El albatros Charles Baudelaire
Suelen, por divertirse, los mozos marineros cazar albatros, grandes pájaros de los mares que siguen lentamente, indolentes viajeros, al barco, que navega sobre abismos y azares.
¡Qué débil y qué inútil ahora el viajero alado! Él, antes tan hermoso, ¡qué grotesco en el suelo! Con su pipa uno de ellos el pico le ha quemado, otro imita, renqueando, del inválido el vuelo.
Apenas los arrojan allí sobre cubierta, príncipes del azur, torpes y avergonzados, el ala grande y blanca aflojan como muerta y la dejan cual remos, caer a sus costados.
¡qué importan flechas, rayos, tempestad desatada! Desterrado en el mundo, concluyó la aventura: ¡Sus alas de gigante no le sirven de nada!
El poeta es igual… allá arriba, en la altura,
Autor: Charles Baudelaire Nacionalidad: francés Género literario: poesía lírica Movimiento literario: Simbolismo Tema central: Comparación simbólica entre el albatros y el poeta. Características simbolistas que aparecen: predomina la invocación simbólica, hay cierta morbosidad o satanismo en
el poema, sobrerrealismo: expresión de las cosas que sentimos o conocemos por medio de símbolos; musicalidad. Características formales: poema formado por cuatro cuartetos de versos alejandrinos con rima consonante o perfecta cruzada ABAB. Comentario: Los crueles marineros acostumbran divertirse cazando albatros. Se ensañan con su debilidad y se burlan de su impotencia. Los humillan después de despojarlos de su libertad. Pero… esto le
sucede al albatros por acercarse demasiado a la embarcación. Así, el poeta es también un albatros. Es feliz si vuela alto. Y allá en las alturas, busca la belleza más allá de la vida y de la muerte. Pero cuando desciende de su éxtasis, el mundo lo atrapa en su maldad. El autor aspira a lo bello, a lo hermoso. Pero es una hermosura que va más allá de todo cuanto existe. Si bien su poesía parece algo morbosa, se advierte en ella una honda aspiración a superarse. Sus palabras encierran un significado profundo, puro, directo. Todo el poema es una comparación si se quiere cruel, pero que nos da la idea exacta de las cosas: el poeta es un albatros, un pájaro altivo, que confiado en sí mismo se deja cazar por el marinero, por la realidad brutal de este mundo que lo arranca de su éxtasis sublime y le corta las alas con las que solía volar a los caminos no descubiertos que están más allá de lo real y existente. Correspondencias Charles Baudelaire
Naturaleza es templo donde vivos pilares dejan salir a veces una palabra oscura; entre bosques de símbolos va el hombre a la ventura, símbolos que lo miran con ojos familiares.
Así hay perfumes frescos cual mejillas de infantes, verdes como praderas, dulces como el oboe, y hay otros corrompidos, estridentes, triunfantes,
Igual que largos ecos lejanos, confundidos en una tenebrosa y profunda unidad, vasta como la noche y cual la claridad, se responden perfumes, colores y sonidos.
de una expansión de cosas infinitas henchidos, como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe, que cantan los transportes del alma y los sentidos.
Autor: Charles Baudelaire Nacionalidad: francés Género literario: poesía lírica Movimiento literario: Simbolismo Tema central: Identificación del ser humano con la Naturaleza. Características simbolistas que aparecen : aparecen las impresiones; musicalidad que se adquiere con el ritmo;
sobrerrealismo; predominio de los símbolos; las palabras adquieren nuevos sentidos. Características formales: es un soneto de versos alejandrinos; la rima es consonante o perfecta abrazada : ABBA, CDDC en los cuartetos; EFE y CFC en los tercetos.
