La Ilustre degeneración Luisa Isabel Álvarez de Toledo
Índice Capítulo 1º Capítulo 2º Capítulo 3º Capítulo 4º Capítulo 5º Capítulo 6º Capítulo 7º Capítulo 8º Capítulo 9º Capítulo 1º Capítulo 11º Capítulo 12º
Capítulo 13º Capítulo 14º Capítulo 15º Capítulo 16º Capítulo 17º
2 6 15 21 32
40 50 59 72 81 89
98 110
122 130 138 149
Capítulo 1º La elite que encarna el poder, destila ejemplo. Sus actos, aún íntimos y secretos, destiñen en los inferiores, porque quien controla la información y la ley, adapta el criterio colectivo a su necesidad. Impulsada la sociedad hacia su desracionalización, desde la cúspide, anolo sospechó que la conducta de sus iniciadores y clientes, pudiese ser repro!a!le. "i realizó que en adelante, no se detendrían en el um!ral del m#s all#. Despertó all#. Despertó rodeado de oscuridad. Le dolía el cuerpo. Recordó las farolas. Hierro negro, negro, de barrio de ricos. Palpó los billetes. Tres de los grandes. Poco para lo que se habían divertido. Aspiró. lor lor a ca!po. "l ca!po que no huele huele a basura, est# le$os. "l frío de la a!anecida se le !etió en los huesos. %uiso levantarse. &o pudo. ' (Picha). (%ue no se diga). Logró la vertical lenta * penosa!ente. Haces de lu+ se cru+aban en el hori+onte. Adivinó la carretera. "l coche que le llevó pudo entrar, entrar, porque había una vereda. La buscó, tanteando entre !ato$os. "l pasado se le vino enci!a. Todo e!pe+ó !atando !atando negros de !entira, que a fuer+a de i!aginación, i!aginación, parecían parecían de verdad. verdad. Le hubiese dado igual !atar blancos, pero el a!o del chiringo no los quería en la !#quina ' Desde chicos ti-n que estar concienciaos. concienciaos. Reventar Reventar negros, (vale). (vale). Pero a los nuestros nuestros ti-n que respetarlos. Largo, que era grande, los apiolaba en carne * hueso. Le gustaba, nadie los echaba en falta * había un piraó que pagaba, al que llevase la prueba de haberse cargado a uno. Largo tenían banda propia. De noche paseaban de dos en dos o de tres en tres, co!o si no se conociesen. Llevaban cadenas * puos de clavo. $ Los escondemos entre la ropa. %uando el prin&ao se pone a tiro, nos juntamos. Le endiñamos hasta que se le desparraman los sesos. Lo mismo da que haya &ente. 'i(n miedo y van a lo suyo. "o se meten. Le escuchaban e!bobados. / Largo la!entaba que la noticia no saliese en la tele. Le gustaba fardar. fardar. ' 0uando se#is grandes, os llevarlle var- con!igo ' pro!etía. 1anolo preguntó cu#nto pagaban. pagaban. Le pareció poco * pensó que no iría. 2e había propuesto no dar un paso a gusto de otro, sin cobrar lo que consideraba consideraba su precio. precio. 3n día pillaron pillaron a Largo. Largo. Pasó por co!isaría * ca!bió de traba$o. 1ane$aba !#s pasta. ' Pego lapas * suelto paquetes. paquetes. (Pa! * a cobrar). cobrar). 2ale en la tele, pero pero no que *o lo hice. "s $odío que otro se lo apunte. Pero el que paga, (!anda). 3n día se fue del barrio. 0uando 0uando volvió, vestido co!o un anuncio anuncio de la tele, le tenían olvidado olvidado.. 1anolo * Pepe estaban en la !#quina. !#quina. &o se separaban, porque les gustaban gustaban las !is!as cosas. ' 4s !ola veniros5. 0ontestaron que no al unísono. 2i alguien con posibles pide, tiene que e!pe+ar por ofrecer. ofrecer. ' 46ale cinco de los verdes5. A su edad, era un dinero. 1anolo 1anolo hi+o el gesto de seguirle. Pepe le retuvo. 0onocía su precio. precio. ' 4Por barba5. ' (6ale). )ntraron en un mundo sin salida, con preludio de muchos *ilómetros por carretera. anolo nunca estuvo tanto tiempo en un coche. +renó. n tipo de uniforme y con pistola, metió la ca!eza por la
ventanilla. $ )l paquete. Levantó la barrera. La luna plateaba las copas de los cipreses. )l cipreses. )l consciente de 1anolo de 1anolo no reali+ó la belle+a, porque no sabía definir el concepto, pero la captó captó el su!consciente. su!consciente . Por asociación pensó en lo 7nico bello que conocía 1aru$a. Tenía el !e$or cuerpo del barrio * se decía que fue una seora. Hasta que un banco se quedó con su dinero. Lo creyó a medias, porque en las cha!olas se conta!an muchas cosas, sin ser verdad. Lo único cierto era que aruja esta!a maciza, pese a rondar la cuarentena. anolo lo compro!ó, pe&ando el ojo a junta de las ta!las, del corralillo de la ducha. La hizo col&ando una re&adera re&adera de un palo. 'ira!a de una &uita, amarrada al pitorro, para que el a&ua manase por la alcachofa. n día la mujer asomó la ca!eza. Le pilló y le dio con el cepillo. -artió a correr, a&uantando los pantalones con una mano. esde entonces la rondó sin acercarse, hasta que a aruja le dio por meterle en su cama. Le enseñó a ju&ar con su cuerpo y se ducha!an juntos. Le &ustó &ustó pero terminó por a!urrirle. a!urrirle. 6olvió a la !#quina. !#quina . "l portalón estaba al final de la vereda. vereda . )ra tan impresionante, que !orró los recuerdos. Abrió recuerdos. Abrió un criado de botones dorados. Acostu!brados al latón * la uralita, los chicos se quedaron clavados. Largo le e!pu$ó, !eti-ndoles en el salón. 0inco pares de o$os les e8a!inaron. 2e sintieron !ercancí !ercancíaa * les invadió la verg9en+a. verg9en+a. Le pareció pareció que el tipo tocaba tocaba el techo. 0on bigote, bigote, la piel enro$ecida por el alcohol * pelo rubiasco, rubiasco, le hu!iesen tomado por lord in&l(s, destinado en colonias, de sa!er lo que era. ' (:ien, 0a*etano). ' se s e dirigió al criado ' (Prep#relos). 2upieron que Largo se lla!aba 0a*etano. Lavados en baera circular, perfu!ados * e!butidos en ropa de estreno, estreno, fueron reintegrados reintegrados a la estancia noble. 3n $oven !oreno * lacado, les tendió dos vasos. $ /0e!ed1. bedecier bedecieron on sin chistar. chistar. Disfra+ado Disfra+ado de s!o;ing, s!o;ing, Largo departía con desenvoltur desenvoltura. a. Hubiese Hubiese sido uno !#s, de no gesticular en e8ceso, hablando fuerte * riendo de la !is!a !anera. ' 4Ten-is 4Ten-is ha!bre5. ha!bre5. ' preguntó preguntó la seora, que pese al !aqu !aquilla$e illa$e * sucesivas sucesivas visitas al quirófano quirófano,, e8hibí e8hibíaa eda edadd provec provecta. ta. Respon Respondie diero ronn afir!a afir!ativ tiva!e a!ente. nte. 2en 2endo do platos platos reple repletos tos de e8quis e8quisitec iteces es descon desconoci ocidas das,, vinier vinieron on a sus !anos. !anos. "staba "stabann co!ido co!idoss * beb bebido idos, s, cua cuando ndo el $efe $efe les alarg alargóó un refresco. para vosotros. (3n gran gran día). $ Ho* es un gran día para :ebieron. 1anolo despertó en el ca!astro de la chabola. Le dolía el vientre * el ano. La lu+ le hi+o dao.
' (Dos noches). ' (2í hi$o). (0on sus días). Desde el viernes no te echo el o$o. ("s lunes). 1anolo se preguntó qui-n le tra$o. La !u$er adivinó la interrogante. ' Te acercó Largo. (Hecho un 0risto). (&o entiendo que ha pas#o). Por cierto, 4qui-n te dio los tres !il duros5. 1anolo se encogió de ho!bros. ' (Pos ni lo s-). Robarlos no los he rob#o. (De eso esto* seguro). La !adre arrugó la nari+. 2intió la tentación de poner pie en pared, pero se di$o que ning7n pobre ganar, sin e!pe+ar perdiendo. 1anolo * Pepe vivieron pendientes de Largo. De$aban pasar las horas $unto a la !#quina, por si les buscaba.
al 1erca. 1anolo no entendió. 2eguía siendo rubio, barbila!pio * hasta se había puesto !#s guapo que al
principio. Largo di$o que eso no se apreciaba. / le llevó al tugurio. "l 1erca era un tipo !aci+o * calvo, con pinta de al!acenero antiguo. Pegado al puro, se aficionó a los tra$es claros de tela brillante, porque en las películas los lleva!an los empresarios de Las 2e&as, e6aminó la pieza en silencio. ' 1e lo quedo. "nvidió a Pepe, porque siguió con Largo. Hasta que un día le sacaron en la tele. Había desaparecido. Lo encontraron en un vertedero * de$ó de envidiarle. 1anolo se acostu!braba al 1erca. :ueno a su !anera, cuidaba de sus chicos. Le enseó a ganarlo, sin cansarse ni e8ponerse, repartiendo entre varios el esfuer+o que co!o ine8perto, dedicaba a uno. "chaba !#s horas pero ganaba !#s. 0o!pró piso, sacó a la !adre de la chabola * no tuvo coche, porque le faltaba edad para el carn-. A veces hacía servicios a do!icilio o en casas de traro. Hasta le !andaron con una !u$er. 1erca tuvo que e8plicarle co!o se hacía, porque solo estuvo con la 1aru$a. La clienta, disfra+ada de quinceaera, !aquillada * entrada en aos, se hacía la ilusión de despertar deseos, escondi-ndose que los pagaba. 0u!plidos los ?@, 1anolo apuraba la carrera. ' 0ó!o no te !etas en el pub * a lo que salga, (vas al paro). 2e gana !enos * se traba$a !#s. (Pero con lo que llevas rodaó, no ha* otra cosa). Porque los de las tías, (no es lo tu*o). )l erca la colocó en uno de sus locales. -a&a!a impuestos por el derecho de admisión, a!riendo al que traía pasta. )n la sala se co!ra!a el descorche. 7 en los cuartos el desaho&o, a &usto del cliente. oderado, el amo lleva!a el treinta por el camastro, dejando el resto al chico. 'odos soña!an con entrar en el piso del erca. -icadero de &ente &rande, cruzar el um!ral sacó a m#s de uno de la mierda, porque era tipos de los que se enamora!an. n día anolo, que tenía confianza, se atrevió a pedir que le llamase. ' /a te llegar#. (Pero atiende a lo que te digo). 0uanto !#s tarde, (!e$or). / có!o est#n las cosas, cuando te lla!e un cliente, preguntas al 0asi!iro. 2i dice que no, te disculpas * le !andas al 0antil. (%ue toós ti-n derecho). 1erca tenía el 0antil a nom!re de un so!rino. Reservado a los del sida, era el 7lti!o escalón de los chicos, contagiados por inadvertencia o !ala folla de un cliente. Allí ter!inó el 1inga. 0alló lo del contagio !ientras pudo, pero 1anolo lo sabía. Le preguntó si no le daba algo pasarle el bicho a los tíos. ' 4Por qu- tenía que coscar!e5. Al que !e lo !etió a !í, se le dio una higa. (/ no lo hacía p# co!er). Le dio entró el arrechucho * lo llevaron al hospital. 0uando volvió el $efe le echó la bronca * le !andó al 0antil. "n verano aflo$ó la clientela. 1anolo contrató servicios por su cuenta, lo supo el $efe, que de todo se enteraba * se puso co!o un basilisco. ' (1ira qu- te la est#s $ugando). (%u- un cliente tocaó te cierra la tienda). 2e lo contó a la !adre. Dio la ra+ón al 1erca. ' "n esto pu-s ganar perras. Pero si no sabes cuidarte, (cuatro días). 3 los jóvenes la enfermedad, como la muerte, les parece cosa de otros. Tan poco caso le hacía 1anolo, que aceptó propuesta insólita. ' Ti-s veinte !il pavos en la !ano. (/ lo que caiga). (Pero toó ha* decirlo). 0orre que el tipo ti- el sida. Dice que no, pero... 1anolo creía en Dios, el Diablo, los bru$os * los adivinos, especial!ente si salían en la tele, pero nunca se to!ó en serio lo del sida, ' 4Ti- pasta5. 1erca abrió los bra+os.
' (Toa la der !undo). "s de los que se forraron con la "8po. '/ si !e lo s- hacer... 1erca contabili+ó la co!isión. ' Trincas lo que te d- la gana. "l tipo es ru!boso. 2abe agradecer los favores. 1anolo se habló a sí !is!o ' Ha* gente a la que el bicho no la coge. ' "so dicen... . Don uan no era un cliente cualquiera. Le gustó 1anolo * lo !etió en su casa. Le abrió cuenta en el banco * le co!pró coche, cuando le dieron el carn(. =ueron tres aos de felicidad, hasta que ingresó para !orirse. "l !-dico quiso hacer las pruebas a 1anolo. &o se de$ó. '2i esto* pringao, 4qu- gano con saberlo5. '&o contagiar a otros... 0o!o le daba igual, contestó que no podía contagiar, porque usaba la go!a. 6isitaba todos los días al vie$o * le cogía la !ano. Le despedía con un !ontón de billetes. "staba seguro de heredarle, pero de$ó la fortuna a una sobrina, que le asistió de gratis, con !a*or asiduidad * cario. A 1anolo le quedó legado suculento. Lo que!ó en dos aos, viviendo co!o i!aginaba que vivían los !arqueses. Liquidada la 7lti!a peseta, fue en busca del 1erca. &o le recla!ó la co!isión de lo ganado con el vie$o, que en buena le* le debía. / le habló claro. ' Pueo !eterte en el 0antil. Lo tu*o es conocío. 1anolo aceptó * ganó tanto co!o antes, a costa de tirarse tíos hasta reventar. "nganchado a la coca, se pasó al caballo. Lo gastaba la clientela * era !#s barato.
Capítulo 2º Instalado en el v(rtice de la historia, el un&ido manipula!a el futuro ante areópa&o de nota!les, arrellanados en !utacones de cuero, que rememora!an el calvario de ;ilde y el heroísmo &ratuito de 0yron. 4umo y aroma de ha!ano, con sa!or a %hivas. $ "o han cam!iado. 5uieren ser prota&onistas y lo son, /por persona interpuesta1. )s el secreto de la democracia y el fút!ol. )l hincha participa de lo que pasa en el campo, sin tener arte ni parte. 7 el
votante del poder del líder, que pasadas las elecciones, no le har# maldito el caso. La popularidad del deporte y el sistema, estri!a en la participación. Su ausencia es el h#ndicap de la monarquía. )l rey lo es, porque nació hijo de su padre. 3l pue!lo le queda tra&ar $ enza. 3hora no dimiten ni se suicidan, porque se presentan a elecciones, por la misma razón que jue&an a la lotería. 5uieren dinero y poder. 2en&ar humillaciones. "o a&radecer favores. Se comportan como si fuesen reyes, hasta en los caprichos. La &ente a&uanta, porque sa!en que el cam!io es para i&ual, si no para peor. %uando se van, /que duran un reinado1, tienen su amparo en la clase política. n especie de familia real a lo &rande, con todos los derechos y un solo de!er? preservar el secreto. )n monarquía, quien no &usta el rey o a la camarilla, /va listo1. )n democracia, el que molesta a los políticos, /puede col&arse1. Si hay sitio li!re, se cu!re por cooptación. Los del e6terior son inoperantes, porque al no darle información, carecen de criterio y hasta de opinión. 3ntes de permitirles ele&ir, les hemos incapacitado para hacerlo. -or eso han comprendido. Les da i&ual un rey que un presidente. 3l fin y al ca!o, la política es la misma? plata al ami&o, palo al enemi&o.
altramuces. e ha!er usado la !atería que mi padres instaló en palacio, los repu!licanos hu!iesen desaparecido. "o se hizo, porque nos preocupa!a la opinión. 'iene un poder e6traño, que a la lar&a derrota a la fuerza. $/-or eso de!emos evitar que se forme por su cuenta1. $/-ero se forma1. Los reyes a!solutos lo sa!ían. "o &asta!an millonadas en hacerse admirar, por pura vanidad. Lo hacían porque la admiración en&endra temor. 7 el temor es el recurso de quien no inspira respeto. Si el pue!lo no respecta, se produce la desafección de los ejecutores intermedios. 7 el tin&lado se va a la mierda. 3ndando la condición humana de por medio, el cere!ro mejor lavado arranca a pensar de improviso. Los e&ipcios creían que cualquier su!normal podía ser faraón, porque lo revestían de tanta majestad, que la faltosidad no se nota!a. -ero los que le prote&ían, que esta!an cerca, se entera!an. 4ay ejemplo de faraones derri!ados. #s crudo lo tuvieron los emperadores de @oma. %omo lo reyes de hoy, tenían que ha!lar en pú!lico. )ncu!rieron sus defectos haci(ndose dioses. Los sacrificios de la ple!e prolon&aron la unidad del Imperio. -ero no la inte&ridad del emperador. Los liquida!an tan deprisa, que inventaron la estatua de ca!eza intercam!ia!le, para no arruinarse. I&nacio se a&itó. $ /"o pretender#s resucitar la @oma de 3u&usto1. $/%laro que no1. Sólo haceros refle6ionar. Se de!e escuchar la opinión y atenderla en lo posi!le, porque ni los sistemas, ni las personas, son o!jetivamente irremplaza!les. -or mucha artillería medi#tica que tenis, si a una ima&en de li!ertad, honestidad, respeta!ilidad y sapiencia, responde la realidad contraria, /mal andaremos1. )se vínculo vasallo : señor, que no veo por nin&una parte, no se crea popularizando a la personas reales, a &olpe de silencios y planos laudatorios. )s necesario que lo hechos respondan al elo&io. 7 que los silencios no encu!ran a!erraciones.
cuanto a los mon#rquicos, /de!en ser espejo1. Si la &ente los ve triunfar y medrar, /todos querr#n serlo1. -ero si los ven misera!les, se dir#n que no vale la pena, triunfan, /y se har#n repu!licanos1.
al mundo tan raspando, que se dio por conce!ida en adrid. )6trañaron los ojos azules de la niña, por no ha!er en su ascendencia mutación nórdica, que alarmó a I&nacio, por ser portador, salvando la situación la !isa!uela de Blvaro, que en su chochez recordó mirada celeste, en su propia a!uela, admitida sin e6i&ir ima&en pl#stica o prue!a documental. 2erio el sobresalto, 0ar!en perdió todo inter-s por su vecino. Pero
trans!iten ciencia infusa * con !a*or ra+ón la corona, !aldita la falta que hacen los libros a un re*. Lo probó, sinteti+ando e8plicito. ' %uiero tu voto. (&o falles). 1arco farfulló un respetuoso Bsí seorB, con ligera inclinación, antes de ser arrastrado por criado, a salón vecino. La ca!arilla rodeaba a Pocholo, arquitecto de -lite, pre!iado por 2u 1a$estad. ' Lo inacabado es una derrota. "l general 6ald-s, reci-n incorporado al cónclave, lan+ó frase lapidaria. ' &o cuando el error estuvo en haber e!pe+ado. Los sabios lo son, porque se detienen donde la ra+ón lo aconse$a. 1anolo agitó un raci!o de dedos. ' (Los sabios sie!pre fueron idiotas) ' la contradicción provocó una carca$ada ' (:ueno). (/a !e entend-is). %uiero decir, para las cosas del !undo. "l arquitecto no se confundió. ' Todos sabe!os que 2u 1a$estad no es un sabio. (&i falta que le hace). (2ie!pre acierta) Lo que se le ocurre gusta al pueblo, porque siente co!o el pueblo. ("s lo i!portante). Por eso repito que lo inacabado !olesta. Aerardo !arruntó lo que se !usca!a. ' Ha* !uchas obras en curso. / !#s por e!pe+ar... )stando en el secreto, avier intervino. ' Del ta$o al que nos referi!os, volaron los albailes hace !ucho. Pocholo hi+o un gesto de aquiescencia. ' ("8acto). 2e trata de un gran pro*ecto, interru!pido por la ceguera de unos !inistros, a los que deslu!bró lo pequeo. "ran !aníacos de la obra p7blica. "l agua hace falta en el grifo. ("sta!os de acuerdo). (Pero nadie se e8tasía, conte!plando una caería). Pretendían prestar un servicio al pueblo. (/ sirvieron a la rep7blica). 6ino a paso de carga, porque no ha* !onarca que sobreviva, sin e!prender grandes cosas. La masa no las espera de un hom!re de cor!ata. /-ero las e6i&en de un rey1. Habiendo asistido a la e8plosión de lo faraónico,
' 1ira, %arlos, (no !e cargues). Te aguanto !uchas cosas, (pero todo tiene lí!ite). Agoreros co!o t7, i!pidieron al 7lti!o :orbón hacer lo que debía. 4/ qu- pasó5. (%ue lo pusieron en la calle). A los re*es les aguantan, !ientras se co!portan co!o re*es. "s decir, co!o se co!portaría cualquiera, si fuese re*. A todos nos gustaría hacer lo que quere!os. 0on nosotros * con los de!#s. 2i no fuese así, los pueblos no ad!irarían a quienes les llevan al !atadero, para su propia gloria. (Por !uchas batallas que ganasen). 2i la gente !uere * paga sin chistar, es porque el resultado halaga su orgullo. 'anto importa al hom!re, que el or&ullo herido, /mata1. 7 la miseria se resi&na. "n !i opinión, el re* no debía ser tan !esurado. Podría !achacar a quien le apeteciese, sin que se levante una vo+ crítica en favor del caído. / no lo hace. Por eso le di$e que un siglo es de oro, por los enemi&os que se matan y las piedras que quedan. Ha inaugurado un !ontón de cosas. (De cartón piedra). (&ecesita piedras eternas).
que pareció ser el autor del proyecto : -ronto ver(is que mi templo, no tendr# nada que envidiar a 0ur&os y León. /7 saldr# m#s !arato1. -a!lito 0lanes se consideró o!li&ado a e6presarse. $ i mayor satisfacción es complacer a Su ajestad. Pasaron a la sala contigua. Los planos aguardaban desplegados.
edad, se empeñó en alcanzar la media, !uscando pareja de fortuna, de no tenerla esta!le. -or no quedarse atr#s, el ciudadano medió cayó en la inapetencia, acudiendo al porno y la química, para e6citarla. e novedad en a!urrimiento, jóvenes de comple6ión y edad, para no tener complicaciones, dieron en la disfunción. 0uscando lo que se encuentra cuando lle&a por su pi(, pronto estuvieron de vuelta de tríos y cuartetos, dando en zoofilia y necrofilia, no sin pasar por el sadismo, desviación e6clusiva, no hace mucho, de cincuentón en decadencia. @azona!le hu!iese sido que los tales reclutasen masoquistas, dieron en !uscar el placer en el dolor, de quien no lo desea!a. Informados los industriales del se6o de la nueva tendencia de la clientela, contrataron pupilos dispuestos a dejarse charcutar. -ero muchos dieron en forzar y violar, porque se le pasó el tiempo de fornicar por las !uenas. )n el am!iente corrieron las primeras historias de jóvenes, que se evaporaron en un servicio. 7 el policía que encontró al primer lactante, en un cu!o de !asura, no se en&añó en lo referente a la causa del suceso. Los chiquillos que ju&a!an en las inmediaciones de los prosti!ulos, a&uarda!an cliente, siendo conocido que en la lista de precios, fi&ura!an los de daños específicos. %uando apareció la niña en el vertedero, la policía lo espera!a. )l asesino quedaría impune, porque a los hijos de nadie, nadie los reclama. )l ca!o mordió su ra!ia, archivando el caso. $ "o hace falta autopsia para verlo. /Se han hart#o1. -or eso, /carpetazo1. La pat# en la puerta queda p# los terroristas. 7 si no picas alto, p# los de la dro&a. 3 (stos hijos de puta, /ni molestarlos1. 0enito era joven, no esta!a maleado y quería un (6ito. 0uscó y encontró, escandalizando a sus superiores. $ /%ómo se le ocurre nom!rar a .
$ /'odo1. 8%ómo se nos i!a a escapar esto9. -ero al chico no lo vamos a resucitar. resucitar. /7 se puede armar el cirio1. 8'e ima&inas la reacción si se enteran9. 4ay funciones que no se de!en involucrar. -erderían presti&io. anolo no esta!a para !romas? $ /87 esto91. I&nacio sonrió. $ %osa mía. e pareció pu!licitario ofrecer recompensa por una pista. 7 una o!ra de caridad. Los padres mantienen mantienen la esperanza. esperanza. 8e qu( les serviría serviría sa!er lo que encontramos9. encontramos9. anolo se tranquilizó. $ 5ue el asunto no salte por otro servicio. /'odos /'odos listos o todos im!eciles1. i m!eciles1.
Capítulo 3º Le anunciaron que iría con Su Santidad, a consa&rar una catedral. 7 lo tomó a !roma. %onfirmada la noticia por escrito, +a!rizio se sintió lanzado a túnel del tiempo, que termina!a en la -enínsula I!(rica. @epasó los anales. "o ha!ía catedral hispana, inau&urada por -ontífice. 3l su!ir al avión, se despidió de @oma y del si&lo. Aco!paando al Príncipe de la
preservó la santa unidad de )spaña. 7 no olvidemos a ese 3lfonso EII, que tras una juventud casquivana, casquivana, murió por practicar o!ra de misericordia? /visitar a los apestados1 e no ha!er sido el %ardenal 0ertoldi presidente en empresa vaticana, dedicada a la fa!ricación de santos, el prelado se hu!iese ahorrado fue&o e insistencia. "ecesitado el aspirante a los altares de inversor &eneroso y !uena recomendación, no quiso perder la oportunidad de formularla. "o perse&uía . 3r&imiro 3r&imiro intercesores renta!les, para su catedral, a imitación de las ordenes reli&iosas. 5uería sem!rar de aureolas el #r!ol de una dinastía, que reinó de la mano de la i&lesia. 3 car&o de la secretaría de 0ertoldi ,juz&ar la vida privada y pú!lica del candidato, pendía de su criterio, que el prodi&io se transmutase en mila&ro, siendo pú!lico que si el santo no le entra!a por el ojo, se eterniza!a en el &rado su!alterno de !eato. ispendioso el proceso, los particulares renunciaron a incrementar el santoral con parientes, se&ún acostum!ra!a la !ur&uesía decimonónica. 5ue una vida virtuosa no pudiese aspirar al altar, sin intervención de socio capitalista, da!a que pensar a los vivos, sacando de quicio a . 3r&imiro la tacañería del inisterio. )mpeñado en no entender que el futuro post mortem de todos los monarcas españoles, dependía de los dólares invertidos, resta!a si&los de &loria, a los que hu!iesen sido ornato de la "ación. "o pasa!a por la ca!eza ca!eza del anti&uo apóstol de las cha!olas, cha!olas, que los dineros pudiesen pudiesen ser dedicados dedicados a dotar de vivienda a sus anti&uos parroquianos, cuyo presente continua!a el pasado, sin tendencia a mejorar, olvidando que en aquel pópulo, esta!a el ori&en de su promoción. )nfundado en sotana de seda, . 3r&imiro conmovía al auditorio, rememorando las estrecheces y ries&os, r ies&os, que le procuraron la mitra. "o las refirió aquel día, por preferir dedicarlo a des&ranar virtudes, de reales personajes. Le interru!pió i!pertinente carraspeo, e!itido por el insolente 1onseor, 1onseor, que se in!iscuía en pl#tica de superiores. =curría superiores. =curría que +a!rizio no lle&ó donde esta!a, por sus silencios. -rofundo el pensamiento, r#pida la e6presión, de dicción #&il y directa, dir ecta, la anima!a un irónico cinismo, que no ofendió al hispano, por ser incapaz de captar sutiles inconveniencias, dedicadas a país fa!ricante de honores, no de riqueza intelectual y material. $ &o sabía que ustedes, ricos ustedes, ricos en documentos, pues en todo archivo hay fuentes, procedentes de los suyos, tuviesen rincones ine8plorados tan i!portantes, co!o la aparición de la 6irgen a un re* ... . 3r&imiro sonrió 3r&imiro sonrió satisfecho. ' A ustedes, los e8tran$eros, (se les van las !e$ores). 0o!o a los intelectuales descreídos, que no !erecen !erecen la gracia. gracia. =ue otorgada otorgada a un franciscano franciscano.. "s una florecilla florecilla del ca!po. ca!po. 3n santico, santico, que nunca nun ca hi+o hi+o pregu pregunta ntas. s. "l "spíri "spíritu tu 2an 2anto to le inspiró inspiró curiosida curiosidad. d. / quiso quiso saber saber qu- gua guard rdaba aba alac alacen enill illaa del del clau claustr stro. o. Pidi Pidióó licen licenci ciaa al supe superio riorr para para for+a for+arla rla.. / al pri! pri!er er !a !arti rtill lla+ a+oo se des!oronó la puerta. Dorada, con un 0risto pintado, de esos tan feos que hacían los antiguos. /3 Aparecieron los papeles, los le*ó el archivero, archivero, que es un sa!er sa!er cu#ntos cu#ntos si&los estuvo cerrada1. cerrada1. Aparecieron sabio, (* nos entera!os de todo). "l 0ardenal :ertoldi tosió ruidosa!ente. Le indignó que la incuria de un im!(cil, hubiese hubiese dado al traste con obra del trechentto. 'emiendo trechentto. 'emiendo e6plosión inoportuna, =abri+io inoportuna, =abri+io intervino. ' &o tenía tenía idea idea de que que su re* hubi hubiese ese sido sido grat gratif ific icad adoo con con algo algo tan tan e8ce e8cepci pcion onal al.. Los Los sere seress celestiales, no son proclives a contactar con testas coronadas. coronadas. "l ceo de D. Argi!iro Argi!iro se frunció. ' (Pues *a ve lo ve lo que son las cosas1. (2e le apareció). Aquí !is!o. "l !onarca, !odelo de !odestia, sólo lo di$o a su confesor. confesor. &o violó el secreto, pero no quiso quiso que se perdiese la !e!oria de algo tan fastuoso. Lo escribió * escondió el relato en lugar discreto. &ada se sabía del !ilagro, cuando Alfonso E<< inició la obra del te!plo. (Donde se produ$o). Le inspiró el cielo. Pero unos !inistros !asone !asones, s, le obliga obligaro ronn a parar parar los traba$ traba$os. os. (Dios castigó castigó al hi$o, hi$o, con el e8ilio) e8ilio).. 2iendo 2iendo nio, nio, nuestro re* pro!etió ter!inar la catedral. /4a catedral. /4a cumplido1. La malicia asomó a los ojos de +a!rizio. $ /"o dir# usted que el hallaz&o de los papeles, coincidió con la reanudación de la o!ra1
. 3r&imiro abrió los bra+os. Respiraba !a$estad, de la punta del +apato a la calva. ' (Así (Así fue) fue) (&adie (&adie pone barre barreras ras a la volun voluntad tad divina) divina) "l secreto secreto se gua guard rdó, ó, porque porque no hab había ía nacido el lla!ado a conocerlo. +a!rizio, que al&o sa!ía de historia, intentó oponer la ló&ica a la sinrazón. $ 8-rue!an esos papeles que -edro I y )nrique II, fueron hermanos de padre y madre9. La Ilustrísima hispana creció varios centímetros. $Se dice que el rey fue calumniado en lo privado. /)s suficiente1. "l 0ardenal 0ardenal :ertoldi se atusó un !echón con coquetería, coquetería, !anifestando inter-s por el hecho. ' %uisiera saber... saber... 42e han producido nuevas apariciones5 D. Argi!iro Argi!iro pareció pareció alar!ado. ' (&i una palabra) palabra) (Por Dios). ("s !ateria reservada reservada al 2anto 2anto Padre). Padre). / una de las ra+ones de su visita. :ertoldi pro!etió silencio y silencio y añadió? ' A la cabe+a de la 2agrada 0ongregación, no se le puede ocultar algo tan i!portante. )l Santo -adre da cuenta de toda aparición. . 3r&imiro, que no espera!a otra respuesta, se dispuso a propiciar la canonización de los vivos. ' (2i 6uestra "!inencia supiese a qui-n se le aparece la Reina de los 0ielos) "l 0ardenal 0ardenal :ertoldi tenía un vicio la curiosidad. ' (6uestra
poder. D. Argi!iro se ofuscó. ' (Por Dios) (0ó!o puede 6uestra "!inencia decir eso). /udar de nuestros monarcas1 &adie se atrevería en este país. "l 0ardenal :ertoldi ba$ó los o$os. %omprendiendo que no podría escapar al a!surdo, indicó a =abri+io que se acercase. )l joven onseñor descu!rió en su mirada licencia, para poner en un !rete al hispano. ' 4/ esto5. Preguntó, agitando una pierna de cera, que colgaba entre órganos del !is!o !aterial. . 3r&imiro inclinó la testa, con su falsa !odestia habitual . )stúpidas bu$ías el-ctricas, se refle$aron en su calva. ' 4Pues qu- va a ser5 (1ilagros) La 6irgen de la =lor de Lis es !u* !ilagrosa. @efinado y correcto, :ertoldi se llevó la !ano a los labios, escondiendo un boste+o. -articularmente &eneroso el país con la Santa adre @omana, de!ía mostrarse mesurado. ' 4&o habría otro lugar dónde ponerlos5 La satisfacción ilu!inó a D. Argi!iro. ' 2í. ("s cierto) &o resaltan co!o debieran. Pero no pode!os dedicar una capilla a nuestra 6irgen. (Todavía no ha sido coronada) Por ahora acu!ula!os prodigios. /n día ser#n reconocidos1. Podría!os incoar el proceso. (/ lo iniciar-). 0uando est- seguro de que la 6irgen de la =lor de Lis, supera a todas las vírgenes. (Traía en su !ano la flor de los re*es). 2u "!inencia pasó por alto la herejía. 7 se abstuvo de sealar que Alfonso E< perteneció a la casa de 0astilla, no a la de 0or!ón. +a!rizio &anó puntos. $ 1e gustan los e8 votos. (Pero antiguos). Tengo buena colección. Haberlos puesto de actualidad es... 8cómo diría9... na de esas maravillosas ori&inalidades, que encierra (ste ma&nífico país. D. Argi!iro le entendió a su !anera. ' "s de la!entar que en la tierra del 2anto Padre, ha*an perdido el don de los !ilagros. =abri+io se fingió ofendido. ' Lo que se ha perdido es la costu!bre !edieval del e8 voto. )n cuanto a los mila&ros, confieso que son raros. La pala!ra CmedievalC no despertó eco, porque la Ilustrísima hispana nunca entendió los distin&os, que separan la reli&iosidad actual, del ideal atri!uido a la )dad edia. $ (Pues !u* !al hecho) Ha* que restablecerla. "l e8voto es una !anifestación de fe. / la fe produce fe. ' sealó las bu$ías del pebetero, encendidas en su totalidad ' Sin e6votos, no tendríamos esto. 87 que quiere que le di&a9. Son tantos los que suplican &racias, que se saca una renta. Habiendo de$ado los fieles de cu!plir con el die+!o * la pri!icia, (es una a*uda). =abri+io enarboló una especie de +anahoria a!arillenta. ' 4/ esto5 ' Pues lo que ve ' respondió D. Argi!iro seca!ente. $ -re&unto si representa ori&inal del reino ani!al o vegetal . . 3r&imiro se sintió incó!odo. 7 li&eramente mosca. $ Pues... depende de có!o lo entenda!os. 2i ustedes son de los que piensan que el ho!bre es una bestia, tendr- que decirles que forma parte de la anatomía ani!al. Pero co!o para !í es criatura
de Dios, heredera de su gloria, a !#s de sagrario, que &uarda la forma en su pecho, le dir- que tiene en su !ano la representación del !ie!bro de varón, !#s peca!inoso * !#s santo, por ser instru!ento de reproducción. "l 0ardenal :ertoldi to!ó la palabra. $ )s decir, que nos encontramos ante la reproducción del pene de un comul&ante. "spero que no se ha*a !odelado a partir del original. De ser así, el portador tendría poco que agradecer a !adre naturale+a. )l o!ispo no quiso captar crítica, est(tico $ anatómica. $ "l donante, siempre &eneroso con este po!re o!ispado, ca!ina hacia la santidad. (/ no es adulación). La lascivia no ca!e en su pureza. &unca fue... $ 4Activo5 ' apuntó =abri+io, e8a!inando una cabe+a, portadora de pelo natural. ' (&o, por Dios) 2ie!pre cu!plió con el sagrado deber del !atri!onio. 7 ios le colmó de !endiciones. (Die+ hi$os). A e!bara+o por coito. Todo hubiese !archado sobre ruedas, de no tentar el !aligno a la !u$er. 'uvo una conversación. 7 se le llenó la ca!eza de p#jaros.
"l escurridizo fundador del pus Dei, les conte!pló desde el lien+o hiperrealista, con visos de cartelón publicitario, que presidía capilla del lado del "vangelio. lvidando los venablos que en tie!pos lan+ó contra la bra, D. Argi!iro, las piernas abiertas, los bra+os en $arras, desafió a 0ertoldi. $ 4/ a -ste5, 4cuando le hace!os santo5 :ertoldi conte!pló los rect#ngulos, preparados para recibir e8 votos. ' 0uando tenga tantos !ilagros co!o su virgen. . 3r&imiro les arrastró a la sacristía. $ -or respeto a Su Santidad, que en este caso parece ir a paso de tortu&a, callamos. -ero los fieles... /"o hay quien pare a los fieles1 3l trote corto, a&itando su enorme !arri&a, se acercó a la cajonera. %ao!a y (!ano, de primera calidad y p(simo &usto. Los cajones se a!rieron con estruendo, como en las catedrales de verdad. "utrida colección de reproducciones de fra&mentos anatómicos, apareció a vista de los italianos. . 3r&imiro se !añó en el triunfo. $ /'odo del padre1 3unque me est( mal decirlo, ha &anado a la Señora por puntos. @e&resaron a las naves. )n la l#pida se leía un nom!re y una fecha? FGH. $ 4/ esta tu!ba5 . 3r&imiro se defendió, a la moda del sistema. $ 4Tu!ba5. 4%u- tu!ba5 ' Gsta que esto* pisando. Luchamos si&lo y medio para sacar a los muertos de las i&lesias, no lo hemos conse&uido del todo, /7 los vuelven a meter1. )l =!ispo co&ió el toro por los cuernos. ' "n todas partes entierran a los grandes en edificios notables. ' (Pues usted dir# por qu- es ilustre -ste difunto) D. Argi!iro espantó una !osca ine8istente. ' Lo trasladaron los ó!e+ 3!bría. ("s su panteón) $ /0ien1 e!o cole&ir que est#n vivos. 7 que se disponen a ser ilustres. 4%u- han hecho de notable5 )l o!ispo se vio en un aprieto. ' Pues... est#n !u* cerca de los re*es. (2on !on#rquicos de toda la vida) / dieron !ucho dinero. :ertoldi to!ó la palabra. "l asunto le tocaba. $ Le supon&o enterado de que esto no de!e continuar. 7 advierto que !anifestar inclinación política * dar li!osnas, siendo rico, no hace a nadie acreedor al título de ciudadano e$e!plar. . 3r&imiro sonrió. Por pri!era ve+ en el curso de la !aana, se !anifestó real!ente e!bara+ado. ' 6er#... es la tradición. "n "spaa no ha* catedral sin !uertos. "s !#s, puedo asegurarle que los enterra!ientos son el !e$or ornato. 2i no !e creen, visiten las de :urgos * ranada. La co!paración del sepulcro del %ondesta!le, con la l#pida de &ranito encerado, hi+o reír a =abri+io. 2in pedir licencia se coló tras !a!para, que cerraba a!plio recuadro de la nave central. 1edia docena de albailes engullían el contenido de nutridas tarteras, regado con tragos profundos de vino peleón. Las piernas se balanceaban sobre agu$ero in!enso. ' (0ara!ba)
D. Argi!iro tragó saliva. ' &o ha* que preocuparse. Tene!os preparado un falso suelo. "l día de la inauguración no se notar#. ' %uisiera saber qu- es ' insistió =abricio, sin soltar presa. ' "l colu!bario. 2ale !#s barato ' . 3r&imiro cam!ió de pi(, rememorando rareza portu&uesa $ 40onocen la 0apilla de los sos5 "st# en Gvora. $ /3 nadie se le ocurre hacer una Ccapilla de los =sosC a estas alturas) ' e8cla!ó el 0ardenal , que compartía la sorda indi&nación del onseñor. D. Argi!iro sonrió, como un )scriv# redivivo. $ "o se trata de eso. 2e pretende ofrecer, a los !odestos, un lugar entre nosotros. La li!osna que se ha de dar, para tener derecho a panteón, no est# al alcance de cualquiera. ' "s decir que los !enos ricos, son !enos ilustres. ' Ta!bi-n en el cielo ha* $erarquías.... (/ en el 6aticano) /5u( a los papas los entierran en San -edro1 ' Pero no converti!os las iglesias en ca!posanto de uso p7blico. / "i hacemos catedrales1 =fendido en el or&ullo patrio, . 3r&imiro ar&umentó airado. $ "osotros sí. -orque no la ha!ía donde la necesit#!amos. 7 los re*es tienen que enterrarse en alguna parte. "l "scorial se llenó con el padre de 2u 1a$estad. Por eso se hi+o la cripta deba$o del altar !a*or. (randiosa) Ha* sitio para !ilenios de re*es. (/ de infantes) "l pueblo agradece que se acuda a la colaboración de particulares. /)so de menos que pa&a de impuestos1 -ero la verdad es otra. "uestros reyes son tan !uenos, que quieren compartir todo con sus leales. /4asta el m#s all#1. +a!rizio comprendió que la hija dilecta de @oma, ha!ía re&resado a 'rento. Se pre&untó cu#l sería la reacción internacional, cuando encendiese las ho&ueras.
Capítulo 4º )n el día de autos destacó, entre los invitados, el matrimonio con mejor porvenir del reino. Lo forma!an @osita y !aldo. =ri&inario el marido de la clase media, simp#tico y sa!iendo dónde poner sus huevos, somera información en torno a las aficiones de la real familia y veraneo en sus pro6imidades, le la!raron un porvenir. 'ra!ada amistad con miem!ro influyente del clan, fue depositario de sus confidencias. $ Lo malo es la falta de perras. onde partidos y sindicatos nacen por su pie, se financian solos. -ero en monarquía, la lealtad a la corona ha de ser denominador común. 7 eso se pa&a. )l carisma de un rey de nacimiento, cuenta. /-ero no es definitivo1. )6cluir a los candidatos que no convienen, domesticar a periodistas, intelectuales y a los industriales de la idea, para que no di&an lo que no de!en, ni dejen de decir lo que de!en, cuesta un pastón. -uesta la ca!eza, ponen la mano. Si no tuvi(semos que ser demócratas, saldría !arato. -ero fuera no nos reci!irían en sociedad. 7 dentro tendríamos pro!lemas. "o sa!en que es una democracia, pero sueñan con ella. -ara ser popular y al mismo tiempo respeta!le, el rey de la restauración tiene que traerla. 7 al mismo tiempo salir en la foto. 4acerse familiar, de!idamente enmarcado. )l suceso puede ser una visita a cualquier parte, !añ#ndose en multitudes o una inau&uración. -ero el escenario no de!e ser vul&ar. )l &rande los crea e6traordinario. Lo fueron en el año dedicado al imperio. /"os permitieron recuperarlo1. -ero aquello nos dejó secos. 7 para no perderlo, hay que se&uir &astando. Inversiones ruinosas, porque la fuerza moral no !aja del cielo, como la del -apa. /'enemos que pa&arla1. 4ay que conse&uirla y conservarla, para conse&uir ese efecto dominó, que ha&a imposi!les las revoluciones. Se iniciaron con la caída de las monarquías. /7 morir# cuando est(n restauradas1. 3 punto estuvimos de
conse&uirlo en 0rasil. 'odavía no entiendo el fracaso del refer(ndum. Se perdió un dinero, pero no hay que desanimarse. "uestra &ran oportunidad si&ue estando en el )ste. %reado el am!iente, lo dem#s se&uir#. /4asta +rancia1. -ero por ahora, hay que se&uir pa&ando. "o conviene soliviantar a la &ente con los impuestos. )mpiezan a rezon&ar. 7 eso es malo. %omo eres listo, al&o se te ocurrir#. !aldo refle6ionó. $ Los españoles ahorran. $ -ero no se fían. Le hemos prometimos el oro y el moro un montón de veces. 7 al final el que invirtió se quedó en la calle, viendo como se ponía las !otas, el que fue a sacar. $ 4a!r# que confiarlos. $ /'ú dir#s cómo1 $ -ido una semana. !aldo se encerró, planificando la trasferencia de ha!eres, de cuenta a cuenta, contra la voluntad de su dueño, sin esc#ndalo ni rastro detecta!le. ltimado el planin&, lo e6puso a su protector. $ )l dinero est# en los !ancos. %on unos accionistas, que no se meten en nada, !asta procurarse un consejo sumiso, para poder facturar capital, reservas, depósitos y hasta saldos de cuentas, donde nos d( la &ana. %on media docena de tipos despiertos, callados y capaces, quien controla el país, controlar# los ha!eres privados. Sólo pon&o un par de condiciones? que el 0anco %entral aprue!e los !alances sin chistar y la prense nos jalee. ientras la &ente ten&a confianza, no faltar# para enfrentar los pa&os en el día a día. )l pro!lema est# en !uscar un tipo que sepa convencer. 7 li!rarle de quien moleste, sin que los defenestrados sepan por qu( los echan. )l ilustre resplandeció. $ )l hom!re, /lo ten&o1. /)li&e empresa1. $ /Sencillo1. )l 0anco @ojas. Inspira confianza y es el m#s fuerte. )ntrar en un !anco privado por arri!a, sin tener acciones, adem#s de ser pr#cticamente imposi!le, est# &eneralmente mal visto.
ocasión, con promesa de indemnización principesca. !aldo consi&uió casar con cura y una @osita de !lanco, poco antes de producirse el anunciado nom!ramiento. on#rquicos los consejeros del 0anco @ojas, apenas supieron que el padrino de !aldo, se movía en la intimidad del rey, arrum!aron al candidato previsto. edicado el primer año de &estión a reemplazarlos, aun no ha!ía salido el último, cuando la entidad empezó a vaciarse de contenido. 3larmados &estores y accionistas, lo denunciaron al 0anco %entral, cuya ca!eza, de!idamente instruida, respondió cele!rando las cuentas y !alances, presentados por el flamante presidente. 3l amparo de la presa, las acciones del 0anco @ojas se dispararon. Instalado su presidente en el =limpo de las finanzas, fluyó el ahorro del común, dotando de liquidez ilimitada a una entidad, que i!a camino de &estionar aire. 3 &olpe de compras y ventas, cele!radas como prodi&io de in&eniería financiera, !aldo transfería capital, reservas y depósitos, sumando pocos para hacer un mucho, en las cuentas de uno, sin m#s merma que el costo de comisiones y otros &astos, &enerados por el recorrido del dinero, de país en país y de !anco en !anco, enredando de!idamente las huellas del viaje, antes de dar en destino. @eeducada la sociedad por los creadores de opinión, los valores de toda la vida se eclipsaron, ocupando su lu&ar los que se o!tienen sin esfuerzo. Se apreció la !elleza, adquirida por nacimiento, &anando puntos la del quirófano y la química, el pelotazo rematado satisfactoriamente, con ayuda de relaciones, poder y ha!ilidad y el si&no e6terno del lujo, prue!a material y tan&i!le del triunfo. Sa!i(ndolo !aldo, se lo procuró ostentoso, porque partiendo de la nada, adquirió poder y fortuna, sin poner preparación ni tra!ajo. aestro en astucias, favorito del favor, sería el ídolo de una juventud, cuyos individuos aspira!an a dejar de ser, para convertirse en !aldo. %oncluyendo su creador que el fichaje era capaz de hacer mila&ros, en noche de delirio, le destinó al alto destino de re&ir el país, adorn#ndole con oportuno marquesado. eseando dotarle de tradición, que le falta!a, en lu&ar de crear título de nuevo cuño, decretó reha!ilitación alam!icada, adjudic#ndole el de Sierra +ría, creado por un 3ustria. %oronado, queda!a impre&narle del toque de intelectualidad, que tan !ien sienta al político. -ertrechado de ciencia prestada, en forma de te6tos, inició periplo por universidades y foros presti&iosos, procur#ndose reputación de sapiente, a escala universal. Sería confirmada en !rillante ceremonia, presidida por testa coronada, que le elevó al ran&o de doctor honoris causa, por centro presti&iado. 'erminado el acto, !aldo reci!ió información, tocante a su destino. $ La &ente te come en la mano. 7 a estos les ha lle&ado la hora. Se van a pu!licar las sinver&onzonadas que han hecho. )s decir, que se van a la mierda. 3!ierta la crisis, podríamos ponerte al frente de un &o!ierno de salvación, sin pasar por las urnas. -ero nos parece mejor que &anes las elecciones. 2amos a parachutarte a la ca!eza del -"). espu(s del con&reso, adelantaremos las elecciones. 0arres sin necesidad de pucherazo. )nfrentado a tan hala&>eño y arries&ado porvenir, !aldo sacó la cuenta de la vieja. 7 descu!rió que el !anco esta!a en las últimas. Siendo evidente que transferir los ha!eres de muchos, al !olsillo de uno, no &enera riqueza, corrió en !usca de su protector, para transmitirle sus temores. $ /"i te ocupes1. )l !anco a&uantar# hasta que te proclames candidato. ejar#s la presidencia, porque es lo ele&ante. 7 que!rar# a los seis o siete meses en el &o!ierno. )l marrón se lo comer# tu sucesor. 7 sumar#s la &loria de ser irremplaza!le. !aldo y
$ 3quí hay mucho caim#n. orir, sólo mueren los de a!ajo. Sonaron los aplausos. +alta!a calor. !aldo torció el &esto. )l rey, la reina y sus hijos, fueron saludados. 3somó el papamóvil. )l pontífice pisó tierra, solemne y teatral. 0rilló al sol el oro de la capa, ra!iosamente moderna. n !atallón de cardenales, o!ispos y monseñores, desem!arcados de diferentes automóviles, rodearon a la ca!eza de la i&lesia. 3 media escalinata, el -ontífice volvió la espalda a la encarnación del estado, para diri&irse a la ple!e con a&udo sentido del espect#culo, sirvi(ndose de micro, previsto y manejado por +a!rizio. )l índice enhiesto, señaló al en&endro arquitectónico, que se alza!a a su espalda? $ /)h ahí la prue!a del vi&or de la i&lesia1 emos &racias a ios y a su Santa adre, porque en tiempos tormentosos para el hom!re y la fe, se construyen catedrales. na masa, al !orde del paro6ismo, reci!ió la !endición, rompiendo en aplausos. $ /2iva la primera catedral del si&lo EE1 $ !erreó mujer, situada donde pudiesen oírla, por orden de %(sar. 2oz socarrona, espont#nea y anónima, dio la r(plica? $ /7 la última1 @odilla en tierra frente al -ontífice, la esposa de !aldo vi!ró. -ropietaria de panteón, que el -apa visitase la última morada de los de los Sierra +ría, emocionó a la que en tipos calificó la reli&ión de Copio del pue!loC. %(sar no estudió psicolo&ía ni si&uió cursillos en 3m(rica. +alto de información, la o!tenía aparentando e6aminar a sus e6pertos, por no poner en entredicho su presti&io. $ Los secretos en&endran secretos $ apuntó. $ )6actamente, señor. $ respondió el joven psicólo&o. $ 7 la necesidad de &uardarlos, /nuevos secretos1 $ 'am!i(n nuevos muertos. )s una cadena $ admitió la promesa. $ La duda es el principio de la razón. -roduce pensamientos, que ser#n conclusiones. e la conclusión nace la duda. $ 3 condición de ponerlos en pr#ctica. $ 8%ómo se puede destruir la duda9 $ -ro!ando que lo hipot(tico es real. $ 87 si no lo es9 $ ando apariencia de mentira a la verdad. 7 viceversa. %(sar se rascó la coronilla. "ecesita!a comprender. $ 5uiere usted decir que no !asta con decir? esto es verdad, para que nos crean. $ "o. "o !asta. Si lo afirman voces autorizadas, lo creer#n. -ero al contradecirles la realidad, las voces dejar#n de ser autorizadas. Salvo si ofrecen mentira alternativa, antes de que descu!ran la pasada. $ )ntiendo que en el universo de lo falso, lo mayor fa&otiza a lo menor, si la nueva mentira es emitida, antes de que la vieja sea despojada de su apariencia de verdad. 8%orrecto9 $ /%orrecto1 olesto porque el jovenzuelo se a!stenía de admirarle, %(sar quiso confundirle. $ 8%ómo transformaría una apariencia en realidad9 )l psicólo&o descu!rió la intención.
$ -ues... dando a un po!re medio *ilo, para que lo &aste en un par de horas. 5uienes lo vean, le tomaran por rico. 7 (l se lo creer#. $ )n la hora tercera volver# a ser po!re. La joven promesa encontró salida. $ /epende1 Se le puede ocurrir comprar un !illete de lotería, /y que le toque1 = topar con al&uien, que tomando la opulencia por real, le ofrezca un ne&ocio o un tra!ajo. %(sar se co&ió la oreja. $ )s decir, que a partir del medio millón, dejaría de ser menesteroso, para convertirse en opulento. $ 7 ha!ríamos convertido una apariencia en realidad. $ /n d(cimo no vale quinientas mil pesetas1 $ Si el po!re no hu!iese tenido H., si no H, en lu&ar de un d(cimo, hu!iese comprado un !ocadillo. La penuria prefiere p#jaro en mano. La desenvoltura intelectual del muchacho, molestó al jefe. etiendo la punta de los dedos en los !olsillos de la americana, se estiró. "o lo&ró re!asar una talla mediana, tirando a !aja. 3 falta de superioridad intrínseca, se aferró a la del car&o. Li&ero tem!lor de la &rasa facial, reveló que su personal i&norancia, le impedía juz&ar el conocimiento ajeno. $ 2eamos, joven. 'enemos un pro!lema... del que le supon&o informado. Sa!r# lo que se prepara... $ /-or supuesto1 La ley natural puso t(rmino al ciclo. 'enemos que adaptar el presente social, económico y político, creado por el hom!re, a conte6to t(cnico in(dito, que es su o!ra. 7 no sa!emos cómo. La respuesta no &ustó al jefe, pero disimuló. $ Los cam!ios no son f#ciles. "i !reves en el tiempo. 7 los complican los pue!los, arm#ndola cada dos por tres. $ "o entiendo de movimientos colectivos. -ero al ser la colectividad suma de unidades, puedo afirmar que las condiciones o!jetivas, no son de revolución. -ero sur&iría si provocamos una &uerra. -uestos a morir, morirían por ellos. %(sar se dijo que el chico era demasiado inteli&ente, para no constituir un peli&ro. $ Los pensamientos incontrolados son su!versivos. La alusión no escapó al psicólo&o. $ Las ideas su!versivas no nacen de los oprimidos. )s el opresor quien hace su!versivo al hom!re y su pensamiento. onde nadie oprime ni humilla, la su!versión no prende. Los que sienten li!res no se re!elan, por mucho que les inciten. $ 3 veces la mordaza es necesaria. $ -ara quien necesita ocultar lo inconfesa!le. $ = para evitar el caos. $ )l caos es efecto del pecado de los poderosos. Silencian porque necesitan ocultarlo. La presión se concentra y la olla termina por saltar. )l poder acude a las armas. 7 las usa en nom!re de la paz. -ero no hay !om!a que pueda con la discreción del cuchillo. atamos culpa!ilizando al muerto, porque intentó defenderse. 7 es el difunto quien se !eneficia de la fuerza moral. $ Siempre lo dije. 3l que ha!la lo que no de!e, hay que silenciarlo. "o matarlo. La san&re escandaliza y termina por sa!erse. 3unque a veces... )l joven sonrió esc(ptico.
