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Historia Desde finales de la Alta Edad Media se comienza a incorporar el poder explosivo de la pólvora a la guerra; desde el Siglo XV se fabricaron proyectiles explosivos apropiados para la defensa de las plazas sitiadas. También se emplearon contenedores de material incendiario. Estos consistían en un simple cuerpo redondo de barro cocido o fundición de latón, al cual se le incorporaba pólvora negra en profusión y una mecha para encenderlo. Su empleo táctico era simple: se encendía la mecha y se los arrojaba a las partidas asaltantes que intentaban tomar las paredes de las fortalezas. Estos proyectiles fueron bautizados con el castellano nombre de granada, por la similitud a la fruta, apodo que fue adoptado por la mayoría de los ejércitos europeos. Si bien solían provocar al enemigo quemaduras graves y contusiones, su capacidad destructiva dejaba que desear. Por ello ya en el Siglo XVI algunos modelos de granadas originarias de Suiza incorporaban en su interior piedras o trozos de metal a fin de aumentar su efecto mortífero con metralla. Estas se llegaron a usar durante los combates navales, en el asalto y abordaje de buques enemigos. Para el Siglo XVII las granadas se consideraban de un valor suficiente como para justificar la creación de cuerpos de granaderos, soldados de élite especializados en el uso de las mismas. Para 1830, sin embargo, estas formaciones empezaron a considerarse obsoletas, y los regimientos de granaderos pasaron a cumplir función sólo en la la revista. El Ejércit o Británico disolvió en 1850 su Guardia de Granaderos, y el resto de los ejércitos continentales harían lo propio. El advenimiento de medios de transporte como el tren y nuevas armas como cañones y fusiles de repetición (con mayor alcance y precisión), terminaron por sellar la historia de las granadas aparentemente ha cia 1870. Se produj eron avances militares y nueva s doctrinas derivadas de la experi encia
británica en la Guerra de los Bóer s, con masas de maniobra provi stas de fusiles con alcance de tiro sup eriores a los 700 metros. Estos elemento s armados llevaron inevitablement e a un nu evo tipo d e guerra de estancami ento, en el qu e ambos bandos tendieron a proteg erse tra s parapetos, zanjas y trincheras. El prim er ejemplo de este tipo de conflicto se dio en forma muy limitada en la Guerra de Secesión, pero fu e recién en la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905) cuando el estancami ento de la guerra de trincheras se hizo patente. Las lín eas d e tiradores solían encontrarse a m enos de 60 metros. Por ello tanto rusos como japoneses se vi eron obligado s por las circunstancias a improvisar y revivir las granada s d e mano. A lo s prim eros ejemplares realizados en el mismo campo de batalla a base de bot ellas y dinamita l es siguieron otros fabricados con tubo s de ac ero y explosivo d e alto pod er, de calidad muy m ediocre, pero que permitían d espedazar un hombre si eran arrojadas con ha bilidad bilidad.
La inmensa mayoría de los ejércitos occidentales prestaron poca atención a esos sucesos de Oriente, hasta que la entusiasta Primera Guerra Mundial Mundial (1914-1918), cayó también en una guerra de estancamiento tan grande como nunca se había dado en la historia, muriendo cientos de miles de soldados en la "tierra de nadie" bajo las ametralladoras enemigas.
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Las bombas de mano improvisadas con latas de conserva y explosivos por franceses, ingleses y alemanes no diferían mucho de los burdos ejemplares orientales, e incluso los primeros modelos realizados en fábricas s eguían esta línea burda y peligrosa. peligrosa. Los ingleses y franceses, por ejemplo, manufacturaron en 1915 una línea de granadas conocida como "cepillo para el pelo" o "Pétards " Pétards Raquettes", Raquettes ", en el cual una lata con explosivo se ataba con unas vueltas de alambre a un mango de madera en forma de cepillo, que servía para asirla. Poseían una espoleta de percusión, por lo que estallaban al chocar con algo duro. Estos a veces provocaban horribles accidentes al operarlas en los restringidos espacios de las trincheras. Estos dispositivos fueron perfeccionados perfeccionados por los alemanes, alema nes, que le adosaron un dispositivo de encendido más seguro, consistente en una mecha lenta y un detonador a fricción accionado mediante un cordel. Como este a veces se enganchaba provocando accidentes, se la rediseñó introduciéndolo en el mango ahuecado y así nació la Stielhandgranate , o "granada de mango", que con pocas modificaciones sería profusamente empleada por el ejército alemán durante los siguientes 35 años. Tras perder cientos de vidas, los ingleses decidieron reemplazar sus temperamentales granadas improvisadas por un modelo de ordenanza de la mayor calidad y seguridad posibles: la Bomba Mills. Mills.
Diseño La granada Tipo 4 tenía un cuerpo de fragmentación hecho de terracota o porcelana. La granada era de forma redonda, con un gollete con una tapa de caucho y una espoleta simple. Este detonador no era más que un fulminante engarzado a una mecha con una longitud para cinco segundos. El otro extremo de la mecha, que estaba fuera de la cubierta de caucho, estaba cubierto con una mezcla empleada en las cabezas de fósforo. Una cubierta de caucho cubría todo el cuello y la espoleta. Un pequeño bloque de madera con un compuesto abrasivo en uno de sus lados, estaba contenido en la cubierta de caucho de la espoleta. Se dificultaba su utilización ya que el material del cual estaban hechas impedían que los recipientes recipientes se rompiera rompiera o estallara al chocar con el blanco, dificultando la explosión.-
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No se puede hablar, sin embargo, de verdaderas granadas de mano sino hasta el siglo XVIII. En este momento se comenzaron a usar nuevos recipientes para la pólvora. Primeramente se hicieron de cristal fundido, pero luego se usó el hierro. Equipadas con mechas, estas bombas eran llevadas al campo de batalla por tropas especializadas. Conocidas como granadas por la similitud que tenían con el fruto de esta planta, los soldados que las lanzaban se agruparon en unidades de granaderos .
