a lo que nosotros nos atrevemos, que vayan a reunirse con los poltrones y los conciliadores! ¡Con el apoyo de los obreros y los soldados, nosotros seguiremos adelante." ( J O H N R E E D , Diez días que conniuvieron al mundo. E d . Biblos, Madrid, pág. 80.) Nombrado Comisario del Pueblo para los Negocios E x t r a n jeros, sostuvo, con motivo de la firma del tratado de paz, en Brest-Litowsk, una disputa enconada y i-uidosa con la delegación alemana. Y luego, al frente del Comisariato de Guerra, realizó aquella labor épica en l a que, cambiando l a pluma por la espada, creó y condujo el Ejército Rojo en los irmumcrables frentes de la contrarrevolución armada durante varios años y por toda la extensión de las fronteras rusas — ¡ q u é teatro para un actor de su categoría!— llegando a l punto m á s alto de su fama y de su acción revolucionaria en forma espectacular v deslumbradora. F u é al frente del Ejército-Rojo y haciendo un gigantesco despliegue de energía, que t r a n s m i t í a a sus subordinados, que Trotsky logró salvar l a Revolución de Octubre. Vestido con su imponente uniforme de soldado rojo, el p u b l i cista Trotsky superaba las hazañas de todos los jefes militares. Según M á x i m o Gorki, en sus memorias sobre Lenin, éste, que había dado a Trotsky carta blanca para actuar en forma que hacía de él un dictador implacable, h a b r í a de decir de su labor en el Ejército Rojo; "Dando un puñetazo sobre la mesa gritó: •^¿Podría indicarme usted otro hombre capaz de o r g a n i í a r en un año un ejército casi modelo y, además, capaz de captarse la s i m patía de los especialistas militares Nosotros hemos encontrado este hombre. Tenemos todo lo que necesitamos. Y ha de vei' usted hasta milagros»."' (Citado por el mismo Trotsky: La resolución desfigurada. Madrid, 1929, págs. 104 y 105. "La organización del Ejército Rojo había llegado a ser una necesidad urgente —escribió un brillante comentarista— con fuerzas armadas contrarrevolucionarias que amenazaban a la joven república desde todos los rincones de su vasto territorio. Hubo veces en que los ataques se produjeron en diez y siete frentes distintos. Durante esos tres años de guerra contra los ejércitos contrarrevolucionarios y ios invasores extranjeros, Trotsky tuvo oportunidad de desplegar sus dotes excepcionales. S u arrebatadora energía, su oratoria fascinante, l a impulsiva
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fueiza de sus llamados, su intrépido coraje fisico, su fría crueldad —todo contribuía para formar una personalidad tan excepcional y tan indispensable para el sostenimiento del nuevo régimen, como era e l genio y la calidad de estadista de Lenin; y Lenin fué el primero en reconocer el hecho. Parecía como si l a Revolución necesitara estos dos tipos discímiles; el idealista impersonal que, como L e n i n confundía su estatura sobrehumana con la causa, y el ambicioso egoísta que. como Trotsky, identificaba l a causa con su propia personalidad sobrehumana. Durante esos años se levantó, con Lenin, a l a estatura de un semi Dios; sus fotografías aparecían por todas partes y en toda ocasión, y sus hazañas eran celebradas en e n c o m i á s ticas alabanzas por algunos de los m á s destacados líderes y escritores." Y continuaba: "Trotsky conocía su propia importancia y la hacía sentir a los que lo rodeaban... No h a b í a en él n i una chispa de esa amabilidad humana que hicieron a grandes rebeldes como Bakunin o Malatesta, Lenin o Liebknecht, no sólo admirados, sino también queridos por sus contemporáneos. Para Trotsky esos rasgos humanos eran n i ñ e r í a s indignas de un gran hombre, obligado a asegurar E U grandeza manteniendo a los mortales menores a una rígida distancia. Desde luego hacía una excepción con Lenin al que rendía l a misma refunfuñante reverencia que Napoleón, por razones de Estado, daba ocasionalmente a l Ser Supremo. " A diferencia de Lenin, su ascendencia no era aceptada sin reparos. E n verdad, para los intelectuales j ó v e n e s . . . él era el símbolo de lo que cada uno en su grupo hubiera deseado ser: el héroe militar, la personalidad fascinante y v i r i l , el gran orador, ei escritor brillante, el erudito versátil. No aspiraban a ser tratados como iguales, así como uno no aspira a ser Dios. Era diferente, sin embargo, con los viejos militantes del Partido Bolchevique, los Zinoviev, Kamenev, Rykov, Frunze, V o r o shilov, Bubnov, etcétera, que h a b í a n presenciado todas las agrias disputas entre L e n i n y Trotsky. Estos siempre consideraron al brillante franco tirador como un juglar y no se avenían a la idea de ser sus subordinados... E l peligro de Bonapartismo contra, digamos, el legalismo revolucionario, se presentaba a l a vieja guardia. . . Lenin mismo, también, parece haber llegado a sentir inquietud por el éxito meteorice de su
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invalorable ayudante. No eran celos. Estaba, en verdad, arriba de la envidia, así como su propio maestro Marx, tuvo su preocupación respecto a Ferdinand LassaUe, el Lieón Trotsky de su tiempo." ( M A X N O M A D , Rehels and renegades. New Y o r k . 1932, pág. 229.) Lílegó pues un mom^ento, en la U.R.S.S., en que l a propia personalidad de Lenin quedó oscurecida tras l a intensidad del brillo de l a de Trotsky. Este se paseaba a sus anchas y haciendo todo el despliegue posible de sus cualidades, por e l escenarío m á s grandioso que podía haberle proporcionado l a Historia. Pero, no obstante, como se ha dicho, Trotsky acató siempre l a autoridad de Lenin. No es que no existieran desacuerdos. Los hubo. Pero, en los puntos capitales, era L e n i n quien prevalecía. Y, como casi siempre había ocurrido antes de Octubre, l a razón estuvo de su parte. A este respecto e l mismo Trotsky ha escrito: "No quiero decir con esto que no hayan existido desacuerdos entre L e n i n y yo. H a habido discrepancias entre los dos. Los desacuerdos sobre l a paz de Brest-Litowsk se prolongaron varias semanas y hubo días en que revistieron, incluso, carácter violento.". ( L . T R O T S K Y , La revolución desfigurada, pág. 71.) Pero, aparte de los desacuerdos mencionados, hubo otros como los que surgieron respecto a los "Ejércitos del trabajo", que Trotsky organizó a l t é r m i n o de l a guerra c i v i l , contra l a opinión de Lenin, y que luego fracasaron. No obstante, l a diferencia principal, que colocó a Trotsky casi en abierta oposición a Lenin, fué l a que se refería a l papel de los sindicatos en la U.R.S.S. A este respecto dice Trotsky en Mi vida: "He de detenerme un poco en otra disparidad de criterio surgida entre nosotros a fines de 1920 y comienzos del 21. . . y que mantuvo separados nuestros campos por espacio de unos dos meses. Es indudable que la llamada "discusión" acerca de los sindicatoí; empañó por algún tiempo nuestras relaciones." Trotsky sostenía que los sindicatos, en un Estado obrero, no tenían razón de ser como órganos independientes, y, en consecuencia, debían ser incorporados a ese Estado con un nuevo carácter; estimular la producción. L e n i n replicaba que l a U.R.S.S. no era a ú n una república obrera, sino "una república obrera con distorsiones aún una función que cumplir; proteger a los obreros de esa-s burocráticas" y que, frente a este hecho, los sindicatos teníeív
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distorsiones. L a abstracta posición de Trotsky frente a la enteramente realista de Lenin, fué reconocida, m á s tarde, por el mismo Trotsky: " M i propuesta de introducir el aparato sindical en el sistema de administración económica. . . no presentaba la solución necesaria". ( L . T R O T S K Y , L a resolución desfigurada, pág. 7 6 . ) " S i Trotsky equivocó su posición en el debate —dice V . Serge en Vida y muerte de Trotsky, Buenos A i res, 1954, pág. 115— ello se debió a exceso de optimismo revolucionario." En cambio, donde l a compenetración de Trotsky con Lenin fué casi completa y donde pudo secundar a éste con mayor amplitud y unidad de miras, fué en l a dirección de la Tercera Internacional, organizada en 1919 por los bolcheviques que habían pasado a adoptar, ahora, el nombre de comunistas, nombre que también utilizó l a nueva Internacional. Para los revolucionarios rusos, que se h a b í a n apoderado del poder en 1917, se abría la necesidad de impulsar l a revolución mundial como forma de salvar su propia revolución y completar su obra. " S i n l a revolución europea pereceremos", escribía L e n i n , que no imaginaba que luego en la U.R.S.S. hubiera quien l e vantaría l a consigna de l a posibilidad de organizar el "socialismo en un solo país". E n la orientación de la Tercera Internacional, de acuerdo con las ideas directrices de Lenin, Trotsky desempeñó un papel muy importante. Respecto a esta labor, respondiendo a una pregunta de l a Comisión Dewey, el mismo Trotsky tuvo oportunidad de responder: "Desempeñé un papel directo y activo en los cuatro primeros Congresos de l a Internacional Comunista. E n tiempos de Lenin. los informes m á s importantes referentes a la situación internacional y las tareas de la Internacional Comunista fueron compartidos entre L e n i n y yo. Todos los manifiestos programáticos de ios cuatro C o n gresos fueron escritos por mí. Algunas importantes tesis sobre la estrategia de la Comintern, t a m b i é n las escribí yo." (The case of León Trotsky, pág. 25.) Como lo hemos dicho, Lenin, al frente del proletariado, se apoderó del poder en Rusia no con el propósito inmediato de establecer el socialismo, sino de resolver en ese país los problemas de la revolución democrática y encender la tea que provocaría l a revolución europea, lo que p e r m i t i r í a a Rusia, a su vez, pasar al socialismo. Dado su peso «n l a economía m u n -
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dial, consideraba l a revolución en Alemania como mucho m á s importante que en Rusia, y a ú n se mostraba dispuesto a sacrificar la revolución en este país con tal de provocarla en A l e mania. Sin embargo, el papel contrarrevolucionario de l a Socialdemocracia europea, llamada urgentemente al poder por l a burguesía, salvó al capitalismo del derrumbe, mientras el mo vimiento revolucionario a l e m á n era decapitado con el brutal asesinato de sus principales dirigentes: la extraordinaria mujer que fué Rosa Luxemburgo, que todavía no ha sido reconocida como una de las m á s destacadas figiu-as femeninas de l a Historia, y Carlos Liebknecht. L a falta de propagación de l a revolución dejando aislada a l a U.R.S.S. en medio de un mundo capitalista tuvo, finalmente, intensa repercusión en esta. Pasados los años trágicos del llamado "comunismo de guerra", en los que hubo que vencer con las armas a l a contrarrevolución, el descontento empezó a cundir dentro del mismo pueblo ruso, descontento del que fué un terrible síntoma l a sublevación de Krondstadt, en 1921, llamado de alerta que los dirigentes del Partido Comunista ruso, con Lenin a l a cabeza, no podían dejar de escuchar. Se dio, entonces, marcha a t r á s en la política que hasta entonces se h a b í a llevado; el Décimo Congreso del Partido, por sugestión de L e n i n , prohibió las fracciones dentro del mismo; y se inauguró la Nueva Política Económica (N.E.P.) restableciendo en forma relativa y m o m e n t á n e a las relaciones económicas capitalistas, contemporizando, además, con los campesinos sobre ias medidas de socialización. Esto no sólo significó un alto, sino t a m b i é n un m o m e n t á n e o retroceso en la transformación revolucionaria de la U.R.S.S., el que se afianzó en 1923 a consecuencia del reflujo del movimiento revolucionario mundial provocado por la guerra 1914-18. Todos estos acontecimientos coincidieron con l a incapacidad física de Lenin, a causa de la enfermedad que había comenzado a m a n i festarse en él ya en 1922, y su muerte en enero de 1924. Fué entonces que todas las desventajas del hecho de haber triunfado la dictadura del proletariado, por primera vez, en un país atrasado, con m á s de 90 % de masa campesina, como Rusia, y que había quedado solo contra e l imperialismo m u n dial, salieron al frente y comenzaron a tener decisiva repercusión en los nuevos acontecimientos dentro del mismo. Esto
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fué particularmente apreciable en las propias filas del Partido gobernante, el Partido Comunista, del que, desde 1922 había sido designado secretario general, Stalin, mediocridad que hasl a entonces había actuado oscuramente y que fué llevado a l a dirección como consecuencia del retroceso que señalaron, no sólo los acontecimientos adversos para la revolución, sino también l a destrucción de la democracia en los soviets y el advenimiento a l seno del Partido Comunista gobernante de nuevos elementos procedentes de los favorecidos con l a N . E , P . y campesinos ricos, quienes significaron un afianzamiento de los p i lares de l a burocracia. L a idea de l a revolución mundial, que h a b í a n sostenido Lenin y Trotsky, fué abandonada, y la Internacional Comunista, a t r a v é s de sus Partidos, dejó de lado su función de promoverla para tratar ahora solamente de "neutralizar" a las burguesías imperialistas. L a burocracia, de l a que Stalin sólo era una expresión destacada, declaró por boca de éste y en contra de los principios m á s elementales del marxismo-leninismo, que el socialismo podía construirse "en un solo país" y, a tal fin, sacrificó los intereses del proletariado mundial. Ese retroceso en el proceso revolucionario ruso, producto de las nuevas circunstancias nacionales e internacionales y del que surgió el entronizamiento de l a burocracia, h a b í a llegado a alarmar al mismo Lenin, según Trotsky, cuando, después de un breve paréntesis, provocado por su primer ataque, r e t o r n ó por breve tiempo a sus funciones al frente del gobierno soviético, año y medio antes de su fallecimiento, llegando a proponerle a Trotsky la formación de un bloque contra ella y contra Stalin, que la representaba. Y , atento a los sucesos posteriores, poco antes de su retiro definitivo, escribió una carta para ser leída en el Congreso del Partido, carta conocida como su Testamento Político. E n ella, fechada el 25 de diciembre de 1922, Lenin, previendo la división del Partido, recordaba que e l mismo "se apoyaba en dos clases y por esta razón, de no existir acuerdo entre ambas, su caída es inevitable". "De l a estabilidad del Comité Central —escribía— depende que subsista o no la amenaza de una división." Y declaraba: "Opino que los factores principales de los cuales depende esa estabilidad son los dos miembros del Comité Central, Stalin y Trotsky. L a s relaciones existentes entre ambos constituyen, a m i juicio, la causa
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principal de l a división que amenaza al Partido. . . E l camarada Stalin, promovido al cargo de secretario general, ha concentrado en sus manos un poder enorme; y no estoy convencido de que sepa siempre utilizar ese poder con l a cautela necesaria. Por su parte, el camarada Trotsky, conforme demostró en su lucha contra el Comité Central a propósito de la cuestión del Comisariato de Vías de Comunicación, se ha distinguido no tan •sólo por una capacidad excepcional —sin ninguna duda es el más capaz de todos los miembros del actual Comité Central— sino t a m b i é n por su excesiva confianza en si mismo y por su propensión a dejarse arrastrar por los aspectos puramente administrativos de las cuestiones. "Estas distintas cualidades de los dos jefes m á s capaces del actual Comité Central podrían, muy fácilmente, originar una división. S i nuestro Partido no adopta las necesarias medidas para evitarlo, esta división podría producirse inesperadamente." Y , en un post s c r í p t u m fechado algunos días después, e l 4 de enero de 1923, Lenin calificó a Stalin de "demasiado rudo" y propuso al Partido sustituirlo por "otro hombre que difiera de él en todos sentidos y que sea, sobre todo, m á s paciente, m á s lea!, más cortés y atento con los camaradas, menos caprichoso, etcétera". "Esta medida —finalizaba— podrá parecer una nimiedad, pero yo considero que teniendo en cuenta la necesidad de evitar una división y las relaciones que median entre Stalin y Trotsky, no es en modo alguno una nimiedad o es, en todo caso, una nimiedad tal que puede revestir una importancia decisiva." No corresponde aquí hacer una relación de la lucha entablada entre Stalin y Trotsky, la que, como lo pre ve ía Lenin, llevó a la división del Partido gobernante. Esta división ya había tomado cuerpo antes del fallecimiento de Lenin, reemplazado en las funciones del gobierno por una "troika" integrada por Stalin, Zinoviev y Kamenev, representante de los factores regresivos dentro de la U.R.S.S., en tanto que Trotsky aparecía encabezando la denominada Oposición de Izquierda, tam b i é n llamada bolchevique-leninista, que se presentaba como continuadora de Lenin y depositaría de los principios revolucionarios. E n su opúsculo Nuei^o Curso, carta dirigida a l Partido, p u blicado a ú n en vida de Lenin, pero cuando éste se encontraba
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ya mcapacitado, refiriéndose al cáncer del burocratismo, Trotsky decía: " E l burocratismo mata la iniciativa y traba así l a elevación del nivel general del Partido." "Es necesario que el Partido vuelva a la iniciativa colectiva, a l derecho de crítica ubre y fraternal, que tenga la facultad de organizarse a sí mismo.". Agregando: "Nuestra juventud no debe limitarse a repetir nuestras fórmulas; debe conquistarlas, asimilarlas, for-marse una opinión, su fisonomía propia, y ser capaz de luchar por sus puntos de vista con el valor qve dan la convicción profunda y la independencia completa de carácter. ;Fitcra del Partido Ta obediencia pasiva que hace m/ircar mecánicamente el paso detrás de los jefes! ¡Fuera del Partido la impersonalidad, el seri'ibsmo, el carrerismo! " E l bolchevique no es solanirente un hombre disciplinado: es un hombre que. a cada paso y sobre cada pregunta, se forja una opinión concreta y l a defiende valerosamente, no sólo contra sus enemigos, sino dentro de su mismo Partido. "'Nuestro Partido no podrá realizar su misión histórica si se dividiera en fracciones. No se disgregará así porque, colectividad autónoma, se opone su organismo. Pero no combatirá con cxito los peligros del fraccionamiento m á s que desarrollando y consolidando en su seno i a aplicación de la «democracia obrera». E l burocratismo del aparato es precisamente ima de las .principales fuentes del fraccionamiento." L . T R O T S K Y , Cours nouveau. P a r í s , 1924, págs. 99 y 102.) Y más adelante agregaba: " E l Partido vive, en cierto modo, en dos pisos: el piso superior es e l que decide y el piso infe¡ior se limita a enterarse de las decisiones." S e ñ a l a n d o que: ' i a fuente de la burocracia reside en l a concentración creciente de la atención y de las fuerzas del Partido sobre las instituciones y aparatos gubernamentales y en l a lentitud del desarrollo de la industria". Y , respecto a la prohibición de fracciones, escribía: " S i las fracciones son peligrosas (y esto es así) es criminal cerrar los ojos ante el peligro que representa la fracción burocrática conservadora." (Id., id., pág. 43.) En octubre de 1924, como prólogo a l a recopilación de sus escritos sobre la Revolución de Octubre, León Trotsky escribió laF llamadas "Lecciones de Octubre", en las que ponía en descubierto el rol negativo de los componentes de la "troika", entonces gobernante, en los días capitales de la Revolución.
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Se detenía, particularmente, en Zinoviev y Kamenev, a quienes acusaba de "ala derecha" y de "casi socialdemócratas". Este escrito de Trotsky tuvo gran repercusión, no sólo en la masa del pueblo ruso, donde h a b í a desaparecido y a el espíritu heroico de los días de la Revolución y l a discusión entre los d i r i gentes fué calificada de "literaria", sino en las esferas gobernantes que levantaron el fantasma del "trotskysmo", como opuesto al leninismo, sacando a relucir todas las antiguas disputas de Lenin con Trotsky y obligando a éste a retractarse en sus expresiones, así como los h a b í a n obligado a desmentir la existencia del "testamento" de Lenin, cuando M a x Eastman 3o hizo conocer en los Estados Unidos. A l año siguiente, en el octavo aniversario de l a Revolución Tiotsky, publicó "¿Hacia el capitalismo o hacia e l socialismo ", editado en el extranjero con el título de " ¿ A d o n d e va Rusia?", en el que analizaba l a marcha del proceso económico dentro de l a U.R.S.S., y en setiembre de 1927 presentó una brillante exposición ante el Comité Central de las Uniones del Partido, conocida como "Plataforma de l a Oposición" y p u b l i cada en español con el título de " L a situación real de Rusia". En el último de los libros mencionados, en el que hacía un detenido análisis económico social de ia situación de l a U.R.S.S., citaba a Lenin cuando escribía que " l a única base material para el sociaüsmí) estriba en un vasto mecanismo industrial, capaz de reorganizar la agricultura", y afirmaba: "Las tendencias oportunistas en el Partido Comunista ruso se apoyan, en las presentes circunstancias, en los hechos siguientes: 1) E l medio burgués internacional y l a parcial y temporal estabilidad del capitalismo que predisponen a crear una estabilidad completa. 2) L a Nueva Política Económica, absolutamente necesaria para avanzar hacia el socialismo, pero que ha resucitado en parte al capitalismo, aviva t a m b i é n las fuerzas hostiles ul socialismo. 3) Los elementos pequeburgueses, en un país donde predomina en grado sumo l a clase rural, no pueden dejar de abundar, no tan sólo en los Soviets, sino t a m b i é n en el P a r t i do. 4) E l hecho de que el Partido monopolice l a dirección p o lítica —una cosa absolutamente necesaria para l a R e v o l u c i ó n engendra otra serie de peligros especiales. E l X I Congreso del Partido, en época de Lenin, s eñ alab a franca y claramente que existían ya en nuestro Partido grupos considerables de ciuda-
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danos (campesinos acomodados, altos empleados, intelectuales) que se h a b r í a n pasado a los Partidos social revolucionario y menchevique, si estos Partidos no fuesen ilegales. 5) E l aparato del Estado dirigido por el Partido introduce en éste mucho de burgués y de p e q u e ñ o burgués, infestándolo de oportunismo. 6) Gracias al personal técnico y a los empleados e intelectuales de elevada categoría, indispensables todos para nuestra labor constructiva, fluye hacia nuestro aparato una corriente continua de influencias no proletarias". ( L . T R O T S K Y , La situación real de Rusia. E d . Apolo, Barcelona, 1931, págs. 227 y 228.) Sostenía, además, que: " E l grupo de Stalin y Bujarin, alejándose m á s y m á s de los principios de Lenin, trata de embaucar al Partido dándole a entender que esta es una lucha entre el Leninismo y el Trotskysmo. L a lucha, en realidad, existe entre el Leninismo y el oportunismo de Stalin." (Id. id., página 220.) En su acción contra l a burocracia, León Trotsky, que y a iiabía sido relevado el 2 de enero de 1925 de sus funciones de presidente del Consejo Superior de Guerra y Comisario del Pueblo del Ejército y l a Marina, aparecía como el principal defensor de l a necesidad de l a industrialización en l a U.R.S.S. y de que esa industrialización fuera planificada. Además, encarando el panorama mundial, hacía brillantes análisis de l a situación internacional, destacando el aplastante predominio de los Estados Unidos. E n un. famoso discurso pronunciado el 28 de julio de 1924, a este respecto, decía: "Quier.quiera qu¿; desee o trate de discutir hoy el destino del proletariado mundial sin tomar en cuenta el poder y el significado de los Estados Unidos, está, en cierto sentido, haciendo un inventario sin consultar al amo. Pues, el amo del m^indo capitalista —y entendamos esto claramente— es Nueva York, con Washington como su Departamento de Estado". Y agregaba: "La preponderancia que Inglaterra, en el cénit de su prosperidad, tenía sobre Europa y el resto del mundo, no es nada comparada con ia preponderancia de los Estados Unidos sobre todo el mundo, incluso Inglaterra, hoy. Y esto, camaradas, es la cuestión central de la cuestión europea y mundial. Sin comprender esto, es imposible comprender los destinos de la historia moderna en sus próximos capitulas." ( L . T R O T S K Y , Europe and América. Ferspectives of World Der^eloprneíit. Págs. 11 y 12.)
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A l comienzo de su c a m p a ñ a contra Trotsky y la Oposición de Izquierda, Stalin h a b í a tenido el apoyd total de los otros miembros de l a "troika", Zinoviev y Kamenev, quienes h a b í a n sido los m á s acérrimos enemigos de aquél y los principales inventores del "trotskysmo". Pero l a posterior preminencia de Stalin, que pasó a ser l a figura dominante de l a burocracia soviética, hizo que Zinoviev y Kamenev, que nunca se h a b í a n distinguido por l a profundidad n i l a fortaleza de sus convicciones, cambiaran de frente y pasaran a combatir a Stalin, ofreciendo ahora su apoyo a Trotsky. Para asombro de quienes juzgaban esa lucha en el terreno de las ideas, Trotsky, que los h a b í a calificado de "derechistas" y "casi socialdemócratas", aceptó. ¿Sobre l a base de algún p r i n cipio? No. Solamente como expresión vulgar de ambiciones personales por el poder. Reflejo de ese asombro, en los medios revolucionarios mundiales son estas palabras de Víctor Serge, militante francés que colaboró en los primeros años de l a R e volución con los bolcheviques y que luego fué perseguido y encarcelado por la burocracia stalinista por su adhesión a la Oposición de Izquierda. Escribió Víctor Serge: " E n 1927 se vio producirse un reagrupamiento inesperado que, en cualquier otra parte, hubiera sido incomprensible a menos de denotar !a m á s triste ausencia de principios políticos. Los inventores y perseguidores del "trotskysmo" de l a víspera, Zinoviev y Kamenev, volviéndose hacia Trotsky, le ofrecieron su alianza, reconociendo que él había tenido razón contra ellos, hicieron el elogio de su probidad revolucionaria y reclamaron con él el "nuevo curso" en el Partido." ( V Í C T O R S E R G E , Destín d'une Rér>oluüon. París, 1937, pág. 179.) Este bloque sin principios, mío de los tantos que debían ir jalonando la vida revolucionaria de Trotsky, éste t r a t ó de explicarlo con frases en l a forma siguiente: " L a presión de los obreros empujó a Zinoviev y Kamenev a enfrentar a Stalin. Son los fundamentos del Socialismo. No es posible explicar esto por Jas ambiciones personales. N o niego el papel del factor de l a ambición personal, pero ellas d e s e m p e ñ a n un papel únicamente a través del empuje de las fuerzas sociales. S i n ello son puramente ambiciones personales." (The case of León Troíshy, pág. 31.)
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Pero el progresivo afianzamiento de Stalin y su burocracia, ¡1 la lucha contra Trotsky y l a llamada Oposición de Izquierda, permitió a aquél lograr l a fuerza necesaria para expulsarlo, junto con Zinoviev, en octubre de 1927, del Comité C e n t r a l lel Partido Comunista ruso. F u é el comienzo de un plan p o l i , tai para su anulación. E l 7 de noviembre de 1927, décimo aniversario de la Revojución de Octubre, la Oposición salió a la calle llevando incluso cartelones "Por el cumplimiento del testamento de L e n i n " . F u é violentamente reprimida y ello significó el fin de l a vida política de Trotsky en la U.R.S.S. y su destierro a A l m a A t a , en •\a Central. E l mundo contempló con verdadero estupor :ómo la figura resplandeciente de los días de Octubre y del "comunismo de guerra" p a r t í a sin brillo y sin gloria, mansamente, rumbo al ostracismo. y pocos días después de aquel acontecimiento, el 16 de noviembre de 1927, cuando l a represión se desataba con toda su furia contra la Oposición, que él encabezaba, León Trotsky pudo rescatar una carta de despedida dejada por Adolfo Joffé, iejo revolucionario, colaborador suyo en Viena y miembro jel Comité militar de la insurrección de Octubre, así como de la delegación que discutió l a paz de Brest-Litowsk. Más tarde, fué embajador soviético en Berlín, delegado a l a Conferencia de Ginebra, etc. L a situación política por l a que atravesaba el país y su mala salud lo impulsaron a pegarse un tiro. "Querido León Davidovich —decía entre otras cosas— estamos unidod poi diez años de trabajos en común y creo t a m b i é n por amistad personal, y esto me da derecho a decirle en este momento de despedida lo que juzgo en usted una debilidad". " J a m á s he iudado del acierto de su opinión, y bien sabe que desde hace •nás de veinte años, incluso desde la cuestión de la «revolución permanente», he estado siempre a su lado. Pero siempre me ha parecido que le jalUiba a usted la inflexibilidad, la intransigencia de Lenin, su resolución de continuar la tarea sólo a ser preciso par el camino que él indicaba, seguro de una mai/oria jutura, seguro del futuro reconocimiento unánime de la justeza de ese camino. . . Frecuentemente usted ha renunciado a su certera posición en favor de un acuerdo, de un compromiso cuyo valor ha sobreestimado. Eso era un error." Y t e r m i naba diciéndole: " N o se descorazone si alguno lo abandona hoy
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y, sobre todo, si l a mayoría no se pone de su parte tan pronto como todos quisiéramos. Usted está en lo cierto; pero l a seguridad del triunfo de su opinión estriba precisamente en una intransigencia estricta, en l a m á s severa rigidez, en l a denegación de todo compromiso, cosas que constituían siempre el secreto de los triunfos de Ilych ( L e n i n ) . " L . T R O T S K Y , L a situación real de Rusia. E d . Aguilar, Madrid, s/f., págs. 27f> y 277.) Una vez León Trotsky en el destierro y l a Oposición de Izquierda reprimida brutalmente, Stalin y l a burocracia soviética, como movimiento de autodefensa frente al peligro de las tendencias r e t r ó g r a d a s representadas por los hombres de la N E P y los Kulaks (campesinos ricos), se vieron obligados a dar un brusco viraje a l a izquierda con e l fin de enfrentarlas y, para ello, no encontraron otro camino que pasar a adoptar l a Plataforma de l a misma Oposición que habían destruido, desde luego que caricaturizándola, llevando a la práctica planes quinquenales a realizarse en cuatro años, cuando antes los h a b í a n combatido como \m error de los "superindustrializadore& trotskystas". Mientras tanto, en su destierro de A l m a A t a , librado a m pliamente a su pasión literaria, León Trotsky escribió, uno tras otro, varios de sus brillantes análisis de costumbre, adoptando las posiciones políticas de Lenin y tratando de presentarse como su uerdadero continuador. E n uno de esos escritoL;, analizando las "Causas de l a derrota de l a Oposición", es decir, las causas de su propia derrota, r e p e t í a : " A partir del otoña de 1923, el ala izquierda proletaria del Partido, que expuso sus puntos de vista en toda una serie de documentos, de los cuales el principal es «Plataforma de los bolcheviques-leninistas (Oposición)» fué sistemáticamente liquidada como organización. Los procedimientos de represión estaban determinado-s por el carácter del r é g i m e n interior del Partido, cada vez má-s burocrático a medida que aumentaba l a presión ejercida p o r las clases no proletarias contra el proletariado." " L a primera devastación de la Oposición vino directamente después de la derrota de l a revolución alemana (1923) y fué, en cierto modo, su consecuencia." " E l desarrollo de la presión económica y política ejercida por los círculos burocráticos y p e q u e ñ o b u r gueses en el interior del país, paralelamente con las derrotas.
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de la revolución proletaria en Europa y en Asia, he a h í el encadenamiento histórico que, dm-ante estos últimos cuatro años, se cerró como un nudo corredizo en torno a l a garganta de la Oposición. E l que no comprenda esto, no comprende nada." ( L . T R O T S K Y , The Third International after Lenin", New York, 1936, págs. 160 y 163.) Kasta que, en enero de 1929, como culminación de la lucha contra el "trotskysmo", Stalin resolvió expulsar a Trotsky de la U.R.S.S. T u r q u í a lo recibió en su seno, pasando el jefe de la msurrección de Octubre a habitar en Constantinopia y, luego, en la isla Prinkipo, cerca de esa ciudad.