$ 8-ara matar a la idea9. Siempre ser# demasiado tarde. Si la detectamos, es porque ha sido formulada. 7 lo e6presado pertenece al aire. Si se adelanta en el tiempo, permanece flotando o se amodorra, despertando cuando el presente puede entenderlo. Lo que piensa un hom!re, es patrimonio de todos los hom!res. So!re todo lo que no &usta al poder. )s posi!le transformarlo, hacerlo fa&otizar por su contrario o asimilarlo. -ero no muere. %uando al&o nace en un cere!ro, &ermina en otros, esla!ones de la cadena antrípica, que forma la e6periencia colectiva. Las pala!ras que se acumulan, en la sordina del silencio, terminan por reventar como un forúnculo. /)n la cara de quien quiso apa&arlas1. )l estado puede monopolizar la violencia, pero no el pensamiento. Las ideas impuestas desde arri!a no son ideas fuerza, porque se marchitan. Sólo las que sur&en del an#lisis de la realidad, producto de mente que la sufre, &erminan y se desarrollan espont#neamente. icen que las revoluciones sur&en de la idea. -ero lo cierto es que la idea revolución, es producto de la injusticia. Lo sa!e hasta el cacique, que es pura am!ición personalizada. -or eso !usca y compra cere!ros, capaces de &enerar la contra idea. -ero no las consi&ue, porque el pensamiento, cuando es mercenario, se em!ota. %ualquiera puede compro!ar como se esteriliza el pensador, apenas se ha vendido. )l comprador lo i&nora, pero los rompe como el niño el ju&uete, que no sa!e manejar. 5uien piensa no puede adivinar en qu( pecho se esconde el tirano. -or eso el creador corta las comunicaciones, refu&i#ndose en la !analidad, ante el interlocutor que no puede se&uirle. )s consciente de que la fuerza est# al alcance de cualquiera, que pueda pa&arla. -ero no la capacidad intelectual. "os es dada de &ratis. 3 veces sin quererla. %(sar se sintió incómodo. isimuló mirando al cielo. $ /0ien1 /3hora escuche1 Si si&ue ha!lando, /no terminaremos nunca1 $ %ontesto a lo que me pre&untan.$ replicó el psicólo&o. %(sar lamentó tener que confiarle el secreto. 4u!iese renunciado, de no precisar au6ilio de mente despejada. $ )s pro!a!le que mi orden no sea de su &usto. -ero usted co!ra por o!edecer. /-or ayudarnos a oprimir, si prefiere1. Los o!stinados que repiten lo que no de!e escuchar el vul&o, /nos est#n tocando las pelotas1. )l silencio de!e ser definitivo. $ /#telos1. -or la cara o por accidente. -odemos hacerlo hasta por enfermedad. -ero no servir# de nada. )l pensamiento continuar# su camino. $ "o quiero m#rtires. /"i muertos1, /ni presos1 )l manicomio sería !uena solución. -ero sí no es posi!le contar con la familia, escandaliza. )l joven psicólo&o le miró asom!rado. $ /-ero señor1. 8%ómo puede hacerme estas pre&untas9 /sted que es mi maestro1. /)l inventor del m(todo1. Las pupilas de %(sar despidieron chispas. etesta!a que le ha!lasen de una o!ra, que nunca escri!ió. -la&ió la de miem!ro destacado del equipo de Aoe!!els. n t(cnico en la manipulación de intelectos, inventor del !inomio confusión $ ostracismo. 0asta!a desequili!rar la vida profesional, económica, social y privada del sujeto, para que diese en sumisión, suicidio o locura, salvo caso de descu!rir la causa del efecto. La tesis le valió el respeto de sus superiores y un premio, pero fue retirada de la circulación. Jtil en manos de los propios, peli&rosa en las ajenas, quedó reservada a pú!lico restrin&ido, que no incluía a jóvenes psicólo&os. 5uiso sa!er como accedió su interlocutor a lo secreto. $ 4ay fotocopiadoras. 7 mentes que se espa!ilan, sin avisar. -ara destruir la inteli&encia, no es suficiente someterla al imperio de im!(ciles. e ser así, la administración estaría en manos de un ej(rcito de tarados. %esar se sintió ofendido, sin sa!er por qu(. $ /0ien1. /'enemos al hom!re destruido1 5ueda !orrar su o!ra.
$ 7a he dicho que la idea no desaparece. %a!e retrasar su difusión y oponerle su contrario. -ero a la lar&a lo ló&ico se impone, esfum#ndose lo artificial. %(sar apuntó al futuro. $ )l pro!lema est# en el mercado. %a!e que la demanda e6ija lo que no queremos darle. )l psicólo&o se sintió travieso. $ /"o hay pro!lema1. 3quí todos tienen filias y fo!ias. Son ortodo6os en lo reli&ioso, político, profesional y personal. )s decir, que impondr#n su propia censura. La I&lesia y el =pus, adem#s de no dejarse criticar, vetan a quien hace a!stracción de su presenciaD la derecha al que favorece a la izquierda y la izquierda a su contrario. Si el li!rero es ru!io, sólo consentir# malvados morenos, no ha!iendo letrado, m(dico o al!añil, que admita maldad, desver&>enza o estupidez, en cole&a de ficción. -ara no topar con o!strucción o crítica, apasionadamente demoledora, el autor ha!r# de descri!ir un mundo de personajes anodinos o !en(ficos, pues de al!er&ar defecto, no podr# atri!uirles creencias, ideolo&ía, profesión ni hacerles nativos de la adorada patria. %a!e, por supuesto, adaptarse a la ortodo6ia mayoritaria, que es la del poder. -ara no tener pro!lemas, los !uenos y felices ha!r#n de ser católicos, mon#rquicos y votantes de los partidos institucionalesD los malos y des&raciados repu!licanos, ateos o nihilistas, en lo reli&ioso y político. )n nuestro mundo la calumnia puede prosperar. /-ero no la crítica1. Los ojillos de %(sar !rillaron. $ 8%ree usted que impedir decir tonterías, perjudica a la democracia9. )l psicólo&o se dejó ha!lar. $ 8"o ha sospechado que quiz# se impide la e6presión de la inteli&encia9 La ca!eza del real servicio, consideró de ur&encia prescindir de la joven promesa. $ )studie la cuestión. 7 ent(rese de que salvo cuatro locos, sus compatriotas sólo piensan en sacar tajada. @ehuyen al caído, cuando no ayudan a hundirle, suponiendo la des&racia conta&iosa. Impeca!le el informe, el joven psicólo&o, militar de carrera, ascendió a comandante. 3l perci!ir sueldo en consecuencia, pudo casarse. Su mujer espera!a el primer hijo, cuando tuvo el accidente. %esar suspiró aliviado, antes de la&rimear en los funerales. )l primo&(nito de I&nacio nació para heredero. e maneras cuidadas, e6terior ele&ante, mi6to de &usto innato y !uen sastre, cumpliría su destino al entrar en posesión de la fortuna, paterno $ materna. Informado en la cuna de ha!er nacido superior, aprendió a odiar a rojos, separatistas, cuantos no pensasen como (l y a los diferentes, por la razón que fuese. 3fa!le y simp#tico con sus i&uales, seco y distante con el resto del mundo, adquirió cultura de salón en cole&ios caros, revel#ndose lamenta!le estudiante. )nterado de que nadie catea al hijo de un prócer, apenas in&resó en la universidad, fijó el despertador a mediodía, i&norando las clases matutinas, incompati!les con la investi&ación so!re la vida nocturna, emprendido apenas le dieron oportunidad. )nemi&o de la ficción, no frecuentó cines ni teatros. Se a!urrió en la ópera y el concierto, por lealtad a la corona, siendo asiduo de espect#culos en que la muerte y el se6o, eran perfectamente reales. )n su primera juventud !landió sím!olos patrios, en el clima de violencia ver!al y actual, propio del estadio. )nemi&o de la refle6ión y dado al &rito, imponía su criterio a &olpe de afirmación y en ocasiones el !ate, su instrumento de convicción preferido. 3ficionado a medir las costillas de quien no pensa!a a su manera, los judíos le sumían en dolorosa contradicción. Inferiores por su raza, que tratasen a los palestinos como lo hu!iese hecho, le mantenía entre la admiración y la repulsa. %laro lo tenía con ne&ros, moros, hispanos y dem#s razas pi&mentadas. %omo el homose6ual y el mendi&o, ensucia!an las calles, mancillando la pureza de una patria, que desea!a uniforme, ordenada y muy diferente a un e6tranjero, inferior en lo espiritual, físico y político. 3sí lo predica!a a su hermano y hermanas, que asintieron con mansedum!re, hasta que la edad les envalentonó. Le ofendieron, declarando que no compartían su criterio. 7 acordó consi&o mismo emprender su
educación por las malas, intento que a!ortó 3n&ustias, interponiendo su autoridad. =!li&ado al a!andono, nunca pudo entender que nacidos en un mismo medio económico, educacional y familiar, al!er&asen mentalidades dispares. I&ualitarista por cristiano y racista, Luis no podía admitir intervención de la &en(tica, en la formación del cere!ro humano. 3 car&o de la madre la salud y maneras de los hijos, se&ún manda la !uena educación, toca!a al padre instruirles en la ciencia vida. 4a!ía cumplido el primo&(nito los FH, cuando I&nacio o!servó que pasa!a noches en !lanco y jornadas de inquietud, afeit#ndose sin necesidad. )nterado de que ami&a de la hermana era la causa, consideró lle&ada la hora de solventar do!le pro!lema. 3 m#s de compro!ar que el v#sta&o poseía &enitales, sin defecto de f#!rica, le enseñaría a practicar el coito, disoci#ndolo de sentimientos y apetencias, se&ún de!ía quien ha!ría de casar por conveniencia. )le&ido prostí!ulo de cinco estrellas, con ama instruida, Luis reci!ió invitación, que hu!iese dejado frío a muchacho, acostum!rado a rodar calles. $ 2amos de putas. Si te da por volver, me lo dices. 'e faltan tres años para administrarte por tu cuenta. %ontestó Csí pap#C, porque nunca tropezó con oposición, que le o!li&ase a re!elarse. Si&uiendo a su pro&enitor, penetró en za&u#n ra!iosamente quitch. Sentado en el salón, repasó las e6istencias. e no interponerse la ima&en de %lara, hu!iese ele&ido de inmediato, pero se lo impedía sentimiento de repulsa, provocado por apetencia concretizada. %aptando la causa de la pasividad del chico, I&nacio desi&nó pupila e6perimentada. iurna la e6periencia y la!oriosa, el padre se otor&ó una hora de placer. %alculados los tiempos, cuando emer&ió el hijo lavado, repeinado y triunfante, consumía el se&undo Khis*y frente a la camilla, departiendo con el ama so!re los peli&ros, que se cernían so!re la juventud. %umplida la edad de a!andonar la secundaria, I&nacio hu!iese deseado hacerse militar. -ero la t(cnica complicó la carrera. 'emiendo el sofión de verle rechazado, le destinó a las letras, previa entrevista con rector de universidad privada. @eci!ido con los honores de!idos al car&o, el Aeneral e6puso el caso. $ )l chico no piensa ejercer. -ero hace falta título universitario. $ /"o hay pro!lema1. etemos los datos en el ordenador y lo e6tendemos. )n casos como el tuyo, estoy autorizado. 3 un hom!re del rey, como ser# tu hijo, /no puede faltarle1. $ /"o corras tanto1. 5uiero que me lo entreten&as unos años... $ )n tal caso, le daremos dos carreras. )s lo normal. 'e aconsejo historia y políticas. Aarantizo e6pediente !rillante. I&nacio no tuvo nada que o!jetar. ientras el se&undo de sus hijos estudia!a de veras, pues su herencia sería parca, Luis aprendió dos len&uas for#neas, pese a no tener nada que decir, prepar#ndose a ejercer car&o, de desi&nación di&ital. +ue por entonces cuando atendiendo a la atracción de lo similar, por ser condición humana, se rapó la ca!eza. $ /4ijo1. /%ómo te has puesto1 $ e6clamó la madre, intuyendo la causa. -olicías ine6pertos le sorprendieron apaleando a sudamericano, e6cesivamente moreno. 4uyó con sus compañeros, pero les delató la calva. Instalados en la incomodidad de !anco de comisaría, se juraron que escapados de enredo con homicidio, a todas luces voluntario, no volvería a pelarse. Iluminado por el )spíritu Santo, Luis pidió ver al comisario. )nunciado su nom!re, el padre fue avisado, dele&ando chofer oficial, con orden de soltar a los chicos, !orrando toda huella de su paso, por el esta!lecimiento. )spera!a Luis !ronca histórica. 7 la padeció moderada. $ /'ú eres idiota1 Si te da por correr mar&inales, /forma un &rupo1 'e dar( piso para reuniros y tarjetas de identidad, que os eviten líos. -ero el tra!ajo sucio, /qu( lo ha&an otros1 /"o quiero chismes ni pro!lemas con la prensa1. Limítate a mandar, /)s lo tuyo1. )sos tipos ser#n útiles en su día. /-ero tienen que estar disciplinados1.
%on carta !lanca para formar comando, fue en !usca de %arlos, el hijo de %(sar. 3consejó fichar a i&uel. $ )s un tipo ech#o palante. Su padre est# en el consejo de los jueces. 3rre&la lo que sea. %enaron en un reservado, por no dar tres cuartos al pre&onero. $ Los po!res no sirven. )st#n demasiado acostum!rados a que los pisen. Son !uenos los que se creen al&o y pretenden ser m#s. Les mola pertenecer a la hinchada, porque en las &radas se sienten arropados. -ero lo que les &usta de verdad es tener un tipo en el suelo, suplicando que le dejen vivir. 3 mí tam!i(n, porque ser amo de un hom!re, es serlo del mundo. 'erminado el #&ape, acordaron quemar la noche. $ 3 mí eso de los ne&ros, me importa!a una hi&a. -ero me quise tirar a una ne&ra y me arreó. esde entonces los odio. $ 7o no la meto en una ne&ra. "i donde la metió un ne&ro $, cortó Luis. )ntraron en el !ar. n hom!re de color se apoya!a en la !arra. Le midió. el&ado y pequeño. $ 4uele mal. /'ú1 /'a!ernero1, 8"o sa!es que la !asura se saca9 %arlos le dio un codazo. $ /'en cuidado1 /Somos pocos1 )l del !ar se acercó. $ 8ecías9 $ 'res Khis*ys. )l interpelado sirvió, con cara de pocos ami&os. $ La mierda en la calle. Lo manda sanidad $ rumió i&uel $ Son tres mil $ replicó el ta!ernero. $ /-ero qu( te has creído1 85ue estamos por a!rirnos9. /Sirve otra1 $ Son tres mil $ repitió el tipo, impertur!a!le. )l ne&ro se acercó. Las manos en los !olsillos, no tenía pinta de achicarse. )l !arman las puso so!re el mostrador, prepar#ndose a saltar. 'res tipos que esta!an en una mesa, se levantaron. i&uel pa&ó. 3l alivio de retirada sin daños, si&uió el escozor de la derrota. Luis refunfuña!a. $ /Si no nos co&en con el pie cam!iaó1 i&uel era hom!re lúcido. $ /Lo dije1 )n sitios como este, no se entra solo. %arlos sacó pecho. $ "os faltó la herramienta y nos so!raron esos traidores de mierda. /0lancos contra !lancos1. $ /Se lo ha &anaó1. 3quí volvemos y le tum!amos el chirin&o. %arlos cam!ió de tercio. $ %onozco una !lanca casada con un mono. Sus compañeros se detuvieron. La sospecha les deformó la e6presión. $ /"o sa!íamos que tuvieses esas amistades1. $ Lo que pasa es que pienso. ientras andemos por ahí, apiolando camellos y putas, les hacemos un favor. -orque son lo que de!en ser. Los peli&rosos son los otros. Los que confunden a la &ente, porque hacen lo que cualquier !lanco.
$ 87 eso qu( tiene que ver con tus relaciones9 $ eti(ndome entre ellos, me entero de lo que hacen y por donde andan. )l marido de esa tía tra!aja en un &araje. -ero lo suyo es otra cosa. 'iene carrera, un pico de oro, /qu( hasta los !lancos le escuchan1, y ha montado un centro. )s decir, que est# dando la castaña. S( cómo pillarlo, porque lo ten&o confiado. e no estar %arlos en&anchado a la coca, le hu!iesen tomado en serio. i&uel pensó que ha!la!a de su camello. )l fresco de la noche les despejó sin calmarles. Lo del !ar no se les olvida!a. %ompraron un &ramo y esnifaron en han&ar, frecuentado por !acaladeros. Sudaron durante un par de horas, al ritmo monocorde y machacón de la música de moda. Salieron a una calle vacía. 4asta las putas viejas ha!ían desertado. )l sem#foro tornó al rojo. $ /San&re1 $ susurró %arlos $ /uerte1 $ replicó i&uel $ 8-ero a qui(n matamos9 /"o hay un &ato1 $ /2amos al río1 $ 8Solos9. /Los pelaós nos majan1. Se !atieron en retirada, entrando en su !arrio. @esidencia de familias de tradición acomodada, que se hundían en la miseria sin sa!erlo, reemplazadas por los ahijados del sistema. %omercios de apertura diurna y locales de cierre temprano, jalona!an las calles. esanimados y sin &anas de dormir, deam!ularon entre edificios vetustos, que no merecían el calificativo de anti&uos. e toparse con hom!re de color, no podrían hacerle nada. Le justifica!a ha!er nacido para servir al !lanco. )n la oscuridad del pasaje, se adivina!a formación de cu!os de !asura. i&uel sintió deseos de destruir. $ 8Los quemamos9 Sus compañeros le miraron con repro!ación. $ /)so es de &am!erros1. 3ver&onzado, se metió en el callejón. So!re escalón de puerta trasera, se adivina!a un !ulto. %onvocó a sus compañeros con un &esto. %arlos se inclinó. %o&iendo un pico de la manta entre el pul&ar y el índice, para no contaminarse, la levantó con suavidad. La llama del mechero iluminó rostro femenino, ajado por la miseria y el alcohol. $ 8)s que podemos consentirlo9 /3 dos pasos de casa1. So!ran al!er&ues, /pero tienen que emporcar la calle1. La voz de Luis sonó &rave. $ 'odavía no sa!en dónde est# su frontera. 'endremos que informarles. $ Los inadaptados no se enteran. 2an de la !otella a la dro&a y no sa!en hacer otra cosa. "ecesitan un escarmiento. La mujer a!rió unos ojos enormes y asustados. esde su perspectiva, los chicos le parecieron enormes. 3!rió la !oca para &ritar y emitió un ronquido. La falta de uso, ha!ía atrofiado sus cuerdas vocales. 3rrodillada y humilde, reco&ió sus pertenencias. 5uería huir, sin perder cuanto le queda!a. o!ló la manta. La metía en !olsa de pl#stico, con rótulo de !outique ele&ante, cuando el zapato de %arlos le acertó en la !oca. %ayó de espaldas. -rimera san&re de la!io partido. Luis la hizo rodar. i&uel la devolvió. $ /(jenme1 /-or ios, d(jenme1 "adie podía oírla. "i verles. La suplica les enardeció. )l cu!o se volcó so!re el cuerpo, que
re!ota!a en adoquines decimonónicos. %rujieron los huesos. na pelota roja se des&ajó del tronco. %arlos se detuvo.
hinchas del país1. aría comentó su pasado. )l sar&ento replicó, des&ranando el propio. $ %onfieso que lo vi venir desde el principio. +ui escolta del viejo y le vi muchas veces rodeado de chavales, d#ndole al porro. $ -(rez se levantó, para remedar al difunto $ Se ponía así de chulo, un !razo en jarras y les &uiña!a. C3l loro, /hay que estar al loro1C, les decía. /2aya si se pusieron1. /3l loro, el ca!allo y la coca1. )l tipo, que solo quería rapiñar aplausos y votos, si&uió anim#ndoles a darle &usto al cuerpo. 7 aprendieron choricear perras como fuese, para conse&uirlo. )l que lle&ó arri!a pudo forrarse sin pa&ar las consecuencias. -ero los de a!ajo tuvieron que hacerlo a cara perro. @o!aron, se metieron en chapuzas. /7 a entrar y salir1. 'ienen lleno el hotel y los jueces los lar&an. 3sí que entre unos y otros, han hecho esta mierda. )l ca!o Aonz#lez asintió con tristeza. $ 7 nosotros, /a prin&ar1 Si necesitan un tipo en el !anquillo, para calmar a la opinión, lo encontramos, porque con jara!e de palo y promesas, /hasta yo cantaría lo que me mandan1. 7 como nadie quiere informarnos, por si nos vamos de la len&ua o de madre, /qu( toó pu( ser1, hay confesiones que ni concuerdan con las prue!as. )s decir que de!erían empapelarnos, por prevaricadores. -ero al no tener otra cosa que llevarse a la sentencia, los jueces ar&umentan lo que sea y con lo que sea, declarando hecho pro!ado lo imposi!le. )l caso es que los delincuentes si&an mandando y en la calle, mientras los inocentes se pudren en el trullo. /Les importa una hi&a1. 7 el madero que se meta a hur&ar, lo tiene claro? /infarto y al hoyo1. os semanas m#s tarde pre&untaron del ministerio, si tenían fichados a los ca!ezas rapadas del !arrio. @amos contestó que sí y le pidieron las fichas. Las mandaría sin quedarse con copia.
Capítulo 5º %uando una sociedad se descompone, los d(!iles pierden la capacidad de r(plica. 7 se dejan hundir en la desesperanza y la indi&encia, sa!iendo que la ley y la justicia son instrumento, al servicio del fuerte. ios se manifiesta por la ausencia del !ien, que permite el imperio del mal. -erse&uidos en la impotencia, los que conservan principios (ticos y capacidad de criterio, son %ondenados a contemplar el avance de la miseria cultural y económica, asistiendo inermes a la autodestrucción del conjunto, víctima de la vanidad y estupidez de espíritus !urdos, que desde al poder omnímodo de la opulencia, en&ullen a las clases medias, imponiendo la crueldad se su ineptitud, desde su prepotencia irracional. @omos, carentes de recursos intelectuales, apasionados de la superioridad de la fuerza, arrasan y destruyen al hom!re y su o!ra, entendiendo la realización de sus capricho, como manifestación de omnipotencia celestial. escu!ierto el placer de repartir fortuna y po!reza, premiando la devoción del cliente y casti&ando la defección, aquellos apasionado de todos los jue&os, descu!rieron el placer de la apuesta irreversi!le. )l dinero a!andonó el tapete, ocupando su lu&ar la vida. La idea sur&ió cierta madru&ada, en cacúmen car&ado de coca y dinero? $ 85u( cara pondrían esos idiotas, si viesen venir por la autopista, un coche en contra dirección9. $ "in&una, porque se irían al dia!lo. $ = no. Sur&ió la apuesta, y las carreras suicidas por la autopista, se pusieron de moda. 3 cam!io de unos cuantos !illetes, muchachos sin m#s capital que la vida, la ofrecían al mecenas, que rodeado de aficionados se aposta!a en el puente adecuado, para disfrutar de accidente a la carta. Aenerosamente su!vencionado el matador, &ratuitas las víctimas, que circula!an crey(ndose en se&uridad, los hu!o muertos pero tam!i(n detenidos, sin que hu!iese policía que arremetiese contra el promotor del espect#culo, teni(ndolo a la mano. 2isto que no era molestado, ciertos empresarios prestaron atención a una demanda, dispuesta a consumir el acto irrepeti!le. Inte&rada por individuos
prepotentes, que reunían todos los poderes, los profesionales del espect#culo, sa!i(ndose amparado por su pú!lico, la inventiva. La muerte real su!ió a escenarios m#s o menos vistosos y semi clandestinos. @acionales lucharon entre sí, se enfrentaron a irracionales y se dejaron la vida de mil maneras, para solaz de un pú!lico e6citado, que suma!an la emoción de la apuesta a la contemplación de un jue&o, con vencedores y vencidos, rivalidad imposi!le en las representaciones, que tuvieron el se6o por o!jeto. A(nero menor la zoofilia, la necrofilia &oza!a de popularidad, al tener ejecución por preludio. Imprevisi!le la pr#ctica del sadismo, a!ierto a la improvisación, &oza!a de mayor predicamento, presentando el inconveniente de no ha!er quien se dejase comprar, para asumir el papel de víctima. %ompro!ado que hasta el suicida prefería morir sin dolor, la cooptación de o!jetos hu!o de ser forzada, car&ando el costo los ries&o, asumidos por los proveedores. 3l hacer necesario redondear los in&resos, con la venta de filmaciones a trav(s de un mundo, &lo!alizado en la crueldad, se montaron c#maras disimiladas, que en momentos de distracción, se desvia!an, captando rostros de consumidores ilustres, so!re fondo adecuado, que venían a nutrir el archivo de la empresa, &arantizando la se&uridad de los &estores. "o tardó en correr, entre los enterados, que &randes de la política, las finanzas y hasta las letras, se reunían en tu&urios perif(ricos, callando la prensa, por no faltar ca!ezas de la información, entre los aficionados. )nemi&os de ries&os los que encarna!an el poder, no faltó quien propuso le&alizar al menos los espect#culos, que conta!an con actores voluntarios. "o se hizo pero se modificó el códi&o, consi&uiendo que incluso los promotores de los involuntarios, pudiesen cumplir condena a domicilio, ale&ando falta de antecedentes. = por so!ra de información. e ha!er conocido el su!mundo de la (lite, )rnesto ín&uez no lo hu!iese entendido. =!rero metalúr&ico, con treinta años de pasado la!oral, presumía de su condición de comunista, de cuarta &eneración, inscrito en el partido al nacer, en plena clandestinidad. 3ctivo en la juventud, pasó por la c#rcel sin perder el puesto de tra!ajo, por ser !uen especialista, veterano en empresa comprensiva. %onvencido de ha!er desempañado importante papel en la transición, aplaudió un cam!ió que pateó en su interior, confesando a los íntimos que de no ha!er intervenido la disciplina, lo hu!iese a!ucheado con fruición. -asado un tiempo y sin salvavidas a mano, optó por aferrarse al sistema, con fe de estalinista. %err#ndose a la crítica, reemplazó el Cviva la repú!licaC, de su propia tradición, por un Cviva el reyC, no menos entusiasta por forzado. 7 trato de convencerse de que lo conse&uido, era la li!ertad. %uando se produjo el &olpe, le dolió que los jefes, antes de cruzar la frontera, en !usca de refu&io se&uro, dejasen a las !ases, por consi&na, el consejo de comerse el carnet. Impotentes y muertos de miedo, los militantes capearon el temporal, como ios les dio a entender. @esta!lecida la normalidad, los huidos re&resaron para enca!ezar manifestación, a la que )rnesto asistió. Sería la primera vez que el Cviva el reyC le salió del alma. "o le a&radecía la salvación de la democracia, sistema por el que no sentía la menor atracción. Le da!a las &racias por ha!erle permitido conservar el pellejo. )l palo vino despu(s. %on el refer(ndum. )ducado en el odio a los americanos y la ='3", nunca entendió la e6traña fuerza, que le o!li&ó a ele&ir la papeleta del CsíC. I&nora!a que como !uen aficionado al fút!ol, en&ur&itó tanta propa&anda su!liminal, servida en el !alón y las !otas de los ju&adores, que entrando en el cole&io, su!consciente dominó al consciente. 3ún se pre&unta!a como pudo ocurrirle, cuando el muro se le cayó en la ca!eza. 4u!iese comprendido lo que esta!a ocurriendo, de ha!er detectado el suicidio a lar&o plazo, que se autodecretó el comunismo, en el día lejano en que acordó salvar la situación, imponiendo una rí&ida censura, que de&eneró en un diri&ismo intelectual paralizante. )l mar6ismo murió en el día y hora que los mar6istas dejaron de pensar, para o!edecer. "o lo sa!ía, como no supo que los cascotes de la a!surda construcción, cayeron so!re occidente. Se&uro el sistema, al carecer de opuesto, quiso estarlo en lo interno, importando para imponerla, la premisa que aca!ó con el difunto. )njaulada la e6presión intelectual, en los políticamente correcto, se puso en vías de perder la credi!ilidad. La mentira, por mucho que se repita, no se convierte en verdad, pero en&aña a quien pretende imponer. Suponiendo que el pue!lo no detecta la contradicción, aun siendo evidente, los diri&entes del )ste despertaron cuando
las masas, acostum!radas a renunciar la li!ertad de pensar, e6i&ieron la de adquirir, mandando al dia!lo la austeridad y solidaridad comunista. %onsciente )rnesto de ha!erse hecho rojo en tiempos de escasez, por creer a pies juntillas, que con Stalin viviría mejor, al no ha!er lo&rado m#s que un !uen pasar, quiso salvar su fe, aferr#ndose a conclusión simplista? $ )n tiempos de mi a!uelo, se ha!la!a de ham!re en @usia. 2ino la revolución y el ham!re quedó a los chinos. ao no les puso en coche, /pero comieron1. 7 el ham!re ha vuelto a @usia. -aup(rrima su infancia, consi&uió saciar el estóma&o en la juventud, entrando en la madurez cuando se producía el mila&ro del turismo. %ompro el piso, tuvo coche y disfrutó de un mes de vacaciones al año, en hotel familiar de playa popular, salvo el verano que pasó en la c#rcel, autor convicto y confeso de delito de propa&anda ile&al. Li!erado recuperó puesto de tra!ajo, que salvó de mila&ro, en la primera reconversión de la democracia. )l año de la quie!ra tenía HM años. Sa!iendo que no encontraría donde meterse, porque e6periencia y profesionalidad dejaron de cotizarse, cam!ió la indemnización por ju!ilación anticipada, dedic#ndose en adelante a sus chapuzas, a manejar el mando de la tele y frecuentar el 4o&ar del -ensionista.
$ 8%on qu(9 $ %hapuzas... Intranquila la madre, cele!ró consulta con el ca!eza de familia. $ -# mi que )rnestín anda en malos pasos... -ero un parado definitivo, demasiado joven para serlo, carece de moral para ejercer responsa!ilidad. $ /7o que qui(s que di&a1. %omo est#n las cosas, tendr# que !uscarse la vida. )rnesto desarrolla!a su actividad a plena satisfacción, cuando se marchó el -erla. $ )stos qui(n carne fresca. )stoy mú visto. 3sí que me a!ro. 4a!ía dejado de echarle de menos, cuando reapareció al volante de un 2olvo. -#lido y del&ado, porque se pasa!a con el pico. $ 8"o te has hartaó de calle9 )rnesto a!rió los !razos, manifestando impotencia. $ 83nde qui(s que vaya9 83 ro!ar !ancos9 $ Si qui(s pasta, ten&o curro. esconfiado, porque la calle enseña, )rnesto pidió m#s amplia información. -erla le midió. $ )l que al&o quiere... $ oy el culo. /-ero ni un pelo1. 5ue de comer ten&o. $ /-ós sin jurtela1. -orque p# lo normal, so!ra &ente. $ 7o... si es meterme en el ne&ocio, /no diría que no1. Los dientes de -erla !rillaron. Sonrisa de lo!o. $ )stuve de chico, pero me pir(. )l jefe era mú cerr#o. e dijo? C84as visto un !oticario que se tra&ue lo que vende9 /3 que no1 -ues tú, /lo mismo1C Lo pro!(, me &usto, me arreó y no me dio m#s costo. e vine a la chapa y lue&o me top( con esto. $ 8%on qu(9 $ /'e lo dir( a su hora1. 3hora vente. )rnesto tenía demasiado miedo al SI3, para tra!ajar con los que se pincha!an. $ Si es p# darme, /no1. -erla rió. %asi como un niño. $ /5ue no, hom!re1 /e van las tías1 Se metieron en una disco. n par de crías, vestidas como putas, porque espera!an serlo de lujo, se a&ita!an desaforadamente. $ 8amos una vuelta9 $ 8)n un cacharro9 $ )n un 2olvo. Las levantó el coche. -erla conducía con la izquierda, ocupando la derecha en ma&rear a su pareja. )rnesto se enreda!a con la suya. Salieron de la autopista, entrando en un camino de tierra. $ 83nde vamos9 $ la voz de la muchacha tem!la!a. $ 3 un !uen sitio p# revolcarnos.
Se detuvieron en un claro entre chaparros. "oche de luna y templada, que invita!a a al amor !ajo las estrellas. 4om!re de interior, -erla !ajó los asientos, cu!ri(ndolos con una manta. $ /2en&a1. /3 jo(r1. esnudo de cintura para a!ajo, pues conservó camisa y calcetines, !ajó los pantalones de la chica, sin molestarse en quit#rselos. $ /'ú1 /3 mi ritmo1 3costum!rado al amor mercenario, )rnesto o!edeció sin pro!lemas. -erla jadea!a. )mpezó a pe&ar. )rnesto temió que se hu!iese vuelto loco. $ /85u( haces91 $ /-e&a o te mato1 )rnesto sintió que lo haría. 7 o!edeció. Las chicas llora!an. -erla a!rió la puerta. $ /+uera1 $ no o!edecieron $ /4e dicho fuera1 'iró a su pareja de un empellón. $ /'ú, lo mismo1 )rnesto se ejecutó con pena. -erla la hizo sentarse en el suelo, de espaldas al coche. $ 3 la que vuelva la ca!eza, /la chin&o1. Sacó dos !ates del maletero. 3lar&ó uno a )rnesto y pe&ó. 3certó en la nuca. $ /5ue la jóes1 $ /Si te parece las vamos a dejar vivas1 /-# que vayan con el cuento1 )stas me esperan donde de!en. $ 8)sperar9 $ 'e contare. 3hora ayuda. /4ay que aca!ar1. )rnesto quiso decir Cno puedoC, pero dijo Cno s(C. $ Si el tra!ajo te &usta, (sta ser# tuya. /La primera1 7o ten&o un montón. %asi delicadamente, tendieron a las muchachas !oca arri!a. La rodilla en tierra, -erla presionó aorta y arteria, con el índice y el corazón. $ La zorra se sentir# hasta !ien. %uando se mueren, les parece que flotan. Lo llaman derrame cere!ral. e lo enseñó un m(dico. Li&ero estertor anunció el final. $ /ame la mano1 $ )rnesto se resistía $ /#mela1 'iene que ser así... y hasta podría pasarte al&o si no lo haces. 'rae mala suerte. 7 es útil. /'e conviene aprender1 )l chico le a!andonó su izquierda. $ 82es9 Sientes los latidos. 3hora aprieta, espacio para no dejar señal. Si co&es a uno dormido, /no se da ni cuenta1. )s cosa de un par de minutos. %laro que conviene a&uantar cinco. -or se&uridad. )n la autopsia no lo miran. e unos dicen que se murieron, porque la san&re no les lle&ó al cere!ro. e estas dir#n que se hartaron de mierda. $ 87 los &olpes9 $ -e&ar a las tías es corriente. -or eso no !uscan a nadie. -ero si quedan vivas y denuncian, /se te cae el pelo1. 'e miran como si las hu!ieses montaó por la fuerza. )l di!ujo de los neum#ticos esta!a marcado en la tierra. $ 4a!r# que !orrar esto.
-erla arru&ó los la!ios con desprecio. $ /'ú has visto muchas películas1 'raemos un 2olvo, último modelo. "o hay madero que !usque a quien lleva un coche así. Si acierta, /pu( romperse los dientes1 8%rees que esta noche no andan otros a lo mismo9 'e di&o que ni saldr# en los papeles. )l que las encuentre avisar# a la policía, que se lo dir# a la familia, p# que las entierre. Si al&uno ve al&o raro, lo calla. -orque si se chiva... Se paso el índice por la nuez. espu(s ha!ló del tra!ajo. $ 8'ú qui(s vivir de puta madre sin currar9 /2ente a la ruleta1. )rnesto, que al&o ha!ía oído, no quería morirse. $ )so no es p# mi. Sesentón y metódico, . %laudio era el cliente de los martes, hasta que le dio por llamarle CesclavoC y sacar el l#ti&o. "o le hacía daño, pero )rnesto temió que pasase a mayores. 'emiendo morir en un arre!ato, se eclipsa!a apenas asoma!a el ercedes. -ero un viernes le co&ió distraído. )l coche paró a su lado. $ 4oy ser#s mi hijo. Le alar&ó un smo*in&. Se mudo en plena calle. La cayó como hecho a medida. )rnesto jr. su!ió al coche, pre&unt#ndose cómo aca!aría la fiesta. )ntraron en un pu!. 4u!iese sido como otro cualquiera, de no co!rar tres mil duros por consumición. ujeres de traje lar&o y enjoyadas, departían con tipos vestidos de etiqueta, en marco que solemniza!a el camarero, do!l#ndose como una alcayata? $ 8)l señor querr# !ajar9 $ Sí. )l sitio de siempre. 7 trae una !otella. . %laudio contó su vida, mientras de&usta!a champa&ne de la 2iuda. $ %uando la preñ( por tercera vez, mi mujer me prohi!ió tocarla. 'uve que !uscarme la vida y como soy enamoradizo, me lanc( al se6o mec#nico, por no tener pro!lemas. escu!rí que de no mediar atracción ni sentimientos, de&enera en costum!re y esta en a!urrimiento. )s decir, que tienes que !uscar novedades. n día di con esto y me corrí solo. 3hora necesito que me toquen. -or eso fui a !uscarte. 8%uanto tiempo funcionar#9. "i lo s(. -ero mientras dure... La pared del fondo se a!rió. Los presentes se levantaron al unísono, formando cola ordenada. )rnesto !ajó por la escalera de caracol. 'ermina!a en salón decorado en verde, como el de arri!a. +ilas de !utacas a distintos niveles, rodea!an plataforma circular, como las &radas del tendido, en la plaza de toros. L#mpara de luz !lanca y violenta, ilumina!a un velador, flanqueado por dos sillas. )l camarero les instaló en la tercera fila. )sta!a a la altura del escenario. Las cortinas que cerra!an la pasarela se a!rieron. Sur&ió un hom!recillo, em!utido en frac rojo y ajustado. 'roto so!re alfom!ra de serrín, teñido de rojo, entre aplausos. Saluda!a a&itando unos dedos, cu!iertos de !rillantes, que descomponían la luz, desperdi&ando rayos. Se detuvo junto a la mesa. $ Saludo a las altas autoridades, que nos honran con su presencia, lamentando que mi espect#culo continúe prohi!ido, cómo sí mis actores no fuesen li!res de &astar su vida, como mejor les parezca $ interrumpió la perorata con li&ero carraspeo, para cam!iar de tercio $ La vida es preciosa. -ero no sólo se pierde en la ruleta. 4ay quien muere delante de un toro o entre las cuerdas del rin&. 7 al soldado se le anima a morir en la !atalla. )l hom!re se mata por una mujer, por una apuesta o por desesperación. -ero son poco los que aceptan a&onizar para su pú!lico. /3nte sus ojos1. Lo hacen mis muchachos, porque aquí no hay ton&o. -ara que uno viva, el otro de!e morir. Se dice que so!revive el ami&o del ia!lo. 7 que lo trae inscrito en el #urea. %onfieso que nunca lo&r( verla. /e ale&ro1. %onocer el final de la partida, nos haría perder el incentivo del azar. La mitad de los chicos, que reco&en nuestros aplausos, no ver#n el sol de mañana. 8-ero cuales9. /3hí est# la
emoción del jue&o1. . @ecaredo hizo pausa prolon&ada. 2iejo zorro, sa!ía crear la tensión, que incita!a las apuestas. Las !utacas crujieron. 4a!ía dado en diana. )l camarero se acercó. $ 8Lo de siempre, %laudio9 $ -ara dos Los ju&adores vestían pantalón ne&ro ajustado y !lusas de seda, de colores diferentes. na venda, tam!i(n de seda, les ceñía las sienes. )mpaparía la san&re, para que no salpicase al pú!lico. . @ecaredo adoptó un tono desenfadado. $ )l de la camisa azul es 'ony de 2allecas. n veterano. Se medir# con %harlie el )6tremeño. ejó sus ovejas, para vivir al límite. 'erminado el noviciado, inicia su carrera. -uede terminar la noche en el paraíso, servido por las huríes que le a&uardan. = convertirse en leyenda. Sur&ió la se&unda pareja, coloc#ndose junto a la primera. $ -erete, de mirada ne&ra. %hanquete procede de la le&ión. 4izo la ruleta en la sordidez del anonimato. 4oy e6pondr# la vida ante un pú!lico, refinado y entendido. os chiquillos im!er!es se apretaron en la plataforma. @ezuma!an miedo. . %laudio informó a )rnesto. $ Las !lusas !lancas si&nifican que son novatos. -uede ser desa&rada!le. La pareja estelar sur&ió en la pasarela. na ovación atronó la sala. $ /)l -erla1 $ 8Le conoces9 $ inquirió . %laudio, receloso. $ e la calle... "o sa!ía que tra!ajase aquí. )l empresario alzó la voz. $ /"uestros veteranos1 4(roes de duelos tensos. -elao amenaza morir de viejo. "i me acuerdo cu#ndo estrenó el ceñidor. el -erla puedo decir otro tanto. 4oy cele!r#remos la supervivencia del uno, lamentando la perdida del otro. 'ienen una vida f#cil. Sin contrariedades. /La que todos deseamos1. -ero uno de los dos, ha!r# de a!andonarla. Los justadores se inclinaron, a&radeciendo los aplausos, antes de retirarse. on @ecaredo impuso silencio con un &esto. $ 7 ahora, /ha&an jue&o1. . @ecaredo se considera!a un empresario como otro cualquiera, que en lu&ar de impuestos, pa&a!a mordidas. )n cuando al espect#culo, se distin&uía de los toros y otros deportes, porque la muerte era un destino. "o un al!ur. )n otro tiempo, . @ecaredo trashuma!a de feria en feria con un teatrillo, que ofrecía se6o mercenario y clandestino, sirvi(ndose del escenario como vitrina. Li!eralizado el mercado en la democracia, no pudo soportar la competencia. 5uie!ra estrepitosa le o!li&ó a pensar, detectando demanda, hasta entonces in(dita, manifestada por una (lite, sin preparación, ocupación real ni limitaciones en lo económico. =lfateada la &anancia, se procuró local c(ntrico, con sótano adecuado. @eclutados los primeros actores, padeció el desen&año de la infidelidad y le !uscó remedio. %asado con licenciada en químicas que nunca ejerció, pero sa!ía lo que se hacía, !astaron unas semanas de investi&ación para dar con compuesto, que provoca!a adición violenta y selectiva, con efecto secundario de despe&ue de la realidad. %onvencido el consumidor de contar con futuro, porque al&o superior le hacía invulnera!le a las !alas, se instala!a sereno ante el velador, sin realizar que la e6periencia pro!a!a lo contrario. emostrado que el en&anchado no podía escapar, por necesitar producto, que no se ofrecía en el mercado, los reclutas eran sometidos a dos semanas de noviciado, dedicados a pertrecharles de cara
al futuro, anímicamente y físicamente. 3co&idos al ho&ar del empresario, el matrimonio descri!ía futuro post mortem venturoso, con tal lujo de detalles, que parecían estar de vuelta. 3l mismo tiempo fomenta!an supersticiones maca!ras, como la creencia de que las jóvenes o muchachos, muertos por mano del justador, le a&uarda!a en el m#s all#, para servirle eternamente, añadiendo que la pr#ctica de la necrofilia, con el compañero muerto, &arantiza!a la supervivencia, en la si&uiente ronda. ltimada la enseñanza, el catecúmeno pasa!a a residir en pensiones, propias de . @ecaredo. -rovisto de dinero de !olsillo y casi de cuanto desea!a, se presenta!a una vez por semana en la oficina. 3se&urada la presencia del pupilo, porque acompaña!a distri!ución de dro&a, se desi&na!an por sorteo, m#s o menos amañado, los que de!ían actuar. )vidente el ries&o de deserción, en un atis!o de lucidez, los electos queda!an retenidos, disfrutando de !acanal ininterrumpida, que termina!a dos horas antes de iniciarse el espect#culo. 3decentados, vestidos y de!idamente dopados, se enfrenta!an al tiempo tenso, que precedía a su salida al escenario. 3nti&uos ju&adores, reciclados como &orilas, adiestrados y armados, neutraliza!an el ries&o de revuelta, que nunca se produjo. errum!ados en el sof# de s*ai, -elao y -erla se contempla!an. Se&uros de que el muerto sería el otro, el futuro les hu!iese sido indiferente, de no sa!erse a!ocados a romper prolon&ada hermandad. $ 8'e acuerdas cu#ndo anda!as por ahí, con la !ola rapada9. Si no me lle&as a co&er con el mono y sin !lanca... ijiste que no pasa!a n#. 5ue te ha!ías sentaó veinte veces y que la muerte pasa de lar&o, hasta que lle&a la hora. e diste ca!allo, prometiendo que no me faltaría. $ 8'e ha faltaó de al&o9 $ &ruñó -elao. $ /"o1. -ero ahora... $ 3hora, tú o yo. )stoy hecho a ti y lo siento. -ero las re&las son las re&las. $ e jóe que hallamos caído juntos. $ 87 qu(9. =tros se van porque les co&e un coche. 7 encima las pasaron putas. "osotros hemos vivió. 85u( m#s quieres9. )n la pista sonó un disparo. Los mozos corrieron a la pasarela. %omo los piratas del cine, se cu!rían la ca!eza con pañuelo ne&ro, adornado por la calavera y las ti!ias cruzadas. $ /)sos sí que ti(n potra1. $ )st#n pas#os. $ %ómo nosotros... 3l que sal&a de esta, no le parte un rayo. )l pastor nunca volvería a sus ovejas. 'ony se dejó caer en la !utaca, sin pronunciar pala!ra. Instantes despu(s realizó que vivía. 7 se lanzó so!re el muerto. %oito desesperado, con ri!etes de homenaje. Los novatos rompieron a llorar. Les calmó un &olpe de chuzo. )l le&ionario saludó !razo en alto. $ /2iva )spaña1. n pú!lico nacionalista vísceral, replicó con un CvivaC, se&uido de caluroso aplauso. )l percutor chascó en vacío. -elao calculó. $ e!en ir por el quinto. )l primero de esta ronda, /cae1 "o cayó. )l tiempo se alar&a!a. -erla empezó a impacientarse $ /3 ver si aca!an1 -elao !romeó. $ /"o ten&as prisa1 /)s lo que te qu(a de respirar1 @eventó el cartucho. )rnesto palmoteó de pura e6citación, a!andonando la !ra&ueta de . %laudio. La mano fue reclamada. )l Le&ionario a&itó el ceñidor. -l#stica la ima&en de %haperete, derramado
so!re la mesa, . @ecaredo detuvo a los car&adores. )l pú!lico aprovechó el duelo de los novatos, para reponer !e!idas. 3l chico le tem!ló la mano. La !ala se desvió, revent#ndole la ca!eza. )l superviviente fue retirado precipitadamente, porque se le escapa!an las l#&rimas. Les toca!a. %ontra toda ló&ica, -erla y -eleao se desearon suerte. @í&idos y herm(ticos, a&uardaron a que terminase de correr el dinero. n tipo vestido a la turca, presentó las armas a espectadora, enjoyada hasta el esc#ndalo. )m!utida en traje lar&o, ne&ro y ele&ante, aposta!a por cheque, perdiendo con tanta re&ularidad, que parecía desi&nar al que de!ía morir. Introdujo la !ala en el tam!or, haci(ndolo &irar con profesionalidad. I&ualmente perdedor, . %laudio mereció car&ar el se&undo revolver. Lo hizo con torpeza. . @ecaredo anunció que se podía apostar por el resultado final o por cada disparo. n emocionado Cno va m#sC, cerró la ronda. La moneda saltó al aire. =lvidando al pú!lico, los contendientes se miraron como enamorados. %ruz. -elao sonrió. Le da!an su primera oportunidad. -erla apretó el &atillo. -elao pro!ó suerte. La ri&idez se diluyó en sonrisa. 3provechando la pausa, los &ladiadores intercam!iaron un &uiño, contentos de estar vivos. 3l s(ptimo disparo, se dijo que la muerte los rechaza. La de las joyas apostó por -elao. )rnesto lo vio muerto. -erla apretó el &atillo. "o sonó el disparo, pero se desplomó. . @ecaredo se acercó, !uscando nerviosamente la herida. $ /%hico1. /Levanta1. /"o est#s muerto1. -erla &iró las pupilas, ir&ui(ndose lentamente. @ojo de ver&>enza, porque demostró su miedo, escondió su mirada al pú!lico. -elao deseó vivir. Sintió la tentación a!andonar la plataforma, saltando al lado de los espectadores, para suplicar piedad. "o lo hizo, porque esta!a se&uro de que no se la darían. . @ecaredo hizo un &esto de impaciencia. -elao levantó el revolver. "unca le ha!ía pesado tanto. Se&uro de que sería la última vez, clavó el caño en la sien. 5uería morir de un disparo. Limpio y preciso. @etum!ó en todas las ca!ezas. . @ecaredo levantó el !razo del -erla. Se dejó hacer, sintiendo que le falla!an las piernas. esea!a correr tras el cuerpo de -elao, pero no podía moverse. $ /Sal ya1 $ susurró el jefe. 3costum!rado a o!edecer, se escurrió con li&ereza de trapecista. @e!asado el cortinaje, se lanzó en plancha so!re el despojo, a!raz#ndole como si pudiese devolverle a la vida. Lle&ó la trituradora y los &orilas le apartaron. 3l principio tira!an los cuerpos en cualquier parte, con el revolver, pero temieron que tantos suicidios simult#neos, se hiciesen sospechosos. =!li&ado a pensar, . @ecaredo encontró la solución de la carne picada. )l que la compra!a para pienso de animales, se asom!ra!a de la calidad de la ternera, sin ima&inar su ori&en. )l pú!lico a!andona!a el local ordenadamente. Se&uro de que e6traños no podían oírle, el empresario llamó a los alojamientos. Las mujeres reci!ieron orden de quemar las pertenencias de los muertos. )ra la costum!re. e!ían desaparecer, como si no hu!iesen sido. -etra se ju&ó el tra!ajo y hasta el porvenir, conservando una foto de -elao, del tiempo de la mili. Le quiso demasiado para !orrarlo. . %laudio quiso conocer al -erla. $ /2amos a invitarle1. %onmi&o le dejaran venir. 0uscaron a . @ecaredo, que otor&ó su licencia. $ Si pueden esperar... $ se fijó en )rnesto. Los chicos de aspecto soñador, apasiona!an al pú!lico $ %uando quieras, me !uscas. 3quí tienes sitio. )rnesto no contestó. )l -erla, que lo tenía olvidado, le a!razó como si le quisiese de verdad. 7 )rnesto le quiso, porque tam!i(n esta!a terri!lemente solo.
