Historia de la moneda desde los mayas hasta nuestros días Productos como el cacao, plumas de aves exóticas, la obsidiana, sal, conchas, cerámica y el jade eran apreciados. En 1733 surge la primera moneda acuñada en Guatemala. Habrían de transcurrir 141 años para que la población del país conociera el primer billete emitido localmente. El término numismática deriva del latín numisma que significa moneda; es un vocablo que designa el estudio y coleccionismo de monedas, así como papel moneda emitido por el Estado con el diseño oficial del país. De igual manera la disciplina numismática se interesa en instrumentos utilizados para acuñación de monedas o impresión de billetes. Las piezas monetarias incorporan un valor nominal inmerso en un destacado mérito artístico e histórico. Su estudio conlleva aprender sobre las distintas épocas del país emisor, los acontecimientos más importantes y trascendentales son indicativos del contexto económico-financiero, el comercio, las costumbres, las religiones, la historia política y el arte a lo largo de las diferentes generaciones generaciones humanas.
La época prehispánica En la civilización Maya, el establecimiento de rutas comerciales marítimas, fluviales y terrestres favoreció la llegada de gran variedad de productos a las diferentes regiones; algunos de dichos productos proporcionarían a las clases mercantes un medio capaz de actuar como medida de valor para otros bienes. Productos como el cacao, plumas de aves exóticas, la obsidiana, sal, conchas, cerámica cerámica y el jade eran apreciados de tal manera por las élites gobernantes que su aceptación era generalizada en la mayoría de regiones participantes en la dinámica comercial.
Época Colonial En el año 1524 hacen su entrada a Guatemala las fuerzas españolas comandadas por el capitán Pedro de Alvarado quien emprende la conquista del territorio y la lucha contra los quichés y otros pueblos. Desde un principio, los españoles buscaron con avidez el oro y para ello sometieron a los indígenas a trabajos forzados en los lavaderos y minas.
En 1543 se funda la primera Casa de Fundición de metales con el objeto de legalizarlos y aplicar el cobro del Quinto Real. En esta época se inicia el uso de moneda metálica importada a nuestro territorio, principalmente de casas de moneda ya establecidas en el continente americano como México, Lima (Perú), Potosí (Bolivia) e inclusive de la misma España. Luego de años de trámite ante la Corona Española, finalmente el rey Felipe V autoriza la fundación de la Casa de Moneda de Guatemala mediante Cédula Real del 17 de enero de 1731, empezando la acuñación de monedas en 1733 con la identificación de la ceca de Guatemala G, que cambió a NG con el traslado de la ciudad al valle de la Ermita en 1776. La nueva Casa de Moneda continuó acuñando piezas, con las características de las monedas españolas hasta el fin de la Época Colonial.
Época Independiente y Federación Centroamericana A partir del 15 de Septiembre de 1821, las antiguas provincias que integraban el Reino de Guatemala quedaron libres del dominio de la Corona Española. A pesar de ello, el régimen gubernativo no sufrió alteración debido a la permanencia de las mismas autoridades y funcionarios públicos españoles en sus respectivos puestos, con la condición de trabajar por el nuevo país independiente.
La crisis económica después de la Independencia obliga a los Estados recién independientes a aceptar la propuesta del Imperio de Agustín de Iturbide de anexarse a México, la cual es aceptada por la Junta Gubernativa
de
Guatemala
encabezada
por
Gabino
Gaínza,
confirmándola el 5 de enero de 1822 ante la oposición de San Salvador. La caída de Iturbide representó un triunfo para recobrar la independencia de la Federación Centroamericana, la cual declaró, mediante Decreto del 1º. de julio de 1823, su absoluta independencia no solo de España y México, sino de cualquier otra nación que quisiera gobernarlos, tomando a partir de ese momento el nombre de Provincias Unidas del Centro de América, integradas por Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Las primeras monedas de la Federación fueron acuñadas en 1824; un Decreto, del 19 de abril de ese mismo año, autorizó únicamente a la Casa de Moneda de Guatemala la producción de piezas que circularían en la Federación.