Comentario: El soneto nos plantea que la naturaleza es una "correspondencia del
cielo", siendo el cielo el paraíso, el ideal platónico, su mundo de las Ideas, las verdades eternas. Además, los diferentes aspectos sensibles de la Naturaleza (los sentidos) se "corresponden" entre sí, es decir, podemos asociar uno al otro, y son expresiones múltiples de una unidad esencial. Yel mundo sensible y el mundo de las ideas se corresponden, y que el segundo puede ser expresado por medio del primero (dadas las correspondencias). Lo natural y lo espiritual también convergen en esta analogía. El mundo de las "correspondencias" es un mundo sobrenatural. De manera que su encuentro es un reencuentro con lo primitivo. Conocerlo es recordar, recordar lo divino, recordar a Dios, a la Idea, al ideal, como decía Platón. Esa es la misión fundamental de la poesía, y la del poeta es de descifrar, de intuir en los "bosques de símbolos" la unidad del mundo, de la creación, del hombre y de la idea. El primer cuarteto nos plantea, por tanto la imagen de una naturaleza de cuyas columnas parten palabras confusas; el hombre atraviesa siempre una selva de símbolos. Podríamos definirla en un eje vertical-ascensional, de vuelo místico. En el segundo cuarteto podemos ver el final del planteamiento de esta idea. Los mensajes son ambiguos de lejos, pero se junta en una "tenebrosa y profunda unidad". Todo puede ser símbolo de todo, y esta es la idea más importante del soneto. "Profunda" alude a que es basta e inabarcable, por tanto eterna y por tanto ideal. Tenebrosa habla de la oscuridad, habla de que la unidad nos está velada, nos es oscura, no la conocemos. El oxímoron del verso siguiente nos refuerza la idea del carácter de la unidad. Es una imagen compleja de por sí. Luego nos habla del concepto de la correspondencia misma, donde mediante una sinestesia, distintas percepciones sensitivas (de distinta naturaleza) se responden. A partir del segundo cuarteto el poema es horizontal y sinestésico. En esa selva, se mantiene un diálogo constante entre los colores, las músicas, los aromas. Lo prístino y lo pútrido se coaligan. Los objetos se corresponden entre sí. Desde ahora sería posible recurrir a imágenes y figuras y emplearlas como signos de una abstracción, de una persona, de una idea. Los dos tercetos no hacen más que desarrollar y dar más fuerza a la idea expresada en los dos cuartetos anteriores. Abunda la sinestesia y el oxímoron, como recursos estilísticos, y referencias a su cristianismo. La palabra "corrompido" aparece en el Credo, y es contrapuesta a lo "rico y triunfante", en un exquisito oxímoron. El primer terceto habla de los perfumes (las sensaciones, la sinestia), y lo relaciona con la ética, al final del mismo. El último terceto, nos habla de este mundo infinito, ideal, que por más que posea mal (esté corrompido) se acerca al Ideal. La renovación poética norteamericana: Walt Whitman
Walt Whitman (1819 – 1892) es considerado por muchos el gran poeta nacional norteamericano. De ascendientes ingleses y holandeses, nació en Long Island, cerca de Nueva York, en una familia modesta. Después de trabajar unos años en diferentes oficios como impresor, periodista o maestro, sintió la necesidad de escribir. La primera edición de su gran obra “Hojas de hierba ”, vio la luz en 1885, después de más
de diez años de minuciosa preparación. A lo largo de su vida, Whitman se dedicó con ahínco a la tarea de corregirla y aumentarla, hasta tal punto que el libro conoció nueve ediciones. Sin embargo, pasaron más de treinta años hasta que la obra conociera el éxito, pues su autor había reinventado la forma de hacer poesía hasta un punto que era difícilmente comprensible para sus contemporáneos. De hecho, por parte de ciertos sectores, los más puritanos de la sociedad, se le acusó de inmorali8dad e indecencia. 1.- En la obra de Whitman se propugna el individualismo, el optimismo, la fe en el ser humano y el amor a la vida. 2.- El poeta no rehúye los temas de su tiempo, y se manifiesta a favor de la igualdad y de la democracia. Incluso durante la Guerra Civil que tiene lugar entre 1861 y 1865 se declara a favor del bando del Norte, pues su pensamiento es antiesclavista. Dedica uno de sus más célebres poemas a Abraham Lincoln, al que se dirige como oh capitán, mi capitán. 3.- Desde el punto de vista filosófico, se ve influenciado por el trascendentalismo de Emerson, que postula llegar al crecimiento espiritual mediante la contemplación y el amor a la Naturaleza. Un referente para él es el filósofo y escritor Walden, que relata su experiencia en los bosques. 4.- Son características de su obra, en cuanto a la forma, la energía y la libertad expresivas. 5.- La ritma pierde importancia a favor de un ritmo propio creado por procesos de repetición léxica y sintáctica. 6.- En cuanto a la lengua poética, es característica de Whitman la mezcla de registros y niveles lingüísticos, desde lo culto hasta lo más coloquial. 7.- La influencia de Whitman no solo ha sido enorme en la poesía norteamericana, sino también en la española, como lo
demuestran los casos de Federico García Lorca, que escribe una “Oda a Walt Whitman ”, o León Felipe, que versiona el célebre “Canto a mí mismo ”.
