HISTORIA ECONÒMICA DE LA LA ARGENTINA (ROY HORA) HORA) La era de la lana: Hacia mediados del siglo XIX, la cría de ovejas se destaco como el sector más pujante de la economía argentina, desplazando a la ganadería vacuna a un papel cada vez menos relevante. Hasta la década de 1880 la ganadería vacuna se haía convertido en la actividad más importante de las e!portaciones " lleg# a aportar más de dos tercios de las ventas al e!terior. $a e!pansi#n lanar mejor# las remuneraciones al traajo " estimul# una %uerte renovaci#n del empresario agrario. $as redes de comercializaci#n, transporte " %inanciaci#n de la producci#n agropecuaria tamién e!perimentaron grandes camios. &stos procesos encontraron apo"o en el estado, 'ue a lo largo de esta etapa se convirti# en un au!iliar cada vez más e%iciente de la e!pansi#n de la economía capitalista. La lana desplaza al cuer: ( partir de la segunda mitad de la década de 18)0, las cotizaciones de los principales ruros de e!portaci#n de la con%ederaci#n argentina su%rieron una prolongada " sostenida caída. Hacia mediados de siglo, los cueros, 'ue representaan alrededor de dos tercios de la ventas e!ternas 'ue salían por el (tlántico, haía perdido su valor en los mercados de destino, el precio del seo tamién retrocedi#, aun'ue de manera menos drástico. &mpero, el nuevo e'uilirio tuvo un impacto desigual* tendi# a ene%iciar a los consumidores de ienes importados " a los sectores cu"a actividad se orientaa a satis%acer la demanda del mercado interno, a costa de los productores de ienes e!portales. +on todo, la ganadería vacuna sigui# creciendo a paso veloz en las décadas de mediados del siglo, desde la década de 180 la cantidad de cueros e!portados se elev# por encima del - anual. &n la década de 18-0 los estancieros comenzaron a dirigir su atenci#n hacia la cría de ovinos, "a 'ue los precios de la lana resultaan mucho más atractivos 'ue los del cuero vacuno. $a oveja haía sido introducida en (mérica por los con'uistadores espa/oles en el siglo XI, " constituía, junto a la vaca " el caallo, la gran tríada sore la cual se asentaa la cultura ganadería de la europea moderna. &l lanar desempe/# un papel marginal en la economía ganadería rioplatense del período colonial, menos relevante con respecto al 'ue ocupaa en el interior o en otras regiones americanas de clima más riguroso, ma"or densidad demográ%ica o superior cultural te!til. $uego de la apertura al comercio lire, la llegada de te!tiles importados tamién recort# la demanda para tejidos de lana, sore todo en las ciudades litorales. Hacia comienzos de la década de 18)0, las e!portaciones de cueros a través del puerto de uenos (ires superaan a las de lana ovina por un margen de más de -0 a 1. ( lo largo de la década de 18-0 " 1820, el ovino desplaz# al vacuno de las mejores tierras ganaderas de la regi#n pampeana, comenzando por las encerradas entre los ríos salados " 3araná, para di%undirse gradualmente hacia el sur ", con menos ímpetu, hacia el norte " el oeste. 4urante la presidencia de artolomé 5itre, el ovino se convirti# en el principal motor de la economía de e!portaci#n. 5ientras crecía el rodeo ovino, el vacuno continuaa su e!pansi#n, au'ue a un ritmo más pausado. $as e!portaciones de lana se duplicaron entre %ines de la década de 1820 " %ines de la década de 1880 " volvieron a dolarse para el camio de siglo. &n el período 'ue se e!tiende entre mediados de siglo " la década de 1880, la lana super# a todos los demás ruros e!portales ", sumada a los cueros de oveja, represent# acerca de la mitad de las ventas e!ternas. $a ganadería lanar se concentr# en la provincia de uenos (ires. Ls !ercads de des"#n: &l sostenido crecimiento de la demanda internacional de lana constitu"# el