La Ideología Americana y el CIAM Por Sarah Hernández Septiembre 1995 The place where a great city stands is not the place of stretched wharves, docks, manufactures, deposits of products merely,..... Nor the place of the tallest and costliest buildings.... Nor the place of the most numerous population. Where the city stands that is belov¹d... ..... no monuments exist to heroes but in the common words and deeds... Where the slave ceases, and the master of the slave ceases..... Where the citizen is always the head and ideal, and the President, Mayor,Governor....are agents for pay, Where children are taught to be laws to themselves, and to depend on themselves... Where speculations on the soul are encouraged... Where the city of the cleanliness of the sexes stands, Where the city of the healthiest fathers stand, Where the city of the best-bodied mothers stands, There the great city stands. Walt Whitman , "Song of the Broad Axe."
El desarrollo de la ciudad americana es producto de una constante pugna entre el desarrollo del capitalismo y la industrialización; y entre un movimiento progresista que aboga por una búsqueda de la identidad americana, de una ciudad fundada en la tradición y en la relación del hombre con la naturaleza, que busca la vida en comunidad y la mejoría del individuo. Al terminar la Guerra Civil, el Norte tiene el poder político y por ende sus ciudades experimentan un gran crecimiento basado en la fuerza de trabajo del gran número de inmigrantes que viene a A mérica con la idea de encontrar la ³tierra de la oportunidad², así como en las grandes riquezas procedientes del Oeste, y de la tierra que es arrebatada a los indios en la conquista de este territorio. Esta disponibilidad de fuerza de trabajo impulsa el desarrollo industrial, que resulta en enormes ciudades, en la prolongación infinita de esta cuadrícula básica que constituye factor común en el modelo de ciudad americana. Este crecimiento desenfrenado de la ciudad americana está estrechamente relacionado con la forma de asentamiento inicial. A diferencia de la ciudad europea, cuya ciudad se formaba alrededor de una edificación de carácter simbólico, como una catedral, el ayuntamiento o el mercado; la ciudad americana se genera a partir de un espacio a bierto, alrededor del cual se agrupan los edificios comunitarios: la iglesia, la escuela. Este espacio central alojaba las a ctividades de la comunidad. Y, mientras la ciud ad europea estaba generalmente delimitada por una muralla, y tenía un crecimiento limitado, la ciudad americana simplemente va extendiendo la cuadrícula inicial, se va apropiando de la tierra y no conoce un límite a esta expansión. "En Europa, las ciudades se extendían por la tierra desde un núcleo bien definido; en América eran una especie de cuadrícula impuesta en un territorio virgen (o lo que los nuevos ocupantes pensaban que era un territorio virgen) que simplemente dividía una parte de la tierra, dejando espacios libres que eventualmente se transformarían en el centro de la ciudad." 1 Este período de gran crecimiento urbano prácticamente basado en la técnica y la industrialización es también conocido como laissez faire, en d onde la retícula urbana constituye una lotificación racional y organizada, único ordenador de un caos urbano; y donde el papel de la arquitectura queda subordinada a éste. Según Lewis Mumford, este fenómeno era resultado de la creencia que un poder divino manejaba la actividad económica y aseguraba, cua ndo el hombre no interviniera presuntuosamente, el máximo bien público, por medio de los esfuerzos espontáneos de cada individuo.
El industrial y el funcionario gubernamental son los que p roducen esta ciudad, un amontonamiento de hombres, donde lo principal era la lucha por la existencia. La ciudad era un caos, no había cabida para un plan.Es aquí donde se comprende el objetivo del rascacielos: lograr lo máximo posible en el espacio que se posee de la cuadrícula neutra de la ciudad. Así, la ciudad crece sola, y la arquitectura está subordinada a este crecimiento. Es durante este período que se realizan los primeros rascacielos de la ciudad de Chicago, considerada la primera ciudad típicamente norteamericana; es en estos rascacielos donde se percibe en la arquitectura la búsqueda de un estilo propio y tienen como objetivo la fundación de una cultur a americana. Esta búsqueda de originalidad debe ser lograda en el e spacio asignado en la retícula urbana; de ahí que el carácter urbano esté condicionado por la retícula, donde no existe relación con los otras edificaciones adyacentes: lo importante es el máximo rendimiento. Estos arquitectos de la Escuela de Chicago inician la ruptura incisiva con la tradición europea. En el libro ³Las Décadas Oscuras², Lewis Mumford sienta las ba ses de la arquitectura americana en este grupo de la escuela de Chicago, desde Henry Hobson Richardson, Louis Sullivan, John Root; el sucesor de esta línea innovadora será Frank Lloyd Wright. También mantenía que el trabajo de estos arquitectos era la fuente de la arquitectura moderna, tanto en América como en Europa. La adopción de la cuadrícula funciona como el armazón neutral para la libre explotación de la plusvalía inmobiliaria, la gestión urbana está en manos de los constructores; de ahí que la formación de la metrópolis americana esté condicionada por el capitalismo. La ideol ogía progresista, que busca esta construcción de la identidad americana fundada en la tradición, es quien exige la calidad en la arquitectura, quien defiende las instituciones democráticas, la importancia del civismo y las costumbres. Constituye la ³válvula de escape² de la explotación de la masa trabajadora (pero de aquella masa nativa, pues existe un rechazo al inmigrante), la que hace denuncias y protestas. Este pensamiento surge en contra de la forma que adquiere la ciudad a causa de esta industrialización; de este pensamiento proviene la ideología antiurbana, la visión de la ciudad como algo negativo. También abogan por una separación de la tradición. Y, aunque cada una de las metrópolis se desarrolla similarmente, es la ciudad de Chic ago quien después de la Guerra Civil tiene el poder económico, y experimienta más fuertemente este fenómeno. "El Loop de Chicago es el resultado perfecto del "aparato urbano" del laissez faire: un sistema de retícula regular; un amontonamiento de edificios en forma de prismas, cuya altura se ve determinada por la inversión de capital: dos operaciones, como ya se ha dicho otras veces, la primera de división, la segunda de multiplicación. Una ciudad donde la forma tiende a acabar en la casualidad y donde únicamente los signos del consumismo , el movimiento de la gente y su manera de vestir y de comportarse, según las leyes de consumo, se convierten en caracterizantes de forma perceptible. El excepcional esfuerzo de los maestros de la Escuela de Chicago quizás sea debido también a este extremo esfuerzo que la ciudad necesitaba para oponerse, únicamente con los instrumentos del estilo, a la percepción distraída, típica, c omo van a demostrar muy pronto los sociólogos, del ambiente metropolitano." 2 metropolitano." 2 La Exposición Colombina realizada en Chicago en 1893 tiene por objetivo representar el poder de la nación americana, para mostrar el progreso y la capacidad de producción, en otras palabras, dar a conocer la eficiencia del país americano. Asimismo, representa la decadencia de este período de laissez faire y el inicio de lo que serán los primeros proyectos de planeamiento para estas grandes capitales, que estarán totalmente basadas en el modelo europeo, y que difieren de esta emergente originalidad arquitectónica iniciada por la escuela de Chicago. Es en este período que se implementa la ³City Beautiful² o Ciudad Bella, de la cual Burnham es su mayor figura. Es el modelo urbanístico formal-clasicista, tiene como finalidad la representación del poder americano, tomando aquellos ³valores eternos² de la tradición histórica europea e implantándolos en la cuadrícula neutra. Pero el planeamiento urbano de las primeras décadas d el siglo XX estará influenciado por la ideología progresista, en donde la naturaleza y la democracia son las piezas principales en la estructuración de la ciudad. Este pensamiento surge como oposición a la fase manufacturera de la industrialización, como
contraposición a la explotación de los obreros. Su meta es lograr un cambio en todos los aspectos de la vida americana, tanto en lo político como en lo cultural; busca la adaptación del sistema empresarial americano en un nuevo estado moderno. Es una renovación de la cultura americana enfrentada a esta preeminencia de la industria, es una vuelta a los valores de la naturaleza: ³.... la cultura americana posee en la intercambiabilidad de los dos términos, América y Democracia, su esencia; en ella está declarado su propio mito y su propia misión. La cultura del Nuevo Mundo, sostiene Whitman, no ha nacido por la desaparición de la ³Edad Media², sino de un enfrentamiento continuo con la naturaleza, de una búsqueda ética, de un proyecto de conquista democrática². 3 Esta ideología progresista es iniciada en la literatura americana del siglo XIX, con los trabajos de Walt Whitman, Ralph Waldo Emerson, Herman Melville, Henry D avid Thoureau. Expresan de distinta manera, pero con una base común, la necesidad de integrar la cultura con la sociedad, el trabajo intelectual con el trabajo manual, y la cultura con la producción, así como una relación orgánica entre la naturaleza y la ciudad, proponiendo una vuelta a los valores d e la tierra. Según Francesco Dal Co, ³uno de los mayores intérpretes modernos de lo que nosotros entendemos com o ³espíritu progresista²....Lewis Mumford, encuentra precisamente en Melville la línea de la separación de la tradición². La lucha contra la ballena representa la lucha contra la tradición. En su libro ³ The Golden Day², Mumford crea el ³panteón² de la literatura americana en estos personajes, los cuales se convierten en un punto importante de referencia en todos sus escritos posteriores acerca de varias disciplinas. Su concepción d e la vida, que se reflejaba tanto en sus escritos acerca de las ciudades como en la crítica arquitectónica, estaban muy arraigados en su crítica literaria, lo que era un resultado natural de su aproximación sintetizada a la cultura americana. Lewis Mumford constituye uno de los personajes claves para estudiar las intervenciones urbanísticas americana de los años veinte y treinta, justo después de la Primera Guerra Mundial y las intervenciones del New Deal. El comentar acerca de la ciudad americana durante la industrialización laissez- faire y esta ideología progresista que surge paralela a esta deshumanización de la ciudad, sirve para comprender esta búsqueda de integración con la naturaleza y la importancia que se adjudica a la región. Entre los planes modernos de planeamiento americanos y esta cultura del G olden Day; la fe en el futuro y que éste traerá algo mejor, el lograr un ambiente urbano eficiente, sano, democrático y progresista se desarrollan toda una serie de planes que culminarán en esta visión regionalista de la ciudad, el rechazo a la metrópolis y la integración con el paisaje que caracteriza el modelo americano. La inserción de parques en la ciudad, como respuesta a este anhelado contacto con la naturaleza, se convierte en todo un movimiento urbano. El proyecto de Central Park, de Frederick Law Olmsted, es un hito en el desarrollo de la urbanística americana. Inicia la separación de los sistemas viarios, para que no haya interferencias entre los diferentes tipos de circulación, crea diferentes recorridos, siempre dentro de este espacio, que trataba de hacer olvidar que estaba insertado dentro de una metrópolis. Busca evitar el ruido, aislar del entorno urbano. Dar la impresión de que no se estaba en la ciudad. Su respuesta en defensa de este arropamiento urbano era ignorarlo, crear otro mundo paralelo . ³Siempre que los norteamericanos de la época del capitalismo incipiente y del capitalismo asentado pensaron en una hipotética alternativa alternativa a la cuadrícula, acudieron a un alivio alivio bucólico, como puede ser un parque con abundancia de arboledas y paseos, y no a una calle, plaza o centro centro más estimulante, en el cual pudiera experimentarse la complejidad de la vida en la ciudad. La construcción del Central Central Park de Nueva York es probablemente el ejemplo más amargo de esta alternativa, al tratarse de un vacío natural artificiosamente diseñado, planeado para ocupar el centro de la ciudad en espera de que el terreno cultivado y encantador que lo circundaba ....fuese allanado m ediante la cuadrícula.² 4 cuadrícula.² 4 Pero detrás de esto está la intención de crear un espacio comunal, de crear el centro urbano que sirva como referencia en la neutralidad de la cuadrícula. Este espacio al que todos los habitantes tendrán acceso y podrán utilizar, contribuirá a romper con las divisiones de cl ases tan marcada en la fase de industrialización, y constituye un paso en el camino a este ideal democrático. Además inic ia nuevas relaciones entres
proyectistas y funcionarios. Con el Central Park se inicia este proceso de creación de parq ues en las ciudades americanas: este movimiento para la creación de parques evoluciona en los proyectos de planificación territorial. Asimismo, en la primera década del presente siglo se crean la s asociaciones de arquitectos y urbanistas, lo cual afianza más el papel del planificador urbano en la sociedad; se establece una relación entre estos ideales progresistas y los aspectos administrativos y legislativos. La transición al planeamiento moderno y la vivienda en América no tiene lugar sino ha sta la Primera Guerra Mundial, es en este momento donde la ideología progresista se desarrolla. La participación del gobierno promueve la construcción de viviendas para la masa trabajadora así como nuevas zonas industriales. Las agencias federales contratan arquitectos y planificadores urbanos para la realización de estas comunidades obreras; en su mayoría concebidas como ciudades jardín. Nuevamente, en vez de construir sobre la tradición americana, los planificadores buscan en Inglaterra sus modelos. Pero es la ideología de la ciudad jardín que se adapta más al pensamiento americano, y más específicamente del progresista. En 1906 se forma la Garden City Association of America, y en el Journal of the American Institute of Architects se inicia la publicación de las nuevas comunidades de vivienda en Inglaterra realizadas por Raymond Unwin. Según narra Mumford, Frederick L. Ackerman viaja a Inglaterra a recoger material para uno de estos artículos: y las discusiones que sucedieron consistieron en la base de la nueva política de vivienda instituida por el Gobierno Federal bajo el mandato de Woodrow Wilson. La carencia de vivienda en las ciudades industriales, aún antes de entrar Estados Unidos a la guerra en 1917, obliga al gobierno a construir moradas para los trabajadores de las industrias de armamentos y municiones. Estos ³poblados de guerra² garantizan la formación de comunidades, además de proporcionar estabilidad a la fuerza de trabajo. También representan los inicios de la ideología descentralista, que, según Dal Co, ³va adquiriendo las características de una verdadera ciencia territorial basada e n la búsqueda de la localización óptima para los asentamientos y de la máxima eficiencia de la relación fábrica residencia² .5 residencia² .5 La Ciudad Jardín es concebida por Ebenezer Howard, socialista y autodidacta inglés, a partir de las teorías anarquistas de Kropotkin, de las ideas económicas de Henry George; al conocer en un viaje a los Estados Unidos las ideas utópicas de los y a mencionados Whitman y Emerson concibe la alternativa a una vida mejor que la ofrecida por las ciudades industriales. Su obra principal, ³Garden Cities of Tomorrow² contiene su teoría de la Ciudad Jardín. Howard será una figura clave en el desarrollo urbano americano: la idea de ciudad orgánica, de Lewis Mumford está basada en la idea de Ciudad Jardín de Howard, y los modelos realizados en Inglaterra, Letchworth y Welwyn (la primera realizada por Parker y Unwin, la segunda por Soissons) sirven de modelo a las realizadas en Estados Unidos por Clarence Stein y Henry Wright, Sunnyside Gardens y Radburn. La teoría howardiana de Ciudad Jardín es resultado de la combinación de las dos posibilidades de asentamiento del hombre: la vida en la ciudad y la vida en el campo. Estos dos tipos de vida actúan de manera opuesta, y esta rivalidad lleva a considerarlos como imanes; el Imán Campo y el Imán Ciudad. Al analizar el modo de vida en ambos ³imanes², llega a la conclusión de que ninguno logra llenar realmente el ideal de una vida equilibrada. En la ciudad, es donde existe el incentivo d el progreso, pero donde igualmente el nivel de vida es realmente elevado, ofrece lugares de cultura y diversión, pero con el exceso de trabajo es imposible el disfrutarlo. La suciedad, el hacinamiento, el ruido y el poco contacto con la naturaleza son un alto precio a pagar. Mientras que en el campo existe un ³exceso² de naturaleza, pues ³la s largas horas y falta de diversiones hacen que la luz del sol y el aire puro no consigan alegrar los corazones²6 , Howard plantea que el hombre debe disfrutar las ventajas de ambos ³imanes², de la sociedad y a la vez de la naturaleza. Conseguir un solo imán, el imán Ciudad-Campo. A partir de esto plantea un modelo de ciudad jardín autónoma capaz de alojar 32, 000 habitantes y establece las condiciones para su realización. La ciudad estará rodeada de un cinturón verde (³greenbelt²) el cual serviría de tierra agrícola y, en caso de que la ciudad alcance la población máxima, podría pasar a ser terreno edificable. Pero esta adopción americana de la ciudad jardín concuerda con las ideas progresistas de descentralización, ya que no existe una solución y ni siquiera un planteamiento político para resolver el problema de congestión de la metrópolis. Además, no se debe olvidar el aspecto financiero: la ciudad jardín ofrece ci ertas
