Gekkou SS - Algunas Recomendaciones Sobre El Resfriado Común v2.0

Gekkou SS — Algunas recomendaciones sobre el resfriado común. T4DW

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Algunas recomendaciones sobre el resfriado común.

Puse una taza de café mezclado recién servida en su mesa sin siquiera molestarme en tomar su orden.

Era el principio del otoño, la época en que los vientos fríos soplan a través de la ciudad y los asistentes de calle visten con colores cálidos. A pesar de ser su primera visita en el mes al Café Victoria, esa personificación de la frivolidad se inclinó y produjo un “Atchoo” que resonó a través de la tienda –con iluminación carmesí– tan pronto como entró, con apenas una disculpa. Después de que él hizo su gran entrada, dijo “Hey, tiempo sin verte”, mientras se limpiaba la nariz con un la bufanda que envolvía su cuello. Vaya saludo.

— No has cambiado nada, ¿verdad? – dijo con las cejas arqueadas y una sonrisa. – Pero si la razón de mis estornudos fuesen rumores, estoy seguro que serían buenos. Apuesto a que todas las bellas damas están hablando de mí, el Casanova de la ciudad. — Respondió después de haber bebido el café con entusiasmo.

— ¿Cómo ha estado mi Nonomura-kun? — Quién sabe. No tengo idea de cómo ha estado Nonomura, pero Nonomiya está sano y salvo – comenté casualmente en respuesta a ese hombre frívolo que parecía disfrutar el mezclar los nombres de las personas. – Hablando de eso, ¿qué fue aquel estornudo tan fuerte de hace un momento, Konansan? ¿Alguien está propagando rumores desagradables sobre ti?

— No has cambiado nada. — le dije mientras negaba con la cabeza. Konan rió y respondió — Supongo que es verdad para los dos. Con el fin de desasir antes de que pudiese arrastrarme a otra conversación aburrida, estaba a punto de dar la vuelta después de decir el superficial “disfrute”, pero antes de que tuviese la oportunidad de ejecutar mi plan, él levantó su barbilla con la mano y dejó escapar un profundo suspiro. —… Ah, es horrible. He cogido un resfriado, ya sabes; estornudos, nariz que moquea, y aunque tengo fiebre, también tengo escalofríos, así—el conjunto de nueve yardas. Este es el peor resfriado que he tenido en mucho tiempo. Página |2


— Sí, últimamente el frío se ha extendido con locura. Hubo informes en la televisión diciendo que el frío estaba por todo el país. De hecho, todos los demás miembros de mi familia estaban enfermos, y el número de pupitres vacíos en la escuela realmente destacaba. Estaba bastante seguro de que los hospitales estaban a punto de estallar con pacientes palidecidos y cubre bocas. — Te ves muy bien, sin embargo, lo estás ¿no? — dijo Konan. — Sí. No quiero alardear, pero puedo cuidar de mí mismo y de mi salud. — Alardear en su mejor momento. — Respondió con un gesto débil — ¡Ah, claro! ¿Sabes por qué razón el frío se ha extendido? — Él repentinamente sonrió, sacudiendo por completo su expresión de debilidad. ¿… Qué es él hasta ahora? Sabía muy bien que no era buena señal que ese hombre comenzara a sonreír de esa manera.

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Estimando fuese una pérdida de tiempo prestarle un oído, rápidamente espeté: “—Lo siento, estoy ocupado.” Y caminé lejos de Konan. Casi inmediatamente, tiró de mi muñeca hacia atrás. Konan, con una sonrisa inquebrantable en su cara, preguntó: “—¿Por qué no me perdonas un momento y me escuchas?” Mi respuesta fue dejar salir un suspiro de exasperación por detrás de la bandeja. — El clima en el inicio de septiembre hacía parecer como si la naturaleza nos concediera una extensión de verano. Por supuesto, todo el mundo aceptó la extensión con placer y mantuvieron su estilo de vida de verano. Pero recientemente, el calendario volvió a trabajar e hizo que la temperatura descendiera de una vez, ¿no? El frío repentino debió haber sido una sorpresa para todo el mundo. — explicó y continuó con una sonrisa amarga. — Casi como una chica que muestra su verdadero color después de haber empezado a salir. — se quejó. — Ajá. — murmuré. Si está divagando sobre el frío, entonces es realmente una pérdida de tiempo seguir escuchándolo. Puedo aprender lo mismo, si no es que más, si enciendo el televisor.


— ¡De todos modos! Estoy convencido de que la causa del frío es… — Dijo alegremente, ignorando la forma en que mis ojos se fijaban impacientes en el reloj. — ¡Sexo! ¡¿Alguien sería tan amable de explicarme de qué demonios está hablando este hombre?! A menudo la gente habla de “Escoria Humana”, pero esta es la primera vez que veo literalmente a una. — ¡Así se hace, Nonomiya-kun! ¡Me gusta esa reacción! — Konan rió de buena gana, mirando mi expresión abierta y completamente disgustada. Mis temores habían estado en la marca. Me quedé pensando, en la regla cuestionable a la que su premonición está sujeta, más probabilidades tiene de convertirse en realidad. — ¡Oh, wow! ¡Me moría de ganas de ver esa cara de preocupación tuya! ¡Venir aquí realmente valió la pena! ¡Siento que mi frío voló lejos! ¡Definitivamente es más eficaz que ir a un médico o píldoras que te hacen estallar!