Época de la República Luego de su separación de la Federación Centroamericana, Guatemala es fundada como República por el general Rafael Carrera el 21 de marzo de 1847. La crisis económica provocada por las plagas que afectaron
a
la
cochinilla
actividad
económica más importante en Guatemala para esa época la que se unió a la escasez de moneda circulante causada por la inestabilidad en el mal funcionamiento de
la Casa de Moneda condicionó al gobierno a que autorizara, en 1851, la circulación de moneda extranjera de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Chile y Costa Rica. Una renovada Casa de Moneda, encabezada por el experto de origen suizo Juan Bautista Frener, da inicio en 1859 a una de las épocas más interesantes y variadas en la acuñación de monedas en toda la historia numismática de Guatemala. Durante los gobiernos conservadores, seguidos de los liberales, la Casa de Moneda continuó la acuñación de moneda presentando algunos cambios en sus diseños, uno de los más importantes fue la inclusión del actual Escudo Nacional, en 1872, durante el gobierno de Miguel García Granados. Es en esta época cuando se autoriza el establecimiento de bancos privados que, unidos a los estatales, inician la emisión de billetes, siendo este otro elemento el que le da mayor relevancia numismática a esta época. Una serie de altibajos económicos en los gobiernos siguientes, principalmente marcada por la severa crisis durante la época del presidente Manuel Estrada Cabrera, da como resultado una Reforma Monetaria en 1924.
Banco Central El general José María Orellana asume la presidencia de la República de Guatemala el 15 de marzo de 1922, en medio de una crítica situación económica,
impulsando
las
medidas
necesarias
para
avanzar
efectivamente hacia una reforma económica. Una de las primeras medidas fue detener la emisión de papel moneda sin respaldo, creando para tal propósito la Caja Reguladora, cuya finalidad era la de preparar la conversión de la moneda nacional y ordenar el sistema monetario.
Durante esta época nace nuestra actual moneda quetzal como nueva unidad monetaria del país que sustituyó al peso; dicha reforma fue sancionada con el Acuerdo No. 879 del 26 de noviembre de 1924. La Caja Reguladora pasa, mediante Acuerdo Gubernativo del 30 de junio de 1926, a ser finalmente el Banco Central de Guatemala, de capital mixto, otorgándosele el papel de único emisor de moneda.
En estos años inicia de nuevo la emisión de papel moneda, destacando en la historia numismática los famosos chemas - sobrenombre de José María debido a la efigie del presidente Orellana, seguidos de los centrales propios de la época del general Jorge Ubico, ambos billetes acompañados de monedas metálicas en diferentes denominaciones y diseños. La Revolución de 1944 desencadena una serie de cambios a todo nivel, siendo uno de ellos la desaparición del Banco Central de Guatemala.
Banco de Guatemala Durante el gobierno del Doctor Juan José Arévalo Bermejo se realiza la Segunda Reforma Monetaria y Bancaria de la República de Guatemala,
dando origen a la creación del Banco de Guatemala, que surge a la vida institucional del país el 1º. de julio de 1946, como sustituto del Banco Central. Inicialmente la nueva entidad, ahora autónoma, con patrimonio propio, que se rige por su Ley Orgánica y la Ley Monetaria, cumplió con la demanda de circulante emitiendo moneda y contramarcando billetes del antiguo Banco Central con la leyenda Banco de Guatemala. A partir de la autorización del 15 de septiembre de 1948, pone en circulación sus propios billetes con nuevos diseños y con el tamaño igual al actual. En 1949 se rediseñan las monedas y se incluyen los motivos utilizados actualmente, sufriendo pequeños cambios a través de las diferentes épocas. Un hecho significativo aconteció en julio de 1954, al ser asignadas las funciones de acuñación de la moneda fraccionaria al Banco de Guatemala, pasando la Casa Nacional de Moneda, que había funcionado adscrita al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, a constituir una dependencia del Banco Central. Los diseños iniciales de los billetes, con algunos cambios no significativos, continuaron hasta inicios de la década de los años setenta, cuando se ponen en circulación piezas totalmente diferentes a las anteriores, que conservan sus motivos principales hasta el día de hoy. El Banco de Guatemala espera contribuir a la preservación y difusión de la cultura nacional con la puesta en funcionamiento de este museo.
