Escuela de Pensamiento Descolonial 2da Edición: Posibilidades y opciones de las revoluciones en el Sur global del siglo XXI
A 150 años de la publicación de El Capital y a 100 años de la Revolución Rusa
Entre el 23 y 28 de octubre de 2017
¿Qué es la Escuela de Pensamiento Descolonial? La Escuela de Pensamiento Descolonial es un espacio anual de pensamiento público e intensivo que tiene como objetivo propiciar acciones formativas y de discusión que permitan la construcción colectiva de horizontes comunes de organización y emancipación desde el Sur Global. La discusión acerca de las subjetividades, comunalidades y formas de poder desde un pensamiento critico descolonial nuestroamericano requiere de un debate que profundice tanto en las experiencias del socialismo del siglo XX como en procesos socialistas recientes y los retos del siglo XXI. Una evaluación del socialismo del siglo XX que nos brinde elementos críticos de experiencias pasadas es indispensable para aprender de sus errores. El riesgo de no hacerlo es el peligro de reciclar prácticas, concepciones obsoletas y desacertadas del socialismo del siglo XX bajo el lema de Socialismo del siglo XXI. Las experiencias recientes de los procesos revolucionarios en Bolivia y Venezuela develan que el socialismo de este siglo a diferencia del socialismo del siglo XX será plural, democrático, ecológico y epistémicamente diverso, asumirá lo corpóreo, las sexualidades y subjetividades que se expresan y se encarnan en el cuerpo de la persona y el cuerpo colectivo. Plural porque no existe un solo modelo a seguir. Cada proceso tendrá sus propias particularidades aun cuando se puedan adaptar experiencias positivas del socialismo de otros lugares. Democrático porque combina formas parlamentarias, representativas, deliberativas, participativas y/o comunales de democracia directa. Ecológico porque no es posible ya pensar el socialismo desde la racionalidad epistemicida y occidentalocéntrica, en conjunto con sus tecnologías productivas, destructoras de la vida.
Epistémicamente diverso porque ya no se parte de la visión universalista eurocéntrica del mundo sino que se parte de concepciones producidas desde el sur global que son por definición epistémicamente pluriversales. Corpo-afectivo porque las sexualidades y los cuerpos racializados, nombrados desde el margen históricamente impuesto, narran sus propias historias-memorias que evidencian sentires no-modernos, reivindican el poder de su carnalidad-espiritualidad y proyectan, desde cada cuerpo-pueblo, afectos, sexualidades y creencias comunes, posibles y necesarias. La Escuela de Pensamiento Descolonial NO es un: ● ...Espacio para hacer turismo intelectual y político. Debe ser un espacio para producir ideas, conocimiento en base al intercambio permanente con actorxs diversos. Buscamos reproducir en nuestros territorios, colectivos y centros de investigación lo que vamos a pensar y producir dentro de la Escuela. Partimos del conocimiento libre. ● ...Escuela para las masas. La formación de la escuela parte de una profunda crítica a la escuela tradicional y a concebir el sujeto como ente receptor y multiplicador de un mensaje como política eficiente para la masificación de la revolución. Por eso esperamos un debate crítico entre lxs invitadxs internacionales y el resto de lxs participantes. ● ...Escuela para formar cuadros. No hay recetas para ejercer el poder popular. Este depende de su comunidad política y del contexto en el que se encuentre. Queremos ver infinitas formas y variaciones en las que esto se pone a prueba, se intenta, se comprende y se practica. Su reproducción no es a “modo de maquila”. ● ...Espacio para la propaganda gubernamental. No buscamos panfletos, ni valorar las mejores y más exitosas experiencias, ni obtener más electores para algún partido político, sino partir de las tensiones que entre la teoría y el hacer se forjan para ayudarnos a crecer en la política de la liberación y las descolonizaciones.
Con el desarrollo anual de la Escuela de Pensamiento Descolonial buscamos: 1. Fortalecer colectivos de investigación académicos, de movimientos sociales, militantes, y de cualquier forma de organización social, en torno a las propuestas venezolanas de construcción de Socialismos del Siglo XXI. 2. Ampliar los referentes teóricos con los que contamos para analizar nuestras realidades y contextos de las diversas comunalidades (territoriales, sectoriales, culturales) potenciando la descolonización de sus instituciones políticas.
3. Legitimar procesos de construcción de otro poder a través de la comprensión, producción y difusión de materiales escritos, audiovisuales, etc. que puedan surgir en los debates de la escuela y su continuidad en las comunalidades, centros de investigación y demás colectivos de investigación. 4. Abrir el contexto venezolano actual a los campos de conocimiento y líneas de investigación de los y las participantes nacionales e internacionales de la Escuela, haciendo visibles los procesos sociales venezolanos surgidos al calor de la Revolución Bolivariana. ¿Por qué realizar una Escuela de Pensamiento Descolonial en Venezuela? ● La necesidad de hacer visible la pluralidad en el contexto venezolano. Tenemos una tendencia a entender nuestras prácticas, proyectos y grupos políticos como homogéneos y universales. Hablamos de un socialismo, una comuna, un gobierno, un parlamento, una oposición, una chavismo… un Chávez. ● La comuna dentro de los socialismos del siglo XXI. Entre la pluralidad de propuestas socialistas, el proyecto de construcción del socialismo comunal (Estado Comunal) es para nosotrxs un pilar fundamental en el avance de la Revolución Bolivariana. En la construcción comunal está la fuerza que potencia otras formas de ejercer la política. ● Esto nos hace pensar constantemente sobre la factibilidad política del Estado Comunal. Es decir, cuáles son las condiciones de posibilidad materiales y simbólicas para que existan instituciones que garanticen el avance en Venezuela hacia un Estado Comunal no fetichizado. ● Pareciera necesario entonces analizar las hegemonías que entran en conflicto en la disputa de sentidos por la construcción comunal en Venezuela. En este sentido, algunas tensiones cotidianas por las que atraviesan los procesos revolucionarios en Venezuela requieren de la reflexión sobre la voluntad de poder (ejercicio de poder y su diferencial con el socialismo del siglo XX), la obediencia, el servicio y la dominación en la política, el liderazgo colectivo, la producción para la vida, la reproducción de la cultura, entre otras. ● El acumulado histórico de luchas sociales, construcción de relaciones sociales emancipatorias de nuestras comunidades potenciadas por estos 17 años de Revolución Bolivariana es desconocido, invisibilizado, ocultado o desacreditado. Tenemos una necesidad de convertir en fuerza el conocimiento que subyace a la Revolución Bolivariana, de hacerlo visible y comprensible para el mundo, para que muchos otrxs se sumen, sean parte.
