GAUGAMELA LA VICTORIA DECISIVA DECISIV A DE ALEJAN DRO
EL MOMENTO CLAVE
Alejandro cabalga hacia Darío en la batalla de Gaugamela; el óleo de Charles le Brun muestra el águila que, según se decía, sobrevoló al rey en un presagio de su triunfo. 1669. 1 669. Louvre, París. Abajo, Alejandro en un camafeo.
S I A L A P D N A R G N M R / T O L B T E D U A N R A
Un rey de 25 años cabalga al frente de sus camaradas contra una imponente formación enemiga y decide la victoria con su espada. El rey es Alejandro y el lugar de la batalla, Gaugamela. El fabuloso fabuloso Imperio persa será el premio del vencedor BORJA ANTELA-BERNÁRDEZ UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA
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La campaña de Alejandro contra Persia En este mapa del Imperio persa se muestran las batallas disputadas entre el rey macedonio y Darío III: Gránico (334 a.C.), Issos (333 a.C.) y Gaugamela (331 a.C..)
Imperio persa
Capitales del Imperio
Batalla
Trazado de la Calzada Real
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LOSENEMIGOS MORTALES
Abajo,int Abajo, interi erior or de un (copa pa ancha) kylix (co con un hop hoplit lita a gri griego ego luchand luch ando o con contraun traun persa. per sa. Se ha dat datado ado hacia hac ia 46 460 0 a. a.C., C., diecinueve diecin ueveaños años desp de spué uéss de dell fin de las guerr guerras as médica médicas. s. Museo Mus eo Nac Nacion ional al de Escocia, Edimburgo.
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n la lano noch che e de dell 20 20de desep septi tiem embr bre e de dell año331a.C.,lalunadesaparecióyla oscuridadanegóelmundo.Losadivinosinterpretaronestehecho–un eclips ecl ipse e de delun luna– a–com como o un unv vati aticin cinio io deinminentedesgraciaparalospersas,ycomo adve ad vert rten enci ciaa de un ca camb mbio io de ép époc oca. a. La al alar arma se extendió entre el ingente ejército que DaríoIII,elsoberanopersa,habíamovilizado parafrenarelavancedelosinvasoresdeGrecia yMacedonia,lideradosporunjovenrey: Ale jandr jan dro, o, que en tan sólo tr tres es año añoss hab había ía dad dado o muestr mues tras asfeac feacient ientes esde desus sushab habilida ilidades descom como o estrat estr ateg egaa y su ind indoma omable ble amb ambici ición. ón. Eraa él qui Er quien en enc encabe abezab zabaa la ex exped pedici ición ónque que,, en334a.C.,habíacomenzadocomounasimplecamp ple campaña añade de cast castigo igocontr contraa Per Persia; sia;su su
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propósitoera veng propósitoera vengar arlos losagra agravios viosque quesus susre reyes yes habían cometido contra los dioses griegos durantelasguerrasmédicas–másdeunsiglo y med medio ioant antes–.Per es–.Pero o el elejé ejérc rcit ito o de deAlej Alejand andrro se había convertido en una amenaza mortal paraa la superv par superviv ivencia enciadel del dominiopersa sobr sobre e Asia,despuésdequeenlasbatallasdeGránico e Iss Issos os sus sustr trop opas as se hu hubi biese esen n im impu pues esto toco con n autoridadsobrelos auto ridadsobrelos ejér ejército citoss enemi enemigos gospese pese a estarsiempreen estarsiempre en gr grav ave e inferi inferioridadnumérica. oridadnumérica.
Una cues cuestión tión perso personal nal Alejandro Alejand rohab había ía inc incluso lusocap captu turrado adoaa la fam famiiliade su op opone onent nte e Da Darí río o IIIen Iss Issos,cuan os,cuando do el re rey y per persa sa hab había ía ten tenido idoque quehui huirr par paraa sal salva varr la vid vidaa y seg seguir uirenc encabe abezan zando do la re resist sistenci enciaa al jove jo ven n sob sober erano ano mac macedo edonio nio,, que ja jamás más hab había ía
CRONOLOGÍA
CASTIGO A LOS PERSAS B R I D
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499-4 499 -479 79 a. a.C. C.
