POLITICA Y SOCIEDAD 11
LOS TRES MUNDOS DEL F:STADO DEL BIENESTAR
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G0STA ESPING-ANDERSEN
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EDICIONS ALFONS EL MAGNAN1M INSTITUCI6 VALENCIANA D'ESTUDIS I INVESTIGACI6
1993
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LAS TRES ECONOMIAS POLITICAS DEL ESTADO DEL BIENESTAR*
EL LEGADO DE LA ECONOMiA POLlTICA
La mayoria de los debates sobre el Est.ado del bienestar han est.ado guiados por dos cuestiones. Prirnera: la relevancia de las clases sociales con la ampliation de la ciudadania social? En otras palabras, ipuede el Estado del bienestar transforrnar fundamental mente la sociedad capitalista? Segunda: iCuales son las fuerzas causales que hay detras del desarrollo del Estado de bienestar? Estas preguntas no son nuevas; de hecho, ya fueron formuladas por los economistas del siglo XIX den anos antes de que existiera un Estado del bienestar propiarncnte dicho. Los economistas clasicos -de tendencia liberal, conservadora, 0 marxistu-i- estaban preocupados por l a r e l ac io n existente entre capitalismo y bienestar. Ciertamente dieron diferentes respuestas (y norrnativas con frecuencia), pero sus anal isis convergian en la relacion existente entre el mercado (y la propiedad) y el Estado (dernucracia). EI neoliberalismo conternporaneo es en buena medida un eco de la economia politica liberal clasica. Para Adam Smith, el mercado era eI medio por excelencia para la abolicion de las clases, la desigualdad y el privilegio. Aparte de un minima necesario, In intervencion del Es-
>to Eete capitulo es una adaptacion de un articulo aparecrdo anteriormente en Canadian Review o(Socio[opyand Anthropology, Vo!. 26:2 (1989), con el titulo de "Las tres economias pcliticua del Estado del biencstar'.
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tudu solo sl'f\'lria p;lra ;lhngar (.) prorr-s« igualatorio de-l intt'ITamhio competitivo y crearia moriopol ios. proteccionismo c ineficucin: c!
Estado sostiene las clases. cl mercado pucde anulur potcnfialmente la sociedad de clases t Smith, 1961, II, esp. pp. 232-61.' Los economistas liberales pocas veces estaban de acuerdo cuando se trataba de defi'nder una politica concreta. Nassau Senior y mas tarde los liberales de Manchester destacaron el elemcnto laissez-fuire de Smith, rechazundo cualquier forma du proteccion social que estuviera Iucra del circuito monetario. A su vez, J.S. Mill y "los liberales reforrnados" abogaron por una limitada rcgulaci6n politica. Sin embargo, todos estaban de acuerdo en 4.W.' c1 camino haciu la igualdad y la prosperidad debia ser preparado con el maximo de Iibertad de mercado y el minimo de interferencia estatal. Su adopcion entusia " tlpi capitalismo de mercado puedc parecer ahora i IlJ usti ficndn. Pl'ro no llt-i x-mox 01 vi dar que In renli dud de In que hablaban era la de un Estado 'lUC upoyaba privilcgios absolutistas, cl proteccionismo mercantilista y una eorrupcion Lo que ellos atacaban era un s isterna de gobierno quo re pri mia sus ideates tanto de libertad como de iniciutiva privudu. Por 10 tanto, In suya era una teor ia revolucionn ria y, dt-sde lH'l'spectiva, podernos comprender por que algunas voces se puedc interprctar a Adam Smith como a Karl Marx.' La dernocracia se tj-nnsfcrmn ell cl talon de Aquiles para muchos liberah-s. En tanto que el capitalismo estuvo configurudc por un mundo de pequcncs propietarios, In prnpiedud e-n Sl misma tendrfa poco que temer de la democracia, Pero con In industrializacion surgieron las masas proletarias, para Ias que la democracia era un medio de reducir 10:-; privilegios de In propiodud. Los libcrulos j r-rnian con razon cl sufrajno universal, pot-que pvt'ntualml'ntt-' politizar In lucha por la distribucion. al:t'rar el nH'I"('adn.'" alinH'ntal' Muehos Ii· llegaron a pensar que Ia democracia mmrpUrl
I Se clla a menudo a Adam Smith. pero llunca ,.e Ie lel', Un exunwl1 m;is profundo de l;US l'scnlos rl·vt'1u un de Olatintl'ion y una sprip lie reservtls que re;;t.ring-en un entusiaslnu l'Xl'{'sivo pur las venlaja...: IIl'l capit.ulismo, ; En La l'Ilflj('ZCl de las (\Hot. II, p. :l:Hj), Srllllh hacI' 1,1 sit.{uil'1l1t' cC1l11ent..1rio acerce dt' los Est.iJdos que apoyan el privllegio y 101 s('guridad de los prof·1t't.arios: "el gobierno civil, hast.a hom imililuido para 10 seKuriliad de la propiedad, l'll realidnd e8lii instituido para la dl,r(·n...:a dt, los ricus \'onlra II> ,"IlJl<'," dt, I:i dl' :L(pll,lIl1S qlll' lJl'm'1l albruna proplednd COlli ra los que nu IlIng:una cn nbsuJuto",
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Tanto los economistns conservndurcs como 10:-> mnrxistns cntcndicron esta contradiccidn, peru propusieron , por supuesto, soluciones opuestas. La critica conservndora m.is cohcrente dcllaissez-faire provino de la escucla hist6rica alornana, especial mente de Friedrich List, Adolph Wagner y Gustav Schmoller. Se negaron a creer que el simple circuito monetario del mercado fuera la un ica 0 Ia mejor garantia de la eficacia economica. Su ideal era la perpetuacion del patriarcado y del absolutisrno como la mejor proteccion social, politica y legal posible para un capitalismo sin lucha de c1ases. Una destacada escuela conservadora prornovio el "Estado del bienestar monarquico", que garantizarfa el bienestar social, la armonia de las c1ases, I" leal tad y la productividad. En este modelo, un siste, rna de produccion eficaz no surge de la competencia, sino de Ia disci. pliii3.-Un estado autoritario seria con mucho superior a) caos de los mercados para tratar de lograr la armorna entre el Estado, la comunidad y el individuo.:' La economfa polftica conservadora surgio como reaccion a la revolucien francesa y a la Comuna de Paris. Eradcclaradarriefiteiiaciohalista y antirrevolucionaria y pretendia detener c) irnpulso democratico. Temia la nivelacion social y favorecia una sociedad que conservara al mismo tiernpo la jerarquia y las clases. La clase, el rango y el status eran algo natural y dado; sin embargo, los conflictos de clase no 10eran. Si se permitia la participacion democnitica de las masas y se deja ban disolver los limites de la autoridad y del status, el resultado seria eJ colapso del orden social. La econornia politica rnarxista 110 solo aborrecia los cfectos atom j., zadores del mercado, sino que tarnbien atacaba la pretension liberal
" E81.a t.mdici6n l':-; pnidieamt'lltt' d('1'il'onocida para los let t.on'l'I anglo,;ajolles pill' :\1{' 'le ha t.raducido muy pow 01 Un ll'x\o (']nv(' 4Ut' inf1u) () Illu('ho ('11 d dehate puhill'll y mas tarde en la 1l'g:isl;ll"ion social rUl' Unit' uhl'r die Sfl,'IU/I' Pm!:!!' (11'172), d(' Adolph Wag-ner, Para un;! panoramica d(' ('f;l:'l 1radi('ioll d(' ('Cllll"mla politic;\ t'n ingll's, n'a1'i(' Schumpel('r \ 19:,4 J, ,Il Robrl' l(,.j,} How,'r : 19 J7) Dentm III tradicitln cat.nJic;\ . . C',,[O...: ,lInrl,:unl nt.a[l',"; S:lO las do,'i papales, Rawn NO/'arum (1 loin 1) y An '/0 11 1, L:'l prinei p,11 Ii nalid:ld dl' la economfa social cuwJica es una organiwclOn social en 1<1 que una ramilia ruerle "e inle· gra en corporacioneR interclnsisl.ali, ayudada por e1 Estadl! ('n terminos del pnndpio de Pant discusitjn ., , AI 19ual que 10'; hb('rales, los ec{JnOflllst.a:; conserva1:ft,n's tamblCn lll'm'n liUS resonancias contemporaneas, aunque son sustancialmente menos numerosas, Un relmrgimient.o tu\'o 1uKar con el conc.:ept.o fascist.a del Estado corporat.ivo IStandisch) de Oltmar Spann en Alemania. El principio de suh:sidiaridad guiu t.odavfn gran parte de b 11 JX.llitica demoaat.acri:-;liana nlemana (veURl' Hicht.er, 191'17 J,