Canto a mi mismo
Me celebro y me canto. Y aquello que yo me apropie habrás de apropiarte, porque todos los átomos que me pertenecen también te pertenecen. Me entrego al ocio y agasajo mi alma. Me tiendo a mis anchas a observar un tallo de hierba veraniega. Mi lengua, todos los átomos de mi sangre, formados de esta tierra y de este aire, nacido aquí de padres que nacieron aquí, lo mismo que sus padres.
Walt Whitman A los treinta y siete años de edad, con salud perfecta empiezo, y espero no cesar hasta la muerte. Dejo a las sectas y a las escuelas en suspenso, me retiro un momento, satisfecho de lo que son, pero no las olvido, soy puerto para el bien y para el mal, les permito hablar a todos, arrostrando todos los peligros, naturaleza sin freno, con energía primigenia.
Autor: Walt Whitman Nacionalidad: estadounidense Género literario: poesía lírica Movimiento literario: Posromanticismo Tema central: el destino de un hombre (el poeta) como declaración de todo cuanto vive. Características posrománticas que aparecen: se propugna el individualismo, el optimismo, la fe en el ser humano y
el amor a la vida; busca el crecimiento espiritual mediante la contemplación y el amor a la Naturaleza; aparecen la energía y la libertad expresivas; mezcla de registros y niveles lingüísticos, desde lo culto hasta lo más coloquial. Características formales: es un poema compuesto por tres estrofas de versos libres (versolibrismo). El ritmo se logra mediante figuras patéticas , o sea, aquellas que buscan conmover el ánimo de los oyentes (interrogación, apóstro9fe y enumeración), las repeticiones (anáforas, reiteraciones y paralelismos) y la fuerza de sus imágenes (vitales, plásticas y audaces). Comentario: Canto a Mí Mismo es la perfecta conjunción entre poesía y revelación. Breve pero prodigioso, Whitman puso en él todas las cosas de las que es posible enterarse en el mundo. En Canto a Mí Mismo , un hombre pone su destino en la mesa y nos dice: “Yo soy el que riega las raíces de todo lo que
crece, y la prueba de quién soy la llevo yo en mi rostro; lo que diga sobre mí, debes tú señalarlo como tuyo, porque sólo lo que nadie puede negar existe”. Es e hombre, Walt Whitman, y su destino, llegan a confundirse tanto que éste siempre es aquél, y ambos somos nosotros mismos, porque, a la larga, lo que constituye este poemario es una declaración de todo lo que vive. El Canto a Mí Mismo tiene, sin embargo, una vitalidad propia, un sello distintivo. En él está latente el Whitman más profético y visionario. Por él transita todo: la tierra, los animales, el universo cósmico, los más soterrados sentimientos, la libertad y el egoísmo, cada uno de los dioses, toda la cartografía que vienen construyendo los especialistas. Antes de empezar la primera línea, Whitman echó la cabeza hacia atrás para cerciorarse de que no faltase nada, y nada se quedó por fuera. Por ello su libro es casi un evangelio: no comporta una doctrina, pero instaura lo nuevo, confidencia lo desconocido, y abre un camino que habrá de construir quien decida oírlo. Dentro del poema hay muchas fuerzas; relámpagos que van y vienen en todas direcciones, hacia arriba y hacia abajo, hacia afuera y hacia adentro; y hay dos o tres centros en donde orbitan los poemas: la comunión con la naturaleza, la llamada mítica, y la constitución de la heroicidad. Por su título, es posible pensar que Canto a Mí Mismo está concebido desde una perspectiva egocéntrica y ostentosa. Mas, esto constituiría un error de base, puesto que lo que busca Whitman es aprehender toda la naturaleza para expresarla por su boca y, por ende, lo que resulta de este ejercicio, necesariamente, tiene que dar cuenta de toda ella. En otras palabras, cuando Whitman afirma que este es su canto, está queriendo señalar que también es nuestro canto, porque habla por todos y por todo. De esta forma lo expresa en el primer verso del poema 1: “Me celebro y me canto. Y aquello que yo me apropie habrás de apropiarte, porque todos los átomos que me pertenecen también te pertenecen”.
Este verso es algo así como una declaración de principio: si lo que dice Whitman sobre sí no vale para todos, entonces no sirve en absoluto. El poeta estará volviendo sobre esta idea muchas veces, e insistiendo en que el origen y horizonte de su canto es múltiple y nunca individual. Ahora bien, de lo anterior se desprende una consecuencia importante: sobre el Canto a Mí Mismo y, en general, sobre la poesía de Walt Whitman, ya no sólo cabrá lo bello, lo laudable, lo que es digno de nuestro respeto, sino también lo corrupto, lo secreto y hasta lo miserable.