—…¿Podrías irte a casa? — había errado gravemente en sentir un segundo de simpatía por él. — ¡No te enojes, no te enojes! Todavía no termino. — exhortó mientras ponía su largos brazos en mis hombros y me atraía hacia él. Luego me susurró al oído. —En otras palabras, ¡el problema es aquel que ocurre bajo las sábanas! Las personas se desnudan cuando lo hacen, ¿no? Bueno, algunas personas juran hacerlo con la ropa puesta. ¿Qué hay de ti, Nonomiya-kun? —… ¡No me preguntes! — Bueno, guardemos tus historias con Youko para otro momento. — Konan respondió con una sonrisa juguetona. — De cualquier manera, se trata de estar desnudo. Eso no es natural durante el coito, pero no se suele poner la ropa en cuanto terminan, tampoco. Los hombres y las mujeres les gustas sentir la piel del otro por un tiempo. A decir verdad, me parece lamentable que muchos caballeros no se den cuenta de que esos momentos agradables son la parte más importante de hacer el amor, espera, esto no tiene nada que ver con el punto que estoy tratando de explicar, ¿verdad? — En este momento, me gustaría no tener nada que ver con lo que dices. Página |4


— ¡De todos modos! ¡Era perfecto durante el verano! ¡Sí, durante el verano! ¡Incluso estar desnudo! ¡Porque era cálido! Mis palabras cayeron en oídos sordos. — Pero ahora que se ha vuelto frío, no puedes mantenerte desnudo en la cama para siempre. Las personas no lo hacen, y esa es la razón por la que el frío nos rodea. No hay duda al respecto. — ¿Podrías por favor dejar de proyectar tus problemas personales al mundo? — Oh, eso no es verdad. Dejando a un lado los viejecitos y los niños, los resfriados y la razón por la cual los jóvenes capturan chicas es la misma donde quiera que vayas. ¡Un defensor de la justicia que patrulla las calles día y noche da su palabra de ello! — El fin está cerca — suspiré, dejando salir poco a poco el aire de mis pulmones. En este punto, Konan repentinamente bajó la voz. —… Echa un vistazo a la mesa de allá. ¿Ves a esa linda chica universitaria?

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Seguí su mirada hacia las mesas en frente de nosotros, y vi a una mujer joven de cabello castaño que trabajaba en un reporte. Ella sostenía un lápiz mecánico, y repentinamente levantó la mano para cubrirse la boca antes de toser. — ¿Ves? ¿No es divertido? Incapaz de comprender el por qué estaba sonriendo de manera tan amplia, solo pude expresar mi perplejidad con un “— ¿Ah?” — No, mira, ¿no es un poco emocionante imaginar que una linda chica como esa haya cogido un resfriado por estar acostada desnuda? — Ya veo. Ese es un infierno de una impresionante imaginación que tiene ahí… en una manera total y completamente patética, por supuesto. A pesar de estar completamente sano, mi cabeza estaba empezando a doler. — Pero, ¿no es más positivo y saludable pensar en el frio en lugar de preocupar su cerebro con cosas como los virus o parecidos? Acabas de terminar


enfermo de la preocupación. ¡Definitivamente es más saludable llegar a ideas tontas! Sabía qué era lo que seguía, pero como no estaba dispuesto a escuchar su tontería por más tiempo, me sacudí los brazos, con un rápido “—Por favor, continúe solo” me alejé. En cuanto pasé a la cocina, escuché un fuerte “¡Hatchoo!” detrás de mí. No tenía ganas siquiera de hacer una observación.

~ El Café Victoria no estaba exento a la regla, por lo que la mayoría de los miembros del personal habían cogido resfriados. Mi manager Kujirai tosía constantemente. Saruwatari-san, que preparaba una pasta Naporitan1, parecía tener un poco de dificultad para respirar debido a la máscara quirúrgica y el “Sniff” constante. Los únicos empleados del personal de la tarde que no habían cogido un resfriado éramos—— — Parece como si estuvieses absorto en una conversación con Konan-san, ¿no es así? ——Ella y yo. Ella estaba de pie detrás de mí, con una sonrisa tan perfecta que ninguna enfermedad se atrevería a acercarse a ella. No había ni un solo enredo en su bien cuidado cabello, negro y sedoso, su suave piel era tan blanca como la nieve, y sus ojos estaban un poco húmedos, 1

Es el nombre de una popular pasta en Japón. El platillo consiste de espagueti, salsa de tomate o kétchup, cebollas, champiñones, pimiento verde, embutidos, bacon y salsa tabasco.

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almendrados brillaban como gemas encantadas por la luna. En otras palabras, un día normal en la vida de Youko Tsukimori. — Lo siento por dejar mis obligaciones de lado, ¿pero qué debería haber hecho? Es Konan-san del que estamos hablando. Lo conoces lo suficientemente bien como para entender que es lo que acaba de dejar ir, ¿no? Debido al tema de nuestra conversación, me sentí muy incómodo a pesar de que realmente no me había culpado. — ¿Ah, sí? ¿Qué pasa, Nonomiya-kun? ¿No eres un hablador sospechoso en este momento? Tal vez, ¿estás ocultando algo? — Ella inmediatamente preguntó y me dirigió una mirada tan penetrante como la de un detective experto. Sus ojos eran tan agudos que parecían cortar todo el camino hasta el fondo de mi alma. Incapaz de soportar su mirada, aparté mis ojos. — Ahora que lo pienso, ¿no miraban profundamente a esa joven mujer, mientras una sonrisa aparecía? ¿Te importaría explicarme que fue todo eso? Realmente tengo curiosidad. 7|Página