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de que 10,., mr-rcados g;.lralltizan la iguaJdad. que 101 acurnulaci6n de capital niega la propiedad a la gente, COInO indica Dobb (1946), el resultado final sera la cada vez mas profunda division de clases. Y como esta genera agudos conflictos, e] Estado liberal so vera forzado a desprenderse de sus ideales de Iibertad y neutralidad y acabani defendiendo a las c1ases propietarias, Para el marxismo, este es el fundamento de la dominacion de clase. . La cuestion central, no solo para el marxisrno sino para todo el bate contemporaneo sobre el Estado del bienestar, es si, y bajo que i condiciones, pueden ser anuladas por la democracia parlamentaria I' las divisiones de clase y las desigualdades sociales producidas por el capitalismo. -J Temiendo que Ia dernocrucia pudiera producir el socialisrno, los liberales estaban poco prodispuestos a que esta se extendiera. Los socialistas, por e] contrario, suspechahan que el parlarnenta rismo seria poco mas que un caparazon vacio o, como sugir-io Lenin, un rnero "lugar para habladurias" (Jessop. 19H2l. Esta linea de analisis, que repercutio en gran parte del marxismo conternporaneo, produjo la ereencia de que Ius reforrnas sociales eran poco mas que un clique en un orden capitalista que bacia agua constantemente. Por definicion, tales reformas no pod ian ser una respuesta al deseo de ernancipacion de las clases trabajadoras.' Tuvo que producirse una mayor ampiiacion de los derechos politicos antes de que los socialistas pudieran aceptar incondicionalmente un analisis mas optimista del parlamentarismo. Las contribuciones te6ricas mas sofisticadas provinieron de los marxistas austro-alemaneg tales como Adler: Bauer y Eduard Heimann. Segun Heimann (1929), eH posible que las reformas conservadoras estuvieran mot.ivadas por poco Ollis que un dcseo de contcner la movilizacion de los trabajadores. Peru una vez introducidus, se vuelven contradirtorias: ell
• Los l'xponl'nll'l' de psII' an:'disis son III \'l,wlleln al('ll1lll111 dl' la "t1l'rivaci6n del g:,ltado" (Muller y 197;1); Oni> (1972); O'Connor (HI73l; eough (HJ79); Y tambien la oora de Poulanlzlll' Como indicun Skocpnl y Amenta (1986) tm l'U excelente revision, el ellfo4ue esta lejos de :,It:lr unidimensiollul. Asi, OfTe, O'Connor y Gough identifican tam bien 18 funcion de las reformas sociales como concesioncs a las demtlndas dp las y l'Omo pot<'ncialmcnte cuntradictoriaa. Hist6ricamente, In opol'\il'i6n t'OdllJistil II las refonu3s pnrlnmt'lltllriuH el'luvo menos motivada por 1a ttloria que por la realidad. August Bebel, eJ gran Iider de ill social democncia alcmana, rechazo 18 legislaci6n social pionera de Bil'marck no porque no estuviera a favor de la prateccion social, sino pur los descarados y divisoriOR motivos antisocialistas que habia detnis de lat' refon> HI'
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equHihrio del puder de IUK
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se altern profundnrnente cuando los
Itrabajadores disfrutan de derechos sociales, ya que el salario social
Idisminuye Ia
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dependencia de los obreros respecto del mercado y los lempreaarios y entonces se convierte en un recurso potencial de po[,ger. Para Heimann, la pohtica social introduce un elernento ajeno a la econorma pohtica.gapitalista. Es un caballo de Troya que puede penetrar en la frontera entre capitalismo y socialisrl}o. Esta posicion inte, lectual ha gozado de un resurgirniento en el marxisrno reciente IOffe, 1985; Bowles y Gintis, 1986). EI modelo socialdernocrata, como se ha seiialado mas arriba, no abandono necesariamcnte la idea ortodoxa de que, en el fonda, la igualdad fundamental requiere una socializacion de la economia. Sin embargo, la experiencia historica pronto dernostro que la socializacion era una meta que no podia ser perseguida de modo realista a traves , del parlamentarismo.' La aceptaci6n par parte de la socialdemocracia del reformismo parlamentario cornosuestrategia principal para la igualdad y el socialisrno se establecio bajo _9...Q§..J!!"emisas. La primera era que los trahajadores neccsitan recursos sociales, sanidad y educacion para participar de hecho como ciudadanos socialistas. La segunda premisa era que Ia polftica social no solo es cmancipatoria sino tambien ung condicion previa para la eficacia econornica r Myrdal y Myrdal, 1936J. Siguiendo a Marx, en este razonamiento el valor estrategico de IRS politicas de bienestar social reside en que ayudan a promover la marcha hacia adelante de las fuerzas productivas en el capitalismo. Pero el encanto de la estrategia socialdernocrata residia en que la politica social tarnbien redundarta en una movilizacion de fuerzas. Al erradicar la pobreza, 01 desempleo y la com pIeta dependencia salarial, el Estado del bienestar incrementa las capacidades politicas y disrninuye las divisiones sociales que son obstaculos para la uuidad poittica entre los trabajadores.
, Estn constatllcion pravino de dOH tipos de expt'rien('las, lIna, tipilicllda por el Hocialil'mo sueco en los anOH 20, fue ('I dcscubrimiento de qUl' ni siquierll 1a lJaile de la obrera mostraba mucho entusiasmo por la socializacion. De hecho, cuando los socialislas suecos constituyt>ron una comision especial para prepamr 108 planes para 1a socializacion, despu{'s til' diez unos de inv{'stigacion c!Jnduyenm quI' sed" casi impusible lie. varla a la pnictica, Una I.4egunda daMe de expericncia, tipllicada por lol' socialistas noruegos y el gooiemo del frente popular de Blum en 1936. fue el descubrimiento de que las propuestB.s radicales podian ser sabutcadas facilmentc por la capllcidad de los capi. taliSln& para retirar las inveraioneM y para exportar su capital al extranjero.
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LOS THP.S MU!'J[)O:-l !lEL ESTA[JO DEL
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EI mndelo sociuldemocruta, pues, tienc In paternidad de una de hipotesis dominantes en el debate contemporaneo sobrc el Estado del bienestar: la movilizacion parlamentaria de las clases sociales es un i medio para la realizacion de los ideales socialistas de igualdad, justi- I cia, libertad y solidaridad. J LA ECONUMiA PULlTICA DEL ES1'A1l0 DEL
LOs pioneros de la economia politica definieron las bases analiticas de gran parte del actual conocimiento intelectual. Aislaron las variables basicas de clase, estado, mercado y dernocracia y formula ron las proposiciones fundamentales sabre ciudadarna y clase, eficiencia e igualdad, capitalismo y socialismo. La ciencia social conternporanea se distingue de Ia economia politica clasica en dOB frentes cientificamente claves. Primero, se define a si misma como una ciencia positiva y rechaza la prescripcion normativa (Robbins, 1976). Segundo, los economistas clasicos tuvieron poco interes por la variabilidad hist6riea: consideraban que sus esfuerzos se dirigian hacia un sistema de leyes uuiversales. Aunque la economia politica contsmporanea todavia se empena a veCCH en creel en vcrdades absolutas, el metoda cornparativo e historico que sostiene hoy casi toda la buena economia politica revela variacion y permeabilidad. A pesar de estes diferencias, el conocimiento intelectual mas rel ciente tiene como punto central de mira la relacion que existe entre, economia y Estado definida por los economistas del siglo XIX. Y, dado' el enorme crecimiento del Estado del bienestar, es comprensible que este se haya transforrnado en un gran banco de pruebas para teertas enfrentadas de econornia pohtica. Revisaremos mas adelante las contribuciones de la investigaci6n comparativa sobre el desarrollo de los Estados del bienestar en parses capitalistas avanzados. Se argumentara que la mayorfa del debate academico ha estadc mal dirigido, principalmente porque se separ6 de sus fundament os teoricos. Por 10 tanto, debernos recuperar tanto la metodologia como los conceptos de la economia politica con el fin de' estudiar adecuadamente el Estado del bienestar, Esto constituira el pun to central de la seccion final del presente capitulo. En las explicaciones sobre los Estados del bienestar han dominado dos formas tipos de perspectiva; una acentua cstructuraH y sistemas globales y la otra, instituciones y actores.