principal estímulo para impulsar el proceso de reorientaci#n de los recursos productivos pampeanos hacia la cría de ovinos. $a manu%actura de tejidos de lana e!periment# una e!pansi#n sin precedentes, impulsada tanto por innovaciones tecnol#gicas en el proceso de elaoraci#n de los pa/os como por trans%ormaciones sociales más generales, asociadas con la industrializaci#n " la uranizaci#n, 'ue acotaron el espacio para la producci#n doméstica de susistencia " ampliaron la demanda para la producci#n industrial. &n esos a/os, (rgentina " (ustralia se a%irmaron como los principales e!portadores mundiales de lana. 6i ien la calidad de la lana australiana " la rioplatense era similar, el margen de competencia entre amas economías ovinas era reducido. +am$#s en las e!presas a%rar#as: $a producci#n de lana estimul# una trans%ormaci#n de considerale importancia en las empresas ganaderas pampeanas. $a cría de ovejas suponía ma"ores re'uerimientos de %uerza de traajo 'ue la ganadería vacuna a la 'ue vino a desplazar, tanto en lo 'ue se re%iere a cali%icaci#n como a demanda de razos. 5ás %rágiles 'ue los vacunos, los ovinos reclamaan atenci#n constante a lo largo del a/o " mucho traajo durante el período de es'uila 7primavera " de aparici#n. $as ovejas tamién deían ser a/adas peri#dicamente, marcadas " protegidas contra la sarna, la lluvia, el viento, los perros salvajes " demás depredadores. &n conjunto, pues, la e!pansi#n de la ganadería ovina trajo consigo un sostenido crecimiento de la demanda de traajo, simple " cali%icado, particularmente intensa en las etapas iniciales del ciclo lanar. $a e!pansi#n de la ganadería ovina estimul# la migraci#n internacional de traajadores. 4urante el período colonial, el arrio de emigrantes del interior haía contriuido a satis%acer los re'uerimientos de energía humana 'ue demandaa el desarrollo de las empresas agrarias ", en general, de la economía rural. 9anto los europeos como los homres del interior venían atraídos por el elevado nivel de las remuneraciones o%recidas por el mercado de traajo rioplantese, así como tamién por las oportunidades de progreso econ#mico " social generadas por la e!pansi#n lanar. &l c#digo rural sancionado por la provincia de uenos (ires en 182- %ue un hito de esta estrategia represiva. $os poderes 'ue esta legislaci#n con%ería a la justicia local para perseguir " castigar a los más
déiles acentuaron la inseguridad jurídica de los pores del camo, pero no tuvieron ma"or impacto sore el nivel de renumeraciones " tampoco sirvieron para paliar la escasez de razo. $a aparcería %ue el principal instrumento 'ue permiti# a los homres del com:n recorrer el camino 'ue llevaría a los más a%ortunados entre ellos a convertirse en productores independientes " a veces en propietarios. &sta modalidad contractual, 'ue estimula el celo de los traajadores, puesto 'ue les permite comparti# los ene%icios 7aun'ue tamién los riesgos de un emprendimiento. 4esde mediados de la década de 1820, el sostenido ingreso de migrantes torn# menos apremiante la escasez de traajadores, " re%orz# la posici#n negociadora de los estancieros " los propietarios de la tierra. 3or otra parte, las oportunidades de los sectores sualternos se %ueron angostando en la medida en 'ue otros dos %actores coraan ma"or peso en la organizaci#n de las empresas ovinas* el desarrollo de tecnologías más costosas " el incremento del precio del suelo. +on la ganadería ovina se pusieron en marcha procesos de modernizaci#n productiva 'ue 'ueraron la relativa uni%ormidad 'ue caracterizaa la tecnología ganadera de la regi#n. &l acceso al crédito, caro " escaso en una economía 'ue prácticamente careci# de instituciones %inancieras hasta la década de 1820, or# a %avor de los más