— ¿Hemos hecho eso? Me parece que no puedo recordarlo. — ¡Qué memoria tan flexible tienes! — En efecto, pero no me culpes de eso, culpa a Konan-san. Sus palabras deben tener un poder para borrar mágicamente mi memoria. Como un hecho, profundamente deseaba poder olvidar aquellas tonterías de Konan. De repente, ella se colocó frente a mí, tan cerca que su nariz casi tocaba mi mejilla, y dirigió una brillante sonrisa. — No puedo entender por qué, pero acabo de recordar que eres muy talentoso en ocultar mentiras detrás de una cara de póquer, Nonomiya-kun. Al igual que cualquier otro día, una sonrisa perfecta, literalmente, adornaba su rostro, pero ella era claramente mordaz el día de hoy. No era claro si las expresiones externas de Youko Tsukimori reflejen con precisión sus sentimientos reales, pero yo había aprendido lo suficiente de ella para llegar a una conclusión:


—— Lo más probable es que ella no esté precisamente de buen humor. Eso era comprensible. Ella debió enfadarse porque había pasado varios minutos con Konan en lugar de hacer mi trabajo. Después de todo, el turno nocturno estaba normalmente ocupado, además, Tsukimori y yo, éramos los únicos miembros del personal que no estaban enfermos. A pesar de todo, yo había dejado todo el trabajo en Tsukimori, lo cual debió ser una carga considerable a pesar de que ella esté sana. Sin duda, estaría igual de molesto estando es sus zapatos. Muy bien, ahora, ¿qué puedo hacer al respecto? Pensé, cuando de repente:

estornudo? Por supuesto, no podría haber sido Tsukimori o yo, ya que los dos estábamos perfectamente sanos. La lista de posibilidades, naturalmente, se redujo a una sola persona. Todas las miradas se concentraron en su esbelta espalda. La pastelera quien estaba en el centro de nuestra atención, decoraba un pastel de queso con salsa de arándanos. Su boca también estaba cubierta por una máscara quirúrgica. — ¡Kchu! Ante nuestros ojos atentos, su segundo estornudo confirmó que ella era la fuente del primero también. — Um… ¿Mirai-san?

— ¡Kchu! Un hermoso estornudo, como el de una niña, resonó en la cocina. Me preguntaba quién había estornudado, así que busqué e intercambié miradas con Saruwatari-san y nuestro manager. Ambos hicieron señas con los ojos diciendo que ellos no habían sido. Entonces, ¿quién

— ¡¿Q-Qué es?! Tienes algún problema, ¿Nonomiya? Mirai Samejima, esa pequeña difícil decisión, muy a la altura de su nombre2, respondió a mi pregunta con un tranquilo guiño, sin siquiera dignarse a mirarme. 2

"Samejima" (鮫島) contiene el kanji para tiburón (鮫) y el de isla (島)

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— Yo no tengo problema, Mirai-san, sólo me sorprendió con un estornudo tan lindo así que yo—— — ¡Sh! ¡Cállate! ¡Puedo estornudar cuando quiera! — Gritó. Cortando me detuvo. Su nuca estaba más roja que los arándanos que estaban en la parte superior de la tarta de queso. Fue entonces cuando Mirai-san estornudó por tercera vez.

— ¡Tú! ¡Tú sólo te ríes de mí! — rugía como un león y fruncía el ceño directamente hacia Saruwatarisan, con una mirada tan asesina como la de un depredador dejando al descubierto sus dientes. El color de su rostro se blanqueó a la distancia poco a poco, dejándolo tan blanco como la tiza. —… Ah, eh, eh, l-la cosa es… ¡UWAA! ¡Mirai-san, por favor ponga el cuchillo de vuelta en la cocina! ¡Eso es peligroso, en serio!

— ¡Kchu! No pude reprimir una sonrisa al ver el inusual lado lindo, el cual por lo general oculta de todos. De hecho, no era el único, el manager y Tsukimori también se taparon la boca con diversión e incluso Saruwatari se echó a reír. — ¡¡Saaruuwaataaariii!! — ¡S-S-Sí, señora! Aún en la situación actual, ese fue un acto tan imprudente como saltar a la jaula de un tigre con carne fresca en ambos brazos.

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— ¡No te muevas! ¡HEY! Un palidecido Saruwatari salió volando de la cocina como una liebre, seguida de una rápida y fúrica Miraisan que iba tras él como un Namahage3, armada con dos cuchillos. Ambos parecían estar sorprendentemente animados a pesar de estar enfermos. Será mejor no tocar ese tema nunca más, todo el personal a parte de Saruwatari lo decidió, intercambiando severas miradas. 3

El Namahage es un Yokai de aspecto feroz cuyo odio hacia los gandules, los consentidos y mimados es patológico. Sus distintivos son: un chubasquero de paja llamado mino, una cara feroz y demoníaca con cuernos y colmillos afilados, y normalmente suelen llevar un chuchillo de pelar patatas o un machete en la mano.


Sin embargo — probablemente porque había que evitar ese elefante en la sala — cada vez que Mirai-san estornudaba ese día, todo el personal tuvo que reprimir la risa frenética cubriendo su boca o mirando el techo hasta que el impulso pasase. Dicho esto — vamos a llamarlo golpe de suerte — de alguna manera el buen humor de Tsukimori se reestableció. Al igual que el resto de nosotros, Tsukimori también se estremecía de vez en cuando durante el trabajo y se cubría la boca.