I I I - L E O N TROSTSKY Y L A FUNDACION DE LA CUARTA INTERNACIONAL Cuenta M a x Eastman, el pseudo marxista yanqui, quien fue e] primero en dejar traslucir la situación soviétiva en su libro Siíice Lenin died, en el que se hizo conocer en el extranjero el "testamento de L e n in " , que a l a noticia de l a deportación de Trotsky de la U.R.S.S., las acciones de las concesiones industriales y aun lo= titulos de l a deuda del viejo r á g i m e n ruso e x perimentaron un alza en l a Bolsa de Londres. A d e m á s , como lo recordó el mismo Trotsky en La situación real de Rusto: "Empezando por el diario burgués más poderoso, el ^New York Times» y acabando por e l m á s fluctuante de los periódicos de la Segunda Internacional, Workers Gazette (Otto Bauer) de Viena —todos los órganos de l a b u r g u e s í a y de los socialdemócratas felicitaron al "gobierno de S t a l i n " por su lucha contra la Oposición." E n esa forma se registraba un hecho que se consideraba favorable para el imperialismo mundial y perjudicial para la U.R.S.S.; la derrota de Trotsky. Es evidente que, de acuerdo con el desarrollo del piocoso histórico, la tendencia de León Trotsky muy difícilmente podía haber trmnfado en l a U.R.S.S. Pero su increíble eliminación se produjo con una facilidad tan asombrosa y sin lucha, que estaba mostrando las bases deleznables sobre las que se asentaba l a deslumbrante personalidad de Trotsky. Es que, en realidad, colocado éste en el terreno ampuloso y abstracto a que .siempre tendía, h a b í a preferido hacer de cigarra, como " h é r o e nacional" para magnificar su figuración histórica, mientras Stalin. ayudado por los hechos, había actuado como hormiga, poniendo pacientemente, uno a uno, todos los elementos ne-
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cesaiios para su triunfo. Y cuando éste llegó, fué decisivo y aplastante. Pero, ¿quién era ese Stalin que así, sorpresivamente y sobre l a base de un aparato burocrático consolidado con tesón y paciencia, se levantaba para ocupar el lugar de Lenin, quien no solamente, en su "testamento", aconsejó retirarlo del cargo de secretario general del Partido, sino que, poco antes de quedar inhabilitado físicamente para siempre, le h a b í a escrito una carta rompiendo toda clase de relaciones personales con él? Trotsky, muchas veces, lo ha repetido: "Stalin era l a m á s notoria mediocridad del Partido", agregando: "Puede decirse que Stalin, desde que e n t r ó en contacto inmediato con él, que fué principalmente después del movimiento de Octubre, se mantuvo siempre en una tendencia bastante aguzada, aunque recatada hipócritamente, de oposición a Lenin. Dadas sus a m biciones, grandes y colmadas de envidia, Stalin tenía que sentir por fuerza y a cada paso, su insignificancia moral e intelectual. E r a evidente que hacía esfuerzos por acercarse a mí. Y o t a r d é en darme cuenta de que pugnaba por entrar conmigo en relaciones casi familiares. M e repelía, por aquellas cualidades que m á s tarde .iniciada y a l a franca decadencia, h a b í a n de ser su fuerza: la mezquindad de sus miras, el empirismo, l a tosquedad psicológica y aquel especial cinismo de p e q u e ñ o b u r g u é s a quien el marxismo ha liberado de muchos prejuicios, pero sin alcanzar a sustituirlos por un sistema ideológico bien digerido y compenetrado con l a psicología personal." ( L . T R O T S K Y , Mi vida. E d . E r c i l l a , t. V . pág. 16.) A s i sujgió el mediocre Stalin al frente del gobierno de la U.R.S.S., como expresión concreta del retroceso revolucionario soviético provocado por las circunstancias adversas que siguieron a l a primera etapa de la Revolución de Octubre, la que debía traer la caída y desaparición sucesiva de los p r i n cipales dirigentes de la época de L e n i n , quienes, fuera de Stalin, comenzaron a ser eliminados y sustituidos por elementos que muchas veces habían sido ajenos al Partido Bolchevique y hasta militado entre sus enemigos. Pero, ¿por q u é Stalin no procedió con Trotsky en la misma forma que lo había hecho con los demás? S i n duda, en parte, porque el renombre que Trotsky h a b í a conquistado a l lado de Lenin era todavía grande y, a pesar de l a insistente- c a m p a ñ a
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de desprestigio que precedió y siguió a su caída, a ú n debía apai'ecer como adversario demasiado importante para ser tratado de aquella manera. El plan de Stalin fué m á s maquiavélico. E l mismo Trotsky. sobre la base de las actas del Comité Central, lo ha expuesto: "Stalin se dijo: E n el extranjero Trotsky e s t a r á aislado; tendrá que colaborar en l a prensa burguesa y esto nos p e r m i t i r á comprometerlo: l a socíaldemocracia t o m a r á su defensa y nosotros lo desacreditaremos a los ojos del proletariado mundial; si hace revelaciones, lo denunciaremos como un traidor." ( L . TROTSKY, Les crimes de Stalin, París, 1937, pág. 66.) Desterrado, pues, a Turquía, Trotsky siguió desplegando sus extraordinarias facultades literarias. Allí prologó y dio forma de libro a varios de sus trabajos de A l m a A t a , como ¿Y ahora?, carta al Sexto Congreso de la Internacional Comunista, y C r i t i ca ai Proyecto de Programa de la Internacional Comunista, subtitulado: ¿Programa de la Revolución Internacional o programa del socialismo en un solo país? E n este último libro publicado con el nombre de La Tercera Internacional después de Lenin (en español Eí gran organizador de derrotas) se h a cía, también un estudio de l a "estrategia y táctica de la época imperialista" y se analizaban los errores de l a I.C. bajo Stalin, que había de iniciar l a época "ultraizquierdista" llamada del "tercer período". T a m b i é n se incluían los análisis de su autor .sobre l a revolución china, e l problema m á s trancendental que debió resolver entonces l a Internacional Comunista y encarando el cual Trotsky combatió brillantemente l a política oportunista de Stalin al propiciar el sometimiento del Partido C o munista chino a l a burguesía nacionalista, representada por el Kuo M i n Tang, encabezado por C h i a n g - K a i Shek. Todo un conjunto de escritos que se cuentan entre lo m á s brillante salido de su pluma. Pero, Trotsky deseaba dejarlo bien establecido: su labor la hacia ú n i c a m e n t e considerándose discípulo de M a r x y continuador de Lenin, rechazando l a terminología de "trotskysmo" con que la señalaban siempre sus adversarios. E n el prólogo a su libro L a revolución desfigurada, que incluía los aspectos má.s destacados de l a lucha de seis años como jefe de l a Oposición de Izquierda, prólogo fechado en Constantinopla el 1^ de Mayo de 1929, León Trotsky decía: " L a otra misión que se
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han impuesto los plumíferos stalinianos consiste en presentar la defensa ulterior y el desarrollo de las ideas de Lenin como doctrina hostil a Lenin. E l mito del "trotskysmo'' ha servido para realizar esa tarea histórica. ¿Es necesario repetir que no he pretendido nunca n i pretendo hoy crear una doctrina especial? E n teoría, soy un discípulo de M a r x . Y respecto a los métodos de ia revolución, he pasado por la escuela de L e n i n . Si se quiere, el "trotskysmo" es, para mí, un nombre bajo el cual se designan las ideas de M a r x y de L e n i n por los leguleyos deseosos de emanciparse a toda costa de esas ideas, perú sin atreverse a hacerlo todavía de una manera abierta." ( L . TROTSKY, La Revolución desjigurada. Madrid, 1929, pág. 25.) Denegada la visación de su pasaporte, que h a b í a solicitado para pasar a Alemania, Francia, Inglaterra y otros países de Europa, instalado en la isla de Prinkipo, Trotsky prosiguió sin descanso su labor de publicista escribiendo obras de l a c a tegoría de su Historia de la Revolución rusa, verdadero monumento literario y L a revolución permanente, una de I-UL; obras más difundidas y consistentes. Pero t a m b i é n produjo otras como M i vida, que carece de verdadera envergadura, apartándose del concepto de Rosa Luxemburgo que reproíluce al final del libro: " U n luchador es quien m á s tiene que esforzarse en mirar las cosas desde arriba, si no quiere dar de bruces a cada paso contra las pequeneces y miserias. . . siempre y cuando, naturalmente, que se trate de un luchador de verdad." No es, precisamente, lo que, en Mi vida hace Trotsky, que termina l a n a r r a c i ó n de su existencia con esta poco feliz cita de Proudhom: "¿Como puede usted pretender que me lamente de m i suerte, que me queje de los hombres y los maldiga? ¿La suerte? Me río de ella. Y en cuanto a los hombres, son demasiado necios y están demasiado enservilecidos, para que yo pueda reprocharles nada." "Pese al regusto del patetismo eclesiástico que hay en ellas, también estas son palabras muy bien dichas, y yo las suscribo", comenta Trotsky poniendo punto final a su autobiografía. Pasemos de alto el dudoso gusto y belleza literaria de la frase. ¿Es posible que un revolucionario marxista saque a colación con carácter tan decisivo un juicio del teórico de l a pequeña burguesía, refutado victoriosamente por Marx, ("No es
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sino el pequeñoburgués zarandeado entre e l capital y el trabajo", decía M a r x refiriéndose a Proudhom en L a miseria de la Filosofía), juicio que refleja, precisamente, e l descreimiento y pesimismo de esa clase. Pero dejemos esos matices, importantes, sin embargo, como síntoma, y pasemos a la lucha de Trotsky contra Stalin, quien, asimismo, a pesar de su falta de capacidad intelectual e i n cultura, trataba de presentarse como discípulo de L e n i n : "Sólo soy un discípulo de Lenin y m i propósito es serlo dignamente", dijo al biógrafo E m i l L u d w i g . Esas formas dignas de ser discípulo de L e n i n llevaron a Stalin a vincularse con los partidos campesinos m á s oportunistas de lo.^ Balcanes, a establecer el Comité Anglo-Ruso y a sostener l a política de sometimiento del Partido Comunista al Kuomintang, en China, donde ese Partido, inspirado por l a fracción stalinista, había resucitado l a fórmula de la "dictadura democrática de obreros y campesinos" auspiciada por Lienín en 1905 y desechada luego por é!, en 1917, declarando "trotskysmo" el establecimiento de la dictadura del proletariado en China, según el procedimiento l e n i nista de 1917. Este no fué m á s que e l comienzo de una larga y trágica cadena de errores, producto de las circunstancias que provocaron el surgimiento del stalinísmo, que llevaron, bajo las banderas de la Revolución de Octubre, a derrota tras derrota al proletariado revolucionario internacional. Mientras tanto, l a prensa burguesa, l a misma que h a b í a saludado con satisfacción l a caída en desgracia de Trotsky, como JO calculaba Stalin, recibió ahora con interés los escritos del desterrado, particularmente sus críticas al stalinismo y su r é g i men en la U.R.S.S. y se puso de parte de Trotsky. Este ya !o había previsto y, a l efecto, a l alejarse de la Unión Soviética rumbo a Turquía, escribió una Carta a los obreros de la U.R. S.S, en l a que, entre otras cosas, decía: " E n l a primavera de 1917, encerrado dentro de la jaula suiza, Lenin utilizó el vagón "precintado" del Hohenzollern para escaparse de ella y acudir a la cita de los obreros rusos. L a prensa chauvinista acusó a Ilitch y no lo llamaba de otra manera que " e l mercenario alem á n " y "Herr L e n i n " . Encerrado por los termidorianos en l a jaula de Constan tinopla, yo me he servido del vagón precintado de l a prensa burguesa para decir la verdad a l mundo entero. E l acoso de los stalinianos contra "Míster Trotsky",
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estúpido en ausencia de cordura, no constituye sino una repetición del que los burgueses y los socialrevolucionarios ejercieTon contra "Herr Lenin." ( L . T R O T S K Y , De Octubre rojo a mi úestierro. Madrid, 1931, pág. 222 y 223.) Y en Mi vida aclara: "Para Ludendorff esto era una p e q u e ñ a aventura que le dictaba el interés de Alemania en su situación militar difícil. Lenin aprovechó de los cálculos de Ludendorff para ponerlos al servicio de los suyos propios. Ludendorff pensaba: Que Lenin derroque a los patriotas, que y a me e n c a r g a r é yo luego de acabar con él. Y L e n i n : Acepto l a oferta de cruzar por Alemania en el vagón con que me brinda Ludendorff, y ya le p a g a r é el favor a m i manera." Así fué como, según l a viuda de Trotsky, "León Davidovitch escribió una serie de artículos para l a prensa norteamericana explicando los motivos políticos de su expulsión de Rusia; anunció, al mismo tiempo, que los ingresos provenientes de sus derechos de autor serían destinados a mantener las p u b l i caciones de l a Oposición. Los contratos de edición suscriptos en diversos países nos aseguraron la subsistencia material". ( V . SERGE. " V i d a y muerte de Trotsky". Bs. Aires, 1954, pág. 176.) Es decir, que los órganos de la Oposición en el extranjero, desdo un comienzo, se mantuvieron con e l aporte económico de la prensa imperialista yanqui, según confesión de los propios i n teresados que logiaron solventar su "subsistencia material", a su vez, en forma parecida con contratos con editoriales capitahstas de otros países. Desde su salida de l a U.R.S.S., Trotsky vio que en su lucha política, el destierro, le a b r í a nuevas y m á s amplias perspectivas para su acción. A h o r a podía dirigirse directamente al proletariado mundial. Pero no aspiraba, todavía, según sus propias declaraciones, a organizar una nueva entidad revolucionaria internacional. Consideraba, entonces, que Stalin y su política iban a derrumbarse: " N i l a burocracia m á s poderosa puede salvar una política desesperada. Entre el marxismo y el socialpatriotismo sólo hay lugar para el stalinismo. Después de pasar por una serie de pruebas y de crisis, l a Internacional comunista sacudirá el yugo de una burocracia sin ideas, capaz solamente de hacer una política de zig-zags, de entregarse en la represión y de preparar derrotas. "No tenemos necesidad de crear una Cuarta Internacional." Eso escribía en el prólogo a
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El gran organizador de derrotas, fechado en Constaníinopla el 15 de abril de 1930. Sin embargo, la llamada Oposición de Izquierda del Partido Comunista ruso, personificada ahora casi exclusivamente por Tiotsky, t r a t ó de encontrar apoyo en otros países y poco a poco lo fué hallando, con lo que se formó l a denominada Oposición de Izquierda Internacional. No eran, en general, elementos verdaderamente revolucionarios, sino descontentos del stalinismo. También l a Socíaldemocracia, que h a b í a saludado oportunamente su caída, recibió ahora con beneplácito las p u b l i caciones de Trotsky y a ella vinieron a sumarse multitud de pseudo revolucionarios, intelectuales y literatos que p u l u l a ban difusamente por l a izquierda y hallaban en las críticas de Trotsky contra Stalin y e l stalinismo un argumento a su verdadera actitud anticomunista. E l mismo lo reconocía: " S i n duda, en toda una serie de casos, l a socíaldemocracia ha tratado de utilizar las críticas formuladas por l a Oposición. L o e x t r a ñ o sería que no lo h u biera hecho, pues tiene a ú n suficiente ingenio y habilidad para ello. L a socíaldemocracia es actualmente un partido p a rasitario en e l sentido histórico y amplio de esta palabra. A l ejecutar la misión encaminada a asegurar a l a sociedad b u r guesa desde abajo, es decir, protegiéndola por el lado esencial, la socíaldemocracia de l a posguerra, y sobre todo después de 1923, cuando se envileció manifiestamente, vive de los errores y de las equivocaciones de los partidos comunistas, de sus capitulaciones en los momentos decisivos, o, a l contrario, de ¡as tentativas de los aventureros que tratan de hacer volver una situación revolucionaria pasada. ' ' . . . L a social democracia h a b r í a dejado de ser lo que es si no fuera incluso m á s lejos en ese sentido, si no expresase a veces, por medio de su ala izquierda, que ejerce las funciones de válvula de seguridad en el partido socialdemócrata, el cual desempeña en su conjunto el mismo jiapel en l a sociedad b u r guesa, alguna falsa simpatía por l a O p o s i c i ó n . . . L a socíaldemocracia actual no tiene y no puede tener una línea de conducta propia en las cuestiones esenciales .En éstas es l a burguesía quien le dicta su línea de conducta. Pero si l a socíaldemocracia no hiciese otra cosa que repetir simplemente lo que dicen los partidos burgueses dejaría de ser útil a la bur-
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guesía. . . Apoderándose de a l g ú n juicio de la Oposición, la socíaldemocracia espera, además, provocar i m a escisión en e! Partido Comunista. Para todo hombre que comprenda el funcionamiento de este mecanismo, las tentativas de comprometer a l a Oposición basándose en que cualquier socialdemócrata de izquierda cita una frase de nuestra crítica, aprobándola, son propias de pobres de espíritu." ( L . T R O T S K Y , El gran organizador de derrotas, pág. 14.) Sin embargo, en la lucha contra el fascismo, personificado por el avance de Hitler en Alemania, los principios del marxismo-leninismo indicaban hacer frente común con l a Socíaldemocracia, lo que negaba entonces l a Tercera Internacional stalinista de acuerdo con el concepto ultraizquierdista que gobernaba lo que se llamó el "tercer periodo" de acuerdo con e¡ cual los Partidos Comunistas atacaban a l a Socíaldemocracia como al principal enemigo, calificándola de "ala izquierda del fascismo" y de "socialfascista". E n su acción política e l stalinismo se aliaba con Hitler contra l a Socíaldemocracia que gobernaba en Alemania, ayudándolo, en l a práctica, a subir al poder, como ocurrió, en tanto que en la prédica acusaba a sus enemigos, precisamente, de ser "agentes del fascismo". E l triunfo de Hitler, en Alemania, fué, así, producto de l a propia política criminal de l a Tercera Internacional, caída en manos de la burocracia stalinista, y significó un golpe terrible para el movimiento revolucionario mundial. E l fracaso de la Internacional Comunista se hizo evidente para l a vanguardia revolucionaria consciente en los países donde ésta y a existía, así como la necesidad de coordinar sus esfuerzos con vías a reemplazarla en el futuro. Así fué como en los primeros días del mes de febrero de 1933, .se reunió en P a r í s una Preconferencia do la Oposición de Izquierda Internacional, l a que designó un Secretariado Internacional y p r e p a r ó un documento de discusión para la Conferencia que se r e u n i r í a meses después, concretados en once puntos. Esta Conferencia se realizó los días 19, 20 y 21 de agosto en París, resolviendo, l a Oposición, cambiar su nombre por el de Liga Comunista Intemacionalista y orientarse hacia la formación de la Cuarta Internacional. Para construir ésta, la nueva L i g a Comunista Intemacionalista resolvía "considerarse como embrión de verdadero Partido Comunista; estable-
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cer en cada sección nuestro programa de a c c i ó n . . . , orientar nuestra actividad principalmente contra la influencia de l a socialdemocracia, ser los propagandistas, los vulgarizadores del comunismo y del internacionalismo, procurar arrebatar a l P a r tido toda su base obrera para una acción real contra l a burguesía y sus servidores.. . Hay que combatir con energía la roncepción de una unión sin principios. , . No se trata de un arreglo entre l a II y l a III Internacionales, sino m á s bien de iin reagrupamiento sobre l a base de l a III Internacional, abandonada por l a I.C. stalinizada, los cuatro primeros Congreso?, en sus grandes líneas, enriquecidos por la experiencia de los diez últimos años y condensada en los once puntos de l a P r e conferencia de l a Oposición de Izquierda Internacional." Y terminaba: "Es necesario, en las relaciones con los grupos que se orienten hacia el comunismo, demostrar, a l mismo tiempo que la mayor elasticidad pedagógica, l a m á s firme intransigencia política." (Revista Comunismo. Madrid, año III, NP 29.) Respecto a la misma Conferencia en el International Bulletln oí the League oj Communist Internationalist, publicado en Nueva York, en abril de 1934, se decía: " E l Pleno de l a Oposición de Izquierda Internacional (Bolchevique-leninista), en agosto de 1933, decidió a l mismo tiempo que abandonar sus esfuerzos para reformar la Internacional Comunista, orientarse hacia la formación de l a Cuarta Internacional, cambiar su nombre de Oposición de Izquierda por el de L i g a Comunista Intemacionalista, una transformación importante y esencial. "No se trata de una nueva organización; l a Oposición de Izquierda Internacional continúa su trabajo, adaptando sus formas externas y su contenido a las nuevas tareas planteadas por el hecho histórico establecido de que l a Tercera Internacional, sometida a l a burocracia de Stalin, es decir, a la teoría del "socialismo en i m solo paí.s" ha demostrado por la derrota de la Revolución alemana y el trÍLmfo del hitlerismo, su fracaso total e irremediable. "Mientras existió cualquier esperanza o posibilidad de volver a la Internacional Comunista a los principios y l a línea establecida por los primeros Congresos, la Oposición do Izquierda luchó dentro de la Internacional Comunista como una fracción, buscando regenerarla y reformarla. E l hecho de quo la Internacional Comunista no haya mostrado el menor síntoma
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de reacción al veneno stalinista a ú n después de tan pesada y decisiva derrota como la sufrida por l a clase obrera alemana, revela claramente que no es m á s un organismo vivo, sino un cadáver podrido. L a salvación de todo lo sano y viviente en el movimiento obrero internacional, l a reorganización de las fuerzas revolucionarias desperdigadas y, finalmente, el traer un poco de luz en el caos provocado por las derrotas del proletariado, puede ser logrado solamente por intermedio de una nueva Internacional. "Para señalar esta nueva orientación, este nuevo rumbo fundamental de l a Oposición, ésta ha tomado el nombre de L i g a Comunista Intemacionalista (Bolchevique-leninista). E l cambio de nombre corresponde así a l cambio de rumbo de l a organización." Pocos días después de la Conferencia de l a Oposición de Izquierda Internacional, se reunió t a m b i é n en París, e l 27 y 28 de agosto una Conferencia Internacional de Partidos Socialistas revolucionarios que no p e r t e n e c í a n n i a l a II n i a l a III I n ternacionales. T a m b i é n en ella participó l a nueva L i g a C o m u nista Intemacionalista, l a cual, junto con otros Partidos que se adhirieron, lanzó un manifiesto redactado por Trotsky y conocido con el nombre de Declaración de los Cuatro, el que, bajo el título de Hacia la Cuarta Internacional, comenzaba diciendo: "Para la realización total de l a enorme responsabilidad h i s t ó rica que pesa sobre ellas, las organizaciones abajo firmantes han decidido u n á n i m e m e n t e unificar sus fuerzas para e l trabajo en común para l a regeneración del movimiento r e v o l u cionario del proletariado en una escala internacional." " E l avance del fascismo en Alemania colocó a las organizaciones de l a clase obrera en una prueba decisiva. L a Socíaldemocracia una vez m á s confirmó la designación que le diera Rosa L u x e m burgo y se mostró nuevamente como "un cadáver hediondo". L a superación de las organizaciones, ideas y métodos del reformismo es el prerrequisito necesario de l a victoria de l a clase obrera sobre el capitalismo." Y terminaba: " L a posición del capitalismo mundial; l a terrible crisis que ha hundido a las masas trabajadoras en xma sin igual miseria; e l movimiento revolucionario de las masas coloniales oprimidas; e l peligro mundial del Fascismo; l a perspectiva de un nuevo ciclo de guerras que amenazan destruir toda l a cultura humana, tales
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son Jas condiciones que imperativamente demandan la unificación de l a vanguardia proletaria en una nueva (Cuarta) Internacional. Los suscriptos se obligan a dirigir todas sus fuerzas para la formación en el plazo m á s breve de esta Internacional sobre l a base firme de los principios teóricos y estratégicos de M a r x y de Lenin.'" Y , junto con l a Oposición de Izquierda Internacional (Liga Comunista Intemacionalista). firmaban, el Partido Socialista Obrero a l e m á n , y los Partidos Socialista Independiente y Socialista Revolucionario de H o l a n da. (International Biilletin oj the League oj Communist Internationalist. New York, april 1934.) Y en una extensa carta a "un grupo de camaradas del P a r tido Socialista Obrero a l e m á n " , uno de los que h a b í a n concuirido a la Conferencia de P a r í s y firmado l a Declaración de los Cuatro, León Trotsky declaraba: " S e r í a una pretensión ilegal por no decir auenturerisrí^o, proclamar que la Nueva Internacional ha sido ya establecida. Natiu-almente ustedes no quieren esto. Estamos solamente poniendo los cimdentos y preparando los materiales. Pero sobre estos materiales nosotros, desde ya, desplegamos la bandera de l a Cuarta Internacional así todos pueden saber q u é clase de edificio se está levantando." (Id. id. New York, april 1934.) Para dar fundamentos teóricos a sus propósitos, León Trotsky, que y a había ido comentando y dando directivas frente a los principales sucesos mundiales, produciendo una notable colección de libros y folletos con el brillante despliegue de su acostumbrada fraseología (La revolución española, ¿Y ahora? ¿Quién vencerá en Alemania? ¿El jascismo o el comunismo?. La única salida de la siíuación alemana, e t c é t e r a ) comenzó a dar fundamentos teóricos a sus nuevos propósitos escribiendo La Unión Soviética y la Cuarta Internacional y L a guerra y la Cuarta Internacional. E n este último, un extenso documento de notable factura literaria, como casi todo lo suyo, plantea l a situación mundial y los principales problemas revolucionarios a la luz del marxismo-leninismo. Refiriéndose a la Socíaldemocracia, dice: " S i el proletariado europeo no derrocó a l a b u r g u e s í a a l terminar la gran guerra; si la humanidad crepta ahora en la agonía de la crisis; si una nueva guerra amenaza transformar las ciudades y pueblos en una masa de ruinas, la principal responsa-
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bilidad por esos crímenes y calamidades cae sobre l a Segunda Internacional." Y respecto a l centrismo, después de pasar revista a sus diversos matices, termina: "Los centristas de i z quierda quiene.s se distinguen a su turno por una serie de m a tices (el Partido Socialista Obrero alemán, el Partido Socialista Revolucionario, de Holanda, e! Partido Laborista Independiente, de Inglaterra, los grupos de Zyronski y Marceau Pivert, en Francia, e t c é t e r a ) llegan de palabra a l a renuncia de la defensa de la patria. Pero de esta desnuda renuncia no sacan las necesarias consecuencias. L a mayor parte de su internacionalismo es platónico. Temen romper con los centristas de derecha; en nombre de l a lucha contra e l "sectarismo" e m prenden una lucha contra el marxismo, rehusan luchar por una Internacional revolucionaria y continúan en l a Segunda I n ternacional a l a cabeza de la cual está el vasallo del rey: V a n dervelde. Expresando en cierto momento e l cambio hacia l a izquierda de las masas, en último análisis los centristas ponen un freno a l reagrupamiento revolucionario en el proletariado y, en consecuencia, t a m b i é n en la lucha contra la guerra." ¡Quién diría que, apenas unos meses antes, León Trotsky había alineado d e t r á s de sus hermosas frases, en l a llamada Declaración de los Cuatro, en una supuesta lucha por una nueva Internacional, a los mismos que ahora condenaba como centristas! Y lo m á s curioso era que esos partidos centristas en tal Declaración, habían proclamado que " l a Nueva Internacional no podía tolerar ninguna conciliación hacia el reformismo o el centrismo"! Otra vez, como tintes de Octubre, el conciliador Trotsky, "buscando la unidad a cualquier precio", idealizaba las tendencias centristas", según sus propias palabras. Pero esa "tendencia hacia l a conciliación. . . que, según el criterio de Lenin, me alejaba del bolchevismo" ( L . T R O T S K Y , La Revolution Permanente. París, 1932, pág. 78), volvió a reproducirse agudamente ese mismo a ñ o 1934, cuando Trotsky, escribiendo siempre con brillo contra el centrismo y el reformismo ("La lucha consecuente contra el reformismo; n i l a m á s m í n i m a concesión a l centrismo. ¡He a h í lo que está escrito en
la bandera de la Cuarta Internacional!' L . T R O T S K V , KeviSia Conmnismo. Madrid, marzo de 1934) pero, como siempre, en la práctica, concillando con el centrismo y el reformismo, con siderando que las fuerzas que lo seguían eran demasiado i m
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potentes ante los hechos, y como una demostración m á s del derrumbe del movimiento revolucionario mundial, producido por el triunfo de Hitler en Alemania, aconsejó, a sus partidarios de Francia, ingresar como individuos en el Partido Socialista de ese país, disolviendo su organización y silenciando su prensa. Es decir, que l a Oposición de Izquierda del Partido Comunista se transformaba en Oposición de Izquierda de la Socialdemocracia por tantos años vilipendiada como "c a dá ve r hediondo" y como ag ru p ació n envilecida a l servicio de l a burguesía. F u é el llamado "viraje francés" en las filas de la L i g a Comunista Intemacionalista. Pero, en seguida, el "viraje francés" comenzó a ser imitado por los otros grupos trotskystas do todo el mundo —fuera de los escasísimos núcleos verdaderamente revolucionarios que lo resistieron— los que fueron l i quidando sus organizaciones con el beneplácito de Trotsky, para hacer "entrismo" en cuanto partido centrista y reformista circulaba penosamente por ahí, tratando de buscar en tan podridas fuentes, según decían, elementos para l a construcción de la Cuarta Internacional. Mientras tanto, León Trotsky, que y a h a b í a visto algunos de sus colaboradores asesinados, así como varios de sus familiares muertos o impelidos al suicidio, y su propia vida amenazada por la policía política soviética, acusado en los peores t é r m i n o s por la burocracia, acosado por todas partes por l a misma, seguía l a lucha contra e l "Caín Stalin", concentrando sobre él todos los fuegos y considerándolo su principal enemigo, siempre al frente, teóricamente, de l a L i g a Comunista Intemacionalista, dirigida, en apariencia, por un Secretariado Internacional. L a prensa burguesa continuaba sirviéndole de "vagón precintado" y recogía uno a uno todos sus escritos y aun sus palabras. Sus libros circulaban por el mundo b u r g u é s en grandes tirajes. Las agrupaciones centristas y reformistas, donde se habían acercado sus huestes, recibían con beneplácito sus trabajos sobre e l stalinismo, y en ellas encontraba Trotsky sus mejores aliados, así como en los liberales burgueses. Y a el año 1932, invitado por las juventudes socialistas do Dinamarca, Trotsky había podido dejar m o m e n t á n e a m e n t e su refugio en Turquía, para dar una conferencia sobre la Revolución de Octubre. Y el año 1934, finalmente, fué admitido en Francia, país que, luego, debió abandonar para pasar a residir
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en N o r u e g a , donde e s c r i b i ó La revolución traiciotiada, en 1936P e r o sucesos de t r e m e n d a g r a v e d a d d e b í a n c o m e n z a r a t e ner p o r teatro a l a U n i ó n S o v i é t i c a , reflejo, a su v e z , d e l t r i u n f o de H i t l e r en A l e m a n i a , sucesos q u e r e p e r c u t i e r o n i n t e n s a m e n te en e l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o m-undial. E s o s sucesos t u v i e r o n su i n i c i a c i ó n a p a r e n t e e n e l asesinato de K i r o v , j e r a r c a b u r o c r á t i c o ruso — o c u r r i d o e n 1934 y a l q u e e l s t a l i n i s m o c o n cedió gran i m p o r t a n c i a — , f u e r o n t o m a n d o c u e r p o en e l p r o ceso de r e p r e s i ó n y p e r s e c u c i ó n i n t e r n a q u e l e s i g u i ó y e m p e zaron a c u l m i n a r e n los j u i c i o s p ú b l i c o s d e las m á s i m p o r t a n t e s figuras p o l í t i c a s , e m p e z a n d o c o n Z i n o v i e v y K a m e n e v q u e , l u e go de su e f í m e r o a c e r c a m i e n t o a T r o t s k y , n u e v a m e n t e h a b í a n capitulado ante S t a l i n . A estos s i g u i e r o n l a c a s i t o t a l i d a d de los l í d e r e s s o v i é t i c o s de l a é p o c a de L e n i n , s a l v á n d o s e ú n i c a mente T r o t s k y p o r e n c o n t r a r s e d e s t e r r a d o . S e los a c u s a b a d e los peores c r í m e n e s c o n t r a l a U . R . S . S . , i n c l u s o de q u e r e r r e s t a blecer e l c a p i t a l i s m o , de c o n n i v e n c i a c o n el e n e m i g o fascista, de sabotage, t e r r o r i s m o y c u a n t a b u r d a p a t r a ñ a e r a p o s i b l e i m a g i n a r . Y l o m á s i n v e r o s í m i l a ú n e r a q u e los p r o p i o s a c u sados a c e p t a b a n l a s c u l p a s — q u e h a c í a n e x t e n s i v a s a T r o t s k y — y h a s t a se d e c l a r a b a n autores de o t r a s m a y o r e s , antes de ser l i q u i d a d o s f í s i c a m e n t e . F u é e l c o m i e n z o de los famosos procesos que t a n t o c o n m o v i e r o n a l m u n d o y lo l l e n a r o n d e v e r dadero asombro. N u n c a l a h i s t o r i a h a b í a p r e s e n c i a d o u n e s p e c t á c u l o semejante. P a r a l ^ ó n T r o t s k y , s e g ú n s u v i u d a , é s t a s " F u e r o n j o r n a d a s de d e l i r i o , u n s ú b i t o h u n d i r s e e n l a p e s a d i l l a m á s insensata y a b e r r a n t e . L o d e s o r i e n t a b a esa c a í d a h a c i a u n abismo de l o c u r a q u e e l d í a a n t e r i o r h u b i e r a p a r e c i d o i n c o n cebible." ( V . S E R G E , V i d a y vmerte de Trotsky.) Y , e n ese momento á l g i d o , casi p r ó x i m o a ser e n t r e g a d o a l a G . P . U . p o r Noruega, T r o t s k y p u d o a b a n d o n a r eso p a í s p a r a t r a s l a d a r s e a l continente a m e r i c a n o q u e le o f r e c í a a s i l o . A s í se i n i c i ó u n nuevo ciclo en l a v i d a p o l í t i c a d e l c o m p a ñ e r o de L e n i n d u r a n t e los d í a s m o l v i d a b l e s de O c t u b r e . M i e n t r a s tanto, l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a h a b í a convocado una n u e v a Conferencia Internacional, r e u n i d a en G i n e b r a e l 29, 30 y 31 de j t ü i o de 193tí a l a q u e a s i s t i e r o n ú n i camente r e p r e s e n t a n t e s de d i v e r s a s p a í s e s de E u r o p a . E n e s a c o n f e r e n c i a q u e se d e n o m i n ó l a P r i m e r a C o n f e r e n c i a I n t e r n a cional por l a C u a r t a Internacional, l a L i g a C o m u n i s t a Inter-
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STREET
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n a c i o n a l i s t a v o l v i ó a v a r i a r n u e v a m e n t e su n o m b r e p a s a n d o a llamarse M o v i m i e n t o por l a C u a r t a Internacional, agrupando, según decía, o í r o s n ú c l e o s que hasta ahora h a b í a n existido ajenos a l a prim.era. E n esa C o n f e r e n c i a se v o t a r o n v a r i a s Tesis como l a t i t u l a d a " E l n u e v o l e v a n t a m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o y las tareas de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " , " L a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l y l a U n i ó n S o v i é t i c a " y " L a e v o l u c i ó n de l a C o m i n t e r n . D e P a i ' t i d o de l a r e v o l u c i ó n m u n d i a l a i n s t r u m e n t ó d e l i m p e r i a l i s m o " . T a m b i é n se d i s c u t i ó l a p o s i c i ó n d e l M o v i m i e n t o por l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l frente a l " B u r e a u I n t e r n a c i o n a l para l a U n i d a d Socialista R e v o l u c i o n a r i a " , conocido con e l n o m b r e de " B u r e a u de L o n d r e s " , p o r estar e s t a b l e c i d o en esta c i u d a d , y a l q u e se h a b í a n a f i l i a d o v a r i o s g r u p o s y p a r t i d o s centristas, i n c l u s i v e a l g u n o s que antes p e r t e n e c i e r o n a l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a , c o m o l a s e c c i ó n e s p a ñ o l a de é s t a , que h a b í a pasado a i n t e g r a r e l P a r t i d o O b r e r o de U n i f i c a c i ó n Marxista (P.O.U.M.) A s í e s t a b a n las cosas c u a n d o u n b u e n d i a , los pocos m i l i tantes c o m u n i s t a s i n t e r n a c i o n a l i s t a s q u e e x i s t í a n e n e l m i m d o (entre ios que se c o n t a b a q u i e n esto escribe, que n o h a b í a aceptado e l " e n t r i s m o " r e a l i z a d o p o r los d e m á s ) , e n u n m o mento v e r d a d e r a m e n t e c r í t i c o y de p l e n o r e t r o c e s o d e l m o v i miento r e v o l u c i o n a r i o m u n d i a l , s u p i m o s s o r p r e s i v a m e n t e ¡ q u e l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l h a b í a s i d o f u n d a d a ! E r a e l a ñ o 1938 y p o r las p u b l i c a c i o n e s p a r t i d a r i a s q u e n o s l l e g a b a n de los E s t a dos U n i d o s y E u r o p a , e n l a s que f i g u r a b a n g r u p o s y o r g a n i z a ciones t r o t s k y s t a s q u e nosotros s a b í a m o s t a n i n e x i s t e n t e s o s i n i m p o r t a n c i a c o m o los q u e c o n o c í a m o s e n l a A m é r i c a L a t i n a , p u d i m o s e n t e r a r n o s de que, bajo l a i n s p i r a c i ó n de L e ó n T r o t s ky y r e c i b i e n d o s u b e n d i c i ó n a p o s t ó l i c a , unos cuantos s e í í o r e s que no c o n o c í a m o s y q u e s a b í a m o s t o t a l m e n t e d e s v i n c u l a d o s d o l m o v i m i e n t o o b r e r o y c o n u n e s p í r i t u d i g n o de s u r e c i e n t e " e n t r i s m o " en e l c a d á v e r d e l a S o c i a l d e m o c r a c i a , r e u n i d o s e n " u n l u g a r de S u i z a " y d e s p u é s de " i m p o r t a n t e s " d e l i b e r a c i o n e s q u e h a b í a n d u r a d o ¡seis h o r a s ¡ (en s ó l o seis horas se h a b í a n resuelto todos los p r o b l e m a s de l a r e v o l u c i ó n m u n d i a l ) h a b í a n declarado fundada l a C u a r t a Internacional, p o n i é n d o l e por n o m b r e " P a r t i d o M u n d i a l de l a R e v o l u c i ó n S o c i a l i s t a " . A m é rica L a t i n a a p a r e c í a representada, como u n a unidad, por e l b r a s i l e ñ o L e b r u n , q u e o c a s i o n a l m e n t e se e n c o n t r a b a e n E u r o -
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pa, i n d i v i d u o pomposo y m e d i o c r e q u e l u e g o h u b o d e a r r a s t r a r a toda l a s e c c i ó n de s u p a í s d e t r á s d e l " a n t i d e f en s i s m o " de l a U . R . S . S . , propiciado por M a x S h a t c h m a n , a l producirse l a d i v i s i ó n d e l S o c i a l i s t W o r k e r s P a r t y , de los E s t a d o s U n i d o s . L a " f u n d a c i ó n " de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l , o b j e t a d a e n t o n ces p o r q u i e n esto e s c r i b e ^ y c a l i f i c a d a p o r a l g u n o s g r u p o s europeos responsables c o m o " g o l p e t e a t r a l " , f u é a b i e r t a m e n t e defendida p o r e l m i s m o T r o t s k y q u e s a l i ó a e n f r e n t a r a q u i e n e s sostenían que e l movimiento d e b í a continuar d e n o m i n á n d o s e "Por l a Cuarta Internacional" y consideraban prematura l a a n u n c i a d a " f u n d a c i ó n " de é s t a . A s í , e n u n a c a r t a r e f u t a n d o ese concepto, T r o t s k y , s i e m p r e a m p u l o s o y abstracto, e s c r i b i ó : " ¿ P o r l a C u a r t a Internacional? ¡No! ¡La C u a r t a Internacional!" Y d a b a como razones: " N a d i e nos l l a m a " P o r l a C u a r t a I n t e r nacional". L a prensa burguesa, l a C o m í n t e r n , los S o c i a l d e m ó cratas, todos n o s d e n o m i n a n s i m p l e m e n t e C u a r t a I n t e r n a c i o n a l . N a d i e agrega l a p e q u e ñ a p a l a b r a « p o r » . P o r todas estas consideraciones, y o m e m a n t e n g o c o m p l e t a m e n t e e n l a p o s i ción de l l a m a r n o s c o m o somos d e n o m i n a d o s p o r l o s o b r e r o s y por l o s e n e m i g o s de clase, es d e c i r , l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l . C o y o a c á n , m a r z o 31 de 1938." ( J n l e r n a í i o í i a l Bulleün of thc Socialist Workers Party. N e w Y o r k , 3.) S o b r e l a base de t a n " p o d e r o s a s " razones p a r a u n m a r x i s t a l e n i n i s t a , es d e c i r , de frases, se f u n d ó e l 15 de s e p t i e m b r e de Í938, l a titulada C u a r t a Internacional como u n pseudo organ i s m o b u r o c r á t i c o m á s , alejado d e las masas, y c o m o u n n u e v o golpe t e a t r a l d e T r o t s k y a n t e l a H i s t o r i a . L a " n u e v a o r g a n i z a ción d e l p r o l e t a r i a d o " , n a c i d a c o m o n o l o f u é n i n g u n a o t r a q u e p r e t e n d í a r e p r e s e n t a r a l a clase o b r e r a , l a n z ó u n m a n i f i e s t o y v o t ó u n a Tesis t i t u l a d a La agonía mortal del capitalisTno y l a ¿ tareas de la Cuarta Internacional, d e b i d a s a l a p l u m a d e T r o t s k y , a q u i e n l a C o n f e r e n c i a de F u n d a c i ó n , p a r a n o s e r m e n o s que los Congresos r e a l i z a d o s e n l a U . R . S . S . , c o n s u t a n c r i t i cado " c u l t o a l J e f e " , e n v i ó u n m e n s a j e r e d a c t a d o e n estos t é r m i n o s : " L a C o n f e r e n c i a d e f u n d a c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l te e n v í a s u m á s f e r v o r o s o s a l u d o . L a b á r b a r a r e p r e s i ó n que rabiosamente ataca a n u e s t r o m o v i m i e n t o e n g e n e r a l ' '"Estüj- lejos (¡e co lisie lernr que lii íiuidaciót! áe la 4* JntcrnaciiMia!, en tu r.runión efectuada en Suiza en septiembre de 1938, sea real y definitiva." (QUEBRACHO, Cómo »atÍT del pantano. Bueuos Aires, enero de 1939.)
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y a ti en p a r t i c u l a r , te h a i m p e d i d o estar c o n nosotros y e l traer a nuestros debates las c o n t r i b u c i o n e s d e l f u n d a d o r d e l Ejército Rojo, d e l o r g a n i z a d o r de l a i n s u r r e c c i ó n de O c t u b r e , del t e ó r i c o de l a r e v o l u c i ó n p e r m a n e n t e y d e l sucesor d i r e c t o de L e n i n . L o s enemigos staJinistas, fascistas e i m p e r i a l i s t a s te han sometido a severas p r u e b a s . L e ó n Sedoff, E r w i n W o l f , l í u d o l p h K l e m e n t h a n m u e r t o v í c t i m a s de l a c o n t r a r r e v o l u c i ó n .•>íalinista, T a - T h u T h a n sufre e n las p r i s i o n e s d e l i m p e r i a l i s m o f r a n c é s ; nuestros c a m a r a d a s a l e m a n e s y griegos son t o r t u r a d o s en las fascistas y t i í eres objeto de constantes i n t e n t o s de ase^:inato, p e r o t o d a esta p e r s e c u c i ó n , a u n q u e nos p r o d i g a t e r r i b l e s golpes, no obstante t i e n e s ó l o p o r f i n a l e l v e r d a d e r o f o r t a l e c i miento de nuestras c o n v i c c i o n e s sobre e l v a l o r d e l p r o g r a m a m a r x i s t a , d e l c u a l eres t ú , en n u e s t r a o p i n i ó n , desde l a m u e r t e de L e n i n , e l i n t é r p r e t e p r i n c i p a l . E s t a es l a r a z ó n p o r l a c u a l nuestro s a l u d o es m á s que u n a s i m p l e , j u s t a y c a r i ñ o s a a p r e ciación h a c i a e l g r a n t e ó r i c o d e l m a r x i s m o r e v o l u c i o n a r i o . . . Expresamos grandes esperanzas en que participes por largo tiempo e n sus t r i u n f o s a s í c o m o has p a r t i c i p a d o e n sus v i c i situdes.'" ("Boletín de Injormación. Publicado por el B u r ó A m e r i c a n o - O r i e n t a l de l a 4^ I n t e r n a c i o n a l . D e p a r t a m e n t o l a t i n o americano, 4, N e w Y o r k , s / f . ) M i e n t r a s t a n t o u n g r u p o de c o m u n i s t a s i n t e r n a c i o n a l i s t a s belgas d i f u n d i e r o n , p o r esa é p o c a , u n d o c u m e n t o q u e l l e v a b a ¡a f i r m a de u n o de e l l o s ( D e P a u w ) . e n e l q u e d e c l a r a b a n " E n l a carta bien conocida «por l a I V I n t e r n a c i o n a l » , p u b l i cada en 1935, l a o r g a n i z a c i ó n i n t e r n a c i o n a l , e s c r i b í a : « E s n e c e .sario c o n s t r u i r sobre n u e v a s bases n u e v o s p a r t i d o s y u n a n u e va I n t e r n a c i o n a l , t a l es l a c l a v e p a r a r e s o l v e r todas las o t r a s tareas. A q u é r i t m o y en q u é p l a z o se c u m p l i r á l a e d i f i c a c i ó n r e v o l u c i o n a r i a , eso depende, b i e n e n t e n d i d o , de l a m a r c h a g e n e r a l de l a l u c h a de clases, de las v i c t o r i a s y de las d e r r o t a s futuras d e l p r o l e t a r i a d o » . " A l g ú n tiempo d e s p u é s , en l a época del Congreso Internacional de j u l i o de 1936, e l c a m a r a d a T r o t s k y p r o p o n í a , s i n embargo, p r o c l a m a r l a I V I n t e r n a c i o n a l . P e r o esta p r o p o s i c i ó n no fué a p o y a d a y se c o m p r o m e t i e r o n a los t é r m i n o s y a l e s p í r i t u de l a c o n t i n u a c i ó n de u n « C e n t r o p o r l a I V I n t e r n a c i o n a l » . A p e s a r de esta d e c i s i ó n , e l c a m a r a d a T r o t s k y y c i e r t a s secciones d e l C e n t r o h a b l a r o n en n o m b r e de l a I V I n t e r n a c i o -
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n a l c o m o si e l l a h u b i e r a sido r e a l m e n t e p r o c l a m a d a . E n n i n g ú n m o m e n t o , estos c a m a r a d a s , f u e r o n l l a m a d o s a l a d i s c i p l i n a , a l contrario. " P a r a e v i t a r todo m a l e n t e n d i d o , s u b r a y a m o s desde l u e g o que n o es e l l a d o f o r m a l de l a c u e s t i ó n e l q u e nos g u í a . N o s otros estamos lejos de c r e e r q u e l a I V I n t e r n a c i o n a l s o l a m e n t e e s t a r á formada cuando el acta constitutiva h a y a sido registrad a sobre p a p e l t i m b r a d o . N o a c e p t a n d o t o t a l m e n t e , p o r o t r a p a r t e , e l c r i t e r i o s e g ú n e l c u a l es n e c e s a r i o e s p e r a r l a v i c t o r i a d e f i n i t i v a d e l p r o l e t a r i a d o e n u n p a í s y d e j a r a l proceso h i s t ó r i c o l a t a r e a de c o n s t i t u i r l a n u e v a I n t e r n a c i o n a l , e s t i m a m o s , s i n e m b a r g o , q u e e r a u n e r r o r en a q u e l m o m e n t o l l a m a r s e I V I n t e r n a c i o n a l y q u e h o y t o d a v í a l a h o r a de l a p r o c l a m a c i ó n no h a llegado. L a s condiciones objetivas y subjetivas indispensables p a r a p a s a r a este acto h i s t ó r i c o t o d a v í a n o e s t á n dadas. L a o r g a n i z a c i ó n i n t e r n a c i o n a l a ú n no tiene r a í c e s p r o fundas y s ó l i d a s e n e l p r o l e t a r i a d o i n t e r n a c i o n a l . S o l a m e n t e d i s p o n e de a g r u p a c i o n e s d é b i l e s , e n s u m a y o r í a alejadas de las masas o b r e r a s . A d e m á s , s i e l p r o l e t a r i a d o i n t e r n a c i o n a l e s t á descontento y s i n s a l i d a f r e n t e a l a s II y III I n t e r n a c i o n a l e s , s e r í a inexacto afirmar que vuelve resueltamente l a espalda a estas o r g a n i z a c i o n e s y , sobre todo, qut: a d q u i e r e c o n c i e n c i a de l a n e c e s i d a d de l a c r e a c i ó n de u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l . S e d e b e reconocer, p o r e l c o n t r a r i o , q u e es s ó l o u n a p e q u e ñ a m i n o r í a en este asunto. " L o q u e es m á s g r a v e , a ú n , es q u e l a d e s a p a r i c i ó n de l a c o n c i e n c i a de c í a t e d e l p r o l e t a r i a d o p r o s i g u e a m e d i d a q u e l a b u r g u e s í a . a y u d a d a p o r los r e f o r m i s t a s y los s t a l i n i s t a s , l o g r a constituir l a u n i ó n sagrada en vista de l a guerra imperialista. " P e r o , se d i r á ¿ c u á l e s son las c o n d i c i o n e s q u e d e b e n e x i s t i r p a r a l a p i ' o c l a m a c i ó n de l a I V I n t e r n a c i o n a l ? P a r a q u e u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l p u e d a crearse, v i v i r , d e s a r r o l l a r s e y t r a n s f o r m a r s e e n e l i n s t r u m e n t o p o l í t i c o d e l p r o l e t a r i a d o , es n e c e sario q u e sea l a e m a n a c i ó n y e l p r o d u c t o m i s m o de este p r o l e t a r i a d o , l a e x p r e s i ó n r e a l de sus l u c h a s c o n t r a e l c a p i t a l i s m o y sus lacayos. £ 1 C e n t r o a c t u a l p o r l a I V I n t e r n a c i o n a l no es t o d a v í a esto. Se c o m p o n e s o l a m e n t e de m i l i t a n t e s e x p u l s a d o s de l a II y p r i n c i p a l m e n t e de l a I I I i n t e r n a c i o n a l e s . N o es e l p r o d u c t o d i r e c t o de las l u c h a s e n t r e e l c a p i t a l y e l t r a b a j o , sino, en g r a n p a r t e , e l r e s u l t a d o de l a s l u c h a s de t e n d e n c i a s
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en e l seno de l a s v i e i a s o r g a n i z a c i o n e s o b r e r a s d e g e n e r a d a s ; n o es e l p r o d u c t o d i r e c t o de l a s l u c h a s sociales, sino e l p r o d u c t o indirecto. Y as! como l a v a n g u a r d i a no p u e d e s u s t i t u i r a l p r o letariado p a r a hacer l a r e v o l u c i ó n , t a m b i é n es i n c a p a z de crear, sin e l apoyo de l a s masas, s u p a r t e m á s a c t i v a , e l i n s t r u m e n t o de l a r e v o l u c i ó n . U n a v a n g u a r d i a q u e s u s t i t u y e a l a clase e n t r a en u n c a m i n o c o n t r a r i o a l m a r x i s m o . "Esta prisa por proclamar l a I V Internacional, mientras l a o r g a n i z a c i ó n i n t e r n a c i o n a l se m u e v e t o d a v í a sobre bases t a n frágiles, a s í como l o s m é t o d o s y m e d i o s q u e h a n sido e m p l e a dos e n estos ú l t i m o s a ñ o s p o r T r o t s k y y e l S e c r e t a r i a d o I n t e r nacional c o n e l f i n de a p r e s u r a r l a c r e a c i ó n d e esta I n t e r n a c i o nal, son p a r a nosotros l a p r u e b a de q u e e l c a m a r a d a T r o t s k y y sus c o m p a ñ e r o s de p e n s a m i e n t o t o m a n d e m a s i a d o p o c o e n cuenta « l a m a r c h a g e n e r a l de l a i u c h a de clases, de l a s v i c t o r i a s y de las derrotas futuras d e l p r o l e t a r i a d o » . { C a r t a p a r a l a I V Internacional.) " A l o q u e nosotros q u e r e m o s c o n t r i b u i r es a l a p r o c l a m a c i ó n de u n a I V I n t e r n a c i o n a l q u e — p o r l a s razones q u e n o s o t r o s acabamos d e e x p o n e r — e s t á t o d a v í a e n u n p e r í o d o d e g e r m i nación m u y d é b i l y manifiesta tendencia a l o a r t i f i c i a l ; l a t e n t a t i v a q u e e l l a r e p r e s e n t a nos parece, a s í , d e s t i n a d a a u n n u e vo fracaso. L a s con.secuencias de l a d e s a p a r i c i ó n d e l a 1^ y d e la d e g e n e r a c i ó n de l a 2^ y 3^ I n t e r n a c i o n a l e s i n t e n t a n m á s q u e nunca i m p e d i r a l proletariado construir, a l f i n , u n a o r g a n í z a fión v i v i e n t e , sana y d u r a b l e . Nosotros no queremos por núes-
ira contribución a la pi'ocLaniación prematura de la' I V Intern4icional y el fracaso que, según toda probabilidad, seguirá, obstaculizar todavía más el camino hacia la liberación de nuestra clase. " L a c r i s i s d e l m o v i m i e n t o o b r e r o y , p o r c o n s i g u i e n t e , de t o d a l a c i v i l i z a c i ó n , es u n a c r i s i s d e d i r e c c i ó n r e v o l u c i o n a r i a . P o r ello n o h a y q u e entender s o l a m e n t e l a d e s c o m p o s i c i ó n y l a d i solución de l a p a r t e r e v o l u c i o n a r i a de l a clase o b r e r a , s i n o también y particularmente, l a crisis d e conciencia d e l proletariado entero. S o n los aspectos de u n solo y m i s m o p r o b l e m a . Lejos de nosotros, s i n e m b a r g o , l a o p i n i ó n de q u e e l p r o l e t a riado posee e n todas las c i r c u n s t a n c i a s l a d i r e c c i ó n r e v o l u c i o n a r i a q u e c o r r e s p o n d e a s u n i v e l de c o n c i e n c i a d e clase. L a historia h a d e m o s t r a d o m á s d e u n a v e z q u e l a m a s a , p u e s t a e n
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QUEBRACHO
movimiento por condiciones objetivas, sobrepasa en conciencia a l a dirección, l a cual ha quedado prisionera d e l p e r í o d o anter i o r . A l a h o r a presente, l a d e b i l i d a d g e n e r a l d e l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o es e l r e f l e j o de l a d e b i l i d a d g e n e r a l y t r á g i c a d e l p r o l e t a r i a d o e n t e i o . N u n c a , t a m b i é n , las clases d o m i n a n tes l o g r a r o n t a n t o c o m o h o y i m p o n e r s u i d e o l o g í a d e clase a t r a v é s d e l e n g a ñ o de l a s o r g a n i z a c i o n e s o b r e r a s q u e f u e r o n creadas p a r a c o m b a t i r l a . L a I I y l a I I I I n t e r n a c i o n a l e s s o n h o y los agentes m á s preciosos de l a b u r g u e s í a e n las filas d e l a clase o b r e r a . E l l a s s o n los g r a n d e s o b s t á c u l o s e n e l c a m i n o de l a l i b e r a c i ó n de l a clase o b r e r a y , p o r c o n s i g u i e n t e , de l a h u manidad. ' C o n s t r u i r nacional e internacionalniente l a dirección revol u c i o n a r i a d e l p r o l e t a r i a d o f u é y os l a t a r e a e s e n c i a l de todo r e v o l u c i o n a r i o m a r x i s t a . S ó l o q u e , s i es u n e r r o r a b a n d o n a r a l proceso h i s t ó r i c o l a t a r e a d e c r e a r l a , es i g u a l m e n t e nefasto e l q u e r e r c r e a r l a a r t i f i c i a l m e n t e . L a p r o c l a m a c i ó n de la IV In-
ternacional en las circunstancias y en las relaciones de juerzas actuales, será solamente un gesto teatral. Pero, lo más grave, es que ella vendrá, a su turno, a obstaculizar el camino qm conduce a la creación de una Internacional verdadera. " S i nosotros q u e r e m o s s a l v a r u n m í n i m o de c o h e s i ó n de l a s fuerzas r e v o l u c i o n a r i a s , es necesario estar listos p a r a p o d e r contribuir con é x i t o a l a aceleración del desarrollo de l a c o n c i e n c i a de clase d e l p r o l e t a r i a d o y d e l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o , e n e l m o m e n t o d e l c a m b i o de l a c o y u n t u r a p o l í t i c a . E s solamente entonces, s e g ú n n u e s t r a o p i n i ó n , c u a n d o se p l a n t e a r á ¡a c u e s t i ó n de l a c r e a c i ó n de los P a r t i d o s y d e u n a I n ternacional. "Esta política exige imperiosamente:
la in/oríriocíón
obje-
Liva y la democracia proletaria, dos condiciones que, desafortunadamente, ya no existen en el Centro por la IV Internacional. " C o n s c i e n t e s de esta s i t u a c i ó n , los m i l i t a n t e s r e v o l u c i o n a r i o s que h a n f i r m a d o este d o c u m e n t o , se h a n puesto a l t r a b a j o . P e r o como nosotros estamos p e r s u a d i d o s q u e e x i s t e n f r a c c i o n e s y obreros r e v o l u c i o n a r i o s q u e p i e n s a n como nosotros, h e m o s d e c i d i d o p o r l a presente, d i r i g i r n o s a ellos p a r a q u e todos j u n t a m e n t e p o d a m o s p o n e r n o s e n esta t a r e a . . . M á s q u e n a d a nos d a m o s c u e n t a de q u e somos ú n i c a m e n t e u n a í n f i m a p a r t e d e
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las fuerzas l l a m a d a s a c r e a r e l f u t u r o p a r t i d o r e v o l u c i o n a r i o que a b a t i r á a l c a p i t a l i s m o . " M a g n í f i c o s y p r o f é t i c o s conceptos q u e entonces se p e r d i e r o n en l a noche o s c u r a d e l receso r e v o l u c i o n a r i o p o r e l q u e p a s a b a el m u n d o y q u e s e ñ a l a n v a r i o s hechos c a p i t a l e s : a ) q u e l a p r o c l a m a c i ó n de l a I V I n t e r n a c i o n a l e r a p r e m a t u r a ; b ) q u e sólo p o d í a ser c o n s i d e r a d a c o m o u n g o l p e t e a t r a l a los q u e tan afecto f u é s i e m p r e L e ó n T r o t s k y ; c ) que é s t e e r a e l m á s ' ansioso p o r c o n s t r u i r e n e l p a p e l e l n u e v o o r g a n i s m o b a s a d o en frases b u s c a n d o l a u r e l e s p a r a e n g r a n d e c e r s u f i g u r a ; d ) q u e el S e c r e t a r i a d o p o r l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l y a entonces estaba viciado de f a l s e d a d y b u r o c r a t i s m o , y e ) q u e l a " n u e v a I n t e r nacional" t r o t s k y s t a , e n l u g a r de f a v o r e c e r e l proceso r e v o l u cionario m u n d i a l se t r a n s f o r m a r í a en u n o b s t á c u l o p a r a l a f o r mación de u n a I n t e r n a c i o n a l v e r d a d e r a .