Sin embargo, este tipo de granadas no eran muy prácticas. Eran pesadas, difíciles de manejar en combate y algo imprecisas. Lentamente su uso fue decayendo. Hacia mediados del siglo XIX, particularmente en la guerra de Crimea, la Guerra FrancoPrusiana y la Ruso-Japonesa, las granadas volvían a ser utilizadas. Para finales de la Primera Guerra Mundial, eran parte del equipo básico de todos los soldados. Durante esas décadas, mejores diseños, mejores materiales explosivos y otras tácticas habían hecho posible y necesario su uso generalizado. Más potentes y seguras, todo esto les permitía que su tamaño fuera más reducido sin restarle por ello poder.
Descripción Una granada de mano es un artefacto explosivo que, debido su pequeño tamaño, puede ser lanzado por un solo soldado hacia el enemigo, detonando a una distancia segura del lanzador. A pesar de la creencia popular, las granadas no son muy potentes. Su radio de acción . suele estar en los 10 metros, como máximo (dependiendo de si tienen o no metralla), mientras que la onda expansiva más fuerte nunca pasa de los cinco metros. Debido a su peso y tamaño, los soldados no suelen llevar nunca más de tres o cuatro granadas.El efecto destructivo de la granada se lo da el explosivo que carga dentro, Cuando el explosivo era pólvora, era importante que el recipiente fuera fuerte y no se rompiera al impacto con el suelo; la pólvora de otra manera, al derramarse, se quemaría rápidament e pero no tanto como para generar una explosión. Sin embargo, actualmente se utilizan explosivos plásticos y de otros tipos que no requieren de tantos cuidados. Las granadas tienen dos efectos, ambos buscados por el diseño. En primer lugar, el efecto mecánico, físico. La explosión crea una onda expansiva la cual, ayudada por
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esquirlas, puede herir o matar al enemigo, o como mínimo hacerlo desplazar unos metros. El segundo efecto, a veces más importante (y buscado por ciertos diseños) es el psicológico. La fuerte y sorpresiva detonación, el humo y el polvo generados hacen que el enemigo trate de refugiarse.
Funcionamiento
general
Las granadas de mano, como su nombre lo indican, se caracterizan por ser portátiles y fáciles de usar con una sola mano. Esto aumenta su alcance y por lo ta nto su eficacia; la facilidad de uso ha sido siempre una de las prioridades en su diseño, más allá de la potencia de la masa explosiva. Sin embargo, ha habido casos de granadas poco prácticas y difíciles, incluso peligrosas de usar. Todas las granadas comparten una serie de partes y mecanismos más o menos iguales, dependiendo de su tipo. Las tres principales son: y
y
y
es la carcasa del artefacto, que contiene todos los mecanismos impidiendo la entrada o salida de componentes. Además, suele ser uno de los responsables de la producción de esquirlas. Puede estar constituido de diversos materiales (ver más abajo). Espoleta: es la serie de mecanismos y seguros que impide el estallido de la granada hasta el momento deseado, y luego se asegura de que el artefacto estalle de la manera para la cual fue diseñado. Hay muchos tipos de espoletas, las cuales se explicarán más adelante. Multiplicador y carga explosiva: para evitar accidentes y fallas, los materiales explosivos de las granadas son particularmente estables. Estos material es no estallan por el calor, a veces ni siquiera si son puestos directamente en el fuego. Es por eso que se necesita que la granada tenga en su corazón una pequeña cantidad de material explosivo más sensible, capaz de ser encendido por los pequeños mecanismos de la espoleta. Cuerpo:
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Corte
esquemático de una granada típica, la M62 estadounidense. Pueden verse señaladas las partes más importantes, cuyo f uncionamiento se explicará más adelante.
Clasificaciones de las granadas de mano Por lo general, cuando más sencillo y útil es un aparato cualquiera, más variantes y modelos van apareciendo con el tiempo. El caso de las granadas no es la excepción. Con más de un siglo de historia continuada en el campo de batalla, este arma de combate ha ido acumulando todo tipo de variantes: de forma, de efectos explosivos o no explosivos, de materiales utilizados, de sistemas de ignición, etc., etc. La
primera gran diferenciación entre granadas es entre las explosivas y las no explosivas. Como su nombre lo dice, las primeras están rellena s con algún tipo de explosivo. Su uso es netamente de combate y están destinadas a matar o herir al enemigo. Las segundas no contienen explosivos y según lo que contengan, pueden variar de uso.
Granadas explosivas y
y
granadas ofensivas: aunqu e pueda llevar a confusión, son las menos potent es. Pensada s para cuando el soldado está avanzando rápidam ent e y sin mucha protección, su radio d e acción es menor. Fabricadas con cuerpos de plá sticos, aluminio u hojalata , la explosión casi no cau sa esquirla s, que son los principal es ag entes causantes d e herida s. Por lo tanto, estas granadas ba san su ef ecto principalm ente en incapacitar al opon ent e: su único ef ecto es la onda expan siva . Esto evita que el soldado , en un apuro o por desc uido, lac en cerca la granada y qued e dentro de su zona de ef ecto. granadas defensivas: son las má s potentes; el explosivo está r ecubierto de un cuerpo de ac ero u otro m etal pre fragmentado, que al estallar se convierte en esquirla s mortales. Se supone que el soldado utilizará estas granadas cuando se esté d ef endiendo y , por lo tanto, está a cubierto en su trinchera u otro lugar. Esto lo deja fuera del ár ea de ef ecto de la granada, que es mayor.