¿Quién organiza? La Escuela de formación es organizada por la Red Venezolana de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades (Redicsh) que tiene como objeto el fomento del conocimiento crítico y colectivo desde la investigación, formación, socialización y difusión del mismo, a través de la articulación necesaria entre actores provenientes de instituciones y espacios de investigación, universidades e instancias organizadas de investigación del poder popular, para la transformación social desde la despatriarcalización, descolonización y procesos liberadores. El ámbito de actuación de La Red Venezolana de Centros de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades son las realidades del Sur Global, es decir, los contextos de todos los países y comunidades oprimidos por la hegemonía de capitales monetarios y simbólicos transnacionales concentrados en una minoría que identificamos como el Norte Global. En este Sur Global, es la República Bolivariana de Venezuela el epicentro de nuestro accionar, y Nuestramérica la región desde la que construimos identidades, saberes y dinámicas subversivas y liberadoras. Actualmente Redicsh está conformada por instituciones y organizaciones sociales de todo el país vinculados con el quehacer investigativo en éstas áreas del conocimiento con la intención de potenciar las producciones que desde sus colectivos se generan. Algunos de estos son: Instituto de Estudios Avanzados (Idea), Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), Centro Internacional Miranda (CIM), Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), Universidad Experimental de las Artes (UNEARTES), Centro Nacional de Estudios Históricos, Escuela Venezolana de Planificación, Colectivo Códigos Libres-Tiuna El Fuerte, Grupo de Investigación Feminista La Candanga, y Comando Creativo. Todas estas instituciones y organizaciones certificarán la participación activa en la Escuela de Pensamiento Descolonial. Contexto de la II Escuela de Pensamiento Descolonial La primera edición de la Escuela de Pensamiento Descolonial se realizó entre el 07 y el 14 de octubre del 2016, y contó con la participación de Enrique Dussel (México), Juan José Bautista (Bolivia), Ramón Grosfoguel (Puerto Rico), Karina Ochoa (México), Héctor Alimonda (Argentina), y por Venezuela José Romero-Losacco, Judith Valencia y Miguel Ángel Contreras. Este espacio de reflexión y diálogo entre organizaciones sociales, instituciones públicas e investigadorxs motivó la problematización sobre la crisis civilizatoria moderna y sus diversas formas de dominación. Este primer ensayo nos permitió corroborar la necesidad de desarrollar espacios donde poner en cuestión las prácticas y saberes que se han tejido durante la Revolución Bolivariana desde la crítica al eurocentrismo, racismo, capitalismo y patriarcado que nos traza como horizonte la modernidad y el mundo occidentalizado en el que vivimos. En este sentido, consideramos pertinente realizar una segunda edición de este espacio, concentrándonos en revisar las “Posibilidades y opciones de las revoluciones en el Sur global del siglo XXI”.
Realizar una escuela para pensar sobre las alternativas y desafíos que los pueblos del sur global se encuentran construyendo y que se erigen con continuidades pero a su vez como distinciones con la Revolución Rusa en el marco de su centenario, consideramos que es pertinente en el contexto histórico y nacional que transcurre hoy en día en Venezuela. Asimismo, entendiendo la importancia que ha tenido “El Capital” de la mano de Carlos Marx para los procesos emancipatorios en Nuestramérica, se muestra indispensable, a 150 años de su publicación, continuar con la reflexión crítica que Marx nos propone en el texto. Esta escuela se realiza en Venezuela en un momento de gran convulsión. Por un lado, a nivel internacional se han recrudecido los intentos por atentar contra la soberanía de nuestro pueblo, teniendo como estrategias la editorialización de la información de acuerdo a los intereses de las grandes transnacionales de noticias, un cerco económico sobre el país y varios intentos por intervenir diplomáticamente en el territorio nacional. Aunado a esto, la baja de los precios del petróleo, la creciente especulación y un proceso inflacionario descontrolado, ha favorecido que sectores de la oposición al gobierno se encuentren en movilización en las principales ciudades del país desde abril, teniendo como resultado grandes pérdidas humanas y materiales, y a la vez ha desatado una fuerte persecución racista a quienes sean o parezcan estar asociados a la Revolución Bolivariana pero que en definitiva busca imponer una sola forma de ser y busca el exterminio de cualquier clase de disidencia a ese lugar del ser occidental, europeo, patriarcal y heterosexuado. Este contexto hace aún más importante el desarrollo de espacios donde promover la pluriversalidad de pensamientos y subjetividades que habitan en Nuestramérica y en el Sur Global, reivindicar las subjetividades diversas, visibilizar la política de la liberación que practican nuestros pueblos. Estas reflexiones puede además tributar a dos coyunturas que giran entorno a este país caribeño: por un lado las discusiones de la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el Presidente Nicolás Maduro Moros; y por otro, en el marco de la Presidencia de la cuarta comisión de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) encargada de las Misiones de Paz, Descolonización y Palestina, para la que ha sido electa Venezuela. Objetivo general: Valorar las posibilidades y opciones de las revoluciones del Sur global en el siglo XXI.
Objetivos específicos: 1) Comprender las relaciones entre las forma-tiempo y forma-poder en Nuestramérica más allá del capitalismo histórico.
2) Problematizar los encuentros y desencuentros entre los movimientos populares y el capital, Estado y nación. 3) Develar nuestros sentires-saberes comunes hacia y frente la construcción de hegemonía.