IV - LEON TROTSKY Y E L CARACTER CENTRISTA D E L MOVIMIENTO TROTSKYSTA E l a ñ o 1939. e n e l f o l l e t o Cómo salir del pantano, e l a u t o r de este l i b r o , r e c o r d a n d o l a frase d e L e n i n e n sus p o l é m i c a s con T r o t s k y : " N o es i n t e l i g e n t e n i d i g n o de u n p a r t i d o obi'ero o c u l t a r sus d e s a c u e r d o s " , e s c r i b í a : " N o d e b e m o s asustarnos s i la realidad nos demuestra qwe hasta ahora el trotskysmo en la Argentina ( y p o d í a h a b e r d i c h o e n t o d o e l m u n d o ) ha sido una verdadera íragedia- de insignificancia, de mediocridad, de ineptitud, de simulación, de i n e r c i a y de simpleza". Y a g r e g a b a lespecto a ese m o v i m i e n t o , c o n e l q u e h a b í a estado e n r e l a c i ó n desde dos a ñ o s antes: "El trotshysvu> en la Argentina es una cloaca a la que lian T)enido a parar, en pintoresca comparsa, lodos los literatos y revolucionarios fracasados, todos los dirigentes sindicales desprestigiados, toda la escoria del ^tercer período» sialirásta y todos los trepadores pequeñoburgueses que andan por ahí. E l p r i n c i p a l defecto d e l t r o t s k y s m o e n l a A r g e n t i n a es s u c o m p o s i c i ó n p u r a m e n t e p e q u e ñ o b u r g u e s a , d e (^carreristas» ( a s p i r a n t e s a h a c e r « c a r r e r a » p o l í t i c a ) q u e h a n visto u n a p u e r t a a b i e r t a y p o r e l l a se h a n l a n z a d o e n b u s c a d e u n e n c u m b r a m i e n t o q u e l e s n e g ó s u clase d e o r i g e n . L a l u c h a por e l s o c i a l i s m o se t r a n s f o r m a e n esta gente e n u n t o n i e o para lograr posiciones personales. . . Y para poder alcanzar s u a s p i r a c i ó n , y t a m b i é n p a r a s u p l i r s u pequenez y e l e v a r s e e l l o s m i s m o s a l a a l t u r a e n q u e se q u i e r e n c o l o c a r y l a m a g n i t u d d e la obra que tratan de adjudicarse, necesitan agrandéu-se a r t i f i c i a l m e n t e p a r a estar a t o n o c o n e l l a . . . s o n g a l l i n a s q u e q u i e ren volar como á g u i l a s . " T a m b i é n decía q u e a s i como los stalinistas " s o n e p í g o n o s de S t a l i n , ellos l o son d e T r o t s k y " .
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QLÍKBRACHO
Y , a l a ñ o s i g u i e n t e ( 1 9 4 0 ) , en u n n u e v o folleto t i t u l a d o Ceiitrisino, oportunismo y bolcheristno, v o l v í a s o b r e e l t e m a : " H e e x a m i n a d o , en o t r a o p o r t u n i d a d , e l proceso i n i c i a l d e l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t a en l a A r g e n t i n a . N o v o l v e r é a h a c e r l o a q u í . M e b a s t a r á s e ñ a l a r , en c o n f i r m a c i ó n de m í a c e r t ó , q u e todos bUs componentes de l a p r i m e r a h o r a no t e n í a n n a d a que v e r , en r e a l i d a d , con e l m a r x i s m o - l e n i n i s m o , l o c u a l se f u e r o n e n c a r g a n d o de d e m o s t r a r los hechos posteriores. S i e l p r e t e n d i d o m o v i m i e n t o t r o t s k y s t a l l e v ó a q u í , en sus p r i m e r o s a ñ o s , l a v i d a l á n g u i d a , o p a c a y e s t é r i l q u e lo c a r a c t e r i z ó l l e n á n d o l o de desp r e s t i g i o ante l a cla.se o b r e r a , f u é d e b i d o , ú n i c a m e n t e , a esa c i r c u n s t a n c i a . . . E n ese i n s i g n i f i c a n t e a m b i e n t e de o p e r e t a v e g e t ó el t i t u l a d o t r o t s k y s m o , n o u n o , n i dos, s i n o seis o siete a ñ o s . A los n o m b r e s m e n c i o n a d o s v i n i e r o n a agregarse u n o s cuantos i n d i v i d u o s recolectados de l a s m á s d i v e r s a s p r o c e d e n cias, destacables sólo p o r su a t e r r a d o r a m e d i o c r i d a d , quiene-í t a m b i é n tomaban l a actividad política como una distracción de sobremesa, a s í como otros se d e d i c a n a c o m e n t a r s o b r e l a s c a r r e r a s de c a b a l l o s o sobre f ú t b o l . N a d a es de e x t r a ñ a r , pues, q u e a ellos v i n i e r a n a agregarse todos los desechos d e l s t a l i n i s m o , i n c l u s o los e x p u l s a d o s d e l P . C o m u n i s t a c o m o p r o v o c a dores, los que, e n t r e nosotros, se h a c í a n t r o t s k y s t a s y se u n í a n a la comparsa." Y , respecto a l aspecto t e ó r i c o d e l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t n , q u e negaba l a l i b e r a c i ó n n a c i o n a l en l a A r g e n t i n a , e l a ñ o 1941,
en los Documentos para la uni]icac¡ón
del movimiento cuarta-
hite moción alista argentino, I p a r t e , e s c r i b í a : " T o d a s l a s m a n i festaciones d e l p e n s a m i e n t o d e l t i t u l a d o m o v i m i e n t o c u a r t a internacionalista argentino, son expresiones típicas d e l c e n t r i s m o p e q u e ñ o b u r g u é s v i c i a d a s de o p o r t u n i s m o y c o n f u s i o n i s m o . " Y l l e g a b a a l a s siguientes c o n c l u s i o n e s : " a ) Q u e e l t i t u lado movimiento bolchevique leninista argentino que analizam o s se m o v i ó s i e m p r e en u n t e r r e n o de i n t e r n a c i o n a l i s m o a b s tracto, de t e o r í a « p u r a » , e s p e c u l a t i v a , p e n d i e n t e de los a c o n tecimientos y a r t í c u l o s del extranjero, en p r i m e r t é r m i n o de los de L . T r o t s k y , r e p i t i e n d o sus escritos s i n c o m p r e n d e r l o s y que, c u a n d o q u i s o a d a p t a r s e a l m e d i o e n que d e b í a d e s a r r o liarse, lo hizo en forma artificial y m e c á n i c a , trasplantando s i n m e d i t a r l a s las c o n s i g n a s de los m a e s t r o s d e l s o c i a l i s m o
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p ¿ : a ios p a í s e s i m j > e r i a l í s t a s , s i n a d a p t a r l a s a las c a r a c t e r í s ticas de l a A r g e n t i n a c o m o p a í s s e m í c o l o n i a l o p r i m i d o ; "b) Que e l t e r r e n o a b s t r a c t o e n que se d e s a r r o l l ó e l m o v i miento f u é u n c a m p o f é r t i l p a r a los m á s i n v e r o s í m i l e s d e v a neáis d o c t r i n a r i o s y p a r a l a f r u c t i f i c a c i ó n de l a s e r i e de « g e nios» pseudo m a r x i s t a s que a p a r e c i e r o n a q u í c o m o « s u p e r a d o res- o « r e f o r m a d o r e s » de M a r x o de L e n i n , de r e v i s i o n i s t a s ocuitos o d e c l a r a d o s o de a n t í l e n i n i s t a s . . . o de « m a e s t r o s m a r x i s t a s » que h a y q u e t o m a r con r e s e r v a s : "c) Q u e en s u m i s m o i n t e r n a c i o n a l i s m o a b s t r a c t o — a c e n tuado por e l o r i g e n e x t r a n j e r o de g r a n p a r t e de sus m i l i t a n t e s , que t r a í a n l a m e n t a l i d a d de s u p a í s i m p e r i a l i s t a de o r i g e n s i n adaptarse n i c o m p r e n d e r los p r o b l e m a s d e l p a í s s e m í c o l o n i a l fcn e l que a c t u a b a n — s i g u i ó e l c a m i n o d e l s o c i a l i s m o r e f o r m i s ta, con e l que t u v o tantos p u n t o s de contacto, e l cuc^l t a m p o c o hace d i s t i n c i ó n e n t r e p a í s e s o p r i m i d o s y opresores y d e r i v ó de él sus concepciones sobre e l c a r á c t e r d i r e c t a m e n t e s o c i a l i s t a de l a R e v o l u c i ó n en l a A r g e n t i n a ; "d) Q u e e l t e r r e n o abstracto, c e n t r i s t a , p e q u e ñ o b u r g u é s en que se d e s e n v o l v í a l o m a n t u v o c o m p l e t a m e n t e a l e j a d o d e l p r o letariado — r e a l i s t a por e x c e l e n c i a — y f u é l a c a u s a p r i n c i p a l de s u e x i s t e n c i a m e z q u i n a y r a q u í t i c a e n e l seno de l a p e q u e ñ a b u r g u e s í a , de s u l á n g u i d o d e s a r r o l l o y de s u f a l t a de v i g o r ; "e) Q u e ese c a r á c t e r abstracto, p e q u e ñ o b u r g u é s , c e n t r i s t a , se m u e s t r a t a m b i é n en e l c o n f u s i o n i s m o , e n las constantes v a c i l a c i o n e s , e n l a p e r p e t u a i r r e s p o n s a b i l i d a d , en l a estrechez n a c i o n a l , e n l a d i s g r e g a c i ó n , en e l a m o r f i s m o , y en l a i n e s t a bilidad orgánica; " h ) Q u e t o d a l a e x p o s i c i ó n que h e m o s h e c h o d e m u e s t r a , a d e m á s , no s ó l o i n d i g e n c i a d o c t r i n a r i a . . . sino t a m b i é n c o n f u s i o n i s m o r e s p e c t o a l c a r á c t e r de l a r e v o l u c i ó n en e l p a í s , e n t r e m e z c l a n d o l a r e v o l u c i ó n d e m o c r á t i c a con l a s o c i a l i s t a , n e gando l a l i b e r a c i ó n n a c i o n a l . . ., a t a c a n d o l a r e v o l u c i ó n a g r a r i a a n t i i m p e r i a l i s t a , s o s t e n i e n d o que en u n p a í s s e m í c o l o n i a l o p r i m i d o e l p r i n c i p a l e n e m i g o e s t á d e n t r o d e l p r o p i o p a í s y que no es el i m p e r i a l i s m o ; p r o p i c i a n d o e l d e r r o t i s m o r e v o l u c i o n a rio en u n a guerra con éste, e t c é t e r a . " E l c u a d r o que h a c í a d e l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t a a r g e n t i n o , no e r a e n n a d a p e o r d e l que p o d í a hacerse d e l m o v i m i e n t o trotskysta sudamericano, en p r i m e r t é r m i n o del de C h i l e y
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Q U f. B R A C H o
U r u g u a y , p a r t i c u l a i - m e n t e d e l p r i m e r o de estos paises d o n d e existió u n a "Izquierda C o m u n i s t a " (trotskysta) que contaba con varios representantes en e l Congreso, l a que t e r m i n ó por i n g r e s a r en e l F r e n t e P o p u l a i ' , f i n a l i z a n d o s u l i d e r , e l senador H i d a l g o , como m i n i s t r o c h i l e n o en M é x i c o . P e r o , en r e a l i d a d , e l c u a d r o s u d a m e r i c a n o n o e r a m á s q u e u n a c l a r a e v i d e n c i a d e l a i n d i g e n t e c a t e g o r í a d e todo e l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t a i n t e r n a c i o n a l , q u e , desde 1934, c o n T r o t s k v a l a cabeza, h a b í a a d o p t a d o u n r u m b o d e f i n i d o h a c i a l a d e r e c h a , que t u v o como e x p r e s i ó n c o n c r e t a e l l l a m a d o " v i r a j e f r a n c é s " , e l c u a l , a s u vez, e r a u n a e v i d e n c i a d e l retroceso d e l m o v i m i e n t o revolucionario d e l proletariado m u n d i a l , a consecuencia d e l t r i u n f o d e l fascismo e n A l e m a n i a e l a ñ o a n t e r i o r , retroceso q u e t a m b i é n h a b í a hallado manifestación en e l camina oportunista del Frente Popular tomado por el stalinismo. P e r o e l " v i r a j e f r a n c é s " , q u e l u e g o se t r a n s f o r m ó e n viraje i n t e r n a c i o n a l , p o r e l q u e L e ó n T r o t s k y a r r i ó sus b a n d e r a s , d i s o l v i ó sus cuadros y r e s o l v i ó q u e los m i e m b r o s de é s t o s i n g r e s a r a n e n m a s a e n los P a r t i d o s de l a S o c i a l d e m o c r a c i a , a f i l i a d a a l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l — p a r t i d o s de los q u e é l m i s m o h a b r í a de e x p r e s a r conceptos c o m o estos: " E l P a r t i d o S o c i a l i s t a no es xin P a r t i d o o b r e r o n i e n r e l a c i ó n c o n s u p o l í t i c a n i s u c o m p o s i c i ó n social. E s u n P a r t i d o d e l n u e v o estado m e d i j (funcionarios, s e r v i d o r e s c i v i l e s , e t c é t e r a ) y e n p a r t e d e l a p e q u e ñ a b u r g u e s í a y a r i s t o c r a c i a o b r e r a " f W h i t f i e r France? N e w Y o r k , 1936, p á g . 4 2 ) — , n o f u é aceptado p o r los m e j o r e s e l e mentos q u e se c o n t a b a n e n l a s filas de esa v a n g u a r d i a , q u i e n e s r e c h a z a r o n l a n u e v a o r i e n t a c i ó n de T r o t s k y y p a s a r o n , desde entonces, a c o m b a t i r l o q u e l l a m a b a n a h o r a e l " t r o t s k y s m o " . E n este caso se e n c o n t r a b a , e n p r i m e r t é r m i n o , A l b e r t W e i s bord, revolucionario norteamericano, de a m p l i a i n f o r m a c i ó n marxista, que h a b í a formado parte d e l C . C . d e l P . C o m u n i s t a de los Estados U n i d o s y h a b í a d i r i g i d o , l u e g o , l a h u e l g a de los obreros t e x t i l e s e n P a s s a i c , a ñ o s antes. W e i s b o r d , q u e e n c a b e zaba l a C o m m u n i s t L e a g u e of S t r u g g l e , c o m o a l a i z q u i e r d a d e l m o v i m i e n t o C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a de los E s t a d o s U n i d o s , del que era e l ala derecha l a oportunista A m e r i c a n C o m m u n i s t L e a g u e , encabezada p o r J a m e s P . C a n n o n y M a x S h a t c h m a n , d e c í a e n e l n ú m e r o d e n o v i e m b r e de 1934, de " C l a s s S t r u g g l e " , ó r g a n o de l a C o m m u n i s t L e a g u e of S t r u g g l e , b a j o e l t í t u l o
LEÓN
TÜOTSKY
Y WALL
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" R o m p e m o s c o n T r o t s k y " , l o s i g u i e n t e : " L a O p o s i c i ó n de I z q u i e r d a I n t e r n a c i o n a l , e n c a b e z a d a p o r L e ó n T r o t s k y , se e s t á desintegrando. E s t á s u i c i d á n d o s e con su ignominiosa política de a r r a s t r a r s e h a c i a los p a r t i d o s S o c i a l i s t a s y r e f o r m i s t a s , como l o e s t á h a c i e n d o en los tres p r i n c i p a l e s p a í s e s . L a L i g a f r a n cesa h a i n g r e s a d o a i P a r t i d o S o c i a l i s t a de F r a n c i a , i n c o n d i c i o nalmente y como individuos. L a L i g a b r i t á n i c a h a recibido l a o r d e n de i n g r e s a r a l P a r t i d o L a b o r i s t a I n d e p e n d í e n t e y , a n t e Ja n e g a t i v a de l a m a y o r í a de s e g u i r esa o r d e n de T r o t s k y , l a m i n o r í a fué separada y mandada, a l P a r t i d o L a b o r i s t a Indep e n d i e n t e de todos m o d o s . E n los E s t a d o s U n i d o s , l a L i g a n o r t e a m e r i c a n a (gi-upo C a n n o n ) se e s t á u n i e n d o a l P a r t i d o O b r e r o N o r t e a m e r i c a n o , de M u s t e . C o m o l o e s c r i b i ó T r o t s k y r e c i e n temente: «Nosotros admitimos honestamente que nuestra o r g a n i z a c i ó n es d e m a s i a d o d é b i l p a r a d e s e m p e ñ a r , p o r sí m i s m a , u n p a p e l i n d e p e n d i e n t e y p r á c t i c o en ias l u c h a s q u e se a v e cinan». " P a r a los s t a l i n i s t a s esta c a p i t u l a c i ó n de T r o t s k y a l m e n c h e v i s m o y r e f o r m i s m o e r a , hace m u c h o , u n a c o n c l u s i ó n p r e v i s t a . P a r a ellos T r o t s k y e s t á r e v i v i e n d o s u v i e j a c a r a c t e r i z a c i ó n de « r e n e g a d o c e n t r a r r e v o l u c i o n a r i o a. P a r a nosotros, s i n e m b a r g o , este colapso d e l t r o t s k y s m o es s ó l o p a r t e de l a t e r r i b l e c a p i t u l a c i ó n de las fuerzas r e v o l u c i o n a r i a s de q u e h a s i d o testigo E u r o p a . E l hecho es q u e l a v i c t o r i a d e l f a s c i s m o en E u r o p a C e n t r a l y su g r a n s u r g i m i e n t o p o r todas partes, h a lanzado l a totalidad del movimiento revolucionario a u n a terrible confusión y derrota. S i el gran general Trotsky ha c o n ducido su ejército del Partido Comunista a l Partido Socialista, esto es s ó l o u n a p a r t e d e l colap.so total de ambos p a r t i d o s S o cialista y Comunista. " N o es e l caso q u e los s t a l i n i s t a s v e n g a n a g r i t a r g o z o s a m e n t e : « Y a l o h a b í a m o s d i c h o » , p o r q u e es c l a r o c o m o e l d í a que l a I n t e r n a c i o n a l C o m u n i s t a e s t á m u e r t a c o m o u n a f u e r z a j e v o l u c i o n a r í a , h a b i e n d o sido c e r r a d o su p e r í o d o de d e g e n e r a c i ó n (1924-1932) c o n e l p e r í o d o de colapso s e ñ a l a d o p o r l a naás n e g r a c o b a r d í a y t r a i c i ó n e n e l fracaso de l u c h a r c o n t r a l a v i c t o r i a de H i t l e r . C o m p l e t a m e n t e i m p o t e n t e e n las r e v o l u ciones e n E s p a ñ a y A u s t r i a , h a b i e n d o d e s t r u i d o t o d a a p a r i e n c i a de d e m o c r a c i a p r o l e t a r i a e n l a U n i ó n S o v i é t i c a , y q u e b r a n t a d o y p a r a l i z a d o a l a clase t r a b a j a d o r a en todo e l mxmdo,
QUEBRACHO
sin haber convocado m á s que u n soio C o n g r e s o en m e d i o de acontecimientos m á s trascendentales, l a I n t e r n a c i o n a l C o m u n i s t a e s t á condenada a ser u n a f u e r z a c o n t r a r r e v o l u c i o n a r i a que u t i l i z a l a R e v o l u c i ó n r u s a c o n t r a l a r e v o l u c i ó n m u n d i a l , los soviets rusos p a r a e v i t a r los soviets y l a v i c t o r i a d e l p r o l e tariado en otras partes. " E n cuanto a l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l , t a m b i é n e s t á m u e r ta —no como u n a f u e r z a r e v o l u c i o n a r i a , p o r q u e c o m o t a l m u r i ó hace veinte a ñ o s , en 1914, a l e s t a l l a r l a g u e r r a m u n d i a l — s i n o a ú n como una fuerza c o n t r a r r e v o l u c i o n a r i a h a s o b r e v i v i d o s u utilidad. N o son los S o c i a l i s t a s q u e r e h u s a n a y u d a r a los c a p i • talistas, son los c a p i t a l i s t a s , e m p u j a d o s c o n t r a e l m u r o de u n sistema e c o n ó m i c o a g o n i z a n t e , q u i e n e s desechan a los S o c i a l i s tas y u t i l i z a n otros agentes m e n o s c o s t o s o s . . . " . . . L a f u n c i ó n de u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l C o m u n i s t a debe, desde e l p r i n c i p i o , e v i t a r c u a l q u i e r f o r m a de t r a n s f o r m a r s e e n u n refugio p a r a los c e n t r i s t a s y ser u n a I n t e r n a c i o n a l S e g u n d a y m e d i a que i n t e n t a r í a c o n c i l i a r las d i f e r e n c i a s e n t r e los c e n tristas oportunistas p o r u n l a d o y los v e r d a d e r o s r e v o l u c i o n a rios por e l otro. L a f u s i ó n con los p a r t i d o s c e n t r i s t a s , l i q u i d a n d o a s í l a a c c i ó n i n d e p e n d i e n t e , es u n a p o l í t i c a c o m p l e t a m e n t e i m posible p a r a los C o m u n i s t a s I n t e r n a c i o n a l e s . . . " . . . L a tarea de c o n s t r u i r u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l no s e r á fácil. S u f o r m a c i ó n puede ser l o g r a d a s o l a m e n t e en e l c u r s o de u n l a r g o y d u r o p r o c e s o de escisiones t a n t o e n los P a r t i d o s « S o c i a l i s t a s í como '.«Comunistas». E l n ú c l e o r e v o l u c i o n a r i o debe permanecer i n t a c t o c o n e l f i n de a t r a e r esos e l e m e n t o s hacia s i . E n m u c h o s aspectos l a t a r e a s e r á m u c h o m á s d i f í c i l hoy que en los d í a s de L e n i n . Podemios v o l v e r n o s h a c i a l a s i t u a c i ó n que e n c a r ó L e n i n en los a ñ o s 1914-1919 p a r a a p r e c i a r l a enorme d i f e r e n c i a e n t r e e l l e n i n i s m o y e l t r o t s k y s m o . . . " . . . H o y l a s i t u a c i ó n es c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t a . E s m u c h o m á s difícil t r a n s f o r m a r los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s e n v e r d a d e r a s organizaciones r e v o l u c i o n a r i a s . T a n t o e n e l aspecto o b j e t i v o como en e l subjetivo las c o n d i c i o n e s d e m u e s t r a n q u e se p r e senta ante nosotros u n trabajo m u c h o m á s d u r o en m u c h o s aspectos. E l presente q u e b r a n t o de l a e c o n o m í a n o p u e d e ser comparado en i n t e n s i d a d c o n l a s i t u a c i ó n d u r a n t e e i n m e d i a t a mente d e s p u é s de l a g u e r r a 1914-18. L a a m e n a z a d e l f a s c i s m o no puede ser c o m p a r a d a con e l h o r r o r de u n a g u e r r a y a e x p e -
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riirientada y que y a ha d i s m i n u i d o enormemente l a p o b l a c i ó n . L a o l a r e v o l u c i o n a r i a h a dado l u g a r a u n a v a n c e a g r e s i v o de l a r e a c c i ó n . S i nos v o l v e m o s h a c i a l a U n i ó n S o v i é t i c a v e m o s q u e L e n i n h a s i d o r e e m p l a z a d o p o r S t a l i n y q u e no es m á s e l b o l c h e v i s m o i n t e m a c i o n a l i s t a e l q u e p r e d o m i n a , sino e l m a y o í ' oportunismo y pesimismo centrista. L a s circunstancias que f u e r o n capaces de t r a n s f o r m a r a los g r u p o s c e n t r i s t a s e n r e v o l u c i o n a r i o s , n o e x i s t e n h o y c o m o en 1919. " A d e m á s de t o d o esto no p o d e m o s o l v i d a r l a h i s t o r i a d e l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o e n los ú l t i m o s 2 a ñ o s . L a f o r m a c i ó n de l a I n t e r n a c i o n a l C o m u n i s t a y las l u c h a s m u t u a s e n t r e los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s y C o m u n i s t a s , bajo L e n i n , q u i t a r o n p e r i ó d i c a m e n t e sus mejores elementos r e v o l u c i o n a r i o s a los P a r tidos S o c i a l i s t a s . T o d o l o q u e q u e d ó de e l l o s f u é , p r i n c i p a l m e n te, u n esqueleto p e q u e ñ o b u r g u é s . S i los obreros s i g u i e r o n a los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s , n o f u é c o n e l f i n de l l e g a r a l s o c i a l i s m o , s i n o de obtener r e f o r m a s sociales. C i e r t a m e n t e , h o y , d e s p u é s de todos estos a ñ o s , a u n q u e u n a n u e v a g e n e r a c i ó n h a c r e c i d o , no p u e d e decirse, a p e s a r d e l espantoso fracaso de l a I n t e r n a c i o n a l S t a l i n i s t a , q u e los o b r e r o s r e v o l u c i o n a r i o s n o saben sobre q u é fue l a d i s p u t a y n o conocen e l v e r d a d e r o s i g n i f i c a d o de los Partidos Socialistas. T a l o p i n i ó n muestra u n a lamentable dese s t i m a c i ó n de l a clase t r a b a j a d o r a . . . " . . . E s c u a n d o T r o t s k y m e n c i o n a a M a r x y a L e n i n q u e se e l e v a a las m a y o r e s a l t u r a s de l a a u d a c i a . E s c r i b e que L e n i n h a b í a aconsejado, en u n m o m e n t o , a l p a r t i d o C o m u n i s t a , de I n g l a t e r r a , i n g r e s a r en e l p a r t i d o L a b o r i s t a . ¡ Q u é e v i d e n t e d e s h o n e s t i d a d nos m u e s t r a este e j e m p l o ! T r o t s k y sabe m u y b i e n q u e e l p a r t i d o L a b o r i s t a de I n g l a t e r r a e r a un& o r g a n i z a ción l a x a a l a q u e e l P a r t i d o C o m u n i s t a p o d í a u n i r s e , p e r o c o n s e r v a r s u d e r e c h o de c r í t i c a y su o r g a n i z a c i ó n i n t a c t a . S i n o l o d i c e d i r e c t a m e n t e , T r o t s k y d a a e n t e n d e r l a m e n t i r a de que Lenin favoreció la liquidación del partido Comunista inglés y que el P a r t i d o L a b o r i s t a significó el fin del P a r t i d o C o m u n i s t a . N a d a p u e d e estar m á s lejos de l a v e r d a d q u a esto, " L o m i s m o o c u r r e c o n e l e j e m p l o de M a r x . E n sus dos c o n ferencias en l a L i g a C o m u n i s t a , en 1850, M a r x r e c a l c ó l a t r e m e n d a i m p o r t a n c i a d e l a s e p a r a c i ó n d e l p r o l e t a r i a d o de l a p e q u e ñ a b u r g u e s í a y del Partido Comunista del Democrático. N u n c a M a r x a b a n d o n ó esta o r g a n i z a c i ó n i n d e p e n d i e n t e . A g r e -
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guemos que. en esa é p o c a , e r a necesario a y u d a r a l a l u c h a d e ! c a p i t a l i s m o d e m o c r á t i c o c o n t r a e l f e u d a l i s m o y sus resto^. E l p r o l e t a r i a d o a ú n n o estaba m a d u r o p a r a t r a t a r de t o m a r e l poder p o r su p r o p i o d e r e c h o . ¡ C u a n d i f e r e n t e es l a s i t u a c i ó n hoy, cuando l a d i c t a d u r a d e l p r o l e t a r i a d o se h a sobrepasado h i s t ó r i c a m e n t e ! E n t o n c e s e r a n los p a r t i d o s d e l p r o g r e s o los que l i m p i a b a n e l c a m i n o e n t r e e l c a p i t a l y e l t r a b a j o . H o y l a l u c h a h a l l e g a d o a su p u n t o c u l m i n a n t e . Y , ¿ n o es acercarse a ser u n r e n e g a d o i m p u l s a r a l p a r t i d o p r o l e t a r i o a q u e se l i q u i d e y e n t r e en e l p a r t i d o d e m o c r á t i c o ? . . . " . . . F i n a l m e n t e , todos s a b e n a h o r a q u e T r o t s k y o r g a n i z a u n grupo revolucionario sólo para liquidarlo cuando llega el m o mento d e l combate. ¿ Q u i é n puede confiar a h o r a en é l ? ¿ Q u i é n b u s c a r á u n i r s e a ese g r u p o y d a r s u v i d a p o r é l ? U n l í d e r q u e no puede d i s t i n g u i r e n t r e l a t á c t i c a que p u e d e c a m b i a r e n cualquier momento y l a b á s i c a estrategia, u n comunista que d e c l a r a que l a o r g a n i z a c i ó n de v a n g u a r d i a debe ser a b a n d o n a d a e n b e n e f i c i o d e l « t r a b a j o de m a s a s » , s ó l o puede t r a e r r u i n a a l a t o t a l i d a d d e l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o . Q u e ese l í d e r p u e d a ser T r o t s k y m u e s t r a c u a n c o r r e c t o e r a e l j u i c i o sobre el de q u e e r a b u e n o en t i e m p o de ascenso r e v o l u c i o n a r i o y bajo f i r m e c o n t r o l , y p o d r i d o en p e r í o d o s de d e r r o t a y d e sastre." P e r o esta r e a c c i ó n p r o v o c a d a en los E s t a d o s U n i d o s f r e n t e a l " v i r a j e f r a n c é s " , t a m b i é n f u é i m i t a d a e n a l g u n o s p a í s e s do E u r o p a p o r otros p e q u e ñ o s g r u p o s de conjunistas i n t e r n a c i o n a listas. A l g u n o s m i l i t a n t e s a l e m a n e s d e l " U n s e r W o r t " , p o r ejemplo, en u n a d e c l a r a c i ó n d e l 20 de s e t i e m b r e de 1934, p u b l i c a d a e n e l n ú m e r o de enero de 1935 de " C l a s s S t r u g g l e " , N e w Y o r k , e x p r e s a b a n : " T a l t á c t i c a , l l e v a d a a cabo en m o mentos t a n i n o p o r t u n o s , es sostenida c o n a r g u m e n t o s q u e f a l sean l a v e r d a d e r a s i t u a c i ó n . E s t e f a l s e a m i e n t o de l a s i t u a c i ó n casi i n e v i t a b l e m e n t e e n v u e l v e u n f a l s e a m i e n t o de p r i n c i p i o s y l l e v a a u n a p o l í t i c a q u e s i r v e a a q u e l l o s que se o p o n e n a l m o vimiento r e v o l u c i o n a r i o " . . . " L a propaganda por e l « g r a n paso a d e l a n t e » d e l p a r t i d o u n i f i c a d o , e n l u g a r de l a l u c h a c o n t r a las peligrosas i l u s i o n e s s o b r e l a base de las e x p e r i e n c i a s h ú n g a r a s y a u s t r í a c a , en l u g a r de l a l u c h a p o r u n frente ú n i c o de a c c i ó n , es l a m á s c o m p l e t a c a p i t u l a c i ó n f r e n t e a l c e n t r í s m o en sus c l á s i c a s formas, e l a b a n d o n o t r a i d o r d e l l e n i n i s m o y e l
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e x t r a v í o m a y o r p a r a los obreros q u e se p u e d a c o n c e b i r e n este m o m e n t o " . . . (Class Straggle. N e w Y o r k , n o v e m b e r 1934.) T a m b i é n en F r a n c i a —donde y a u n a fracción denominada " A c c i ó n C o m u n i s t a " se h a b í a s e p a r a d o , e n 1933, de l a s filas trotskystas e n desacuerdo con l a forma, que consideraba oport u n i s t a , de e n c a r a r l a f o r m a c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l — el g r u p o " A c c i ó n L e n i n i s t a " , a s í c o m o o t r o e n B é l g i c a , se n e g a r o n a i n g r e s a r e n los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s . M i e n t r a s tanto, e n los E s t a d o s U n i d o s , l a A m e r i c a n C o m m u n i s t L e a g u e , t r o t s k y s t a , bajo l a d i r e c c i ó n de J . P . C a n n o n , se u n i f i c a b a c o n e l A m e r i c a n W o r k e r s P a r t y , u n o r g a n i s m o de c a r á c t e r liberal y nacionalista, dirigido por e l e x pastor Muste, p a r t i d o q u e a s p i r a b a a ser " g e n u i n a m e n t e a m e r i c a n o " . D e esa unificación s u r g i ó e l W o r k e r s P a r t y , d e l q u e f u é designado s e c r e t a r i o g e n e r a l e l e x pastor M u s t e . R e s p e c t o a esta s o r p r e n d e n t e f u s i ó n d e c í a l a C o m m u n i s t L e a g u e o f S t r u g g l e , p o r b o c a de A l b e r t W e i s b o r d : " M a n o a m a n o c o n l a v e r g o n z o s a c a p i t u l a c i ó n de T r o t s k y y d e l S e c r e t a r i a d o I n t e r n a c i o n a l , e l g r u p o d e C a n n o n , c o m o r a t a s dejando e l barco q u e se h u n d e de l a R e v o l u c i ó n , t a m b i é n h a n d i s p a r a d o " . . . " E l g r u p o de C a n n o n h a a b a n d o n a d o l a o r g a n i z a c i ó n y d i r e c c i ó n i n t e r n a c i o n a l ; sus secciones h e r m a n a s h a n h u i d o hacia las organizaciones reformistas; h a perdido s u p r o g r a m a y s u m o r a l . D e s u j a c t a n c i a de s e r l a O p o s i c i ó n de I z q u i e r d a d e l P a r t i d o C o m u n i s t a h a quedado reducido a jactarse de ser l a O p o s i c i ó n de I z q u i e r d a d e l P a r t i d o S o c i a l i s t a " . . . " E l g r u p o de C a n n o n e s t á l l e g a n d o a s u f i n a l . A p e s a r d e s u a d h e s i ó n a los C o m u n i s t a s I n t e m a c i o n a l i s t a s , desde e l p r i n c i p i o l l e v a m o s u n a l u c h a i n c e s a n t e p a r a e x p o n e r l o como un f a l s o g r u p o c e n t r i s t a <;de i z q u i e r d a » q u e u t i l i z a b a a T r o t s k y c o m o u n a m á s c a r a para c u b r i r s u sectarismo de derecha'".. . " L a unificación d e l g r u p o de C a n n o n c o n e l A m e r i c a n W o r k e r s P a r t y , de M u s t e , es u n a c t o f i n a l d e l í q u i d a c í o n i s m o m e n c h e v i q u e . D e l l e n i n i s mo a l c a m p o d e l a c o n t r a r r e v o l u c i ó n , t a l es e l d i g n o c a m i n o de l a A m e r i c a n L e a g u e . " (Class Struggle. N e w Y o r k , e n e r o de 1935.) Ese mismo a ñ o , respondiendo a una invitación cursada por e l S e c r e t a r i a d o d e l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a a f i n de q u e se a d h i r i e r a a l l l a m a d o hecho e n l a " C a r t a p a r a l a f o r m a c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " , l a C o m m u n i s t L e a g u e o f
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S t r u g g l e , a t r a v é s de s u s e c r e t a r i o , r e s p o n d i ó : " L a C o m m u n i s t L e a g u e of S t r u g g l e o p i n a q u e u n a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l puede ser ú t i l a l a clase t r a b a j a d o r a ú n i c a m e n t e e n e l caso q u e represente u n verdadero avance comunista en l a t e o r í a y e n l a p r á c t i c a sobre las Internacionales Socialista y S t a l i n i s t a . " C o n l a q u i e b r a de a m b a s I n t e r n a c i o n a l e s y e l s u r g i m i e n t o d e l fascismo, toda clase de g r u p o s centristas se p r e s e n t a n c l a m a n d o p o r u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l . Esos g r u p o s n o s o n g r u pos m a r x i s t a s r e v o l u c i o n a r i o s i n t r a n s i g e n t e s sino o r g a n i z a c i o nes i n t e r m e d i a s q u e p u e d e n c o n v e r s a r respecto a u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l , p e r o e n l a p r á c t i c a t i e n e n todos l o s v i c i o s p o l i ticos de l a S e g u n d a y T e r c e r a . E n r e a l i d a d esos g r u p o s p r o testan p o r l a d e s t r u c c i ó n p o r p a r t e d e l f a s c i s m o de l a s o r g a nizaciones r e f o r m i s t a s , m á s b i e n q u e l l e v a n u n a l u c h a s i n c o m p r o m i s o s p a r a acabar c o n e l c a p i t a l i s m o . E s o s g r u p o s c o n c i b e n l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l c o m o u n l u g a r d e reposo p a r a todos l o s grupos centristas, a s í c o m o e l e m e n t o s a m i t a d de c a m i n o d e los p a r t i d o s S o c i a l i s t a y C o m u n i s t a . . . " . . - E n r e l a c i ó n c o n esto debemos d e c l a r a r q u e los t r o t s k y s tas h a n hecho a l m o v i m i e n t o r e v o l u c i o n a r i o m u n d i a l u n s e ñ a lado perjuicio liquidando su o r g a n i z a c i ó n en F r a n c i a , e n I n g l a t e r r a , en B é l g i c a y e n todas p a r t e s y e n v i a n d o sus secciones dentro de los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s c o n l a i l u s i ó n de q u e i o s P a r t i d o s S o c i a l i s t a s p u e d e n ser « r e f o r m a d o s » . S e h a p e r d i d o u n t i e m p o precioso m i e n t r a s l o s t r o t s k y s t a s se h a n e x p u e s t o como centristas o p o r t u n i s t a s de l a p e o r e s p e c i e . . . " . . . C o m o C o m u n i s t a s I n t e m a c i o n a l i s t a s estamos p o r l a u n i dad de todos los g e n u i n o s i n t e r n a c i o n a l i s t a s e n u n n u e v o c e n t r o y nosotros m i s m o s estamos h a c i e n d o esfuerzos p a r a f o r m a r uno q u e l e v a n t a r á c o m o c o n d i c i ó n p r e v i a l a r u p t u r a c o n todos los g r u p o s a f i l i a d o s a l o s S o c i a l i s t a s , S t a l i n i s t a s y T r o t s k y s tas centristas y s u p o l í t i c a . ' (Class Struggle. N e w Y o r k , 1935.) P o r ese t i e m p o , e l W o r k e r s P a r t y , d e l o s E s t a d o s U n i d o s —que h a b í a tenido u n a vergonzosa a c t u a c i ó n e n l a huelga a u t o m o v i l í s t i c a de T o l e d o ( O h i o ) — , c o m e n z a b a a d e s i n t e g r a r se bajo l a i n f l u e n c i a p r i n c i p a l de l a f r a c c i ó n C a n n o n - S h a t c h m a n y , buscando u n nuevo camino r e s o l v i ó seguir e l r u m b o del trotskysmo internacional, ingresando en e l podrido Partido S o c i a l i s t a n o r t e a m e r i c a n o , d i r i g i d o p o r N o r m a n Thonrvas.
]j E u N T R O T S K Y
Y \ A I, I.