Capítulo 6º )stando a punto de re!asar la edad limite, que acepta!a la clientela, )rnesto consideró de ur&encia cam!iar de medio. )nterado de que el político ofrecía porvenir al efe!o talludo, se personó en la
sede del partido en el poder, e6hi!iendo carnet vetusto. eclar#ndose militante y estudiante reprimido, víctima de padre ju!ilado, e6plotador y comunista, que arranc#ndole a la escuela le o!li&ó a tra!ajar por cuatro perras, frustrando carrera literaria, prometedora por ser vocacional, e6citó piedad indi&nada en el cuadro oyente, satisfecho al sa!er de conducta delezna!le, detectada en veterano, adscrito a partido rival. %on intención de darle en las narices, ocupó al v#sta&o rellenado cuartillas, con destino a pu!licación interna. )scueto el salario, a la espera de que la pr#ctica, hiciese eclosionar al escritor, )rnesto lo aceptó, por permitirle estar donde de!ía, cuando de!ía. ispuesto a sacar provecho de su tiempo, se estudió el físico con ayuda de ami&o, introducido en la modistería. Instalado en el estilo !elle (poque, interpretado en ne&ro o !lanco, lució ca!ello cortado a media oreja, desordenado y con raya en medio, haciendo de !ufanda de seda !lanca, lar&a y flotante, si&no de identidad. 3taviado se&ún convenía, pasó en el centro de tra!ajo cuantas horas le fue posi!le, sin atis!ar diri&ente, de los que salían en la prensa. ecidido a encontrarlos, realizó prudente pesquisa, averi&uando las costum!res de la fauna. 3notados los locales que frecuenta!an. Invirtió en sus !arras los in&resos, acopiados en la madru&ada, dedicando a los &erifaltes la mirada profundas y chispeantes, tan apreciada de la cliente. 3visados por chantajes y otros fracasos, no le hicieron maldito el caso, siendo e6cepción anuel -radería. )n atardecer l#n&uido y falto de afecto, detectó la !andera levantada, lanz#ndose a la conquista de )rnesto. e carnes fofas y caídas, pelo escaso, la!ios húmedos y ca!eza tan pletórica de vanidad, como desamue!lada, el tipo repelía a primera vista, sin mejorar con el trato. e no ha!er sido realmente importante, el chico no se hu!iese molestado en vencer el rechazo que le producían unos !razos, en los que ha!ría de dejarse caer, para conse&uir porvenir. 3pasionado el prócer pero !arruntando la profesión oculta de su amor, a cam!io de fidelidad le ofreció semanada, que le permitiese vivir con decoro. -rete6tando enamoramiento, o!jetivamente injustifica!le, )rnesto rechazó lo que le pareció limosna, aludiendo al salario, perci!ido en el partido. %ele!ró anuel coincidencia de si&las, que i&nora!a. 7 propuso al amante sinecura, junto a su persona. Saltó el astuto corazón del chico, pero repitió la ne&ativa, aduciendo carencia de diplomas y e6periencia. %omo ha!ía previsto, el lunes fue requerido por la jefa de servicio. $ "o lo entiendo, pero enhora!uena. anuel te quiere en su servicio de prensa. Se manifestó a!rumado. $ /"o soy licenciado1 $ e eso no te ocupes. 'iene arre&lo. 3dscrito al equipo del diri&ente, no tardó en reci!ir título de periodista, con e6pediente adjunto, m#s que acepta!le. edianamente informado de la e6istencia de delito, conocido por falsedad en documento pú!lico, )rnesto inquirió en torno al ries&o, adjunto a la utilización del diploma. $ "in&uno. La &ente estudia para hacer lo que estas haciendo. %ómo los haces, no es necesario que pierdas el tiempo, rompi(ndote la ca!eza. Los ordenadores tienen la ventaja de poder incluir lo que quieras, donde te da la &ana. 7 si el número se repite, /fue un error1. 'ras empaparse de la forma y fondo, declarado políticamente correcto, &arrapateó novela. -asada por el corrector de estilo, no salió mejor ni peor que las dem#s, desprendiendo el conjunto ese !arniz de !estialidad almi!arada, que tanto &usta!a a -radería. eseando promocionar al muchacho, remitió el manuscrito a jurado de premio literario, mereciendo el &alardón, por ser el mejor recomendado. Inte&rado en la clase intelectual, adscrito a la rama de periodistas literatos, tuvo derecho a piso propio, en el !arrio correspondiente, perdido por autor que cayó en des&racia, por cree que el (6ito de ventas, le permitía escri!ir lo que le da!a la &ana. )rnesto hu!iese sido enteramente feliz, de no estar o!li&ado a padecer las caricias y fantasías de su protector, sin sospechar que pronto las echaría de menos. )lecciones de!idamente condicionadas, elevaron a -radería a lu&ar de relum!rón. 'emeroso de una
prensa, con tendencia a confundir ejercicio profesional y chantaje, espació los encuentros con su amante, haciendo temer al muchacho a!andono prematuro, fatal para carrera en período de consolidación. -lantón inesperado, tras ausencia de tres semanas, le trajo el -erla a la memoria. )n la noche re&resó al pu!. e no ser por la patina de des&arro y a!andono, que acompaña a la decadencia, nada hu!iese cam!iado. )l camarero no ha!ía envejecido, pero sí su chaqueta. $ @es(rveme una !utaca. 3 media altura. $ 8ice el señor9 $ inquirió el servidor, con voz !lanca. $ 5uiero !ajar al espect#culo. $ 8)spect#culo9 $ el rostro reflejó perplejidad. )rnesto se llevó el índice en la sien? $ /-#n&1 /p#n&1 )l camarero no perdió la compostura. $ Lo siento señor, pero no entiendo. )rnesto se armó de paciencia. $ 8@ecuerda a . %laudio9. Si me mira !ien, me reconocer#. )scri!o y quiero inspirarme. )stuve el día que se mató -elao. )l camarero lo entendía todo. -or eso puso cara de luna. $ )l señor de!e confundirse. 3quí nunca hu!o espect#culo. )rnesto señaló la pared del fondo. $ Se !aja!a por una escalera de caracol. La puerta esta!a ahí. $ @ue&o al señor que me acompañe. %ompro!ar# que no hay nin&una puerta. )rnesto !uscó la fisura, sin encontrarla. Aolpeó la pared. "o sona!a a hueco. Los clientes le mira!an, como sí estuviese loco. 3!andonó, temiendo que le reconociesen. anuel -radería se eclipsó, dejando corresponsalía en el Imperial, como re&alo de despedida. e plantilla en la redacción, el a&raciado olfateó el am!iente, descu!riendo la conveniencia de cam!iar los h#!itos se6uales, para dedicarse a la directora, dueña de su destino. "om!rada en el marco de la cuota de mujeres $ ejecutivo, declarada ideal en democracia, diri&ía la empresa, sin m#s criterio que el dictado por sus impulsos. =!edeciendo a movimientos de simpatía o antipatía, declara!a sin ru!orizarse, que de no funcionar la química con el autor, no le pu!lica!a un te6to ni le da!a tra!ajo. 3quel arquetipo de la modernidad, que puso su yo por encima de la humanidad, se rindió f#cilmente, entrendose a la vieja t#ctica de flores, miradas y suspiros. %onquistada la cama, )rnesto conquistó columna, diaria y !ien situada. )nlazando adjetivos y tópicos, mereció a menudo el calificativo de su!lime, por tener un arte especial para llenar su espacio, sin decir a!solutamente nada. @espetuoso del mar&en de una li!ertad vi&ilada, cuidó de decir y callar se&ún de!ía. Instalado en conforta!le inmovilismo, pero enterado de que no avanzar, implica retroceder, repasó el entorno, en !usca de nuevos horizontes. La oportunidad se llama!a -a!lito 0lanes. 3utor de !io&rafía del rey, ocuparía el primer lu&ar en las letras nacionales, cuando rematase la de la reina, que esta!a escri!iendo. )la!orada !ajo la dirección de la !io&rafiada, reco&ía an(cdotas, dictadas a la &ra!adora, planificando el editor tirada a millones de ejemplares. Inundaría los confines alfa!etizados del país, el día y la hora en que se iniciase campaña de prensa, a!rumadora y su&estiva. Inevita!le el (6ito, pues las mejores plumas tenían preparado incensario de lujo, 0lanes se sa!ía a!ocado a ocupar, en edad temprana, la primera vacante que se produjese en la academia. )nterado de que el personaje se encontra!a en el despacho de la jefa, donde entra!a sin llamar, pues era quien diri&ía, en verdad, la línea de la revista, indicando lo que se de!ía pu!licar o silenciar, así
como el tratamiento, adecuado a los temas, )rnesto enta!ló conversación !izantina con la recepcionista, justificando su permanencia en la ruta de salida del prócer, el tiempo que hiciese falta. 3penas entró en su #n&ulo de visión, le dedicó mirada su&erente, de!idamente reco&ida, pues el personaje, olvidando cuidar su ima&en de hom!re sencillo y asequi!le, dejó col&ado el saludo de la empleada. 3l carecer el encuentro de continuidad, )rnesto investi&ó las aficiones del escritor. )nterado de su inclinación al se6o violento, como espect#culo, se encanalló en la sordidez de la periferia, haci(ndose notar de 0lanes desde la lejanía, por sa!erle celoso de las distancias que marca!a. esespera!a de conse&uir resultados, cuando se produjo el mila&ro. $ La jefa te llama. 3cudió a des&ana. Sinti(ndole alejado, 4ortensia le convoca!a, forzando citas tediosas que no podía eludir, sin arries&ar su columna. )ncontrar a 0lanes reinando en el despacho, le privó del ha!la. $ 3 -a!lito le &usta tu estilo. 5uiera que vayas por las tardes a su casa. )l semidiós tomó la pala!ra, usando un tono impersonal, que desmentía su mirada. $ icto a la &ra!adora. "ecesito !uenos transcriptores. 4ortensia te ha recomendado. 3ceptó porque el autor mentía. )vidente que la idea no sur&ió del cacúmen de la jefa, intuyó que no sería ne&ro del montón. Iniciado la tarde si&uiente, sufrió semanas &rises, reducidos sus contactos con 0lanes a !reves entrevistas, estrictamente profesionales. )l cam!io cualitativo se produjo cierta tarde. Se de!atía com!inando perlas desla!azadas, en intento fallido de conse&uir te6to coherente, cuando el &ran autor invadió el cu!ículo, que le asi&naron por despacho. Sin mediar pala!ra, le !eso en los la!ios. esnudo en !razos de su valedor, )rnesto se sintió parachutado a la &loria y la fortuna. 0ise6ual, joven y potente, consi&uió satisfacer plenamente a un hom!re, tan pasivo en la creación, como en la cama. -ilotado por 0lanes, conoció la amal&ama de (lites, que forman la (lite por e6celencia, su!iendo a palacio con i&ual naturalidad, que se dejó deslizar a la sima de todas las cloacas. 0lanes e6plica!a el periplo, transform#ndolo en teoría. $ esearía que las fuentes de placer fuesen inaca!a!les. /-ero no lo son1. Incluso los que no admitimos !arreras, sa!emos que de&eneran irremedia!lemente, parando en el tedio. e ahí la necesidad de descu!rir lo nuevo, antes de que lo viejo se diluya. /)n la insensi!ilidad de la rutina1. Los idiotas que nos llaman desracionalizados, i&noran el desplie&ue de ima&inación e inventiva, que hace posi!le el re&reso a la animalidad primitiva. Ser orian Aray, ister 4yde,
=culta!a )rnesto su ori&en, temiendo chocar con am!iente, en que el vicio era puro refinamiento, hasta que un día confesó, casi sin darse cuenta, ha!er nacido en casa de metalúr&ico. 0lanes aco&ió la confidencia con naturalidad. $ Siempre lo supe. %uando nos conocimos, hacías el amor como un proletario. Lo s(, porque he tenido a muchos. -ero nunca supe que cosa es un matrimonio de proletarios, sorprendido en su salsa. e &ustaría. 4a!iendo conservado a la costum!re de visitar a los viejos, cuando no tenía nada mejor que hacer, )rnesto se ofreció a complacerle. 3ceptada la propuesta, anunció a la madre que se presentaría a la hora del almuerzo, con un ami&o. $ "o ha&as nada especial. i&erían las alu!ias con ayuda de caf( y copa, cuando 0lanes quiso quedarse a solas con el viejo. )rnesto e6presó el deseo de ayudar a la madre en la fre&adera, eclips#ndose con oportunidad. %atalina aprovechó el aparte, para decir lo que pensa!a. $ )se ami&o tuyo no me &usta. $ /)s una cele!ridad1. Se pasa la vida en palacio. )st# haciendo una !io&rafía de la reina. $ 3 mí me parece el emonio. Le sale el infierno por los ojos. $ /Si no lo conoces1. La madre arru&ó los la!ios. $ 7 a ti se te est# poniendo la misma pinta. "o te lo he dicho, pero tienes los malos pasos en la cara. /7 no es de hoy1. )rnesto se inquietó, temiendo que %oncha ha!lase por información, no por intuición. -or sí o por no, se hizo el inocente. $ /-ero mama1. /5ue cosas tienes1 $ /Lo que te di&o1. /5ue en esto no me equivoco1. /4asta en la tele los descu!ro1. Lo que tendrías que hacer es apartarte. #s vale ser po!re, que andar metido en ciertas cosas. Si te empeñas en se&uir, /tendr#s mal fin1. Se sintió tan incómodo que re&resó a la sala, arriesndose a dis&ustar a 0lanes. -or fortuna no le interrumpió. 'erminada la disección intelectual de su o!rero, se a!urría ostensi!lemente. )n el coche, se e6playó. $ 'u padre no es. -asó la vida persi&uiendo la se&uridad en la vejez. /7 perdió las dos cosas1. 'iene un pasado tan vacío como el presente. )n cuanto al futuro, por cierto cortito, se apunta inmuta!le. Su recia humanidad es un resumen de renuncias. /e ceros1. 'omó lo que le dieron, resi&n#ndose a no tener cuanto le ne&a!an. Lo hizo con mansedum!re. 7 no se le que!raron los sueños, porque nunca los tuvo. -arece un hom!re, pero nunca pasó de animal domestico. olesto por la definición, )rnesto quiso co!r#rsela. $ /Si supieses lo que dijo mi madre de tí1. $ /%uenta1. $ 5ue pareces el ia!lo. -a!lito sonrió, e6hi!iendo dentadura artísticamente imperfecta, o!ra del mejor dentista de "ueva 7or*. $ "o lo soy, pero no anda descaminada. 'endr( que ocuparme de las mujeres de tu especie. -arecen intuitivas. e rostro duro, rematado por una frente li&eramente a!ultada y desproporcionadamente &rande,
so!re unos ojillos ne&ros y astutos, que e6presa!an alternativamente deseos, rencor y e6citación, pero jam#s sentimientos, la fisonomía de 0lanes le incluía en la especie que no soporta el !ien, porque e6iste para disfrutar el mal que provoca. $ 8-ensaste al&una vez por qu( me interesaste9. $ pre&untó a !ocajarro. $ -ues la verdad, /no1. $ e pareciste un tipo puro. 8Sa!es lo que me apasiona realmente9 )rnesto ne&ó. "unca supo nada de los dem#s, porque sólo le interesaron por lo que pudiesen aportarle. -a!lito confesó. $ /Iniciar1. La mirada de )rnesto se ensom!reció. $ )s decir, /qu( ahueque1. Indispensa!le protector para que se lo&rasen unas alas, que no ha!ían terminado de crecer, sintió que se hundía con su carrera, demasiado visto para poder cam!iarlo. -or fortuna, -a!lito le tranquilizó. $ /"i ha!lar1. "unca encontr( un compañero tan de mi &usto como tú. "o lo sa!es, pero pronto dar#s un paso importante. )rnesto suspiró aliviado. $ 8%u#ndo y cómo9 $ %uando yo te di&a. /7 cómo Nl lo di&a1 $ 85ui(n es (l9 0lanes no contestó. 0ajar a los infiernos, para re&resar llev#ndolos en el alma, ha!ía desarrollado, en el escritor, la aficionó a la intri&a. Los rojos dejaron de intranquilizar a doña 3&ustias. 3similados a la monarquía funcional, ayuda!an lealmente a neutralizar intelectos desviados, aportando t(cnicas, que permitían apartar a la sociedad, de cuanto pudiese espa!ilarla, solapadamente y soslayando prohi!iciones escandalosas. )la!oradas a partir de estudio empírico, coincidían a la línea con las aplicadas por Aoe!!es, pero doña 3&ustias, que no leyó a Aoe!!els, no podía sa!erlo. 4a!itual de palacio, critica!a para sus adentros la campechanía del rey y la frialdad de la reina, lo que no le impedía perse&uir el real favor. So prete6to de &anarlo, dio rienda suelta a inclinación natural, reprimida en otro tiempo por mal vista, frecuentando consultorios de parasicólo&os, astrólo&os y otros superdotados, capaces de adivinar el porvenir y hasta modificarlo. -ersi&uiendo calidad, los ele&ía reputados, con fama de aconsejar a testas coronadas, asom!r#ndose cada vez que le recita!an las líneas maestras de su pasado, sin sospechar que al no ser e6cepción, el avispado psicólo&o nato, que tenía en frente, ha!ía averi&uado, en el curso de di#lo&o previo, en apariencia anodino, lo &eneral de una vida vul&ar, que condiciona!a porvenir sin alteraciones. )ncandilada por los aciertos, cayó en ne&arse a tomar decisión, sin consultarla con vidente. Sacadas cuentas, averi&uado que la finca podría &arantizar el porvenir de una pareja, con ayuda de su!venciones europeas y otras pre!endas, hasta que la ley natural pusiese a los componentes en posesión de su herencia, acordó reconstruir dehesa !oyal, dividida por los oficiales de la corona, en tiempos de la desamortización, casando a su primo&(nito, futuro propietario de la -uta, con %asilda, hija de Aarc(s y Lola, poseedores de la 'iesa lindera. %onsultado el tarot, en consultorio de adivino reputado, favora!le el dia&nostico, or&anizó cena íntima, deseando e6plorar a los pro&enitores de la novia. )nunciado el supuesto, Lola se pronunció sin reservas. $ "o me importaría nada, /pero es que nada1, qu( mi hija se casase con Luis.
)quivoc#ndose al considerar el momento propicio, 3n&ustias informó al interesado. $ 8-orque no vas a )6tremadura9. e han dicho que %asilda va la semana que viene. $ /83 mí que me importa %asilda91. La respuesta desarmó a la madre. 'emiendo ha!er e6citado el espíritu de contradicción, que al!er&an los jóvenes, pospuso la consecución del proyecto, i&norando que pese al vaticinio de su adivino, lo desa!rido de la respuesta, dimana!a de la inoportunidad de la invitación. )n aquellos días, Luis no hu!iese a!andonado adrid, por nada del mundo. +ijada la noche de autos, para ejecutar la primera acción planificada de su comando, quería se&uir in situ los efectos de iniciativa, sin precedente conocido. 0esó a la madre de refilón, rumiando el miedo al fracaso. )l jefe que aporta!a fondos, piso, protección e ideas, fue saludado por tropa cuadrada, !razo en alto. @espondió alzando la diestra con desmayo, imitando al 4itler de los viejos documentales. @epantin&ados en el sof#, Khis*y en mano, %arlos y i&uel no se movieron. Simples oficiales por razones ajenas a su voluntad, acepta!an de mal &ana la promoción Luis, en su opinión inmerecida. Sa!iendo el respeto que merecía el valor personal, el jefe hizo alarde en un aparte. $ 'en&o una desa&rada!le sensación de %apit#n 3raña. i&uel arru&ó los la!ios, displicente. $ /"o seas im!(cil1. La &ente que piensa no se prin&a. 4asta en la &uerra los mandos se ponen a res&uardo. -orque soldados se encuentran a patadas. -ero un jefe no es f#cil reemplazarlo. Luis se sintió inse&uro. $ )l tipo es fuerte. 8Seremos !astantes9. $ 3 diez por uno no, no hay salida. Se repartieron !ates, cadenas y puños americanos. "o llevaron armas de fue&o, porque la acción de!ía parecer improvisada. 7 el resultado involuntario. Las navajas, escondidas en la !ota, se sacarían en caso de necesidad. %arlos opinó que de!ían llevarlas. $ "o hay quien se pare con nosotros. Si al&uien asoma, viendo de que va se quitar# del medio, porque nos temen. Si al&uno se acerca, que no creo, /&arrotazo y en paz1. 7 sí son muchos, /con a!rirnos1 %ada cual por su lado. /5ue juntos nos encuentran1 Luis desple&ó un plano $ Las motos las dej#is en la plazoleta. 2osotros a&azapados os en los portales. 5ue no os vean. )staremos aquí. )n el !ar que hace esquina. %uando pase el relevo, sil!aremos. )l ne&ro !ajar# en est# dirección. Le acorral#is. /7 a pe&ar1. 4asta que se le sal&an los sesos. espu(s a las motos. /7 fuera1. )snifaron antes de salir. %uestión de darse #nimos. ejaron los coches en el par*in&. %amellos, prostitutas y noct#m!ulos en &eneral, sur&ían de las !ocacalles, ocupando posiciones en la amplia avenida. 'emprana la hora y separados los se6os, aun no esta!a sem!rada la acera de litronas vacía, que quedarían so!re el cemento hasta que pasasen los !asureros de madru&ada, si no las olvida!an. 2adearon la movida, que se apelotona!a a la entrada de Le&anitos. -asados los !ares, la calle se vació. n &uardia soñoliento, a la puerta de comisaría, parecía a&uardar al denunciante intempestivo. )n el !ar, que aca!a de a!rir, no ha!ía un alma. )ra de retirada. -idieron !e!idas lar&as. Luis pa&ó antes de consumirlas. 4acerse recordar por ha!er dejado una deuda, sí tenían que salir por pies, era estúpido. 2erificaron que desde la puerta, se veía el &araje. Sonaron las motos. i&uel asomó, verificando que todo esta!a en orden. )l relevo su!ía la calle. Lleva!a el !ocadillo y el termo en cartera de ejecutivo. "o le &usta!a parecer un don nadie. i&uel sil!ó. %ompases de la archa @eal, su canción preferida. %hirrido de puerta met#lica. @isas. Saludos. )l ne&ro cantiñea!a sinti(ndose feliz, porque le ha!ía nacido un hijo. 'res
encapuchados le cortaron el paso. Airó so!re sí mismo. =tros tres le corta!an la retirada. n !ate le a!rió la ca!eza, sin darle tiempo a &ritar. )l &olpe sordo penetró en las viviendas. Se a!rieron ventanas, cerr#ndose de inmediato. Luis ima&inó a los vecinos tem!lando, la nariz pe&ada al cristal, para no perder detalle. a!a i&ual. Sí les pre&unta!an al día si&uiente, jurarían que no vieron nada. n !alcón se a!rió con estr(pito. $ /3sesinos1 $ la voz era de mujer. $ /-uta1 $ contestaron de a!ajo. $ /%a!rones asesinos1 $ /'e callas o t( jodo1 La carne rota amorti&ua!a los &olpes. i&uel temió que los &ritos lle&asen a comisaría. 2olvió a sil!ar. Las motos arrancaron. 3!andonados los vasos so!re el mostrador, se alejaron aparentando tranquilidad. $ 3 esa ha!r# que ajustarle las tuercas. )l coche de policía les adelantó. 3cortaron el paso. %uando lle&aron, los &uardias rodea!an el cuerpo. La voz anónima, en zapatillas y en !ata, e6plica!a lo que ha!ía visto, ofreci(ndose como testi&o. Luis se a&achó. La masa encef#lica se derrama!a so!re la acera. )l ne&ro esta!a de!idamente muerto. $ 8)s usted medico9 intió con descaro. $ "o. 3'S. $ )sto es puro terrorismo, /con ensañamiento1 $, repetía la muchacha. )l policía ha!ló fríamente. $ )l terrorismo es el de los vascos. 7 esto no es m#s que una &am!errada $ Se diri&ió a %arlos $ 8vieron al&o9. $ "ada. )st#!amos en el !ar. "o les hicieron m#s pre&untas. La muerte de un tipo de color, es suceso trivial. Los chicos se encaminaron a la Aran 2ía. $ 82as a dar el p(same9. $ pre&untó Luis. %arlos afirmó. $ )ntre esa &ente queda mucho que hacer. $ 8-odemos acompañarte9. $ no sí. os sería sospecho )ntraron en el piso con la la&rima puesta. La viuda a!razó a %arlos. $ /"o sa!es cuanto lo ha sentido1 $ e6clamó el citado, con hipocresía que raya!a en la esquizofrenia. 4echas las presentaciones, Luis se manifestó indi&nado, por no quedarse atr#s. $ /"o s( que dia!los hace la policía1 $ Las cosas i!an demasiado !ien. /3l&o tenía que pasar1. %arlos se interesó por el futuro. $ 87 ahora9 $ 'odo se&uir# i&ual. %omo si estuviese. La mirada perdida de anuela, reveló que no sa!ía como hacerlo. %arlos insistió.
$ Si puedo ayudarte... Le admira!a tanto... io treinta mil pesetas. La viuda no quiso co&erlas, pero una vecina intervino. $ 8-ara que est#n los ami&os9. 'e hacen falta y estos no pasan necesidad. Salieron entre muestras de amistad y &ratitud. Luis se felicitó por el acierto. Aentes de todas las razas, incluida la !lanca, llora!an al muerto. Su popularidad era peli&rosa. $ 85ue te ha parecido9 $ inquirió %arlos $ 85ue9 $ 85ue va a ser9 /La viuda1 $ Lo que dijiste. /%ómo un tren1. $ /n tren en el que pienso montar1. $ /'u estas mal1. e quien tenemos que ocuparnos es de la &ritona. "o me &ustan los traidores. $ e inform( y m#s vale dejarlo. )s de &ente que no se deja !uscar las cosquillas. 4u!o acusación privada. )l poder hizo como que !usca!a. 7 los terroristas del sistema se esfumaron. 'ras dar la noticia, porque no quedó m#s remedio, la prensa se hundió en el silencio sepulcral, en que se entierran las cuestiones enojosas. -ero ha!ía pasado el tiempo en que la &ente deja!a de ha!lar, de lo que no aparecía en letras de molde. Las voces continuaron y la 3sociación pro i&nidad del Inmi&rante, cuadruplicó el número de socios en una semana. 3l continuar su crecimiento en las si&uientes, la tendencia alarmó a la camarilla. $ Si fuese una ="A paternalista o refu&io de avispados, de los que se forran al pairo de las cat#strofes, no tendría importancia. -ero estos no ha!lan de caridad. Se han aprendido la %arta de los erecho 4umanos. /7 la usan1. I&nacio no i&nora!a las andanzas del hijo. 'ampoco %(sar del suyo. $ %onfieso que no me &ustan los ne&ros. /7 menos los moros1. 3 la &ente tampoco. -ero quieren los echemos con &uante !lanco. /%omo si fuese posi!le1. I&nacio se manifestó realista. $ Sin em!ar&o, con al&unos tenemos que tra&ar. 'enemos cuota y hacen falta. Sin moros, tendría que quitar las ovejas. "o se encuentra un pastor. arco 'ulio ha!ló de la calle. $ -ero est#n los otros. %amellos, prostitutas... /%omo si no cri#semos !astantes1. $ 'endríamos que seleccionar. )l que tra!aje donde hace falta, por lo que le damos, /que se quede1. -ero los otros, /fuera1. 3un siendo maestro en pucherazos, Aerardo temía a las urnas. )n el fondo, le de!ía cuanto era. $ 3quí, controlamos. -ero la 3sociación toca teclas. +uera saca lo que le da la &ana. 7 tenemos que terminar por decirlo. Lo de los tipos flipados nos ha costado un proceso, una pasta &ansa en periodistas, que nos lavasen la cara. /7 tuvimos que cantarlo1. 3 muchos les hizo maldita la &racia. 7 se rumorea que las pateras se hunden con demasiada facilidad. e no ha!er enredado ese 3min, no se ha!laría de estas cosas. arco 'ulio dejó entrever su primera preocupación. $ Lo peor es que empiezan a llamarnos fascistas. 7 )uropa es como es. e repartirnos car&os y tomarnos por modelo, puede pasar a llenarnos de fan&o. 3sí que los chicos, /en casa1. I&nacio se defendió atacando.
$ Si no fuese por ellos, no ha!ría quien anduviese por la calle. Sa!es lo que limpian. 7 lo que limpiaran a su hora. )n mi opinión, lo de ese 3min, era necesario. Aerm#n a&achó la ca!eza. Le da!a miedo lo que i!a a decir. $ 'en&o a la opinión soliviantada, porque era un tipo popular. "ecesitaría que encerrasen un par de ellos. e los de !ase, /naturalmente1. I&nacio le miró como si estuviese loco. $ 8eter en la c#rcel a un rapado9. /Lo que falta!a1. )st#n acostum!rados a tener protección. Si falla, cantan a la primera. 85uieres nuestros apellidos en danza9. La calle tiene el perfil del facha que nos interesa. %hicos de clase media tirando a !aja, violentos y con un melón por ca!eza. Si aparecen hijos de políticos, de ma&istrados, de &ente de dinero y de título, lle&ar#n a la conclusión de que no es respeta!le lo que respetan. 7 todos seremos matones. )n potencia cuando menos. Aerardo se resi&nó. $ /0ien1. "o hais nada. -ero la etiqueta de fascista no es !uena. %(sar perdió la calma. $ /5ue fascismo ni que leches1. Les educamos para mandar. 7 el que manda tiene que sa!er aplicar la violencia. -orque si no la usa cuando de!e, se ir# al carajo. Si lo miramos !ien, somos violentos de en(sima &eneración. /"o se nos va a quitar de la noche a la mañana1. /"i de!e1. 4ay ocasiones en que al rey y la patria, se les defiende con la violencia. enas 3l!as recordó viejas pala!ras. $ Se decía que los españoles, !uenos cristianos, no eran racistas. 7 yo me decía que lo veríamos, cuando tuvi(semos en casa &ente de color. /Lo estamos viendo1. -a!lito 0lanes, aspirante perpetuo al ascenso en lo que fuese, dio su primer patinazo. $ %onviene frenarlos, /pero por las !uenas1. -ienso que una campaña en ne&ativo, sería eficaz. 3l español le &usta vituperar al otro, pero detesta ser criticado, aun en caso de ha!er hecho aquello que condena. %onozco a estos chicos. -or eso estoy de acuerdo con %(sar. san sím!olos fascistas, tienen una va&a idea de lo que paso en los cuarenta, pero de ideolo&ía, /est#n tiesos1. 4acen lo que hacen, porque les so!ra adrenalina, sa!en que no tendr# consecuencias y se siente superhom!res, machacando a un tío entre no s( cu#ntos. Si les aver&onzamos, ech#ndole en cara su co!ardía evidente, a m#s de pu!licar que les &usta arrear, porque nacieron con defecto de fa!rica, no enmendado por sus padres, se tranquilizar#n, porque el qu( dir#n les importa. 7 de uno en uno, no se atreven. )n el rostro de enas 3l!as, !ailó una sonrisa maliciosa. $ /uchacho1 8"o sa!es que todo vicio se convierte en virtud, si lo consiente un rey9 $ 87 eso9 $ pre&untó -a!lito, sin comprender. arco 'ulio replicó secamente. $ /5ue no ha!r# campaña1. 0ajando la escalinata, %esar susurró al oído de I&nacio. $ 85ue locura le ha entrado a tu chico9. e lo encontr( con la ca!eza como un queso. )l interpelado replicó sin cortarse. $ )l tuyo le llevó a su peluquería. %arlos estuvo perdido un mes. 3l no fi&urar la lectura de la prensa entre los h#!itos del &rupo, apareció !landiendo un periódico atrasado. La foto de la viuda de 3min, cu!ría un cuarto de p#&ina. i&uel lo apartó de un manotazo.
$ /)sta tía me car&a1 $ /Lee1 $ imperativo el mandato, el interpelado resumió en voz alta $ icen que la viuda de 3min apareció muerta en la %asa de %ampo. 3l&uien le aplastó la ca!eza con una piedra. La encontraron a su lado, manchada de san&re. Lo importante es que le encontraron ca!allo. 3sí que lo de 3min ha quedado en ajuste de cuentas y la 3sociación en tapadera. 4an cerrado el chirin&o. Luis apuntó al cielo con el pul&ar. $ /-ro!lema resuelto1. /3certamos1. %arlos se sintió defraudado. )spera!a felicitaciones. $ 8-ero es que no lo entend(is9. /e su!í al tren1. La em!arqu( con el cuento de que nos espera!a el ministro. %uando enfil( la %asa de %ampo, pre&untó por qu( me metía por allí. Le dije que era el mejor camino para no co&er atascos. 7 tra&ó. )n un descampado le metí el cuento de la avería. 'enía el pico preparado. +ue coser y cantar. Luis !alanceó la ca!eza. $ "o es !uen sitio. 4ay &ente a&azapada por todas partes. 7o que tu, me andaría con cuidado. $ -or eso me fui a la finca. 'emía por la prensa. -ero ni caso. $ La !ofia es lo que de!ía preocuparte. %arlos se echo a reír. $ /'u est#s loco1. 8%rees que lo hice sin que lo supiesen9. Los que conocían a anuela no tra&aron. -ero los envidiosos de todos los valores, prestaron fe a la información escrita, satisfechos al poder calificar lo real de apariencias. -ero las putas y travestís, llamados a prestar testimonio, no se manifestaron cooperadores. $ "unca venía por aquí. "os chocó verla con ese %arlos. 4ay que estar canino para darle un servicio. )s un animal. na ne&ra se presentó voluntariamente. $ Lo vi tan raro, que apunt( la matricula. 3l comisario le asom!ró la soltura de len&ua manifestada por colectivos, que ante uniforme olvida!an hasta su nom!re. -ro!ado que el acompañante de anuela era el hijo de don %(sar iranda 0lanco, se dio por !ueno lo averi&uado y carpetazo al asunto. )l comisario consultó la ficha del chico, por pura curiosidad. atón de calle a los quince años, en el presente pertenecía a la dirección de comando, que practica!a sano terrorismo de derechas. 0astó media docena de artículos difamatorios, para que los difuntos quedasen rele&ados a los !ajos fondos, sin que sus cola!oradores pudiesen impedirlo. )n los medios no ha!ía espacio ni micro, para quien pretendiese, prue!as en mano, resta!lecer la verdad so!re la vida y sacrificio, del matrimonio 3min.
Capítulo 7º )l hedor de los cad#veres definitivamente archivados, escapa!a de comisarías y juz&ados, invadiendo al país, sin que el país lo notase. )n la prensa y en lu&ar de honor, aparecían insti&adores si no autores de crímenes, a!errantes por a!surdos, encarnando esa respeta!ilidad, que dimana del poder, cualquiera que fuese su ori&en. -artiendo de principio de que la mancha caída so!re un prócer, destiñe so!re todos los próceres, arries&ando la esta!ilidad del sistema, al poner en entredicho la ima&en de su clase rectora, del policía m#s insi&nificante, al m#s sesudo de los jueces, fueron advertidos que caso de topar con personaje, enredado en cuestión esca!rosa, a!andonasen la línea de investi&ación, cuidando de !orrar las huellas. %onvencido de que el silencio aca!aría por reventar, llen#ndolo todo de san&re y mierda, pero sometido a sus superiores, porque tenía que comer, el comisario o!edecía, fa!ricando y destruyendo prue!as, a indicación de sus superiores, en
defensa de una paz, que apesta!a a cementerio. -ara eludir la alarma social, se ponía sordina al crimen, quedando en li!ertad el criminal. 7 la sociedad se alarma!a, porque al quedar impune el crimen, la vida del ciudadano de común, carecía de valor. $ Lo malo es que se sa!e. /"aturalmente aumentado1. La sociedad huele al pez &ordo. 7 se siente &o!ernada por los encu!ridores del asesino. = por sus cómplices. $ 7o diría que por los asesinos in person $ rezon&ó el ca!o. )l comisario continuó, como si no le hu!iese oído. $ 'ienen tanto miedo, que no se atreven a replicar a los políticos, ni aún de tercera fila. "o a los ma&istrados. La &ente del estado, en &eneral, nos produce pavor. -ero es un pavor que rumia el desquite. Blvarez dio un puñetazo en la mesa. $ )llos rumian. /7 nosotros tra&amos1. Sa!emos, nos o!li&an callar. /7 nos convertimos en cómplices1. /-or un sueldo de mierda1. )l comisario asintió. $ 'e entiendo. -ero los que vienen detr#s, ser#n peores. 4oy cumplimos a medias y al&unos se salvan. Los que educa el sistema no dejaran resquicio, porque son ro!ots. %uando desem!arquen, /har#n un verdadero infierno con todo esto1. Su compañero e inferior, asintió con tristeza. $ La primera vez que me encar&aron una &uarrada, se molestaron en convencerme, jurando que sería la última. 3hora si no cedo a la primera, me amenazan, porque se han crecido. -ero no cam!ian el disco. 3l principio asusta!an con la &uerra civil. 3hora con la desesta!ilización. /%omo si valiese la pena esta!ilizar esta mierda1. $ 3quí el único miedo que hay, es el que tienen los políticos a perder la maula. 7 el de la &ente a los caprichos de los políticos. artínez, que aun se creía policía de cine, apareció radiante. $ eños. Les corren por las !reñas, hasta que se los car&an. nas veces los entierran y otras llaman a la Auardia %ivil, para que los recoja. %uentan que entraron a ro!ar, pe&ando tiros. 7 como hay testi&os de so!ra, cuela. 'am!i(n or&anizan juer&as. e las que duran tres días. e lo que pasa en la casa no se sa!e, porque los señores les tienen prohi!ido acercarse. -ero la mujer limpia. 7 a veces encuentra manchas de san&re. $ 8Se lo ha contado a la Auardia %ivil9. $ "o se atreve. 7o me hice pasar por periodista. )l ca!o alzó los ojos al cielo. $ Solo falta que encuentren un cuerpo. 7 que el dueño de la finca viva en el !arrio. $ #s f#cil ser# que viva en el de la comisario @amos. )l joven policía le miró asom!rado.
$ 83llí9. /"o hay m#s que &ente !ien1. La mirada del ca!o se hizo soñadora. $ e no ha!er pasaó lo que pasó, hoy sería comisario... /4ace años de esto1. )st#!amos al principio del cam!io, cuando empezaron a salir muertos por ahí, /qu( esto va por rachas1. %ríos y chicas jóvenes. "o tenían los medios de ahora para suprimirlos. "i anda!a tan listos. n día me olí que la cosa esta!a en el !arrio. e creí el cuento de la democracia, y cite a . atías 2erderales, el sue&ro de don %esar. )l viejo vivía en el palacete, que est# cerca de la comisaría de la @amos. %omo no se aclara!a, pedí una orden de re&istro. )l juez me la dio. /4oy sería imposi!le1. )ncontr( una panoplia de instrumentos de tortura. %ontó que eran de colección, pero sacamos otra i&ual del caserón de la finca. -erdió la calma y acusó a los vecinos, con pelos y señales, porque unas chavalas aparecieron al otro lado de la linde. Si no lle&an a topar con un forense honrado, /se las lían1. escu!rió que las ha!ían enterrado en dos sitios. La tierra del primero era la que ha!ía en un jardincillo, que esta!a junto a la casa de . atías. -asó el asunto al juez que toca!a. e quitó el caso y se lo dio artínez. 4oy es un pez &ordo, pero entonces no era nadie. )ncontró un par de tontilocos en el pue!lo. 7 lo resolvió en una semana. )n la vida he visto confesión m#s completa y contradictoria. )n su estupidez, contaron que mataron a las chicas, porque se les fue la olla al oírles &ritar, cuando empezaron a reventarles los ojos. e pareció tal &ilipollez, que me las arre&l( para interro&arles. )sta!an en el lim!o. Se lo cont( a un ami&o periodista, cuando los periódicos arma!an el cirio con el caso. 0astó que apuntase al &rupo del %onde de los @íos, para que se olvidasen del caso, callando como putas. 3 los tontos los metieron en el manicomio. 7 yo tuve que meterme en los Aal, por no perder el uniforme. 3sí que haz lo que te di&o. 'u informe, /a la papelera1. )n sus tiempos de calle, aría @amos aprendió que en los !urdeles de carretera, ha!ía trafico de mujeres, menores que sa!ían m#s que los ratones colorados, y clientes que se ponían al volante con copas. -ero si al&uno se moría, era de muerte natural. = por ha!erse metido en !ronca. 'uvo que ha!(rsela con violadores. 7 se encontró con descere!rados, que de ha!er aprendido en la escuela a dominar sus instintos, no se les hu!iese pasado por la ca!eza forzar a nadie. 'ipos que si mata!an, no lo hacían por sadismo. -erdido el miedo a ese ios, que todo lo sa!e, mata!an porque se lo tenían a una policía, que podía ser en&añada. )n poco tiempo, @amos aprendió que los po!res delinquían, porque quería dejar de serlo o por un arre!ato. 7 los ricos por am!ición o a!urrimiento. Los muertos aparecían en cualquier parte, pero aquellos crímenes ela!orados, no tenían por escenario tu&urios ni ca!añas. Sentir placer, causando daño o contemplando el dolor ajeno, es sensación que no se improvisa. -ara sentirlo, hay que arrastrar &eneraciones de tarados, por el ejercicio de la crueldad. Los m#s de aquellos crímenes no transcendían. -eli&rosos por ha!er sensi!ilizado a la opinión, de no ha!er indiscretos que los aireasen, no transcendían al pú!lico. )ste silencio en torno a crímenes, particularmente a!errantes, intri&ó a los del cuerpo. Los comenta!an, siendo muchos los policías que recopila!an datos, esperando que al&ún día les dejasen actuar. e ha!er sa!ido sus superiores que @amos poseía archivo a domicilio, reuniendo millones de datos so!re sucesos escandalosos, a!ocados a terminar archivados o con chivo e6piatorio en el !anquillo, que calmase unos #nimos encrespado, no la hu!iesen desi&nado primera mujer comisario en la capital, aireando preparación y hoja de servicios, que justifica!an plenamente el paso adelante, en la inte&ración de la mujer. Sa!ido que entre hom!res y por escalafón, el mediocre accede a !rillante carrera, sin dejar de serlo, sucede la mujer, de no mediar protector enamorado, ha de promocionarse a fuerza tesón e inteli&encia. 'emiendo el
social, supon&o que sa!r# evitarla. aría asintió. $ Si el culpa!le no responde al perfil políticamente correcto del delincuente, de!o dejarle en la calle. 7 si lo e6i&e una opinión alterada, encontrar culpa!le que responda al arquetipo, para sentarlo en el !anquillo. )l prócer no detectó la ironía. $ /)6acto1. /7 con la conciencia tranquila1. )l espect#culo termina a las puertas de la c#rcel. =lvidado, si el condenado se muestra cola!orador saldr# como entró, !enefici#ndose de compensación económica. uchos presos en primer &rado, est#n en su casa. Le confieso que son utilísimos. %omo no quieren volver, informan de lo que se les pide. 7 car&an con cualquier muerto. aría adivinó donde i!a el jefe. 7 quemó etapas. $ )n mi zona, sólo me preocupa el rapto. 4ay chavales que desaparecen. -or dinero, si los padres lo tienen. -ara recuperarlos, la rapidez es primordial. Si me sucediese, quisiera tener la se&uridad de que los mandamientos que solicite, me ser#n remitidos con la celeridad de!ida. 7 que la televisión difundir# su ima&en de inmediato. )l
su v#lvula de escape. /Le letrina de sus inquietudes1. -or eso no hay que culparles, si caen en determinadas desviaciones. i consejo es que de lle&ar a sus oídos detalles íntimos, ten&a la delicadeza de no enterarse. 8e comprende9. aría asintió, con cara de po*er. )l &ran jefe carraspeó. $ "o quiero que sal&a de aquí con la sensación de que le aconsejo lenidad. -ara que me entienda, le e6plicar( como se desarrollan determinadas tendencias, se&ún los psicólo&os, /naturalmente1. 4om!res sometidos a todas las presiones, pero todo hay que decirlo, /a todos los aduladores1, escapan al mundo real. n día realizan que someter a un semejante, les produce placer, porque les permite materializar un poder, que ejercen so!re ese ente a!stracto, llamado pue!lo. Iniciados en esta forma de placer, pueden lle&ar a la &uerra inútil o al crimen. 2iene a ser lo mismo. )n cualquier caso, es camino sin retorno. -odríamos ponerlos en la picota. -ero no &anaríamos nada, porque quien ocupase su lu&ar, caería en lo mismo. Se dice que en tiempos fuimos fieras. -or eso el que prue!a la san&re, /quiere m#s1. Si caen los hom!res y mujeres, llamados a velar por todos los hom!res y todas las familias, hemos de respetarlos, porque si la sociedad pierde la confianza en el aparato, nos hundiríamos en el desorden. 3l ser nuestro primer de!er prote&er a la sociedad, hemos de sa!er discernir lo que de!e sa!er, de lo que conviene ocultarle. )s f#cil cole&ir el caos que se produciría, si al&unas cosas se supiesen. 7 si al&o no se puede remediar, porque el instinto, cuando se des!oca, es impara!le, nuestra o!li&ación es ocultarlo. )n cuanto a la prensa, le aconsejo prudencia. Los que cometen ciertas atrocidades, son enfermos ocasionales, /pero enfermos1. Si les hacemos sentirse despreciados, podría suceder cualquier cosa. nos se derrum!arían. =tros arremeterían contra los deslen&uados. 7 le ase&uro que tienen medios. Sería aconseja!le no hacer referencia a ciertos pecados. = vicios, si prefiere. 8-ara que provocar dolor o ra!ia en unos individuos, de los que no podemos prescindir9. -ersonalmente, procuro que los medios eludan ciertos temas. 85ue esto marcha mal9. /"o ca!e duda1. -ero podría ir peor. aría sonrió con tristeza. $ -ara ser sincera, ha!ía oído todo esto. La !oca del
!lanco, superaron al conta!iliza!le. %onsiderando la &ravedad de rechazo, que afecta!a a la clase en su conjunto, acordando en consenso de ur&encia recortar la a!stención, rellenando las urnas, sin alterar el reparto proporcional de car&os, que conferían a cada partido, los escasos votos emitidos. -asado el susto con (6ito, pues la calle no se enteró del chanchullo, aplicaron el principio de declarar ine6istente lo i&norado. 7 cada cual venteó lo la victoria, que lo fue para todos, &racias al alto índice de participación. Los miem!ros de la camarilla, m#s e6perimentados, por conservar memoria histórica, consideraron de ur&encia reunirse, para meditar en torno a situación, que por mucho que se ne&ase podría imponerse, dando al traste con el r(&imen. 3puntó
/2amos anda1.
matrículas, temiendo topar con su padre. La ausencia de coche conocido, le relajó. 3spiró. )l aire olía a romero, jara y manzanilla.
millones en una !ala. @epasó la lista de precios. )ran realmente asequi!les. . @ecaredo no sur&ió de nin&una parte. %ruzó la sala, procedente del !ar, trepando penosamente a la escena. 3ntes de iniciar su discurso, cruzó la mirada con )rnesto. es&ranado el discurso de siempre, sin cam!iar una tilde, procedió a presentar las parejas. =cho, porque a m#s de ha!erse devaluado la vida, la masa e6i&e cantidad, porque no suele apreciar la calidad. -or ponerse a tono con los tiempos, el empresario incluyó dos mujeres. -or ahorrar en !lusas, que no por otra causa, los justadores desafia!an al frío. esnudos de cintura para arri!a, e6hi!ían las miserias de la dro&a. +aja ne&ra les ceñía la cintura, sujetando pantalones a!om!ados, adapta!les a todas las tallas. )n los ceñidores se detecta!an pe&otes de san&re, recuerdo de difuntos pasados. La tez macilenta, -erla parecía comido por la enfermedad. el pasado conserva!a unos ojos ne&ros, que lanza!an su mirada mali&na, desde el fondo de unas cuencas hundidas. . @ecadero cantó a sus h(roes, aludiendo a una muerte imposi!le, porque ya esta!an muertos. @etirados los fantasmas tras la cortina, que cu!ría la mitad del ta!lado, los camareros reco&ieron apuestas, !ajo la mirada vi&ilante del jefe. 0reve el receso, por ser cortas las !olsas, los primeros ju&adores ocuparon las sillas. La moneda saltó al aire. Luis se e6cita!a. $ /%hicos1. /)sto me va a &ustar1 )l muchacho ru!iasco levantó el revolver. -resionó con fuerza, hasta hacerse daño en la sien. . @ecaredo no quería que la !ala se desviase, porque e6plota!a la tapa de los sesos, que se desparrama!an, ensuci#ndolo todo. 4a!ía clientes que los disfruta!an, pero eran m#s los !landos, que al no poder soportarlo, a!andona!an el local para no re&resar. eseando evitarlo, el empresario corrió que quien moría como co!arde para!a en los infiernos, perdiendo sus huríes por incompetente. Supremo cada disparo, el pú!lico no manifesta!a la tensión por el silencio, como en el viejo pu!. La e6presa!a con el &rito.
de recam!io. -erla so!revivía porque caía !ien y supo nadar entre dos a&uas. )r&uido y lejano, or&ulloso a su manera, reco&ía con indiferencia el entusiasmo de un pu!lico que le admira!an, porque las !alas aprendieron a respetarle. "o queriendo perder estrella irremplaza!le, . @ecaredo suprimió el sorteo para sentarlo frente a novatos, que por raro capricho de la suerte, solían caer a la primera, como si la muerte prefiriese vaciar cuerpos, aún en !uen estado. ejando correr el tiempo, en la esperanza de que hasta el m#s indiferente, cayese en la tentación de apostar, el empresario declamó la historia del veterano, rememorando a los muchos que dejó en el camino. 'erminado el discurso, presentó los revólveres a )rnesto. %o&ió el arma. )sta!a caliente. Las manos le tem!laron, al meter la !ala en la c#psula. )l tam!or &iró, con chirrido de vieja cerradura. Luis dedujo que el poeta se sentó al&una vez frente al velador. La ima&en le hizo daño. Se propuso averi&uar la relación, que le unió a la ruleta. )l novato levantó el revolver, con &esto de autómata. Su tez tornó al &ris. -erla sonrió despectivo. esprecia!a a los que ama!an una vida, que dejó de importarle. Se&uro de que no le a!andonaría, se pre&unto si le &ustaría divertirse con aquel cad#ver. Sonó el CclacC del martillo. . @ecaredo llamó a un voluntario del pú!lico, que no hu!iese apostado, para hacer &irar los tam!ores. @epetía la ceremonia tras cada ronda, en la esperanza crecer las apuestas. 7 por e6tensión, su porcentaje. )l &riterío &ana!a intensidad. na mujer enfundada en traje de noche ne&ro, tan ajado como su persona, llamó al camarero. 3unque las joyas ha!ían desaparecido, )rnesto la reconoció. $ /La muerte1 La mirada ne&ra y dura del -erla escapó del escenario, para clavarse en el p#jaro de mal a&>ero. 3postó por (l y le ro!o la suerte. -aseo la mirada so!re el pu!lico. "unca m#s se encontraría. )rnesto se sintió traspasado por la fuerza de un hom!re, que esco&ió el mal voluntariamente. Los dos sa!ían que le toca!a morir )l rostro de . @ecaredo esta!a descompuesto. Los camareros, clavados en el sitio, retenían el resuello. La &ente, que no se entera!a, se&uía jaleando al -erla. )l ídolo acarició el revolver. -or última vez. La mirada prendida en los ojos de )rnesto, &ana!a tiempo. 'rastornado por un retorno del pasado, que esta!a previsto, quiso vivir. Su!ió el arma lentamente. 'enso, apretó el caño en la sien. 5uería ser un muerto decente, cuando menos. Ine6plica!lemente, el silencio se impuso. 'r#&ico y e6pectante, como la noche en que murió -elao. )rnesto no oyó el disparo. -ero sintió apa&arse la mirada del ami&o. espertó tendido en el suelo, la cara empapada en Khis*y. Luis reía. $ /3nda este1. /-ero que le ha pasaó1. Los camareros retira!an los cuerpos. el otro lado del muro, lle&a!a un sonido maca!ro, de vieja trituradora.
Capítulo 8º e aquella noche sur&ió amistad, intermitente e intensa. ispares por ori&en, educación y si&las, )rnesto y Luis alternaron periodos en no podían vivir el uno sin el otro, con lar&as temporadas de separación. Se hacían confidencias, pero nunca pre&untas, compartiendo las emociones de una ciudad, rica en espect#culos intelectuales, pero falta de incentivos, que e6citasen la razón. e!idamente e6traviada, por o!ra y &racias de quienes encarna!an el poder, el conjunto se enfan&ó en la deshumanización y el fanatismo, creciendo la demanda de dolor. anifestada por quienes no soporta!an el menor daño o contrariedad, que afectase a su persona, se sofisticó la oferta. @esucitó el potro inquisitorial, la armadura de clavos y otras medios de joro!ar al prójimo, ofreciendo la industria ocupación !ien retri!uida, a cuantos acepta!an matar para no morir, entre los aplausos de un pu!lico, entusiasta y selecto. %oncurridos los locales, la policía se esforzó por no descu!rirlos, eludiendo la torpeza de encontrar a quien no de!ía, donde no de!ía estar. %on orden de medir el delito, en función a la personalidad del autor, los custodios del orden adaptaron su esquema mental a las circunstancias. 3tendiendo órdenes superiores o por propia iniciativa, alternaron sa!iamente autoritarismo y mordida, dando lu&ar a que el vul&o, confundiendo los t(rminos, conociese la fuerza
de la ley, como la ley de la fuerza. Intuyendo el aspecto pecaminoso de su relación, )rnesto y Luis sólo se encontra!an al amparo de la oscuridad, separ#ndose al amanecer, hasta que suceso e6traordinario, les reunió !ajo el sol. -ropietaria 3n&ustias de &anadería, el mayoral informó de corrida, remitida a adrid, de las que sacan al &anadero en hom!ros. eseando hacerse admirar del ami&o, cuyos (6itos airea!a la prensa, Luis quiso arrastrarle al festejo, deseando que fuese testi&o de su e6altación. $ 4e pedido cuatro !arreras. i&uel y
$ Luis est# saliendo mucho con %asilda $ apuntó 3n&ustias. $ 3 mi no me importaría nada que se casasen. /-ero es que nada1 $ replicó Lola, se&ún de costum!re. %omprometida oficialmente la aportación de La 'iesa, a título de arras y La -uta en el de dote. Luis fue autorizado a formular la última pala!ra. eli&ió el jardín del @itz, suponi(ndolo rom#ntico, por ser caro. otada de sensi!ilidad propia de la clase, la novia en&ur&itó el mensaje, junto con !ocado de lan&osta a la americana, aceptando cerrar la operación cumplidos los diez meses, que le ocuparía la elección de domicilio, or&anización de ceremonia y &uardarropa. 3sumido el futuro, la novia formulo su declaración m#s ardiente? $ 8'e parece que el traje me lo ha&a @odri&o9. Luis llamó a )rnesto en noviem!re. $ La semana que viene tenemos la tienta. 'e llevo en mi coche. /-or cierto1. 'e presentar( a mi novia. $ 8"ovia9 $ Sí. e caso en a!ril. 4om!re de asfalto, )rnesto conocía la costa ur!anizada y los campos de &olf, pero nunca vivió en cortijo. -rolon&ada la estancia por espacio de tres semanas, aprendió a mantenerse so!re un ca!allo, disparar contra animales vivos, acertando a veces, manejar el capote y la muleta y a disfrutar de muchachos, tan rústicos como inocentes, que creyendo cualquier promesa se deja!an acariciar, porque las dijeron que para ser ricos y famosos, de!ían empezar por mostrarse complacientes. =!servó que Luis privile&ia!a a los maletillas, dispuestos a pasear en su compañía, !ajo las estrellas, ech#ndole vaquillas sin torear y hasta recomend#ndole a los apoderados de los &randes, que tam!i(n se presentaron, pero so!re todo, conoció a %asilda, descu!riendo modelo de mujer o!jeto, ausente de su inventario. Sin conversación, opinión ni ideas, pero repleta de caprichos, imponía su voluntad, e6i&iendo o!ediencia inmediata, que Luis presta!a mansamente. otada de espíritu de contradicción insupera!le, !asta!a que cayesen chuzos de punta, haciendo los caminos intransita!les, para que se empeñase recorrer cientos de *ilómetros, sin m#s que el de pasar parte de la noche en discoteca de moda, a muchos *ilómetros del cortijo, para saludar a derecha e izquierda. = le da!a por comer en venta, u!icada en las chim!am!as, teni(ndolas i&uales, sí no mejores, en las inmediaciones. %aso de !arruntar cuerpo viajero en Luis, queda!a clavada en el cortijo, empeñ#ndose en ir de compras a la capital, si se levanta!a sedentario, arrancando a la tres de la tarde, en otoño de calina. %ierta noche en que disfrutaron de li!ertad, por estar %asilda en Sevilla, requerida por la madre, para participar en los preparativos de la !oda, )rnesto requirió información !#sica, para poder analizar al sujeto. $ La verdad es que no entiendo como a&uantas. /'e lleva como a un faldero1. Luis se confesó impotente. $ /)s así1. La novia manda hasta que te casas. 7 si las cosas vienen como de!en, hasta que nace el primer el hijo. espu(s har# lo que le d( la &ana en la casa, porque es asunto suyo. -ero tendr# que diri&ir al servicio, or&anizar los festejos que pete y car&ar con los em!arazos, acompañ#ndome donde me de la &ana de llevarle. %umplido todo esto, har# lo que quiera con su tiempo li!re. -ero ser( yo quien determine el que le toca. @eserv#ndome el que me d( la &ana, sin a&uantar escenas. $ /%hico1. 3 la &ente como tu no la entiendo. 'eniendo el dinero que quiere, te !uscas una tía que no es &uapa. /n petardo de persona1. /-orque no hay quien la a&uante1. "o sa!e hacer nada ni ha!lar de nada. 7 le andas al retortero, como si te hu!iese en&anchado Sofía Loren en sus !uenos tiempos, sa!iendo que despu(s te importar# un pimiento. $ 5ue no sepa ni freír un huevo, /me trae al fresco1. 4a!r# quien lo ha&a por ella. -ara ha!lar y para divertirme, te ten&o a ti y a otros. -ero me hace falta para parir y para los compromisos. %uando
lle&as a cierta edad, la sociedad te quiere casado. 3unque solo sea para que no desca!ales una mesa. La !ar!a apoyada en la diestra, )rnesto realiza!a la separación de sus mundos. $ 7o tam!i(n he pensado en casarme. -orque en el fondo, lo que me van son las tías. -ero si me decido, ser# para otra cosa. /7 por otra cosa1. e ha!r( enamorado y andar( al retortero de la que sea, porque querr( que ella tam!i(n se enamore. Lo ha!r( conse&uido cuando quiera sa!er lo que me &usta, para complacerme. /%omo yo har( el pino por complacerla1. -ara mí el amor es cosa de dos. Nsta, de ocuparse de ti, /naínas1. -ero de sacarte, /lo que puede1. "o la he oído tres frases se&uidas, sin decir CquieroC, CdameC o Cll(vameC. -ara mí, eso de querer y que me quieran, es importante. 85ue quieres que te di&a9. Luis sonrió maliciosamente. $ 83 que tu padre es o!rero9 )rnesto palideció, temiendo ser e6pulsado del cortijo en medio de la noche, por no dar la talla social indispensa!le, para dormir en la casa &rande. Sintió la tentación de mentir, para no terminar en la &añanía, pero le faltó valor. $ Si $ la afirmación sonó seca y redonda, con un punto de desafío. $ e lo ha!ía fi&urado. $ adivinando lo que pasa!a por la mente de su ami&o, Luis le acercó la !otella $ 8quieres9 )rnesto asintió y el &esto surtió efecto. n anfitrión no sirve personalmente, al que se propone e6pulsar. 2olvió a sentirse cómodo. Luis continuó $ )n la vida los placeres se reparten. 2osotros ten(is el amor. %asados os apoy#is, cola!orando en la empresa, no precisamente f#cil, de sacar adelante a la familia. 3 nosotros, como la tenemos sacada, nos queda la frialdad del acuerdo. )l noviaz&o es un jue&o de formas, como lo es el matrimonio. 3 la novia la sirves. -ero a la mujer la ordenas. @espet#ndole un mar&en de li!ertad, cómo te he dicho. +irmado el contrato, cada cual vive su vida, respet#ndose en lo !#sico. Si me pre&untas sí me &usta %asilda, te dir( que no. -ero si quieres sa!er sí me interesa, contestare que si. nimos dos fincas, importantes paquetes de acciones y sumamos parientes influyentes. %asados procrearemos hijos, que prolon&ar#n la estirpe en el tiempo, creciendo la ma&nitud del capital. "o la quiero ni pretendo que me quiera. )stamos educados para hacer los hijos que ha&a falta, sin sentir nada por el otro. )rnesto comprendió lo último como fenómeno natural, pues hacer el amor con quien no le apetecía, fue la profesión que le sacó de su clase. -ero nunca la hu!iese ele&ido, de no empujarle la necesidad. $ n tipo como tu, con pasta y sin pro!lemas, puede esco&er a su &usto. /"o tiene por qu( joderse, haciendo de chulo a fuerza de estóma&o1. Luis rió. $ Sinceramente, chico, /me da i&ual1. La amistad, me la puedo tomar en serio. -ero un polvo, /de nin&una manera1. 7 eso que llamas amor, /maldita la falta que me hace1. )rnesto concluyó que sus padres, de no ha!erlo sentido, se hu!iesen hundido muchas veces. 7 se dijo que la sim!iosis interclasista sería posi!le, porque al&unos como (l, hacían en la cama lo mismo que los ricos, solo que sin necesidad de !endiciones. enas 3l!as murió sin molestar, como ha!ía vivido. Se apa&ó en el caserón de sus mayores, dej#ndolo hecho unos zorros. )nemi&o de tirar el dinero, hacía d(cadas que no entra!an al!añiles, porque esta!a informado de que sus a&uarda!an su ó!ito para hacerse de!idamente millonarios, convirtiendo la tradición en solar. %onsejero privado, mereció funerales de lujo, con ap(ndice de necroló&ica, pu!licada por toda la prensa, que cantó m(ritos, callando dem(ritos. =lvidado de todos, al t(rmino de la ceremonia, vivió en el recuerdo de I&nacio, que le reemplazó como decano de la camarilla. -ortador de pasado !reve, comparado con el atesorado por su predecesor, tenía el
suficiente para chocar con Aerardo continuamente con Aerardo, hom!re de memoria desesperadamente parcial. Incapaz de tomar altura, para contemplar el horizonte de la sociedad, arremetía contra los efectos, consi&uiendo que enquistadas las causas, resur&iese con fuerza redo!lado, precipitando al país a situación decimonónica, cuyos efectos padeció la juventud, a la que perteneció I&nacio. "acido de padre que ocupa!a &uardería, heredada y conforta!le, en finca e6tremeña, la estirpe no ha!ía re!asado, en sus desplazamientos, la capital de la provincia. "o lo hu!iese el padre de Aerardo, de no empujarle viudedad prematura, al centro neur#l&ico de la nación, en !usca de se&unda esposa, al no poder encontrarla en el t(rmino, por tener fama de chivato de la Auardia %ivil, a m#s de ser hom!re irasci!le. %asado en la capital, por ofrecer salario se&uro y ahorros, Aerardo in&resó en la escuela, donde fue cooptado por aparato de partido, que se prepara!a a transición inevita!le, reclutando muchachos sin ima&inación pero con am!ición, que de!idamente adiestrados sirviesen de contrapeso, a!ortando el espíritu revolucionario, que impera!a entre los veteranos. Inmerso en la !ur!uja ideoló&ica, que prote&ía al equipo de lideres en ciernes, educados al mar&en de a&itaciones y so!resaltos, pasó sin transición ni e6periencia, del cole&io mayor a la función pú!lica, lle&ando por sus pasos al car&o con tratamiento adjunto y escolta. Incapaz de conce!ir un mundo que no fuese el suyo, por no ha!erlo entrevisto diferente, aprendió poco de la vida que otros padecían en el interior, sin atis!ar las costum!res sociales o políticas, que su usa!an en el e6terior. =!li&ado a viajar, en razón al car&o, solía sentirse mal a &usto, apenas se aleja!a del s(quito propio, molesto entre seres que se a!stenían de adularle, porque i&nora!an su munificencia. %onsciente de las de!ilidades de un mindun&ui, de !rillante carrera por ser malea!le, I&nacio midió sus pala!ras, evitando herir suscepti!ilidad, que tenía por ori&en un or&ullo, tan desmedido cómo la estupidez que acompaña!a. $ e jóvenes hicimos !urradas... /7 de viejos tam!i(n/. -ero esto es pasarse. /Si el po!re enas 3l!as levantase la ca!eza1. Aerardo no admitía que hu!iese pasado mejor que el presente, salvo en lo tocante a la real familia. $ 7o diría que fueron m#s !estias. I&nacio no re!o!inó. $ "os divertíamos ruidosamente. 3 veces !rutalmente. 3l&uno se dejó ir. 7 hu!o putas que murieron, porque ha!ía im!eciles que sa!ían !e!er pero no pensar. 7 se deja!an ir a sus impulsos particulares. %uando se harta!an las lar&a!an por la r#pida, tir#ndoles del coche en marcha o por la ventana. La prensa no decía una pala!ra ni se movía la policía. -ero os ase&uro que se les quita!an las &anas de repetir. 4a!ía quien se ocupa!a del tema. Los mismos que and#!amos por ahí !uscando camorra, con intención de dar, pero e6poni(ndose a reci!ir. "o se nos ocurría andar por ahí, con cara de !ruto de te!eo, !uscando a uno, para arrearle entre muchos. Seriamos lo que fu(semos, pero nadie podía tildarnos de co!ardes. 7 con las mujeres, /lo mismo1. )n eso (ramos i&uales los ricos que los po!res. "o !ail#!amos. /3&arr#!amos1. %ontorsionarnos como posesos, al ritmo de un ruido ina&uanta!le, no nos apetecía. "i necesit#!amos meternos esas porquerías, para a&uantar tres y hasta cuatro noches de juer&a, con sus días. Si nos deja!an, /claro1. 4acíamos carreras de coches por carreteras infernales, pero no se nos ocurría meternos en contra dirección, e6poni(ndonos a car&arnos a cualquiera. 7 lo de violar, la verdad es que queda!a para la mujer. /Santas que no podían decir que no al marido1. e puertas a fuera, la &racia esta!a en en&atusarlas, hasta que se deja!an llevar al huerto. -resumíamos de conquistar. La verdad es que conse&uir una chica por la fuerza, /nos hu!iese humillado1. -ara nosotros era cosa de su!normales. 'an ver&onzoso como tirar a ojeo con escopeta de repetición, perdi&ón &rueso y mira telescópica. /"i se nos ocurría1. Aerardo, que lo hacía, se sintió do!lemente molesto. $ %omo contrapartida, el marido que mata!a a la mujer y ale&a!a celos, no i!a ni a la c#rcel.
