TTEER MÓ RCER M ÓD DU ULO FAC CIISMO SOC CIALLDEEM MOCRACIIA Introducción En este tercer módulo nos dedicaremos al estudio en primer lugar, del fascismo, ideología alternativa tanto al comunismo como al liberalismo imperantes en la época. Nos propondremos comprenderlo como ideología y movimiento político, analizando su evolución histórica y principales características tanto del Estado fascista como de la ideología y movimientos políticos que la promovieron. promovieron. En este último sentido, identificaremos y diferenciaremos sus dos expresiones principales: el nazismo alemán y el fascismo italiano. Resulta fundamental aquí que se comprenda claramente cuál fue el contexto histórico político, económico y social en el que emergen estas ideologías, lo que nos permitirá analizar con profundidad expresiones de la actualidad que hacen referencia a estos movimientos. Luego, pasaremos al estudio del Estado de Bienestar y al movimiento político que lo sostuvo y desarrolló principalmente: la socialdemocracia. socialdemocracia. Como ya hemos visto, la socialdemocracia sostuvo una relación de contrapuntos con el marxismo, relación que retomaremos aquí desde otra perspectiva. Determinaremos cómo cómo emerge el Estado de Bienestar, Bienestar, sus principales características características y evolución histórica, las causas de su crisis y las principales respuestas teóricas que se han expuesto sobre ella.
EL FASCISMO Una de las principales consecuencias de la Primera Guerra Mundial y el desastre sin precedentes que generó en Europa, fue el surgimiento de una época de revoluciones y conflictos políticos intensos protagonizados, por un lado, por el comunismo ruso (que ya venía gestándose a partir de la teoría marxista europea y revolucionaria rusa del siglo XIX) y, por el otro, el fascismo, que fue sí un producto original y directo de la guerra. Mientras el comunismo en Europa se circunscribió a Rusia, el fascismo italiano fundado en 1919 fue imitado por movimientos similares en muchos otros países europeos. Un decenio después de que el fascismo conquistara el poder en Italia (1922), haría lo suyo el nazismo alemán. También surgirían con impulso fuerzas similares en Europa centro oriental y en la España de 1930. Fascismo italiano y nazismo alemán capitalizaron políticamente el descontento antisistema apareciendo ante la opinión pública más conservadora como la “solución al caos existente”, capaz de neutralizar al movimiento m ovimiento obrero organizado y regenerar la patria humillada por los vencedores de la guerra y diezmada por las dificultades económicas de su pueblo.
El fascismo se erige así como la tercera posición frente a las democracias liberales (las triunfantes de la Primera Guerra Mundial) y el comunismo. Luego, con la Segunda Guerra Mundial, los fascismos incluirían a las naciones del Eje y sus aliados. Claro que unir a todas estas experiencias bajo la denominación de “fascistas” no es tarea t area sencilla. Los mismos fascistas italianos tuvieron problemas con la definición puesto que no fue hasta años después de la llegada de Mussolini al poder, que elaboraron un comunicado oficial de doctrinas. Además, la mayoría de los movimientos políticos que podríamos asimilar al fascismo no se autodenominaban de esa manera. De allí la necesidad de establecer algunas características nuevas y notables compartidas por estos movimientos fascistas, sin dejar de señalar que diferían en otros tantos aspectos entre sí.
Y la utilización del término fascista para denominarlos no es meramente convencional, sino que responde a que el movimiento político italiano fue la primera fuerza en exhibir estas características como un nuevo tipo, adquirir una fuerza considerable, y constituirse en referente/influyente ideológico. 1
Siguiendo a Stanley Payne , realizaremos una descripción tipológica del fascismo a fin de sintetizar las características comunes de estos movimientos que, en general, se referían a:
a) Un nuevo conjunto de negaciones negaciones compartidas compartidas
b) Un núcleo de ideología ideología y objetivos objetivos en común común
c) Un nuevo estilo formal y formas algo nuevas de organización
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Mussolini
aglutinó a ultraconservadores, ultranacionalistas, sindicalistas revolucionarios y socialistas no marxistas así como a todos los descontentos y marginados de la Italia de Posguerra. En sus sus mitines vociferaba “Creer,
obedecer, luchar”
Hitler
llevó el fascismo a su máxima expresión en Alemania. El nazismo es, para su líder, una
movilización espiritual del pueblo alemán que, a partir de su comunidad racial purificada, ocupará su merecido espacio vital, un imperio racial de amos y esclavos dirigido férreamente por la raza aria.