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Guerras Guerr as méd médica icas: s: los pers pe rsas as,, ba bajo jo el re rey y Da Darí río oIy su suc suceso esorr Jer Jerjes jes I, inv invaden aden Grecia Gr ecia en dos oca ocasio siones, nes, pero per o son rec rechaz hazado ados. s.
Filipo Filip o II de Mac Macedo edonia nia es asesinado cuando iba a encabez enca bezar ar la inv invasió asión n del Imperio Impe rio pers persa. a. Lo sucede sucede su hijo Alej Alejandr andro, o, de 20 años.
EL CRUCE DEL TIGRIS
Gaugamela está en la orilla oriental del río, que Alejandro cruzó sin problemas –ya que los persas no se enfrentaron a él– por un vado hoy desaparecido bajo un embalse en Tall Abu Dhahir (Irak). BRUCE COLEMAR / ALAMY / ACI
334 a.C.
333 a.C.
331 a.C.
330 a.C.
Alejandro, que ha llevado adelante la campaña proyectada por su padre, derrota a un ejército persa a orillas del Gránico.
En Issos, Alejandro derrota al rey persa Darío III Codomano, que huye dejando a su familia en poder del rey macedonio.
En Gaugamela, Alejandro vence nuevamente a Darío, que vuelve a huir. El conquistador macedonio es el nuevo señor de Persia.
Tras entrar sin resistencia en Persépolis, la capital persa, los macedonios incendian los palacios de los reyes aqueménidas.
Un sacrificio al Miedo SEGÚNEXPLICA el historiador romano Quinto Curcio en su Historia de Alejandro, el rey había ordenado marchar a sus hombres de noche en dirección a las tropas de Darío instaladas en Gaugamela. Entonces creyeron ver miles de hogueras ante ellos y empezaron a temblar, poseídos por el miedo. AleAl e jandro jan dro man mandó dó que se det detuvi uviera eran n y dej dejara aran n las armas en el suelo para calmarse; calm arse; era la noche del 29 de septiembre. (IV 12, 14-17) QUE EL EJÉRCITO tuvo miedo parece refrendarlo Plutarco. Este historiador grecorromano explica que horas antes de la batalla, en la noche del 30 de septiembre, «Alejandro estaba ocupado delante de su tienda con el adivino Aristandro, celebrando ciertos arcanos rituales con ofrendas al dios Miedo» Alej ejan andr dro o 31, 9-10). Que sepamos, fue la pri( Al mera y única vez que Alejandro hizo tal cosa.
EL ADIVINO ARISTANDRO Y ALEJANDRO LA NOCHE ANTES DE LA BATALLA DE GAUGAMELA. EN LA DISTANCIA SE VEN LOS FUEGOS DEL CAMPAMENTO PERSA.
AKG / ALBUM
LA MEJO MEJOR R CABALLERÍA DE GRE GRECIA CIA Dracma de plata acuñada por la ciudad ciuda d de Larissa Larissa hacia haci a 400 a.C., a.C., con co n un jin jinete ete de Tesalia. Los Los combatientes a caba caballo llo de esta reg región ión eran considerados comolos como los mejores mejores de tod toda a Gr Grec ecia. ia.