¿Dónde se realizará la Escuela? La Escuela tendrá lugar en las instalaciones del CECA-Morelos de la Universidad Nacional Experimental de la Artes (Caracas), durante la semana del lunes 23 al viernes 27 de octubre de 2017. Podrás participar en conferencias públicas durante los primeros 4 días y en una mesa de trabajo el día jueves en la mañana y tarde. La asistencia a ambos espacios es obligatoria para obtener la certificación de acreditación respectiva. Profesorxs invitados de la segunda edición de la escuela Internacionales: 1. Enrique Dussel 2. Ramón Grosfoguel 3. Juan José Bautista 4. Karina Ochoa 5. Lwazi Lushaba En cuanto a lxs nacionales: 1. Liliana Márquez 2. Rubén Reinoso 3. Inés Pérez-Wilke 4. Reinaldo Iturriza 5. Nadya Ramdjam 6. José Romero-Losacco ¿Cómo participar? En esta edición la Escuela ofrece dos modalidades de participación, que deviene en dos tipos de certificación: por asistencia o por acreditación. Tanto asistentes como acreditadxs deben registrar preguntas a lxs foristas al momento de la inscripción, en torno a la pregunta central de la Escuela: ¿cuáles son las opciones y posibilidades
de las revoluciones de los pueblos del Sur global en el siglo XXI? Asistente: Debe participar al menos en 5 actividades públicas Acreditado: Debe participar en 4 actividades públicas + comprometerse con la mesa de trabajo
Ejes temáticos Los diferentes espacios de trabajo de la Escuela de Pensamiento Descolonial estarán atravesados por la discusión de tres ejes: tiempo y poder; movimientos populares, capital, estado y nación; y sentires-saberes comunes y hegemonía. Estos ejes no se conciben de manera fraccionada sino como provocadores y organizadores de los diálogos y debates que se generen dentro de la escuela. Cada eje contempla algunos temas1: 1. Tiempo y poder: a. Familias, trabajo y vida b. Sexualidades, deseos, corporalidades c. Cultura rentista, extractivismo y cotidianidad d. Sentido de lo apremiante-coyuntura-urgencia. 2. Movimientos populares y el capital, Estado y nación: a. Políticas pública b. Formas de resistencia y la izquierda latinoamericana c. Creación, reproducción y cuidado de la vida. 3. Sentires-saberes comunes y hegemonía: a. Sentidos comunes, narrativas b. Racionalidades e Imaginarios c. Placeres d. Espiritualidades
Eje 1: Tiempo y poder La lógica del desarrollo capitalista está atravesada por dos dominios que le imponen su dinámica. La racionalidad medio-fines que reduce el pensamiento a una lógica de acción que permite la condición de posibilidad, para generar un pensamiento único y la contradicción capital-trabajo que provoca las condiciones para la explotación, en el marco de la apropiación del plustrabajo por la vía de la apropiación del tiempo abstracto de trabajo. Este proceso es posible debido a la homogeneización del tiempo, que se da en la emigración campo-ciudad y en la separación de los seres humanos, de sus condiciones naturales y reproducción de la vida. El epistemicidio que produce en
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Texto aún en desarrollo
Nuestramérica Europa, repite con violencia la separación de los pueblos originarios de sus condiciones de reproducción. “Ahora ya no es tu tiempo, es nuestro” Es el grito de la rebelión indígena liderada por Zárate Willca a finales del siglo XIX, lanzado a la oligarquía criolla boliviana, nos cuenta Juan José Bautista1, para rastrear no sólo un grito de rebelión; sino un lugar de enunciación desde una racionalidad de la vida, que le hace frente a una razón moderno-colonial de la muerte. Los indígenas del mundo andino denunciaban así la instauración del Pachacuti, un tiempo presente para el restablecimiento del equilibrio que la modernidad destruyó en las relaciones con la Pachamama, sus espíritus y la comunidad. Restablecimiento de las relaciones comunitarias de reciprocidad, colaboración y solidaridad, que fueron subyugadas por las relaciones societales propias de la modernidad; su subjetividad, mitos, prenociones y preconceptos. Pues, como denuncia este filósofo boliviano, lo que no supo leer el marxismo del siglo XX en Marx fue su denuncia de un modelo ideal, retomando a Hegel. Un principio teleológico estático e invisible, en la retórica de la modernidad capitalista. Una subjetividad, un tiempo para el despliegue del poder, la dominación y la hegemonía blanca. Con la creación de “Europa” a través de la aparición de Nuestramérica en su narrativa, el tiempo impuesto a través de una racionalidad occidental, se solidificó en el tiempo para la producción del capital. Teniendo su correlativo en la noción de progreso, un bien-estar siempre a futuro, nunca en el presente. El tiempo de la producción y reproducción de la vida propio de la cosmogonía de ese mundo andino, y nos atreveríamos a decir de los otros y otras condenados de la colonia, se enterró. Un tiempo en el que la espiritualidad atravesó las relaciones económicas de producción e intercambio, las políticas, pero también las relaciones íntimas, mas no privadas, de familia, conyugalidad, reproducción y sexualidad. El tiempo del Pachacuti fue y es enunciado así como un “tiempo de liberación”. Nos cuenta la socióloga nigeriana Oyeronke Oyewumi2 en su crítica a un feminismo blanco eurocentrado desarrollado en una metodología de análisis anclada en las categorías universalizantes de género y mujer, que a pesar de su fama anti-familia la comprensión de dichas categorías sólo puede venir por la familia nuclear. Así madre igual esposa, sin embargo, resalta como en muchas otras culturas la maternidad viene dada por la relación con la descendencia y no por la relación sexual con un hombre. Continúa relativizando la categoría género y su trascendencia para la teoría feminista, explicando como dentro de las familias Yoruba el principio de jerarquización viene por un rizoma complejo de relaciones interno-externo con el linaje, fijadas en lo cronológico independiente del género. Apunta así a una relación diferente con el cronos, en la que el principio de la división sexual del trabajo no sería el determinante de la desigualdad genérica. Encontramos también las reflexiones de la antropóloga Rita Segato3 quien destaca la necesidad de un “tiempo heterogéneo” de la nación, uno donde la pluralidad y multiplicidad de: “sujetos colectivos que luchan por producir en el sentido de retomar o dar continuidad a sus narrativas históricas propias, como urdimbres tramadas colectivamente en el tiempo, originando 'tiempos' históricos diferentes, aunque