Granadas no explosivas y
granadas de humo o fumígenas (con agentes químicos que al combinar se crean humos de dif erente tipo). Esta s granada s pu eden ser tanto para cubrir una r etirada o movimiento (solamente humo n egro o blanco) o servir para señalar un blanco (por ejemplo , lanzando una granada d e humo rojo sobr e una tr inchera enemiga se la marca para un bombardeo aér eo).
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y
y
granadas de gases (lacrimógenos, etc.). De uso en las fuerza s del orden, sirv en para dispersar disturbios al provocar en los individuo s diversos síntomas, como náuseas o irritación ocular. granadas de choque o cegadoras (con denominaciones variada s). Generalmente utilizada s por equipos de fuerza s esp eciales antit errorista s (tanto sean policial es como militares), producen una fu erte detonación que ensordece, mientras el destello simultáneo puede dejar ciego durante unos instantes a los criminales.
Utilizadas
durante la Primera Guerra Mundial, las granadas de palo se popularizaron del lado alemán.
Clasificación
y
y
y
y
según forma
de palo: sinónimo d e la s fuerza s armadas al emanas d e amba s guerra s, fueron utilizada s ca si exclusivam ente por ellas y ningún otro paí s. El palo qu e hac e de mango l e agr egaba un gran alcance al lanzami ento , pero dificultaba su tran sporte, ya que la s hacía más pesada s y grandes ( se solían ll evar en el cinturón o en las botas, pero no cabían en bolsillo s ni se llevaban enganchadas de a varias como las de piña). Actualment e esta s granadas no se fabrican ni utilizan esféricas: la s primera s granadas tenían una forma esférica o casi esférica; esto ayudaba a su manejo y a que volaran mucho. Además, tenían la v entaja de que ruedan más y m ejor. Actualmente existen ciertos modelos de este tipo; uno de los más conocido s es la Calderón, d e uso en la Infant ería de Marina española y en EEUU. de huevo: la s granadas actuales má s comunes tienen la forma d e un huevo grande; se combina a sí la facilidad d e man ejo con un gran alcance y deja que la granada ruede. Generalmente son of ensiva s y su superficie es totalm ente lisa. de piña: la forma más clásica y reconocible de la s granadas de mano. Similares a las de huevo, tienen la sup erfici e acanalada de man era similar a un ananá o
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y
piña, con partes planas que sobr esal en unos milím etros. Se trata de trozos de metralla pre-fragm entada, la cual se disemina más fácilment e al no absorv er tanta onda expan siva . Otra de la s razones para diseñarlas así , y según algunos, la más importante, es el facilitar el agarre por los soldados en toda situación, dificultando qu e puedan escaparse d e sus manos. Aunque esta s granadas no siempre ti enen la forma exacta de una piña, se les da este nombre a todas la s granadas cuyo cuerpo está prefragmentado de esta manera. de bote o de lata: con forma de lata de conserva , eran fáciles de fabricar en tiempos de esca sez de industria bélica , al adaptar se maquinaria utilizada civilm ente para otros propó sito s. Generalmente no tenían casi m etralla y su ef ecto destructivo era p equeño. En la actualidad , algunas granadas de humo tienen esta forma.
Clasificación según materiales de fabricación y
y
y
De
hojalata: este material barato y liviano constituye el cuerpo de muchas granadas actuales. La hojalata generalmente se cubre con pinturas especiales para evitar la oxidación, y se utilizan planchas delgadas de material. Otra opción es el uso de aluminio, que aunque es más caro no requiere un tratamiento especial de la superficie ya que su resistencia a la o xidación es mucho mayor. Un ejemplo de una granada de De fundición: las granadas no requieren bote hecha de plástico. materiales de buena calidad ni muy resistentes; además de la hojalata esto implica el uso de hierro fundido de calidad variable. Este material es muy eficaz a la hora de crear metralla, debido a que es pesado y resistente, fragmentándose en pedazos relativamente grandes que tienen un mayor alcance y penetración. El hierro puede estar o no pre fragmentado. De plástico: aunque pueda parecer una innovación r eciente, lo cierto es que se fabrican granadas de plástico desde finales de la Segunda Guerra Mundial,.Sin embargo, han sido pocos los paí ses que lo han utilizado, sobresaliendo España, la cual ha tenido granadas de este tipo en servicio durante más de 30 años.
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Como curiosidad podemos mencionar también que, en la Segunda Guerra Mundial, existieron granadas hechas completamente de explosivos. Varios modelos alemanes estaban fabricado a base de nipolit , un material explosivo de consistencia sólida fuerte, del color de la madera. El nipolit era una mezcla de nitrocelulosa, nitroglicerina y PETN, RDX y aluminio en polvo. Eran tan fuerte y sólido luego de ser moldeado que no necesitaba ser encapsulado, siendo incluso resistente al agua. Otra curiosidad que quedó en la historia son las Tres
ejemplos de granadas hechas de granadas hechas de cristal grueso, que era más nipolit (no están ilustradas a la misma barato y fácil de fabricar que el hierro escala). La de arriba es una versión de (necesario para otros proyectiles y los cañones). palo; la de la derecha es de huevo y la de Fueron bastante utilizadas en los combates la izquierda es de bote. Todas parecen navales del siglo XVIII y XIX, utilizadas por compartir la misma espoleta de la los marineros para cubrir su asalto a otros Eierhandgranate 39. barcos cuando los abordaban. Pero incluso en la
Segunda Guerra Mundial, algunas granadas continuaron siendo fabricadas de cristal, particularmente modelos franceses y ciert os modelos fumígenos alemanes
Clasificación según
funcionamiento
Las primeras granadas de mano tenían sistemas primitivos y engorrosos para asegurar su explosión. El primero y más conocido era el de mecha: ésta estaba protegida por una tapa, la cual se quitaba y permitía su encendido antes del lanzamiento. En esta tapa solía haber alguna clase de raspador, que permitía accionar la cabeza de fósforo de la mecha. Dependiendo del largo de la mecha el intervalo entre el encendido y la explosión era mayor o menor. Su principal problema era que el sistema, además de poco seguro y lento, no era a prueba de agua; con lluvia o barro la granada se hacía inútil al no poder prenderse la mecha o al apagarse esta antes del estallido. Es un sistema potencialmente lleno de fallos, ya que la granada puede golpear muchas veces con objetos no lo suficientemente sóli dos como para justificar la explosión: ramas, grupos de hojas, charcos de agua o barro, maleza, etc. Aunque el sistema de percusión esté bien graduado, cualquier elemento blando puede impedir su acción, neutralizando la granada. Diversos problemas hicieron que estos dispositivos fueran usados por muy pocos países en combate, pudiendo mencionarse a Italia en la S egunda Guerra Mundial, y más tarde España. Actualmente no se producen granadas con este tipo de espoleta. Todos estos sistemas eran un poco engorrosos y peligrosos, y resultaron rápidamente abandonados luego del siglo XIX.