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perdido una batalla. No obstante, ello había convertido conv ertido el enfrentamie enfrentamiento nto de ambos en una cuestión muy personal. Después de Issos, Alejandro ocupó Siria, Fenicia y Egipto para asegurar su retaguardia, y entonces avanzó avanzó hacia el interior del Imperio persa, donde Darío había intentado reunir una fuerza definitiva con la que aplastar a su su oponente. Sin embargo, la fama del invencible Alejandro se extendía por doquier, reafirmada por prodigios como el eclipse de septiembre. septi embre. Darío trató de buscar un terreno propicio para su plan de batalla, basado en el uso de amplios espacios para desplegar el ingente ejército que había congregado. La fuerza persa estaba compuesta por un variopint variopinto o conjunto de unidades procedentes de todos los rincones del imperio, imper io, entre los que destacaban la magnífica caballería acorazada de catafractas proveniente proveniente de Bactria Bac tria y Sogdiana; los peligrosos arqueros montados sacas, de origen escita; la caballería pesada persa, siempre al lado de d e su rey, y, y, sobre todo, tod o, la irreductible infantería de mercenarios griegos, compuesta mayoritariamente
por exiliados y opositores a Alejandro y la dominación macedonia en Grecia. Un enorme grupo de infantería procedente de la India reforzaba aquel vasto y heterogéneo ejército. No obstante, Darío ya había comprobado la capacidad estratégica de Alejandro y la movilidad de su infantería ligera macedonia, por lo que para romper las filas del enemigo quiso contar también con 50 carros falcados, falcados, provistos de sierras en sus ruedas, y 15 elefantes de guerra indios. Todo ello sumaba alrededor de 250.000 efectivos, si creemos los registros de los autores antiguos. La llanura de Darío
Para emplear a toda su gente, Darío necesitaba una vasta planicie donde envolv envolver er las unidades de Alejandro; en Gránico e Issos, lo estrecho del espacio no había permitido a los persas emplear todos sus recursos. Cuando a finales de septiembre, poco después del eclipse, Darío supo que Alejandro Alejand ro se acercaba acercaba desde el oeste, decidió retroceder retroceder y esperar a su oponente en la planicie pl anicie de Gaugamela, cerca de una aldea llamada Arbela (posiblemente no lejos de la actual Mosul, al sur). Allí no había
LA CAPITAL DE LOS PERSAS
Posible representación de sacerdotes zoroástricos zoroástric os en la escalinata del palacio de Darío I en Persépolis, ciudad fundada por este soberano persa. 522-486 a.C. MORANDI / ALAMY / ACI
El éxito del ejército de Alejandro en Asia era en buena medida resultado de la letal combinación de dos fuerzas. Por una parte, la maniobrabilidad de la impenetrable falange macedonia, una infantería semiligera armada con la sarisa, una larguísima lanza de hasta siesie te metros de largo. Por otra parte, la poderosa y veloz caballería de los Compañeros, compuesta compuesta por aristócratas macedonios y liderada por el mismo rey, rey, al frente de los l os ataques. Alejandro había sumado a este dispositivo refuerzos refuer zos de infantería hoplítica griega, así como la infalible caballería tesalia, la mejor de su tiempo, y cuerpos de cará carácter cter auxiliar con armamento ligero como los arqueros a rqueros cretencretenses o los lanceros agrianos (provenientes (provenientes de la actual Bulgaria) que apoyaban a la caballería, hostigaban a distancia al enemigo y reforzaban las posiciones de la infantería, según el caso.
El gran choque LA GUARDIA DEL REY PERSA. UN MIEMBRO DE
LOS INMORTALES, LOS 10.000 SOLDADOS DE ÉLITE DEL GRAN REY. LADRILLO ESMALTADO DEL PALACIO DE DARÍO I. HACIA 510 A.C. LOUVRE, PARÍS.
ERICH LESSING / ALBUM
GUERRERO PERSA MUERTO.
Un soldado persa, vestido con pantalones, túnica y turbante, yace muerto en el suelo tras caer en combate. Escultura atribuida a la escuela de Pérgamo. siglo III a.C. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.
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colinas ni obstáculos donde Alejandro pudiera guarecerse guarecer se u obtener ventajas defensivas. En aquella inmensa llanura, seca y árida, detendría la carrer carreraa del macedonio. Pese a todo, Alejandro siempre debió de tener claro que acabaría enfrentándose con los persas a campo abierto. abierto. Algunos de sus más experimentados generales le habían recomendado atacar de noche, y así obtener una ventaja con la que menguar la enorme diferencia de tamaño respecto del ejército enemigo, ya que el contingente griego y macedonio se situaba en torno a los lo s 47.000 efectivos. Pero Pero Alejandro no quería «robar» la victoria, así que cuando supo que el enemigo en emigo estaba cerca ordenó ordenó acampar y exponer su plan a sus s us hombres.