Reseña histórica de la moneda de Guatemala La moneda es un bien o producto que permite y facilita el intercambio de otros bienes o servicios. Anteriormente se utilizaron distintas mercaderías siempre que fueran aceptadas como medio de cambio en la transferencia de bienes. Entre los artículos utilizados se encontraban las pieles, carne, animales, trigo, cebada y herramientas. En Babilonia se introdujo el uso de metales en forma de barras y lingotes para fines monetarios. Posteriormente fueron empleadas piezas de distintas formas con aleación de oro y plata hasta la acuñación de “dracmas” en Grecia, monedas que incluían figuras en sus caras pero tenían el inconveniente de ser muy pesadas. En Roma se recurrió a la plata como componente básico o central de la pieza, en los denominados “denarios”. Con estas monedas se desarrolló el concepto de “curso legal”, es decir,
monedas a las cuales las autoridades habían conferido la característica y facultad de poder ser aceptadas en cualquier lugar de su jurisdicción. De allí se expandió la economía monetaria a otros países. El uso continuado de monedas favoreció la aparición de entidades especializadas equivalentes a las actuales casas de cambio y bancos. A medida que la determinación del valor del dinero aumentó, se transfirió a papeles representativos o fiduciarios, los que se consideraban “convertibles” o reembolsables por metales.
En Guatemala, los mayas utilizaron como moneda, plumas de Quetzal, sal, obsidiana, piedras preciosas, jade y en especial, el cacao. La Conquista y su consolidación exigieron un sistema monetario para no retornar al trueque, para lo cual se adoptó una estructura tomando como base la moneda española. La insuficiencia en la disponibilidad de esas monedas exigió que se fabricaran piezas en distintos países de América. En el nuestro, las monedas españolas — tanto importadas como acuñadas en las casas de moneda de nuestro continente (principalmente México, Bolivia y Perú) — siguieron circulando hasta las primeras tres décadas del siglo XIX. Posteriormente se acuñaron monedas de la República del Centro de América o Federación de Estados Centroamericanos. Al surgir el Estado Nacional y haber fundado la República de Guatemala, en el Gobierno de
Rafael Carrera, se creó el “peso” como moneda. Este sistema incluyó
piezas de oro y plata. En los últimos 30 años del siglo XIX, la introducción del sistema decimal fue compartida con el empleo de la otra estructura monetaria basada en el sistema binario. En ese lapso se emitió el “papel moneda” por parte de los
antiguos bancos del sistema, y hacia el final del siglo se dejó de acuñar la moneda de un peso, manteniéndose las de menor denominación. A finales de ese mismo siglo apareció un curioso tipo de moneda, conocido como “cédulas”, que eran diminutos billetes emitidos por las
municipalidades y establecimientos comerciales para el pago de sus obligaciones. También se reglamentó la emisión de monedas privadas, a las que se llamó “fichas”, acuñadas anteriormente para usarse en fincas,
hoteles y empresas comerciales, etcétera. Durante el Gobierno de Manuel Estrada Cabrera se creó el Comité Bancario, facultado para emitir papel moneda con garantía de los valores de los bancos, y los de las rentas del tabaco, la chicha y el aguardiente, así como los bienes raíces del Estado. Además, en junio de 1900 se autorizó la emisión de moneda fraccionaria en níquel (de uno, un medio y cuarto de real). En noviembre de 1924 y febrero de 1925 se emitieron la “Ley Monetaria y de Conversión” y la “Ley de Instituciones de Crédito”. Se consideraron dos
alternativas para lograr que la moneda fuera de oro o pudiera cambiarse por oro (convertible): una, la contratación de un préstamo externo; y la otra, acumular recursos nacionales. Se decidió hacerlo con recursos nacionales. La Ley Monetaria adoptó el patrón oro y creó una nueva unidad monetaria, el Quetzal, igual a un dólar de los Estados Unidos. La creación del nuevo signo monetario nacional dio paso a la fundación del Banco Central de Guatemala, el cual contó con la potestad de ser el único emisor de moneda, luego de que esta importante función había estado confiada en varios bancos privados. La importancia de esta reforma radicó en haber transformado un sistema de papel moneda inconvertible en uno de gran estabilidad cambiaria. Con base en el tipo de cambio del dólar en los años previos, se determinó que un Quetzal equivaldría a 60 pesos. La emisión de moneda se reservó con exclusividad al Estado. Bajo ese nuevo régimen, las monedas de plata