garantías, la renta y un aumento en el mercado del suelo. Citando a Dal Co ³garantiza una Œecua¹ renta de las inversiones sin agravar los fenómenos de congestión: consideraciones, ambas, que permiten encontrar ulteriores elementos de acuerdo entre progresismo y poder finaciero². Pero es con la formación del Regional Planning Association of America, el RPAA, que se elabora la ideología urbana moderna norteamericana. En el período de posguerra, Charles H arris Whitaker, el editor de el Journal of the American Institute of Architects reúne, de manera informal, un grupo de figuras de varia s disciplinas: arquitectos, sociólogos, economistas y planificadoras; y constituye la estructura de lo que será la plataforma del planeamiento americano. Los miembros del RPAA son f iguras representativas del espíritu ³yankee², y persiste el lograr soluciones que materialicen la ideología progresista, lograr que la teoría se concretiza a través de instituciones que llevarán a cabo proyectos de conjuntos a gran escala e importantizar la vivienda obrera, (tradición ya iniciada con los poblados de guerra) y donde el gobierno financiaría parte de estas iniciativas. A pesar de promover la ayuda del gobierno para la construcción de estos conjuntos, la RPAA se caracteriza por no tener afiliaciones políticas: su objetivo es sencillamente realizar sus hipótesis y teorías, y se mantiene abierta a todo lo que ocurre en el mundo del planeamiento internacional, y aunque su modelo más influyente es el de la ciudad jardín inglesa, está al tanto de lo realizado en el continente europeo donde la vivienda adquiere una posición relevante. Entre la P rimera Guerra y la Segunda la vivienda adquiere un papel predominante tanto en América como en Europa, donde ya se trata de resolver el problema colectivo por medio de una reorganización del suelo y nuevos tipos de construcción en serie. Es en este período donde se llevan a cabo los grandes planes para la reconstrucción de las ciudades, y donde se ejecutan grandes planes de vivienda. Alemania, Viena y Mo scú son muestra de estas grandes intervenciones de conjuntos de viviendas en unidades vecinales, vecinales , ya planteando su concepción en conjunto. Pero mientras que en Europa están respaldadas por toda una ideología social demócrata en América se trata de implementar esta ayuda del gobierno y la planificación de estos proyectos de ciudades jardín renovadas . La RPAA es formada en 1923, y sus miembros más destacados son Clarence Stein, Henry Wright, Benton Mc Kaye y Lewis Mumford, y más tarde se incorporan Edith E. Wood, y Catherine Bauer; la primera es autora del libro ³Housing Progress in Western Europe², Europe², en donde se analizan los modelos de intervención pública de los países europeos; aunque se enfatizan las ventajas de las ciudades jardín inglesas como modelo. Pero es Lewis Mumford la figura influyente y hasta un punto representativa de la asociación. Tomando como base la ideología de Howard y la teoría orgánica de Patrick Geddes, los a nálisis económicos de Thorstein Veblen, la sociología de Charles Horton Cooley, la filosofía educativa de John Dewey, así como en las ideas conservacionistas y ecologistas que contribuyen a transformar los procedimientos pre-establecidos de los primeros planificadores. Todo esto junto al gran objetivo de buscar la representación de América donde predominará la síntesis de la tradición y donde la utopía del ³Golden Day² Da y² es el motor de esta aspiración. Patrick Geddes es el formador del pensamiento de Mumford. En su juventud Mumford encuentra sus escritos, y es fuertemente influenciado por ³ Desarrollo de la Ciudad² y ³Ciudades en Evolución², en la percepción de la ciudad basada en la observación directa y una sensibilidad a las relaciones orgánicas de la ciudad. Es ³leer² la ciudad usando su geografía, su arquitectura, y su configuración, entenderla utilizando su propia historia, insertándola dentro de toda una serie de variables que contribuyeron a su estado actual. Es explorar la ciudad, recorrerla y empaparse de su dinámica y, cuando se empieza a entender sus problemas y posibilidades, tomar posiciones para contribuir a hacer de ella un mejor lugar. Así, la experiencia vivencial de la ciudad era la base de un correcto planteamiento sobre ésta, ³ el planeamiento urbano no se puede hacer en la oficina con reglas y paralelas, y la educación urbana no se adquiere sólo mediante la lecturas de libros o a través de conferencias. ŒAl vivir, aprenderemos¹ era su motto.² 7 Geddes es quien promueve la extensa investigación antes de la formulación de una solución. Pero de Geddes también adquiere Mumrford la relación de la ciudad con la región en la que se encuentra, de la necesidad de analizarla dentro de su contexto regional, esto era clave para no alterar su equilibrio natural. Geddes veía la ciudad y la región como un ecosistema complejo e interrelacionado el cual debía ser asimilado antes de sugerir alteraciones que transformaran su balance ideal. Es la concepción biológica de la
ciudad, como un organismo en evolución y donde la historia es un factor conjunto a este desarrollo de la ciudad. ³ Nuestra historia es, por consiguiente, un medio para volver a penetrar en la historia vital de nuestra comunidad. Esta vida de la ciudad, con su dimensión histórica, ni pertenece a l pasado ni ha concluido todavía; sigue estando incorporada a las actividades y a los caracteres actuales de nuestra ciudad. E stos factores, y los que eventualmente puedan surgir, determinarán su su futuro. Nuestra investigación no sólo debe servirnos para preparar un informe económico y estructural, sino que también debe ser para nosotros un medio para evocar la personalidad social de la ciudad, personalidad que cambia con las generaciones y que , sin embargo, se expresa en ellas, a través de ellas. Este es, en efecto, el objetivo elevado de todas nuestras investigaciones......Tenemos que escrutar la vida de la ciudad y de sus habitantes, los lazos que los unen; y hemos de hacerlo con la misma intensidad con que el biólogo escruta las relaciones del individuo y de la raza en evolución.² 8 El equilibrio entre las partes, así como la inserción del objeto de estudio dentro de su contexto constituyen las ideas de aproximación básicas adquiridas de Geddes y que serán un elemento constante en el desarrollo posterior de su pensamiento. Es un ideal de equilibrio y globalidad, para él, la ciudades y la arquitectura deben ser percibidas con relación a las civiliza ciones que las han producido. La ciudad es un producto de la necesidad social del hombre y constituye su medio de expresión: ³La ciudad es el punto de concentración máxima de poderío y cultura de una comunidad. Es la forma y el símbolo de una relación social integrada;.....donde la experiencia humana se transforma en signos visibles, símbolos, .....en la ciudad el tiempo se hace visible.....surgen de las necesidades sociales del hombre.² 9 hombre.² 9 Mumford no percibe un equilibrio entre la arquitectura, la ciudad y la sociedad en la metrópolis norteamericana. La arquitectura busca destacarse individualmente, los mejores edificios no estaban complementados por un diseño global inteligente, lo cual resultaba en brillantes edificaciones aisladas, que a pesar de su belleza, no contribuían a un orden urbano. Afirmaba que América no lograría poseer una arquitectura importante hasta que estos avances en el diseñ o formaran parte de proyectos comunales que devolvieran un sentido de escala y orden a la ciudad. Es traducir los logros individuales del arquitecto en diseños comunitarios que correspondieran a las necesidades del ciudadano americano. Una buena arquitectura demandaba asimismo un buen planteamiento urbano, y es lo que lo motiva a incorporarse al RPAA, donde rápidamente logra influir en el desarrollo de la organización; aunque en una de sus primeras obras, ³Sticks and Stones² que elabora en 1923 paralelamente a su trabajo en el RPAA, utiliza la historia de la arquitectura americana y atribuye a la sociedad el papel de productora de la forma arquitectónica, y que cualquier avance en la civilización dependía en una transformación esencialmente sicológica; que la arquitectura no podía ser mejor o peor que la sociedad que la produjo. En la sociedad está el problema, y trata de establecer una nueva mentalidad social. El tema de la técnica es abordado igualmente de manera complementaria, insertado en el contexto de la civilización. Ya en la obra antes mencionada, se elaboran críticas acerca del uso de la máquina, a su colocación en un pedestal como objeto de adoración; a su incorrecta aplicación a la civilización. El mejor trabajo moderno es aquel que no solamente respeta la máquina, sino también a las la s personas que la utilizan. Mumford tenía la convicción de que el compromiso incondicional que tiene la sociedad al progreso material, requería una casi total abdicación a la máquina y a los procesos mecánicos. Esta actitud era la que criticaba, pues todo giraba alrededor de la máquina y ésta no era integrada dentro de todo el mecanismo de la civilización. ³ Más aún, en la construcción de casas separadas en la ciudad y en los suburbios, el efecto del proceso maquinista ha sido el estrechar el alcance del gusto individual y de la personalidad. La gran masa de casas modernas ya no son e nmarcadas en un lugar definido y para unos ocupantes definidos: son manufacturadas para un mercado ciego.² 10 ciego.² 10 El RPAA representa la institución que lleva a cabo la transición entre la primera guerra y el New Deal; y entre sus principales objetivos busca la realización de planes globales pa ra desarrollar la región, en estos planes s e
integran las ciudades jardín; estrechar las relaciones de sus mi embros con las principales figuras de la urbanística inglesa y estudiar sus trabajos así como preparar análisis territoriales y elaborar proyectos a escala regional. Entre los proyectos realizados por el RPAA, dos realmente se destacan: Sunnyside Gardens, en Queens, y Radburn, en New Jersey; ambos obra de C larence Stein y Henry Wright. Inician un nuevo concepto de descentralización, la necesidad de construir en aréas abiertas para eliminar patrones de calles, proporcionar espacios abiertos, reducir la densidad y sacar población sufuciente del área central para reducir el costo exagerado del suelo. Con ellos se advocaba por una política pública por la descentralización, la dispersión de las industrias y una reconstrucción regional. Esto para satisfacer la necesidad de nuevas viviendas para gruipos sociales de bajo ingreso, las cuales eran ejecutadas por empresas privadas con el objeto de invertir lo menos y obtener un gran margen de ingresos, aunque significara sacrificar la calidad de las viviendas y el hacinamiento de los proyectos realizados. De las dos intervenciones es Radburn que se toma como ejemplo representativo del trabajo del RPAA, ya que Sunnyside Gardens no tuvo la trascendencia esperada; ciertas condicionantes como su emplazamiento y la predeterminación de las parcelas, contribuyeron a su poco éxito, además de ciertas polémicas surgidas a raíz de otros residenciales que lo rodeaban; destacaban por la superpoblación del suelo mientras que en Sunnyside es notoria la amplitud y los espacios verdes. Sunnyside Gardens, al combinar la iniciativa técnica con la social, continúa los experimentos en la construcción de casas que se inicia con los proyectos de vivienda surgidos a raíz de la guerra federal, su demostración de la planificación del vecindario racional y del desarrollo de la comunidad preparó el camino para el movimiento en gran escala de construcción de casas que se emprende en Washington en 1923. ³La desintegración de la comunidad de Sunnyside durante la crisis económica (1929) fue la prueba , no de errores esenciales en el diseño, sino de la inseguridad inevitable de toda propiedad individual de hogares.....únicamente las casas cuya propiedad sea pública están libres de esa falla.² 11 11 Pero en Radburn, donde se perfeccionan los principios planteados en Sunnyside, es donde logran un modelo de asentamiento que se encuentra entre los más importantes en la urbanística americana moderna. Una de las características más importantes de Radburn es la separación de recorridos, referencia directa del proyecto de Central Park de Frederick Law Olmsted. Así, las vías de c irculación rápida no interfieren con los recorridos peatonales ni en el desenvolvimiento de las unidades residenciales que tiene vías secundarias; se inplementa el cul de sac como línea de acceso a cada unidad residencial. Este detalle de los recorridos es un reflejo mismo de la cultura y la forma de vida americana: en él se denota la relevancia del automóvil, el cual es considerado como herramienta imprescindible para realizar estas ideas descentralizadoras y las ciudades jardín. El automóvil proporciona proporciona el contacto a la metrópolis, que nunca deja de ser imprescindible imprescindible y acorta el tiempo entre el trabajo y el hogar. Esta preeminencia del automóvil es resultado de la producción en serie del automóvil y la disponibilidad del ciudadano a adquirirlo; Ford y su revolución en la producción de estos vehículos afectan el trazado de las ciudades americanas, donde se aprecian todas las ventajas que ofrece y no se s e piensa en las consecuencias. El trazado de las calles gira en torno a este objeto, y la idea de calle como espacio público se transforma progresivamente en la idea de calle sólo como arteria de circulación, las ciudades son rotas por la inserción de grandes calles en su interior. ³ De esta manera, en su precipitada búsqueda por la modernidad a través de la movilidad, los urbanistas americanos decidieron destruir los ambientes de vida de los vecindarios del siglo XIX convirtiendo sus lugares de reunión en embotellamientos de tráfico, sus patios de recreo en autopistas, y sus lugares de comercio en lugares en aparcamientos prolongados. Estas desiciones de pavimentación efectivamente hicieron obsoletos muchos de los viejos vecindarios americanos.² 12 americanos.² 12 Aunque ya en 1927 la producción de estos famosos Model-T de Ford ha cesado, la posesión de un automóvil se había convertido en algo esencial para la vida normal de l a clase media.Esta accesibilidad estimuló el crecimiento de los suburbios y la dependencia en la autopista así como la profunda convicción de su función
como arteria antes que como espacio. El automóvil representaba el optimismo del progreso, y una fe nacional en el futuro, y esta posición permite el analizar el desarrollo de la ciudad americana con el progreso tecnológico. Según Dal Co,²Puede hablarse de los ciclos del urbanismo americano considerándolos con la realización de las formas económicas marcadas por lo que Paul Baran y Paul Sweezy han definido como las ³tres grandes innovaciones revolucionarias²: la máquina de vapor, el ferrocarril y el automóvil²13 aut omóvil²13 Esta ³adoración² al automóvil promueve la expansión territorial, el desarrollo de lo s suburbios y la construcción de nuevas carreteras. En Radburn se adopta la supermanzana para disponer estas áreas residenciales; está interconectadas por una continuidad en el elemento verde que forma un parque interno. Así, la vida doméstica está aislada del ruido y del tránsito de la calle y la cintura continua de parques dentro de las supermanzanas reemplazan el parque en las afueras. Para Mumford, la aplicación sistemática de estos dos elementos crean un trazado urbano radicalmente nuevo, en donde ³la avenida misma era llevada a su conclusión lógica de funcionar solamente como medio de circulación, no como exhibidora de comercios y oficinas². 14 La trascendencia de los planes llevados a cabo en el RPAA radica en las innovaciones de carácter de planificación urbana e implementación de la ideología progresista; la tipología es el resultado de las soluciones urbanísticas. La arquitectura tiene un papel secundario, a quí el concepto de modernidad no guarda relación con la arquitectura de vanguardia realizada en Europa; la estética de la máquina, las fachadas lisas y los volúmenes blancos no era ejecutada, aunque era conocida por las publicaciones que realizaba el Journal of the American Institue of Architects. Como ya se ha dicho antes, se busca la tradición americana, la ruptura con el modelo europeo; es la elaboración de su propia historia basada en sus propios ³héroes², en Radburn es Olmsted y Central Park. ³....la arquitectura de la RPAA vale más por las tipologías residenciales que p royecta, por los standards urbanos que realiza, que por las formas en que se expresa. La arquitectura sólo es el producto de la construcción y la función que expresa son los standards, los métodos de construcción , la racionalización de los servicios, no un ³modelo² formal; hay que ir a buscar la ³forma² de la arquitectura de la RPAA en la fusión orgánica de instalaciones urbanísticas y residencias, en los objetivos sociales, en los espacios verdes, más que en las fachadas....la arquitectura de la RPAA recoge un concepto de forma que tiene su origen en el conjunto de una tradición cultural: el lenguaje arquitectónico es absolutamente secundario respecto a la forma que la unidad, como tal, expresa.² 15 expresa.² 15 En la introducción al libro ³Towards New Towns for America² de Clarence Stein, Mumford distingue la intervención americana y la europea en el enfoque dirigido a la promoción de la vida social, a través de proveer escuelas, centros comerciales, centros comunitarios, y lugares de reunión en el exterior, que diferencia los trabajos ³más rigurosos pero algo menos geniales que eran corrientes en Europa, particularmente en Alemania, en el mismo período, un momento cuando el ³mínimum de existencia del inquilino² representaba el deseo mayor de la arquitectura moderna². Pero reconoce que los a mericanos tenían ³cosas que aprender² en la forma moderna de sus compañeros europeos, especialmente los alemanes. Por ejemplo, el complejo de Frankfurt-Romerstadt (1926) de Ernst May es presentado por Mumford como una de las primeras a plicaciones de los métodos modernos de planificación y de construcción de comunidades; inclusive años más tarde, en el 1949, todavía comenta la calidad de la edificación y es puesta como ejemplo de la ³nueva monumentalidad²16 . E n este ejemplo no es notoria la ³economía rigurosa ni las fórmulas estereotipadas de algunos esquemas alemanes posteriores....es un núcleo urbano que satisface la necesidad de concentración, la del espacio abierto, la de la belleza y el orden colectivo: un ambiente donde las necesidades del individuo y de la vida común se reconcilian de una manera efectiva.² 17 17 Pero mantenía que los americanos tenían una reacción mucho más saludable en cuanto a la planificación se refiere: una oposición al planeamiento mecánico en el que se tiende a olvidar olv idar los principios humanos, lo cual Mumford siempre mantuvo como factor básico en la estructuración de la ciudad. La influencia del pensamiento orgánico de Geddes negaba la asociación del funcionalismo con la máquina, ni la adopción de la máquina como el símbolo perfecto de el tiempo moderno. La máquina, para Mumford, era