poderosos. ;racias a su superior capacidad para invertir en in%raestructura 7cercos, corrales, galpones, a/aderos, etc. " en animales de raza, las empresas de ma"or tama/o pudieron progresar de %orma más rápida " pro%unda en la mejora genética del rodeo. &n general, las grandes empresas %ueron las primeras en invertir en alamrados, además de simpli%icar el contra del proceso de mestizaci0, estas no s#lo contaan con o%icinas " arracas, sino 'ue la presencia de sus representantes directos se torn# haitual en los distritos ovinos. $a e!pansi#n del lanar tamién propici# una trans%ormaci#n del sistema de transporte. ( di%erencia de la ganadería tradicional, en la 'ue los vacunos eran arreados por sus propios medios hasta los centros de %aena, la e!portaci#n de lana re'uería trasladar el producto de la es'uila desde las empresas rurales hasta los puntos de emar'ue. 4esde la década de 1820, el aumento del volumen de lana transportada comenz# a justi%icar las enormes inversiones 'ue para una economía pe'ue/a " pore en capital como la argentina, signi%icaa el %errocarril. $as carreteras siguieron desempe/ando un papel de primer orden en el transporte de la producci#n agropecuaria, " s#lo mu" lentamente %ueron cediendo terreno ante el %errocarril. &n este período ueno (ires contaa con dos grandes puntos de concentraci#n para la producci#n de la campa/a, los mercados de constituci#n 7en el sur " 11 de septiemre 7en el este. $a e!pansi#n lanar tamién se ene%ici# de las importantes mejoras introducidas en los u'ues de ultramar desde mediados del siglo, cuando la navegaci#n a vapor comenz# a desplazar a la vela. 5ás grandes, seguros " veloces, los vapores triplicaan la capacidad de carga " reducían a la mitad el tiempo de viaje, carga " descarga. 6in emargo, los puertos argentinos e!perimentaron escasas mejoras
en este periodo, s#lo en la segunda parte de la década en 18>0 comenzaron las oras de canalizaci#n del ?iachuelo, 'ue permitieron 'ue la principal 9erminal portuaria del país dejara atrás la etapa en la 'ue la carga " descarga se realizaa a río aierto, por medio de lanchas " carros. 4istintos estudios argumentaron 'ue los terratenientes actuaan como verdadera capitalistas, siempre dispuestos a ma!imizar sus recursos e incrementar sus ene%icios. +iertos rasgos del capitalismo agrario pampeano, como el gran tama/o de las empresas " la aja tasa de inversi#n, comenzaron a ser entendidos "a no como rasgos atávicos sino como evidencia de los comportamientos racional de los capitalistas. El es"ad & las #ns"#"uc#nes: 6i ien el %in de la dictadura de ?osas, no supuso el cierre de%initivo de los con%lictos políticos 'ue dividían a los argentinos. ( lo largo de la década de 180, las tensiones sociales desatadas por la revoluci#n " las guerras civiles comenzaron a perder intensidad, en gran medida como resultado de los es%uerzos de disciplinamiento político " social encarados por el propio ?osas. 6in emargo, el dictador opuso de manera terminante a re%ormar el sistema de poder 'ue lo tenía por centro. @usto @osé de =r'uiza, líder de la %uerza 'ue vencieron a los ejércitos de ?osas en la atalla de caseros, promovi# la sanci#n de una constituci#n se sent# las ases para la pro%unda trans%ormaci#n institucional de signo lieral 'ue el país e!periment# en las décadas siguientes. $a carta constitucional sancionada en 3araná en ma"o de 18-A consagraa el pleno dis%rute de los derechos de propiedad " aseguraa a los inmigrantes europeos, amplios derechos civiles " religiosos $a constituci#n de 18-A suprimi# las aduanas interiores " asegur# el lire tránsito de ienes " personas en todo el territorio de la nueva %ederaci#n. &sta :ltima medida 7'ue puso %in al monopolio %iscal porte/o de%endido celosamente