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TaiTibién a q u í , c o m o e n E u r o p a este paso f u é r e s i s t i d o p o r e l aia i z q u i e r d a , e n c a b e z a d a p o r H u g o O e h l e r y T . S t a m m , q u e fué separada del W o r l í e r s P a r t y pasando a formar l a " R e v o l u t i o n a r y W o r k e r s L e a g u e " , a fines de 1935. E s t a f r a c c i ó n t u v o como ói-ganos a " F i g t h i n g W o r k e r " y uno en e s p a ñ o l , " C l a r i dad P r o l e t a r i a " , q u e antes e d i t a r a e l W . P . E n l a p r i m e r a C o n f e r e n c i a N a c i o n a l de l a R . W . L . , r e u n i d a en f e b r e r o de 1936, en C h i c a g o , se d i s c u t i ó u n a tesis; " E l c a m i n o a l a C u a r t a I n leí n a c i o n a l y l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a " , en l a q u e se d e c í a : " L a t a r e a c e n t r a l de n u e s t r o s t i e m p o s es e l a g r u p a m i e n t o de los c u a d r o s r e v o l u c i o n a r i o s d e n t r o de u n p a r t i d o m a r x i s t a s e g ú n ideas y m é t o d o s de L e n i n . E s t o es, en n u e s t r o s d í a s , e l ú n i c o c a m i n o h a c i a l a c o n q u i s t a de las masas y h a c i a el d e r r o c a m i e n t o de l a sociedad c a p i t a l i s t a . E l p a r t i d o de la r e v o l u c i ó n p r o l e t a r i a s ó l o p u e d e ser u n p a r t i d o i n t e r n a c i o n a l formado p o r secciones n a c i o n a l e s c e n t r a l i z a d a s bajo c o n t r o l de u n centro m u n d i a l q u e g u í e , d i r i j a y c o o r d i n e l a l u c h a p a r a d e r r i b a r el c a p i t a l i s m o , l u c h a q u e a v a n z a p o r e l s e n d e r o de l a r e v o l u c i ó n p e r n w i e n t e t a n t o en los p a í s e s i m p e r i a l i s t a s como en los p a í s e s c o l o n i a l e s y s e m i c o l o n i a l e s . D e s p u é s d e i fracaso de l a T e r c e r a I n t e r n a c i o n a l q u e se h a p a s a d o a las filas d e l i m p e r i a l i s m o , los c u a d r o s r e v o l u c i o n a r i o s s ó l o p u e d e n r e a g r u p a r s e d e n t r o de u n a n u e v a i n t e r n a c i o n a l que, b a s á n d o s e en las e n s e ñ a n z a s de M a r x , L e n i n y l a R e v o l u c i ó n P e r m a n e n t e , e s t é a p a r t e y sea d i s t i n t o e i n d e p e n d i e n t e , p o l í t i c a y o r g á n i c a mente, de todos los d e m á s p a r t i d o s , g r u p o s y t e n d e n c i a s d e l movimiento obrero m u n d i a l . Esto significa hoy d í a l a consigna de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " . M á s adelante, agregaba: " L a doctrina leninista aplicada a l a c o n s t r u c c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l g i r a b a a l r e d e d o r de l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a , y a l é x i t o o fracaso de l a p o l i t i c a de é s t a . L a L . C . I. f u é l a ú n i c a f u e r z a m a r x i s t a m u n d i a l , puesto q u e los conceptos b á s i c o s de M a r x y de L e n i n se e n c o n t r a b a n en su p r o g r a m a ; conceptos q u e t e n d r á q u e a d o p t a r l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l en su p r o g r a m a . L a L i g a C o m u n i s t a I n temacionalista constituía el cuadro básico para la Cuarta Internacional, el e m b r i ó n internacional d e l partido leninista m u n d i a l de nuestros d í a s , e l ú n i c o foco de u n i d a d r e v o l u c i o n a r í a " . Y agregaba: " L a incapacidad del movimiento hacia l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l de a v a n z a r m á s a l l á d e l " P a c t o de los C u a t r o " ^
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se debe, e s e n c i a l m e n t e , a l a d e c a d e n c i a , d e s i n t e g r a c i ó n y f r a caso de l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a c o m o r e s u l t a d o d i r e c t o y f a t a l d e s u n u e v a o r i e n t a c i ó n . E s t a , a s u v e z , es u n reflejo d e l a d e s m o r a l i z a c i ó n g e n e r a l q u e e m p e z ó a i n f i l t r a r s e en e l m o v i m i e n t o o b r e r o m u n d i a l d e s p u é s de l a s d e r r o t a s e n Alemania y Austria". Y . luego de c r i t i c a r e l proceso de d e g e n e r a c i ó n d e l a L i g a , particularmenie el "viraje francés", resolvía: "a) Adoptar l a l í n e a p r o s c r i p t a p o r L e n i n p a r a l l e v a r a c a b o l a e d i f i c a c i ó n de la Internacional... c) Rechazar teórica, política y orgánicam e n t e e l r é g i m e n b u r o c r á t i c o de l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a y d e l W o r k e r s P a r t y de los E s t a d o s U n i d o s . . . g ) R e o r g a n i z a r l a C o m i s i ó n de C o n t a c t o , etc., etc.". ( C l a r i d a d Proletaria, S e g u n d a E p o c a , W 1. N e w Y o r k , f e b r e r o d e 1936.) E n e l p r o y e c t o de P r o g r a m a d i s c u t i d o y a p r o b a d o e n l a S e g u n d a C o n f e r e n c i a de l a R e v o l u t i o n a i ' y W o r k e r s L e a g u e , r e u n i d a e n C h i c a g o , e n d i c i e m b r e de 1937, a l h a c e r e l a n á l i s i s de l a s d i s t i n t a s tendencias, r e f i r i é n d o s e a l " t r o t s k y s m o c e n t r i s t a " , d e c í a : " B a j o l a d i r e c c i ó n de T r o t s k y , l a O p o s i c i ó n d e I z q u i e r d a f u é e l a l a m a r x i s t a de l a C o m í n t e r n . D e s p u é s de s u e x p u l s i ó n e n 1927-28, l a O p o s i c i ó n de I z q u i e r d a I n t e r n a c i o n a l c o n t i n u ó l a l u c h a p o r e l m a r x i s m o . P e r o errores e n e l t e r r e n o de l a o r g a n i z a c i ó n t u v i e r o n l u g a r e n l a m a y o r e s c a l a e n l a O p o s i c i ó n . . . Pero el cambio decisivo del m a r x i s m o a l cent r í s m o o c u r r i ó tras de l a d e r r o t a e n A l e m a n i a y se e x p r e s ó en e l " v i r a j e f r a n c é s " q u e l e s i g u i ó , c u a n d o l a m a y o r p a r t e de las secciones t r o t s k y s t a s se l i q u i d a r o n e n los o r g a n i s m o s de l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l sobre l a base r e v i s i o n i s t a de q u e l a s o c i a l d e m o c r a c i a p o d í a l l e g a r a ser u n i n s t r u m e n t o de l a r e v o l u c i ó n p r o l e t a r i a . D e s d e este m o m e n t o todos l o s conceptos básicos del m a r x i s m o fueron revisados: e l r o l d e l Partido, l a cuestión del derrotismo revolucionario, e l r o l del Estado, de l a d i c t a d u r a d e l p r o l e t a r i a d o y u n n ú m e r o d e otros puntos f u n damentales. L o s t r o t s k y s t a s , a u n q u e t o d a v í a a s p i r a n a u n a C u a r t a Internacional, sólo pueden formar u n a Internacional c e n t r i s t a , s i es q u e l l e g a n a f o r m a r l a d e s p u é s de todo. E l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t t a n o p u e d e s e r u t i l i z a d o como i n s t r u m e n t o de l a r e v o l u c i ó n p r o l e t a r i a ; es u n o b s t á c u l o p a r a e l l a . A f i l i a r s e o l i q u i d a r s e e n los o r g a n i s m o s t r o t s k y s t a s es u n a c a p i t u l a c i ó n y u n a r e v i s i ó n d e l m a r x i s m o " . (Draft Program of the Revo-
LEÓN
'uüonary
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Y WALL
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Workers League of the United States-Issued by the
Political Commitee. C h i c a g o , I I I , 1939.) L a R e v o l u t i o n a r y W o r k e r s L e a g u e f u n d ó u n a " C o m i s i ó n I n t e r n a c i o n a l de C o n tacto p o r u n a N u e v a ( 4 ^ ) I n t e r n a c i o n a l C o m u n i s t a " , c o n e l objeto de c o n s t r u i r é s t a sobre bases r e v o l u c i o n a r i a s , frente a la C u a r t a I n t e r n a c i o n a l c e n t r i s t a q u e h a b l a n f u n d a d o e n 1938 los t r o t s k y s t a s , l o c u a l t a m b i é n i n t e n t ó r e a l i z a r s i n é x i t o l a Communist League of Struggle, de A . Weisbord. L a Comisión I n t e r n a c i o n a l de C o n t a c t o p o r u n a N u e v a ( 4 ^ ) I n t e r n a c i o n a l p l a n t e ó 14 p u n t o s b á s i c o s , c o m e n z a n d o a e d i t a r u n ó r g a n o , " I n t e r n a t i o n a l N e w s " , e n C h i c a g o , e n s e t i e m b r e de 1939. A m e d i a d o s de 1938, l a R e v o l u t i o n a r y W o r k e r s L e a g u e se r . s b í a d i v i d i d o e n dos g r u p o s c o n e l m i s m o n o m b r e , u n o q u e editaba e l p e r i ó d i c o " T h e M a r x i s t " , bajo l a i n s p i r a c i ó n d e H . Oehler, e n C h i c a g o , y otro q u e p u b l i c a b a " R e \ ' o l t " , d i r i g i d o por T . S t a m m , e n D e t r o i t . E l p r i m e r g r u p o , e n u n a r e s o l u c i ó n sobre l a f o r m a c i ó n de una n u e v a I n t e r n a c i o n a l q u e a p a r e c e p u b l i c a d a e n " T h e M a r x i s t " , C h i c a g o , a b r i l de 1939, d e c í a : " E l m o v i m i e n t o t r o t s k y s t a que, p o r decreto p a p a l , h a c e pocos meses, f u é t r a n s formado de m o v i m i e n t o " P o r l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " e n " C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " , es e n l a m a y o r í a de l o s p a í s e s , un organismo e n e l p a p e l . D e s d e l a d e r r o t a e n A l e m a n i a y e l " v i raje f r a n c é s " ( o r i e n t a c i ó n h a c i a l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l y l i q u i d a c i ó n e n e l l a ) , T r o t s k y y sus adeptos se h a n d e s p l a z a d o r á p i d a m e n t e h a c i a l a d e r e c h a e n u n a t e n t a t i v a d e s e s p e r a d a de mantenerse cerca d e l m o v i m i e n t o stalinista y conservar su f u n c i ó n de " c r í t i c o s de i z q u i e r d a " . . . E l t r o t s k y s m o es u n a fuerza p o l í t i c a s i n esperanzas. N o p u e d e s e r r e f o r m a d o o g a nado. Debe s e r c o m b a t i d o s i n p i e d a d p a r a a b r i r e l c a m i n o para u n a nueva (4^) Internacional C o m u n i s t a " . Y , bajo e l t i t u l o : " E l p r i n c i p a l e n e m i g o es e l i m p e r i a l i s m o " , d e c í a : " L a tarea c e n t r a l de n u e s t r o s d í a s es r e u n i r l o s c u a d r o s r e v o l u c i o narios e n u n a n u e v a ( 4 ^ ) I n t e r n a c i o n a l c o m u n i s t a . S i e l l o v a a s e r v i r los intereses u n i f i c a d o s d e l p r o l e t a r i a d o , debe s e r e n carado sobre l a base d e l a i n d e p e n d e n c i a p o l í t i c a y o r g a n i z a t i v a de iodos los otros p a r t i d o s , de l a a c c i ó n i n d e p e n d i e n t e , d e clase del p r o l e t a r i a d o . D e b e l u c h a r c o n t r a el capitalismo como su principal enemAgo. E l t r a b a j o de e d i f i c a r l a i n t e r n a c i o n a l r e v o l u c i o n a r i a n o p u e d e ser c o n s i d e r a d o s i m p l e m e n t e c o m o u n a
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l u c h a c o n t r a e l s t a l i n i s m o y e l t r o t s k y s m o . E s a s fuerzas c e n tristas y r e f o r m i s t a s d e b e n ser d e s e n m a s c a r a d a s y c o m b a t i d a s , p e r o s ó l o c o m o u n a p a r t e de l a l u c h a c o n t r a e l c a p i t a l i s m o . E n c a r a r lo que es esencialmente una parte —concentrar la
lucha principal contra el stalinismo— es negar la lucha contra el todo". Y, a g r e g a b a : " L a I n t e r n a c i o n a l ( 4 ? ) C o m u n i s t a n o e x i s t e h o y . E n las c i r c u n s t a n c i a s actuales « p r o c l a m a r » l a I n t e r n a c i o n a l s e r á , e n e l m e j o r d e l o s casos, u n a p o s t u r a p a r e c i d a a l aventurismo de T r o t s k y (quien p r o c l a m ó u ñ a Internacional c e n t r i s t a ) . P e r o l a s bases p u e d e n ser c o l o c a d a s " . P o r s u p a r t e , e l g r u p o de S t a m m , bajo e l t í t u l o de " P a l a b r a s , palabras, palabras", r e f i r i é n d o s e a l a anunciada p r o c l a m a c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l t r o t s k y s t a y a s u congreso de f u n dación, decía: " E l movimiento obrero, internacionalmente, no supo n a d a acerca d e l C o n g r e s o antes d e q u e t u v i e r a l u g a r y mientras sesionaba..- Solamente cuando t e r m i n ó l a s masas trabajadoras y oprimidas d e l mundo supieron de l a auto d e signación de l a dirección de l a r e v o l u c i ó n m u n d i a l venidera. L o s obreros p u e d e n t o m a r l a o d e j a r l a : es u n a p r e d i c c i ó n s e g u r a q u e n o h a r á n caso de e l l a " . . . "Los trotskystas nunca han
conducido grandes movimientos de masas y nunca lo harán. Por una muy buena razón: las masas se mueven contra el sistema capitalista y sus injusticias. L o s t r o t s k y s t a s e s t á n p r e ocupados c o n algo m á s . D e s d e 1927-28. c u a n d o S t a l i n dio muerte a l a oposición de T r o t s k y , v i v e n solamente p a r a u n a cosa, como l o s c a p i t a l i s t a s franceses d e s p u é s d e l a d e r r o t a p o r A l e m a n i a e n l a g u e r r a d e 1871. Q u i e r e n l a r e v a n c h a , d e s t r o z a r al stalinismo; son anti stalinistas, primeramente, ú l t i m a m e n t e y e n todo t i e m p o ; l u c h a r c o n t r a e l s t a l i n i s m o es s u p r i n c i p a l y ú n i c o t r a b a j o ; s o n especialistas e n e x p o n e r a l s t a l i n i s m o . P e r o s o n peores q u e u n a f i c i o n a d o e n c o n s t r u i r u n m o v i m i e n t o revolucionario para luchar contra e l sistema capitalista. S u o r g a n i z a c i ó n es u n o b s t á c u l o e n ese c a m i n o " . ( R e u o l t , 12, D e t r o i t , n o v i e m b r e d e 1938.) M i e n t r a s tanto, e l W o r k e r s P a r t y , d e los E s t a d o s U n i d o s , que se h a b í a d i s u e l t o i n g r e s a n d o s u s m i e m b r o s e n e l P a r t i d o S o c i a l i s t a n o r t e a m e r i c a n o , se s e p a r a b a a h o r a d e este o r g a n i s m o para constituir e l Socialist W o r k e r s P a r t y , teniendo como S e c r e t a r i o g e n e r a l a J a m e s P . C a n n o n y c o m o principale.s t e ó -
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ricos a M a x S h a t c h m a n y a J a m e s B u r n h a m , r e c o g i d o , este ú l t i m o , de las f i l s s d e l A m e r i c a n W o r k e r s P a r t y , d e l e x p a s t o r M u s t e . C o m o u n a de las e x p r e s i o n e s de s u c a r á c t e r , e l S o c i a l i s t W o r k e r s P a r t y estaba o r g a n i z a d o p o r centros, c o m o e l s o c i a l i s m o r e f o r m i s t a , y n o sobre l a base de c é l u l a s , d e a c u e r d o c o n los p r i n c i p i o s de l a o r g a n i z a c i ó n l e n i n i s t a . L e ó n T r o t s k y r e c i bió c o n v e r d a d e r o a l b o r o z o l a f o r m a c i ó n d e l S. W . P . y a l efecto escribió u n artículo que terminaba con u n ; " V i v a e l Socialist W o r k e r s P a r t y de i o s E s t a d o s U n i d o s ! " Y , haciendo u n balance d e l m o v i m i e n t o q u e encabezaba, e n agosto de 1938, e n u n a r t í c u l o bajo e l t í t u l o : " L a f u n d a c i ó n de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l " , e l m i s m o T r o t s k y e s c r i b í a : ' " L a « O p o s i c i ó n d e I z q u i e r d a » r u s a se c r e ó h a c e 15 a ñ o s . N o l l e g a n a 10 a ñ o s e n los q u e se h a efectuado u n t r a b a j o c o r r e c t o e n escala i n t e r n a c i o n a l . L a h i s t o r i a d e l m o v i m i e n t o p r e c u r s o r d e l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l se d i v i d e p r o p i a m e n t e e n tres etapas. E n e l curso d e l p r i m e r p e r í o d o , l a " O p o s i c i ó n d e I z q u i e r d a " t o d a v í a t e n í a e s p e r a n z a e n l a p o s i b i l i d a d d e regenerar" l a C o m i n t e r n y se c o n s i d e r a b a a s í m i s m a c o m o s u f r a c c i ó n m a r x i s t a . L a r e p u g n a n t e c a p i t u l a c i ó n de l a C o m i n t e r n e n A l e m a nia, aceptada t á c i t a m e n t e p o r todas sus secciones, p l a n t e ó c l a j a m e n t e e l p r o b l e m a de l a n e c e s i d a d d e l a c r e a c i ó n d e l a C u a r ta I n t e r n a c i o n a l . S i n e m b a r g o , n u e s t r a s p e q u e ñ a s o r g a n i z a c i o nes, h a b i e n d o c r e c i d o a t r a v é s d e l a s e l e c c i ó n i n d i v i d u a l e n e l proceso de l a c r í t i c a t e ó r i c a , prácticamente al margen del movimiento obrero, r e s u l t a r o n p o r s í m i s m a s i n s u f i c i e n t e m e n t e preparadas, p o r e l m o m e n t o , p a r a u n a a c t i v i d a d i n d e p e n d i e n t e . E l segundo p e r í o d o se c a r a c t e r i z a p o r los esfuerzos p a r a e n c o n t r a r u n v e r d a d e r o c a m p o p o l í t i c o p a r a esos a i s l a d o s g r u p o s propagandistas, a u n q u e fuese s a c r i f i c a n d o m o m e n t á n e a m e n t e l a i n d e p e n d e n c i a f o r m a l . L a e n t r a d a e n los P a r t i d o s S o c i a l i s t a s a u m e n t ó inrrxediatamenté nuestras filas, y aunque n o fué t a n g r a n d e e l n ú m e r o de l o s n u e v o s m i e m b r o s como p u d o h a b e r sido, esta e n t r a d a f u é u n a i m p o r t a n t í s i m a e t a p a e n l a e d u c a ción p o l í t i c a de n u e s t r a s seccione.-;, las q u e s o m e t i e r o n a p r u e b a tanto a sus o r g a n i z a c i o n e s c o m o a sus ideas c a r a a c a r a c o n l a s r e a l i d a d e s de l a l u c h a p o l í t i c a y sus v i v a s necesidades. C o m o resultado de l a e x p e r i e n c i a a d q u i r i d a nuestros cuadros ganaron mucho. U n triunfo nada despreciable fué t a m b i é n e l hecho de habernos d e s e m b a r a z a d o do sectarios i n c o r r e g i b l e s , c o n f u s i o -
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nistas y e m b a u c a d o r e s q u e a c o s t u m b r a n s u m a r s e a todo n u e v o m o v i m i e n t o e n sus c o m i e n z o s , c o n e l solo p r o p ó s i t o de c o m prometerlo y paralizarlo. " L a s etapas d e l d e s a r r o l l o de n u e s t r a s secciones e n los d i f e r e n t e s paises no p u e d e n , p o r supuesto, c o i n c i d i r c r o n o l ó g i c a m e n t e . S i n e m b a r g o , l a c r e a c i ó n e n los E s t a d o s U n i d o s d o l P a r t i d o S o c i a l i s t a O b r e r o ( S o c i a l i s t W o r k e r s P a r t y ) p u e d e ser considerada como e l f i n del segimdo p e r í o d o . De a q u í en adelante confrontan c a r a a cara a l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l las tareas d e l m o v i m i e n t o de masas. E l p r o g r a m a d e l p e r í o d o de t r a n s i c i ó n r e f l e j a este i m p o r t a n t e v i r a j e . S u i m p o r t a n c i a r e s i d e e n que, e n v e z de ser u n p l a n t e ó r i c o a p r i o r i , es e l b a l a n c e de l a e x p e r i e n c i a n a c i o n a l de n u e s t r a s secciones y de q u e , b a s á n dose en esta e x p e r i e n c i a , a b r e p e r s p e c t i v a s m t e r n a c i o n a l e s m á s amplias. " L a a c e p t a c i ó n de este p r o g r a m a , p r e p a r a d o y a s e g u r a d o p r e v i a e x t e n s a d i s c u s i ó n , o m e j o r d i c h o , p o r t o d a u n a serie de d i s c u s i o n e s , r e p r e s e n t a n u e s t r a c o n q u i s t a m á s i m p o r t a n t e . L a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l es a h o r a l a ú n i c a o r g a n i z a c i ó n i n t e r n a c i o n a l q u e no s ó l o t o m a e n c u e n t a c o n t o d a c l a r i d a d l a s fuerzas g e n e r a t r i c e s de l a é p o c a i m p e r i a l i s t a , s i n o q u e e s t á a r m a d a c o n u n s i s t e m a de d e m a n d a s t r a n s i t o r i a s capaces do efectuar l a u n i ó n de las masas p o r l a c o n q u i s t a r e v o l u c i o n a r i a d e l poder. N o tenemos q u e e n g a ñ a r n o s . L a d i s c r e p a n c i a p r e s e n t e e n t r e n u e s t r a s fuerzas y l a s t a r e a s d e l f u t u r o c e r c a n o , es c o m p r e n d i d a c o n m u c h a m a y o r c l a r i d a d p o r nosotros q u e p o r nuestros c r í t i c o s . P e r o l a r i g u r o s a y t r á g i c a d i a l é c t i c a de n u e s t r a é p o c a t r a b a j a en n u e s t r o f a v o r . A r r a s t r a d a s la.': m a sas a l ú l t i m o e x t r é h i o de e x a s p e r a c i ó n e i n d i g n a c i ó n , no e n c o n t r a r á n otra d i r e c c i ó n que l a C u a r t a Internacional". Y , en a r t í c u l o s p o s t e r i o r e s de su p r o f u s a p r o d u c c i ó n a n u n ciaba enfática y repetidamente: " A l cumplirse el centenario d e l M a n i f i e s t o C o m u n i s t a (1948) l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l s e r á la fuerza revolucionaria dominante en el m u n d o entero".
V - L E O N TROTSKV E N MEXICO S e g u r a m e n t e j a m á s s o s p e c h ó T r o t s k y que a l g u n a vez l l e g a r í a a r e s i d i r e n l a A m é r i c a L a t i n a y, m e n o s a ú n , que m o r i r í a e n ella. Q u i z á s l a p r i m e r a i n f o r m a c i ó n de l a e x i s t e n c i a de estos p a í s e s l a t u v o , en su i n f a n c i a , s e g ú n l o c u e n t a e n " M i v i d a " , e l d i a que s u p a d r e , c a m p e s i n o ruso, v i n o t o d o e n s o m b r e c i d o c o m e n t a n d o : " D i c e n q u e . . . ¿ c ó m o se l l a m a ? . . . ah, s i , l a A r g e n t i n a , h a l a n z a d o este a ñ o a l m e r c a d o m u c h o t r i g o " . P e r o , en v e r d a d , n u n c a t u v o o c a s i ó n de o c u p a r s e l u e g o de l a A m é rica L a t i n a y , de a c u e r d o c o n e l t e s t i m o n i o d e l d e l e g a d o s o c i a lista a r g e n t i n o que l o c o n o c i ó en E u r o p a antes de l a g u e r r a de 1914 (que p u b l i c a m o s en l a s p r i m e r a s p á g i n a s ) , los p r o b l e mas l a t i n o a m e r i c a n o s apenas i n t e r e s a b a n a este " p u b l i c i s t a europeo". P e r o , d e s p u é s de s u m e t e ó r i c a y e s p e c t a c u l a r a s c e n s i ó n a l a f a m a , a l u n i r su n o m b r e a l de L e n i n en l a c o n d u c c i ó n de l a R e v o l u c i ó n de O c t u b r e , y de s u t a m b i é n e s p e c t a c u l a r c a í d a , acosado en E u r o p a por l a p e r s e c u c i ó n d e l s t a l i n i s m o , T r o t s k y , refugiado entonces e n N o r u e g a , r e c i b i ó c o m o u n r e g a l o d e l cielo l a n o t i c i a de que M é x i c o , e l lejano M é x i c o l a t i n o a m e r i c a no, bajo e l g o b i e r n o d e l g e n e r a l L á z a r o C á r d e n a s , l o r e c i b i r í a en su t e r r i t o r i o . " ¿ N o s e r á u n a t r a m p a ? " , l e c o m e n t ó s u esposa. " N o l o creo", e s c r i b e él que r e s p o n d i ó , n o m u y c o n v e n c i d o . A n t o n i o H i d a l g o y el conocido pintor Diego R i v e r a , r e ñ i d o con e l s t a l i n i s m o , h a b í a n o b t e n i d o l a n e c e s a r i a v i s a c i ó n de s u pasaporte. A s í f u é como L e ó n T r o t s k y , e m b a r c a d o e n u n p e trolero, l l e g ó a T a m p i c o ( M é x i c o ) e l 9 d e e n e r o de 1937. E n e l p u e r t o f u é r e c i b i d o p o r r e p r e s e n t a n t e s destacados d e l g o b i e r n o y a u t o r i d a d e s de l a p o l i c í a que le h i c i e r o n l a m á s c o r d i a l r e cepción, a c o m p a ñ á n d o l o en su viaje a l a capital. E l m i s m o
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T r o t s k y hace n o t a r l a c o r d i a l i d a d d e l t r a t a m i e n t o : " E l p o l i c í a noruego q u e nos d e v o l v í a los pasaportes o b s e r v a b a , m a n i f i e s tamente molesto, l a c o r t e s í a c o n q u e n o s t r a t a b a u n jefe de p o l i c í a m e x i c a n o " . ( L . T R O T S K Y . Les crimes de Stáline. P a r í s , 1937, p á g . 129.) E n Tampico, p a r a llevarlo a l a capital, lo esperaba u n tren •con " u n v a g ó n e s p e c i a l puesto a n u e s t r a d i s p o s i c i ó n — d i c e T r o t s k y — p o r e l g e n e r a l M u ] i c a , r e p r e s e n t a n t e d e l m i n i s t r o de V í a s y C o m u n i c a c i o n e s . E l contraste e n t r e l a N o r u e g a s e p t e n t r i o n a l y e l M é x i c o t r o p i c a l n o se h a c í a s e n t i r ú n i c a m e n t e e n el c l i m a " . ( I d . i d . , p á g . 129.) E l contraste, e n r e a l i d a d , n o p o d í a ser m a y o r , p a r t i c u l a r m e n t e c u a n d o se r e c o r d a b a q u e e r a n a d a m e n o s q u e e l l í d e r de l a L i g a C o m u n i s t a I n t e m a c i o n a l i s t a , m o v i m i e n t o q u e se p r e s e n t a b a como v a n g u a r d i a d e l p r o l e t a r i a d o r e v o l u c i o n a r i o mundial, y " P o r la Cuarta Internacional" quien era recibido por l a p o l i c í a de u n p a í s c a p i t a l i s t a c o n todos los h o n o r e s y con l a p o m p a r e s e r v a d a a sus h u é s p e d e s m á s i l u s t r e s . Y , p a r a c o rresponder a tanta atención, allí mismo, en Tampico, L e ó n T r o t s k y f u é h a s t a e l t e l é g r a f o y d e s p a c h ó u n mensaje a l p r e s i dente C á r d e n a s a g r a d e c i e n d o s u h o s p i t a l i d a d y r e i t e r a n d o s u i n t e n c i ó n de abstenerse t o t a l m e n t e d-? i n t e r v e n i r e n l o s a s u n tos i n t e r n o s d e l p a í s q u e l o r e c i b í a . A ú n m á s . u n a v e z e n l a c a p i t a l de M é x i c o , s e g ú n é l m i s m o escribe, " H i c e público que lu acción de la s e c c i ó n Tnexican.a d>;
la Cuarta internacional no empeñaba
en ninguna forma mi
responsabilidad. D a b a d e m a s i a d o v a l o r a m i n u e v o asilo p a r a permitirme l a menor imprudencia. A d v e r t í , a l mismo tiempo, a m i s a m i g o s de M é x i c o y de los E s t a d o s U n i d o s , q u e e r a n e c e s a r i o e n c a r a r u n a « d e f e n s a » e n t e r a m e n t e e x t r a o r d i n a r i a de p a r t e de los agentes de S t a l i n e n l o s dos p a í s e s " . ( L . T R O T S K Y , Les crimes de Staline. P a r í s , 1937, p á g . 131.) A s í f u é como L e ó n T r o t s k y se i n s t a l ó e n l a c i u d a d de M é x i c o , e n e l s u b u r b i o de C o y o a c á n , h a b i t a n d o e n u n a casa p r o p o r c i o nada por Diego R i v e r a y preocupado ú n i c a m e n t e p o r l a acción de los agentes de S t a l i n , q u i e n s e g u í a h a c i e n d o d e s f i l a r p o r e l p a t í b u l o levantado e n Moscú, como en u n a verdadera parada m a c a b r a ,a l o s ú l t i m o s restos d e l o s " v i e j o s b o l c h e v i q u e s " , a generales d e l E j é r c i t o R o j o y a ú n a a l g u n o s d e sus a n t i g u o s colaboradores, casi todos l o s cuales se c o n f e s a b a n autores de
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j i j s hechos m á s t e r r i b l e s y , a s u vez, a c u s a b a n
a Trotsky. L a i á a de é s t e a M é x i c o p a r e c í a p r o p o r c i o n a r l e , p o r e l m o m e n t o , un refugio seguro c o n t r a las iras d e l " C h a c a l d e l K r e m l i n " . U n e x l a t i f u n d i s t a m e x i c a n o que p o r entonces se e n c o n t r a b a en B u e n o s A i r e s y a q u i e n e l autor de este l i b r o c o n o c i ó a c c i dentalmente e n esta c i u d a d , c o m e n t a n d o e l v i a j e de T r o t s k y a fcu p a í s , q u e h a b í a r e p e r c u t i d o como n o t i c i a i m p o r t a n t e e n l a prensa m u n d i a l , l e d i j o t e x t u a l m e n t e : " L o h e m o s l l e v a d o a Trotsky a México para combatir e l comunismo". M i situación como militante revolucionario en l a A r g e n t i n a , era b i e n c u r i o s a . E s t a n d o e n N u e v a Y o r k , e n 1934, h a b í a t e n i do o p o r t u n i d a d de a p r e c i a r l a p o d r e d u m b r e d e l m o v i m i e n t o Trotskysta y a n q u i y de c o m í p a r t i r l a s ideas de W e i s b o r d a s u respecto. C u a n d o é s t e , a l frente d e u n g r u p o q u e apenas l l e gaba a l a docena, r o m p i ó c o n T r o t s k y , l e m a n i f e s t é p e r s o n a l mente m i a d h e s i ó n p o r ese paso, y a ú n c o l a b o r é e n s u p e r i ó dico Class Struggle, c o n u n a r t í c u l o e n e l n ú m e r o a b r i l - m a y o de 1937. P o r q u e l a v e r d a d e r a que, s i desde u n p r i n c i p i o h a b í a reconocido que, frente a l a a c c i ó n c o n t r a r r e v o l u c i o n a r i a de S t a l i n , L e ó n T r o t s k y t e n í a r a z ó n , n o a c e p t a b a l a i d e a de a p a r e c e r como su p a r t i d a r i o . M i a c t i t u d ante T r o t s k y e s c a n d a l i z a b a a sus e p í g o n o s l o c a les q u e s e g u í a n d e t r á s d e l " V i e j o " , c i e g a m e n t e , obsecuentemente, como los e p í g o n o s de S t a l i n d e t r á s de é s t e y , e n a q u e l m i s m o a ñ o 1937, c o n m o t i v o de u n c o m e n t a r i o que p u b l i q u é e n l a r e v i s t a Claridad, de B u e n o s A i r e s , sobre e l l i b r o M i vida, p o n i é n d o l e objeciones, se m e v i n i e r o n e n c i m a c o m o lobos. P e r o , l a p o s i b i l i d a d de m a n t e n e r posiciones c o i n c i d e n t e s c o n m i pensamiiento, p o r esa é p o c a , e r a a q u í i m p o s i b l e . N o e x i s t í a n en B u e n o s A i r e s m á s de c i n c o o diez personas q u e se d e c í a n trotskystas, quienes n i u n g r u p o serio h a b í a n p o d i d o c o n s t i t u i r . (Acababa de disolverse l a denominada L i g a Comunista I n temacionalista, encabezada por A n t o n i o G a l l o . ) ¿ Q u é p o s i b i l i dad h a b í a d e p l a n t e a r l a l u c h a c o n t r a e l t r o t s k y s m o c u a n d o é s t e apenas e x i s t í a ( n o s o l a m e n t e e n l a A r g e n t i n a , s i n o e n otros p a í s e s de l a A m é r i c a d e l S u r ) , y e x i g í a c i e r t o h e r o í s m o s e r t r o t s k y s t a frente a l s t a l i n i s m o q u e l o atacaba, m o n o polizando en forma abrumadora l a dirección r e v o l u c i o n a r i a del m o v i m i e n t o o b r e r o ? N o m e q u e d ó otro c a m i n o q u e m i m e t i zarme, entrar a formar parte d e l trotskysmo y combatir en
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SU seno p o r l a s v e r d a d e r a s posiciones m a r x i s t a s - l e n i n i s t a s , l o que hice d u r a n t e varios años, en l a m á s acerba l u c h a expresada e n folletos y p u b l i c a c i o n e s d e esa é p o c a y d e l a q u e d i c u e n t a e n m i l i b r o Estrategia Revolucionaria ( B u e n o s A i r e s , 1957), t r a t a n d o de d e s e m p e ñ a r u n r o l p r o g r e s i v o d e n t r o d e i t r o t s k y s m o , a ú n a riesgo d e tener q u e t r a n s i g i r , m o m e n t á n e a mente, c o n a l g u n a s m a n i f e s t a c i o n e s d o c t r i n a r i a s s e c u n d a r i a s de T r o t s k y y de sus p a r t i d a r i o s , h a s t a q u e e l p r o c e s o h i zo crisis d e f i n i t i v a c o n m o t i v o de m i r o m p i m i e n t o c o n ellos e n 1943, cuando a c u s é a l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l t r o t s k y s t a de agencia de W a l l Street, c o m o h a b í a d e m o s t r a d o serlo. P e r o retomo e l h i l o de m i e x p o s i c i ó n : e l a ñ o q u e h e m e n cionado, 1937, c o n m o t i v o de u n a c a r t a q u e m e h a b í a l l e g a d o de M é x i c o , f i r m a d a p o r D i e g o R i v e r a , r e m i t i e n d o m a t e r i a l e s de d i s c u s i ó n p a r a n o s é q u é C o n f e r e n c i a o P r e c o n f e r e n c i a a r e a l i z a r s e e n a q u e l p a í s , entonces, l o s t r o t s k y s t a s a r g e n t i n o s , p e r s o n a l m e n t e o p o r r e p r e s e n t a n t e s , se r e u n i e r o n p o r i n v i t a ción m í a , e n n ú m e r o de siete u ocho, p a r a c o n t e s t a r l a . Y , c o m o l a fecha de l a r e u n i ó n c o i n c i d i ó c o n e l 7 de n o v i e m b r e , 29 a n i v e r s a r i o de l a R e v o l u c i ó n de O c t u b r e , p r o p u s e q u e l e e n v i á ramos u n s a l u d o a T r o t s k y , y a q u e n o p o d í a o l v i d a r q u e habíí?, sido e l c o m p a ñ e r o d e L e n i n e n l o s d í a s g l o r i o s o s d e l a R e v o l u ción R u s a . M i p r o p o s i c i ó n f u é a c e p t a d a , q u e d a n d o y o e n c a r gado de h a c e r l a e f e c t i v a . C u a n d o f u i a l a a g e n c i a t e l e g r á f i c a y r e d a c t é e l mensaje, a l e s c r i b i r e l n o m b r e y l a d i r e c c i ó n d e l d e s t i n a t a r i o : " L e ó n T r o t s k y , A v e n i d a L o n d r e s 127, C o y o a c á n , México D. F . " , me p a r e c í a algo así como enviar u n a misiva a la Historia. A l firmarlo, vacilé, decidiendo hacerlo, f i n a l m e n te, con e l n o m b r e A g u s t í n B e r n a l , q u e u t i l i z a b a e n t r e n o s o t r o s , pero q u e e r a desconocido e n M é x i c o . S i T r o t s k y r e c i b i ó e l s a ludo a l g u n a vez, a h í debe estar e n s u a r c h i v o c o n ese n o m b r e . Pero, e n v a r i o s a ñ o s d e m i l i t a n c i a a c t i v a e n l a s f i l a s " t r o t s kystas", j a m á s l e e s c r i b í n i s e n t í deseos de h a c e r l o , a p e s a r de que T r o t s k y e r a f á c i l m e n t e accesible, y f u é e s a c i r c u n s t a n c i a , precisamente, l a q u e l e c o s t ó l a v i d a . D e n t r o d e l o p o s i b l e m e presentaba como " c u a r t a i n t e r n a c i o n a l i s t a " , r e c h a z a n d o e l t é r mino "trotskysta", utilizado p o r los d e m á s y , s i a l g u n a v e z hube de e m p l e a r l o y o m i s m o , f u é i m p u l s a d o p o r l a n e c e s i d a d , y a que n o h a b í a o t r a f o r m a de d i s t i n g u i r s e p o l í t i c a m e n t e a i t ó n ees.