articulados entre sí y compartiendo un mismo horizonte nacional” (26). Un tiempo heterogéneo de sujetos colectivos que se abra paso ante la política de las identidades globalizadas, que enyesan la representación en el tiempo neoliberal. Este tipo de reflexiones, aportes, develamientos y relativización que traen estas y estos teóricos del Sur Global, tocantes con la forma tiempo-poder, nos plantean un reto epistémico para la 2da edición de la “Escuela de Pensamiento Descolonial” en la República Bolivariana de Venezuela, que creemos pertinente abordar a través los siguientes subtemas: ● Producción y reproducción de la vida en el tiempo de la liberación. ● La forma tiempo-poder y las naciones Nuestroamericanas. ● El tiempo del binarismo cartesiano en los cuerpos: Sexualidad monogámica vs sexualidades. -------------------------1Bautista Segales, Juan José (2011): “De la racionalidad moderna a la racionalidad de la vida”; en PENSAMIENTO CRÍTICO Y SUJETOS COLECTIVOS EN AMÉRICA LATINA, del Núcleo-Red Interdisciplinario Pensamiento Crítico en América Latina y Sujetos Colectivos, de la Universidad de la República; UdelaR y Ediciones Trilce; Montevideo. 2Oyewumi, Oyeronke (2010): “Conceptualizando el género: Los fundamentos eurocéntricos de los conceptos feministas y el reto de la epistemología africana”; en AFRICANEANDO Revista de actualidad y experiencias, Núm. 04, 4o trimestre. Revista de actualidad y experiencias. Núm. 04, 4o trimestre 2010.www.africaneando.org. Barcelona 3Segato, Rita Laura (2007): La nación y los otros. Eje 2: Movimientos populares, capital, Estado y nación Como señaló Marx en el capítulo XXIV de El Capital, el origen de la acumulación capitalista, y por tanto de la moderna fetichización colonial del poder se vincula con el proceso histórico de despojo territorial, a través del cual la población fue gradualmente separada de sus medios de producción y trabajo, iniciándose un proceso ininterrumpido de acumulación por desposesión que, para el caso del sur global, se ha basado en el despojo, expropiación y privatización de los territorios, bienes comunes, modos de vida, sistemas de conocimientos y racionalidades de los pueblos, generando movilizaciones de organización para la resistencia que se han constituido en diferentes espacios y tiempos. Un despojo cuya justificación se fundamenta en la desposesión de la condición de humanidad a todo lo que no cumpla con el canon civilizatorio occidentalocéntrico. El surgimiento y consolidación histórica de los Estados-modernos ha caminado de la mano con el proceso de consolidación del sistema capitalista como orden económico del proyecto civilizatorio llamado modernidad, implicando desde su origen la articulación de múltiples dispositivos de control biopolítico sobre los pueblos, desde los sectores sociales dominantes, lo que ha supuesto la existencia de indisociables tensiones y contradicciones históricas entre éstos y los movimientos populares, dentro del marco de la disputa por el poder político. Este escenario ha implicado, incluso en los Estados de orientación progresista, la
permanencia histórica de conflictos de extrema complejidad, que se derivan en muchos casos de los contextos geopolíticos y geoeconómicos dentro de los cuales se encuentran insertos, y que en el caso de la Revolución Bolivariana han supuesto tensiones de distintos tipos y a diferentes escalas al momento de concretar en la práctica el Poder Popular y su expresión territorial en las formas de organización comunal. En el marco de este contexto, los movimientos sociales y otras expresiones del Poder Popular, se encuentran insertos dentro de un contexto problemático al momento de construir alternativas para la transformación social que contribuyan a trascender el contexto de crisis sistémica global a la que nos ha arrastrado la modernidad desde su lógica antropocéntrica, patriarcal y mercantilizadora de todas las esferas de la vida. Se trata de una lucha por la re-existencia, que implica la reapropiación sobre los medios de producción y reproducción de la vida, en donde se incluyen las economías tanto como los sentidos, en la búsqueda por concretar formas y escalas diversas de autonomía desde el rescate de lo común, que se mantienen en tensión permanente con los aparatos institucionales estatales que desde su génesis han operado en base a la activación de dispositivos para el control de las existencias y los mecanismos para la supervivencia. Precisamente, este eje temático busca abrir la discusión en torno a las disputas, tensiones y contradicciones que se articulan entre los Estados y las luchas populares, en los diferentes escenarios y realidades que apuntan a la construcción de hegemonía desde una praxis liberadora, emancipatoria y descolonial. Eje 3: Sentires-saberes comunes y hegemonía Desde la intrusión colonial histórica, las formas de operación política para la generación de hegemonías estuvieron vinculadas a la interferencia y control de la producción de subjetividades colectivas, a través del epistemicidio, la explotación y el robo de los saberes y sentires comunes de las fuerzas populares. Sin embargo, estas formas de operación no parecían fundarse en el uso consciente y planificado de estrategias y tecnologías de control, sino en el uso de la fuerza xenófoba y en la noción de raza como forma de administración de las subjetividades, que permanecía y permanece invisibilizada por la naturalización y biologización de dicha noción. El uso de la violencia desmedida, y una implacable segregación social, logró debilitar formas no modernas de continuidad cultural. Pero la verdad es que la sociedad capitalista contemporánea, y en general los aparatos de poder de la modernidad, ha llevado a sus límites la investigación y el uso de herramientas de intrusión en las configuraciones subjetivas, en las sensibilidades, los placeres, las creencias, las espiritualidades y narrativas, a través de múltiples formas de sujeción y subjetivación. Tal como lo presenta Esther Ceceña, en las sociedades contemporáneas la subjetividad se configura como instancia privilegiada de (bio)control. Frente a ello, las fuerzas populares, en muchos casos fragmentadas, han logrado guardar territorios comunes para la vida, en forma de resistencias y re-existencias, acervos, afectividades, espiritualidades y creencias, así como conocimientos y