por ?osas durante más de dos décadas concit# resistencias de uenos (ires. +on la ?evoluci#n del 11de septiemre de 18-), uenos aires se separ# de la con%ederaci#n 'ue reunía a las provincias del litoral " del interior. ( pesar de la ruptura, el estado porte/o adopt# el mismo camino de trans%ormaci#n institucional 'ue la con%ederaci#n ur'uicista haía hecho su"o, tal como se e!pres# en la constituci#n onaerense de 18-, tanto o más lieral 'ue la sancionada en 3araná un a/o antes. $uego de una serie de en%rentamientos militares 'ue culminaron con la victoria de las %uerzas porte/as, en 182) mitre %ue ungido primer presidente de una (rgentina reuni%icada gracias a la incorporaci#n de uenos (ires de la %ederaci#n. (segurado el predominio político de la ;ran 3rovincia, las rentas de la aduana porte/a pasaron a sostener el tesoro nacional, %avoreciendo de este modo la %ormaci#n de un estado central mucho más s#lido 'ue el 'ue la con%ederaci#n ur'uicista haía intentado erigir. $a constituci#n de 18-A, levemente re%ormada en 1820, alcanz# pleno imperio en todo el país, mientras 'ue la carta porte/a de 18-, per%ectamente compatile con a'uélla, comenz#, a regir los destinos de uenos (ires. $a implantaci#n del orden lieral result# más sencilla " e!itosa en uenos (ires 'ue en las provincias del litoral " del interior. &n este distrito, el ma"or desarrollo de la economía de mercado %acilitaa, " aun reclamaa, la emergencia de instituciones 'ue %avorecieran el pleno despliegue de la economía capitalista. Hacia mediados de siglo, uenos (ires "a contaa con una comunidad mercantil poderosa, 'ue haía crecido acompa/ando la integraci#n del ?ío de la 3lata en el comercio internacional, " 'ue en esta etapa desempe/# un papel destacado como agente de trans%ormaci#n de las prácticas comerciales. &n 18->, el goierno porte/o alcanz# un acuerdo para retomar los servicios del empréstito 'ue ?ivadavia haía contraído con la casa aring durante el reve auge %inanciero de la década de 18)0, " cu"o pago se haía suspendido mu" poco después. $a reasunci#n de las oligaciones e!ternas sirvi# para mejorar la reputaci#n de las %inanzas argentinas ante la anca e!tranjera, " para atraer nuevas inversiones hacia un territorio todavía visto como más peligroso 'ue prometedor. 3ese al clima %avorale al capital e!tranjero 'ue predomin# tras la caída de ?osas, así como a los es%uerzos del goierno para mantener sus cuentas e'uiliradas " honrar sus compromisos, los inversores e!tranjeros se movieron con e!trema cautela, tanto en lo 'ue se re%iere a los riesgos 'ue estaan dispuestos a asumir como a la magnitud de sus desemolsos en la regi#n. $a %ormaci#n del anco de la 3rovincia de uenos (ires le otorg# a la economía argentina su primera instituci#n de crédito desde la %rustrada e!periencia del anco de 4escuentos de 18)). Buncion# entre 182> " 18>2 una caja de conversi#n, llamada o%icina de camio, 'ue puso a la moneda local ajo un régimen de convertiilidad, signo de respetailidad %inanciera en esa época. &l anco de la 3rovincia se convirti# en el n:cleo de un sistema ancario al 'ue, desde comienzos de la década de 1820, se sumaron casa de origen ritánico, como el anco de $ondres, así como otras vinculadas a homres de negocios locales, " colectividades de inmigrantes. +uando, a comienzos de 18>0, aparecieron el anco Cacional " dos ancos hipotecarios, uno provincial " uno nacional, uenos (ires se haía convertido en la principal plaza %inanciera de (mérica $atina. $a creaci#n de instituciones %inancieras no s#lo supuso crédito más arato 'ue los capitalistas más solventes, sino tamién de más %ácil acceso para productores de mediana envergadura. (la caída de ?osas, e!istían un gran desorden con respecto a los derechos sore el suelo, producto de la diversidad de criterios con 'ue las autoridades coloniales e independientes haía regulado la propiedad " el uso de este ien* haía propietarios con derechos en%itéuticos, otros sin más títulos 'ue sus derechos como simples ocupantes " no %altaan situaciones prolemáticas derivadas de la e!propiaciones " los precios " donaciones del rosismo, además de un mercado secundario donde estos títulos camiaan de manos. 