LA POESÍA TROVADORESCA El am o r c o rt é s.
En la región del Mediodía francés, a finales del siglo XI, donde se produce este florecimiento cultural, nacerá, a consecuencia del mismo, un movimiento poético que influirá decisivamente en los países vecinos y que será indispensable para lo comprensión de toda la poesía posterior. Se trata de una corriente fuertemente determinada por un concepto, el del amor cortés, que se utilizará como temática exclusiva de las composiciones y que convierte a esta poesía, la poesía trovadoresca, en el primer movimiento subjetivo y colectivo de Occidente tras la lírica romana. Es por ello necesario, para la comprensión de la poesía trovadores o poesía cortés, definir primero qué es el amor cortés. Como su propio nombre indica, se desarrolla en la corte que es el modelo de comportamiento social de le época. El amor cortés trata de representar en el plano amoroso las relaciones de la corte, es decir, si el señor feudal es el que rige la corte y es el amo de sus vasallos, así la amada debe ser la señora y la dueña del amante que es el vasallo. ¿Por qué este paralelismo? Precisamente porque la corte es el modelo de comportamiento social de la Edad Media. Pero además, es indispensable para el amor cortés, que la amada sea una mujer casada, por lo que el amor cortés se convierte en un amor adúltero. Ahora bien, si tenemos en cuenta que en la Edad Media el matrimonio no se contempla como la libre elección de dos personas que se aman, sino como un pacto social, el amor cortés pasa a ser el amor verdadero, el fruto auténtico del amor propiamente dicho. El vasallaje amoroso supone la sumisión absoluta del poeta - amante a su señora, y ésta, pasa a ser un objeto de culto, casi una religión, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que la sociedad medieval es una sociedad teocrática y lo que pretende el modelo social del feudalismo es reproducir el orden divino por el cual Dios es el “señor” y el señor feudal en la
tierra es reflejo de Aquél. A la posesión del vasallaje se llega por grados: Fenhedor: aspirante tímido Precador: suplicante Entendedor: cortesano Drut: amante
El drut, el último grado, conlleva un juramente de fidelidad que la amada o señora sella con un beso o un anillo y que lleva al trovador a guardar la máxima discreción, por lo que es lógico que florecieran los senhals o seudónimos. Estos poetas o trovadores, estaban instruidos en las siete artes liberales de la latinidad, eran personajes cultos que produjeron sus obras en lengua vulgar con una técnica desarrollada y perfeccionada basada en la retórica y en la música. Como ya hemos dicho, estos poetas reciben el nombre de trovadores. Reciben este nombre ya que son los que dominan el arte deltrobar, el de la música y la versificación. Nunca debe
confundirse el término juglar con el de trovador. El jugar es el personaje que recita o ejecuta una determinada composición acompañado de ciertos instrumentos musicales. El trovador gozaba de cierta consideración, podía llegar a instalarse en la corte, fuera cual fuera su srcen, gracias a su cultura y a su exquisita educación. Esto, no impide que el trovador pudiera ejecutar sus propias obras, o que el juglar ascendiera a trovador. Así, la poesía trovadoresca es productora de una ideología - la del amor cortés - que sólo desaparecerá en el momento en que se ponga en duda el modelo feudal del vasallaje, y cuando ya está tan expandida y cultiva, tan repetida, que se convierta en una “arte desnudo”.
En definitiva, al ser los autores de esta poesía personas cultas e instruidas, la poesía trovadoresca se fijará en una serie de reglas y arquetipos que la convertirán en, además de una forma de pensamiento, en una técnica artística que determinará la poesía posterior. Gé n ero s d e la p o es ía tr ov ad o res ca .
Formas: La cançó (canción) está compuesta por un número que oscila entre 5 o 7coblas o estrofas con una o dos tornadas y cuyo número de versos en variable. El sirventés es igual que la cançó, pero con matiz satírico, generalmente su temática es política, es la forma por la que el trovador expresa lo que piensa sobre la realidad que lo rodea. La tensó es una disputa en forma de diálogo sobre temas variados, generalmente sobre el amor. La pastorela es un debate entre el caballero y la pastora, supone una idealización bucólica de la amada, siempre bajo pseudónimo. La romansa también es de forma dialogada, es la narración de una aventura. El alba, tal vez de srcen popular, cuenta el dolor por la separación de los amantes al llegar la mañana. La danza es también de temática amorosa, e incluye estribillo. Pero hay muchísimas otras:comjat (despedida), escondig ( protesta de inocencia),descort ( desacuerdo), la balada, la estampida, canciones destinadas al acompañamiento de la danza. Desde los comienzos de esta lírica, ya se vislumbras dos corrientes: el trobar clus ( que significa “versificar cerrado”), un trobar oscuro, sutil, difícil; y el trobar leu ( “versificación sencilla”) un trobar claro y sencillo.
El trobar clus se impondría en la región del norte, eltrobar leu en el sur, de forma que cuanto más se dirigía uno hacia el sur en el Mediodía francés, la poesía se iba haciendo más sencilla y clara. El gran desarrollo que alcanzó eltrobar clus, podría explicarse por el deseo de novedad de los poetas, que conllevaba una mayor aceptación en los círculos cortesanos que protegían a los compositores. El principal representante deltrobar clus fue Arnaut Daniel cuyos postulado poéticos fueron muy seguidos, aunque dejados por algunos en busca de una mayor sencillez y naturalidad.
Así, por ejemplo, Giraut de Borneil dirá con respecto altrobar clus: “ podría componer mi canto con palabras cubiertas b( el saupra plus cubert far); pero un canto no tiene mérito perfecto si no es entendido por todo el mundo. Poco me importa que me critiquen. La verdad es que me doy por dichoso cuando oigo que las muchachas cantan mi canción yendo a la fuente”.
Para muchos trovadores, la poesía debía ser esencialmente comunicación, el poeta era la persona capaz de transmitir un mensaje, sin mucho ornato y sin caer en la vulgaridad. Poétic as tr ov ado res cas .
Las reglas de la poética provenzal se recogieron en una serie de tratados que vienen a constituir una de las primeras producciones teórico - literarias de la lengua romance, indispensables, no sólo para la comprensión de ciertas figuras literarias, sino también para la de la producción poética erótica y amorosa. Destacan (no todas son francesas, algunas pertenecen a otras regiones): Razós de Trobar de Raimón Vidal de Besalú. Reglas de Trobar de Jofre de Foixá. Doctrina de cort de Terramagnino de Pisa Leys d'amors de Guillem Moliner
LOS TROVADORES
Los primeros trovadores.
El primer gran poema provenzal es, sin duda, el Boecis - paráfrasis deDe consolatione de Boccacio escrito hacia 950 - que supone el documento más antiguo y escrito literariamente en lengua d'oc. Prescindiendo de él, podemos decir que el primer gran autor de poesía cortés es el conde Poitiers. Guillermo de Poitiers: fue el noveno conde de Poitiers y también duque de Aquitania, que nació en 1071 y murió en 1127. Perteneció a una ilustre estirpe amiga de la cultura, especialmente de las letras. Poitiers es el trovador sensual, alegre y licencioso que se expresa francamente, con toda franqueza. Sin embargo, lo que más impresiona de la obra del conde boración, es decir, la conciencia encierraelaboración de “arte”. Poitiers de Poitiers es su alelagrado lengua romance de lengua literaria gracias aque la cuidada poéticaeleva en unla momento de la historia en el que la lengua de las manifestaciones culturales era el latín. Poitiers, compositor y versificador, se vanagloria de su poética: “Mis versos están todos medidos por igual y me evanezco del aire que he adoptado, pues bueno y excelente”. A él se
le debe la primera gran obra de poesía cortesana sobre la temática del amor cortés hacia una dama de inferior rango social a la que, de todas formas, reconoció como su “señora”.
Marcabrú: La sociedad medieval, refinada, pronto comenzó a identificarse con una sociedad despreocupada y relajada y fue la poesía trovadoresca la que nació como identificación de esto. Marcabrú producirá su obra en contra de este principio de la alta sociedad medieval. Posiblemente, Marcabrú conociera la obra de Poitiers, y muy probablemente fuera el discípulo de un trovador del que pocas noticias nos han llegado, pero del que conocemos su nombre: Cercamón (vagabundo). Marcabrú es uno de los primeros cultivadores del trovar
clus .Es cierto que su temática no es la del amor cortés, y que guardaba una cierta misoginia, de hecho, para Marcabrú la mujer es la fuente principal del mal y la instigadora del adulterio cortesano tan generalizado.
Las composiciones de Marcabrú son las de un hombre que se ve obligado de denunciar las actitudes inmorales de su época y enlaza en estas denuncias el moralismo y la crítica sociopolítica. Prefiere la complicación conceptual a la formal, prefiere la idea a la retórica, su lenguaje es popular, incluso podría decirse que el lenguaje utilizado por Marcabrú se opone al cortesano, algunas veces llega a ser vulgar y grosero. En su obra aparecen multitud de imágenes y símbolos. Desarro llo d e la poes ía tro vad ores ca
Poco a poco, y pese a las actitudes de autores como Marcabrú, lo cierto es que la poesía trovadoresca se irá convirtiendo en una idealización - sobre todo en lo que se refiere al amor cortés - más que en una realidad objetiva. Jaufré Rudel: trovador del siglo XII, señor de Balye, el cual ha sido objeto de la elaboración de una leyenda en torno a su persona, según la cual se enamoró de la condesa de Trípoli, nunca conocida personalmente por el trovador, sólo conocida a través de noticias indirectas. Cuenta la leyenda que decidió marchar para luchar en las Cruzadas y que en la travesía enfermó y fue desembarcado en Trípoli donde la condesa corrió a socorrerlo, y entonces Rudel murió en los brazos de su amada secreta. Lo único claro de toda esta historia es que Rudel fue el primer gran poeta del amor - en el sentido platónico - desde el desconocimiento y la lejanía, tema que luego recogerían autores como Heine, Browning, Carducci, etc. La leyenda tal vez se base en el hecho de que las composiciones de Rudel están obsesionantemente presididas por la presencia de la lejanía, incluso en lo formal, ya que la poesía se muestra transparente, delicada, como tratando de recoger lo intangible de lo real, ceñido en lo trovadoresco al amor. Bernard de Ventadorn: está considerado uno de los poetas más grandes de la escuela provenzal, con él, nos adentramos en la serie de trovadores con dominio de la lírica trovadoresca, se abandona a lo que esta poesía tenía de elaboración a fin de conseguir una poesía ajustada a la experiencia del poeta, al sentimiento espiritual e individual de amor expresado universalmente. Bernard provenía de una humilde familia y pronto fue protegido por su señor, el vizconde Ebles de Ventadorn, quien debió enseñarle el arte de trovar y el cual le llenó de favores. El vizconde, tras enviudar, se casó con Inés de Montluzó, hermosa joven de 18 años famosa en la comarca por su gentileza y donaire. No tardaría mucho en convertirse esta joven en el tema exclusivo y central de los poemas de Bernard. En los poemas, podemos seguir el proceso del galanteo, con composiciones que van desde el tímido reconociendo, pasando por el ocultamiento en la descripción de la alegría renovada de la naturaleza, hasta la confesión poética del amor. “Yo amo a la más bella y a la más noble. MI corazón se cansa a fuerza de
suspirar y a fuerza de llorar se escaldan mis ojos. La amo demasiado, pues que es sólo para mi daño, pero ¿qué puedo contra la violencia del amor?”, vemos, que para el poeta el amor es un dolor - dígase el popular “mal de amores”- ininterrumpido que paradójicamente se desea, pues bien lo explica el mismo Bernard: “mi mal es tan dulce que lo prefiero al mayor de los bienes”, asistimos pues, al bautismo del amor como un agridulce sentimiento, un dulce
sufrimiento, tema que se convertirá en tópico en toda la literatura universal.
La poética de Bernard fue siempre - se opuso así al trova leu - el resultado de su propio poetizar el cual era la expresión de un sentimiento individual, el amor, eje y motor de su poética y en el cual, él mismo, contempla el éxito de su lírica: “Las buenas canciones nacen
todas del corazón y, ¿quién puede animar el corazón si no es el amor? El júbilo que produce el amor penetra hasta lo último del alma, y de ella pasa a mis cantares para embellecerlo.”
La idealización del sentimiento está patente, y consiste en la independencia que consigue el amor respecto al amante, e incluso respecto a quien se ama. Por esto, no puede existir la desesperanza, el amor, sea o no correspondido, ya es válido en la negación de la materialidad del mismo: “cierto es que yo no conozco el amor si no es por sus inquietudes y tormentos, pero quiera el cielo que ame siempre, aunque on sea amado.” Y es que la poesía de Bernard
es alegre, todo es nuevo y bello, da vida, revitaliza, incluso la muerte no es tal, sino no - amor. Su poesía, por tanto, es clara, alegre, transparente, pretende reproducir la alegría desde su propia naturalidad, apartado de lo estrictamente formal. Llega un momento en que la tenacidad de Bernard es recompensada, pero Bernard revela imprudentemente el nombre de la dama que se escondía tras los seudónimos de “Bel - Vezer”, “Fuis Joi” y “Belh Esguart” en la poesíade Bernard. Ella queda recluida y el poeta ha de huir de la corte. Marcha a Aquitania, a Tolosa, incluso llega a la Inglaterra de Enrique II y entra en su corte gracias al conocimiento anterior trabado con Leonor de Aquitania, aficionada a las letras y esposa del duque de Normandía, más tarde rey de Inglaterra. Es probable que ella le inspirara algunas de las composiciones, pero conocida la muerte de la joven Inés, sintió renacer su amor apagado y el más tremendo remordimiento: llora su muerte con extraordinaria sensibilidad que versifica y muerto su protector - el conde de Tolosa -, se retiró como monje a la abadía cisterciense de Dalon, donde moriría hacia el año 1194 sin que se volviera a saber nada más de él. Giraut de Borneil: fue contemporáneo de Arnaut Daniel y figura entre los más célebres trovadores: Dante lo llamaría “el canto de la rectitud”, y la posterioridad lo conoce como el “maestro de los trovadores”. Compuso poco, algunas composiciones, canciones amorosas
depuradamente elaboradas y frecuentemente estructuradas en complicadas estrofas. Es difícil establecer si en su poesía se pueden establecer la diferencia entre el trovar clus y el trovar leu, o si en su poética habrá de verse dos etapas separadas. Siempre fluctuó entre el trovar leu y el trovar clus, pero esta fluctuación es más una necesidad que una disyuntiva artística. Borneil se inclina la dificultad paradesde intentar el favorpoético de la mayoría para con sus composiciones, aunquea fuera imposible el lograr hermetismo pensado para autores de círculos cultos. Arnaut Daniel: Es el mejor representante deltrovar clus. Lo de menos en su poesía será la verdad del sentimiento amoroso, sino los versos que lo encierran, menos lo que se quiere decir que la forma en que se dice: “artífice” e srá la palabra clave para la designación de la labor poética, ya que, agotados los temas, los poetas han de recurrir a la repetición, buscando la novedad en la forma de expresión. De Daniel nos han llegado 19 composiciones admiradas por sus contemporáneos y decisivas para la posteridad. Dante dirá que Arnaut Daniel es el “poeta que llora y va cantando”, y Petrarca: “ gran poeta del amor, cuyo nuevo y bello estilo hace todavía honor al país que lo vio nacer”. La expresión de Daniel es muchas veces acertadísi ma gracias a este rebuscamiento.
Destaca en su poesía el intercambio de sensaciones, que encierran de esta forma un
simbolismo en la trastocación de la realidad para expresar una distinta, presidida en todo momento por el poder de la palabra: “la vuelta dela primavera me invita a cantar y el esmalte de las praderas me brinda a colorear mis acciones con los matices que me ofrecen las flores. Pero las flores que yo cogeré tendrán por fruto el amor, como tienen el júbilo por semilla y su perfume sobrepujará al que esparce por los campos el mes de mayo.”. Trovadores menores
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De los autores que siguieron las directrices losmaestros, maestros si anteriores, hay que una citarpoesía a algunos autores que, aunque no lograron la altura dedesus lograron producir de innegable valor. Pierre Vidal, hijo de un curtidor de Tolosa, fue uno de los más destacados cultivadores del trovar leu; poeta vivo y srcinal - “del plus fols homes que mai fossen”-, viajó por España, residió en Aragón con Alfonso II y en Cataluña con Alfonso I, y se le atribuyen numerosas anécdotas que lindan con lo fantástico. De su producción nos han llegado 50 canciones y la melodía de doce de ellas. Su fantasía es ágil y en su poesía se aprecia la riqueza de su impulso emotivo. Raimbaut de Vaqueiras, nació en el condado de Orange, pero vivió durante mucho tiempo en Italia. Rondó las altas esferas de una sociedad refinada, y logró algunas de las expresiones máximas de la transformación que lo medieval estaba gestando. El s ir v en té s : p o es ía s at íric a .
El sirventés es un género trovadoresco de intención satírica política. Es curioso que una lírica como la provenzal consiga en unos temas tan materiales - lo contrario que el amor cortés como la política y la sátira a la sociedad, un apogeo y éxito y un ajuste tan paradójico a las reglas de la lírica provenzal. Lo provenzal encuentra en estos temas políticos una forma personal, pero mucho más humana siempre pese a fijarse en aspectos tan lejanamente poéticos con respecto al idealismo imperante. Bertrán de Born: logró hacerse señor de Autafort tras expulsar a su hermano, este hecho es el comienzo de su turbulenta vida política: animó a Francia a entrar en guerra contra Inglaterra, de la cual dependía su feudo y fue instigador de la guerra civil contra Enrique II. Colocado por Dante en el “Infierno” por ser sembrador de discordia, sin embargo el poeta
dirigido por Virgilio lo llegó a llamar el mejor cantor de las armas: su poesía delata un sentimiento feudal que centra su poderío en el combate, al que dedica las mejores de sus composiciones. Su poesía está dominada por el más duro realismo, opuesto directamente al conjunto de lirismo delicado de la poesía trovadoresca, y se aplica, por lo general, a la descalificación de nobles y reyes enemigos a los que gustaba provocar. Guillermo de Berguedán: era un altivo y orgulloso noble, probablemente asesino y violador que gustaba de querellarse con sus vecinos y que pretendía reflejarse en su propia poesía como el gran señor feudal que abusa de su poder. Ridiculiza especialmente a Alfonso II de Aragón, de quien era vasallo, y a sus compañeros Pere de Berga y Pons de Mataplana, y se sirve para ello de la utilización de la canción tradicional con un lenguaje grosero e insultante que denota la gran capacidad de observación de Berguedán.
Pierre Cardenal: nació en Puy de Velay y fue educado para la Iglesia, abandonó estos estudios que, sin embargo, le proporcionaron sendos conocimientos y determinaron - en gran parte - su carácter moralista y casi místico. Su poesía se sitúa en la línea de Marcabrú, y llegó a ser indudable maestro del sirventés, se levanta para hablarnos de un mundo en descomposición, carente de moral en todos los ámbitos. Cardenal rechaza tajantemente el amor cortés, su ironía es más fuerte cuanto más alta es la clase social del satirizado, así, se aplica especialmente en caballeros y clérigos, en los que ve el mayor peligro de la cristiandad. Es un autor oscuro y difícil, fue bastante incomprendido, sólo presenta un tanto de claridad cuando nos habla de los aspectos positivos de la vida que se centran en la vuelta de la rectitud moral y religiosa. Los últimos trovadores
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La guerra contra los albigenses en cruzada que se llevó a cabo en suelo francés hacia el año 1213, destruye el foco cultural de la región del Mediodía francés al incorporar territorios occitanos, independientes, en la órbita de influencia francesa septentrional. Con esta guerra, viene el Tratado de París (1229) y la Inquisición en Toulouse, que contribuyeron al cambio de costumbres y al inicio de la decadencia de la poesía profana. Folquet de Marsella: su actuación en hechos políticos y religiosos - ingresó en la orden cistercense y llegó a ser obispo de Toulouse - mereció que muchos de sus contemporáneos le condenaran, aunque goza, como poeta, de su justa fama. Sus canciones amorosas están dedicadas, en su mayoría, a la vizcondesa de Marsella, y se distinguen por la riqueza de sus rimas basadas, muchas veces, en conceptos cercanos a la escolástica. Su especialidad son las rimas de “copla cruzada”que consisten en que todos los versos tienen la misma cesura y las coplas de la canción juegan con las mismas consonantes. A Giraut Riquier: se le ha llamado “el último trovador” y ello, debido a que él mismo se considera representante de una concepción poética ya acabada. Perteneció a la corte de Alfonso X, el Sabio, en Castilla. Quizá, lo más importante de su poesía sean seis pastorelas compuestas entre los años 1260 y 1280, en las que destaca la sencillez de su expresión y el hecho de que están dispuestas como una sola composición en seis partes en las que se desarrolla una leve acción por el paso del tiempo tanto en el trovador como en la pastora. LA INFLUENCIA DE LOS TROVADORES Los presupuestos cortesanos y caballerescos de la literatura provenzal, así como los metros y los temas de la misma, se extienden rápidamente por todos los países de la Europa Occidental. En Cataluña aparece una escuela de trovadores que escribe primero en provenzal y que más tarde utilizará el catalán. En Galicia y Portugal la lírica provenzal transforma la poesía autóctona popular en poesía cortesana. También en Italia influye la poesía provenzal, y en Alemania la poesía de los truveres del Mediodía francés influirán en la poesía de losMinnesänger.
Sin embargo, la dispersión de los trovadores determinará el ocaso de la lírica provenzal, que se seguirá cultivando como fenómeno local. En 1323 se funda en Tolosa el “Consistori del Gay saber”, y el tres de mayo del año siguiente se celebran los primeros “Jocs Florals”
Esta poesía pasará a manos de los nuevos poetas burgueses y, al contrario de Francia, donde el Stil Nuovo surge en condiciones parecidas, esta poesía - didáctica y religiosa para evitar los excesos del amor cortés - logra además de una repetición los temas, que la literatura provenzal quede anclada durante casi doscientos años para más tarde desaparecer en el siglo XV bajo el imperialismo lingüístico francés.
El triunfo del amor cortés sobre la ética caballeresca La invención de la cultura heterosexual, que El Cuenco de Plata publicará en octubre, rastrea la trayectoria histórica de la pareja hombre-mujer hacia la cumbre del imaginario occidental. En este fragmento, un análisis del tema en la narrativa de la amoroso Edad Media Por Louis-Georges Tin
Ver más fotos Tristán e Isolda, según John William
A partir del siglo XII, gracias a los trovadores y juglares, el amor cortés se vuelve un tema recurrente, casi obsesivo en la sociedad medieval. Instaura una relación asimétrica en la que la mujer, la domina, se vuelve, por así decirlo, amo y señor de su amante. Pero en general las coacciones sociales, el marido o el malvado, el losengier (adulador), prohíben cualquier relación verdadera, y la frustración amorosa se sublima a través de fantasías exquisitas, conscientes y refinadas. En su forma absoluta, el amor cortés desemboca en el fin'amor, el perfecto amor, regulado por códigos precisos y rigurosos. Es una relación libre y por lo tanto forzosamente adúltera, ya que amar al esposo es amar por deber pero amar a un amante es amar por amor. Por eso
el amante está sometido a pruebas iniciáticas [...], que finalizarán en el orgasmo que la dama dará o quizás no, ya que algunos consideran que el fin'amor debe permanecer casto y puro. El amor cortés da lugar a una eflorescencia lírica en la que el poeta canta sus versos al son de los instrumentos: es la canso, donde se destacan por ejemplo Guillaume de Poitiers y Thibaut de Champagne. hilaban,invade las mujeres cantaban contaban sus amores de manera galante, y laMientras lírica occitana las regiones del ynorte. Leonor de Aquitania y su hija Marie aclimatan las nuevas costumbres en las respectivas cortes de Inglaterra y Champagne. Esta nueva tendencia invade el género novelesco y fundamentalmente la materia de Bretaña. En resumen, a partir del siglo XII la cultura del amor que surge en las regiones occitanas invade completamente Francia, antes de expandirse por toda Europa. Jacques Le Goff dice al pasar, en su obra La civilización del Occidente medieval: "Hay sin embargo en esta época un sentimiento cuya transmutación parece decididamente moderna. Es el amor. El refinamiento de los sentimientos entre dos seres parece confinado, en la sociedad viril y guerrera de la época propiamente feudal, a la amistad entre los hombres". En La erótica de los trovadores, René Nelli agrega: "Los siglos XII y XIII vieron reinventarse al amor, reformularse amparándose en los ritos propios de la amistad, de sus magias e incluso de las concepciones filosóficas que la definen". Conocemos también los esfuerzos realizados por Denis de Rougemont por circunscribir el auge del amor en Occidente. Habituados a la lógica de la cultura heterosexual, a la que perciben como natural, los comentaristas encuentran dificultades a la hora de evaluar la revolución que introdujo el amor cortés en la sociedad medieval. Esta nueva tendencia provoca una inversión inédita en el mundo feudal: tiende a suplantar las amistades masculinas por los amores heterosexuales. Algunos historiadores como Duby, Le Goff o Nelli han mostrado con idoneidad el auge de la sociedad cortés, pero en general han desestimado un aspecto esencial: prácticamente no han estudiado la transición (desde ya conflictiva) de la cultura feudal de las amistades masculinas a la cultura cortés de los amores heterosexuales. Dicho de otro modo, en general los historiadores no han analizado la heterosexualidad en sí: sin duda porque para ellos no constituía un problema. La emergencia y el posterior auge de la cultura heterosexual en Occidente colocan a los hombres de guerra en una posición difícil. Atrapados entre la ética caballeresca que incita a la guerra -universo masculino- y la ética cortés que incita al amor universo femenino-, se ven obligados a responder simultáneamente a dos órdenes conminatorias y contradictorias; su universo homosocial debía de ahora en más
contemporizar con la cultura heterosexual. Así, los relatos de Chrétien de Troyes (hacia 1135-1183) tratan en gran medida de ese dilema e intentan responder de manera dialéctica: ¿cómo conciliar la ética caballeresca con la ética cortés? Érec y Énide, el primero de esos relatos, tuvo un gran éxito: fue retomado por Hartmann von Aue y también en la Erexaga, prosa noruega. Érec, hijo del rey Lac, se casa con Énide. La quiere mucho, quizás demasiado. Deja de lado los torneos y se complace en las delicias Se le critica entonces su esa indolencia, eseconyugales. amor, esa deferencia permanente porrécréantise, su esposa: es en decir, otras palabras, se cuestiona su virilidad. La propia Énide llega a lamentar que Érec haya abandonado por ella la gloria caballeresca, causando gran deshonor para ambos. Se lamenta en el silencio de la noche, habla en voz alta y Érec la oye. Herido en su orgullo, decide partir en pos de grandes hazañas, para reconquistar la estima de su esposa y demostrar a todos que su eminente valía caballeresca no va a la zaga de su dignidad cortés. [...] Las novelas de Chrétien de Troyes están totalmente atravesadas por el conflicto al que se enfrentan los caballeros entre la necesidad de adoptar la ética cortés sin perder el ethoscaballeresco. Pero estas exigencias son a menudo contradictorias. La guerra y la galantería implican cualidades opuestas en muchos aspectos, y no resulta fácil satisfacer ambas a la vez. Por eso los caballeros se ven forzados a adaptarse progresivamente al gusto del momento, a amoldarse si es necesario a la nueva moda sin por ello perder la virilidad y valentía indispensables para un perfecto caballero. En resumen, debemos mostrar con toda claridad hasta qué punto la irrupción heterosexual de la cultura cortés en un universo caballeresco, globalmente homosocial, podía ser vivida con mucha dificultad, incluso de manera traumática para algunos caballeros [...]. Esta tensión se hace sentir, y la mayoría de los relatos de la época la ubican en primer plano. Son muchos los autores que, a semejanza de Chrétien de Troyes, plantean esta situación de double bind. Para comprobarlo no es necesario hurgar en los rincones secretos de las bibliotecas. Basta con elegir cualquiera de las obras más conocidas, por ejemplo Tristán e Isolda: este relato puede con todo derecho considerarse el símbolo de la cultura heterosexual, pero también allí el verdadero interés radica menos en la afirmación de la cultura cortés que en la oposición manifiesta entre cultura cortés y cultura caballeresca. El srcen de la leyenda se remonta a una herencia mitológica cuyas huellas más remotas se encuentran en Cornouailles. A partir de allí se compusieron varios relatos desperdigados, que a partir del siglo XII algunos autores han intentado compilar. No hay uno sino muchos Tristán e Isolda. Las distintas versiones no narran siempre los mismos episodios y entre una y otra, por no hablar del estilo, a menudo aparecen
diferencias considerables. En cambio se mantienen los versos de Béroul, compuestos de hecho antes de 1170, y los de Thomas, escritos hacia 1175. [...] Las aventuras caballerescas, la pasión cortés, los episodios maravillosos constituyen el material de la leyenda inmersa en las fuentes de la fascinación y de la muerte. Los filtros, los venenos, la nave mágica, los encantamientos, los disfraces, los homónimos, los parecidos, amistades, los celos, célebres el azar, los los símbolos, la fatalidad trágica, en fin, las todos esos ingredientes hansignos, inspirado a lo largo de los siglos la mitología del amor en Occidente. Sin embargo, basta comparar las distintas versiones para comprobar la aparición de esa tensión entre tradición caballeresca y modernidad cortés. En efecto, el texto de Béroul se presenta más épico, más acorde con las viejas tradiciones de los relatos de caballería. La narración es más escueta, procede a través de episodios entrecortados y de cuadros, algo similar a lo que ocurre en las canciones de gesta. El autor resalta las contradicciones entre la ética caballeresca y la ética cortés, ya que Tristán es al mismo tiempo vasallo y rival del rey. Por el contrario, la versión de Thomas es más lírica. No faltan los monólogos donde se despliegan los sentimientos y la pasión de los héroes. Incluso algunas veces se discuten problemas de casuística amorosa, al estilo de la poesía de los trovadores. Thomas hace prevalecer una ética cortés en la que sólo el amor es absoluto. Y por momentos evoca los délits y déduits, placeres de amor, entre Tristán y su drue, su amante. Es por eso que al comparar las dos versiones queda al descubierto de manera elocuente la singularidad del dispositivo inventado en esta época. Por el tratamiento especial que concede al amor y sus manifestaciones, la versión de Thomas se corresponde más con lo que se podría llamar la cultura heterosexual. Se puede percibir de Béroul a Thomas una evolución propia de toda una época: la transformación de la ética caballeresca en cultura cortés. Un hombre y una mujer que se aman es en sí mismo un argumento suficiente para motivar todo un relato. Lo que genera la aventura ya no es la búsqueda religiosa, el ardor beligerante, o ambos a la vez, como en los relatos de las cruzadas; de aquí en más pasa a ser la búsqueda amorosa. Pero se puede percibir que esta cultura cortés no tiene nada de natural. En Béroul, el mismo tema es presentado de una manera menos lírica, menos exaltada y profunda. Para él la pasión es pretexto de aventuras y desplazamientos; para Thomas, la pasión es el texto. Un episodio en particular muestra claramente la diferencia entre ambos autores. En Béroul la pasión es el resultado de un filtro, catástrofe que lleva a Tristán, muy a su pesar, a amar a la mujer que debía conducir ante su tío. La toma del filtro es aun más inoportuna, puesto que la pareja inicial del relato no era Tristán e Isolda sino Tristán y Marc. En efecto, tal como lo muestra al comienzo la versión de Eilhart von Oberg, el
rey siente verdadero cariño por su sobrino, desea vivir con él y se niega a tener una mujer a su lado, enfrentándose por ello con todo su entorno: El rey le tenía tanto cariño que por amor a él no quiso contraer matrimonio. Decidió considerarlo su hijo y someter su reino a su poder. Eso disgustó mucho a sus parientes, que lo censuraron por ello. Infinidad de veces lo presionaron para que eligiera esposaintención una mujer de su rango. Siempre les respondía que no tenía la como más mínima dedigna casarse. Es verdad que se necesitaba de una mujer para perpetuar el linaje, pero esta pasión del rey Marc por su sobrino no era en sí misma aberrante. Manifestaba el poderío social y afectivo del lazo de vasallaje, así como la importancia en la sociedad feudal de las relaciones avunculares (relativas al tío) que los historiadores modernos han resaltado más de una vez. Al estar tan prendado de su sobrino, el rey no se decide a escoger mujer, pero presionado por sus barones encuentra una escapatoria. Dos golondrinas entran por la ventana, y dejan caer un largo y hermoso cabello dorado. El rey anuncia que se casará con la mujer a la que pertenezca dicho cabello, convencido de que nadie logrará encontrarla. Sin embargo, como los barones sospechan que Tristán está pergeñando una maniobra para apoderarse de la herencia del rey Marc, el joven se embarca a la búsqueda de la mujer en cuestión. Y en efecto la encuentra: se llama Isolda; y decide llevarla hasta el castillo del rey. Es en la nave que los trae donde se produce la catástrofe: los jóvenes beben el filtro. Este hecho provoca un conflicto entre la relación homosocial y feudal que une al rey con su sobrino, y la relación heterosexual y cortés que une de ahora en más al sobrino con la reina. El filtro bebido por error es la causa de esa desgracia; esta pasión sólo puede ser el resultado de un accidente. Además, al disiparse el efecto del filtro luego de tres años, Tristán se lamenta de no estar ya en el castillo junto a los demás caballeros, junto a su tío al que tanto ama. No obstante, el filtro sólo aparece en la versión de Béroul; Thomas no lo menciona, y en su versión todo ocurre como si la pasión hubiera nacido del simple encuentro. Es el amor a primera vista, el flechazo. De allí que no haya necesidad de inventar un artificio; el amor es espontáneo, viene del corazón, en una palabra, es natural. En Béroul, una pasión semejante sólo puede explicarse por un maleficio; en cambio en Thomas se explica por sí misma, ya que proviene del propio ser. Esta diferencia es significativa: revela un proceso de interiorización y naturalización de la pasión amorosa, característico de la cultura heterosexual que surgía por ese entonces y que iba suplantando poco a poco a la cultura homosocial de antaño. En ese
sentido, Tristán e Isolda, más que el mito del amor en Occidente, como afirma Denis de Rougemont, es el triunfo del mito del amor heterosexual sobre el amor homosocial.
Traducción: Lil Sclavo
Te amo... te amo te amo te... te amo de manera inexplicable, innombrable maneras, de manera contradictoria. Te amo... te amo, con mi estado de ánimo que son muchos y cambian continuamente como sabes humor. El tiempo... La vida... La muerte... Te quiero... Te amo con el mundo que no entiendo, con gente que no entiende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos, incluso cuando digo que no te amo, te amo aun cuando haces trampa, engaño en la parte inferior saca un plan para amarte mejor. Te amo... te amo, sin que refleja inconscientemente irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente, en realidad no tengo ningún argumento lógico, o ni siquiera improvisados para fundamentar este amor que siento por que misteriosamente apareció de la nada que no solucionan mágicamente nada y milagrosamente, poco a poco, con poco y nada mejorado lo peor de mí. Te amo... te amo, con un cuerpo que piensa, con un corazón que no está funcionando, con una cabeza que tiene coordenadas. Te quiero... Te amo, como es comprensible, sin preguntarme porque te amo, no cuidan porque te amo, sin duda porque te amo. Te quiero... Te amo porque te amo
SOBRE LA TRADICIÓN CRISTIANA Editorial de LA PUERTA. ESOTERISMO CRISTIANO Sabemos que el exoterismo de cualquier tradición significa su aspecto exterior (del griego exo: exterior), es decir el conjunto de textos, rituales, prescripciones, imágenes, símbolos y figuras que se enseñan públicamente. Representa en cierta manera a la Iglesia exterior. El esoterismo en cambio, se refiere a su sentido interior u oculto (eso: i nterior). Representa la Iglesia interior o dicho de otra manera, la Escuela. Si el primero está al alcance de todos, el segundo es oculto, ya que constituye un misterio interior. Sería la experimentación personal y secreta del contenido del exoterismo; así pues, se comprende fácilmente que el esoterismo nunca puede ser público. De lo dicho podemos deducir que el exoterismo tiene que ser el reflejo exacto del misterio esotérico y no debe separarse de su contenido, el cual se proyecta al exterior en forma de rituales, sacramentos, prescripciones y símbolos. Si una Iglesia exterior pierde su E scuela interior, donde se transmite el misterio oculto, o sea el sentido real y palpable de aquello que se enseña, se convierte poco a po co en una religión humana, es decir, social, moral, finalmente farisaica; los r itos y las imágenes se modifican ya que se ha olvidado a qué se refieren precisamente. La Iglesia exterior, que perpetua la fe en la revelación divina, debe permanecer fiel a los que, en su seno, conocen y poseen su sentido oculto y transmiten su conocimiento (Gnosis). Así pues, una necesita de la otra. Todos los profetas y apóstoles auténticos, o sea los conocedores, han «re-velado»; es decir, han enseñado de forma velada, porque su experiencia no puede expresarse, sino utilizando imágenes, rituales, letra. Se experimente desde el interior, luego se «re-vela» a fuera. Se comprende pues, que intentar explicar el esoterismo sin haberlo experimentado, constituye un contrasentido, ya que sería querer hablar desde fuera de lo de dentro, sin haberlo penetrado. El esoterismo es «el misterio», ya que sólo puede conocerse entrando en él (misterio: del griego musterion, mustes: iniciación, iniciado); así pues, s e penetra en el misterio mediante una iniciación, una manifestación divina, precisamente este es el significado de la palabra griega apocalipsis. Desde fuera, lo único que se puede hacer es transmitir fielmente y con exactitud las re-velaciones de los maestros del esoterismo. Toda tradición procede necesariamente de la reactualización, o sea de la experimentación de este misterio de regeneración por parte de su fundador. A partir de ello, se establece una Escuela capaz de enseñar y transmitir el misterio d el conocimiento operativo, luego se puede constituir una Iglesia exterior para comunicar la fe en l a revelación. He aquí la unión necesaria del exoterismo con el esoterismo. Si en el seno de este conjunto s e interrumpe la transmisión del misterio, entonces la Iglesia exterior se encuentra sin contenido vivo y la tradic ión degenera en moralismo. Por eso, Jesús, el renovador del misterio de la Gnosis, acusaba a los que él llama nomikoi, los doctores de la ley, que interpretaban la Torá de manera puramente exotérica, de haber perdido este conocimiento: «¡Ay de vosotros, doctores de la ley, porque habéis cogido la llave de la Gnosis; vosotros mismos no habéis entrado y a los que iban a entrar se lo habéis impedido!» (Lucas XI, 52).
De este modo la letra suplantó a la tradición oral, la Escritura sustituyó a la Palabra viva que transmitían los profetas. Cuando el evangelio habla de «los que iban a entrar», alude ciertamente al esoterismo, a la enseñanza que se da «en la casa», en opos ición con la de fuera que se da «en la plaza pública». La «llave de la Gnosis» podría referirse al secreto de la iniciación, el único que da entrada al conocimiento de la Divinidad. «¿Por qué les hablas con parábolas?, p reguntan los discípulos. Respondió Jesús: Porque a vosotros se os hacierto dadoque el conocer los misterios delyreino desobrado; los cielos; más ellos se les ha dado. Siendo al que tiene, se l e dará estará más al aque nono tiene, le quitarán aun lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo, no miran, y oyendo, no escuchan ni entienden» (Mateo XIII, 10 a13). La palabra griega Gnosis empleada por Jesús (en Lucas XI, 52) significa conocimiento experimental de la Divinidad; procede del verbo gignosco, conocer, de la misma raíz que gignomai, nacer. Muy a menudo suele oponerse conocimiento de Dios y amor de Dios, como si el conocimiento excluyera el amor. «Conoci miento» implica renacimiento, con-noscer es con-nacer, o re-generación, donde encontramos la raíz primitiva «g-n» del griego geinomai, nacer, genos, raza, linaje, etc… Así pues, no existe verdadera Gnosis sin
regeneración, muerte y resurrección. La Gnosis o Conocimiento no se sitúa en el plano de la especulación intelectual, sino que constituye la consumación de la realización y se transmite en secreto de maestro a discípulo. Tal es el misterio esotérico. El tema del esoterismo cristiano es difícil , ya que, para muchos cristianos, puede parecer ajeno a su tradición. En efecto, desde aproximadamente el siglo IV, la Escuela iniciática, la transmisión de la Gnosis, ha ido desapareciendo de la Iglesia oficial, la cual, desde entonces, se ha opuesto siempre a todos los i ntentos de resurgimiento de la misma en el curso de su historia. El esoterismo s ólo se perpetuó bajo formas marginales que la Iglesia algunas veces toleró y otras condenó. Citemos algunos ejemplos: la Orden de los Templarios, fundada por San Bernardo y luego ferozmente aniquilada; las sociedades de constructores de la Edad Media, precursores de la Masonería, que finalmente fue condenada; las Órdenes de Caballería donde se difundía una enseñanza esotérica, «el Trobar Clus», con las poesías de amor de los trovadores provenzales y catalanes, que fueron prohibidas por el obispo de París en 1277. Incluso el gran Dante, adepto de la sociedad de los «Fideli d’Amore», a pesar de las
precauciones que tomó para esconder su enseñanza esotérica no pudo escapar a l a condena papal. Últimamente ha sido rehabilitado, pues como casi nadie lee sus obras, ya no molesta a la Iglesia. A lo largo de la historia de la Iglesia, resuenan los gritos de los llamados «herejes», perseguidos, encarcelados, condenados y asesinados sin discriminación, así es como la Iglesia exotérica se esterilizó, privándose progresivamente de los auténticos ins pirados capaces de restablecer en ella el misterio que la animaba al principio. Muchos, desde fuera, intentaron recuperar este esoterismo que los mismos cristianos oficiales rechazaban o negaban, creando muy a menudo cierta confusión respecto a lo que realmente constituye el esoterismo cristiano. Decimos que se trata de un tema difícil, porque la mayoría de los cristianos par ece haber perdido el recuerdo del misterio de regeneración que el Fundador del mismo y sus auténticos herederos enseñaban. Dijo el Maestro: «no es el discí pulo superior al maestro, pero todo discípulo será perfecto cuando sea semejante a su maestro» (Lucas VI, 40).
Se nos dirá que la Iglesia no condenó las experiencias místicas de sus santos, sino todo lo contrario. Es cierto, pero la experiencia mística no debe confundirse con la realización integral propuesta por el cristianismo, ya que la primera sólo proporciona participaciones en espíritu, momentáneas y fugitivas con la Divinidad celeste, tendiendo naturalmente a la desencarnación del hombre; en cambio, la segunda realiza la encarnación de la divinidad en la naturaleza humana purificada y regenerada en cuerpo, espíritu y alma gl orificados. Esto lo explica Jesús a Ni codemo, que parecía haberlo olvidado: «En verdad, en verdad, te digo que quien no nace de arriba no puede ver el reino de Dios, etc…» (Juan III, 3).
(conocimiento, en francés: connaissance, del latín cum-nascor, nacer mediante algo). Profundizando sin prejuicios en nuestra tradición, ¿quién puede negar seriamente el srcen esotérico de la misma? ¿No dice san Pablo: «Por revelación (apocalipsis) he conocido el misterio? (Efesios III, 3)
EL RENACIMIENTO Síntesis de la Tradición Occidental y Eclosión del Hermetismo FRANCISCO ARIZA LOS “FIELES DE AMOR” Y SU INFLUENCIA EN LA
RECUPERACION DE LA CULTURA CLASICA I
Dijimos en el capítulo anterior que el Renacimiento representó un ciclo histórico completo en sí mismo y que en él se verían realizadas determinadas posibilidades que quedaron latentes en el Medioevo, tal el caso de la Cábala Cristiana, que ya estaba prefigurada en la obra de ciertos filósofos y hermetistas medievales, como por ejemplo Ramón Llull. Al mismo tiempo, también apuntamos que como todo nuevo ciclo el Renacimiento desplegaría sus propias potencialidades latentes, y siempre en relación con los estados del Alma Universal, anunciados por los astros, estados que tienen su correspondencia en el ser humano, influyendo así por su intermedio en el proceso histórico.1 En efecto, el desarrollo de esas potencialidades, que son ideas arquetípicas que se plasman en el tiempo y el espacio a través de las formas culturales que el hombre crea de acuerdo a esas mismas ideas, definirán lo que fue esta época, en la que se incubarán asimismo los gérmenes de un nuevo ciclo que dará lugar a la Edad Moderna, y que vendrá anunciada igualmente por determinados acontecimientos cuya naturaleza tendrá un sentido diferente a los que promovieron el Renacimiento. Así, el pensamiento que engendraría la civilización moderna seríaseotra de las posibilidades contenidas en el ciclo renacentista, pero que desplegará ampliamente cuando aparezcan las coyunturas temporales que la hicieron factible, y éstas llegarían a mediados del siglo XVII con el triunfo definitivo de la concepción racionalista del mundo y del hombre, y la influencia que dicha concepción tendrá sobre el significado dado a los descubrimientos de la “revolución científica”.