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La Lafitte
italiana f ue la única granada con espoleta de inercia utilizada en grandes cantidades durante el siglo XX.
Como se ha mencionado antes, los primeros sistemas de tiempo eran bastante primitivos; sin embargo los actuales no dejan de lado el concepto de la mecha de pólvora. En todo caso, lo que se mejoró fue la cuestión de la seguridad y la facilidad de uso. El sistema ideado y utilizado por muchas granadas de diferentes países reunía estos dos factores. La granada poseía una anilla de seguridad y una palanca, que rodeaba la silueta del artefacto. El soldado tomaba con la mano de lanzamiento la granada, y presionando la palanca metía un dedo en la anilla y tiraba de ella. La anilla tenía soldada una pequeña varilla de metal, que asegura los mecanismos de la espoleta. Mientras el soldado mantenga la palanca apr etada, este seguro impide la explosión; de esta manera, la anilla puede quitarse y volverse a poner si se aprieta la palanca. Sin embargo, al lanzarse la granada, la palanca se liberaba ta mbién, encendiendo la espoleta de tiempo. Dentro del artefacto, el sistema es generalmente similar en todas las granadas de este tipo. En la cabeza de la granada (que sobresale del cuerpo), hay dos pequeñas cápsulas de material inflamable o incendiario, y una pieza metálica en forma de U o de V. Cada una de sus puntas está diseñada para impactar y encender dichas cápsulas. La anilla impide esto al trabarlas; y por eso es el primer seguro que debe ser quitado. Liberados estos detonadores, ahora la palanca es la que impide su movimiento. Cuando la gra nada se lanza, la palanca se suelta; se libera entonces un muelle o resorte que impulsa violentamente la pieza en V contra las cápsulas incendiarias, las cuales con su fuego encienden la mecha de pólvora que llega hasta el multiplicador, el cual hace estallar el contenido explosivo. Este sistema de palanca es el más evolucionado y perfeccionado de todos, y es el utilizado generalmente por todas las granadas actuales, con algún que otro detalle diferente. Existen dos tipos de palancas de seguridad: las s eparables o las fijas. Como sus nombres lo indican, las primeras se separan al ser lanzadas o incluso pueden ser separadas manualmente como parte del proceso de lanza miento. Las fijas están unidas a los mecanismos de la espoleta y por lo tanto quedan así hasta el momento de la explosión.
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Dependiendo del tipo de espoleta utilizada en la granada, se las puede clasificar en tres tipos. y
y
espoleta a percusión o de inercia: de mecanismo complejo, este sistema hace estallar la granada en el mom ento en qu e esta golpea el suelo o algún otro objeto sólido qu e esté en su camino , después d e ser lanzada. espoleta a tiempo o con retardo: fueron y son la s más utilizada s mundialm ente, y las prim eras en usarse (t eniendo en cu enta las granadas a mecha externa o int erna , más primitivas, mencionadas pr eviamente). Al quitar se todos lo s seguros, esta espoleta enci ende una pequ eñ í sima cantidad de pólvora enc errada en un p equeño tubo. Entre tres y seis segundo s más tard e (dependiendo del modelo d e granada), esta m echa hace estallar el art efacto.
Corte de una granada EXPAL, española, una de las pocas que usaba espoleta mixta, de retardo y de inercia. y
espoleta mixta: este tipo de granadas tienen dos espoletas, una de tiempo y otra de inercia. Este hace más difícil y cara la producción , pero aumenta la versatilidad del artefacto, además de su seguridad. Solamente España tuvo en servicio una granada de este tipo, la EXPAL; en ella se podía anular a voluntad la espoleta de percusión, dejando activo solamente la de tiempo. Esta granada tenía un sistema de autodestrucción, en caso de que fallaran ambos sistemas. Sin embargo se produjeron muchos accidentes que llevaron a que se abandonara su uso y producción.
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Granadas
de fortuna
Durante el siglo XX, debido a la necesidad de granadas y sistemas explosivos similares, se han fabricado las granadas de fort una. Estos artefactos no regla mentarios son creados artesanalmente en el momento del combate, y por lo tanto están fuera de muchas clasificaciones. Generalmente, se toma el explosivo de otras fuentes, se le agrega un sistema de detonación y poco más. Tal vez el caso más ilustrativo sean las granadas de raq ueta o granadas de pala , utilizadas ampliamente por todos los ba ndos en la Primera Guerra Mundial. Al principio lanzaban simplemente bolsas llenas de explosivos o cartuchos atados, pero su tamaño y forma irregular los hacía difíciles de lanzar, limitando su alcance. Y si se reducía el peso para facilitar el manejo, generalmente se perdía capacidad destructiva. En ese momento surgió la idea de atar los explosivos sueltos y empaquetarlos en una bolsa de papel fuerte o tela. Este paquete era provisto de una mecha (regulada según el caso), y el conjunto era atado a una tabla de madera cortada en forma de pala pequeña o raqueta de tenis. De esta manera el improvisado artilugio ganaba en precisión y alcanc e, similar a lo que sucedía con las granadas de palo. También se pueden considerar como granadas de fortuna a las que frecuent emente eran producidas por grupos de partisanos o de la resistencia, en improvisadas fábricas de armas. Estos modelos, aunque eran hechos en serie y con ciertos controles, no llegaban a ser reglamentarios ya que ningún gobierno los tenía incluidos en su inventario. Un caso conocido son las realizadas en talleres metalúrgicos civiles durant e la Guerra Civil Española (1936-1939) o los que crearon los partisanos rusos durante la Segunda Guerra Mundial.