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Cuando el dirigente sindical Mateo Fossa lo visitó en M é x i c o , en 1938, T r o t s k y i e p r e g u n t ó c o n i n t e r é s p o r e l a u t o r de este libro — e l ú n i c o militante argentino que, a l parecer, conocía y p o r e l q u e se i n t e r e s ó — y l e h i z o u n a p r e g u n t a a s u respecto. ('*¿Y L i b o r i o J u s t o ? ¿ E s s i n c e r o ? " , f u e r o n sus t e x t u a l e s p a l a bras, s e g ú n M a t e o Fossa.) S e g u r a m e n t e , c o m o a t a n t o s otros, le h a b í a l l a m a d o l a a t e n c i ó n e l agudo c o n t r a s t e e n t r e m i s i d e a s y l a s i t u a c i ó n , entonces e n c u m b r a d a , de m i p r o g e n i t o r . C u a n d o l a G . P . U . s t a l i n i s t a l o a s e s i n ó p o r m a n o de u n m e r cenario, e s c r i b í dos a r t í c u l o s a p o l o g é t i c o s c o m o c u a d r a b a a l a s necesidades de l a a g i t a c i ó n , pero l a v e r d a d e r a q u e , f u e r a de l a c o n d e n a c i ó n d e l c r i m e n , m i verdadero pensamiento no estaba e x p r e s a d o e n ellos. P e r o , p r o s i g o c o n í a t r a y e c t o r i a de L e ó n T r o t s k y e n M é x i c o . Instalado e n l a casa de C o y o a c á n y c u s t o d i a d o c e l o s a m e n t e p o r 2 0 policías d e l presidente C á r d e n a s , T r o t s k y d í ó r i e n d a suelta a s u l a b o r de l i t e r a t o y sus l i b r o s , folletos, a r t í c u l o s , cartas, e n trevistas, e t c é t e r a , s a l í a n d i a r i a m e n t e e n p r o f u s i ó n a s o m b r o s a p a r a p u b l i c a r s e e n los m e d i o s de d i f u s i ó n d e l c a p i t a l i s m o m u n d i a l . P e r o este t o r r e n t e i n a g o t a b l e de p a l a b r a s e r a d i r i g i d o , principalmente, a atacar a Stalin, q u i e n p r o s e g u í a en l a U . R . S . S . su a c c i ó n c o n t r a e l " t r o t s k y s m o " . T r o t s k y , solo c o n s u pluma., p a r e c í a q u e r e r l u c h a r m a n o a m a n o c o n t r a todas l a s a r m a s d e que d i s p o n í a S t a l i n , n o s ó l o d e n t r o de l a U n i ó n S o v i é t i c a , s i n o t a m b i é n afuera; l a T e r c e r a Internacional y l a G . P . U . P e r o , asimismo hallaba tiempo para enfrentarse con H i t l e r , que pers e g u í a a l o s j u d í o s , c o m o é l l o e r a , a l q u e f l a g e l a b a sacando a r e l u c i r s u f l a m í g e r a espada. ¿ Y e l im.peria.lismo y a n q u i , e l a m o d e l m u n d o , s e g ú n é ! mismo lo proclamara y a en 1 9 2 4 ? L e ó n Trotsky p r e t e n d í a , a l parecer, q u e r e r s e g u i r u t i l i z a n d o e l " v a g ó n p r e c i n t a d o " d e l a p r e n s a i m p e r i a l i s t a de los E s t a d o s U n i d o s e n s u l u c h a c o n t r a S t a l i n . Y esa p r e n s a , c o n p r e f e r e n c i a l a m á s r e a c c i o n a r i a , p u b l i c a b a p r o f u s a m e n t e sus a r t i c u l o s . C a s i todas las r e v i s t a s y a n quis l u c í a n l a s p u b l i c a c i o n e s d e l e x l í d e r s o v i é t i c o c o n v e r t i d o en "best s e l l e r " e n los E s t a d o s U n i d o s . " L e ó n D a v i d o v i t c h — d i c e l a v i u d a d e é s t e ( V . S E R G E , Vida y muerte de Trotsky. B u e n o s A i r e s , p á g . 2 3 0 ) — escribe d u r a n t e un t i e m p o a r t í c u l o s casi d i a r i o s p a r a e l New York Times." P e r o e n n i n g u n o de esos a r t í c u l o s se d e c í a u n a s o i s p a l a b r a c o n t r a e l i m p e r i a l i s m o
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yanqui. Cuando más en alguno de ellos se hacía alguna fantasía como aquel sobre el tema: Si los Estados Unidos íiieran comunistas, aparecido en una de las revistas de mayor circulación de Nueva York fLiberty), algunos de cuyos conceptos analizaremos más adelante. O se estudiaba la acción de los monopolios en los Estados Unidos, como en la introducción a El pensamieyito vivo de Marx. D e l imperialismo yanqui sólo se hablaba, ligeramente y de pasada, en algunos documentos de la Cuarta Internacional que, aunque escritos por Trotsky, no llevaban su firma. Pero nada más. Por otra parte, la p r e n sa capitalista estaba toda de parte de Trotsky, quien se dirigía por intermedio de ella, no al proletariado, sino a la "opinión pública" niiundi£\l, es decir, a la opinión burguesa. E l mismo lo ha reconocido: "Debo anotar con gratitud que la prensa m e x i cana, lo mismo que la mayoría de los representantes de la prensa extranjera (es decir, la prensa imperialista. Nota del autor), han demostrado el mayor entendimiento de las d i f i cultades que me producen la necesidad, por un lado, de luchar con todas mis energías contra las acusaciones que les son f a miliares y, por otra, de evitar cualquier paso que pudiera no ser bien recibido por la opinión pública de este país." (The case oí León Trotsky, pág. 6.) Porque León Trotsky sabía muy bien, o por lo menos hay que creer que había llegado a comprenderlo, que su viaje a México había sido hecho con el beneplácito y aún, seguramente, por sugestión del propio imperialismo yanqui, al que los Com,unistas Intemacionalistas de México y los Estados Unidos acusaban al presidente Cárdenas de estar sometido. Y , no hay duda que, entre las condiciones que se le impusieron para permitirle la entrada en México, figuraba la de no atacar a los Estados Unidos. "¡Proclamo que no intervengo en la política norteamericana!", se apresuró a contestar enfáticamente a una pregunta de la Comisión Dewey, en 1937. (The case of León Trotsky, pág. 437.) Y, sobre la base de su claudicación, León Trotsky se dedicaba a prodigar grandes elogios al presidente Cárdenas, lepresentante de la burguesía nacionalista mexicana. E n el comentario que escribió sobre el fallo final de l a Comisión Dewey, fallo que lo absolvió de todas las acusaciones que se le habían hecho en los procesos de Moscú, Trotsky decía: " S i n entrar en
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eí terreno de la política, no puedo dejar de expresar aquí mis respetos sinceros para el jefe de este país, en quien la palabra no difiere del pensamiento, ni el acto de la palabra. Mis observaciones me dicen que estadistas de este tipo no se encuentran frecuentemente." (IV Internacional. México, diciembre 20 de 1937.) Y respecto a su otro protector de entonces, Diego R i v e ra, debía hacer, también ,el mayor encomio, a pesar de que, según su esposa, sobre pintura era sólo un "dilettante": " E n el campo de la pintura, la revolución de Octubre ha encontrado su más grande intérprete, no en la U.R.S.S.. sino en el lejano México, no entre los «amigos» oficiales, sino en la persona de un declarado «enemigo del pueblo» que la Cuarta Internacional está orguUosa de contar entre sus miembros. Educado en las alturas artísticas de todos los pueblos, de todas las épocas, Diego Rivera ha permanecido mexicano en las más profundas fibras de su genio." Etcétera, etcétera. Veremos después cuan baratos resultaron los elogios de Trotsky hacia su amigo de entonces, y cómo le pagó Diego Rivera la facilidad con que los hizo. Mientras tanto, la Liga Comuiústa Intemacionalista mexicana, la misma de cuyas acciones deseaba desentenderse Trotsky, librándose de cualquier responsabilidad que pudiera comprometer su contubernio con la burguesía nacionalista mexicana representada por el presidente Cárdenas, entraba en conflicto con el pintor Rivera que deseaba llevarla a una política oportunista acomodada a la posición de Trotsky y a la suya propia. Y , como la L i g a no cejara en su empeño —dejando de lado algunos errores que pudo haber cometido bajo la influencia del mismo Rivera impulsada, principalmente, por su deseo de mantener la lucha de clases y proseguir una política revolucionaría— terminó por ser expulsada en conjunto de las filas trotskystas, con ei beneplácito de Trotsky, y a través de l a i n tervención directa de los amigos yanquis de éste. Cannon y Shatchman, dirigentes máximos tíel Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, que habían tomado cartas en el asunto con el pretexto de mediar en las diferencias entre la Liga mexicana y Diego Rivera. Así se resolvió, en forma drástica, una situación que podía hacer peligrar la permanencia de León Trotsky en México, dejándolo en libertad de mantener su abierta connivencia con el gobierno burgués de Cárdenas. E n
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cuanto a Diego Rivera, se declaro oficialmente que ' i a devoción y lealtad de Diego Rivera al programa de la Cuarta Internacional no ha sido nunca puesto en d u d a " . Pero, se presentó, entonces, un hecho de suma importancia, en la historia económica mexicana, el que Trotsky recibió con alborozo, y a que parecía traerle un justificativo para su conducta de colaboración con el gobierno capitalista que lo protegía: el presidente Cárdenas, a raíz de una huelga que se habia prolongado por laigo tiempo, paralizando la producción petrolífera del país, la que se encontraba en manos de compañías inglesas y yanquis, resolvió nacionalizarlas tomando a su cargo la explotación. U n resonante golpe que tenía sus raíces profundas en la lucha interimperialista y todas las circunstancias mostraban como un nuevo aspecto de la misma. Para apreciar este hecho en su verdadero carácter conviene recordar ante todo que la producción petrolífera de México, que en la década 1920-30 había sido sobrepasada en el mundo únicamente por la de los Estados Unidos, había descendido al tercio colocando a México en séptimo lugar entre los productores petroleros, ya que muchas de sus fuentes se habían agotado y parte de los pozos sobre el golfo de México fueron i n vadidos por el agua salada. E n segundo lugar también conviene establecer que esas fuentes de explotación se encontraban en la mayor proporción en manos de compañías inglesas — l a Eagle, en primer término— o anglo-holandesas. Así, al nacionalizar ei petróleo, el presidente Cárdenas daba, en primar término, un golpe al imperialismo inglés y, secundariamente, al yanqui, que, por otra parte, acababa de enunciar, por boca de Roosevelt, su política de "buen vecino". Evidentemente la medida de Cárdenas era progi'esiva y debia ser apoyada por los militantes revolucionarios. Pero éstos tenían la obligación de exigir que la expropiación de las compañías extranjeras se hiciera sin indemnización y no pagando al imperialismo, como lo hizo Cárdenas. Además debían explicar el hecho. ¿Cómo era que l a "retardada burguesía" mexicana llegaba a tomar medidas de esa naturaleza? ¿Por qué no reaccionaba el imperialismo yanqui, fuera de algunas de las propias compañías afectadas, como había pretendido hacerlo el inglés? No fué eso lo que hizo Trotsky, desde luego. Pero los C o m u nistas Intemacionalistas, de México, y los grupos que habían
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roto con los trotskystas, en los Estados Unidos, lo dijeron: en realidad, Cárdenas, al actuar en l a forma en que lo hacía estaba obrando con el asentimiento tácito de Washington, que siempre ha estimulado los movimientos antiimperialistas en las zonas de influencia de su rival inglés (lo hemos visto en los últimos años en Persia y Egipto) buscando desplazarlo por i n termedio de la burguesía nativa con el propósito de tratar, luego, de suplantarlo. E n el caso de México alejaba de la p r o ximidad de las propias fronteras de los Estados Unidos a los intereses petroleros ingleses y favorecía a u n país que le estaba económicamente subordinado. Además, como lo puso eu claro en su reciente visita a la Argentina el licenciado Jesús Silva Herzog, de destacada actuación en la nacionalización petrolífera en México, al poco tiempo de este hecho, el petróleo que antes había sido extraído por los ingleses, después de nacionalizarlo comenzó a ser vendido por México a importantes t;ompañías yanquis; L a Eastern Petroleum Co., de Houston, Texas, adquirió 15.000 barriles diarios, y la First National O i l Corporation nada menos que 2 millones de barriles, compras hechas, todas, con autorización del Departamento de Estado, de los Estados Unidos.^ S i los intereses yanquis hubieran estado realmente en juego, jamás el gesto de Cárdenas hubiera sido posible. Wall Street nunca hubiera quedado inactiva ante el hecho y y a hubiera encontrado su coronel Castillo Armas, lisio para libertar a su país del "comunismo", como pretendió h a 1 E n u n o p n s t i i l o tíiilado p o r l a Univcrsidací dt! B m i i o s A i r e s co-.itciiiwndo l a í c o n í eren tías prciiiunciitíias p o r Jesúj Sil\ H e r z u g e u l a m i s m a , e l a ñ o 1 9 5 8 , t s : ; i'.\plica (•'1 p r o c e s o d e l u c h a i m p e r i a l i s t a ' i u e permitió a M é x i c o n a c i o o a J i z a r s u puUoIeí), e n las siguientes térniinoá; " N o liay u n a acción c o n i p a c t a , e n t e r a m e i i t i íUrigida, e n ta estructura e c o n ó m i c a d e los países d e O c c i d e n t e . E l c a p i t a l i s m o p r e senta s i e m p r e c o n t r a d i c c i o n e s , y así f u é q u e conionj!a,nios a v e n d e r petróleo e n ios iJ^taiíM U n i d o s . C e l e b r a m o s un. p r i m e r c o n í i a l o p o i 1 5 . 0 0 0 b a r i i l e s d i a r i o s c o n l.i E a i i i e m Petroleum C o n i p a n y , empresa refinadora de H o u s t o n , y p.ira surtirla de petróleo a l q u i l a m o s b a r c o s . T a m b i é n l a C i l y S e r v i c e C o m p a n y , e m p r e s a norteanu^l i c a n a c o n m á s d o m i l m i l l o n e s d e dólares, n e c e s i t a b a iinesfro r e t r ó i e o c r u d o do P a n u c o . . . y formó entonces tina c o m p a f i i a d e p a j a , q u e fué c o n s t i t u i d a c o n c ! ú n i c o obteto d o c o m p r a m o s petróleo a nosotros. Y nosotros comeiizaTiios a v e n d e r l e petróleo a esa c o m p a ñ í a d e p a j a , c o n l a q u e c e l e b r a m o s contratos p o r u n millón y i n e d i o y i ' o r dos m i l l o n e s d e b a r r i l e s . . . " . . i í l g o b i e r n o d e ios E s t a d o s U n i d o s d u r a n t e l a p r e s i d e n c i a d e F r a n k l i n Delan^i K o o s e v e i t a c e p l ó c o m o acto l e g i t i c o l a expropiación d e las empresas p e t r o l e r a s , p e r o c ú m i d e r a n d o q u e e l p a s o d e b í a ser e q u i t a t i v o y habría d e efectuarse p r o n t o , , . M e •.liri^i a l D c p a r t i i n i e n l o d e E : t a d o y conversé con e i señor I h i g g a n , ¡efe de- l a D i v i s i ó ' i l.,alin<íamcricana. I.e diri<;t u n a n o t a v e r b a l , c o m o se l l a m a e n l a Jerga diplomática, e n l a c u a l ie h a c i a esta p r e g u n t a : ¿ L o s E s t a d o s U n i d o s t i e n e n o b j e c i o n e s q u e haxM;r a M é x i c o , si v e n d e petróleo e n este p a í s ? L a respuesta f u é q u e n o h a b i a ninHutia i>bjeMÓn p o r parte d e l g o b i e r n o d e los E.stado.1 U i t i d o s " ( J . S I L V A H E R Z O * : . Marico y ..H lictTolco. C'iiíí lección jtam América. Bs. Aires, 1 9 Í 9 . )
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cerlo entonces ei general Cedillo por cuenta de Inglaterra, si es que no hubiera intervenido directamente, como y a lo había hecho el presidente Wilson, precisamente en México, algunos años antes. Fué entonces que León Trotsky salió a la pedana c o n u n o de sus habituales gestos " a la Tartarín de Tarascón" lanzándose enfáticamente a enfrentar, en defensa de Cárdenas, a lo.-^ imperialistas, . . ¡ingleses! E n una carta rimbombante, fechada en abril de 1938 y dirigida al director del Daily Herald, de Londres, agotaba toda su fraseología más detonante. " E s t i mado señor —comenzaba—. E n el vocabulario de todas las n a ciones civilizadas existe la palabra cinismo. Como un ejemplo clásico de cinismo impúdico, la defensa del gobierno británico de los intereses de la pandilla de explotadores capitalistas ha de ser introducida en todas las enciclopedias. Por esta razón n o me equivoco al decir que la opinión pública mundial espera !a voz del Partido Laborista inglés sobre el escandaloso papel de la diplomacia británica en la cuestión de la expropiación de la compañía petrolera Eagle por el gobierno mexicano.". . . " U n a pequeña banda de magnates extranjeros succiona en todo el sentido de la palabra la savia vital de México así comt> de una serie de otros países atrasados y débiles. Los discursos .solemnes sobre el capital que contribuye a la «civilización», sobre su ayuda al desarrollo de la economía nacional y por ahí adelante, son del fariseísmo más consumado. E l asunto c o n cierne, en la actualidad, al saqueo de la riqueza natural do¡ país. L a naturaleza ha necesitado muchos millones de años para depositar oro, plata y petróleo en el subsuelo de México. L n ? imperialistas extranjeros desean saquear estas riquezas en t i tiempo más corto posible, utilizando una mano de obra b a rata y la protección de su diplomacia y de su flota.". . . " L a s notas del gobierno inglés hacen referencia a la «ley internacional». L a ironía misma, impotente, deja caer las manos frente a este argum.ento. ¿Üe qué ley internacional están hablando'' Evidentemente de la ley que ha triunfado en Etiopía y a la c u a ! el gobierno inglés se prepara ahora para dar su sanción. E v i dentemente de la misma ley que los aeroplanos y tanques de Mussolini anuncian ya en España durante el segundo año con el invariable apoyo del gobierno británico.". . . "Actualmente el gobierno británico ha pedido a Mussolini solamente una cosa:
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que retire sus ejércitos de España únicamente después que él haya garantizado la victoiia de Franco. E n este caso como en iodos los demás, el problema no consistía en defender la «ley internacional» y la «democracia»^, sino en salvaguardar los intereses de los capitalistas británicos en la industria minera española de los posibles ataques de parte de Italia." Y seguía contra Inglaterra: " E l desarrollo futuro de los ataques del i m perialismo inglés contra la independencia de México dependerá en alto grado de la conducta de la clase obrera inglesa." Y no contento con ese explosivo desahogo, dos meses más tarde, con fecha 6 de junio de 1938, escribió un artículo t i t u lado, precisamente, México y el imperialismo británico, en el que, después de comparar al presidente Cárdenas con W a s h ington, Jefferson, Abraham Lincoln y el general Grant, conuenzaba diciendo: " L a campaña internacional que los medios imperialistas llevan en torno a la expropiación de las empresas petrolíferas mexicanas por parte del gobierno de México, tiene todos los rasgos distintivos de agitación del imperialismo; combina la impudicia, la mentira, la especulación sobre la i g norancia y la firme convicción de su impunidad. L a señal de la campaña fué dada por el gobierno británico cuando declaró el boicot al petróleo mexicano. . . E l gobierno de míster C h a m berlain ha demostrado con un cinismo absolutamente sin precedentes, que los beneficios de los bandidos imperialistas están para él por encima de los intereses estatales. T a l es la conclu.-^ión fundamental de que deben acordarse seriamente las m a sas y los pueblos oprimidos. . . L a doctrina de Monroe impide al Almirantazgo británico tomar medidas de bloqueo marítimo del litoral mexicano. Se hace necesario recurrir a los agentes interiores, quienes, ciertamente, no enarbolan abiertamente el pabellón británico, pero sirven los mismos intereses que C h a m berlain: los intereses de una pandilla de petroleros." Etcétera, etcétera, etcétera. Palabras, palabras, palabras. Y siempre y exclusivamente e l imperialismo británico, el que, también, es el único que Trotsky saca a relucir en el ejemplo que puso al dirigente sindical argentino Mateo Fossa con el fin de concretar un caso de lucha antiimperialista por parte de un país latinoamericano, cuando Fossa lo visitó en México, por esa misma época. Dijo Trotsky: " E n el Brasil existe hoy un régimen semifascista que ningún revolucionario puede ver sino
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con odio. Supongamos, sin embargo, que mañana Inglaterra entrara en un conflicto militar con el Brasil. Y o le pregunto: ¿de qué lado del conflicto entre esos dos países estará la clase obrera? L e contestaré por mí mismo personalmente: en este caso yo estaré de parte del Brasil «fascista» contra la Inglaterra -ídemocrática»." E n estos escritos de Trotsky la pregunta surge por sí misma; ¿y el imperialistno yanqui? ¿No era más justo plantear una guerra entre el Brasil y los Estados Unidos, y a que el imperialismo yanqui es el dominante en la América Latina? ¿No había dicho en su famoso discurso de Moscú, en 1924, que sin tener en cuenta a los Estados Unidos era imposible encarar la suerte del mundo en sus próximos capítulos? ¿No había escrito, t a m bién, en su libro Where is Britain going? (London, 1926), que la "continua y creciente declinación de su rol mundial. . . la está empujando (a Inglaterra) más y más a una posición de potencia de segunda clase", citando a un diario inglés en el que se decía que Gran Bretaña había quedado reducida a ser el 49 Estado de los Estados Unidos? No obstante, en 1938, cuando esa preponderancia de los Estados Unidos aún se había acentuado, León Trotsky — q u e sacaba a relucir sin una frase de condena a la famosa doctrina Monroe bajo cuyo enunciado el imperialismo de W a l l Street cubre su adjudicación imperialista de toda la América L a t i n a — parecía no querer comprender esto. E l imperialismo yanqui era, para él, el imperialismo bueno que lo ayudaba activamente en su lucha contra Stalin y acogía tan bien sus artículos p u b l i cados destacadamente en los Estados Unidos, donde León Trotsk y era tan popular y respetado, siendo, precisamente, una C o misión presidida por el burgués liberal yanqui John Dewey, profesor de la Universidad de Colunibia, de Nueva Y o r k , quien habría de tomarlo bajo su amparo moral y reivindicarlo de las acusaciones de Stalin. ("Para apreciar la importancia moral y política del veiedicto —había dicho León Trotsky comentando el fallo de la Comisión Dewey y demostrando, de paso, cómo disponía de los medios de publicidad del imperialismo y a n q u i — me permito darles a conocer un breve telegrama qus dirigí el nueve de diciembre a la Columbia Broadcasting S t a tion y que, en la misma hora que estoy conversando con ustedes, es irradiado por cien estaciones de radio en los Estados
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Unidos de América del Norte" (IV Internacional. México, d i ciembre 20 de 1937), acusaciones que por absurdas e inverosímiles no necesitaban ser tomadas mayormente en cuenta y, en todo caso, no era con la absolución de una comisión bm-guesa que se iba a convencer al proletariado. Pero los miembros de l a antigua Liga Comimista Intemacionalista mexicana, los mismos que habían sido expulsados de las filas trotskystas por los dirigentes del Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, por poner en peligro, con su actividad revolucionaria, el idilio de Trotsky con el presidente Cárdenas, sí que lo comprendían y claramente le decían: " E l problema es sencillo: asistimos a un aspecto de l a lucha interimperialista entre Estados Unidos e Inglaterra, que no es de ahora. De esta lucha la burguesía mexicana se quiere aprovechar para crecer y robustecerse; pero como el capitalismo guarda una interdependencia innegable, la burguesía m e x i cana se encuentra presa en sus propias redes y, quiera o no, se mueve en la órbita de un imperialismo contra el otro. Por eso la burguesía mexicana a pesar de sus posturas antiimperialistas, sirve al imperialismo norteamericano contra el impenalismo inglés. He ahí por qué Cárdenas grita contra el gobierno de «Su Majestad», pero agaclia la cabeza ante el *Buen vecino»." (Liga Comunista Intemacionalista. Boletín interno N? 3, El problema petrolero, México, D . F . , julio de 1938.) Y, en un manifiesto publicado en el mes de abril de 1938, los camaradas mexicanos habían declarado: "19 Los obreros deben apoyar internacionalmente la expropiación de la industria petrolífera, porque ella tiende a disminuir la preponderancia del capital imperialista en México, porque ella da al proletariado la posibilidad de conquistar m e jores posiciones en la lucha por el socialismo: "2"? E l gobierno y la burguesía quieren que el proletariado pague a las compañías imperialistas una cierta indemnización que la miseria redobla; "3'? Para lograr este fin, el gobierno y la burguesía, con la complicidad de los reformistas y de los stalinistas, han puesto fin al grandioso movimiento obrero petrolero; •'40 Pretextando la expropiación, el gobierno y la burguesía se esfuerzan en hacer cesar las luchas de los sindicatos
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contra ]os patroneSj en terminar con las peticiones obreras, en romper las huelgas, etcétera; "59 E n cambio de la ilusión de que los obreros serán amolde la industria, los sindicatos de obreros petroleros han r e n u n ciado a muchas conquistas arrancadas a los empresarios imperialistas. "69 Señalamos a los obreros el peligro que existe de que los dirigentes se transformen en altos funcionarios. "79 Los trabajadores deben luchar contra el pago de esa i n demnización, contra el aumento de las horas de trabajo, contra el alza de los precios de las mercaderías, contra los reajustes, contra la colaboración, contra la clase patronal, de manera que naanteniendo esta posición combativa organizada, el proletariado llegue a hacer de la nacionalización un triunfo contra el imperialismo, evitando así que la burguesía no haga de esta medida un servicio rendido a la contrarrevolución. "89 Recoraamos a los obreros que solainente la revoluciÓH proletaria expropiará sin indemnización a los capitalistas extranjeros y mexicanos, poniendo el control de la producción en manos del proletariado." Este manifiesto lo reproducían en el número de su periódico IV Internacional (México, D . F . , junio de 1938), agregando: " L a justeza de nuestra posición se ha probado a medida que la presión del imperialismo internacional obligó al gobierno de Cárdenas a develar los límites en los cuales se coloca, del solo hecho de que somos un país semicolonial del imperialismo yanqui." Y terminaban dando al líder de la Cuarta Internacional esta magnífica lección de marxismo-leninismo: " E s necesario acabar con todas las maniobras tendientes a hacer de la expropiación petrolífera un pretexto para poner fin a las huelgas y otras luchas reivindicatorías del proletariado. Es necesario mantener a todo precio la independencia de clase, es necesario combatir contra toda tendencia patriótica. E n la lucha contra Cedillo y otros fascistas, agentes de los petroleros extranjeros, el proletariado revolucionario se apresta a luchar codo a codo con los soldados de Cárdenas, pero no renuncia a combatir políticavtente —por el momento— la base misma sobre la que se apoya el gobierno."
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Respecto a las publicaciones de Trotsky, decían: " L o s artículos del camarada Trotsky merecen \m análisis especial, lo que no podemos hacer en este Boletín; adelantamos, sin embargo, que nos parecen incompletos por cnanto no se toca una parte jundamentaL del problema: la situación del gobierno de México respecto al imperialismo yanqui." Y proseguían: " L a s declaraciones de Cannon y Shatchman se caracterizan por el apoyo incondicional a la medida tomada per l a burguesía de Cárdenas. E n otros escritos ellos han m a n tenido igual posición. Nosotros no podemos coincidir con esas personas." E n cuanto a Diego Rivera, escribían: " L o s artículos inconexos de Diego Rivera ya fueron comentados en parte. Cada uno de nuestros camaradas puede juzgar sin dificultades la trayectoria de un camarada que abandona a gi-andes pasos el camino de la Cuarta Internacional y se convierte en servidor de la burguesía." Porque Diego Rivera pasó, luego, a demostrar su "nunca desmentida devoción por la Cuarta Internacional" rompiendo, no sólo con los miembros de la Liga Comunista Intemacionalista, sino también, luego, con el mismo Trotsky y con el trotskysmo, pasando a apoyar por entonces la candidatura burguesa del general Almazán a la presidencia de la República, en México, para luego, siem.pre en busca de mantener a su alrededor una publicidad que le era indispensable, r e ingresar al stalinismo, desde cuyas filas declararía que había colaborado en el viaje de Trotsky a México sólo para favorecer su asesinato. ¡Así se pagan unos a otros los hombres v a nidosos que buscan utilizar el movimiento revolucionario para engrandecer su persona, en lugar de utilizar su persona para engrandecer el movimiento revolucionario! Mientras tanto León Trotsky proseguía infatigable la lucha contra Stalin, que absorbía casi todas sus preocupaciones y se expresaba en los títulos de la interminable serie de libros que iba produciendo: La escuela de ialsijicaciones de Stalin, Los crímenes de Stalin, Los gángster de Stalin y ese novelón que, bajo el nombre de Stalin, estaba escribiendo cuando fué asesinado. Y toda esa campaña literaria se hacía en el más crudo frente común con el imperialismo yanqui, que la difundía.
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Pero esa lucha debía acabar, finalmente, en desmedro de Trotsky. Porque, por fin, después de un previo atentado que se llevó a cabo bajo la dirección del pintor Alfaro Siqueiros, Stalin, una de las figuras más tenebrosas de todas las épocas, logró ejecutar, en la persona de Trotsky, un nuevo e ignominioso crimen, completando con él l a liquidación total de los p r i n cipales dirigentes de los primeros años de l a revolución de Octubre, fuera de los pocos segundones que sobrevivieron como sus partidarios. Este último crimen, llevado a cabo por medio de la mano de un mercenario, fué brutal y aún en medio de los sucesos de la segunda guerra mundial imperialista, tuvo amplia repercusión internacional. A pesar de la protección que le dispensaba ia policía mexicana, Stalin, por medio de su propia policía política, la G . P . U . . había encontrado forma de abatir para siempre al creador del Ejército Rojo y una de las plumas más brillantes de la época, quien, como expresión del retroceso del movimiento revolucionario mundial en ese momento, y llevado por su natural conciliacíonismo y centrismo, la tendencia abstracta de sus apreciaciones y su personalismo egolátrico, había llegado a perder totalmente la orientación de su brújula revolucionaria que no le señalaba ahora la necesidarl de luchar primeramente contra el imperialismo en su personificación predominante: W a l l Street. E l general Leandro A . Sánchez Salazar, jefe del Servicio Secreto de policía mexicana en esa época, recuerda el asesinato de Trotsky con todo detalle en el libro que escribió, en colaboración con Julián Gorkín, titulado Asi asesinaron a Trotsky. (Ed. del Pacifico, Santiago de Chile, 1950): " E l día 20 de agosto de 1940. como a las seis y cuarto de Ja tarde, llegó a mí la terrible noticia: ¡Trotsky ha sido herido de muerte! " M e conmovió profundamente, pero sin producirme sorpresa. Me conmovió como hombre y como jefe del Servicio Secreto. L a G . P . U . había sido más fuerte que él, con toda su energía y todas sus precauciones, y más fuerte que la policía mexicana, que había tenido que asumir ia tarea do protegerlo. ¿Era grave la herida? ¿Lograría salvarse? ¿ A cargo de quién había corrido esta vez el atentado? Todo esto tenia que dilucidarlo ahora." " Y fué entonces cuando el destino quiso también que me t o cara — n o podría decir la suerte— de actuar como investigador
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en la postrer tragedia de don León, como con respeto y aprecio llamé siempre a Trotsky." (Págs. 10 y 113.) Que el antes eterno perseguido por todas las policías capitalistas del mundo, el terrible agitador de sus primeros años de "publicista europeo", el brioso revolucionario de Octubre, el dictador implacable del Ejército Rojo, terminara su vida siendo llamado cariñosamente " D o n León" por el jefe del Servicio Secreto de la policía de México, no deja de ser bien triste. Pero eso se transforma en todo un síntoma cuando se recuerda que también entonces, " D o n León" se presentaba como líder de un supuesto movimiento revolucionario del proletariado mundial, la titulada Cuarta Internacional, movimiento que, a través de él, aparecía protegido por la Policía de un país semicolonial sometido al imperialismo yanqui. Es decir, en último término, bajo la protección de éste. Pero volvamos al asesinato de Trotsky. U n testigo de su entierro nos ha dejado algunas ilustrativas reflexiones: "Tengo la convicción — d i c e — de que Trotsky no llegó a incorporarse al país. Pocos hombres de la calle conocían el papel que desempeñó en la historia y la rica trayectoria política que reflejaban sus trabajos literarios. Trotsky tampoco tuvo ocasión de conocer más de cerca a los mexicanos porque debía llevar una vida apartada, como de cárcel: primero porque l a condición esencial de su asilo en México residía en que no se mezclara en la vida mexicana; segundo porque siempre temía los atentados políticos de sus enemigos. E n Nueva Y o r k seguramente el duelo por la muerte de Trotsky habría sido más profundo y más general que en la ciudad de México; en Nueva Y o r k la gente habría apreciado mejor lo que su vida y su muerte significaban para todo el movimiento revolucionario." Nos dice, también, que en el velatorio "surgió espontáneamente el canto «La Internacionalv y todos levantaron los p u ños y un juramento. E n seguida se oyó gritar: ¡Viva Trotsky! ¡Abajo Stalin! E l grito fué coreado varias veces." " E l cortejo que acompañó a Trotsky fué enorme. Mientras el ataúd c u bierto de flores atravesaba las calles de México, las ventanas y las azoteas se veían negras de gente, si bien los humildet; espectadores no demostraban una emoción especial, porque ia muerte, para ellos, no es cosa extraordinaria. Camino del cementerio surgía de rato en rato el grito de ¡Viva Trotsky:
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¡Abajo Stalin! ¡Abajo la G . P . U . ! " . . . "Junto a la tumba, volví a pensar otra vez para m i : ¡Qué distinto habría sido el entierro de Trotsky en Nueva Y o r k ! " . . . " L o s oradores dieron cuenta del antistalinismo de Trotsky condenando el sistema basado en la G . P . U . y juraron llevar a cabo el ideal de Trotsky." Y nos informa que hubo i m serio intento de llevar el cadáver de Trotsky a Nueva Y o r k con el fin de hacerle un gran entierro allí, lo cual, a último momento, no se pudo llevar a cabo por impedirlo algunas disposiciones legales respecto a la introducción de ataúdes a través de la frontera de los Estados Unidos. (Babel. Santiago de Chile, enero-abril de 1941. Número homenaje a l a memoria de León Trotsky.) Digamos que las exequias de León Trotsky con sus gritos de jViva Trotsky! y ¡Muera Stalin!, en medio de la indiferencia de los "humildes espectadores", fueron una síntesis muy expresiva de todo el movimiento trotskysla mundial, de su prensa en todos los países, lo mismo que de l a Cuarta Internacional: un movimiento para vivar a Trotsky y apostrofar a Stalin. ante la indiferencia de la clase obrera, así como el movimiento stalinista tenía por fin vivar a Stalin y a su burocracia y apostrofar a Trotsky. E n esa lucha, uno y otro se consideraron el principal enemigo, recostándose sobre el imperialismo. E l p r o pósito de Stalin fué utilizar el nombre de Lenin para luchar contra el ala izquierda que ponía en peligro la estabilidad de la bui'ocracia, que lo había erigido en su representante y, po..' consiguiente, la suya propia. E l propósito de Trotsky fué luchar contra Stalin y la burocracia stalinista y, para eso, buscó y encontró apoyo en el imperialismo yanqui, que terminó sin que Trotsky reaccionara, utilizándolo como arma, no contra Stalin, sino contra la U.R.S.S. y la revolución mundial. Por eso el i m perialismo yanqui, a través de sus representantes, pretendió llevar el cadáver de Trotsky a Nueva York, como había llevado antes sus escritos con iguales propósitos. L a disputa hubiera sido, en verdad, homérica: ¡Stalin, aliado a Hitler, en Moscú, con el cadáver de L-enin, y Wall Street y la Cuarta Internacional, en Nueva York, con el cadáver de Trotsky!
V I - L E O N TROTSKY C O M O INSTRUMENTO CONTRA L A REVOLUCION MEXICANA "Hemos presenciado también con la debida satisfacción — e s cribia Federico Engels en La Gaceta Alemana, de Bruselas, el 23 de enero de 1848. bajo el titulo Los movimientos revolucionarios de 1847--' la derrota de México por los Estados Unidos. También esto representa un avance. Pues cuando un país e m brollado hasta aquí en sus propios negocios, perpetuamente desgarrado por guerras civiles y sin salida alguna para su desarrollo, i m país cuya perspectiva mayor habría sido la sumisión industrial a Inglaterra; cuando este país se ve arrastrado forzosamente al progreso histórico, no tenemos más remedio que considerarlo como un paso adelante. E n interés de su p r o pio desarrollo, convenía que México cayese bajo la tutela de los Estados Unidos. L a evolución del continente americano no saldrá perdiendo nada con que éstos, tomando posesión de C a b fornia, se pongan al frente del Pacífico. Y volvemos a preguntar: ¿Quién saldrá ganando con esta guerra? L a respuesta es siempre la misma: la burguesía. Los Estados Unidos han a d quirido las nuevas regiones de California y Nuevo México para la creación de nuevo capital. Esto significa que en esos países surgirá una nueva burguesía y que la vieja verá aumentar sus caudales. Y , en cuanto al canal que se proyecta en la península de Tehuantepec, ¿quién saldrá ganando con eso? ¿Quién puede salir ganando sino los magnates navieros de los Estados Unidos? ¿Quién puede salir ganando con el mundo sobre el Pacífico, sino esos magnates navieros? ¿Quién atenderá a las necesidades de los nuevos clientes conquistados allí para los productos industriales, de l a nueva clientela que se fornmrá en los nuevos territorios anexionados ¿Quién sino los fabri-
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cantes de los Estados Unidos?" (Apéndice a la edición del Manifiesto Comunista. E d . Cénit, Madrid, 1932, pág. 412.) Y , como para explicar estas líneas, su biógrafo, G . Mayer, refiriéndose a otro articulo de Engels aparecido en la Nueva Gaceta del Rhin en 1849, dice: " N o aceptaba sin reservas el derecho de autodeterminación que era el principio básico de la política internacional democrático-burguesa. L e parecía absurdo tomar un interés sentimental en «estrechos prejuicios n a cionales», cuando era cuestión de «la existencia y libre desarrollo de grandes naciones»... E n su opinión, no eran las categorías morales las que hacían inclinar la balanza; «ellas no probaban absolutamente nada». Eran los «hechos de i m portancia histórica mundial^' los que contaban. Los Estados Unidos de América habían despojado a México de las minas de oro descubiertas en California poco antes. Esto era injusto, Engels lo reconocía, pero aprobaba l a anexión porque los «enérgicos yanquis» estaban mejor capacitados que los «perezosos mexicanos» para desarrollar las fuerzas latentes y para abrir el Océano Pacífico a la civilización." (G. M A Y E R , Engels. Santiago de Chile, 1939, págs. 121 y 122.) Estas transcripciones de dos artículos del entonces juvenil Engels merecen también, de nuestra parte, un comentario y una explicación. Es evidente que el priníero de esos artículos, es aceptable dentro del concepto de que en la época en que escribió Engels, el capitalismo mundial estaba en pleno desarrollo y la burguesía todavía podía desempeñar un rol progresivo, especialmente en los Estados Unidos, que puede decirse que recién iniciaban su violenta evolución, al punto de que, apenas unos años antes, en 1835, Alexis de Tocqueville, en su famoso libro La democracia en América había escrito que la significación de ese país era aún tan escasa, que no muchos en E u r o pa se dignaban ocuparse de él. Es evidente que la formación de grandes naciones en cualquier parte del mundo tenia, e n tonces, un carácter progresivo para la humanidad y, en ese sentido, Engels, desde el punto de vista del internacionalismo obrero, apoyaba la conquista por los Estados Unidos de l a m i tad del territorio de México, pasando por alto el principio de la autodeterminación de las naciones que, hoy, en la época del capitalismo decadente, es decir, del imperialismo, es uno de los puntos básicos del marxismo, enriquecido con el aporte
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del leninismo, correspondiente, precisamente, a esta época. De iTianera que la posición de Engels es, por lo menos, aceptablt; en lo que a ese aspecto se refiere, aunque nos choque a nosotros, latinoamericanos. No ¡o era, sin embargo, en lo que se refiere a calificar a ío^ yanquis de "enérgicos" y a los mexicanos de "perezosos" y a que, de acuerdo con los conceptos científicos incorporados por su amigo Carlos M a r x al pensamiento político contemporáneo, la pereza o energía de un pueblo nó es algo que sea inherente al mismo, sino que depende del grado de desarrollo de las fuerzas productivas en que se encuentre ese pueblo y de la posibihdad de desenvolver su propia personalidad en relación con él. el mismo M a r x lo ha dicho; " L a s fuerzas productivas son el resultado de la energía práctica de los hombres, pero esta energía misma está limitada por las condiciones en que los hombres se encuentran colocados por las fuerzas productivas ya adquiridas, por la forma social que existía antes que ellos, que ellos no crean y que es el producto de la generación anterior." (C. M A R X , Carta a P. ATnenkov, 1848, en Etudes Phil<>~ sophiques. París, 1935, pág. 410.) Y mal podían, pues, esperarse manifestaciones de energía de parte del pueblo mexicana compuesto en su casi totalidad por masas indígenas secularmente sometidas a una verdadera esclavitud, sobre las que so levantaba, entre nubes de incienso y entorchados de oro, una anquilosada superestructura de personajes cai'gados de medallas y escapularios, clero enriquecido, grandes terratenientes y generales de relumbrón. Porque la energía del pueblo mexicano pudo ponerse en e v i dencia ¡y en qué forma! sólo cuando intentó empezar a destruir ese caparazón feudal que lo comprimía. Y a algo había demostrado el siglo pasado, en los años de la Independencia, cuando siguió detrás de los curas Hidalgo y Morelos. Luego cuando apoyó la Reforma de aquel famoso indio zapoteca que se llamó Benito Juárez. Pero ella tuvo 'ma eclosión mayor y también magnífica en la revolución iniciada en 1911, la cual, en su momento, llegó a concentrar la atención asombrada del mundo, constituyendo uno de los primeros grandes movimientos revolucionarios que jalonan el siglo presente. Fué entonces que aquellas masas indígenas del Anáhuac, mayas, texcocanos, n a huas, taráscanos, zapotecas, mixtecas, andrajosas y analfabetas,^
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"se levantaron del fondo pantanoso de tres centurias de expoliación". A i grito de "¡Religión y fueros!" de las viejas castas predatoiias, opusieron el de "¡Tierra y libertad!" dirigidas por el tolteca Emiliano Zapata o gobernadas por el yucateco Felipe Carrillo Puerto. Los "pel-ados", los "latrofacciosos", los "pelavacas", los "léperos", retratados en Los de ahajo de M a riano Azuela, en algunos libros de B . Traven y en los cuadros de José Clemente Orozco, surgieron buscando barrer para siempre con la pompa fastuosa de los prelados llenos de grasa, r i quezas e hijos naturales, la omnipotente oligarquía latifundista, orgullosa y aristocrática, y los presidentes de ópera bufa r o deados de su eterna corte de adulones bien rentados. E l espectáculo fué grandioso e impresionante. " S e improvisan tropas —anotó un cronista—. Y como en los tiempos épicos de don Miguel Hidalgo, multitudes descalzas, desordenadas, se agrupan en los campos y obedecen a generales improvisados en un minuto. Otra vez marchan juntos charros y pelados. Y los inmensos sombreros de copa cónica sombrean rostros congestionados por la rabia y el deseo de exterminio. . . E n los c a m pos y en la? sierras, las maniguas o los pantanos, las montañas o las estepas, resueltos a todo, comienzan a avanzar sobre la capital los eternos humillados." Los "perezosos" mexicanos de Engels eran ahora, según el yanqui Carleton Beals, " u n pueblo que emerge de la superstición y la servidumbre para fundar una de las más bellas c i v i lizaciones de los tiempos modernos". Y agregaba: "México está siempre palpitante de vitalidad, ansioso de vida, indiferente a los medios incapaz de encauzar su torrente de energías en un molde premeditado". . . " U n o jamás descubre el corazón p r o fundo de México, esc centro propulsor que ha llevado a esta nación a cumplir uno de los más trágicos y sangrientos destinos que recuerda la humanidad. H a y algo salvaje, indomado, tal vez indomable, en la fuente inisma de la vida mexicana. L a propia médula parece h e r v i r . " (C. B E A L S , Panorama mexicano. Santiago de Chile, 1942.) Y el español Luis Araquistain también comentaba: " L a personalidad de México, la de ayer como la de hoy, que tiende a reanudar la tradición precortesiana, es una de las más o r i ginales y vigorosas del Continente americano, sin excluir los propios Estados Unidos. A l defender su nacionalidad y el d e -
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recho de millones de indios, la Revolución mexicana lucha también por la conservación y el desenvolvimiento de esa personalidad peculiarísima, de esa rara y hermosa flor del c a rácter de un pueblo que es uno de los tesoros más singulares y ricos de la historia del mundo." ( L . A R A Q U I S T A I N , La revolución mexiccna. Madrid, 1929.) Así, pues, del resquebrajamiento de un orden anacrónico, asentado en la expoliación y el privilegio, surgió la profunda revolución mexicana uno de los movimientos político sociales más interesantes de este siglo. Pero la revolución mexicana fué un típico levantamiento campesino, que tuvo su eclosión inconsciente y prosiguió su camino tanteando en la oscuridad. " E n su punto de partida —comentaba M . E . H u b n e r — es un movimiento de contenido social más intuitivo que consciente". Y añadía: " E s t a no ha sido, como la rusa, una revolución m a durada a la luz del análisis y de la crítica histórica. No ha nacido con una idea y un programa que la orienten, un núcleo organizado que la impulso y uno o más jefes aguerridos que la conduzcan. Aquí no hay marxismo, ni soviets constituidos, ni partido bolchevique organizado, ni un Lenin o un Trotsky que planeen el nuevo edificio y en seguida lo construyan co;i sus propias manos. Sólo hay dolor, exasperación, deseos de renovación, impulsos de Justicia, afán de libertar a México de sus feudatarios seculares: el terrateniente, el cura, el negociante extranjero. E l grito primitivo fué "¡Libertad y tierras!", pero ¿cuántos lo comprenden y lo comparten? L a libertad ya -a sienten en carne propia. H a n triunfado. Ocupan la capital. E l antiguo orden social, con su deprimente jerarquía, se ha v o l cado patas arriba." (M. E . H U B N E R , México marcha. Santiago de Chile, pág. 122.) E l "agrarismo mexicano", como se le llamó, fué, pues, un movimiento espontáneo do las masas campesinas que se levantaron contra una secular organización social que las mantenía en la esclavitud y por el reparto de las tierras que les daría oportunidad de seguir existiendo en escala más alta y las l l e vaba a luchar en primer término contra la Iglesia, que en M é xico era el más rico terrateniente, y también contra el imperialismo, que había logrado entronizarse en el país durante la larga dictadura de Porfirio Díaz. Pero, como movimiento c a m pesino, carecía de doctrina y aun de l a posibilidad de tenerla.