I&nacio alzó las cejas. $ 8%on eso que me dices9. 3hora la mata porque la cena est# fría. 7 sí encuentra un juez comprensivo, que para esto so!ran, escapa con un año. La voz aflautada de
$ 85ui(n hu!iese podido suponer que periodistas, paladines de la li!ertad de e6presión, callarían lo que sa!en, para repetir lo que les mandamos, atendiendo a nuestros menores deseos9. 8)ra posi!le ima&inar que intelectuales de la valiente oposición, puestos en el !rete de ele&ir entre pensión de cuatro perras o irse al ia!lo, i!an a ele&ir les perras, asumiendo la autocensura, someti(ndose a la censura, sin chistar, de incurrir en patinazo9. 83l&uien conce!ía que los forofos de la historia real, que acusa!an a la dictadura de impedirles difundir sus investi&aciones, las silenciasen por su &usto, mejorando ese cuanto de hadas, que es la historia oficial y hasta aconsejen quemar documentos vetustos, para que nunca se sepan verdades inconvenientes9. Los que clama!an contra toda censura y por el respeto al te6to de vivos y muertos, hoy prestan su pluma para mutilar manuscritos, haciendo escri!ir a los cl#sicos como de!ieran ha!erlo hecho, sin que se note, porque respetan el estilo. 4a sido posi!le, porque supimos invertir a tiempo. onde convenía y en quien convenía. 4a!r# que se&uir haci(ndolo, porque los deslen&uados, /nacen1. Aerardo contempla!a a
$ /'odo es cuestión de tiempo1. 4ay cuatro que se ponen a pensar por su cuenta. /7 pueden hacerlo mucho m#s1. 4asta las estadísticas de los sociólo&os lo dicen. Los m#s, para elucu!rar por su cuenta, necesitan detonador que los e6cite. os d(cadas de censura inteli&ente, han hecho camino. -asadas otras dos, sólo sa!r#n pensar a impulsos del deseo. Su universo quedara reducido a lo que pida el cuerpo, porque ha!r#n perdido la curiosidad elemental, en cuanto se refiere a lo &eneral. "adie se formular# pre&untas, persi&uiendo el placer de encontrar la respuesta. "i ser# posi!le resta!lecer la cone6ión entre el emisor de pensamiento y el receptor, %on a&uantar, no tardaremos en conse&uir el hom!re nuevo. +a!er y descere!rado, ser# capaz de producir lo que ha&a falta, limitando su necesidad a lo que queramos darle. La frivolidad de %esar asom!ró a I&nacio. $ 'u proyecto a lo conquista de 3m(rica, demuestra que el pro&reso t(cnico del se&undo milenio, puede &enerar mentalidades medievales. %onfieso que idea de convertir un país, u!icado en )uropa, en virreinato sudamericano, no me su!yu&a. 4emos creado nuestros indios. 7 lo estamos pa&ando. -orque nuestra m#quina, para funcionar, necesita consumidores. -resintiendo que la conversación, a m#s de desviarse del tema, se encamina!a a callejón sin salida,
)l sociólo&o tornó al &ris. ecir lo que sus interlocutores no desea!an escuchar, era peli&roso. %arraspeó, !uscando las pala!ras. $ 3un sólo fuese por la forma, convendría demostrar que no siempre &anan los opresores. )l triunfo capeó en la sonrisa de
contase con amistades encopetadas. 4asta el editor le llamó, para felicitarle por el espaldarazo. )n país donde los li!ros se compra!an para tenerlos, no para leerlos, aparecer entre famosos, favorecía las ventas. -asado el evento, perdió de vista a Luis durante tanto tiempo, que achacó a la clase la costum!re de arrum!ar amistades prematrimoniales, tras reci!ir las !endiciones. 4acía meses que le dedica!a un pensamiento, cuando paseando perro adquirido, porque le picó la afición a las peleas, frenazo espectacular le incitó a volverse, curioso por sa!er el resultado. escu!rió a Luis, escapando al atropello por un pelo. 4a!iendo atis!ado el perrazo desde la otra acera, quiso estudiar catadura del propietario, reconociendo al viejo ami&o. Impulsado por el deseo de no querer perderlo, cruzó la calzada como una saeta, poni(ndose en trance de perder el pellejo por se&uir un impulso. $ /%hico1 /"o lo querr#s creer1. -ero con lo de la !oda, no hu!o manera de encontrar la a&enda. -ara las señas, /soy una calamidad1. %omo no vienes en la &uía y eres tan misterioso, la telefonista no quiso darme tu número. Si no lle&a a ser por el chucho, /ni te veo1 n tipo con pinta de rom#ntico, paseando un pitt!ur& con cara de pocos ami&os, era conjunto tan contradictorio, que llama!a la atención a una le&ua. Luis quiso a!razarle. )l chucho &ruñó. $ /'en cuidado1. Luis se detuvo. $ "o s( que haces con ese !icho. 'e !uscar# complicaciones. $ /7 satisfacciones1. e ha &anado dos peleas. $ 8e calle9 $ inquirió Luis, sospechando que su ami&o se desliza!a hacia la última perversión de las cha!olas. $ /"o hom!re1. Lo peleo en el clu!. %uando cerraron el hipódromo, unos cuantos propietarios montaron lo de los perros. Les &ustan los animales. 4a sido una suerte. n ca!allo es caro, no lo puedes tener en el piso y hay que entender. /-or cierto1. e he hecho ami&o de tu padre. 2iene mucho. $ /"o me choca1. Le encanta lo prohi!ido. $ 3hora entiendo porque ha!la siempre del respeto a la ley. e eso y de los vascos. "o es que me cai&an !ien, pero me parece que anda o!sesionado. Luis sonrió, con cierto em!arazo. $ /4om!re1. "i tu ni yo podemos a&uantar a &entuza, que pudiendo ser españoles, no quieran serlo. /ucho menos que quieran quitarme un pedazo de mi patria1. Ima&ínate lo que pensar# (l, que hizo la &uerra. La es que cuando hay atentados, las cosas van mejor. %ómo matan al primero que pillan, ca!r(an a la &ente. 3hora hay &ilipollas que hasta les comprenden. 3 imitación del país, )rnesto tenía su monotema. $ 3l principio, esto de los perros me a!urría. -ero un día me dio por enterarme. )s curioso, pero si aprendes de al&o, termina por apasionarte. /e!ías venir1. -uedes traerte a %asilda. 3 las mujeres tam!i(n les &usta. "o tomaron una copa, porque el chucho, en sitio cerrado, se a!alanza!a so!re la &ente. $ )stos perros, por su natural, son como todos.
hora y quería lle&ar puntual. Auardias de se&uridad, apostado a lo lar&o de la alam!rada, indica!an que los intrusos no eran !ien reci!idos. )l espect#culo se cele!ra!a en un viejo picadero, dotado de &radas. Los perros, e6puestos en los !o6es de la cuadra, eran e6aminados por los aficionados, que pasea!an como antaño por el padoc*, !e!ida lar&a en la diestra y pro&rama en la siniestra. -lanificando las apuestas. )rnesto instruyó a sus invitados. $ )ste es un monstruo. /-ero co!arde1. Si a&arra a la primera, de aquel chucho no queda ni el ra!o. -ero como le den una dentellada, /se aca!o1. /)s un maestro en el arte de escurrirse1. Los perros normales dejan tranquilo al vencido, si se tira al suelo panza arri!a, a&itando las patas al aire. -ero estos son como los humanos. isfrutan destrozando al d(!il. 2er un pitt!ur& mover el ra!o, reclamando caricias, no pareció normal a %asilda. $ /-elea amañada1. )s el sparrin& de esa fiera. opado, parecer# otra cosa. Los incautos apostar#n por (l, porque es enorme. 7 los enterados nos forraremos. )l perro de )rnesto tenía rival a su medida. $ Lo siento, porque ha!r# que matarle. Aane o pierda. Los que entran en la última pelea, suelen aca!ar mal. )l cuarto destartalado, que fue comedor, cuando en la finca se corrían lie!res, ha!ía sido transformado en clu! coquetón, con zócalo de madera y tresillos de cuero. %himenea encendida y camareros, que saluda!an al cliente por su nom!re, da!an al conjunto un am!iente ho&areño, particularmente apreciado. )n el anti&uo &uadarn(s cuatro mesas de jue&o, ofrecían entretenimiento a los acompañantes, incapaces de soportar el espect#culo. $ 4ay mujeres que no entran. 7 al&ún novato que se pone malo. Los camareros le atienden y hasta les entretienen. /Son ma&níficos1. $ Si te &usta al&uno, /ya sa!es1 $ !romeó Luis, diri&i(ndose a %asilda. )rnesto se dijo que la aristocracia, nunca dejaría de sorprenderle. Luis quiso apostar por el perro de )rnesto, aunque solo fuese por !uena educación. Su ami&o le detuvo. $ /)spera1. /"o es el momento1. opado o no, el sparrin& dio el espect#culo. Lamió al cuidador, se tiro al suelo ju&uetón y hu!iese intimado con su contrincante, de no ser tan malcarado. )l presentador salvo la situación, e6plicando que se trata!a de artimañas de !uen luchador, distrayendo al pú!lico, mientras el perrero endil&a!a una se&unda inyección al chucho, de efecto fulminante. 0a!eante y &ruñón, adquirió e6terior adecuado, a confiando a los ine6pertos. Salvados los primeros asaltos con perdida de no pocos centímetros de piel y al&o de carne, al tercero dejó de atacar, quedando la pelea en carnicería. )l am!iente se calenta!a. Salió el perro de )rnesto y las apuestas se dispararon. -asa!lemente destrozado, lleva!a las de perder, cuando acertó en la yu&ular del contrario. Aanó pero en tal estado, que el propietario mandó sacrificarle con un &esto. Los aplausos apa&aron el disparo. )rnesto reco&ió el premio, re!osando felicidad. $ /2amos a quemarlo1 %amino de adrid, comentó el resultado. $ Se hu!iese podido salvar. /-eores los he visto andando por ahí1. 8-ero que ha&o con un chucho que no sirve para nada9. %u!ierto de cicatrices, no le aceptaría en nin&ún escenario. 3 lo lar&o de la noche, %asilda se ale&ró de tener un esposo, con ami&os tan a&rada!les. 3 las ale&rías pasadas, se suma!an las presentes, creciendo la factura. -olíticos, altos funcionarios, profesionales y prohom!res de empresa, acostum!rados a salarios y emolumentos de f#!ula, se
empeña!an en actualizarlos, adelant#ndose a los precios, mientras o!reros, funcionarios del montón, pensionistas y otros sú!ditos del común, veían con&elar sus in&resos y crecer los precios, por mucho que la estadística oficial, afirmase que esta!an i&ualmente con&elados. )vidente la contradicción, hasta los m#s tontos empezaron a sospechar que el país esta!a dividido entre una minoría, propietaria del poder, la justicia, las leyes, el dinero y la pala!ra. 7 una mayoría que e6istía para pa&ar, aplaudir y votar, le&itimando a los que la calla!an y esquilma!an. isparados los impuestos sin lucir, porque para!an en decorados, destinados a enmarcar la foto, perdi(ndose el remanente en !olsillos, con nom!re y apellido, los sú!ditos aprendieron de la e6periencia, calificando de chapuza, lo que llama!an lo&ro los instalados del sistema. Ineficaces las mordazas, porque volvió a funcionar radio macuto, sin efecto las homilías políticas, difundidas por los medios, el pue!lo, de!idamente desinformado, por no ha!er conocido otra cosa, concluyó que la CdemocraciaC no le &usta!a. e ha!erla considerado el menos malo de los sistemas, pasó a considerarla mi6tura de lo peor, entendi(ndola los anti&uos como una especie de caciquismo vertical, que partiendo del jefe del estado, termina!a en el alcalde de pue!lo, dando a cada mando y mandillo carta !lanca, para hacer con los de a!ajo lo que le saliese de las narices, sin m#s premisa ni condición que la de o!edecer cie&amente a los de arri!a. Inquietos los inte&rantes de la camarilla por un estado de opinión, de efecto imprevisi!le, lo estuvieron cada uno de por sí, hasta que I&nacio se dejo ir. $ /%hico1. 4ace dos meses que me duermo con una pastilla y me despierto con otra. $ 87 yo que crees9. La verdad es que estamos so!re ascuas. +ue como una revelación. Los que hasta entonces no vieron m#s ojeras que las suyas, reflejadas en el espejo cada mañana, las descu!rieron en el otro. Aorduras injustificadas, calvicies avanzadas y canas, pro!a!an que todos eran conscientes del jardín que se esta!an preparando. $ /-ues sí que estamos !uenos1. La de&radación se ha!ía ce!ado en anolo. Se salía por el cuello de la camisa, porque no podía entender que teniendo callados a la media docena de deslen&uados, aficionado a romper el discurso del sistema, hu!iese tomado el relevo la voz de la calle, sin ha!erlo aprendido. Las conmociones de la opinión, cada día m#s frecuentes y violentas, eran !arrunto de uno de esos terremotos políticos, que de la noche a la mañana desechan lo viejo, para dar nacimiento a lo nuevo. -resintiendo que cualquier mutación, ha!ría de perjudicarles, la camarilla dedicó la jornada, a intentar comprender lo que esta!a pasando. 4a!iendo aprendido que la acumulación cuantitativa, precede al cam!io cualitativo, arco 'ulio lanzó ejemplo de crecimiento &eom(trico. $ n &rano de nieve, desprendido de la cum!re, es alud en el valle. @eci(n incorporado al cónclave, )rnesto hizo &ala de rapidez mental. $ /'ú lo has dicho1. 3 lo m#s alto no es posi!le rozarlo, porque nada cae hacia arri!a. $ -ero el valle puede hacerse sima. 7 devorar a la cum!re. Sucede cuando el pue!lo se divorcia de todos los poderes. %aptado el símil, 3l!erto, que se suponía encarnación del estado, se manifestó realista a su manera. $ Se est#n empo!reciendo. )s natural que les moleste. /3 mí me pasaría lo mismo1. Si me da i&ual, es porque no puede afectarme. "o hay (lite m#s rica y poderosa, que la de un país po!re. Los po!res en lo material, no tardan en serlo de espíritu. )st# demasiado ocupado en resolver su pro!lema, personal y primario, para refle6ionar en torno a lo &eneral y a las &randes cosas, como la li!ertad o la forma de &o!ierno. /3unque ahí est( la causa de su po!reza1. 3quí tenemos la ventaja de que est#n !ien acostum!rados. )l que piensa lleva cinco si&los pas#ndolo tan mal, que han co&ido miedo. 'anto como vosotros a tener que &o!ernar un pue!lo li!re, que pueda decir lo que le d( la &ana y e6i&ir justicia. e esa que casti&a de verdad a los malos y da la razón a quien la tiene,
aunque no nos conven&a. -recisamente porque vuestra clase tiene este miedo, cuando ech#is un rey, porque quer(is mandar de verdad, a los cuatro vais en !usca de otro. 7 le trat#is como si fuese ios, porque sin pararrayos no vais a nin&una parte. La primera pur&a pasó desaperci!ida. )l retiro de los m#s lanzados, arrancó un suspiro de alivio a sus compañeros, hartos de quedar mal, por no atreverse a emular los deslen&uados. 'ampoco alteró la se&unda al cuerpo profesional. ar&inados los maníacos del an#lisis y la ar&umentación, los que quedaron se sintieron dueños de un pú!lico y mercado, que la competencia les impedía conquistar, felicit#ndose las jóvenes promesas, en especial las recomendadas, porque quedaron puestos li!res, siendo muchos los que encontraron tra!ajo, fijo y remunerado. )n cuanto a la tercera, lenta y permanente, enseñó a cuantos difundían ideas o información, que sí el pu!lico compra!a lo que molesta!a al poder, el poder se apresura!a a retirarlo del mercado. onstruos de audiencia fueron e6pedidos a las tinie!las, de la noche a la mañana, tanto por la empresa pú!lica, cómo por la privada, que da!an por perdido el !eneficio, &astando la intemerata en promocionar lo infuma!le. 3similado el mensaje, compro!ado que el aunque el pu!lico lamentase la perdida, no podía devolverle su medio de vida, cuantos se vendían en el mercado de la idea, defendieron su puesto de tra!ajo, acoplando el mensaje a las directrices de quien le permitía se&uir comiendo, cuidando de no incurrir en desliz, de los que procuran aplausos, con carta de despido adjunta. @epartido el espacio entre políticos de los partidos, que forma!an el sistema, deportes y famosos oficiales, se sucedían pre&untas laudatorias, se&uidas de respuestas, tan altisonantes como planas. entiras y contradicciones fla&rantes, pasa!an sin ser relevadas, porque el periodista reserva!a su a&resividad, para los que molesta!an o escapa!an al orden esta!lecido. Insultados en ausencia, eran acosados en presencia, adquiriendo las entrevistas, visos de interro&atorio policial. @educido el horizonte intelectual a planicie infinita, deserto la clientela. 7 se acordó atraerla a!riendo los medios a un pú!lico, supuestamente indocumentado. )sta!lecidos los de!idos filtros, lo pareció en los primeros tiempos, hasta que descu!ierto el medio de !urlarlos, la voz de los sin voz se coló por aquel resquicio, entrecortada pero dando donde m#s dolía, al dar donde m#s dolía, con un par de frases. 4a!iendo captado un par de inconveniencias,
votan, /nos rechazan a nosotros1 /onarquía incluida1. I&nacio respiró hondo. ecir lo que no i!a a &ustar, implica!a un ries&o. Incluso para (l. $ /Lo advertí1. "os creemos nuestras propias mentiras, /y lue&o pasa lo que pasa1. 4ace un montón de años que rellenamos las urnas. /7 nos comportamos como si las llenasen ellos1. $ /"adie en&aña a nadie1. Lo hemos consensuado $ &razno
Capítulo 9º 3plaudido por el presidente del 0anco %entral y la prensa, !aldo diri&ía sus trapicheos, felicit#ndose por el flujo de ahorro privado, que reponía la caja, antes de que se vaciase. -ocas veces hu!o de recurrir al fondo nacional o las cole&as, para enfrentar un pa&o, cuando la familia real, al completo, le honró asistiendo a los esponsales de la hija. "o presentía contratiempo, cuando
corresponsal del )l ía, en el curso de ama!le entrevista, formuló pre&untas muy fuera de norma, pues ponían en tela de juicio las cifras, pu!licadas en la memoria. e no ha!erle picado la curiosidad por sa!er de donde venía la novedad, hu!iese despachado al impertinente con cajas destempladas, tras aludir al destino concreto de ciertos dineros. )strechamente interro&ado, el reportero confesó. $ /5ue quiere que le di&a1. e han dicho que hur&u(. -or m#s vuelta que le doy, encuentro aire. )l aire no produce dividendos. 3 la semana si&uiente, celoso secretario incluyó en la revista de prensa un suelto, reco&ido por celoso secretario en las p#&inas interiores de pu!licación provinciana. )numera!a una veintena de empresas, adquiridas a trav(s del mundo por la 0anca @ojas, de las que sólo se ha!ía podido encontrar una si&natura, en el re&istro comercial del país de ori&en, un tel(fono que nunca respondía y cuando mucho placa en puerta de sórdida oficina, eternamente cerrada. !aldo llamó al director de la cadena, dedicada a producir noticieros locales. $ 8-uedes e6plicarme esto9 $ /-rimera noticia1. e voy a enterar. -asadas un par de semanas y olvidado el incidente, la información reapareció, de!idamente ampliada, en la primera de )l ía. !aldo trotó al despacho de %(sar. $ /)sto es intolera!le1. 5ue estamos en quie!ra t(cnica, /es verdad1. /esde hace un montón de tiempo1. -ero ni el 0anco %entral ni la prensa han dicho una pala!ra. /3l rev(s1. 4an aplaudido la ampliación hasta con las orejas. /7 hasta la han recomendado1. e so!ra sa!en que se destina a remendar el a&ujero. -orque de capital, /estamos limpios1. 3sí que si el &rano revienta, /otros caer#n conmi&o1. %(sar convino en que el esc#ndalo sería mayúsculo. -rometió informar a quien correspondía, ocuparse de que el deslen&uado parase en el desierto intelectual del silencio y hacer lo necesario para que el ejemplo no fructificase. !aldo re&resó a su despacho, tan se&uro de sí mismo cómo de costum!re, sin sospechar que citación judicial, ha!ría de ro!arle la calma. -or no perder tiempo, llamó a @osita? $ 3l&uien est# preparando al&o desa&rada!le. 'ienes que enterarte. 3costum!rada la esposa a !rujulear por los sumideros de la (lite, removió cielo y tierra, con prodi&ios de ha!ilidad, no parando hasta enterarse de lo que se cocía en las alturas. Informada de que a ciertos niveles, se da!a por aca!ado a su esposo, !aldo intentó esta!lecer contacto directo con altas esferas, que días atr#s deja!an lo que fuese, para acudir a sus llamas. )ncontrar reunidos o ausentes, con reiteración, le dio tan mala espina, que desempolvando viejos documentos, supuestamente olvidados, consi&uió entrevista inmediata. +ue aco&ido con cordialidad mesurada, que no estor!ó la sinceridad. $ 3l&unos han empezado a hur&ar, /y lo que pasa1. )l !anquero arru&ó los la!ios con desprecio. $ 3 mí con esas, /no1. Sin orden de arri!a, aquí no enreda ni ios. /3sí que desem!ucha1. )l pre!oste dudó, suspiró y apostó por la verdad. $ Las cosas se han torcido. -ara salir del paso, tienes que dejarte procesar. %omo no es cosa de que pierdan la confianza, y &uarden el dinero en el calcetín, el 0anco -aj(s comprar# la !anca. Los accionistas perder#n, pero no todo. 7 los ahorradores, /ni una perra1. 'ú quiz# ten&as que pasar por la c#rcel. /-ero cosa de nada1. )n cuanto pase la tormenta, te sacaremos. /7 a disfrutar de lo que apandaste1. /5u( no es poco1. !aldo esta!a rojo de ira.
$ /)sto si&nifica renunciar a mi carrera1. /%ómo financiero y cómo político1. )l interpelado puso cara de circunstancias. %omprendía al !anquero, pero como se ha!ían puesto las cosas, a partir de aquel momento, solo podría en&añarle. $ n sacrificio sin importancia. )res joven y listo. -asado un tiempo, /volver#s1. /7 a &anar elecciones1. Intuitiva como mujer, @osita captó la &ravedad del caso. 3consejó prudencia, por no encontrar otra salida. $ 3 veces las cosas se aca!an. 7o que tú, co&ería lo que me dan. /"o vaya a ser peor1. -ero !aldo no esta!a dispuesto a morir callando. "i creía que pudiesen matar. )mpeñado en ser reci!ido por su valedor, a!rió un se&undo reducto documental, consi&uiendo cita. 3cudió de!idamente pertrechado de fotocopias de ori&inales, a res&uardo en lu&ar se&uro. 3postando fuerte, dejó caer que de ser olvidado su tema, por jueces y periodistas, el destino final de los dineros podría hacerse pu!lico, en letras de molde y a escala universal. )l !eneficiario de aquel y otros cotarros, cere!ro supremo de un ne&ocio, que se cocía en la som!ra, prometió re&resar al plan primi&enio. )l !anco se mantendría, aunque fuese con alfileres, hasta que !aldo a!andonase su presidencia, para ocupar la del país, car&ando el sucesor con el desastre de la quie!ra. $ /3sí que afina1. /"o vayas a nom!rar delfín a un ami&o1. 'erminada la entrevista entre copas y !romas, @osita reci!ió a un marido radiante? $ /'odo resuelto1. e ponen al mejor a!o&ado del estado y ha!r# demanda fiscal, por prevaricación. 3l juez lo empapelan y a esos dos plumas, /los ju!ilan1. 4a!r# condena por calumnia y por crear alarma social. Se aprovechar# para tipificar el delito. /a mucho jue&o1. 7 todo terminar# a su tiempo, empalmando los actos de desa&ravio con la campaña electoral. /)star# chupada1. ) mareo le dio el mi(rcoles. Se esta!a vistiendo para ir a la cena de
posi!le. 4izo un esfuerzo, intentando, por en(sima vez, u!icar al difunto en su infancia. 'ítulo de marqu(s y nom!re rim!om!ante, unidos a la foto&rafía que contempló en la prensa, pues aparecía con frecuencia, no le decían a!solutamente nada, en el marco del entorno familiar. 'ampoco le sona!a la @osita firmante, que le trata!a como si se conociesen de toda la vida? C'u primo ha muerto. 'e esperamosC. La pala!ra CprimoC le pareció desa&rada!le. La leía por primera vez, refiri(ndose a un muerto. e no ha!er sido por la madre, que se adelantó, por fallecer en edad prematura, sus predecesores hu!iesen marchado por su orden? Ca!uelosC, CpadreC, CtíosC. )l su!consciente, tan incordión como de costum!re, le susurró? Cha empezado el desfile de tu &eneraciónC. Sintió el frío del sepulcro. %uando los a!uelos marcharon al otro mundo, la muerte le pareció accidente lejano, que no podía rozarle. %on la puerta de entrada cerca de su espalda, sólo la mala suerte o la casualidad, podían e6pulsarle. 3l padre le despidió con serenidad y cierto alivio. "o le dis&usta!a que se e6tin&uiesen los que de!ían entre&ar la dirección del mundo, a la quinta que les pisa!a los talones, con contrato que supuso indefinido. )n el entretanto desfilaron ami&os, parientes y personajes, a los que despidió por razones privadas o sociales. Los muertos de su edad o m#s jóvenes, eran difuntos aislados, víctimas de accidente, mala salud con&(nita, o metedura de pata de un facultativo. -odía sucederle, pero no le inquieta!a, porque al al!ur, nadie puede oponerse. -ero el difunto del tele&rama era distinto. Le ponía de &olpe y porrazo en primera línea, frente a la salida. 5ueriendo tranquilizarse, le identificó con primo paliducho y enfermizo, &randullón porque nació antes que los dem#s. Los primos enfermizos se van, cuando menos se espera. Situado frente al espejo, tra!ajó el nudo de cor!ata. "o las quería de &omilla, porque lo desea!a perfecto. %onse&uido al tercer intento, sin arru&ar la seda, se contempló m#s lar&amente. Introducido el maquillaje en sus costum!res, apenas asomó la primera arru&a, lamentó no ha!er lo&rado el aspecto juvenil, que tanto le envidia!an. Su rostro se acerca!a a la m#scara de actor talludo, que condenado a interpretar el &al#n, por necesidad o empecinamiento, escapa!a al ridículo, porque la fila queda!a desocupada. 7 la primera a distancia prudencias del escenario. 3l !orde de la depresión, recuperó la moral en !uena parte, al devolverle el espejo de cuerpo entero, instalado en el vestidor, un conjunto hala&adoramente atl(tico. a!a el visto !ueno a su persona, cuando le asalto precisión molesta? vestía de ne&ro demasiado a menudo. +unerales, velatorios y visitas al camposanto se ha!ían hecho tan frecuentes, que encar&ó un se&undo terno de difuntos, por si muerto de compromiso, le co&ía con el primero en la tintorería. -ró6imos los sepelios de car#cter político $ social, empeza!an a serlo las despedidas de compañeros de universidad, con los que continuó su relación, por serlo de partido o funciones. 3l período #l&ido del sida, disimulado tras declaración de c#ncer, fla&elo mejor visto, si&uió el m#s callado de la coca, oculta tras sú!itas de!ilidades de corazón solapado, que en&aña!a funcionando sin pro!lemas, hasta que provocado acelerón, por pura avidez, se producía el ó!ito. "o es la nieve vicio o dro&a, en el seno de profesiones, que aunando altas responsa!ilidades y elevado sueldo, o!li&an a vida social intensa. %onsiderada tónico, irrenuncia!le para soportar el ritmo, que e6i&e el cuidado de la ima&en, ori&en de la posición del sujeto, el calificativo de CviciososC queda!a a la ple!e, aun siendo evidente que el hom!re del común, desli&ado de la realidad, hasta el punto de tomar por tal sus deseos, se perjudica!a a sí mismo, padeciendo la sociedad, en su conjunto, la euforia del prohom!re, rector de todos los destinos. )nfund#ndose en el &a!#n, se pre&untó a quien encontraría en el velatorio. Los duelos y entierros, con muerto de campanilla, permitían ampliar relaciones, intimando con personajes, que no se veían en otra parte. )n el coche repasó primos y primas, frecuentados en casa de a!uelos maternos o paternos, reunidos con motivo de enfermedad &rave y otros acontecimientos destaca!les. Se dijo que nin&uno de!ía ser !aldo, pues el nom!re no era de los que se olvidan. 7 dio en suponer que nació de las hermanas del padre, emi&radas a adrid, en !usca de tra!ajo. = de la tía por parte de madre, que caso con el americano y apareció apestando a dólares, culpa!le de que les mandasen a dormir en la cuadra, para hacerle sitio adecuado a su prosapia. Incluso podría ser hijo de la que esta!a en +rancia. -resumía de dinero sin tenerlo, porque la señora que le pa&a!a por horas de
limpieza, le re&ala!a trajes de firma, desechados con una puesta, que valían muchas mensualidades. @e!uscó y terminó confes#ndose que en su parentela, nadie tuvo cate&oría, para ostentar titulo no!iliario. olesto porque un pariente cercano, lo&ró lo nunca podría conse&uir, declaró injusto que un político, de su nivel, mereciese menos consideración que un !anquero, sin m#s distin&o di&no de ser notado, que su amistad con la corona. etenido el coche ante un sem#foro, adjudicó la di&nidad a @osita. La puerta del tanatorio se a!rió, sin intervención humana. Los velatorios en serie, de reciente introducción, aca!aron con los duelos a la vieja usanza. "o ha!ía portalón, con media hoja cerrada, ni plie&os so!re una mesa, donde ami&os y desconocidos estampa!an su firma. 'ampoco portero enfundado en li!rea de luto, vi&ilante y saludador, que dedica!a al visitante el &esto acorde con su cate&oría. esaparecieron los catafalcos, inmersos en salones Luis E2, cuyo mo!iliario ha!ía sido diseñado para muy diferente ceremonia, porque se fueron, e6terminados por la piqueta, los palacetes de cornisas de estuco y ventanas historiadas, que enmarca!an an&elotes y &uirnaldas flores. )l enfermo de lujo ya no moría en su cama. Se apa&a!a en la 2I, para ser velado entre zócalos de m#rmol pulido, que refleja!an la luz de los !landones. "e&ro verdoso el que nos ocupa, tapiza!a las paredes hasta el techo, partiendo de un suelo del mismo material y color, tan res!aladizo que parecía conce!ido para reclutar clientes. Las diferentes &alerías partían del enorme hall. La destinada a los niños se distin&uía, por ha!er sido tapizada de m#rmol rosa. Se dice que su!en directamente al cielo, porque la muerte de quien no co&ió &usto a la vida, por falta de tiempo, es menos tr#&ica que la del adulto, ape&ado a lo que deja detr#s, en especial si estando de vuelta de todo, aun le queda donde ir. iscreta puertecilla opaca, escondía la &alería de los po!res. )n opinión de los directivos, no era correcto que los ricos atis!asen las paredes pintadas de !lanco, &eneralmente descascarilladas, que aco&ían a los menos pudientes. @epartidores de floristería, solemnemente uniformados, porque la muerte de pa&o es solemne, porta!an coronas en todas direcciones, a paso li&ero, desafiando el patinazo mortal. 3ntes de depositarlas, confirma!an discretamente la personalidad de muerto, eludiendo error, que podría dar lu&ar a conflicto diplom#tico. 3mi&os, dolientes y curiosos, !usca!an a su muerto en aquel al!er&ue de cinco estrellas, que ofrecía a los cuerpos m#6imo confort y ele&ancia, en la última noche so!re la tierra. -or el in&enioso invento de la sociedad de consumo, situado en el e6trarradio, desfila!an los &randes de la tierra, siendo de este mundo y del otro, entre viudas es!eltas y atractivas, a las que envidia!a la nona&enaria pizpereta, lamentando ha!er sido li!erada fuera de tiempo. Llorosas o simplemente &raves, las ha!ía que deja!an escapar un impúdico deseo de vivir. isimulado por la introducción oportuna del velo, sirvió a ocultas rostros proclives a mostrar emociones, como el dolor, pero so!re todo el alivio de una li!ertad recuperada, con prima adjunta de acceso a una herencia, que ha!ría de permitir, a los supervivientes, ofrecerse lo que el difunto les ne&a!a. iradas secas, lejanas o #vidas, hu!iesen desvelado que la ausencia de sentimientos, reducía las relaciones familiares al plano de lo mercantil, de no ser por la introducción de la socorrida moda americana. Aerardo se cruzó con %esar. Le acompaña!a su mujer. Se saludaron, sin hacerse pre&untas, se&uros de acudir al mismo velatorio. )l político envidió al cortesano, porque una esposa col&ando del !razo, de!a prestancia. Lamentó que la suya no pudiese ser e6hi!ida. %asó siendo cuadro del -%, con camarada disciplinada y concienzuda. 3plaudido el enlace por la directiva, arco 'ulio desafinó del coro, repro!ando la elección. 3l !rillante porvenir, que vaticina!a a Aerardo, no le correspondía atilde, por ser de las que en&ordan. e rostro a&raciado y cuerpo acepta!le, en&ordó efectivamente, sin dejar de ser cumplidora m#s que decente en la cama. educadora ejemplar de los dos hijos que parió, !uena cocinera, hacendosa en la casa, discreta en el vestir y hasta en el ha!lar. 3tea por convicción, pero disciplinada por lo mismo, casó por la i&lesia, porque se lo mandaron, demostrando un sa!er estar, en todo momento, propio de alumna de las ursulinas. 3parecía cuando de!ía, eclips#ndose discretamente en el momento oportuno, reci!iendo al esposo con i&ual naturalidad cuando lle&a!a a media tarde y fresco, que si aparecía !orracho, de madru&ada, ha!iendo estado perdido durante días con sus noches, sin molestarse en avisar. otada
de voz firme, &racejo popular y memoria de elefante, triunfa!a en el meetin& con i&ual naturalidad, que desentona!a en los salones. Lectora infati&a!le, ha!la!a y opina!a en torno a casi todo, pero era incapaz de encadenar frases vacías, construyendo esas conversaciones r#pidas y repetitivas, que animan un co*tails. 3dmisi!les los *ilos y un e6terior hortera, al no serlo sus modos ver!ales, Aerardo e6hi!ía a la esposa en círculos de clase media, pero prescindía de su compañía en el acto oficial o privado, frecuentado por la (lite política del r(&imen y social del pasado. %onsiderando, en consecuencia, que no encaja!a en aquel velatorio, no le informó de la perdida del primo, recuperado difunto, temiendo que al tratarse de cuestión familiar, pretendiese acompañarle. %uando se produjo en su vida el cam!io de ran&o político, que le o!li&ó a cam!iar de ami&os, a punto estuvo de reemplazar a la mujer, a imitación de no pocos compañeros, que se la procuraron acorde con la función, pero le faltó valor. 'ras intento fallido de frivolizar a atilde, se resi&nó a ejercer de soltero, dando a entender, para justificarse, que su matrimonio era infierno, del que escapa!a y soporta!a como podía. La jefa de servicio, a cuyo car&o quedó reconocer a las personalidades, para ofrecerles sus servicios y los de la casa, haci(ndoles sentir hasta que punto eran importantes, se precipitó al e6terior del cu!ículo, para saludar a %esar, a!andon#ndole con cierta !rusquedad, apenas descu!rió a Aerardo. %omo cuantos i&nora!an que la influencia de un ami&o del rey, supera!an la todo político, que no fuese, consideró superior al que ostenta!a mayor ran&o, pú!licamente reconocido. 4echa sonrisa de los pies a la ca!eza, e6clamó? $ /%u#nto honor, e6celencia1. 85ue de !ueno le trae entre nosotros9. Lo dijo con aire jovial, como si clientes y visitantes acudiesen al tanatorio, para cele!rar ale&rías. Sin &uardaespaldas, por estar en local de!idamente prote&ido y sa!er que prohom!re sin &orilas, &ana adeptos y popularidad, Aerardo devolvió el saludo, tendiendo el &arfio de la sencillez, en la esperanza de capturar un voto. %umplimentada la formalidad, se interesó por el paradero del primo marqu(s. )6perimentada en duelos, la recepcionista leyó en el rostro del ilustre, que no esta!a se&uro de poder reconocer al difunto ni a sus acompañantes. eseando aliviar al prócer de la humillación de un error, que hu!iese cristalizado en inquina contra la casa, acordó acompañarle. iri&i(ndose a su!alterno, que manipula!a el ordenador, haciendo que hacía, impartió instrucciones. $ /=cúpate de la &ente1. Si hay al&o, me llamas por el !usca. /Sa!es a quien estamos esperando1. Si aparecen... $ /'en&o que avisar al director1. $ /)so mismo1. /-ero ense&uida1. )l duelo del arqu(s de Sierra +ría no era oficial, pero a juz&ar por la concurrencia, re!asa!a en importancia al de un presidente. esde que lle&ó, desfilaron ministros, financieros, ca!ezas de la inteli&encia nacional y reales ami&os notorios, que confirmaron al difunto como 2ip notorio, en las primeras horas de la tarde. La mujer perora!a. Aerardo la si&uió, demasiado ocupado en evitar el res!alón, para escucharla. $ icen que le trató el doctor %arreras. "o sa!emos de qu( murió. /-ero nos enteraremos1. 3quí se sa!e todo. icen que fue casi de repente. /n hom!re tan joven1. -orque tendr# cuarenta y pocos. $ contando R, Aerardo sintió que se aho&a!a $ Se dice que no pudieron hacer nada. %u#ndo le entu!aron, /ya esta!a muerto1. /n deportista como (l1. Aerardo se juró a!andonar el deporte. os mozos portadores de corona reza&ada, les adelantaron a paso de car&a. Airaron a la izquierda. )l corredor parecía prolon&arse al infinito.
$ )ra mi primo. /4ace tanto que no nos veíamos1 La recepcionista se reafirmo en la idea de que el prócer temía no reconocer a su muerto. I&nora!a la razón, pero cada vez eran m#s los que se presenta!an a dar el p(same, en duelos de campanillas, sin ha!er visto al muerto en su vida. "i a los dolientes. La importancia del difunto se medía por el nom!re de los remitentes de las coronas, la premura con que arri!a!an, d#ndose el caso de que precediesen al destinatario y su número. +recuente que re!asasen la capacidad de la c#mara, se coloca!an en la &alería, enmarcando a los visitantes, que tras cumplir con la ca!ezada forma!an &rupos, intercam!iando las frivolidades de costum!re. La recepcionista se refirió al si&no de distinción. 3costum!rada a tratar a sus inquilinos, como si fuesen hu(spedes, ha!la!a de los muertos en presente. $ La primera que lle&ó, venía de palacio. La puse en lu&ar de honor, /cómo se merece1. )l señor marqu(s es muy ami&o del rey. %orre que poco antes de morir, quería hacerle uque de @ía. 3penas lle&ó, se comentó que vendrían Sus ajestades. e ha dicho mi compañera que estuvieron anoche. "o era mi turno. -ero si lle&o a sa!erlo, /ven&o1. e lo perdí y se lo perdió el director. 3nda!a por ahí de jue&a. 7 no pudieron localizarle. )st# que se lo llevan los dia!los. 4oy dicen que vendr#n las infantas. -or si o por no, el jefe duerme en el despacho. 7 yo no me pienso mover. "o ha!ían en aquel sector del tanatorio muerto po!re, pero si diferencias. uertos rodeados de ami&os y relaciones, hasta filmados por la televisión, acompañado por la familia escueta e incluso solitarios. $ 3 ese le vela el criado. "o tiene a nadie. n tipo con suerte. icen que le ha dejado una fortuna $ ape&ada a la función de &uía, la jefa de recepción informa!a $ Su pariente... $ /-rimo1 $ puntualizó Aerardo. %aptada la importancia de quienes acudían a dar la ca!ezada, no consintió que sus lazos de san&re con !aldo, se relajasen. @ecalcó el se&undo &rado. $ /)so es1, primo $ rectifico la mujer. $ 3l final del pasillo, do!laron a la derecha. $ )s lo mejor de la casa. %uesta i&ual, /pero aquí no entra cualquiera1. )l suelo, i&ualmente peli&roso, era de m#rmol !lanco, cu!riendo las paredes maderas no!les. Las c#maras mortuorias esta!an a la derecha. ejor iluminadas, el decorador ha!ía individualizado los espacios, d#ndoles un toque de salón privado. %opias de cuadros conocidos, acordes con el estilo del mo!iliario, anima!an los ta!iques, primando el estilo dorado y recar&ado, de los Luises francesas. -uertecilla discreta, disimulada y situada a la izquierda, se a!rió. Lú&u!re el lu&ar, Aerardo pe&ó un respin&o de costado. el ascensor asomaron los pies de una camilla. @isas y voces jóvenes. $ /%on esa minina1. La mujer fulminó a los camilleros. $ //%hist11. Las ruedas se deslizaron discretas. La jefa de servicio consideró que de!ía e6plicación al futuro cliente. $ 'enemos un personal muy respetuoso. )stos de!en ser suplentes. /3hora mismo van a la calle1. Lo traen del centro de !elleza. )l recuerdo que dejamos en los vivos, /es importante1. -reparamos a nuestros clientes, en función a su futuro. 4ay quien quiere duelo de cuatro o cinco días. -orque esperan a un familiar. = por lo que sea. =tros un traslado. %uando lle&an a destino, al&unos quieren a!rir la caja. 'ienen que verlo como siempre estuvo. "uestros em!alsamadores y maquilladoras, son los mejores. Aerardo sintió que le hacían el artículo. Su aspecto no era !rillante, pero tampoco tan lamenta!le, como para necesitar los servicio de la empresa a corto plazo. Se tranquilizó, pensando que le
ofrecían lu&ar donde al!er&ar a sus ascendientes o colaterales. iscretos y ri&urosamente ele&antes, los que acudieron al duelo de !aldo, para e6presar su dolor, intercam!ia!an saludos, formando corros animados. epartían quedamente, calculando los minutos de presencia, e6i&idos por la corrección, en función la relación que mantuvieron, con los vivos o el muerto. "o corrían !e!idas ni se ofrecían canap(s, como en velatorio casero. La pr#ctica esta!a prohi!ida en el tanatorio, dotado de !ar $ restaurante !ien a!astecido, a disposición de clientes e invitados veinticuatro horas so!re veinticuatro. Insuficiente la clientela, reci!ía clientes del e6terior, siento frecuentes que clanes enlutados y llorosos, en&ur&itasen parcas cenas, junto a partida de noct#m!ulos !ullan&ueros. )l ataúd de cao!a, so!re catafalco cu!ierto por paño de terciopelo ne&ro, !ordado en oro, ocupa!a el centro del salón. Seis !landones de metal dorado hacían &uardia. rematados por velones de cera aut(ntica. Los pa!ilos ardían, cómo en todo tiempo. Aerardo o!servó los ras&os del difunto, a trav(s del cristal. "o tenían parecido, ni aun lejano, con los parientes que recorda!a, del lado paterno o materno, dotados de marcado aire de familiar. Los dolientes ocupa!an sillones Luis EI2, en madera tallada y dorada, de alto respaldo, tapizados de terciopelo, i&ualmente ne&ro. La recepcionista le indicó la u!icación de la viuda, en &rupo cuatro hem!ras, cuyos ras&os disimula!a el tul, completado por varón !ar!ilampiño y pelirrojo, que se a!urría ostensi!lemente. Aerardo se dijo que no conoció pelirrojo, ni entre parientes lejanos. Se disponía a saludar a la doliente, pero @osita se le adelantó. Saltando del trono, se le derramó en los !razos. La reci!ió, sin sa!er que actitud tomar. $ /Siempre fuiste su primo predilecto1. Sollozó en su hom!ro y Aerardo empezó a inquietarse, pre&unt#ndose que !usca!a aquella p#jara, con la insólita demostración de cariño. Sin darle tiempo a refle6ionar, @osita le co&ió de la mano, arrastr#ndole hasta la ca!ecera del f(retro. %ontempló al muerto por se&unda vez. -or m#s vueltas que le da!a, aquel rostro solo le recorda!a a !anquero conocido, que se&ún decían, esta!a a punto de tener seria complicaciones. Intuyendo que de!ía decir al&o, des&ranó frase manida? $ 'iene perfil de medalla. $ 'odos vosotros ten(is mucha clase $ mintió @osita, con alevosía. Aerardo, que nunca oyó semejante cosa, referida a su persona, se cortó. 7 pre&untó por puro formulismo? $ 8%ómo fue9 $/3sí1. /e repente1. "o tenía nada. Se sintió mal, vino la am!ulancia y lo metieron directamente en la 2I. 3l principio no le di importancia. /)ra tan aprensivo1. -ero se fue. /)n un plis plas1 "o le co&ió el !razo izquierdo. Lo acarició. Levantando el velo, le miró a los ojos. Sus cuerpos se rozaron. n trallazo recorrió la espina dorsal de Aerardo. La voz de @osita le arrulla!a. Sumido en violentas sensaciones y confuso, se dijo que aquella tipa era una e6perta. $ +ue terri!le. -ero so!re todo, /inoportuno1. )l po!re !aldo pasa!a un mal momento. 7a sa!es como era. Aana!a fortunas. /-ero &asta!a fortunas1. /-or otro1. /-o!recillo1. Se contenta!a con cualquier cosa. -ero todo le parecía poco, trat#ndose de servir. )ra tan !ueno, que despu(s de que pasase lo que pasó, se&uimos teniendo entrada en todas partes, /hasta en -alacio1. -ero un cerdo de periodista pu!licó una sarta de mentiras. !aldo hu!iese podido defenderse. 3clarar con una pala!ra, donde esta!a el dinero. /-rue!as tenía1. -ero si lo dice, hu!iese hecho mucho daño. /3 todos1. Sólo ios sa!e que hu!iese podido pasar. /Ima&ínate lo que sería un esc#ndalo semejante1 Aerardo tra&ó saliva. "o se podía ima&inar nada de nada. La mujer continuó. $ Si !aldo hu!iese ha!lado, hoy no tendríamos pro!lemas. -ero calló. 7 lo que queda, /queda1 /"o hay quien lo enderece1. 3sí que lo ten&o todo em!ar&ado. 0ueno, /lo que han podido encontrar1. -orque lo de fuera... -ero hay que ser prudentes. 0uscan dejarnos sin medios. /-ara que no nos podamos defender1. Aerardo no escucha!a. %ontempló a la prima, que adivina!a ficticia. 7 sintió que jam#s ha!ía
encontrado mujer, que le atrajese con tal fuerza. +ue presentado a los so!rinos. Saludaron desmayadamente, sin ocultar que esta!an deseando lar&arse. 4acer &uardia al cad#ver paterno, les a!urría so!eranamente. La madre de @osita, mujer entrada en carnes, que adora!a a&itarse entre relaciones y ami&os, olió al personaje. Se acercó mundana y ama!le, como si estuviese en otra parte. 3un conserva!a !uena parte del atractivo, que derrocha!a la hija. I!a a despedirse, considerando peli&roso prolon&ar aquel de!er protocolario, cuando @osita le adjudicó papel insospechado. $ %omo eres el único pariente de !aldo que se ha presentado, he mandado traerte un sillón. e no ha!er sido una mujer de !andera, Aerardo hu!iese declinado el honor. -ero no pudo resistir la tentación de pasar la noche en su compañía. isipada la concurrencia, no sería difícil ofrecer p(rti&a ver!al a los hijos, para que consider#ndose cumplidos, desertasen con la sue&ra. )n la soledad del mortuorio, podían suceder muchas cosas. $ 8"o te importa que ha&a una llamada9 Salió a la &alería, para conectar con atilde a trav(s del móvil. Le anunció que de!ido a la muerte de primo, recuperado difunto, no aparecería en toda la noche. "o olvida!a avisarla desde cierta madru&ada, en que afectada por la psicosis de terrorismo, que invadía el mundo de la política, llamó a la policía, denunciando su rapto. %elosas las fuerzas del orden, por considerar irremplaza!le a todo hom!re pú!lico etiquetado, le sorprendieron en motel aco&edor, con sudamericana imponente, en el momento m#s !rillante de una noche, que sin aquella intervención, hu!iese sido inolvida!le por muy distinto motivo. 3ca!a!a de cortar, cuando apareció I&nacio. "o escondió su sorpresa al encontrarlo. $ 8-ero tu que tienes que ver con !aldo9 Aerardo, que a tales alturas ha!ía intimado hasta con el muerto, contestó sin dudar. $ )ra mi primo... $ /-ues no lo sa!ia1 $ y calló que el difunto ha!la!a pestes del insospechado pariente. )n la soledad de la madru&ada, ausentes madre, hijos y pu!lico, tras escarceos y arrumacos, perpetrados ante el silencio de la muerte, @osita se sinceró. $ /"o1. /"o es que estemos arruinados1. -ero justo el día en que falleció !aldo, le em!ar&aron hasta la camisa. %omo no puedo tener nada, todo esto quedara a de!er, porque si pa&ó har#n pre&untas. 7 no quiero pro!lemas. Aerardo empezó a sentirse incómodo. $ 8Lo sa!en9. $ /%laro1. 4ace mucho que conozco a =rlando. /)st# encantado de co!rar en Suiza1. -ero por la forma, se pondr# a la cola de los acreedores. Lo malo es la 3lmudena. 'enemos em!ar&ado el panteón. Si no lo arre&lo de aquí a mañana, 8qu( ha&o con el muerto9. Aerardo la miró sin querer comprenderla. $ -ues... no veo que puedo hacer... $ %uando pase esto, todo ser# como antes. -orque yo no intereso a nadie. -ero todavía es pronto $ le !rillaron los ojos y la vio ma&nífica $ )res un hom!re conocido. 7 el parentesco te justifica. )n cuanto amanezca vas a ver a anuel Su#rez. Le dices que ejecute, que estoy de acuerdo. 7 que le compras el panteón. 4a!las con el juez, como pariente. 7 consi&ues que me deje enterrarlo. $ -ero un panteón vale... $ /iez millones1. $ !uscó en el !olso $ %omo esta!a se&ura de que vendrías, ten&o el cheque preparado. 7 una carta para anuel. /'e confieso que la idea fue suya1. "ecesit#!amos al&uien que
tuviese posi!les. 7 razón para intervenir. /5ui(n mejor que tú1. -orque si hu!iese sido otro, esas pirañas de periodistas, que sólo piensan en morder, /la hu!iesen armado1. )l rostro de Aerardo se cerró. $ "o veo la necesidad de meterme en este lío Los ojos de @osita se hicieron promesa. $ 87 si te dijera que el rey, a&radecido por lo que haces en favor de un ami&o, al que no puede ayudar, te convertiría en su ami&o9 $ /)s a!surdo1. )ntre otras cosas, porque le conozco. Siempre me trató !ien. -ero nunca como compadre. $ /Si yo te lo di&o1 $ @osita le acarició los la!ios con el índice. Las sensaciones le confundieron $ no te lo tomes a mal. -ero, 8recuerdas el asunto "ilo9 Se acorda!a perfectamente. 'ra!aja!a en sindicatos, a cam!io de sueldo aprecia!le pero modesto, ocupando car&o secundario, que podía serle retirado de la noche a la mañana. "ecesitada la or&anización de dinero, pero so!re todo las personas, !uscaron el medio de procur#rselo, sin encontrarlo, hasta que apareció
Capítulo 1º La relación con @osita no hu!iese tenido continuidad, de no ser por los malditos papeles. 'emiendo por el porvenir, Aerardo practicó el se6o mec#nico, sin m#s intención que la de averi&uar su paradero. )ncauzando conversaciones !anales, hacia temas económicos, averi&uó que el difunto
tra!ajó con casi todos los !ancos del mundo. Imposi!le acertar con el adecuado, odió a @osita, porque acepta!a con naturalidad sus re&alos, a condición de que fuesen de precio, someti(ndole a un dúctil chantaje, sin soltar prenda. Ima&ina!a imposi!le enamorarse semejante Kal*iria, pero le sucedió cierta noche, estando en !razos de atilde y por ausencia. %uando menos lo espera!a, @osita se le vino a las mientes y descu!rió que la ama!a hasta el delirio, quiz# por ser incapaz de distin&uir los sentimientos de un instinto, que nunca supo controlar. )ntre sueños se felicitó de la muerte de !aldo. Li!ró al país de una ristra de procesos enojoso, allan#ndole el camino de una felicidad, que con marido de por medio, hu!iese sido un puro so!resalto. ías antes juez de!idamente aleccionado, informado de que la viuda conserva!a el favor de las alturas, el ma&istrado arrum!ó a los damnificados, levantando los em!ar&os, que pasa!an so!re el !otín, permitiendo que disfrutas de las !ien &anadas rapiñas, acopiadas por el finado, fiel a la filosofía de un r(&imen, que en lu&ar de repartir los !ienes del rico entre los po!res, concentra!a ha!eres de los po!res, en unos cuantos ricos, tras ha!er descu!ierto que dividir un mucho en muchos pocos, no remedia!a a nadie, pero sumar pocos, para hacer un mucho, propicia!a el mila&ro de transmutar al desheredado, en potencia económica. esnortado por el amor, Aerardo quiso frecuentar, a su dama, un día sí y otro tam!i(n. -ero la viuda no compartía sus ardores. anifest#ndose fríamente calculadora, e6i&ió espaciar los encuentros, $ os noches por semana es m#s que suficiente. 'u mujer tam!i(n te necesita. /"o quiero ser e&oísta1. La restricción se le hizo tan cuesta arri!a que cierto día, yendo a casa de @osita, ordenó al chofer dar rodeó por joyería conocida. @epasadas las e6istencias, adquirió pulsera de !rillantes de muchos quilates, o!sequio adecuado, para quien sa!ía apreciar el valor de las cosas. La ofreció junto con demanda de matrimonio, mediando divorcio discreto, que atilde aceptaría sin dudarlo, adjuntando pensión &ratificante. La ele&ida aceptó la joya, pero rechazó el futuro. $ 8'ú qu( quieres9 8'irar tu carrera por la ventana9 )sas cosas terminan por caer mal. $ Si lo dices por la prensa, /ni te ocupes1. La ten&o en la mano. 7 con la &ente no hay pro!lema. %omo no la llevo a nin&una parte, hay quien me cree soltero. uchos se ale&rar#n de verme con pareja. )st#n hartos de !uscar solitaria, para no desca!alar la mesa. @osita rió con descaro. $ /7a estamos con el espejismo1 0asta una llamada para que di&an o dejen de decir lo que os da la &ana. -ero en campaña os desmelen#is y os pon(is verdes. Sin soltar prenda de lo que importa. /5ue no es precisamente lo privado1. -or eso dar carnaza, /es una idiotez1. So!re todo si arri!a te toman ojeriza. %ualquiera puede hacer o decir al&o que moleste. 4asta sin darse cuenta. 7 hasta puede que se fijen en ti, porque necesiten una ca!eza de turco. 'e dar#s cuenta cuando los periodistas dejen de !esarte el culo. = pasen sin transición a ponerte como los trapos. !aldo pensa!a como tú. %reía que los maneja!a. /7 ya ves como terminó1. 5ueriendo normalizar unas relaciones, a las que no le convenía renunciar, @osita acudió a -(tula, encontrando la cola!oración incondicional esperada. La dama nunca consintió, !ajo su techo, mortales procedentes de clases inferiores. -or alto que hu!iesen trepado, considera!a que las relaciones con los tales, de!ían quedar circunscritas al tra!ajo y al esparcimiento lúdico, donde tenían su lu&ar, a título de relleno o !ufón, sin re!asar jam#s las fronteras de esa intimidad, que reserva!a a la amistad. -or una vez, sin que sirviese de precedente, complació a su ami&a, enviando invitación a atilde, con posdata de mano propia adjunta, insistiendo en el deseo de contarla entre las asociadas a sus fundaciones, la una destinada a reco&er menores desvalidosD la otra a retirar indi&entes de la vía pu!lica. %artulina en mano y de una pieza, pues nada justifica!a el sú!ito inter(s de la dama, por su persona, consultó al marido. $ 85u( ha&o9. Aerardo ha!ía intentado acercarse a -(tula, repetidamente y con o!stinación, fracasando
lamenta!lemente. 5ue su mujer lo hu!iese conse&uido, sin mover un dedo, le molestó tanto, que estuvo a punto de recomendarle que se e6cusase, por pura envidia. =li(ndose el ori&en de la distinción y sa!iendo a @osita o!stinada, optó por lo contrario. $ 2e, /pero discreta1. %armen sa!r# lo que de!es ponerte. 3l&o que te adel&ace. /-orque hija mía1 /2as de !allena1 atilde no replicó. @ealmente &ordo, le humilló que se lo recordasen, pero mucho m#s que el marido considerase el &usto de su secretaria, m#s refinado que el suyo. Sin pedir consejo optó por el ne&ro, lamentando que nada pudiese disimular su o!esidad. aestra en el arte de hacerse sentirse superiores, a quien considera!a inferiores, -(tula a!rió sus !razos al cuerpo rechoncho, de posterior deformado, por &eneraciones de !anco de costura. $ /5ue ale&ría que hallas venido1 /'e voy a presentar1 /'odas est#n deseando conocerte1. %errados los preliminares, @osita puenteó a atilde. Si&ui(ndola como som!ra, creó el clima que acompaña a la amistad, sur&ida a primera vista, con vocación de prolon&arse de por vida. )n el comedor la instaló en asiento conforta!le, ahorr#ndole la molestia de acceder al !ufete, reci!iendo e impartiendo ele&antes codazos. -oniendo en sus manos plato surtido y !e!ida, consi&uió aparte discreto, aprovechado para informarle de su reciente viudedad y del comportamiento ejemplar de Aerardo, que ha!iendo perdido de vista al primo en la infancia, por enredos familiares, olvidó rencillas, poniendo dinero y la cara, para conse&uir que fuese inhumado donde quería y cómo desea!a. $ /-ues no me ha dicho nada1 $ se e6trañó atilde, que nunca oyó ha!lar del tal primo. $ /Nl es así1 /)van&(lico1 Su mano izquierda no se entera de lo que hace la derecha. eseando evitar que la informasen terceros, la viuda contó la des&racia del difunto. $ +ue víctima de la envidia. 7 sucedió lo irremedia!le. Se ha solventado, porque no podía ser de otra manera. -ero el dis&usto de ver su reputación en entredicho, /le mató1. La copiosa merienda enlazó con cena fru&al. 'erminado el festejo, la esposa de Aerardo re&resó al ho&ar transformada en miem!ro de las dos fundaciones, m#s ele&antes del país, a cam!io de satisfacer por !anco cuota elevada, prue!a de una &enerosidad, que no la e6imía de visitar al!er&ues de niños y mendi&os varias veces al año y una vez al mes los salones de la insi&ne fundadora, convencida de que la !uena relación entre las protectoras, hacía fructificar la o!ra. 3penas traspasó el um!ral, atilde lanzó la frase, que a&uarda!a el marido. $ 4e conocido a tu prima. /n encanto1 )l periódico en alto, para ocultar &esto de mal humor, Aerardo pre&untó, con voz que pretendió desenfadada? $ 8e qu( ha!(is ha!lado9 $ e todo y de nada. e ha contado lo !ien que te portaste. /-odías ha!erlo dicho1. -or cierto, 8estas li!re el s#!ado9 La curiosidad por el empleo de su tiempo, le hizo sospecha que @osita prepara!a un nuevo enredo. @espondió con cautela. $ )n principio. 8Se te ha ocurrido al&o9 $ /Se le ha ocurrido a @osita1 2amos a pasar el día en su finca. %on los niños. Aerardo lamentó no poderse li!rar del deseo que le em!ar&a!a. 'emía dejar escapar miradas y &estos em!arazosos, en presencia de la esposa. La prudencia aconseja!a eclipsarse hasta el domin&o, es&rimiendo prete6to, de los que so!ran a los políticos en activo. -ero el deseo de ver a @osita, en día que no toca!a, se impuso a la prudencia. ici(ndose que caso de deslizarse si&no
equívoco, podría achacarlo a la piedad y cariño, que inspira una prima, joven y reci(n viuda, se preparó a disfrutar de encuentro no pro&ramado. estinada la tarde del jueves a los preludios de un amor, a disfrutar hasta la madru&ada del viernes, sintió el a&uijón de la duda. 5ueriendo sa!er si era verdad lo del parentesco, inició interro&atorio apretado, que @osita a!ortó, apenas adivinó la intención. Sa!i(ndole atrapado, pues nunca podría contar la verdad a su mujer, se sinceró entre risas. $ /Lo confieso1. )sta!a en un apuro con la historia del panteón. 'ener al muerto en la catedral, es importante. -ara mi futuro y el de mis hijos. /"o todo el mundo puede compartir eternidad con los reyes1. 3dem#s se sa!e que el rey quiere resucitar entre ami&os. )s decir, que si a&uanta al muerto, es porque le &ustó. )l que le cae mal, no encuentra ni un a&ujero en el colum!ario. 7o estoy por creer que hasta lo sacaría, si cam!iase de opinión. %ómo esta!an las cosas, pro!ar que !aldo moría en !uena relación con palacio, /era primordial1 /"o sa!es lo que impresiona a los jueces1 Si hu!iese tenido que llevarlo al cementerio, /me sacan a su!asta hasta la cama1 e hu!iese quedado lo de fuera para vivir. -ero por ahí no es lo mismo. /"o te conoce nadie1. e no estar literalmente encoñado, Aerardo la hu!iese estran&ulado. $ /0ien1. -ero yo, 8qu( tenía que ver en esto9 $ %uando &anaste las elecciones, o!serv( la coincidencia de apellidos. /7 la olvid(1 -ero en el hospital, sola con la notificación de em!ar&o, me vino la inspiración. %ómo no tenía nada que perder, me invent( lo del primo. e dije que un título mola. 7 que si salía !ien, /con eso que me encontra!a1. %uando apareciste, supe que ha!ía &anado. Se sintió inquieto por puro instinto. 7 pre&untó. $ 8e qu( murió tu marido9 @osita hizo un &esto va&o. $ e nada... 7 de todo $ /3l&o tendría1 La mujer estalló en una carcajada. $ 85u( quieres que tuviese9 /n empacho de prepotencia1 Se enteró de demasiadas cosas. 7 cuando al&uien tuvo la idea de sacrificarle, porque no queda!a m#s remedio que quemarle, se puso farruco. Sacó papeles, e6i&ió que le sacasen limpio como una patena y amenazó con la prensa, creyendo. %omo tú, creyó que la tenía !ajo el zapato. /8-ero que prensa91 8La que ponía firme desde el !anco9 )l im!ecil no sospecha!a que le o!edecían, porque se lo manda!an. 0astó una orden en contrario, para que le pusiesen como los trapos. %omprendió que de fronteras a dentro era inofensivo. 7 fuera no tenía nada que hacer. Si le creían y hur&a!an, /podía ser peor1. -orque lo normal es que repitan lo que se dice aquí. -ero si los !uscas, se lanzan sin miramientos. Le dio el perleque cuando tenía que ser. -ara que los otros se lo tuviesen por dicho. $ )n el tanatorio me dijeron que fue repentino, /pero natural1. $ /-or supuesto1 "o hay corazón que si&a funcionando, si tropieza con ciertas cosas. 4u!iese podido durar unos días. epende de la dosis y de la resistencia del continente. -ero cascar, /cascas1 -ienso que lo sospechó. /Supon&o que lo espera!a1. %omo yo. 4u!iese podido decírselo a los m(dicos. = yo misma. -orque remedio hay. -ero no lo hicimos y no se dieron cuenta. /= no se la quisieron dar1. )s lo m#s pro!a!le. 7 el corazón se paró, como el de todos los muertos. Aerardo refle6iona!a. $ Si nadie se enteró, no veo donde est# la lección. $ /5ue te lo crees1 Los que importa supieron de qu( i!a. %omo lo hu!ieses sa!ido tú, de no estar en la periferia.
