del cielo
Galileo y
el telescopio
Hace justo cuatro siglos, se-
ven a simpe vista (átomos, mi-
gún la historia que todo mundo
crobios, galaxias…), pero en
conoce, Galileo Galilei comencomen-
la época época de Galileo no era na-
zó a estudiar el cielo con un
da obvio que un instrumento
telescopio de su propia cons-
no creara ilusiones.
trucción. Fue el inicio de un nueva nue va era para la astronomía.
Feyerebend, usó (y ciertamencierta men-
Galileo descubrió los satélites
te abusó) de su poder, pero
de Júpiter, las manchas sola-
a fin de cuentas estaba defen-
res y la rotación del Sol, las fa-
diendo una visión del mundo
ses de Venus, las montañas
que los hombres comunes po-
y valles de la Luna y las estre-
dían entender fácilmente sin
llas de la Vía Láctea.
recurrir a expertos. La física
También Tambi én se sabe que Ga-
la Iglesia, era una física del
la Iglesia por afirmar, sobre la
sentido sen tido común: el agua y la tie-
base de sus descubrimient descubrimientos, os,
rra caen porque su lugar na-
que la Tierra gira alrededor del
tural es el centro de la Tierra,
Sol y no al revés. Se cuenta
el fuego y el aire suben porque
que los jerarcas religiosos religiosos pre-
el suyo es la esfera de las es-
firieron, incluso, no mirar por
trellas; y el Sol y las estrellas
el telescopio telescopio para no enfren-
giran alrededor de la Tierra,
tarse a las evidencias.
como se ve a simple vista. Aderaleza ra leza de los astros era del
plicada. Paul Feyerabend, en
todo distinta a la de las cosas
su famoso libro Contra el mé-
terrestres.
tiempos antiguos no se solía
Evidentemente, el telescoteles copio permitía aumentar el tamata ma-
estudiar la naturaleza con
ño de los objetos en la Tierra, Tie rra,
medios artificiales, pues se
pero si se trataba de ob jetos ob jetos
desconfiaba de aquello que
celestes ce lestes nunca vistos antes an tes
no se pudiera percibir direcdi rec-
¿cómo ¿có mo saber si las imágenes
tamente con los sentidos. En
correspondían co rrespondían a algo real?
la actualidad estamos acos-
Si Galileo creía ver nuevas es-
tumbra tum brados dos a creer en la exis-
trellas tre llas allí donde no se veía na-
tencia de cosas que no se
da a simple vista, no había for-
Shahen Hacyan SEPTIEMBRE SEPTIEM BRE 2009
más, se pensaba que la natu-
historia es un poco más com-
todo , nos recuerda que en
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de Aristóteles, la aceptada por
lilileo leo tuvo serios problemas con
Sin embargo, la verdadera
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La Iglesia, de acuerdo con
ma de corroborar su existencia.
Con Galileo empezó una
Más aún, todavía no se tenía
nueva era en la que los cinco
una buena teoría que permitie-
sentidos comunes ya no eran
ra entender cómo funciona un
suficientes para percibir co-
telescopio; Galileo había cons-
rrectamente al mundo y había
truido uno, pero lo había lo-
que recurrir a medios artificia-
grado por medio de pruebas
les que sólo los expertos sa-
y errores. No sería hasta ����,
bían manejar. Para Feyerabend,
el año siguiente de sus obser-
ésta es la posición que comba-
vaciones, cuando su colega
tió la Iglesia. La nueva manera
Kepler publicó la Dióptrica ,
de estudiar el mundo resultó
en la que describía, más o me-
sumamente exitosa, pero mu-
nos correctamente, los princi-
chos pensadores, aun sin ne-
pios teóricos del telescopio.
gar su validez, la criticaron por
Por otra parte, hay que re-
olvidarse de la “dimensión hu-
cordar que los telescopios de
mana” de la naturaleza. Así,
Galileo eran bastante primiti-
por ejemplo, los románticos
vos, por lo que se necesitaba
del siglo XIX añoraban una vi-
cierta dosis de imaginación pa-
sión más subjetiva del mundo;
ra ver lo que él afirmaba ver.
Goethe escribió que los cien-
Sin duda tuvo el enorme méri-
tíficos relacionan entre sí fenó-
to de imaginar correctamente
menos naturales construidos
mucho de lo que reportó, pero
artificialmente, pero concluyó
se sabe que colegas suyos,
que eso no es la naturaleza:
a pesar de su interés, no logra-
“¡ningún arquitecto tendría la
ron ver con su telescopio todo
osadía de hacer pasar sus pa-
lo que les prometía y se que-
lacios por montañas
daron decepcionados.
y bosques!”
IMÁGENES
P. ��: Azimuth de Crueger, ����; Telescopio francés Shanen Hacyan
del siglo XVIII.
Instituto de Física, Universidad Nacional Autónoma de México.
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