6in emargo, las iniciativas estatales destinadas a estimular la creaci#n de una sociedad rural de pe'ue/os propietarios no alcanzaron a los e!tensos
territorios e!propiados por el estado a los indígenas pampeanos en las campa/as militares de la segunda mitad de la década de 18>0. &l %ormidale crecimiento 'ue la concentraci#n del suelo e!periment# con la llamada Dcon'uista del desiertoE opac# la progresiva declinaci#n 'ue, como resultado de la partici#n hereditaria, ésta e!perimentaa en los distritos de antiguo asentamiento. $as luchas políticas 'ue acompa/aron la caída de rosas " las disputas entre uenos aires " la con%ederaci#n restaron capacidad militar a los de%ensores de la %rontera porte/a, " estimularon la actividad de las parcialidades indígenas 'ue durante un cuarto de siglo haían sido contenidas por medio de negociaciones, soornos " amenazas. $o 'ue el interior re'uería era ma"or integraci#n " mejor acceso a mercados más amplios. +omo primer presidente de la con%ederaci#n, ur'uiza hizo todo lo 'ue estaa a su alcance para impulsar este programa* cre# un anco " una moneda nacionales, promovi# la llegada de agricultores europeos " la trans%ormaci#n técnica de las laores rurales, aoli# las aduanas internas, invirti# es%uerzos en la mejora de las vías de comunicaci#n, so/# con la construcci#n de un %errocarril para unir el litoral " el interior. 5itre re%lot# el pro"ecto %erroviario de ur'uiza, promoviendo la construcci#n de una línea entre ?osario " +#rdoa. 'uens a#res el l#"ral & el #n"er#r en la era de la lana: &l incremento del ingreso generado por la ganadería ovina e!pandi# el mercado interno, el consumo aument# " se diversi%ic#. (lgunos distritos del interior pro%undizaron su vinculaci#n con el mercado litoral, " crecieron hasta donde los elevados costos de transporte terrestre se lo permitían. &n este marco, el interior e!periment# una leve e!pansi#n, 'ue sin emargo no alcanz# par acortar las distancias con los distritos más dinámicos de la legi#n pampera, ni para incrementar de modo sustantivo el ienestar de sus haitantes. &n camio, la polaci#n del litoral se vio %avorecida por mejoras considerales en sus condiciones materiales de vida, pero en un marco general signado por una creciente desigualdad. La c#udad de 'uens A#res: &n el período comprendido entre caseros " la llegada de ?oca a la presidencia, la ciudad de uenos (ires se a%irm# como el principal centro urano del (tlántico austral. $as migraciones europeas constitu"eron el principal motor del incremento demográ%ico porte/o. &n este período, uenos (ires se a%irm# como eje del comercio e!terior argentino. 3ese a 'ue la apertura del 3araná " el =rugua" al trá%ico internacional, consagrada por la constituci#n de 18-A, aca# con el monopolio %iscal de la aduana porte/a, los puertos de las provincias litorales no lograron desplazar a uenos (ires de su papel de centro articulador del intercamio e!terno. $a lire navegaci#n de los ríos lleg# tarde, cuando la ganadería de las provincias litorales comenzaa a e!perimentar un retroceso relativo, consecuencia de sus di%icultades para mejorar el rodeo vacuno o promover su reemplazo por ovinos. ( mediados de la década de 18-0, la construcci#n de la aduana nueva " de un muelle de cargas le proporcionaron a uenos (ires sus primeras