indudablemente una expresión de nuestra sociedad industrial, pero sólo parte de ella. El hombre también sueña y se forja ideales. En su punto de vista, el v erdadero funcionalismo debía estar relacionado con todas las necesidades y propósitos humanos, los físicos y los espirituales, la necesidad de privacidad conjunta a la de integrarse en comunidad. Plantea que algunas veces la s ³cajas² o ³máquinas de habitar² podrían resultar; pero que hay ocasiones cuando el simbolismo y la expresión deben predominar sobre los requerimientos funcionales, como lo habían hecho las catedrales en la Edad Media.La construcción de comunidades equilibradas, en las cuales se tomara en cuenta la escala humana, la creación de regiones que formaran parte de un todo; empezando por el país, luego el continente y lograra una globalidad balanceada. Es el sueño de Whitman, del ³ lugar donde se levant a la gran ciudad², el ideal de ciudad que aspiraban lograr los integrantes del RPAA. En sus escritos para la RPAA, Mumford sugiere pautas para la reconstrucción de la sociedad moderna; Sunnyside y Radburn constituyen dos ejemplos imperfectos de la ciudad regional idealizada por Mumford. Pero, aunque sus posiciones estuvieron generalmente opuestas a la visión moderna europea, y especialmente con las propuestas de Le Corbusier, al igual que éste veía la necesidad de una reorientación radical de los valores sociales, una ³revolución² en la cual la arquitectura, estrechamente ligada al planeamiento social, ayudaría a contribuir a la lucha por una vida. Ambos abogan por un buen diseño y economía en las viviendas obreras, y por su construcción masiva, aunque sus s oluciones son diametralmente opuestas. Mumford recorre la historia, la historia de la s ciudades, buscando en ellas ³el pa sado utilizable² El RPAA se disuelve en 1933, consecuencia de la quiebra de su parte financiera, la City Housing Corporation, y varios de sus miembros (Cat herine Bauer, Henry Wright, Clarence Stein) pasan a formar parte de la administración de Roosevelt, que tenía intenciones de implantar ambiciosos programas de vi vienda y proyectos regionales, entre ellos la Tennessee Valley Authority (TVA) . Otros, entre ellos Mumford y Wright forman el Housing Study Guild para entrenar a los arquitectos a formar parte en los nuevos proyectos de vivienda que iban a ser iniciados por el gobierno federal, y el New Deal. Promovían un programa global de reconstrucción urbana , planeamiento de comunidades y construcción para la emergencia económica que atravesaba los Estados Unidos. Pero la política de Roosevelt no se muestra dispuesta a continuar por mucho tiempo estas promesas de planeamiento regional, viviendas federales y el desarrollo de nuevas ciudades por el prejucio existente entre algunos de los miembros de gobierno, que veían estas intervenciones ³peligrosamente socialistas²18 . Bajo el gobierno de Roosevelt y los presidentes que lo sucedieron, casi todas las viviendas públicas era construidas en tierras urbanas de precios elevados, no en terrenos más baratos, como la RPAA había sugerido. Esta política de concentración urbana invertía los ya escasos fondos de la construcción de viviendas a la adquisición de tierras. El resultado resulta ser en planes ³estereotipados y aburridos², una carencia de facilidades sociales; en otras palabras, tomar en cuenta el fa ctor humano. También se produce un crecimiento desenfrenado de los suburbios. Al no tener suficien te apoyo ejecutivo, Roosevelt pierde una excelente oportunidad para una intervención regional a gran escala. Mumford tenía muchas esperanzas en el TVA, proyecto que tenía como objetivo principal la conservación de los recursos públicos de energía, para beneficio del interés público e indicaba una nueva manera de abordar los problemas del desarrollo regional. Representa la esperanza de realizar el desarrollo coordinado e integrado a alto nivel de pequeñas industrias y agricultura, ³con la pequeña ciudad como experimento para la construcción de una nueva sociedad y expresa la necesidad de regresar a la naturaleza, a la tierra, pero con formas y organización de vida distintas a las precedentes²19 ³La unidad regional es, en parte, un emergente, un producto cultural, un resultado de la política cooperativa y la acción económica. Las tierras altas...constituyen escenarios para la planificación neotécnica basados en la producción de la energía eléctrica y la industria descentralizada. En el Valle del Tennessee pueden echarse los cimientos para levantar sobre ellos no sólo una estructura industrial más eficiente, sino asimismo un nuevo orden social y un nuevo tipo de ambiente urbano, siempre que intervengan la audacia política y la imaginación social en forma colectiva.² 20 colectiva.² 20
La TVA resulta ser principalmente una sociedad seudo gubernamental que produce y vende energía y fertilizante. Aunque se promete la construcción de cincuenta comunidades experimentales, sólo tres logran realizarse. Mumford ve en el capitalismo una de las causas del estancamiento de la política habitacional: el problema de la vivienda no podía ser enfrentado por el mercado privado . El financiamiento era la clave para un programa habitacional exitoso, y durante la década de los 1930, o hasta antes de su disolución, la RPAA seguía insistiendo en programas de vivienda a bajo costo como una industria sin especulaciones. Frank Lloyd Wright representaba para Mumford la f igura que culmina el ³panteón² de los genios americanos de la arquitectura presentado en su libro ³The Brown Decades². Estos personajes, Henry Richardson, Louis Sullivan, John y Washington Roebling (el puente de Brooklyn) , y Frederick Law Olmsted. Los veía como líderes en el desarrollo de una nueva arquitectura orgánica, con nuevas formas de expresión que corresponden coherentemente coherentemente con su época y región, y marcan un rompimiento decisivo con la tradición europea. Son el resultado de su búsqueda por establecer una base en el pasado americano para el movimiento moderno. Según Mumford, la arquitectura de Wright poseía dos características que consideraba fundamentales, el sentido del lugar y el uso del material. Además, Wright intentaba producir una arquitectura que expresara ³ su propio país y su propia gente². Más que nada, es esto que atrae más a Mumford de Wright, lo consideraba como un aliado en sus esfuerzos para promover un renacer en la cultura americana. Incluso la teoría orgánica de Wright relacionaba a Geddes y rechazaba la estética puramente mecánica en favor del paisaje americano, su cultura regional y sus valores. En el 1934, Frank Lloyd Wright elabora un plan para la ciudad ideal, Broadacre City, (la ciudad del acre amplio). Según Frampton, ³ el pensador arquitectónico que se a cerca más a la visión ³bioregionalista² de Mumford es ciertamente Frank Lloyd Wright cuya Broadacre City de 1934 era basada en un alcance similar de ³neotécnicas² como esas reconocidas por Mumford por su potencial utópico, en su ³profética² historia tecnológica , ³Técnica y Civilización², publicada en ese mismo año.²21 Broadacre City es un modelo de la estructura ideal, una reacción al problema social de la época, que enfoca la relación tierra / individuo / edificación. Se basa totalmente en el concepto de arquitecura orgánica, la cual busca una integridad en la unión de los adelantos modernos con los recursos naturales al servicio del hombre,y el derecho natural del hombre a la tierra. Esta integridad en oposición a la centralización, esta gran ciudad y gran fábrica que asociaba con la explotación, con la división del trabajo y el proletariado. ³Los principios subyacentes del patrón libre llamado Broadacre City son simplemente aquellos de la arquitectura orgánica. La arquitectura orgánica viene ahora con una demanda por la integridad para poder unir las reformas modernas con los recursos naturales al servicio del hombre. Aquí la integración está totalmente en contra de la centralización. Por el trabajo natural de las fuerzas orgánicas y las ideas el hombre debe ser encontrado con su herencia, la tierra, para que pueda ser un hombre entero nuevamente. Ya no existirá por mucho tiempo la excusa para permanecer siendo el parásito que la espasmódica centralización ha logrado, casi, en hacer de él. La solución práctica es una cuestión de estructura social o patrón libre. Y definitivamente es una cuestión cuestión de lo que llamamos arquitectura orgánica. orgánica. Entonces debemos empezar a aprender a ver la vida como arquitectura orgánica y empezar a ver la arquitectura orgánica como la vida. Broadacre City no es solamente la única ciudad democrática; es la única ciudad posible hacia el futuro de estos Estados Unidos². Unidos². 22 Para Wright, la centralización urbana desaparecería, y en Broadacre City visualizaba un nuevo tipo de ciudad en el cual no existiría una separación física entre campo y ciudad, y donde los beneficios de ambos lugares estarían disponibles a todos. Esta conjugación idónea de campo ciudad es basada en Ebenezer Howard y la Ciudad Jardín Las casas, las factorías, los edificios y los comercios estarían ubicados en medio de bosques y campos. Al ser una propuesta totalmente descentralizada, el automóvil juega un papel predominante en la concepción del proyecto. Aunque plantea una vida en estrecho contacto con la naturaleza, y podrían
parecer irreconciliables las ideas detrás de ³el árbol y la máquina², Wright estaba convencido del potencial del automóvil para revolucionar la vida moderna, y , al igual que muchos otros, se mostraba ciego a sus limitaciones. Sólo percibía la capacidad del automóvil de crear nuevos modelos de vida, ciudades esparcidas por todo el país, así evitando la concentración del poder en áreas específicas. La importancia y la manera en que era accesible al ciudadano medio, dió como resultado que se descuidaran otros modos de transporte urbano, y es causa fundamental de la forma y funcionamiento de la ciudad moderna norteamericana, donde gran parte de los espacios abiertos en la ciudad son destinados a amplias zonas de aparcamientos, y donde es imprescindible poseer un carro para transportarse (a excepción de ciudades más antiguas como New York, Philadelphia, Boston). Esta descentralización ocurre mayormente en las ciudades más jóvenes, generalmente las de la costa oeste. Pero este modelo de ciudad , aunque también basado en la importancia del automóvil, no era el visualizado por Wright en Broadacre City, sólo v eía el lado positivo de este medio de transporte. Ciudad del acre amplio, porque cada uno de sus habitantes tendría por lo menos un acre de tierra para trabajarla.Formarían comunidades autosuficientes definidas y rodeadas por granjas rurales y espacios naturales. En términos arquitectónicos, la idea consiste en el a islar la ciudad, luego los edificios comunitarios, recrecionales o administrativos uno del otro, y después rodearlos de un paisaje relativamente natural. En una escala aún más pequeña, la casa unifamiliar estaba similarmente rodeada en su propio acre. Wright propone la abolición de el alquiler, pues mantiene que el mal de la ciudad está basado en este control sobre la tierra, sobre el dinero, y sobre las ideas (control sobre las invenciones), que sirven de sustento a una clase dominante y explotadora, al estar fundamentada en el trabajo de otros. Pero, aunque propone la abolición del alquiler, no hay un plan explícito para esta teoría de tenencia de la propiedad, sólo específica que esta tierra será mantenida por trabajo y mejoras, y si esto no ocurría serîa devuelta al estado, para evitar el control indirecto de una clase más acomodada. ³Con sus pies en su propia tierra, cada hombre representa no un capitalista potencial, sino un capitalista real²23 , este concepto permite la desaparición del proletariado, al desaparecer la clase explotadora de los propietarios. En su propia tierra, nunca sería sujeto a trabajos excesivos ni a sueldos ridículos. Esta independencia reforzaría su poder económico , y al a l ser un fenómeno general, contribuiría a la economía de toda la nación. Broadacre City sería el propio país revivido en una gran ciudad; hace un llamado a la reestruccturación de toda la nación. ³La ciudad, según Wright, ha pervertido nuestros valores y se ha convertido en un ambiente de falsa democracia, falso individualismo, y falso capitalismo. Hem os, por nuestra inactividad, permitido ser abrumados y dominados por la falsedad. ³El ciudadano², arguye Wright, ³ es ahora entrenado para ver la vida como un cliché². Debe ser entrenado para ver la vida como algo natural porque ³sólo entonces puede el espíritu democrático del hombre, individual, levantarse de la tierra².....La causa de estas perversiones de nuestros valores sociales en la ciudad es la civilización industrial, donde la mayoría de los visionarios ven la culpa.² 24 culpa.² 24 El proyecto Broadacre City implicaba cambios radicales en la estructura política, económica y social de la época. Hubiese requerido alterar la Constitución de los Estados Unidos, la eliminación de gran parte de las instituciones gubernamentales, la apropiación del estado de las tierras y la destrucción paulatina de las ciudades ya existentes. Estos planteamientos, ingenuos al pensar en la posibilidad de su realización, y por lo tanto utópicos y románticos, son herencia directa de las utopías del Gloden Day, las ideas expresadas por Henry George acerca del crecimiento orgánico de las ciudades, ² la copia doméstica y a gran escala del Walden de Thoureau²25. Desarrollado paralelamente a la TVA, la cual también representa para Wright el futuro de América, ya que representa el medio por el cual podría ver realizadas sus hipótesis, que nunca logra materializar. En cambio, las consecuencias de Broadacre City en la ciudad americana radica en la La importancia de Broadacre City no radica exactamente en su aporte urbanístico, sino en la ideología social que hay detrás de éste. Al igual que Mumford, (y aunque difieran en su concepción c oncepción de la ciudad ideal), establece una estrecha relación entre la sociedad y la ciudad, una reflejo de la otra.
³Su principal contribución al estudio de la ciudad , si no nos importa el aceptar su sueño o su filosofía, era la repetición insistente de la relación entre la ciudad y la sociedad que la produce. La ciudad contemporánea, para Wright, era un producto de la civilización civilización industrial. Uno no podía comprender comprender todas sus instituciones: instituciones: el sistema político , la estratificación social y el orden económico, religión y educación. Wright podría se excusado por su autoritarianismo, por su f allo en considerar las motivaciones individuales.......Pero sí logra comprender algo de la complejidad subyacente que sostiene la ciudad como un entorno social. El que rechazara considerar lo que otros desearan, o lo que otros pensaran, era debido a su convicción de que estaba absolutamente correcto. Puede el profeta, después de todo, tener alguna duda?² 26 duda?² 26 Wright ve en el arquitecto una figura ³todopoderosa², que resolverá los problemas que la nueva civilización creada por él podría ocasionar, un personaje totalmente dominante y autoritario dotado de una genialidad única. En este caso, el ve en sí mismo esa figura salvadora y profética que anuncia el fraca so de la ciudad como tal. Incluso sirve como inspiración a la escritora Ayn Rand para pa ra su novela ³The Fountainhead². La personalidad de Wright, ligada a su producción arquitectónica fue lo que atrajo Rand a Wright a mediados de los 1930¹s. Wright fue el arquetipo para su protagonista, Howard Roark; representación literaria del arquitecto dominante e influiyente, que daría un giro a la sociedad capitalista norteamericana y mostraría los valores eternos. Este dominio que posee el hombre americano, el afán por la producción antes a ntes que en el pensamiento procede directamente del hecho de ser emigrante y conquistar un terreno desconocido. Esta libertad y la necesidad de supervivencia crea la necesidad de producir para poder comer, y surge un tipo de personalidad: en las nuevas tierras, los hombres eran todos iguales, dependía de ellos labrar su propio destino y su propio lugar en la ciudad. La cultura del pionero logra una reevaluación de la personalidad, forja un individuo con una actitud de lucha , una actitud triunfadora. Estas son las raíces del poder que logra los Estados Unidos en el mundo, siempre desarrollándose paralelamente a la n ecesidad de ³progresar², el estrecho contacto con la naturaleza; el contacto con la tierra. Aunque en menor proporción, es este pensamiento regional que logra, en sus ideales orgánicos, representar el pensamiento urbano ³moderno² norteamericano. "Las ciudades surgen de las necesidades sociales del hombre y multiplican sus modos y métodos de expresión. En la ciudad, fuerzas e influencias remotas se funden con lo local; sus conflictos no son menos significativos que sus armonías. La ciudad constituye un hecho de la naturaleza, lo mismo que una cueva u hormiguero. Más también es una obra de arte consciente y contiene, dentro de su armazón comunal, muchas formas de arte más simples y más personales. La mente adquiere forma en la ciudad, y a la vez, BR> las formas urbanas condicionan la mente. La ciudad es, a la vez un bien físico de la vida colectiva y un símbolo de los movimientos colectivos. Junto con el idioma, es la obra de arte más grande del hombre." Lewis Mumford, "La Cultura de las Ciudades". Los lineamientos urbanos de la ciudad moderna, producto de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) y concentrados en la Carta de Atenas, se ven cuestionados con el contacto norteamericano. El exilio a América de Walter Gropius y de José Luis Sert, junto al deseo de internacionalizar más allá de Europa los dogmas de la Ciudad Funcional, tienen como resultado una serie de críticas que ponen en la balanza estas normas asumidas ya como válidas . La ideología americana, a su vez analizada a través de Lewis Mumford, crítico y planeador urbano y promovedor de la idea de Ciudad Jardín, es enfrentada con esta ideología europea; analizada a través de las figuras que trazan las pautas a seguir en los CIAM, entre ellos Le Corbusier, Gropius, Giedion y Sert.