Lo primero que hay que tener presente es que si bien el Renacimiento aparece por primera vez en Italia, no es un fenómeno exclusivamente italiano, pues en toda Europa se vive por igual el cambio de época. Tengamos en cuenta que Europa, durante la Edad Media, se constituye en
una unidad cultural donde todo estaba interrelacionado, y en consecuencia el cambio de ciclo afectaría por igual a todos los países que formaban parte de ella, un cambio que se siente como una renovación de las viejas estructuras medievales (lo que indica que el Renacimiento representó en un aspecto la culminación plena de ciertas corrientes culturales y socio-políticas que nacieron en el Medioevo), y al mismo tiempo como la asunción de una época realmente nueva, con sus inevitables luces y sombras. Pero sin duda alguna es en Italia donde se empiezan a manifestar y a concretar no sólo las formas externas que va tomando dicho cambio, sino también las corrientes de pensamiento que lo harán posible y que canalizarán su enorme flujo creativo en los distintos ámbitos del arte, la ciencia, las creencias religiosas, y el pensamiento filosófico y metafísico. Uno de los signos más importantes a través del cual podemos atisbar la llegada de ese nuevo ciclo será el renacido interés por todo lo referido a la Antigüedad Clásica, y ciertamente en ningún otro país de Europa se volvió la mirada hacia ella con más intensidad, y nos atreveríamos a decir con más propiedad, que en Italia, que además gozaba, y goza, de una situación geográfica privilegiada (en medio del Mediterráneo) apta para recibir las corrientes intelectuales que le llegarán de su extremo occidental y de su extremo oriental: respectivamente, de España (la Cábala) y de Bizancio o Constantinopla (el Corpus Hermeticum y los textos de la tradición y la filosofía griega, caldea y gnóstica), los cuales serán, junto a la recuperación de la cultura Clásica, el motor de esa gran revolución cultural que fue el Renacimiento. Al mismo tiempo, esa posición geográfica “central” facilitará también que esas corrientes se
expandan rápidamente por toda Europa. En efecto, la Tradición Clásica, o sea la concepción del mundo característica de la cultura greco-romana, o del paganismo, nunca desapareció de la tierra de Italia.2 En ella siempre permaneció el vínculo con el Mundo Antiguo y nunca se interrumpió la cadena iniciática que remontaba hasta él, como lo deja entrever el importante papel que desempeñan Virgilio y otros elementos simbólicos griegos y romanos en La Divina Comedia de Dante, que no olvidemos es una obra donde se hace la gran síntesis del esoterismo cristiano medieval, el cual formaba parte constitutiva del pensamiento tradicional de esa época, y que dicha obra contribuirá a donar a los siglos siguientes. Pero en ella también se describe una historia y una geografía simbólicas que tienen como protagonistas a los filósofos, poetas y héroes civilizadores de Grecia y
Roma,3 lo que indica a las claras que para Dante, y para la corriente de pensamiento a la que pertenece (la organización iniciática de los “Fieles de Amor”), la Tradición Clásica continúa viva, y no sólo eso sino que se
sienten partícipes de la cadena de la Tradición Occidental considerada en su conjunto. Agustín Renaudet, en su libro Dante Humaniste (París, 1953), corrobora lo que estamos diciendo al afirmar que el poeta florentino: no cree que entre la antigüedad heroica de los tiempos greco-romanos y las generaciones iluminadas por Cristo se abra un abismo; ni que una brusca y trágica ruptura separe el fin del mundo antiguo y el nacimiento del mundo moderno. El humanismo de Dante no puede renunciar, no quiere renunciar a los principios de la continuidad del espíritu humano (…) Por eso, los dioses del panteón greco -romano ocupan un lugar tan importante en el sagrado poema. Por eso, Dante reconoce la grandeza del viejo Júpiter. Por eso, el sagrado poema invoca al comienzo de cada uno de sus tres cantos, e incluso en los umbrales del paraíso, al Apolo helénico.
Asimismo, esa presencia de la cultura Clásica también la encontramos en otros libros de Dante, como en De Monarquía, e incluso en La Vita Nuova y El Convivio, y, en mayor o menor medida, en la de casi todos los demás integrantes de los Fieles de Amor, cuyos miembros más conocidos, además de Dante, fueron Guido Guinizzelli, Lapo Gianni, Guido Cavalcanti, Cino da Pistoia, Dino Compagni, Giácomo da Lentini, Cecco d‟Ascoli, Francesco da Barberino y Brunetto Latini, sin olvidarnos
naturalmente de Petrarca y Boccaccio, que vivieron por entero en el siglo XIV y que han sido considerados como los precursores del Humanismo renacentista, y por lo tanto los que más contribuyeron en la recuperación y fortalecimiento de la cultura Clásica.4 Aunque su srcen está en Italia (y más concretamente en la Toscana) los Fieles de Amor se extendieron también por otros países europeos, especialmente en Francia, y dentro de ésta sobre todo en las regiones centrales y del Mediodía (la antigua Occitania), donde florecieron a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV las cortes de los nobles interesados en los estudios de los clásicos y el Hermetismo. Hablamos por ejemplo de la Casa de Borgoña, de Berry, o de Anjou. En esta última destacan sobre todo Roberto y René de Anjou. El primero, Roberto de Anjou (12781343), tuvo su corte principal en Nápoles, donde precisamente Boccaccio pasó su juventud conociendo de primera mano la poesía del “amor cortés”. Por su parte, René de Anjou (1409-1480) escribió una obra
titulada Libro del Corazón de Amor Prendido, inspirada en el símbolo del Amor tal y como lo entendían precisamente los Fieles de Amor y los
trovadores, esto es, como personificación misma de la “Madonna Inteligencia”. Este rey funda una orden sustentada en todas estas ideas
emanadas de la literatura hermético-alquímica, siendo su divisa “alabanza creciente”.5 Es de señalar que René de Anjou pasó gran parte de su vida en la Provenza, que junto al Languedoc es donde hubo un mayor interés por la doctrina de los Fieles de Amor, y esto sin duda alguna secularmente tiene su srcentierras en la historia de ambas regiones francesas, que fueron de encuentro de tradiciones llegadas de diferentes lugares a lo largo de toda la Edad Media, e incluso antes, como es el caso de la Cábala y las diversas corrientes herméticas y alquímicas vinculadas con las gnosis orientales y alejandrinas, etc. En definitiva, era un terreno abonado para que, efectivamente, los Fieles de Amor encontraran allí una expansión de sus ideas.6 Precisamente a los Fieles de Amor se debe la creación de ese movimiento literario conocido como el dolce stil nuovo, estrechamente ligado con la “lengua de oc” (de ahí el nombre de Languedoc), la que los trovadores utilizaban como vehículo de su arte.7 Al igual que la “lengua de oc”, el
dolce stil nuovo constituía un lenguaje poético por medio del cual se vehiculaban ideas y principios ligados con la búsqueda del Conocimiento, pues la poesía era entendida entre los Fieles de Amor y los trovadores como la lengua en la que la Deidad habla a los hombres, aunque esté velada por la propia palabra, la que al mismo tiempo puede revelarla; es decir, que la palabra actúa a modo de símbolo, el cual efectivamente vela y revela la idea que contiene en el interior de su forma. Recordemos, además, que la “lengua de oc” ha pasado a ser sinónimo de la “lengua de los símbolos”, debido precisamente a su
carácter de lengua vehiculadora de las ideas relacionadas con el conocimiento de la Cosmogonía Perenne, y tal vez sea esta la razón, entre otras, por la Dante hablaba de lade “lengua oc”los como de su “lengua materna”. Encual efecto, tanto los Fieles Amor de como trovadores
occitanos y provenzales, toman el lenguaje poético como un vehículo mediante el cual se narran las experiencias de un proceso espiritual consistente en invocar al Dios Amor y revestirse de una fuerza interior que “despierte a la mente que duerme” en palabras de Cavalcanti, y lleve
finalmente a la unión con la Diosa Sabiduría, descrita siempre como una “Dama”. Francesco da Barberino, en su obra Documentos de Amor, habla justamente de esta Dama, identificándola con la propia doctrina metafísica, que al darnos el Conocimiento, la Gnosis, nos conduce a la verdadera vida; lo mismo sostiene Jacques de Baisieux en su Feudos de Amor cuando concibe a éste como vencedor de la muerte, lo cual ya está
implícito en la propia palabra Amor: “A-mor”, es decir “no muerte”. Mas para alcanzar ese estado es necesario la pureza de corazón (el “cuore gentile”), o sea el corazón liberado de las pasiones y entregado
enteramente a la contemplación de la Sabiduría, la que se derrama en él como en un recipiente. Las siguientes palabras del mismo Jacques de Baisieux son bastante explícitas en este sentido: El Amor, que no es lento en conocer a sus fieles, va volando hacia aquel por el que suspira la Dama, lo hiere con su lanza y le da un golpe tal, que le saca el corazón del pecho y se lo lleva a su Dama.
Precisamente en tierras del Languedoc y la Provenza estuvo exiliado el fiel de amor ya nombrado Brunetto Latini (1220-1294), viviendo en Montpellier durante un tiempo y en otras ciudades provenzales. Según se cree también dio clases en París, y sus estudios e investigaciones le llevan a traducir a los clásicos (Salustio, Cicerón, etc.) al toscano, y muy probablemente también el Roman de la Rosa, poema hermético escrito en el siglo XIII atribuido a Guillaume de Lorris y Jean de Meung, y en donde también se describe el con proceso iniciático como lacomo búsqueda y la finalmente la unión del alma el Espíritu, utilizando soporte 8 energía del amor al Conocimiento; esa misma energía fue invocada ya por Ovidio en su Arte Amatoria, que no por casualidad será fuente de inspiración permanente para los trovadores y los Fieles de Amor.9 Lo mismo podemos decir en lo que respecta a Platón, quien habla del dios Amor como intermediario –al igual que Hermes– entre los dioses y los hombres. Sobre el Amor, o Eros, dice Platón en El Banquete que: Interpreta y transmite a los dioses las cosas humanas y a los hombres las cosas divinas, las súplicas y los sacrificios de los unos y las órdenes y las recompensas a los sacrificios de los otros. Colocado entre unos y otros rellena el hueco, de manera que el quede ligado consigo A través de aéllos discurre el artea adivinatoria enTodo su totalidad y el arte de losmismo. sacerdotes relativa sacrificios, las iniciaciones, a los encantos, a la mántica toda y a la magia. La divinidad no se pone en contacto con el hombre, sino que es a través de este género de seres por donde tiene lugar todo comercio y todo diálogo entre los dioses y los hombres.
Brunetto Latini fue asimismo traductor de varios libros sobre cosmología, historia, ciencias de la naturaleza, retórica y política, obras procedentes tanto de autores griegos y romanos, como de cristianos, árabes y judíos, a los que reunió, tradujo y comentó en una obra enciclopédica dividida en tres partes titulada Los Libros del Tesoro, en la que compendia todo cuanto ha podido reunir del saber antiguo y medieval. Escrita durante su exilio en Francia, y en lengua francesa, menciona a la Filosofía como “la
raíz de donde crecen todas las ciencias que el hombre puede conocer”. 10
Pero los Fieles de Amor miran también hacia el sur de Italia. Es allí, y más concretamente en la culta corte siciliana del emperador Federico II, donde se gesta una poética semejante a la provenzal y que influye asimismo en la creación del dolce stil nuovo, en el que, como estamos viendo, convergen diversas medievales. A antaño todo esto hemos de destacar que las regiones deltradiciones mediodía italiano fueron conocidas como la Magna Grecia (allí nació y se desarrolló nada menos que la escuela de Pitágoras), y de las que además nunca desaparecía por entero la lengua y la cultura griegas, como lo atestigua el hecho de que en la propia corte de Federico II se reanudaran sin dificultad los lazos con Bizancio y su entorno cultural, que comprendía a Grecia y una parte importante del Oriente Próximo. Este dato no es menor para el tema que estamos tratando, pues el restablecimiento de la relación con la civilización bizantina (con todo lo que ésta conservaba de la antigua cultura Clásica) crearía las condiciones propicias para que la tradición humanista, que estaba germinando en ese momento, empezara a conocer las obras de los antiguos filósofos griegos. Por eso no es de extrañar que el sentimiento de pertenencia a la cultura grecolatina renaciera de nuevo en Italia a finales de la Edad Media11 y constituyera sin duda un elemento que facilitaría la propagación de dicha cultura no sólo entre la élite intelectual, sino entre los distintos estamentos sociales (artesanos, artistas, comerciantes, etc.) que vivían en las ciudades italianas, las cuales ya desde el siglo XII y sobre todo del XIII adquirieron una importancia fundamental en el paso de la sociedad medieval a la renacentista, y que se iría traduciendo en un cambio paulatino de la mentalidad del hombre que habitaba en ellas. Como veremos más adelante Florencia será el modelo de la ciudad renacentista que se propagará por toda Europa. 12 El Humanismo, centrado en la recuperación de la cultura Clásica, sería una de las manifestaciones más visibles y paradigmáticas de ese cambio de ciclo, y estamos convencidos que los Fieles de Amor, hacia el final del Medioevo, fueron una de las corrientes esotéricas que más contribuirían a crearlo. Además, podían asegurar algo muy importante desde nuestro punto de vista: la continuidad de ciertas ideas esenciales en el ciclo naciente, lo que con toda seguridad impidió una ruptura traumática en Europa tras el fin de la civilización medieval, y no sólo eso sino que se trazaron los ejes fundamentales para la futura “reconciliación” de la
Antigüedad con las perspectivas culturales abiertas con el nuevo ciclo. Esto nos hace pensar que como lengua literaria el dolce stil nuovo fue
creado, entre otras razones, para “exteriorizar” precisamente aquellas
ideas e influir a través de ellas en el medio cultural de la época, como es el caso de la obra más popular de Boccaccio, El Decamerón, en la cual y bajo la apariencia de “cuentos” se vierten ideas de contenido claramente
esotérico e iniciático. Por ello mismo también necesario que la lengua para comunicarlas fuese,senohizo el latín (que quedaría como vehicular lengua apta eclesiástica y “erudita”), sino precisamente la que Dante llamaba la “ilustre lengua vulgar”, es decir la lengua vernácula y natural hablada por
la mayoría, pues se trataba precisamente de adecuarse a las nuevas condiciones impuestas por el cambio de época, signadas en ese momento por la necesidad de que el saber se “divulgara”, o mejor “descendiera”
sobre el mundo e hiciera partícipe de él a quien lo buscara con verdadero interés.13 Y el dolce stil nuovo creado por los Fieles de Amor fue un intento de adecuar la “ilustre lengua” a esa necesidad, haciendo de ella también un vehículo del pensamiento filosófico, tal como en su tiempo hiciera Cicerón con la lengua latina.14 Esto lo expresa ciertamente Dante en El Convivio cuando habla de repartir entre muchos el alimento (espiritual) que cae de la mesa de los sabios, siendo estas palabras un ejemplo del alto concepto de humanismo que dimana de los Fieles de Amor: Por consiguiente, a bien considerar manifiesto es que son pocos los que quedan que puedan alcanzar la plenitud del ser a que todos aspiran, e innumerables los que están impedidos y permanentemente viven con hambre de este alimento. ¡Oh, felices aquellos pocos que se sientan a la mesa donde se come el pan de los ángeles, y míseros aquellos que con las ovejas comparten la comida! Sin embargo, como todo hombre es naturalmente amigo de todo hombre, y como todo amigonoduélese del defectoconsideran de aquel que ama, de tandealta mesa se alimentan sin misericordia a los quelos en que alimento bestias interminablemente están comiendo hierba y bellotas. Y dado que la misericordia es madre del beneficio, siempre con generosidad los que saben llevan de su buena riqueza a los verdaderos pobres, y vienen a ser como una fuente viva, cuya agua refrigera la natural sed del saber antes señalada. Y ahora, queriendo aparejarles mesa, es mi intención servir un general banquete de lo que les he mostrado, y de aquel pan necesario para una tal vianda, sin el cual no podrían comerla. Y este es el banquete digno de aquel pan, con alimento que pretendo no servir vanamente. 15
En efecto, como organización iniciática los Fieles de Amor conocían las
leyes cíclicas de ese momento histórico, y supieron interpretar los signos de su tiempo para conservar el saber antiguo heredado de sus antepasados, un saber que debía nutrir intelectualmente al nuevo ciclo canalizando en un sentido superior las energías que emergieron con él. Y además tuvieron un papel activo en todo ello, escribiendo obras que trataban precisamente de la recuperación de ese legado glorioso, resaltando benéfica Por eso era importante entender”, su mediante la influencia. lengua común, el pensamiento que“hacer emanaba de la “fuente de enseñanza”, es decir de los principios universales aplicados en
los diversos campos de la actividad humana, fuente que entre los Fieles de Amor está situada a los pies del “ Árbol de la Vida”, es decir del “Eje del Mundo”. Por todo ello, pensamos que con las acciones llevadas a
cabo sobre la cultura de su época, esto es con la influencia ejercida en la corriente de ideas que germinaban en las mentes más lúcidas de ese momento, los Fieles de Amor asegurarían que el interés por el mundo Clásico que se despertó por doquier no se quedara finalmente en una simple nostalgia por la Antigüedad, sino que más bien se convirtiera en un acicate para despertar ideas-fuerza todavía latentes que debían actualizarse y contribuir a la regeneración de Occidente, buscando así canalizar el desarrollo de nuevas posibilidades que se concretarán en las principales corrientes intelectuales y artísticas que conformarán el Renacimiento. Sin embargo, ciertos estudiosos de este período consideran que el hombre renacentista buscó en esa vuelta a la Antigüedad una forma de definirse frente a ella. Por ejemplo Eugenio Garin, que en su, por otro lado interesante libro, Medioevo y Renacimiento afirma (cap. IV) lo siguiente: Entonces precisamente [es decir, cuando se toma conciencia de esa pretendida ruptura del Renacimiento con la Antigüedad y la Edad Media] es cuando se plantean las exigencias más vivas de nuestra cultura: la preocupación por definirnos a través de la definición de lo que se diferencia de nosotros; la adquisición del sentido de la historia, que es sentido del tiempo; el reconocimiento de la historia y del tiempo como dimensiones distintivas de la vida del hombre; la liberación y la separación para siempre de la imagen de un mundo sólido y fijo, dividido en grados y cristalizado en una jerarquía; mundo definitivo que constituye un cosmos para la contemplación, y que el tiempo no afecta, porque confía en la eternidad y eternamente gira en órbitas eternas”.
El autor señala una tendencia que desde luego también se dio en los comienzos del Renacimiento, pues es evidente que hubieron quienes consideraron la herencia Clásica y la medieval como algo del pasado,
como una antigualla sin relación alguna con su vida presente, en la que igualmente se abren nuevas posibilidades, pero que sin el “influjo” sutil
de aquella herencia serán posibilidades que se circunscribirán sólo al ámbito de lo individual, es decir a todo aquello que en la vida del ser humano se encuadra dentro de los límites espacio-temporales, y cuyo desarrollo entrañará inevitablemente el alejamiento paulatino de todo y “vertical” inherente a esa vida sentido trascendente, misma. Está claro quesupr eseahumano alejamiento es la consecuencia directa de la pérdida de ese cosmos “dividido en grados y cristalizado en una jerarquía”, y por lo tanto de la pérdida también de cualquier principio de
orden metafísico, pérdida que en efecto acabaría por limitar la existencia del hombre a la esfera de lo histórico y temporal. Los paladines de ese pensamiento estaban convencidos de que esto era en definitiva lo “distintivo” y lo propio del ser humano, cuando en verdad no es sino un aspecto que define tan solo su naturaleza individual, que evidentemente no es lo único que conforma al ser humano. 16 Por otro lado, definirse frente a la cultura Clásica no siempre y en todos los casos significó infravalorar esa cultura sino por el contrario reconocer sus valores y principios, que para muchos hombres del siglo XIV y del Renacimiento fueron un auténtico revulsivo que les hizo darse cuenta precisamente de todas las potencialidades que estaban por actualizar en su tiempo, y por lo tanto en sí mismos. Es cierto que en los comienzos del Renacimiento el alma europea se encontraba sumida en una dualidad como consecuencia de vivir todavía en dos mundos, pero como veremos más adelante esa dualidad es superada en los espíritus más lúcidos al hacerse partícipes de una cosmovisión que abarcaba, en una síntesis fecundadora, toda la herencia cultural y espiritual de Occidente. Recordemos nuevamente que desde nuestro punto de vista el Humanismo no surgió como una reacción “frente” a la Edad Media, ni tampoco fue un signo de decadencia con respecto a ella, sino que más bien representó una de esas necesarias adaptaciones para que precisamente la Tradición continuara viva bajo unas condiciones cíclicas diferentes a las anteriores. No olvidemos que el Humanismo es una consecuencia directa del rescate de la cultura Clásica, y por lo tanto está en la médula misma del Renacimiento; constituye por así decir las señas de identidad, la “marca”
de esa época, pero esto no significa que el Humanismo fuera sin más la negación de lo suprahumano, y sólo hay que atender a lo que dicen no sólo los Fieles de Amor, sino por supuesto la metafísica de un Nicolás de Cusa, también los neoplatónicos bizantinos como Gemisto Pletón o
Bessarion, o aquellos que pertenecieron a la Academia de Florencia con Marsilio Ficino a la cabeza, o los cabalistas cristianos como Pico de la Mirándola, Reuchlin, Egidio de Viterbo, Giorgi, la magia natural de Agrippa y Paracelso, el Tomás Moro de Utopía, la filosofía de un Tomasso Campanella y Giordano Bruno, los renacentistas herméticos isabelinos, como John Dee, y los rosacruces Valentín Andrae, Robert Fludd,a Michel Maier, Jacob y todos los alquimistas, etc., etc., decir los representantes de Boehme la Tradición Unánime en ese período de laes Historia de Occidente, y a los que podríamos integrar dentro de lo que se ha dado en llamar el “Humanismo Hermético” en el sentido más amplio
de la palabra, y que para nosotros define perfectamente el espíritu que creó el Renacimiento y el que inspiró sus mejores obras, aquellas que conservaron y transmitieron precisamente la idea de lo intemporal, esto es la existencia en medio del movimiento perenne de la rueda del mundo de verdades y principios eternos, que el hombre puede conocer pues está en su naturaleza más interna realizar esa posibilidad. El hombre es el centro de universo, pero en el sentido de que está “en medio”, entre “lo de arriba” y “lo de abajo”, y esa posición central
expresa precisamente el papel de intermediario que ocupa en el cosmos y que le permite llegar a conocer todos sus planos y niveles pues, como microcosmos que es, los contiene a todos al estar hecho a “imagen y semejanza” del Ser universal.17 Y más aún, en su naturaleza esencial, en
el núcleo más íntimo de su ser, reside la posibilidad única de superar su propia condición humana y cósmica. De ahí que en uno de los libros herméticos más importantes esté escrito lo siguiente: “¡Oh Asclepios, qué gran maravilla es el hombre!” 18
que Pico de la Mirándola corrobora en su Discurso sobre la Dignidad del Hombre: En el momento del nacimiento del hombre, el Padre le concedió simientes de toda especie y gérmenes de todo tipo de vida. Los que cada uno haya cultivado, éstos crecerán y darán sus frutos en él. Si son vegetales, se convertirá en planta; si sensuales, se volverá animal irracional; si intelectuales, será ángel e hijo de Dios. Y si, insatisfecho con toda clase de criaturas, se recogiere en el centro de su unidad, hecho un único espíritu con Dios en la solitaria oscuridad del Padre, que está situado por encima de todos los seres, a todos aventajará.
Y en otra obra suya titulada Sobre la Astrología: Las maravillas del espíritu son mayores que las del cielo […] Nada grande hay en
la tierra, si no es el hombre, y nada grande en el hombre fuera de su espíritu y su alma. Si te elevas hacia ellos, habrás ascendido aún más allá del cielo.
Todo lo cual concuerda con las siguientes palabras de Federico González: El hombre es pues mediador, no sólo en su función central sino también como un pequeño demiurgo en una creación que ha existido desde siempre y que se encuentra permanentemente inacabada, viva, en constante metamorfosis y que él puede transformar ya que aparece como el punto o la unidad donde convergen todas las energías creacionales, coronando y dando sentido al plan divino al restablecer los contactos que revelan las analogías, pues el mundo sensible se refleja en el inteligible como el inteligible en el sensible. Todo ello gracias a una red donde el Amor es el protagonista y el matrimonio ( Hieros Gamos) entre el Cielo y la Tierra una cópula perpetua. 19
Con lo único que verdaderamente rompieron los humanistas del siglo XIV que prohijaron el Renacimiento fue con aquella escolástica terminal que acabaría por paralizar la creatividad del hombre europeo, paralización que no sólo abarcaría el ámbito de la filosofía y la teología, sinoefecto, también las artesayese todos los campos de la cultura en general. En fueelladerespuesta escolasticismo desviado respecto de sus propios principios lo que en definitiva provocó la “reacción” que haría
surgir el Humanismo, palabra cuya primera definición fue dada ya por un autor romano del siglo II d.C., Aulus Gellius, que en sus Noches Aticas afirmó lo siguiente: Quienes forjaron las palabras latinas y las usaron correctamente no quisieron que humanitas fuese lo que entiende el vulgo y que los griegos llamaron filantropía, que significa una cierta actitud benevolente hacia todos los hombres por igual; sino que llamaron humanitas aproximadamente a lo que los griegos llaman paideía y nosotros conocimiento y formación en las buenas artes; porque los hombres que desean y apetecen estas cosas son los más humanos. Entre todos los seres vivos, sólo al hombre le ha sido concedido el cuidado y disciplina de esta ciencia, y por eso ha sido llamada humanitas.
Si el escolasticismo fue un racionalismo que acabó finalmente por encerrar al hombre en sus limitaciones y condicionamientos, el verdadero humanismo fue todo lo contrario: lo preparó para superarlos mediante el aprendizaje y el conocimiento de los principios expresados en “las buenas artes”, aquellas que para los antiguos griegos estaban
desarrolladas en su más alta expresión en la obra de Platón, que fue para los humanistas del Renacimiento, salvo algunas excepciones, el modelo por excelencia a seguir.
Continuación NOTAS 1
2
Ver Las Utopías Renacentistas , cap. I. En este capítulo, titulado “Artes Ignotas del Renacimiento”, y en verdad en todo el libro, Federico González nos desde latodavía perspectiva delenesoterismo del símbolo, algunas esasofrece, posibilidades latentes Occidenteyhechas realidad en el de Renacimiento. Este libro, junto a La Cábala del Renacimiento, y Hermetismo y Masonería , suponen una guía indispensable para conocer el verdadero significado de esa época y su aportación a la Historia de la cultura occidental (y por ende universal), pues en todas estas obras se hace una síntesis de las ideas que conformaron esa cultura y de los autores que las expresaron y las vivieron, abriéndonos así nuevas vías de estudio e investigación para la comprensión de las mismas, lo que en definitiva repercutirá en quien vea en dicho estudio un soporte para su propia realización interior. Aunque para ser rigurosos hemos de decir que tampoco desapareció enteramente en los distintos reinos y países de la Edad Media occidental, que fue menos monolítica de lo que normalmente se cree, y por otro lado siempre existieron períodos relacionados con determinados florecimientos culturales en los que de una u otra manera el legado antiguo intervino como fermento de los mismos. Pero la diferencia fundamental con el Renacimiento italiano es que en éste los mitos griegos y romanos no tuvieron que adaptarse necesariamente a los temas de la tradición cristiana, como sí ocurrió en el Medioevo. Durante el Renacimiento los mitos y misterios paganos volvieron a florecer y a transmitir de nuevo sus enseñanzas cosmogónicas y metafísicas, enseñanzas que encontraban muchas veces analogías y correspondencias con los misterios cristianos, tal cual lo podemos comprobar en las síntesis llevadas a cabo por Marsilio Ficino y Pico de la Mirándola, entre otros.
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Es así queyencontramos entre las deidades olímpicas a Júpiter,aApolo, Minerva, entre los filósofos, poetas, héroes y emperadores, Homero, Orfeo, Heráclito, Eneas, Rifeo de Troya, Sócrates, Platón, Zenón, Cicerón, Séneca, Euclides, Tales, Tolomeo, César, Trajano, etc. En este contexto, es de destacar el apelativo de “maestro” que Dante le dirige constantemente a
Virgilio durante sus recorridos por los distintos planos cósmicos entre los que se desarrolla el viaje iniciático que es en realidad La Divina Comedia. 4
Los Fieles de Amor eran en efecto una organización iniciática análoga a las corrientes esotéricas pertenecientes al hermetismo cristiano, dentro de las cuales acabaron por incrustarse tradiciones europeas muy antiguas con sus mitos y símbolos, como los que se desprenden de la leyenda del Grial y todas aquellas relacionadas con la saga del rey Arturo, de srcen celta.
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También el Duque de Borgoña Felipe III funda en 1429 una orden de caballería inspirándose en los mitos clásicos recuperados por el Renacimiento. Hablamos concretamente de la Orden del Toisón de Oro, cuya leyenda y simbolismo reposa en el mito de Jasón y los Argonautas, centrado en la conquista del Vellocino de Oro. Es muy probable que la creación de esta Orden tuviera como fin, en un sentido al menos, la defensa de la Cristiandad frente al Imperio otomano, aunque esto no se contrapone con otrasentido, lectura que aludeFaivre, a un contenido claramente e iniciático. En este Antoine en Espiritualidad de alquímico los movimientos esotéricos modernos (cap. I) nos dice lo siguiente : “Servirá también, como invita su nombre, a relanzar el mito de Jasón en el imaginario europeo, mito que servirá de estructura paradigmática y figurativa al opus alquímico mismo, de tema a la novela del pre-Renacimiento, y de esquema iniciático a partir del siglo XVI. Hacia 1460 Raoul Lefevre escribe una novela titulada Historia de Jasón en la que por supuesto es el oro –alquímico y espiritual– el tema fundamental, remitiéndose las maravillas desplegadas por el relato a ese denominador común”.
De la Provenza era oriundo el fiel de amor Jacques de Baisieux, que nos legó varias obras importantes, entre ellas una titulada precisamente Feudos de Amor. La “lengua de oc” se hablaba también en otras regiones de Francia, como
Gascuña, Aquitania, Limosin, Picardía y Auvernia. Asimismo, la influencia de la literatura trovadoresca se hace sentir en los países germánicos, donde los trovadores son conocidos con el nombre de minnesinger. También en la península Ibérica es notable esa influencia sobre sus tres lenguas principales: el castellano, el catalán –con vinculaciones muy estrechas con el occitano–, y el galaico-portugués. Se conocen nombres de trovadores catalanes como Guillem de Berguedà, Ramón Vidal de Besalú, Ponç de la Guàrdia, Guerau de Cabrera, etc. Este último destaca en sus versos a los antepasados greco-latinos y judeo-cristianos, así como las gestas llevadas a cabo por los héroes carolingios. También ciertos reyes aragoneses eran asimismo trovadores, y el propio rey castellano Alfonso X el Sabio fue durante su juventud un trovador que compuso muchos versos, legándonos por ejemplo Las Cántigas en lengua galaico-portuguesa. 8
Añadiremos que Jean de Meung escribió la segunda parte del Roman de la Rosainspirándose en Las Lamentaciones de la Naturaleza de Alain de Lille, quien pertenecía a la escuela de Chartres, al igual que Bernardo Silvestre, también llamado Bernardo de Tours ( Comentario a la Eneida, Cosmographia), Guillermo de Conches (Philosophia Mundi, Glosas al Timeo) y Juan de Salisbury ( Policraticus), entre muchos otros. Por otro lado, la “lengua de oc”, y en conse cuencia el dolce stil nuovo, recibieron el influjo de la filosofía platónica y hermética desarrollada a lo largo del siglo XII en ese importante centro de pensamiento tradicional, y en este sentido es relevante el hecho de que el mismo Bernardo Silvestre pasara largos años de su vida en Montpellier, al igual que Brunetto Latini. Con la escuela de
Chartres también tuvo contacto el duque Guillermo IX de Aquitania (10711126), considerado como el primer trovador que escribió sus versos en romance y no en latín. Es de destacar que a la corte de Guillermo IX acuden los bardos irlandeses y británicos que traían consigo la memoria de sus tradiciones orales y su literatura épica, enriqueciendo la trovadoresca y gestando poemas como el de Tristán e Isolda, donde se recogen las historias, mitos y leyendas relacionadas con la tradición celta y vinculadas con la iniciación del Amor.aEn este contexto es importante destacar asimismoa los quemisterios en su Comentario la Eneida Bernardo Silvestre toma las aventuras del héroe troyano Eneas como un símbolo de las etapas que realiza el alma humana en su peregrinaje hacia el centro de sí misma, teniendo como soporte y vehículo de realización a las siete Artes Liberales, las mismas que los Fieles de Amor consideraban grados iniciáticos en la escala del Conocimiento, estando relacionados además con los siete cielos planetarios. Todo ello serviría como fermento intelectual para el desarrollo de una “poética metafísica” que llega hasta los Fieles de Amor, y que éstos
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transmitirán al Renacimiento, encontrando posteriormente un eco fructífero en la Academia Platónica de Florencia creada por Marsilio Ficino. En Arte Amatoria podemos leer esta auténtica declaración de guerra contra los “dudosos” en el camino del Conocimiento (lo que en la Alquimia se
conoce con el nombre de mixtos), que no acaban de entregarse y ser absorbidos en las ideas más altas: “¡Fuera los cobardes! Nuestro señor, Amor, en sus campos de batalla, des deña vuestra tibia servidumbre.” Esta es una alusión clara a la “guerra interna” o “gran guerra santa” que se desata en el viaje hacia el Conocimiento, y que Petrarca expresó de esta manera: “En el alma la guerra, y la paz en la boca.”
Añadiremos que Brunetto Latini llegó a ser canciller de Florencia, y estuvo un tiempo en España visitando la corte de Alfonso X el Sabio, de quien se había declarado partidario durante el litigio que éste mantuvo con otros pretendientes para conseguir la jefatura del Sacro Imperio tras la muerte de Federico II, al que le unían vínculos de sangre. En España contactó además con la cultura judía y árabe, y es bastante probable que tuviera acceso a del sufismo islámicolas quedos transmitiría posteriormente aciertos Danteconocimientos y Guido Cavalcanti, precisamente cabezas visibles más destacadas de los Fieles de Amor en ese momento, finales del siglo XIII. Esto no se opone, sino que más bien se complementa con lo que apunta René Guénon al respecto en El Esoterismo de Dante, a saber: que esos conocimientos, de orden cosmogónico y metafísico, le llegaron a Dante por otros conductos, como es el caso de las propias órdenes de caballería cristianas de carácter hermético que tuvieron contacto con análogas órdenes islámicas durante el tiempo de las Cruzadas. A caballo entre el siglo XIII y XIV, encontramos en distintas ciudades de Italia (fundamentalmente Padua, y sobre todo Bolonia, en cuya universidad –la más antigua de Europa – estuvo uno de los focos más importantes del movimiento humanista y diversos poetas del dolce stil nuovo y Fieles de
Amor como Cino da Pistoia, Dante y Petrarca estudiaron allí) a un tal Lovato Lovati, a Giovanni del Virgilio y Albertino Mussato, entre otros, buscando y coleccionando textos clásicos procedentes de la antigua Roma. Este último, Albertino Mussato, poeta e historiador, escribió una obra titulada Historia augusta del emperador Enrique VII , que no es otro que Enrique VII de Luxemburgo, que como ya dijimos en el capítulo anterior intentaría devolver su antiguo significado al Sacro Imperio. También hemos de destacar la figura de Cola di Rienzo, que quisotuvo restaurar a su vezrelación la antigua República romana y con el que Petrarca una estrecha epistolar, en la que le brindaba su apoyo para la consecución de dicha empresa. Aunque es obvio que ese intento fracasaría, sin embargo nos hace ver hasta qué punto y grado existía ese interés por recuperar la herencia Clásica. “El rasgo distintivo de las ciudades toscanas, sobre todo de Florencia,
consiste en haber difundido, incluso entre las capas inferiores de la población, el sentido del derecho y de la dignidad civil […] El artesano
florentino fue el primero de Europa que participó de la cultura científica. Las artes mecánicas llegaron a relacionarse íntimamente con las bellas artes […] El ojo y la mano preparan los primeros elementos de la ciencia del intelecto y, en su conjunto, el pensamiento se pone al servicio no de la especulación soberbia y estéril, sino de aquella otra ciencia que luego Bacon llamaría scientia activa”. Carlo Cattaneo, La Ciudad como principio . 13
Como también nos recuerda en este sentido René Guénon (“Nuevas apreciaciones sobre el lenguaje secreto de Dante”, cap. VI de Aperçus sur l’ésoterisme chrétien), para Dante y los Fieles de Amor la “lengua vulgar”,
en este contexto al menos, no tenía el sentido de banal o trivial que comúnmente se le atribuye, sino más bien era sinónimo de “lengua natural”, o “lengua materna”, aquella que todo hombre recibe por transmisión oral desde su cuna. De acuerdo con esto la “lengua natural” sería un símbolo de
la lengua primordial, la hablada por los primeros hombres. Para conocer un poco más el simbolismo de los Fieles de Amor recomendamos la lectura no sólo de este capítulo sino también del IV, V y VII de Aperçus sur 14
l’ésoterisme chrétien. Igualmente el ya citado El Esoterismo de Dante.
Precisamente a Cicerón se debe el hecho de haber ampliado el concepto de humanismo a partir del momento en que hizo del latín una lengua capaz de servir de vehículo al pensamiento filosófico venido de Grecia. En efecto, es a partir de la reforma de esta lengua llevada a cabo por Cicerón que se pudo traducir al latín las obras de los filósofos griegos. En cierto modo puede decirse que Cicerón “creó” la lengua latina, que se convertiría poco tiempo después en la de todo un Imperio y en la “lengua madre” de la que surgirían
las distintas lenguas y dialectos romances habladas en muchos lugares de Europa. Claro está que Cicerón ya se encontró con un clima favorable para realizar dicha empresa, pues hemos de tener en cuenta que la influencia de la filosofía griega se introdujo en Roma desde que ésta conquistó Grecia en el siglo II a.C. El poeta Horacio ya se refería a todo esto cuando escribió:
“La Grecia conquistada conquistó a su feroz vencedor e introdujo las artes en el rústico Lacio”. 16
Convivio, I, 1, 7-10. Nos preguntamos a qué se debió esa incomprensión y cuáles fueron las ideas que se incubaron en el alma europea para que se llegase a ella, y cuya consecuencia fue una desviación que acabaría por dar los argumentos teóricos a quienes más crearon el racionalismo y todasysus derivaciones. Todosiglos apunta a latarde teología de Guillermo de Ockham sus discípulos (que vivieron entre el siglo XIII y XIV, contemporáneos por tanto de Dante, Petrarca y Boccaccio) el srcen de esa desviación. Ockham perteneció a lo que se dio en llamar el “nominalismo”, sistema filosófico
que negó aspectos esenciales de la filosofía platónica y aristotélica (como la presencia de los principios universales en el interior del ser humano), reduciendo todo conocimiento al ámbito de la individualidad, es decir que se dio preeminencia a lo singular en detrimento de lo universal, que aparece como algo indeterminado e incapaz de revelarse como una realidad concreta en la conciencia del individuo. Para muestra he aquí lo que este teólogo inglés nos dice en su libro Comentario sobre las Sentencias: “No existe fuera del alma [individual] ninguna realidad universal ni por ella misma ni por cualquiermanera otro elemento añadido (ya osea ser real o un ser de razón), de cualquier que se lo considere se un lo entienda; la existencia de loni universal es tan imposible como imposible es que el hombre sea un asno”. 17
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Esta misma posición a la vez central e intermediaria la ocupa la sefirah, o esfera, de Tifereth en el Árbol de la Vida cabalístico.
Asclepios, I, 6a. Hermetismo y Masonería ,
cap. I.
LOS “FIELES DE AMOR” Y SU INFLUENCIA EN LA
RECUPERACION DE LA CULTURA CLASICA II
Francesco Petrarca (1304-1374), considerado como el primer humanista, decía de sí mismo queencarnando vivía simultáneamente mundos, antiguo), y el contemporáneo, así el espírituendedos su época (el el Trecento que, ella sí, era totalmente de transición entre el Medioevo y el Renacimiento. Petrarca dedicó toda su vida al estudio de la Tradición Clásica y se sumergió enteramente en ella hasta tal punto que escribía cartas a Homero, Cicerón, Virgilio, Séneca, Varrón, Quintiliano, Tito Livio y otros autores grecolatinos como si fueran contemporáneos suyos. Dialoga con ellos, les consulta, especialmente a Cicerón que es su modelo latino (como San Agustín es su modelo cristiano), y de él aprende a unir la retórica y la filosofía, es decir la elocuencia de la palabra y el amor al saber (la Filosofía), que es en definitiva sobre lo que se sustenta la tradición humanista, la que recordemos nuevamente vuelve a recuperar la enseñanza derivada de las Artes Liberales. Pero entendemos la Retórica tal y como la entendieron los humanistas latinos y del Renacimiento, y que Platón enseñó en toda su obra: no como el arte de convencer mediante la palabra para obtener ventajas personales o políticas (de poder en definitiva), “sino como el arte de decir la verdad y persuadir de ella a los que escuchan”.20
De hecho, para Petrarca, los filósofos clásicos eran sus contemporáneos y amigos muchos de ellos (tal y como él mismo relata en su obra Familiares) pues había sido absorbido enteramente en ese mundo por la realización íntima de sus valores, los que concilió con el cristianismo y pudo transmitir en sus obras. Triunfo de la Fama redescubre (dedicada aalos filósofos más destacados de laEn Antigüedad) Petrarca Platón y lo sitúa en la cima de los sabios antiguos, y podríamos decir que las traducciones de la obra del maestro griego que serán llevadas a cabo durante el siglo siguiente reciben su impulso inicial de Petrarca. De Platón dice lo siguiente: Volvíme a la izquierda y vi a Platón, que de ese grupo fue el que llegó más cerca de la meta alcanzada por aquellos a los que el cielo concede esto.
Y en otro libro, Sobre la propia ignorancia y la de muchos otros, Petrarca llama a Platón “príncipe de toda filosofía”, y añade a
continuación: ¿Quién, preguntarán algunos, otorgó a Platón este primado? No he sido yo, responderé, sino la verdad, como dicen, [a la que] se aproximó, y bastante más que los otros, cosa que reconocen Cicerón, Virgilio –quien sin nombrarlo, le siguió –, Plinio, Plotino, Apuleyo, Macrobio, Porfirio, Censorino, Josefo y, entre los nuestros, Ambrosio, Agustín, Jerónimo y muchos otros, cosa que podríamos probar fácilmente, si no fuese algo conocido por todos. ¿Y quién le negó tal primado, si exceptuamos al necio y ruidoso rebaño de los escolásticos?