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La perspectiva esteueturulista/sistemica yHtructuralista 0 sistcrnica trata de aprehender en su totalidad la logica del desarrollo.-Es-el sistema el que "quiere" y, por tanto, lo que ocurre se interpceta facilrnente como un requisite funcional para la reproduccion de la sociedad y de la economia. Debido a en las leyes del movimiento de los sistemas, que su atencion se esta perspectiva se inclina por acentuar las similitudes entre las naciones en lugar de sus diferencias, siendo la industrializaciorr 0 el capitalismo subredeterminantes de las variaciones culturales 0 de las diferencias en las relaciones de poder. Una variante empieza con una teo ria de la sociedad industrial y sostiene que la industrializacion - VCI': necesaria y posible la politica social: necesaria porquo los modes preindustriules de reproduccion social, tales como la familia, la iglesia, noblesse oblige, y la;;a=.-: lidaridad gremial son destruidas por las fuerzas que forman parte de In rnodernizacion, tales como la movilidad social, la urbanizacion, el individualismo y la dependencia del mercado. Lo esencial del caso es que el mercado no es un sustituto adecuado porque abastece solo a los que son capaces 'deactuar en cl. De aqui que I" "tuncion del bienestar social" sea adecuada para el Estado nacion, El Estado del bienestar se ha hecho posible tam bien por el surgimiento de la moderna burocracia como una forma de organizacion racional, universalista y eficaz. Es un medio para gestionar los bienes colectivos, pero tarnbien un centro de poder por sf mismo y, por tan-to, se vera inducido a promover su propio crecimiento. Este tipo de--razonamiento ha inspirado la as; lIamada perspectiva de la "logica del industrialismo", segun la cual el Estado del bienestar surge cuando la economia industrial moderna destruye las inst.ituciones sociales tradicionales (Flora y Alber, 1981; Pryor, 1969'. Pero la tesis tiene dificultades a la hora de explicar por que la politica social del gobierno :.;610 aparecio rmcuenta y u veces ineluso cien anos dcspues de que la comunidad tradicional fuera efectivamente destrui da. La respuesta basica He inspira en la Ley de Wagner de 1883 (Wagner, 1962) y en Alfred Marshall (1920), segun los cualcs es necesario un cierto nivel de desarrollo econ6mico, y pOI' tanto de excedente, para permitir la desviaci6n de recurSOH escasos de HU usa productivo (inversi6n) hacia el bienestar social (Wilensky y Lebeaux, 19581. En este sentido, esta perspectiva sil\ue-los pasos de los viejos liberales. La redistribuci
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COSTA ESPI:":G-A..'-:OERSEl':
un cierto nivel econ6mico se evitara la suma negativa en el trade-off (Okun, 1975). El nuevo mar-xismo cstructuralista es sorprendentemente parale10. Abandonando la clasica teoria de sus antecesores fuertemente centrada en la accion, su punta de partida analitico es que el Estado del bienestar es un producto inevitable del modo de produccion capitalista. La acurnulacion de capital crea contradicciones que hacen ioevil. table Ja reforma social (O'Connor, 1973). En esta tradicion del mar-.\ xismo, al igual que en su equivalente "logica del industrialismo", el i Estado del bienestar practicarnente no necesita ser promovido por ac- . tores politicos, bien sean sindicatos, partidos socialistas, asociaciones! humanilarias a reformadores ilustrados. La cuesti6n es que el Estado ' como tal esta situado de tal forma que las necesidudes colectivas del '. capital son satisfr-chas en cualquier caso. Las prernisas de la teoria descansan en dos supuestos cruclules: prirnoro, que e! poder t-s r-struc- I tural y segundo, que el Estado es "relativarnente" autonorno de las di- , rectricesdeclase IPoulantzas, 197.1; Block, 1977; para una evaluacio,J, critica reciente de toda esta bibliografia, vease Therborn, 1986a; y Skocpol y Amenta, 1986). La perspective de la "logica del capitalismo" sugierc cuestiones dificiles. Si, como argumenta Przeworski (980), el consenso de la clase trabsjadora se logra en base a la hegernoma material, esto es, por subordinacion voluntaria al sistema, es dificil comprender por que hasta un 40 par ciento del producto nacional debe ser asignado a las actividades de legitimaci6n de un Estado del bienestar. Un segundo problema es derivar actividades del Estado a partir de un analisis del "modo de produccion". Quiza In Europa del Este no llega a ser socialista, pero tarnpoco es capitalista. Sin embargo, tarnbien alii encontramos "Estados del bienestar", i.Sera porque In acumulacion tiene requisitos funcionalos can independencia de como proceda? (Skocpol y Amenta, 1986; Bell, 1978),
La perspectiv8 institucional
Lo8 economistas chislcos dejaron claro por que las instituciones de· mocraticas deberian inOuir en el desarrollo del Estado del bienestar. Los liberales temian que una democracia plena pudiera poner en peligro los mercados e iniciar el socialismo. Baja su punta de vista, 18 libertad necesitaba una defensa de los mercados contra fa intrusion po10 q\lt' (01 :Fio rip] pretendia litica. En 1a practica, esto divo,:cio--"n tre pnl iii ca
LOS TRES'MUSDOS DEL ESTADO DEL SIE,ESTAR
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alirnento gran parte del ana lisis institucionalista. La perspectiva institucional, cuyo mejor representante fue Polanyi 0944', aunque, tambien estaba representada par diversos exponentes antidemocraticos de la escuela historiea, insiste en que cualquier intento de aislar la econQ:\ mia de las instituciones sociales y politicas, destruiria la sociedad hu- ! mana. La economfa debe estar incrustada en comunidades sociales paJ· ra que sobreviva. Por eso, Polanyi ve la pohtica social como una pre- . condici6n necesnria para la reintegraci6n de 1.1 economia social. Una van ante reciente e interesante de la teorta de la alineaci6n institucional es el razonamiento de que los Estados del bienestar aparecen mas facilmente en las economias pequerias y abiertas que son especialmente vulnerables a los mercados internacionales. Tal como muestran Katzenstein (1985)y Cameron (1978), existe una mayor inclinacion a regular 108 conflietos de distribuci6n entre clases a traves del Jrohierno y ci(' Ja concertaciou de interosos cuundo tanto ompresarios como trabajadores estan sornetidos a fuerz as que escapan a) control nacional, EI impacto de la dernocracia sobre los Estados del bienestar se ha discutido siempre desde J.S. Mill y Alexis de Tocqueville. EI razonamien to se expresa trpicarnente sin refe rencia a uingun agente 0 clase social en concreto; es en este sentido en el que es institucional. Ensu formulacion clasica, la tesis era sirnplemente que las mayorias favoreceran la distribuci6n social para compensar la debilidad 0 los riesgos del mercado. Si los asalariados estan dispuestos a pedir un salario social, igualmente los capitalistas (0 los ugricultoresj creon conveniente pedir proteccion en forma de aranceles, monopoJios 0 subsidies. La dernocracia es una institucion que no puede resistirse a las demandas de In mayoria. La tesis de la dernocracia tiene much as variantes en sus formulaciones rnodernas. Una identilica las eta pas de la formaci6n de la nacion en las cuales la ampliaci6n a la plena ciudadania debe incluir tambien los derechos sociales (Marshall, 1950; Bendix, 1964; Rokkan, 1970). Una segunda variante, desarrollada por la leoria pluralista y por la teoria de la elecci6n publica (public-chn;ce), arg-umenta que la democracia alilllcnt
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bienestar se desarrollan can mayor probabilidad cuanto mas extendiestan los derechos dernocraticos, la tesis se enfrenta con la singu-". laridad historica de que las primeras y principales iniciativas en di- ' reccion aJ Estado del bienestar tuvieron lugar antes de 1a democracia, y estuvieron profundamente mativadas par el deseo de detener su reaIizacion. Tal fue sin duda el caso de Francia can Napoleon III, el de Alemania can Bismarck y el de Austria can Von Taaffe. A la inversa, ,t el desarrullu del Estado del bienestar sc retruso mas alii donde la de- i mocracia llcgo pronto, como en 108 Estados Unidus, Australia y Suiza.. Esta aparente contradiccion se puede explicar, pero solo hacienda referencia a las clases sociales y a la estructura social: las naciones con, una dernocracia temprana eran predominantemente agrarias y cstaban dominadas par pequerios propietarios que utilizaban sus derechos de voto para reducir Jus impuestos, no para subirlos (Dich, 197311 Pur el contrario, las clases dirigentcs de regimenes autoritarios esta-' ban mejor situadas para imponer elevados impuestos a gentes poco predispuestas para e110. dOB
LOS TRES Ml'\lDOS DEL t:STADO DEL RlE:-iESTAR
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LA CLASE SOCIAL COMO AGENn: POLiTICO
Hemos senalado que la defensa de la tesis de la movilizacion de las clases proviene de la economia politica socialdemocrata. Difiere de los analisis estructuralista e institucional pOT su enfasis en las clases sociales como los qgentes principales Lie cambio y par su argumento de que el balance de poder de las clases deterrnina los resultados de la distribucion. EI destacar la movilizacion activa de las clases no niega necesariarnente la importancia del poder estructural a hegernonicp (Korpi, 19R3J. Pero conlleva la idea de que, en principia, los parlamentes son inatitucionos eficaccs para t.rasladar el poder movilizado a las politicas y reforrnas desundas. Conseeucntcrnente, la politica parlamentaria .es susceptible de restar Vi] lor al poder hegernonico y puede utilizarse para servir [I intereses que son antagonicos con el capital. Adernas, I" teoria de la movilizacion de las clases asume que los Estadus del biencstar hacen ulgo mas que aliviar simplementc los males momentaneos del sistema: un Estado del bienestur "socinldemocrata' transferira, por derecho propio, irnportantes recursos de poder a los asalariados, reforzando asi al movimiento obrero. Como originalmente sostuvo Heimann (1929), 108 derechos socialus hacen retroceder las fronteras del poder capitalista. La cuesti6n de por que el Estado del bienestar es un recurso de pader en 51 mismo es vital para la ulJ1ic<\hiiidad dl' la lcoria. La res-