instalaciones portuarias de alguna envergadura. Hasta entonces, el puerto no poseía ning:n tipo de in%raestructura 'ue permitiera a los arcos e%ectuar las operaciones de carga " descarga a tierra en sitios protegidos contra mal tiempo, "a 'ue todo el movimiento se desarrollaa por medio de lanchas " carros 'ue se internaan en el río. &l derrume de la %ederaci#n rosista, con sus aspiraciones igualitarias, tamién contriu"# a la e!pansi#n del consumo ", en particular, a una creciente separaci#n entre los háitos del consumo de los sectores más encumrados " los de las clases populares. Caci# entonces un sector de la actividad mercantil especí%icamente dirigido a atender las demandas de los grupos de ma"ores ingreso, 'ue creci# en importancia con%orme aumentaa la ri'ueza e in%luencia de este sector de la polaci#n en las décadas de auge lanar. +omo haía ocurrido en la ciudad de $ondres, creada en 18>A. &stas tiendas introdujeron nuevos estilos de comercializaci#n. $os artículos con precio %ijo desplazaron al regateo, " aparecieron sistema de distriuci#n domiciliaria. &l comercio de ienes " servicios de lujo se caracteriz# por una creciente especializaci#n* surgieron negocios 'ue o%recían diversos tipos de telas " con%ecciones, " lo mismo sucedían con los azares 'ue vendían vajilla, loza " cristalería, así como con las muelerías, los restaurantes " los ca%és. $os comercios más modestos sirvieron para ampliar la cantidad " la diversidad de ienes 'ue consumía una polaci#n socialmente más heterogénea, marcada por la presencia e!tranjera. +omo e%ecto derivado de la e!pansi#n e!portadora, creci# la importancia de las actividades mercantiles " %inancieras vinculadas con el comercio de lanas, cueros " otros derivados del ganado. &n parte deido a 'ue el puerto no e!periment# mejoras signi%icativas, la actividad e!portadora demand# cantidades crecientes de energía humana para la carga " la descarga, " en torno a los saladeros, las arracas " los mercados concentradores de Fnce " +onstituci#n. $a e!pansi#n de la ciudad permiti# 'ue la economía urana ganase cierta autonomía respecto a las alzas " ajas del comercio e!terior. $a aja de los costos de transporte internacional, al aaratar los ienes importados, tamién conspir# contra el progreso de la producci#n manu%acturera loca. El !und rural pa!pean: &ntre 18-0 " 1880, la campa/a de uenos (ires se a%irm# como el principal motor de la e!pansi#n productiva. &l crecimiento del sector más productivo de la economía comenz# a desordar las %ronteras onaerenses, " a la vez genera una sostenida e!pansi#n del mercado interno, 'ue integr# nuevas actividades a los circuitos econ#micos cu"o centro de imantaci#n se uicaa en uenos (ires. La pr#nc#a de 'uens A#res: e*pans#+n prduc"#a & crec#!#en" del cnsu!: &ntre la caída de ?osas " la +on'uista del 4esierto, la provincia de uenos (ires triplic# su territorio " alcanz# sus límites actuales. asta
reservas de la tierra %értil le permiti# preservar la supremacía econ#mica dentro de la %ederaci#n. 4urante este período, la polaci#n de la campa/a onaerense se triplico. &n muchos de los distritos de %rontera 'ue lentamente comenzaron a polarse con ganado vacuno, la imagen de la pampa como un desierto sigui# vigente. $a e!pansi#n ovina increment# la productividad del traajo " la densidad de polaci#n, con ello aument# el ingreso " se (mpli# el mercado. &l proceso de divisi#n de la propiedad rural se aceler#, arriaron nuevos inmigrantes " gracias a actividades como la es'uilla, las mujeres se incorporaron de modo más pleno al mercado de traajo. $a polaci#n urana de la provincia creci# " en los puelos " ciudades el consumo se e!tendi# " diversi%ic#. $as pulperías de la primera mitad del siglo XIX %ueron dejando lugar