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L a experiencia de todos los movimientos campesinos de la historia muestra que por más que adopte medidas aparentemente radicales y hasta trate de enfrentar al imperialismo, un movimiento campesino, librado a sí mismo, no puede sino r e producir, en otra etapa, el mismo proceso contra el que luchó anteriormente y terminar como instrumento del imperialismo. Sólo la dirección audaz, revolucionaria de la clase obrera, estableciendo la dictadura del proletariado, con el apoyo de esos mismos campesinos, puede llegar a la transformación de las bases sociales en forma que el triunfo del campesinado sea efectivo, lo mismo que la lucha contra el imperialismo. Es lo que estaba demostrando el ejemplo vivo del triunfo de las masas rusas, que vino a agregar su experiencia a la r e volución mexicana, ya comenzada, derribando la caduca superestructura de archiduques, grandes terratenientes, banqueros, popes y militares, arriba de las cuales estaba el zar. Lenin, apoyado por Trotsky, no había querido prestar su apoyo al gobierno que había surgido de ese derrumbe, que, con frases y gestos radicales, trataba de acomodar al pueblo a la nueva situación, sin modificar las bases sobre las que aquella superestructura estaba levantada, dejando, por consiguiente, abierta la posibilidad de que, pasado el momento álgido y perdidas las frases, aquella superestructura se restableciera. A l frente del partido Bolchevique se habían apoderado del poder en O c tubre de 1917, no para hacer una revolución socialista — p a i a la que Rusia todavía no estaba preparada— sino como la única forma de destruir el régimen feudal, que aún se mantenía, y enfrentar a l imperialismo, ante ei que el gobierno surgido de la revolución de Febrero capitulaba. Esa hubiera sido la misión a desempeñar en México, por un partido revolucionario del proletariado, orientado por la doctrina marxista, que se hubiera apoderado del poder, destruyendo realmente el viejo régimen de propiedad rural y expropiando al imperialismo. Pero ese partido no existía n i surgió. Y la propia pequeñaburguesía, que controlaba el movimiento agrario y había sido llevada a los cargos dirigentes en el país, tomaba todas las medidas posibles para evitar que surgiera, mientras que, con el fin de disfrazar sus intenciones, que se reducían, como ocurrió, al deseo de suplantar a las viejas castas terratenientes, se adornaba con tintes democráticos y sociali-
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zantes y con frases sonoras simpáticas a las masas, con las que trataba de convencerlas de que no debían aspirar a más y que ya habían logrado alcanzar aquello por lo que luchaban. Las verdaderas figuras representativas de la revolución mexicana, que no transigían y que aspiraban, sin tener conciencia de cómo, a hacerla efectiva y que se mantuviera, como E m i l i a no Zapata y Felipe Carrillo Puerto, habían sido asesinadas y el movimiento obrero se encontraba domesticado en el vasto cauce de la Confederación Regional Obrera Mexicana, la f a mosa C.R.O.M., manejada por elementos amarillos que apoyaron los propósitos gubernamentales. Así, bajo la dirección del tristemente célebre Luis Morones, típico burócrata sindical enriquecido, la C . R . O . M . fué prácticamente incorporada como una dependencia del Partido Nacional Revolucionario, que terminó por ser la expresión política pequeñoburguesa de la Revolución mexicana. Como jefes de este partido y presidentes de México se fueron sucediendo los generales Obregón y Calles y varios civiles y, para atar más al proletariado al carro gubernamental, Calles llegó a designar a Morones ministro de Industria, Comercio y Trabajo, mientras la C . R . O . M . , que en 1927, época de su apogeo, alcanzó a contar con 2 millones y medio de m i e m bros, para mostrar su verdadero carácter, se había afiliado a la Federación Panamericana del Trabajo, organización sometida a la American Federation of Labor, cuyos dirigentes eran instrumentos descarados del imperialismo yanqui. Sin embargo, había en México un importante núcleo de obreros industriales, los cuales, en 1934, llegaban a la cifra de 500 a 550 mil. Las primeras influencias que habían predominado entre ellos habían sido anarquistas y sindicalistas, que sostenían el apoliticismo. E l partido Comunista, nacido en 1919, comenzó a querer concretar una dirección revolucionaria para el proletariado mexicano. Pero esa aspiración nunca llegó a a l canzarse, primero por su pequenez inicial y, segundo, porque muy pronto dejó de representar los intereses revolucionarios del proletariado mexicano para pasar, con el surgimiento del stalinismo ,a representar únicamente los de la burocracia soviética. Como una demostración de la importancia que la T e r cera Internacional concedía a la revolución mexicana, pasaron por México, como enviados de Moscú, figuras tan conocidas como el japonés Sen Katayama y el hindú Manahendra Nath
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Roy, que después debia escribir un grueso volumen sobre la revolución en China. Porque fué por esos años que un nuevo gran movimienti; revolucionario habia venido para ensanchar el campo abierto en América por la revolución mexicana: la revolución en aquel pais asiático. E l mártir Felipe Carrillo Puerto, hablando e-^i nombre de la revolución mexicana, que había sido la primera en lanzar el grite de rebelión de las razas oprimidas en c! siglo actual, ya lo había intuido: "Debemos restaurar los a n t i guos monumentos — d i j o — para que el pueblo tenga orgullo do su raza y vuelva a construir como lo hizo ayer. Debemos h a blarles de sus hermanos de esclavitud, los pueblos de color doí Asia, el Africa, la India, que luchan todos por la luz. Algún día, tal vez no lejano, formaremos una liga de todas las razas silenciadas de la tiei'ra, para que sepan que su camino es recto como el de los poderosos." Bellas palabras que ahora tenían su confirmación: en Asia, hi China, la milenaria China, se levantaba como México para r o m per seculares cadenas de esclavitud. E l movimiento era esencialmente campesino y aparecía dirigido por la pequeñaburguesía revolucionaría representada por el Kuomintang, a l frente del cual estaba el general C h i a n g - K a i Shek. Bajo la influencia de la burocracia stalinista, que manejaba la Tercera Internacional, el Partido Comunista chino había abandonado la consigna de la dictadura del proletariado a través de los soviets, apoyada por los campesinos pobres, que había sido la c o n ductora de la Revolución de Octubre, bajo la inspiración de Lenin, resucitando la vieja fórmula de "dictadura democrática de obreros y campesinos", sostenida por Lenin en 1905, y luego desechada por él en 1917. También sometió al Partido Comunista chino al K u o M i n Tang, haciéndole perder su independencia de clase contra los principios más elementales del marxismo-leninismo. Fué entonces que el conipañero y colaborador de L e n i n en la Revolución de Octubre, León Trotsky, desplazado de la d i rección por Stalin, pero aún luchando dentro de la U . R . S . S . por una línea revolucionaria, levantó su voz sosteniendo, en magníficos discursos y brillantes escritos, las posiciones del marxismo-leninismo tergiversado y aún traicionado por el stalinismo. Los discursos de Trotsky ocupan largas sesiones del
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Comité Central y del Polit Bure&u y sus escritos llenan páginas y páginas con expresiones deslumbrantes de inflamado pensamiento revolucionario. E l objeto era demostrar que la Tercera Internacional, bajo la inspiración de Stalin, había abandonado la línea leninista, adoptando la del peor oportunismo. L a revolución china iba a ser la piedra de toque para demostrar el carácter menchevique y contrarrevolucionario del stalinismo. E l mismo Trotsky lo ha expresado: " P a r a que el nexo que une a los problemas de ayer con los de hoy cobre todavía mayor relieve es necesario recordar aquí, aunque sea en una forma esquemática, lo que hicieron en China los caudillos de la internacional Comunista; esto es Stalin y Bujarin. So pretexto de que Chiva ¿e hallaba abocada a un movimento revolucionnrio de liberac'ón nacioncd, a partir de 1924 se coricedló que el papel dirigente de ese movivvento correspondía a la burguesía china. E l partido de la burguesía nacional, el K u o mintang, fué, pues, oficialmente reconocido como director. Los mencheviques rusos mismos, en 1905, no se atrevieron a hacer tamaña concesión al partido Constitucional democrático (los "Kadetes") que eran el partido de la burguesía nacional. Pero los dirigentes de la Internacional Comunista no se detuvieron allí. Obligaron al Partido Comunista chino a formar parte de! Kuomintang y a someterse a su disciplina. Despachos especiales de Stalin recomendaban a los comunistas chinos frenar el movimiento agrario. Fué prohibido a los obreros y campesinos revolucionarios crear soviets de miedo a disgustar a C h i a n g K a i Shek, que Stalin defendía contra la Oposición, todavía a comienzos de 1927, pocos días antes del golpe de Estado de Shanghai y que él proclamó «amigo fiel» en una reunión del partido en Moscú. L a subordinación ojicial del Partido Comunista a la dirección burguesa y la prohibición ojicial de crear soviets constituyen una traición al marxismo mucho más honda y grosera que toda la actividad de los mencheviques de 1905 a 1917." (L. T R O T S K Y , L a RévolutiotL Permanente. París, 1932, pág. 4 4 . ) E n sus extensos escritos sobre la revolución china, polemizando con la dirección stalinista de la Internacional Comunista, había dicho; " L e n i n exigía que se distinga entre la b u r guesía del país oprimido y la del país opresor. Pero, en n i n -
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guna parte ha presentado este problema, y no habría podido hacerlo, afirmando que la burguesía de un país colonial o semicolonial en la época de la lucha por la liberación nacional debía ser más progresista y m.ás revolucionaria que la b u r guesía de un país no colonial durante un periodo de revolución democrática.". . . "Presentar las cosas como si del yugo colonial se desprendiese absolutamente el carácter revolucionario de la burguesía nacional, es reproducir al revés el error fundamental del menchevismo, que estimaba que la naturaleza revolucionaria de la burguesía rusa debía deducirse absolutamente de la opresión absolutista y feudal.". . . " U n a revolución democrática o un movimiento de liberación nacional pueden dar a la burguesía la posibilidad de intensificar y extender la explotación de la clase o b r e r a " . - - " E l marxismo enseña invariablemente que las consecuencias revolucionarias de ciertos actos que la burguesía se ve obligada a realizar a causa de su s i tuación, serán más completas, resueltas, innegables, sólidas, a medida que la vanguardia proletaria sea más independiente de la burguesía y se incline menos a dejarse coger los dedos con ia puerta burguesa, o adornar a la burguesía exagerando su espíritu revolucionario y la posibilidad de establecer con ella el "frente único" para la lucha contra ei imperialismo.". . . " N o se puede resolver este problema (el de la liberación nacional de China) más que a través de la lucha encarnizada de las masas populares oprimidas, hambrientas, perseguidas, bajo la dirección directa de la vanguardia proletaria; luchando, no sólo contra el iniperialismo mundial, sino también contra los agentes económicos y políticos en China, contra la burguesía — i n cluso la indígena— y contra todos sus lacayos. Este es, pues, el camino que conduce a la dictadura del proletariado." (LBÓN" T R O T S K Y , El gran organizador de derrotas. Madrid, 1930, páginas 2 1 2 a 2 2 8 . ) Y, en lo referente al movimiento campesino escribía: " P a r a realizar las tareas nacionales fundamentales, l a burguesía, no solamente la grande, sino la pequeña, no ha presentado una fuerza política, un partido, una fracción al lado de los cuales el partido del proletariado hubiera podido resolver los problemas de la burguesía democrática. Precisamente la clave del problema es que la conquista del movimiento campesino i n cumbe y a enteramente al proletariado, directamente al P a r -
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íido Comunista; para abordar la verdadera solución de los p r o blemas burgueses democráticos de la revolución sería necesario que todo el poder estuviese en manos del p r o l e t a r i a d o " . . . "toda organizticióií campesina que pretenda resolver problemas político,? concernientes a todo el pais, acabará inevitablemente por comjenirse en un instrumento en manos de la burguesía". .. " P a r a llegar a l a alianza revolucionaria con los campesinos (y apenas se llega a ello) hace falta antes que la v a n guardia proletaria, y por ella el conjunto de la clase obrera, se haga independiente de las masas populares pequeñoburguesas. Esto no se obtiene sino educando a l Partido proletario en un espíritu bien templado de intransigencia de c l a s e . " . . . " E n el curso de las revoluciones burguesas, igual que durante las contrarrevoluciones a partir de las guerras campesinas del sigio X I V , y aún antes, la clase campesina, representada por sus capas diversas, representó u n papel considerable y algimas veces decisivo. Pero ese papel no tuvo nunca valor propio. D i recta o indirectamente, la clase campesina sostuvo siempre una fuerza política contra otra. Jamás tuvo por sí misma u n poder que tuviera valor propio capaz de resolver problemas políticos extensivos a la nación e n t e r a . " . . . " E n l a época de decadencia del capitalismo hay aún menos razones de esperar que surjan partidos campesinos provistos de valor propio, revolucionarios y antiburgueses, que durante la época de ascensión del capitalismo." Y terminaba citando a Lenin cuando decía: " L a ciudad no puede ser igual al campo. E l campo no puede ser igual a la ciudad, en las condiciones históricas de esta época. Inevitablemente la ciudad arrastra detrás de sí al campo. Inevitablemente el campo sigue a la ciudad. L a cuestión es simplemente saber qué clase de entre las de la ciudad sabrá arrastrar al campo." Y bajo el título El yugo del imperialistno y la lucha de clase^-, discutiendo sobre " L a revolución china y las tesis del c a marada Stalin" escribía: " L a lucha revolucionaria contra el imperialismo no debilita sino más bien fortalece la diferenciación política de las clases. E l imperialismo es una fuerza sumamente poderosa en las relaciones internas de China. L a fuente principal de esta fuerza no son los barcos de guerra surtos en el Yangtse K i a n g —éstos son sólo auxiliares— sino los lazos económicos y políticos entre el capital extranjero y la burguesía nativa. L a lucha contra el imperialismo precisa-
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mente a consecuencia de su poder económico y militar, exige una poderosa manifestación de fuerzas desde lo más hondo del pueblo chino. E n realidad sólo es posible levantar a los obreros y campesinos contra el imperialismo, conectando sus básicos y profundos intereses vitales con la causa de la liberación del país. Una huelga obrera —grande o pequeña— un levantamiento agrario, una demostración de las secciones oprimidas de la ciudad o del campo contra los usureros, contra la burocracia, contra los sátrapas militares locales, todo lo que levanta las multitudes, que las une, educa, fortalece, es un verdadero paso adelante en el camino de la liberación revolucionaria y social del pueblo chino. Sin eso los éxitos y derrotas militaies de los generales de derecha, semiderecha y semiizquierda, serán solamente espuma en la superficie del océano. Pero todo lo que levanta a las masas oprimidas y explotadas de trabajadores, inevitablemente empuja a la burguesía nacional a un bloque abierto con los imperialistas. L a lucha de clases entre la b u r guesía y las masas de los obreros y campesinos no se debilita, sino, por el contrarío, se agudiza por la opresión imperialista, al punto de llegar a la guerra civil en cualquier conflicto serio L a burguesía china siempre tiene un sólido guardaespaldas en el imperialismo. "Sólo jiluteoí; tirnoratxjs y sicofantes, que llevan en su corazón la esperanza de conseguir la liheroción de China como concesión imperialista por la buena condncia de las masas, pueden creer que la liberación nacional de China puede obtenerse moderando la lucha de closes, aplastando las huelgas y levantamientos agrarios, abandonando el armamento de las masas, etcétera. Cuando el camarada Martinov propone que las huelga.s y la lucha por la tierra sean reemplazadas por una solución obtenida por intermiedio de arbitraje gubernamental, no se diferencia en nada de Dai T h i Tao, el inspirador filosófico de Chiang-Kai Shek". . . . . . " L a filosofía de Martinov, quien tiene el triste coraje de ¡levar a su conclusión final todos los errores de Stalin y B u j a rin en las cuestiones referentes a la política china, no hallan un mínimo de objeción. Sin embargo equivale a aplastar con los píes los principios fundamentales del marxismo. Reproduce los aspectos más crudos del menchevismo ruso e internacional, aplicados a las condiciones de l a revolución c h i n a " . . .
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. . . " ' L a vieja táctica menchevique de 1905 a 1 9 1 7 , que fué aplastada por la marcha de los acontecimientos, ahora es llevada a China por la escuela de Martinov, en forma parecida a la que los desechos de la mercadería capitalista más inferior, que no encuentra mercado en los países productores importantes sino en las colonias. L a mercadería no ha sido renovada. E l a r gumento es el mismo, letra por letra, que hace veinte años. Sólo que donde antes estaba la palabra "autocracia" se ha puesto ahora la palabra «imperialismo»". . . . . . " E n la práctica la política del menchevismo en la revolución consiste en ajustar el frente único a cualquier costo, tanto como sea posible, al precio de adaptar su propia política a la de la burguesía, al precio de desechar las consignas y la actividad de las masas, y aún, como en China, al precio de la subordinación del partido de los obreros al aparato político de la burguesía. El camino bolchevique, sin embargo, consiste en una demarcación política y organizativa incondicional de la burguesía, en un desenmascaramiento permanente de la burguesía desde los primeros pasos de la revolución en la destrucción de todas las iiusioues pequeñoburguesas sobre el frente único con la burguesía, en una lucha sin tregua con la burguesía por la dirección de las masas, por la expulsan (¡".spiaáada del Partido Comunista de todos aquellos elementos que siembran vanas esperanzas en la burguesía o la idealizan." (L. T R O T S K Y , Problems of the Chínese Revolution. New Y o r k , 1932, págs. 25 a 3 9 . ) Todo eso escribía León Trotsky, con su acostumbrada y b r i llante retórica respecto a la revolución en China cuando se trataba de poner en descubierto los trágicos y trascendentales errores de Stalin que condujeron a la más ignominiosa derrota de la segunda revolución de aquel país asiático en el año 1927. Pero apenas diez años más tarde las circunstancias llevaron a León Trotsky a otro país, también semicolonial, asimismo convulsionado por la revolución impulsada por las masas c a m pesinas y que, como China, debia enfrentar al imperialismo. Allí, sobre el propio terreno y en persona tendría oportunidad de poner en práctica las ideas que, expresadas con su acostumbrada grandilocuencia, había lanzado a la cara del "Caín de Moscú", que ya estaba preparando todos los terrenos para darle el golpe final y liquidarlo como factor político dentro d j
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la Unión Soviética. Las propias masas mexicanas han de h a berse sentido conmovidas en lo más íntimo a la noticia de que León Trotsky, nada menos que el propio León Trotsky, el jefe de la insurrección de Octubre, el espectacular creador del Ejército Rojo, el temible león de los días álgidos de la más grande revolución de la historia, llegaría a su propio país a poner el hom-bro, sin duda, para liberarlas como había hecho en la R u sia zarista, al lado de Lenin. Pero, desgraciadamente para las masas mexicanas, el furioso león de 1917, el implacable fiscal de 1927, no era en 1937 más que un sumiso felino que maullaba y levantaba la cola apenas se le acariciaba el lomo. Desde el momento de su desembarco en México, como hemos visto en el capítulo anterior, estableció la más estrecha colaboración con el gobierno burgués que le daba asilo. Lógicamente, al admitirlo en el país, ese gobierno debía asegurarse, como corresponde con todo asilado político, que no entrara a inmiscuirse en la política local. Pero León Trotsky lo hizo, y no en interés de las ideas que había sostenido y de lo que representaba como expresión de la'Revolución de Octubre, sino del gobierno burgués que lo acogía y que con ese fin, precisamente, lo habia traído, con lo que León Trotsky traicionaba los intereses de la revolución mexicana y de las masas de obreros y campesinos que podían haber esperado que se pusiera al lado de ellas y no de sus opresores, como ocurrió. Sin embargo, aún resonaban las palabras que había lanzado a la cara, roja de humillación, de Stalin, "palabras en las que condensaba todo lo que había expresado sobre el rol ignominioso de aquél en la revolución china. E n esas palabras, que repetimos, dándole una magnífica lección de marxismo-leninismo, le había dicho: " E í camino bolchevique consiste en una demarcación política y organizativa incondicional de la burguesía desde los primeros pasos de la revolución, en la destrucción de todas las ilusiones pequeñoburguesas sobre el frente único con la burguesía, en una lucha sin tregua con la burguesía por la dirección de las masas, por la expulsión despiadada del Partido Comunista de todos aquellos elementos que siembran vaiias esperanzas en la burguesía o la idealizan." Pero, ahora, para León Trotsky, no se trataba de pronunciar frases sonoras, sino de hechos. Y , en contra de todo lo ante-
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riormenle predicado, desde su llegada a México, renunciando a la lucha de clases, estableció un sólido frente común con la burguesía nacionalista de ese país, representada por el gobierno del general Cárdenas, desechó toda responsabilidad por las actividades de ios Comunistas Intemacionalistas mexicanos, que aparecían entonces como sus partidarios y, luego, fué cómphce pasivo de su expulsión en masa de las filas de la titulada Cuarta Internacional, nada más que a causa de que trataban de poner en práctica las ideas de Lenin y lo que él mismo a n tes, había predicado. E n lugar de haber sido expulsado él, como lo exigía en sus escritos sobre la revolución china para los que "sembraran esperanzas en la burguesía o la idealizaran'", hizo expulsar a los verdaderos revolucionarios. E n lugar del desenmascaramiento permanente de la burguesía que predicara, hacía su elogio permanente en l a persona de su principal r e presentante: " N o puedo dejar de expresar mis respetos sinceros para el jefe de este país en quien la palabra no difiere del pensamiento n i el acto de la palabra. Mis observaciones dicen que estadistas de este tipo no se encuentran frecuentemente." (IV Internacional. México, diciembre 20 de 1937.) A s i llevaba Trotsky a la práctica, sobre el terreno de México, la destrucción de las ilusiones pequeñoburguesas sobre frente único con la burguesía que exigía de Stalin, en Moscú, para la lejana China. Y, mientras los Comunistas Intemacionalistas mexicanos, expulsados de las filas de la Cuarta Internacional trotskysta, escribían: "Nadie tiene derecho a olvidar que Cárdenas rompió la huelga ferrocarrilera que era, por sí misma, una formidable puja contra el imperialism.o norteamericano" (IV Internacio7ial. México, mayo de 1937), Trotsky continuaba repitiendo: " E l general Cárdenas se encuentra en la serie de hombres de Estado de su pais que han cumplido y cumplen la obra de Washington, de Jefferson, de A b r a h a m Lincoln y del general G r a n t " (México y el imperialismo británico.) Así emprendía en la América Latina, la " l u c h a sin tregua con la burguesía por l a dirección de las masas" que propiciaba para China. ¿Habia alguna diferencia esencial entre el general Cárdenas y el general C h i a n g - K a i Shek, como para justificar u n cambio tan fundamental de conducta para ambos casos? No había ninguna. Los dos eran representantes de la burguesía naciona-
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lista de un país semicolonial, y, si algún ligero matiz podía distinguirse entre el "ízquierdismo" de uno y otro, era a favor del general C h i a n g - K a i Shek de entonces, que era "amigo oficial" de la U.R.S.S. y simpatizante de la Internacional C o m u nista. ¿Por qué, Trotsky, que consideraba política menchevique condenable y traidora la sumisión de Stalin a C h i a n g - K a i Shek, no objetaba la suya propia a Cárdenas? ¿O era que la "barata mercadería" que debía desecharse en China podía aceptarse en el México de la América Latina? E n sus declaraciones al dirigente obrero argentino Mateo Fossa, León Trotsky había manifestado: " P a r a el K r e m l i n , los países latinoamericanos son poca cosa en el trato con los imperialistas." Pero para Trotsky también los países latinoamericanos parecían ser poca cosa, ya que les negaba lo que propiciaba para otros países semicoloniales del mimdo. Porque Leóv. Trotsky, en su trato con el imperialismo yanqui, con el prestigio de su nombre, llegó a reformar la doctrina marxista-lenimsta en orden a no crear perturbaciones, en la zona de influencia de ese imperialismo, sobrepasando con creces las posiciones más oportunistas de los mencheviques, las que antes habia condenado como traición, transformándose, de revolucionario, en vulgar demócrata: " L a democracia para M é xico, por ejemplo —decía en unas declaraciones a la prensa cubana, publicadas en Crítica, de Buenos Aires, el 21 de febrero de 1940— significa el esfuerzo de un país semicolonial por arrancarse de una dependencia servil, entregar la tierra a ios campesinos, elevar los indios a un nivel más alto de civilización, etcétera. E n otras paiabras, las tareas democráticas en México, tienen un carácter progresivo y revolucionario." Y, en el ya mencionado artículo México y el imperialismo británico, escribía: " E l México semicolonial lucha por su independencia nacional política y económica. T a l es, en el estado " a c tual", el contenido fundamental de la revolución mexicana." Agregando: "Actualmente, la revolución mexicana cumple la misma obra que los Estados Unidos, por ejemplo, cumplieron hace tres cuartos de siglo, al comienzo de la guerra civil para la abolición de la esclavitud y la unificación nacional." T e r minando: " L a causa de México, como la causa de España, como la causa de China, es la causa de toda la clase obrera mundial." Sólo que en la "causa de México", a diferencia de las otras, eu
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i'ds que exigía el establecimiento de la dictadura del proletariado, León Trotsky se expresaba como un simple burgués l i beral que tomaba a México desarrollándose aisladamente en plena época de la "agonía mortal del capitalismo" y cumplienLlapas, que otros países capitalistas más adelantados, habían .-¡rnplido en siglos anteriores. Sin embargo, él mismo habia dicho: " E n la época del imperialismo no se puede examinar el destino do un país aislado más que tomando como punto de partida las tendencias de la evolución mundial como un bloque en el cual este país, con sus particularidades nacionales, está • (luido y del cual depende." (L. T R O T S K Y , E l gran organizador derrotas. Madrid, 1930, pág. 108.) también en el prólogo al libro de Harold Isaacs sobre la .olucion china, Trotsky habia escrito: "Atraso histórico no ;;iica simple reproducción del desarrollo histórico de los paíavanzados... con un atraso de uno, dos o tres siglos. E n ~ dra una formación "combinada" enteramente nueva en la .1 ias últimas conquistas de la técnica y estructura capi;iía so arraigan en las relaciones del barbarismo feudal o feudal, transformándolas, sometiéndolas y creando una r e ón de clases peculiar. N i una de esas tareas de la revolución -iguesa" pueden resolverse en esos países atrasados bajo ia dirección de la burguesía " n a c i o n a l " , debido a que ésta se levanta en seguida con apoyo exterior como una clase hostil al pueblo. Cada etapa de su desarrollo la ata más estrechamente al capital financiero extranjero del cual es esencialmente la agencia. L a pequeña burguesía de las colonias es la primera en caer víctima de la lucha desigual con el capital extranjero, declinando en su significación económica, desclasándose y p a u perizándose. No puede ni pensar en desempeñar un papel político independiente. E l campesinado, la clase más numerosa, atomizada, atrasada y oprimida, es capaz de levantamientos locales y de guerra partidaria, pero requiere la dirección do una clase más avanzada y centralizada para llevar esta lucha a un nivel nacional. Esta dirección recae en el proletariado colonial, el cual, desde sus primeros pasos, se encuentra en oposición, no sólo a la burguesía extranjera, sino también a la suya propia nacional." ( H . ISAACS, Tíic tragedy of the Chinese Revolution, con una introducción por L . Trotsky. London, 1938, pág. X V L )
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Y , en lugar de empezar por aplicar esas teorías en el mismo lugar donde las exponía, Trotsky declaraba que México estaba viviendo la misma etapa que los Estados Unidos en el siglo pasado en tanto que calificaba a la b u r g u e s í a mexicana de progresiva, elogiando a su jefe, Cárdenas, quien, según él, estaba cumpliendo el mismo rol que Lincoln. ¿No era esto t a m b i é n lo que sostenía e l jefe del aprismo peruano, Víctor R. H a y a de l a Torre? Para éste, asimismo, la revolución mexicana señalaba el camino a seguir: " L a revolución mexicana —dijo repetidamente en sus obras— os nuestra revolución." Y sobre esa base, como líder de la p e q u e ñ a b u r guesía nacionalista de l a América Latina, edificó sus teorías, creando el A P R A y el aprismo. E n su destierro, en México, León Trotsky, supuesto líder del proletariado revolucionario mundial y creador de la Cuarta I n ternacional, haciendo abstracción de todos sus escritos, lleg'.a compartir ampliamente los puntos de vista del p e q u e ñ o burgués Haya de l a Torre. Y aun en sus respuestas a M . Fosea, expresó respecto al aprismo lo siguiente: "No conozco el aprismo lo suficiente para dar un juicio definitivo. E n el P e r ú la actividad de este partido tiene un carácter legal y, por consiguiente, difícil de observar. Los representantes del A p r a en el Congreso de Septiembre contra la guerra y e l fascismo, r e u n i do en México, han tomado, tanto como yo puedo juzgar, una posición digna y correcta junto con los delegados de Puerto Rico. Queda la esperanza de que el A p r a no caiga presa del stalinismo porque esto paralizaría el movimiento liberador en el P e r ú . " Esto deja entender que Trotsky consideraba que el aprismo, y no el partido del proletariado revolucionario peruano, iba a liberar al P e r ú . ¡Toda esa trayectoria h a b í a recorrido León Trotsky: de defensor de la "revolución permanente", en Rusia, a aprista en la A m é r i c a Latina! Y , mientras Trotsky seguía elogiando al general C á r d e n a s ("Es precisamente porque México pertenece todavía a l n ú m e r o de los países atrasados que a ú n deben conquistar su independencia, que engendra entre sus hombres de Estado una osadía de pensamiento m á s grande que la de los epígonos conservadores de una grandeza pasada. ¡Tal fenómeno se encuentra m á s de una vez en la historia!") fMétrico y el impeTialismo británicoJ y apoyaba a l a b u r g u e s í a que, según él, estaba l i e -
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vando al triunfo a la revolución mexicana, los Comunistas Intemacionalistas, de México, tenían la "osadía" de demxjstrar lo contrario. Bajo el título Sólo los obreros en el poder entregarán la Uerro a los campesinos, escribían: " L a L i g a de A g r ó n o mos Socialistas acaba de terminar un amplio estudio de la aplicación de l a Reforma Agraria realizada hasta 1933, estudio del cual se saca la siguiente conclusión: Cero reparto de tierras a los pueblos y ciento por ciento de supervivencia del latifundismo. . . L a revolución democráticoburguesa de México ha sido incapaz de cumplir con una de sus principales tareas: dar la tierra a los que la trabajan. Los grandes latifundios no han hecho sino cambiar de manos y l a reforma agraria sólo ha afee tado a medianas propiedades y, amaque parezca mentira, a predios de una hectárea de superficie. Y , en lo general, son las tierras estériles las únicas que se han dado a los campesinos, quienes están condenados, por esa situación ,a l a miseria má:, espantosa. " N i con ei Código Agrario, n i con la supresión de l a C o m i sión Agraria y el atole con ei dedo del nuevo Departamento, han logrado l a menor ventaja las masas campesinas; esto se debe a que no existe el menor deseo de entregar toda la tierra a los campesinos. Mientras tanto los nuevos latifundistas, generales y políticos, hacen cuanto pueden por evitar que se plantee una nueva política agraria que permita a los campesinos tener m á s tortillas y m á s frijoles. "Como lo comprueba el estudio de los agrónomos, en M é x i co, sido una mentira el reparto de tierras. Sólo los campesinos ¡aliados a la clase obrera, p o d r á n expropiar a los l a t i fundistas para acabar con el hambre y la explotación feudal de los trabajadores del campo." (IV Internacional. México, mayo de 1937.) Y , al año siguiente, al confirmar el titulado Congreso de F u n dación de la Cuarta Internacional trotskysta, l a medida de expulsión adoptada contra ellos, los camaradas mexicanos dirigieron una Carta a los militantes de la Cuarta Internacional e a la que declaraban: "Los bolcheviques leninistas de México declaramos que el aparato internacional aplasta, en el caso de México, nuestra voluntad revolucionaria. . . Declaramos que hay serio peligro de que los militantes bolcheviques de M é x i co seamos obligados a claudicar ante l a b u r g u e s í a nacional y su
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gobierno y que, en consecuencia, la independencia del m o v i miento revolucionario sea destruida. Declaramos que existe el peligro de que los militantes bolcheviques mexicanos seamos forzados a entrar en contubernio con líderes traidores del peor reforraismo oportunista, no sobre la base de acuerdos de frente único revolucionario, sino de convenios que son el dominio de la diplomacia secreta." (México, D.F., 5 de noviembre de 1938.) Mientras tanto, el presidente C á r d e n a s , que h a b í a entrado en lucha contra el dirigente Morones, de la C . R . O . M . — y a disminuida en su importancia— por ser este partidario del general Calles, tuvo que sustituir aquella como su necesario apoyo obrero, buscándolo, m o m e n t á n e a m e n t e , en l a Confederación de los Trabajadores Mexicanos, con la que t a m b i é n t r a t ó de m a niobrar. Y en todos esos manipuleos del gobierno de l a burguesía nacionalista, para frenar y tratar de dirigir para sus propios fines el movimiento obrero, León Trotsky d e s e m p e ñ a b a un rol de primera importancia. Los grupos "Por una nueva (4^) Internacional Comunista", de los Estados Unidos, lo ponían bien en evidencia: " C á r d e n a s , a causa de la debilidad del capitahsmo mexicano, tiene que desempeñar un papel m á s demagógico, para e n g a ñ a r a las m a sas, que Roosevelt. L a burguesía mexicana es n u m é r i c a m e n t e pequeña, en comparación a la población vasta campesina y trabajadora. L a burguesía mexicana no tiene tantos recursos, tanto capital a su disposición para luchar contra las masas, como los capitalistas norteamericanos. Esta debilidad dem.anda el uso de medios más radicales para contener a la clase obrera. Uno de los medios con que el gobierno de C á r d e n a s gana popularidad y al mismo tiempo debilita el movimiento obrero es el de dar apoyo temporal, primero a un dirigente obrero y luego a otro para crear fricciones entre ellos, debilitando así a a m bos y al movimiento obrero en general. E l caso de Trotsky es un ejemplo perfecto de la política astuta de C á r d e n a s . No solamente ganó Cárdenas popularidad entre las masas dando asilo a Trotsky, sino que con este acto logró afianzarse a sí mismo contra el creciente movimiento obrero. Primero C á r d e n a s consiguió obtener concesiones políticas de los trotskystas, h a c i é n dolos capitular y prometer no atacar al gobierno. E n cambio, l a llegada de Trotsky es una advertencia a los stalinistas m e x i -
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canos que tienen que humillarse mucho m á s si no quieren que el gobierno ceda "concesiones" a Trotsky. Los stalinistas tienen que demostrar más fe, m á s lealtad para obtener algunas promesas del gobierno que éste no "favorezca" m á s a los trotskystas. Aplicando la misma estrategia con los trotskystas, C á r denas los obliga a ponerse m á s "respetables", si no quieren que el gobierno se declare por los stalinistas." (Desenvolvimiento reciente del movimientü obrero en México, Claridad Proletaria, Segunda Epoca, N*? 4, Chicago, agosto de 1 9 3 7 . ) Ese es el triste papel que desempeñó en la revolución m e x i cana el compañero de Lenin en la revolución de Octubre, creador del Ejercito Rojo y dirigente destacado de los Cuatro P r i meros Congresos de la Internacional Comunista: el de vulgar instrumento de la burguesía nacional contra el movimiento del proletariado revolucionario. Así fué como los pelados y los charros, sin una vanguardia obiera que los orientara y condujera, de acuerdo con las enseñanzas de M a r x y de Lenin, vieron perder todo su esfuerzo, el que sólo sirvió para entronizar nuevos latifundistas en sustitución de los anteriores. Sin embargo, e l mismo Trotsky había escrito con todo énfasis: "La ley íie hierro de la historia dice que un levantamiento campesino abandonado a si mismo, no puede elevarse hasta !¿Tia rerdadera revolución. Aún en el caso de una victoria completa del levantamiento, el campesinado no es capaz más que da instalar nuevas dinastías y de crear nuevas castas feudales: tai es toda la vieja historia de la China. Es solamente bajo la dirección de la clase revolucionaria de las ciudades que la gufrra campesina puede llegar a ser el in.'itrumento de tina transformación de la sociedad." ( L . T R O T S K Y , Víe de Lénine. Parfc, 1 9 3 6 , pág. 10.) Todo esto lo olvidó Trotsky muy fácilmente en México. Y , si el prestigio de la Revolución de Octubre sirvió, en manos do Stalin, para hacer fracasar la revolución en China, en 1 9 2 7 , y en España, en 1 9 3 6 , en manos de Trotsky debía servir para hacer fracasar l a revolución mexicana, l a que hoy sólo ha quedado como un recuerdo glorioso del esfuerzo trunco de un pueblo por "desenvolver esa personalidad peculiarísima" que, según el comentarista español antes mjencionado, "es uno de los tesoros m á s singulares y m á s ricos de l a historia del mundo".
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Todo eso lo olvidó Trotsky que, desde el propio México, eii una Carta abierta a los obreros de la India, fechada en Coyoacán, el 25 de julio de 1939, encarando los primeros síntomas de levantamiento de las masas hindúes, que comenzaban a convulsionarse, escribía en sus ampulosos t é r m i n o s de siempre: " E n el caso de que la burguesía de la India se vea obligada a dar el más pequeño paso en el camino de l a lucha contra el dominio arbitrario de Gran B r e t a ñ a , el proletariado, natui'almente, apoyará este paso. Pero lo apoyará en su propia manera: grandes asambleas, consignas audaces, huelgas, demostraciones y las más decididas acciones de combate, de acuerdo con las relaciones de juerzas y las circunstancias. Precisament: para hacer esto el proletariado debe tener sus manos libres. Completa independencia de la burguesía es indispensable para el proletariado." (The New International. V o l . 5, Ní* 9, Nev; York, septiembre de 1939.) ¿Por qué no decía ahora que la burguesía hindú, capitaneada por Nehru, estaba cumpliendo la etapa de los Estado^: Unidos de la época de Lincoln? ¿Debemos sacar la conclusión de que l a línea política, revolucionaria para l a India y opoi'tunista para México, que auspiciaba Trotsky se d e b í a a l hecho de que aquella tenía que enfrentar a l imperisilísmo británico, y México y la América Latina, al imperialismo yanqui, con el que se había aliado Trotsky contra Stalin? Todo indica que así era.
VII - LEON TROTSKY Y E L TROTSKYSMO COMO AGENTES D E W A L L STRETT E N LOS ESTADOS UNIDOS E l año 1938, en la revista The New Stateman and Nation, de Londres, se publicó una entrevista del izquierdista inglés Kingdley Marlin, con León Trotsky, que fué reproducida en Hoy, de Santiago de Chile, en esa misma época. K . M a r l i n , escribió en ellai " F u i a ver a Trotsky en la casa que Diego Rivera y su esposa le han prestado en los suburbios de México. Está muy bien resguardado y no puede salir, según se me dice, sin una escolta de detectives, seguida por una patrulla armada, en motocicleta. Cuatro centinelas con rifles estaban en ía puerta. Una vez adentro, constato que un desterrado no podría esperar un refugio m á s encantador. Trotsky estaba sentado en un largo, fresco cuarto que miraba al patio, un alegre y hermoso patio, las murallas de azul ligero y las bugamviglias como una gloria, al sol. «Estaba trabajando —me dijo— en m i nuevo libro Los crimines de Stalin*. Los retratos de Trotsky pueden sugerir la escena revolucionaria en el enredado cabello, y en una cierta desarreglada vehemen.cia cerca del cuello. Nada puede estar m á s lejos de l a verdad. Correcto, fué l a palabra que vino a m i mente cuando lo v i por prim.era vez. Pa re c ía como sí acabara de salir de un baño caliente, como si acabara de cortarse el pelo, su barba peinada y su traje planchado. S u cabello y su barba son grises y su cara de color fresco y rosado. Tenía el aire de un francés. Pero m á s que eso, después de pocos minutos reconocí que no de un político francés, a pesar de su corrección, sino de un artista francés. Se diría de un pintor.