y de cobre tuvieron la función de moneda fraccionaria (al papel moneda se reservaron las denominaciones mayores). En 1925 se acuñaron monedas de 1 Quetzal, ½ Quetzal, ¼ de Quetzal, diez centavos, y cinco centavos en plata, así como monedas de un centavo en aleación de cobre. En 1926 también se emitieron monedas de 20, 10 y 5 Quetzales acuñadas a base de oro. En 1932 se introdujo en el numerario dos nuevas denominaciones, de ½ centavo y 2 centavos cuya aleación fue de cobre y cinc. La Segunda Reforma del sistema monetario y bancario de la República fue resultado de la Revolución de Octubre de 1944, de la etapa democratizadora que le siguió y del pensamiento económico prevaleciente en esa época. Partió del concepto de que la teoría del patrón oro clásico o sus nuevas presentaciones, con la subordinación de la estabilidad interna de la economía a la paridad externa de la moneda, no podrían tener correcta aplicabilidad en Guatemala. Su propósito consistió entonces en dotar al país de los órganos que procuraran el mantenimiento de la estabilidad económica interna y facilitaran el desarrollo progresivo y ordenado de la producción. A este efecto, el Congreso de la República emitió en los meses finales de 1945 el Decreto 203, Ley Monetaria; y el Decreto 215, Ley Orgánica del Banco de Guatemala, las cuales sirvieron de sustento legal para el surgimiento de un sistema moderno de Banca Central. Previamente al establecimiento e inicio de actividades del nuevo banco, el Gobierno de la República y el Banco Central de Guatemala suscribieron, el 15 de junio de 1946, un convenio ad referéndum por el cual este último cesaría en sus derechos relacionados con la emisión de billetes y acuñación de moneda. A partir de ahí, el derecho de emisión sería ejercido por el Estado por intermedio del Banco de Guatemala, el cual debió asimismo asumir el pasivo correspondiente a los billetes en circulación y a los depósitos constituidos en el Banco Central de Guatemala. Con fecha 15 de septiembre de 1948, el Banco de Guatemala emite sus primeros billetes propios con nuevas características y diseños en denominaciones de 50 centavos de Quetzal, 1, 5, 10, 20, y por primera vez 100 Quetzales. También continúa con la acuñación de monedas en valores de 25, 10, 5 y 1 centavo de Quetzal.
El 20 de agosto de 1964, bajo el mandato del coronel Enrique Peralta Azurdia se emitió el Decreto Ley número 265, Ley de Especies Monetarias, el cual determinó que las monedas que podrían emitirse a partir de esa fecha serían las de 50, 25, 10, 5 y 1 centavos de Quetzal, fijándole a cada una sus diferentes aleaciones, así como sus cantidades de metales, pesos, diseños, diámetros y gruesos. Por otra parte, se fijó denominaciones en billetes de 50 centavos de Quetzal, 1, 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 Quetzales, fijándole la atribución de determinar las dimensiones, dibujos y leyendas a la Junta Monetaria, de conformidad con el artículo 6º. de la Ley Monetaria. El 6 de enero de 1997 se emitió el Decreto No. 139-96 del Congreso de la República, que contiene la nueva Ley de Especies Monetarias. Este decreto vino a llenar una necesidad que desde hacía años se había observado en cuanto a regular nuevas características de las especies monetarias, facilitar las operaciones comerciales en las que interviene el dinero en efectivo y, al mismo tiempo, adecuarse a la tecnología desarrollada por las casas fabricantes de moneda. En este decreto se incluyó la posibilidad de emitir billete de 200 Quetzales. La última modificación, en las características de las especies monetarias, correspondió a la establecida mediante el Decreto Número 92-98 del Congreso de la República de Guatemala, el 26 de noviembre de 1998, el cual reformó el diseño del reverso de la moneda de un Quetzal. En ese sentido, el Acuerdo de una Paz Firme y Duradera, suscrito el 29 de diciembre de 1996 entre el Gobierno de la República y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, hecho histórico que — por su trascendencia debe permanecer dentro del contexto de la vida cotidiana del guatemalteco — quedó plasmado como motivo principal de una moneda de curso legal. La moneda de un Quetzal, en consecuencia, ostentará la inscripción “Paz” como parte de una paloma estilizada, con las leyendas “PAZ FIRME Y DURADERA” y “29 DE DICIEMBRE DE 1996”, así como la denominación y el
nombre de nuestra moneda.