a comercios más especializados, como tiendas, almacenes " carnicerías, " la variedad de ienes a la venta se increment#. $a e!pansi#n econ#mica liderada por el ovino tuvo una modesta incidencia sore la producci#n manu%acturera onaerense, de hecho, el porcentaje de la polaci#n econ#micamente activa empleada en el sector secundario no e!periment# grandes camios a lo largo de estos a/os. $a integraci#n del mercado interno tuvo consecuencias más positivas sore la producci#n de alimentos gracias al %errocarril, la campa/a encontr# maneras más directas " aratas para volver su producci#n en el mercado porte/o. San"a ,e: un rec!#enz pr!#sr#: &n este período, santa %e creci# con más rapidez 'ue cual'uier otro distrito de la con%ederaci#n. Hasta comienzos del siglo XIII, santa %e, un distrito de %rontera, haía tenido como :nica %uente de ri'ueza una pore ganadería. 3ara %avorecer el dolamiento de la regi#n, en 1>)2 las autoridades coloniales le otorgaron a la ciudad de santa %e el estatuto de puerto preciso, por el cual todos los u'ues 'ue navegaan el 3araná entre (sunci#n " uenos aires deían %ondear en su rada " aonar derechos. $os a/os posteriores %ueron a:n menos amales para los santa%esinos, 'ue durante tres décadas no pudieron sacar ventaja alguna de la apertura comercial. 4a/ada por las luchas civiles desarrolladas en su territorio a%ectadas por los ostáculos 'ue tanto uenos aires como corrientes " paragua" imponían a la navegaci#n del 3araná. 6anta %e vio desaparecer su ri'ueza comercial " ganadera, " asisti# a una drástica contracci#n de su territorio " su polaci#n. &l estado prácticamente desapareci#* en 181G, el modesto sueldo del goernador se llev# casi un tercio del presupuesto total de la provincia. $a recuperaci#n econ#mica de las décadas de 18A0 " 180 result# a'uí mucho más lenta " di%ícil 'ue en la vecina &ntre ?íos. 4urante la vigencia de la %ederaci#n rosista, santa %e siempre %ue más pore de las provincias litoral. ;randes tragedias como la guerra del paragua" tamién %avorecieron a la ciudad. ?osario centraliz# gran parte del es%uerzo de aasteciendo de las tropas comatientes, " por su puerto pasaron ejércitos, alimentos, pertrechos " armamentos con destino al %rente de atalla. $a construcci#n del %errocarril 'ue en 18>0 la conect# en +#rdoa termin# de a%irmarla como el segundo centro portuario " %erroviario de la argentina " como el vértice de un e!tenso circuito de intercamio 'ue aarcaa todo el centro " el oeste del país. 3ara los santa%esinos no resultaa sencillo e!plotar tierras desprovistas de toda in%raestructura, cu"a %ertilidad era todavía una inc#gnita " 'ue, por sore todas las cosas, se encontraan mal comunicadas con los mercados consumidores. ?esulta entones comprensile 'ue el goierno pusiera en marcha un proceso de privatizaci#n pro%undo " veloz a través del cual las vastas e!tensiones recién incorporadas %ueron cedidas a precios mu" ajos " en e!tensas parcelas. =na vez trans%erida la tierra p:lica al dominio privado, los distritos del sur %ueron los primeros en encontrar su romo. 4ado 'ue se trataa de las mejores tierras de la provincia las :nicas cuiertas por una pradera de pastos landos, no sorprende 'ue %ueran destinadas a la actividad más rentale del momento* la cría de ovejas. $a ganadería lanar constitu"# el segundo motor del crecimiento santa%esino. &l crecimiento lanar ad'uiri# verdadera envergadura cuando los limitados recursos de los estancieros santa%esinos %ueron complementados por otros provenientes de la pr#spera elite rural de uenos (ires. 5ientras en el sur se e!pandía la cría de ovinos " en las pores " despoladas tierras del norte se a%irmaa una ganadería vacuna tradicional, de aja productividad, en el centro comenzaa tímidamente