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puesta es que en el mercado los asalariados est.an intrfnsecamente atomizados y estratificados, se yen obligados a cornpetir, estan inseguros y dependen de decisiones y fuerzas fuera de su control. Esto limita su capacidad para la solidaridad y la movilizacion colectivas, Los derechos sociales, la seguridad de los ingresos, la igualdad y la erradicacion de la pobreza que un Estado del bienestar universal ista persigue, son las precondiciones necesarias para la fuerza y la unidad que dernanda el poder colectivo de movilizacion (Esping-Andersen, 19R5a). EI problema mas dificil para esta tesis es especificar las condiciones para la movilizacion del poder. EI poder depende de los recursos que em an an de los resultados electorales y de la negociaci6n colectiva. A su vez, la movilizacion del poder depende de los niveles de organizacion de los sindicatos, de la proporcion de votos y de los escanos parlamentarios y cart.eras ministeriales que detentan los partidos obreros 0 de izquierda. Pero el poder de un ngunte no puede estar indicado simplemente par sus propios recursos; dependera de los recursos de, las fuerzas contendientes, de la duracion historica de su rnovilizacion y de pautas de alianzas de poder. Se pueden hacer algunas objeciones validas a la tesis de la movilizacion de las clases; en especial hay tres que son fundamentales. Una es que la sede de la toma de decisiones y del poder puede trasladarse desde los parlarnentos a las instituciones neocorporativistas de intermediation de intereses (Shonfield, 1965; Schmitter y Lembruch, 1979). Una segunda cntica es que la capacidad de los partidos de los trabajadores para intluir en el desarrollo del Estado del bienestar esta circunscrita por la estructura del poder de los partidos de derechas. Castles 0978; 1982) ha senalado que el grada de unidad entre los partidos conservadores es mas importante que el poder activado de la izquierda. Otros autores han subrayado el hecho de que los partidos con denorninacion ideologica Igeneralmente social-catolicos) en paises tales como Holanda, Italia y Alemania movilizan a amplios sectores de las clases ohreras y promueven prograrnas de bienestar que no difieron drasticarnente de sus compctidores socialistas (Schmidt, 19R2; Wilensky, 19R1J. La tesis de la movilizacion de las clases ha sido criticada, y con razon, por su suecocentrisrno, es decir, por su lendencia a definir excesivamente el proceso de movilizacion del poder en base a la poco cornun experiencia sueca (Shalev, 1984). Estas objecioncs hacen alusi('m a una falul'in b.l-sica en los supueslos de la teoria aterca de la formacion de cla"es: no podemos asumir que el socialisma es la base natural para la movilizacion de los asala-
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riados. De heche, las condiciones bajo las cuales los trabajadores se hacen socialistas tod avia no e stan debidamente documentadas. Historicamente, las bases organizativas naturales de la movilizacion obrera eran comunidades precapitalistas, sobre todo los gremios, peru tambien la Iglesia. la etnia 0 la lengua. Una referencia facil a la falsa conciencia no explicara por que los trabajadores holandeses, italianos o americanos contimian movilizandose alrededor de principios no socialistas. EI dominic del socialismo en la clase trabajadora sueca es un rompecabezas tan grande como 10 es el dominio del confesionalismo en la holandesa, La tercera objecion, y quiza la mas fundamental, tiene que ver con la vision lineal del poder en este modelo. Es problernatico sostener que un incremento numerico de los votes, de la sindicalizacion, 0 de los escanos, redundara en mas Estado del bienestar. Prime ro, para los partidos socialistas, aSI como para otros partidos, el umbral magico del "50 por ciento" p., ..a las mayorias parlamentarias parece practicarnente insuperable i Przeworski. HIR5J. Segundo, si los partidos socialistas representan a las clases trabajadoras en el sentido tradicionaI, esta claro que nunca tendran exito en gil proyecto. En muy pocos casas la clase obrera tradicional ha sido numericamertte mayoritaria y su papel se estn haciendo rapidamente marginal.' Probablernente, la forma mas prometedora de resolver el problema combinado de la linealidad y del caracter minoritario de 1" c1ase obrefa se encuentra en las recientes aplicaciones de la tesis pionera de Barrington Moore sobre la coalicion de clases para la transformacion del Estado moderno (Weir y Sckocpol, 1985; Gourevitch, 1986; EspingAndersen, 1985a; Esping-Andr-rsen y Friedland. 1982). Asi, los ortgenes del cornpromiso keynesiano con el pleno empleo y de la construeci6n socialdernocrata del Estado del bicnestar se atribuyen a In capacidad delos rnovimientos de una clase obrera mas 0 menos fuerte para Jorjar una alianza politica con las organizaciones de los agricultores; adernas, se puede argumentar que la perrnanencia de la social democracia en el poder ha Ilegado a de pender de la formaci6n de una coalici6n entre la nueva clase obrera y los trabajadores no manuales.
• Obviamt'nte, no es un problt'ma R610 para hip()Lesis pariamenLnri1.l bat'udu en la clase; f"1 marxismo e.;tructuralista.se enfrenLa can el mismo problema caracten8Llca,:; de las nuevas cla8f"8 mem..'ls. Si Lal especificacion no consi(.,'Ue que consliluye uno nueva c1ase obrera, varianLps de In Ll'oria marx isLa se enfrentan con problemas senos {aunque no idenllCOSJ.
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EI enfoque de la coalicion de clases tiene virtudes adicionales. Dos paises como Austria y Suecia pueden tener puntuaciones sirnilares en variables relativas a la rnovilizacion de Ia clase obrera y. sin embargo, tener resultados de politica altnmente desiguales. Esto se puede explicar por las diferencias en la historia de la forrnacion de la coalicion en los dos paises: la consecucion de la hegcmonia socialdernocrata sueca provicne de su capacidad de forjar la famosa alianza "roja-verde" con los agricultores; Ia desventaja comparntiva de los socialistas austriacos se debe al status de "gueto" que se les asigno en virtud de la captacion de las c1ases rurali-s pOT una coalicion conservadora (Esping-Andersen y Korpi. 19R4J. En resumen, tenernos que pcnsar en terrninos de relaciones sociales, no solo en categorias sociales. Mientras las explicaciones estructurales funcionaJistas ide ntifica n resultados convergentes de los Estados del bienestar y los paradigmas de movilizaci6n de clases yen grandes diferencias, peru distribuidas linealmente, un modelo interactivo, como el del enfoque de la coalicion, dirige la atencion hacia distintos regimenes del Estado del bienestar. lQUE ES EL ESTADO DEL B1ENESTAR"
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Cada paradigma teorico debe definir de alguna forma el Estado del bienestar, lComo sabernos cuando y si un Estado del bienestar responde funcionalmente a las necesidades del industriahsmo 0 a la reproducci6n y legitimacion capitalist.a? Y i,c6mo identificamos un Estado del bienestar que corresponda a las demandas que pueda tener una clase obrera movilizada? No podemos sorneter a prueba argumentos opuestos a rnenos que exista una concepcion com partida, cormin, del fenorneno que se trata de explicar. Un notable atributo de toda la literatura es su falta de auteritico interes por el Estado del bienestar como tal. Los estudios sobre el Estado del bienestar han estado motivados por inquietudes teoricas acerca de otros fenomenos, tales como el podcr, la industrializacion 0 las contradicciones capitalistas; generalmente. el Estado del bienestar ha recibido escasa atl'llcitln conccptu,d por si mismo. Si los Estados del bicnestar son distintm:i, i.en que :-;e diferencian? Por otra parte. lcuando existe de verdad un Estado del hienestar? Esto vuelve a dirigir nuestra atenci6n a la pregunta original: lque es el Estado del bienestar? Una definicion normal de manual es que eL Estado del bienestar implica una responsabilidad estatal para asegurar unos minimos basieos
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de proteceion social para sus ciudadanos. Tal definicion evita el prohlerna de si las pohticas sociales son emancipatorias 0 no, de si ayudan a legitimar el sistema 0 no; de si contradicen 0 auxilian a los procesos del mercado: por otra parte, i,que se quiere decir en realidad con In nocion de "basicos"? GNu serta mas apropiado cxign- un Estado del bienestar que satisfaga algo mas que nucst.ras necesidades basicas 0 minimas de proteccion social? La primera generacion de estudios comparatives ernpezo con este tipo conceptualizacion. Asumian, sin mucha reflexion, que e) nivel de gasto social refleja adecuadamente el compromise del Estado con el sistema de bienestar. La intencion teorica no era en realidad lIegar a una cornprcnsion del Estado del bienestar, sino mas bien someter a prueba la validez de modelos teoricos opuestos en el marco de la econorrua pohticn. Al ordenar los parses en relacion con el grado de cion. pi nivel de crecimiento econ6mico y la proporcion de personas rnayores en In cstructura demorrrafica. sc creta que las caracteristicas esendales de la modcrnizucion industrial estaban consideradas dehidamenteo Por otra parte. las teorias basadas en el poder cornparaban los paises segun la Iuerzn de sus partidos de izquierda 0 segun la capacidad de movilizucion de sus elusos nbreras. Los resultados de la primeru generacion de comparativistas son diflciles de evaluur, purque no hay nuda convinccnu- para ninguna teoria en particular. El escaso numero de parses para establecer compuraciones restring» cstadisticamonte ol nurru-ro do variahlcs que so pucde examinar al mismo liempo. Asi. wando (965) 0 Wilensky 11975) encul'ntran qlit' el nivel e('on6miC'o, con sus corn'latoH dt-'mowaficos y burocnl.ticos. cxplirall J.,rran parte dl' las vari:ll.:iOJH'S dl'l Estudo tip) hienestar en los "palses ricos", no incluyen mcdidas relcvantes de la movilizaci6n de Ja clnsc ohrpra 0 d('! g-rHdo dl' ap('rtura dt· In l'COllomla. Sus conclusiones a favor del enfoque de una "16gica del industrialismo" son, por 10 tanto, dudosas. Y wando HewitII1977), Stephens 11979), Korpi (1983), Myles (1984a) y Esping-Andersen (1985hl descubren una clara evidencia a favor de la tesis de la movilizacion de In clase obrera 0 cuan· do Schmidt (19B2; 1983) enl'ucntra apoyo para un ruzonamiento neoeorporativista y Cameron (19781 para uno de apertura economica. 10 hacen sin un amilisis compJeto de posibJes expJicaciones alternativas. 7