Ese desprecio de Petrarca va dirigido sobre todo a los escolásticos de su tiempo (y no a la escolástica en sí misma, a la que recordemos se debe en gran parte la fundación de la Universidad medieval y cuyo apogeo coincide con la expansión del arte gótico), en quienes advierte que han caído en un racionalismo que desvirtúa la propia obra de Aristóteles,21 al que Petrarca desde luego respetaba, como en general también lo hicieron todos los humanistas del Renacimiento.22 Pero éstos volvieron su mirada no sólo a los clásicos greco-romanos, sino asimismo a los textos bíblicos y los clásicos cristianos, es decir a los Padres de la Iglesia anteriores a la Edad Media, que estaban impregnados de la herencia pitagórica, platónica y estoica por transmisión de los filósofos griegos y latinos. Como bien ha dicho Oscar P. Kristeller: En este, como en muchos casos, podemos llamar a Petrarca un profeta del ya cercano Renacimiento, profeta que abrió el camino que llevaría, por así decirlo, a las traducciones de Platón hechas por Bruni y otros humanistas, y a la primera traducción completa de las obras de Platón, llevada a cabo por Ficino. 23
Es de destacar asimismo que gracias a Petrarca, y por influencia nuevamente de Cicerón, la epístola se convirtió en un género literario que se hará famoso en el Renacimiento, pues fue utilizado por los maestros renacentistas como una manera de comunicar sus propias experiencias en la vía del Conocimiento, al mismo tiempo que sirvieron para tejer un conjunto de relaciones y vínculos personales entre todos ellos a lo largo y ancho de Europa.24 En realidad Petrarca es precursor de muchas cosas que se desarrollarán en los siglos posteriores. La arqueología es una de ellas. Llevado por su fervor hacia el pasado, que para él es un presente vivo, Petrarca viaja desde su juventud por distintos países de Europa en busca de los vestigios arquitectónicos de la civilización romana. Colecciona antigüedades, manuscritos, monedas y todo cuanto le puede aportar un conocimiento de la Antigüedad, de cuya memoria se siente fiel depositario, y no sólo eso sino que la transmite y divulga a través de su
ingente obra.25 Lo mismo podemos decir de Giovanni Boccaccio (1313-1375) que es el otro gran protagonista de ese período de transición entre la Edad Media y el Renacimiento y un ejemplo del humanista igualmente comprometido con la recuperación de esa memoria donde arraigará la civilización renacentista junto con el de vital del humanistas, Corpus Hermeticum y Platón. Porque la labor esencial losaporte primeros precursores de un tiempo nuevo pero amando profundamente el antiguo, fue la de traer al presente la memoria de lo que ellos consideraban una de las edades culminantes de la cultura humana: la Tradición Clásica. En verdad, la construcción de la civilización renacentista se levanta sostenida por la remembranza de la Antigüedad, que es considerada y vivenciada como un espacio al que hay que descubrir y explorar, siendo esto a nuestro entender uno de los rasgos que distinguirá al Renacimiento de otras épocas: la Antigüedad como una “tierra ignota” presta a ser recorrida
como un viaje o aventura espiritual en busca de los orígenes.26 En este contexto la Antigüedad deviene una forma de la diosa Memoria, de Mnemosyne, siempre ligada efectivamente a la vivencia de lo antiguo, o de lo arcaico, pero no tan sólo como un hecho histórico y horizontal, sino fundamentalmente como un estado propio del alma humana, ejemplificado en la virtud de la energía de Saturno, el Ancestro Mítico, el que es invocado por los humanistas, el Dios regente de la Edad de Oro, o sea del Tiempo mítico y del Origen vertical del género humano.27 Se entiende entonces que los primeros humanistas recuperasen el antiguo Arte de la Memoria.28 Nacido en Grecia, aunque desarrollado ampliamente por los latinos (entre ellos Cicerón) y también durante la Edad Media, será sin embargo en el Renacimiento donde este arte llegará a constituirse en una didáctica reclamada por el Hermetismo, que lo convierte en una herramienta importante en el aprendizaje y conocimiento de la Cosmogonía. En este sentido, hemos de tener en cuenta que esos humanistas recuperan algo esencial que desapareció con el anquilosamiento de la escolástica medieval en su periodo terminal durante el siglo XIV: el papel que en ese aprendizaje y conocimiento tiene una cualidad vital para el alma humana; nos referimos a lo que se ha dado en llamar la “imaginación activa”, ligada con el “mundo imaginal”,
sustentado a su vez en la naturaleza evocadora del símbolo como revelador de las realidades suprahumanas, es decir de las ideas universales, y que la razón humana, por su propia condición (limitada al ámbito de lo individual), no puede acceder.29 Esa naturaleza evocadora
del símbolo, y del lenguaje simbólico, es una forma de la anamnesis platónica, o sea de la memoria o del “recuerdo de sí”, aquella experiencia
iniciática que despierta en el hombre esa otra facultad que le hace partícipe de su condición universal: la intuición intelectual. Es esta facultad supraindividual a la que alude Platón constantemente en su obra, y es la que nos permite obtener un conocimiento que no proviene a través únicamente de las impresiones sensoriales (como enseña por su parte Aristóteles), sino un conocimiento que constituyen, latentes en nuestras memorias, las formas o moldes de las Ideas, de aquellas realidades que conocía el alma antes de su descenso a este mundo inferior. El conocimiento verdadero consiste en adecuar las improntas de las impresiones sensoriales al molde o impronta de aquella otra realidad superior, de la que las cosas inferiores de aquí son reflejos. En el Fedón se desarrolla el tema de que todos los objetos sensibles pueden ser referidos a ciertos tipos de los que son semejanzas. No es en esta vida donde hemos visto o aprendido los tipos, sino que los vimos antes de que nuestra vida comenzase, y está en nuestras memorias su conocimiento innato. El ejemplo dado sugiere referir nuestras percepciones sensoriales de objetos iguales a la Idea de Igualdad, que es innata en nosotros. En objetos tales trozos iguales de madera, percibimos la igualdad, porqueiguales, la Idea de la como Igualdad ha sido impresa en nuestras memorias, su sello permanece latente en la cera de nuestra alma. El conocimiento verdadero consiste en adecuar las improntas que provienen de las impresiones sensoriales a la impronta básica o sello de la Forma o Idea con la que se corresponden los objetos de los sentidos En Fedro […] vuelve a desarrollar el tema
de que el conocimiento de la verdad y del alma consiste en recordar, en la recordación de las Ideas, vistas una vez por todas las almas, y de las que todas las cosas terrestres no son más que copias confusas. Todo conocimiento y todo saber es el intento de recordar las realidades, de recoger en unidad, por sus correspondencias con las realidades, las numerosas percepciones de los sentidos. [Se dice en el Fedro,249 e-250 d] “En las copias terrestres de la justicia y la templanza y de las otras ideas que tan preciosas son para las almas no hay luz alguna, cierto fuego; las imágenes a través de los oscurecidos órganossólo del sentido, capta acercándose en ellas la n aturaleza de lo que ellas imitan”. 30
Al contrario de todo esto, el escolasticismo del siglo XIV (precursor del racionalismo cartesiano), unido a las escuelas filosóficas que negaban el cosmos como un tejido de relaciones, analogías y correspondencias entre todos sus planos, emanados de la Unidad primordial,31 introdujeron finalmente una escisión en la filosofía occidental al rechazar o minusvalorar a Platón y la tradición enraizada en su obra (que recordemos constituye la espina dorsal de la cultura de Occidente, y que está presente todavía en dos escolásticos de la talla de Alberto Magno y Tomás de Aquino), y en consecuencia todo aquello que tiene que ver con
la enseñanza de una cosmogonía y una metafísica que ilumina dicha obra y que es al mismo tiempo heredera y adaptadora de las antiguas tradiciones griegas, incluida la órfica y la pitagórica, en donde la presencia del mito y del símbolo asegura, en efecto, el vínculo con la Ciencia Sagrada y las ideas arquetípicas. Ya sabemos que el mito y el símbolo siempre han tenido una función vehicular sustentadas en las leyes de las correspondencias y las analogías, cualesdeefectivamente permiten comunicar e interrelacionar todos loslas planos la realidad, desde el físico hasta el metafísico, pasando por los indefinidos grados intermediarios de la escala cósmica; uniendo, en fin, el mundo inferior al superior, y viceversa. El hombre realiza así su trasmutación y su transformación como un viaje a través de los grados intermediarios de esa escala cósmica, del eje universal, es decir vive, experimenta, el conocimiento de sí mismo, la totalidad de su ser, y no sólo una parte de esa totalidad. En realidad el escolasticismo decadente, unido al dogmatismo religioso tan próximo a él, desdeñó el Mundo Intermediario (el mundo de alma, donde se ubica el mundus imaginalis), así llamado32porque es el que comunica al hombre con su Principio arquetípico. Si se desvaloriza el mito y el símbolo (o simplemente se les ignoran) éstos pierden finalmente su capacidad de fecundar el alma humana impidiéndole a ésta concebir las realidades superiores a través de las imágenes prototípicas que se forman en la substancia cognoscitiva de la mente gracias a esa fecundación. El resultado es un empobrecimiento de la mente misma y su paulatina “caída” en el “racionalismo”; y no sólo eso, sino que quedará
inevitablemente aislada en el mundo concreto, material, que al perder su dimensión simbólica y evocadora de otras realidades no será ya capaz de concebir el misterio de la Deidad, inmanente en dicho mundo y en el propio serconcebir humano,cualquier que acabará encerrando al “yo” en una tal cárcel que ha le impedirá posibilidad de transmutación, y como pasado con el hombre de nuestro tiempo, que vive “fuera de sí”,
excéntrico con respecto a su verdadera naturaleza.33 Pues en efecto el mito y el símbolo manifiestan otras realidades que yacen ocultas en el ser humano mientras éste no despierte a ellas, esto es, las actualice en su ser; y ese poder de evocación, de remembranza o de reminiscencia, viene dado porque tanto el mito como el símbolo encierran una poética, es decir una poiesis, que es el poder que tiene la palabra –y su traducción correspondiente en la imagen mental– de “crear” y de transformar en un sentido superior y vertical la realidad horizontal y condicionada del mundo y del hombre. Entendemos la poética en el sentido como la define
Federico González en los siguientes términos: Una poética no es sólo una metafórica ni una confusa ensoñación o un vago „sentimiento cósmico‟ –como el símbolo no es sólo alegoría –, sino más bien una forma de ser, una manera de vivir, siempre relacionada con la búsqueda de la verdad –y en este sentido es heroica –, la sed de conocimiento y por lo tanto la reintegración al sí mismo. Además esta poética, continúa Federico González, está comprometida con el conocer del hombre, al que consideramos parte imprescindible de este proceso perenne de interrelación y expresión, donde la inteligencia universal que él mismo refleja, manifestándose como un arte de indefinidas posibilidades, le brinda la opción de ser todo lo que él conoce. 34
Asimismo, estas otras palabras de René Guénon: La palabra „poesía‟ deriva también del verbo griego poieîn, el cual tiene la misma
significación que la raíz sánscrita kr, de donde proviene Karma, y que se encuentra también en el verbo latino creare entendido en su acepción primitiva; en el srcen se trataba, pues, de algo muy distinto que de la simple producción de una obra artística o literaria, en el sentido profano, único que Aristóteles parece haber tenido presente al hablar de lo que él ha llamado „ciencias poéticas‟. 35
Desde esta perspectiva es más real el mito, y la fábula poética, que la realidad que perciben los sentidos, pues mientras que ésta es susceptible de cambiar constantemente ante nuestros ojos, la realidad que revela el mito y el símbolo es consubstancial al hombre, forma parte constitutiva de nuestra identidad individual y se vive como un estado del alma que, en verdad, constituye un peldaño en la escala evolutiva que nos conduce hacia lo supra-individual, hacia la superación del mundo de las formas (de la “rueda del devenir”) por la identificación con la Diosa Inteligencia
y el Ser Universal.36 El poder mágico-teúrgico de la palabra poética lo entendieron perfectamente los primeros humanistas como Petrarca y Boccaccio, y por supuesto sus antecesores los Fieles de Amor, entre ellos Dante, que ya en Sobre la doctrina de la lengua vulgar y El Convivio (“El Banquete”) destaca el valor del lenguaje poético, que cuando está fusionado con la Filosofía, o sea con el amor a la Sabiduría, y recibe de ella su influjo, es portador de una energía-fuerza, de una potencia espermática, capaz de fundar y crear una cultura. Anteriormente dijimos que en La Divina Comedia Dante hace la síntesis de la doctrina del esoterismo cristiano medieval, y hemos de decir que, en cambio, en estas dos obras, El Convivio y Sobre la doctrina de la lengua vulgar , el poeta florentino está formulando algunas de las ideas-fuerza que se desplegarán en el nuevo
período que se anuncia en el horizonte, y que consciente de su importancia quiere potenciarlas. En síntesis Dante destaca el carácter “fundacional” y cosmogónico de la
poiesis, de la lengua poética, ya que es por su intermedio que se revela el significado íntimo de las cosas y de los seres, es decir la posibilidad real que ésta tieneende “desvelar” que está oculto en de hacer visible lo invisible; fin, de que lasloideas contenidas enelelser, Pensamiento divino,
srcen primero de esa lengua (y de todas las cosas en realidad), tomen forma plasmándose y haciéndose real la posibilidad de un nuevo ciclo histórico, con sus instituciones reguladoras de la ciudad, de la polis (que traducen en el orden político-social a esas mismas ideas), y todo ello alumbrado por la luz que refulge de la Mente divina.37 Es decir, la dimensión hacedora de la palabra que traduce lo que en el entendimiento ha depositado la Madonna Inteligencia. Dice a este respecto Dante en El Convivio: Esta grandeza doy yo a este amigo [a la lengua poética], en cuanto que todo lo que 38 y lo manifiesto en su él tieneoperación, de bondadque potencial y oculta,elyo lo reduzco en acto propia es manifestar sentido concebido.
De ahí que el propio Boccaccio, en su obra Genealogía de los Dioses Paganos,39 dijera que la fábula poética procede “del seno de Dios”, es decir del interior mismo de la Sabiduría divina. Dice exactamente Boccaccio: La poesía, a la que los negligentes e ignorantes desprecian, es, en efecto, un cierto fervor de encontrar y decir o escribir con excelsitud lo que has encontrado. Este procede del seno de Dios, se concede a pocas mentes, según pienso, en la creación, por lo que, ya que es admirable, siempre hubo muy pocos poetas. Así pues, los efectos de este fervor son elevados, como por ejemplo impulsar a la mente el deseo de decir, imaginar extrañas y nunca oídas invenciones, componer las pensadas con un orden determinado, adornar lo compuesto con una inusitada trama de palabras y de pensamientos, cubrir la verdad con un velo fabuloso y bello. (…) El poeta estudia todo y reconstruye todas las artes, y el resultado lo
comunica luego a su creación. 40 De aquí se desprenden varias cosas. Primera, que ese “ardiente anhelo”, o “fervor”, es una gracia que el hombre recibe de la propia Deidad, y es en consecuencia la energía que infunde en el alma el deseo “de decir”, de
hablar,41 pues es a través de la palabra que las cosas adquieren nombre, o sea sentido y realidad, pasando de la potencia al acto. Segunda, y derivada de lo anterior, que la más alta expresión de dicho fervor es la
creación de la fábula poética, que cubre “la verdad con un velo”,
expresión ésta que se corresponde también con el símbolo, que, como la fábula poética, como el mito, vela y revela simultáneamente aquello que quiere manifestar. A este respecto hemos de decir que el Fiel de Amor que fue Boccaccio sabía perfectamente que cada cosa o ser tiene varias lecturas de sí mismo, y que cada una de esas lecturas o significados está recubierta por un velo, que es su forma aparente: Así […] el poeta se complace en ocultar la verdad con fábulas, complacencia cuya
causa parece mostrar con bastante exactitud Macrobio en su Comentario al Sueño de Escipión [I.2, 17] cuando dice: “De los otros dioses he hablado, y sobre el alma tienden a lo fabuloso no en vano ni para divertirse, sino porque saben que una explicación de ella inteligible en todos los ámbitos es enemiga de la naturaleza, la cual, así como alejó de los vulgares sentidos de los hombres su conocimiento mediante un variado velo que cubre las cosas, así quiso que sus secretos fueran tratados por los sabios en fábulas. De este modo los propios misterios se ocultan en las galerías subterráneas de las fábulas para que incluso así, la naturaleza de tales cosas no se ofrezca desnuda a sus adeptos, sino sólo a los hombres más importantes, sirviendo de intérprete la sabiduría, los demás se contentan con los que conocen el verdadero secreto”. […] Además, eminente rey, ha de saberse que en estas ficciones no hay un único
conocimiento, sino que más bien puede llamarse poliseno[polisémico], esto es de múltiple significado. El primer significado se obtiene por la corteza y éste se llama literal; los otros, por los significados más allá de la corteza y éstos se designan como alegóricos […] Además también se podría decir con un sentido anagógico que mediante la fábula se representa la ascensión de Cristo junto al Padre, una vez que ha triunfado como príncipe del mundo. 42
Pero la fábula poética, en el sentido en que lo entienden Platón, Dante, Petrarca, Boccaccio y casi todos los humanistas que vendrían después, no es otra cosa que el propio relato mítico (pues no hay poesía sin mito), el cual está infundido “por las sagradas Musas”, tal y como el propio Platón
lo señala en el Fedro (245 c):
[…] las Musas, al ocupar un alma tierna y pura, la despierta y lanza a transportes
báquicos que se expresan en odas y en todas las formas de la poesía, y, celebrando miles de gestas antiguas, educa a la posteridad. Las “gestas antiguas…”, es decir, los modelos o paradigmas recibidos
por los antepasados, que son la fuente de donde los hombres reciben su educación esencial, aquello que los vinculan con los orígenes de su civilización, orígenes que en el momento histórico al que nos estamos refiriendo son actualizados por las diversas corrientes herméticas,
alquímicas y del esoterismo cristiano (entre ellas los Fieles de Amor), que transmiten la Ciencia Sagrada en esa época crítica que fue la transición entre el Medievo y el Renacimiento.43 Todos ellos participan de una misma “gesta”, palabra que conserva igualmente el sentido de “gestación”, lo cual está relacionado con el período del que estamos hablando y que anuncia el “alumbramiento” de un tiempo nuevo: el
Renacimiento. No es de extrañar entonces que Boccaccio hable del carácter sacro de la poesía, cuyo srcen en el tiempo se remonta al de la propia humanidad,44recorriendo los ciclos y la Historia, y otorgando a cada cultura, mediante la labor de los vates-sacerdotes, las palabras sagradas que la inauguran de acuerdo a los principios eternos: Si tú […] buscas bajo qué región del cielo, en qué tiempos, por obra de quien
apareció por primera vez ésta [la poesía] en las tierras, creo que a duras penas podrá dársete una respuesta bastante segura. Pues hay algunos que piensan que ésta tuvo su srcen con los sacrificios y ceremonias de los antiguos, y así que nació entre los hebreos, porque las Sagradas Escrituras atestiguan que por ellos fue ofrecido por primera vez un sacrificio a Dios, en ellas se lee que Caín y Abel, hermanos y los primeros hombres nacidos en el mundo, hicieron un sacrificio a Dios; así también por Noé, al retirarse las aguas del diluvio, saliendo del arca fue realizado un sacrificio a Dios; además también por Abraham cuando, vencidos los enemigos, ofreció vino y pan al sacerdote Melquisedec. Pero […] no ha de pensarse que estos sacrificios se hicieran sin pronunciar ninguna palabra… 45
A continuación Boccaccio menciona a Moisés, el cual instituyó los sacrificios, los sacerdotes y el tabernáculo, erigido a la manera del futuro templo, y las oraciones con que aplacar a la divinidad […] escribió la mayor
parte del Pentateuco no en prosa sino en versos heroicos, bajo el dictado del Espíritu Santo. asímétrico-literal algunos otros, que del mismo modo, compusieron las grandezas de Dios bajo el Y velo llamamos poético. Yo, y quizá no tontamente, pienso que los poetas paganos siguieron las huellas de éstos al componer sus poemas; pero donde los hombres divinos escribieron llenos del Espíritu Santo, empujándoles éste, así también los otros por la fuerza de la mente, por la que son llamados vates, apremiándoles este fervor crearon sus poemas.46
Habla también de los babilonios y caldeos, para posteriormente pasar a los griegos: Algunos de éstos, aunque pocos, entre los que se creen que estuvieron Museo, Lino y Orfeo, agitados por una cierta inspiración de la mente divina, idearon versos extraños regulados con medidas y tiempos y los inventaron en alabanza de
Dios. En los que, para que fuesen de mayor autoridad, bajo una corteza de palabras pusieron los excelsos misterios de las divinidades […] este Orfeo fue uno de los Argonautas […], inventó las orgías de Baco y las reuniones nocturnas de las
Ménades e innovó muchas cosas respecto a los sacrificios de los antiguos y destacó mucho con su oratoria, cosas por las que estuvo en gran estimación por sus contemporáneos.47
Invoca asimismo la autoridad de Dionisio para invalidar losla argumentos de aquellos que niegan el srcenAreopagita y la dimensión sagrada de poesía: Además que investiguen qué escribió Dionisio Areopagita […] en su libro de
la Jerarquía Celeste. En efecto, según su intención cuenta y demuestra que la divina teología se sirve de las ficciones poéticas, diciendo entre otras cosas así: “Pues también la teología muy artísticamente se sirvió de formaciones poéticas
sagradas en sentidos no alegóricos revelando, como se ha dicho, nuestro espíritu y cuidándolo con una dirección propia y conjetural y reformando para ello las Sagradas Escrituras en sentido místico”.48
Por todo ello no ha de extrañarnos que para Boccaccio y el resto de los Fieles de Amor, los poetas sean verdaderos filósofos, amantes de la Sabiduría, pues según sus propias palabras habitan la casa de la Filosofía, sobre la que “desciende la virtud divina” en palabras de Dante ( El Convivio III, proemio), que Boccaccio describe como una imagen de la Ciudad Celeste, y que posiblemente figure una reunión de los Fieles de Amor: Hay además […] una casa en las tierras por regalo divino, hecha a imitación de la
asamblea celestial, dedicada tan sólo a los estudios. En ella, en un elevado trono, salida del regazo de Dios, la filosofía, maestra de las cosas, preside con augusta faz, brillante por el divino resplandor, cubierta de regios vestidos y engalanada con una corona de oro, no de otro modo que como emperatriz de los mortales, con su mano izquierda sujeta los libros, con su derecha lleva el cetro real y con elocuentes palabras enseña a los que quieren oír cuáles son las costumbres dignas de alabanza de los hombres, cuáles las fuerzas de la madre naturaleza, cuál el verdadero bien y los secretos del cielo. Si entras en ella, no hay duda de que verás el santuario más digno de todo respeto y, si miras alrededor, verás con toda claridad qué pueden hacer los estudios humanos, qué investigar los ingenios, qué comprender las inteligencias, y hasta tal punto te admirarás que dirás contigo que una sola casa lo contiene todo, es más, que es casi la propia representación de la mente divina. Y, entre otras cosas muy dignas de la mayor veneración, hay allí detrás de la soberana, colocados en una sede muy elevada unos hombres, aunque no muchos, suaves de aspecto y de palabra y también por la gravedad de sus costumbres, tan admirables por su honestidad y verdadera humildad que más creerías que son dioses que mortales. Estos, ya llenos de las enseñanzas de la que gobierna [la
Filosofía], llevan hacia otros con abundancia lo que han conocido. Hay además otra multitud estrepitosa de diferentes clases de hombres, de la que algunos, rechazada toda soberbia, se consagran vigilantes a los preceptos por si por casualidad pueden llegar con su estudio a un grado más alto. 49
Precisamente, esta cita de Boccaccio nos lleva de nuevo a losDocumentos de Amor de Francesco da Barberino, pues es allí donde se habla explícitamente de la estructura iniciática de los Fieles de Amor, que como ya hemos tenido ocasión de apuntar en una nota anterior estaba dividida en siete grados. Menciona concretamente a doce personajes que forman seis parejas (seis grados) que están en torno a una figura central, que correspondería al séptimo y último grado y que está representado con dos cabezas (y con rosas en ambas manos), clara alusión por otro lado al Rebis o Andrógino hermético-alquímico.50 Los doce personajes, que se unen o “concilian” por parejas, constituyen doce virtudes, siendo la
primera la Docilidad; la segunda la Industria (que fabrica bolsas en las que se ocultan cosas valiosas); la tercera Constancia; la cuarta Discreción; la quinta Paciencia; la sexta Esperanza; la séptima
Prudencia ; laaoctava Gloria, lamal novena que Amor envía para castigar quien “guarda tanto Justicia honor”) (a la la décima es Inocencia(que significa el estado de aquellos que sirven digna y encomiablemente al Amor); la undécimala gratitud (que "introduce en la corte de Amor"); y por último eternidad (que promete la vida eterna).51 Según cuenta el propio Boccaccio la redacción de la Genealogía le fue encomendada por el rey Hugo IV de Chipre, a quien está dedicada y al cual alude constantemente. Este rey estaba emparentado con Roberto de Anjou, en cuya corte napolitana Boccaccio pasó su juventud como ya dijimos, y donde tuvo como preceptor a Cino da Pistoia, quien lo introduciría en el círculo de los Fieles de Amor y por tanto en la poesía cortés y caballeresca del dolce stil nuovo. En la biblioteca de este rey, Boccaccio pudo disponer de numerosas obras que años más tarde, ya en su madurez, será el material que nutrirá la extraordinaria Genealogía de los Dioses Paganos, en cuyo proemio dice Boccaccio de forma muy ilustrativa: De la misma manera que si en una enorme playa reuniera los fragmentos de un gran naufragio, reuniré los restos que pudiera de los dioses paganos esparcidos a través de volúmenes casi infinitos y, una vez reunidos, empequeñecidos por el tiempo, medio consumidos y casi destruidos, los reduciré a un único corpus de genealogía en el orden que pueda, para que disfrutes con tu deseo.
Obras y volúmenes que versaban sobre la cosmología, la astronomía y la astrología medieval (cristiana y árabe), así como aquellas otras de carácter histórico y mitológico cuya fuente es la Antigüedad Clásica y algunos autores cristianos y Padres de la Iglesia (Dionisio Areopagita, San Agustín, Lactancio, San Jerónimo, Eusebio de Cesárea, San Isidoro, Boecio, Marciano Capela, Beda el Venerable, Fulgencio de Ecija, Rabano Mauro, etc.); y además de los Séneca, Virgilio,Alberico, Ovidio, Apuleyo, Horacio, Titoautores Livio, latinos Plauto,(Cicerón, Estacio, Terencio, Valerio Máximo, Pomponio Mela, Vitrubio, Plinio, Sensorino, Justino, Servio, Solino, Varrón, Josefo, Lactancio Plácido, Claudio Claudiano, Macrobio, etc.), estaban también los griegos (especialmente Homero, Hesíodo, Platón, Eurípides, Esquilo y Apolonio de Rodas).52 Un dato importante a reseñar: Boccaccio conoce a algunos autores griegos a través de Leoncio Pilato (calabrés educado en la griega Tesalónica), a quien acoge en su casa durante tres años, transmitiéndole de forma oral muchos de los mitos antiguos. De él aprende además el idioma griego, lo que le brinda la oportunidad de acceder directamente a las fuentes y conocer los distintos matices de esta lengua, menos rígida que la latina y más adecuada para desvelar los diferentes sentidos del mito y del símbolo, sin olvidar que es la lengua que alumbra a la Filosofía.53Pero lo importante es que con la Genealogía Boccaccio logra la síntesis entre el Humanismo griego y el latino, y esto explicaría en gran medida por qué esta obra llegó a ser también una fuente de inspiración para los artistas y pintores del Renacimiento. Como a este respecto dicen en su Introducción las traductoras españolas de esta obra: …ésa es la razón de que Boccaccio sea el primer autor de Occidente que tiene
capacidad de comprender las obras homéricas y que tiene de su puño y letra la primera traducción de la Ilíada y la Odisea. Gracias a tal conocimiento alcanza lo que hemos dado en llamar la enseña de su método de trabajo: la investigación de
fuentes: “Es necio buscar en los ríos lo que puedes obtener de la fuente. Yo tenía y
aún tengo los libros de Homero, de los que se han tomado muchas cosas útiles para nuestra obra…”. Y así consigue uno de los objetivos del humanista que es, no sólo la adquisición de nuevas obras y, por ende, de nuevos conocimientos, sino también la difusión de los mismos: “Fui yo mismo quien, el primero, con mis
propios recursos hice llegar los libros de Homero y algunos otros griegos a Etruria, de la que habían salido muchos años antes para no volver… También fui yo mismo el que me ocupé de que se leyeran en público los libros de Homero.” Lo que […] fue una constante en el quehacer de Boccaccio, consciente de que en el
mundo neolatino en el que se desenvuelve reviven las dos culturas de la antigüedad y deben estar unidas la humanitas latina y la griega.
Pensamos que la referencia a Homero responde a una realidad en Boccaccio. El, junto con todos los poetas del dolce stil nuovo y los trovadores de todos los rincones de Europa que cantan, bajo los velos de una lengua cifrada y simbólica, a la Venus Urania, reivindican a los poetas arcaicos (Homero, Hesíodo, Orfeo) porque en el fondo encuentra un paralelismo, o mejor una analogía, entre los tiempos que aquellos vivieron y el propio, el sentido de que elel impulso elementosecreto cultural dominante ensuyo esa época delenpre-renacimiento, que movían sus espíritus, residía en la certeza del poder mágico-teúrgico de la poesía implícito en los antiguos mitos, a los que no dudan en invocar a través de obras como la Genealogía de los Dioses Paganos, que desde luego no surge por casualidad sino que revela lo que era el clima espiritual de dicha época. En efecto, los poetas y escritores del Trecento rescatan la dimensión mítica inherente a la poiesis, y más aún, la armonizan con una concepción de la filosofía que ha sido purificada ya del escolasticismo petrificador al devolvérsele igualmente su sentido srcinario, el que le dieron Pitágoras y Platón, y se prolongaron en sus discípulos y las escuelas que éstos fundaron a lo largo del tiempo. Nace así la expresión “teología poética” (extendida por todo el Renacimiento), entendiendo por „teología‟ no el sen tido que acabó por tener en la escolástica medieval
tardía (cuando pierde su dimensión ontológica y se acerca al nivel del exoterismo religioso), sino más bien en su significado srcinal, el que le dieron Proclo y Marsilio Ficino por ejemplo, y que hace referencia al conocimiento del Principio (Theos), siendo la poesía la ciencia que emana de ese Principio mismo y pone nombres a sus múltiples manifestaciones, que son como velos que lo ocultan y lo revelan a la vez. Los poetas han elegido una ciencia que lleva a los suyos, con la continua meditación, entre los astros, entre las mansiones de los dioses y los ornamentos celestes; si esto es verdad, sirvan de testimonio los propios poemas de los vates escritos con la pluma de los poetas en elegante estilo a impulsos de la que los inspira. […] Además, la poesía […] es una ciencia estable y fija, fundada y
consolidada en eternos principios, idéntica en todo lugar y en todo tiempo y no agitada nunca por ningún movimiento. 54
Es indudable que la definición que hace Boccaccio de la poesía como una ciencia recuerda evidentemente a la “ciencia de las letras”, que es al fin y al cabo la de las palabras. Nada que ver entonces con “vagas ensoñaciones”. Boccaccio lo declara sin rodeos, directamente: la poiesis
es una ciencia estable, fijada, fundada y consolidada en eternos
principios. Su indisoluble vínculo con la palabra –oral y escrita– que “alumbra” (en los dos sentidos de “dar luz” y “dar a luz”), convierten a la
poesía en el instrumento creador al servicio del Arquitecto de los Mundos, de la Deidad suprema concebida como un Poeta-Creador, y de quienes entre el género humano interpretan su Voluntad inspirados por intermediación de las Musas, impulsando así la renovación o bien el comienzo de ouna cultura,que pues esta íntima alianza entreherméticos poesía y filosofía, será el sello, el signo, distinguirá a los maestros del Renacimiento, y en especial a los que vivieron en el siglo XV italiano. Tal hicieron también los Fieles de Amor (entre otras corrientes esotéricas y filosóficas), del que Boccaccio fue tal vez su último representante, no sin antes donar a la generación siguiente la enseñanza derivada de los mitos de la Antigüedad Clásica, es decir la memoria de sus orígenes paganos, pues sólo volviendo a ellos, e incorporando a esa herencia el linaje cristiano y judío (este último a través de su tradición esotérica, la Cábala), era posible conocer y vivir plenamente la Tradición Occidental, rama de la Sabiduría Perenne. Continuación NOTAS
F. Yates. El Arte de la Memoria, cap. II. 21
Ese racionalismo será empero el que heredarán filósofos como Descartes tres siglos después. Aristóteles fue, por decirlo de alguna manera, “recuperado” para Occidente por los humanistas tras la “solidificación” de su pensamiento al final de la Edad Media. De acuerdo con el espíritu de la época buscaron “conciliar” su
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doctrina con la de Platón. La influencia de Aristóteles se hizo sentir en algunos Fieles de Amor, como es el caso del propio Dante. El Pensamiento Renacentista y sus Fuentes , cap. VIII. F. C. E. 1979. Por poner unos ejemplos entre muchos otros, el género epistolar estuvo muy presente y formó parte de la obra de Marsilio Ficino y de humanistas como Tomás Moro y Erasmo.
25
Además de los títulos citados hemos de nombrar uno de sus más conocidos, elCancionero. También De la Vida Solitaria, y África, dedicada al general romano Escipión el Africano.
26
Hay que hacer notar que todo esto se vive simultáneamente al descubrimiento de América, otra tierra ignota, es decir, “un mundo otro entrevisto en los contenidos del Alma universal” (F. González, Las
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Utopías Renacentistas, cap. IX). Esto explicaría también el interés del Renacimiento por restituir a Saturno, que de ser considerado en los siglos ante riores un dios “caído” pasó a recuperar su antigua condición de Deidad primigenia, pues es padre de Júpiter. Recordemos que en la Alquimia se dice expresamente que en el plomo –identificado con Saturno– se halla oculta la luminosidad del oro, es decir del estado primordial, que constituye la verdadera naturaleza del ser humano. Este es el caso nuevamente de Petrarca, a quien Frances Yates en su libro llamado precisamente El Arte de la Memoria (cap. IV) considera como la: “persona en la que esperaríamos que comenzase la transición de la memoria medieval a la renacentista. Su nombre se cita constantemente en la tradición de la memoria como una autoridad importante en el campo de la memoria artificial (…) Petrarca escribió, probablemente entre 1343 y 1345, un libro titulado Cosas que se han de recordar. El título es sugestivo, y cuando manifieste que la primera cosa de las „cosas‟ que se ha de recordar es la
virtud de la prudencia en sus tres partes de memoria, intelligentia, providentia, entonces el estudioso de la memoria artificial sabrá que se halla en un terreno familiar. El plan de la obra, de la que se llevó de a cabo un fragmento, basa en lasladefiniciones que en y el Desólo inventione Cicerón se dan de laseprudencia, justicia, la fortaleza la templanza. Comienza con „preludios a la virtud‟, que son el ocio, la soledad, el estudio y la doctrina. Vienen a continuación la prudencia y sus partes, comenzando con la memoria.” Añadiremos finalmente que Brunetto Latini también conocía el Arte de la Memoria, y así pudo decir en Los Libros del Tesoro : “Memoria artificial, que se adquiere por la enseñanza de los sabios”. Precisamente Latini también tradujo partes de De Inventione de Cicerón. 29
Acerca de la imaginación activa y del mundo imaginal (sobre el que tendremos que volver a lo largo de este estudio) he aquí lo que nos dice Henri Corbin en “Ojos de carne y ojos de fuego. La ciencia y la gnosis”,
conferencia pronunciada en la Universidad San Juan de Jerusalén en 1978: “La Imaginación activa es el espejo preeminente, el sitio epifánico de las Imágenes del mundo arquetípico; por ello la teoría del mundus imaginalis está vinculada con una teoría del conocimiento imaginativo y la función imaginativa –una función realmente central y mediadora, a causa de la posición media y mediadora del mundus imaginalis. Es una función que permite que cada universo se simbolice en otro (o existan en relación simbólica el uno con el otro) y esto nos conduce a captar, experimentalmente, que las mismas realidades substanciales asuman formas correspondientes relativas a cada universo (…). Es la función cognitiva de la imaginación la que permite el establecimiento de un riguroso „conocimiento analógico‟, evitando el dilema del racionalismo corriente, que deja sólo una elección entre los dos términos de un dualismo banal: o „materia‟ o „espíritu‟, un dilema que la socialización de la conciencia resuelve
substituyéndola por otra elección no menos fatal: o bien „historia‟ o bien „mito‟”.
Frances Yates, El Arte de la Memoria, cap. II. 31
Recordemos nuevamente que este fue el caso del franciscano y teólogo inglés Guillermo de Ockam y su escuela. Lo que se atribuye fundamentalmente a ese escolasticismo es precisamente el haber separado la filosofía y la gnosis, es decir la aspiración del hombre al Conocimiento y ese Conocimiento mismo. La filosofía se hace sólo conocimiento especulativo y por lo tanto racional, con lo que se impide a la individualidad humana la posibilidad de la ascesis, de su transmutación, que consiste en primer lugar en encontrar en sí misma los elementos que hagan posible dicha transmutación, siendo esos elementos las chispas divinas presentes en todo ser humano. Es decir se niega la inmanencia en el ser humano de lo supraindividual, con lo cual la posibilidad de una comunicación entre el Ser y su criatura queda anulada. En este punto debemos recordar que mientras que el ser humano conserve el vínculo con los principios suprahumanos tal estado de cosas no podrá producirse nunca; éste sobrevendrá únicamente cuando esos principios por una u otra razóncuando desaparecen, o mejor dicho (pues no pueden desaparecer por completo), se vea menguada su influencia en el conjunto de la sociedad y del hombre en particular, hasta convertirse en algo completamente virtual y latente.
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El Simbolismo de la Rueda, cap. III, “Perspectivas desde el Arte”. Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada , cap. VII, “El lenguaje de los pájaros”.
Uno de los Fieles de Amor ya citado, Dino Compagni, dice al respecto con el lenguaje del dolce stil nuovo: “La amorosa Madonna Inteligencia - que hace en el alma su residencia - , es la que con su belleza me ha enamorado” (…) “¡Oh, vosotros, que tenéis sutil entendimiento!, - amad a la soberana Inteligencia - la que libra al alma de guerra, - la que junto a Dios hace residencia… - Ella es soberana mujer de valor, - que el alma nutre y pace al corazón - y el que es servidor suyo deja por siempre de ser errante”. 37
Es inevitable recordar aquí las primeras palabras del Evangelio de Juan: “En el Principio era el Verbo”, es decir la Palabra, el Logos, que en efecto es
idéntica al Pensamiento divino. Todas las lenguas, ya sean las sagradas o no, tienen su principio en esa Palabra generatriz. 38
Dante, que recordemos fue también un hombre de acción comprometido con ciertos proyectos políticos que pretendían restaurar el Sacro Imperio, lleva al plano social esta concepción de la palabra y de la lengua, utilizándolas como instrumentos unificadores de la tierra de Italia. A este respecto nos dice Ernesto Grassi en Heidegger y el problema del humanismo : “Dante se preocupa por examinar los diferentes dialectos italianos, a fin de ver si es
posible crear un lenguaje histórico unificado para su tiempo y país. Utiliza una metáfora, en la que compara su búsqueda con la caza de una pantera oculta en las profundidades de los bosques de los diversos dialectos”. Un caso similar pasa con la lengua castellana durante el reinado de Alfonso X el Sabio, pues ella también sirve para unificar los distintos territorios hispanos, en convivencia con las otras dos grandes lenguas romances, el catalán y elque gallego. En ello tuvieron un papel importante los judíosen las españoles, en aquella época ocupaban cargos muy importantes cortes de los distintos reinos de la península. “La génesis del castellano
como lengua de saber y de poder permitía crear un lugar de entendimiento necesario para consolidar la paz civil entre los diversos grupos étnicos. La instauración de un idioma común, cuya calidad pudiese equipararse al árabe, no se debía solamente a la voluntad de un rey sino al empuje de toda una clase social que tenía acceso a un conocimiento codiciable. Américo Castro recuerda que en España „…antes del siglo XV, el tipo de hombre de clase media –no eclesiástico– entregado a menesteres científicos, está representado por judíos‟, quienes ya leían el Antiguo Testamento en
castellano y que ofrecieron al reino de Castilla, a través de sus traducciones, las semillas de una cultura humanista.” (Clément Godbarg. “Brunetto Latini
y la reconstrucción del ethos republicano”. Revista Foro Interno, 2005). Genealogía de los Dioses Paganos . Ed. Centro de Lingüística Aplicada Atenea. Madrid, 2007. 40 41
Ibíd., cap. XIV, 7. No otra cosa afirmaba el hispano-romano Quintiliano (uno de los precursores latinos del humanismo renacentista y maestro del arte de la Retórica) cuando dice que: “es la vis mentis, la fuerza del espíritu, quien nos hace capaces de hablar”. ( Sobre la Formación del Orador ). Genealogía…, I, 3. Asimismo, en su Discurso sobre la Dignidad del Hombre, Pico de la Mirándola habla también de la fábula poética como un velo que sirve para recubrir los misterios: “Según la costumbre de los
antiguos teólogos, Orfeoyentreveró de sus doctrinas estructura de las fábulas los cubriólosdemisterios un velo poético con el finen delaque cualquiera que leyese sus himnos no pudiera pensar que contenían otra cosa que unas simples anécdotas y frivolidades”. También Dante alude a esos
varios sentidos, concretamente a cuatro, al comienzo de La Divina Comedia. Recordemos que en el Arbol de la Vida cabalístico esas lecturas son también cuatro, correspondiéndose con cada uno de los cuatro planos o mundos. De entre esas corrientes que atraviesan el siglo XIV queremos recordar de nuevo a los llamados “místicos de Munich”, con el Maestro Eckhart a la cabeza, así como a sus discípulos Tauler y Suso, ambos contemporáneos de Petrarca y Boccaccio. A ellos hay que unir Dietrich de Friburgo, neoplatónico alemán que bebe la metafísica de Proclo y Dionisio. Asimismo a los alquimistas Petrus Bonus, Juan de Rupescisa, Hortulanus, Juan Dastin,
Bernardo Trevisano, Basilio Valentino y Nicolás Flamel, entre tantos y tantos otros, muchos de ellos desconocidos, pero no por ello menos integrantes de la cadena áurea. 44
Este srcen coincide con aquello que se dice en algunas tradiciones: que Adán (la humanidad primigenia) hablaba en verso, es decir –y según otra simbólica–, que conocía el “lenguaje de los pájaros”, el cual designa a la propia lengua de los dioses, o de los ángeles. En este sentido, señalaremos que en la obra de Francesco da Barberino, Documentos de Amor, o Enseñanzas de Amor , los personajes que están en la “Corte de Amor” (un nombre de Utopía) son pájaros que se dan la palabra entre sí.
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Melquisedec es nombrado por Boccaccio en El Decamerón, su otra gran obra junto a la Genealogía. Este personaje mítico representa en realidad a la Tradición primordial, de donde derivan todas las culturas tradicionales.
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En el artículo antes mencionado, “El lenguaje de los pájaros”, René Guénon
(y que nosotros ponemos en relación con lo que dice Boccaccio sobre cómo está escrito el Pentateuco y la fuente de su inspiración) afirma lo siguiente: “Por eso los libros sagrados están escritos en lenguaje ritmado, lo cual, como se ve, hace de ellos otra cosa que los simples „poemas‟ en el sentido puramente profano del término […] y, por lo demás, la poesía no era srcinariamente esa vana „literatura‟ en que se ha convertido por una
degradación cuya explicación ha de buscarse en la marcha descendente del ciclo humano, y tenía un verdadero carácter sagrado. Pueden encontrarse rastros de ello hasta en la antigüedad clásica occidental, en la cual la poesía era llamada aún la “lengua de los Dioses”.
Ibíd., libro XIV, cap. 8. Donde leemos “innovó” hemos de entender también “adaptó”. Por otro lado, la palabra “sacrificio”, utilizada constantemente
aquí por Boccaccio, alude claramente a los ritos que se realizan durante los actos fundacionales de una cultura. De nuevo nos dice Guénon en el mismo capítulo deSímbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada : “En latín los versos se llamaban carmina, designación referente a su uso en el cumplimiento de los ritos, pues la palabra carmen es idéntica al particular de de „acción sánscrito karma , que debeintérprete tomarse aquí su se ntido ritual‟; y el poeta mismo, de laen„lengua sagrada‟ a través la cual
se transparentaba el Verbo divino, era el vates, palabra que lo caracterizaba como dotado de una inspiración en cierto modo profética”. 48
Ibíd., cap. 18. Ibíd, capítulo 5. Asimismo, expresiones tales como “licuefacción” (disolución) y excessus mentis(la vivencia de lo suprarracional) utilizadas en la jerga simbólica de los Fieles de Amor, son también de srcen claramente hermético. Ver Luigi Valli, Il linguaggio segreto di Dante e dei “Fedeli d’Amore”, cap. IX.
52
Ver la Introducción a esta obra debida a Mª Consuelo Alvarez y Rosa Mª Iglesias. Añadiremos que fue gracias a Boccaccio que Leoncio Pilato fue nombrado profesor de griego en la Universidad de Florencia (de 1360 a 1362), allanando así el camino a los que en los años venideros, y a lo largo de todo el siglo XV llevarían a cabo las grandes traducciones de las obras llegadas de Bizancio a Florencia y otras ciudades italianas como Venecia y Milán.
54
Genealogía, XIV, 4.