DESCRIPCIÓN TIPOLÓGICA DEL FASCISMO a) Las Negaciones Fascistas Estos nuevos movimientos a los que denominamos fascismos, se abrieron un espacio político e ideológico a través su hostilidad para con las grandes corrientes establecidas de todo orden. Al surgir en países con sistemas parlamentario parlamentarios s establecidos (y en crisis) y apoyarse apoyarse en gran medida en las clases medias, los fascismos se alejaron tanto de liberales como de marxistas leninistas. Mal podía el fascismo proponer una guerra civil revolucionaria r evolucionaria para llegar al poder. Sin embargo, y dada la necesidad de hacerse hacerse de aliados políticos, muchas veces establecieron alianzas tácticas con la derecha, como es el caso de la fusión del fascismo italiano con uno de los movimientos de la derecha autoritaria europea más radicales: la Asociación Nacionalista Italiana. Pese a estas alianzas y al componente pluralista de partidos con los que Mussolini y Hitler llegaron al poder, el fascismo trascendió al conservadurismo derechista, como veremos con más detalle en otro apartado. El marxismo es el contrapunto del fascismo en todos los sentidos. Debe combatirse su pretensión de abolir las clases y jerarquías sociales “naturales” para el fascismo, su voluntad igualitaria, su antimilitarismo, su materialismo, su internacionalismo, su desprecio por lo tradicional, etc. Fundamentalmente, el marxismo representaba la cuña destructora y corrosiva en el seno de la nación, que debe ser extirpada. El antiliberalismo del fascismo, por su parte, se enlaza con la anti-ilustración y contrarrevolución en Europa. Se trata de un antiliberalismo filosófico, cultural y político, que rechaza el constitucionalismo, la pluralidad política, el consenso racional, la tolerancia de las minorías y sus derechos, etc.; pero no se trata de un antiliberalismo económico. Al contrario, el liberalismo económico es admitido, se acepta el capitalismo es un sistema muy eficaz para la creación de riqueza, así como demostración de los análisis “darwinistas “darwinistas sociales” de la “lucha por la vida” y la “supervivencia del más fuerte”. Adviértase que los nazis, quienes llevaron más al extremo el régimen, no tomaron ninguna medida económica que afectara a los grupos sociales poderosos como reformas agrarias, impuestos especiales a grandes almacenes, etc.
Un núcleo de ideología y objetivos en común Dado que en muy pocos casos los fascismos lograron acceder al poder, siendo Alemania quien puso en práctica una doctrina fascista en su forma forma más radical, resulta complejo generalizar generalizar acerca de la doctrina fascista del Estado. Sin embargo, sí debe señalarse que las aspiraciones fascistas acerca del Estado eran originales y planteaban un nuevo Estado secular, radical, nacionalista y autoritario.