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' ' A medida que hablamos r e a f i r m é m i impresión de Trotsky, como un artista, como un hombre intuitivo e imaginativo, muy capaz, hombre de férrea voluntad e indomable temperam.ento. Si yo me hubiera topado con él, sin saber quién era, o q u é h a bía hecho, y sin haber leído sus libros, hubiera sido fuertemente impresionado; pero dudo que hubiese reconocido su genio. En la conversación creció en mí l a idea de que le falta una de las cualidades de grandeza que Lenin tenía en grado extraordinario. Trotsky ha visto siempre los acontecimientos en relación a su propia carrera. A u n cuando puso su inmensa energía en la tarea de formar el ejercito soviético y reorganizar el semiarruinado sistema de ferrocarriles, debe haber estado diciéndose a si mismo: «Yo, Trotsky, estoy haciendo esta gran obra, y h a ciéndola tan soberbia, como sólo yo l a puedo hacer». Es u n actor dramático y representa su propio papel; dudo que su j u i cio haya sido j a m á s objetivo, pero, en el destierro la objetividad es casi imposible. L a destrucción de l a objetividad es el peor d a ñ o que el destierro inflige. Quizá Lenin es el único refugiado político que nunca perdió su sentido de la proporción". Esta última semblanza de León Trotsky, en México, confirma todas las que anteriormente hemos reproducido y ratifica lo que sobre él se ha dicho: su concepto de l a política como arte, su carácter de actor, su egocentrismo, y su alejamiento de la realidad. Dentro de todo esto, y tenía razones de peso para ello, habid asignado a su labor del destierro enorme i m portancia. E l iTiismo lo escribió entonces: "Creo que el trabajo que realizo actualmente, a pesar de su naturaleza extremadamente insuficiente y fragmentaria, es el trabajo m á s importante de m.í vida, más importante que 1917, m á s importante que e l período de la guerra c i v i l o cualquier otro. Para ser claro me e x p r e s a r é de este modo. S i yo no me hubiera encontrado en 1917 en P e r tersburgo, la Revolución de Octubre ío mismo h a b r í a ocurrido, a condición de que Lenin hubiera estado presente y en la dirección. Si n i Lenin n i yo h u b i é r a m o s estado presentes en Petersburgo, no h a b r í a habido Revolución de Octubre: la dirección del partido bolchevique h a b r í a impedido que se produjera, ¡de esto no cabe l a menor duda! S i Lenin no hubiera estado en Petersburgo, dudo de que yo hubiera podido superar l a resis -
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tencia de los dirigentes bolcheviques. L a lucha contra el "trotskysmo" (es decir, contra la revolución proletaria) h a b r í a comenzado en mayo de 1917 y la salida misma de la Revolución se h a b r í a visto comprometida. Pero, repito, una vez admitida la presencia de Lenin, l a Revolución de Octubre hubiera resultado, de todos modos, victoriosa. Grosso miodo puede decirse lo mismo de la guerra civil, aunque en su primer período, especialmente después de l a caída de Simbirsk y de Kazan, Lenin vaciló y fué asaltado por la duda. Pero, esto nunca lo expresó a nadie más que a mí. De manera que no puedo hablar del "carácter indispensable" de m i actividad, ni a ú n para el periodo de 1917 a 1921. Pero ahora m i trabajo es «indispensable» en todo el sentido de la palabra. E l hundimiento de las dos internacionales ha planteado un problema para cuya solución ninguno de los dirigentes de esas Internacionales está capacitado en lo m á s mínimo. Las vicisitudes de m i destino personal me han colocado frente a este problema y me han dado una importante experiencia para encararlo. No hay otra persona fuera de mí para la misión de armar a una nueva generación con el método revolucionario por encima de las cabezas d i r i gentes de l a 2^ y de l a 3^ Internacionales. ¡Y estoy totalmente de acuerdo con Lenin (o m á s bien con Turguenev) en que el peor de los vicios es tener m á s de 55 años! Necesito, todavía, por lo menos cinco años de trabajo ininterrumpido para asegurar ía continuidad". (L, T R O T S K Y , Diary in exile: 1935. New York, 1958.) León Trotsky, pues, derrotado y desterrado por las circunstancias negativas que significaron el surgimiento de la burocracia en l a U.R.S.S. —resultado, como hemos visto, de la adversa relación de fuerzas dentro del proceso revolucionario mundial— comprendió que los acontecimientos lo colocaban en una situación nueva e inesperada: la de líder de l a revolución mundial comenzada en la Unión Soviética bajo l a dirección de Lenin, dirección que ahora, aparentemente, pasaba a sus m a nos. L a historia, que le había dado la oportunidad de destacarse como segunda figura de la Revolución de Octubre, parecía querer proporcionarle otra m á s grande a ú n : l a de organizar un nuevo Partido mundial de vanguardia y dar l a batalla final al capitalismo moribundo. ¡Qué empresa fabulosa para
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el Trotsky que gustaba contemplarse en el espejo de esa misma historia! Pero, para cumplir con la misión que se h a b í a impuesto, tenía que enfrentar, en una guerra a muerte, a l amo del mundo capitalista, al mismo que él había señalado, acertadamente, en su notable discurso de Moscú, en 1924: los Estados Unidos. Recordemos otra vez sus palabras: "Quienquiera que desee o trate de discutir ei destino del proletariado mundial sin tomar en cuenta el poder y el signijicado de los Estados Unidos, está, en cierto sentido, haciendo un inventario sin consultar al amo. pues el amo del mundo capitalista —y entendamos etsto claramente— es Nueva Y o r k , con Washington como su Departamento de Estado." "La preponderancia que Inglaterra, en el cénit de su prosperidad ¡tenia sobre Europa y el resto del mundo, no es nada comparada con la preponderancia de los Estados Unidos sobre iodo el mundo, incluso Inglaterra, hoy. Y esto, caniaradtis, es el puiito central de ía cuestión europea y mundial. Sin comprender esto, es imposible comprender los destinos de la historia del m.undo en sus próximos capítulos" Sin comprender eso, sin comprender l a aplastante preponderancia de Wall Street, había dicho entonces, Trotsky, era imposible comprender l a historia del mundo en sus p r ó x i mos capítulos. Ahora esos capítulos estaban ahí y le presentaban sus páginas en blanco para que las llenara con las nuevas hazañas que su autoapreciación personal le imponían. León Trotsky, sin embargo, se hallaba muy lejos de encontrarse a la altura de t a m a ñ a tarea. No era —nunca lo h a b í a sido en el verdadero sentido del t é r m i n o — un revolucionario marxista auténtico, sino un centrista elevado por las circunstancias objetivas, y bajo la dirección de uno que sí lo era. Pasadas esas circunstancias y desaparecida esa dirección, Trotsky habría de retomar su equilibrio político,es decir, retornar a su centrismo. Y si en Ja primera década posterior a la muert3 de Lenin, hubo de mantener, en líneas generales, una línea revolucionaria al amparo de las ideas y posiciones de éste, la primera circunstancia difícil — e l triunfo de Hitler en A l e mania— lo impulsó ya a entrar en contubernio con l a podrida socialdemocracia y su revolucionarismo t e r m i n ó por desvanecerse en frases y en alharaca. Como todos los pomposos, mostró que carecía de consistencia. Porque los fuertes son humildes,
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como lo fué Marx, a pesar de su tremendo orgullo, y como lo fue Lenin y, por serlo, no necesitan lodos esos abalorios con que tratan de ensanchar su personalidad los débiles. A s i fué como Trotsky, en lugar de enfrentar al m á s poderoso amo capitalista, en beneficio de la revolución mundial que decía propiciar, pasó a aliarse con él y, en último t é r m i n o , a servirlo. Y eso, precisamente, cuando éste estaba preparando la gran guerra 1939-45, que le iba a dar preponderancia decisiva y definitiva en el campo capitalista, primer paso indispensable a su propósito de preparar un asalto final contra la U.R.S.S. para completar su dominación mundial. L a abierta connivencia de León Trotsky con el imperialismo de Wall Street, puesta de manifiesto a t r a v é s de los hechos, es uno de los aspectos m á s importantes y sorprendentes del desarrollo del movimiento revolucionario en los días que precedieron a l a segunda guerra mundial y durante los primeros tiempos de ésta, y no se puso claramente en evidencia para nosotros, militantes cuartainternacionalistas, hasta algunos años m á s tarde, aunque quien esto escribe, como primera y sola voz en l a A m é r i c a Latina, y ya desde 1943, denunciara públicamente a los trotskystas yanquis y a la Cuarta Internacional como agentes de W a l l Street en el continente. L a conducta de Trotsky, ¿fué deliberada?, ¿fué inconsciente? Podemos pensar que fué completamente deliberada. E l mismo, como queriendo justificarse, sin duda, llegó a escribir: "Ante todo es necesario establecer aquí que, en determinadas condiciones —hasta cierto grado y en cierta forma— apoyar a este o aquel imperialismo seria inevitable a ú n para un Estado obrero completamente sano —en virtud de la imposibilidad de desprenderse de las cadenas de las relaciones imperialistas. . . U n Estado obrero aislado no puede dejar de maniobrar entre los campos imperialistas hostiles. Maniobrar significa apoyar temporariamente uno de ellos contra el otro. Saber exactamente cuál de los dos campos es m á s ventajoso o menos peligroso de apoyar en cierto momento no es una cuestión de principios, sino de cálculos prácticos y de clarividencia." ( L . T R O T S K Y . Una vez y otra más sobre la naturaleza de la U.R.S.S., The New International. New York, february 1940.) E n cualquier forma, l a funesta actitud de León Trotsky al aliarse con el imperialismo yanqui, puede equipararse, sin n i n -
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guna vacilación, con la del propio Stalin al unirse sucesivamente a uno y otro de los campos imperialistas durante l a segunda guerra mundial, que tantas diatribas mereció del mismo Trotsky y de su Cuarta Internacional. F u é como resultado de su connivencia con W a l l Street, que el New York Times, "el diario b u r g u é s m á s poderoso", según expresión de Trotsky, que antes h a b í a saludado con júbilo su caída, pasó a ser su órgano de combate y Trotsky se transformó en su colaborador cuotidiano. ("León Davidovich escribe artículos casi diarios para el New York Times'\ó l a viuda de éste.) Es cierto que Marx, en 1851 y 1852, h a b í a colaborado en el New York Trihune. Pero, en aquella época, como ya lo henijOs expresado en relación con el articulo de Engels sobre México, l a burguesía yanqui, en primer t é r m i n o l a burguesía liberal a la que pertenecía el director de aquel periódico, Charles Dana, d e s e m p e ñ a b a un rol progresivo, particularmente frente a l a lucha que los Estados del Norte y a e m p e ñ a b a n contra los Estados esclavistas del Sur. E n cambio, en l a época de Trotsky, el New York Times, era y es el vocero y a ú n la personificación de los intereses de W a l l Street, es decir, de la esclavización imperialista del proletariado de los Estados Unidos y de las masas coloniales y semicoloniales del mimdo. Es cierto que, en determinadas circunstancais, la tribuna reaccionaria del New York Times, de acuerdo con el símil del "vagón precintado" de Lenin, que empleó Trotsky, podía haberse utilizado. Pero cuando esa "utilización" se hace habitual, no somos nosotros quienes estamos utilizando al enemigo, sino el enemigo quien nos está utilizando a nosotros. Eso fué lo que ocurrió con Trotsliy. Y no sólo el New York Times se orlaba con sus artículos, sino que hasta l a prensa amarilla de W i l l i a m Randolph Hearst, presentado por los mismos partidarios de Trotsky como "uno de los m á s poderosos capitanes de la industria" y "una destilación pura de l a historia del capitalismo norteamericano en su etapa imperialista" (The New ÍTiternatíonaL New Y o r k . V o l . III, Ni* 3) reproducía a p á ginas enteras los artículos de Trotsky, quien en toda su profusa producción literaria del destierro, como lo he señalado ya, N I UN
SOLO
ARTÍCULO
ESCRIBIÓ
CONTRA
E L IMPERIALISMO
YANQUI,
que lo amparaba (y lo podemos decir nosotros que poseemos toda su bibliografía), pasando así por <o el factor capital de l a
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historia contemporánea, según él mismo había manifestado, en tanto que despotricaba diariamente contra Hitler y contra el imperialismo inglés, además de sus constantes tiradas contra Stalin, es decir, contra los principales enemigos del imperialismo yanqui, en cuyo perro g u a r d i á n se h a b í a convertido. No era, pues, de sorprender que no sólo los diarios, sino también las m á s poderosas editoriales de Nueva Y o r k se disputaran, como lo he manifestado anteriormente, el derecho de publicar sus libros. Y de esos libros y de los artículos que aparecían en la prensa imperialista, vivía Trotsky. " L a fuente de mi renta es m i trabajo literario. ¡Y eso sólo!", dijo en una entrevista al Daily News, de Nueva York. Es decir, que el imperialismo yanqui financiaba la labor de Trotsky gratificándolo, así, por su silencio respecto a sus prerrogativas, y proporcionando el dinero para la c a m p a ñ a de Trotsky contra Stalin, ya que el Boletín de la Oposición, según la propia declaración de aquél --que hemos reproducido p á g i nas a t r á s — fué pagado desde un comienzo con esos fondos. Hemos visto, también, que Trotsky disponía libremente de la red de emisoras de la Columbia Broadcasting System; que gozaba de las simpatías de la burguesía yanqui y que el presidente mexicano Cárdenas, sometido en última instancia, a las inspiraciones de Washington, y a quien Trotsky apoyaba abierta y encomiásticamente, lo tenía como su huésped de honor, custodiado por innumerables policías ("Recorriendo los alrededores de la Capital Federal, me^ llamó la atención que en el silencio y tranquilidad de ese pueblo, hubieran tantos policías custodiando una casa. Allí vivía el ex líder soviético", escribió el diplomático boliviano Alfredo Sanjinés, que visitó a Trotsky en Coyoacán, en 19;í7. La reforma agraria en Bolivia. L a Paz, 194.'i, pág. 21) con el fin de que nadie lo perturbara m i e n tras el líder de la Cuarta Internacional, que h a b í a hecho expulsar de las filas de ésta a sus partidarios mexicanos, que pretendían llevar adelante la revolución en el país, escribía diariamente, bajo el amparo de ese aparato policial, cien artículos predicando la revolución en la Unión Soviética, en A l e mania, en Inglaterra y sus colonias, en E s p a ñ a , en Francia —todo esto de palabra, porque, en los hechos t e r m i n ó a l i á n dose con la socialdemocracia— mientras reverenciaba al imperialismo yanqui, contra el que nada decía y a ú n ayudaba a
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frenar la revolución en cualquier país, como México, que estuviera dentro de l a esfera de influencia de W a l l Street. Pero Trotsky fué a ú n m á s allá y se aprestó para colaborar con los más negros medios de reacción de l a plutocracia yanqui. Tal es el caso de su proyectada intervención en las audiencias del famoso Comité Dies, organizado por el Congi'eso de los Estados Unidos para investigar y reprimir las llamadas "actividades antinorteamericanas", es decir, el comunismo. Y como esto tiene inusitada importancia, deseo deslacai"lo. Los hechos son los siguientes: el 12 de octubre de 1939, Trotsky, según sus propias declaraciones (Soctaiist AppeaJ, New York, december 16, 1939) recibió el siguiente telegrama: "León Trotsky, México City. E l Comié Dies, de l a C á m a r a de Representantes de los Estados Unidos, lo invita a aparece i" como testigo ante él en la ciudad de Austin, Texas, ciudad designada con vistas a su conveniencia p e r s o n a l . . . E l Comité detíea tener un informe completo de la historia del Stalinismo y lo invita a contestar las preguntas que le pueden ser hechas de antemano si usted lo desea. Su nombre ha sido mencionado frecuentemente por testigos tales como Browder y Foster. Este Comité le dará la oportunidad de responder sus cargos.. . - J . B. Mathews, jefe investigador, Comité especial sobre actividades antinorteamericanas." Desde luego, León Trotsky, en seguida, contestó aceptando. ¡Qué sensación para las audiencias burguesas! ¡Qué golpe reclamista para el actor Trotsky! ¡El organizador de la insurrección de Octubre y c o m p a ñ e r o de Lenin en los años críticos de la U.R.S.S., presentándose para declarar contra Stalin en un tribunal archirreaccionario, montado por el imperialismo y a n qui para luchar contra el comunismo! Menos m a l que una nueva resolución imperialista dejó sin efecto la invitación y ahorró a Trotsky el triste papel que estaba dispuesto a desempeñar. Porque presentarse como declarante ante el Comité Dies podía aceptarse, únicamente, cuando se hiciera con e l propósito de desenmarcarar al propio imperialismo yanqui, al "verdadero amo". Pero no era eso lo que se proponía Trotsky, quien seguía amparándose en ese imperialismo para luchar contra Stalin. E l mismo Trotsky, en un artículo titulado Por qué consentí presentarme ante el Comité Dies, publicado en el Socialist Appeal, nombre entonces del órgano del Socialist Workers
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Party, de fecha 3Ü de diciembre de 1939, lo declaraba: " L a Comintern ha mentido, en g añ ad o y cometido traición en tal grado que l a cruda verdad es el arma m á s aguda contra ella. Es precisamente la tarea que me he impuesto, decir la verdad de las actividades del K r e m l i n y de la Comintern. No prometo revelaciones sensacionales. Pero no son necesarias. ¿Qué revelaciones nuevas pueden sobrepasar los procedimientos de ios procesos de Moscú, l a liquidación de l a vieja guardia bolchevique, el aniquilamiento de los generales rojos, l a súbita alianza con Hitler y los escandalosos zig zags de l a Comintern bajo el látigo del K r e m l i n ? Pero yo puedo ayudar a reunir los distintos asptectos de este cuadro en uno solo y poner en evidencia su significado. Cuando los trabajadores entiendan el papel reaccionario del stalinismo, se alejarán de él con aversión. Con el fin de ayudar a los trabajadores a comprender esto es qu2 yo acepté aparecer ante el Comité Dies." L a lucha contra S t a lin, pues, en la m á s inaudita colaboración con el imperialismo yanqui. Y si su colaboración con W a l i Street era tan estrecha, ¿ q u é otra cosa podía esperarse de su parte que l a actitud que adoptó trente a la acción revolucionaria del proletariado de los E s t a dos Unidos, tratando de canalizarla hacia l a formación de un Partido Laborista, es decir, de un partido reformista que sólo podía significar, en último término, un Partido de repuesto para l a defensa de la plutocracia yanqui? Pero sinteticemos el asunto: en la época en que mantuvo posiciones revolucionarias, León Trotsky, seguido por sus partidarios, se h a b í a opuesto terminantemente a l a consigna de l a formación de un "partido obrero basado en los sindicatos", o sea, un Partido Laborista del tipo británico, para los Estados Unidos. Esta consigna, que entonces sostenían los stalinistas, fué considerada completamente oportunista por Trotsky y los trotsks'stas. Pero, con posterioridad al "viraje francés, en 1934, cuando Trotsky abandonó sus posiciones revolucionarias para inclinarse hacia un oportmiismo de derecha, desdiciéndose de su prédica anterior, levantó l a consigna del Partido Laborista, que ahora estaba enteramente de acuerdo con sus nuevas posiciones oportunistas. Esta actitud de Trotsky y de los trotskystas fué adecuadamente expuesta por los pocos marxistas-leninistas que quedaron en los Estados Unidos, quienes en la edi-
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ción mimeografiada de ínternaüonal News, vol. 5, Nó 9, p u b l i cada en Chicago, en diciembre de 1943, escribían: " E n 1934 la convención stalínista votó 100 contra la consigna de la formación de un Partido Laborista para los Estados Unidos. Unos días m á s tarde, E a r l Browder, secretario general del P . C . desembarcó procedente de Moscú y la misma convención votó 100 % por un Partido Laborista. Browder acusó a los "sectarios" del P . C . de no entender los nuevos acontecimientos. L o s tiempos han cambiado, dijo. Ahora necesitamos un Partido Laborista. E l argumento de Browder era vacío, naturalmente. Nosotros, trotskystas, que integrábamos, entonces, la C o m m u nist League of America, hicimos mofa de esa hipocresía. P r o bamos, sobre la base de los principios marxistas. que un P a r t i do Laborista sería ú n i c a m e n t e una edición norteamericana del Frente Popular y que no podía ser sino un partido reformista. iQuién iba a pensar que 9 años más tarde el apóstol de León Trotsky, James P . CEmnon, resucitaría el mismo tipo de argumentos que Browder!" Pero, en realidad, los argumentos de Browder, resucitados por Cannon, no eran de éste, sino del mismo León Trotsky. E n el Internal Bulletin N"? 2, del Socialist Workers Party, p u blicado en Nueva York, en un artículo que lleva l a significativa advertencia: "Para uso interno de la 4^ Internacional ú n i c a m e n t e " y titulado Discusión con Crux (León Trotsky) sobre el Partido Laborista de fecha 31 de mayo de 1938, se plantean a Trotsky una serie de preguntas, la primera de las cuales decia así: " E n las filas de nuestro Partido el asunto que parece ser m á s discutido, en relación con l a aprobación con e l Programa de Demandas Transitorias, es el que se refiere a l a consigna de l a formación de un Partido obrero basado en los sindicatos, es decir, un Partido Laborista, en los Estados Unidos. Algunos camaradas sostienen que es incorrecto postular la formación de ese Partido dado que no existe evidencia alguna que indique una aspiración difundida entre l a masa respecto a ese asunto, que no hay ningún partido de esa naturaleza en proceso de formación n i tampoco conciencia de que nosotros daremos a tal movimiento contenido revolucionario, y que, a falta de esos factores objetivos, esta parte de la Tesis es oportunista. ¿ P u e d e usted aclarar este punto?"
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L a respuesta de León Trotsky, llena varias páginas de su acostumbrado verbalismo, tratando de explicar su cambio de posición con frases y, lamentablemente, no hay espacio para reproducirla en esta oportunidad. Sintetizando, diremos que, al igual que E a r l Browder, sostenía que "los tiempos h a b í a n cambiado". Y cuando, finalmente, se le planteaba: "Algunos camaradas a ú n han reunido pruebas tendientes a demostrar que ei movimiento por un Paitido Laborista está declinando entre los obreros, y, varios de esos camaradas, que proceden del Partido Socialista se quejan de que. en l a época en que sostenían la necesidad de un Partido Laborista, fueron convencidos de su error discutiendo con los trotskystas y, ahora, deben volver a su posición anterior", León Trotsky apelada a subterfugios escolásticos. Y respondía: "Sí, es una cuestión p e d a g ó gica, pero es una buena escuela para los camaradas. Ahora pueden ver el desarrollo dialéctico mejor que antes." Mientras tanto, un sector del propio Socialist Workers Party, por intermedio de H a l Draper, hacía una declaración contra la consigna del Partido Laborista, en los Estados Unidos, en la que, entre otras cosas, decía: " L a declinación acelerada de la economía norteamericana desecha las bases mismas de l a política obrera reformista, pone en evidencia su carácter de a u x i liar del capitalismo y demuestra su impotencia. Nuestra posición respecto a la formación de un Partido basado en los sindicatos (Partido Laborista) es que en el período de declinación capitalista, un Partido de tal naturaleza no puede dese m p e ñ a r un rol progresivo, ni resolver los problemas que debe enfrentar el proletariado y si, sólo puede servir como un medio para canalizar las aspiraciones de acción política del proletariado hacia l a política del capitalismo y movilizar los obreros d e t r á s de la p r ó x i m a guerra imperialista. Esto tiene m á s i m poitancía en el presente momento cuando la declinación capitalista toma formas m á s concretas. Mientras el movimientü hacia una acción política independiente de parte de amplios sectores del proletariado es una evolución progresiva para esos obreros, la cristalilzación de este sentimiento en l a forma de un Partido Laborista, sólo puede ser considerada como una evolución reaccionaria que a c t u a r á como freno para cualquier avance futuro. No hay otra perspectiva a largo plazo ante el movimiento por un Partido Laborista; demasiado pronto
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—inmediatamente— debe enfrentar la dura alternativa que se le presenta: Por el capitalismo o contra el capitalismo. Todo lo más, sólo puede ser un fenómeno transitorio que t e r m i n a r á en desconcierto y en desilusión para las masas.'' (Internal Bulletin, NO 2, Socialist Workers Party, pág. 31.) Pero, a León Trotsky, su connivencia con el imperialismo yanqui le hacía ver las cosas de otra manera. Y , en consecuencia, indicaba ahora para el proletariado norteamericano un típico camino oportunista que antes él niismo había rechazado. ^Qué faltaba a León Trotsky para completar e l cuadro de su sumisión a W a l l Street? Que sus partidarios en los Estados Unidos apoyaran a l gobierno de Washington y que los emisarios de la Cuarta Internacional trotskysta hicieran propaganda a favor del imperalismo yanqui, dentro de lo que aquél considera su esfera de influencia exclusiva: la América Latina. Y ambas cosas ocurrieron. E n la carta abierta dirigida a Bode, secretario del Partido Obrero Revolucionario trotskysta, de Cuba, fechada en Buenos Aires, el 27 de mayo de 1943, bajo el encabezamiento: "Los titulados trotskystas del Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, y el supuesto Comité Ejecutivo Internacional con sede en Nueva Y o r k , no son más que descarados agentes do Wall Street en el seno del movimento obrero de la Cuarta Internacional" ,aparecída en el Boletín Sudamericano, N9 5, junio de 1943, de la L i g a Obrera Revolucionaria argentina y reproducida en el libro Estrategia Rei->olucionaria (Buenos A i res, 1957), el autor de este libro lo denimcíó. Y , para poner en evidencia todo lo que el título de esa carta sugiere, basta reproducir algunos capítulos de la misma. Pero antes deseo recalcar la importancia que te nía el Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, para l a política y la acción de Trotsky, ya que, toda ella, estuvo basada p r i n c i palmente en el mismo. Cuando ese Partido se organizó, bajo la dirección de James P . Cannon y M a x Shatchman, después del paso de sus componentes por diversos partidos reformistas y oportunistas, Trotsky, como ya dijimos, saludó el acontecimiento com.o uno de los sucesos fundamentales del movimiento orientado por él. Haciendo una reseña de este movimiento, había escrito: " L a creación en los Estados Unidos del Socialist
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Workers Party puede ser considerada como el fin del segundo periodo. De ahi en adelante confrontan cara a cara, a l a Cuarta Internacional, las tareas del movimiento de masas." Y respecto a Cannon, había dicho en su discusión con l a m i n o r í a : "Cannon representa e l partido proletario en proceso de formación." Habiendo exclamado en repetidas oportunidades: "¡Viva el Socialist Workers Party de los Estados Unidos!" De manera que veamos qué clase de partido proletario marxista-leninista era ese Socialist Workers Party que L e ó n Trotsky, el teórico de l a "revolución permanente" y líder de l a C u a r ta Internacional, presentaba como su fuerza m á s representativa. Son los propios jefes de ese Partido quienes v a n a exponerlo. Para ello reproduzco los párrafos pertinentes de l a carta a Bode, anteriormente citada, y escrita en 1943, t a l como aparece en Estrategia Revolucionaria, de p á g i n a 260 en adelante, lamentando, dada la importancia del asunto, verme obligado a ser tan extenso: • E L SOCIALIST WORKERS PARTY DE LOS ESTADOS UNIDOS SEGUN SUS PROPIOS BUROCRATAS. ENSEÑANZAS DE LA DIVISION DE 1940. "En efecto, después de todas sus anda.izas por los partidos reformistas y nacionalistas, manteniendo una política oportunista del peor carácter, sin organización bolchevique el Socialist Workers Party de los Estados Unidos debió vivir un nuevo episodio que vino a culmina' su desprestigio: la división de 1040. De resultas de ella sus dos jefes íitds conocidos, Cannon y Shachtnian, pasaron a encabezar dos partidos diferentes que se proclamaron a si mismos .sección norteamericana de ia Cuarta Internacional^ y se presentan tan podridos el uno como el otro. Cannon y Cía. continuaron llamándose Socialist Workers Party, y Shachtman y Cía. pasaron a denominarse Workers Party. Esta división fué precedida por una disputa iJiterjio de yarios meses qup tomó como pretexto (porque en realidad no fué otra cosa, ya que ivego ella se amplió a otros aspectos doctrinarios y organizativos que demostraron ser la causa principal de toda la lucha) la consigna de .defensa incondicional de la U.R.S.S.. sostenida por Trotsky. repeíidíi mecánicameníe por Car.non y repudiada por Shachtman. 'En el proceso de esa dispnia, en la que Trotsky infcTOíno activamente y respecto a la cual se publicaron 13 gruesos Boletines Internos y un sinnúmero de artículos y documentos de ambas partes, los antiguos compinches se hicieron una baja campaña de denigración mutua en la que sacaron al sol todos los trapitos que, durante años, habían r.wnienido bien guardados. El balance de esta ccmpaña de acusaciones entre burócratas oportunistas no pudo ser más miserable. Y la iinica
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rejlexión que cabía al respecio era Que, si eso se decían entre si quienes hasta entonces se habían presentado juntos como representantes del movimiento cuarlainternacionalista en los Estados Unidos, es decir, quienes querían presentarse como su vanguardia revoluxñonaria, no era posible sino esperar que, sí alguna vez el proletariado habla reparado en su existencia, diera ahora vuelta la cara definitivam,enie con asco. "Empecemos por el grupo que planteó !a disidencia el que, además de Shachtman, estaba encabezado por Burnham (profesor universtíarto residuo en el S.W.P. de la unificación con Muste y Cía., que se había convertido en el teórico más de¡:iacado y prestigioso del partido y qy-^, junto con, Shaci'.tman, dirigía el órgano .The New IntematioTifil*) y por Abern, t a m b i é n conocido dirigente que, en unión de Cannon y Shachímun habia formado el núcleo primitivo de la Oposición de uquierda de donde procedía el S.W.P. ¿De qué acusaban éstos a Cannou y Cía.? El extenso documento en el que plantean su d i s i d c « cift y hacen acusaciones, aparecido en el .Internal Bulletin,, Vol. 11 N" 6, January 1040, se titula: . L a yuerra y el conservadorismo burocrático.. En este documento, firmado por Shachliruin, Burnham, Abern y Bern ,enire otra muUitad de consideraciones, se dice: "La posición que el grupo de Cannon ha lomado en la actual disputa es la maniíestacióH o la e c p T e s i ó n de un tipo de política que puede ser descripta en la mejor forma como "conservadorismo burocrático". Sostenemos que esta tendencoa burocrática conservadora ha existido en el partido desde hace tiempo, que darante el ciirso de varios años gradualmente se solidificó, manifestándose primero esporádicamente y cada vez sn forma más continua; y que al estallar la guerra cristalizó y salió al frente. El principal representante de esta tendencia en el partido, sostenemos, es el camarada Cannon. La importancia de Cannon, sin embargo, no es principalmente individual, sino precisamente como personificación del conservadorismo burocrático". Y agregan: "cuando denominamos la f r a c c i ó n de Cannon conservadora y burocrática, esta mos haciendo una caraclerización política. Pero esa Tendencia p o l í t i c a particular se manifiesta al mismo tiempo como conservadora en política y burocrática en su régimen. . . csUts son las dos caras de la misma moneda". ''En el extenso documento se acJtsa a Cannon de no tener ningttnn clase de principios, de no escribir artículos ni exp^resar posiciones, de ahogar cualquier discusión doctrinaria dentro del partido, de « t i l i s a r c l á s i c o s métodos stalinistas, de preocuparse burocrática, rutimina y c o n s c n ; a t i r a 7 i i e r ) í e s ó l o de mantener el aparato organizativo de su camarilla, es decir, de buena parte del partido. De ese documento extractamos los siguientes párrafos por demás iíustraíi^JOs: . . . " L a mayoría (Cannon y Cía. Nota de Q.) no ha tenido ninguna p o s i c i ó n /rente a los niás importantes acontecimientos". ..."Cannofi, en todas les ocasiones sin e , r c e p c i ó n . acepta la política de Trotsky, ia acepta inmediatamente y sin ninguna discusión". .. ."Para la fracción de Cannon la p o l í t i c a de Trotsky es un substituto de su propia política. Como grupo burocrático conservador, utiliza la política de Trotsky como u í i f e a la p o l í t i c a , en ge^Leral, como un instrximento de su
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régimen". ..."la mayoría en el pleno apoyó el extenso artículo de Trotsky sobre la c u e s t i ó n rusa. Algunos ni lo hablan leído en su totalidad; ninguno lo habia estudiado y asimilado y ni aun el documento completo estaba en sus manos". . . ."Su apoyo a ia política de Trotsky, aquí, conio de costumbre al menos desde hace un par de años, es esencialmente formal, verbal, ritual". . . . " J V i en el Comité Central ni en sus escritos p o í i í i c o s o discursos han hecho ellos un solo a n á l i s i s esclarecido de un solo acontecimiento concreto; no han hecho predicciones, ni sugerido dirección alguna. Solamente repiten, como loros, CH sus propias ¡rases y retórica, las ideas ya expresadas por Trotsky". . . ."La fracción de Cannon cubre el conservadorismo de su propia política y busca prestigio y control tratando de aparecer como un .firme representante, de los puntos de r i s l a de Trotsky". . . . " A menos que lal dirección, y tales miHlantes cambieu —y no pueden cambiar bajo el régimen de conservadorismo burocrático— la Cuarta Internacional en este país está condenada de antemano a la esterilidad". .. ."'Política, programa, son más o menos cuestiones r u í t n a n a s de los que otros deben ocuparse; la única ocupación de Cannon es forzar la mayoría y conservar el control del partido". ..."Ya hemos señalado que cL ijrti-po de Cannon se encuentra en estado de desarrollo. Su conservadorismo burocrático no es el producto de un día o de un año. Ha llegado a cristalizarse, ha llegado a ser un sistema sólo gradualmente, sobre largo periodo". ..."La fracción de Cannon (Morrow, Clarke, etcéteraj es UÍWI caTiiariíIíí debido a que es un agrupamiento que existe, que tiene una e.xistencia continua sin ninguna base política de principios". ..."Sus acciones son influenciadas l a j n b í é n por una inercia, aun cinismo, respecto a lo que p a r e c i ó muchas veces un mal incurable en el partido: falta de voluntad para tomar responsabilidad para una lucha seria". ..."Somos los primeros en admitir que la compo•íición social de nuestro partido, particularmente su falta de verdaderos proletarios, es una í r ó g i c a debilidad"". Y agregan para demostrar que toda la lucha no es más que una gresca entre burócratas: .Algunos miembros de la actual oposición, particularmente Burnliam y Shachtman, no pretenden estar libres de compartir la responíabiiidad de muchas acciones b u r o c r á t i c a s de Cannon y de haber ellos mismos actuado burocráticamente,. ...En lo que ios individuos pueden ser responsables de este proceso, nosotros no exceptuamos a nadie, menos a nosotros mismos. Cuando Cannon no:; replica diciendo: .Ustedes son responsables de los mismos crÍTn^nes í i o s o í r o s coutesiflinos: .tomaremos nuestra parte en la responsabilidad,. Seria absurdo que nosotros pretendiéramos estar libres de errores políí í c o s , p r á c t i c a s burocráticas y aún negligencias personales". ..."Cuando Cannon sostuvo en una reunión de los militantes de Nueva York que la actual minoría (Slwtchjuan, Burnham y C í a . Nota de Q.) constituye una /nedionda burocracia de oficina,". . . .".Su r e s p u e s í a es íÉpicauieíile burocrática: .¿Ustedes me llaman burócrata? ;Si ustedes mismos no s ó l o son b u r ó c r n í o s , sino h.ediondos burócratas!,". "Cannon, además de lo ya expresado por ellos mismos en io que he transcripto y de lanzarles al rostro otras flores como .irresponsables,, ^pequeñoburgueses,, etcétera, contestó lo siguiente que aparece
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en el "Internal Bulletin" Vol. 11, N'^ 13, april 1940, en un extensísimoarticulo que lo ocupa en su totalidad y que aparece bajo el título de *La lucha por un partido proletario, (¡que partido proletario!). Bvrnham llegó a ser miembro del Comité Nacional sin ningún aprendizaje de d e d í e o r su vida a una causa que podría no alcanzar a triunSar durante ella". ..."He dicho que todos nosotros, incluso la. mayoría, hemos demostrado iT^sít/icie/ife energía, iniciativa ,etcétera. Por ello nosüíTos reconocemos que no somos bolcheviques en nuestros hábitos y prácticas, sino únicamente estarnos tratando de llegar a ser laies; dejadez, jlojedad son rasgos viencheviques". ..."Si la actuación de los dirigentes de la mayorta en el fondo no es satisfactoria para ellos (para los m í í t í a n í e s del S.W. P. Nota de Q.) —y sin dtida que es ast— eilos no se apuran a cambiarlos por otros cuya actuación ha sido peor. Son genie práctica; si tienen que elegir entre males, eligen el menor". . . . " E s por eso que nos estamos quedando atrás. Esa es la principal razón de que estemos sufriendo cierto estancamiento. Es por eso que estamos tocando el peligro de una degeneración del partido sobre las lineas de pasividad conservadora, introspección y futilidad". "Esta poco edificante discusión (¡qué discusión para una pretendida vanguardia obrera revolucionaria!) terminó con la separación de La minoría encabezada por Shachtman y Burnham, junto con la que se fué casi toda la juventud del viejo partido, procedente, en su mayor poiTe, del paso por el Partido Socialisía. "¿Cuál fué la actitud de Trotsky en esta circunstancia? Como la •niifioria, junto con sus criticas contra el régimen burocrático de Cannon y su acusación a éste de repetir mecánicamente a Trotsky, quiso iaii-sarse a iiacer lo contrario, es decir, a pensar por sí misma, conieiiendo gruesos errores que pusieron de manifiesto el bajo nivel teórico del partido (Burham llegaba incluso a negar la dialéctica) Trotsliy tuvo que salir contra ella a defoider los principios marxistas. y lo hizo en una serie de artículos que se cuentan entre lo mejor salido de su pluma. Por supuesto que Cannon y Cía., }a.mentablemente incapacitados para encarar la polémica por si mismos, recibieron esta ayuda, que cubría aparentemente sus culpas, con alborozo y se limitaron a repetir a Trotsky .como loros,, según su costumbre, para üai' la impresión de que compren.dían sus posiciones. En cuanto a ía;t acusaciones de burocratismo contra Cannon y Cía., Trotsky, con una indulgencia para con su lacayo muy poco recomendable, por cierto,, se contentó con decir, defendiéndolo, lo siauiente: cEs posible que eí camarada Cannon peque de tendencias bi'rocraticas —-es difícil par'i mi juzgar a la distancia— pero si la mayoría del Comité Nacional y de todo el partido que no están interesados en los .prir'iiepiosb u r o c r á t i c o s , apoyan a Cannon, ellos lo hacen, no a causa de sus tendencias burocráticas, sino a pesar de ellas,. ("Internal B u l í e t i n , W 11, February 1940.) ¡Qué lejos estaba esta actitud conciliadora de la que él mismo había tomado cuando se trató de encarar el peligro de la naciente burocracia soviética, cuyas consecuencias directas él sufría! Ya en su folleto "Coars Nouveau" publicado en 1924, antes de la muerte de Lenin, decia: .Es crimijiol cerrar los ojos frente al peligro que
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representa la fracción burocrático conservadora,. Pero en 1940 Trotsky los cerró, aunque se podría decir que desde hacia algunos años a este respecto ya los tenia bastante cerrados. "Desauíorizados doctrinariamente por Trotsky, los burócratas disidentes de la minoría con Sliachtman. Burnham, Abern y Bern a la cabeza y lanzados por su cuenta como Workers Party, sección norteamericana de la .Cuarta InternacionaU, pronto vieron raleadas sus filas: James Burnham, ex teórico máximo del Socialist Workers Paríy durante muchos aiios, declaró que estaba convencido ahora de que era marxista y a b a n d o n ó el nuevo partido para pasarse a la reció» fascista. ¡Triste destino el de la burocracia centrista: proveer ce, enlre sus dirigentes, mercenarios para el ejército de los explotadores!" I
Este capítulo es una demostración del carácter del Partido. En cuanto a las posiciones, ellas no podían dejar de estar de acuerdo con aquél. También serán expresadas por sus propios dirigentes en otro párrafo de l a carta del autor de este libro al secretario del Partido Obrero Kevolucionario trotskysta, de Cuba, en 1943. •EL SOCIALIST WORKERS PARTY DE LOS ESTADOS DOS SEGUN SUS PROPIOS BUROCRATAS - ENSEÑANZAS ^FAMOSO, PROCESO DE MINNEAPOLIS (1941).
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"Volvamos nuevamente a lo que q u e d ó del viejo Socialist Workers Party bajo la dirección del veterano oportunista James P. Cannon. Si no bastaran las -nanifestaciones de sus propios dirigentes: .staliTiisías., .loros., ,repetidores de Trotsky,, .degeneración del partido,, . T i í í i n a . , . c s t a n c a m i e n í o . , . t r á g i c a falta de obreros,, .no somos bolcheviques,, .si somos malos, ellos son peor,, . s í SOTUOS burócratas ellos son hediondos burócratas,, etcétera (¡qué amigos, camarada Bode!) si no bastaran las expresiones transcriptas anteriormente y todo lo manifestado en las páginas que preceden para caracterizar a ese antro de podredumbre que itsíed pretende defender, serian más que suficientes los dos folletos editados por el propio partido en cuestión c o n í e n i e n d o tas actas oficiales del proceso que se s i g u i ó a sus dirigentes en Minneapolis {'Estado de Minnesota) para poder mcdiT- en toda su .hedionda, rcoiidad a este equipo r a q u í t i c o de miserables oportunistas. ''Esos dos folletos, de alrededor de 100 p ó e í n o s cada uno, c o n í í e n e u la e x p o s i c i ó n íiecíiu por James P. Cannon y Albert Goldman (otro de ios principales dirigentes del S.W.P.) en defensa propia y de sus demás compañeros acusados ante la Corte Federal del Distrito de Minneapolis, en 1941, de realizar propaganda .con el fin de derrocar 1 J Limes Biiriihaiii -.e hizo famoso mi'ts tarde como teórico favor ¡lo de Wail Stred y su último lihro, que lleva el sugestivo titulo La inevüabitr derrota fiel conmi i i í . s i J H i , Iiü sido un "best scller" del imperialismo yanqui.
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por la fuerza ai yobierno de los Estados Unidos.. Al encarar SÜ defensa ,tanto Cannon como Goldman hicieron nna e x t e n s í s i m a v hasta, agobiante exposición de sus propósitos politicos y de los de su partido y del modo que entienden ellos las doctrinas del í n a r a ñ s m o i e i i í n í s m o —que dicen profesar— des/ÍÉiiirá7idoÍas hasta la caricatura, quitándoles todo lo que tienen de rerohtcionario y tratando de presentar a Marx, Engels y Lenin, como mansos corderos de los cuales —lo mismo que sus « d i s c í p u l o s , dei Sociolist W o r í c e r s Party— nada deben temer los bandoleros de Wall Street. Por algo los jueces burgueses de la Corte Federal del Distrito de Minneapolis (Estado de Minnesota) se apresriraron a absolver, a los acusados, de toda culpa y cargo y aún les dieron una bien gaviada p a l m a d i í a en la espalda. "¿Y a estos los presentaban con tintes rojos tan subidos?, se han de haber dicho. ¡Si son tan inofensivos corneo el Ejército de Salvación! ¡Vayan, hijos, vayan! Continúen su propaganda que n-osotrus no los molestaremos por ahora, mientras aun podamos damos el luja de no necesilar del fascismo. Ustedes saben que este es un «país de iibertodv y que estamos en guerra .para defender la democracia-. La de ustedes es la clase de propaganda socialista que nosotros necesitamos para poder aquietar con ella a los obreros más resueltos y combatiivos h a c i é n d o l e s creer que representan los principios má-^ avanzados. Los s t o l i n i s í a s e s t á n ya muy desacreditados. Ahora necesitamos cubrir la defensa de nuestros intereses imperialistas bajo la bandera de Trotsky y de la Cuarta Internacional. Esto es más moderno y de técnica más aerodinámica, corao dijo el representnte de ustedes y nuestro en la América del Sur, Terence Phelan. Vayan, y si lo hacen bien í e s daremos otros puestitos bien rentados como los que ya les dimos a James Burnham y a Phelan. ¡Pero ya saben: tienen que seguir portándose como hasta ahora! "Pero pasemos a las actas oficiales reunidas en los dos folleto.? mencionados. Empecemos por el de Albert Goldman titulado por e í ciíal en su época fué calificado de .renegado-, por su actual camarada, Cannon. Apenes lo abrimos nos encontramos con una introd u c c i ó n de Félix Morrow que, entre otras cosas, dice: . P o r primera vez en este país los reuolucíoTwirios s i s í e í u á t i c a m e n t e de/endieron sus doctrinos rerolucionarias en un tribunal, utilizándolo como foro para proclavuir sus ideas.. .jEsfos inspiradores gritos de reanimación por el socialismo valen íiiús que uno sentencia a p r i s i ó n / Leedios y haced-
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ios leer a vuestros camaradas obreros,. Empecemos, pues, haciendo constar que todos !os subrayados en estas citas, asi como todos lod que se hagan en esia carta, a menos que se especifique lo contrario, son míos. "¡Se nos acusa de estar a favor de la dictadura del proletariado! Natnralmenteeste no es m á s ({ue u n t é r m i n o t é c n i c o qne i i ^ i c a simplemente que el gobierno representando a los obreros y campesinos tomará la riqueza productiva de manos de aquellos que la poseen hoy, de manos de las Sesenta FoTnilias y sus catélites"... ...''Cuando nosotros declaramos que esta guerra es una guerra imperialista, se desprende que nosotros no podemos, p o s i b I e m e n t « , apoyar al gobierno en sus esfuerzos bélicos". .. ...'Transformar la guerra imperialista en guerra dvil. Esta exp r e s i ó n no se encuentra en nuestra D e c l a r a c i ó n de Principios. Yi» nunca l a u t i l i c é ni en mi folleto ni en c u a í q u i e r o de tas columnata 'iue escribí en .The iVíiíitant.". . . - " N o somos noostros los que crearemos dificultades a Jas claites gobernantes de este país". . . . " D e r j o í i s í n o revolucionario. .. Esto significa simplemente que nosotros continuaremos abogando por la lucha de clases durante ia guerra. Por ello se significa que si los obreros tienen cualquier queja, d e b e r á n exigir la s:tti«fa«ción de las mismas y que si esa s a t i s f a c c i ó n no es dada, deben ir a la huelga, ¿ r u e d e esto interferir con el esfuerzo militar?". , . ..."En el a r t í c u l o yo expresamente declaro que nuestro partido se opone a todo sabotaje, se opone a cualquier a c c i ó n i n d i u í d i u i t o de grupo que pueda obstruir l a g u e r r a " . . . ..."Deseamos que e í Congreso vote leyes"... ''Etcétera, etcétera, etcétera". "Pasemos ahora a la otra p u b l i c a c i ó n . Es la que contiene las respuestas de James P. Cannon ante el tribunal. Se titula .Socialism on Trial. The official court record of James P. Cannon's testimony in íhe famous Minneapolis ^Sedition. trial, (Pioneer Publishers, JVew Yoríc, 1942). También lleva una i n í f o d u c c i ó u taudatoria de Félix Morrow. En ella se compara a Cannon con los mártires de Chicago, con Bill Haywood, con Evgene V. Debs, e t c é t e r a . .Hoy tiene 51 años de edad —dice— y 30 de duras batallas como dirigente obrero. Su pelo es gris acero y está ligeramente encorvado. Pero fuera de eso los a í í o s de sacrificio y penurias han dejado pocas huellas duras en él. Su cara es jo¡;eTi con la juventud del espíritu revolucionario. . L a resol u c i ó n es la primavera de la humanidad,, dijo una vez y esto es ciertamente verdad en él... El capitalismo decadente está aqui como un dragón moribundo que, en su ú l t i m a a g o n í a , puede aún causar terribles daños en la vanguadia del mundo s o c i a l i s í a por vanir. El ?r!otisíruo puede derribar a Jim Cannon. ¡Pero, miradlo! Radiante como un juvenil guerrero, é s t e lucha,. Le ruego, camarada Bode, no reírse. No hago más que citar traduciendo fielmente el original. Asi es como estos monigotes pseudorrevolucionarios se elogian cuando son compinches para pasar a acusarse de .hediondos burócratas, en cuanto se disgustan.
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•'Veauios, pues, lo que el .juvenil guerrero, tiene que decirnos. Después de hablar de la íormación de la O p o s i c t ó í i de Izquierda, cuya iúsloria hace, de detallar la sinuosa trayectoria del Socialist Workers Party: de mencionar continuamente al fascismo, pero sólo refiriéndose al fascismo alemán, lo mismo que ei stalinismo, sin decir una sola palabra de Wall Street, etcétera, etcétera, se expresa asi: . . . " . i V i i o p i n i ó n persojiol es que, si los obreros llegaran a alcanzar ia mayoría, y enfrentan a los capitalistas privados propietarios de la industria con el hecho de su ynayoria y de su poder, y entonces fuetan capaces de hacer un trato con los capifatisfas para indemnizarlos por sus propiedades y dejarlos usufructuar de esto por el resto de sus yidas, creo que sería un camino más barato, más barato y más satisfactorio. de realizar la transformación necesaria, que una guerra civil. Yo pe^sonalmenie votaría por ello"... . . ."Fiscrti. — C u a n d o ustedes dicen: .no apoyo a la guerra., ¿qué es concretamente lo que haria el partido durante una guerra, qué es lo que i n d i c o r í a su no apoyo a la guerra? "Cannon. — Bien, hasta dónde sean permitidos nuestros derechos hablaremos contra la yuerra como una p o l í t i c a falsa que d e b e r í a ser cambiada, en el mismo sentido, desde nuestro punto de vista, que otros partidos podrían oponerse a la política exterior dei gobierno en tiempo de guerra, o i í como Lloyd George. por ejemplo, se opuso a ia giLerra Boer en conferencias y discursos públicos, y Ramsay McDonald que más tarde llegó a ser primer ministro de Inglaterra, se opuso a la política b é l i c a de este país durante la Guerra Mundial de 1914-18"... .. ."iwtiestro partido nunca en ningún momento ha temado posición en favor de obstrucción y sabotaje de las fuerzas militares en tiempo de guerra... ..."Mientras seamos minoría no tenemos más remedio que someternos a la decisión que ha sido tomada. Una decisión ha sido tomada, y es aceptada por la mayoría del pueblo, de ir a la guerra. Nuestros camaradas tienen que someterse a ello. En tanto sean reclutados deben aceptarlo, jutito con el resto de su generación, e ir a desempeñar el cargo que se les imponga, hasta que puedan convencer a la mayoría para una política diferente"... ..."Un partido no puede intentar, mientras se encuentre en m i n o r í a , obstruir la r e a l i z a c i ó n de las decisiones de la mayoría"... ..."En general, no ponemos ningunarconfianza en el grupo capitalista dominonte en este país"... ..."Como he dicho antes, es un proyecto legisiatiro nuestro.. Si pudiéramos lo incorporaríamos a las leyes del p a í s " . . . ..."Deseamos una transformación pacífica. Si los procedimientos d e í i i o c r á t t c o s son mantenidos aquí, si no son quebrantados por ta introdíicción de métodos fascistas por el gobierno, y la mayoría del pueblo, apoyando las ideas del Socioiismo, puede asegurar una victoria por el proceso democrático, no veo ninguna razón para que no podamos proseguir, continuar prosiguiendo por el m é t o d o de7nocrdlico de enjTiendar lo C o n s t i t u c i ó n pura adaptarla con el fin de adecuar el nuevo régimen"... ..."Después
que consigamos la mayoría
y el poder, si el poder
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llega a nuestras manos por medio de procesos pacíficos, democráticos^ en este caso cambiaremos radicalmente toda la estructura del gobierno reorganizándolo sobre una base de representación de consejos"... ..."Yo expliqué el otro dia que si la mayoría del pueblo decide sobre la guerra y participa en ella, nuestros militantes y las personas bajo nuestra influencia t a m b i é n participaron en la guerra. Nosotros no saboteamos la guerra, nosotros no la obstruímos"... "Etcétera, etcétera, etcétera." "¿SON SOLO ^UEVA YORK?