EL CRISOL INTELECTUAL DE FLORENCIA
Todo lo dicho hasta aquí confirma que era Italia ciertamente la destinada para liderar el cambio de época hacia esa renovación de la cultura de Occidente que desembocaría en el Renacimiento, como estuvieron destinadas Francia, Germania e Inglaterra (junto con Irlanda) principalmente, levantarmás y sostener edificio medieval. embargo, y comopara ya dijimos arriba, el esto no significa que Sin la Edad Media desconociera o hubiera perdido el vínculo con la Tradición Clásica. Pero también es cierto que su pulsión vital y cultural respondía a otros parámetros; queremos decir que la Edad Media fue una construcción debida al formidable empuje de los pueblos francos, anglosajones y germánicos (donde la cultura clásica no estaba tan arraigada), y esto fue posible gracias a que esos pueblos fueron fecundados por el mensaje cristiano (o mejor judeo-cristiano, pues no debe olvidarse el entronque profundo de la Buena Nueva con la antiquísima Tradición Judía) aunque continuaron manteniendo las estructuras socio-políticas heredadas del Imperio Romano. Todo esto lo hicieron suyo fundiéndolo con aquellas ideas que se armonizaban con las del cristianismo y que ellos recibieron de sus antepasados. Los pueblos mediterráneos, que eran los herederos directos de la cultura grecoromana, tuvieron que esperar la llegada del Renacimiento para volver a tener un papel protagonista en la historia de Occidente.55 No desconociendo desde luego lo mucho que aportó Italia al nacimiento y desarrollo de la civilización medieval,56 sin embargo el genio italiano, más inclinado hacia la literatura, el comercio y las artes en general, debía manifestarse en su máxima plenitud durante el Renacimiento, una época que de acuerdo a las leyes cíclicas y a diferencia de las anteriores sería sumamente importante la influencia ejercida por los y de comerciantes, los que están bajo el influjo directo de artistas la energía Hermes-Mercurio. Como se sabe, el foco de esa revolución cultural estuvo en Florencia. Capital de la Toscana (de Tusca, nombre dado también a la nación Etrusca), Florencia fue fundada sin embargo por los romanos, y su nombre significa “la destinada a florecer”. En efecto, el destino tenía
reservado a Florencia ser la sustituta de Roma (al igual que ésta lo fue de Atenas, y Alejandría y Bizancio de ambas) como centro neurálgico para una época determinada, el Renacimiento, donde efectivamente “floreció”
de nuevo la cultura europea, primero a través de los clásicos latinos, que
eran los más conocidos durante la Edad Media occidental, y posteriormente mediante la contribución fundamental venida de los antiguos filósofos y teúrgos griegos y alejandrinos a través de Bizancio. Sin embargo, y haciendo un breve inciso, no siempre fue Florencia esa ciudad esplendorosa que deslumbró a toda la Europa renacentista. Antes de que llegara a serciudades la capital de la cultura europea, Florencia, igual que muchas otras italianas, tuvo por distintos motivosaluna historia convulsa a lo largo de siglos, aunque con breves pero intensos períodos de prosperidad debido sobre todo a su vocación comercial. En este sentido, y recordando nuevamente a Brunetto Latini, éste dice en Los Libros del Tesoro que: el lugar donde se asienta Florencia fue llamado casa de Marte, es decir casa de las batallas; porque Marte, que es uno de los siete planetas, es llamado Dios de la batalla, y así fue adorado antiguamente. No es entonces sorprendente que los Florentinos estén siempre en guerra y en discordia, porque este planeta rojo reina sobre ellos.
En este sentido uno de los principales aspectos de la obra de Brunetto Latini fue consolidar un proyecto político de acuerdo a los valores humanistas heredados de los clásicos, y sustentados en las virtudes de la prudencia, la templanza, la justicia y la fortaleza, pues es gracias a ellas que puede haber una transmutación profunda en la conciencia de los ciudadanos que les haga proclives a amar la paz por encima de las discordias. En otro de sus libros, la Retórica, Latini habla de la ciudad con términos que evocan a Platón y la concepción que éste tiene de la polis y que explica sobre todo en la República. Dice el canciller florentino que la ciudad ha de ser: …una reunión de gente hecha para vivir sabiamente, donde no son llamados
ciudadanos del mismo comune por el hecho de ser acogidos dentro de las mismas murallas, sino porque juntos son acogidos para vivir conforme a la sabiduría.
Esta fue su máxima aspiración cuando llegó a ser canciller de Florencia, y si ese modelo de ciudad no pudo llevarlo a la práctica debido a que le tocó vivir la lucha entre los güelfos y los gibelinos, es decir entre los partidarios respectivos del Papado y del Emperador, sin embargo sí puso las bases para que media centuria más tarde otros cancilleres humanistas como él (Coluccio Salutati y Leonardo Bruni fundamentalmente)
recogieran su legado y contribuyeran a que Florencia transmutara su vocación guerrera y pasara a convertirse en la ciudad donde gobernaría la Madonna Inteligencia y su heraldo Hermes, floreciendo durante más de dos siglos la concordia y el saber, los que se proyectarían a toda Europa, conformando esa Utopía que, en palabras de Federico González, fue el Renacimiento. Precisamente, considerar al Renacimiento (y más concretamente llamado primer Renacimiento, XV) como una al realización utópica, nos da una deque las ocupa clavestodo parael siglo comprender esa época bajo otros parámetros, diferentes –aunque complementarios– a los que se consideran de ordinario por parte de los eruditos y estudiosos, y que con seguridad nos acercan mucho más al núcleo íntimo de las ideas-fuerza que lo prohijaron, ideas-fuerza que se encarnan en las mentes de los espíritus más sutiles de la época, y que de manera directa o indirecta tienen su srcen en Hermes, el Mensajero de los Dioses e Instructor del hombre. Como íbamos diciendo, y en relación con el florecer de la capital toscana, existió un interés –transmitido principalmente por Petrarca y Boccaccio– hacia las “vidas de los filósofos” grecolatinos, es decir por sus biografías, que es una de las herencias que el hombre del Renacimiento también recibe del Medioevo, donde ya existieron autores que acometieron esa labor de biografiar a los clásicos, que se convierten en paradigmas a seguir por el humanista, que además descubre en dichas biografías una manera de hacer pervivir un pensamiento nutrido por la diosa Inteligencia encarnado en esas vidas. Las biografías, que hunden sus raíces en el relato mítico y que en sí mismas son un género literario ligado al emergente interés de los humanistas por todo lo histórico (precisamente porque la Historia era para ellos una forma de la Memoria), permitieron una continuidad entre la Antigüedad Clásica y la Edad Media, y entre ésta y el Renacimiento. Un hecho importante tener es en decir cuenta esno que los humanistas eran en su gran mayoría hombres alaicos, que pertenecían ni dependían de la Iglesia (en esos momentos profundamente dividida por los cismas y cada vez más en manos del espíritu inquisitorial), y esto permitió que su actividad intelectual abarcara campos del saber cada vez más amplios, e igualmente que comenzara una apertura hacia el conocimiento de otras tradiciones distintas a la cristiana, aun no dejando ellos de ser nunca cristianos, o católicos, palabra que no olvidemos quiere decir precisamente “universal”, señalando así el camino
que emprenderán los filósofos del Renacimiento (algunos de ellos hombres de Iglesia, y esto a pesar del alejamiento irreversible de ésta, como institución, con respeto a la verdadera Gnosis), ejemplificados en
las figuras eminentes de Nicolás de Cusa, Marsilio Ficino y Pico de la Mirándola, modelos para muchos hermetistas y cabalistas cristianos de los siglos XVI y XVII. En la mente de aquellos hombres antiguos, medievales y renacentistas, no podía caber la idea de ninguna interrupción en la transmisión de los valores esenciales donde encuentra su culminación la propia existencia humana. Si, como venimos diciendo, Petrarca y Boccaccio fueron los promotores del movimiento humanista y los que rescataron sus valores, le tocó precisamente a un florentino, Giannozzo Manetti (1396-1456), ser el humanista que se encargó de recoger el testimonio de esos valores en su obra De la Dignidad y excelencia de los hombres (título que evoca inmediatamente el Discurso sobre la Dignidad del Hombre de Pico de la Mirándola, escrito medio siglo después), para lo cual acudió a las fuentes clásicas (Platón, Diógenes Laercio, Jenofonte, Cicerón, Apuleyo, Séneca), medievales (Juan de Salisbury, Juan de Gales, Walter Burley, Vicente de Beauvais),57 así como a los primeros humanistas (Petrarca y Boccaccio). Manetti es asimismo autor de Vidas de Sócrates y Séneca , un opúsculo donde se recoge el siguiente fragmento de un libro de Cicerón, De las Obligaciones: Pero la filosofía antigua hasta Sócrates –quien había oído a Arquelao, discípulo de Anaxágoras– trataba de los números y movimientos y de dónde proviene todo y a dónde vuelve. Y con gran ahínco se buscaban a partir de ellos las magnitudes de los astros, sus intervalos y órbitas y todo lo relativo a los cielos. Sócrates extrajo, el primero, del cielo la filosofía y la colocó en las ciudades y la introdujo también en las casas y forzó a indagar acerca de la vida y las costumbres y las cosas buenas y malas. Su variada diversidad de discursos y la variedad misma de las cosas, así como la grandeza de su ingenio, consagrada por la memoria y por escrito, han creado diversos géneros de elocuentes filósofos.
Estas palabras nos recuerdan las de Boccaccio cuando hablaba de la Filosofía como una casa a imagen de la Ciudad Celeste. En efecto, para Cicerón la filosofía es un don del Cielo y Sócrates una entidad intermediaria (como Hermes Trismegisto, Zoroastro, Pitágoras y Platón) que entrega a Occidente ese don para que la búsqueda del Conocimiento, impulsada por una filiación o un amor a la Sabiduría, perdure en la memoria de los hombres y sea actualizada en ellos proyectándola en su tiempo. En verdad, con esta cita de Cicerón, Giannozzo Manetti, y en conformidad con el sentir unánime de su época, intenta recuperar la figura del filósofo que tiene como modelos al griego Sócrates (es decir a Platón) y al romano Séneca, y cuyo pensamiento, moldeado en esos
yunques, es capaz de penetrar en todos los ámbitos y planos de la realidad, que abarca la vida entera (la celeste y la terrestre) revelando sus significados a los contemporáneos (“la colocó en las ciudades y la introdujo en las casas”). El filósofo hermético del Renacimiento,
redimido por aquellos primeros humanistas que reconocían la influencia esencial de Platón en la cultura occidental por encima de la de Aristóteles (estableciendo así que una conoce jerarquía ambos), finalmente un mago y un teúrgo la entre potencia de lasdeviene ideas universales, y busca nuevamente en el símbolo y el mito el vehículo que haga posible la transmisión que injerte esas mismas ideas en las corrientes culturales de su tiempo. Volviendo nuevamente al paralelismo entre Roma y Florencia, éste fue evocado por Coluccio Salutati (1331-1406), notable humanista y canciller de Florencia durante la segunda mitad del siglo XIV y heredero espiritual de los Fieles de Amor, de Dante, Petrarca y Boccaccio. He aquí las palabras que a este respecto Salutati dirige a un amigo el 17 de noviembre de 1377, y recogida en su obra Epistolario: En esta ínclita ciudad, flor de la Toscana y espejo de Italia, émula de aquella ilustrísima Roma de la que desciende, y de la que sigue las antiguas huellas combatiendo por la salvación de Italia y por la libertad de todos, aquí en Florencia, me ocupa una tarea continua pero de incomparable grandeza. No se trata de una ciudad cualquiera; yo no me limito a comunicar a los países vecinos las decisiones de un gran pueblo; mi deber es mantener informados, de todos los acontecimientos, a los soberanos y príncipes de todo el mundo.
Esto último es digno de atención, pues nos muestra una labor diplomática por parte de Salutati encaminada a fortalecer los vínculos entre Florencia y otras ciudades destacadas de Italia y de Europa. Se entrevé aquí el importante en papel que desempeñaría la diplomacia y launo figura del embajador el Renacimiento, que tiene en Salutati de sus forjadores gracias a su alta concepción de la política aprendida de los clásicos, y que podríamos considerar también como una expresión del Humanismo tejida en torno a la idea de la libertad, la justicia y la concordia como bienes supremos del hombre. 58 En efecto, esa labor epistolar de Salutati resulta vital para el reconocimiento de la República de Florencia en Europa y el resto de Italia como una potencia que sabe conjugar la alta política con la cultura, y esta fue la función principal de sus cancilleres, y en particular de Coluccio Salutati, que pretendía emular el esplendor de la antigua Roma. 59 Si antes, recordando las palabras de Federico González, hablamos del Renacimiento como la realización de la
Utopía, en Coluccio Salutati tenemos precisamente a uno de los personajes que contribuyeron decisivamente a ello haciendo de Florencia una ciudad gobernada según los valores invocados por los filósofos griegos y sus discípulos latinos y cristianos, cuyo legado recogen los primeros humanistas. En esteDesentido, no es desde luego ,casual que debe Salutati unadeobra los trabajos de Hércules Genealogía los como que tanto a laescribiera Dioses Paganos de Boccaccio. 60 Para el canciller florentino Hércules es un modelo de héroe civilizador y las virtudes que éste encarna son las que él mismo desea para la educación del ciudadano. Pero además, y he aquí un dato a destacar, Hércules figura representado en el sello de Florencia, lo que nos indica que entre el héroe y la ciudad existe un vínculo sutil que de algún modo hace de Florencia la receptora y transmisora de esas virtudes. Por otro lado, Hércules al igual que Eneas (civilizador del Lacio y fundador de Alba Longa, ciudad-matriz de Roma) es un héroe de srcen helénico y ambos relacionados por distintos motivos con la ciudad de Troya, con lo cual es bastante probable que Salutati, escribiendo esa obra, no sólo buscase establecer nuevamente un paralelismo entre Florencia y Roma a través del srcen común de Hércules y Eneas, sino reivindicar también el prestigio y el orgullo de pertenecer a la estirpe espiritual de los pueblos helénicos. Esto es, Florencia como la hija y la heredera insigne de la cultura greco-romana, y no exageramos si decimos que en tiempos de Salutati se asiste a una verdadera “refundación” de esta ciudad inspirada en las enseñanzas que
se descubren en los mitos antiguos conjugándolas con los vientos innovadores que llegan con el Renacimiento. A nuestro entender, ese sutil encaje estructuró el pensamiento renacentista, es decir la imagen del cosmos del hombre del Renacimiento. Por otro lado, no es tampoco por casualidad que en Los trabajos de Hércules, Salutati hable, al igual que Boccaccio, de la poiesis y de los poetas o videntes (vates) como los verdaderos fundadores de la sociedad humana,61 y esto lo dice porque ciertamente es lo que estaba pasando en esos mismos momentos con Florencia. Es tal su admiración hacia los poetas antiguos que hace de ellos auténticos conocedores de la Unidad divina por encima de la multitud de nombres y atributos con que se adorna al manifestarse. Los poetas, dice Salutati, (…) al ver que Dios, el arquitecto de todo el mundo, ha realizado todo con sabiduría (…) y dado, empero, que la sabiduría misma no es otra cosa que Dios mismo (…) llamaron al mismo Dios con diferentes nombres, aun cuando pensaran
que era uno y el mismo Dios (…) De manera que a nadie debería parecer dudoso que, aun con una multitud tan grande de dioses, los poetas no pensaran en muchos, sino en uno solo, pero que llamaron al mismo Dios de modos diversos, de acuerdo con la variedad de sus oficios, tiempos y lugares. 62
Como canciller Coluccio Salutati es también un hombre de acción imbuido de espíritu práctico, y se entrega a la concreción de todas esas ideas que alimentan el alma de Florencia. Recogiendo los frutos de lo ya sembrado por Brunetto Latini, Boccaccio y Leoncio Pilatos, Salutati llama al bizantino Manuel Crisoloras (1355-1415), para dirigir la primera cátedra de griego en Florencia.63 Y Crisoloras es nada menos que discípulo del también bizantino Gemisto Pletón, que jugará un papel eminente en la recuperación para el Renacimiento de la filosofía platónica y la cosmovisión propia del paganismo. En 1397 Manuel Crisoloras se instala en Florencia y los primeros frutos de su labor didáctica llegarán a comienzos del siglo XV, cuando Leonardo Bruni (1370-1444), discípulo de Salutati y su sucesor en la cancillería, traduce o manda traducir parte de la obra de Platón, como 64
el Fedón Apología , Critón Gorgias Banquete , Fedro, Cartas . Es decir que, medio siglo antes, de que se, El fundara la Academia de Florencia, Platón ya empezó a ser traducido en la capital toscana. Esto es digno de señalar, pues nos indica hasta qué punto Florencia estaba ya preparada para ser la sede del renacer cultural que tendrá su culminación justamente con la creación de la Academia Platónica. A Crisoloras le sucede en su labor docente el también bizantino Juan Argiropoulos (1415-1482), que llega a Florencia pocos años después de la invasión de Bizancio por los turcos, concretamente en 1459 mientras es canciller Donato Acciaiuoli (1428-1478), que continúa la labor de sus ilustres antecesores. Argiropoulos transmite a sus discípulos florentinos la unidad presente en toda la filosofía griega, desde Pitágoras y Platón hasta Proclo, considerándola como lo que es: una Tradición atestiguada a lo largo de los siglos por medio de individualidades que han encarnado el Conocimiento y de las escuelas y academias que lo transmiten a lo largo del tiempo, llegando hasta el Renacimiento, e incluso de manera más oculta y esporádica hasta nuestros días. Por otro lado, esa Tradición sapiencial no se opone a la obra de Aristóteles, pues ésta afronta la realidad del mundo y del hombre desde otro punto de vista, complementario en muchos aspectos al de aquella, como bien supieron ver los filósofos humanistas del Renacimiento. Florencia era un verdadero microcosmos que a modo de matraz
alquímico destila las ideas motoras del nuevo ciclo. No cabe duda asimismo que a la formación de ese clima contribuyó decisivamente la política benefactora y de mecenazgo llevada a cabo por los Médicis, comerciantes y banqueros que absorbieron los valores humanistas, con los que gobernaron la República florentina desde principios del siglo XV hasta el XVIII. Estamos hablando de los que sin duda alguna fueron los auténticos príncipes del Renacimiento Que Florencia esté de gobernada por una familia que procedeitaliano. de comerciantes, protectores las artes, y no de guerreros (como el resto de Repúblicas italianas) es también bastante significativo y un testimonio más de hasta qué punto esta ciudad encarnaba el espíritu de su tiempo. Indica también la revalorización de lo económico, que es inherente al desarrollo de las ciudades durante el Renacimiento como consecuencia directa del incremento de las actividades comerciales entre los distintos países europeos y entre éstos y los de Oriente, ampliándose y tomando una dimensión casi planetaria tras el descubrimiento de América. Debemos decir que esa preponderancia que va tomando el comercio y el elemento económico en la vida ciudadana lo advirtieron perfectamente los cancilleres como Salutati y Bruni, especialmente este último, que vive inmerso en una época que ha dejado atrás ya definitivamente el Medioevo. De ahí que nos parezca bastante sintomático y un dato a destacar que junto a las obras de Platón y otros filósofos griegos Bruni también traduzca la Política, Etica a Nicómaco y Económicos, de Aristóteles. Si nos fijamos bien a estas tres obras les une un propósito común: establecer un sentido de la política en la que lo económico, imprescindible para el buen gobierno de la ciudad y en consecuencia del Estado, esté inseparablemente unido a la ética y sus valores. El pensamiento de Bruni a este respecto es el mismo que el de todos los humanistas quelatinos dirigenselos asuntos la vida civil ysidonde la influenciarenacentistas de los estoicos deja sentir de poderosamente: un hombre no es virtuoso no puede ser prudente, y esta prudencia [sinónimo de sabiduría], “es una valoración exacta de la utilidad; y una valoración verdadera no está corrompida”, apunta Bruni. Hasta donde fue posible los Médicis interpretaron esta visión de la “ res publica”, y en cierta medida también la dinastía de los Sforza, duques de Milán, y la de los Montefeltro, señores de Urbino, así como los Gonzaga de Mantua, todos ellos, al contrario que los Médicis, antiguos condottierique superaron esa condición para convertirse en hombres de Estado y verdaderos mecenas que fomentaron igualmente la
cultura y las artes en sus respectivas cortes.65 Una cuestión importante a tener en cuenta es la fecunda amistad forjada entre Cosme de Médicis y Francesco Sforza, amistad que desembocaría en la alianza entre Florencia y Milán que estabilizó el centro y norte de Italia por largos años, tema éste para nada baladí, pues esa estabilización propiciaría el clima necesario para el desarrollo de la cultura renacentista en un momento crucial dede la Ficino, misma,ely cual cuyohabía centrodejado intelectual la Academia Platónica escritoestaba que elen “espíritu de Platón 66 voló de Bizancio a Florencia”. No sólo existe un flujo de Bizancio a Italia (Florencia básicamente), sino también de Italia a Bizancio, pues al igual que pasó en ciertos momentos de la Edad Media, la atracción que ejerce la capital del Imperio cristiano de Oriente es poderosísima, y la razón profunda de esto no es otra que la propia fascinación que opera la Antigüedad Clásica en las mentes renacentistas. Antes, e incluso después, de que los turcos tomaran Bizancio los filósofos y humanistas italianos viajaron allí y a otros lugares de Grecia para hacerse de cuantos manuscritos pudiesen encontrar, llevándoselos a Italia para ser traducidos, y su volumen fue a veces tan considerable que llegaron a crearse excelentes bibliotecas, a lo que contribuiría sin duda alguna la aparición de la imprenta, que como dice Federico González (Las Utopías) trajo consigo la mayor revolución de difusión cultural que se haya producido nunca en la historia de Occidente, modificando todo tipo de relaciones y formas culturales. Acerca de los manuscritos bizantinos y griegos buscados por los humanistas italianos, he aquí lo que nos dice P. O. Kristeller: Los príncipes y mecenas comenzaron a coleccionar dichos manuscritos. Compraron éstos traídos de Grecia por eruditos, monjes y mercaderes, e incluso llegaron a enviar eruditos a Grecia con el único propósito de adquirir tales manuscritos. Tenemos el ejemplo más conocido de esto en la misión que Juan Lascaris llevó a cabo a nombre de Lorenzo de Médicis, transcurridas varias décadas ya de la conquista turca. Ese mismo siglo XVI, Francesco Patrizi reunió manuscritos griegos en Chipre y otros lugares, y los vendió después a Felipe II de España. En otras palabras, el comercio con manuscritos griegos no cesó con la caída de Constantinopla; y debemos recordar que, tras 1453, varias áreas de habla y civilización griegas –como Eubea, Morea, Chipre, Rodas y Creta – continuaron sujetas por lapsos más largos o más cortos al dominio de Venecia. El núcleo de las grandes colecciones de manuscritos griegos creadas en Europa surge en los siglos XV y XVI; en el siglo XV se formaron las bibliotecas Lorenziana y Vaticana, así como la Marciana, cuyo punto de partida fue la
colección de Besarión; en el XVI se formaron las colecciones de París, el Escorial, Munich y Viena; poco después las de Oxford y Leiden. Hoy mismo los editores de textos griegos antiguos recurren a los manuscritos de esas bibliotecas, así como a los que aún siguen en las bibliotecas de Grecia y de otros países orientales que tienen o tuvieron lazos con la Iglesia y con la cultura griegas, como Rusia y Turquía (…) Tenemos manuscritos griegos copiados o anotados por Policiano,
Ficino, Ermolao Barbaro e incluso Leonardo Bruni. 67
De Bizancio llega también Gemisto Pletón en 1438 con ocasión del Concilio celebrado en Ferrara-Florencia para la Unión de las Iglesias de Oriente y de Occidente. Gemisto Pletón (1360-1452) es un personaje clave del Renacimiento como ya señalamos,68 pues es tal la influencia que él, y su discípulo el cardenal Besarión, ejercen sobre Cosme de Médicis (el cual asistió a varias conferencias que Pletón dio en Florencia sobre la Tradición platónica), que años más tarde éste encomendará a Marsilio Ficino la creación definitiva de la Academia platónica de Florencia, y con ella el núcleo intelectual con el que cristalizaría finalmente el Renacimiento. Florencia, y dentro de ella la Academia platónica, constituía en realidad un centro espiritual cuyos efluvios alcanzarían todos los rincones de Italia y de Europa, y darían fundamento teórico, es decir las ideas-fuerza, a las expresiones culturales, artísticas y científicas del Renacimiento. Es decir que existe una multiplicación de la potencia contenida en ese centro, en un proceso análogo al que vive la unidad metafísica en su emanación, donde no pierde nada de su cualidad, sino que ésta permanece intacta en lo emanado, si se quiere de modo inmanente pero inseparable de su srcen primero, inmanencia que posibilitará que en cualquier momento y lugar brote la coyuntura favorable para que esas ideas-fuerza desplieguen su energía fecundadora y se encarnen en personas o en instituciones receptoras a su influencia. Marsilio Ficino no sólo traduce sino que también comenta de manera inspirada la obra de Platón (comentarios que no hicieron los traductores anteriores) y la de otros platónicos (fundamentalmente Proclo, Plotino, Porfirio, Jámblico), y asimismo el Corpus Hermeticum y el Asclepios. Esto es un dato a destacar, puesto que es gracias a esos comentarios y a la elaboración posterior de su propia obra que Ficino lleva a cabo ese sutil entrelazado entre el Hermetismo, la metafísica platónica y la cristiana, siguiendo así el ejemplo de varios ilustres antecesores: Proclo, Dionisio Areopagita, Miguel Psellos y su contemporáneo Nicolás de Cusa.69Traduce igualmente los Oráculos Caldeos y los Himnos
Orficos llegados también de Bizancio tras la toma de ésta por los turcos en 1453. Estaba claro que con la ocupación de Bizancio por parte del Imperio otomano un ciclo de la historia de Europa se cerraba definitivamente y se abría otro, signado por el regreso del antiguo saber a donde fue una de sus tierras de srcen: la península itálica, y a través de ésta a toda Europa.70 Florencia se convierte en la nueva Bizancio, y los maestros renacentistas recogen testigo de los antes maestros bizantinos, mismo tiempo que desde Españaelvan llegando, incluso de la al expulsión de 1492, los sabios judíos trayendo consigo los conocimientos de su tradición esotérica, la Cábala. Continuación Notas
Aquí naturalmente incluimos a Portugal y España, especialmente activas durante la “era de los descubrimientos”, la cual es también otra de esas
posibilidades incluidas en el ciclo renacentista que fueron ampliamente desarrolladas y de la que hablaremos en un capítulo aparte debido a su importancia. 56
Baste recordar, entre muchos otros ejemplos, a dos cumbres de la intelectualidad medieval: San Buenaventura y Tomás de Aquino, sin olvidarnos de la arquitectura, que irradiando de la Lombardía srcinal se extiende por toda la Europa occidental desde los mismos comienzos de la Edad Media. Pero en el campo del pensamiento filosófico y teológico es abrumadora la presencia de francos, británicos y germánicos.
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Ya nos hemos referido a Juan de Salisbury como autor del Policraticus; en lo que respecta a Juan de Gales escribió un Compendio de la vida y dichos de los ilustres filósofos, y Vicente de Beauvois Speculum Maius. En este último se da gran importancia a los dioses griegos. Ya en el siglo XIV, a las puertas del Renacimiento (1330), Walter Burley escribe Libro de la vida y muerte de los filósofos. La figura del embajador se potencia efectivamente en el Renacimiento y es consecuencia directa de la creación de los Estados nacionales tras el fin del Medioevo y del debilitamiento consecuente que en la nueva sociedad tienen los poderes respectivos del Papado y del Emperador. En cierto modo la función del embajador sustituye en el ámbito de las relaciones internacionales al que tuvieron los dos órganos principales de la Cristiandad medieval. No en vano su patrón es el dios Mercurio debido a su papel de intermediario y de mensajero, y su función principal consiste en la de
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favorecer y buscar la “concordia” entre los pueblos. Es un “mensajero de la paz” en una sociedad envuelta muchas veces en conflictos armados, y en
este sentido su labor fue la de mantener en la medida de lo posible el delicado equilibrio dentro de la sociedad europea. Un ejemplo de lo que estamos diciendo sobre los vínculos no sólo políticos sino también culturales que Salutati mantuvo con otras cortes europeas es la epístola mandada al Marqués de Moravia (en la actual República Checa), la cual es acompañada con la obra de Petrarca Sobre los hombres ilustres, y la solicitud a su vez de que le sea enviada la Crónica de los reyes de Bohemia . 60
Apuntemos de pasada que también existe un tratado de Don Enrique de Villena (1384-1434) inspirado en el de Salutati y casi con el mismo título: Los Doce Trabajos de Hércules , donde demuestra tener un gran conocimiento de la mitología greco-romana. Hemos de apuntar que Enrique de Villena, emparentado con la Casa de Aragón y perteneciente a la Orden de Calatrava, fue un humanista español interesado en las artes herméticas, motivo por el que fue perseguido por la Inquisición religiosa, que quemó algunas de sus obras. Escribió Tratado de Alquimia, Tratado de Astrología, El Arte de Trovar (donde recoge en castellano la poética de los trovadores provenzales), entre otros. Tradujo además La Eneida de Virgilio, La Retórica de Cicerón y La Divina Comedia de Dante. Realizó también comentarios a determinados poemas de Petrarca, y también de la Biblia, el casodedel versículo 4 del Salmo Es interesante señalar como que a es lo largo dicho comentario EnriqueVIII. de Villena desvela la cosmogonía implícita en él, y para apoyar su estudio menciona a diversas obras (como el Almagesto yLos Secretos de Hermes ) y autores herméticos, como el ya citado Juan de Rupescisa ( Libro de la Quintaesencia ), Alberto Magno (De mineralibus), e incluso a Dionisio Areopagita y su Jerarquía Celeste, etc. Salutati pone el ejemplo del poeta y dramaturgo Eurípides (que tuvo entre sus maestros y amigos a Sócrates), quien recibió del rey Arquelao I de Macedonia el encargo planificar todo el Estado.
De los Trabajos de Hércules , libro I. Recogido de Ernesto Grassi, ibíd. Otras obras de Salutati fueron Invectiva, Del siglo y la religión, Del hado, la 63
fortuna y la casualidad , De la nobleza de las leyes y la medicina . Manuel Crisoloras tradujo la Geografía de Tolomeo y La República de Platón. Parece ser que visitó también Barcelona en 1407 y 1410 con la intención de crear un centro donde se tradujeran del griego las obras filosóficas llegadas de Bizancio, pero el proyecto no acabó cuajando, pese a que en la capital catalana existía en ese entonces (como en otros momentos de su historia) una gran recepción a las ideas de renovación venidas de Europa. Traduce asimismo a Plutarco, Demóstenes, Jenofonte y a Esquines, político ateniense que fue uno de los diez oradores áticos que buscó la alianza con el reino de Macedonia. Superación relativa, pues en el alma de estos hombres siempre convivieron
el humanista ilustrado y el hombre despiadado y violento, reflejando así la atmósfera de grandes contrastes que fue también la del Renacimiento. Entre los pintores de los que se rodeó Francesco Sforza en su corte merece destacarse a Bonifacio Bembo, neoplatónico conocedor de la obra de Gemisto Pletón. No queremos olvidarnos del rey Alfonso V de Aragón, llamado el Magnánimo, auténtico mecenas que gobernó los territorios italianos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, existiendo durante su reinado una convivencia entre los autores italianos, catalanes, aragoneses y castellanos. Este rey también representa el modelo del príncipe del Renacimiento, y bajo su reinado se produjo la entrada del humanismo renacentista en la Corona de Aragón, o catalano-aragonesa, auténtica potencia marítima del Mediterráneo, y que comprendía, además de Aragón y Cataluña, a Valencia y Baleares. De Valencia saldría nada menos que Juan Luis Vives, uno de los grandes humanistas del Renacimiento. Dentro de dicha Corona citemos a Juan Fernández de Heredia (siglo XIV), que tradujo al catalán y al dialecto aragonés varios autores clásicos (Plutarco y Tucídides, por ejemplo); también al barcelonés Francesc Alegre (siglo XV), traductor de lasMetamorfosis de Ovidio, y también de ciertas partes de la Genealogía de los Dioses Paganos de Boccaccio, siendo también autor de una obra titulada Sueño recitando el proceso de una cuestión enamorada. Asimismo, Bernat Metge (1340/46-1413) es autor de Libro de fortuna y prudencia , entre otros, y traduce también varias obras de Boccaccio y Petrarca. En fin, son abundantes los autores humanistas catalanes, aragoneses y valencianos vinculados con esas corrientes de renovación intelectual que recorre toda Europa. El Pensamiento Renacentista y sus Fuentes , cap. VII. Gemisto Pletón está muy influido por dos eminentes platónicos: Proclo y Miguel Psellos (otro sabio bizantino del siglo XI). Sobre Pletón y su importancia en la gestación del Renacimiento ver nuevamente Las Utopías Renacentistas, cap. XI. Nicolás de Cusa se hizo traducir del griego el Parménides de Platón, 70
la TeologíaPlatónica de Proclo y Acerca del Destino de Pletón. Entre los espíritus más lúcidos de la época se tiene la sensación de asistir en verdad a un “fin de ciclo” y al nacimiento de otro, como ya intuyera el
propio Nicolás de Cusa, quien a propósito del regreso de los antiguos afirmó: “Vemos que todos los ingenios de hoy, hasta los mayores estudiosos
de las artes liberales y mecánicas, investigan las cosas antiguas, y con gran avidez, como si se pudiese esperar que está por acabarse súbitamente un ciclo entero.” (Eugenio Garín: El Hombre del Renacimiento, cap. V.) Esto lo dijo Nicolás de Cusa en 1433, precisamente el año en que nace Marsilio Ficino.
LOS MITOS FUNDADORES DEL RENACIMIENTO
Queda claro entonces que la palabra renovación, renovar, en boca de los hombres del Renacimiento, no significa ni mucho menos romper con la Tradición, sino justamente lo contrario: hacerla renacer, renovarla, actualizarla, y esto no podía hacerse sin acudir a los padres fundadores de la culturay occidental. Losiniciadores primeros humanistas, Petrarca, Salutati Bruni son los de ese camino. A esteBoccaccio, respecto, y después de todo lo dicho hasta aquí, pensamos que una de las claves para entender el Renacimiento es que hay que verlo integrado no sólo dentro del ciclo de la civilización cristiana, sino también en otro mucho más amplio: el de la civilización occidental, que comienza aproximadamente en el siglo VI a.C., momento en que nace la Filosofía y el pensamiento que ella promueve. Por eso mismo cuando desaparece la civilización medieval, el hombre del Renacimiento acude a su pasado glorioso para encontrar esa necesaria “guía intelectual” que le orientara en su nuevo destino y dirigiera esos enormes anhelos de renovación, renovación que también incluía la manera de abordar el conocimiento de la propia tradición cristiana, que para el hombre del Renacimiento se ve enriquecida por los vínculos que de repente “descubre” con el neoplatonismo, los misterios órficos, los Oráculos Caldeos y el Corpus Hermeticum. Por eso mismo, entre los que acabaron por gestar el Renacimiento (Nicolás de Cusa, Gemisto Pletón, Marsilio Ficino, Juan Besarión, Angelo Policiano, Cosme y Lorenzo de Médicis, Pico de la Mirándola, entre tantos otros), nunca se habló de ruptura con las tradiciones anteriores, sino más bien de un renacer de las mismas encarnadas en el alma de sus mejores hombres, es decir de aquellos que estaban en sintonía con una Tradición viva capaces de entender desde su lectura esotérica y metafísica deylaunánime, realidad los efluvios emanados por la Inteligencia Universal, rectora celeste del destino humano, plasmándolos en la cultura y la civilización que crearon: el Renacimiento.71 En consecuencia, el Renacimiento representó un fenómeno grandioso de regeneración y de reforma espiritual, donde el retorno a los antiguos significó una revivificación de los orígenes, un retorno a los principios, es decir, un retorno a lo auténtico. En este espíritu hay que entender la imitación a los antiguos, que se manifiesta como el estímulo más eficaz para reencontrarse, recrearse y regenerarse a sí mismo.72
En este mismo sentido la historiadora Frances Yates ( Giordano Bruno y
la Tradición Hermética, cap. I) afirma que para el hombre renacentista la historia humana: no era considerada como una evolución desde primitivos orígenes animales hacia formas cada vez más complejas y adelantadas. Por el contrario el pasado siempre fue mejor que el presente y el progreso significaba retorno, renacimiento de la antigüedad. El humanista, mientras iba recuperando la literatura y los monumentos de la antigüedad clásica, tenía la sensación de estar volviendo a una auténtica y áurea civilización, sin lugar a dudas infinitamente superior a la suya propia. El reformador religioso volvía a estudiar las Escrituras y los antiguos Padres con la sensación de estar recuperando el genuino tesoro del Evangelio que había sido paulatinamente sepultado bajo sucesivas degeneraciones.
Precisamente, Federico González, hablando de esto mismo, amplía lo dicho por la historiadora inglesa, y además nos ilustra sobre el “clima” intelectual en el que estaban insertados los protagonistas del Renacimiento, para los cuales éste no representaba otra cosa que la posibilidad de realizar en su tiempo las ideas de la Utopía, concebida como “un espacio distinto, un mundo invisible situado en el eterno presente”. Por eso es que esas ideas nos impulsan hacia un futuro, donde
éstas puedan llegar a actualizarse, es decir, como algo a conseguir,
o hacia el pasado: una edad feliz, el paraíso terrenal, la Tradición. En este último caso apoyada por razones que van de lo biológico a lo histórico y que la memoria atestigua. El mito del Origen, que es vertical, es decir que existe permanentemente y en simultaneidad, debe ser trasladado al pasado para ser comprendido en la sucesión. Igualmente el deseo y la voluntad de integrarse a él se proyectan en un futuro posible.73
Es evidente, pues, que la renovación de que estamos hablando se hizo de acuerdo con los principios de la Tradición Unánime, pero conjugados, esolos sí, modos con lasyideas quedeelexpresión nuevo ciclo consigo, lo cualdel se reflejaría en formas quetraía fueron las propias Renacimiento. Pues, en efecto, el Renacimiento fue el logro de una síntesis –auspiciada por el Dios Hermes– entre todas las tradiciones y corrientes de pensamiento que conformaban Occidente desde sus orígenes, unos orígenes que además de históricos son también legendarios y míticos; o dicho de otra manera, el hombre renacentista estaba en la certeza de que los fundadores de la cultura occidental vivieron todos simultáneamente, en un mismo tiempo, que se convierte en mítico precisamente por esa condición de “fundadores”, de “iniciadores” y de “constituyentes”, y que p rohijaron una estirpe
espiritual (profetas, reyes, guerreros, filósofos, artesanos y artistas), que
atravesará los siglos portando en su núcleo más íntimo la Sabiduría o Tradición Perenne (laPrisca Theologia en el lenguaje usado por los renacentistas) y los medios (símbolos y ritos) para revelarla. De ahí la permanencia de un “hilo de oro” o “cadena secreta” que se ocultaba
detrás de las apariencias formales, y que sólo era conocida por aquellos capaces de ir más allá de dichas apariencias. Bajo esta perspectiva, ThotHermescuatro Trismegisto eraespirituales contemporáneo de Moisés, de Zoroastro Orfeo, entidades que representan otras tantas y de tradiciones (egipcia, judía, griega arcaica y caldeo-babilónica), que son, en efecto, las fundadoras míticas de lo que es Occidente, y cuyas enseñanzas confluirían en Pitágoras y Platón, y que el Cristianismo posteriormente recibirá simultáneamente a su propia revelación evangélica. Por eso mismo no importa, o en cualquier caso es una cuestión completamente secundaria desde el punto de vista de un pensamiento mítico, que exista en todo ello un evidente anacronismo, y que se pensara que el Corpus Hermeticum fue escrito directamente por Hermes Trismegisto en época indeterminada muy anterior a la era cristiana, cuando en realidad son textos elaborados por los hermetistas y neoplatónicos que vivieron en la Alejandría en siglo I y II d.C. y que hicieron una síntesis entre las enseñanzas platónicas, pitagóricas, egipcias, judeocristianas y gnósticas. Asimismo, que los Oráculos Caldeos fueran escritos por Zoroastro (que entre los persas herederos de Caldea y Babilonia representa la misma entidad intelectual que Hermes Trismegisto entre los hermetistas greco-egipcios), cuando probablemente su autor es Juliano el Teúrgo (siglo II d.C.). No importan en efecto esos “errores” de apreciación cronológica y de autoría, pues de lo que aquí se trata es de “filiaciones espirituales”, o sea que los autores “reales” de esas obras participaban de una corriente de
pensamiento que tenía su srcen mítico en Hermes Trismegisto, Zoroastro, Moisés y Orfeo. A saber: la “cadena áurea vertical” reflejada
en el linaje humano, en este caso el del hombre occidental, que vuelve así a las fuentes srcinales de su cultura. En el prólogo al Poimandrés (uno de los libros del Corpus Hermeticum) Ficino habla de esa genealogía mítica y espiritual en los siguientes términos: En la época en que nació Moisés, florecía Atlas el astrólogo, hermano del físico Prometeo y tío materno de Mercurio el Viejo, cuyo sobrino fue Mercurio Trismegisto (…) [A éste] se le conoce como el primer autor de teología; su
sucesor fue Orfeo, segundo entre los teólogos de la antigüedad. Aglaofemo, quien
había sido iniciado por Orfeo, tuvo como sucesor a Pitágoras en el cultivo de la teología, de quien fue discípulo Filolao, maestro de nuestro divino Platón. Es decir, existe una antigua teología (prisca theologia) […] que tiene su srcen en Mercurio y culmina con el divino Platón. 74
Además, una cosa importante habría que destacar para comprender lo que intentamos explicar: que el conjunto de los libros herméticos (losHermetica) escritos en esos primeros siglos en Alejandría son en realidad, y como señala René Guénon, una “readaptación” de los
antiguos libros atribuidos a los distintos Hermes que se han manifestado históricamente,75 desde “Mercurio el Viejo” (el Hermes antediluviano, emparentado con Atlas, es decir con la gran tradición atlante) hasta “Mercurio Trismegisto”, culminando en Platón, es decir en Grecia como heredera también de la sabiduría egipcia. En este sentido, el “error de datación” no lo fue tanto en el fondo, pues si los Hermetica son
efectivamente readaptaciones de la antigua enseñanza revelada por Hermes en sus diferentes períodos históricos, en ellos está por consiguiente la misma energía intelectual, la misma sabiduría imperecedera,deque actualiza contemporáneamente gracias la intervención estasedeidad, civilizadora por excelencia. Si en aAlejandría esa readaptación consistió principalmente en la incorporación, junto a la herencia egipcia, de la tradición judeo-cristiana, la pitagórico-platónica y otros elementos de la cosmogonía caldea, y las diferentes gnosis que allí se dieron cita, en Florencia se incorporó también la Cábala Cristiana gracias principalmente a la labor de Pico de la Mirándola. De repente, ante esos hombres, que observan asombrados todo ese enorme caudal de antigua sabiduría, cristaliza la síntesis de la Tradición Occidental como expresión de la Tradición Universal. En efecto: Por eso ellaRenacimiento estos textos puesrepetido la Belleza, Inteligencia y veneró la Sabiduría en ellosy practicó contenidasuesfilosofía; un mensaje de una u otra manera por todas las gnosis ya que deriva de una Tradición Unánime, polar, es decir, vertical, a la que el hombre puede tener acceso según lo indican estos mismos textos. La adecuación de la sociedad renacentista a los Hermetica marcó el esplendor histórico de ellos, junto con las enseñanzas pitagórica, platónica, neoplatónica, cabalista y cristiana, con las cuales coinciden en numerosísimos puntos.76
En Las Leyes Gemisto Pletón también alude a esa genealogía refiriéndose más bien a Zoroastro que a Hermes Trismegisto como el “hombre más antiguo”. Sus palabras también aluden a la existencia de una Tradición
Unánime: Estas son las doctrinas que sostienen los sabios de la escuela de Pitágoras y, especialmente, de Platón. Las mismas sostienen los intérpretes de los otros pueblos y, en especial, aquellos antepasados nuestros que recibieron y transmitieron de manera adecuada la religiosidad que predicaban los Curetes. Estas creen también Zoroastro y sus seguidores. A él remontamos el srcen de estas doctrinas como el hombre más antiguo de los que se tenga memoria, aunque pensamos que no comienzan con él, pues creemos que doctrinas verdaderas son eternas como el universo y, aunque a veces las siguen más individuos, otras, menos, existen entre los hombres, aquellos que actúan bien y bellamente a partir de las nociones comunes infundidas por los dioses en nuestras almas.
El Renacimiento recibe todo este conjunto de enseñanzas a través de estos textos sapienciales emanados del Dios Hermes Trismegisto (o sea del “Tres Veces Grande” por su sabiduría), que es nuevamente convocado por el hombre de Occidente en un momento crítico de su devenir histórico. En un tiempo donde todo se vive como simultáneo –y así es en efecto como los protagonistas que hicieron el Renacimiento –, la realidad que se ve no es asumieron tiempo fundacional “histórica”,ese sino que ella se actualiza y regenera coetáneamente al estar enteramente “iluminada” por los valores y los principios más altos, por
los arquetipos de todas las cosas revelados en nuestra alma, dando así sentido a la existencia humana.77 Lo realmente importante entonces es que el influjo espiritual emanado de los fundadores míticos dotó a los hombres renacentistas que así lo experimentaron de una energía lo suficientemente poderosa como para impulsar la rueda de un nuevo ciclo, que para ellos prefiguraba un futuro de plenitud espiritual como lo había sido el pasado áureo de los orígenes. Tengamos en cuenta además que todas las épocas que comienzan, aunque estén dentro de un ciclo civilizador mayor –como es el caso– tienen necesariamente sus mitos (dioses) creadores y fundacionales. El Renacimiento también los tuvo, recuperados de las antiguas tradiciones de Occidente, lo que permitió que el hombre no perdiera el vínculo con su Origen vertical y metafísico, vínculo indispensable para la continuidad de su papel de intermediario entre los planos más altos de la Creación –gobernados por la Mente divina y los poderes angélicos– y los más inferiores. No debe entonces sorprendernos el apelativo de magnum miraculum y la alta dignidad dispensada al ser humano por los maestros del Renacimiento.78 Por otro lado, y volviendo nuevamente al “error” cronológico o de datación, debemos decir que éste fue en realidad un “equívoco fecundo”.