El ultranacionalismo, se convirtió en el factor justificativo y legitimador de la teoría y práctica fascista. f ascista. La regeneración de la patria ante todo, para recuperar mediante una voluntad decidida, las auténticas tradiciones aletargadas por la democracia y el parlamentarismo. No hay acuerdo respecto a si f ue de pleno totalitarismo o no en el sentido de una centralización y una burocratización suficientes para hacer posible un totalitarismo absoluto a la escala del marxismo leninismo. Mellón (1998) entiende que sí. Y que es este rasgo el que lo diferencia de otras opciones políticas como dictaduras autoritarias conservadoras. Fue un totalitarismo, dice, sobre las clases dominadas, cuyas notas principales fueron el monopartidismo, la identificación Estado-Partido, la movilización político ideológico de la sociedad como unidad nacional orgánica y mística, la difuminación de las ideas de las esferas privadas y públicas y el uso sistemático de la violencia planificada. Menos sencillo aún es abordar el tema de la estructura y los objetivos económicos. Centrar la discusión en señalar que fascismo es sinónimo de corporativismo es incorrecto, pues sólo una minoría de los fascistas italianos eran partidarios del corporativismo y la mayoría al igual que el nacionalsocialismo alemán, rechazaba el corporativismo formal. Lo que sí une a los movimientos fascistas, sin duda alguna, es el objetivo de una nueva estructura y
relación de una nueva recíproca. integrada, También
los sistemas sociales y económicos, en relación de producción comunitaria o Una estructura económica nacional fuertemente regulada y pluriclasista.
se ha señalado imperialista por definición.
que
el
fascismo
era
Si bien la mayor parte de los movimientos fascistas eran imperialistas, la verdad es que todos los tipos de movimientos y sistemas políticos, no sólo los fascistas, han producido políticas imperialistas. Más bien debería señalarse como característica fundamental de estos fascismos, su aspiración a un nuevo orden en las
relaciones exteriores, a un cambio radical en la relación o alianzas con respecto a los estados y las fuerzas contemporáneas, y a un posicionamiento nuevo de su nación en Europa y en el mundo.
Aprendiendo y/o Recordando En esta lectura encontrará encontrarás s muchos términos filosóficos que quizás hayas ya estudiado en otra instancia pero que conviene aquí recordar o aprender, si no los has leído antes.
Idealismo: Afirma que la realidad es consecuencia de la actividad del sujeto. El idealismo considera que en el acto de conocimiento el sujeto que conoce influye en la realidad conocida, que la mente está sometida a unos procesos o mecanismos que determinan y construyen la realidad del objeto conocido.
Vitalismo: Doctrina contraria al racionalismo que centra sus reflexiones en la vida. Para el caso que nos atañe nos referimos al vitalismo en el sentido biológico: concepto concepto que subraya el papel del cuerpo, los instintos, lo irracional, la naturaleza, la fuerza y la lucha por la subsistencia.
Darwinismo Social: sostiene que la evolución social puede ser explicada por medio de leyes de la evolución biológica. Pone en primer plano la lucha entre individuos o grupos humanos como fuente de progreso social y biológico.
Es que si el objetivo final era la Supremacía de la Patria (el Nuevo Imperio Romano de Mussolini y el Imperio Im perio Racial Ario de Hitler) el correlato natural es el imperio, demostración palpable palpable del éxito de la Nación frente a otras naciones y/o razas más débiles. Finalmente, y en uno de los aspectos más importantes para la comprensión del fascismo, cabe caracterizar su ideología y cultura fascistas Es que, como bien señala Z Sternhell (1994), el fascismo antes de convertirse en una fuerza política fue un amplio fenómeno cultural. En términos filosóficos, el fascismo es esencialmente antimaterialista, antimaterialista, vitalista
e idealista.
Su cultura era secular (al revés que la de la derecha) pero se basaba en el idealismo y el vitalismo y en el rechazo del determinismo económico sostenido tanto por liberales como marxistas, aunque sin duda, desde distintas perspectivas.
El fascismo en su idealismo y vitalismo, aboga por la creación de un hombre nuevo, un nuevo estilo de cultura que lograse la excelencia tanto física como artística. Uniendo estos conceptos:
Esta superación de los límites se debe a la autodeterminación del hombre que, libre natural, puede por su voluntad y determinación ir más allá de sí mismo. Se establece un culto a los ideales heróicos, la espiritualidad trascendente, el irracionalismo, el instinto y el vitalismo como superación de la crisis de valores que el mundo liberal-burgués ha producido. De este modo se opone al materialismo del siglo XIX, aunque no representa representa tampoco una vuelta a los valores morales y espirituales tradicionales del mundo occidental antes del siglo XVIII.
La Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional fue un cuerpo paramilitar de la Italia fascista, organizada por Mussolini como instrumento violento del fascismo, y que después constituyó una organización militar. Debido al color de su uniforme, sus miembros fueron conocidos como
camisas negras.
Un nuevo estilo formal y formas algo nuevas de organización El fascismo impuso un ambiente novedoso a sus organizaciones, mitines políticos, propaganda, etc. Se dio una importancia y papel central a mítines, marchas, símbolos visuales y rituales ceremoniales sin precedentes; precedentes; otorgándoles otorgándoles una función que iba más allá de lo que ocurría ocurría en los movimientos de masas y los revolucionarios de izquierda. Mediante esta coreografía política se buscaba envolver al participante en una mística y en una comunidad de ritual pseudo religiosa. Las múltiples contradicciones sociales, económicas y políticas de los regímenes fascistas, que no podían ser resueltas, hacían imprescindible a la ideología y su transmisión mediante la propaganda, medio fundamental para lograr consenso político y cohesión entre los sectores dirigentes. Pese a que con ello buscaron movilizar a las masas (en un intento de trascender a las camarillas elitistas propias de los liberalismos parlamentarios o el exclusivismo de la derecha autoritaria) los movimientos fascistas no lograron hacerlo verdaderamente. Todo por el contrario, Mellón sostiene que el fascismo es ultraelitista dados su reivindicación de la desigualad biológica y su utilización ut ilización para legitimar una estructura de poder piramidal.
Junto a la campaña de movilización de las masas, se destaca otro de los rasgos característicos, su tentativa de militarizar las relaciones y el estilo políticos, para lo cual se conformaban grupos de milicias, los que jugaban un rol central en la organización. La utilización de insignias y terminología militares que reforzaban el sentimiento de nacionalismo y de combate constante, contribuían a esa militarización.
Esto guardaba relación con la evaluación positiva positiva de la violencia. La violencia estaba presente presente no sólo en la acción (sentido en el cual difícilmente se pudiera superar a algunos regímenes leninistas) sino fundamentalmente, fundamentalmente, y esto es lo distintivo, a través de una evaluación teórica por la cual se le asignaba a la violencia un cierto valor positivo y terapéutico en y por sí misma. Una cierta cantidad de combate violento constante, en el sentido del darwinismo social, era necesaria para la buena salud de la sociedad nacional. Naturalmente encontraremos entonces sentido a otro de sus rasgos fundamentales: su “chauvinismo masculino” y la extrema insistencia en exagerar el principio masculino en todos los aspectos de su actividad. Los fascistas fueron los únicos que transformaron en fetiche perpetuo la “virilidad” de su movimiento y su programa y estilo. Pese a que se adhería a la concepción
orgánica de la sociedad sociedad (veremos más delante delante de qué se trata), la dominación dominación del varón era era absoluta. Una similar exaltación hacia el el fascismo de la juventud. No sólo le hacía un un llamamiento especial, especial, sino que además exaltaba a la juventud por encima de las demás generaciones sin excepción, basándose en el conflicto entre generaciones, identificados con la novedad del fascismo (mientras las fuerzas establecidas tradicionales e inclusive gran parte de la izquierda se identificaban con dirigentes y miembros de la generación mayor de preguerra). Nuevamente nos encontramos encontramos aquí con el el concepto orgánico de la nación, que que ponía a la juventud en el papel de nueva fuerza vital destacando destacando su predominio en la la lucha y la militarización; también, el culto a la osadía y la voluntad de un nuevo ideal, más inherente a la juventud que a individuos más viejos, prudentes, o materialistas. Por último, los fascismos reconocieron reconocieron de manera explícita y llevaron llevaron al extremo la idea de una jefatura fuerte y autoritaria, así como el culto a la personalidad personalidad del jefe. Hitler (Alemania), Mussolini (Italia) son exponentes más que contundentes de un estilo de mando personal, autoritario y carismático (independientemente de si ha accedido a la jefatura en un comienzo a través de elecciones o no). Esta exaltación de la función de la jefatura, la jerarquía y la subordinación, lleva a los fascismos a confiar más en la función creadora del jefe que en una una ideología o una línea política del partido. Resumiendo:
Diferencias con el nacionalismo autoritario Es preciso detallar, a los fines de no caer en confusiones comunes, a los fascismos respecto de otras formas más conservadoras y derechistas de nacionalismo autoritario. Aunque movimientos fascistas y grupos nacionalistas autoritarios coincidieron en su apogeo en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, y es probable que el clima reinante influyera para ello, y ambos eran expresiones nacionalistas, es incorrecto equipararlos. Estos últimos asumieron formas muy variadas y se diferenciaban del fascismo en aspectos fundamentales. Aquí expondremos expondremos sólo los los más notables. notables.