)l len&uaje era inconfundi!le. Sa!er que @osita pertenecía a la secta m#s cerrada del país, le hizo sentir pavor. La !oca seca, los ojos e6traviados, murmuró. $ -ero tú... @osita a&itó la melena. $ /Sí, claro1. "o di&o m#s, porque no te interesa. n !eso canceló el di#lo&o. -asaron a los hechos. 3 Aerardo no le hacía nin&una &racia levantarse antes del amanecer. -ero una viuda, reciente y doliente, no podía e6ponerse a que la criada descu!riese que dormía acompañada. )n su situación, los comentarios de vecindad, hu!iesen podido ser peli&rosos. espidió al amante con un consejo. $ uerme deprisa. n día de campo es cansado. Les reci!ió pimpante y fresca, en compañía de sus tres hijos y el yerno. )l !eso de saludo, casto y distante, hu!iese alejado toda som!ra de sospecha, de ha!erla al!er&ado atilde. )n el curso de la jornada, las mujeres intimaron. 3 partir de aquel día, se vieron casi a diario, sometiendo a Aerardo a un estado de e6citación, que no calma!an dos noches de amor por semana. %ierta tarde @osita quiso romper la monotonía. 3!andonando el salón tras los primeros escarceos, re&resó con !olsa de pl#stico, que hu!iese hecho la fortuna de un camello, $ 8%ómo la quieres9 Aerardo tra&ó saliva. Se sentía realmente incómodo. )n su juventud de ejecutivo, mantuvo contactos espor#dicos con la coca, que no hu!iesen tenido continuidad, de no continuarla carrera política. "o ha!iendo mortal normalmente constituido, capaz de soportar el ritmo de las campañas, asesor de ima&en de!idamente e6perimentado, que tras ha!er servido a famosos, estrellas del espect#culo, de vida profesional tan !reve como trepidante, paso a formar en la plantilla de e6pertos, en la captura de votos, se encar&ó de suministrarle el polvo mila&roso, de!idamente dosificado. -revisto que terminado el maratón mitinero, ha!ría de arrum!arlo, lo hizo efectivamente, sin perjuicio de que en jornadas car&adas de o!li&aciones políticas, sociales o mi6tas, cuando no de desa&rada!les renuncias y sinsa!ores, acudiese al tónico, mila&rero y de efecto inmediato, que le devolvía su !uen aspecto e6terior, con la normalidad dicharachera, que adorna!a su ima&en. 4a!ía adquirido la costum!re de tener los polvos a la mano, en la se&uridad de dominarlos, cuando inició su tercera campaña. 'riunfador nato, no tardó en chocar con un asesor, que se empeña!a en machacarle con sus consejos, al pie de la tri!una, a!rum#ndole con criticas y reproches, reci(n terminado discursos, tan cele!rados por los aduladores, cómo por el pú!lico asistente. %ierto día sucedió lo inevita!le. %ulpa!le por ha!erle reprochado meteduras de pata clamorosas, jaleadas por un pue!lo, que no aprendió a distin&uir lo realiza!le de lo imposi!le, el asesor fue despedido, sin daño para el empleador, pues &anó se&ún costum!re. Si&uieron meses de (6ito, locos y felices, que hu!iese prolon&ado indefinidamente, de no asaltarle !rusco malestar, &eneral e indefini!le. Irrita!le, dio en no consentir a la realidad, que cometiese el desacato de contradecirle. "i a la salud, para flaquear. %on razones so!radas para temer al sida, achaco cuanto le sucedía a la enfermedad. 5ueriendo prolon&ar su e6istencia, sin dar tres cuartos al pre&onero, por ser enfermedad mal vista, or&anizó viaje oficial a -arís, para hacerse e6aminar por especialista discreto. %onfesados sus temores y sometido a reconocimiento, escuchó dia&nostico contundente? C"o. "o tiene sida. -ero si no quiere ir a peor, tendr# que desinto6icarse. Se lo aconsejo por usted. /7 por el país1C. %omprendiendo que la cosa i!a en serio, Aerardo se descu!rió voluntad insospechada, sufriendo quinario, que se juró no repetir. Informado de que si re&resa!a a la coca, despe&aría definitivamente de la realidad, pues no podría a!andonarla, la vista del polvo !lanco le produjo escalofríos, porque acompaño la tentación. $ "o &asto. Aracias. @osita se enco&ió de hom!ros.
$ Si no quieres, /no es mi pro!lema1 e quien no esnifa, no se fían. "o puedo e6plicarte por qu(, /pero es así1 Aerardo no captó. $ 85ui(nes no se fían9 $ Los que te han convertido en lo que eres. 7 te pueden desconvertir si les da la &ana. )stamos en sus manos. "o sa!es quienes son. 7o sí. "o conozco a todos, pero s( donde est#n. Aerardo arru&ó la !oca, en &esto de desprecio. $ 'u dir#s donde est#n tus fantasmas. @osita se hizo misteriosa. $ -ero para ti, /en nin&una parte1 Inspiran, provocan y se hacen o!edecer. e unos, porque esperan reci!ir. e otros, porque no quieren perder. 7 del resto, porque sin sa!erlo, est#n sometidos a su imperio. $ Si&o sin conocerlos $ insistió Aerardo $ 4as salido en los periódicos con m#s de uno. -ero no puedes reconocerlos. /'endrías que ha!er sido reci!ido1. Sa!es que e6isten. Si fueses sincero, confesarías que venderías tu alma por pertenecer a esa cúpula, innominada pero presente. La temes y haces !ien. %reerse intoca!le, porque ha!ía lle&ado, fue la perdición de !aldo. Aerardo comprendió que esta!a siendo cooptado por el poder en la som!ra. )ra el sueño de todo político. @osita continuó. $ La complicidad no sur&e de la virtud. )l poder confía en quien comparte su placer. /7o diría que los vicios1. )s decir que para lle&ar, de!emos resi&narnos a tener ta!ique de platino. La intervención es cosa de nada. -uedo ase&urarte que no molesta ni se nota. $ )s que... para mi tra!ajo... La carcajada sonó ofensiva. $ /'u tra!ajo puede hacerlo cualquiera1. Los de tu nivel, sois intercam!ia!les. 7 !landos. 0asta a&itar el fantasma de la c#rcel, para que os lo hais en los pantalones. 5uien tiene miedo, de!e procurar &ustar. 7 para &ustar, /ya sa!es1 $ 8S( qu(9 $ el tono era airado. "o soporta!a que una mujer le nin&unease. $ /-ues est# clarísimo1 La simpatía es su!jetiva. -ara el otro, /se entiende1. 5uien aprecia lo que apreciamos, nos cae !ien. -ero el que lo rechaza nos repele. )n especial si tenemos h#!itos sin&ulares. 4ay muchos pedófilos por ahí que lo disimulan, porque no es cosa que aplauda la calle. 4asta es delito puni!le, aunque rara vez se casti&ue. Si el jefe lo es, no lo sa!r#n los su!ordinados. -ero el su!alterno que critique la tendencia, llamado faltoso al afectado, estar# puteado y terminar# en la calle. )n cam!io el que la comparta, si lle&a a oídos del jefe, ascender# como la espuma. /3sí de sencillo1 Aerardo esnifó. Si aparecía el cuerpo de un mendi&o, un moreno o un homose6ual, la comisario @amos decía? $ )s cosa de esos niñatos. 7 si encontra!a restos de una muchacha o un menor, de!idamente machacados, sentencia!a? $ )s cosa de los padres. Se equivoca!a, porque no pocos niñatos, adquirieron la tara antes de hora. @ecomendado airear la violencia terrorista, para que la &ente supiese distin&uir a los malos de los !uenos, al proliferar las defunciones, consecuencia de delito común, la consi&na de ponerles sordina corrió por comisarías.
juz&ados y redacciones, mereciendo atención especial, la o!ra del maníaco se6ual. %onsiderado que la facultad de reprimir el instinto, no fue dada al hom!reD la posi!ilidad de que el autor o autores, fuesen individuos o!jetivamente respeta!lesD la contin&encia de que sucesos, o!jetivamente inevita!les, desencadenasen campañas antidemocr#ticas, como movimientos en favor de la pena de muerte, a m#s de provocar alarma social, que podría afecta a la clase política en &eneral y las instituciones del estado, porque a un s#dico no se le encuentra f#cilmente, se acordó que de no ha!er testi&os o ser silencia!les, tan desa&rada!le sucesos no apareciesen en los medios, quedando rele&ados al #m!ito de lo que nunca e6istió, porque fue contado. $ n sistema de estado, no se consolida de la noche a la mañana. /4acen falta si&los1. Si las personas que lo encarnan, /o parecen encarnarlo1, se ven involucradas en cuestión tan desa&rada!le, aunque sólo sea por pasividad del poder ejecutivo o del judicial, que no puede ir por ahí dando palos de cie&o y menos en al&o tan delicado, perder#n el respeto. 7 con el respeto desaparecer# el orden. -odemos machacarlos. /'enemos los medios1. -ero si sur&en ciertos rumores y toman cuerpo, 8qui(n puede responder de los que manejan esos medios9. /3hí est# la cuestión1. La inspectora @amos discrepó. $ 'apar los menor, por preservar una democracia naciente, me pareció un desatino. 4oy afirmo que si tapamos lo mayor, /no ha!r# democracia que preservar1. "os ha!remos car&ado el derecho a la información. 7 convertido el país, en cantera de delincuente. "o es cierto que función hace al hom!re. -ero le ase&uro que la impunidad, &enera ejemplo. 4asta el carterista nos pone la cara colorada. 7o no s( donde mirar, cuando nos lar&an que servimos de &uarda espaldas al político, porque ro!a a lo &rande. 7 que si le detenemos a (l, es porque no saca para pa&arnos. 85u( les costaría !uscar &ente honrada9. "o serían m#s inútiles que los de ahora. e ha!er estado en su mano, el jefe superior hu!iese mandado a @amos a provincias. -ero la necesita!a, cuando menos hasta las pró6imas elecciones. )n consecuencia, trató de convencerla. $ La &ente honrada tiene principios. Los principios, en política, traen pro!lemas. La comisario sonrió. $ 7o diría que m#s trae la coca. Se creen que estar por encima de la ley, les hace invulnera!les a la química. -ero su cuerpo reacciona como el de cualquiera. n esquizofr(nico, en la calle, es un peli&ro. )n el poder, /una cat#strofe1. Aarc(s ha!ló cómo si se diri&iese a un niño. $ /2amos señorita1. e no conocerla, creería que es o ha sido consumidora. e!e cuidar sus pala!ras. )l desprecio se di!ujó en los la!ios de @amos. Su carrera y el futuro dejó de importarle. $ 0asta escucharles, para sa!er que han despe&ado. e no ser así, no se empeñarían en conse&uir votos, prometiendo lo que nadie les ha pedido. = repitiendo lo que a nadie interesa. #s &anarían administrando decentemente. )l dinero o la justicia. sted sa!e como va. /-orque si lo s( yo1.$ @amos sintió que ha!ía ido demasiado lejos. @eple&ó velas $ %laro que esto lo di&o en esta despacho. )n otra parte, /no se me ocurriría1. )l jefe mordió el puro, ech#ndose el humo al pecho. La joven !uscó sus ojos, sin poder encontrarlos. $ Señorita, le recuerdo que no lle&ó a comisario por m(ritos. +ue desi&nada por razones políticas. 7 en política, todos somos reemplaza!les. 3dmitamos que tiene usted razón. 5ue una (lite estúpida, cruel y delincuente ha monopolizado los medios, para amordazar a los irreducti!les, porque no quiere ser criticada. /= acusada1. /7 vayamos m#s lejos1. Supon&amos que se ha propuesto destruir todos los valores, predicando la satisfacción del instinto, hasta el a!surdo de la crueldad &ratuita, aplicando una propa&anda, su!liminal y machacona. 7 que lo ha&a porque lo practicado por muchos, deja de ser delito, /y hasta pecado1. /-ues !ien1. 3unque fuese verdad este a!surdo, usted
se limitar# a se&uir las indicaciones de sus superiores. /-or cierto1. 4e reci!ido quejas de su distrito. Les entran en las casas y les ro!an los coches con e6cesiva frecuencia. 3sí que a detenerlos. /Sin meterse en camisa de once varas1. $ 8-ara que los suelte el juez9 $ "o. -ara que lo di&a la prensa. La paternidad cam!ió la vida de Luis y %asilda. -untillosos en lo social, arrum!aron recuerdos y relaciones de juventud, mal vistas en el círculo de clase. )ntre los desechos, destaca!a )rnesto. Le hu!iesen olvidado, de no aparecer a menudo en la prensa, por ocupar lu&ar relevante, en el mundo de las letras, cuando le encontraron en casa de %(sar, enmarcado en cena íntima, socialmente cotizada. -ro!ando ha!ilidad innata en usos mundanos, %asilda improvisó, corriendo al encuentro del escritor. 3!iertos los !razos, !orra!a con un &esto lar&os meses de olvido. $ /5ue ale&ría1 Se a!razaron, como si el uno no pudiese vivir sin el otro. Luis tomó el relevo. $ 'u última novela me ha encantado. i padre, que no lee, dice que escri!es estupendamente. )rnesto asumió el hala&o, sin insistir, por no poner a Luis en un aprieto. @ecorda!a que terminada la universidad, rompió toda relación con la letra impresa. -asando al terreno conforta!le de las vivencias, intercam!iaron información. Luis disfruta!a de la finca y empresa de consultin&. +ormada para viajar dineros, sin dejar huella, el hijo de I&nacio ha!ía sido desi&nado, porque su tradición familiar, &arantiza!a fidelidad y silencio. %on capital so!rado y tiempo li!re, la firma aparecía como empresa de pu!licidad, no andado descaminado el rótulo, pues a m#s de comprar y vender influencias, or&aniza!a campañas de promoción y difamación, !aratas y &enerosamente recompensadas, que ofrecían al matrimonio presente de f#!ula, por contar con futuro, que no incita!a al ahorro. )n vía de confidencias, )rnesto confesó que de ha!er comido de los li!ros, lo hu!iese hecho parcamente. escu!ierto por %(sar, fue dotado de la ocupación su!sidiaria, que le permitió enterrar definitivamente su ori&en. $ 4ay un montón de &ente que conviene eliminar. Socialmente, /se entiende1 -orque dicen lo que no de!en o dan mal ejemplo. /"o a lo &rande1. 3 veces su influencia no pasa de una calle, de un !ar o de un centro con cuatro &atos. "osotros los descu!rimos. "os enteramos de sus costum!res, medimos su peli&rosidad y si valen la pena, hacemos su retrato interior. -odríamos eliminarlos físicamente. 7 quitarnos el en&orro de encima. -ero estos accidentes, salvo si el tipo es un ca!eza loca, son sospechosos y terminan por sa!erse. 3sí que nos tomamos el tra!ajo de eliminarlos psicoló&icamente. /"o creas que es tan f#cil1. 4ay que estudiarlos, sa!er que les &usta y donde les duele. @omper su equili!rio es lo importante. n tipo desequili!rado hace y dice tantas tonterías, que se despresti&ia en horas. La policía nos manda la ficha. -ero no sirve. Son incompletas, cuando no equivocadas. 3sí que ten&o un montón de &ente control#ndolos. %uanto m#s cerca, /mejor1. 3mi&os, empleados, parientes. 4ay hijos que vi&ilan a los padresD maridos a mujeres. e importa lo que dicen, no lo que hacen. Lo malo es que a veces nos informan con los pies. etes un dato equivocado. /7 no aciertas ni para atr#s1. La verdad es que los informadores tra!ajan por dos &ordas. 7 hasta por pura vanidad y de &ratis. e los peces &ordos nos ocupamos nosotros. 3l&unos se quedan hechos unos zorros a la primera. -ero otros, /no hay quien los rompa1. 'en&o casos que los hemos arruinado, destrozado la familia, metido en procesos de todos los colores, dejado sin tra!ajo y hasta ridiculizado. /7 ahí si&uen incordiando1. -ero los m#s aca!an donde quiero. %omo la &ente les rehuye, porque les hemos hecho la cama, se hacen huraños y solitarios. 3 los d(!iles le va peor. 'erminan en la dro&a o el manicomio. /-ero no creas que sólo ha&o el mal1. "o sa!es la cantidad de cretinos que me de!en la carrera, porque les hice pasar por lum!reras, /en lo que sea1. %onfieso que el tra!ajo me &usta. +a!ricar destinos, sin que el sujeto ten&a arte ni parte, te hace sentirte un poco como ios. $ "o pa&as, pero por lo que veo, /co!ras1.
$ /e puta madre1 %laro que me pa&an mejor otras cosas. $ 85u( cosas9 )rnesto sonrió malicioso. )6plota!a el misterio, porque le favorecía. $ "o son para dichas. %asilda rumia!a. $ Lo que no entiendo es la utilidad de hacer la vida imposi!le a tipos sin importancia. )rnesto la miró asom!rado. $ icen lo que lo no de!en y hacen pensar a los dem#s. 8'e parece poco9. $ 8-ero en qu(9. $ )s peli&roso todo el que descu!re contradicciones. 7 lo lar&a. e lo que dice con la realidad. 7 de lo que es, con lo que de!iera ser. Si lo hace a lo loco, no importa. -ero el que ar&umenta, /se jodió1. 4ay que salvar al sistema. -ero so!re todo, /a la institución1. =cupado i&ualmente en adornar la ima&en de la monarquía, tanto en su pasado como en el presente, Luis pensó que )rnesto podría serle útil. $ 8'e apetecería tra!ajar con nosotros9 $ /%hico1. /Si no me queda tiempo1 $ "o te pido tiempo. n día sí y otro tam!i(n apareces en los medios. =pinas, aconsejas y so!re todo, comunicas y te escuchan. )s decir, que &eneras opinión. Si no lo hicieses en la !uena dirección, serías uno de tus o!jetos. /e elite1. -orque los comunicadores escasean. 'anto que ando cojo. 5ue si&as apareciendo en los medios de %(sar, /no me importa1. -ero te pedir( prestado, para que sal&as en los míos. 'endr#s m#s audiencia, vender#s m#s li!ros, &anaras m#s y yo no me morir( de ver&>enza, oyendo las estupideces que lar&an mis estrellas. )rnesto puso cara de ne&ocios. $ %oncretiza $ edio *ilo por intervención. $ 8%ausa9 Luis hizo un &esto de hastío. $ /La que sa!es1. Salvar una ima&en, que se deteriora. "o ha!ía quien se metiese con un cortesano. 7 ahora critican hasta al rey. Si no co&emos los desconchados, /podría pasar cualquier cosa1. -oner por las nu!es a las reales personas, sin caer en el tópico ni en la adulación, no es f#cil. -ero lo consi&ues. )rnesto refle6ionó. $ 3cepto porque soy tu ami&o. 5ue el medio *ilo, se me va en humo.
Capítulo 11º %uando pasa!a delante de un mendi&o, Lola Laínez #valos se santi&ua!a. Sus padres le enseñaron que no de!ía tratar con ami&os arruinados, porque la ruina se pe&a!a. 3dulta, concluyó que el po!re conta&ia!a su miseria. 3l no conocer amuleto m#s eficaz, que el mímico de la señal de la cruz, repetía el &esto, en pú!lico y en privado. 'anta era la costum!re, que en cierta ocasión lo ejecutó en presencia de Satan#s, li!r#ndose de la reprimenda, porque pasó ine6plica!lemente inadvertido. 5ue la materialización del ios del mal no se diluyese, no le hizo temer que fuese m#s fuerte que la cruz, ni sospechar que la presencia del rey de los infiernos, quedase en efecto de alucinación
colectiva. Se&ura de que el acto de santi&uarse, neutraliza!a las maldiciones del m#s all#, concluyó que la cruz de %aravaca, siempre pendiente de su cuello, aleja!a las del m#s ac#. otada de la manía de concluir, toma!a el resultado por artículo de fe, formando el capital fijo de su intelecto media docena de paradi&mas de su cosecha, que la acompañaron hasta la muerte. estaca!a la convicción de que los efectos del mal de ojo, esta!an científicamente pro!ado. Inte&ra!an el capital circulante número indeterminado de a6iomas, adquiridos por o!servación o reco&idos en consultorio de adivino, de los muchos que frecuenta!a. e duración varia!le, eran modificados o renovados, en función a las circunstancias, desesperando a su confesor. 4om!re de cortas convicciones pero firmes, a!omina!a de toda iniciativa producida por el intelecto. %onsiderando que todo lo pensa!le, ha!ía sido de!idamente plasmado por los Santos -adres, entendía por li!re al!edrío el derecho a ele&ir entre condenarse, empecin#ndose en la re!eldía de la li!ertad de pensamiento, o a salvarse, esco&iendo la sumisión mental. 5ue Lola elucu!rase, aun haci(ndolo moderadamente, le saca!a de sus casillas. $ /-or concluir se perdió Lucifer1 /)l #n&el m#s !ello y querido del %reador1 n día quiso sa!er tanto como ios. 7 empezó a pensar sin pedir consejo. 8Sa!es qu( pasó9 5ue ios le e6pulso del paraíso, con los idiotas que le ha!ían se&uido. Les mandó al infierno, para ser atormentados eternamente, sirviendo de ejemplo a los que no piensan como ordena su señor natural. Los #n&eles y los santos, lo hacen como manda ios. 7 los hom!res como les indican sus superiores. Los tuyos, /sa!es qui(nes son1 -rimero los sacerdotes, empezando por tu director, /qu( soy yo1, despu(s el rey, las personas reales y cuantos disfruten de autoridad, dele&ada por la corona. 7 por último tu marido, la jerarquía m#s cercana. 3 (l de!es pedir consejo, para cumplir tus de!eres. Los tienes, como todos nosotros. ios los reparte entre los hom!res, antes de que ven&an al mundo. Los ir#s descu!riendo a lo lar&o de la vida. e que los asumas y cómo los asumas, depende tu eternidad. 'e o!li&an con los de a!ajo, pero so!re todo, /con los de arri!a1 /Sa!es a qu( y a qui(n me refiero1 /3sí que a o!edecer1 ios te lo premiar# en el futuro, como te lo est# premiando en el presente. =tros pasan frío, ham!re, no tienen techo, /y encima se condenan1 3 ti no te falta de nada y te salvaras, por que haces lo que te mandan. /"o lo que te apetece1. Lola o!edecía al confesor, al marido y a los restantes superiores naturales, que le tocaron en suerte, pero no podía renunciar al vicio concluir, calificando la ejecución de ciertas ordenes, cuando menos de a!errante, pues nunca pudo considerar recomenda!le, lo que hasta el m#s lerdo declara!a !en(fico o encomia!le. "i malo su contrario. 3lejado el mal au&urio que dimana!a del pedi&>eño, apostado en la esquina, emplazamiento de po!re e6perimentado, le dio la espalda, intentando sustraer a su mirada a!ultado !illetero. -recaución inútil, por ser 'rasqui profesional, que adivina!a el reflejo del papel azul, en la mirada del propietario. 4u!iese podido hacerse con la cartera, sin que la propietaria se enterase, eludiendo la &rosería de usar la fuerza o la amenaza. -ero temió ser cazado o descu!ierto, perdiendo posición, que le permitía comer y em!orracharse con hol&ura. endi&o oficial de la manzana, conocido y querido del vecindario, los clientes fijos serían los primeros en e6pulsarle, porque el po!re que nos permite sentirnos virtuosos a poca costa, es aceptado, pero rechazado el par#sito, que intenta servirse por su cuenta. 'ras hur&ar un par de minutos, dio con el monedero de las limosnas. Invento de aritina, comercializado en el ercadillo, esta!a dividido en compartimentos de f#cil acceso, que permitían e6traer, al tacto y sin equivocarse, la moneda adecuada al aspecto, dicción y e6presión del mendi&o. @ecar&ado por la doncella cada mañana, contenía surtido completo de las piezas en curso. Lola elevó la diestra, dejando caer desde la altura justa, con maestría que revela!a &eneraciones de limosneros, ó!olo de cinco duros. 2ino a caer en el centro de palma, que a fuerza de tenderse, adquirió ha!ía adquirido forma de cuenco. 0uen psicólo&o porque lo da!a la profesión, 'rasqui se dejó de modernidades, acudiendo a fórmula de toda la vida. $ ios se lo pa&ue. Los pómulos de Lola se iluminaron !ajo colorete, que recorda!a vi&or femenino de post&uerra.
$ 8)s usted reli&ioso9 $ Sí señora. 'odas los días de precepto voy a la i&lesia. "o mentía, pues jam#s desertó de la puerta de San +ermín, en domin&os y fechas de &uardar. Lola sonrió, sumer&iendo nuevamente la diestra en su arcano, para arrancar dos monedas de veinte duros, limosna reservada al mendi&o, que adem#s de creyente, se revela!a practicante? $ /'en&a1 /-ara que vea como ios premia a los !uenos1 -or cierto, 8conoce el ho&ar de la adre Sinforosa9 $ "o señora $ mintió el po!re. "o ha!ía mendi&o en cien le&uas a la redonda, que no temiese al ho&ar como a la peste. Los catres, que no camas, da!an asco a los que re!usca!an en la !asura, por acumular tanta mierda ajena, de mi(rcoles a mi(rcoles, día de muda, que provoca!an n#useas, al que sólo frecuenta!a la propia. 0azofia la comida, tenían que a&radecerla !esando la mano a las señoras, servidoras voluntarias del manjar nausea!undo, o!ra de misericordia que hu!iese sido m#s de a&radecer, sí limit#ndose a financiarla, se decidiesen crear puesto de tra!ajo, de apreciar en tiempo de paro, confiado el servicio a manos mercenarias. 3horrarían al !eneficiario humillaciones y esa sensación de inferioridad, que provoca!a la sola presencia de las damas. -rohi!ido el uso del alcohol y el ta!aco, entre los muros de la institución, !rujas empin&orotadas se especializaron en oler alientos, casti&ando al infractor con semanas sin salida, por ha!erse empeñado en que los internos, con un pie en la sepultura, recordasen las !uenas maneras, aprendidas en la escuela. "o ha!ía pedi&>eño que i&norase como se entra!a en el ho&ar de la adre, pero nin&uno esta!a se&uro de que fuese posi!le lar&arse. -oseedores los sin techo de pa&a o su!sidio y al&unos de ahorros, reserva que le permitía llenar el estóma&o en los días malos y &uarecerse en la enfermedad o los fríos, sin caer en al!er&ue opresor, los administradores del centro descu!rieron que sumando ha!eres de indi&entes, reunidos en torno a la misma olla y apartados de vicios, se conse&uían in&resos, &arantizando dinero de !olsillo a un voluntariado, que aun siendo a!ne&ado, no vivía del aire. )l hallaz&o fue causa primera de la campaña, encaminada a cerrar el metro, al!er&ue e6tremo de los mendi&os, sin posi!les para acceder a cama de pa&o, en el ri&or del invierno. %ulminada en (6ito, fueron muchos los sin techo, que víctimas de desvanecimiento involuntario, despertaron de noche &lacial, en ho&ar reputado. 3pe&ados al li!re uso de su vida e in&resos, aunque fuesen escuetos, el que tenía la des&racia de ser depositado, por la am!ulancia o los &uardias, en el centro de la adre, perdía am!as cosas, a poco que se descuidase. La cat#strofe se hacía irreversi!le, si demasiado !orrachos o enfermos, para sa!er dónde esta!an, tras cruzar el um!ral, en lu&ar de ne&arse en redondo, respondían a la ama!le enfermera, que inquiría so!re su personalidad, confesando nom!re y apellido. 3sentado el pupilo en el re&istro, era informado, al salir de su postración, de que ha!iendo acreditado los facultativos del centro, ante el juez de &uardia, estado físico lamenta!le y mental desacordado, ha!ía sido asi&nado a residencia en el ho&ar, quedando a car&o de la dirección la tutela de su persona, salud y ha!eres. %on autoridad para ordenar el r(&imen de vida y &astos del incapacitado, el que hasta entonces hizo de su pellejo y dineros lo que le dio la &ana, queda!a reducido a la condición de menor definitivo, o!li&ado a rezar, comer y dormir, cuando y como le ordena!an. -ro!ada la inutilidad de suplicar o acudir al juz&ado, reclamando li!ertad, ciertos pupilos hacían pú!lica fechoría, !uscando la c#rcel por penitencia. -ero delinquir no servía de nada. evueltos al 4o&ar, por incapaces mentales, les reci!ía solemne rapapolvo, se&uido de casti&o ejemplar, con resi&nación por corolario. )n país donde tanta &ente, que no desea!a perderse, se perdía, el pupilo de la adre no tenía la posi!ilidad de escurrirse. 3l que lo intenta!a, lo encontra!an con se&uridad, en centro populoso o en pleno campo, concluyendo los que lo que lo intentaron, que para escapar del centro, tendrían que hacerlo de la vida. 4u!o intentos fracasados, porque personal, con votos o sin ellos, ponía celo especialísimo en impedir que propietarios de in&reso fijo, desertasen del caritativo infierno, prefiriendo el otro, en su i&norancia. )nrejadas las ventanas del primero, por si
al&uien pretendía utilizarlas, el corte con cuchilla de afeitar o cuchillo de cocina, queda!a en hemorra&ia irrelevante, a!ortada de inmediato. 7 el intento de aho&amiento en rozadura, huella de la so&a. Limitadas las horas de li!ertad, o!li&ado a reco&erse en el catre, a hora impropia para que las &allinas su!iesen al palo, sometido po!re a olida concienzuda, tras cada salida, por si reincidiendo en la mendicidad, recaía en el pecado, el anciano, con derecho a dilapidar, con car&o a sus ha!eres, el costo de un paquete de ta!aco por semana, a consumir en el e6terior, con prohi!ición e6presa de invertir en !e!idas alcohólicas, sin m#s aliciente que el televisor, fijado en pro&rama ele&ido por la dirección, proyecciones espor#dicas de vídeos insulsos, parchís, dominó y conversación limitada, pues no tarda!an en recorrer los secretos del colectivo, se sumían en a!urrimiento profundo, que les lleva!a a la a!stracción. Lamentando que sus in&resos, al superar los &astos, !eneficiasen a la institución, pero sintiendo que les compensa!a dar esquinazo a las señoronas, sin ocupación definida, que mata!an el tiempo o!lindoles a saldar deuda en misas, rosarios y otras devociones, acumulada a lo lar&o de una vida, no precisamente devota, se deja!an deslizar hacia la catatonia profunda, quedando definitivamente tendidos en el catre, a la espera de la muerte. 'rasqui ima&inó a su !enefactora hur&ando en las tripas de un compañero, hasta dar con heridas enterradas en olvido precario. 7 sonrío para ocultar su odio solidario. Lola hundió la mano en el !olso por tercera vez, sacando una tarjeta. $ )l al!er&ue est# por 4orcasitas. i&a que va de mi parte. /2era que !ien le tratan1. %omida caliente, cama con sa!anas. /4asta podr# lavarse1. )l interpelado se dijo que si aquella !ruja, con apariencia de !leda inofensiva, le echa!a el ojo, tendría que cam!iar de !arrio, porque le mandaría los &uardias, meti(ndole en el al!er&ue por las !uenas o las malas. 4a!iendo aprendido a manejar la mentira de los que mandan, 'rasqui adoptó el tono y &estos melifluos, que utilizan para en&añar, queriendo hacerlo con eficacia. $ Aracias, señora. ios se lo premie. -ero el caso es que no estoy solo. 'en&o mujer... enferma, por cierto, y... 3 Lola se le iluminaron los ojillos. La pensión del casado, es superior a la del soltero. $ /ejor que mejor1 /Se vienen juntos1 'enemos sala para matrimonios. uermen en la intimidad. Separados por mamparas. 3pretado, 'rasqui dio rienda suelta a la ima&inación. $ )s que... est#n los hijos. /7a sa!e ust(1 'res mocetones y una hem!ra. Se quedaron par#os... 7 ya sa!e ust(. /La dro&a1 3sí que mand( a la mujer al pue!lo y me qued( !uscando tra!ajo. %osa de tenerlos control#os. "o salió. 7 me puse a pedir. 3l&o he conse&uío. La chiquilla se curó y est# con la madre. %on lo que saco, las perras que nos da el &o!ierno y el huerto, /pos van tirando1 e ocupo de los mocetones, /qu( no los pierdo del ojo1 /st( me entiende1 -or ver si consi&o mandarlos pall# y lar&arme, /qu( estoy harto de roar por adrí1 Lola consideró la historia demasiado !onita para ser cierta. educiendo que el tipo, a m#s de andar metido en dro&as, no era pieza de al!er&ue, por tener familia en el e6terior, que de perder la pa&a, metería las narices donde no de!ía, renunció a la pieza. @educido el po!re a perro callejero, se despidió con esa sonrisa indefinida, que une el hola al adiós. "o teni(ndolas todas consi&o, porque las señoras de al!er&ue eran testarudas, el po!re la si&uió con la mirada. 3vanza!a la nariz apuntando al cielo, irradiando superioridad. Lle&ada frente a portal lujoso, como todos los de la calle, &iró !ruscamente, hundi(ndose en el edificio como delincuente, que tiene la policía en los talones. @emitidos los ras&os de la limosnera a la memoria, ese su!consciente, que de no mediar causa patoló&ica, recuerda por puro automatismo, le devolvió la ima&en enmarcada en !arrio popular. isfrazada de periodista, dispara!a la c#mara, muy selectivamente, so!re niños y jovencitas de !uen ver. Lola entró en el saloncito de 3n&ustias -iedras 3l!as, sin ocultar su mal humor.
$ /e he vuelto a encontrar uno1 /4ija1 /"o se puede venir a tu casa sin topar con un po!re1. Le di cuarenta duros, porque creí que era reli&ioso. /-ero es un pinta1. %onfieso que todos los po!res me parecen uno. -ero este me dio el pe&o. /4asta intent( mandarle al al!er&ue1. e dijo que tiene familia y no insistí. /0astante tuvimos con el e6tremeño1. 3n&ustias asintió. "unca olvidaría el cirio que or&anizó el tal Ildefonso López. 5uiso lar&ase, no le dejaron porque tenía !uena pensión. 7 un día aparecieron los hijos. Les mandó a la prensa, empezaron a lar&ar y no !astó con echarle. 4u!o que pa&ar una mordida, para que no metiesen las narices en las incapacitaciones. $ /7o ni los miro1 "o me &usta tener mala conciencia. $ -ues yo creí... como vas al al!er&ue... 3n&ustia ju&ueteó con las !orlas del !razo de !utaca, resto de salón &ranadino, encar&ado por a!uela difunta, al primer mue!lista del país, que firmó sus tra!ajos. $ /"o tiene nada que ver1 Los po!res me importan un pimiento, pero lo que piense la señora, /me importa muchísimo1 8e qu( crees que vivimos9 8el aire9 -apa se arruinó, cuando no ha!ía casinos. I&nacio se arruina, porque los hay. 7 yo &asto la intemerata, con poner el pie en la calle. -orque si veo una cosa que me &usta, /no puedo dejarla en la tienda1. /7 est#n los chicos1. -ara sacar, sin quedarnos en la calle, /hay que meter1. e no ser por el puestazo que nos han endil&ado, /no s( qu( haríamos1 3sí que si la señora quiere que ruede, /yo ruedo1 Lola no esta!a dispuesta consentir que aquella mema, pretendiese &anarla en lealtad y fidelidad, por muchos títulos que tuviese. $ /
2ir&en y los santos interceden, /qu( es otra cosa1. 7 los e6traterrestres, /nada1. %laro que conse&uir una &racia, es tanto como hacerla. 3 veces pienso que .
al cielo que 3n&ustias no lo notase. $ /4ija1 e!e ser que me educaron de otra manera. La voz de 3n&ustias sil!ó. $ /-ues te educaron mal1 La lealtad est# por encima de todo. 7 esta claro que quien es desleal en un aspecto, /lo ser# en todos1. Sa!es se so!ra que si haces lo te repu&na con !uen sem!lante, por amor a ios y porque te lo mandan tus superiores, /te estas &anado el cielo1. /4asta el -adre lo escri!ió en %amino1 e han dicho que tu confesor esta harto de repetírtelo, pero que no se te mete en la ca!eza. /)nt(rate de una vez1. )stamos arri!a, porque nacimos para o!edecer a los de m#s arri!a, como 0raulio o!edece a los que est#n todavía m#s altos. 85ue quiere que no sal&amos de la i&lesia y comul&uemos cuatro veces al día9 /-ues a comul&ar1 85ue quieren sacrificio9 /-ues sacrificios1 )llos nos dictan la moral, los &ustos y hasta las diversiones. "os dicen lo que tenemos que sa!er y lo que de!emos i&norar. Si no te &usta, /ya sa!es lo de!es hacer1. -ensar que te &usta hasta convencerte. 8"o te enseñaron de pequeña9. /)s sencillísimo1. "ieta de estraperlista, que inició la ascensión familiar a lomos del mercado ne&ro, hija de constructor, que lo hizo al amparo de la especulación, esposa de financiero, que medra!a a la som!ra de los ami&os del rey, Lola nado en dinero, desde que tenía memoria, pero no reci!ió educación aristocr#tica. Lo ne&ó palmariamente. $ /%laro que me lo enseñaron1 3l mismo tiempo que a ti, porque tenemos la misma edad. $ 83 que Blvaro no te &usta!a, pero te enamoraste cuando te lo mandaron9 -orque al&o ha!ía de eso, aunque fue ella quien quiso casarse con hom!re rico, en dinero y relaciones, !al!ució $ -ues sí... -rimordial convencer a su ami&a, 3n&ustias predicó con el ejemplo, lanz#ndose a la confidencia. $ 3 mí me pasó. e quien me enamor( de verdad, fue de un al!añil. /e traía loca1 'odavía no entiendo como conse&uí conocerle. -ero me dijeron que de!ía casarme con I&nacio, que tenía titulo, fincas y porvenir. Si&uió &ust#ndome el al!añil, no me enamor( de mi marido, pero aquí me tienes. /La mar de contenta1. )ntre otras cosas, porque una persona como es de!ido, sólo puede entenderse con &ente de su clase. $ )so sí que es verdad $ admitió Lola, sin estar muy se&ura de que era una clase, ni a cu#l pertenecía. $ /-ues esto es lo mismo1 $ /-ero no todos los que pertenecen a la orden, pertenecen a nuestra clase1 $ protestó Lola, !uscando ar&umento que la e6imiese de participar en la ceremonia. %on tono severo, realmente aristocr#tico, 3n&ustias cortó veleidades. $ Somos leales, juramos, estamos invitadas, no podemos decir que no. /7 !asta1 )n la hora en que reanuda!an el tra!ajo los que aún lo tenían, el ama de casa inicia!a el fre&ado de la tarde, los pudientes su a!urrimiento y la puta la restauración de un rostro, que ha!ía de ofrecer presenta!le al atardecer, el poder se reunió en salón modernista de edificio anodino, para dictar el destino de cuanto se movía de tejas a!ajo. Si hu!iesen entrevisto el puñado de rostros y nom!res, que determina!an sus padecimientos y disfrutes, el camionero, acostum!rado a ju&arse la vida en carretera, se hu!iese sorprendido tanto como al catedr#tico, que forzado por los efectos de un plan sin pies ni ca!eza, dejó de creer en su propio presti&io. $ Lo dije. /7 lo he pro!ado1 5ui(n controla la información, /controla el mundo1 )l hocico puntia&udo de %esar, se puso en movimiento.
$ La información se controla por el miedo. Si no lo tuviesen, los fa!ricantes de opinión, la formaría a su manera. $ -ero como lo tienen en los huesos, no hace falta que piensen como nosotros. 4a!len como nosotros. /7 !asta1. arco 'ulio e6puso su ar&umento. $ -or eso precisamente tenemos que atarlos corto. -ara eso no hay mejor cordón, que el de la !olsa. 3l no ser completamente tonto,
se dejó en&añar. %esar no parecía convencido. $ 7o insisto en lo que dije el primer día. )staremos tranquilos, cuando los viejos terminan de morirse. arco 'ulio, que lo era, no se sintió aludido. $ Lo importante es mantenerlos alejados de los jóvenes. )stas cosas de ca!eza, son conta&iosas. 5uienes conocían al jefe, tomaron la mueca por sonrisa. $ )l mejor antídoto de las malas ideas, es la contracultura. Lo mejor que hicimos fue acostum!rarlos a lo *itch, antes de que descu!riese lo que no lo era. Si&uen sin sa!er que lo hay. 7 si lo averi&uasen, /daría lo mismo1. Los m#s est#n incapacitados para entenderlo. La satisfacción dulcificó los ras&os de
$ )ntre nosotros, hay sú!ditos que se sacuden al rey. -ero nunca se ha visto un rey sin sú!ditos. 2ald(s, perdido el miedo, volvió a la car&a. $ "i sú!ditos sin &o!ernantes. Somos demasiados y e6cesivas la necesidades colectivas, para que podamos or&anizarnos sin administradores. "o podemos prescindir de vías de comunicación, ener&ía, servicios pú!licos, industrias y muchas cosas m#s. -or eso hacen falta unos individuos, que a m#s de decidir lo que se de!e o no se de!e hacer, sin caer en discusiones !izantinas, recauden los medios para hacerlo, a trav(s de fisco. -ero una cosa es administrar. 7 otra muy diferente tomar lo colectivo por propio. 7 es lo que se hace. La intervención molestó a todos. arco 'ulio pontificó, enar!olando el índice. $ /3&ua y ajo1. )l único que puede ha!lar de ese tema, /es el rey1. anda en su reino, como tú en tú casa. Los españoles se lo sa!en de memoria. -orque es lo que les &usta y no admiten lecciones del e6tranjero. $ )so era cuando no asoma!an la nariz a la calle. -ero ahora aprenden idiomas, salen, compran y comparan hasta precios.
Capítulo 12º +reddie nació en familia de la clase media, que teniendo ase&urado lo necesario, desprecia!a lo superfluo. -ropietaria de piso, apartamento en la playa y coche, el ori&en del !ienestar esta!a en &araje heredado. 4a!iendo aprendido cuanto ha!ía que sa!er de motores, a la som!ra del padre, que heredó la profesión de a!uelo, -edro conta!a con clientela numerosa y asidua, dando tra!ajo a la esposa en la oficina y de comer a tres familias del !arrio, sin padecer m#s que!raderos de ca!eza, que los dimanantes de la administración. Sufría de ordenanzas municipales caprichosas, de impuestos enrevesados y de unos sindicatos que se empeña!an en prote&erle al personal, intentando imponer ordenanzas, incompati!les con el orden campechano y an#rquico, imperante en el taller. La6o el horario, -edro compareció ante los inspectores de tra!ajo, en m#s de una ocasión, acompañado de unos operarios, que desea!an disfrutar de sus costum!res, consider#ndose capacitados para e6i&ir sus derechos y or&anizar su vida por sí mismos. 3l mar&en de partidos, -edro se acerca!a a las urnas de presentarse un ami&o, por no hacerle el feo, pero de no ha!erlo en las listas, se a!stenía de acudir. Su mujer lo hizo en los primeros tiempos, como militante en uno de esos partidos, que salió de la clandestinidad, para entrar en el caciquismo. Aanaron los suyos, compro!ó la distancia que se para!a el dicho del hecho, perdió la fe y a!andonó todo contacto con la política. $ )sos sinver&>enzas se tiraron años ro!ando y restrendome el voto, diciendo que no se
marcha!a, porque tenían los de no s( cu#ntos cu#ntos millones. -ensar que uno era el mío, /me ponía mala1. 3sí que se aca!ó. "o quiero sofocones por culpa de una &entuza, que no dar# ni la hora a la &ente decente. )l matrimonio Aómez no quería sa!er nada de políticos, pero eso no si&nifica!a que viviesen en el lim!o. %ompra!an dos periódicos diarios, en la esperanza de entrever la verdad, leyendo entre líneasD tenían estantería repleta de encuadernaciones manoseadas, donde los cl#sicos se codea!an con autores de entidad, que no merecieron honores de pu!licidad, al tocar temas sin relación con el se6o, la violencia y estupideces varias, que por hi&iene mental del conjunto, nunca de!ieron acceder a la letra impresa. +redi disfruta!a de ordenador, ordenador, sin ha!er conse&uido acceso a interned, porque sus pro&enitores considera!an innecesario, que tomase contacto con lo que no de!ía. -or lo dem#s, respeta!an su li!ertad de manifestar inclinación, hacia lo que le diese la &ana, sin hacerle la a!surda pre&unta? C8qu( quieres ser de mayor9C, formulada por todo adulto, cuando no sa!e que decir a un niño. )sta!a claro que si salía aficionado a la mec#nica, se&uiría con el taller, pero si prefería hacer una carrera, podría permitírselo, por tener sus padres posi!les, para costearla? CLo importante es que val&a para lo que le &uste. 5ue el tra!ajo ya lo encontrar#C, solía decir la madre. La familia de +redi hu!iese sido de!idamente feliz, de no padecer los efectos de un sistema, opresivo en el día a día, porque los controles cayeron en manos de ineptos. )ntre las secuelas del desorden, la facilidad con que desaparecían menores e incluso adultos, en las narices de una policía, ver&onzosamente ineficaz, inquieta!a a los padres de +redi, como a cuantos a m#s de tener hijos, eran conscientes. )scasos los vecinos que anda!an por la calle, a hora temprana, los padres la declararon peli&rosa, turn#ndose para acompañar al chico a la escuela, a tres manzanas escasas. Li!re en su primera infancia de moverse por donde le da!a la &ana, en el #m!ito del !arrio, +redi vio reducido su perímetro de li!ertad, cumplidos ocho años, al escaso territorio que separa!a el portal, del *iosco de la esquina. Sin em!ar&o no ha!ía razón o!jetiva, para que +redi fuese raptado. oreno, rizoso, de estatura y peso adecuado a su edad, moderadamente !ien parecido, el único ras&o destaca!le, en su fisonomía, eran unos ojos verdes y ras&ados, que le da!an cierto aire de tozudez caprichosa. "o llama!a la atención en la calle, notando sus maestros marcada tendencia a la sumisión, indicio de inteli&encia moderada, suplida por atención y !uena memoria. Los padres procuraron despertarle, suscitando pre&untas que el chico no formula!a, en la esperanza de que adquirido el h#!ito, !uscase repuestas, des!loqueando cone6iones, naturalmente desconectadas. )l hecho es que los padres, de +redi se mira!an en el hijo único, posponiendo a futuro lejano, la posi!ilidad de dotarle de hermanos, porque en su opinión, un hijo procura!a satisfacciones y dis&ustos m#s que suficientes. 3ficionado a los te!eos, fomentaron su consumo, convencidos de que esa cultura &eneral, denostada en el presente pero apreciada en pasado inmediato, no ha!ía de estor!arle en el ejercicio de cualquier profesión. Las visitas al *iosco, que ser las notas acepta!les, tenían lu&ar dos veces por semana, eran revestidas de cierta solemnidad. Los s#!ados podía esco&er casi lo que quería, porque le acompaña!a el padre, quedando las adquisiciones del jueves limitadas por las quinientas pesetas, moneda única entre&ada antes de la cena, para que la dilapidase en solitario y a su &usto. 'eniendo prohi!ido enta!lar conversación con desconocidos y terminantemente aceptar re&alos, la aparición de forastero, con pinta de poeta, que sa!ía aconsejar a los chicos so!re las novedades, dej#ndoles !oquia!iertos con su sapiencia e historias, le incitó a violar el mandato. 3parecía en las inmediaciones del *iosco al atardecer, para comprar la prensa, como si no la hu!iese en su !arrio, re&a re&ala land ndoo a los los chav chaval ales es revi revist stas as de divu divul& l&ac ació ión, n, que que +red +redii tuvo tuvo la de!i de!ili lida dadd de toma tomarr, escamote#ndolas h#!ilmente a la mirada vi&ilante de su madre. )ntretenido cierto jueves con los cuentos del tipo, se retraso m#s de la cuenta. Sometido a estrecho interro&atorio confesó, reci!iendo la !ronca consi&uiente? $ /7a te lo hemos dicho1 /"o tienes que enrollarte con tipos que no sa!emos qui(nes son1. /3unque parezcan S(neca1. S(neca1. )n verdad, al quiosquero no le &usta!a el tal cliente. =ri&inario de diferente sector &eo&r#fico y
social, que nada tenía de popular, se pre&unta!an que dia!los se le ha!ía perdido en calle, carente de atractivo, cuyos residentes alcanza!an, cuando mucho, el nivel de la clase media !aja. Si se adelanta!a a la hora en que los chicos !aja!an al *iosco, espera!a en la terraza de la marisquería, alar&ando la cerveza, hasta que salía de la escuela. %on el prete6to de comprar la prensa, pe&a!a la he!ra, he!ra, contando contando a cada crío lo que le &usta!a &usta!a oír, como si le so!rase so!rase todo el tiempo, tiempo, por no tener nada mejor que hacer. n día que pasó por la escuela justo a la salida, sorprendió al tipo camuflado en portal, haciendo fotos. 'an mal le olió, que fue en !usca del policía artínez, para cont#rselo, ofreci(ndose a firmar la denuncia. )l número transmitió la novedad al comisario, que le quitó la idea de la ca!eza? $ /%on las cosas que pasan1 "adie haría caso de una chorrada semejante. 7 hasta hasta podemos meternos en líos. /-orque a sa!er qui(n es el tal1 )n esto de los menores, anda metida &ente muy &orda. Si meto la pata, hasta puede caerme un traslado. /"o sa!es lo que pase, para conse&uir volver a adrid1 )l quiosquero se prometió advertir a -edro de la amistad de +redi. -ero el s#!ado se le olvidó, record#ndolo demasiado tarde, para ir a su casa. %ortos los días en el otoño, cuando -edro volvía del tra!ajo, era de noche. +redi insistió en que le dejasen ir al *iosco, consi&ui(ndolo tras prometer que volvería de un salto. )ncontró al poeta donde siempre. 5uería pre&untarle el final de un cuento, que dejó inaca!ado, pero se alejó, respondiendo apenas a su saludo. 3dquiridos los te!eos, emprendió emprendió triste el re&reso. re&reso. 3l&uien 3l&uien le co&ió co&ió por detr#s, levant#ndole levant#ndole en volandas. volandas. e no ha!erle ha!erle tapado la !oca con la mano, hu!iese &ritado. 3terrizó en el asiento posterior de un coche, se&ura y !landamente. =tro se hu!iese asustado, pero +redi tenía fe en la !ondad humana, los mayores y corta ima&inación. Sin realizar que podía ser víctima de un rapto, de los que salían en los periódicos, en lu&ar de intentar escandalizar, escandalizar, optó optó por la sumisión, en la esperanza de &anar &anar el favor de sus raptores. Sonrió al tipo moreno con !i&ote, que se sentó a su lado y al chofer, del que sólo veía unos ojos marrones, enmarcando nariz recta, que se refleja!an en el retrovisor. 3 sus nueve años, unos tipos vestidos como si fuesen políticos, que ronda!an los veinte, circulando en ercedes limosina último modelo, se le hacían respeta!les. -ero aún estando convencido de que &ente con tan !uena pinta, no no podía cometer delito, delito, suplicó mec#nicamente? mec#nicamente? $ -or favor f avor,, no me maten. )l tipo le devolvió la sonrisa y le acarició el co&ote. na punta fría y punzante, le rozó la piel. 5ue personaje !ien presentado, usase usase navaja, le pareció pareció insólito. $ Si no la or&anizas, no te har( nada. @ealizando va&amente que los señores podían delinquir, como cada quisque, +reddie o!edeció, lamentando ha!er dejado caer los te!eos. 'enerlos 'enerlos le hu!iese dado tranquilidad. -odría entretenerse repas#ndolos, a la luz de las farolas. espu(s pensó que fue una suerte perderlos. 3l&uien los encontrarían y sa!rían que se lo llevaron por la fuerza. Se pre&untó por qu( no le ayudó el quiosquero. 'uvo que ver lo que pasa!a. @econstruyendo el paisaje, vio la calle desierta. )n el !arrio, los vecinos se retiran con el sol, apareciendo los raros noct#m!ulos despu(s de la cena. %alculó el tiempo. Su padre ya de!ía estar en comisaría. )l quiosquero tenía que ha!erle avisado. Se&uro de que los &uardias eran tan eficaces como en las películas, se dijo que no tardarían en encontrarle. %uando contase que viajó en limosina, como los príncipes y los traficantes, sería el h(roe de la escuela y del !arrio. )l *iosquero se fijó en el mercedes azul metalizado, que permaneció aparcado en do!le fila m#s de una hora, con dos tipos en su interior. )n adrid ha!ía pocos coches como aquel y nin&uno en le !arrio. %uando mucho mucho pasa!an de refilón, hacia zonas zonas m#s ele&antes. 5uiz# 5uiz# por eso los municipales municipales pasaron dos veces, sin atreverse a multarle, porque a los peces &ordos no se les multa. %uando aprecio +reddie, le pareció que el poeta hacía una seña a los tipos. 7 le sorprendió que saliese casi huyendo, sin esperarle, siendo su preferido. 2io al &randullón del !i&ote plantarse en la acera y co&er al crío en volandas. "o queriendo ver m#s, dio la espalda a la calle, porque no ha!iendo un
alma por los andurriales, ser el único testi&o podría acarrearle consecuencias. io tiempo a que el coche se alejase, antes de recuperar la posición ha!itual, descu!riendo los te!eos so!re la acera. 'ras ase&urarse de que nadie le veía, salió del *iosco para reco&erlos. @einte&rados a los montones respectivos, cuadró caja. @etirado el importe de la compra de +reddie, se metió las monedas en el !olsillo. =!li&ado a vivir en la calle, sa!ía que no ver ni oír, para callar sinceramente, preserva!a preserva!a el pellejo. Los padres de +reddie nunca le harían daño, aunque supiese lo que pasó. -ero los otros le destrozarían, si se les torciesen las cosas, porque se ha!ía ido de la len&ua. %omo los del ta6i, sa!ía que &uardar los secretos de la calle, era la ley que permitía se&uir viviendo, a los que esta!an en ella. )l tipo le ofreció un caramelo. +reddie lo rechazó, informado de que aceptar &olosinas de desconocidos, desconocidos, podía ser peli&roso. Se dijo que ya de!ían ha!erle encontrado. 7 empezó empezó a la&rimear. la&rimear. )l del volante fijó la mirada en el retrovisor. retrovisor. $ /4azle callar1 )l de la navaja le raspó el pellejo. $ 84as oído9 +reddie protestó entre hipidos. $ /e hace daño1 )l del volante insistió? $ /'#pale la !oca1 La orden fue rechazada, por a!surda. $ /)st#s loco1 /%on lo sensi!leras que son las marías1 e ven meterle un meco al chaval, te cruzan un coche. /7 a ver que contamos1 -orque los dedos se les hacen hu(spedes. )l del volante se inquietó. $ e co&e un disco con ese !erreando y lo mismo. 3sí que tú ver#s. )l de la navaja pellizcó a +reddie, retorci(ndole la piel, a la moda de las monjas. $ Si no dejas de llorar... Lo consi&uió a duras penas. )l disco torna!a al rojo. )sta!an en el carril central. n chico despierto hu!iese aprovechado para a&itarse y aporrear los cristales, haciendo comprender a los vecinos que el flamante ercedes, contenía un viajero involuntario. -ero el miedo a padecer dolor en lo inmediato, superó al que le inspira!a un futuro, por el momento incierto. 'anto en casa como en la escuela, le dijeron que la víctima un secuestro de!e procurar conservarse, a&uardando a que la policía hiciese su tra!ajo. -roducto típico de una sociedad, modelada por mediocres, confia!a en la efic eficac acia ia de unos unos pode podere ress pú!l pú!lic icos os,, que que acon aconse seja ja!a !ann renu renunc ncia iarr a la prop propia ia inic inicia iati tiva va,, para para a!andonarse al amparo del poder, por ser m#s controla!les y &o!erna!les individuos entre&ados e inoperantes, que racionales dotados de voluntad, capacitados para responsa!ilizarse de sí mismos. e no ha!er sido educado en una confianza cie&a en el estado, es pro!a!le que se hu!iese salvado, pues sus acompañantes, acompañantes, visi!lemente faltos de frialdad profesional, al!er&a!an al!er&a!an la decisión de a!andonar a!andonado el cochazo en plena calle, al menor &esto del chico, suscepti!le de llamar la atención a terceros, no estando dispuestos a perder la li!ertad. -ero +reddie perdió la ocasión de ampararse en la ciudadanía, para recuperarla, por pura pusilanimidad. )n la se&uridad del ho&ar se manifesta!a caprichoso, o!stinado y voluntarioso, pero en la inse&uridad se revela!a co!arde, o!ediente y adulador, porque aprendió desde la cuna, a pensar de rodillas. %onvencido de que o!ediencia y !ondad, tocarían el corazón de sus raptores, malversó medias docena de sem#foros, que hu!iesen sido salvadores para un re!elde. 7a 7a en carretera, pareja de la Auardia %ivil le ofrecería una última oportunidad. La porra y los man&uitos !rillaron en la noche. )l chofer dejó escapar la huella del seminario?