Esta experiencia americana dará lugar a una autocrítica acerca del papel del símbolo en la ciudad; de la importancia de la memoria y de la historia en el individuo que habita esta ciudad. Mientras en Europa se busca la neutralización, la internacionalización; en América se intente lograr una identidad y a nalizar la ciudad con respecto a su región. En Estados Unidos, las ciudades son consecuencia de u n número ilimitado de ciudades jardín, creando una dispersión; y por lo tanto, una distorsión en el fenómeno urbano. En Europa, las ciudades tentáculo igualmente distorsionan, aunque ocurre en vía opuesta: una concentración excesiva. Por lo tanto, no se trata de establecer un juicio sobre cual aproximación urbana es más idónea: se trata de estudiar la influencia que pudo tener la crítica y la experiencia americana sobre la validez de los postulados de la Ciudad Funcional, y cómo da lugar a la preocupación por el centro de la ciudad y la comunidad, y la búsqueda de un "Nuevo Monumentalismo" que resultará en el octavo congreso, "El Corazón de la Ciudad", celebrado en Hoddesdon, Inglaterra en 1951. El contacto americano con la vanguardia moderna europea, en especial con el CIAM, no ocurre sino hasta mediados de los 1930, con la emigración de varios de sus más influyentes figuras a Estados Unidos a causa de la segunda guerra mundial. Walter Gropius, Marcel Breuer, Moholy -Nagy, y José Luis S ert, entre otros, llegán a América con la esperanza de poder llevar a cabo sus ideologías urbanas. Para estos modernos Estados Unidos representaba la "tierra fértil" para el urbanismo "moderno": su llegada coincide con el momento en que Roosevelt está con el proyecto d e la construcción de nuevas ciudades jardín, la TVA tratando de llavar a cabo su desarrollo regional, y el organismo influyente en el pensamiento urbano de estas intervenciones era el RPAA, y d entro de ésta, el pensamiento regional de Lewis Mumford, que influencia en gran parte estas intervenciones de Roosevelt que constituyen las iniciativas del New Deal. La introducción de este urbanismo moderno se verá enfrentada con las teorías regionalistas y el pensamiento de la vuelta a la naturaleza y la identidad americana, la adopción de la ciudad jardín como modelo urbano que mejor se adapta a sus ideas de descentralización y expansión urbana, a sí como el énfasis mumfordiano en la sociedad y el factor comunidad, y la importancia de la historia como instrumento útil en la creación de nuevas ciudades. Este encuentro americano motivará ciertos replanteamientos y reevaluaciones de los postulados funcionales de la Carta de Atenas, dando lugar a una serie de desiciones acerca de el factor humano y su expresión en la arquitectura moderna en el octavo congreso de los C IAM en 1951, llamado "El Corazón de la Ciudad". Aquí se materializarán estas ideas, ampliamente discutidas en Bridgewater y Bergamo, en el que la importancia de este centro y su papel en la ciudad y la sociedad será constantemente evaluado y se buscará qué conlleva en realidad el término core, y su papel en la ciudad. Es en este congreso que surgen los cuestionamientos que serían relevantes en el urbanismo de las próximas déca das: el problema de responder al contexto, del proyecto que establece un diálogo con su entorno, del papel de la región y sus características propias, más bien, de aporte singular de cada región dentro del la universalidad de la ideologia moderna. El CIAM de posguerra, carente de ese ímpetu innovador que lo caracterizó hasta la formulación for mulación de la Carta de Atenas, tiene, "el propósito fundamental de traspasar a una más joven generación los principios y los cuestionamientos sobre el carácter esencial de modernidad así como un conjunto importante de símbolos de representación. En otras palabras, presentaron a nuestra crítica el mat erial básico sobre el cual la consistencia histórica en la cual se construye el proyecto de la nueva generación."27 Los CIAM de posguerra, en especial el de Bridgewater, el de Bergamo y el de Hoddesdon, son desarrollados alrededor del pensamiento de cinco figuras claves: Walter Gropius, José L uis Sert, Le Corbusier, Sigfried Giedion y Jacqueline Thyrwitt, esta última secretaria del CIAM. Sert y Thyrwitt, ambos trabajan en Harvard y son quienes mantienen contacto con Le Corbusier. También son ellos los que interceden entre los tres restantes: una legítima idea del CIAM estaba siempre basada en las opiniones en la que estos tres personajes se mostraban de acuerdo, Giedion el eterno diplomático; Le Corbusier y Gropius los pilares de los congresos. Este papel relevante de Gropius y Le Corbusier es confimado por Giedion en "Espacio, Tiempo y Arquitectura". La ausencia de estos personajes de los congresos cambiaba radicalmente la atmósfera de éste: su autoridad y experiencia lo convertían en líderes de l os congresos.
"Sobrevivirán Nuestras Ciudades?" y el Contacto Norteamericano Walter Gropius llega a América en 1936. En diciembre de 1937 recibe una visita de Mme. Heléne de Mandrot, la propietaria del Castillo de La Sarraz en el cual tuvo lugar, en 1928, la primera reunión de los CIAM. Visita a Gropius para que iniciara la promoción del CIAM en los Estados Unidos, el cual se muestra algo reservado, consciente ya de la diferencia existente hacia la arquitectura moderna en América y en Europa. Gropius mantenía que los americanos debían de tomar la iniciativa, pues ya existía un grupo americano del CIAM, formado por emigrantes como Richard Neutra y Lunberg-Holm. Neutra, antes de lograr su puesto como uno de los más exitosos arquitectos modernos en los Estados Unidos, tuvo que librar una lucha por varios años antes de conseguir este sitial, y no era especialmente activo en el CIAM. Knud Lonberg Holm, radicado en New York, reúne otros dos emigrantes, Papadaki y Weissman, pero su énfasis en la tecnología y sus posiciones "peligrosamente socialistas" no son aceptadas abiertamente en América, d onde toda asociación, por remota que sea, con ideas de izquierda son radicalmente rechazadas. Pero es con el libro "Sobrevivirán Nuestras Ciudades?" ("Can Our Cities Survive?"), redactado por José Luis Sert y publicado en 1942, que el urbanismo CIAM se introduce oficialmente en Estados Unidos. Oficialmente, porque durante las pasadas décadas el Journal of the American Institute of Architects publicaba periódicamente los proyectos modernos que se realizaban al otro la do del Atlántico, aunque realmente existía una preferencia por publicar los proyectos ingleses de ciudades ja rdín, así como un interés en la parte legislativa de los proyectos a lemanes de vivienda. El libro de Le Corbusier, "Urbanisme", publicado en París en 1925, es introducido al público norteamericano en 1927 bajo el título "The City of Tomorrow". Ya en este tiempo Le Corbusier era bastante conocido p or sus teorías urbanas, y con la introducción de ese tomo sus ideas iban f amiliariárizándose con los arquitectos americanos, donde las conjugaban con sus ya existentes ideas acerca de torres de apartamentos con elevadores y el desarrollo urbano ya iniciado: aunque su concepción de modernidad era disimilar a la europea, tecnológicamente los americanos aventajaban a los europeos. Así, el libro de Le Corbusier es recibido dentro del ambiente de la década de los veinte, donde se conjugan las ideas regionales del RPAA , la tradición metropolitana de grandes torres de apartamentos y rascacielos, y la construcción de torres aisladas en las afueras como respuesta al mejor aprovechamiento del valor del suelo. En oposición a la descentralización urbana en la creación de comunidades más bien hori zontales que planteaban Stein y Wright (Radburn y Sunnyside), se propone realojar a los trabajadores en torres espaciadas dentro de una zona verde.En unos proyectos de torres con plantas cruciformes, realizados en Massachussets y Philadelphia en 1929, "la forma en planta de las torres anticipa los rascacielos en forma de Y de Le Corbusier en sus proyectos de lo s 1930Õs en Algiers y Barcelona....por su diseño ecléctico estos proyectos no recibieron la atención de los historiadores del "Movimiento Moderno" en arquitectura, pero contradicen la noción que las primeras aplicaciones del concepto "torre en el parque" en los Estados Unidos viene solamente de fuentes europeas".28 Pero este grupo americano del CIAM logra reactivarse, a raíz de la publicación de Sert y la inmigración de los arquitectos europeos: en 1944 se crea el "C apítulo CIAM para Ayuda y Planeamiento de Posguerra", en el cual participan muchas de las personalidades del círculo de arquitectos americanos, entre ellos Joseph Hudnut, William Wurster, Wallace Harrison. Este último es quien ejecuta el edificio de las Naciones Unidas de New York, luego de haber sido desarrollado por Le Corbusier. Aunque el CIAM utiliza toda su influencia para que fuera Le Corbusier quien construyera la edificación, las autoridades, y en especial John Rockefeller, querían que fuera realizada por un norteamericano, luego de Le Corbusier haber invertido años de trabajo en el proyecto. Harrison, experto en la construcción de rascacielos ( ya antes había tenido la experiencia del Rockefeller Center) ejecuta el proyecto en líneas similares al diseñado por Le Corbusier, siguiendo su modulación volumétrica y su tipología plástica aunque por supuesto carente de la calidad del proyectado por éste. Este percance tiene por consecuencia la dimisión de Harrison del CIAM y la actitud ac titud negativa de Le Corbusier hacia los americanos, desde ahora rechaza ca si todos de los proyectos en Norteamérica,a
excepcion del edificio en Harvard, que accede realizar luego de la constante insistencia de Sert y de Giedion. Esto ocasiona un distanciamiento del panorama norteamericano; con el desconsuelo de que esta vez su proyecto no ha sido rechazado por uno "academicista", sino por uno que hace uso de la tipología moderna y que incluso llega a ser califica do como un "buen" ejemplo. Volviendo a Sert, quien es ayudado por Gropius y Giedion en su emigración a los Estados Unidos, siendo secretario del CIAM trae consigo todas las desiciones, planteamientos formulados en los congresos, con el objeto de publicar los planteamientos de la cuarta conferencia realizada en Atenas "La Ciudad Funcional". Según Giedion, en septiembre de 1936, durante la reunión de delegados en La Sarraz, los grupos franceses y españoles guardadon las sugerencias y ejemplos elaborados por los grupos suizos y holandeses y continuaron trabajando con ellos en París, donde gran parte del material de los años 1937-1938 estaba recopilado. Al volverse más difíciles aún las circunstancias en Europa a raíz de la Segunda Guerra, el congreso finalmente pide a José Luis Sert completar la información y escribir el texto completo del libro. A Sert le fue otorgada completa libertad, y sus experiencias posteriores en los Estados Unidos enriquecen su material en muchos aspectos. "Sobrevivirán Nuestras Ciudades?" presenta de una manera comprensiva el estado actual de la vida urbana y su desarrollo inicial, y trata de señalar la salida del caos urbano existente, sugerencias para mostrar qué aproximación debe seguirse para resolver los problemas de las comunidades humanas. Muestra la deficiencia de la ciudad, convertidas en instrumentos que ya no cumplen los servicios que el hombre requiere de ella y al mismo tiempo son un fenómeno eterno conectado con cada cultura. ÕCivilización y ciudadÕ son palabras con la misma raíz." 29 29 Es importante notar que Le Corbusier realiza una versión d e los resultados del cuarto congreso; "La Carta de Atenas", verdadero resultado del congreso:"Un manifiesto olímpico que saca del análi sis de la ciudad conclusiones universales, cuya quintaesencia se resume en puntos precisos que servirán de orientación al urbanismo futuro".30 La versión de Sert abogaba por una visión de la ciudad como un organismo vivo, una "biología urbana", la ciudad como algo que evoluciona y no como algo preciso e inmóvil. Esta noción biológica recuerda a Geddes, y de acuerdo a Eric Mumford en el artículo "CIAM Urbanism After the Athens Charter", esta aproximación parece conectada al los análisis realizados por Robert E. Park en la Universidad de Chicago, durante los años treinta. La Escuela de Chicago usaba metáforas biológicas tomadas de los científicos para analizar la consecuencia espacial de las relaciones sociales, promoviendo una ciencia de ecología humana donde la ciudad sería el hábitat natural del hombre civilizado. Estos sociologistas buscaban leyes de vida social que permitieran la predicción y el control de los problemas urbanos. Más importante, sus estudios llevan a la conclusión de que qu e los sistemas modernos de transporte y las facilidades de comunicación causaban "modos urbanos de comportamiento social encontrados en suburbios y lugares fuera del casco urbano, dando lugar a un debilitamiento de las act ividades e instituciones colectivas."31 El texto de Sert recoge la experiencia del CIAM desde 1928, y además de ser la carta de presentación del CIAM a América, tiene como finalidad paralela de ser un documento útil para la reconstrucción de las ciudades europeas destrozadas en la Segunda Guerra. Muestra la s actividades del CIAM hacia el trabajo colectivo y la integración para la resolución del estado desordenado de la ciudad , la importancia de la planificación en términos de las necesidades elementales del hombre. Para la publicación del texto en los Estados Unidos, Giedion y Sert necesitan de un personaje influyente en el panorama urbano norteamericano que les asista en este proyecto, e inclusive redactara la introducción a la obra. Lewis Mumford, aunque ya el RPAA se había disuelto, era el crítico arquitectónico de las revista New Yorker, labor que realiza por más de treinta años. Convierte la columna en un forum nacional y controversial, orientado principalmente al lector común pero con cierto nivel cultural. Sus visiones sociológicas y su filosofía orgánica lo coloca aparte de sus contemporáneos, y se alejaba deliberadamente de
los círculos académicos y profesionales. En vez, forjó una estrecha relación con el ciudadano común, usando un estilo directo, analítico que a veces rayaba en el humor, que daba soluciones lógicas a problemas arquitectónicos. Mumford era un observador astuto de la escena arquitectónica desde este punto, ejerciendo enorme influencia en la escritura y definición de la historia contemporánea como se iba desarrollando en los Estados Unidos. Era una figura representativa del intelectualismo norteamericano; aunque autodidacta y, según el mismo decía, un "generalista", un personaje polémico, considerado por muchos un visionario.Su oposición hacia ciertas adopciones del "Es tilo Internacional" en las ciudades americanas era conocida. Junto a Johnson y Hitchcock, Mumford fue un participante clave en la exposición del MOMA del 1932 "Modern Architecture: International Exhibition". Su mayor contribución fue un ensayo sobre la viv ienda que realiza en colaboración con Catherine Bauer. El ensayo no tocaba temas estéticos, sino q ue se concentraba en los requerimientos sociales de las nuevas comunidades,incluyendo las nuevas técnicas constructivas, la exclusión de elementos no funcionales, y un amplio planeamiento del lugar. "La casa moderna es una institución biológica. Es un refugio dedicado primeramente al las funciones de reproducción, nutrición y recreación."32 Al tomar un enfoque donde combinaba lo social y lo funcional, Mumford esquivaba el tener que comprometer su material para lograr una unidad estilística entre el campo extranjero y el doméstico. Fotografías y planos de la nueva vivienda europea eran mostrados junto a proyectos nacionales de suburbios progresivos americanos, por ejemplo el proyecto de Ernst May, el Frankfurt Romerstadt, al lado de proyectos regionalistas americanos , Radburn de Stein y Wright. Lewis Mumford muestra una actitud favorable a los planteamientos generales pero, citando a Eric Mumford, "tenía serias reservas acerca de los aspectos reductivos de la "Ciudad Funcional". En una carta redactada a Sert, le comenta sus inquietudes acerca de los postulados formulados por el urbanismo moderno: "Debo, para ser sincero, indicar lo que me parece una falta seria en los lineamientos generales que el CIAM ha preparado, y el cual establece por consiguiente las líneas principales de la investigación colectiva del libro mismo. Las cuatro funciones de la ciudad no me parece que cubren adecuadamente el terreno de la planificación urbana: habitar, trabajar, trabajar, recreación y transporte son todos importantes. importantes. Pero qué de las funciones políticas, educacionales y culturales de la ciudad: qué del papel jugado por la disposición y plan de los edificios concernientes con estas funciones en todo el proceso evolutivo del diseño urbano. El tiempo libre que nos da la máquina no solamente libera al hombre moderno para los deportes y excursiones de fin de semana: también lo libera para una más completa participación en actividades políticas y culturales, mientras que éstas estén planificadas adecuadamente y relacionadas con el resto de su existencia. Los órganos de las asociaciones culturales y políticas son, desde mi punto de vista, los rasgos distintivos de una ciudad: sin ellas, lo que hay es sólo una masa urbana....Considero estas omisiones como el mayor defecto del planeamiento urbano rutinario; y encuentro su su ausencia de este programa del CIAM algo algo inexplicable.A menos que se preste algo de atención a esto en algún campo, como mínimo, para una investigación futura, encontraré muy difícil el escribir la introducción que han sugerido." 33 Esta crítica de Mumford, cuestionadora de a quellos preceptos e ideologías elaboradas en los congresos previos, el "osar" a poner en duda unos planteamientos ya considerados como los ideales. Mumford es uno de los más fuertes cuestionadores de la ciudad moderna, o lo que asume como la consecuencia moderna en norteamérica. (Para Mumford, la ville mécanique de Le Corbusier explora una serie de callejones sin sa lida: la ciudad rascacielos, la ciudad tránsito y la combinación de ambas en un viaducto curvo cuyos soportes debían llenarse con casas de departamentos.) Los comentarios de Mumford repercuten en Sert, inician un interés por el core, core, o centro comunitario de la ciudad34 . Las palabras de presentación fueron entoncer realizadas por Joseph Hudnut, decano de la universidad de Harvard; la introducción es de Sigfried Giedion, y efectivamente; además de analizar las cuatro funciones y establecer los objetivos del estudio urbano, su importancia, cómo debe ser realizado: el "método CIAM" , la ventaja de nuevas ciencias y adelantos técnicos como la estadística y las fotos aéreas para lograr