Granadas
de mano más utilizadas en las Guerras Mundiales
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Muchas armas han sido tan famosas que han ingresado en la historia y son ya íconos incluso para el público en general, hasta para los poco entendidos en materia militar. Con las granadas no siempre es así, ya que son armas poco conocidas. Sin embargo, muchas de ellas se han hecho famosas y han permanecido vivas en películas de la época. Ambas Guerras Mundiales han visto un uso muy extendido de tipos cada vez más sofisticados de granadas de mano, algunas de las cuales son todavía ejemplos para otros diseños. Las desglosamos aquí por país.
Alemania Tal vez inspirada en las granadas de raqueta, y pensando en el gran alcance que tenían, los alemanes crearon en la Primera Guerra Mundial una de las granadas más conocidas del mundo: la granada de palo . Solamente ellos se hicieron famosos por su uso generalizado, ya que fueron los únicos en utilizar la ampliamente. Las granadas de palo comenzaron a entrar en servicio en 1915 y continuaron mejorándose durante todos los años de la contienda, hasta que en 1917 surgió un modelo definitivo. En todas se usaba un sistema de fricción, bastante poco común fuera de Alemania, pero que este país supo aprovechar. Este sistema implicaba tirar con fuerza de un cordón (sistema conocido como tirafrictor); en los primeros modelos este cordón sobresalía del mango poco antes del final. Sin embargo se descubrió como algo muy peligroso: muchas veces el soldado enganchaba el cable y activaba la granada accidentalmente, causando graves heridas o la muerte.
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Corregido esto, los siguientes modelos de granadas de palo tenía el mango totalmente hueco, con el cordón recorriendolo y saliendo por la parte de abajo y protegido con una tapa a rosca. Una vez quitada la tapa, el soldado tomaba una pequeña bola de porcelana en la que terminaba el cordón, y tiraba de él con fuerza; esto movía una varilla de acero que por fricción encendía la mecha de cinco segundos. Este modelo de granada, conocido como Stielhandgranate 24 ó StiGr-24, fue la granada standard de Alemania durante el período de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. Dio nombre a las granadas de palo, o como la llamaban los británicos, pisapapas, debido a su silueta tan distintiva. S e las transportaba en cajas alargadas llenas de paja, con las espoletas separadas para mayor seguridad; tanto es así que en todas las cabezas explosivas estaba escrito "Antes de usar insertar detonador". Las granadas de palo, usadas casi exclusivamente por los alemanes, tenían varias ventajas, particularmente su mayor alcance. El efecto de rotación hacía más fácil que el soldado alcanzar a distancias mayores, y además la forma alargada impedía, a veces, que la granada rodara de vuelta en terreno elevado o urbano. Un desarrollo particular ideado por los soldados era adosar seis granadas más (sin sus mangos) a una granada central; este paquete de explosivos servía como cargas de demolición improvisadas, contra ta nques o estructuras, y era imposible de armar con otro tipo de granada. Las desventajas de esta granada eran un mayor peso y tamaño, lo cual la había difícil de llevar en grandes cantidades. Era común que estas granadas, independientemente del modelo, se llevaran en las cañas de las botas o sujetas al cinturón; así se las puede ver en innumerable cantidad de fotografías. La StiGr-24 fue el modelo más numeroso y clásico de la Segunda Guerra Mundial, y era también la preferida de todos ya que permitía lanzamientos más largos y más precisos. A partir de este modelo, se fueron haciendo cambios menores para lograr una granada más ligera y por lo tanto, más fácil de fabricar y menos cara. Una de estas mejoras fue la creación de una carcasa postiza con material prefragmentado, o Splitterring, adoptada en 1942. Hubo modelos de granadas de palo de humo, identificable por una banda blanca o (más adelante) por surcos en el mango para poder diferenciarla en la oscuridad. Como en el clima muy frío la StiGr-24 a veces no estallaba, se diseñó una variante, marcada con una K, para su uso en Rusia, que tenía una mezcla diferente de pólvora como iniciador. En 1939 se comenzó a fabricar una nueva versión, más larga y con mayor carga explosiva, pero no tuvo tanto uso. En 1943 se creó otra variante más, la StiGr-43, con el mango macizo en lugar de hueco, y con el iniciador en la parte superior de la cabeza. Esta diferencia aparentemente menor, no lo era: significaba que la cabeza explosiva podía ser desmontada del palo y ser usada de manera más convencional, y también como trampa explosiva.