~ A la mañana siguiente, lo primero que escuché al entrar al salón de clases fue un fuerte estornudo que me hizo querer girar sobre los talones. Era Kamogawa sollozando miserablemente. Mi buen humor de la mañana se había ido por completo al desagüe. Me apresuré hacia mi escritorio, mientras me convencía a mí mismo de haber escuchado nada, que no existía la persona llamada Kamogawa. En mi camino, me di cuenta de que el asiento de Youko Tsukimori seguía vacío, lo cual era raro para alguien de pura sangre como ella. En el momento en que me senté, “Nyakchu”, escuché un fuerte estornudo, parecido al grito de muerte de un gato que es aplastado por una aplanadora. — Ah, bguen gía, Nyomnomiphya4. Mientras presionaba un puñado de pañuelos contra su nariz roja, la chica —tití pigmeo5, me habló 4

:resfriado:

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en un idioma desconocido. Debió haber sido Marmosetish6. Kamogawa y Usami no eran las únicas víctimas. Después de echar un vistazo alrededor, me di cuenta que había muchos asientos vacíos y de que todos los compañeros presentes parecían estar enfermos. — Has atrapado uno desagradable, no es así, ¿Usami? — Dije mientras miraba el dispensador de papel en su escritorio. —… Sí, debí quedarme en casa… — murmuró mientras se dejaba caer en su escritorio. Aunque estaba consciente de que era un error pensar esto de una persona enferma, me deleité con el hecho de que no hay nadie mejor para esta apariencia tan impotente que Chizuru Usami. Sin embargo, ese deleite me dejó impresionado; repentinamente recordé lo que Konan me había dicho el día anterior.

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Es un primate pequeño. Es idioma del mono tití, bueno, eso según Nonomiya.

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Inmediatamente aparte mis ojos de ella. Perpleja por mi comportamiento extraño, Usami me miró con ojos inocentes preguntándose e inclinando su redonda cabeza. Susurré una disculpa, pero sólo hizo que su perplejidad aumentara e inclinara más la cabeza diciendo: “— ¿Eh? ¿Por qué estás…?” A pesar de que solo estaba en mi cabeza, le había hecho algo terrible. Aquella que era la pecho plano… Sentí remordimiento, como si hubiese visto algo que no debería ver. Eso era todo lo que sentía. — Pero tú te ves saludable, Nonomiya. Te envidio... — ¡Eso es porque los idiotas nunca cogen resfriados! Sobrescribí las tonterías que el idiota llamado “Kamogawa” había dicho al contrarrestar el “Estoy prestando atención a mi salud.” —… La atención, eh…. Me pregunto si esa es la causa… — susurró para sí, obviamente pensando otra cosa mientras sollozaba a la distancia y con ojos que brillaban como los un conejo.


Probablemente, debido a que probablemente las palabras de Konan seguían rebotando en mi cabeza, tuve un desliz verbal.

Desde que fue derrotada por palabras, yo simplemente le daba golpes leves en su pequeña cabeza… en múltiples niveles.

— ¿No me digas que fue porque estabas por ahí desnuda? — dije e inmediatamente me di cuenta que había cometido un error. Rápidamente volví sobre mis pasos añadiendo: “—No importa, olvídalo.” Sin embargo, Usami inició como un cohete y gritó incluso antes de poder corregirme: “— ¡¿P-Por qué sabes de eso?!” — ¿Por qué sabes que masajeo mis pechos todos los días después del baño? Había convocado una tempestad que hizo que mi error verbal fuese como un gentil viento de primavera. No hace falta decir que ella era el centro de atención de toda la clase, chicos y chicas por igual. —… N-No me importa… — Usami susurró con la cara roja como un tomate a nuestra clase. Ella cubrió su mesa con pañuelos sólo para descansar la cabeza sobre el nido de pañuelos y dejar de moverse por completo.

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~ Terminé el trabajo y me dirigí a la estación. Sin embargo, en el camino, Tsukimori repentinamente rompió el silencio. — Nonomiya-kun. ¿No hay nada que tengas que decirme? — me preguntó con una expresión bastante seria después de detenerse bruscamente. Giró su cuerpo y sus grandes ojos almendrados me miraron, produciendo un elegante círculo con su falda. Respondí con una mirada sospechosa, pues no tenía ni idea a lo que ella se refería. Mientras contemplaba el enigma que ella propuso, Tsukimori continuó. — Soy muy paciente, así que no diré nada hasta que lo descubras por ti mismo, Nonomiya-kun. No encontré exactamente agradable tener su mirada serie fija en mí, así que no pasó mucho tiempo hasta que levanté la bandera blanca y pedí por una pista. Tsukimori inmediatamente lanzó un suspiro largo, expresando su decepción, y diciendo: “— Chizuru.”