Así lo piensa también Françoise Bonardel, que en su libro L’Hermétismeexpone las razones de tal aserto coincidiendo con algunas de nuestras apreciaciones anteriores, al mismo tiempo que nos indica las “motivaciones ocultas” que favorecieron la aparición de ciertos
acontecimientos importantes ocurridos durante el Renacimiento: ¿Es entonces importante plantearse la cuestión del „error radical de la datación‟
sobre la cual está fundado un tal Renacimiento? Error destinado, precisa F. Yates, a „tener sorprendentes resultados‟. Todas las obras atribuidas a Hermes han sido en efecto redactadas alrededor del siglo II d.C., y son muy posteriores a esas obras filosóficas griegas de la época helenística en las que se deplora la impotencia para dar respuesta a las aspiraciones del tiempo. Un escenario comparable se actualiza nuevamente en el momento en que M. Ficino traduce los escritos de Hermes; y en la medida en que una configuración semejante resurge en el siglo XIX, nos lleva a ver en ello inevitablemente una constante significativa. 79 Se retorna así, anota F. Yates, „al subsuelo pagano del cristianismo primitivo, a esta religión del cosmos fuertemente teñida de influencias mágicas y orientales que fue la versión gnóstica de la filosofía griega‟.
Hermes es una persona real,yun sacerdoteyegipcio autor de antiquísimas y numerosas obras religiosas „mágicas‟; es de esta sabiduría que los griegos consideran que han bebido. Todo esto, ¿no demuestra el destino singular del Hermetismo, que si verdaderamente ha unificado y se ha constituido en un elemento fundador desde los tiempos más arcaicos sin duda alguna lo ha sido en y por el deseo que han tenido y tienen periódicamente los hombres, ávidos de otro saber? Constante que probaría también la posible verdad salvadora del mito y sobre todo, en ciertas circunstancias, de la urgencia del recurso al mito. Y más aún, habría que preguntarse cómo un deseo de sabiduría y de conocimiento integral (Gnosis), en ciertos períodos de la historia, recurre a una evidente confusión histórica, fecunda unlargo errorde para concebir el otra verdad . Esto quiere decir ni mucho menos que a lo su „historia‟ Hermetismo no no haya sido otra cosa que un tejido de errores. Que el carácter compuesto de la revelación hermética y la superposición de los diversos Hermes favorecieron este tipo de equívocos es un hecho; sin embargo, se puede y se debe preguntar si el papel del Hermetismo no ha sido siempre, en la historia de las ideas, el de generar una transfiguración del sentido allí donde estaríamos tentados de no ver otra cosa que la desfiguración de una verdad; ciertamente el Hermetismo siempre ha tenido el cometido, muchas veces oculto, de reemplazar determinados sistemas culturales en decadencia, pero no para imponer la única compensación del mito, sino para reorientar de otro modo el saber.80 En el momento mismo en que el progreso de las “Luces” comienzan a sentirse en
Occidente, cuando se inicia una ruptura decisiva entre saber y creer, el Hermetismo aparece como la tentativa lúcida de una reconciliación, de un abrazo y de una regeneración que encuentra su mejor traducción en la concepción alquímica de un Ars Magna más que en la simple totalización enciclopédica de los conocimientos. Una vez más Hermes es llamado para reunir saber científico y Gnosis, fe pagana y cristiana, antigüedad y modernidad.81
No tenemos la menor duda que del el Dios Hermes, y laen tradición que lo encarna, acuden siempre ende ayuda hombre inmerso la encrucijada existencial, ya sea esa encrucijada personal o colectiva –histórica–, lo que demuestra además el carácter cíclico y periódico de su revelación sapiencial, o sea que forma parte de la propia naturaleza del Hermetismo crear las condiciones intelectuales necesarias para el renacer de la Ciencia Sagrada, adecuándola a las circunstancias históricas y geográficas del momento. Es por eso que se habla de la aparición de diferentes Hermes a lo largo del tiempo y siempre en relación con la difusión de la Enseñanza.82 Evidentemente se trata de señalar que su energía espiritual es imperecedera, y que ella interviene como un factor civilizador en la medida que revela las estructuras de la Cosmogonía Perenne.(Continuará). NOTAS
Todo lo contrario ocurre con los que prohijaron el nacimiento de la Edad Moderna (sobre todo los filósofos, y no tanto los hombres de ciencia precursores de la “revolución científica”, casi todos ellos vinculados todavía con la tradición pitagórica y platónica), quienes como veremos en su momento ponen el énfasis en la palabra “nuevo” en contraposición (y no
72
como una conciliación) con lo antiguo, que para ellos es sinónimo de viejo y caduco. Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, tomo II, pág. 37. Por otro lado, nosotros nos preguntamos: esa “reforma espiritual” ¿no es acaso para
uno mismo también un verdadero estímulo y un modelo para comenzar ese retorno a lo auténtico, a esa recreación que es en definitiva el camino del Conocimiento? En este sentido, podemos afirmar que todo renacimiento es un estado del espíritu que traduce la cualidad regeneradora del ser del tiempo, el cual también se plasma en la historia de las civilizaciones y en la vida particular del hombre cualesquiera sean sus circunstancias externas, las que naturalmente sufren la influencia de los regentes astrales. 73
Las Utopías Renacentistas, cap. IV. De aquí la existencia necesaria de la cadena de testificación esotérica e iniciática a lo largo de las edades y los ciclos. El propio Gemisto Pletón estaba convencido de que Hermes y Zoroastro
eran contemporáneos, y que Pitágoras y Platón bebieron de sus enseñanzas. En esto Pletón continuaba la labor emprendida por Miguel Psellos, bizantino como él, quien siguiendo precisamente a Proclo incluyó dentro de la tradición platónica losOráculos Caldeos y los escritos herméticos atribuidos a Hermes Trismegisto. Parece ser además que el Corpus Hermeticum y los Oráculos Caldeos son antologías realizadas por el propio Psellos, quien también las comentó. Se asegura que Marsilio Ficino conoció dichos comentarios. Ver René Guénon: “La Tumba de Hermes”, incluido en Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos. Lo podemos encontrar también en SYMBOLOS Nº 17-18, 1999. Hermetismo y Masonería , cap. I. En nota Federico González añade algo a tener en cuenta: “El cristianismo en general, y el catolicismo en particular,
jamás ha atacado o censurado el contenido del Corpus Hermeticum; por el contrario, ha sido conocido y utilizado en algunas ocasiones por sus propios teólogos y muchos de sus sacerdotes”. 77
En Las Utopías Federico González nos recuerda también el siguiente fragmento de Las Leyes de Pletón: “Os rogamos que fortalezcáis lo pensante y más divino de vosotros para que os domine y sea el gobernante de todo vuestro ser.”
Este es el caso de Pico de la Mirándola con su obra De la Dignidad del Hombre, texto capital para comprender el espíritu del Renacimiento. Como ya dijimos es en este alto concepto del ser humano donde debemos ubicar en verdad el srcen del “humanismo”, lo que no impidió que esta idea degenerara con el tiempo para dar lugar al “individualismo”. 79
Deducimos de las palabras de la autora francesa que existe una cierta analogía entre la época alejandrina y la renacentista, y entre ésta y el siglo XIX, donde en efecto se dio también una revivificación de la Tradición Hermética. Nosotros añadiríamos que esa revivificación surge igualmente a comienzos del siglo XX con la aparición de la obra de René Guénon y otros autores análogos, y se continúa hoy en día con la de Federico González. Esa “reorientación” es en realidad la readaptación de que hablábamos
anteriormente en relación con los Hermetica. 81
Françoise Bonardel: L’Hermétisme, cap. IV. PUF. París, 1985. En su obra Sobre la Naturaleza de los Dioses , Cicerón menciona a cinco Mercurios aparecidos en diferentes épocas, correspondiendo el último de ellos al Thot egipcio, estrechamente unido al Hermes griego gracias al helenismo, que tuvo en Alejandría su capital desde el siglo III a. C. Estos son los Hermes prototípicos de que nos hablan distintas tradiciones.
Y LA FILIACION TEMPLARIA DE LOS FEDELI D'AMORE Dr. Spicasc
Una cuestión de especial interés relacionada con la Orden del Temple son sus filiaciones u Ordenes derivadas de carácter laico o seglar. Se poseen evidencias de que al menos una de estas filiaciones existíaya bastante antes del infame proceso al que fue sometido el Temple y de la pérdida del carácter canónico de la Orden, lo que tuvo lugar en 1312. Esta filiación a la
que aludimos es la Orden de los Fedeli d'Amore (Fieles de amor), a veces designada también con el nombre de la doctrina iniciática por ella transmitida: la Fede Santa.
No parece caber duda razonable de que el nombre de Fedeli d'Amore provenía directamente del famoso grito de guerra de los caballeros templarios cuando estos se lanzaban al combate con valor insuperable. Ese grito era: ¡Viva Dios, Santo Amor!
Por otra parte es bien conocida la pertenencia de Dante Alighieri, con dignidad de Gran Maestre y otro tanto corresponde afirmar del pintor Pedro de Pisa. Pero no fueron ellos los dos únicos talentos sino que asombra aún hoy la pléyade de grandes figuras de la literatura italiana que revistaron entre los Fedeli d'Amore. Baste mencionar a Bocaccio, Petrarca, Andreas Cappelanus, el cardenal Francesco da Barberino, Cavalcanti, Dino Compagni como también Brunetto Latini, autor bien conocido de dos obras, el "Tesoro" y el "Tesorillo" a quién después nos referiremos. Incuestionablemente los Fedeli d'Amore poseían una transmisión iniciática y una corriente doctrinal esotérica propia en su forma externa, de indudable srcen templario en lo inmediato pero ismailita (Orden de los Haschischin) en lo mediato. Esta doctrina, precisamente por ser iniciática, era suprarreligiosa y no podía de ninguna manera ser encuadrada en los canones del cristianismo, ni siquiera como una heterodoxia.
Es
necesario recalcar aquí una vez más que lo auténticamente iniciático y tradicional tiene su lugar propio en un plano espiritual-intelectual más elevado que lo religioso, entendiendo esto último tanto en el aspecto dogmático como devocional. Recordemos que lo religioso es, por excelencia, esencialmente pasivo y funciona exclusivamente a nivel de consuelo y soporte emocional. Lo iniciático, por el contrario, corresponde al modo activo de desenvolvimiento espiritual empleando técnicas
propias y distintivas que son las disciplinas de esta vía. Por ello ambos caminos no pueden, en rigor, encontrarse ni coexistir, siendo esencialmente incompatibles tanto por una cuestión de nivel espiritual como por otra de índole metodológica. Además, y esto es básico, la vía iniciática está ante todo caracterizada por la transmisión espiritual que se denomina, precisamente, iniciación. No existe contrapartida o análogo de la iniciación en el campo religioso, a despecho de lo que han pretendido algunos autores desencaminados y confundidos, tales como Frithiof Schuon. Bien entendido, todo aquello de naturaleza devocional, tal como oración, éxtasis místico, mortificación ascética y limosna caritativa no tienen absolutamente nada que ver con la vía iniciática, correspondiendo sin excepción y exclusivamente a un nivel muy inferior de cosas que es, por supuesto, el religioso.
Esto aquí enunciado es muy simple de entender para quién posee las necesarias aptitudes y cualificaciones para emprender verdaderamente la vía iniciática pero no resulta por cierto cosa simple para la inmensa mayoría de las personas. De hecho, se requirió mucho tiempo para llegar a clarificar las ideas hasta este punto. Y por supuesto, durante muchos siglos quiénes recorrían la vía iniciática seguían (y generalmente siguen hasta hoy en día) añadiéndole elementos superfluos de tipo religioso con todos los perjuicios que ello implica: dogmatismo fanático, sectarismo, pérdida de universalidad y de fraternidad. Por supuesto, tales actitudes provienen de una incomprensión profunda de la naturaleza de lo iniciático, cuyo desenvolvimiento tiene lugar en el plano de la experiencia metafísica a nivel totalmente suprapersonal. Pero, por supuesto, quién jamás ha atravesado por tales experiencias inefables y, por ende, posee solo una idea muy vaga y remota de la naturaleza de éstas, mal puede comprender porqué debe desembarazarse de lo religioso para alcanzar algo
ciertamente más elevado en lo que hace tanto a la vivencia interior como al Conocimiento del Ser.
Naturalmente
todas estas dificultades provienen del hecho que normalmente se inicia a personas que no poseen, ni aún en grado ínfimo, las mínimas condiciones que las harían aptas para tal vía de realización espiritual. Y lo que aún es más grave, llegan a la Iniciación cargados de ideas absurdas y concepciones erróneas que generalmente toman del "saber" profano como del dogmatismo religioso y que luego les resultan muy difíciles de olvidar.
Pues bien, en los Fedeli d'Amore se daban en buena medida hechos de la naturaleza mencionada. Lo genuinamente esotérico e iniciático se revestía una y otra vez con un ropaje demasiado marcado por la ignorancia, el fanatismo y la superstición propias de lo típicamente religioso.
Otras veces, el temor a la Inquisición y a los güelfos hacía que ese ropaje religioso, con todos sus absurdos y limitaciones, fuera adoptado deliberadamente. Y así nació incluso un lenguaje secreto de los Fedeli d'Amore por demás interesante y del que nos ocuparemos más adelante.
Un tema de tanto interés como los Fedeli d'Amore no podía escapar a la atención de los especialistas tanto del campo esotérico como historiadores. Y así fue como hombres de la talla de René Guénon, Julius Evola, G. Rosetti, Luigi Valli, A. Ricolfi y Arthur Schult (para mencionar solamente a algunos de los más conspicuos) le han dedicado a esta Orden considerable esfuerzo. Hoy volcaremos en esta exposición algunos de los resultados por ellos obtenidos.
Veamos algunos hechos de interés al respecto. En el museo de Vienne, junto al Ródano, se conservan dos medallas con la imagen de Dante Alighieri y del ya mencionado pintor Pedro de Pisa y en las que se leen las letras FSKIPFT. El observador desprevenido podría fácilmente pensar que tales letras son simplemente las iniciales de las denominadas virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad junto con las correspondientes a las virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Pero un instante de reflexión basta para comprender que no era posible que hombres de exquisita ilustración como los nombrados admitieran o cometieran el burdo error de escribir en latín "caridad" (charitas) con K. La cuestión se aclaró por obra de Aroux, quién señaló que en realidad se trataba de una sigla que hacía a una cuestión absolutamente específica de la Orden de los Fedeli d'Amore. René Guénon pudo rectificar un error de Aroux y finalmente se llegó a la solución del enigma. Las letras mencionadas son las iniciales de "Fidei Sanctae Kadosch, Imperialis Principatus, Frater Templaris" o sea "Consagrado de la Fe Santa, Príncipe Imperial, Hermano Templario". Como el mismo René Guénon señala, la denominación de Kadosch (Consagrado o Santo) es una palabra que se emplea hasta hoy en conexión con el Grado 30 de la Masonería, Grado que es templario por excelencia. La denominación de Príncipe Imperial sin duda hay que vincularla a la marcadísima orientación gibelina de la Orden, es decir una actitud de total apoyo al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en enfrentamiento con el poder temporal usurpado por la Iglesia Católica. Pero lo que merece una aclaración más detallada es lo de Fidel Sancta (o Fede Santa en italiano) la que no guarda relación con el dogmatismo y creencias de ningún credo religioso corriente y esotérico. De hecho, hay buenas razones par pensar con Guénon que la Fede Santa, filiación templaria laica o secular, era
en tiempos de Dante algo que en alguna medida se asemejaba a lo que más tarde se conoció como "Fraternidad de la Rosa-Cruz", si es que esta misma no se srcinó directamente de ella. Para aclarar un malentendido frecuente aclaremos desde ya que los miembros de la Fede Santa se autodesignaban como Fedeli d'Amore, nombre con el que luego llegó a designarse a la misma Orden. El simbolismo básico era de naturaleza astrosófica, similar por una parte al que los Templarios habían tomado de los cátaros.
Sin
entrar en detalles que no corresponden aquí, digamos que este simbolismo hace referencia al Trivium y al Cuadrivium es decir a las "siete artes liberales": Gramática, Lógica, Retórica, Geometría, Astronomía, Aritmética y Música. Naturalmente estas disciplinas eran encaradas en la Orden desde un enfoque sapiencial e iniciático, más elevado en espíritu y contenido que el saber profano. Naturalmente esto tiene amplia relación con las esferas o cielos planetarios a los que hace amplia alusión el Dante en la "Divina Comedia". Sin embargo, en cuanto a la estructura de grados, o sea la jerarquía iniciática interna, los Fedeli d'Amore se apartaban de la estructuración en siete grados de la Orden del Temple, que se conserva hasta el día de hoy. Esta estructura de siete grados se srcinó al parecer en la Orden de los Haschischin. Vale la pena señalar esto, mencionando de paso que existen distintos trabajos sobre las analogías entre ambas Ordenes. Volveremos luego al respecto pero señalemos desde ya que la estructuración de la Fede Santa se hacía en base a un sistema de cuatro grados que enseguida analizaremos. Conviene de paso recordar que otra de las autodenominaciones que se daban los Fideli era en base a la palabra Merzé o Mercé (regalo, gracia, merced) y que aún hoy un alto grado masónico, lamentablemente caído en desuso, pretende tener un srcen o filiación hermético-templario. Este grado, aparentemente vinculado al menos en su simbolismo, con la Fede Santa es el de los "Príncipes de Mercy". Pues
bien, lo notable es que la mejor fuente para conocer a fondo el simbolismo y ritual de los Fedeli d'Amore es una obra del Dante: la " Vita Nuov a" . Desde luego el profano que la lee sin cuidado ni advertencia nada podrá captar ni entender.
Pero el iniciado no podrá dejar de detenerse en detalles
que pronto la revelarán la clave de toda la obra. Esta es genuinamente iniciática pero su valoración exige precisamente que pongamos en práctica el consejo del propio Dante en la "Divina Comedia":
" O voi ch'ave te li ' ntell eti sani, mir ate la dot tri na che s' asconde sotto ' l velame de li versi str ani " . (Inferno , IX, 61-63).
Y las sorpresas con la "Vita Nuova" comienzan desde la primera página, pues allí dice Dante algo preciso, inconfundible que constituye, por excelencia, una alta verdad en el orden iniciático y metafísico:
" I n quel pun to dico v eracemente che lo spir ito della vi ta, lo qual e dim ora n ella segr eti ssim a camera del cu or e..."
A
quí directa el esoterismo se vuelvedivina transparente alusión a la presencia (átmica)enenuna la cámara etérica del corazón de todos los seres. Dios está en nosotros mismos: para buscarle y hallarle no hacen falta enviados ni vicedioses. Naturalmente que Dante no pudo continuar en esa obra siendo tan explícito: hubiera terminado en las garras de los fanáticos. Esta es la causa determinante de que emplee una y otra vez una terminología secreta que es precisamente ese lenguaje en clave de los Fedeli d'Amore al que hacíamos referencia antes. Así, por ejemplo, una y otra vez el Dante habla de "corazón gentil" para dar a entender un corazón
purificado de las pasiones propias de la naturaleza inferior del ser humano. El viento tenía para los miembros de aquella Orden el mismo sentido que tiene hoy la palabra "lluvia" para los masones: no hablar pues hay profanos que escuchan. Todas estas medidas de prudencia eran, como se dijo, impuestas por el fanatismo e intolerancia de la secta católica. Y reiteramos esto pues únicamente una religión corriente y exotérica puede ser sectaria (sectare: cortar, dividir) ya que separa y divide a sus seguidores de los que no tienen las mismas creencias.
En el nivel iniciático no puede haber sectas, pues toda genuina fraternidad esotérica practica el universalismo y postula la unidad,, trascendiendo así toda posible división real o ficticia entre los seres humanos.
ecíamos que la " Vita Nuo va" constituye una verdadera síntesis a nivel ritualístico y simbólico de la "Fede Santa", bajo las apariencias de canto a un amor sublime pero profano. Ciertamente sería muy ingenuo querer ver aquí un reflejo del amor del poeta por Beatriz, o sea Bice Portinari, una joven que conoció Dante a temprana edad. La obra tiene por cierto fines mucho más elevados y Beatriz, tanto aquí como en la "Divina Comedia" es un símbolo de la Sophia, la Sabiduría Divina de naturaleza trascendente y, por supuesto, ubicada mucho más allá de todos los dogmatismos
D
sectarios e idólatras. Las investigaciones de los autores ya citados han permitido poner en claro que los cuatro primeros capítulos de la " Vita Nuo va" corresponden al Primer Grado de la Fede Santa, denominado FEIGNAIRE o Aspirante. Los capítulos 5 a 13 se refieren al segundo Grado, PREGNAIRE o Postulante. En los capítulos 14 a 17 se velan simbólicamente ritual y doctrina del Tercer Grado, ENTENDEIREu Oyente. Finalmente los capítulos 22 a 29 se centran en el Cuarto y último Grado, SERVUS o Servidor.
Los capítulos 30 a 34 inclusive narran las experiencias espirituales subsiguientes a la Iniciación entre los miembros de la Orden. Los capítulos 35 a 39 están dedicados a narrar los afanes del iniciado al retornar a la vida cotidiana. El final feliz se reserva para los capítulos 40 a 42 que constituyen un cántico espiritual de gran elevación.
Resulta de interés señalar que Dante fue iniciado en el Primer Grado de los Fedeli d'Amore alrededor de 1290. Su iniciador fue un eminente filósofo y erudito de la época, de nombre Brunetto Latini (1230, circa 1294), muy respetado y querido por Dante. El gran florentino se inspiró visiblemente al escribir el Canto Primero del Infierno en el "Tesoretto" de Latini, obra de neta inspiración_ templaria escrita en italiano a modo de resumen de una obra anterior en francés, el: "Trésor" del mismo autor.
Y entramos
ahora a considerar brevemente la obra cumbre de toda la literatura italiana: la " Div ina Commmedia" . Obsérvese que este título del poema dantesco y que ha perdurado, le fue dado por Bocaccio. Dante murió dejando innominada su obra maestra. En su obra capital Dante vuelca lo más elevado de la gnosis templaria en forma Yrecóndita, cifrada enaquí símbolos velada por alegorías. nuevamente aparece patentey su filiación templaria, pues tras haber sido guiado en el poema por Virgilio y por Beatriz es Bernardo de Clairvaux, fundador del Temple e inspirador de su Regla, quién lo conduce a los planos de más elevada espiritualidad, hasta llegar al "Amor que mueve al Sol y a las estrellas", donde culmina y finaliza el poema.
Respecto
de los trece Cantos finales de la "Divina Commedia" vale tal vez la pena hacer la acotación siguiente. Dante murió en Ravenna en 1321. Los últimos trece cantos del Paraíso, precisamente aquellos en los que él había cifrado hábilmente lo más elevado de la doctrina esotérica del Temple y de los Fedeli d'Amore, no pensaba su autor publicarlos puesto que ello resultaba peligroso. Y así fue que los escondió en un hueco de la pared de su casa, hábilmente disimulado por una estera de paja. Aún cuando aquí no vamos a elucidar cual es esa doctrina vale la pena releer entre líneas esos Cantos pues ello puede conducir a hallazgos de mucha importancia.
Muerto el gran florentino, sus hijos y amigos pensaron que su obra maestra había quedado trunca. En efecto, como el Infierno consta de una Introducción y treinta y tres cantos y otros treinta y tres tiene el Purgatorio, era lógico esperar otros tanto como extensión del Paraíso. Cuenta Bocaccio en su "Vida del Dante" que esta historia tuvo un final tan feliz como sorprendente. Ocho meses después de muerto Dante, un discípulo suyo por largos años, de nombre Piero Ravignani, soñó con el poeta. El gran gibelino apareció en ese sueño vestido con túnica
blanca e irradiando toda su figura un halo de luz, a modo de un auténtico Iniciado que era. En el sueño su discípulo le preguntó si estaba vivo a lo cual Dante respondió que en efecto él vivía pero la verdadera vida, no la nuestra terrenal y miserable. Al interrogarle de nuevo el discípulo, esta vez acerca de si su grandioso poema había sido concluido, Dante respondió de nuevo afirmativamente y en el sueño le condujo hasta el hueco antes mencionad en la pared de la que había sido su casa en vida, diciéndole que allí se hallaba lo que tanto se había buscado. Tras esto se desvaneció la imagen del poeta, despertó el discípulo y corrió en el acto hasta la casa de Jacopo Alighieri, hijo del gran florentino y que moraba en la que había sido casa del Dante.
Le
cuenta su sueño y juntos corren a la pared de marras. Allí, tras la estera se hallaba el hueco del que extraen, terriblemente emocionados, los manuscritos a los Cantos faltantes del Paraíso, a los que la humedad ya comenzaba a deteriorar. Así se pudo disponer del texto completo de la " Di vina Commedia" que nos ha llegado hasta hoy íntegra a pesar de que en diversas oportunidades la Inquisición pensó en destruirla. En particular, en la España del siglo XVII fueron quemados numerosos ejemplares por los siempre activos representantes de la intolerancia y el fanatismo ignorante.
El tema central del esoterismo de Dante es el Amor divino como medio para alcanzar la Sophia, la divina Sabiduría que se halla más allá de todas las creencias y dogmas. Y esta Sophia es el tema clave de todo el esoterismo gnóstico, incluyendo aquí no sólo a los Templarios y a los Fedeli d'Amore sino también a los cátaros, para no mencionar ahora sino corrientes iniciáticas occidentales. No cabe duda de que el catarismo y el templarismo mantuvieron relaciones muy estrechas, lo que se torna evidente al examinar ciertos ritos en los
altos grados de la Orden del Temple. Y en cuanto a la Sophia o Divina Sabiduría, vale la pena recordar aquí lo señalado por el Dr. Hugh Schonfield, quien ha analizado en sus obras el código cifrado "Atbash", basado en la permutación de letras y que empleaban tanto los esenios como los sadoquitas y nazareos para hacer ininteligibles sus textos. De acuerdo al Dr. Schonfield al aplicarle esta clave criptográfica a la palabra "Baphomet" ésta se transforma en "Sophia", lo que resulta por lo menos muy sugestivo (C.f.r. Lincoln-Baigent-Leigh: "El Legado Mesiánico"). No cabe duda de que los Templarios tuvieron muy estrechos contactos con diversas agrupaciones iniciáticas en Tierra Santa y ésta podría ser una prueba más al respecto. En diversos trabajos se ha mencionado la evidente analogía entre los colores rojo y blanco usados en su vestimenta tanto por los ismailitas haschischin como por los Templarios, es decir que las dos Ordenes que dereclamaban para sí el título de "Guardianes Tierra Santa". Esta analogía en realidad va más lejos aún pues estos colores aparecen también en combinación con el negro como fundamentales en Alquimia.
Notablemente
blanco y rojo son también los colores tanto de "Conduiramour" como de Beatriz, siendo la primera para Parsifal lo que es Beatriz para el Dante. Naturalmente hay que remitir aquí a la obra de Wolfram von Eschenbach... y recordar que la Tradición Iniciática es una y universal.
A esta altura
ya es menester, para concluir, señalar algunos puntos más que hacen directamente a aspectos doctrinales de la Fede Santa. Resulta muy ilustrativa al respecto la obra "Documenti d'Amore" del cardenal Francesco da Barberino (nacido circa 1597). Este libro ostenta en su portada la imagen de un guerrero espada en mano. De la boca de éste sale una inscripción que es la siguiente:
"Yo soy la fuerza y miro si viniera alguno que este libro abrir quisiera; y si no fuese el de tener derecho con esta espada le atravieso el pecho".
Resulta
innecesario aclarar que este Cardenal era miembro de la Orden. La cuarteta anterior se refiere bien claramente a la absoluta necesidad de guardar los tesoros espirituales para quiénes sean realmente dignos de ellos. Una nueva y sabia indicación de que jamás debe iniciarse a profanos que no posean altas condiciones y virtudes (alejando al "vulgo ingrato" del que hablaba Dante o sea la chusma desagradable) la da el mismo da Barberino con aquello de " temere della gente gr ossa" (o sea de los ignorantes) y añade luego el mismo autor: "Digo y declaro que todas las obras hechas por muy referentes al Amor las entiendo en un sentido espiritual, pero no todas pueden ser comprendidas por todos". Y en otra obra emanada de la Orden, el "Jugement d'Amour" se hace referencia a los "Misterios de Amor" que no se pueden comunicar a los viles, a los indiscretos y a las personas vulgares.
Lo notable es que todo el disimulo empleado en sus obras en relación a temas iniciáticos, Dante lo perdía de golpe al pasar a ocuparse, incluso en las mismas obras suyas, de temas más profanos. Así por ejemplo, cuando en el Canto XXXI del Purgatorio hace referencia a la nefasta alianza entre la Iglesia y el rey de Francia, Philippe le Bel para destruir a la Orden del Temple, él afirma sin vacilar:
" Sicur a, quasi roca in alto monte seder sovr' esso un a putan a sciol ta m' apparve con l e cigli a intor no pronte. E come perch é non li fosse tolta vidi di costa a lei dr itto u n gigante
e baciavansi i nsieme alcun a volta" .
En la traducción del Prof. Battistessa estos versos del Purgatorio quedan así: Segura cual castillo en alto monte divisé allí, sentada, a una ramera medio desnuda, pronta a hacer guiñadas. Y como porque no se la quitaran Un gigante vi erguido frente a ella, Y así de vez en cuando se besaban.
Cabe aclarar que aquí el poeta con el gigante alude a Philippe le Bel, el rey de Francia (era muy alto como todos los hombres en su familia). La" put ana" o prostituta simboliza a la Iglesia Católica. Aquí Dante se inspira claramente en el Apocalipsis XVII, en cuanto este texto se refiere a la prostituta de la ciudad de las siete colinas que ha fornicado con todos los poderosos de la Tierra, y los habitantes de la Tierra se embriagaron con el vino de su prostitución.
Y nosotros agregamos: a confesión de partes, relevo de pruebas. Pero, sin duda era grande la justa indignación de Dante al asistir a un hecho tan inicuo como la destrucción del Temple. El corrió a París a comienzos de 1310, tan pronto comenzó la parodia juicio a sin los Caballeros Templarios y permaneció allíde hasta 1312, que ninguna razón profana le obligara ni a tal viaje ni a tal prolongada estadía. Cabe suponer, con buenos fundamentos, que si acudió a París fue simplemente para hacer cuanto estuviera a su alcance para salvar a los Caballeros, sus Hermanos, del tormento y de la hoguera.
Tiempos muy duros fueron esos para el Temple y sus Ordenes filiales, tiempos en que se debían redoblar las precauciones para no caer como víctima de la vorágine
del fanatismo ignorante. Por ello tantas precauciones, tanto secreto, tanta clave esotérica. Y así, a nivel de síntesis final, demos para facilitar la lectura de la obra del florentino desde el punto de vista esotérico, un breve glosario: Amore : nostalgia y deseo de la unión con Dios.
Pietá: Iglesia espiritual o sea los Misterios Iniciáticos. Vi olenza e F orza : El Papa y el clero romano. M orte e crudeltá: Inquisición Romana. Beatrice : ecclesia spiritualis, Sophia; Divina Sabiduría. Beatrice es la antítesis de la Prostituta: ecclesia carnalis, Iglesia Católica. VELTRO (el lebrel): Es el VangE L o eTeRnO (observar las mayúsculas) tal como sospechó Giovanni Papini pero con referencia a la Sophia y a la Iglesia Johannita (basada en el evangelio de San Juan) y no en las doctrinas de Gioacchino Fiori y Gerardo de San Donnino, como conjeturaba da Papini.
La tiranía del espacio nos impide entrar aquí en otros aspectos fundamentales del esoterismo dantesco tales como la influencia que tuvieron en el gran florentino los maestros espirituales islámicos y los esquemas astrosóficos que se observan en la "Divina Comedia". Desarrollaremos estos temas en otros trabajos, siguiendo los esfuerzos colosales de Miguel Asín Palacios y de Georg Rabuse, cuyas obras mucho han contribuido a clarificar esta cuestión. Desde luego esto reabre la vieja cuestión acerca de la muy probable iniciación recibida por los Caballeros Templarios por parte de esoteristas islámicos. Esta exposición no estará completa si no mencionamos brevemente dos grupos de hechos fundamentales que no pueden deberse al azar en modo alguno. En primer lugar el viaje poético de Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso está calcado aun en detalles menores sobre el viaje nocturno de Mahoma descripto en el Al-Coran y en otros modelos de la literatura espiritual islámica. De esto se ocupa
extensamente Miguel Asín Palacios en su famosa obra "La escatología musulmana en la Divina Comedia", reeditado por Hiperión, Madrid, 1984. Más sugestivas aún son las repetidas citas por parte del Dante del más grande de los maestros espirituales del Islam, el murciano Mohyiddin Ibn `Arabi sin citar jamás la fuente. Como señala Guénon mismo si Dante conoció la obra de Ibn 'Arabi de fuentes profanas porque lo ocultaba, máxime cuando no tiene inconveniente en citar a otros filósofos islámicos como ser Avicena y Averroes. Remito para mayores detalles a la obra clásica de René Guénon "L' ésotérisme de Dante", Gallimard, París, 1957. El otro grupo de hechos que se conecta estrechamente con lo dicho son los vínculos indudables que existieron entre el Temple y la secta islámica de los haschischin (mal traducido por asesinos o por "gente del haschisch"). De hecho haschischin solo puede traducirse comoel "Guardianes de Tierra Santa" es decir exactamente que los Templarios daban a su propia Orden. Esto ha sido señalado por Guénon y por J.H. Pronst-Biraben "Los Misterios de los Templarios". Las similitudes de ambas órdenes iban mucho más lejos pues sus estructuras jerárquicas, pasando incluso por la adopción de los mismos colores (blanco y rojo) de una y otra. De hecho es sabido que Templarios y haschischin tomaron contacto en Siria antes de 1128, año de la redacción de la Regla del Temple. os hechos anteriores llevan a sospechar que nos L hallamos frente a una corriente iniciática subterránea con indudable srcen en el Islam. De esta lo que se ha hecho público solo lo fue en forma velada a través de los escritos de los Fedeli d' Amore. En realidad existen otros hechos contundentes del más alto interés pero es suficiente con lo que aquí ha sido expuesto. Concluyamos pues esta exposición y justifiquemos este silencio nuestro con palabras de otro miembro de la Fede Santa, Andreas Cappelanus, en su obra "Liber de arte amandi": QUIEN NO SABE CALLAR NO SABE AMAR
EL AMOR MÁGICO “Dar un rostro a la amada” “Busqué la divinidad y estoy a las puertas del Infierno. Caer... aún puedo seg uir cayen do ... Aún a t ravés d e las llam as, he d e tener un a m eta: ¡ Hay u na senda hacia el Cielo!”
Es Parzifal, con la espada en la mano y con el pensamiento de la Amada en la mente y el corazón, el único que logrará curar a Anfortas, el Rey del Grial .
Miguel Serrano afirma que toda su obra escrita se halla centrada en el misterio del con la propia ánima, en esta Iniciación de Amor, de A m or gi co nesMá äng er . los Min Hay una mujer espiritual que nos llama desde la no-muerte. Ella nos puede visitar “reflejándose” en una mujer mortal y su amor es fruto de la inmortalidad.
El ser humano es un ser escindido cuya naturaleza, de forma inconsciente, busca completar la unidad o la totalidad perdida. Cuando el héroe cae precipitado en la tierra, lo hace escindido en una de las dos mitades o pares de opuestos que conforman el mundo demiúrgico. Existe un amor animal que da como resultado el hijo de la carne, pero existe el amor mágico de cuya unión surge el hijo de la inmortalidad. La fuerza del amor busca la de unión de los pares la unión dees loselpares el el ementoFruto v idade: tan la unión los polos, surge opuestos. grande poderopuestos, del amor.de A través del amor, el hombre, o la mujer, busca restablecer, reencontrar la vida, la “unidad perdida”. Sin embargo, así como el amor profano, el amor vulgar da lugar a la procreación y el hijo de la carne, el amor mágico es el que da creación al “hijo del hombre” esto es, al hijo del espíritu y de la inmortalidad.
En toda esta iniciación, el arquetipo del ánima es la Reina de Saba . Como tal, ella puede visitarnos más de una vez en la vida, “constelándose”, para usar la
expresión de Jung, con la aparición de una mujer real.
Serrano establece una distinción entre el arquetipo del anima , que es femenino, equivaliendo al alma del hombre y el arquetipo del animus , que es masculino y es
el alma de la mujer. Equivale esto con que el “Cuerpo del deseo”, o cuerpo sutil, etérico, en el hombre es femenino y en la mujer masculino. Por esto, el hombre desea a la mujer y la mujer desea al hombre. Dentro de esta concepción, la Reina de Saba es más que un arquetipo, es la Ella de EL-ELLA. Y el Rey Salom ón-Sa lem , es el Él de ELLA-EL. EL-ELLA es él que busca a ella y ELLA-EL, es ella que busca a él. La unión última, indica Miguel Serrano (“NOS, libro de la Resurrección”), habrá de producirse no en la fusión de los opuestos, no en el Andrógino primordial, sino entre EL-ELLA y ELLA-EL, en la separación última y en la reunión en esta separación. En la Resurrección esta unión será NOS. La iniciación de A-mor (no-muerte) fue descubierta por el primer trovador (trovare, “hallar”), Wotan, quien encontró las runas, crucificado en el Árbol del Espanto .Y Wotan, para cumplir la Inmortalización, la Resurrección, necesitó de Freya, o Frigga, de ELLA-EL. La primera llamada, el primer despertar en el camino se cumple con “la mirada”. La Damaaldel Castillo, la Domna , “mira” desde su más íntimo secreto “elegido” . Este se prende, se profundamente, enciende, “constelándose” dentro del arquetipo del ánima. Se enamora: lo ha visitado la Reina de Saba. En “la Divina Comedia”, Beatriz “mira” a Dante y este queda prendado a vida y muerte. Habiendo sido “mirado”, el adepto se transforma en Fenhedor o suspirante. Así
que parte con su flauta del dios Pan que toca sus notas en su sangre y se va al bosque, al monte, a la caverna, suspirando de A-Mor por su amada, hasta que ella le escucha, se apiada de su sufrimiento y le “visita”.
Cuando se le aparece, él le declara su sentimiento de A-Mor. Ahora el adepto es el Precador, y pregona su A-Mor a su Walkiria, a su Domna. El pregón es un secreto inviolable, sólo de dos, porque el A-Mor nunca dura cuando se divulga y dispersa. Lo s Di os es y los Héro es am an el s ecreto . El adepto se convierte en un Entenedor, un amado correspondido; cuando ella le ha besado suavemente, depositando apenas sus labios sobre los suyos, como el roce de una pluma. Entonces el adepto comprende que su naturaleza es aún torpe y vulgar: no se halla al nivel de tan sublime amor. Es la iniciación de A-mor la que habrá de vigorizarle, transmutarle, hasta que la amada decida que se halla preparado para la gran prueba de contemplarla desnuda. Para el Entenedor, la visión del cuerpo de la mujer es la revelación suprema de un Misterio reunido en su esencia en la forma femenina. Ha sido colocado ante un espejo donde, con espanto, contempla la forma de su propia alma, de su anima.
Es el Recuerdo y la Nostalgia de la unión primera, antes de la partición del Huev o Órfic o . Es la revelación del Paráklitos, de la Paloma cátara. De ahí sigue “la prueba de Asag”. Dice Dante que “quien ha puesto allí su planta, jamás deberá retroceder”. Si así lo hiciera, sería como suici darse. Esta prueba del Asag consiste en acostarse desnudos en un mismo lecho con la amada, pasando allí una noche sin tocarse. Vemos aquí cómo el Asag es casto y pertenecería al “tantrismo de la mano derecha” . En el “Tantrismo de la mano izquierda”, en el Maithuna se posee físicamente a la mujer, pero sin eyacular el semen (Bundi), sin llegar al orgasmo por parte del iniciado hombre, del Sadhaka; por lo menos al orgasmo físico. En lugar de dar a la mujer un hijo externo, el Maithuna busca dejar el hombre en cinta del hijo interior, esto es, el hombre da vida al Cuerpo Astral. El Cuerpo Astral es hijo de la Muerte; de la Muerte Mágica, en esta vida, para poder vivir más allá de la muerte. El “Hijo del Hombre”. Es decir A-Mor, sin muerte, inmortalidad. En el suceso de la preñez esotérica, el iniciado, gracias a una Sacerdotisa de AMor, una Walkiria e spir itual , o una yoguini tántrica, puede dar a luz el Cuerpo Astral, su vehículo de la Eternidad, su Hijo de la Muerte y de la Inmortalidad. Autores como Julius Évola afirman que en el momento actual del Kali-Yuga , el cuerpo se halla tan materializado que no es posible encontrar una salida más que haciendo uso de la propia materialidad, es decir, practicando el Tantrismo de la Mano Izquierda y el Maithuna. El cuerpo físico carece de órganos apropiados para el A-Mor y sólo los tiene para la reproducción y creación de los hijos de esta vida, de la carne, que en verdad es el hijo de la muerte terrestre. El vigor físico y la salud proporcionan la virtud y la virilidad sana. Esta es condición indispensable para conseguir el poder y autodominio necesario para lograr la realización del Maithuna. El hombre decaído y debilitado en su vigor físico y en su virilidad es como Anfortas, el Rey del Grial que padeció tanto y perdió el favor del Grial . Es ahí donde empieza el caos, la obsesión y la degeneración sexual y donde tarde o temprano llega la mezcla, la impureza de la sangre, el mestizaje y el Pecado Racial. “Y será el comercio entre los divinos, venidos de otros mu ndos, con las hijas del animal-hombre”. (Miguel Serrano, “Adolf Hitler, el último Avatara”).
Adolf Hitler también fue llamado a seguir el camino de la Iniciación de A-Mor. En el libro “Hitler mi amigo de juventud”, August Kuvizek revela cómo el entonces futuro Führer idealiza a Stephanie, una muchacha que únicamente “mira”, sin que
jamás se dirijan la palabra. Es su propia ánima, la única tal vez, aun cuando puedan haber otras “visitas”.
La alquimia es también un tantrismo herede ro del “platonismo”. Es la misma iniciación de los trovadores cátaros y de los Minnesänger germanos. La soror mística pasa los metales al alquimista para que los mezcle en el Atanor de su
propia alma, hasta alcanzar el oro alquímico, el “aurum potabile”, que se bebe y nos entrega la vida eterna. Sin ese contacto de la mano de la “hermana mística”,
sin esa penetración de la energía y vibración femeninas, la transmutación conjunta no es posible, como tampoco lo sería el proceso jungeano de la individuación. La mujer es la que custodia la Piedra del Grial. Es la antigua sacerdotisa hiperbórea que preserva el Fuego Sacro y hace así posible que el Cordón Dorado no se rompa espera delbosque, nuevo ciclo la Resurrección del Rey. a veces, duerme en elen medio de un en ladebase de una montaña o enElla, la Torre de un castillo esperando que el héroe la despierte de su catalepsia. Ella es ShaktiKundalini, Ella es la bella durmiente que espera ser despertada por su amado, el príncipe.
Miguel Serrano dice que la alquimia es una ciencia de la Segunda Hiperbórea (posterior a la caída), que tiende a restaurar lo perdido. Según una antigua tradición, los ángeles fueron seres gloriosos que habitaron este mundo viniendo de fuera. Luego se mezclaron y decayeron. Osiris despedazado sería así un ángel decaído, involucionado. Isis, uniéndose al ángel, obtiene de él la sabiduría alquímica del Grial y la preserva para entregársela a su hijo, nacido virtualmente (su án im u s ), Horus, quien será el héroe vengador que reconstruirá Grial fértil. aregenerando de Anfortas , el Reydedelnuevo ) y restaurará el Reino Osiris (equivalente la Terre Gaste, haciéndola Vemos aquí que Dorado, el Parzifal del ciclo del Grial es equivalente al Horus de la tradición egipcia. De esta manera se reconstituye el Imperium de la Dinastía Divina, superando por fin el Crepú sculo de los dioses .
Ha de recuperarse el Árbo l del Centr o en m edio del Paraíso Terrest re , conquistar el Segundo Árbol d e la Vida (la segunda muerte), el Segundo Paraíso Terrestre. Esto nos lleva a un combate tremendo. Se trata de conseguir que sane un Rey Enfermo, muerto y no muerto, que hay que restituir. El metal es el plomo y ha de transmutarse en oro. Es la reconquista de la Edad Dorada. Es la quinta esencia. En definitiva, es el Gral , el Homb re Tota l , la conquista del Superhombre , Osiris resurrecto, Anfortas restablecido. Para que el plomo se transmute en oro, es necesario agregarle azufre, que es el fuego y es lo divino, elemento luciferino. El azufre es también la voluntad que convierte la sangre en fuego. El Señor de la Voluntad Absoluta (el Führer) ha de conseguir regenerar el ario. En la alquimia el arsénico o el azufre corresponden a la virilidad. Mediante la virilidad conseguiremos movilizar la voluntad pura. El opus al chimicum es el producto final que se produce en el Atanor y es Rebis , el Umúnculo , el Andrógino , Siva , el Cuerpo Astral , dado a luz por el alquimista gracias a su soror. Es EL-ELLA, Él y Ella reencontrados. El cuerpo astral del alquimista con el rostro de la soror, además del rostro de él. Es el dios con dos rostros.