maneras de construir las cotidianidades, resignificando las formas de dominación, o al margen de ellas. Se avanza entonces en la identificación de campos culturales, narrativas y epistemes como sustratos de la re-producción/cuidado de la vida, y de la creación de autonomía popular para la producción de las alteridades históricas y la realidad social. La posibilidad de re-existencia, tal como propone Adolfo Albán, significa para los pueblos de sur global reinventar estrategias de vida que permiten tensionar las fuerzas hegemónicas globales, así como resignificar hegemonías locales articuladas en condiciones de diversidad, diferencia y alteridad, que hagan inviable el proyecto colonial en plena expansión (“la conquistualidad”, sic. Rita Segato)., y que, en cambio, permitan la participación real de las formas de vida populares en la producción de realidades sociales, pues en definitiva es la reconquista del lugar de la producción somato-poiética lo que permite trascender la modernidad/colonialidad. Desde el estudio de alternativas para la emancipación epistémica indispensable se arriba al territorio de la soberanía de los saberes y sentires, que pone continuamente en cuestión las formas mismas de racionalidad que producen determinadas formas epistémicas. El punto paradójico estriba en la demanda de la reincorporación del campo sensible, de sentires, espiritualidades, racionalidades y otras formas de comprensión de la experiencia como formas de pensamiento con potencia transformadora, hacia el comunitarismo de los sures del mundo. Programa de la escuela 2017
Clase magistral de cierre Consideramos necesario finalizar la escuela resaltando algunas ideas producidas y consensuadas durante los cinco días de trabajo. Este espacio tendrá como objetivo
resaltar premisas e ideas claves en la deconstrucción del modelo civilizatorio moderno, sus mitos, trampas, caras y opresiones. Enrique Dussel, pensador mexicano-argentino y Premio al Pensamiento Crítico Libertador será el encargado de introducirnos en estos hitos y dar algunas claves sobre las posibilidades y opciones de las revoluciones en en el Sur global del siglo XXI. Mesas de trabajo y plenaria: líneas de investigación Redicsh Las mesas de trabajo tienen el objetivo de nutrir las líneas de investigación que desarrolla actualmente la Red Venezolana de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades en función de los ejes de análisis propuestos para la escuela. Para ello, cada organización que conforma la red organizará un espacio de debate y reflexión que fortalezca el pensamiento crítico que se encuentra desarrollando y que permita responder la pregunta: ¿cuáles son las opciones y posibilidades de las revoluciones en Nuestramérica hoy en día? La convocatoria para participar en las mesas de trabajo será cerrada y gestionada por la organización de la Redicsh que la organiza y contará con una o un profesorxs invitadxs. Se desarrollarán 2 jornadas de 4 horas por cada mesa de trabajo y los resultados de la discusión serán leídos en plenaria. Productos personales y colectivos de cada mesa de trabajo Con el objetivo de impulsar grupos de investigación y nutrir las líneas que desarrolla cada organización que forma parte de la REDISCH se proponen 4 mesas de trabajo. Estas mesas son el espacio para el intercambio de experiencias y saberes más cercano entre lxs participantes de la escuela y lxs profesorxs invitadxs, dado el reducido número de personas por aula. Las mesas de trabajo abrirán con un documento que exponga la temática, por parte del o la facilitadora, y luego se abrirá una ronda de intervenciones donde cada participante aportará sus reflexiones y lxs profesorxs invitados intervienen precisando nudos que hayan aflorado en la conversación como antesala de al cierre. Cada mesa debe producir: -Documento de relatoría -Agenda de acciones para responder la pregunta central de la escuela, teniendo como base los tres ejes de la Escuela. -Producto individual por participante (texto, audiovisual, etc). Lxs participantes que sean de una misma organización puedan entregar productos que puedan articularse como propuestas de la organización.
Las mesas de trabajo serán: 1) Historia global desde el Sur (Coordinada por IVIC y CNH - Invitado internacional: Lwazy Lushaba) La modernidad-colonialidad como proyecto civilizatorio fundado en el genocidio y epistemicidio sistemático de todo aquello que se define como fuera del canon de humanidad occidentalocéntrico, no sólo se conforma con silenciar cualquier voz que exprese otra forma de humanidad, sino que construye una narrativa que justifica su expulsión del reino de lo humano. Así, en su continua necesidad de mirar el presente como novedad y postergar el futuro conjugándolo como presente continuo, la modernidad ha requerido de la permanente colonización de la memoria. Todo ello siendo posible a través de la colonización del tiempo. Apropiarse del tiempo requiere controlarlo, ordenarlo, para con ello describir el movimiento de la historia como el inevitable transitar el sendero que ha tomado la civilización occidental. Así, las historias locales han quedado encarceladas por una historia global en la que occidente deviene en el único agente con forma humana, de tal manera que no sólo se ejerce la dominación colonial sobre nuestro inmediato presente, sino que también son impuestas las narrativas que, cercando nuestra memoria, justifican a la modernidad como único futuro posible y deseable. En este sentido, la descolonización de la memoria y de la existencia no debe conformarse con incluir nuevas. Incorporar historias locales a la narrativa histórica de la modernidad es continuar la colonización de la memoria, por ello de lo que se trata es de quebrar dicha narrativa y movernos hacia marcos interpretativos que permitan mirar las múltiples historias y las múltiples humanidades posibles. Es por esto que proponemos un espacio desde el cual podamos encontrarnos para construir una agenda de trabajo común en aras contribuir con un programa de descolonización de la memoria que busca aportar a la imaginación de futuros alternativos a partir de la valoración de las múltiples experiencias de humanidad que conforman la narrativa de lo que llamamos historia global desde el sur. 2) Comunalización del poder