un proceso de crecimiento agrícola 'ue, al cao de algunos a/os, llegaría a consolidarse como el tercer motor de la trans%ormaci#n productiva santa%esina. &l desarrollo de colonias re'uiri# la colaoraci#n de tres actores. &n primer lugar, los empresarios de la colonizaci#n 'ue aspiraan a otener ingresos con la puesta en valor de las tierras de la regi#n en la 'ue la colonia se implantaa, " a veces tamién con el movimiento econ#mico 'ue su desarrollo deía generar. &n segundo lugar las autoridades, 'ue aportaron sus recursos ásicamente tierra %iscal arata, 'ue carecía de usos alternativos, pues entendían 'ue la colonizaci#n agrícola deía servir para promover la aclimaticaci
aprovechar las oportunidades generadas por el aumento de la demanda mundial de lana " a la vez desarroll# %uentes de crecimiento directamente vinculadas con la e!pansi#n del mercado interno, tanto través de la producci#n agrícola como de la actividad comercial $a provincia creci# a gran velocidad, " al %inal del periodo poseía una importancia econ#mica similar a +#rdoa " entre ríos. En"re R-s: cn"#nu#dad & re"ras: &n los vente a/os posteriores a 18-0, la ganadería entrerriana continu# desenvolviéndose, impulsada por la consolidaci#n de la gran estancia ganadera en zonas de antiguo dolamiento " por el avance de pastores " pe'ue/os productores sore tierras aun lires, pero en general de calidad decreciente, tanto en el norte como en el sur de la provincia. $a pore calidad de los actores entrerrianos incidi# en %orma decisiva sore las características de la e!plotaci#n ganadera, desalentando el empleo de técnicas más intensivas en capital o traajo, o la mejora del rodeo. ?ecién a comienzos de la década de 1820 el goierno provincial puso en marcha un proceso de regularizaci#n de la propiedad del suelo, con el dole prop#sito de dotar a la administraci#n de una nueva ase %iscal e incrementar la seguridad jurídica de la inversi#n rural. $a constituci#n de un régimen de propiedad asoluta %ue lenta " di%icultosa, " los ingresos generados por los impuestos a la tierra resultaron magros. 5ás importante a:n* el resultado %inal de la con%ormaci#n de un régimen de propiedad privada supuso una pérdida de derechos para muchos ocupantes precarios " un re%orzamiento de la gran propiedad. &l avance del orden econ#mico lieral supuso, pues una e!propiaci#n de derechos para las clases populares rurales 'ue ahond# la recha social entrerriana. ( di%erencia de uenos (ires " 6anta Be, donde el avance del capitalismo coincidi# con una etapa de ampliaci#n de las oportunidades de progreso, en &ntre ?íos este proceso se despleg# en un marco signado por una ganadería e!tensiva " poco dinámica, por una %rontera en desaparici#n " crecientes di%icultades para 'ue los pore del campo accedieran a la tierra. '#enes"ar & e.u#dad: 3ara el período 18-01880, la in%ormaci#n disponile sore temas %undamentales como el ienestar " la e'uidad resulta pore e incompleta, " s#lo permite %ormular algunas apreciaciones super%iciales. &l primer dato a considerar se re%iere a la sostenida e!pansi#n del ingreso per cpita, 'ue a lo largo de este período se multiplic# por tres. Ja hemos indicad 'ue un limitado proces# de crecimiento tuvo lugar en el interior en este período, 'ue alcanz# ma"or envergadura en cu"o " 9ucumán. &ntre la caída de ?osas " la llegad de ?oca a la presidencia, la mejora en las competencias educativas de la polaci#n del interior sin duda %ue real e indica tanto 'ue un sector todavía minoritario pero no insigni%icante de la polaci#n adulta se hallaa convencido de la necesidad de educar a las nuevas generaciones, como 'ue una parte de las %amilias disponía de recursos su%icientes para demorar el ingreso de sus ni/os al mundo del traajo.