ADMINISTRATIVOS,
PUES,
LOS
ERRORES
DE
"En su afán de defender a los .hediondos burócratas, de Nueva. Yorfc, usted nos dice: . n o debeTnos ser tan insensatos que elevemos a la categoría de principios ío que no pasa de ser uno de ios tantos errores administrativos, con antecedentes en el pasado, y que, infortunadamente, no faltarán en el porvenir,. Para usted, pues, la destrucción de la sección meoñcana, la tentativa de destrucción de la sección argentina, la conducta d i c í a t o r i o l b u r o c r á t i c a con todas las s e c í o n e s de la Améria Latina, la actitud de los representantes de Nueva York haciendo propaganda en nuestros países a favor del imperialismo yanqui, etcétera, son sólo .errores administrativos, sin importancia que han ocurrido y han de ocurrir siempre en una Internacional revolucionaria. ¡Qué admirable criterio bolchevique, camarada Bode! Esto bastaría y sobraría para retratarlo a usted como revolucionario, pero como no se trata sólo de usted, sino P.O.R. de Cuba, prosigo. "Le he demostrado ya lo que es el Socialist W o r í c e r s Party yanqui a través de sus actos en la América Latina, a través de mi propia experiencia, a través de los juicios de sus dirigentes y a través de las posiciones y p r o p ó s i t o s jrio?ii/estados por eilos. ¿ E s posible sostener aún que los de Nueva York son sólo errores administratiuos? Pasando por alto todas las acusaciones sobre la actitud del partido en la A m é r i c a Latina, sobre su .hediondo, carácter burocrático, su .trágica, ausencia de obreros, su desprestigio ante el proletariado yanqui, sus correrías por los partidos reformistas y aun nacionalíslas, su total alejamiento de las masas negras norteamericanas, su criterio racista i í n p e r i c l i s t a (el S.W.P. y el titulado C.E.I. de Nueva York siempre utilizaron ,adeTJiás de SUS representantes directos, a los alemanes residentes en el Rio de la Plata para .supervigilar, a los .nativos,), etcétera, quiero detenerme sólo en las posiciones manifestadas por sus dirigentes en el proceso de Minneapolis, difundidas por ellos mismos como un catecismo del pensamiento revolucionario, del morxismo-leninismo, del que, en los Estados Unidos, con la mayor desvergüenza burocrática, pretenden erigirse en representantes. "He dicho que ya que la teoría .hediondas, como en condiciones de con ellos, pase 'x
esas posiciones —como no podía dejar de ocurrir, corresponde a la práctica y viceversa— son tan los burócratas que las sostienen y si usted no e s t á poder apreciarlo por si mismo, dado su parentezco demcz~~árzc\c.
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'Pero antes quiero recalcar el hecho de que estos individuos, acusados de procurar ^derrocar por la. tuerza el gobierno de los E s í a d o s Unidos" (ellos que no son más que burócratas pacíficos y rutinarios), se asustaron en tal forma que negaron y renegaron de todo. Llevador ante un tribuna! capitalista demostraron ante él tan miserable cob a r d í o como habían demostrado prepotencia y altanería para traiar el molimiento l a í i n o o m e r i c a n o . Y si e! socialismo de Cannon y Goldman nunca habia tenido más que un ligero tinte rosado, pasó, según el carácter de sus declaraciones, a tomar el más repugnante color aiTiarillo. Si algo era necesario para lapidar dcfinitiuamCTlte a esta cáfila de .hediondos, falsificadores, ahi están los cofficial cout records, de Minneapolis para hacerlo. "Las doctrinas del m a r x i s í f t o - l e n i n i s m o son exOTninadas . i n extenso, ante ei tribunal, deformadas y grotescamente falsificadas a través del lente de la burocracia. El mayor deseo de los declarantes es demostrar ante los jueces capitalistas que ellos son gente pecífica. legalista y de orden. Los agentes federales de Wall Street no deben asustarse porque algunos de los militantes tjóvenes e inexpertos, del partido (a los que desautorizaron por ccrmpleto) hayan hablado alguna vez de r e u o l u c i ó n y de yiolencia. No, el socialismo, s e g ú n ellos, vendrá pacificamente a través de reformas de la ConstitíLciórt. ¿Carlo-^ Marx? Si no era más que un pacifico profesor muy sabio que se dedicó a estudiar economía en Londres. El Socialist Workers Party .acepta sus t e o r í a s e ideas b á s i c a s , como sus propias ideas y f e o r í o f . Pero esto no prohibe al iKtrlido o a jniembros del partido desaprobar cosas dichas o escritas por Marx* (en realidad toda su doctrina). ¿Lenin? ¡Oh! No se asuste, señor juez. Lenin también era un paci/ico y tranquilo pequeñoburgvés que se dedicaba a pasear en bicicleta por Ginebra y que, de vez en cuando, e s c r i b í a algún articulo en favor de los obreros. Nuestro partido y siis miembros .difieren con Lenm en importantes respectos. (Cannon). ¿Dictadura del proletariado? ¡Eso no es más que .un término técnico,! ¿Que decimos aspirar a la nacicyn a ü z a c i ó n de la industria? ¡Oh! No se asuste, tampoco, excelentísimo señor juez y dígale a sus amigos de Wall Street que tampoco se asusten. Nosotros somos buenos y pacíficos tenderos del socialismo y estamos dispuestos a indemnizar a los banqueros e industriales millonarios por las propiedades que se Ies confisquen y .dejarlos gozando de la indemnización por el resto de sus vidas, (Cannon). A d e m á s , íe? daremos, después que lleguemos pacificamente al poder, toda clase de libertades y aún se las aseguraremos como minoría. ¿Lucha contra la guerra? No. señor juez, nosotros no obstruiremos en ninguna forma la guerra de Wall Street poro conquistar la primacía imperialista en el mundo y someter a los pueblos oprimidos, en primer término la América Latina. Si la mayoría acepta, nuestro partido y la gente bajo nuestra influencia porticipardn activamente en ella. Nuestra discrmformidad con la guerra es sólo teórica. No tenga miedo. Pediremos ia c e s a c i ó n de la guerra, miejitras luchamos en ella, como los evangelistas ruegan a Dios para que termine. Por algo tuvimos de l í d e r hace poco tiempo al ex pastor Muste. "Además,
manifestaremos
nuestra disconformidad
sólo
en la forma
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que lo fiizo Lloyd George en la guerra anglo-boer o Ramsay McDonnald en la de 1914-18. Es decir, un político burgués liberal y un laborista reformista que llegaron ambos a ser primeros ministros de S u Majestad Británica. ¿Cree usted, señor juez, que nosotros tendremos méritos suficientes, frente al imperialismo, como para poder seguir la carrera de estos dos benefactores de la humanidad? "¿Transformar la guerra imperialista en guerra civil? Esta expresión no Se encuentra en uuestra D e c l a r a c i ó n de Principios ni yo ia he utilizado nunca en mis escritos. (Goldman). Además, ,nosotros no crearemos dificultades a las clases gobernantes de este país. (Gold. man). ¿Derrotismo revolucionario? ¡Qué esperanza! .Debemos defender la patria del enemigo de afuera.. Liebknetch y Lenin decían que el principal enemifio, en un p a í s imperialista, estoba dentro del mismo. Pero para nosotros, el principal enemigo no está en Wall Street ni en la Casa Blanca de V/ashington (¡oh, no, puede usted estar seguro que nosotros somos patriotas, excelentísimo señor juez!). El principal enemigo, lo inismo que dicen nuestros adversarios stalinistas, es H i t ler, el azote iV^ 1 de la humanidad, es decir, incluso de los banqueros de Wall Street, y, usted sabe, ¡pobrecitos! hay que defenderlos, aunque, .en general, no los apoyemos. "(,La revolución rusa? ¡Pero sí eso f u é lo más inofensivo y tranquilo del mundo y el cambio de gobierno en Rusia se produjo como cuando renuncia el primer ministro en Francia y sube otro. (.El Comité Ejecutivo de los Soviets de toda Rusia repudió a MiiiuícoD, que era el líder de la b u r g u e s í a . E l organismo s o v i é t i c o se o p o n í a a el a causa de su p o l í t i c a exterior. Por consiguiente tuvo que renunciar debido a que sin el apoyo de los Soviets, le faltaba autoridad; creo que puedo comparar esto, como una analogía, con el sistema de renuncio dct primer ministro en Francia cuando no tiene el apoyo d'i la Cámara.) (Cannon). Asi Lenin y Trotsky llegaron al poder simplemente como un cambio de primer ministro en Francia. ¿No es esto para morirse de risa? T a m b i é n en Hungria o c u r r i ó algo semejante. (,El conde Karolyi como cabeza dei gobierno, espontáneamente, fué a buscar al jefe del partido b o l c f i e u í q u e , o del partido comunista mos bien, que estaba en la prisión y lo e m p l a z ó a hacerse cargo del gobierno en una manera pacifica y legal, como el cambio de un gabinete en el parlamento francés.) (Cannon). "Ya ve usted, excelentísimo y dignísimo señor juez, que nosotros somos gente tranquila, legalista y de orden. En ninguna forma nos proponemos molestar a la burguesía yanqui ni a sus empresas imperialistas. Por el contrario. Usted es testigo que las apoyamos. A d e m á s nuestros representantes en la América del Sur hacen propaganda en favor del imperialismo y sirven para informarlo y aconsejarlo. ¡Esos méritos nos deben ser reconocidos/ iVuestro socialismo es un socialismo cristiano. Se ganará sólo a través de reformas de la Constitución y s ú p l i c a s o la burguesía, asi como el cielo de los c a t ó l i c o ? í-e gana a fuerza de plegarlos. .¿Puede esto interferir con el esfuerzo m i í í t o r ? . (Goldman). Ademas, nosotros, en nuestro socioiismo attspiciamos directamente ía p o s i c i ó n de preponderancia de nuestra patria. Siempre habrá naciones industriales y naciones agrarias, es decir.
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naciones dominantes y naciones dominadas. . S o n las leyes inexorables que gobiernan a los hombres,, de acuerdo con nuestra caricatura del materialismo d i a l é c t i c o . E n aquellas el desarrollo de las fuerzas productivas será completo y en estas ajustado a las necesidades de las prinicí-as. La diferencia entre ciudad y campo p e r s i s t i r á llevada ahora al terreno de las naciones. Nuestro socialismo es un socialismo del Que el mismo mister Roosevelt se puede mostrar orgulloso. Puede usted creernos, excelentisimo y r e v e r e n d í s i m o s e ñ o r juez, puede usted creernos. -'¡Asi se comportaron estos »hedioiidos. y cobardes pequeñoburguese^ ante el tribunal capitalista que los acusaba! ¡Y todavía esta caterva de canallas tiene la osadía de publicar el testimonio de sus íalsificaciones y claudicaciones y presentarlo como la expresión del pensamiento revolucionario! ¡Qué puede extrañar que el .juvenil guerrero" que a los 51 años todavía, de acuerdo con sus propias declaraciones, está tratando de llegar a ser b o l c í i e u i q u e , se presente, segú¿su apologista, Félix Morrow, ligeramente encorvado! ¡Eso no es la huella de los años, sino la huella de su s e r u í l i s n t o , el signo de su y e n u / I e c i ó n personal y de la de todo su partido frente al imperialismo! 'Yo le pregunto a usted, camarada Boae, qué hubieran dicho estos renegados, ellos que dicen que no interferirán con el esfuerzo militar del imperialismo, que declarau que si la mayoría del pueblo decide ir a la guerra (lo que decidió, sin duda después de Pearl Harbour) ellos ia seguirán, que no sabotearán ni obstruirán la guerra de su burguesía, etcétera, si el fiscal les hubiera señalado estos escritos básicos de Lenin, por ejemplo cuando se refiere a la conducta de un partido proletario respecto al .derrotismo revolucionario, que ellos definen como el simple hecho de que Los obreros recurrirán al arbitraje en caso de queja, dice: ^Una lucha revolucionaria contra ia guerra es una exclamación vacia y sin sentido, como aquellas en las que los héroes de la Segunda Internacional son maestros en fabricar. a menos que ella signifique acciones revolucionarias contra el propm gobierno en caso de g u e r r a . . . Cuando nosotros decimos acciones revolucionarias en tiempo de guerra contra el propio gobierno, indiscutiblemente queremos decir, no solamente el deseo de su derrota, sino acciones p r á c t i c a s llevando a tal derrota.. ("Lenin, "The Imperiaiist War". New Y o r l í . 1930, p á g . 197. i "¿Cónio no va a negar esta yente ia .transformación de Ja yuerra imperialista en guerra c i r i l , ( . E s o no está en nuestra Declaración de Principios-^ si e s t á dispuesta a dar a la burguesía imperialista de Wall Street toda clase de libertades, en caso de llegar al poder (.esto siempre que la maycyría esté de acuerdo y podamos alcanzarlo en forma pacífica a través de reformas de la C o n s t i t u c i ó n y llegar como un caíiibio en el ministerio francés,)? Desde luego que deben contarse entre los .importantes respectos, en que difieren con Lenin cuando éste dice al efecto: . L a dictadura del proletariado ,la organización de ia vanguardia de los oprimidos como clase corriente con el fin de aplastar a los opresores, no puede producirse por una mera expansión de la democracia. Juntamente con una inmCTisa expa7i-
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sion de la democracia... la dictadura del proletariado creará una serie de restricciones de ia libertad para los opresores, earploíadore? y capitalistas que deben desaparecer con el / i n de librar a la humanidad de la esclavitud del salario y cuya resistencia debe ser Quebrada por la íuerza. Claro está que donde hay supresión también debe haber violencia, y con semejante r é g i m e n no puede haber libertad ni democracia... De^nocracia para la basta mayoría de la n a c i ó n y s u p r e s i ó n por la fuerza, es decir, c r c l i i s i ó n de la democracia, de los explotadores y opresores de la n a c i ó n . . . ésta es la Tnodificación de la democracia que veremos durante la t r a n s i c i ó n del capitalismo al socialismo.. fLenin, " E l Estado y la Revolución", pág. 167). " ¿ y q u é decir de la i n d e m n i z a c i ó n que ofrecen a los explotadores yanquis (además de toda clase de libertades) para el caso de . n a c í o nalización, de sus propiedades (programa típicamente burgués) con el fin de que .gocen de ella por el resto de sus vidas.? En el propio .Programa de Transición de la Ctuirta. Internacionalt que ellos mismos difiincEen, se dice: . L a diferencia entre estos reiuindicaciones y la consigna reformista demasiado vieja de « n a c i o n a l i z a c i ó n . , coTisisle en que: l^j nosotros rechazamos la INDEMNIZACION (subrayado en el original. — JVOÍO de Q.); 2?) Prevenimos a las masas contra loa charlatanes del Frente Popular que, mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo en tos hechos, agentes del capital: 3^) Aconsejamos a las masas contar solamente con su fuerza revolucionaria., ¿No seria también- conveniente prevenirla contra los charlatanes centristas que se dicen cuartointeT^cionalistos? "Porque hablar de legalismo, de transformación pacífica al socialismo, de ganar la mayoría por p r e d i c a c i ó n e v a n g é l i c a , de llegar a ese socialismo a través de reformas de la Constitución, etcétera, es colocarse en el terreno del más inmundo reformism^, en pleno dominio teórico del .revisionismo. b e m s í e Í J i i a n o , de las viejas ideas de la socialdemocracia caduca, r e e d i t ó n d o l a ? en 3943 bajo el r ó t u l o de Cuarta Internacional." ¡
1 "La sustitución del Estado burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta —escribió Lenin en El Estado y la Revotticíón. La necesída
CONSIDERACIONES
FINALES
Hemos delineado someramente l a trayectoria r e v o l u c i o n a r i a de León T r o t s k y antes de 1917, sus l u c h a s acerbas c o n t r a los b o l c h e v i q u e s colocado en u n a posición c e n t r i s t a c e r c a n a a l a de los m e n c h e v i q u e s , con los que a veces se confundía, e n c a r a n d o l a revolución en f o r m a a b s t r a c t a y l i t e r a r i a y c o m e t i e n d o e r r o r e s q u e luego habría de r e c o n o c e r ; su c i r c u n s t a n c i a l c o i n c i d e n c i a con L e n i n en ocasión de l a caída d e l z a r i s m o e n R u s i a , a r r a s t r a d o p o r los a c o n t e c i m i e n t o s r e v o l u c i o n a r i o s que c u l m i n a r o n con l a t o m a d e l p o d e r por los b o l c h e v i q u e s , así como sus nuevos e r r o r e s con p o s t e r i o r i d a d a este h e c h o e n l a s d i s t i n t a s ocasiones en que se apartó de L e n i n , e r r o r e s , también, por él m i s m o reconocidos, Más t a r d e , con e l a t e m p e r a m i e n t o de l a situación r e v o l u c i o n a r i a r u s a — e x p r e s i ó n d e l r e f l u j o p r o d u c i d o por e l fracaso de l a revolución e u r o p e a , que p r o v o c ó e l t r i u n f o de l a b u r o c r a c i a soviética— hemos v i s t o a T r o t s k y t r a t a n d o de p r e s e n t a r s e como c o n t i n u a d o r de L e n i n , sosteniendo e n escritos y d i s c u r s o s posiciones r e v o l u c i o n a r i a s e i n t e m a c i o n a l i s t a s f r e n t e a l o p o r t u n i s m o n a c i o n a l i s t a de S t a l i n , acción que desempeñó con e f i c a c i a en e l t e r r e n o p u r a m e n t e teórico, a u n q u e en los hechos fué fácilmente v e n c i d o . L u e g o , e x p u l s a d o de l a U . R . S . S . y c o n f i r m a n d o l a definición de L e n i n de q u e los centristas son r e v o l u c i o n a r i o s de p a l a b r a y r e f o r m i s t a s de hecho, en l u g a r de p r o s e g u i r a c t u a n d o i n t r a n sigentemente, según lo sostenía en sus escritos, pasó a i n t e g r a r se a l a S o c i a l d e m o c r a c i a c a d u c a , que él m i s m o había c a l i f i cado de cadáver h e d i o n d o y, luego, a l e j a d o de l a r e a l i d a d y dejándose l l e v a r por sus t e n d e n c i a s g r a n d i l o c u e n t e s y e g o l á t r i c a s , en u n m o m e n t o e n t e r a m e n t e d e s f a v o r a b l e y s o b r e l a base de elementos c e n t r i s t a s y o p o r t u n i s t a s de l a peor especie,
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creó u n a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l e n e l p a p e l , v i c i a d a desde u n comienzo de b u r o c r a t i s m o , que sus m e j o r e s p a r t i d a r i o s c o n s i d e r a r o n íin a m b a j e s c o m o u n obstáculo p a r a l a formación de una n u e v a I n t e r n a c i o n a l v e r d a d e r a . A d e m á s , e n f r e n t a n d o a S t a l i n con encono de d e r r o t a d o , llegó a p r o c l a m a r l a " r e v o l u ción t r a i c i o n a d a " , a p e s a r de q u e él m i s m o había e s c r i t o : " S e ría c r i m i n a l negar l a o b r a p r o g r e s i v a c u m p l i d a p o r l a b u r o c r a c i a soviética. S i n i n i c i a t i v a , s i n h o r i z o n t e s , s i n u n a c o m p r e n sión de las fuerzas dinámicas históricas, l a b u r o c r a c i a , después de u n a tenaz r e s i s t e n c i a , se e nc o nt r ó o b l i g a d a por la lógica de su p r o p i o interés, a a d o p t a r e l p r o g r a m a de industrialización y colectivización. P o r su n i v e l g e n e r a l , p o r e l carácter de sus i n tereses, l a b u r o c r a c i a s t a l i n i s t a es apenas s u p e r i o r a l a b u r o c r a c i a de los sindicatos a m e r i c a n o s , pero en contradicción con éstos, sus raíces están asentadas en los m e d i o s de p r o d u c c i ó n n a c i o n a l i z a d o s y está o b l i g a d a a p r e s e r v a r l o s y d e s a r r o l l a r l o s . H a l l e v a d o a cabo esta t a r e a burocráticamente, es d e c i r , m a l , p e r o l a t a r e a por sí m i s m a , t i e n e u n carácter p r o g r e s i v o . L o s éxitos obtenidos en este renglón, que no f u e r o n p r e v i s t o s p o r l a b u r o c r a c i a m i s m a , h a n a u m e n t a d o s u autoestimación, y se c o n s o l i d a r o n en t o r n o a l líder q u e e n c a r n a e n l a f o r m a más c o m p l e t a los rasgos p o s i t i v o s y n e g a t i v o s de l a s castas b u r o c r á t i c a s . " ( L . T R O T S K Y , The Kirov Assessination. New York,1935, pág. 2 5 . ) N o obstante e l l o , T r o t s k y e n c a r ó l a l u c h a c o n t r a S t a l i n como s u p r i n c i p a l o b j e t i v o , transformándose e n e l e m e n t o de c o m b a t e d e l i m p e r i a l i s m o y a n q u i , a l q u e se alió p a r a esa l u c h a a pesar de h a b e r l o p r o c l a m a d o a l g u n o s años antes e l v e r dadero a m o d e l m u n d o i m p e r i a l i s t a , t e r m i n a n d o p o r a c t u a r como u n agente más útil. Así fué como se prestó p a r a s e r v i r de i n s t r u m e n t o c o n t r a l a revolución m e x i c a n a , a p o y a n d o a l a burguesía n a c i o n a l i s t a y f r e n a n d o l a l u c h a r e v o l u c i o n a r i a d e l p r o l e t a r i a d o y l a acción a n t i i m p e r i a l i s t a f r e n t e a los E s t a d o s U n i d o s , a pesar de que, de a c u e r d o con s u teoría de l a r e v o lución p e r m a n e n t e los p r o b l e m a s de l a liberación n a c i o n a l sólo pueden resolverse a través d e l e s t a b l e c i m i e n t o de l a d i c t a d u r a del p r o l e t a r i a d o , y de h a b e r r e c a l c a d o enfáticamente e n sus declaraciones q u e " l o s p a r t i d o s r e v o l u c i o n a r i o s en l a A m é r i c a L a t i n a deben t o m a r u n a a c t i t u d i r r e c o n c i l i a b l e h a c i a todos los grupos i m p e r i a l i s t a s . " ( L . T R O T S K Y , Respuestas a M. Fossa.) Y , en los E s t a d o s U n i d o s se p u s o a l s e r v i c i o de los i n t e r e s e s de
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W a l l S t r e e t , c o n los q u e c o l a b o r ó m i e n t r a s sus p a r t i d a r i o s e n ese país d e c l a r a b a n y d e m o s t r a b a n q u e no e r a n e n e m i g o s de los intereses i m p e r i a l i s t a s n o r t e a m e r i c a n o s . E n e l p r ó x i m o v o l u m e n , t i t u l a d o La Emancipación de la América Latina y el jracaso de León Trotsky y el trotskystno, veremos c ó m o l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l t r o t s k y s t a , n o sólo pasó a hacer p r o p a g a n d a a l i m p e r i a l i s m o y a n q u i e n l a A m é r i c a L a t i n a , sino que trató de a p l a s t a r los g r u p o s r e v o l u c i o n a r i o s e n ella, principalmente en México y en la A r g e n t i n a . A s i m i s m o veremos c ó m o los t r o t s k y s t a s , s i g u i e n d o s u línea o p o r t u n i s t a y p r o i m p e r i a l i s t a , se i n c o r p o r a r o n a l m o v i m i e n t o burgués n a c i o n a l i s t a de Perón e n este último país, c ó m o c o n t r i b u y e r o n con s u política errónea y típicamente c e n t r i s t a a l a d e r r o t a de l a magnífica revolución b o l i v i a n a , q u e y a a p a r e c e casi e n teramente liquidada, y cómo l a C u a r t a Internacional sietem e s i n a d e b i d a a l a p a t e r n i d a d de T r o t s k y — l a q u e ningún p a p e l desempeñó e n los a c o n t e c i m i e n t o s no o b s t a n t e las p r e dicciones a m p u l o s a s d e s u c r e a d o r — t e r m i n ó p o r d e s c o m p o nerse y d i v i d i r s e e n dos p u t r e f a c t o s núcleos burocráticos r i vales, con sede e n París y N u e v a Y o r k , q u e se a c u s a n , e l p r i mero a l segtmdo, d e s e r v i r a l i m p e r i a l i s m o y a n q u i , c o m o n o s otros y a l o p r o c l a m a m o s hace más de q u i n c e años, y e l s e g u n d o al p r i m e r o , de estar s o m e t i d o a l a b u r o c r a c i a soviética. P o r último h a r e m o s u n rápido análisis d e l proceso r e v o l u c i o n a r i o on n u e s t r o s países, p o n i e n d o e n e v i d e n c i a e l r o l n o c i v o d e l s t a l i n i s m o e n l a revolución g u a t e m a l t e c a — p a r a l e l o a l d e l t r o t s k y s m o en l a b o l i v i a n a — e s t u d i a r e m o s e l concepto de a m b a s corrientes sobre e l carácter y las c o n d i c i o n e s de l a revolución en l a América L a t i n a y las p e r s p e c t i v a s q u e se a b r e n a l a m i s m a (¿es Anxérica L a t i n a u n país, c o m o d i c e n a l g u n o s f a s cistizantes, o a s p i r a a serlo, es d e c i r , a s p i r a a s u u n i d a d , c o m o decimos nosotros? ¿ D e b e l a revolución ser u n h e c h o simultáneo en t o d a l a A m é r i c a L a t i n a c o m o sostiene T r o t s k y , l o m i s m o q u e aquellos elementos, c o n e l f i n de f r e n a r l a l u c h a r e v o l u c i o n a r i a , o puede l l e g a r s e a l a c o n q u i s t a d e l p o d e r p o r e l p r o l e t a r i a d o p r i m e r o e n a l g u n o de n u e s t r o s países a i s l a d a m e n t e , p a r a e x t e n d e r l a luego a los demás, c o m o sostenemos n o s o t r o s ? ¿Debemos e n c a r a r l a formación de u n p a r t i d o r e v o l u c i o n a r i o único e n l a Aniérica L a t i n a , de a c u e r d o a l c o n c e p t o de los s u s o dichos, o debe m a n t e n e r s e d i v i d i d o e n secciones, c e n t r a l i z a d a s
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Q U E 8 RA C H O
c o n t m e n t a l m e n t e , que e n f r e n t e n c a d a u n a a su r e s p e c t i v a b u r guesía y c o o r d i n e n u n a acción c o n j u n t a c o n t r a e l i m p e r i a l i s m o , según e l nuestro? ¿Es p o s i b l e l a r e v o luc ió n en l a A m é r i c a L a t i n a antes q u e e n los E s t a d o s U n i d o s o d e b e m o s esperar que se derrumbe W a l l Street p a r a realizarla? ¿Tendrá que integrarse l a f u t u r a u n i d a d l a t i n o a m e r i c a n a a los E s t a d o s U n i d o s , c o m o lo sostiene T r o t s k y ,o se integrará a l a f u t u r a u n i d a d m u n d i a l ? E t c é t e r a ) , d e j a n d o b i e n e n e v i d e n c i a l a n e c e s i d a d de l a c r e a ción de u n n u e v o y v e r d a d e r o P a r t i d o d e l p r o l e t a r i a d o r e v o l u c i o n a r i o , e n l a A m é r i c a L a t i n a y e n e l m i m d o , sobre bases m a r x i s t a s l e n i n i s t a s i n t r a n s i g e n t e s , c u y a organización es e l i m perioso d e b e r de l a s n u e v a s generaciones. A esas n u e v a s g e n e raciones y a ese P a r t i d o les están a b i e r t a s , desde y a , l a s p u e r tas de l a H i s t o r i a .
FIN
I N D I C E PAC.
Dos palabras I II
7
León Trotsky como revolucionario ruso
7
León Trotsky en l a Revolución de Octubre
11
Til
León Trotsky y la fundación de l a Cuarta Internacional .
47
IV
León Trotsky y el carácter centrista del movimiento trotskysta
V VI VII
69
León Trotsky en México León Trotsky como instrumento contra la revolución m e x i cana
85 103
León Troísky y el trotskysmo como agentes de W a l l Street en los Estados Unidos
Consideraciones
finales
125 15L
VSTf. I I R R O SF, T E R M I N O D E I M P R I M I R E L D I A 28 D E J U N I O D K l»59 E N LOS TALLERP:S GRÁFICOS ¡MFRESÍONES " E L SO L", l U I U Y 7.11. B U E N O S A I R E S
cacia en el terreno puramente teórico, aunque pn los hechos fué fácilmente vencido. Luego, expulsado de la U.R.S.S. y mostrando la justeza de la definición de Lenin de que los centristas son revolucionarios de palabra y reformistas de hecho, en lugar de proseguí.' actuando intransigentemente, según lo sostenía en sus escritos, pasó a integrarse a la Socialdemocracia caduca, que él mismo liabía calificado de cadáver hediondo y, alejado de la realidad y dejándose llevar por sus tendencias grandilocuentes y egolátricas, en un momento enteramente desfavorable y sobre la base de elomentoi centristas y oportunistas de la peor üspecie. creó una Cuarta Internacional en el papel, viciada desde un comienzo de burocratismo, que sus mejores partidarios consideraron sin ambages cumo un obstáculo p a r a la formación ne una nueva Internacional revolucionaria. Además, e n c a r a n d o la luch.i contra Staiin como su principal objetivo, se transformó en elemento d¿ combate del imperialismo yanqui, al que se alió para esa lucha a pesar de haberlo proclamado, algunos años antes el vei"dadeJ"o amo de] mundo i m perialista, terminando por actuar como su agente más útil. A s i fué como se
pvesló pav£ servir de mstvumeMü con.
Ira la revolución mexicana, apoyando a la burguesía nacionalista y frenand;) la lucha revolucionaria d e l proletariado y la acción antiimperialista f r e n i f a los Estados Unidos, a pesar de que. de acuerdo con su teoría de la revolución permanente, los problemas de ta liberación nacional ^ó!o pueden resolverse a través del establecimiento de. la dictadura del proletariado. Y . en los Estados Unidos se puso al servicio de los intereses de W a l l Street, con los que colaboró mientras sus partidarios en ese país declaraban y demostraban que no eran enemigos de los intereses imijerialistas norteamericanos. Basada en una extraordinaria y o r i ginal bibliografía, esta obra se presenta como un jalón en el desarrollo diíl pensamiento político revolucionario d^ la América Latina. EDICIOÍÍES B A D A J O BUENOS AIREIS
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b i l i d a d p o r esos crímenes y c a l a m i d a d e s cae sobre l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l . " Y respecto a l c e n t r i s m o , después de p a s a r r e v i s t a a sus d i v e r s o s m a t i c e s , t e r m i n a : " L o s c e n t r i s t a s d e i z q u i e r d a q u i e n e s se d i s t i n g u e n a s u t u r n o p o r u n a serie d e m a tices {el P a r t i d o S o c i a l i s t a O b r e r o alemán, e l P a r t i d o S o c i a lista Revolucionario, de H o l a n d a , e l Partido L a b o r i s t a Indep e n d i e n t e , d e I n g l a t e r r a , los g r u p o s d e Z y r o n s k i y M a r c e a u P i v e r t , e n F r a n c i a , etcétera) l l e g a n d e p a l a b r a a l a r e n u n c i a de l a defensa de l a p a t r i a . P e r o de esta d e s n u d a r e n u n c i a n o sacan las necesarias consecuencias. L a m a y o r p a r t e d e s u i n t e r n a c i o n a l i s m o es platónico. T e m e n r o m p e r c o n los c e n t r i s t a s de derecha; en nombre de l a lucha contra e l " s e c t a r i s m o " e m prenden una lucha contra e l marxismo, rehusan luchar por u n a I n t e r n a c i o n a l r e v o l u c i o n a r i a y continúan e n l a S e g u n d a I n t e r n a c i o n a l a l a c a b e z a de l a c u a l está e l v a s a l l o d e l r e y : V a n d e r v e l d e . Eixpresando e n c i e r t o m o m e n t o e l c a m b i o h a c i a l a i z q u i e r d a de las masas, e n último análisis los c e n t r i s t a s p o n e n un freno a l reagrupamiento revolucionario en e l proletariado y , e n consecuencia, también e n l a l u c h a c o n t r a l a g u e r r a . " ¡Quién diría q u e , apenas unos meses antes, León T r o t s k y había a l i n e a d o detrás de sus h e r m o s a s frases, e n l a l l a m a d a Declaración de los Cuatro, e n i m a s u p u e s t a l u c h a p o r u n a n u e v a I n t e r n a c i o n a l , a los m i s m o s q u e a h o r a c o n d e n a b a c o m o c e n t r i s t a s ! Y l o más cui'ioso e r a q u e esos p a r t i d o s c e n t r i s t a s e n t a l Declaración, habían p r o c l a m a d o q u e " l a N u e v a I n t e r n a c i o nal n o podía t o l e r a r n i n g u n a conciliación h a c i a e l r e f o r m i s m o o e l c e n t r i s m o " ! O t r a v e z , c o m o antes d e O c t u b r e , e l c o n c i l i a dor Trotsky, "buscando l a u n i d a d a c u a l q u i e r p r e c i o " , i d e a l i z a b a las t e n d e n c i a s c e n t r i s t a s " , según sus p r o p i a s p a l a b r a s . P e r o esa " t e n d e n c i a h a c i a l a c o n c i l i a c i ó n . . . q u e , según e l c r i t e r i o de L e n i n , m e a l e j a b a d e l b o l c h e v i s m o " ( L . T R O T S K Y , La Révolution PerTjianente. París, 1 9 3 2 , pág. 7 8 ) , v o l v i ó a r e p r o d u c i r s e a g u d a m e n t e ese m i s m o año 1 9 3 4 , c u a n d o T r o t s k y , e s c r i b i e n d o .siempre c o n b r i l l o c o n t r a e l c e n t r i s m o y e l r e f o r m i s m o ( " L a l u c h a consecuente c o n t r a e l r e f o r m i s m o : n i l a más m i n i m a concesión a l c e n t r i s m o . ¡He ahí l o q u e está e s c r i t o en l a b a n d e r a de l a C u a r t a I n t e r n a c i o n a l ! " L . T R O T S K Y , R e v i s t a Comunismo. M a d r i d , m a r z o d e 1934) pero, como s i e m p r e , e n l a práctica, c o n c i l i a n d o c o n el c e n t r i s m o y e l r e f o r m i s m o , c o n s i d e r a n d o q u e las f u e r z a s q u e l o seguían e r a n d e m a s i a d o i m -
LEÓN
TROTSKY
Y WALL
STREET
UÍ
Comité Central y del Polit Bureau y sus escritos llenan p á g i nas y páginas con expresiones deslumbrantes de inflamado pensamiento revolucionario. E l objeto era demostrar que l a Tercera Internacional, bajo la inspiración de Stalin, h a b í a abandonado l a línea leninista, adoptando l a del peor oportunismo. L a revolución china iba a ser l a piedra de toque para demostrar el c a r á c t e r menchevique y contrarrevolucionario del staÜnismo. E l mismo Trotsky lo ha expresado: "Para que el nexo que une a los problemas de ayer con los de hoy cobre todavía mayor relieve es necesario recordar aquí, aunque sea en una forma esquemática, lo que hicieron en China los caudillos de la Internacional Comunista; esto es Stalin y Bujarin. So pretexto fíe que China íe hallaba abocada a nn movimento revolucionario de liberación nacional, a partir de 1924 se concedió que el papel dirigente de ese movivúento correspondía a la burguesía china. E l partido de l a burguesía nacional, el K u o mintang, fué, pues, oficialmente reconocido como director. Lo-^ mencheviques rusos mismos, en 1905, no se atrevieron a hacer tamaña concesión al partido Constitucional democrático (los "Kadetes") que eran el partido de la burguesía nacional. Pero ios dirigentes de la Internacional Comunista no se detuvieron allí. Obligaron a l Partido Comunista chino a formar parte de! Kuomíntang y a someterse a su disciplina. Despachos especiales de Stalin recomendaban a los comunistas chinos frenar ¿1 movimiento agrario. F u é prohibido a los obreros y campesinos revolucionarios crear soviets de miedo a disgustar a ChiangK a i Shek, que Stalin defendía contra la Oposición, todavía a comienzos de 1927, pocos días antes del golpe de Estado de Shanghai y que él proclamó «amigo fiel» en una reunión dei partido en iMoscú, L a subordinacujn oficial del Partido Comunista a la dirección burguesa y la prohibición oficial de crear soviets constituyen una traición al marxismo mucho más honda y grosera que toda la actividad de los mencheviques de 1905 a 1917." ( L . T R O T S K Y , La Révolution Permanente. París, 1932, pág. 44.) En sus extensos escritos sobre la revolución china, polemizando con l a dirección stalinista de la Internacional Comunista, había dicho: " L e n i n exigía que se distinga entre l a b u r guesía del país oprimido y la del país opresor. Pero, en n i n -
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QUEBRACHO
—inmediatamente— debe enfrentar la dura alternativa que ¿c le presenta: Por el capitalismo o contra el capitalismo. Todo lo más, sólo puede ser un fenómeno transitorio que terminar;'i en desconcierto y en desilusión para las masas." (Internal Bvlletin, N9 2, Socialist Workers Party, p á g . 31.) Pero, a León Trotsky, su connivencia con el imperialismo yanqui le hacia ver las cosas de otra manera. Y , en consecuencia, indicaba ahora para el proletariado norteamericano un típico camino oportunista que antes él mismo h a b í a rechazado. ¿Qué faltaba a León Trotsky para completar el cuadro de su sumisión a W a l l Street? Que sus partidarios en los Estado.s Unidos apoyaran a l gobierno de Washington y que los emisarios de la Cuarta Internacional trotskysta hicieran propaganda a favor del imperalismo yanqui, dentro de lo que aquél considera su esfera de influencia exclusiva: la América Latina. Y ambas cosas ocurrieron. E n la carta abierta dirigida a Bode, secretario del Partido Obrero Revolucionario trotskysta, de Cuba, fechada en Buenos Aires, el 27 de mayo de 1943, bajo el encabezamiento: "Los titulados trotskystas del Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, y el supuesto Comité Ejecutivo Internacional con sede en Nueva Y o r k , no son m á s que descarados agentes de Wall Street en el seno del movimento obrero de la Cuarta Internacional" ,aparecida en el Boletín Sudamericano, 5. junio de 1943, de la Liga Obrera Revolucionaria argentina y reproducida en el libro Estrategia Revolucionaria {Buenos A i res, 1957), el autor de este libro lo denunció. Y , para poner en evidencia todo lo que el título de esa carta sugiere, basta reproducir algunos capítulos de la misma. Pero antes deseo recalcar la importancia que tenía el Socialist Workers Party, de los Estados Unidos, para la política y la acción de Trotsky, ya que, toda ella, estuvo basada p r i n c i palmente en el mismo. Cuando ese Partido se organizó, bajo la dirección de James P . Cannon y M a x Shatchman, después del paso de sus componentes por diversos partidos reformista.s y oportunistas. Trotskj', como ya dijimos, saludó el acontecimiento com.o uno de los sucesos fundamentales del movimiento orientado por él. Haciendo una reseña de este movimiento, había escrito: " L a creación en los Estados Unidos del Socialist
LEÓN
TROTSKY
Y
W A L L
STREET
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representa la fracción bnroCTáíico conservadora,. Pero en 1940 Trotsky los cerró, aunque se podría decir iiue desde hacia algunos años a esle renpecto ya los tenia bastante cerrados. "Desautorizados doctrinariamente por Trotsky, los burócratas disidentes de la minoría con Shachtvian, Surnham, Abern y Bern a U cabeza y lanzados por su cuenta como Workers Party, sección norteamericana de la tCuarta Intervxicional*, pronto vieron raleadas sus jilas: Jumes Burnham, ex teórico máximo del Socialist Workers Party durante muchos años, declaró que e s t a b a convencido ahora de que no era marxista y abandonó el j!uei;o p a r t i d o p a r a pasarse a la reacción fascista. ¡Triste d e s t i n o ei d e i a burocracia centrista: proveer de. entre sus dirigentes, mercenarios para el ejército de Jos e j - p l o ¡«dorts.'" '
K s l e capítulo es u n a demostración d e l carácter d e l P a r t i d o . E n c u a n t o a las posiciones, e l l a s no podían d e j a r de estar de a c u e r d o con aquél, l a m b i é n serán e x p r e s a d a s p o r sus p r o p i o s íürigentes e n otro párrafo de l a c a r t a d e l a u t o r de este l i b r o a l secretario d e l P a r t i d o O b r e r o R e v o l u c i o n a r i o t r o t s k y s t a , de C u b a , e n 1943. •EL SOCIAUST WORKERS PARTY DE LOS ESTADOS DOS SEGUN SUS PROPIOS BUROCRATAS - ENSEÑANZAS .FAMOSO. PROCESO DE MINNEAPOLIS (1941).
UNIDEL
Quedó d e l r í e j o S o c i a l i s t
Worícer.í
"Volvamos
nuevamente
a lo
que
P a r í y oajo la dirección del veterano oportunista James P. Cannon. Si no b a s t a r a n fas íTianifesEaciones de sus propios dirigentes: .stalinislas,, tloTOSi, ^repetidores de Trotsky., ^degeneración del partido., .rutina., .estancamiento., ttrágica jaita de obreros,, .no somos bolcheviques,, . s i s o m o s m a l o s , ellos son peor,, .si somos burócratas ellos son hediondos burócratas,, ett-ctera (¡qué amigos, camarada Bode!) si no bastaran las expresiones transcriptas anteriormente y todo lo manifestado en las páginas que preceden para caracterizar a ese antro de podredumbre que tisíed pretende defender, serian más que suficientes los dos folletos editados por el propio partido en cuestión c o n f e n í e T u i o las actas oficiales del proceso que se s i g u i ó a sus dirigentes en Minneapolis (Estado de Minnesota) para poder medir en toda s u .hedionda, realidad a este equipo raquítico de miserables oportunistas. ''Esos dos folletos, de alrededor de 100 páginas cada uno. contienen la e.rposiciÓTi h e c h a p o r James P. Cannon y Albert Goldman (otro de los principales d i r i g e n t e s del S.W.P.) en defensa p r o p i a y de sus demás compañeros acusados ante la Corte Federal del Distrito de Minneapolis, en ¡941, de realizar propaganda .con el fin de derrocar 1 Jaines B i i n i h a i i i -^c hizo famoso mí>^ tiirde con ¡o teórico favorito d e W a l l S l r c c i y s u iiltimo libro, une lleva e i siicestivo título La inecitabíe derrota del comuiiii.sifn), h a sitio titi "best s e l i e t " d e l i i n p « m l i : » i < o y a n q u i .