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A pesar de estas mejoras, los problemas del tamaño y peso eran considerables para cierto tipo de tropa, como los paracaidístas y los tripulantes de los vehículos blindados. Por eso se diseñó una granada más similar a las utilizadas por otra países, la Eierhandgranate 39, de forma de huevo. Portátil y de pequeño tamaño, sufrió algunos cambios de espoleta durante la guerra. Como sucedió con la StiGr-24, al principio se la pensó solamente como ofensiva, pero luego se dis eñaron y fabricaron envolturas postizas, algunas prefragmentadas, para hacerlas defensivas. La Eihandgranate 39 (literalmente, granada de mano de huevo ) entró en producción en 1939, cuando los problemas de tamaño y peso de las granadas de palo ya eran bien conocidos. Esta granada y la StiGr-43 compartían el mismo tipo de espoleta r emovible, enroscable en la parte superior de la carga explosiva. Esta espoleta era del tipo tirafrictor; para activarla, se resenroscaba una tapa de la cual caía dicho cordón, el cual al ser tirado con fuerza activaba la granada. El color de la tapa indicaba el tiempo de retardo de la espoleta y también su tipo. Por lo general estas granadas tenían un retardo de 4 segundos. Sin embargo se las podía usar inteligentemente como tra mpas explosivas: poniendo un retardo de menos segundos, una granada abandonada y encontrada por el enemigo muchas veces se convertía en una sente ncia de muerte. El soldado la a ctivaba pensando en usarla, pero le estallaba en las manos a veces de manera instantánea. Estas espoletas ultrarrápidas también permitían usarlas en puertas u otros escenarios urbanos: con el cordón atado a ella, al entrar los soldados enemigos (generalmente pat eando la puerta), la granada estallaba. Un detalle curioso es que el retardo generalmente utilizado en la espoletas alema nas bajó de 5,5 segundos en la Gran Guerra a 4,5 segundos en la Segunda Guerra Mundial.
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Gran Bretaña Como sucedió con otras armas de infantería, este país participó con un solo modelo de granada en ambas Guerras Mundiales: la Mills, ejemplo para muchas otras armas similares debido a su simplicidad y otros aspectos de uso y fabricación. Con una característica forma de piña y cuerpo de fundición, prefragmentado, tenía un sistema de retardo muy seguro. Diseñada originalmente por Williams Mills en 1915, en ese año fue aceptada para su uso en el Ejército Británico con el nombre Nº5. Sin embargo, no quedó allí y fue constantemente modificada y mejorada. Buscando aumentar su alcance, el modelo Nº 23 se creó con una base especial que se ajustaba a la boca de un fusil; esto Corte de una granada Mills sin explosivo en su interior. permitía lanzarla a 150 metros, aunque en este caso posiblemente su precisión no era muy buena. Luego se diseñó la Nº 36, que era similar a la Nº 23 pero con el dispositivo lanza fúsil removible. Una subvariante de esta, la 36M, fue la versión definitiva de la Gran Guerra, a prueba de agua para poder ser usada en ambientes húmedos y cálidos. Para el final de la guerra, tanto la Nº 5 como la Nº 23 fueron declaradas obsoletas; el Nº 36 siguió ese camino en 1932, quedando en servicio la Nº 36M. La Mills tiene un diseño clásico de piña, con el detonador en el centro y la espoleta a tiempo asegurada con una anilla. Era una grana da defensiva, y por lo tanto muy potente. Tenía un retardo de 7 segundos; en la Gran Guerra esto no causó problemas, pero en 1940 la experiencia de guerra en Francia demostró a los ingleses que aquella forma de combate era diferente. A partir de entonces la Mills tuvo un retardo de 4 segundos. Luego de la guerra la Mills continuó en producción en el Reino Unido hasta 1972, convirtiéndose en una de las granadas más fabricadas, con 70 millones de unidades en servicio durante todo el siglo. En ese a ño la 36M MkI fue reemplazada oficia lmente por la granada L2, pero continuó siendo fabricada y usada en ciertas partes del mundo con influencia inglesa, como India y Pakistán, donde se la fabricó hasta la década de 1980.
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Estados
Unidos
En la Primera Guerra Mundial los estadounidenses no fueron muy preparados y estuvieron en combate poco tiempo antes de finalizar el conflicto. Sin embargo, varias décadas después tenían lista una granada muy eficiente, similar a la Mills británica y tan icónica como ella: el modelo MK2 (o MK-II). Defensiva, con forma de piña y detonador a tiempo, tenía la particularidad de que las espoletas se podían desmontar, llevándolas aparte y montándolas solamente cuando la acción era inminente. Esto aumentaba considerablemente su seguridad. Existieron diferentes variantes de esta granada, teniendo en cuenta el tipo de explosivo. Como el TNT a veces destruía demasiado el cuerpo de la granada (posiblemente vaporizando las esquirlas), se lo usaba como relleno en algunos modelos; en otros se usaba pólvora negra. Con un peso de 600 gramos cada una y una carga explosiva de 57 gramos de TNT, era una granada clásica de la época, relativamente pesada pero efectiva. Uno de los problemas que tenía era que, en ambientes de mucha vegetación como las junglas del Pacífico, no era raro que los soldados, al llevarlas montadas sobre el chaleco, fueran víctimas de sus propias armas cuando una rama enganchaba la anilla de seguridad. En la película La Delgada Línea Roja puede verse un caso de este tipo, que aparentemente no era poco común, lo cual llevó más adelante a pensar en una forma más segura de uso (ver más abajo). A pesar de esto la granada siguió en servicio dura nte toda la guerra. Las enormes cantidades producidas permitieron que la tropa continuara utilizándolas durante Corea e incluso Vietnam. A pesar de que otros modelos más nuevos la habían reemplazado ya oficialmente en el inventario, seguía siendo útil y válida en combate. La US Navy fue la última rama de las FFAA estadounidenses en usarlas, y fue reemplazada por los modelos M67 y M61.
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Unión Soviética En la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética utilizó varios modelos, dos se destacaron como caract erísticos. Uno era la versión rusa de la granada de palo al emana, pero utilizando un cuerpo de fundición de hierro prefragmentado, no liso, de bote, como el modelo alemán. El otro modelo era una granada de piña con un sistema de espoleta similar al de la Mills británica. Sin embargo, estaba construida a la manera estadounidense, con el detonador, desmontable, en la parte superior del cuerpo, sobresaliendo bastante en este caso. Esta granada, para la cual se fabricaron y usaron diferentes espoletas, fue utilizada en la Guerra Civil Española por el bando republicano, y entró a servir en la URSS en la década de 1930. Medía 12,4 cm de alto y 5,5 de diámetro, pesaba unos 600 gramos, de los cuales solamente 21 eran el explosivo, TNT. La espoleta generalmente estaba graduada a los 4 segundos.