comprender y satisfacer las necesidades de una ciudad; se introduce (lo que confirmará Giedion más adelante en su recuento de los CIAM 6 y 7 en a "Decade of New Architecture") la unidad vecinal y la relación de la ciudad y la región. La unidad vecinal estaría compuesta por el número de viviendas necesario para alojar el número de personas que sería calculado en base al mínimo necesario para soportar una escuela primaria (al igual que Mumford, "La escuela considerada como nuevo núcleo de la comunidad", en "La Cultura de las Ciudades", p.589-598) y regulada por ciertos factores como el tamaño, población, servicios; previendo su futura relación con el distrito en el que esté situada a sí como con el resto de la ciudad. Como consecuencia de esta relación, analiza la unidad entre ciudad y región, relación que se ha intensificado en los tiempos actuales: los centros urbanos han experimentado un crecimiento tal que establecer los límites entre uno y otro es c ada día más impreciso;" La presente diferenciación entre "ciudad" y "campo" es de una naturaleza arbitraria. La ciudad y el campo se han convertido más y más en elementos interdependientes interdependientes de una unidad o un todo geográfico, económico, social y político, el cual puede ser designado conmo una región económica...la escala de las ci udades modernas demanda que estas grandes áreas se planeen como un todo, como una unidad interrelacionada. A este tipo de planeamiento se llamará planeamiento regional."35 Este "nuevo regionalismo" será mencionado nuevamente por Giedion en "A Decade of Contemporary Architecture". El término "internacional" ya es considerado como dudoso al aplicarse a la arquitectura actual, "lo que está en proceso d e crecimiento actualmente -probablemente por primera vez desde el tiempo prehistórico- es una culltura global, un universalismo con miles de aspectos! Aunque esta universalidad está ligada a una concepción común del espacio, una concentración en las variaciones de condiciones climáticas, cósmicas y humanas da lugar al surgimiento de un nuevo regionalismo".36 Lewis Mumford y la Idea de Centro. Ciudad y Sociedad. En el libro "La Cultura de las Ciudades", publicado en 1938, es donde Lewis Mumford expone sus ideas acerca de la ciudad; es considerado un hito en la literatura urbana. "La Cultura de las Ciudades" se basa en gran parte en la experiencia urbana "vivencial" de Mu mford, así como en la cantidad de notas tomadas en sus observaciones de las ciudades americanas y europeas. Es un trabajo histórico, en el cual su aporte a la historiografía consiste en la importancia del "pasado utilizable" en un momento cuando el movimiento moderno rechazaba toda conexión con la historia. Describe la historia de las ciudades del pasado y del presente como una base para construir las ciudades futuras, a partir de analizar sus defectos y sus ventajas y "utilizar" lo adquirido. Filtra todos los argumentos a través de su visión regionalista de la ciudad, este enfoque regionalista y la imagen de la ciudad como un lugar inhumano la mantiene a lo largo de su larga carrera; aunque sí admite que la metrópolis es un mal necesario. Establece los principios sociales que guiarán el proceso de planeamiento de la ciudad: ofrece pautas, no soluciones; y aunqu e establece las bases sociales las del nuevo orden urbano, al igual que Wright con "Broadacre City" no ofrece ninguna estrategia política para lograr esa república regionalista. Afirma la necesidad de un cambio radical, pero n o especifica cómo esta revolución cultural y social será efectuada: las cuestiones prácticas no son tocadas, quizá como consecuencia directa de esa visión orgánica heredada de G eddes, en donde se enfatiza la asimilación gradual y la integración (el equilibrio y la totalidad) antes que el cambio como resultado de la revolución. Para Mumford, en la sociedad está la clave; y por ello concluye estableciendo las bases sociales del nuevo orden urbano, las variables de la ciudad giran alrededor de la comunidad; la ciudad como producto de su sociedad. "La ciudad de hecho es la forma física de los tipos más altos y complejos de la vida asociativa....los hechos sociales son primarios, y la organización física de una ciudad, sus industrias y sus mercados, sus líneas de comunicación y de tránsito, deben estar subordinadas a sus necesidades sociales. Por eso, mientras que en el desarrollo de la ciudad, durante el siglo pasado, hemos dilatado la estructura física sin tasa ni medida y considerado el núcleo social, los órganos del gobierno, de la educación y del servicio social, como cosas de segunda importancia, hoy debemos tratar al núcleo social como el elemento esencial en todo plano de
ciudad: la ubicación y la interrelación de las escuelas, de las bibliotecas, de los teatros y de los centros comunales, es la primera tarea que se presenta al definir el vecindario urbano y al hacer el bosquejo de una ciudad integral." 37 37 La ciudad medieval es ejemplificada como una comunidad balanceada y descentralizada, cuya degradación es ocasionada por el surgimiento del mercado, el "capitalismo"; es reemplazada por una civilización la cual es una centralización del poder. Por su tradición regionalista, Mumford tiene una visión comunitaria del mundo, en la cual la vivencia cotidiana y la interacción entre los ciudadanos debe ser la base de la ciudad. "El resultado final del capitalismo consistió en introducir las modalidades del mercado, en forma universal, en todos los sectores de la ciudad....En relación con la ciudad, el capitalismo fue, desde un comienzo, antihistórico; y a medida que sus fuerzas se han consolidado en el transcurso de los últimos cuatro siglos, su dinamismo destructivo se acrecentó. No había lugar para las constantes humanas en la organización capitalista; o, mejor dicho, las únicas constantes que el capitalismo reconocía eran la avaricia, la codicia y el orgullo, el deseo de dinero y de poder." 38 poder." 38 . Todo lo que sucede a esta ciudad medieval es una civilización decadente, el caos y la confusión se hacen presentes. A pesar de estas notas pesimistas, y de la realización de la inefectividad de nuestra ciudad actual, como visionario plantea que la solución, o el camino a lograr una ciudades "buenas" requieren la creación de una nueva imagen de la ciudad; ciuda d; en este proceso es imprescindible un entendimiento profundo de los rasgos principales que caracteriza cada ciudad;como ya hemos visto los aspectos sociales en Mumford son el punto de partida para sus estudios urbanos. Sólo luego de un estudio consciente de las necesidades humanas, cuando y es cuando éstas estén visualizadas es que se integra el trabajo del planeador urbano. Las ciudades americanas tenían las ca usas de su degradación en el exceso de población, en la especulación del suelo, y la congestión en las vías de circulación. Para Mumford, la respuesta al problema americano estaba en las pequeñas ciudades regionales, con su economía estrechamente ligada a la tierra y a la cultura local . Una versión renovada d e la idea de ciudad jardín de Howard, que reune todas las características que él considera ventajosas en la ciudad medieval:un crecimiento controlado, la concentración de las actividades, el espacio abierto que las rodeaba. La ciudad medieval, de perfil horizontal en el cual destacaban por su altura aquellas edificaciones emblemáticas para la sociedad, la adaptación de las construcciones a la topografía de la tierra, y donde las actividades de los habitantes podían ser resuleltas peatonalmente; donde las áreas abiertas eran centros donde se reunía la comunidad, y la muralla que rodeaba la ciudad definía físicamente sus límites. Más importante aún, Mumford veía en la ciudad medieval aquello que era fundamental en su pensamiento urbano: una perfecta correspondencia entre lo mundano y lo espiritual, que eran claramente representados en el esquema físico de la ciudad. " Mumford estaba especialmente atraído por la aparente unidad y orden de la ciudad medieval, que mejor ejemplificaban para él en la iglesia y en el gremio, los pilares de la vida urbana. Los hombres en las comunidades... deberían compartir ciertos valores comunes que llenen su vida de significado".39 Esta ciudad tenía sus áreas perfectamente marcadas,en el centro, y un lugar previamente elegido: la catedral, imagen de definición de una ciudad, cuyas dimensiones la hacían visible y servía como referencia. Lugar seguro y ordenado, contrario al resto, ca lles surgidas al azar, perfecta imagen de lo mundano: allí donde se desenvolvía la vida y las actividades cotidianas de los habitantes, siempre alrededor de aquel punto de estabilidad que la visión del poder espiritual les otorgaba. "Centro, pues, visible por su inmensidad y solidez, centro de claridad, en contraste con el desorden de lo mundano: en la ciudad medieval, en la cual se encuentran estas cualidades, existe una emanación, una sombra de la presencia de Dios....Las primeras ciudades cristianas contrastan lo sacro y lo seglar en términos de claridad vs. diversidad dentro de la urbs. (urbs, es decir, las piedras de una ciudad. Las piedras de una ciudad se colocaban por motivos bien prácticos; refugio, comercio.....La otra raíz de c iudad es civitas, palabra que designa las emociones, los rituales y las convicciones que cobran forma en una ciudad)." 40 ciudad)." 40
Mumford ofrece una visión romántica de la ciudad medieval. Qué de los problemas de insalubridad, las condiciones de vida, las calles tortuosas y el alto nivel de delincuencia: sólo son destacadas aquellas cualidades que se asemejan con el ideal de la ciudad jardín, obsesión mumfordiana de la ciudad ideal. Luego de analizar la decadencia de los modelos de ciudad generados posteriormente de la ciudad medieval, donde los estados modernos inician la centralización de la autoridad que demanda una ciudad que represente este status de poder, que para Mumford lo representa la ciudad barroca; es consecuencia de d e un movimiento de la localidad a la centralización, de esta representación absoluta de Dios en la ciudad a crear los monumentos contenedores de estos nuevos poderes. Las avenidas constituían el símbolo de este nuevo orden urbano, las calles rectas, largas y anchas que interrumpían el tejido existente de la ciudad medieval: la versión norteamericana de esta ciudad barroca lo era Washington, donde se destacaban estas grandes vías conectadas por monumentos representativos del poder gubernamental; en esa ciudad no se tuvo en cuenta la escala humana ni el peatón. Una ciudad diseñada para el espectáculo del poder. Esto lo escribe en 1937, cuando la segunda guerra en Europa está iniciando, en un período de crisis. Y aunque todo indica el surgir de una era totalitaria, Mumford confía en un renacer del regionalismo. Una reorganiozación completa de la sociedad mediante la implantación de la ciudad jardín, insertada dentro de una perspectiva regional: "la concepción de una región como realidad social dinámica constituye una de las etrapas preliminares del procedimiento constructivo de la planificación, de la vivienda y de la renovación urbana...lejos de ser arcaico y reaccionario, el regionalismo pertenece al futuro."41 Pero este orden regional que proyecta Mumford como respuesta a la degradación de la ciudad no rechaza totalmente a la metrópolis, esta es una pieza importante en el engranaje de la región: generadora de ideas e innovaciones, y a pesar de todas las inconveniencias que para Mumford constituyen el vivir en la metrópolis (congestionamientos, excesos de ruido, el hacinamiento), y aboga por su reestructuración . "Al echar los cimientos del nuevo orden regional, basado en la cultura de la vida, la metrópoli, empero, tiene una parte importante que desempeñar. En la actualidad, las ciudades mundiales, como consecuencia del monopolio que ejercen, contiene muchos de los mejores elementos de la herencia del hombre. Es en ese respecto donde el régimen metropolitano ha debido soportar los ataques más violentos de la crítica, y asimismo es donde se ha hecho sentir con más intensidad la necesidad de recurrir a la descentralización y hacer planes inteligentes para ponerlos en práctica.....La energía que hasta ahora se ha utilizado p ara producir la congestión puede también utilizarse en la reconstrucción reconstrucción de la metrópoli y asimismo asimismo para fundar el régimen biotécnico....Cualquier esfuerzo para reconstruir la metrópoli debe ir contra el patrón básico de la economía metropolitana." 42 42 Al igual que Mumford, Sert ponía las esperanzas de la reconstrucción de las ciudades en este enfoque regional. En la parte final de "Sobrevivirán Nuestras Ciudades?", afirma que una acción planificada puede salvar la ciudad; y donde la necesidad de un plan regional responde la pregunta de dónde debe iniciarse esta planificación; "Los primeros pasos hacia la completa reconstrucción de la ciudad debe, por lo tanto, tener lugar en una escala regional, pues las zonas variadas que componen cada región determinará el tipo de intervención más adecuada para cada caso"43 A nuestro entender, este factor regional es aquella individualidad que debe ser conjugada con la universalidad que propone el moderno. En muchos países americanos, es decir, latinoamericanos la fórmula internacional se ha visto mezclada con las singularidades de la zona, dando lugar a ciertas peculiaridades que la asocian al lugar, o más bien, a la región donde están insertadas. En el Caribe, por ejemplo, llegan los c ánones del "Estilo Internacional" importado por aquellos arquitectos que se forman en Harvard y Yale y luego regresan a su país a experimentar con lo aprendido; en nuestros países la abstracción de los planos y volúmenes es entretejida con los grandes aleros para proteger del calor agobiante y de las fuertes lluvias, donde los grandes vanos se
convierten en largas y frescas galerías , la estética maquinista y austera, la pureza del volumen conjugada con la rusticidad aportada por el empleo de los materiales propios del lugar. Pero, a manera de conclusión, Sert sí introduce al final del l ibro el concepto de centro urbano; "Los Centros Cívicos, Núcleos de la Cultura Urbana", en su trayecto hacia la Ciudad Funcional. Habla de una nueva aproximacioón del CIAM hacia la planificación urbana, donde es primordial la reorganización de la vida cotidiana que depende directamente del correcto engranaje de las cuatro funciones ya planteadas ( habitar, trabajar, recreación y circulación). Aquí adjudica gran importancia al factor cultural, afirma no subestimar el papel del progreso cultural en sus primeros planteamientos urbanos, pero asocia esta cultura con la vivienda; en las unidades vecinales cuyo tamaño sería dado por la escuela primaria y sus necesidades; la escuela generaría este factor cultural. "....una ciudad debe estar compuesta de algo más que una suma de unidades vecinales, áreas industriales y recreacionales, centros administrativos, y autopistas de conexión, aunque estos elementos estén correctamente planificados. La expresión visible de las altas aspiraciones humanas deben ser halladas en otro lugar en la ciudad moderna. Esto sería logrado en un núcleo de múltiples actividades urbanas, agrupadas para formar este centro cívico... cuando surjan las ciudades planificadas adecuadamente, reestablecerán los centros cívicos a su propia escala. Estos resumirán las aspiraciones de sus habitantes. Las multitudes encontrarán en ellos sus lugares de reunión" 44 reunión" 44 "La Cultura de las Ciudades", como ya hemos dicho, data del 1937. Es en estos momentos que en Europa se van fraguando las ideologías introducidas por el surgimiento de las vanguardias, que ocasiona toda una revolución en el pensamiento tradicional, una ruptura con todo lazo histórico. Mientras los europeos están saturados de tradición y cultura, el norteamericano busca con ansia el crear esta imagen histórica, totalmente falsa, y de ahí la crítica de Mumford a la ciudad de Washington, resultado de la "City Beautiful" y del capitalismo norteamericano. Es por esto la constante insistencia de trabajar por una identidad americana; así como la importancia de crear la noción de centro urbano como referencia, de la necesidad de habitar una ciudad donde exista una c omunidad integrada y donde se lean claramente los espacios comunes donde se relacionarán los habitantes. De ahí también la importancia que siempre Mumford adjudica al monumento, y a su papel dentro de la ciudad y dentro de la ciudad moderna que plantean los CIAM en estos momentos en Europa, del factor cultura en la sociedad. Por ello es entendible esta recurrente necesidad de asociación en el pensamiento social de Mumford, es el crear la referencia. Referencia que en el caso europeo es rechazada porque llega a un punto donde ya es manierista, repetitiva y falta de significado. Pero al eliminar este factor simbólico y proponer una ciudad de espacios abstractos, donde se elimina todo lo pasado y se parte de cero. Al tener como objetivo este "partir de cero", la Carta de Atenas propone un espacio nuevo, claramente opuesto al modelo de ciudad histórica. Mientras que ésta está repleta de una red de jerarquías simbólicas, donde las viviendas y los monumentos están colocados unos en relación a otros, ya sea opuestos o asociados para expresar un significado el cual el habitante relaciona a las circunstancias que vive en esos momentos la comunidad, o la expresión de una intención política. En el modelo planteado en la "Carta de Atenas", o más bien, "La Ciudad Funcional", la vivienda pasa a ser el monumento. Corroborando lo dicho por Mumford, ya no constituye el telón de fondo, la prosa sobre la cual se escribe la poesía arquitectónica que hasta ese momento era dueña las edificaciones públicas; la vi vienda ya adquiere un papel protagónico, es la célula básica de la construcción de la ciudad, que se expande en unidades vecinales y crece hasta formar la ciudad misma. "El tejido urbano ya no es regulada por la relación determinada entre la morfología urbana y la tipología de edificación, la arquitectura consiste en la simple yuxtaposición de objetos aislados, individuales, cargados con una super expresividad de valores ausentes...esta monumentalidad sin referentes, arrancada de cualquier jerarquía simbólica colectiva, termina cancelándose a sí misma en la insignificancia....El modelo
propuesto por la Carta, el espacio que describe, describe, es realmente una "anti-idea de la ciudad". En la definición de las ciudades europeas, sus funciones religiosas, culturales, políticas, económicas y administrativas siempre prevalecen sobre la función de la vivienda y es esto que las distingue de una mera aglomeración aglomeración de viviendas, por más importantes que éstas puedan ser." 45 ser." 45 Aunque quizás los comentarios de Mumford no fueron necesariamente la causa del nuevo interés del CIAM hacia la comunidad, hacia el aspecto cultural, lo cierto es que la experiencia americana sí es generadora de esta reevaluación de lo planteado en el primer período. Es Mumford el representante de la ideología progresista americana,constantemente enfatiza la necesidad de crear los espacios en los que se puedan desarrollar las actívidades políticas y culturales de la ciudad; así como el enfoque del papel de la región (un nuevo regionalismo) y la adopción del CIAM de la unidad vecinal modifican los preceptos establecidos en la Carta de Atenas. Bridgewater y Bergamo. Reunión y Reevaluación. La Nueva Monumentalidad. Para los arquitectos que habían emigrado a América, este período actúa como un tiempo de transición; donde la idea del centro o "core pasa a ser el nuevo punto de inicio, o el fruto de este intercambio ideológico. Mientras que los que permanecen en Europa, especialmente los alemanes, que intentaban reactivar la ideología moderna reforzando aún más la imagen purificadora y pragmática del producto arquitectónico; la idea de lograr la reactivación de la ideología moderna a través de la necesidad de lo simbólico (pero siempre con el uso de la tipología moderna y las formas abstractas) era algo totalmente opuesto a lo planteado anteriormente; era considerado como el c eder ante la importancia o la imposibilidad de realmente obviar el factor histórico que siempre era presente en su "ausencia". Desde la llegada de Giedion a América, en 1939, comentaba el hecho de lograr superar el "funcionalismo estéril", citando como ejemplo el edificio de la Johnson Wax. de Frank Lloyd Wright . Asimismo, el trabajo de Gropius (en colaboración con Martin Wagner) para Harvard, varios proyectos de diseño urbano, "muestra la influencia del contexto americano del New Deal, tanto en la holgura del site planning de los lugares suburbanos que recuerdan a Radburn o las ciudades del Greenbelt; y en su énfasis en la unidad vecinal, derivadas del trabajo de Clarence Perry....el trabajo de Harvard provee una mezcla de apartamentos y viviendas unifamiliares, y parece más condescendiente con los convencionales prejuicios y prácticas americanas."46 Y es a raíz del tema de la unidad vecinal y la necesidad de crear centros de vida comunitaria para éstas que se va formando la polémica del centro cívico; el centro cívico sería aquel punto donde se proyectaría la tradición de una comunidad y donde tomaría lugar aquellas actividades comunes que eviotaría la fragmentación causada por los medios de transporte, (la descentralización y el suburbio). En 1945, el "Capítulo CIAM para Ayuda y Planeamiento de P osguerra" del cual era presidente Richard Neutra encarga al también miembro Lonberg-Holm el desarrollo de una propuesta para el tema del primer congreso de posguerra, que tendría lugar dos años más tarde en Bridgewater. La idea del centro comunitario como lugar de concentración de una sociedad que tendía cada vez más al aislamiento de su propia vivienda en las afueras, separación facilitada por los medios de transporte y la creación d e las grandes autopistas características del perfil urbano norteamericano. "Desarrollo Communitario" es el tema desarrollado por Longberg-Holm, el cual va también enfocado a la reconstrucción de la posguerra. Giedion, en "A Decade of Contemporary Architecture", inserta en el capítulo del proceso de trabajo de los CI AM parte de esta propuesta, que será realmente discutida y punto de polémica en los CIAM de Bergamo y de Hoddesdon. En estos puntos establece la necesidad de nuevos patrones comunitarios que respondan a las nuevos requerimientos humanos, consecuencia de nuevos desarrollos: "Varios avances en el mundo actual presagian la necesidad patrones comunitarios enteramente nuevos: 1) la extensión de la movilidad de la tierra a el aire, 2) el perfeccionamiento de nuevos materiales y equipos ligeros, que admiten una mayor flexibilidad estructural dentro de la comunidad; 3) el descubrimiento revolucionario de nuevas fuentes de energía; 4) la definición de nuevos conceptos, que abrazan nuevos
