El lobo de Wall Street En 1987 llegó al mundo de las finanzas y en sólo un año consiguió hacerse con el control de Stratton Oakmont , una de las agencias de corredores más importantes del mundo. Esta agencia operaba como ' boiler room', o lo que es lo mismo, un lugar donde se vendían bonos basura utilizando todo tipo de técnicas injustas, deshonestas y fraudulentas. Entre la década de 1980 y 1990, Jordan Belfort consiguió hacerse rico como corredor de Bolsa a través de la venta de “penny stocks”, acciones especulativas de empresas sin futuro que, a pesar de ello, dejaban comisiones bastante altas a los operadores. La firma de inversiones Stratton Oakmont fue el siguiente paso, la corredora tenía más de 1,000 operadores y suscribió la emisión de acciones por cerca de US$ 1,500 millones, en su mejor momento. Belfort gastaba, además, millones de dólares en drogas, alcohol, y otros vicios. En sus mejores momentos, cuando era el amo del corral de Wall Street, Belfort presumía de ganar más de 50 millones de dólares al año . Y aunque parezca era 12 millones de dólares en
verdad. En un. Ganaba sólo día,tanto conseguía embolsarse algo más tres minutos dinero, que la mafia que le de colocó observadores para que aprendieran como era posible ganar tanto dinero en tan poco tiempo. Una auténtica locura. Pero llamaron la atención del FBI, esos a los que despachó una vez tirándoles billetesy es cuando el agente del FBI sospecha de Jordan Belfort y de la empresa Stratton Oakmont. Belfort descubre que está siendo investigado y sigue el consejo de uno de sus socios: ingresar su dinero en una cuenta de un banco suizo. Concretamente, el banco de Jean-Jacques. Éste le aconseja que el titular de la cuenta no sea él mismo, sino alguien de confianza. En ese caso, si el FBI le investiga, no descubrirá dicha cuenta, junto a la que otro pequeño número de personas ingresarán los billetes en dicho agente Denham cada vezque estáacepte más cerca descubrir los entresijos Belfort ybanco. uno deElsus abogados le aconseja algúnde pequeño delito, pague unade multa y se olvide. En definitiva, que haga un trato con el FBI que le aparte de la dirección de su empresa. Pero, en el último momento, mientras anuncia esto mismo a sus empleados, Jordan Belfort decide que no: continuará al frente de su empresa y no pactará con el FBI. Es entonces cuando el FBI investiga la empresa a fondo, incluido interrogatorios a los empleados de la misma 2 años después, en 1998 se apagaron las luces y se acabó la diversión.Su caída fue tan estrepitosa como su ascenso. Arresta a Belfort durante un infomercial. Resulta que su socio fue arrestado en Florida, quien confeso todo y lo delato al FBI. Para poner todo peor, lo acusaron de lavar dinero del narcotráfico mediante competencias en bote. El FBI le da un pacto que reducirá su condena de veinte a tres años en prisión. Un pacto que consiste en delatar a sus amigos. Belfort acepta, pero no tiene intención de denunciar a sus amigos. Después de que delata a su firma, Belfort recibe sólo 36 meses en una prisión de Nevada. El FBI luego cierra Stratton Oakmont.
Pero Fue imputado por estafa y blanqueo de dinero. Belfortreconoció los cargos y se mostró dispuesto a colaborar con el FBI. Sólo pasó 22 meses en prisión, pero fue condenado a devolver 100 millones de dólares a los accionistas a los que había estafado. Todavía está pagando parte de la deuda. Jordan Belfort asegura que, desde hace muchos años, viene enseñándole a distintos emprendedores, vendedores y gerentes de ventas a ganar más dinero. “Mucho del éxito depende de uno, ser un persuasor efectivo; y dos, hacer las cosas que uno debe hacer, pero no se atreve (…) mi éxito siempre se basó en conseguir que las personas hicieran eso”.
Para el verdadero protagonista de la cinta de Scorsese, los seres humanos se dividen en patos y águilas. Mientras los primeros se caracterizan por ser “quejicas”, es decir, siempre encuentran
excusas por las cuales no pueden efectuar algo; los segundos buscan la acción y avanzan sin ataduras. Y el sistema de Belfort busca que todos emprendan el vuelo, indica la periodista Marcela Corvalán, de La Tercera. Belfort dice que puede ayudar a cualquier persona a convertirse en un vendedor efectivo, “pero, además, todos necesitan, en mayor o menor medida, ser influyentes,
persuasivos, negociadores efectivos para avanzar en la vida, aunque no se dediquen a las ventas”.
El auténtico lobo también conversó con el referido medio chileno sobre si considera que hay algo en el mundo financiero que lleva a romper las reglas.
“Creo que lo pasa es que se puede ganar dinero muy rápido pero no se construye nada (…) uno puede sentirse bien por algún tiempo, pero todo se centra en el dinero, no hay valor, es una de las trampas en las que uno cae (…) si uno no es capaz de mantener la ética y la integridad en el más alto nivel, es fácil caer”, puntualizó.