Características Característi cas
Similitudes
FASCISMO
DERECHA AUTORITARIA no fascista2
Oposición tanto al liberalismo como al marxismo
Oposición tanto al liberalismo como al marxismo
Rechazo al moderado
Rechazo al conservadurismo moderado
conservadurismo
Nacionalista Búsqueda económico
Nacionalista del
desarrollo
Búsqueda económico
del
desarrollo
Basada en una nueva mística Basada en la religión cultural como el vitalismo, el irracionalismo o el neoidealismo secular
Un nuevo autoritarismo, nuevo hombre.
Diferencias
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un
No adoptaba formas totalmente radicales y nuevas de autoritarismo, y normalmente aspiraba a una reorganización de la monarquía o a un corporativismo ecléctico neocatólico, o a una combinación de ambas cosas.
Nuevo orden
Su apoyo dependía más de las élites y la estructura existentes
No logró movilización de masas Se asentaba sobre la clase media. Pregonaba una revolución interclasista
Movilización del apoyo de las masas. Recurrió a amplios estratos de gentes del campo y de la clase media baja. La derecha radical tenía que basarse en elementos de élite de la sociedad y las instituciones establecidas
Búsqueda de neutralidad o apoyo parcial de los militares. El gobierno militar per se impedía el gobierno fascista. Las milicias fascistas generaban una especie de competencia revolucionaria con el ejército.
Utilización del sistema militar con fines políticos. Su propia milicia no solía competir con las fuerzas armadas
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Política Social: cambio relaciones de clase y condición social
de Política social. Congelación de del statu quo
Tendencia específica al elitismo y al jefe autoritario y carismático
Moderaba considerablemente la defensa del elitismo y de una jefatura fuerte a través de invocar legitimidades tradicionales.
Nacionalsocialismo Nacionalsocialismo alemán
Wirtschaftspartei o WP. Partido de la clase media alemana
Partido italiano
Asociación italiana o ANI
Casos nacional
Los Camisas México
de
Fascista
Plata
en
La Falange Española
Nacionalista
PRI de México Carlistas, Española
Renovación
Cabe señalar que en relación con la violencia, el autoritarismo, el militarismo y el imperialismo, la derecha radical era tan extremista como los fascistas, y en esos aspectos era en los que se distinguía más de la derecha autoritaria conservadora.
Diferentes interpretaciones interpretaciones teóricas sobre el fascismo: Un agente violento y dictatorial del capitalismo burgués. El fascismo como forma de “bonapartismo” del siglo XX El fascismo como expresión de un radicalismo exclusivo de las clases medias El fascismo como la l a consecuencia de historias nacionales excepcionales excepcionales El fascismo como producto de un derrumbamiento cultural o moral El fascismo como fenómeno metapolítico excepcional El fascismo como resultado de impulsos psicosociales sumamente neuróticos o patológicos El fascismo como producto de la ascensión de unas masas amorfas El fascismo como manifestación típica del totalitarismo del siglo XX El fascismo como resistencia a la modernización
El fascismo como consecuencia de una fase determinada determinada del crecimiento socioeconómico, o una fase en la secuencia del desarrollo. desarrollo.