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En el momento en que escuché ese nombre, mis ojos se movieron automáticamente hacia sus pechos. Después de todo, la sorprendente revelación de Usami de esta mañana todavía estaba en mi mente, pero a juzgar por el pecho bien proporcionado de Youko Tsukimori, uno no podría mejorar la perfección. Pero vamos a dejar eso a un lado. Empecé a buscar en mi memoria por cualquier pista sobre “Chizuru Usami”. Instantáneamente encontré una posibilidad — y me puse tenso. — ¿Te refieres a… tal vez la confesión de Usami? No tenía intención de mantenerle un secreto, simplemente me había olvidado decirle en ese momento porque había estado preocupado por la receta para asesinar. En primer lugar, se trataba de un asunto privado. De ninguna manera me veía obligado a informarle de ello, ya que no estábamos en una relación especial. Por lo tanto; no había razón alguna para sentirme culpable ni nada—


—… Yo, yo sólo no encontré la oportunidad de decírtelo. Eso es todo. —y sin embargo, me encontré extremadamente nervioso. Mi discurso se había vuelto algo poco natural, y tenía miedo de mirarla a los ojos. Dado su agudo ingenio, Tsukimori debe haber sabido de esa confesión, esperando pacientemente el día en que se lo dijera a voluntad propia. Ahora que lo pienso, fue lo mismo cuando tuve que hacer frente a Konan; por no mencionar que había estado de un extraño mal humor últimamente. También tenía la impresión de que había estado bastante tranquila en estos días. Tal vez había acabado con su paciencia al no hacer ninguna señal de decirle el secreto. Sin embargo, ahora que por fin había logrado escupir todo, Youko Tsukimori debe sentir una gran satisfacción. Con esos amargos pensamientos en mente, di un vistazo hacia ella. — ¿Eh? Un sonido atónito escapó de sus labios.

Tsukimori dejó caer su bolso quedando completamente congelada, ampliando aún más sus grandes ojos. Si tuviera que describir su aspecto actual con una palabra, la mejor opción sería “Desconcierto”. De igual manera, yo estaba tan desconcertado, ya que estaba profundamente convencido de que me encontraría con su sonrisa diabólica normal. En el instante en que notó mi mirada, dio una mirada de asombro por una fracción de segundo. “— Accidentalmente dejé caer mi bolso”, explico de una manera torpe y poco natural mientras doblaba sus rodillas para recogerlo. Sin embargo, se mantuvo en esa posición, sin mostrar signos de querer levantarse. Mientras le miraba perplejo, Tsukimori llevó sus delgados dedos a su blanca frente. De repente, se puso en cuclillas como un niño que juega a las escondidas detrás de algunos juegos. —… Eh… ¿Oh?... — susurró débilmente, como si estuviera tratando desesperadamente de mantener su conciencia a punto de desvanecer.

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Al darme cuenta de que algo andaba mal, corrí a su lado y me arrodillé preguntándole qué le pasaba. Aparté el cabello de su frente para echar un vistazo a su cara oculta. Era tan blanca que me recordó a la brillante luna plateada. Al instante toqué su frente. —… Hey, estás ardiendo en fiebre. ¿Estabas enferma? No podía recordar algún signo de enfermedad en su comportamiento reciente. — Correcto. — susurró a mi cara de sorpresa. “— Por fin lo has notado…” y luego sonrió. Como si hubiese agotado su último esfuerzo, ella apoyó su cabeza en mi pecho y lentamente bajó sus largas pestañas. -Un momento después, me encontré en una baño de diatribas7 bocinas, pues había saltado a la calle para detener un taxi.

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Diatriba es un escrito violento, dirigido a personas y/o grupos sociales.

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~ Youko Tsukimori es como una pieza de maquinaria fina, por lo que la fiebre le afectó. Esperaba impetuoso. Por lo menos, me negué a pensar que ella realmente fuese así. Había sido un gran trabajo llegar hasta la cama después de llegar a su casa. En el momento en que llegamos ahí, ella comenzó a dar quejas apáticas como “Me siento terrible…” y “Estoy caliente…” y comenzó a desvestirse torpemente. — Me gustaría que no olvides el hecho de que aún sigo aquí. — le dije asombrado y en blanco, pero ella se limitó a asentir sin importarle la respuesta y dio la vuelta diciendo palabras sinceras: “—Por favor, desengancha el sujetador, Nonomiya-kun.” Yo, había perdido las palabras, y después de un largo silencio, ella impacientemente agregó. “—Por favor, date prisa.” Con el tiempo, de alguna manera consiguió ponerse su pijama por sí sola y entró a su cama, pero esto solo dio inicio al siguiente conflicto. Estaba completamente rehúsa a tomarse las píldoras, volviendo la cabeza lejos de mí y lloriqueando. “— ¡No quiero esas cosas amargas!”


Cuando hice un intento de persuadirla, explicándole que no conseguiría mejorar sin tomar la medicina ya que el frío estaba en todas partes, propuso audazmente, “—Podría aceptar tomarme las píldoras si me das una mano.” Por supuesto, esa propuesta no me gustaba en lo absoluto, pero acepté de mala gana porque ella estaba enferma. Sostuve un vaso de agua en una mano, y el remedio en la otra. Sin embargo, por alguna razón, negó con la cabeza. Después de eso—Dios me ayude—levanté su barbilla y ansiosamente levantó los labios hacia mí, como un ave a punto de ser alimentada en el nido, y cerró los ojos. También hace falta decir que un profundo suspiro escapó de mis labios una vez más. Ese resfriado fue un pretexto perfecto para que hiciera lo que ella quisiera. Incluso empecé a sospechar que sólo fingía estar enferma para burlarse de mí. Si no hubiese sentido su fiebre de primera mano, me habría engañado hace tiempo. Ya he tenido suficiente de esto. Superando su resistencia, la empujé con fuerza sobre la cama y le obligué tomar la pastilla. Durante un tiempo refunfuñó