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7 ESLa bibliografia ha sido rellisada con gran delalJe p<)r vanO/oi HuWres. Vease, por ejemplo, Wilensky PI ol. (}985). p
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La mayor-in de estes estudins pretender. cxplicar el Estado del bienestar: sin emhargo, su enfoque centrado en el gusto puedc ser erroneo. Los gastos son epifenornenicos a Ja sust.antividad teor-ica de los Estados del bienestar. Adsmas, la perspectiva lineal ctasificatoria (mas 0 rnenos poder, dernocracia 0 gasto) contradice el concepto soeiologico de que el poder, la democracia 0 el bienestar son fenomenos que se encuentran relacionados y est.ructurudos. AI clasificnr los Estados del hienestar segun el gasto, asumirnos que todo el gasto se considera por igual. Pero algunos Estados del bienestar, por ejemplo eI austriaco, gastan una gran cantidad en subsidies para funcionarios privilegiados. Esto no es ]0 que normalmente considerarfarnos un comp romiso con In solidaridad s--W:iaL Otros gastan desproporcionadamente en asistencia social can comprobacion previa del derecho a recibirla. Pocos analistas contemporannos estarian de acuerdo en que una tradicion reforrnadu de ayuda u los pobros puede ser consi de rada Como un compromiso del Estado del bienestar. Algunos paises.invierten cantidades enormes en proteccion fiscal 1m forma de desgravaciones para los planes privados de pensiones de los que se beneficia principalrnento la clast:' media. Pero estas deducciones en los irnpuestos no aparecen en las cuentas de gastos-.En Gran Bretana, el gasto social total ha crecido durante el periodo Thatcher, aunque ello se debe principalmento al increrm-nto del desempleo. EI escaso gasto en algunos programas puede un Estado delhienestar comprometido mas soriumonto con "I pleno empleo, Therborn (1983) est,; en 10 cierto wando sostiene que debemos partir de un-concepto de la estructura del Estado. i,Cmiles san los criterios con los que deherlamos juzg-ar si. y l'U
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clarnacion de Estado del bienestar de algunos paises. T'ambien han concluido con demasiada rapidez que si se han introducido los programas sociales estandar, ha nacido el Estado del bienestar. r El segundo enfoque conceptual procede de la diferenciacion clasica !de Richard Titmuss (1958) entre Estados del bienestar residuales e : En los prirneros, el Estado asume la responsabilidad solo cuando falla la familia 0 el mercado; procura limitar sus obligacionesa los grupos sociales marginales y necesitados. EI segundo mo. "Be· dirige a toda la poblacion, es universalista y abarca un comromiso institucionalizado de protecci6n social. En principio, extendera los compromisos de bienestar social a todas las areas de distrique son esenciales para el bienestar de la sociedad. EI enfoque de Titrnuss ha inspirado una variedad de nuevos desarrollos en la investigacion comparativa del Estado del bienestar (Myles, 1984a; 1980; Esping-Andersen y Korpi, 1984; 1986; . Esping-Andersen. 1985h: 1987bl. Se trata de un enfoque que fuerza a 1108 investigadores a trasludarse desde la caja negra de los gastos al : contenido de los Estados del bienestar: programas especificos frente a ! program as universules. condiciones para SCT benoficiario. calidad de \ los subsidies y de- los servicios. quiza 10 mas importante, hast.a que pun to "I ernplco y In vida labora] estan siendo integrados en la .;!mpliacion por el Estado de los derechos de ciudadania. EI paso a las ti\ IpoTogias del Estado del bienestar hace que las clasificaciones lineales Isimples sean dificiles de sostener. Conceptualmente, estamos cornpatando tipos de Estados que son categorialrm-nte diferentes . EI tercer enfoquc consiste en seleccionar teoricamente los criterios co"ilfos cuales se juzgan los tipos de Estados del bienestar. Esto se puede hacer midiendo los Estados del bienestar reales en relacion a un modelo abstracto y clasificando consecut'lI(pmente los programas concretos 0 la totalidad de los Estados del bienestar (Day 1978; Myles, 1984a). Pero este enfoque es ahistorico y no capta necesariamente los ideales 0 los proyectos que los actores historicos pretendian realizar en sus esfuerzos por lograr el Estado del bienestar. Si nues:! tro objetivo es poncr a prueba teorias causales que implican actores, deberiamos empezar por las exigencias que fueron real mente promo-I vidas por aquellos actores que considerarnos criticos en la historia del desarrollo del Estado del bienestar. Es dificil imaginar que aI-I guien se esforzara por ampliar el gasto per se.
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UNA REESPECIFICACION DEL ESTADO DEL BIENESTAR
Pocas personas pod ran discrepar de la p ropos ici on de T.H. Marshall ( 1950) de que la ciudadania social constituye la idea centra] de un Estado del bienestar. Pero hay que dar un mayor contenido a este concepto; sobre todo, debe irnplicar la conccsion de los derechos Si se da a los derechos sociales el status legal y practice de. los derechos de propiedad, si son inviolables, si se conceden en base a la ciudadama y no al comportamiento real, supondran una desrnercantilizacion del status de los individuos con relacion al mercado. Pero el concepto de ciudadanin social implica tarnbien la estratificacion social: el status de alguien como ciudadano cornpetira 0 incluso reernplazara a su posicion de clase. EI Estado del bienestar no puede ser entendido solo en terrninos de , los derechos que concede. Tambion debernos tener en cuenta como las actividades del Estado cstan cnt.relazadas cn 1<1 provision social con-; las del mercado y el papal de la familia. Estos son los tres principios j fundamentalos a los que hay que dar un mayor contenido notes de ninguna especificacion teorica sobre el Estado del bienestar.
Derechos y desmercanttltzaeion En las sociedades precapitalistas, pocos tr.rbajadores eran estrictamente mercancias, en el senti do de que su supervivencia dependia de la venta de su fuerza de trabajo. AI transforinarse los mercados en universales y hcgemonicos, es cuando el bieru-star de los individuos viene a depender enteramente del circuito monetario. EI despojar a la sociedad de las capas institucionales que garantizahan la reproduccion social fuera del contrato laboral, significo la conversion de los individuos en mercanctas, su mercantilizacion. A su vez, Ia introduccion de los modernos derechos sociales implica una perdida del status de mera mercancia. La desmercantilizacion se produce cuando se presta un servicio como un asunto de derecho y cuando una persona puede ganarse la vida sin de pender del mercado, La mera presencia de la asistencia 0 seguridad social puede que no produzca necesariamente una desrnercantilizacion irnportante si estas no liberan sustancialmente a las personas de su dependencia del mercado. La ayuda a los pobres con cornprobacion de medios de vida, posiblernente ofrecera una red de seguridad en ultima instancia. Pero si los subsidios son bajos y estan asociados a un estigrna social, el Si8-
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tema de ayuda empujara a purticipar en el rncrcudo a todos rnenos a los mas desesperados. Precisamente ese fue el proposito de las leyes para pobres del siglo XIX en la mayoria de los parses. De un modo parecido, la mayoria de los primeros programas de seguridad social fueron dcliberadarnente proyectados para maxi mizar In partieipacion en el mercado laboral (Ogus, 19791. No hay nuda de que In desmercantilizacion ha sido un asunto tremendamente discutido en el desarrollo del Estado del bienestar; para el mundo del trabajo, ha sido sivrnpre prioritaria. Cnando los trabajagores dependen por completo del mercado, es diftcil que se movilicen para ucciones sohdarias. Puesto que sus rccursos reflejan las desigualdadcs del mercado, aparecen las divisiones entre los que estan dentro y los que estan fuera, haciendo diftcil la formacion de movimientos obreros. La desrnerca ntj lizacion refuerza al obrero y debilita Ia autoridad absoluta de los ernpresarios. Justamente por esta razon es por 10 que los empresarios-se han opuesto siempre ala desrnercantilizacion, Los derochos de desmercantilizaci6n Be han desarrollado de dife=-': rentes form as en los Estados del bieriestar contemporaneos. En los i, Estados del bienostar en donde predomina la asistencia social, los de- ; rechos no estan tan vinculados al comportamiento Iaboral como a una I necesidad manifiesta. Sin embargo, la cornprobacion de las necesida- ! des y los tipicos subsidios escasos sirven para reducir el efecto desmercantilizador. Por eso, en los paises en donde este modelo es el do- , minante (principalrnente en los paises anglosajones), el resultado es : "realmente el fortalecimiento del mercado, puesto que todos excepto aquellos que fracasan en el rnercado seran animados a contratar pla- \ nes privados de proteccion social. :-;' Un S"KUndo modelo dominante d"fi"nrl" la ",guridad social "statal obligatoria con derechos reconocidos bastaute grnndcs. Pero, de nuevo, ' esto puede que no asegure automaticarnente una desmercantilizaci6n sustancial, puesto que esto depende en gran medida de las normas, que regulan los subsidies y los que tienen derecho a ellos. Alernania fue la pionera en la seguridad social, pern se puede decir que durante la mayor parte del siglo apenas ha aportado nada en la linea de la desrnercantilizacion a traves de sus programas sociales. Los subsidios han dependido casi total mente de las aportaciones y, por 10 tanto,llel t ra bajOy del empleo, En otras palabras, no es la mera presencia de un I derecho social, sino las reglas correspondientes ),Jas precondiciones,! las que dictan hasta que punto los oro!!ramas rlcl bienestar social I [ ofrecen autenticas alternativ:1s a la del mercado.