Concluyendo: Finalmente, cabe señalar que varias de sus características clave pueden volver a aparecer, y de hecho lo hacen, en movimientos radicales y en regímenes autoritarios nacionales contemporáneos, aunque en general el perfil de los nuevos grupos sea distinto de los fascismos europeos que aquí hemos estudiado o no se presenten en forma integral cumplimentando todas las características señaladas. Sin embargo, resulta fundamental comprenderlo de este modo y especificar varias de esas características: 1. Autoritarismo nacionalista permanente de partido único, que no es pasajero. 2. Jefatura carismática 3. Ideología etnicista sintética, distinta del liberalismo y el marxismo. 4. Sistema estatal autoritario y economía política de corporativismo o sindicalismo o socialismo parcial, más limitada y pluralista que el modelo m odelo comunista. 5. Principio filosófico de activismo voluntarista, no limitado por ningún determinismo determinismo filosófico. Repasando este listado, no quedan dudas de que la influencia del fascismo f ascismo seguirá sintiéndose en el futuro.
PARA RELFEXIONAR, RELFEXIONAR, COINCIDIR, DISENTIR PERO PENSAR CON ESPIRITU CRÍTICO
“VI.- EL LIBERAL L IBERAL FASCISTA. Yo digo que esta película ya la vimos antes, y si no la recordamos es porque la historia no es un artículo atractivo en el mercado globalizado. Esos grises pueden significar algo: la reaparición del fascismo. Paranoia? Umberto Eco, en un texto llamado "El fascismo eterno" (Op. Cit.), da algunas claves para entender que el fascismo sigue latente en la sociedad moderna, y que, aunque parece poco probable que se repitan los campos de exterminio nazis, en uno y otro lado del planeta acecha lo que él llama el "Ur Fascismo". Luego de advertirnos que el fascismo era un totalitarismo "fuzzy", es decir, disperso, difuso en el todo social, propone algunas de sus características: rechazo al avance del saber, irracionalismo, la cultura es sospechosa de fomentar actitudes críticas, el desacuerdo con lo hegemónico es una traición, miedo a la diferencia y racismo, surge de la frustración individual o
social, xenofobia, los enemigos son simultáneamente demasiado fuertes y demasiado débiles, la vida es una guerra permanente, elitismo aristocrático, sacrificio individual para el beneficio de la causa, machismo, populismo cualitativo difundido por televisión, "neo lengua" (de léxico pobre y sintaxis elemental). Todas estas características pueden ser encontradas en los valores que defienden y difunden los media y los intelectuales de derecha en la era visual, en la era de la globalización fragmentada. "Acaso, hoy casi como ayer, no se está utilizando el cansancio democrático, la náusea ante la nada, el desconcierto ante el desorden como aval de una nueva situación histórica de excepción que requiere un nuevo autoritarismo persuasivo, unificador de la ciudadanía en clientes y consumidores de un sistema, un mercado, una represión centralizada?" (M. Vázquez Montalbán. Op. Cit. P. 76). Mire usted la mega pantalla, todos esos grises son la respuesta al desorden, es lo que se necesita para enfrentar a quienes se niegan a disfrutar el mundo virtual de la globalización y se resisten. Y, sin embargo, parece que el número de inconformes crece. Uno de los enanos mexicanos que aspiran a ocupar la silla vacía de Octavio Paz, constataba, aterrado, que en una encuesta en México del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en 1994, el 29% de los entrevistados respondía que las leyes no deben obedecerse si son injustas. En noviembre de 1999, en la revista "Educación 2001", era el 49% el que a la pregunta " Puede el pueblo desobedecer las leyes si le parece que son injustas?", respondió "sí". Después de reconocer que es necesario resolver problemas de crecimiento económico, educación, empleo y salud, señalaba: "todas esas cosas sólo pueden alcanzarse si la