entre dientes cosas como “Bah, es amargo” y “Eres tan cruel”, pero una vez que le coloqué una toalla húmeda en su blanca frente, finalmente se quedó en silencio, diciendo “eso se siente bien”. Ella me hizo sentir como el padre de una niña mimada, y a punto de consumirme en la vergüenza. — ¿Por qué no hiciste nada al respecto antes de la fiebre? — Porque pensé que cuidarías de mí mientras estaba enferma en cama, Nonomiya-kun. Ella rió débilmente en mi rostro desconcertado. “Qué tonta” Estaba a punto de decirlo, pero me detuve justo antes de abrir la boca. Si nadie dice nada, notarás de inmediato—cuán mortal y silenciosa es esta espaciosa casa. Una vez más me di cuenta de que ella estaba en sus dominios. Eso no cambió ni siquiera cuando ella estaba enferma. Si yo no le acompañara, pasaría la noche sola como siempre. Tal vez, ¿su mal carácter era debido a su enfermedad? Supongo que no quería hacer un

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escándalo, así que fingió estar sana a pesar de su situación familiar. — Toma un buen descanso para que estés bien de nuevo. No te preocupes por el trabajo o la escuela. Pensé que estaba bien ser amable con ella en una situación así, pero… — Pero de esa manera, no podré estar contigo, ¿no crees? Ella había hecho esa declaración con un semblante muy serio. No tenía ni idea de cómo responder a eso. — ¿Nonomiya-kun? — dijo de una forma inusualmente contundente. —… ¿Cuándo se te confesó Chizuru? Ella hizo una mueca de reproche hacia mí, con ojos acusatorios asomados hacia mí detrás de la manta. Había pensado que la confesión de Usami se había perdido con los últimos acontecimientos, pero ella todavía recordaba. Como no había ninguna razón para ocultar nada en ese momento, le dije la fecha exacta.

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— Ya veo. Recuerda una cosa, Nonomiya-kun. — ella dijo y miró directamente a mis ojos. — Me confesé primero. Su tono parecía estar medio malhumorado. Por lo que accidentalmente dejé escapar una carcajada. — ¿Qué es tan gracioso? ¡Estoy enojada contigo por ocultar la confesión de Chizuru de mí! Estaba aún más divertido cuando le vi arrugar el ceño y apretar los labios. Su actual demanda de atención era verdaderamente pueril y no estaba del todo acuerdo con su comportamiento normal. Sus acciones se desviaron claramente de las maneras que la perfecta Youko Tsukimori normalmente cultivaba. Pero más allá de ayudar; encontré su apariencia infantil bastante encantadora. — Eso sí que es malo. ¿Qué puedo hacer para obtener tu perdón? — me reí, por lo cual escondió su rostro sobre la manta y murmuró en respuesta: — Si te quedas a mi lado hasta mañana, te perdonaré por un tiempo.


Contuve mi risa y respondí asumiendo la misma cortesía que en el Café Victoria. “— Como desee.” Después de eso, me senté junto a su cama. Cuando ella descubrió su rostro, su boca formó una sonrisa feliz en forma de media luna y cómodamente cerró los ojos. En un silencio lo suficientemente intenso como para presionar en mi propia alma, vi su rostro levemente iluminado por la luna con gran interés. En sueños, ella se veía más joven de lo habitual. Se había transformado de una belleza madura a una chica juguetona… no, tal vez ella se limitó a mostrar su verdadera edad en estos momentos. Parecía que estaba teniendo problemas para respirar. Sus mejillas estaban rojas, y a pesar de su rostro joven, esa noche parecía más sensual y seductora que nunca. En un principio, sólo la miraba mientras estaba ahí, indefensa, pero antes de darme cuenta, mis dedos estaban tocando sus brillantes y exuberantes labios. Su cálido aliento acariciaba la punta de mis dedos. De

repente, recordé mi conversación con Konan y mi corazón comenzó a latir con fuerza. Escuché el susurro del diablo llegar a mi oído; “En este momento, puedes hacer lo que quieras con ella”. Tragué saliva. De repente— “Kchu”, estornudó débilmente. En ese momento, mis sentidos volvieron y ferozmente negué con la cabeza. Me sentí culpable — no era yo mismo. Incapaz de soportar el remordimiento y la vergüenza, llegué a la conclusión de que no podía estar cerca de Tsukimori por más tiempo y me levanté. Sin embargo, me detuvo. Como si se empeñara en impedirme escapar, ella estaba firmemente agarrada al dobladillo de mi camisa, incluso en sueños. En capitulación, colgué mi cabeza y apoyé la espalda en la cama una vez más. Ignorante de mi conflicto interno, Tsukimori dormía felizmente con una sonrisa mucho más inocente de lo normal.

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~ A la mañana siguiente, me desperté con los brillantes rayos del sol de la mañana que atravesaban las cortinas, la fragancia de rosas y una sensación de cosquilleo en la nariz. Mi visión se volvió poco a poco más clara. Me froté los ojos empañados de sueño. La primer cosa que mis ojos encontraron fue una sonrisa graciosa como la de un ángel. “—¿Quién eres tú?” Le pregunté con sorpresa y retrocedí, perdiendo el apoyo de la cama, aterricé de espaldas en el suelo. Justo frente a mí, estaba Youko Tsukimori.