$ /ios nos ampare1 )l &uardia indicó el arc(n. )l del !i&ote palideció. $ /4an denunciaó1 /Si&ue1 )l chofer se volvió, fijando los ojos en +reddie. $ /"i un &esto1. )l chico sintió que se le hela!a la san&re. $ Si señor $ prometió en un susurro. )l chofer suspiró aliviado. "o ha!iendo perdido la memoria con el susto, como su compañero, recordó que tras declarar prioritario evitar la alarma social, las denuncias por rapto no se toma!an en consideración ni se difundían, en las primeras cuarenta y ocho horas. 3parentando tranquilidad aparcó en el arc(n, o!edeciendo las indicaciones del policía. +reddie sintió el frío del acero, a la altura del coc6is. )l del !i&ote le mira!a, sin perder la sonrisa. )l &uardia civil e6aminó la documentación, a la luz de la linterna. $ )st# !ien. /Si&an1 )l coche se reinte&ró a la calzada sin apresuramientos. oscientos metros m#s all#, el del !i&ote e6hi!ió su ori&en !arrio!ajero. $ /"o te jo(n los carajotes1 "osotros a poner la cara, p# quellos den por culo. )l chofer frunció el ceño. "o admitía que un inferior, criticase al superior. $ "o estropees un !uen tra!ajo pensado. Se hizo el silencio. 3travesa!an un !arrio de casas !ajas. "o ha!ía coches aparcados ni &ente en las aceras. $ 8-incho9 $ /-incha1 )l tipo le su!ió la man&a. na &oma le apretó el ante!razo. La a&uja hur&o, !uscando la vena. +redi &ritó. "o le mandaron callar, porque nadie podía oírle. espu(s todo fue nuevo y e6traño. =lvidó a sus padres y al quiosquero. Su compañero se arrancó el !i&ote. )l del volante dejó de tener el pelo castaño, para volverse pelirrojo. $ 2oy a cam!iar la matrícula. +redi se sentía flotar. Sumido en el ensueño, tuvo la impresión de que pasa!an varias veces por el mismo sitio. =tro sem#foro. n hom!re trató de escrutar el interior del vehículo. -arecía un mendi&o. )n su mirada ha!ía hostilidad y todas las sospechas. )sta vez intento &ritar, pero como pasa en las pesadillas, no le salió la voz. Se pre&untó por qu( tenía la len&ua de estopa. 7 sonrió estúpidamente. )l del volante !ajó el cristal, saludando al &uarda jurado. %ipreses en formación, jalona!an el !reve paseo. La luna se reflejó en la pizarra de un tejado. n chapoteo veranie&o lle&ó hasta el chico. -ese al frío relacionó, deletreando penosamente. $ -is..ci..na Los neum#ticos saltaron so!re el empedrado. )l de la navaja pre&untó? $ 8Le tapo los ojos9 )l del volante sacó las piernas fuera del vehículo. $ 8-ara qu(9 )scalinata de m#rmol. -órtico de columnas pulidas y modernas. na enorme !alconada corría a lo
lar&o de la fachada, animando edificio falsamente colonial. n criado, pulcramente uniformado, a&uarda!a. $ /%uando ven&a se entera1 =tra vez se ha!r# entretenido ha!lando con ese tipo. )sto de ir al *iosco, /se aca!ó1 $ 8-or qu( no !ajas a !uscarlo9 $ casi suplicó la madre $ "unca ha tardado tanto. )l padre ne&ó con un &esto. $ /'odavía no1 Se&uro que se ha metido en casa de ese "icol#s. Les &usta estudiar juntos. /= lo que sea1 Si voy, se dar# importancia. 7a sa!es lo que dicen los psicólo&os. 3 los hijos únicos, hay que demostrarles indiferencia. a&dalena se a&itó en la !utaca. $ /3 mí qu( me importan los psicólo&os1 /%on las cosas que se oyen1 -edro a&itó la diestra, espantando el presa&io. $ /'onterías1 Lo que pasa es lo que pasa. 5ue fuman, se pinchan. /7 ya tú ves1 %laro que el +redi no est# en eso. )l otro día me encontr( al comisario en el !ar. 4a!lamos de eso, porque no se ha!la de otra cosa. /)stamos o!sesionados1. e dijo que los chicos no desaparecen porque los ro!en. /Lo que pasa es que se van1. Les llenan la ca!eza de p#jaros y quieren vivir su aventura. )l nuestro no andar# lejos. %on el miedo que tiene, no lle&a al final de la calle. La madre hizo un &esto de duda. $ "o s(... -ero para mí que no se van... )l marido e6presó criterio, de ori&en ancestral. $ /5ue noveleras sois las mujeres1 na chica de !uen ver y con al&unos añitos m#s, /no te di&o que no1. 4ay tipos a los que se les cruzan los ca!les. 3traen y como van, puede pasar cualquier cosa. )so si no la convence cualquiera. /-orque a cierta edad1. /-ero un crío de nueve años1 7 no te ofendas, pero tu hijo no pasa de normalito. )s decir, que no est# para un &usto. Ser apolítico no si&nifica!a que -edro desconfiase de las instituciones. 'enía fe cie&a en casi todas, especialmente en la policía, por estar convencido de diri&ían individuos superiores, secundados por funcionarios impeca!les, dotados de material a la americana, de última &eneración, que les informa!a de la comisión de un delito, antes de que se produjese la denuncia. 3l ser de primera ma&nitud el rapto de un niño, esta!a convencido que de ha!erlo padecido +redi, sería de!idamente recuperado, antes de que la familia tomase conciencia del hecho. e natural optimista, por no decir inconsciente, -edro tenía por costum!re i&norar lo desa&rada!le, para admitirlo resi&nadamente, si la realidad se imponía. 'ardó años en comprender que no pa&ar la contri!ución a su tiempo, acarrea!a desa&rada!les recar&os, no ha!iendo realizado, a sus años, que los pro!lemas se solventa!an afront#ndolos, pues el paso del tiempo solventa!a los menos, complicando los m#s. @ealista a&dalena y teniendo por costum!re suplirle, aventuró. $ La trata de !lancas y de !lancos, /e6iste1. +redi est# en la edad y aunque di&as lo contrario, por no reconocer que hice al&o !ien, es muy &uapito. )l padre rió. $ /)so se llama amor de madre1 /-ues anda que no se ven chaperillos, que le dan cien vueltas1 8%rees que al&uien se va a meter en líos, co&iendo a un crío como el nuestro9 Lo tuyo es manía persecutoria. /= &anas de salir en los papeles1 )l ascensor paró en el rellano. La llama del mechero se detuvo, sin alcanzar el ci&arrillo. $ 82es9. /3hí lo tienes1 )l tim!re del vecino trepidó. )l padre se dijo que ha!ían su!ido juntos. 3!rió, con la !ronca
preparada. )n el rellano no ha!ía nadie. La señora de Aómez puso la mesa. )mpezaron a cenar. )ntre los dos, el sitio vacío. -edro se quemó. La cuchara escapó de sus dedos. La sopa le salpicó la camisa. $ 2oy a casa de %arlos. /3 traerlo por las orejas1 La mujer asintió con un &esto. Le dolían las manos de tanto frotarlas. )nterado el vecino, no escondió su alarma. $ "o. "icol#s no le ha visto... 0ueno. Salieron juntos de la escuela. -ero +redi se fue a tu casa. -edro llamó a puertas conocidas, recorrió los !ares, se metió en el salón de jue&os, centro de matones y porros, que su hijo no frecuenta!a y hasta en el cine. Le dejaron mirar, aprovechando el descanso? $ e todas maneras no creo que est(. La película es fuerte. )l portero no deja pasar a los niños. os horas despu(s, todo el !arrio esta!a !uscando a +redi. aría, la de la tienda, recordó qu( pasó a primera hora. Se llevó media !otella de leche. -edro le dijo que se confundía. +ue el s#!ado, cuando le mandaron por la leche. Interro&ado el quiosquero, juró no ha!erle visto. $ La verdad es que lo ech( de menos. e tíe acostum!raó a verlo los jueves. "adie sospechó que su firmeza o!stinada, escondía la mentira. -edro su!ió las escaleras de oña +ilomena, de dos en dos. aestra al !orde de la ju!ilación, vivía en casa anti&ua, levantada cuando el ascensor era lujo de ricos. %onociendo a +redi desde que nació, pudo ase&urar que no tenía ami&os, de los que incitan a la fu&a o la dro&a. "o siendo travieso ni ima&inativo, le pareció impro!a!le que se hu!iese actuado por propia iniciativa. $ 7o que usted iría a la policía $ apuntó sonriendo, por disimular su inquietud. 3l corriente de la actualidad, presentía lo peor. )l aire testarudo de +redi y su piel suave, recorda!a a los últimos desaparecidos. "o lo dijo, pero tuvo que llamar la atención a maestro, de los que en su opinión no de!ían pisar una escuela, porque le pilló toquiteando al hijo de -edro. La maestra insistió, procurando no asustar al padre m#s de lo que esta!a. $ 'odo quedar# en una chiquillada. -ero por m#s, no se peca. enunciar no cuesta dinero. -edro forzó la sonrisa. 7 temió el ridículo. $ 3ntes pasar( por casa. /7a estar# allí1. /e va a oír1 $ /)stos niños1 La maestra se dijo que los instantes eran preciosos. 3unque pu!licasen que a los niños recuperados hechos papilla, los mata!an ense&uida de raptarlos, esta!a se&ura de que no era verdad. $ La policía le co&e de camino. e!ía usted pararse un momento. "o se pierde nada. /%on avisar si aparece1. -edro no le hizo caso, pero se detuvo en el *iosco. $ 7a te dije que no vino. /e acordaría1 -ens( que lo ha!ías casti&aó.... )ncontró a su mujer llorando. $ /7a ver#s que ser# para nada1 -ara que te quedes tranquila, a las doce voy a la policía. Lo co&er#n por ahí, haciendo el &am!erro. 7 se pe&ar# un susto de muerte. +redi !ajó del coche y se sintió !ien. Incluso muy !ien. @ió sin sa!er por qu(. Sus acompañantes corearon, visi!lemente aliviados. La hilaridad del chico les ayuda!a a olvidar una realidad, que detesta!an. )mpezaron sin sa!er lo que hacían. -or dinero y por dro&as. %uando supieron la verdad quisieron salirse. -ero no les dejaron. La solemnidad del hall intimidó a +redi. "unca ha!ía pisado una alfom!ra de nudo. iró alrededor y sil!ó.
$ /"o lo he visto ni en el cine1 )l cine, en su opinión, era m#s importante que la tele. )l conductor le palmeó en la espalda. el fondo de sus ojos, asoma!a un a!ismo de tristeza. =!servador concienzudo hu!iese sumado un atis!o de piedad. $ )s el país de las maravillas. /Lo ver#s1 La escalera con !arandal met#lico, formando volutas floreadas, !ajo el inevita!le pasamanos de !ronce, trepa!a en espiral, pe&ada al muro de estancia cilíndrica.
)l criado le !ajó a la cocina. na mujer &ruesa, de aspecto !onachón y tremendamente simple, le preparó cena refinada y panta&ru(lica. $ Soy la cocinera. 8Sa!es9 )l señor es muy !ueno. @eco&e a los niños como tú. 7 los lleva donde sa!en cuidarlos. /-ara que sean hom!res de !ien, el día de mañana1 $ -ero señora yo... La mujer se escucha!a pero no escucha!a. "o quería oír lo que el chico pretendía decirle. 3 la vida le pedía dinero, colocarlo sin equivocarse, para ase&urarse una vejez fuera del asilo, mover la len&ua y cocinar. )n otro tiempo le encandiló el amor, pero los años y los *ilos le aconsejaron olvidarlo. %on interlocutor a su alcance, movió la len&ua a placer. $ 3hora te llevar#n a una casa donde hay otros niños. Ser#n como tus hermanos. 2iven con una señora muy !uena, que se cuidar# de ti y te educar#. %uando est(s educado, ir#s al cole&io, con los otros. 7 lue&o, de vacaciones. 3l monte o a la playa. Lo que m#s te &uste. Se hizo la luz. +redi comprendió que era víctima de a!surda equivocación. )n chofer sa!ía que tenía padres, pero de!ió confundirlos con otros. ispuesto a deshacer el enredo, se dispuso a tomar la pala!ra con decisión, para e6plicar que sus padres no le maltrata!an, limit#ndose a reñirle lo suscinto, para educarle como era de!ido, contando con posi!les so!rados para lo&rarlo. Se&uro de que !astaría una e6plicación, para que todo terminase, el chico !uscó las pala!ras, sa!iendo tarea difícil conse&uir que mujer ha!ladora escuchase. $ 7o fui al *iosco y... $ /'e co&ieron sin que te dieses cuenta1 'odos decís lo mismo. =s molesta perder la li!ertad. -ero lue&o te ale&rar#s. /2aya si te ale&rar#s1 7o estuve en los ho&ares. 4e visto a los niños. /na maravilla1. Son felices. uy felices. La mujer continuó ha!lando deprisa, sin dejar de moverse entre fo&ones niquelados, cacerolas y fre&aderas. -or nada del mundo hu!iese permitido al crío meter !aza, inquietando una conciencia, que tranquiliza!a a trompicones. 2isto que no podía colocar una frase, +redi se dejó ir. Instalado en el e6tremo de la mesa, en&ulló e6quisiteces i&noradas, dici(ndose que nada perdía disfrutando de lo !ueno que le aportase aventura, a!ocada a final feliz, pues ha!ría de ser reinte&rado al ho&ar inevita!lemente. iró al reloj de la pared. "unca le permitieron estar levantado a medianoche. Se durmió repasando las muchas cosas que tendría que contar, cuando le devolviesen. 3n&ustias se presentó a la una de la mañana. Lola no espera!a su visita. Lamento ha!er dicho a muchacha que a partir de las diez no esta!a para nadie, salvo para la señora %ondesa de -iedras 3l!as. +ue a la ha!itación de Blvaro, pues si&uiendo la moda dormían separados, aunque no tuviesen la edad, que incita a racionar el se6o. $ Lev#ntate y desp#chala con cualquier disculpa. -uedes decir que estoy enferma... $ /"i lo sueñes1. Sa!es cu#l es nuestra o!li&ación. /"o nos vamos a ju&ar lo que tenemos, por tus caprichos1 3sí que a o!edecer. /La vida hay que tomarla como viene1 ientras ha!la!a, Blvaro se vestía. 5uería reci!ir correctamente a la mujer de I&nacio, vi&ilando de paso a la esposa, que dado su estado de #nimo, podía meter la pata, hundiendo sus ne&ocios. 3costum!rado a utilizar la ley en su provecho sin respetarla, por no ha!er otra manera de hacer dinero, no esta!a a dispuesto a que la estupidez de Lola molestase en las alturas, e6citando el celo de los inspectores de hacienda, los jueces y vaya usted a sa!er quien, por ser muchos los que esta!an dispuestos a lanzarse so!re el caído, como si fuesen !uitres. Irrumpió en su propio salón li&ero y sonriente, como si fuese reci!ido, en lu&ar de reci!ir. 0esada la mano de 3n&ustias, pronunció frases adecuadas. $ /)st#s como siempre1 )s decir, /m#s &uapa que nunca1 )ste vestido te sienta de maravilla. e %oquelicot, 8verdad9
3n&ustia asintió y Blvaro se sintió satisfecho. )ntender de modas es tan importante en sociedad, como entender de vinos. 'ras declarar realmente ori&inales las perlitas de lapisl#zuli, que anida!an en el tejido, !esó de pasada la frente de Lola, recomend#ndole que se cuidase hasta la mañana, eclips#ndose al trote. -resenciar lo que ha!ía de se&uir ostensi!lemente, era comprometido, pero prudente se&uirlo entre !am!alinas, sin perder tilde, disimulado tras los cortinajes del quicio. 3n&ustias se dejó caer en la poltrona. $ /4ija mía1 /'enemos tra!ajo1 Lola torció el &esto. $ 8"o podían co&er a otras9 /Siempre nos toca1 3n&ustias hizo un mohín $ /Siempre no1 4ace dos meses que no nos llaman. /7 hay fiesta cada dos semanas1 3sí que... $ 7o, 8qu( quieres que te di&a9 iedo no ten&o, porque no hay razón. /-ero me dan una cosa esos chiquillos1 $ Lo que no tienes que hacer es pensar. = pensar que hace falta. Siempre hu!o sacrificios, porque son necesarios. Lo que pasa es que nos hicimos d(!iles y se nos olvida. Sin sacrificios, @oma no hu!iese tenido imperio. /"i )stados nidos1 85ue crees que son esos !om!ardeos masivos, que or&anizan cuando les da la &ana9. Sacrificar es matar sin arries&arse. /7 es lo que hacen1. $ Los que sacrifica!an fueron los carta&ineses. /"o los romanos1 $ replico Lola, que recorda!a su historia. $ #s a mi favor. -orque nuestros antepasados son los carta&ineses. "o los romanos. $ /e todas maneras1 3n&ustia miró el reloj. $ Lo que quieras pero ve e a vestirte. 7a de!íamos estar allí. 4ay que llevarlo a la %asa del Sol. $ 83 la %asa del Sol9. )so est#... $ /Sí1 /)n pleno adrid1 83 qui(n le va a chocar que entre un coche en el jardín9 7 si nos ven con el niño, 8qu(9. /-ues anda que no hay madres con chiquillos, circulando por ahí de madru&ada1 %omo est# el servicio y las can&uro, o invitas con críos o no vienen. /"o los dejan a sol ni a som!ra1. %on todo esto, quien no tiene &ente de toda confianza, no los pierde de vista. 3n&ustias pasó a lo pr#ctico. $ Supon&o que nos lo dar#n vestido. $ -etra tiene lo que hace falta. Ser# un niño !ien, con dos señoras !ien. Las señoras irrumpieron en la cocina, al filo de las dos. 3n&ustias pre&untó lo o!vio. $ 8)s (ste9 $ La cocinera asintió. Las mujeres le e6aminaron. $ "o est# mal. /8-or qu( no lo has vestido91 -etra se disculpó. $ Se me pasó. /)sta tan dormidito1 Saliendo de la cocina, re&resó con terno azul de pantalón corto, cor!ata, calcetines y zapatos de puro lujo. espertó a +redi. ientras le vestían, volvió a sentirse o!jeto. Las señoras le parecieron ele&antes y &uapas. Se sintió ridículo, disfrazado de niño de lujo. $ /2amos1 -etra le envolvió en sus !razos. 'enía olvidada su des&racia, cuando un par de !esos húmedos, le
hicieron recordarla. e sus ojos !rotaron la&rimones. +redi tomó la mano, que Lola le tendía. )l 0entley esta!a aparcado en el jardín. Su!ió sin vacilar. ecididamente, aquella &ente sólo usa!a cochazos. =!servó que tenía cristales ahumados. 7 lamento que desde fuera, no pudiesen ver lo que pasa!a dentro. 3n&ustias conducía. Lola se sentó a su lado. )l chico aprovechó el silencio, para aclarar la situación, se&uro de que de!idamente informadas, las señoras encopetadas le llevarían a su casa, entrendole a sus padres con mil disculpas $ Señora, /7o no soy el niño des&raciado1 e han confundido con el 'om#s. )se lo pasa mal, porque sus padres est#n siempre peleando. 7 falta mucho a la escuela. -ero mis padres se llevan !ien y nunca dej( de ir a clase. Solo al&una vez que me puse malo. is padres no est#n parados, como los suyos. 7 nunca me dejaron ir sólo m#s all# del *iosco. Lo que pasa es que el señor )rnesto se ha confundido. 3n&ustias dio un respin&o, con volantazo adjunto, que estuvo a punto de incrustar el coche en una farola. $ 85u( sa!es tú de )rnesto9 $ "ada. Le veía a veces, cuando i!a por los te!eos o por chicle. 7 me conta!a cosas. -ero no era del !arrio. "o sa!ía ni cómo se llama!a. Los que me co&ieron le nom!raron. 3hora s( que me señaló. 2i la seña que hizo al del !i&ote postizo. 3n&ustias pareció tranquilizarse. $ /-rep#ralo1 $ ordenó secamente. Lola arru&ó la nariz. $ 8%rees que hace falta9 3n&ustias paró el coche y se &iró. Sus ojos despedían chispas. $ )s lo que han dicho. 8= no9 $ Sí, pero... $ /-ero a o!edecer1 Lealtad es o!ediencia. Lola le su!ió la man&a. =tra vez le ataron una &oma al !razo. +ue una suerte que eli&iese el que no le ha!ían tocado. )l pinchazo empeza!a a dolerle. )studiante de enfermera en la juventud, Lola acertó a la primera. )sta vez +redi no se adormiló ni perdió facultades. )s curioso el poco efecto que hace una dro&a, cuando se reci!e a sa!iendas e involuntariamente. Se sentía flojo y un poco apomplado, pero se da!a cuanta de todo y podía re&istrarlo. -resintiendo que sa!er tenía importancia, se hizo el dormido. Su padre decía que las mujeres, cuando esta!a en confianza, siempre ha!la!an demasiado. 3usent#ndose, les da!a oportunidad de lar&ar. @ememoró el a!razo de -etra. 4a!ía sido tan injustificadamente cariñoso, que se pre&unto si a todos los niños que desaparecían, los a!raza!an de la misma manera. -or primera vez le inquietó su destino y se tacho de alarmista. Lue&o lamentó ha!er sido co!arde, desaprovechando la pareja de la Auardia %ivil, si hu!iese &ritando en lu&ar de callar, por miedo al dolor inmediato, le hu!iesen arreado por ven&anza, pero estaría tranquilo en el hospital. = en su casa. Los ojos semicerrados, o!servó las luces. )n una madru&ada, víspera de mañana la!oral, apenas circula!an coches. "i viandantes. $ )sa -etra no me &usta. Sa!e demasiado y es muy sensi!lera. La voz a&uda de 3n&ustias era desa&rada!le. Lola a&itó la melena. $ /5ue va1 )st# en la luna. 7o misma la lleve a los al!er&ues. /La entusiasmaron1 7 modestia aparte, /la comprendo1 -orque no hay o!ra que pueda compararse. )st# convencida de que estos chicos son reco&idos. )s la ventaja de las casas &randes. )n la cocina no tienen idea de lo que pasa en el salón. $ 7o diría que en el salón no tenemos idea, de lo que dicen y piensan en la cocina. %laro que entre fo&ones, nunca sucedió nada e6traordinario. -ero leen los periódicos, 8sa!es9 Lola pasó por alto el retintín.
$ /"o di&as tonterías1. 8%ómo van a relacionarlo9. Somos &ente !ien. $ -or las fotos. 8= crees que no tienen ojos9 $ "o las pu!lican. 7 si lo hacen salen con tanto retraso, que ni se acuerdan. /%on la de niños que ven1 %laro que a mí, a veces me pasa lo que a ella. )l retrovisor reflejó una mirada &lacial. $ /-ues ya puedes enmendarte1 3 Lola se le hundió el coche y el cielo. $ "o entiendo como puedes ser tan fría. /7o no lo consi&o1 %onfieso que si me dejases a!rir la puerta y dejarlo en la calle, /sería feliz1 3n&ustias sa!ía ser tremendamente dura. Las frases restallaron. $ 85u( quieres9. 85ue nos metan en la c#rcel9. -odrían hacerlo. /"aturalmente que podrían1 -ero creo que preferirían eliminarnos. Lo harían nuestros maridos o nuestros hijos. -orque han sido educados para eso. Sa!en que quien cae en deslealtad, violando sus votos, no merece vivir. )s decir que no nos echarían de menos. -odrían meternos en un manicomio. = un car&ador en el cuerpo. La familia pu!licaría que nos mató la &ripe. 7 los forenses, /ya sa!es1. )ncuentran lo que de!en !uscar. Si no, /pre&unta a tu marido1. -orque si&ue siendo juez. 7o que tu tomaría lo que me dan, dej#ndome de escrúpulos. )n la vida, /no nos puede ir mejor1. 4acemos lo que nos da la &ana, podemos aparcar en do!le fila, sin que halla un &uardia que nos pon&a una multa. 7 si al&uno la pone, /no la quitan1, los ne&ocios van de miedo, el tra!ajo no nos mata y no hay autoridad que se meta en nuestras cosas. 85u( m#s quieres9. -iensa que llevas un muñeco que ha!la. Sin vida ni entidad. /7 d(jate de memeces1 Son peli&rosas. La puerta del jardín se a!rió. +reddie quiso ver a sus padres antes de morir. Le faltaron m#s que nunca. Aómez presentó la denuncia al filo de media noche. n policía, psicólo&o de carrera, le e6plicó que todos los chicos, a un momento dado, sienten un impulso irreprimi!le de correr mundo. n &uardia contó que al suyo le dio la pic# a la edad de +redi, por culpa de las notas. 3nduvo por ahí un par de semanas. Lo co&ieron muerto de ham!re y de frío. $ %uando se me pasó la ale&ría, le metí una que se le quitaron las &anas. %on las chicas es otra cosa. )ntran en la edad, se encaprichan de cualquiera y si los padres les dicen al&o, /se lar&an1. -orque las mujeres son como las ca!ras. Sí les da por tirar al monte, /no hay quien las pare1. -ero con los machos es otra cosa. )l sar&ento ratificó la opinión del número. $ )n eso tíe razón. /5ue se lo di&o a ust(1 Si salen putas, /sin remedio1 3 la mía tuve que dejarla, porque me la pe&a!a a la media vuelta. 'oó por tener lujos, que un policía no púe permitirse, porque se &ana p# lo suscinto. Aómez sintió l#stima por la des&racia ajena. )l psicólo&o volvió a la car&a, relatando casos de final relativamente feliz. %hicas que se presenta!an, cuando nadie las espera!a, con chiquillos col&ando, dro&adas y hasta con sida. Los padres pensa!an que podrían arre&larlo, pero pasados unos meses, desea!an que hu!iesen muerto. 'rajesen o no la enfermedad, les hacían la vida imposi!le, vendi(ndoles hasta la cama, para conse&uir dro&a. Los chicos, m#s tranquilos, solían volver por su pie, llorando y pidiendo perdón. 3l no ha!er razón para que +redi fuese el uno por ciento e6cepcional, que desaparecía definitivamente, no ha!ía razón para preocuparse. )n cuanto a la policía, podía estar tranquilo. Le esta!a !uscando hasta de!ajo de las piedras. $ 2oy a ir a la televisión y la prensa. Si sale la foto, lo mismo le ha visto al&uien. Aómez no captó la chispa de inquietud, que ensom!reció el rostro del comisario.
$ 85u( quiere que le di&a9 Los medios son lo que son. La noticia de que se ha perdido un niño interesa, porque vende. -ero sacarla puede liar las cosas. Si lo tiene uno de esos cerdos, a los que les &ustan los críos, /yo no respondo1 %omo se les casti&a, les entrar miedo y pueden matar, para que no les descu!ran. 7 est#n los hist(ricos. "os traen locos. -or hacerse notar, !asta que sal&a una foto, para que vean al crío por todas partes. 4asta nos hacen perder pistas. 7o lo que se es que todos los que salieron en televisión, se han perdido para siempre o los hemos encontrado muertos. Aómez creyó al comisario y se metió en la cama. 4u!iese querido dormir hasta el re&reso de +redi, pero no pudo cerrar el ojo. a&dalena parecía tranquila. +re&ó, !ajó la !asura, es decir la cena, pues no pudieron tra&ar !ocado, dejó la cocina en orden y se acostó cerrando los ojos, para espiar mejor los ruidos. )l corazón le da!a un vuelco, cuando arranca!a el ascensor, re&resando el dolor al detenerse en otra planta. Aómez durmió al fin, pero no la señora de Aómez. Se levantó antes de amanecer. -or hacer al&o, puso patas arri!a el cuarto de +redi, aprovechando la ausencia para hacer limpieza &eneral. %uando Aómez despertó, tenía preparado el desayuno. $ 87 +redi9 8'odavía durmiendo9 $ pre&untó, olvidando lo que esta!a viviendo. Su mujer retrasó la respuesta. Aómez vació el tazón de caf( con leche. a&dalena se dijo que si repetía la pre&unta, no podría soportarlo. $ 5u(date por si llaman. 7o voy a la oficina. Si hay al&o, me avisas. Aómez recordó. ejó caer la tostada. $ 4ay que pasar por la policía... $ e encar&o. /2er#s como todo se arre&la1 $ a&dalena lo dijo con contundencia, pero le faltó convicción. 3 las diez su!ió la vecina. ujer de su casa, que nunca estuvo o!li&ada a tra!ajar, disponía de todo su tiempo. $ 7a se lo he dicho a Aertrudis y a i&uel. /"i a la puerta de la calle1 -orque pasan unas cosas... 7 tú ve a !uscarle. 7o me ocupo del tel(fono. -edro le dejó el número de a&dalena y se echó a la calle. 3nduvo de un lado para otro, pre&unt#ndose dónde de!ía hur&ar, sin encontrar respuesta. )l tel(fono no para!a. Llamó todo el !arrio, pero nadie dio noticia de +redi. 3 la tarde, ha!iendo trillado medio adrid, -edro volvió a la comisaría. $ "o se preocupe, hom!re. /7a aparecer#1. 'odavía es pronto. 4emos avisado a provincias. /4ay miles de coches !usc#ndole1. La foto de +redi, con sus datos y la noticia de su desaparición, esta!a en todas las comisarías y puestos de la Auardia %ivil. -ero en verdad nadie le !usca!a. Sa!ían que no podrían encontrarle. )l sar&ento -(rez puso el fa6 de!ajo de la nariz de aría @amos. $ 8%on esto qu( hacemos9. Si al&o est# claro, es que ahí no podemos entrar. La comisario asintió con tristeza. $ 2oy a dar una vuelta. La dio a la manzana, pre&unt#ndose si el chico ya esta!a en el palacete. aldijo las tra!as que ponía el sistema. 7 su co!ardía.
Capítulo 13º La luz, !lanca e intensa, le hizo daño. "o podía distin&uir los límites de la estancia. %erró los ojos. 3daptadas las pupilas, contempló la ha!itación, tapizada en rosa. 4a!ía cuatro camas con dosel. os lo tenían azul. )n la estantería se apila!an revistas ilustradas. "o de!ían &ustarles los li!ros. n par de mesas, media docena de sillas televisor con pantalla &i&ante y video, completa!an el
mo!iliario. So!re una de las almohadas, se desperdi&a!a una melena. 'rans&rediendo las re&las m#s elementales de la ur!anidad, zarandeó a su propietaria. $ /e haces daño1 $ 5uiero ha!lar conti&o. La chiquilla se incorporó. $ 85u( quieres sa!er9 $ 5ui(n eres y dónde estamos. $ e llamó ari!el y vivía en on 0enito. n pue!lo de 0adajoz. e co&ieron en la misma esquina de casa. "o s( m#s. "i siquiera cu#nto tiempo hace. $ 8n tipo alto y moreno, que siempre esta sonriendo, con otro malcarado, de pelo rojo9 $ "o. os mujeres. e en&atusaron, 8sa!es9. Su!í al coche, para llevarlas a la ermita y no pude !ajar. e pincharon y me dejaron como un paquete. $ 82as al cole&io9 La niña a&itó la melena, en si&no de ne&ación. $ "i a nin&una parte. "o nos dejan salir. Las que salieron no han vuelto. $ 85ui(nes salieron9 $ 'res chicas mayores. )sta!an aquí cuando me despert(. 'enían miedo y querían escaparse. n día vinieron las señoras y las disfrazaron. Lue&o vino la criada, que es una !ruja. udó las s#!anas y reco&ió sus cosas. Le pre&unt( cuando volverían y me miró de una manera muy rara, sin contestar. e dan todo lo que pido, pero desde entonces me a!urro mucho. e ale&ro de que hayas venido, aunque seas un crío. +redi refle6ionó hasta el límite de sus posi!ilidades. Se repitió que no entendía nada y e6plicó lo que sa!ía. $ e dijeron que me traían a vivir con otros niños. 5ue serían como mis hermanos y que una vez educado, iría al cole&io. -ero tú no vas al cole&io. $ "o. 'ampoco las otras. %uando se fueron, se fueron para siempre. "i ellas sa!ían donde. $ 7o i!a por mis te!eos $ recordó +redi, soñador. $ 7 yo a la plaza. )ran las cinco. 3ca!a!a de salir de la escuela y tenía novio. i madre sólo me deja!a verle en el paseo. -ero yo me escurría. %allaron, porque les dolía recordar la li!ertad. #s animoso por nuevo, +redi reanudó la charleta. $ 8%u#ntos días hace que est#s9 La chica se enco&ió de hom!ros. $ /'e dije que no lo s(1 +redi rió. $ 8%ómo nos vas a sa!erlo9. /%on mirar por la ventana1 $ /85u( ventana91. Sería entonces cuando +redi realizó que no la ha!ía. Los huecos pró6imos al techo eran ojos cie&os, a!iertos a nin&una parte. =!edeciendo a un impulso irracional, corrió a la puerta, intentando a!rirla. "o pudo y la emprendió a patadas. $ 3l otro lado tiene una plancha de hierro. Lo vi una vez que me escurrí, cuando vinieron las señoras.
$ 8-or qu( no te escapaste9 $ Sales a un pasillo. 3l final hay unos escalones y otra puerta. )sta &uateada, para que no puedan oírnos. )n la planta hay tres ha!itaciones como (sta. Las señoras se reían, vi(ndome correr. )n los cuartos no ha!ía nadie. -ero en uno las camas esta!an deshechas. %omo si aca!asen de irse. $ 8-or dónde te trajeron9. $ Supon&o que por la puerta del fondo. 4e oído que estamos en un sótano. 0ajo tierra como los muertos. )n cualquier sitio del mundo. /5ue ni eso dicen1. $ /)so lo s(1 /)stamos en adrid1 +redi se sintió or&ulloso de poder facilitar información, que i&nora!a su compañera. ari!el adoptó un tono confidencial. $ Si&o pensando en escaparme. $ 8%ómo9 $ %uando trai&an una nueva. Se dejan puesta la llave de arri!a. 82es esa silla9 Las que esta!an antes medio arrancaron la pata. "o se han dado cuenta. La despe&aremos y entre los dos les daremos la paliza. Les quitaremos la llave de la otra puerta, que s( que la hay, aunque no la he visto, /y a correr1 $ -ues me han traído y ni te has enteraó $ apuntó +redi, con ló&ica aplastante. La chica arru&ó la !oca, rindi(ndose a la evidencia. $ )so es lo malo. 5ue nos atontan y no nos damos cuenta de nada. /Son muy listos1 $ 85ui(nes9 $ 7o qu( s(, pero son muy listos. Lo peor es que me estoy acostum!rando al pico. 3ntes no lo quería. La verdad es que ahora tampoco. -ero cuando se retrasan, me siento la mar de mal. %laro que en casa se me quitar#. /7o no quiero ser dro&ata1 $ /'oma1, /ni yo1. $ 3 +redi se le puso la carne de &allina, pensando que le ha!ían pinchado dos veces. 7 que de no remediarlo ios, volverían a pincharle $ 87 si nos ponemos a &ritar9 La risa de ari!el sonó a falso. $ 8=yes al&ún ruido9 +redi ne&ó con un &esto. $ -ues lo mismo nos oyen a nosotros. 3sí de!en ser las tum!as. $ 8)so qu( quiere decir9 $ 5ue aunque la policía re&istrase la casa de arri!a a!ajo, no nos encontraría. -orque tus padres te estar#n !uscando. 7 los míos tam!i(n. Las chicas que se fueron lleva!an aprendidas mis señas, para avisar que me tenían encerrada. "adie ha venido. $ 8-ara qu( crees que nos han traído9 $ Lo mismo para vendernos por ór&anos. 4e leído que hay comercio de eso. $ 87 las otras9 8'ampoco sa!ían nada9. $ 3quí te llevan sin decirte donde. $ 87 despu(s9 $ espu(s ya te he dicho. $ )sto es ...
I!a a decir CjodíoC, pero ari!el se llevó el índice a los la!ios. Auardó silencio. La puerta chirrió. na mujer de edad indefini!le y e6terior siniestro, empuja!a el carrillo. +redi nunca vio tanta comida junta. 4a!ía varias clases de carne y pescado, sopas y so!re todo pasteles. 4asta una !otella de Khis*y. La criada se diri&ió al nuevo. $ 8'e apetece9 -uedes co&er lo que quieras. /4asta hartarte1 7 todos los días lo mismo. La mujer sonreía. Le despeinó con una caricia, que +redi sintió !rusca. )l &esto le confió. $ 8%u#ndo podremos irnos9 La mujer continua!a sonriendo. $ %ualquier día de estos... "o lo s(. 8'an mal est#s aquí9 +redi replicó con un deseo. $ e &ustaría pasear... 2er a mis padres $ 'endr#s tiempo. /"o te preocupes1 'odo tu tiempo. 7 tú ari!el, 8cómo te va9 $ /2#yase a la mierda1 $ contestó la muchacha, escandalizando a +redi. La mujer frunció el ceño, so!re unos ojos ne&ros, salvajes y e6entos de racionalidad. $ /'a, ta1. 3sí no se contesta. Sa!es que tienes que ser educada. $ 85u( quieren9. 8-icadillo con educación9 La mujer se inclinó, tomando una !andeja. )n su opinión, la chiquilla crecía demasiado deprisa. La jerin&a esta!a junto a los dulces. $ -ens( que querías... -ero si no... La mirada de ari!el se llenó de an&ustia. $ /"o quiero1 $ afirmó sin convicción La criada se enco&ió de hom!ros. $ )n medio de todo, tienes suerte. /-or li!rarte del mono1 La verdad es que me &ustaría que lo pasases, para que fueses enter#ndote. -ero ten&o que pincharte te &uste o no. 4ay que prepararte. +redi replicó, con rapidez intelectual sorprendente. $ 8-repararla para qu(9 La mujer le acarició otra vez. $ /-ara el happenin&1 $ 7 eso... 8qu( quiere decir9 $ +iesta... espect#culo... ari!el repitió pre&unta, que hizo mil veces. $ 85u( clase de espect#culo9 na voz masculina penetró en la estancia. $ 83ca!as9 $ /'enemos uno nuevo1. $ -ues termina de una vez, porque es hora de cenar. $ )spera que les pon&a la medicina. La jerin&a enfiló a +redi.
$ "o señora. "o quiero. $ 2as a querer porque te hace falta. 7 te har# m#s. )n el fondo de aquella &ar&anta, se al!er&a!a una misericordia, que el chico no detectó. $ /)stoy esperando1 $ volvió a &ritar la voz. $ /7a voy1 La mujer pinchó, di&amos que con admira!le asepsia. 3!andonó la ha!itación sin una pala!ra. $ 85ui(n es el tipo9. $ %reo que el marido. Lo vi una vez. -arece m#s malo que ella. $ 8-or qu( nos pinchan9 $ pre&untó +redi. $ -ara que no nos demos cuenta. entro de poco todo te dar# i&ual. "o te acodar#s de nada o te dar# por llorar. ejas pasar el tiempo hasta que te espa!ilas. 7 vuelve la inyección. edia hora m#s tarde, !rillante y parlanchina, ari!el conta!a a +redi destino, que fra&uó su ima&inación. $ "os sacar#n de aquí. "os vestir#n como a príncipes y nos dar#n lo que pidamos. %uando estemos m#s contentos, nos cortar#n un dedo, lue&o otro, lue&o... La señora de Aómez !ajo al mercado. 3unque apenas pudiesen tra&ar, al&o ha!ía que comer. La nevera esta!a vacía. esde que +redi desapareció, no ha!ía hecho la compra. )n los puestos no quisieron co!rarle, desmintiendo el carnicero su fama de rasca. $ 7a que no puedo hacer otra cosa.... La prensa no quiso pu!licar la foto de +redi, por no alarmar, pero al estar en todos los escaparates, corrió la voz. 2inieron de otros !arrios a !uscarla y hasta la pidieron de provincias, mandando la &ente donativos, para que sacasen copias. Los padres de ari!el se presentaron, escri!iendo los de desaparecidos, que se perdieron sin hacerse notar. Los unos nunca supieron de sus hijos. =tros los recuperaron muertos. "o se supo, porque la sociedad de!ía i&norar que &enera!a monstruos, aficionados a matar por placer. La prensa reco&ía insultos, intercam!iados por políticos, dispuestos a cualquier cosa, con tal de llamar la atención, para o!tener el voto, pero cerra!a el acceso a cuantos pudiesen romper el discurso, a los charlatanes del sistema. 3menazado por las lamentaciones de lo que perdieron hijos, en circunstancias e6trañas, ha!ían sido e6cluidos, quedando reducidos a intercam!iar información, tras ha!er lo&rado conocerse.. %ierta madre o!servó que desaparecían, en vísperas de fin de semana, insistiendo una de 2alencia, que se presentó en casa de los Aómez, en que tarda!an en matarlos. $ i chiquilla esta!a muy estropeada, pero no era un muerto de dos meses. Lo s( porque soy enfermera. 7 ando entre ellos. Se&ura de que los raptos tenían relación, una de Se&ovia e6plica!a. $ La ropa de la mía no esta!a so!ada. Sucia de tierra, pero no so!ada. 7 ella, de no ser por lo que la hicieron, /entera1 -# mi que las visten de otra manera y les vuelven a poner lo que traían, antes de tirarlas por ahí. 7 eso de que matan en el momento, /no me lo creo1 4e visto muchos muertos. 7 así no duran una semana. enos con el calor y la lluvia. $ -ara mí que si pillamos a uno, /los co&emos a todos1. esalmados como esos no tiene que ha!er muchos. 5ue se reúnan en sitios distintos, no te di&o %omo viajan a los chicos, se viajan ellos. /-ero los mismos tienen que ser1 $ Lo malo es que est#n prote&idos. Si no lo estuviesen, no nos podrían tantas tra!as. )nterarte de cualquier cosa, cuesta la misma vida. $ )so cuando no desaparecen las prue!as. )n el mismo juz&aó.
$ /-or eso lo di&o1 -ara que pon&as los pies en el suelo. La secretaria trajo un so!re de %(sar. %ontenía un plie&o, con una sola pala!ra? CdesactivarC. )l ca!r(o de I&nacio redo!ló. $ /7a me dir# cómo1. /%on estos no valen amenazas1. Aerardo apostó por la solución ha!itual. $ 8n accidente9. $ /Lo que falta!a1. /'u est#s loco1. /87 adem#s cuantos91. /-orque no son uno ni dos1. @eci!ida la orden de callar a los Aómez, el comisario convocó al matrimonio, dispuesto a leerles la cartilla. Se presentaron se&uidos de una docena de padres, em!rión de colectivo, que nunca podría ser le&alizado. -revisto enredarles en tra!as !urocr#ticas, lo esta!a declararlo asociación de malhechores, apenas sacasen los pies del plato. $ %on sinceridad, /yo que ustedes me ahorraría el esc#ndalo1 Le pu!licidad trae malas consecuencias. Lo prue!a el caso que tanto mencionan. Los padres movieron @oma con Santia&o, la &ente veía a las chicas por todas partes, nos lío. /7 aparecieron hechas fosfatina1. Si hu!iesen sido discretos, las tendrían violadas, /pero en su casa1. $ 8-uede usted ase&urar que nuestro hijo est# vivo9 $ pre&untó -edro, mir#ndole a los ojos. $ "o hay razón para pensar lo contrario... $ 4asta ahora, de los que se han perdido, no ha vuelto ni uno. 3l que no han encontrado muerto, se ha esfumado. "o hace falta ser poli, para sa!er que !asta un !uen horno industrial o una cu!a de #cido, para hacer desaparecer lo que sea. $ )sos hornos no los tiene cualquiera. "ecesitan licencia. 7 un tipo comprando #cido a &ranel, /se nota1. adre con !uena memoria, apuntó. $ La que apareció por 2allecas esta!a en huesos. 8"o le parece se mondaron demasiado deprisa9 3l no sa!er que contestar, el comisario a&radeció a un padre, que le quitase la pala!ra. $ %ada día nos pasa!an por la radio las cintas de los secuestradores y de la chica. -ero en cuanto cazaron a los rrulos, /se les olvido ponerlas1. /7 mire usted las cosas1. "os hu!iese &ustado poder comparar. 5ue aquellos tipos ha!lasen como señoritos, /no se lo cree ni usted1. )l comisario escapó por los cerros de J!eda. $ /-recisamente1. =tro caso des&raciado, porque se metieron los medios. $ Si lo he entendido, esta diciendo que mataron a la chica, porque salió en la prensa $ o!servó a&dalena. )l comisario ha!ló muy desde arri!a. $ /)so he dicho1 $ La sentencia se pu!licó. La ten&o en casa y me la s( de memoria. ice que la mataron el día que la co&ieron. Si es verdad, no dio tiempo a que saliese en la prensa. )l policía carraspeo, !uscando ar&umento plausi!le, -edro cortó la refle6ión. $ e ser cierto lo primero, +redi estaría muerto. 3sí que solo queda trincar a los asesinos. /Si es que encuentran al&uno1. -orque si nos enteramos de al&o, es porque aparece el muerto. )ncontrar, no han encontrado a ni uno. /7 los asesinos, campando por sus respetos1. )l carnicero no tenía hijos, pero esta!a tan indi&nado, que se empeñó en acompañarles. #s que ha!lar, ru&ió. $ ire, /la verd#1. -# mi que sa!en quienes son. 7 que por eso no les en&anchan. 7 así ser#,
mientras los que mandan este de mierda hasta los ojos. )l comisario no le encerró, porque en su fuero interno, pensa!a lo mismo. -o!re ha!itación de pensión sin estrellas. San&re en las paredes y el techo. "adie la oyó &ritar. )n aquel tu&urio, siempre ha!ía &ente &ritando. $ /La han cosido1 $ )l caso es que me suena... 8Sa!(is cómo se llama!a9 $ Sí. 0enita @uiz. $ "o me dice nada. )l joven policía hur&ó en su memoria. La refrescó el paquete de Tent. Se ha!ía fijado, porque no hay mucha &ente que lo fume. $ /-ero si es ella1 )stuvo hace un par de días en comisaría. 'em!la!a de miedo. -orque era puta y por lo que traía. /Las tratamos de una manera1 %ontó que esta!a en un portal, cuando co&ieron al chico. @econoció a los tipos, aunque se disimula!an con pelucas. La reco&ieron m#s de una vez, para prestar servicios. )n el mismo ercedes. Le ha!ían cam!iado la matrícula, pero lo conoció por la medalla, col&a!a del retrovisor. Los descri!ió como chulos sin oficio, de los que manejan dinero, porque hacen chapuzas para los de arri!a. /'en(is que acordaros, porque esta!aís1 'raía un montón de periódicos. %on fotos de &ente &orda. La relaciona!a con el coche y los tipos. %onfesó que a veces la o!li&a!an a estar en sus juer&as. 7 que vio como hacían mondon&o a chavalines y chavalas. "o denuncio, porque siendo ellos quienes eran y ella lo que era, la hu!i(semos enchironado por calumnia. /3dmitamos que le so!ra!a razón1. no de los que anda!a en eso era )rnesto ín&uez, el escritor. 3se&ura que ronda!a el quios*o, cuando lo de +redi. La despache, porque su testimonio no valía de nada. 7 porque no la creí. -ero por sí o por no, mir( la ficha del tal )rnesto. -ura curiosidad. e enter( que fue chapero. 7 que se metió en la pomada por el culo. 4a!la!a re&istrando cajones. )l comisario miró al techo. $ 4iciste !ien. e ha!erla escuchado, es pro!a!le que estuvi(semos como (sta. $ /"o encuentro los recortes1 )l comisario rió. $ 85u( espera!as9. 85ue los dejasen con notas a pie de p#&ina9. enos mal que se los llevaron. -orque sí no, /menudo compromiso1. e vuelta en comisaría, la desmoralización era evidente. $ 'enemos que vi&ilar a personas decentes. )mpitonarlas si viene a pelo, porque ha!lan o sa!en demasiado. -ero a estos hijos de puta, /ni molestarlos1. )l comisario intentó e6plicarse. $ 85u( quer(is que ha&a9. 8)ncontrar a estos chicos y a sus asesinos9 3ntes de echarles el &uante, nos despanzurrarían. /enudo &ato tienen con los terroristas1. )l inspector se su!ía por las paredes. $ 3 estas alturas, cuando un espectro de voz es como una huella dactilar, no nos dejan ni hur&ar en las cintas. $ "os falta!an medios. $ replicó el comisario. $ Los alemanes los ofrecieron. )l ca!o tenía memoria. $ @ecuerdo que al&uien denunció, porque le pareció reconocer la voz de uno de las secuestradores,
en uno de esos pelmazos, que llaman para decir porquerías. 3 los dos días encontraron los huesos de 2allecas. $ /%ómo no i!an encontrarlos1. /Si fueron derechos por el enterrador1. )l comisario se arrepintió de lo que ha!ía dicho y el ca!o le tranquilizó, demostrando que esta!a con &ente de confianza. $ 3 mí lo que me terminó de jo(r fue la sentencia. -or una parte dice que los tipos apiolaron a la chica, porque no sa!ían que hacer con ella. 7 por otra que la mujer, que ni la ha!ía visto, llamó a los padres, haci(ndose pasar por la muerta. 8%ómo puede ha!er al&uien tan loco, que pretenda imitar la voz de al&uien a quien no vio nunca9. $ 7 encima, /acierta1. -orque los padres tra&aron. )l joven policía hizo un corte de man&as. $ /'oma contradicción1 $ /2endr#n tiempos nuevos1. $ -eores lo creo. -ero mejores, /cuando las ranas ten&an dientes1. La comisario @amos repasó el informe. $ /-epe1. /'rae las cintas de la chica1 el ma&netófono escapó una voz, amorti&uada por la dro&a. es&rana!a pala!ras dictadas. $ )s la misma que llamó a la tele, pidiendo socorro. 87 qu(9. $ -onla otra vez. "úñez saltó en silla. $ /Leche1. /Si dijo donde esta!a1. $ )6actamente no. enciona un mercadillo, pero mercadillos hay muchos. Si hu!iesen querido encontrarla, ha!ríamos re!uscado en todas las ventas am!ulantes del país. Incluso en de caridad, que or&anizan las señoronas. +ructuoso los hizo en el
$ )sa &ente est# medio loca. %laro que si no lo estuviesen, no harían lo que hacen. Les da por el emonio y hasta lo ven. 7 por la astrolo&ía, entendida a su manera. %ele!ran las conjunciones y se est# acercando una de las que prefieren. Lo que no s( es si lo har#n en la finca de los Sierra +ría, el chalet de -a!lito 0lanes o el palacete ahí al lado. )n mi opinión, ser# en el palacete. e da el p#lpito que al lo tenemos ahí al lado. $ Si est#s tan se&ura, 8qu( esperas para pedir el mandamiento9. Si te equivocas, te caer# una !ronca. -ero vale la pena intentarlo. La comisario se echó hacia atr#s. $ )sa casa no es de un cualquiera. -ara intentar re&istrarla, harían falta unas prue!as que no ten&o. 3unque . %esar no sea respeta!le, los jueces le respetan. )ntre otras razones, porque manda. 3 uno que nos huela a terrorista, podemos tirarle la puerta a!ajo y entrar a tiros. %on otros, !astaría decir que olimos dro&a, para ponerles la casa patas arri!a. = que al&uien dijo que eran terroristas. La verdad es que si el juez de &uardia se volviese loco y nos diese la orden, no encontraríamos nada, aunque entr#semos a saco. )s decir, que haríamos el ridículo. S( que hay sótanos, porque los planos se perdieron en %ultura y r!anismo, pero se dejaron uno aquí. Lo malo es que no est# completo y falta la entrada. $ 4ay quien se pasa la vida en la c#rcel, sin m#s prue!a que un atestado. -ero para empapelar a otros, hace falta que un notario levante acta del delito. "úñez se dejó arrastrar por el fue&o de la juventud. $ /ejarse de mamonadas1 Si damos con el chiquillo, no hacen falta m#s prue!as. aría @amos le contempló conmiserativa. $ 8Llamamos a la puerta y decimos que nos lo den9 Si nos dejan entrar, que no es se&uro, el !icho de &uarda que tienen, llamar# al jefe. %uando lle&ue el coche patrulla, estaremos dentro, nos detendr#n por allanamiento, nos entre&ar#n a los de Inteli&encia. /7 adiós1. $ /e &ustaría que me dijesen para qu( me metí a policía1 $ e6clamó @equesens. Se lo e6plicó @amos. $ /-ara hacerles el tra!ajo sucio1. 5uitamos del medio al que les molesta y si lo mandan, limpiamos la calle. )mpapelamos a un camello, por media docena de papelinas, pero que no se nos ocurra a!rir el !olso de la tipa empin&orotada, que acarrea harina por *ilos. Si nos los dicen, cerramos un local, porque al&uien fumó un porro. -ero no ponemos un pie donde sirven la coca en !andeja. 7 por la cara. $ 7o diría que los e6tremos se tocan en la impunidad. 3 los de arri!a no los trincamos, porque no se dejan. 7 a los de m#s a!ajo, porque han hecho del !arrio un avispero, y no nos atrevemos a entrar. $ Lo que no entiendo es como puede darles por estas !urradas. $ -orque hay locos que nacen arri!a y otros que se vuelven, mareados por la adulación. Les pasó a %alí&ula y "erón. "o hace mucho a 4itler. 4ay tiranuelos que arremeten contra lo diferente. =tros contra la !elleza. %on lo que hay que hacer, porque no se hizo, solo a un piraó se le ocurre relanzar la economía, planchando un país a &olpe de !om!as. )n el fondo, en el ori&en de toda !estialidad, encontramos lo mismo? el deseo de palpar el poder. achacando a un niño o machacando a un pue!lo. Los co!ardes, cuando a adem#s son ineptos, ante el d(!il solo sienten un deseo? machacarle, porque sentirse fuertes, satisface su vanidad. Si las cosas van m#s o menos !ien, estos monstruos se reprimen, porque no les queda m#s remedio. -ero cuando el poder les fascina, los centros de decisión se convierten en manicomios, estos seres campan a sus anchas. /7 toma erótica del poder1. Lo peor es que el tarado, cuando manda, /convence1. "o pierde el tiempo !uscando i&uales. /Los hace1 $ )s decir que aquello de la manzana podrida, no es un refr#n para niños.