Al amanecer del día 1 de octubre de 331, el ejército de Darío apareció completamente formado en orden de batalla. Alejandro debió de comprender rápidamente que la inmensidad de efectivos persas garantizaba garantizaba que sus hombres serían rodeados y masacrados. Ante ello, su apuesta fue mucho más arriesgada de lo que podría imaginar cualquier adver adversario. sario. La formación persa estaba organizada con el Gran Rey en el centro centro,, como era usual, flanqueado por su caballería de nobles y el escuadrón de los Inmortales, temible infantería persa conocida por sus lanzas coronadas con una manzana de oro. A ambos lados de este grupo se extendían regimientos heterogéneos, entre los que destacaban la caballería de Besos en el ala izquierda y la de Maceo en la derecha. Alejandro preparó preparó a los suyos dividiéndolos en dos grupos. El ala izquierda, que contaba con la caballería tesalia y la imbatible falange, trataría trataría de aguantar la presión del grueso del ejército enemigo. El ala derecha abriría al máximo el espacio del combate, y en especial la caballería de los Compañeros, comandada por Alejandro, llevaría a cabo una maniobra m aniobra sorprendente, alejando primero primero de la contienda a sus perseguidor perseguidores. es. La carrer carreraa de Alejandro distanciándose de su infantería permitió a los persas concentrar en ésta todo su ataque, enviando los mortales carros falcados para abrir brecha en ella. La embestida fue tan intensa que una parte delos enemigos consiguió llegar al campamento de Alejandro, trató trató de
EL JINETE Y SU CABALLO
Estatuilla en bronce de Alejandro sobre Bucéfalo Bucéfalo.. Este caballo fue su montura en el Gránico, Issos, Gaugamela y otras batallas hasta que murió en la India. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles. JAMES L. STANFIELD / NGS
DARÍO HUYE DE ALEJANDRO EN
EL LLAMADO MOSAICO DE ISSOS , HALLADO EN POMPEYA. MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL, NÁPOLES.
Darío III, ¿un cobarde? A MENUDO, DARÍO III ha sido tachado de cobarde y líder incapaz, y considerado responsable de la caída del imponente Imperio persa y ejemplo de su decadencia. Ello es resultado de sus huidas del campo de batalla en Issos y Gaugamela, provocando con ello la definitiva derrota de sus ejércitos, que al verse abandonados por su rey sucumbían y abandonaban la lucha. ESTA INJUSTA IMAGEN no tiene en cuenta que sin el Gran Rey persa desaparecería también el reino mismo, lo que motivó que Darío prefiriera huir a caer capturado o perecer en batalla. Además, los vastos recursos persas garantizaban siempre la posibilidad de seguir resistiendo al invasor, si su monarca seguía con vida. La intención última de Darío con su fuga era en realidad salvar su imperio de la avaricia de Alejandro. Alej andro. ERICH LESSING / ALBUM
EL YELMO DE LA CABALLERÍA
El casco de tipo beocio era empleado por la caballería tesalia y macedonia. Éste fue hallado en 1854, en el curso superior del Tigris, en Tille (Turquía). Museo Ashmolean, Oxford.
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liberar a la familia de Darío (a lo que qu e su madre, jaque, jaque, el re rey y per persa sa vio cómo una par parte te de sus Sisigambis, Sisigambi s, se negó, sabedora del grave grave riesgo mejores jinetes, bajo el mando de Besos, soque corría, pues la batalla no estaba todavía pesaba la huida. Si lo captur capturaban, aban, todo estaría decidida), y lo saqueó mientras olvidaba la perdid perdido, o, y huyó. lucha encarnizada del resto de los ejército ejércitos. s. Por su parte, los infantes macedonios y los Un imperio como trofeo jinetes jine tes te tesali salios os seg seguía uían n agu aguant antando ando la posi posi- Cuando vio huir a Darío, Darí o, Alejandro, que lución con graves graves dificultades ante an te el enorme chaba como un león, sintió que sus esperannúmero de enemigos. Los persas debieron de zas de dar fin a la guerra se desvanecían. Se creer que la victoria era cuestión de tiempo. lanzó tras su oponente, pero le llegaron pePero Per o entonces, inesperadamente, la caballe- ticiones de auxilio de su s u