objetivos sociales para el bienestardel hombre.....Estos avances exigen una r edefinición de la comunidad y un nuevo análisis de todos los aspectos de la planificación de las comunidades, los cuales resultarán en nuevos estándares comunitarios y en consecuencia resolverán el conflicto a hora existente entre las diferentes aproximaciones a la planificación de la comunidad." 47 comunidad." 47 Aunque esta propuesta de el CIAM americano no es aceptada como tema para Bridgewater por ser considerada como muy general, realmente marca un giro en el pensamiento del CIAM; en Bridgewater la Comisión de Planeamiento Urbano propone el adjudicar una mayor importancia a los métodos de presentación para poder realizar un análisis comparativo, y a que "dos campos importantes de planeamiento han surgido desde la Carta de Atenas - el campo más amplio del Planeamiento Nacional y Regional así como el campo localizado de el Plan eamiento de Vecindarios"48 y se necesitaba estudiar los diferentes problemas en cada país. Bridgewater, 1947; después deun largo período de inactividad conjunta , producto de la guerra, que no había frenado la correspondencia y el contacto entre aquellas figuras ya mencionadas como claves en la tarea de mantener encendida la llama del grupo e impedir su desmenbramiento luego de tantos años de separación. Es un congreso de reunión, de reencuentros, de confirmar si todavía había entendimiento entre los miembros o si el CIAM debía de ser disuelto. Pero, aunque fue un congreso extraño, podría decirse que afirma la necesidad de reevaluación e inicia su autocrítica. Es notoria la presencia de la visión marcada por el CIAM en grupos que habían estado realizando sus trabajos de manera aislada: el desarrollo de ideas había transcurrido en líneas paralelas a pesar de la distancia. Asimismo, la participación de una generación más joven; es necesario abrir las puertas a nuevas ideas. Este sexto congreso es una oportunidad oportunidad para revisar las actividades realizadas, examinar la situación actual para determinar la intervención futura; dónde está la responsabilidad de la reconstrucción de los territorios destrozados por la guerra y la aproximación correcta en las intervenciones que serán sin duda realizadas. También en Bridgewater se introduce en la discusión el problema de la estética; qué influencia ejerce el gusto o la preferencia del hombre ordinario en este aspecto ( si deben tomar en cuenta su opinión acerca del arte moderno). En este enfoque de la estética y la nueva integridad, la colaboración entre arquitecto, pintor, planificador, escultor: para Giedion esta "síntesis de las artes" sería ejecutada por representantes del arte moderno. El trabajo conjunto de los arquitectos modernos con los pintores y escultores para la realización de centros de vida comunitaria: asocia directamente, (aunque no podría hacerlo de otra manera), el vocabulario de artistas como Picasso, Léger o Bracque como el apropiado para los nuevos centros comunitarios. Se crea entonces una dialéctica entre aquellas influencias adquiridas del contacto a mericano, con una estética derivada directamente de la experiencia de los CIAM d e pre-guerra. Luego de Bridgewater, el tema de los centros cívicos y de la estética que debe ser asociad a a ellos ( a pesar de que las intervenciones hechas por el RPAA y el New Deal no tenían ninguna preferencia de estilo arquirtectónico, el tema "estilístico" constituía un tema secundario al planeamiento) así c omo la necesidad de la que hemos hablado de las representación en la ciudad de las aspiraciones humanas conlleva un replanteamiento de lo que significa la palabra "monumento". En septiembre de 1946, Giedion da un discurso en el "Royal Institute of British Architects" acerca de la necesidad de una "Nueva Monumentalidad", el interés que despierta el t ema, semejante al que despertó el año siguiente en Bridgewater. Esta ponencia dió lugar a la organización de un simposio en septiembre del 1948 para discutir el polémico tema de la monumentalidad; si en realidad ésta tiene cabida en la ciudad contemporánea. Importantes figuras dan su opinión, se discuten e intercambian ideas, pero no se logra llegar a una respuesta común, a una respuesta satisfactoria ante un tema tan escabroso para el pensamiento moderno como lo es la monumentalidad. Giedion y Gropius, Alfred Roth, Lucio Costa, HenryRussell Hitchcock, William Holford son los ponentes del simposio.
La palabra monumento está asociada generalmente con la memoria y por ende a la historia. Cuando el arquitecto moderno habla sobre el monumentalismo cuida de que no parezca un paso atrás, una vuelta hacia aquello que rechazó tajantemente décadas atrás. Es por esto que el "nuevo monumentalismo" es definido de manera amplia y flexible, f lexible, de manera que no ejerza un compromiso ideológico. El monumentalismo será planteado como el factor expresivo, de a hí su asociación con la estética. Para Giedion el monumento consistirá en el centro cívico, y el trabajo conjunto de los artistas, la integración de las artes será la manera a lograrlo. "La monumentalidad consiste en eterna necesidad de las personas de crear símbolos que manifiesten su vida interna, sus acciones y sus convicciones sociales...en los países donde la arquitectura moderna ha ganado la batalla y le fueron confiadas tareas monumentales que involucraban algo más que los problemas funcionales, uno podía observar que algo faltaba en las edificaciones ejecutadas. Este Este algo era una inspirada imaginación arquitectónica capaz de satisfacer esa demanda de la monumentalidad. Lo que es m ás, arquitectos, pintores y escultores se han desacostumbrado a trabajar juntos...Por qué? Porque los tres han sido eliminados de las grandes tareas públicas...Aquellos que gobiernan deben saber que los espectáculos, los cuales llevarán a las personas de nuevo hacia una vida comunitaria, deben ser reincorporados en los centros cívicos, aquellos mismos centros que nuestra idolatría hacia la producción siempre ha considerado como innecesario..... la creación de nuevos centros cívicos deberán ser el lugar de los eventos emocionales colectivos, donde la gente juega un rol tan importante como el espectáculo mismo, y donde la unidad del trasfondo arquitectónico, la gente y los símbolos c reados por los artistas surgirá nuevamente." 49 Esta búsqueda hacia el factor expresivo de la comunidad en la arquitectura es una afirmación de las limitaciones del lenguaje moderno. Al "ganar la batalla" contra los neo-estilos y abrazar los nuevos adelantos técnicos resulta en un idioma moderno basado en el funcionalismo, perfecto para expresar ideas utilitarias. Ahora, el objetivo a perseguir es la elaboración de un idioma que sea tan rico y flexible que exprese aquellos factores emocionales que la arquitectura debe ser capaz de representar y transmitir. Ya los principales advocadores del movimiento moderno saben que el funcionalismo no es suficiente; Gropius, quien en el pasado era una de las figuras que más apoyaba esta actitud funcional, considera la monumentalidad de una edificación no sólo en su gran tamaño, o en su durabilidad; características que más rápido viene a la mente al pensar en un monumento. Gropius enfatiza la grandeza espiritual inherente al monumento, en a quellas fuerzas que mueven la imaginación. Asimismo, al igual que Giedion, visualiza la expresión de esta "nueva monumentalidad" como algo que no sea fijo, que no sea estático. El antiguo monumento constituía una representación de una concepción fija del mundo, algo "eterno", cuando realmente ese eternidad es imaginaria. Para Gropius, "el equivalente para la expresión monumental se desarrolla en la dirección de un nuevo patrón físico para una más alta forma de la vida cívica, un patrón caracterizado por el crecimiento continuo y el cambio...cuando la filosofía predominante de "el tiempo es dinero" claudique a una humanamente más alta civilización la reconquista de la expresión monumental estará al alcance. Pero no volverá como la "música congelada" de los símbolos estáticos, pero como una digna cualidad inherente de la totalidad denuestro entorno físico, una cualidad en proceso de continua transformación"50 . Como ejemplo a esta concepción de monumento cita un ejemplo americano, el Tennessee Valley Development, el cual emplea un esfuerzo colectivo para mejorar "orgánicamente" la forma de la comunidad y su administración; que trabaja más por lograr un futuro integrado que el Rockefeller Center, símbolo del progreso newyorquino y ejemplo citado por William Holford como muestra de la "nueva monumentalidad" , la cual va estrechamente ligada a los adelantos tecnológicos que poseen la facultad de asombrar al espectador, pero su monumentalidad es diferente que aquella de las pirámides, o del templo griego. El Rockefeller Center recuerda más bien a las maquinarias del siglo XX, pero su monumentalidad no va relacionada con su antiguedad o su resistencia: es el reflejo de los avances técnicos en la construcción.
A diferencia de Gropius y de Giedion, Hitchcock no ve la expresión del monumento en la forma urbana; el urbanismo sí serviría para crear un marco de referencia para que las edificaciones por sí mismas simbolizen aquellas aspiraciones de la comunidad. Hitchcock no tiene aún muy definida la idea de centro como materialización de la expresión monumental, aunque sí se muestre de acuerdo en que debe ser reflejado con las formas abstractas del moderno. El centro todavía es algo borroso, y que no acaba de aclararse a pesar de las interminables discusiones del pasado. Inclusive sugiere la posibilidad de tomar prestado del pasado una edificación dotada de monumentalidad. Aunque admite, en tono pesimista, que la nueva área urbana, como un todo, pueda aportar esta expresión monumental pero no percibe nada en los últimos trabajos que se aproxime en esa dirección: no logra divisar en el futuro la innovadora representación de esta monumentalidad. Es quizás aquel freno subconsciente, ( o más bien consciente) de la imagen de la clásica edificación monumental, que aunque ninguno llega a admitirlo, se siente presente durante todo el artículo; la aceptación de la idea, aún en pañales de una edificación monumental parecería la admisión de los principios del movimento moderno. Es por esto que se asocia la monumentalidad no con sus características tradicionales, sino con la noción de la síntesis de las artes y el centro comunitario, con la idea de la emoción y el movimiento de las masas; ma sas; con los adelantos estructurales. No es retornar la vieja monumentalidad: es conseguir su equivalente en la sociedad a través de los planeamientos a gran escala y los centros cívicos. El proyecto de Le Corbusier de 1945 para la reconstrucción del centro de St. Dié es una muestra de esta nueva monumentalidad basada en el centro cívico. Totalmente destruida, Le Corbusier propone eliminar cualquier remanente de los restos, implantando en su lugar una nueva ciudad, una nueva ciudad funcionalmente correcta, con bloques de vivienda ( tipo tableta ), colocados entre zonas verdes y servicios comunales; " a diferencia de sus a nterioes propuestas, el plan de St. Dié también incluía un centro peatonal que Giedion describe como "centro social"...Explícitamente sería no un espacio encerrado como una plaza renacentista, pero estaba supuesta a representar, en palabras de Giedion, "una concepción dinámica del espacio donde cada edificio emanaría su propia atmósfera espacial."51 Aunque este proyecto no fue aceptado por las autoridades francesas, se convirtió en los años posteriores en el modelo moderno que más influencia la planificación de estos centros cívicos. El simposio, entonces, no tuvo ninguna respuesta definida, ningún prototipo a desarrollar. El tema de la síntesis de las artes sería discutido más ampliamente en B ergamo, 1949: junto al método desarrollado por Le Corbusier junto al grupo ASCORAL, como respuesta a la sugerencia de elaborar un método comparativo sobre el cual analizar las diferencias en las intervenciones propuestas por cada país. Esta "cuadrícula CIAM Carta del Habitar" (Grille CIAM) se convierte en el tema principal del próximo congreso. La "poesía de la clasificación", como un impetuoso Le Corbusier la llama, serán el instrumento para la demostración de los nuevos objetivos del CIAM propuestos en Bridgewater; la redefinición de los objetivos del CIAM, los cuales son resumidos por el grupo holandés como: como: " La satisfación de las necesidades espirituales y materiales del hombre mediante la creación de un entorno conforme a los concpetos sociales, científicos, éticos y estéticos de la arquitectura y el planeamiento urbano. Promover el desarrollo individual integrado a la vida de la comunidad, y la armonía entre el trabajo del hombre y su ambiente natural"52. Esta cuadrícula de presentación, organizada en las cuatro categorías de la "Ciudad Funcional", evaluaría también la crítica emocional del público; esto para lograr superar la resistencia del hombre común hacia la arquitectura moderna. Le Corbusier afirma la importancia de esta nueva herramienta; es en ella que radica la universalidad de la arquitectura moderna. "Toda la parafernalia que necesitaban los congresos C IAM para acomodar los cuarenta planos de las ciudades era una simple caja de setenta centímetros de de ancho, sesenta y ocho de alto y sesenta y ocho de profundidad. Ese era todo el espacio necesario para mostrar nuestra civilización y sus necesidades apremiantes. Aquí está una herramienta universal, orientada al hecho de que lotrabajadores desinteresados y entusiastas están organizados y listos en todo el mundo: a eso e s lo que llamo Universalismo". 53
El séptimo congreso, que toma lugar en Bergamo a finales de julio del 1949, tiene esa misma atmósfera de cuestionamiento y autocrítica ya experimentada en Bridgewater. La cuadrícula de Le Corbusier es generalmente aceptada, de Bergamo en adelante se utiliza como presentación de los proyectos este método, aunque Van Eesteeren alega que no son comprensibles a menos que estén acompañados por comentarios escritos o verbales, y se muestra duduoso de su aplicación a tan gran número de problemas. Las diferentes comisiones del CIAM observarían estos paneles, tratando de sacar conclusiones generales, viendo los resultados y las reacc iones de la aplicación de los principios del CIAM en arquitectura y urbanismo. Cada grupo nacional se encargaría de continuar desarrollando en su propio país estos resultados. Pero este tema del Grille CIAM es ha sta cierto punto la continuación de la actitud CIAM de pre-guerra. Aunque se añade un acápite destinado a la s reacciones y las emociones, es la parte "funcionalista" del congreso, y, aunque constituye su tema principal, la parte que más polémica y discusión provoca es la retoma del tema de la síntesis de las artes, del centro comunitario. Sert, quien había reemplazado en Bridgewater a Van Esteeren como presidente del CIAM, inicia esta discusión en Bergamo haciendo hincapié en la necesidad del centro comunitario en la reconstrucción de las ciudades devastadas. "Los problemas de la reconstrucción de las ciudades y de la creación de nuevos centros cívicos ocupan la atención y son objeto de estudio para muchos arquitectos. Los arquitectos modernos que se inician con el estudio de la vivienda, o el almacén, o del hospital, han reconocido desde hace dos años (Bridgewater) que los principios aquellos que nosotros creíamos no podían ser encerrados dentro del cuadro rígido de la arquitectura llamada funcional.... La satisfacción del espíritu es una necesidad eterna que ninguna época, y no menos la nuestra, puede ignorar." 54 ignorar." 54 Para Sert, al igual que para Giedion, estos nuevos centros cívicos deben ser lugares donde o curra esta integración entre los artistas. Como ejemplo a esta actitud hab la del Pabellón que diseña (junto a Lacasa) para la exposición de París de 1937. Sert, que según Mumford, es uno de los arquitectos modernos con una personalidad vigorosa, que cuando se formula el "academicismo" del moderno con el Estilo Internacional no siguen el pie de la letra los cánones estilísticos que impone; sino que lo compara con Breuer y Aalto. (Mumford se refiere generalmente al moderno con este término, creación norteamericana y totalmente restrictivo a ciertas expresiones el lenguaje moderno. El Estilo Internacional no guarda relación con el moderno europeo: resulta ser simplemente una serie de requisitos establecidos por Hitchcock y Johnson , por supuesto tomados del vocabulario moderno. No surge de circunstancias revolucionarias, comunes a un continente, no surge de la necesidad de partir de cero y rechazar la historia, ya que esta historia estaba en pleno proceso de creación). Sert utiliza el Pabellón para explicar la síntesis de las artes y la integración de la comunidad: "En los países mediterráneos las artes siempre se han integrado. Ejemplo de esta colaboración: el Pabellón Español de París en el 1937 con Picasso, Miró, Alberto. El Guernica y la Fuente de Mercurio de Calder son un gran eco popular. En esta ocasión cabe resaltar que el pabellón está ubicado en un lugar de reunión.... las obras de arte en una mansión privada o en una galería no sirven a la comunidad....es nuestra tarea de crear los centros cívicos necesarios. No podemos conocer los medios de la síntesis antes que el hecho. Será la vida misma la que definirá el cuadro. En este cuadro es importante dar a los artistas un máximo de libertad. Debemos de crear un museo vivo y luego la gente decidirá." 55 decidirá." 55 De hecho, Sert y Giedion abogan fuertemente por esta integración del artista en la edifica ción arquitectónica. Lo ya expuesto en el simposio por Gi edion es nuevamente asociado:el centro cívico, las artes, el movimiento de las personas en estos c entros representantes de la nueva monumentalidad. Pero es realmente posible, físicamente, este nexo en la obra del pintor, escultor, planificador urbano y arquitecto?