$ Lo aprenden los críos, pero lo aplican adultos. %haqueta azul, pantalón &ris maren&o, cor!ata roja. Aerardo se miró al espejo, sinti(ndose desa&rada!lemente distinto. %uando @osita le dijo que encar&ase el uniforme, porque esta!a admitido en la orden, lo hizo sin tom#rselo demasiado en serio. )n el día de la iniciación, le advirtió. $ 3l principio es fuerte. -ero a todo se acostum!ra uno. 7 volverte atr#s no puedes. -orque en un solo día se aprende demasiado. 'e aconsejo que te dejes ir, sin pensar en nada. La naturaleza har# el resto. 'odos fuimos fieras al&una vez. )l salón olía a incienso, hier!as arom#ticas y alucinó&enas, que se consumían en los pe!eteros, disimulando apenas el olor desa&rada!le y acre del azufre, materia prima de nu!es y reflejos, que sa!iamente com!inados con el lasser, crea!an un am!iente fantasmal, m#s pró6imo a la teatralidad de isneyKorld que a la de 0ru&hel. )l ceremonial le pareció tan infantil como ridículo. iscursos hipócritas escondían la !ajeza de unos individuos, que compensa!an su co!ardía, física e intelectual, disponiendo sin limitación ni rie&o, de seres indefensos. )fecto y causa de las taras del sistema, los reunidos se disimula!an !ajo inútiles capirotes, pues todos hu!iesen podido ser identificados, con nom!re y apellido, sin necesidad de destocarse. Aerardo se pre&untó cómo reaccionaría la sociedad, si descu!riese ciertas actividades privadas de sus rectores. -(tula le arrancó a sus refle6iones, pronunciando nom!re del dia!lo menor, que le toca!a encarnar. 3&uantando la risa, se arrodilló a los pies de un 0raulio majestuoso, disfrazado de Aran aestre. @eci!idos los toques de mando!le, quedó incorporado al colectivo. -(tula su!ió solemnemente las &radas. )l cuerpo de una joven desnuda y sin mancilla, de!idamente amarrada, ejercía de mantel so!re el altar. tilizando el len&uaje críptico de los infiernos, la pitonisa recitó advocaciones, mientras el cuenco de madera de la li!ación, pasa!a de mano en mano. )l !re!aje, preparado por 3n&ustias y aritina, acólitas de la sacerdotisa, era un co*tail de alucinó&enos, con toque de coca, disimulado con miel y zumo de frutas, llamado pomposamente hidromiel. Aerardo tra&ó a duras penas aquel licor, dulzón y pe&ajoso. Leída fórmula redactada por miem!ro de la 3cademia de la 4istoria, especialista en la tradición zoro#strica, -(tula di!ujó en el aire el si&no, que acompaña!a a la lle&ada de Satan#s. )l Aran aestre se arrodilló. La cara en tierra, reci!ió al dios de los infiernos. Aerardo imitó a los dem#s, procurado reproducir los sonidos, emitidos por la sacerdotisa, en el tono y con la devoción, que o!serva!a en la concurrencia. na e6plosión de paro6ismo hist(rico, saludó a 0elce!ú. Las miradas se concentraron en el trono. Se sintió realmente inquieto, al verlo tan vacío como antes. Informado de que de!ía !esar el pie a Satan#s, practic#ndole una felación, para terminar presentando el posterior, por si quería utilizarlo, se pre&unto como acertar, ha!i(ndoselas con un ser invisi!le. @osita, que ejercía de madrina, le susurró al oído. $ "o despe&ues la nuca de mi mano. %uando la aparte, haces como que est#s haciendo. La representación salió m#s que decorosa. 'erminado el desfile frente al trono, que Aerardo suponía ocupado para los dem#s, se alzó la trampilla. Los puros destinados a ser mancillados, sur&ieron del su!suelo, como si procediesen del infierno, al que serían encaminados. Arotesco maquillaje les desfi&ura!a, transformando unos rostros, macilentos y asustados, en la ima&en del vicio. Li!erada la muchacha, que yacía so!re el altar, fue cu!ierta con túnica de seda, ocupando lu&ar de honor en la mesa, donde a&uarda!a cena suculenta, que se sería par(ntesis feliz, entre dos calvarios. Los miem!ros de la orden se manifestaron ama!les y hasta cariñosos con sus víctimas. Las prometieron pronto re&reso al ho&ar y li!ertad. )6presado el deseo de que no les olvidasen en su tr#nsito, les cu!rieron de re&alos suntuosos, acompañados de caricias, destinadas a despertar una li!ido, que ha!ía de pasar de la sensualidad a la pura animalidad del instinto, con ayuda de la química. -l#cida la so!remesa, fue animada por di#lo&o rimado, compuesto para la ocasión por el joven )rnesto ín&uez y el veterano -a!lito 0lanes, con introducción de voz femenina, interpretada por In(s. )n la m#s pura tradición pastoril, evocaron praderas, valles y amores, tan inocentes como apasionados. n aria cantada por la esposa de 0raulio, &ran sacerdotisa de honor, cerró la acto cultural de la
velada, pasada la medianoche. 3callados los aplausos, 0raulio si&uió al invisi!le Satan#s, precediendo a los presentes. 3!ierta la plantilla, se hundieron en el arcano del templo. -residido por un se&undo trono dorado, paredes suelo y techo &uarnecidas de damasco rojo acolchado, da!an a la estancia un aspecto infernal, que completa!a la luz, rojiza y difusa. na repisa rodea!a la estancia, a re&ular altura. )n pequeños recipientes de plata, cuidadosamente alineados, se ofrecían toda clase de estupefacientes, con aditamentos variados para su consumo. os panoplias, en los e6tremos del rect#n&ulo, ponían al alcance de los presentes instrumentos, que les permitiese realizar las m#s a!surdas fantasías? falos de diferentes tamaños y materiales, l#ti&os, tenazas, jue&os completos de quirófano y otras ori&inalidades, disponi!les sin m#s re&la, que la de no utilizarlos con un compañero. 3comodado 0elce!ú, los presentes se inclinaron respetuosos, con e6cepción de -(tula, que fija la mirada en el trono, a&uarda!a órdenes. e!ió darla el invisi!le, pues sacerdotisa y &ran maestre, recitaron a dúo la oración del ofrecimiento, terminado con el aullido salvaje, que derri!a!a todas las !arreras. -or espacio de tres días con sus noches, los respeta!les pre!ostes dieron rienda suelta al in&enio del instinto, pro!ando que la maldad no tiene límites, en lo que se refiere a intensidad, pero carece de ori&inalidad. "ovato Aerardo, se mareó, devolvió y se dro&ó a tope, lo&rando renacer en la !ar!arie. @ecorda!a va&amente que comió, !e!ió, defecó y eyaculó, contemplando sus actos como si fuesen ajenos. Se sintió yacer so!re un cuerpo, mutilado y deforme. Intentó levantarse. )l cuerpo que esta!a a su la lado, era el de @osita. La luz se filtra!a entre las varillas de la persiana. La !esó para despertarla. $ 4e tenido un sueño espantoso. )sta!a... La mujer le selló los la!ios con el índice. $ edad inquietante, que acompaña a cierto !ise6uales, pero tras lo que ha!ía visto, lo achacó a la marca indele!le de la ceremonia. 7 se pre&untó por qu( en la mujer, el efecto era diferente. Li!eradas, perdían la ri&idez que imprimieron las monjas, a la vieja aristocracia. -rovocadoras y e6citantes, disfruta!an desenfadadamente y en cualquier momento, de placeres que poco antes se ne&a!an. -ero el !rillo que anima!a sus ojos, no era e6teriorización de lascivia, si no reflejo del mal a!soluto, que al!er&a!an sus mentes. Se dijo que @osita conserva!a ese halo de inocencia en su mirada nítida, que impedía calcular su edad, porque era a!solutamente azul. 3 In(s le sucedía lo contrario. )sposa fiel, madre amantísima de una docena de v#sta&os, incapaz de conse&uir el or&asmo, era la ima&en pl#stica del vicio, aunque se mantuviese al mar&en de la or&ía, porque sólo vestir a los muertos, le producía placer. )l criado &olpeó discretamente en la puerta. $ Señor, han lle&ado la señora arquesa de Sierra +ría y el señor 3l!ariza. $ 8Les pre&untó que querían tomar9 $ )st#n servidos. Le esperan en el salón. Aerardo !ajó a paso li&ero.
$ -orque nadie ha so!revivido a una e6pulsión de la orden. "i a una deserción. -or ahí se dice que te vuelves ti!io. Aerardo sonrió em!arazado $ "o s( qu( te ha!r#n contado... $ /#s de lo que te fi&uras1 )n este país o!struimos vasos comunicantes. -ero a&ilizamos los nuestros. %onoces el lema? lo que se empieza, se termina. Aerardo ha!ló con voz desenfadadamente firme. $ -ues aquí estoy. /ispuesto a desmentirlo1 $ 4aces !ien... La recalificación de la finca se esta!a poniendo fea. 7 por hay se cuenta que andan corriendo ciertas cosas. 'emí que fueses carne de juz&ado. $ /-ero hijo1 87 eso por qu(9 $ se asom!ró el político. $ -or todo y nada. /%ómo cualquiera de nosotros1 e!es cuidarte. 7 felicitarte. Sí una alarma ser revela falsa, nos reafirma. @osita miró el reloj y a!rió el !olso. $ Se acerca la hora. 8"o preparamos9. )6tendió as rayas so!re el cristal. -reparadas a la medida del consumidor, indicó la m#s escueta a Aerardo. $ %ómo ver#s, /te cuido1 na som!ra nu!ló los ojos del político. -asó tan r#pida, que no la notaron. )snifó con fruición, cayendo en la estúpida e6citación del nirvana químico.
Capítulo 14º )l joven periodista escuchó a los Aómez, con atención simulada, !uscando pala!ras para quit#rselos de encima. La primera vez que se ha!ló de las niñas perdidas, fue en su pro&rama. @elativa la atención, mientras los padres rastrea!an !urdeles, crey(ndolas víctimas de la trata de !lancas, la aparición de los cuerpos produjo tirón de audiencia, que les puso en ca!eza. escu!ierto el filón, se dio prioridad los a e6travíos de menores. e final feliz o incó&nito, la reacción a un par de tra&edias, hizo del tema cuestión de estado y se prohi!ió darle co!ertura, prete6tando que el hallaz&o del cad#ver provoca!a alarma, perjudicial para la sociedad. )n realidad, la que salía perjudicada era la ima&en de unos políticos, &eneralmente despreciados, cuando no simplemente odiados. Informados productores y presentadores, de que el desacato acarrea!a laminación de por vida, se enlató la información esca!rosa, a la espera de tiempos mejores. -esadilla m#s que noticia la que trajeron los Aómez, el joven periodista despacho al matrimonio, con la formula oficial, ocultando una censura, que censura!a con serias represalias, toda alusión a su e6istencia. $ )l tema no vende. 7 nosotros nos de!emos a la audiencia. -ero para que no di&an, pasaremos un flash. e no sa!erse arropados por la solidaridad de la calle, la indiferencia del informador, hu!iese derrum!ado a los Aómez. Intuyendo que la actitud del muchacho, dimana!a de órdenes superiores, a&dalena no se molestó en razonar. $ )sta televisión est# para servirnos, porque la pa&amos entre todos. La &ente tiene que sa!er lo que puede pasar a sus hijos. Salieron sin despedirse. )l joven periodista corrió al cu!ículo, que servía de despacho al equipo. 'iró las fotos so!re la mesa. $ 85ue os parece9.
arivi fue precisa. $ /%l#sico1 $ =tro m#s. $ 85ue hacemos9 i*el se enco&ió de hom!ros. )stancado en mínimos de audiencia, por mucho que la prensa dijese lo contrario, condenado a remover lu&ares comunes y nimiedades, que no podían interesar a nadie, era consciente de que le mantenían en antena su mansedum!re y unas directrices, que veda!an cuanto mejorase su oferta. olido, porque renunciar al (6ito, teni(ndolo en la mano, no es a&rada!le, consideró oportuno e6plicarse ante sus cola!oradores. $ Si esta noche sacamos lo del chico, como sa!emos hacerlo, nos podríamos en cuatro millones. 7 mañana tendríamos seis. -ero lo m#s se&uro es que no llesemos al aire. La dirección suprimiría el pro&rama, ale&ando falta de audiencia. /7 adiós1. arivi suspiró. $ )n resumen, que no podemos ele&ir entre !rillante canto del cisne o muerte lenta en el despresti&io. $ 7o diría que entre el paro de por vida y la posi!ilidad de conse&uir un tra!ajillo, para ir tirando, cuando esto muera de su muerte natural. $ /)6acto1. %onsultada, la dirección no quiso silenciar a!solutamente la desaparición de un crío, porque sería sospechoso. %oncedió treinta se&undos en el último pro&rama de la semana, durante el corte m#s !ajo de audiencia. $ )n el fondo, 8para qu(9. /e so!ra sa!en donde est#1. 7 el matador no es 0ellido. 4a!r# que esperar. n día la !risa de fronda se har# ventolera. 7 la manta saldr# volando. $ 7o diría alfom!ra $ apuntó arivi, maliciosa. i*el rió. $ /)res dia!ólica1. /-ero ten cuidado1. )n estos tiempos las paredes se hacen micro. Si decretan auto de fe, /te quemaste1. $ )l último mensajero que murió por el mensaje, se e6tin&uió en aratón. $ apuntó el joven periodista. $ Se dice que en democracia, quien quiera puede ha!lar lo que le d( la &ana. 3ñado que con la almohada. La !olsa tapa m#s !ocas que el l#piz rojo. 'om#s replicó desde la puerta. $ /7 yo que lo di&a1. /-ero la culpa es de la historia1. Los pue!los se espa!ilaron y hu!o que inventar la democracia. )ntre otras cosas, les da!a derecho a informar y ser informados. 7 lo hicieron. esde entonces los que controlan el poder, no han hecho m#s que !uscar el medio de callarlos y cerrarles las menin&es, porque se i!an de madre y los deja!an en mal lu&ar. Lo m#s se&uro es que los destinatarios del mensaje, ten&an la ca!eza tan cerrada, que no puedan entenderlo. e lo de aquí se ocupó el -artido. 3l que yo pertenecía, como casi todos los que andamos en esto. Nramos intelectuales !ien preparados. Limpios de (tica, capacitados para ar&umentar en el a!surdo a!soluto, haciendo creí!le el m#s !urdo de los en&años y so!re todo, dispuestos a o!edecer, en proporción a los ha!eres perci!idos. %umplido el tr#mite de dejar de ser repu!licanos, para convertirnos en mon#rquicos de toda la vida, nos hemos convertido en los periodistas mejor pa&ados y enchufados del mundo. /7 con menos voz1. )l último mindun&ui con mandillo, esta en el derecho de hacernos decir lo que le da la &ana. Las pala!ras de 'om#s molestaron a i*el.
$ )n contrapartida, somos los mejor informados. $ /3nda (ste1. /'u y los que pertenec(is a la cofradía1. /-ara lo que os sirve1. %om(is con los ministros, os reci!e el rey, pero de lo que os cuentan, no pod(is decir una pala!ra. /=ff the record1. %re(is que os informan, pero lo que hacen es instruiros, para que inform(is como les conviene. -or una vez, ai*el no ar&umentó contra la verdad. e los viejos tiempos, Aerardo conserva!a la costum!re de pasar por el clu! los jueves. -asando frente a la !arra, pidió un caf(. Instalado en la !utaca de costum!re, se disponía a repasar la prensa, disfrutando artículos que no selecciona!a su secretario, cuando se le apareció
Aerardo se sintió empequeñecer. )l tono de Luis era persuasivo. $ 82es lo !uenos ami&os que somos9. "o escuchamos lo que no de!emos oír. 5uiz# porque todos estuvimos tentados al&una vez. 4asta 0raulio pensó en dar el ra!otazo. -ero un día todo cam!ia. "ecesitas como el aire lo que te repelía. 2ives esterando que te llamen. $ Sea como quiera, las cosas hay que verlas como son. = estas con tus hermanos y eres superior. = te lar&as con los inferiores. $ 8"o te encanta9. $ lanzó Luis con frivolidad. Aerardo se a&arró a un clavo ardiendo. $ 8"o ha!(is pensado que de tanto ir el c#ntaro a la fuente, los siervos pueden enterarse9. 7 son muchos. edad $ apuntó Luis, que al&o oyó so!re %arta&o. Aerardo se revolvió incómodo. $ -ero podría pasar que los intermediarios se pusiesen de uñas. Si tiran de la manta, /los otros nos arrollan1. $ )l que est# de!ajo no dura en política. Los primeros que se metieron, fueron los deslum!rados por el mundo que querían destruir. Lo detestaron mientras se sintieron e6cluidos. -ero les a!rió las puertas y lo adoraron. )mpezando por los de la pluma y la idea. %uando supieron que no se mueve una hoja, sin que el omnipotente lo sepa y lo consienta, se inclinaron. $ 3 veces preferiría... $ musitó Aerardo.
porteros en su distrito. $ Llamó para decir que no vendría a comer. -ero no ha vuelto en toda la noche. na compañera de instituto se presentó a declarar. $ %o&emos el mismo auto!ús. e dijo que esta!a citada con unos chicos muy majos. Los ha!ía conocido en la discoteca. Aente de perras, de la que no suele andar por donde nosotras. La invitaron a comer y me dijo que fuese. "o me atreví. /0ueno es mi padre1. 0ajó en el mismo Serrano. 2i dos chicos, junto a un deportivo aparcado en do!le fila. %reo que eran ellos. "unca le oí que quisiese lar&arse. 3l rev(s. )sta muy a &usto en su casa. Le dan dinero y no se meten en su vida. Se despidió Chasta mañanaC. %omo siempre. La comisario @amos llamó al ca!o -(rez. $ 5uiero una relación de todas las desapariciones. esde hace un par de meses. $ 8-ara que jefa9. )sto no tiene pinta de rapto. $ 4az lo que di&o. )n =rcasitas falta!a una tal %lara Leiva. 'enía diecinueve años. +altó casi a la misma hora. na vecina la vio, saliendo del metro. )l portal esta!a a dos pasos, pero no lle&ó a su casa. e 0adajoz mandaron un fa6. a!an a ari!el por perdida en la sierra. La Auardia %ivil temía que hu!iese topado con un lo!o. Se esta!an multiplicando y ha!ían dado m#s de un dis&usto. )n 2alencia se ha!ía perdido un chico, que se lo tenía merecido. e !uen ver, a sus trece años hacía sus armas en todas las discotecas. )n opinión de la policía, no ha!ía sido precisamente raptado. #s misterioso parecía lo sucedido en Sevilla. Los 0arrios 3meda, que eran &ente &orda, ha!ían denunciado que su hija )ster se evaporó, en los M *ilómetros que separa!an su casa de la finca. )l coche apareció en un !arranco, a muchos *ilómetros de la carretera, que hu!iese de!ido se&uir. )l asiento manchado de san&re y las puertas a!iertas, indica!an que salió despedida. La maleza y las fallas del terreno, dificulta!an la !úsqueda. )l accidente y la edad, e6cesiva para el pedófilo, aconsejó descartarla. $ /2ul&ar tortazo1. )l martes llamó el jefe de la Auardia %ivil de %azalla. $ e olió mal y la farmac(utica, que es ami&a, me ha hecho el an#lisis. La san&re es de cochino. )l sar&ento se rascó la nariz. $ /3 esta no la encuentran1. Se ha lar&ado con un li&ue. /4ay que ver como se complica la vida esta &ente1. $ -ero los dem#s... $ La Leiva quiz#. 7 el crío. Lo de 2alencia huele mal. -ero es cosa de ellos. aría @amos se acercó al palacete. @estos de &rijo en la acera, indica!an que un coche salió del jardín. Indicio inútil, porque cada quien tiene derecho a entrar y salir de su casa, cuando le da la &ana. )n el coche encendió la radio. "i una pala!ra de las chicas. )l diario terminó en prolon&ada entrevista del secretario &eneral del -"". Los políticos no se atrevieron a votar una ley, que prohi!iese criticarlos, pero actua!an como si estuviese apro!ada. @amos apa&ó, su aversión por la especie, se hacía física. 3quellos tipos limpios de preparación, maestros en el en&año y o!stinados en sus mentiras, la repu&na!an. %ualquiera que fuese su ori&en, apenas toca!an poder despe&a!an, sinti(ndose amos y om!li&o del mundo. %ontemplado el vasallo como un voto, que la clase ha!ía de conse&uir para le&itimarse y el individuo para triunfar, el político que desprecia!a al pue!lo, descendía a los infiernos de la ple!e, en periodo de campaña electoral. e!idamente informado por los servicios de espionaje interno, repartía el humo y las fantasías que desea!an escuchar, para re&resar a su =limpo, pasado el trance. 3&udizado el sentido de clase entre los que manda!an, la derrota no los devolvía a la ci(na&a de la calle, ló!re&a y silenciosa. )l e6cluido nave&a!a por las
alturas, pasando sin transición, de las cúpula del político, a la del poder económico. )l pro!lema estri!a!a en que la audiencia a!andona!a. 4asta las narices de escuchar frases altisonantes, a&arradas ver!ales de &allinero, en torno a pro!lemas artificiales e historias de famosos del dedo, la audiencia se aleja!a, incluso del deporte, ultimo reducto de la propa&anda su!liminal. Se le vino a la memoria que en medio de aquella mierda, le ne&aron el minuto de televisión, que pidió para @aquel. 7 le aho&ó la indi&nación. nos le dijeron que no se podía faltar el respeto a la audiencia, alterando la pro&ramación prevista. =tro que no era noticia, lo que interesa!a a una sola familia. 7 el enzas, en lu&ar de impedir que pase lo que les perjudica, lo hacen o lo dejan hacer. /%on taparlo, no hay quien lo critique1. -or eso te di&o que a la @aquel, si le tiene que pasar lo que piensas, /no la salva ni ios1. 7 que en esa casa no entras. La idea se le ocurrió a
)l inspector "úñez no a&uanta!a m#s. $ /3 mí que no me di&an1. 4asta yo, que soy un taru&o, me !arrunto que nos paran, porque si la cosa se aclara, el chirin&o se les va a la mierda. )l sar&ento confesó, con osadía suicida. $ 8%rees que no lo s(9. )l 'rasqui, ese que pide en Serrano, el otro día que vio a un chiquillo. )n un ercedes azul. -asa!a por donde tiene la cha!ola. 7 sa!e donde fue. 3 la finca de . 0raulio 0arruecos. n tipo que apesta. 4a tenido jaleos de todos los colores. /7 a&arraderas1... 8pero quien pone el casca!el al &ato9. $ /)l &ato nos lo pone1. -# mi que el chiquillo esta muerto. La frente del comisario parecía una pasa. $ 7 si est# vivo, 8qu( cam!ia9. 3nti&uamente, a veces encontr#!amos putas, despanzurradas por uno de esos !estias. Se calla!a, por no sacar los colores a un don. -ero a esto no lle&aron nunca. "úñez remedó al Aerardo de la tele $ Somos un país innovador. /%ada día inventamos una putada nueva1. $ -odríamos e6portar neo cultura del sadismo. -or una vez, no copiamos a los americanos. $ -ero copiamos a los italianos. 8"o ha!(is visto la última película de -asolini9. $ icen que lo mataron por contarlo. $ )s verdad. -ero para m, los que esta!an muertos eran los otros. 'e di&o que cuando los re&ímenes van de caída, /a los que mandan se les ocurre cada cosa1. $ -ara mí que est#n !ien vivos. Si no, no estarían tan se&uros. $ Lo que pasa es que han amorcillaó y no terminan de caer. %omo los toros. )l numero @odrí&uez diva&ó. $ -os yo... 85u( qui(s que te di&a9. Si no tuviese m#s que andar pavone#ndome, escuchando lo importante que soy, /lo mismo me haría i&ual1. "acen como cualquiera de nosotros, -ero cuando lle&a arri!a, se hacen diferentes. )l comisario apa&ó el televisor. )sta!a harto de ver policías, dotados de un material que ni soña!a y una li!ertad que no tenía. $ =s contare un cuento, que es verdad. )sta!a destinado en 3ndalucía, cuando se me presentó una asistenta social. 'raía mandamiento para llevarse un chiquillo. La madre era viuda. 'ra!aja!a limpiando por horas y no era m#s po!re que sus vecinas. Le dije que la mujer no ha!ía dado nota. 7 contestó que la ha!ía denunciado el entenado. e pareció raro, pues no siendo el crío de su san&re, no toca!a pito. Se lo dije, se enco&ió de hom!ros y contestó? C7o, lo que mandanC. )ra al principio de la democracia. )ntonces creíamos que solo podían lle&ar al poder sa!ios y santos. 3sí que o!edecí. )l chiquillo tenía cuatro años y era una pintura. La hermana tira!a a feucha. C87 (sta9C, pre&unt( a la asistenta, porque tenían casi la misma edad. C"o me han dicho nadaC, contestó. -ens( que si el uno esta!a mal, la otra no de!ía estar mejor, pero me call(. )chamos mano al chiquillo y nos salió una vecina. ijo que la madre esta!a en el tra!ajo y los críos a su cuidado. )ntonces no se tenía miedo al uniforme. -ero se le respeta!a. "o de!ía sa!erlo la mujer, porque se me echó encima, d#ndome puñadas. 'uve que empujarla. La asistenta metió la notificación por de!ajo de la puerta y salimos por pies. Los lleve a %#diz. )l niño no hacía m#s que !errear, llamando a la madre. Los dej( en el juz&ado de menores y me vine. %uando entr( en comisaría, ya esta!a la mujer denunciando. Le cont( lo que ha!ía y la mand( al juez. 3 los pocos días apareció. 3nda!a co&iendo firmas, para que le dijesen donde esta!a el chiquillo. Le ayude a !uscar un a!o&ado de oficio. )l tipo no hizo nada, pero hu!o &ente que se movió. n día el juez, pillado de corto, dijo que el entenado vivía en
3licante. 3ll# se fue le mujer, pero en la casa que le dijeron, ni le conocían. 'anto se armó, que el tipo apareció. 'enía pinta de chulo y dijo que no traía al chiquillo, por miedo a que lo raptase la madre. %onsintió en llamar al niño por tel(fono, para que ha!lase con ella. 3 las tres pala!ras, la mujer dejó el auricular. C)ste no es mi hijoC, nos dijo. +ue a 0arcelona y no encontró al tipo. 3 la vuelta, el juez la declaró loca. 3nda!a por la calle, tan desaliñada, que da!a miedo, parando a los chavales para pre&untarles? C8"o conoces a anolillo9. Soy su madreC. urió un invierno, a la puerta del juz&ado de menores. el crío nunca se supo. 7o esta!a i&norante de que pasasen estas cosas. 3l relato si&uió el silencio. )l ca!o, r#pido como andaluz descu!rió la causa del efecto. $ )l crío desapareció, sin que el juez tuviese que dar cuenta, porque lo convirtieron en un papel. "o era mentira, como no lo somos tu, yo o esa mesa. -ero cuando le dejaron el papel a la madre, el hijo dejó de ser verdad. 5uedó reducido a un nom!re entre miles. esde que lo metiste en el coche, pudo ser cualquier otro. Los niños cam!ian en meses y no tienen memoria. Si la madre hu!iese tenido m#s poder, pasados dos o tres año le hu!iesen enseñado un chiquillo. %on qu( tuviese los ojos del mismo color y el pelo parecido, le hu!iese tomado por el suyo, porque entonces no se conocía el códi&o &en(tico y todas esas cosas. 3quí, donde todo es cuestión de papeles, dar el cam!iazo es lo m#s f#cil. i padre est# como un trinquete y es mas conocido que el pupas. -ero si no presenta la fe de vida, le dan por muerto y no le pa&an la ju!ilación. $ )sta &ente cree que !asta su pala!ra, para modificar la realidad. $ = que !asta esconder una cosa, para que no ten&a consecuencias. 4asta ayer no se ocuparon de +reddie. "o les interesa sa!er como va la investi&ación, ni si necesitamos al&o. "os mandan que si aparece la prensa, le di&amos que se ha escapado y que ya lo intentó dos veces. -or si desmienten los padres, /qu( lo har#n1, de!emos presentarlos como trastornados por una des&racia, que provocaron con su severidad. 7 adem#s apuntar que el chico salió mariquitoso. $ e!e ha!er por ahí al&ún pederasta, al que quieren echar el muerto. La !ruja se retraso y +redi se sintió mal. %omprendió que esta!a en&anchado. $ 82es lo que te dije9. 3hora medir#s el tiempo, sin necesidad de pre&untarme. )n el pasillo repicaron pasos desconocidos. Airar de llaves y voces. $ 'raen &ente. $ 8%rees que cuando seamos m#s nos sacaran9 $ inquirió +redi, deseando respuesta afirmativa. $ 3 veces lo pienso, pero no lo creo. $ 3 las otras las sacaron. $ Lo que no sa!emos es para qu(. Si hu!iesen salido de verdad, me hu!iesen encontrado. i padre es de pue!lo, pero est# al loro de lo que pasa. -oco antes de que me llevasen, nos ha!ía reunido para enseñarnos un periódico, donde salían unas chicas muertas. "os dijo que si nos dej#!amos en&atusar por desconocidos, terminaríamos de la misma manera. %omo siempre o!edecimos en esas cosas, de!en creer que me perdí en el monte. "i se fi&uran que me metí en un coche, con unas tías de adrid. +reddie se echó a llorar. 3 ari!el le dio tanta pena, que quiso darle #nimos. $ Lo que tienes que hacer es rezar. -edir a la vir&en que nos saque. Si lo haces con fuerza, /se&uro que salimos1. )l cura dice que la fe mueve montañas. /)sto no es una montaña1. $ ios no e6iste. Lo dice mi padre, que es m#s de fiar. )n otras circunstancias, ari!el le hu!iese sacudido, mir#ndole con malos ojos, porque en el pue!lo eran muy reli&iosos. -ero a tales alturas ha!ía rezado tanto, que empeza!a a dudar.
$ 0ueno... "uca lo he visto. -ero puede que tu padre se equivoque. e todas formar, rezar ayuda a pasar el tiempo y no perdemos nada. Le esta!a enseñando el padrenuestro, cuando las puertas se a!rieron otra vez. na voz de mujer insulta!a $ /#s &ente1. 8-or que no los meter#n con nosotros9. ari!el se enco&ió de hom!ros. $ 'endr#n miedo a que estando juntos pensemos m#s. $ 'u estuviste con tres y no pensasteis nada. $ )sta!an muy idas. Lo de la silla lo hicieron al principio. $ 5ue tampoco sirve... Si hu!iesen vuelto... $ -ero no volvieron... /%on esperar1. /7a nos enteraremos1. %allaron con el &esto solemne del condenado, en víspera de ejecución. Las señoras que le reco&ieron en la cocina de -etra, entraron pisando los talones a la criada. +redi intuyó que ha!iendo terminado su educación, le llevaría a la escuela. Se propuso llamar a sus padres, desde el primer tel(fono que se le pusiese a tiro. 7 descu!rió que ha!ía olvidado el numero. esde hacía al&ún tiempo mezcla!a los hechos, desordenando la cronolo&ía. 7 confundía sus ensoñaciones con la realidad. 3 los ojos de Lola asoma!an l#&rimas, disimuladas tras una sonrisa, fija y forzada. $ /0ien1. /Se acerca la fiesta1. 8'en(is ham!re9. +redi asintió. ari!el apretó los la!ios, haciendo !ailar su ca!ellera, en &esto hosco de ne&ación. $ e ust(s no quiero n#. /So putas1 3sí supo +redi que fueron las ele&antes damas, quienes la raptaron. La esperanza de asomar a la calle, se desvaneció. ej#ndose llevar por su naturaleza oculta, 3n&ustias era la ima&en de crueldad y lascivia. $ 85u( te parece si nos divertimos un rato9. $ /(jate de tonterías1. 8)s que no tienes !astante9. 3n&ustias se impacientó. $ /4ija1. /%onti&o todo son escrúpulos1. /-areces una ursulina1 $ Sa!es que lo ha&o por o!ediencia. /"o por &usto1 Los niños, e6perimentados por el cautiverio, se propusieron aprovechar la de!ilidad de su &uardiana.
Capítulo 15º La asiduidad del comisario, mosqueó al quiosquero. 4acía unos días que compra!a el periódico a diario, pe&ando la he!ra, aunque no le diese la oportunidad. Lo comentó en una reunión del &remio y el -ancracio, que se olió lo que ha!ía, le contó suceso añejo, acaecido en oralataz, que no salió en la prensa. $ 4ar# dos años unos tipos se llevaron una chiquilla. el mismo *iosco del po!re Lucas. /%ómo me hu!iese podido tocar a mí1. 'raían un ercedes de los que te caes. Se quedó con las caras, co&ió la matricula y corrió hasta la comisaría, que la tenía junto. )ntró &ritando que se esta!an llevando a una cría. 5ue podían cojerlos par#os en el sem#foro. 8'e crees que se movieron9. /-ues no1. Le mandaron esperar su turno, p# co&er la denuncia y como se&uía &ritando, le amenazaron con
encerrarle por desacato. %uando le lle&ó el turno, la cría de!ía estar en las chim!am!as. 7 encima no pudo denunciar, porque no era familiar ni sa!ía como se llama!a. -erdió el resto de la tarde en averi&uarlo y !uscar la casa de los padres. enunciaron de noche y no empezaron a !uscar hasta el día si&uiente. 3 la chica no la encontraron, pero al Lucas sí. Le metieron seis navajazos en el mismo *iosco, cort#ndole los huevos y la picha. Los pusieron encima de una pila de revistas porno. 7 escri!ieron Cpor chivatoC. /#s !uen ami&o que era1. n tipo que no tenía n# suyo. Si a mí me pasa, no se lo que haría. -ero ir a los &uardias, desde lue&o que no. )n esto hay &ente muy &orda metía. 7 como toó el mundo o!edecen al que pa&a. /3unque los que pa&amos de verdad somos nosotros1. La información reafirmó al quiosquero, en la decisión de no soltar prenda. -ero +redi no se le i!a del alma. 3&riado el car#cter, la mujer y los hijos empeza!an a no a&uantarle. 7 cada vez que aparecía el comisario, era como si le revolviesen un cuchillo en el hí&ado. n día el policía le miró al fondo de los ojos. $ esde tu *iosco se ve el portal de +redi. 8%ómo es que no viste nada9 $ )staría distraído $ 8%on un cliente9 $ 3 esa hora no ha!ía nadie... $ -or eso te pre&unto. Si ha!las, dejar# de ser una fu&a voluntaria. Se convertir# en rapto, que es un delito. 7 nos dejar#n movernos. Si aún esta vivo, quiz# podamos salvarle. 'ener en la conciencia la muerte de un crío, al que vio nacer, era demasiado. )l quiosquero se derrum!ó. $ Se lo dije a "úñez, que es ami&o, pero me dijo que usted no le echa!a cuenta. )l que los ojea!a es un escritor. Lo he visto en la prensa y se llama )rnesto ín&uez. Se tiró un par de meses rondando por aquí. Siempre anda!a detr#s de los críos y le pille haciendo fotos. 8-# que voy a se&uir mintiendo, si ni duermo9. 3quel jueves el chaval compró sus te!eos. )se ín&uez anda!a rondando. "i le ha!ló, pero le pill( haciendo una seña a los dos tipos, que espera!an en el ercedes azul. Lleva!a una hora aparcado ahí mismo. )n do!le fila. no se !ajó. 3l pasar +redi le co&ió en volandas y le tiró en el coche. e!ía tener pr#ctica, porque se perdieron en un se&undo. S( que de!í decirlo. /-ero esta uno tan sin a!ri&o1. )l comisario sintió &anas de aco&otarle, pero disimuló. $ 8ir#s esto en comisaría y lo firmar#s9. 'e espero, porque la vida de +redi depende de ti. $ %ierro y voy. )cha!a la persiana, cuando se presentó el del !i&ote. Le sacó la navaja. )l quiosquero se fue a su casa.
clínicamente muertos, cuando se produjo un fenómeno e6traño. 'eniendo madre naturaleza por costum!re, dotar de sentido común a sus productos, estos no tardar en compro!ar, porque así lo revela!an los hechos, que los políticos en&aña!an, los jueces hacían los propio, imit#ndoles funcionario, profesionales de todas las ramas, en especial si les co&ían en falta, profesores, intelectuales y hasta los artesanos, por el ejemplo se impone desde arri!a. @eputada la &ente &orda de no decir una verdad, cuanto toca!a de cerca o de lejos al sistema, perdió credi!ilidad por falte de cr(dulos, pro!ando la e6periencia que la ple!e, supuestamente olvidadiza, tenía memoria de ca!allo, en lo tocante a chapuzas. -ersistente en la mente colectiva el asunto de las tres muchachas, la oleada de desapariciones, que se esta!a produciendo, alarmó a I&nacio. 'emiendo que por pura inadvertencia, se filtrasen inconveniencias, acudió a la neocensura de la cola!oración voluntaria, antes que la noticia apareciese en la prensa. $ Lo de las chicas no pasa de escapada. /)s mala suerte que hallan coincidido1. -orque lo que pasó, /no lo olvidan1. %reímos que tenían memoria de &rillo. /7 la tienen de elefante1. La respuesta de los directores de los medios, fue un#nimemente favora!le. $ /-or ios, I&nacio1. /"o tienes ni que decirlo1. 2iste cómo pasó del chico. )l padre dejo caer que le reñía y le hicimos responsa!le. 5uedó en fu&a tan sin importancia, que nadie pre&unta por (l. %on (stas, /lo mismo1. %laro que al&o tenemos que decir. -or si acaso, lo he metido en las p#&inas locales. Lo mismo se ha hecho en 2alencia. Lo importante es que no relacionen. /-ero nada de competencia desleal1. Si aparecen pro&ramas como aquel, /no respondo1. $ "o te preocupes. "o volver# a ocurrir. -ero I&nacio esta!a asustado. 2eía el sistema como un castillo de naipes, apuntalado por !urdas fantasías. na sola verdad, podía derrum!arlo. Sintió necesidad de desaho&arse. Llamó a %(sar. $ /%hico1. /Les divertir#1. -ero podían entretenerse en otra cosa. Sa!iendo lo que pasó y lo que piensan de todos nosotros, que si callan es porque no les dejamos ha!lar, /de!ían estarse quietos1. -ero como no hay manera de hacer que entr(is en razón, /ya estas llamando a anolo1. 'iene que refrescar el miedo al caos. /7 estate se&uro de una cosa1. Si un día se huelen que pueden evitarlo sin nosotros, /nos !arren1. %(sar rió. $ /"o les prestes m#s capacidad de la que tienen1. %omo mucho, saldr#n lideres carism#ticos y vocin&leros. Les asustar#n, porque no son de reci!o. 7 se resi&nar#n a soportar nuestro amparo, /ha&amos lo que ha&amos1. )n los países mar&inales necesitan domadores. /"o &o!ernantes1. 7 si miramos por ahí, /en todas partes cuecen ha!as1. -orque la democracia servía en otro tiempo. %uando ha!ía tipos que adem#s de tener unas ca!ezas, de las que no se ven, eran honrados y tenían sueños. Si podían llevarlos ca!o, se convertían en proyecto. Los de hoy las tenemos medio vacías. 7 nos &usta que los de a!ajo las ten&an huecas. Lo único malo de hacerles tener por dios el dinero, es que no podemos darles tanto como quieren. %laro que en el fondo es en una suerte. Si fuesen ricos se refinarían como nosotros. /7 a ver de donde sacamos chiquillos1. $ /%uenta eso a los padres1. /2eras lo que te contestan1. %(sar consideró que I&nacio merecía un aviso. $ Si tu no metes la pata, nada de nada. -orque no se enteran. $ 7o que tu me fijaría en los &uardias. )l día que no entren por uvas, /veremos donde vamos a parar1. %onvocada la ceremonia para el jueves, arco 'ulio empezó a preocuparse. $ )l im!ecil de Luis podía ha!er pensado que lo de la san&re se i!a a descu!rir. /7 la chica no es una cualquiera1. Los 0arrios 3meda son &ente anti&ua. e la que no anda en líos ni en el =pus. "o tienen coco, jefe ni disciplina, sa!en lo que tienen que hacer y no han tra&ado con el accidente.
'ampoco que se haya lar&ado con un li&ue. %omo nadie se lo prohi!ía, lo hu!iese dicho. La
C!arrioC. 7 se dijo que esta!an peinando Salamanca, con la cola!oración de los vecinos, que aceptaron pasar la noche al raso. Sin e6clusión de se6os ni edades, aceptaron que pusiesen sus casas patas arri!a, ayudando a !uscar hasta por de!ajo de las piedras. )n la comisaría se&uían atentos el pro&rama. $ /'endr# cara1 $ e6clamó aría @amos. )l sar&ento -(rez esta!a hecho un !asilisco. $ 8)s que no sa!en distin&uir una llamada local, de una interprovincial9. /3ntes muertos que !uscar en la esquina1. $ "o quieren encontrarse a sí mismos. )l locutor, con honestidad encomia!le, pre&untó al pre!oste si se ha!ía contemplando la posi!ilidad de que la chica, aludiese al !arrio madrileño. La respuesta fue contundente? C/Imposi!le1. "o es un !arrio de delincuentesC. )l presentador sumó desapariciones, haci(ndose portavoz de la calle. $ )ste sa!e al&o. $ apuntó el ca!o. La mirada del pre!oste se hizo dardo. "o escapó al c#mara. Lar&ó su speach ha!lando despacio. 3&otar el tiempo, le ahorraría replica desa&rada!le? C/"o hay que mezclar las cosas1. Las de adrid se marcharon, porque les dio la ventolera. %omo ese chaval, que lleva por ahí unos días. 5uiz# se encuentre !ien en casa de al&ún protector. Les dan todos los caprichos y les toman cariño. -or si est# escuchando, le aconsejo que lo entre&ue en cualquier comisaría. "o le pasar# nada. -ero si lo encontramos nosotros, /ser# muy distinto1. /7 lo encontraremos1. Lo de 2alencia, /qu( tam!i(n estamos en ello1, podría tener otro cariz. )n esa re&ión pasan cosas horrorosas. 7 lo de )ster 0arrios, /ya lo ven1. n secuestro. 3l menos en apariencia. -orque no se puede descartar que desaprensivos, enterados de que no se ha encontrado el cuerpo, pretendan aprovecharse. La voz de una chica dro&ada, cam!ia. Se les ha pedido foto&rafía, con el periódico del día. 2eremos si la mandan. )n cuanto a la niña de 0adajoz, ya sa!emos que los viejos no tienen toda la ca!eza. 7 la tentación de salir en la tele, que no suele ir a los pue!los, /es muy &rande1. )n cualquier caso, espero comparecer ante ustedes en !reve, para confirmar un nuevo (6ito de nuestra policíaC. Se terminó el tiempo. n pre!oste departiendo ami&a!lemente con el locutor, sirvió de fondo al &en(rico. %erradas las c#maras, el rostro del represente del poder, se cerró. $ e estos temas, cuanto menos se ha!le, /mejor1. +ilomena trajo las túnicas. Lam( de plata con zapatos de lo mismo. $ e dejas a la chica. $ reclamó 3n&ustias. $ e da lo mismo. +redi se ale&ró de que le tocase Lola. La preparación se inició en !añera. Sales de importación perfuma!an el a&ua. %onveniente despertar la li!ido de los o!jetos, con vistas a lo que ha!ía de venir, las señoras aprovecharon las a!luciones, para ma&rearles sa!iamente. $ /5u( me hace daño en el culo1 Arito ari!el, adjuntando manotazo. 3n&ustias alzó la mano, pero no la dejó caer. )l Aran aestre, aficionado a los contrastes, quería a los chicos incólumes y contentos. La túnica, so!re la piel desnuda, raspa!a li&eramente. +redi se sintió tremendamente incómodo, su!ido en zapatos de tacón. $ /3ndad1 $ ordenó Lola. ari!el o!edeció con soltura. -asear con los zapatos de la madre, era una de sus distracciones. +redi se torció el to!illo. $ /"o puedo1. /e hacen daño1. 5uiso descalzarse. 3n&ustias le pellizcó el &lúteo. Aritó de dolor. Los ojos de Lola !rillaron. )l
chico pensó que empeza!a a parecerse a la otra. $ /3nda1 Se a&otó recorriendo la ha!itación, pero aprendió a sostenerse, sin realizar el matiz femenino, que adquiría el ondular de sus caderas. %recida la melena, pues no le raparon durante el encierro, ofrecía un e6terior marcadamente am!i&uo. $ 3hora, /al tocador1 $ /"o quiero maquillarme1 $ aúllo ari!el. $ 8-or qu(9 $ pre&unto Lola e6trañada. )sta!a en la edad de enloquecer, por una !uena !arra de la!ios. $ adre dice que solo se pintan las mujeres malas. $ 'u mama no esta aquí. $ /7a lo se1 $ se echó a llorar. +redi coreó. $ "o hay m#s remedio que pincharles $ /Int(ntalo1 $ &ritó el chico, terminando de arrancar la pata de la silla. $ /3 estos niños no hay qui(n los entienda1. "o te piden el pico, aunque les ha&a falta. 7 solo piensan en volver con sus padres. $ %on los días que llevan, /de!ían estar en&anchados1. $ 3 la fuerza podemos convertirlos en trapos. /-ero no en adictos1. $ e temo que para prep#ralos, /ha!r# que optar por el trapo1. $ 87 si les damos coca9 $ Lo hice una vez. /"o me quiero acordar1. )ra un renacuajo, poco mayor que este. e euforia, /nada1 -ero de mala leche, /toda1. Si no lle&a a entrar +ilomena, /me mata1. $ )ntonces... $ /)ntonces el m(todo de la a!uela1. )ntre las dos sujetaron a ari!el. +redi se lanzó so!re las mujeres, palo en alto. 3n&ustias le mandó contra la pared, de un empellón. Llamó a Landrú. Inmovilizados, fueron trapos durante un par de horas. -etra dejó de colocar canap(s en la !andeja. $ /5ue no1. /5ue no a&uanto m#s1. $ 8-ero que te pasa9 $ pre&untó artín, en tono festivo $ /5u( una tíe nietos1. /5u( esto es un sin vivir y que me lar&o ahora mismo1 $ 8%on media docena de &orilas ahí fuera, con pistola y orden de que no sal&a nadie, antes de las once9 $ /)so mismo1. /3 decírselo a los &uardias de se&uridad1. /5ue entren y vean1. La pincha continua!a la o!ra. $ /-ero señ# -etra1. 85ue vean qu(9. 83 los señores divirti(ndose9. /)st#n en su derecho y no le importa a nadie1.
3rre&larlo no es cosa nuestra, /ni podemos1. -etra se dejó caer en una silla. $ 2osotros no lo sa!(is. /-ero yo sí1. /5u( va p# treinta años con don 0raulio1. 'ó empezó como en !roma. Se traían chaperos y putas. 3penas les hacían n#. 3l&ún &olpe, cortecillos y quemaduras. 7o tenía un !otiquín. Los cura!an cuando se i!an. 3&uanta!an a &usto, porque co!ra!an lo suyo. La verdad es que ni yo le di importancia. %# cual se divierte como púe. Si el que sirve de diversión a&uanta, /pues toós contentos1. %laro que el &usto era raro. Lue&o apareció la -(tula esa y empezó con la !rujería. 3 lo primero mata!an un &allo ne&ro. espu(s trajeron patos, ca!ras. /4asta marranos1. Los encontra!a revent#os. 4a!ía que quitar san&re, tripas /y mierda que no veas1. 4asta de persona. /5ue se ca&a!an por tóas partes1. 7 decía como vosotros. 5ue lo &ana!a !ien y que ha!ía que hacerse el estóma&o. n día me pareció que no salían toós los que entraron. -ero no me metí a pre&untar, porque no era cosa mía. )l caso es que los de la calle, cada día se i!an m#s cascaos. 4asta que me mandaron dejar las cosas preparadas y quitarme del medio. 2olvía el lunes. /7 a quitar la mierda1. espu(s el señor no quiso m#s juer&as en su casa. )mpezó a prestarnos, a mi y al artín, p# preparar el jol&orio en las de otros. %uando entr( a servir con on 0raulio, el criado de toa la vida, me contó que era un chico normal. 5ue aquello empezó cuando heredó, por las malas compañías. Le estropearon los dineros, /cómo a muchos1. )s !ueno tener, /pero no pasarse1. 5ue toó son vicios. %ómo le vi tan joven, /me atreví1. Le pre&unt( porque hacía marranadas, en lu&ar de jo(r como toó el mundo. 7 dijo que le ha!ían mand#o purificar no s( que coño. 5ue era necesario para que hu!iese paz. /Lo que no entiendo es como no han arm#o la &uerra1. /-orque lo que a&uantan estos padres1. /5ue eso lo s( yo1. /Si supiesen lo que hace la &ente &orda, cuando le da por la dro&a y pierde el norte1. )l señor se esta!a volviendo malo. Se le nota!a en la cara, pero no se da!a cuenta. Se empezaron a traer chiquillos. n día pasó la des&racia del ojo. "unca supe quien lo hizo. -ero sí que se lo arrancaron de un !ocaó. /%on trece años1. ientras le cura!a me contó que era hu(rfano. "o puso denuncia porque le dieron treinta mil duros y se le hicieron un capital. e dijo que pasa!an cosas muy feas. "o le creí. -ens( que ha!la!a por rencor... = no quise creerlo, por se&uir con la conciencia tranquila. n criado de los de entonces, no i!a a la policía. $ /"i un criado de ahora1 $ replicó artín, cortante. La pincha insistió. $ 7o no he visto san&re ni nin&una de las cosas que cuenta. Lo m#s vasos rotos. 7 de esos polvos !lancos, que se meten por la nariz. /5ue a veces se derraman1. -etra miró al criado. $ 7o veo a los chiquillos. e los traen a la cocina. Les doy de cenar y les visto. e cuentan que son reco&idos y quiero creerlo. -ero s( que no es verdad. Los traen aquí o a la finca de ese
$ Los invit#os comen en el comedor. "o en ese sótano. 7o he indao. S( que cuando al&uien desaparece, aquí se compra m#s. )l mismo del almac(n me lo ha dicho. 7 no es normal que esos dos no crucen la verja del jardín. %on los años que llevan, solo los han visto los repartidores. 4asta la ropa interior se la traen las señoras. 87 que hacen todas esas maquinas de video9. 5ue las he visto y s( de las paredes do!les. Son cosa de . 0raulio, . %(sar y .
Capítulo 16º Los señores de Aómez fueron reci!idos por el ministro, con los dos matrimonios que perdieron a las hijas. 3ún no se conocían. $ 8stedes son los del niño9. 3firmaron con un &esto. $ "osotros hemos perdido a las chicas. /diecis(is y diecinueve años1. nas niñas que no da!an pro!lemas. "i dro&as, ni alcohol. Lo único que les interesa!a era estudiar. $ 8)ran ami&os9 $ "o. "os conocimos despu(s de la des&racia. $ )l nuestro no tuvo tiempo de darnos pro!lemas...$ suspiro la señora de Aómez, tomando asiento $ +ue al *iosco /y hasta hoy/. "adie vio nada. $ Las nuestras a la misma hora. -ero en sitios distintos. Salían del instituto. La nuestra llamó para decir que comía por ahí. "o nos &usta!a, pero... La mujer suspiró. $ na vecina vio a %armen en el metro. )n la misma puerta. /7 ha!ía &ente en la calle1. Lo raro es que no viesen nada. $ 3 nuestra @aquel la vio mi prima )ulalia por +lemin&. Le pareció como dro&ada. La llamó y los dos tipos que i!an con ella, la co&ieron cada uno por un !razo. Se la llevaron en volandas. i prima que no sa!ía nada, no nos avisó por no darnos el dis&usto. -orque le pareció que anda!a en malos pasos. /-ensar que hu!i(semos podido encontrarla1. $ la mujer sacó una foto del !olso $ /iren que &uapa es1. La trai&o para que la vea el señor ministro. "o sa!ía que al ministro su hija le importa!a un !ledo. Les reci!ía para callarles y porque le dijeron que sería un &esto popular.
$ "osotros a +redi le dimos quinientas pesetas. I!a !ien en la escuela... $ -or la portería, nos ha tocado la Inspectora @amos. Se comenta que de estas cosas, sa!e m#s que nadie. =pina que los chicos est#n juntos. )n una casa con jardín del mismo !arrio. -ero no nos da esperanzas. "os aconsejó que aunque no sea verdad, porque aquí no se mueve nadie, si no les llaman por la radio, que le di&amos que se est#n preparando manifestaciones y jaleos. )st# se&ura de que si la &ente se pone !rava, aca!an con esto. -iensa que no meten a nadie en la c#rcel, por no dar mal nom!re a la &ente &rande. -ero que si les aprietan, tendr#n m#s miedo a los de la calle. 7 les meter#n mano. 3 los altos les da i&ual lo que les pase a los de a!ajo. Solo los respetan cuando se ca!r(an. La verdad es que ten&o confianza. )l señor ministro se est# portando muy !ien. "os reci!e, que otro no lo haría. $ 8stedes fueron a la televisión9 $ )l mismo día. /Saliendo de comisaría1. "os dijeron que no lo hici(semos. 7 la verdad es que no sirvió de nada. 4asta que no lo movieron los sevillanos, /ni caso1. Los Aómez contaron su e6periencia. -or matar el tiempo. $ 3l principio hicimos caso al comisario. Lue&o nos decidimos. /7 lo que ustedes1. e la e6tremeña supimos por sus padres. =yeron lo de +redi a un camionero y vinieron. Lo que esta claro es que no somos i&uales. "i en esto. $ "o hacen m#s que machacar que los casos son diferentes. -ero yo estoy con la señora @amos. 'oós est#n en lo mismo y es muy malo. La mujer rompió a llorar. )l marido intentó consolarla. $ -or lo menos no sufre. )n medio de todo, es una suerte que los ten&an droos. La madre se aferró a la esperanza $ /2eras lo que pasaremos cuando ven&a1. )so no se quita en un día. n ujier apareció en la puerta. $ )l señor ministro les espera. Les dijeron que despu(s de la fiesta los llevarían a casa y los pusieron frente al espejo. $ 82eis que &uapos est#is9. "o se reconocieron, !ajo la m#scara de maquillaje. )n el pasillo encontraron a los otros cuatro. e no ser por la diferencia de tamaño, hu!iesen parecido clónicos. )l valenciano se midió con +reddie. $ 8%uantos años tienes9 $ 4ar( diez en julio. Las chicas eran altas y fuertes. na lleva!a smo*in& de lam(. $ Son i&ual de &randes que las otras $ susurró ari!el. La comisario @amos se despidió, como si se marchase para siempre. $ %uidad del archivo. /5ue nadie sepa que lo ten(is1. $ se diri&ió al hijo $ Lo necesitar#s cuando seas mayor. -ara documentarte. 3 sus diecis(is años, el chico no entendió. $ 8ocumentarme para qu(9. $ -ara escri!ir un li!ro so!re todo esto. La &ente tiene que sa!erlo. ientras no lo sepa, se&uir# pasando. 7o no lo hice, porque ahora, si lo deja!an salir, lo harían de manera, que no se enterase nadie. -or eso te dejo los datos. "o los pierdas ni di&as que los tienes. 'e los quitarían.