infantería, que, al ría de Alejandro dio media vuelta, alejándo- mando de Parmenión, seguía aguantando la se de sus perseguidor perseguidores es e introduciéndose arremetida persa. Volvió Volvió por ello al combate, de repente en medio del ala al a derecha enemi- aplastando entre dos frentes a cuantos luga, abierta ante el intento de persecución chaban contra los macedonios, persiguieninicial y ahora sólo atenta a presionar a la l a do a los que abandonaban el campo de bafalange macedonia. talla cuando se supo que Darío había huido. Esto había creado una brecha en la Alejandro era, ya, señor de Asia. impenetrable línea persa, que daba ENSAYO ahora acceso directo al Gran Rey y Para Alejandro Magno. saber sus guardianes. Alejandro exhibió su Conquistador Conquistad or del mundo más Robin Lane Fox. El Acantilado, Barcelona, 2007. más fiera ambición, y los CompañeLa guerra en el mundo antiguo Philip de Souza. Akal, Madrid, 2008. ros demostraron demostraron de nuevo su fuerza fu erza NOVELA al imponerse salvajemente a sus El muchacho persa (Trilogía de Alejandro Magno, volumen 2) oponentes, poniendo en riesgo Mary Renault. Edhasa, Barcelona, 2011. al propio Darío. Presionado y en
LA PUERTA DE ISHTAR
Con 18 m de altura, era el principal acceso a Babilonia, donde Alejandro entró una veintena de días después de su victoria en Gaugamela; se conserva en el Museo de Pérgamo, en Berlín. ERICH LESSING / ALBUM
. o í r a , D n n u a a ó i ó r b n z a t e e p a s ó b m r e i r a a c g e d P n e r e u n o y q o p e , d , r a l a s a d s i e r r g e e e i r u p p i a q d o , s d r r a a e t n r i d r t u e c e n q i e z l i u i e q m a n z , l i e a a a s l a l e a r h l e e r p c E r . b e s e o b s a o u q l n d a t a u l n a n e l o ó a i g i o e r t d a i b i n d e c r o a o g é j s t e n s u e a e r E a í r u . g r s b l l e o ó l l r o i e i a e d i r n n t b v a i a e a n d a c t e m o u e d r d r a d g e a n n a a u t a í n u j e b q e l e a t t n 1 A d a i
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0 o r n o e 0 r i u e r o 0 o . s P l e n e l n r . e a p e d a e 0 e s r s ó e a 4 d o e r a r u r i g u b s 0 u u e e s u i t l o 0 g q p y a n e q u l n . i r n t e a e l t y u e 0 a a l n n m e l l ó p f r , 5 i a n e a í l o i o y u o 2 s d g l t : e s r l a s e , i n a o e c ) o r a v D . c u r e g l i i o u o t . b a t t é í i C . n a q . j r a s m , t e u n i o a e a i i f r e t a c r o e D t n 3 l n i s a o e g o i . t 3 b d e c c n e l T o r c r o m 3 a r a i u f e ( d é l n r o s v j , t l í s i d o a e s s e r a e n r f l t o m é e a a l e e a t i s r j e d o t : e f d s o o e a b s d z I f l r n e a d j i r ó i t a a e n n A l v n í b n n e u e a c n l r 0 a í a 0 ú o a a u r e s j r r ó d l t i g c l e a o e p a n a r , r o l 0 . r a a g a d u b l s A 7 s r l , i o l n e e r r e a a e y e e o n t e e m d I d b s m o g I n r u I m s a e e l a e t e a s o ú e g r l e g n p o n o u u u a s í n r m s f a q a r a a e d p a ú r a n l o n T D e e G p d t i o G n
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y r e . r a e o l d c p e i i d o r ó , d y , a o a s p y i o u r e l n h a é u l r a i q t c o í o b r n l a e r a o b c c y a D l ó u d s g e e e e u r u r e y q o p a a , q b o m n c o í i l c r o u p r a h n x a D e e e t u e d o o l i d s P d c r a o e r ; t r e u o r r v n C r á a a c d o o c l m t e a u n i s e c ó u n u s y u o h Q e q l
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r e s a e e n d o u e n t t ó r q n r i o e d e c a c v t o u n u L . u c . o i n a s n s e a a s o s y A r l e a r i o r n e r n o p d a l u í i n c m c e j a e s e n m e r s l u e e t o q r t A c a e e n e y c p i , h i o a d s c r d o s i a l o l e d r n e t n p a e u l a i r a r d n h o r a c A a e í s . t i e s n c b a e a e e j r s h a e m b e s p e r o s ( y s n a a o l e ) s r r a e d y e e d n r p s a l r e s j e l e e a a l t r i b A d l t i i a e s i o a f r m b d s e r s a e m r s ñ d o a f r a i e j p c b o a c p a m y r b a m o l o e e s h h C e l a o e s u v o q o L N d l v
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