y economías alternativas (Coordinada por IVIC, Códigos Libres e IDEA - Invitado internacional: Ramón Grosfoguel) Comunalizar el poder es la apuesta de volver el poder COMÚN. Desde nuestra perspectiva, este es un debate central en la búsqueda de opciones y posibilidades de las revoluciones en Nuestramérica, pues si bien la primera etapa de éstas, en el reciente ciclo, estuvo muy centrada en la posibilidad de recuperación de lo público y del poder político como herramienta de transformación, poniendo en lo económico centralidad en la agenda redistributiva (fundamentalmente de la renta y en los pagos de deuda social histórica), y la concreción de agendas antineoliberales, creemos que la redistribución del poder, su comunalización, será central para lo que viene como garantía de una verdadera transformación sustentable. En pocas palabras, debemos indagar en las claves que permitieron el paso de un “Estado de Exclusión” a un “Estado de Redistribución e inclusión” desde lo público, y las que nos
permitirán avanzar necesariamente hacia el Estado COMUN-al, o desde otras perspectivas hacia la Sociedad Comunal. Pero, ¿cómo avanzamos hacia allá? ¿Están nuestras prácticas abonando en los hechos a este tránsito? ¿Están abonando a una transformación de la matriz colonial del poder? Esta mesa se plantea entonces, un debate sobre el poder, sobre un nuevo poder y sus posibles rutas de construcción. La comunalización del poder es una acción, en la edificación de este poder otro desde los comunes. En este camino, proponemos dar un lugar central en la reflexión al campo económico, o mejor aún, de la economía política necesaria para el camino de la comunalización, como aquella que se contrapone a la economía política de la modernidad. Entonces, nos interesa fundamentalmente, abonar las reflexiones en torno a la producción de una nueva matriz descolonial de tiempo y poder, como base de una nueva economía política de lo comunal, que posibilite la comunalización del poder. proponemos partir desde la reflexión sobre el tiempo- poder para pensar cuáles serían entonces las lecturas necesaria y funcionales a la comunalización del poder, como ruta para la profundización revolucionaria y, en función de esto, entender la relación Movimiento- estado-capital, y saberes comunes, pero sobre todo qué economía política, qué sentidos comunes y qué arquitecturas del poder y participación tributarán en este camino. 3) Género y feminismos (Coordinada por La Candanga y CIM - Invitada internacional: Karina Ochoa) Feminismos descoloniales y procesos revolucionarios Lejos de tener un corpus teórico homogéneo, el pensamiento descolonial es un diálogo diverso y en construcción permanente. Desde este fértil terreno, varias autoras feministas han venido enriqueciendo el debate descolonial vinculando opresiones de género y raza, articuladas interseccionalmente, a la colonialidad del poder (Curiel, 2007). A su vez, el feminismo descolonial se inscribe en una disputa de sentido con el feminismo convencional, mainstream, hegemónico (Miñoso, 2009). Así, el feminismo descolonial ha puesto en cuestión la universalidad de la categoría “mujer” por invisibilizar géneros no binarios pero también por no poder dar cuenta de la experiencia de la mujer racializada (Curiel, 2007). Es decir, que prescinde de reflexionar sobre cómo opera la opresión patriarcal/racista para la multiplicidad de subjetividades no blancas, no hegemónicas, contenidas en la categoría “mujer” (Vásquez Laba, 2008). Por otra parte, hay un esfuerzo importante desde el feminismo descolonial para trascender los históricos referentes teóricos del feminismo europeo, echando mano de otras epistemologías (Miñoso, 2014), sin desmarcarse de la tradición filosófica latinoamericana y revolucionaria, encarnada en autores como Mariátegui, Freire, Cesaire, Fanon, etc. En las palabras de María Lugones en su importante trabajo Hacia un feminismo decolonial (2010): (...) La tarea de la feminista descolonial comienza por ver la diferencia colonial, enfáticamente resistiendo su propio hábito epistemológico de borrarla. Al verla,
ella ve el mundo con nuevos ojos, y entonces debe abandonar su encantamiento con “mujer”, con el universal, y comenzar a aprender acerca de otros y otras que también se resisten ante la diferencia colonial. (Lugones, 2010).
Coincide con el avance teórico de la descolonialidad, el ascenso de procesos políticos de izquierda en la región, desde la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez en Venezuela (cuya primera elección ganó en 1998) hasta el proceso indígena, originario y campesino de Evo Morales (electo por primera vez en 2005), estos hechos han alimentado la reflexión crítica feminista y descolonial de estos años, contribuyendo a afianzarla no sólo como una corriente académica sino como la contemporaneidad del feminismo en América Latina y el Caribe (Miñoso, 2014). Por otra parte, los dos últimos años han confirmado lo que se había señalado en la plenitud de la década progresista en Nuestramérica sobre los dos bloques que la constituían. Los países que, mientras avanzaron consolidaron un modelo nacional-popular de carácter reformista, como Brasil, Argentina, Uruguay y Chile, no resistieron las feroces recientes embestidas de la derecha trasnacional y, hoy día, sus oligarquías conducen o condicionan sus gobiernos. En tanto, los países del Alba, acosados por el cerco imperial, resisten y reafirman sus revoluciones nacionales y la apuesta por la integración regional. Esta suerte de diagnóstico nos conduce al hecho ineludible de que la negociación o atenuación no es una opción, sino por el contrario, la única opción real de sostenibilidad del cambio yace en la radicalización, y es ahí cuando el feminismo descolonial, como pilar del socialismo en construcción; como motor que revoluciona la máquina política para salir del atolladero al que nos ha sentenciado el capitalismo-patriarcal, se propone en la reflexión sobre las posibilidades y opciones de las revoluciones en el Sur global del siglo XXI. Feminismos populares Con la creación de “Europa” a través de la aparición de Nuestramérica en su narrativa, el tiempo impuesto a través de una racionalidad occidental se solidificó en el tiempo para la producción del capital, teniendo su correlativo en la noción de progreso, un bien-estar siempre a futuro, nunca en el presente, y para el cual