-adre e hijo se asustaron. $ /%ualquiera diría que vas a la &uerra1. La comisario sonrió con tristeza. $ 'en&o un servicio. )sta noche no vendr(. 5uiz# tampoco mañana... $ 8"o hay hom!res para eso9 $ inquirió el marido ofuscado. aría rió francamente. $ /-ero +elipe1. /5ue cosas tienes1. 4ice la carrera, asumiendo los rie&os, /cómo cualquiera1. 5uedó claro cuando nos casamos. $ "o termino de acostum!rarme $ confesó el hom!re, som!río. La comisario les dio un último a!razo. $ /7a est# !ien de despedidas1. Salió con paso tan li&ero, que casi corría. "o dijo que sa!ía donde esta!an los niños, porque no la hu!iesen creído, tom#ndola por loca si añadía que no la deja!an rescatarlos, por no descu!rir la vileza de una decena de individuos, ale&ando que señalar a unos cuantos monstruos, mancharía a la clase en su conjunto y a todos los estamentos del sistema. La manía española de prote&er el !uen nom!re de los &remios, tapando las siver&onzonadas y !ar!aridades de miem!ros indesea!les, solo servía para envilecer al conjunto, pues la calle, que se lo !arrunta!a, al no encontrar culpa!les concretos, puso !ajo sospecha a todas las (lites, oficialmente reconocidas, evidencia que i&nora!an, con ostentación, los que creían poder conformar el mundo, porque modela!an la información. Se creían se&uros aislados en su !ur!uja. aría se pre&untó cuanto daño tendría que soportar la sociedad, para decidirse a sacarlos de su reducto a patadas. Impotente, pues no querrían darle los medios, que le hu!iese permitido impedir el aquelarre, @amos se propuso frenar la maca!ra escalada, con operación suicida. Imposi!le impedir el crimen, no lo era ampararse de los cad#veres, que cruzasen la verja del jardín. 3nte la evidencia de la prue!a, la prensa y los jueces tendrían que darse por enterados, parando donde de!ían estar el puñado de anormales, que esta!an emporcando al mundo. %onsciente de tra!ajar para un poder, que a!usando de una i&norancia &eneral, de!idamente cuidada y fomentada, pudo llamar democracia a la dictadura de su capricho, le afloró la idea de que quiz# ne&asen la e6istencia de unos muertos evidente. Se pre&unto C8para qu(9C y sintió la tentación de renunciar. -ero si&uió el C8por qu(9C. 7 se respondió en voz alta? $ /-ara no se&uir viviendo como un cerdo1. 3sumido el sacrificio, no quiso imponerlo. @euniendo a sus hom!res, e6puso el plan. $ La proporción es desoladora. 'enemos el GP de pro!a!ilidades de que nos apiolen en la misma calle, para callarnos, el H P de que los jueces admitan la verdad y el FP de que nos arrope la prensa. Si me decís que no vale la pena, aceptar( el consejo. %onfieso que estoy deseando suspender la operación.. "o hu!o suerte. Se ofrecieron voluntarios, como un solo hom!re, porque hacía tiempo que hasta los jóvenes, lle&aron a su misma conclusión. )li&ió a
$ 5ue nos han dado un soplo. n alijo de coca. 4ay que hacerse con esa camioneta. $ )s se&uro que los críos est#n. $ 8%ómo lo sa!es9. $ %onvencí a un repartidor. e dio el mandil, el paquete y la factura. 3 la cocina se entra por la puerta trasera. La cocinera esta!a sola. /Se le caían unos la&rimones1. Aorda y con pinta de !uena mujer. Su jefe es . 0raulio. anda al servicio a preparar las fiestas, pero no de!e fiarse, porque los devuelve a su casa antes de empezar. e dijo que a&uanta!a, porque no sa!e dónde ir ni como marcharse. 7 lo m#s &rande es que se ha!ía colado en el sótano. )sta!a montando el comedor, cuando esos monstruos, que tra!ajan en el palacete, entraron en trom!a en el salón. 3l&o de!ía pasar, porque corrieron la mesa, con tapa de m#rmol de colores, levantaron la alfom!ra y la trampilla, sin mirar siquiera si ha!ía al&uien. 3sí que me dijo como funciona el mecanismo y donde est#. el a&ujero salían los &ritos de una mujer. Insulta!a con acento andaluz. $ /7a sa!emos que pasó con la accidentada1 $ e6clamó aría. -(rez continuó. $ Se dejaron la trampilla a!ierta y como es curiosa, se asomó, !ajando hasta la primera planta. 'ienen una sala acolchada, tapizada de rojo y sin mue!les. )n frente una m#s chica, con un sof# a lo lar&o de la pared y mesas !ajas. )n el centro ha!ía otra trampilla. 'am!i(n a!ierta. e allí salían las voces. Se asomó. 3rranca otra escalera y se veía un pasillo, con dos puertas a cada lado. na esta!a a!ierta. @amos le miró con desconfianza. $ 8"o ser# fantasía9. $ -ienso que no. "o la pillaron, porque la andaluza les tenía entretenidos. 3ntes de que saliesen esas !asuras, ya esta!a en la cocina. $ e choca que lo contase tan tranquilamente. $ /"o fue tan f#cil1. 'uve la suerte de que no vino nadie y pude enrollarme. La mujer no se fía de la policía. -ero al decirle que nosotros no dependemos del %(sar ese, se confió. La inspectora le dio un a!razo. $ /%hico1. /"os has salvado1. %on esta información y una fotocopia de los planos, /no me pueden ne&ar la orden1. +ue personalmente al juz&ado de &uardia. )l juez la escuchó atento, respondiendo en tono su&estivo pero firme. $ "o s( si lo ha realizado, pero est# involucrando en crimen horrendo a un personaje, con ran&o superior al de ministro, porque depende del estado. 8Se da cuenta de la &ravedad del caso9. 87 de lo estúpido de su pretensión9. -orque . %esar, para tener la fiesta en paz, /y es el caso de decirlo1, ha contratado una docena de &uardas de se&uridad. )star#n de plantón en el jardín todo el fin de semana. "adie mete en casa a e6traños, para que sean testi&o de un delito. $ La empresa pertenece al jefe de se&uridad de presidencia. $ /Lo que falta!a1. 8'am!i(n pretende enfan&arle9. Le señalo que no se ocupa de seleccionar a sus hom!res. Los contratan terceros y por concurso. Si a . %esar se le ocurriese semejante !ar!aridad, /qu( no es el caso1, no ele&iría por escenario el centro de adrid. 'iene fincas so!radas, !astante m#s discretas. -odría hacer cualquier cosa, sin que ni los &uardas se enterasen. Le confieso que los actos de . %esar y de sus invitados, no me preocupa. -ero su conducta me inquieta seriamente. 8%ómo ha podido creerlo semejantes estupideces, solo porque se las cuenta un su!alterno9. e!ía sa!er que el c#ncer trastorna. $ )l que tiene c#ncer es el ca!o. e informó, el sar&ento $ apuntó aría.
$ /)s lo mismo1. /Ser# un fantasioso1. 3 su nivel, no hay que dejarse llevar por chismes. /"i por o!sesiones1. %omprendo que este nerviosa. Lo estamos todos, con lo que est# pasando y lo que corre. -orque la &ente acusa sin miramientos. /Si usted supiese a que nivel1. )s evidente que nos encontramos ante una conjunción de hechos, sin relación entre sí. -ero la &ente, que escucha a unos padres trastornados, /erre que erre1. "o quieren ver la evidencia. -uede que la de on 0enito haya terminado en manos de cualquier rrulo. -ero lo que dice ese viejo del coche, sí no se lo han soplado, que siempre hay mal intencionados, deseando enredar, es cosa del vino. 82a a ser el único que lo ha visto9. 7 lo del chico, puede terminar con un pederasta en la c#rcel. e ser así, tendría tan mala cara como lo de 2alencia. 3llí hay &ente demasiado refinada $ tosió, rectificando so!re la marcha $ 0ueno, /decadente1. 7 las dos de aquí, pantalones de por medio. )s duro decírselo a los padres. %omo todos, creen que han en&endrado perfeccionase. 3sí que no me vaya a irrumpir en el palacete. -odría encontrarse con quien no espera. 7 sería muy desa&rada!le. "o se reúnen para hacer nada puni!le. /-ero tampoco calceta1. 3sí que tranquilícese. /7 tranquilice a ese sar&ento1. La comisario @amos re&resó derrotada. $ Los lo!os si&uen sin morderse. )l sar&ento dio el parte. $ )l Auedeja ha firmado el chivatazo. 4a metido el alijo en una fur&oneta azul, como la que vi en el jardín. atricula de Soria, )6tremadura o adrid. )n el &araje tienen placas de las tres provincias. 7 "úñez dice que viene, aunque tu no quieras. -ropone al&o, que me parece !ien. ice que si nos van a matar, de!es dejarnos disparar primero. )n el norte mandan apiolar sin pre&untar. %on estos me daría hasta &usto. -ero @amos era le&alista. $ n policía no puede sacar el arma, si no le disparan primero. /)n nin&una parte1. -ara &anar, hay que tener razón y ser le&al. $ /"o est#s anti&ua1. -or un momento, aría pensó que podría salir !ien. $ "o podremos entrar. /-ero ellos no tienen salida1. Aerardo su!ió al coche. "o cometió la incorrección de pre&untar dónde i!an. $ 4an esco&ido !ien. /nas maravillas1. $ 8Los has visto9. $ "o, pero me lo ha dicho 3n&ustias. Los est# preparando. $ 80raulio viene9 $ %on el hijo. 3ca!a de lle&ar. )st# llamado sucederle en la orden. e!e endurecerse. -(tula solo piensa en la ceremonia. -ara ella es causa, /no efecto1. La verdad es que eso del demonio, no hay quien se lo crea. -ero a veces me di&o que al&o hay. 5ue nos si&an tra&ando, con las cosas que hacemos y mandamos, /es un mila&ro1. Landrú a!rió con profunda reverencia.
$ "o parece !arato... $ apuntó -a!lito 0lanes, !uen conocedor de tejidos, pues pasa!a media vida entre modistos. La portadora se inclinó con coquetería. $ "o lo s(. e lo ha re&alado el señor. -(tula esta!a se&ura de sí misma y de su posición. Su relación con el ia!lo, que no le impedía conversar con la 2ir&en y santos diversos, la hacía imprescindi!le. Li!erales los seres celestiales, corría que en cierta ocasión, la visitó ios -adre en persona. -or esta y otras razones no se re!aja!a a prestar servicios menores. Los distri!uía entre ami&as, de infancia y cole&io de monjas. $ 8na copa9 $ ofreció aritina. $ ;his*y $ precisó Aerardo. La tertulia se instaló en tresillo in&l(s y conforta!le. @osita se diri&ió a -(tula. $ 8-rometes ofrecernos otra e6periencia in(dita9 $ /"o sa!(is como1. 3yer se me apareció Santa @ita. e sopló el ceremonial. /2er(is que !elleza1. La mitad re&resar# a sus orí&enes. %(sar ha desi&nado a los de provincias. $ )n forma de cenizas, supon&o $ aventuró Aerardo. 3n&ustias levantó las cejas, con &esto de niña !uena $ /-ues no1. %on la ropa que trajeron y enteros. $ /)nteros..1 $ )l rictus de -(tula indicó lo inoportuno de la ironía. )rnesto se mordió la len&ua. $ 5uiero decir, sin m#s alteración que los dimanantes de los hechos. La sonrisa de la sacerdotisa le indicó que ha!ía ele&ido el l(6ico adecuado, re&resando al favor. $ /-or supuesto1 /'u me entiendes1. 3 Aerardo los entierros le inquieta!an. ispersar los cuerpos, tenía el aspecto positivo de individualizar los sacrificios, dando la impresión de los asesinatos coincidían en el tiempo, pero no en el espacio. -ero tenía el inconveniente de implicar a comparsas. Lo que sa!en demasiados, terminan sa!erlo todos. La voz chillona de
$ 84a!(is leído lo de -olito9 $ &raznó Aerardo. $ /4a estado estupendamente1. estupendamente1. "o se puede consentir que di&an esas cosas. Se empieza pasando una falta de respeto. 7 se termina &ritando Cviva la repú!licaC. $ /+ue un editorial inadmisi!le1 $ -(tula su!rayó su indi&nación, a&itando el !orde del manto $ /ecir que la infanta no sa!e de pintura1. @osita se sintió traviesa. $ 8)stas se&ura de qu( sa!e9. 3centuó la pala!ra Cse&uraC. 3n&ustias enrojeció de pura ira. $ /-ues naturalmen naturalmente1. te1. "in&ún miem!ro miem!ro de la familia familia real se equivoca. equivoca. )l equivoca equivocado do es quien quien le contradice. /)n lo que sea1. /-orque la razón es del rey1. Las personas que no piensan como la familia real, lo que tienen que hacer es corre&irse y cam!iar de opinión. $ ica lo ha entendido estupendamente. estupendamente. ecía y hacía lo que le da!a la &ana. /)n -alacio la querían matar1. matar1. 4asta que se recicló y ahí la ten(is. ten(is. /0oyante1. /0oyante1. -orque est# a que quieres quieres !oca. !oca. )n cuatro días ha sacado m#s todos nosotros en una vida. /7 si&ue haciendo lo que le da la &ana1 $ -ero no diciendo, que era lo importante $ su!rayó
$ Sa!es que en la orden entran pocos. 7 no sale nin&uno. 3l menos por su pie. /4ay que comprenderlo1. %ompartir secretos tiene su cara. /7 su cruz1. -ero reconocer#s que las cosas no nos van mal. -ocos pueden preciarse de conse&uir todo lo que quieren. -ara ellos, /se entiende1. %laro que nosotros nunca pretendimos nada para los dem#s. Solo al que flaquea se le revuelven los fantasmas. Sí al&una vez te sale la falta de clase y lo haces, te morir#s del susto. @osita arru&ó los la!ios. $ /5ue desa&rada!le eres1. /e so!ra sa!es como es Aerardo1. -odías ha!erte ahorrado la pr(dica. Si 0raulio se entera, no le har# nin&una &racia. -or la ventana a!ierta penetro el chirriar del &rijo, que cu!ría la avenida del jardín. $ /)l señor1. Los presentes se precipitaron hacia la puerta. )l criado a!rió so!re una -(tula, que se hundía en profunda reverencia, reverencia, cuidando de de que la capa di!ujase una curva curva perfecta. $ 8-ero que haces9. La mirada de
yriem se diri&ió al valenciano. $ 85ue ju&uetes te &ustan9 $ Lar&arme. -ara contar que lo peor no pasa en mi tierra. -orque estamos en otra parte. /5ue lo s(1 +reddie se apresuró a informar. informar. $ /)n adrid1. La sevillana no aparta!a la mirada de la trampilla. 3n&ustias la o!servó sin inquietarse. La casa no deja!a escapatoria. $ 7o 7o quiero sa!er para que nos han traído tr aído $ inquirió @aquel. %onvenía en que se e6a&eró, pasando la noche con aquellos desconocidos, sin molestarse en avisar a sus padres. )sta!an como un tren, se enrolla!an como nadie y tira!an el dinero. -or todo ello se dejó llevar, sin sospecha sospecharr que despertaría encerrada en aquel sótano. yriem contestó sin cortarse. $ -ara nada malo. 'en&o vuestra edad y vine porque quise. )ster miró a la madrileña a los ojos. $ 8)s que no lees la prensa9. "os han traído para divertir a unos tarados, que se creen dioses, porque el cielo o el dedo les ha dado un poder, que son incapaces de captar. Son pi&meos en lo se6ual, y lo que es peor, en lo intelectual. "os maltratar#n hasta matarnos, porque su forma de sentirse superiores, es destruir a los d(!iles. -ueden hacerlo porque tus padres, los míos y los de todos, les pa&an los impuestos, que les permiten hacerse ricos y mantener a los es!irros, que nos esclavizan. Si la mayoría no estuviese en la inopia, como est#s tu, hace mucho que se ha!rían dado cuenta de que son cuatro &atos. 7 los hu!i(semos mandado al dia!lo. 3n&ustias se alarmó. %on líder de por medio, media docena de renacuajos podía ser peli&rosa. $ 8-or qu( ha!las de muerte9. /"adie va a morir1. )ster rió con amar&ura. $ /%onmi&o no, querida 3n&ustias1. S( qui(n eres y tu sa!es qui(n soy. "acimos en esa clase, que deslum!ra a los cretinos. )l trepa desea tanto ser como nosotros, que adquiere nuestra parte co!arde, despiadada y falsa, super#ndonos en lo peor. peor. 3rri!a encontrar( caras conocidas. 'ipos que han comido a mi mesa y dormido en mi casa. 7 los he visto volver. 0orrachos y dro&ados. @ecuerdo a 0raulio, vomitando en cualquier parte. )l mismo 0raulio que aparecía en la prensa, adulado, &lorificado, premiado por lo que es incapaz de hacer. "i siquiera de conce!ir. %uando aparezcan mis restos, si es que no les toca desinte&rarse en la cu!a de #cido, ser#n los primeros en ir a Sevilla, para dar el p(same. 0raulio a!riendo el cortejo. 8%rees que no lo s(9. 82erdad Lola que mandó cazarme9. 3un le duelan los huevos de la patada que le di, el día que se metió en mi cuarto, intentando violarme. 3l señorito, por ser quien es, no se le puede ne&ar nada. /"i nadie1. Lola no contestó. )sta!a roja. yriem escandalizó. $ /8'e atreviste a decirle que no91. Sin molestarse en contestarla, )ster se diri&ió a sus compañeros. $ Si cuando nos saquen de este a&ujero, arremetemos arremetemos contra ellos con lo que pillemos a mano, quiz# podamos escapar escapar.. 7 si no lo conse&uimos, conse&uimos, al menos menos no moriremos como conejos. 3n&ustias 3n&ust ias o!ser o!servó vó que la escuch escucha!a a!an. n. 'emiend emiendoo violen violencia cia or&an or&aniza izada, da, de con conse secue cuenci ncias as imprevisi!les, echo mano del en&año, instrumento del sistema, para impedir que el sometido se li!ere. $ )ster ha estado aislada y la hemos vestido de otra manera, porque est# completamente loca. 3sí que no de!(is hacerle caso. Los señores son !uenos, simp#ticos y cariñosos. 7 cómo son muy &enerosos /ya ver(is los re&alos que os tienen preparados1. "o de!ía, pero voy a deciros un secreto.
)spera!ais que os encontrase la policía, que lo encuentra todo, porque no sa!(is que no os ha !uscado, porque vuestros padres sa!en que est#is aquí. )st#n or&ullosos, porque sa!en que . 0raulio os haya ele&ido para haceros importantes. =s hemos tenido encerrados, para pro!aros. 3ntes de se&uir adelante con vosotros, teníamos que sa!er si est#is capacitados para resistir al aislamiento y las dro&as. /7 ha!(is vencido1. %uando termine la fiesta, os llevaran a vuestras casas. /-ero por unos días, nada m#s1. )n el otoño tendr(is que volver, in&resando en un cole&io especial. /n cole&io donde se preparan los jefes1. Salvo )ster. Lo intentamos, pero est# claro que no sirve. La sevillana perdió su audiencia y presti&io, porque ser ele&ido para lo que sea, hala&a la vanidad hasta de los niños. )l %ardenal &iró so!re sí mismo, con la ele&ancia de un azarino en su esplendor. )l raso adamascado formó a&uas, despidiendo destellos que recorda!an el pincel almi!arado de 2an Loo. $ /-(tula1, /te ha&o la competencia1. i capa es m#s vaporosa que la tuya. -(tula &iró como un derviche. 7 salmodió. $ /-ero la &ran sacerdotisa siempre ser# m#s &r#cil y !ella, que nuestro ma&nífico prelado1. )l eclesi#stico continua!a &irando. )l salón era un carrusel de capas. -a!lito 0lanes cantó al espect#culo. $ )l !ello cardenal &ira y &ira, impartiendo !endiciones y perdonando pecados. "os salva, prepar#ndonos al sacrificio. $ /0uenas noches, queridos1. La voz del rector interrumpió la do!le pirueta. )l cardenal se inclinó, para reco&er el solideo, escapado de la e&re&ia coronilla, a impulsos de la fuerza centrifu&a. )rnesto se le adelantó. $ /-or ios, eminencia1. Los príncipes de la tierra y los del cielo, no de!en a&acharse. Los siervos e6istimos, para !esar el suelo ante sus plantas. )l prelado le &ratificó con li&era !endición. Los !razos a!iertos se diri&ió al reci(n lle&ado, que a!raza!a a -(tula. Sonriente, andró&ino y orondo, el sa!io de plantilla se estiró, hasta posar sus la!ios en la mejilla de
0raulio, consideró inconveniente llevarle la contraria. $ 7o... si el señor lo consiente, /no ten&o nada que o!jetar1. )l rector ofreció a -(tula la sonrisa de su triunfo. $ "unca me hu!iese atrevido a introducir una mosca, sin consulta previa. )l Aran aestre lo sa!e. 7 no le desa&rada. 3spira a que la orden crezca y fructifique. /7a conoc(is el credo1. )s delito lo que practican pocos, falta lo que usan muchos y si&no de identidad de una civilización, lo que se &eneraliza. )l día en que la ceremonia se cele!re en todas partes y a todos los niveles de la sociedad, seremos venera!les en lu&ar de critica!les. -orque las costum!res mayoritarias se imponen. La prue!a nos la da la historia. Lo que en otro tiempo o lu&ar se condeno, tras ser desculpa!ilizado. /7 hasta loado1. Sin darse cuenta, Aerardo llevó la cuestión a sus últimas consecuencias. $ "o correríamos peli&ro, pero no se vería un niño en la calle. )l rector le contempló, irónico que no alarmado. $ 8-ero de que ries&o ha!las9. La ley somos nosotros. La reformamos a nuestra conveniencias y se aplica en cada caso, como nos da la &ana. ejar en menudencia los delitos o decretar que el mismo acto o comportamiento, sea casti&ado en unos y premiado en otros, /se hace a diario1. )s cierto que si no tuvi(semos los medios de información en la mano, podríamos tener complicaciones. -ero son tan nuestros, como nuestra cartera. icho esto, &arantizo que el chico merece estar con nosotros. -or sus !ucles de oro, sus la!ios de ru!í, su nariz de 3polo y su cuerpo de "arciso, /cómo diría un cursi1. )n cuanto a la discreción... 8quien podría ser indiscreto, en la madru&ada del domin&o9. 3ñado que la orden de reci!irlo, procede de 0raulio1. -(tula pulsó el tim!re. $ Landrú, hay un señor en el coche de señor rector. 4#&alo pasar. )rnesto sintió el a&uijón de los celos. 3quel chico era su versión en ru!io. #s joven y puro, con &racia an&elical de adolescente y mirada desmayada, temió ser des!ancado. -(tula manifestó su admiración $ 'e felicito. /@ealmente ma&nifico1. $ 7 con ma&nifica carrera. Se ha convertido en mi secretario &eneral, saltando por encima de tres &eneraciones de catedr#ticos. -lantado en el centro de la estancia, el chico se deja!a admirar con desenvoltura. )l criado interrumpió el placer. )nmarcado por el dintel, anunció solemne. $ /)l Aran aestre1. )l &rupo corrió hacia la puerta, entre empujones. -etula sintió que el %ardenal la detenía, pisando el !orde de su túnica. 7 el cardenal que el rector le aprisiona!a firmemente la capa, impidi(ndole avanzar. Se&ún costum!re, los fuertes aplica!an la fuerza, para trepar so!re el d(!il. 0raulio, señor del mundo, por dele&ación del dios de las tinie!las, sur&ió en compañía de su esposa. La Aran Sacerdotisa de 4onor porta!a &ola despampanante, a la moda de los 3ustria. Se lo dijeron y sonrió con timidez. )l fasto que la rodea!a, no miti&a!a sus complejos. 'ieso e ine6presivo, el heredero se mantenía en un se&undo plano, nada discreto. Los fieles se tiraron al suelo, disput#ndose los pies del trío, resi&n#ndose los desafortunados, a depositar su ósculo en la orla del manto. @osita presentó la !andeja, rodilla en tierra. Se soña!a transportada a la corte de +elipe 2. Los señores esnifaron con solemnidad, por ser solemne cuanto hacían. $ /'en&o el placer presentaros a mi hijo1. $ trono la voz de 0raulio, que lo presenta!a cada vez, como si fuese la primera.
Los presentes palmotearon. 4ala&ar al futuro &ran maestre, era casi tan importante, como tener contento al del presente. 5ue el chico fuese li&eramente tontorolo, no entur!ia!a la devoción de los fieles. Lo desea!an compendio de los vicios, que acumula!a la clase, se&ún convenía al !eatifico inmovilismo en el mal, ori&en de su poder y riqueza, que necesita!an perpetuar. -a!ilo en mano, -(tula traza!a círculos, pasando de pe!etero en pe!etero. )l encendido litúr&ico era primordial, para consa&rar la estancia, transmut#ndola en templo. Lola se ocupó de la intendencia. $ (jenlo todo a mano. 4ay que ahorrar tra!ajo a +ilomena y Landrú. 5uiero las !e!idas !ien ordenadas y las !otellas a!iertas. /Salvo el champa&ne, naturalmente1. 'odo estar# listo antes de las once. Landrú les llevar# en la camioneta. sted, +ilomena, si tiene que dormir, se turna con Landrú. no de los dos tiene que estar disponi!le, para atender a los señores. 7 usted, Landrú, informe a los vi&ilantes. "o de!en acercarse a la casa. "i permitir que entre o sal&a nadie. 8Les han dejado la comida en el pa!ellón9. /5ue no falte de nada1. "o quiero que aparezcan. Se marchar#n el domin&o a media noche. /%ómo siempre1. Landrú se inclinó. $ La señora puede estar tranquila. /5ueda de mi car&o1. Lola re&resó al salón. )l hijo de 0raulio, vistiendo la chaqueta azul y el pantalón &ris maren&o, que distin&uía a los miem!ros de la orden, departía con yriem.
Capítulo 17º 3 las once y cuarto -(tula dio las tres palmadas. )l cortejo, ordenado por 3n&ustias, emer&ió de las entrañas de la tierra. Su!ían de dos en dos, enca!ezando los varones, )ster i!a la última, cerrando las or&anizadoras. )l aire dejó de ser pesado y quieto, como en las tum!as. ari!el comprendió por qu( los topos eran m#s que las ratas. 3costum!rada a la luz !lanca, que nunca se apa&a!a, apenas pudo distin&uir som!ras, en la penum!ra de las !ujías. Se dijo que aquella &ente de!ía ser muy rara. -ara una e6tremeña, que pasó la infancia a la luz del car!uro, prescindir voluntariamente de la electricidad, no era propio de personas normales. -(tula a&uardó a que las pupilas se acoplasen, para proceder a las presentaciones. +redi reconoció en 0raulio al tipo, que le reci!ió el día que le raptaron. I!a a decirlo, pero )ster le ro!ó la pala!ra. $ /2aya1. /)l &rande1. )l que reci!ió el poder del cielo, para ensuciar la tierra. n retrasado, que piensa de cintura para a!ajo, incapaz de elevarse al nivel de la racionalidad. 5ue solo puede rodearse de esclavos, que se arrastran ante los atri!utos del poder. -ero ese pue!lo al que sólo sa!(is en&añar para esquilmarlo, empieza a enterarse de la clase de !asuras que le diri&en, sin m#s respeta!ilidad que la de unos si&nos e6ternos, al alcance de quien pueda pa&arlos. /0asuras con un mismo destino en lo universal1. 85ue para entonces estar( muerta9. Lo s(. )s lo que le toca, al que
dejó de inclinarse, cuando todos los hacían. -ero tu muerte ser# peor que la mía. 7 mi razón se impondr# so!re la tuya, porque la tuya no e6iste. Sonó una !ofetada prematura. )ster no retrocedió. Su pierna derecha salió disparada. La a&uda puntera de los zapatos de ceremonia, dio en el sitio. )l Aran aestre se do!ló, &ritando de dolor. -(tula estuvo a punto de desmayarse. )rnesto y 0lanes redujeron a la sacríle&a,
3fectado el arquitecto de un c#ncer, murió por despu(s de terminar la o!re, conductor !orracho arrolló al aparejador, caminando tranquilo por la acera, desperdindose los o!reros, por ser de importación. 5uedaron de la o!ra sendos e6pedientes, que reunían planos y cuentas imprecisas, que en uno de esos traslados, decretados espor#dicamente por la administración, se perdieron definitivamente, conserv#ndose por olvidada la copia de plano, que al&una e6traña razón, solicitó el predecesor de la comisario @amos. 'erminada la o!ra, la elección de servidores, adscritos a la &uarda del edificio, quedó a car&o del marido de Lola, en situación adecuada para encontrarlos aparentes, por ejercer de juez. @epasadas fichas de condenados, con escasas pro!a!ilidades ver la calle, fiando en su propio olfato y el contacto personal, cele!ró una docena de entrevistas, saliendo ele&ido un tal @o&elio %ruz, apodado Landrú, en razón a su pasado. "acido en cha!ola, de padre desconocido y madre que no le quería conocer, fue alquilado desde sus inicios, como señuelo de limosna, siendo criado a salto de mata, por sus arrendatarios. )n contra de toda ló&ica, fue !e!( rollizo y !ien desarrollado, que aprendió a manejar la navaja con soltura, apenas supo andar. %umplidos siete años, a!andonó la mendicidad, para servirse por si mismo, parando en correccional, saliendo pú!er y !ien enseñado. Se&ura la ocupación de enamorar ancianas, empeñadas en prolon&ar sensaciones, a la que la ló&ica aconseja renunciar, pasada le tercera juventud, las !usco dotadas de ahorros, a m#s de pensión, disfrutando de hol&ura económica, por no estar tipificado el delito de esquilmar a quien se deja. 'odo fue so!re ruedas, hasta que le tentó la opulencia de oña Aisela. @ica por ejercer de facedora de #n&eles, nunca confundió vul&ar servicio con amor. -udiendo ele&ir, pues como esta!an los tiempos, no falta!an aspirantes a chulo, pa&a!a a su justo precio, sin pasarse en una peseta. )ncaprichado de jovencita, que a su vez se mostró e6i&ente, @o&elio se so!revaloró, reclamando su!ida. La anciana respondió, indic#ndole la puerta. 'eniendo verse a!ocado a la miseria, por no ha!er anciana li!re en la comarca, quiso forzar la situación. La chequera en una mano, cuchillo de cocina en la otra, e6i&ió autó&rafo, que doña Aisela, ape&ada a sus ha!eres, se ne&ó a otor&ar. @o&elio pinchó, sin intención de pasar a mayores. La mujer reiteró la ne&ativa y se le cruzaron los ca!les. 3quella muerte por o!nu!ilación, le llevó por dos años al trullo. @ecuperada la li!ertad, se especializó en la protección de industriales de la noche. 5ueriendo hacer entender a fulanas, travestis y propietarios de tu&urios, la utilidad de sus servicios, contrató a dos matones en paro, que maltrataron con aplicación, a los que se ne&a!an a ejercer de clientes. %onquistado el mercado, despidió a los ayudantes, consider#ndose capacitado para aplicar personalmente los correctivos, que merecían quienes se olvida!an a a!onar la semanada. Los hu!o que resistieron, especialmente mujeres. 4om!re e6tremista por naturaleza, @o&elio impuso disciplina, re!anando pescuezos, decisión que le llevó a la tendencia, causa de caída que sin intervención de Blvaro, hu!iese sido definitiva. 3quejado de pro!lemas de funcionamiento, cierto día, con cad#ver fresco entre manos, sintió la llamada del se6o. 7 decidió satisfacerlo in situ. Le &ustó y adquirió costum!re, que practica!a confiando en el amparo de unos ar!ustos, cuando acertó a pasar la Auardia %ivil. -illado con la muerta en los !razos, fue culpado con toda justicia de las muchas similares, que se acumula!an entre los casos sin resolver. In&resado en la c#rcel con ficha de psicópata peli&roso, aterrorizó a presos y carceleros, que coincidieron por una vez, al opinar que @o&elio estaría !astante mejor en el manicomio. %onsiderando inmejora!les los informes, 3lvaro se personó en la c#rcel. sando el despacho del director como locutorio, apenas apareció el peli&roso delincuente, el juez descu!rió al alma &emela. %ruzada media docena de frases, propuso el trato. @o&elio, ya conocido por Landrú, tendría cuanto pudiese desear, incluido placer, aunque con mesura, si acepta!a disfrutarlo, sin asomar la nariz fuera del palacete. %onsiderando sus muros m#s conforta!les que la prisión, aceptó ser !orrado del mundo de los vivos, por vía !urocr#tica, para incorporarse a su tra!ajo. %onsiderando indispensa!le dotarle de compañera, pues de no tenerla, se volvería loco del todo, 3lvaró !uscó, encontrando a +ilomena. Inquilina de orfanato, u!icada intelectualmente en el limite de la su!normalidad, fue cooptada a la edad de F años. 3ceptado contrato ver!al, similar al de @o&elio, su fallecimiento quedó consi&nado en el re&istro de la institución. -rivada de ficha civil, al
no tenerla carcelaria, quedó a su car&o reci!ir a los proveedores, por no ser conveniente que @o&elio se e6h e6hi!i i!iese ese,, e6pon e6poni(n i(ndo dose se al ries&o ries&o de topar topar con viejos viejos enemi& enemi&os, os, pue puess ami&os ami&os no tenía. tenía. 3costum!rada +ilomena al ham!re, por no ha!er conocido otra cosa, la vida en el palacete, dio satisfacción plena a su naturaleza animal. Limpia de curiosidad, aprendidas las tareas que le toca! toca!an, an, se felici felicitó tó porque porque en aquel aquella la norma normalida lidad, d, le tocó tocó disfru disfrutar tar de confo conforta rta!le !le posici posición ón intermedia, entre la víctima y el victimario. )l prim primer er &rito &rito esca escapó pó de )ste )sterr. 0rau 0rauli lioo la ha!í ha!íaa sodo sodomi miza zado do con con ayud ayudaa de inst instrum rumen ento to contundente. )n su tercera fase la ceremonia, se produjo el cam!io cualitativo, que hizo del dolor placer. placer. 3urelio %ajamalca, %ajamalca, eminencia de la medicina importada del )cuador, que cayó cayó con !uen pie en la corte, asumió la responsa!ilidad de impedir que los miem!ros de la orden, padeciesen las consecuencias de una so!redosis, in&erida por inadvertencia. = asestasen el &olpe, que pudiese aca!ar prematuramente con los que ha!ían de morir, ordenadamente y a su tiempo. %oncienzudo, o!serva!a a los presentes, que li!erados del control de una mente, de suyo infradotada, da!an rienda suelt sueltaa al instin instinto, to, i&nora i&norando ndo que c#mar c#maras as de! de!ida idamen mente te camuf camuflad ladas, as, reco&í reco&ían an cuanto cuanto esta! esta!aa sucediendo, por si un cam!io de circunstancias, aconseja!a utilizarlas. isfruta!an los presentes a trav(s de cinco sentidos, que al ser de capacidad m#s que limitada, disfruta!a con el olor de la san&re, las heces y el &rito, cuando %armen a!andonó el mundo, sacando a 0raulio de sus casillas. Indi&nado porque se marchó sin su licencia, ordenó al sudamericano practicar autopsia de ur&encia, pues quiso sa!er sa!er las causa. causa. $ 'enía un soplo al corazón. )l Aran aestre arru&ó los la!ios, con &esto de asco. $ /al &(nero/ 4a!r# que escarmentar al im!ecil que la seleccionó. )ntre&ado el cuerpo a Landrú para su disfrute, continuó la ceremonia. %e&ada y en lamenta!les cond condic icio ione nes, s, )ste )sterr conti continu nua! a!aa lanz lanzan ando do sus sus diat diatri! ri!as as.. 0rau 0rauli lioo orde ordenó nó corta cortarle rle la len& len&ua ua,, aconsejando aconsejando el doctor seccionarle las cuerdas vocales, por ser operación menos peli&rosa. 3pro!ada la propuesta, los presentes contemplaron, con arro!o, la intervención realizada en vivo. %lareando el s#!ado, la sevillana dio con un !isturí. Se suicidó de puñalada certera. )l mal presa&io planeó so!re la ceremonia, cuando el chico valenciano dejó de e6istir, en !razos de )rnesto. )l joven poeta cruzó la mirada con el recomendado del rector. rector. "adie se dio cuenta de que a!andona!an la estancia. +redi falleció a mediodía. es&arrado el ano, sin pene ni testículos, el m(dico le declaró prodi&io de resistencia. %on dos supervivientes mal parados, sa!iendo que Satan#s medía el dolor por tiempo, otor&ando a sus fieles la des&racia, si a!revia!an la ceremonia, -(tula impuso un receso. -ara entretener al personal, propuso !uscar a los ausentes. )rnesto y su compañero, el uno en !razos del otro, dormían pl#cidamente en una de las camas. Lola apareció en la cocina. %u!iertas las desnudeces, que e6i&ía el ceremonial, con una toalla de !año, departía con +ilomena. )vidente que se quita!an del medio, porque no soporta!a el espect#culo, no sorprendió a 3n&ustias sorprender la muerte, en la mirada de 0raulio. 3sí supo que su ami&a moriría en el año. yriem no esta!a en nin&una parte. $ 8%erraste las puertas9 Landrú asintió. $ /'odas1. 7 las ventanas. %on la com!inación y la llave. Las ten&o aquí. -uede contarlas. Saco el manojo de la faltriquera. @osita ratificó. $ -uedo ase&urar que no ha salido nadie. 4e dado un par de vueltas. La encontraron a&azapada entre un retrete y la pared. Los oídos le san&ra!an. Se los ha!ía reventado con los dedos, para no escuchar. $ 85ue haces aquí9.
-(tula cayó de rodillas, tom#ndola en sus !razos. Los cuerpos desnudos ofrecían una ima&en devota, e6enta de lascivia. $ /4ija1. /-ero di al&o1. iryem no contestó. Los ojos vacíos mira!an hacia dentro. Se ha!ía e6traviado en el universo del horror. $ /4ay que sacarla1. Los ojos de 0raulio se hicieron acero. $ Lo que no puede ser, nunca fue posi!le. -(tula acostó a la hija, re&resando al sótano. eseó que los dos jirones de humanidad, que queda!an con vida, se apa&asen, para terminar cuanto antes. )l ia!lo de!ió escucharla, pues adelantó los acontecimientos, pese a los cuidados del m(dico. @aquel murió al atardecer y ari!el quedó en trozo de carne, que se a&ita!a convulsivamente. )l hijo de I&nacio fue en !usca de la pistola de salón, tocada por el ia!lo, destinada a disparar el tiro de &racia, que cerra!a la ceremonia. )l Aran Sacerdote zarandeó un despojo, riendo estúpidamente. $ /al año1 $ murmuró Aerardo. Se procedió a vestir a los muertos. )l rostro maltratado de ari!el, refleja!a la paz de la inocencia. Lola, que ayuda!a a In(s, no pudo resistirlo. 3rrancando 3rrancando la cruz de %aravaca, que lleva!a al cuello, la puso so!re el pecho de la niña. 3ntes de em!alar los cuerpos en las !olsas de pl#stico, los envolvieron en un trozo de moqueta. )mpapa!an )mpapa!an la san&re. %errado el fardo, &raparon en los fardos etiquetas, con nom!re de &randes almacenes conocidos, que identifica!an el contenido como alfom!ras. ando por terminado fin de semana de p(simo au&urio, los miem!ros de la orden se reunieron en salón impoluto, sin vestir m#s ropa que la otor&ada por madre naturaleza. @osita, con aspiraciones a sacerdotisa, criticó. $ /4a /4a falt faltad adoo direc direcci ción ón11 Se hu!i hu!ies esee evit evitad ado, o, repa reparti rti(n (ndo dolo loss en dos dos tand tandas as.. "a "adi diee mori morir# r# a medianoche, cuando -(tula recite el salmo del solsticio. 7 eso trae consecuencias. consecuencias. $ Satan#s e6i&ir# que saldemos la deuda. La des&racia caer# so!re nosotros, la patria /y la humanidad1. %arta&o murió por no sacrificar a los primo&(nitos. $ -odríamos liquidar a Landrú o +ilomena $ insinuó Aerardo, que no los podía soportar. %(sar replicó airado. $ /5ue te lo has creído1. /3 ver donde encontramos otros como ellos1. )l rector creyó que pensar le ponía a res&uardo. $ 8-or qu( no uno de nosotros9 $ /'u por ejemplo1. = ese muchacho que has traído $ replicó
ciertas circunstancias, toda discreción es poca. 0raulio a!rió la marcha, si&uiendo los dem#s, con intervalos de mínimos de tres minutos. La comisario @amos apuntó las matriculas. $ "o tardar#n. -(tula se quedó en el palacete, diri&iendo la limpieza. )ntre +ilomena y Landrú !ajaron a la cocina los los cuer cuerpo pos, s, dest destin inad ados os a desa desapa pare rece cerr. 3p 3pil ilad adas as las las ropa ropass y o!je o!jeto toss que que qued quedar aron on en las las ha!itaciones, que ha!ían de desaparecer, levantaron la tapa del alji!illo, disimulada y pesada, para que no sonase a hueco al pisar. @o&elio procedió con parsimonia. Le &usta!a escuchar el CchopC, que precedía a la muerte definitiva en la desinte&ración. )n orden la cocina, car&aron los tres fardos en la fur&oneta. %ontinuó la ceremonia de un fre&ado concienzudo. 4a!ía que !orrar toda huella. e san&re, dactilares e incluso &en(ticas. $ 84an lle&ado los chóferes9 $ 2oy a ver. -(tula les reci!ió a cara descu!ierta. %onscientes de que la vida les i!a en el silencio, pero chantajistas natos, el ries&o esta!a en manifestar miedo o de!ilidad. )n verdad, no ha!ía por qu( tenerlo. Si les da!a por intentar un chantaje o contar la verdad, da!a lo mismo. "adie podía creer al&o tan horri!le. $ =s lo repito. /%uidado con los números1. 7a sa!(is que si os equivoc#is, podría sucederos una des&racia. )l primero va para 2alencia. escar&ad dentro del &araje del %anoso. 7a lo conoc(is. Se&uís a %azalla. 3 dos *ilómetros del cruce de Auadalcanal, ver(is un camino a la izquierda. =s met(is y dej#is el paquete en la primera ca!aña. )l último es para (rida. 3ntes de entrar, entrar, viniendo de Sevilla, ver(is un chalet medio a!andonado. a!andonado. Se llama La %harca. =s estar#n esperando. -etula vi&iló la salida de la fur&oneta. %errada la verja !ajó al sótano, para dar un último repaso. +ilome +ilomena na y Landrú Landrú ha! ha!ían ían realiz realizado ado impeca impeca!le !lemen mente. te. -or si acaso acaso que quedó dó una hue huella lla,, frotó frotó concienzudamente concienzudamente la parte interior de las puertas. )l ca!o y el número "úñez saltaron a la calzada. La fur&oneta f ur&oneta se detuvo. $ /ocumentación1. La comisario y el sar&ento se acercaron. Landrú vocifera!a. -(tula comprendió que se esta!a produciendo lo que no esta!a pro&ramado? $ /Señora1. /-olicía1. Los han parado. -e&ando el ojo a la cerradura de la verja, -(tula constató que no metía. Se precipitó al tel(fono. $ /0raulio1. /Los est#n deteniendo1. $ 8onde9. $ 3quí delante. %on la car&a. 0raulio col&ó. )l tiempo adquirió todo su valor. )l sar&ento repasó la documentación. 3utentica y en re&la, aunque la matrícula era falsa.
$ /'e ha dicho que a!ras1 $ repitió el sar&ento. )l chofer le miró a los ojos, intentando hacerle comprender que insistir era peli&roso. -(tula se&uía la escena a&azapada tras la verja. Le tem!laron las piernas. )l chofer tiró del cierre. +in&ió que no cedía. $ )sto se ha en&anchaó. $ /3!re o a!rimos1 os motos desem!ocaron por la izquierda. 'repidaron las ametralladoras. La comisario @amos, el sar&ento -(rez, "uñez, el chófer y un curioso, murieron en el acto. )l ayudante y el ca!o, al lle&ar al hospital. )l coche patrulla lle&ó inmediatamente. La zona quedó acordonada. $ /=tra !urrada de los terrorista1 Los de la inteli&encia no se hicieron esperar. -rovistos de la de!ida autorización, se hicieron car&o de la fur&oneta. )l a&ente que se puso al volante era Luis, el hijo de I&nacio. -(tula suspiro aliviada. Su!ió en !usca de yriem. Sus ojos se&uían a!iertos. -ero esta!an muertos. $ /yriem1. -etula recordó como se llora!a. %uando Landrú su!ió a decirle que la calle esta!a despejada, la encontró derrum!ada so!re la cama. $ /Señora1. La sacerdotisa se secó las l#&rimas. 7 volvió p#&ina. $ "o es nada. %on ayuda de +ilomena, metieron el cuerpo y la ropa en el maletero del coche. )l servicio no de!ía echar en falta una prenda. )ran las cinco y media. -(tula llamó a su marido. $ 4a pasado al&o horri!le, pero podía ha!er sido peor. )sp(rame en el &araje, con la puerta a!ierta. /5ue no haya nadie1. /)s importante1. )l servicio se levanta!a a las ocho. -ara esa hora, todo de!ía estar en orden. @icardo espera!a, en el frío de la madru&ada. $ /"o te aloques1. Lloraremos despu(s. 3hora hay que tra!ajar. 'enemos el tiempo justo. iryem se puso enferma. 3 muerto. $ 8ónde est#9 La mujer a!rió el maletero. @icardo se derrum!ó. -(tula le hizo reaccionar con dos !ofetadas. $ /%ó&ela y vamos arri!a1. La voz era imperiosa. @icardo o!edeció mec#nicamente. )nfundaron el cuerpo en el pijama, meti(ndolo en la cama. -(tula desperdi&ó la ropa, dej#ndola caer, como si hu!iese empezado a desnudarse al cruzar la puerta. La chica de!ía cole&ir que lle&ó completamente flipada o !orracha. @icardo adelantó la mano. -(tula adivinó su intención. $ /"o se los cierres1. "i tu ni yo, sa!emos que est# muerta. Se acostaron. %uando se levantó la criada, la casa era la de un lunes, como otro cualquiera. -(tula se levantó a las once. $ 87 la señorita9 $ Si&ue durmiendo, señora. $ /)sto no puede ser1. /2e a despertarla1.
3cudió al &rito de la criada $ /8-ero que pasa91 La muchacha apenas podía ha!lar. $ /uerta1. /)st# muerta1. -(tula se precipito al interior de la ha!itación. @icardo, avisado por la chica apareció demudado. Lloros. Llamada an&ustiada al m(dico. )ra vecino. 'ardó diez minutos. $ 83 que hora lle&ó9 $ "o lo s(. 'arde pro!a!lemente. 4e pasado el fin de semana fuera. Lle&u( esta madru&ada. $ errame cere!ral. 4ace horas que murió. /)stos jóvenes1. /3 sa!er que ha!r# tomado1. )l doctor no vio dos pequeños hematomas, a los lados del cuello. )l atentado en el centro de adrid, conmocionó al país. 7 la &ente se pre&untó como pudieron escapar los siniestros motoristas, estando tan cerca la policía. 7 no o!tuvo respuesta. Si&uió oleada de detenciones en el norte. @elacionadas con el terrorismo. 3&itadores confesos el conductor y su ayudante, se dijo que la camioneta i!a llena de e6plosivos. Los muertos reci!ieron la cruz al m(rito policial, a título póstumo. )l ministro que prendió la condecoración en las !anderas, no i&nora!a con cuanta razón la merecían. )l esposo y el hijo de aría @amos, disfrutaron reputación de huraños, antip#ticos y poco cola!oradores. $ )l uno no suelta prenda. 7 al otro no le sacas de que ser# policía, porque esta se la pa&an. 5uiere escri!ir un li!ro. /-ero no dice so!re qu(1. -reocupación especial de la corona difundir la cultura, en la entre&a de premios, pro&ramada para el mi(rcoles, la reina dedicó unas pala!ras a los caídos. Siendo de!er de intelectuales re&enerar la sociedad, cantando sus virtudes y condenando sus vicios, el estado quería recompensar pú!licamente, a quienes utiliza!an el intelecto para popularizar esos valores, que &eneran paz y prosperidad. @eci!ieron &alardón, a propuesta de jurado inte&rado por sesudos catedr#ticos, afamado intelectuales e ilustres acad(micos, el historiador in&les, diplomado en =6ford, 'urner 'urner, por su C+elipe II, el reinado del !ienestarC, por ofrecer visión in(dita del periodo, que despejando las som!rasD en historia moderna los reci!ió -a!lo 0lanes, autor de C)l rey, constructor de )spañaC, siendo distin&uido )rnesto ín&uez por su novela histórica, C%omo salvó la monarquía a nuestro pue!loC. )n economía triunfó 0raulio %hinchilla, autor de CLa influencia de la dinastía 0or!ónica en la esta!ilidad económicaC y en divul&ación científica, el doctor 3urelio %ajamalca, insi&ne especialista ecuatoriano, por su o!ra, propuesta para el "o!el, CLa e6celencia de los #cidos ri!onucleicos, en la in&eniería &en(tica de las casas realesC. %risanta metió el periódico en el cu!o, avanzando dos puestos. Secos los &rifos, porque entre lluvia y sequía, reventaron las conduccionesD desviado el manantial que nutría la fuente, cuando levantaron la calle para meter las canalizaciones, las mujeres del pue!lo hacían cola cada tarde, en la trasera del camión cisterna, que !aja!a el a&ua del pantano de la sierra. )l 0enito !aja!a la ladera corriendo. Arita!a pero no le echaron cuenta, porque tenía fama de tonto. $ )s la ari!el. 3hí ri!a. Le entendieron y la cola se deshizo. 3!andonando los cu!os, las mujeres treparon por la colina. 3l&uien llevo la voz de que ari!el ha!ía vuelto, a casa de sus padres. -epe el de la tienda los su!ió en la moto, cruz#ndose con el 0enito, que no se detuvo. )sta!a deseando lle&ar al cuartel, para contar a la Auardia %ivil lo que ha!ía visto. Su!ieron al jeep, sent#ndole junto al conductor, para que indicase el camino. 3parcaron junto a la moto. )l camino se termina!a. -or aquellas peñas, no podía trepar un todo terreno. $ Los padres mejor que esperen... nosotros la !ajaremos.
$ /-ero es nuestra hija1 )l ca!o y el conductor se miraron. 4ora m#s, hora menos, da!a lo mismo. Llamaron al juez por el móvil. )sta!a en 0adajoz. 'ardaría tres o cuatro horas. )l ca!o se diri&ió al padre. $ 2en pac#, Ain(s. $ 87 yo no, que soy la madre9. $ /'u, lue&o1. $ 8)s que est# mal9. )l ca!o calló y a&acho la ca!eza. $ /"o nos va a decir que est# muerta1. $ &ritó la mujer, con des&arro. 0enito le rodeo los hom!ros con el !razo. $ ira, anuela, 8-# que te voy a mentir, si los vas a sa!er9. La han mat#o y tu no de!es su!ir. )l padre se adelanto. $ 7o ir(. %risanta se acercó con las mujeres. $ Llevarla a casa. 5ue ya la !ajamos. Las mujeres descendieron la ladera, amparando a la dolorosa. 3nda!an despacio y llora!an sin &ritos. Sa!ían que esta!a muerta, pero no querían creerlo. Lle&ó el juez. $ Ain(s, mejor que no ven&as. $ 8-or qu(9 $ )l 0enito ha visto lo que ha visto. Ain(s era un hom!re. 'repó con los civiles, de ca!ezo en ca!ezo. )l cuerpo esta!a fresco, pero tan destrozado, que de no ha!er sido por la ropa, no la hu!iese reconocido. )l padre se a!razó al despojo. $ /4ijos de puta1 0enito se rascó la ca!eza. $ )sto ha sió el Aervasio. 5ue viene mucho puqui y una vez quiso tirarse a mi prima. $ no era verdad pero lo dijo, porque el Aervasio le quitó una novia. 3 treinta metros de la fosa, se aprecia!a la huella de los esquís de un helicóptero. "adie la vio, porque no podían suponer que la hu!iese. 0ajaron el cuerpo hasta el jeep. 3 la luz de linternas y faroles de vela. 3 la noticia de ha!er aparecido los restos de la e6tremeña, si&uió el hallaz&o del chico 2alenciano, semi enterrado en un solar, no lejos de su casa. )ster tardo meses en aparecer. nos cazadores encontraron los restos, disimulados en una falla de la va&uada, donde cayó el coche. 3un ne&ocia!an los padres con los secuestradores. -revisto el hallaz&o, la historia esta!a preparada. Se pu!licaron nuevos an#lisis, achacando a error la atri!ución de la san&re a un cochino. 2ul&ares oportunistas los supuestos raptores, se prometió casti&arlos, pero se olvidaron sin que nadie se molestase en !uscarlos. %onfirmada la tesis del accidente, los 0arrios no aceptaron la evidencia. esoyendo consejos y advertencias, compraron espacios, para decir que ha!ía re&istrado la falla, personalmente y repetidamente, sin encontrar nada. achacones, repetían que a su hija la mataron en otra parte. 7 que la tiraron allí, porque pro!ado el accidente, los asesinos queda!an a res&uardo. -or fortuna para el sistema, al no ser los padres de )ster televisivos, !astó una sola entrevista, conducida por presentador, de!idamente asesorado por e6pertos en salud mental, para que el
matrimonio saliese del plateau, con reputación asentada de desequili!rados, víctimas del síndrome que a veces acompaña, a la p(rdida !rusca de una hija. Los hallaz&os hundieron a los padres de adrid. Se&uros de que sus hijos corrieron la suerte de los que aparecieron, armaron tanto ruido, que el ministro les reci!ió por se&unda vez, sin necesidad de solicitar audiencia. $ 2erdaderamente, /no les entiendo1. )n lu&ar de ale&rarse, porque no hay indicio de que a sus chicos les haya sucedido nada malo, /se han derrum!ado1. Lo de Sevilla est# claro, di&an los padres lo que di&an. 'odo el que su!e a un coche, esta e6puesto al accidente. )n cuanto a lo de 2alencia, no tiene nada que ver. /5ue provincia1. 4emos formado una !ri&ada especial, para que termine con la pla&a. )l que hizo lo de 0adajoz, no tardar# en caer. Se lo di&o sinceramente, aunque duela. Sus hijos de!en encontrarse tan !ien donde est#n, que no quieren re&resar a casa. na actitud que dificulta la investi&ación. /Lo confieso1. )l padre de @aquel o!sequió al &erifalte con todo su desprecio. $ 3 mi no me saca usted de la idea. 3 mi hija al&uien se la llevó. /7 a sa!er que le han hecho1. /5ue hay mucho de&enerado entre los de arri!a1. e lo decía la comisario @amos, que en &loria est(. /3 esa no la mató el terrorismo1. Lo mandó &ente con mucho poder. /5ue ahora si que tienen derecho de pernada1. 7 con la e6tremeña no se equivoque. n rrulo puede violar. atar con la &arrota. -ero lo que le hicieron a la chiquilla, es cosa de otra &ente. $ e la que tiene pistolas de salón $ apuntó a&dalena )l ministro se pre&unto cuanto como pudo sa!er el detalle. Se ha!ló de la !ala. -ero no del arma. $ /-ues usted dir# que han hecho con los cuerpos1. $ 5ue en el puesto que est#, no sepa lo que se puede hacer, /es un contradiós1. )l ministro cerró la entrevista. $ Señores, cuando sus hijos aparezcan, se les avisar#. )ntretanto den &racias a ios, porque todo indica que est#n vivos /y porque no les han puesto una querella1. 8Sa!en que provocar alarma social es un delito9 )l ministerio fiscal podría hacerlo. Sin necesidad de denuncia. Salieron. )l ministro llamó al secretario. $ 3visa a los de inteli&encia. 5ue no pierdan de vista al viudo y al hijo de la @amos. 7 que entren en la casa. n !uen re&istro, no estaría de m#s. Si hace falta, /que arda1. )n nuevo sar&ento entró sin llamar. $