Aleación y peso unitario de las monedas de actual circulación, de conformidad con resolución JM-18-2008 y Acuerdo No. 32-2008 del Congreso de la República de Guatemala
Monedas Características generales Los gruesos de las monedas serán los requeridos por sus respectivos diámetros, aleaciones y pesos. Las monedas tendrán la forma de disco. El anverso de todas ellas llevará grabado el escudo nacional de Guatemala. En la parte superior, y en torno a éste, se imprimirá la inscripción: REPUBLICA DE GUATEMALA; y en la inferior, en forma circular, se grabará el año de acuñación.
Moneda de un centavo La moneda de un centavo incluirá la efigie de Fray Bartolomé de las Casas y las inscripciones “UN CENTAVO” y “FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS”. El
diámetro de la moneda de un centavo es de diecinueve milímetros. Aleación: novecientos ochenta y cinco milésimos de aluminio y quince milésimos de magnesio. Peso: Ochocientos miligramos.
Moneda de cinco centavos
.
La moneda de cinco centavos ostentará el árbol de la Libertad; en el campo lateral derecho y perfectamente visible, el número cinco (5), seguido de la palabra “CENTAVOS”; y al pie del árbol, el antiguo lema patrio: “LIBRE CREZCA FECUNDO”.
El diámetro de la moneda de cinco centavos es de dieciséis milímetros. Aleación: Aleación principalmente: Hierro, ochenta punto nueve por ciento (80.9%) y de cromo, de dieciséis por ciento (16%) a dieciocho por ciento (18%). Peso: Peso unitario uno punto tres (1.3) gramos.
Moneda de diez centavos . La moneda de diez centavos presentará la figura de un monolito de Quiriguá; en el campo lateral derecho y en forma perfectamente visible, el número diez (10), seguido de la palabra “CENTAVOS”; en la parte inferior, la in scripción “MONOLITO DE QUIRIGUA”.
El diámetro de la moneda de diez centavos es de veintiún milímetros. Aleación: Aleación principalmente: Hierro, ochenta punto nueve por ciento (80.9%) y de cromo, de dieciséis por ciento (16%) a dieciocho por ciento (18%). Peso: Peso unitario dos punto cuatro (2.4) gramos.
Moneda de veinticinco centavos . La moneda de veinticinco centavos incluirá la cabeza de una mujer indígena, y en el campo lateral derecho, en forma perfectamente visible, el número veinticinco (25), seguido de la palabra “CENTAVOS”.
El diámetro de la moneda de veinticinco centavos es de veintisiete milímetros. Aleación: Aleación principalmente: Hierro, ochenta punto nueve por ciento (80.9%) y de cromo, de dieciséis por ciento (16%) a dieciocho por ciento (18%). Peso: Peso unitario cuatro punto dos (4.2) gramos.
Moneda de cincuenta centavos La moneda de cincuenta centavos contendrá la flor nacional (Monja Blanca: Lycaste Skinnery Alba), en el campo lateral derecho, en forma perfectamente visible, el número cincuenta (50), seguido de la palabra “CENTAVOS”; y en el campo lateral izquierdo, la inscripción “MONJA BLANCA FLOR NACIONAL l”.