sociedad está parada en un piso más básico que es de la seguridad pública y el cumplimiento de la ley. Ese piso está lleno de agujeros en México y tiende a empeorar." (Héctor Aguilar Camín. "Leyes y Crímenes". En "Esquina". Proceso 1225/23 abril 00). El razonamiento es sintomático: a falta de legitimidad y consenso, policías. El clamor de la derecha intelectual demandando "orden y legalidad" no es exclusivo de México. En Francia, el fascista Le Pen está dispuesto a responder al llamado. En Austria el neonazi Heider ya está listo, lo mismo que el franquista Aznar en el Estado Español. En Italia, Berlusconi (alias el "Duce Multimedia") y Gianfranco Fini se arreglan para el momento. Europa asomada de nuevo al balcón del fascismo? Suena duro... y lejano. Pero ahí están las imágenes de la mega pantalla. Esos "skin heads" que asoman sus garrotes en aquella esquina, están en Alemania, en Inglaterra, en Holanda? "Son grupos minoritarios y bajo control", nos tranquiliza el audio de la mega pantalla. Pero parece que el fascismo renovado no siempre trae la cabeza rapada ni se adorna el cuerpo con suásticas tatuadas, y aún así no deja de ser una siniestra derecha. Si digo "siniestra derecha" le parecerá a usted que juego con las palabras y sólo recurro de nuevo a oximoron, pero trato de llamar su atención sobre algo. Después de la caída del muro de Berlín, el espectro político europeo, en su mayoría, corrió atropelladamente hacia el centro. Esto es evidente en la izquierda europea tradicional, pero también ocurrió con los partidos derechistas (véanse: Emiliano Fruta, "La nueva derecha europea", y Hernán R. Moheno, "Más allá de la vieja izquierda y la nueva derecha.", en "Urbi et Orbi". ITAM. Abril 2000) . Con una careta moderna, la derecha fascista empieza a conquistar espacios que ya rebasan con mucho los de las notas policíacas en los media. Ha sido posible porque se han esforzado en construirse una nueva imagen, alejada del pasado violento y autoritario.
También porque se han apropiado de la teología neoliberal con una facilidad asombrosa (por algo será), y porque en sus campañas electorales han insistido mucho en los temas de seguridad pública y empleo (alertando contra la "amenaza" de los inmigrantes). Alguna diferencia con las propuestas de la social democracia o de la izquierda tradicional? Detrás de la "tercera vía" europea acecha el fascismo, fa scismo, y también de la izquierda que no se define (en teoría y práctica) contra el neoliberalismo. En veces, la derecha se puede vestir con andrajos de izquierda. En México, en el reciente debate televisivo entre los 6 candidatos a la presidencia de la República, el candidato que obtuvo el beneplácito de la derecha intelectual fue Gilberto Rincón Gallardo, del Partido Democracia Social, de izquierda aparente. Acaso la televisión no mostró que algunos de los militantes y candidatos del PDS en Chiapas son cabezas de varios grupos paramilitares, responsables, entre otras cosas, de la masacre de Acteal. Que la derecha fascista y la nueva derecha intelectual estén listas para mostrarle sus "habilidades" a los señores del dinero no sorprende. Lo que desconcierta es que, algunas veces, son la socialdemocracia o la izquierda institucional quienes les preparan el camino. Si en el Estado Español, Felipe González (ese político tan aplaudido por la derecha intelectual) trabajó para el triunfo del derechista Partido Popular de José María Aznar, en Italia, la autopista por la que la derecha se dirige al poder se llama Massimo D´Alema. Antes de renunciar, D´Alema hizo todo lo necesario para hacer naufragar a la izquierda. " D´Alema " D´Alema y los suyos financiaron con el (educación) pública, dinero de todos la educación religiosa y prepararon la privatización de la (educación) participaron plenamente en la aventura de la OTAN OTAN contra Yugoslavia y en la ocupación virtual de Albania, privatizaron lo que pudieron, atentaron contra los jubilados, reprimieron a los inmigrantes, se sometieron a Washington, "reflotaron" a los corruptos y al mismo Bettino Craxi, por cuya residencia en el exilio, como prófugo de la justicia, desfilaron para pedirle ayuda, hicieron una ley sobre los carabineros dictada por el comando golpista de los mismos..." (Guillermo Almeyra. "La izquierda de la derecha" En "La Jornada". 