Vemos aquí que se produce el rostro de la Domna en el ánima (femenina) del Minnesänger. Simultáneamente la soror se ha desposado con su propio animus (masculino), dándole el rostro de Él. Es ELLA-EL, Ella y Él reunidos. Así pues nos encontramos con el hijo Horus, un andrógino : el Cuerpo Astral creado. Es él y ella: EL-ELLA en el caso de él y ELLA-EL en el caso de ella. Porque el cuerpo sólomisterioso existe virtualmente, en potencia. queastral crearlo, inventarlo, en esteastral proceso de A-Mor alquímico. El Hay cuerpo es el andrógino que vive más allá de la muerte del cuerpo físico. Todo ello tras pasar por la Nigredo, la noche oscura y negra de la muerte mística, la Albedo, o resurrección de esa muerte y la Rubedo, la inmortalización por medio de la materia espiritual roja que se produce en el Rayo Verde . teri o se consuma con la resu rrec ción d el cu erp o físic o , que es arrastrado a su resurrección por el cuerpo astral, como en un Carro de Fuego, como en un Vimana (pues su forma se ha hecho redonda) y es llevado más allá de este mundo, como un sol negro , por la puerta de Venus hacia una extra-situación. El primer mis
El segund o misterio es que en la resurrección inmortalización como una consecuencia, se produce la inmo rtalie za ción de la sorodel r oalquimista, la Am ada .
Ahora hay dos esferas, dos andróginos, ELLA-EL y EL-ELLA, que se aman unidos y separados para siempre. Reunidos en la separación. es la mutación de la sangre producida primero en las venas del cuerpo astral, logrando posteriormente la regenera ción de la sangre del cuerpo físi co d el v ir a , por medio de la vibración ígnea del azufre, capaz de transmutar el plomo de Saturno en oro, en “aurum potabile”. El tercer misterio
"LA SEXUALIDAD ESPIRITUAL..." "La sexualidad crea momentos de excepcional intensidad y plenitud. Es una experiencia en la que el placer es supremo y nos transporta muy lejos de nuestra vida cotidiana, induciéndonos una suerte de trance, un mundo de sensaciones casi irreales. El espíritu anhela esta clase de experiencias, por lo que es comprensible que el sexo resulte tan irresistible y tentador. Durante nosque hanuna transmitido la idea de quede para espiritualyhay practicar la castidad, la cual nosiglos es más ignominiosa represión un ser sentimiento unaque emoción como es el deseo sexual, que nos fue dada por nuestro Creador de una manera especial. El ser humano es el único animal, que no tiene una época de celo, porque su deseo sexual es permanente, y sólo necesita del estímulo. “El instinto de apareamiento es una de las fuerzas impulsoras físicas dominantes en los seres humanos.”
Al unir nuestro cuerpo uno se convierte en uno sólo armonía sensorial. En las más antiguas tradiciones herméticas, se hablaba con toda propiedad de la magia sexual, pues todos los seres humanos poseemos fuerzas eléctricas y magnéticas, que actúan como una fuerza de atracción y entre un hombre y una mujer estas polaridades se manifiestan y se potencian con fuerza en la unión sexual, dando vida al erotismo y a la vida creadora del pensamiento y transformando al sexo en el mediador entre la fuerza instintiva inconsciente y la moderación y conciencia de nuestro espíritu residente. La magia sexual no está en reprimir la energía sexual, sino en saber encauzarla. El sexo, ha sido tildado de pecado si no va unido a la procreación, pero han limitado esta procreación a la vida humana, ignorando que el sexo es algo realmente sagrado, porque siempre es portador de vida y un acumulador de energía etérica, que nosotros podemos transformar en positivas o negativas, dependiendo no del sexo mismo, sino de nuestras vibraciones. El sexo trasciende lo biológico “el acto sexual no impone consecuencias biológicas sobre él.” por tanto lo
verdaderamente puro o pecaminoso, no está en el acto mismo, sino en la intención y en la conciencia que tengamos al hacerlo. Nuestro cuerpo no puede ser pecaminoso porque es el templo de Dios, por tanto lo corporal no debe ser mirado como algo negativo, somos mente cuerpo y espíritu y esta trilogía debe estar presente en el acto sexual para hacer de él una experiencia maravillosa, como debería ser siempre un acto de amor, y que no se piense que esta espiritualización del sexo disminuye el placer y la pasión, muy por el contrario la intensifica al dar conciencia a lo que estamos sintiendo.
Minnesänger CÁTAROS Y TROVADORES Minnesänger
Minn esäng er es el nombre con que se denomina a los trovadores germanos que en los
siglos XII y XIII recorrían la actual Alemania. Estaban unidos en comunidades
o hermandades. Estos cantores tenían mucho en común con los trobadours (trovadores) provenzales (del sur de Francia). Como ellos, cantaban generalmente acerca del amor cortés ('de la corte', no popular), del que proviene el término alemán minne). Muchos de los minnesängers más conocidos son notables también por su poesía épica.
La canción cortesana Muchas melodías de la minnelied ('canción cortesana') han sobrevivido hasta la actualidad, aunque los manuscritos más antiguos son del siglo XV, lo que puede hacer que las canciones hayan sido copiadas de manera diferente a como eran sus srcinales. Además es difícil descifrar la notación musical se utilizaba en esa época. Aunque elde contorno ritmo de que la canción frecuentemente es imposible adivinar.de la melodía es fácil de interpretar, el En el siglo XV el minnesang ('canto cortesano') se desarrolló y formó la tradición de los "maestros cantores" (meistersinger), cuyo srcen social era burgués (comerciante) a diferencia de los minnesänger que provenían de la clase aristocrática. Se han escrito al menos dos óperas acerca de la tradición minnesänger: Tannhäuser (de Richard Wagner) y Guntram (de Richard Strauss)
Original
Du bist min ich bin din. Des sol(s)t du gewis sin. Du bist beslozzen In minem herzen. Verlorn ist das slüzzelin. Du muost immer drinne sin! Aleman moderno
Du bist mein! Ich bin dein. Dessen sollst Du gewiss sein. Du bist fest In meinem Herzen. Verloren ist das Schlüsselein. Musst wohl für immer drinnen sein! Español
Tú eres mío, yo soy tuyo. De eso puedes estar seguro. Tú estás encerrado
En mi corazón. Perdida está la llavecita ¡Deberás quedarte allí para siempre!
2.– CÁTAROS Y TROVADORES
– VI – CÁTAROS Y TROVADORES, UNA CONVERGENCIA SOCIAL
Los cátaros y los trovadores convivieron durante más de dos siglos en las mismas regiones occitanas, especialmente en los condados de Tolosa y Foix y en el vizcondado de Carcasona. Participaban de la misma civilización, formaban parte de la misma sociedad y muchas veces sus intereses se confundían ya que solían tener los mismos protectores nobles. En los castillos, los bonshomesy los poetas, hablaban ante el mismo auditorio de caballeros y damas. Sus ideologías respectivas, aunque muy opuestas en cuanto al fondo, presentaban algunos puntos de curiosa convergencia sobre todo en lo concerniente al problema del matrimonio. Dicha particularidad consiste en que, por primera vez, dos doctrinas absolutamente opuestas, el catarismo y el amor cortés, tienden a liberar a la mujer anulando la noción de pecado carnal. Amor no es pecado, sino virtud , decían los trovadores. En cambio, los cátaros sentenciaban: es siempre pecado para los perfectos pero no para los simples creyentes . Así, las mujeres aprovecharán esta doble enseñanza para reivindicar el derecho a amar a su manera y en afirmar su independencia frente a lapotestas masculina. Indiscutiblemente, para las mujeres de la nobleza del siglo XIII, el libertinaje, al igual que el ascetismo pero en sentido inverso, constituyó una protesta inconsciente contra el orden social que las coaccionaba y sobre todo contra el matrimonio que solía favorecer a los hombres. Si querían afirmar su autonomía, las damas tenían acceso a escoger el camino propugnado por los trovadores, en el que predominaba la libre idea de que el amor no es pecado, o bien, por el contrario el camino aconsejado por los bonshomes donde el ascetismo y la perfección, es decir, el amor en su grado máximo de pureza, fue más asequible a todo tipo de mujeres, sin importar la capa social de la que procedían. De tal manera hay que afirmar que "el amor provenzal" se desarrolló paralelamente al catarismo, en las mismas regiones occitanas, y que durante el largo transcurso de dos siglos, las dos doctrinas llegaron a coexistir. Los documentos del siglo XIII nos revelan cómo gran parte de las damas de las regiones de Tolosa, Albi, Carcasona y condado de Foix que acogían y protegían los trovadores, eran asimismo creyentes o simpatizantes del catarismo en vísperas de la Cruzada Albigense. Se puede pues pensar que no veían ninguna contradicción entre las teorías poético-eróticas de sus trovadores y la filosofía moral de los bonshomes. La mayoría de ellas estaban seducidas por la novedad de la doctrina cátara y se interesaban por las discusiones metafísicas y generalmente mostraron más a menudo un claro acercamiento a la herejía que por parte de sus propios maridos. Mientras que la mayor parte de los señores y caballeros occitanos se decantaban por una revuelta contra las posesiones eclesiásticas ya que para ellos era una magnífica ocasión para expoliar los bienes de los clérigos romanos; en cambio, ellas fueron consecuentes con sus compromisos con la iglesia cátara ya que a pesar de la terrible persecución, prefirieron morir en las hogueras con una fe y un coraje dignos de admirar.
EL PERÍDO ALBIGENSE Cuando se releen los poemas de los últimos trovadores, encuadrados dentro del período llamado albigense, se descubren, sin lugar a dudas, conceptos o expresiones que llevan indiscutiblemente la huella del pensamiento cátaro. Ello viene motivado por el hecho de que la persecución había puesto en contacto a los poetas resistentes con los perfectos, ya que todos se veían involucrados en el seno de la misma clandestinidad. Entre ellos destacaremos a Peire Cardenal o Montanhagol que aunque no fuesen creyentes o simpatizantes de la iglesia cátara, estaban inmersos, tanto en el condado de Tolosa como en otros enclaves, en la atmósfera activista o revolucionaria
de la herejía. Asimismo y de manera sorprendente, hacia finales del siglo XIII y sobre todo en los círculos cultivados de la ciudad de Tolosa empezará a propagarse una gran simpatía por el movimiento cátaro que propiciará adhesiones a su causa tanto en el bando de los anticlericales como de los reformistas católicos que odiaban las nefastas secuelas de la cruzada francesa y la persecución de la Inquisición. La iglesia romana siempre vio con malos ojos la implantación de la doctrina amorosa de los trovadores. La propagación de dicha doctrina trovadoresca había propiciado la aparición de una sociedad occitana liberal, aristócrata y burguesa, en la que algunos sacerdotes entretenían concubinas e incluso algunos monjes suspiraban a veces por notables damas. De esta manera, podemos decir que el Amor tenía más fieles que Roma en las tierras meridionales. Todo ello cambió después del triunfo de la cruzada contra los cátaros y, muy especialmente, a partir del año 1233, fecha en que la Inquisición, establecida ya anteriormente en 1229, fue confiada a los dominicos. A partir de este instante, las circunstancias se revelaron más propicias a la restauración de un orden moral católico gracias a una sistemática persecución. Los predicadores comenzaron a atacar el “amor provenzal” y hubo un antagonismo combatiente entre los trovadores que defendían los valores del pasado y los inquisidores que condenaban las prácticas del amor cortés. Los dos trovadores más representativos de este periodo Peire Cardenal y Guilhem Montanhagol quienes soportaban de mala manera la dominación francesa, tomaron partido por el conde de Tolosa, Raymond VII, considerado por ellos como el último defensor natural de “Paratge”, es decir, de los la auténticos valores nobles deperfidia la patria occitana. Así en sus respectivas composiciones deslealtad, la mentira y la quedan encarnadas en las nefastas figuras de invasores e inquisidores; mientras que el honor, la integridad y el amor son propios de los nobles y trovadores meridionales. Para estos últimos los peores enemigos de la civilización meridional no fueron los aristócratas invasores del norte sino el clero, tanto sacerdotes como monjes, sobre todo los que ostentaban importantes cargos dentro de la iglesia romana. Todo ello nos lleva a ver como en el mismo país y en la misma época en que nace y alcanza su apogeo el catarismo, surge también y florece precisamente el arte de los trovadores que, sin embargo, lograría sobrevivir en más de un siglo a las manifestaciones públicas de la herejía. Las nefastas circunstancias que tuvieron que experimentar ambos movimientos inducen a creer en que hubo una contrastada interpenetración entre ambos fenómenos. Mientras el catarismo fue poderoso en el país d´Oc, los trovadores pudieron cantar abiertamente, es decir, en trovar plan. La posterior persecución, asílos como la conquista progresiva del país por coinciden, el ejército cruzado ycruenta el inevitable paso de últimos bonshomes a la clandestinidad por el contrario, con el florecimiento del canto cerrado, es decir, del trovar clus o trovar ric. Por todo ello, es fácil enteder que bastantes poemas de los trovadores dedicho período hayan tenido undoble sentido con un preciso sentido críptico difícil de desvelar a través del singular trovar clus. En el año 1250 el catarismo estaba definitivamente vencido, pero la Iglesia encontraba todavía frente a ella otra singular herejía: “El Amor”, que siempre había hecho causa común en contra de la jerarquía eclesiástica y, al revés, se mostraba a favor del catarismo. Así el Amors nacido en tierras d´Oc fue objeto de escándalo y escarnio por parte de la iglesia romana. Los que trataron de
defenderlo, insistiendo sobre las virtudes que desarrollaba, no acertaron más que a señalar ante todo, su carácter herético. Al afirmar que el instinto erótico, por ser un hecho natural, podía también hacer surgir en el alma humana todas las buenas inspiraciones e incluso en su límite máximo, la virtud hasta entonces oscuro, sobre ciertas afirmaciones de sus predecesores que sobreentendían que el amor de la dama era causa y que el amor de Dios consecuencia; o si se prefiere que Amors estaba en el srcen de todas las virtudes. De todas maneras se produciría un notable error si se tuviese que buscar un srcen cátaro al tema del arte amatoria. Así haría falta admitir que la inmensa mayoría de los trovadores hubiesen sido cátaros, o por el contrario, que jamás ninguno de ellos llegó a serlo. Lo que sí resulta evidente es que algunos trovadores estuvieron influenciados por el catarismo (un ejemplo claro lo encontramos en la figura de Guilhem de Durfort, señor de Fanjeaux, quien fue al mismo tiempo trovador y creyente). Así, si el Amor cortés llegó a ser también tachado de herético, en realidad, lo era porque pertenecía a una herejía aparte y la afinidad o alianza que se adivina entre el catarismo y la erótica occitana se explican mucho menos por una influencia doctrinal mutua que por el hecho de que entraban ambas como elementos imprescindibles y coincidentes en la civilización occitana de los siglos XII y XIII
LUCIFER, LIBERADOR LA SERPIENTE DE LA SALVACION LA VIDA ES UN JUEGO QUE HAY QUE JUGARLO CON SERIEDAD
LUCIFER, LIBERADOR Según los mitos Gnósticos, Lucifer es el Enviado del Dios Incognoscible. Habíamos dicho que este Dios, el más grande, inalcanzable e incognoscible, no puede penetrar en este universo limitado de materia impura y satánica. Pero puede enviar a alguien, a Lucifer, según estos mitos. Solo con un supremo sacrificio puede un ser de fuego antimateria, inmensamente Espiritual, puro, penetrar en el terreno infernal de este universo. Según las leyendas y mitos Gnósticos, el gran Dios Incognoscible envió a Lucifer, ángel de fuego y de luz inefables, para iluminar a los hombres, para ayudarlos a despertar y a conocer su verdadero srcen, el srcen de su Espíritu, perversamente aprisionado en esa materia impura llamada cuerpo-alma. Es un ser increado, que ha venido al mundo creado a traer la Luz: la Gnosis liberadora. El conocimiento salvador capaz de despertar a los hombres y ayudarlos a liberar a sus Espíritus cautivos. El conocimiento apropiado para que el hombre pueda conocer quién es, por qué está aquí en este mundo y qué debe hacer para liberarse y realizar su Espíritu, el cual pertenece a otro plano, increado e incognoscible. Lucifer vino al mundo a despertar al hombre, hemos dicho, a ayudarlo a recordar su srcen divino, el srcen divino de su Espíritu, a ayudarlo a liberarse del cuerpo-alma que lo aprisiona y a liberarse del tiempo y de la materia creados. Sostienen los Gnósticos que el mito bíblico de la creación puede ser interpretado de la siguiente manera: el satanás creador del mundo aprisionó a Adán y a Eva en su mundo de miseria, y Lucifer, tomando la forma de una serpiente, les ofreció el fruto prohibido de la Gnosis salvadora y les demostró que el creador les engañaba. Efectivamente, el creador había dicho al hombre: “…del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás, porque en el día que de él comieres,
ciertamente morirás”. Por su lado, dijo la Serpiente: “Morir, no moriréis; antes bien, sabe Dios que
en el día que comiereis de él, vuestros ojos se abrirán, y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”. Continúa la biblia: “Y se abrieron los ojos de ambos”. No dice “murieron ambos”, dice “se abrieron los ojos de ambos”, tal como lo había anunciado la Serpiente. Más adelante, d ice el creador: “He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de Nosotros, conociendo el bien y el mal”. El creador mintió, dijo que el hombre moriría si comía el fruto, y el hombre no murió. La
Serpiente dijo la verdad. El creador mismo termina dándole la razón. Precisamente, los Gnósticos adjudican al demiurgo las características de mentiroso, además de plagiador. Para ellos, la creación entera es un intento fallido del demiurgo de imitar al mundo incognoscible. Asimismo, sostienen que la misma biblia es un plagio completo, basado en escritos anteriores de Babilonia y Egipto, principalmente. Esta Serpiente Lucifer es el liberador del hombre y del mundo, según la Gnosis. Es la sabiduría, la Gnosis liberadora que despierta y salva al hombre. Por supuesto que este Enviado del Dios Incognoscible, Lucifer, es un opositor y un enemigo del creador del mundo. Según los Gnósticos, el creador quiere mantener cautivo al hombre en esta esfera limitada, inferior e impura. También le ha prohibido al hombre contactarse con el mundo superior, representado en el mito bíblico por el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero Lucifer, el Ángel de Luz, que con gran sacrificio descendió a este infierno satánico para dar a los hombres el fruto prohibido de la Gnosis, les ha abierto los ojos para que recuerden su srcen divino y su superioridad con respecto al creador. Antes de la llegada de la Serpiente al paraíso, afirman los Gnósticos, el hombre se hallaba en un estado de desconocimiento y de ceguera con respecto a su verdadera situación. Sostienen que Adán y Eva se encontraban en un estado de servidumbre, hasta que la Serpiente Lucifer les abrió los ojos dándoles a comer el fruto del conocimiento, que les hizo recordar su srcen divino y percatarse de la situación en que se hallaban. Por supuesto, el creador expulsó a Adán y Eva de ese paraíso donde los había colocado, pues él quiere que los hombres lo reflejen a él, que sean a imagen y semejanza de él, que cumplan sus preceptos para parecerse a él y no al Incognoscible. Él desea que el Espíritu permanezca adormecido para aprovechar su energía y nada más, impidiendo que ese Espíritu pueda manifestarse en el hombre y en el mundo. Lucifer, liberador del hombre y del mundo, ha sido llamado también Abaddon, el Exterminador. Pero… ¿Exterminador de qué? Exterminador de la materia, porque aborrece este mundo creado de materia y tiempo. Se comportaría como una fuerza antimateria hostil, de una gran agresividad, porque odia todo lo que ha sido creado, como también aborrece los cuerpos y las almas de los hombres, pues pertenece al plano increado de lo incognoscible. Es exterminador, pero exterminador de la materia, exterminador de lo impuro. Tal es la leyenda Gnóstica de Lucifer. Ahora podemos describir qué entidades increadas se encuentran dentro de este mundo creado. Primero, Incognoscible, no está en esteesmundo peronopuede infiltrar partícula el deDios Él, un Enviado. Esteque Enviado también increado, ha sido creadouna porpequeña el dios creador. Segundo, los Espíritus aprisionados de los hombres, los cuales pertenecen también al mundo incognoscible de lo increado y eterno. Según la Gnosis todo ser vivo tiene encadenado a su alma un elemento Espiritual increado: el Espíritu. El Espíritu encerrado en el hombre es totalmente superior al de los animales, plantas y otros seres vivos. Es tan grande la diferencia entre el hombre y los demás seres vivos, como son de diferentes los Espíritus que se hallan aprisionados en su interior. Los Espíritus de los seres humanos son de una elevadísima categoría Espiritual. Tercero, otro ente increado, inserto en este plano de creación, es el conocimiento salvador y divino de la Gnosis. Conocimiento que ha venido de afuera, que no ha sido elaborado dentro de este mundo.
LA SERPIENTE DE LA SALVACION Hemos dicho que, según la interpretación Gnóstica del Génesis, el dios creador había aprisionado a Adán y Eva en un mundo de miseria y los había dotado de un alma servil. Dice la biblia que después de comer el fruto prohibido Adán y Eva se escondieron, avergonzados por la falta cometida. Dios llegó al paraíso y llamó a Adán con estas palabras: “¿Dónde estás?”. Dios parece comportarse como un amo llamando a su sirviente. Al no encontrarlo parece decir “¿Dónde estás? ¿Dónde te has metido? ¿Qué has hecho? ¿Qué pasa que no estás aquí trabajando?”.
Este dios creador los ha creado a Adán y Eva incapaces de distinguir entre el bien y el mal, entre el reino de lo increado y el reino de lo creado. También los creó ignorantes de su srcen y su destino. ¿Por qué los había creado así? Según la Gnosis, no quería el creador que los hombres conocieran su verdadero srcen. Este mundo ha sido creado contra la voluntad del Dios Incognoscible y el creador no quiere que los hombres sepan esas cosas. No quiere que se den cuenta en qué situación Espiritual se hallan, quiénes son, para qué han sido creados. Quiere que permanezcan en la ignorancia. Por eso les prohibió comer el fruto del árbol del conocimiento. Porque “se abrirían sus ojos”, despertarían y se percatarían de quiénes son y de dónde vienen, en qué situación están y qué deben hacer. Advertirían que el Edén no era un paraíso, sino todo lo contrario. En la descripción que hace el Padre León Meurin en su libro “La franc-maçonnerie”,
cuando comenta las interpretaciones Gnósticas sobre el paraíso terrenal y la Serpiente del Génesis, se encuentran estas ideas: Jehová no quiere que el hombre conozca su srcen y su alto destino. Le ha prohibido todo contacto con el mundo superior. Quiere que el hombre lo refleje a él, al creador y no al Dios Supremo. Pero el hombre despertó, se hizo conocedor del bien y del mal. ¿Cómo logró eso?, la Serpiente tentadora del Edén le dió a comer el fruto prohibido que abrió sus ojos. Según los Gnósticos esta Serpiente es Lucifer, el que trae la Luz. Lucifer significa eso: Portador de Luz. Lucifer tomó la forma de una serpiente para despertar a los hombres. Es un Enviado del Dios Supremo, del Dios Incognoscible. Es un Enviado del Dios Verdadero que penetró en este mundo de miseria, imperfecto y deficiente, para despertar al hombre, pararazón mostrarle cuál es su verdadera situación y cuál del puede ser ysuliberar alto destino. Por esta los hombres que siguen los mandamientos dios creador ven a la serpiente como algo maligno y satánico, y en medio de su gran confusión la equiparan a satanás. Por el contrario, los Gnósticos ven a la Serpiente Lucifer como salvadora. Como alguien que vino a salvar a los hombres, como un Enviado del Dios Verdadero. Esta Serpiente iluminadora que trae la Gnosis, la verdad Gnóstica que permite descubrir lo auténtico y verdadero en este mundo de confusión, ha venido a liberar al hombre. Lucifer es el verdadero liberador del hombre. Ha venido a liberar al hombre de la tiranía de Yahvé, de la tiranía del dios creador. Les ha traído a los hombres el conocimiento verdadero capaz de liberarlos, el conocimiento que por sí solo libera, que puede ayudar al hombre a salir de este mundo satánico, a regresar al mundo de donde proviene.
Esta Serpiente es, para los Gnósticos, la Serpiente de la Salvación, la Serpiente que ha abierto los ojos de los hombres, que les ha ofrecido la manzana de la emancipación, para ayudarlos a despertar y liberarse de este mundo de miseria y materia impura. El creador quiso hacer al hombre como a los demás seres vivos, incapaz de distinguir entre el bien y el mal, y por la acción de la Serpiente se ha despertado y liberado. Indudablemente, dicen los Gnósticos, este conocimiento, esta Gnosis que la Serpiente Lucifer ha traído a los hombres, ha producido un gran disturbio cósmico en la creación. Así es de poderoso este conocimiento. La Gnosis produce cambios en quien la recibe, en quien la escucha, porque no es un conocimiento común y corriente, es un conocimiento que libera. Hay un interesante libro cuyo título es “Atheism in Christianity”, escrito por Ernst Bloch, que nos ofrece una buena síntesis de todo este aspecto del pensamiento Gnóstico, el aspecto relacionado con la Serpiente liberadora como Enviada del Dios Verdadero. Los Gnósticos de épocas posteriores, en los orígenes del cristianismo, lo que se dió en llamar Gnósticos Cristianos o Cristianos Gnósticos, percibieron a Cristo como la Serpiente del Génesis. Esto fue así porque Cristo, mucho después de los sucesos del mensajeterrenal, paraíso que libera al de igual este que mundo la Serpiente impurovino a losahombres. traer un mensaje Según estos liberador. Gnósticos Un Cristianos, se trató de un conocimiento capaz de poner a los hombres en contacto con el otro mundo, opuesto al del demiurgo: el mundo incognoscible del Dios Verdadero. A Cristo, portador de ese mensaje, de esa Gnosis, se lo ha equiparado a la Serpiente del Génesis, quien vuelve por segunda vez a la Tierra para ayudar nuevamente a la humanidad. En la primera venida fue la Serpiente Lucifer y en la segunda fue el Cristo Lucifer. Según la Gnosis Cristiana, cuando Cristo vino al mundo lo hizo por segunda vez, pues la primera fue en el paraíso terrenal. En ambas se trató en realidad de Lucifer, el Enviado del Incognoscible. En ambas su mensaje fue el mismo: la Gnosis que perturba, que produce cambios, que despierta y libera a quien la escucha. Para los Gnósticos Cristianos, la Serpiente es Cristo, el Salvador que vino dos veces a este mundo. Hay un diagrama Gnóstico, en el que se ve una serpiente crucificada, clavada en una cruz, lo cual demuestra todavía más la identidad Gnóstica entre la Serpiente del Génesis y Cristo. Hay mitos que afirman que la cruz en la que Cristo fue crucificado fue hecha con la madera del árbol del conocimiento del bien y del mal. Debemos aclarar que nos estamos refiriendo a la gnosis judeocristiana, que es una deformación de la Gnosis Primordial. Hubo una época en que todo este conocimiento estaba escrito y se transmitía. Pero ese período duró hasta la “conversión” de Constantino y el fortalecimiento de la iglesia de Roma como religión oficial del Imperio Romano. Desde ese momento los libros y documentos de la Gnosis fueron prohibidos, perseguidos y destruidos. Es muy poco lo que ha quedado de ellos.
Origenes, por ejemplo, describió un diagrama Gnóstico en el cual se ve claramente una serpiente que divide los dos mundos, el mundo creado y el mundo increado. Aunque a nadie le agrada este dualismo de los dos mundos, así es la realidad y hay que aceptarla. El Gnóstico sabe que hay otro mundo sumamente perfecto, un mundo que no tiene nada que ver con éste. Origenes pudo tener acceso a esos diagramas y libros Gnósticos, a toda esa información, para después criticarlos, como también lo hicieron San Agustín, Tertuliano, Hipólito, Ireneo de Lyon, Epifanio y muchos otros. Pero ahora, la mayoría de los textos Gnósticos srcinales no existen, han sido destruidos. Estos críticos de la Gnosis distorsionaron toda la información de los textos Gnósticos srcinales, poniendo frases fuera de contexto para ridiculizarlas mejor, entre otras estratagemas. Pero nada de eso importa ya. La Gnosis Primordial está siempre presente, aunque muchos no lo adviertan. En las distintas oportunidades en que apareció abiertamente en el mundo se trató siempre de la misma Gnosis, aunque con diferentes connotaciones históricas y culturales. Aunque prohibida y perseguida, la Gnosis nunca desapareció y no desaparecerá jamás. Permanece siempre al alcance de quien la merezca. Cuanto más se la persigue más se fortalece. Además del libro de Bloch, hay otros libros también interesantes que hacen una descripción de estos aspectos de la antigua Gnosis, en lo que se refiere a la Serpiente salvadora del Edén. Uno de ellos es “Adán, le dieu rouge”, de Robert Ambelain y otro es “Gnostics and their Remains”, de C.W. King, este último escrito en el siglo XIX. Hay un dato muy interesante sobre la Serpiente del Génesis en el libro “Refutación contra todas las herejías”, escrito por Hipólito, gran perseguidor de Gnósticos. En este
libro, Hipólito comenta y critica unas palabras de Celso, que para él son horrorosas. Se trata del fragmento de Celso en que éste sostiene, refiriéndose a los sucesos del paraíso terrenal, que así como el creador maldijo a la Serpiente cuando esta echó a perder sus planes y le arruinó su obra, así debe ser maldecido el creador por cada hombre que haya despertado. Así como el creador maldijo a la Serpiente de la Salvación, así será maldecido el creador mientras exista, por cada Espíritu liberado de sus garras. Hipólito observa horrorizado que, si bien sabía que los Gnósticos equiparaban al dios creador con satanás, nunca había imaginado que también lo maldicieran. En efecto, en los pocos libros Gnósticos salvados de las llamas, vemos que el dios creador veces satanás. tradición Gnóstica se refiere al demiurgo como “satanás,eselllamado creadoradel mundo y delLa hombre”, “satanás y sus demonios, creadores del mundo”, y cosas por el estilo.
Fragmentos Gnósticos tomados de la trilogía esotérica de Miguel Serrano El Cordón Dorado 1. Una batalla que termina mal es una aventura espiritual que ha tenido éxito. 2. Se trata de la última Gran Guerra, que fue tan grande como la del Mahabharata, y más aún, porque señala el final de los tiempos, de todo un Manvantara, cósmico y terrestre. Quien pretenda considerar esa tragedia como una Guerra Mundial más, no ha entendido nada de lo acontecido. 3. En la iniciación había recibido la fuerza de Vril, la energía victoriosa de Hvareno, o Farr. Contra él se desencadenarían todas las fuerzas de las sombras y de la muerte, de la inercia, de los elementarwesen, de los seres elementales. Por eso teníamos que ayudarle. La Guerra iba a ser de dioses y demonios. Una Guerra Cósmica, reflejada y dramatizada al máximo en la Tierra. 4. Le queda una última posibilidad: hacer reconocible al Enemigo, descubrirlo de una vez para siempre, polarizando maniqueamente el Combate Cósmico entre dioses y demonios, entre luz y sombra, entre fuego y hielo, "horbigerianamente", en ríos, mares de sangre, sabiendo que se perderá aquí y ahora, para ganar allá y después, simultáneamente, en un mundo paralelo.
5. Poseyendo la verdadera Potencia de Odín, hará conocer a sus enemigos el fuego del cielo, que estará a su servicio y azotará la tierra con más violencia que mil relámpagos (¿La bomba atómica, el rayo de los platillos?). Será Señor Supremo del mundo e instaurará en todas partes las leyes de su Orden por Mil años. 6. Los miembros del Gobierno Invisible que controla a las más poderosas naciones de la tierra exterior son impotentes ante los poderes del mundo interior. Los síntomas revelan que estarían tratando de ajustarse a sus señales, porque el terror les obliga. Si así no fuera, ya habrían hecho estallar la guerra atómica, que forma parte de sus planes de destrucción y dominio planetario. 7. Por debajo aguas, quizás dondea los termina del planeta, deslizade el Cordón Dorado,dela las Áurea Catena, quepor conecta seresladecorteza una misma Raza delseEspíritu, un mismo Astro, a través de todos los continentes de la tierra externa e interna y los hace camaradas en una Guerra comenzada con la Creación. Aquí no puede haber defecciones ni capitulaciones. No se cambia de lado en el Conflicto. Sólo existe un breve descanso en la muerte, Porque los guerreros son eternos, inmortales. 8. Los cátaros eran vegetarianos, quemaban a los muertos, eran videntes y practicaban la magia. Serían también dualistas, como los maniqueos y los gnósticos. Lucifer no era el demonio para ellos, sino el portador de la luz, Lucibel. El demonio era Jehová, el demiurgo creador de la actual tierra. 9. Las tres categorías en que el tantrismo kaula divide a la humanidad: pasu, virya y divya; o sea, animal-hombre, héroe y siddha divino. La última categoría corresponde a la familia
iniciada kula, de los kaulas tantricos (hiperbóreos) y le está reservado el rito iniciático secreto de Panchatattva. El siddha, u hombre-dios, es el liberado. En la vorágine de los acontecimientos políticos, precipitados por el Destino y por las voluntades directoras de las corrientes iniciáticas contrarias, todo se ha interpolado en su manifestación visible, divulgándose una historia adulterada. 10. En el licor de la sangre espiritual, los arios reencontraban el srcen divino, su memoria. El soma daba la fuerza aria (Hvareno), abría el Vril, el Tercer Ojo, permitiendo ver a los antepasados divinos, extra terrestres, de la Tierra Anterior y el Paraíso perdido. 11. Los trovadores germanos practicaban un culto ceremonial, llamado Minne-drinken, en el que bebían en memoria del Amor, del recuerdo del Amor Eterno, de la Vida Eterna. Seguramente se bebía el soma, la sangre mágica de la raza, donde circula el recuerdo de Hiperbórea, de las sacerdotisas de cabellos dorados, de la eternidad de los hielos, de la Estrella de la Mañana. 12. “Después que Jehová aprisionó a Adán y Eva en un mundo de miserias, Lucifer les aportó
la ciencia del bien y del mal, la gnosis salvadora y divinizante", dicen los gnósticos ophitas (ophis quiere decir serpiente). Lucifer es el portador de la luz de la gnosis. El premio del esfuerzo luciferino de la "emanación", del hombre semidivino, es su inmortalidad que, de algún modo misterioso, beneficia a la Mónada, haciéndola más sabia. La inmortalización de la "emanación" con cuerpo, lo afirmaban Siddhas es sacado dees, estaademás, tierra con el el cuerpo, en como un Carro de Fuego,los como Enoc.tántricos. El inmortal La inmortalidad no es de todos. Deberá ser ganada en batalla despiadada, en cada uno de los días de aquí abajo. Y es conquista de unos pocos vencedores. 13. La iniciación consiste, en parte, en una técnica de reactivación de la memoria cromosomática, dirigiéndola hasta poder completar la Melodía inmortalizante, dentro de los márgenes del libre albedrío que aporta al guerrero-iniciado la revelación hiperbórea. 14. En toda esta región sudeuropea se extendió una vez una civilización nórdico-germánica, de tradición hiperbórea, con el "recuerdo del amor perdido", con su nostalgia y su Minne, la que Roma cristiana odia desde lo más profundo de su alma semítica. 15. Cuando nosotros hablamos, por ejemplo, de la sangre, no nos referimos exclusivamente a la sangre biológica, que circula por las venas del cuerpo físico. Pensamos en la sangre de Paracelso, en la Luz Astral y también en la Memoria Akhasica, o etérica, de los indoarios. Esta es la verdadera "memoria cromosómica" y no la bioquímica del presente. La sangre, en un sentido espiritual y hermético, es el licor sagrado del soma, algo diferente a lo que nos enseña la biología y la hematología de la ciencia del Kaliyuga; es el sol líquido, por donde circula la memoria de los antepasados extra terrestres; es el Gran Recuerdo. 16. Una iniciación solar, viril, por oposición a la Iniciación Lunar, femenina, de la Madre, dada a conocer por Diótima. Esta última iniciación es la del santo; no es la del mago; sostiene la inmortalidad del Arquetipo en la Anacefaleosis y Apocatástasis paulistas, es decir, la salvación de todos —o casi todos— en Cristo, al final de los tiempos, en un "Punto Omega", para usar el término del evolucionismo (¿darwinista?) de Teilhard de Chardin. Propicia la prolongación de la especie, la reproducción maternal, necesarias para la vida del Arquetipo-Incubo y vampírico, eternizando esa Entidad por la pasividad y la fe de los esclavos que le sirven de alimento. De
un modo dudoso, por otra parte, pues no hay seguridad de que la Entidad, o Daimon, se eternice así. En la Iniciación solar, viril, hiperbórea, luciferina, que es la del Mago, la del Siddha, el hombre se hace semidivino y divino, en lucha aún con la Entidad, la Mónada. En la Iniciación Lunar, un fantasma se eterniza ilusoriamente a nuestras expensas; en la Iniciación Solar, puede que hasta se logre eternizar el fantasma, eternizándonos. 17. La involución es como una pesadilla. Seres aquí dejados en edades muy remotas, introducidos voluntariamente, o por casualidad, desde otros mundos y tiempos paralelos, han descendido hasta el animal, quizás hasta el vegetal, el mineral y aún más abajo en la vibración de la energía. Los colores diferentes de las razas tienen que ver con una alquimia cósmica y se comprenderán mejor haciendo referencia al color del aura, que los Siddhas y los Divyas perciben. En el actual proceso de las mezclas, de hibridismo total de las razas, favorecido por las oscuras potencias que se mueven en el nadir del Kaliyuga, se hace cada vez más difícil poder alcanzar el número necesario de mutaciones que harían posible superar el drama de la involución, acercándonos cada vez más, por el contrario, al eterno retorno de la Atlántida, cuya catástrofe espantosa fuera producida, según Platón, precisamente por la mezcla de las razas, de los semidivinos con el animal nombre, quizás con los animales y hasta con los robots. Es decir, por el Pecado Racial, que afecta y destruye todos los colores alquímicos por igual, produciendo los intocables, los monstruos, como en India, donde la mezcia de las castas no favorece a ninguna, al destruir sus particulares iniciaciones, por confusión de la memoria akhásika, de la "iniciación cromosomática", perdiéndose la Minne. la nostalgia del Amor Eterno. 18. En Hiperbórea, la Reina Blanca es otra cosa, es la Sacerdotisa-Maga, Hallouine, quien entrega al héroe, al Virya, el Gral, por medio del Amor Mágico y lo transforma en Divya, en Siddha inmortal. 19. Creemos necesario decirlo: Julius Evola, el más importante pensador italiano de estos tiempos, el más profundo, tampoco alcanzó a liberarse de los límites que le impusiera su nacimiento romano y su admiración por Rene Guenón —al que era muy superior—. 20. No todos esos batallones llegan ni cumplen su objetivo. Muchos caen en el camino, son derrotados, se equivocan de fortaleza, extravían la ruta. Son los semi-hombres, los animales, los simios, los perros, las arañas, los pájaros, las plantas y hasta los metales. En cada uno de los derrotados, al fondo, hay una energía, una substancia divina del Urmensch, que es la misma que ha llevado al hombre y que llevará al Superhombre al triunfo. 21. En el Hombre-Total, el animal estaba dentro. Todo eso ahora se pierde fuera, se dispersa. Al comer la carne del animal, el hombre trata de apropiarse de la energía de los caídos, de los derrotados, para seguir el combate y, todos juntos, alcanzar un día la conquista de la fortaleza inmensamente lejana, en ese Círculo cuya circunferencia está en todas partes y su centro en ninguna. Come también la planta y hasta el mineral, el oro y la plata, símbolos del sol y la luna, que igualmente estaban dentro del Hombre-Total. El guerrero primitivo devora la carne de su enemigo vencido, para apropiarse la energía primordial del Urmensch: Hvareno, o Victoria. 22. El pecado (para usar esta expresión) consiste en ir abajo, mezclarse con los inferiores, con los elementanvesen, con los semi-hombres, con los semi-animales. Platón nos cuenta que el hundimiento de la Atlántida se debió a la mezcla con las razas inferiores, al "pecado racial". Los ángeles también se enamoraron de "las hijas de los hombres", según el Libro de Enoc. La Biblia nos habla de los Sheidim, mitad hombre, mitad animal. Esaú sería uno de ellos, según Robert
Charroux. La mitología griega se refiere a las sirenas, a los centauros y a los faunos, que seguramente existieron, como intentos y fracasos en el Combate Cósmico por la expresión del Urmensch. Alguien se ha cansado, o bien, ha sentido la atracción del abismo, o se encontró con la fuerza contraria del Gran Opositor que intenta impedir la expresión suprema del Urmensch. La Fuerza del Mal, del Caos y de las Sombras. 23. Para descubrir que el catarismo coincide con la línea gnóstica, se debe recordar la declaración del gnóstico Marción: "Cristo no tiene que ver nada con Jehová. El Antiguo Testamento es inmoral. Cristo es hijo de un Dios de Amor desconocido. Todos los profetas, hasta el mismo Juan el Bautista, son acólitos del dios falso, de Jehová". 24. Judíos y cristianos han hecho desaparecer, con la complicidad de los musulmanes, todos los rastros del pasado más remoto y de la Atlántida que se encontraban en los documentos egipcios y se han apropiado, vulgarizando y simplificando los símbolos, las leyendas y la verdadera tradición. 25. En un momento tan crucial de la historia, volvemos a revivir estas cosas, a sabiendas de que van contra la corriente que empuja al último abismo del Kaliyuga. Una Era se terminó y se inicia otra en el ya cerrado universo del hombre. 26. El camino de la Mano Izquierda, vamacara, corresponde a la destrucción del nombre y la forma, y está precedido por Siva el Destructor. Hoy el mundo se hallaría en esta etapa: decadencia de una civilización, de una astrológica, de un Manvantara. Siva Sin es también el Maestro de la Yoga final Tántrica de laEra Mano Izquierda;quizás los Siddhas son sus adeptos. su trabajo, nada podría cumplirse, la tierra no podría salir de su involución. 27. El regreso al Hogar Perdido, a la Patria Nupcial, a la Estrella de la Mañana, son símbolos de un proceso interior, alquímico, de transformación del ser involucionado, del animal-hombre en semidivino y, luego, en divino. Un proceso de iniciación por grados en las transfiguraciones del hombre terrestre en hombre celeste, inmortal. 28. Porque la tierra no podrá salir del abismo del Kaliyuga sin la ayuda del hombre divinizado. El retorno se cumple en una Tierra paralela, análoga, compuesta por antimateria. 29. La Tierra, como el hombre, no es inmortal, mientras no se haya conectado conscientemente con el Espíritu, transfigurándose, pasando a voluntad a su "doble", eternizándolo. Este es el trabajo alquímico que los Guías Hiperbóreos intentan. La transmutación deberá cumplirse en ambos mundos, tal como en nosotros. Los Grandes Siddhas se inmortalizan con todos sus cuerpos, y así deberá hacerlo también la tierra. Los Siddhas son los magos de Hiperbórea, los semidivinos que se han divinizado. 30. La gran iniciación hiperbórea, reencontrada, la acción de los Guías ocultos, que no se muestran sino a los Maestros más altos de la Orden, dirigiéndoles. Isis, la Virgen Negra, hace nuevamente su aparición silenciosa y triunfal.
31. Toda la civilización naufraga en el maquinismo torpe y crudo, que infesta la tierra, en la esclavitud del hierro, del electrón, de la electrónica, del protón, de la cibernética, en el reinado de las masas, de la explosión demográfica, de "lo humano, demasiado humano", del animalhombre, de lo amorfo, del burocratismo y del colectivismo demoníacos. No hay ya modo de salirse de esto por medios humanos o puramente terrestres.