se impone como natural la situación asimétrica de lo público y lo privado, donde el rol central de las mujeres en lo segundo supone “la desigual distribución de poder, de trabajo y de consumo en la familia sobre la base de las disparidades de género” (Zabala, 2009). El feminismo propone superar esta separación entre la producción de mercancías y la reproducción de la vida. El trabajo no remunerado de las mujeres en las tareas de crianza y el cuidado ha quedado cautivo del modelo de familia patriarcal, que además de no valorizarlo en términos económicos, subestima el aporte de la mujeres a la vida social. Esta desigualdad, profunda y transversal a todos los procesos vitales de la mujeres, en especial de las mujeres más pobres en el contexto de la lucha de clases, ha sido objeto central de análisis y movilización en el pensamiento y luchas feministas al calor de las revoluciones y gobiernos progresistas de Nuestramérica. Efectivamente, esta reducción del valor y de los espacios para el aporte de las mujeres se repite en los roles asumidos dentro de las organizaciones sociales, comunitarias y políticas, donde las mujeres asumen las tareas de gestión y logística y es más difícil
encontrarlas en lugares de representación política y toma de decisión. No se trata solamente de que las mujeres participemos con firmeza y trabajo en la lucha emancipatoria, se trata también de que el camino hacia el socialismo sea interpelado por las mujeres, sus demandas y necesidades específicas, que se visibilicen las consecuencias de la discriminación y la violencia hacia las mujeres. Si bien la apuesta por el socialismo implica la configuración de nuevos valores basados en la solidaridad, persisten en nuestras experiencias organizativas rasgos de la cultura hegemónica que reproducen modos de vinculación propias del capitalismo colonizado y patriarcal (Korol, 2015). En este sentido, hacemos frente a esta tendencia con una propuesta de poder como “capacidad colectiva y autónoma de creación”2, necesaria para la modificación radical del entramado de relaciones sociales, culturales, políticas y económicas que dan forma a la realidad que nos oprime. En esta clave consideramos los feminismos como fundamentales en la construcción de un poder popular libre de las estructuras de dominación que sostienen y reproducen el capitalismo-patriarcal: Los movimientos feministas y de mujeres son un elemento constitutivo de todo proceso revolucionario, ya que las revoluciones conmueven el orden social, deben conmover el patriarcado. Todo cambio radical y profundo debe afectar en forma decisiva las estructuras de dominación establecidas en usos y costumbres que avalan las jerarquías, de las cuales la sexual entre hombres y mujeres es la expresión más cotidiana. Un incremento de los contenidos emancipatorios plantea de inmediato el interrogante de la experiencia femenina y la incorporación de la visión feminista (Carosio, 2010:13).
Abordamos entonces la pregunta sobre las posibilidades y opciones de las revoluciones en el Sur global del siglo XXI a partir de tres ejes. Primero, la relación tiempo-poder, que podríamos dinamizar considerando, además de lo ya compartido, las reflexiones de la antropóloga Rita Segato quien destaca la necesidad de un “tiempo heterogéneo” de la nación, uno donde la pluralidad y multiplicidad de: “sujetos colectivos que luchan por producir en el sentido de retomar o dar continuidad a sus narrativas históricas propias, como urdimbres tramadas colectivamente en el tiempo, originando 'tiempos' históricos diferentes, aunque articulados entre sí y compartiendo un mismo horizonte nacional” (Segato, 2007: 26). Discutiremos aquí cómo el sentido de lo apremiante-coyuntura-urgencia atraviesa las interpelaciones sobre la reproducción de las familias, el trabajo y la vida; y las sexualidades, los deseos y las corporalidades. El segundo eje pretende la reflexión en torno a las disputas, tensiones y contradicciones que se articulan entre los Estados y las luchas populares en los diferentes escenarios y realidades que apuntan a la construcción de hegemonía desde una praxis liberadora, emancipadora y descolonial. Consideramos aquí que los movimientos sociales y otras expresiones del Poder Popular se encuentran insertos dentro de un contexto problemático al momento de construir alternativas En contraste con el poder sobre, como dominación; y el poder contra, como antagonismo; como sostiene Francisco Modonesi, citado por Fabbri, 2013:57. 2
para la transformación social que contribuyan a trascender la crisis sistémica global a la que nos ha arrastrado el sistema capitalista desde su lógica antropocéntrica, patriarcal y mercantilizadora de todas las esferas de la vida. Si bien todos los puntos de las distintas agendas feministas entran en esta discusión, invitamos a pensarnos prioritariamente la lucha por la despenalización y legalización del aborto dado que encarna, quizá como ningún otro punto, la tensión entre movimientos populares y Estados gobernados por liderazgos de izquierda atravesados por las identidades nacionales católicas impuestas desde la invasión y continuados en la colonialidad. Finalmente, cerraremos la búsqueda de respuestas sobre las posibilidades y opciones de las revoluciones en el Sur global del siglo XXI, intercambiando impresiones sobre todo lo que pueden abonar los feminismos en la construcción de una hegemonía cultural de los pueblos edificada en la diversidad y desde los sentires y saberes comunes, aquellos obligados a la clandestinidad para su supervivencia. Nuestros cuerpos y nuestras sexualidades han sido vistos por la modernidad y el capitalismo patriarcal como un territorio que se controla, se analiza y se somete. No es casual que en esta región colonizada, racializada y explotada, el aborto sea un tema tabú y la violencia obstétrica esté a la orden del día. Así, la modernidad nos ha querido imponer desde hace siglos la disociación entre mente, espíritu y cuerpo, y al tratar de reencontrarnos con los saberes populares y ancestrales en torno a la ginecología natural, el aborto, la organización de mujeres, las sexualidades disidentes; nos vemos enfrentadxs al patriarcado, la caza de brujas, la censura religiosa, la soberbia científica y al capital. Frente a ello, las fuerzas populares, en muchos casos fragmentadas, hemos logrado guardar territorios comunes para la vida, en forma de resistencias y re-existencias, acervos, afectividades y espiritualidades, así como conocimientos y maneras de construir las cotidianidades, resignificando las formas de dominación o al margen de ellas. Referencias: Carosio, A. Vargas, I. Feminismo y Socialismo (2010). Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana. Curiel, O. “La Crítica Postcolonial desde las Prácticas Políticas del Feminismo Antiracista” (2007). Disponible en: http://www.glefas.org/glefas/files/biblio/la_critica_postcolonial_desde_las_practicas_politicas _del_feminismo_antiracista_ochy_curiel.pdf Castro-Gomez, S. Grosfoguel, R. (editores). “El giro decolonial” (2007). Disponible en: http://www.unsa.edu.ar/histocat/hamoderna/grosfoguelcastrogomez.pdf Fabbri, L. Apuntes sobre feminismo y construcciones de poder popular (2013). Rosario: Editorial de base Puño y Letra. Korol, C., Castro, G. (compiladorxs). “Feminismos Populares. Pedagogías y políticas” (2015). Bogotá: La Fogata Editorial. Lugones, M. “Colonialidad y Genero” (2010). Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39600906 http://manzanadiscordia.univalle.edu.co/volumenes/articulos/V6N2/art10.pdf Miñoso, Y.. “Etnocentrismo y colonialidad en los feminismos latinoamericanos” (2009). Disponible en: http://www.glefas.org/glefas/files/biblio/etnocentrismo_y_colonialidad_en_los_feminismos_la tinoamericanos_yuderkys_espinosa.pdf Segato, Rita L. “La nación y los otros” (2007). Buenos Aires: Prometeo. Vasquez Laba, V. “Las contribuciones del feminismo poscolonial a los estudios de género:
interseccionalidad, racismo y mujeres subalternas” (2008). Disponible en: http://www.perfiles.cult.cu/article.php?article_id=267 Yuderkys Miñoso en entrevista con José María Barroso Tristán (2014). Disponible en: http://iberoamericasocial.com/feminismo-decolonial-una-ruptura-con-la-vision-hegemonica-e urocentrica-racista-y-burguesa/ Zabala, M. Jefatura femenina del hogar, pobreza y exclusión social. Una perspectiva desde la subjetividad del contexto cubano (2009). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
4) Pedagogías críticas y mediaciones culturales para la vida (Coordinada por Unearte y CIM - Invitado internacional: Juan José Bautista). Se propone explorar y debatir en torno a las condiciones de posibilidad de iniciativas descolonizadoras en el campo de las experiencias culturales y pedagógicas, en cuanto a la producción de realidades sociales. El asunto de las mediaciones y las tecnologías culturales incluyen las narrativas, las formas de representación, pero sobre todo las tecnologías de creación de las cotidianidades y de la realidad social, en la base de las formas de control o soberanía social, construyendo un sustrato poco verbalizado sujeta las dinámicas políticas, económicas, sexuales e identitarias. En este sentido, se incluyen no sólo las formas artísticas, sino todas aquellas tecnologías de producción y reproducción que pasen por la afectación de la sensibilidad, la creencia, la espiritualidad, el deseo y la racionalidad, como la comida, la producción de bienes útiles artesanales, la arquitectura popular, las performances sexo-género, entre otras. Nos interesa ahí comprender la particular pedagogía que se desprende de y determina las estrategias de reinvención constante de la cotidianidad, hacia el cuidado de la vida, en sus elementos espirituales, racionales y sensibles. Nos referimos a lo que Adolfo Albán denomina “pedagogías de la re-existencia”. Ya en conversaciones con Juan José Bautista, veíamos la relación íntima entre formas de vida determinadas por el consumo y la sujeción colonial, y la afectación sensible, espiritual y racional, que ha sido históricamente usada para producir, reproducir y sustentar patrones de explotación y autoexplotación. Ante esto, e incluso más allá de esto, Bautista hacía énfasis en las estrategias liberadoras de los pueblos para inventarse la vida; estrategias también fundadas en afectación sensible, espiritual y racional, que es preciso comprender desde el giro descolonial. Y esto, implica, necesariamente, una pedagogía, un proyecto de comprensión profunda de nuestros procesos liberadores de producción de imaginarios y materialidades simbólicas, en sus complejidades. La mesa tiene como objetivo el mapeo y fortalecimiento de proyectos e iniciativas que exploran vías de construcción de esta pedagogía de la re-existencia, y se preguntan por las formas de territorialización de las luchas en el campo de los saberes, sentires y racionalidades transmodernas y populares como instancia necesaria para los procesos revolucionarios. ¿Cuál ha sido el papel de la afectividad, los sentires y las creencias en las revoluciones históricas del siglo XX y en el llamado socialismo real? ¿Cuál es la potencia que las mediaciones culturales,
las prácticas de creación de soberanía de la cotidianidad, tienen en las revoluciones de este siglo? ¿Podremos dejar de asumir que lo pedagógico, lo didáctico y en general los procesos de intercambio de saberes debe ser administrado por el Estado? ¿Qué tipo de estado requeriría o construiría la educación popular en el siglo XXI? ¿Cuáles son las estrategias y las posibilidades relacionales que esta educación exigirá? ¿Cuáles son las acciones necesarias y revolucionarias para trascender el colonialismo del ser y del saber? ¿Cómo se formularía el género y las sexualidades en la educación revolucionaria del siglo XXI? ¿Cuáles son las opciones de “re-existencia” ante las jerarquías patriarcales-modernas-coloniales? ¿Cómo activarlas desde lo público? ¿Cómo se potencian los movimientos sociales con la in-corporación de la dimensión corpo-afectiva de las alteridades históricas? Estas preguntas, y otras, nos ayudan a construir perspectivas específicas para abordar la pregunta mayor: ¿cuáles son las opciones y posibilidades de las revoluciones en en el Sur global del siglo XXI?
Certificación La certificación de la 2da Edición de la Escuela de Pensamiento Descolonial será otorgada por la Red Venezolana de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades (REDICSH), y avalada por los diferentes centros de investigación y escuelas de pensamiento que la conforman. La certificación por acreditación equivale a 3 créditos para lo cual lxs participantes deberán consignar los productos estipulados, y está pensada con una duración de 48 horas con modalidad presencial.