Lewis Mumford, en abril del 1949, 1949 , escribe un artículo en el Architectural Review como respuesta, o comentario, a este simposio. Pero más que al grupo total, menciona específicamente a Giedion y al giro que éste a dado a la crítica arquitectónica al sugerir la necesidad de lo monumental en la arquitectura moderna, corroborando las "connotaciones desafortunadas" que dicho término conlleva, una grandeza vacía, una muestra pretenciosa y el peligro que representa tanto el revivir el término como el olvidar la importante función arquitectónica a la cual se refiere Giedion. "Quizás la mejor manera de reinterpretar la tesis de Giedion sería decir que no es suficiente para un edificio moderno el ser algo y el hacer algo: debe también decir algo...Este nuevo interés en el elemento expresivo me parece saludable; significa, o debe significar, que los arquitectos modernos han dominado su gramática y su vocabulario y están preparados para hablar." 56 hablar." 56 Si el hablar del moderno conlleva la integración del artista en su obra, d ebe ser estudiado la manera en que esto se llevará a cabo. Esta aproximación es tema de preocupación para Giedion, quien admite que el período del racionalismo está tocando a su fin, ya que ha alcanzado un punto tal que el abismo entre la mente y la expresión emocional se ha convertido ya en algo insalvable. Como prueba de esto habla del racionalismo y su relación con la mecanización, de cómo las herramientas, o lo que las herramientas producían, se convierten en el fin y no en el medio, de ahí la necesidad del factor emocional ( intangible) para renovar el ente arquitectónico. Al querer borrar el símbolo mismo, se han negado los valores que éste representa. La máquina ha pasado a ser el símbolo de validez universal, la f uente exclusiva de la forma moderna. " Lo que estamos experimentando actualmente es una reacción en contra de este simbolismo unilateral y este retrato distorsionado de la civilización m oderna. Ya no podemos tratar la m áquina como un símbolo arquitectónico exclusivo en un momento cuando toda la ideología de la máquina está en proceso de disolución, porque la cultura va pasando de una ideología de la máquina a una ideología del organismo y la persona." 57 57 La nueva importancia del factor expresivo, que aunque de una manera austera consideramos estaba presente en aquellas obras modernas creadas con intención; las primeras, no los posteriores productos seriados de fórmulas aplicadas, ello implica el reencuentro de la arquitectura con las demás artes. Mumford considera esta integración casi imposible: aunque admite la influencia de la pintura en las a rquitectura moderna de los veinte, (Cubismo, Purismo), mantiene que el efecto directo de la pintura sobre el edificio conlleva el tratamiento de éste como una composición ininfluenciada por el recorrido del e spectador alrededor y hacia éste. Ciertamente existe una relación subyacente entre la arquitectura, la pintura y la escultura, cada una tiende a expresar las mismas ideas y sentimientos en formas que serán profundamente relacionadas, y no a simple vista. Y, aunque la relación entre la escultura y la arquitectura es más cercana, su desarrollo debe de ser paralelo: la interacción espiritual pues el trabajo del arquitecto involucra la función principal que le es confiada: el habitar. Pero este uso del factor artístico en la edificación sí tuvo repercusión, aunque esta representación artística se limitó a la colocación de grandes murales en aquellas edificaciones "modernas" realizadas en la década de los cincuenta y sesenta en muchos países americanos, así como la colocación de esculturas "abstractas" en medio de inhóspitas plazas y en medio de espejos de agua; esto mayormente en el moderno americano, las cajas de vidrio de las cuales se infectan la mayoría de las ciudades americanas. Es a este vocabulario genérico y sumamente flexible dentro de las limitaciones que impone el objeto de la crítica de Mumford: el "Estilo Internacional" sólo engloba aquel segmento del movimiento moderno influenciado por la estética cubista y la actitud adoradora de la máquina la cual Le Corbusier trata de traducir a términos estéticos en el inicio de los años veinte. Ya a finales de la década de los cuarenta el capítulo americano del CIAM iba debilitándose, la dimisión de Wallace Harrison ( a causa del edificio de las Naciones Unidas) y la falta de interés de aquellas grandes
firmas poderosas e influyentes de formar parte de u n grupo movido más por la sed ideológica que por la de amontonar capital, es siempre sabido que el patrón americano es motivado por la búsqueda del "progreso", en donde progreso es equiparable a poder. Gropius insta a Sert a tratar de introducir a aquellas figuras influyentes en el sector de la vivienda y el planeamiento urbano, mencionando entre ellas a Reginald Isaacs, Louis Wirth, así como a Catherine Bauer; esta última formaba parte del RPAA y trabajaba estrechanmente con Lewis Mumford antes de trabajar en el gobierno en el sector de la vivienda, compartiendo la generalidad de sus teorías urbanas así como una de sus más fuertes críticas. La incorporación al CIAM de estas figuras aseguraría el nombre d e sus integrantes europeos y reforzaría la confianza de los americanos hacia lo que ellos representan. Aunque Gropius lo pone de una manera más diplomática. En una carta a Sert: " Por favor piensa un poco acerca de si deberíamos hacer un intento enérgico de ganar algunos de los buenos hombres en este país para nuestro CIAM. Hasta ahora, hemos sido muy exclusivamente europeos y muy exclusivamente arquitectónicos en este país. "58 Pero, aparte de la influencia que ya ejerce a nivel universitario , con el proyecto para el Hospital Michel Reese, en Chicago; donde, junto a varios planeadores urbanos, entre ellos el antes mencionado Reginald Isaacs, se desarrolla un plan general para el área que rodea el hospital. En la parte del plan que es destinada a la vivienda, Gropius utiliza la tipología de "tableta" . Este proyecto constituye el primer intento serio de introducir estos conceptos en los proyectos en altura americanos. Anteriormente, el modelo más utilizado era el cruciforme y, aunque esta tipología de "tableta" fue concebida ya hacía casi dos décadas atrás en Europa, es hasta ahora que puede ser aplicada en el territorio experimental en que se convierte Estados Unidos. Hoddesdon 1951. "El Corazón de la Ciudad". El octavo congreso CIAM tiene lugar en Hoddesdon, Inglaterra en 19 51. Intelectualmente hablando, es considerado el último CIAM. Es un intento de encontrar nuevamente un terreno común, una ideología por la que, al igual que los CIAM de preguerra, todos abogaran. En cambio, es en este congreso donde, quizá de manera intuitiva, se siente ya la imposibilidad de recrear el mismo espíritu, el mismo objetivo a lograr que tenían en los primeros CIAM. La guerra, a pesar de que intentaban pensar lo contrario y mantener que t odavía existía aquella especie de hermandad que caracterizaba aquellas primeras reuniones, fue causa de diferencias y divisiones; en vez de trabajar partiendo de las ventajas que estas diferencias aportaban , se creaba un ambiente a mbiente forzoso, en donde las nuevas actitudes y conceptos, que a la larga enriquecen los CIAM, tratan de amoldarse a un esquema de Ciudad Funcional preestablecido. La influencia americana, el pensamiento regional; así como los cuestionamientos elaborados por la nueva generación dan lugar a que las últimas reuniones, aunque con argumentos válidos y de peso, no lleguen a ningún planteamiento específico como lo fue la "Carta de Atenas": "los últimos congresos, Bergamo y Hoddesdon, han consumido mucho tiempo en argumentos filosóficos y definiciones...Resultado: muchas de nuestras discusiones repiten los mismos tópicos una y otra vez."59 Pero era Sert quién había apoyado el tema del "Corazón de la Ciudad" para el octavo congreso, ya la experiencia de Bergamo había demostrado que se necesitaba u n único tema para establecer una declaración con ayuda de las cuadrículas de Le Corbusier. Los holandeses sugieren en Bergamo la idea de Centro Cívico para el próximo congreso, Sert la traduce en el "Corazón de la Ciudad" (el término corazón puede ser relacionado físicamente como el lugar de la ciudad donde se conjugarán las expresiones y sentimientos humanos. Corazón es un término que remite a una comparación orgánica, en donde el aspecto funcional hace un lado ya a la emoción). En ese momento, Sert pensaba que las discusiones del CIAM acerca de la necesidad de los centros comunitarios y los centros cívicos debía ser llevada un paso más allá, su preocupación es el lograr una ciudad más humana.
"El core es un lugar donde la gente se puede reunir para recrearse y relacionarse, ya sea en el espacio abierto de una pequeña comunidad o en el más grande Centro de la Ciudad. El core es un artefacto: un elemento esencial del planeamiento urbano elaborado por el hombre. Es la expresión de la mente colectiva y el espíritu de la comunidad y da signigficado y forma a la ciudad misma. Es en este lugar de reunión para peatones que la escala humana y los valores sean reestablecidos dentro del dominio público para permanecer un símbolo de la comunión cívica... Dentro de la estructura de estos centros, signos del proceso humanizador de nuestro tiempo, existen las condiciones naturales de la síntesis orgánica de la tecnología moderna y las artes plásticas como instrumentos de e xpresión de nuestra sociedad. Es evidente que la síntesis de las artes plásticas sólo se logrará através de la fidelidad a los principios del CIAM, a través de los medios de expresión inherentes a nuestro tiempo y a través de un trabajo colectivo desde su inicio del arquitecto, pintor y escultor." 60 El tema del centro cívico, o más bien del core (o coeur, como Le Corbusier lo traduce ) al igual que el término monumentalidad, es un concepto elástico y por lo tanto muy adaptable a la realidad que vivía cada uno: y hacia dónde iba su interés. Neutra relacionaba la importancia del concepto con la cultura americana del automóvil, Giedion, repitiendo el discurso del simposio enlaza nuevamente con el papel del centro en las ciudades antiguas: el ágora, y el forum, la palabra core ofrecía a Giedion la libertad de interpretación, al relacionarlo tanto con ejemplos históricos como con los proyectos llevados a l congreso por los participantes. Gropius enfocaba la escala humana y la importancia de un trabajo colectivo en el desarrollo del proyecto. Dos integrantes de la joven generación que ya tomaba liderazgo en los congresos y cuyas opiniones, que desde Bridgewater iban señalando ciertas modificaciones y cambios de visión en el CIAM , definen el término core en Hoddesdon. Ya Aldo Van Eyck criticaba en Bridgewater el mecanicismo (funcionalismo) y su predomonio en la arquitectura, y el satisfacer las necesidades de tipo emocional. Bakema, a simismo aboga por una arquitectura cuyo objetivo sea el de estimular el crecimiento espiritual del hombre. Por eso, es importante definir la concepción que del core tienen estos dos arquitectos. Para Bakema, la idea del core era la expresión de la interrelación entre varios bloques de edificios ( en asociación a la lotificación racional del CIAM de preguerra), trabajándolos como grupos visuales para lograr una mejor manera de organizar las áreas destinadas a la vivienda. El punto de Van Eyck percibía el core como una forma que ofrecerá protección, no como un espacio totalmente abierto. Pero el punto común entre ambos planteamientos era el concepto de los bloques de vi vienda como grupos visuales repetitivos. Sea cual sea la aplicación del término core a la ciudad, el CIAM logra sugerirlo como un concepto complementario de la utilidad; como la pieza que complementa aquel "algo" inexistente en las soluciones modernas: la cualidad existente en antiguas ciudades europeas y que en muchas ya había sido destruido. La definición del término core podría ser vista, en una posición extrema, como el punto opuesto a la visión funcionalista o, como la llama Van Eyck, mecanicista; como la contraparte de aquello que Gropius y Le Corbusier representaban en las primeras décadas del presente siglo. Lo cierto es, que "La Carta de Atenas" y "El Corazón de la Ciudad" representan ambos dos puntos concluyentes de dos períodos; el CIAM de preguerra y el CIAM de posguerra, y que la actitud hacia el hombre es la clave para establecer la diferencia en los planteamientos formulados en estos dos períodos. El hombre de la "Carta de Atenas" era simplemente un objeto más, aquél ser por el cual se realizaba la arquitectura. La concepción mecanicista de la arquitectura y el urbanismo restaba identidad al individuo, el factor relativo a la necesidad expresiva era inexistente. La máquina, en vez de ser un medio, pasa a ser una finalidad y se convierte en algo tiránico. Es necesario el período de entreguerras para repensar la valid ez de lo tomado años atrás como infalible, inf alible, donde las nuevas experiencias sirven como inicio a una reevaluación.
