INTRODUCCION
El presente informe contiene información acerca de las escorrentías subsuperficiales o escorrentía hipodérmica, las causas, los posibles problemas que causan este tipo de escorrentía, así como poder identificarla, los factores que influyen en esta y también las características de estas.
OBJETIVOS
Conocer la definición de escorrentía subsuperficial.
Conocer los posibles daños que puede causar la escorrentía.
Conocer los factores que afectan la escorrentía.
Saber la característica de la escorrentía.
Aprender por qué nos beneficia estudiar las escorrentías y que información útil nos brinda.
MARCO TEORICO
Cuando
la lluvia
o
el
riego caen sobre
la
superficie
del
terreno, una parte del agua comienza a infiltrarse en el suelo, mientras que otra puede empezar a deslizarse por su superficie. Esta agua que no se infiltra es el agua de escorrentía o agua de arroyada y es la principal responsable de la erosión del suelo. Esta agua de arrollada, junto al agua de los acuíferos profundos que aflora a la superficie en los manantiales, es la que da lugar a la formación de arroyos, ríos y lagos, tan importantes para los ecosistemas terrestres. Hay un agua de escorrentía denominada hipodérmica o flujo intermedio que circula, dentro de los horizontes superficiales del suelo, paralelamente a la superficie y a favor de la pendiente. Suele ser importante cuando los horizontes superficiales son arenosos y
en profundidad existen
horizontes arcillosos o una
capa de roca impermeable. Este flujo puede rezumar en la base de las laderas y es el responsable del empobrecimiento del horizonte superior del suelo por arrastre de las partículas minerales de menor tamaño. Todos hemos observado los encharcamientos que se producen en los campos cuando hay una lluvia intensa y el terreno es llano, así como los regatos y torrentes que aparecen en los terrenos en pendiente. Más difícil es observar la escorrentía en las laderas cubiertas por praderas o céspedes, pues el agua discurre entre los tallos de las hierbas, o la que discurre por debajo de la hojarasca de las zonas boscosas. La mayoría de los suelos, bajo vegetación natural y sin alterar, pueden absorber lluvias débiles y moderadas sin que se produzcan encharcamientos o escorrentías apreciables. Cuando aumenta la intensidad o rapidez de caída del agua - que se mide en milímetros (o litros por metro cuadrado) por hora – llega un momento en el que se comienza a formar una
lámina de agua en la superficie del suelo. Esta intensidad límite de la lluvia o del riego se denomina capacidad máxima de infiltración del suelo. La capacidad de infiltración o de absorción depende de la porosidad del suelo, fundamentalmente de los poros más grandes o macro porosidad, así como de la existencia de grietas o cavidades producidas por las lombrices u otros animales y por las raíces de las plantas. Durante las tormentas, cuando el suelo está sin cubrir por la vegetación, las gotas de agua rompen y deshacen rápidamente los grumos y pequeños terrones de la superficie (agregados del suelo), produciéndose un incremento de las partículas finas que van tapando los poros y las pequeñas grietas. Se forma una fina capa superficial compactada y más impermeable que ralentiza mucho la infiltración. Tal estructura de degradación es denominada costra o sellado, según su espesor (no confundir con el sellado por asfaltamiento). Aunque posteriormente disminuya la intensidad de la lluvia ya han comenzado los encharcamientos y la escorrentía. Por eso es tan importante, para la rápida infiltración del agua y para evitar la escorrentía, la existencia de una capa de hojarasca o de vegetación que disminuya la fuerza de las gotas al caer al suelo. La escorrentía, además de producir erosión, hace que sea menor la cantidad de agua, procedente de las precipitaciones o de los riegos, que se puede infiltrar en el suelo y ser aprovechada por las plantas. En el caso de los encharcamientos, aunque una parte del agua estancada acaba infiltrándose en el suelo, otra se pierde por evaporación, sobre todo cuando las temperaturas son altas. Otra parte de la precipitación que no llega a infiltrarse en el suelo, y que se pierde por evaporación, es el agua interceptada por la vegetación y la hojarasca cuando las lluvias o los riegos son débiles y de corta duración.
Podemos resumir diciendo que la escorrentía superficial es más importante cuanto más intensa sea la precipitación, mayor sea la pendiente y más compactado esté el suelo. Por el contrario, será menos importante cuando exista una buena cubierta de vegetación, que intercepte las gotas y frene el flujo de agua, y cuando el suelo mantenga una buena porosidad que favorezca la rápida infiltración. En condiciones extremas, la escorrentía puede causar daños significativos tales como erosión de suelos y riberas, transporte de nutrientes y contaminantes, impactos sobre infraestructura e inundaciones y depósitos de sedimento en zonas habilitadas Factores que afectan la generación de escorrentía: Factores climáticos: precipitación, evaporación, traspiración Factores fisiográficos: Geométricos de cuenca, Físicos de la cuenca y causes
CONCLUSION
Este informe finaliza con la siguiente información: el motivo principal del estudio del proceso de escorrentía es la necesidad de estimar la cantidad de agua que alcanza rápidamente el cauce fluvial. La escorrentía es el elemento más importante de la predicción de crecidas.