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EI tercer modelo dominante de bienestar social, esto es, "I tipo ' Beveridge de subsidio a los ciudadanos, puede .iparecer a primera vista como el mas desrnercantilizador. Ofrece un subsidio basico e igual para todos, independientemente de sus actividadesv aportaciones y rcndimiento previo. En efecto, puede ser un sistema mas solidario, pero no necesariamente desmercantilizador, dado que raras veces tales esquema" han sido capaces de ofreeer subsidies de tal nivel que provean a los beneficiaries de una alternativa real a) trabajo. ..... En la practica, los Estados del bienestar desmercantilizadores sonde fechas muy recientes. Una definicion minima debe irnplicar que los ciudadanos pueden decidir libremente y sin una potencial perdida del ernpleo, de los ingresos 0 de la seguridad social, dejar de trabajar cuando 10 consideren necesario. Teniendo en cuenta esta definicion, podrtamos, por ejernplo, exigir un seguro de enfermedad que garantizara a las personas unos subsidies equivalentes ul salario normal y el derecho a la baja laboral con un minimo informe medico y por el tiempo que la persona estimara ,necesario. Mcrece la pena resnltar que estas condiciones son las que norrnalmcnto disfrutan los funcionarios, profesores de universidad y los trabajadores no manuales de mayor nivel. Habria que exigir algo similar para las pensiones, permi-_ sos por maternidad, perrnisos por estudios y seguros de desempleo. Algunos parses se han acercado a estos niveles de desrnercantiliza-" cion, pero s610 hace poco y en muchos casos con importantes excepciones. En casi todos los paises, a finales de la decada de los afios 60 y comienzos de la de los 70, los subsidies se elevaron hasta igualar casi los salarios normales. Peru en muchos parses. en caso de enfermedad se requiere todavia, por ejcmplo, un certificado medico puntual; en otros, el reconocirniento del derecho dcpende de largos periodos de espera de hasta dOH scrnanas y adcrnas. en algunos, la duracion del derecho es muy corta. Como se vera en el capitulo 2, los Estados del bienestar escandinavos tienden a ser los mas desmercantilizadores y los anglosajones los menos. EL ESTAIJO ImL IlIENESTAR COMO liN SISTEMA DE r:STltATIFICACJ(JN
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A pesar de Ia importancia que se confiere a la relacion existente entre ciudadania y clase social tanto en la economia clasica como en la obra pionera de T.H. Marshall, esta ha sido descuidada tanto teorica como empiricamente. Por 10 general, 0 bien se ha asumido el problema (se ha dado por sentado que el Estado del bienestar crea una sociedad mas iguaJitaria) 0 se ha ahordado estrictamente en terminos
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de distribucion de ingresos 0 en terminoa de si la educacion fomenta la movilidad social ascendente. Una cuestion que pareee todavia mas basica es que clase de sistema de estratificacion es cl que promueve 18 politica social. El Estado del bienestar no es solo un mecanisme que interviene en Ia estructura de la desigualdad y posiblemente la corrige, es un sistema de estratificucion en sf mismo, es una fucrza activa en el ordenamiento de las relaciones sociales, -- . Podemos identificar facilrnente los sistemas alternativos de estratificacion insertados en los Estados del bienestar de una forma comparativa e historica. La tradicional ayuda a los pobres y su variantel contemporanea, la ayuda social para los que se comprueba que no tienen medics, Iueaisenada evidentemente con propositos de estratifi-I cacion. AI castigar y estigmatizar a los destinatarios, se fomenta la dualidad social, 10 que ha constituido un importante blanco de los, ataques'Bel movimiento de los trabajadores. .J El modelo de seguridad social fomenlado por los reformistas conservadores tales como Bismarck y Von Taffe explicitamente era tambien una forma de politica de clases. De heche, pretendia alcanzar dos resultados simultaneos en terminos de estratificacion. EI primero consistia en consolidar las divisiones entre los asalariados legislando distintos program as para los diferentes grupos de clast' y status, cada uno de los cuales tenia un unico y claro grupo de derechos y privilegios que habia sido disenado para subrayar la posicion social conveniente para la vida de una persona. EI segundo objetivo era vincular directamente la lealtad del individuo a la monarquia 0 a la autoridad central del Estado. Ese fue el rnovil de Bismarck wando prornovio un suplemento directo del Estado para el subsidio de jubilacion. Este modelo corporativista estatal fue seguido sohre todo en parses como Alemania, Austria, ItaJia y Francia y condujo ron freeuencia a un Iaberinto de fondos de scguros para grupos de status especificos. EI establecimiento de provisiones para el bienestar social que favoredan espccialmente a los funcionarios (Beamten) fue de especial importancia en esta tradicion corporativista. Por una parte, esta era una manera de premiar la fidelidad al Estado y, por otra, era una forma de que se distinguiera el status social cxtraordinariamente elevado de este !rr.l!R.o. EI modelo corporativista de Ia diferenciacion de status surge principalmente de la antigua tradici6n grernial. Los autocratas neoabsolutistas tales como Bismarck vieron en esta tradicion un medio para combatir a un movimiento obrero cada vez mas fuerte. El movimiento obrero era tan host il nl modele corporativista como al de ayuda a los pobres, en ambos casos por razones obvias. Sin em-
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bargo, las alternativas adoptadas por los trabajadores al principio no fueron menos problematicas desde el punto de vista de la unidad de los trabajadores como una clase solidaria. Do manera practicarnente general, el modele seguido al principio por los truhajadores era el de mutuaJidades autonomas 0 planes equivalentes de proteccion social fraternal patrocinados por sindicatos 0 partidos politicos. Esto no es sorprendente; obviarnente, los trabajadores desconfiaban de las reformas patrocinadas por un Estado que les era hostil y veian sus propias organizaciones no solo como bases de movilizacion de clase, sino tambien como embriones de un mundo alternative de solidaridad y de justicia, como un microcosmos del refugio socialista que habia de Hegar. Sin embargo, estas sociedades microsocialistas se transformaron con frecuencia en problernaticos guetos dasistas que, mas que unir, dividian a los obreros. EI ingreso en estas sociedades se restringia tipicamente a los estratos mas fucrtcs de la clase ohrcra y los mas debiles -que eran los que mas proteccion nccesitnban-s- 10 mas probable es que fueran excluidos. En resumen, el modelo de las sociedades fraternales frustro el objetivo de la movilizacion de la clase obrera. La "propuesta de gueto'' socialista fue un obstaculo adicional cuando los partidos socialistas se encontraron ellos mismos forman do gobiernos y-ieniendo que aprobar las reforrnas sociales que habian pedido durante lanto tiempo. Su modelo de bienestar social tenia que ser reformulado como un bienestar social para "el pueblo" por razones politicas de forrnacion de coaliciones y de una solidaridad mas De ahi que los socialistas llegaran a defender el principio del universaJismo; inspirandose en los liberales, su prograrna se diseno de una manera caracterrstica siguiendo el modele de Beveridge de financiacion de unos ingresos generales junto con cl dernocratico impuesto proporcional. EI sistema universalista promueve la igualdad de status como una alternativa a la ayuda a IOH que sc comprueha que no tienen medios y a la seguridad social corporativista. Todos los ciudadanos estan dotados de derechos similares, con independencia de su clase 0 de su posi. cion en el mercado. En este sentido, el sistema pretende cultivar la solidaridad por encirna de las clases, una solidaridad para toda la naCion. Pero la solidaridad del universalista impuesto proporcional supone UDa estructura de clases historicarnente peculiar, en Ia que la inrnensa mayoria de Ia poblacion es considerada como "gente sencilla", para la cual un modesto, aunque puede ser considerado suficiente. Donde esto ya no vale, como ocurre con la ereciente prosperi dad de la c1ase obrera y el desarrollo de las nuevas c1a-
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ses medias, el uni versalisrno del irnpuesto proporcional promueveun
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..8en a los seguros privados y a la negociacion de beneficios adicionales para-'comple'meiitarla-mode·sta igualdad de 10 que vienen a considerar niveles habituales de proteccion social. Donde se desarrolla este proceso (como en Canada 0 en Gran Bretana), el resultado es que el rnaravilloso espiritu igualitario se transforma en un dualisrno similar al de la asistencia social publica: los pobres confian en el Estado y el resto en el mercado.
No s610 el modelo universalista, sino de hecho todos los modelos de Estado de bienestar historicos se han enfrentado con el dilema de los cambios en Is estructura de clase. Pero Ia respuesta a la prosperidad y a1 creclmlentO de la c1ase media ha sido variada, como tarnbicn 10 ha sido el resultado en terrninos de estratificacion social. En un senti:-I do, la tradicion corporativista de seguros estaba mejor dotada para dirigir las nuevas i elevadas expectativas del Estado del bienestar, puesto que el sistema que exisua pod ria ser rnejorado tecnicarnente con bastante facilidad para distribuir subsidies mas adecuados. La.J reforma de las pensiones de juhi lucion de Adenaucr de 1957 en Alemania fue pionera a este respecto, Su declarado proposito era restablecer las diferencias de status que habian sido mermadas por la incapacidad del antiguo sistema de seguros para proporcionar unos subsidios adaptados a las expectativas, Esto se hizo simplemente pa J sando de subsidies graduados segun aportaciones a subsidies dos segun ingresos.isin alterar el marco de 1a diferenciacion del stasocial. En naciones asistencia social l) con un sistema universalista tila opcion era quien podia satisfacer de forma adecuada las aspiruciones dt' la dnsp nu-din, si c-l merrudo () «l Estado. De esta eleccion politica modelos alternatives. co de Gran Bretana y de la mayor partr- del mund9 aoglosaj6n, era . .conservar un universalismo estatal esencialmente moderado y perrnitil' ue el mercado imperara en los estratos soclaJes en expans16n que pedian un sistema e ienes ar socIa superior, Debido al poder pom;::co de tales grupos, el dualismo que aparece no es simplemente entre el Estado y el mercado, sino tarnbien entre formas de transferencia de bienestar; en estos parses, uno de los componentes del gasto publico que ha crecjdo mBs rapjdamente.son.w. jiubSidios para los asi llama:_ dos planes de so£iales "privados", Y el cCecto politico caracte!,!sbco es el desl:aste_del apoyo de la cbse media para 10 que es cad a vez menDs un Ristema de transfercncia univcrsaJista del sector publico.