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— Ah, ya veo. — Finalmente comprendí la situación. Había pasado la noche en la habitación de Tsukimori. Después de una segunda mirada, me di cuenta que estaba mirando hacia mí como un gato que con agilidad extiende las cuatro patas, vistiendo un delantal con acabados blancos sobre su uniforme de la escuela, dándole el aspecto de una mujer recién casada. Antes de que pudiese preguntarle lo que estaba haciendo, me saludó con una sonrisa suave y una buena mañana. — Eres tan adorable que me olvidé por completo de despertarte y en cambio, admiré tu cara, Nonomiyakun. Sin dudarlo, ella dijo una línea melosa, de esas que te hacen sentir vergüenza con sólo escucharla. En contraste con el día anterior, su rostro había adquirido un color saludable. — ¿Ya te sientes mejor? — Sí, muy bien. ¡Todo gracias a ti, Nonomiya-kun! — dijo con una sonrisa sana que confirmaba sus

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palabras. Era como si alguien hubiese exorcizado un espíritu maligno que le acechaba. — Definitivamente devolveré el favor. Ella inclinó la cabeza ligeramente en sus pensamientos, y a juzgar por su expresión, ella tenía una idea. — Te otorgo el derecho de vivir en esta casa. — Tsukimori. Déjame darte un consejo que disipe tu ignorancia un poco. — le dije mientras apartaba la manta que me cubría y luchaba con mis pies. Mirando hacia abajo, hacia la chica, dije: “—Un presente se supone brinda alegría.” — Sí. Eso no es problema. — se sentó con las rodillas juntas, las piernas separadas, y me miró como un cachorrito. — Después de todo, estaría realmente feliz si vivieras aquí. ¿Para quién es exactamente el regalo? — No gracias, no necesito nada a cambio. Nunca esperé ningún tipo de recompensa. Por pura coincidencia, yo estaba con ella cuando se derrumbó, eso fue todo.

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Al parecer, se dio cuenta del error en su manera, se puso de pie y agitó ligeramente la cabeza. —… Tienes razón, siento que fue muy inapropiado. — dijo, pero inmediatamente añadió con voz clara. — Después de todo, es natural para un novio cuidar de su novia. — Exacto. Como una persona normal, es muy natural cuidar de un compañero de trabajo por enfermedad. — inmediatamente le corregí. Suponiendo perfecta indiferencia ante mi mirada fría, me preguntó con una sonrisa si quería tomar una ducha. — No, gracias. Estoy seguro de que husmearías. — le dije de buenas a primeras. — Eso es raro. ¿Por qué sabes sobre eso? Su rostro era serio. Frotándome las sienes, negué con la cabeza vigorosamente. Qué chica. ¿Cuándo se ha ido la chica débil de ayer? Ella apenas se recuperó y ya está actuando de esa manera otra vez.


— ¿Todavía tienes fiebre? De lo contrario, la única manera en que puedo explicar esto es debido a los efectos secundarios caóticos. — ¿Eso es lo que piensas? Siempre he sido así. — respondió mientras abría la cortina. Aparté la cara a causa del feroz torrente de luz que entró por la ventana. — Sí, ahora que lo pienso, has sido extraña desde el principio. — Sí, desde que tuvimos nuestra primera conversación real en la biblioteca. — ¿No estás un poco lento como para darte cuenta de eso ahora, Nonomiya-kun? — ella felizmente se rió en respuesta a mi comentario sarcástico. No se puede ignorar esa declaración, fruncí el ceño hacia ella. Bañada por la luz del sol de la mañana, Youko Tsukimori me dedico una sonrisa radiante y mi visión se nubló— — Si soy extraña, entonces, ¿quién podría ser el responsable? —su sonrisa era aún más deslumbrante que el sol mismo.

~ Después de eso, ella me preparó el desayuno y nos fuimos a la escuela. Tenía la esperanza de que fuera mala cocinera, pero a pesar de que se disculpó por solo utilizar lo que estaba a la mano, superó a mi madre por una milla. Tal vez había heredado las habilidades de su madre, quien había sido maestra en una escuela de cocina. Todo ese día, no pude concentrarme en mis clases, no sé si fue debido a la incómoda posición en la que había dormido o por haber estado en el piso, me sentía cansado y con sueño. — Nonomiya, ¿te sientes bien? Usami inclinó su cabeza hacia mí desde su asiento y me dio una mirada de preocupación— probablemente me veía horrible. — No, no es que no haya dormido lo suficiente. — me encogí de hombros. — Pero aparte de eso, Usami, ¿cómo te sientes? Mientras ella parecía preocuparse por mí, no se veía mucho mejor que el día anterior tampoco.

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— Mm… mi fiebre se redujo un poco, así que me siento un poco mejor. — me aseguró y rápidamente agarró mi mano para tocar su frente. — ¿Ves? — Más que nada, me sorprendió notar que su piel fuese tan suave como la de un bebé. Dicho esto, me pregunto si ese animalito se dio cuenta de que no tenía medios para “ver”, ya que no sabía qué tan caliente había estado la frente antes. Además, yo era el chico al que Usami se había confesado. ¿Le era confortable que ese chico tocara su piel? — ¿Qué pasa? Me di cuenta, mientras ella me miraba con perplejidad mi silencio, cubriendo su nariz con un pañuelo, ese fue un problema inusual para mí. La frase “Esa es Usami para ti” quitaron todas mis preocupaciones como si fuese una ley natural. -Fue justo en los talones de los acontecimientos de ayer. Aunque ciertamente no había significado más profundo en mi conversación con Usami, todavía me pregunto cómo miraban sus ojos.