32. De haberse impuesto el nuevo estilo, la usura de la sociedad de consumo no habría logrado su apogeo alucinante. El capitalismo y el comunismo marxista, dos antinomias aparentes, que se apuntalan entre sí, complementándose en la destrucción de lo divino y lo humano, porque se asientan en las mismas bases racionalistas, habrían llegado a desaparecer sin ruido ni escándalo, sin presentar resistencia. O jamás se habrían producido. 33. Mas, para poder continuar con el Opus, hay que poseer el "acero de los sabios", la Espada de la iniciación, la Lanza del Longino, el Azufre Incombustible. Es decir, un principio inalterable, que no se enciende, que se conserva a través del cambio de estado y que, llegado el momento, es la semilla de un nuevo desarrollo. El semen preservado, no eyaculado. Esto corresponde a la tercera parte del opus alchimicum, a la ópera roja, o Rubedo, donde se sobrepasa la condición de apertura extática. 34. En la muy hermética y antigua iniciación tántrica existen dos caminos. Ambos caen bajo el signo de Síva-Lucifer, de Abraxas. Uno corresponde al ser que aspira a sobrepasar la condicionalidad humana, rigiéndose por el principio luminoso sativa. Es el indicado al tipo espiritual-divino, Divya; será el Siddha-Divya. Aquí se aconseja la yoga tántrica puramente simbólica, excluyendo la posesión física, real, de la mujer, en el coito mágico llamado Maithuna. La posesión es mental, de la Amada Muerta. Unión en el cuerpo sutil, astral, en el espíritu únicamente. El otro camino tántrico, llamado la Mano es el deltambién ser quesuaspira a la expansión pasional por medio del ardor del de fuego, para Izquierda, poder sobrepasar condicionalidad. Se lo indica para el tipo heroico, Virya; el héroe será un Siddha-Virya. En este "camino húmedo" se aconseja un contacto físico, real, con la mujer, en el acto sexual Maithuna, haciendo un empleo mágico del sexo y de Bundy, el semen, que no debe eyacularse en el acto. 35. Ambos caminos van siguiendo la línea sivaista, la de los Siddhas, que se inmortalizan con sus cuerpos. 36. Puede que sea el Cuerpo Astral que se materializa, se hace visible, aunque no tocable (noli me tangere), con materia inmortal, de Luz Roja, de Vajra, pudiendo residir y pasar a varios "mundos paralelos", a varias tierras a la vez. 37. El Húmedo, es el tántrico-alquímico de la Mano Izquierda, diremos, y puede tomar toda una vida. La transmutación de los metales internos y externos es lenta. La Sóror Mística pasa los ingredientes, se los entrega al adepto en su cuerpo y desde su cuerpo, en transferencia, vibración, individualización conjunta y progresiva, real y simbólica, mágica en todo caso, en un Amor sin amor, con un fuego helado, en el Laboratorio Secreto, en la Alcoba Mágica, hasta que ambos son mutados, interpenetrados, desposados, eternos. 38. Estos caminos son muy diferentes al camino ritualista de la religión devocional, o de la práctica de la Yoga Bhakti, de la filosofía Vedanta, y su fusión y pérdida en el samadhi, o éxtasis místico. Esta palabra sánscrita se descompone en sam que significa con y adhi, Ser Primordial: Fundido en el Ser Primordial. El éxtasis tantrico, sivaísta, es una tensión suprema que rompe las condicionalidades del animal-hombre y se incluye dentro de una personalidad o Individualidad Absoluta. Es un vórtice de energía, casi nietzscheano, llamado en sánscrito Kayvalia, no significando fusión ni pérdida, sino diferenciación suprema.
39. Aquel que ha llegado al estado humano y no trata de sobrepasarlo, es como quien se suicida. Es necesario ir primero al fondo de la propia naturaleza y jamás volver atrás, porque sería cavar su propia tumba. 40. Su única ética: sobrepasar los límites y cortar los lazos, destruir todo par de opuestos que caracterice el pasu, al hombre-animal corriente, inferior, burgués, por así decirlo. Vencer la piedad, la idea judeo-cristiana del pecado. Vencer el miedo, aplicando el "Doble Mudra", VaraMudra "que destruye el miedo y concede favor". Destruir los lazos de la familia: "Un Virya no es esposo, padre, etc." 41. “Un asesino y un anarquista, dirigidos por la senda justa, iluminados por la recta doctrina,
tienen más probabilidades de superar la condición humana del pasu que un tibio", dice la tantra Kaula. Más que un burgués acomodadizo. Sin embargo, se ven claramente los peligros de este camino tremendo de superación y mutación nietzscheanas del hombre. Es un avanzar por el filo de la navaja. 42. Es la Resurrección de los Cuerpos, de la Carne, la que no es para todos sino para los Viryas, los héroes. Los Siddha-Divya, los Magos divinos del Cordón Dorado, los hiperbóreos, han eternizado ya su cuerpo aquí; ellos no mueren. 43. El animal hombre, muere siempre. vehículos al Walhalla de las Walkirias, sino elal pasu, Niflheim, el para Hades nórdico,Sus lugar oscuro,sutiles comonoel van Schéol de los hebreos, tal vez los "hoyos negros" del firmamento, que todo se lo tragan. 44. Sigfrido es un héroe-iniciado, un virya que aspira a mutarse en divya, en hombre-dios, en superhombre, en sonnenmann. Ha conquistado un Tesoro guardado por los Guías del Mundo Interior, protegido por los enanos, envuelto en las "nieblas" del Gral y de los Nibelungos. 45. Sigfrido se baña en la sangre del dragón muerto y así se transforma su carne en inmortal, haciéndose invulnerable, cambiando de color y consistencia. Pasa a ser de Vajra, materia imperecedera, incorruptible y roja, en el proceso tántrico-alquímico de la Rubedo que adviene tras la Albedo y la Nigredo. 46. En la Tantra es la unión sexual de Siva y Shakti que da srcen al universo, en el Maithuna, coito mágico, en el “Amor sin amor", Siva debe mantenerse impasible y sólo Shakti tendrá que
agitarse, actuar. Toda la creación nace de aquí, en sus aspectos estéticos, dinámicos, estables, inmateriales, materiales, conscientes e inconscientes. Las formas de la Creación son las diferentes posturas del juego sexual de Siva y su Shakti, como pueden verse en los muros de los templos de Kajuraho. La Esposa, Ella, es activa; Siva, El, mantiénese lejano, concentrado en sí mismo, adentro y afuera, gozando y aparte del goce, para siempre ya, abrazado por su Shakti y abrazándola, intocado dentro del frenesí de la Amada, del fuego y la pasión. Así debe ser en principio también para el hombre semi-divino, donde existe la semillaSiva, que ha sido oscurecido, "identificado" parcialmente por la pasión de la Shakti externalizada, de carne y hueso, perdido e incorporado en el amor físico, seducido, arrastrado, envuelto en el no-yo de la Creación. La Yoga-Tantra viene también en su ayuda. Ha sido preparada parcialmente unos seiscientos años después del comienzo de nuestra Era para su uso en el Kaliyuga, o Edad Oscura, cuando el cuerpo se hizo duro, espeso, y cuenta como el
único instrumento de salvación, de liberación, que posibilita el retorno al estado sivaísta, hiperbóreo. 47. En una familia polar, el elemento sibílico, pítico se incorpora en la Yogini iniciadora del Sadhaka, en el amor mágico de la iniciación de la Tantra Kaula, la más secreta y que habrá de transmutar al Sadhaka en Siddha. 48. El Tantrismo es una doctrina que viene incluida en la revelación de los orígenes y únicamente se codifica en un sistema apto para la realidad del Kaliyuga, cuando el acontecer lo hace necesario. 49. Es necesario recordar lo que Gurdjieff decía del hipnotismo occidental: "Es sólo un balbuceo primario de una ciencia enormemente desarrollada en Mongolia, en el Tibet" y en la región rusa donde él, Stalin y Rasputín se habían criado. Y aún ese Hipnotismo era únicamente un retazo de algo más antiguo y desconocido. 50. Es el "Ultimo Batallón", que entrará en combate, en una vibración más alta de la energía, cuando se vea como inevitable la imposición universal de la sombra, de la esclavitud, de la desintegración del planeta. Para los cátaros, el demiurgo de la tierra involucionada se llamó Jehová. El sería, entonces, el "Príncipe de la Esclavitud", que aspira a eternizarse a través de sus acólitos, en un mundo de esclavos. 51. Cuando la Ciudad era visible y los divinos y semidivinos convivían con los mortales, el Vril, órgano que permitía comunicarse con el mundo suprasensible, ese poder fulgurante, estaba también activo en el cuerpo de los habitantes de esa tierra. Con él se podía ver la Ciudad y entrar en ella. El Vril desaparece junto con Agarthi. También se sumerge en la raíz del Eje Polar del Árbol de la Vida, de la Columna Vertebral. Pero volverá a la superficie, junto con la Ciudad y con el retomo de la Edad Dorada, tras la desaparición de la Tierra Oscura. 52. En la tierra de Apulia, en Andria, donde es difícil llegar, he ido a ver el Castillo cósmico de Federico II de Hohenstaufen, Castel del Monte. Este Mago-Emperador (1194 - 1250) fue la última esperanza de los cátaros sitiados en Montsegur. No pudo ir en su ayuda, porque él mismo alcanzaba ya su fin y el de sus grandiosos sueños, tan parecidos a los de Julián el Apóstata, de instaurar en la tierra visible el Imperator Mundi, la ciencia hiperbórea y solar, el Soberano conectado a los poderes divinos, invisibles, por oposición a los sacerdotes lunares de la "religión cardíaca" de Roma. 53. El destino de estas gigantescas empresas pareciera ser la pérdida de la batalla material para poder tener éxito en la tarea espiritual de mantener viva la ardiente semilla que hará posible un nuevo resurgimiento. 54. Al igual que las ruinas de Montségur, Castel del Monte es monumento maldito hoy; ambos son luciferinos. En verdad, son unas "puertas" de salida, de escape, de paso a los otros mundos, a la tierra interior, creadas completamente por la magia de una ciencia superior y antigua, la del Cordón Dorado, venida desde la Atlántida e Hiperbórea; tal vez, desde otros astros. 55. La Masonería, nacida en Escocia en 1717; utiliza algunos símbolos templarios y rosacruces, adulterándolos v mezclándolos de preferencia con el ritual y simbología judíos,
que han pasado a predominar. La Masonería ha sido controlada por las fuerzas secretas que empujan en dirección del oscuro fin del mundo, de la crisis final del Kaliyuga. 56. Los Iluminados de Baviera están metidos en el centro de los acontecimientos. De ahí vendrá el término de "Iluminismo" y de "Siglo de las Luces". Las tácticas y la organización de esta Logia fueron seguidas exactamente por Marx y Lenin. Los Iluminados hablaban de dos generaciones, por lo menos, de una "dictadura feroz", antes de poder imponer el gobierno sin gobierno de la "igualdad", "fraternidad" y "libertad"; el "reino de la razón". También Napoleón es iniciado en la Fraternidad de los Iluminados de Baviera, además de otras Logias. Así se explica su ascensión meteórica. 57. Todo movimiento que aspire a restaurar un tipo de iniciación hiperbórea y un poder terrestre conectado con las Fuerzas del Cordón Dorado, deberá hallarse dramáticamente en conflicto con las corrientes y organizaciones que hoy manejan la tierra. 58. La bolchevización mundial, el último peldaño de la involución del Kaliyuga: el imperio mundial de los esclavos, el Reino de los hombres-hormigas. En un sistema como el bolchevique, donde todo se centraliza bajo la dirección del Estado, quien controla el Estado, lo controla todo. Las democracias ya no sirven como sistema de control planetario, en un mundo donde la explosión demográfica y la revolución tecnológica materialista son las coordenadas fundamentales. 59. El contacto con los dirigentes secretos, que lo deciden todo y que no se dejan ver en la superficie del poder político de ese tenebroso mundo, es con el Superior Invisible, llamado "Príncipe de la Esclavitud". 60. Para que esa energía espiritual pueda irrumpir en el mundo donde reina la entropía, venciendo la decadencia y la muerte, requiérese de mentes y personalidades semidivinas que la reciban y la proyecten aquí con desprendimiento. Es un trabajo de dioses, o semidioses, que no podremos saber si se ha llevado a cabo alguna vez. Los Guías no actúan directamente, teniendo que depender para su acción de los de "aquí", quienes, a menudo, son arrastrados por sus pasiones, o por meras "creaciones mentales", fantasmas de la mente y del yo. Y fallan. Por otra parte, las fuerzas contrarias poseen el dominio casi total de las palancas de la Historia. El Dios de los Perdedores ha tenido siempre la extraordinaria posibilidad de transformarse en Dios de los Vencedores. En este Eon aún no lo ha conseguido. Sin embargo, un día lo logrará. 61. El Cuarto Estado, tras los fracasos de restauración de la Edad Dorada, será el del dominio de lo colectivo, de los esclavos de la máquina, del hierro, de los hombres de hierro, de los autómatas, de la burocracia planetaria, de los "robots", de la destrucción del alma viva de la tierra. Todo Rey o Mesías mundial que se produzca en esta época, por medio de la contrainiciación, no será más que un Golem, una falsificación, desconectado de los verdaderos Guías de Hiperbórea y de la realeza divina. 62. Sólo por el Espíritu y el Poder de la Magia, vencedores de la entropía, podrá superarse el Kaliyuga, remontando la involución. Sólo por el hombre inmortalizado. 63. Se acaba el Tercer Estado, el de la burguesía, se entra de lleno en la catástrofe, en la pendiente final del Kaliyuga. Las potencias que dirigen el drama son las de la inercia, del caos
y la nada. Es decir, Satán. Se deberá recordar que para los gnósticos y los cátaros Jehová era Satán, el Demiurgo del Kaliyuga, creador de la Tierra Inferior. El contacto con las Jerarquías Divinas hiperbóreas se hace cada vez más tenue. Tal vez se trata ya de salvar únicamente a los elegidos, merecedores de pasar a la Nueva Tierra. 64. En toda la historia de la Creación no hay más que una Guerra, una Gran Guerra, que aún no termina. 65. El lector intuitivo podrá captar lo que se oculta. Sabido es, también, que todo libro o documento verdadero ha sido hecho desaparecer a su debido tiempo en la historia conocida de los hombres. Es la gran conspiración.
El Último Avatara 66. Es el Misterio del Tulku, del budismo tántrico tibetano y del Boddhisatva, que no encarna en uno, sino en varios. De un Dios, o Ser Liberado, que vuelve a la tierra voluntariamente para ayudar al hombre a transmutarse en ser divino. Pero no a todos los hombres, solamente a los héroes, a los viras, a los semi-divinos involucionados. Nunca al animal-hombre. Contra este divino esfuerzo de alquimia espiritual, luchan los Elementarwesen, los elementales demoniacos, las fuerzas del mal y del caos. 67. ¡Y pensar que toda esta maravilla de símbolos, de misterios, de leyendas, de sabiduría hiperbórea, ha sido adulterada, al igual que la Cabala Orfica, por una tribu de bastardos y esclavos, para ser puesta al servicio de un terrible sentimiento de "pecado racial", en el cumplimiento de los fatídicos designios de un Arquetipo Planetario, del Señor de las Tinieblas y del Caos, del Amo de las Sombras, que han llamado Jehová...! 68. La encarnación del Señor de las Tinieblas no se cumple a través de una raza, sino de una antirraza y de una contrainiciación. 69. En el misterio de ese pacto con una entidad no humana, que lo necesita, porque únicamente a través de él podrá cumplir sus fines de disolución y caos, empujando hacia la nada y llevando a la consumación su Guerra contra los representantes de la otra luz. El les dará el mundo material, como lo prometiera, siempre que cumplan con sus leyes, en especial con las disposiciones que atañen a la antisangre. Y le rindan culto y sacrificios. Pues aquel Ser Sombrío vive de estos sacrificios y se alimenta con las vidas de los siervos. El pacto deberá incluir la cláusula de no-eternidad, de no-inmortalidad, permitiendo únicamente el triunfo en el reino de la materia más densa, del poder de esa materia. 70. Hay otras armas, que no solamente destruyen el cuerpo físico. Y es allá donde se ganará realmente la guerra, o se perderá. 71. En la Iglesia de Roma, llamada Católica, sólo perdura un ritual sin alma en la misa, como cáscara litúrgica que ya no alcanza al Símbolo, que no lo toca, no lo pone en acción. 72. El lado más esotérico del hinduismo se halla en el Tantrismo, especialmente en la Orden Kaula, o Kula.
73. El "Cuerpo Astral" no llega a ser consciente del mismo modo a como nosotros lo somos aquí, en este mundo donde nos movemos con el vehículo físico. Por ello, deberíamos decir que el Cuerpo Astral, como lo seguiremos llamando, que el Eydelon, que el Huaiyuhuen, existe solamente en potencia, virtualmente, debiendo nosotros crearlo, "inventarlo", es decir, pasarle la conciencia de nuestro yo terrestre, hacerlo consciente, que es lo mismo, aunque con una conciencia integrada, diferente. Con una conciencia doble, la "de allá" y la "de acá". Es éste el trabajo de una vida, aquí en la tierra: Inventar el cuerpo astral, crearlo, pasándole nuestra conciencia, o, mejor dicho, pudiendo llegar a vivir conscientemente en él —con esa doble conciencia—. Así se sobrevivirá a la muerte. También se podrá morir cuando uno quiera... Y al morir, no perder la conciencia "de acá..." 74. Este trabajo de construir puentes entre tres y más cuerpos, que están en usted, que son usted mismo de algún modo, sólo puede hacerse aquí en la tierra. Cuando lo haya logrado, será un Pontífice, es decir, un puente entre los mundos, sus mundos. 75. No hay otra manera de alcanzar la inmortalidad, la que no es para todos, sino para unos pocos capaces de librar este combate, el verdadero Combate, esta guerra, la verdadera Gran Guerra. Por eso, los que aquí vamos somos guerreros de una Orden sin tiempo, sin edad... Usted está siendo traído a este combate por su propio destino, por su cuerpo astral, que le pide, le exige que lo lleve a la vida consciente, que lo conecte con Otro Cuerpo de una gnosis divina, superior. 76. El cuerpo astral tiene idéntica forma al físico, aunque en blanco y negro, digamos, encontrándose como al otro lado de un espejo. No todos lo poseen; fue patrimonio de los arios y se ha atrofiado, como el Vril. Sólo los viras pueden resucitarlo. 77. El cuerpo físico es el hijo de la madre; mas, el cuerpo astral es el "hijo del hombre". Usted tendrá que darlo a luz. ¿Ve usted? Se ha llamado a Kristos el "Hijo del Hombre"; porque Kristos es el cuerpo astral, que debe nacer, resucitar, dentro de nosotros mismos. Es el Hijo de la Inmortalidad, de la Eternidad... Por ahora, no es más que una nebulosa, un fantasma informe, una sombra atrofiada, que le está pidiendo a gritos que lo vuelva a la vida, que lo resucite, que le dé una forma, su forma, que le dé un Rostro. Pero no se olvide, el cuerpo astral, el Hijo del Hombre, del guerrero, no es igual a usted, sólo en parte se le parece, porque tendrá dos rostros, mejor dicho, sólo una mitad de su rostro será igual al suyo; la otra mitad será igual al de un ser que aún no aparece en su vida... Como ya podrá entender, todo esto es un combate definitivo, esencial, y los que conmigo van son mis guerreros; porque nuestra Orden es una Orden Guerrera, la más antigua, la más sagrada. 78. Es ésta la muerte mística de los antiguos Misterios y de las iniciaciones. Por esto los arios son los nacidos dos veces; es decir, los Iniciados, los que han muerto aquí a voluntad y ya no mueren en la muerte física natural, porque entonces viven en su cuerpo astral, en el Hijo que dieran a luz: El Hijo del Hombre. 79. Mientras viví en Suiza, se publicó en ese país la lista de los masones helvéticos más importantes. Y en ella aparecía el profesor Jung. 80. Jung define el inconsciente como "la matriz de todos los fenómenos diferenciados, religión. música, arte, etcétera". Lo que tampoco nos dice nada. Lo hemos venido discutiendo desde el comienzo de esta obra y no vamos a insistir. Toda la terminología jungueana, prestada o
derivada del psicoanálisis, deberá ser reemplazada por la legendaria y hermética, si es que queremos llegar a alguna parte. 81. La iniciación puede reabrir el tercer ojo, transformar al héroe en gigante, al vira en divya, para seguir usando los términos del esoterismo tántrico. En superhombre, en Sonnenmensch. Cortar la corriente lunar, para volver a ser solares (del Sol Negro.) Recuperar el Vril. 82. Un iniciado, que desea entregar su vida a la aventura que aquí hemos descrito, al Trabajo de la Inmortalidad, deberá sacrificarlo todo, en especial su vida personal, la de los sentidos y del sexo; siendo el sexo lo más importante. Se trata de transmutar las fuerzas, las energías. Jung lo ha explicado en sus estudios sobre la Alquimia. De todas las energías de que el hombre dispone, no hay otra que se compare en poder y misterio a la del sexo. Tan poderosa es que sólo ella puede crear nueva vida, reproducir nuevos seres en la carne. Y cuando no reproduce la materia física, también puede dar vida al Hijo de la Muerte, al Hijo del Hombre, al Cuerpo Astral. Transmutando, sublimando. Porque lo que hoy se llama libido, en el lenguaje legendario es Kundalini, la Serpiente de Fuego, Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada, que vuela y puede hacer volar. La castidad del iniciado nada tiene que ver con el sentido judeo-cristiano del pecado, el odio y el resentimiento de los esclavos. La tierra actual deberá ser transmutada, la naturaleza transfigurada, el Crepúsculo de los Dioses dar paso a la Resurrección de los Dioses. Y esto es otra cosa. Es una transmutación alquímica, una sublimación, una espiritualización de la materia. no es para todos, únicamente para el iniciado, para el ario, en el centro de una jerarquíaMas, de castas. 83. La Mujer-Maga es en verdad la Walkiria, que en algún lugar fuera de este universo nos entregará la Copa del Grial, llena hasta los bordes del licor de la Vida Eterna. 84. Esta Guerra no ha llegado a su fin. Nunca terminará. 85. En el amor arquetípico, tántrico, esto se reproduce, pasando a ser la mujer la activa y el hombre el pasivo. Es el Maithuna, o coito mágico, donde la mujer iniciada, la yogini, se mueve, se agita. El hombre iniciado, el sadaka, el héroe, permanece inmóvil, lejano, extático, sin eyacular el semen afuera (Bundi), solamente adentro, para impregnarse a sí mismo y quedar incincta del Hijo de la Muerte, del Hijo de la Eternidad, del Hijo del Hombre, del Cuerpo Astral, como se ha dicho. 86. Hemos tratado de revelar la posibilidad existente para el iniciado de dar a luz su propia inmortalidad, su Cuerpo Astral, su Hijo del Hombre, cuando, por la Iniciación de A-Mor, ha quedado incincta de la Amada, en una suerte de partenogénesis iniciática. Otro tanto pasaría a la Mujer superior (no a Eva), a Lilith, a Allouine, pudiendo quedar incincta de un "Ángel", también por Amor Mágico, por Iniciación de A-Mor, en el contacto telepático, astral, con el Amado. Y así Ella dará a luz el verdadero Hijo de la Mujer, algo que existía adentro, en potencia, virtualmente. 87. Este maravilloso camino de A-Mor es esencialmente viril. Sólo los héroes podrán enfrentar las pruebas que la Amada pone a sus elegidos para entregarles la Copa del Grial, plena hasta los bordes con el Licor de la Inmortalidad: Soma, Ambrosía, Amrita, Ahorna. Llena, en verdad, con la sangre azul de los hiperbóreos, de los arios, de los Nacidos Dos Veces y que los Minnesánger beben en el rito de la Minnetrinken, dentro del Círculo de la Mánnerbunde.
88. Hiperbórea no se incluye totalmente en un tiempo histórico; se sitúa fuera de la Respiración de Brahma, de la Creación demoníaca del Demiurgo Jehová. 89. Es el Amor de la Eternidad, de la Inmortalidad. Porque sólo existe una Ella hiperbórea para un El hiperbóreo en todos los universos y más allá de ellos. Y es crimen y suicidio espiritual traicionar a la Amada Eterna. 90. Sólo si él vence, si da a luz el Hijo de la Muerte, si se eterniza, revistiendo su Cuerpo Astral de materia inmortal, imperecedera, de Vajra, si con el arma en la mano fuerza la salida, estará en condiciones de poder resucitarla, de retornarla a la vida, de hacerla también inmortal. Ella partió desposada y con un rostro para su alma. El rostro del Amado, debiendo continuar el camino de su iniciación, de su inmortalización, sola al otro lado, pero telepáticamente unida a él, como su Walkiria. Ahora le espera en el Walhalla, para curar sus heridas y reconstruir sus cuerpos destrozados, si él muere en el combate. También para entregarle la Copa del Grial, de la Vida Eterna, llena hasta los bordes con el licor de la Inmortalidad. 91. Ellos no son creadores, sino meros copistas, ladrones inclinados a la falsificación, el drama de los viras hiperbóreos aquí introducidos, caídos, aprisionados, será siempre el mismo y obedece a un móvil: arriesgarlo todo para presentar el combate al Enemigo en su propio territorio, pudiendo ganar la Guerra desde dentro. Estos héroes han comprometido la pérdida de sus almas hiperbóreas para destruir la pesadilla del Demiurgo, su falsificación, su mezcolanza. Ellos intentan volver el mundo a la pureza srcinal, transmutar la tierra, transfigurar la naturaleza corrompida, adulterada por el Demiurgo Jehová, por el Señor de las Tinieblas, que, a su vez, pretende ir extendiendo su gangrena, su infernal copia, su máquina de los retornos, su respiración, su sueño "evolutivo". He aquí la Gran Guerra. 92. A lo que los viras despiertos aspiran, los arios, los hiperbóreos, es a salirse de la creación demiúrgica, de todos sus yugas, incluyendo el Satya-Yuga, la Edad Dorada, a pasar más allá de sus Arquetipos, a redimir la Creación, arrebatándosela al Señor de las Tinieblas, transmutándola. 93. La primera partición acontecida en ese Universo "más allá de las estrellas", donde "son otras las leyes, o no hay leyes", habrá tenido por esencia y compulsión la Gnosis, la aspiración a un Rostro. Después de la intervención del Demiurgo y de su plagio en el Reino de las Sombras, además de esa compulsión, se ha recibido una orden de guerra y los héroes (Eros), los Siddhas hiperbóreos han entrado escindidos al Universo de pares de opuestos del Demiurgo Jehová, para combatir y rescatar a los camaradas prisioneros, al mismo tiempo que destruir la creación diabólica del Señor de las Tinieblas, transmutándola, conjuntamente con la resurrección del vira. 94. Cuando los divyas abandonan la primera Hiperbórea, cuando El y Ella penetran en la creación demiúrgica, por algún resquicio, por la puertaventana de Venus, adquieren un cuerpo de materia terrestre, mientras se atrofian sus cuerpos de materia espiritual. Han forzado, sin embargo, una mutación en el cuerpo animal, en el instrumento robótico de tierra al tener que utilizarlo. Son los viras, los héroes legendarios.
95. Si en eones de tiempo le es dado a El encontrarse con Ella, El lo sabrá, porque adentro de sí mismo algo se enciende: ese embrión de alma-recuerdo, al que dará un Rostro, el del cuerpo terrestre de Ella, si es capaz de A-Marla con el A-Mor Mágico que se enseñara en la Hiperbórea Polar, en el Satya-Yuga, dando así a luz el Hijo de la Minne, de la nostalgia y del recuerdo de ELELLA, del ansia. El Hijo del Hombre. Muchas veces le habrá sido dado encontrarla en el peregrinar de las rondas del Eterno Retorno, con un mismo rostro, sin saber inmediatamente que era Ella, hasta que la Nota vibre en su más prístina pureza y el Rostro sea fijado para siempre por la Nostalgia, por la perseverancia con la que El lo ha soñado, lo ha inventado: su Flor Inexistente, la cosa contemplada, al borde ya del naufragio y de la total desesperanza. Entonces, ya no habrá más que una Ella para El, y un El para Ella, en el combate de todos los mundos, de los soles y las tierras. ¡Oh Dioses!, quizás aquí se encuentre la razón más íntima de todo el Misterio de ese Drama Hiperbóreo de la separación. Esas almas im Nebel; masculino absoluto una, femenina absoluta la otra. Ellas no tenían rostros. Sólo entrando a combatir en el mundo mezclado y corrompido del Señor de las Tinieblas, sólo reencontrándose y A-Mándose transfigurarán este mundo, obteniendo como premio un Rostro. La Individualidad Absoluta, la Resurrección: NOS. Como héroes han penetrado a un universo donde los "muertos entierran a sus muertos", arriesgando perder hasta su inmortalidad en el sueño y el olvido del samsara, de avidya, existiendo apenas entre esas chispas dispersas, inventadas por el Demiurgo, ensayos de ideo-plasma, animales-hombres, robots, máquinas estelares. Y han caído aún más abajo al cometer pecado racial de mezclar su sangre hiperbórea de las hijas la tierra, delelanimal-hombre. Y su combate se ha hecho aún con más ladramático, mássudras difícil,de más desesperado, cuando se produce la Traición Blanca y algunos siddhas hiperbóreos se pasan al Enemigo. Han llegado a creer en su engaño evolutivo. Son ellos los que revitalizan su plan galáctico, entrando a colaborar con Jehová y sus jerarquías de Manus y de Aiones satánicos, con sus arquetipos, sus iglesias y organizaciones, sus democracias, sus komintern. Empujan la ilusión, la pesadilla, con renovado brío, hacia un abismo de plomo. Mas, si el vira hiperbóreo triunfa, porque ha hecho de su emblema el "honor que se llama lealtad", no sólo habrá dado un Rostro a su alma, sino que también a ese Alguien que se quedara esperando como al borde de una Fuente, reintegrándose, sin ser absorbido, pudiendo salirse para siempre del mundo de los Arquetipos y de las Ideas-Plasmas, pasando más allá, hacia un sueño no soñado ni por los más grandes Peregrinos del Ansia. Habrá derrotado al Demiurgo Jehová y a su corte de "traidores blancos", transmutando su creación, su plagio. 96. Tras la partición de ELELLA y ELLAEL, a medida que El y Ella se alejan, a través de estrellas y constelaciones, donde la manifestación ilusoria del Demiurgo se reproduce y se repite en el ideoplasma, en los infinitos pares de opuestos, porque a mayor distancia de la respiración primera el número aumenta, hasta hacerse incontable en el Kali-Yuga, la Minne hiperbórea se obnubila. Cada vez más espeso, más sombrío, el Demiurgo imprime las formas recortadas de sus minerales, vegetales, animales y simios-hombres. Sin la ayuda de los divyas traidores, de la caída y de la mezcla de muchos otros, habría sido incapaz de dotar de energía y conciencia a sus robot-golem. El Demiurgo moviliza sus legiones arquetípicas, angélicas,contra el héroe hiperbóreo para impedir que pueda cumplir ese "sueño no soñado ni por los más grandes utopistas". A medida que se desciende en la expiración, disminuyendo la energía, aumenta la cantidad junto con la densidad. Es el mundo gregario del Demiurgo-Jehová. Hay Dioses y Diosas hiperbóreos, divyas que se aventuran a descender tan bajo, para imprimir dolorosamente su sello en ese plasma demiúrgico, en esa expiración por ellos no producida, en esa Maya, para
intentar revertiría, transfigurarla, al mismo tiempo que buscan lo que extraviaran. Dioses hiperbóreos encarnados tan abajo, tan oscuro y que han perdido a veces la memoria del srcen, la razón de la aventura heroica del combate, en la mezcla con los hijos de los hombres, en el contacto con los animales, los minerales y las plantas,corrompidos por el Demiurgo satánico. Los robots que El formara. Y es aquí, en estos oscuros planos de la manifestación, en las edades donde como un río circula el tiempo, donde el héroe hiperbóreo, el hombre divino, podrá derrotar al Señor de las Tinieblas, inmortalizándose al recuperar su Ella. Resucitando, naciendo otra vez, haciéndose un Aryo. Porque únicamente aquí le es posible desposarse doblemente, dentro y fuera de su alma, dándole el Rostro de carne, inmortalizado en Vajra, con el Vril, al parir el Hijo del Hombre. Sólo aquí el vira se habrá personalizado, haciéndose consciente de Sí-Mismo, alcanzando la Individualidad Absoluta. El sadhaka y su yogini, unidos y separados para siempre, ELELLA y ELLA-EL nuevamente, pero con el Rostro del Hombre y la Mujer Absolutos, camaradas, a-mantes, salidos, escapados ya del Círculo de los Círculos. Juntos a Aquel que se quedó esperando en el límite del tiempo. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis: la Runa Hagal. La Estrella Doble de la Mañana, el Sol Negro, el Rayo Verde. Sólo aquí en la tierra se entrega la posibilidad de cumplir ese rito iniciático venido de la Segunda Hiperbórea Polar, del Satya-Yuga, de la Edad de Oro: la Iniciación de A-Mor, enseñada por las Magas Hiperbóreas y que dona la inmortalidad de la Personalidad Absoluta, la recuperación del Dios y de la Diosa con un Rostro para el héroe y su Walkiria. Sólo para los divinos elegidos, para los divyas y los semidivinos viras es posible esta Iniciación de A-Mor, el ritual el Sadhana, la más acción sincronística de oasis desposarse dentro fuera. Allá, en el del másPanshatattva, lejano Norte -que hoy es el lejano Sur — en los del hielo, en ely Monte de la Revelación, junto al Sol Negro de la medianoche polar. Sólo a las dos primeras castas (que en la Hiperbórea polar fueran una: ativarná) les es posible el segundo nacimiento de la Iniciación de A-Mor, Únicamente a los divinos y semidivinos exiliados en esta tierra. Nunca al sudra, al chandala, al animal-hombre, al número, a la cantidad. ¿Por dónde entran a este mundo adulterado los divyas hiperbóreos? Lo hemos dicho: por la Ventana de Venus. Por la Estrella de la Mañana, Oiye-hue, Phosphoro, Lucifer. Por ahí entran Arbaris (Avris) y Allouine, en busca de conquistar sus Rostros. ¿Por dónde salen los héroes triunfantes, por dónde se escapan del Círculo de los Círculos, abriéndose paso con las armas en las manos? Por la Estrella de la Tarde, Yepun, Esper o Esperas, el hermano de Atlas, la Estrella Vesperal. Por Wotan, con Wotan. A través de enormes espacios de tiempo, de kalpas, manvantaras y yugas, la memoria del héroe hiperbóreo es ya apenas un débil eco que a veces resuena como el cuerno de Siegfried, herido de muerte en el bosque de encinas patriarcales. La memoria de la sangre, la Minne hiperbórea se ha borrado casi en los abismos del Kali-Yuga. Es por esto que se hace necesaria la venida de algunos Liberados que aquí descienden, como Avatar, en los instantes más críticos, en el interludio del Sandhya, o del Sandhyansas que ellos transmutan en el Yuga Hiperbóreo de los Héroes. Traspasan su fuego por unos intensos y cortos períodos, para estremecer al Universo del Demiurgo y espantarlo. El Avatar despierta la Memoria de la Sangre Hiperbórea, destruye las sombras del ensueño de Maya, del samsara, agita las almas de los héroes, y les lleva nuevamente al Combate de su Gran Guerra. Danzando como Shiva Nataraja les recuerda su patria divina, la Primera Hiperbórea. Es éste el sacrificio del Avatar, su descenso, que aquí viene a ayudar a los suyos, imprimiendo su sello arquetípico hiperbóreo, de fuego mítico, en el plasma demiúrgico, adquiriendo por un cortísimo tiempo su forma humana, y así regenerándolo; porque con su encarnación hace posible una alquimia de
transmutación y el retorno, la vuelta a Hiperbórea de sus guerreros más leales. Los verdaderos arios, los elegidos. 97. Como todas las cosas que suceden del "quinto plano de la manifestación hacia abajo", cuando ya la expiración se ha hecho débil, encontrando, además, esa extraña fuerza enemiga que lo adultera todo, conjuntamente con el Yuga de Kali, con la sombría Edad del Hierro, también la creencia en la reencarnación ha pasado a ser una fantasía más, diabólicamente falseada por las mentes inferiores, la superstición y la ignorancia. Lo qué debió comprenderse simbólicamente, ha venido a ser tomado al pie de la letra, de modo que, conjuntamente con el exoterismo cristiano y su inmortalidad para todos, compone la religión y la fe de las masas. Está hecha para ellas. Un exoterismo gregario, un "opio para el pueblo". 98. No existe por ello inmortalidad de lo personal, de lo individual, mientras no se haya individuado en la Personalidad Absoluta. Y esto no es posible a todos. El Camino de DevaYana, el de los Dioses, el del Norte, es para el héroe, para el guerrero hiperbóreo, para el ario, que se ha jugado la eternidad y la inmortalidad en un combate muy duro, en una Gran Guerra, de todas las horas e instantes de su vida terrestre. Los otros, que cruzan el umbral de la muerte física, podrán continuar por un tiempo una existencia larval, fantasmal, hasta que se cumpla la segunda muerte, donde el cuerpo astral es disuelto en el éter, así como el cuerpo de tierra ha sido disuelto en la tierra. 99. No hay inmortalidad todos, sólo para pocos.esLalomayoría son si"muertos que entierran a sus muertos". para Y la reencarnación, asíunos entendida, mismo que no existiera. Porque el que reencarna, no lo recuerda, por la razón de que no hay nada individuado que reencarne, que pueda recordar, que tenga memoria. Y si la tuviera, no reencarnaría, sólo retornaría -y un número limitado de veces- porque habría tomado el Sendero Deva-Yana. A no ser que sea un Boddhisatva, un Tulku, un Avatar, que vuelve a voluntad y que no usa un solo cuerpo, sino muchos. 100. La Reencarnación es sólo para el hombre-animal, el sudra, el chandala, el robot creado por el Demiurgo, por el Señor de las Tinieblas. En forma por decir mecánica, automática, se reproduce, se reencarna, con distintos cuerpos, cambiando de sexo, de hombre a mujer y hasta en animales. La ilusión de una ley kármica sirve al Demiurgo tiránico para mantener sujetos a sus esclavos de la Atlántida. Es decir, la reencarnación de los "espíritus vitales" y de la fantasmagoría de un yo, creado (copiado) en forma también arquetípica por el Demiurgo, rige sólo para el animal-hombre, para el chandala. Para los hiperbóreos, penetrados en este Universo, no cuenta la reencarnación, sino únicamente el Eterno Retorno, como ley cíclica y voluntariamente aceptada en los momentos de entrar aquí, como norma que rige en la prisión donde han quedado. Mas, aun así, el número de retornos deberá ser limitado, sirviéndoles únicamente de oportunidad para librar su Combate contra el Señor de las Tinieblas y para inmortalizarse, resucitando como divyas absolutos, como Personalidad-Total, pudiendo arrastrar consigo el Universo demiúrgico redimido, transfigurado. 101. El hombre tendido está como muerto. Podría pensarse que Kali lo ha sacrificado de verdad. No es así, pues la muerte es sólo aparente, correspondiendo a la muerte mística de la Iniciación, ya explicada. Y esa Mujer-Diosa representa al cuerpo astral del vira, a su Ella recuperada, el Linga-sárira. Es la Hija-Hijo del hombre, recuperada y con un Rostro, que ha muerto al hombre natural para dar vida al homo de coelo, eterno, resucitado, con materia
inmortal, de vajra roja. Es también la rubedo de la Alquimia, la opera rosa. Y todo re-unido por ese Cordón Dorado, que no se cortara, al tercero—que es el sexto, lo hemos visto— a la persona, que ha adquirido una personalidad, un rostro: NOS, el Hombre-Total, la Mujer-Total, el Hombre y la Mujer Absolutos. 102. La misma guerra es librada aquí y allá, en más de un mundo, y lo perdido aquí es ganado allá. 103. Afirma el Rig Veda que ni los Dioses, en el más alto cielo, saben cómo ha sucedido esa tragedia, esa pesadilla de locura de la Creación del Demiurgo. 104. La enorme conspiración terrestre para escamotear la verdad de los orígenes extraestelares, tiene también causa y principio fuera de este planeta. Está dirigida por el Demiurgo y por los divyas traidores. 105. Al Samadhi vedantino, que es una trampa introducida en la India ya mezclada por la Traición Blanca y por la sugestión del Demiurgo, deberá oponérsele el Kaivalya tántrico ario, es decir, la separación absoluta del Mago, la Personalidad Absoluta, la inmortalidad con un Rostro, por oposición a la fusión y disolución. 106. El Génesis, en su srcen, antes de ser expurgado y falseado en su más profundo sentido. Ahí, en el Paraíso, en Para-desha, enlaelCiencia Monte de Revelación, Meru,capaz habíade unentregar Árbol con Manzanas de Oro, poseedor de del laBien y del Mal.enElelÁrbol la Inmortalidad y de hacer a los héroes como Dioses y más que Dioses. 107. Lo que en verdad fuera esa Columna sólo se puede entrever por el verdadero nombre del Dios-Siddha Hiperbóreo, que aparece en las sagas nórdicas: ER, IR. Quiere decir Poder. La Columna fue así un poder que poseían los Hiperbóreos, los divyas, los siddhas, que pierden al mezclarse con "las hijas de los hombres". Con este poder les era dado mantener abierta la Ventana de Entrada, la Puerta de Salida, en la Estrella, la conexión con la Primera Hiperbórea. Era el Vril, una suerte de Rayo que se proyectaba desde el entrecejo y que ha quedado reducido a una pura virtualidad en las glándulas pituitaria y pineal, calcificadas en el Kali-Yuga. 108. Las Runas son también mortalmente odiadas por los representantes del Kali-Yuga, por el animal-hombre, por los esclavos de la Atlántida y por los acólitos del Príncipe de las Sombras, de la esclavitud, de la mentira y de la fealdad. 109. Los signos de las Runas son únicos entre los alfabetos mágicos, con perfiles agudos, simétricos, se parecen sólo al cuerpo de los divyas hiperbóreos. Los ejercicios rúnicos, la yoga-rúnica del cuerpo, impregnan su materia de vibraciones mágicas. Quien conozca su Runa, adquiere el poder de la disolución y reintegración de la materia, de la muerte voluntaria y de la resurrección. Podrá hacer vibrar su Nota en la tonalidad más alta. Salirse, así, del Círculo de los Retornos. 110. El término vira; empleado a menudo en este libro y en "El Cordón Dorado", pertenece al tantrismo y se refiere a una fuerza viril, heroica, que actúa a contracorriente y que posee el saddhaká, o iniciado tántrico. Por esto pasa a ser sinónimo del héroe que combate por reinvertir el proceso de la entropía de la involución en el plano donde actúa el Demiurgo Jehová, saliéndose del Círculo de los Círculos, del Eterno Retorno, hacia "algo no soñado ni
por los más grandes utopistas". El mayor peligro para la fuerza del vira se encuentra en el miedo y el deseo. El vára-mudra destruye el miedo y el deseo, y concede el favor hiperbóreo. 111. Asgard es entonces el Himmelsburg, el Castillo del Cielo, donde Wotan y sus Walkirias aún preservan las Runas sacras, para entregarlas, junto con su secreto, a los héroes que luchan por inmortalizarse, a los vira que se transmutarán en divyas. 112. La "sangre de los héroes llega más cerca de Wotan que la plegaria de los santos". El héroe guerrero necesita en especial del honor y de la lealtad, del poder de la fe— Glaubenskraft—, perseverando en la fe, hasta que el Vril "cree la cosa contemplada". 113. Así, el Árbol está simbolizando el descenso del UR-Mensch (el Siddha hiperbóreo) en la materia terrestre, en los reinos más duros y espesos. De cabeza hacia abajo, como la Runa YR. Muerte del Espíritu en la materia. Desaparición momentánea del Siddha-divya. Pero del divya que desciende, que involuciona, junto con expirar tiene en sí el poder de retornar, resucitar. Este poder está oculto en su propia fisiología hermética, embrionaria. Únicamente ha perdido la memoria, la sabiduría. Deberá despertarla. Hemos visto que el vira exiliado posee más de un cuerpo. Los mundos (cielos en la terminología gnóstico-cátara), por los que transita combatiendo se hallan dentro del cuerpo del Arquetipo-Manu, servidor del Demiurgo, también un Góttlicher Makrokosmos. Dentro del Círculo de los Círculos todo se repite, como los ecos de una nota arquetípica. Así, el cuerpo ydel divya estará compuesto tantos al otros cuerpos como los de materiaespiritual materia-material por los que de atraviesa entrar en el mundo del planos Demiurgo. Por ello, el cuerpo de materia terrestre deberá poseer en sí el "órgano" apropiado para conectarse con el "cuerpo astral", embrionario por atrofia y olvido, pudiendo ser capaz de recrearlo, resucitarlo, "inventarlo", además de inmortalizarlo, uniéndolo con un cuerpo mental aún más sutil. En el cuerpo astral también se encuentra otro "órgano" (clave) que hace posible unirse con su Mónada, con "Aquel que se quedara esperando al borde de una Fuente". Ese "órgano" es la Runa Thor, a la que corresponde la letra Th del nombre Thule, la Runa del Regreso (con un Rostro) a la Hiperbórea Celeste, preservando el "yo", para no ser absorbido por la "inspiración" y devorado por el Demiurgo, Señor de las Tinieblas. Así, el hombre renace en varios mundos a la vez. Cada mundo estaría representado por uno de sus cuerpos (Castillos), hallándose presente en todos, aun sin saberlo, pues tiene conciencia de uno sólo, del de la tierra, del Gerdasburg. Sólo al encontrar la clave para desarrollar su Linga-Sarira, o cuerpo astral, el guerrero de Wotan podrá abrir la puerta que comunica con el plano mental, pudiendo vivir en más de dos mundos. Se ha hecho ubicuo. 114. La fuerza de las Runas produce vibraciones en el cuerpo astral, pasando a ser mediadora entre los planos del espíritu, del alma y del cuerpo. Centros proyectores de estas fuerzas son también los chakras, vórtices de energía luminosos. La magia de las Runas activa las vibraciones de estos centros. Sus ruedas se ponen a girar como swastikas, vertiginosamente. A cada rueda, o chakra, corresponden ciertas Runas. De igual modo, a cada chakra astral, corresponde un órgano nervioso en el cuerpo físico, un plexus, una glándula, con sus secreciones internas dirigidas por los vórtices astrales. Cuando las Runas activan las vibraciones astrales de los chakras, conectándolos entre sí, posibilitan la conciencia de esos centros de luz; porque esas "ruedas" también son centros virtuales de una conciencia diferente.