China
y Japón
Ambos países, aunque enfrentados, tomaron el concepto de la granada de palo alemana y la utilizaron. En el caso chino, posiblemente se debió a que los alemanes fueron asesores militares del gobierno nacionalista por un tiempo; en el caso japonés tal vez se debió a la influencia militar y el intercambio producido entre ambos países en ciertas materias. Curiosamente, los chinos comunistas al tomar c ontrol del país continuaron fabricando este tipo de armamento (la granada Tipo 67), el cual luego fue entregados a los soldados comunistas de Vietnam del Norte y el Vietcong. De esta manera la granada de palo fue a luchar en Vietnam, nuevamente contra tropas estadounidenses.
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Italia
Atrasada en investigación bélica y en or ganización productiva, no es raro saber que Italia participó de la Segunda Guerra Mundial con granadas costosas y poco efectivas. Los cuatro modelos principales eran granadas de percusión, poco seguras, y solamente ofensivas, con un cuerpo delgado de aluminio u hojalata. La más potente fue la Lafitte; del tipo bote o de lata, tenía una gran cantidad de explosivos al comparársela con granadas contemporáneas. En ambientes cerrados como los del combate urbano, esta gran onda expansiva era devastadora. Sin embargo La pequeña granada al ser solamente ofensiva su utilidad en ciertos casos era menor. Oto. Como era muy grande, era difícil de empuñar y usar. Para proteger al lanzador, su sistema de detonación tenía un seguro de distancia. Así como utilizaron la granada más grande, también los italianos tenían la más pequeña, llama Oto. En este caso el problema era el opuesto: era fácil de usar y los soldados podían llevar muchas debido al escaso tamaño, pero su efectividad disminuía. Los italianos aparentemente nunca pensaron o no pudieron desarrollar una granada a mitad de camino entre estas dos. En este sentido se puede mencionar a la granada Breda, de color naranja y conocida justamente como naranjita por los soldados. Fue la tercera más usada después de la Lafitte y la Oto; más potente que esta última, fue muy popular junto con la cuarta granada italiana, la SR CM. Sin embargo, los modelos italianos se caracterizaban por ser caros y de complicada fabricación, sin tener una gran ventaja con los modelos del enemigo (y a veces ni siquiera siendo igual de buena). Estos modelos no prosperaron luego del armisticio.
La granada Lafitte fue una de las más usadas por lo italianos en la Segunda Guerra Mundial. Aquí puede verse claramente el sistema de seguridad de distancia y la anilla para activarla antes del lanzamiento.
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Desarrollo posterior Como ya hemos dicho antes, tres principales factores son los que definen todos los diseños de granadas: efectividad, seguridad y facilidad de uso. De ellos, con el tiempo todos han logrado un grado bastante alto, aunque en algunos casos la facilidad de uso estuvo bastante relegada. Terminada la Segunda Guerra Mundial muchos tipos de granada no volvieron a producirse nunca más, o lo hicieron solamente en casos muy aislados. Tal es el caso de las granadas de palo y las granadas con espoleta de inercia, ya mencionados. Los diseños se encuadraron entonces en granadas con espoletas de tiempo simples y principalmente seguras. En este sentido vale comentar el caso de las granadas M67 estadounidense, en la cual se aplicaron algunas lecciones de seguridad aprendidas en la Segunda Guerra Mundial. Como ya hemos mencionado, no eran raros los casos en los que el soldado podía morir por una casualidad. Las tropas estadounidenses llevaban sus granadas enganchadas en el frente de la ropa o en los soportes de las mochilas. En ciertos casos, la anilla de seguridad (sobredimensionada para su uso en todo momento) se enganchaba en la vegetación. El soldado no tenía generalmente tiempo de quitarla; al s oltarse automáticamente la palanca no había forma de detener la espoleta. Esto llevó a muchos accidentes con un arma que se consideraba a prueba de accidentes. La solución, sencilla, se le agregó una pieza de alambre que se enrosca firmemente en la base de la espoleta, la cual mantiene presionada la palanca. El soldado ahora debe tirar de la anilla y luego quitar dicho seguro de la palanca, impidiendo que el enganche accidental de la anilla ocasione su muerte o la de sus compañeros. Actualmente muchos países compran o fabrican granadas de otros países, con las debidas licencias comerciales. Sin embargo siguen existiendo muchos tipos de granadas para diferentes usos y basadas en diferentes experiencias, y se continúa experimentando con ciertos conceptos para mejorarlas o dar les otros usos.
Una granada estadounidense modelo M26A1. Copiada por muchos países, en otros se producen modelos muy similares. Obsérvese el sistema de seguridad que mantienen sujeta la palanca de la espoleta; aunque la anilla sea r emovida por accidente, la granada no estallará hasta que este sistema sea removido también.
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Argentina siempre estuvo entre los países pioneros en usar armamento y pertrechos de la mejor calidad mundial comprados o fabricados aquí, pero entre los huecos a llenar desde principios del siglo XX estaba la producción de una granada de mano que se adaptara a las necesidades requeridas, por esto mismo Fabricaciones Militares produce una granada ofensiva denominada FM-1 que junto con el modelo español de Plásticas Oramil PO-1 eran lo disponible y de uso reglamentario hasta los años 70. La FM-1 ya estaba quedando obsoleta siendo una granada de cuerpo cilíndrico de hojalata con un sistema de espoleta similar mecánica mente al modelo británico Mills Bomb pero de tipo ofensiva por carecer de metralla y fragmentación del cuerpo, solo levantando cascos producto de elementos que rodean el artefacto al momento de explotar y por onda expansiva, otro de los modelos extranjeros usados en argentina fue la EXPAL EA-M 5 que junto a la PO-1 no fueron sinceramente muy apreciadas por sus sistemas de funcionamiento. FMK-1.