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Pero otra alternativa ha sido buscar una smtesis de universalismo y de adecuacirm fuera del mercado, Este camino se ha seguido en paises en los que, por obligacion 0 por legislacion, el Estado incorpora a las nuevas clases medias dentro de un lujoso segundo nivel, universalmenjeinclusivo, con una disposicion de seguros relacionada con losingresos por encirna del igualitario impuesto proporcional. Suecia y Noruega son dos ejemplos destacados. Esta solucion reintroduce la (' desigualdad de prestaciones al ;:arantizar subsidies adaptados a las expectativas, poro, efectivamente, bloquea al mercado. POl' eso tiene exito en mantener el universalismo y tambien, por consiguiente, el grado de consenso politico que se necesrta para preservar un apoyo amplio y solidario para los elovados impue .tos que tal modelo del Estado del bienestar dernanda. Los I!.ECIMENEH DEL ESTADO DEL BIENESTAH
Cuando estudiarnos las variaciones internacionales en los derechos sociales y en la estratificacion del bienestar, encontrarnos ordenamientos cuaIitativaOle 'ferentes entre Estado, mercado y famiia. Por tanto, las variaciones que eneontrarnos el Estado del bienestar no se distribuyen linealmente, sino que se agrupan segun los tipos de regimen, En un grupo, eneontramos el Estado del bienestar "liberal", en el que predominan la ayuda a lo;qlle se compruehn que no henen medios, las transferencias universules rnodcstus 0 los planes modestos de seguros sociales. Los subsidies favorecen principalmente a una clienteia con ingresox bajos, gcnl'ralllH.'nh· d(' clnse obrera, dependientes del Estado. En este rnodelo, el progreso de la reforrna social ha sido circunscrito rigurosurnente por normal" tradicionales y liberales de lu etica del trabajo; uqui los hrnites de la prnteccion social igualan a lu propension marginal a optar poria ayuda social en vez del trabajo. POl' consiguiente, las reglas para estes derechos son cstrictas y a menudo estrin asociadas a un estigma; los subsidies. por 10 general, son modestos. A su vez, el Estado estimula cl mercado, bien pasivarnente -garantizando s610 un minimo- 0 activamente -dando subsidios a planes privados de proteccion social. La consecuencia es que estc tipo de regimen minimiza los efedos de desmercantilizacion, limita con efeetividad el alcance de los derechos sociales y construye un orden de estratificaci()11 que cs una mezcla de una relativa igualdad de pobreza entre los beneficiarios de la protection -si)l:j-al. de un hlenestar para mayorias diferenciado
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por el mercado y un dualisrno politico de clase entre los dos. Los ejernplos arquetipicos de este modelo son Estados Unidos, Cannda y Australia. Un segundo t ipo de regimen agrupa a naciones Como Austria, Francia, Alemania e !talia. En este caso, el legado his tor-icc corporativista estatal fue elevado para atender a la nueva estructura "postindustrial" de clases. En estos Estados del bienestar conservadores y fuertemente "corporativistas", la obsesion liberal por la eficacia del mcrcado y lu rnercantilizacion no rue nunea importante y. como tal, Ia concasion de derechos saciales apenas ha sido un tema seriamente contestado. La que predominaba era la conservacion de las diferencias de status; por 10 tanto, los dereehos fueron vinculados a la clase y al status social. Este corporat ivismo fue subsurnido bajo una estructura estatal perfectamente preparada para desplazar al mercado Como proveedor del bienestar social; de aqui que los seguros particulares y los beneficios adicionales en cl empleo jugaran de hecho un papel marginal. Por otro lado, el enfasis del Estado en elevar las diforcncias de status significa que su impacto redistributivo es insignificnnt«. Pero, en gpneral, los regiruenes corporativistas estan tarnbien conformados por In Iglesia y, por eso, estrin fuertemente cornproruetidos con la conservacion de la familia tradicional. La seguridad social sue. Ie excluir a las rnujeres que no trabajan y los subsidios familiares estirnulan la maternidad. Los centres de dia y otros servicios de ayuda familiar similares estan cluramente subdesarrollados; el principio de la "subsidiaridad" sirve para destacar que el Estado intervendra solamente cuando se acabe la capacidad de la familia para atender a sus rniernbros. El tercero, y sin duda el rnris rcducido, cs cl grupo de reglmenet compuesto por aquellos paises en los que el principio del universalisrna y la desmercantilizacion de los derechos sociales se han extendido tambien a las nuevas clases medias. Podemos llamarlo el tipo de regimen "socialdernocrata", puesto que en estos paises la socialdernocracia fue sin dudu In fuerza doruinante irnpulsora de In reforma social. Mas que tolerar un dualismo entre Estado y rnercado, entre la claseobrera y la clase media, los socialdemocratas buscaban un Estado del bienestar que promoviera una igualdad en los estandares mas elevados, no una igualdad en las necesidades minimas como se buscaba en otros sitios. Esto implicaba, en primer lugar, que los servicios y prestaciones se elevaran hasta unos niveles equiparables incluso con los gustos mas particularizados de la nueva dase media; y en segundo
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lugar, que la igualdad se proporcionaria garantizando a los obreros la cornpleta participacion en la cali dad de los derechos disfrutados por los mas pudientes. Esta formula se traduce en una mezcla de elevada desmercantilizacion y de programas universalistas que, sin embargo. se adaptan a expectativas diferenciadas. Asi, los trabajadores rnanuales llegan a disfrutar de unos derechos identicos a los de los ernpleados y funcionarios; todos los estratos estan incluidos en un sistema de seguro universal, si bien los subsidios se graduan de acuerdo con los ingresos habituales. Este modelo fuerza al mercado y, consecuentemente, construye una solidaridad fundamentalmente universal a favor del Estado del bienestar. Todos tienen subsidios, todos son dependientes y, probablemente, todos se senti ran obligados a pagar. La pohtica de ernancipacion del regimen socialdernocrata se dirige tanto al mercado como a la familia tradicional. En contraste con el modelo subsidiario-corporatista, el principio es no esperar hasta que se agote la capacidad de ayuda de la familia, sino socializar prioritariamente los costes de la familia. EI ideal no es maximizar la dependencia del individuo respecto de la familia, sino las capacidades para la independencia individual. En este sentido, el modelo es una fusion peculiar de liheralismo y socialismo, El resultado es un Estado del bienestar que suministra las prestaciones directamente a los nirios y se responsabiliza directamente del cuidado de los ninos, de los mayores y de los necesitados, Asf pues, se compromete con una pesada carga de servicios sociales, no solo para atender a las necesidades de la familia, sino tarnbien para permitir que las mujeres puedan elegir el trabajo en lugar del hogar. Quiza la carateristica mas sobresaliente del regimen socialdemocrata sea la fusion de bienestar social y trahajo. Esta sencillamente obligado a garantizar al mismo tiempo el pleno empleo y a depender enteramente de su lagro. Por una parte, el derecho al trabajo tiene una categoria igual al derecho de proteccion de los ingresos, Por otra parte, los enonnes costes del mantenimiento de un sistema de bienestar social solidario, universalista y dusmc-rcantilizador significan que debe minimizar los problemas sociales y maximizar los ingresos por salarios. Obviarnente, como mejor se hace esto es con e) mayor nurnero de gente trabajando y el menor nurnero posible de personas viviendo de transferencias sociales. Ninguno de los dos tipos de regimen alternativos defienden el pie. no empleo como una parte integral de su compromiso con el bienestar social. Por supuesto, en la tradicion conservadora se desanima a las
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mujeres a que trabajen; en el ideal liberal, las cuestiones sobre el genero irnportan menus que la pureza del mercado. En los siguientes capitulos mostrarernos que los Estados del bienestar se agrupan, peru hay que reconocer que no existe un solo caso puro. Los paises escandinavos pueden ser predominantemente socialdemocratas, pero no estan libres de elementos Iiberales cruciales. Tampoco los regimenes liberales son tipos puros, EI sistema de seguridad social americano es redistributivo, ubligatorio y esta lejos de ser actuarial. Al menus en su primera formulacion, el New Deal era tan socialdernocrata como 10 era la socialdemocracia escandinava coetanea. Y los regimenes europeos conservadores han incorporado tanto impulsos liberales como socialdemocratas. A traves de las decadas, se han transformado en menus corporativistas y menus autoritarios. r No obstante la falta de pureza, si nuestros criterios esenciales para definir los Estados del bienestar tienen que ver con la calidad de , los dererhos sociales, la estratificacion social y la relacion existente entre el Estado, el mercado y la familia, obviamcnte el mundo esta !..£ompuesto por distintos gTUPOS de rcgfrru-ncs. Comparando los Estados del bienestar segun oscalas de mas 0 menos 0, ('11 reahdod. de mejor 0 peor, obtendrernos resultados suruurneute erroneos.