23 abril 00) . Resultado? Buena parte del electorado de izquierda se abstuvo de votar. En la complicada geometría política europea, la llamada "tercera vía" no sólo ha resultado letal para la izquierda, también ha sido la rampa de despegue del neofascismo. Tal vez estoy exagerando, pero "la memoria es una facultad extraña. Cuanto más agudo y más aislado es el estímulo que recibe la memoria, más se recuerda; cuanto más abarcador, se recuerda con menor intensidad." (John Berger. Op. Cit. P.234) , y sospecho que ese alud de imágenes grises en la pantalla es para que recordemos con menor intensidad, con pereza, con ganas de olvidar. Y si los libros no mienten, fue el fascismo italiano el que resultó atractivo para muchos líderes liberales europeos porque consideraban que estaba llevando a cabo interesantes reformas sociales, y podría ser una alternativa a la "amenaza comunista" (Véase: U. Eco. Op. Cit.). En agosto de 1997, Fausto Bertinotti (secretario del italiano Partido de Refundación Comunista) escribía en una carta al EZLN: "Se ha abierto, en Europa, una verdadera crisis de civilización. Se podrían, desgraciadamente, desgraciadamente, narrar cientos y miles de episodios de barbarie cotidiana, de violencia gratuita, de agresión a las personas, al cuerpo, de tráfico de personas, de cuerpos, de órganos, sin ningún sentido. Y encima de todo una gruesa capa de indiferencia, como si la vida hubiera perdido
el sentido. Le podría contar de cosas que ocurren en la periferia urbana, realidad y metáfora de la tragedia humana en la que se ha convertido este nuevo c iclo del desarrollo capitalista." Frente a esta vida sin sentido, el liberal fascista ofrece su cara amable y argumenta, haciendo hincapié en sus bondades, el recurso de la violencia legalizada, institucional. El horizonte anuncia tormenta, y la derecha intelectual nos trata de tranquilizar presentándola como un chubasco sin importancia. Todo sea por asegurar el pan, la sal... y el lugar junto al Príncipe. ¡Protegedlo! No importa que su camisa sea gris y en su cálido seno se cultive el huevo de la serpiente. "El huevo de la serpiente". Si mal no recuerdo, es el título de una película de B ergman que describía el ambiente en el que se gestó el fascismo. Y qué hacemos? Seguimos sentados hasta que termine la película? Sí? No? ¡Un momento! ¡Vea usted hacia los otros espectadores! ¡Muchos se han levantado de sus asientos y hacen corrillos! ¡Los murmullos crecen! ¡Algunos lanzan objetos contra la pantalla y abuchean! ¡Y mire esos otros! ¡En lugar de dirigirse a la pantalla van hacia arriba! ¡Como que buscan al que proyecta la película! ¡Parece que lo encontraron porque señalan insistentemente hacia un rincón allá arriba! Quiénes son esas personas y con qué derecho interrumpen la proyección? Uno de ellos levanta una pancarta que reza: "Tomemos entonces, nosotros, ciudadanos comunes, la palabra y la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes." (Saramago, José. "Discursos de Estocolmo". Ed. Alfaguara) . El deber de nuestros deberes? ¡Que alguien explique porque no entendemos nada! ¡Silencio! Alguien toma la palabra.”
Extracto de “La derecha intelectual y el fascismo liberal” del subcomandante Marcos. Publicado en Le Monde Diplomatique. Agosto del 2000. Pág. 32.
Bibliografía Básica:
Mellón, J. A. (ED.) (1998) Capítulo 7. Páginas 131-150.
Ampliatoria: Payne, S. (1982) Capítulos 1 y 8. Páginas 9-21 y 180-192. (Más notas Páginas 215-216 y 240-243).