Esto motiva a la Dirección General de Fabricaciones Militares que por medio de la Fábrica Militar Fray Luis Beltrán se empiece a desarrollar una nueva granada de mano para cubrir las necesidades de las fuerzas armadas argentinas sin tener que recurrir a modelos extranjeros y siempre apuntando a los modernos conceptos de uso y seguridad, ya en la década de los 70 nace la FMK-1, granada muy portable, pequeña y que buscaba cubrir las necesidades de elemento ofensivo y defensivo sin tener que adicionar cuerpos de fragmentación como otras granadas conocidas, con un peso de 300 gramos espoleta incluida y una carga de TNT/HEXOGENO de 75-80 gramos dentro de un cuerpo de fundición de hierro modular cilíndrico se transformó en una manejable granada de mano, su espoleta es la clásica similar a las montadas en las granadas americanas MK-II
FMK-2
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Si bien la FMK-1 cubría las necesidades y estaba adaptada al concepto moderno de granada doble propósito (ofensiva-defensiva) se quería llegar a la perfección técnica sobre seguridad para evitar cualquier tipo de accidentes, por esto se desarrolla la Granada de Mano Explosiva GME-FMK-2 Modificación 0, con el cuerpo esférico tipo FMK-1 pero cambiando totalmente su principio mecánico, es sabido que las granadas que montan sus espoletas, retardo y detonadores dentro de la carga explosiva son propensas a hacer detonar sus cargas principales sin que los detonadores sean estimulados por un arrojamiento voluntario por parte del granadero La FMK-2 utiliza el sistema de seguridad para granadas de mano español patentado en los años 70 por Don José Mena y Vieyra de Abreu, sistema que siempre mantiene el detonador en posición neutra alejado de la carga explosiva hasta que no es arrojada la granada, por esto la FMK-2 aloja su tren de fuego o detonador en la parte superior del cuerpo y de la propia carga principal, retenido por un pasador cargado a resorte y palanca retenida por una chaveta convencional y anilla, es decir que si la granada sufre aplastamiento, tiroteo, fuego directo o cualquier otra causa que hiciese activar el detonador el mismo no comunica el estimulo a la carga explosiva siendo las consecuencias mínimas a comparación de otra granada convencional que estallaría completamente, cuando separamos la parte superior de una FMK-2 de su cuerpo podemos ver que una µespiga¶ se introduce dentro de este, a simple vista parece el detonador de cualquier granada convencional la cual le desenroscamos la espoleta, en la FM esto que observamos es la guía de aluminio por donde el tren de fuego se desliza para llegar al percutor en el fondo de dicha guía tubular. La FMK-2 es una granada muy liviana en comparación a otras, esto permite llevar cantidad sin perder efectividad, la anilla de seguridad tiene dos pasadores, uno tipo convencional de chaveta y un pasador liso, mas fácil de colocar en caso de abortar el lanzamiento, un sistema de seguridad adicional o llamado de transporte es un alambre de acero que rodea la unión del cuerpo con la parte superior, a su vez se interpone bloqueando la palanca, si se saca la anilla por accidente este seguro retiene la palanca, por esto antes de usar la misma debe ser retirado. Otras de las características que se pretendió es que fuese de doble propósito, es decir, ofensiva para un avance al descubierto y lanzar la granada sin riesgos propios de ser alcanzado por la metralla un onda expansiva y defensiva sin tener que adicionar ningún aditamento extra para que se fragmente cuando el soldado esta a cubierto y pretende incrementar su poder letal, aunque pensada con un poder que permite llamarla también defensiva se aleja de aquellos pesados cuerpos de fundición de acero inestables en su troceado y fragmentación siendo a veces peligrosos para el mismo lanzador en espacios reducidos o incluso a campo abierto y logísticamente evita la disposición de los vasos de fragmentación o arrollamiento de alambre acerado.
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Modelos
experimentales
Ha habido y continúan existiendo ciertos modelos de granadas de mano para otros usos. Uno de ellos es la granada con paraca ídas, diseñada para contrarrestar vehículos blindados en su parte más débil: el techo. Estas granadas teóricamente son lanzadas hacia arriba y aterrizan suavemente, sin rebotes, en la parte alta de los vehículos. En la Segunda Guerra Mundial lo que el soldado trataba de hacer era introducirlas por alguna rendija o apertura; pero actualmente los vehículos blindados están todos cerrados para evitar eso. Este tipo de granada viene experimentándose desde hace un buen tiempo, y no ha demostrado buenos resultados. Otra idea para atacar blindados la dan las granadas de car ga hueca, que pretenden aprovechar el ya conocido efecto de este tipo de cabezas de combate. En este caso el problema es lograr que la granada golpee el blanco de frente, con la cabeza hueca debidamente orientada. Para ello se han intent ado varias soluciones, una de ellas pudiendo ser el paracaídas, y otra las aletas estabilizadoras. Sin embargo, durante sus varios años de estudio (incluso aparentement e durante la S egunda Guerra Mundial) no se han logrado buenos resultados. Un tipo de granada que aparentemente sí se ha desarrollado exitosamente son las granadas contra submarinistas, diseñadas para estallar bajo el agua. Como cargas de profundidad en miniatura, son del tamaño de una granada convencional, y tienen una espoleta de presión, graduable. Al lanzar o dejar caer el artefacto, este estalla al alcanzar la profundidad determinada. Este tipo de granadas son particularmente útiles al custodiar instalaciones portuarias en donde se preveen ataques anfibios o de comandos, por ejemplo.
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