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Mi mirada saltó automáticamente al escritorio de Tsukimori. Estaba absorta en una conversación alegre con varias chicas de nuestra clase. Ella no parecía importarle todo lo que había sucedido. Sospeché que ya estaba sana otra vez, ella estaba en un estado de ánimo mucho mejor del que había tenido el día anterior. De hecho, había estado de buen humor desde esta mañana. En cualquier caso, las preocupaciones que había tenido acerca de la confesión de Usami parecían totalmente ausentes de la actual Youko Tsukimori.


~ La noche había caído. Había estado trabajando unas cuantas horas en el Café, forzando a mi fatigado cuerpo a hacer los movimientos. Konan de repente llegó corriendo con un rostro lleno de energía que prácticamente gritaba que estaba en plena forma. “—Gaste 3,000 yen para comprar este afrodisíaco, me lo coloqué yo mismo, dormí con él, y ahora me siento muy bien, ¡nena!” — Me alegra escuchar eso. — pronuncié superficialmente, haciendo que Konan elevara una ceja. — Oh, parece que no te sientes muy bien hoy, ¿eh? — preguntó, así que le dije que me había estado sintiendo cansado desde la mañana. — Nonomiya-kun ¡Has cogido un resfriado! — declaró. En realidad tenía sentido, por única vez, asentí con la cabeza murmurando, “—Ya veo…” — A puesto a que se contagió de alguien, ¿no? —…¿Quién sabe? Desde luego, no.

Realmente había contraído un resfriado de alguien, probablemente sea la persona con la que pasé toda la noche. Naturalmente, no había manera alguna de decirle a Konan. Dicho esto, es bastante evidente escuchar ese nombre de él, aún si hablara o no. — Bueno, tiene que haber sido Youko-chan, ¿verdad? Se acostaron desnudos, ¿verdad? ¡Dilo de una vez, Nonomiya-kun! Le respondí con calma, manteniendo un ojo en Tsukimori, que esperada en una mesa al otro lado de la cafetería: “—Permíteme plantear una pregunta: para alguien como tú, que afirma tener vasta experiencia en la materia; ¿el hacerlo, no es que se demuestra en nuestro aspecto?” — Mmmm, —Konan se quejó por unos momentos —… Haah… sí, aún parece que no has cruzado la línea. Coloqué la taza de café sobre la mesa y me volví hacia la cocina. Pero Konan me gritó desde atrás. — Ah, cierto, cierto, hay una razón más probable que olvidé mencionar.

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No le presté atención y me dirigí a la cocina, convencido de que no valía la pena mi tiempo. — ¿Sabías que te puedes contagiar si alguien te besa? Me sonrió irónicamente mientras confirmaba que en realidad no había valido la pena mi tiempo. Como no recordaba tal caso, yo sólo respondí con un gesto de la mano. De repente, me di cuenta del olor a rosas en mi nariz y me di la vuelta. Justo detrás de mí, estaba Youko sonriendo suavemente. — No te ves bien, has cogido un resfriado, ahora es mi turno de ser la enfermera a cambio de lo de ayer, no hay necesidad de moderación, porque no dudes en confiar plenamente en mí tanto como sea tu agrado. — Estoy bien, gracias. No quiero estar en deuda contigo. — Vamos, vamos, Nonomiya-kun, ¡realmente puedes ser muy terco en algunas cosas! No hice caso a sus palabras malhumoradas y empecé a ordenar cuentas. Pero las dejé de inmediato.

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Ante mis ojos, vi a Youko Tsukimori sacar un tubo de bálsamo para los labios de su delantal y aplicarse en los labios. Al parecer se percató de mi mirada. — El aire es seco durante esta época del año, por lo que mis labios no se hidratan regularmente y se agrietan. — explicó mientras apretaba los labios varias veces para distribuir uniformemente el bálsamo. Mis ojos seguían cada movimiento de sus brillantes labios. —… Tsukimori. — ¿Mm? ¿También quieres utilizar? — Ah, no, yo no lo necesito… Aparté los ojos, como si quisiera escapar de ella. — Estás actuando extraño, Nonomiya-kun. ¿Tal vez debería decir este día? — ella se rió. — Creo que es precisamente eso… — le respondí mientras sacudía la cabeza. No confiaba en que pudiese hacer más trabajo hoy. Tenía una horrible fiebre. No sólo mi cara estaba sonrojada, también mis orejas se sentían calientes.


Tenía una pregunta en la punta de mi lengua, pero no estaba en condición alguna de preguntar. Aun así, había algunos hechos que estaban claros para mí. En primer lugar, ella estaba en el mejor estado de salud. En segundo lugar, había estado de buen humor desde la mañana. Por último— Esto ocurrió cuando pasé junto a Tsukimori en mi camino hacia la sala de profesores. En un volumen que sólo podría ser escuchado por nosotros dos, me susurró al oído: — Lo siento, Nonomiya-kun…El estornudo de anoche… Realmente trataba de mantenerlo adentro. …dejándome mareado. -Youko Tsukimori no era una chica normal. Me quedé a espaldas de ella, pero mi “Fiebre” no iba a disminuir en el tiempo en que esté cerca de ella. En ese momento, no podía mantener la cabeza fría en su presencia. P á g i n a | 26

Gekkou SS - Algunas Recomendaciones Sobre El Resfriado Común v2.0

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