" Si en el período de entreguerras los términos clave fueron posiblemente los referidos a nociones como progreso, racionalidad, felicidad en la situación situación de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial las claves éticas que legitimaron la arquitectura estarán ligadas a esta noción en la cual el universo personal de cada uno de los individuos, su intimidad y subjetividad sobresalen como las f inalidades principales a las que la construcción de la arquitectura y de la ciudad deben estar encaminadas." 61 encaminadas." 61 Como ya hemos dicho, el período de entreguerras podría ser visto como un período de transición, el resultado del intercambio ideológico es la idea del centro. Con esta idea del centro se resume todo el cambio de actitud hacia el hombre; de lo radicalmente objetivo hacia lo subjetivo. Pero, desafortunadamente, este cambio de actitud hacia el hombre no está asociado al C IAM como lo son los primeros postulados urbanos. Son estos planteamientos "reductivos" los que son aplicados en el urbanismo de las ciudades americanas y latinoamericanas; estos últimos planteamientos de lo popular y lo moderno quedan enterrados bajo toda una serie de discusiones y críticas a este urbanismo moderno. En los Estados Unidos el CIAM no fue particularmente exitoso, "Aunque las experiencias de Gropius y Sert en los Estados Unidos alteran la dirección de los CIAM de posguerra, fueron incapaces de a traer los líderes del moderno americano en la organización. Aunque lo hubiesen hecho, es improbable que hubiesen tenido más exito en implementar sus ideas: es importante recordar que Clarence Stein y Henry Wright fueron también incapaces de vencer la resistencia de la industria de bienes raíces y ganar una aceptación institucional para su comprensiva aproximación urbana, aún cuando su arquitectura estaba más en la línea de los prevalecedores gustos americanos."62 Estados Unidos de América es un país movido por el interés económico: analizándolo fríamente, solo un pequeño porcentaje valora los planteamientos ideológicos. Los aspectos sociales del urbanismo, aunque tan proclamados por Lewis Mumford durante toda su vida, realmente influyen en la década del veinte y los treinta con el RPAA, quien en los años posteriores se convierte en la conciencia de la ciudad americana, yendo en contra de la desenfrenada expansión de las ciudades americanas, con una actitud a veces exagerada y radical en contra de la ciudad. En cuanto a la vivienda, el objetivo a lograr era el mayor número en el menor espacio, el valor del suelo era el tema predominante: de ahí las polémicas a los proyectos de la RPAA que proponían una mayor holgura en las edificaciones y la inserción de los espacios verdes: "No se gana nada con el hacinamiento"; en los Estados Unidos, la idea de que el sector de la vivienda pública podría ser un lugar para la experimentación de nuevas propuestas urbanas tuvo un período muy corto. Los trabajos de este sector eran asignados a arquitectos con conexiones políticas, con la finalidad de obtener una mayor ganancia a costa de sacrificar el diseño y la repetición del mismo tipo indefinidamente, donde el factor humano es totalmente obviado y sólo importa el ganar más e invertir menos. Los pensamientos idealistas, el contacto del hombre con la naturaleza, la democracia y los ideales antes expuestos sufren un deterioro al ser posteriormente aplicados, similar a las aplicaciones que son posteriormente realizadas de el urbanismo funcional. Las críticas de Lewis Mumford hacia el urbanismo funcional inician los replanteamientos del CIAM; el pensamiento organicista que siempre ha mantenido Mumford, la importancia del factor cultural y la necesidad que tiene el hombre de expresar su identidad dentro de la neutralidad que impone tanto la cuadrícula norteamericana como la Ciudad Funcional, así como la ciudad comparada a un organismo es perfectamente asociado a el término "Corazón" que utiliza el CIAM para el c entro. El empleo de este término, que afirma rotundamente la concepción de la ciudad como un organismo así como la relación corazón con el sentimiento corroboran la influencia del pensamiento orgánico en los modernos. Pero es tan errónea la actitud negativa que hacia la ciudad tiene Mumford como errónea es también la exclusión del "sentimiento" en el urbanismo moderno. Es comprensible la aversión a la ciudad que tiene Mumford. Heredero de Geddes y de Whitman, como ya se ha expuesto, sus valores son otros. Va en contra
de la generalidad americana y la aceptación del capitalismo; ya en su libro "Técnica y Civilización" ve en éste la causa de la degeneración de las ciudades (la cual inicia a partir de el surgimiento del mercado en la ciudad medieval), y las ciudades americanas constituyen el prototipo de este cuadro. En la ciudad americana fácilmente conviven, en una misma zona y hasta en una misma manzana, los barrios pobres y los grandes rascacielos. El hacinamiento detrás de los altísimos muros en que los rascacielos convierten el perfil urbano, las calles estrechos pasadizos. La importancia que Mumford da al centro cívico es consecuencia de este modo de vida americano, como ya se ha dicho la ciudad americana no surge a partir de un centro definido que ccontribuya a la vida comunitaria: es la misma cuadrícula ilimitada por todos sus bordes. Es por esto que, al percibir en los planteamientos de la "Ciudad Funcional" algo que ya faltaba en la ciudad americana y tiene un efecto negativo, no vacila en tomar su postura crítica y engoba en su concepción pesimista de la ciudad a la metrópolis plantada por el proyecto moderno. En 1961, en el libro "La Ciudad en la Historia", no vacila en recordar esta crítica a Sert y "Sobrevivirán Nuestras Ciudades?". Hablando del núcleo cívico: " A diferencia de lo que ocurría en la ciudad antigua, el núcleo de la ciudad contemporánea es, ante todo, secular: es el reflejo de la tecnología y la economía predominantes... El urbanismo no puede reducirse a "vivienda, trabajo, recreo y circulación",según la fórmula del urbanista corriente; más bien la ciudad entera debe ser concebida, principalmente, como escenario para la ciudadanía activa, para la educación y para una vida personal rica y autónoma".63 Estas críticas a la ciudad moderna son, hasta un punto, mal enfocadas. Aunque es cierto que el factor ya hablado de la expresión, el aspecto de la identidad humana era carente en la "Ciudad Funcional", en Estados Unidos las aplicaciones de este modelo urbano que no fueron malinterpretadas son pocas. Al igual que ocurrió con la adopción de la etiqueta "Estilo Internacional", no se aplican los postulados esenciales, sino una adaptación de los conceptos; la esencia generadora de la idea no está pres ente y todo resulta en un formalismo. Esta es la crítica a esta ciudad moderna: al tomar (o considerar adaptar)sólo aquellos postulados de preguerra y colocar, u obviar aquellos postulados del "Cora zón de la Ciudad", es lógico que en los Estados Unidos surga esta posición encontrada con lo que luego se llama urbanismo moderno. Y, aunque es cierto que esta ideología cojeaba en algunos puntos, es igualmente cierto que Mumford poseía una visión hasta un extremo romántica de la ciudad; en la promoción del modelo de ciudad jardín, este degenera en la proliferación de ls suburbios, hacia los cuales ta mbién Mumford muestra una actitud negativa. El punto importante en las teorías de Mumford es lograr cr ear en América esa identidad propia que poseen los europeos: sus modelos y ejemplos lo son siempre ciudades europeas: Venecia, Amsterdam. Como la riqueza de norteamérica radica en su naturaleza y en la actitud pionera de conquista y dominio (el norteamericano posee otra concepción espacial del europeo)64 , busca basar su propia historia en estas caraQcterísticas que sólo él posee, y de ahí su afán por crear una historia del arte, la arquitectura y la literatura norteamericana creando "panteones" con personajes nativos. Mumford, aunque no posee un título universitario, es totalmente consciente de la importancia del factor cultural en la sociedad. Pero el hecho de basar en el aspecto social sus teorías urbanas le impide llegar a un modelo concreto de ciudad; sólo aporta posiciones de cómo deberían funcionar las cosas y no elabora un modelo concreto de su visión de la ciudad ideal. Esta posición "anticiudad" de Mumford es criticada recurrentemente por los europeos "modernos" radicados en Estados Unidos, ocasionando cierta fricción. Asimismo, Mumford siempre mantuvo y reforzó esta actitud regionalista y, aunque posteriormente visita aquellas ciudades-jardín inglesas en las que tanto creía y advierte que la realidad no es comparable a la teoría, hasta su muerte abogó por la descentralización y predicaba los males de la metrópolis.
En enero, 1954, Sibyl Moholy Nagy, viudad del arquitecto Lazslo Moholy-Nagy, escribe una carta a la revista Architectural Record. Esta carta es una crítica dirigida a Mumford y a su visión negativa de la ciudad. "Desde Ebenezer Howard a Frank Lloyd Wright, y desde William Morris a Lewis Mumford, la ciudad ha sido declarada perversa. La solución a la felicidad del hombre ha sido buscada en ciudades de cinturón verde y suburbios progresistas, con el hombre y la comunidad conviviendo en una garantizada salubridad....Existen millones de americanos quienes, a pesar del planeamiento regional...se esconden detrás de la fría impersonalidad de una puerta de apartamento numerada, no con tendencias siniestras, pero por su anhelado derecho de ser anónimos, de no ser cuestionado acerca de horarios u horas de despertarse...." Siempre existirán aquellos que encuentran su felicidad en la ciudad; así como la "Ciudad Funcional" constituye un extremo, asimismo la visión idealista de la Ciudad Jardín de Mumford es una posición excesivamente idealista y romántica: la respuesta correcta al planeamiento adecuado no existe. Lo que sí es siempre invariable ese papel relevante del hombre: la ciudad debe ser aquel lugar en que se sienta libre, que pueda expresar sus propias ideas, cuando al mismo tiempo que se relaciona logra esa privacidad imprescindible para algunos, la ciudad ideal corresponde asimismo a la identidad de cada uno. "The place where the city stands that is beloved by these, and loves them in return and understands them, Where the citizen is always head a nd ideal."65 La Ideología Americana y el CIAM de Posguerra. Prof. Josep Rovira Sarah Inés Hernández J. Master. Historia, arte, arquitectura y ciudad Escuela Técnica Superior de Arquitectura Barcelona Universidad Politécnica de Cataluña. Septiembre 1995.
1- Marina Waisman, "La Ciudad Descentrada", Zodiac, No.13, Marzo 1995, p.14 2- Mario Marineri-Elia, "Por Una Ciudad Imperial", en La Ciudad Americana, Biblioteca de Arquitectura, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1975, p.8 3- Francesco Dal Co, " De los Parques a la Región", en La Ciudad Americana, Biblioteca de Arquitectura, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1975, p.146 4- Richard Sennett, La Conciencia del Ojo", Barcelona, Ediciones Versal, p.77. 5- Francesco Dal Co, ibid. p. 251 6-Francoise Choay, " El Urbanismo Culturalista", en El Urbanismo. Utopías y Realidades, Barcelona, Editorial Lumen, 1985, p.341 7- Donald Miller, " Lewis Mumford:Urban Historian, Urban Visionary", Journal Of Urban History, Vol. 18, No.3, Mayo 1992, p.283. 8- Francoise Choay, ibid. p. 430. 9-Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, Buenos Aires, Emecé Editores,1957, p.11 10- Lewis Mumford, Sticks and Stones. A Study of American Architecture and Civilization, New York, Dover Publications, 1955, pp 85-86. 11-Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, Buenos Aires, Emecé Editores,1957, p.449 12- Citado en "The New Age of Automobility" en The Crabgrass Frontier, p.168 13-Francesco Dal Co, ibid. p.195. 14-Lewis Mumford, introducción a Toward New Towns of America, Clarence Stein, p.16 15-Francesco Dal Co, ibid. p. 275. 16-Lewis Mumford, "Monumentalism, Simbolism and Sty le", The Architectural Review, Abril 1949, p. 180 17-Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, Buenos Aires, Emecé Editores,1957, p. 563
18- Donald Miller, "Lewis Mumford: A Life", p.363 19-Giorgio Cucci, "La Ciudad en la Ideología Agraria y F.L. Wright" , en La Ciudad Americana, Biblioteca de Arquitectura, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1975, p.362 20-Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, Buenos Aires, Emecé Editores,1957, p. 400 21- Kenneth Frampton, "Lewis Mumford:Ecologist 1895-1990, A+U,vol. 242, No.11, Nov. 1990,p.3 22- Frank L. Wright, Baker Brownell, "Architecture and Modern Life", New York, 1937, p.346 23-Frank L. Wright, ibid. p.347 24- Donald Johnson, Frank Lloyd Wright versus America, the 1930's, Cambridge, the MIT Press, 1990, p.359 25-Lewis Mumford, "La Megalópoli, Verdadera Anticiudad", en Perspectivas Urbanas, Bar celona, Emecé, 1968 , p.190 26- Donald Johnson, ibid p.362 27-Vittorio Gregotti, Editorial, Rassegna, No. 52, 1992 28-Eric Mumford, "The Tower in a Park in America: theory and practice, 1920-1960", Planning Perspectives, No. 10, Enero 1995, p.21 29-Sigfried Giedion, Introducción, en José Luis Sert, Sobrevi virán Nuestras Ciudades?, Cambridge University, The Harvard Press, p.200 30-Stanilaus Von Moos, "Le Corbusier", Barcelona, Editorial Lumen, p. 182. 31- Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter", Planning Perspectives, No. 7, 1992, p. 396 32-Citado en Robert Wojtowicz, "Lewis Mumford:The Architectural Critic as Historian" en The Architectural Histiorian in America, Studies in the History of Art, No. 35, National Gallery of Art, Washington, Hannover and London, 1990, p.245 33-Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter", Planning Perspectives, No. 7, 1992, p . 397 34-En el artículo de Eric Mumford de "CIAM Urbanism After the Athens Charter", afirma q ue los comentarios de Lewis Mumford llegaron en un momento donde era y a tarde el cambiar e l libro, aunque sí dice que parecen haber tenido un efecto desicivo en el pensamiento de Sert durante los próximos años, un efecto que culmina en el octavo congreso ( p. 397). Pero Stanilaus Von Moos, en el libro "Le Corbusier" dice: "Algunos años más tarde, este programa de cuatro puntos parecía ya insuficiente, porque J.L.Sert, en el momento de la publicación del material del congreso, decide añadir un párrafo sobre el ""Core"", centro comunitario de la ciudad. Habrá que esperar, sin embargo, a 1951 para que en el octavo congreso , celebrado en Hoddesdon, el centro de la ciudad pase a primer plano de la discusión", (p.183) 35-José Luis Sert, "Sobrevivirán Nuestras Ciudades?", Cambridge University, The Harvard Press, p.200 36-Sigfried Giedion, "A Decade of Contemporary Architecture", Zurich, Editions Girsberger, 1954, p.2 37-Lewis Mumford,La Cultura de las Ciudades, Bu enos Aires, Emecé Editores, 1957,p.602 38-Lewis Mumford,La Ciudad en la Historia, Buenos Aires, Ediciones Infinito, 1979, p.559 39-Donald Miller, Lewis Mumford:A Life, p. 357 40-Richard Sennett, La Conciencia del Ojo, Barcelona, Versal Ediciones, 1990, p.28, 26. 41-Lewis Mumford, La Cultura de las Ciudades, Buenos Aires, Emecé Editores, 1957, p. 385. 42-Lewis Mumford, ibid. p.374-5. 43-José Luis Sert, ibid. p. 212. 44-José Luis Sert, ibid. p. 230. 45-La Ciudad Como Espacio Habitable. Alternativas a la Carta de Atenas., Lotus, No.41, Feb.1984,p.8. 46-Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter",Planning Perspectives, No. 7, 1992, p.397. 47-Sigfried Giedion, A Decade of Contemporary Architecture, Zurich, Editions Girsberger, 1954, p.26 48-Sigfried Giedion, ibid. p. 28 49- Sigfrid Giedion,In Search of a New Monumentality, The Architectural Review, Sept. 1948, p. 127 50- Walter Gropius,In Search of a New Monumentality, The Architectural Review, Sept. 1948, p. 1 27 51-Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter",Planning Perspectives, No. 7, 1992, p.401. 52- James Bosman, "CIAM After the War: A Balance of the Modern Movement", Rassegna, No.52, p.10 53- James Bosman, "CIAM After the War: A Balance of the Modern Movement", Rassegna, No.52, p.10 54-José Luis Sert, en el Programe du 7éme Congrés CIAM, IIéme Comission, Rapport A, L' Architecture d' Aujord Hui, 1949 55-José Luis Sert, ibid. 56-Lewis Mumford, "Monumentalism, Simbolism and Style", The Architectural Review, Abril 1949 , p.173
57-Lewis Mumford, "Monumentalism, Simbolism and Style", The Architectural Review, Abril 1949 , p.178 58- Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter",Planning Perspectives, No. 7, 1992, p.407. 59-James Bosman, "CIAM After the War: A Balance of the Modern Movement", Rassegna, No.52, p.11 60-Sigfried Giedion, A Decade of Contemporary Architecture, Zurich, Editions Girsberger, 1954, p.46 61- Ignasi de Solá Morales, "Arquitectura y Existencialismo: Una Crisis de la Arquitectura Moderna", Annals, No. 5, 1991, p. 29. 62- Eric Mumford, "CIAM Urbanism After the Athens Charter",Planning Perspectives, No. 7, 1992, p. 413 63-Lewis Mumford, "La Ciudad en la Historia", Buenos Aires, Ediciones Infinito, 1979, p.808 64-En el libro "América", Jean Baudrillard analiza el comportamiento espacial del europeo y el norteamericano. "Ahora bien, de los americanos puede decirse todo, excepto que sean mediocres o pequeño-burgueses. pequeño-burgueses. Carecen, sin duda, de la gracia aristocrática, pero poseen la soltura del espacio, la de aquellos que siempre han dispuesto de espacio, y eso mismo les sirve de modales y blasones...Circular es su comportamiento natural, la naturaleza es una frontera y un lugar de acción. Aquí, la libertad carece de definición estática o negativa, sólo tiene definición espacial y móvil." 65-Walt Whitman, "Song of the Broad Axe".
http://www.periferia.org/history/iusciam.html
citar:
HERNÁNDEZ, Sarah: “La Ideología Americana y el CIAM”, en Periferia, Internet Resources for Architecture and Urban Design in the C aribbean, 1995.