de e'!'!lici"n do? .Ia clase I'0litica y_cl legado historico de la \ institucionalizacion del reglmlm. '--- - "--Como hemos senalado, no hay en absoluto ninguna razon convincente para creer que los obreros forjaran una identidad socialista de clase de forma automatica y natural; tampoco es verosimil que su movilizacion se parezca a la sueca en particular. La formacion historica real de los colectivos de la clase obrera sera diferente, como tarnbien 10 seran sus y capacidades politicas. Aparecen diferencias fundamentales tanto en el desarrollo del sindicalismo como en el de partidos politicos. LosSindicatos 10 pueden ser de una rama de actividad 0 pueden perseguir objetivos mas universales, pueden ser seculares 0 confesionales y pueden ser ideologicos 0 tener un cariz estrictamente profesional. Sean 10 que fueren, afectaran de una forma decisiva a las demandas pohticas, a la cohesion de clase y al alcance de la accion del partido de los trabajadores. Esta claro que una tesis sobre la movilizacion de In clase obrera debe fijarse en la estruetura de los sindicatos. «: La estructura de los sindicatos puede 0 no reflejarse en la formaque condiciones cacion de un partido de los tnlblliadOl'l's, Pcro, be esperar ciertos rcsul tadoa dvi sistema de bicru-star a partir de configuraciones especificas de las partidos? Hay muchos facto res que inciden para hacer virtual mente imposible el suponer que un partido obrero 0 de izquierda sera capaz de estructurar un Estado del bienestar actuando en solitario. Dejando aparte las divisiones confesionales y otras, s610 bajo circunstancias historicas extraordinarias un partido obrero podra encabezar el solo una mayorta parlamentaria durante el suficiente tiempo como para imponer su voluntad. Hemos serialado que la clase obrera tradicional casi nunca ha constituido una mayoria electoral. De nqu i se deduce que una teoria de la movilizacion de clases debe mirar mas alia de los principales partidos de izquierda. Es un hecho historico que la construccion del Estado del bie: nestar ha--aep.,ndido de la formaclOn de coaliclOncs politicas. La esIruetura de las -coaliCionesaeClascesfiliiClio recursos de cualquier clase por si f!:lisma. . - La aparicion de coaliciones-dc 'Clasea1ter"naiivas esta determinada en parte por la fornmcton de las dases. En las pnmeras fases de la in· dustnahzacion las clases rurales normalmente constituian el sector mas numeroso del electorado. Si los socialdemocratas querian una mayo ria politica, se veian forzados a buscar aliados cn elias. Una de las muchas paradojas de la historia es gue I!,s clases rurales fueron decisivas para el futuro del Dande la economia rural esta-
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LAs CAUSAS DE LOS RECiMENES DEL ESTADO
DEL IlIENESTAR
Si los Estados del bienestar se agrupan en tres tipos de regimen distintos, nos encontramos ante una tarea sustancialmentc mas compleja de identificar las causas de las diferencias de los Estados del bienestar. lQue explican la industrializacion, el crecimiento economi-=co, el capitalismo 0 la fuerza politica de la clase obrera en cuanto a los tipos de regimenes? Una primer2 respuesta superficial serra: muy pcf co. Los parses que hemos estudiudo son todos ellos mas 0 rnenos parecidoscoll-respecto---a-[odas· las variables unteriores excepto en 10 que a Ia variable de la movilizacion de la clase obrera. Y encontramos movimiefifos yparlidos detrabajadores muy podcrosos en ca- . da uno de los tres grupos. J Una teoria de los desarrollos de los Estados del hienestar debe reconsiderar c1aramente sus supuestos causales si quiere explicar sus agrupamientos. Se debe abandonar la esperanza de encontrar una unica fuerza causal; la tarea consiste mas bien en identiflcar los efectos interactivos sohresalientes. Basandonos en los argumentus precedentes, tres [act!',res seri'!'l'ErtaJltesen natura'] de las clases (sobretodo de la clase obrera),
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. a dorninada por una agricultura familiar, de pequeno tnrnano o intensiva ('II capital, el potencial para una ulinnzn c-ru mayor que dondcoe apoyaba en una abundante mano de obra barata. Y donde los agrialto res estaban articulados politicamente y bien organizados (como
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la soeialdemocraciu, el dcsufio fur sinu-tiznr las dcmnndas de ln clase obrera y de los cmpleados sin s.u-nficar l,l compromise con la solidaridad. Puesto que, hist6ricamente, Ius nuevas clases medias han disfrutado de una pri.v!Iggfud" en el tambien han tenido exito en satisfacer sus dernandas de hienestar social al JIlargen del 'I<;sta"dia:· como loduncwnarios. por -mediade un privilegiado sistema publico de bienestar social. Tradicionalmente su seguridad en el puesto de tal, que el pleno empleo ha sido un asunto secundario. Finalmente, cualquier program a para igualar drasticarnente los ingresos choca, sin duda, con gran hostilida:de;;tre la clientela de la c1ase media. Por estas razones, resultaria que el erecimiento de las nuevas clases medias abortaria el_Jl!oyecto soC;;;;W;;. mocrata y reforzaria una fOrmula liberal de Estad-o del bienestar Las tendencias politicas de las nuevas dase;;;edias han sido realmente decisivas para la consolidacion del Estado del bienestar. Su papel al conformar los tres regiment'S del Estado del bienestar descritos . anteriormente es cluro, El rnodelo escandinavo ramente en la capacidad de-riiso·claTdemocracia para incorporarlas de-ntfo de un nuevo-iip(;delE-;t"';-(i;;-deli)ienestar: ";.10-qi!e,-proporcio':.. 'i)'alia de las clases medias, pero que, sin embargo, conservaba el universalisrno de los de.JiCOIiQi;. Verdadcramente, al extencterse los servllios soclales y el empleo publico, el Estado del bienestar participaba directamente en la creaci6n de una clase media instrumentu lmente identificada can fa socialdernocracia. Por el contrario, IOH paises anglosajones conservaron el modelo rew sidual del Est;."IO d(.,1 hienestar preeisa..m ente IJonl'le las nuevas ses medias no fueron atraidas por el Estado en detrimento del rnercado. En terminG" aecl:ise,-Iaconsecucncia -e8-;;( dualismQ:" EI Estado del bleIlesta.'nUendepnnclpalmeiiTi'" Ta-CTase obrera Y'''los pobres; los seguros privados y las prestaciones ligadas al tipo de ocupacion favorecen a las clases medias. Dada la importancia electoral de estas tilti I]1asL-!-s __ ofes arnptiacrones delas actividades.df'J Estado del -----------.-----El tercer n'/,
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1>4 aquellas fuerzas politicas que los estahlccieron. La gran rcforrna de las pensiones de Adcnaucr de 19G7 rue disenadu cxphcitumente para atraer Is lealtad de la clase media.
CONCLUSION Hemos presontado uqui una alternativa a una teorta simple del desarrollo del Estado del bienestar basada en la movilizacion de clase. Dicha 1llternativa esta motivada por la necesidad analitica de pasar de un modelo lineal a uno interactivo en relacion tanto a los Estados del bienestar como a sus causas. Si estudiamos los Estados del bienestar, debemos fijar un conjunto de criterios que definan su papel en la sociedad. Naturalmente, este papel no es el gastar 0 gravar con impuestos, como tam poco 10 es necesariamente el crear igualdad. Hemos preseotado un marco para comparar los Estados del bienestar que torna en consideraci6n los principios por los que voluntariamente se han unido y esforzado los acto res historicos, Cuando centramos nuestra atenci6n en los principios que estan fijados en los Estados del bienestar, descubrimos distintos grupos de rejnmenes, no meras variaciones de "mas" 0 "rnenos" alrededor de un comun denominador. Las fuerzas historicas que hay detras de las diferenci as de regimen son interactivas, En primer lugar, irnplican el modelo de la formaci6n politica de la clase obrcra y, en segundo lugar, la formaci6n de una coalicion politica en la transicion de una economia rural a una sociedad de clases medias. La cuestion de la formacion de la coalicion politica es decisiva. En tercer lugar, las reformas anteriores han contribuido de manera decisiva a la institucionalizacion de las preferencias de clase y del comportamiento politico. En los regimenes corporativistas, la sq.,TUridud sociul jerurquizada seguTl las diferencias do sta.us reforznba la leal tad do las clasps nu-dias a un tipo peculiar de I Estado del En los rcgimenes Iibcrales. las clasos medias II llegaron a estar institucionalmente unidas al mercado/ Y en Escandit .iavia, la suerte de Ia socialdemocracia en las pasadas decadas estuvo estrechameote ligada al establecimiento de un Estado del bienestar de clases medias que beneficia tanto a su clientela tradicional de clase obrera como a los nuevos cstratos de empleados.i Los socialdemo.ratas escandinavos fueron cap aces de conseguir esto, en parte, por• 1ue el mercado privado de prestaciones sociales estaba relativapjante subdesarrollado y, en parte, porque fueron capaces de construir un I 3stado del bienestar con rasgos de suficiente calidad como para satisca cer los deseos de un publico mas exigente. Esto ex plica tarnbien el
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coste cxtruordinnriumente elovado de los Est.ados de! bienestar cscandinavos. Pero una teo ria que intenta explicar el crecimiento del Estado del bir-nestar dcheria tambicn ser capax de com prcnder su reduccion 0 decadencia. Generalmente He cree que los movi mientus de retroceso del Estado del bienestar, las revucltas contra los impuest.os y la inversion de tcndcncias se inician cuando las cargas de los gastos sociales se vuelven demasiado pesadas. Paradojicamente, 10 contrario es lo cierto. Los sentimientos en contra deLE.s.tadQde.L.bi.e=tar eo Is pasada decaaageneralmente han sido mas de biles --ayuda socIal eran mas grandes de] __ , los gastos...§!110 de) caracter de clase del Estado del bienestar. Los Estados del clases medias: bien seansoci3Jderriocratas
y.
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(como en EscandlnaVmJ 0 CUi pOi ath istas
(COIIIO ). torjan lealtades de cluses medias. Por el contrario, los Estados del bieoesfarresiduales, Iiberales, que se encuentran en Canada y, cada vez mas, en Gran Bretana, dependen de las lealtades de un -"strato social. debil y coh1'recuencia -po!fticafnenfe-fc-siduaJ. En este senti do, las coalieiones de clase en las que se basaban los de Estado del no solo su pasada, sino tambiensus perspectivas fuluras.
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