115. El plan diabólico se dirige a producir nuevamente el monstruo del hombre de Neanderthal. 116. También los divinos, los Dioses Hiperbóreos, que han entrado a combatir dentro del Universo recurrente del Uno, Jehová, del Señor de las Tinieblas, han quedado prisioneros de su Eterno Retorno, debiendo aceptar su ley kármica, cíclica. 117. Repitamos, en la expiración, el "aliento" del Demiurgo-Jehová va descendiendo a planos de menor intensidad de la energía, donde ya ni siquiera sus Jerarquías de Servidores vienen, sino que crean sus medios de trabajo, de investigación, sus "máquinas", sus "robots", aunque siempre las compongan a su propia imagen. Cuando aquí llegaron los divyas hiperbóreos, habrán pensado hacerlo por muy poco tiempo, el que pudieran resistir, aunque esto fuera en la Edad Dorada. Pero algunos de ellos se prendaron de las "hijas de los hombres", de los "animales-hombres", debiendo quedarse como prisioneros. Los hijos de este primer "pecado racial" fueron los héroes de los tiempos idos, los semidivinos, los aryos, los viras, que aún podrían retornar al mundo divino, transmutándose a la inversa, por medio de la Iniciación de A-Mor. Por haber vivido directamente la experiencia en este plano de la impregnación demiúrgica, deberían alcanzar más alto que los mismos Dioses, ser más que ellos, salirse, en un sueño no soñado ni por los más grandes Peregrinos del Ansia. He aquí la diferencia entre las dos humanidades terrestres, la semi-divina y la únicamente animal, la de los "robots", la de los "esclavos de la Atlántida". Es posible también que la elección de habitar el hombre, la duraytierra, sea un de heroísmo,laademás de unay derrota. Las grandescon guerras de losen Koravas Pandavas en acto el Mahabharata, de los Vanes los Ases, serían guerras punitivas en contra de los que se mezclaron, enturbiando su divina sangre. Y es en estas guerras cuando aparecen con más frecuencia los Vimanas, los Discos de Luz, al igual que hoy, en las grandes crisis de los tiempos, en el final de un Ciclo. 118. De allá han venido los hiperbóreos, entrando a este Círculo de los Círculos por un "repliegue topológico", por la "Ventana de Venus", o por un "clic" de la Mente. Sin ese recuerdo, sin esa memoria, todo se habría perdido para siempre. Allí, frente al Gral, escuchando la propia sangre, su música, junto al Fuego, los hiperbóreos cumplían con el rito de la Minne-trinken, bebían su sangre, preservando la memoria del srcen, para así darse ánimo en la increíble aventura aquí emprendida, en este exilio en la materia, en esta guerra sin cuartel contra el Enemigo que—se sabe— les va cercando. Y porque el tiempo se acelera en estas regiones, que se harán sombrías y heladas. Las Hagedissen, las Vírgenes del Sol Negro, exhortan a los héroes a apresurar la Boda, el Matrimonio Mágico, junto al Fuego. Ellas son las Esposas del Fuego. 119. La vida y la muerte dentro de la tierra del Demiurgo. La forma del divya, del Urmensch, del Hombre Original, le es aportada por la Runa. Es ella la que se imprime aquí. Se halla ahora en el mineral, como aspiración tal vez inalcanzable. Y afuera se reproduce, en tanteos, en ensayos, o copia del Demiurgo, completamente fracasados, como el mono y el hombre de Neanderthal. Y el cuerpo de dos brazos, de dos piernas, de una cabeza, de cinco dedos, sólo es una máquina, la reproducción de un Arquetipo copiado por el Demiurgo-Jehová y proyectado por su "respiración" en su Universo recurrente. Para trabajar con esa máquina, en este espeso mundo, su mal plagiador no necesitará "bajar'. Bastará con ese golem, con el hombre de Neanderthal y su lenta e imposible evolución e involución, a través de eones de tiempo y de tremendos desastres. El que lo está utilizando, no tiene prisa. En verdad está jugando, danzando dentro de su Maya-Ilusión.
Pero he aquí que algo enorme acontece, fuera del sueño de ese Jugador diabólico. Alguien se ha introducido en este Círculo de los Círculos, por alguna "puerta" o "repliegue", quizás por una estrecha "ventana". La Puerta, o la Ventana de Venus, o bien por un "clic" de la Mente. Un Derrotado, o un Héroe, venido de un Universo completamente distinto, portando consigo el srcinal divino, hiperbóreo, de la forma, que el Demiurgo corrompiera y el poder de las Runas, desciende a este mundo, dándole otro cariz y dirección a todo el proceso de repetición mecánica, pudiendo hasta redimir la materia, transfigurarla, produciendo una mutación que alcanzaría al núcleo central del Fuego Tectónico. Entra, así, en guerra total con Jehová, su Eterno Retorno y sus Arquetipos. 120. En todo caso, el mal, la verdadera derrota se produciría en el olvido del srcen divino y del objetivo último del combate, en la asimilación con el animal-hombre, con el sudra, en la caída en el sueño y la conformidad, cogido para siempre en los engranajes del Eterno Retornó y destrucción final en la Nada. Absorción en el Arquetipo, en el Demiurgo, en el Uno. Llegar a ser, después de todo y de tanto, nada más que el alimento del Arquetipo, de Jehová. 121. Ellos residen en la Asgard celeste, en Agartha, en la Tierra Interna o en ese mundo que pertenece a la "otra mitad de nuestros sentidos". Son los divyas. Luego vienen los viras, los semidivinos, los héroes, mitad Dios, mitad hombre, los que aún pueden transmutarse en divyas, en el Ser-Total, en el Hombre Absoluto, en el Sonnenmensch. Y la tercera humanidad de los animales-hombres, los descendientes del Neanderthal, la más numerosa, que aumenta yDemiurgo, aumenta,siendo, poblando la tierra hasta sus últimos Sirve de ejército al Demonio, al además, su alimento al final del confines. Manvantara. La Hiperbórea a que ahora nos referimos, la terrestre, la polar, el Mitgard de los Aryos, la Tierra del Medio, está habitada por los héroes semidivinos, siendo el reflejo, la sombra dorada de la Asgard extraceleste, hecha a su imagen y semejanza. Aquí, Wotan se ha encarnado en Rama, ha tomado su forma heroica y luminosa. Y como único medio de alcanzar la salida del Retorno, las Sacerdotisas del Sol Negro, de la Media Noche Polar, enseñan el Culto del A-Mor Mágico y desposan al A-Mado para que pueda dar a luz su propio Hijo del Hombre, su vehículo indestructible de la eternidad, el que no podrá ser devorado por el Arquetipo, por el Demiurgo, porque se ha construido en el Fuego de Vajra roja, con la alquimia rúnica de Wotan y del Árbol Iggdrasil. Con El volverá a salir de todo esto, del Círculo de los Círculos, por la Puerta de Venus. Y habrá redimido a la tierra, transfigurado la naturaleza, sobrepasado el Kali-Yuga... y todos los Yugas. 122. Los signos característicos de los Hiperbóreos son los siguientes: Inmovilidad, impasibilidad, calma interior, serenidad, gloria, victoria, terribilidad. Cuando el Rey actúa, lo hace como el rayo, extendiendo el cetro y proyectando la Runa SIEG. La Blitzkrieg. Estos son los signos de los inmortales. Mas, para que el aryo-hiperbóreo lo sea realmente no basta con el primer nacimiento, necesita de la iniciación, debiendo pasar por la muerte mística, naciendo una segunda vez. Sólo entonces habrá resucitado y será inmortal. 123. He aquí la historia que seguramente se contaba en el Génesis, antes de ser mutilado y transformado por la gran conspiración del Señor de las Tinieblas. Junto al Árbol, Allouine enseñó a Arbaris el Amor Inmóvil, en la contemplación de su cuerpo desnudo; pero sin tocarla, sin poseerla en el contacto de los cuerpos materiales, que crean el hijo de la carne y de la disolución. Ella despertó sus chakras, sus manzanas de oro, en el Árbol del Paraíso, en cuyo tronco se encontraba reclinada. Y él se transmutó en divya, cortando sus cadenas,
despertando a Allouine de su sueño. Fue más que un Dios, con la sabiduría del A -Mor Mágico, que está inscrita al otro lado de los astros, como el nombre del Gral. Entonces, Avris fue AR-BA-RIS. AR, quiere decir: "Custodia el Fuego Eterno", el de los ARyos; BAR, "Confía en el Dios que está dentro de ti"; IS, "Domínate a ti mismo y así controlarás los poderes del Enemigo". Los Siddhas hiperbóreos no procreaban hijos de la carne. Moldeaban, plasmaban sus propios cuerpos. Sólo con el "pecado racial", con la Eva terrestre, se suceden las generaciones de la tierra y se sumerge Paradesha, desaparece el Jardín de las Manzanas de Oro, se apaga la Columna de Fuego, se oscurece el Vril, se atrofia el Ojo del Dragón, muere Allouine, se hunde la Atlántida-Hiperbórea. 124. Los Siddhas hiperbóreos pretendieron organizar el mundo en los primeros Yugas, arrebatándoselo al Demiurgo. Ayudaban a los héroes a recuperar su divinidad total, por medio de la iniciación. A los pueblos de color, a los humanos, les entregaban la felicidad terrestre, organizándolos en castas, en varna. (Los hiperbóreos eran ativarna, más allá de la casta, del color). Utilizando sus facultades mecánicas en labores útiles, pensaban, quizás, producir por medio de la alquimia del color una mutación mágica en los pueblos semianimales, que pudiera llevarlos, de algún modo, a una transfiguración. Les traspasaron una partícula de inmortalidad, al mismo tiempo que espiritualizaban la tierra, arrancándola de las garras del Señor de las Tinieblas. 125. Campo de Batalla, además de la tierra, iba a ser ahora el interior del héroe, del vira, divinoElsólo a medias. 126. Cuando es el matriarcado el que se impone, los cultos se centran en la Luz del Año, en un simbolismo de la naturaleza posthiperbórica, en el fuego puramente material, en las ceremonias de la luz en el solsticio de invierno, que inspiran la creencia matriarcal de la reencarnación. La religiosidad devocional, la yoga Bhakti, el Samadhi vedantino de la fusión en el Ser primordial, en el Uno, el acento en el chakra Anahata del corazón. Lo máximo que se podría alcanzar es al chakra Sahasrara, con el mantra SAHAM: "Yo soy tú". (El Andrógino). La iniciación patriarcal hace uso de la Raja-Yoga, la Yoga Tántrica, con el Kayvalia en lugar del Samadhi, la absoluta separación, la personalidad absoluta, la individuación, pasando más allá del chakra Sahasrara, hacia Sunya, el Vacío, el Nirvana, saliéndose hacia algo jamás soñado, ni por los más grandes Peregrinos del Ansia. Con el mantra opuesto a SAHAM: HAMSA. HAM es Shiva, SA es Parvati. El y Ella separados y unidos para siempre, unidos en la separación. Este es el Camino de los Guerreros y las Walkirias de Wotan. No existe reencarnación, sino inmortalidad, salida. Salto dentro de una Flor Inexistente. El sol que hoy alumbra la tierra, es un nuevo sol, surgido con la desaparición de Asgard y la precipitación en el mundo de la materia espesa, con el declinar de la energía de la Expiración. La naturaleza también es otra. Tenían razón los románticos alemanes al creer, con Novalis, que la naturaleza podría ser modificada, espiritualizada, por medio de su Idealismo Mágico. Regenerada, transmutada, transfigurada, arrancada del dominio de la Respiración cíclica del Demiurgo por el combate sincronístico y el sacrificio del héroe hiperbóreo. 127. Tanto el Hombre de Neanderthal como el de Aurignac son creaciones robóticas y fallidas del Demiurgo, circunscritas a la ley cíclica de la evolución e involución dentro del Eterno Retorno, de su expiración e inspiración. El Hombre del Cromagnon, cuya aparición repentina es un misterio, corresponde a la entrada de los hiperbóreos.
128. La Alquimia de la Transmutación del vira en divya, en la Iniciación Guerrera y Tantrica de A-Mor, actúa rectamente sobre los genes, la sangre y sus grupos, alterando la zona más sutil del metabolismo, resucitando al Ativarna —más allá de varna—. Pero únicamente entre los viras aryos es posible. En los "nacidos dos veces". 129. Porque una vez existió otra Luz, una Luz que no cambia, la del Sol Negro Antiguo, polar, a través de la cual es posible salirse, dar el salto, hacia la Flor Inexistente del Rayo Verde. Y ese Sol Negro no es otro que la Puerta de Venus. Es Lucifer, el verdadero Guía del Retorno a Hiperbórea, en el otro extremo, opuesto al Cristo de la Luz cambiante del Nuevo Sol, de la muerte y disolución. 130. Así, el vira tántrico tiene posibilidades que quizás no se den para ningún otro en el sucederse de los Yugas. Puede llegar a ser totalmente consciente del Misterio y, de ese modo, abrir paso a su "yo" por un camino que no ha sido transitado ni por los Dioses, en todas las Edades de este Universo cerrado. Y ello porque el Camino no existe; el héroe lo "hace al andar", lo inventa, lo abre a los golpes de su Espada. Es un Camino Inexistente, una Flor Inexistente. No existe, porque conduce a algo que tampoco existe: un Sueño nunca soñado ni por los más grandes Peregrinos de la Nostalgia. Más allá del Círculo de los Círculos, de los Dioses, de los Arquetipos y de las estrellas. En la pura inexistencia del Rayo Verde. Sólo los héroes tienen esta posibilidad, los semidivinos, los que de este modo nacieron; pero no todos la realizan. Es muy difícil. El héroe tendrá que arriesgarlo todo, su muerte física y espiritual, su despedazamiento, la tortura, la traición,resistiendo la soledad las última. Y sin soltar la Espada deberá mantenerse firme, inquebrantable, angustias y los jamás dolores hasta el final, hasta la última prueba, hasta la última duda, cuando haya creído que todo fue en vano, que nada ha sido cierto, que sólo su mente, sus creaciones mentales le han llevado a ese fatal trance y al desplomarse del Universo sobre su entero ser despedazado. Si el Héroe pasa por esta prueba, si logra sobrellevarla, al otro lado, en el Walhalla de Wotan, su Walkiria, junto con el Padre de los Héroes reunirán sus pedazos dispersos, resucitarán su gloriosa carne, ahora de Vajra Roja, inmortal, permitiéndole partir hacia una región a la que sólo su Walkiria podrá seguirle, parque "ella es su única compañía y ya no tendrá otra, ni siquiera dentro de ese sueño jamás soñado...". Su Camino no tiene nombre, es el Camino Inexistente del Rayo Verde. 131. Y la forma, la única forma, en que este espantoso designio pueda llevarse a cabo, es respetando el Pacto de Anti-Sangre, el ritual de la sangre mezclada, de la sangre impura. Porque es éste también el fluido a través del cual el Príncipe de las Tinieblas se opone a los Divinos del Rayo Verde, preservando su "memoria", sus "archivos de la sombra", comprometiendo en la iniquidad a sus "elegidos". 132. Y así acontecerá otra vez, cuando la tierra vuelva a ser destruida muy pronto, al final del Kali-Yuga. Cuando un nuevo experimento del Demiurgo se repita en el Eterno Retorno, con la proyección de otro Manu. Y los divinos hiperbóreos deban entrar nuevamente a combatir, haciendo uso de las Runas. 133. Transmutar el vira (que es mestizo de primer grado) en Siddha-divya, en superhombre, en Kaula, en Sonnenmensch, en hombre del Sol Negro. 134. La raza blanca fue poseedora del Vril y de una condición especial para percibir el espacio en tres y cuatro dimensiones, cosa que el animal-hombre, el sudra de los pueblos de color, no
posee. La posibilidad de recuperar aquellas cualidades de la raza blanca srcinal se haría efectiva únicamente por una "alquimia del regreso", yendo hacia atrás, con la mezcla consciente del semiblanco con el más blanco, por una eugenesia estricta en los matrimonios y en la progenie, hasta lograr el punto exacto de la transmutación, donde todo dependerá de la magia o del milagro de la nueva encarnación de un espíritu que hará realidad la recuperación del Poder perdido, del Vril y de las cualidades de la visión que aún existían en la Segunda Hiperbórea Polar. 135. Desde niño, por instinto al comienzo, jamás he rendido culto a esos "padres de la patria", ni a sus instituciones masónicas. Ya lo dije en "Ni por Mar ni por Tierra", hace más de treinta años. Ellos dividieron este continente del sur en más de veintiún países de opereta, aislándolo para que así pudiera "cocerse en su propio mestizaje", en su propia oscura salsa bastarda de marranos y negros traídos del África como esclavos por los sucios encomenderos. Ya sabemos cómo el masón Bolívar inventó Bolivia, una suerte de Tibet sin lamas y sin Tibet. Sin atumarunas ya. Bolivia, hasta en el nombre procede de Bolívar. Y así nació este nacionalismo sudamericano, sin destino, sin base alguna, sin raíz auténtica. 136. El único remedio, el remedio radical para la curación de la humanidad sufriente es: el quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero. Este quebrantamiento significa la única posible y definitiva liberación del trabajo productor de las potencias del dinero que dominan secretamente el orbe. El quebrantamiento de la servidumbre del interés significa la restauración de lamágica libre personalidad, de lafuesalvación delpor hombre de la esclavización y también de la fascinación en que su alma enredada el consumismo. 137. El Vira dispone, así, de una fuerza viril, heroica, que actúa a contracorriente. Es la fuerza que posee el Saddhaka, o iniciado tántrico. Sinónimo del héroe, combate por reinvertir el proceso de la entropía, de la involución, que es un resultado de su entrada en el Universo del Demiurgo-Jehová. Y se sale del Círculo del Eterno Retorno, para siempre. Únicamente retorna a voluntad, como Avatar, como Tulku. 138. Dentro de un Linaje Hiperbóreo, de una Casa de Familia, con uno que llegue, que ejecute la Melodía hasta su consumación, que dé a luz el Hijo del Hombre, que construya su Eidelón, su Cuerpo Astral y con él se salga, bastará para que todo el Linaje participe de la Resurrección y del retorno a Hiperbórea. 139. Para el Vira, para el guerrero de Wotan, el entrar aquí a combatir es una obligación de honor y lealtad. Únicamente así podrá luchar contra la creación demoníaca del Señor de las Tinieblas, llegando a transmutarla, a transfigurarla. Y hasta el sexo le habrá servido, como medio de arrebatarle algunos Pasu al Demiurgo, transmutándolos en Viras, por medio de este sacrificio tántrico, por así decir. Esta es la Gran Guerra. 140. Partiendo del plomo, la Piedra Philosophal permite remontarse hasta el aurum potabile, hasta la Edad Dorada, de Saturno y Rea, hasta el Satya-Yuga, enderezando la Lanza-Eje polar. El camino pasa por la Nigredo, la muerte mística, hasta la Albedo, la resurrección de los Segundos Nacidos, de los arios de la raza blanca, hiperbórea, para alcanzar al fin la Rubedo, el Rojo de la Materia Inmortal de Vajra, del Caballero de Rojo, de las Plumas del Ave Fénix, del Pájaro que no existe. Es ésta la Danza del Ave del Paraíso, de mis "Visitas de la Reina de Saba", la Flor Inexistente, la Inmortalidad, que hay que crear, inventar, la materialización con Vajra del Cuerpo Astral. La Resurrección del Hijo del Hombre y de la Eternidad.
141. Un juego de espejos infinitos, en el plagio del Demiurgo, hacia abajo y hacia arriba. La muerte para el ario, para el Vira es renacer a una nueva vida, con el Cuerpo de Vajra inmortal. Se trata de pasar más allá del Arquetipo, de escaparse por la Puerta de Venus de las garras del Demiurgo, que ha aprisionado a los guerreros arios, a los exiliados, con el Eterno Retorno de lo Mismo, con la pesadilla de su Maya-Ilusión. 142. Esos rollos de pergaminos decían que él era Señor de una Orden de las Capas Negras, Blanca y Roja. Todo el proceso alquímico del Arte Real de la Transmutación, así resumido. La Capa es el Manto de Repanse de Schoye, es la Tarnkappe de Siegfried y la Túnica de Neso. Es el Cuerpo Astral, la inmortalización y materialización del Cuerpo Astral. 143. Es el mal del "desliz" a través de la Ventana, de una "bilocación espacio-temporal", hacia este plano de la manifestación, donde rigen los Arquetipos y el Demiurgo Jehová, constructor de golems. El mal consiste en un "clic" mental que ha hecho posible el aprisionamiento y la mezcla de los divinos hiperbóreos. La derrota en un combate cósmico, la pérdida de una gran batalla, en una Guerra que aún no termina. 144. Consiste el Asag en acostarse desnudos, en un mismo lecho, con la amada, pasando allí una noche sin tocarse. A veces, se pone una espada desenvainada entre ambos, como en el Asag de Tristán e Isolda. Esta prueba de iniciación de los trovadores se diferencia del coito mágico-ceremonial tántrico, Maithuna, en que pertenece el Asag esal casto, pudiendo parte del tantrismo de la Mano Derecha y el Maithuna Tantrismo de la formar Mano Izquierda, donde se posee físicamente a la mujer, pero sin eyacular el semen (Bundi), sin llegar al orgasmo por parte del iniciado hombre, del Sadhaka; por lo menos, al orgasmo físico. Se trata de evitar la creación de un hijo externo, de la carne, invirtiendo el proceso. En lugar de ser la mujer la preñada, es el hombre quien queda incincta de un "hijo interior", dando vida al Cuerpo Astral, que no es hijo de la vida, de esta vida, sino Hijo de la Muerte; de la Muerte Mágica, en esta vida, para poder vivir más allá de la muerte. El Hijo del Hombre. Es decir A-Mor, sin muerte, inmortalidad. De este modo se cumple también la cosmogonía tántrica y cátara, donde todo se ha invertido y el creador activo, el fecundador, no es él, sino ella, la Shakti, la contraparte femenina de Shiva. 145. En el momento actual del Kali-Yuga, el cuerpo se ha materializado lo suficiente como, para no poder encontrar una salida más que haciendo uso de su propia materialidad, o sea, del Tantrismo de la Mano Izquierda y del Maithuna. Su técnica fue descrita como "cabalgar el tigre", lo que también podría llamarse "marchar por el filo de la espada". Si uno se cae, el tigre lo devora. 146. La Alquimia es una ciencia de la Segunda Hiperbórea; ciencia de la Atlántida, que tiende a restaurar lo perdido. Es ya una ciencia y un camino de regreso. 147. Es el Cuerpo Astral creado, recreado. Es él y ella: ELELLA, en el caso de él y ELLAEL, en el caso de ella. Porque el Cuerpo Astral no existe sino virtualmente, en potencia. Hay que crearlo, inventarlo, en este proceso misterioso de A-Mor alquímico. El Cuerpo Astral es el Andrógino, que vive más allá de la muerte del cuerpo físico, recreado en el fuego del opus, con la transmutación de los materiales del cuerpo físico que así se transforma, después de haber pasado por la Nigredo, la noche oscura y negra de la muerte mística; enseguida, por la Albedo, o resurrección de esa muerte, pudiendo alcanzar la Rubedo, la inmortalización por
medio de la materia espiritual roja, que se produce en el Rayo Verde. Él primer misterio se consuma con la resurrección del cuerpo físico, que es arrastrado a su resurrección por el Cuerpo Astral, como en un Carro de Fuego, como en un Vimana (pues su forma se ha hecho redonda) y es llevado fuera de este mundo (por la puerta de Venus) hacia una situación no soñada ni por los más grandes peregrinos del Ansia. El segundo Misterio, que se cumple en el opus de esta Iniciación de A-Mor, es la Resurrección e inmortalización de la sóror, de la Amada, como una consecuencia de la inmortalización del alquimista, del sadhaka, del héroe-guerrero, del vira. El la lleva a ella a resucitar e inmortalizarse. En "NOS, Libro de la Resurrección", esto ha sido revelado, intuido. Y ahora hay dos andróginos, un Hombre Absoluto y una Mujer Absoluta, dos esferas. ELELLA y ELLAEL, que se a-man unidos y separados para siempre. Reunidos en la separación. El tercer Misterio de esta Iniciación hiperbórea es la mutación de la sangre, que se produce primero en las venas del Cuerpo Astral, logrando luego la regeneración de la sangre del cuerpo físico del vira, por medio de la vibración ígnea del azufre, capaz de transmutar el plomo de Saturno en aurum potabile, de modo que se pueda realizar la ceremonia hiperbórea de la Minnetrinken, de la comunión de la sangre, que se bebe en la Copa de oricalco del Grial. 148. Parece el amor profano y el culto del cuerpo físico del hombre y la mujer, esa aberrante historia de nuestros días. Se ha inventado el amor del occidente cristiano, hecho para el animal-hombre, para el pasu, anejo de todo simbolismo superior. Se ha perdido el duro y frío camino, el fuego polar de un culto mágico, de una iniciación secreta que, practicada por un vira su Dioses. yogini, por un guerrero y su Walkiria, les transmutaría en Dioses inmortales. Y en más yque 149. Es en la sangre del alquimista donde se produce la transmutación, porque ahí está el plomo, el azufre, el arsénico, el cinabrio. Y por medio de la compulsión del Mercurio, que circula en la sangre de la soror. 150. Hay una ciencia antigua, una técnica hiperbórea que hace posible retornar al Vira a su srcen divino, que perdiera en un combate, o situación desconocida, que aquí hemos venido descubriendo. Esa otra ciencia se preserva gracias al Cordón Dorado de una Memoria de la Sangre Aria, que aún no se rompe. El camino de esta ciencia es retrógrado, hacia atrás, hacia el srcen polar. Es el de la Swastika Levógira. La mutación que se pretende es la del Vira en Divya, en el ser divino que fuera. Y esto se logra con la resurrección del Cuerpo Astral, del Hijo del Hombre. Algo que sólo los Viras pueden lograr, pues sólo ellos tienen Cuerpo Astral en potencia, virtual, porque únicamente ellos fueron Cuerpo Astral en el srcen, en Hiperbórea. El resto no. Son sólo Pasu, animalhombre, esclavos de la Atlántida, productos "sueltos" de una evolución, siembra planetaria, golems, robots de un Demiurgo. 151. Nos desagrada tener que referirnos a Cristo, aunque sea al Kristos de la Atlántida. Jesucristo es un judío que ha estado estropeando el mundo por los últimos dos mil años, sea con el cristianismo militante, catolicismo o protestantismo, sea con el rosacrucismo, con la teosofía o cualquier secta ocultista de Occidente. 152. Coniuctio, Maithuna, al parecer con los cuerpos físicos, pero en control de sus esencias: semen, bundi y rajas. Está destinado a reactivar los chakras y a dar vida al cuerpo astral, que será el hijo de este coito mágico, alquímico, en que se transmutan los metales del Vira.
153. El "Rosarium Philosophorum", con estos dos últimos grabados pareciera estar señalando la posibilidad de un inicio del opus por medio del Tantrismo de la Mano Izquierda, con un Maithuna real, en cuerpo físico, para luego alcanzar las zonas simbólicas y espirituales del Tantrismo de la Mano Derecha, donde el Maithuna se continúa en el cuerpo astral de los amantes, —con alas— en un mundo paralelo y mental, donde los órganos materiales del cuerpo físico ya han sido transmutados en otros distintos. No habría así contradicción entre las dos corrientes. El héroe tántrico, el iniciado de A-Mor, puede seguir cualquiera de los dos caminos, el "húmedo" o el "seco", recorriéndolos por separado, o ambos a la vez, según mejor convenga a la "memoria de su sangre". 154. Creo haber visualizado, presintiéndolo, el camino de la yogini, de la sacerdotisa de AMor. Es el Camino del Sacrificio. Ella lo dará todo, hasta su "propia eternidad", se entregará entera a colaborar y a ayudar al Amado, para que él obtenga la inmortalidad en el opus y en el combate de A-Mor. Porque, "aunque parezca que es él quien combate, será ella que combate en él". Y así, "ya él no tendrá otro compañero en este mundo ni en las oscuras profundidades de la tumba; porque ella ha abierto su corazón como con una daga y se ha instalado allí por la eternidad". "Los amantes no mueren, viven en otro siglo de felicidad y gloria", decía el trovador Jacques Baiseaux. "El matrimonio (el de los mortales) es un Misterio profanado", afirmaba Novalis. La Amada lo ha dado todo, ha puesto su absoluta fe en él. A su lado, de por vida, le ha ido entregando los metales para que los transmute, impregnándolos de su fluido sháktico de sacerdotisa, de Diosa hiperbórea recuperada; sea aquí sobre la tierra, o desde otro mundo, desde Estrella de la Mañana. Con la lainmortalización del elegido, del héroe alquímico, del Vira, simultáneamente se logrará la de su sóror, la de su Amada. El tiene ahora que resucitarla, por medio de la concentración en su imagen, impregnándola de prona y bundi. Es algo así como proyectarla afuera de él mismo, como sacarla de adentro nuevamente para poder revestirla también de Vajra inmortal. Un doble parto, un nuevo dar a luz. Labor impostergable de lealtad de ultratumba, de postmortem. Porque la vida eterna de ella depende de la de El. Porque Ella le entregó su eternidad. 155. Ha despertado también la Voz, la Minne hiperbórea y posee ya el Vril. Su sangre es pura, su doble sangre, la física y la astral. Esto no se logra por un proceso temporal, de preparación por grados, dentro del tiempo terrestre, sino por un rayo, como en los "fulguradores". Es suceso atemporal, que adviene cuando la sangre ha sido purificada por medio de prácticas especiales, por esa Alquimia Grálica, cambiando el metabolismo biológico y psíquico. Se ha transmutado el plomo. El "órgano" del Vril, perdido por la raza blanca hiperbórea, se ha recuperado. 156. La energía capaz de producir todo esto se encuentra en la raíz espiritual de Bundi, cukra, ese fluido luminoso que se conforma materialmente en el semen, tan terriblemente poderoso como para poder dar vida al hijo de la carne. En la mujer se "plasma" en el óvulo fertilizado y es rajas. Pero ambos pueden remontar hasta su cauce espiritual esta energía. El hombre por la práctica del Vrajoli-mudra y la mujer por la de Amaroli-mudra. Al unirse espiritualmente estos dos "espermas", en lugar del fugaz placer físico, sukha, se produce el "orgasmo extático", que no tiene fin: Aropa. Rajas ha transmutado la sangre del Vira en fuego y en cukra la de la yogini. La "congestión astral" transmuta los cuerpos y produce la tran-substanciación de la sangre.
157. Dando vida al cuerpo astral, revistiéndolo luego con Vajra; desmaterializando el cuerpo físico, a su vez revestido de Vajra, y reabsorbiéndolo en el cuerpo astral, se obtiene un solo cuerpo; pero también se tiene dos (los gemelos) inmortales, capaces de autorregenerarse, de vivir en el tiempo y fuera del tiempo. Un vehículo apropiado para el Tulku y su combate de dos y más mundos.
Manú 158. Una suerte de Robot, de Máquina Cósmica, un Golem, que ha perdido el control y ha intentado crear por su cuenta, "a su imagen y semejanza". Aconteciendo algo así como si sobre una bella pintura de Leonardo se hubiera sobrepuesto una monstruosidad de Picasso. De modo que la existencia de todo el Universo mecánico, de la materia visible, sería una mala copia hecha sobre una hermosa tela srcinal por un plagiador satánico. 159. Contra estas huestes demiúrgicas deberá combatir el Héroe. Además deberá luchar contra los seres que el Demiurgo creara, los robots genéticos, los "repliegues psíquicos" de Jehová. 160. El día en que todos los Dioses sean liberados y redimidos por el combate de los Héroes, el Demiurgo desaparecerá para siempre, tocado por su propia destrucción, en el Big Crunch de su propia inspiración mecánica, inevitable, devorado por su hambre; o bien, succionado por la Implosión Divina. 161. La Guerra ha descendido a la corteza terrestre, y ya no se irá más. El Demiurgo necesita de sus emanaciones y hedores para alimentarse. 162. Las religiones, las prácticas esotéricas, las yogas de la India post-védica han pretendido encontrar una solución en el aniquilamiento del "yo", por medio de ascetismos y tormentos de todo orden, para volver a fundirse en el Alma impersonal, universal, en el Uno, en Brahma, en lo indiferenciado, en eso que también han llamado Dios. Generaciones de ascetas y de santos cristianos han trabajado en la destrucción del "yo". En la India son los vedantinos de Shankaracharya y los yogas Bahktis, valiéndose del Samadhi, que en sánscrito significa, precisamente, "unido con el Ser Primordial", como ya hemos dicho. Este camino y concepción deberán partir del supuesto de que el "yo" es una caída, que la personalidad es un "pecado", que hay que corregir, redimir. Y hasta cierto punto tendrían razón, en el sentido de que el "yo" y la individualidad nacen como algo único en todo el Universo, y, quizás, en todos los Universos; algo impensado, jamás soñado y que ha sido hecho posible por la encarnación de una Divinidad, de un Ser de espíritu puro, en el mundo de la carne, corrupto por el Demiurgo. 163. Habrán derrotado la estrategia del Demiurgo, redimiendo y transfigurando solidariamente a la Naturaleza, a los Aiones, en especial a Saturno-Satanás, destruyendo a Jehová-Jahvé, disolviéndolo en su Nada. 164. La mayor parte del mundo se halla hoy perdida en una animalidad sin retorno. Y la verdad es que al Avatara esto no le preocupa ya. El número de los héroes que se fueran con El han dado casi cumplimiento al Destino, Ellos ya no están aquí, se salieron. Sólo los pocos prisioneros que aún puedan liberarse importan.
165. El sexo es la corrupción de Kundalini, la punta visible de su Iceberg, arma poderosa del Demiurgo. Obliga a algunas yoginis tántricas a la actualización de su cognocimiento, con el deseo de poseer su poder y alcanzar la sublimación de su cuerpo por ese Fuego, al cruzar por sus llamas, atravesando por su hoguera transmutante. Aceptan su karma. Esa herencia genética particular de su cuerpo, o predestinación biológica que las impulsa a perder la virginidad física, debiendo cognocer el orgasmo físico, para no perderse en la prosecución de su Destino de Sacerdotisas del Sol Negro y de la Religión de A-Mor. Deberán, por ello, ser despertadas a la vida del sexo físico y del placer orgásmico, únicamente por su A-Mado. O en su defecto, o ausencia, por el Inca en Machu Picchu, por el Hierofante, o por el Maestro. Más, nunca sin A-Mor. Para luego cicatrizar la herida, pudiendo retornar en un esfuerzo supremo a la castidad, a la virginidad mágica, que no ha sido perdida, alcanzando un estado orgásmico continuo, de tipo sobrenatural. Es éste el Camino Húmedo del cognocer femenino, el Camino de las Lágrimas y de la Mano Izquierda de la Iniciación Tántrica. Sólo para algunas Sacerdotisas-Magas de la Orden Negra. Pero también existe el Camino Seco, de la Mano Derecha, de las Walkirias que no requieren del paso doloroso del despertar y cognocer del sexo físico ni de sus alteraciones profundas, de sus fuegos y tormentos. Esas mujeres divinas llegan aquí por un muy corto tiempo, como liberadas de antemano, de regreso, debiendo alcanzar por otros medios, aun cuando siempre por A-Mor, ese estado de orgasmo continuo y permanente del alma, más allá del orgasmo físico, que nada deja. 166. judío creeuna realmente supervivencia ninguna clase,(como aunque diga yTampoco prediqueellocristianismo contrario, afirmando absurdaeninmortalidad del de alma para todos si todos tuvieran un alma). El cristianismo es la más malvada de todas las religiones conocidas, realizando su ansia desmesurada de poder material por medio de la hipocresía y el engaño, siendo sus dignatarios los verdaderos "fariseos", en el más estricto sentido que ellos han dado a este vocablo. La inmortalidad no es democrática ni colectiva. Sólo pueden alcanzarla conscientemente los de srcen divino, en un Combate aristocrático, en una Guerra muy dura y en la que muy pocos vencen. 167. La yoga tántrica es un camino surcado por peligros mortales, por el filo de una espada. El Sadahka y su Yogini deberían practicar el Maithuna una sola vez y tras larga preparación "idealizante". Luego se alejarán, separados y unidos para siempre, como Hombre y Mujer Absolutos. Mago y Maga. Existen dos caminos tántricos, el de la Mano Derecha y el de la Mano Izquierda: Dakshinadhara y Vamagara. Ambos llevan al mismo fin, aun cuando el segundo podría personalizar mayormente, más luciferinamente, por los mayores dolores y combates, por los peligros mortales a que expone al oficiante, o iniciado Kaula. Equivalen estas disciplinas a los caminos "Seco" y "Húmedo" de la Alquimia. 168. El héroe re-nacido se ha hecho inmortal con un cuerpo glorioso, de Vajra, de materia indestructible. 169. Es éste el proceso de la idealización mágica de la mujer, que ha sido desacralizada en este mundo por el amor vulgar y profano. Es una "platonización" necesaria para recuperar el Eterno Femenino, para "constelar su Arquetipo", del Anima, antes del sacrificio último y decisivo del sacramento que en la Misa Tántrica cúmplese en el Maithuna, y en la Iniciación Caballeresca y de los Trovadores en el Asag.
170. Más, antes de la separación deberá cumplirse un último ritual de esta maravillosa Iniciación: el Intercambio de Corazones. Significa dar un Rostro al alma, porque el rostro de la amada queda grabado en el shakra Anahatha, del Corazón. Se lleva a cabo por un beso profundo, intenso, en que Ella espira (y expira) dentro de El (muere místicamente en El) y El en Ella. 171. Es en la lucidez suprema del Maithuna, o del Asag, en el orgasmo interior, extático, en ese estado orgásmico permanente, continuo, de todo el ser, en la Implosión que viene a significar la reabsorción, la reversión hacia dentro de Bundi, de la eyaculación seminal depositándose en el mar de la propia sangre, donde se alcanza el éxtasis supremamente lúcido, la super-conciencia del Kaivalia, que nada tiene que ver con el sueño del Nirvana, con la pérdida del Samadhi, ni con la inmersión en el Inconsciente Colectivo, ni con el cambio del centro de la individualidad hacia un punto equidistante entre la conciencia y lo inconsciente, que sería el Selbst de Jung. Es el Kaivalia, algo diferente, es el éxtasis tántrico, un estado máximo del Yo, refortalecido por el fuego y la luz radiante del Purusha, que ha venido a cruzar de parte a parte, derrotando al Arquetipo, incapaz ahora de disolver el Yo del Héroe, vencedor del Maithuna y del Asag, transmutado en Dios consciente de Sí Mismo, individuado, personalizado, con el Rostro de la A-Mada, además del Suyo propio. 172. Es en la Albedo, u Opera Blanca de la Alquimia, que continúa a la Nigredo, donde el Yo retorna, resucita. Mas lo hace como Rebis, como la Estrella Venus, de doble rostro. Ha pasado por la Muerte Místicaalde la Nigredo, voluntariamente aceptada propiciada. Y es el Cuerpo ya Resurrecto del Héroe, tercero o noveno día, el mismo cuerpo,ysólo que sutilizado, debiendo revestirse de una materia roja, inmortal, en la Rubedo, que sigue a la Albedo; materia "dura como el diamante", aunque invisible a los ojos de la tierra y que en sánscrito han llamado Vajra. Es este el Cuerpo de la Resurrección del Taoísmo y del Kristianismo Esotérico. Se ve como rojo, sutil, pero es duro como el rubí, como esas estrellas Novas, o esos soles que se han desplomado sobre sí mismo, en el Sí-Mismo, se han hecho enanos, pero pesan más que todo el Universo. Esa "materia" la obtiene el Mago Kula, como premio en su transmutación kaiválica. Y será con ese Cuerpo con el que el Héroe inmortalizado, el Asen, pueda salir de este Universo demiúrgico, liberándose por siempre de su prisión, derrotándolo. Se ha salido, además, del Eterno Retorno, hacia "algo jamás soñado ni por los más grandes utopistas"... Y en la tumba del Mago taoísta no se encontrará un cadáver, sino una Espada, símbolo de su triunfo y resurrección en Vajra. 173. Quien logró salirse de la Prisión demiúrgica, venciendo, se halla en el Nirvana, en Sunya, algo semejante al Vacío, pero que en verdad es el Yo Absoluto. Todos los conceptos del budismo han sido traspolados y falseados. Como hemos dicho, Buda fue un guerrero de la casta Shastriya, de los príncipes, y en nada parecido al santón pacifista y antirracista en que la India vedantina y dravidia, la India mestiza, lo ha transformado, al paso de los milenios. Si el Liberado vuelve, es un Avatara. Lo hace a voluntad, para ayudar a los camaradas que aún permanecen prisioneros, los de su misma estirpe, que han sido envueltos por las redes de la Maya demiúrgica. 174. Este mundo se espiritualizará sincronísticamente con el triunfo del Héroe. 175. Jehová y su Golem se aniquilarán, dentro de su Universo automatizado, junto con la sociedad de las hormigas, que ellos propician. Será el fin del Kaliyuga.
176. He aquí algo diabólico, espantoso, una involución que ya parece imposible de poder detener. Estudiando las abejas, las hormigas, en especial la vida —si así se pudiera llamar— de las termitas, nos espantamos pensando dónde podría llegar el hombre, los animaleshombres, y junto con ellos los Viras prisioneros, los Dioses involucionados. Allí se acabó toda individualidad y hasta la inteligencia y libertad personales. Sólo hay trabajo continuo, reproducción y muerte. Sacrificio obligado y miseria de muchos para la infelicidad de todos. Al final, alimento del Demiurgo. Mas, ¿habrá sido siempre así en las termitas? Se presiente también allí como una inteligencia inicial, que alguna vez fue, como un primer impulso que planificó esa organización perfecta, tal vez de un solo individuo, o de una élite, que luego desapareciera, perdurando nada más que el automatismo. Es posible que las termitas, las hormigas, las abejas, en muchos millones de años, en otros Manvantaras, hayan sido también Dioses, seres divinos, hechos prisioneros por el Demiurgo, involucionando en lo que actualmente son. 177. El Demiurgo no podrá impedir la Resurrección del Héroe, pues carece de fuerza y capacidad en contra del Espíritu. 178. El Héroe tendrá que marchar por el filo de la navaja, venciendo al sexo físico y sobrepasando al pensamiento racionalista, antes de poder alcanzar el Continente sumergido de la Atlántida, la Hiperbórea recuperada, descubriendo las entradas a la Tierra Hueca, interior, en los Oasis de la Antartica, o en el Monte Melimoyu. Tendrá que resucitar el cerebro antiguo reencontrar elmutándose conocimiento de las Runas y el Poder Odil, que lo llevarán al triunfo y para a la Resurrección, en Hombre-Absoluto. 179. Un gran Jefe Guerrero, el depositario de la tradición, del Espíritu de una comunidad de sangre. Pero Manú es una Divinidad que vuelve al reiniciarse un nuevo Ciclo de la Manifestación, a encarnarse otra vez en el hombre. Viene como Legislador y Padre de una Raza-Raíz. (De allí el "Código de Leyes de Manú"). Y es un hombre, una Divinidad hecha hombre; es el hombre que vuelve, "que vendrá" después de la catástrofe, del Crepúsculo de los Dioses y los Héroes, en el Eterno Retorno. El Avatara ha cerrado un Ciclo, un Gran Ciclo, en este caso; Manú viene a abrir un nuevo Manvantara. Y entrega sus Leyes. Nosotros, los que hemos luchado junto al Ultimo Avatara, debemos ahora combatir hasta el final por el Hombre que Vendrá, que retornará algún día, por Manú, para que la esperanza de derrotar definitivamente al Demiurgo no se pierda, dando fin al Eterno Retorno. Será, así, una nueva posibilidad, un nuevo Ciclo recurrente de la Lucha, cuando otra vez un Dios desciende (un Divya, Wotan) para dividirse en toda una tribu, en una raza, en un ejército, tras haber roto su Huevo primigenio. 180. Nuestra Lucha es en más de un plano, como lo fuera la de los Dioses, nuestros ancestros, que llegaron aquí a combatir. Es simultánea, solidaria, "sincronística". Porque nosotros somos esos Dioses que descendieron al pesado y tenebroso mundo del Demiurgo, para tratar de arrebatárselo. Seguiremos sus ejemplos, aun cuando veamos oscurecerse cada vez más el horizonte.