Historia del Dibujo Los primeros dibujos según antropólogos, e historiadores son de la prehistoria, como evidencia las pinturas rupestres de Altamira que narran diferentes acontecimientos y cómo vivían en ese periodo, en esa época se conocen escasas obras, también los que marcaron por sus obras fueron los egipcios quienes parte de sus historia está plasmado en dibujos llamados jeroglíficos, luego en siglo VI A.C . los griegos quienes se les considera los máximos representes en el dibujo lograron el equilibrio en el dibujo haciendo a los dioses y héroes logrando una gran proporción armónica. Los Romanos 500 años después abandonan el dibujo artístico y el dibujo ornamental, a una doctrina más práctica y útil en esa época hacían falta sólidas edificaciones con las que mantener la autoridad sobre los continuos ataques de los invasores. Obtuvieron en el dibujo el medio para reflejar lo que serían las próximas construcciones. Surgieron los primeros planos y con ellos nació la arquitectura. El dibujo técnico ya precisaba de mayor técnica y conocimientos matemáticos matemáticos lo que se había forjado hasta el momento. En un dibujo de construcción que aparece esculpido en la estatua del rey sumerio Gudea, llamada “El arquitecto”, y que se encuentra en el museo del
Louvre de París. En dicha escultura, de forma esquemática, se representan los planos de un edificio. De la Edad Media, S.VIII-S.XV, es donde se conservan un número mayor de obras integras. Durante esta etapa predominan las representaciones vivaces. Vuelve a imponerse la espectacularidad y los aderezos, sin dar oportunidad a actuar al color; simplemente es el trazo el encargado de marcar el detalle. La invasión árabe introduce un revolucionario soporte para el dibujo y la pintura: el papel. Invención china que facilitará que la ilustración deje se ser una actividad exclusiva de monjes sobre pergaminos de cañas y piel, para convertirse en algo más alcanzable para la población. Segunda mitad del S.XV, el Renacimiento se desarticula de lo religioso. Ahora lo importante es reconocer la belleza y saberla expresar. La mera decoración arrinconada, el desnudo femenino empieza a adueñarse de los temas principales en las creaciones y se vuelve al estudio de la figura
humana. El dibujo volumétrico gracias a las nuevas técnicas de coloreado. El juego de luces y sombras, junto con la perspectiva, acerca aún más la realidad al dibujo. Una manifestación de artistas demuestran este nuevo desarrollo: El Greco, Sandro Botticelli. Leonardo de Vinci, tuvo gran influencia con sus dibujos de ingeniería. El conoció el valor de la ilustración para completar los dibujos de varias vistas. Junto con otros del Renacimiento, como el arquitecto Brunelleschi, le dan madurez a las representaciones técnicas, que alcanzan un significativo avance a mediados del siglo XVIII. Miguel Ángel Bounarroti fue un escultor, pintor y arquitecto italiano del siglo XV y XVI conocido principalmente por la escultura de “El David” y la obra pictórica que recubre la bóveda de la Capilla Sixtina. Comenzó su formación como pintor a los 12 años en el taller de la familia Ghirlandaio y un año más tarde se adentraría en el mundo de la escultura a través de Bertoldo di Giovanni, el cuál le introduciría en el influyente círculo de los Médici. Desde entonces desarrolló una fructífera vida artística entre Florencia y Roma, de cuyo amplio legado destacan dos grandes obras: El David y la bóveda de la Capilla Sixtina. Los dibujos de Miguel Ángel forman un conjunto muy numeroso e importante, a pesar de las hogueras que se sabe que hizo alguna vez para quemar. Los primeros dibujos atribuidos al artista son las copias realizadas en la basílica florentina de la Santa Croce, del Tributo y la Consagración de Masaccio y el dibujo del Alquimista, de invención propia (hoy en el Museo Británico), así como una copia de Giotto conservada en el Louvre, todos estos del tiempo de sus estudios en el palacio de Lorenzo el Magnífico, hacia el año 1490. Sus últimos años los dedicó a la arquitectura hasta que falleciera en Roma a los 88 años de edad. Éste último destaca sobre los demás por su afán de investigación. Recoge bajo sus obras estudios de anatomía, invención de artilugios y una nueva manera de utilizar la iluminación en el dibujo. Por tanto el dibujo deja de ser algo espontáneo y subjetivo para convertirse en una verdadera disciplina. El Barroco, que se estira hasta el S.VII, utiliza hasta la exageración todos los recursos aportados El cubismo de Picasso durante el Renacimiento para expresar desde la calamidad de la pobreza hasta lo fastuoso de la riqueza. Se
rompe le rectitud y la uniformidad en las representaciones pictóricas y se intenta al máximo conmover y atraer al espectador. A partir del S.XIX se rompe la continua uniformidad que había seguido el dibujo y se bifurca en multitud de estilos: romanticismo, realismo, impresionismo, expresionismo, cubismo, futurismo, surrealismo... No obstante, todos ellos utilizan lo aportado hasta la fecha como herramienta para expresar nuevos enfoques de la sociedad que están viviendo. Durero, Rembrandt, Goya y Picasso fueron extraordinarios grabadores merced a ser dibujantes excepcionales. En el siglo XVI, con motivo principalmente de la construcción de El Escorial, vinieron a España artistas italianos, entre los que se contaban Federico Zúcaro y Luca Cambiaso, dibujantes que introdujeron en nuestro país técnicas y concepciones nuevas, como el parco empleo de la mancha de sepia muy diluida. Dibujaron soberanamente bien Velázquez -de quien se dice que estuvo copiando del yeso y del natural durante 6 años, antes de obtener permiso para tomar los pinceles-, Alonso Cano, Carreño de Miranda, Claudio Coello, etc. Con Palomino como cualificadísimo teórico del dibujo. Surgen en el siglo XVII las Academias de Roma, París, Florencia, Nápoles y Génova, entre otras. Más tarde, ya en el XVIII, las de Madrid y Londres. La Academia Francesa llegaba al exceso de poner en manos de sus alumnos el librito de Le Brun titulado "Physiognomie", en el que se incluían las expresiones de miedo, ira, asombro, etc., evitando así que los educandos tuviesen que consultar la Naturaleza... Por aquel entonces, en los gremios también se enseñaba a dibujar, pero a un nivel inferior al de las Academias. Ya en el siglo XIX se constituyen colecciones a nivel nacional, como sucede con las del Museo del Prado, Biblioteca Nacional y Academia de San Fernando, si bien la Guerra de la Independencia nos privó de muchos dibujos sacados de España. Se asiste actualmente a una resurrección del dibujo y de su hermano menor, el grabado. Buena prueba de ello es este singular Museo de Dibujo del castillo de Larrés, líder en España de lo que debe ser el coleccionismo inteligente y eficaz.