El diámetro de la moneda de cincuenta centavos es de veinticuatro con veinticinco centésimas de milímetro. Aleación: a) Aleación: Cobre, setenta por ciento (70%); Zinc, veintiocho por ciento (28%) y níquel dos por ciento (2%). b) Aleación: Acero, noventa y tres por ciento (93%) y latón, siete por ciento (7%). Peso: Peso unitario tres punto cuatro (3.4) gramos.
Moneda de un Quetzal
.
La moneda de un Quetzal ostentará la inscripción “Paz” como parte de una paloma estilizada, con las leyendas “Paz Firme y Duradera” en la parte superior; y “29 de Diciembre de 1996”, en la parte
inferior. En el campo lateral derecho, el número uno (1) y la palabra “Quetzal”.
El diámetro de la moneda de un Quetzal es de veintinueve milímetros. Aleación: a) Aleación: Cobre, setenta por ciento (70%); Zinc, veintiocho por ciento (28%) y níquel dos por ciento (2%). b) Aleación: Acero, noventa y tres por ciento (93%) y latón, siete por ciento (7%) Peso: Peso unitario seis punto cuatro (6.4) gramos.
Billetes
Billete de un Quetzal El de un Quetzal ostentará en el anverso la efigie del general José María Orellana, Presidente de la República, 1921 - 1926, en cuyo gobierno fue creada la moneda Quetzal; y en el reverso, el edificio del Banco de Guatemala. Color dominante: verde.
Billete de cinco Quetzales El de cinco Quetzales presentará en el anverso la efigie del General Justo Rufino Barrios, Presidente de la República 1873-1885, reformador del País e impulsor de la unión Centroamericana; y en el reverso, una alegoría a la enseñanza. Color dominante: lila.
Billete de diez Quetzales El de diez Quetzales contendrá en el anverso la efigie del general Miguel García Granados, Presidente de la República 1871-1873, impulsó la aprobación de los principales códigos y otras leyes en vigor durante casi un siglo; y en el reverso, una alegoría a la sesión de la Asamblea Nacional Legislativa de 1872. Color dominante: rojo.
Billete de veinte Quetzales El de veinte Quetzales incluirá en el anverso la efigie del doctor Mariano Gálvez, prócer de la independencia y Jefe de Estado de Guatemala en la Federación Centroamericana; y en el reverso, una alegoría a la Firma del Acta de Independencia Centroamericana. Color dominante: azul.
Billete de cincuenta Quetzales El de cincuenta Quetzales ostentará en el anverso la efigie del licenciado Carlos Zachrisson, Ministro de Hacienda y gestor de la reforma monetaria y bancaria 1923-1926; y en el reverso, un cuadro alegórico al corte de café. Color dominante: naranja.
Billete de cien Quetzales El de cien Quetzales contendrá en el anverso la efigie del obispo y licenciado Francisco Marroquín, defensor de los indígenas y creador del colegio mayor; y en el reverso, el edificio (parte interior) de la Universidad de San Carlos de Borromeo localizado en Antigua Guatemala. Color dominante: sepia.
Billete de doscientos Quetzales El de doscientos Quetzales ostentará en el anverso la efigie de los destacados marimbistas guatemaltecos: Sebastián Hurtado, Mariano Valverde y German Alcántara; y en el reverso, la nota de la melodía La Flor del Café de German Alcántara, la Marimba Cromática de Sebastián Hurtado y la imagen de Noche de Luna entre Ruinas de Mariano Valverde. Otros billetes Los dibujos principales del anverso y reverso, así como el color dominante de los billetes de, quinientos y un mil Quetzales serán fijados por el Congreso de la República de Guatemala, con opinión de la Junta Monetaria.
PIEZAS DE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA www.banguat.gob.gt/
PIEZAS DE LA ÉPOCA COLONIAL
PIEZAS DE LA ÉPOCA INDEPENDIENTE, FEDERACIÓN CENTROAMERICANA
ÉPOCA DE LA REPÚBLICA
PIEZAS BANCO CENTRAL
PIEZAS EMITIDAS POR EL BANCO DE GUATEMALA